Hay que tomar medidas higiénicas y preventivas para el cuidado de nuestros pies La sociedad no le da importancia a la salud podológica

ESPECIAL PIES SANOS 32 Hay que tomar medidas higiénicas y preventivas para el cuidado de nuestros pies La sociedad no le da importancia a la salud
Author:  Juan Correa Rivas

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Hay que tomar medidas higiénicas y preventivas para el cuidado de nuestros pies

La sociedad no le da importancia a la salud podológica Según el «Estudio de Hábitos de Cuidado e Hidratación de los pies de los españoles», puesto en marcha por Neutrogena, a través del Instituto de Investigación Nielsen, con el aval del Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos de España (CGCOP); la radiografía del paciente que suele llegar a las consultas de los podólogos describe, en el perfil más común, a una mujer de entre 55 y 65 años, aquejada de dolor por problemas de durezas, sequedad o callos en los pies. Esta es especialmente habitual justo antes del verano o durante el mismo. El estudio, que compila la información sobre los hábitos de cuidados del pie de los españoles, está realizado a través de una muestra de población general de 728 encuestados y 154 podólogos colegiados. Más del 80% de los podólogos considera que los hábitos de la población española en el cuidado de los pies no son suficientes para mantener una hidratación correcta. La importancia de la salud de los pies: cuidados e hidratación Según se desprende de este estudio, para 9 de cada 10 españoles la hidratación de los pies, comprendida dentro de los cuidados principales del cuerpo, se considera im-portante. Un 73% declara aplicarse crema en los pies e hidratarse, y junto con el lavado de los pies (31%) o cortar las uñas (31%), son las medidas higiénicas más seguidas e implementadas. Para esta hidratación de los pies, los españoles utilizan tanto cremas específicas para pies, (49%) como hidratantes corporales (15%). Los podólogos consultados en el estudio, destacan que más de 7 de cada 10 pacientes no utilizan cremas específicas para pies, subrayando que es una opción poco o nada hidratante. José García Mostazo, presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos asegura que «la hidratación de los pies es una acción que los podólogos transmitimos como parte de una serie de medidas higiénicas y preventivas para la salud de nuestros pies. Los pies son los que nos ayudan a mantener el equilibrio, a andar, correr y a propulsarnos durante nuestra vida, a lo largo de la cual recorreremos tantos kilómetros como casi 5 veces la vuelta al mundo». Y añade que «la hidratación de los pies debe realizarse siempre aplicando cremas específicas para este uso, ya que existen composiciones y formulaciones que pueden actuar a nivel del cuerpo que resultan insuficientes para esta parte concreta, con lo que no estaríamos alcanzando los niveles de hidratación óptimos para los pies. Los principios activos, como la glicerina, deben estar incluidos

en una formulación idónea de este tipo para ser eficaz. La hidratación diaria es la considerada ideal para el 89% de podólogos». Durezas, callos y sequedad Según el estudio, para una hidratación adecuada, es fundamental el uso de productos específicos. La hidratación, para tratar la sequedad, es una de las medidas higiénicas más seguida e implementada por parte de los españoles para cuidar de la salud de los pies. Respecto a la estacionalidad, frecuencia y momentos de aplicación de la hidratación, 9 de cada 10 españoles que se cuidan los pies aseguran realizar la hidratación durante todo el año y entre 2-3 veces a la semana, prefiriendo que ésta sea en casa (94%) o en un centro de podología especializado (36%). Un 39% de los encuestados acude al menos una vez al año al podólogo y un 27% ha acudido al menos una vez de forma ocasional. Es en el marco de estas consultas (51%), en el que los pacientes reciben consejos básicos de hidratación para el cuidado de sus pies, seguidas de la información recabada de la familia y amigos (37%) y las de las farmacias (34%). Principales fuentes de información El 47% de los encuestados afirma buscar información sobre el cuidado de los pies de forma activa, 8 de cada 10 lo hacen a través de Internet, seguido de las farmacias (47%), centros de podología (32%) o revistas lifestyle (28%), entre otras. Elegir el calzado correcto Un estudio de la Universidad de Extremadura (UEx) ha revelado que la mayoría de la población de más de 64 años utiliza un calzado inadecuado al tamaño de sus pies, ya sea porque calza un número menor al que le corresponde o más estrecho del que realmente necesita. El Colegio de Podólogos de La Rioja considera que la sociedad "no le da importancia a la salud podológica, cuyas alteraciones, además de provocar deformaciones en los pies, pueden derivar en dolores de tobillos, piernas, rodillas e incluso cadera y espalda". Los Colegios de Podólogos recomiendan visitar al especialista "al menos una vez al año, usar un número adecuado y llevar zapatos que no estén muy viejos". Según el trabajo, llevado a cabo por el Equipo de Investigación Multidisplinar del Pie: Biomecánica, Patología, Ortopedia y Cirugía de la UEx, el 83 por ciento de los pacientes analizados estaban usando "un calzado inadecuado, lo que conlleva problemas físicos". "Se ha comprobado que la mayoría de los pacientes no usaban un zapato adecuado, pues a la hora de elegir calzado no coincide con las dimensiones reales y verdaderas de cada pie, con lo cual puede dar lugar a la aparición de diversas patologías y deformidades", explica la doctora Patricia Palomo, autora de la investigación. Esta se hizo tomando como muestra 100 pacientes de más de 64 años,

