FACULTAD LATINOAMERICANA DE CIENCIAS SOCIALES SEDE ACADÉMICA DE MÉXICO. MAESTRÍA EN POBLACIÓN Y DESARROLLO VIII Promoción

FACULTAD LATINOAMERICANA DE CIENCIAS SOCIALES SEDE ACADÉMICA DE MÉXICO MAESTRÍA EN POBLACIÓN Y DESARROLLO VIII Promoción 2008-2010 IMPLICACIONES DE LA MOVILIDAD RESIDENCIAL EN LA SEGREGACIÓN ESPACIAL DE LA ZONA METROPOLITANA DEL VALLE DE MÉXICO ENTRE LOS AÑOS 1990 Y 2000 Presentada por: YOLIMA APOLONIA GARCÍA JARAMILLO Directora de Tesis LANDY LIZBETH SÁNCHEZ PEÑA Tesis para obtener el grado de Maestra en Población y Desarrollo Seminario de Migración y Movilidad de la Población Ciudad de México, Septiembre 21 de 2010 Esta investigación fue realizada gracias a una beca del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología CONACYT i Resumen La movilidad residencial es un proceso que en el largo plazo contribuye a conformar y modificar la estructura socioeconómica de la metrópoli. En la medida en que dicha movilidad se diferencia por perfiles de ingreso y escolaridad, el volumen y la dirección selectiva de los flujos migratorios hacia la zona metropolitana del Valle de México puede afectar los niveles y tendencias de segregación espacial. Esta tesis encuentra que particularmente la movilidad de los grupos de ingresos altos y escolaridad superior tiene una incidencia importante en los niveles de segregación de la zona metropolitana, sobre todo si se considera su pequeña proporción con respecto al total de la población y de los migrantes. Pero también se destaca la segregación preexistente de la población de perfil alto, cuya desigual distribución con respecto al resto parece consolidarse en ese periodo y a la cual contribuyen los cambios residenciales dentro y de fuera de la zona metropolitana. Palabras clave: Movilidad Residencial, Segregación Residencial, Zona Metropolitana del Valle de México. Abstract In long time, the residential mobility is a process that contribute to build and to modify the socioeconomic structure of the metropolis. When this mobility is different by specific profiles of income and the educational level achieved, the amount and selective direction of these migrants flow to the metropolitan zone of Mexico’s Valley, could to reinforce the levels and trends of spatial segregation. This thesis found that particularly the mobility of high-income groups and higher education has a significant impact on levels of segregation in the metropolitan area, especially considering its small proportion in the total population, and of migrants one. But it also highlights the role of preexistent segregation in the population of high profile, which unequal distribution about the rest of ii population seems to consolidate in this period, and to that contributes the residential changes, inside and outside of metropolitan zone. Key words: residential mobility, residential segregation, metropolitan zone of Mexico’s Valley. iii “No se puede llegar al alba sino por el sendero de la noche” Khalil Gibran Al amor paciente e incondicional de la familia. A los afectos incólumes y acrecentados [a pesar de la distancia y los silencios]. A la amistad descubierta, precioso y escaso tesoro en tierras extrañas. Al presente inapelable, esquivo, ineludible y promisorio. iv AGRADECIMIENTOS Ninguna de las historias escuchadas en los primeros trimestres sobre lo difícil y traumática que puede ser la elaboración de la tesis, ilustró suficientemente lo que sería la propia experiencia. Pero como la sabiduría popular sentencia, lo que no nos mata nos fortalece, y finalmente aquí está el resultado de un arduo trabajo en el cual nada fue sencillo. Agradezco al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología -CONACYT-, por la beca que hizo posible la dedicación exclusiva a la maestría y la manutención en el territorio mexicano. Agradezco a Landy Sánchez, mi directora de tesis, por toda su paciencia para conmigo en cada una de las etapas de elaboración; por sus asertivas respuestas, críticas y aportes, por su tiempo, dedicación y entera disposición. Agradezco a Virgilio Partida, quien desde los cursos impartidos, la coordinación del seminario, y luego como lector enfatizó en lo que era realmente importante y siempre estuvo atento al proceso. A Clara Salazar, por sus pertinentes observaciones al documento, como parte del Comité de Tesis. A las amigas y amigos que aquí fueron compañía incondicional, a Ruth San Miguel, Sara Atehortúa, María Elena Rivera, César Augusto Valderrama, Ana Ruth Cevallos, Miguel Norzagaray. Y a las amigas y amigos con los cuales permaneció la comunicación a pesar de tanta tierra de por medio. Larga es la lista de ellos, como los años que espero seguir contando con todas y todos en cualquier lugar del mundo. v Contenido Agradecimientos ................................................................................................................ v INTRODUCCIÓN ........................................................................................................... 11 CAPÍTULO 1. ANTECEDENTES .................................................................................. 16 1.1 Movilidad residencial ................................................................................................. 16 1.2 Segregación residencial .............................................................................................. 20 1.2.1 Definición ............................................................................................................ 20 1.2.2 Factores determinantes de la movilidad residencial ............................................ 23 1.2.2.1 El sistema productivo ................................................................................... 23 1.2.2.2 Las estructuras urbanas ................................................................................ 24 1.2.2.3 Las decisiones de los individuos y de los hogares ....................................... 26 1.2.3 Los niveles de segregación en la ZMVM ............................................................ 27 CAPÍTULO 2. ANÁLISIS DE LA MOVILIDAD RESIDENCIAL ............................... 31 2.1 Movilidad residencial por delegaciones y municipios de la ZMVM ......................... 36 2.2 La desigual distribución de los estratos de ingreso .................................................... 45 2.3 La movilidad residencial por estratos de ingreso ....................................................... 54 2.4 La desigual distribución de los estratos de escolaridad ............................................. 66 2.5 La movilidad residencial por estratos de escolaridad ................................................ 75 2.6 Correlaciones entre la movilidad residencial y los estratos de ingreso y de escolaridad........................................................................................................................ 87 CAPÍTULO 3. ANÁLISIS DE LA SEGREGACIÓN RESIDENCIAL .......................... 93 3.1 La medición de la segregación ............................................................................... 93 3.2 Disimilaridad entre los estratos de ingreso ............................................................. 99 3.3 Disimilaridad para los estratos de escolaridad ..................................................... 105 3.4 Descomposición grupal de los índices de segregación ........................................ 109 CONCLUSIONES ......................................................................................................... 112 BIBLIOGRAFÍA CITADA ........................................................................................... 115 BIBLIOGRAFÍA ADICIONAL .................................................................................... 118 ANEXOS ....................................................................................................................... 121 vi Tablas Tabla 1. Definición de los Estratos de ingreso para la PEA ocupada ....................... 47 Tabla 2. Estratos de Ingreso y Estratos de Escolaridad por condición migratoria 1990 .................................................................................................................................. 88 Tabla 3. Estratos de Ingreso y Estratos de Escolaridad por condición migratoria 2000 .................................................................................................................................. 88 Tabla 4. Estratos de Ingreso y Estratos de Escolaridad por Tipos de Movilidad Residencial 1990 ............................................................................................................. 89 Tabla 5. Estratos de Ingreso y Estratos de Escolaridad por Tipos de Movilidad Residencial 2000 ............................................................................................................. 90 Tabla 6. Disimilaridad entre los estratos de ingreso (alto, medio y bajo) en el poniente de la ZMVM .................................................................................................. 102 Tabla 7. Disimilaridad entre el estrato de ingresos alto y el resto en el poniente de la ZMVM........................................................................................................................... 104 Tabla 8. Disimilaridad entre los estratos de escolaridad (superior, media, básica, sin escolaridad) para el poniente de la ZMVM ......................................................... 107 Tabla 9. Disimilaridad entre el estrato de escolaridad superior y el resto en el poniente de la ZMVM .................................................................................................. 108 Tabla 10. Descomposición del índice de Theil por estratos de ingreso y condición migratoria ..................................................................................................................... 110 Tabla 11. Descomposición del índice de Theil por estratos de escolaridad y condición migratoria .................................................................................................... 110 vii Gráficos Gráfico 1. Distribución de la población migrante hacia la ZMVM según su procedencia 1990 ............................................................................................................ 35 Gráfico 2. Distribución de la población migrante hacia la ZMVM según su procedencia 2000 ............................................................................................................ 35 Gráfico 3. Estratos de ingreso por condición migratoria 2000 .................................. 54 Gráfico 4. Estratos de ingreso por condición migratoria 1990 .................................. 55 Gráfico 5. Estratos de ingreso por tipo de movilidad residencial 1990 ..................... 55 Gráfico 6. Estratos de ingreso por tipo de movilidad residencial 2000 ..................... 56 Gráfico 7. Distribución de los estratos de ingreso en los inmigrantes del valle de México a la zona metropolitana 2000 ........................................................................... 57 Gráfico 8. Estratos de Escolaridad por Condición Migratoria.................................. 75 Gráfico 9. Estratos de Escolaridad por Movilidad Residencial 1990 ........................ 76 Gráfico 10. Estratos de Escolaridad por Movilidad Residencial 2000 ...................... 77 Gráfico 11. Distribución de los estratos de escolaridad en los migrantes del valle de México 2000 .................................................................................................................... 78 viii Mapas Mapa 1. Distribución de la población migrante hacia la ZMVM .............................. 38 Mapa 2. Movilidad residencial desde el valle de México hacia la zona metropolitana 2000 .................................................................................................................................. 40 Mapa 3. Distribución de la Migración internacional hacia la ZMVM 1990 y 2000 44 Mapa 4. Distribución del Estrato de Ingreso Bajo en la ZMVM .............................. 49 Mapa 5. Distribución del Estrato de ingreso Medio en la ZMVM ............................ 51 Mapa 6. Distribución del Estrato de ingreso Alto en la ZMVM ................................ 53 Mapa 7. Distribución de Inmigrantes a la ZMVM del Estrato de Ingreso Bajo ...... 60 Mapa 8. Distribución de Inmigrantes a la ZMVM del Estrato de Ingreso Medio ... 62 Mapa 9. Distribución de Migrantes con Estrato de Ingreso Alto .............................. 64 Mapa 10. Distribución de la población Sin Instrucción.............................................. 68 Mapa 11. Distribución de la población con Educación Básica .................................. 70 Mapa 12. Distribución la población con Educación Media Superior ........................ 72 Mapa 13. Distribución la población con Educación Superior ................................... 74 Mapa 14. Distribución de Migrantes Sin Instrucción ................................................. 80 Mapa 15. Distribución de Migrantes con Educación Básica ...................................... 82 Mapa 16 Distribución de Migrantes con Educación Media Superior ....................... 84 Mapa 17. Distribución de Migrantes con Educación Superior .................................. 86 ix Anexos Anexo 1. Delimitación de la Zona Metropolitana del Valle de México ................... 121 Anexo 2. Tasas de crecimiento medio anual ZMVM 1990-2000 .............................. 124 Anexo 3. Distribución de la población por condición migratoria ............................ 126 Anexo 4. Distribución de la población por tipos de movilidad residencial ............. 128 Anexo 5. PEA ocupada total por estratos de ingreso ................................................ 131 Anexo 6. PEA ocupada migrante por estratos de ingreso ........................................ 133 Anexo 7. Índices de disimilaridad por estratos de ingreso para la ZMVM ............ 135 Anexo 8. Índices de disimilaridad multigrupo entre estratos de ingreso por delegaciones y municipios ............................................................................................ 136 Anexo 9. Comparaciones bigrupo entre los estratos de ingreso por delegaciones y municipios ..................................................................................................................... 138 Anexo 10. Comparaciones bigrupo entre cada estrato de ingreso y el resto por delegaciones y municipios ............................................................................................ 141 Anexo 11. Población total de 24 años y más por estratos de escolaridad por delegaciones y municipios ............................................................................................ 144 Anexo 12. Población migrante de 24 años y más por estratos de escolaridad por delegaciones y municipios ............................................................................................ 147 Anexo 13. Índices de disimilaridad multigrupo entre estratos de escolaridad para la ZMVM........................................................................................................................... 150 Anexo 14. Índices de disimilaridad multigrupo entre estratos de escolaridad por delegaciones y municipios ............................................................................................ 151 Anexo 15. Comparaciones bigrupo entre los estratos de escolaridad por delegaciones y municipios ............................................................................................ 153 Anexo 16. Comparaciones bigrupo entre cada estrato de escolaridad y el resto ... 159 x INTRODUCCIÓN En los estudios sobre la segregación espacial en América Latina se ha identificado una tendencia al aumento de la desigual distribución de la población clasificada por sus condiciones socioeconómicas, situación que no es ajena a las ciudades mexicanas. Al interior de esta diferenciación se ha señalado particularmente la tendencia a una mayor segregación del estrato socioeconómico alto, expresada en la concentración en áreas geográficas específicas y un mayor aislamiento con respecto a los otros estratos socioeconómicos. La investigación en este tema suele estar motivada por las implicaciones que un aumento en la segregación tiene en las oportunidades de acceso a bienes y servicios y las relaciones entre los distintos grupos sociales, especialmente por las desventajas para los sectores menos favorecidos (Bonvalet y Dureau, 2002; Sánchez, 2009a). Es por esto que algunos trabajos buscan establecer los niveles de la segregación socioeconómica1 o los impactos negativos de la segregación en la calidad de vida. Sin embargo, aquí se decide abordar otra línea, encaminada a la comprensión de los factores que inciden en la segregación y la medición que permita verificar si existe o no una mayor fragmentación 2 entre los grupos poblacionales, producto de una ocupación cada vez más diferenciada por estratos socioeconómicos. En particular, se quiere complementar este enfoque con la contribución que a estas tendencias hacen los flujos migratorios selectivos hacia la zona metropolitana del valle de México (ZMVM)3, bajo la consideración de que la movilidad residencial es la que en el largo plazo configura la distribución diferenciada de la población, que es la definición misma de segregación. Además, se evalúa 1 empíricamente la composición Para el caso de la segregación socioeconómica en la zona metropolitana del Valle de México se encuentran: Salazar, 1999; Rubalcava y Schteingart, 2000; Duhau y Giglia, 2008; Sánchez, 2009a y 2009b; Ariza y Solís, 2009. 2 “La fragmentación es la separación física entre grupos de diferentes niveles económicos ya que se encuentran ubicados a distancias muy cortas uno de otros.” (Almonacid, 2005: 3) 3 En el anexo 1 aparece el listado de las 75 delegaciones y municipios que hacen parte de esta zona metropolitana, cuya delimitación se adopta teniendo como referencia el documento elaborado conjuntamente por SEDESOL, CONAPO e INEGI (2007). 11 socioeconómica del poniente, que no siempre ha sido documentada, a pesar de que investigaciones previas identifican allí patrones particulares de localización y concentración de la población con respecto al resto de la metrópoli. Teniendo en cuenta que una mayor separación de los estratos altos con respecto al resto puede interpretarse como síntoma de una acentuación de la desigualdad (Sabatini et al., 2001), se presta una especial atención a la movilidad residencial y a los indicadores de la segregación del grupo socioeconómico con ingreso alto y nivel de escolaridad superior. En la revisión de antecedentes se han encontrado alusiones a una tendencia de relocalización de este grupo, desde el centro de la Ciudad de México hacia el poniente y suroeste de la zona metropolitana, poniente que agrupa las delegaciones de Álvaro Obregón y Cuajimalpa de Morelos, pertenecientes al Distrito Federal, y el municipio de Huixquilucan, del Estado de México. Se destaca la pertinencia de los estudios sobre la segregación residencial vinculada a la movilidad residencial ya que en la medida en que se comprendan las lógicas de localización habitacional, podrían hacerse aportes significativos a predecir los efectos de las políticas públicas que tengan como objeto orientar la urbanización (Connolly, 1999), y aunque con ello no se esclarezca completamente, daría luces acerca de la relación entre el desarrollo económico de una ciudad o región y su comportamiento demográfico. Esto a su vez ayudaría a prever los efectos en una dinámica más amplia de desarrollo de la metrópoli y el diseño de estrategias pertinentes para atender las problemáticas que de allí se derivan4. En consecuencia, se plantea como objetivo general: determinar las implicaciones de la movilidad residencial, diferenciada por estratos socioeconómicos, hacia la zona metropolitana del Valle de México, en la segregación espacial, para cuyo cumplimiento es necesario 1) verificar si existe una selectividad en la migración por estratos 4 La mayor homogenización en la composición socioeconómica de zonas específicas de la ciudad, plantea un escenario paradójico para las acciones gubernamentales y la formulación e implementación de políticas públicas, pues pareciera facilitar la oferta de servicios para grupos poblacionales claramente diferenciados y concentrados espacialmente (Ramírez, 1999), pero es un reto cuando idealmente habría de propenderse por la inclusión. 12 socioeconómicos hacia la ZMVM, 2) identificar si existen patrones de localización y concentración particulares para los estratos de ingreso y los estratos de escolaridad, particularmente del estrato de ingresos alto y el estrato con escolaridad superior en el poniente, y 3) comprobar si la movilidad residencial de los estratos altos aumenta la segregación residencial en los lugares receptores. Con la solución de estas preguntas de investigación se constatan varias hipótesis, la primera, que las características socioeconómicas de quienes cambian de lugar de residencia tienen efectos en la distribución, concentración y localización de la población en la zona metropolitana; la segunda, que estos flujos de población, diferenciados por perfiles socioeconómicos, refuerzan los patrones preexistentes de ubicación, concentración y dispersión geográfica de los estratos de ingreso y de escolaridad, y tercera, que estas tendencias se profundizan para el estrato de ingresos alto y el estrato de escolaridad superior en un área específica, el sur poniente de la zona metropolitana del valle de México. También conviene señalar las limitaciones y alcances del presente trabajo, relacionadas con las fuentes de datos empleadas: el XI y el XII Censo de Población y Vivienda de México (1990 y 2000, respectivamente). Ambos censos incluyen las áreas geoestadísticas básicas (ageb) 5 , que desde 1990 han tenido especial utilidad para el estudio de la segregación al nivel de esta unidad de análisis. Así, además de determinar qué tan homogéneas o heterogéneas son las delegaciones o municipios entre sí, con ellas se puede ver la composición de la población a su interior. Pero en el otro tema de interés, la movilidad residencial, se encontró un tropiezo, que no permite hacer comparaciones directas entre 1990 y 2000, ni una medición de su aporte al cambio en la segregación espacial en el periodo. En el censo de 1990 la pregunta por el 5 Una AGEB urbana sólo es asignada a áreas geográficas de localidades con una población mayor o igual a 2500 habitantes; cuando corresponde a un conjunto de manzanas cuyo número sea menor a 50, las cuales están perfectamente delimitadas por calles, avenidas, andadores, arroyos o cualquier otro rasgo identificable en el terreno; cuando se tiene un uso del suelo habitacional, industrial, comercial, de servicios, recreativos, etcétera; y cuando se trata de la localidad que es cabecera municipal, aunque no cumpla con los requisitos anteriores. (INEGI, 1995). 13 lugar de residencia hace cinco años se hizo con respecto al Estado o país, mientras que en el 2000 se llega al nivel municipal, con lo cual, para el primer momento no logra captarse la movilidad intrametropolitana, que como se verá en el capítulo correspondiente, ofrece un perfil distinto al de la movilidad proveniente de municipios no metropolitanos6. En la categoría de “Valle de México” en 1990 aparecen agrupados los cambios de residencia entre el Distrito Federal, el Estado de México y el Estado de Hidalgo, lo que lleva a presumir una subestimación de los desplazamientos totales, cuya captación en sí misma tiene otras restricciones7. Es por esto que sólo se describe el aporte de los flujos migratorios hacia la ZMVM en 1995 a la segregación del 2000. Para la descripción de la distribución diferenciada de la población se recurrió al índice de disimilaridad de Duncan, que es el más comúnmente empleado y de fácil interpretación (Duhau y Giglia, 2008; Ariza y Solís, 2009), aunque para la descomposición que permite conocer el aporte de los distintos grupos poblacionales a la segregación, se usó el índice de Theil, que ofrecía esta propiedad tan acorde con los propósitos de la presente investigación (Reardon et. al., 2000; Sánchez, 2009a y 2009b). La revisión del marco conceptual ha incluido principalmente documentos relacionados con el papel de la movilidad residencial en el cambio demográfico y el crecimiento urbano, sobre la división social del espacio y la segregación residencial en la zona metropolitana del Valle de México. En ellos se exponen la transformación de la ciudad 6 El Distrito Federal, el Estado de México y el Estado de Hidalgo se asientan en el valle de México, pero no todas sus unidades territoriales hacen parte de la zona metropolitana. Es por esto que para el análisis con los datos de 1990 sólo pueden distinguirse los cambios de lugar de residencia entre las entidades federativas, por lo que la categoría que los nombra es la de entre los estados del valle de México. Con los datos de 2000 se han diferenciado dos categorías, los movimientos intrametropolitanos, entendidos como aquellos cuyos lugares de origen y de destino son alguna de las delegaciones o de los municipios conurbados, y movimientos del valle de México no metropolitanos, como aquellos, que aún perteneciendo a las tres entidades federativas del Valle, no integran la zona metropolitana. 7 Entre estas restricciones cabe mencionar 1) que no se captan los movimientos hacia la ZMVM en un período inferior a los cinco años referenciados en la pregunta, 2) ni la trayectoria de los cambios de residencia en ese periodo, que no necesariamente obedece a un solo movimiento desde el lugar donde se vivía hace cinco años y el actual, y 3) tampoco pueden contarse los desplazamientos que se dan al interior de las delegaciones o municipios. 14 en metrópoli a partir de procesos económicos, como el cambio del modelo de sustitución de importaciones, y de política urbana en urbanización, descentralización, vías y transporte; y se ha caracterizado la evolución de los patrones generales de poblamiento y sus efectos en el aumento de la segregación residencial. Es entonces como enmarcado en el amplio acervo que le precede, aquí se presenta como mayor contribución al desarrollo de estas líneas de investigación, la exploración de las relaciones entre la movilidad residencial hacia la zona metropolitana y la segregación, a partir del estudio de los patrones de concentración y localización de la población diferenciada por estratos socioeconómicos. Este trabajo comprende cuatro capítulos. En el primero, se hace una presentación de los principales elementos de contexto y antecedentes de los procesos relacionados con la movilidad residencial y la segregación espacial en la zona metropolitana del Valle de México, los cuales permiten comprender de una manera más clara los orígenes y factores explicativos del problema de estudio. En el segundo capítulo, se presenta el análisis de la movilidad residencial de acuerdo con perfiles socioeconómicos diferenciados, con los cuales se confirma la existencia de una selectividad 8 y unas preferencias en la localización, concentración y fronteras territoriales de la población clasificada por su estrato de ingresos y la escolaridad alcanzada. Este es el preámbulo de la descripción de los niveles y cambios en la segregación residencial, abordados en el tercer capítulo, en los cuales además se compara el comportamiento de los migrantes con respecto al conjunto de la población, y particularmente, se mide el aporte de la movilidad residencial del estrato alto de ingreso y el estrato de escolaridad superior a la segregación. Finalmente, en el cuarto apartado, aparecen las conclusiones sobre las implicaciones de la movilidad residencial en la segregación espacial de la zona metropolitana del Valle de México. 8 "La selectividad se refiere a ciertas características individuales que son comunes a los migrantes pero que los diferencian marcadamente de aquellos que han decidido permanecer en el lugar de origen" (Partida, 2006: 28) 15 CAPÍTULO 1. ANTECEDENTES En este capítulo se pretende dar cuenta de los principales procesos relacionados con la distribución diferenciada de la población por nivel socioeconómico en la zona metropolitana del valle de México, los cuales se constituyen en el contexto de la situación de estudio y permitirán comprender el papel de la movilidad residencial9 en la construcción y transformación de la estructura urbana y, con ello, de la segregación espacial. 1.1 Movilidad residencial Aunque en los tiempos que corren la migración no cuenta con el auge que tuvo durante los procesos de conformación y mayor crecimiento de los centros urbanos, vista en un sentido más amplio como movilidad residencial conserva su vigencia y de ahí que haya un renovado interés por su papel en la definición y consolidación de patrones diferenciados de ocupación del territorio. A esto se suman las posibilidades de analizar los desplazamientos que ocurren al interior de las entidades federativas o de los núcleos metropolitanos, gracias a la disponibilidad de datos para describir los flujos de población entre municipios y delegaciones10 con el censo de población y vivienda del 2000. La movilidad residencial es un término relativamente reciente en los estudios demográficos y urbanos. Latte (1983) señala a Zelinsky como aquel que a principios de los años setenta introdujo un nuevo enfoque en el estudio de la migración, al proponer que ésta sólo constituye una forma de un concepto más amplio: la movilidad territorial. Es por esto que actualmente en Estados Unidos y países de Europa occidental se prefiere para hablar de los cambios de vivienda, sin importar si se trata de desplazamientos dentro de una misma localidad o entre diferentes localidades y regiones, que en México 9 Por esta se entenderán los cambios de domicilio “que responden a estrategias y necesidades habitacionales relacionadas con el tipo, características, forma de tenencia, localización y entorno de la vivienda” (Duhau, 2003: 188). 10 En México, desde 1970 se incorporó la pregunta por el lugar de residencia en los cinco años previos al censo, pero sólo a partir de la muestra en el conteo de 1995 y el censo del 2000 se indaga, además del Estado o país, por el municipio, que es el que permite establecer la movilidad intrametropolitana, 16 y en general en América Latina se nombraban como migraciones “internas” (Duhau y Giglia, 2008). Con respecto al papel de la migración en el cambio demográfico y urbano, el hecho de que “de cada tres habitantes del área metropolitana de la ciudad de México en 1970, uno era inmigrante” (Muñoz et al., 1977), daba cuenta de la importancia del fenómeno migratorio y llamaba la atención por la influencia de los inmigrantes en términos de su proporción numérica, las modificaciones que introducen en el crecimiento natural, en las estructuras por edad de la población económicamente activa y de la población en edades reproductivas, entre otras. Para el lustro 2000-2005, esta proporción se redujo a que uno de cada cuatro inmigrantes llegara al Distrito Federal y el Estado de México, como lugar de destino conjunto (Partida y Martínez, 2006). Que el descenso en las tasas de crecimiento poblacional no se haya manifestado de la misma manera en el crecimiento de la mancha urbana, ha generado no pocas preocupaciones y explicaciones11. En la Ciudad de México y su zona metropolitana, los flujos rural-urbano fueron los que entre 1940 y 1970 contribuyeron primordialmente al aumento en el tamaño de la población, presionaron la expansión de la ciudad central hacia la periferia y sus fronteras hasta conurbar nuevos territorios, al tiempo que la proyectaron como una de las más grandes del mundo12. 11 "a pesar de la disminución del ritmo de crecimiento demográfico, la metrópoli experimentó, en las últimas dos décadas [1980 y 1990], un ritmo importante en la expansión de su mancha urbana. Esta no correspondencia entre dinámica demográfica y dinámica espacial ha sido explicada por las modalidades que adquieren los procesos de distribución de la población y de las actividades en el territorio metropolitano. Si bien estos procesos ya se registran décadas antes, en años recientes adquieren particularidades que se deben analizar para comprender y explicar las nuevas formas que adquiere el crecimiento urbano." (Esquivel 2006: 26). 12 En 1995 la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, integrada por el Distrito Federal, el municipio de Tizayuca en Hidalgo y 37 municipios del Estado de México, era con 17 millones de habitantes, la segunda metrópoli más poblada del mundo, después de Tokio, que ocupaba el primer lugar con 27 millones. “La conjugación de los tres componentes del cambio demográfico (fecundidad, mortalidad y migración) desde 1970, ha originado un pronunciado descenso en la tasa de crecimiento de la población: de 6.1% anual en 1945 y 4.3% en 1970, a 1.6% en 1997. Un patrón similar se observa en la expansión de la mancha urbana de la Ciudad de México: de 26 mil hectáreas del Valle de México en 1950 aumentó a 89 mil en 1980 y 137 mil en 1995; es decir, que después de haberse multiplicado 3.4 veces en 30 años, sólo se incrementó 54% en los siguientes tres lustros." (CONAPO, 2000: 10). 17 Sin embargo, la conjunción de factores como la pérdida de dinamismo económico, la caída del empleo, la descentralización de empresas, las restricciones a la instalación de nuevas fábricas en el Valle de México, problemas atribuibles a desequilibrios ambientales y al acelerado crecimiento urbano, el desarrollo regional alterno a la ZMVM y seguramente los sismos de 1985 contribuyeron a que ésta pasara de ser un centro de atracción a uno de expulsión de la población (Conapo, 2000). Situación que en algunas delegaciones del Distrito Federal se traduce en tasas de crecimiento negativas en los últimos quince años 13 y que se correspondería con un proceso de metropolización 14 caracterizado por “fuertes desigualdades de ritmo entre espacios centrales y periferias, una desconcentración de la población concomitante con el extendimiento espacial, una dinámica demográfica cada vez más centrífuga y un estancamiento, a veces un despoblamiento, de las áreas centrales” (Dureau et al., 2002: xxvii). Acerca de la distribución de la población en las entidades federativas del Valle de México, Partida y Martínez (2006) señalan que desde 1975-1980, el Estado de México presenta la mayor cantidad de inmigrantes, debido a los numerosos desplazamientos dentro de la metrópoli, desde el centro (Distrito Federal) hacia la periferia (Estado de México), y a la repartición entre ambas entidades federativas del cuantioso flujo migratorio procedente de las demás. Dicha expansión ha conducido a que el Estado de México concentre también una mayor proporción de la población metropolitana. En 1990 era el 46.89% y en 2000 el 52.97%, con respecto al Distrito Federal con el 52.92% en 1990 y el 46.78% diez años después15. Y donde el aumento de la población en el único municipio metropolitano del Estado de Hidalgo, Tizayuca, fue de 0.19% en 1990 13 Ver en el anexo 3 las tasas de crecimiento para las delegaciones y municipios de la ZMVM entre 1990 y 2000. 14 Sobrino e Ibarra (2008: 163) hablan de unas etapas de metropolitanismo, o procesos de urbanización metropolitana como una propuesta teórica y metodológica que se refiere “a la dinámica de crecimiento de las distintas partes de una ciudad y que de manera general se caracteriza por un desplazamiento, primero de la población y posteriormente de las actividades económicas, del centro hacia la periferia.” Se coincide en señalar que para el caso de la Ciudad de México, este proceso inició en la década de los años cuarenta, cuando además de lo que hoy es el Distrito Federal, la mancha urbana se extendió hacia el municipio de Tlanepantla. 15 Estos porcentajes son elaboración propia, a partir de los censos de población y vivienda de 1990 y 2000, con la delimitación de ZMVM de 2007 que comprende 75 unidades territoriales. 18 al 0.25% en 2000, pero no resulta tan importante para explicar la inversión de los porcentajes entre las dos entidades principales. Autores como Ariza y Solís (2009) plantean que la migración de los últimos cinco años ha perdido fuerza como factor de diferenciación en la distribución espacial de la población residente en las tres metrópolis de más larga data del país (Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey) ya que pasaron los momentos de mayor dinamismo migratorio. Pero al respecto, debe tenerse en cuenta que a excepción del 2000, estos cálculos se basan en una migración a nivel interestatal, por lo que un panorama más cercano a la movilidad residencial que nos interesa, lo ofrece CONAPO (2001), según el cual, desde mediados del siglo XX uno de cada cien mexicanos cruza anualmente los límites estatales para cambiar su residencia, cantidad que en el quinquenio 1995-2000 descendió al 0.85%, de acuerdo con el censo de población de 2000. Usando esta misma fuente, con la captación de la movilidad entre municipios, también se establece que 14 de cada mil mexicanos mudan anualmente su residencia cruzando los límites municipales dentro o fuera de la entidad federativa, es decir, el 1.4%. Esto ofrece una primera idea de que la disminución en los movimientos es relativa, pues se ha omitido la medición de los flujos en menores escalas, como la municipal y la intramunicipal. Y sería necesario incluirlas para dar cuenta de las nuevas dinámicas que surgen a partir de los desplazamientos al interior de las fronteras de las entidades federativas y los cambios que estos introducen, no tanto en términos de la cantidad de personas que se moviliza, que sin duda se ha reducido (como lo muestran Conapo, 2001; Partida y Martínez, 2006), sino de las características socioeconómicas de los flujos y sus efectos en la distribución, concentración y localización diferenciada de la población. 19 1.2 Segregación residencial 1.2.1 Definición Algunos autores usan indistintamente términos como división social del espacio, segregación urbana, segregación residencial y segregación social para referirse a la misma situación, otros prefieren sólo uno de ellos. Quienes no comparten esta posición, se fundamentan en la connotación negativa que tiene la “segregación”, al tratarse de un proceso que implica reglas y prácticas sistemáticas de exclusión, es decir, de coerción16. Y en cambio recurren a la división social del espacio residencial para tomar distancia de las exclusiones explícitas y explicar la relación entre el espacio y los grupos sociales. Esta división social del espacio residencial (DSER), entendida como “las formas espaciales discernibles que adopta la distribución residencial intraurbana o intrametropolitana de los distintos estratos socio-económicos que conforman la población de una aglomeración urbana” (Duhau y Giglia, 2008: 155), usualmente se corresponde con unos tipos de poblamiento 17 , que en el análisis de la estructura territorial de la metrópoli muestran cómo se produce el espacio habitable y la estructura demográfica y socioeconómica de la población. Con la DSER se “hace referencia a un proceso del que forman parte tanto las determinantes físicas del espacio como las particularidades de los distintos grupos sociales -expresadas en formas de organización social, régimen económico, formas de intercambio y luchas por la apropiación del espacio, entre otras.” (Gracia, 2004: 45), lo 16 Quienes prefieren hablar de “segregación”, ante este argumento cuestionan qué tan voluntario es un cambio de domicilio determinado por la ausencia real de opciones, y las limitaciones socioeconómicas que tienen los individuos y hogares para asumir los costos asociados a la localización de la vivienda. 17 El Observatorio de la Ciudad de México (OCIM) definió en el año 2001 seis tipos de poblamiento 1) Centro histórico, 2) Pueblos conurbados, 3) Colonias populares (que incluye tres subtipos), 4) Colonias residenciales tipo medio, 5) Colonias residenciales tipo alto y 6) Conjuntos habitacionales (Esquivel et al., 2006: 29-30). Para el 2008, Duhau y Giglia los presentan actualizados a nueve: 1) Ciudad colonial, 2) Ciudad central, 3) Cabecera conurbada, 4) Pueblo conurbado, 5) Pueblo no conurbado, 6) Colonia popular, 7) Conjunto habitacional, 8) Residencial medio, 9) Residencial alto. 20 cual resulta ilustrativo de los tipos habitacionales predominantes en la ciudad asociados a unos procesos históricos y niveles socioeconómicos, pero resulta insuficiente para dar cuenta de las desigualdades entre los individuos u hogares que los ocupan. Es por esto que un argumento fuerte a favor de la noción de “segregación” 18 es su extendida incorporación en la literatura especializada y las herramientas metodológicas disponibles para describir y analizar la distribución diferenciada de los grupos poblacionales a través del espacio, la cual usualmente se piensa en términos del grado en el cual éstos residen en vecindarios diferenciados (Iceland y Wilkes, 2006). En cuanto a lo volitivo de la segregación, Schteingart (2001) expone que en esta noción puede distinguirse una segregación activa, producto de la elección, aplicada a grupos étnicos y más pobres, a consecuencia de la estigmatización y rechazo por parte de sectores dominantes, y una autosegregación de las clases pudientes que no es totalmente voluntaria sino una forma de replegarse frente a la violencia urbana, que en algunas ciudades, como en el caso de la ciudad de México, han aumentado notablemente en los últimos años. Para Sabatini et. al. (2001) la segregación residencial se refiere al “grado de proximidad espacial o de aglomeración territorial de las familias pertenecientes a un mismo grupo social, sea que éste se defina en términos étnicos, etarios, de preferencias religiosas o socioeconómicos, entre otras posibilidades” 19 . La importancia de estas características sociales a partir de las cuales se estudia la segregación depende del contexto urbano de que se trate (Duhau y Giglia, 2008). Es así como por ejemplo en Estados Unidos la pertenencia étnica o racial está en el centro de las investigaciones, por los antecedentes históricos de discriminación a los afrodescendientes, pero en América Latina es el nivel socioeconómico el que cobra una mayor relevancia por las marcadas diferencias de clase y los niveles de la desigualdad social. 18 Para evitar la redundancia entre “movilidad residencial” y “segregación residencial” cuando aparecen en la misma línea, en este trabajo se emplearán como sinónimos, para todo fin práctico, “segregación urbana” y “segregación espacial” o simplemente “segregación”. 19 Habría que añadir como una de las posibilidades no explicitada por Sabatini el origen nacional o regional, 21 Una advertencia oportuna sobre las implicaciones que esto tiene en el análisis, es que mientras la condición étnica o racial es constante a lo largo del curso de vida, la adscripción a un estrato socioeconómico puede variar por la movilidad social. En consecuencia, los niveles de segregación residencial socioeconómica “pueden deberse no sólo a los cambios en los lugares de residencia de individuos u hogares pertenecientes a los grupos en contraste (tal como ocurre con la segregación racial o étnica), sino también a que sin cambiar de residencia estos individuos u hogares pueden experimentar movilidad socioeconómica.” (Ariza y Solís: 2009). Y cabría agregar la perspectiva de que en la medida en que los espacios residenciales se consolidan y pasan de la irregularidad a la formalidad pueden generar desplazamientos que cambian el perfil socioeconómico de la población que los ocupa20. Referirse a la segregación remite a la desigualdad. Las desigualdades económicas se traducen en comportamientos demográficos y comportamientos residenciales diferenciados según las clases sociales (Dureau, 2002). Las desigualdades frente al empleo y la cultura determinan un acceso desigual al espacio urbano y son estas posibilidades las que definen los lugares de destino y condiciones en que se dan los cambios de domicilio, modificando con ello los niveles de segregación social y espacial, y constituyéndose por tanto, en portadores del cambio urbano (Lévy y Brun, 2002). Un cambio que se ve afectado por las dinámicas de desarrollo de una ciudad o región, las características de la oferta de vivienda, las aspiraciones residenciales de la población y por la intervención de actores públicos y privados. 20 Dupont y Sidhu (2002) presentan una ilustrativa descripción del proceso de transformación de las urbanizaciones irregulares. En la primera etapa de su desarrollo atraen a poblaciones con bajos ingresos, que buscan terrenos para construir o viviendas baratas en alquiler. Luego, ante la mala calidad del entorno y de las infraestructuras, algunos hogares que han mejorado su situación económica, salen detrás de mejores condiciones de hábitat. Posteriormente, la legalización de la urbanización facilita el acceso a los servicios municipales, lo que conlleva un mejoramiento del entorno y ocasiona un aumento del costo de la tierra y de los alquileres. Esto provoca la partida de aquellos arrendatarios con ingresos más bajos hacia urbanizaciones económicamente accesibles y la instalación de habitantes con ingresos más altos. 22 1.2.2 Factores determinantes de la movilidad residencial 1.2.2.1 El sistema productivo Estos factores de la movilidad de residencial pueden agruparse en tres niveles. En el primero, desde una perspectiva macro, Lévy y Brun (2002: 154) señalan que “para comprender las nuevas formas de movilidad y de la división social del espacio, se deben tener en cuenta la recomposición del sistema productivo y la evolución de las estructuras y de las fuerzas políticas (de las que la fiscalidad y el urbanismo son uno de los aspectos).” En consecuencia, parte de los cambios en los patrones de movilidad de la población en la zona metropolitana del Valle de México, estarían asociados al impacto de la modernización en México, donde al igual que en otros países latinoamericanos el desarrollo capitalista no se tradujo en una distribución equitativa de sus beneficios y, por el contrario, se apoyó en una “dinámica de la desigualdad”21 preexistente, la acentuó, preservó y tendió a reproducirla. Vuskovic (1996) menciona que a pesar de las diferencias en los tamaños de las economías de los países latinoamericanos, se pueden encontrar similitudes en un patrón de desarrollo concentrador y excluyente, caracterizado por altos grados de dependencia externa; una tendencia a disminuir las dinámicas de crecimiento y a acentuarse los desequilibrios financieros y externos, una heterogeneidad estructural, el desempleo de recursos productivos y la terciarización prematura de las economías. A raíz de la caída del modelo de sustitución de importaciones en la década de los 80, la economía mexicana se vio abocada a insertarse en un proceso de globalización que ha 21 Básicamente, esta dinámica de la desigualdad se fundamenta en una distribución concentrada del ingreso, en una minoría que demanda bienes de consumo no esencial (acordes con las formas de vida de sociedades más desarrolladas), lo cual orienta a este sector la producción interna, mientras que aumenta la demanda de los mercados internos sin mayores atenciones. “De este modo, la economía adquiría perfiles técnicos que limitaban la capacidad de absorción de fuerza de trabajo, demandaba inversiones relativamente grandes y su funcionamiento dependía en alto grado de suministros intermedios importados. Se advierte como estos tres rasgos tienen que ver directamente con la insuficiencia del ahorro y la inversión nacionales, con la presión constante para importaciones y con la incapacidad para absorber productivamente el crecimiento de la población en edad activa: características que siempre fueron identificadas en los "diagnósticos" como obstáculos a la continuidad del desarrollo económico y fuente de dificultades sociales." Vuskovic (1996: 42). 23 impactado negativamente en el nivel de vida de la mayor proporción de sus habitantes. Nivel agravado en la década siguiente con mayores inequidades tanto en la distribución del ingreso como en el acceso a otros bienes sociales y la dinámica del mercado inmobiliario 22 . Pero vale aclarar que aunque se presume que esto contribuiría a un aumento en la segregación residencial, se debe considerar también que estudios en diversos países demuestran que “cambios en las condiciones económicas y sociales no se traducen directamente en los alcances de la segregación residencial, tanto por la existencia de mecanismos institucionales que lo impiden como porque la temporalidad de ambos procesos pueden diferir.” Sánchez (2009b: 9). 1.2.2.2 Las estructuras urbanas En segundo lugar, como factores intermedios que inciden en la movilidad residencial, se encuentran las estructuras urbanas, la distribución del parque de vivienda en el espacio metropolitano en relación con los demás componentes de la ciudad (empleos, comercios, infraestructuras, zonas verdes, etc.), el tamaño de las ciudades, y la accesibilidad a sus distintos lugares. “Entre menos asegurada esté la accesibilidad en la totalidad de la metrópoli, más intervienen las decisiones de localización: y lo anterior 22 Sobrino e Ibarra (2008) han encontrado que ciertos cambios en el patrón de distribución de la población al interior de la metrópoli coinciden con patrones de distribución del empleo, las cuales se resumen en la siguiente tabla: Etapas del metropolitanismo (Busquets, 1993; Suárez-Villa, 1966 en Sobrino e Ibarra, 2008) Urbanización o Suburbanización o Desurbanización o Reurbanización o concentración descentralización despoblamiento repoblamiento 1940 1950-1970 1970-1990 1990 TCPA* de la población La periferia alcanza una La ciudad central registra La ciudad central central supera a la de la TCPA mayor con desde un saldo neto revierte la tendencia periferia. respecto a la ciudad migratorio negativo, hasta negativa en su TCPA. Rápido crecimiento de central. la pérdida absoluta de En muchos casos en este la expansión urbana. Fase considerada como población. proceso inciden Concentración típica en la madurez del La metrópoli manifiesta en políticas urbanas para el económico demográfica fenómeno su conjunto estabilidad o rescate de la ciudad hacia la ciudad central. metropolitano. incluso decline. central. Comportamiento del empleo Concentración Desconcentración Estancamiento Reactivación La TCPA de la La TCPA de la La demanda ocupacional Se recupera la demanda demanda ocupacional es demanda ocupacional es en la ciudad central es ocupacional en la mayor en la ciudad mayor en la periferia menor en el tiempo 1 con ciudad central. central que en la que en la ciudad central. respecto al tiempo 0. periferia. *TCPA Tasa de Crecimiento Promedio Anual. Elaboración propia a partir del texto de Sobrino e Ibarra (2008: 163-164). 24 depende a la vez del tamaño de la ciudad y del grado de las desigualdades que la atraviesan.” (Bonvalet y Dureau, 2002: 80). En el caso de la zona metropolitana del Valle de México, dicha configuración del espacio urbano ha obedecido a las características topográficas y ambientales, las modalidades de producción habitacional (en las que intervienen agentes públicos y privados), inversiones en infraestructura y redes viales, comportamientos demográficos (entre los que se destacan las migraciones y los desplazamientos interurbanos), normatividad en materia de uso de suelo y características socioeconómicas de la población (Gracia, 2004). Históricamente, el patrón de distribución de la población diferenciada socioeconómicamente en la Ciudad de México23, extensible a su área metropolitana, se demarca por un eje norte-sur que divide el espacio residencial entre los estratos de ingreso medio y alto que tienden a ubicarse al poniente y sur poniente, mientras que los estratos de ingreso bajo predominan hacia el oriente (Duhau y Giglia, 2008). El origen de esta demarcación puede situarse a principios del siglo XX cuando la ciudad central comenzó a expandirse y los estratos de ingresos altos “motivados por las continuas inundaciones en la Ciudad de México y la intensificación de diferentes usos del suelo en el centro” prefieren establecerse hacia el poniente, donde se ofrecen áreas residenciales en terrenos no inundables y dotadas de infraestructura y servicios (agua entubada, luz eléctrica, drenaje y el tranvía) a los cuales no podían acceder los grupos de menores recursos, que por lo tanto se quedaron en el centro de la ciudad o se desplazaron hacia el norte y al suroriente del Zócalo, que no contaban con infraestructura básica (Salazar, 1999).24 23 Unikel et al., 1978; Salazar, 1999 y 2009; Schteingart, 2001; Cruz y Carrillo, 2006; Duhau y Giglia, 2008, son algunas de las referencias a la mención de que los distintos estratos sociales se han apropiado de manera diferenciada del espacio, la cual viene acompañada por una tendencia a una mayor concentración de los estratos altos en la periferia poniente de la ciudad de México y su zona metropolitana. 24 Sabatini (2001) describe una situación tipo, aplicable tanto a la Ciudad de México como a otras ciudades latinoamericanas "La segregación residencial a gran escala ha sido el sello del patrón tradicional latinoamericano. A lo largo del siglo XX las familias de las elites se fueron concentrando por lo general en una sola zona de crecimiento que, en la forma de un cono, une el Centro histórico con la periferia en una 25 Esta descripción del proceso es corroborada por Gracia (2004), quien explica la preferencia de los sectores de ingresos medios y altos por el poniente y sur de la ciudad, y posteriormente por el Estado de México, ante la oferta fraccionamientos en tierras privadas, mientras que los asentamientos populares tienen antecedentes en los años cuarentas con la llegada de los migrantes pobres provenientes del campo a las vecindades en el centro, quienes luego fueron conformando las colonias populares del norte y oriente de la ciudad, en muchos casos invadiendo terrenos de propiedad estatal que, debido a su baja calidad, no eran codiciados por otros sectores sociales (como el lado desecado de Texcoco). Ya para finales de los setenta, la ocupación irregular de suelo ejidal comenzó a ser una alternativa para estos grupos ante la falta de oferta de suelo barato, que se localizaba principalmente en el norte, oriente y también en el sur de la ciudad. 1.2.2.3 Las decisiones de los individuos y de los hogares Y en tercer lugar, desde la perspectiva micro, de quienes se mueven, Dureau (2002) identifica como factores determinantes en las escogencias residenciales el acercamiento al lugar de trabajo; el acceso a la propiedad; la importancia de las redes, principalmente familiares, para todos los estratos sociales, y las estrategias familiares. La escogencia de la vivienda implica definir un tipo, una forma de tenencia y una localización, que vista como un signo de posición en la sociedad, evidencia las escalas de las prácticas espaciales de los citadinos. En esta línea podríamos ubicar la investigación de Salazar (2009) sobre las prácticas de movilidad domicilio-trabajo y domicilio-escuela, en relación con las lógicas de estructuración del espacio urbano, a partir de las cuales se distingue una lógica privada del mercado laboral y una lógica pública de cobertura escolar 25 . En virtud de los dirección geográfica definida. En el otro extremo de la escala social los grupos más pobres, que grosso modo representan entre una cuarta parte y más de la mitad de la población, tendieron a aglomerarse en extensas zonas de pobreza, especialmente en la periferia más lejana y peor equipada.” 25 Salazar (2009) identifica diferencias en los niveles de segregación, según se trate del centro de la ciudad o de la periferia, siendo mayor en esta última. Y menciona que estos niveles podrían modificarse si cambian las lógicas que definen la localización de los recursos urbanos, logrando un mayor peso de la 26 recursos con que cuentan los hogares para decidir el lugar de residencia, definen sus estrategias de movilidad cotidiana. Pero no se entrará en detalle sobre estos factores, pues las fuentes de datos empleadas no abordan las causas particulares de la movilidad residencial en la zona metropolitana. 1.2.3 Los niveles de segregación en la ZMVM Sólo a partir del censo de 1990, con la incorporación de las áreas geoestadísticas básicas (ageb), empezaron a desarrollarse en la sociodemografía mexicana estudios referidos a la segregación espacial (Ariza y Solís, 2009), pues éstas permiten medir la homogeneidad a su interior, hacer comparaciones y agregarlas para establecer patrones diferenciados en la ciudad. Schteingart y Rubalcava (2000 citadas por Gracia, 2004) señalan que la estructura espacial de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, se vuelve más dependiente de los ingresos de la población (asociados a sus características socioeconómicas) ante la degradación de las condiciones en que se produce la expansión urbana y el retiro del Estado de las funciones que antes llevaba a cabo, como la provisión de vivienda y servicios (variables relacionadas con la consolidación urbana). Estas autoras encontraron que en el periodo 1980-2000, el número de habitantes en las unidades más pobres aumentó más de 50%, mientras que disminuyeron en 7% aquellos que moraban en las unidades de mayor desarrollo social, contribuyendo a la polarización de la urbanización y su extrema segregación y fragmentación social y espacial. El análisis de Ariza y Solís (2009), sobre la incidencia de los profundos cambios socioeconómicos del país en las últimas décadas en la segregación social residencial para la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, es relevante en varios aspectos metodológicos. En primer lugar, porque al contemplar los grupos situados en los lógica pública, la cual propicia una confluencia más heterogénea de los agentes que aquella ofrecida por la lógica de mercado, más favorable a la exclusión de grupos de la población que, al no contar con medios económicos suficientes, no tienen acceso a ciertos equipamientos. En consecuencia con estas lógicas la diferenciación por estratos de ingreso es mayor que por el nivel de escolaridad, pues en este último han incidido políticas públicas orientadas a la ampliación de cobertura, que modifican la insfraestructura y oferta del servicio en el conjunto de la ciudad. (Salazar, 1999; Sánchez, 2009). 27 extremos de la jerarquía social, incluyen a aquellos con mayores ingresos y mayor nivel educativo, población sobre la cual poco se ha dicho 26 . En segundo lugar, han considerado los ingresos de los hogares y de los individuos, debido a que “el aumento continuo de perceptores por hogar ha sido desde mediados de los años ochenta el recurso más socorrido por las familias mexicanas para frenar la caída de sus ingresos y sus condiciones de vida” (Rubalcava, 2001; Cortés, 2000, en Ariza y Solís, 2009). Y en cuarto lugar, toman como una faceta de la desigualdad, la condición migratoria. En cuanto a sus hallazgos, Ariza y Solís (2009) no sólo confirman la correlación entre las desigualdades socioeconómicas y la desigual distribución de la población en el espacio, sino también la profundización de la distancia social entre los grupos ubicados en los extremos, por “la potencialidad que la segregación espacial encierra de multiplicar las barreras propias de otras fronteras sociales”. Resultados similares son los presentados por Sánchez (2009a y 2009b), quien identifica una tendencia a una mayor segmentación y homogeneización por nivel socioeconómico de la ciudad, entre 1990 y 2000, la cual se manifiesta en los cambios en la localización y concentración de los grupos. Los estratos medios y bajos ampliaron su localización hacia el oriente y nororiente, donde se ha expandido la ciudad, mientras que el estrato alto, más concentrado y compacto, se ubica hacia el poniente y suroeste. Adicionalmente, dicho estudio midió la segregación espacial entre los estratos socioeconómicos, encontrando que el estrato de más altos ingresos se ve cada vez menos expuesto a los 26 Ariza y Solís (2009) encuentran empíricamente que en el ámbito de la segregación social residencial el ingreso es la variable con mayor poder discriminatorio y la más sensible para mostrar las diferencias de grado en la estructura social, sin embargo, a esto le precede una amplia discusión sobre la confiabilidad que ofrece esta variable para medir los extremos de la distribución en los estudios de pobreza y marginación (Partida y Aparicio, 2003). Además, la recolección de los datos referidos a ingreso en el grupo que mayores cantidades devenga, se ve limitada por la diversificación de las fuentes del mismo, su disposición a responder la encuesta o su reserva en la declaración como medida de seguridad. De otro lado, el interés de focalizar las políticas socioeconómicas sobre la población vulnerable y en condiciones de pobreza es la que ha determinado de alguna manera la necesidad de caracterizar y analizar sus problemáticas. Salazar (1999: 52) justifica la relevancia de abordar en la investigación a los grupos de población de menores recursos, "ante la inoperancia de los modelos de desarrollo predominantes que han tenido como consecuencia la ampliación de las desigualdades entre pobres y ricos, la concentración de la riqueza en pocas manos y el incremento de la población en estado de pobreza." 28 otros estratos sociales y que también existe un menor traslape entre las zonas de residencia del estrato medio y el bajo. Con respecto a esta concentración espacial de la población por estratos socioeconómicos, Ariza y Solís (2009) hacen un recuento de varias investigaciones basadas en los datos censales del año 2000: “Centrándose en la movilidad residencial intrametropolitana, Duhau (2003) constata que los grupos de altos ingresos se concentran en un número limitado de jurisdicciones (11 en total), mientras Arriagada Luco y Rodríguez Vignoli (2003) describen un patrón de concentración según el cual los grupos de altos ingresos se ubican en zonas integradas y bien conectadas con la ciudad, mientras los de menores ingresos se encuentran dispersos a lo largo de la periferia metropolitana.” Habiendo identificado esta tendencia al aumento de la segregación residencial entre 1990 y 2000, y a la concentración de la población por estratos socioeconómicos en áreas específicas de la metrópoli, vale la pena enunciar algunas características del poniente, particularmente asociado con la localización y concentración de los estratos altos de ingreso. En el poniente de la ZMVM se identifica un eje de zonas comerciales y financieras a lo largo del Paseo de la Reforma que desemboca en la carretera México-Toluca, cuya concentración de fuentes de empleo del sector terciario y oferta residencial de alto nivel se consolidó con el macroproyecto de Santa Fe (en territorio de Álvaro Obregón y Cuajimalpa de Morelos), el cual se constituyó en una excepción en lo que se refiere a nuevas expresiones de la centralidad, asociadas a la distribución espacial de los grupos de altos ingresos, que suelen responder a procesos de largo plazo (Duhau, 2003). Específicamente para el poniente comprendido por Cuajimalpa de Morelos, Álvaro Obregón y Huixquilucan, éstas unidades territoriales tienen en común el ser receptoras de población en los procesos de expansión de la ciudad central, en distintos momentos y con distinta intensidad. 29 A diferencia de las tasas decrecientes que desde 1980 muestran otras delegaciones, Cuajimalpa ha tenido desde la década de los noventas un acelerado proceso de urbanización, que entre 1990 y 2000 se ha mantenido en el 2.4% anual, aunque fue en la década de los setentas cuando tuvo su mayor tasa de crecimiento (9.7%) y ya se caracterizaba, con Huixquilucan, por la presencia de colonias de alto nivel en pueblos y zonas aisladas donde el crecimiento urbano no era tan evidente, pero que se refleja también en que este municipio mexiquense haya crecido a 4.4% anual entre 1990 y 1995 y al 3.3% anual entre 1995 y 2000 (Cruz y Carrillo, 2006). Estas autoras identifican que en Cuajimalpa de Morelos se ha profundizado la segregación social y espacial, al diferenciarse una zona “moderna” de colonias con habitantes de alto poder adquisitivo, alrededor de Santa Fe, y una “tradicional” conformada por pueblos y colonias populares con problemas en la propiedad de la tierra y en la dotación y acceso a servicios urbanos. Álvaro Obregón, de las tres, la de más antigua incorporación a la metrópoli desde los cincuentas, cuando siguiendo la ruta del ferrocarril a Cuernavaca se instalan algunas industrias y el área urbana empezó a llegar a las minas de arena y tepetate (Conapo, 2000) presentó entre 1990 y 1995 una tasa de crecimiento anual de 0.9%, y 0.3% entre 1995-2000, ambas, por debajo del promedio metropolitano (1.9 y 1.5 respectivamente)27. 27 En el anexo 2 pueden verse las tasas de crecimiento anual entre 1990 y 2000 para todas las delegaciones y municipios metropolitanos. 30 CAPÍTULO 2. ANÁLISIS DE LA MOVILIDAD RESIDENCIAL El presente capítulo muestra una descripción de la distribución de la población de acuerdo con su condición migratoria, con el lugar de origen de los inmigrantes, con el nivel de ingresos y con el nivel de escolaridad. Esto será la base para verificar si existen perfiles diferenciados por la condición migratoria y si hay una selectividad positiva de quienes establecieron su lugar de residencia en la zona metropolitana del Valle de México en 1990 y en 2000.28 En primera instancia se presentarán los porcentajes de participación de las distintas categorías para el conjunto de la zona metropolitana, y luego, para las delegaciones y municipios que la integran, enfatizando en el poniente, entendido como el municipio de Huixquilucan y las delegaciones Álvaro Obregón y Cuajimalpa de Morelos. Después de establecer estos perfiles socioeconómicos, su localización y concentración en la metrópoli, en el siguiente capítulo se verá su relación con los niveles de segregación espacial. Antes de iniciar con el análisis de los flujos migratorios es necesario clarificar cómo fueron categorizados los flujos. El censo de 1990 sólo permite conocer el estado procedencia de quienes cambiaron de residencia, mientras que el censo de 2000 permite conocer también el municipio de origen. A fin de producir algunas estadísticas comparativas se decidió calcular: a) Los movimientos entre los estados pertenecientes a la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, nombrados como movimientos entre municipios no metropolitanos. Es decir, para 1990 no conocemos el municipio de origen, pero sabemos que ocurrieron entre el Distrito Federal, el Estado de México e Hidalgo. 28 Por las limitaciones de las fuentes de datos enunciadas en la introducción, estos perfiles socioeconómicos asociados a la movilidad residencial y su expresión espacial deben tomarse con cautela para 1990 y por eso se evitan las comparaciones y en algunos puntos sólo se enfatiza en los resultados para el 2000. 31 Para el 2000 sabemos también su municipio, de ahí que en ese año se haga un cálculo adicional para los movimientos entre municipios no metropolitanos del valle, para la movilidad originada en municipios del valle de México que no pertenecen a la zona metropolitana. b) Delegaciones y municipios metropolitanos (Intrametropolitana). En 2000 distingue los flujos de población originados en alguna de las delegaciones o municipios que hacen parte de la zona metropolitana. c) Resto del país. En ambos años comprende a los migrantes que tenían cinco años antes su lugar de residencia en alguna de las veintinueve entidades federativas distinta del Distrito Federal, el Estado de México o el Estado de Hidalgo. d) Internacional. Se refiere a quienes cinco años antes de los censos residían en otro país. e) No especificada. Se aplica para los individuos que declararon residir antes en otro lugar, pero que no definieron el municipio, estado o país de origen29. En los censos mexicanos, desde 1960 se comenzó a recolectar información sobre el lugar de residencia anterior, pero sólo desde 1990 la pregunta se formula en términos del Estado o país donde vivía en los cinco años previos, lo cual permite captar la movilidad interestatal e internacional. El cuestionario ampliado de 1995 fue el primero en indagar por la migración a nivel municipal y luego fue incluida también en el cuestionario básico de 2000, pero volvió al nivel estatal para el conteo de 2005 y en el censo de 2010. Sin embargo, debido a la poca representatividad de la muestra de 199530, únicamente en el Censo de 2000 se puede distinguir la movilidad intrametropolitana de la migración no metropolitana. 29 Se decidió mantener como una categoría el origen no especificado, pues aunque no permite establecer el lugar de residencia en 1985 ni en 1995, su porcentaje resulta significativo para dar cuenta de la población que cambió de residencia y que de por si se trata de una captación reducida del flujo, dadas las limitaciones ya expuestas sobre las fuentes de datos. 30 El tamaño de la muestra original para la Encuesta del Conteo de 1995 se planteó en 512,000 viviendas en todo el país, pues se pretendía que tuviera representatividad municipal. Debido a que no se contó con los recursos suficientes, finalmente el tamaño de la muestra nacional fue de 80,000 viviendas y de 2.500 por estado, lo que permitió tener representatividad por entidad y por tamaño de localidad para algunas variables (INEGI, 2003: 88), pero no se puede desagregar a nivel municipal para aplicarla a la zona metropolitana. 32 Diversos estudios han señalado que la migración interna ha perdido peso (excluyendo la movilidad intrametropolitana) en la dinámica poblacional de la ciudad. Unikel et. al. (1978), Conapo (2000), Partida (2001), Esquivel et. al., 2006) y Partida y Martínez (2006), mencionan la importancia que tuvieron los flujos del resto del país especialmente de tipo rural-urbano, en la consolidación de la Ciudad de México y el subsecuente proceso de conurbación. El porcentaje de migrantes proveniente de otras entidades federativas pasó del 32.5% en 1990 al 19% en 2000, lo cual puede interpretarse desde la menor atractividad ejercida por la capital ante la consolidación de otros centros metropolitanos ahora receptores de estos flujos nacionales (Partida y Martínez, 2001; Conapo, 2001; Sobrino e Ibarra, 2008; Ariza y Solís, 2009). Y si a esto se suma la tendencia de las delegaciones centrales de la ciudad a contar con tasas negativas de crecimiento31 (Dureau et. al., 2002; Esquivel et. al, 2006; Duhau y Giglia, 2008; Ariza y Solís, 2009) y el carácter expulsor de los primeros contornos (Sobrino e Ibarra, 2008) 32 , no parecería muy alentador el estudio de la movilidad residencial hacia la zona metropolitana. Sin embargo, las diferencias en los tipos de movilidad residencial captados por los censos de 1990 y de 2000 ofrecen un panorama que justifica persistir en este intento. En 31 Las tasas de crecimiento negativas, particularmente en las delegaciones Benito Juárez, Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero y Venustiano Carranza, han sido utilizadas para describir el proceso de despoblamiento de la Ciudad Central. Dureau et al. (2002) y Esquivel et al. (2006) lo atribuyen al proceso de metropolización, dentro de las lógicas de diferenciación espacial y funcional entre el centro y la periferia. 32 Desde la teoría concéntrica de la estructura urbana y usando análisis factorial a partir de la contigüidad física; la dinámica demográfica 1950-2000; la dinámica de la demanda ocupacional 1960-1998, y el índice de marginación 2000; Sobrino e Ibarra (2008) dividen a la zona metropolitana de la Ciudad de México (integrada en el 2000 por 57 unidades político administrativas), en una ciudad central integrada por las delegaciones Benito Juárez, Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo y Venustiano Carranza, y cuatro contornos: Primer contorno: delegaciones Álvaro Obregón, Azcapotzalco, Coyoacán, Cuajimalpa, Gustavo A. Madero, Iztacalco e Iztapalapa y municipios mexiquenses de Huixquilucan, Naucalpan, Nezahualcóyotl y Tlanepantla. Segundo contorno: delegaciones Magdalena Contreras, Tháhuac, Tlalpan y Xochimilco y municipios de Atenco, Atizapán de Zaragoza, Coacalco, Cuautitlán, Cuautitlán Izcalli, Chimalhuacán, Ecatepec, Jilotzingo, La Paz y Tultitlán. Tercer contorno: delegación Milpa Alta y municipios de Acolman, Chalco, Chiautla, Chicoloapan, Chiconcuac, Isidro Fabela, Ixtapaluca, Jaltenco, Melchor Ocampo, Nextlalpan, Nicolás Romero, Tecámac, Teoloyucan, Tepotzotlán, Texcoco, Tezoyuca, Tultepec y Valle de Chalco Solidaridad. Cuarto contorno: municipios de Cocotitlán, Coyotepec, Huehuetoca, Papalotla, San Martín de las Pirámides, Temamatla, Teotihuacán, Zumpango y Tizayuca. 33 1990 el 56.1% de los cambios de residencia hacia la ZMVM proviene del Estado de México, el Estado de Hidalgo o del Distrito Federal. Pero en el 2000 este porcentaje alcanza el 76.3%, el cual está compuesto por un 6.8% de migración originada en municipios del valle de México no metropolitanos, y en un 69.5% de flujos entre los municipios pertenecientes a la zona metropolitana. Esto hace suponer que en 1990 hay una subestimación de los movimientos totales y llama la atención por la importancia que tendría el análisis de la migración intrametropolitana, en consideración de su participación en los cambios de residencia hacia la metrópoli y del perfil particular de la población que se mueve. Otra de las limitaciones en la medición del cambio en los patrones de movilidad residencial entre 1990 y 2000 se encuentra en la imposibilidad de saber si, de acuerdo con la descripción de los procesos de expansión de la ciudad central hacia la periferia (Unikel et. al, 1978; Salazar, 1999), en 1990 hubiera un mayor flujo desde las delegaciones centrales del Distrito Federal hacia las delegaciones periféricas o hacia municipios del Estado de México. Situación que para el 2000 habría tomado valores menores, por ser mayores los cambios de residencia entre los municipios mexiquenses. Al respecto, con los datos censales de 2000, Sobrino e Ibarra (2008: 180) describen la dinámica al interior de la zona metropolitana en términos de que “la movilidad de residentes de la ciudad central y primer contorno empujaron hacia la descentralización intrametropolitana, pero los del segundo, tercero y cuarto coadyuvaron a la concentración demográfica interna.” En cuanto a los migrantes a la ZMVM que no especificaron el municipio, Estado o país de procedencia, en 1990 fueron el 9.3% y en 2000 el 2.7%, reducción atribuible a una mejor declaración. La proporción de migrantes que tenían su residencia en otro país cinco años antes tuvo un cambio mínimo, de 2.1% en 1990 a 2% en 2000. En los siguientes gráficos puede verse la distribución de la población de acuerdo con las categorías reseñadas, para 1990 y 2000. 34 Gráfico 1. Distribución de la población migrante hacia la ZMVM según su procedencia 1990 70 % de Población 60 56.1 50 40 32.5 30 20 9.3 10 2.1 0 Estados del valle de México Resto del país Internacional No especificada Tipos de movilidad residencial Elaboración propia a partir del Censo de Población y Vivienda 1990. Gráfico 2. Distribución de la población migrante hacia la ZMVM según su procedencia 2000 69.5 70 % de Población 60 50 40 30 19.0 20 10 6.8 2.0 2.7 Internacional No especificada 0 Municipios del valle no metropolitanos Delegaciones y municipios metropolitanos Resto del país Tipos de movilidad residencial Elaboración propia a partir del Censo de Población y Vivienda 2000. 35 2.1 Movilidad residencial por delegaciones y municipios de la ZMVM Sin perder de vista las limitaciones ya señaladas para cuantificar los cambios en la movilidad residencial entre 1990 y 2000, a continuación se presentan algunos elementos destacados sobre la distribución de la población inmigrante en las delegaciones y municipios metropolitanos, de acuerdo con su lugar de origen. Con el propósito de identificar patrones de distribución y localización de la población en cada una de las características que se enunciarán, se presentan algunos mapas ilustrativos. Para su elaboración, se han tomado como referencia las desviaciones estándar de los porcentajes de cada grupo poblacional con respecto al promedio del conjunto de la zona metropolitana. Es así como con las tonalidades de azul se distinguen las unidades territoriales con valores por debajo del promedio y con las tonalidades de rojo, a aquellas con valores por encima del promedio. Particularmente nuestra atención se centra en esta última gama, destacando los valores máximos, con el rojo más intenso, que expresan la mayor concentración a nivel delegacional o municipal. Considerando que en 1990 al no captarse los movimientos intrametropolitanos se perdió un porcentaje importante de la movilidad residencial, sólo mencionaremos que en general para la zona metropolitana se percibe un aumento en la proporción de inmigrantes, cuyo promedio pasó del 7.1% en 1990 al 11.7% en 2000 33, teniendo el mayor incremento en la periferia, donde se ha dado la mayor expansión física reciente de la ciudad34. En los mapas 1a) y 1b) se puede apreciar cómo unos pocos municipios periféricos presentan una alta concentración de migrantes y hay cierta dispersión alrededor del Distrito Federal. En 1990 se destacan aquellos que bordean los límites nororientales del 33 Elaboración propia a partir de los datos censales de 1990 y 2000, que se aproxima a los cálculos de Sobrino e Ibarra (2008) de la atracción de inmigrantes a la zona metropolitana entre 1995 y 2000, que según ellos fue 1.5 veces mayor que en el quinquenio 1985-1990. 34 Ver el anexo 3 con los porcentajes de población migrante y no migrante en las delegaciones y municipios de la zona metropolitana del valle de México, para 1990 y 2000. 36 DF, y para el 2000, aunque el surponiente no se destaca entre las unidades territoriales que reciben los mayores flujos migratorios sí presentan valores por encima del promedio metropolitano. El 9.2% de la población de Álvaro Obregón es migrante en el 2000, el 12.4% de Cuajimalpa de Morelos y el 13.9% de Huixquilucan. 37 Mapa 1. Distribución de la población migrante hacia la ZMVM a) Población Migrante hacia la ZMVM 1990* b) Población Migrante hacia la ZMVM 2000 * El municipio de Valle de Chalco Solidaridad aparece en blanco, porque sólo se erigió en 1992. Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda 1990 y 2000. 38 De acuerdo con el origen de los inmigrantes, pueden identificarse algunas preferencias de localización. La población proveniente de alguno de los tres estados del valle de México que en 1990 se estableció en la zona metropolitana, prefirió instalarse en la periferia norte, en jurisdicción del Estado de México, destacándose aquellos municipios que circundan a la delegación Gustavo A. Madero, lo cual podría obedecer a una creciente oferta de proyectos de vivienda nueva en esta área35. En el año 2000 esta concentración es muy similar, si se mira el porcentaje de inmigrantes que en 1995 residían en el Estado de México, en el Estado de Hidalgo o en el Distrito Federal (mapa 2a). Sin embargo, cuando estos cambios de residencia se desagregan entre aquellos originados en municipios del valle no metropolitanos y los intrametropolitanos, se aprecia que la tendencia obedece a dos patrones diferentes. Los migrantes hacia la ZMVM provenientes de municipios no metropolitanos del valle de México, llegaron en el 2000 preferentemente al norte y sureste del Distrito Federal (mapa 2b), mientras que quienes ya residían en alguno de los municipios o delegaciones metropolitanas, se distribuyeron en una amplia franja al norte del Distrito, que va desde la periferia noreste hasta el poniente (mapa 2c). Estas preferencias pueden estar relacionadas con una oferta diferenciada de vivienda nueva y de interés social36, pues su valor en estas áreas es mucho menor que en delegaciones céntricas, aunque implique sobrecostos en el transporte, servicios públicos, y el acceso a educación y al lugar de trabajo 37. Más adelante se verá que entre estos los flujos de municipios del valle no metropolitanos y los metropolitanos hay también diferencias en el perfil socioeconómico. 35 En el anexo 2 pueden verse las tasas de crecimiento anual para cada una de las delegaciones y municipios que integran la ZMVM. 36 Gracia, 2004; Cruz y Carrillo, 2006; Sánchez, 2009b. 37 Salazar, 2009; Bonvalet y Dureau, 2002. 39 Mapa 2. Movilidad residencial desde el valle de México hacia la zona metropolitana 2000 a) Movilidad residencial entre los estados del valle de México 2000 b) Movilidad residencial proveniente de municipios no metropolitanos del valle de México 2000 Elaboración propia a partir del Censo de Población y Vivienda 2000. 40 c) Movilidad Residencial proveniente de municipios metropolitanos del Valle de México 2000 En el caso de los inmigrantes provenientes del resto del país, en 1990 se evidencia su concentración en el Distrito Federal y en el municipio de Texcoco (48.42%). Esto coincide con el patrón identificado por Sobrino e Ibarra (2008: 174), quienes en su análisis de los datos censales de este año encontraron que a pesar de que a “entre 1985 y 1990 arribaron a la metrópoli un total de 423.816 inmigrantes, menos de la mitad de lo ocurrido cuatro quinquenios atrás (…) en donde el destino a lo largo de la metrópoli mostró un patrón aleatorio, ahora la población que venía de otras entidades federativas mostró una cierta preferencia relativa hacia la ciudad central y segundo contorno.” Para el 2000 los individuos que llegaron del resto del país presentan una distribución más amplia en el territorio y tienen sus mayores porcentajes en tres puntos periféricos: Naucalpan (39.12%), Huehuetoca (33.58%) y Tepetlixpa (31.93%). Esta tendencia de los inmigrantes del resto del país a ocupar tanto territorios de expansión como zonas menos periféricas, podría interpretarse desde distintas necesidades de acceso a la vivienda, que en el primer caso tendrían que ver con la opción de compra, y en el segundo, con que ésta no sea tan importante como contar con ciertas facilidades para el desplazamiento diario. Aunque en todos los casos también habría que considerar el papel de sus redes de relaciones, el tipo de actividad económica ejercida y la tenencia de la vivienda. Con respecto a la población inmigrante que no especificó su lugar de origen, Ecatzingo (73.68%) y Milpa Alta (34.29%) mostraron en 1990 las mayores proporciones, posición que en 2000 ocuparon Juchitepec (17.86%), Ecatzingo (14.35%) y Axapusco (10.12%), unidades con una mayor proporción de población con ingresos bajos y sin escolaridad. A diferencia de la relativa dispersión geográfica de los inmigrantes procedentes del valle de México, del resto del país y aquellos que no especificaron su lugar de origen, quienes llegaron desde otro país a la zona metropolitana muestran marcadas preferencias de localización, con pocas variaciones en las unidades territoriales donde se concentran entre 1990 y 2000. 41 En 1990 las delegaciones con un mayor porcentaje de migrantes internacionales son: Miguel Hidalgo (11.72%), Benito Juárez (9.05), Cuauhtémoc (7.63%), La Magdalena Contreras (6.98%), Coyoacán (6.67%), Cuajimalpa de Morelos (6.61%), Álvaro Obregón (5.69%) y el municipio de Huixquilucan (5.68%). Todas ubicadas al surponiente de la zona metropolitana. Para el 2000, en estas unidades territoriales se reducen los porcentajes de este flujo migratorio y surgen algunas nuevas con valores por encima del promedio metropolitano38. Sin embargo, se mantiene la tendencia a que una mayor proporción de los inmigrantes internacionales establece su residencia en las delegaciones que una década antes ejercían fuerte atracción. En este año, el 7.63% de los quienes llegaron a Miguel Hidalgo tienen su origen en otro país, en Cuauhtémoc es el 6.28%, en Cuajimalpa de Morelos el 6.23%, en Benito Juárez el 5.43%, en Huixquilucan el 5.38%, en Coyoacán el 3.89% y en Álvaro Obregón el 3.30%, cuando el promedio de la zona metropolitana es del 1.51%. Sobre este patrón de distribución de la población (mapas 3a y 3b) se pueden observar dos asuntos, uno, a pesar de que se identifica al surponiente como un área donde se destaca la proporción de individuos con un perfil socioeconómico alto39, hasta ahora no se había reportado que el origen internacional de sus inmigrantes fuera una característica predominante que ayudara a complementar dicho perfil. Aunque se han hecho estudios en los que se vinculan proyectos de internacionalización de la ciudad con una fuerte atracción de inversión extranjera y con desarrollos urbanísticos de tipo comercial y residencial de alto nivel como en enclave de Santa Fe, ubicado precisamente al poniente de la zona metropolitana, en jurisdicción de Álvaro Obregón y Cuajimalpa de Morelos (Amaro, 2006; Cruz, 2006; Duhau y Giglia, 2008, Pérez, 2009), 38 Representadas en el mapa 3 con una gama de tonos rojos para señalar porcentajes de migrantes internacionales entre una y más de tres desviaciones estándar con respecto al promedio metropolitano. 39 A su vez, esto se corresponde con la segregación entre el oriente y el poniente de la zona metropolitana que ya han tratado Salazar (1999), Rubalcava y Schteingart (2000), Cruz (2006), Gracia (2004), Duhau y Giglia (2008), Sánchez (2009a y 2009b). 42 Y de aquí se deriva la segunda observación, que en consideración precisamente de la dinámica que le han impreso al poniente estos proyectos de alto nivel sobre Santa Fe y sus alrededores desde comienzos de los noventas (Duhau, 2003; Amaro, 2006; Cruz, 2006; Duhau y Giglia, 2008, Pérez, 2009), se esperaría que con respecto a las delegaciones centrales, nuestras tres unidades territoriales de interés tuvieran una mayor participación en la recepción de migrantes, pero esto no es así. Pese a la enunciada tendencia al despoblamiento del centro (Sobrino e Ibarra, 2008), el área conformada por Benito Juárez, Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo y Coyoacán, con antecedentes de recepción de la movilidad internacional (según se ve la participación de este flujo en 1990 en la composición de su población), se está consolidando y sigue siendo una buena opción de localización para este grupo poblacional. En los estudios sobre selectividad en la migración se ha encontrado que quienes migran suelen tener un perfil de educación e ingresos más alto que quienes no lo hacen40y, en este análisis empírico se halla que del conjunto de los inmigrantes, aquellos que llegan desde otros países a la ZMVM presentan los niveles más altos en la estratificación por estas variables. Esto podría explicarse por que desde una perspectiva individual de los factores de la movilidad residencial, las personas buscan un entorno socioeconómico similar, con condiciones favorables al desarrollo de las actividades cotidianas y afines al estatus socioeconómico. 40 “Chiswick cita varios estudios sobre migración interna en Estados Unidos y Canadá que encontraron que los migrantes tienden a tener mayor escolaridad que quienes permanecen en el lugar de origen y, controlando la selectividad, que los migrantes tenían ingresos más altos en el lugar de origen que quienes no migraron." Partida (2006: 29). 43 Mapa 3. Distribución de la Migración internacional hacia la ZMVM 1990 y 2000 a) Migración Internacional hacia la ZMVM 1990 b) Migración Internacional hacia la ZMVM 2000 Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda 1990 y 2000. 44 2.2 La desigual distribución de los estratos de ingreso Después de haber identificado el origen de la migración como un primer factor explicativo de la desigual distribución de la población en la zona metropolitana del valle de México, a continuación se presenta el comportamiento de los estratos de ingreso. Con ello se quieren identificar las preferencias de localización de quienes cambiaron de lugar de residencia, de acuerdo con su perfil socioeconómico en comparación con el conjunto de la población. Para llegar a la definición de los estratos de ingreso, en primer lugar, se tomó la población censada mayor de 12 años, a quien se aplica la pregunta por su condición de actividad, de acuerdo con la cual se establece si pertenece a la Población Económicamente Inactiva (PEI) 41 , que en 1990 correspondía al 53.3% y en 2000 al 46.78%, y cuyo complemento es la Población Económicamente Activa (PEA)42, que se encuentra disponible para insertarse en el mercado laboral, y que en 1990 era de 46.97% y en 2000 el 53.22%. En segundo lugar, la PEA a su vez se subdivide en población desocupada,43 que fue el 1.7% de los mayores de 12 años en 2000, frente al 2.7% en 1990, y población ocupada, que corresponde al 98.3% que en el 2000 tenía trabajo y al 97.3% en 1990. Este grupo, el de la población ocupada es el que puede efectivamente percibir un ingreso. Pero esta condición no es suficiente, y por ello en tercer lugar, se distingue a quienes declaran un ingreso diferente de cero44 para establecer los estratos, a partir de la organización de los ingresos en deciles45. 41 En la PEI se agrupan quienes reportan como actividad económica estudiante, quehaceres del hogar, jubilado o pensionado y quien está incapacitado permanentemente para trabajar. 42 En la PEA se reúnen quienes tenían trabajo y quienes tenían trabajo pero no trabajaron. 43 La población desocupada es aquella que no tenía trabajo pero lo buscó en la semana de referencia del Censo. 44 En 1990 un 95.7% de la PEA ocupada declaró ingresos diferentes a cero y un 4.3% no los especificó, porcentajes que para el 2000 fueron del 97% y del 3% respectivamente. 45 Una consideración adicional, es que en 1992 la moneda nacional fue sustituida por el Nuevo Peso Mexicano, por lo que a los datos censales que fueron recolectados en la moneda anterior, se dividieron por 1000. 45 Luego, en consideración de la desigual distribución de los ingresos en la población, siendo los más pobres la mayoría y los más ricos una minoría, se establecieron los cortes para determinar como estrato bajo aquel en el cual se ubica al 50% de la PEA ocupada con menores ingresos; en el estrato medio al 40% que le sigue al primer corte realizado, y en el estrato alto el último decil, es decir entre el 90.1% y el 100% de la población restante.46 Detrás de la definición de estos estratos se tomaron un par de decisiones importantes. La primera, fue tener en cuenta el ingreso de los individuos y no de los hogares, debido al interés de captar a la parte más alta de la distribución del ingreso, que podría perderse si se dividía entre los miembros del hogar; y para tener cierta correspondencia con la pregunta por el lugar de residencia anterior, que se hace para cada una de las personas mayores de cinco años. Esto permitió ampliar el número de observaciones, las cuales tendían a reducirse a medida que, para construir los perfiles, se filtraban los datos por la edad, la condición migratoria o el tipo de movilidad residencial. La segunda decisión tuvo que ver con el método para establecer los estratos, En la revisión de investigaciones precedentes, relacionadas con la segregación y la clasificación de la población a partir de sus características socioeconómicas, se encontró una prevalencia de métodos estadísticos como el análisis factorial (Alegría, 1994; Rubalcava y Chavarría, 1999a y b; Garza, 1999a; Rubalcava y Schteingart, 2000a y b; Hernández Gómez, 2001; Duhau, 2003, citados por Ariza y Solís, 2009: 174) y el análisis de conglomerados (Schteingart, 1994, citada en Salazar 1999; Duhau y Giglia, 2008). Ambos han resultado útiles en la identificación de factores explicativos de la diferenciación intraurbana y para estratificar a cada unidad territorial, pero no pretenden dar cuenta del grado de diversidad o heterogeneidad interna que las caracteriza (Sánchez, 2009b), 46 De acuerdo con esto, la proporción de cada estrato debería ser así: 50% en estrato bajo, 40% en estrato medio y 10% en estrato alto. Sin embargo, en el 2000 al hacer los cortes de los estratos a partir del límite superior, el último decil quedó de menor tamaño, puesto que hay un número significativo de individuos (1.2%) que reportó como ingreso 8000 pesos exactos, los cuales son todos incluidos en el estrato medio, quedando entonces éste con 41% y el alto con 9%. 