Story Transcript
Fracking
Una técnica controversial
Lesión en la médula Nueva luz sobre un antiguo padecer
Agroquímicos Arañas versus pesticidas
Carbono magnético
Investigan propiedades del grafito y grafeno
Tabla Periódica
Historia y análisis de su conformación
Troncos petrificados
en Cerro Largo tendrían 270 millones de años
Nº 17 Marzo 2014
URUGUAY CIENCIA Fractura hidráulica de yacimientos
La fractura hidráulica es un método que se usa hace mucho para mejorar la producción de petróleo y gas. La técnica se usa ahora también en yacimientos no convencionales, volviéndose imprescindible en estos casos y más riesgosa. Por Guido Fava Página 4
Arañas versus agroquímicos
Un equipo de investigadores trabaja junto a productores de soja en busca de la resolución de problemas prácticos que surgen del manejo de plagas en sus cultivos, buscando las condiciones en que los depredadores naturales puedan actuar mejor. Por Carmen Viera Página 8
Lesión medular
La dura realidad que padecen miles de personas afectadas por enfermedades o traumatismos que les han dañado diferentes zonas del cerebro o de la médula espinal está mejorando gracias a nuevos conocimientos y avances terapéuticos. Por Omar Trujillo Cenóz Página 10
Meteoritos
Las estrellas fugaces, los bólidos como el que hace un año se vió en el cielo de Cheliabinsk, Rusia, estallando a una altura 20 kilómetros, son rocas que vienen del espacio cuya aparición se busca prever para poder tomar las precauciones del caso. Por Mario Manzanares Página 20
Libros
Se comentan los libros “A tale of seven elements” por Eric Scerri, “La danza de Shiva Volumen I” de Juan Grompone y “Ciencia on the record” libro que reúne entrevistas a investigadores uruguayos realizadas por estudiantes de LICOM. Página 22
Rompecabezas Matemáticos
Esta es una sección constante. En todos los números se incluyen problemas para pensar y en el siguiente número se da la solución. Presentamos un nuevo problema: Quemando cuerdas para medir el tiempo. Por Antonio Montalbán Página 23
Filosofía de la Química
Del 31 de julio al 2 de agosto de 2013 se llevó a cabo entre Montevideo y Fray Bentos, un Simposio Internacional de Filosofía de la Química organizado por el grupo interdisciplinario de Historia y Filosofía de la Química de la Universidad de la República. Por Patricia Linn Página 24
Carbono magnético
Un grupo de investigadores uruguayos ha producido un material de carbono con propiedades magnéticas y ahora estudia materiales de grafeno, prediciendo las propiedades magnéticas de éstos al hacerle ciertas modificaciones. Por Álvaro Mombrú y otros Página 26
Sobre una única óptima tabla periódica
La Tabla Periódica es uno de los más poderosos íconos de la química ya que captura su esencia con un diseño elegante. Actualmente hay debates en curso con relación a la mejor forma de presentar el sistema o ley periódica. Por Eric Scerri Página 30
Maderas petrificadas
Recientemente se ha identificado un grupo de rocas en Cerro Largo como troncos fósiles. El hallazgo parecería representar un bosque de al menos 270 millones de años, que constituiría el primer registro de un bosque petrificado en Uruguay. Por Alejandro Ramos y otros Página 34
CONVENIOS ORT Uruguay informa sobre las “XVI Jornadas Estudiantiles de la Facultad de Ingeniería”, llevadas a cabo el 24 de setiembre, junto a la “XIII edición del Concurso ORT de Programación” y la “VIII Feria de Empleo TIC”, las que como es usual, convocaron gran cantidad de estudiantes Página 14 El Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas, PEDECIBA, informa sobre el estado actual del sistema nacional de investigación. Este está registrando avances muy significativos en lo concerniente a la calidad del trabajo de creación de conocimiento de sus investigadores. Página 16 LATU informa el desarrollo y resultados de un proyecto de investigación en el que un grupo de su analistas e investigadores analizaron, junto a integrantes de otras instituciones, la presencia de disruptores endócrinos en costas del Río Uruguay en el departamento de Rio Negro. Página 18
Filosofía de la Química
Sobre una única óptima
Tabla Periódica Por Eric Scerri*
