Estudio sobre aditamentos prostodónticos para el anclaje de prótesis removibles

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Estudio sobre aditamentos prostodónticos para el anclaje de prótesis removibles

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Arne F. Boeckler, Falk Zschiegner, Daniel Voigt, Jürgen M. Setz Palabras clave: aditamento, anclaje de bola, magnético, locator, barra, parte hembra del anclaje, corona telescópica, tasa de supervivencia, retención, estrés, mantenimiento.

REVISIÓN

Arne F. Boeckler

OA Dr. Medicina Dental Universidad Martin-Luther de Halle-Wittenberg Centro de Odontología, Estomatología y Cirugía Maxilofacial, Policlínica Protésico Dental Grosse Steinstrasse 19 06108 Halle/Saale (Alemania)

Falk Zschiegner

Asistente científico Universidad Martin-Luther de Halle-Wittenberg Centro de Odontología, Estomatología y Cirugía Maxilofacial, Policlínica Protésico Dental Grosse Steinstrasse 19 06108 Halle/Saale (Alemania)

Daniel Voigt

Dentista Clínica dental Voigt Bahnhofstrasse 35 39345 Flechtingen (Alemania)

Jürgen M. Setz

Prof. Dr. Medicina Dental Universidad Martin-Luther de Halle-Wittenberg Centro de Odontología, Estomatología y Cirugía Maxilofacial, Policlínica Protésico Dental Grosse Steinstrasse 19 06108 Halle/Saale (Alemania)

Correspondencia a:

Dr. Arne F. Boeckler e-mail: [email protected]

Resumen: El artículo presentado ofrece un estudio de los distintos aditamentos para el anclaje y apoyo de prótesis removibles sobre implantes intraóseos. La búsqueda bibliográfica de artículos en inglés y alemán se realizó en MEDLINE y se complementó con una búsqueda manual. En el artículo se describen y comparan los aditamentos comercializados, y se debaten distintos criterios para la selección clínica de aditamentos, como tasas de supervivencia y protocolos de carga, pérdida ósea periimplantaria y reacción del tejido blando, estrés y carga del implante y del lecho receptor de la prótesis, retención, tamaño, número de implantes y distancia entre ellos, mantenimiento y coste, satisfacción del paciente, función y fuerza masticatorias. Para lograr un tratamiento a largo plazo estable y satisfactorio deberían tenerse en cuenta tanto estos criterios como los aditamentos prostodónticos adecuados a cada situación clínica.

INTRODUCCIÓN El tratamiento protésico de pacientes edéntulos presenta numerosos desafíos. A una situación anatómica particular, caracterizada por reabsorciones del proceso alveolar de tipo y grado diversos, el desplazamiento de la relación intermaxilar, unos tejidos blandos distintos a los del paciente no edéntulo y las tensiones producidas por la musculatura, se suma de forma recurrente la ausencia de anclajes útiles para la retención de la prótesis dental. Por consiguiente, dependiendo de diversos factores, como el tipo y nivel de atrofia, la anatomía del lecho útil receptor, el tono muscular, el nivel de flujo salival o las dificultades derivadas de la edad a la hora de incorporar y adaptar funcionalmente una nueva prótesis completa, que con frecuencia es la primera, todo ello hace que la confección de una prótesis com-

pleta convencional no ofrezca, a menudo, el resultado funcional deseado tanto por el paciente como el odontólogo que realiza el tratamiento. En los pacientes con una prótesis completa funcionalmente satisfactoria también puede producirse una atrofia creciente de los procesos alveolares durante la fase de uso. Existen diferentes alternativas para incorporar implantes intraóseos en un maxilar edéntulo, aunque básicamente se dividen en prótesis fijas y removibles. Las rehabilitaciones protésicas fijas se atornillan o cementan a los implantes, directamente o por medio de superestructuras, en analogía con los pilares naturales, mientras que para el anclaje y la estabilización de prótesis removibles sobre implantes intraóseos existe un gran número de aditamentos. En sus inicios, la mayor parte de estos aditamentos (en inglés, attachement Volumen 20, Número 3, 2010

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Fig. 1 Anclaje de bola de titanio sobre implantes transgingivales en mandíbula edéntula.

Fig. 4 Activación (izquierda) y sustitución (derecha) de un retentor de oro (Cendres & Metaux, Biel-Bienne, Suiza).

Fig. 2 Activación (izquierda/centro) y desactivación (derecha) de la parte hembra del anclaje de oro de bola convencional con instrumental especial (Cendres & Metaux, Biel-Bienne, Suiza).

Fig. 5 Implante temporal con bola integrada y parte hembra, sintética, del anclaje (Straumann, Basilea, Suiza).

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Fig. 6 Retentor, estructura y atornillador especial de un anclaje de tipo bola (Straumann).

Fig. 3 Parte hembra del anclaje de dos piezas titanio-oro en una prótesis de mandíbula.

system) se empleaban en las prótesis híbridas convencionales para anclar las prótesis removibles en los dientes remanentes o las raíces de los dientes. Los aditamentos mencionados se confeccionan individualmente o comercializan en forma de componentes prefabricados adaptados a los distintos sistemas de implantes existentes en el mercado. Los aditamentos, que técnicamente pueden ser totalmente distintos entre sí, pueden insertarse en el maxilar superior o la mandíbula edéntulos o parcialmente edéntulos. Básicamente se distingue entre las barras de bloqueo primario y el grupo de los anclajes individuales. El gran número de aditamentos existentes en el mercado complica la selección, sobre todo entre los especialistas con menos experiencia clínica, a lo que se añade que las recomendaciones relativas a las indicaciones no se basan tanto en datos científicos y estudios individuales o estudios basados en la evidencia, como en las experiencias clínicas y opiniones de distintos autores. El objetivo de este estudio es presentar y describir los aditamentos pros172

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todónticos para prótesis removibles, debatir sus ventajas e inconvenientes específicos, aspectos funcionales, biológicos y técnicas de cada uno de los sistemas, y presentar criterios para la selección clínica de los aditamentos.

ADITAMENTOS

PARA EL ANCLAJE DE PRÓTESIS REMOVIBLES

ANCLAJES

DE BOLA

El anclaje de bola es un aditamento utilizado desde hace décadas en prótesis parcial removible, adoptándose directamente en los implantes al anclaje de las prótesis híbridas sobre cofias radiculares, sobre las que se suelda o funde una bola prefabricada de diámetro definido, a modo de elemento de retención. Se trata de un tipo de anclaje que se atornilla al o en el implante, según se desee. En el mercado pueden encontrarse anclajes de bola para la mayoría de sistemas de implantes existentes. Para compensar las alturas gingivales, los fabricantes ofrecen anclajes de alturas distintas. Las superestructuras empleadas sobre implantes suelen ser de

una aleación de titanio (Fig. 1), mientras que los de bola convencionales son de alto contenido de oro. Dependiendo del sistema pueden tener que utilizarse herramientas especiales para insertarlos. Los sistemas de bola utilizados sobre implantes se distinguen, sobre todo, por las matrices empleadas. La parte hembra del anclaje clásico está hecha de una aleación de metal noble y presenta una pieza retentiva de laminillas, que se activan al colocarlas sobre la bola con ayuda de un anillo elástico de silicona que rellena el espacio entre aquéllas y la base de la prótesis. Un error frecuente, sobre todo tras el rebase o polimerizado de la parte hembra del anclaje, es la extracción de este anillo de silicona. La falta de espacio no permite la expansión de las laminillas y puede repercutir en una menor retención, desgaste de la bola y posterior fractura de las laminillas.1 Para activar y desactivar estas matrices existen herramientas especiales, que permiten activar o desactivar de forma homogénea todas las laminillas de la parte hembra del anclaje dispues-

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tas en círculo (Fig. 2). La parte hembra del anclaje debe separarse de la base de la prótesis para sustituirla. Los anclajes de dos piezas formados por la estructura de la parte hembra del anclaje y las laminillas son un desarrollo posterior (Fig. 3), mediante el cual se atornilla un elemento prefabricado que comprende las laminillas hecho en una aleación de oro en una estructura de titanio pegada a la base de la prótesis utilizando un cono central (Fig. 4). De este modo, la retención del aditamento puede ajustarse sin escalas, utilizando una herramienta especial. En caso de fractura de una de las laminillas, se desatornilla la totalidad del elemento defectuoso sin por ello tener que extraer la estructura de la base de la prótesis. Los sistemas de bola alternativos poseen matrices sintéticas, que apenas permiten la activación y que sólo pueden renovarse mediante un nuevo polimerizado (Fig. 5). También existen matrices para anclajes de bola (en inglés, O-Ring) y cilíndricos (p. ej.: cilindro de retención de Gerber) que presentan un anillo de retención (anillo de silicona o arandela elástica) en lugar de lamillas (Fig. 6).2 En todos estos sistemas, la retención está preajustada, no puede ajustarse en una sola sesión y sólo puede modificarse sustituyendo la arandela de retención o el anillo sintético.3,4 Los anclajes de bola pueden emplearse en la confección de una prótesis nueva o integrarse a posteriori en una prótesis existente, para lo cual los fabricantes ofrecen análogos de bolas para laboratorio. Contrariamente a lo que suele creerse, las indicaciones de los anclajes de bola en prótesis sobre implantes divergentes son limitadas.5 Las diferentes inclinaciones de las bolas existentes en estos casos repercuten en unos cortes distintos de las laminillas de retención de la parte hembra del anclaje correspondiente, debido a la necesidad de disponer todas las matrices verticalmente a la dirección de inserción de la prótesis antes de la polimerización. En consecuencia, cuando la angulación es marcada, se produce una expansión desigual de las laminillas, que repercu-

