ENFOQUES Y EXPERIENCIAS EN LAS RELACIONES ESCUELA - FAMILIA - COMUNIDAD. Curso 6

ENFOQUES Y EXPERIENCIAS EN LAS RELACIONES ESCUELA - FAMILIA - COMUNIDAD Curso 6 Autores: Dr. C. Pedro Luis Castro Alegret. Instituto Central de Cienci

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ENFOQUES Y EXPERIENCIAS EN LAS RELACIONES ESCUELA - FAMILIA - COMUNIDAD Curso 6 Autores: Dr. C. Pedro Luis Castro Alegret. Instituto Central de Ciencias Pedagógicas [email protected] Dr. C. Ana Rosa Padrón Hecheverría Universidad en Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona” [email protected] Dr. C. Aurora García Gutiérrez. Universidad en Ciencias Pedagógicas “José de la Luz y Caballero” Holguín [email protected] Dr. C. Fara Rodríguez Universidad en Ciencias Pedagógicas “Félix Varela” Villa Clara [email protected]

Edición: Dr. Cs. Gilberto García Batista Corrección: Lic. José Luis Leyva Labrada. Diseño y composición: MSc. Nelson Piñero Alonso

© sobre la presente edición, sello editor Educación Cubana. Ministerio de Educación, 2011.

ISBN 978-959-18-0605-5

Sello Editor EDUCACIÓN CUBANA Dirección de Ciencia y Técnica Avenida 3ra # 1408 esquina a 16. Miramar, Playa. Ciudad de La Habana. Cuba. Teléfono: (53-7) 202-2259

Índice

Introducción / 1 La familia y la educación de los hijos / 2 La educación familiar desde el contexto de la escuela / 11 La orientación familiar en el sistema educativo / 22 El consejo de escuela y círculo infantil / 37 El vínculo de la escuela con la comunidad / 45 Bibliografía / 54

RESUMEN. Se presenta la concepción sobre la familia y su papel en la educación, elaborada en el sistema escolar cubano en estrecha relación con las investigaciones y producción teórica de las ciencias sociales del país. La misma explica la función que juega la familia en la reproducción social a través de la educación a sus hijos. En las últimas décadas se recogen valiosos antecedentes sobre la atención a la familia, que requirieron su actualización. La escuela cubana ha asumido que en los hogares transcurre la educación familiar, como acciones sistemáticas, intencionadas o no, bajo la guía de padres y madres. Mientras que las instituciones sociales aportan la educación para la familia, que se lleva a cabo con su activa participación; la que consiste en un sistemas de acciones educativas intencionadas con carácter, participativo, orientador, y permanente bajo la guía de los educadores. En esta línea, se presentan alternativas que buscan formas atractivas de encontrarse, de reunirse y comunicarse con la ética del respeto para debatir temas de interés. Se ejemplifica con un novedoso sistema de cartas que la elaboran los educadores para los miembros de las familias. Se desarrolla una concepción de Orientación Familiar, que contiene la definición, sistema de principios y modalidades. Varias experiencias recogen esta labor actual. Además se enfoca el papel de los consejos de escuela para consolidar el vínculo entre las familias y las instituciones educacionales en cada comunidad. Se explica su contribución a la coherencia y unidad de las influencias educativas sobre los escolares. En este sentido se amplían experiencias sobre la escuela como centro coordinador de los agentes socializadores de la comunidad donde los niños y adolescentes viven y se desarrollan, reconociendo sus potencialidades educativas.

Introducción Los problemas sociales, las crisis por las que atraviesan algunos de países de la región, repercuten en las familias y afectan la educación de los hijos. Diversas problemáticas sociales, que han mantenido en la pobreza a numerosas familias, las han quebrantado y mantienen en situaciones que limitan el cuidado infantil temprano, la atención afectiva que requieren los menores, la escolarización adecuada de los hijos, su culminación de estudios básicos. Se debate en la sociedad y por las ciencias correspondientes la problemática de la mujer, la violencia doméstica, el maltrato infantil. El aprendizaje escolar se deteriora cuando se mantienen estos y otros problemas sociales y familiares. Se culpa a la familia de numerosos problemas sociales, desde la llamada crisis de valores, hasta manifestaciones de la violencia. Se responsabiliza a los padres por determinadas comportamientos “inadecuados” de los hijos, aún cuando se produzcan en ámbitos muy diferentes al hogar, donde actúan otros grupos psico-sociales, y se desempeñen agentes educativos diferentes. Pero la familia no debe verse como la culpable o la necesitada de un objeto de ayuda intervención, sino como protagonista activa de los cambios necesarios. Desde esa posición, asumir que los padres merecen mayor comprensión, más apoyo y preparación. La escuela y los maestros están obligados a incrementar la preparación de las familias ante los retos de los actuales problemas sociales. También se requiere preparar adecuadamente a los maestros para que lleven adelante experiencias y métodos de avanzada en el trabajo de educación a los padres. Vincular los espacios académicos y de investigación a las comunidades, que su trabajo de intervención aporte a las familias y los factores de la localidad. Comprendamos cuánto ha cambiado la familia en estos tiempos. Se reconoce un iincremento de divorcios y separaciones, el alejamiento físico del padre biológico, y el consiguiente aaumento de la jefatura femenina en muchos hogares. Son grandes los retos de los hogares del presente para asegurar el bienestar de todos sus miembros y la formación de los hijos, cuando fue apropiado refirió la situación de las familias cubanas. La familia contemporánea se diversifica en sus estructuras, se complejiza en su dinámica, aparecen problemas nuevos y se generan nuevos modelos de parentalidad. Es reconocida la relación entre el creciente deterioro de la familia latinoamericana con las condiciones económicas en las que esta

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trata de sobrevivir. Son muchas las exigencias sociales actuales sobre al familia, la movilidad de las mismas, así como el impacto de los cambios económicos y socio-culturales en las familias latinoamericanas actuales, pues la pobreza conlleva a un perfil de familia insuficiente, carente, acelerada en sus ritmos cotidianos y depauperados. Desarrollo LA FAMILIA Y LA EDUCACIÓN DE LOS HIJOS La familia es el grupo humano en el cual las personas viven, donde manifiestan importantes motivaciones psicológicas y las realizan en diversas actividades. En ella sus integrantes satisfacen una serie de necesidades materiales y desarrollan complejos procesos motivacionales y afectivos estrechamente relacionados. A lo largo de los siglos la familia ha sido y se mantiene como la primera institución socializadora, su influencia en el ser humano es la más profunda y perdurable. La sociedad determina la vida familiar y a su vez ésta condiciona en sus descendientes importantes cualidades de personalidad. Por eso la familia tiene una importante misión de reproducción social, asegura una especie de transmisión entre lo social y lo personal. Esto es posible porque cada hogar tiene un modo de vida determinado, que depende de sus condiciones de vida, de sus actividades sociales, y de las relaciones sociales de sus miembros. Tiene una realidad objetiva, plasmada en las condiciones materiales del hogar, pero para cada uno de sus integrantes las condiciones de vida, así como la actividad económica y social que realizan, tienen una importante repercusión subjetiva. Las actividades y relaciones intrafamiliares, que se agrupan en funciones familiares, están encaminadas a la satisfacción de importantes necesidades de sus miembros, no como individuos aislados, sino en estrecha interdependencia. A través de esas actividades y en esa vida grupal es que se produce la formación y transformación de la personalidad de sus integrantes. Las funciones más reconocidas por la literatura actual dedicada a los estudios de familia son: 

Función económica.



Función biológica o reproductiva.

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Función espiritual cultural.



Función educativa.

Estas actividades y relaciones intrafamiliares posibilitan transmitir los conocimientos iniciales y formar en los hijos las primeras cualidades de personalidad que son la condición para asimilar más adelante nuevas relaciones sociales. A la vez, las relaciones afectivas entre los integrantes del grupo familiar, su comunicación interpersonal, no ocurren al margen sino que precisamente tienen su contenido psicológico en el desarrollo de estas actividades que agrupamos en las funciones familiares. La familia y la escuela, como instituciones socializadoras tienen entre sus características las de estar abiertas a las influencias recíprocas y cooperar entre sí. Los docentes son los profesionales que tienen las mejores posibilidades para estimular estas relaciones entre el hogar y la escuela, por su preparación, las tareas que le corresponden y su prestigio en la comunidad. Todos los padres y vecinos esperan ese papel de los docentes. Como organismo social vivo, dinámico y cambiante, la familia atraviesa por un ciclo de vida o desarrollo secuencial que comprende determinadas etapas, las que difieren entre sí ya sea por la naturaleza de los cambios en la estructura de la familia a lo largo del desarrollo. En cada una de las fases debe reacomodar su funcionamiento para responder a las demandas y necesidades de sus miembros en correspondencia con las exigencias sociales. La familia con hijos en edad escolar tiene como particularidad que su organización gira en torno a los horarios escolares y realización de tareas de los hijos. En general, los padres y demás adultos se acercan a la escuela con respeto y deseos de colaboración, lo que constituye la primera potencialidad para ser tenida en cuenta. Se acepta que los padres educan en sus hijos muchas cualidades, la sociedad espera de la familia que logre esa educación. Los padres dirigen actividades y mantienen en la convivencia cotidiana una comunicación que asegura esos aprendizajes infantiles. Pero las acciones educativas, así como la conciencia que tienen los padres sobre los métodos que emplean, no se han abordado en profundidad por la ciencia pedagógica hasta el presente. Para explicar estos importantes procesos intrafamiliares se requiere un enfoque interdisciplinario. Las ciencias psicológicas y la sociología definieron y estudian la función educativa familiar, en este

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campo deben converger sus fundamentaciones metodológicas con las ciencias pedagógicas.

teóricas

y

La familia socializó a sus hijos desde los albores de nuestra cultura. En distintas sociedades eso se compartió con diferentes figuras y agrupaciones comunitarias. Más adelante surgieron las instituciones educativas. Pero todo comenzó en la relación madre - hijo. Bajo el cuidado de la madre el pequeño desarrolla desde la marcha hasta el lenguaje, aprende también a cuidar de sí mismo, a relacionarse con los demás. ¿Cómo lo aprende? Lo específico de las relaciones intrafamiliares y de las actividades encaminadas a generar la vida y cuidar de ella, radica en convertir toda actividad del grupo familiar (llamada por los psicólogos interpsíquica) en una actividad que el niño se la apropia, la interioriza (la hace intrapsíquica). Los hábitos habilidades infantiles siempre pasan del plano externo de la cotidianidad del hogar, al plano interno del niño. Así surgen y se desarrollan las funciones cognitivas, se manifiesta y fortalece la voluntad, a la vez que surge y se incrementa el caudal de la vida afectiva. Este papel preponderante de la familia en la formación de cualidades de la personalidad no se limita a la infancia. La relación con los padres hace posible que el hijo adopte en la adolescencia sus valores, y más adelante se haga planes de vida propios, pero conformados en el seno del hogar y en relación con las expectativas de los familiares significativos en esa etapa de su vida. Algunos autores consideran a la familia como el espacio privilegiado de construcción de la subjetividad. Otros la ven como un microcosmos que integra toda la complejidad de lo social. Si bien los padres y otros familiares adultos están determinados por ese medio sociocultural, lo interpretan a su manera, es decir, se apropian en su práctica cotidiana de valores y normas existentes en la sociedad donde viven. Ciertamente, la familia construye su diario vivir, lo experimenta y percibe como propio, pues le pone su sello de singularidad. Al buscar solución a sus problemas y desplegar estrategias de sobrevivencia, encuentra caminos originales dentro de dificultades comunes, en cada época histórica determinada. La familia educa en las tradiciones de la cultura y asegura el aprendizaje de los primeros y perdurables hábitos de vida. Cultiva el amor propio del niño o niña, su identidad de género, sus preferencias. Desarrolla la inteligencia y creatividad de los pequeños. Los padres contribuyen muy mucho a la formación de los

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intereses infantiles, paulatinamente inciden en sus motivaciones y orientaciones valorativas de los adolescentes. Todo esto es posible cuando se educa con amor. Muchos asocian el hogar al amor y la protección mutua de sus integrantes. Los miembros de la familia experimentan la necesidad de la seguridad emocional, que los más pequeños ven satisfecha en las relaciones con los padres. La identificación emocional con el hogar propio es un importante factor de estabilidad psíquica para todos; la familia constituye un refugio donde cada uno encuentra seguridad. La persona experimenta así el apoyo y solidaridad de los demás miembros a sus esfuerzos y planes, obtiene un reforzamiento a sus opiniones personales. Del afecto que los padres expresan al hijo pequeño se origina en buena medida su autoestima y su capacidad de amar. Además, los roles que los padres adjudican a los hijos en el diario vivir educan su masculinidad o feminidad. Esa compleja esfera de la sexualidad humana está muy relacionada con los problemas de la comunicación. Al arribar a la adolescencia los hijos requieren mucha ayuda y comprensión de sus padres para adentrarse en el mundo de las relaciones con sus iguales, ahí surgirán sus primeras parejas. Los padres también aportan a la educación en valores. Sin esa cuna nutricia de lo espiritual que es la familia, el hijo o la hija quedarían huérfanos de referentes valorativos. Desde el seno del hogar se proyectan los valores de cada familia hacia el mundo social. La identidad que el niño construye junto a sus seres queridos contiene referentes familiares a la vez que sociales. Sus sentimientos de pertenencia al hogar que satisface sus necesidades afectivas posibilitan el proceso formativo de la identidad en una comunidad valorativa, asegurándose así la continuidad de nuestra cultura. La comunicación en la familia es esencial. En el desarrollo de las actividades hogareñas conjuntas se produce el necesario intercambio entre los miembros, aunque también ellos dedican parte de su tiempo a la actividad específica de conversar con los hijos. Esta comunicación expresa las necesidades e intenciones de los miembros del grupo familiar; mediante ella se ejerce una influencia en sus motivos y valores, condicionándose las decisiones vitales de todos. Familia y escuela tienen la responsabilidad compartida del cumplimiento de sus respectivas funciones educativas, las que deben producirse de forma coherente y armónica, teniendo ambas

