Identidad y organización indígenas de cara al siglo XXI
Identidad y organización indígenas de cara al siglo XXI
Primera edición, 2006 D. R. © Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas Coordinación General de Programas y Proyectos Especiales Dirección de Fortalecimiento de Capacidades de los Indígenas (DFCI) Av. México-Coyoacán 343, Col. Xoco, Delegación Benito Juárez C.P. 03330, México D.F. ISBN en trámite / Identidad y organización indígenas de cara al siglo XXI Editor: Víctor Manuel Meza Rodríguez Se permite la reproducción parcial o total del contenido de la presente obra, siempre y cuando se cite la fuente Impreso y hecho en México www.cdi.gob.mx
ÍNDICE
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NOTA DEL EDITOR Víctor M. Meza R.
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PRESENTACIÓN Paloma Bonfil Sánchez
IRRUMPEN LOS PUEBLOS 13
PRIMERA PARTE: ¿QUIÉNES HABLARON? Carlos San Juan Victoria
EXPERIENCIAS DE IDENTIDADY ORGANIZACIÓN INDÍGENAS 33
CUARTA SESIÓN DEL SEMINARIO DE POLÍTICAS PÚBLICAS Y RECONSTITUCIÓN DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS: CASO REGIONAL QUERÉTARO-GUANAJUATO
41
LOS PUEBLOS INDÍGENAS DE QUERÉTARO Y GUANAJUATO: EXTINCIÓN, REINVENCIÓN O RECONSTITUCIÓN Diego Prieto Hernández
53
QUINTA SESIÓN DEL SEMINARIO DE POLÍTICAS PÚBLICAS Y RECONSTITUCIÓN DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS: CASO REGIONAL PUEBLA
59
SEXTA SESIÓN DEL SEMINARIO DE POLÍTICAS PÚBLICAS Y RECONSTITUCIÓN DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS: CASO REGIONAL MICHOACÁN
65
MICHOACÁN: PUEBLOS INDÍGENAS, AUTORIDADES Y POLÍTICAS PÚBLICAS Aída Castilleja
77
SÉPTIMA SESIÓN DEL SEMINARIO DE POLÍTICAS PÚBLICAS Y RECONSTITUCIÓN DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS: CASO REGIONAL OAXACA
87
CAMINOS HACIA LA RECONSTITUCIÓN DE LOS PUEBLOS INDIOS EN OAXACA Benjamín Maldonado Alvarado
101 REUNIÓN DE PUEBLOS INDÍGENAS DE LA FRONTERA NORTE: DESARROLLO Y MEDIO AMBIENTE
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113 ENCUENTRO ENTRE INDÍGENAS TEPEHUANOS (O’DAM/ÓDAMI) Y RARÁMURI 129 TEPEHUANOS Y RARÁMURI: HISTORIA Y NUEVO SIGLO Augusto Urteaga Castro Pozo
135 ENCUENTRO DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS DE LA HUASTECA: RECONSTITUCIÓN DE PUEBLOS INDÍGENAS, ORGANIZACIÓN SOCIAL Y RECURSOS NATURALES
SEMINARIO INSTITUCIONAL INTERNO 149 MAPA TEMÁTICO DE LA RECONSTITUCIÓN Y LA REFORMA DE ESTADO Carlos San Juan
155 RECONSTITUCIÓN Y REFORMA DE ESTADO 159 LOS PUEBLOS INDÍGENAS DE MÉXICO (NOTAS ALREDEDOR DE SU RECONSTITUCIÓN) Margarita Nolasco
175 EL DEBATE SOBRE LA RECONSTITUCIÓN 177 LA IMPOSIBLE RECONSTITUCIÓN DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS DE MÉXICO Leopoldo Zorrilla Ornelas
181 ¿ES POSIBLE EL DESARROLLO CON LOS PUEBLOS? 183 ALGUNAS PREGUNTAS SOBRE LA RECONSTITUCIÓN DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS Ricardo María Garibay Velasco
189 POLÍTICAS INTERCULTURALES Y RECONSTITUCIÓN DE LOS PUEBLOS
IRRUMPEN LOS PUEBLOS 199 SEGUNDA PARTE: ESTALLIDOS Carlos San Juan Victoria
ANEXOS 227 DIRECTORIOS
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NOTA DEL EDITOR Víctor M. Meza R. La memoria Experiencias de identidad y organización indígenas de cara al siglo XXI que el lector tiene entre sus manos es el resultado de un esfuerzo de recu-
peración del material, generado a lo largo de tres años (2003-2006), que se encontraba registrado en distintos formatos (audio, video, fotografía, documentos). Se procedió entonces a su ordenamiento, clasificación y valoración. Dichos registros provienen de dos series de eventos: el Seminario de Políticas Públicas y Reconstitución de Pueblos Indígenas y los Encuentros de Pueblos Indígenas. El material se presenta agrupado en secciones, por ello no sigue una estricta ordenación temporal sino temática. Sin embargo, se consignan las fechas de realización de los eventos con fines de testimonio. Todos los artículos fueron preparados ex profeso por los autores, que además fueron activos participantes en las distintas sesiones llevadas a cabo. Las relatorías fueron elaboradas en su mayor parte por Carlos San Juan y otras por el editor. También se presenta un acercamiento al perfil de los asistentes y las organizaciones participantes. Hay que mencionar que en noviembre de 2004, a la mitad del proceso, se realizó un Encuentro de Experiencias de Reconstitución de Pueblos Indígenas en Pátzcuaro, Michoacán, donde asistieron representantes de distintos pueblos y organizaciones de Oaxaca, Querétaro, Michoacán y Puebla, con el fin de propiciar el intercambio de experiencias y analizar, fortalecer y difundir sus procesos locales y regionales. Si esta obra es motivo de reflexión entre los líderes de las comunidades y organizaciones indígenas, los servidores públicos de la CDI y los interesados (estudiantes, académicos y público en general), que trabajan en torno a los urgentes y fundamentales retos que nos plantea la sociedad pluricultural mexicana, habrá cumplido su cometido.
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PRESENTACIÓN Paloma Bonfil Sánchez* ¿Qué significa la reconstitución de los pueblos indígenas? Los contenidos y acepciones de este concepto constituyen hoy día un tema de reflexión en la discusión sobre la nueva relación entre el Estado y los pueblos indios. Ante la necesidad, por un lado, de enfrentar los evidentes rezagos en materia de desarrollo y, por otro, las demandas de representación y participación política que fundamentan el reclamo indígena por el reconocimiento de sus derechos, expresados bajo una diversidad de plataformas, discursos, procesos y movimientos, la revisión de lo que representa el concepto de reconstitución y su importancia para la confección de políticas públicas pertinentes pasa primero por una cuestión más urgente: la documentación y visibilidad de las diversas movilizaciones y estrategias que los pueblos indígenas articulan en los contextos actuales para permanecer, para seguir siendo. El siglo XXI ha venido a amanecer con una reivindicación de las identidades, con una movilización indígena que en su dispersión, atomización y
* Paloma Bonfil Sánchez, Directora de Fortalecimiento de Capacidades de los Indígenas de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, es maestra en desarrollo rural por la UAM-X. Cuenta con numerosas publicaciones sobre el tema de equidad y género en los pueblos indígenas y posee una larga trayectoria en el trabajo con organizaciones de mujeres indígenas.
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diferencia, desde la resistencia hasta la adaptación, presenta una constante: la voluntad de persistir. Así, con estrategias de recuperación de la lengua; de recreación de los mitos fundacionales; de adaptación a la migración; de apertura a las demandas de las mujeres por transformar las estructuras de poder y decisión comunitarias; de replanteamiento de la identidad indígena bajo un nuevo marco religioso; o de revisión de los principios de la identidad en contextos interétnicos, entre otras muchas propuestas, pueblos, comunidades, organizaciones y representantes indígenas construyen un mosaico de opciones para un desarrollo con identidad. En este contexto, la Ley de la CDI establece en su Artículo 2º, numeral 7º, el mandato de apoyar los procesos de reconstitución de los pueblos indígenas. Sin embargo, dada la diversidad de posicionamientos y planteamientos al respecto, así como la juventud de la Comisión en tanto institución federal encargada de la relación con los pueblos indígenas, este mandato enfrenta dificultades para su cumplimiento. Por otro lado, la riqueza y particularidad de las propuestas indígenas que se producen a nivel local, regional o nacional demuestra también la necesidad de diseñar mecanismos institucionales adaptables, flexibles y adecuados para la atención a esta diversidad de representaciones indígenas a modo de asegurar una interlocución pertinente, incluyente y socialmente válida. En este contexto, la Dirección de Fortalecimiento de Capacidades Indígenas asumió el reto de construir una propuesta de trabajo institucional que reconociera la experiencia, la particularidad y los procesos indígenas a partir de la consi8
deración de sus diversas representaciones y que sirviera de insumo para diversas acciones institucionales: de consulta, de consejo consultivo, de construcción de proyectos y propuestas de desarrollo, de promoción de los derechos colectivos de los pueblos indígenas, o de reconocimiento de la autonomía indígena en sus distintas dimensiones. En este marco, la DFCI impulsó a partir de 2003, un ejercicio de reflexión y construcción colectivas en torno a los posibles significados y planteamientos de la reconstitución de los pueblos indígenas con el propósito, por una parte, de identificar y documentar las diversas propuestas e interpretaciones indígenas de la reconstitución y por otra, de impulsar un ejercicio de reflexión interna y colectiva que aportara elementos para la integración de un mapa de las representaciones y movilizaciones indígenas que reivindican la reconstitución. Para lograr estos propósitos, el proyecto se planteó, en sus distintas etapas, una serie de actividades complementarias que, hoy, a la distancia y con la experiencia acumulada, forman ya un cuadro representativo de las propuestas, los procesos y los planteamientos indígenas en torno a su existencia como colectividades diferenciadas. Al tomar la reconstitución como un proceso diverso y complejo de recreación de identidades, de afirmación de múltiples capacidades y de reapropiación de territorios en diversas dimensiones (parroquial, municipal, comunal, sagrada) donde los pueblos se hacen contemporáneos sin perder raíces y diferencia, se buscaba identificar y documentar los procesos de los pueblos y aportar elementos para los nuevos perfiles de políticas públicas que pudieran reconocerlos y potenciarlos. El objetivo del proyecto se planteó como la integración de elementos que permitieran definir un perfil de aproximación institucional al diálogo con los su-
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jetos sociales indígenas, así como el abordaje metodológico para el trabajo con población indígena no atendida por los programas institucionales en la construcción de propuestas de desarrollo incluyentes y representativas. Para lograr el objetivo anterior, el proyecto fue construyendo procedimientos y mecanismos a partir de la discusión conceptual y el diálogo entre los actores indígenas, la reflexión académica y el quehacer institucional en contextos regionales y nacionales, al tiempo que integraba un perfil de los procesos sociales que podrían alimentar la confección de proyectos y acciones de interlocución a nivel local, regional, estatal y nacional con los sujetos indígenas. En la búsqueda de estas respuestas se realizó un seminario de discusión interna dirigido, dentro de la CDI, a la participación de funcionarios y funcionarias tanto de oficinas centrales como de delegaciones estatales, e incluso de algunos Centros Coordinadores para el Desarrollo Indígena. Esta discusión se apoyó con la participación de analistas especializados en las realidades indígenas contemporáneas para dar profundidad y perspectiva al análisis que se hizo a lo largo de varias sesiones temáticas. Por otra parte, la reflexión conceptual y metodológica se nutrió en este ejercicio, con la celebración de cuatro reuniones regionales a las que se convocó a representantes de organizaciones indígenas para que acudieran “a decir su palabra”. Fue así como en Puebla, en Querétaro, en Oaxaca y en Michoacán se dieron cita organizaciones y representantes indígenas preocupados y ocupados en la recreación de sus pueblos. Ante preguntas que reflejaban las nuevas condiciones de la vida indígena, cada vez más lejos de la vida campesina, cada vez más inserta en la globalización y los contextos urbanos, cada vez más compleja en su composición y sus dinámicas internas, cada vez más evidentemente desgarrada por sus contradicciones y, al mismo tiempo, más fortalecida por proyectos compartidos y por una colectividad cohesionada, los invitados indígenas se preguntaban por el destino de sus territorios, de su lengua, de su memoria y presentaban a un tiempo los caminos andados en la construcción de sus propias respuestas. Básicamente, ésta es la razón de esta Memoria. En estas páginas se recogen ideas, propuestas, recorridos compartidos, reclamos vigentes y, sobre todo, la huella viva de opciones posibles, de esperanzas viables. Las experiencias concentradas en este volumen muestran cómo la identidad se concreta en la defensa del territorio, de la comunidad y de la estructura colectiva a partir de la reivindicación de los recursos forestales; se cuenta de cómo un pueblo recuperó vitalidad y memoria con los ingresos derivados del control de sus recursos cinegéticos; de cómo una comunidad apuntaló sus linderos —territoriales y sociales— en la resistencia contra los caciques y la defensa de los derechos humanos; o de cómo una nueva generación miró hacia dentro para buscar su raíz, su palabra, su lengua. Cada una de estas experiencias tiene un marco temporal distinto, pero es una realidad vida. Cada uno de estos caminos responde a las circunstancias de cohesión, de capacidad económica, de unidad comunitaria y de claridad política en que se encuentran los diversos pueblos indígenas que hasta aquí llegaron para dejar su palabra. Territorio, autonomía, derecho, identidad, memoria y proyecto propio son los conceptos y la práctica que atraviesan como hilo conductor la experiencia condensada en este volumen.
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El proceso de los sujetos indígenas que aquí aparecen retratados es materia de reflexión y acción institucional; por eso, la DFCI considera que los resultados que aquí se entregan son letra para pensar, planear y actuar. Cada uno de los procesos referidos tiene también un marco territorial y cultural definido que convoca a una acción institucional también específica. Para la Comisión no puede ser igual la respuesta que se dé a los procesos seris que a la resistencia rarámuri o a la trayectoria de los Pueblos Mancomunados en Oaxaca y de San Juan Nuevo, en Michoacán. El sentido de las movilizaciones y propuestas indígenas en defensa de su diferencia es uno; las caras, las posibilidades, la creatividad y los resultados constituyen, en cambio, un prisma de alternativas que demuestra, una vez más, la complejidad y fractura de la experiencia organizativa y participativa indígena del México contemporáneo. Esta Memoria recupera, entonces, temas como el derecho a la propiedad efectiva de los recursos naturales; a la jurisdicción propia; al cambio cultural; al acceso a la tecnología; a la conformación de espacios interétnicos de negociación con la sociedad y con el Estado; a la construcción de mapas culturales en el territorio nacional que den cuenta de las realidades indígenas actuales; al reconocimiento y la participación de las mujeres indígenas en las esferas públicas de autoridad y decisión. Todos estos temas son, indudablemente, materia de trabajo de la CDI, esferas de atención para el fortalecimiento de las capacidades indígenas dirigidas a su propio y apropiado desarrollo. Las partes integrantes de esta Memoria, recogen una experiencia continua 10
de trabajo de cuatro años en los que se intentó recoger la experiencia indígena a partir de convocatorias regionales, temáticas, sectoriales y étnicas. La diversidad de estos abordajes pretendía ser un lente cambiante para el reconocimiento de los procesos indígenas y un mecanismo adaptativo para trabajar con la diversidad y la transversalidad. La diferencia, la cooperación y el conflicto son también tensiones que se aprecian en los registros de esta Memoria, al igual que aparecen en las distintas aristas del quehacer institucional. El trabajo de este proyecto arrancó bajo la asesoría de Carlos San Juan, siguió su recorrido con el personal de la DFCI, especialmente del equipo coordinado por Víctor Rojo Leyva, y cierra ahora para poner ordenadamente en el papel el registro del camino andado. Desde una perspectiva metodológica, todo el proceso del proyecto puede considerarse como una exploración conjunta para encontrar la forma, la mejor manera, de formularnos nuestro quehacer institucional ante las representaciones indígenas. En esta búsqueda participaron directivos, personal técnico, delegados estatales, personal de los centros coordinadores, especialistas académicos y representantes indígenas. No es una propuesta acabada, apenas el registro de muchas de las posibilidades que existen para respondernos ¿qué significa la reconstitución de los pueblos indígenas? Si tú, lector, lectora, recoges de estas letras la invitación para mirar al otro en su propia experiencia, este volumen habrá cumplido su propósito.
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Irrumpen los pueblos
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Fuente: CDI-PNUD, Sistema de indicadores sobre la población indígena de México, con base en INEGI, XII Censo general de población y vivienda, México, 2000.
Regiones indígenas de México
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PRIMERA PARTE: ¿QUIÉNES HABLARON? Carlos San Juan Victoria En el recorrido por las experiencias indígenas realizado en los años de 2004, 2005 y 2006 asomaba una pluralidad enorme de entornos geográficos, nichos ecológicos y de historias locales. Las más de 30 experiencias indígenas convocadas mostraban un mosaico contrastado entre el norte y el centro sur de la República, pero además diferencias al interior de estas dos grandes regiones y en sus micro regiones. Las pequeñas sociedades agrarias se mostraban como habitantes del reino de la pluralidad, no de lo homogéneo. Había junto a la diversidad desbordante, también un “sentido” singular de sus palabras y sus acciones que afloró, por el diseño mismo del Seminario itinerante, no sin trabajos y ambigüedades. En efecto, su formato favorecía que hablaran primero los participantes indígenas y luego se comentara entre funcionarios y académicos en intercambio con ellos. Se quería colocar en el centro algo que con frecuencia se pierde en la periferia de la praxis institucional: a los sujetos concretos desde sus referentes locales, culturales y el sentido propio de su actuar. En términos epistemológicos se trataba de convertir al “objeto” de intervención en “sujeto” que produce sentido y conocimiento. La posibilidad de hacer esta inversión del sentido era más favorable cuando se hablaba desde procesos largos de construcción de su identidad, autonomía y proyecto propio, y menos pre-
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sente cuando se trataba de esfuerzos colectivos tutela-
Con ello el Seminario Itinerante era el escenario
dos por las instituciones en periodos cortos, donde la
donde se expresaban dos sucesos: por un lado, que esa
voz propia se teñía con los las pedagogías transmitidas
“producción de sentido” desde los pueblos mostraba
desde las instituciones: planeación participativa, presu-
existencias muy complejas en su auto organización, en
puestos y programas, el lenguaje del “indigenismo de
los muchos “contactos” con el exterior comunitario,
la participación”. Esta inversión no era menor. La esen-
y una condición híbrida en formas organizativas, au-
cia de mas de 50 años de indigenismo en el siglo XX
toridades, conocimientos y propuestas. Por otro lado,
fue convertir a la política de gobierno en emisor mo-
aparecían las insuficiencias y limitaciones de las repre-
nopólico del “sentido” y a la población indígena en
sentaciones conceptuales que de ellas se hace desde el
receptor pasivo y moldeable, en notable continuidad,
quehacer oficial y en parte, académico. En Michoacán
por cierto, con el ejercicio misionero de la Conquista.
lo decíamos de esta manera:
La muy publicitada modificación de la política indige-
La capilla de la Huatápera (antiguo Hospital funda-
nista en los años ochenta y noventa, hizo un mayor én-
do por Quiroga donde se hizo el Seminario Itinerante)
fasis de su participación organizada como productor y
fue usada durante años como bodega de una unión in-
se orientó en el mejor de los casos hacia su inserción
dígena de artesanos. Al reparar una de sus paredes se
en nichos rentables de agricultura comercial, atada a
desprendieron capas de yeso y mampostería y emer-
monocultivos, a paquetes tecnológicos y de fertilizan-
gió entonces un fresco sorprendente: una comunidad
tes. La más reciente transformación hacia una políti-
de ángeles empuñando sus instrumentos musicales del
ca asistencial dejó intocado ese núcleo de dominio de
medioevo. Algo parecido ocurre cada vez que esas vo-
sentido, donde lo indígena es carencia a resolver con
ces indígenas hablan. Varias capas de mampostería de
ofertas de servicios del mundo moderno pero con in-
ideas políticas y académicas caen por tierra.
tenciones asistenciales que hunden sus raíces en la ca14
ridad empresarial y cristiana del siglo XIX y XX.
