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boletín técnico
ENFERMEDAD RESPIRATORIA INFECCIOSA CANINA (CIRD*) MANEJO EN SITUACIONES DE BROTE Por: Margaret Gober, VMD Gerente, Soporte Técnico Información Médica Veterinaria y Soporte Técnico del Producto, Zoetis®, Inc. *Canine Infectious Respiratory Disease AGOSTO, 2013
¿SABÍAS QUE
Por: Robert McCloskey, DVM Veterinario Senior Información Médica Veterinaria y Soporte Técnico del Producto, Zoetis®, Inc.
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La Enfermedad Respiratoria Infecciosa Canina (CIRD) es un síndrome complejo que involucra una etiología multifactorial y que siempre se recomienda realizar pruebas diagnósticas para identificar los patógenos?
DESCRIPCIÓN GENERAL
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ste boletín técnico está diseñado para ayudar al veterinario clínico en el manejo de situaciones de brote que involucren la enfermedad respiratoria infecciosa canina (CIRD). Para este fin, hemos reunido opiniones recientes y artículos de algunos de los líderes de la comunidad veterinaria. Nuestro objetivo es proporcionar a los médicos veterinarios pautas generales sobre el manejo, diagnóstico, y tratamiento de sus pacientes con CIRD y apoyar en el manejo de estos eventos potencialmente catastróficos. Exploraremos varios patógenos implicados en la CIRD, describiremos algunas de las pruebas diagnósticas actualmente recomendadas y revisaremos las opciones
potenciales de tratamiento. Discutiremos algunas de las vacunas para CIRD en términos amplios para aumentar la conciencia sobre su uso, y finalmente, señalaremos algunos de los factores de manejo que necesitan llevarse a cabo cuando se enfrenta un brote. Debido a que la CIRD es un síndrome complejo que involucra una etiología multifactorial, siempre se recomienda realizar pruebas diagnósticas para identificar los patógenos. Armado con esta información, el veterinario puede entonces determinar los pasos apropiados para ayudar a mitigar los efectos asociados con una situación de brote.
TABLA 1
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TABLA 2
PATÓGENOS
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unque en las anteriores tablas se señalan muchos de los patógenos comúnmente reconocidos como causantes de CIRD, no son de forma alguna exclusivos. De hecho, se han identificado nuevos agentes infecciosos surgidos como los Reovirus y los Pneumovirus6 . Estos organismos pueden actuar solos para causar enfermedad o pueden intensificar los efectos de otros patógenos conocidos, resultando en síntomas más significativos de CIRD y comprometiendo la respuesta del paciente. Una característica de los agentes etiológicos mencionados con anterioridad, es que todos ellos tienen diseminación preclínica durante el periodo de incubación, lo que significa que los animales infecciosos son contagiosos antes de que desarrollen signos clínicos.1 La mayoría de estos virus y bacterias se diseminan en las secreciones respiratorias por 7 a 14 días, permitiendo una amplia oportunidad de diseminación de la enfermedad. También existe un estado de portador subclínico que hace más complejo el problema. Los perros con signos clínicos diseminan mayores cantidades de bacterias y/o virus, lo cual aumenta significativamente la dosis infectiva en el ambiente. Ninguno de los virus caninos establece una infección persistente, pero varias de las bacterias pueden persistir en los tejidos por semanas o meses. Todos los patógenos respiratorios son transmitidos por contacto directo con secreciones respiratorias de perros infectados, y por contacto con fómites contaminados. Los miembros del equipo clínico veterinario son el vector más
importante para la diseminación de fómites. Además, los virus caninos son distribuidos de manera efectiva a través de distancias >20 pies en aerosoles generados por estornudos y tos, favoreciendo significativamente la transmisión rápida en una perrera.1 A diferencia de los virus, Mycoplasma spp. puede sobrevivir por semanas a meses fuera del hospedero en el medio ambiente, por lo tanto, existe la reexposición potencial a partir de un ambiente no tratado. 2
Los factores ambientales y la respuesta inmunológica del hospedero juegan papeles igualmente importantes en el desarrollo de la CIRD. Varios patógenos pueden producir enfermedad leve o subclínica en animales sanos en ausencia de factores complicantes hospedero estrés, el como inmunocomprometido o elevadas tasas de contacto.Todos los agentes etiológicos listados anteriormente pueden causar una presentación clínica7 similar de tos y/o secreción nasal. Aunque el virus de la parainfluenza canina y Bordetella bronchiseptica se consideran clásicamente como causantes de sólo una enfermedad relativamente leve, pueden ocurrir enfermedades más severas cuando se involucran patógenos oportunistas.