Los expertos han advertido que los pies son una de las partes del cuerpo a las que menos atención se les presta y, sin embargo, cualquier enfermedad en ellos puede determinar claramente la calidad de vida de las personas que la padezcan.

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a los que se les preguntó cuestiones relacionadas con este aspecto, posibles patologías y cuidados de los pies, y se les comprobó el zapato que portaban, tomando medidas de anchura y longitud. Solo un 19 por ciento de la muestra comprobaban sus pies todos los días para ver si tenían alguna herida o alguna alteración, como úlceras. "Se observó que la mayoría de la muestra estudiada llevaba un zapato más estrecho o bien más pequeño de lo que necesitan, con lo que puede causar disfunciones en la marcha o producir dedos en garra o en martillo", apunta la doctora. La investigadora ha expuesto que los cambios que afectan a la capacidad de caminar tienen profundas

consecuencias para las personas de más edad, ya que merman la movilidad del individuo y disminuyen su independencia. Mantener la función del pie, mejorar la adaptación del calzado y proteger a los mayores de posibles accidentes constituyen objetivos cuya consecución puede resultar determinante para la mejora de su autonomía personal. Por ello, la elección de calzado juega un papel fundamental en este sentido. "Las personas mayores en muchos casos no se vigilan los pies con la frecuencia que deberían, y muchos de ellos siguen usando el mismo durante largo tiempo sin tener en cuenta si realmente se les está quedando pequeño", recuerda la doctora Patricia Palomo.

El Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos pide la prohibición de “deportivas con ruedines” por los problemas que puede ocasionar Un estudio realizado por Roberto Pascual, experto en Podología Infantil y profesor de la Universidad Miguel Hernández, de Elche alerta sobre el uso de “deportivas con ruedines”. Tras conocer este estudio, el Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos de España recomienda a los centros educativos, fundamentalmente de infantil y primaria, que prohíban a los niños que acudan al colegio con los heelys, comúnmente conocidos como calzado con “ruedines”. Desde hace más de 10 años, la Universidad Miguel Hernández, realiza un programa de atención primaria de salud podológica en los centros educativos de infantil y primaria de la Comunidad Valenciana. Cada año, un equipo coordinado por Roberto Pascual junto con sus alumnos de 4º del Grado de Podología, realizan revisiones a unos 600 niños, de 3 a 12 años. Como afirma el director del estudio, Roberto Pascual, “el objetivo es buscar y confirmar salud, no buscar patologías; y en el caso de encontrar datos no compatibles con la normalidad, informar para su valoración más exhaustiva”. En caso de encontrarse datos no compatibles con la normalidad, los niños se desvían al especialista oportuno. En los últimos meses, Pascual ha observado que demasiados niños acuden a clase con zapatillas con los heelys o “zapatos de ruedines”, en algún caso de forma reiterada. Con

este calzado pasan más de 8 horas al día en muchos casos (de 8,30 a 17,00 horas). En opinión de Pascual, “esto no es un calzado sino un juguete” y, por tanto, se debería comercializar en todo caso en jugueterías y no en zapaterías. Pascual confía en que sea una moda pasajera. El podólogo Roberto Pascual ha analizado una muestra de 100 niños entre los 2 años y medio y los 8 años y medio. Ha observado que más de la mitad de los escolares observados (52,05%) presentan datos compatibles con la normalidad, a más de un tercio de los escolares (38,35%) se les recomendó la realización de una revisión podológica; el 9,1% presentaba datos no compatibles con la normalidad, relacionados principalmente con escoliosis, a los cuales se les recomendó la revisión por parte de un traumatólogo; y un 0,5% presentaba lesiones dérmicas que aconsejaban una visita al dermatólogo. De los escolares a los que se les recomendó acudir al podólogo para una exploración clínica, la mayoría era por datos de pie plano no compatibles con la normalidad: un 40% por prevalencia del pie plano infantil, otro 40% por alteraciones en la marcha, principalmente relacionados con marcha con las puntas de los pies hacia dentro y marcha de puntillas; alteraciones digitales y posibles asimetrías de miembros inferiores representaron el otro 20% de los infor-