Rompiendo la babel nominal que los nombra como comunidades agrarias, ejidos, identidades
La intuición que orientó las invitaciones a la par-
parroquiales, tenencias o ayudantías, o bien, como
ticipación en este Seminario, dirigido a un puñado de
pueblos a criterio de lingüista o de abogado indige-
quehaceres indígenas, es que fuesen experiencias de
nista; las comunidades se desplegaron como lo que
reapropiación de la identidad indígena y su adecua-
son, micro sociedades autorreguladas, ligadas a su
ción a los nuevos retos de las intensas transformaciones
territorio agrario o municipal, que irrumpen desde
que viven los pueblos, las regiones y la nación. Asistie-
la historia como legalidad y legitimidad, con acer-
ron menos jóvenes y mujeres y más hombres maduros
vos de habilidades, saberes y recursos propios; frá-
que encabezaban proyectos productivos o culturales,
giles y potentes, con arraigos y en transformación,
pero también hubo una nutrida participación de auto-
buscando sus asideros a futuro, en intercambio cen-
ridades agrarias, civiles o religiosas.
tenario de alientos vitales con otras culturas, en áni-
Pluralidad cultural y sentidos propios colocaban con
mo de volver a acuñar una modernidad tan propia
fuerza otro asunto: esos pueblos que parecían ambiguos
y a la vez tan fuera de su tiempo, tan utópica, fres-
y difusos en el ámbito de las prácticas oficiales, que es-
ca e imaginativa como aquella soñada por uno de
capan a su medición estadística, lingüística y legal; ad-
sus alientos de origen, el que dicen que expiró ahí
quirían relieve, perfil y voz. Ahí estaban los pueblos, con
en la Huatápera, el último suspiro de don Vasco.
sus formas colectivas muy diversas, resultado siempre singular de largos y diversos procesos, como correspon-
En estas páginas veremos más de cerca ese doble
de a las culturas agrarias territoriales. En un trasfondo
asunto; la expresión de existencias complejas en con-
agresivo y de crisis que ha destruido culturas enteras,
textos de rápida transformación y la tensión que in-
muchos de estos colectivos humanos resistían en con-
troducen en las praxis de intervención oficiales, y en
diciones de riesgo y dificultad. No solo eso, tenían en
ocasiones, académicas. Este asunto no es marginal o
ocasiones voluntad de mostrarse, de decir no somos lo
expresión sólo de algunas cuantas experiencias. En los
que ustedes creen, somos lo que dice nuestra palabra.
últimos treinta años coincide una irrupción de los pue-
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blos en varios espacios públicos de las regiones y de la
A mediano plazo resulta difícil imaginar que las
Nación, y cierta educación y sensibilidad insuficiente
políticas y las reflexiones se hagan sin ellos y sin acep-
y en crónico atraso de la sociedad mayor para verla y
tar la complejidad de su presencia, pero puede ocurrir.
entenderla.
La irrupción de los Pueblos es un hecho que habrá que
En los primeros registros públicos de estas emergen-
precisar en el terreno de las experiencias, así como sus
cias de los pueblos originarios aparecían encubiertos
efectos en las prácticas y representaciones de gobier-
como movimientos municipalistas o bien dentro de la
nos y de estudiosos. En esta primera parte del ensayo
gran ola de inquietud campesina que recorrió los años
revisaremos a los que hablaron desde la perspectiva de
setenta (Sanchez, Consuelo, 1999: 170 y 233). Warman
su extraordinaria diversidad geográfica, histórica, bióti-
y Bonfil, los dos grandes pensadores de los sentidos más
ca y cultural. Al final, en la segunda parte, pasaremos
profundos de todo un ciclo de protagonismo indígena,
una rápida mirada a varios asuntos que emergen al es-
ya empiezan a advertir su singularidad desde fines de los
tallar las representaciones más habituales.
setenta y a lo largo de los años ochenta (Warman, 1987; Bonfil, 1979). Pero es en los años noventa que adquiere
¿Quiénes hablaron?
una mayor dimensión la visibilidad y la complejidad de estos movimientos, sus rasgos territoriales y ecológicos
En el cuadro siguiente se muestran los estados, las co-
(Toledo, Víctor, 1992), su dimensión étnica, nacional y
munidades y sus regiones y el tipo de representación
estatal (Bartolomé, 1997; Díaz Polanco, 2001) su carác-
que nos acompañó en el primer ciclo del seminario iti-
ter mítico y sagrado (Barabas, 1987).
nerante, que abarcó cuatro estados y 19 experiencias y que se realizaron de fines de 2003 a inicios de 2004.
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Experiencias de reconstitución noviembre de 2003 a abril de 2004 Estado 14 de noviembre de 2003 Querétaro
Regiones/comunidades
Representantes
Sombrerete comunidad ñañho
Subdelegado y Comisariado Ejidal
Consejo Estatal de Pueblos Indígenas
Coordinador y asesores del Consejo Estatal de Pueblos indígenas
Amealco, Colón, Tolimán, Ezequiel Montes, Cadereyta Comunidades ñañho
Representantes de comunidades
14 de noviembre de 2003 Guanajuato
San Ignacio comunidad huachichil
Representante de autoridad comunidad
16 de enero de 2003 Puebla
Sierra Negra comunidades nahuas y mazatecas
Presidente de la Asociación de Productores Indígenas
Sierra Norte San Miguel Tzinacapan comunidad nahua Telesecundaria regional
Representantes de derechos humanos representante de telesecundaria
Huehuetla municipio totonaco
Representantes de las organizaciones OIT y UNITONA
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Estado 13 de febrero de 2004 Michoacán
2 de abril de 2004 Oaxaca
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Regiones/comunidades
Representantes
Nurío comunidad purépecha
Autoridades comunitarias
Santa Fe de la Laguna comunidad purépecha
Autoridades comunitarias
Sevina comunidad purépecha
Autoridades comunitarias
Janitizio comunidad purépecha
Miembros de la comunidad
Nuevo San Juan comunidad purépecha
Autoridades comunitarias
Teotongo Comunidad chocholteca
Representantes del Comité Municipal de Cultura
Sector Zoogocho Comunidades zapotecas
Representantes de la Asamblea de autoridades del sector Zoogocho
Mujeres Indígenas de comunidades amuzgas, mixtecas y tacuates
Representantes del Proyecto de Fondo Indígena encabezado por mujeres
Región trique
Jóvenes universitarios pertenecientes a las comunidades triquis
Región mixe
Representantes de autoridades
Ya para fines de 2004, el 1 y 2 de diciembre, se rea-
A fines de 2005, el 25 y 26 de noviembre, se reali-
lizó una Reunión de Pueblos Indígenas de la Frontera
zó el Encuentro entre Indígenas Tepehuanos y Rarámu-
Norte: Desarrollo y Medio Ambiente, en la ciudad de
ri de los estados de Chihuahua y Durango, en la ciudad
Hermosillo, Sonora. Participaron 36 representantes pro-
de Hidalgo del Parral, para revisar las experiencias de
venientes de comunidades de los siguientes pueblos ori-
sus comunidades muy propias de la Sierra Madre Oc-
ginarios: Cucapá (Sonora), Comcáac o Seris (Sonora),
cidental. Finalmente, del 20 al 22 de septiembre de
Mayos (Sonora y Sinaloa), Guarijíos (Sonora), Rarámu-
2006 se llevó a cabo el Encuentro de Pueblos Indíge-
ris o Tarahumaras (Chihuahua), Paipai (Baja California),
nas de la Huasteca en Taninul, San Luis Potosí, para es-
Odham o Pápagos (Sonora), Kiliwas (Baja California) y
cuchar las experiencias de comunidades provenientes
jornaleros agrícolas Triquis (Baja California- Oaxaca). La
de 3 grupos étnicos: los Nahuas, los Tenek y los Pame,
representación Yaqui destacaba porque iba con la au-
que habitan la Huasteca en la confluencia de tres esta-
torización de los 8 Gobernadores de las 8 tribus agru-
dos, Hidalgo, Veracruz y San Luis Potosí.
padas en el Pueblo Yaqui. Ahí se expresaron de manera
Conviene hacer dos aproximaciones: por un lado a
mas intensa 4 experiencias: la del Pueblo Yaqui, comu-
sus rasgos individuales y de sociabilidad, pero también
nidades del Pueblo Mayo, los Comcáac y los jornaleros
a las situaciones o contextos desde las cuales platica-
triques del Valle de San Quintín, como expresión de una
ron su experiencia. Hay un perfil común a la mayoría
nueva realidad étnica donde pueblos sureños emigran
de los participantes. Fue gente madura por encima de
hacia las ciudades expansivas del norte.
los 40 años, sin la edad para migrar pero también con
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una experiencia acumulada desde las que ejercían fun-
de la comunidad en sus expresiones civiles, religiosas y
ciones de autoridad y de liderazgo. En la exposición de
agrarias. Cuando hablaron los miembros de la Organi-
sus experiencias fluía un discurso complejo, con va-
zación Indígena Totonaca (OIT) o las autoridades agra-
rias “capas” de habilidades y conocimientos. Algunos,
rias y religiosas del pueblo de Sombrerete, la fuerza
como los representantes del Pueblo Yaqui o de San Juan
cohesionadora del pensamiento sagrado y religioso se
Nuevo en Michoacán, tenían grados universitarios en
hizo presente. A diferencia de sus contrapartes de fun-
ingenieras varias, otros eran abogados, antropólogos o
cionarios y de especialistas, se habló desde un pensa-
profesores. Había algunos que eran técnicos agrícolas
miento religioso, sólo en parte secular, que apenas se
o con capacitaciones en administración, en derechos
mostraba en público pero afloraba en las pláticas fuera
humanos, en sustentabilidad, en rescate cultural. En
de las reuniones. En sus narraciones aparecían híbridos
sus relatos sobre las experiencias en manejar los recur-
culturales muy interesantes, cruzas de saberes locales
sos del territorio, en sus luchas por mantener el con-
con apropiaciones de conocimientos administrativos,
trol de sus tierras, en la defensa de sus derechos o en
técnicos y presupuestales; concepciones sagradas y co-
diversos tipos de proyectos de rescate cultural de len-
nocimientos instrumentales. Al ser seleccionados por los
guas, fiestas y rituales; aparecían conocimientos técni-
Delegados de la naciente CDI y con cierto “reconoci-
cos operativos (administrativos, de financiamiento, de
miento” institucional por su experiencia vivida, expresa-
producción y comercialización, de rescate y conserva-
ban la proximidad de trato con el ex INI y la ahora CDI,
ción); había cierta familiaridad o apropiación de cono-
eran parte de las coberturas institucionales o con algún
cimientos legales e institucionales, por ejemplo, sobre
acceso a ellas, pero con historias y prácticas, variables,
los derechos indígenas, el derecho agrario, los progra-
de autonomía y proyecto propio. Tal vez los casos mas
mas y presupuestos, el municipio y sus agencias auxi-
acentuados al respecto fueron los de la OIT en Puebla y
liares. Pero a la vez se hablaba desde la comunidad y
el Pueblo Yaqui en Sonora. Hablaban desde una mixtu-
su costumbre, expresada en sentidos de pertenencia,
ra de cultura y autonomía, y de una variedad de “con-
en colaboraciones, en fiestas, danzas, concepciones
tactos” que no se reducían, por su fuerte raíz propia, a la
sagradas y religiosas, en espacios propios de decisio-
aculturación, sino a provocar “mestizajes” controlados
nes y de autoridades propias. Y esas varias capas de
por las comunidades.
habilidades se asentaban en un sustrato cultural co-
Ahí estaba una doble ruta de huellas para descen-
mún, el de las pequeñas sociedades agrarias, con un
der al sótano de las transformaciones actuales: la muy
largo proceso cultural detrás, preocupadas en su auto
íntima de las culturas locales, y los frutos de sus con-
regulación como colectivo humano y en su territorio.
tactos con el “exterior” de la comunidad. Estaban las
En efecto, esas “capas” superpuestas de habilidades
prácticas de la autorregulación en su doble vertien-
y conocimientos expresaban dos conexiones reiteradas:
te: como jerarquía vertical de dominio (de familias,
por un lado, el baño profundo en las micro sociedades
de cabeceras, de barrios) y como tejido horizontal de
locales, un sumergirse en tradiciones vigentes y cam-
pertenencia y cooperación. También los agravios cen-
biantes, y por el otro, una extensa variedad de “contac-
tenarios cometidos por la dominación racista de las
tos”, tanto verticales de dominación, como horizontales
familias mestizas y criollas de las cabeceras o de las
de enriquecimiento de capacidades propias. Esa mixtu-
pequeñas ciudades, que aparece con frecuencia como
ra de saberes expresaba además un enriquecimiento del
vieja herencia de relación de dominación interétnica:
tejido organizativo en los pueblos, donde es frecuen-
(Es en) el municipio de Amealco, en donde encon-
te que convivan, se peleen o se entrelacen asambleas
tramos la mayor presencia de población ñäñho de esta
agrarias organizadas según lo establece la ley agraria,
pequeña entidad del centro de México. Aquí se observa
y asambleas comunitarias; sistemas de cargos y juntas
un esquema de relaciones interétnicas de fuerte polari-
de vecinos con organizaciones de productores, de mu-
dad, con características similares a las llamadas ‘regio-
jeres y de comercialización. Hay un tejido en ocasiones
nes de refugio’ (Aguirre Beltrán; 1987), de modo que la
conflictivo de diversas formas de organización, unos im-
cabecera municipal, fundamentalmente mestiza, opera
puestos por los agentes institucionales, otros que brotan
como la metrópoli desde la cual una reducida elite de
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ganaderos, agricultores y comerciantes ricos detenta el
nicas mucho menos polarizado, en que la diferencia-
poder político y económico, segregando y sojuzgando
ción cultural entre la población mestiza mayoritaria
a la población indígena, a pesar de que ésta constitu-
y la población indígena es menos contrastante y ope-
ye algo menos de la mitad de los habitantes del muni-
ra en un gradiente de cierta continuidad y difumina-
cipio. Así que la relación entre mestizos e indígenas
ción de las fronteras étnicas, en que prevalecen más
está notoriamente influida por el racismo de los prime-
las diferencias económico sociales entre los distintos
ros hacia estos últimos, y el relativo aislamiento y des-
estratos de la población que las diferencias étnicas pro-
confianza de los indígenas en relación con el resto de
piamente dichas. Es de observarse aquí, a diferencia de
la población.
Amealco, la presencia casi nula de monolingüismo y
Esta situación se ha plasmado en la existencia
(si atendemos a las estimaciones ofrecidas por el INI/
de áreas indígenas y mestizas territorialmente di-
CDI), una mayor incidencia de personas que sin hablar
ferenciadas, en donde las fronteras étnicas están
lengua autóctona se auto adscriben como indígenas y
marcadas con cierta claridad. Hablamos aquí de
reconocen su identificación con sus antepasados chi-
grupos que se contraponen y que luchan ancestral-
chimecas y otomíes. Podemos hablar entonces en este
mente por un territorio en disputa, y que definen
caso de comunidades en que las que convive una po-
una historia de conflictos, recelos y rencores, y una
blación mestiza y amestizada, junto con la población
distinción entre estamentos que casi no se mez-
que habla todavía el ñhäñhä o bien que, sin hablarlo,
clan.1
se auto adscribe todavía como indígena y conserva ‘el costumbre’ que de ello se deriva”
Como en otras regiones del país, este modelo de
18
relaciones interétnicas a escala regional no es único,
Pero también están frescas las huellas del intercam-
en ocasiones convive con otro modelo no tan polariza-
bio enriquecedor con técnicos agrícolas, biólogos, cu-
do, y que el mismo Diego Prieto Hernández describe
ras progresistas, cuadros de la izquierda social, es decir,
para el caso de Querétaro y Guanajuato:
con una variedad de formas de intervención de actores
Aquí (en los municipios de Tolimán, Cadereyta y
“externos” a la comunidad que sin embargo desataban
Ezequiel Montes, y en menor medida Colón y Peñami-
diversos procesos de apropiación “desde abajo”. A ma-
ller, así como en el municipio guanajuatense de Tierra
nera de ejemplo se enumeran los siguientes “tipos” de
Blanca) observamos un esquema de relaciones interét-
contactos y sus campos de transformación:
1
Forma de Intervención
Proceso
Promotores agrarios con planeación participativa y con una orientación inicial productivista, “campesina”, y dependiente de insumos tecnológicos
Desatan apropiaciones indígenas y recuperación cultural (Sierra Negra), promotores de desarrollo micro regional que aprovechan atribuciones de la comunidad agraria -estatuto comunal- para desatar procesos integrales (territorio, cultura, desarrollo, formas organizativas) y de reapropiación de prácticas y concepciones indígenas sobre el territorio. (Sevina)
Profesores universitarios y religiosos jesuitas que arrancan con propuestas de gestión productiva y comercial
Se orientan hacia una diversidad temática donde ya existen cuadros indígenas y apropiación indígena, en áreas como la tele secundaria y la defensa de los derechos humanos, que se van transformando en defensas y recuperación de la cultura propia. (San Miguel Tzinacapan)
Prieto Hernández, Diego. “Los pueblos indígenas de Querétaro y Guanajuato: extinción, reinvención o reconstitución”, en este volumen.
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Forma de Intervención
Proceso
Iniciativa de religiosos jesuitas que convoca a autoridades indígenas
Desata procesos de apropiación del municipio, del territorio y de la cultura, hasta proponer una identidad macro comunal, de carácter regional, pluriétnica, como es la del Gran Totonacapan. (Huehuetla).
Intelectuales indígenas con formación superior, en contacto con Universidades y carreras como antropología, lingüística, derecho y educación
Promueven formas de autonomía y de “comunalidad” propia, así como proyectos de reagrupamiento étnico a partir de las agencias auxiliares, los ayuntamientos y las coordinaciones regionales como es el caso oaxaqueño.
Casi todos saludaban primero en la lengua original
de resolución por la vía de la legislación agraria.
y luego la explicaban en español, como rasgo de una
En la zona mazahua-otomí y entre comunidades
autovaloración y afirmación ahora extendida de la len-
purépecha a este tipo de conflictos se añaden otros
gua propia, que mostraba en los hechos la superación
ocasionados por el acceso a recursos forestales por
del indigenismo integrador que desvalorizó las muchas
la vía del robo de madera y la tala clandestina que
variantes idiomáticas indígenas. Pero a la vez, se reafir-
con frecuencia desemboca en violentos enfrenta-
maba en los hechos al español como “lengua franca”,
mientos; este tipo de conflictos escapa al control y
el lenguaje común de una pluralidad cultural cada vez
resolución entre las partes que intervienen apelan-
más reconocida y acentuada.
do, para su resolución, a la intervención de instan-
Se presentaron como representantes de organiza-
cias gubernamentales sin ello garantice una pronta y definitiva solución.2
ciones, pero de manera reiterada decían: “Con el permiso de mi autoridad”, o bien, “con el permiso de mi pueblo”. Esto fue más claro cuando llegaban autori-
Pero así como emergía la punta del iceberg de las
dades comunitarias, y se mostraban las diversas figu-
autoridades propias y su cuerpo medio el de la auto
ras religiosas (mayordomías), civiles (autoridad de la
regulación social, se mostraba además el fondo del
agencia municipal o del municipio) y agrarias (auto-
asunto, el sustrato vital que sostenía todo: el vínculo
ridad y asamblea ejidal o comunal). Hablaban de sus
cultural con el territorio. Cuando el pueblo de Som-
muchas funciones de regulación social interna, desde
brerete, en Querétaro, habló de su lucha por conservar
pleitos familiares hasta asuntos de acceso a recursos y
la auto regulación de sus ritos religiosos, enfrentando
tierras. Aludían a las muchas formas de organización
al cura y a la jerarquía católica que lo respaldó; ini-
espacial, como los barrios, o funcional, por comisio-
ciaron su relato, sin embargo, con otro asunto, el de
nes civiles encargadas de atender asuntos comunes
la tierra, donde las restituciones que ellos alegan aún
como la luz, la carretera, el drenaje. También se men-
no se cumplen de manera plena. No fue el único caso.
cionaba la organización necesaria para los ritos reli-
La tierra se colaba como asunto de la mayor atención
giosos y para las fiestas. Las figuras complejas de la
de nuestros participantes, a veces de manera directa, a
autoridad propia y el esbozo de las maneras propias
veces lateral, pero era como si al hablar de ellos, hi-
de auto regulación empezaron a aflorar.
cieran una referencia natural a uno de sus atributos
Aunque son variadas las modalidades que adop-
sustantivos. Eran los hombres de la tierra.
ta el gobierno local, comparten la característica de
Con ello se mostraba un asunto que a lo largo de
constituirse en instancias que, en su función de re-
las reuniones, en esa enorme pluralidad de formas de
gulación del orden interno, intervienen en la re-
existencia colectiva, se esbozaba como algo común.
solución de conflictos que se presentan tanto al
Se nos hablaba desde una cultura muy antigua y a la
interior de la comunidad como entre éstas; en es-
vez, con adquisiciones muy recientes, que fue elabo-
tos últimos destacan añejos conflictos de carácter agrario que derivan de la falta de definición de linderos y que, muchas veces, son motivo de la falta
2
Castilleja, Aída, “Michoacán: Pueblos indígenas, autoridades y políticas públicas”, en este volumen.