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como centro a un mismo ser humano pero con una doble dimensión: es un hijo-alumno. La familia cambia y la labor de educación y orientación a los padres debe tomarlo en cuenta, partiendo de los siguientes criterios: Qué deben conocer los padres, cuáles son sus necesidades de capacitación en cada etapa de la vida de sus hijos. Qué puede ofrecer la familia a la escuela en cada una de sus etapas. Qué puede ofrecer la escuela a la familia en cada etapa del desarrollo de sus hijos. Los niños establecen con su educador relaciones esenciales para el aprendizaje. En su actividad de estudio, que transcurre en la escuela, se manifiestan los procesos de la comunicación adquiridas en el hogar. Los vínculos afectivos con los padres preparan al niño para esta vida escolar De dónde venimos: la atención a la familia dentro del Sistema educacional cubano Desde mediados del Siglo XIX aparecen los primeros cubanos que refieren ideas pedagógicas sobre la familia y la educación de los hijos. Pensadores como Félix Varela Morales (1778-1853), José de la Luz y Caballero (1800-1862), Manuel Valdés Rodríguez (18491933); José Martí (1853-1895) y Enrique José Varona (1849-1933) expresaron sus reflexiones sobre el papel de la familia en la educación, si bien no elaboraron una concepción sistemática sobre el tema, pues no se correspondía con el pensamiento social de la época. En la primera mitad del Siglo XX se desarrolla en la escuela cubana una variedad de experiencias en las relaciones con la familia escolares, pero no se elaboraron obras sistematizadoras en este campo de las ciencias de la educación. Con la Revolución liberadora se abre una etapa de aceleradas transformaciones en las condiciones de vida de los hogares cubanos, surgen diversas oportunidades de empleo y superación, se desarrollan nuevas relaciones sociales. Varios factores socioeconómicos conllevaron a cambios progresivos en la composición de los hogares, a la vez que medidas sociales de diverso orden condujeron al desarrollo de acciones educativas dirigidas hacia la familia. En este contexto, que la obra educacional de la nueva sociedad contribuyó a cambiar los hogares cubanos.

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La década del 60 estuvo marcada por la incorporación de las principales figuras de la familia en las transformaciones sociales, desde los niños y adolescentes estudiantes que fundan nuevas organizaciones estudiantiles, hasta las mujeres y hombres que encabezan los hogares. Es reconocido que los cambios más radicales en la familia se derivaron de la incorporación de la mujer al trabajo y la actividad social revolucionaria, con el cuestionamiento de los roles tradicionales. A la vez se produce una elevación del nivel cultural de toda la familia. En los años 60 se hacen los primeros congresos de la FMC; el discurso de los dirigentes políticos expresan e impulsan las nuevas aspiraciones sociales. Con la consolidación del ideal social sobre el hombre nuevo, se trata de hacer concordar las aspiraciones de la escuela con las de los padres. En la educación se produce una apelación a los padres para el apoyo a la escolarización de los hijos y su avance en los estudios. El trabajo intencionado con las familias, desde la escuela, retoma modalidades conocidas sobre las reuniones y escuelas de padres, las asociaciones de padres, etc. Los nuevos docentes reciben el encargo de conducir el aprendizaje y la formación de los niños y adolescentes, a la vez recaba una mayor participación de los padres. En el ámbito de la política educacional, se produce un importante acontecimiento con la celebración del 1er congreso del PCC, que aprueba las Tesis sobre política educacional y sobre la atención a la niñez y la juventud, así como la destinada a la Mujer. Puede afirmarse que concluye esta década con una expresión bien clara en la conciencia social de la importancia de la familia como célula elemental de la sociedad socialista y se precisa su función educativa, que no es asunto íntimo, sino objeto de atención por toda la sociedad. Al iniciarse la década de los 70 el salto se marca porque el sistema educacional asume la organización del trabajo con las familias en la escuela general; se gesta una política bajo el impulso de la conciencia social expresada en el discurso social y en el actuar de las organizaciones de masas. El Congreso Nacional de Educación y Cultura, celebrado a inicios de 1971, pasó balance a las actividades que se realizaban con las familias de los alumnos, tanto en escuelas de padres como orientaciones por los medios de difusión y se pronunció explícitamente por: 

Estrechar relaciones escuela hogar.

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Lograr una influencia más activa de los padres en la educación de los hijos.



Preparar a los padres, mediante las escuelas de padres y espacios de orientación por los medios de difusión.



Contar con una organización de padres, el Consejo de escuela.

Por otra parte se detectan y reconocen en la sociedad determinados problemas que afectan a los familiares; también de padres que no cumplen con su cometido. Se indagan los trastornos familiares que inciden en la educación y comportamiento de los niños, por ejemplo, la delincuencia infantil, el abandono de los estudios, el embarazo temprano, etc. Se consolida el subsistema de la Educación Especial; esos centros aplican las mismas acciones de educación y orientación a padres que las establecidas para la educación general, si bien se ha abierto un servicio de diagnóstico a los niños con dificultades, que hace el diagnóstico de las familias. Los años 70 son de importante institucionalización para la Revolución y parte de ello se refleja en la normatividad jurídica. Se promulga el Código de la Infancia y posteriormente el Código de la Familia. En la segunda mitad de la década de los 70 se abre una nueva etapa con la elaboración de documentos rectores de la política educativa, refrendados por el Primer Congreso del PCC. Se promulgan las leyes fundamentales: la Constitución cubana, el Código de familia y otros. Se institucionalizan vínculos entre escuela y familia en la reglamentación de los consejos de escuela, logrando fortalecer el papel de la escuela en la comunidad. Las organizaciones de masas juegan un papel en el apoyo a la escuela, se articulan sus tareas educativas con el MINED, (las escuelas populares de padres, el movimiento de madres combatientes por la educación, y otras) Se generalizan experiencias de las escuelas de padres, llevando las mismas hasta la secundaria básica. La educación especial sustenta el diagnóstico a las familias, se indica al maestro de escuela regular cómo caracterizarla. A lo largo de los años 70 y 80 se contaba con varios espacios nacionales de orientación social por la televisión y la radio, que abarcan a la familia y demás integrantes de las comunidades. Comprenden las temáticas de la orientación psicológica, pedagógica, de salud y otras. Se crean por el ICRT, en conjunto con el departamento de Psicología del MINED, colectivos que dirigen este tipo de programación educativa, con la participación de

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psicólogos y pedagogos que se apoyan en investigaciones y testimonios de la realidad educacional. Se utilizaba como fuentes de los programas a grupos de discusión sistematizados y entrenados. Para ello los psicólogos del colectivo de realización se insertaban en escuelas de padres, organizaciones de base de los CDR, consejos de escuelas, grupos de maestros, etc. Para la década de los 80 el Grupo que atiende familia en el SNE ha logrado elaborar una concepción sobre la familia y su educación, su prioridad es la orientación metodológica al personal docente. Esta labor era una exigencia de la práctica educacional y social, estuvo muy relacionada con el avance de los estudios de las ciencias sociales en el tema que condujeron a una teorización propia sobre el funcionamiento familiar. Se realiza una importante reunión de ministros del campo socialista cuyo tema central es la familia y la educación. Además se incluye un tema sobre familia y educación en el Seminario Nacional a dirigentes, metodólogos e inspectores. Se amplían los eventos de intercambio científico, los congresos Pedagogía y otros eventos de psicología, de ciencias de la salud, de centros investigativos, etc. A finales de los años 80 se crea el Grupo Familia en el Ministerio de Educación, se profundiza en la elaboración teórica y metodológica del trabajo con la familia. Se había elaborado en el sistema educativo cubano un enfoque específico sobre el accionar educativo de la familia, así como de las vías para la educación a los padres y la preparación de los docentes para estas labores. El salto que se produjo como resultado del interés de la política educacional por dar mayor atención a la familia desde la escuela se introducen las concepciones de la educación popular en el trabajo con las familias. Se acude a algunas instituciones cubanas con experiencias y preparación en Educación Popular para renovar de las escuelas de educación familiar. Para esa época el análisis social del tema de la equidad de género cobra fuerza. Se hacen estudios sobre escuela y equidad de géneros. Se reclama mayor protagonismo de la comunidad y los consejos de escuela, se organizan durante dos años los activos municipales de esas organizaciones. Se renueva su Reglamento en intercambio con las organizaciones sociales. La experiencia del programa “Educa a tu hijo” tiene impacto social por su concepción, por involucrar numerosos actores y su extensión sistemática. Es de señalar también que en la segunda mitad de la década, como parte del segundo

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perfeccionamiento, se crea la Asignatura Cívica en primaria y en secundaria, con importantes temas sobre la familia. Década de los 90 Se amplía el interés de las ciencias sociales cubanas por el estudio de la familia, por el embate del Período especial sobre los hogares, y gracias al Programa intersectorial Para la Vida, que el Gobierno encargó fuera dirigido por el MINED y constituyó un ejemplo paradigmático de cooperación intersectorial en torno a la familia y al educación en la comunidad. Al calor de este Programa nacional se hacen primeros eventos científicos específicos sobre familia y educación. Se amplían otros eventos de intercambio científico, congresos pedagogía, de psicología, etc. Varias problemáticas en el plano internacional, como son la lucha contra el maltrato infantil, contra las adicciones, la reivindicación de los derechos de la infancia y de la mujer, entre otros, condujeron a nuevas reflexiones en la sociedad cubana en torno a la familia, su presente y futuro. En la década de los 90 las situaciones del período especial focalizaron la atención en las estrategias que desarrollaban los hogares para enfrentar la crisis. Se acometen por el Instituto Central de Ciencias Pedagógicas del Ministerio de Educación estudios sobre escuela y comunidad, hogares en situación de desventaja social y factores asociados a la calidad de la educación. Se formulan los modelos de escuela primaria y de escuela secundaria que incluyen el trabajo con las familias. Otras instituciones de la sociedad enfocan estudios de familia que permiten acercarse a una visión multidisciplinaria: son reconocidos los aportes cubanos en la demografía, la sociología y la historia, las ciencias jurídicas, las ciencias de la salud. Se aprecia un auge del tema familia desde la educación de la sexualidad. Todo ello revela una visión más abarcadora de las problemáticas sociales que inciden en las familias; el medio familiar manifiesta problemáticas diversas hacia su interior. Se amplían las vías no formales de la educación preescolar con la universalización del “Educa a tu hijo”. Se hacen estudios para extenderlo a familias con niños pequeños que presentan discapacidad. A la vez se refuerza la docencia en los centros universitarios en torno al tema. Década actual Incremento de estudios sobre familia en el sistema educativo y otras instituciones. Tesis de maestría y doctorado contribuyen a difundir las concepciones anteriores y hacen numerosas

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propuestas para solucionar problemas; pero no llega a crearse un programa ramal específico sobre familia. Se publican varios libros cubanos destinados a la preparación de los docentes en la temática de familia. Se consolidan acciones comunitarias y la concepción sobre la atención a las familias en situaciones de desventaja. Proyección de la experiencia con las familias a los programas de colaboración internacional, iniciados por el ICCP en México. Se retoma la importancia social de los Consejos de Escuela. LA EDUCACIÓN FAMILIAR DESDE EL CONTEXTO DE LA ESCUELA La comunidad de vida y de afecto con incidencia en todos sus integrantes, es sin dudas la familia. Variados calificativos y de las más diversas formas se esgrimen para significar su valor a lo largo nuestra existencia, hasta las metáforas ocupan lugar, algunas refieren que la familia es “una ventana” por donde nos asomamos al mundo, es un “puente de unión” entre sus miembros, es un “bálsamo para los dolores y penurias de la vida”, entre otras. Justamente las conexiones comunicativas en el ámbito familiar se acompañan de la palabra, de mensajes que educan, indican, orientan, persuaden, ayudan, acercan o alejan según sea el caso y la forma en que se dicen y se reciben. La educación en la familia En este sentido resulta ineludible que la educación se convierte en un núcleo vital de la familia, lo cual se traduce en modelos educativos bajo la guía de padres, madres y otros adultos de convivencia en cuanto a señalar límites educativos y formativos, acciones deseables, brindar información para que aprenda a valorar las consecuencias de sus actos ante una determinada toma de decisiones, son entre otros los múltiples contenidos que pertenecen al rol de padre y madre en su función educativa. Sería factible considerar tres puntos claves en la educación de hijos e hijas que Torroella propone deben tener muy en cuenta los padres: 1. La familia tiene que estar organizada como un verdadero colectivo basado en el respeto y aprecio mutuo y en la cooperación entre todos. Vivir y realizar en el hogar el principio moral de todos para uno y uno para todos. 2. La organización efectiva de la vida familiar y de las actividades de hijos/hijas, de modo que se tengan en cuenta sus derechos y

