Estimulación eléctrica y natación en la fase aguda de la axonotmesis: influencia sobre la regeneración nerviosa y la recuperación funcional

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Estimulación eléctrica y natación en la fase aguda de la axonotmesis: influencia sobre la regeneración nerviosa y la recuperación funcional L.S. Oliveira, L.L. Sobral, S.Y.M. Takeda, J. Betini, R.R.J. Guirro, M.C. Somazz, R.M. Teodori ESTIMULACIÓN ELÉCTRICA Y NATACIÓN EN LA FASE AGUDA DE LA AXONOTMESIS: INFLUENCIA SOBRE LA REGENERACIÓN NERVIOSA Y LA RECUPERACIÓN FUNCIONAL Resumen. Introducción. Poco se ha discutido sobre la influencia de la estimulación eléctrica fásica de baja frecuencia (EEFBF) y del ejercicio físico sobre la calidad de la regeneración nerviosa periférica y la recuperación funcional. Objetivo. Evaluar la influencia de la EEFBF, de la natación y de la asociación entre ambas con respecto a la morfología del nervio isquiático regenerado tras la axonotmesis. Materiales y métodos. Treinta ratones Wistar (222,05 ± 42,2 g) se distribuyeron en grupos: control (C), denervado (D), denervado + natación (DN), denervado + electroestimulación (DE) y denervado + natación + electroestimulación (DNE). Después de 24 horas de la axonotmesis, se electroestimuló el músculo sóleo de los grupos DE y DNE. Los grupos DN y DNE nadaron durante 22 días. Se evaluó el número de axones, los datos morfométricos del nervio y el índice funcional del nervio ciático (IFC). Resultados. El número de axones en los grupos denervados fue mayor que en el grupo control, y en el grupo DE fue mayor que en el D. El diámetro axonal fue menor en los grupos denervados; sin embargo, en el grupo DN fue mayor que en el D. Los demás parámetros morfométricos no fueron muy diferentes a los del grupo C. El IFC entre los días 7 y 14 del postoperatorio difirió del índice preoperatorio y el día 21 postoperatorio; sin embargo, el grupo DNE difirió del preoperatorio. Conclusiones. La natación y la EEFBF aplicadas individualmente no interfieren en la maduración de las fibras regeneradas o en la recuperación funcional. La EEFBF favoreció la regeneración axonal, y la asociación de los tratamientos retrasó la recuperación funcional, sin influir en la regeneración nerviosa. [REV NEUROL 2008; 47: 11-5] Palabras clave. Axonotmesis. Ejercicio físico. Estimulación eléctrica. Índice funcional del nervio ciático. Plasticidad neuromuscular. Regeneración nerviosa periférica.

INTRODUCCIÓN La denervación bloquea la comunicación neuromuscular, lo que produce una pérdida de la actividad voluntaria y refleja del músculo [1]. Inmediatamente después de la denervación se producen fenómenos degenerativos en el nervio [2], que culminan en alteraciones morfológicas y fisiológicas del músculo que afectan a la funcionalidad [3]. El restablecimiento de la conexión con el músculo depende del grado y extensión de la lesión y es fundamental para la recuperación funcional [4]. El pronóstico es favorable cuando las estructuras de sustentación del nervio permanecen íntegras; de este modo, disponen de soporte para la regeneración axonal y la reinervación muscular, como sucede en la axonotmesis [5]. Mientras tanto, como la regeneración nerviosa avanza a una velocidad de 1 mm/día en el hombre [6], es común la presencia de atrofia muscular y pérdida funcional permanente, especialmente en los casos en que la lesión es proximal, y la reinervación de los músculos más distales puede tardar varios meses en completarse. Al procurar minimizar las limitaciones impuestas por la denervación, se han aplicado diferentes recursos en el músculo Aceptado tras revisión externa: 14.04.08. Facultad de Ciencias de la Salud. Laboratorio de Plasticidad Neuromuscular. Universidad Metodista de Piracicaba (UNIMEP). Piracicaba, São Paulo, Brasil. Correspondencia: Dra. Rosana Macher Teodori. Universidad Metodista de Piracicaba (UNIMEP). Rodovia do Açúcar, km 156. CEP 13400-911. Piracicaba, São Paulo, Brasil. E-mail: [email protected] FAPESP (proceso n.º 05/52720-0), FAP-UNIMEP (proceso n.º 384-05), CAPES-Prosup. © 2008, REVISTA DE NEUROLOGÍA