La Tabla Periódica es uno de los más poderosos íconos de la química ya que captura su esencia con un diseño elegante. El ordenamiento de todos los elementos conocidos en dicha tabla proporciona una forma concisa de entender cómo reaccionan entre sí y cómo se enlazan químicamente, ayudando a explicar las propiedades de cada elemento que lo hacen reaccionar de la manera en que lo hace. El descubridor líder, considerado el creador de la tabla periódica, fue el químico ruso Dimitri Mendeleiev, pero hubo varios precursores, y actualmente hay debates en curso con relación a la mejor forma de presentar el sistema o ley periódica, y sobre si existe realmente una ‘mejor forma’ de hacerlo. La tabla periódica de los elementos recibe ese nombre debido a que muestra en forma gráfica cómo ciertas propiedades de las sustancias químicas se repiten después de intervalos regulares. En la tabla moderna de 118 elementos, cada uno está colocado a lo largo de filas o hileras ordenadas de acuerdo con su número atómico creciente -el número de protones en el núcleo de un átomo de cada elemento. Existen siete filas, cada una conforma un período. La longitud de los períodos varía: el primero tiene dos elementos, los siguientes dos tienen ocho cada uno, luego en los siguientes dos períodos 18 y 32 respectivamente. Las columnas verticales forman grupos (de los cuales hay 18) basados en propiedades químicas similares que están relacionadas con el número de electrones en la
Dimitri Mendeleiev (1834-1907)
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capa exterior de los átomos, también llamada capa de valencia. Por ejemplo, en el grupo 17, el grupo de los halógenos que contiene al flúor, el cloro, el bromo, el iodo, etc., a todos les falta un electrón para llenar sus capas de valencia, todos tienden a adquirir electrones durante las reacciones, y todos forman ácidos con el hidrógeno. Se han hecho muchos cambios a la tabla desde que, en 1869, se publicó la primera de Mendeleiev que mostraba ocho grupos, 12 filas y 66 elementos, pero la tabla de Mendeleiev tampoco surgió del vacío. Los historiadores de la química han reconocido desde hace tiempo dos ideas que contribuyeron a la evolución del sistema periódico: la noción de tríadas de elementos y la hipótesis de Prout.
Tríadas
En 1817 el químico alemán Johann Döbereiner notó que varios grupos de tres elementos formaban tríadas con dos características interesantes. El elemento del medio no solo tenía reactividad química intermedia, sino que también tenía un peso atómico intermedio. A diferencia de número atómico, un valor que aún no había sido consolidado, el peso atómico se medía desde principios de 1800. La idea era determinar el peso de cada unidad indivisible de la materia en relación con el hidrógeno, cuyo peso se tomó como 1,00. Debido a que las fórmulas para muchos compuestos eran desconocidas, los pesos atómicos se continuaron midiendo imprecisamente por algún tiempo. Un ejemplo de una tríada es la formada por azufre, selenio y telurio. El azufre en la época de Döbereiner tenía asignado un peso atómico de 32.239, mientras que el del telurio era 129.243; el promedio de ambos es 80.741, cercano al valor medido entonces del selenio, 79.264.
Sobre una única óptima Tabla Periódica - Eric Scerri
La importancia de ese descubrimiento radicó en la asociación de propiedades químicas cualitativas, tales como el grado de reactividad, con datos numéricos de los elementos. Ello sugería que podía haber algún orden numérico subyacente que sirviera para relacionar los elementos entre sí en forma sistemática. Otros químicos descubrieron todavía más tríadas y empezaron a hacer tablas que pretendían relacionar a éstas entre sí. Pero algunas de estas contribuciones degeneraron en mera numerología, especialmente cuando descuidaron las relaciones de semejanza en el comportamiento químico de los elementos. Por ejemplo, el químico alemán Ernst Lenssen sugirió, en 1857, la existencia de una tríada formada por silicio, boro y flúor, aún cuando no había ninguna conexión química concebible entre estos elementos. No obstante estos desvíos, el atractivo de la búsqueda de tríadas estimuló a los químicos a determinar los pesos atómicos más precisamente, una búsqueda que benefició a la química de muchas maneras.