46 Pretensión que en cambio si tiene un segundo grupo de estudios, para los cuales no es tan prioritario captar la multidimensionalidad del proceso de estratificación del espacio urbano, como establecer la composición interna de las unidades territoriales y la desigual distribución de los grupos socioeconómicos de interés (Sánchez, 2009b). Y es precisamente en esta línea en la que el presente trabajo se inscribe, con la descripción de la participación de los distintos grupos socioeconómicos en las delegaciones y municipios de la zona metropolitana del valle de México. En la tabla 1 se muestran para cada estrato, los deciles que los conforman, los porcentajes de población correspondientes, y los intervalos del ingreso percibido por cada decil en 1990 y en 2000. Tabla 1. Definición de los Estratos de ingreso para la PEA ocupada Intervalo de ingresos Estratos Bajo Medio Alto Deciles (% de población) 1 0-10 2 1990 2000 0.001-258 1-1100 10.1-20 259-301 1101-1371 3 20.1-30 302-344 1372-1714 4 30.1-40 345-400 1715-2000 5 40.1-50 401-460 2001-2229 6 50.1-60 461-559 2230-3000 7 60.1-70 560-688 3001-3429 8 70.1-80 689-900 3430-4500 9 80.1-90 901-1500 4501-8000 10 90.1-100 1501-99999.993 8001-999998 Posterior a la conformación de estos tres grupos, se calculó para las delegaciones y municipios metropolitanos la participación de cada estrato de ingreso en su población47. Tomando como referencia el porcentaje promedio del conjunto metropolitano, se procedió a establecer en cada una de las unidades territoriales, si en cada estrato presenta valores por encima o por debajo del promedio, a partir de las desviaciones estándar. Y es 47 En el anexo 4 se encuentran las proporciones de cada estrato de ingreso para las 75 delegaciones y municipios que conforman la ZMVM. 47 esta ordenación la que sirve de base para la elaboración de los mapas que aparecen a continuación. Al igual que en los mapas de la movilidad residencial, las convenciones de color se traducen en que en la gama de azules se sitúan los valores por debajo del promedio de la zona metropolitana. Por su parte, las delegaciones y municipios coloreados en matices de rojo, presentan un porcentaje de población en determinado estrato, por encima del promedio metropolitano. En ambos casos, la mayor intensidad del color expresa su mayor distancia con respecto a este valor. Con la representación de la proporción de los estratos de ingreso en el territorio se quiere ver si existe una concentración espacial en regiones específicas, y si éstas ilustran aquella polarización mencionada en los antecedentes, entre un oriente predominantemente de bajos ingresos y un poniente con ingresos altos. Una primera coincidencia de este análisis con la literatura sobre los procesos de poblamiento de la ciudad y la segregación residencial por características socioeconómicas, se refiere a que el estrato bajo tiene una mayor presencia en las jurisdicciones periféricas y de reciente conurbación (Salazar, 1999; Sabatini et. al., 2001; Schteingart, 2001; Hernández, 2006; Ariza y Solís, 2009)48. En 1990 (mapa 4a) este grupo se concentra en un corredor oriental que rodea al Distrito Federal y va desde el extremo sureste al noreste. Para el 2000 (mapa 4b) se refuerza la presencia del estrato de ingresos bajo en los extremos cardinales de la zona metropolitana y hay una menor concentración en las delegaciones del Distrito Federal de la PEA ocupada con este nivel de ingresos. 48 “(…) nuevos ejercicios sobre la Ciudad de México, como los de Rubalcava y Schteingart (2000a), Duhau (2003), y Arriagada Luco y Rodríguez Vignoli (2003), reafirman una vez más los rasgos más conocidos de la segregación socioespacial en la primera metrópoli del país: la relativa homogeneidad de las zonas periféricas versus la mayor variación interna de los estratos altos." (Ariza y Solís, 2009: 176). 48 Mapa 4. Distribución del Estrato de Ingreso Bajo en la ZMVM a) Población del Estrato de Ingresos Bajo 1990 b) Población del Estrato de Ingresos Bajo 2000 Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda 1990 y 2000. 49 El estrato de ingresos medio con valores por encima del promedio metropolitano se distribuye en una amplia franja central que va desde el extremo norte al extremo sur de la zona metropolitana y se muestra la mayor concentración en el municipio de Coacalco con una presencia del 51.99%. en 1990 y 51.80% en 2000. Entre 1990 y 2000 se conserva la mayoría de las unidades territoriales que ostentan la sobrerrepresentación de este estrato de ingreso, y otras se incorporan como es el caso de Huixquilucan que presenta en 2000 un 35.56% cuando en 1990 tenía el 30.57%. La tonalidad de rojo más intenso, que en los mapas 5a y 5b destaca a las delegaciones y municipios con los mayores porcentajes de población del estrato de ingresos medio, corresponde al centro de la Ciudad de México y sus vecinos inmediatos. A diferencia de la población del estrato de ingresos bajo, que encuentra mayores posibilidades de asentamiento en la periferia, el estrato de ingresos medio, parece convocado por el conjunto de servicios bastante consolidado alrededor de la ciudad central. 50 Mapa 5. Distribución del Estrato de ingreso Medio en la ZMVM a) Población del Estrato de Ingreso Medio 1990 b) Población del Estrato de Ingreso Medio 2000 Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y de 2000. 51 En cuanto a la distribución del estrato de ingreso alto, a diferencia de los dos grupos anteriores, los mapas 6a) y 6b) nos muestran una tendencia de menor dispersión en el territorio y una separación más definida, entre las unidades territoriales con valores por encima del promedio (gama de rojo), concentradas al centro y surponiente de la zona metropolitana, y aquellas con porcentajes del estrato de ingreso alto por debajo del promedio metropolitano (gama de azul). Particularmente en la sección poniente de interés, Álvaro Obregón presenta un 11.86% del estrato de ingresos alto en 1990 y el 12.48% en 2000; Cuajimalpa de Morelos pasó del 9.20% en 1990 al 13.44% en 2000, y Huixquilucan tuvo el 16.81% y el 11.86% respectivamente. Estas unidades se destacan por una composición mayoritaria de estratos altos y medios, junto con delegaciones que tradicionalmente han tenido este reconocimiento en la ciudad como Benito Juárez, Coyoacán, Miguel Hidalgo y Cuauhtémoc49. En síntesis, se percibe una homogenización en el perfil socioeconómico de la fuerza laboral que reside en la zona metropolitana. Aquellas delegaciones y municipios que tienden a concentrar al estrato alto, muestran escasa presencia del estrato bajo; mientras que en aquellos donde se concentra el estrato bajo, es poca la presencia del estrato alto. Los estratos medios están más dispersos a lo largo y ancho del territorio. 49 En términos generales, las delegaciones y municipios con valores sobresalientes en cada uno de nuestros tres estratos de ingreso, coinciden con la agrupación en siete regiones elaborada por Schteingart (1994 en Salazar, 1999), mediante el análisis de conglomerados con los datos del censo de 1990. De acuerdo con el nivel de ingreso estas regiones se nombraron como: alto y muy alto, medio-alto, medio, medio-bajo, bajo y muy bajo. Para ilustrarlo, en el nivel muy alto, se encuentra la delegación Benito Juárez; en el alto, el municipio de Cuautitlán Izcalli; en el medio alto, Atizapán de Zaragoza, Coyoacán, Huixquilucan, Miguel Hidalgo y Tlalpan; en el nivel bajo, Atenco, Chalco, Chimalhuacán, Cuajimalpa, Ecatepec, Iztapalapa y Xochimilco, y en el nivel muy bajo, las delegaciones de Milpa Alta y Tláhuac. 52 Mapa 6. Distribución del Estrato de ingreso Alto en la ZMVM a) Población del Estrato de Ingreso Alto 1990 b) Población del Estrato de Ingreso Alto 2000 Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y de 2000. 53 2.3 La movilidad residencial por estratos de ingreso Cuando se explora la distribución de los estratos de ingreso de acuerdo con la condición migratoria de la PEA ocupada, se confirma una apreciación reiterada en los estudios de migración, de que no son los más pobres quienes más se mueven. En los datos de 2000 se encuentra una participación destacada del estrato alto (12%) y el estrato medio (41.6%) entre los que cambiaron de lugar de residencia (Gráfico 3). Es decir, que los que experimentaron algún tipo de movilidad tenían un perfil socioeconómico mejor que aquellos que no se movieron. Gráfico 3. Estratos de ingreso por condición migratoria 2000 100% 8.4 12.0 PEA ocupada 80% 41.0 41.6 60% 40% 50.6 46.4 No migrante Migrante 20% 0% Condición migratoria Bajo Medio Alto Elaboración propia a partir del Censo de Población y Vivienda de 2000. En 1990, los datos sugieren algo distinto (gráfico 4), en tanto que el 53.6% de los migrantes pertenecían al estrato bajo. Sin embargo, es necesario recordar que en este año el censo sólo permite medir cambios de residencia entre los estados, por lo que es posible que al no contabilizar los movimientos intrametropolitanos se subestime el peso que tienen los individuos con un perfil socioeconómico medio y alto, tal y como lo sugieren los datos del 2000. 54 Gráfico 4. Estratos de ingreso por condición migratoria 1990 100% 9.7 9.2 40.5 37.2 49.7 53.6 PEA ocupada 80% 60% 40% 20% 0% No migrante Migrante Condición migratoria Bajo Medio Alto Elaboración propia a partir del Censo de Población y Vivienda de 1990. Cada una de las categorías de movilidad residencial ofrece un perfil socioeconómico diferenciado (gráficos 5 y 6). Gráfico 5. Estratos de ingreso por tipo de movilidad residencial 1990 100% 9.29 Población 80% 7.11 10.07 29.96 37.33 41.78 45.50 60% 40% 34.95 62.94 20% 52.60 48.93 19.55 0% Valle de México Resto del país Internacional Tipos de movilidad residencial Bajo Medio Alto Elaboración propia a partir de datos del XI Censo de Población y Vivienda 1990. 55 Origen no especificado Gráfico 6. Estratos de ingreso por tipo de movilidad residencial 2000 100% 12.09 Población 80% 60% 7.31 9.20 33.13 31.04 39.75 44.49 36.80 40% 59.75 20% 59.56 43.42 23.45 0% Valle de México Resto del país Internacional Origen no especificado Tipos de movilidad residencial Bajo Medio Alto Elaboración propia a partir de datos del XII Censo de Población y Vivienda 2000. En los cambios de residencia entre las tres entidades federativas del valle de México, se destaca la participación del estrato de ingreso medio con el 41.78% en 1990 y el 44.49% en el 2000. Pero debe recordarse que para este último año en los movimientos interestatales pueden distinguirse aquellos originados en municipios del valle de México no metropolitanos de los provenientes de las delegaciones y municipios metropolitanos. Al igual que en la distribución del conjunto los inmigrantes del valle de México (mapa 2), cuando se cruza esta variable con el nivel de ingresos se presentan dos perfiles distintos. En aquellos inmigrantes de los municipios del Estado de México o Hidalgo no metropolitanos, el 64.76% se sitúa en el estrato de ingresos bajo, la participación del estrato medio es del 29.19% y del alto apenas es el 6.05% (gráfico 7). En cambio, la población que realizó un cambio de residencia intrametropolitano, tiene un perfil en el que el estrato alto cuenta con un 12.72%, el estrato medio un 46.09% y estrato de ingresos bajo se reduce al 41.18%, lo cual muestra la diferencia con respecto a 1990, no sólo en el número de movimientos captados, sino también en las características de la población50. 50 White y Lindstrom (2005: 5) mencionan que “los migrantes intermetropolitanos presentan características selectivas de la población (más joven, estatus socioeconómico más alto), y acelerarán (o en algunos casos retrasarán) cambios en la composición del conjunto dentro de la área urbana." 56 Gráfico 7. Distribución de los estratos de ingreso en los inmigrantes del valle de Población México a la zona metropolitana 2000 100% 6.05 80% 29.19 12.72 46.09 60% 40% 64.76 41.18 20% 0% Municipios no metropolitanos Delegaciones y municipios metropolitanos Migración entre estados del Valle de México Bajo Medio Alto Elaboración propia a partir de datos del XII Censo de Población y Vivienda 2000. La PEA ocupada con un nivel bajo de ingresos es la que más se destaca en la movilidad del resto del país hacia la zona metropolitana. En 1990 esta proporción fue del 62.94% y en 2000 del 59.75%. Asimismo, este estrato de ingresos se destaca en aquellos que no especificaron su lugar de origen, con el 52.6% y el 59.6% respectivamente. Por la mayor cantidad de recursos que requieren los migrantes internacionales para cubrir una mayor distancia, porque su perfil socioeconómico tiende a ser más alto y por la confluencia que muestran los mapas entre la localización de este flujo en el surponiente de la zona metropolitana (mapa 3) y la concentración del estrato alto de ingresos en esta misma área (mapa 6), no sorprende que la proporción de PEA ocupada proveniente de otro país con este perfil sea del 45.5% en 1990 y del 39.75% en 2000. Los mapas que aparecen a continuación repiten las convenciones de los presentados anteriormente, en el sentido de que a partir del promedio de la zona metropolitana, se identificaron las unidades territoriales con porcentajes de población por encima o por debajo de este valor. 57 Entre 1990 y 2000 se conserva el patrón general de localización de los estratos de ingreso, sin embargo, cuando del conjunto de la población se selecciona al grupo de inmigrantes a la zona metropolitana aparecen algunas diferencias que merecen señalarse.51 Para los inmigrantes de estrato bajo, se destacan en 1990 dos áreas de fuerte concentración (rojo más intenso en el mapa 7a): la primera, ubicada al sureste que tradicionalmente se ha reconocido como parte de la periferia marginada. En ella se incluyen delegaciones como Milpa Alta donde el 71% de quienes llegaron después de 1985 tienen un ingreso bajo; Chalco y Chimalhuacán (68.9%), Ecatzingo (66.7%), Tláhuac (66.6%), y más hacia el norte Tezoyuca (66.4%) y Axapusco (65.1%). La segunda área es precisamente en el poniente de la metrópoli, donde el 66.7% de los recién llegados a Isidro Fabela pertenecen al estrato bajo de ingresos, el 68.5% de Álvaro Obregón, el 66.2% de La Magdalena Contreras y el 65.2% de los nuevos habitantes de Cuajimalpa de Morelos. Diez años después, la mayor concentración de los migrantes con bajo nivel de ingresos se traslada al oriente de la zona metropolitana, con dos puntos focales, uno al sureste, conformado por Ozumba (70,3%), Ecatzingo (68.9%) y Atlautla (68.5%). Y el otro, al noreste, incluye a Nextlalpan (71.6%), Atenco (71.3%), Axapusco (71%), Otumba y Chiconcuac (70.1%), Chimalhuacan (70.4%), Papalotla (68.7%) y Nopaltepec (68%). En el mapa 7b se destacan con el rojo más intenso las delegaciones y municipios cuyo porcentaje supera el promedio metropolitano. Esta concentración de los inmigrantes del estrato de ingresos bajo en la periferia coincide con las tendencias señaladas por los estudios sobre los procesos de ocupación del territorio metropolitano (Unikel et. al., 1978, Salazar, 1999; Esquivel et. al., 2006; Hernández, 2006; Sobrino e Ibarra, 2008; Ariza y Solís, 2009), en consecuencia con la 51 En el anexo 5 aparecen los porcentajes de cada estrato de ingresos por delegación y municipio para el conjunto de la población y en el anexo 6 está esta distribución pero para la población inmigrante a la ZMVM. 58 dinámica de expansión de la ciudad desde el centro hacia la periferia y con los bajos costos del suelo que esta última ofrece para el grupo de ingreso bajo. 59 Mapa 7. Distribución de Inmigrantes a la ZMVM del Estrato de Ingreso Bajo a) Inmigrantes del Estrato de Ingreso Bajo 1990 b) Inmigrantes del Estrato de Ingreso Bajo 2000 Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y de 2000. 60 En 1990 los inmigrantes del estrato medio de ingreso, están más distribuidos en el norte y el oriente de la zona metropolitana, y el municipio que recibió a la mayor proporción de estos migrantes fue Coacalco, con el 54% (mapa 8a). Para el 2000, se muestra una franja más estrecha que incluye a menos unidades territoriales del norte y en cambio muestra algunas al suroeste. El municipio con mayor proporción de migrantes con ingreso medio fue Huehuetoca con 63.6% (mapa 8b). Ante la salida de los sectores de ingresos altos del centro de la ciudad hacia unidades territoriales periféricas bien conectadas (Esquivel et. al., 2006, Sobrino e Ibarra, 2008), y la tendencia de los estratos bajos y los inmigrantes con este nivel socioeconómico a ubicarse en los últimos contornos, el centro queda a disposición del estrato de ingreso medio. Y este es un patrón compartido por otras metrópolis, que también presentan un crecimiento urbano desde el centro hacia la periferia.52 52 "En numerosas metrópolis, el dilema al cual se ven enfrentados los hogares de los estratos medios y superiores es el siguiente: acceder a una vivienda amplia adaptada al tamaño de la familia, a costa de una localización en la periferia; o bien renunciar a una vivienda más cómoda, en especial en términos de espacio, pero seguir viviendo en el centro, en un "buen" barrio. La decisión de residir en el centro corresponde a un estilo de vida urbano del que las variables clásicas (edad, posición en el ciclo de vida, categoría social) no dan cuenta totalmente." (Bonvalet y Dureau, 2002: 84). 61 Mapa 8. Distribución de Inmigrantes a la ZMVM del Estrato de Ingreso Medio a) inmigrantes del Estrato de Ingreso Medio 1990 b) inmigrantes del Estrato de Ingreso Medio 2000 Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y de 2000. 62 En la distribución de la población inmigrante con estrato de ingreso alto, se refuerza el patrón encontrado en el conjunto de la población, que consiste en su concentración en el suroeste de la metrópoli. En 1990 las delegaciones y municipios con un mayor porcentaje de inmigrantes con ingreso alto son Huixquilucan (20.8%), Benito Juárez (18.6%) y Atizapán de Zaragoza (16.9%). En las otras dos delegaciones del poniente que nos interesan, la participación de este estrato de ingreso supera al promedio de la zona metropolitana. Álvaro Obregón con 8.7% y Cuajimalpa con 8.6%. En el 2000 Benito Juárez sigue destacándose como receptor de los inmigrantes del estrato de ingreso alto con 33.5%, seguido por Coyoacán (26%), Miguel Hidalgo (23.7%), Cuajimalpa (23.8%), Cuauhtémoc (22.5%) y Tlalpan (22.4%). Huixquilucan reporta que el 24.2% de sus migrantes pertenecen al estrato alto de ingreso y Álvaro Obregón que el 19.2%. Por la tendencia a la concentración de la población con ingreso alto en el poniente de la zona metropolitana (Rubalcava y Schteingart, 2000; Gracia, 2004; Duhau y Giglia, 2008; Ariza y Solís, 2009) se esperaría que los porcentajes de inmigrantes con este perfil fuera mayor en Álvaro Obregón, Cuajimalpa de Morelos y Huixquilucan por tratarse de áreas receptoras del crecimiento urbano. Sin embargo, en los porcentajes que hemos calculado, Benito Juárez, Coyoacán y Miguel Hidalgo siguen ejerciendo sobre este subconjunto de la PEA ocupada una fuerte atracción, la cual podría atribuirse a que aún satisfacen las necesidades de localización de este grupo poblacional 53 , a pesar del despoblamiento del centro al que se alude en la descripción del proceso de metropolización (Sobrino e Ibarra, 2008). 53 Bonvalet y Dureau (2002: 87) resumen la priorización de los factores que intervienen en las estrategias residenciales de acuerdo con la clase social de los hogares de esta manera: " los sectores acomodados, cuya reproducción pasa ante todo por la localización, sacrifican más fácilmente la propiedad, mientras que el acceso a la propiedad de la casa individual juega un papel primordial, para las clases medias” en el caso de los sectores más modestos “es habitualmente en la localización dentro de los espacios que les son asequibles donde se expresan sus decisiones." 63 Mapa 9. Distribución de Migrantes con Estrato de Ingreso Alto a) Inmigrantes del Estrato de Ingreso Alto 1990 b) Inmigrantes del Estrato de Ingreso Alto 2000 Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y de 2000.v 64 Esta comparación por estratos de ingreso, muestra que cada uno de ellos tiende a localizarse en zonas específicas de la metrópoli, y aunque pueden encontrarse intersecciones, especialmente del estrato medio con el resto, de nuevo se confirma lo expresado en los antecedentes, de que el estrato de ingreso bajo preferentemente se encuentra hacia la periferia, el estrato medio tiene una mayor dispersión que los otros dos, y el estrato alto se concentra hacia el sur y poniente, en donde inicialmente ejercieron como factores de atracción condiciones geográficas privilegiadas, que se han fortalecido con una dotación de infraestructura con que no cuenta el resto de la ciudad. Que la población inmigrante siga los mismos patrones generales de localización por estrato de ingresos observados en la PEA ocupada independientemente de su condición migratoria, es un primer indicio del refuerzo que tienen estos flujos en la desigual distribución de la población. Quienes llegan a la zona metropolitana buscan áreas cuya composición socioeconómica sea similar a la que poseen54. También es evidente que la concentración de algunos estratos gana importancia por la movilidad residencial y esto es bastante relevante para el poniente de la ZMVM, en donde la participación del estrato de ingresos alto aumenta en la población migrante, superando la proporción que tenía en 1990, y el promedio de la metrópoli. Finalmente, en Huixquilucan llama la atención la simultánea concentración de migrantes del estrato de ingresos alto y del estrato de ingresos bajo. El 55.5% de quienes llegaron entre 1995 y 2000 tenían un nivel bajo de ingresos.55 54 “Elegir un lugar de residencia es también optar por un entorno inmediato: un entorno físico (condiciones naturales, formas urbanas), pero también un entorno social, que corresponde a diferentes intereses e igual número de estrategias: estrategias afines de los diferentes grupos sociales, estrategias de ascenso social buscado en una proximidad con clases sociales más altas, estrategias de seguridad cada vez más afirmadas, y estrategias de reagrupamiento familiar.” (Bonvalet y Dureau, 2002: 84). 55 Para explicar esta confluencia de los estratos de ingreso extremos en Huixquilucan habrá que tener en cuenta la historia del municipio, que está dividido por un accidente geográfico en el pueblo tradicional detrás de la sierra, en donde el nivel de ingreso puede ser bajo, y el área de poblamiento reciente delante de la sierra. En consideración de que la presencia de la población de el estrato de ingreso bajo aumenta con la movilidad residencial, vale la pena explorar también si se trata de una atracción de mano de obra no calificada. 65 2.4 La desigual distribución de los estratos de escolaridad Por la relación que tiene la escolaridad con las oportunidades de ascenso social y con la pertenencia a un determinado grupo socioeconómico, además del origen de la migración y de los ingresos por trabajo, se incluye esta variable en el análisis. Nuestra atención se enfoca en quienes tienen educación superior 56 , un grupo privilegiado por alcanzar el máximo nivel, cuando el promedio de la población apenas ha completado la educación básica.57 Con este énfasis, y teniendo en cuenta que el nivel educativo depende de la edad, para identificar a quienes se encuentran en el estrato más alto, se decide seleccionar a la población de 24 años y más58. Adicionalmente, esto permite concentrar el análisis en los adultos, los cuales tendrían una mayor injerencia que los menores de edad en la decisión de cambiar de residencia. Con la distribución de los estratos educativos se aprecia que en general mejoró la cobertura, al disminuir el grupo sin escolaridad de 9.9% en 1990 a 5.4% en 2000; se incrementó la escolaridad media superior de 8.9% a 20.9%, y la escolaridad superior de 15.1% a 17.4%. La menor proporción de población con escolaridad básica (66.1% en 1990 con respecto a 56.3% en 2000) daría cuenta de que entre los mayores de 24 años hubo más individuos que aumentaron su escolaridad. Bajo la misma lógica empleada en los análisis precedentes, los mapas presentados en esta sección pretenden identificar a las delegaciones y municipios con porcentajes de población en cada nivel escolar, por debajo o por encima del promedio metropolitano. Y 56 El sistema educativo mexicano está conformado por tres niveles: básico, medio superior y superior. En la educación básica (de carácter obligatorio), se agrupan preescolar, primaria y secundaria, los cuales cubren respectivamente tres, seis y tres años. La educación media superior incluye la preparatoria o bachillerato, la normal con antecedente de primaria y la normal con antecedente de secundaria: La educación superior comprende estudios técnicos con antecedente de preparatoria, profesional (cuya duración varía y es de por lo menos cuatro años), maestría (dos años) y doctorado (tres años). 57 En 1990 el promedio nacional de años de escolaridad fue de 6.8 y en el Distrito Federal de 8.5 años. En el 2000 se incrementó a 7.6 para el país y a 9.7 para el Distrito. 58 Asumiendo que a esta edad, sin rezago educativo ya se habrían completado estudios técnicos o una carrera profesional de cuatro años. 66 es en estas últimas, coloreadas en matices de rojo de acuerdo con su distancia con respecto a este valor, donde se enfocará el análisis. En la distribución de la población sin escolaridad, los mapas presentan pocas variaciones. Tanto en 1990 como en 2000, la mayor concentración está en Villa del Carbón con el 38.6% en 1990 y el 24.9% en 2000, seguido por Hueypoxtla en donde el 28.1% de su población en 1990 y el 17.1% en el 2000 no tenía instrucción. Este estrato educativo se localiza en la periferia norte y hacia el suroriente de la zona metropolitana, que coincide parcialmente con la localización de los inmigrantes del resto del país y de aquellos con ingreso bajo. En consideración de la correlación existente entre el nivel educativo y el nivel de ingresos, este perfil corresponde con la descripción que de los sectores populares residentes en la periferia hace la literatura sobre la segregación residencial en la zona metropolitana del valle de México (Ariza y Solís, 2009; Sánchez, 2009a). 67 Mapa 10. Distribución de la población Sin Instrucción a) Población Sin Instrucción 1990 b) Población Sin Instrucción 2000 Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y 2000. 68 A diferencia de la población sin instrucción, aquella con educación básica por encima del promedio metropolitano está más diseminada en los municipios mexiquenses que circundan al Distrito Federal (mapa 11). Mientras que al interior del Distrito se evidencia con los tonos de azul más oscuro, que la presencia de población con escolaridad básica se encuentra por debajo del promedio metropolitano, en virtud de que en su jurisdicción es el grupo con educación media el que tiene los porcentajes más altos (mapa 12). La mayor concentración de población de 24 años y más con educación básica está, en 1990, en los municipios de Tequixquiac (81.5%) y Nextlalpan (81%) (mapa 11a), pero para el 2000 se incrementa el número de unidades territoriales, con los valores por encima del promedio, especialmente en las unidades territoriales del extremo nororiental (mapa 11b). 69 Mapa 11. Distribución de la población con Educación Básica b) Población con Educación Básica 2000 a) Población con Educación Básica 1990 Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y 2000. 70 En la distribución del grupo con escolaridad media se encuentra un traslape con aquella que presenta la población del estrato de ingreso medio, pues también se concentra en el centro de la zona metropolitana, que comprende las delegaciones del Distrito Federal y en los municipios vecinos del noroeste. Coacalco de Berriozábal, que también se destaca por la concentración del estrato de ingreso medio, presenta los valores más altos de su población con este nivel educativo, con el 12.3% en 1990 y 29.9%. en 2000. La población con escolaridad media, empieza a mostrar valores por encima del promedio metropolitano (6.3% en 1990 y 16.5% en 2000) para las unidades territoriales del surponiente, y a su interior también se incrementaron las proporciones. Álvaro Obregón pasó del 9% en 1990 al 21% en 2000, Cuajimalpa, del 7.4% al 18.6% y Huixquilucan del 7.3% al 15.6%. 71 Mapa 12. Distribución la población con Educación Media Superior a) Población con Educación Media b) Población con Educación Media Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y 2000. 72 Al igual que en los estratos de ingreso, cuando se observaba el patrón de localización del estrato alto, quienes tienen escolaridad superior, se encuentran casi exclusivamente en el surponiente de la zona metropolitana (mapa 13). La delegación Benito Juárez es la que sobresale con el 37.9% de población con este nivel educativo en 1990 y el 46.3% en 2000: Por su parte, las unidades del poniente también muestran una importante participación de este grupo. En Álvaro Obregón el 18.4% de su población de 24 años y más tenía escolaridad superior en 1990 y en el 2000 aumentó al 21.5%, en Huixquilucan se pasó del 19.6% al 21%.y en Cuajimalpa del 13.1% al 21.5%. A excepción de Texcoco (12.1% en 1990 y 14.2% en 2000), el estrato alto de escolaridad se encuentra en proporciones muy pequeñas en el oriente de la zona metropolitana y en las periferias norte y sur donde predominan los niveles educativos más bajos. Esta primera mirada a la desigual distribución de los estratos de escolaridad presenta varias coincidencias con las desigualdades en los estratos de ingreso, con lo cual se comprueba la correlación existente entre estas dos variables y se refuerza la idea central de que existen perfiles socioeconómicos claramente diferenciados y preferencias de localización en la metrópoli de acuerdo con estas características. 73 Mapa 13. Distribución de la población con Educación Superior a) Población con Educación Superior 1990 b) Población con Educación Superior 2000 Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y 2000. 74 2.5 La movilidad residencial por estratos de escolaridad Considerando la condición migratoria, se aprecia en general una mayor calificación en los migrantes con respecto a quienes no cambiaron de lugar de residencia y un aumento en la movilidad residencial del perfil de escolaridad superior que en 1990 fue de 17.3% y en 2000 del 23.4% (Gráfico 10), y. Gráfico 8. Estratos de Escolaridad por Condición Migratoria 100 80 14.9 17.3 8.8 10.1 16.5 23.4 20.6 23.5 60 40 66.4 62.5 57.3 49.0 20 0 9.9 10.2 5.6 4.1 No Migrante Migrante No Migrante Migrante 1990 Sin instrucción Educación Básica 2000 Educación Media Superior Educación Superior Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y 2000. Lo primero que se destaca al comparar los datos de 1990 y 2000 es que los migrantes, al igual que la población no migrante, aumentó su nivel de escolaridad, como se aprecia en la contribución relativa de cada uno de los grupos de escolaridad analizados. En segundo término, al analizar la distribución de los estratos de escolaridad para cada tipo de movilidad residencial se configuran perfiles diferenciados por el origen de los flujos migratorios hacia la zona metropolitana. En 1990, los inmigrantes de alguno de los estados del valle de México tienen una escolaridad baja comparada con el promedio de los inmigrantes y con los otros grupos diferenciados por el origen, así el 66.5% de ellos tuvieron sólo educación básica en 1990 y el 7.7% estaba sin instrucción. 75 Gráfico 9. Estratos de Escolaridad por Movilidad Residencial 1990 Estratos de Escolaridad por Tipo de Movilidad Residencial ZMVM 1990 100% 80% 15.2 18.1 10.7 8.6 66.5 59.4 7.7 13.9 Valle de México Resto del país 13.2 7.5 56.2 60% 40% 53.9 15.5 20% 0% 25.5 Sin instrucción Educación Básica 25.4 2.8 Internacional Educación Media Superior Origen no especificado Educación Superior Elaboración propia a partir del Censo de Población y Vivienda de 1990. Los individuos que llegaron del resto del país muestran un perfil hasta cierto punto similar a aquellos migrantes del valle de México, aunque en 1990 hubo mayores proporciones de aquellos con educación superior a básica. En contraste, los migrantes internacionales tienen el perfil educativo más alto en tanto este estrato con educación superior alcanza el mayor porcentaje con el 58.2%. En el grupo que no especificó su origen hay una desproporcionada presencia aquellos sin instrucción, seguidos por una alta proporción de aquellos con sólo educación básica. Ello en general configura un perfil de bajo nivel educativo para esta categoría, lo que podría explicar por qué no declararon su lugar de origen, aunque también se destaca que el 13.2% de ellos cuenta con educación superior. Recordando que para el 2000 puede hacerse un análisis detallado de la movilidad intraurbana a nivel municipal, entonces se pueden desagregar los movimientos que ocurren en el área del valle de México (municipios metropolitanos y no metropolitanos). Cuando se analizan los cambios de residencia sólo a nivel interestalal, aparece un incremento en la participación de los grupos con escolaridad media superior (24.8%) y superior (22.7%). Sin embargo, 76 cuando esta movilidad se desagrega (Gráfico 13), puede verse que esa mayor participación de esos estratos de escolaridad se debe principalmente a la movilidad intrametropolitana, en la cual los migrantes del nivel medio superior son el 25.4% y el 23.2% tiene escolaridad superior, versus el 16.3% y el 15.3% respectivos de quienes se movieron desde municipios no metropolitanos Es decir, que al contabilizar los movimientos intrametropolitanos es clara la selectividad de los movimientos por mayor nivel socioeconómico, al igual que cuando se analizaban los cambios de residencia en los estratos de ingreso. En el 2000, en la movilidad del resto del país aumenta la participación de la escolaridad media superior (17.7%) y del nivel superior (23%), pero al igual que en 1990 predomina la población con escolaridad básica (52.8). En el flujo internacional se mantiene como participación mayoritaria la escolaridad superior (53.2%) y la sobrerrepresentación de la escolaridad media superior (20.5%), que además tuvo un incremento con respecto a 1990. De aquellos que no especificaron su origen, sigue sobresaliendo la población sin instrucción (15.7%). Gráfico 10. Estratos de Escolaridad por Movilidad Residencial 2000 100% 22.7 23.0 24.8 17.7 14.9 Población 80% 60% 40% 49.2 53.2 20.5 51.8 20% 0% 25.3 3.4 7.5 0.9 Entre estados del valle de México Resto del país Internacional 15.6 53.8 15.7 Origen no especificado Tipos de movilidad residencial Sin instrucción Educación Básica Educación Media Superior Elaboración propia a partir del Censo de Población y Vivienda de 2000. 77 Educación Superior Gráfico 11. Distribución de los estratos de escolaridad en los migrantes del valle de México 2000 100% 15.3 80% 23.2 16.3 25.4 60% 40% 60.4 48.3 20% 8.1 3.0 Municipios no metropolitanos Delegaciones y municipios metropolitanos 0% Sin instrucción Educación Básica Educación Media Superior Educación Superior Elaboración propia a partir del Censo de Población y Vivienda de 2000. Luego de ver estas relaciones entre los distintos orígenes de migración y la distribución de los niveles de escolaridad alcanzada, en los siguientes mapas se muestra, cuáles delegaciones y municipios tienen porcentajes de migrantes en cada nivel de escolaridad alcanzado superiores o inferiores al promedio del total de la zona metropolitana. El patrón de localización de la población sin escolaridad sufre más cambios entre 1990 y 2000 cuando se mira a la población migrante que cuando se considera al conjunto. Aunque en ambos años se concentra en la periferia de la zona metropolitana. En 1990 la mayor proporción estuvo en el sur, en Ecatzingo (25%), Milpa Alta (23.8%), Tláhuac (22.6%), y hacia en noroccidente en Isidro Fabela (24%) (mapa 14a), pero en el 2000 se tendió más hacia el norte en Temescalapa (11.3%), Coyotepec (11.7%), Villa del Carbón (10.4%) y Axapusco (10.3%). Municipios estos, receptores de crecimiento en la última década (mapa 14b). Llama la atención que a pesar del perfil de ingresos altos y escolaridad superior que venía caracterizando al poniente, en 1990 éste haya recibido un alto porcentaje de inmigrantes sin instrucción. En Álvaro Obregón este grupo era el 14.5% del total de inmigrantes recibidos y en Cuajimalpa 78 el 13.6%. Para el año 2000 ambos se redujeron al 3.1%, mientras que en Huixquilucan pasó del 9.1% en 1990 al 4.6% en 2000. Esto podría a su vez atribuirse a que hubieran cambiado de nuevo su lugar de residencia en 1995 o a que efectivamente recibieron algún beneficio con las políticas de aumento de cobertura escolar. 79 Mapa 14. Distribución de Migrantes Sin Instrucción a) Inmigrantes Sin Instrucción 1990 b) Inmigrantes Sin Instrucción 2000 Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y 2000. 80 Los inmigrantes con educación básica, en 1990 se distribuyeron ampliamente por toda la zona metropolitana (mapa 15), a excepción del surponiente, en donde su participación se muestra en el mapa como inferior al promedio metropolitano (por la tonalidad azul). Para el 2000, en la distribución de este grupo de inmigrantes se da un repliegue hacia el extremo nororiental, destacándose los municipios de Atenco (73.6%), Temascalapa (73.5%) , Hueypoxtla (73.6%), Huehuetoca (73.9), en donde la expansión reciente de la metrópoli ha sido significativa. La localización de los inmigrantes con educación básica, en una amplia franja de la periferia que bordea al Distrito Federal podría estar asociada al tipo de actividad económica que desempeñan, requiriendo cierta proximidad con la ciudad central y en términos del mercado inmobiliario, por la posibilidad de acceder a proyectos de vivienda social. 81 Mapa 15. Distribución de Migrantes con Educación Básica a) Inmigrantes con Educación Básica 1990 b) Inmigrantes con Educación Básica 2000 Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y 2000. 82 En cuanto a la localización preferida por los migrantes con educación media superior, se destacan los municipios al norte del Distrito Federal, al interior de los cuales se incrementó la proporción de este grupo poblacional entre 1990 y 2000 (mapa 16). Coacalco pasó del 13.3% al 33.1%, Cuautitlán Izcalli del 13.2% y 28.2%; Cuautitlán del 12.9 % al 31.5% y Tultitlán del 12.1% al 26.9 %. Al parecer el incremento de este grupo se debe a que en la población con el nivel inferior, de educación básica, fue donde mayor incidencia tuvieron las políticas de aumento de la cobertura educativa, con lo que este grupo de individuos logró durante la década aumentar el nivel educativo alcanzado. Esta distribución de los inmigrantes con educación media superior se sigue concentrando en pocas entidades, como cuando se mira al conjunto de la población, pero no precisamente en las delegaciones del Distrito Federal, sino en algunos conjuntos de municipios en donde también tiene una importante participación el estrato de ingreso medio. 83 Mapa 16 Distribución de Migrantes con Educación Media Superior a) Inmigrantes con Educación Media Superior 1990 a) Inmigrantes con Educación Media Superior 2000 Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y 2000. 84 Aunque con una distribución mucho más amplia que en el estrato de ingresos alto, el estrato de escolaridad superior sigue mostrando su mayor concentración en el surponiente de la zona metropolitana. En ambos años la mayor concentración se encuentra en Benito Juárez (47.7% y 57.1%). En 1990, el 33.3% de los inmigrantes hacia Huixquilucan tienen este nivel educativo, el 24% en Álvaro Obregón y el 19% en Cuajimalpa, porcentajes que diez años después pasaron al 29% en Huixquilucan, al 35.8% en Álvaro Obregón, y al 42.5% en Cuajimalpa. Con esto se consolida el perfil del poniente como un área que en el 2000 ganó en la atracción de inmigrantes con escolaridad superior y complementa el perfil alto de sus pobladores, como se mostró anteriormente y como se esperaría que fuera, de acuerdo con la distinción entre la división del espacio metropolitano oriental y occidental, señaladas por Schteingart (2001), Esquivel et. al (2006), Duhau y Giglia (2008). 85 Mapa 17. Distribución de Migrantes con Educación Superior a) Inmigrantes con Escolaridad Superior 1990 b) Inmigrantes con Escolaridad Superior 2000 Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y 2000. 86 De esto puede resumirse que con respecto a la distribución de los estratos de ingreso, los estratos de escolaridad tienen una mayor dispersión en la zona metropolitana, sobre todo tratándose del grupo sin escolaridad y del que ha alcanzado la formación básica. Sin embargo, en términos generales también se comparten preferencias de localización en zonas específicas de la ciudad, donde los individuos con educación superior son los más replegados en delegaciones y municipios del surponiente y con las menores variaciones en su distribución entre 1990 y 2000. 2.6 Correlaciones entre la movilidad residencial y los estratos de ingreso y de escolaridad En las tablas 2 y 3 pueden verse los porcentajes de población que coinciden en los estratos de ingreso y de escolaridad, de acuerdo con su condición migratoria en 1990 y en 2000. En 1990, entre los no migrantes, el grupo con ingreso bajo y educación básica alcanza el 75.4%; en el estrato de ingreso medio la mayoría (58.1%) también cuenta con este nivel educativo y sobresalen además las proporciones con educación media superior (14.5%) y superior (24.3%). En el estrato de ingresos alto, como era de esperarse, su mayor porcentaje cuenta con educación superior (56.7%). Entre quienes cambiaron de lugar de residencia, en general se repite el patrón anterior. En el estrato de ingresos alto inclusive se incrementa la participación de la escolaridad superior al 60.1%; en el estrato de ingreso medio con educación básica el porcentaje de población es del 54.9% y aquella con educación superior aumenta al 25.7%. Como única excepción, en el estrato de ingresos bajo, además de que el 74.2% de su población tiene educación básica, la participación del grupo sin instrucción se incrementa al 10.2%. 87 Tabla 2. Estratos de Ingreso y Estratos de Escolaridad por condición migratoria 1990 Condición Estratos de migratoria Ingreso Estratos de Escolaridad Sin Educación Educación Media Educación instrucción Básica Superior Superior Bajo 9.5 75.4 Medio 3.2 58.1 Alto 1.7 29.4 Total 5.8 62.4 Bajo 10.2 74.2 Migrante Medio 3.3 54.9 Alto 1.7 25.3 Total 6.0 59.4 Elaboración propia a partir de datos del Censo de Población y Vivienda 1990. No migrante 8.1 14.5 12.2 11.4 8.4 16.2 12.8 12.4 7.1 24.3 56.7 20.4 7.3 25.7 60.2 22.2 Total 100 100 100 100 100 100 100 100 Para el 2000, el 75.3% de la población no migrante con estrato de ingresos bajo tenía educación básica; en el estrato de ingreso medio sobresale el 39.7% con este nivel educativo, el 31.6% con educación media superior y el 27.8% con educación superior. Este último estrato de escolaridad alcanza el 70.9% en el estrato de ingresos alto. Entre la población migrante con estrato de ingreso alto el 78.2% tiene escolaridad superior; en el estrato de ingreso medio, el 34.6% tiene educación básica, el 33.3% educación media superior y el 31.4% educación superior. En el estrato de ingreso bajo, el 73.3% tiene educación básica Tabla 3. Estratos de Ingreso y Estratos de Escolaridad por condición migratoria 2000 Condición Estratos migratoria de Ingreso No migrante Migrante Bajo Medio Alto Total Bajo Medio Estratos de Escolaridad Sin Educación Educación Media Educación instrucción Básica Superior Superior 4.9 0.9 0.3 2.7 4.7 0.7 75.3 39.7 13.1 53.4 73.3 34.6 88 15.4 31.6 15.7 22.6 16.7 33.3 4.4 27.8 70.9 21.3 5.3 31.4 Total 100 100 100 100 100 100 Condición Estratos migratoria de Ingreso Estratos de Escolaridad Sin Educación Educación Media Educación instrucción Básica Superior Superior Alto 0.1 7.4 14.3 Total 2.1 45.3 24.1 Elaboración propia a partir de datos del Censo de Población y Vivienda 2000. 78.2 28.4 Total 100 100 Con esto se verifica la correlación entre el nivel de ingresos y el de escolaridad y que el perfil de los migrantes es mucho más alto que el de quienes no cambiaron de lugar de residencia. En la tabla 4 se aprecian los perfiles socioeconómicos predominantes para cada tipo de movilidad residencial en 1990, en los cuales se repiten las relaciones previamente mencionadas. Para la movilidad entre los estados del valle de México, del resto del país y con origen no especificado las mayores proporciones pertenecen a población con estrato bajo de ingresos y educación básica, mientras que en los flujos de origen internacional, que a su vez son los que territorialmente se encuentran más concentrados, es el estrato de ingreso alto con educación superior el que tiene la mayor proporción (37.3%), seguido por es estrato de ingresos medio y este nivel educativo (18.6%). Tabla 4. Estratos de Ingreso y Estratos de Escolaridad por Tipos de Movilidad Residencial 1990 Tipos de movilidad Estratos de residencial Ingreso Estratos de escolaridad Sin Educación Educación Media Educación instrucción Básica Superior Superior Total Resto del país Bajo Medio Alto Total Bajo Medio Alto 3.2 1.2 0.2 4.6 6.9 2.0 0.2 30.9 27.2 3.4 61.5 35.0 20.5 2.6 3.8 8.1 1.6 13.5 3.2 5.6 1.2 3.0 11.1 6.3 20.4 2.9 12.0 7.8 40.9 47.6 11.5 100.0 48.1 40.1 11.8 Internacional Total Bajo 9.1 0.8 58.1 8.7 10.0 2.6 22.7 5.5 100.0 17.6 Valle de México 89 Tipos de movilidad Estratos de residencial Ingreso Estratos de escolaridad Sin Educación Educación Media Educación instrucción Básica Superior Superior Medio 0.6 9.6 5.3 Alto 0.6 4.6 5.7 Total 1.9 23.0 13.7 Bajo 6.3 32.7 3.6 Origen no Medio 2.9 22.8 5.4 especificado Alto 0.7 3.2 1.7 Total 9.9 58.6 10.6 Elaboración propia a partir de datos del XI Censo de Población y Vivienda 1990. Total 18.6 37.3 61.4 3.3 10.5 7.0 20.9 34.2 48.2 100.0 45.9 41.5 12.5 100.0 Para el 2000, en la siguiente tabla se ha separado la movilidad residencial proveniente de los municipios no metropolitanos del valle de México, de aquella a nivel intrametropolitano. Y se observa el cumplimiento de perfiles similares a los del 1990. La movilidad residencial de origen internacional es la que presenta una mayor selectividad estando en el estrato de ingreso alto y el nivel de educación superior el 36.9% de la PEA ocupada mayor de 24 años que provenía de otro país. Entre tanto, en la movilidad intrametropolitana la mayor coincidencia se encuentra en quienes tienen un nivel de ingreso bajo y educación básica 26.3%, aunque esta proporción es mucho mayor en la migración proveniente del resto del país que con el 36.4% muestra un perfil mucho más bajo de la selectividad de los migrantes, que sólo es superado con un 40% por quienes cambiaron de residencia pero no especificaron su lugar de origen. Tabla 5. Estratos de Ingreso y Estratos de Escolaridad por Tipos de Movilidad Residencial 2000 Estratos de Escolaridad Tipos de movilidad Estratos de residencial ingreso Municipios del valle de México no metropolitanos Sin Educación instrucción Básica Educación Media Superior Educación Total Superior Bajo 3.8 40.9 5.2 1.5 51.5 Medio 0.6 17.8 10.4 9.9 38.6 Alto 0.1 1.2 1.3 7.3 9.9 Total 4.5 59.9 16.9 18.7 100.0 90 Estratos de Escolaridad Tipos de movilidad Estratos de residencial ingreso Delegaciones y municipios metropolitanos Resto del país Internacional Origen no especificado Sin Educación instrucción Básica Educación Media Superior Educación Total Superior Bajo 1.3 26.3 6.7 2.1 36.4 Medio 0.2 16.4 17.1 15.2 49.0 Alto 0.0 1.1 2.2 11.3 14.6 Total 1.6 43.7 26.1 28.6 100.0 Bajo 3.5 34.7 5.4 2.1 45.7 Medio 0.6 15.4 10.0 13.2 39.2 Alto 0.0 1.1 1.8 12.2 15.1 Total 4.2 51.2 17.2 27.5 100.0 Bajo 0.3 13.7 4.5 2.7 21.2 Medio 0.1 8.9 9.8 17.6 36.5 Alto 0.0 1.6 3.7 36.9 42.3 Total 0.5 24.2 18.0 57.3 100.0 Bajo 3.8 40.0 5.6 2.0 51.4 Medio 0.8 17.1 11.2 9.6 38.7 Alto 0.1 1.3 1.3 7.2 9.9 Total 4.7 58.4 18.1 18.8 100.0 Elaboración propia a partir de datos del XII Censo de Población y Vivienda 2000. En función de nuestras preguntas de investigación, hasta aquí se han podido verificar tres cuestiones importantes. En primer lugar, que existe una selectividad en los perfiles de los migrantes con respecto al conjunto de la población, lo cual se corresponde con la literatura sobre este tema, en términos de las características de los individuos que cambian de residencia (Bonvalet y Dureau, 2002; Partida, 2006). En segundo lugar, esta selectividad, vista a la luz de la pertenencia a ciertos estratos de ingreso o de escolaridad también se manifiesta en la distribución en el espacio metropolitano de dichos grupos, siendo predominante una tendencia de los inmigrantes a localizarse en áreas donde la composición socioeconómica de la población es similar a las características que poseen. Esto ofrece un primer indicio de que estos flujos podría estar reforzando la concentración de estratos socioeconómicos en determinadas áreas de la ciudad. 91 En tercer lugar, entre esta mencionada tendencia, los casos sobresalientes son los del estrato de ingresos alto y el estrato con escolaridad superior, los cuales muestran una mayor concentración en pocas delegaciones del surponiente, bastante delimitadas geográficamente, y cuyo patrón de distribución no varía mucho entre 1990 y 2000. Este hallazgo coincide con la descripción de la división social del espacio en la zona metropolitana del valle de México entre un oriente de bajo perfil socioeconómico y el poniente con características opuestas, han hecho varios autores (Salazar, 1999; Schteingart, 2000, Duhau, 2003; Duhau y Giglia, 2008). 92 CAPÍTULO 3. ANÁLISIS DE LA SEGREGACIÓN RESIDENCIAL Una vez que se ha verificado la desigual distribución de la población en la zona metropolitana del valle de México, clasificada por estratos de ingreso y niveles educativos59, tanto en el conjunto de todos los habitantes de la metrópoli como en el subconjunto de aquellos individuos que inmigraron en 1985 y en 1995, en este capítulo se analizan los niveles de segregación residencial entre los distintos grupos haciendo uso del índice de disimilaridad y del índice de Theil, este último además permite examinar la contribución de los inmigrantes a los niveles de segregación en el año 2000. . 3.1 La medición de la segregación Muchas de las mediciones de la segregación residencial se derivan de las mediciones sobre desigualdad. Con ellas se busca establecer el grado de igualdad en el reparto del total de los valores de la variable, es decir, el grado de equidistribución, en donde la concentración mínima se da cuando todos los individuos de una población reciben la misma cantidad, y la concentración máxima cuando sólo una pequeña parte percibe el total y el resto nada. Usualmente aplicados en la desigualdad económica, estos índices remiten también a la idea de estratificación, que corresponde a la subdivisión de la sociedad en clases o niveles de acuerdo con ciertas características socioeconómicas. Un ejemplo es la distinción entre ricos, clase media y pobres. Esta clasificación, determinada en parte por los procesos históricos particulares, resulta útil para dar cuenta de “una desigual distribución de derechos y privilegios, deberes y responsabilidades, gratificaciones y privaciones, poder social e influencia dentro de una sociedad. Se entiende que si dos individuos pertenecen a una misma clase social, gozan de los mismos privilegios y/o privaciones.”60 59 Se dice que de por sí hay una desigual distribución, porque no es uniforme la presencia de ciertas características en la población. No es uniforme la distribución del ingreso ni la distribución de la escolaridad alcanzada. Lo más común es que unos pocos tengan mucho y muchos tengan poco. 60 Tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/Desigualdad_social, consultada el 14 de junio de 2010. 93 Para medir la segregación se requiere 1) definir el ambiente social de cada individuo61, y 2) cuantificar la dimensión 62 en la cual estos ambientes sociales difieren entre los individuos (Reardon y O’Sullivan, 2004). En este segundo aspecto es en el que difieren las mediciones tradicionales de la segregación, aunque en común ofrecen tanto una idea de la distribución de los grupos poblacionales estratificados como de su localización en el territorio. En principio, ninguno de los índices es mejor que los otros y la preferencia por alguno en particular depende del cumplimiento de las siguientes propiedades deseables (Mancero, 2000; Reardon y O’Sullivan, 2004): 1. Independencia de escala: implica que el resultado del indicador no puede variar ante transformaciones proporcionales. Por ejemplo, en la unidad de medida de los ingresos. 2. Independencia de tamaño de la población. La desigualdad en la distribución de los grupos (estratos de ingreso o de escolaridad) debe mantenerse si se agrega un número proporcional de individuos a todos ellos. 3. Independencia ante cambios en posición. Si dos individuos intercambian su posición en la distribución, la desigualdad no debe verse afectada. 61 Entendiendo por este ambiente social las características (étnicas, nacionales, religiosas, etarias, o socioeconómicas) a partir de las cuales se construyen los grupos sobre los cuales se estudiará la segregación. 62 Massey y Denton (1989) definieron cinco dimensiones de la segregación: uniformidad o distribución, aislamiento, concentración, centralización y proximidad espacial, las cuales son el referente principal de los estudios sobre el tema y a partir de las cuales se hacen las mediciones.  La uniformidad o distribución, como su nombre lo indica, se refiere a la repartición de los grupos poblacionales entre las zonas o unidades espaciales de una ciudad.  La exposición mide el grado de contacto potencial o posibilidad de interacción entre los miembros de un mismo grupo, o entre miembros de dos grupos diferentes. Las dos medidas básicas y relacionadas son los índices de interacción y aislamiento. Éstos reflejan las probabilidades de que una persona de un grupo se encuentre con alguien de un grupo diferente o con otro miembro de su grupo.  La concentración establece la cantidad relativa de espacio físico ocupado por un grupo poblacional. Cuanto más reducido sea el espacio urbano que ocupa un grupo, más concentrado se encuentra, y por lo tanto más segregado. Al respecto, (Martori y Hoberg, 2004) mencionan que las minorías segregadas ocupan partes pequeñas del territorio urbano. Siguiendo este principio, cuanto mayor es la densidad en las zonas ocupadas por un grupo, más segregado está.  La centralización indica el grado en el cual un grupo está localizado cerca del centro de un área urbana. Interpretándose que mientras más cerca está hay mayor segregación.  La agrupación mide el grado en el cual miembros de un grupo minoritario viven desproporcionadamente en áreas contiguas. 94 4. Equivalencia organizacional: si dos unidades organizacionales (AGEB, para nuestro caso) tienen la misma composición y se combinan en una sola unidad, la segregación no debería cambiar (James y Taeuber 1985 en Reardon y O’Sullivan, 2004). 5. Principio de intercambio: La segregación se reduce si un individuo de un grupo cuya proporción en su entorno local es mayoritaria, se traslada hacia otro lugar donde la proporción de su grupo es minoritaria. Aquí se distinguen dos tipos de intercambio, en el primero, si se mueven dos individuos de diferentes grupos a ubicaciones donde están menos propensos a encontrar miembros de su propio grupo (y en cambio, tienen una mayor probabilidad de encontrarse con miembros de otros grupos), la segregación se reduce. Y en el segundo, también habría de disminuir la segregación si dos individuos, de grupos diferentes cambian su ubicación, de manera tal que las proporciones de los grupos a los que pertenecen sean más similares en el ambiente local en algunos puntos (sin modificarse en los otros puntos) y las proporciones de todos los otros grupos no cambian (Reardon y O’Sullivan, 2004). 6. Rango del índice. Es deseable que el índice tome valores entre 0 y 1, donde la igualdad mínima sea = 0 y la desigualdad máxima = 1 (Mancero, 2000). 7. Descomposición aditiva: puede ser espacial o grupal, la descomposición espacial establece que si X subáreas espaciales están agregadas en Y áreas espaciales, entonces una medida de la segregación debería poder descomponerse en una suma, entre las áreas componentes y al interior de las mismas. Y según la descomposición grupal, si M subgrupos se desprenden de N grupos, entonces la medición de la segregación podría descomponerse en una suma independiente entre los subcomponentes grupales y a su interior. Particularmente, esta última propiedad es la que más nos interesa para conocer cuál ha sido el aporte de los inmigrantes con ingreso alto y de los inmigrantes con escolaridad superior a la segregación en el año 2000. Pero antes de llegar a este punto nos ocuparemos de la medición de la desigual distribución de nuestros grupos (los estratos de ingreso y estratos de escolaridad, de acuerdo con la condición migratoria) en la zona 95 metropolitana del Valle de México. Y en consideración de esta distribución nos concentramos en la dimensión de uniformidad, de acuerdo con la cual hay segregación cuando un grupo de población está repartido de forma desigual entre las zonas o unidades espaciales de la ciudad. En esta dimensión, hay dos índices que usualmente se aplican, el de disimilaridad de Duncan 63 y el de Theil. En ambos, el rango de valores va desde cero (0), que corresponde a una completa integración entre los grupos o ausencia de segregación, hasta uno (1) que constituye el máximo nivel de segregación. El índice de disimilaridad, tiene una interpretación muy directa puesto que al multiplicarlo por cien se obtiene el porcentaje de la población que debería redistribuirse para que cada unidad territorial tenga las mismas proporciones de los distintos grupos que en el conjunto del área mayor a la que se aplica, en nuestro caso la zona metropolitana. Aunque no puede determinarse específicamente la proporción en cada uno de los grupos que habría de cambiar de lugar de residencia, su interpretación intuitiva y el extendido uso en los estudios sobre el tema le hace más útil para la descripción de los patrones generales de la segregación (Duhau y Giglia, 2008). Y por eso este es el índice empleado para hablar de la uniformidad en la primera parte de este capítulo. En cuanto al índice de Theil, es igual a cero (0) cuando los distintos grupos de población se encuentran uniformemente distribuidos en un espacio determinado, es decir, cuando están en un proporción igual a la esperada bajo una distribución uniforme, y el índice llega a uno (1), cuando sólo uno de los grupos ocupa todo el espacio en cuestión. Su 63 Con esta fórmula se calcula el índice de disimilaridad de Duncan. En ella xi es el número de individuos de la sección censal considerada, X es el total de la población de la unidad espacial mayor, yi es el número de individuos del grupo mayoritario en cada sección censal, e Y el total de población de este grupo en el municipio. Si este índice es igual a cero, el grupo minoritario está repartido de forma igual. 96 interpretación también puede hacerse en términos de qué tan homogénea es la composición de un territorio (Reardon et. al., 2000; Sánchez, 2009a). Lo que distingue al índice de Theil es que cumple con las propiedades de descomposición aditiva (espacial y grupal) y por tanto permite ver los niveles de segregación intra e inter grupo, es decir, que permite descomponer la segregación total en aquella que ocurre entre niveles geográficos (,municipios, periferia vs. centro) o entre grupos específicos (estratos de ingreso o de escolaridad). Así por ejemplo sería posible calcular cuál es la contribución que a la segregación total hizo la segregación entre el grupo de ingresos altos respecto del resto de la población o bien la segregación que ocurre en una de las delegaciones centrales con respecto al resto (Reardon et al., 2000; Sánchez 2009b). El índice de disimilaridad de Duncan y el índice de Theil miden si es igualitaria o no la distribución de los grupos de población en el territorio urbano, pero no pueden decir cómo es esta distribución, por lo que se suelen complementar con indicadores en las otras dimensiones definidas por Massey y Denton (1989), las cuales no son objeto de este trabajo. En la aplicación del índice de disimilaridad, pueden hacerse varias combinaciones. En un nivel multigrupo se busca conocer la proporción de población que habría de cambiar de lugar de residencia para que todos los grupos considerados (en nuestro caso los tres estratos de ingreso o los cuatro estratos de escolaridad) tengan una distribución homogénea. Mientras que en la comparación bigrupo, lo que se pretende es obtener la proporción de población que debe desplazarse para que un grupo determinado tenga una distribución equitativa con respecto a otro o al resto de la población (Reardon et. al., 2000; Sánchez, 2009b)64. 64 Con respecto a la interpretación de los índices, para determinar si se trata de una alta o baja segregación, se debe tener en cuenta que los índices de segregación por factores socioeconómicos tienden a ser más bajos que aquellos debidos a la condición racial y étnica; y en segundo lugar, que por la cantidad de categorías involucradas, los índices multigrupo tienden a presentar valores más pequeños que los índices bigrupo. 97 Adicionalmente, un aporte de este trabajo a los estudios sobre el tema está en la incorporación de la condición migratoria como criterio para la medición de la desigual distribución de la población, clasificada de acuerdo con unas características socioeconómicas, definidas por el nivel de ingresos y la escolaridad alcanzada. Esto permite hacer comparaciones entre el comportamiento del conjunto de la población y el subconjunto integrado por aquellos individuos que en los cinco años previos al censo residían en un lugar diferente a aquel donde fueron encuestados. Y, por supuesto, con esto se allana el camino para responder a la pregunta central de esta investigación, sobre cuáles son las implicaciones de la movilidad residencial en la segregación espacial y el aporte que a dicha segregación hacen los inmigrantes con perfiles altos de ingreso y escolaridad. En este punto, cabe mencionar que Ariza y Solís (2009) evaluaron los cambios en la segregación de cuatro facetas de la desigualdad económica65: los ingresos laborales, la ocupación, el nivel de escolaridad y la condición migratoria 66 . La medición de la condición migratoria per sé arrojó el nivel más bajo de segregación espacial en la dimensión de uniformidad en el año 2000, con 0.21 en el índice de Duncan, frente a 0.34 de la ocupación, 0.38 en el nivel de escolaridad, 0.45 en los ingresos por hogar, y 0.48 en los ingresos individuales. Este comportamiento, salvo contadas excepciones, se mantuvo en las dimensiones de la segregación restantes, y les condujo a concluir que “es muy probable que los niveles notablemente bajos de SRS [Segregación Residencial Socioeconómica] se vinculen con la menor importancia relativa que hoy posee la migración en la dinámica espacial de las tres ciudades bajo estudio67” (Ariza y Solís, 2009: 196). Pero en nuestro caso, como se ilustró desde el primer capítulo, dedicado a los antecedentes, aunque los flujos migratorios hacia la zona metropolitana se han reducido, quisimos vincular la condición de migrante a los estratos de ingreso y de escolaridad, 65 En cada una de las cinco dimensiones de la segregación definidas por Massey y Denton (1989). Para la construcción de esta última tomaron del censo de 2000 como grupo de referencia a la población que cinco años antes del censo residía en municipios distintos a los que integran la zona metropolitana. 67 Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey. 66 98 para ver 1) su participación en la desigual distribución de la población en el espacio metropolitano y 2) si los perfiles diferenciados de los migrantes inciden en los niveles de la segregación residencial. En consideración de esto, las descripciones y análisis aquí presentados se constituyen en una novedad, entre las aproximaciones empíricas al estudio de la segregación y contribuyen a la comprensión de los factores que podrían intervenir en sus cambios a nivel metropolitano. 3.2 Disimilaridad entre los estratos de ingreso Al calcular el índice multigrupo de segregación entre los estratos bajo, medio y alto de ingreso, tal y como fueron definidos en el capítulo anterior, se observa que entre 1990 y 2000 hay un aumento en las proporciones de la PEA ocupada que debería cambiar de lugar de residencia para tener una distribución equitativa de los estratos de ingreso en la ZMVM. Esta tendencia se observa tanto para la población en general que pasó de tener que redistribuir un 22.7% en 1990 a un 25% en 2000, así como entre quienes establecieron su residencia en la zona metropolitana del Valle de México en los cinco años previos a los censos68, cuya proporción se incrementó del 26.6% al 29.5%. Este comportamiento coincide con los resultados obtenidos por Ariza y Solís (2009) en su medición de la uniformidad de la estratificación social a partir de los ingresos individuales. Según su trabajo, mientras en 1990 habría de redistribuirse el 43% de la población, en el 2000, este porcentaje alcanza el 48%. En su cálculo del índice de Duncan a partir de los ingresos del hogar, el incremento de la desigual distribución de la población fue aún mayor, pasando del 34% en 1990 al 45% en 2000. Además señalan que de las distintas dimensiones de la segregación y facetas de la desigualdad evaluadas “En 1990, los mayores valores de los índices figuraban en las dimensiones de los ingresos laborales individuales y en el nivel de escolaridad (…) En 2000 el ingreso 68 Cuando en este apartado nos referimos a población migrante, estamos tomando en cuenta a todos aquellos que cinco años antes de los censos considerados, es decir en 1985 y 1995 residían en un lugar diferente a aquel en el que fueron censados. Por su origen estos migrantes se han clasificado en el aparte de movilidad residencial como del Valle de México (en la cual se encuentra el subconjunto de los migrantes intrametropolitanos captados para el 2000), del resto del país, internacionales y con origen no especificado. 99 individual mantuvo el primer lugar, con valores superiores a los de 1990; el ingreso del hogar pasó al segundo lugar” (Ariza y Solís, 2009: 193). En este mismo sentido, aplicando los índices de disimilaridad por ingresos, Sánchez (2009a: 21) encuentra que “la segregación residencial entre hogares pertenecientes a los estratos de ingreso bajo, medio y alto aumentó: mientras en 1990 el 28% de los hogares hubiesen tenido que cambiar de lugar de residencia para alcanzar una distribución equitativa, para el año 2000 este porcentaje era un poco mayor, 29.1%” y ”los índices por pares revelan que el aislamiento residencial de los hogares del decil de ingresos más alto alcanza proporciones muy elevadas en ambos años, de tal forma que más de la mitad de estos hogares deberían relocalizarse a fin de estar distribuidos equitativamente." De acuerdo con las relaciones encontradas por Sobrino e Ibarra (2008) entre el patrón de distribución de la población al interior de la metrópoli y los patrones de distribución del empleo, este incremento de la desigual distribución de los estratos de ingreso estaría asociado a los efectos de la caída del modelo de sustitución de importaciones, el cual atrajo a cantidades importantes de población hacia la Ciudad de México entre 1940 y 1970 (Salazar, 1999), pero una vez inició su desmonte en los ochentas y agravado por la crisis económica de los noventas, afectó negativamente las condiciones socioeconómicas de sus habitantes, expresadas en una ampliación de la brecha entre los más ricos y los más pobres69. En las comparaciones bigrupo, el estrato de ingreso alto es el que aparece más inequitativamente distribuido con respecto al resto, con un 39.8% de la PEA ocupada que debería cambiar de lugar de residencia en 1990 y un 44.4% en 2000, lo cual se ve afectado sobre todo por la diferencia con el estrato bajo, cuya desigual distribución 69 “La recesión, la apertura comercial, la drástica reducción de la inversión pública (Duhau, 1997) y la caída del poder adquisitivo de la población, provocaron una notable desconcentración económica en México que afectó sobre todo a la planta industrial tradicional orientada hacia el mercado interno. La crisis repercutió en todo el país, pero la desindustrialización se resintió mucho más en la metrópoli, sobre todo por el empleo: por ejemplo, entre 1980 y 1988, la ZMCM perdió 92 mil empleos en la industria manufacturera, comparado con una ganancia neta a nivel nacional de 494 mil empleos industriales.” (Duhau y Giglia, 2008: 102). 100 implicaría el traslado del 46.5% de la población en 1990 y el 52.1% en 2000. Esto indica la concentración y distancia existente entre estos dos grupos y corrobora los hallazgos de otros estudios (Rubalcava y Schteingart, 2000 en Gracia, 2004; Sánchez, 2009a; Ariza y Solís, 2009), en el sentido de que ha aumentado la separación del estrato de ingresos alto con respecto al bajo. Como se vio en los mapas exploratorios del segundo capítulo, es sobre todo el estrato de ingreso alto el que marca más claramente los límites de las áreas donde se concentra, teniendo algunos traslapes con el estrato de ingreso medio, pero muy pocos con el estrato de ingreso bajo. Y esto, además refuerza la división social del espacio ya señalada por Salazar (1999), Rubalcava y Schteingart (2000), Cruz (2006), Gracia (2004), Duhau y Giglia (2008), Sánchez (2009a y 2009b). Antes de pasar a la segregación en las delegaciones y municipios de la zona metropolitana70, conviene recordar que como en el censo de 1990 no se captan los flujos intrametropolitanos71, no podemos hacer comparaciones directas con los resultados del año 2000 en el cambio en la migración, ni del cambio en la segregación entre la población migrante, o en el aporte de la movilidad residencial a los niveles de segregación en ese año (que será nuestro punto de llegada). Es así como se decidió tomar los resultados del índice de disimilaridad para la población total en ambos años, pero para el subconjunto de los inmigrantes sólo en el 2000, con la intención de comparar los valores que toma la segregación en este grupo con respecto a la tendencia del periodo y encontrar indicios de su posible incidencia en el patrón general de segregación, desarrollado más adelante con la descomposición del índice de Theil. Como lo han señalado otros autores (Rubalcava y Schteingart, 2000; Duhau y Giglia, 2008; Ariza y Solís, 2009; Sánchez, 2009a y 2009b) se esperaría un aumento en los niveles de segregación en la zona metropolitana entre 1990 y 2000, y por nuestra pregunta de investigación, se esperaría que en los inmigrantes estos fueran superiores a 70 Dado que al calcular los índices para las unidades territoriales sólo se tiene en cuenta su propia población y se deja de lado el contexto metropolitano, se decide comparar sus valores con el promedio que se obtiene para la metrópoli. 71 Lo que incide en el total de cambios de residencia registrados, en la proporción de inmigrantes a las unidades territoriales en cada uno de los estratos socioeconómicos definidos y en la medición de los niveles de segregación. 101 la del conjunto, lo cual se ratifica con la aplicación del índice de disimilaridad multigrupo. Pero cuando se quiso establecer si había un patrón espacial que agrupara a las delegaciones y municipios donde aumentó o donde disminuyó la segregación en el período considerado, se encontró una notoria dispersión, por lo que al parecer el cambio en estos niveles no podría asociarse a las pautas de distribución de la población, clasificada por estratos de ingreso, identificadas en el segundo capítulo. Por nuestro particular interés en responder si en el poniente de la zona metropolitana hubo un incremento en la segregación a partir de la movilidad residencial de la población con ingresos altos, a continuación se presentan los índices de disimilaridad multigrupo para las tres unidades territoriales seleccionadas como parte de esta área de la metrópoli72. Tabla 6. Disimilaridad entre los estratos de ingreso (alto, medio y bajo) en el poniente de la ZMVM Delegación/Municipio Población Total 1990 Álvaro Obregón Cuajimalpa de Morelos Huixquilucan 0.211 0.136 0.293 2000 0.224 0.149 0.223 Población migrante 2000 0.281 0.172 0.236 Elaboración propia a partir de datos de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y de 2000. De acuerdo con nuestras mediciones, en Álvaro Obregón aumentaron las proporciones de PEA ocupada que debería redistribuirse para que hubiera una participación equitativa de los estratos de ingreso. En 1990 debería ser del 21.1% en el conjunto de la población, y en el 2000 del 22.4%; mientras que en este último año el 28.1% de los migrantes habría de cambiar de lugar de residencia. 72 En el anexo 7 se pueden ver los índices de disimilaridad multigrupo y en el anexo 8 los índices bigrupo para cada una de las unidades territoriales restantes. 102 Por su parte, Cuajimalpa de Morelos pasó de tener un índice de disimilaridad que en 1990 implicaba la redistribución del 13.6% de su población y en el 2000, el 14.9% Del grupo de los inmigrantes, clasificados por estratos de ingreso el 17.2% tendría que redistribuirse para tener una participación semejante a la que se encuentra a nivel metropolitano. Entretanto, en el municipio de Huixquilucan, que en 1990 presenta el mayor índice de segregación, al tener que redistribuirse el 29.3% de la PEA ocupada, tuvo una reducción al 22.3% en 2000. Sin embargo, en el caso de los inmigrantes en el 2000 este porcentaje es superior al del conjunto de la población, con el 23.6%. Aunque las tres unidades territoriales pertenecen al segundo contorno de la metrópoli (Sobrino e Ibarra, 2008), son limítrofes y comparten ciertos perfiles socioeconómicos predominantes de su población, Álvaro Obregón presenta la mayor desigualdad en la distribución de los estratos de ingreso, debida posiblemente a una mayor consolidación histórica de los procesos de localización de la población de los estratos de ingreso alto. En el caso de Huixquilucan, se estarían reflejando tendencias recientes a una importante concentración de viviendas de nivel residencial alto (según los tipos de poblamiento definidos por Duhau y Giglia, 2008), mientras que en Cuajimalpa, a pesar del incremento en la segregación residencial, se estaría favoreciendo una mayor heterogeneidad de los distintos estratos. Desde la perspectiva de los tipos de poblamiento en la zona metropolitana del Valle de México, Duhau y Giglia (2008) encuentran cierta heterogeneidad en las colonias populares, que albergan cerca del 53% de la población, se encuentran estratos muy bajos, bajos y medios bajos, predominantemente hacia el oriente de la ciudad, mientras que los estratos alto y medio alto se concentran en el poniente y sur-sureste de la ciudad. Sánchez (2009b). 103 En cuanto a la medición de la segregación entre el estrato alto y el resto de los estratos de ingreso, al igual que en la comparación multigrupo, hay un aumento general en las delegaciones y municipios de la población que debería relocalizarse para tener una distribución equitativa, pero sin una zonificación espacial particular. Tabla 7. Disimilaridad entre el estrato de ingresos alto y el resto en el poniente de la ZMVM Delegación/Municipio Población Total 1990 Álvaro Obregón Cuajimalpa de Morelos Huixquilucan 0.427 0.354 0.587 2000 0.456 0.357 0.559 Población migrante 2000 0.353 0.205 0.410 Elaboración propia a partir de datos de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y de 2000. Como lo muestra la tabla 7, para las unidades territoriales del poniente hubo un aumento en la disimilaridad del conjunto de la población73, entre 1990 y 2000, pero a diferencia del comportamiento en el índice multigrupo, la población inmigrante en 2000 muestra unos valores menores a los de la PEA ocupada cuando no se considera su condición migratoria. Esto indicaría que en esta comparación, entre el estrato de ingreso alto y el resto (ingreso medio + ingreso bajo) la movilidad residencial hacia estas tres unidades territoriales aporta heterogeneidad, aunque no podamos distinguir los grupos particulares que lo hacen. 73 En Álvaro Obregón este desplazamiento implicaría en 1990 al 42.7% y en el 2000 al 45.6% de la PEA ocupada, y el 35.3% de los inmigrantes en 2000. Para Cuajimalpa el 35.4% de la población habría de relocalizarse en 1990 y en el 2000 el 35.7%, proporción que para los migrantes fue del 20.5%. En esta desigual distribución del estrato de ingresos alto con respecto al resto, Huixquilucan muestra que en 1990 el 58.7% habría de cambiar de lugar de residencia y el 55.9% en el 2000, proporción que entre los migrantes es del 41% en 2000. 104 3.3 Disimilaridad para los estratos de escolaridad El índice de disimilaridad multigrupo aplicado a los estratos de escolaridad tiene resultados parecidos a los estratos de ingreso, en el sentido de que son mayores los valores de la población migrante (33% en 2000) con respecto al total en ese mismo año (27.9%), que a su vez significó un aumento frente al 25.7% de desigualdad en la distribución en 1990. En la comparación bigrupo entre los estratos de escolaridad, se destaca la disminución de la desigual distribución del estrato de escolaridad media con respecto a quienes no tienen escolaridad, que en el conjunto de la población pasó del 39.5% al 38.5%, aunque para los inmigrantes en el 2000 este porcentaje es mucho mayor, teniendo que redistribuirse el 45.5% de los individuos con 24 años y más que llegaron a la zona metropolitana en 1995. También hubo una disminución en la disimilaridad del grupo con educación básica con respecto al grupo sin escolaridad, que en 1990 era del 18.4% y en 2000 del 15.7%. Pero de nuevo en la comparación de estos dos estratos para la población inmigrante, este índice en el 2000 es superior, con el 23.5%. Pero al comparar cada estrato con el resto, es el grupo con escolaridad superior el que tiene los mayores niveles de segregación. De acuerdo con el índice de disimilaridad, habría de redistribuirse el 39.4% de la población en 1990, el 39.6% en 2000, y de los inmigrantes, en este año, el 39.6%. Estos resultados parecen consistentes con aquellos encontrados en la segregación por los estratos de ingreso, pero difieren de las tendencias mixtas reportadas por otros trabajos (Ariza y Solís, 2009; Sánchez, 2009ª)74. En parte, esto puede deberse a las diferencias en 74 Ariza y Solís (2009) midieron la uniformidad por el nivel de escolaridad en una población de referencia integrada por individuos de 18 años o más, y encontraron un cambio mínimo, según el cual la Ciudad de México pasó de tener que redistribuir el 37% de la población de 24 años o más en 1990, al 38% en 2000, para conseguir una participación uniforme de todos los niveles educativos. 105 la población de referencia y en la manera como se establecieron las categorías a partir de las cuales se conforman los distintos grupos. Sánchez (2009b), atribuye la mayor heterogeneidad de la distribución de los estratos de escolaridad en el conjunto de la población a “la expansión de la educación pública secundaria y, en menor medida, de la educación media superior y superior entre las generaciones más jóvenes de los jefes de hogar”, que son su unidad de análisis. Pero en nuestro caso, de la medición de la desigualdad en los estratos de escolaridad para los individuos, esta explicación sólo podría aplicarse a la menor segregación entre el grupo con educación media con respecto al resto, pues en los demás casos la tendencia apunta a un incremento en estos niveles, entre 1990 y 2000, siendo superior en los inmigrantes75, resultado cuyo origen podría estar en la selectividad positiva de quienes llegaron a la zona metropolitana en el quinquenio anterior y las preferencias de localización, según las cuales se tiende a reforzar la composición preexistente de los niveles educativos, especialmente en los grupos con escolaridad media superior y superior. En las unidades del poniente que nos interesan, Álvaro Obregón presentó un aumento en la desigual distribución de la población por estratos de escolaridad, que según el índice de disimilaridad implicaría que el 26.4% de la población total cambiara de lugar de residencia en 1990, y en el 2000 el 27%. Proporción que para los inmigrantes en el 2000 es del 29.9%. Por su parte, en 1990 el 16.8% de la población con 24 años y más de Cuajimalpa de Morelos habría de desplazarse para tener una distribución igualitaria de los estratos de ingreso, en el 2000 sería el 20.5% y entre los migrantes el 22.2% en 2000. Entretanto, con la aplicación de índices multigrupo, a partir de la educación del jefe de hogar y para el período 1990-2005, Sánchez (2009b: 33) identificó tendencias en dos direcciones “mientras la segregación de los más educados decreció con respecto de aquellos con baja escolaridad, aumentó con respecto a los que tenían educación media”. 75 En el anexo 13 se presentan los índices multigrupo y bigrupo para el conjunto de la zona metropolitana,, y en el anexo 14 aparecen dichos índices a nivel de las delegaciones y municipios. 106 Y finalmente, en el municipio de Huixquilucan, la segregación disminuyó de tener que redistribuirse el 41% de la población en 1990 al 38.7% en el 2000, y se presentó una pequeña reducción en la disimilaridad de los inmigrantes, con el 38.5% en 2000. Tabla 8. Disimilaridad entre los estratos de escolaridad (superior, media, básica, sin escolaridad) para el poniente de la ZMVM Delegación/Municipio Población Total 1990 Álvaro Obregón Cuajimalpa de Morelos Huixquilucan 0.264 0.168 0.410 2000 0.270 0.205 0.387 Población migrante 2000 0.299 0.222 0.385 Elaboración propia a partir de datos de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y de 2000. Ante estos resultados del índice de disimilaridad, merece atención la mayor concentración del grupo de educación superior con respecto al resto de los estratos de escolaridad. Entre la población en general este aumento fue marginal pasando del 39.4% en 1990 al 39.6%; en el 2000; mientras que entre los migrantes su porcentaje en el 2000 fue del 43.8%. Mientras en Álvaro Obregón y Cuajimalpa, la segregación multigrupo por escolaridad aumentó en el conjunto de la población, de nuevo Huixquilucan muestra una tendencia a una disminución de su segregación residencial. Aunque sus valores iniciales se destacan por ser los más altos, la menor la disimilaridad en la distribución de los estratos de ingreso y los estratos de escolaridad, estaría indicando que entre 1990 y 2000 habría un proceso de diversificación de su composición socioeconómica. Y esto a su vez, remite al llamado de atención en el capítulo 2 sobre la simultánea concentración de migrantes del estrato de ingresos alto y del estrato de ingresos bajo en este municipio, donde el 55.5% de quienes llegaron entre 1995 y 2000 tenían un nivel bajo de ingresos. . 107 Tabla 9. Disimilaridad entre el estrato de escolaridad superior y el resto en el poniente de la ZMVM Población Población Total migrante Delegación/Municipio Álvaro Obregón Cuajimalpa de Morelos Huixquilucan 1990 2000 2000 0.400 0.286 0.623 0.414 0.332 0.612 0.374 0.280 0.542 Elaboración propia a partir de datos de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y de 2000. Visto el poniente, al igual que cuando se comparaba para esta área de la ciudad al estrato de ingresos alto con respecto al resto, en la segregación del grupo con educación superior frente a su complemento (sin escolaridad + educación básica + educación media superior) hay un incremento y el subconjunto de inmigrantes presenta en el 2000 valores por debajo del conjunto de la población de estas unidades territoriales. De aquí se deduciría que a pesar de la tendencia a una mayor segregación del estrato alto con respecto al resto, específicamente en el poniente el flujo de migrantes, tiene una composición por nivel educativo mucho más heterogénea que aquella preexistente en las delegaciones analizadas. En este sentido, Sánchez (2009ª: 27-28) menciona que “debido a la propia concentración que existía en 1990 [de hogares encabezados por individuos con medios de educación básica], las ganancias educativas a lo largo del tiempo modificaron la composición por escolaridad precisamente en aquellas zonas donde existía una mayor uniformidad. Así, las Agebs donde individuos con baja escolaridad encabezaban más del 75% de los hogares se redujeron rápidamente, primero al poniente y luego al oriente de la ciudad”, y asocia este hecho a dos procesos posibles “uno de sucesión en los habitantes del poniente quienes fueron desplazados por nuevos residentes, mientras que al oriente se trata más de ganancias educativas intergeneracionales.” 108 3.4 Descomposición grupal de los índices de segregación En este capítulo, hasta aquí se han presentado los niveles de segregación por estratos de ingreso y estratos de escolaridad, en términos de los porcentajes de población que habrían de cambiar de lugar de residencia para que su distribución fuera equitativa. Y aunque el índice de disimilaridad resulta útil en la descripción, para conocer la contribución que los diversos grupos hacen a estos niveles recurrimos al índice de Theil. Este índice cumple con los criterios de descomposición aditiva espacial y grupal y permite establecer, a partir de una medida global de la segregación cuál es la participación de los distintos grupos involucrados. La descomposición del índice de Theil para el año 2000 sugiere que la segregación de los inmigrantes de ingresos altos respecto del resto de la población (migrante y no migrante) contribuye con el 15.6% de la segregación total multigrupo en ese año. Este porcentaje es notorio, considerando la proporción numérica que este grupo representa frente a los otros grupos analizados. En contrapartida, la segregación de los inmigrantes de ingresos medios y bajos frente a la población no migrante (todos los ingresos) representó el 38% de la segregación total. Por otro lado, tal y como ya apuntaban los índices analizados con anterioridad, la segregación del estrato alto de la población no migrante respecto de aquellos con ingresos medios y bajos (no migrantes) fue la que más aportó a la segregación en ese año, con un 46.2%. En consecuencia con estos aportes, podemos afirmar que los altos niveles de segregación entre los estratos de ingreso obedece entonces a la combinación de dos vertientes, una, relacionada con procesos consolidados de segregación espacial con antecedentes históricos, que vienen desde que comenzó a diferenciarse la localización de la población en la metrópoli de acuerdo con sus estratos socioeconómicos (Salazar, 1999; Schteingart, 2001; Gracia, 2004; Esquivel et. al, 2006; Duhau y Giglia, 2008), y otra en la tiene un fuerte impacto el perfil de los inmigrantes con estrato de ingresos alto, a pesar de la pequeña proporción que representan. 109 Tabla 10. Descomposición del índice de Theil por estratos de ingreso y condición migratoria Grupos para la Índice de Individuos Entropía Componentes % descomposición* Theil 6465756 0.3025 0.1270 0.1270 100 ma\mr\nma\nmr 6465756 0.0362 0.1656 0.0198 15.6 ma\mr nma nmr 6360077 0.1608 0.0928 0.0485 38.2 mr\nma nmr 5586406 0.1251 0.1642 0.0587 46.2 nma\nmr Elaboración propia a partir de datos del Censo de Población y Vivienda de 2000. *ma: migrantes del estrato de ingreso alto mr: migrantes del resto de los estratos de ingreso (medio + bajo) nma: no migrantes del estrato de ingreso alto nmr: no migrantes del resto de los estratos de ingreso (medio + bajo) En la descomposición del índice de Theil multigrupo para los estratos de escolaridad, en el 2000 el aporte de los inmigrantes con educación superior a la segregación es del 15.6%, lo cual resulta igualmente importante que cuando se miraba al grupo de inmigrantes con ingreso alto, por tratarse de una minoría privilegiada. Entretanto, el 30.1% de la segregación se debe a la segregación entre el resto de migrantes (sin instrucción, con escolaridad básica o media superior), con respecto a los no migrantes (de todos los niveles educativos). Y el 54.2% faltante de la segregación, se debe a aquella desigual distribución entre los no migrantes con formación superior y los no migrantes de los demás estratos educativos. Tabla 11. Descomposición del índice de Theil por estratos de escolaridad y condición migratoria Grupos para la descomposición* Individuos Entropía Índice de Theil Componentes msu\mr\nmsu\nmr 9304340 0.3565 0.1320 msu\mr nmsu nmr 9304340 0.0546 0.1348 mr\nmsu nmr 9049282 0.1335 0.1092 nmsu\nmr 8215568 0.1949 0.1483 Elaboración propia a partir de datos del Censo de Población y Vivienda de 2000. % 0.1320 100.0 0.0206 15.6 0.0398 30.1 0.0716 54.2 *msu: migrantes con escolaridad superior. mr: migrantes del resto de niveles educativos (sin escolaridad, básica, media superior). nmsu: no migrantes con escolaridad superior. nmr: no migrantes del resto de niveles educativos (sin escolaridad, básica, media superior). Al igual que en el aporte de los grupos definidos por los estratos de ingreso, en la condición de escolaridad tienen relevancia la segregación preexistente en la población no migrante con un nivel educativo superior, con respecto a los no migrantes del resto de 110 los niveles y la segregación de los migrantes con escolaridad superior frente al resto de la población total. Esto nos plantea para las dos variables socioeconómicas consideradas que en efecto los grupos con el perfil más alto tienen un peso importante en la segregación residencial la cual se ve acentuada por la condición migratoria, pero también se relaciona con los patrones de segregación de la población receptora con estas características. 111 CONCLUSIONES Tradicionalmente se le atribuyen a la migración efectos en la estructura por sexo y por edad de la población, tanto en los lugares de origen como en los de destino, y éstos han sido objeto de estudio por su relación con el mercado de trabajo, la oferta de servicios en salud y educación o la proyección de indicadores demográficos. Pero aquí se ha querido mostrar que sus impactos no sólo se circunscriben a estos aspectos, y que ya que ha disminuido el saldo neto migratorio en la zona metropolitana del valle de México, son las características socioeconómicas de los inmigrantes las que merecen atención, por sus implicaciones en los niveles de segregación residencial de la metrópoli. Los perfiles soci

