Hacer visible al Dios invisible (Ro. 1:18-25, Sal. 19:1-6)

Introducción: ¿Disfrutas del cambio de estaciones? La belleza que Dios programó para el declive de la estación cálida es nada menos que espectacular. Me quedo en éxtasis contemplando los colores del otoño. Confieso que soy un fanático de la naturaleza convencido. No puedo comprender la profundidad del Artista que crea tanta belleza, pero sé que Él es grande, ¡más allá de toda mi capacidad de explicación o retención! No es de extrañar que los salmistas exclamaran a menudo: “¡Alabadle! ¡Cantadle cánticos! ¡Contad de sus maravillosos actos!” • Fuimos creados para ser impresionados por el Autor de la naturaleza, Rey del universo, a partir de su primera revelación en la creación, en la cual nos deja entrever su Gloria a través de su obra: Philip Yancey lo llamó “rumores de la trascendencia”. La naturaleza debe impactar nuestros sentidos con el poder, la majestad y la deidad de Dios. De hecho, la naturaleza está impregnada de las huellas de Dios por doquier; es su primer medio de revelación. El Salmo 19 dice que los cielos declaran la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. • El Salmo 14 insiste en que solo un necio diría en su corazón que no hay Dios. Esta es la lógica de la Palabra. Todos aplicamos la regla de causa y efecto para todo en la vida (por ejemplo, este efecto es el resultado de esa causa); por tanto, no aplicar esta regla al mayor efecto, concretamente, al universo y a la vida en sí, es caer en el pozo de la locura. Así que la respuesta que Dios espera de la humanidad, cuando contemplamos el mundo creado, es admiración, fascinación, el temor del Señor, que es el principio de toda sabiduría. (Así que cuanto más contemplas la creación, más profunda es tu percepción de su deidad, más firme tu temor y mayor es tu sabiduría).

1)

Por desgracia, a causa de nuestra tendencia pecaminosa, convertimos este maravilloso

medio de revelación en una especie de ídolo. Como resultado de esta rebelión, el apóstol Pablo dice que “ciertamente, la ira de Dios viene revelándose desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los seres humanos que con su maldad obstruyen la verdad” (Ro. 1:18).

1

• Lo que Dios pretendía que fuera un medio útil para una finalidad, lo hemos convertido en un fin en sí mismo. Hacemos esto de numerosas formas, desde la búsqueda de cosas materiales o placer físico como nuestra meta principal, hasta simplemente convirtiéndonos nosotros y nuestro bienestar en la preocupación central de nuestras vidas. Eso es lo mismo que alabar la creación en lugar de al Creador. • La consecuencia, según Pablo, es la revelación de la ira de Dios. Desafortunadamente, a menudo no comprendemos el concepto de la ira de Dios. No es, para nada, como la ira humana: reacciones irracionales, incontroladas e impulsivas. La ira de Dios puede definirse bíblicamente como su oposición constante a todo aquello que se erige contra su bondad soberana, especialmente aquello que tiende a disminuir o dañar la personalidad humana. Es básicamente su total oposición al mal, llevada a su máxima expresión en la cruz, donde Él absorbió todas las consecuencias del mal con sus amortiguadores divinos del amor. Podemos incluso estar agradecidos por la ira de Dios, puesto que significa que hay justicia en el universo y que al final prevalecerá sobre todo el mal en el mundo, ¡incluso el mal en ti y en mí! • La ira de Dios debía revelarse porque la maldad humana suprimía la verdad, a pesar de ser evidente todo lo concerniente a Dios, ya que la creación hace que las cualidades invisibles de Dios (poder eterno y naturaleza divina) sean visibles (Ro. 1:19-20). Nótese la ironía de que lo invisible se ve claramente: ¡las cualidades invisibles de Dios (eterno poder y naturaleza divina) se hacen visibles en la Obra de sus manos! ¡Esto quiere decir que deberíamos estudiar la creación si queremos entender mejor a Dios! ¿Recuerdas cómo Salomón (el hombre más sabio del Antiguo Testamento) se centraba tantoen la naturaleza? “Disertó acerca de las plantas, desde el cedro del Líbano hasta el hisopo que crece en los muros. También enseñó acerca de las bestias y las aves, los reptiles y los peces. Los reyes de todas las naciones del mundo que se enteraron de la sabiduría de Salomón enviaron a sus representantes para que lo escucharan” (1 Reyes 4:29-34). Buena parte de su sabiduría la adquirió observando la naturaleza. • Sin embargo, Jesús aclaró: " La reina del Sur se levantará en el juicio contra los hombres de esta generación y los condenará, porque ella vino desde los confines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y en este lugar hay alguien que es más que Salomón" (Lucas 11:31). Qué buena descripción de la necedad humana, el modo como los contemporáneos de Jesús rechazaron la fuente de la sabiduría que tenían frente a ellos, prefiriendo en su lugar centrarse en su propia virtud, al igual que la generación de hoy le desdeña, deleitándose con su propio ingenio para entretenerse, en lugar de buscar debajo de la superficie.

