ES UD. SONAMBULO? Eduardo Cairo Valcárcel, Facultad de Psicología, Universidad de La Habana INTRODUCCIÓN

RKVISTA CUKANA 1)K PSICOLOGÍA Vol. 12, No. 2-3, 1994 ¿ES UD. SONAMBULO? Eduardo Cairo Valcárcel, Facultad de Psicología, Universidad de La Habana RE
Author:  Celia Lagos Parra

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RKVISTA CUKANA 1)K PSICOLOGÍA

Vol. 12, No. 2-3, 1994

¿ES UD. SONAMBULO? Eduardo Cairo Valcárcel, Facultad de Psicología, Universidad de La Habana RESUMEN En el trabajo se presenta una breve caracterización del sonambulismo destacándose las causas que lo provocan y la prevalencia del mismo según los criterios de diferentes investigadores. Finalmente, se muestran algunos de los resultados obtenidos en un estudio con 25705 sujetos y se señalan diversas medidas preventivas y procedimientos terapéuticos que suelen adoptarse con dichos pacientes. ABSTRACT Throught this work it is presented a brief characterization of somnambulism. Initially it is pointed out about its causes and about its predominance according to the opinions of some investigators. Finally, there are shown some of the results obtained in a study with 25705 subjects and there are presented different preventive measures and therapeutic procedures that are usual in the treatment of such patients.

INTRODUCCIÓN

sonámbulos es banal y esterotipado y, en general, mientras transcurre el episodio de sonambulismo comúnmente es muy difícil, casi imposible, la comunicación con él y si se logra está limitada a algunas palabras.

Un sonámbulo es una persona dormida que abandona su cama y lleva a cabo actividades simples, casi siempre sin propósito como actos repetitivos o comportamientos más complejos tales como: caminar por la habitación, abrir y cerrar puertas, encender o apagar la radio, vestirse, abrir y cerrar el refrigerador o algún gabinete buscando alimentos o bebidas (White y Kavey 1990), abandonar su habitación y caminar por el vencindario o incluso hasta conducir un atomóvil, (Hartmann, 1983) regresar voluntariamente a su hogar, acostarse nuevamente en su cama, continuar durmiendo y después de despertar no recordar nada de lo ocurrido. Sin embargo, el comportamiento más usual en los

En la literatura se reportan muy raros casos de comisión de delitos aunque algunos autores refieren o comentan actos de exhibicionismo y agresión física. (Buchanam 1991, Sleepwalking and Guilt 1970, Tarsh 1986, Bartholomew 1986, Oswald y Evans 1985, Fenwick 1986) La situación sonambúlica es un comportamiento que puede prolongarse desde unos segundos hasta varios 117

minutos aunque episodios más prolongados pueden también suceder (Lishman, 1978) y ocurren con mayor frecuencia en los niños (Kales and Kales, 1974) y los adolescentes en comparación con las personas adultas. Se estima que alrededor de un 3 % de la población adulta lo padece y es, según algunos autores, mayoritaria entre los varones en comparación con las hembras. Aunque hay autores como Kales et al. (1980) quienes plantean que parece que ambos sexos están igualmente afectados.

Asimismo, el ambiente familiar inadecuado que produce o favorece la aparición del stress y la tensión emocional y el daño cerebral (Reyes Sánchez 1985) son factores frecuentemente referidos pero dado que esta dolencia disminuye significativamente o desaparece, generalmente, con la edad, algunos investigadores la consideran, esencialmente, como resultado de una inmadurez del sistema nervioso central. Autores como Berlin y Qayyum (1986) consideran que las causas varían significativamente acorde con la edad del sujeto.

El sonambulismo se produce, por lo general, en las primeras dos horas de sueño y, a veces, va antecedido por algún episodio de terror nocturno. Asimismo, algunos investigadores plantean que los trastornos sonambúlicos van precedidos con un año o más de duración de episodios de somniloquio.

Sours y cois. (1963) consideran en su trabajo con 14 pacientes que sufrían de sonambulismo que el mismo es, frecuentemente, un síntoma de patología que nos señala una fragmentación del yo y una profunda regresión.

Este trastorno del dormir aparece, generalmente, en los estadios 3 y 4 del sueño NREM. (Jacobson et al. 1965, Whyte y Kavey 1990, Broughton 1968,Kales et al. 1966)

La ingestión de medicamentos, a veces, combinada con alcohol es sugerida, en ocasiones, como un factor propiciador del sonambulismo (Luchins et al. 1978). Aunque el papel del alcohol por sí solo no ha sido establecido con certeza (Hartmann 1983), en ocasiones, ha estado presente en situaciones criminales durante el período sonambúlico. (Bonkalo 1974)

Causas que provocan el sonambulismo Las causas del sonambulismo son muy variadas aunque se refiere con cierta frecuencia que este desorden del dormir está vinculado con trastornos psiquiátricos y epilepsia. (Meló 1953, Sweetwood etal. 1980)

Huapaya (1976, 1979) llamó la atención sobre la prescripción de algunos medicamentos y la sensibilidad de los mismos en determinados pacientes que presentaban problemas psiquiátricos (psicosis esquizoafectiva, depresión involutiva f endógena, reactiva, ansiedad crónica, alcoholismo xetc.) y reportó siete casos de sonambulismo que fueron aparentemente, el resultado del uso de drogas hipnóticas, neurolópticas, antidepresivas, antihistamínicas, estimulantes, etc.