Por último, en una situación de brote, la causa específica de la CIRD no puede determinarse definitivamente con base en el diagnóstico de un solo perro. En vez de esto, ubicar la(s) fuente(s) de la enfermedad requiere analizar muestras de una porción representativa más grande de la población de animales. Como un resultado, recomendamos al menos cinco envíos de muestras separadas y discretas para ayudar a determinar los patógenos involucrados. La interpretación de los resultados de las pruebas diagnósticas puede hacerse tomando en cuenta varios factores. Por ejemplo, muchos de los patógenos de la CIRD pueden aislarse de perros clínicamente normales. Adicionalmente, si se encuentra el mismo patógeno en varios perros, esto eleva el índice de sospecha de que existe una relación causal, pero sigue sin descartar otros agentes contribuyentes.7 Ante la sospecha de enfermedad respiratoria infecciosa severa que resulte en la muerte o eutanasia, debe utilizarse la necropsia para investigar la fuente de la enfermedad. Si usted no está seguro de si una sola muerte podría representar el inicio de un brote, sería recomendable la recolección de muestras de tejido pulmonar y tomas de muestras orofaríngeas con hisopos para análisis futuros. Deben obtenerse muestras congeladas, refrigeradas y fijadas con formaldehido para histopatología, aislamiento de virus y cultivo de bacterias, respectivamente.7
PATÓGENOS BACTERIANOS Bordetella Bronchiseptica
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ordetella Bronchiseptica es una bacteria gramnegativa que se replica en el tracto respiratorio. Los perros encuentran Bordetella a través del contacto directo o indirecto con otros animales. Ropa de cama o agua contaminada.
Bordetella es la única bacteria que puede inducir disfunción ciliar temporal. Esto le permite a la bacteria ser un patógeno respiratorio primario, en vez de uno oportunista. La mayoría de los perros adultos desarrollan traqueobronquitis de leve a moderada después de la exposición, resultando en una tos áspera. Con menor frecuencia, también pueden observarse estornudos y/o secreción oculonasales. El daño a los cilios respiratorios establece las condiciones óptimas para una infección oportunista, bacteriana o viral, lo que puede hacer que una condición que de otra forma sería autolimitada se
vuelva más seria. La presencia de fómites contaminados en el ambiente es de corta duración y se relaciona directamente con la concentración de animales infectados presentes. La bacteria Bordetella muere fácilmente por la disminución de los potenciales de oxidación/ reducción, radiación UV, el pH y las temperaturas extremas, y muchos desinfectantes químicos comunes.5
Mycoplasmas
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os Mycoplasmas, las células procariotas más pequeñas capaces de autorreplicación, son organismos pleomórficos. Puesto que rara vez son identificados a nivel de especie durante las pruebas de rutina, frecuentemente se consideran erróneamente como una entidad única. Sin embargo, hay más de 15 especies diferentes de Mycoplasmas que han sido aisladas de mascotas. 2 La mayoría de ellos son organismos comensales, con sólo unos pocos actuando como patógenos. 2 Existe evidencia de que Mycoplasma cynos puede inducir enfermedad de las vías respiratorias altas en perros, y el aislamiento de M. cynos se ha correlacionado con un aumento de la severidad de CIRD.2 Un estudio aisló M. cynos del aire en una perrera, lo que sugiere que la contaminación ambiental puede ser un problema significativo con este patógeno. Los signos clínicos pueden incluir, acumulación de moco y exudados. Este patógeno tiene el potencial de desarrollar neumonía inmunitaria. Los Mycoplasmas pueden con freceuncia evadir la respuesta resultando en una infección crónica de bajo grado y tal vez en la predisposición del paciente a otras infecciones bacterianas secundarias.5
Streptococcus equi subespecie zooepidemicus
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unque este organismo puede ocasionalmente encontrarse en las vías respiratorias de perros sanos, en algunos casos puede ser responsable de una infección respiratoria severa, aguda a hiperaguda que puede estar ya sea relacionada principalmente con la vía aérea o puede causar una neumonía hemorrágica fatal. La coinfección con varios virus respiratorios puede incrementar la probabilidad de infección o agravamiento de la severidad de la infección después de la exposición a S. zooepidemicus. Varios brotes en albergues/ perreras han demostrado que puede ser una enfermedad altamente contagiosa, frecuentemente fatal. En su forma hiperaguda, los perros infectados pueden encontrarse simplemente muertos en la mañana sin haberse mostrado enfermos el día anterior. La hemorragia pulmonar, derrame pleural y neumonía necrotizante supurativa son los hallazgos característicos en la necropsia. Aunque se trata de una
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infección bacteriana, la rápida destrucción del tejido pulmonar hace que el tratamiento antibiótico pueda no ser suficiente para producir una cura, y puede ocurrir la muerte a pesar de la administración de antiinfecciosos apropiados.5 Se han reportado infecciones en humanos por S. zooepidemicus, pero se relacionan con más frecuencia al contacto con caballos (en los que la bacteria frecuentemente actúa como un organismo comensal) o alimentos de origen animal contaminados. Debe recomendarse precaución a los dueños de mascotas y personal expuesto a brotes que involucren a este patógeno, estando los individuos inmunocomprometidos en mayor riesgo.