mes derivados al especialista podológico. La revisión del calzado muestra que el 83% de los niños lleva el calzado adecuado en función del tamaño del pie. Sin embargo, existe una alta incidencia de niños que acuden al centro escolar con calzado específico para una actividad deportiva (principalmente fútbol). Así, un 62% de los escolares, casi todos niños, acuden al centro con un calzado específico para fútbol sala o césped artificial con las características propias de este tipo de calzado (horma estrecha, suela fina, multitacos, material artificial). Respecto al uso de los heelys se ha observado que el 11% del alumnado (principalmente, niñas) acudieron al centro escolar el día de la revisión con dicho calzado. Este calzado, a largo plazo, puede ocasionar problemas derivados de su peso, de la altura del tacón, de la falta de flexibilidad y del propio “ruedín” y su inestabilidad. 3E

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Problemas frecuentes en los pies Dr. Jorge Pérez Rey, podólogo y doctor en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en Podológica Pamplona y miembro de Saluspot.

Tobillos inflamados, calambres, uñas amarillentas... El doctor Jorge Pérez Rey enumeran cinco problemas habituales que pueden sufrir nuestros pies debido a causas como la mala circulación sanguínea, la falta de minerales o la aparición de hongos. Pies fríos Los pies son la parte más alejada del corazón. Además, las arterias que llevan la sangre hacia las extremidades se van haciendo más pequeñas cuanto más se alejan del corazón. Por otro lado, en invierno se produce una vasoconstricción periférica de tal forma que la sangre llega todavía con más dificultad, que es la razón por la que se nos quedan los pies fríos. Calambres Los calambres suelen producirse por un déficit en el organismo sobre todo de calcio y de potasio. Las personas que realicen ejercicio físico y que tengan una mala nutrición serán más propensas a padecer calambres. Una uña gruesa y amarillenta La causa más frecuente de una deformación en grosor de la uña (onicogrifosis) y de un cambio en la coloración es la infección por hongos u onicomicosis. La uña se presenta despegada, normalmente por un lateral, y como resultado del trofismo de los hongos se produce debajo de la uña lo que los pacientes refieren como "una especie de serrín". Fascitis plantar Es la inflamación de las estructuras musculares y tendinosas que forman la planta del pie. La fascitis produce un dolor agudo en la planta del pie cuando el paciente camina que se calma con el reposo. Está producido por un exceso de tensión que produce una fatiga de la musculatura, bien por un sobresfuerzo o por un calzado inadecuado. Tobillos inflamados A las personas que retienen líquidos se les inflamarán los tobillos a lo largo del día, pero también existen procesos reumáticos que pueden provocar inflamación. Si una persona retiene líquidos se le inflamarán ambos tobillos, mientras que el proceso reumático puede afectar únicamente a un tobillo que, además, estará más caliente que el otro.

La salud de los pies de los mayores Los problemas en los pies son una de las causa de las caídas en los ancianos, que suponen uno de los problemas geriátricos "más importantes", ya que "ponen en riesgo la salud de los mayores provocando lesiones, incapacidad o, incluso, consecuencias peores", según advierten los Podólogos. Las patologías más frecuentes en la Tercera Edad son los juanetes, dedos en garra y aplanamiento del pie. Por ello, apunta que es "fundamental" acudir al Podólogo para que detecte las posibles anomalías y deformidades en el pie que pueden dificultar la deambulación antes de que generen complicaciones mayores, cortar adecuadamente las uñas que con los años pueden aumentar su grosor y provocar molestias al caminar, eliminar las durezas y callos.Además, en los casos necesarios, aconseja proteger las prominencias óseas y deformidades de los pies con el uso de ortésis de siliconas o la confección de plantillas, para evitar el dolor causado con el movimiento, que podría alterar la marcha e incrementar la inestabilidad. Cualquier persona puede sufrir problemas en los pies si utiliza calzado inadecuado, pero hay dos segmentos de la población en los que el uso de zapatos inapropiados plantea problemas más graves: los niños y los ancianos. En el caso de las personas mayores el porcentaje de pacientes con problemas en los pies es muy grande. En torno a un 40% de las mujeres sufre de juanetes, un 37% de los hombres y mujeres tienen callos, y alrededor de un 50% de las personas mayores tienen problemas para encontrar zapatos adecuados. El calzado condiciona la capacidad de estas personas para realizar un gran número de actividades. De nada sirve promover viajes y actividades para las personas mayores si al final no pueden andar o bailar por no llevar el calzado adecuado a sus necesidades. El calzado puede paliar molestias provocadas por algunos de los problemas que padecen, y, de hecho, algunos de esos problemas han sido provocados por el uso continuado de un calzado inadecuado. El uso de plantillas en las personas mayores puede proporcionar una marcha más estable, carente de malestar y confortable.