Bakwin (1970) investigando la posibilidad de una predisposición hereditaria al sonambulismo en gemelos encontró que el grado de concordancia en los gemelos monocigóticos con el síntoma era seis veces más frecuente que en los dicigóticos. Asimismo, mostró que aumentaba la incidencia del sonambulismo cuando los padres habían sido sonámbulos. Otros autores también destacan los antecedentes patológicos familiares similares.(Abe y Shimakawa 1966, Abe et al. 1984, Kales et al. 1983, Velabueno et al. 1987)

Charney et al. (1979) reportan que de un total de 114 pacientes (69 con un diagnóstico de trastornos afectivo bipolar y 45 con un trastorno esquizoafectivo y sin historia anterior de sonambulismo que fueron tratados con una combinación de Lithium y drogas neurolópticas en el hospital Yale New Haven, 10 de ellos tuvieron un comportamiento sonambúlico, producido aparentemente por el medicamento. El mismo ocurrió en las primeras dos-tres horas después de haberse quedado dormidos y se caracterizó por confusión y un caminar tranquilo pero incoordinado con amnesia posterior del hecho. Ellos consideran que estos hallazgos brindan la posibilidad de concluir que el medicamento utilizado pudo inducir el sonambulismo y que sus resultados son consistentes con las observaciones reportadas por otros investigadores en

Kale:s et al. (1980) estudiando las familias de 52 p a c i e i t e s (25 de ellos con manifestaciones sonambúlicas) concluyeron entre otros aspectos que: el sonambulismo y el terror nocturno comparten una predisposición genética común siendo el sonambulismo ei más prevalente y menos severo. Y agregan: los factores hereditarios predisponen al individuo a desarrollar -jl sonambulismo y/o el terror nocturno pero la expiesiún del mismo puede estar influido por factores ambientales. L18

cuanto a que el sonambulismo ocurre durante el sueño de ondas lentas y ciertos neurolépticos y el Lithium aumentan dicho tipo de sueño. Portal motivo, recomiendan, entreoíros aspectos, como útil eliminar la dosis nocturna de dichos fármacos.

et al. (1990) consideran que el sonambulismo es predominante en la adolescencia (hasta el 17 %) con un pico de incidencia a los once-doce años siendo también común entre los adultos (2.5 %). Schenck et al. (1989a) en su estudio polisomnográfico de 100 pacientes adultos durante un período de un año encontraron que el 54 % tenían terrores nocturnos / sonambulismo, así como en una muestra ampliada a 150 pacientes hallaron el 56.7 %. (Schenck et al. 1989b)

Nadel (1981) reporta un caso de una mujer de 35 años con una historia de enfermedad esquizoafectiva, donde relaciona el sonambulismo, la sobre ingestión de alimentos y la medicamentación. Asimismo, Millman et al. (1991) reportan el caso de un hombre de 33 años con una larga historia de roncador, con episodios apnéticos, somnolencia diurna excesiva y un estudio polisomnográfico que demostró evidentemente una apnea del dormir obstructiva y severa que durante el tratamiento de presión respiratoria continua positiva nasal (CPAP nasal) se puso de pie abruptamente y comenzó a caminar a través de la habitación observándose que estaba en el estadio 4 del sueño durante este episodio y otro suceso similar ocurrió durante el estadio 3. Subrayan los autores que este paciente no tenía una historia anterior de parasomnias del estadio NREM.

Thomas y Pederson (1963) en su estudio de 1122 sujetos, adultos jóvenes y sanos, de ambos sexos, descubrieron utilizando el método de encuesta, que el sonambulismo como trastorna aislado o, junto con el somniloquio o el haber padecido pesadillas apareció en el 2.4 % de los hombres y en el 1.1 % de las mujeres. Por su parte Parkes (1986) considera una prevalencia del 15 % en los niños sanos y de un 0-5 % en los adultos. Reimao (1992) piensa que el sonambulismo es mucho más común en la infancia que en la adultez y plantea que alrededor del 35 % de los niños en edad preescolar o escolar han padecido de algún episodio de sonambulismo. Asimismo, plantea que la frecuencia disminuye hacia la adolescencia desapareciendo prácticamente en el adulto.

Hay autores como Guirguis (1986) quienes consideran al sonambulismo como un síntoma de bulimia aunque esta afirmación no es compartida completamente por otros investigadores. (Bell and Tomkinson, 1986)

Hay autores como Castillo Meléndez (1986) quien estudiando 21 niños con el diagnóstico de terror nocturno encontró que el 42.8% de ellos presentaban, además, sonambulismo entre otros trastornos más del sueño.

