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FUERA DE PISTA ESQUÍ DE MONTAÑA EN NAVARRA TEXTO Y FOTOGRAFÍA: FIDEL MENDÍA
RAFAEL ARMENDÁRIZ, esquiando en la cara este del Txamantxoia. Al fondo, la sierra de los Alanos.
Con la llegada del invierno, es frecuente ver cómo nuestras montañas se visten de blanco. Es el momento de recorrer con nuestros esquís el manto albino del Pirineo navarro.
l esquí de montaña es un deporte muy propicio para poder adentrarnos y conocer las montañas durante la época de nieves. Los esquís nos permiten avanzar rápido y cómodamente sobre la nieve, siempre que dominemos las técnicas de progresión en montaña invernal, sepamos esquiar y conozcamos el terreno con sus condiciones. Se trata de elegir un buen recorrido, acorde a nuestras posibilidades, para subir a las cimas y descender esquiando. Disfrutar primero del paisaje, del esfuerzo, del recorrido, de la naturaleza, para luego poder gozar esquiando por nieves vírgenes. Pero la montaña invernal exige el uso de herramientas como las pieles de foca, cuchillas, piolet y crampones, saber dónde, cómo y cuándo utilizarlos, y siempre llevar la vestimenta adecuada para protegernos del frio, la nieve y el sol. El dominio de las técnicas de esquí también es muy importante. Las nieves vírgenes de montaña cambian con el viento, la temperatura y la humedad, esto hace que el manto sobre el que se esquía pueda cambiar de forma, con lo que también se modificaría la manera de deslizar. Se pueden encontrar muchos ti-
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pos de nieves, desde el polvo, costras, hielo o nieves estables de primavera, que hacen que haya que cambiar la técnica de esquí. Por eso, un buen dominio del esquí nos hará disfrutar en cualquier tipo de nieve con mayor seguridad. El conocimiento del medio tiene así mismo una gran importancia. Saber el desnivel y la distancia que pretendemos recorrer, las condiciones meteorológicas y de la nieve, ayudarán a preparar bien una excursión. Además, asumir la responsabilidad de nuestros actos al adentrarnos en un medio salvaje y hostil como es la montaña invernal, nos hará valorar y respetar cada vez más nuestros montes, aumentando nuestro amor por ellos. En Navarra hay muchas montañas que se visten de blanco en invierno. Estando atentos a la meteorología, se puede practicar este deporte desde el Monte Yoar hasta las altas cimas de Belagoa, pasando por la sierra de Aralar y toda la divisoria de aguas; sin olvidar los montes de Leitza, las cimas de Irati o los montes de Belate. Lugares como el alto de Artesiaga, Ibañeta, Pikatua o Belagoa son frecuentemente visitados por los esquiadores de montaña cuando llega la época de nieve.
IAN BAQUERIN comienza una esquiada haciendo un alarde de técnica.
SALIENDO DEL TUBO DEL ORI. El terreno pierde pendiente y gana en opciones de juego con las tablas.
DIFICULTADES TÉCNICAS Y EXPOSICIÓN En el mundo del esquí, así como en el de la escalada, existen varias escalas de graduación de la dificultad que tienen en cuenta tanto los aspectos técnicos como la exposición del itinerario. Así, nos encontramos con dos sistemas: el conocido como Traynard y la escala Toponeige. El primero de ellos hace una acotación entre S1 y S7 dependiendo de las dificultades y exposiciones. En el caso de la escala Toponeige, se utilizan dos acotaciones. Una de ellas hace referencia directamente al esquí y se compone de cuatro niveles con tres subdivisiones (ejemplo: 3.1=inferior; 3.2=medio y 3.3=superior) y un quinto nivel abierto hacia arriba (actualmente la máxima dificultad registrada es 5.6). Posteriormente, un segundo parámetro valora la exposición, en una escala que va desde E1 hasta E4. Para conocer más sobre este tema, es interesante visitar el blog de Xabier Gatón en Desnivel, que ha hecho un buen trabajo sobre los diferentes sistemas de graduación de la dificultad para el esquí.