Un calzado bien diseñado tiene que cumplir un conjunto de funciones básicas: proteger el pie, alojarlo, acompañarlo en sus movimientos sin permitir tampoco juegos exagerados en las articulaciones, repartir las presiones en la planta del pie de forma adecuada y permitir la interacción necesaria con el suelo para que sean posibles y eficaces los movimientos.

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Se recomienda que utilicen zapatos que sujeten bien el pie con cordones o con velcros, que dispongan de suela antideslizante y que permitan las transpiración natural. Además, deben evitar el calzado con suelas desgastadas, tacones altos, en chancleta o zapatilla suelta. Asimismo, es aconsejable el uso de zapatos confeccionados con materiales especiales, lycras y espumas que cedan. Por lo que se refiere a las medias y calcetines, se recomienda utilizarlos de algodón y descartar las fibras sintéticas, porque no favorecen la transpiración e incrementan la sudoración. Es importante que las personas mayores no utilicen calcetines o medias remendadas o con costuras, ligas o calcetines con elástico superior que aprieten, ya que al impedir o entorpecer el retorno venoso son causa de edemas periféricos. Riesgos del «pie diabético» • El diabético tiene problemas de sensibilidad al calor y al frío. • También tiene una disminución de la sensación del dolor: no percibe los traumatismos que puedan sufrir sus pies y puede herirse sin darse cuenta. • Presenta, a menudo, una sequedad de la piel que provoca fisuras que pueden ser el origen de infecciones. • Las deformaciones de los pies (que causan por ejemplo las callosidades) pueden aparecer y ser fuentes de heridas posteriores. • Una lesión de pie descuidada e insuficientemente tratada como debería, puede desgraciadamente tener consecuencias graves como una amputación. Recomendaciones Scholl Scholl busca ofrecer productos que puedan ser utilizados por todos, incluyendo a los diabéticos. A través de un sistema de etiquetado semáfo-

ro en todos los envases de productos, Scholl hace la elección de los productos adecuados fácil y clara. El símbolo verde significa que el producto puede ser utilizado por personas con diabetes. El símbolo de color amarillo, con un signo de interrogación, significa que las personas con diabetes deben recibir consejo de un especialista antes de usar el producto, ya que la condición de sus pies puede requerir tratamiento por parte de profesionales de la salud. El símbolo rojo, con una cruz, significa que el producto no es apto para personas con diabetes. ¿Cómo afecta la diabetes a los pies? La diabetes es una condición en la que hay una alta concentración de glucosa en la sangre. A la larga, esto puede dar complicaciones que afectan al sistema nervioso y la circulación. Algunas de las formas en las que la diabetes puede afectar a los pies son: Pueden llegar a ser insensible y menos capaces de sentir el dolor, los cambios de temperatura y las vibraciones pueden causar molestias. - La piel de los pies puede llegar a secarse mucho y se es muy propenso a sufrir ampollas, cortes o quemaduras. - Las heridas pueden tardar mucho tiempo en sanar. - Los pies y las piernas pueden llegar a doler y ser insensibles. - Con el tiempo, los nervios pueden dañarse y la circulación sanguínea incluso puede conducir a cambios en la forma de los pies y la forma de caminar. Los pies son especialmente delicados si sufres de diabetes, y necesitan especial atención y cuidado. Una rutina diaria seria: Lavar los pies con agua tibia y jabón suave, pero sin dejarlos en remojo demasiado tiempo, ya que puede hacer que la piel sea propensa al

daño. Secar bien los pies, procurando secarlos entre los dedos, y asegurarnos de que permanecen secos durante todo el día. Hay que utilizar una buena crema hidratante, tanto por debajo como por encima del pie, evitando frotarla entre los dedos ya que esto puede causar pie de atleta Otros consejos útiles: - Usar zapatos cómodos que protejan y cuiden los pies. - Utilizar siempre calcetines y nunca caminar descalzo. - Tratar las heridas pequeñas del pie o las uñas inmediatamente para evitar complicaciones e infecciones. - Como diabético, es esencial elegir el tipo de calzado adecuado para prevenir complicaciones. Algunas de las características que el calzado debe tener: - Materiales suaves y transpirables. - Área profunda del dedo del pie, redondeada o cuadrada, donde los dedos puedan moverse libremente. - Media altura, talones firmes. - Cierres seguros. - Sin costuras o áreas ásperas en el interior. - Plantillas acolchonadas. - Resistente, con suela antideslizante. 3E

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José García, Presidente del Consejo General de Colegios oficiales de Podólogos de España