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denervado para hacer viable la recuperación funcional, considerando que la máxima preservación de las características morfológicas y fisiológicas del músculo podría favorecer la recuperación funcional tras la reinervación. Entre ellas pueden citarse: estimulación eléctrica fásica de baja frecuencia [7,8], estimulación eléctrica crónica de baja frecuencia [9] y ejercicio físico [10-12]. La mayoría de los estudios experimentales aborda la estimulación eléctrica crónica, caracterizada por períodos de intervención superiores a ocho horas diarias, utilizando electrodos implantados [13,14]. Aunque la estimulación eléctrica crónica es poco común en la clínica, los estudios apuntan a que cuando se aplica en el nervio proximal a la lesión, puede facilitar el crecimiento de los axones en regeneración [13,15]. Por otro lado, Lieber [16] y Love et al [14] afirman que la reinervación muscular puede inhibirse al aplicar la estimulación eléctrica en el músculo, como consecuencia de la reducción de la oferta de factores tróficos, como la molécula de adhesión celular neural –neural cell adhesion molecule (NCAM)–, el factor de crecimiento similar a la insulina 1 –insulin-like growth factor-I (IGF-I)–, la tenascina y el heparán sulfato proteoglicano a los axones en regeneración. La rehabilitación de las lesiones nerviosas periféricas en la clínica incluye la estimulación eléctrica muscular fásica de baja frecuencia, caracterizada por la aplicación de estímulos de 20 a 30 minutos diarios [3]. A pesar de que los trabajos experimentales señalaban sus beneficios en el músculo denervado [7,8], no se conocen todos los efectos de este tipo de intervención sobre la morfología de los nervios regenerados. El ejercicio físico es otro recurso terapéutico, que además de favorecer el restablecimiento de las propiedades contráctiles y metabólicas del músculo tras la denervación [17,18], ayuda en la remoción de la mielina degenerada, y posteriormente en su

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Índice funcional del nervio ciático