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20
rando sus propias maneras de regular el espacio, tan-
de las propias instituciones de gobierno o de funda-
to el humano como el natural. En el más pleno sentido
ciones que apoyaban a proyectos: de producción, de
de las palabras, nos las veíamos con portadores de
comercialización, de conservación de flora y fauna o
culturas territoriales. La auto regulación social era a
los de rescate cultural. Existe una inercia a considerar
la vez, la regulación del asentamiento humano y del
que esta población está “desorganizada”, de ahí la im-
territorio apropiado de manera jurídica, pero también
portancia de las áreas institucionales orientadas a crear
material y simbólica. Ese poderoso lazo con la tierra
“organización” funcional a los programas oficiales. En
se mostraba de inmediato como reivindicación agra-
esa práctica la población indígena se insertaba como
rista, según la pedagogía difundida por la Reforma
individuo, familia o grupos de familias, aprendía las
Agraria. La tierra era la propiedad comunal o ejidal,
formas y contenidos de los programas de gobierno y
una forma de relación jurídica reconocida por el Es-
se constituía en un interlocutor válido y “organizado”
tado y por los pueblos originarios, de los que se des-
en apego a las pautas del programa. En las comunida-
prendían mentalidades de posesión y uso, maneras de
des se sabe y en parte se acepta que sólo unos cuan-
organizarse, autoridades agrarias pueblerinas, y una
tos participen en los programas oficiales, únicas vías
compleja relación con el Estado (Warman, 1985). Pero
de acceso a apoyos y recursos siempre escasos, que
tras de esa capa creada a lo largo del siglo XX se mos-
en ocasiones forman cuadros y capacidades, pero en
traba otra, que hablaba de las rutas de peregrinación,
otras, crean redes clientelares a favor de los operadores
de los lugares sagrados, de donaciones por deidades
federales o locales y provocan escisiones internas en la
ancestrales. En otra vertiente para hablar de lo mismo,
vida comunitaria.
se mencionaba a la lengua como la acumulación de
Pero ahora, y como empieza a ocurrir de manera
conocimientos sobre suelos, localización y manejo
mas frecuente en otros momentos e instancias, se pre-
del agua, propiedades de las plantas, sentido sagrado
sentaban otras representaciones, sostenidas por formas
de los animales. En ese sentido las culturas agrarias y
de organización propias y que hablaban a nombre de
territoriales nos hablan de verdaderos “biotopos”, for-
su “pueblo”, La complejidad de estas micro socieda-
mas de vida altamente especializadas en la ocupación
des se acentuaba: primero su rasgo territorial y agra-
de espacios específicos.
rio, su vivencia holista e integrada, sus concepciones
Esa integralidad que unía a los pueblos con el espa-
sagradas y seculares, su auto regulación con sus trazos
cio construido culturalmente contrastaba con las con-
verticales y horizontales y el sometimiento a relaciones
cepciones de culturales en academias y funcionarios
de dominación local y regional. Asomaba entonces, en
que tienden a disociar al colectivo de su territorio. En
grados diversos, una profundidad histórica donde los
realidad es un síntoma de un desencuentro mas pro-
pueblos no son “esencias” inmutables, sepultadas pero
fundo, el de culturas holísticas e integrales, que ven
vivas, sino espacios de encuentros de matrices cultura-
y nombran un todo orgánico, y la modernidad occi-
les muy antiguas y muy recientes, que resaltan por su
dental, analítica y deconstructiva, que disgrega y se-
condición de productor activo de híbridos, entendien-
para por “temas”. Tal vez el ejemplo más destacado de
do por ello un amplio abanico (no sólo racial, no sólo
ese “sentido común” es que los amplios debates sobre
religioso) de mezclas interculturales (García Canclini,
“derechos indígenas y cultura” apenas tocan el aspec-
1989: p. 15) donde su vitalidad transforma y se trans-
to territorial, como si fuera otra cosa, un asunto de pro-
forma, recrea patrimonios y adapta novedades (Car-
piedad y de producción, no de identidad cultural de
magnani, 1989; Devalle: 1998; Giménez, 1998).
sociedades agrarias.
¿Pero qué se nombraba desde la experiencia vivida
La irrupción de estas colectividades agrarias y su
con la palabra pueblo?
socialidad compleja en ocasiones despertaban cier-
Cuando evocaban “pueblo”, hacían referencia a
ta novedad para los funcionarios. Por varias décadas
realidades parecidas pero diversas, a grandes patrones
se asumió que la población indígena participaba en
de socialidad con procesos históricos singulares. En el
las coberturas institucionales a través de “organiza-
caso de los representantes de colectividades de Pue-
ciones” que respondían a criterios y visiones surgidas
bla, Michoacán y Oaxaca, se hacía alusión a los “pue-
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blos” como las entidades de pertenencia inmediata,
de la reforma agraria del Estado de la posrevolución. Su
eran las pequeñas sociedades agrarias con sus patrones
anclaje territorial en muy pocas ocasiones se remonta a
de asentamiento territorial creado en la colonia y las
las aldeas agrarias que agruparon los Estados mesoame-
repúblicas, y en ocasiones, con una memoria anterior,
ricanos que literalmente, fueron destruidos con la Con-
prehispánica, como la que platicaron los compañeros
quista. Se reconocen mejor en las reinvención de los
de la Organización Independiente Totonaca, la OIT de
poblamientos organizados por la autoridad colonial, de
zonas de Puebla y Veracruz. Es la tradición mesoameri-
resistencias autónomas ante las olas expoliadoras de las
cana del centro-sur, desgranada en muchas identidades
repúblicas liberales y conservadoras y de la rápida ocu-
de comunidades pequeñas, que también se conocen
pación de cualquier resquicio que dejara abierta la re-
como “identidades parroquiales”. El “pueblo” es su
forma agraria revolucionaria ya en el siglo XX (Warman:
pueblo, Nurío, o Zoogocho, pequeñas sociedades (de
2002, Bonfil, 1989). Es en este espacio socio cultural
menos de 1 000 a poco más de 5 000) congregadas en
donde resaltan las fuertes identidades de las pequeñas
torno a un “centro” religioso y civil, con sus plazas y
sociedades agrarias, las familias patrilineales, los barrios
campos deportivos, a partir de la cual se desprende la
como primer agrupamiento espacial, las relaciones co-
traza que forma barrios, con sus familias patrilineales
munitarias, los rituales religiosos, civiles y agrarios que
autoridades propias, formas de regulación de la con-
otorgan fuerza cohesionadora. Esa fuerza integradora y
vivencia y tierras. Es una pluralidad con un patrón co-
vital surgió sin embargo de un diseño colonial de lo “in-
mún de asentamiento, convivencia y relación con la
dígena” y de los pueblos destinado a fracturar y a dividir,
tierra, donde aún se ve la férrea mano del colonizador
aún carga con una pesada herencia de conflictos y agra-
que alteró la organización territorial prehispánica, pero
vios entre vecinos que comparten rasgos culturales étni-
no la borró del todo, donde la iglesia impuso nuevos
cos, y que como pesada loza impide su agregación en
imaginarios sagrados que sin embargo se combinaron
unidades territoriales más amplias. Sin embargo, existen
con sentidos de lo sagrado anteriores, y donde las nue-
redes complejas a escala local y regional, que enlazan a
vas fauna, flora e instrumentos, maneras de vestirse, de
veces de manera muy frágil a estas soledades comuna-
comer y de vivir, fueron apropiadas y moldeadas con
les, y que pueden ser de parentesco, de fiestas religio-
fuerte autonomía por la misma gente.
sas, de costumbres como el préstamo o intercambio de
Mesoamérica es un espacio encrespado de altipla-
patrones, de mercados comunes, de compartir servicios
nos, sierras, valles, franjas costeras, entre San Luis Potosí
como los educativos, de torneos deportivos, y de rasgos
y Chiapas, con una riqueza extraordinaria de nichos de
de etnicidad como el lenguaje, la memoria, el recuerdo
ecosistemas y de biodiversidad, amenazados por la con-
de un territorio sagrado (Bartolomé, 1997). Hay una his-
taminación y la erosión, que coincide con la diversidad
toria de divisiones, pero también de lazos potenciales.
cultural de los pueblos originarios. Ahí se arraigan las
También estaba presente en esa tradición mesoame-
formas de vida mas reconocidas en la política y el co-
ricana que recreaba de manera cotidiana su noción de
nocimiento de la sociedad nacional como “población
pertenencia como “pueblo”, otro sentido. Municipios,
indígena” en absurdo e histórico desconocimiento de la
identidades parroquiales que son agencias auxiliares,
otra gran región, la de Aridoamérica. Desde el pasado
organizaciones étnico políticas, liderazgos sociales y
prehispánico Mesoamérica fue un enorme laboratorio
políticos, pero también autoridades comunitarias, hi-
de cruces culturales (López Austin y López Luján: 2001).
cieron referencia a la palabra pueblo como expresión
Ya en la primera globalización ocurrida en el siglo XVI
de una voluntad, un proyecto, una práctica en marcha,
prosperaron híbridos mesoamericanos con sistemas co-
que recreaba su pasado para hacerlo vivo, para fun-
loniales, el siglo XIX inició el mestizaje con instituciones
damentar la ambición del reagrupamiento cultural y
republicanas como el ayuntamiento municipal. Su sis-
territorial étnico. Emergía entonces otro sentido de per-
tema habitual de autoridades muestra esa complejidad
tenencia, mas antiguo y abarcador, pero teñido por la
del híbrido: la autoridad civil derivada del municipio re-
elaboración contemporánea del discurso etno político
publicano, la autoridad religiosa de la gestión del ima-
y por prácticas de relación entre vecinos que superaban
ginario católico propio, y la autoridad agraria resultado
la inercia del agravio: el pequeño núcleo de Misión de
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22
Chichimeca se asumía parte de la Gran Nación Chichi-
para orientar un futuro deseado. Asunto parecido se vive
meca, y las comunidades indígenas del municipio de
en Chiapas con los Municipios Autónomos y su asocia-
Huehuetla y de otros municipios vecinos, también rei-
ción territorial, administrativa y de atribuciones, con los
vindicaron al Gran Totonacapan, unidad cultural, terri-
llamados Caracoles. Esas ideas serían impensables de no
torial y estatal prehispánica. Los municipios y agencias
existir un proceso detrás, cambiante y variado según la
municipales de la parte mas encrespada de la sierra
región, donde existen liderazgos comunitarios, intelec-
norte oaxaqueña, a la vez con una fuerte identidad
tuales indígenas, luchas y movilizaciones que reinicia-
municipal y parroquial, se reconocían en el esfuerzo
ron su camino con fuerza desde hace mas de 30 años, y
de retejer y reapropiarse su pasado como Pueblo Mixe.
la presencia de “contactos” que promueven el regreso a
Igual ocurría con sus vecinos de Zoogocho que se ven
identidades mayores, como en ocasiones fueron los clé-
a futuro como Pueblo Zapoteco. Según se relataba por
rigos de corrientes progresistas, antropólogos y sociólo-
las autoridades de Huehuetla o de Zoogocho, tras del
gos que impulsaron organizaciones y programas. Tras de
discurso etno político estaba un trabajo cotidiano y
las llamadas “identidades étnicas” estaban amplias coa-
hormiga donde esos lazos potenciales y dormidos de
liciones constructoras de discursos y estrategias, que no
relación entre pueblos divididos, así como prácticas
se reducían al ámbito comunitario sino que lo trascen-
innovadoras, iniciaban un nuevo tejido de solidaridad
dían (Gross Christian, 2000). Se reivindicaban así unida-
local y regional. Las fiestas religiosas, los torneos de-
des territoriales y culturales con vínculos sagrados, de
portivos, la gestión de redes carreteras y de brechas, la
lengua y cultura, que desbordaban las divisiones comu-
conquista común de servicios de salud y educación, la
nitarias, municipales y estatales.
coordinación de autoridades y los planes y programas
El patrón de socialidad mesoamericano se empe-
de desarrollo entre pueblos asociados, parecían rom-
zaba a mezclar un poco más al norte. Tanto en Que-
per el lastre de una herencia teñida en sangre, para in-
rétaro, Guanajuato y San Luis Potosí, aparecía ya una
augurar una práctica de entrelazamientos mutuo. Algo
frontera cultural: por un lado los ñañho de las llanuras
parecido observa Margarita Nolasco en un ensayo pre-
del sur queretano, profundamente mesoamericanos,
sente en este volumen:
organizados en barrios, con su propiedad comunal y
Al menos en Chiapas, municipios indígenas que
ejidal, sus capillas, y los tres ejes de organización y au-
hablaban el mismo u otro idioma, y que eran uni-
toridad: la civil, la religiosa y la agraria; que habitan
dades sociales que se consideraban a sí mismas di-
Santiago Mextititlan en Amealco. O bien los nahuas de
ferentes y separadas de las demás y con frecuencia
las Huastecas. Pero según se ascendía hacia la Sierra
enemigas, ahora, como parte del EZLN, conforman
Gorda dentro del mismo estado queretano y se pasa-
una nueva organización con municipios autóno-
ba hacia los valles serranos de San Luis Potosí, se topa-
mos rebeldes, que se organizan alrededor de un
ba uno con los primeros pobladores del semidesierto,
centro coordinador, llamado primero Aguasca-
de la gran Ariodoamérica, los pames, tének y huachi-
lientes y actualmente Caracol, en el que se ubica
chiles, con un patrón de asentamiento mas disperso,
formalmente la Casa de la Junta de Buen Gobier-
imaginarios sagrados y rituales mas prehispánicos, for-
no conformada por representantes de cada muni-
mas de autoridad singulares. En Sonora y Chihuahua,
cipio autónomo de ese Caracol. Lo interesante es
se presentaron ya de manera predominante los pueblos
que han logrado romper la fragmentación colonial
de Aridoamérica, algunos como los seris que ahora re-
y lograr la unión de diversos pueblos indios: han
cuperaron su nombre antiguo, los comcaá, de muy re-
ido mucho más allá de la mera lucha de resistencia
ciente sedentarización, otros como el pueblo Yaqui,
indígena y, en su camino, están gestando la posibi-
aferrados a los fértiles tierras de la altiplanicie coste-
lidad de la unidad de todos los pueblos indios, zan-
ra; y luego los rarámuri, fiel expresión de los “pueblos
jando de paso las diferencias étnicas.
de ranchería”, una cultura de altísima descentralización y dispersión para mejor aprovechar las escarpadas
Irrumpía entonces un sentido de Pueblo como pro-
sierras. ¿Qué es Árido y Oasis América? Es otro inter-
yecto y práctica que enlaza el pasado con el presente
cambio singular entre cultura y geografía, donde los
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colectivos humanos se adaptan y conquistan geografías
ca de 35 mil habitantes de 8 tribus con sus 8 goberna-
ásperas y agresivas, de climas extremos, de fuerte con-
dores; comparten un territorio excepcional, el Valle del
traste entre grandes tierras planas y afiladas serranías,
Yaqui en la llanura costera de Sonora, con ríos y siste-
con suelos escasos en corredores que serpentean entre
mas de riego que le otorgan un potencial importante, y
sierras, laderas y pequeños valles, o amplias llanuras
que a pesar de sus divisiones internas, tienen formas de
semidesérticas que se convierten en oasis cuando los
organización social-militar, y una muy fuerte autonomía
cruza algún río (López Austin y López Luján: 2001).
e interlocución ante los tres niveles de gobierno. No es
[…] nuestros ancestros supieron apropiarse del de-
Mesoamérica con sus largas pericias para negociar, plei-
sierto manufacturando sus propios utensilios con
tear en juzgados y recurrir al motín en caso de nulas res-
productos naturales como varas para elaboración
puestas (Florescano, 1997). Es la tradición guerrera de
de flechas, raíces para lanzas y arpones, la planta
los Pueblos de Aridoamérica, con su sincretismo parti-
“ocotillo” para la fabricación de chozas para vi-
cular de la religión católica, casi epidérmico, su adapta-
vienda, el carrizo para la fabricación de balsas que
ción muy propia de las formas organizativas sedentarias
usaron como medio de trasporte hacia las islas, los
introducidas por los misioneros y sus muy fuertes con-
utensilios domésticos de fibras de la planta llama-
cepciones sagradas propias. Las formas de asentamiento
da “torote” , usada para la fabricación de canastas,
entre los pueblos del Norte oscilan entre la fuerte es-
además el trabajo con caracoles y conchas que los
tructuración en continuidad territorial del Pueblo Yaqui,
usan como adornos en su
vestimenta.3
hasta las formas de asentamiento disperso de los tenek, tepehuanos y rarámuri.
Aridoamérica es entonces el proceso histórico don-
Entonces bajo la palabra “pueblo” aparecía una
de nómadas y semisedentarizados aprendieron a vivir
pluralidad de procesos y de sentidos que sin embargo
de la sierra, la llanura costera, el bosque de encino. Re-
compartían el ser sociedades agrarias fuertemente liga-
sistieron hasta el exterminio la oleada conquistadora y
das a su territorio, en otras palabras, todas ellas eran
republicana, pero varios se adaptaron a la rudeza del
“biotopos”, una rigurosa asociación entre colectivo hu-
dominio colonial y republicano, se apropiaron a fondo
mano y espacios apropiados culturalmente:
de las formas religiosas y de autoridad impuestas por los
• El sentido de pertenencia de los colectivos
nuevos poderosos, sólo como epidermis de una cultu-
mesoamericanos, y que hacía referencia a las mi-
ra agraria, social y sagrada que les otorga formas de au-
cro sociedades territoriales, a las llamadas “iden-
tonomía muy propias. Los “pueblos” que se formaron
tidades parroquiales”, sociedades híbridas forjadas
en Aridoamérica responden a formas de apropiación te-
bajo el dominio de la colonia y las repúblicas del
rritorial extensas, a través de lo que se llama el “siste-
XIX y XX, con un trasfondo de cultural territorial
ma de rancherías”, es decir, patrones de asentamiento
acumulada en milenios, y procesos de transforma-
muy dispersos que no son frecuentes en Mesoamérica.
ción interna signadas por la transfiguración, la rein-
En esa vasta región está presente la experiencia singular
vención y la apropiación.
del Pueblo Yaqui. Con ellos se hizo presente no un pro-
• Los “pueblos” que corresponden a Aridoamérica,
yecto sino una realidad diferente. Una larga tradición
con formas de apropiación territorial extensas, a tra-
de resistencia, les permitió salir al encuentro de gue-
vés de lo que se llama el “sistema de rancherías”, es
rras de exterminio, desalojos, traslados al otro extremo
decir, patrones de asentamiento muy dispersos que
de la república, de Sonora a Yucatán, y su regreso he-
no son frecuentes en Mesoamérica. En esas redes
roico para reapropiarse de su territorio. Ahora lograron
de rancherías se reconoce a los pueblos principales,
consolidar una unidad étnica a una escala excepcional
donde coincide el espacio sagrado y de gobierno.
para los pueblos indígenas en México. Congregan a cer-
Según explica Augusto Urteaga el “pueblo”, no es entonces la concentración poblacional en un lugar,
3
Intervención de un representante comcaác en la Reunión de Pueblos Indígenas de la Frontera Norte, Desarrollo y Medio Ambiente, Hermosillo, Sonora, 1 y 2 de diciembre de 2004, en este volumen)
sino el escenario donde se ejerce la autorregulación de redes dispersas, y que se expresan como mensaje jurídico, acuerdos, edictos, apelaciones, multas,
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matrimonios, separaciones, reparaciones de daños,
nes, es una proyección a futuro desde la preservación
organización de las prácticas agrícolas, de pasto-
del pasado. Es creación propia, no calca de modelos.
reo, de empleo en aserraderos, de fiestas y programas. Augusto Urteaga señala el fondo del asunto: el
Paisaje de transformaciones
Gobierno indígena se encuentra sustentado en una
24
concepción de su ámbito territorial, su base ma-
La segunda aproximación de la que hablamos al prin-
terial de sustento, que es cubierto por un sistema
cipio era la de sus contextos locales, regionales y glo-
disperso de rancherías. Pero además, esa peculiar
bales. Se dio fe de un torrente de transformaciones,
manera de organizar al biotopo (colectivo humano-
que les estaban ocurriendo a las comunidades en lo
asentamiento territorial) conserva aún la fuerza de
interno, a sus miembros en su condición generacional
un don sagrado, de una donación recibida por una
y de género, a sus capacidades de pertenencia a esca-
deidad que le otorga al colectivo su espacio de resi-
la comunitaria, a las relaciones locales con sus vecinos
dencia en la tierra.
y con poderes regionales o federales, pero también en
• Un sentido de creación o recreación, de iniciativa
su viejo arraigo territorial. Era como si su asentamiento
y proyecto, donde los zapotecos, mixes, totonacos
en ocasiones centenario fuese removido hasta sus raí-
y huachichiles revindican “desde abajo”, desde sus
ces mas profundas.