Chlamydophila
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asta el momento se ha escrito poco acerca de este potencial patógeno emergente. Un estudio reciente documentó un aumento en la prevalencia de Chlamydophila en los casos de enfermedad respiratoria.8 Este organismo se ha identificado en muestras de la tráquea y pulmones de perros con CIRD. Al igual que muchos de los otros patógenos mencionados anteriormente, Chlamydophila puede contribuir a infecciones subclínicas en algunos animales, mientras que causa signos severos de CIRD en otros.8 En este momento, la mayoría de los laboratorios diagnósticos no cuentan con pruebas de PCR disponibles para este patógeno.
PATÓGENOS VIRALES Adenovirus Canino Tipo 2 (CAV-2)
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ste virus fue identificado por primera vez en 1961 en Canadá.9 El aislamiento de la cepa identificó el virus como CAV-2, para diferenciarlo de CAV-1, el cual causa hepatitis infecciosa canina. La infección se produce por vía oronasal. Los signos respiratorios, que generalmente resultan del daño a las células epiteliales bronquiales, incluye fiebre, una tos seca de profunda resonancia secreción nasal acuosa, faringitis y amigdalitis.5,9 Aunque la vacunación generalizada ha reducido la prevalencia de este patógeno viral, pueden seguirse observando coinfecciones.
Cuando actúa como agente etiológico único, las infecciones por CAV-2 tienden a ser leves y autolimitadas; sin embargo, cuando se involucran patógenos secundarios, puede sobrevenir una enfermedad más severa.5
Virus Parainfluenza Canino (CPIV)
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a vacunación rutinaria contra el virus parainfluenza canino (CPiV) ha disminuido el impacto de este patógeno viral. El CPiV se disemina principalmente a través de secreciones respiratorias aerosolizadas. Los síntomas generalmente comienzan 2-8 días después de la infección y son transitorios, resolviéndose en un promedio de 6 días.10 En las infecciones no complicadas, los signos clínicos pueden incluir fiebre de grado bajo, tos seca de sonido profundo, secreción nasal acuosa, faringitis, y amigdalitis. En animales inmunocomprometidos o jóvenes, cachorros no vacunados, puede presentarse enfermedad más severa, resultando en letargo, fiebre, anorexia y neumonía. Debido a que este virus daña los mecanismos de defensa respiratorios locales, comúnmente se observan infecciones bacterianas secundarias o concomitantes.5 Los médicos veterinarios necesitan reconocer el reto de entender la importancia del CPiV dado que no hay estudios que hayan mostrado una correlación clara entre la presencia del virus y la severidad de los síntomas respiratorios.9
Coronavirus Respiratorio Canino (CRCoV)
Este patógeno es un Coronavirus del grupo 2,
que es antigénicamente diferente del coronavirus entérico del grupo 1. Fue descubierto inicialmente a causa de la CIRD en Europa en 2003, pero desde entonces ha sido identificado en todo el mundo.5 Estudios serológicos llevados a cabo en los Estados Unidos y Canadá demostraron que hasta 50% de los perros han estado expuestos a este virus.5 Los signos clínicos se observan más frecuentemente 1-2 semanas después de la exposición. En algunos animales, el virus causa una traqueobronquitis autolimitada. Sin embargo debido a que el virus puede dañar el epitelio respiratorio, las infecciones bacterianas secundarias pueden causar enfermedad respiratoria significativa. Dado que el CRCoV, al igual que el coronavirus bovino (BCV) puede mostrar tropismo dual, posee la capacidad de replicarse tanto en el epitelio del tracto gastrointestinal como en el del tracto respiratorio, la transmisión fecal oral puede ser posible.11
Herpesvirus Canino (CHV)
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l herpesvirus canino fue descrito por primera vez en 1965 como un patógeno responsable de enfermedad hemorrágica fatal de los cachorros recién nacidos. En los cachorros mayores, una enfermedad respiratoria menos
