Story Transcript
I.3. LAS GRANDES UNIDADES DEL RELIEVE EUROPEO. I.3.3. GRANDES DEPRESIONES LLANURA CENTRO EUROPEA Se extiende desde la costa atlántica y Norte de Francia, pasando por el sudeste inglés, Blegica y Holanda, Alemania Septentrional, Dinamarca y Sur de Suecia, Polonia y gran parte de Rusia; limitando al Norte con el océano Atlántico y el Báltico y al Sur con el gran arco alpino. Se trata, más que de una gran llanura, de una serie de planicies que se suceden una tras otra provocando una gran continuidad al paisaje, de una gran variedad por su origen, estructura y morfología; pero unas están formadas por sedimentos marinos como las de Suabia o Baviera, otras por sedimentos glaciares como la polaca y la rusa. Su basamento coincide con el zócalo precámbrico del escudo báltico que desde la era Primaria apenas si ha sufrido perturbación, tan sólo elevaciones y descensos que han favorecido la sedimentación marina cuando fueron invadidos por las aguas en los momentos de descenso. El zócalo báltico sólo aparece en Suecia y Norte de Rusia y algunos sectores de Ucrania. En superficie los materiales dominantes son las arcillas, los limos, las arenas y los depósitos morrénicos, es decir materiales erosionados, transportados y sedimentados tras la orogenia alpina, por lo que su edad será finiterciaria o cuaternaria. Las formas de relieve dominantes son suaves colinas sedimentarias, junto con mesetas peniplanadas por la erosión y alineaciones montañosas de poca embergadura, donde suele aparecer el sustrato primario y que suelen hacer de líneas divisorias de aguas entre las distintas cuencas hidrográficas. Se distinguen tres amplios sectores: el occidental, ocupado por el Noroeste de Francia, Sur de gran Bretaña, Belgica y Holanda; la llanura germano-polaca, donde se incluyen el Sur de Suecia y Dinamarca; y la llanura rusa, también llamada sarmática. Sector occidental. Se trata de una gran superficie de erosión fosilizada por sedimentos que fueron depositados bajo fondo marino en los que abundan las arcillas, los limos, las arenas y los loes de origen glaciar. La horizontalidad del paisaje se rompe en ocasiones por cordones morrénicos turberas y áreas pantanosas, que traslucen la importancia del glaciarismo en toda la región septentrional. También aparecen dos grandes conjuntos estructurales de origen hercínico, son los macizos Armoricano o de Bretaña y el macizo de Contentir o Normando. En ellos la erosión secundaria y terciaria arrasó y niveló los materiales primigenios, los movimientos alpinos tan sólo produjeron pequeños movimientos de elevación que conformaron el actual paisaje de suaves colinas que apenas si llegan a los 500 m. de altitud. Sector central o llanura Germano-Polaca. Su aparente uniformidad esconde una compleja morfología que se ha configurado por la acción de las glaciaciones cuaternarias, especialmente las tres últimas (Mindel, Riss y Würm) con sus correspondientes periodos interglaciares. Destacan por su abundancia y la importancia en la configuración del relieve los conjuntos de morrenas, que resuelven un paisaje de bajas colinas. La dirección y composición de las morrenas, tras la retirada de los hielos, marcarán la dirección de cursos de agua subterráneos de escasa profundidad o tüneltüler, que se formaron por la acción de las aguas que fluían por el interior de los glaciares, y de valles fluviales perpendiculares y paralelos a la lengua glaciar cuando éste retrocede, son los urstromtüler, en éstos las morrenas han favorecido la acumulación de agua y ha favorecido la organización de parte de la red hidrográfica. En Polonia la llanura ocupa casi el 75% del país, está formada por sedimentos terciarios y depósitos cuaternarios de arenas y arcillas, tanto fluviales como glaciares. Abundan las colinas morrénicas que apenas superan los 150 m. de altura. En la llanura son abundantes los
lagos y los canales o prodoliny, en la costa aparecen dunas formadas por la acción d elos vientos. Sector oriental. La llanura centro-europea se extiende ampliamente por Rusia, donde no presenta una gran diversidad de paisajes ni de formas de relieve. Al contrario, puede definirse básicamente como una inmensa y monótona llanura que se extiende del Báltico a los Urales y del Océano Glaciar Ártico hasta el Mar Negro. El sustrato que soporta las densas capas de materiales sedimentarios que afloran hoy en la superficie de la llanura sarmática es muy, corresponde a una serie de graben o bloques de granitos, esquistos y gneis de las eras arcaica y primaria, son, por tanto, materiales que han sufrido grandes procesos de metamorfización y erosión, pero que apenas sufrieron modificaciones por los empujes alpinos, tan sólo sufrieron procesos de elevación y descenso y, por tanto, se vieron invadidos en varias ocasiones por las aguas marinas. Los materiales dominantes en superficie son las arcillas, las arenas y los depósitos glaciares, que presentan un relieve en el que se suceden suaves colinas que no superan los 400 m. de altitud y que suelen corresponde a morrenas o a elevaciones de los materiales primarios que han quedado en resalte por la acción de la erosión diferencial. Estas pequeñas elevaciones marcan las líneas divisorias de las cuencas hidrográficas y la existencia de abundantes lagos. La actividad tectónica también produjo la elevación de bloques de materiales duros y cristalinos que presentan cumbres redondeadas y peniplanadas, caso del macizo de Corelia donde se alcanzan los 1.240 m. de altura en el monte Khibiny. En el Sur la llanura rusa entronca con el Mar Caspio y se convierte en una depresión con alturas inferiores al nivel del mar.