Hipótesis de Prout
Un poco antes, en 1815, el médico radicado en Londres, William Prout, propuso un principio general. Prout planteó que el hecho de que los pesos atómicos de muchos elementos parecieran ser múltiplos enteros del peso del hidrógeno, sugería que todos los elementos estaban compuestos de hidrógeno. Incluso proclamó que esto implicaba la unidad de toda la materia. Pero algunos elementos tenían valores de sus pesos atómicos lejanos a un número entero, como por ejemplo el nitrógeno al que entonces se le asignaba un valor de 12.6 (ahora es 14.0067), por lo que no podían ser múltiplos del hidrógeno de peso 1.00. Parecía que los pesos atómicos que no eran números enteros de esos elementos iban en contra de la hipótesis de Prout. Los que creían en dicha hipótesis veían esos datos como anomalías que eventualmente desaparecerían con la determinación más precisa de los pesos atómicos. Como en el caso de las tríadas, los intentos de confirmar o refutar la hipótesis de Prout contribuyeron a que los químicos renovaran esfuerzos para medir los pesos atómicos. Sin embargo, a medida que se acumulaba información más precisa sobre los
pesos atómicos se vio que estas ideas eran deficientes. La noción de tríadas se encontró que era muy aproximada y, aun así, solo aplicable a grupos cuidadosamente seleccionados. Al mismo tiempo la hipótesis de Prout mostraba demasiadas excepciones. Para la segunda mitad del siglo XIX, en el lenguaje del filósofo de la ciencia Karl Popper, ambas ideas habían sido falsadas, es decir refutadas.
Número atómico
A principios del siglo XX se encontró que el número atómico, en lugar del peso atómico, sirve como mejor criterio para ordenar los elementos en una secuencia lineal. El físico británico Henry Moseley midió longitudes de onda de los rayos X (en las series K y L, “soft X-rays”), generados por bombardeo de electrones en los elementos, mediante difracción de esos rayos X en un cristal de ferrocianuro de potasio. Moseley encontró una relación empírica entre la longitud de onda de los rayos X emitidos por los distintos elementos con su número atómico, número que hasta ese momento solo señalaba el lugar que ocupaba un elemento en la tabla periódica Haciendo un análisis de los datos obtenidos y de las ideas sobre la constitución de los átomos de ese momento, concluyó que cada elemento difiere del que le precede por una carga positiva más en su núcleo. Por esto concluyó que el número atómico indicaba el número de cargas positivas del núcleo del elemento correspondiente. Al volver a examinar las nociones de tríadas y la hipótesis de Prout a la luz del número atómico, uno encuentra que ambas nociones han hecho lo que otro famoso filósofo de la ciencia, Imre Lakatos, ha llamado una recuperación teórica. Si consideramos los números atómicos en vez de los pesos atómicos para las tríadas descubiertas en el siglo XIX, resulta que el número atómico del elemento medio es exactamente el promedio de los otros dos elementos. De hecho, aproximadamente la mitad de las tríadas posibles en la tabla periódica moderna son exactas en este sentido. A su vez, con respecto a la hipótesis de Prout y en términos del número atómico, los elementos tienen múltiplos exactos del número de protones del átomo de hidrógeno,como el hidrógeno tiene un solo protón, todo otro átomo es un múltiplo de él.
Johann Döbereiner (1780-1849)
William Prout (1785-1850)
Henry Moseley (1887-1915)
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Sobre una única óptima Tabla Periódica - Eric Scerri
elementos de ese grupo en varias de sus propiedades.
