Gisela Ripoll et Isabel Velázquez

PLACA DE BROCHE DE CINTURÓN DE TIPO BIZANTINO PROCEDENTE DEL CONJUNTO ECLESIÁSTICO DE SON PERETÓ (MALLORCA) Gisela Ripoll et Isabel Velázquez Gisela R

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PLACA DE BROCHE DE CINTURÓN DE TIPO BIZANTINO PROCEDENTE DEL CONJUNTO ECLESIÁSTICO DE SON PERETÓ (MALLORCA) Gisela Ripoll et Isabel Velázquez Gisela Ripoll1 08001-Barcelona, España Isabel Velázquez2 28040-Madrid, España This paper studies an articulated belt buckle of Byzantine type dating from the 7th century A.D. It comes from the excavations on the ecclesiastical complex of Son Peretó (Mallorca). The buckle correspond to the E19 type of Schulze-Dörrlamm, is cast in bronze and has at its distal end a monogram which read the letters N, E, S and O. Depending on the order of the letters we can read one name or another. We think is a personal name: SENO, a Latin transcription of the Greek ZENO. These kinds of objects are common throughout the Mediterranean in a chronology of the 7th century and the production workshop can not be determined. It is likely that some prototypes are imitated by the workshops of the Iberian Peninsula, although their arrival into the Balearic Islands may be due to the normal trade relationship with the Eastern Mediterranean and North Africa. Key words: Belt buckle, Byzantine, Mediterranean Sea, 7th century A.D.

El trabajo que aquí se presenta está organizado en dos partes: la catalogación y descripción de la pieza, y a continuación su estudio, tanto decorativo, incluido el monograma, como de su contexto y origen3.

CATALOGACIÓN Y DESCRIPCIÓN TIPO DE PIEZA

Placa de broche de cinturón articulado, tipo E19 de Schulze-Dörrlamm (2009: 61-63), correspondiente a la serie de broches de cinturón de tipo bizantino. El objeto ha sido fundido en bronce. LUGAR DE HALLAZGO

La pieza procede del conjunto eclesiástico de Son Peretó (Mallorca), concretamente de las excavaciones llevadas a cabo por Alfonso Puerto en 19814. En el manuscrito del Diario de las excavaciones ERAAUB – Equip de Recerca Arqueològica i Arqueomètrica de la UB. Universitat de Barcelona, Facultat d’Història, Departament de Prehistòria, Història Antiga i Arqueologia, C/ Montalegre, 6 - 08001-Barcelona. giselaripoll@ hotmail.com 2 Universidad Complutense de Madrid, Facultad de Filología, Departamento de Filología Latina, Ciudad Universitaria – 28040-Madrid. [email protected] 3 Este estudio se integra dentro del proyecto de investigación del MICINN, PN I+D+i, HAR2012-35177/Hist. (fondos FEDER). Deseamos agradecer a los doctores M.A. Cau, Ch. Eger, M. Riera, M. Schulze-Dörrlamm, F. Tuset y E. Luján, sus sugerencias y observaciones, así como a J.C. de Nicolás la documentación menorquina, y al Sr. Ramón Álvarez la elaboración del dibujo y las fotografías. 4 Agradecemos al Dr. M.A. Cau y al Dr. M. Riera la ayuda prestada en la localización de la documentación de este hallazgo. Actualmente la placa está depositada en el Departament de Prehistòria, Història Antiga i Arqueología de la Universitat de Barcelona a la espera de ser transferida al Museu de Mallorca. La etiqueta que acompañaba a la pieza 1

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Fig. 1.- Son Peretó (Mallorca). Broche de tipo bizantino (anverso, reverso y secciones). Dibujo: R. Álvarez.

Fig. 2.- Son Peretó (Mallorca). Broche de tipo bizantino (anverso y reverso). Fotografía: R. Álvarez.

arqueológicas: Son Peretó i Hospitalet, fechado en Manacor a 31 Diciembre de 1981 y firmado por Alfonso Puerto, entonces director del Museo Arqueológico Municipal de Manacor, dice (pág. 7, 15 de Octubre): “En la nave del evangelio y en su almacenillo o sacristía… junto a una tumba … aparecieron otras moneditas de bronce en muy mal estado de conservación y un broche del mismo metal con un anagrama de N.S.E.O. puesto en círculo”. La aquí llamada ‘sacristía’ corresponde a la habitación de la cabecera de la iglesia que se adosa al ábside central por su parte norte. De este texto se deduce que la placa de cinturón se halló junto a una tumba y no en su interior5.

ponía simplemente que era un hallazgo de 1981 y la tenía el Profesor Pere de Palol en su despacho de la Universitat de Barcelona; fue él quien la proporcionó a G.R. para que la estudiase. 5 En la reunión de Mahón de 1988, P. de Palol en el coloquio (G. RIPOLL, Noves peces de torèutica de tipus bizantí procedents de la Baetica conservades en el Römisch-Germanisches Zentralmuseum de Maguncia, in Actes de la IIIª Reunió d’Arqueologia cristiana hispànica, Maó, 1988, Barcelona, 1994, pp. 69-74, cf. p. 74), hizo referencia a ella, aunque con cierta inexactitud: “Hi ha una petita però molt interessant, peça del tipus Sicília, en una tomba de la basílica de Son Peretó, juntament amb un vidre del mateix aixovar. Fou trobada durant la campanya d’excavació de Son Peretó pel Dr. Rosselló abans d’intervenir-hi nosaltres. És una peça importada, igual que la serreta litúrgica de bronze que havia trobat mossèn Aguiló”. Probablemente como citaba de memoria hay ciertas inexactitudes: no se trata de una pieza tipo Sicilia y al parecer no procede del interior de una tumba, aunque, bien es cierto que, dada la dudosa metodología de A. Puerto, quizá sí fue hallada dentro de la sepultura. Por otro lado, el hecho de que cite al Dr. Guillem Rosselló Bordoy estaría, quizá, indicando que Palol tenía la pieza porque se la había proporcionado Rosselló para su estudio, pero eso no quiere decir que Rosselló participase en la excavación de 1981. 140

DESCRIPCIÓN

La placa fundida en bronce, ha perdido la hebilla y el hebijón, se compone de dos partes diferenciadas, la zona proximal y la distal. La proximal conserva las dos hembrillas o soportes para introducir el pasador de articulación entre placa y hebilla. Uno de ellos está fracturado. La zona proximal presenta el perfil curvo y se distingue del extremo distal por dos apéndices lobu-triangulares. La parte distal es prácticamente una circunferencia, evocada a su vez por la decoración, y está provista de un pequeño botón de remate, dispuesto en el extremo del eje longitudinal de la placa. Los dos apéndices que separan las zonas proximal y distal, sugieren un perfil liriforme. El anverso de la pieza, en la zona proximal, presenta una decoración cincelada de dos esquematizaciones vegetales de tipo caulícolo con un florón de tres pétalos entre ellos. La zona distal está provista de una decoración cincelada basada en una circunferencia cuyas cuerdas o diámetros están rematados por una letra mayúscula. En la parte superior del diámetro vertical se dispone una S acostada cuyas astas terminan con un punto realizado con punzón circular. En el extremo opuesto, una N, también acostada. El eje transversal presenta en la punta derecha una circunferencia o una letra O, y en la otra terminación, la izquierda, una E al revés. El reverso conserva las tres hembrillas para introducir un pasador y sujetar la placa al cuero del cinturón. Dos en la zona proximal dispuestas paralela y longitudinalmente y la tercera junto al botón de remate en sentido transversal. El perfil de la pieza forma un resalte alto con respecto al resto de la placa. Toda la superficie del reverso muestra unos trazos semicirculares dispuestos en el sentido longitudinal de la placa que es una característica habitual del proceso de fundición de estas piezas. La pátina del bronce es de color marrón tendiendo al cobre. DIMENSIONES

