Hubert Tintelott Secretario General de la Obra Kolping Internacional Informe sobre el estado y la actividad de la Obra Kolping Internacional a XXXII Asamblea General de la Obra Kolping Internacional 4 al 9 de junio de 2012

“Ciertamente el trabajo, en cuanto problema del hombre, ocupa el centro mismo de la cuestión social, a la que durante los casi cien años transcurridos desde la publicación de la Encíclica Rerum Novarum se dirigen de modo especial las enseñanzas de la Iglesia y las múltiples iniciativas relacionadas con su misión apostólica“. Con esta afirmación, el Papa Juan Pablo Segundo señala el significado central del trabajo y su importancia en el mensaje social de la Iglesia en su encíclica Laborem exercens publicada en 1981, es decir, hace ya algo más de 30 años. En esta encíclica, el Papa Juan Pablo Segundo enfatiza que el trabajo humano es la clave, incluso la clave esencial, de toda la cuestión social (cf. Laborem exercens 3). Por lo tanto, si en los últimos cinco años KOLPING INTERNATIONAL dedicó su programa quinquenal principalmente al tema “El trabajo del hombre, el mundo laboral“, esto tiene una doble fundamentación. Por un lado, la Doctrina Social Católica con sus afirmaciones constituye uno de los fundamentos del trabajo Kolping. Entonces, si en la Doctrina Social Católica la dignidad del trabajo humano y la justicia en el mundo laboral cumplen un papel tan central, también nosotros debemos ocuparnos intensivamente de los problemas relacionados con el trabajo humano. Por el otro lado, teniendo en cuenta a nuestro fundador y la historia de nuestra asociación, también tenemos una particular responsabilidad por este ámbito de tareas. Si el trabajo humano es la clave esencial para la solución de la cuestión social y la participación en la solución de la cuestión social era un objetivo explícito de Adolfo Kolping, nosotros nos sentimos igualmente exhortados a realizar actividades en este ámbito. También la historia de nuestra asociación, fundada como asociación católica de oficiales artesanos y, por lo tanto, como representación de intereses de un sector determinado de los trabajadores, nos señala nuestro compromiso con el mundo laboral.

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En el espíritu de Kolping – Sembrar semillas de esperanza en el mundo laboral

En la Asamblea General 2007 que se llevó a cabo en Alsópáhok, Hungría, sancionamos un programa quinquenal bajo el lema: “En el espíritu de Kolping – Sembrar semillas de esperanza en el mundo laboral“. Echando una mirada retrospectiva sobre estos cinco años, constatamos con satisfacción que, en este lapso, la Obra Kolping no sólo sembró semillas de esperanza en muchos ámbitos, sino que estas semillas ya dieron buenos frutos en múltiples aspectos. En tanto que en el año 2008 nos ocupamos principalmente de un modo más bien teórico del concepto cristiano del trabajo, con la importante aclaración de que esta concepción no sólo considera trabajo al trabajo remunerado, sino también al trabajo en la familia y en la sociedad, en los años siguientes asumimos un compromiso concreto a favor de las personas que trabajan. En 2009 encaramos el tema “desempleo” y no nos bastó con señalar que el ser humano tiene derecho al trabajo, sino que nuestro esfuerzo estuvo puesto en mostrar de qué múltiples maneras la Obra Kolping se ocupa en todos los estamentos de la asociación, por un lado, de apoyar a quienes se ven afectados por el desempleo pero, por el otro lado, también de lanzar iniciativas para abrirles vías hacia el mundo laboral a las personas, a través del asesoramiento, de la formación, del otorgamiento de microcréditos, de la creación de cooperativas, etc. Por supuesto, estas actividades no estuvieron ni están restringidas al año 2009 sino que, año a año, a través de las más diversas acciones, la Obra Kolping logra que miles de personas puedan superar el desempleo y conseguir un trabajo, generándoles así una perspectiva de ingresos.