síntesis [10] y en la regeneración axonal [12], lo Preoperatorio 7.º día 14.º día 21.º día que promueve la regeneración de los nervios le0 sionados y la recuperación de la función [11,12]. -10 Pocos estudios hacen mención del impacto del ejercicio físico, aplicado en la fase aguda de -20 la lesión (durante la primera semana) sobre el D -30 proceso de regeneración nerviosa. Van Meeteren DN et al [19], Byun et al [11] y Seo et al [12] men-40 DE cionan que la movilización iniciada de 12 a 72 -50 horas después del aplastamiento del nervio aceDNE lera el retorno de la función sensitivomotora en -60 la fase aguda de la lesión, y que estos beneficios -70 persisten en la fase tardía de la recuperación del nervio. Sin embargo, tales estudios evalúan fun-80 cionalmente el nervio, y no se aportan datos exPeríodos de análisis plícitos de manera simultánea sobre la morfología y la función tras el ejercicio. Figura. Comparaciones intergrupos de los períodos de análisis del índice funcional del nerSi se considera la escasez de estudios que tra- vio ciático: denervado (D); denervado + natación (DN); denervado + electroestimulación (DE); tan de la investigación de la morfología del ner- denervado + natación + electroestimulación (DNE); p > 0,05. vio regenerado, relacionándolo con la recuperación de la funcionalidad, así como la importancia del tema para cionados uno en la región inguinal y otro sobre el músculo sóleo. Los parála clínica, este estudio se propone evaluar la influencia de la esti- metros de la corriente fueron: pulso cuadrado bifásico simétrico, 3 ms de mulación eléctrica muscular fásica de baja frecuencia, de la na- duración de fase, frecuencia de 10 Hz y amplitud de 5 mA, aumentando 1 mA tación, así como de la asociación entre ambas, sobre las caracte- cada cinco minutos para evitar la acomodación al estímulo. El intervalo entre la natación y la electroestimulación en el grupo DNE fue de cuatro horísticas morfológicas y funcionales del nervio isquiático regene- ras; este grupo se sometió a una hora de tratamiento diario (30 minutos de rado tras la axonotmesis, buscando promover discusiones sobre natación + 30 minutos de electroestimulación). las conductas fisioterapéuticas utilizadas para la rehabilitación. Para realizar el registro del índice funcional del nervio ciático (IFC), a los MATERIALES Y MÉTODOS Este estudio fue aprobado por el Comité de Ética para la Experimentación Animal de la Universidad Federal de São Carlos-Brasil (proceso n.º 027/2006). Se utilizaron 30 ratones Wistar machos, que pesaban 222,05 ± 42,2 g y procedían del estabulario central de la universidad. Se dividió a los animales en 5 grupos (n = 6): control (C), denervado (D), denervado + natación (DN), denervado + electroestimulación (DE) y denervado + natación + electroestimulación (DNE); se mantuvieron durante 22 días en jaulas de polietileno patrón, con libre acceso al agua y comida comercial, a temperatura controlada y ciclo fotoperiódico de 12/12 horas. Previamente a la lesión nerviosa, a los animales de los grupos DN y DNE se les habituó a nadar. Los animales nadaban sin carga adicional, a una temperatura de 31 ± 2 ºC [20], con una profundidad del agua de 30 cm, durante cinco días a la semana, empezando con 20 minutos el primer día y aumentando 10 minutos cada día hasta alcanzar una hora en el quinto día [21]. Según Voltarelli et al [21], la adaptación permite al animal familiarizarse con el ambiente, reduciendo el estrés sin promover adaptaciones físicas. A los animales sometidos a la lesión nerviosa se los anestesió con una mezcla de clorhidrato de cetamina (50 mg/mL) y clorhidrato de xilacina (2 g/100 mL), en una proporción de 1:1 y una dosis de 0,3 mL/100 g de peso corporal. A continuación, el nervio isquiático izquierdo fue expuesto y sometido a cuatro pinzamientos durante 20 s (con un intervalo de 1 s entre ellos), con una pinza hemostática [7]. Los planos muscular y cutáneo se suturaron con hilo de nailon monofilamento Ethicon 6-0. Después de 24 horas de denervación, se sometió a los animales del grupo DN y DNE a sesiones de natación diaria en grupo, sin carga adicional, profundidad alrededor de 40 cm y temperatura de 31 ± 2 ºC, 30 minutos al día, cinco días a la semana, durante 22 días, respetando los fines de semana. La natación se realizaba durante la mañana, manteniendo un intervalo de 24 horas entre cada sesión. A continuación, se secaba a los animales con una toalla de algodón y con secador y después se les volvía a colocar en sus respectivas jaulas. En el período vespertino, a los animales de los grupos DN y DNE se les sometía a electroestimulación aplicada en el músculo sóleo izquierdo, siguiendo la misma periodicidad y duración del ejercicio natatorio. La corriente eléctrica fue generada por el equipo Dualpex 961 (Quark, Brasil), utilizando dos electrodos percutáneos acoplados con gel hidrosoluble, posi-

