TERCER GRADO - UNIDAD 1 - SESIÓN 05

Hacemos una asamblea para formar nuestros grupos ¿Para qué usamos el lenguaje al participar en una asamblea? Las personas permanentemente interactuamos con otros por medio del lenguaje oral en asambleas con la finalidad de expresar nuestros puntos de vista y llegar a consensos. En la escuela constituye una excelente herramienta para que los niños expresen sus ideas, tomen decisiones y ejerzan su ciudadanía.

Antes de la sesión Lee previamente el cuento “Los músicos de Bremen” y modula tu voz de acuerdo a la historia y a los personajes. Escribe algunos criterios para la formación de los grupos que propondrás en la asamblea con los niños. Lee las páginas 76 al 79 de Rutas de aprendizaje. Fascículo 2. Comprensión y expresión de textos orales. IV ciclo. Lima. Ministerio de Educación, 2013.

Materiales o recursos a utilizar Un cuento impreso para cada uno de los niños. Papelote. Plumones gruesos. Cinta masking tape o de embalaje.

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Área Curricular de Comunicación Competencia(s), capacidad(es) e indicador(es) a trabajar en la sesión COMPETENCIAS

CAPACIDADES

INDICADORES

Se expresa oralmente.

Interactúa colaborativamente manteniendo el hilo temático.

Sigue la secuencia y aporta al tema durante la asamblea para formar grupos de trabajo a través de comentarios relevantes.

Comprende textos orales.

Escucha activamente diversos Presta atención activa dando señales verbales textos orales. (responde) y no verbales (asiente con la cabeza, fija la mira, etc.) durante su participación en la asamblea.

Momentos de la sesión

1.

INICIO En grupo clase

15 minutos

Recuerda con los niños lo que aprendieron en la sesión anterior: la importancia de planificar y cumplir con las responsabilidades. Pide que compartan cómo les fue con su familia cuando la informaron de las responsabilidades del aula, qué fue lo que les dijeron sus parientes coméntales que asumir responsabilidades es parte de la convivencia. Pregúntales acerca de los trabajos en grupos que han venido realizando: ¿con quiénes han trabajado?, ¿les ha sido fácil ponerse de acuerdo?, ¿qué deben tener en cuenta cuando trabajan en grupo?, ¿siempre han trabajado con los mismos compañeros?, ¿qué actividades son necesarias trabajarlas en grupo? Por ejemplo: limpiar el aula, acomodar los materiales de los sectores, distribuir materiales, etc. Permíteles que expresen todo lo que saben a partir de lo que están viviendo en el aula y de su experiencia en los grados anteriores. Indícales que si bien han venido trabajando con diferentes compañeros y se han conocido un poco más con todos, hay la necesidad de formar nuestros equipos de trabajo para realizar actividades más permanentes. Pregúntales: ¿cómo nos organizaremos en grupos y qué tareas nos asignaremos?

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Revisa el planificador que elaboraron en la unidad y Comunica el propósito de la sesión: hoy participaremos de una asamblea con la finalidad de plantear criterios para organizarnos en grupos de trabajo.

2. DESARROLLO 60 minutos

En grupo clase Diles a tus niños que les leerás un cuento que les aportará ideas acerca de cómo van a formar sus grupos. Pide a los niños que se coloquen alrededor tuyo, en forma de media luna, sentados en el suelo o en sus sillas, dentro o fuera del aula. Lee el título del cuento “Los músicos de Bremen”. Informales que fue escrito por dos hermanos que nacieron en Berlín, a quienes se les conoce como los hermanos Grimm, ellos escribieron muchos cuentos para niños. Pregúntales si han escuchado el cuento o si conocen otros cuentos de estos autores. Pídeles poner atención y diles que al final expresarán sus ideas sobre el cuento escuchado. Cuéntales la historia dando la voz a los personajes del cuento.