“El estar en la sanidad pública contribuiría a mejorar la imagen del podólogo” Los pies son la base del sistema locomotor y de ahí la importancia de su tratamiento y cuidado, puesto que son determinantes para fomentar la salud en todo el cuerpo. No obstante, un 26,71% de los españoles no usa un calzado adecuado o usa un solo par de zapatos a la semana. Generalmente la visita al podólogo se realiza cuando el problema ya ha aparecido. No hay conciencia preventiva. Además, la podología está en el ámbito de la medicina privada. Sobre todos estos aspectos y otros relacionados con la profesión de podólogo nos informa en esta entrevista José García Mostazo, Presidente de Consejo General de Colegios oficiales de Podólogos de España. ¿Cómo valora la situación del sector de la Podología ? Podríamos decir que la situación es privilegiada si la comparamos con el resto de los países de Europa, en cuanto a las competencias profesionales, nivel de formación y valoración social. Pero aún nos quedan grandes retos por alcanzar, como es la incorporación al Sistema Nacional de Salud con plena autonomía para la aplicación de nuestras competencias profesionales y desarrollar las especialidades de la Podología. Hay un aspecto en el que la situación es preocupante: aunque el aumento del número de profesionales de Podología debería traducirse como algo positivo, al permitir ofrecer una mayor y mejor asistencia, lo que está ocurriendo es que, al no existir más que una salida profesional al sector privado, la competencia está provocando que se trabaje a la baja en precios, con lo que se da a veces una oferta profesional poco deseable, que genera una mala imagen para la profesión. La 47ª Edición del Congreso Nacional de Podología se celebrará en el mes de junio. ¿Qué aspectos destacan de esta edición? Este año se ha hecho un cambio importante en el formato. Se han buscado profesionales de altísimo nivel de ámbito internacional que, junto con los profesionales españoles, intentarán abordar las distintas patologías que afectan a los pies y llegar a un consenso y unificación de criterios diagnósticos y terapéuticos. Se valorará una determinada patología, se hablará de las técnicas diagnósticas, se buscará un consenso en terminología y diagnóstico desde una visión biomecánica, y de aquí se derivarán las distintas opciones de tratamiento, ya sea ortopodológico o quirúrgico. ¿Sobran profesionales de la Podología en nuestro país? Como alguien me dijo un día, 6.600 podólogos para más de 46 millones de habitantes debería ser una cifra insuficiente. Pero

la realidad es que esto no es así. Podríamos hablar de varias causas como la falta de educación sanitaria respecto al cuidado del pie de la población; el hecho de no ser el podólogo el profesional de referencia para el tratamiento de afecciones de los pies, al no estar en la sanidad pública el acceso al podólogo, lo que hace que acudir a un profesional de la Podología llegue a constituir, hasta cierto punto, un lujo para muchas personas, y más en el momento económico que vivimos actualmente. Es verdaderamente preocupante que siendo el podólogo español posiblemente el mejor profesional en el ámbito europeo de la Podología, este profesional no esté aún en el sistema sanitario nacional. ¿Cuál es el nivel de formación de los profesionales de la Podología? Académicamente, el podólogo es un profesional que se forma con el Grado en Podología: son 4 años de estudios universitarios, o lo que es lo mismo 240 créditos, al igual que el resto de las titulaciones universitarias. Recientemente se ha publicado en el Boletín Oficial del Estado la equivalencia de los antiguos diplomados universitarios en Podología al nivel 2 del MECES (Marco Español de Cualificaciones para la Educación Superior). Con este certificado se pretende, fundamentalmente, facilitar la movilidad en el extranjero de los titulados de universidades españolas con títulos anteriores al Plan Bolonia, de modo que no encuentren dificultades para el reconocimiento de su nivel de estudios. Recientemente, con el acceso al máster oficial y la posibilidad de la realización de la tesis doctoral, se han podido plantear proyectos de investigación, algo que era una carencia muy importante en el ámbito académico universitario de la Podología: poder investigar e incorporar los resultados de estas investigaciones a la práctica profesional en aras de una Podología más científica. Estamos trabajando para lograr un área de conocimiento y un departamento específico dentro de las universidades donde se imparte el Grado en Podología. ¿Considera que hay intrusismo profesional en el sector? ¿Cómo se podría controlar? Por supuesto que sí, tanto la realizada por otros profesionales sanitarios, como por la que se lleva a cabo en centros de belleza y estética, en los que se confunde la salud de los pies con los cuidados estéticos. Esto se regularía mejor si existiera, por un lado, una mayor y mejor educación sanitaria de la población, en relación a cómo y quiénes deben cuidar la salud de nuestros pies; y, por otro lado, también contribuiría a mejorar la imagen del podólogo el estar en la sanidad pública estatal. Posiblemente, también parte de responsabilidad recaiga, en