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animales se les entrenó previamente para caminar por una pasarela de 8,2 × 42 cm [22], con un cobertura oscura en la extremidad. A continuación, se revistió la pasarela con papel sulfito blanco y se colocó a los animales en posición para caminar, con las patas posteriores marcadas con tinta de impresión digital [23]. Se obtuvo un registro de las impresiones de las patas normal y experimental en los períodos: preoperatorio y días 7, 14 y 21 del postoperatorio. Utilizando un paquímetro digital (Mitutoyo ®) se consiguieron las siguientes distancias de las patas experimental (E) y normal (N): distancia de la pisada (PL) –entre la extremidad del tercer dedo y el calcáneo–; anchura de la pisada (TS) –entre el primer y el quinto dedo–, y la anchura intermedia de la pisada (ITS) –entre el segundo y el cuarto dedo– [22,24]. Los valores conseguidos en todos los períodos de análisis se aplicaron en la fórmula propuesta por Bain et al [24]; los resultados conseguidos expresan la pérdida funcional en términos de porcentaje: el valor 0 es el que representa la función normal o ausencia de disfunción, y el valor –100 es el que representa la pérdida total de la función. Tras el período de 22 días, el nervio isquiático izquierdo de los animales de todos los grupos fue expuesto, fijado in situ a 4 ºC durante 10 minutos en una solución de Karnovsky modificada (1% de paraformaldehído y 2% de glutaraldehído en tampón de cacodilato de sodio a 0,1 M, pH 7,3) [25], y extirpado, manteniendo su porción distal en la misma solución fijadora durante 24 horas y llevando a cabo la fijación posterior en tetraóxido de osmio al 1% en tampón de cacodilato de sodio 0,1 M, pH 7,3, durante dos horas, inmersa en uranilo al 5% (24 horas) y deshidratada en soluciones crecientes (30 a 100%) de acetona. A continuación, el fragmento de nervio se incluyó en resina Araldite (Uegama ®). Se aplicó la eutanasia por dislocación cervical a todos los animales. Los cortes transversales del nervio, de 1 μm, se tiñeron con azul de toluidina al 1% en una solución acuosa de bórax al 1% y se observaron en el microscopio de luz (Zeiss, Standard 25), acoplado a un analizador de imágenes que utiliza el software Image Pro-Plus-4.5 (Media Cybernetics ®). Se determinaron el número de axones, el diámetro de las fibras nerviosas y el diámetro de los axones. A partir de estos datos se consiguieron el grosor de las vainas de mielina y la razón G. Para efectuar el análisis morfométrico y cuantitativo, se utilizó el test ANOVA (F) one-way seguido del test Tukey HSD. Para el análisis funcional, se aplicó el test ANOVA (F) seguido del Tukey HSD (análisis intragrupos) y el test ANOVA (F) one-way seguido del Tukey HSD, para el análisis intergrupos.

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FISIOTERAPIA Y REGENERACIÓN NERVIOSA

Tabla I. Valores medios ± desviación estándar del análisis cuantitativo y morfométrico de los diferentes grupos experimentales. Control

Denervado

Denervado + electroestimulación

Denervado + natación

Denervado + natación + electroestimulación

7.477 ± 1.858

11.907 ± 2.937 a

15.818 ± 1.970 a,b

13.807 ± 2.177 a

13.556 ± 1.752 a

Diámetro del axón (µm)

6,32 ± 0,36

3,45 ± 0,64 a

3,67 ± 0,41 a

4,34 ± 0,69 a,b

4,04 ± 0,38 a

Diámetro de la fibra (µm)

10,15 ± 0,33

5,85 ± 0,48 a

5,86 ± 0,43 a

6,65 ± 1,03 a

6,44 ± 0,70 a

Grosor de la mielina (µm)

1,91 ± 0,14

1,20 ± 0,22 a

1,09 ± 0,04 a

1,15 ± 0,18 a

1,19 ± 0,17 a

0,62 ± 0,02

0,58 ± 0,08

0,62 ± 0,02

0,65 ± 0,02

0,62 ± 0,01

Número de axones

Razón G a

b

p < 0,01: comparado con el grupo C; p < 0,05: comparado con el grupo D.