Al terminar de leer el cuento… Da oportunidad para que los niños expresen aquello que les surge después de haber leído el cuento: ¿les gustó el cuento? Como parte de los comentarios que van haciendo los niños, incluye algunas preguntas en la medida que sea necesario, dependiendo del propósito de la lectura. Pregunta: ¿les gustó la historia?, ¿por qué?, ¿qué les permitió librarse de los ladrones?, ¿qué hubiera pasado si no trabajaban en equipo?, ¿cómo era cada uno de los animales?, ¿qué aportaron al trabajo en grupo? Concluye con ellos acerca de qué significa trabajar en grupo y que cuando se agrupen se deben ver como los músicos de Bremen que entre todos comparten y se apoyan. Diles que harán una asamblea para decidir cómo se van a organizar y qué nombres elegirán para sus grupos.

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Antes de la asamblea Reúne a los niños en media luna y diles que para formar los grupos necesitan ponerse de acuerdo en cuáles serán los criterios para que todos se sientan a gusto trabajando en grupo. Establece con los niños el propósito de la asamblea, organizar nuestros grupos y escoger los nombres, para que todos se centren en el tema cuando participen.

La asamblea de aula es una excelente herramienta de participación democrática y de ejercicio de ciudadanía. Además de expresar y compartir ideas y sentimientos.

Dales unos minutos para que cada uno piense cómo les gustaría que queden conformados los grupos. Ponles algunos ejemplos de criterios para formarlos: por amistad, los que se sientan cerca, niños y niñas, etc. Ofrece pautas a los niños para el intercambio en la asamblea. Recuérdales que durante la interacción deben: Pedir la palabra para participar. Hablar pausado y en voz alta. Escuchar cuando alguien esté hablando. Centrarse en el tema. Utilizar movimientos de manos y gestos que acompañen lo que dicen.

Durante la asamblea Recuerda a los niños que el tema de la asamblea es que entre todos establezcan cómo se organizarán los grupos y el nombre que le colocarán.

Un criterio es una opinión, juicio o decisión que se adopta sobre una cosa.

Solicita a algún niño voluntario que anote en la pizarra o en un papelote los criterios que van indicando. Pídeles que, en forma voluntaria, te digan cuáles podrían ser los criterios para formar los grupos. Pregúntales: ¿cómo les gustaría formar sus grupos? ¿Con qué criterios se quedan? Recuérdales que es importante que todos se sientan bien y nadie sea excluido.

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Diles que pueden elegir por votación con qué criterios se quedan. Propón a los niños que para escoger el nombre de su grupo has pensado que debe guardar relación con lo que están trabajando en el aula acerca de la organización. Por eso sugiere que elijan entre dos alternativas: poner nombre relacionado a una responsabilidad o una norma. Por ejemplo: el grupo respeto, responsabilidad, etc. Pide que elijan cuál les gustaría. Anota o pide a algún estudiante voluntario que escriba en el cuaderno de los acuerdos, las ideas que plantean. Finalmente, indica a los niños que elijan las propuestas con las que están de acuerdo.

Después de la asamblea En grupos pequeños Pide a los niños que se organicen siguiendo los criterios establecidos. Observa cómo se forman los grupos y ayúdalos con la implementación de los criterios. Toma especial interés en aquellos niños que se sientan incómodos con el cambio, conversa con ellos y haz lo que sea necesario para que se integren a los grupos.

3. CIERRE 15

minutos

Evalúa el cumplimiento de las normas que eligieron para la realización de la asamblea: ¿cómo nos ayudaron para el cumplimiento de la sesión?, ¿los criterios que elegimos para formar los grupos fueron los apropiados?, ¿prestamos atención a nuestros compañeros?, ¿aportamos al tema planteando ideas sobre el nombre de los grupos? Invita a responder: ¿qué aprendimos hoy?, ¿cómo nos hemos organizado?, ¿cómo nos sentimos con el grupo que nos ha tocado?

Tarea a trabajar en casa Pide a cada niño que busque información acerca del nombre elegido por el grupo. Asimismo, que traiga al aula todos los materiales que tengan para ampliar la información.