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deberes, se satisfagan sus necesidades básicas y se les asignen tareas y deberes a realizar dentro del colectivo familiar primero, y después, en relación con la comunidad. 3. El ejemplo personal de las actitudes, conducta y trabajo de los padres es el mejor método educativo. No hay disciplina, reglas, palabras o preceptos que puedan sustituir a la influencia directa, eficaz y decisiva de la personalidad y comportamiento diario de los padres. (Torroella, G. 1999: 5) A partir de la propuesta que ofrece Torroella, se puede valorar que aunque la educación en cada familia tiene matices diferenciadores, el análisis de los métodos educativos es válido y pueden ser tomados como marco referencial. Algo similar se expresa en la obra de otros autores al abordar la educación familiar. Para García, Hoz. “Educación familiar es la actividad profesional para ayudar a los padres a desempeñar su tarea con eficiencia dentro de lo espontáneo”. (García, H. 1990: 17) Quintana. J. y otros, señalan: “Educación Familiar es la educación que se realiza en el ámbito de la familia. Esta modalidad de educación es muy diferente de otras. Difiere claramente, por ejemplo, de la educación que se realiza en el ámbito de la escuela.” (Quintana, J. y otros, 1993: 222) Castro, la concibe como…”el sistema de influencias pedagógicas y psicológicas, encaminado a elevar la preparación de la familia y estimular su participación consciente en la formación de su descendencia”. (Castro, P.1996: 20) Para Martínez-Otero la Educación Familiar es”… la ayuda socioeducativa que se brinda a las familias y que tiene como denominador común la mejora del grupo familiar”. (Martínez-Otero, V.2003:301) Se ha llegado a una elaboración propia en nuestra educación, que asume la Educación Familiar en dos direcciones: En la familia: acciones sistemáticas, intencionadas y no intencionadas, bajo la guía de padres y madres como educadores de normas de conducta, valores, sentimientos, en fin, de preceptores de hijos e hijas. Comprenden: Los contenidos de la educación que ofrecen padres y madres. Los recursos educativos con que cuenta para la educación

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y resultados obtenidos en cuanto a la educación que ofrecen y las adquisiciones logradas en hijos e hijas. Con y para la familia: sistemas de acciones educativas intencionadas con carácter, participativo, orientador, y permanente bajo la guía de los educadores, mediante diferentes vías, encaminadas a favorecer el desempeño educativo de la familia.(Padrón, 2008) Tienen como contenidos: Determinación de las necesidades de aprendizaje en la familia, respecto al contenido de su función educativa. Orientación a los padres en aspectos relacionados con la forma en que pueden y deben darle continuidad al trabajo educativo del centro escolar y potenciación de recursos educativos de la familia para el desempeño de su función educativa. (Padrón, A. R, 2007: 21-22) Aunque cada dirección tiene sus especificidades, en ambas se gestan esfuerzos entre la escuela y la familia que deben incidir a favor de la educación de niños, adolescentes y jóvenes. Así la primera expresa el contenido básico del rol educativo de la familia, no sólo el debe ser (ideal) a lo que se aspira y corresponde como primer ámbito educativo. La segunda dirección es más de orden pedagógico, que incluye lo formativo y desarrollador, para brindar de manera intencionada el saber acumulado por la ciencia en el orden teórico y práctico sobre una gama interminable de temas carenciales, generales a cualquier tipología de familia o muy específico según sea el caso. A esta dirección la debe caracterizar el que los encargados de desarrollarla, involucren a la familia como grupo, para que participe activamente en la transformación de su propia realidad. El contenido de estas dos direcciones de la educación familiar se nutren de las contribuciones de las ciencias sociales, psicólogos, sociólogos y pedagogos entre otros profesionales, para instruir en diversas temáticas que refieren a la familia mediante programas diseñados. Desde el saber popular hay quienes aseveran: “Quien ama educa”, no obstante, ¡y el amor no basta! , como educadores naturales de sus hijos, la educación no debe ser exclusivamente intuitiva o instintiva, sino fundada en el reconocimiento de las fortalezas, también los déficits que se tienen y en la conciencia de que hay que preparase.

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Es reconocido que la tarea de educar es compleja, se cometen errores, sirvan de aprendizajes, y para tomar conciencia de lo que se ha de mejorar como educadores de hijos e hijas, a la par “estudiantes”. Esta condición de educador- educando inherente a mamá y papá, requiere no en pocas ocasiones de la asistencia de especialistas, entendidos en los temas educativos, también de instituciones. La escuela es por excelencia una de las más próximas a niños, niñas, adolescentes, jóvenes y su familia. La familia necesita de la escuela, la escuela necesita de la familia Esta perspectiva alude a reconocer que la escuela y la familia no han de ser campos disonantes de confrontaciones aunque en su dinámica particular enfrentan las complejidades de cambios en el orden mundial Sin embargo, como se sabe, el poder extensivo de la escuela, la lógica sucesiva de su historia en la sociedad le otorgan el bien ganado privilegio de poseer un personal que interactúa diariamente con hijos e hijas que provienen de una gama diversa de familias con las que de manera sistemática esta interacción no resulta ajena a ellas, los contactos directos e indirectos que sostienen maestro-familia la posibilitan. ¿Exentas de contradicciones? Lo más significativo es que las contradicciones se dan como proceso normal en las relaciones de dos instituciones matizadas por la especificidad de su tarea educativa, que se relacionan potenciando una particular forma de cooperación. Adquiere por tanto un valor trascendente el poder captar sus complejidades, sus mutuas diferencias, desde aquellas condiciones que las conecta, mediante acciones de mutuo acuerdo, más allá del deseo de hacer, sino de su realización en la práctica diaria de dos instituciones que han de lograr experiencias de colaboración. Alternativas de educación familiar desde la escuela. Si sostenemos que la escuela es un espacio para generar participación de la familia en torno a la tarea educativa, se requiere de la búsqueda de alternativas que supere el formalismo por formas atractivas de encontrarse, de reunirse, de comunicarse con la ética del respeto para debatir temas de interés y aunque no hay recetas que puedan asegurar “un plato con ingredientes exactos para degustar”, ni tampoco tenemos un manual de instrucciones que contenga todas y cada unas de las situaciones tan ricas y diversas,

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ni todas las soluciones para ser mejores padres y madres, ¡ qué bueno! que así sea, sin embargo hay claves que valdrían considerar.  Conocer realmente las necesidades de la familia en materia educativa. Son lícitas sus dudas. En cuanto a: 

¿Cómo inculcarles valores sólidos?



¿Dónde poner los límites?



¿Qué hacer para que mi hijo/a me entienda?

 ¿Cómo hacer para que nuestros hijos se conviertan en adolescentes ejemplares? 

¿Cómo lograr que los hijos obedezcan a sus padres?

 ¿Por qué mi hijo/a es egoísta?, entre otras preguntas constituyen preocupación de la familia.  Promover la organización de maneras para reunirse como grupo de familia a partir de sus propuestas.  Facilitar intercambios de experiencias educativas entre las familias de cómo educan. Esta es una vía muy importante que se ha de aprovechar. Cada padre y madre tienen un saber, potencialidades que mostrar a otros en su rol educativo.  Movilizar la participación de la familia con mecanismos que relejen la existencia de un proyecto común como familia-escuela.  Propiciar a madres y padres herramientas más o menos viables de acuerdo con el tema educativo que se discuta en los encuentros acordados.  Evaluar aprendizajes, avances, la prevalencia de dudas y considerar el surgimiento de nuevas necesidades educativas. El ejercicio profesional de la escuela, los recursos metodológicos y el potencial humano representado en por sus maestros/a ha permitido crear tradiciones educativas institucionalizadas mediante alternativas variadas para su labor con la familia desde el ámbito escolar. No obstante, se requiere seguir preparándose para la calidad de su realización por maestros y otros profesionales en los que la escuela se ha de apoyar para dar respuesta a las demandas que en el orden educativo hace la familia a tan valiosa institución de la sociedad, para el desempeño de su rol como educadora. Estas son: Visitas al

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hogar. Reuniones de padres. Correspondencia. Buzón. Murales, Escuela de padres, entre otras. Visitas al Hogar de los estudiantes nos permiten conocer directamente las condiciones de vida y relaciones de convivencia entre padres e hijos. Reuniones de Padres es otra vía que nos da la oportunidad de dialogar con los padres, de conocer sus opiniones y sentimientos, momento en el cual se aprovecha para hablar sobre la educación de los niños, transmitir informaciones, etc. Correspondencia, se utiliza para cartearse con los padres de los estudiantes y conocer el grado de satisfacción de los miembros de la familia, sus preocupaciones, así como sus opiniones. etc. Son mensajes escritos mediante breves cartas de orientaciones, para padres y madres sobre aspectos de interés. Buzón, situado en la escuela u otra institución educativa permite que padres y madres introduzcan en un buzón mensajes, preguntas, dudas y peticiones de información que generalmente tienen que ver con la educación de hijos o hijas. Estos mensajes pueden ser firmados o anónimos. Murales, concebidos para transmitir información a la familia, exponer y hacerles reflexionar sobre diversos temas, e invitarlos a participar en las actividades y encuentros educativos que tenga la escuela, etc. Escuelas de educación familiar Una forma de dialogar entre la familia – maestros-a sobre diferentes temas relacionados con la educación de hijos-alumnos, garantizando la orientación de la familia. Esta variante de acercamiento a la familia, también conocida como escuela de padres, resulta de las más extendidas tanto en Cuba como en otras latitudes. Una ojeada histórica respecto a esta modalidad de trabajo con la familia desde la escuela permite conocer que: “La escuela de padres como se llamó en sus inicios fue fundada en París en 1929, siendo el primer establecimiento de esta naturaleza existente en Europa. En Norte América, las Escuelas de Padres se establecieron a finales del siglo XIX en respuesta a las dificultades que confrontaban a los padres antes de las modificaciones de la estructura de la familia, ante las discusiones que surgían con respecto al principio de

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autoridad paterna absoluta, ante la emancipación social de la mujer, ante la socialización de las condiciones de trabajo, etc., todo lo cual dio lugar a que la concepción misma de la educación se modificara. Las escuelas de padres continuaron su desarrollo después de Primera Guerra Mundial, no sólo en Francia sino también en Alemania, Unión Soviética y en los últimos años en otros países de Europa, África y América Latina. Particularmente en Cuba se suele llamar Escuela de Educación Familiar pues como señalan investigadores del tema, participa la familia, por el desempeño de otros adultos que desde la convivencia se implican directamente en la educación de niños y niñas, como abuelas, abuelos, padrastros, en fin que no se reduce a las figuras de mamá y papá, en dependencia de la composición de cada familia. Todas estas alternativas de trabajo cuando se utilizan adecuadamente le brindan al maestro una información más objetiva sobre su alumno/a y el ambiente en su hogar, la explicación o causas posibles de sus comportamientos a veces incorrectos, además de un acercamiento en las relaciones maestro – familia en el área afectiva. Se constata en la práctica profesional que estas vías motivan enormemente a la familia al ver la preocupación e interés del maestro sobre la educación de su hijo o hija, además de que repercute en el desarrollo y ejecución de su función educativa familiar, ya que siente el apoyo y orientación de la escuela para cumplirla, y constituye un estimable apoyo que obtiene el maestro por el cumplimiento de dicha función. Esta condición del hacer profesional con la familia cuya mirada más que un discurso para… se muestra ya por maestros y maestras acciones concretas y posturas a incorporar, en el espacio de lo cotidiano de dos importantes instituciones de la sociedad: escuelafamilia. Sirvan este ejemplo para ilustrar tales consideraciones. A continuación se presenta un ejemplo del desarrollo de la educación familiar mediante La correspondencia. Se creó un Sistema de cartas como parte del Trabajo de diploma. Del quinto año. Carrera Psicología- Pedagogía. (Autora: Daymara Navia Vizcay) Para el diseño del sistema de cartas se tuvo en cuenta la caracterización preliminar de la muestra que participa en la investigación, donde se constataron las dificultades que presentan

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madres y padres en la educación de hijos e hijas y que también están presentes en otros miembros de la familia con los cuales conviven niños y niñas. Esas problemáticas devienen en necesidades de aprendizaje, las que a su vez se organizan en temas para ser abordados mediante un sistema de cartas con una intencionalidad educativa. Después de haber revisado las fuentes que abordan alternativas para la orientación a padres, las cartas que se proponen surgieron desde la práctica, expresión de la experiencia cotidiana que acumulan padres y madres en la educación de sus hijos e hijas. Se profundiza su contenido con los aportes de la teoría. La organización del plan de temas para las cartas, según problemáticas y necesidades surgidas de la caracterización preliminar se presenta a continuación. Tabla 1. Presentación de los temas para las cartas. Númer o de cartas

Temas

Objetivo

Para encontrarnos…

Sensibilizar a padres, madres y adultos de convivencia sobre la importancia de su preparación junto a la escuela en la educación de hijos e hijas.

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Cuando tu hijo/a miente

Reflexionar respecto a la mentira en los infantes y cómo afrontarla.

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La responsabilidad

Analizar la necesidad de desarrollar en la familia la responsabilidad de hijos e hijas desde edades tempranas.

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El afecto

Reflexionar sobre el valor que tiene el afecto en las edades tempranas.

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Comunicarnos entendernos

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y Analizar la importancia de prepararnos en recursos comunicativos para entendernos en la familia.

Las cartas y los temas presentados no son conclusivos, la cantidad depende de otras problemáticas y necesidades que surjan como resultado de nuevas necesidades que surgen en la familia. Características de las cartas.