En el año 2010, la Obra Kolping puso en la mira un ámbito de problemas relativamente nuevo en la historia del trabajo remunerado posterior a la Revolución Industrial del Siglo XIX: la así llamada economía informal. En las últimas décadas, el ámbito de la economía informal se ha extendido cada vez más. Es cada vez mayor la cantidad de personas que trabajan por cuenta propia sin ningún tipo de seguro social, con ingresos paupérrimos. En el marco de la competencia internacional entre las distintas economías nacionales, cada vez más empresas que actúan a nivel internacional trasladan parte de su producción, por ej. de productos textiles, de electrodomésticos, pero también de productos alimenticios, a ámbitos de producción informales, porque allí se trabaja con salarios muy bajos y sin costos sociales. En la actualidad, muchos miembros de la Obra Kolping a nivel mundial son parte de la economía informal, y en el ámbito del trabajo remunerado, la cantidad de puestos de trabajo precarios aumenta permanentemente. En el marco de sus esfuerzos a favor de las personas que trabajan en eI sector informal, Kolping no sólo trata de crear sistemas

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de seguridad social básicos para cubrir los riesgos de enfermedad, la vejez, etc. sino que también ayuda a mejorar los ingresos de las personas que trabajan en este sector de la economía mediante la capacitación profesional y el apoyo a la comercialización de productos elaborados. En cooperación con la Comisión Alemana de Justitia et Pax, KOLPING INTERNATIONAL realizó un particular esfuerzo por organizar a las personas del sector informal para que juntas tengan mejores oportunidades para imponer sus intereses. Bajo el lema “Organizar – no resignar” hemos organizado seminarios y conferencias sobre estos temas en Uruguay, Chile y (en julio de 2012) en Uganda.

Luego de que en el año 2011 se encarara el tema “Formación y perfeccionamiento profesional“, un ámbito de tareas central que ha caracterizado toda la historia de la asociación, este año 2012 se centra en “los derechos de los trabajadores”. “Si el trabajo —en el múltiple sentido de esta palabra— es una obligación, ..., es también a la vez una fuente de derechos por parte del trabajador“, dice la encíclica Laborem exercens. Los derechos de las personas que trabajan resultan, por un lado, de la dignidad humana y de los derechos humanos inalienables de todo ser humano. Pero además se necesitan reglamentaciones vinculantes y leyes estatales para proteger en forma adecuada los derechos de las personas que trabajan. Adolfo Kolping reconoció esto claramente hacia el final de su vida, cuando escribe, por ejemplo, en 1865, lo siguiente respecto de la situación de los obreros fabriles y de las personas que trabajan: “En el nuevo vínculo de sumisión falta toda relación jurídica claramente expresada y reconocida y, sin embargo, es una verdad indiscutible que las cuestiones sociales no se resuelven meramente en gracia y misericordia. La vida social... se basa en el Derecho correcto y, agregamos nosotros, por eso cristiano, y deberá encontrar su verdadera protección y su defensa en las consiguientes leyes”. Desde 1865, en muchos países del mundo se sancionaron leyes que tenían en la mira la protección y la defensa de los derechos de las personas que trabajan. Sin embargo, las leyes se escriben siempre sobre la base del conocimiento del momento en que se sancionan. Pero el mundo y la sociedad se transforman. En ese sentido, la globalización de la economía llevó a plantearse cuestiones totalmente novedosas y en muchos países se vuelve a cuestionar la protección de los derechos de los trabajadores que ya se había alcanzado. La cantidad de puestos de trabajo precarios aumenta en todo el mundo, con todas las consecuencias que esto conlleva para la planificación y la organización de la vida de los trabajadores. Por eso, los derechos de las personas que trabajan deben redefinirse y, dado el caso, será necesario volver a conquistarlos.

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Por un lado, la Obra Kolping puede y debe ejercer ese compromiso a favor de los derechos de los trabajadores, en el diálogo social con los empleadores y los trabajadores, con los sindicatos, las organizaciones de artesanos y las asociaciones de empresarios pero, por el otro lado, Kolping – y KOLPING INTERNATIONAL – también tiene posibilidades propias de comprometerse a favor de mayores derechos para los trabajadores, por ejemplo, en el marco de su representación ante la OIT.

Los desafíos en el mundo laboral continúan

Por más exitoso que haya sido nuestro aporte para ayudar a resolver los problemas en el ámbito del mundo laboral o ayudarle a la gente que trabaja en los últimos años, de ningún modo podemos darnos por satisfechos con los logros obtenidos. No sólo porque aún hay 205 millones de personas a nivel mundial que carecen de un trabajo remunerado, sino también porque las personas que tienen un trabajo se ven confrontadas a múltiples problemas. En ese sentido, según una estadística de la OIT del año 2008, alrededor de 1200 millones de personas ganan menos de 2 dólares norteamericanos diarios en su trabajo, estando así claramente por debajo de la línea de pobreza. En el artículo 7 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas se establece: “Los Estados Parte en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona al goce de condiciones de trabajo equitativas y satisfactorias que le aseguren en especial: (a) Una remuneración que proporcione como mínimo a todos los trabajadores: (…) condiciones de existencia dignas para ellos y para sus familias conforme a las disposiciones del presente Pacto“. Sin duda, una remuneración que está por debajo del nivel de pobreza no proporciona condiciones de existencia dignas.