Longitud: 4’2 cm Anchura: 2’85 cm Grosor máx.: 0’4 cm Grosor mín.: 0’2 cm Roblones: alt.: 0’5 cm; anch.: 0’5 cm; diám.: 0’3 cm Peso: 14’16 g OBSERVACIONES

La pieza se encuentra en excelente estado de conservación a pesar de la fractura de una de las hembrillas proximales donde se insertaba el pasador de articulación con la hebilla. A simple vista no presenta huellas de desgaste, aunque sí algunos trazos debidos al uso de una lima para eliminar las rebabas de fundición. CRONOLOGÍA

Siglo VII d.C. BIBLIOGRAFÍA

Pieza inédita. Para su clasificación: Ripoll, 1994 y 1998; Schulze-Dörrlamm 20096.

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Véase notas 5, 7 y 8. 141

ESTUDIO TIPOLÓGICO, ACERCA DEL MONOGRAMA Y DE LOS PROBLEMAS DE PRODUCCIÓN Y DISTRIBUCIÓN TIPOLOGÍA

La pieza corresponde a la familia de los broches de cinturón de la serie bizantina tipo E19 de SchulzeDörrlamm7, dado su tamaño, su morfología y la decoración de un monograma. En realidad se trata de una variante del tipo E19 puesto que es la primera pieza de este tipo que se documenta con un monograma y también teniendo en cuenta sus dimensiones –4’2 cm de longitud (solo la placa, sin contar la hebilla, hoy perdida)–8. La pieza, a su vez, es muy semejante a las denominadas tipo Hippo Regius / E17 de Schulze-Dörrlamm y las escutiformes o en “U”, cuyo elemento común es la articulación; es decir anilla y placa se articulan mediante un pasador, y los perfiles de la placa escutiforme tienden a la forma de una lira, aunque normalmente las tipo Hippo están provistas de una decoración figurada, a veces muy esquematizada. También es verdad que pueden ser consideradas como las piezas más pequeñas de la serie liriforme, muy habitual por cierto en toda la geografía peninsular, particularmente en la Bética9. Toda la serie bizantina, con sus tipos y variantes que había clasificado Joachim Werner10 en su día como: Sucidava, Siracusa, Balgota, Bologna, Corinto, insectiforme, Hippo Regius, escutiforme o en “u”, Trebisonda y las cruciformes, tienen ahora una clasificación mucho más afinada, gracias al aumento en el número de hallazgos tanto orientales como occidentales, algunos con buenos contextos arqueológicos, y que M. Schulze-Dörrlamm11 ha reorganizado. El gran trabajo realizado por esta investigadora le ha permitido “poner orden” en los tipos y variantes, así como en la cronología. La placa de Son Peretó es de tipo bizantino y corresponde o bien al tipo E19 de Schulze-Dörrlamm, o bien es una variante que, dado el escaso número de ejemplares conocidos con monograma, no constituye todavía un tipo en sí. CRONOLOGÍA

Prácticamente toda la serie de broches bizantinos se fecha a partir de la segunda mitad del siglo VI, muchos ya de finales de este siglo, y cubre todo el siglo VII, incluso algunas piezas pueden datarse dentro de las primeras décadas del siglo VIII12. La nueva clasificación de la serie bizantina tardía M. SCHULZE-DÖRRLAMM, Byzantinische Gürtelschnallen und Gürtelbeschläge im Römisch-Germanischen Zentralmuseum, Teil 2. Die Schnallen mit Scharnierbeschläg und die Schnallen mit angegossenem Riemendurchzug des 7. bis 10. Jahrhunderts, RGZM, Mainz a. R., 2009 (cf. pp. 61-63). A partir de aquí cuando se menciona un tipo específico de Schulze-Dörrlamm, se refiere a esta publicación. 8 Para los hallazgos hispánicos de la serie bizantina véase G. RIPOLL, Noves peces de torèutica de tipus bizantí …, op. cit., y Ead., Toréutica de la Bética (siglos VI y VII d.C.), Reial Acadèmia de Bones Lletres, Barcelona, 1998, pp. 178-192. 9 Sobre los problemas planteados a raíz de su estudio, G.R. ha analizado en numerosas ocasiones la serie de las liriformes, véase con la bibliografía: G. RIPOLL, Toréutica de la Bética , op. cit., cf. pp. 127-178, para la tipología cf.: 133, fig. 16). También W. EBEL-ZEPEZAUER, ‚Byzantinische‘ Gürtelschnallen auf der Iberischen Halbinsel, in Festschrift für Otto-Herman Frey zum 65. Geburtstag, Marburger Studien zur Vor- und Frühgeschichte 16, 1994, pp. 197-211 ha tratado el tema y propone distinguir dos formas o tipos principales: las de tipo Trebisonda (Trapezunt) y las imitaciones de este tipo originario. Dentro de las tipo imitaciones, distingue 6 formas: 1, 1a, 2, 3, 4 y 5. 10 J. WERNER, Byzantinische Gürtelschnallen des 6. und 7. Jahrhunderts aus der Sammlung Diergardt, in Kölner Jahrbuch, 1, 1955, pp. 36-48. Colección que ha sido reestudiada por E. RIEMER, Byzantinische Gürtelschnallen aus der Sammlung Diergardt im Römisch-Germanischen Museum Köln, in Kölner Jahrbuch, 28, 1995, p. 777-809. 11 Se trata de dos volumenes, el publicado en 2009, ya citado, M. SCHULZE-DÖRRLAMM, Byzantinische Gürtelschnallen und Gürtelbeschläge im Römisch-Germanischen Zentralmuseum, Teil 2,... op. cit., y el publicado con anterioridad: Ead., Byzantinische Gürtelschnallen und Gürtelbeschläge im Römisch-Germanischen Zentralmuseum, Teil I, Die Schnallen ohne Beschläg, mit Laschenbeschläg und mit festem Beschläg des 5. bis 7. Jahrhunderts, RGZM, Mainz a. R., 2002. 12 G. RIPOLL, Noves peces de torèutica de tipus bizantí …, op. cit., y Ead., Toréutica de la Bética , op. cit.; A. FLÖRCHINGER, Romanische Gräber in Südspanien, Rahden-Westfalen, 1998, las sitúa en su nivel II fechado entre la última década del siglo VI y la segunda del VIII. 7