prácticas comunitarias y sus imaginarios propios,
Se habló desde una agobiante crisis agraria, del progre-
incluso, a través de una nueva intelectualidad in-
sivo deterioro de toda política agraria de fomento, y de
dígena; a amplias convergencias étnicas, donde
la experiencia de apostar todo a monocultivos exitosos
se comparten lenguas, costumbres, historia, pero
en el azar momentáneo del mercado. Pero también de
sobre todo, demarcaciones territoriales que co-
la necesidad de evitar la fragilidad y la dependencia
rresponden a la apropiación cultural de un hábi-
para la subsistencia de la familia regresando a concep-
tat. Entonces la palabra “pueblo” tiene un sentido
ciones indígenas de usos múltiples de los territorios y
agregativo, donde muchas micro sociedades con
de los policultivos. De las dependencias técnicas y fi-
parecido de familia, a veces en procesos gradua-
nancieras de las políticas agrarias promovidas desde el
les y expansivos, se van integrando en una tarea
gobierno que los hacía depender de los insumos como
común, por ejemplo, resolver ausencias de servi-
los fertilizantes o a los apoyos gubernamentales destina-
cios, compartir fiestas y deportes, que van creando
dos al campo. De las intensas migraciones que pasaban
el piso firme de otra forma superior de pertenen-
de sus circuitos acostumbrados en campos agrícolas y
cia: el pueblo como espacio amplio territorial, his-
ciudades pequeñas y medias y ahora se extendían has-
toria común, lengua y costumbres compartidas. Eso
ta el “otro lado”, a los EUA, e incluso aún más al nor-
es lo que ocurría en el Sector Zoogocho y también
te. De las variadas influencias que traían los migrantes,
con los mixes, donde a la progresiva y cuidadosa
desde nuevas vestimentas, costumbres, hábitos de con-
agregación de vecinos con largas historias de des-
sumo, hasta las remesas que financiaban patrimonios
encuentros, se le sumaba la noción de “pueblo”
familiares, fiestas religiosas, fiestas civiles y obra públi-
como proyecto histórico, cultural y político.
ca. Se dio testimonio de cambios demográficos donde ya era común que convivieran varias generaciones en
Cabe advertir que estas nociones tienen raíces pro-
una misma familia, y del extravío de sus jóvenes afec-
pias, que comparten o se apoyan en ideas jurídicas
tados por las drogas, la influencia de los medios masi-
como las del Convenio 169 de la OIT, el amplio deba-
vos y el ingreso de las costumbres de los migrantes al
te jurídico sobre los “pueblos indígenas”, los proyectos
mercado de consumo global. También del nuevo peso
de intelectuales y dirigentes indígenas como las llama-
y reconocimiento a las mujeres que en ausencia de los
das “regiones pluriétnicas”; pero no se “inspiran” en un
varones se hicieron cargo de funciones no habituales:
modelo para aplicarlo a su modo de vida. Es otra cosa,
liderazgos comunitarios, iniciativas de rescate cultural,
es la proyección de la memoria y la trascendencia de
apropiación de proyectos productivos y de comerciali-
las praxis locales hacia ámbitos que se intuyen comu-
zación. Se habló de nuevos servicios de comunicación,
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de salud y de educación que a pesar de su mala calidad
nocimiento de ambos tipos de autoridad, que toma
integran ahora a muchos pueblos a redes nacionales,
distintas formas, fue expresado en el saludo que pre-
de la llegada de maquiladoras y de los nuevos empleos
sentó, primero en purépecha y luego en español,
que se conseguían en las ciudades y en los Estados Uni-
Juan Ignacio Rubio (representante de Nurío en la se-
dos. Aún y cuando los efectos de un nuevo orden glo-
sión de Uruapan que hemos venido mencionando);
bal se mostraban ya en las migraciones intensas y en
inició su intervención saludando en purépecha y en
contadas intervenciones directas en su realidad local,
una franca actitud de respeto dijo “espero que todos
lo que aparecía con mayor frecuencia reiterado eran las
se encuentren bien, la gente de gobierno y nosotros
variadas manifestaciones de dominio y poder ejercida
que somos autoridades pequeñas.4
por los poderes locales y regionales. El antiguo monopolio de estos poderes sobre los contactos comerciales
Y se mostraba que en esas condiciones tan difíci-
a veces estaba erosionado por la expansión de los mer-
les, esas micro sociedades agrarias reaccionaban pron-
cados nacionales y regionales y la entrada de grandes
tas a conflictos por linderos con vecinos, a los tratos
corporativos de comercio. Pero en muchas otras ocasio-
discriminatorios y excluyentes de las cabeceras muni-
nes se mezclaba e incluso prevalecía para controlar las
cipales mestizas, incluso se enfrentan a la jerarquía de
redes de oferta de empleo, de venta de alcohol y lue-
la iglesia católica cuando intenta defender a un cura
go de refrescos y comida chatarra, su mediación con
malquerido por el pueblo. Igual resistencia se susci-
las instituciones federales, el control sobre municipios y
taba ante intervenciones ilegales y prepotentes en su
cabildos, la exigencia de trabajos gratuitos de los “pue-
territorio, por usufructos del bosque y por linderos te-
blos sojuzgados” a las cabeceras, la intervención sobre
rritoriales, la instalación de maquiladora, los pleitos
recursos naturales de las agencias auxiliares. Todo el ar-
por el control y usufructo de minerales y bancos de
senal de abuso estaba no sólo intocado sino en ocasio-
materiales. Sus jóvenes masivamente extraviados en la
nes reforzado por el retroceso de contrapesos como la
obsesión del consumo y las drogas, en no pocas oca-
anterior presencia federal en las regiones.
siones representaban una tercera generación que hacía
Se hablaba desde varias fragilidades, de crisis y do-
alianza con los abuelos y recuperaban lengua, memo-
minación; pero también desde una fuerza propia que
ria, instituciones y sueños propios. No solo eran cró-
reaccionaba ante circunstancias difíciles y trataba de
nicas de resistencia, también se habló y mucho de
encontrar nichos de oportunidad. Los vientos de cri-
luchas por un futuro mejor, desde recuperar la visión
sis obligaban a fortalecer la organización social propia:
integral, múltiple y sustentable de los territorios, am-
a las familias extensas y patrilineales, los barrios y los
pliar las facultades y recursos de las agencias auxiliares
trabajos comunes, las fiestas colectivas, las autoridades
de los Municipios, que es el poco “gobierno” que está
civiles, agrarias y religiosas, los usos y costumbres lo-
en sus manos; el seguir las experiencias exitosas donde
cales. Había entonces una referencia continua a un es-
asociaciones de comuneros lograron crear sus propias
pacio de auto organización y de autoridades propias,
fuentes de riqueza, el crear asociaciones entre comuni-
sean agrarias, civiles y con menor intensidad, religio-
dades y municipios que les otorguen mayor fuerza pro-
sas, que es ignorado o mantiene relaciones tensas con
pia y de negociación con los tres niveles de gobierno,
el mundo institucional, sea el Municipio, o los otros
la aspiración a contar con sus planes de desarrollo lo-
dos niveles de gobierno. En abrumadora mayoría este
cal y regional, hasta la intención de afirmar sus identi-
espacio tiene un parcial reconocimiento como agen-
dades como Pueblos entendiendo por ello a unidades
cia, tenencia o delegación municipal, sólo en Oaxaca
culturales, territoriales y políticas que superaran la dis-
(y Puebla) este espacio es a la vez municipio.
persión de las pequeñas comunidades.
“El gobierno local, como ha sido expuesto por Zá-
Esos testimonios de cambios muchas veces incier-
rate (1993: 129), es una estructura dual a través de
tos hacían ver que incluso las regiones más ocultas y
la cual se regula el gobierno en términos de formas de organización comunitaria y de las regulaciones impuestas por las instituciones del Estado. El reco-
4
Castilleja, Aída, “Michoacán: Pueblos indígenas, autoridades y políticas públicas”, en este volumen.
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25
trepadas en las sierras habían sido impactadas por los
trastante es que las remesas migratorias en ocasiones
epicentros de la transformación global. Como ocurrió
reconstruye el tejido social, cultural, religioso, de los
hace quinientos años, en la primera globalización, los
pueblos. Y la contra tendencia que mira a futuro es la
pueblos son testigos y actores de marejadas de cam-
asociación pueblerina que intenta recuperar el control
bios que remodelan al mundo entero. ¿Qué trae de no-
cultural de amplios territorios antes divididos por pug-
vedad este remozamiento? ¿Qué anuncia en sus varios
nas internas, divisiones administrativas y políticas, dife-
impactos sobre esta pluralidad de pequeñas socieda-
rencias partidarias, rivalidades sagradas. En el paisaje
des agrarias aún territorializadas? Hago tres esbozos
de las transformaciones actuales se enfrentan entonces
sobre este paisaje de las transformaciones.
dos grandes tendencias: una que des-territorializa, otra que arraiga y trata de expandir el espacio bajo control
26
TENSIONES
cultural de los pueblos. Lo que empezamos a nombrar
Las migraciones más allá de los circuitos acostumbra-
como reconstitución adquiere entonces todo su senti-
dos, hacia las ciudades del norte del país y hacia los
do. No se trata de una moda antropológica, tampoco
Estados Unidos, son el síntoma fuerte de un aspecto de
se reduce a consigna de élites indígenas y no indíge-
las tensiones. La des-territorialización. El vaciamiento
nas para atrincherarse en los pueblos como resistencia
de pueblos en sus segmentos de hombres en edad de
eterna. No es folklore para los nuevos circuitos de in-
trabajar se combinaba con décadas de crisis del cam-
versión mega turística. La reconstitución cobra todo su
po como espacio productivo, la necesidad y posibili-
sentido en este panorama social de las transformacio-
dad actual de vender la tierra, después de las reformas
nes, es el nombre de la segunda tendencia que ante los
constitucionales al artículo 27, las nuevas generacio-
vientos fuertes de la crisis y la globalización, desplie-
nes sin derecho a una tierra cada vez más fraccionada.
ga muchos recursos para amarrar a los pueblos a la tie-
A ese panorama de ruptura entre colectivo humano y
rra, no sólo ni necesariamente el discurso etno político
territorio, se agrega un renovado interés de diversos ac-
sino la complejidad cultural de los pueblos.
tores (empresarios globales, grupos de poder regional, gobiernos en sus tres niveles) hacia lo rural, visto ahora
COMPLEJIDAD
como reserva territorial para mega proyectos turísticos
Los síntomas hacen prever un periodo de transformacio-
y de inversión pero ya no en la producción agrícola de
nes muy intenso y de alta complejidad. Parece dibujar
alimentos, sino en plantaciones madereras, en biotec-
un quiebre en el impulso del siglo XX favorable a medias
nología, en agua y bancos de minerales, en “paisaje”
a la territorialización de los pueblos, con todo y su polí-
atractivo, en playas excepcionales, en expansión ur-
tica integracionista cultural, pero con reforma agraria de
bana inmobiliaria (Rodríguez Nemesio, 2001). Hay en
por medio. Hacia su séptima década se abre una trans-
nuestro tiempo una especie de “desmonte” potencial
formación no sólo nacional sino global que altera la
de los pueblos, de tala de viejas culturas agrarias y te-
“modernidad” de los Estados Nacionales, los mercados
rritoriales para ampliar nuevas fronteras de uso capita-
y economías endógenas, las sociedades con capacida-
lista de la naturaleza. Pero esa tendencia no es “pura”
des selectivas de integración, las tecnologías y el sentido
y plena, no ha ganado; genera contra tendencias y mo-
mismo de la producción “material”. Es en este entorno
vimientos propios desde la pluralidad de formas que
que se provocarán tres espacios de cambio, uno afecta
son los pueblos. La vieja asociación entre colectivo hu-
a lo agrario en su dimensión productiva, otro al Estado-
mano y territorio se viste con antiguas y nuevas ropas
nación en sus proyectos de integración, de contención
para enfrentar la circunstancia, no es la primera vez, se
de la mercantilización hacia la vida social y de frontera
han vivido muchos cambios de patrón de asentamien-
política hacia la expansión de los mercados mundiales,
to y de vínculo con territorios, muchos desalojos desde
y finalmente, el espacio local de los pueblos en su inti-
las pugnas territoriales prehispánicas, la reorganización
midad demográfica, social, y productiva.
colonial, la ofensiva liberal del XIX contra la propie-
Desde los años setenta vigecimonónicos emer-
dad comunal, la re-territorialización que hizo posible
ge una nueva apreciación de lo rural, que sin dejar de
la reforma agraria del siglo XX. Su síntoma mas con-
lado su aspecto agrícola productivo, acentúa y valora
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su aspecto medioambiental, de recursos naturales y de
híbridos, del “adentro” y del “afuera” comunitario, sur-
biodiversidad. Junto a una nueva axiología ecológica
gen renovadas cohesiones. La pérdida de la lengua y
que promueve la conservación del patrimonio natu-
de lo que nombra, del conocimiento y el control cultu-
ral, fundamento de la vida humana, hay además una
ral, estaba presente en casi todos los casos. Las migra-
nueva frontera de acumulación, un enorme espacio de
ciones y el abandono de tierras de cultivo, la erosión
aprovechamientos varios, donde el nuevo orden global
de una subjetividad de “pertenencia”, la reducción del
se muestra muy atento a los nuevos usos de la biodi-
trabajo voluntario, la debilidad de las instituciones pro-
versidad, al control de agua y minerales estratégicos, a
pias, los entornos comerciales, institucionales y cultu-
fuentes de energía y a la regulación estricta de los flu-
rales altamente agresivos. Pero también dan cuenta de
jos migratorios y de la reconversión de la naturaleza en
los impulsos contrarios, a veces recientes y minorita-
“medio ambiente” o capital natural.
rias, en otras se habla desde la punta reciente de pro-
Igual ocurre con la macro estructuras de regulación
cesos masivos y muy largos. Oaxaca y el Pueblo Yaqui.
en los estados nacionales. Un renovado liberalismo se
O bien de procesos de hace cuarenta o treinta años,
erige en promotor de intensas desregulaciones en los
que coinciden con una reactivación a escala nacional
mercados de tierras, de trabajo, en los accesos selecti-
de los movimientos indígenas y de las luchas etno-polí-
vos a recursos naturales, energía, playas, biodiversidad.
ticas de los años ochenta y noventa (De la Peña, 2002).
Es un reacomodo de poderes donde las estructuras ins-
Una idea somera de las fragilidades pero también de
titucionales de la República ceden ante los nuevos
las potencias que habitan a los pueblos la presentamos
poderes globales del mercado pero también ante la
en el cuadro de la siguiente página.
pluralidad de poderes locales y regionales. Entonces,
Los impulsos hacia nuevas cohesiones colectivas y
el tránsito de estructuras centralizadas federales hacia
a resembrarse en el territorio en ocasiones empiezan
estructuras descentralizadas de gobiernos estatales y
con personas que se animan a pelear por recuperar la
municipales, lejos de crear nuevos equilibrios de fuer-
lengua, las danzas, los rituales, también por recopilar
zas, fortaleció a los grupos de poderes globales, regio-
leyendas, historias viejas. Y por acercamientos sucesi-
nales y locales, antes contenidos en ocasiones por el
vos, como si se fuesen despojando de capas de vendas
Ejecutivo Federal. Lo que ocurre entonces es una ofen-
en los ojos, tarde o temprano topan con la memoria
siva múltiple, desde varios frentes, contra los territorios
ancestral de lo que era su territorio:
susceptibles de interés a las diversas lógicas de acumulación global, regional y nacional.
“El territorio tepehuano —refirió un participante en el Encuentro entre indígenas Tepehuanos y Rarámuris—
Pero en lo más pequeño, en la célula del proceso,
no tenía divisiones, por testimonio de los antepasados.
en la misma familia indígena, se viven también gran-
Éste era desde el sur de Chihuahua, hasta abarcar casi
des cambios demográficos y generacionales. Igual ocu-
toda la Sierra Madre Occidental que atraviesa el estado
rre en su relativa capacidad de auto regulación social
de Durango. Al llegar los españoles al territorio indíge-
y territorial, enfrentada a nuevos protagonismos de jó-
na no lo aceptaron, por lo que hubo arrendamiento de
venes y mujeres y a generaciones enteras sin tierra. Las
tierras, despojándonos de las mejores tierras”.
transformaciones están en todos los órdenes: demográ-
En otras ocasiones estos impulsos a rehacer los
ficos, sociales, políticos, simbólicos. En lo mas peque-
pueblos con todo y su raíz territorial surgen por la ur-
ño y en lo mas grande, en las tendencias sociales y en
gencia de los pleitos por linderos con los vecinos o con
las políticas, en lo local y en el mundo, otra vez, como
los poderes regionales, para frenar intervenciones ne-
ha ocurrido cada vez que se abre una revolución tec-
gativas sean culturales, políticas y económicas en el es-
nológica, de flujos de capitales, de fronteras de acumu-
pacio pueblerino. Una vez puesta en movimiento esa
lación; como lo previó el profeta del capital; “todo lo
energía subjetiva y social, se abre una doble ruta: el re-
sólido se desvanece en el aire”.
descubrimiento de los recursos propios, sean histórico
(Des) integraciones. Los testimonios hablan de pue-
culturales, de organización social o bien de institucio-
blos que como mazorca vieja se desgranan solos, pero
nes propias, pero sobre todo, el redescubrimiento de la
también de impulsos contrarios, donde en esfuerzos
tierra como territorio cultural, y la posibilidad verda-
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27
Las Fragilidades
Las Fuerzas
Pugnas por la diferenciación interna a la comunidad, sea por parcelas familiares, apropiaciones de recursos naturales, por servicios y accesos.
Estructura de organización propia que incluye a la familia, barrios, asambleas de comuneros y asambleas de la comunidad, asamblea municipal, comités para fiestas, mayordomías, comisiones de trabajo municipal.
Brecha generacional: la tercera generación sin sentido de pertenencia que emigra. Conflictos con instancias comunitarias por exclusión de jóvenes y mujeres. Conflictos entre autoridad de la iglesia y decisiones propias de los pueblos sobre fiestas, ritos. Impacto de los medios masivos y de la cultura de consumo traídas por migrantes que afectan la cultura de productores.
Trabajos comunes decididos por la autoridad o las asambleas. Fiestas y sus calendarios cívicos y religiosos, deportes, la música y las bandas, los grupos de danzas, los grupos de rescate cultural de la lengua, la música, los bailes.
Lucha fuerte con vecinos comunitarios por conflictos de linderos, agua y recursos naturales compartidos.
Comités de apoyo de migrantes a las tareas comunes, formación de cajas de ahorro para estimular la inversión de migrantes.
Conflictos entre Cabeceras y agencias auxiliares, donde los pueblos se dividen en torno a atribuciones municipales, presupuestos, servicios.
Proyectos de cooperación entre comunidades para resolver problemas comunes
Conflictos agrarios, políticos y religiosos entre las comunidades (en todos los estados) que estimulan la migración.
28
Cooperación en base al intercambio de ayuda entre familiares, amigos y vecinos.
Formas de intervención de actores externos (iglesia, gobiernos, organizaciones no gubernamentales, grupos políticos y partidos) que dividen a los pueblos.
Asambleas de autoridades comunales, de agencias municipales y de autoridades municipales que construyen un espacio común regional. Visión común de cuidado del territorio con criterios ambientales y de sustentabilidad, así como de policultivos y de uso múltiple. Escuelas y centros de capacitación con intercambio de técnicas y habilidades indígenas regionales. Formación de liderazgos comunales con visión regional. Procesos de reidentificación étnica presentes en todos los estados. Formas de intervención de actores externos que promueven y acompañan los procesos de cohesión local y regional. Iniciativas de coordinación y cooperación con los sistemas económicos, jurídicos y culturales de los estados y la federación, no hay propuestas de escisión.
deramente nueva y transgresora a inercias propias y a
de instancias gubernamentales. Entonces el impulso a
formas de dominio ancestral, de asociarse con los pue-
rehacer y amarrar pueblos al territorio (la integración)
blos vecinos, de ganar las cabeceras municipales, de
es también una fuerza renovadora, de transformación,
formar amplias asociaciones de pueblos, ayudantías y
donde se entrelaza el impulso de actualizar el pasado
cabeceas municipales. De manera paralela corre la otra
y de apropiarse las novedades del mundo.
ruta, la apropiación y reconversión de conocimientos,
Decíamos líneas arriba que sólo en el paisaje de
técnicas, visiones, aportadas desde instancias extra co-
las transformaciones adquiere todo su sentido la pa-
munitarias, desde intervenciones positivas realizadas
labra de las autoridades y de los liderazgos indígenas.
por una variedad de actores seculares y religiosos, de
Las variadas prácticas que rehacen la cohesión so-
técnicos y profesionistas, de organizaciones civiles y
cial, cultural, política y territorial de los pueblos y que
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nombramos como reconstitución aparecen en toda su
no hegemónicas, (García Canclini, 1989; Bartolomé,
complejidad y riqueza. Es una “revolución en el pa-
1997) cómo se elabora desde el subsuelo de los des-
sado”, una ola memoriosa que recupera diversos ins-
heredados la apropiación del monopolio de la “cosa
trumentos del control cultural de los pueblos sobre su
pública” traído desde Europa, primero como Monar-
tejido social y sobre el espacio construido cultural-
quía, luego como Repúblicas, (Stern, 2000). Cómo,
mente. Es un regreso activo que conserva pero tam-
de manera más radical, desde la periferia y el margen,
bién reinventa. Es dar valor al tiempo acumulado para
desde los sótanos sociales, se elabora “otro occiden-
incidir en el presente y proyectar su “propio sentido” a
te” profundamente híbrido, en la cultura, la política,
futuro. No recupera “esencias inmutables” sino proce-
las relaciones sociales, la cotidianeidad, la economía;
sos cambiantes de producción de identidad y de pro-
que como sombra turbadora acompaña una ilusión.
yecto. Y por ello es a la vez que memoria e invención,
Ese ensueño que recorre desde su origen a las expe-
una apropiación de los conocimientos, tecnologías y
riencias colonizadoras europeas, su ilusión de hacer
saberes prácticos de la modernidad actual. Con ello
un mundo homogéneo a su imagen y semejanza, la
abren una ventana hacia asuntos poco visitados por la
fantasía de un occidente “puro”. La reconstitución no
reflexión de las prácticas sociales: cómo se producen
sólo rehace pueblos, rehace también la pluralidad de
los híbridos “desde abajo”, desde matrices culturales
Occidente.