Pequeñas personas
En el primer libro, destaqué a algunas de las pequeñas personas en la historia de las ciencias, me refiero a personalidades intermedias y menos conocidas, pero cuyo trabajo fue sin embargo muy importante para avanzar en el conocimiento de la química y la física. Por ejemplo, gente de la talla de Anton Van den Broek, economista holandés, que fue quien primero concibió la idea de un número atómico para cada elemento, idea que se convirtió en la base para los famosos experimentos de Henry Moseley. Mi tercer y último libro publicado por Oxford University Press, se llama “Un cuento de siete elementos” (1), en él analicé en profundidad la forma en que los últimos siete elementos fueron descubiertos entre los originales 1-92 de Tabla periódica de los elementos - Formato clásico la vieja tabla periódica. ¿Por qué precisamente siete? Mi análisis Esto es porque, después que Moseley había consoliHasta hace poco yo creía en la existencia de una tadado el concepto de número atómico, se hizo evidente que solo siete elementos quedaban por descubrir. Aun bla periódica óptima y que era la tarea de los filósofos habiendo Moseley provisto lo que parecía ser un método de la química tratar de descubrir la forma de dicha tabla. categórico para determinar qué nuevos elementos faltaba Recientemente, un par de acontecimientos me han hedescubrir y, además, una manera sencilla de caracterizar cho cambiar de opinión de una manera bastante radical. estos nuevos elementos mediante difracción de rayos X, Antes de hablar de este cambio de opinión, explicaré mi el descubrimiento se dio en medio de numerosos conflicposición anterior. En mi libro de 2007: “La Tabla Periódica. tos por temas de prioridad que llevaban a demandas y Su historia y significado”, no solo afirmé que había una contrademandas. única mejor forma posible de ordenar los elementos, sino También traté de profundizar en el análisis de las que además sugerí que se adoptara el ordenamiento llacausas de los conflictos por prioridad entre los científimado “escalonada por la izquierda” o “diseño de Janet” cos, y en la búsqueda de algún significado subyacente diseño en el que se coloca al helio al lado del hidrógeno a este fenómeno. Finalmente sugerí que, cualesquiera y en la columna de los elementos alcalino-térreos: berilio, que sean las causas que los provoquen, lo importante es magnesio, calcio, etc. que la ciencia en su conjunto avanza, y que el hecho de Con respecto a la evolución de mis ideas, en mi libro que los científicos involucrados en disputas de prioridad más reciente “La tabla periódica: Una breve introducpuedan tener sus egos magullados es de importancia seción”, publicado en 2011, he planteado un punto de vista cundaria. diferente, aunque todavía mantuve que una forma óptima Empecé a pensar en la ciencia como un todo unificado, era una propuesta viable. tal vez como una especie de organismo análogo a la Gaia En este libro escribí que aún no era posible decidir de James Lovelock (2), que evoluciona adaptándose a entre dos candidatas a la tabla óptima. Además de la muy su medio ambiente. En el caso de la ciencia, el medio elegante tabla escalonada por la izquierda propuse una ambiente sería el conjunto de datos que hay que explicar nueva forma en la que se coloca al hidrógeno en la parte e incluso los elementos que aun no se han descubierto. superior del grupo de los halógenos con el fin de introduSugiero que este proceso es gradual, en lugar de uno cir una nueva tríada que consiste en H(1), F(9) y Cl(17). que experimenta repentinas revoluciones como propuso Teniendo en cuenta que las tríadas “número atómico el famoso Thomas Kuhn en su influyente libro “La estrucperfecto” afloran en aproximadamente la mitad de todos tura de las revoluciones científicas”. los posibles grupos verticales de tres elementos de la Las pequeñas personas, figuras intermedias y menos tabla periódica, parece razonable suponer que la coloconocidas, importan tanto como sus homólogos más cocación de un elemento problemático, como el hidrógeno, nocidos como Bohr, Einstein y Schrödinger. La ciencia es puede ser resuelta al moverlo con el fin de crear una un proceso en evolución sin costuras y esto se aprecia nueva tríada en lugar de mantenerlo en la parte supemejor cuando se incluyen los pasos importantes que rior de los metales alcalinos, en los que no solo no se forma una tríada sino que difiere notoriamente de los aportaron “las pequeñas personas”.