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los profesionales de la Podología en cuanto a que debemos llevar a cabo más campañas de educación sanitaria, cuestión que estamos intentando resolver: un ejemplo es la campaña realizada el año pasado con la iniciativa Pie Saludable. ¿La sociedad está concienciada de que hay que cuidar los pies? No me gustaría contestar con un no rotundo, pero sí es cierto que hay una mayor concienciación respecto al cuidado de otras partes del cuerpo, como por ejemplo la salud bucodental. Desde las universidades se están realizando campañas de concienciación en niños, puesto que si queremos tener una sociedad sensible al cuidado de los pies, hay que empezar por nuestros niños: revisiones de sus pies o talleres que, mediante juegos, explican cómo mantener sanos los pies. ¿Los mayores cuidan sus pies y utilizan el calzado adecuado? A medida que nos hacemos mayores, normalmente, empiezan a aparecer problemas y esto conlleva una mayor atención y cuidado a todo nuestro cuerpo, pero esto no quiere decir que se haga adecuadamente. En un reciente estudio de la Universidad de Extremadura se ponía de manifiesto que el 83% de los pacientes analizados estaban usando un calzado inadecuado, lo que conlleva problemas físicos. Se ha comprobado que la mayoría de los pacientes no usaban un zapato adecuado, pues a la hora de elegir calzado, este no coincide con las dimensiones reales y verdaderas de cada pie, con lo cual puede dar lugar a la aparición de diversas patologías y deformidades. Cada vez se ve más al podólogo como el especialista de la salud, para tratar los problemas de los pies, más allá de la imagen anticuada del callista. ¿Qué enfermedades o problemas en los pies pueden aparecer con la edad? En medicina se dice que podemos tener enfermedades en fase subclínica, esto es que el problema puede existir, pero

no presenta signos ni síntomas, y esto también ocurre en nuestros pies. Por ejemplo, durante nuestra infancia y nuestra juventud podemos tener un defecto o un problema en la pisada y esto condiciona que en la edad adulta se manifieste con sobrecargas musculares o con dolor e impotencia funcional; esto puede hacernos pensar que ha aparecido un problema, cómo puede ocurrir en una fascitis plantar, que puede ser el resultado de un pie cavo o un pie plano valgo, que durante años ha venido trabajando de forma inadecuada y que en un momento determinado se vuelve sintomático, provocando dolor en el talón. Por supuesto, también pueden aparecer problemas de artrosis, deformidades en los pies como "dedos en martillo", "juanetes", alteraciones en las uñas... ¿Qué cuidados requieren los pies de una persona diabética? El Grupo de Trabajo Internacional sobre el Pie Diabético, que es una de las secciones consultivas de la Federación Internacional de Diabetes (IDF), creó una guía práctica y específica para el tratamiento y la prevención del pie diabético, que está basada en el Consenso Internacional y cimentada en cinco elementos de los cuales se generan los cuidados específicos: 1.- Inspección y exploración periódica del pie de riesgo. 2.- Identificación del pie de riesgo. 3.- Formación del paciente, de su familia y de los profesionales sanitarios. 4.- Calzado adecuado. 5.-Tratamientodepatologíasnoulcerosas. Como recomendaciones generales propondría estos 10 consejos: 1.- Inspección diaria de los pies, incluida la zona entre los dedos: si uno mismo no puede, debe realizarlo otra persona del entorno. 2.- Lavado diario, secándolos con cuidado, sobre todo, entre los dedos. Controlar la temperatura del agua, que no sea superior a 37 grados: a veces la sensibilidad no es buena y se pueden provocar quemaduras. 3.-Evitarandardescalzo,dentroyfuerade

casa, y evitar llevar zapatos sin calcetines. 4.- No usar productos químicos ni apósitos para eliminar callos. 5.- Inspeccionar y palpar diariamente el interior de los zapatos. 6.- No calzar zapatos apretados, ni con bordes irregulares o costuras desiguales. 7.- Usar aceites y cremas lubricantes para la piel seca, excepto en la zona entre los dedos. 8.- Cambio diario de calcetines con las costuras hacia fuera o, preferiblemente, sin costuras. 9.- Cortar las uñas en línea recta. 10.- Los callos deben ser eliminados por profesionales sanitarios, por podólogos. El paciente debe ser consciente de que es necesario que sus pies sean inspeccionados periódicamente por un podólogo, informar inmediatamente al profesional si ha aparecido una ampolla, un corte, un rasguño o una llaga. ¿Recomienda algún tratamiento específico para prevenir las dolencias en los pies? En el caso de los niños, vigilar el calzado, clave en el desarrollo del pie. Deben tener precaución en lugares públicos que frecuentan, como gimnasios, piscinas… para evitar el contagio de hongos y verrugas; deben vigilar el cuidado de las uñas, porque asumen su autocuidado y pueden hacer un excesivo y mal corte de uñas. Para los adultos es importante alternar el calzado e hidratarse la piel con productos específicos para el pie. Los mayores deben lavarse cada día los pies con agua tibia y un jabón emoliente y antiséptico; no cortar las durezas o callosidades; tener hábitos saludables como realizar una nutrición adecuada e intentar caminar cada día; y utilizar el calzado adecuado. Y repito, en todas las edades, contar con el podólogo como profesional de referencia en la prevención y en el mantenimiento de la salud del pie, puesto que el podólogo de hoy es un profesional muy bien formado y con competencias plenas para el abordaje de la salud y el tratamiento de los problemas de los pies. 3E