29
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CUARTA SESIÓN DEL SEMINARIO DE POLÍTICAS PÚBLICAS Y RECONSTITUCIÓN DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS: CASO REGIONAL QUERÉTAROGUANAJUATO* Presentación Las microregiones indígenas de Querétaro se encuentran en la Sierra Gorda y en los valles donde se asientan varias ciudades grandes. No son “regiones de refugio” sino territorios pertenecientes a una red de pequeñas y medianas ciudades, parte a su vez de un eje industrial, turístico y urbano que creció en demasía durante las últimas décadas. El eje del Bajío y del centro occidental mexicano absorbe de manera muy precaria a la población indígena ofreciéndole los empleos más duros, como la construcción y mantenimiento de las ciudades y el trabajo en maquiladoras o en zonas agrícolas restantes, y al mismo tiempo compra baratos los alimentos e insumos agrícolas que pueden proveer estas microregiones. A pesar de estar dentro de esta red moderna de flujos intensos, y de afrontar la pobreza y la marginación, los pueblos de las microregiones no pierden su lazo territorial. Lo que se advierte es la adap* La 4ª Sesión del Seminario de Políticas Públicas y Reconstitución de Pueblos Indígenas “Experiencias de reconstitución. El caso de Querétaro y Guanajuato” tuvo lugar el 14 de noviembre de 2003 en Querétaro, Querétaro.
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tación de estrategias de sobrevivencia y de reproduc-
duras, semiáridas con vientos cortantes, cuyos linderos
ción a ese entorno complejo de ciudades, industrias y
con la cabecera municipal se desdibujan con el paso
pueblos. Las familias viven de ingresos provenientes de
de los años, aumentando el de la primera y disminu-
la migración, el ambulantaje, la construcción y la lim-
yendo el de la comunidad. La población busca alter-
pieza de las ciudades, y de actividades ligadas a las
nativas de ingresos, donde se combina la producción
posibilidades que brinda el territorio (agrícolas, explo-
agrícola, las artesanías y el trabajo como jornaleros en
tación mineral, huertos y granjas, artesanías, etcétera).
las áreas de cultivos comerciales de la región. Es una
En el caso de Guanajuato hay una mayoría indíge-
34
comunidad donde actualmente residen más de 4 mil
na pluriétnica que vive en las ciudades, pero aún exis-
habitantes. Desde esta tierra, Carmen dice:
te población originaria que vive en sus antiguas tierras.
En San Ignacio volvimos a arraigar nuestras tradiciones
Guanajuato cuenta con una población indígena de
y nuestras fiestas. Una de las que tiene mayor importan-
26 512 habitantes, en su mayoría proveniente de otros
cia, y que incluso ya se estaba perdiendo, es la firma
estados de la república, donde el 95% radica en las
del tratado de paz entre españoles y chichimecas que
zonas urbanas e industriales como en la capital, León,
fue en 1552. Es una fiesta cívica bastante importante,
Silao, Irapuato y Celaya. En estas ciudades mestizas y
a fin de cuentas la fiesta será retomada de manera reli-
criollas ya hay familias indígenas que tienen, por lo
giosa. Esta fiesta es muy importante ya que reúne a los
menos, una generación viviendo ahí, reproduciendo y
pueblos otomí y chichimeca de Guachichil y Jonás, y a
persistiendo en su cultura y manteniendo una estrecha
todos los mestizos para hacer la firma del tratado.
relación con sus comunidades de origen y en muchos
Sucede que en el paso de San Nicolás a San Luis,
casos con los sistemas de cargos. La población origi-
los sacerdotes jesuitas fueron montando unas cru-
naria se ubica en la subdelegación de San Ignacio, Mi-
ces en espacios ya utilizados previamente de ma-
sión Chichimeca, perteneciente al municipio mestizo
nera ceremonial. Se dice que se firma la paz en San
de San Luis de la Paz (Indicadores Socioeconómicos de
Nicolás, y luego avanzan hacia San Ignacio donde
los Pueblos Indígenas, 2002).
ponen la cruz, y se hace el festejo de la celebración
En ambos estados, la pobreza, la migración y la
de paz donde convergen los pueblos de la gran na-
fuerte influencia de la red de ciudades del Bajío, no
ción chichimeca y el pueblo otomí. Se dice que ahí,
han provocado la absorción o la desintegración cultu-
Nepantehua firma la paz. ¿Qué hacemos con toda
ral, social ni territorial de las comunidades. Su persis-
esa historia los jóvenes? Nos la volvemos a apropiar
tencia territorial y su lucha por mantener identidad y
y le damos el valor y el impulso que tenía, quitán-
capacidades de autorregulación, es posible debido a
dosela a la cabecera mestiza de San Luis de la Paz
una fuerte organización social propia, conformada por
que la celebrara el día veinticinco, nosotros dijimos,
familias patrilineales que se agrupan en barrios, y éstos
así no es, es el veinticuatro de Agosto. Son las fe-
en pueblos. Además, los cohesionan los rituales agra-
chas de la cosecha de la tuna, del mesquite, y es la
rios y religiosos con sus instituciones y autoridades, así
ofrenda del campo. Ahí había un centro ceremo-
como la organización social que las hace posible: las
nial. Volvemos a entablar la relación del pueblo oto-
autoridades agrarias, civiles y asambleas municipales.
mí y el pueblo chichimeca a través de esa fiesta y
Son micro-sociedades con fuerte capacidad de regula-
hacemos presencia en una fiesta que, por cierto, es
ción propia.
muy ignorada por el municipio, incluso por el estado de Guanajuato que ni siquiera la toma en cuen-
La fuerza de concebirse pueblo: el caso de Misión Chichimeca en Guanajuato
ta, y que hace dos años estaba a un ‘pelo de rana’ de desaparecer. Ya no llegaban las grandes danzas, ya no iban los grandes capitanes de danza, ya no se
María del Carmen Álvarez es una mujer joven de
hacía la decoración del chimal. Pero qué sucede,
mirada directa y palabra ágil. Es autoridad de la co-
que los pueblos chichimecas seguían llegando, que
munidad de San Ignacio, subdelegación del municipio
el pueblo otomí seguía llegando. Aún si no hubiera
mestizo de San Luis de la Paz en Guanajuato. Tierras
quien los recibiera ellos estaban ahí. ‘Aquí estamos
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señores, la fiesta es aquí’. La fiesta no es de la cabe-
también meter la mano, organizar proyectos, hacer
cera municipal de San Luis de la Paz; la fiesta no es
cosas que no van a funcionar, pero mientras tanto,
una fiesta religiosa, es una fiesta cívica. Es una fies-
en gastos operativos, ya me acabé el dinero.
ta de encuentro, es una fiesta de paz. Es importante
Hicimos reuniones cada semana, empezaron
también porque esto se transmite a los niños y que
las gestiones y las averiguaciones, muchos no te-
sean ellos los que en un futuro sigan llevando la tra-
nían papeles en regla, escrituras públicas, hasta que
dición y sintiendo el arraigo y la pertenencia a su
logramos que se emitiera una orden a todos los no-
tierra, a sus espacios.
tarios públicos de la región en la cual no podrían existir documentos que contravengan terrenos en
Vieja idea que se hace nueva
esa región.
Cuando llegamos los jóvenes a puestos de autori-
La maquiladora
dad, vimos que la tierra de la comunidad se había recortado por cacicazgos de adentro que la vendían
A iniciativa de las autoridades federales y del estado,
y por la expansión de la cabecera de San Luis de la
se instaló una maquiladora con capital coreano en Mi-
Paz. Era la tierra y los pozos de agua, en un pueblo
sión Chichimeca. El estímulo para el inversionista era
sin ese recurso vital. Se perdía la tierra y también la
los bajos salarios, para los lugareños obtener empleo.
lengua. Resulta que los jóvenes nos vamos dando
Sólo que no se consultó a la comunidad, tampoco se
cuenta de que no podíamos estar negando nuestra
previó que existe una fuerte tradición campesina de
lengua, por que los grandes, los grandes más gran-
trabajar al cielo abierto y que habría maltratos.
des sí lo siguen manteniendo. Pero la generación
Dice Carmen:
intermedia, nuestros padres, no nos hablan de ello,
Hablemos del caso de la maquiladora en la región
de nuestra lengua, no nos lo hacen sentir; se aver-
chichimeca. En el corazón chichimeca la gente ni
güenzan de su lengua, nos la prohíben y la perde-
siquiera sabía de lo que se trataba. Esa maquilado-
mos ¿si? Pero llegando a este punto finalmente nos
ra fue una decisión impuesta. La gente reaccionó y
damos cuenta de que tenemos una riqueza cultural
se preguntaba de dónde venía, de quién era. No,
enorme, y de que estamos hablando de un territorio
pues no hubo respuesta por parte del gobierno ni
enorme, de un espacio físico de esas hectáreas que
por parte del estado y se mandó una carta. Presio-
son de uso comunal. Pero estamos hablando, apar-
namos para saber quiénes eran los patrones y hasta
te, de toda un área a la que pertenecemos como re-
después nos enteramos que era de capital corea-
gión chichimeca; que tenemos todo ese sentido de
no. Por qué estaba quedando la maquiladora en un
pertenencia a la gran nación chichimeca. Por eso
lugar en el que a nuestra consideración no debe-
empezamos la lucha que unificó a nuestra comuni-
ría estar, en una comunidad indígena con un fuerte
dad, la recuperación de tierras mal habidas, cerca
arraigo, y bueno, ¿qué pasaba? Que esa maquila-
de 546 hectáreas y el cese de la venta de tierras por
dora, todos lo sabemos, venía a romper el esque-
los comuneros. ¿Que hacemos como pueblo chi-
ma de una comunidad, todo lo que conlleva y todo
chimeca? Decir primero: basta a la venta de terre-
lo que trae una maquiladora con una capacidad
nos; una llamada al orden y decirles “hasta aquí”,
para mil gentes en una comunidad pequeña con
porque ahora venden y mañana ¿sus hijos dónde
un arraigo y con una cultura que llegaba a romper.
viven? Crear conciencia, eso es lo que hacemos. Se
Lo interesante de este proceso es que varias gen-
ven intereses personales, sobre todo de gente que
tes jóvenes de la comunidad, gentes conscientes,
no es de las comunidades. Por qué siendo una co-
hombres, mujeres concientes dijeron: bueno, si no
munidad la vemos como una bolsita llena de dine-
defendemos la tierra y el espacio, finalmente vamos
ro donde todos meten la mano; por qué van a bajar
a acabar divididos y pues de por sí, ya con una cul-
recursos de todas partes… y llega el dinero, quién
tura muy endeble, una cultura que ha sido tratada
sabe de dónde, y yo como organización civil puedo
de bárbaros, de brujos y una serie de cosas… Hubo
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negociaciones, hubo una propuesta por parte de la
dad hacia dónde debemos ir, y pedirle a las institu-
comunidad de que trabajara la maquiladora pero
ciones de gobierno que todo lo que se haga por la
con nosotros, la gente chichimeca como socia. Es
comunidad debe ser hecho para la gente y por la
obvio que no aceptaron y a partir de ahí se abrió
gente de la comunidad, es decir, en consenso, en
un proceso por parte de la comunidad: defender,
asamblea. Hay que restituir el órgano principal de
demostrar y valorar lo que se tenía, ¿hasta dónde
toma de decisiones al interior de la comunidad que
nos llevaba todo esto? Eso fue lo que nos unió para
es la asamblea.
poder controlar nosotros el espacio de la comuni-
San Luis de la Paz, está en una zona de nopal
dad y poder contar a nuestros hijos acerca de la
tunero con muy escasa agua. Durante todo el pe-
“Gran Nación Chichimeca”. Bien, esa maquilado-
ríodo que va de abril a agosto, más o menos, la gen-
ra ya se construyó, ya se instaló, ya está ahí. Re-
te se dedica a la recolección del nopal en los cerros
sulta muy paradójico que se presente como una
(seguimos siendo recolectores todavía), se va a los
fuente de dinero para los chichimecas de San Igna-
cerros para recolectar y usarlo como alimento y
cio, como una planta productiva donde trabajan al-
para la venta. En esta idea se han hecho proyectos
rededor de quinientas personas, de las cuales sólo
productivos. Éste es un trabajo mayoritariamente de
cien son obreros chichimecas, y los otros cuatro-
mujeres en San Ignacio; trabajo de hombres y mu-
cientos, trabajadores foráneos o de la cabecera mu-
jeres en la zona chichimeca.
nicipal. El problema más grande para las indígenas
Se tiene también el nopal cultivado que requie-
es que las pellizcan, les gritan, les pegan… ¿hacia
re agua, y ahí empiezan los problemas. La cabece-
dónde vamos?
ra municipal tiene interés en controlar la tierra y el agua para nuevas zonas urbanas, facilita por eso la
36
Dice el delegado de la CDI en el estado:
venta de tierras y se apropió de una zona de San Ig-
El empresario ha venido a la Comisión (CDI) a pe-
nacio que tiene agua.
dirnos que les ayudemos a promover el empleo en-
Decimos entonces “no”; se detienen las ventas
tre las chichimecas. Sin embargo, la verdad es que
de tierras. Decimos: San Luis de la Paz, regrésanos
el interés laboral apunta hacia otro lado. Cerca de
el área que tienes de agua, la reserva de agua que
cuatrocientas mujeres chichimecas salen a trabajar
tienes en el municipio y que estás utilizando para
a los campos agrícolas cercanos, a la producción
darle agua a la gente que está llegando, y que no
y cosecha de brócoli y otras hortalizas, se van a la
es ni siquiera original de San Luis de la Paz. Todo lo
zona fresera. Entonces, no les interesa trabajar en la
hacen sin consulta y sin una propuesta a la comuni-
maquiladora.
dad. Decimos “basta”, pero con propuesta; no decimos “basta” y ya. Proponemos, no exigimos.
Por eso, de su planta laboral femenina de 600 mu-
Rehacer el pueblo
jeres, sólo siete son de la comunidad.
Cabeceras municipales y autoridad comunal
Hay aquí muchas cosas por decir, y yo creo sinceramente que el tiempo es demasiado corto y la experiencia es mucha. Finalmente, tenemos la ca-
Ahorita, con el presidente municipal y con nues-
pacidad como personas, como pertenecientes a un
tro afán de reconstitución, hemos comenzado a
pueblo. Decimos: “por aquí vamos, esto es lo que
enfrentarnos. El señor quisiera que para ser indíge-
queremos, así nos manifestamos”. Eso da como re-
nas nos vistiéramos como antes. Era su gran idea
sultado la reconstitución no de una identidad indí-
para que hubiese ingresos en la región; que nos
gena sino la de todo un pueblo, siempre y cuando
disfrazáramos como apaches con arcos y flechas y
todos asuman su parte en esa reconstitución; tam-
atraer al turismo. Nosotros decimos “no, por ahí no
bién es posible que llegue a eliminarse la palabra
va”, pues nosotros debemos saber como comuni-
“indígena” para referirse a las personas de los pue-
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blos; deshacerse del concepto de lo indio por ser
de nuestros bienes. Nos invadieron. Se estuvo lu-
sólo una visión que traían los europeos. La expe-
chando durante mucho tiempo. Por ejemplo, desde
riencia con niños, mujeres y hombres es que se-
1984 se disputaba una extensión de 8 684 hectá-
guimos queriendo ser libres. Alguien decía que el
reas. Quedan conflictos por resolver, por una parte,
chichimeca era flojo, borracho… Imaginemos a un
con nuestros vecinos del sur con quienes colinda-
pueblo cazador y recolector donde los habitantes
mos en un área de 95 hectáreas —comunidad mar-
se la pasaban bien contentos caminando grandes
ginada que supuestamente no existe—, y por otro
distancias, y que de repente se nos quiera reducir a
con el ejido de Charco Frío, donde nosotros ya te-
un espacio bien pequeño, entonces, poder recons-
nemos nuestra resolución que por desgracia han
tituirnos como pueblo implica muchas cosas. Lo
echado abajo, o sea, nuestras autoridades que esta-
que manifestamos, nuestras experiencias que nos
ban antes. No sabemos que pasó, porque también
constituyen, el trabajo con los niños —que perso-
nos han quitado un promedio de 66 hectáreas que
nalmente me resulta de una gran importancia—, es
desde esa fecha se lucha por recuperar. Actualmen-
a ellos a quienes vamos a educar con una visión de
te estamos por resolver un conflicto con nuestra co-
género porque son ellos a los que estamos transmi-
munidad vecina en el que se nos demanda por una
tiendo los valores, y por que son ellos los conducto-
superficie de muchas hectáreas. No sé que pasa,
res de esos valores y derechos.
me falta mucha preparación intelectual pero sé que tenemos una resolución presidencial firmada y no-
Control comunal sobre la iglesia o de cómo Sombrerete rompió con la jerarquía católica
más por cualquier cosa meten un oficio; tenemos todos los elementos y, sin embargo, le dan más importancia a una demanda de una hectárea que al documento presidencial que delimita nuestra pro-
A continuación están aquí los compañeros Felipe
piedad. Ahí vamos por buen camino, con paso fir-
Cortés, presidente del comisariado, y el compañero
me pero nos falta. Se está empezando un proceso
José Fortanel, subdelegado de Sombrerete, quienes van
con las 708 hectáreas de pequeños propietarios y
a hacer uso de la palabra.
por ahí va.
LUCHAR POR LA TIERRA MEDIANTE UNA “ESCUELA DE AUTORIDAD”
delegado, él mismo completa la historia del conflicto
Felipe Cortés, como ocurre con casi toda la población
agrario:
José Fortanel fue comisariado y ahora es el Sub-
indígena de Querétaro, viste pantalón de mezclilla,
Les daré un historial del problema: Contábamos con
botas y sombrero. Y cuando empieza a hablar subra-
un título de 1724 donde no se menciona la superfi-
ya que viene como autoridad electa por la comunidad
cie. En 1966 se solicita reconocimiento y titulación
indígena. Su palabra siempre es un “nosotros” que su-
de bienes comunales. Los representantes no hicie-
fre, lucha y se contraría, pero también se aclara y re-
ron tal trabajo como lo marcaba el título, mas en
suelve. Es Presidente del Comisariado Comunal de la
el 77 hubo un levantamiento a lo que marca aquel
comunidad agraria de Sombrerete, subdelegación del
título. Ahí se dejaba ya claro que había varias frac-
Municipio de Cadereyta en Querétaro, zona semide-
ciones de nuestro territorio en manos de otras co-
sértica pero con abundantes yacimientos de mármol y
munidades y de pequeños propietarios. En 1984 se
de otros minerales. Es comunidad pobre pero en tierras
obtiene finalmente una resolución de 8 684 hectá-
ricas, dicen ellos, de ahí se lucha. Dice Felipe:
reas, nuestra base actual para pedir se nos restituyan
Para nosotros, según recuerdo, el año de 1968 fue
las tierras en manos de otros. Aquí con el comisaria-
muy importante. Hacia los años de 1968 se extra-
do, iniciamos el procedimiento de presentarlo ante
viaron nuestros documentos originales que nos ga-
el tribunal, desgraciadamente, se daba el caso de
rantizaban la propiedad de la tierra. Es una pena,
que era la Procuraduría Agraria quien generalmente
pero las comunidades vecinas se aprovecharon
no le da la razón a quien la tiene y siempre busca
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la manera de conciliar de una u otra forma. Nues-
ron nuestros antepasados y nosotros las hemos
tros comisariados no supieron contestar tres puntos
seguido conservando a pesar de todo. Tenemos un
donde tenían que precisar la superficie, las direccio-
convite, un carnaval, un tres de Mayo, una noche
nes y el nombre de los demandados. ¿Cómo iban
buena y un año nuevo. Las fiestas grandes por cos-
a precisar la superficie y los nombres si dentro del
tumbre o por tradición de nuestros antepasados así
terreno no hay nadie? Eso fue lo que no pudieron
se hacen. Se hacen en estas fechas porque se po-
contestar y eso dice ahí, que si no podían contes-
nen en ofrenda los elotes, ejote o calabazas que ya
tar en 30 días se daba por archivado el asunto. Para
se hayan dado en ese tiempo. Por eso es para darle
mí la tierra es nuestra madre. Debemos defender
gracias a dios. Por eso es que se da en esas fechas
nuestro territorio porque nosotros no somos como
y el 12 de diciembre es la fiesta de la patrona. Se
los ejidos que fueron dotados, nosotros somos ori-
nos quiso quitar esas costumbres. ¿Quiénes nos las
ginarios de nuestra tierra. Cuidar nuestro territorio
quisieron quitar? El párroco, el que está en la parro-
es proteger nuestros recursos naturales, nuestra ve-
quia. Nada más porque decía que lo que hacemos
getación, todo lo que existe, que hay mucha gente
no se tiene que hacer. Pero por ser un pueblo in-
que no lo ve de esa manera. Nuestras nuevas auto-
dígena las tenemos que conservar. ¿Cómo las va a
ridades necesitan conocer esta historia, también es-
quitar un sacerdote? Nos trataba mal, trataba mal a
tar al pendiente del proceso judicial, porque por un
la gente. Y como el quería quitar todas esas costum-
detalle se pierden las cosas. Los que ya fuimos auto-
bres nos opusimos.
ridad necesitamos apoyar, dar nuestra experiencia,
Lo que vino a tronar o a derramar la gota del
hacer una especie de escuela de autoridad, echarle
vaso fue lo que pasó una ocasión en que fue allá a
ganas entre todos.