cia de llevar a cabo estudios que evalúen los resultados de las diferentes formas de intervención fisioterapéutica tras la lesión del D DE DN DNE sistema nervioso periférico. Preoperatorio –14,98 ± 13,07 –9,25 ± 6,09 –2,21 ± 11,56 –2,28 ± 11,27 Tras la axonotmesis, el ritmo de crecimiento de las neuritas en regeneración a lo Día 7 –70,25 ± 28,84 a –75,83 ± 10,92 a –57,65 ± 25,91 a –63,47 ± 14,65 a largo del tronco nervioso en ratones es de 3Día 14 –75,49 ± 13,67 a –70,13 ± 9,02 a –67,95 ± 22,16 a –61,04 ± 12,31 a 4 mm/día [27]. La preservación de las envolturas conjuntivas y de la microcirculación Día 21 –19,18 ± 14,14 –8,55 ± 20,38 –17,84 ± 10,10 –21,44 ± 14,71 b local favorece el proceso de regeneración D: denervado; DE: denervado + electroestimulación; DN: denervado + natación; DNE: denervado nerviosa y, en consecuencia, la recupera+ natación + electroestimulación. a p < 0,01: comparado con el preoperatorio y el día 21 postoperatorio; b p < 0,05: comparado con el preoperatorio. ción funcional [1,28]. Gorio et al [27] y Carmignoto et al [29] investigaron la secuencia temporal del proLos datos se procesaron en el software BioEstat 4.0; se consideró un niceso de reinervación muscular tras la axonotmesis en ratones, y vel de significación del 5%. Los valores se expresaron en forma de media y observaron que, a los 10 días de la lesión, ningún axón establedesviación estándar. cía contacto con el músculo, lo que se produce a partir de la segunda semana después de la lesión, donde el 25% de las fibras está poliinervada. Entre los días 21 y 25, la poliinervación alRESULTADOS canza su nivel máximo, siguiendo la eliminación sináptica y la El número de axones regenerados en los grupos denervados fue siempre consiguiente monoinervación, hasta llegar al día 60. mayor en el grupo C (p < 0,01). En el grupo DE, ese número fue mayor que en el grupo D (p < 0,05). El diámetro de los axones y de las fibras nerviosas Si se considera esa secuencia temporal, las intervenciones y el grosor de las vainas de mielina fueron menores en los grupos denervaaplicadas en este estudio se interrumpieron al cabo de 22 días, dos (p < 0,01). En el grupo DN, el diámetro de los axones fue mayor que en cuando los músculos ya recuperaron los contactos sinápticos; el grupo D (p < 0,05). La razón G no difirió entre los grupos (Tabla I). esto parece sugerir la presencia de axones en la región distal de Los valores IFC entre los grupos, en los diferentes períodos de evaluala lesión nerviosa y la posibilidad de contracción de los múscución (Figura), no diferían entre sí (p > 0,05). los anteriormente denervados. En todos los grupos, en el período preoperatorio, los valores IFC reflejaEn los grupos denervados, el número de axones regenerados ban la función normal, mientras que en los días 7 y 14 del postoperatorio esos valores disminuían, lo cual indicaba una pérdida funcional expresiva, y tras los 22 días de lesión fue mayor que en el nervio normal, tese alcanzaban valores próximos a la normalidad en el día 21 (Figura). niendo en cuenta que en los grupos sometidos a la intervención El análisis intragrupos (Tabla II) mostró que en todos los grupos experiese número fue dos veces mayor. Esto se justifica por el hecho mentales, los días 7 y 14 del postoperatorio diferían del período preoperatode que cada axón proximal emite dos o tres prolongaciones que rio y del día 21 del postoperatorio (p < 0,01). Además, los valores del grupo avanzan en dirección al músculo para restablecer la conexión y DNE en el día 21 del postoperatorio fueron más negativos al compararlos la función [30]. Por otro lado, los animales sometidos tan sólo a con el período preoperatorio (p < 0,05). electroestimulación presentaron una mayor regeneración axonal en comparación con aquellos que sólo habían sido denervados. DISCUSIÓN Es posible que el beneficio se deba a la corriente bifásica, que La recuperación de la función perdida tras un lesión en el siste- propicia un aumento del flujo sanguíneo endoneural, normalizama nervioso periférico tiene mejor pronóstico que en el sistema ción de la temperatura y reducción del edema, aumentando así nervioso central, donde, tras la consiguiente neurogénesis de la el aporte de sustancias tróficas al nervio en regeneración [31]. afección o lesión, la capacidad de integración celular, la comuTam et al [32], Love et al [14] y Tam et al [33] mencionan nicación intercelular y las propiedades de la matriz extracelular que el aumento de la actividad neuromuscular inducida por el dificultan la interacción sináptica de las nuevas neuronas gene- ejercicio de carrera con ruedas o electroestimulación crónica radas con las redes neuronales preexistentes [26]. A pesar de (ocho horas al día) de los músculos parcialmente denervados, ello, no siempre la recuperación de la lesión nerviosa periférica en fase aguda de regeneración, reduce la regeneración axonal. es completa: depende de una serie de factores que pueden verse Los datos conseguidos en este estudio divergen de los estudios influidos por conductas terapéuticas. Esto refuerza la importan- anteriormente citados, probablemente en función de la diferenTabla II. Valores medios ± desviación estándar del índice funcional del nervio ciático en los diferentes grupos y períodos de análisis.