En lo que respecta a las cuestiones del mundo laboral, en los últimos años. KOLPING INTERNATIONAL trabajó en forma muy intensa junto con la OIT y apoya plenamente la concepción del trabajo decente que defiende dicha organización. El concepto de trabajo decente de la OIT está determinado esencialmente por las así llamadas normas básicas del trabajo. Estas normas básicas del trabajo abarcan cuatro principios esenciales: 1. La libertad sindical y, por lo tanto, el derecho de asociación; 2. la eliminación de toda forma de trabajo forzoso; 3. la erradicación efectiva del trabajo infantil y 4. la eliminación de la discriminación en el trabajo.

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Hasta ahora nos hemos comprometido principalmente en el ámbito de la libertad sindical y también en este caso nos hemos dejado inspirar por la siguiente cita de la encíclica Laborem exercens: “Son necesarios nuevos movimientos de solidaridad de los hombres del trabajo con los hombres del trabajo”. (Laborem exercens 8) Creo que la Obra Kolping siempre se concibió a si misma como uno de estos movimientos de solidaridad con los trabajadores. Quizá hoy debamos replantearnos cómo debe ser esta solidaridad. ¿Qué es lo que podemos hacer junto con otros?

Nuestra responsabilidad por la Creación

“La Iglesia tiene una responsabilidad por la Creación y también la debe hacer valer ante la opinión pública. Y, al hacerlo, no sólo debe defender la tierra, el agua y el aire como dones de la Creación que pertenecen a todos. Debe proteger sobre todo al hombre contra la destrucción de sí mismo. Es necesario que exista una especie de ecología del hombre bien entendida“. (Caritas in veritate 51) Este breve extracto de la encíclica Caritas in veritate publicada en 2009 por el Papa Benedicto XVI señala otro ámbito de tareas importante en el que la Obra Kolping en sus más distintos niveles ha trabajado de múltiples maneras durante los últimos años. Las Familias Kolping no sólo organizaron numerosos programas de formación sobre este tema, sino que también lanzaron gran cantidad de acciones, entre las que cabe mencionar la plantación de árboles, la recolección de residuos para contribuir a la limpieza del paisaje, iniciativas para garantizar la biodiversidad, proyectos de ahorro de energía e iniciativas de reciclado de materias primas, entre otras. Las Familias Kolping y las Federaciones Nacionales también mostraron gran compromiso en aquellas iniciativas donde se abordó la ecología del hombre, como la denomina el Papa Benedicto XVI. En todos los estamentos de la asociación, la Obra Kolping se comprometió a favor de la preservación de la dignidad humana en todas las etapas de la vida, sancionó declaraciones políticas contra la investigación que utiliza embriones y contra el patentamiento de procedimientos en que se destruyen embriones humanos. En muchas discusiones y debates sobre los desarrollos actuales de la biotecnología, la Obra Kolping tomó la palabra una y otra vez para defender la dignidad humana y los derechos humanos. Ya en 1991, el Consejo General en Roma sancionó las Directrices Ecológicas. Las Directrices Ecológicas revisadas y actualizadas, sancionadas en 2010 por el Consejo General en Bukoba, volvieron a llevar las miradas de la Obra Kolping a nivel mundial hacia este ámbito de tareas tan importante para la vida y para la supervivencia de la humanidad y resulta satisfactorio que, a partir de estas

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directrices, en muchas Federaciones Nacionales se retomara con gran intensidad el trabajo y la reflexión en el ámbito de la ecología.