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Fig. 7 Aditamentos locator (Zest Anchors, Escondido, EEUU) sobre implantes, en mandíbula edéntula. Fig. 8 Estructura de locator polimerizada en la base de la prótesis con partes hembra del anclaje insertadas. Fig. 9 Estructuras de locator y partes hembra del anclaje definitivas con retenciones diversas para implantes con distintas angulaciones. Fig. 10 Sustitución de una parte hembra del anclaje locator mediante un instrumento especial (Zest Anchors).

te en una pérdida acelerada de la retención y en una posible fractura. Lo mismo ocurre, aunque en menor medida, con las matrices que trabajan con elementos sintéticos o arandelas metálicas. Además, el desgaste desigual de la bola obliga a sustituir a medio plazo el anclaje que ha dejado de ser funcional. En la actualidad, los anclajes de bola se emplean en los llamados microimplantes, mini-implantes o implantes auxiliares –con frecuencia fabricados de una pieza junto con la bola– utilizados para la carga inmediata de prótesis completas ya existentes o plantillas de perforación o computerizadas (Fig. 5). También encontramos aditamentos similares a los anclajes de bola, sobre todo en los países anglo-americanos, en los que la parte hembra del anclaje está integrada en el pilar del implante. El patrix en forma de bola, ya sea en metal acanalado y, por consiguiente, activable (p. ej.: Ceka Revax, Alphadent, Bélgica) o a modo de elemento sintético removible (p. ej.: Zaag, Zest Anchors, EEUU), está unido a la base de la prótesis.3,6 El inconveniente es el

riesgo de acumulación de restos de alimentos o placa en el interior del pilar cónico del implante. Además de los problemas higiénicos, puede producirse una obstrucción de la parte hembra del anclaje, que puede resultar en una disminución de la retención y en cambios en el asentamiento de la prótesis.7 ADITAMENTOS

DE SEMIPRECISIÓN

Los anclajes locator (Zest Anchors, Escondido, EEUU) se utilizan, de forma similar a los anclajes de bola, a modo de aditamentos individuales de semiprecisión sobre cofias radiculares e implantes (Fig. 7).8 Se trata de un aditamento que en la actualidad se ofrece para 50 sistemas de implantes, para el que también existen pilares de altura distinta destinados a compensar las diferentes alturas gingivales según el sistema de implantes empleado. Los anclajes locator presentan un diseño específico con un corte interior y uno exterior, están hechos en titanio y revestidos con nitruro de titanio. Para insertarlos, se emplea una herramienta especial. La parte hembra del anclaje Volumen 20, Número 3, 2010

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Fig. 12 Base de prótesis con partes secundarias magnéticas polimerizadas tras tres años de funcionamiento.

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Fig. 13 Anclaje magnético y su correspondiente imán para la prótesis. Izquierda: sistema “mono” cerrado (Magfit-IP BFN/IFN, Aichi, Tokio, Japón); derecha: sistema “dúo” abierto (X-line, steco). Fig. 14 Pérdida de retención causada por el cálculo dental sobre el anclaje magnético.

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Fig. 15 Desgaste mecánico y perforación de la cápsula de titanio de un anclaje magnético.

15 polimerizada en la base de la prótesis consta de una cofia de titanio, que presenta un corte en el borde. La retención se logra por medio de un retenedor sintético en poliamida (nylon) (Fig. 8), que se introduce en los cortes interior y exterior del pilar.1 Existen tres tipos de retenedor estándar codificados a color con niveles de retención distintos, según informan los fabricantes (Fig. 9).8 También se ofrecen dos retenedores especiales provistos de un único corte exterior que, según datos de los fabricantes, son aptos para implantes no paralelos con una divergencia de los ejes de hasta 40º.9 Las propiedades de la poliamida y la fijación no rígida de la parte hembra del anclaje en la cofia metálica resultan funcionalmente en un aditamento Periodoncia y Osteointegración

articulado giratorio entre el pilar y la base de la prótesis. Cuando la retención disminuye no hace falta activar las matrices. Para sustituir los retenedores basta con extraer las matrices de nylon ejerciendo presión con una herramienta especial y así retirarlas de la cofia de titanio, que permanece en la base de la prótesis. (Fig. 10). En caso de tener que utilizar un locator para anclar una prótesis nueva puede transferirse el pilar ya atornillado utilizando una cofia de impresión especial y un análogo para laboratorio del locator sobre el modelo protésico, además de la impresión convencional del hombro del implante. Este tipo de aditamentos también pueden integrarse posteriormente en prótesis ya existentes.

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Fig. 11 Anclaje magnético (Z-line, Steco, Hamburgo, Alemania) sobre implantes (longitud 8 mm) en una mandíbula con atrofia severa.

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pyrig No Co t fo Dental, El anclaje ERA (Sterngold rP ub Attleboro, EEUU) es similar al anclal je locator y también se sirve de una par-icat i te hembra del anclaje removible te sinté- on s e n10c e tica y de un pilar provisto de unscorte.

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No obstante, en comparación con el locator, en este caso el pilar no presenta ningún corte retentivo exterior, no está fijado a la estructura metálica de la matriz por medio de una articulación giratoria y sólo es apto para compensar divergencias de implantes de hasta un máximo de 30º. En un estudio destinado a evaluar el desgaste, Gamborena y cols.11 no registraron ninguna diferencia en la retención de las matrices ERA codificadas a color testadas, y con distintos niveles de retención (según información del fabricante) tras realizar 1 500 ciclos. ANCLAJES

MAGNÉTICOS

Al igual que los anclajes de bola, los magnéticos también se emplean desde hace décadas en las prótesis híbridas convencionales. El desarrollo de los imanes samario-cobalto (Sm-Co)12 y posteriormente el de los imanes de neodimio-hierro-boro (Nd-Fe-B)13 constituyeron la base para el uso intraoral de imanes con suficiente retención y tamaño reducido. La elevada tendencia a la corrosión de los imanes primarios obliga a encapsularlos con una funda de titanio o de acero fino (Fig. 11).14 Desde los años ochenta del siglo pasado se señala el empleo de anclajes magnéticos combinados con implantes intraorales.15 En sus inicios, el ámbito de aplicación se limitaba a grupos de indicación específicos, como prótesis en caso de defectos craneofaciales y la epitética. Con el tiempo, los anclajes magnéticos se han establecido con éxito como anclaje de prótesis removibles sobre implantes (Fig. 12).16 Diversos estudios clínicos17 e in vitro18 demuestran que una de sus ventajas es la aparición de fuerzas elevadas en el desacoplamiento del anclaje magnético que permite evitar una sobrecarga de, por ejemplo, los implantes cortos. Además de la facilidad en la higiene, otra de las ventajas es la posibilidad de emplearlos en restauraciones protésicas con implantes divergentes de una forma comparativamente más sencilla.19

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Fig. 16 Coronas telescópicas primarias atornilladas hechas en aleación de alto contenido de oro. Fig. 17 Coronas telescópicas primarias de dióxido de zirconio confeccionadas mediante CAD/CAM. Fig. 18 Corona telescópica primaria de cerámica (ZrOa) con adhesivo sobre los implantes, sin canal expuesto.

En la actualidad se utilizan distintos tipos de sistemas magnéticos según sea su estructura técnica. Los anclajes magnéticos disponibles en el mercado se dividen en sistemas de campo magnético abierto y cerrado (Fig. 13).20 Los sistemas abiertos presentan un campo magnético estático alrededor de las parejas de imanes. Al separar las parejas de imanes polarizadas se produce una reducción no lineal de la fuerza de adherencia magnética,21 cuyo efecto se debilita mediante un campo magnético abierto. También permiten cierto grado de autocentrado de la prótesis. En los sistemas cerrados, su construcción obliga, en la mayoría de los casos, a mantener el campo magnético dentro de las parejas de imanes en contacto.22 De este modo se reduce significativamente el campo magnético en la cavidad bucal.20 La efectividad del anclaje magnético es superior a la de los sistemas abiertos del mismo tamaño. No obstante, también se produce una reducción significativamente superior de la retención que en los sistemas abiertos, incluso al mantener una distancia comparativamente inferior entre los imanes.23

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Fig. 19 Corona telescópica primaria de una pieza hecha de una aleación de alto contenido de oro y la parte secundaria correspondiente galvanizada. Fig. 20 Partes secundarias galvanizadas antes del ajuste sobre la estructura terciaria perforada. Fig. 21 Partes secundarias galvanizadas integradas sin ranura en la base de la prótesis.