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propuesta por M. Schulze-Dörrlamm ofrece una mayor variabilidad en los diferentes tipos, incluso en sus variantes, y afina la cronología para cada uno de ellos. Si aceptamos que efectivamente es un tipo E19 (o variante), la cronología propuesta por Schulze-Dörrlamm es un poco más tardía que lo habitual, puesto que fecha este tipo de piezas a partir del segundo tercio del siglo VII13. De hecho la cronología de este tipo de piezas con la presencia de un monograma viene determinada por la serie de liriformes en oro, fechada en el siglo VII, cuyo prototipo es el broche de cinturón en oro en Malaja Pereščepina, datado entre el 630 y el 65014. Existen otros dos broches liriformes en oro, con un monograma, en la colección de Dumbarton Oaks, quizá de talleres constantinopolitanos15. La pieza del tesoro de Latakia (Siria) es de la segunda mitad del siglo VI16, y la otra sin lugar de hallazgo preciso, presenta una cronología de entre el 641 y el 66817. La serie liriforme hispánica en bronce imita las producciones orientales y el inicio de su producción suele fecharse en las postrimerías del siglo VI, prolongándose su uso a todo lo largo del siglo VII, e inicios del VIII18. Es posible, que algo similar esté ocurriendo con la serie de tipo bizantino (cf. infra). MONOGRAMA

De esta pieza resalta sin duda la decoración de la zona distal con un monograma inscrito en una circunferencia. Las cuatro letras –N, E, S, O– se disponen rematando los extremos de los ejes de la circunferencia. Algunas piezas de este tipo presentan monogramas similares, aunque su frecuencia es habitual en anillos utilizados como anillos-sello y suelen ser formas abreviadas de un nombre. La posibilidad de leer un nombre propio a partir de estas cuatro letras está en función del correcto orden en que las dispongamos. Existen varias posibilidades combinatorias, pero creemos que la lectura correcta (en sentido inverso a las agujas del reloj) es S E N O. No obstante, no podemos descartar que le orden sea N E S O. En cualquier caso, ya sea SENO o NESO la lectura, pensamos que corresponde a un nombre personal. Son diversas las hipótesis que podemos barajar y ninguna de ellas está exenta de dificultades; sin embargo, algunas ofrecen una mayor viabilidad que otras. En primer lugar, por la disposición de las letras en los extremos de las líneas trazadas constitutivas del monograma, podría tratarse de un anagrama y dichas letras corresponder a iniciales de un nombre, como hemos indicado, o sílabas del mismo. Sin embargo, dicha opción resulta hoy por hoy incomprensible o, al menos escapa a nuestros intentos de interpretación hasta el momento a qué nombre podría corresponder. En todo caso pensamos que sería solamente el nombre de un individuo, propietario del objeto, como es, por otra parte, habitual ver en este tipo de monogramas en el mundo tardoantiguo19. M. SCHULZE-DÖRRLAMM, Byzantinische Gürtelschnallen und Gürtelbeschläge im Römisch-Germanischen Zentralmuseum, Teil 2,... op. cit. 14 J. WERNER, J., Der Grabfund von Malaja Pereščepina und Kuvrat, Kagan der Bulgaren, Bayerische Akademie der Wissenschaften, Phil.-Hist. Kl., 91, Munich, 1984. G. RIPOLL, Toréutica de la Bética …, op. cit., pp. 167-168. 15 C. ROSS, Jewelry, enamels and art of the migration period. Catalogue of the byzantine and early medieval antiquities in the Dumbarton Oaks Collection, Washington, D.C., 1965: nº 2C y 5B. 16 C. ROSS, Jewelry, enamels and art of the migration period…, op. cit., pp. 4-5, nº 2C. 17 C. ROSS, Jewelry, enamels and art of the migration period…, op. cit., pp. 8-9, nº 5B. 18 G. RIPOLL, Toréutica de la Bética , op. cit., pp. 127-178; a nuestro parecer es todavía pronto para establecer una correcta crono-tipología de las liriformes hispánicas (las que los autores alemanes llaman imitaciones de las Trebisonda), dado que los contextos de los hallazgos no son determinantes. La muestra de partida utilizada por W. EBEL-ZEPEZAUER, ‘Byzantinische’ Gürtelschnallen auf der Iberischen Halbinsel, op. cit., puede contener errores dado que los mapas del autor y los listados de hallazgos no son completos, y no tienen en cuenta el número de piezas aparecido en cada lugar y las abundantes en colecciones museísticas y las que se pierden en el comercio de antigüedades. 19 Plenamente desarrollados y establecidos sobre cualquier tipo de soporte o documentación y adquiriendo formas muy variadas. Véanse, a título de ejemplo, los recogidos en J.R. MARTINDALE, The Prosopography of the later Roman Empire, vol. IIIB: A.D. 527-641, Cambridge University Press, Cambridge, 1992, pp. 1556-1573. 13

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Tampoco consideramos viable que, partiendo de la interpretación del monograma como parte integrante del texto, equivalente a Christus pudiéramos entender un noster abreviado, por ejemplo, ya que las letras, aun tratando de combinarlas como N O S E, que podría ser, no responden a una abreviatura usual de este posesivo, si bien es verdad que Christus noster sería un lema factible en un objeto de este tipo. Además, resulta una interpretación difícil y poco “reconocible” a ojos de quien contemplase la hebilla, no ya ahora, sino en su época. Se nos ha sugerido la posibilidad de que se trate de NE – SO como inicio de la expresión Ne(os) So(ter)20. El hecho de que fuese una transcripción latina del griego  no supone ningún problema; de hecho, la hipótesis que a continuación presentamos y defendemos como más probable contiene igualmente una latinización de un nombre griego. Sin embargo, la expresión en sí en una hebilla de cinturón nos parece menos probable y del todo inusitada, a pesar de que en alguna aparece alguna advocación del tipo Hic Xpus, del tipo de las que se evocan en los anillos21. Por otra parte, mientras que expresiones del tipo vivas in Xpo y formas similares resultan evidentes no sólo en su formulación, sino en su presentación y diseño formal, una expresión de este tipo hay que “imaginarla”, si se nos permite la expresión, porque no se trata de abreviaturas habituales de nomina sacra por suspensión, como serían en este caso, ni de una expresión conocida en este tipo de objetos usuales y, por tanto, fácilmente reconocible. Además, no hay marcas o signos que permitan reconocer que se trata de abreviaturas y menos aún que las cuatro letras, en dos grupos de dos, corresponda a dos palabras distintas. Nos inclinamos, pues, a leer la secuencia como un nombre personal, correspondiente al propietario del objeto. Según hemos comentado, podríamos estar ante varias posibilidades combinatorias, pero consideramos que la lectura correcta es SENO. Incluso con esta lectura hay más de una posibilidad en cuanto al nombre. Exponemos a continuación la hipótesis que mantenemos como más probable, si bien apuntaremos después otras conjeturas consideradas, dada la excepcionalidad de la leyenda que contiene la hebilla, como muestra de las búsquedas realizadas sobre posibles paralelos. En nuestra opinión, el nombre que debe interpretarse es SENO, una lectura por ZENO, es decir, una transcripción latina del griego , que en latín es Zeno, nombre de larga tradición y muy usado durante todas las épocas y lugares tanto en el ámbito del Imperio de Oriente como de Occidente –al margen de poder mencionar como ejemplos paradigmáticos y extremos cronológicamente hablando al conocido filósofo Zenón de Elea (490-430 a.C.) y al emperador bizantino Zenón (474-491 d.C.)–, y con ejemplos concretos en Hispania (CIL II 3445 en Murcia, CIL II 2331 en Sevilla) o, por su proximidad en el tiempo el sacerdos que aparece en la famosa inscripción de refacción del puente de Mérida (ICERV 36322)23. La utilización de la grafía S latina para transcribir la Z griega es un hecho bien conocido en latín arcaico, pues la letra Z era ajena al alfabeto latino y, de hecho, epigráficamente el uso de la Z no se atestigua hasta el 81 a.C. en un denario romano y comienza a verse en cognomina de esclavos o personas extranjeras de finales de la República24. Al igual que ocurre con la Y, se trata de letras exAgradecemos a nuestros colegas J. Arce y F. Burkhalter la sugerencia de tan atractiva hipótesis. Sobre este tema véase recientemente J.A. MORENA e I. SÁNCHEZ, Un anillo de oro con inscripción del Museo Histórico de Baena (Córdoba), in Pyrenae 42.1, 2011, pp. 129-142, con la bibliografía fundamental, además de lo dicho en la nota anterior. 22 ICERV = J. VIVES, Inscripciones cristianas de la España romana y visigoda, Monumenta Hispania Sacra, II, Barcelona, 1969. 23 Debemos manifestar aquí que comparte esta opinión nuestro colega el Prof. Eugenio Luján a quien le pedimos parecer y de forma paralela e independiente llegó a la misma hipótesis, de modo que deseamos compartir con él plenamente la idea, pues también es suya, aunque no sea autor de este trabajo. 24 Remitimos como estudio fundamental para el estudio de la transcripción y valores de la grafía  del griego en latín, al estudio de F. BIVILLE, Les emprunts du latin au grec. Approche phonétique, Tome I: Introduction et consonantisme, Tome II: Vocalisme et conclusions, Éditions Peeters, Louvain-Paris, 1990, cf. pp. 98-136, a quien seguimos básicamente, además de otra bibliografía mencionada en los párrafos y notas siguientes. 20 21