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FACULTAD LATINOAMERICANA DE CIENCIAS SOCIALES SEDE ACADÉMICA DE MÉXICO

MAESTRÍA EN POBLACIÓN Y DESARROLLO VIII Promoción 2008-2010

IMPLICACIONES DE LA MOVILIDAD RESIDENCIAL EN LA SEGREGACIÓN ESPACIAL DE LA ZONA METROPOLITANA DEL VALLE DE MÉXICO ENTRE LOS AÑOS 1990 Y 2000

Presentada por: YOLIMA APOLONIA GARCÍA JARAMILLO

Directora de Tesis LANDY LIZBETH SÁNCHEZ PEÑA

Tesis para obtener el grado de Maestra en Población y Desarrollo Seminario de Migración y Movilidad de la Población

Ciudad de México, Septiembre 21 de 2010 Esta investigación fue realizada gracias a una beca del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología CONACYT i

Resumen

La movilidad residencial es un proceso que en el largo plazo contribuye a conformar y modificar la estructura socioeconómica de la metrópoli. En la medida en que dicha movilidad se diferencia por perfiles de ingreso y escolaridad, el volumen y la dirección selectiva de los flujos migratorios hacia la zona metropolitana del Valle de México puede afectar los niveles y tendencias de segregación espacial. Esta tesis encuentra que particularmente la movilidad de los grupos de ingresos altos y escolaridad superior tiene una incidencia importante en los niveles de segregación de la zona metropolitana, sobre todo si se considera su pequeña proporción con respecto al total de la población y de los migrantes. Pero también se destaca la segregación preexistente de la población de perfil alto, cuya desigual distribución con respecto al resto parece consolidarse en ese periodo y a la cual contribuyen los cambios residenciales dentro y de fuera de la zona metropolitana.

Palabras clave: Movilidad Residencial, Segregación Residencial, Zona Metropolitana del Valle de México.

Abstract

In long time, the residential mobility is a process that contribute to build and to modify the socioeconomic structure of the metropolis. When this mobility is different by specific profiles of income and the educational level achieved, the amount and selective direction of these migrants flow to the metropolitan zone of Mexico’s Valley, could to reinforce the levels and trends of spatial segregation. This thesis found that particularly the mobility of high-income groups and higher education has a significant impact on levels of segregation in the metropolitan area, especially considering its small proportion in the total population, and of migrants one. But it also highlights the role of preexistent segregation in the population of high profile, which unequal distribution about the rest of

ii

population seems to consolidate in this period, and to that contributes the residential changes, inside and outside of metropolitan zone. Key words: residential mobility, residential segregation, metropolitan zone of Mexico’s Valley.

iii

“No se puede llegar al alba sino por el sendero de la noche” Khalil Gibran

Al amor paciente e incondicional de la familia. A los afectos incólumes y acrecentados [a pesar de la distancia y los silencios]. A la amistad descubierta, precioso y escaso tesoro en tierras extrañas. Al presente inapelable, esquivo, ineludible y promisorio.

iv

AGRADECIMIENTOS

Ninguna de las historias escuchadas en los primeros trimestres sobre lo difícil y traumática que puede ser la elaboración de la tesis, ilustró suficientemente lo que sería la propia experiencia. Pero como la sabiduría popular sentencia, lo que no nos mata nos fortalece, y finalmente aquí está el resultado de un arduo trabajo en el cual nada fue sencillo.

Agradezco al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología -CONACYT-, por la beca que hizo posible la dedicación exclusiva a la maestría y la manutención en el territorio mexicano.

Agradezco a Landy Sánchez, mi directora de tesis, por toda su paciencia para conmigo en cada una de las etapas de elaboración; por sus asertivas respuestas, críticas y aportes, por su tiempo, dedicación y entera disposición.

Agradezco a Virgilio Partida, quien desde los cursos impartidos, la coordinación del seminario, y luego como lector enfatizó en lo que era realmente importante y siempre estuvo atento al proceso.

A Clara Salazar, por sus pertinentes observaciones al documento, como parte del Comité de Tesis.

A las amigas y amigos que aquí fueron compañía incondicional, a Ruth San Miguel, Sara Atehortúa, María Elena Rivera, César Augusto Valderrama, Ana Ruth Cevallos, Miguel Norzagaray. Y a las amigas y amigos con los cuales permaneció la comunicación a pesar de tanta tierra de por medio. Larga es la lista de ellos, como los años que espero seguir contando con todas y todos en cualquier lugar del mundo.