En camino hacia la santidad

Sin duda, uno de los puntos cúlmines en el período del presente informe de rendición fue la peregrinación a Roma que se llevó a cabo entre el 25 y el 29 de octubre de 2011 en ocasión del vigésimo aniversario de la beatificación de Adolfo Kolping, en la que participaron 7000 peregrinos. En su alocución en el marco de la Audiencia General, el Papa Benedicto XVI retomó el lema de la peregrinación “En camino hacia la santidad“, al decir: “Todos esperamos que la canonización esté cerca, aunque aún necesitamos orar para obtener el milagro necesario. Me alegra que haya venido tanta gente y veo en ello la fuerza de la Obra Kolping, que es una fuerza de la fe en nuestro país“. En lo que hace a la canonización de Adolfo Kolping, sin duda, sigue siendo necesaria la fuerza de la oración, ya que sólo a través de la oración ferviente puede esperarse un milagro por intercesión de Adolfo Kolping. Pero el lema de la peregrinación no sólo se refería a la canonización de Adolfo Kolping sino que exhortaba a cada uno de nosotros a ponerse en camino hacia la santidad, y estoy convencido de que muchos hermanos Kolping anónimos ya hace tiempo que han encontrado su lugar en el cielo al lado de Adolfo Kolping. Pero además de todas estas personas anónimas, también hay miembros Kolping que han sido elevados oficialmente al honor de los altares: En 2010/2011, por ejemplo, se beatificó a los tres praesides Aloys Andritzki, Eduard Müller y Gerhard Hirschfelder. Y los mártires que ahora fueron beatificados no fueron los únicos que sacrificaron su vida por su fe en los campos de concentración. Según una enumeración del “Deutsches Martyrologium” (Martirologio Alemán) veinticinco miembros Kolping perdieron la vida en campos de concentración. Pero también en las cárceles comunistas hubo miembros Kolping que murieron como mártires por su fe. En ese sentido, quisiera mencionar especialmente al Praeses Nacional de la Obra Kolping Hungría, Zoltán Meszlényi, quien ocupó ese cargo entre 1939 y 1945, murió en las cárceles del comunismo en 1951 y luego también fue beatificado. Su testimonio de vida puede y debe ser estímulo y aliento para nuestra vida cristiana.

Pero aún en la actualidad hay personas que padecen persecución a causa de su fe y está comprobado que los cristianos son la comunidad religiosa más perseguida. Basta que pensemos tan sólo en las situaciones de mayor actualidad, como en la de los cristianos en el norte de Nigeria o la de los coptos en Egipto. Anualmente, a nivel mundial, alrededor de 100.000 cristianos son

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asesinados a causa de su fe. Creo que también nosotros como Obra Kolping deberíamos plantearnos con mayor fuerza cómo podemos comprometernos de modo más eficaz a favor de los cristianos perseguidos y de la libertad religiosa.

El Concilio Vaticano Segundo como estímulo y orientación

Este año, en muchos países y en muchos niveles se recuerda que hace cincuenta años se abrió el Concilio Vaticano Segundo. Sin duda, los distintos decretos también brindaron estímulos decisivos para el desarrollo del trabajo de la Obra Kolping. La tarea que se nos asigna a los cristianos está descripta extensamente en la primera oración de la Constitución Pastoral “La Iglesia en el mundo de hoy”, donde dice: “Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de los atribulados de todo tipo, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo“. Esta afirmación también constituyó y sigue constituyendo una descripción de tareas para los miembros de la Obra Kolping. Con nuestras actividades siempre debemos estar cerca de las preocupaciones de la gente, comprometidos con sus gozos y sus preocupaciones. La función de los laicos se describe especialmente en el Decreto sobre el Apostolado de los Laicos, en el que se señala en forma expresa que la situación actual requiere sin duda un apostolado aún más intenso. A pesar de que en la actualidad también en algunos sectores de nuestra Iglesia daría la sensación de que no en todas partes se desea un apostolado de los laicos más intenso, estoy convencido, sin embargo, de que la afirmación del Concilio sigue siendo correcta y que los laicos tienen una creciente responsabilidad para que el mensaje salvífico de Dios sea reconocido en todas partes del mundo. En vista de la globalización que ya se perfilaba hace cincuenta años, en el Decreto de los Laicos, el Concilio exhorta a los laicos a una cooperación que no se restrinja a los límites de una parroquia o de un obispado, sino que prácticamente los desafía a actuar a nivel internacional: “por tanto, vivan preocupados por las necesidades del pueblo de Dios, disperso en toda la Tierra". (10) La afirmación de que las iniciativas apostólicas de los católicos deben desarrollar formas cada vez más perfectas a nivel internacional puede considerarse un verdadero estímulo para la Obra Kolping Internacional. La Obra Kolping ha desarrollado esta tarea con éxito durante los últimos cincuenta años y no sólo se ha vuelto internacional sino que además, a nivel internacional consolidó tanto sus contactos con organizaciones internacionales del ámbito político y social como en el ámbito de la Iglesia. También en los últimos cinco años, KOLPING INTERNATIONAL ejerció intensamente su status consultivo en el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC), su status especial

