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Al rezar el santo Rosario, podemos “Comprender a Cristo desde María” Cristo es el maestro por excelencia, el revelador y la revelación. No se trata sólo de comprender las cosas que Él ha enseñado, sino de comprenderle a Él. Pero en esto, ¿qué maestra más experta que María? Si en el ámbito divino el Espíritu es el Maestro interior que nos lleva a la plena verdad de Cristo, entre las criaturas nadie mejor que Ella conoce a Cristo, nadie como su Madre puede introducirnos en su conocimiento profundo del misterio. ¿Qué aprendía de este párrafo de SS Juan Pablo II? El primero de los “signos” llevado a cabo por Jesús -la transformación del agua por el vino en las bodas de Caná- nos muestra a María precisamente como maestra, mientras exhorta a los criados a ejecutar las disposiciones de Cristo. Y podemos imaginar que ha desempeñado esta función con los discípulos después de la Ascensión de Jesús, cuando se quedó con ellos esperando el Espíritu Santo y los confortó en la primera misión. Recorrer con María las escenas del Rosario es como ir a la “escuela” de María para leer a Cristo, para penetrar sus secretos, para entender su mensaje. De la carta de SS Juan Pablo II sobre el santo Rosario Roma, octubre 200
Santuario de la Congregación de Nuestra Señora de Guadalupe. Diócesis de Querétaro, Tel 442-2 12 07 32
FLORES MAYO para la REINA de MAYO 1. Estamos en el mes de mayo, mes de María, mes de las flores; y nuestro corazón de hijos quiere darle un regalo cada día de este mes a nuestra santa Madre, que manifieste nuestro amor por Ella. El seminarista pallotino alemán, José Engling, quien perteneció al grupo de seminaristas fundadores del Movimiento de Schoenstatt, tuvo que pelear en los frentes de Rusia y Francia en la primera guerra mundial, pero de ninguna manera quiso dejar de ofrecer flores a María santísima en su mes, por lo que tuvo la idea de ofrecerle flores espirituales a la Reina de mayo, pues estaba impedido para ofrecerle flores naturales por estar en la línea de fuego. Reflexiono si alguna vez de niño me llevaron a ofrecer flores a la santísima Virgen y cual fue mi experiencia.
2.Nosotros vivimos en una época acelerada y materializada que poco piensa en Dios, en María santísima y no tiene tiempo para ofrecerles flores como muestra de amor. Por eso aplicamos a nuestro tiempo esta idea de José Engling y vamos a ofrecer flores espirituales a la Reina de Mayo. Él dio a cada flor un sentido simbólico que expresara su veneración y lucha por imitar a su santa Madre. Veámoslo a continuación para imitarlo. 1.Rosa del amor: te ofreceré una rosa cada vez que te rece el rosario, te recuerde por medio de alguna jaculatoria, o me consagre a ti; cuando te visite en tu santuario o te salude en tu imagen; te ofreceré una rosa cada vez que lea la Biblia, al hacer un acto de amor a ti y cuando hable a otros sobre ti y los invite a amarte y honrarte. 2. Violeta de la humildad y sencillez: te la ofreceré cada vez que mortifique mi orgullo en el trato con los demás, al soportar las ofensas y contrariedades de la vida; cuando reconozca que mis éxitos se los debo a Dios y después a mi esfuerzo humano
José Englig escribió en 1916 3. El No me olvides del fiel cumplimiento del deber: te lo ofreceré cuando haga perfectamente mis obligaciones en el trabajo y en la escuela o universidad y no al “hay se va”, cuando sea puntual, cuando estudie con ahínco y sea buen mexicano. Hacer especialmente bien mis trabajos en mi casa. 4. Lirio de la pureza y la modestia: al cuidar mis ojos de los bombardeos de lujuria, impureza y pornografía, al consagrarme a ti en cuerpo y alma, al alejarme de lugares, personas y ocasiones de impureza. Evitar, a toda costa, conversaciones de doble sentido o morbosas. Ofrecer la sagrada Comunión. 5. Pasionaria del amor al sacrificio: renunciando a buscar mi comodidad, aceptando con amor las contrariedades y sacrificios normales de la vida, levantarme puntual, sobrellevar los defectos de mis prójimos, domino de mí mismo en la mesa, ofrecerte un sacrificio especial en tu mes, como no tomar refresco, no ir al cine, no fumar, etc. Al final del mes de mayo José Engling había apuntado para su Reina más de 2 mil flores.¿ Me gustaría intentar juntar 100 flores para mi santa Madre? Digo qué pienso sobre esta idea de ofrecerle yo flores este mayo a mi santa Madre. 3.A continuación tenemos un calendario del mes de mayo donde puedo apuntar diariamente las flores de mi corazón para mi Santa Madre de Dios y Madre mía, el día 31 de mayo te traeré con todo mi amor a su santuario de la Congregación las flores que haya conquistada para ti.