2) Tanto el sabio Salomón como Jesús el sapientísimo exploraron y hablaron largo y tendido sobre la naturaleza, sin embargo, tenemos que admitir que la naturaleza puede dar "señales mixtas". Por lo menos, para nuestra visión borrosa, la naturaleza a veces puede parecer que tanto revela a Dios como lo oculta. • Piensa en el dilema que la naturaleza puede suponer para quienes se han quedado sin hogar, huérfanos o sin hijos a causa de un terremoto o un huracán. Parafraseando a Pablo, "la creación gime", como si tuviera dolores de parto (Ro. 8:22), e incluso con la revelación especial 2

de las Escrituras, a veces todavía no sabemos exactamente cómo interpretar ese gemir. C.S. Lewis hace una observación maravillosa al respecto: no acudimos a la naturaleza para construir nuestra teología, sino más bien una vez que tenemos nuestra teología acudimos a la naturaleza para que llene de significado las palabras "respeto, gloria, belleza y terror” (en el Salmo 29, David describe la agitación violenta de la naturaleza; sin embargo, ve la gloria de Dios en ella). • Para algunas personas, la naturaleza es el único libro de Dios que tendrán, por lo que como cristianos no debemos simplemente pasar de ella por tener la Revelación última en las Escrituras. La creación fue el primer texto de revelación de Dios, y tenemos que prestarle más atención para estar preparados para interpretar sus incógnitas y dar testimonio de la grandeza de Dios, sin importar las pruebas que se nos presenten. El paleontólogo y teólogo católico Teilhard du Chardin aconseja: "A través de todas las cosas creadas, sin excepción, lo divino nos asalta, nos penetra y nos moldea. Lo imaginamos distante y de difícil acceso, cuando en realidad vivimos inmersos en sus capas ardientes". Tenemos que enfrentarnos a la naturaleza teológicamente, incluso a sus partes más problemáticas, desde el cáncer y las enfermedades de nacimiento hasta la inhumanidad del hombre hacia el hombre. • Debemos considerar el acercamiento de Dios a un hombre que sufre cargado de dudas existenciales. ¿Recuerdas cómo Dios respondió al deseo angustiado de Job de una explicación con un impresionante discurso sobre el mundo natural? "¿Dónde estabas cuando puse las bases de la Tierra? ... ¡Seguramente sabes quién estableció sus dimensiones y quién tendió sobre ella la cinta de medir!" (¡Incluso Dios podía ser sarcástico! Job 38-39). Entonces Dios interroga a Job acerca de los depósitos de la nieve y el hielo, la trayectoria de la tormenta, el vientre en el que se concibe el hielo, y las leyes de los cielos. Él le dice que piense en el avestruz, las cabras montesas dando a luz, los búfalos, caballos salvajes, águilas volando, Behemot y Leviatán. Le está diciendo a Job que mire el texto (en la creación): ¿qué dice sobre el autor de todo esto? Por supuesto, se requiere de los ojos y los oídos de la fe, porque estamos siendo desafiados a mirar bajo la superficie, ¡más allá de lo visible! Sin embargo, Dios no estaba dispuesto a reducir el mensaje de la creación o a defender lo que había hecho; Él simplemente se refirió a ello como si se tratara de un apartado de su currículum, y entonces preguntó: “¡Que le responda a Dios quien se atreve a acusarlo!"

3) Puesto que la gente no se está dispuesta a ver en la creación la grandeza del Creador, o su justicia y su autoridad divina, el resultado se aclara en Romanos 1:21: “A pesar de haber conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se extraviaron en sus inútiles razonamientos, y se les oscureció su insensato corazón." • Esta es la inutilidad del pensamiento del humano: ya no sabe razonar, o cómo interpretar la naturaleza y su lugar en él. Esta es también la necedad de negarse a ver la maravillosa obra de la naturaleza como la necesidad de una causa en consonancia con el efecto: el resultado es un corazón oscuro, de hecho, ¡una espiral descendente de oscuridad que la humanidad no es capaz de detener!