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“Se impone con fuerza la podología geriátrica en el día a día del podólogo” Según un “Estudio Socioprofesional sobre la Podología en España”, realizado por Carmina Gaona Pisonero, la Podología en España aparece como una actividad profesional emergente y de futuro, configurando un colectivo joven (con dos terceras partes de los colegiados con menos de 40 años), con las fortalezas (ilusión, deseo de crecimiento, vitalidad, etc.) y debilidades (menor experiencia, necesidades de cualificación, etc.) que ello conlleva. En estos momentos hay 6.600 podólogos colegiados en toda España y 12 facultades (8 públicas y 4 privadas) que imparten estudios de Podología. Práctica profesional El 82,4% de los colegiados tienen en la Podología su principal ocupación profesional, la mayor parte de ellos (el 80,0%) dedicados a la práctica terapéutica. Entre el resto, cabe destacar que uno de cada 10 señala que su ocupación principal está relacionada con la enfermería y el 1,4% con la fisioterapia. Entre los colegiados que no tienen relación con la Podología como ocupación principal (el 11,8% del total), dos de cada tres se dedican secundariamente a la práctica profesional de la Podología. Un dato relevante es la práctica inexistencia de paro entre los colegiados: sólo el 1,0% de los entrevistados afirma no tener empleo. Los podólogos concentran su labor en 4 áreas de intervención profesional, desarrollando su actividad de forma prácticamente transversal a las mismas (trabajan en un promedio de 3,22 áreas diferentes). La más practicada es la Podología Geriátrica (95,8%) seguida de la Podología preventiva (83,3%), en tanto que se reduce al 72,8% los que intervienen en la Podología pediátrica y al 63,4% los que actúan en la Podología deportiva. Más en concreto, el análisis de la distribución de la

Exploración y biomecánica Ortopodología Quiropodología Cirugía podológica Medicina

actividad de los podólogos en España pone de manifiesto la fuerza de la podología geriátrica: de cada 100 casos atendidos, 55 se corresponden con esta actividad; 16 con la podología preventiva; 12 con la podología pediátrica; 11 con la podología deportiva y 6 en otras áreas.

Actividad cotidiana La actividad cotidiana de los podólogos es múltiple y variada. De hecho, el 96,4% de los entrevistados ejerce profesionalmente la podología; el 70,8% realiza formación para complementar su cualificación; el 34,4% trabaja además en otros ámbitos ajenos a la podología; el 18,6% realiza investigación; y el 13,0% practica la docencia. De forma más concreta, la estructura del tiempo que dedican los colegiados a su actividad profesional pone de relieve que más de dos tercios (69,9%) del mismo lo destinan a ejercer profesionalmente la podología. Del resto, el 14,8% se destina a otras actividades ajenas, el 10,4% de las horas las invierten en formación y una menor dedicación reciben la investigación (2,4%) y la docencia (2,5%). La formación es una materia muy importante para los podólogos y muestran un elevado interés por ésta. De hecho, el 60,8% ha seguido los cursos formativos propuestos por su Colegio Profesional e incluso el 45,1% ha realizado formación regulada en Master y Postgrado de PodoloHistorias clínicas por Protocolos específicos gía. Es decir, se busca una mayor actividad actualizados especialización formativa y, por lo tanto, laboral. 44.5 42.8 Dentro de los cursos ofrecidos por su Colegio Profesional, los 42.4 36.9 más mencionados se han centra36.1 31.2 do en el pie diabético, farmacología, cirugía, ortopodología y bio47.3 64.8 mecánica). En el caso de la formación regula32.4 33.6

En la actualidad la profesión de podólogo está “liderada” por generaciones de mayor edad, caracterizadas por una fuerte presencia de tradición familiar, a la vez que un claro asentamiento profesional (disponen de centros en propiedad, mayor volumen de clientes, etc.). La conjunción de la experiencia con la juventud, debe ser un elemento clave para conseguir avances en la imagen, reconocimiento y desarrollo de la podología en España.