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Anexo 1 Tercer Grado

UNIDA D1 SESIÓN 05

Los músicos de Bremen Jacob y Wilhelm Grimm

H

abía una vez un campesino que tenía un asno. Durante mucho tiempo le había servido para llevar los sacos de trigo al molino, pero el asno se empezó a hacer viejo e inservible y el amo pensó en deshacerse de él. El asno no era tonto y como sabía de las intenciones de su amo se escapó rumbo a Bremen para tratar de hacer carrera como músico, ya que el animal tocaba el laúd. En su camino se tropezó con un perro cazador que jadeaba agotado. - ¿Todo bien amigo? - Sí, sí tranquilo. Intentaba escaparme de mi amo, que quiere matarme porque soy viejo y ya no le sirvo para ir de caza. - ¿Por qué no te vienes conmigo? Voy camino de Bremen, donde pienso ganarme la vida como músico. Juntos podríamos formar una banda… tu podrías tocar los timbales. ¿Qué te parece? El asno convenció al perro y continuaron su camino juntos. Al poco, se encontraron con un gato con mala cara. - ¿Qué te pasa minino? - preguntó el asno - Que no tengo adónde ir. Mi ama ha tratado de ahogarme porque estoy viejo y me paso el día tirado junto al fuego. - ¿Y por qué no te unes a nosotros? Vamos a Bremen, a formar una banda de música. El gato dijo que no sabía mucho de música, pero como no se le ocurría nada mejor aceptó y se unió al asno y al perro. Más adelante dieron con un gallo que gritaba con todas sus fuerzas. - ¿Por qué gritas gallo? - dijo el asno

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- Porque mi ama va a echarme a la cazuela esta noche. Por eso grito mientras estoy vivo. - Anda, no malgastes tu tiempo y vente con nosotros. Vamos a Bremen y tienes buena voz así que eres perfecto para nuestra banda de música. Continuaron caminando los cuatro animales todo lo que pudieron pero no llegaron esa misma noche a Bremen. No sabían dónde pasar la noche cuando vieron luz en una casa al otro lado del bosque y decidieron acercarse. Vieron a un grupo de ladrones a punto de darse un gran festín de comida y con el hambre que tenían decidieron que tenían que hacer algo para echar de la casa a los ladrones. El asno se colocó junto a la ventana, el perro se subió encima del asno, el gato encima del perro y el gallo encima de la cabeza del gato. Así, unos encima de otros, empezaron a rebuznar, ladrar, maullar y cantar con toda su alma. Rompieron incluso la ventana y armaron tal estruendo que los ladrones huyeron creyendo que se trataba de algún fantasma. Los animales cenaron hasta que ya no pudieron más y se echaron a dormir. El asno eligió el estiércol, el perro se fue detrás de la puerta, el gato prefirió las cenizas del hogar y el gallo se puso encima de una viga. A media noche uno de los ladrones, viendo a lo lejos que la casa parecía en calma se armó de valor y decidió volver. Pero cuando llegó la casa estaba a oscuras, confundió los ojos del gato con las brasas del hogar, acercó una cerilla y el gato le arañó la cara, fue hacia la puerta y le mordió el perro en la pierna, salió corriendo fuera de la casa, pisó el estercolero y el asno le dio una coz y justo en ese momento el gallo empezó a cantar desde la viga ¡¡kirikíi!! El ladrón corrió todo lo rápido que pudieron sus pies y cuando llegó le contó a sus compañeros: - ¡En la casa hay una bruja que me ha arañado la cara, detrás de la puerta un hombre con un cuchillo que me lo ha clavado en la pierna, y fuera un monstruo que me ha golpeado con un terrible mazo!! Y encima del tejado un juez que gritaba ¡Traedme el ladrón aquí! Tras esto a los ladrones ni se les ocurrió volver a pisar esa casa y los músicos de Bremen todavía siguen allí.

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