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en la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y su status participativo en el Consejo de Europa para participar en los temas que allí se deliberan y negocian incluyendo posiciones cristianas. Esta participación fue especialmente intensa en el ámbito de la OIT, donde KOLPING INTERNATIONAL se comprometió principalmente a favor del concepto del trabajo decente y de la sanción de una convención sobre el trabajo decente en el servicio doméstico. A nivel del Consejo Económico y Social, mereció particular atención la concepción de algunas Casas Kolping de Austria respecto del tema “Vivir juntos“, como ejemplo de una cooperación lograda entre distintas generaciones. A nivel de la Iglesia, representantes de KOLPING INTERNATIONAL participaron en diversas conferencias del Vaticano, por ejemplo, en una conferencia juvenil para la preparación de la Jornada Mundial de la Juventud, en conferencias sobre el voluntariado y sobre la responsabilidad de las organizaciones católicas a nivel de las Naciones Unidas. Agradecidos podemos mencionar que las iniciativas de KOLPING INTERNATIONAL sobre el tema del “Trabajo decente” también fueron tomadas por distintas Federaciones Nacionales, en especial por Chile y Uruguay, donde se abordó el tema “Organización de las personas que trabajan en el sector informal" y por Uganda, donde se trabajo sobre el “desempleo juvenil” y sobre la puesta en práctica del documento estratégico de la OIT para ese país. Pero el Concilio Vaticano Segundo con sus afirmaciones no sólo fue un estímulo para KOLPING INTERNATIONAL en relación con el compromiso ante instituciones internacionales, sino que también fue guía y orientación en muchos otros ámbitos. Justamente el próximo aniversario número cincuenta de la apertura del Concilio Vaticano Segundo podría ser la ocasión para que todos los estamentos de la asociación volvieran a ocuparse una vez más en profundidad de los documentos de ese Concilio y para contribuir a ocuparse de que las afirmaciones sobre la concepción que tiene de si misma la Iglesia, la posición de la Iglesia en el mundo de hoy, la importancia del trabajo de los laicos, etc. no sean olvidadas ni sometidas a interpretaciones parciales.

Inaugurar concientemente una etapa de consolidación

Pero las múltiples iniciativas de fondo no habrían sido posibles si la Obra Kolping no hubiera podido apoyarse en una estructura asociacional firme y en miembros activos. En ese sentido, en los últimos cinco años, la Obra Kolping también ha vuelto a crecer en lo que respecta a la cantidad de Familias Kolping y de miembros. Hubo un deliberado estancamiento respecto de la cantidad de países en los que la Obra Kolping está presente, que siguen siendo 61. Esto no se debe a que, de

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haber actuado con resolución, en los últimos cinco años no habría habido oportunidades de crear Familias Kolping en países donde aún no las había. Sin embargo, los órganos de conducción decidieron de modo inequívoco darles prioridad a los esfuerzos por consolidar la asociación antes que a seguir extendiéndola a nivel internacional. Fue y sigue siendo el objetivo estratégico de KOLPING INTERNATIONAL estrechar la red de Familias Kolping e incrementar la cantidad de miembros en aquellos países en que la Obra Kolping está presente. KOLPING INTERNATIONAL es conciente de que las distintas Federaciones Nacionales tendrán tanto mayores posibilidades de influir sobre los desarrollos sociales cuanto más grandes sean. Cuanto más fuertes sean y más consolidadas estén las redes entre las distintas Familias Kolping, más eficientes serán las propuestas que puedan brindarles a sus miembros. Estas reflexiones estratégicas no descartan de plano que se creen nuevas Familias Kolping en países donde hasta ahora la Obra Kolping no existe; sin embargo, KOLPING INTERNATIONAL no se dedicó intensamente a la expansión regional. Para consolidar el trabajo Kolping en un país hace falta construir y estabilizar las estructuras nacionales y constituir una Federación Nacional. Desde nuestra última Asamblea General 2007 se constituyeron cuatro nuevas Federaciones Nacionales, consolidando así la estructura del trabajo Kolping en los respectivos países. 9.2.2008