Flores de mayo del jardín de mi corazón, puestas a los pies de la Reina de mayo en su mes: Mayo’13
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Rosa Violeta No me ol Lirio Pasionaria
Mayo’13
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Rosa Violeta No me ol Lirio Pasionaria
En medio del fragor de la primera fuera mundial, el seminarista José Engling tuvo una gran amor a la Virgen María y fue apuntando diariamente sus flores ofrecidas a su santa Madre-¿Cuándo iniciaré a cultivar el jardín de mi corazón para la Reina de mayo? ¿Me gustaría sacarle una copia a esta hoja y pasarla a otras personas, contándoles de mi experiencia? ¿A quienes?
3. ¿Qué sentirá nuestro Señor Jesucristo, hijo de María santísima al contemplar que honramos a su Madre Plática del 1° de mayo Queridos hermanos este primer día del mes de mayo, mes de maría mes de las flores se abre para nosotros una gran oportunidad para conocer,, amar y honrar a la Madre de Nuestro Señor Jesucristo que es también nuestra santísima Madre. En el mundo entero los católicos iniciamos llenos de gozo este mes de María; llenos de gozo pues nuestro corazón arde en amor a Ella y a su divino Hijo. En todo el mundo católico este mes de mayo los corazones de los hijos de la santísima Virgen hacen un esfuerzo especial por demostrar y crecer en su amor. Por lo tanto al terminar esta peregrinación por la calles de nuestra amada ciudad de Querétaro, queremos reflexionar un poco sobre los sentimientos de María santísima. Queremos preguntarnos 1. ¿Qué sentirá María santísima al ver que sus hijos hemos hecho una procesión para inaugurar el mes de mayo en su honor? Repetimos 2. ¿Qué sentimos nosotros al haber apartado esta tarde para venirle a mostrar nuestro amor a María santísima? Repetimos.
Podemos estar seguros que hoy eneste santuario y en este momento la santísima madre está derramando un torrente de gracias sobre todos los que estamos aquí, por lo tanto abramos nuestro corazón, y pidamos con todo a humildad la gracia a de amar más a nuestra Madre santísima. Hora nos preguntamos: 4.¿Que nos pedirá la Virgen a nosotros respecto de todos sus hijos que no vienen a verla? Repetimos 5. ¿Qué nos pedirá nuestro Señor Jesucristo en este mes de mayo, mes de su mamá? Ahora vamos a terminar honrando al Señor Jesús haciendo nuestra procesión dentro del templo con el santísimo sacramento. Hacemos la exposición e inmediatamente continuamos con la procesión.
dirigir las almas de los aspirantes al sacerdocio estando ellos en las trincheras en distintos países europeos.