virulenta ha sido atribuida al CHV. El virus se disemina principalmente a través de transmisión oronasal y venérea. Después de la infección inicial, el CHV, al igual que otros herpesvirus, se establece dentro de varios tejidos y puede persistir de por vida.12 Las infecciones experimentales han mostrado causar síntomas clínicos leves, incluyendo rinitis y faringitis.13 La infección con este virus fue detectada 3-4 semanas después de la exposición, mucho después que la mayoría de los otros virus.14 Es esta infección persistente la que ha llevado a los investigadores a teorizar que en casos de estrés causado por otros patógenos bacterianos y virales, el CHV puede reactivarse y hacerse presente en animales con signos clínicos severos. Un estudio reciente de un brote de CHV en un hospital veterinario de referencia en Japón mostró que después del tratamiento con agentes que inducen estrés, se produce recrudecimiento del CHV latente en una semana.12 Estudios adicionales han mostrado que el virus puede activarse 10 días después de la exposición a prednisolona sistémica (3 mg/kg de peso corporal por 7 días consecutivos).15
Virus del Moquillo Canino (CDV)
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l virus del Moquillo Canino es un virus RNA pleomórfico de cadena simple envuelto que es susceptible a factores ambientales tales como condiciones extremas de temperatura, pH y a desinfectantes fuertes. El virus puede sobrevivir en los tejidos por 48 horas a 25°C y por 14 días a 5°C y persiste más tiempo en ambientes fríos, sombreados o en los desechos de los tejidos. El virus del moquillo canino es fácilmente inactivado por varios desinfectantes, incluyendo compuestos cuaternarios de amonio y solución de fenol al 0.75%.
El virus del Moquillo Canino infecta a un amplio rango de animales, pero los perros son el reservorio principal. La infección usualmente es transmitida por aerosoles o por el contacto directo, conduciendo a infección respiratoria de los animales susceptibles.5 Aunque el tracto respiratorio frecuentemente muestra los signos clínicos de la enfermedad, éste no es el principal sistema afectado. Los animales no vacunados afectados por el CDV manifestarán signos sistémicos de la enfermedad incluyendo neurológicos, oculares y lesiones cutáneas.16
Virus de la Influenza Canina (CIV)
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l virus de la influenza canina fue descrito por primera vez en una perrera greyhound en 2004.5 El virus H3N8 parece haberse adaptado bien a los perros, aunque el virus inicial comenzó en el caballo. La descripción original del brote norteamericano fue de una neumonía hemorrágica severa con una mortalidad relativamente alta.5 Actualmente, el curso típico de la infección es menos severa y es más probable que resulte en traqueobronquitis. Muchos perros todavía no han sido expuestos a los antígenos de la influenza canina, por lo que la enfermedad puede propagarse rápidamente dentro de una población expuesta de perros frente a otras causas de la tos de las perreras. El periodo de incubación es de 2-5 días desde la exposición hasta el inicio de los signos clínicos. El pico de diseminación viral ocurre 2-4 días postinfección, significando que los perros pueden estar en su estado más infeccioso antes de mostrar signos de enfermedad. Esto representa un periodo de incubación ligeramente más corto que el usualmente observado con otras causas comunes de enfermedad respiratoria canina. En perros infectados experimentalmente y naturalmente, la diseminación viral cesa a los 7 días postinfección. Ese periodo de diseminación relativamente corto es típico de la infección por influenza en otras especies. Aunque un porcentaje de perros puede estar infectado subclínicamente, no hay un estado de portador verdadero para la influenza canina. El corto periodo de diseminación y la ausencia de un estado de portador es útil para los albergues que tratan de minimizar la diseminación de la enfermedad dentro del albergue y la comunidad —es poco probable que los perros presenten un riesgo de infección significativo una semana o más después de la infección.17
En comparación ras con la tos de las perre tella rde Bo común asociada con con s rro pe los bronchiseptica, n ibe scr de se ina influenza can s má con nte me nte frecue r letárgicos, probabilidad de actua , suave, tienen una tos húmeda rulenta y pu tienen secreción nasal e estén qu ble es más proba 5 febriles.