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La misma línea de bajada es una gozada con buena nieve, un infierno con nieves costras o venteadas, y puede volverse mortal con hielo. En una pendiente helada de 30º es imposible detener una caída Desde un punto de vista personal, lo cierto es que en el esquí las dificultades varían enormemente dependiendo de la cantidad y la calidad de la capa de nieve. Un ejemplo de cantidad: una línea de bajada “X” con mucha nieve, será uniforme, homogénea, amplia y de pendiente más o menos constante, pero habrá que tener en cuenta el riesgo de avalancha. La misma línea con poca nieve será irregular, estrecha, aparecerán piedras o bloques a sortear y la pendiente será irregular. Y un ejemplo sobre la calidad: la misma línea de bajada es una gozada con buena nieve, un infierno con nieves costras o venteadas y puede volverse mortal con hielo (en una pendiente helada de 30º es imposible detener una caída). Entonces, ¿cómo es posible graduar una línea cuando las efímeras condiciones de
la nieve afectan tanto? Si la graduación en escalada es algo “relativo”, desde mi punto de vista personal, en el esquí es totalmente anecdótico y poco exacto. Simplemente, da una idea de las condiciones que se encontraron los que la graduaron. La toma de decisiones en cuanto a la esquiabilidad de una ruta entraña una responsabilidad que cada participante debe asumir y estar preparado para reaccionar en consecuencia: si las condiciones son desfavorables puede que sea mejor bajar con los crampones. Hay que saber leer el terreno e interpretar las señales que la naturaleza escribe en forma de viento, hielo, calor, acumulaciones, piedras, escapes o rutas alternativas… en fin, esto no es una ciencia exacta y debemos responsabilizarnos de nuestros actos…
CONDICIONES Y AYUDA EN LA RED Para la práctica del esquí en montaña es muy importante estar atento a las condiciones que afectan a la montaña y a la nieve. No es lo mismo ir a esquiar con 50 cm de nieve reciente que con nieve helada, viento, sol, precipitaciones… todo afecta a la hora de emprender una excursión. Una buena costumbre es mirar en internet para ver qué condiciones se han encontrado otros esquiadores y en qué montaña. Para ello son recomendables algunas páginas y foros de montaña y esquí en los que la gente expone su actividad. Con ellas es más fácil hacerse una idea sobre las condiciones que se van a encontrar en cada montaña. Estas son algunas de las más útiles: http://lameteoqueviene.blogspot.com Blog de previsiones meteorológicas dirigidas a las montañas del Pirineo Occidental. Estimaciones de estabilidad del manto nivoso y condiciones de la nieve. Hecho por y para los montañeros esquiadores. Un blog de referencia a la hora de ver condiciones para planificar tus salidas. www.mendiak.net Dispone de varios foros y en el apartado de esquí se puede ver lo que hace la gente durante le temporada de nieves, podemos preguntar, opinar. Está centrada en el Pirineo occidental. Del Pirineo oriental también hay varias páginas para informarse de las condiciones en la montaña. www.skipass.com En francés. Una muy interesante web con numerosos temas relacionados con el esquí, vídeos, test de skis, anuncios... y, entre otros, un foro de la vertiente norte de los Pirineos en el que poder conocer las condiciones que han encontrado otros esquiadores y sus actividades en el Pirineo. Por último, un toque de atención: las montañas del Pirineo navarro rondan escasamente los 2.000 m. Para garantizar una buena esquiada en ellas, es necesario informarse previamente de la cantidad de nieve que hay en la zona, no vaya a ser que rayemos los esquís.
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EL ESTADO DE LA NIEVE Las condiciones de la nieve afectan mucho el tipo de esquí que debemos practicar. El aire, el sol, la niebla o las variaciones de temperatura hacen que la nieve se transforme con distintas consistencias: hielo, polvo, costra, primavera nos hacen esquiar de forma muy diferente. Es muy importante saber qué tipo de nieve nos vamos a encontrar en nuestro descenso. Para ello hay que seguir con atención el parte meteorológico y así podremos analizar la situación que nos podemos encontrar antes de llegar a la montaña. Otra buena costumbre es subir por donde se va a bajar, así de paso se reconoce el terreno, estado de la nieve, las piedras, la pendiente… Lo mejor e esquiar con tacto y prudentemente, conociendo el estado de la nieve. Hay que pensar que estamos en montaña y un accidente aquí, un simple esguince, no tiene la misma asistencia que en una estación de esquí.
FOTO UNO: Ian Baquerin tanteando la nieve en los primeros giros del descenso del tubo de Lakartxela.
NIEVE Y NIEBLA La combinación de nieve y niebla hace perder la orientación a los más expertos montañeros y conocedores del terreno. No será la primera ni la última vez que con estas condiciones meteorológicas se desorientan los montañeros en nuestro cercano Saioa. Niebla y nieve se funden en una misma cosa causando una falta de relieve y orientación que, incluso, puede llegar a provocar sensación de mareo. El terreno más conocido se vuelve una masa blanca desconocida en la que puede ser difícil encontrar puntos de referencia. En estas situaciones es mejor no salir pero, si nos atrapa por sorpresa, llevar un GPS nos servirá de gran ayuda para conseguir orientarnos. FOTO DOS: Rafa Armendáriz en Sorogain en un día de niebla.
RECONOCIENDO EL TERRENO Para esquiar montañas es muy recomendable subir por donde se va a descender para reconocer el terreno y las condiciones de la nieve. Para ello hay que conocer y dominar las técnicas para ascender por nieve y hielo así como contar con los materiales necesarios. El uso de crampones y piolet es algo que exige casi cualquier montaña. Hay que saber cuándo quitarse los esquís y pasar a crampones, cuándo guardar bastones y sacar el piolet, así como tener un buen manejo de las herramientas para no tropezar o evitar zuecos que nos puedan traicionar. El dominio de estas técnicas nos hará ser más seguros utilizando la herramienta adecuada en cada situación FOTO TRES: Rafa Armendáriz ascendiendo por el corredor este del Txamantxoia.
MONTAÑAS ETERNAS Con una buena experiencia en esquí y montaña, podremos plantearnos hacer excursiones más interesantes y quizás desconocidas, pues seremos capaces de salir de situaciones adversas, tanto climatológicamente como técnicamente. De esta forma, sabremos usar el GPS en días sin visibilidad, salir de zonas muy empinadas o con hielo usando crampones y piolet, evitar días y zonas con riesgo de avalancha, disfrutar recorriendo nuestros montes o saber cuándo una retirada a tiempo es una victoria. Allí estarán las montañas por siempre, sólo hay que elegir el día adecuado. FOTO CUATRO: Javier Yera foqueando por los cresteríos de Mintxate.