Togo

30.3.2008

Ruanda

26.6.2011

Myanmar

24.3.2012

Burundi

Con la constitución de estas Federaciones Nacionales ya son 45 la cantidad de Federaciones Nacionales existentes. Por más importante y necesario que sea el esfuerzo por incrementar la cantidad de Familias Kolping en las distintas Federaciones Nacionales y promover el trabajo en red entre las Familias Kolping de cada Federación Nacional, igual de importante es el trabajo en red de las Federaciones Nacionales a través de seminarios transnacionales, de encuentros continentales o de grandes eventos. En este aspecto, en el período del presente informe cabe señalar ante todo el Congreso Kolping Europeo que se llevó a cabo entre el 2 y el 4 de octubre de 2009 en Bratislava (Eslovaquia) bajo el lema “La libertad obliga – organizar responsablemente el futuro“, la celebración del trigésimo aniversario de la Obra Kolping India en febrero de 2011 con la participación de las Federaciones Nacionales vecinas de Asia bajo el lema “Nuestra responsabilidad por la Creación de Dios” y los encuentros de la Juventud Kolping del MERCOSUR que se llevaron a cabo durante varios años consecutivos.

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La secularización como desafío

El esfuerzo por fortalecer las Federaciones Nacionales a través de la creación de nuevas Familias Kolping y del incremento de la cantidad de miembros también se topa, sin embargo, con otros obstáculos. Resulta más fácil conseguir nuevos miembros y crear nuevas Familias Kolping en las Federaciones Nacionales comparativamente jóvenes de África, Asia y América Latina que en las Federaciones Nacionales tradicionales de Europa y de América del Norte donde, en cambio, se hace verdaderamente difícil. En Europa, la Obra Kolping se ve confrontada con sociedades cada vez más envejecidas y con miembros también cada vez mayores. A pesar de muchos esfuerzos, como por ej. el de la Obra Kolping Alemania, que realizó una campaña de imagen y promoción para conseguir nuevos miembros, esto resulta muy dificultoso y más difícil aún es crear nuevas Familias Kolping. Esto no solo se debe al promedio de edad de la población, sino también a una creciente secularización en Europa. Pero, siguiendo lo dicho por el Cardenal Kasper, la secularización en Europa hoy no quiere decir una negación atea de Dios sino su marginalización y su desplazamiento del espacio público. “Mientras que a lo largo de toda la historia de la humanidad y de la cultura, tener fe en una realidad trascendente... era obvio y cualquiera que la cuestionara era considerado marginal, en la actualidad, a menudo es exactamente al revés: quien reconoce su fe abiertamente es marginado. Esto es un fenómeno nuevo que se desarrolló en los últimos doscientos a trescientos años, porque desde el punto de vista de la historia del hombre y de la cultura no conocemos ninguna cultura sin un fundamento y una legitimación trascendente, independientemente de cuál sea esta" (cita del Cardenal Kasper). Pero, ¿qué implica para una asociación católica como Kolping que cada vez más personas pierdan de vista a Dios? ¿Que la mera pertenencia a una comunidad de carácter religiosa margine al individuo? Sin duda, esto tiene consecuencias a la hora de querer atraer nuevos miembros. Pero, por supuesto, la consecuencia no puede consistir en abandonar el perfil católico de la asociación o en disminuir su intensidad, sino que nuestras Familias Kolping, como comunidades vivas y solidarias, deben demostrar cuánta fuerza y orientación, cuanto consuelo y aliento puede brindar la fe cristiana. Las Familias Kolping deben ser biotopos de la fe. Esta secularización se observa principalmente en Europa pero en otros continentes la Obra Kolping como asociación católica de laicos enfrenta el desafío de las sectas, que también pueden reducir las posibilidades de acción de las agrupaciones católicas de laicos.