Asimismo se distinguen los llamados sistemas “mono” y los “dúo” (Fig. 13). En los sistemas mono, la porción de la pareja de imanes presente en la boca está hecha en una aleación “blanda” fácil de magnetizar y exenta de campo magnético estático propio,20 que puede emplearse a modo de pilar confeccionado sobre implantes para ahorrar espacio.21 El sistema dúo consta de dos imanes de polaridad contraria, de los que uno se encuentra permanentemente en la cavidad bucal. En comparación con los sistemas mono, estas unidades son más voluminosas, pero permiten el encapsulamiento completo con titanio o acero fino. El encapsulamiento de los anclajes magnéticos modernos evita la corrosión intraoral anteriormente observada con frecuencia.14 Las investigaciones realizadas a lo largo de las últimas décadas también han demostrado que los temores relativos a los efectos negativos de los campos magnéticos de este tipo de anclaje dental sobre los tejidos blandos parecen ser infundados.20 A lo largo de los últimos años se han desarrollado sistemas especialmen-

te pequeños y con gran poder de retención, según datos de los fabricantes.21 También se han modificado y mejorado tecnológicamente los anclajes magnéticos ya establecidos y probados. Los avances técnicos y una aplicación clínica16 comparativamente más sencilla y económica que la de los anclajes de precisión han convertido los anclajes magnéticos en una alternativa a los anclajes tradicionales, sobre todo en la estomatología geriátrica. Los estudios in vitro realizados tampoco han podido probar una reducción significativa de la retención, en comparación con otros aditamentos.24,25 A pesar de la estabilidad de la retención magnética, la adhesión de sarro, por ejemplo, puede conducir a una separación de las parejas de imanes y, en consecuencia, a una reducción paulatina de la retención (Fig. 14).26 Un control insuficiente del asentamiento de la prótesis y el efecto directo de la carga resultante también puede conducir a daños mecánicos de la cápsula metálica (Fig. 15). La corrosión producida tras la perforación conduce también a una reducción de la retenVolumen 20, Número 3, 2010

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Fig. 22 Barra primaria en mandíbula edéntula (oro) con cofias y barra confeccionada de sección transversal (Straumann).

Fig. 27 Activación (izquierda) y desactivación (derecha) de una barra articulada con un instrumento especial (Cendres & Metaux).

Fig. 23 Barra fresada individualmente (Co-Cr) en maxilar edéntulo.

Fig. 28 Base de prótesis con matrices sintéticas de semiprecisión (Bredent, Senden, Alemania).

Fig. 24 Barra de oro montada a partir de piezas sintéticas y luego fundida para matrices sintéticas de semiprecisión en mandíbula edéntula.

Fig. 29 Estructura terciaria de cobalto-cromo con parte secundaria confeccionada por galvanizado.

Fig. 25 Barra de dióxido de zirconio hecha por CAD/CAM en maxilar edéntulo (Cercon, Degudent, Hanau, Alemania).

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Fig. 30 Estructura secundaria (Co-Cr) con pasadores de fricción activables (SAE, Bremerhaven, Alemania).

Fig. 26 Barra articulada confeccionada de oro en prótesis de mandíbula reforzada con metal.

ción, además de a eventuales complicaciones biológicas.27 En el caso de tener que utilizar un anclaje magnético en una prótesis nueva, se recomienda, al igual que con otros anclajes confeccionados, la impresión convencional del hombro del implante. Algunos fabricantes de anclajes magnéticos ofrecen además pilares de impresión magnéticos especiales para la toma de impresión directa del anclaje magnético ya atornillado. Para su transferencia sobre el modelo protésico existen análogos magnéticos del anclaje. De este modo pueden polimerizarse de forma segura los imanes de la prótesis du176

Periodoncia y Osteointegración

rante, por ejemplo, el rebase. También permiten la fijación intraoral de los imanes a la base de la prótesis. CORONAS

TELESCÓPICAS

Las coronas telescópicas sobre implantes para el anclaje de prótesis removibles y sus distintas versiones técnicas están documentadas desde principios de los años noventa del siglo pasado.28 Los diversos conceptos de los sistemas convencionales de coronas telescópicas para dientes naturales, como las telescópicas de paredes paralelas, telescópicas resilentes o cónicas, se transfirieron a los implantes intraóseos.29,30

Las aleaciones descritas con mayor frecuencia en la bibliografía para la confección de coronas primarias ancladas sobre implantes son las de alto contenido de oro (Fig. 16). Sin embargo, también se emplean las de titanio, aleaciones de titanio, aleaciones Co-Cr y distintas cerámicas de silicatos y de óxidos.31-33 Las partes primarias cerámicas están despertando mayor interés gracias al buen nivel de compatibilidad ofrecido y a sus propiedades estéticas (Fig. 17).31,32 Las coronas primarias pueden cementarse sobre los implantes por medio de pilares atornillados, de forma similar a los pilares naturales. En estos casos,

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La barra a modo de aditamento también se ha adoptado en implantología, y es un sistema utilizado desde 1950 en las prótesis híbridas convencionales.39 Las

aditamentos alternativos, a un bloqueo primario de los implantes. Aprovechando este conocimiento, en 1970 se realizaron las primeras rehabilitaciones prostodónticas inmediatas utilizando una barra sobre cuatro implantes.41 Existen distintos tipos de barras implantosoportadas, que se clasifican de acuerdo a criterios diversos. Entre los aditamentos empleados se diferencia entre las barras articuladas y los anclajes de barra.42 Las barras articuladas más sencillas son la barra de perfil circular y la barra de perfil ovalado de Dolder (Fig. 22).39 El nivel de libertad funcional de este tipo de barra resilente es máximo al utilizar una barra de Dolder sobre dos implantes en una mandíbula edéntula dispuesta hacia el eje intercondilar arbitrario. Si la barra se utiliza sobre más de dos implantes, los movimientos rotatorios son limitados o inexistentes. La traslación vertical se realiza alternativamente por medio de un anclaje de barra (Fig. 23).43 Lo mismo ocurre en las construcciones con barras sobre dos y más implantes con extensiones distales (en inglés, cantilever). Existe controversia en torno a las ventajas y los inconvenientes de este tipo de barra y de las acodadas.44-47 Las prótesis de extensión distal de más de 10 mm de longitud incrementan las fracturas de la estructura y el estrés en la unión implante-pilar.48 En la confección de construcciones con barras se emplean tecnologías y materiales diversos, como barras metálicas prefabricadas adaptables (titanio, aleaciones de oro o de titanio) combinadas con cofias atornilladas para barras unidas mediante soldado o láser a la propia construcción con barras (Fig. 22).49,50 Otra posibilidad es la utilización de barras sintéticas prefabricadas de perfiles diversos que se unen a la construcción deseada mediante estructuras para barras concretas (Fig. 24).25,51 La transformación en metal se realiza con fundición dental convencional (titanio, aleaciones de oro, de Co-Cr o de titanio) debiendo respetar una distancia máxima de 18 mm y una altura verVolumen 20, Número 3, 2010

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ARTICULADAS Y ANCLAJES DE BARRA

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BARRAS

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pender estrechamente de la situación individual del paciente. Las posibles activaciones requeridas son limitadas. Existen, por ejemplo, barnices con oro que se aplican sobre la cara interna de la cofia (SD-Friktionslack, Servo Dental, Hagen, Alemania). Una alternativa económica a la costosa nueva confección de la parte secundaria afectada es el galvanizado posterior selectivo de las cofias pegadas (p. ej.: AGC Micro Plus, Wieland, Pforzheim, Alemania). El diseño de la estructura terciaria es una de las causas debatidas en relación con los cambios en la retención de los sistemas galvánicos.37 La estabilidad de las dobles coronas galvánicas se logra, en gran parte, por medio de la estructura terciaria pegada. El inconveniente de este tipo de sistemas es el considerable espacio requerido por las capas de cemento, la corona primaria, la corona secundaria, la estructura terciaria y el revestimiento. Para evitar un contorneado excesivo de los dientes pilar, suele optarse por una estructura terciaria reducida hacia bucal. El apoyo insuficiente de la cofia galvánica por parte de la estructura terciaria puede producir un alabeo. En tales márgenes externos, formados exclusivamente por las cofias galvánicas y el revestimiento, la deformación debida a las fuerzas masticatorias y a las fuerzas mecánicas ejercidas al incorporar y retirar la prótesis puede resultar en el descascarillado del revestimiento. Los cambios en el dimensionado definido de la ranura de inserción también pueden conllevar pérdidas en la retención. Las coronas de Renaissance (Ceraplatin) son una alternativa a las partes secundarias galvanizadas. Los estudios in vitro y clínicos realizados en torno a este sistema no han registrado pérdida de retención relevante tras un período de uso prolongado.38 La activación ampliando la ranura de compensación horizontal puede realizarse separando y retirando la pieza oclusal de la cofia.