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cia entre parámetros de estimulación eléctrica y de ejercicio aplicados. Como los parámetros de estimulación eléctrica utilizados en este estudio son semejantes a los aplicados en la clínica, se considera un recurso que puede facilitar la regeneración axonal tras la lesión nerviosa periférica. En cuanto a la maduración axonal, se observó un efecto positivo de la natación en la recuperación del diámetro de los axones, observándose una recuperación del 68,70% en el grupo DN y del 54,65% en el grupo D. Por otro lado, el diámetro de las fibras nerviosas y el grosor de las vainas de mielina en el grupo DN no diferían de los demás grupos denervados. Por lo tanto, no es posible afirmar que la maduración de los axones regenerados haya sido favorecida por la natación, ya que tan sólo uno de los parámetros que refleja la maduración está favorecido por el ejercicio. Fraher et al [34] afirmaron que existe proporcionalidad entre el diámetro del axón y el grosor de la respectiva vaina de mielina, hecho que también se observó en este estudio, donde la disminución del calibre de los axones de los nervios regenerados se acompañó de la disminución del grosor de la vaina de mielina en todos los grupos denervados comparando con los valores control. Para Verdú et al [35], el diámetro de las fibras nerviosas regeneradas alcanza aproximadamente el 75% de los valores control después de la lesión, y difícilmente llegaron a los valores normales. En este estudio se observó que el diámetro medio de las fibras se recuperó en el 57,68% del grupo D; en el 57,72% del grupo DE; en el 65,59% del grupo DN, y en el 63,45% del grupo DNE. Sin embargo, ese resultado corresponde al análisis realizado 22 días después de la lesión. Una evaluación realizada al cabo de más tiempo podría reflejar un estado más avanzado de maduración, lo que podría expresar valores más próximos a los indicados en la bibliografía. Los valores de la razón G, que refleja la velocidad de la conducción nerviosa y corresponde al diámetro del axón dividido por el diámetro de la fibra nerviosa, se consideran normales si se encuentran entre 0,5 y 0,7 [36]. Los resultados conseguidos en este estudio reflejan una recuperación de la maduración de las fibras regeneradas en todos los grupos, lo cual sugiere que la velocidad de conducción nerviosa también se habría recuperado, sin verse influida por ninguno de los protocolos de intervención aplicados. Además de la recuperación de las condiciones morfológicas del nervio regenerado, que sugiere la posible recuperación de la función perdida después de la lesión, otro aspecto relevante es la recuperación funcional, que en animales puede evaluarse mediante el IFC. Según Varejão et al [23], el IFC representa el método más fiable del análisis de la recuperación funcional, lo cual permite la integración entre los sistemas sensitivo y motor. En este estudio, la evaluación del IFC mostró el mismo patrón funcional entre los diferentes grupos estudiados a lo largo del tiempo (preoperatorio y días 7, 14 y 21 del postoperatorio). Los valores obtenidos entre 0 y –20, en el período preoperatorio, reflejaban una función normal [37]. Los valores próximos a –100, entre los días 7 y 14 del postoperatorio, mostraron una pér-