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Sobre una única óptima Tabla Periódica - Eric Scerri
Visión a distancia
Apreciar la naturaleza de la ciencia requiere una visión desde lejos que se centre en la evolución general de las ideas, experimentos, e incluso de entidades como los elementos, en lugar de en los individuos, es decir en los científicos famosos o sus teorías. Por otra parte, las teorías no deben ser consideradas como “correctas” o “equivocadas”; al igual que los diversos pasos que se dan en la evolución biológica de las especies, éstos no están bien o mal, sino que simplemente varían en función de su adaptación al medio ambiente. De acuerdo con este punto de vista, la ciencia no se desarrolla hacia una verdad que nos está haciendo señas para que nos dirijamos hacia ella, solo se desarrolla con el fin de afrontar mejor el medio ambiente o la situación en que la ciencia se encuentra en cualquier época particular. Todo esto supone una visión más bien pluralista de la ciencia en la que consideramos y valoramos el trabajo de la gente pequeña, que sólo ha aportado contribuciones de transición o, incluso, contribuciones que parecen haber sido ideas desatinadas. Al mismo tiempo que me estaba planteando estas ideas viajé a Uruguay y Argentina para dar unas charlas en un par de conferencias internacionales (3). En ambas también participaba un viejo amigo y colega, Hasok Chang, quien ahora está en la Universidad de Cambridge y que dio una interesante conferencia en la que se mostró a favor del pluralismo en la ciencia. Chang hizo hincapié en la necesidad de mantener los enfoques alternativos para un mismo problema científico en un momento dado. Criticó la visión monista, aquella por la cual se cree importante eliminar todas menos una de las aproximaciones viables o teorías en cualquier situación dada. Tampoco cree que haya una verdad objetiva.
Cambio de opinión
Volviendo al tema de la tabla periódica óptima que he estado tan dispuesto a apoyar en el pasado: ¿Qué es lo que implican todas estas ideas sobre la ciencia que planteé? Pues que ahora pienso que estaba equivocado al esperar que existiera una única tabla, la mejor de todas, como si hubiera una forma platónica a la que la ciencia se dirige. En lugar de señalar los pros y los contras de un par de formas candidatas de la tabla periódica, como lo hice en el segundo libro mencionado, ahora quiero dejar constancia de que renuncio por completo a la idea de una tabla periódica óptima. Mi visión, cada vez más clara, de la evolución gradual de la ciencia, y el hecho de que involucre a toda la comunidad científica, independientemente de que los científicos que compiten entre sí lo vean o no, me está diciendo que la ciencia no progresa hacia una verdad exterior. Ya no veo a la ciencia como teleológica (4), es decir
encaminada a un final predeterminado, y esto refleja su naturaleza esencialmente biológica la que, como sabemos desde que surgió la biología evolutiva, no tiene un punto de telos, o punto final, al que se dirige. Los avances en la ciencia, incluyendo el desarrollo de la tabla periódica, crecen desde dentro mientras se mira a la ciencia pasada y no a algún objetivo externo mágico. Y aquí creo que Kuhn estaba en lo cierto al insistir, en su libro de las revoluciones científicas ya mencionado, en que el desarrollo científico es ‘empujado desde atrás’. Esto no me impedirá debatir las virtudes de algunas de las diversas formas de la tabla periódica, ni va a embotar mis facultades críticas cuando se enfrenten a lo que considere que es un sistema inconsistente. Pero, finalmente, voy a dejar la insistencia monista de que existe una mejor u óptima tabla periódica.
Notas del editor 1. Ver comentario del libro en página 22 de este número de Uruguay Ciencia. 2. Según la hipótesis de Gaia, la atmósfera y la parte superficial del planeta Tierra se comportan como un todo coherente donde la vida, su componente característico, se encarga de autorregular sus condiciones esenciales tales como la temperatura, composición química y salinidad en el caso de los océanos. La teoría fue ideada por el químico James Lovelock en 1969. (Fuente: Wikipedia) 3. Del 31 de julio al 3 de agosto se desarrolló en Uruguay el simposio de verano 2013 de la Sociedad Internacional para la Filosofía de la Química (ISPC). La actividad fue organizada conjuntamente por investigadores de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación y de la Facultad de Química dirigidos por Lucía Lewowicz. 4. La teleología se refiere al estudio de los fines o propósitos de algún objeto o algún ser, o bien literalmente, a la doctrina filosófica de las causas finales. Usos más recientes lo definen simplemente como la atribución de una finalidad u objetivo a procesos concretos. (Fuente: Wikipedia) * Eric Scerri es catedrático en Química e Historia y Filosofía de la Ciencia en la Universidad de California, Los Ángeles. Es fundador y editor en jefe de la revista Foundations of Chemistry (Fundamentos de la Química). Obtuvo su doctorado en Historia y Filosofía de la Ciencia en el King’s College, en Londres, Inglaterra.