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Contenido

Agradecimientos ................................................................................................................ v INTRODUCCIÓN ........................................................................................................... 11 CAPÍTULO 1. ANTECEDENTES .................................................................................. 16 1.1 Movilidad residencial ................................................................................................. 16 1.2 Segregación residencial .............................................................................................. 20 1.2.1 Definición ............................................................................................................ 20 1.2.2 Factores determinantes de la movilidad residencial ............................................ 23 1.2.2.1 El sistema productivo ................................................................................... 23 1.2.2.2 Las estructuras urbanas ................................................................................ 24 1.2.2.3 Las decisiones de los individuos y de los hogares ....................................... 26 1.2.3 Los niveles de segregación en la ZMVM ............................................................ 27 CAPÍTULO 2. ANÁLISIS DE LA MOVILIDAD RESIDENCIAL ............................... 31 2.1 Movilidad residencial por delegaciones y municipios de la ZMVM ......................... 36 2.2 La desigual distribución de los estratos de ingreso .................................................... 45 2.3 La movilidad residencial por estratos de ingreso ....................................................... 54 2.4 La desigual distribución de los estratos de escolaridad ............................................. 66 2.5 La movilidad residencial por estratos de escolaridad ................................................ 75 2.6 Correlaciones entre la movilidad residencial y los estratos de ingreso y de escolaridad........................................................................................................................ 87 CAPÍTULO 3. ANÁLISIS DE LA SEGREGACIÓN RESIDENCIAL .......................... 93 3.1 La medición de la segregación ............................................................................... 93 3.2 Disimilaridad entre los estratos de ingreso ............................................................. 99 3.3 Disimilaridad para los estratos de escolaridad ..................................................... 105 3.4 Descomposición grupal de los índices de segregación ........................................ 109 CONCLUSIONES ......................................................................................................... 112 BIBLIOGRAFÍA CITADA ........................................................................................... 115 BIBLIOGRAFÍA ADICIONAL .................................................................................... 118 ANEXOS ....................................................................................................................... 121

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Tablas Tabla 1. Definición de los Estratos de ingreso para la PEA ocupada ....................... 47 Tabla 2. Estratos de Ingreso y Estratos de Escolaridad por condición migratoria 1990 .................................................................................................................................. 88 Tabla 3. Estratos de Ingreso y Estratos de Escolaridad por condición migratoria 2000 .................................................................................................................................. 88 Tabla 4. Estratos de Ingreso y Estratos de Escolaridad por Tipos de Movilidad Residencial 1990 ............................................................................................................. 89 Tabla 5. Estratos de Ingreso y Estratos de Escolaridad por Tipos de Movilidad Residencial 2000 ............................................................................................................. 90 Tabla 6. Disimilaridad entre los estratos de ingreso (alto, medio y bajo) en el poniente de la ZMVM .................................................................................................. 102 Tabla 7. Disimilaridad entre el estrato de ingresos alto y el resto en el poniente de la ZMVM........................................................................................................................... 104 Tabla 8. Disimilaridad entre los estratos de escolaridad (superior, media, básica, sin escolaridad) para el poniente de la ZMVM ......................................................... 107 Tabla 9. Disimilaridad entre el estrato de escolaridad superior y el resto en el poniente de la ZMVM .................................................................................................. 108 Tabla 10. Descomposición del índice de Theil por estratos de ingreso y condición migratoria ..................................................................................................................... 110 Tabla 11. Descomposición del índice de Theil por estratos de escolaridad y condición migratoria .................................................................................................... 110

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Gráficos

Gráfico 1. Distribución de la población migrante hacia la ZMVM según su procedencia 1990 ............................................................................................................ 35 Gráfico 2. Distribución de la población migrante hacia la ZMVM según su procedencia 2000 ............................................................................................................ 35 Gráfico 3. Estratos de ingreso por condición migratoria 2000 .................................. 54 Gráfico 4. Estratos de ingreso por condición migratoria 1990 .................................. 55 Gráfico 5. Estratos de ingreso por tipo de movilidad residencial 1990 ..................... 55 Gráfico 6. Estratos de ingreso por tipo de movilidad residencial 2000 ..................... 56 Gráfico 7. Distribución de los estratos de ingreso en los inmigrantes del valle de México a la zona metropolitana 2000 ........................................................................... 57 Gráfico 8. Estratos de Escolaridad por Condición Migratoria.................................. 75 Gráfico 9. Estratos de Escolaridad por Movilidad Residencial 1990 ........................ 76 Gráfico 10. Estratos de Escolaridad por Movilidad Residencial 2000 ...................... 77 Gráfico 11. Distribución de los estratos de escolaridad en los migrantes del valle de México 2000 .................................................................................................................... 78

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Mapas

Mapa 1. Distribución de la población migrante hacia la ZMVM .............................. 38 Mapa 2. Movilidad residencial desde el valle de México hacia la zona metropolitana 2000 .................................................................................................................................. 40 Mapa 3. Distribución de la Migración internacional hacia la ZMVM 1990 y 2000 44 Mapa 4. Distribución del Estrato de Ingreso Bajo en la ZMVM .............................. 49 Mapa 5. Distribución del Estrato de ingreso Medio en la ZMVM ............................ 51 Mapa 6. Distribución del Estrato de ingreso Alto en la ZMVM ................................ 53 Mapa 7. Distribución de Inmigrantes a la ZMVM del Estrato de Ingreso Bajo ...... 60 Mapa 8. Distribución de Inmigrantes a la ZMVM del Estrato de Ingreso Medio ... 62 Mapa 9. Distribución de Migrantes con Estrato de Ingreso Alto .............................. 64 Mapa 10. Distribución de la población Sin Instrucción.............................................. 68 Mapa 11. Distribución de la población con Educación Básica .................................. 70 Mapa 12. Distribución la población con Educación Media Superior ........................ 72 Mapa 13. Distribución la población con Educación Superior ................................... 74 Mapa 14. Distribución de Migrantes Sin Instrucción ................................................. 80 Mapa 15. Distribución de Migrantes con Educación Básica ...................................... 82 Mapa 16 Distribución de Migrantes con Educación Media Superior ....................... 84 Mapa 17. Distribución de Migrantes con Educación Superior .................................. 86

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Anexos

Anexo 1. Delimitación de la Zona Metropolitana del Valle de México ................... 121 Anexo 2. Tasas de crecimiento medio anual ZMVM 1990-2000 .............................. 124 Anexo 3. Distribución de la población por condición migratoria ............................ 126 Anexo 4. Distribución de la población por tipos de movilidad residencial ............. 128 Anexo 5. PEA ocupada total por estratos de ingreso ................................................ 131 Anexo 6. PEA ocupada migrante por estratos de ingreso ........................................ 133 Anexo 7. Índices de disimilaridad por estratos de ingreso para la ZMVM ............ 135 Anexo 8. Índices de disimilaridad multigrupo entre estratos de ingreso por delegaciones y municipios ............................................................................................ 136 Anexo 9. Comparaciones bigrupo entre los estratos de ingreso por delegaciones y municipios ..................................................................................................................... 138 Anexo 10. Comparaciones bigrupo entre cada estrato de ingreso y el resto por delegaciones y municipios ............................................................................................ 141 Anexo 11. Población total de 24 años y más por estratos de escolaridad por delegaciones y municipios ............................................................................................ 144 Anexo 12. Población migrante de 24 años y más por estratos de escolaridad por delegaciones y municipios ............................................................................................ 147 Anexo 13. Índices de disimilaridad multigrupo entre estratos de escolaridad para la ZMVM........................................................................................................................... 150 Anexo 14. Índices de disimilaridad multigrupo entre estratos de escolaridad por delegaciones y municipios ............................................................................................ 151 Anexo 15. Comparaciones bigrupo entre los estratos de escolaridad por delegaciones y municipios ............................................................................................ 153 Anexo 16. Comparaciones bigrupo entre cada estrato de escolaridad y el resto ... 159

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INTRODUCCIÓN

En los estudios sobre la segregación espacial en América Latina se ha identificado una tendencia al aumento de la desigual distribución de la población clasificada por sus condiciones socioeconómicas, situación que no es ajena a las ciudades mexicanas. Al interior de esta diferenciación se ha señalado particularmente la tendencia a una mayor segregación del estrato socioeconómico alto, expresada en la concentración en áreas geográficas específicas y un mayor aislamiento con respecto a los otros estratos socioeconómicos.

La investigación en este tema suele estar motivada por las implicaciones que un aumento en la segregación tiene en las oportunidades de acceso a bienes y servicios y las relaciones entre los distintos grupos sociales, especialmente por las desventajas para los sectores menos favorecidos (Bonvalet y Dureau, 2002; Sánchez, 2009a). Es por esto que algunos trabajos buscan establecer los niveles de la segregación socioeconómica1 o los impactos negativos de la segregación en la calidad de vida. Sin embargo, aquí se decide abordar otra línea, encaminada a la comprensión de los factores que inciden en la segregación y la medición que permita verificar si existe o no una mayor fragmentación 2 entre los grupos poblacionales, producto de una ocupación cada vez más diferenciada por estratos socioeconómicos.

En particular, se quiere complementar este enfoque con la contribución que a estas tendencias hacen los flujos migratorios selectivos hacia la zona metropolitana del valle de México (ZMVM)3, bajo la consideración de que la movilidad residencial es la que en el largo plazo configura la distribución diferenciada de la población, que es la definición misma

de

segregación.

Además,

se

evalúa

1

empíricamente

la

composición

Para el caso de la segregación socioeconómica en la zona metropolitana del Valle de México se encuentran: Salazar, 1999; Rubalcava y Schteingart, 2000; Duhau y Giglia, 2008; Sánchez, 2009a y 2009b; Ariza y Solís, 2009. 2 “La fragmentación es la separación física entre grupos de diferentes niveles económicos ya que se encuentran ubicados a distancias muy cortas uno de otros.” (Almonacid, 2005: 3) 3 En el anexo 1 aparece el listado de las 75 delegaciones y municipios que hacen parte de esta zona metropolitana, cuya delimitación se adopta teniendo como referencia el documento elaborado conjuntamente por SEDESOL, CONAPO e INEGI (2007). 11

socioeconómica del poniente, que no siempre ha sido documentada, a pesar de que investigaciones previas identifican allí patrones particulares de localización y concentración de la población con respecto al resto de la metrópoli.

Teniendo en cuenta que una mayor separación de los estratos altos con respecto al resto puede interpretarse como síntoma de una acentuación de la desigualdad (Sabatini et al., 2001), se presta una especial atención a la movilidad residencial y a los indicadores de la segregación del grupo socioeconómico con ingreso alto y nivel de escolaridad superior. En la revisión de antecedentes se han encontrado alusiones a una tendencia de relocalización de este grupo, desde el centro de la Ciudad de México hacia el poniente y suroeste de la zona metropolitana, poniente que agrupa las delegaciones de Álvaro Obregón y Cuajimalpa de Morelos, pertenecientes al Distrito Federal, y el municipio de Huixquilucan, del Estado de México.

Se destaca la pertinencia de los estudios sobre la segregación residencial vinculada a la movilidad residencial ya que en la medida en que se comprendan las lógicas de localización habitacional, podrían hacerse aportes significativos a predecir los efectos de las políticas públicas que tengan como objeto orientar la urbanización (Connolly, 1999), y aunque con ello no se esclarezca completamente, daría luces acerca de la relación entre el desarrollo económico de una ciudad o región y su comportamiento demográfico. Esto a su vez ayudaría a prever los efectos en una dinámica más amplia de desarrollo de la metrópoli y el diseño de estrategias pertinentes para atender las problemáticas que de allí se derivan4.

En consecuencia, se plantea como objetivo general: determinar las implicaciones de la movilidad residencial, diferenciada por estratos socioeconómicos, hacia la zona metropolitana del Valle de México, en la segregación espacial, para cuyo cumplimiento es necesario 1) verificar si existe una selectividad en la migración por estratos 4

La mayor homogenización en la composición socioeconómica de zonas específicas de la ciudad, plantea un escenario paradójico para las acciones gubernamentales y la formulación e implementación de políticas públicas, pues pareciera facilitar la oferta de servicios para grupos poblacionales claramente diferenciados y concentrados espacialmente (Ramírez, 1999), pero es un reto cuando idealmente habría de propenderse por la inclusión. 12

socioeconómicos hacia la ZMVM, 2) identificar si existen patrones de localización y concentración particulares para los estratos de ingreso y los estratos de escolaridad, particularmente del estrato de ingresos alto y el estrato con escolaridad superior en el poniente, y 3) comprobar si la movilidad residencial de los estratos altos aumenta la segregación residencial en los lugares receptores.

Con la solución de estas preguntas de investigación se constatan varias hipótesis, la primera, que las características socioeconómicas de quienes cambian de lugar de residencia tienen efectos en la distribución, concentración y localización de la población en la zona metropolitana; la segunda, que estos flujos de población, diferenciados por perfiles socioeconómicos, refuerzan los patrones preexistentes de ubicación, concentración y dispersión geográfica de los estratos de ingreso y de escolaridad, y tercera, que estas tendencias se profundizan para el estrato de ingresos alto y el estrato de escolaridad superior en un área específica, el sur poniente de la zona metropolitana del valle de México.

También conviene señalar las limitaciones y alcances del presente trabajo, relacionadas con las fuentes de datos empleadas: el XI y el XII Censo de Población y Vivienda de México (1990 y 2000, respectivamente). Ambos censos incluyen las áreas geoestadísticas básicas (ageb) 5 , que desde 1990 han tenido especial utilidad para el estudio de la segregación al nivel de esta unidad de análisis. Así, además de determinar qué tan homogéneas o heterogéneas son las delegaciones o municipios entre sí, con ellas se puede ver la composición de la población a su interior.

Pero en el otro tema de interés, la movilidad residencial, se encontró un tropiezo, que no permite hacer comparaciones directas entre 1990 y 2000, ni una medición de su aporte al cambio en la segregación espacial en el periodo. En el censo de 1990 la pregunta por el 5

Una AGEB urbana sólo es asignada a áreas geográficas de localidades con una población mayor o igual a 2500 habitantes; cuando corresponde a un conjunto de manzanas cuyo número sea menor a 50, las cuales están perfectamente delimitadas por calles, avenidas, andadores, arroyos o cualquier otro rasgo identificable en el terreno; cuando se tiene un uso del suelo habitacional, industrial, comercial, de servicios, recreativos, etcétera; y cuando se trata de la localidad que es cabecera municipal, aunque no cumpla con los requisitos anteriores. (INEGI, 1995). 13

lugar de residencia hace cinco años se hizo con respecto al Estado o país, mientras que en el 2000 se llega al nivel municipal, con lo cual, para el primer momento no logra captarse la movilidad intrametropolitana, que como se verá en el capítulo correspondiente, ofrece un perfil distinto al de la movilidad proveniente de municipios no metropolitanos6. En la categoría de “Valle de México” en 1990 aparecen agrupados los cambios de residencia entre el Distrito Federal, el Estado de México y el Estado de Hidalgo, lo que lleva a presumir una subestimación de los desplazamientos totales, cuya captación en sí misma tiene otras restricciones7. Es por esto que sólo se describe el aporte de los flujos migratorios hacia la ZMVM en 1995 a la segregación del 2000.

Para la descripción de la distribución diferenciada de la población se recurrió al índice de disimilaridad de Duncan, que es el más comúnmente empleado y de fácil interpretación (Duhau y Giglia, 2008; Ariza y Solís, 2009), aunque para la descomposición que permite conocer el aporte de los distintos grupos poblacionales a la segregación, se usó el índice de Theil, que ofrecía esta propiedad tan acorde con los propósitos de la presente investigación (Reardon et. al., 2000; Sánchez, 2009a y 2009b).

La revisión del marco conceptual ha incluido principalmente documentos relacionados con el papel de la movilidad residencial en el cambio demográfico y el crecimiento urbano, sobre la división social del espacio y la segregación residencial en la zona metropolitana del Valle de México. En ellos se exponen la transformación de la ciudad

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El Distrito Federal, el Estado de México y el Estado de Hidalgo se asientan en el valle de México, pero no todas sus unidades territoriales hacen parte de la zona metropolitana. Es por esto que para el análisis con los datos de 1990 sólo pueden distinguirse los cambios de lugar de residencia entre las entidades federativas, por lo que la categoría que los nombra es la de entre los estados del valle de México. Con los datos de 2000 se han diferenciado dos categorías, los movimientos intrametropolitanos, entendidos como aquellos cuyos lugares de origen y de destino son alguna de las delegaciones o de los municipios conurbados, y movimientos del valle de México no metropolitanos, como aquellos, que aún perteneciendo a las tres entidades federativas del Valle, no integran la zona metropolitana. 7 Entre estas restricciones cabe mencionar 1) que no se captan los movimientos hacia la ZMVM en un período inferior a los cinco años referenciados en la pregunta, 2) ni la trayectoria de los cambios de residencia en ese periodo, que no necesariamente obedece a un solo movimiento desde el lugar donde se vivía hace cinco años y el actual, y 3) tampoco pueden contarse los desplazamientos que se dan al interior de las delegaciones o municipios. 14

en metrópoli a partir de procesos económicos, como el cambio del modelo de sustitución de importaciones, y de política urbana en urbanización, descentralización, vías y transporte; y se ha caracterizado la evolución de los patrones generales de poblamiento y sus efectos en el aumento de la segregación residencial. Es entonces como enmarcado en el amplio acervo que le precede, aquí se presenta como mayor contribución al desarrollo de estas líneas de investigación, la exploración de las relaciones entre la movilidad residencial hacia la zona metropolitana y la segregación, a partir del estudio de los patrones de concentración y localización de la población diferenciada por estratos socioeconómicos.

Este trabajo comprende cuatro capítulos. En el primero, se hace una presentación de los principales elementos de contexto y antecedentes de los procesos relacionados con la movilidad residencial y la segregación espacial en la zona metropolitana del Valle de México, los cuales permiten comprender de una manera más clara los orígenes y factores explicativos del problema de estudio. En el segundo capítulo, se presenta el análisis de la movilidad residencial de acuerdo con perfiles socioeconómicos diferenciados, con los cuales se confirma la existencia de una selectividad 8 y unas preferencias en la localización, concentración y fronteras territoriales de la población clasificada por su estrato de ingresos y la escolaridad alcanzada. Este es el preámbulo de la descripción de los niveles y cambios en la segregación residencial, abordados en el tercer capítulo, en los cuales además se compara el comportamiento de los migrantes con respecto al conjunto de la población, y particularmente, se mide el aporte de la movilidad residencial del estrato alto de ingreso y el estrato de escolaridad superior a la segregación. Finalmente, en el cuarto apartado, aparecen las conclusiones sobre las implicaciones de la movilidad residencial en la segregación espacial de la zona metropolitana del Valle de México.

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"La selectividad se refiere a ciertas características individuales que son comunes a los migrantes pero que los diferencian marcadamente de aquellos que han decidido permanecer en el lugar de origen" (Partida, 2006: 28) 15

CAPÍTULO 1. ANTECEDENTES

En este capítulo se pretende dar cuenta de los principales procesos relacionados con la distribución diferenciada de la población por nivel socioeconómico en la zona metropolitana del valle de México, los cuales se constituyen en el contexto de la situación de estudio y permitirán comprender el papel de la movilidad residencial9 en la construcción y transformación de la estructura urbana y, con ello, de la segregación espacial.

1.1 Movilidad residencial Aunque en los tiempos que corren la migración no cuenta con el auge que tuvo durante los procesos de conformación y mayor crecimiento de los centros urbanos, vista en un sentido más amplio como movilidad residencial conserva su vigencia y de ahí que haya un renovado interés por su papel en la definición y consolidación de patrones diferenciados de ocupación del territorio. A esto se suman las posibilidades de analizar los desplazamientos que ocurren al interior de las entidades federativas o de los núcleos metropolitanos, gracias a la disponibilidad de datos para describir los flujos de población entre municipios y delegaciones10 con el censo de población y vivienda del 2000.

La movilidad residencial es un término relativamente reciente en los estudios demográficos y urbanos. Latte (1983) señala a Zelinsky como aquel que a principios de los años setenta introdujo un nuevo enfoque en el estudio de la migración, al proponer que ésta sólo constituye una forma de un concepto más amplio: la movilidad territorial. Es por esto que actualmente en Estados Unidos y países de Europa occidental se prefiere para hablar de los cambios de vivienda, sin importar si se trata de desplazamientos dentro de una misma localidad o entre diferentes localidades y regiones, que en México

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Por esta se entenderán los cambios de domicilio “que responden a estrategias y necesidades habitacionales relacionadas con el tipo, características, forma de tenencia, localización y entorno de la vivienda” (Duhau, 2003: 188). 10 En México, desde 1970 se incorporó la pregunta por el lugar de residencia en los cinco años previos al censo, pero sólo a partir de la muestra en el conteo de 1995 y el censo del 2000 se indaga, además del Estado o país, por el municipio, que es el que permite establecer la movilidad intrametropolitana, 16

y en general en América Latina se nombraban como migraciones “internas” (Duhau y Giglia, 2008).

Con respecto al papel de la migración en el cambio demográfico y urbano, el hecho de que “de cada tres habitantes del área metropolitana de la ciudad de México en 1970, uno era inmigrante” (Muñoz et al., 1977), daba cuenta de la importancia del fenómeno migratorio y llamaba la atención por la influencia de los inmigrantes en términos de su proporción numérica, las modificaciones que introducen en el crecimiento natural, en las estructuras por edad de la población económicamente activa y de la población en edades reproductivas, entre otras. Para el lustro 2000-2005, esta proporción se redujo a que uno de cada cuatro inmigrantes llegara al Distrito Federal y el Estado de México, como lugar de destino conjunto (Partida y Martínez, 2006).

Que el descenso en las tasas de crecimiento poblacional no se haya manifestado de la misma manera en el crecimiento de la mancha urbana, ha generado no pocas preocupaciones y explicaciones11. En la Ciudad de México y su zona metropolitana, los flujos rural-urbano fueron los que entre 1940 y 1970 contribuyeron primordialmente al aumento en el tamaño de la población, presionaron la expansión de la ciudad central hacia la periferia y sus fronteras hasta conurbar nuevos territorios, al tiempo que la proyectaron como una de las más grandes del mundo12.

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"a pesar de la disminución del ritmo de crecimiento demográfico, la metrópoli experimentó, en las últimas dos décadas [1980 y 1990], un ritmo importante en la expansión de su mancha urbana. Esta no correspondencia entre dinámica demográfica y dinámica espacial ha sido explicada por las modalidades que adquieren los procesos de distribución de la población y de las actividades en el territorio metropolitano. Si bien estos procesos ya se registran décadas antes, en años recientes adquieren particularidades que se deben analizar para comprender y explicar las nuevas formas que adquiere el crecimiento urbano." (Esquivel 2006: 26). 12 En 1995 la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, integrada por el Distrito Federal, el municipio de Tizayuca en Hidalgo y 37 municipios del Estado de México, era con 17 millones de habitantes, la segunda metrópoli más poblada del mundo, después de Tokio, que ocupaba el primer lugar con 27 millones. “La conjugación de los tres componentes del cambio demográfico (fecundidad, mortalidad y migración) desde 1970, ha originado un pronunciado descenso en la tasa de crecimiento de la población: de 6.1% anual en 1945 y 4.3% en 1970, a 1.6% en 1997. Un patrón similar se observa en la expansión de la mancha urbana de la Ciudad de México: de 26 mil hectáreas del Valle de México en 1950 aumentó a 89 mil en 1980 y 137 mil en 1995; es decir, que después de haberse multiplicado 3.4 veces en 30 años, sólo se incrementó 54% en los siguientes tres lustros." (CONAPO, 2000: 10). 17

Sin embargo, la conjunción de factores como la pérdida de dinamismo económico, la caída del empleo, la descentralización de empresas, las restricciones a la instalación de nuevas fábricas en el Valle de México, problemas atribuibles a desequilibrios ambientales y al acelerado crecimiento urbano, el desarrollo regional alterno a la ZMVM y seguramente los sismos de 1985 contribuyeron a que ésta pasara de ser un centro de atracción a uno de expulsión de la población (Conapo, 2000). Situación que en algunas delegaciones del Distrito Federal se traduce en tasas de crecimiento negativas en los últimos quince años 13 y que se correspondería con un proceso de metropolización 14 caracterizado por “fuertes desigualdades de ritmo entre espacios centrales y periferias, una desconcentración de la población concomitante con el extendimiento espacial, una dinámica demográfica cada vez más centrífuga y un estancamiento, a veces un despoblamiento, de las áreas centrales” (Dureau et al., 2002: xxvii).

Acerca de la distribución de la población en las entidades federativas del Valle de México, Partida y Martínez (2006) señalan que desde 1975-1980, el Estado de México presenta la mayor cantidad de inmigrantes, debido a los numerosos desplazamientos dentro de la metrópoli, desde el centro (Distrito Federal) hacia la periferia (Estado de México), y a la repartición entre ambas entidades federativas del cuantioso flujo migratorio procedente de las demás. Dicha expansión ha conducido a que el Estado de México concentre también una mayor proporción de la población metropolitana. En 1990 era el 46.89% y en 2000 el 52.97%, con respecto al Distrito Federal con el 52.92% en 1990 y el 46.78% diez años después15. Y donde el aumento de la población en el único municipio metropolitano del Estado de Hidalgo, Tizayuca, fue de 0.19% en 1990

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Ver en el anexo 3 las tasas de crecimiento para las delegaciones y municipios de la ZMVM entre 1990 y 2000. 14 Sobrino e Ibarra (2008: 163) hablan de unas etapas de metropolitanismo, o procesos de urbanización metropolitana como una propuesta teórica y metodológica que se refiere “a la dinámica de crecimiento de las distintas partes de una ciudad y que de manera general se caracteriza por un desplazamiento, primero de la población y posteriormente de las actividades económicas, del centro hacia la periferia.” Se coincide en señalar que para el caso de la Ciudad de México, este proceso inició en la década de los años cuarenta, cuando además de lo que hoy es el Distrito Federal, la mancha urbana se extendió hacia el municipio de Tlanepantla. 15 Estos porcentajes son elaboración propia, a partir de los censos de población y vivienda de 1990 y 2000, con la delimitación de ZMVM de 2007 que comprende 75 unidades territoriales. 18

al 0.25% en 2000, pero no resulta tan importante para explicar la inversión de los porcentajes entre las dos entidades principales.

Autores como Ariza y Solís (2009) plantean que la migración de los últimos cinco años ha perdido fuerza como factor de diferenciación en la distribución espacial de la población residente en las tres metrópolis de más larga data del país (Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey) ya que pasaron los momentos de mayor dinamismo migratorio.

Pero al respecto, debe tenerse en cuenta que a excepción del 2000, estos cálculos se basan en una migración a nivel interestatal, por lo que un panorama más cercano a la movilidad residencial que nos interesa, lo ofrece CONAPO (2001), según el cual, desde mediados del siglo XX uno de cada cien mexicanos cruza anualmente los límites estatales para cambiar su residencia, cantidad que en el quinquenio 1995-2000 descendió al 0.85%, de acuerdo con el censo de población de 2000. Usando esta misma fuente, con la captación de la movilidad entre municipios, también se establece que 14 de cada mil mexicanos mudan anualmente su residencia cruzando los límites municipales dentro o fuera de la entidad federativa, es decir, el 1.4%.

Esto ofrece una primera idea de que la disminución en los movimientos es relativa, pues se ha omitido la medición de los flujos en menores escalas, como la municipal y la intramunicipal. Y sería necesario incluirlas para dar cuenta de las nuevas dinámicas que surgen a partir de los desplazamientos al interior de las fronteras de las entidades federativas y los cambios que estos introducen, no tanto en términos de la cantidad de personas que se moviliza, que sin duda se ha reducido (como lo muestran Conapo, 2001; Partida y Martínez, 2006), sino de las características socioeconómicas de los flujos y sus efectos en la distribución, concentración y localización diferenciada de la población.

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1.2 Segregación residencial

1.2.1 Definición Algunos autores usan indistintamente términos como división social del espacio, segregación urbana, segregación residencial y segregación social para referirse a la misma situación, otros prefieren sólo uno de ellos.

Quienes no comparten esta posición, se fundamentan en la connotación negativa que tiene la “segregación”, al tratarse de un proceso que implica reglas y prácticas sistemáticas de exclusión, es decir, de coerción16. Y en cambio recurren a la división social del espacio residencial para tomar distancia de las exclusiones explícitas y explicar la relación entre el espacio y los grupos sociales. Esta división social del espacio residencial (DSER), entendida como “las formas espaciales discernibles que adopta la distribución residencial intraurbana o intrametropolitana de los distintos estratos socio-económicos que conforman la población de una aglomeración urbana” (Duhau y Giglia, 2008: 155), usualmente se corresponde con unos tipos de poblamiento 17 , que en el análisis de la estructura territorial de la metrópoli muestran cómo se produce el espacio habitable y la estructura demográfica y socioeconómica de la población. Con la DSER se “hace referencia a un proceso del que forman parte tanto las determinantes físicas del espacio como las particularidades de los distintos grupos sociales -expresadas en formas de organización social, régimen económico, formas de intercambio y luchas por la apropiación del espacio, entre otras.” (Gracia, 2004: 45), lo 16

Quienes prefieren hablar de “segregación”, ante este argumento cuestionan qué tan voluntario es un cambio de domicilio determinado por la ausencia real de opciones, y las limitaciones socioeconómicas que tienen los individuos y hogares para asumir los costos asociados a la localización de la vivienda. 17 El Observatorio de la Ciudad de México (OCIM) definió en el año 2001 seis tipos de poblamiento 1) Centro histórico, 2) Pueblos conurbados, 3) Colonias populares (que incluye tres subtipos), 4) Colonias residenciales tipo medio, 5) Colonias residenciales tipo alto y 6) Conjuntos habitacionales (Esquivel et al., 2006: 29-30). Para el 2008, Duhau y Giglia los presentan actualizados a nueve: 1) Ciudad colonial, 2) Ciudad central, 3) Cabecera conurbada, 4) Pueblo conurbado, 5) Pueblo no conurbado, 6) Colonia popular, 7) Conjunto habitacional, 8) Residencial medio, 9) Residencial alto. 20

cual resulta ilustrativo de los tipos habitacionales predominantes en la ciudad asociados a unos procesos históricos y niveles socioeconómicos, pero resulta insuficiente para dar cuenta de las desigualdades entre los individuos u hogares que los ocupan. Es por esto que un argumento fuerte a favor de la noción de “segregación” 18 es su extendida incorporación en la literatura especializada y las herramientas metodológicas disponibles para describir y analizar la distribución diferenciada de los grupos poblacionales a través del espacio, la cual usualmente se piensa en términos del grado en el cual éstos residen en vecindarios diferenciados (Iceland y Wilkes, 2006).

En cuanto a lo volitivo de la segregación, Schteingart (2001) expone que en esta noción puede distinguirse una segregación activa, producto de la elección, aplicada a grupos étnicos y más pobres, a consecuencia de la estigmatización y rechazo por parte de sectores dominantes, y una autosegregación de las clases pudientes que no es totalmente voluntaria sino una forma de replegarse frente a la violencia urbana, que en algunas ciudades, como en el caso de la ciudad de México, han aumentado notablemente en los últimos años. Para Sabatini et. al. (2001) la segregación residencial se refiere al “grado de proximidad espacial o de aglomeración territorial de las familias pertenecientes a un mismo grupo social, sea que éste se defina en términos étnicos, etarios, de preferencias religiosas o socioeconómicos, entre otras posibilidades” 19 . La importancia de estas características sociales a partir de las cuales se estudia la segregación depende del contexto urbano de que se trate (Duhau y Giglia, 2008). Es así como por ejemplo en Estados Unidos la pertenencia étnica o racial está en el centro de las investigaciones, por los antecedentes históricos de discriminación a los afrodescendientes, pero en América Latina es el nivel socioeconómico el que cobra una mayor relevancia por las marcadas diferencias de clase y los niveles de la desigualdad social. 18

Para evitar la redundancia entre “movilidad residencial” y “segregación residencial” cuando aparecen en la misma línea, en este trabajo se emplearán como sinónimos, para todo fin práctico, “segregación urbana” y “segregación espacial” o simplemente “segregación”. 19 Habría que añadir como una de las posibilidades no explicitada por Sabatini el origen nacional o regional, 21

Una advertencia oportuna sobre las implicaciones que esto tiene en el análisis, es que mientras la condición étnica o racial es constante a lo largo del curso de vida, la adscripción a un estrato socioeconómico puede variar por la movilidad social. En consecuencia, los niveles de segregación residencial socioeconómica “pueden deberse no sólo a los cambios en los lugares de residencia de individuos u hogares pertenecientes a los grupos en contraste (tal como ocurre con la segregación racial o étnica), sino también a que sin cambiar de residencia estos individuos u hogares pueden experimentar movilidad socioeconómica.” (Ariza y Solís: 2009). Y cabría agregar la perspectiva de que en la medida en que los espacios residenciales se consolidan y pasan de la irregularidad a la formalidad pueden generar desplazamientos que cambian el perfil socioeconómico de la población que los ocupa20.

Referirse a la segregación remite a la desigualdad. Las desigualdades económicas se traducen

en

comportamientos

demográficos

y

comportamientos

residenciales

diferenciados según las clases sociales (Dureau, 2002). Las desigualdades frente al empleo y la cultura determinan un acceso desigual al espacio urbano y son estas posibilidades las que definen los lugares de destino y condiciones en que se dan los cambios de domicilio, modificando con ello los niveles de segregación social y espacial, y constituyéndose por tanto, en portadores del cambio urbano (Lévy y Brun, 2002). Un cambio que se ve afectado por las dinámicas de desarrollo de una ciudad o región, las características de la oferta de vivienda, las aspiraciones residenciales de la población y por la intervención de actores públicos y privados.

20

Dupont y Sidhu (2002) presentan una ilustrativa descripción del proceso de transformación de las urbanizaciones irregulares. En la primera etapa de su desarrollo atraen a poblaciones con bajos ingresos, que buscan terrenos para construir o viviendas baratas en alquiler. Luego, ante la mala calidad del entorno y de las infraestructuras, algunos hogares que han mejorado su situación económica, salen detrás de mejores condiciones de hábitat. Posteriormente, la legalización de la urbanización facilita el acceso a los servicios municipales, lo que conlleva un mejoramiento del entorno y ocasiona un aumento del costo de la tierra y de los alquileres. Esto provoca la partida de aquellos arrendatarios con ingresos más bajos hacia urbanizaciones económicamente accesibles y la instalación de habitantes con ingresos más altos. 22

1.2.2 Factores determinantes de la movilidad residencial

1.2.2.1 El sistema productivo Estos factores de la movilidad de residencial pueden agruparse en tres niveles. En el primero, desde una perspectiva macro, Lévy y Brun (2002: 154) señalan que “para comprender las nuevas formas de movilidad y de la división social del espacio, se deben tener en cuenta la recomposición del sistema productivo y la evolución de las estructuras y de las fuerzas políticas (de las que la fiscalidad y el urbanismo son uno de los aspectos).” En consecuencia, parte de los cambios en los patrones de movilidad de la población en la zona metropolitana del Valle de México, estarían asociados al impacto de la modernización en México, donde al igual que en otros países latinoamericanos el desarrollo capitalista no se tradujo en una distribución equitativa de sus beneficios y, por el contrario, se apoyó en una “dinámica de la desigualdad”21 preexistente, la acentuó, preservó y tendió a reproducirla. Vuskovic (1996) menciona que a pesar de las diferencias en los tamaños de las economías de los países latinoamericanos, se pueden encontrar similitudes en un patrón de desarrollo concentrador y excluyente, caracterizado por altos grados de dependencia externa; una tendencia a disminuir las dinámicas de crecimiento y a acentuarse los desequilibrios financieros y externos, una heterogeneidad estructural, el desempleo de recursos productivos y la terciarización prematura de las economías.

A raíz de la caída del modelo de sustitución de importaciones en la década de los 80, la economía mexicana se vio abocada a insertarse en un proceso de globalización que ha

21

Básicamente, esta dinámica de la desigualdad se fundamenta en una distribución concentrada del ingreso, en una minoría que demanda bienes de consumo no esencial (acordes con las formas de vida de sociedades más desarrolladas), lo cual orienta a este sector la producción interna, mientras que aumenta la demanda de los mercados internos sin mayores atenciones. “De este modo, la economía adquiría perfiles técnicos que limitaban la capacidad de absorción de fuerza de trabajo, demandaba inversiones relativamente grandes y su funcionamiento dependía en alto grado de suministros intermedios importados. Se advierte como estos tres rasgos tienen que ver directamente con la insuficiencia del ahorro y la inversión nacionales, con la presión constante para importaciones y con la incapacidad para absorber productivamente el crecimiento de la población en edad activa: características que siempre fueron identificadas en los "diagnósticos" como obstáculos a la continuidad del desarrollo económico y fuente de dificultades sociales." Vuskovic (1996: 42). 23

impactado negativamente en el nivel de vida de la mayor proporción de sus habitantes. Nivel agravado en la década siguiente con mayores inequidades tanto en la distribución del ingreso como en el acceso a otros bienes sociales y la dinámica del mercado inmobiliario 22 . Pero vale aclarar que aunque se presume que esto contribuiría a un aumento en la segregación residencial, se debe considerar también que estudios en diversos países demuestran que “cambios en las condiciones económicas y sociales no se traducen directamente en los alcances de la segregación residencial, tanto por la existencia de mecanismos institucionales que lo impiden como porque la temporalidad de ambos procesos pueden diferir.” Sánchez (2009b: 9).

1.2.2.2 Las estructuras urbanas En segundo lugar, como factores intermedios que inciden en la movilidad residencial, se encuentran las estructuras urbanas, la distribución del parque de vivienda en el espacio metropolitano en relación con los demás componentes de la ciudad (empleos, comercios, infraestructuras, zonas verdes, etc.), el tamaño de las ciudades, y la accesibilidad a sus distintos lugares. “Entre menos asegurada esté la accesibilidad en la totalidad de la metrópoli, más intervienen las decisiones de localización: y lo anterior 22

Sobrino e Ibarra (2008) han encontrado que ciertos cambios en el patrón de distribución de la población al interior de la metrópoli coinciden con patrones de distribución del empleo, las cuales se resumen en la siguiente tabla: Etapas del metropolitanismo (Busquets, 1993; Suárez-Villa, 1966 en Sobrino e Ibarra, 2008) Urbanización o Suburbanización o Desurbanización o Reurbanización o concentración descentralización despoblamiento repoblamiento 1940 1950-1970 1970-1990 1990 TCPA* de la población La periferia alcanza una La ciudad central registra La ciudad central central supera a la de la TCPA mayor con desde un saldo neto revierte la tendencia periferia. respecto a la ciudad migratorio negativo, hasta negativa en su TCPA. Rápido crecimiento de central. la pérdida absoluta de En muchos casos en este la expansión urbana. Fase considerada como población. proceso inciden Concentración típica en la madurez del La metrópoli manifiesta en políticas urbanas para el económico demográfica fenómeno su conjunto estabilidad o rescate de la ciudad hacia la ciudad central. metropolitano. incluso decline. central. Comportamiento del empleo Concentración Desconcentración Estancamiento Reactivación La TCPA de la La TCPA de la La demanda ocupacional Se recupera la demanda demanda ocupacional es demanda ocupacional es en la ciudad central es ocupacional en la mayor en la ciudad mayor en la periferia menor en el tiempo 1 con ciudad central. central que en la que en la ciudad central. respecto al tiempo 0. periferia. *TCPA Tasa de Crecimiento Promedio Anual. Elaboración propia a partir del texto de Sobrino e Ibarra (2008: 163-164). 24

depende a la vez del tamaño de la ciudad y del grado de las desigualdades que la atraviesan.” (Bonvalet y Dureau, 2002: 80).

En el caso de la zona metropolitana del Valle de México, dicha configuración del espacio urbano ha obedecido a las características topográficas y ambientales, las modalidades de producción habitacional (en las que intervienen agentes públicos y privados), inversiones en infraestructura y redes viales, comportamientos demográficos (entre los que se destacan las migraciones y los desplazamientos interurbanos), normatividad en materia de uso de suelo y características socioeconómicas de la población (Gracia, 2004).

Históricamente,

el

patrón

de

distribución

de

la

población

diferenciada

socioeconómicamente en la Ciudad de México23, extensible a su área metropolitana, se demarca por un eje norte-sur que divide el espacio residencial entre los estratos de ingreso medio y alto que tienden a ubicarse al poniente y sur poniente, mientras que los estratos de ingreso bajo predominan hacia el oriente (Duhau y Giglia, 2008).

El origen de esta demarcación puede situarse a principios del siglo XX cuando la ciudad central comenzó a expandirse y los estratos de ingresos altos “motivados por las continuas inundaciones en la Ciudad de México y la intensificación de diferentes usos del suelo en el centro” prefieren establecerse hacia el poniente, donde se ofrecen áreas residenciales en terrenos no inundables y dotadas de infraestructura y servicios (agua entubada, luz eléctrica, drenaje y el tranvía) a los cuales no podían acceder los grupos de menores recursos, que por lo tanto se quedaron en el centro de la ciudad o se desplazaron hacia el norte y al suroriente del Zócalo, que no contaban con infraestructura básica (Salazar, 1999).24 23

Unikel et al., 1978; Salazar, 1999 y 2009; Schteingart, 2001; Cruz y Carrillo, 2006; Duhau y Giglia, 2008, son algunas de las referencias a la mención de que los distintos estratos sociales se han apropiado de manera diferenciada del espacio, la cual viene acompañada por una tendencia a una mayor concentración de los estratos altos en la periferia poniente de la ciudad de México y su zona metropolitana. 24 Sabatini (2001) describe una situación tipo, aplicable tanto a la Ciudad de México como a otras ciudades latinoamericanas "La segregación residencial a gran escala ha sido el sello del patrón tradicional latinoamericano. A lo largo del siglo XX las familias de las elites se fueron concentrando por lo general en una sola zona de crecimiento que, en la forma de un cono, une el Centro histórico con la periferia en una 25

Esta descripción del proceso es corroborada por Gracia (2004), quien explica la preferencia de los sectores de ingresos medios y altos por el poniente y sur de la ciudad, y posteriormente por el Estado de México, ante la oferta fraccionamientos en tierras privadas, mientras que los asentamientos populares tienen antecedentes en los años cuarentas con la llegada de los migrantes pobres provenientes del campo a las vecindades en el centro, quienes luego fueron conformando las colonias populares del norte y oriente de la ciudad, en muchos casos invadiendo terrenos de propiedad estatal que, debido a su baja calidad, no eran codiciados por otros sectores sociales (como el lado desecado de Texcoco). Ya para finales de los setenta, la ocupación irregular de suelo ejidal comenzó a ser una alternativa para estos grupos ante la falta de oferta de suelo barato, que se localizaba principalmente en el norte, oriente y también en el sur de la ciudad.

1.2.2.3 Las decisiones de los individuos y de los hogares Y en tercer lugar, desde la perspectiva micro, de quienes se mueven, Dureau (2002) identifica como factores determinantes en las escogencias residenciales el acercamiento al lugar de trabajo; el acceso a la propiedad; la importancia de las redes, principalmente familiares, para todos los estratos sociales, y las estrategias familiares. La escogencia de la vivienda implica definir un tipo, una forma de tenencia y una localización, que vista como un signo de posición en la sociedad, evidencia las escalas de las prácticas espaciales de los citadinos.

En esta línea podríamos ubicar la investigación de Salazar (2009) sobre las prácticas de movilidad domicilio-trabajo y domicilio-escuela, en relación con las lógicas de estructuración del espacio urbano, a partir de las cuales se distingue una lógica privada del mercado laboral y una lógica pública de cobertura escolar 25 . En virtud de los

dirección geográfica definida. En el otro extremo de la escala social los grupos más pobres, que grosso modo representan entre una cuarta parte y más de la mitad de la población, tendieron a aglomerarse en extensas zonas de pobreza, especialmente en la periferia más lejana y peor equipada.” 25 Salazar (2009) identifica diferencias en los niveles de segregación, según se trate del centro de la ciudad o de la periferia, siendo mayor en esta última. Y menciona que estos niveles podrían modificarse si cambian las lógicas que definen la localización de los recursos urbanos, logrando un mayor peso de la 26

recursos con que cuentan los hogares para decidir el lugar de residencia, definen sus estrategias de movilidad cotidiana. Pero no se entrará en detalle sobre estos factores, pues las fuentes de datos empleadas no abordan las causas particulares de la movilidad residencial en la zona metropolitana.

1.2.3 Los niveles de segregación en la ZMVM Sólo a partir del censo de 1990, con la incorporación de las áreas geoestadísticas básicas (ageb), empezaron a desarrollarse en la sociodemografía mexicana estudios referidos a la segregación espacial (Ariza y Solís, 2009), pues éstas permiten medir la homogeneidad a su interior, hacer comparaciones y agregarlas para establecer patrones diferenciados en la ciudad.

Schteingart y Rubalcava (2000 citadas por Gracia, 2004) señalan que la estructura espacial de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, se vuelve más dependiente de los ingresos de la población (asociados a sus características socioeconómicas) ante la degradación de las condiciones en que se produce la expansión urbana y el retiro del Estado de las funciones que antes llevaba a cabo, como la provisión de vivienda y servicios (variables relacionadas con la consolidación urbana). Estas autoras encontraron que en el periodo 1980-2000, el número de habitantes en las unidades más pobres aumentó más de 50%, mientras que disminuyeron en 7% aquellos que moraban en las unidades de mayor desarrollo social, contribuyendo a la polarización de la urbanización y su extrema segregación y fragmentación social y espacial.

El análisis de Ariza y Solís (2009), sobre la incidencia de los profundos cambios socioeconómicos del país en las últimas décadas en la segregación social residencial para la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, es relevante en varios aspectos metodológicos. En primer lugar, porque al contemplar los grupos situados en los lógica pública, la cual propicia una confluencia más heterogénea de los agentes que aquella ofrecida por la lógica de mercado, más favorable a la exclusión de grupos de la población que, al no contar con medios económicos suficientes, no tienen acceso a ciertos equipamientos. En consecuencia con estas lógicas la diferenciación por estratos de ingreso es mayor que por el nivel de escolaridad, pues en este último han incidido políticas públicas orientadas a la ampliación de cobertura, que modifican la insfraestructura y oferta del servicio en el conjunto de la ciudad. (Salazar, 1999; Sánchez, 2009). 27

extremos de la jerarquía social, incluyen a aquellos con mayores ingresos y mayor nivel educativo, población sobre la cual poco se ha dicho 26 . En segundo lugar, han considerado los ingresos de los hogares y de los individuos, debido a que “el aumento continuo de perceptores por hogar ha sido desde mediados de los años ochenta el recurso más socorrido por las familias mexicanas para frenar la caída de sus ingresos y sus condiciones de vida” (Rubalcava, 2001; Cortés, 2000, en Ariza y Solís, 2009). Y en cuarto lugar, toman como una faceta de la desigualdad, la condición migratoria.

En cuanto a sus hallazgos, Ariza y Solís (2009) no sólo confirman la correlación entre las desigualdades socioeconómicas y la desigual distribución de la población en el espacio, sino también la profundización de la distancia social entre los grupos ubicados en los extremos, por “la potencialidad que la segregación espacial encierra de multiplicar las barreras propias de otras fronteras sociales”.

Resultados similares son los presentados por Sánchez (2009a y 2009b), quien identifica una tendencia a una mayor segmentación y homogeneización por nivel socioeconómico de la ciudad, entre 1990 y 2000, la cual se manifiesta en los cambios en la localización y concentración de los grupos. Los estratos medios y bajos ampliaron su localización hacia el oriente y nororiente, donde se ha expandido la ciudad, mientras que el estrato alto, más concentrado y compacto, se ubica hacia el poniente y suroeste. Adicionalmente, dicho estudio midió la segregación espacial entre los estratos socioeconómicos, encontrando que el estrato de más altos ingresos se ve cada vez menos expuesto a los

26

Ariza y Solís (2009) encuentran empíricamente que en el ámbito de la segregación social residencial el ingreso es la variable con mayor poder discriminatorio y la más sensible para mostrar las diferencias de grado en la estructura social, sin embargo, a esto le precede una amplia discusión sobre la confiabilidad que ofrece esta variable para medir los extremos de la distribución en los estudios de pobreza y marginación (Partida y Aparicio, 2003). Además, la recolección de los datos referidos a ingreso en el grupo que mayores cantidades devenga, se ve limitada por la diversificación de las fuentes del mismo, su disposición a responder la encuesta o su reserva en la declaración como medida de seguridad. De otro lado, el interés de focalizar las políticas socioeconómicas sobre la población vulnerable y en condiciones de pobreza es la que ha determinado de alguna manera la necesidad de caracterizar y analizar sus problemáticas. Salazar (1999: 52) justifica la relevancia de abordar en la investigación a los grupos de población de menores recursos, "ante la inoperancia de los modelos de desarrollo predominantes que han tenido como consecuencia la ampliación de las desigualdades entre pobres y ricos, la concentración de la riqueza en pocas manos y el incremento de la población en estado de pobreza." 28

otros estratos sociales y que también existe un menor traslape entre las zonas de residencia del estrato medio y el bajo.

Con respecto a esta concentración espacial de la población por estratos socioeconómicos, Ariza y Solís (2009) hacen un recuento de varias investigaciones basadas en los datos censales del año 2000: “Centrándose en la movilidad residencial intrametropolitana, Duhau (2003) constata que los grupos de altos ingresos se concentran en un número limitado de jurisdicciones (11 en total), mientras Arriagada Luco y Rodríguez Vignoli (2003) describen un patrón de concentración según el cual los grupos de altos ingresos se ubican en zonas integradas y bien conectadas con la ciudad, mientras los de menores ingresos se encuentran dispersos a lo largo de la periferia metropolitana.”

Habiendo identificado esta tendencia al aumento de la segregación residencial entre 1990 y 2000, y a la concentración de la población por estratos socioeconómicos en áreas específicas de la metrópoli, vale la pena enunciar algunas características del poniente, particularmente asociado con la localización y concentración de los estratos altos de ingreso.

En el poniente de la ZMVM se identifica un eje de zonas comerciales y financieras a lo largo del Paseo de la Reforma que desemboca en la carretera México-Toluca, cuya concentración de fuentes de empleo del sector terciario y oferta residencial de alto nivel se consolidó con el macroproyecto de Santa Fe (en territorio de Álvaro Obregón y Cuajimalpa de Morelos), el cual se constituyó en una excepción en lo que se refiere a nuevas expresiones de la centralidad, asociadas a la distribución espacial de los grupos de altos ingresos, que suelen responder a procesos de largo plazo (Duhau, 2003).

Específicamente para el poniente comprendido por Cuajimalpa de Morelos, Álvaro Obregón y Huixquilucan, éstas unidades territoriales tienen en común el ser receptoras de población en los procesos de expansión de la ciudad central, en distintos momentos y con distinta intensidad.

29

A diferencia de las tasas decrecientes que desde 1980 muestran otras delegaciones, Cuajimalpa ha tenido desde la década de los noventas un acelerado proceso de urbanización, que entre 1990 y 2000 se ha mantenido en el 2.4% anual, aunque fue en la década de los setentas cuando tuvo su mayor tasa de crecimiento (9.7%) y ya se caracterizaba, con Huixquilucan, por la presencia de colonias de alto nivel en pueblos y zonas aisladas donde el crecimiento urbano no era tan evidente, pero que se refleja también en que este municipio mexiquense haya crecido a 4.4% anual entre 1990 y 1995 y al 3.3% anual entre 1995 y 2000 (Cruz y Carrillo, 2006). Estas autoras identifican que en Cuajimalpa de Morelos se ha profundizado la segregación social y espacial, al diferenciarse una zona “moderna” de colonias con habitantes de alto poder adquisitivo, alrededor de Santa Fe, y una “tradicional” conformada por pueblos y colonias populares con problemas en la propiedad de la tierra y en la dotación y acceso a servicios urbanos.

Álvaro Obregón, de las tres, la de más antigua incorporación a la metrópoli desde los cincuentas, cuando siguiendo la ruta del ferrocarril a Cuernavaca se instalan algunas industrias y el área urbana empezó a llegar a las minas de arena y tepetate (Conapo, 2000) presentó entre 1990 y 1995 una tasa de crecimiento anual de 0.9%, y 0.3% entre 1995-2000, ambas, por debajo del promedio metropolitano (1.9 y 1.5 respectivamente)27.

27

En el anexo 2 pueden verse las tasas de crecimiento anual entre 1990 y 2000 para todas las delegaciones y municipios metropolitanos. 30

CAPÍTULO 2. ANÁLISIS DE LA MOVILIDAD RESIDENCIAL

El presente capítulo muestra una descripción de la distribución de la población de acuerdo con su condición migratoria, con el lugar de origen de los inmigrantes, con el nivel de ingresos y con el nivel de escolaridad. Esto será la base para verificar si existen perfiles diferenciados por la condición migratoria y si hay una selectividad positiva de quienes establecieron su lugar de residencia en la zona metropolitana del Valle de México en 1990 y en 2000.28

En primera instancia se presentarán los porcentajes de participación de las distintas categorías para el conjunto de la zona metropolitana, y luego, para las delegaciones y municipios que la integran, enfatizando en el poniente, entendido como el municipio de Huixquilucan y las delegaciones Álvaro Obregón y Cuajimalpa de Morelos.

Después de establecer estos perfiles socioeconómicos, su localización y concentración en la metrópoli, en el siguiente capítulo se verá su relación con los niveles de segregación espacial.

Antes de iniciar con el análisis de los flujos migratorios es necesario clarificar cómo fueron categorizados los flujos. El censo de 1990 sólo permite conocer el estado procedencia de quienes cambiaron de residencia, mientras que el censo de 2000 permite conocer también el municipio de origen. A fin de producir algunas estadísticas comparativas se decidió calcular:

a) Los movimientos entre los estados pertenecientes a la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, nombrados como movimientos entre municipios no metropolitanos. Es decir, para 1990 no conocemos el municipio de origen, pero sabemos que ocurrieron entre el Distrito Federal, el Estado de México e Hidalgo.

28

Por las limitaciones de las fuentes de datos enunciadas en la introducción, estos perfiles socioeconómicos asociados a la movilidad residencial y su expresión espacial deben tomarse con cautela para 1990 y por eso se evitan las comparaciones y en algunos puntos sólo se enfatiza en los resultados para el 2000. 31

Para el 2000 sabemos también su municipio, de ahí que en ese año se haga un cálculo adicional para los movimientos entre municipios no metropolitanos del valle, para la movilidad originada en municipios del valle de México que no pertenecen a la zona metropolitana. b) Delegaciones y municipios metropolitanos (Intrametropolitana). En 2000 distingue los flujos de población originados en alguna de las delegaciones o municipios que hacen parte de la zona metropolitana. c) Resto del país. En ambos años comprende a los migrantes que tenían cinco años antes su lugar de residencia en alguna de las veintinueve entidades federativas distinta del Distrito Federal, el Estado de México o el Estado de Hidalgo. d) Internacional. Se refiere a quienes cinco años antes de los censos residían en otro país. e) No especificada. Se aplica para los individuos que declararon residir antes en otro lugar, pero que no definieron el municipio, estado o país de origen29.

En los censos mexicanos, desde 1960 se comenzó a recolectar información sobre el lugar de residencia anterior, pero sólo desde 1990 la pregunta se formula en términos del Estado o país donde vivía en los cinco años previos, lo cual permite captar la movilidad interestatal e internacional. El cuestionario ampliado de 1995 fue el primero en indagar por la migración a nivel municipal y luego fue incluida también en el cuestionario básico de 2000, pero volvió al nivel estatal para el conteo de 2005 y en el censo de 2010. Sin embargo, debido a la poca representatividad de la muestra de 199530, únicamente en el Censo de 2000 se puede distinguir la movilidad intrametropolitana de la migración no metropolitana.

29

Se decidió mantener como una categoría el origen no especificado, pues aunque no permite establecer el lugar de residencia en 1985 ni en 1995, su porcentaje resulta significativo para dar cuenta de la población que cambió de residencia y que de por si se trata de una captación reducida del flujo, dadas las limitaciones ya expuestas sobre las fuentes de datos. 30 El tamaño de la muestra original para la Encuesta del Conteo de 1995 se planteó en 512,000 viviendas en todo el país, pues se pretendía que tuviera representatividad municipal. Debido a que no se contó con los recursos suficientes, finalmente el tamaño de la muestra nacional fue de 80,000 viviendas y de 2.500 por estado, lo que permitió tener representatividad por entidad y por tamaño de localidad para algunas variables (INEGI, 2003: 88), pero no se puede desagregar a nivel municipal para aplicarla a la zona metropolitana. 32

Diversos estudios han señalado que la migración interna ha perdido peso (excluyendo la movilidad intrametropolitana) en la dinámica poblacional de la ciudad. Unikel et. al. (1978), Conapo (2000), Partida (2001), Esquivel et. al., 2006) y Partida y Martínez (2006), mencionan la importancia que tuvieron los flujos del resto del país especialmente de tipo rural-urbano, en la consolidación de la Ciudad de México y el subsecuente proceso de conurbación. El porcentaje de migrantes proveniente de otras entidades federativas pasó del 32.5% en 1990 al 19% en 2000, lo cual puede interpretarse desde la menor atractividad ejercida por la capital ante la consolidación de otros centros metropolitanos ahora receptores de estos flujos nacionales (Partida y Martínez, 2001; Conapo, 2001; Sobrino e Ibarra, 2008; Ariza y Solís, 2009).

Y si a esto se suma la tendencia de las delegaciones centrales de la ciudad a contar con tasas negativas de crecimiento31 (Dureau et. al., 2002; Esquivel et. al, 2006; Duhau y Giglia, 2008; Ariza y Solís, 2009) y el carácter expulsor de los primeros contornos (Sobrino e Ibarra, 2008) 32 , no parecería muy alentador el estudio de la movilidad residencial hacia la zona metropolitana.

Sin embargo, las diferencias en los tipos de movilidad residencial captados por los censos de 1990 y de 2000 ofrecen un panorama que justifica persistir en este intento. En 31

Las tasas de crecimiento negativas, particularmente en las delegaciones Benito Juárez, Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero y Venustiano Carranza, han sido utilizadas para describir el proceso de despoblamiento de la Ciudad Central. Dureau et al. (2002) y Esquivel et al. (2006) lo atribuyen al proceso de metropolización, dentro de las lógicas de diferenciación espacial y funcional entre el centro y la periferia. 32 Desde la teoría concéntrica de la estructura urbana y usando análisis factorial a partir de la contigüidad física; la dinámica demográfica 1950-2000; la dinámica de la demanda ocupacional 1960-1998, y el índice de marginación 2000; Sobrino e Ibarra (2008) dividen a la zona metropolitana de la Ciudad de México (integrada en el 2000 por 57 unidades político administrativas), en una ciudad central integrada por las delegaciones Benito Juárez, Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo y Venustiano Carranza, y cuatro contornos: Primer contorno: delegaciones Álvaro Obregón, Azcapotzalco, Coyoacán, Cuajimalpa, Gustavo A. Madero, Iztacalco e Iztapalapa y municipios mexiquenses de Huixquilucan, Naucalpan, Nezahualcóyotl y Tlanepantla. Segundo contorno: delegaciones Magdalena Contreras, Tháhuac, Tlalpan y Xochimilco y municipios de Atenco, Atizapán de Zaragoza, Coacalco, Cuautitlán, Cuautitlán Izcalli, Chimalhuacán, Ecatepec, Jilotzingo, La Paz y Tultitlán. Tercer contorno: delegación Milpa Alta y municipios de Acolman, Chalco, Chiautla, Chicoloapan, Chiconcuac, Isidro Fabela, Ixtapaluca, Jaltenco, Melchor Ocampo, Nextlalpan, Nicolás Romero, Tecámac, Teoloyucan, Tepotzotlán, Texcoco, Tezoyuca, Tultepec y Valle de Chalco Solidaridad. Cuarto contorno: municipios de Cocotitlán, Coyotepec, Huehuetoca, Papalotla, San Martín de las Pirámides, Temamatla, Teotihuacán, Zumpango y Tizayuca. 33

1990 el 56.1% de los cambios de residencia hacia la ZMVM proviene del Estado de México, el Estado de Hidalgo o del Distrito Federal. Pero en el 2000 este porcentaje alcanza el 76.3%, el cual está compuesto por un 6.8% de migración originada en municipios del valle de México no metropolitanos, y en un 69.5% de flujos entre los municipios pertenecientes a la zona metropolitana. Esto hace suponer que en 1990 hay una subestimación de los movimientos totales y llama la atención por la importancia que tendría el análisis de la migración intrametropolitana, en consideración de su participación en los cambios de residencia hacia la metrópoli y del perfil particular de la población que se mueve.