GRANDES DEPRESIONES ESPAÑOLAS. LA DEPRESIÓN DEL EBRO Es una extensa fosa de forma triangular delimitada por tres sistemas montañosos, Pirineos, Sistema Ibérico y la Cordillera Costero-Catalana, que la aísla de la influencia del mar. Tiene unos de 350 Km. de largo por 150 Km. de anchura máxima. Las altitudes oscilan
entre menos de 200 m. y más de 1.000 m., pero la mayor parte no supera los 500 m. de altura. Evolución geológica. Su evolución está unida a la de los Pirineos. Se inicia a fines del mesozoico, cuando comienza el hundimiento del macizo del Ebro hasta convertirse en un brazo de mar a principios del terciario. A partir del Mioceno, finales del terciario, con la formación de la Cordillera Costero-Catalana se cierra convirtiéndose en un lago salado. A partir de este momento se inicia un largo proceso de sedimentación de materiales marinos y continentales que llegarán a alcanzar los 2.000 m. Cuando el Ebro seccione la Cordillera Costero-Catalana comenzará el desagüe hasta nuestros días. Litología. En el centro dominan los materiales sedimentarios finos como arenas, yesos, calizas, arcillas y sales sódicas y potásicas, depositados en capas horizontales posteriores a la orogenia alpina, fuertemente erosionados han dado relieves tabulares y bad-lands. En los bordes de la cuenca encontramos derrubios de piedemonte especialmente arenas y conglomerados que dan lugar a formaciones tan espectaculares como los “mallos”. Formas de relieve. Se deben a los procesos erosivos sobre los distintos materiales. Podemos dividirlos en tres sectores: a) Piedemonte septentrional o Somontano. Dominan las arenas y conglomerados que producirán tres tipos de relieve: • Conglomerados formados por la acumulación de derrubios transportados por los ríos pirenaicos, llamados mallos. Su morfología corresponde a monolitos individualizados y con cumbres redondeadas, entre los que destacan los de Riglos y Monserrat. En Cataluña se les denomina pudingas. • Cuestas. Una segunda unidad la forman las cuestas de la Segarra y Garrigues. Entre los conglomerados y las cuestas aparecen pequeñas depresiones o concas como la de Gandesa o Montblanc. • Glacis. Las cuestas dan paso a un grupo de depresiones erosivas de poca pendiente denominas glacis. En el Somontano son “llanadas” con pendientes que no superan el 2 o el 3%, que están salpicadas por pequeños cerros y drenadas por una red de vales de fondo plano y poco profundo. Hoy la gran mayoría de estos glacis están ocupados por el viñedo y el olivar
b) Centro de la Depresión. Dominan los materiales finos: yesos, margas, arcillas, areniscas, conglomerados y calizas sobre los que se modelan paisajes en los que dominan: • Formas tabulares1 La variedad litográfica y su diversa resistencia a la erosión a dado lugar a llamadas muelas que son relieves horizontales con un perfil
escalonado, que han sido modeladas sobre series alternantes de calizas, arcillas, margas y areniscas. Se sitúan entre los interfluvios y su altura oscila entre los 600 y los 800 m. En la margen izquierda destacan Alcubierre, Sigen y Ontiñena; en la derecha la Muela de Zaragoza (637 m), Muela de Borja (805 m) y las de Azaila y Mequinenza. • Bad-Lands. En los lugares en los que las rocas son margas o arcillas, debido al clima semiárido existente, se origina un terreno acarcavado o de bad-Lands, y si es yesoso da lugar a un relieve de suaves lomas como el de los Monegros. • Terrazas fluviales2. Aparecen en los márgenes del río Ebro y tienen su origen en los cambios climáticos cuaternarios que permitieron que se alternaran fases de acumulación sedimentaria cuando el caudal aumentaba y fases de regresión cuando disminuía el caudal y la fuerza de transporte del río. El material dominante son los cantos rodados englobados en una matriz o mas de arenas, gravas y limos. • La carstificación es común en la zona central del valle, apareciendo dolinas en los llanos de Bujaraloz o Candasnos. c) Piedemonte meridional. Dominan los glacis que tienen, como hemos dicho anteriormente, pendientes que no superan el 5%, que están salpicadas por pequeños cerros y drenadas por una red de valles de fondo plano y poco profundo. Hoy la gran mayoría de estos glacis están ocupados por el viñedo y el olivar. Uno de los más conocidos es el de Cariñena. También existen numerosas zonas endorreicas de escasa extensión y poca profundidad como Gallocanta. La mayoría de estas lagunas son temporales y de 1 2
.- Cuando un estrato de roca dura resiste a la erosión más que lo que la rodea y queda como un cerro. .- DEFINICIÓN. TERRAZA FLUVIAL: Acumulación de cantos rodados, arenas y limos en los márgenes de un río. Se corresponden con antiguos lechos fluviales abandonados y puestos en resalte sobre el cauce actual por erosión diferencial. Se deben a los cambios climáticos producidos durante el cuaternario.