Tabla periódica escalonada por la izquierda Charles Janet (1849-1932)
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Libros
A tale of seven elements (Una historia de siete elementos) Oxford University Press Autor: Eric Scerri 2013 Eric Scerri es químico y además historiador, filósofo de la ciencia y docente en la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA), lo que indica que un libro suyo será de interés tanto para especialistas en química como para personas interesadas en cómo se construyen el pensamiento y la práctica científicos. En 1913 Henry Moseley desarrolló, utilizando rayos X, el concepto de número atómico. Esto permitió llenar agujeros existentes en la tabla periódica sistematizada por Mendeleev en 1869, sobre la base del peso atómico. Los siete nuevos elementos naturales, cuya historia de descubrimiento Scerri relata, se incorporaron en un período de 30 años, entre 1917 y 1945, abarcando las dos guerras mundiales y el período interguerras. Fueron: protactinio, hafnio, renio, tecnecio, francio, astato y promecio. Scerri pone en evidencia conflictos de prioridad, de nacionalidad y nacionalismos, errores y aciertos, rivalidades y colaboración y hasta aporta datos interesantes de género: hay cinco mujeres entre las investigadoras protagonistas, entre ellas Madame Curie, que intervino
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en el primero de los descubrimientos, el del protactinio, que se produjo en 1917, dos años después de que Moseley muriera en el campo de batalla. Del último de los siete elementos que fue descubierto, el promecio, no se encontró en cantidad suficiente, y, al igual que el tecnecio y el astato, debió ser sintetizado artificialmente. Desde entonces se han sintetizado artificialmente otros 26 elementos. El último capítulo se refiere precisamente a la historia de dichos elementos, incluyendo la forma en que se crearon y las nuevas disputas por la prioridad a la que dieron lugar.
La Danza de Shiva I Editorial Fin de Siglo Autor: Juan Grompone 2013 Este libro integra una serie de seis que tienen un objetivo muy o demasiado ambicioso de su autor, Juan Grompone: reconstruir la historia de la humanidad con un enfoque materialista, respaldando cada nueva tesis con formulaciones matemáticas. La obra se titula “La danza de Shiva” en alusión al movimiento del mundo. Ya fueron publicados tres libros de la serie: “La construcción del futuro (Libro V)” en 2001, que consiste en un estudio sobre el futuro de la sociedad capitalista, “Las sociedades feudales (Libro II)” en 2009, que se ocupa de las
sociedades basadas en el tributo, y en 2013 se publicó el libro I, “El nacimiento de las sociedades de clases”. El siguiente será el libro IV que tratará sobre las sociedades capitalistas. Este será, según dice Grompone, una versión ampliada de su libro “Las leyes de ‘El capital’”, publicado en 1973. El libro III tratará sobre las sociedades esclavistas, y el libro VI sobre los problemas metodológicos, es decir intentará explicar por qué la metodología usada es materialista. El que acaba de salir “El nacimiento de las sociedades de clase” comienza con un análisis de la edad de la Tierra y llega hasta el momento en que, según plantea Grompone, los seres humanos perdieron la igualdad, la libertad y la fraternidad entre ellos, cualidades que, según dice, existen en todos los mamíferos. Esta es una aseveración que no apoyaría Konrad Lorenz, famoso etólogo, Premio Nobel de Medicina en 1973 y autor entre otros libros de “La Agresión, el pretendido mal”. En este libro Lorenz describe la sumisión de unos animales, mamíferos y otros, de una especie por otros de su misma especie, incluyendo el asesinato y la tortura (esta última ocurre según Lorenz en muchas especies, pero llamativamente en las palomas, consideradas símbolo de la paz). Pero no solo Lorenz no apoyaría su hipótesis, tampoco la famosa Jane Goodall que estudió a los chimpancés y describió las guerras entre grupos vecinos en los que había asesinatos de los machos y posterior toma de territorios y de hembras sobrevivientes. Grompone lo dice en el primer capítulo del libro V, él no es un especialista, y además se declara en contra de la idea de que solo los especialistas pueden opinar. De allí que se permite tratar diferentes áreas del conocimiento y establecer puentes, los que, según dice el mismo Grompone, no gustan a los especialistas porque son especulativos. Y afirma, “este es un libro de especulaciones”.