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trañas al alfabeto latino, como recuerdan de forma sistemática los gramáticos latinos y solamente se introducen para transcribir mejor palabras de origen griego. Otra cuestión es a qué valor o a qué valores fónicos respondía la grafía Z en latín y cómo era sentida por los latinos25. Seguramente como una sibilante sonora, lo que justifica las grafías S por Z tanto en posición inicial como intervocálica. Aunque habitualmente estas grafías siempre se han tenido como propias del latín arcaico26, presentes en las inscripciones más antiguas o en algunas palabras en autores antiguos como Plauto (sona por zona en Merc. 925, Poen 1008), con las dificultades que conlleva juzgar la tradición manuscrita27, siguen documentándose en la epigrafía y en otros textos ininterrumpidamente en latín vulgar, como saplutus de Petronio, Sat. 37.628, con seguridad hasta el siglo II d.C., tanto en posición inicial como intervocálica, sin contar los conocidos casos de transcripción de verbos en - adaptados en latín en –isso y algunas palabras en las que  se transcribe –SS– en posición intervocálica que merecen un tratamiento y explicación diversos. Como indica el esclarecedor estudio de Biville29 a propósito de estas grafías “il serait inexact de n’y voir qu’un archaïsme: elle représente l’adaptation normale du latin vulgaire, due à l’incapacité de reproduire exactement le son étranger [z], adaptation qui, à partir du 2e s. p.C. a été supplantée par un autre succédané: di”. Il s’agit donc d’un vulgarisme, au même titre que l’absence d’aspiration consonantique dans Setus = ”. Resulta especialmente interesante y significativo que los casos de grafías S por Z en posición inicial, salvo algunas palabras como las indicadas del ejemplo de Plauto de sona por zona, de explicación peculiar y bien argumentada por el citado Biville30 y sólo parcialmente el ejemplo del Satiricón –pues tiene sus paralelos con nombres personales–, los ejemplos que conocemos de las mismas sean siempre casos de cognomina o nombres de persona en inscripciones, además del frecuente Sethus = Entre ellos el propio nombre de SENO por , que aparece junto a otros varios en los Tituli magistrorum Minturnensium recogidos en CIL I, concretamente en CIL I 2700, junto a Sabda por  (CIL I 2683), Soilus por  (CIL I 2690), Sogenes por  (CIL 2690), Sosima por  (CIL I 2688). En Hispania también aparecen estas grafías en algunos casos bien conocidos, procedentes de S. Sebastiao do Frexo en Portugal, Alcalá de Henares y Ávila pertenecientes a la adaptación de nombres personales: Sosuma y Sosumus por Zosima y Zosimus31. Es cierto que, como indica Biville32 y se constata en su citado estudio, el fonema griego /z/ en sus diferentes realizaciones fonéticas en latín tardío, a partir del siglo III d.C. sobre todo, comienza a transcribirse de otras formas y por medio de grafías diferentes, debido a la adaptación de la evolución Y sin entrar en la cuestión del complejo problema del valor de z en griego a lo largo de las épocas y dialectos, si bien asumiendo que a partir del siglo IV a.C. en jónico-ático y, por tanto, en el griego de la koiné, la grafía  correspondía a una sonora [z] < procedente de una geminada [zz] < procedente a su vez de [zd] por asimilación regresiva, cf. F. BIVILLE, Les emprunts du latin au grec. Approche phonétique, …, op. cit., pp. 99 y 134. 26 Según podemos ver en tradicionales manuales de Fonética latina, cf. por ejemplo: A.C. JURET, Manuel de Phonétique Latine, Librairie Hachette, Paris, 1921, p. 364. 27 Así en diversos comentarios y diccionarios puede leerse que en la Ecloga 5,5 de Virgilio aparece Zephyris como Sephyris en algunos de los mejores manuscritos, pero se trata, en realidad, de una lectura errónea, cf. O. RIBBECK, Mezzentius, in Rheinische Museum, 1857, pp. 419-425, cf. p. 422. Recoge esta cuestión también F. BIVILLE, Les emprunts du latin au grec. Approche phonétique, …, op. cit., p. 107, nota 16. 28 Tradicionalmente considerado un hápax, pero confirmado por el cognomen presente en una estela funeraria de la zona de Lyon: CIL XIII 2851: Sapluto Mercono y en el gentilicio Saplutius, cf. F. BIVILLE, Les emprunts du latin au grec. Approche phonétique, …, op. cit., p. 107. 29 F. BIVILLE, Les emprunts du latin au grec. Approche phonétique, …, op. cit., p. 108. 30 F. BIVILLE, Les emprunts du latin au grec. Approche phonétique, …, op. cit., pp. 106-107. 31 Véanse los ejemplos recogidos en J.M. ABASCAL, Los nombres personales en las inscripciones latinas de Hispania, Anejos de Antigüedad y Cristianismo II, Murcia, 1994, pp. 514-515, con la bibliografía pertinente. También hay un Sosimus en una inscripción cristiana en CIL XIV 2656. 32 F. BIVILLE, Les emprunts du latin au grec. Approche phonétique, …, op. cit., pp. 129-136. 25