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OTROS PATÓGENOS EMERGENTES Reovirus Canino
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os reovirus murinos (MRV) tienen una distribución geográfica amplia y pueden infectar virtualmente a todos los mamíferos, incluyendo los humanos. Se han aislado tres serotipos de perros y gatos; MRV-1, MRV2 y MRV-3, pero sólo MRV-2 ha sido aislado de perros con enfermedad de vías respiratorias altas. Las infecciones experimentales con MRV en perros libres de gérmenes y enfermedad no dieron resultados concluyentes. En consecuencia, parece que MRV no ejerce actividad patogénica directa y más probablemente actúa de forma sinérgica con otros patógenos respiratorios, agravando el curso de infecciones concomitantes. El diagnóstico de la infección por Reovirus generalmente se basa en el aislamiento del virus en cultivos celulares, microscopia electrónica y electroforesis en gel de poliacrilamida (PAGE). Estos métodos han demostrado ser muy poco sensibles y probablemente subestimar la presencia de MRV en animales y humanos.8
Pneumovirus Canino
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n un estudio realizado entre 2008-2009 en un refugio, los autores del Centro de Diagnóstico en Salud Animal de la Universidad de Cornell descubrieron un virus desconocido en los perros alojados en refugios.6 Las pruebas de anticuerpos monoclonales indicaron que fue probablemente un Pneumovirus. La PCR y el análisis de secuencia indicaron que estuvo estrechamente relacionado con el Pneumovirus murino (MPV). El aislamiento de un virus hasta ahora desconocido en perros no implica que sea la causa de enfermedad. Sin embargo, la comparación con el MPV lleva a la especulación de que el virus aislado en este estudio pudo tener potencial patogénico. El MPV es conocido comúnmente por infectar colonias de roedores de laboratorio, sin embargo, se sabe poco sobre la epidemiología del MPV, por ejemplo si el MPV tiene múltiples hospederos naturales o si virus relacionados estrechamente están circulando en otras especies. Aún quedan preguntas sobre si este virus recién aislado infecta comúnmente a los perros y, si es así, ¿por qué no había sido aislado previamente? Tal vez la cepa que estaba circulando en estos refugios en particular es aislada más fácilmente en cultivo. O, debido a que los cambios citopáticos iniciales observados con estas cepas aisladas podrían fácilmente haberse perdido. Los brotes de enfermedad aguda en perros frecuentemente involucran a múltiples patógenos, y con frecuencia se han aislado otros virus de los mismos animales portadores de neumovirus.
Se está trabajando para determinar más la prevalencia del Pneumovirus entre los perros y su participación en la enfermedad respiratoria aguda de los perros.6
OTROS VIRUS DE LA INFLUENZA
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a influenza canina en los Estados Unidos es causada principalmente por el subtipo H3N8, sin embargo, en todo el mundo un virus adicional de origen aviar, H3N2, también ha mostrado ser patogénico en perros. En China, un estudio en 2011 encontró que 7% de las 462 muestras de suero fueron seropositivas para H3N2 CIV por ELISA.18 Estos hallazgos demuestran que la infección por virus de la influenza de origen aviar puede ser más prevalente de lo que se pensó originalmente.
DIAGNÓSTICO nos Todos los patóge eden pu s no ni ca s respiratorio ilares, sim clínicos causar síndromes primera semana la al menos durante Por lo tanto, la . ad ed rm fe en la de edad no puede rm fe causa de la en icamente con base diagnosticarse ún . La mayoría de icos en los signos clín uen asumiendo sig s io ar rin te ve s lo s perreras” en perro s la que la “tos de na ia er ct ba n se debe a infecció onchiseptica. br la el et rd Bo r po evidencia de La acumulación de o indica que stic pruebas de diagnó spiratorias en re s ne io cc fe in muchas les.1 los perros son vira
En situaciones de brote, la determinación específica de los patógenos más frecuentemente aislados puede ser útil para interrumpir el ciclo de exposición e infección. Cuando se sospecha de una situación de perrera o un brote, varios perros deben estudiarse (mínimo de 3-5, o 10-30% de la población afectada).5 Deben recolectarse muestras conjuntivales, nasales y faríngeas tomadas con hisopos de perros con signos clínicos por