Story Transcript
Espiritualidad Pbro. Silvio Marinelli Zucalli Centro San Camilo A.C. Guadalajara, Jal.
1. La dimensión espiritual
Corpórea Espiritual Intelectual Emocional Social
Dimensión Espiritual Sentido unificador Valores Opciones fundamentales Creencias filosóficas y religiosas
La dimensión espiritual no atañe sólo nuestra relación con Dios, sino todos los aspectos de la vida humana: familia, trabajo y escuela, relaciones interpersonales, gestión del dinero y del tiempo libre, etc.
La dimensión espiritual tiene un rol fundamental en la personalidad del sujeto: Da unidad, “rige” las demás dimensiones; Da orientación
Funciones INTEGRADORA ORIENTADORA
2. REFORMA DE LA LEY GENERAL DE SALUD
“Cambio de paradigma” en la visión de la medicina y la asistencia. Del esquema ternario de prevención-curación-rehabilitación se pasa a introducir los cuidados paliativos, reconociendo que muchas patologías no se pueden sanar, sin embargo se pueden “paliar”, ofreciendo una mejor calidad de vida a quien las padece.
La aparición del vocablo “espiritual” en una ley de la nación: los legisladores reconocen que para dar una calidad de vida digna (en este caso para los enfermos terminales), es necesario tomar en cuenta, valorar y dar una respuesta también al fenómeno espiritual.
El tema de la espiritualidad, además, involucra de una manera nueva a la familia y a la sociedad civil con sus diversas organizaciones (pensemos en el voluntariado de muchas asociaciones civiles o grupos confesionales)
3. DIMENSIÓN ESPIRITUAL Y DIMENSIÓN RELIGIOSA
Hacen parte de la dimensión espiritual el conjunto de valores éticos, de opciones y criterios que guían a la persona; ciertamente son parte de ella también las creencias – de tipo filosófico o religioso – así como la respuesta respecto al sentido global de la existencia.
“Entender el asunto de que las necesidades espirituales y religiosas no son sinónimas tiene una gran importancia práctica. No es asunto exclusivo del sacerdote o pastor intentar hacer frente a este tipo de necesidades. Todos pueden y deben, en uno u otro momento, ayudar al que sufre en unos aspectos de su recorrido tan importantes como intangibles”.
Brusco: «...Espiritualidad es el conjunto de aspiraciones, convicciones, valores y creencias capaces de organizar en un pro-yecto unitario la vida del hombre, causando determinados comportamientos.
De esta plataforma de interrogantes existenciales, principios y valores parten caminos que conducen a elevadas metas del espíritu. Es el caso de la es-piritualidad religiosa, que radica tales principios y valores en la relación con un ser trascendente.
Dimensión Religiosa Relación de una persona con un SER TRASCENDENTE (Dios) Puede no estar presente en las vivencias de una persona
Religiosa
ESPIRITUAL
“La OMS: lo espiritual se refiere a aquellos aspectos de la vida humana que tienen que ver con experiencias que trascienden los fenómenos sensoriales. No es lo mismo que «religioso», aunque para muchas personas la dimensión espiritual de sus vidas incluye un componente religioso.
“El aspecto espiritual de la vida humana puede ser visto como un componente integrado junto con los componentes físicos, psicológicos y sociales. A menudo se percibe como vinculado con el significado y el propósito”.
La Guía SECPAL describe el concepto de trascendencia: “… entendemos la capacidad de expandir el ser más allá de los confines comunes de las experiencias vitales y cotidianas, la capacidad de abrirse a nuevas perspectivas desde unos criterios distintos a la lógica racional y cartesiana y que permiten aventurarte a espacios vitales de encuentro con algo o alguien que nos supera y con lo que encontramos sentido.
Cuando una persona no creyente – pongamos– decide jugarse la vida … por estar al lado de los más desposeídos, trasciende la lógica de la prioridad de la protección de la propia vida biológica en aras de la defensa de un valor como la justicia; cuando un cristiano se posiciona desde la opción del amor a los enemigos, trasciende la experiencia vital habitual de asumir que es suficiente con no ir a destruir a estos;
cuando un paciente con una enfermedad muy grave y avanzada opta por no seguir luchando y centra sus ya gastadas energías en afirmarse a sí mismo en el reconocimiento de la dignidad de su persona frágil, de algún modo trasciende la lógica de la lucha y de … la afirmación de que mientras hay vida hay esperanza;
... Trascender, en este sentido, supone de algún modo despojarse de lo contingente y necesario para romper con la racionalidad de la suficiencia de lo individual y particular. Supone la apertura al encuentro con lo (el) Otro que me vincula, me supera, me contiene, me incorpora haciéndome parte de y perteneciente a...
En muchos contextos los términos espiritual y trascendente se admiten como equivalentes, pues se entiende que la apertura a lo trascendente (sea religioso o no) es la mejor expresión del anhelo, de la búsqueda de lo espiritual”
Cuando la dimensión espiritual llega a cristalizar en la profesión de un credo religioso; cuando el mundo de los valores, de las opciones fundamentales, la pregunta por el sentido, cristalizan en una relación con Dios, entonces hablamos de «dimensión religiosa».
«Muchos elementos pertenecen, pues, a la dimensión espiritual, irrenunciable para toda persona, pero no todos los individuos dan el paso de la fe: la relación con Dios, la profesión de un credo, la adhesión a un grupo que comparte y celebra en común el misterio de lo que cree»
4. Necesidades psicológicas y necesidades espirituales
Es una forma de “reductivismo” limitar el acompañamiento sólo en un nivel psicológico: la persona enferma nos pide “respuestas” a preguntas de tipo antropológico, filosófico o teológico:
“¿Por qué el dolor?”, “¿Para qué luchar por una calidad de vida reducida?”, “¿Cómo vivir y morir en paz?”, “¿Puedo cerrar cuentas?”, “¿Qué hacer en situaciones críticas, qué decisiones tomar?”, “¿Cómo aceptar e integrar la vulnerabilidad humana?”, “¿Qué puede suscitar esperanza?”, “¿Cómo será mi muerte?”, “¿Cómo suscitar esperanza y paz sin caer en formas mágicas?”, “¿Hasta cuándo?”, “¿Qué habrá después de mi muerte?”, “¿Cómo dejar un testimonio de vida y cómo ayudar a los familiares supervivientes?”, “¿Cómo despedirme?”, etc.
Frente a estos interrogantes – no siempre manifestados en forma explícita – la respuesta del acompañamiento meramente físico o psicológico parece insuficiente. El que sufre necesita – por eso se habla de necesidades – de un acercamiento y acompañamiento que no evite hablar y reflexionar sobre los valores de la persona, sus principios éticos y sus creencias de tipo antropológico y religioso
La Guía de la SECPAL del 2008 evidencia también cómo el concepto de necesidad presente elementos de ambigüedad: “Como indicábamos previamente, no entendemos por “necesidades espirituales” únicamente la acepción de déficit, carencia o vacío no cubierto; también nos referimos a aquellas potencialidades aún no suficientemente desarrolladas o a aquellas expectativas no suficientemente cubiertas, pero sí deseadas...
Esta clave es importante, porque nos sitúa ante la realidad espiritual del ser humano … no sólo desde el abordaje de la amenaza (las carencias), sino también desde la óptica de la oportunidad (los recursos aún no suficientemente empleados o desarrollados)”