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del sonido griego [z] en confluencia con la evolución del propio sistema consonántico latino sometido a procesos de palatalización en contacto con yod [y]. Así son frecuentes en latín tardío tanto grafías de d(i), zi, ti, ci, dz, tz, sz, incluso solo i, ya documentado en Pompeya, como grafía inversa, en Iosimus por Zosimus para [z] griega, o, por el contrario, grafías que reflejan pronunciaciones de yod [y] o de palatalización de grupos consonánticos latinos como dy, gy o g+i,e suelen producirse en torno a estas combinaciones de z, d(i), g(i), i33. En suma, puede concluirse con Biville34 que la grafía S para transcribir la zeta griega [z] en posición inicial no es un fenómeno exclusivo de latín arcaico, sino que el testimonio de los nombres de personas constatados en las inscripciones refleja que su uso se mantiene en la lengua popular incluso después de la introducción del signo gráfico Z en el alfabeto latino para transcribir la pronunciación usual del griego [z], hasta que, hacia el siglo III d.C., la secuencia di [dy] que evoluciona hacia [dz] pasa a sustituir a la grafía S para transcribir la [z] griega. Si bien es verdad que, en efecto, a partir de esta época la grafía S deja de ser operativa para transcribir la Z, pensamos que estos datos y el peso de una tradición gráfica no desconocida, el hecho de estar, una vez más, ante un nombre personal, y el ambiente bizantino al que pertenece la hebilla puede haber rescatado una inveterada tradición secular –o tal vez ser el reflejo de una no completamente extinta tradición– que desde épocas muy arcaicas mantuvo el latín al menos hasta el siglo III d.C. en la lengua vulgar, como lo demuestra la continuidad de los ejemplos epigráficos hasta ese siglo. En nuestra opinión, el SENO de la hebilla de Son Peretó puede ser el último epígono de esta tradición. No obstante, ya hemos advertido antes que hemos barajado otras hipótesis y consideramos oportuno exponer otra que, a pesar de que la consideramos menos probable, no es imposible y tampoco descartable. En cualquier caso, nos movemos en la misma línea de un nombre personal. Sin embargo, se trata de un nombre escasamente documentado en ciertos ámbitos del Imperio romano y al que se atribuye un origen celta, derivado de seno– (viejo), que, en nuestra opinión, conviene mucho menos al contexto al que pertenece la pieza. SENO sería, entonces, un nominativo de Sen(n)o –onis, que habría que entender como el nombre del propietario de la hebilla, coincidente con el nombre singular de los miembros de la tribu de los Senones. En realidad se conocen diversas formaciones de nombres derivados de este mismo radical, relativamente bien conocidos en el ámbito romano. El primero y más infrecuente, pero con el que podría identificarse la lectura SENO, tiene precisamente un nominativo Seno, que puede presentar una duplicación de la consonante –nn– de origen hipocorístico: Senno. Seno se documenta en varias inscripciones de Italia, Aquileia y Nórica: CIL V 6640; CIL III 143684, CIL XIII 897. También aparece un Seno en los grafitos de vasijas de La Graufesenque35 y en otra inscripción de la Galia (RIG I G-16036). Senno aparece en la Narbonense: CIL XII 1317, en la Panonia: CIL III 5055, y en la Nórica: CIL III 5668, 11597 (RISt 3337, como nombre de un liberto); CIL XIII 11222. Según Holder38 el nombre puede proceder de la zona Nórica o de la Galia39. Véanse, por ejemplo, además de las explicaciones y casos citados, V. VÄÄNÄNEN, Introducción al Latín vulgar (trad. esp. de M. Carrión), Ed. Gredos, Madrid, 1975 (9ª ed. francesa París, 1967), pp. 96-99; J. HERMAN, El Latín vulgar (edic. esp. reelaborada y ampliada con la colaboración de C. Arias Abellán), Ariel Lingüística, Barcelona, 1997, pp. 5455 o, para ejemplos del latín de Hispania tardoantigua, J. GIL, El Latín tardío y medieval (siglos VI-XIII), in R. CANO (coord.), Historia de la Lengua española, Ed. Ariel, Madrid, 2004, pp. 149-182, cf. p. 160, con la bibliografía fundamental. 34 F. BIVILLE, Les emprunts du latin au grec. Approche phonétique, (II) …, op. cit., p. 429. 35 A. BOURGEOIS, L’empreinte de Rome dans les Gaules: l’apport de la Graufesenque (Millau, Aveyron), in CCG 6, 1995, pp. 103-138, cf. p. 131. 36 RIG = P. M. DUVAL (dir.), Recueil des inscriptions gauloises, 45e supplement à Gallia, Paris, 1985-1998. 37 RISt = E. WEBER, Die römerzeitlichen Inschriften der Steiermark, Veröffentlichungen der Historischen Landeskommission für Steiermark, Arbeiten zur Quellenkunde XXX, Graz, 1969. 38 A. HOLDER, Altceltischer Sprachschatz, Leipzig, 3 vols., 1896-1913: II, 1481. 39 F. LÖCHNER VON HÜTTENBACH, Die römerzeitlichen Personennamen der Steiermark. Herkunft und Auswertung, Arbeiten aus der Ableitung “Vergleichende Spracwissenschaft”, Band, 2, Graz, 1989, p. 147. 33

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Estos nombres están, a su vez, relacionados con otros del mismo origen como Senus, Senius, mejor documentados, en especial la forma con el sufijo –io– y que, como en el caso anterior, adopta en sus formas más extendidas una duplicación de –nn– no etimológica (RISt 69), o con el derivado Sennilo(s), éste también documentado en la Graufesenque40. De hecho, Sennus se lee en inscripciones de la Galia, en especial de la zona belga, de la Narbonense y también de la Panonia y la Nórica: CIL XIIII 339, 4428, 4522, 8104; CIL III 3860, 11712. Por su parte Sennius aparece en diversas regiones de la Galia, así en la Bélgica CIL XIII 2093 y 3558. Más en concreto conocemos su difusión en época altoimperial en la provincia de la Narbonense y concretamente en torno a la onomástica procedente de Vienne, gracias a los estudios editados por DondinPayre y Raepsat-Charlier41, dentro de los cuales más específicamente el capítulo de B. Rémy, el de S. Forier y el de S. Lefebvre42 tratan aspectos de este nombre, en función de su aparición en la citada zona de Vienne de la Narbonense y en relación con otras formaciones. En dicho territorio se documenta entre los ciudadanos romanos que portan gentilicios indígenas el nombre Sennius en los siglos I-II43. Podría, por último, sugerirse la posibilidad de leer las letras en sentido inverso, es decir, NESO que sería un dativo con simplificación de –ss– en –s–, correspondiente al nombre Nessus. Sin embargo, aunque es un nombre bien conocido en la mitología, el nombre de un centauro, como nombre personal apenas aparece testimoniado. Plinio, Nat. Hist. 35.11.40 (146) menciona a un pictor, filius Hebronis, de época y lugar desconocidos. Y existe un [Tib(erius) Cl]audius Nessus documentado en la sala abovedada junto a la scaena del teatro de Anzio (CIL X 6638). Dada su escasa o casi nula pervivencia como cognomen debe desestimarse como posibilidad real. OTROS BROCHES DE CINTURÓN CON MONOGRAMAS