Otra de las limitaciones en la medición del cambio en los patrones de movilidad residencial entre 1990 y 2000 se encuentra en la imposibilidad de saber si, de acuerdo con la descripción de los procesos de expansión de la ciudad central hacia la periferia (Unikel et. al, 1978; Salazar, 1999), en 1990 hubiera un mayor flujo desde las delegaciones centrales del Distrito Federal hacia las delegaciones periféricas o hacia municipios del Estado de México. Situación que para el 2000 habría tomado valores menores, por ser mayores los cambios de residencia entre los municipios mexiquenses. Al respecto, con los datos censales de 2000, Sobrino e Ibarra (2008: 180) describen la dinámica al interior de la zona metropolitana en términos de que “la movilidad de residentes de la ciudad central y primer contorno empujaron hacia la descentralización intrametropolitana, pero los del segundo, tercero y cuarto coadyuvaron a la concentración demográfica interna.”

En cuanto a los migrantes a la ZMVM que no especificaron el municipio, Estado o país de procedencia, en 1990 fueron el 9.3% y en 2000 el 2.7%, reducción atribuible a una mejor declaración. La proporción de migrantes que tenían su residencia en otro país cinco años antes tuvo un cambio mínimo, de 2.1% en 1990 a 2% en 2000.

En los siguientes gráficos puede verse la distribución de la población de acuerdo con las categorías reseñadas, para 1990 y 2000.

34

Gráfico 1. Distribución de la población migrante hacia la ZMVM según su procedencia 1990 70

% de Población

60

56.1

50 40

32.5

30 20 9.3

10

2.1

0 Estados del valle de México

Resto del país

Internacional

No especificada

Tipos de movilidad residencial

Elaboración propia a partir del Censo de Población y Vivienda 1990.

Gráfico 2. Distribución de la población migrante hacia la ZMVM según su procedencia 2000 69.5

70

% de Población

60 50 40 30 19.0

20 10

6.8 2.0

2.7

Internacional

No especificada

0 Municipios del valle no metropolitanos

Delegaciones y municipios metropolitanos

Resto del país

Tipos de movilidad residencial

Elaboración propia a partir del Censo de Población y Vivienda 2000.

35

2.1 Movilidad residencial por delegaciones y municipios de la ZMVM

Sin perder de vista las limitaciones ya señaladas para cuantificar los cambios en la movilidad residencial entre 1990 y 2000, a continuación se presentan algunos elementos destacados sobre la distribución de la población inmigrante en las delegaciones y municipios metropolitanos, de acuerdo con su lugar de origen.

Con el propósito de identificar patrones de distribución y localización de la población en cada una de las características que se enunciarán, se presentan algunos mapas ilustrativos. Para su elaboración, se han tomado como referencia las desviaciones estándar de los porcentajes de cada grupo poblacional con respecto al promedio del conjunto de la zona metropolitana. Es así como con las tonalidades de azul se distinguen las unidades territoriales con valores por debajo del promedio y con las tonalidades de rojo, a aquellas con valores por encima del promedio. Particularmente nuestra atención se centra en esta última gama, destacando los valores máximos, con el rojo más intenso, que expresan la mayor concentración a nivel delegacional o municipal.

Considerando que en 1990 al no captarse los movimientos intrametropolitanos se perdió un porcentaje importante de la movilidad residencial, sólo mencionaremos que en general para la zona metropolitana se percibe un aumento en la proporción de inmigrantes, cuyo promedio pasó del 7.1% en 1990 al 11.7% en 2000 33, teniendo el mayor incremento en la periferia, donde se ha dado la mayor expansión física reciente de la ciudad34.

En los mapas 1a) y 1b) se puede apreciar cómo unos pocos municipios periféricos presentan una alta concentración de migrantes y hay cierta dispersión alrededor del Distrito Federal. En 1990 se destacan aquellos que bordean los límites nororientales del 33

Elaboración propia a partir de los datos censales de 1990 y 2000, que se aproxima a los cálculos de Sobrino e Ibarra (2008) de la atracción de inmigrantes a la zona metropolitana entre 1995 y 2000, que según ellos fue 1.5 veces mayor que en el quinquenio 1985-1990. 34 Ver el anexo 3 con los porcentajes de población migrante y no migrante en las delegaciones y municipios de la zona metropolitana del valle de México, para 1990 y 2000. 36

DF, y para el 2000, aunque el surponiente no se destaca entre las unidades territoriales que reciben los mayores flujos migratorios sí presentan valores por encima del promedio metropolitano. El 9.2% de la población de Álvaro Obregón es migrante en el 2000, el 12.4% de Cuajimalpa de Morelos y el 13.9% de Huixquilucan.

37

Mapa 1. Distribución de la población migrante hacia la ZMVM a) Población Migrante hacia la ZMVM 1990*

b) Población Migrante hacia la ZMVM 2000

* El municipio de Valle de Chalco Solidaridad aparece en blanco, porque sólo se erigió en 1992.

Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda 1990 y 2000.

38

De acuerdo con el origen de los inmigrantes, pueden identificarse algunas preferencias de localización. La población proveniente de alguno de los tres estados del valle de México que en 1990 se estableció en la zona metropolitana, prefirió instalarse en la periferia norte, en jurisdicción del Estado de México, destacándose aquellos municipios que circundan a la delegación Gustavo A. Madero, lo cual podría obedecer a una creciente oferta de proyectos de vivienda nueva en esta área35.

En el año 2000 esta concentración es muy similar, si se mira el porcentaje de inmigrantes que en 1995 residían en el Estado de México, en el Estado de Hidalgo o en el Distrito Federal (mapa 2a). Sin embargo, cuando estos cambios de residencia se desagregan entre aquellos originados en municipios del valle no metropolitanos y los intrametropolitanos, se aprecia que la tendencia obedece a dos patrones diferentes.

Los migrantes hacia la ZMVM provenientes de municipios no metropolitanos del valle de México, llegaron en el 2000 preferentemente al norte y sureste del Distrito Federal (mapa 2b), mientras que quienes ya residían en alguno de los municipios o delegaciones metropolitanas, se distribuyeron en una amplia franja al norte del Distrito, que va desde la periferia noreste hasta el poniente (mapa 2c). Estas preferencias pueden estar relacionadas con una oferta diferenciada de vivienda nueva y de interés social36, pues su valor en estas áreas es mucho menor que en delegaciones céntricas, aunque implique sobrecostos en el transporte, servicios públicos, y el acceso a educación y al lugar de trabajo 37. Más adelante se verá que entre estos los flujos de municipios del valle no metropolitanos y los metropolitanos hay también diferencias en el perfil socioeconómico.

35 En el anexo 2 pueden verse las tasas de crecimiento anual para cada una de las delegaciones y municipios que integran la ZMVM. 36 Gracia, 2004; Cruz y Carrillo, 2006; Sánchez, 2009b. 37 Salazar, 2009; Bonvalet y Dureau, 2002. 39

Mapa 2. Movilidad residencial desde el valle de México hacia la zona metropolitana 2000

a) Movilidad residencial entre los estados del valle de México 2000

b) Movilidad residencial proveniente de municipios no metropolitanos del valle de México 2000

Elaboración propia a partir del Censo de Población y Vivienda 2000.

40

c) Movilidad Residencial proveniente de municipios metropolitanos del Valle de México 2000

En el caso de los inmigrantes provenientes del resto del país, en 1990 se evidencia su concentración en el Distrito Federal y en el municipio de Texcoco (48.42%). Esto coincide con el patrón identificado por Sobrino e Ibarra (2008: 174), quienes en su análisis de los datos censales de este año encontraron que a pesar de que a “entre 1985 y 1990 arribaron a la metrópoli un total de 423.816 inmigrantes, menos de la mitad de lo ocurrido cuatro quinquenios atrás (…) en donde el destino a lo largo de la metrópoli mostró un patrón aleatorio, ahora la población que venía de otras entidades federativas mostró una cierta preferencia relativa hacia la ciudad central y segundo contorno.”

Para el 2000 los individuos que llegaron del resto del país presentan una distribución más amplia en el territorio y tienen sus mayores porcentajes en tres puntos periféricos: Naucalpan (39.12%), Huehuetoca (33.58%) y Tepetlixpa (31.93%).

Esta tendencia de los inmigrantes del resto del país a ocupar tanto territorios de expansión como zonas menos periféricas, podría interpretarse desde distintas necesidades de acceso a la vivienda, que en el primer caso tendrían que ver con la opción de compra, y en el segundo, con que ésta no sea tan importante como contar con ciertas facilidades para el desplazamiento diario. Aunque en todos los casos también habría que considerar el papel de sus redes de relaciones, el tipo de actividad económica ejercida y la tenencia de la vivienda.

Con respecto a la población inmigrante que no especificó su lugar de origen, Ecatzingo (73.68%) y Milpa Alta (34.29%) mostraron en 1990 las mayores proporciones, posición que en 2000 ocuparon Juchitepec (17.86%), Ecatzingo (14.35%) y Axapusco (10.12%), unidades con una mayor proporción de población con ingresos bajos y sin escolaridad.

A diferencia de la relativa dispersión geográfica de los inmigrantes procedentes del valle de México, del resto del país y aquellos que no especificaron su lugar de origen, quienes llegaron desde otro país a la zona metropolitana muestran marcadas preferencias de localización, con pocas variaciones en las unidades territoriales donde se concentran entre 1990 y 2000.

41

En 1990 las delegaciones con un mayor porcentaje de migrantes internacionales son: Miguel Hidalgo (11.72%), Benito Juárez (9.05), Cuauhtémoc (7.63%), La Magdalena Contreras (6.98%), Coyoacán (6.67%), Cuajimalpa de Morelos (6.61%), Álvaro Obregón (5.69%) y el municipio de Huixquilucan (5.68%). Todas ubicadas al surponiente de la zona metropolitana.

Para el 2000, en estas unidades territoriales se reducen los porcentajes de este flujo migratorio y surgen algunas nuevas con valores por encima del promedio metropolitano38. Sin embargo, se mantiene la tendencia a que una mayor proporción de los inmigrantes internacionales establece su residencia en las delegaciones que una década antes ejercían fuerte atracción. En este año, el 7.63% de los quienes llegaron a Miguel Hidalgo tienen su origen en otro país, en Cuauhtémoc es el 6.28%, en Cuajimalpa de Morelos el 6.23%, en Benito Juárez el 5.43%, en Huixquilucan el 5.38%, en Coyoacán el 3.89% y en Álvaro Obregón el 3.30%, cuando el promedio de la zona metropolitana es del 1.51%.

Sobre este patrón de distribución de la población (mapas 3a y 3b) se pueden observar dos asuntos, uno, a pesar de que se identifica al surponiente como un área donde se destaca la proporción de individuos con un perfil socioeconómico alto39, hasta ahora no se había reportado que el origen internacional de sus inmigrantes fuera una característica predominante que ayudara a complementar dicho perfil. Aunque se han hecho estudios en los que se vinculan proyectos de internacionalización de la ciudad con una fuerte atracción de inversión extranjera y con desarrollos urbanísticos de tipo comercial y residencial de alto nivel como en enclave de Santa Fe, ubicado precisamente al poniente de la zona metropolitana, en jurisdicción de Álvaro Obregón y Cuajimalpa de Morelos (Amaro, 2006; Cruz, 2006; Duhau y Giglia, 2008, Pérez, 2009),

38

Representadas en el mapa 3 con una gama de tonos rojos para señalar porcentajes de migrantes internacionales entre una y más de tres desviaciones estándar con respecto al promedio metropolitano. 39 A su vez, esto se corresponde con la segregación entre el oriente y el poniente de la zona metropolitana que ya han tratado Salazar (1999), Rubalcava y Schteingart (2000), Cruz (2006), Gracia (2004), Duhau y Giglia (2008), Sánchez (2009a y 2009b).

42

Y de aquí se deriva la segunda observación, que en consideración precisamente de la dinámica que le han impreso al poniente estos proyectos de alto nivel sobre Santa Fe y sus alrededores desde comienzos de los noventas (Duhau, 2003; Amaro, 2006; Cruz, 2006; Duhau y Giglia, 2008, Pérez, 2009), se esperaría que con respecto a las delegaciones centrales, nuestras tres unidades territoriales de interés tuvieran una mayor participación en la recepción de migrantes, pero esto no es así. Pese a la enunciada tendencia al despoblamiento del centro (Sobrino e Ibarra, 2008), el área conformada por Benito Juárez, Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo y Coyoacán, con antecedentes de recepción de la movilidad internacional (según se ve la participación de este flujo en 1990 en la composición de su población), se está consolidando y sigue siendo una buena opción de localización para este grupo poblacional.

En los estudios sobre selectividad en la migración se ha encontrado que quienes migran suelen tener un perfil de educación e ingresos más alto que quienes no lo hacen40y, en este análisis empírico se halla que del conjunto de los inmigrantes, aquellos que llegan desde otros países a la ZMVM presentan los niveles más altos en la estratificación por estas variables. Esto podría explicarse por que desde una perspectiva individual de los factores de la movilidad residencial, las personas buscan un entorno socioeconómico similar, con condiciones favorables al desarrollo de las actividades cotidianas y afines al estatus socioeconómico.

40

“Chiswick cita varios estudios sobre migración interna en Estados Unidos y Canadá que encontraron que los migrantes tienden a tener mayor escolaridad que quienes permanecen en el lugar de origen y, controlando la selectividad, que los migrantes tenían ingresos más altos en el lugar de origen que quienes no migraron." Partida (2006: 29).

43

Mapa 3. Distribución de la Migración internacional hacia la ZMVM 1990 y 2000 a) Migración Internacional hacia la ZMVM 1990

b) Migración Internacional hacia la ZMVM 2000

Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda 1990 y 2000.

44

2.2 La desigual distribución de los estratos de ingreso Después de haber identificado el origen de la migración como un primer factor explicativo de la desigual distribución de la población en la zona metropolitana del valle de México, a continuación se presenta el comportamiento de los estratos de ingreso. Con ello se quieren identificar las preferencias de localización de quienes cambiaron de lugar de residencia, de acuerdo con su perfil socioeconómico en comparación con el conjunto de la población.

Para llegar a la definición de los estratos de ingreso, en primer lugar, se tomó la población censada mayor de 12 años, a quien se aplica la pregunta por su condición de actividad, de acuerdo con la cual se establece si pertenece a la Población Económicamente Inactiva (PEI) 41 , que en 1990 correspondía al 53.3% y en 2000 al 46.78%, y cuyo complemento es la Población Económicamente Activa (PEA)42, que se encuentra disponible para insertarse en el mercado laboral, y que en 1990 era de 46.97% y en 2000 el 53.22%. En segundo lugar, la PEA a su vez se subdivide en población desocupada,43 que fue el 1.7% de los mayores de 12 años en 2000, frente al 2.7% en 1990, y población ocupada, que corresponde al 98.3% que en el 2000 tenía trabajo y al 97.3% en 1990. Este grupo, el de la población ocupada es el que puede efectivamente percibir un ingreso. Pero esta condición no es suficiente, y por ello en tercer lugar, se distingue a quienes declaran un ingreso diferente de cero44 para establecer los estratos, a partir de la organización de los ingresos en deciles45.

41

En la PEI se agrupan quienes reportan como actividad económica estudiante, quehaceres del hogar, jubilado o pensionado y quien está incapacitado permanentemente para trabajar. 42 En la PEA se reúnen quienes tenían trabajo y quienes tenían trabajo pero no trabajaron. 43 La población desocupada es aquella que no tenía trabajo pero lo buscó en la semana de referencia del Censo. 44 En 1990 un 95.7% de la PEA ocupada declaró ingresos diferentes a cero y un 4.3% no los especificó, porcentajes que para el 2000 fueron del 97% y del 3% respectivamente. 45 Una consideración adicional, es que en 1992 la moneda nacional fue sustituida por el Nuevo Peso Mexicano, por lo que a los datos censales que fueron recolectados en la moneda anterior, se dividieron por 1000.

45

Luego, en consideración de la desigual distribución de los ingresos en la población, siendo los más pobres la mayoría y los más ricos una minoría, se establecieron los cortes para determinar como estrato bajo aquel en el cual se ubica al 50% de la PEA ocupada con menores ingresos; en el estrato medio al 40% que le sigue al primer corte realizado, y en el estrato alto el último decil, es decir entre el 90.1% y el 100% de la población restante.46

Detrás de la definición de estos estratos se tomaron un par de decisiones importantes. La primera, fue tener en cuenta el ingreso de los individuos y no de los hogares, debido al interés de captar a la parte más alta de la distribución del ingreso, que podría perderse si se dividía entre los miembros del hogar; y para tener cierta correspondencia con la pregunta por el lugar de residencia anterior, que se hace para cada una de las personas mayores de cinco años. Esto permitió ampliar el número de observaciones, las cuales tendían a reducirse a medida que, para construir los perfiles, se filtraban los datos por la edad, la condición migratoria o el tipo de movilidad residencial.

La segunda decisión tuvo que ver con el método para establecer los estratos, En la revisión de investigaciones precedentes, relacionadas con la segregación y la clasificación de la población a partir de sus características socioeconómicas, se encontró una prevalencia de métodos estadísticos como el análisis factorial (Alegría, 1994; Rubalcava y Chavarría, 1999a y b; Garza, 1999a; Rubalcava y Schteingart, 2000a y b; Hernández Gómez, 2001; Duhau, 2003, citados por Ariza y Solís, 2009: 174) y el análisis de conglomerados (Schteingart, 1994, citada en Salazar 1999; Duhau y Giglia, 2008). Ambos han resultado útiles en la identificación de factores explicativos de la diferenciación intraurbana y para estratificar a cada unidad territorial, pero no pretenden dar cuenta del grado de diversidad o heterogeneidad interna que las caracteriza (Sánchez, 2009b),

46

De acuerdo con esto, la proporción de cada estrato debería ser así: 50% en estrato bajo, 40% en estrato medio y 10% en estrato alto. Sin embargo, en el 2000 al hacer los cortes de los estratos a partir del límite superior, el último decil quedó de menor tamaño, puesto que hay un número significativo de individuos (1.2%) que reportó como ingreso 8000 pesos exactos, los cuales son todos incluidos en el estrato medio, quedando entonces éste con 41% y el alto con 9%.

46

Pretensión que en cambio si tiene un segundo grupo de estudios, para los cuales no es tan prioritario captar la multidimensionalidad del proceso de estratificación del espacio urbano, como establecer la composición interna de las unidades territoriales y la desigual distribución de los grupos socioeconómicos de interés (Sánchez, 2009b). Y es precisamente en esta línea en la que el presente trabajo se inscribe, con la descripción de la participación de los distintos grupos socioeconómicos en las delegaciones y municipios de la zona metropolitana del valle de México.

En la tabla 1 se muestran para cada estrato, los deciles que los conforman, los porcentajes de población correspondientes, y los intervalos del ingreso percibido por cada decil en 1990 y en 2000.

Tabla 1. Definición de los Estratos de ingreso para la PEA ocupada Intervalo de ingresos Estratos

Bajo

Medio

Alto

Deciles

(% de población)

1

0-10

2

1990

2000

0.001-258

1-1100

10.1-20

259-301

1101-1371

3

20.1-30

302-344

1372-1714

4

30.1-40

345-400

1715-2000

5

40.1-50

401-460

2001-2229

6

50.1-60

461-559

2230-3000

7

60.1-70

560-688

3001-3429

8

70.1-80

689-900

3430-4500

9

80.1-90

901-1500

4501-8000

10

90.1-100

1501-99999.993

8001-999998

Posterior a la conformación de estos tres grupos, se calculó para las delegaciones y municipios metropolitanos la participación de cada estrato de ingreso en su población47. Tomando como referencia el porcentaje promedio del conjunto metropolitano, se procedió a establecer en cada una de las unidades territoriales, si en cada estrato presenta valores por encima o por debajo del promedio, a partir de las desviaciones estándar. Y es 47

En el anexo 4 se encuentran las proporciones de cada estrato de ingreso para las 75 delegaciones y municipios que conforman la ZMVM.

47

esta ordenación la que sirve de base para la elaboración de los mapas que aparecen a continuación.

Al igual que en los mapas de la movilidad residencial, las convenciones de color se traducen en que en la gama de azules se sitúan los valores por debajo del promedio de la zona metropolitana. Por su parte, las delegaciones y municipios coloreados en matices de rojo, presentan un porcentaje de población en determinado estrato, por encima del promedio metropolitano. En ambos casos, la mayor intensidad del color expresa su mayor distancia con respecto a este valor. Con la representación de la proporción de los estratos de ingreso en el territorio se quiere ver si existe una concentración espacial en regiones específicas, y si éstas ilustran aquella polarización mencionada en los antecedentes, entre un oriente predominantemente de bajos ingresos y un poniente con ingresos altos.

Una primera coincidencia de este análisis con la literatura sobre los procesos de poblamiento de la ciudad

y la segregación

residencial

por

características

socioeconómicas, se refiere a que el estrato bajo tiene una mayor presencia en las jurisdicciones periféricas y de reciente conurbación (Salazar, 1999; Sabatini et. al., 2001; Schteingart, 2001; Hernández, 2006; Ariza y Solís, 2009)48. En 1990 (mapa 4a) este grupo se concentra en un corredor oriental que rodea al Distrito Federal y va desde el extremo sureste al noreste. Para el 2000 (mapa 4b) se refuerza la presencia del estrato de ingresos bajo en los extremos cardinales de la zona metropolitana y hay una menor concentración en las delegaciones del Distrito Federal de la PEA ocupada con este nivel de ingresos.

48

“(…) nuevos ejercicios sobre la Ciudad de México, como los de Rubalcava y Schteingart (2000a), Duhau (2003), y Arriagada Luco y Rodríguez Vignoli (2003), reafirman una vez más los rasgos más conocidos de la segregación socioespacial en la primera metrópoli del país: la relativa homogeneidad de las zonas periféricas versus la mayor variación interna de los estratos altos." (Ariza y Solís, 2009: 176).

48

Mapa 4. Distribución del Estrato de Ingreso Bajo en la ZMVM a) Población del Estrato de Ingresos Bajo 1990

b) Población del Estrato de Ingresos Bajo 2000

Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda 1990 y 2000.

49

El estrato de ingresos medio con valores por encima del promedio metropolitano se distribuye en una amplia franja central que va desde el extremo norte al extremo sur de la zona metropolitana y se muestra la mayor concentración en el municipio de Coacalco con una presencia del 51.99%. en 1990 y 51.80% en 2000. Entre 1990 y 2000 se conserva la mayoría de las unidades territoriales que ostentan la sobrerrepresentación de este estrato de ingreso, y otras se incorporan como es el caso de Huixquilucan que presenta en 2000 un 35.56% cuando en 1990 tenía el 30.57%.

La tonalidad de rojo más intenso, que en los mapas 5a y 5b destaca a las delegaciones y municipios con los mayores porcentajes de población del estrato de ingresos medio, corresponde al centro de la Ciudad de México y sus vecinos inmediatos. A diferencia de la población del estrato de ingresos bajo, que encuentra mayores posibilidades de asentamiento en la periferia, el estrato de ingresos medio, parece convocado por el conjunto de servicios bastante consolidado alrededor de la ciudad central.

50

Mapa 5. Distribución del Estrato de ingreso Medio en la ZMVM a) Población del Estrato de Ingreso Medio 1990

b) Población del Estrato de Ingreso Medio 2000

Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y de 2000.

51

En cuanto a la distribución del estrato de ingreso alto, a diferencia de los dos grupos anteriores, los mapas 6a) y 6b) nos muestran una tendencia de menor dispersión en el territorio y una separación más definida, entre las unidades territoriales con valores por encima del promedio (gama de rojo), concentradas al centro y surponiente de la zona metropolitana, y aquellas con porcentajes del estrato de ingreso alto por debajo del promedio metropolitano (gama de azul).

Particularmente en la sección poniente de interés, Álvaro Obregón presenta un 11.86% del estrato de ingresos alto en 1990 y el 12.48% en 2000; Cuajimalpa de Morelos pasó del 9.20% en 1990 al 13.44% en 2000, y Huixquilucan tuvo el 16.81% y el 11.86% respectivamente. Estas unidades se destacan por una composición mayoritaria de estratos altos y medios, junto con delegaciones que tradicionalmente han tenido este reconocimiento en la ciudad como Benito Juárez, Coyoacán, Miguel Hidalgo y Cuauhtémoc49.

En síntesis, se percibe una homogenización en el perfil socioeconómico de la fuerza laboral que reside en la zona metropolitana. Aquellas delegaciones y municipios que tienden a concentrar al estrato alto, muestran escasa presencia del estrato bajo; mientras que en aquellos donde se concentra el estrato bajo, es poca la presencia del estrato alto. Los estratos medios están más dispersos a lo largo y ancho del territorio.

49

En términos generales, las delegaciones y municipios con valores sobresalientes en cada uno de nuestros tres estratos de ingreso, coinciden con la agrupación en siete regiones elaborada por Schteingart (1994 en Salazar, 1999), mediante el análisis de conglomerados con los datos del censo de 1990. De acuerdo con el nivel de ingreso estas regiones se nombraron como: alto y muy alto, medio-alto, medio, medio-bajo, bajo y muy bajo. Para ilustrarlo, en el nivel muy alto, se encuentra la delegación Benito Juárez; en el alto, el municipio de Cuautitlán Izcalli; en el medio alto, Atizapán de Zaragoza, Coyoacán, Huixquilucan, Miguel Hidalgo y Tlalpan; en el nivel bajo, Atenco, Chalco, Chimalhuacán, Cuajimalpa, Ecatepec, Iztapalapa y Xochimilco, y en el nivel muy bajo, las delegaciones de Milpa Alta y Tláhuac.

52

Mapa 6. Distribución del Estrato de ingreso Alto en la ZMVM a) Población del Estrato de Ingreso Alto 1990

b) Población del Estrato de Ingreso Alto 2000

Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y de 2000.

53

2.3 La movilidad residencial por estratos de ingreso Cuando se explora la distribución de los estratos de ingreso de acuerdo con la condición migratoria de la PEA ocupada, se confirma una apreciación reiterada en los estudios de migración, de que no son los más pobres quienes más se mueven. En los datos de 2000 se encuentra una participación destacada del estrato alto (12%) y el estrato medio (41.6%) entre los que cambiaron de lugar de residencia (Gráfico 3). Es decir, que los que experimentaron algún tipo de movilidad tenían un perfil socioeconómico mejor que aquellos que no se movieron.

Gráfico 3. Estratos de ingreso por condición migratoria 2000 100%

8.4

12.0

PEA ocupada

80% 41.0

41.6

60% 40% 50.6

46.4

No migrante

Migrante

20% 0%

Condición migratoria Bajo

Medio

Alto

Elaboración propia a partir del Censo de Población y Vivienda de 2000.

En 1990, los datos sugieren algo distinto (gráfico 4), en tanto que el 53.6% de los migrantes pertenecían al estrato bajo. Sin embargo, es necesario recordar que en este año el censo sólo permite medir cambios de residencia entre los estados, por lo que es posible que al no contabilizar los movimientos intrametropolitanos se subestime el peso que tienen los individuos con un perfil socioeconómico medio y alto, tal y como lo sugieren los datos del 2000.

54

Gráfico 4. Estratos de ingreso por condición migratoria 1990 100%

9.7

9.2

40.5

37.2

49.7

53.6

PEA ocupada

80% 60% 40% 20% 0% No migrante

Migrante Condición migratoria Bajo

Medio

Alto

Elaboración propia a partir del Censo de Población y Vivienda de 1990.

Cada una de las categorías de movilidad residencial ofrece un perfil socioeconómico diferenciado (gráficos 5 y 6).

Gráfico 5. Estratos de ingreso por tipo de movilidad residencial 1990 100%

9.29

Población

80%

7.11

10.07

29.96

37.33

41.78 45.50

60% 40%

34.95

62.94 20%

52.60

48.93 19.55

0% Valle de México

Resto del país

Internacional

Tipos de movilidad residencial Bajo

Medio

Alto

Elaboración propia a partir de datos del XI Censo de Población y Vivienda 1990.

55

Origen no especificado

Gráfico 6. Estratos de ingreso por tipo de movilidad residencial 2000 100%

12.09

Población

80% 60%

7.31

9.20

33.13

31.04 39.75

44.49

36.80

40% 59.75 20%

59.56

43.42 23.45

0% Valle de México

Resto del país

Internacional

Origen no especificado

Tipos de movilidad residencial Bajo

Medio

Alto

Elaboración propia a partir de datos del XII Censo de Población y Vivienda 2000.

En los cambios de residencia entre las tres entidades federativas del valle de México, se destaca la participación del estrato de ingreso medio con el 41.78% en 1990 y el 44.49% en el 2000. Pero debe recordarse que para este último año en los movimientos interestatales pueden distinguirse aquellos originados en municipios del valle de México no metropolitanos de los provenientes de las delegaciones y municipios metropolitanos.

Al igual que en la distribución del conjunto los inmigrantes del valle de México (mapa 2), cuando se cruza esta variable con el nivel de ingresos se presentan dos perfiles distintos. En aquellos inmigrantes de los municipios del Estado de México o Hidalgo no metropolitanos, el 64.76% se sitúa en el estrato de ingresos bajo, la participación del estrato medio es del 29.19% y del alto apenas es el 6.05% (gráfico 7). En cambio, la población que realizó un cambio de residencia intrametropolitano, tiene un perfil en el que el estrato alto cuenta con un 12.72%, el estrato medio un 46.09% y estrato de ingresos bajo se reduce al 41.18%, lo cual muestra la diferencia con respecto a 1990, no sólo en el número de movimientos captados, sino también en las características de la población50.

50

White y Lindstrom (2005: 5) mencionan que “los migrantes intermetropolitanos presentan características selectivas de la población (más joven, estatus socioeconómico más alto), y acelerarán (o en algunos casos retrasarán) cambios en la composición del conjunto dentro de la área urbana."

56

Gráfico 7. Distribución de los estratos de ingreso en los inmigrantes del valle de

Población

México a la zona metropolitana 2000 100%

6.05

80%

29.19

12.72

46.09

60% 40% 64.76

41.18

20% 0% Municipios no metropolitanos

Delegaciones y municipios metropolitanos

Migración entre estados del Valle de México Bajo

Medio

Alto

Elaboración propia a partir de datos del XII Censo de Población y Vivienda 2000.

La PEA ocupada con un nivel bajo de ingresos es la que más se destaca en la movilidad del resto del país hacia la zona metropolitana. En 1990 esta proporción fue del 62.94% y en 2000 del 59.75%. Asimismo, este estrato de ingresos se destaca en aquellos que no especificaron su lugar de origen, con el 52.6% y el 59.6% respectivamente.

Por la mayor cantidad de recursos que requieren los migrantes internacionales para cubrir una mayor distancia, porque su perfil socioeconómico tiende a ser más alto y por la confluencia que muestran los mapas entre la localización de este flujo en el surponiente de la zona metropolitana (mapa 3) y la concentración del estrato alto de ingresos en esta misma área (mapa 6), no sorprende que la proporción de PEA ocupada proveniente de otro país con este perfil sea del 45.5% en 1990 y del 39.75% en 2000.

Los mapas que aparecen a continuación repiten las convenciones de los presentados anteriormente, en el sentido de que a partir del promedio de la zona metropolitana, se identificaron las unidades territoriales con porcentajes de población por encima o por debajo de este valor.

57

Entre 1990 y 2000 se conserva el patrón general de localización de los estratos de ingreso, sin embargo, cuando del conjunto de la población se selecciona al grupo de inmigrantes a la zona metropolitana aparecen algunas diferencias que merecen señalarse.51

Para los inmigrantes de estrato bajo, se destacan en 1990 dos áreas de fuerte concentración (rojo más intenso en el mapa 7a): la primera, ubicada al sureste que tradicionalmente se ha reconocido como parte de la periferia marginada. En ella se incluyen delegaciones como Milpa Alta donde el 71% de quienes llegaron después de 1985 tienen un ingreso bajo; Chalco y Chimalhuacán (68.9%), Ecatzingo (66.7%), Tláhuac (66.6%), y más hacia el norte Tezoyuca (66.4%) y Axapusco (65.1%). La segunda área es precisamente en el poniente de la metrópoli, donde el 66.7% de los recién llegados a Isidro Fabela pertenecen al estrato bajo de ingresos, el 68.5% de Álvaro Obregón, el 66.2% de La Magdalena Contreras y el 65.2% de los nuevos habitantes de Cuajimalpa de Morelos.

Diez años después, la mayor concentración de los migrantes con bajo nivel de ingresos se traslada al oriente de la zona metropolitana, con dos puntos focales, uno al sureste, conformado por Ozumba (70,3%), Ecatzingo (68.9%) y Atlautla (68.5%). Y el otro, al noreste, incluye a Nextlalpan (71.6%), Atenco (71.3%), Axapusco (71%), Otumba y Chiconcuac (70.1%), Chimalhuacan (70.4%), Papalotla (68.7%) y Nopaltepec (68%). En el mapa 7b se destacan con el rojo más intenso las delegaciones y municipios cuyo porcentaje supera el promedio metropolitano.

Esta concentración de los inmigrantes del estrato de ingresos bajo en la periferia coincide con las tendencias señaladas por los estudios sobre los procesos de ocupación del territorio metropolitano (Unikel et. al., 1978, Salazar, 1999; Esquivel et. al., 2006; Hernández, 2006; Sobrino e Ibarra, 2008; Ariza y Solís, 2009), en consecuencia con la

51

En el anexo 5 aparecen los porcentajes de cada estrato de ingresos por delegación y municipio para el conjunto de la población y en el anexo 6 está esta distribución pero para la población inmigrante a la ZMVM.

58

dinámica de expansión de la ciudad desde el centro hacia la periferia y con los bajos costos del suelo que esta última ofrece para el grupo de ingreso bajo.

59

Mapa 7. Distribución de Inmigrantes a la ZMVM del Estrato de Ingreso Bajo a) Inmigrantes del Estrato de Ingreso Bajo 1990

b) Inmigrantes del Estrato de Ingreso Bajo 2000

Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y de 2000.

60

En 1990 los inmigrantes del estrato medio de ingreso, están más distribuidos en el norte y el oriente de la zona metropolitana, y el municipio que recibió a la mayor proporción de estos migrantes fue Coacalco, con el 54% (mapa 8a). Para el 2000, se muestra una franja más estrecha que incluye a menos unidades territoriales del norte y en cambio muestra algunas al suroeste. El municipio con mayor proporción de migrantes con ingreso medio fue Huehuetoca con 63.6% (mapa 8b).

Ante la salida de los sectores de ingresos altos del centro de la ciudad hacia unidades territoriales periféricas bien conectadas (Esquivel et. al., 2006, Sobrino e Ibarra, 2008), y la tendencia de los estratos bajos y los inmigrantes con este nivel socioeconómico a ubicarse en los últimos contornos, el centro queda a disposición del estrato de ingreso medio. Y este es un patrón compartido por otras metrópolis, que también presentan un crecimiento urbano desde el centro hacia la periferia.52

52 "En numerosas metrópolis, el dilema al cual se ven enfrentados los hogares de los estratos medios y superiores es el siguiente: acceder a una vivienda amplia adaptada al tamaño de la familia, a costa de una localización en la periferia; o bien renunciar a una vivienda más cómoda, en especial en términos de espacio, pero seguir viviendo en el centro, en un "buen" barrio. La decisión de residir en el centro corresponde a un estilo de vida urbano del que las variables clásicas (edad, posición en el ciclo de vida, categoría social) no dan cuenta totalmente." (Bonvalet y Dureau, 2002: 84).

61

Mapa 8. Distribución de Inmigrantes a la ZMVM del Estrato de Ingreso Medio a) inmigrantes del Estrato de Ingreso Medio 1990

b) inmigrantes del Estrato de Ingreso Medio 2000

Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y de 2000.

62

En la distribución de la población inmigrante con estrato de ingreso alto, se refuerza el patrón encontrado en el conjunto de la población, que consiste en su concentración en el suroeste de la metrópoli. En 1990 las delegaciones y municipios con un mayor porcentaje de inmigrantes con ingreso alto son Huixquilucan (20.8%), Benito Juárez (18.6%) y Atizapán de Zaragoza (16.9%). En las otras dos delegaciones del poniente que nos interesan, la participación de este estrato de ingreso supera al promedio de la zona metropolitana. Álvaro Obregón con 8.7% y Cuajimalpa con 8.6%.

En el 2000 Benito Juárez sigue destacándose como receptor de los inmigrantes del estrato de ingreso alto con 33.5%, seguido por Coyoacán (26%), Miguel Hidalgo (23.7%), Cuajimalpa (23.8%), Cuauhtémoc (22.5%) y Tlalpan (22.4%). Huixquilucan reporta que el 24.2% de sus migrantes pertenecen al estrato alto de ingreso y Álvaro Obregón que el 19.2%.

Por la tendencia a la concentración de la población con ingreso alto en el poniente de la zona metropolitana (Rubalcava y Schteingart, 2000; Gracia, 2004; Duhau y Giglia, 2008; Ariza y Solís, 2009) se esperaría que los porcentajes de inmigrantes con este perfil fuera mayor en Álvaro Obregón, Cuajimalpa de Morelos y Huixquilucan por tratarse de áreas receptoras del crecimiento urbano. Sin embargo, en los porcentajes que hemos calculado, Benito Juárez, Coyoacán y Miguel Hidalgo siguen ejerciendo sobre este subconjunto de la PEA ocupada una fuerte atracción, la cual podría atribuirse a que aún satisfacen las necesidades de localización de este grupo poblacional 53 , a pesar del despoblamiento del centro al que se alude en la descripción del proceso de metropolización (Sobrino e Ibarra, 2008).

53

Bonvalet y Dureau (2002: 87) resumen la priorización de los factores que intervienen en las estrategias residenciales de acuerdo con la clase social de los hogares de esta manera: " los sectores acomodados, cuya reproducción pasa ante todo por la localización, sacrifican más fácilmente la propiedad, mientras que el acceso a la propiedad de la casa individual juega un papel primordial, para las clases medias” en el caso de los sectores más modestos “es habitualmente en la localización dentro de los espacios que les son asequibles donde se expresan sus decisiones."

63

Mapa 9. Distribución de Migrantes con Estrato de Ingreso Alto a) Inmigrantes del Estrato de Ingreso Alto 1990

b) Inmigrantes del Estrato de Ingreso Alto 2000

Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y de 2000.v

64

Esta comparación por estratos de ingreso, muestra que cada uno de ellos tiende a localizarse en zonas específicas de la metrópoli, y aunque pueden encontrarse intersecciones, especialmente del estrato medio con el resto, de nuevo se confirma lo expresado en los antecedentes, de que el estrato de ingreso bajo preferentemente se encuentra hacia la periferia, el estrato medio tiene una mayor dispersión que los otros dos, y el estrato alto se concentra hacia el sur y poniente, en donde inicialmente ejercieron como factores de atracción condiciones geográficas privilegiadas, que se han fortalecido con una dotación de infraestructura con que no cuenta el resto de la ciudad.

Que la población inmigrante siga los mismos patrones generales de localización por estrato de ingresos observados en la PEA ocupada independientemente de su condición migratoria, es un primer indicio del refuerzo que tienen estos flujos en la desigual distribución de la población. Quienes llegan a la zona metropolitana buscan áreas cuya composición socioeconómica sea similar a la que poseen54.

También es evidente que la concentración de algunos estratos gana importancia por la movilidad residencial y esto es bastante relevante para el poniente de la ZMVM, en donde la participación del estrato de ingresos alto aumenta en la población migrante, superando la proporción que tenía en 1990, y el promedio de la metrópoli.

Finalmente, en Huixquilucan llama la atención la simultánea concentración de migrantes del estrato de ingresos alto y del estrato de ingresos bajo. El 55.5% de quienes llegaron entre 1995 y 2000 tenían un nivel bajo de ingresos.55

54

“Elegir un lugar de residencia es también optar por un entorno inmediato: un entorno físico (condiciones naturales, formas urbanas), pero también un entorno social, que corresponde a diferentes intereses e igual número de estrategias: estrategias afines de los diferentes grupos sociales, estrategias de ascenso social buscado en una proximidad con clases sociales más altas, estrategias de seguridad cada vez más afirmadas, y estrategias de reagrupamiento familiar.” (Bonvalet y Dureau, 2002: 84). 55 Para explicar esta confluencia de los estratos de ingreso extremos en Huixquilucan habrá que tener en cuenta la historia del municipio, que está dividido por un accidente geográfico en el pueblo tradicional detrás de la sierra, en donde el nivel de ingreso puede ser bajo, y el área de poblamiento reciente delante de la sierra. En consideración de que la presencia de la población de el estrato de ingreso bajo aumenta con la movilidad residencial, vale la pena explorar también si se trata de una atracción de mano de obra no calificada.

65

2.4 La desigual distribución de los estratos de escolaridad Por la relación que tiene la escolaridad con las oportunidades de ascenso social y con la pertenencia a un determinado grupo socioeconómico, además del origen de la migración y de los ingresos por trabajo, se incluye esta variable en el análisis. Nuestra atención se enfoca en quienes tienen educación superior 56 , un grupo privilegiado por alcanzar el máximo nivel, cuando el promedio de la población apenas ha completado la educación básica.57

Con este énfasis, y teniendo en cuenta que el nivel educativo depende de la edad, para identificar a quienes se encuentran en el estrato más alto, se decide seleccionar a la población de 24 años y más58. Adicionalmente, esto permite concentrar el análisis en los adultos, los cuales tendrían una mayor injerencia que los menores de edad en la decisión de cambiar de residencia.

Con la distribución de los estratos educativos se aprecia que en general mejoró la cobertura, al disminuir el grupo sin escolaridad de 9.9% en 1990 a 5.4% en 2000; se incrementó la escolaridad media superior de 8.9% a 20.9%, y la escolaridad superior de 15.1% a 17.4%. La menor proporción de población con escolaridad básica (66.1% en 1990 con respecto a 56.3% en 2000) daría cuenta de que entre los mayores de 24 años hubo más individuos que aumentaron su escolaridad.

Bajo la misma lógica empleada en los análisis precedentes, los mapas presentados en esta sección pretenden identificar a las delegaciones y municipios con porcentajes de población en cada nivel escolar, por debajo o por encima del promedio metropolitano. Y

56

El sistema educativo mexicano está conformado por tres niveles: básico, medio superior y superior. En la educación básica (de carácter obligatorio), se agrupan preescolar, primaria y secundaria, los cuales cubren respectivamente tres, seis y tres años. La educación media superior incluye la preparatoria o bachillerato, la normal con antecedente de primaria y la normal con antecedente de secundaria: La educación superior comprende estudios técnicos con antecedente de preparatoria, profesional (cuya duración varía y es de por lo menos cuatro años), maestría (dos años) y doctorado (tres años). 57 En 1990 el promedio nacional de años de escolaridad fue de 6.8 y en el Distrito Federal de 8.5 años. En el 2000 se incrementó a 7.6 para el país y a 9.7 para el Distrito. 58 Asumiendo que a esta edad, sin rezago educativo ya se habrían completado estudios técnicos o una carrera profesional de cuatro años.

66

es en estas últimas, coloreadas en matices de rojo de acuerdo con su distancia con respecto a este valor, donde se enfocará el análisis.

En la distribución de la población sin escolaridad, los mapas presentan pocas variaciones. Tanto en 1990 como en 2000, la mayor concentración está en Villa del Carbón con el 38.6% en 1990 y el 24.9% en 2000, seguido por Hueypoxtla en donde el 28.1% de su población en 1990 y el 17.1% en el 2000 no tenía instrucción. Este estrato educativo se localiza en la periferia norte y hacia el suroriente de la zona metropolitana, que coincide parcialmente con la localización de los inmigrantes del resto del país y de aquellos con ingreso bajo.

En consideración de la correlación existente entre el nivel educativo y el nivel de ingresos, este perfil corresponde con la descripción que de los sectores populares residentes en la periferia hace la literatura sobre la segregación residencial en la zona metropolitana del valle de México (Ariza y Solís, 2009; Sánchez, 2009a).

67

Mapa 10. Distribución de la población Sin Instrucción a) Población Sin Instrucción 1990

b) Población Sin Instrucción 2000

Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y 2000.

68

A diferencia de la población sin instrucción, aquella con educación básica por encima del promedio metropolitano está más diseminada en los municipios mexiquenses que circundan al Distrito Federal (mapa 11). Mientras que al interior del Distrito se evidencia con los tonos de azul más oscuro, que la presencia de población con escolaridad básica se encuentra por debajo del promedio metropolitano, en virtud de que en su jurisdicción es el grupo con educación media el que tiene los porcentajes más altos (mapa 12).

La mayor concentración de población de 24 años y más con educación básica está, en 1990, en los municipios de Tequixquiac (81.5%) y Nextlalpan (81%) (mapa 11a), pero para el 2000 se incrementa el número de unidades territoriales, con los valores por encima del promedio, especialmente en las unidades territoriales del extremo nororiental (mapa 11b).

69

Mapa 11. Distribución de la población con Educación Básica b) Población con Educación Básica 2000

a) Población con Educación Básica 1990

Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y 2000.

70

En la distribución del grupo con escolaridad media se encuentra un traslape con aquella que presenta la población del estrato de ingreso medio, pues también se concentra en el centro de la zona metropolitana, que comprende las delegaciones del Distrito Federal y en los municipios vecinos del noroeste. Coacalco de Berriozábal, que también se destaca por la concentración del estrato de ingreso medio, presenta los valores más altos de su población con este nivel educativo, con el 12.3% en 1990 y 29.9%. en 2000.

La población con escolaridad media, empieza a mostrar valores por encima del promedio metropolitano (6.3% en 1990 y 16.5% en 2000) para las unidades territoriales del surponiente, y a su interior también se incrementaron las proporciones. Álvaro Obregón pasó del 9% en 1990 al 21% en 2000, Cuajimalpa, del 7.4% al 18.6% y Huixquilucan del 7.3% al 15.6%.

71

Mapa 12. Distribución la población con Educación Media Superior a) Población con Educación Media

b) Población con Educación Media

Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y 2000.

72

Al igual que en los estratos de ingreso, cuando se observaba el patrón de localización del estrato alto, quienes tienen escolaridad superior, se encuentran casi exclusivamente en el surponiente de la zona metropolitana (mapa 13).

La delegación Benito Juárez es la que sobresale con el 37.9% de población con este nivel educativo en 1990 y el 46.3% en 2000: Por su parte, las unidades del poniente también muestran una importante participación de este grupo. En Álvaro Obregón el 18.4% de su población de 24 años y más tenía escolaridad superior en 1990 y en el 2000 aumentó al 21.5%, en Huixquilucan se pasó del 19.6% al 21%.y en Cuajimalpa del 13.1% al 21.5%.

A excepción de Texcoco (12.1% en 1990 y 14.2% en 2000), el estrato alto de escolaridad se encuentra en proporciones muy pequeñas en el oriente de la zona metropolitana y en las periferias norte y sur donde predominan los niveles educativos más bajos.

Esta primera mirada a la desigual distribución de los estratos de escolaridad presenta varias coincidencias con las desigualdades en los estratos de ingreso, con lo cual se comprueba la correlación existente entre estas dos variables y se refuerza la idea central de que existen perfiles socioeconómicos claramente diferenciados y preferencias de localización en la metrópoli de acuerdo con estas características.

73

Mapa 13. Distribución de la población con Educación Superior a) Población con Educación Superior 1990

b) Población con Educación Superior 2000

Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y 2000.

74

2.5 La movilidad residencial por estratos de escolaridad Considerando la condición migratoria, se aprecia en general una mayor calificación en los migrantes con respecto a quienes no cambiaron de lugar de residencia y un aumento en la movilidad residencial del perfil de escolaridad superior que en 1990 fue de 17.3% y en 2000 del 23.4% (Gráfico 10), y.

Gráfico 8. Estratos de Escolaridad por Condición Migratoria 100 80

14.9

17.3

8.8

10.1

16.5

23.4

20.6 23.5

60 40

66.4

62.5 57.3

49.0

20 0

9.9

10.2

5.6

4.1

No Migrante

Migrante

No Migrante

Migrante

1990

Sin instrucción

Educación Básica

2000

Educación Media Superior

Educación Superior

Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y 2000.

Lo primero que se destaca al comparar los datos de 1990 y 2000 es que los migrantes, al igual que la población no migrante, aumentó su nivel de escolaridad, como se aprecia en la contribución relativa de cada uno de los grupos de escolaridad analizados. En segundo término, al analizar la distribución de los estratos de escolaridad para cada tipo de movilidad residencial se configuran perfiles diferenciados por el origen de los flujos migratorios hacia la zona metropolitana.

En 1990, los inmigrantes de alguno de los estados del valle de México tienen una escolaridad baja comparada con el promedio de los inmigrantes y con los otros grupos diferenciados por el origen, así el 66.5% de ellos tuvieron sólo educación básica en 1990 y el 7.7% estaba sin instrucción.

75

Gráfico 9. Estratos de Escolaridad por Movilidad Residencial 1990 Estratos de Escolaridad por Tipo de Movilidad Residencial ZMVM 1990 100% 80%

15.2

18.1

10.7

8.6

66.5

59.4

7.7

13.9

Valle de México

Resto del país

13.2 7.5 56.2

60% 40%

53.9 15.5

20% 0%

25.5

Sin instrucción

Educación Básica

25.4

2.8 Internacional Educación Media Superior

Origen no especificado Educación Superior

Elaboración propia a partir del Censo de Población y Vivienda de 1990.

Los individuos que llegaron del resto del país muestran un perfil hasta cierto punto similar a aquellos migrantes del valle de México, aunque en 1990 hubo mayores proporciones de aquellos con educación superior a básica. En contraste, los migrantes internacionales tienen el perfil educativo más alto en tanto este estrato con educación superior alcanza el mayor porcentaje con el 58.2%.

En el grupo que no especificó su origen hay una desproporcionada presencia aquellos sin instrucción, seguidos por una alta proporción de aquellos con sólo educación básica. Ello en general configura un perfil de bajo nivel educativo para esta categoría, lo que podría explicar por qué no declararon su lugar de origen, aunque también se destaca que el 13.2% de ellos cuenta con educación superior.

Recordando que para el 2000 puede hacerse un análisis detallado de la movilidad intraurbana a nivel municipal, entonces se pueden desagregar los movimientos que ocurren en el área del valle de México (municipios metropolitanos y no metropolitanos).

Cuando se analizan los cambios de residencia sólo a nivel interestalal, aparece un incremento en la participación de los grupos con escolaridad media superior (24.8%) y superior (22.7%). Sin embargo,

76

cuando esta movilidad se desagrega (Gráfico 13), puede verse que esa mayor participación

de esos estratos de escolaridad se debe principalmente a la movilidad intrametropolitana, en la cual los migrantes del nivel medio superior son el 25.4% y el 23.2% tiene escolaridad superior, versus el 16.3% y el 15.3% respectivos de quienes se movieron desde municipios no metropolitanos Es decir, que al contabilizar los movimientos intrametropolitanos es clara la selectividad de los movimientos por mayor nivel socioeconómico, al igual que cuando se analizaban los cambios de residencia en los estratos de ingreso.

En el 2000, en la movilidad del resto del país aumenta la participación de la escolaridad media superior (17.7%) y del nivel superior (23%), pero al igual que en 1990 predomina la población con escolaridad básica (52.8).

En el flujo internacional se mantiene como participación mayoritaria la escolaridad superior (53.2%) y la sobrerrepresentación de la escolaridad media superior (20.5%), que además tuvo un incremento con respecto a 1990. De aquellos que no especificaron su origen, sigue sobresaliendo la población sin instrucción (15.7%).

Gráfico 10. Estratos de Escolaridad por Movilidad Residencial 2000 100% 22.7

23.0

24.8

17.7

14.9

Población

80% 60% 40% 49.2

53.2

20.5

51.8

20% 0%

25.3 3.4

7.5

0.9

Entre estados del valle de México

Resto del país

Internacional

15.6

53.8

15.7 Origen no especificado

Tipos de movilidad residencial Sin instrucción

Educación Básica

Educación Media Superior

Elaboración propia a partir del Censo de Población y Vivienda de 2000.

77

Educación Superior

Gráfico 11. Distribución de los estratos de escolaridad en los migrantes del valle de México 2000 100% 15.3 80%

23.2

16.3 25.4

60% 40%

60.4 48.3

20% 8.1

3.0

Municipios no metropolitanos

Delegaciones y municipios metropolitanos

0%

Sin instrucción

Educación Básica

Educación Media Superior

Educación Superior

Elaboración propia a partir del Censo de Población y Vivienda de 2000.

Luego de ver estas relaciones entre los distintos orígenes de migración y la distribución de los niveles de escolaridad alcanzada, en los siguientes mapas se muestra, cuáles delegaciones y municipios tienen porcentajes de migrantes en cada nivel de escolaridad alcanzado superiores o inferiores al promedio del total de la zona metropolitana. El patrón de localización de la población sin escolaridad sufre más cambios entre 1990 y 2000 cuando se mira a la población migrante que cuando se considera al conjunto. Aunque en ambos años se concentra en la periferia de la zona metropolitana. En 1990 la mayor proporción estuvo en el sur, en Ecatzingo (25%), Milpa Alta (23.8%), Tláhuac (22.6%), y hacia en noroccidente en Isidro Fabela (24%) (mapa 14a), pero en el 2000 se tendió más hacia el norte en Temescalapa (11.3%), Coyotepec (11.7%), Villa del Carbón (10.4%) y Axapusco (10.3%). Municipios estos, receptores de crecimiento en la última década (mapa 14b).

Llama la atención que a pesar del perfil de ingresos altos y escolaridad superior que venía caracterizando al poniente, en 1990 éste haya recibido un alto porcentaje de inmigrantes sin instrucción. En Álvaro Obregón este grupo era el 14.5% del total de inmigrantes recibidos y en Cuajimalpa 78

el 13.6%. Para el año 2000 ambos se redujeron al 3.1%, mientras que en Huixquilucan pasó del 9.1% en 1990 al 4.6% en 2000. Esto podría a su vez atribuirse a que hubieran cambiado de nuevo su lugar de residencia en 1995 o a que efectivamente recibieron algún beneficio con las políticas de aumento de cobertura escolar.

79

Mapa 14. Distribución de Migrantes Sin Instrucción a) Inmigrantes Sin Instrucción 1990

b) Inmigrantes Sin Instrucción 2000

Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y 2000.

80

Los inmigrantes con educación básica, en 1990 se distribuyeron ampliamente por toda la zona metropolitana (mapa 15), a excepción del surponiente, en donde su participación se muestra en el mapa como inferior al promedio metropolitano (por la tonalidad azul).

Para el 2000, en la distribución de este grupo de inmigrantes se da un repliegue hacia el extremo nororiental, destacándose los municipios de Atenco (73.6%), Temascalapa (73.5%) , Hueypoxtla (73.6%), Huehuetoca (73.9), en donde la expansión reciente de la metrópoli ha sido significativa.

La localización de los inmigrantes con educación básica, en una amplia franja de la periferia que bordea al Distrito Federal podría estar asociada al tipo de actividad económica que desempeñan, requiriendo cierta proximidad con la ciudad central y en términos del mercado inmobiliario, por la posibilidad de acceder a proyectos de vivienda social.

81

Mapa 15. Distribución de Migrantes con Educación Básica a) Inmigrantes con Educación Básica 1990

b) Inmigrantes con Educación Básica 2000

Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y 2000.

82

En cuanto a la localización preferida por los migrantes con educación media superior, se destacan los municipios al norte del Distrito Federal, al interior de los cuales se incrementó la proporción de este grupo poblacional entre 1990 y 2000 (mapa 16). Coacalco pasó del 13.3% al 33.1%, Cuautitlán Izcalli del 13.2% y 28.2%; Cuautitlán del 12.9 % al 31.5% y Tultitlán del 12.1% al 26.9 %.

Al parecer el incremento de este grupo se debe a que en la población con el nivel inferior, de educación básica, fue donde mayor incidencia tuvieron las políticas de aumento de la cobertura educativa, con lo que este grupo de individuos logró durante la década aumentar el nivel educativo alcanzado.

Esta distribución de los inmigrantes con educación media superior se sigue concentrando en pocas entidades, como cuando se mira al conjunto de la población, pero no precisamente en las delegaciones del Distrito Federal, sino en algunos conjuntos de municipios en donde también tiene una importante participación el estrato de ingreso medio.

83

Mapa 16 Distribución de Migrantes con Educación Media Superior a) Inmigrantes con Educación Media Superior 1990

a) Inmigrantes con Educación Media Superior 2000

Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y 2000.

84

Aunque con una distribución mucho más amplia que en el estrato de ingresos alto, el estrato de escolaridad superior sigue mostrando su mayor concentración en el surponiente de la zona metropolitana. En ambos años la mayor concentración se encuentra en Benito Juárez (47.7% y 57.1%).

En 1990, el 33.3% de los inmigrantes hacia Huixquilucan tienen este nivel educativo, el 24% en Álvaro Obregón y el 19% en Cuajimalpa, porcentajes que diez años después pasaron al 29% en Huixquilucan, al 35.8% en Álvaro Obregón, y al 42.5% en Cuajimalpa. Con esto se consolida el perfil del poniente como un área que en el 2000 ganó en la atracción de inmigrantes con escolaridad superior y complementa el perfil alto de sus pobladores, como se mostró anteriormente y como se esperaría que fuera, de acuerdo con la distinción entre la división del espacio metropolitano oriental y occidental, señaladas por Schteingart (2001), Esquivel et. al (2006), Duhau y Giglia (2008).

85

Mapa 17. Distribución de Migrantes con Educación Superior a) Inmigrantes con Escolaridad Superior 1990

b) Inmigrantes con Escolaridad Superior 2000

Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y 2000.