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 Se abordan temáticas en forma de sugerencias-consejos de manera flexible.  Mensajes claros, sencillos y comprensibles.  Provocadoras de reflexión individual y grupal.  Tienen un carácter científico- popular.  Se formulan preguntas, para que padres y madres ajusten al caso de su familia el contenido de la carta.  Cada carta anima a entender mejor a hijos e hijas y encontrar vías más adecuadas que ayuden a convivir en familia. Sobre su metodología Como alternativas para ayuda a la familia, en particular a madres y padres las cartas se estructuran por ejes temáticos los cuales permitieron una mayor organización del trabajo.  Se elaboran por los/as educadores/as debidamente preparados en el tema que abordarán.  En el contenido de la carta debe aparecer la invitación permanente para encontrarse en la escuela con los maestros/as o especialistas.  La entrega se realiza en cada encuentro convocado y organizado por la escuela. Cada dos meses.  Se estimula para que las cartas sean leídas entre todos los miembros adultos de la familia; y que las conserven a largo plazo. Los encuentros presenciales.  En cada encuentro se tendrá una retroalimentación, para lo cual se preparan las condiciones mediante un clima de relaciones positivo.  El educador/a se apoya en un sistema de preguntas para promover el debate grupal, aunque respetando las reflexiones individuales, insistiendo en que no se evalúan las respuestas.  Es vital que se amplíe el tema con otras informaciones adicionales por parte del educador/a, ya que las demandas de la familia son más grandes que las posibilidades de reflejar en una carta toda la magnitud de un tema que es resultado de un problema, una carencia o una necesidad que enfrenta en su tarea educativa.

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 Se enfatizará desde el inicio que el interés de la maestra es acompañarlos desde su rol profesional en la hermosa labor de educar a hijos e hijas.  Agotado el debate del tema, se solicita la evaluación a los participantes, siguiendo los criterios siguientes: ¿Se sintió orientado/a con la carta? ¿Por qué? ¿Qué saberes y sabores se lleva? ¿Desea conocer sobre otro tema?  Finalmente se entrega la nueva carta y se acuerda el próximo encuentro. Como ejemplo de estas cartas se reproduce una de ellas: Para encontrarnos Padre y madre: A ti, que sientes gran inquietud por la formación de tu hijo/a. A partir de esta carta podrás tener el placer de contar con una nueva ayuda en su educación. Te invito, con las más deseadas intenciones que participes en este novedoso método de vinculación escuela-familia, para juntos andar por el largo pero hermoso camino de la educación de niños y niñas. Mediante las cartas que recibirás cada dos meses, podrás encontrar algunos mensajes, consejos, orientaciones y sugerencias que sirvan de apoyo necesario para colaborar con tu irrenunciable y vital responsabilidad en la crianza y formación de los infantes. En las misivas se abordarán los temas que fueron solicitados, de forma amena, sencilla y científica, pretendiendo que la familia sin perder la magia, la emoción y la ternura que genera el acto de ser madres y padres, se apropien de un cúmulo de conocimientos que les permitan ser mejores seres humanos, y de esta forma contribuir a que estén más preparados para enfrentar esa difícil e importante tarea que es la educación de nuestros niños(as). Esperando que me acompañes en este lindo andar, la maestra Daymara Evaluación de las cartas.

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En las tres primeras cartas se tomaron los criterios de las familias que participaron en los encuentros presenciales. Siguiendo las tres interrogantes antes mencionadas. Las opiniones de padres, madres y familiares de convivencia dan cuenta de la satisfacción por esta manera de recibir ayuda de la maestra de su hijo/a porque: Las cartas es resultaron conmovedoras, respetuosas. Algunos expresan” muy bonitas”, “llegan a nosotros”, “nos tocan las fibras de nuestro corazón como madre y padre”, “nunca habíamos recibido ayuda de esta forma para ser mejores madres y padres”. Señalan que los temas están claros, logran comprenderlos bien. Conocieron formas nuevas para educar a sus hijos. Reconocen que se respeta su experiencia como madre y padre. Se les preguntó a madres y padres: ¿Qué saberes y sabores se lleva? En cuanto a los saberes expresan que: “Siempre hay cosas que aprender aunque lleven tiempo en el desempeño como madre y padre”. “La maestra, aunque joven nos ayuda en la educación de nuestros hijos e hijas”. “Las cartas son una manera muy linda de enseñarnos a educar a sus hijos”. Los encuentros para hablar de las cartas les permitieron escuchar las experiencias de otros padres, madres y familiares. En cuanto a los sabores expresan: Las cartas y los encuentros saben a chocolate, a miel, a ternura, sabiduría, amor, cercanía, cariño, unidad, compromiso, entre otros. Al indagar si deseaban conocer sobre otro tema, refirieron que con esta forma de ayuda para su función educativa esperan que todos los temas ya solicitados se cumplan y en especial piden que se agregue el tema: los abuelos en casa.

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LA ORIENTACIÓN FAMILIAR EN EL SISTEMA EDUCATIVO En nuestro medio y a partir de estudios realizados en la UCP “José de la Luz y Caballero” se ha desarrollado una concepción sobre la orientación familiar desde instituciones educacionales: Algunos aspectos que reflejan la necesidad, importancia y posibilidad de la utilización de la orientación familiar por la escuela, que se considera un tipo de orientación educativa: 

La confrontación de ideas, saberes y experiencias constituye una necesidad humana como expresión de su esencia social. Esta necesidad también se manifiesta para el desempeño de los roles paternos y maternos. Con frecuencia se asocia a la necesidad de autoafirmación como padres y madres, para liberar tensiones y disuadir los temores que la tarea entraña al grado que permita mayor preparación, sobre todo en las etapas precedentes a la adolescencia.



El intercambio entre padres y su autoafirmación como padre, madre o tutor son estados psicológicos posibles de enriquecer en grupos de padres. Existen importantes elaboraciones teórico – metodológicas y experiencias sobre la orientación grupal. Esa modalidad de orientación puede combinarse con otras, para hacer más integral y efectivo el proceso de orientación



Convenientemente se ha concebido en Cuba el trabajo con la familia desde el grupo de padres, teniendo en cuenta que a la vez esta interactúa con otras estructuras grupales.



La orientación se apoya en la capacidad del ser humano para aprender, en la fuerza constructiva de la personalidad. Diversos son los criterios que desde la Educación Popular sustentan esta posibilidad.



Es común en nuestro medio el valor de los roles parentales, en lo individual y en la opinión social; hecho que favorece la capacidad de convocatoria que ha adquirido la escuela cubana.



La escuela cubana cuenta con grandes potencialidades para el desarrollo de este trabajo. Es una escuela pública, masiva. Como la población infantil y adolescente asiste regularmente a las instituciones educacionales, se puede llegar por esta vía a millones de personas que desempeñan diferentes roles importantes en los procesos sociales.

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La escuela tiene entre sus funciones la coordinación y cooperación entre los diferentes factores potenciadores de influencias educativas (organizaciones, vecinos, instituciones comunitarias) que pueden integrarse y optimizar procesos de desarrollo humano.



Su utilización puede favorecer el desarrollo del proceso de participación de la familia en la educación, establecerá entre la escuela y la familia una relación de coordinación nunca de subordinación, sobre la base de la comunicación pedagógica. La escuela se percibe como prestadora de servicio a las familias y la comunidad.

La Orientación familiar como vía de relación del profesorado cubano con la escuela, se asume desde la tendencia integrativa de la orientación; lo cual se explica mediante una concepción de Orientación Familiar, que contiene la definición, sistema de principios de orientación familiar, la estructura del programa de orientación familiar, modalidades de orientación y técnica y métodos. El desarrollo de la orientación familiar de fines educativos indudablemente es de gran valor para precisar el modo de entender y orientar al alumnado. Requiere tanta o mayor preparación que la orientación escolar, al tratar a adultos con personalidades ya conformadas. Existen condiciones básicas que estimulan su éxito: padres y madres (generalmente), son las personas que más conocen a sus hijos, quienes más les quieren, y quienes están más comprometidos con su formación desde sus intenciones, en lo cual se encuentra una gran diversidad de posiciones. Para dirigir bien este proceso es esencial la determinación de los principios que guiarán su desarrollo, que están por precisar. Los principios entendidos como ideas centrales, conceptos generales, puntos partida, síntesis de muchas determinaciones, tienen un carácter metodológico y gnoseológico (Engels, 1970, Kopnin, P 1970, Rodríguez Z, 1989). En la relación principio – teoría se entiende que el principio es su definición primera y más general, figura como punto de partida en la estructuración y exposición de la teoría científica. A su vez, como primera determinación de la idea de una teoría cumple una función metodológica importante a la hora de explicar un nuevo conocimiento (Kopnin, 1970) El principio refleja la realidad, es extraído de ella, una vez convertido en tal, deviene orientador del conocimiento. Su profundidad, esencialidad y sencillez, permite al investigador o al lector deducir o

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inferir los demás elementos y determinaciones del objeto concreto; el principio debe orientar en la búsqueda de otras relaciones más complejas. En suma, son tesis de partida, y, a la vez, cumplen una función sintética y aglutinadora de la teoría que unifica los conceptos en una síntesis determinada y expresa la propiedad o relación más esencial, propia del objeto dado. Un sistema de principios debe poseer una lógica interna, implícita, que modela y conduce a todo el proceso. En este caso, consiste en embonar dos aspectos: sobre qué base se organiza la orientación, a partir de qué basamento teórico, de cuáles objetivos y contenidos (para qué, por qué, qué,) y lo referido al aspecto metodológico y la preparación del orientador (cómo y con qué). En suma, son tesis de partida, sintética y aglutinadora de la teoría que unifica los conceptos en un núcleo teórico-metodológico y expresa la propiedad o relación más esencial, propia del objeto dado. Se definen los principios de orientación familiar como el sistema de tesis de partida que constituye el fundamento teórico del proceso de orientación familiar, que sirve de instrumento lógico para explicarlo y organizarlo, guiando la función educativa de la familia y cooperando así con el tránsito hacia estadios superiores del desarrollo de la personalidad de sus hijos. (García Gutiérrez A, 2001). Entre las obras de Psicología y la Pedagogía familiar se encuentran dos propuestas de postulados que se aproximan a un sistema de principios; sólo en el caso del proyecto educativo “Educación Formal para una Conducta Sexual responsable” se habían declarado principios del trabajo con la familia (Castro P. L, 1997). Luego un análisis epistémico sobre la determinación, definición y estructura de un sistema de principios para la orientación familiar, García Gutiérrez (2001), llega a la siguiente propuesta, abierta a la profundización: Sistema de principios de orientación familiar: 1.

Conocimiento y estimulación del funcionamiento familiar

Toda forma o nivel de orientación debe contribuir al desarrollo del grupo familiar, beneficiando sus funciones, para enriquecer sus potencialidades educativas. Parte del reconocimiento de la familia como sistema socializador en la formación y desarrollo del ser humano, del carácter preponderante grupo primario por su significación psicológica y social. Reglas:

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Cocimiento del funcionamiento familiar y su influencia en la formación de las nuevas generaciones, mediante su caracterización o diagnóstico.



Conservación de la privacidad y la intimidad del funcionamiento familiar, salvaguardando su dignidad, libertad y salud.



Cooperación y apoyo a la familia para el desempeño de su función educativa y el desarrollo de sus integrantes, mediante procesos de sensibilización, clarificación, movilización, confrontación, transformación.



Contribuir al desarrollo de mecanismos personológicos de los adultos para la maternidad y paternidad responsable, basada en valores de relación de pareja con equidad de género.



Revelar sus potencialidades para el desarrollo individual y grupal, basándose en lo positivo, en sus fortalezas y oportunidades.



Respetar el proceso de educación familiar como complejo y contradictorio.

2.

Integridad de la orientación:

Consiste expresa la principal exigencia al proceso de orientación: su coherencia y objetividad, constituye una condición básica para el desarrollo de este proceso. Se entiende la integridad en su definición más general, abarcando la integración, la sistematicidad y lo sistémico, la coherencia. Confiere objetividad al proceso de orientación Reglas: 

Delimitación de los objetivos de la orientación a partir de las prioridades y el pronóstico, determinados en el diagnóstico o caracterización.



Integración de contenidos de orientación, su organización, esencialmente con la imbricación de lo ideológico, lo ético y la sexualidad.



Atención y ayuda por igual, simultánea o escalonada y gradual a las individualidades y a los subsistemas del grupo familiar.



Atención a necesidades de responsabilizados con su educación.

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educandos

y

adultos



Integralidad del diagnóstico para la determinación de las necesidades básicas del desarrollo de las personas y los procesos, de los hijos (as) y de sus adultos.



Exigencia de la armonía entre diferentes modalidades de la orientación que se debe emplear en cada caso y su coherencia con los postulados teóricos que sustentan la posición metodológica adoptada.

3.

De la participación:

El proceso de orientación debe tener al sujeto como centro dinamizador, protagónico, partiendo de sus necesidades, demandas, saberes y potencialidades, de sus significados; entendiendo la participación en sus tres acepciones: Ser parte, Tener parte y Tomar parte, asumiendo la heterogeneidad de posiciones de los adultos y la diversidad entre las familias y su entorno. Reglas: 

Considerar al desarrollo humano como fin, no como medio o instrumento



Promover el intercambio enriquecedor de la unidad de influencias educativas mediante las relaciones escuela – familia.



Respeto al derecho de toda familia para participar en la determinación de objetivos y contenidos de la educación, atención a sus demandas.



Propiciar su carácter protagónico en la determinación del Programa de orientación, modos de organizarlo, estilos metodológicos e incorporación activa.



Respetar todo el derecho a plantear sus dudas, sus inquietudes, preocupaciones y sugerencias



Involucrar a todos por igual, teniendo al ser humano como valor supremo en el proceso de orientación, solicitando y reconociendo su apoyo



Ofrecer la ayuda a partir de su solicitud, de sus saberes y necesidades



Respetar el ritmo de cada familia y al propio de cada uno de sus miembros.



Consideración de los valores familiares en el contexto comunitario de desarrollo, asumiendo su heterogeneidad

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 4.