Pueden traerse a colación algunas piezas de indumentaria personal que presentan también un monograma y que a su vez están usándose a lo largo del siglo VII. Cabe recalcar que de todos los tipos de piezas de la serie bizantina, quizá las menos frecuentes son las del tipo E19 de Schulze-Dörrlamm y las tipo Hippo Regius (E17 de Schulze-Dörrlamm), y las que llevan un monograma son también escasas. En las piezas de tipo Corinto (E6 de Schulze-Dörrlamm) el extremo distal está dotado, por regla general, de una digitación circular ornamentado muchas veces con un monograma. En los broches liriformes la presencia de un monograma no es inhabitual44. Así por ejemplo en la Bética aparece en el extemo distal de dos piezas45. También en Baleares, en Menorca, existe una pieza R. MARICHAL, Les graffites de la Graufesenque, 47e suppl. à Gallia, Paris, 1988, p. 203. 41 M. DONDIN-PAYRE y M.-Th. RAEPSAET-CHARLIER (eds.), Noms, identités culturelles et Romanisation sous le HautEmpire, Le Livre Timperman, Bruxelles, 2001. 42 Los tres artículos publicados en el volumen de M. DONDIN-PAYRE y M.-Th. RAEPSAET-CHARLIER (eds.), Noms, identités culturelles et Romanisation…, op. cit.: B. RÉMY, La denomination des Vinnois à l’époque impériale, pp. 55-174; S. FORIER, Les anthroponymes formés sur des noms d’animaux en Gaule Narbonnaise et dans les provinces alpines, pp. 473535; S. LEFEBVRE, À propos de la répartition du nom Verecundus en Gaule et en Germanie, pp. 597-647. 43 Hay un C. Sennius Sabinus (c. 1-50 d.C.), caballero, de Marigny (CIL XII 2493…,); Sennius Marcianus, de fecha indeterminada (CIL XII 2538) (B. RÉMY, La denomination des Vinnois…, op. cit., 113, 114, 122, 124, 136; S. FORIER, Les anthroponymes formés sur des noms d’animaux…, op. cit., p. 524) y L. Sennius Germanus (c.100-200 d.C., de SaintRomain-en-Gal (CIL XII 2000); Sennius Martius (c. 150-200 d.C.), augur, de Porcieu (CIL XII 2378) y otros Sennius evergetas, de datación desconocida de Cran-Gévrier (CIL XII 2538) y de La Boille (L’Année épigraphique 1982, 697a). Hay un Sennius Maior, ciudadano romano (CIL XII 4033 = IAL 111) de c. 150-200 (IAL = Ch.-M. TERNES, Les inscriptions antiques d Luxembourg, in Hémecht 17, 1965, pp. 267-478). Una Senia de Grenoble (CIL XII 1796), y se documentan otras once apariciones del nombre femenino en la Narbonense. Una Sennia Marcul[a] CIL XII 2246 también de Vienne. Como gentilicio emparentado y formado a partir de la raíz céltica “seno-” se documenta también un Senonius en CIL XIII, (H. SOLIN y O. SALOMIES, Repertorium nominum gentilium et cognominum Latinorum, Alpha-Omega Reihe, A. 80, Hildesheim-Zurich-New York, 1988, p. 167), relacionado con el pueblo de los Senones (S. LEFEBVRE, À propos de la répartition du nom Verecundus…, op. cit., 643). 44 Existe una pieza en una colección particular de Barcelona que esperamos dar a conocer en breve. 45 G. RIPOLL, Toréutica de la Bética , op. cit., nº 51 y nº 94. 40

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muy similar a la de Son Peretó, también del mismo tipo y provista de un monograma formado por las letras N, I, S y R46. De otra colección menorquina procede una pieza tipo Hippo Regius (E17 de Schulze-Dörrlamm) con monograma: N, S, M y E47. De entre los hallazgos mediterráneos destaca un broche en oro, hallado en Kastelli de Palaiochora (Creta). El monograma en griego dice:   . La cronología propuesta es la misma que para el hallazgo de Malaja Pereščepina ya mencionado, de pleno siglo VII48. CONTEXTO Y DISCUSIÓN SOBRE SU ORIGEN

El hallazgo de esta placa es importante porque procede de un contexto eclesiástico, el de la iglesia de Son Peretó, en la cabecera, en el ámbito anexo al ábside central por su lado norte, sin que se pueda concretar si fue hallada en el interior de una sepultura o en un nivel de uso. A pesar de esta ambigüedad su localización es de sumo interés porque corrobora una vez más la frecuentación del lugar al menos a lo largo de todo el siglo VII y lo inscribe dentro de lo habitual en el Occidente mediterráneo. Una gran parte de los nuevos hallazgos, sobre todo en el Peloponeso, Grecia, Albania, Creta, etc., se ha realizado en sepulturas, los menos proceden de niveles de uso49. En Hispania la serie de broches de cinturón bizantinos convive con la producción y el uso muy abundante de las placas de tipo liriforme50. Estas piezas liriformes son frecuentes en toda la geografía peninsular, especialmente en la Bética y en la Meseta castellana, indicando en ocasiones el momento final de uso de los cementerios llamados visigodos. De la serie bizantina, los tipos más habituales son el Corinto, el Siracusa, el Hippo Regius, el escutiforme o en “u”, el insectiforme, el cruciforme, y algunas variantes del Corinto, Bologna y Siracusa. Es importante destacar el alto número de hallazgos procedente de las Baleares: un par de hallazgos en Ibiza51, el que estudiamos ahora de Son Peretó y sorprendentemente más de una decena en Menorca52. En la Bética superan escasamente la decena53, Comunicación oral de P. de Palol que además enseñó la pieza a G.R. quien pudo realizar un rápido dibujo a mano alzada que no se presenta aquí. Existe otra pieza del mismo tipo pero sin monograma conservada en el Museu de Menorca (Maó), hallada en las excavaciones de 1943 de Flaquer Fábregas en Torre d’en Gaumés (Alayor), cf. J. FLAQUER, Alayor (Menorca). Torre d’en Gaumés. Excavaciones de 1943, in Noticiario Arqueológico Hispánico, 1, 1953, pp. 110-120, que también cita C.R. LARRUCEA, Broches de cinturones de época visigótica en el Museo Arqueológico de Mahón, in Bolletí de la Societat Arqueològica Luliana, XXXVI, 1978, pp. 185-188, cf. p. 188. 47 Colección reunida y estudiada por J.C. de Nicolás, al que agradecemos habernos proporcionado la documentación gráfica. A la espera de la publicación anunciada J.C. de NICOLÁS, Elementos de indumentaria y adorno personal de tradición germánica y bizantina en Menorca (siglos V-VIII), en http://www.arqueomenorca.com/, véase una nota en Id., Documentació i anàlisi de la torèutica bizantina i hispano-visigòtica a l’illa de Menorca, in Butlletí Informatiu de l’Institut Menorquí d’Estudis, 8, 1989, p. 1. 48 N. POULOU-PAPADIMITRIOU, Les plaques-boucles byzantines de l’île de Crète (fin IVe- IXe siècle), in Mélanges JeanPierre Sodini, Collège de France, Centre de Recherche d’Histoire et Civilisation de Byzance, Travaux et Mémoire, 15, Paris, 2005, pp. 687-704, cf. pp. 697-698, fig. 11. 49 Véase una síntesis en E. NALLBANI, Précisions sur la ceinture byzantine du haut Moyen Âge, les plaques-boucles du type Corinthe, in Mélanges Jean-Pierre Sodini, Collège de France, Centre de Recherche d’Histoire et Civilisation de Byzance, Travaux et Mémoire, 15, Paris, 2005, 655-672. 50 G. RIPOLL, Toréutica de la Bética , op. cit., pp. 127-178. 51 Una pieza de tipo Corinto en Santa Eulària del Riu y una tipo Hippo Regius/escutiforme o en “u” en Hort d’en Poll, también en la zona de Santa Eulària del Riu. 52 Hay que resaltar, que aunque son inéditas, he visto en parte (G.R.) la serie reunida por J.C. de Nicolás, que está pendiente de estudio (véase nota 47), con más de diez piezas de tipo bizantino, entre ellas las clásicas Corinto, Siracusa, Balgota, Bologna, … La colección suma casi un total de ochenta objetos, entre los que hay broches liriformes y tipos nuevos hasta ahora desconocidos en Hispania y Baleares. Véase una nota en J.C. de NICOLÁS, Documentació i anàlisi de la torèutica bizantina…, op. cit. Y las noticias que se apuntan en: J.C. de NICOLÁS y B. MOLL, Sellos bizantinos de Menorca. Un arconte mallorquín para las Baleares en el siglo VIII, in www.arqueomenorca.com/ wp-content/.../segells-bizantins_defi.doc. 53 G. RIPOLL, Noves peces de torèutica de tipus bizantí …, op. cit.; Ead., Toréutica de la Bética , op. cit.; Ead., Los hallazgos de época hispano-visigoda en la región del Estrecho de Gibraltar, in Actas del Congreso Internacional El Estrecho de Gibraltar, Ceuta, 1987, UNED, Madrid, 1988, vol. I, pp. 1123-1142. 46