Sombrerete y nombró a sus catequistas: “Ustedes —dijo— se van a encargar de dar el catecismo a to-
38
DE LA IGLESIA CATÓLICA A LA ORTODOXA
dos los niños de las cuatro localidades de aquí del
POR VOLUNTAD DEL PUEBLO
Sombrerete, que son: La Laja, Membrillo, Soyatal y
Inocente Reyes Martínez, también de Sombrerete, mira
Sombrerete. De todos los que no hayan hecho su
nervioso hacia arriba, hacia abajo, toma unos papeles,
primera comunión ustedes se van a encargar. Listos
los deja en la mesa, pero cuando encuentra el hilo de
todos, el día 12 de diciembre se va a hacer la pri-
las palabras es de una claridad contundente:
mera comunión de 87 niños”. Pero ese día el padre
Mi nombre es Inocente Reyes Martínez. Vengo de
no quiso ir a hacerles la primera comunión. Se fue-
la comunidad indígena del Sombrerete. Yo sólo me
ron los mayordomos a ver qué pasaba, por qué no
voy a referir a cuatro puntos clave que tiene la co-
llegaba. Nomás los engañó y se regresaron. Que él
munidad. Uno, ya se dijo, es el agrario. Es lo que
no iba. Y que, si podía, iría en unos dos meses. En-
más une a la comunidad; cuando más hay conflicto
tonces se regresan y nos lo dicen. Y nosotros diji-
por la tierra, la gente participa. También cuando te-
mos, “ay pero qué barbaridad, si al padre lo que
nemos que participar en faenas, en cualquier cosa,
le gusta es el dinero, pues vamos a ofrecerle otros
se hace. El mayor problema que tenemos en la co-
mil pesos”. Nos cobraba mil. Entonces fueron con
munidad es la invasión de los vecinos de las otras
el padre pero el padre no quiso, y entonces se re-
comunidades, porque como ya lo dijo, somos un
gresaron los mayordomos y toda la gente estaba ahí
pueblo rico, pero con la gente pobre pues no tene-
sin saber qué hacer.
mos los recursos para poder trabajar. Ése es el pro-
Y entonces se hace una asamblea y se decide ha-
blema. Los vecinos siempre nos han querido quitar
cer un escrito y venir a ver al señor obispo. Nos en-
parte de nuestros terrenos, de las riquezas de már-
cierran cuatro horas para esperarlo y le preguntamos
mol que hay. Es lo único que buscan y es lo único
a una señorita de ahí. Le preguntamos “oiga, ¿el se-
que quieren. El segundo punto es sobre lo religioso,
ñor obispo, no irá a recibirnos?” “No —dice— vá-
es un problema —yo diría— grave. Nosotros tene-
yanse, él ya no regresa para acá”. Regresamos una
mos bastantes costumbres, muchas que nos deja-
tercera vez con la demanda de que removieran al
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párroco y por fin nos recibe el secretario del señor
una lona para que cubra el sol. No se vale que nos
obispo, quien nos dice: “Ustedes ¿qué quieren?”
quieran imponer condiciones nada más porque no
“Pues que traemos el problema que es este: El Párro-
queremos obedecer las órdenes de un padre. Noso-
co nos cobra tanto, quiere que lo vayamos a buscar,
tros somos un pueblo de entre 22000 y 23000 per-
que lo traigamos y que lo llevemos. No hay respe-
sonas, y unidos hemos tenido el valor para lo que
to para nosotros, nos injuria dentro del templo, dice
otros pueblos no: defender nuestra cultura. Y eso es
groserías y nos falta al respeto. A una persona que
lo que estamos haciendo hasta este momento. Sa-
le caía mal, a media celebración le dijo: “Tú haces
bemos que vamos a enfrentarnos a muchas cosas,
uso de tu mujer como de un animal”. Y en otra, em-
pero no por eso vamos a dejar de luchar. Estamos
pezaba a chillar un niño dentro del templo y dijo:
luchando por ser un pueblo libre donde podamos
“!Ay¡ ya empezaron a chingar. Saquen a ese niño
hacer las cosas bien sin violentar la ley, porque que-
al arroyo”. Y luego él nos decía que nosotros no co-
remos que se nos respeten nuestras costumbres y
operábamos para el templo de Vizarrón, cuando fue
nuestras tradiciones que tenemos. Eso es lo que
Sombrerete el que le mandó el mármol blanco que
buscamos en Sombrerete.
está dentro del templo y dijo que nos lo iba a pagar
Tercer punto: Nosotros estamos en una parte
y nunca nos pagó nada”. Ya no fuimos escuchados
muy árida, de poca tierra y pura roca. El agua la
por el máximo jerarca de la Iglesia que es el señor
conseguimos después de mucho demandar ante el
obispo, y entonces investigamos que había otro tipo
gobierno. El año pasado nos dijeron: “Ahora sí, les
de Iglesia también católica ¿Por qué no queremos
vamos a poner el agua”. Y sí, que se aprueba y se
cambiar de religión y así, entonces, los padres orto-
mete la tubería de agua potable, pero nada más te-
doxos nos dan su documentación?
nemos la tubería y los tanques, agua no tenemos.
Hasta la fecha hemos sido acusados por ese pa-
Hubo, como dos o tres veces y nada más. No se
dre de que queremos cambiarnos de religión. Eso
vale, esto fue con fines políticos nada más para ga-
no es cierto. En este momento, nosotros, de la co-
nar gente. Lo que se ha hecho hasta ahorita, y se-
munidad del Sombrerete, seguimos siendo católi-
guimos unidos los subdelegados, solicitamos que se
cos aunque diga todo lo contrario, por eso hemos
nos bombee agua, y que si no que se nos avise. He-
sido discriminados, por eso nos ha echado un pe-
mos pedido a la presidencia municipal, pertenece-
riodicazo. Por respeto a nuestra misma gente nos
mos a Cadereyta, y se nos ha dicho que dejemos
hemos quedado callados, porque lo que queremos
de molestar, que ya tenemos agua potable. Es algo
es que nos respeten nuestras costumbres, no que-
que de repente no se puede creer la forma en que
remos faltarle el respeto a nadie, pero queremos
nos tratan a los pueblos indígenas. Yo creo que to-
que nos respeten nuestras costumbres. Se nos ha
dos tenemos los mismos derechos y nosotros tene-
atacado por todas partes y eso es grave. Se nos ha
mos ese derecho. Nada mas por que estamos tan
denunciado ante el ministerio público federal. Lo
unidos, y yo creo que esto nos ha unido. Seguimos
único que busca este padre son las limosnas dia-
luchando por la mejora de nuestros pueblos.
rias. Nosotros pensamos que más bien son para ter-
Cuarto punto: Nosotros somos una subdelega-
minar de construir nuestro templo, que ha venido
ción que pertenece a una delegación, pero nosotros
siendo construido con el esfuerzo de la gente de
en este momento y desde hace siete años estamos
nuestro pueblo generación tras generación. Hasta
luchando por ser una delegación indígena. Ése es
ahorita no está todavía terminado. Sabemos tam-
nuestro proyecto y no vamos a quitar el dedo del
bién que es un bien federal, y si sabemos que es
renglón pues cumplimos con todos los requisitos.
un bien federal también sabemos que es de noso-
Y ahí estamos, como pueblo indígena, con su or-
tros. Nosotros podemos entrar y salir a la hora que
ganización indígena, queremos ser una delegación.
queramos. Los padres ortodoxos hasta el momen-
¿Para qué una delegación indígena? Porque así va-
to no han entrado al templo a celebrar misa. Las
mos a pedir que nos den lo que queremos sin que
misas han sido siempre en un patio. Se ha puesto
nos manden a volar, porque así nos ven actualmente
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en la delegación a la que pertenecemos, nada más
Somos, hasta ahorita, el pueblo que se ha re-
porque ya no pertenecemos a la iglesia romana,
velado contra la iglesia católica. Somos también
nada más por eso nos ponen un “pero”. No quieren
quien no quita el dedo del renglón y que anda mo-
registrar a los niños y eso no se vale. Estamos en un
lestando ya sea al gobernador, ya sea al gobierno
país libre de practicar nuestras creencias. Eso es por
municipal. Sabemos que así como tenemos dere-
lo que nosotros estamos luchando y lo estamos ha-
chos también tenemos obligaciones. Y nosotros tra-
ciendo, créanmelo, con muchas ganas.
bajamos.
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LOS PUEBLOS INDÍGENAS DE QUERÉTARO Y GUANAJUATO: EXTINCIÓN, REINVENCIÓN O RECONSTITUCIÓN Diego Prieto Hernández1 En el presente ensayo tomamos como escenario de observación y análisis las regiones indígenas de Querétaro y Guanajuato. En ellas encontramos la presencia de tres grupos etnolingüísticos: otomíes (ñäñho o ñäñhä),2 pames (xi’ói) y chichimeca jonaces (ezar). Los primeros se asientan en dos áreas: la zona sur de Querétaro, en el municipio de Amealco y en el semidesierto de Querétaro y Guanajuato. La población xi’ói, a que haremos referencia en este trabajo, se ubica en la zona de Tancoyol, municipio de Jalpan de Serra, en la Sierra Gorda Queretana, particularmente en las Nuevas Flores, que viene a ser la única comunidad con población indígena predominante en el área. En cuanto a la población chichimeca jonaz, nos referiremos a los ezar
1 2
Con la valiosa colaboración de Beatriz Utrilla Sarmiento y Alejandro Vázquez Estrada. ‘Näñho’ es el término con que se identifican los otomíes de Santiago Mexquititlán y otras comunidades de Amealco, hablantes de hñäñho; es ésta la variante con mayor número de hablantes en el estado de Querétaro. Entre las comunidades chichimecas otomíes del semidesierto de Querétaro y Guanajuato predomina la variante de Tolimán, en la que se utiliza el vocablo ‘ñäñhä’ para referirse a la gente que habla ñhäñhä.
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que habitan en la comunidad de Misión de Chichime-
económico, segregando y sojuzgando a la población
cas del municipio de San Luis de la Paz, Guanajuato.
indígena, a pesar de que ésta constituye poco menos
En estas regiones podemos observar la coexisten-
de la mitad de los habitantes del municipio. Así que la
cia y convivencia entre etnias y pueblos diferentes, lo
relación entre mestizos e indígenas está notoriamente
que supone la existencia de fronteras y espacios inter-
influida por el racismo de los primeros hacia estos últi-
culturales3
en que se producen los encuentros y des-
mos, y el relativo aislamiento y desconfianza de los in-
encuentros entre grupos con matrices culturales y
dígenas en relación con el resto de la población. Esta
adscripciones étnicas distintas, estableciendo relacio-
situación se ha plasmado en la existencia de áreas in-
nes interétnicas diversas que van de la cooperación y
dígenas y mestizas territorialmente diferenciadas, en
el intercambio, la disputa y el conflicto, a la discrimi-
donde las fronteras étnicas están marcadas con cierta
nación, la explotación y el sometimiento de las comu-
claridad. Hablamos aquí de grupos que se contrapo-
nidades indígenas étnicamente diferenciadas por parte
nen y que luchan ancestralmente por un territorio en
de la sociedad mestiza hegemónica, y particularmente
disputa, y que definen una historia de conflictos, rece-
por las élites y grupos de poder en el ámbito regional.
los y rencores, y una distinción entre estamentos que
Como hemos indicado, en estas regiones a través
42
casi no se mezclan.
de los siglos han logrado mantenerse, no obstante el
2) Otro esquema de relaciones interétnicas es el
ambiente económico, político y social desfavorable,
que ubicamos en la región del semidesierto queretano,
comunidades con una identidad étnica diferenciada,
en los municipios de Tolimán, Cadereyta y Ezequiel
que se constata y se convalida en el uso de una lengua
Montes, y en menor medida Colón y Peñamiller, así
propia distinta de la lengua nacional mayoritaria; co-
como en el municipio guanajuatense de Tierra Blanca.
munidades y núcleos etnolingüísticos que establecen y
Aquí observamos un cuadro de relaciones interétnicas
reproducen un campo de relaciones interétnicas de di-
mucho menos polarizado, en el que la diferenciación
verso tipo con el mundo mestizo predominante, cuyas
cultural entre la población mestiza mayoritaria y la po-
características, efectos y dinámica resultan diferentes
blación indígena es menos contrastante, y opera en un
en cada región y que podemos distinguir en tres tipos
gradiente de cierta continuidad y difuminación de las
básicos de articulación entre la población indígena y la
fronteras étnicas, donde prevalecen más las diferen-
sociedad mestiza que las envuelve:
cias económico-sociales entre los distintos estratos de
1) Un primer tipo es el que se observa en la región
la población, que las diferencias étnicas propiamente
sur de Querétaro, concretamente en el municipio de
dichas. Sobresale en esta zona, a diferencia de Ameal-
Amealco, en donde encontramos la mayor presencia
co, la presencia casi nula de monolingüismo y (si aten-
de población ñäñho4 de esta pequeña entidad del cen-
demos a las estimaciones ofrecidas por el INI/CDI), una
tro de México. Aquí se observa un esquema de relacio-
mayor incidencia de personas que sin hablar lengua
nes interétnicas de fuerte polaridad con características
autóctona se autoadscriben como indígenas y se reco-
similares a las llamadas “regiones de refugio” (Aguirre
nocen con sus antepasados chichimecas y otomíes.
Beltrán; 1987), de modo que la cabecera municipal,
Podemos hablar, en este caso, de comunidades
fundamentalmente mestiza, opera como la metrópoli,
donde convive una población mestiza y amestizada,5
desde donde una reducida elite de ganaderos, agricul-
junto con la población que habla todavía el ñhäñhä,
tores y comerciantes ricos detenta el poder político y
o bien, que sin hablarlo se autoadscribe como indígena y conserva las costumbres que de ello se derivan. La
3
4
Esta región la entendemos como un área de asentamiento y contacto sociocultural en la que coexisten y conviven grupos sociales con culturas y adscripciones étnicas distintas, los cuales se encuentran y relacionan en ciertos espacios, estableciendo unos vínculos de intercambio y cooperación, y otros de dominación, confrontación y resistencia. De acuerdo con el INEGI (2000), en el municipio de Amealco se concentra el 70% de la población hablante de lengua indígena en el estado de Querétaro.
mayor parte de la población mestiza que vive en el semidesierto comparte con los indígenas su condición de
5
Cuando nos referimos a población ‘amestizada’, nos referimos a aquella que ya no se identifica como indígena, aunque acepta su ascendencia indígena y conserva algunas tradiciones y manifestaciones culturales de origen indígena.
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pobreza y precariedad, y las diferencias sociales, exis-
que, en el proceso de congregación y colonización
tentes en su seno, son similares a las que se observan
hegemonizado por los caciques otomíes en el siglo
entre los mismos indígenas chichimeca otomíes, toda
XVI, adquirieron esa lengua que les impusieron los
vez que los grupos más enriquecidos prácticamente
gobernantes indígenas. Sin embargo, si bien mantie-
no viven en el área rural dada su condición de aridez
nen algunos referentes simbólicos en común e incluso
y precariedad, sino que se ubican principalmente en
comparten la veneración hacia ciertos sitios sagrados,
las ciudades cercanas, lo que ha favorecido la existen-
no existe ahora una relación directa entre ambos gru-
cia de un tipo de convivencia e intercambio donde el
pos etnolingüísticos.
ser indígena o mestizo no tiene mayores repercusiones
En cuanto a la población pame o xi’oi, como se
de índole económico-social; incluso algunos núcleos
comentó, en Querétaro encontramos tan sólo una co-
campesinos han podido instrumentar una condición
munidad mayoritariamente indígena: Las Nuevas Flo-
indígena que hace pocos años no reclamaban, con el
res, mientras que observamos también la presencia
fin de verse favorecidos por algunos programas guber-
de decenas de familias xi’ói que se internan a la Sie-
namentales, como bien lo pueden observar quienes
rra Gorda de Querétaro, desde San Luis Potosí, parti-
trabajan en el INI/CDI.
cularmente de la región de Santa María Acapulco, para
3) Respecto al pequeño grupo chichimeca jonaz de
trabajar la tierra de los campesinos migrantes. Se tra-
Misión de Chichimecas, en el municipio de San Luis de
ta de familias distribuidas en diversas poblaciones ru-
la Paz, éste se presenta como un reducto indígena que
rales preponderantemente mestizas. Con respecto a la
mantiene su condición étnica diferenciada y su deter-
interrelación entre la población mestiza y los pames
minación beligerante que ha caracterizado tradicional-
de la Sierra Gorda, la diferenciación es en principio de
mente a los chichimecas desde los tiempos virreinales.
orden económico-social, dado que en su mayoría los
Este grupo permanece en un territorio delimitado, ro-
pames son jornaleros sin tierra, y por tanto viven en
deado de localidades mestizas con las que convive,
condiciones más precarias que las de los dueños de la
pero con una definida frontera entre ellos. La relación
tierra en que trabajan, gran parte de los cuales migran
con la población mestiza define cierta tensión, aun-
a los Estados Unidos. Sin embargo, se observa rasgos
que no se presenta la polaridad tan intensa ni la se-
notorios de racismo y discriminación hacia los pames
gregación racista que se observa todavía en la zona de
por parte de los mestizos y sobre todo de los dueños de
Amealco, puesto que más que una relación de some-
los ranchos, a tal punto que en la Sierra Gorda es co-
timiento directo, se trata de una suerte de separación,
mún emplear el término “pame” de manera despecti-
a manera de reserva territorial, que define un largo pe-
va para referirse a alguien como tonto o ignorante. Los
ríodo de olvido, en que la sociedad mestiza regional
xi’oi se presentan entonces como un grupo desprote-
miraba a ésta como una más de las comunidades rura-
gido y en desventaja, sujeto desde hace tiempo a los
les pobres del municipio6 sin reparar demasiado en su
abusos de los dueños de la tierra.7
condición étnica. Es importante anotar la existencia de diversos lazos
Identidad y reconstitución étnica
históricos, rituales y territoriales entre los chichimeca jonaces de Guanajuato y la población ñäñhä del semi-
El hecho de que los pueblos indígenas hayan podido
desierto, que en su mayoría se reconoce como descen-
mantener una identidad étnica diferenciada en un am-
diente de “los abuelitos mecos”, quienes no son otros
biente sociocultural adverso, constituye la expresión de
que los indómitos chichimecas: jonaces, pames y gua-
una disposición más o menos activa y consciente de re-
chichiles, entre otros, que durante el período virreinal ejercieron un combate tenaz frente al conquistador y 7 6
Ferro (2002), en su estudio, llama la atención sobre el hecho de que los presidentes municipales de San Luis de la Paz no sabían que hubiese población indígena en su municipio.
La atención de programas estatales hacia la población xi’ói, y particularmente hacia la comunidad de las Nuevas Flores, inicia hasta la década de 1980. Es hasta los últimos años que se han realizados estudios más profundos y tesis antropológicas y etnológicas sobre esta población (Mayorga y Vázquez; 2001. Ordóñez; 2001).
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sistencia cultural, entendida ésta como la disposición a
costumbre que les son propias y que no son asimilables
constante
a esa construcción estereotipada del “indio”, como una
tensión entre su determinación a mantener sus propios
categoría que engloba arbitrariamente a grupos, lenguas
rasgos culturales y su realidad como grupos sociales do-
y tradiciones evidentemente heterogéneas.
mantener sus espacios de control
44
cultural8 en
minados y desplazados, sujetos a desafíos, imposiciones
La identidad no es, entonces, un rasgo inmanente
y hostigamientos. Ahora bien, cuando esta resistencia
e inmutable sino construido, recreado y en constante
cultural se organiza y se cristaliza en discurso y proyec-
transformación, como la propia cultura y la organiza-
to de reivindicación étnica, hablamos de la emergencia
ción social. En las expresiones de identidad propia de
de movimientos etnopolíticos que, en el caso de las en-
un grupo, se manifiestan sus intereses y perspectivas
tidades federativas que nos ocupan, constituyen apenas
en conflicto, reflejando los cambios y alteraciones que
expresiones aisladas, incipientes y fragmentarias.
vive no sólo en el momento actual, sino también aque-
Desde hace al menos una década, la sociedad na-
llas que anidan en la memoria, que conectan el pre-
cional ha tenido que reconocer que quinientos años de
sente y el pasado y que enlazan a los vivos con sus
sometimiento, despojo y opresión no fueron suficien-
ancestros, integrando una memoria colectiva que se re-
tes para callar las voces de los pueblos originarios de
produce y se reconfigura momento a momento.