86

De esto puede resumirse que con respecto a la distribución de los estratos de ingreso, los estratos de escolaridad tienen una mayor dispersión en la zona metropolitana, sobre todo tratándose del grupo sin escolaridad y del que ha alcanzado la formación básica. Sin embargo, en términos generales también se comparten preferencias de localización en zonas específicas de la ciudad, donde los individuos con educación superior son los más replegados en delegaciones y municipios del surponiente y con las menores variaciones en su distribución entre 1990 y 2000.

2.6 Correlaciones entre la movilidad residencial y los estratos de ingreso y de escolaridad En las tablas 2 y 3 pueden verse los porcentajes de población que coinciden en los estratos de ingreso y de escolaridad, de acuerdo con su condición migratoria en 1990 y en 2000.

En 1990, entre los no migrantes, el grupo con ingreso bajo y educación básica alcanza el 75.4%; en el estrato de ingreso medio la mayoría (58.1%) también cuenta con este nivel educativo y sobresalen además las proporciones con educación media superior (14.5%) y superior (24.3%). En el estrato de ingresos alto, como era de esperarse, su mayor porcentaje cuenta con educación superior (56.7%).

Entre quienes cambiaron de lugar de residencia, en general se repite el patrón anterior. En el estrato de ingresos alto inclusive se incrementa la participación de la escolaridad superior al 60.1%; en el estrato de ingreso medio con educación básica el porcentaje de población es del 54.9% y aquella con educación superior aumenta al 25.7%. Como única excepción, en el estrato de ingresos bajo, además de que el 74.2% de su población tiene educación básica, la participación del grupo sin instrucción se incrementa al 10.2%.

87

Tabla 2. Estratos de Ingreso y Estratos de Escolaridad por condición migratoria 1990 Condición

Estratos de

migratoria

Ingreso

Estratos de Escolaridad Sin

Educación

Educación Media

Educación

instrucción

Básica

Superior

Superior

Bajo 9.5 75.4 Medio 3.2 58.1 Alto 1.7 29.4 Total 5.8 62.4 Bajo 10.2 74.2 Migrante Medio 3.3 54.9 Alto 1.7 25.3 Total 6.0 59.4 Elaboración propia a partir de datos del Censo de Población y Vivienda 1990. No migrante

8.1 14.5 12.2 11.4 8.4 16.2 12.8 12.4

7.1 24.3 56.7 20.4 7.3 25.7 60.2 22.2

Total

100 100 100 100 100 100 100 100

Para el 2000, el 75.3% de la población no migrante con estrato de ingresos bajo tenía educación básica; en el estrato de ingreso medio sobresale el 39.7% con este nivel educativo, el 31.6% con educación media superior y el 27.8% con educación superior. Este último estrato de escolaridad alcanza el 70.9% en el estrato de ingresos alto.

Entre la población migrante con estrato de ingreso alto el 78.2% tiene escolaridad superior; en el estrato de ingreso medio, el 34.6% tiene educación básica, el 33.3% educación media superior y el 31.4% educación superior. En el estrato de ingreso bajo, el 73.3% tiene educación básica

Tabla 3. Estratos de Ingreso y Estratos de Escolaridad por condición migratoria 2000 Condición

Estratos

migratoria

de Ingreso

No migrante

Migrante

Bajo Medio Alto Total Bajo Medio

Estratos de Escolaridad Sin

Educación

Educación Media

Educación

instrucción

Básica

Superior

Superior

4.9 0.9 0.3 2.7 4.7 0.7

75.3 39.7 13.1 53.4 73.3 34.6

88

15.4 31.6 15.7 22.6 16.7 33.3

4.4 27.8 70.9 21.3 5.3 31.4

Total

100 100 100 100 100 100

Condición

Estratos

migratoria

de Ingreso

Estratos de Escolaridad Sin

Educación

Educación Media

Educación

instrucción

Básica

Superior

Superior

Alto 0.1 7.4 14.3 Total 2.1 45.3 24.1 Elaboración propia a partir de datos del Censo de Población y Vivienda 2000.

78.2 28.4

Total

100 100

Con esto se verifica la correlación entre el nivel de ingresos y el de escolaridad y que el perfil de los migrantes es mucho más alto que el de quienes no cambiaron de lugar de residencia.

En la tabla 4 se aprecian los perfiles socioeconómicos predominantes para cada tipo de movilidad residencial en 1990, en los cuales se repiten las relaciones previamente mencionadas.

Para la movilidad entre los estados del valle de México, del resto del país y con origen no especificado las mayores proporciones pertenecen a población con estrato bajo de ingresos y educación básica, mientras que en los flujos de origen internacional, que a su vez son los que territorialmente se encuentran más concentrados, es el estrato de ingreso alto con educación superior el que tiene la mayor proporción (37.3%), seguido por es estrato de ingresos medio y este nivel educativo (18.6%).

Tabla 4. Estratos de Ingreso y Estratos de Escolaridad por Tipos de Movilidad Residencial 1990 Tipos de movilidad

Estratos de

residencial

Ingreso

Estratos de escolaridad Sin

Educación

Educación Media

Educación

instrucción

Básica

Superior

Superior

Total

Resto del país

Bajo Medio Alto Total Bajo Medio Alto

3.2 1.2 0.2 4.6 6.9 2.0 0.2

30.9 27.2 3.4 61.5 35.0 20.5 2.6

3.8 8.1 1.6 13.5 3.2 5.6 1.2

3.0 11.1 6.3 20.4 2.9 12.0 7.8

40.9 47.6 11.5 100.0 48.1 40.1 11.8

Internacional

Total Bajo

9.1 0.8

58.1 8.7

10.0 2.6

22.7 5.5

100.0 17.6

Valle de México

89

Tipos de movilidad

Estratos de

residencial

Ingreso

Estratos de escolaridad Sin

Educación

Educación Media

Educación

instrucción

Básica

Superior

Superior

Medio 0.6 9.6 5.3 Alto 0.6 4.6 5.7 Total 1.9 23.0 13.7 Bajo 6.3 32.7 3.6 Origen no Medio 2.9 22.8 5.4 especificado Alto 0.7 3.2 1.7 Total 9.9 58.6 10.6 Elaboración propia a partir de datos del XI Censo de Población y Vivienda 1990.

Total

18.6 37.3 61.4 3.3 10.5 7.0 20.9

34.2 48.2 100.0 45.9 41.5 12.5 100.0

Para el 2000, en la siguiente tabla se ha separado la movilidad residencial proveniente de los municipios no metropolitanos del valle de México, de aquella a nivel intrametropolitano. Y se observa el cumplimiento de perfiles similares a los del 1990.

La movilidad residencial de origen internacional es la que presenta una mayor selectividad estando en el estrato de ingreso alto y el nivel de educación superior el 36.9% de la PEA ocupada mayor de 24 años que provenía de otro país. Entre tanto, en la movilidad intrametropolitana la mayor coincidencia se encuentra en quienes tienen un nivel de ingreso bajo y educación básica 26.3%, aunque esta proporción es mucho mayor en la migración proveniente del resto del país que con el 36.4% muestra un perfil mucho más bajo de la selectividad de los migrantes, que sólo es superado con un 40% por quienes cambiaron de residencia pero no especificaron su lugar de origen.

Tabla 5. Estratos de Ingreso y Estratos de Escolaridad por Tipos de Movilidad Residencial 2000 Estratos de Escolaridad Tipos de movilidad

Estratos de

residencial

ingreso

Municipios del valle de México no metropolitanos

Sin

Educación

instrucción

Básica

Educación Media Superior

Educación

Total

Superior

Bajo

3.8

40.9

5.2

1.5

51.5

Medio

0.6

17.8

10.4

9.9

38.6

Alto

0.1

1.2

1.3

7.3

9.9

Total

4.5

59.9

16.9

18.7

100.0

90

Estratos de Escolaridad Tipos de movilidad

Estratos de

residencial

ingreso

Delegaciones y municipios metropolitanos

Resto del país

Internacional

Origen no especificado

Sin

Educación

instrucción

Básica

Educación Media Superior

Educación

Total

Superior

Bajo

1.3

26.3

6.7

2.1

36.4

Medio

0.2

16.4

17.1

15.2

49.0

Alto

0.0

1.1

2.2

11.3

14.6

Total

1.6

43.7

26.1

28.6

100.0

Bajo

3.5

34.7

5.4

2.1

45.7

Medio

0.6

15.4

10.0

13.2

39.2

Alto

0.0

1.1

1.8

12.2

15.1

Total

4.2

51.2

17.2

27.5

100.0

Bajo

0.3

13.7

4.5

2.7

21.2

Medio

0.1

8.9

9.8

17.6

36.5

Alto

0.0

1.6

3.7

36.9

42.3

Total

0.5

24.2

18.0

57.3

100.0

Bajo

3.8

40.0

5.6

2.0

51.4

Medio

0.8

17.1

11.2

9.6

38.7

Alto

0.1

1.3

1.3

7.2

9.9

Total

4.7

58.4

18.1

18.8

100.0

Elaboración propia a partir de datos del XII Censo de Población y Vivienda 2000.

En función de nuestras preguntas de investigación, hasta aquí se han podido verificar tres cuestiones importantes. En primer lugar, que existe una selectividad en los perfiles de los migrantes con respecto al conjunto de la población, lo cual se corresponde con la literatura sobre este tema, en términos de las características de los individuos que cambian de residencia (Bonvalet y Dureau, 2002; Partida, 2006).

En segundo lugar, esta selectividad, vista a la luz de la pertenencia a ciertos estratos de ingreso o de escolaridad también se manifiesta en la distribución en el espacio metropolitano de dichos grupos, siendo predominante una tendencia de los inmigrantes a localizarse en áreas donde la composición socioeconómica de la población es similar a las características que poseen. Esto ofrece un primer indicio de que estos flujos podría estar reforzando la concentración de estratos socioeconómicos en determinadas áreas de la ciudad. 91

En tercer lugar, entre esta mencionada tendencia, los casos sobresalientes son los del estrato de ingresos alto y el estrato con escolaridad superior, los cuales muestran una mayor concentración en pocas delegaciones del surponiente, bastante delimitadas geográficamente, y cuyo patrón de distribución no varía mucho entre 1990 y 2000. Este hallazgo coincide con la descripción de la división social del espacio en la zona metropolitana del valle de México entre un oriente de bajo perfil socioeconómico y el poniente con características opuestas, han hecho varios autores (Salazar, 1999; Schteingart, 2000, Duhau, 2003; Duhau y Giglia, 2008).

92

CAPÍTULO 3. ANÁLISIS DE LA SEGREGACIÓN RESIDENCIAL

Una vez que se ha verificado la desigual distribución de la población en la zona metropolitana del valle de México, clasificada por estratos de ingreso y niveles educativos59, tanto en el conjunto de todos los habitantes de la metrópoli como en el subconjunto de aquellos individuos que inmigraron en 1985 y en 1995, en este capítulo se analizan los niveles de segregación residencial entre los distintos grupos haciendo uso del índice de disimilaridad y del índice de Theil, este último además permite examinar la contribución de los inmigrantes a los niveles de segregación en el año 2000. .

3.1 La medición de la segregación Muchas de las mediciones de la segregación residencial se derivan de las mediciones sobre desigualdad. Con ellas se busca establecer el grado de igualdad en el reparto del total de los valores de la variable, es decir, el grado de equidistribución, en donde la concentración mínima se da cuando todos los individuos de una población reciben la misma cantidad, y la concentración máxima cuando sólo una pequeña parte percibe el total y el resto nada.

Usualmente aplicados en la desigualdad económica, estos índices remiten también a la idea de estratificación, que corresponde a la subdivisión de la sociedad en clases o niveles de acuerdo con ciertas características socioeconómicas. Un ejemplo es la distinción entre ricos, clase media y pobres. Esta clasificación, determinada en parte por los procesos históricos particulares, resulta útil para dar cuenta de “una desigual distribución de derechos y privilegios, deberes y responsabilidades, gratificaciones y privaciones, poder social e influencia dentro de una sociedad. Se entiende que si dos individuos pertenecen a una misma clase social, gozan de los mismos privilegios y/o privaciones.”60

59

Se dice que de por sí hay una desigual distribución, porque no es uniforme la presencia de ciertas características en la población. No es uniforme la distribución del ingreso ni la distribución de la escolaridad alcanzada. Lo más común es que unos pocos tengan mucho y muchos tengan poco. 60 Tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/Desigualdad_social, consultada el 14 de junio de 2010.

93

Para medir la segregación se requiere 1) definir el ambiente social de cada individuo61, y 2) cuantificar la dimensión 62 en la cual estos ambientes sociales difieren entre los individuos (Reardon y O’Sullivan, 2004). En este segundo aspecto es en el que difieren las mediciones tradicionales de la segregación, aunque en común ofrecen tanto una idea de la distribución de los grupos poblacionales estratificados como de su localización en el territorio. En principio, ninguno de los índices es mejor que los otros y la preferencia por alguno en particular depende del cumplimiento de las siguientes propiedades deseables (Mancero, 2000; Reardon y O’Sullivan, 2004):

1. Independencia de escala: implica que el resultado del indicador no puede variar ante transformaciones proporcionales. Por ejemplo, en la unidad de medida de los ingresos. 2. Independencia de tamaño de la población. La desigualdad en la distribución de los grupos (estratos de ingreso o de escolaridad) debe mantenerse si se agrega un número proporcional de individuos a todos ellos. 3. Independencia ante cambios en posición. Si dos individuos intercambian su posición en la distribución, la desigualdad no debe verse afectada.

61

Entendiendo por este ambiente social las características (étnicas, nacionales, religiosas, etarias, o socioeconómicas) a partir de las cuales se construyen los grupos sobre los cuales se estudiará la segregación. 62 Massey y Denton (1989) definieron cinco dimensiones de la segregación: uniformidad o distribución, aislamiento, concentración, centralización y proximidad espacial, las cuales son el referente principal de los estudios sobre el tema y a partir de las cuales se hacen las mediciones.  La uniformidad o distribución, como su nombre lo indica, se refiere a la repartición de los grupos poblacionales entre las zonas o unidades espaciales de una ciudad.  La exposición mide el grado de contacto potencial o posibilidad de interacción entre los miembros de un mismo grupo, o entre miembros de dos grupos diferentes. Las dos medidas básicas y relacionadas son los índices de interacción y aislamiento. Éstos reflejan las probabilidades de que una persona de un grupo se encuentre con alguien de un grupo diferente o con otro miembro de su grupo.  La concentración establece la cantidad relativa de espacio físico ocupado por un grupo poblacional. Cuanto más reducido sea el espacio urbano que ocupa un grupo, más concentrado se encuentra, y por lo tanto más segregado. Al respecto, (Martori y Hoberg, 2004) mencionan que las minorías segregadas ocupan partes pequeñas del territorio urbano. Siguiendo este principio, cuanto mayor es la densidad en las zonas ocupadas por un grupo, más segregado está.  La centralización indica el grado en el cual un grupo está localizado cerca del centro de un área urbana. Interpretándose que mientras más cerca está hay mayor segregación.  La agrupación mide el grado en el cual miembros de un grupo minoritario viven desproporcionadamente en áreas contiguas.

94

4. Equivalencia organizacional: si dos unidades organizacionales (AGEB, para nuestro caso) tienen la misma composición y se combinan en una sola unidad, la segregación no debería cambiar (James y Taeuber 1985 en Reardon y O’Sullivan, 2004). 5. Principio de intercambio: La segregación se reduce si un individuo de un grupo cuya proporción en su entorno local es mayoritaria, se traslada hacia otro lugar donde la proporción de su grupo es minoritaria. Aquí se distinguen dos tipos de intercambio, en el primero, si se mueven dos individuos de diferentes grupos a ubicaciones donde están menos propensos a encontrar miembros de su propio grupo (y en cambio, tienen una mayor probabilidad de encontrarse con miembros de otros grupos), la segregación se reduce. Y en el segundo, también habría de disminuir la segregación si dos individuos, de grupos diferentes cambian su ubicación, de manera tal que las proporciones de los grupos a los que pertenecen sean más similares en el ambiente local en algunos puntos (sin modificarse en los otros puntos) y las proporciones de todos los otros grupos no cambian (Reardon y O’Sullivan, 2004). 6. Rango del índice. Es deseable que el índice tome valores entre 0 y 1, donde la igualdad mínima sea = 0 y la desigualdad máxima = 1 (Mancero, 2000). 7. Descomposición aditiva: puede ser espacial o grupal, la descomposición espacial establece que si X subáreas espaciales están agregadas en Y áreas espaciales, entonces una medida de la segregación debería poder descomponerse en una suma, entre las áreas componentes y al interior de las mismas. Y según la descomposición grupal, si M subgrupos se desprenden de N grupos, entonces la medición de la segregación podría descomponerse en una suma independiente entre los subcomponentes grupales y a su interior.

Particularmente, esta última propiedad es la que más nos interesa para conocer cuál ha sido el aporte de los inmigrantes con ingreso alto y de los inmigrantes con escolaridad superior a la segregación en el año 2000. Pero antes de llegar a este punto nos ocuparemos de la medición de la desigual distribución de nuestros grupos (los estratos de ingreso y estratos de escolaridad, de acuerdo con la condición migratoria) en la zona

95

metropolitana del Valle de México. Y en consideración de esta distribución nos concentramos en la dimensión de uniformidad, de acuerdo con la cual hay segregación cuando un grupo de población está repartido de forma desigual entre las zonas o unidades espaciales de la ciudad.

En esta dimensión, hay dos índices que usualmente se aplican, el de disimilaridad de Duncan 63 y el de Theil. En ambos, el rango de valores va desde cero (0), que corresponde a una completa integración entre los grupos o ausencia de segregación, hasta uno (1) que constituye el máximo nivel de segregación.

El índice de disimilaridad, tiene una interpretación muy directa puesto que al multiplicarlo por cien se obtiene el porcentaje de la población que debería redistribuirse para que cada unidad territorial tenga las mismas proporciones de los distintos grupos que en el conjunto del área mayor a la que se aplica, en nuestro caso la zona metropolitana. Aunque no puede determinarse específicamente la proporción en cada uno de los grupos que habría de cambiar de lugar de residencia, su interpretación intuitiva y el extendido uso en los estudios sobre el tema le hace más útil para la descripción de los patrones generales de la segregación (Duhau y Giglia, 2008). Y por eso este es el índice empleado para hablar de la uniformidad en la primera parte de este capítulo.

En cuanto al índice de Theil, es igual a cero (0) cuando los distintos grupos de población se encuentran uniformemente distribuidos en un espacio determinado, es decir, cuando están en un proporción igual a la esperada bajo una distribución uniforme, y el índice llega a uno (1), cuando sólo uno de los grupos ocupa todo el espacio en cuestión. Su

63

Con esta fórmula se calcula el índice de disimilaridad de Duncan. En ella xi es el número de individuos de la sección censal considerada, X es el total de la población de la unidad espacial mayor, yi es el número de individuos del grupo mayoritario en cada sección censal, e Y el total de población de este grupo en el municipio. Si este índice es igual a cero, el grupo minoritario está repartido de forma igual.

96

interpretación también puede hacerse en términos de qué tan homogénea es la composición de un territorio (Reardon et. al., 2000; Sánchez, 2009a).

Lo que distingue al índice de Theil es que cumple con las propiedades de descomposición aditiva (espacial y grupal) y por tanto permite ver los niveles de segregación intra e inter grupo, es decir, que permite descomponer la segregación total en aquella que ocurre entre niveles geográficos (,municipios, periferia vs. centro) o entre grupos específicos (estratos de ingreso o de escolaridad). Así por ejemplo sería posible calcular cuál es la contribución que a la segregación total hizo la segregación entre el grupo de ingresos altos respecto del resto de la población o bien la segregación que ocurre en una de las delegaciones centrales con respecto al resto (Reardon et al., 2000; Sánchez 2009b).

El índice de disimilaridad de Duncan y el índice de Theil miden si es igualitaria o no la distribución de los grupos de población en el territorio urbano, pero no pueden decir cómo es esta distribución, por lo que se suelen complementar con indicadores en las otras dimensiones definidas por Massey y Denton (1989), las cuales no son objeto de este trabajo.

En la aplicación del índice de disimilaridad, pueden hacerse varias combinaciones. En un nivel multigrupo se busca conocer la proporción de población que habría de cambiar de lugar de residencia para que todos los grupos considerados (en nuestro caso los tres estratos de ingreso o los cuatro estratos de escolaridad) tengan una distribución homogénea. Mientras que en la comparación bigrupo, lo que se pretende es obtener la proporción de población que debe desplazarse para que un grupo determinado tenga una distribución equitativa con respecto a otro o al resto de la población (Reardon et. al., 2000; Sánchez, 2009b)64.

64

Con respecto a la interpretación de los índices, para determinar si se trata de una alta o baja segregación, se debe tener en cuenta que los índices de segregación por factores socioeconómicos tienden a ser más bajos que aquellos debidos a la condición racial y étnica; y en segundo lugar, que por la cantidad de categorías involucradas, los índices multigrupo tienden a presentar valores más pequeños que los índices bigrupo.

97

Adicionalmente, un aporte de este trabajo a los estudios sobre el tema está en la incorporación de la condición migratoria como criterio para la medición de la desigual distribución de la población, clasificada de acuerdo con unas características socioeconómicas, definidas por el nivel de ingresos y la escolaridad alcanzada. Esto permite hacer comparaciones entre el comportamiento del conjunto de la población y el subconjunto integrado por aquellos individuos que en los cinco años previos al censo residían en un lugar diferente a aquel donde fueron encuestados. Y, por supuesto, con esto se allana el camino para responder a la pregunta central de esta investigación, sobre cuáles son las implicaciones de la movilidad residencial en la segregación espacial y el aporte que a dicha segregación hacen los inmigrantes con perfiles altos de ingreso y escolaridad.

En este punto, cabe mencionar que Ariza y Solís (2009) evaluaron los cambios en la segregación de cuatro facetas de la desigualdad económica65: los ingresos laborales, la ocupación, el nivel de escolaridad y la condición migratoria 66 . La medición de la condición migratoria per sé arrojó el nivel más bajo de segregación espacial en la dimensión de uniformidad en el año 2000, con 0.21 en el índice de Duncan, frente a 0.34 de la ocupación, 0.38 en el nivel de escolaridad, 0.45 en los ingresos por hogar, y 0.48 en los ingresos individuales. Este comportamiento, salvo contadas excepciones, se mantuvo en las dimensiones de la segregación restantes, y les condujo a concluir que “es muy probable que los niveles notablemente bajos de SRS [Segregación Residencial Socioeconómica] se vinculen con la menor importancia relativa que hoy posee la migración en la dinámica espacial de las tres ciudades bajo estudio67” (Ariza y Solís, 2009: 196).

Pero en nuestro caso, como se ilustró desde el primer capítulo, dedicado a los antecedentes, aunque los flujos migratorios hacia la zona metropolitana se han reducido, quisimos vincular la condición de migrante a los estratos de ingreso y de escolaridad,

65

En cada una de las cinco dimensiones de la segregación definidas por Massey y Denton (1989). Para la construcción de esta última tomaron del censo de 2000 como grupo de referencia a la población que cinco años antes del censo residía en municipios distintos a los que integran la zona metropolitana. 67 Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey. 66

98

para ver 1) su participación en la desigual distribución de la población en el espacio metropolitano y 2) si los perfiles diferenciados de los migrantes inciden en los niveles de la segregación residencial. En consideración de esto, las descripciones y análisis aquí presentados se constituyen en una novedad, entre las aproximaciones empíricas al estudio de la segregación y contribuyen a la comprensión de los factores que podrían intervenir en sus cambios a nivel metropolitano.

3.2 Disimilaridad entre los estratos de ingreso Al calcular el índice multigrupo de segregación entre los estratos bajo, medio y alto de ingreso, tal y como fueron definidos en el capítulo anterior, se observa que entre 1990 y 2000 hay un aumento en las proporciones de la PEA ocupada que debería cambiar de lugar de residencia para tener una distribución equitativa de los estratos de ingreso en la ZMVM. Esta tendencia se observa tanto para la población en general que pasó de tener que redistribuir un 22.7% en 1990 a un 25% en 2000, así como entre quienes establecieron su residencia en la zona metropolitana del Valle de México en los cinco años previos a los censos68, cuya proporción se incrementó del 26.6% al 29.5%.

Este comportamiento coincide con los resultados obtenidos por Ariza y Solís (2009) en su medición de la uniformidad de la estratificación social a partir de los ingresos individuales. Según su trabajo, mientras en 1990 habría de redistribuirse el 43% de la población, en el 2000, este porcentaje alcanza el 48%. En su cálculo del índice de Duncan a partir de los ingresos del hogar, el incremento de la desigual distribución de la población fue aún mayor, pasando del 34% en 1990 al 45% en 2000. Además señalan que de las distintas dimensiones de la segregación y facetas de la desigualdad evaluadas “En 1990, los mayores valores de los índices figuraban en las dimensiones de los ingresos laborales individuales y en el nivel de escolaridad (…) En 2000 el ingreso

68

Cuando en este apartado nos referimos a población migrante, estamos tomando en cuenta a todos aquellos que cinco años antes de los censos considerados, es decir en 1985 y 1995 residían en un lugar diferente a aquel en el que fueron censados. Por su origen estos migrantes se han clasificado en el aparte de movilidad residencial como del Valle de México (en la cual se encuentra el subconjunto de los migrantes intrametropolitanos captados para el 2000), del resto del país, internacionales y con origen no especificado.

99

individual mantuvo el primer lugar, con valores superiores a los de 1990; el ingreso del hogar pasó al segundo lugar” (Ariza y Solís, 2009: 193).

En este mismo sentido, aplicando los índices de disimilaridad por ingresos, Sánchez (2009a: 21) encuentra que “la segregación residencial entre hogares pertenecientes a los estratos de ingreso bajo, medio y alto aumentó: mientras en 1990 el 28% de los hogares hubiesen tenido que cambiar de lugar de residencia para alcanzar una distribución equitativa, para el año 2000 este porcentaje era un poco mayor, 29.1%” y ”los índices por pares revelan que el aislamiento residencial de los hogares del decil de ingresos más alto alcanza proporciones muy elevadas en ambos años, de tal forma que más de la mitad de estos hogares deberían relocalizarse a fin de estar distribuidos equitativamente."

De acuerdo con las relaciones encontradas por Sobrino e Ibarra (2008) entre el patrón de distribución de la población al interior de la metrópoli y los patrones de distribución del empleo, este incremento de la desigual distribución de los estratos de ingreso estaría asociado a los efectos de la caída del modelo de sustitución de importaciones, el cual atrajo a cantidades importantes de población hacia la Ciudad de México entre 1940 y 1970 (Salazar, 1999), pero una vez inició su desmonte en los ochentas y agravado por la crisis económica de los noventas, afectó negativamente las condiciones socioeconómicas de sus habitantes, expresadas en una ampliación de la brecha entre los más ricos y los más pobres69.

En las comparaciones bigrupo, el estrato de ingreso alto es el que aparece más inequitativamente distribuido con respecto al resto, con un 39.8% de la PEA ocupada que debería cambiar de lugar de residencia en 1990 y un 44.4% en 2000, lo cual se ve afectado sobre todo por la diferencia con el estrato bajo, cuya desigual distribución 69

“La recesión, la apertura comercial, la drástica reducción de la inversión pública (Duhau, 1997) y la caída del poder adquisitivo de la población, provocaron una notable desconcentración económica en México que afectó sobre todo a la planta industrial tradicional orientada hacia el mercado interno. La crisis repercutió en todo el país, pero la desindustrialización se resintió mucho más en la metrópoli, sobre todo por el empleo: por ejemplo, entre 1980 y 1988, la ZMCM perdió 92 mil empleos en la industria manufacturera, comparado con una ganancia neta a nivel nacional de 494 mil empleos industriales.” (Duhau y Giglia, 2008: 102).

100

implicaría el traslado del 46.5% de la población en 1990 y el 52.1% en 2000. Esto indica la concentración y distancia existente entre estos dos grupos y corrobora los hallazgos de otros estudios (Rubalcava y Schteingart, 2000 en Gracia, 2004; Sánchez, 2009a; Ariza y Solís, 2009), en el sentido de que ha aumentado la separación del estrato de ingresos alto con respecto al bajo. Como se vio en los mapas exploratorios del segundo capítulo, es sobre todo el estrato de ingreso alto el que marca más claramente los límites de las áreas donde se concentra, teniendo algunos traslapes con el estrato de ingreso medio, pero muy pocos con el estrato de ingreso bajo. Y esto, además refuerza la división social del espacio ya señalada por Salazar (1999), Rubalcava y Schteingart (2000), Cruz (2006), Gracia (2004), Duhau y Giglia (2008), Sánchez (2009a y 2009b).

Antes de pasar a la segregación en las delegaciones y municipios de la zona metropolitana70, conviene recordar que como en el censo de 1990 no se captan los flujos intrametropolitanos71, no podemos hacer comparaciones directas con los resultados del año 2000 en el cambio en la migración, ni del cambio en la segregación entre la población migrante, o en el aporte de la movilidad residencial a los niveles de segregación en ese año (que será nuestro punto de llegada). Es así como se decidió tomar los resultados del índice de disimilaridad para la población total en ambos años, pero para el subconjunto de los inmigrantes sólo en el 2000, con la intención de comparar los valores que toma la segregación en este grupo con respecto a la tendencia del periodo y encontrar indicios de su posible incidencia en el patrón general de segregación, desarrollado más adelante con la descomposición del índice de Theil.

Como lo han señalado otros autores (Rubalcava y Schteingart, 2000; Duhau y Giglia, 2008; Ariza y Solís, 2009; Sánchez, 2009a y 2009b) se esperaría un aumento en los niveles de segregación en la zona metropolitana entre 1990 y 2000, y por nuestra pregunta de investigación, se esperaría que en los inmigrantes estos fueran superiores a 70

Dado que al calcular los índices para las unidades territoriales sólo se tiene en cuenta su propia población y se deja de lado el contexto metropolitano, se decide comparar sus valores con el promedio que se obtiene para la metrópoli. 71 Lo que incide en el total de cambios de residencia registrados, en la proporción de inmigrantes a las unidades territoriales en cada uno de los estratos socioeconómicos definidos y en la medición de los niveles de segregación.

101

la del conjunto, lo cual se ratifica con la aplicación del índice de disimilaridad multigrupo.

Pero cuando se quiso establecer si había un patrón espacial que agrupara a las delegaciones y municipios donde aumentó o donde disminuyó la segregación en el período considerado, se encontró una notoria dispersión, por lo que al parecer el cambio en estos niveles no podría asociarse a las pautas de distribución de la población, clasificada por estratos de ingreso, identificadas en el segundo capítulo.

Por nuestro particular interés en responder si en el poniente de la zona metropolitana hubo un incremento en la segregación a partir de la movilidad residencial de la población con ingresos altos, a continuación se presentan los índices de disimilaridad multigrupo para las tres unidades territoriales seleccionadas como parte de esta área de la metrópoli72.

Tabla 6. Disimilaridad entre los estratos de ingreso (alto, medio y bajo) en el poniente de la ZMVM

Delegación/Municipio

Población Total 1990

Álvaro Obregón Cuajimalpa de Morelos Huixquilucan

0.211 0.136 0.293

2000 0.224 0.149 0.223

Población migrante 2000 0.281 0.172 0.236

Elaboración propia a partir de datos de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y de 2000.

De acuerdo con nuestras mediciones, en Álvaro Obregón aumentaron las proporciones de PEA ocupada que debería redistribuirse para que hubiera una participación equitativa de los estratos de ingreso. En 1990 debería ser del 21.1% en el conjunto de la población, y en el 2000 del 22.4%; mientras que en este último año el 28.1% de los migrantes habría de cambiar de lugar de residencia.

72

En el anexo 7 se pueden ver los índices de disimilaridad multigrupo y en el anexo 8 los índices bigrupo para cada una de las unidades territoriales restantes.

102

Por su parte, Cuajimalpa de Morelos pasó de tener un índice de disimilaridad que en 1990 implicaba la redistribución del 13.6% de su población y en el 2000, el 14.9% Del grupo de los inmigrantes, clasificados por estratos de ingreso el 17.2% tendría que redistribuirse para tener una participación semejante a la que se encuentra a nivel metropolitano.

Entretanto, en el municipio de Huixquilucan, que en 1990 presenta el mayor índice de segregación, al tener que redistribuirse el 29.3% de la PEA ocupada, tuvo una reducción al 22.3% en 2000. Sin embargo, en el caso de los inmigrantes en el 2000 este porcentaje es superior al del conjunto de la población, con el 23.6%.

Aunque las tres unidades territoriales pertenecen al segundo contorno de la metrópoli (Sobrino e Ibarra, 2008), son limítrofes y comparten ciertos perfiles socioeconómicos predominantes de su población, Álvaro Obregón presenta la mayor desigualdad en la distribución de los estratos de ingreso, debida posiblemente a una mayor consolidación histórica de los procesos de localización de la población de los estratos de ingreso alto. En el caso de Huixquilucan, se estarían reflejando tendencias recientes a una importante concentración de viviendas de nivel residencial alto (según los tipos de poblamiento definidos por Duhau y Giglia, 2008), mientras que en Cuajimalpa, a pesar del incremento en la segregación residencial, se estaría favoreciendo una mayor heterogeneidad de los distintos estratos.

Desde la perspectiva de los tipos de poblamiento en la zona metropolitana del Valle de México, Duhau y Giglia (2008) encuentran cierta heterogeneidad en las colonias populares, que albergan cerca del 53% de la población, se encuentran estratos muy bajos, bajos y medios bajos, predominantemente hacia el oriente de la ciudad, mientras que los estratos alto y medio alto se concentran en el poniente y sur-sureste de la ciudad. Sánchez (2009b).

103

En cuanto a la medición de la segregación entre el estrato alto y el resto de los estratos de ingreso, al igual que en la comparación multigrupo, hay un aumento general en las delegaciones y municipios de la población que debería relocalizarse para tener una distribución equitativa, pero sin una zonificación espacial particular.

Tabla 7. Disimilaridad entre el estrato de ingresos alto y el resto en el poniente de la ZMVM

Delegación/Municipio

Población Total 1990

Álvaro Obregón Cuajimalpa de Morelos Huixquilucan

0.427 0.354 0.587

2000 0.456 0.357 0.559

Población migrante 2000 0.353 0.205 0.410

Elaboración propia a partir de datos de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y de 2000.

Como lo muestra la tabla 7, para las unidades territoriales del poniente hubo un aumento en la disimilaridad del conjunto de la población73, entre 1990 y 2000, pero a diferencia del comportamiento en el índice multigrupo, la población inmigrante en 2000 muestra unos valores menores a los de la PEA ocupada cuando no se considera su condición migratoria. Esto indicaría que en esta comparación, entre el estrato de ingreso alto y el resto (ingreso medio + ingreso bajo) la movilidad residencial hacia estas tres unidades territoriales aporta heterogeneidad, aunque no podamos distinguir los grupos particulares que lo hacen.

73

En Álvaro Obregón este desplazamiento implicaría en 1990 al 42.7% y en el 2000 al 45.6% de la PEA ocupada, y el 35.3% de los inmigrantes en 2000. Para Cuajimalpa el 35.4% de la población habría de relocalizarse en 1990 y en el 2000 el 35.7%, proporción que para los migrantes fue del 20.5%. En esta desigual distribución del estrato de ingresos alto con respecto al resto, Huixquilucan muestra que en 1990 el 58.7% habría de cambiar de lugar de residencia y el 55.9% en el 2000, proporción que entre los migrantes es del 41% en 2000.

104

3.3 Disimilaridad para los estratos de escolaridad El índice de disimilaridad multigrupo aplicado a los estratos de escolaridad tiene resultados parecidos a los estratos de ingreso, en el sentido de que son mayores los valores de la población migrante (33% en 2000) con respecto al total en ese mismo año (27.9%), que a su vez significó un aumento frente al 25.7% de desigualdad en la distribución en 1990.

En la comparación bigrupo entre los estratos de escolaridad, se destaca la disminución de la desigual distribución del estrato de escolaridad media con respecto a quienes no tienen escolaridad, que en el conjunto de la población pasó del 39.5% al 38.5%, aunque para los inmigrantes en el 2000 este porcentaje es mucho mayor, teniendo que redistribuirse el 45.5% de los individuos con 24 años y más que llegaron a la zona metropolitana en 1995.

También hubo una disminución en la disimilaridad del grupo con educación básica con respecto al grupo sin escolaridad, que en 1990 era del 18.4% y en 2000 del 15.7%. Pero de nuevo en la comparación de estos dos estratos para la población inmigrante, este índice en el 2000 es superior, con el 23.5%.

Pero al comparar cada estrato con el resto, es el grupo con escolaridad superior el que tiene los mayores niveles de segregación. De acuerdo con el índice de disimilaridad, habría de redistribuirse el 39.4% de la población en 1990, el 39.6% en 2000, y de los inmigrantes, en este año, el 39.6%.

Estos resultados parecen consistentes con aquellos encontrados en la segregación por los estratos de ingreso, pero difieren de las tendencias mixtas reportadas por otros trabajos (Ariza y Solís, 2009; Sánchez, 2009ª)74. En parte, esto puede deberse a las diferencias en

74

Ariza y Solís (2009) midieron la uniformidad por el nivel de escolaridad en una población de referencia integrada por individuos de 18 años o más, y encontraron un cambio mínimo, según el cual la Ciudad de México pasó de tener que redistribuir el 37% de la población de 24 años o más en 1990, al 38% en 2000, para conseguir una participación uniforme de todos los niveles educativos.

105

la población de referencia y en la manera como se establecieron las categorías a partir de las cuales se conforman los distintos grupos.

Sánchez (2009b), atribuye la mayor heterogeneidad de la distribución de los estratos de escolaridad en el conjunto de la población a “la expansión de la educación pública secundaria y, en menor medida, de la educación media superior y superior entre las generaciones más jóvenes de los jefes de hogar”, que son su unidad de análisis. Pero en nuestro caso, de la medición de la desigualdad en los estratos de escolaridad para los individuos, esta explicación sólo podría aplicarse a la menor segregación entre el grupo con educación media con respecto al resto, pues en los demás casos la tendencia apunta a un incremento en estos niveles, entre 1990 y 2000, siendo superior en los inmigrantes75, resultado cuyo origen podría estar en la selectividad positiva de quienes llegaron a la zona metropolitana en el quinquenio anterior y las preferencias de localización, según las cuales se tiende a reforzar la composición preexistente de los niveles educativos, especialmente en los grupos con escolaridad media superior y superior.

En las unidades del poniente que nos interesan, Álvaro Obregón presentó un aumento en la desigual distribución de la población por estratos de escolaridad, que según el índice de disimilaridad implicaría que el 26.4% de la población total cambiara de lugar de residencia en 1990, y en el 2000 el 27%. Proporción que para los inmigrantes en el 2000 es del 29.9%.

Por su parte, en 1990 el 16.8% de la población con 24 años y más de Cuajimalpa de Morelos habría de desplazarse para tener una distribución igualitaria de los estratos de ingreso, en el 2000 sería el 20.5% y entre los migrantes el 22.2% en 2000.

Entretanto, con la aplicación de índices multigrupo, a partir de la educación del jefe de hogar y para el período 1990-2005, Sánchez (2009b: 33) identificó tendencias en dos direcciones “mientras la segregación de los más educados decreció con respecto de aquellos con baja escolaridad, aumentó con respecto a los que tenían educación media”. 75 En el anexo 13 se presentan los índices multigrupo y bigrupo para el conjunto de la zona metropolitana,, y en el anexo 14 aparecen dichos índices a nivel de las delegaciones y municipios.

106

Y finalmente, en el municipio de Huixquilucan, la segregación disminuyó de tener que redistribuirse el 41% de la población en 1990 al 38.7% en el 2000, y se presentó una pequeña reducción en la disimilaridad de los inmigrantes, con el 38.5% en 2000.

Tabla 8. Disimilaridad entre los estratos de escolaridad (superior, media, básica, sin escolaridad) para el poniente de la ZMVM

Delegación/Municipio

Población Total 1990

Álvaro Obregón Cuajimalpa de Morelos Huixquilucan

0.264 0.168 0.410

2000 0.270 0.205 0.387

Población migrante 2000 0.299 0.222 0.385

Elaboración propia a partir de datos de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y de 2000.

Ante estos resultados del índice de disimilaridad, merece atención la mayor concentración del grupo de educación superior con respecto al resto de los estratos de escolaridad. Entre la población en general este aumento fue marginal pasando del 39.4% en 1990 al 39.6%; en el 2000; mientras que entre los migrantes su porcentaje en el 2000 fue del 43.8%.

Mientras en Álvaro Obregón y Cuajimalpa, la segregación multigrupo por escolaridad aumentó en el conjunto de la población, de nuevo Huixquilucan muestra una tendencia a una disminución de su segregación residencial. Aunque sus valores iniciales se destacan por ser los más altos, la menor la disimilaridad en la distribución de los estratos de ingreso y los estratos de escolaridad, estaría indicando que entre 1990 y 2000 habría un proceso de diversificación de su composición socioeconómica. Y esto a su vez, remite al llamado de atención en el capítulo 2 sobre la simultánea concentración de migrantes del estrato de ingresos alto y del estrato de ingresos bajo en este municipio, donde el 55.5% de quienes llegaron entre 1995 y 2000 tenían un nivel bajo de ingresos. .

107

Tabla 9. Disimilaridad entre el estrato de escolaridad superior y el resto en el poniente de la ZMVM Población

Población

Total

migrante

Delegación/Municipio

Álvaro Obregón Cuajimalpa de Morelos Huixquilucan

1990

2000

2000

0.400 0.286 0.623

0.414 0.332 0.612

0.374 0.280 0.542

Elaboración propia a partir de datos de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y de 2000.

Visto el poniente, al igual que cuando se comparaba para esta área de la ciudad al estrato de ingresos alto con respecto al resto, en la segregación del grupo con educación superior frente a su complemento (sin escolaridad + educación básica + educación media superior) hay un incremento y el subconjunto de inmigrantes presenta en el 2000 valores por debajo del conjunto de la población de estas unidades territoriales. De aquí se deduciría que a pesar de la tendencia a una mayor segregación del estrato alto con respecto al resto, específicamente en el poniente el flujo de migrantes, tiene una composición por nivel educativo mucho más heterogénea que aquella preexistente en las delegaciones analizadas. En este sentido, Sánchez (2009ª: 27-28) menciona que “debido a la propia concentración que existía en 1990 [de hogares encabezados por individuos con medios de educación básica], las ganancias educativas a lo largo del tiempo modificaron la composición por escolaridad precisamente en aquellas zonas donde existía una mayor uniformidad. Así, las Agebs donde individuos con baja escolaridad encabezaban más del 75% de los hogares se redujeron rápidamente, primero al poniente y luego al oriente de la ciudad”, y asocia este hecho a dos procesos posibles “uno de sucesión en los habitantes del poniente quienes fueron desplazados por nuevos residentes, mientras que al oriente se trata más de ganancias educativas intergeneracionales.”

108

3.4 Descomposición grupal de los índices de segregación En este capítulo, hasta aquí se han presentado los niveles de segregación por estratos de ingreso y estratos de escolaridad, en términos de los porcentajes de población que habrían de cambiar de lugar de residencia para que su distribución fuera equitativa. Y aunque el índice de disimilaridad resulta útil en la descripción, para conocer la contribución que los diversos grupos hacen a estos niveles recurrimos al índice de Theil. Este índice cumple con los criterios de descomposición aditiva espacial y grupal y permite establecer, a partir de una medida global de la segregación cuál es la participación de los distintos grupos involucrados.

La descomposición del índice de Theil para el año 2000 sugiere que la segregación de los inmigrantes de ingresos altos respecto del resto de la población (migrante y no migrante) contribuye con el 15.6% de la segregación total multigrupo en ese año. Este porcentaje es notorio, considerando la proporción numérica que este grupo representa frente a los otros grupos analizados. En contrapartida, la segregación de los inmigrantes de ingresos medios y bajos frente a la población no migrante (todos los ingresos) representó el 38% de la segregación total. Por otro lado, tal y como ya apuntaban los índices analizados con anterioridad, la segregación del estrato alto de la población no migrante respecto de aquellos con ingresos medios y bajos (no migrantes) fue la que más aportó a la segregación en ese año, con un 46.2%.

En consecuencia con estos aportes, podemos afirmar que los altos niveles de segregación entre los estratos de ingreso obedece entonces a la combinación de dos vertientes, una, relacionada con procesos consolidados de segregación espacial con antecedentes históricos, que vienen desde que comenzó a diferenciarse la localización de la población en la metrópoli de acuerdo con sus estratos socioeconómicos (Salazar, 1999; Schteingart, 2001; Gracia, 2004; Esquivel et. al, 2006; Duhau y Giglia, 2008), y otra en la tiene un fuerte impacto el perfil de los inmigrantes con estrato de ingresos alto, a pesar de la pequeña proporción que representan.

109

Tabla 10. Descomposición del índice de Theil por estratos de ingreso y condición migratoria Grupos para la Índice de Individuos Entropía Componentes % descomposición* Theil 6465756 0.3025 0.1270 0.1270 100 ma\mr\nma\nmr 6465756 0.0362 0.1656 0.0198 15.6 ma\mr nma nmr 6360077 0.1608 0.0928 0.0485 38.2 mr\nma nmr 5586406 0.1251 0.1642 0.0587 46.2 nma\nmr Elaboración propia a partir de datos del Censo de Población y Vivienda de 2000. *ma: migrantes del estrato de ingreso alto mr: migrantes del resto de los estratos de ingreso (medio + bajo) nma: no migrantes del estrato de ingreso alto nmr: no migrantes del resto de los estratos de ingreso (medio + bajo)

En la descomposición del índice de Theil multigrupo para los estratos de escolaridad, en el 2000 el aporte de los inmigrantes con educación superior a la segregación es del 15.6%, lo cual resulta igualmente importante que cuando se miraba al grupo de inmigrantes con ingreso alto, por tratarse de una minoría privilegiada. Entretanto, el 30.1% de la segregación se debe a la segregación entre el resto de migrantes (sin instrucción, con escolaridad básica o media superior), con respecto a los no migrantes (de todos los niveles educativos). Y el 54.2% faltante de la segregación, se debe a aquella desigual distribución entre los no migrantes con formación superior y los no migrantes de los demás estratos educativos.

Tabla 11. Descomposición del índice de Theil por estratos de escolaridad y condición migratoria Grupos para la descomposición*

Individuos

Entropía

Índice de Theil

Componentes

msu\mr\nmsu\nmr 9304340 0.3565 0.1320 msu\mr nmsu nmr 9304340 0.0546 0.1348 mr\nmsu nmr 9049282 0.1335 0.1092 nmsu\nmr 8215568 0.1949 0.1483 Elaboración propia a partir de datos del Censo de Población y Vivienda de 2000.

%

0.1320 100.0 0.0206 15.6 0.0398 30.1 0.0716 54.2

*msu: migrantes con escolaridad superior. mr: migrantes del resto de niveles educativos (sin escolaridad, básica, media superior). nmsu: no migrantes con escolaridad superior. nmr: no migrantes del resto de niveles educativos (sin escolaridad, básica, media superior).

Al igual que en el aporte de los grupos definidos por los estratos de ingreso, en la condición de escolaridad tienen relevancia la segregación preexistente en la población no migrante con un nivel educativo superior, con respecto a los no migrantes del resto de

110

los niveles y la segregación de los migrantes con escolaridad superior frente al resto de la población total. Esto nos plantea para las dos variables socioeconómicas consideradas que en efecto los grupos con el perfil más alto tienen un peso importante en la segregación residencial la cual se ve acentuada por la condición migratoria, pero también se relaciona con los patrones de segregación de la población receptora con estas características.

111

CONCLUSIONES

Tradicionalmente se le atribuyen a la migración efectos en la estructura por sexo y por edad de la población, tanto en los lugares de origen como en los de destino, y éstos han sido objeto de estudio por su relación con el mercado de trabajo, la oferta de servicios en salud y educación o la proyección de indicadores demográficos. Pero aquí se ha querido mostrar que sus impactos no sólo se circunscriben a estos aspectos, y que ya que ha disminuido el saldo neto migratorio en la zona metropolitana del valle de México, son las características socioeconómicas de los inmigrantes las que merecen atención, por sus implicaciones en los niveles de segregación residencial de la metrópoli.

Los perfiles socioeconómicos de quienes cambian su lugar de residencia hacia la ZMVM contienen diferencias que 1) separan a los migrantes entre sí (por ejemplo por su lugar de origen) y definen lugares preferidos de llegada, según se trate de flujos internacionales, del resto del país, de municipios del valle de México no metropolitanos o de municipios metropolitanos, 2) les motivan a ubicarse en áreas con una estructura socioeconómica similar a la suya y en donde pueden acceder a la vivienda de acuerdo precisamente con sus características, bien sea en la periferia para el estrato de ingreso bajo y escolaridad básica o menor, en una amplia franja central para el estrato con ingreso medio y escolaridad media superior o menor, o en el surponiente para el estrato de ingreso alto y escolaridad superior, y 3) modifican la composición socioeconómica de la población de destino, como se ha visto, en el sentido de aumentar la concentración y separación de su grupo con respecto al resto, especialmente en los niveles altos de ingreso y escolaridad.

Y a pesar de que también podría producirse un efecto en la dirección contraria, donde la migración contribuyera a una mayor heterogeneidad de las unidades territoriales consideradas, es ésta una vía aún por medir y explorar, y que podría ofrecer información para el diseño de políticas tendientes a propiciar la integración de los diferentes grupos poblacionales.

112

La movilidad residencial contribuye a aumentar los niveles de segregación, de manera más significativa cuando se trata de los cambios de residencia de la población con un perfil alto de ingresos o de escolaridad. Y su peso resulta mayor por la previa desigualdad en la distribución de estos grupos con respecto al resto de la población. Este efecto también se ve favorecido por la ubicación en un área específica (el surponiente), la sobrerrepresentación de este grupo minoritario en la población de las delegaciones y municipios que la integran y una mayor dispersión de los demás grupos.

Debido a esta idea presentada en los antecedentes, de que hay una división entre el oriente pobre y el poniente rico, y que también ha habido un desplazamiento de la población desde el centro hacia la periferia, se esperaría encontrar una mayor participación del estrato de ingresos alto en las delegaciones del poniente receptoras del crecimiento de la ciudad. Sin embargo, lo que se ha encontrado es que a pesar de sus niveles por encima del promedio metropolitano y algunos incrementos entre 1990 y 2000, son delegaciones centrales como Benito Juárez, Coyoacán, Cuauhtémoc y Miguel Hidalgo, tradicionalmente reconocidas por la atractividad que ejercen sobre estos grupos, las que continúan albergando y recibiendo a mayores porcentajes de población con este perfil, por lo que se pensaría que estas unidades aún ofrecen una infraestructura y servicios satisfactorias para estos grupos poblacionales, y que en Álvaro Obregón, Cuajimalpa y Huixquilucan todavía no se ha llegado a la mayor intensidad de este proceso que emergió a principios de los noventas, alrededor del enclave de Santa Fe (en territorio de Álvaro Obregón y Cuajimalpa de Morelos) y con una importante expansión de proyectos residenciales de alto nivel hacia el vecino municipio de Huixquilucan (Cruz, 2006; Duhau, 2003; Duhau y Giglia, 2008). Es probable que con los datos del censo de 2010 se ratifique esta tendencia, aunque en el cuestionario básico infortunadamente tampoco captaron los cambios de residencia intrametropolitanos.

Aunque en un comienzo se pretendía hacer una comparación en la participación de la movilidad residencial en la segregación, entre 1990 y 2000, las limitaciones del censo de 1990 en la captura de la migración a nivel municipal nos hicieron desistir de este propósito. Sin embargo, en consideración de la ilustración que aquí se ofreció sobre la

113

importancia de los flujos intrametropolitanos, captados con el censo de 2000, en términos de la cantidad de movimientos, del perfil particular de la población con este origen y su aporte a la desigual distribución de la población en la zona metropolitana, convendría desarrollar a futuro instrumentos que permitan cuantificar esta migración y hacer comparaciones. De aquí se desprende una línea de investigación pendiente, referida a la profundización del estudio de la movilidad residencial intrametropolitana, en un momento del proceso de metropolización y de los procesos migratorios, en el cual los cambios de las tendencias dan cuenta no solo de que se están privilegiando otros destinos, sino de que se presentan otros procesos que aún no se recogen76.

76

Como nuevos patrones de movilidad, por ejemplo alrededor de núcleos metropolitanos que hacen “innecesarios” los desplazamientos fuera de las fronteras federativas.

114

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120

ANEXOS Anexo 1. Delimitación de la Zona Metropolitana del Valle de México SEDESOL, CONAPO e INEGI (2007) definieron conjuntamente los siguientes criterios para la delimitación de las zonas metropolitanas:     

Municipio central. Conurbación física. Distancia, integración funcional, carácter urbano. Tamaño de la población. Planeación y política urbana.