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y tan solo un par son fruto de hallazgos recientes en Cartagena54. Uno de ellos, tipo Siracusa, procede de las excavaciones del teatro de la ciudad, cuando este es remodelado y compartimentado en una serie de habitaciones. Apareció en el relleno anterior al pavimento de la habitación 29. La otra pieza, una variante del tipo Siracusa, procede de la tumba infantil nº 5 de la necrópolis oriental de Cartagena. A pesar de ser prácticamente las únicas piezas halladas en un contexto preciso, no proporcionan una cronología fiable, es decir los niveles arqueológicos se fechan por los paralelismos que pueden establecerse con estas piezas. La aparición de piezas propiamente bizantinas, o de filiación bizantina es frecuente, tal como hemos adelantado, en el Mediterráneo occidental (el Levante peninsular, el norte de África, Italia), en las islas de Sicilia, Córcega, Cerdeña y Baleares, y en toda la zona oriental, desde Grecia, a los Balcanes, el Danubio, todo Asia Menor, las islas como Creta, y en la zona del mar Negro, particularmente en Crimea. Su amplia distribución es un hecho normal desde muy a finales del siglo VI y a todo lo largo del siglo VII y perdurando en el siglo VIII en las necrópolis crimeanas, cronologías que cada vez más se ajustan a contextos arqueológicos bien datados55. Se trata de unos broches de indumentaria personal que llegan a los diferentes puntos mediterráneos a través del comercio, que en algunos casos son copiados por los toreutas locales, y no tienen nada que ver con la presencia o no de tropas militares bizantinas56. Las sólidas y continúas relaciones comerciales entre el Norte de África y Oriente y la llegada de una serie de productos, se desarrolla y evoluciona por la existencia misma del comercio terrestre o marítimo y no por la presencia de un ejército. Los circuitos comerciales entre Oriente y Occidente que están en funcionamiento hasta muy entrado el siglo VIII. Para alguno de los tipos bizantinos, como es el caso de los llamados broches tipo Hippo, se ha propuesto un taller en Carthago porque casi un tercio del total de ejemplares conocido procede de su entorno57. Sin embargo, no hay que descartar la idea de que aparte de ser fruto del comercio –accesorios del comercio como decía J. Werner58– muchos de los broches de la serie bizantina, sean copias realizadas por artesanos locales59. J. VIZCAÍNO y E. RUIZ, Bizancio en Cartago Spartaria. Aspectos de la vida cotidiana, Catálogo de la exposición del Museo Arqueológico Municipal de Cartagena, Cartagena, 2005, pp. 98-99. J. VIZCAÍNO, La presencia bizantina en Hispania (siglos VI-VII): la documentación arqueológica, Antigüedad y Cristianismo. Monografías históricas sobre la Antigüedad Tardía XXIV, Murcia, 2009, pp. 775-779. 55 En los artículos de E. NALLBANI, Précisions sur la ceinture byzantine du haut Moyen Âge…, op. cit. y N. POULOUPAPADIMITRIOU, Les plaques-boucles byzantines de l’île de Crète…, op. cit. se detallan los contextos, al igual que en la magna obra de M. SCHULZE-DÖRRLAMM, Byzantinische Gürtelschnallen und Gürtelbeschläge im Römisch-Germanischen Zentralmuseum, Teil 1, … Teil 2,... op. cit., con la bibliografía antigua y la más reciente. 56 Sobre el problema de la caracterización arqueológica de los bizantinos en Hispania véase: G. RIPOLL, On the supposed frontier between the regnum visigothorum and Byzantine Hispania, in W. POHL, I. WOOD y H. REIMITZ (eds.), The Transformation of Frontiers from Late Antiquity to the Carolingians, TRW 10, Brill, Leiden, 2001, 95-115 (que añade algunas cosas al castellano: Acerca de la supuesta frontera entre el regnum visigothorum y la Hispania bizantina, in Pyrenae, 27, 1996, pp. 251-267). S.F. RAMALLO y J. VIZCAÍNO, Bizantinos en Hispania. Un problema recurrente en la arqueología española, in Archivo Español de Arqueología 75, 2002, pp. 313-332. D. BERNAL, La presencia bizantina en el litoral andaluz y en el Estrecho de Gibraltar (ss. VI-VII d.C.): el análisis de la documentación arqueológica y novedades de los últimos años, in Andalucía Antigua. Actas del III Congreso de Historia de Andalucía, (Córdoba, 2001), Córdoba, 2003, pp. 41-68. J. VIZCAÍNO, La presencia bizantina en Hispania (siglos VI-VII)…, op. cit. 57 H. ROTH, Almandinhandel und -verarbeitung im Bereich des Mittelmeeres. Zum archäologischen Befund und der schriftlichen Überlieferung in der Spätantike und im frühen Mittelalter, in Beiträge. Allgemeine und Vergleichende Archäologie (Deutsches Archäologisches Institut Bonn) 2, 1980, pp. 309-335, cf. 331-333, donde se afirma que los productos comerciales de los talleres de Carthago del siglo VII están en relación con los puertos de Alejandría y Marsella; tesis que sigue Ch. EGER, Boucles de ceinture de la région de Carthage datant des VIe et VIIe siècles, in CEDAC Carthage Bulletin 19, 1999, 12-15; Id., Byzantine Dress Accessories in North Africa: Koiné and Regionality, in Ch. ENTWISTLE y N. ADAMS (eds.), ‘Intelligible Beauty’. Recent Research on Byzantine Jewellery, British Museum Publications, Londres, 2010, pp. 133-140; Id., Byzantinische Gürtelschnallen aus Nordafrika. Ein typologischer Überblick, in Ephemeris Napocensis, XX, Bucarest, 2010, pp. 129-168. 58 J. WERNER, Byzantinische Gürtelschnallen des 6. und 7. Jahrhunderts aus der Sammlung Diergardt, op. cit., p. 39. 59 Sobre la posible existencia de un taller en Roma, a raíz de los hallazgos de la Crypta Balbi, Schulze-Dörrlamm tiene sus dudas, véase: M. SCHULZE-DÖRRLAMM, Der Handel mit byzantinischen Metallwaren aus archäologischer Sicht (Gürtelschnallen, Frauenschmuck, Zaumzeug, Bronzegefäße), in E. KISLINGER, J. KODER y A. KÜZLER (eds.), 54