aguas salinas “saladas” y su existencia queda ligada a la semiaridez climática de la Depresión del Ebro.
LA DEPRESIÓN DEL GUADALQUIVIR Es una llanura triangular de unos 330 Km. de longitud y una anchura máxima de 200 Km. Limitada por Sierra Morena y las Béticas aparece abierta al Atlántico y cuya anchura máxima se encuentra en la bahía de Cádiz y la mínima en la Sierra de Cazorla. Su altura media es de unos 150 m.
Evolución geológica. Su origen se sitúa en el movimiento alpino que levantó las cordilleras béticas y falló o flexionó la fosa del Guadalquivir3, que quedó como un brazo de mar que estuvo primero abierta al mar, luego se convirtió en un lago litoral o albufera y más tarde, por colmatación en marismas pantanosas son una prueba de que el proceso de colmatación marina aun no ha terminado. Litología Predominan los materiales blandos: margas y arcillas junto con calizas. También aparecen, especialmente en su zona oriental, rocas sedimentarias de origen terrestre y material aluvial del río.
3
.- Se trata, pues, de una falla, pero a la que acompañan una serie de flexiones sin fractura del zócalo.
Los relieves resultantes son suaves lomas4 resultado de la erosión sobre materiales de distinta dureza, aunque, como ya hemos señalado, casi todos ellos blandos. También encontramos glacis, relieves tabulares y terrazas fluviales. Morfología El modelado del valle presenta: • De Sevilla a Cádiz encontramos una sucesión de llanuras en las partes más próximas al golfo de Cádiz y las marismas. Éstas ocupan una superficie de 2.000 Km2 y se hallan en rápido retroceso. Las aguas marinas, con salinidad superior a la normal, circulan por la zona a través de conductos de entrada (esteros) y de salida (caños). La costa se caracteriza por hallarse en pleno dinamismo, con unos tramos donde el mar acumula flechas litorales y los cordones de dunas5 magníficamente representados en Doñana. Ambos fenómenos se vinculan con la corriente atlántica empujada por los vientos del suroeste. • Un paisaje de campiñas en el interior, de colinas redondeadas y pendientes suaves (suaves lomas). Están salpicadas por cerros testigo, recuerdo de su anterior constitución. • Cuando surgen los mantos de caliza se forman mesas y cerros testigo (alcores).
SEMEJANZAS Y CONTRASTES ENTRE LA DEPRESIÓN DEL EBRO Y LA DEL GUADALQUIVIR. Similitudes. • Son dos conjuntos del relieve peninsular de extraordinaria importancia por su extensión y por servir de nexo entre el núcleo paleozoico meseteño y el mundo alpino. • Ambas depresiones tienen forma triangular; están enmarcadas por un sistema de reborde meseteño y por otro alpino y están cubiertas de sedimentos terciarios. • Ambas están drenadas cada una por un gran río de régimen complejo que recibe las aguas tanto de las lluvias como del deshielo primaveral de las nieves cumbreras. Diferencias. • Ambas depresiones surgen durante el plegamiento alpino, pero la meridional se retrasa hasta finales del Mioceno, lo que explica en parte algunas expresiones de inmadurez o inestabilidad como la subsidencia costera y los movimientos sísmicos. • El relleno de la septentrional se lleva a cabo en condiciones subaéreas, de endorreismo, al interponerse las Cordilleras Costeras Catalanas entre el Ebro y el Mediterráneo. Consiguientemente los sedimentos tienen carácter continental y lacustre. Las tierras del Guadalquivir permanecieron sumergidas hasta el Plioceno y extensas superficies costeras aún permanecen bajo un dominio relativo del mar. • El abarrancamiento y las tierras malas (bad-lands) definen la fisonomía del valle del Ebro, no así la del Guadalquivir; un paisaje de suaves campiñas desde las lluvias, siempre insuficientes, son más abundantes que en la zona norteña. 4 5
.- Son los relieves de la denominada “campiña” andaluza. .- DEFINICIÓN. DUNA: Montículo o elevación constituida por un montón de arena acumulada por el viento en medios costeros o áridos