Estas son las 16 delegaciones del Distrito Federal, un municipio del Estado de Hidalgo y los 58 municipios del Estado de México, que integran la ZMVM en la delimitación del año 2005. Delegaciones y municipios que conforman la ZMVM Delegación/Municipio Acolman Álvaro Obregón Amecameca Apaxco Atenco Atizapán de Zaragoza Atlautla Axapusco Ayapango Azcapotzalco Benito Juárez Chalco Chiautla Chicoloapan Chiconcuac Chimalhuacan Coacalco de Berriozábal Cocotitlán Coyoacán Coyotepec Cuajimalpa de Morelos Cuauhtemoc Cuautitlán Cuautitlán Izcalli Ecatepec de Morelos

1990 Porcentaje del Población Total 43276 0.28 642753 4.13 36321 0.23 18500 0.12 21219 0.14 315192 2.03 18993 0.12 15803 0.10 4239 0.03 474688 3.05 407811 2.62 282940 1.82 14764 0.09 57306 0.37 14179 0.09 242317 1.56 152082 0.98 8068 0.05 640066 4.11 24451 0.16 119669 0.77 595960 3.83 48858 0.31 326750 2.10 1218135 7.83

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2000 Población 61250 687020 45255 23734 34435 467886 25950 20516 5947 441008 360478 217972 19620 77579 17972 490772 252555 10205 640423 35358 151222 516255 75836 453298 1622697

Porcentaje del Total 0.3 3.7 0.2 0.1 0.2 2.5 0.1 0.1 0.0 2.4 2.0 1.2 0.1 0.4 0.1 2.7 1.4 0.1 3.5 0.2 0.8 2.8 0.4 2.5 8.8

Delegación/Municipio Ecatzingo Gustavo A. Madero Huehuetoca Hueypoxtla Huixquilucan Isidro Fabela Ixtapaluca Iztacalco Iztapalapa Jaltenco Jilotzingo Juchitepec La Magdalena Contreras La Paz Melchor Ocampo Miguel Hidalgo Milpa Alta Naucalpan de Juárez Nextlalpan Nezahualcóyotl Nicolás Romero Nopaltepec Otumba Ozumba Papalotla San Martín de Las Pirámides Tecamac Temamatla Temascalapa Tenango del Aire Teoloyucan Teotihuacan Tepetlaoxtoc Tepetlixpa Tepotzotlán Tequixquiac Texcoco Tezoyuca Tizayuca Tláhuac Tlalmanalco Tlalnepantla de Baz Tlalpan Tultepec Tultitlán Valle de Chalco Solidaridad*

1990 Porcentaje del Población Total 5808 0.04 1268068 8.15 25529 0.16 26189 0.17 131926 0.85 5190 0.03 137357 0.88 448322 2.88 1490499 9.58 22803 0.15 9011 0.06 14270 0.09 195041 1.25 134782 0.87 26154 0.17 406868 2.61 63654 0.41 786551 5.05 10840 0.07 1256115 8.07 184134 1.18 5234 0.03 21834 0.14 18052 0.12 2387 0.02 13563 0.09 123218 0.79 5366 0.03 19099 0.12 6207 0.04 41964 0.27 30486 0.20 16120 0.10 12687 0.08 39647 0.25 20784 0.13 140368 0.90 12416 0.08 30293 0.19 206700 1.33 32984 0.21 702807 4.52 484866 3.12 47323 0.30 246464 1.58 -

122

2000 Población 7916 1235542 38458 33343 193468 8168 297570 411321 1773343 31629 15086 18968 222050 212694 37716 352640 96773 858711 19532 1225972 269546 7512 29097 23592 3469 19694 172813 8840 29307 8486 66556 44653 22729 16863 62280 28067 204102 18852 46344 302790 42507 721415 581781 93277 432141 323461

Porcentaje del Total 0.0 6.7 0.2 0.2 1.1 0.0 1.6 2.2 9.6 0.2 0.1 0.1 1.2 1.2 0.2 1.9 0.5 4.7 0.1 6.7 1.5 0.0 0.2 0.1 0.0 0.1 0.9 0.0 0.2 0.0 0.4 0.2 0.1 0.1 0.3 0.2 1.1 0.1 0.3 1.6 0.2 3.9 3.2 0.5 2.3 1.8

1990 2000 Porcentaje del Población Población Total Venustiano Carranza 519628 3.34 462806 Villa del Carbón 27283 0.18 37993 Xochimilco 271151 1.74 369787 Zumpango 71413 0.46 99774 Total 15563795 100.00 18396677 *Este municipio del Estado de México se erigió como tal en 1994. Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y 2000. Delegación/Municipio

123

Porcentaje del Total 2.5 0.2 2.0 0.5 100.0

Anexo 2. Tasas de crecimiento medio anual ZMVM 1990-2000 Municipio Zona metropolitana Acolman Álvaro Obregón Amecameca Apaxco Atenco Atizapán de Zaragoza Atlautla Axapusco Ayapango Azcapotzalco Benito Juárez Chalco Chiautla Chicoloapan Chiconcuac Chimalhuacán Coacalco de Berriozábal Cocotitlán Coyoacán Coyotepec Cuajimalpa de Morelos Cuauhtémoc Cuautitlán Cuautitlán Izcalli Ecatepec de Morelos Ecatzingo Gustavo A. Madero Huehuetoca Hueypoxtla Huixquilucan Isidro Fabela Ixtapaluca Iztacalco Iztapalapa Jaltenco Jilotzingo Juchitepec La Magdalena Contreras La Paz Melchor Ocampo Miguel Hidalgo Milpa Alta Naucalpan de Juárez Nextlalpan Nezahualcóyotl Nicolás Romero

1990 15 563 795 43 276 642 753 36 321 18 500 21 219 315 192 18 993 15 803 4 239 474 688 407 811 282 940 14 764 57 306 14 179 242 317 152 082 8 068 640 066 24 451 119 669 595 960 48 858 326 750 1 218 135 5 808 1 268 068 25 529 26 189 131 926 5 190 137 357 448 322 1 490 499 22 803 9 011 14 270 195 041 134 782 26 154 406 868 63 654 786 551 10 840 1 256 115 184 134

Población 1995 17 297 539 54 468 676 930 41 671 21 134 27 988 427 444 22 634 17 848 4 858 455 131 369 956 175 521 16 602 71 351 15 448 412 014 204 674 9 290 653 489 30 619 136 873 540 382 57 373 417 647 1 457 124 6 949 1 256 913 32 718 31 124 168 221 6 606 187 690 418 982 1 696 609 26 238 12 412 17 487 211 898 178 538 33 455 364 398 81 102 839 723 15 053 1 233 868 237 064

2000 18 396 677 61 250 687 020 45 255 23 734 34 435 467 886 25 950 20 516 5 947 441 008 360 478 217 972 19 620 77 579 17 972 490 772 252 555 10 205 640 423 35 358 151 222 516 255 75 836 453 298 1 622 697 7 916 1 235 542 38 458 33 343 193 468 8 168 297 570 411 321 1 773 343 31 629 15 086 18 968 222 050 212 694 37 716 352 640 96 773 858 711 19 532 1 225 972 269 546

124

Tasa de crecimiento medio anual (%) 1990-1995 1995-2000 1.9 1.5 4.2 2.8 0.9 0.3 2.5 1.9 2.4 2.8 5.0 5.0 5.5 2.1 3.2 3.2 2.2 3.3 2.4 4.8 -0.7 -0.7 -1.7 -0.6 -8.1 5.2 2.1 4.0 4.0 2.0 1.5 3.6 9.8 4.2 5.4 5.0 2.5 2.2 0.4 -0.5 4.1 3.4 2.4 2.4 -1.7 -1.1 2.9 6.7 4.4 1.9 3.2 2.5 3.2 3.1 -0.2 -0.4 4.5 3.9 3.1 1.6 4.4 3.3 4.4 5.1 5.7 11.4 -1.2 -0.4 2.3 1.0 2.5 4.5 5.8 4.7 3.7 1.9 1.5 1.1 5.1 4.2 4.5 2.8 -1.9 -0.8 4.4 4.2 1.2 0.5 6.0 6.3 -0.3 -0.2 4.6 3.0

Superficie (km2) 7 854 84 96 189 76 84 91 162 231 36 34 27 219 21 54 7 45 35 15 54 49 71 33 26 110 160 51 88 118 234 141 76 327 23 113 5 120 140 64 36 18 46 288 157 55 64 236

DMU* (hab/ha) 166.0 39.4 188.8 45.5 40.7 48.6 128.0 37.9 23.3 28.9 196.8 145.7 90.8 20.7 112.2 47.6 160.0 166.5 47.0 193.4 41.5 89.3 214.1 108.5 130.8 171.9 10.1 204.8 83.0 19.0 112.0 16.0 152.4 218.1 216.2 187.7 17.8 68.4 157.4 129.9 48.4 180.2 42.7 195.8 20.4 231.6 83.6

Municipio Zona metropolitana Nopaltepec Otumba Ozumba Papalotla San Martín de las Pirámides Tecámac Temamatla Temascalapa Tenango del Aire Teoloyucán Teotihuacán Tepetlaoxtoc Tepetlixpa Tepotzotlán Tequixquiac Texcoco Tezoyuca Tizayuca Tláhuac Tlalmanalco Tlalnepantla de Baz Tlalpan Tultepec Tultitlán Valle de Chalco Solidaridad Venustiano Carranza Villa del Carbón Xochimilco Zumpango

1990 15 563 795 5 234 21 834 18 052 2 387 13 563 123 218 5 366 19 099 6 207 41 964 30 486 16 120 12 687 39 647 20 784 140 368 12 416 30 293 206 700 32 984 702 807 484 866 47 323 246 464 --519 628 27 283 271 151 71 413

Población 1995 17 297 539 6 492 25 415 21 424 2 998 16 881 148 432 7 720 24 440 7 282 54 454 39 183 19 380 15 181 54 419 24 766 173 106 16 338 39 357 255 891 38 396 713 143 552 516 75 996 361 434 287 073 485 623 30 726 332 314 91 642

2000 18 396 677 7 512 29 097 23 592 3 469 19 694 172 813 8 840 29 307 8 486 66 556 44 653 22 729 16 863 62 280 28 067 204 102 18 852 46 344 302 790 42 507 721 415 581 781 93 277 432 141 323 461 462 806 37 993 369 787 99 774

Tasa de crecimiento medio anual (%) 1990-1995 1995-2000 1.9 1.5 3.9 3.5 2.7 3.2 3.1 2.3 4.1 3.5 3.9 3.7 3.3 3.6 6.6 3.2 4.5 4.3 2.9 3.6 4.7 4.8 4.5 3.1 3.3 3.8 3.2 2.5 5.8 3.2 3.2 3.0 3.8 3.9 5.0 3.4 4.7 3.9 3.9 4.0 2.7 2.4 0.3 0.3 2.3 1.2 8.7 4.9 7.0 4.3 --2.8 -1.2 -1.1 2.1 5.1 3.7 2.5 4.5 2.0

Superficie (km2) 7 854 84 196 46 3 67 157 29 164 38 53 83 178 43 188 122 433 17 77 86 162 77 312 27 69 47 34 307 118 224

DMU* (hab/ha) 166.0 14.9 19.5 46.6 18.0 42.8 184.9 41.2 19.6 36.7 45.0 34.4 13.7 30.3 59.9 17.9 44.3 35.7 41.9 134.7 51.6 181.1 121.1 112.1 163.8 150.1 215.7 18.4 90.9 42.1

*DMU: Densidad Media Urbana. Fuente: CONAPO. Elaborado por el Grupo Interinstitucional con base en los Censos Generales de Población y Vivienda de 1990 y 2000, y los Conteos de Población y Vivienda de 1995 y 2005.

125

Anexo 3. Distribución de la población por condición migratoria Delegación/Municipio Acolman Álvaro Obregón Amecameca Apaxco Atenco Atizapán de Zaragoza Atlautla Axapusco Ayapango Azcapotzalco Benito Juárez Chalco Chiautla Chicoloapan Chiconcuac Chimalhuacan Coacalco de Berriozábal Cocotitlán Coyoacán Coyotepec Cuajimalpa de Morelos Cuauhtemoc Cuautitlán Cuautitlán Izcalli Ecatepec de Morelos Ecatzingo Gustavo A. Madero Huehuetoca Hueypoxtla Huixquilucan Isidro Fabela Ixtapaluca Iztacalco Iztapalapa Jaltenco Jilotzingo Juchitepec La Magdalena Contreras La Paz Melchor Ocampo Miguel Hidalgo Milpa Alta Naucalpan de Juárez

1990 No migrante Migrante 95.0 5.0 95.4 4.6 96.9 3.1 96.4 3.6 97.4 2.6 85.9 14.1 97.4 2.6 95.6 4.4 94.4 5.6 96.0 4.0 92.2 7.8 80.2 19.8 95.2 4.8 87.2 12.8 98.1 1.9 89.6 10.4 79.8 20.2 98.0 2.0 94.8 5.2 96.0 4.0 95.8 4.2 93.1 6.9 87.6 12.4 81.5 18.5 82.1 17.9 98.1 1.9 95.7 4.3 77.0 23.0 97.3 2.7 86.9 13.1 96.0 4.0 85.9 14.1 96.5 3.5 95.2 4.8 83.5 16.5 93.3 6.7 98.3 1.7 95.6 4.4 90.8 9.2 95.3 4.7 91.5 8.5 96.4 3.6 89.6 10.4

126

Total 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0

2000 No migrante Migrante 90.6 9.4 90.8 9.2 96.2 3.8 95.8 4.2 85.0 15.0 86.1 13.9 96.1 3.9 93.9 6.1 88.5 11.5 90.6 9.4 82.6 17.4 82.1 17.9 91.3 8.7 86.0 14.0 92.9 7.1 80.8 19.2 76.1 23.9 93.3 6.7 87.5 12.5 90.4 9.6 87.6 12.4 86.1 13.9 76.1 23.9 87.1 12.9 88.9 11.1 96.4 3.6 91.8 8.2 85.3 14.7 96.1 3.9 86.1 13.9 92.6 7.4 66.5 33.5 89.6 10.4 89.0 11.0 79.0 21.0 90.0 10.0 97.6 2.4 90.3 9.7 79.9 20.1 88.8 11.2 85.1 14.9 91.2 8.8 90.6 9.4

Total 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0

1990 2000 Total No migrante Migrante No migrante Migrante Nextlalpan 92.5 7.5 100.0 84.0 16.0 Nezahualcóyotl 90.2 9.8 100.0 91.8 8.2 Nicolás Romero 93.7 6.3 100.0 90.7 9.3 Nopaltepec 96.1 3.9 100.0 92.4 7.6 Otumba 95.0 5.0 100.0 92.7 7.3 Ozumba 97.7 2.3 100.0 95.9 4.1 Papalotla 94.0 6.0 100.0 89.1 10.9 San Martín de Las Pirámides 96.4 3.6 100.0 91.4 8.6 Tecamac 88.9 11.1 100.0 86.0 14.0 Temamatla 88.6 11.4 100.0 78.0 22.0 Temascalapa 95.2 4.8 100.0 88.7 11.3 Tenango del Aire 97.0 3.0 100.0 92.3 7.7 Teoloyucan 96.0 4.0 100.0 85.2 14.8 Teotihuacan 95.0 5.0 100.0 89.3 10.7 Tepetlaoxtoc 94.6 5.4 100.0 92.6 7.4 Tepetlixpa 97.1 2.9 100.0 95.6 4.4 Tepotzotlán 93.0 7.0 100.0 88.1 11.9 Tequixquiac 96.8 3.2 100.0 95.0 5.0 Texcoco 92.0 8.0 100.0 89.0 11.0 Tezoyuca 93.2 6.8 100.0 83.7 16.3 Tizayuca 74.6 25.4 100.0 79.7 20.3 Tláhuac 95.9 4.1 100.0 82.0 18.0 Tlalmanalco 96.9 3.1 100.0 94.5 5.5 Tlalnepantla de Baz 89.8 10.2 100.0 89.7 10.3 Tlalpan 93.5 6.5 100.0 87.2 12.8 Tultepec 87.3 12.7 100.0 79.1 20.9 Tultitlán 82.1 17.9 100.0 79.0 21.0 Valle de Chalco Solidaridad 83.6 16.4 Venustiano Carranza 96.3 3.7 100.0 91.1 8.9 Villa del Carbón 97.4 2.6 100.0 95.8 4.2 Xochimilco 95.7 4.3 100.0 88.2 11.8 Zumpango 94.8 5.2 100.0 92.4 7.6 Total 91.5 8.5 100.0 87.7 12.3 Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y 2000. Delegación/Municipio

127

Total 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0

Anexo 4. Distribución de la población por tipos de movilidad residencial 1990 Delegación/ municipio

Acolman Álvaro Obregón Amecameca Apaxco Atenco Atizapán de Zaragoza Atlautla Axapusco Ayapango Azcapotzalco Benito Juárez Chalco Chiautla Chicoloapan Chiconcuac Chimalhuacan Coacalco de Berriozábal Cocotitlán Coyoacán Coyotepec Cuajimalpa de Morelos Cuauhtemoc Cuautitlán Cuautitlán Izcalli Ecatepec de Morelos

Estados del Valle de México

61.2 26.2 50.4 58.6 57.8 65.9 59.8 77.1 67.2 37.9 19.8 73.4 62.7 72.0 32.3 55.4 81.8 64.6 20.9 54.2 40.0 22.6 73.4 79.2 80.4

Resto del país

28.8 51.3 33.8 30.1 28.2 23.1 27.9 14.0 22.1 47.0 52.1 22.3 27.7 20.2 41.8 38.3 11.8 20.1 57.2 37.6 45.4 46.0 22.0 15.5 15.4

2000

Internacional

Origen no especificado

0.5 5.7 0.9 2.3 2.3 1.5 0.9 0.3 0.0 1.7 9.0 0.2 1.6 0.3 0.0 0.3 0.5 0.0 6.7 0.7 6.6 7.6 0.7 0.6 0.3

9.4 16.9 14.9 9.0 11.7 9.4 11.3 8.6 10.8 13.5 19.0 4.1 7.9 7.6 25.9 6.0 6.0 15.3 15.3 7.5 8.0 23.8 3.9 4.6 3.9

128

Total

100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100

Intra metropolitana

75.8 58.4 61.0 44.7 83.7 69.3 76.3 51.7 78.9 68.8 62.6 75.5 74.5 76.9 31.8 79.1 87.7 78.4 63.8 67.5 56.6 62.2 84.1 72.5 71.7

Delegaciones y municipios del Valle, no metropolitanos

6.5 9.9 7.6 27.5 4.8 8.4 5.1 21.6 6.7 8.1 5.9 3.9 5.4 5.3 46.1 5.0 4.0 7.0 5.3 8.2 13.9 6.1 5.1 9.4 6.6

Resto del país

13.4 23.5 21.7 22.7 9.4 17.8 13.0 16.1 13.7 19.4 24.5 18.4 16.6 14.9 15.5 13.7 6.8 11.6 22.9 20.3 19.8 21.5 9.1 15.0 17.7

Internacional

0.7 3.3 1.2 1.5 0.7 2.0 0.8 0.5 0.4 1.5 5.4 0.6 0.9 0.8 0.3 0.7 0.5 0.5 3.9 0.2 6.2 6.3 0.5 1.2 1.3

Origen no especificado

3.6 5.0 8.5 3.6 1.5 2.5 4.7 10.1 0.4 2.2 1.6 1.6 2.7 2.1 6.2 1.6 1.0 2.5 4.2 3.7 3.5 4.0 1.3 2.0 2.6

Total

100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100

1990 Delegación/ municipio

Ecatzingo Gustavo A. Madero Huehuetoca Hueypoxtla Huixquilucan Isidro Fabela Ixtapaluca Iztacalco Iztapalapa Jaltenco Jilotzingo Juchitepec La Magdalena Contreras La Paz Melchor Ocampo Miguel Hidalgo Milpa Alta Naucalpan de Juárez Nextlalpan Nezahualcóyotl Nicolás Romero Nopaltepec Otumba Ozumba Papalotla San Martín de Las Pirámides Tecamac Temamatla

Estados del Valle de México

7.4 37.6 88.4 70.9 59.2 45.9 72.4 31.1 30.0 85.8 51.4 48.6 23.3 55.6 61.6 26.0 25.0 47.3 74.0 64.5 58.6 74.3 60.1 44.4 59.4 56.9 70.9 53.3

Resto del país

18.9 50.0 10.0 13.0 27.0 22.4 22.5 56.5 55.2 8.1 19.0 33.6 55.3 36.8 33.6 42.6 39.8 42.4 23.1 26.2 29.0 16.2 15.3 31.1 34.4 28.3 23.1 42.0

2000

Internacional

Origen no especificado

0.0 2.1 0.1 0.0 5.7 0.0 0.4 2.3 1.6 0.1 0.0 0.0 7.0 0.6 0.3 11.7 0.8 2.3 0.3 0.6 0.4 0.0 0.6 0.0 1.6 0.0 0.6 0.2

73.7 10.3 1.5 16.1 8.1 31.7 4.7 10.2 13.2 6.0 29.6 17.8 14.5 7.1 4.5 19.6 34.3 8.1 2.6 8.7 12.0 9.5 23.9 24.4 4.7 14.8 5.3 4.5

129

Total

100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100

Intra metropolitana

53.2 64.1 53.6 69.6 56.6 72.3 89.1 73.0 71.2 88.2 78.0 50.8 64.0 80.4 77.4 51.9 75.8 40.4 80.7 64.6 66.2 73.3 70.3 68.6 88.2 69.7 72.5 61.1

Delegaciones y municipios del Valle, no metropolitanos

10.1 8.2 9.9 13.4 12.0 14.7 2.7 4.7 5.0 4.0 11.6 11.5 7.4 3.3 8.5 10.5 5.6 13.9 8.6 6.8 13.4 10.1 12.4 4.6 2.8 8.4 6.4 6.2

Resto del país

22.4 22.9 33.6 9.7 21.8 9.2 6.9 17.3 19.4 6.4 6.9 18.4 22.6 14.2 11.4 27.0 15.3 39.1 9.2 22.8 16.0 8.0 13.3 20.5 5.3 17.7 17.7 28.9

Internacional

0.0 2.1 0.6 1.0 5.4 0.4 0.4 1.3 1.3 0.4 0.9 1.5 3.3 0.7 0.6 7.6 0.5 2.7 0.3 2.1 0.7 1.9 1.1 2.2 1.6 1.2 0.9 0.4

Origen no especificado

14.3 2.8 2.3 6.3 4.3 3.5 0.9 3.7 3.1 1.0 2.7 17.9 2.7 1.4 2.0 3.0 2.7 3.9 1.2 3.7 3.7 6.7 2.8 4.0 2.2 3.0 2.5 3.3

Total

100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100

1990 Delegación/ municipio

Estados del Valle de México

Resto del país

Internacional

2000 Origen no especificado

Temascalapa 74.0 13.6 0.3 Tenango del Aire 80.6 14.5 0.0 Teoloyucan 62.0 31.7 1.2 Teotihuacan 50.4 38.1 0.6 Tepetlaoxtoc 55.3 28.7 0.7 Tepetlixpa 51.6 36.3 0.9 Tepotzotlán 60.2 30.5 0.9 Tequixquiac 68.6 20.9 0.7 Texcoco 42.4 48.4 3.1 Tezoyuca 70.5 23.3 0.3 Tizayuca 81.1 12.0 0.5 Tláhuac 28.1 52.3 0.8 Tlalmanalco 43.7 35.4 0.6 Tlalnepantla de Baz 64.7 27.0 0.8 Tlalpan 20.1 57.4 4.9 Tultepec 77.0 20.1 0.4 Tultitlán 79.5 15.0 0.3 Valle de Chalco Solidaridad Venustiano Carranza 31.7 54.0 2.5 Villa del Carbón 47.6 27.3 0.3 Xochimilco 26.1 56.9 2.7 Zumpango 56.7 33.8 0.9 Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y 2000.

130

Total

12.2 4.8 5.2 11.0 15.3 11.3 8.5 9.8 6.0 5.9 6.5 18.8 20.3 7.5 17.6 2.6 5.2

100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100

11.8 24.8 14.4 8.5

100 100 100 100

Intra metropolitana

79.3 75.4 81.3 58.3 75.7 53.6 72.0 64.2 63.4 80.0 72.2 85.0 71.2 61.0 62.2 83.7 81.3 76.3 69.1 58.7 72.1 64.4

Delegaciones y municipios del Valle, no metropolitanos

9.3 5.3 6.4 10.6 5.1 6.5 7.3 10.9 6.3 4.9 11.4 2.9 6.1 11.5 5.4 5.6 6.1 3.9 6.3 23.6 5.0 9.1

Resto del país

8.4 13.9 9.8 26.2 13.7 31.9 17.7 18.5 25.4 11.3 14.1 9.4 15.7 22.6 27.7 8.9 10.5 16.9 19.9 8.6 18.9 23.3

Internacional

0.9 1.8 0.5 1.0 1.6 2.8 1.1 1.9 2.2 1.0 0.9 0.6 1.3 1.6 2.6 0.4 0.6 0.6 1.5 0.9 1.4 1.4

Origen no especificado

2.2 3.6 2.0 3.9 4.0 5.2 1.9 4.4 2.7 2.8 1.3 2.2 5.9 3.3 2.2 1.4 1.5 2.3 3.2 8.2 2.6 1.8

Total

100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100

Anexo 5. PEA ocupada total por estratos de ingreso

Media Rango Mínimo Máximo Delegación/Municipio Acolman Álvaro Obregón Amecameca Apaxco Atenco Atizapán de Zaragoza Atlautla Axapusco Ayapango Azcapotzalco Benito Juárez Chalco Chiautla Chicoloapan Chiconcuac Chimalhuacan Coacalco de Berriozábal Cocotitlán Coyoacán Coyotepec Cuajimalpa de Morelos Cuauhtemoc Cuautitlán Cuautitlán Izcalli Ecatepec de Morelos Ecatzingo Gustavo A. Madero Huehuetoca Hueypoxtla Huixquilucan Isidro Fabela Ixtapaluca Iztacalco Iztapalapa Jaltenco

Estratos de Ingreso para la ZMVM 1990 2000 Alto Medio Bajo Alto Medio Bajo 6.4 34.5 59.1 5.5 33.9 60.5 23.9 34.3 51.3 29.8 35.4 58.7 1.7 17.7 29.4 0.5 16.4 23.3 25.6 52.0 80.7 30.3 51.8 82.1

Bajo 61.12 50.36 67.12 58.45 65.37 46.12 76.10 73.33 75.17 44.05 29.41 69.79 64.36 63.31 61.65 68.46 36.09 64.96 38.93 59.93 53.52 42.54 48.93 39.58 53.52 80.66 48.01 56.68 66.35 52.62 77.04 61.63 47.80 54.61 50.74

1990 Medio 33.79 37.78 28.15 37.24 31.50 38.25 20.46 24.22 21.73 47.47 44.99 27.01 31.79 31.90 33.01 28.16 51.99 31.68 43.82 36.92 37.28 45.56 43.11 47.50 40.33 17.67 43.89 39.19 30.04 30.57 21.14 33.70 44.37 39.31 42.67

131

Alto 5.09 11.86 4.73 4.31 3.13 15.63 3.44 2.45 3.09 8.48 25.60 3.20 3.85 4.80 5.34 3.38 11.92 3.35 17.25 3.15 9.20 11.89 7.96 12.92 6.15 1.66 8.11 4.13 3.61 16.81 1.82 4.67 7.83 6.08 6.58

Total 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100

Bajo 62.09 45.29 69.26 68.88 70.79 48.52 82.06 77.66 77.81 39.83 23.34 69.53 68.63 67.88 73.66 72.24 39.07 60.41 34.46 65.53 46.81 39.45 46.99 42.98 56.00 81.10 45.65 55.36 74.54 52.58 72.22 56.83 43.85 52.16 55.56

2000 Medio 33.95 42.23 28.00 28.40 27.36 38.56 16.45 20.95 20.52 49.76 46.38 28.14 27.36 29.79 23.10 26.31 51.80 37.45 46.11 32.41 39.75 46.70 45.53 46.35 39.57 18.43 45.94 41.73 23.76 35.56 25.90 39.47 47.60 41.80 40.49

Alto 3.95 12.48 2.73 2.72 1.86 12.92 1.49 1.39 1.67 10.40 30.28 2.33 4.02 2.33 3.24 1.45 9.13 2.14 19.42 2.06 13.44 13.84 7.49 10.67 4.42 0.47 8.41 2.91 1.70 11.86 1.88 3.70 8.55 6.04 3.94

Total 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100

1990 Bajo Medio Alto Total Bajo Jilotzingo 72.52 23.99 3.49 100 71.55 Juchitepec 66.78 30.76 2.45 100 79.34 La Magdalena Contreras 52.46 36.51 11.03 100 48.66 La Paz 62.13 33.57 4.30 100 62.14 Melchor Ocampo 57.92 37.81 4.27 100 62.82 Miguel Hidalgo 41.43 41.63 16.94 100 36.22 Milpa Alta 65.88 30.26 3.85 100 60.47 Naucalpan de Juárez 51.46 34.68 13.85 100 50.02 Nextlalpan 60.56 35.24 4.20 100 71.59 Nezahualcóyotl 57.30 37.59 5.12 100 57.27 Nicolás Romero 62.17 33.46 4.37 100 62.17 Nopaltepec 78.07 18.71 3.22 100 77.34 Otumba 72.28 23.75 3.98 100 77.82 Ozumba 68.73 26.40 4.87 100 74.93 Papalotla 62.00 34.62 3.38 100 63.32 San Martín de Las Pirámides 70.97 25.35 3.68 100 73.73 Tecamac 55.10 37.89 7.01 100 59.80 Temamatla 64.19 31.24 4.56 100 60.69 Temascalapa 72.48 25.10 2.42 100 73.40 Tenango del Aire 74.59 22.57 2.84 100 71.99 Teoloyucan 57.82 37.70 4.48 100 62.68 Teotihuacan 60.02 35.05 4.93 100 64.48 Tepetlaoxtoc 69.10 27.58 3.33 100 73.50 Tepetlixpa 72.01 24.28 3.71 100 77.97 Tepotzotlán 57.25 37.08 5.67 100 58.78 Tequixquiac 56.02 40.06 3.92 100 65.99 Texcoco 54.56 38.62 6.82 100 59.99 Tezoyuca 64.28 32.64 3.07 100 67.55 Tizayuca 59.54 35.58 4.88 100 65.32 Tláhuac 61.72 34.69 3.59 100 51.29 Tlalmanalco 56.67 38.72 4.60 100 57.74 Tlalnepantla de Baz 46.80 42.15 11.05 100 48.01 Tlalpan 45.69 39.83 14.48 100 42.18 Tultepec 56.37 37.80 5.82 100 55.73 Tultitlán 48.12 44.09 7.80 100 51.47 Valle de Chalco Solidaridad 71.73 Venustiano Carranza 46.64 45.44 7.92 100 43.68 Villa del Carbón 73.75 23.00 3.25 100 76.32 Xochimilco 52.87 39.41 7.73 100 48.66 Zumpango 56.10 39.50 4.39 100 63.38 Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y 2000. Delegación/Municipio

132

2000 Medio 25.75 19.22 40.20 34.57 34.13 44.61 36.28 38.38 26.66 38.36 34.97 20.45 19.83 22.99 32.79 23.03 35.30 37.04 24.92 26.34 34.43 32.03 24.46 19.81 36.20 31.50 34.50 30.06 30.68 43.78 39.32 42.45 42.42 39.19 43.50 26.78 48.16 21.89 42.13 33.10

Alto 2.70 1.44 11.14 3.29 3.05 19.17 3.25 11.61 1.75 4.37 2.87 2.21 2.35 2.08 3.88 3.23 4.90 2.27 1.68 1.67 2.89 3.48 2.03 2.21 5.02 2.51 5.52 2.39 4.00 4.94 2.94 9.54 15.40 5.09 5.04 1.49 8.16 1.80 9.22 3.52

Total 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100

Anexo 6. PEA ocupada migrante por estratos de ingreso Delegación/Municipio Acolman Álvaro Obregón Amecameca Apaxco Atenco Atizapán de Zaragoza Atlautla Axapusco Ayapango Azcapotzalco Benito Juárez Chalco Chiautla Chicoloapan Chiconcuac Chimalhuacan Coacalco de Berriozábal Cocotitlán Coyoacán Coyotepec Cuajimalpa de Morelos Cuauhtemoc Cuautitlán Cuautitlán Izcalli Ecatepec de Morelos Ecatzingo Gustavo A. Madero Huehuetoca Hueypoxtla Huixquilucan Isidro Fabela Ixtapaluca Iztacalco Iztapalapa Jaltenco Jilotzingo Juchitepec La Magdalena Contreras La Paz Melchor Ocampo Miguel Hidalgo Milpa Alta Naucalpan de Juárez Nextlalpan

1990 Bajo Medio Alto 54.5 39.5 6.0 68.5 22.8 8.7 55.1 36.0 9.0 47.1 40.1 12.7 55.0 41.4 3.6 44.3 38.8 16.9 59.8 31.8 8.4 65.1 32.0 2.9 55.9 35.6 8.5 53.1 39.7 7.2 53.2 28.2 18.6 68.9 27.9 3.2 52.2 42.2 5.6 55.5 39.6 4.9 65.7 27.1 7.1 68.9 26.9 4.1 35.4 54.0 10.6 58.8 35.3 5.9 59.3 28.4 12.3 60.7 36.8 2.6 65.2 26.2 8.6 48.4 37.5 14.1 44.4 48.3 7.2 35.8 51.1 13.1 49.6 43.7 6.6 66.7 33.3 0.0 57.9 35.2 6.9 51.5 43.2 5.2 54.7 43.3 2.0 54.8 24.4 20.8 66.7 30.6 2.8 57.4 37.4 5.2 57.4 36.1 6.5 63.3 32.0 4.7 43.9 47.2 8.9 62.0 32.9 5.1 60.0 35.0 5.0 66.2 25.1 8.7 61.5 34.7 3.8 62.8 32.8 4.4 60.0 26.5 13.5 70.1 26.3 3.6 59.6 28.2 12.2 58.8 38.2 3.0

133

2000 Total Bajo Medio Alto 100.0 57.5 38.3 4.2 100.0 44.3 36.5 19.2 100.0 60.2 35.2 4.6 100.0 59.6 34.4 6.0 100.0 71.3 26.9 1.8 100.0 46.5 36.9 16.6 100.0 68.5 27.8 3.7 100.0 71.0 27.3 1.7 100.0 64.7 32.1 3.2 100.0 36.6 49.3 14.2 100.0 26.6 39.9 33.5 100.0 65.9 31.4 2.7 100.0 60.6 30.6 8.8 100.0 64.4 32.9 2.7 100.0 70.1 25.6 4.3 100.0 70.4 28.1 1.5 100.0 34.5 55.9 9.6 100.0 55.7 39.4 4.9 100.0 33.4 40.6 26.0 100.0 59.6 39.2 1.2 100.0 47.6 28.6 23.8 100.0 32.5 45.0 22.5 100.0 36.8 55.0 8.2 100.0 38.5 47.5 14.0 100.0 52.0 42.9 5.1 100.0 68.9 29.5 1.6 100.0 48.5 42.1 9.4 100.0 33.1 63.9 3.0 100.0 65.0 32.5 2.5 100.0 55.5 30.4 14.2 100.0 64.7 32.7 2.6 100.0 44.5 50.5 5.1 100.0 40.1 48.6 11.4 100.0 47.6 44.5 7.9 100.0 41.1 52.5 6.4 100.0 63.3 31.2 5.5 100.0 65.4 31.8 2.8 100.0 47.1 33.8 19.2 100.0 56.5 39.0 4.5 100.0 63.4 34.2 2.3 100.0 39.1 37.3 23.7 100.0 59.3 37.9 2.8 100.0 49.0 37.2 13.8 100.0 71.6 27.0 1.4

Total 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0

1990 2000 Bajo Medio Alto Total Bajo Medio Alto Nezahualcóyotl 51.5 41.3 7.1 100.0 55.1 39.5 5.4 Nicolás Romero 60.5 34.5 5.0 100.0 59.4 37.5 3.1 Nopaltepec 61.9 28.6 9.5 100.0 68.0 27.3 4.7 Otumba 56.7 37.2 6.1 100.0 70.1 26.9 3.1 Ozumba 59.5 39.3 1.2 100.0 70.3 27.8 1.9 Papalotla 42.9 50.0 7.1 100.0 68.7 29.0 2.3 San Martín de Las Pirámides 58.5 33.8 7.7 100.0 65.4 29.7 4.9 Tecamac 50.5 41.4 8.1 100.0 55.0 39.1 5.8 Temamatla 49.1 48.4 2.5 100.0 49.3 47.1 3.6 Temascalapa 63.8 32.7 3.5 100.0 67.7 30.6 1.6 Tenango del Aire 48.3 48.3 3.4 100.0 64.7 33.7 1.6 Teoloyucan 50.6 43.0 6.4 100.0 52.6 44.0 3.4 Teotihuacan 50.6 42.3 7.1 100.0 56.1 39.8 4.0 Tepetlaoxtoc 54.4 40.8 4.9 100.0 65.5 30.1 4.4 Tepetlixpa 55.4 38.6 6.0 100.0 57.3 38.4 4.3 Tepotzotlán 47.3 43.5 9.2 100.0 52.8 39.6 7.6 Tequixquiac 44.4 47.2 8.5 100.0 59.1 36.7 4.2 Texcoco 49.4 39.8 10.8 100.0 52.6 39.3 8.2 Tezoyuca 66.4 29.5 4.1 100.0 66.6 31.1 2.2 Tizayuca 47.2 45.9 6.8 100.0 58.4 37.0 4.6 Tláhuac 66.6 30.3 3.0 100.0 40.0 52.8 7.2 Tlalmanalco 51.4 38.2 10.4 100.0 49.2 43.8 7.0 Tlalnepantla de Baz 44.8 43.0 12.3 100.0 45.2 41.6 13.2 Tlalpan 58.8 30.5 10.7 100.0 37.7 39.9 22.4 Tultepec 45.9 44.4 9.6 100.0 45.5 47.3 7.1 Tultitlán 43.8 47.8 8.4 100.0 47.3 46.9 5.9 Valle de Chalco Solidaridad 66.0 31.7 2.3 Venustiano Carranza 55.1 38.3 6.6 100.0 42.0 49.0 9.0 Villa del Carbón 59.1 37.9 3.0 100.0 63.6 31.8 4.5 Xochimilco 61.7 32.2 6.1 100.0 48.6 36.2 15.2 Zumpango 50.9 43.3 5.8 100.0 51.4 41.5 7.1 Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y 2000. Delegación/Municipio

134

Total 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0

Anexo 7. Índices de disimilaridad por estratos de ingreso para la ZMVM Población total 1990 2000 0.329 0.368 0.465 0.521 0.198 0.222 0.398 0.444 0.154 0.169 0.238 0.266

Índices de disimilaridad por estratos de ingreso ZMVM Entre los estratos alto y medio Entre los estratos alto y bajo Entre los estratos bajo y medio Entre el estrato alto y el resto Entre el estrato medio y el resto Entre el estrato bajo y el resto

Población migrante 1990 2000 0.358 0.429 0.425 0.525 0.255 0.265 0.379 0.466 0.230 0.221 0.261 0.295

Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y 2000.

135

Anexo 8. Índices de disimilaridad multigrupo entre estratos de ingreso por delegaciones y municipios Delegación/Municipio Acolman Álvaro Obregón Amecameca Apaxco Atenco Atizapán de Zaragoza Atlautla Axapusco Ayapango Azcapotzalco Benito Juárez Chalco Chiautla Chicoloapan Chiconcuac Chimalhuacan Coacalco de Berriozábal Cocotitlán Coyoacán Coyotepec Cuajimalpa de Morelos Cuauhtemoc Cuautitlán Cuautitlán Izcalli Ecatepec de Morelos Ecatzingo Gustavo AMadero Huehuetoca Hueypoxtla Huixquilucan Isidro Fabela Ixtapaluca Iztacalco Iztapalapa Jaltenco Jilotzingo Juchitepec La Magdalena Contreras La Paz Melchor Ocampo Miguel Hidalgo Milpa Alta

Población Total 1990 2000 0.069 0.122 0.211 0.224 0.148 0.202 0.116 0.128 0.071 0.090 0.293 0.296 0.139 0.175 0.196 0.221 0.161 0.198 0.138 0.149 0.140 0.148 0.111 0.138 0.111 0.132 0.096 0.088 0.033 0.021 0.071 0.077 0.172 0.152 0.073 0.109 0.245 0.242 0.114 0.099 0.136 0.149 0.162 0.209 0.170 0.208 0.233 0.233 0.182 0.190 0.081 0.143 0.186 0.201 0.139 0.185 0.249 0.197 0.293 0.223 0.167 0.141 0.152 0.269 0.128 0.133 0.170 0.202 0.138 0.196 0.105 0.123 0.099 0.132 0.182 0.202 0.078 0.132 0.099 0.102 0.218 0.220 0.125 0.127

136

Población migrante 1990 2000 0.169 0.198 0.273 0.281 0.233 0.280 0.307 0.265 0.273 0.163 0.308 0.297 0.278 0.354 0.244 0.353 0.237 0.231 0.173 0.184 0.165 0.158 0.113 0.165 0.153 0.247 0.152 0.082 0.097 0.163 0.098 0.094 0.159 0.166 0.230 0.146 0.228 0.242 0.185 0.176 0.250 0.172 0.196 0.252 0.181 0.267 0.212 0.252 0.193 0.230 1.000 0.382 0.220 0.267 0.112 0.535 0.282 0.253 0.258 0.236 0.547 0.228 0.208 0.285 0.150 0.166 0.206 0.257 0.111 0.289 0.264 0.180 0.269 0.335 0.226 0.240 0.167 0.245 0.153 0.105 0.271 0.289 0.193 0.181

Población Población Total migrante 1990 2000 1990 2000 Naucalpan de Juárez 0.274 0.258 0.324 0.281 Nextlalpan 0.084 0.106 0.237 0.161 Nezahualcóyotl 0.123 0.126 0.211 0.167 Nicolás Romero 0.091 0.110 0.132 0.148 Nopaltepec 0.179 0.192 0.384 0.280 Otumba 0.214 0.274 0.291 0.289 Ozumba 0.149 0.122 0.336 0.196 Papalotla 0.131 0.036 0.073 0.214 San Martín de Las Pirámides 0.139 0.175 0.304 0.299 Tecamac 0.197 0.195 0.218 0.248 Temamatla 0.096 0.183 0.183 0.348 Temascalapa 0.134 0.088 0.336 0.122 Tenango del Aire 0.157 0.121 0.248 0.246 Teoloyucan 0.093 0.104 0.171 0.217 Teotihuacan 0.120 0.163 0.225 0.283 Tepetlaoxtoc 0.131 0.094 0.265 0.254 Tepetlixpa 0.079 0.146 0.202 0.241 Tepotzotlán 0.129 0.164 0.224 0.205 Tequixquiac 0.175 0.087 0.192 0.175 Texcoco 0.245 0.256 0.315 0.277 Tezoyuca 0.097 0.123 0.166 0.161 Tizayuca 0.208 0.180 0.187 0.209 Tláhuac 0.084 0.159 0.167 0.229 Tlalmanalco 0.129 0.154 0.286 0.221 Tlalnepantla de Baz 0.246 0.258 0.240 0.280 Tlalpan 0.266 0.243 0.298 0.269 Tultepec 0.161 0.250 0.254 0.310 Tultitlán 0.219 0.193 0.217 0.187 Valle de Chalco Solidaridad 0.075 0.152 Venustiano Carranza 0.140 0.154 0.171 0.151 Villa del Carbón 0.275 0.241 0.445 0.304 Xochimilco 0.167 0.192 0.287 0.305 Zumpango 0.178 0.177 0.303 0.344 Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y 2000. Delegación/Municipio

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Anexo 9. Comparaciones bigrupo entre los estratos de ingreso por delegaciones y municipios

Delegación/Municipio Acolman Álvaro Obregón Amecameca Apaxco Atenco Atizapán de Zaragoza Atlautla Axapusco Ayapango Azcapotzalco Benito Juárez Chalco Chiautla Chicoloapan Chiconcuac Chimalhuacan Coacalco de Berriozábal Cocotitlán Coyoacán Coyotepec Cuajimalpa de Morelos Cuauhtemoc Cuautitlán Cuautitlán Izcalli Ecatepec de Morelos Ecatzingo Gustavo A. Madero Huehuetoca Hueypoxtla

Alto y medio Población Población Total migrante 1990 2000 1990 2000 0.172 0.214 0.340 0.287 0.411 0.423 0.381 0.412 0.128 0.175 0.271 0.308 0.206 0.269 0.537 0.318 0.107 0.192 0.386 0.371 0.378 0.408 0.355 0.426 0.197 0.238 0.712 0.367 0.232 0.319 0.564 0.600 0.315 0.284 0.305 0.583 0.168 0.221 0.283 0.280 0.231 0.218 0.246 0.224 0.222 0.259 0.262 0.354 0.115 0.280 0.479 0.462 0.081 0.140 0.120 0.190 0.031 0.112 0.368 0.353 0.139 0.152 0.273 0.225 0.170 0.177 0.185 0.212 0.055 0.108 0.278 0.275 0.297 0.321 0.319 0.315 0.134 0.147 0.344 0.431 0.356 0.359 0.363 0.264 0.252 0.301 0.314 0.370 0.177 0.164 0.230 0.100 0.281 0.314 0.294 0.363 0.137 0.191 0.154 0.243 0.100 0.360 0.000 0.889 0.249 0.269 0.343 0.301 0.145 0.188 0.221 0.259 0.178 0.217 0.677 0.591

138

Alto y bajo Población Población Total migrante 1990 2000 1990 2000 0.207 0.264 0.377 0.331 0.460 0.501 0.296 0.358 0.220 0.345 0.373 0.422 0.304 0.321 0.523 0.496 0.101 0.221 0.507 0.409 0.544 0.613 0.522 0.557 0.238 0.336 0.637 0.622 0.268 0.394 0.714 0.702 0.346 0.366 0.436 0.470 0.283 0.332 0.336 0.370 0.203 0.204 0.157 0.143 0.271 0.346 0.291 0.449 0.175 0.315 0.485 0.543 0.095 0.181 0.148 0.208 0.060 0.094 0.283 0.312 0.140 0.197 0.250 0.264 0.331 0.297 0.335 0.328 0.031 0.154 0.133 0.346 0.452 0.470 0.314 0.345 0.178 0.213 0.296 0.555 0.353 0.360 0.208 0.198 0.358 0.447 0.332 0.443 0.311 0.333 0.330 0.354 0.461 0.492 0.421 0.516 0.291 0.356 0.300 0.411 0.129 0.300 0.000 0.762 0.386 0.420 0.387 0.456 0.212 0.237 0.198 0.586 0.221 0.259 0.671 0.661

Bajo y medio Población Población Total migrante 1990 2000 1990 2000 0.051 0.111 0.140 0.195 0.144 0.146 0.303 0.275 0.147 0.198 0.227 0.284 0.099 0.114 0.224 0.249 0.071 0.084 0.270 0.151 0.254 0.247 0.281 0.242 0.135 0.165 0.181 0.339 0.197 0.216 0.215 0.339 0.143 0.190 0.204 0.221 0.136 0.143 0.156 0.160 0.083 0.074 0.201 0.150 0.099 0.126 0.102 0.148 0.111 0.110 0.101 0.199 0.102 0.085 0.163 0.073 0.032 0.018 0.086 0.146 0.068 0.072 0.084 0.089 0.188 0.157 0.161 0.166 0.080 0.109 0.256 0.129 0.233 0.219 0.226 0.223 0.114 0.096 0.180 0.168 0.081 0.072 0.290 0.177 0.134 0.178 0.158 0.162 0.169 0.218 0.180 0.307 0.225 0.217 0.202 0.219 0.185 0.186 0.199 0.229 0.078 0.144 1.000 0.381 0.173 0.190 0.206 0.263 0.141 0.189 0.106 0.573 0.265 0.199 0.270 0.230

Delegación/Municipio Huixquilucan Isidro Fabela Ixtapaluca Iztacalco Iztapalapa Jaltenco Jilotzingo Juchitepec La Magdalena Contreras La Paz Melchor Ocampo Miguel Hidalgo Milpa Alta Naucalpan de Juárez Nextlalpan Nezahualcóyotl Nicolás Romero Nopaltepec Otumba Ozumba Papalotla San Martín de Las Pirámides Tecamac Temamatla Temascalapa Tenango del Aire Teoloyucan Teotihuacan Tepetlaoxtoc Tepetlixpa Tepotzotlán

Alto y medio Población Población Total migrante 1990 2000 1990 2000 0.616 0.542 0.513 0.510 0.308 0.320 0.909 0.686 0.153 0.183 0.227 0.203 0.195 0.186 0.271 0.228 0.202 0.240 0.332 0.280 0.203 0.115 0.225 0.216 0.197 0.209 0.414 0.357 0.171 0.170 0.667 0.677 0.366 0.383 0.414 0.412 0.124 0.172 0.206 0.272 0.150 0.181 0.207 0.382 0.415 0.384 0.377 0.333 0.198 0.168 0.429 0.320 0.456 0.501 0.496 0.554 0.147 0.162 0.447 0.508 0.160 0.193 0.234 0.246 0.110 0.174 0.250 0.284 0.393 0.246 0.417 0.638 0.178 0.204 0.356 0.297 0.112 0.169 0.576 0.589 0.057 0.171 0.286 0.281 0.257 0.221 0.318 0.399 0.272 0.305 0.290 0.342 0.161 0.158 0.192 0.362 0.135 0.257 0.569 0.397 0.188 0.265 0.357 0.905 0.141 0.138 0.367 0.257 0.141 0.156 0.343 0.345 0.285 0.263 0.733 0.438 0.114 0.177 0.500 0.285 0.086 0.200 0.264 0.303

139

Alto y bajo Población Población Total migrante 1990 2000 1990 2000 0.569 0.573 0.305 0.364 0.367 0.345 1.000 0.703 0.248 0.397 0.378 0.391 0.287 0.287 0.285 0.324 0.323 0.393 0.374 0.442 0.312 0.287 0.290 0.465 0.190 0.255 0.378 0.378 0.129 0.225 0.417 0.843 0.435 0.487 0.306 0.379 0.151 0.277 0.308 0.462 0.225 0.236 0.257 0.394 0.389 0.390 0.240 0.322 0.244 0.177 0.415 0.351 0.602 0.637 0.606 0.533 0.190 0.191 0.432 0.535 0.250 0.296 0.404 0.372 0.155 0.226 0.261 0.338 0.303 0.325 0.673 0.445 0.205 0.363 0.381 0.394 0.160 0.237 0.840 0.611 0.190 0.149 0.333 0.333 0.236 0.315 0.368 0.546 0.440 0.459 0.442 0.515 0.151 0.276 0.317 0.570 0.147 0.303 0.645 0.431 0.299 0.295 0.321 0.917 0.191 0.216 0.324 0.382 0.188 0.233 0.463 0.320 0.288 0.285 0.632 0.511 0.142 0.161 0.565 0.448 0.164 0.336 0.261 0.406

Bajo y medio Población Población Total migrante 1990 2000 1990 2000 0.129 0.094 0.253 0.208 0.157 0.134 0.527 0.202 0.149 0.274 0.200 0.303 0.118 0.128 0.138 0.156 0.164 0.196 0.194 0.258 0.129 0.200 0.087 0.312 0.102 0.114 0.253 0.161 0.099 0.128 0.250 0.309 0.111 0.137 0.237 0.187 0.073 0.125 0.163 0.239 0.090 0.095 0.150 0.089 0.153 0.150 0.334 0.336 0.117 0.129 0.175 0.177 0.187 0.181 0.251 0.201 0.078 0.104 0.237 0.147 0.116 0.116 0.204 0.154 0.088 0.106 0.121 0.138 0.188 0.185 0.346 0.281 0.226 0.273 0.297 0.288 0.155 0.116 0.327 0.179 0.133 0.031 0.048 0.215 0.133 0.164 0.324 0.283 0.175 0.174 0.203 0.233 0.088 0.184 0.183 0.352 0.138 0.077 0.319 0.111 0.145 0.114 0.250 0.214 0.089 0.099 0.162 0.215 0.118 0.164 0.205 0.294 0.121 0.084 0.226 0.233 0.074 0.150 0.137 0.238 0.134 0.154 0.243 0.193

Alto y medio Alto y bajo Población Población Población Población Delegación/Municipio Total migrante Total migrante 1990 2000 1990 2000 1990 2000 1990 2000 Tequixquiac 0.242 0.211 0.379 0.348 0.254 0.255 0.409 0.368 Texcoco 0.197 0.240 0.236 0.309 0.360 0.434 0.422 0.502 Tezoyuca 0.151 0.131 0.553 0.252 0.187 0.189 0.473 0.315 Tizayuca 0.136 0.131 0.180 0.180 0.279 0.271 0.272 0.314 Tláhuac 0.123 0.137 0.380 0.152 0.171 0.266 0.383 0.330 Tlalmanalco 0.144 0.167 0.491 0.261 0.196 0.255 0.599 0.386 Tlalnepantla de Baz 0.308 0.333 0.314 0.370 0.474 0.521 0.429 0.529 Tlalpan 0.338 0.334 0.345 0.329 0.516 0.495 0.378 0.376 Tultepec 0.190 0.255 0.300 0.222 0.254 0.420 0.453 0.474 Tultitlán 0.171 0.172 0.194 0.215 0.369 0.334 0.340 0.355 Valle de Chalco Solidaridad 0.178 0.270 0.219 0.353 Venustiano Carranza 0.172 0.184 0.297 0.242 0.286 0.317 0.326 0.335 Villa del Carbón 0.262 0.353 0.670 0.370 0.308 0.441 0.718 0.504 Xochimilco 0.319 0.354 0.462 0.382 0.402 0.461 0.389 0.557 Zumpango 0.145 0.199 0.295 0.382 0.203 0.306 0.447 0.520 Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y 2000.

140

Bajo y medio Población Población Total migrante 1990 2000 1990 2000 0.175 0.078 0.168 0.157 0.253 0.248 0.345 0.268 0.093 0.122 0.140 0.155 0.214 0.179 0.195 0.210 0.079 0.161 0.154 0.253 0.129 0.153 0.235 0.215 0.235 0.244 0.223 0.254 0.230 0.206 0.309 0.270 0.161 0.249 0.253 0.327 0.226 0.195 0.230 0.186 0.069 0.143 0.135 0.154 0.158 0.136 0.285 0.232 0.430 0.294 0.138 0.156 0.283 0.252 0.186 0.173 0.312 0.350

Anexo 10. Comparaciones bigrupo entre cada estrato de ingreso y el resto por delegaciones y municipios

Delegación/Municipio Acolman Álvaro Obregón Amecameca Apaxco Atenco Atizapán de Zaragoza Atlautla Axapusco Ayapango Azcapotzalco Benito Juárez Chalco Chiautla Chicoloapan Chiconcuac Chimalhuacan Coacalco de Berriozábal Cocotitlán Coyoacán Coyotepec Cuajimalpa de Morelos Cuauhtemoc Cuautitlán Cuautitlán Izcalli Ecatepec de Morelos Ecatzingo Gustavo A. Madero Huehuetoca

Alto y el resto Población Población Total migrante 1990 2000 1990 2000 0.194 0.239 0.357 0.308 0.427 0.456 0.294 0.353 0.190 0.293 0.325 0.361 0.266 0.304 0.527 0.431 0.092 0.210 0.452 0.391 0.459 0.516 0.435 0.487 0.227 0.319 0.645 0.539 0.253 0.368 0.665 0.674 0.336 0.349 0.374 0.507 0.220 0.268 0.309 0.312 0.217 0.211 0.169 0.178 0.253 0.318 0.281 0.416 0.142 0.300 0.482 0.514 0.079 0.168 0.112 0.202 0.050 0.099 0.308 0.323 0.135 0.184 0.255 0.250 0.227 0.219 0.244 0.254 0.010 0.131 0.167 0.317 0.364 0.376 0.289 0.306 0.147 0.191 0.295 0.499 0.354 0.357 0.218 0.205 0.298 0.361 0.310 0.394 0.241 0.238 0.270 0.189 0.354 0.394 0.341 0.427 0.219 0.283 0.225 0.321 0.122 0.311 0.000 0.800 0.316 0.337 0.363 0.373 0.159 0.165 0.206 0.236

141

Medio y el resto Población Población Total migrante 1990 2000 1990 2000 0.045 0.105 0.132 0.179 0.136 0.136 0.300 0.278 0.135 0.187 0.197 0.270 0.085 0.104 0.246 0.215 0.070 0.081 0.261 0.147 0.164 0.153 0.213 0.175 0.131 0.159 0.235 0.313 0.192 0.211 0.196 0.329 0.134 0.184 0.188 0.235 0.095 0.085 0.143 0.112 0.134 0.137 0.201 0.183 0.093 0.117 0.099 0.136 0.105 0.099 0.096 0.159 0.098 0.082 0.154 0.073 0.028 0.022 0.114 0.147 0.067 0.069 0.086 0.086 0.113 0.108 0.104 0.122 0.079 0.105 0.253 0.120 0.140 0.127 0.211 0.196 0.107 0.091 0.171 0.159 0.097 0.092 0.291 0.185 0.090 0.112 0.157 0.166 0.136 0.176 0.148 0.251 0.145 0.144 0.133 0.147 0.157 0.161 0.167 0.198 0.075 0.145 1.000 0.388 0.132 0.138 0.187 0.216 0.128 0.184 0.101 0.540

Bajo y el resto Población Población Total migrante 1990 2000 1990 2000 0.066 0.119 0.162 0.199 0.191 0.208 0.243 0.238 0.151 0.206 0.237 0.275 0.119 0.128 0.268 0.274 0.069 0.088 0.260 0.158 0.329 0.334 0.326 0.306 0.131 0.176 0.199 0.362 0.193 0.219 0.238 0.349 0.159 0.197 0.240 0.190 0.156 0.171 0.165 0.195 0.076 0.090 0.134 0.103 0.107 0.139 0.103 0.164 0.111 0.133 0.139 0.237 0.098 0.086 0.157 0.077 0.035 0.008 0.020 0.146 0.065 0.076 0.080 0.092 0.212 0.175 0.183 0.180 0.075 0.110 0.224 0.139 0.283 0.276 0.215 0.239 0.116 0.099 0.187 0.177 0.099 0.105 0.227 0.138 0.178 0.235 0.178 0.236 0.183 0.232 0.189 0.311 0.269 0.261 0.235 0.275 0.197 0.202 0.209 0.244 0.082 0.136 1.000 0.346 0.201 0.222 0.213 0.280 0.147 0.187 0.104 0.569

Delegación/Municipio Hueypoxtla Huixquilucan Isidro Fabela Ixtapaluca Iztacalco Iztapalapa Jaltenco Jilotzingo Juchitepec La Magdalena Contreras La Paz Melchor Ocampo Miguel Hidalgo Milpa Alta Naucalpan de Juárez Nextlalpan Nezahualcóyotl Nicolás Romero Nopaltepec Otumba Ozumba Papalotla San Martín de Las Pirámides Tecamac Temamatla Temascalapa Tenango del Aire Teoloyucan Teotihuacan Tepetlaoxtoc Tepetlixpa

Alto y el resto Población Población Total migrante 1990 2000 1990 2000 0.167 0.235 0.674 0.638 0.587 0.559 0.357 0.410 0.355 0.334 0.971 0.697 0.210 0.292 0.316 0.262 0.241 0.230 0.274 0.264 0.267 0.320 0.348 0.350 0.260 0.210 0.256 0.300 0.178 0.237 0.362 0.362 0.141 0.212 0.509 0.789 0.399 0.438 0.326 0.380 0.135 0.236 0.268 0.374 0.194 0.216 0.238 0.390 0.394 0.381 0.237 0.293 0.228 0.160 0.412 0.329 0.542 0.576 0.566 0.527 0.168 0.179 0.414 0.528 0.211 0.254 0.322 0.318 0.135 0.201 0.253 0.309 0.308 0.302 0.592 0.501 0.183 0.328 0.371 0.350 0.135 0.214 0.735 0.605 0.142 0.156 0.308 0.297 0.235 0.291 0.308 0.496 0.371 0.401 0.365 0.437 0.153 0.225 0.255 0.464 0.135 0.289 0.602 0.421 0.273 0.287 0.339 0.913 0.170 0.181 0.340 0.295 0.170 0.192 0.408 0.275 0.285 0.280 0.676 0.465 0.135 0.163 0.539 0.383

142

Medio y el resto Población Población Total migrante 1990 2000 1990 2000 0.256 0.196 0.256 0.223 0.212 0.114 0.314 0.248 0.151 0.130 0.498 0.193 0.137 0.251 0.177 0.266 0.083 0.087 0.132 0.113 0.135 0.159 0.183 0.209 0.094 0.181 0.060 0.249 0.102 0.106 0.246 0.159 0.098 0.124 0.282 0.289 0.096 0.099 0.240 0.199 0.068 0.113 0.153 0.209 0.079 0.088 0.142 0.081 0.189 0.168 0.334 0.306 0.107 0.128 0.175 0.171 0.114 0.105 0.220 0.210 0.073 0.101 0.244 0.147 0.098 0.097 0.161 0.127 0.081 0.098 0.113 0.128 0.194 0.179 0.267 0.303 0.220 0.264 0.289 0.278 0.150 0.111 0.314 0.181 0.123 0.036 0.000 0.210 0.134 0.152 0.294 0.255 0.130 0.143 0.164 0.191 0.090 0.175 0.173 0.325 0.136 0.072 0.308 0.106 0.134 0.111 0.255 0.205 0.080 0.090 0.166 0.198 0.112 0.153 0.183 0.286 0.115 0.081 0.255 0.218 0.068 0.150 0.131 0.222

Bajo y el resto Población Población Total migrante 1990 2000 1990 2000 0.256 0.195 0.276 0.240 0.196 0.181 0.150 0.140 0.163 0.135 0.542 0.209 0.155 0.283 0.217 0.310 0.140 0.150 0.136 0.180 0.182 0.217 0.201 0.278 0.152 0.208 0.114 0.328 0.096 0.123 0.261 0.159 0.095 0.133 0.208 0.324 0.176 0.207 0.180 0.190 0.077 0.136 0.165 0.259 0.103 0.101 0.147 0.101 0.146 0.167 0.235 0.269 0.125 0.123 0.173 0.175 0.291 0.273 0.305 0.230 0.080 0.105 0.208 0.148 0.130 0.132 0.230 0.176 0.093 0.111 0.127 0.146 0.142 0.191 0.409 0.213 0.214 0.276 0.274 0.291 0.151 0.122 0.338 0.175 0.138 0.018 0.083 0.210 0.128 0.177 0.312 0.300 0.214 0.206 0.228 0.261 0.092 0.187 0.185 0.354 0.132 0.085 0.324 0.115 0.161 0.116 0.229 0.241 0.093 0.107 0.136 0.225 0.117 0.169 0.218 0.281 0.122 0.088 0.198 0.248 0.079 0.139 0.192 0.237

Alto y el resto Medio y el resto Población Población Población Población Delegación/Municipio Total migrante Total migrante 1990 2000 1990 2000 1990 2000 1990 2000 Tepotzotlán 0.128 0.281 0.224 0.328 0.122 0.127 0.226 0.151 Tequixquiac 0.235 0.237 0.394 0.348 0.166 0.071 0.159 0.162 Texcoco 0.271 0.359 0.308 0.407 0.218 0.215 0.289 0.218 Tezoyuca 0.174 0.161 0.490 0.282 0.089 0.116 0.143 0.149 Tizayuca 0.218 0.226 0.206 0.253 0.196 0.166 0.165 0.193 Tláhuac 0.152 0.203 0.371 0.205 0.072 0.140 0.148 0.205 Tlalmanalco 0.169 0.214 0.553 0.320 0.115 0.144 0.175 0.186 Tlalnepantla de Baz 0.389 0.424 0.362 0.446 0.156 0.168 0.172 0.178 Tlalpan 0.426 0.409 0.334 0.323 0.153 0.127 0.282 0.211 Tultepec 0.205 0.336 0.372 0.343 0.140 0.216 0.192 0.269 Tultitlán 0.269 0.254 0.253 0.280 0.176 0.167 0.183 0.153 Valle de Chalco Solidaridad 0.207 0.323 0.067 0.137 Venustiano Carranza 0.228 0.242 0.307 0.277 0.099 0.107 0.150 0.102 Villa del Carbón 0.267 0.420 0.680 0.454 0.279 0.226 0.419 0.276 Xochimilco 0.364 0.408 0.400 0.476 0.100 0.110 0.284 0.196 Zumpango 0.164 0.263 0.361 0.437 0.175 0.161 0.286 0.296 Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y 2000.