México; sus sentimientos, sus colores, sus aromas y sus
La identidad es una experiencia dinámica y adap-
raíces ancestrales que después de una larga historia de
tativa en la que encontraremos elementos duraderos y
resistencia, repliegue, adaptación y reconversión cul-
constantes, pero no inalterables, sobre todo conside-
tural, se siguen manifestando en su lengua; su música,
rando que ésta va conformando una idea del “ser” que
sus danzas, sus leyendas, sus fiestas y carnavales, sus
se proyecta en el “querer ser” y el anhelo de permane-
oratorios, sus imágenes y lugares sagrados, sus sistema
cer, proyectos con perspectivas hacia un futuro y no
de cargos, sus lealtades y vínculos comunitarios que
simples residuos de un pasado inexpugnable. Es así
representan todavía las señas de una identidad propia,
que la identidad de los pueblos, como factor de co-
de una memoria que los vincula con un origen milena-
hesión, afirmación y reconocimiento, conjuga historia,
rio y de la posibilidad de labrarse un futuro propio, una
presente y proyecto, en un universo simbólico integra-
tierra en la que puedan disfrutar la vida en paz cuidan-
do, dinámico y flexible.
do a sus hijos y honrando a sus antepasados.
Concordamos con la idea de que tanto los indivi-
Cuando abordamos el tema de la identidad étnica,
duos como las colectividades reúnen y articulan un
como podemos caracterizar a las identidades colecti-
conjunto de pertenencias (Giménez, 2002), que son
vas que distinguen, cohesionan y hacen posible el re-
priorizadas y jerarquizadas por los grupos e individuos,
conocimiento de los pueblos indígenas en el México
dependiendo de las distintas biografías, experiencias,
contemporáneo, hablamos de una identidad eminen-
vínculos sociales y configuraciones subjetivas de cada
temente contrastante que se construye y explica en la
cual, mismas que en su desenvolvimiento van configu-
relación que se establece entre comunidades subalter-
rando y reconfigurando la identidad del individuo ha-
nas y una sociedad nacional dominante —mayoritaria
cia el grupo o el territorio. Como lo expresa Rodríguez
en este caso—, frente a la cual asumen una adscripción
Brandão: “Os acontecimentos da vida de cada pessoa
sociocultural distinta. Ahora bien, en esta diferencia-
geram sobre ela a formação de uma lenta imagem de
ción étnica confluye, por una parte, la percepción que
si mesma, uma viva imagem que aos poucos se cons-
la sociedad nacional tiene de “los indios”, como distin-
trói ao longo de experiencias de trocas com os outros:
tos y distinguibles, y por la otra, la autopercepción que
a mãe, os pais, a família, a parentela, os amigos de in-
las comunidades llamadas “indígenas” tienen de sí mis-
fancia e as sucesivas ampliaçoes de outros circulos de
mas, como pueblos diferentes y singulares que se reco-
outros”. (1986: 37) (Los acontecimientos en la vida de
nocen en un origen, en una lengua, y en una tradición o
cada persona imponen sobre ella la formación de una lenta imagen de ella misma, una viva imagen que poco
8
Nos referimos a los conceptos que desarrolla Bonfil en diversos trabajos (1991).
a poco se construye a la largo de las experiencias y de intercambios con otros: la madre, padres, familia, pa-
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rientes, amigos de la infancia y las sucesivas ampliaci-
rales que dichos pueblos o comunidades reconocen y
ones de unos círculos a otros círculos).
distinguen como expresivos y portadores de su identi-
En la configuración de las identidades sociales va-
dad; cómo ellos significan, simbolizan, reproducen o
mos a encontrar un sistema de relaciones que, visto
reinventan dichos rasgos y cómo se plantean su per-
desde el ángulo de cada grupo identitario, tienen tres
tinencia y su valoración en términos de su propia le-
componentes fundamentales: “Yo”, el sujeto individual
gitimidad como grupos culturalmente diferenciados.
que se adscribe o se asume parte del grupo y se sujeta a
Además, nos interesa ver cómo la identidad de los
ciertos códigos y requisitos de pertenencia; “nosotros”,
pueblos indios se construye y reconstruye con el paso
el grupo que reconoce como suyos a un conjunto de in-
del tiempo y con la intervención de los diversos acto-
dividuos en tanto reúnan ciertas características o reque-
res, internos y externos, que conviven y se confrontan
rimientos, y “los otros”, el conjunto más o menos difuso
en un mismo espacio y luchan por apropiarse del terri-
y diverso que queda fuera del grupo social, constituido
torio en que se reproducen.
por un universo heterogéneo de sujetos distintos, frente
Tratándose de la identidad étnica en la región que
a los cuales el grupo se identifica, se diferencia, se afir-
nos ocupa, empezaremos por aproximarnos a través de
ma y, en sentido inverso, es identificado, diferenciado y
la perspectiva de la autoidentificación. En este sentido,
tratado por ellos según el tipo específico de relación que
habría que destacar que la gente que habla hñäñho o
el grupo establece con las diversas colectividades con
ñhäñhä, xi’oi, o uza, o bien, la gente que se siente parte
que se articula en su práctica social, productiva y repro-
de las comunidades reconocidas por los otros como “in-
ductiva en el decurso de su existencia.
dígenas”, no se identifica espontáneamente en una ca-
En el caso de la identidad étnica, tema que nos
tegoría general de “indio” o “indígena”. Ellos prefieren
ocupa, diversos estudiosos han mostrado que la per-
decir que pertenecen a un determinado pueblo o comu-
manencia y reivindicación de una afirmación cultural
nidad, de manera que si uno les pregunta si se conside-
identitaria frente a una sociedad nacional dominante,
ran indígenas, prefieren decir que son del pueblo fulano
se presenta como el impulso de una praxis política de
o zutano, por ejemplo, de Santiago Mexquititlán, de San
pueblos que defienden su singularidad y que, en ese
Ildefonso, de San Miguel (Tolimán), o de Sombrerete.
sentido, se resisten a desaparecer y ser asimilados por
Ellos reconocen que la distinción como indígenas o in-
la cultura y los modos predominantes de ser y de pen-
dios, les viene de afuera, de los mestizos que hablan el
sar, frente a un poder político que generalmente niega
español, y que se asocia principalmente con el hecho
y menosprecia, cuando no combate abiertamente, su
de hablar otra lengua, pero también con otros tres facto-
cultura y sus propias formas de organización y expre-
res que ellos reconocen como propios de ser indígena:
sividad social.
ser campesino, ser pobre, y tener “un costumbre” dife-
Esta consideración nos parece relevante para en-
rente. Pero desde su punto de vista, ellos, más que ser
tender los movimientos etnopolíticos contemporáneos,
indígenas, son ñhäñho o ñäñhä, xi’oi o ezar, términos
puesto que con la defensa de su identidad étnica, los
que reconocen en castellano como otomí, pame o chi-
pueblos indígenas reivindican su derecho a existir y des-
chimeca jonaz, respectivamente.
envolverse por cuenta propia, al tiempo que reclaman
Ellos son conscientes de que los mestizos (“la gen-
los derechos y el reconocimiento que ancestralmente
te de afuera”), los consideran indígenas o indios, y este
les han sido negados, afirmando sus valores, saberes y
último término en particular lo consideran una ofensa
símbolos propios, y asumiendo una posición de resis-
y no les gusta emplearlo, con excepción de algunos su-
tencia frente al poder y la sociedad hegemónica.
jetos más politizados que lo destacan como elemento de orgullo y de articulación con otros grupos y pueblos
Los elementos constitutivos de la identidad étnica
originarios. Cuando se trata de generar un discurso hacia fuera, ubicándose en el ámbito de los programas gubernamentales, y específicamente cuando se trata
Si hablamos de reconstitución de los pueblos indíge-
de situarse en relación con el INI/CDI, con facilidad se
nas, resulta necesario reconocer aquellos rasgos cultu-
presentan como indígenas, incluso tratándose de co-
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munidades donde prácticamente no existen ya hablan-
indios, por lo que la identidad étnica y la resistencia
tes de alguna lengua autóctona.
hacia las formas mestizas no se presentan de manera
En el caso de los ñhäñho o ñäñhä, quienes pertene-
46
espontánea ni definida.
cen a este grupo etnolingüístico prefieren denominarse
Por el contrario, en la zona de Amealco se observa
en su propia lengua, ya ñäñho (o ñäñhä), que quiere
una actitud muy visible de rechazo y resistencia cons-
decir “los que hablan (ñhä) el ñho”,9 aunque admiten
ciente hacia la población mestiza y su imposición cul-
que se les llame otomíes “porque los mestizos no sa-
tural, política y económica que se percibe en cuanto
ben pronunciar la idioma” y ésa es la manera como se
uno entra a una comunidad. Se percibe una hostilidad
nombra su lengua en español. Este grupo utiliza tam-
ostensible hacia el elemento externo, sobre todo por
bién el vocablo ya ñätho para referirse a ellos mismos,
parte de las mujeres.
que quiere decir “los que hablan nada más”. En el caso
De acuerdo con las propias manifestaciones de la
del semidesierto, donde el desplazamiento lingüístico
gente, podemos ubicar como elementos de mayor sig-
es mayor, el término “otomí” está más generalizado y
nificación en la etnicidad de los pueblos de las regio-
es más común como término para autodesignarse. En
nes que nos ocupan, a la lengua, “el costumbre” y la
cuanto a los pames de la Sierra Gorda, prefieren refe-
descendencia.
rirse a sí mismos como xi’oi, que quiere decir “hom-
1) La lengua, o “la idioma”, como factor de identi-
bre”. Respecto a los chichimecas jonaces de San Luis
dad, está relacionada directamente con la forma en que
de la Paz, si bien gustan de llamarse “chichimecas”,
los pueblos indígenas miran al mundo. En general, el
algunos prefieren referirse a ellos mismos en su len-
hecho de hablar una lengua materna autóctona ha sido
gua como ezar, que también quiere decir “hombres” o
el principal criterio para distinguir a los indígenas de los
“personas”, y aluden a su lengua como uza.10
no indígenas, y en ese sentido ha operado como el ras-
En cada región podemos observar algunas diferen-
go más notable de diferenciación étnica, tanto desde el
cias en cuanto a la valoración de los rasgos que consi-
exterior como en el interior de un grupo etnolingüístico.
deran importantes en la confirmación de su identidad
De esta manera, al preguntar acerca de cómo se
como comunidades o grupos etnolingüísticos. Entre los
puede identificar a un indígena, la respuesta más in-
otomíes de Amealco, entre los pames de la Sierra Gor-
mediata y generalizada que puede encontrarse es la
da y en la comunidad chichimeca jonaz de San Luis
que tiene que ver con el hecho de hablar una lengua
de la Paz, el ser ñäñho, xi’oi, o ezar, respectivamente,
o idioma diferente, ya sea ésta el hñäñho, el xi’oi, o el
es una definición que atraviesa todos los ámbitos de
uza. Se trata de una respuesta lógica en las comuni-
la vida pública y privada, mientras que en el semide-
dades de la zona de Amealco, donde gran parte de la
sierto de Querétaro y Guanajuato “lo otomí chichime-
población de las principales comunidades que se re-
ca” no adquiere la misma relevancia, aunque juega un
conocen como ñäñho sigue utilizando su lengua origi-
papel destacado en cuanto a cierta idea de su origen,
nal y practica el bilingüismo, y donde existe todavía un
de sus creencias y de su singularidad. Pero el proceso
sector monolingüe, sobre todo de mujeres de avanza-
de mestizaje en estas comunidades se ha desarrollado
da edad. Pero llama la atención que en el semidesierto,
en forma progresiva, favorecido por la ausencia de re-
donde mucha gente ya no habla el ñhäñhä, el uso de
laciones antagónicas o de conflicto entre indios y no
la lengua se reconozca como un valor muy importante en lo que se refiere a su identidad y preservación de
9
su cultura, aunque en muchas de las comunidades de
Soustelle (1993) explicaba que los otomíes casi siempre ocupaban un criterio lingüístico para distinguir a las diversas poblaciones con las que tenían contacto. Por ejemplo, para referirse a los nahuas utilizaba nyâdezno, que significa “el que habla dezno”. 10 De acuerdo con Nava (1995), se denominan ezar y este término también lo utilizan para referirse a cualquier persona de ascendencia indígena. En las entrevistas realizadas por Ferro (2002), se definieron como uza en singular y ezar en plural.
los municipios de Tolimán y Cadereyta11 son pocos los que hablan todavía el otomí, y su empleo resulta poco frecuente, sobre todo entre los niños y jóvenes.
11
De acuerdo con los datos del INEGI, en Tolimán el 18% de la población municipal habla lengua indígena, y en Cadereyta apenas se registra un 1.6% de hablantes.
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Este sentido de pérdida que ha provocado el cre-
a sus orígenes. No obstante, admiten que ya muchos no
ciente desuso de la lengua materna en muchas comu-
conocen bien las costumbres, y esto no les hace perder
nidades, ha provocado que algunos sectores con mayor
su calidad de indígenas, aunque consideran que entre
preparación intelectual empiecen a plantearse el desa-
más se pierda “el costumbre”, lo indígena se va perdien-
rrollo de proyectos para la reimplantación del otomí a
do también, y lamentan que “cada día es menos”.
través de la escuela y de otras estrategias, preocupación
En general, se observa todavía en muchas comuni-
que hemos observado en maestros y dirigentes indígenas
dades como elemento primordial en las obligaciones
de Tolimán, Cadereyta, y Tierra Blanca, Guanajuato.12
comunitarias, la participación en el sistema de cargos,
Para muchos, la lengua se reconoce como vehículo de comunicación y como rasgo distintivo del indíge-
aunque su peso político y prestigio social han disminuido considerablemente en las últimas décadas.
na, pero también las personas mayores la consideran
El conocimiento y cumplimiento del costumbre,
un mecanismo de transmisión de significados y saberes
además de mostrar que siguen siendo fieles a una tradi-
para perpetuar su cultura. Lo que queda claro es que la
ción y a una pertenencia, representa la determinación
lengua es la forma más eficaz y rápida de saber quién
de seguir siendo lo que son. Preservar “el costumbre”
es su gente y quién no (Vázquez, 2002).
es un esfuerzo y un imperativo de la comunidad para
Ahora, con el ascenso de los movimientos y expre-
seguir manteniendo su singularidad y su memoria, por
siones en la defensa de la pluriculturalidad, la lengua
lo que es necesario enseñarlo a las nuevas generacio-
se vuelve a dimensionar, entre cada vez más personas,
nes.
como un patrimonio valioso y rescatable, aunque para
3) La gente considera que ser indígena es también
algunas comunidades tal vez sea demasiado tarde para
una cuestión de la sangre y “la descendencia”, como
plantearse este reconocimiento, ya que al menos dos
llaman ellos a los antepasados. Como sucede muchas
generaciones han dejado de practicarla.
veces con las identidades étnicas, la pertenencia a una
2) La identidad indígena se asocia también al co-
comunidad indígena no es nada más cuestión de vo-
nocimiento y la observancia de una serie de normas,
luntad sino también de nacimiento, de modo que no es
valores y prácticas rituales reconocidas por la gente de
posible hacerse indígena solamente por pura decisión,
la región como “el costumbre”, concepto que engloba
como expresaron algunos entrevistados: “ni por casar-
las tradiciones, saberes y creencias heredadas por los
se con un indígena puede uno hacerse indígena, eso es
antepasados y que se presenta como base de su repro-
de nacimiento”. Sin embargo, desde esta misma pers-
ducción cultural.
pectiva, los hijos de un matrimonio mezclado (indíge-
“El costumbre” ordena los vínculos familiares y comunitarios, sobre todo en el ámbito religioso, pero tam-
na con mestizo), heredan la sangre del padre o de la madre y por consiguiente son indígenas.13
bién en otros espacios de la estructura social. Con él, la
La herencia de sangre integra a los ñäñho en gru-
gente tiene un modelo, una guía del deber ser de su co-
pos de ascendencia patrilineal, ya meni, en otomí, que
munidad, la manera correcta de comportarse y la pre-
ellos refieren en español como “la descendencia”. Aun-
servación de sus creencias. La gente que mantiene una
que el tipo predominante de herencia de bienes y re-
clara adscripción étnica considera que, cuando “el cos-
presentación familiar es de orden patrilineal, en el caso
tumbre” no se respeta, la tradición indígena se pierde, y
de la transmisión de la etnicidad, de la pertenencia al
aquél que ya no la observa, olvida todo lo que es. Ade-
grupo, como se ha mencionado anteriormente, pue-
más, opinan que es importante seguir las tradiciones
de darse por ambas líneas, y la materna cuenta mucho
para mantener la herencia de los antepasados y ser fieles
por el hecho de que habitualmente los niños aprenden el idioma de la mamá. Esta herencia consanguínea viene, como ellos dicen:
12
En el caso de Tierra Blanca, tratándose de un municipio donde ya sólo quedaban unos cuantos viejos hablantes del otomí o ñhäñhä, un grupo de maestros bilingües ha emprendido un programa intensivo de enseñanza del otomí en la primaria, cuyos resultados efectivos en términos de reimplantación lingüística aún son difíciles de evaluar.
“de muchos años”, de los antepasados. Son ellos la raíz 13
Únicamente en la comunidad de San Ildefonso se puso en duda si las personas que aprenden “el costumbre” y la lengua pueden llegar a ser indígenas.
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47
del grupo: “ya que es por medio de esta semilla [los an-
ralizado: los indios son también pobres. Esta pobreza
tepasados] que se va trasmitiendo el ser indígena”. Los
supone una relación estructural de desventaja, pero
ancianos opinan que para las nuevas generaciones, el
también un imaginario en que lo indígena se asocia es-
ser indígena esta perdiendo importancia o simplemente
pontáneamente a imágenes de pobreza, ignorancia y
ya no quieren ser vistos como tales, pero aclaran: “eso
desamparo, como si estas asociaciones semánticas fue-
es algo que no se puede dejar de ser”; no se puede esco-
ran inevitables.
ger ser indígena, pues “uno no puede escoger lo que ya
Como revisamos antes, suele suceder que cuando
es”. Lo que sí se puede hacer es distanciarse de la per-
uno pregunta en qué se parecen las distintas comuni-
tenencia, olvidarse de ella, ocultarla, y de esta mane-
dades ñäñho o indígenas que conoce el sujeto con el
ra alejarse de su obligación, pero siempre quedaría una
que hablamos, frecuentemente dice que en ser más o
esencia, un ser inmanente al que se renuncia: “se pue-
menos pobres. El indígena se reconoce, piensan algu-
den aprender otras cosas, pero nunca dejar el origen”.
nos, además de otros rasgos, por su limitada capacidad
Al respecto, Amartya Sen comenta:
económica en comparación con muchos mestizos que
Hay algo de cierto, claro, en la idea de que la cul-
ellos conocen, particularmente los que viven en la ciu-
tura dentro de la cual uno nace y crece puede dejar
dad: “sabemos que existen mestizos ricos y pobres, pero
huella duradera en nuestras percepciones y predisposi-
hasta el más pobre de ellos tienes más oportunidad que
ciones, pero esto no significa que una persona sea in-
nosotros”. La gente entiende que la economía y las le-
capaz de modificar o, incluso, rechazar asociaciones
yes obedecen a la lógica de la sociedad mestiza, a una
previas (2001: 16).
realidad dominada por los mestizos, quienes “…son los que ponen las reglas del juego”. Así se presenta lo que
48
Entonces, la condición étnica es resultante de la
se ha llamado “identidad negativa”, configurada por la
presencia combinada y cambiante de distintos rasgos,
posición en que se encuentra el grupo que se afirma con
de entre los cuales hemos podido distinguir la lengua,
una identidad de dominado o sometido y que se llega a
el costumbre y el origen, que a nuestro juicio operan y
aceptar como algo natural o inevitable.
adquieren eficacia en distintos planos de la vida y en
El mestizo, por otra parte, constituye también una
distintas representaciones colectivas, y que al articular-
categoría difícil de determinar que opera necesariamen-
se definen una manera de ser indígena. Pero esta con-
te en la oposición semántica mestizo-indígena. Pero lo
dición, de suyo esencial, admite cierta gradación y no
mestizo incorpora de la misma manera una realidad
excluye combinaciones, de manera que entre más ca-
heterogénea, toda vez que hay muy distintas clases de
racterísticas se mantengan y de manera más cabal se
mestizos, desde campesinos con las mismas necesida-
asuman, más indio se es, como puede verse en expre-
des y penurias de los indígenas, hasta ricos que se iden-
siones como “soy cien por ciento indígena” o “soy indí-
tifican con las élites regionales y mantienen su distancia
gena puro”.
y su recelo hacia la población indígena, conservando una serie de prejuicios raciales de origen colonial.