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para poder acceder al pilar en caso de complicación, la parte primaria debe perforarse (Fig. 18). Otra posibilidad es la confección de la parte primaria en una única pieza mediante colado o proceso CAD/CAM para posteriormente atornillar directamente la parte primaria al implante. Los posibles inconvenientes en relación con la retención de las coronas telescópicas pueden resultar de la posición y la extensión del canal abierto por el tornillo (Fig. 19). Para la confección de la parte secundaria también existen diversas técnicas. Además de las coronas secundarias convencionales fundidas confeccionadas en una aleación de alto contenido de oro, también se ofrecen partes secundarias de titanio, aleaciones de titanio y aleaciones Co-Cr. Las características específicas de los materiales obligan a incorporar retenedores adicionales34 o varillas de fricción.35 Desde hace más de diez años también se confeccionan partes secundarias para coronas telescópicas mediante galvanización (Fig. 19).31,32 La cofia de oro puro de 150 μm a 250 μm ofrece un nivel alto de biotolerancia, además de gran precisión en el ajuste y una ranura de inserción mínima. En las partes primarias galvanizadas, las superficies de adhesión están fresadas paralela o cónicamente; no existe descarga horizontal, como la de las coronas cónicas convencionales. La retención se produce, sobre todo, por las fuerzas hidráulicas entre la parte primaria cónica, la parte secundaria galvánica y la saliva, además de por la resistencia al deslizamiento y una fuerza de adhesión menor. Estos componentes conforman lo que se conoce por sistema tribológico, cuya retención final puede definirse en la boca del paciente dependiendo de la consistencia de la saliva.31 Las cofias galvánicas confeccionadas se pegan a la estructura terciaria hecha en un aleación exenta de metales preciosos (Figs. 20 y 21). También puede realizarse intraoralmente. Los estudios en torno a la carga y los estudios clínicos realizados han demostrado un nivel alto de estabilidad de la retención de estos sistemas.31,36 No obstante, clínicamente también se ha señalado una reducción de la retención. Las causas parecen ser complejas y de-

pyrig No Co t fo primeras aplicaciones documentadas rP ub hacen referencia a sistemas de implanlica tes subperiósticos.40 La barra empleada ti en los implantes atornillados teo cilíndri- on ce e nlos cos da lugar, en comparaciónsscon

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TASAS DE SUPERVIVENCIA DE IMPLANTES Y PROTOCOLOS DE CARGA El éxito a largo plazo de los implantes para el anclaje de prótesis removibles en el maxilar superior y la mandíbula

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PARA LA SELECCIÓN DE LOS ADITAMENTOS

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Periodoncia y Osteointegración

ción posterior o la costosa sustitución del anclaje para barra. Una posibilidad alternativa para controlar la retención de las construcciones con barras confeccionadas individualmente es la utilización de varillas de fricción (Fig. 30).51,57,59,60 En estos casos, la pérdida de retención se recupera fácilmente en el sillón, activando las varillas. Asimismo se tiene conocimiento de distintas formas de retenedores pasivos a modo de elementos de seguridad combinados con las construcciones para barras (Fig. 30).58,61 Por norma general, el coste constructivo y, en consecuencia, financiero es superior sin llegar a sustituir la funcionalidad de los aditamentos. En la bibliografía americana se describe con frecuencia una forma de barra fresada de forma individualizada cuya única función es el bloqueo primario del implante. La retención en sí se realiza mediante aditamentos atornillados, como anclajes de bola, locator, ERA, Zaag o Ceka Revax.62-64 Como ya se ha indicado, también en este caso el ajuste de la retención se lleva a cabo activando o sustituyendo el anclaje en cuestión. La bibliografía debate dos factores como causa de la pérdida de retención observada a nivel clínico en los sistemas que emplean barras. Por un lado, puede tratarse del uso incorrecto por parte del paciente al, por ejemplo, ladear la prótesis al retirarla o insertarla, y, por el otro, puede tratarse de una dislocación tridimensional,44,45,65 sobre todo en el caso de extremos libres. Los simuladores y aparatos existentes para comprobar los materiales no permiten, por el momento, simular tales cargas.66 Estudios in vitro propios llevan a suponer que, dependiendo de la combinación de materiales empleada, pueden producirse procesos de desgaste significativos inherentes a la construcción y la física de los materiales.

n

178

tical mínima de 2 mm.48 Alternativamente puede optarse por la construcción y la confección asistida por ordenador de barras en metales diversos o cerámicas de óxido utilizando tecnologías CAD/CAM (Fig. 25).52,53 El tipo parte hembra del anclaje es otra de las posibles distinciones aplicables a las barras. La parte hembra del anclaje siempre debe adaptarse al perfil de la barra. Existen matrices para anclajes de barra y barras articuladas prefabricadas adaptables (titanio, aleaciones de oro o de titanio; Fig. 26). Según deban incorporarse a una base sintética o a una estructura metálica, pueden adquirirse con o sin retenedores. El ajuste de la retención se realiza con herramientas especiales mediante la activación o la desactivación de las laminillas posteriores más sometidas a carga (Fig. 27). La laminilla anterior asume la función de superficie guía. Otro tipo de aditamento prefabricado para barra son las matrices sintéticas de semiprecisión (p. ej.: Hader, Sterngold ImplaMed, Attleboro, MA, EEUU) (Fig. 28).3,8,54 Estas matrices sintéticas codificadas a color que, según información de los fabricantes, ofrecen diferentes niveles de retención, se anclan a la base de la prótesis por medio de retenedores metálicos por fricción. De este modo puede ajustarse individualmente la retención de la prótesis, seleccionando las matrices.55 En caso de pérdida de retención, las matrices se sustituyen utilizando una herramienta especial. La polimerización directa de la parte hembra del anclaje en la base de la prótesis repercute en una pérdida significativa de retención y dificulta la sustitución posterior. Además de los aditamentos prefabricados, también se utilizan otros confeccionados de forma individualizada para las barras.56,57 Se conoce el éxito de anclajes para barra galvanizados sobre construcciones con barras fresadas individualmente (Fig. 29).52,58 Debido al principio tribológico mencionado al presentar las coronas telescópicas, cabe contar con una retención constante. No obstante, de producirse una reducción en el nivel de retención, puede optarse, al igual que en el caso de las coronas telescópicas, por la incorporación de un retenedor adicional, la galvaniza-

pyrig No Co t fo ha podido demostrarse en distintos r P esub tudios. 5,67,68 En uno de los primeros l estudios a largo plazo respecto a dosicat ion implantes en mandíbula tedéntula, e ss euna nc e Steenberghe y cols.69 reportaron

Q ui

R E V I S I Ó N

Boeckler y cols. Estudio sobre aditamentos prostodónticos para el anclaje de prótesis removibles

tasa de supervivencia a los 52 meses del 98%. Diversos autores han señalado tasas de supervivencia de los implantes a cinco años de 95% a 97% en pacientes con prótesis sobre barra o bola.70,71 En varios estudios las tasas de supervivencia de las prótesis sobre barra, magnéticas o de bola a los cinco años fueron de 99% y 100%.71-73 En 41 pacientes con anclaje de barra sobre cuatro implantes en maxilar superior edéntulo, la tasa de supervivencia a los cinco años fue del 94,2%.43 Por su parte, Weng y Richter74 registraron una tasa de supervivencia de los implantes a los dos años del 49% en prótesis en maxilar superior sobre dos coronas telescópicas. En prótesis removibles, también ha podido probarse el éxito de la carga temprana e inmediata de implantes, además del de la carga retardada.75,76 En un estudio prospectivo realizado en 17 pacientes, Stephan y cols.77 no registraron ninguna pérdida de implantes en la carga inmediata de tres implantes con barra de oro en mandíbula edéntula. Marzola y cols.78 tampoco registraron pérdidas a los 12 meses en dos implantes de carga inmediata con anclaje de bola en mandíbula edéntula. Degidi y cols.79 obtuvieron el mismo resultado a los 43 meses en 200 implantes de carga inmediata con anclaje para barra. Diversos estudios comparativos de carga temprana y retardada de prótesis en mandíbula con anclajes de bola sobre dos implantes tampoco mostraron diferencias en la cicatrización y tasa de supervivencia de los implantes.76,80 El estudio de la posible incidencia de los distintos aditamentos existentes sobre la tasa de supervivencia del implante ha sido objeto de varios estudios. La comparación de los anclajes para barra y los anclajes de bola en mandíbula a los 72 meses no arrojó diferencias en relación con la tasa de supervivencia del 90%.81 Bergendahl y Engquist82 observaron que no existían diferencias a los siete años entre los aditamentos al comparar las tasas de supervivencia de

Boeckler y cols. Estudio sobre aditamentos prostodónticos para el anclaje de prótesis removibles

ot

fo r

La fuerza transmitida desde la prótesis sobre los implantes por medio de los aditamentos produce un estrés por tensión y dilatación en los implantes y los tejidos circundantes. Este estrés se relaciona con las deformaciones y las fracturas de los implantes, así como con las reacciones inflamatorias periimplantarias y la pérdida ósea. Cekic y cols.44 compararon in vitro el comportamiento de la tensión alrededor de dos implantes en mandíbula edéntula. El estrés por tensión en el caso de carga directa y retardada de la prótesis resultó ser superior en los anclajes de bola que en las barras sin y con extensión distal. En los anclajes de bola no se detectó distribución de la carga entre los implantes. El resultado se corresponde con los obtenidos en estudios anteriores en los que se había registrado una carga superior del lecho receptor con los anclajes de bola individuales.82,93 Akca y cols.94 obtuvieron resultados comparables en los estudios realizados en implantes colocados en alvéolos humanos tras la extracción de la pieza en la mandíbula. En este caso, el estrés también fue inferior en los implantes ferulizados con distintos tipos de barras que en los anclajes de bola. Los estudios fotoelásticos in vitro de Sadowsky y Caputo45 realizados en torno al estrés en implantes producido por los anclajes de bola y barras, con y sin extensiones, no registraron diferencias significativas entre los aditamentos testados en el asentamiento sin ranura del soporte estructural. Duyck y cols.95 tampoco registraron diferencias significativas entre los mis-