Libros
Ciencia on the record; Entrevistas con investigadores uruguayos. Editorial: No tiene Autores: Varios Aníbal Paiva, comp. 2013 El libro tiene en la tapa el dibujo de un grabador con el botón de ‘rec’ señalado en rojo, porque se trata de una selección de entrevistas realizadas por estudiantes de la Licenciatura de Ciencias de la Comunicación (LICCOM) de la Universidad de la República (UdelaR). Refleja un esfuerzo colectivo exitoso por hacer periodismo
científico de divulgación, ya que combina un panorama amplio y bien explicitado de 18 investigaciones que se llevan adelante hoy en Uruguay con una presentación personal de los científicos que las llevan a cabo. Entre los entrevistados de distintas generaciones, -los hay desde 29 a 80 años- todos de la UdelaR, hay cuatro colaboradores de Uruguay Ciencia: la química Helena Pardo, la ‘mujer araña’ Carmen Viera, el veterano geólogo Jorge Bossi y el bioquímico y profesor Claudio Martínez Debat, que además integra el Consejo Asesor. El abanico de los objetos de investigación abarca entre otros: arañas, polenta, arterias, transgénicos, medicamentos, vacunas, Chagas, cáncer, antioxidantes, fósiles, agua mineral, nanotecnología. Los intereses humanos, como los de la mayoría de la gente, son fundamentalmente la familia, pero también la música, la lectura, la risa, el mate. Los sentimientos más expresados con respecto a su trabajo son: la maravilla, el optimismo, la diversión, el orgullo, la responsabilidad, lo excitante, el reconocimiento a los docentes, la paciencia... aunque afloran también por momentos el
sacrificio y la frustración. Se da una interacción interesante aquí entre cada entrevistado y su entrevistador. Con respecto a la investigación científica como actividad, hay en los entrevistados una combinación particular a cada uno de laboratorio/ docencia/ ciencia pura. Aparecen invariablemente los temas de la relación de la ciencia con la industria y la burocracia, el papel del contacto con el extranjero por viajes o por Internet, la necesidad permanente de procurar fondos y las dificultades de estar en un país chico con poca masa crítica de investigación en ciencia. Por sobre todo es un documento contundente sobre cómo es ser científico y quedarse en Uruguay, donde muchos destacan el “momento muy interesante” que vive hoy la ciencia, y el papel de instituciones post-dictadura como PEDECIBA, CSIC, ANII, INIA, etc. en su desarrollo. El resultado es un libro que seguramente sea de interés tanto para sus colegas, otros científicos, como para el público general.
Rompecabezas matemáticos Problema: Quemando cuerdas Planteo:
Supongamos que a usted le dan dos cuerdas y un encendedor. No son cuerdas cualesquiera. Están hechas de varios materiales distribuidos en forma no uniforme. Lo que sabemos es que si encendemos las cuerdas desde un extremo, cada una demora exactamente una hora en quemarse totalmente, de punta a punta. Pero por su constitución las cuerdas no se queman uniformemente. Es decir, puede que la primera mitad de la cuerda se queme muy rápido y la segunda muy lento, y que cada cuerda se queme a un ritmo diferente.
Pregunta:
¿Cómo podemos usar estas dos cuerdas y un encendedor para medir un intervalo de tiempo de 45 minutos?
Por Antonio Montalbán Licenciado en Matemáticas por la Universidad de la República (UdelaR) y PhD de la Universidad de Cornell (Estados Unidos). Actualmente es profesor titular en la Universidad de California, Berkeley (Estados Unidos). Uruguay Ciencia - Nº17 Marzo 2014 - 3