da (Master y postgrados), las materias elegidas han sido cirugía, Ortopedia/Ortopodología y Biomecánica. Trabajo por cuenta propia la principal salida La mayoría de los podólogos consultados, en el estudio, trabajan por cuenta propia (78,1%) dedicándose a trabajar por cuenta ajena el 14,9%. Un 7,0% compagina su actividad por cuenta propia y ajena. El 3,9% de los colegiados entrevistados no ejercen actividad profesional. Otro porcentaje se encuentra en paro y el 1,9% están jubilados. Parados. El 1% de los colegiados está en paro, de los que se observa que la mayoría son mujeres, tiene menos de 30 años, reside en Cataluña, Andalucía y Madrid y sin tradición familiar en el sector. La mayoría ha trabajado anteriormente, sobre todo, en las clínicas especializadas y, en menor medida, en los centros sociales o residencias de mayores. En su búsqueda de empleo, aproximadamente la mitad se ha centrado exclusivamente en la Podología mientras que el resto se abre a otras ocupaciones, incluso una pequeña porción no tiene intención de buscar empleo en este sector. En este sentido, entre los desocupados existe la percepción de que existen importantes dificultades para trabajar en la profesión de podólogo, señalando como principales problemas la existencia de pocas ofertas laborales y que hay mucha competencia. Jubilados. El 1,9% del total de colegiados está jubilado, si bien dos de cada tres (66,5%) sigue realizando alguna actividad puntual relacionada con la Podología, especialmente ayudando en la clínica o negocio familiar. Falta reconocimiento de los profesionales Los podólogos consultados consideran que básicamente no existe un buen reconocimiento profesional de

la Podología en España: un 20,6% se muestran críticos al respecto y un 47,7%, moderadamente satisfechos. En una escala de 1 a 10 le han otorgado una valoración de 5,68 puntos, lo que trasladado a una escala semántica se considera “moderadamente satisfactorio”. Complementando el dato anterior, las opiniones de los podólogos revelan un cierto desencanto ante la situación actual de la podología, revelan un punto fuerte significativo (el incremento del reconocimiento social), en el que coinciden una tercera parte de los colegiados, y un conjunto más amplio de aspectos que reflejan las debilidades de la profesión. Un dato a destacar es el escaso papel asignado a los Colegios Profesionales. De hecho, sólo un 5,1% lo resalta positivamente, en tanto que son más los que la resaltan como una debilidad la escasa fuerza del Colegio (9,1%). A pesar de que la latencia de una opinión negativa acerca del reconocimiento social de la podología, los colegiados entrevistados se manifiestan personalmente satisfechos con su profesión: el 32,2% se manifiesta como muy satisfecho y el 44,0% como bastante satisfecho. Sólo un 6,5% no se muestra tan satisfecho aduciendo fundamentalmente el poco reconocimiento profesional, las escasas oportunidades de encontrar trabajo, la precariedad salarial, la elevada competencia y las fuertes inversiones necesarias para montar un negocio. Los podólogos se muestran optimistas respecto al futuro: el 19,6% considera que será mucho mejor y para el 44,1% será algo mejor. No obstante, un 25,2% señala que habrá pocos cambios, incluso para un 8,1% podría empeorar. En este sentido, el Índice de optimismo de la Podología (medido en una escala de 1 a 5) es de 3,75 puntos lo que denota un latente optimismo entre los profesionales con una esperanza de un futuro de la profesión más satisfactorio. La principal demanda de los colegia-

Es

Especial pies sanos

“La distribución de la actividad de los podólogos en España pone de manifiesto la fuerza de la podología geriátrica: de cada 100 casos atendidos, 55 se corresponden con esta actividad; 16 con la podología preventiva; 12 con la podología pediátrica; 11 con la podología deportiva y 6 en otras áreas”. dos hacia su Colegio Profesional es la realización de más formación (el 42,4% de los entrevistados así lo indica). En un segundo nivel, se reclama realizar acciones para mejorar la imagen de la podología en la sociedad (24,0%), así como luchar contra el intrusismo profesional (19,4%). De forma más puntual se considera oportuno que el Colegio realice mayores esfuerzos de comunicación y publicidad (8,1%) y que se incrementen las actividades sociales (4,2%). Cabe destacar que el 19,5% de los podólogos colegiados manifiesta no tener ninguna demanda a su Colegio profesional, lo que cabe interpretarlo como una validación de las líneas de trabajo desarrolladas por su Colegio. 3E

Información: “Estudio Socioprofesional sobre la Podología en España” Carmina Gaona Pisonero, Facultad de Ciencias de la Comunicación Universidad Rey Juan Carlos

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