les sobre la distribución de la carga en implantes interforaminales. Los autores de este artículo también han registrado, in vivo e in vitro, una carga homogénea de los implantes con barras en comparación con los de los cilindros de retención.97 En otro estudio in vivo, los mismo autores testaron la carga del implante producida por las barras articuladas, los anclajes para barra y los de bola.98 En el caso de las barras, la carga de los implantes fue homogénea, tanto sometidos a fuerza vertical como transversal. Menicucci y cols.99 registraron una distribución más homogénea de la carga en un estudio realizado en tres pacientes mujeres con anclajes de bola, en comparación con los de las barras. Sheikh y Hobkirk100 demostraron in vitro una reducción del estrés por tensión en las barras de extensión al retirar los anclajes de las extensiones. Porter y cols.101 registraron diferencias significativas entre los productos en una comparativa in vitro realizada con nueve aditamentos dependiendo del lugar sobre el que se aplicaba la fuerza. Las cargas más elevadas fueron las de los anclajes Zaag y las barras, mientras que los anclajes ERA y los de bola fueron los que menos carga mostraron. En las secciones maxilares edéntulas, la presión funcional de la prótesis por encima del umbral crítico repercute en cambios y destrucción en el lecho receptor.102 El hecho se ha probado clínicamente en la mandíbula y el maxilar superior.103,104 En las prótesis ancladas sobre implantes se han registrado cambios en la carga soportada por el lecho receptor en comparación con las prótesis completas convencionales.103,105 En diversos estudios se ha comprobado la dependencia de este hecho con el tipo de aditamento empleado. En un estudio comparativo a 18 meses, Assad y cols.88 registraron una pérdida ósea hacia distal significativamente superior en pacientes con dos implantes en mandíbula edéntula que la registrada con anclajes magnéticos. Jacobs y cols.103 también registraron en este tipo Volumen 20, Número 3, 2010

E V I S I Ó N

La estabilidad del tejido duro y del blando periimplantario es un criterio importante en el pronóstico de la restauración prostodóntica. En un estudio retrospectivo a doce años, van Steenberghe y cols.68 no pudieron probar la influencia de los aditamentos sobre la pérdida ósea periimplantaria en las prótesis híbridas. Turkylmaz y cols.75 no registraron ninguna diferencia a dos años en el tejido periimplantario en implantes de carga inmediata o retardada con anclajes de bola. A los 12 meses los implantes de una pieza con anclajes de bola no presentaban pérdida ósea periimplantaria y la situación del tejido blando era buena.86 Heckmann y cols.87 también documentaron buenos parámetros periimplantarios a diez años en 46 telescópicas resilentes implantosoportadas en 23 pacientes. Assad y cols.88 registraron una acumulación de placa significativamente superior a 18 meses en las prótesis con anclaje magnético al comparar pacientes con dos implantes cada uno de ellos en mandíbula edéntula, y un aumento de la inflamación periimplantaria en las prótesis para barra. En diversos estudios, la comparación de las barras y anclajes de bola o adita-

Y CARGA DEL IMPLANTE Y DEL LECHO RECEPTOR DE LA PRÓTESIS

by NR ht

ÓSEA PERIIMPLANTARIA Y REACCIÓN DEL TEJIDO BLANDO

ESTRÉS

n

PÉRDIDA

mentos tipo bola (O-Ring) sobre implantes en maxilar superior y mandíbula edéntulos no registró ningún tipo de diferencia en relación con la pérdida ósea periimplantaria y el estado del tejido blando a dos y cinco años.70,81,83,89,90 Naert y cols.5 y Quirynen y cols.91 tampoco registraron diferencias significativas a los diez años en la formación de placa, el nivel óseo y de retención entre las prótesis con anclaje para barra, de bola y magnético en mandíbula.

Q ui

las barras articuladas y los anclajes de bola en maxilar superior (75%) y la mandíbula (100%). En otro estudio a cinco años tampoco se registró ninguna diferencia en la tasa de supervivencia de los implantes entre los anclajes de bola y los aditamentos tipo bola (ORing).83 En una comparativa realizada con prótesis telescópicas, cónicas y de barra en mandíbulas edéntulas tampoco se registró ninguna diferencia en relación con la tasa de supervivencia del implante y los parámetros periimplantarios.84 La comparación de estos parámetros en los anclajes de bola y las barras sobre dos y cuatro implantes a los 19 meses tampoco puso de manifiesto ninguna diferencia.85 En un estudio clínico prospectivo aleatorizado a diez años, Naert y cols.5 registraron una tasa de supervivencia de los implantes del 100%, en las prótesis con anclaje para barra, de bola y magnético.

pyrig No Co t fo in vimos aditamentos en los estudios rP ubemtro realizados en cinco pacientes lica pleando extensímetros. Merickse-Stern ti 96 y cols. sólo pudieron probar te in vivo un on ss edistanc e efecto escaso de las extensiones

179

fo r

Anclaje de bola con matriz parte hembra del anclaje

6,90

Ludwig1

2005

19,50

Stewart118

1983

Aditamento tipo bola (O-Ring)

3,70

Rutkunas125

2007

16,67

Fromentin124

1999

Retentor (diversos)

6,22

Besimo4

2003

12,10

Stewart118

1983

18,00

Fromentin124

1999

18,00

Fromentin124

1999

Ludwig1

2005

13,30

Ludwig1

2005

Locator (distintas matrices) 13,30 ERA (distintas matrices)

9,90

Rutkunas125

2007

24,71

Gamborena11

1997

Magnético (sistema abierto)

0,67

Boeckler21

2008

2,98

Boeckler21

2008

Magnético (sistema cerrado)

2,61

Boeckler21

2008

5,76

Boeckler21

2008

Corona doble (distintos materiales)

0,39

Besimo33

1996

20,88

Weigl31,36

2000

de prótesis con barras una pérdida ósea en la región posterior entre dos y tres veces superior en comparación con la de las prótesis completas convencionales. Estas diferencias desaparecían tras un período funcional de diez años. Assuncao y cols.105 registraron mediante análisis por elementos finitos una carga menor del lecho receptor en prótesis con barras sobre dos implantes en mandíbula edéntula en comparación con el de los anclajes de bola. Heckmann y cols.18 evaluaron en un estudio modelo, en el que emplearon un extensímetro, la transmisión de fuerza sobre los implantes y el lecho de cinco aditamentos prostodónticos. Para poder transferir los valores in vitro sobre la carga soportada por el lecho a la situación clínica, primero se testó clínicamente la fiabilidad del modelo.106 Las coronas telescópicas cilíndricas fueron las que produjeron los mayores momentos de carga en el implante, razón por la cual los autores valoran de forma crítica su utilización. En las prótesis con barras también se registraron valores relativamente altos, que se atribuyeron a la situación individual del paciente. Las telescópicas resilentes, los anclajes de bola y los magnéticos produjeron momentos de carga en los implantes reducidos escasos, que se Periodoncia y Osteointegración

atribuyeron a las fuerzas de avance. Setz y cols.66 testaron in vitro la influencia de distintos aditamentos sobre dos implantes en mandíbula edéntula en relación con la estabilidad a largo plazo de la prótesis. La posición oclusal en el momento de introducir la fuerza ejercía una influencia significativamente superior que la elección de un anclaje de bola o de barra. Por el contrario, en las prótesis completas inferiores implantosoportadas, no se ha observado pérdida ósea hacia distal de los implantes anteriores, o una pérdida progresiva escasa.103 Davis y cols.107 registraron un incremento de la altura ósea de 1 mm de promedio en 33 pacientes a seis años. Wricht y cols.108 también observaron un incremento de la altura ósea en pacientes con prótesis implantosoportadas, aunque, en concordancia con los resultados de Jacobs y cols.,103 detectaron pérdida ósea vertical en los pacientes con prótesis para barra sobre dos implantes. Diversos autores han estudiado la influencia del anclaje de la prótesis en la mandíbula en relación con la reabsorción ósea del maxilar superior con prótesis completa. Kresiler y cols.109 observaron una reabsorción ósea superior en la región anterior del maxilar superior edéntulo en las prótesis mandibu-

ot

183

n

1

Zaag

180

by N ht

pyrig No Co t o Tabla 1 Resumen de la retención inicial in vitro de aditamentos individuales sobre un implante (dirección faxial) rP ub lica Aditamento Mínimo [N] Autor Año Máximo [N] Autor Año tio n t e Anclaje de bola con 9,80 Ludwig 2005 39,60 Gulizio 2005 ss e n c e distintas matrices metálicas

Q ui

R E V I S I Ó N

Boeckler y cols. Estudio sobre aditamentos prostodónticos para el anclaje de prótesis removibles

lares con anclajes para barra de la mandíbula. Jacobs y cols.104 detectaron reabsorciones mínimas en pacientes con prótesis ancladas con barras en la región anterior en comparación con las prótesis completas convencionales y prótesis fijas. Narhi y cols.110 no pudieron confirmar este hecho en el estudio realizado en un colectivo de pacientes comparable. A los seis años no registraron ninguna influencia de la restauración en la mandíbula en la reabsorción del maxilar superior. Glantz y Nilner111 descubrieron que la adaptación de la supraestructura, la utilización de una estructura protésica metálica, el tipo de alimentos y la posición oclusal de los dientes protésicos eran un factor decisivo en la carga de los implantes y el lecho receptor. Los autores recomiendan, además, la utilización de una barra articulada con anclaje para barra de gran tamaño. La selección del aditamento debería tener por objetivo lograr un equilibrio entre la carga del lecho receptor y las tensiones producidas en el implante. La unión rígida de la prótesis reduce hasta un cierto nivel el riesgo de reabsorción del lecho receptor, pero puede conducir a cargas críticas del implante y el hueso periimplantario. Dado que estos parámetros dependen