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Cambios de personal

Desde la última Asamblea General, también hubo cambios de personal muy significativos en el nivel de conducción de la Obra Kolping Internacional. El Praeses General Mons. Axel Werner renunció sorpresivamente a su cargo el 30 de abril de 2011. El Directorio General reaccionó de inmediato y convocó a la elección de un nuevo Praeses General para octubre de 2011. Sin embargo, hubo algunos meses de vacancia que sólo pudieron superarse gracias a los esfuerzos comunes de los miembros del Directorio General. Pero también el Directorio General tuvo que superar una gran pérdida por el fallecimiento de Father Roland Pasensie, ocurrido el 24 de septiembre de 2010. Con Father Roland, el Directorio General perdió a uno de sus miembros más creativos y de mayor liderazgo. El puesto en el Directorio General fue ocupado por la elección complementaria de Father Peter Isingoma y la elección de Mons. Ottmar Dillenburg por parte del Directorio General el 27 de octubre de 2011 también le dio un nuevo Praeses General a la Obra Kolping Internacional. En relación con las personalidades que pertenecen a la Obra Kolping Internacional cabe informar que, con el nombramiento como cardenal del arzobispo Duka de Praga, ahora la asociación, que ya contaba entre sus filas con el Cardenal Reinhard Marx de Munich, tiene dos cardenales entre sus miembros. Pero el personal no solo cambia debido a fallecimientos o renuncias sino también por causas de edad avanzada. En ese sentido, desde el 1º de julio de 2011 la Señora Annette Wächter-Schneider ocupa el cargo de Directora Ejecutiva del SEK, asoc. registrada, en reemplazo del Señor Hans Drolshagen, que se jubila este año, y desde ayer también tenemos un nuevo Secretario General. Me alegra que hayamos podido encontrar a un miembro Kolping tan idóneo para esta tarea y le deseo a Markus Demele mucho éxito para su primer mandato – y quizá también para muchos mandatos posteriores.

Una breve retrospectiva

Como este es entonces mi último informe de rendición, permítanme una breve retrospectiva de las etapas de desarrollo significativas que atravesó KOLPING INTERNATIONAL en los últimos 39 años. En ese período, KOLPING INTERNATIONAL tuvo un crecimiento sin precedentes. En 1973, la Obra Kolping estaba presente en 14 países, en la actualidad son 61. En el año 1973, la Obra Kolping tenía 7 Federaciones Nacionales con 2732 Familias Kolping, en la actualidad, KOLPING

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INTERNATIONAL cuenta con 45 Federaciones Nacionales y con 7.086 Familias Kolping. En ese entonces, la Obra Kolping Internacional tenía 215.000 miembros, en la actualidad son 450.000. En esa época la Obra Kolping prácticamente solo existía en Europa y en América del Norte. Hoy, la Obra Kolping tiene 747 Familias Kolping en África, 1.736 Familias Kolping en Asia, 1.194 Familias Kolping en América Latina, 18 Familias Kolping en América del Norte y 3.391 Familias Kolping en Europa. En ese entonces – en 1973 – estaba vigente una frase con la que el Dr. Hanke describe el final del mandato de Adolfo Kolping en su historia de la Obra Kolping Alemania: “Para el período analizado no puede hablarse de un verdadero internacionalismo de la Obra en el sentido de una “cristalización” autónoma de la historia de la asociación en distintos contextos nacionales y culturales“. En la actualidad, KOLPING INTERNATIONAL se ha inculturado en muchas culturas y las distintas Federaciones Nacionales han logrado tener, sin duda, un rostro propio. En mi primer informe de rendición, en 1977, describí de la siguiente manera el desarrollo pendiente: “Antes de 1972, la Obra Kolping Internacional era un ramo de rosas multicolor. Cada rosa era distinta, tenía otro color, una tenía un tallo largo, la otra, corto, una rosa tenía muchas espinas y otra, pocas. Pero, más allá de todas las diferencias, todas eran rosas“. Si se observa la Obra Kolping Internacional en la actualidad, la asociación se ha convertido verdaderamente en un ramo de flores multicolor con rosas y tulipanes, orquídeas y calas, flores de loto y de cerezo… Pero, a pesar de las diferencias entre las flores, sigue siendo un ramo de flores que se mantiene unido por el lazo de la idea de la Obra Kolping. Sin embargo, la gran expansión internacional le planteó grandes desafíos a la Obra Kolping Internacional y, como en esta Asamblea General queremos poner en marcha un proceso de desarrollo de la asociación, tal vez sea útil recordar las etapas que se atravesaron en el pasado. En un primer momento, los órganos directivos de la Obra Kolping Internacional concibieron la rápida expansión internacional como un desafío para la concepción que tenía de si misma la asociación. La gran variedad de colores en el desarrollo de las distintas Federaciones Nacionales y en los distintos continentes trajo consigo la pregunta acerca de los contenidos mínimos comunes requeridos para que una asociación pudiera seguir llevando justificadamente el nombre de Kolping. ¿Qué características tiene el lazo que debe mantener unido el ramo de flores multicolor? La respuesta a esta pregunta fue el programa, aún en vigencia, sancionado en 1982 en la Asamblea General de Innsbruck luego de encendidos debates en los que se defendieron distintas posturas individuales. Sin embargo, ya poco después de 1982, los órganos de conducción reconocieron que, aún cuando el Programa de Innsbruck planteaba un mínimo consenso de contenidos, contenía escasos impulsos para la acción, principalmente para las Federaciones Nacionales jóvenes que se