100 años de la fundación del movimiento de Schoenstatt en Alemania y 40 años de Schoenstatt en Querétaro. El pequeño pero hermoso santuario de la Madre, Reina y Vencedora tres veces Admirable de Schoenstatt, ubicado en Los Olveras, y enclavado en el municipio de Corregidora es un lugar de visita obligado para propios y extraños. Su encanto natural y sobrenatural lo han convertido en uno de los más importantes centros de peregrinación de toda la diócesis de Querétaro. Justo en el año 2014 se cumplirá dos aniversarios: 1° 100 años de la fundación de este Movimiento mariano a orillas del río Rhin, en el pintoresco valle de Schoenstatt. Corría el año 1914. La primera guerra mundial había sido declarada. Alemania estaba entre las naciones beligerantes y los seminaristas de la comunidad de los padres palotinos que tenía su casa de formación en este hermosos valle deberían ir al frente de Guerra. El joven sacerdote padre José Kentenich era su director espiritual y se preguntaba cómo podría
Inspirado por el Espíritu Santo invitó a los seminaristas que partirían a la guerra a hacer una Alianza de Amor con la Santísima Virgen. Para esto los reunió en la abandonada capilla de san Miguel arcángel, de construcción medieval, pero que en ese momento era utilizada sólo para guardar las herramientas del jardinero. En esta capillita, que hoy es el santuario de Schoenstatt los invitó: a mostrarle con obras a la santísima Virgen que la amaban, a cumplir fielmente su deber, a ser magnánimos subiendo las exigencias a sí mismos y abandonar toda mediocridad, a intensificar su vida de oración con Dios, a educarse a sí mismos sin necesidad de que alguien los supervisara, sino ellos tomarían bajo su responsabilidad su autoeducación. Y todo esto llevarlo como un regalo de amor hasta la capillita de san Miguel para que la santísima Virgen bajara a ese lugar, ahí se estableciera y la transformara en un lugar de gracias y de peregrinación. Los seminaristas se fueron a la guerra y cumplieron con su compromiso, de tal manera que la Virgen santísima pudo descender a la capillita abandonada de san Miguel y convertirla en un santuario. Los seminaristas palotinos que estaban en la guerra conquistaron para la Virgen a seminaristas diocesanos. Más tarde se fundarían las hermanas y los hermanos de María. Después los matrimonios y los enfermos. Así se formó la familia internacional de Schoenstatt. Dos momentos trascendentales tuvo que vivir el p. José Kentenich: en la segunda guerra mundial, bajo el tercer Reich de Hitler fue confinado en el campo de concentración de Dachau hasta que fue liberado por los aliados en 1945. Además el Santo Oficio de Roma lo exilió a Estados Unidos durante catorce años hasta que fue liberado por el papa Paulo VI en 1966.
2° aniversario: 40 años de la llegada del movimiento de Schoenstatt a Querétaro. Justo en octubre de 1966 la diócesis de Querétaro envió a Roma a estudiar filosofía y teología al seminarista queretano Juan Manuel Pérez Romero que por entonces contaba con 18 años de edad. En el tardo verano de 1968 estaba en una parroquia en Alemania donde conoció a unos seminaristas brasileños pero que pertenecían al Movimiento de Schoenstatt. Al trabar amistad con ellos lo invitaron a que fura al valle de Schoenstatt a conocer personalmente al p. José Kentenich. Pero después de celebrar Misa, murió en la sacristía el 15 de septiembre de 1968, por lo que el seminarista queretano fue entonces invitado a su funeral a orillas del río Rhin. Debido a que en ese entonces no había aprendido la lengua alemana el joven seminarista que tenía ya con veinte años, trató de asimilar todo con los ojos y el corazón. El misa del funeral, presidida por el obispo, de la ciudad de Muenster, Heinrich Tenhumberg fue en la iglesia de la santísima Trinidad ubicada en la cumbre del monte Sión. La gente había venido del todo el mundo occidental, se hablaban muchos idiomas pero había un solo corazón. Reinaba el amor a Cristo, a su Iglesia, a la santísima Virgen y a los hermanos; dentro de los cuales se encontraba el seminarista queretano para quien la estadía los alimentos fueron gratis, además que un autobús de suizos lo llevó medio camino de regreso a Roma. Ese día el joven Juan Manuel Pérez Romero sintió que Dios lo llamaba a formar parte del movimiento de Schoenstatt. Finalmente regresó a la diócesis de Querétaro donde se ordenó sacerdote justo en Pentecostés de 1974. Inmediatamente le ordenaron impartir clases en el seminario conciliar y cuando llegó la fecha de los ejercicios espirituales para los seminaristas, en septiembre del mismo año, lo invitaron a predicarlos. En ellos expuso la espiritualidad mariana de Schoenstatt y para octubre varios
sacerdotes de los superiores del seminario y un grupo de ocho seminaristas iniciaron el movimiento de Schoenstat en Querétaro, siendo al mismo tiempo el inicio de este movimiento en toda nuestra patria. Inmediatamente empezaron la búsqueda de un sitio adecuado para construir el santuario. El lugar debería corresponder al significado en alemán del nombre “Schoen- statt”, que en castellano significa “ hermoso lugar”. La generosidad del señor Guillermo Múzquiz, padre del sacerdote del mismo nombre permitió construir el santuario en un predio justo antes de llegar a la comunidad de Los Olvera, donde fue consagrado por el señor Obispo don Alfonso Toriz Cobián el 18 de octubre de 1980.