Boeckler y cols. Estudio sobre aditamentos prostodónticos para el anclaje de prótesis removibles

24

fo r

metálicas Anclaje de bola con parte hembra del anclaje sintética

8,00

Setz24

1998

19,00

Setz24

1998

Aditamento tipo bola (O-Ring)

5,07

Rutkunas125

2007

11,07

Svetlize3

2004

Ceka revax

21,88

Svetlize3

2004

21,88

Svetlize3

2004

Zaag

15,74

Svetlize3

2004

37,20

Petropoulos127

2002

8

8

2004 2004

Locator (distintas matrices)

12,33

Chung

2004

28,95

Chung

ERA (distintas matrices)

12,70

Petropoulos127

2002

35,24

Chung8

3

3

Magnético (sistema abierto)

3,53

Svetlize

2004

6,88

Svetlize

2004

Magnético (sistema cerrado)

1,13

Michelinakis54

2006

10,60

Rutkunas125

2007

24

24

Barra articulada (distintos materiales)

12,00

Setz

1998

74,00

Anclaje para barra (distintas matrices)

16,00

Setz24

1998

33,02

Svetlize3

2004

Barra tipo Hader con parte hembra del anclaje metálica

10,20

Walton126

1995

24,15

Chung8

2004

Barra tipo Hader con parte hembra del anclaje sintética (distintas)

13,60

Walton126

1995

28,34

Breeding131

1996

de las particularidades específicas del paciente, la selección del aditamento debería conceder una importancia especial a la protección del lecho receptor y a la minimización del estrés en el implante. RETENCIÓN La satisfacción del paciente está estrechamente relacionada con la retención de su prótesis.112-114 Por consiguiente, la retención es uno de los criterios más importantes en la selección del aditamento.17,115 Además de la rigidez del aditamento condicionada por la construcción, también se debate la posible influencia de la retención individual sobre la estabilidad a largo plazo de una prótesis y las posibles atrofias funcionales del proceso alveolar.66 En el pasado, las cifras sobre la retención necesaria para anclar una prótesis removible oscilaban entre los 0,2N116 y los 20N.117-119 Según Lehmann y Armin,120 para asegurar una re-

tención suficiente, cada aditamento debería ejercer una retención mínima de 4N. Frank y Nicholls121 abogan por una retención del aditamento protésico de entre 2,9N y 7,4N. Debe tenerse en cuenta que los aditamentos también deben resultar fáciles de extraer e incorporar para el paciente.122 Los numerosos tipos de aditamento empleados presentan diferencias significativas, tanto entre los mismos tipos como entre los fabricantes. Como ya se ha dicho, los mecanismos de retención se basan en principios constructivos diversos, así como en principios físicos y mecánicos. El tipo y la superficie de los materiales tienen un papel importante en la fricción de adherencia, al igual que en la adherencia de los sistemas cónicos o a presión. Asimismo se debate sobre la influencia del material de los componentes de los llamados sistemas tribológicos sobre la retención. En los anclajes magnéticos, el tipo y la disposición de las parejas de

Setz

E V I S I Ó N

n

127

ot

Q ui

by NR ht

pyrig No Co t Tabla 2 Resumen de la retención inicial in vitro de pares de aditamentos sobre dos implantes (direcciónfo axial) rP ub lica Aditamento Mínimo [N] Autor Año Máximo [N] Autor Año tio n t e Anclaje de bola con 17,80 Petropoulos 2002 82,00 Setz e s1998 s c e n distintas matrices

1998

imanes son decisivos. Por norma general, se distingue entre la fuerza de adherencia máxima inicial y la evolución dinámica de la fuerza a medida que aumenta la distancia entre las partes (p. ej.: la parte hembra y la parte macho del anclaje). Esta evolución de la fuerza de adherencia es específica en la mayoría de los aditamentos y depende en gran medida de los parámetros del ensayo. Antes de alcanzar la típica curva de la fuerza de adherencia, la mayoría de los aditamentos empleados pasa por una fase de hasta 3 000 ciclos, conocida como fase inicial.4,123 A lo largo de los últimos años, diversos autores han estudiado los problemas de la retención de los aditamentos (Tablas 1 y 2). Los estudios han demostrado que, en muchos casos, la retención registrada se situaba por debajo de los valores indicados por los fabricantes.21 Cabe decir que la comparación de los resultados es complicada debido a la ausencia de un testaje esVolumen 20, Número 3, 2010

181

En la confección de una prótesis removible anclada al implante se requiere de un espacio definido para integrar el aditamento en la prótesis, que depende del tipo de sistema empleado. Cuando el espacio es escaso se producen problemas estéticos, fracturas del material sintético e incluso de la base de la prótesis.141 Con un grosor de la mucosa de 3 mm y una altura de la barra de alre-

fo r

DE LOS ADITAMENTOS

ot

TAMAÑO

by N ht

Periodoncia y Osteointegración

bre dos implantes con anclajes magnéticos (8,1N), anclajes de barra (31,1N) y anclajes de bola (29,7N). Naert y cols.27 observaron a 36 pacientes con prótesis ancladas en dos implantes en mandíbula edéntula durante diez años. Durante este tiempo la retención de las barras articuladas y de los anclajes magnéticos se redujo de 16,8N a 10,7N y de 3,7N a 2,2N respectivamente. En los anclajes de bola, los autores reportaron un aumento de la retención de 6,6N a 13,3N. Cabe destacar que durante el período de observación hubo que sustituir varias veces la estructura de la parte hembra del anclaje. Además de causas específicas de los pacientes, como una manipulación inadecuada de la prótesis y la dislocación tridimensional del soporte estructura,98,140 las causas más debatidas en relación con la pérdida de retención son los procesos de desgaste inherentes a la construcción y a la física de los materiales, que conducen a una pérdida de material en la parte macho y la parte hembra del anclaje correspondientes. Las causas y mecanismos que con mayor frecuencia conducen a este tipo de cambios en la superficie son la abrasión, la adhesión, los defectos en la superficie y las reacciones tribológicas de la saliva.123 La influencia de la selección de los materiales sobre la retención inicial y la posterior pérdida de retención clínica no está suficientemente asegurada, especialmente en los aditamentos confeccionados individualmente. El restablecimiento de la retención es a menudo insuficiente, dependiendo del tipo de aditamento, o sólo es posible con una importante inversión de tiempo y técnica y, por consiguiente, económica.

n

182

tandarizado y a los distintos diseños de los estudios. En los estudios in vitro se testaron, por ejemplo, aditamentos por pares o sueltos, tanto rígidos como resilentes.1,21,24,124 Los medios seleccionados fueron el aire, la saliva y el agua a temperaturas distintas.1,3,31,125,126 También fueron distintas la dirección en la que se retiraron las matrices y las prótesis,125,127 las fuerzas de apriete,1,25,31 las mediciones repetidas,124,128 y las inclinaciones y distancias de los implantes.54,125,128 La velocidad de la cabeza de medida de un dispositivo de test de 40 a 50 mm/min debe corresponderse con la velocidad de extracción clínica in vivo de una prótesis anclada sobre implantes,129 pero en diversos estudios in vivo encontramos velocidades de extracción de 0,5 a 150 mm/min, que en el caso de los anclajes magnéticos influye considerablemente en la retención máxima.126,130 Además de comparar distintos aditamentos, también se compararon diversos anclajes combinados en un número distinto sobre barras y la retención total resultante.62 Por consiguiente, es imposible informar sobre el efecto de cada aditamento. Además de los valores correspondientes a la retención inicial, también se estudió in vitro el comportamiento de los distintos aditamentos tras una carga a largo plazo. Para ello, el período de uso clínico se simuló con un número determinado de ciclos de carga, ya fuera carga de extracción o incorporación o carga masticatoria. En base a ello, 1 100 ciclos representaron un período de carga de 12 meses y 50 000 ciclos una carga de nueve años.1,3,118 La fase de uso clínica de 21 meses se simuló con 345 600 ciclos.131 Tanto los estudios in vitro como los pocos estudios clínicos documentaron una reducción de la retención durante la fase de uso en la mayoría de los aditamentos.132-137 Tan sólo los anclajes magnéticos y las matrices sintéticas sobre barras tipo Hader demostraron in vitro mantener la retención tras un período funcional prolongado.24,131,138 Van Kampen y cols.139 no observaron ninguna modificación in vivo en la retención máxima durante los tres primeros meses posteriores a la incorporación de una prótesis en mandíbula so-

pyrig No Co t fo mídedor de 3 mm, el espacio vertical rP umenimo requerido es de unos 12 mm, bl dido desde el hombro del implanteicat i hasta el borde incisal de los dientes te cen- on ss e n c e trales.122 Cuando el espacio es limitado,