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estaban estableciendo. En consecuencia y para explicitar mejor algunas afirmaciones del Programa de Innsbruck, en las décadas siguientes se sancionaron directrices para distintos ámbitos de acción del trabajo de la Obra Kolping Internacional; la última, la revisión de las Directrices Ecológicas, que se llevó a cabo en 2010. Como paso siguiente, KOLPING INTERNATIONAL encaró el problema del financiamiento del trabajo de la Obra Kolping Internacional. Todos los responsables tenían claro que tan sólo con las cuotas sociales no sería posible financiar el trabajo de una asociación que estaba creciendo rápidamente, que incluía los gastos de los órganos y una plantilla de personal mínima para la oficina. En la Asamblea General de 1992 en San Pablo se resolvió, por ende, la creación de la Fundación Internacional Adolfo Kolping. Al momento de fundarse, en 1994, su capital ascendía a DM 1.462.549,45, que equivalen aproximadamente a 700.000 euros actuales. El objetivo declarado al crearse la Fundación Internacional Adolfo Kolping fue que dicha Fundación llegase a contar con un capital de 5 millones de marcos alemanes, lo que equivale a aproximadamente 2,5 millones de euros. Al 31.12.2011, la Fundación Internacional Adolfo Kolping tenía un capital de 3.069.599 euros. En los primeros meses de este año, el capital de la Fundación volvió a incrementarse en alrededor de 600.000 euros, gracias a una herencia. Paralelamente, bajo el techo de la Fundación Internacional Adolfo Kolping funcionan además cinco sub-fundaciones que carecen de autonomía y son administradas en forma fiduciaria por la Fundación Internacional Adolfo Kolping. Al 31.12.2011, el capital de estas cinco sub-fundaciones asciende a 2.850.069 euros. El último paso de este desarrollo fue la sanción de un nuevo Estatuto General aquí en Bensberg en la Asamblea General de 1997. En lo que respecta a la composición de los órganos y a través de la introducción de comunidades de trabajo continentales, ese estatuto también tenía en cuenta el mayor internacionalismo. Al describir como última etapa del desarrollo de la asociación esta decisión sobre una nueva versión del Estatuto General, me apoyo en una idea de Adolfo Kolping, quien ya había escrito lo siguiente en 1850 en sus textos “La asociación de jóvenes artesanos y su función”: “En lugar de hacer leyes antes de que la cosa cobrara vida, hicimos nacer la cosa, antes de hacer las leyes". Por supuesto, con estas decisiones el desarrollo no termina, porque la asociación se sigue desarrollando permanentemente. Sin embargo, me pareció pertinente individualizar estas etapas. Primero, la clarificación de la voluntad común en cuanto a contenidos. ¿Qué significa Kolping en la actualidad? Qué tareas debe plantearse la asociación hoy sobre la base de su concepción de si misma. Luego, un aseguramiento sólido de las bases económicas y, finalmente, la construcción de la organización con sus estructuras, funciones y responsabilidades.

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Que en los últimos casi 40 años haya sido posible este desarrollo de la Obra Kolping Internacional es el mérito de muchos miembros comprometidos, y el resultado del trabajo de muchos dirigentes y empleados. Habría que mencionar a muchas personalidades que colaboraron en aspectos decisivos para tomar el rumbo correcto. Tal vez en otra oportunidad se puedan dar detalles de esas personalidades y de su aporte al desarrollo de la Obra Kolping Internacional. En todo caso, quisiera aprovechar esta oportunidad para agradecerles personalmente a todos los que me secundaron y me apoyaron en mi trabajo en los últimos 39 años. En mi trabajo, siempre pude sentir cuánto me apoyaban muchas personas y esa solidaridad de ustedes, ese apoyo de ustedes, me dieron fuerza para poder resolver las tareas que se me plantearon. Le deseo a la Obra Kolping Internacional que siga teniendo mucho éxito en el servicio al ser humano, a la Iglesia y a la sociedad y espero y deseo que el espíritu de comunidad de carácter familiar siga caracterizando el trabajo de la Obra Kolping en el futuro.

Hubert Tintelott Secretario General Junio de 2012