Combinación de la participación de varios sujetos y especialistas en el proceso. Enriquecimiento de la comunicación:

La comunicación familiar debe propiciar y favorecer el mutuo conocimiento entre sus miembros, sus intercambios, identificar y superar barreras, de modo que permita el desarrollo de sus sentimientos de aceptación y convivencia, el desarrollo de habilidades para el manejo o evitación de factores sostenedores de climas conflictuados, con constructividad, así como promover vivencias afectivas positivas y experiencias de rico intercambio para la atención y satisfacción de sus miembros: sirviendo de modos de aprendizajes para las relaciones interpersonales con otros grupos de pertenencia. Abarca también las características de la comunicación durante el proceso de orientación para la cual resulta esencial y sirve de modo de actuación a los participantes. Reglas: 

Ampliar la autoestima familiar, la valoración y aceptación de sus rasgos distintivos con realce de cualidades y valores positivos.



Permitir apertura, mediante la adquisición de saberes sobre amplitud de temas, que favorezcan el intercambio, la percepción mutua y su conocimiento mutuo.



Estimular el desarrollo de habilidades de la buena escucha y la empatía para su asertividad y constructividad.



Favorecer el autorespeto y el respeto a los demás



Enriquecer la confianza mediante la superación o regulación de factores generadores de incomunicación y la disfuncionalidad.



Generar el predominio de estilos democráticos y de un clima armonioso.



Servir de condición básica durante proceso de orientación con el establecimiento de una comunicación funcional con los y las participantes a partir del empleo de reglas y técnicas comunicativas.

5.

Capacitación de los orientadores:

Se centra en la preparación de los especialistas que deben realizar la orientación, considerados como coordinadores, facilitadores o

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conductores, de posiciones éticas, como requisito inicial para el éxito del proceso de orientación. Reglas: 

Adecuada selección de profesionales o agentes que desempeñarán el rol de orientación, donde se convine la motivación por la actividad y las cualidades personales (técnicas y éticas), esenciales para esta actividad.



Superación constante mediante entrenamientos, talleres y otras modalidades, tanto desde el punto de vista teórico como metodológico.



Creación de condiciones técnicas y ambientales mínimas para el desarrollo del proceso de orientación

¿Cómo se ha aplicado esta concepción en la escuela? Experiencias holguineras: A partir de la primera experiencia de implementación de esta concepción, en el Programa de orientación familiar para la educación de la sexualidad de adolescentes de Secundaria Básica, realizada en el 2001, se han desarrollado diversos estudios, de los cuales se ejemplifican algunos. Programa de Orientación familiar para la disminución de la violencia doméstica. Autora Ana Melba Ramírez Pérez. Julio 2002. Este programa de orientación familiar aporta las dimensiones e indicadores para el estudio de la violencia doméstica y precisa los contenidos y métodos de orientación para la prevención y disminución de sus efectos en familias con hijos adolescentes que estudian en la educación Secundaria Básica. El estudio se realizó en la Secundaria Básica “Oscar Ortiz Domínguez”. Entre los resultados del diagnóstico se encuentran las causas por las cuales padres y madres violentan a sus hijos: por causar daños en el hogar, como efecto y descarga emocional de madres a hijos ante la violencia física, psicológica o sexual de sus esposos, por incumplir deberes escolares o en la familia, por tratar de forma irrespetuosa a los adultos. Es frecuente encontrar el predominio de métodos autoritarios de educación, típicos de la familia campesina, aunque exacerbados con efectos psicológicos dañinos para la salud de sus hijos. Las formas más utilizadas son las agresiones físicas y verbales, donde se manifiesta el ejercicio del poder de adulto sobre el menor. En otras familias donde predomina

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el estilo de educación permisivo, la violencia es al revés: de hijos o hijas a padres, madres o abuelos. El programa de orientación familiar se concibió a través de un sistema de sesiones del taller del taller de reflexión grupa, que transita desde la sensibilización, compromiso e implicación de los adultos responsabilizados con la educación de los hijos e hijas. Entre las temáticas abordadas se encuentran el valor social de la familia, los tipos de violencia doméstica, sus manifestaciones y cómo se produce el aprendizaje de las conductas agresivas. El aprendizaje de métodos educativos y formas de comunicación que permitan el desarrollo de un sistema de relaciones en la familia basadas en el amor, el respeto y la confianza entre sus miembros. Para su validación se aplicó el criterio de experto y la experimentación en el terreno demostrándose su pertinencia y efectividad al incidir sobre los modos de comportamientos responsables en las familias y contribuir a la modificación de actitudes y la disminución de la violencia doméstica. Alternativas para la preparación de las familias en la formación de hábitos lectores de los estudiantes de Secundaria Básica. Autora Esperanza Regina Leyva. 2002 Significa la importancia de la relación escuela - familia en la formación de hábitos lectores. Contiene la metodología para el diagnóstico de este contenido formativo en la familia y su tratamiento desde la escuela, un programa de superación para docentes y un sistema de talleres de orientación que involucra a la vez a padres, madres o tutores y estudiantes. Se aplicó en un total de seis secundarias básicas con una muestra de 152 estudiantes con sus familias, 32 profesores de español y literatura, 18 miembros de consejos de dirección, cuatro guías base de pioneros, cinco jefes de departamentos y 29 profesores de distintas asignaturas. Se encuentra en fase de ampliación y profundización como tesis doctoral. Estudio para favorecer la función educativa de las familias multiproblemáticas y su contribución a la formación de valores morales en adolescentes de Secundaria Básica. Autora Yudith Laura Ferreiro Fuentes. 2010 autora Se favorece el sistema de influencias educativas en la educación de adolescentes mediante la relación de la escuela con familia multiproblemáticas y se propicia la adquisición de una ética del ser

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en contraposición a la amenazante ética del tener prevaleciente, que es uno de los problemas globales de la posmodernidad. Para ello se elabora una concepción de orientación a familias multiproblemáticas para la formación de valores morales en adolescentes de Secundaria Básica. Se concibió a partir de Estudio Correlacional – explicativo que caracterizó las peculiaridades del funcionamiento de este tipo de familia y su influencia en la formación de valores morales. Se entiende esta concepción como una construcción teórica que explica el vínculo entre la escuela y estas familias a través de su intencionalidad, tareas de educación moral, contenidos de la orientación y procedimientos de orientación: disuasorios de su disfuncionalidad y estimuladores de las condiciones de educación familiar, para contribuir a la formación de valores morales en los adolescentes. Esta se sustenta en tres elementos constitutivos que explican cómo está conformada: - Principios y premisas que regulan el proceso de orientación a familias multiproblemáticas desde la escuela (elemento regulador); - Proceso de orientación a familias multiproblemáticas (elemento procesal); - Sostenibilidad de la orientación a familias multiproblemáticas como proceso que contribuye a la autorregulación de la personalidad (elemento de autoestimulación). Su núcleo lo constituye las acciones de la orientación de intensidad variable, agrupadas en diferentes fases según la multiplicidad de dificultades en su función educativa, para incidir en el cambio de actitudes de madres, padres y figuras de apego, en la modificación de las condiciones de educación familiar y su repercusión en la formación de valores morales de adolescentes de Secundaria Básica. ¿Cuáles son estas acciones? Se aporta al desarrollo del proceso de orientación familiar las acciones orientacionales de intensidad variable las que constituyen procedimientos incentivadores o disuasorios que permiten incidir en los recursos personológicos de repercusión formativa y en la dinámica familiar, los cuales consecuentemente fortalecen y coadyuvan con su influencia educativa. Conforman la atención específica a las familias multiproblemáticas y constituyen un aspecto organizativo teórico que permite el tratamiento desde lo fenomenológico a la causalidad de manera progresiva y aproximarse

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a la significación afectiva que tienen para las personas, al concebirse la orientación desde el enfoque dialéctico. Esta se organizan en diferentes fases para la atención a este tipo de familia con multiplicidad de dificultades en el cumplimiento de su función educativa, para incidir en el cambio de actitudes de madres, padres y figuras de apego, en la modificación de las condiciones de educación familiar y su repercusión en la formación de valores morales de adolescentes de Secundaria Básica. Fases en las que se organizan las acciones de la orientación de intensidad variable para desarrollar el proceso de orientación: Fase I - Señalización: exploración, identificación, descubrimiento. El objetivo primordial de esta fase es sensibilizar a los padres con las dificultades que presentan en cuanto al cumplimiento de su función educativa, su repercusión y la responsabilidad en la deformación de sus hijos. Revela los factores de riesgo y la vulnerabilidad en ellos. Una vez ejecutado el diagnóstico inicial y la caracterización de las familias, el maestro orientador estará en condiciones de realizar un primer acercamiento a estas, para lo cual se sugiere la utilización de la entrevista de orientación, la que pudiera desarrollarse de manera grupal con todos sus miembros o individual con cada uno de ellos. La utilización de otras modalidades de orientación estará en correspondencia con las características y problemáticas de cada familia. Contenidos de la orientación ¿qué se orienta?: conocimientos de las características del adolescente, situación del adolescente en el ámbito escolar, importancia de la familia para los seres humanos: ciclo de la familia, eventos transicionales, relación valoressituaciones vitales, significación de la familia en la adolescencia, actitud y sentimientos de amor, lo legislado sobre la responsabilidad de los padres y madres en la educación de los adolescentes y la repercusión legal de una maternidad o una paternidad irresponsable y las alternativas de “ayuda” que ofrece la escuela como institución. Métodos, técnicas e instrumentos (procedimientos estimuladores y/o disuasorios): la persuasión combinada con instrumentos para dar información como el replanteo, la sumarización, el esclarecimiento y la confirmación, las que se podrán emplear en las modalidades visita al hogar y entrevista de orientación en varias sesiones. Fase II – Visibilidad: conceptualización, reflexión, reconstrucción de significados e involucrar a las personas en los sucesos familiares en

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las situaciones y su transferencia a otros escenarios. El objetivo de esta fase es movilizar y dinamizar la capacidad de resiliencia de cada uno de los miembros de la familia para estimular la modificación de las condiciones de educación familiar. En esta fase la orientación estará en función de profundizar en el estado actual de cada una de las familias, sus necesidades educativas, determinar la tendencia del desarrollo así como las potencialidades. Para ello el orientador podrá determinar la modalidad a emplear y la cantidad de secciones de trabajo que pudieran realizarse. Contenidos de la orientación ¿qué se orienta?: necesidades básicas de aprendizaje de los adultos responsabilizados con la educación del adolescente: características psicológicas del adolescente a partir de la edad, el género, las potencialidades y necesidades educativas; estimulación de recursos personológicos de marcada incidencia formativa: conocimiento que poseen para la educación de sus hijos (as); actitud hacia su educación y los valores sociales declarados en nuestra sociedad; comunicación asertiva; capacidad para la toma de decisiones; la autoestima; autovaloración: estructurada, flexible, integra; seguridad en sí mismo para la educación de sus hijos (as); autodeterminación expresada en iniciativas, acciones y pautas educativas; los valores de identidad, dignidad, decencia y decoro. Se disuaden comportamientos negativos como: automarginación social, impunidad, facilismo, violencia, discriminación; y factores generadores de conflictos de tipo emocionales y sentimentales como: resentimientos, enojo, autoestima dañada, temores, inseguridad, rechazo, desaprobación, percepciones distorsionadas y expectativas inadecuadas. Métodos, técnicas e instrumentos (procedimientos estimuladores y/o disuasorios): técnicas de reflexión, proyectivas y de solución de problemas, las que se combinan con otras técnicas como las lecturas recomendadas, el debate de videos y canciones, tareas orientacionales con apoyo instrumental (plegables y sueltos) y encomiendas hogareñas. Estos se utilizarán en las modalidades entrevista de orientación en varias sesiones y consulta psicopedagógica. Fase III - Afluencia: profundizar y sostener acciones restructuradoras con efectos disuasorios para la estrategia de afrontamientos y transferencia a otros contextos. El objetivo de esta fase es el reacomodo, regeneradora de la restructuración.

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Esta fase debe garantizar a través de la coordinación y la cooperación de acciones de orientación cubrir el mayor espectro posible de la necesidad de ayuda para el desempeño de su función educativa e incidir en el reacomodo del régimen de vida, reestructuración del estilo educativo, recuperación de la autoridad y modificación de la comunicación de la figura de apego con hijos e hijas. Contenidos de la orientación ¿qué se orienta?: se incentivan las condiciones de educación familiar que posibilitan el cumplimiento de la función educativa, el reacomodo del régimen de vida, reestructuración del estilo educativo, recuperación de la autoridad y modificación de la comunicación de la figura responsabilizada con el adolescente. Correcta selección y uso adecuado de los métodos educativos, la actitud hacia los hijos, los valores morales (responsabilidad, solidaridad y laboriosidad) desde el fortalecimiento de los valores dignidad e identidad como valores principios. Las estrategias para la búsqueda de solución de conflictos y de afrontamiento a los problemas de convivencia. Se continúan la estimulación de los recursos personológicos de marcada incidencia formativa para disuadir comportamientos negativos y factores generadores de conflictos de tipo emocionales y sentimentales. Métodos, técnicas e instrumentos (procedimientos estimuladores y/o disuasorios): la técnica de SOLVE estrategia de solución de conflictos y los tests situacionales (dilemas morales), las cuales se podrán emplear en las modalidades entrevista de orientación en varias sesiones, consulta psicopedagógica y talleres para padres. Fase IV - Vigilancia formal y acceso a la ayuda: reconocimiento, valoración, responsabilidad por la consecuencia y estimulación de nuevas actuaciones (autorregulación para enfrentar las situaciones vitales. El objetivo es el seguimiento a la asimilación de la orientación para escapar de la condición de factor de riesgo. Contenidos de la orientación ¿qué se orienta?: Estarán determinados por los avances y retrocesos que pudieran manifestarse en cada grupo familiar en relación a los logros y potencialidades o comportamientos negativos. Métodos, técnicas e instrumentos (procedimientos estimuladores y/o disuasorios): la técnica de SOLVE estrategia de solución de conflictos y los tests situacionales (dilemas morales) y las técnicas de abstracción y análisis general. Ejemplos: Palabras claves, Miremos más allá, etc., las que se utilizarán en las modalidades