143

Bajo y el resto Población Población Total migrante 1990 2000 1990 2000 0.136 0.176 0.221 0.222 0.174 0.085 0.163 0.158 0.265 0.271 0.343 0.294 0.094 0.126 0.131 0.161 0.217 0.185 0.203 0.216 0.085 0.169 0.158 0.260 0.135 0.156 0.292 0.230 0.279 0.288 0.255 0.304 0.295 0.272 0.298 0.289 0.171 0.266 0.274 0.342 0.248 0.206 0.240 0.201 0.073 0.150 0.154 0.176 0.158 0.160 0.272 0.237 0.443 0.302 0.175 0.200 0.261 0.317 0.182 0.179 0.307 0.365

Anexo 11. Población total de 24 años y más por estratos de escolaridad por delegaciones y municipios 1990 Delegación/Municipio Acolman Álvaro Obregón Amecameca Apaxco Atenco Atizapán de Zaragoza Atlautla Axapusco Ayapango Azcapotzalco Benito Juárez Chalco Chiautla Chicoloapan Chiconcuac Chimalhuacan Coacalco de Berriozábal Cocotitlán Coyoacán Coyotepec Cuajimalpa de Morelos Cuauhtemoc Cuautitlán Cuautitlán Izcalli Ecatepec de Morelos Ecatzingo Gustavo A. Madero Huehuetoca Hueypoxtla

Sin Escolaridad 13.8 9.7 14.3 18.3 12.2 11.0 25.7 22.2 12.7 7.4 3.4 19.0 11.7 15.9 11.0 18.2 4.9 10.7 6.1 22.3 11.8 5.8 11.0 7.4 10.9 24.2 8.3 15.5 28.1

Básica 75.5 62.9 73.2 73.8 78.2 61.6 68.4 73.5 80.0 66.4 45.4 74.8 77.5 74.9 75.0 76.7 66.4 77.7 54.9 70.1 67.7 60.4 71.3 66.7 73.2 73.9 66.9 76.0 69.7

Media 5.3 9.0 6.2 3.7 5.4 8.8 3.5 2.3 4.3 10.1 13.3 3.5 5.9 5.4 7.4 3.2 12.3 5.6 11.1 4.4 7.4 11.5 9.1 10.5 7.7 1.3 9.6 4.8 1.1

2000 Superior 5.4 18.4 6.2 4.2 4.2 18.6 2.3 2.0 3.1 16.1 37.9 2.7 4.8 3.8 6.6 2.0 16.4 6.0 27.9 3.1 13.1 22.3 8.7 15.3 8.3 0.7 15.3 3.7 1.1

144

Total 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100

Sin Escolaridad 6.8 5.0 7.5 11.1 6.4 5.9 15.2 12.7 6.7 3.4 1.5 9.2 5.6 8.8 5.2 9.6 2.3 5.0 3.1 13.0 5.3 3.0 4.8 3.8 6.0 13.1 4.5 8.3 17.1

Básica 69.3 52.6 68.8 70.7 71.9 53.5 73.1 76.2 75.8 49.3 25.2 73.4 69.1 70.8 69.4 76.9 48.7 67.5 38.2 68.7 54.6 44.5 55.9 52.0 64.4 81.3 53.5 73.8 76.1

Media 16.9 21.0 14.4 12.9 15.3 19.8 7.8 7.4 11.7 25.8 27.0 12.0 16.1 14.3 17.2 10.2 29.9 17.6 24.8 12.7 18.6 25.9 25.2 25.4 19.4 3.3 23.4 13.5 4.6

Superior 7.1 21.5 9.4 5.3 6.4 20.8 3.9 3.7 5.9 21.5 46.3 5.4 9.2 6.0 8.3 3.3 19.1 10.0 33.9 5.6 21.5 26.6 14.1 18.8 10.3 2.2 18.5 4.4 2.2

Total 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100

1990 Delegación/Municipio Huixquilucan Isidro Fabela Ixtapaluca Iztacalco Iztapalapa Jaltenco Jilotzingo Juchitepec La Magdalena Contreras La Paz Melchor Ocampo Miguel Hidalgo Milpa Alta Naucalpan de Juárez Nextlalpan Nezahualcóyotl Nicolás Romero Nopaltepec Otumba Ozumba Papalotla San Martín de Las Pirámides Tecamac Temamatla Temascalapa Tenango del Aire Teoloyucan Teotihuacan Tepetlaoxtoc Tepetlixpa Tepotzotlán Tequixquiac

Sin Escolaridad 13.0 24.7 15.5 7.9 10.3 8.3 24.1 23.7 9.7 14.7 12.8 6.5 13.1 11.4 11.0 11.8 17.4 22.1 22.4 14.0 11.8 15.3 12.7 13.1 18.4 13.0 17.5 14.9 20.3 15.8 16.6 13.2

Básica 60.0 70.2 74.3 66.0 69.5 79.3 70.7 68.5 64.0 74.8 76.5 56.6 72.1 62.9 81.0 72.1 74.4 73.3 71.9 76.5 71.4 76.4 72.6 77.1 77.7 78.2 74.4 74.0 72.1 77.2 71.9 81.5

Media 7.3 2.7 5.6 10.5 8.5 7.4 2.4 4.6 8.7 5.4 5.9 11.8 6.4 8.0 4.5 7.7 4.4 2.8 3.0 5.4 7.2 3.8 6.5 5.8 2.1 4.8 4.5 5.4 4.4 4.9 5.6 2.7

2000 Superior 19.6 2.4 4.6 15.6 11.6 5.0 2.7 3.2 17.7 5.1 4.8 25.2 8.4 17.6 3.5 8.4 3.9 1.8 2.6 4.1 9.6 4.5 8.1 4.0 1.8 3.9 3.5 5.7 3.2 2.1 5.8 2.6

145

Total 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100

Sin Escolaridad 6.5 11.8 6.7 4.0 5.3 4.1 11.9 13.6 5.1 7.5 7.1 2.9 7.0 6.3 7.2 6.2 9.2 13.6 11.6 8.2 4.8 8.2 6.8 5.2 10.2 6.4 9.0 7.4 10.4 8.6 8.2 7.4

Básica 57.0 76.4 65.6 51.6 59.2 64.1 75.2 71.2 55.4 68.9 70.1 41.3 66.1 55.9 75.2 62.4 71.5 71.8 74.9 71.9 62.3 74.2 66.1 71.9 78.4 73.8 70.4 70.4 71.3 77.9 64.5 77.2

Media 15.6 8.6 19.3 24.7 21.7 21.7 8.7 10.3 19.6 15.9 15.6 24.8 16.8 17.9 12.4 19.7 13.6 10.6 8.8 12.2 19.6 11.7 17.1 16.4 8.0 13.5 15.0 14.6 12.8 9.4 18.4 11.1

Superior 21.0 3.3 8.4 19.8 13.8 10.1 4.3 4.8 19.9 7.7 7.2 31.1 10.1 19.9 5.3 11.7 5.7 4.0 4.7 7.7 13.3 5.9 10.0 6.5 3.3 6.3 5.7 7.6 5.5 4.1 8.9 4.4

Total 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100

1990 Sin Sin Básica Media Superior Total Escolaridad Escolaridad 100 Texcoco 12.2 67.7 8.0 12.1 6.3 100 Tezoyuca 10.5 78.0 6.4 5.1 6.5 100 Tizayuca 13.3 73.4 6.1 7.2 7.3 100 Tláhuac 11.3 73.5 7.5 7.7 5.0 100 Tlalmanalco 8.8 76.2 7.7 7.3 4.1 100 Tlalnepantla de Baz 10.5 65.7 8.7 15.2 5.6 100 Tlalpan 8.8 58.0 9.9 23.3 4.3 100 Tultepec 14.0 73.2 6.5 6.3 6.6 100 Tultitlán 9.9 71.4 9.2 9.4 5.0 100 Valle de Chalco Solidaridad 0.0 0.0 0.0 0.0 10.6 100 Venustiano Carranza 6.9 66.5 10.4 16.2 3.4 100 Villa del Carbón 38.6 57.8 1.5 2.1 24.9 100 Xochimilco 9.7 65.7 8.4 16.2 4.8 100 Zumpango 18.5 72.3 4.4 4.7 10.5 Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y 2000. Delegación/Municipio

146

2000 Básica 59.6 69.5 68.3 59.5 65.6 53.8 46.7 63.8 61.0 76.9 51.9 66.9 53.4 67.5

Media 19.9 17.4 17.0 23.0 19.5 21.8 21.4 19.7 23.4 9.5 25.4 4.3 21.9 14.5

Superior 14.2 6.7 7.5 12.6 10.8 18.8 27.6 9.9 10.6 3.0 19.3 3.9 19.9 7.4

Total 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100

Anexo 12. Población migrante de 24 años y más por estratos de escolaridad por delegaciones y municipios 1990 Delegación/Municipio Acolman Álvaro Obregón Amecameca Apaxco Atenco Atizapán de Zaragoza Atlautla Axapusco Ayapango Azcapotzalco Benito Juárez Chalco Chiautla Chicoloapan Chiconcuac Chimalhuacan Coacalco de Berriozábal Cocotitlán Coyoacán Coyotepec Cuajimalpa de Morelos Cuauhtemoc Cuautitlán Cuautitlán Izcalli Ecatepec de Morelos Ecatzingo Gustavo A. Madero Huehuetoca Hueypoxtla

Sin Escolaridad 13.7 14.5 7.4 19.1 9.4 8.9 11.3 16.2 10.0 9.1 4.7 18.9 14.2 13.0 14.8 20.5 4.5 6.8 9.2 18.1 13.6 7.6 6.7 5.2 8.5 25.0 11.9 8.1 13.7

Básica 68.9 53.6 67.2 55.9 77.2 56.1 70.4 70.6 75.0 60.3 35.3 74.4 67.5 71.9 58.0 74.1 65.4 71.2 45.7 73.9 59.2 45.4 68.4 62.8 69.5 71.9 61.3 76.2 76.3

Media 8.4 7.9 10.9 7.0 6.3 10.8 6.6 5.3 3.8 10.2 12.4 3.8 8.6 9.0 14.8 3.2 13.3 8.2 10.2 4.3 8.2 12.4 12.9 13.2 10.4 3.1 9.8 9.0 5.6

2000 Superior 9.1 24.0 14.5 18.0 7.1 24.1 11.7 7.9 11.3 20.4 47.7 2.9 9.6 6.1 12.3 2.2 16.8 13.7 34.9 3.7 19.0 34.6 12.0 18.8 11.7 0.0 17.0 6.7 4.4

147

Total 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100

Sin Escolaridad 5.6 3.1 5.8 6.7 7.4 4.4 5.7 10.3 5.3 2.3 1.1 7.4 5.2 7.1 4.1 8.5 1.8 4.5 2.3 11.7 3.1 2.9 2.4 3.1 4.9 0.0 3.4 6.2 7.7

Básica 63.6 39.2 53.5 55.7 73.6 47.4 67.0 69.2 68.4 37.8 18.5 71.7 58.2 67.3 66.7 75.9 45.6 70.5 26.2 71.2 37.5 30.7 46.8 44.8 59.1 85.2 48.5 73.9 73.6

Media 20.0 22.0 23.0 20.1 13.8 21.3 14.4 14.1 14.7 28.7 23.3 14.4 18.2 18.1 18.9 12.0 33.1 16.9 24.0 13.0 16.9 25.1 31.5 28.2 23.2 10.2 25.0 14.5 10.0

Superior 10.8 35.8 17.7 17.5 5.2 26.9 13.0 6.3 11.6 31.2 57.1 6.5 18.5 7.5 10.3 3.6 19.6 8.1 47.4 4.1 42.5 41.4 19.3 23.8 12.7 4.5 23.1 5.4 8.8

Total 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100

1990 Delegación/Municipio Huixquilucan Isidro Fabela Ixtapaluca Iztacalco Iztapalapa Jaltenco Jilotzingo Juchitepec La Magdalena Contreras La Paz Melchor Ocampo Miguel Hidalgo Milpa Alta Naucalpan de Juárez Nextlalpan Nezahualcóyotl Nicolás Romero Nopaltepec Otumba Ozumba Papalotla San Martín de Las Pirámides Tecamac Temamatla Temascalapa Tenango del Aire Teoloyucan Teotihuacan Tepetlaoxtoc Tepetlixpa Tepotzotlán Tequixquiac

Sin Escolaridad 9.1 24.0 13.6 10.4 15.5 6.6 12.6 16.7 13.8 14.7 16.9 7.4 23.8 9.3 12.5 9.3 17.2 14.3 19.2 11.3 5.9 13.3 10.7 9.2 14.7 6.0 13.9 12.3 18.0 7.9 11.9 8.3

Básica 47.6 69.3 71.6 61.9 65.9 74.5 70.3 66.7 52.6 73.4 71.5 44.9 61.7 57.4 77.2 66.5 71.1 75.0 66.7 61.0 54.4 66.2 69.9 71.7 77.1 67.5 74.1 63.1 69.1 69.7 65.5 75.5

Media 9.9 1.3 7.4 10.2 7.8 10.7 9.3 7.3 9.9 6.1 6.3 12.9 5.7 10.6 6.1 10.7 6.0 6.0 4.9 16.3 10.3 5.6 8.4 11.7 3.7 7.2 6.4 8.3 8.2 11.2 10.0 8.3

2000 Superior 33.3 5.3 7.4 17.5 10.8 8.2 7.7 9.4 23.6 5.8 5.2 34.8 8.8 22.7 4.2 13.5 5.7 4.8 9.2 11.3 29.4 14.9 11.0 7.5 4.5 19.3 5.6 16.3 4.6 11.2 12.6 7.9

148

Total 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100

Sin Escolaridad 4.6 9.2 3.7 3.4 4.2 2.7 7.7 6.1 3.8 6.0 7.3 2.1 7.3 4.9 9.2 4.7 7.6 3.3 6.2 5.7 5.0 7.1 6.4 5.3 11.3 5.2 5.0 6.2 6.0 4.6 5.1 6.2

Básica 50.8 70.2 56.3 40.8 50.8 50.1 69.5 63.2 40.0 64.9 73.6 30.5 65.0 49.3 74.0 57.4 70.0 72.8 68.2 69.3 52.8 65.4 63.6 67.6 73.5 69.9 65.0 66.4 63.5 67.8 56.2 67.6

Media 15.6 13.4 27.7 28.1 25.9 30.4 14.0 19.0 20.1 19.5 13.9 23.0 18.0 19.2 12.6 23.5 15.7 14.8 16.0 15.5 26.1 17.0 19.0 20.4 11.0 17.6 22.5 18.1 19.4 15.5 23.5 17.3

Superior 29.0 7.1 12.3 27.7 19.1 16.8 8.8 11.7 36.1 9.6 5.3 44.4 9.7 26.6 4.2 14.4 6.7 9.1 9.6 9.5 16.1 10.5 11.0 6.6 4.2 7.3 7.4 9.4 11.0 12.2 15.1 9.0

Total 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100

1990 Sin Sin Básica Media Superior Total Escolaridad Escolaridad 100 Texcoco 7.5 50.4 12.5 29.6 4.2 100 Tezoyuca 12.7 76.5 6.1 4.7 7.7 100 Tizayuca 7.1 71.8 9.2 11.9 5.6 100 Tláhuac 22.6 64.9 5.6 6.9 3.2 100 Tlalmanalco 9.3 66.0 11.7 12.9 3.7 100 Tlalnepantla de Baz 8.9 59.5 11.3 20.4 3.7 100 Tlalpan 14.0 48.7 9.2 28.1 3.0 100 Tultepec 10.6 65.8 10.1 13.4 4.2 100 Tultitlán 7.0 68.4 12.1 12.5 3.6 100 Valle de Chalco Solidaridad 0.0 0.0 0.0 0.0 8.1 100 Venustiano Carranza 10.7 58.7 10.8 19.8 2.5 100 Villa del Carbón 15.2 64.1 9.4 11.3 10.4 100 Xochimilco 20.7 57.3 7.3 14.7 3.8 100 Zumpango 11.3 66.9 9.5 12.3 6.2 Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y 2000. Delegación/Municipio

149

2000 Básica 50.4 73.9 65.1 47.4 55.0 45.0 33.5 54.5 56.8 72.4 44.1 65.5 46.7 58.3

Media 24.4 13.5 19.6 30.4 24.0 24.6 22.4 26.8 26.9 14.3 29.4 12.2 21.0 21.9

Superior 21.0 4.8 9.7 19.0 17.3 26.7 41.2 14.6 12.7 5.2 24.0 11.9 28.4 13.5

Total 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100

Anexo 13. Índices de disimilaridad multigrupo entre estratos de escolaridad para la ZMVM

Estratos de escolaridad Entre los cuatro estratos de escolaridad Entre los estratos superior y media Entre los estratos superior y básica Entre los estratos superior y sin escolaridad Entre el estrato media y básica Entre el estrato media y sin escolaridad Entre el estrato básica y sin escolaridad Entre el estrato superior y el resto Entre el estrato media y el resto Entre el estrato básica y el resto Entre el estrato sin escolaridad y el resto

Población total 1990 2000 0.257 0.279 0.209 0.244 0.402 0.448 0.535 0.546 0.231 0.254 0.395 0.385 0.184 0.157 0.394 0.396 0.188 0.177 0.205 0.282 0.255 0.268

Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y 2000.

150

Población migrante 1990 2000 0.304 0.330 0.275 0.316 0.442 0.503 0.571 0.604 0.265 0.289 0.468 0.455 0.265 0.235 0.426 0.438 0.222 0.200 0.252 0.341 0.328 0.357

Anexo 14. Índices de disimilaridad multigrupo entre estratos de escolaridad por delegaciones y municipios Delegación/Municipio Acolman Álvaro Obregón Amecameca Apaxco Atenco Atizapán de Zaragoza Atlautla Axapusco Ayapango Azcapotzalco Benito Juárez Chalco Chiautla Chicoloapan Chiconcuac Chimalhuacan Coacalco de Berriozábal Cocotitlán Coyoacán Coyotepec Cuajimalpa de Morelos Cuauhtemoc Cuautitlán Cuautitlán Izcalli Ecatepec de Morelos Ecatzingo Gustavo AMadero Huehuetoca Hueypoxtla Huixquilucan Isidro Fabela Ixtapaluca Iztacalco Iztapalapa Jaltenco Jilotzingo Juchitepec La Magdalena Contreras

Población Total 1990 2000 0.165 0.163 0.264 0.270 0.148 0.212 0.118 0.155 0.099 0.115 0.338 0.379 0.139 0.155 0.181 0.185 0.152 0.152 0.150 0.157 0.112 0.124 0.131 0.180 0.153 0.196 0.081 0.076 0.064 0.048 0.071 0.092 0.155 0.170 0.050 0.088 0.258 0.269 0.092 0.120 0.168 0.205 0.190 0.217 0.188 0.210 0.283 0.288 0.179 0.218 0.055 0.102 0.186 0.217 0.193 0.134 0.162 0.137 0.410 0.387 0.133 0.121 0.170 0.273 0.138 0.138 0.186 0.203 0.126 0.199 0.093 0.101 0.134 0.125 0.244 0.247

Población migrante 1990 2000 0.178 0.205 0.316 0.299 0.245 0.259 0.383 0.263 0.299 0.238 0.353 0.396 0.404 0.317 0.293 0.315 0.297 0.279 0.238 0.198 0.136 0.135 0.140 0.210 0.261 0.329 0.131 0.094 0.186 0.099 0.100 0.116 0.178 0.153 0.127 0.167 0.287 0.252 0.182 0.169 0.236 0.222 0.244 0.266 0.197 0.175 0.256 0.281 0.208 0.243 0.486 0.372 0.255 0.269 0.085 0.157 0.219 0.315 0.394 0.385 0.361 0.246 0.239 0.262 0.208 0.174 0.248 0.243 0.105 0.265 0.301 0.197 0.299 0.344 0.286 0.329

Población Población Total migrante 1990 2000 1990 2000 La Paz 0.076 0.153 0.154 0.262 Melchor Ocampo 0.116 0.150 0.202 0.230 Miguel Hidalgo 0.238 0.229 0.193 0.245 Milpa Alta 0.099 0.113 0.221 0.192 Naucalpan de Juárez 0.356 0.377 0.220 0.402 Nextlalpan 0.127 0.129 0.366 0.174 Nezahualcóyotl 0.121 0.133 0.228 0.182 Nicolás Romero 0.118 0.136 0.206 0.175 Nopaltepec 0.228 0.185 0.164 0.320 Otumba 0.187 0.256 0.362 0.188 Ozumba 0.132 0.145 0.345 0.243 Papalotla 0.104 0.061 0.280 0.093 San Martín de Las Pirámides 0.133 0.194 0.125 0.222 Tecamac 0.237 0.262 0.263 0.301 Temamatla 0.105 0.104 0.174 0.205 Temascalapa 0.124 0.137 0.238 0.212 Tenango del Aire 0.084 0.093 0.185 0.253 Teoloyucan 0.099 0.123 0.185 0.226 Teotihuacan 0.138 0.169 0.167 0.256 Tepetlaoxtoc 0.145 0.141 0.305 0.253 Tepetlixpa 0.077 0.121 0.247 0.323 Tepotzotlán 0.138 0.197 0.211 0.239 Tequixquiac 0.143 0.140 0.289 0.233 Texcoco 0.236 0.258 0.250 0.273 Tezoyuca 0.106 0.118 0.196 0.197 Tizayuca 0.176 0.182 0.161 0.176 Tláhuac 0.084 0.148 0.264 0.193 Tlalmanalco 0.131 0.162 0.336 0.308 Tlalnepantla de Baz 0.256 0.295 0.249 0.312 Tlalpan 0.284 0.288 0.360 0.290 Tultepec 0.182 0.277 0.329 0.336 Tultitlán 0.232 0.228 0.197 0.210 Valle de Chalco Solidaridad 0.090 0.161 Venustiano Carranza 0.150 0.168 0.226 0.174 Villa del Carbón 0.289 0.262 0.432 0.370 Xochimilco 0.174 0.204 0.280 0.313 Zumpango 0.164 0.173 0.320 0.318 Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y 2000. Delegación/Municipio

152

Anexo 15. Comparaciones bigrupo entre los estratos de escolaridad por delegaciones y municipios

Delegación/Municipio Acolman Álvaro Obregón Amecameca Apaxco Atenco Atizapán de Zaragoza Atlautla Axapusco Ayapango Azcapotzalco Benito Juárez Chalco Chiautla Chicoloapan Chiconcuac Chimalhuacan Coacalco de Berriozábal Cocotitlán Coyoacán Coyotepec Cuajimalpa de Morelos Cuauhtemoc Cuautitlán Cuautitlán Izcalli Ecatepec de Morelos Ecatzingo Gustavo A. Madero Huehuetoca

Superior y Media Población Población Total migrante 1990 2000 1990 2000 0.115 0.104 0.240 0.186 0.228 0.303 0.278 0.338 0.128 0.165 0.167 0.314 0.189 0.157 0.466 0.331 0.128 0.092 0.545 0.325 0.204 0.277 0.204 0.303 0.187 0.207 0.086 0.236 0.250 0.231 0.354 0.328 0.198 0.151 0.556 0.364 0.114 0.133 0.239 0.186 0.085 0.125 0.134 0.156 0.205 0.173 0.289 0.225 0.177 0.157 0.248 0.394 0.114 0.077 0.160 0.150 0.028 0.059 0.300 0.124 0.101 0.115 0.252 0.156 0.110 0.133 0.143 0.140 0.008 0.064 0.200 0.192 0.186 0.219 0.220 0.240 0.183 0.129 0.359 0.295 0.172 0.264 0.183 0.251 0.139 0.201 0.204 0.248 0.173 0.134 0.224 0.085 0.186 0.238 0.201 0.260 0.121 0.134 0.146 0.172 0.252 0.131 0.000 0.417 0.150 0.161 0.262 0.213 0.122 0.103 0.138 0.164

Superior y Básica Población Población Total migrante 1990 2000 1990 2000 0.229 0.385 0.306 0.310 0.412 0.452 0.419 0.415 0.313 0.352 0.315 0.390 0.366 0.330 0.491 0.332 0.171 0.367 0.356 0.458 0.498 0.327 0.482 0.610 0.314 0.332 0.553 0.457 0.295 0.340 0.348 0.411 0.279 0.341 0.378 0.335 0.225 0.655 0.322 0.304 0.154 0.409 0.153 0.156 0.365 0.331 0.374 0.397 0.239 0.291 0.367 0.486 0.147 0.304 0.126 0.153 0.087 0.318 0.289 0.130 0.181 0.273 0.249 0.243 0.218 0.350 0.254 0.263 0.095 0.257 0.115 0.216 0.347 0.631 0.351 0.363 0.127 0.327 0.317 0.374 0.296 0.596 0.334 0.292 0.279 0.484 0.308 0.399 0.293 0.271 0.300 0.233 0.408 0.118 0.369 0.459 0.305 0.306 0.303 0.362 0.124 0.256 0.000 0.523 0.283 0.464 0.367 0.410 0.298 0.227 0.071 0.272

Superior y Sin Escolaridad Población Población Total migrante 1990 2000 1990 2000 0.211 0.281 0.417 0.441 0.509 0.526 0.534 0.499 0.396 0.438 0.484 0.563 0.447 0.361 0.668 0.572 0.177 0.231 0.497 0.502 0.662 0.692 0.644 0.662 0.340 0.422 0.635 0.608 0.426 0.469 0.547 0.579 0.367 0.282 0.528 0.539 0.312 0.330 0.410 0.422 0.153 0.189 0.237 0.260 0.425 0.434 0.399 0.448 0.316 0.320 0.282 0.585 0.218 0.206 0.228 0.158 0.104 0.099 0.400 0.169 0.236 0.244 0.293 0.274 0.399 0.372 0.359 0.357 0.080 0.146 0.200 0.466 0.525 0.534 0.511 0.449 0.198 0.309 0.286 0.431 0.306 0.374 0.401 0.351 0.339 0.403 0.432 0.518 0.435 0.434 0.356 0.493 0.596 0.597 0.498 0.560 0.446 0.449 0.469 0.497 0.165 0.233 0.000 0.000 0.417 0.441 0.479 0.505 0.502 0.347 0.145 0.340

Delegación/Municipio Hueypoxtla Huixquilucan Isidro Fabela Ixtapaluca Iztacalco Iztapalapa Jaltenco Jilotzingo Juchitepec La Magdalena Contreras La Paz Melchor Ocampo Miguel Hidalgo Milpa Alta Naucalpan de Juárez Nextlalpan Nezahualcóyotl Nicolás Romero Nopaltepec Otumba Ozumba Papalotla San Martín de las Pirámides Tecamac Temamatla Temascalapa Tenango del Aire Teoloyucan Teotihuacan Tepetlaoxtoc Tepetlixpa

Superior y Media Población Población Total migrante 1990 2000 1990 2000 0.317 0.215 0.409 0.484 0.245 0.415 0.227 0.401 0.186 0.176 1.000 0.539 0.162 0.138 0.217 0.151 0.133 0.125 0.236 0.146 0.163 0.166 0.275 0.198 0.067 0.138 0.105 0.160 0.200 0.103 0.231 0.284 0.054 0.076 0.746 0.385 0.197 0.256 0.235 0.279 0.093 0.105 0.242 0.151 0.067 0.126 0.172 0.225 0.140 0.239 0.367 0.266 0.082 0.097 0.216 0.207 0.241 0.331 0.250 0.371 0.137 0.094 0.296 0.272 0.130 0.106 0.429 0.151 0.122 0.118 0.182 0.247 0.344 0.217 0.320 0.308 0.121 0.166 0.550 0.135 0.121 0.074 0.292 0.199 0.048 0.078 0.378 0.165 0.130 0.081 0.107 0.337 0.176 0.205 0.215 0.281 0.121 0.117 0.095 0.191 0.176 0.144 0.317 0.264 0.052 0.099 0.250 0.199 0.108 0.108 0.284 0.182 0.071 0.133 0.175 0.253 0.223 0.122 0.482 0.253 0.147 0.087 0.294 0.279

Superior y Básica Población Población Total migrante 1990 2000 1990 2000 0.391 0.229 0.402 0.442 0.650 0.241 0.544 0.580 0.235 0.265 0.192 0.548 0.338 0.258 0.443 0.329 0.219 0.535 0.272 0.266 0.312 0.456 0.414 0.370 0.155 0.292 0.100 0.414 0.207 0.258 0.432 0.251 0.122 0.246 0.340 0.209 0.380 0.452 0.365 0.486 0.154 0.198 0.319 0.398 0.208 0.245 0.398 0.395 0.334 0.344 0.272 0.311 0.150 0.466 0.302 0.270 0.560 0.258 0.540 0.641 0.154 0.236 0.444 0.307 0.237 0.265 0.328 0.290 0.219 0.223 0.373 0.340 0.382 0.219 0.651 0.293 0.415 0.235 0.352 0.207 0.256 0.236 0.265 0.267 0.105 0.237 0.128 0.220 0.237 0.249 0.237 0.354 0.447 0.209 0.445 0.525 0.148 0.202 0.178 0.286 0.246 0.228 0.287 0.345 0.173 0.200 0.152 0.311 0.180 0.235 0.242 0.281 0.258 0.235 0.209 0.371 0.324 0.218 0.488 0.299 0.126 0.190 0.295 0.364

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Superior y Sin Escolaridad Población Población Total migrante 1990 2000 1990 2000 0.463 0.325 0.556 0.666 0.718 0.705 0.632 0.639 0.334 0.278 0.472 0.642 0.436 0.556 0.556 0.652 0.305 0.279 0.349 0.399 0.419 0.415 0.523 0.493 0.387 0.411 0.314 0.604 0.209 0.222 0.450 0.293 0.279 0.301 0.451 0.347 0.497 0.516 0.522 0.639 0.213 0.308 0.398 0.535 0.298 0.368 0.541 0.497 0.376 0.413 0.327 0.435 0.167 0.222 0.321 0.355 0.663 0.679 0.627 0.670 0.244 0.334 0.410 0.376 0.309 0.282 0.487 0.352 0.315 0.337 0.450 0.405 0.584 0.545 0.917 0.739 0.521 0.584 0.544 0.379 0.322 0.273 0.375 0.458 0.100 0.066 0.000 0.183 0.386 0.456 0.393 0.537 0.562 0.533 0.585 0.626 0.127 0.285 0.273 0.485 0.323 0.327 0.476 0.401 0.217 0.231 0.338 0.400 0.278 0.300 0.338 0.577 0.324 0.365 0.300 0.506 0.383 0.309 0.553 0.455 0.150 0.245 0.363 0.481

Superior y Media Superior y Básica Población Población Población Población Delegación/Municipio Total migrante Total migrante 1990 2000 1990 2000 1990 2000 1990 2000 Tepotzotlán 0.122 0.135 0.290 0.206 0.266 0.163 0.257 0.366 Tequixquiac 0.183 0.140 0.464 0.220 0.263 0.174 0.423 0.328 Texcoco 0.165 0.201 0.247 0.257 0.394 0.203 0.312 0.425 Tezoyuca 0.166 0.115 0.278 0.256 0.129 0.199 0.430 0.346 Tizayuca 0.074 0.102 0.099 0.115 0.260 0.368 0.179 0.237 Tláhuac 0.084 0.089 0.356 0.121 0.134 0.415 0.324 0.266 Tlalmanalco 0.134 0.118 0.303 0.315 0.221 0.154 0.315 0.424 Tlalnepantla de Baz 0.192 0.221 0.219 0.241 0.391 0.157 0.352 0.481 Tlalpan 0.206 0.225 0.287 0.230 0.410 0.414 0.455 0.428 Tultepec 0.185 0.176 0.274 0.135 0.344 0.158 0.476 0.460 Tultitlán 0.113 0.124 0.131 0.149 0.343 0.118 0.275 0.307 Valle de Chalco Solidaridad 0.119 0.170 0.067 0.271 Venustiano Carranza 0.117 0.121 0.231 0.157 0.223 0.343 0.273 0.278 Villa del Carbón 0.175 0.177 0.198 0.307 0.479 0.133 0.547 0.486 Xochimilco 0.153 0.199 0.326 0.270 0.268 0.422 0.390 0.485 Zumpango 0.133 0.126 0.179 0.215 0.278 0.122 0.398 0.461 Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y 2000.

Superior y Sin Escolaridad Población Población Total migrante 1990 2000 1990 2000 0.368 0.445 0.362 0.527 0.345 0.328 0.464 0.468 0.501 0.495 0.455 0.504 0.229 0.307 0.563 0.425 0.426 0.424 0.353 0.439 0.197 0.295 0.469 0.437 0.307 0.275 0.544 0.618 0.558 0.593 0.490 0.585 0.540 0.525 0.592 0.511 0.475 0.579 0.655 0.661 0.576 0.518 0.458 0.490 0.242 0.380 0.312 0.347 0.401 0.383 0.609 0.659 0.700 0.615 0.353 0.417 0.508 0.544 0.398 0.387 0.563 0.569

Continuación de las comparaciones bigrupo entre estratos de escolaridad por delegación y municipio

Delegación/Municipio Acolman Álvaro Obregón Amecameca Apaxco Atenco Atizapán de Zaragoza Atlautla

Media y Básica Población Población Total migrante 1990 2000 1990 2000 0.152 0.164 0.182 0.207 0.217 0.198 0.300 0.216 0.201 0.224 0.257 0.227 0.193 0.199 0.316 0.260 0.142 0.125 0.508 0.243 0.341 0.358 0.311 0.347 0.184 0.236 0.488 0.299

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Media y Sin escolaridad Población Población Total migrante 1990 2000 1990 2000 0.156 0.236 0.291 0.319 0.337 0.293 0.450 0.350 0.278 0.325 0.399 0.391 0.272 0.260 0.540 0.441 0.167 0.212 0.500 0.327 0.533 0.469 0.560 0.448 0.284 0.354 0.589 0.478

Básica y Sin escolaridad Población Población Total migrante 1990 2000 1990 2000 0.186 0.196 0.175 0.213 0.138 0.117 0.267 0.225 0.117 0.160 0.235 0.387 0.090 0.079 0.415 0.399 0.078 0.101 0.328 0.173 0.208 0.134 0.291 0.176 0.139 0.155 0.327 0.315

Delegación/Municipio Axapusco Ayapango Azcapotzalco Benito Juárez Chalco Chiautla Chicoloapan Chiconcuac Chimalhuacan Coacalco de Berriozábal Cocotitlán Coyoacán Coyotepec Cuajimalpa de Morelos Cuauhtemoc Cuautitlán Cuautitlán Izcalli Ecatepec de Morelos Ecatzingo Gustavo A. Madero Huehuetoca Hueypoxtla Huixquilucan Isidro Fabela Ixtapaluca Iztacalco Iztapalapa Jaltenco Jilotzingo Juchitepec La Magdalena Contreras

Media y Básica Población Población Total migrante 1990 2000 1990 2000 0.286 0.285 0.475 0.362 0.217 0.161 0.450 0.250 0.123 0.142 0.225 0.169 0.086 0.084 0.129 0.088 0.232 0.204 0.237 0.217 0.183 0.182 0.276 0.248 0.107 0.073 0.221 0.070 0.104 0.025 0.053 0.092 0.136 0.114 0.203 0.131 0.120 0.166 0.146 0.137 0.087 0.099 0.212 0.170 0.181 0.240 0.236 0.217 0.126 0.127 0.236 0.165 0.140 0.114 0.257 0.120 0.146 0.175 0.206 0.184 0.210 0.206 0.138 0.187 0.245 0.257 0.199 0.249 0.216 0.228 0.213 0.247 0.134 0.161 0.391 0.329 0.158 0.204 0.237 0.253 0.316 0.165 0.129 0.146 0.247 0.198 0.212 0.319 0.418 0.265 0.335 0.233 0.208 0.133 1.000 0.210 0.227 0.308 0.302 0.285 0.106 0.123 0.220 0.157 0.186 0.193 0.300 0.236 0.145 0.224 0.096 0.271 0.167 0.099 0.303 0.208 0.077 0.172 0.701 0.470 0.198 0.183 0.331 0.244

156

Media y Sin escolaridad Población Población Total migrante 1990 2000 1990 2000 0.431 0.455 0.549 0.634 0.252 0.202 0.500 0.457 0.225 0.232 0.332 0.326 0.104 0.140 0.223 0.232 0.304 0.297 0.277 0.294 0.218 0.232 0.359 0.419 0.158 0.167 0.348 0.214 0.121 0.121 0.250 0.214 0.185 0.171 0.233 0.184 0.321 0.300 0.280 0.300 0.072 0.138 0.400 0.445 0.416 0.408 0.427 0.361 0.201 0.211 0.222 0.271 0.191 0.179 0.331 0.251 0.214 0.240 0.350 0.420 0.383 0.344 0.340 0.453 0.512 0.470 0.391 0.424 0.372 0.351 0.411 0.406 0.152 0.153 0.875 0.000 0.310 0.323 0.384 0.372 0.514 0.284 0.169 0.207 0.287 0.290 0.248 0.540 0.489 0.354 0.429 0.334 0.272 0.172 0.833 0.403 0.339 0.485 0.405 0.620 0.199 0.190 0.321 0.358 0.302 0.295 0.418 0.402 0.377 0.429 0.262 0.459 0.185 0.158 0.255 0.338 0.235 0.314 0.482 0.413 0.327 0.293 0.479 0.421

Básica y Sin escolaridad Población Población Total migrante 1990 2000 1990 2000 0.191 0.204 0.327 0.402 0.140 0.125 0.325 0.441 0.126 0.110 0.208 0.240 0.087 0.111 0.200 0.229 0.113 0.128 0.112 0.135 0.149 0.149 0.249 0.382 0.082 0.109 0.157 0.170 0.038 0.129 0.266 0.228 0.069 0.073 0.091 0.090 0.231 0.199 0.206 0.248 0.017 0.071 0.208 0.341 0.251 0.183 0.257 0.238 0.095 0.119 0.180 0.173 0.084 0.083 0.180 0.191 0.095 0.102 0.244 0.352 0.193 0.160 0.243 0.336 0.303 0.253 0.277 0.253 0.168 0.145 0.230 0.200 0.053 0.091 0.527 0.000 0.165 0.146 0.233 0.255 0.223 0.132 0.090 0.182 0.160 0.144 0.244 0.351 0.114 0.124 0.215 0.201 0.137 0.134 0.395 0.250 0.149 0.197 0.186 0.351 0.106 0.096 0.205 0.330 0.131 0.124 0.186 0.236 0.232 0.236 0.225 0.263 0.083 0.132 0.318 0.230 0.165 0.153 0.219 0.428 0.150 0.127 0.265 0.209

Delegación/Municipio La Paz Melchor Ocampo Miguel Hidalgo Milpa Alta Naucalpan de Juárez Nextlalpan Nezahualcóyotl Nicolás Romero Nopaltepec Otumba Ozumba Papalotla San Martín de las Pirámides Tecamac Temamatla Temascalapa Tenango del Aire Teoloyucan Teotihuacan Tepetlaoxtoc Tepetlixpa Tepotzotlán Tequixquiac Texcoco Tezoyuca Tizayuca Tláhuac Tlalmanalco Tlalnepantla de Baz Tlalpan Tultepec

Media y Básica Población Población Total migrante 1990 2000 1990 2000 0.112 0.171 0.234 0.282 0.223 0.156 0.341 0.266 0.203 0.161 0.226 0.227 0.216 0.112 0.234 0.180 0.113 0.316 0.259 0.310 0.332 0.150 0.279 0.199 0.130 0.127 0.237 0.174 0.126 0.146 0.185 0.161 0.151 0.139 0.185 0.333 0.089 0.341 0.546 0.184 0.377 0.175 0.382 0.268 0.182 0.040 0.322 0.055 0.062 0.245 0.236 0.212 0.310 0.263 0.279 0.284 0.096 0.109 0.161 0.226 0.248 0.139 0.401 0.242 0.134 0.088 0.268 0.237 0.123 0.153 0.244 0.246 0.201 0.184 0.223 0.259 0.211 0.173 0.272 0.270 0.143 0.153 0.134 0.383 0.219 0.214 0.194 0.230 0.212 0.155 0.282 0.185 0.248 0.252 0.183 0.257 0.117 0.111 0.265 0.224 0.255 0.207 0.183 0.188 0.083 0.153 0.266 0.214 0.150 0.151 0.372 0.278 0.239 0.280 0.196 0.295 0.228 0.246 0.361 0.257 0.239 0.307 0.291 0.371

157

Media y Sin escolaridad Población Población Total migrante 1990 2000 1990 2000 0.170 0.218 0.303 0.419 0.281 0.251 0.330 0.363 0.271 0.238 0.335 0.363 0.156 0.205 0.320 0.314 0.478 0.380 0.476 0.397 0.231 0.270 0.383 0.275 0.208 0.189 0.348 0.256 0.261 0.258 0.249 0.242 0.347 0.420 0.800 0.625 0.479 0.465 0.574 0.365 0.267 0.233 0.239 0.447 0.096 0.021 0.107 0.036 0.369 0.413 0.500 0.430 0.421 0.348 0.428 0.420 0.186 0.225 0.292 0.387 0.302 0.263 0.519 0.282 0.176 0.172 0.400 0.384 0.223 0.250 0.351 0.553 0.281 0.279 0.312 0.384 0.268 0.256 0.358 0.456 0.143 0.189 0.480 0.666 0.313 0.345 0.457 0.412 0.323 0.254 0.304 0.457 0.377 0.352 0.395 0.370 0.221 0.234 0.395 0.287 0.414 0.368 0.387 0.381 0.153 0.234 0.415 0.404 0.236 0.251 0.479 0.461 0.435 0.436 0.395 0.430 0.372 0.336 0.549 0.376 0.382 0.470 0.563 0.595

Básica y Sin escolaridad Población Población Total migrante 1990 2000 1990 2000 0.071 0.081 0.130 0.167 0.100 0.124 0.191 0.148 0.133 0.111 0.217 0.263 0.105 0.135 0.225 0.257 0.158 0.101 0.234 0.199 0.157 0.152 0.228 0.158 0.090 0.076 0.193 0.141 0.126 0.134 0.137 0.152 0.260 0.296 0.337 0.666 0.178 0.173 0.402 0.336 0.123 0.089 0.342 0.347 0.158 0.061 0.128 0.037 0.159 0.197 0.214 0.263 0.153 0.126 0.185 0.197 0.122 0.146 0.296 0.247 0.124 0.159 0.261 0.213 0.080 0.127 0.346 0.409 0.117 0.109 0.203 0.333 0.099 0.138 0.175 0.278 0.141 0.137 0.356 0.266 0.057 0.080 0.456 0.445 0.115 0.153 0.294 0.251 0.160 0.130 0.265 0.366 0.170 0.156 0.306 0.235 0.149 0.168 0.173 0.156 0.194 0.180 0.232 0.241 0.096 0.105 0.295 0.236 0.124 0.168 0.479 0.422 0.216 0.176 0.240 0.215 0.173 0.122 0.327 0.202 0.168 0.177 0.375 0.249

Media y Básica Media y Sin escolaridad Población Población Población Población Delegación/Municipio Total migrante Total migrante 1990 2000 1990 2000 1990 2000 1990 2000 Tultitlán 0.280 0.241 0.179 0.208 0.526 0.456 0.400 0.443 Valle de Chalco Solidaridad 0.116 0.176 0.167 0.266 Venustiano Carranza 0.131 0.159 0.214 0.158 0.225 0.241 0.387 0.297 Villa del Carbón 0.400 0.440 0.513 0.393 0.553 0.572 0.728 0.567 Xochimilco 0.157 0.166 0.286 0.257 0.237 0.256 0.402 0.369 Zumpango 0.220 0.197 0.395 0.322 0.368 0.309 0.578 0.489 Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y 2000.

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Básica y Sin escolaridad Población Población Total migrante 1990 2000 1990 2000 0.258 0.225 0.261 0.266 0.078 0.157 0.113 0.116 0.276 0.246 0.289 0.242 0.439 0.401 0.108 0.122 0.269 0.243 0.173 0.135 0.294 0.296

Anexo 16. Comparaciones bigrupo entre cada estrato de escolaridad y el resto

Delegación/Municipio Acolman Álvaro Obregón Amecameca Apaxco Atenco Atizapán de Zaragoza Atlautla Axapusco Ayapango Azcapotzalco Benito Juárez Chalco Chiautla Chicoloapan Chiconcuac Chimalhuacan Coacalco de Berriozábal Cocotitlán Coyoacán Coyotepec Cuajimalpa de Morelos Cuauhtemoc Cuautitlán Cuautitlán Izcalli Ecatepec de Morelos Ecatzingo Gustavo A. Madero Huehuetoca Hueypoxtla

Superior y el Resto Media y el Resto Básica y el Resto Población Población Población Población Población Población Total migrante Total migrante Total migrante 1990 2000 1990 2000 1990 2000 1990 2000 1990 2000 1990 2000 0.217 0.182 0.311 0.283 0.127 0.147 0.163 0.180 0.151 0.155 0.120 0.181 0.400 0.414 0.404 0.374 0.154 0.120 0.255 0.190 0.232 0.279 0.264 0.301 0.312 0.321 0.304 0.370 0.192 0.197 0.216 0.178 0.092 0.182 0.209 0.219 0.374 0.285 0.488 0.306 0.191 0.189 0.309 0.241 0.055 0.125 0.281 0.211 0.164 0.158 0.365 0.439 0.137 0.122 0.510 0.237 0.084 0.094 0.183 0.201 0.483 0.516 0.456 0.515 0.268 0.220 0.227 0.194 0.273 0.404 0.310 0.447 0.315 0.330 0.529 0.422 0.187 0.242 0.433 0.256 0.102 0.071 0.359 0.289 0.315 0.308 0.363 0.408 0.314 0.296 0.474 0.366 0.136 0.091 0.187 0.210 0.287 0.243 0.383 0.347 0.207 0.149 0.455 0.263 0.114 0.135 0.217 0.218 0.218 0.215 0.309 0.255 0.093 0.079 0.195 0.100 0.127 0.174 0.204 0.220 0.136 0.154 0.136 0.151 0.037 0.065 0.117 0.121 0.128 0.144 0.132 0.118 0.370 0.333 0.369 0.372 0.237 0.191 0.232 0.193 0.085 0.142 0.106 0.187 0.236 0.294 0.332 0.453 0.168 0.144 0.256 0.185 0.125 0.199 0.258 0.321 0.152 0.120 0.121 0.142 0.107 0.075 0.235 0.075 0.054 0.049 0.069 0.068 0.081 0.058 0.293 0.118 0.099 0.022 0.091 0.093 0.052 0.045 0.138 0.074 0.188 0.196 0.255 0.232 0.141 0.113 0.206 0.126 0.044 0.066 0.068 0.096 0.211 0.218 0.238 0.210 0.095 0.100 0.103 0.078 0.127 0.193 0.171 0.174 0.088 0.103 0.111 0.216 0.079 0.089 0.224 0.177 0.054 0.085 0.070 0.100 0.333 0.346 0.341 0.298 0.105 0.103 0.175 0.143 0.238 0.317 0.256 0.286 0.141 0.230 0.303 0.367 0.140 0.127 0.225 0.168 0.067 0.080 0.159 0.124 0.286 0.332 0.319 0.280 0.114 0.082 0.217 0.133 0.150 0.205 0.198 0.212 0.262 0.309 0.290 0.331 0.084 0.077 0.143 0.122 0.191 0.254 0.230 0.301 0.289 0.277 0.287 0.177 0.208 0.158 0.128 0.136 0.120 0.211 0.168 0.186 0.394 0.396 0.345 0.383 0.203 0.164 0.140 0.136 0.227 0.305 0.241 0.316 0.304 0.299 0.294 0.308 0.208 0.194 0.195 0.201 0.105 0.203 0.147 0.236 0.136 0.240 0.000 0.512 0.139 0.155 0.516 0.319 0.048 0.080 0.430 0.363 0.279 0.292 0.357 0.342 0.127 0.134 0.208 0.162 0.145 0.228 0.203 0.292 0.315 0.215 0.079 0.254 0.337 0.165 0.131 0.130 0.096 0.088 0.062 0.137 0.408 0.245 0.422 0.455 0.238 0.207 0.199 0.339 0.146 0.095 0.153 0.221

Sin escolaridad y el Resto Población Población Total migrante 1990 2000 1990 2000 0.179 0.201 0.199 0.244 0.219 0.234 0.326 0.322 0.139 0.198 0.292 0.408 0.113 0.114 0.476 0.426 0.081 0.125 0.343 0.203 0.328 0.313 0.399 0.338 0.150 0.183 0.352 0.357 0.199 0.231 0.350 0.429 0.149 0.127 0.306 0.444 0.165 0.185 0.241 0.304 0.094 0.141 0.203 0.233 0.124 0.161 0.119 0.167 0.156 0.166 0.220 0.429 0.088 0.118 0.170 0.171 0.050 0.122 0.283 0.213 0.074 0.086 0.096 0.100 0.262 0.248 0.222 0.276 0.006 0.074 0.224 0.367 0.350 0.359 0.359 0.348 0.101 0.138 0.171 0.184 0.114 0.151 0.218 0.251 0.157 0.205 0.304 0.410 0.230 0.241 0.268 0.386 0.368 0.367 0.316 0.359 0.209 0.216 0.275 0.279 0.053 0.089 0.542 0.000 0.218 0.240 0.276 0.316 0.244 0.161 0.096 0.194 0.162 0.153 0.255 0.380

Delegación/Municipio Huixquilucan Isidro Fabela Ixtapaluca Iztacalco Iztapalapa Jaltenco Jilotzingo Juchitepec La Magdalena Contreras La Paz Melchor Ocampo Miguel Hidalgo Milpa Alta Naucalpan de Juárez Nextlalpan Nezahualcóyotl Nicolás Romero Nopaltepec Otumba Ozumba Papalotla San Martín de las Pirámides Tecamac Temamatla Temascalapa Tenango del Aire Teoloyucan Teotihuacan Tepetlaoxtoc Tepetlixpa Tepotzotlán

Superior y el Resto Media y el Resto Básica y el Resto Sin escolaridad y el Resto Población Población Población Población Población Población Población Población Total migrante Total migrante Total migrante Total migrante 1990 2000 1990 2000 1990 2000 1990 2000 1990 2000 1990 2000 1990 2000 1990 2000 0.623 0.612 0.505 0.542 0.292 0.138 0.161 0.138 0.374 0.400 0.396 0.400 0.259 0.264 0.344 0.306 0.253 0.230 0.257 0.552 0.218 0.129 0.960 0.212 0.100 0.090 0.325 0.154 0.143 0.136 0.389 0.281 0.341 0.332 0.435 0.264 0.230 0.283 0.284 0.249 0.117 0.241 0.167 0.243 0.166 0.286 0.222 0.463 0.214 0.195 0.262 0.203 0.079 0.069 0.204 0.080 0.115 0.152 0.174 0.206 0.145 0.152 0.217 0.346 0.307 0.289 0.409 0.310 0.161 0.144 0.283 0.163 0.140 0.201 0.177 0.252 0.178 0.198 0.233 0.316 0.164 0.216 0.111 0.321 0.157 0.213 0.096 0.180 0.043 0.166 0.066 0.294 0.252 0.295 0.233 0.361 0.202 0.160 0.406 0.233 0.167 0.099 0.253 0.203 0.077 0.070 0.294 0.162 0.084 0.134 0.284 0.247 0.153 0.160 0.360 0.211 0.110 0.185 0.666 0.443 0.102 0.058 0.250 0.331 0.174 0.179 0.163 0.367 0.372 0.379 0.348 0.425 0.141 0.108 0.277 0.125 0.205 0.252 0.222 0.361 0.229 0.233 0.336 0.405 0.158 0.233 0.319 0.349 0.114 0.151 0.232 0.248 0.039 0.140 0.086 0.243 0.084 0.113 0.152 0.245 0.209 0.241 0.420 0.371 0.205 0.144 0.227 0.255 0.064 0.123 0.111 0.192 0.117 0.160 0.218 0.188 0.304 0.319 0.240 0.259 0.125 0.095 0.174 0.208 0.248 0.254 0.217 0.252 0.185 0.216 0.246 0.335 0.143 0.151 0.265 0.251 0.106 0.102 0.247 0.168 0.077 0.093 0.193 0.164 0.104 0.150 0.226 0.263 0.542 0.567 0.512 0.569 0.253 0.177 0.194 0.150 0.306 0.402 0.337 0.444 0.278 0.256 0.340 0.323 0.161 0.192 0.424 0.299 0.135 0.148 0.248 0.197 0.097 0.084 0.174 0.134 0.160 0.176 0.233 0.176 0.236 0.203 0.323 0.250 0.118 0.099 0.157 0.131 0.079 0.128 0.150 0.184 0.119 0.121 0.248 0.191 0.229 0.225 0.380 0.325 0.162 0.141 0.176 0.148 0.070 0.098 0.112 0.151 0.139 0.162 0.153 0.167 0.415 0.286 0.663 0.280 0.142 0.169 0.560 0.300 0.186 0.093 0.222 0.294 0.270 0.323 0.375 0.667 0.422 0.465 0.380 0.193 0.384 0.330 0.408 0.174 0.118 0.197 0.269 0.155 0.199 0.217 0.414 0.332 0.255 0.199 0.273 0.243 0.182 0.160 0.298 0.248 0.086 0.128 0.267 0.213 0.140 0.118 0.294 0.354 0.079 0.106 0.083 0.200 0.036 0.021 0.185 0.013 0.116 0.070 0.153 0.109 0.145 0.037 0.063 0.028 0.252 0.276 0.237 0.353 0.235 0.241 0.337 0.208 0.051 0.128 0.120 0.147 0.178 0.240 0.260 0.321 0.441 0.408 0.437 0.476 0.287 0.216 0.246 0.229 0.166 0.251 0.195 0.284 0.198 0.199 0.250 0.268 0.136 0.147 0.158 0.264 0.097 0.114 0.169 0.227 0.091 0.069 0.134 0.151 0.121 0.168 0.291 0.290 0.253 0.245 0.308 0.326 0.254 0.138 0.411 0.227 0.091 0.096 0.164 0.179 0.129 0.173 0.268 0.216 0.173 0.129 0.147 0.293 0.134 0.083 0.273 0.213 0.047 0.073 0.143 0.235 0.091 0.140 0.349 0.399 0.192 0.187 0.245 0.238 0.134 0.152 0.251 0.240 0.054 0.082 0.136 0.176 0.127 0.140 0.203 0.397 0.252 0.244 0.207 0.338 0.196 0.168 0.210 0.225 0.100 0.144 0.110 0.232 0.123 0.169 0.207 0.306 0.327 0.220 0.488 0.263 0.214 0.169 0.237 0.267 0.099 0.099 0.268 0.223 0.149 0.157 0.339 0.323 0.125 0.206 0.268 0.346 0.139 0.146 0.173 0.373 0.069 0.107 0.202 0.250 0.058 0.080 0.448 0.478 0.270 0.286 0.241 0.315 0.220 0.193 0.220 0.175 0.078 0.163 0.148 0.231 0.142 0.210 0.307 0.315

160

Superior y el Resto Media y el Resto Básica y el Resto Población Población Población Población Población Población Delegación/Municipio Total migrante Total migrante Total migrante 1990 2000 1990 2000 1990 2000 1990 2000 1990 2000 1990 2000 Tequixquiac 0.267 0.227 0.404 0.298 0.217 0.147 0.279 0.164 0.090 0.111 0.253 0.212 Texcoco 0.387 0.362 0.302 0.369 0.214 0.190 0.167 0.170 0.179 0.254 0.213 0.282 Tezoyuca 0.131 0.189 0.438 0.332 0.128 0.105 0.266 0.212 0.064 0.086 0.108 0.164 Tizayuca 0.265 0.241 0.168 0.211 0.254 0.198 0.181 0.173 0.097 0.137 0.116 0.142 Tláhuac 0.135 0.188 0.337 0.200 0.081 0.123 0.276 0.155 0.056 0.147 0.212 0.205 Tlalmanalco 0.220 0.213 0.309 0.378 0.142 0.126 0.339 0.238 0.089 0.162 0.293 0.301 Tlalnepantla de Baz 0.386 0.401 0.342 0.399 0.200 0.186 0.158 0.160 0.188 0.302 0.207 0.352 Tlalpan 0.394 0.386 0.428 0.345 0.143 0.120 0.280 0.133 0.257 0.325 0.312 0.344 Tultepec 0.344 0.362 0.463 0.359 0.235 0.272 0.257 0.294 0.103 0.248 0.243 0.346 Tultitlán 0.339 0.277 0.265 0.256 0.273 0.213 0.158 0.174 0.133 0.204 0.151 0.200 Valle de Chalco Solidaridad 0.195 0.259 0.115 0.170 0.062 0.124 Venustiano Carranza 0.215 0.225 0.262 0.227 0.100 0.095 0.203 0.085 0.129 0.186 0.183 0.198 Villa del Carbón 0.519 0.548 0.521 0.466 0.445 0.449 0.497 0.368 0.253 0.176 0.344 0.298 Xochimilco 0.263 0.307 0.400 0.420 0.123 0.095 0.258 0.118 0.144 0.213 0.209 0.352 Zumpango 0.291 0.272 0.380 0.397 0.237 0.187 0.376 0.272 0.099 0.132 0.257 0.303 Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Vivienda de 1990 y 2000.

161

Sin escolaridad y el Resto Población Población Total migrante 1990 2000 1990 2000 0.169 0.150 0.274 0.386 0.220 0.236 0.356 0.291 0.156 0.187 0.203 0.172 0.220 0.230 0.260 0.274 0.105 0.156 0.303 0.320 0.141 0.182 0.481 0.441 0.289 0.310 0.298 0.343 0.277 0.271 0.403 0.349 0.204 0.278 0.435 0.402 0.316 0.311 0.302 0.337 0.088 0.178 0.157 0.183 0.297 0.279 0.297 0.265 0.476 0.439 0.157 0.204 0.303 0.336 0.193 0.177 0.345 0.358

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