3

• Afirmando ser sabios, “se volvieron necios y cambiaron la gloria del Dios inmortal por imágenes…” (Ro. 1:22-23). Pablo realmente toma este "lenguaje del cambio" del Antiguo Testamento: en Salmos 106:20, el pueblo de Dios cambió su Gloria [Dios mismo] por la imagen de un becerro; en Jeremías 2.11, cambiaron su gloria "por lo que no sirve de nada", y en Oseas 4:7 “por algo deshonroso”. En Romanos 1.23, el cambio es entre la gloria del Dios inmortal y las imágenes del hombre mortal y otras criaturas; en el versículo 25 cambian la verdad de Dios por la mentira, y en el versículo 26 cambian las relaciones naturales por las que van contra la naturaleza. • Cada vez que Pablo menciona este indignante intercambio, continúa con las palabras “Dios los entregó”. Se les entrega a los resultados naturales de su rebelión, es decir, el Espíritu Santo ya no los frena, sino que les permite entregarse, queriendo o no, a la degradación de su elección: impureza sexual, pasiones vergonzosas, relaciones no naturales, y por último, una mente totalmente depravada. Qué descripción tan realista de la espiral descendente en nuestro mundo, donde el pensamiento y sentimiento humanos se han corrompido totalmente, incapaces ya de servir como la brújula moral que Dios pretendía.

4) Es por eso que nuestro mundo necesita desesperadamente un Salvador lleno de amor y misericordia -y es por eso que nosotros mismos lo necesitamos, ¡y nuestros hijos necesitan que se ejemplifique en nosotros! (¿Somos capaces? Dios sabe que no lo somos. Sin su gracia salvadora, ¡no valemos nada!). El Dios de la Biblia realmente merece el nombre de "Salvador", porque ha ido más allá de la naturaleza para comunicar su gloria y amor a través de su Palabra, hablada, escrita y encarnada, después sacrificada por nosotros. • Si bien hay cuestiones controvertidas en la creación que no se amoldan fácilmente a respuestas cómodas, Dios no es un espectador indiferente, sino más bien un jugadorentrenador totalmente entregado que vino personalmente a asumir nuestras cargas y adversarios, nuestros fracasos y culpa. Quizá desearíamos que hubiese venido como un guardia de asalto, destruyendo los barrotes de nuestras celdas, borrando del mapa a nuestros enemigos, pero Dios no hace las cosas a nuestra manera. • De hecho, Él continuamente nos demuestra que sus pensamientos no son nuestros pensamientos, ¡ni nuestros caminos sus caminos! Su camino nos puede parecer más lento y menos eficaz, pero en realidad el poder silencioso de la cruz es la única forma real de victoria. Quizá hubiéramos preferido que empleara mano dura, ¡pero ahora cuenta con nosotros, sus seguidores, para hacerlo visible, audible y tangible en este mundo a través del camino de la cruz! Así que deberíamos dedicar tiempo a pensar en ello. Si la creación gime a una, Dios también gime; si gemimos, ¡el Espíritu Santo está gimiendo con nosotros! • Phil Yancey, en su libro Encontrar a Dios en lugares inesperados, habla de Joanna, una mujer sudafricana que abordó la prisión más violenta de su país, literalmente controlada por pandilleros. Los nuevos miembros debían ganarse su entrada en la pandilla agrediendo a presos indeseables, y los guardias simplemente miraban hacia otro lado, dejando que éstos "animales" se pegaran y hasta se mataran entre ellos. Esta joven cristiana comenzó a visitar la cárcel con un mensaje de perdón y reconciliación, tratando de poner en práctica en una escala 4

menor lo que los líderes de Sudáfrica estaban intentando en el ámbito nacional. Organizó grupos pequeños, les enseñó juegos de confianza, consiguió que los prisioneros relataran los detalles de sus terribles infancias. El año antes de que comenzaran sus visitas, la prisión había registrado 279 actos violentos, al siguiente año ¡hubo dos! La BBC se enteró de este éxito e hizo documentales sobre ella. Yancey también la entrevistó y pidió detalles sobre lo que había transformado esa prisión. Su respuesta fue: "Phil, Dios ya estaba presente en esa prisión. ¡Simplemente tenía que hacerle visible!" ¿Entendemos el mensaje? ¡Dios ya está presente en el mundo donde vives! ¡Los seguidores de Cristo simplemente tenemos la llamada de hacerle visible! • ¿Estamos a la altura de tan alta llamada? Esperemos que tu primera respuesta a esa pregunta sea una confesión de defectos e insuficiencias, porque únicamente cuando reconocemos nuestra necesidad, puede Dios comenzar a perfeccionar su poder en nuestras debilidades y convertirnos en canales e instrumentos para hacerse visible.

5