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entrevista de orientación en varias sesiones; consulta psicopedagógica; talleres para padres y consulta con especialistas de otras instituciones: Centro de Diagnóstico y Orientación, Clínica Infantojuvenil, Casa de Orientación a la Mujer y la Familia, Bufetes Colectivos. Fase V - Participación comunitaria: propicia, fomenta nuevas experiencias con coherencia cognitiva, afectiva y práctica. Reflexión e involucración personal para el cambio. El objetivo es la coordinación para apoyar y estimular el funcionamiento familiar a través de la red de apoyo social comunitario conforme a la política de desarrollo social. Contenidos de la orientación ¿qué se orienta?: conocimiento en relación a cómo funciona la red de apoyo social comunitario (Sistema de Prevención y Atención Social), las alternativas de asesoría y solución a las principales problemáticas que en orden social las afectan para el cumplimiento de su función educativa. Métodos, técnicas e instrumentos (procedimientos estimuladores y/o disuasorios): la persuasión combinada con instrumentos para dar información como el replanteo, la sumarización, el esclarecimiento y la confirmación, las que se utilizarán en la modalidad de entrevista de orientación en varias sesiones. Se ofrece una guía metodológica para la elaboración de la estrategia de relación escuela – familias multiproblemáticas, las precisiones para el diagnóstico y caracterización de este tipo de familia así como la propuesta de un curso de entrenamiento para maestros orientadores con un manual como material básico para la preparación del maestro orientador. La validación se realizó con el empleo de talleres de reflexión profesional, la experimentación en el terreno y el estudio de caso en los que se evidenció resultados significativos en los procesos y las personas involucradas. Se desarrolló en la Secundarias Básicas del municipio de Holguín: Alberto Sosa (suburbana) y se tomó como criterio de selección de la muestra a familias con hijos adolescentes que se ubicaban entre los estudiantes que no cumplen con los deberes escolares y clasificadas de acuerdo a las dificultades en su funcionamiento, la estructura según su composición y su situación social en familias multiproblemáticas. Las principales transformaciones obtenidas a partir de la aplicación de la concepción se produjeron en relación con el profesorado en: la sensibilización para la atención profesional a estas familias;

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obtención de conocimientos sobre familia, funcionamiento y disfuncionalidad familiar, formación de valores morales en adolescentes y proceso de orientación familiar; situación de familias multiproblemáticas en el territorio y la caracterización en el Consejo Popular; el desarrollo de habilidades profesionales: investigación y orientación; elaboración de la estrategia de atención a estas familias que supera los estereotipos en el trabajo escuela-familia, a partir de los nuevos procedimientos de convocatoria, sensibilización y movilización a estas familias y el desarrollo de la orientación a 15 familias multiproblemáticas, de adolescentes que cursaban el 8vo y el 9no grado. En cuanto a los efectos de la orientación familiar en estas familias: se percibió las mejoras en la actitud de los padres hacia la educación de sus hijos; aceptación de ayuda para la búsqueda de solución a los problemas que enfrentan en relación con la educación de sus hijos e hijas y la identificación y sensibilización con aquellos aspectos que dentro del régimen de vida se convierten en causa de conflicto o afectan el cumplimiento de su función educativa. En algunas familias se logró la sensibilización con la formación moral de los hijos e hijos, e indicios de recuperación de la autoridad y mayor apertura en la comunicación intrafamiliar. En los adolescentes se evidenció una mejor disposición para asumir sus deberes escolares y participar en las actividades convocadas por el grupo y mejoras en el componente académico. La guía metodológica a directores o directoras de escuelas para la elaboración de la estrategia de relación escuela – familias multiproblemáticas, las precisiones para el diagnóstico y caracterización de este tipo de familia así como la propuesta de un curso de entrenamiento para maestros orientadores con un manual como material básico para la preparación del maestro orientador . La validación se realizó con el empleo de talleres de reflexión profesional, la experimentación en el terreno y el estudio de caso en los que se evidenció resultados significativos en los procesos y las personas involucradas. Se desarrolló en la Secundarias Básicas del municipio de Holguín: Alberto Sosa (suburbana) y se tomó como criterio de selección de la muestra a familias con hijos adolescentes que se ubicaban entre los estudiantes que no cumplen con los deberes escolares y clasificadas de acuerdo a las dificultades en su funcionamiento, la estructura según su composición y su situación social en familias multiproblemáticas.

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Las principales transformaciones obtenidas a partir de la aplicación de la concepción se produjeron en relación con el profesorado en: la sensibilización para la atención profesional a estas familias; obtención de conocimientos sobre familia, funcionamiento y disfuncionalidad familiar, formación de valores morales en adolescentes y proceso de orientación familiar; situación de familias multiproblemáticas en el territorio y la caracterización en el Consejo Popular; el desarrollo de habilidades profesionales: investigación y orientación; elaboración de la estrategia de atención a estas familias que supera los estereotipos en el trabajo escuela-familia, a partir de los nuevos procedimientos de convocatoria, sensibilización y movilización a estas familias y el desarrollo de la orientación a 15 familias multiproblemáticas, de adolescentes que cursaban el 8vo y el 9no grado. En cuanto a los efectos de la orientación familiar en estas familias: se percibió las mejoras en la actitud de los padres hacia la educación de sus hijos; aceptación de ayuda para la búsqueda de solución a los problemas que enfrentan en relación con la educación de sus hijos e hijas y la identificación y sensibilización con aquellos aspectos que dentro del régimen de vida se convierten en causa de conflicto o afectan el cumplimiento de su función educativa. En algunas familias se logró la sensibilización con la formación moral de los hijos e hijos, e indicios de recuperación de la autoridad y mayor apertura en la comunicación intrafamiliar. En los adolescentes se evidenció una mejor disposición para asumir sus deberes escolares y participar en las actividades convocadas por el grupo y mejoras en el componente académico. Ejemplo de talleres de orientación familiar utilizando la reflexión grupal. Talleres de orientación familiar para la educación de la sexualidad de adolescentes de Secundaria Básica. Fases/ Etapas

Sesiones 1

“ Sensibilizac ión”

2

Temas / Contenido Encuadre

2

Familia y Expectativas: proyectos de vida y Adolescentes actuales y sus contextos.

3

Maternidad, paternidad responsable con

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“Creando condiciones ”

hijos (as) adolescentes 4

4 5 

Cambios del cuerpo y la salud. ¿Qué es ser un adolescente? ¿Cómo se es adolescente? Sexualidad y adolescencia”. Desarrollo psicosexual del y la adolescente. Riesgos en la adolescencia, incluyendo salud sexual y reproductiva.



“Acercándo 4 nos más, llegando más”

Comunicación intrafamiliar

7

Comunicación y autoestima

8

¿Elevando autoestima, autoridad?: entre límites y espacios

pierdo

9 

Estilos de crianza

10

Responsabilidad y toma de decisiones



La responsabilidad ¿de quién es?

¿Cumplimos nuestras expectativas?

 Talleres de orientación familiar para la disminución de la violencia intrafamiliar  Talleres de orientación familiar para la estimular el desarrollo de los hábitos de lectura en adolescentes de Secundaria Básica  Talleres de orientación a familias multiproblemáticas para la formación de valores morales en adolescentes de Secundaria Básica  Talleres de orientación EL CONSEJO DE ESCUELA Y CÍRCULO INFANTIL En el presente requerimos abordar el estilo de trabajo del Consejo de Escuela como valioso eje del trabajo preventivo escolar y comunitario. Los propósitos de los consejos se refieren a consolidar el vínculo entre las familias y las instituciones educacionales en cada comunidad, en busca de la coherencia y unidad de las influencias

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educativas sobre los niños y adolescentes. Además, los consejos favorecen la elevación de la responsabilidad de los padres en la educación de los hijos, que no es otra cosa que velar por el cumplimiento de los derechos de los niños y los adolescentes. La experiencia en el desarrollo de los consejos de escuela ha llevado a una elaboración de sus objetivos: Incorporar a la familia activamente en la vida de la institución. Se concreta en las diferentes actividades educativas del centro docente incluso actividades extraescolares. Se necesita lograr la unidad de influencias educativas sobre los niños, adolescentes y jóvenes. Se necesita que los padres comprendan y cumplan con sus responsabilidades en la educación de sus hijos/as. También incluye entre sus objetivos el consolidar el vínculo y coordinación entre las organizaciones del territorio que están implicadas en la educación de las nuevas generaciones, para participar activa y sistemáticamente en el cumplimiento de las tareas de la educación que a ellas les corresponde. Para cumplir estos objetivos se requiere esclarecer el enfoque de la labor educativa y la prevención, con los padres. Hay que convocarlos para el debate de los problemas de la escuela e identificar las dificultades que tenemos en la educación de los niños y adolescentes. Este debe ser nuestra primera fase de trabajo con las familias: mover a todos los agentes educativos para el análisis y el compromiso con los problemas propios y con las posibilidades de cambio. Es muy necesario integrar los intereses de los padres con los demás agentes, pero esto significa alcanzar un nuevo estilo de trabajo, transformar los vínculos entre los padres y los docentes. En el eje de estas relaciones se encuentran los alumnos: hay que dejarlos hablar, a la vez que implicarlos en su educación moral. El terreno común de padres y educadores son los hijos alumnos de la escuela, colocarlos en medio del escenario transforma a todos los actores del proceso. El consejo tiene previsto la participación directa, la actitud vigilante y la exigencia diaria de la familia y la comunidad. Debe promover el trabajo en la organización y desarrollo de diferentes modalidades de orientación a la familia. Asimismo tiene que participar en la labor educativa de la institución para contribuir al cumplimiento del Reglamento aprobado para la escuela. Para cumplir con estos propósitos hay que asegurar un consejo de escuela con autoridad real. Esto se logra con tareas concretas que

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demuestren su protagonismo, no se trata sólo de declaraciones de los directivos educacionales. El prestigio de los integrantes del ejecutivo del consejo es un valioso catalizador del protagonismo. También se reclama de los consejos que promuevan la preparación de los padres para que colaboren con la escuela en la educación de los hijos. Seguramente a través de tareas concretas relacionas con la educación de los hijos lograremos atraer a los padres; no con exhortaciones sino con actividades prácticas, donde tengan que hacer algo concreto que los comprometa a dar de sí y los satisfaga cuando se logren resultados. Se alcanzan así los fines de la sociedad de la preparación de las nuevas generaciones. Las acciones deben lograr una articulación coherente entre estos agentes de la comunidad, la escuela y la familia, evitando que se establezca una relación unidireccional, es decir, de la escuela hacia ellos solamente, con un carácter paternalista o autosuficiente, o por el contrario de los agentes sociales hacia la escuela, con un carácter demandante, que reduciría los vínculos al asistencialismo. La labor del consejo de escuela debe enfocarse para todo el curso escolar, Al inicio del curso se deben asumir en la primera reuni9ón con los padres para reestructurar el consejo cuáles son los problemas y objetivos para el nuevo curso, qué dificultades hay que enfrentar, qué deficiencias deben superarse y por tanto los aspectos que requieren especial atención en el trabajo del consejo durante el nuevo curso escolar. Al finalizar cada curso el Ejecutivo realiza un balance de la gestión realizada por sus integrantes Los educadores han de preparar con sistematicidad a los dirigentes del consejo agrupados en el ejecutivo. Por su parte el reglamento señala: El director tendrá, con respecto al consejo de escuela y de círculo infantil, los deberes y funciones siguientes: a) Representar al consejo de dirección, ante el consejo de escuela y estimular la autonomía eficiente de este órgano, ayudando a sus integrantes a alcanzar un estilo participativo. b) Participar en las reuniones del Ejecutivo. c) Presentar informe al Consejo. d) Mantener actualizado al Presidente y al Ejecutivo, en cada una de las reuniones, sobre el comportamiento de las actividades educativas del centro y las dificultades que se presentan.