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R E V I S I Ó N

Boeckler y cols. Estudio sobre aditamentos prostodónticos para el anclaje de prótesis removibles

los autores recomiendan la utilización de una base metálica en la prótesis. Además de la altura vertical marcada por la estructura de la parte hembra del anclaje empleada, también se requiere de una extensión horizontal suficiente para poder asentar la parte hembra del anclaje por todos sus lados. Estos problemas se dan con mayor frecuencia en las construcciones con barra que en los aditamentos individuales prefabricados.122 En un resumen realizado por Trakas y cols.,122 los autores presentaron las alturas verticales de los distintos aditamentos sin las matrices correspondientes ni los anclajes. En el caso de las barras, las alturas eran de 1,8 mm a 8,0 mm. El espacio vertical requerido de los aditamentos individuales se situaba entre 1,5 mm y 4,0 mm. La altura vertical disponible parece que tiene un papel decisivo en la retención, sobre todo en los aditamentos confeccionados individualmente. Ohkawa y cols.142 estudiaron la retención de las coronas cónicas con alturas de 4 mm, 5 mm y 6 mm, y reportaron que el ángulo del cono ejercía una influencia mayor sobre la retención que la altura de la construcción de las dobles coronas. NÚMERO

DE IMPLANTES Y DISTANCIA ENTRE IMPLANTES

En la bibliografía sólo encontramos unos pocos estudios en torno al número de implantes necesarios para insertar con éxito los distintos tipos de aditamento existentes. Lo mismo ocurre en relación con la distancia recomendada específica del implante con el aditamento. En un estudio realizado en 62 pacientes edéntulos a más de seis años no pudo probarse ninguna diferencia en la tasa de supervivencia de los implantes con anclajes de bola y barras sobre dos implantes y anclajes de barra sobre cuatro implantes.143 Tampoco se registraron diferencias a los 12 meses en los parámetros periimplantarios en dos o cuatro implantes con barra en 60 pa-

Boeckler y cols. Estudio sobre aditamentos prostodónticos para el anclaje de prótesis removibles

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Durante la fase funcional, los pacientes a los que se ha incorporado una prótesis removible implantosoportada deben someterse a controles regulares, medidas destinadas a la mejora de la salud del tejido periimplantario, reparaciones, rebases, activaciones y desactivaciones de los aditamentos o a la sustitución de la prótesis dental.152-154 Los autores examinaron en diversos estudios la posible relación entre los costes de mantenimiento y el tipo de aditamento empleado.155 El estudio demostró que el gasto más importante recae en el primer año posterior a la incorporación de la prótesis.27,150,153,156 Además de modificaciones en el contorno de la prótesis debidas a puntos de presión, el problema más frecuente fueron las reparaciones en la parte hem-

to protésico realizada a tres años en 37 prótesis de barra, magnéticas y de bola ancladas sobre dos implantes en mandíbula mostró diferencias evidentes entre los distintos aditamentos. En las prótesis con barras hubo que realizar nueve tratamientos posteriores, en las magnéticas 23 y en las de bola 38.157 En un estudio prospectivo con 58 pacientes con barras articuladas y anclajes de bola, el número de tratamientos requeridos anualmente a lo largo de seis años fue de entre 1 y 5.155 La vida útil promedio de los anclajes empleados fue de 20 meses. En un estudio prospectivo a diez años en torno a prótesis ancladas sobre implantes en mandíbulas, la activación o la sustitución de los anclajes de bola representó el 23% de todas las complicaciones.67 En un estudio prospectivo a cinco años se registraron más complicaciones protésicas en las barras articuladas que en los anclajes de bola.89 En un estudio clínico aleatorio, Walton y cols.158 comprobaron, al cabo de tres años, que el mantenimiento de las prótesis con barras había sido significativamente inferior que el de los anclajes de bola. En un estudio clínico realizado en 110 pacientes con prótesis ancladas sobre implantes, Stocker y cols.159 observaron el mantenimiento y los costes derivados. El estudio puso de manifiesto que las prótesis con dos anclajes de bola habían requerido de un mantenimiento significativamente superior que las prótesis de barra sobre dos o cuatro implantes, aunque los costes iniciales de estas últimas eran los más altos. Naert y cols.160 registraron en 207 pacientes con dos implantes respectivamente en mandíbula edéntula un mantenimiento significativamente superior al cabo de nueve años de los anclajes de bola y los magnéticos, que en los de la barra de Dolder. Kampen y cols.139 también registraron un mantenimiento claramente superior durante los tres primeros meses posteriores a la incorporación en el caso de los anclajes magnéticos y de bola que en las barras, con las que no se registró ninguna Volumen 20, Número 3, 2010

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Y COSTES

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MANTENIMIENTO

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bola en un estudio de igual diseño que el experimento anteriormente mencionado tras seis meses de carga a largo plazo simulada. Tan sólo en las barras tipo Hager con dos anclajes sintéticos rojos y dos amarillos la distancia entre implantes (29 mm) influía positivamente sobre la retención máxima. Sadowsky150 concluyó que en los maxilares sin atrofia severa el número de implantes y el tipo de aditamento no influían significativamente en la satisfacción de los pacientes. El autor también consideró que la utilización de más de dos implantes para anclar una prótesis removible en una mandíbula edéntula sólo es beneficiosa en determinadas condiciones: en maxilares superiores no edéntulos o con prótesis fija, implantes de menos de 8 mm de longitud y diámetros inferiores a 3,5 mm, mucosa hipersensible, músculos de inserción alta, línea milohihoidea marcada, mandíbula en forma de V o una situación clínica que requiera de una retención elevada de la prótesis. A este respecto, en la Conferencia de Consenso McGill celebrada en 2002 se afirmó que el anclaje de prótesis removibles en una mandíbula edéntula con aditamentos sobre dos implantes debería considerarse el tratamiento estándar con respecto a las prótesis con más implantes o las prótesis completas convencionales.151

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cientes144 ni en 425 pacientes a los cinco años.145 Tras realizar un repaso de la bibliografía, Batenburg y cols.144 consideran que la rehabilitación estándar en un maxilar edéntulo debería emplear dos implantes. Sólo en el caso de mucosa sensible, soportes mandibulares demasiado estrechos, reabsorción importante en la mandíbula y el maxilar superior deberían insertarse cuatro implantes.146 También se ha intentado anclar una prótesis en una mandíbula edéntula con sólo un anclaje de bola.147 Por el momento no puede hacerse ninguna recomendación sobre su uso clínico debido a la ausencia de resultados a largo plazo. La longitud óptima reportada para las barras rectas sobre dos implantes es de 22 a 27 mm.47 Gómez-Román y cols.148 observaron en 159 pacientes la influencia de la distancia periimplantaria en barras y anclajes de bola sobre el estado del tejido periimplantario. Cuando la distancia es inferior a los 25 mm, la pérdida ósea es significativamente superior que manteniendo una distancia entre implantes superior o de utilizar cuatro en lugar de dos implantes. De poder mantener una distancia ente implantes de 10 a 14 mm en una prótesis con barras en el maxilar superior, puede confeccionarse una barra con anclaje. Cuando la distancia entre implantes es muy escasa, o la posición poco conveniente, debería optarse por una barra fresada individualmente.57 Tras repasar la bibliografía de 1999 a 2007, Klemetti y cols.149 comprobaron que en la mandíbula y el maxilar edéntulos la función de la prótesis y la satisfacción del paciente no dependían del número de implantes ni del tipo de aditamento empleado. Michelinakis y cols.54 estudiaron en un experimento in vitro la influencia de la distancia de dos implantes sobre la retención máxima de barras articuladas de semiprecisión tipo Hader, anclajes de bola y anclajes magnéticos. La distancia (23 mm) sólo influía positivamente de forma significativa en la retención máxima en la barra tipo Hager con dos anclajes sintéticos rojos (distancia óptima 7 mm). Doukas y cols.25 registraron una reducción de la retención de todas las barras y anclajes de

pyrig No Co t fo 45 bra y la parte macho del anclaje. rP A ubsoeste respecto, existe controversia lica bre el mantenimiento de los distintos tio n aditamentos. te ss e n c e La comparación del mantenimien-

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Periodoncia y Osteointegración

men el tipo y la frecuencia de complicaciones de las prótesis fijas y las removibles cargadas sobre implantes. La complicación más frecuente con un valor del 33% era la pérdida de retención de los aditamentos. La frecuencia de las fracturas de los aditamentos (parte hembra del anclaje y anclaje) fue del 16%. Watson y cols.156 reportaron un mantenimiento de 72 a 98 minutos durante el primer año posterior a la incorporación de prótesis ancladas en implantes en la mandíbula, con independencia del tipo de aditamento empleado. Chafee y cols.164 cifraron los costes promedio del tratamiento posterior de una prótesis removible con dos anclajes de bola en 218,00 dólares americanos durante los primeros 36 meses. Durante el primer año posterior a la incorporación de la prótesis, ya sea anclada sobre dos o más implantes, es cuando se producen los costes más elevados.150 Payne y cols.165 y Sadowsky150 realizaron, en sus artículos resumen, una evaluación crítica del tipo y la frecuencia de mantenimiento protésico posterior en prótesis ancladas sobre implantes y mucosoportadas y demostraron que el nuevo contorneado de las bases de la prótesis destinado a eliminar puntos de presión y el mantenimiento de la parte hembra y la parte macho del anclaje de cada uno de los aditamentos eran la complicación más frecuente. Los autores echaron de menos una clasificación unitaria destinada a resumir el coste del mantenimiento, las medidas de mantenimiento y las reparaciones, así como los costes resultantes, motivo por el cual la comparación de los resultados del estudio resulta limitada. Takras y cols.122 compilaron diversos resultados teniendo en cuenta las medidas de mantenimiento necesarias descritas. Parece que no es evidente que el mantenimiento de las barras o los aditamentos sueltos sea superior, entre otros aspectos. Asimismo, remitieron el mayor mantenimiento requerido durante el primer año a una fase de adaptación. La correcta colocación de los implantes es de gran importancia y reduce significativamente el mantenimiento.