También hay investigadores (Kales et al. 1979) quienes han subrayado que los estados febriles pueden ser un factor precipitante del sonambulismo o del terror nocturno. Estos autores sustentan sus conclusiones a partir del estudio de cinco casos en los cuales las digresiones sonambúlicas se presentaron o bien durante el período febril activo o ya en el momento de la recuperación. Asimismo, sustentan sus análisis sobre la base de que los trastornos se desarrollaron durante la infancia tardía o temprana adolescencia (9-12 años) lo cual es el momento cuando el SNC está aún desarrollándose y es posible que durante esta etapa de maduración el individuo esté más propenso a presentar un episodio sonambúlico en relación con un estado febril. Por otra parte, añaden los autores indicados, (pag. 1215) que el trastorno puede ser explicado a partir del efecto de la fiebre sobre el sueño y, particularmente, sobre las ondas lentas de los estadios 3 y 4 del sueño NREM.

Reyes Sánchez (1985) en su trabajo dedicado a realizar una caracterización epidemiológica de los pacientes que presentaron diferentes trastornos del sueño encontró en una muestra de 99 pacientes (niños hasta 14 años) que el 79 % de ellos presentaron sonambulismo. Asimismo, señala esta autora que el 89.7 % de estos pacientes eran varones y que la edad de comienzo de esta patología fue de 1 a 4 años de nacido para 20 sujetos del total de la población estudiada (78 sonámbulos). También es importante subrayar que sólo 19 de los 78 pacientes referidos no tenían antecedentes de daño orgánico. Un resultado semejante lo reporta Quirantes Terán (1984) la cual encontró que el 73.7 % de sus pacientes sonámbulos presentaban antecedentes de riesgo biológico pre, peri y/o post natal.

Prevalencia del sonambulismo Kales y Kales (1974) (referido por Buchanam 1991) plantean que los rangos de prevalencia varían entre el 1 y el 6 % en la población adulta en general. Mahowald

Rodríguez Méndez (1976) en su estudio epidemiológico de un sector con una población de 5774 119

habitantes se propuso, entre otros objetivos conocer la frecuencia, incidencia y distribución de algunas categorías (entre las cuales estaban incluidos algunos trastornos del dormir) en la población infantil comprendida entre 2 y 14 años y halló que 72 sujetos, para un 6.4 %, padecían de sonambulismo siendo este predominante en el sexo masculino y ligeramente superior en el grupo etéreo de 7 a 11 años. En un estudio semejante sobre la morbilidad oculta en un área de salud Fomagueras (1982) descubrió en una población de 321 menores de 15 años que el 5 % de ellos padecían de sonambulismo (3.1 % de los varones y el 7.0 % de las hembras).

prevalencia que reportan los investigadores dependen de un sinnúmero de variables las cuales han recibido diferentes valoraciones acorde, entre otros aspectos, de los marcos teóricos referenciales, procedimientos investigativos, etc. con que han sido estudiados. Por ende, es motivo de interés el problema que constituye para nosotros el precisar algunos aspectos como son entre otros: el conocer la magnitud de la incidencia de este desorden del dormir en una muestra de nuestra población así como la influencia de la edad, el sexo y la escolaridad entre otras cuestiones. Por consiguiente nos planteamos los objetivos mas abajo indicados. Objetivos

Alien et al. (1992) en su trabajo, utiizando un cuestionario sobre trastornos del dormir en niños de edades comprendidas entre los 7 y los 14 años, encontró en los tres grupos de pacientes por ellos investigados (Grupo A 57 pacientes con el síndrome de Gilíes déla Tourette (TS). Grupo B 21 niños con trastornos por déficits de la atención con hiperactividad (ADHD), Grupo C 89 enfermos con ambos trastornos) y un grupo de control de sujetos normales previamente estudiados con el mismo cuestionario (Ver Alien y Harris, 1984) que el 8.2 % del grupo de control reportó conductas sonambúlicas mientras que el resto de los grupos mostraron por cientos mucho más elevados (20.0,23.9 y 25.0 % respectivamente).

a- Presentar un breve resumen de las características, causas y prevalences según los puntos de vista de diferentes investigadores acerca del sonambulismo. b- Mostrar y analizar algunos de los resultados más relevantes alcanzados por nosotros. c- Señalar y comentar varios de los procedimientos más utilizados en la prevención y el tratamiento Je esta patología. Sujetos y métodos

Gutiérrez Manso (1988) en su investigación sobre los trastornos del sueño en niños y adolescentes con patologías psiquiátricas encontró que de los 100 pacientes estudiados 21 de ellos padecían de sonambulismo.

Descripción de la muestra: Nuestra investigación fue realizada en una población de 25705 sujetos con una edad media de 38.45 años, una desviación standard de 16.73 y un rango de edad comprendido entre los 16 y los 99 años, residentes en diferentes provincias: Pinar del Río, Ciudad de La Habana, Habana, Matanzas, Hdguín, Granma.

Díaz Lago y Bázquez López (1991) en su estudio epidemiológico de las alteraciones del dormir en 459 atletas comprendidos, esencialmente, enlasedadesde 11 a 25 años pues 6 eran mayores de 25, de la Tabla I. Distribución de la muestra segú n la e

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