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El Consejo de aula, grupo o salón es el órgano primario del consejo, su célula básica. Su labor fundamental es que madres, padres y familiares, participen junto con sus hijos en las acciones educativas, políticas, patrióticas, productivas, culturales, deportivas y otras para la educación integral. Esto puede hacerse sin interferir la actividad laboral de los padres, utilizando para ello el horario nocturno, los sábados o domingos. El Consejo de aula tiene plena potestad para analizar críticamente la situación educacional de la institución, conocer y debatir todas las preocupaciones de las familias. Asimismo le corresponde promover acciones educativas con los padres, para contribuir a su preparación, tales como conversaciones dirigidas, visitas al hogar y otras que se consideren necesarias. Estas acciones serán ejecutoras por educadoras, maestros, profesores o personal debidamente preparado Es muy importante propiciar la abierta participación de la familia, estimulándolos para que cada uno pueda expresar sus criterios y preocupaciones. Deben abordarse, entre otros, los siguientes aspectos: - Información de los resultados del aula, grupo o salón: logros y dificultades. Profundizar en las causas y condiciones que la generan. - Análisis y valoración por la familia (planteamientos de las necesidades concretas que ellos tienen, soluciones que pueden aportar). - Desarrollo de las actividades de preparación a la familia utilizando diferentes modalidades, con el apoyo de profesionales e instituciones comunitarias. Recientemente, en un municipio tomado para una experiencia sobre el papel de la familia y los agentes comunitarios en la educación de los niños y jóvenes, actualizamos las dificultades que se mantienen en el funcionamiento de los consejos. Se cumple en lo formal la tarea de constituir los consejos en todos los centros. Es apreciable el cambio de sus integrantes entre un curso y otro, esa renovación en sus dirigentes exige priorizar su preparación. Al explorar sus expectativas encontramos una representación previa que traen sobre esta organización educacional de base. Se suman las creencias que tienen los que ejercieron algún cargo en los consejos el año anterior, más las opiniones comunes de los padres de una comunidad. Se comprueba una subordinación su posición,

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consideran que están para apoyar a la dirección de la escuela, para cumplir lo que las autoridades educacionales (del municipio) les pidan. Es llamativo que una vez elegidos esperan esas orientaciones, reconocen que el año anterior no participaron en acciones donde los consejos fueran activos. Por eso no se representan otra forma de actuar. Tampoco piensan en que son los voceros de las inquietudes de los padres y agentes comunitarios que rodean a la escuela. Algunos señalan que los maestros tienen a culpabilizarlos por las dificultades de sus hijos, en lugar de pedirles un análisis conjunto y acordar medidas articuladas, más bien los m maestros, y por tanto lo ven como la escuela, les exige en postura de autoridad. No es raro que esas exigencias se produzcan en las reuniones de padres, por lo que en nuestra indagación comprobamos que predomina la crítica en esas reuniones, apenas consideran el estímulo y reconocimiento a los padres. Se ha pedido priorizar su funcionamiento en el discursos político, o sea, a la vez que se hace una nueva resolución consultada con todos los actores sociales que podían incidir en sus labores en cada comunica, se solicita directamente en los dos últimos años su protagonismo. Pero apreciamos que se mezcla hoy ese deseo de renovación con las tradiciones. Los dirigentes de consejos de escuelas piden que se aclare a los maestros cómo deben ser las reuniones con los padres. Apenas se dedican reuniones de padres para elevar la cultura de la familia, para entender cómo solucionar las problemáticas comunes. En las reuniones de padres no se busca un espacio atractivo y agradable, de aprendizaje e intercambio que enriquezca a los padres participantes, por eso muchos no acuden, en especial, los que “más lo necesitan” no acuden. Un ejemplo típico de ruptura de la relación constructiva horizontal que pedimos: Se produce una indisciplina en el aula, el maestro considera que alguno o algunos alumnos son los culpables, y luego culpabiliza a los padres por las dificultades de ese o esos niños. Hay que entender, entre todos, las dificultades existentes y sus causas, para mover intencionadamente hacia el cambio. El consejo de escuela se activa, se revitaliza, cuando discute críticamente con los representantes de los consejos qué es lo que

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ocurre. Esa es la propuesta que se desarrolla en el municipio seleccionado y sus escuelas. En nuestra experiencia, los familiares que son dirigentes de cada escuela, entienden de inmediato que están convocados para algo muy superior. No se prevé la preparación de sus integrantes del ejecutivo: el órgano de dirección del mismo, que debe comprender su misión y saber alcanzarla. Otro ejemplo de intervención sobre esta realidad social de implementó por el Instituto Central de Ciencias Pedagógicas en el Proyecto “Los Chicos del Barrio, en el Consejo Popular Jesús María del municipio Habana Vieja. Como parte de la integración de la labor de la escuela, la familia y la comunidad, se buscaba diseñar participativamente, y desarrollar con el protagonismo de los agentes locales, actividades específicas de cada uno, dirigidas a incrementar la socialización de las jóvenes generaciones. El trabajo con los padres y madres de familia se desarrolló potenciando dos esferas de participación: la gestión escolar a través de los consejos de escuelas, y la formación de sus hijos, a través de las escuelas para padres y otras actividades orientadoras para las familias como las visitas a hogares. - Acciones con los consejos de escuelas: Para convertir a los consejos de escuela en la verdadera organización educacional intersectorial de base, que gestara con autonomía las acciones preventivas y compensatorias necesarias en el entorno escolar y comunitario y como complemento a la parte curricular de la estrategia, se decidió seguir la siguiente metodología de trabajo: 1. Levantamiento inmediato del estado de los consejos de escuela mediante talleres de autodiagnóstico. De esta forma pudo conocerse que los consejos de escuelas actuaban como una prolongación de la dirección de las escuelas, siendo pobre su autonomía y no visualizaban una estrategia para el cambio. La elección de sus integrantes no era siempre la adecuada; no se sentían preparados para desempeñar esta labor movilizadora; se sentían poco apoyados por las organizaciones e instituciones de la comunidad; los padres con mayores posibilidades evadían asumir responsabilidades en esta estructura; y en general había falta de incorporación de los padres a las actividades convocadas por la escuela, en muchos casos aquellos que más lo necesitaban.

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2. Encuentro con sus presidentes y vicepresidentes para determinar de manera conjunta las necesidades sentidas en su labor, e iniciar el proceso de construcción de las acciones de cambio. Participaron los directores de centros y los encargados por las organizaciones comunitarias de atender a los consejos de escuelas. 3. Taller de capacitación de los dirigentes de los consejos de escuelas. El Taller fue abierto en número de sesiones, profundizó en las acciones de cambio, preparó a sus integrantes para participar en la elaboración del Proyecto Educativo, estableció indicadores de avance para la evaluación de las acciones, etc. Se empleó con los integrantes el texto”El Consejo de Escuela y las transformaciones educacionales”, elaborado anteriormente por un colectivo del ICCP. 4. Involucración del consejo de escuela en el proceso participativo de elaboración del Proyecto Educativo de las escuelas y en las reuniones de balance anual de las gestión de cada centro con vista a al preparación del siguiente curso escolar. Estos fueron espacios para concretar la participación de los padres en tareas priorizadas del proceso docente -educativo de la escuela, que promovieron una plataforma para la unidad de influencias educativas de la familia y la escuela y rompieron la clásica y externalista convocatoria de participación en tareas solo de apoyo material o de asistencia a algunas actividades extradocentes y extraescolares. 5. La integración de los consejos de escuelas en un órgano territorial de consulta y apoyo al trabajo con la familia y la comunidad. Esta ha sido una de las experiencias más novedosas e interesantes del proyecto al agrupar en un órgano funcional a los ejecutivos de los consejos de escuela de todos los centros de territorio. Esto generó todo un proceso de intercambio de experiencias sobre diferentes modos de enfrentar los problemas, y una elevación del conocimiento sobre el tema de la desventaja social, sin embargo la inestabilidad en la participación en las actividades por parte de los integrantes de los ejecutivos, no permitió que este proceso tuviera la debida permanencia en el tiempo y su consecuente concreción, por lo que la hemos identificado como una brecha en nuestra labor, a la que vale la pena retornar, por las amplias posibilidades que ofrece para el trabajo con la familia y la comunidad. Las acciones desarrolladas generaron una sinergia entre los representantes de los organismos, organizaciones e instituciones de la comunidad representados en dichos órganos educacionales, que trajeron como resultado una mayor capacidad de coherencia y

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coordinación entre ellos, alrededor de la atención a la desventaja social de los niños en tal situación. A continuación se refiere brevemente un taller de participación con los padres presidentes y miembros de los ejecutivos de consejos de escuelas. Se siguió el enfoque de Investigación Acción Participativa, que han permitido integrar a los principales grupos de actores del Proyecto. Estos talleres tuvieron entre sus puntos una caracterización de los problemas que ellos ven asociados a la desventaja y a la compensación. Sus objetivos fueron:  Sensibilizar a los padres acerca de las posibilidades del consejo de escuela en la atención a las familias y los niños con desventajas sociales de diverso tipo.  Contribuir a la implementación del Proyecto Educativo del Consejo Popular.  Asegurar el desarrollo de las Escuelas de educación familiar en los centros del Consejo Popular Jesús María. Inicialmente se promovió el conocimiento de los integrantes de los diferentes consejos del territorio. Para ello se preparó la presentación de los integrantes, desde el rol que juegan (o pueden jugar) en el trabajo del consejo de escuela y en el impulso a las Escuelas de educación familiar. A continuación se exploraron las representaciones que circulan entre los integrantes y la comunidad sobre el vínculo escuela – familia y sobre el papel del Consejo de Escuela. Así se llegó a construir un ideal del Consejo de Escuela, el que deseamos para nuestro centro y nuestra comunidad. El paso siguiente consistió en la elaboración de un banco de problemas que reflejó el funcionamiento de los consejos de escuelas de Jesús María. Esta fue la parte más productiva e intensa del taller; se realizó mediante equipos, preparando ideas sobre su realidad, que las dramatizaron vívidamente. Procuramos la comprensión de la cotidianidad de los hogares, su impacto en la educación de los hijos. Esto se logró mediante la representación dramática de la vida de las familias en la comunidad. Se pudo determinar cuándo una familia está en desventaja o en riesgo, y cómo eso perturba el bienestar y la formación de los hijos. Sobre la base de lo anterior, nos planteamos la determinación sobre el abanico de posibilidades de la educación a la familia. Se hizo

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entonces la presentación del enfoque de las Escuelas de educación familiar, tomando el ejemplo de los ejercicios realizados en la sesión. Se destacaron los recursos de la comunidad para potenciar esta educación a la familia. Por último, como despedida, se establecieron compromisos de los ejecutivos de los Consejos de escuela en lo adelante. EL VÍNCULO DE LA ESCUELA CON LA COMUNIDAD. La participación de la comunidad en la actividad educativa de la escuela es especialmente relevante para el logro eficiente de mejoramientos en el aprendizaje escolar en particular y en sentido general en el desarrollo de la personalidad de los niños, adolescentes y jóvenes. El papel de la comunidad como agente activo del desarrollo de la sociedad, es incuestionable, en tanto que como grupo social cumple una serie de funciones que la convierte en un poderoso agente de influencia en el desarrollo integral de los escolares, facilitando el proceso de educación que se lleva a cabo en la institución educativa . Se ha demostrado científicamente que las potencialidades educativas de la comunidad radican sobre todo en la fuerza de las relaciones humanas y en la comunicación que se establece en la vecindad, en la participación directa en la vida social comunitaria, expresada en la incorporación a actividades conjuntas en correspondencia con las propias necesidades, intereses, objetivos y problemas comunes. Es por ello que la acción cohesionada entre las instituciones, organismos y organizaciones que intervienen en el trabajo educativo constituye una necesidad de la realidad educacional cubana por la trascendencia que adquiere este vínculo para alcanzar la meta educativa propuesta. La nueva situación del país, sobre todo en el plano económico, impone la necesidad del rescate del protagonismo social a nivel barrial y local con vistas a encontrar los resortes que hagan posible la participación de la comunidad en la solución de sus propios conflictos y contradicciones, sin que esto signifique una desatención del Estado, pero sí una superación del carácter paternal que el mismo ha tenido y en ocasiones suele tener. Este particular, adquiere en el caso de la educación un matiz especial si tenemos en cuenta el objetivo de la misma, de ahí la importancia de prestarle

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atención al vínculo de la escuela con la comunidad para estimular la movilización social alrededor de este proceso. Escuela y comunidad deben constituirse en un vínculo necesario, cuya asociación puede ser definida sobre la base del acuerdo común acerca de los roles que deben desempeñar cada una para alcanzar los objetivos propuestos o las metas planteadas, y debe caracterizarse por el deseo de trabajar conjuntamente, realizar contribuciones comunes en lo educativo, lo formativo y lo social, responsabilidad compartida en las acciones que se emprenden para lograr tales propósitos, compartir la información que se necesita en la dirección de los procesos necesarios de la labor educativa, comunicación clara, comprensión, empatía, evaluación conjunta de los progresos y ausencia de etiquetas de culpabilidad. La asociación de estos factores en pos del logro de las metas educativas, significa implicación de la comunidad en la educación, implicación en el trabajo conjunto promoviendo el desarrollo integral de la personalidad de los niños, adolescentes y jóvenes. La implicación debe conducir a la autogestión desde la participación, por eso es necesario tomar conciencia del porqué de esta actuación conjunta, como un ejercicio de reflexión a través del diálogo y la actuación que permite la identificación y concientización de sus problemas y conflictos junto a la búsqueda de estrategias para sus soluciones. En este sentido la idea de la autora Mirtha A. Del Río (2002) es acertada cuando plantea “que la implicación es una acción que tiene que ver con las necesidades y aspiraciones humanas, con la capacidad del hombre de concientizar esas necesidades y buscarle solución; por ello el acto de participar no significa solamente tener parte en algo preconcebido, ser consultado sobre algo ya decidido, asistir o estar presente en una actividad, sino que participar significa intervenir desde la propia determinación y concientización de las necesidades hasta la valoración y selección de su solución”. Es por ello que la asociación de estos factores en pos del logro de las metas educativas, significa implicación en la educación, implicación en el trabajo conjunto promoviendo el desarrollo integral de la personalidad de los niños, adolescentes y jóvenes. Un verdadero enfoque de participación en la educación requiere de la implicación en todos los planos, en un proceso que debe comenzar por la definición de las metas educativas, las

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potencialidades y los problemas, y para ello es necesario un adecuado diagnóstico comunitario. Los resultados del vínculo escuela –comunidad en la actividad educativa no es inmediatamente evidente, sin embargo desde hace años se sabe que los programas destinados a mejorar la labor educativa de la escuela sólo son efectivos cuando los beneficiarios participan en la toma de decisiones. (Coombs 1980; Lacroix 1985; Durston 1988) Los habitantes de la comunidad no son recipientes vacíos, a beneficiarse pasivamente por la obra de las instituciones escolares. Por el contrario, tienen conocimientos de su medio y del complejo desarrollo y evolución de las condiciones socioeconómicas, políticas y sociales del entorno en el que transcurre su cotidianidad, superando con creces los conocimientos que tienen los expertos e investigadores sobre estos aspectos esenciales. Todo este tejido, que abarca las instituciones informales de la comunidad, es también una red de intercambios de bienes y de información de importancia vital para un proyecto que pretenda mejorar la calidad de la educación que se desarrolla en la escuela. De esta manera, la comunidad (en ocasiones con carencias y con conflictos internos) constituye una variable incidente clave en el sistema de evaluación de la calidad de la educación, en especial en el aprendizaje escolar. El insuficiente aprovechamiento de esta herramienta disponible significa alejarse de la esencia de las transformaciones educacionales que hoy se llevan a cabo en el modelo educativo cubano, esto, por sus aportes en dos grandes planos: la comunicación intercultural y (sobre todo) la realización de contratos entre actores en el sistema ampliado escuela-comunidad. Concretamente, las evidencias obtenidas en las investigaciones que acerca de esta problemática se han realizado, indican que la participación de la comunidad mejora el costo-impacto de los proyectos educativos si se supera la incomunicación intercultural, se mejora la eficacia pedagógica y si la comunidad participa en la contratación, todo ello contribuye al mejoramiento del funcionamiento de la escuela en general y en particular del colectivo pedagógico. Finalmente, si se logra un sentido de comunidad y de equipo, hay una cohesión en el sistema ampliado de la escuela que también contribuye a mejorar los resultados de dicha actividad.