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complicación durante el corto período de tiempo estudiado. Tras realizar una búsqueda bibliográfica, Klemetti y cols.149 descubrieron que las prótesis de barras sobre dos implantes en mandíbula eran las que menos complicaciones presentaban. Payne y cols.161 comprobaron en un estudio prospectivo a tres años que en el 70% de los anclajes sobre dos implantes y el 40% de los anclajes sobre cuatro implantes había tenido que realizarse una activación posterior. Durante el período analizado, en el grupo con cuatro implantes se fracturaron el 30% de los anclajes y tan sólo el 16% de los anclajes sobre dos implantes. En ambos grupos hubo que realizar un rebase en el 40% de las prótesis. En una comparativa a dos años de prótesis de barras en mandíbula sobre cuatro implantes se registraron más fracturas de la estructura en barras con extensiones que en barras sin extensiones.162 Dudic y Mericske-Stern136 analizaron durante un período promedio de nueve años en 119 pacientes las complicaciones de las prótesis según los aditamentos empleados. Los anclajes de bola y las barras circulares articuladas mostraron, en comparación con los anclajes de barra con y sin extensiones, una tasa de complicaciones de las matrices claramente superior y también más fracturas; además, también fueron necesarios más rebases de las bases de la prótesis. En los anclajes de barra la activación de los anclajes fue el problema más frecuente. MacEntee y cols.163 también registraron en 68 pacientes con nueve prótesis ancladas sobre implantes una tasa de complicaciones a tres años significativamente superior al utilizar anclajes de bola que en las barras articuladas. Según Sadowsky,150 el procesamiento de los anclajes de bola es comparativamente más sencillo, a pesar de que la retención es inferior en comparación con la de las barras, los costes de material muy inferiores y las ventajas mayores cuando la forma maxilar no es la idónea. También destacó la poca fiabilidad a la hora de calcular el mantenimiento de los anclajes de bola y las barras. Basándose en una búsqueda bibliográfica, Goodacre y cols.137 evaluaron en un artículo resu-

pyrig No Co t fo, SATISFACCIÓN DEL PACIENTE rP FUNCIÓN Y FUERZA MASTICATORIAS ub l Diversos estudios han probado que elicat i anclaje de la prótesis removible te sobre on ss e n c e implantes en una mandíbula edéntula

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Boeckler y cols. Estudio sobre aditamentos prostodónticos para el anclaje de prótesis removibles

redunda, en comparación con las prótesis completas convencionales, en una mejora de la función y fuerza masticatoria,140,167,168 estado alimenticio,169 calidad de vida relativa a la salud bucal,170,171 actividades sociales172,173 y satisfacción general del paciente.83,174,175 También se ha evaluado la influencia de los aditamentos prostodónticos sobre los factores mencionados. Timmermann y cols.176 señalaron que, a los ocho años, se observa una reducción evidente en la satisfacción de los pacientes con prótesis sobre dos implantes con anclajes de bola, mientras que la satisfacción de los pacientes portadores de prótesis con barras sobre dos o cuatro implantes se mantenía igual. Otros autores no registraron diferencias en la satisfacción a los 16 meses en 110 pacientes con rehabilitaciones idénticas en relación con el tipo de aditamento.173 El análisis de satisfacción del paciente en relación con prótesis nuevas ancladas sobre implantes en mandíbula realizado por MacEntee y cols.163 no reportó diferencias significativas a los tres años entre los anclajes de bola y las barras articuladas. En un estudio a largo plazo, no se registró ninguna diferencia a los diez años en la satisfacción de los pacientes con prótesis ancladas sobre implantes con barras, anclajes de bola o magnéticos.91 En un estudio prospectivo se colocaron dos implantes en la mandíbula edéntula de 18 pacientes. Las prótesis se anclaron aleatoriamente durante tres meses con una barra, un anclaje de bola o uno magnético. Al cabo de nueve meses, la satisfacción de los pacientes con barra presentaba la tasa más alta y la de los pacientes con anclajes magnéticos la más baja. Se demostró que las fuerzas masticatorias de los pacientes no estaban relacionadas con su nivel de satisfacción.177 La mejora de la función masticatoria mediante prótesis ancladas sobre implantes parece ser más evidente en pacientes con reabsorción severa de la mandíbula.168 El nivel de retención pa-

Boeckler y cols. Estudio sobre aditamentos prostodónticos para el anclaje de prótesis removibles

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Para alcanzar estos objetivos, la planificación de la prótesis removible sobre implantes debe incluir distintos aspectos que interaccionan entre sí. Además del número y la posición de los implantes, otro de los aspectos más importantes en la planificación prostodóntica es la selección individualizada de los aditamentos a emplear. El éxito a largo plazo de un aditamento depende, a su vez, de diversas variables, como la morfología y anatomía

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ne bucal y la motivación del paciente, la retención requerida, la carga del lecho de la prótesis, el estatus social y las expectativas del pacientes, así como el coste de la restauración.45,122 El gran número de factores que influyen en las prótesis y las numerosas y diversas situaciones clínicas no permiten, de acuerdo con las investigaciones actuales, establecer recomendaciones para un aditamento concreto. Dependiendo de la situación del paciente, deberá adoptarse una decisión individualizada en relación con el aditamento a elegir, teniendo en cuenta los criterios presentados y los parámetros técnicos.

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Tasa alta de supervivencia de los implantes Pérdida ósea marginal escasa Pocas complicaciones a nivel de tejidos blandos Introducción de la fuerza con poco estrés a través del aditamento Carga escasa del lecho de la prótesis Retención suficiente y duradera Poco espacio requerido por los aditamentos Poco mantenimiento y Nivel de satisfacción resultante del cliente

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prótesis completas convencionales sólo es evidente en el caso de una mandíbula atrófica. La influencia del aditamento sobre la función masticatoria de la prótesis anclada sobre implantes no pudo asegurarse. Tras repasar la bibliografía se comprobó que la satisfacción de los pacientes con prótesis con anclajes magnéticos era, por lo general, menor que la de los pacientes con anclajes de bola y barras.122 El éxito de la rehabilitación prostodóntica con prótesis removible y su pronóstico depende de criterios bien establecidos:

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rece ejercer una influencia mayor en la mejora de la función masticatoria que el apoyo de la prótesis sobre los implantes.178 La comparación de un anclaje de barra convencional y una barra con aditamentos adicionales de precisión en sentido distal arrojó fuerzas masticatorias superiores en la barra de anclaje con un nivel de satisfacción del paciente similar.179 En un estudio clínico, se incorporó en 18 pacientes, durante tres meses respectivamente y de forma aleatoria, una prótesis mandibular sobre dos implantes con anclajes de bola, de barra o magnéticos.180 En comparación con las prótesis completas convencionales, las fuerzas masticatorias máximas registradas fueron dos veces superiores. No se detectaron diferencias significativas entre los aditamentos. Bilt y cols.181 aplicaron el mismo diseño a un estudio en torno a la función masticatoria mediante electromiografía. La mejora de la función masticatoria fue general y no se registró ninguna diferencia en la actividad de la musculatura masticatoria al emplear los distintos aditamentos. En un estudio a diez años, Naert y cols.27 observaron a 36 pacientes con prótesis anclada sobre dos implantes en mandíbula edéntula. Los pacientes más satisfechos fueron aquellos en los que se habían utilizado anclajes de bola. Con los anclajes magnéticos, tanto la estabilidad de la prótesis como el confort al masticar fueron significativamente peores que con las barras y los anclajes de bola. Partiendo de los resultados obtenidos en una investigación bibliográfica, Fueki y cols.182 consideran que la mejora de la función masticatoria con prótesis ancladas sobre implantes en comparación con la obtenida con las

pyrig No Co t fo el estado maxilar, el hueso disponible, r del tejido blando, las relacionesPu interbli cat maxilares, el tipo de rehabilitación io existente en el maxilar topuesto, ess cele n n protocolo de carga previsto, la e higie-

CONCLUSIONES La comparación entre los aditamentos existentes para prótesis removibles ancladas sobre implantes ha puesto de manifiesto diferencias evidentes entre los distintos sistemas, tanto técnicas como clínicas. Teniendo en cuenta los criterios de selección establecidos y la bibliografía existente, en la actualidad no puede hacerse una recomendación general para un aditamento concreto. La selección del aditamento deberá tomarla el dentista teniendo en cuenta los criterios mencionados y la situación del paciente. NOTA Los autores declaran no tener ningún interés económico por parte de ninguna de las empresas o los productos mencionados en el artículo.

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