dida completa de la función, lo cual indica una ausencia de inervación en este período. Del día 14 al 21 del postoperatorio, esos valores se volvieron menos negativos, lo cual ponía de manifiesto un retorno gradual de la función, hecho que coincide con el período en el que se inicia la reinervación muscular. En el día 21 del postoperatorio, estos valores alcanzaron niveles próximos a la normalidad, característicos de la recuperación funcional posiblemente relacionada con el pico de poliinervación [27]. Por otro lado, cuando se realizó el análisis intragrupos, se observó una diferencia significativa entre los tiempos de análisis. El valor medio del grupo DNE a los 21 días del postoperatorio (–21, 44) no alcanzó los valores control (0 ± 20), lo cual difiere del preoperatorio, y esto parece sugerir que la asociación de los tratamientos puede haber promovido una actividad muscular extenuante, que perjudicaría la recuperación de la función. Así pues, es impotante investigar si la duración del tratamiento, que consistió en una hora de intervención diaria, puede haber provocado algún daño muscular, ya que no interfirió en la regeneración nerviosa, y, además, los otros grupos denervados mostraron valores de IFC compatibles con los nervios normales en ese período. Jones y Carter [38] demostraron que la producción de lactato en exceso puede perjudicar las propiedades contráctiles del músculo, ya que interfiere en la conductibilidad eléctrica de la membrana y en su actividad metabólica, lo que disminuye la realización de la acción y contribuye a la fatiga; todo ello puede ser complementado por van Meeteren et al [39], quienes señalan que la recuperación funcional puede retrasarse como consecuencia de la intensidad del entrenamiento y del estrés causado por el ejercicio intenso en animales denervados. En conclusión, los protocolos de natación y electroestimulación muscular fásica de baja frecuencia aplicados en la fase aguda de la lesión por aplastamiento del nervio isquiático de los ratones no tienen influencia en el grado de maduración de las fibras nerviosas regeneradas ni en la funcionalidad de los músculos reinervados. Por otra parte, la estimulación eléctrica aplicada de forma aislada favorece la regeneración axonal. Considerando los beneficios en el músculo denervado atribuidos a la actividad muscular realizada de manera precoz tras la denervación, como el aumento de la resistencia a la fatiga, la restauración de las propiedades contráctiles y de la sensibilidad mecánica [17], además de minimizar la atrofia y la proliferación del tejido conjuntivo [7,18], se sugiere realizar la actividad muscular de manera precoz tras la denervación, ya que la actividad no perjudicó la regeneración y la recuperación funcional en este estudio. Asimismo, como la asociación de los tratamientos no afectó a la regeneración nerviosa, pero sí causó perjuicio en la recuperación funcional, lo cual parece sugerir una sobrecarga de los músculos en fase de reinervación, se recomienda poner atención en la proposición de los protocolos de intervención, evitando la sobrecarga.

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FISIOTERAPIA Y REGENERACIÓN NERVIOSA

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ELECTRICAL STIMULATION AND SWIMMING IN THE ACUTE PHASE OF AXONOTMESIS: THEIR INFLUENCE ON NERVE REGENERATION AND FUNCTIONAL RECOVERY Summary. Introduction. Little attention has been given to the influence of low-frequency phasic electrical stimulation (LFPES) and physical exercise on the quality of peripheral nerve regeneration and functional recovery. Aim. To evaluate the influence of LFPES, swimming and the association between the two in terms of the morphology of the regenerated sciatic nerve following axonotmesis. Materials and methods. Thirty Wistar mice (222.05 ± 42.2 g) were distributed into groups: control (C), denervated (D), denervated + swimming (DS), denervated + electrostimulation (DE) and denervated + swimming + electrostimulation (DSE). After 24 hours of axonotmesis, the soleus muscle of the DE and DSE groups was stimulated electrically. The DS and DSE groups swam over a period of 22 days. The number of axons, morphometric data on the nerve and the functional index of the sciatic nerve (FIS) were evaluated. Results. The number of axons in the denervated groups was higher than in the control group, and in the DE group the figure was higher than in the D group. The axonal diameter was smaller in the denervated groups, yet in the DS group it was higher than in the D group. The other morphometric parameters were quite similar to those of the C group. The FIS between days 7 and 14 of the post-operative period was different to the pre-operative index and that measured on day 21 of the post-operative period; the DSE group, however, differed from the pre-operative values. Conclusions. Swimming and LFPES, applied on an individual basis, do not affect the maturation of the regenerated fibres or functional recovery. LFPES favoured axonal regeneration and combining the treatments delayed functional recovery without having any influence on nerve regeneration. [REV NEUROL 2008; 47: 11-5] Key words. Axonotmesis. Electrical stimulation. Functional index of the sciatic nerve. Neuromuscular plasticity. Peripheral nerve regeneration. Physical exercise.

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