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En Cuba se han realizado numerosas investigaciones que han demostrado la veracidad del planteamiento anterior. Este aparente determinismo, emerge de los hallazgos y las experiencias de los nuevos proyectos educativos implementados en todo el proceso de perfeccionamiento del sistema educativo cubano, en particular los que incorporan la participación comunitaria como elemento integral de las estrategias educativas. Un ejemplo de lo anteriormente expresado lo constituye los resultados obtenidos en el proyecto de investigación titulado “La escuela como centro coordinador de los agentes socializadores de la comunidad para el trabajo educativo” desarrollado en el reparto “Virginia” de la ciudad de Santa Clara, provincia de Villa Clara por un grupo de investigadores de la UCP “Félix Varela “. El resultado principal obtenido, avalado desde los resultados alcanzados en la investigación, demostró la efectividad de los “Talleres Populares Comunitarios” como una vía para que la escuela pueda coordinar las acciones de los agentes socializadores de la comunidad y extender su función educativa a todo el entorno en el que está enclavada. Hoy la escuela se encuentra en un cruce de caminos, la nueva época requiere de nuevos enfoques y por lo tanto se exige mas de los maestros y profesores .Se hacen necesarias nuevas formas en la organización de la enseñanza, tecnologías mas eficaces para el aprendizaje, elementos de producción pedagógica nuevos y una inserción mucho mas efectiva de la comunidad en el trabajo educativo que deben desarrollar las instituciones escolares. La labor educativa de la escuela debe estar orgánicamente vinculada a la comunidad donde los niños y adolescentes viven y se desarrollan, dado que las potencialidades educativas de esta última radican sobre todo en el establecimiento de buenas relaciones en el hogar, en el vecindario, en el desarrollo y participación directa en la vida social, en la adecuada organización y utilización del tiempo libre, todo lo cual repercute en el bienestar psíquico y social de las personas que forman parte de ella. Tomando en consideración lo planteado anteriormente y como resultado de la investigación bibliográfica referida a la práctica de la Educación Popular en algunos países de América Latina, las experiencias alcanzadas por los investigadores en el trabajo comunitario desarrollado en la escuela en estrecha coordinación con la dirección provincial de la Federación de Mujeres Cubanas y dando

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continuidad a la idea de que la “Educación es tarea de todos” se concibieron los “Talleres Populares Comunitarios”, asumiendo el criterio de que todos los participantes deben situarse como protagonistas de la labor educativa, convirtiéndose en sujetos activos de la influencia social en la comunidad, logrando una participación total, crítica, dialogada, fraterna, de forma tal, que participando en su realidad, en la práctica vivencial, puedan intervenir en todas las fases del proceso : autodiagnóstico, planificación y organización de las acciones, ejecución de ellas y su evaluación. En esta investigación se designó como “Talleres Populares Comunitarios” a una nueva modalidad de trabajo grupal donde se obtiene opinión popular de los participantes acerca de los problemas fundamentales que se presentan en la comunidad en torno a la educación y las vías que pueden ser utilizadas para solucionarlos, con un carácter democrático y participativo a partir de las vivencias que en relación a ellos tienen los participantes. ¿Quién organiza los talleres Populares Comunitarios? Son organizados por la dirección del centro escolar en estrecha coordinación con el Consejo Popular, apoyándose sobre todo en el presidente y el representante de la educación en dicho consejo. La convocatoria de participación se hace al propio presidente del consejo, representante de educación y cultura, médico de familia, representantes del consejo de escuela, director de los centros escolares y otras figuras cuya presencia es fundamental de acuerdo a las problemáticas especificas para las cuales son convocados. La periodicidad para la realización de los talleres varía en dependencia de las necesidades sentidas de la comunidad y la escuela, al igual que su tiempo de duración teniendo en cuenta la dinámica que produce hacia en interior de dichos talleres. Para la implementación de los mismos se aplicó como proceder metodológico el siguiente: 1. Previo conocimiento de las características de la comunidad donde está enclavada la escuela (en lo social, político, económico, educacional, cultural, histórico y salud. Este proceder forma parte de la preparación necesaria para la realización de los talleres por parte de la dirección y colectivo pedagógico de la escuela del centro y exige visitas al área de procedencia de los escolares, entrevistas focales a los lideres naturales de la comunidad, dirigentes de las organizaciones y

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organismos representados, empresas entre otros. Este paso previo a la realización del taller favorece la obtención de la información necesaria para divulgar la convocatoria del taller en la comunidad. 2. Crear en la institución educativa un ambiente favorable de disposición hacia la realización del taller y divulgarlo por diferentes vías en la comunidad. 3. Se seleccionará la persona de la escuela mas preparada para coordinar el taller, aquella con más conocimientos y habilidades para facilitar la participación y lograr los objetivos previstos. 4. Se emplean técnicas participativas como parte de la metodología de los talleres, teniendo en cuenta sus objetivos. Entre ellas se recomienda “La comunidad Ideal . Esta técnica se aplica con los siguientes objetivos:  Autodiagnósticar los problemas fundamentales que en el plano educacional se manifiestan en la comunidad con impacto social .  Proyectar acciones que contribuyan a la solución de las problemáticas valoradas. Este es el primer taller, puede desarrollarse en varias sesiones de trabajo en dependencia de la complejidad de las problemáticas abordadas y las acciones propuestas, la flexibilidad de los mismos garantiza la calidad de las implicaciones de los participantes. En esta técnica el término” Ideal “debe facilitar la proyección y por tanto la reflexión de los participantes acerca de los problemas que mas se manifiestan en su comunidad, si coincide la comunidad ideal que ellos conciben con la real en la que ellos viven y que sin ser perfecta puede llegar a mejorar con una participación mas activa y cohesionada de todos los agentes socializadores. Después de dicha reflexión, en otras sesiones de trabajo convocadas, se proyectan las acciones, que serán evaluadas en otros Talleres Populares Comunitarios cuyo tema es: “Hacemos el balance del trabajo realizado” y cuyo objetivo se orienta hacia el control de la efectividad de las acciones para la solución de las problemáticas detectadas. Las interrogantes que orientan la evaluación de los resultados son las siguientes: ¿Qué objetivos fueron planteados? De las acciones previstas: ¿cuáles se cumplieron y cuales no?

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Su papel en el plan de acción: ¿qué aportó, qué hizo y qué recibió? ¿Qué resultados se han apreciado? Propuestas para reajustar el plan. Lo importante es que los participantes tomen conciencia de su responsabilidad, de la necesidad de una acción educativa integral mediante la acción cohesionada de todos y donde la escuela dada su preparación sea el centro que coordine este accionar. Los resultados obtenidos en estos talleres demuestran que es importante incorporar cada vez más a los miembros de una comunidad dentro de la labor que realiza la escuela, es decir, que se transformen de “beneficiarios” de un determinado programa educativo en “sujetos sociales”, siendo ellos, quienes con un apoyo, reconozcan su realidad y trabajen por ella. Esto, bajo la convicción de que el aporte más efectivo que se puede realizar a las personas, familias y comunidades consiste en generar procesos e iniciativas que les permitan desarrollar aprendizajes y capacidades que puedan seguir utilizando en un futuro. Por eso es necesario romper los esquemas que existen, las inhibiciones y la inercia de algunos colectivos, promover la flexibilidad en su labor, sistematizar los logros, los procedimientos empleados, y rectificar los aspectos que resulten necesarios mediante un proceso que desde la investigación de la práctica escolar permita el perfeccionamiento de la misma bajo esta concepción de participación. Es por ello que adquiere significado la estimulación de la acción y el compromiso de todos los agentes con el desarrollo de la escuela y la comunidad, a partir de una mayor participación ciudadana en las tareas contenidas en el proyecto educativo que elabore la escuela, y en la toma de decisiones en torno a los problemas y a las soluciones que les conciernen respecto a la educación. En todo este proceso se requiere que la escuela desarrolle una labor de extensión educativa a la comunidad y de la comunidad hacia ella, en un accionar conjunto, mediatizado por el contrato elaborado entre las partes que responda a sus necesidades e intereses y eleve la calidad de la vida espiritual de los habitantes mediante los procesos de aprendizaje que se desarrollan. En las estrategias de transformación que se han estado implementando en Cuba se ha constatado que todas las acciones que

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se realicen en la escuela tienen que estar caracterizadas por la constante búsqueda y valoración del cumplimiento del papel que cada uno de los implicados tiene en el logro de la meta educativa y los motivos que rigen su actuación, para estimular las reflexiones sobre los compromisos individuales y grupales. Se destacan las acciones de la institución de forma tal que el consejo de dirección y el colectivo de profesores logren la implicación de los demás factores de la escuela tales como: alumnos, trabajadores en general, padres, familia, los representantes de la comunidad. Queda comprobado que el proceso de cambio no se da por igual en todos los centros, ni se enmarca en esquemas rígidos, tanto en su duración, como en los procedimientos y acciones para lograrlo; las nuevas formas de interacción y la nueva cultura de la escuela emergen de las interacciones de los actores involucrados, principalmente maestros y padres en particular y la comunidad en general. Sin embargo, no se avanza todo lo necesario en esta dirección porque aún se encuentran profesores que valoran la participación de la comunidad en un plano formal externo, siendo analizadas esencialmente en ellas las carencias y obstáculos al mejoramiento educativo y no desde el verdadero significado que adquiere en el logro de mejores resultados en el aprendizaje escolar, teniendo en cuenta sus potencialidades. Les resulta extraña, la idea de que la cultura de la comunidad tiene que ser la base del aprendizaje, y de que los agentes comunitarios tienen siempre algo que aportar al proceso educativo. Según nuestra opinión un paso necesario para que esta vinculación tenga efectos positivos en los problemas sistémicos de la educación es, entonces, darles a todos los actores los procedimientos y conocimientos que permitan potenciar sus recursos, de esta forma los profesores necesitan procederes metodológicos y conocimientos para interactuar con la comunidad, así como entender y comunicarse con los padres que integran el sistema y son parte de las soluciones a los problemas. Por tanto es necesario el otorgamiento de mayor poder a los actores sociales, mediante la combinación de dos ámbitos: capacitación y acceso a información; y definición del rol de cada uno en la toma de decisiones y en la ejecución del proyecto educativo escolar. Las reflexiones efectuadas solo buscan la apertura a un espacio de discusión que rompa con los esquemas formales que aun se

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aprecian en las instituciones escolares en relación con el trabajo comunitario, se hace necesario lograr verdaderos proyectos educativos, en los que se generen soluciones propias a los problemas aun presentes en los procesos de aprendizaje que son básicos en el desarrollo de la personalidad de los alumnos, urge la creación de sólidas relaciones horizontales, alejándose de modelos educativos tradicionalistas . Sería recurrente entonces plantearnos la siguiente interrogante: ¿Cómo transversalizar la vida cotidiana de la institución escolar desde las dimensiones que integran la participación comunitaria en su actividad educativa, en cuya base se encuentran los procesos de aprendizaje de los alumnos? Para ello, desde nuestra experiencia investigativa y práctica es necesario lograr:  Toma de conciencia para asegurar que las decisiones que afectan a la comunidad y a la institución escolar se tomen entre todos y no por agencias externas a ellas, con sus propios recursos para dar solución a sus problemas y contribuir al desarrollo de los alumnos. Una mirada hacia lo qué queremos; lo que tenemos; cómo podemos utilizar lo que tenemos; sería muy favorecedora de este aspecto.  Movilización y organización para activar los recursos con que cuentan, emprender las acciones, lograr que se hagan más capaces para tomar decisiones sobre su propio desarrollo y el de los niños, adolescentes y jóvenes que asisten a las instituciones escolares. 

Los espacios de reflexión deben convertirse en espacios para el diálogo y la acción colectiva, ya que no es posible avanzar hacia el desarrollo comunitario sino se avanza en la actividad educativa que se realiza en la institución escolar, y en este sentido hemos enfatizado mediante las ideas expresadas anteriormente en la significación de la comunidad en esta dirección. Es importante concluir todo lo expresado enfatizando en que: Un cambio en el quehacer de la institución escolar en el que se requiere de la participación comunitaria, no puede ser impuesto desde afuera, su transformación nace desde su interior, por ello la labor educativa es más efectiva si se establece una relación de respeto por las particularidades de cada comunidad.

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Las influencias externas a la comunidad pueden incidir sobre el funcionamiento del sistema siempre que conozca y sea afín con la historia y estilo de vida de ella, para promover el cambio desde adentro. La comprensión de las situaciones insertadas en la red de interrelaciones que establecen entre sí la escuela y la comunidad propiciará la solución compartida de los problemas que se derivan de ese vínculo, de ahí su necesidad.

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