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El hallazgo del broche de cinturón bizantino en Son Peretó sumado a los otros de Menorca e Ibiza, plantea la relación de estos materiales con la ocupación de las islas por parte de los bizantinos a partir del 534 y durante un periodo de tiempo muy largo. Hay que hacer notar que la conquista bizantina de las Baleares no se integró dentro de la reconquista hispánica de Comenciolo, si no que fue encomendada desde Carthago por Belisario a Apolinar, dentro de la esfera sardo-africana y quedando adscritas a la Mauritania Secunda60. En cuanto a la moneda, los hallazgos bizantinos baleáricos van desde mediados del siglo V hasta finales del VIII, aunque los más frecuentes son los nummi de Justiniano I61. Destacan también los exagia o ponderales y sellos bizantinos. Uno procedente de una sepultura de Can Ferrer des Port, en St. Miquel (Ibiza)62, así cómo los de Illa d’en Colom, tres en el entorno de Ciutadella63 y cinco en Santueri64, todos en Menorca, y el mallorquín de Pollentia65. De la presencia de estos materiales, moneda, sellos, ponderales y broches de cinturón, no se desprende de forma directa que sean fruto de la presencia de militares bizantinos, porque se hallan también en toda la geografía mediterránea, cubriendo las zonas más extremas occidentales. Los estudios de poblamiento de la zona este de la isla de Mallorca, como de hecho para todo el resto de la isla, muestran un incremento de la ocupación rural con abundantes formas cerámicas africanas que aparecen tanto en contextos del último cuarto del siglo V como de la primera mitad del VI. Tampoco Son Peretó en época bizantina es una excepción, y los yacimientos rurales de su entorno con claras muestras de continuidad o reocupación parecen estar indicando que el conjunto eclesiástico funcionó como aglutinante de la población (Mas y Cau, 2011, 207-209). Y efectivamente, como dicen C. Mas y M.A. Cau, es tentador poner en relación el incremento de hábitats y de cerámicas primero con el dominio vándalo y luego con el bizantino66, pero por el momento la arqueología no permite detectar cuáles son los elementos que definen una presencia bizantina. Tampoco los broches de cinturón de la serie bizantina, como es el caso del aquí estudiado de Son Peretó, lo permiten. Handelsgüter und Verkehrswege. Aspekte der Warenversorgung im östlichen Mittelmeerraum (4. bis 15. Jahrhundert), Akten des gleichnamigen internationalen Symposiums Wien 2005, Österreichischen Akademie der Wissenschaften, Veröffentlichungen zur Byzanzforschung 18, Denkschriften der philosophisch-historischen Klasse 388, 2010, pp. 241-273, cf. pp. 243-245. 60 J. AMENGUAL, Els orígens del cristianisme a les Balears i el seu desenvolupament fins a l‘època musulmana, Ciutat de Mallorca, 1991, vol. I, pp. 329-358; Id., Vbi pars graecorum est: medio milenio de historia relegada de las Baleares y las Pitiusas, in Pyrenae 36.2, 2005, pp. 87-113, cf. p. 93. J. CARDELL PERELLÓ y M.Á. CAU ONTIVEROS, Las Baleares bizantinas a partir de la documentación arqueológica, in Mallorca y Bizancio, Asociación de Amigos del Castillo de San Carlos, Cuaderno de Historia, 2, Palma de Mallorca, 2005, pp. 157-187. 61 Véase J.M. GURT I ESPARRAGUERA, Circulació monetària de les Balears des del Baix Imperi fins als àrabs, in P. de PALOL (ed.), Les Illes Balears en temps cristians fins als àrabs, Maó, 1988, pp. 59-63; J. AMENGUAL, Els orígens del cristianisme a les Balears…, op. cit., pp. 349-350. Id., Vbi pars graecorum est…, op. cit., p. 102, con los hallazgos y la bibliografía necesaria. También T. MAROT, Aproximación a la circulación monetaria en la península Ibérica y las islas Baleares durante los siglos V y VI: la incidencia de las emisiones vándalas y bizantinas, in Revue Numismatique, 152, 1997 pp. 157-190, quien considera que su llegada a la Península y Baleares es por la vía del Norte de África. Para Menorca: B. MOLL, L´imperi romà d´Orient a Menorca: el testimoni numismàtic, in Gaceta Numismática, 157, 2005, pp. 5-44. 62 P. de PALOL, Ponderales y exagia romanobizantinos en España, in Ampurias 11, 1949, pp. 127-150, cf. p. 135, num. 13, fig. 1. 63 L. ILISCH, M. MATZKE y W. SEIBT, Die Mittelalterlichen Fundmünzen, Siegel und Gewichte von Santueri, Mallorca, Arbeiten zur Islamischen Numismatik 1, Orientalisches Seminar der Universität Tübingen, Forschungsstelle für Islamische Numismatik, Tübingen, 2005. 64 J.C. de NICOLÁS y B. MOLL, Sellos bizantinos de Menorca…, op. cit. Interesa particularmente uno de ellos, del entorno de Ciutadella porque se cita a Gordio, arconte de Mallorca, y se ha fechado a mediados del siglo VIII. Este sello fue hallado en el lugar llamado Es Lloc des Pou-Sant Joan Gran, donde además fue localizada una hebilla de tipo Siracusa (colección particular). De sumo interés son las conexiones de estos sellos con Cerdeña y Carthago, con los mismos nombres de los eparcas. 65 T. MAROT, Aproximación a la circulación monetaria en la península Ibérica y las islas Baleares…, op. cit., pp. 174-175. 66 C. MAS FLORIT y M.Á. CAU ONTIVEROS, From Roman to Byzantine: The Rural Occupation of Eastern Mallorca (Balearic Islands), in Journal of Mediterranean Archaeology, 24.2, 2011, pp. 191-217, cf. p. 210. 150

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