El mestizo y el indígena
Cuando les preguntamos a los indígenas de Amealco cuáles son los elementos que caracterizan al mes-
La identidad se construye siempre en oposición al
tizo, el dinero fue el más recurrente, seguido también
“otro”. El indio fue inventado y es definido irreme-
del hecho de que sólo saben español, que van a la
diablemente en contraposición al que no lo es, y se
escuela, que son gente de ciudad y que son los que
ve precisado a distinguirse y distinguirlo: el español,
mandan. Ciertamente es el dinero el elemento que se
el blanco, el mestizo; distinción que supone una rela-
percibe como la gran brecha entre indios y mestizos.
ción asimétrica en la que el indio es original y estruc-
La mayoría de los entrevistados consideró que ésa es la
turalmente hetero-adscrito, clasificado y estigmatizado
causa de que los mestizos los traten de forma despecti-
como tal, desempeñando un papel subalterno.
va o humillante. Para ellos, el hecho de que los mesti-
Esta subordinación histórica de la población indí-
zos tengan más dinero, aunado a la falta de instrucción
gena, se va a manifestar en un hecho palpable y gene-
escolar de muchos indígenas, hace que los mestizos
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los desprecien y se burlen de ellos porque no saben
empiezan a aparecer comunidades en las que prácti-
hablar bien el español o por su forma de vestir.
camente no hay hablantes de alguna lengua indígena y
El racismo que subyace en muchas concepciones de
que difícilmente pueden distinguirse de una comunidad
los mestizos acerca de los indios, sobre todo en Ameal-
campesina cualquiera, pero que se ostentan como indí-
co, ha originado que se vea el ser indio como un lastre
genas, condición que “…invocan en un momento de-
o una dificultad. A pesar de compartir desde hace siglos
terminado para la obtención de algún fin, y concluida
un territorio, los mestizos de Amealco miran con reser-
la interacción vuelven a un estado de latencia” (Barto-
va y cuidado, cuando no con desprecio y desdén, a los
lomé, 1997: 72).
ñäñho. Para ilustrar esas actitudes ambivalentes de los
Para los jóvenes de entre 20 y 30 años, la identi-
mestizos blancos y ricos de la cabecera, podemos re-
dad indígena se remite en buena medida a las fiestas
ferir lo que un funcionario del gobierno municipal nos
familiares y del barrio, que es donde se relacionan con
decía, comentando que su papá aprendió a tratar a los
otros jóvenes de su generación y con las otras genera-
otomíes de Santiago Mexquititlán, “gente muy difícil”,
ciones, y donde pueden expresar su gusto de pertene-
y que incluso llegó a tener algunos amigos entre ellos,
cer a la comunidad a pesar de estar muchas veces fuera
“que cuando son amigos se entregan y dan cualquier
por cuestiones de trabajo. Este gusto por la fiesta y los ri-
cosa por uno, pero si son tus enemigos cuídate, porque
tos tradicionales, en ocasiones se asume de forma cons-
son ladinos y vengativos”. De manera que su papá le
ciente y reflexiva por los jóvenes, que sienten necesario
había enseñado un dicho muy útil para saber reconocer
conservar su pertenencia y mantener el vínculo con su
la nobleza de los indios cuidándose de ellos: “Al indio
familia y su comunidad. Sin embargo, fuera de estos
ámalo o mátalo”, le decía su padre.
contextos festivos o rituales, en un contexto exterior a
Los indígenas también han aprendido a jugar en este
la comunidad y de relación con mestizos, se asume otra
mundo de estereotipos y etiquetaciones. Como pudimos
postura que no reconoce la importancia de estos rituales
observar, a partir del alzamiento zapatista en Chiapas,
como parte de una tradición, sino tan sólo como expre-
que impulsó con fuerza toda clase de planteamientos
siones de su religiosidad católica (Vázquez, 2002).
de reivindicación indígena y derivó en una mayor ocu-
Es interesante anotar que las poblaciones con las
pación oficial por los temas indígenas, se generó una
que trabajamos. se perciben en un mundo que está
mayor inyección de presupuestos a proyectos dirigidos
cambiando y al cual tienen que adaptarse. En las pláti-
hacia las regiones indígenas. Los pueblos indios fueron
cas con la gente se puede apreciar la conciencia de que
reconocidos por el Estado como “población vulnera-
las transformaciones en la vida del pueblo son inevita-
ble”, asentada en su mayoría en áreas de alta margina-
bles en muy diversos ámbitos, y que se originan, entre
ción, y por lo tanto, al menos en el discurso oficial, en
otros factores, por el incremento del trabajo migrante, el
tema de atención prioritario de las políticas sociales.
surgimiento de nuevos grupos religiosos, la presencia de
Así que en el medio rural y entre el campesinado
distintos partidos políticos que quieren ganarse la con-
pobre, ser indígena se volvió una ventaja, al menos
fianza y el voto de la comunidad, así como la formación
en términos de la capacidad de gestionar recursos ins-
de agrupaciones de todo tipo, que ya no se restringen a
titucionales, de manera que, presentándose como in-
los organismos oficiales de antes y que rompen con la
dígenas, se podía acceder con mayor facilidad a los
idea de la comunidad monolítica y unánime que se te-
programas, presupuestos y obras sociales, y reclamar
nía hace algunas décadas y que los viejos todavía con-
servicios de asesoría, orientación y defensoría gratuita
servan (Vázquez, 2002).
para trámites o litigios ante las autoridades correspondientes.14 En este marco hemos visto surgir con claridad una cierta identidad instrumental, de manera que
14
Resistencia, reconstitución y movimientos etnopolíticos Si la población indígena que nos ocupa ha podido so-
En la Sierra Gorda surgieron presos que se asumían como indígenas para poder demandar la defensoría gratuita de los abogados del Instituto Nacional Indigenista.
brevivir a lo largo de los últimos cuatro siglos con sus singularidades culturales y su dinámica propia en un
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50
medio que le es hostil y frente a diversos embates que
una presencia reducida en los municipios donde inter-
la empujan hacia su disolución, ha sido gracias a una
vienen y aún menor en el nivel estatal.
determinación de persistencia, consciente o incons-
En los últimos años, las comunidades indígenas de
ciente, a un impulso colectivo de permanencia cultural
esta área han visto surgir una gran diversidad de agru-
que le ha hecho posible sustraerse y, en alguna me-
paciones políticas, vinculadas o no con los partidos
dida, contrariar a la cultura e ideología dominantes, y
nacionales, que se proponen enarbolar y aglutinar las
resistir en su especificidad cultural, en su identidad ét-
demandas sociales y las reivindicaciones étnicas de la
nica diferenciada a pesar de su desventaja estructural.
población indígena. Muchas de estas ofertas políticas
Ahora bien, cuando esta resistencia se asume de
tienen un origen y dirección externos a la comunidad,
manera consciente, y se traduce en acciones, progra-
y paulatinamente van ganando determinada implan-
mas y organizaciones que se proponen explícitamente
tación en algunas comunidades. De este forma se ha
la defensa de espacios para la reproducción material,
ido revirtiendo el monopolio casi absoluto que deten-
social y cultural de sus comunidades, podemos afirmar
taba el PRI, y dentro de éste la CNC, como interlocu-
que estamos frente al desarrollo de movimientos de ca-
tor único de las demandas, acciones y negociaciones
rácter etnopolítico, considerando, junto con Barabas,
políticas en las comunidades. Sin embargo, hasta el
que dichos movimientos “… se ven como fenómenos
momento no podemos hablar de dirigencias locales
guías de la identidad en acción” (2001).
consolidadas que sustenten un proyecto propio y sean
Retomando a Bonfil, consideramos que la resisten-
capaces de desarrollar procesos políticos consistentes
cia indígena, y en consecuencia los movimientos de
en un sentido autónomo, toda vez que ni siquiera exis-
reivindicación étnica, se mueven en tres direcciones
te un liderazgo intelectual reconocido capaz de arti-
principales: 1) la lucha por la tierra y por el control del
cular a las distintas comunidades indígenas de cada
territorio; 2) la lucha por la autonomía y el derecho a
región en torno de un proyecto étnico-cultural eficaz
mantener sus formas de organización, de gobierno y
y convincente.
de justicia comunitaria; y 3) la lucha por la defensa de
Es en el municipio de Amealco, y particularmente
su especificidad étnica y con ella del derecho a man-
en las dos comunidades más grandes: Santiago Mex-
tener su propia lengua, sus tradiciones, su patrimonio
quititlán y San Ildefonso Tultepec, donde con mayor
histórico y sus expresiones culturales particulares.
intensidad se debaten distintas opciones y proyectos et-
Sobre esta base consideramos que los movimientos
nopolíticos. Muy probablemente ello se relaciona con
etnopolíticos se mueven en dos niveles básicos: el de
la notable polaridad existente en las relaciones mesti-
la lucha política por el reconocimiento de ciertos dere-
zo-indígenas, asociada con la evidente pobreza y mar-
chos y espacios de autonomía, y el de las tareas e ini-
ginación en que se encuentran los pueblos indios de la
ciativas culturales relacionadas con la preservación y
región que representan un contingente importante de
revitalización de los distintos elementos y expresiones
la población municipal, circunstancia que hace plau-
constitutivas de su cohesión comunitaria y de su iden-
sible la gestación de iniciativas de carácter autonómi-
tidad étnica.
co o al menos de proyección del indígena como actor
En Querétaro y Guanajuato los movimientos etno-
decisivo en la política municipal, lo que ha llevado in-
políticos no se presentan con la fuerza, la extensión y
cluso a explorar la posibilidad de establecer un muni-
la radicalidad que han adquirido en otras entidades del
cipio indígena, tomando una parte considerable de la
país, aunque podemos registrar la emergencia de nue-
porción sur del municipio, que incluye, al menos: San-
vos grupos, actores e iniciativas de carácter político y
tiago Mexquititlán, San Ildefonso Tultepec, San Miguel
cultural, que se mueven en el sentido de articular, or-
Tlaxcaltepec y posiblemente Chitejé de la Cruz, lo que
ganizar y conducir las reivindicaciones étnicas y socia-
abarcaría casi la mitad del territorio municipal y de sus
les de las comunidades indígenas en las dos entidades
habitantes, con una presencia ampliamente mayorita-
en que trabajamos. Pero estas expresiones son todavía
ria de la gente ñäñho.
incipientes y localizadas, con una implantación y una
En el caso del semidesierto, y específicamente de
representatividad escasa en las comunidades, y con
Tolimán, que por mucho es el municipio con mayor
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población indígena en esta región, observamos el desarrollo de procesos más lentos de readecuación y fle-
Bartolomé, Miguel. Gente de costumbre gente razón, FCE, México, 1997.
xibilización de las antiguas organizaciones priistas,
Carmagnani, Marcello. El regreso de los dioses. El pro-
junto con el desarrollo paulatino de núcleos de sim-
ceso de reconstitución étnica en Oaxaca. Siglos XVII
patizantes de otros partidos, en un ambiente político
y XVIII, FCE, México, 1993.
poco confrontado donde las viejas organizaciones corporativas siguen administrando una fuerza que les permite negociar los términos de su reconversión con las
Consejo Nacional de Población. La situación demográfica de México, CONAPO, México, 1998. Geertz, Clifford. La interpretación de las culturas, 5ª ed., Gedisa, Barcelona, 1992.
autoridades del estado. Es hasta los últimos años que algunas organizacio-
Hekking, Ewald y Andrés de Jesús Severiano. Dicciona-
nes indígenas de Querétaro y Guanajuato se empiezan
rio español-otomí de Santiago Mexquititlán, Univer-
a plantear la necesidad de ir de la petición y la gestión
sidad Autónoma de Querétaro, Querétaro, 1989.
de demandas puramente económicas, a la incidencia
Instituto Nacional Indigenista. Indicadores socioeco-
en políticas públicas y al reconocimiento de su perso-
nómicos de los pueblos indígenas de México, INI/
nalidad jurídica y de sus derechos como pueblos in-
SEDESOL, México, 1993.
dios. El incipiente movimiento indígena existente en
INEGI. Querétaro. Conteo de Población y vivienda
estas entidades ha ido transitando de la reivindicación
1995. Resultados Definitivos. Tabulados básicos,
de su derecho a los recursos públicos, al recurso a sus
México, 1995.
derechos políticos y sociales como entidades diferen-
INEGI. Querétaro de Arteaga. XII Censo General de Po-
ciadas desde el punto de vista étnico y lingüístico, lo
blación y vivienda 2000. Tabulados básicos, Méxi-
que supone su reconocimiento como sujetos de dere-
co, 2001.
cho público y la posibilidad de organizarse con auto-
INI. Programa estatal para el desarrollo integral de los
nomía. Las modalidades que adopten estos proyectos
pueblos indígenas. 1995-2000, INI, Gobierno del
etnopolíticos y culturales, apenas en ciernes, depen-
Estado de Querétaro, Ayuntamientos de Amealco,
derán de la propia iniciativa y determinación de las
Cadereyta, Colón, Ezequiel Montes, Jalpan y Toli-
comunidades y núcleos indígenas que subsisten en
mán, Documento inédito, diciembre de 1995. Laplantine, François. Las voces de la imaginación colec-
ambas entidades.
tiva, Gernica, Col. Hombre y sociedad, Barcelona, 1977.
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Balandier, Georges. El desorden, Gedisa Filosofía, España, 1997.
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Barabas, Alicia. “El aparicionismo en América latina:
co, 1997.
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Prieto H., Diego y Óscar Banda, “Pueblos indios y pro-
imaginación, recuerdos y olvidos de Anabella Pé-
ceso político. Las elecciones municipales de 1997
rez, Instituto de Investigaciones Antropológicas
en Amealco, Querétaro” en Frontera Interior, Re-
UNAM, México, 1995.
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Barabas, Alicia y Miguel A. Bartolomé (coords.). Oaxaca. Perspectivas etnográficas para las autonomías,
núm. 1, Querétaro, 1998. Prieto H., Diego y Beatriz Utrilla, “Las capillas familia-
(tres vol.) INI, CONACULTA-INAH, México, 1999.
res, el culto de los antepasados y la organización
Barth, Federik (comp.). Los grupos étnicos y sus fronte-
social de los otomíes de Querétaro”, ponencia pre-
ras. La organización social de las diferencias cultu-
sentada en el III Coloquio Internacional sobre Oto-
ral, FCE, México, 1976.
pames, México, 1999.
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51
Las regiones indígenas de Querétaro
Fuente: Centro INAH Querétaro, México, 2006.
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QUINTA SESIÓN DEL SEMINARIO DE POLÍTICAS PÚBLICAS Y RECONSTITUCIÓN DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS: CASO REGIONAL PUEBLA* De proyectos campesinos a indígenas A diferencia del estado de Querétaro, los casos expuestos en Puebla se ubican en regiones y municipios rurales con cabeceras mestizas dominantes y pueblos subordinados; en regiones con diversidad de microclimas y de ecosistemas, en un rango propicio para la explotación del café. Se revisaron tres experiencias: las de Huehuetla y San Miguel Tzinacapan en la Sierra Norte, y otra de varias organizaciones ubicadas en la Sierra Negra. Huehuetla es un municipio totonaca, San Miguel Tzinacapan es una comunidad nahua con rango de Junta Auxiliar del Municipio de Cuetzalan, y la región de la Sierra Negra presenta poblaciones de origen nahua y mazateco. En los tres casos hay una combinación de métodos de intervención “externos” a la comunidad que en el desarrollo de la experiencia no rompen sino recuperan culturas e instituciones preexistentes, y que en los casos de la Sierra Norte parecen más vigentes y con vida propia. Hay, además, una situación común a todos: se sufre la crisis de un monocultivo —el café—, y la * La 5ª Sesión del Seminario de Políticas Públicas y Reconstitución de Pueblos Indígenas “Experiencias de reconstitución. El caso del estado de Puebla” tuvo lugar el 16 de enero de 2004 en Puebla, Puebla.
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necesidad de buscar otras opciones de vida obliga a re-
sufrir la caída del café. Existe un proceso avanzado de
plantearse la relación con la tierra. Los métodos de in-
pérdida cultural en temas como la medicina, la danza,
tervención provocan modificaciones en las relaciones
las mayordomías y las lenguas, además de presentarse
de poder “hacia fuera” de la comunidad (municipios,
un fuerte índice de migración.
caciques, apoyos externos) y “hacia adentro” (mujeres,
Con apoyo de fundaciones internacionales (hay
jóvenes, viejos, autoridades civiles, religiosas), que se
muy poca presencia institucional) se inició un proce-
tensan generando conflictos y que se reacomodan en
so campesino “clásico” de planeación participativa:
el proceso. Por ejemplo, desde el municipio y los gru-
misión, visión y diagnósticos participativos. A través
pos de poder, hay una fuerte oposición, ya que las ex-
de mesas de discusión se trató problemas específicos
periencias rompen con subordinaciones comerciales,
(salud, producción, migración, cultura) y se concibie-
administrativas y políticas. Por otra parte, los promoto-
ron cuatro proyectos. En ese proceso se advierte que
res externos de las experiencias deben ajustarse al sur-
la adhesión, participación y compromiso de la gente,
gimiento de liderazgos propios de las comunidades. A
así como la generación de soluciones locales, requie-
su vez, la participación, cada vez más activa, de jóve-
ren la participación de las comunidades involucradas
nes y mujeres se encamina hacia formas de decisión
para lograr una recuperación indispensable de la cul-
colectiva que implica un reconocimiento a su mayor
tura local. El proyecto campesino regresa a las comuni-
presencia, lo cual enfrenta resistencias internas.
dades y se discute en reuniones colectivas, con lo que se transforma adquiriendo contenidos indígenas que a
Sierra Negra
su vez se mezclan con las metodologías campesinas. Esto se expresa de manera diversa: la recuperación
54
La zona conocida como Sierra Negra forma parte de la
de la identidad indígena, la recuperación de receta-
Sierra Madre Oriental y de la cuenca del Papaloapan.
rios de medicina tradicional, la combinación de prác-
Está integrada por nueve municipios que albergan alre-
ticas indígenas de policultivos con técnicas modernas,
dedor de 30 558 habitantes, de los cuales, el 98% son
la recuperación de formas comunitarias de trabajo con
indígenas, mayoritariamente nahuas (87%) y una mi-
atención especial a mujeres y a niños, la combinación
noría de mazatecos (13%). Constituye una zona de di-
de conocimientos tradicionales con tecnologías mo-
versidad ecológica, pues la altura de su relieve oscila
dernas, y la vinculación de las currículas de los bachi-
entre los 100 y los 2 600 metros.
lleratos con los proyectos de las organizaciones.
Existe poca presencia institucional, y en algunos
Se emprende, entonces, un proceso de expan-
casos ésta es nula. Representa una de las zonas indíge-
sión de las organizaciones, donde existen ya 17 con
nas más marginadas a nivel nacional, situación que no
nombres náhuatl y donde todas las metodologías se
ha variado significativamente en los últimos años. En el
“traducen” a la lengua materna. Las experiencias de
terreno de la investigación sociológica y antropológi-
trabajo comunitario facilitan el fortalecimiento de or-
ca, toda la extensión de la Sierra Negra ha sido escasa-
ganizaciones de carácter regional, las cuales superan
mente estudiada. En el caso de Sierra Negra se planteó
las diferencias ecológicas y étnicas entre nahuas y ma-
la experiencia del método de intervención utilizado
zatecos, donde la consolidación de identidades toma
por los promotores rurales desde los años setenta como
como referencia la adscripción a un territorio que re-
parte de políticas federales para impulsar el desarrollo
basa los límites comunales, dando lugar a las identi-
campesino y centrado en la planeación participativa, y
dades regionales. Como en la Sierra Negra prevalece
que volvió a cobrar vigencia con el “Programa Solida-
una presencia fuerte de cacicazgos, los integrantes de
ridad” en los años noventa. Fue expuesto por técnicos
las organizaciones han expresado abiertamente que ni
indígenas del proyecto y por miembros de las organi-
su filiación política, ni sus creencias religiosas deben
zaciones. En esa zona se nota una fuerte marginación
representar obstáculos para fortalecer las acciones de
(64% de las comunidades carece de servicios y 45%
trabajo comunitario. Uno de los principales problemas
de la población es analfabeta). Los pobladores depen-
que enfrentan las organizaciones son las luchas por la
den de cultivos tradicionales (maíz y frijol), además de
obtención de liderazgos.
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San Miguel Tzinacapan
pios) para ser seleccionada y asistir a unos cursos sobre productividad. Posteriormente, en un barrio a las orillas
El segundo caso fue el de San Miguel Tzinacapan, una
de Tzinacapan, se fundó, en ese entonces, una de las
Junta Auxiliar que pertenece al municipio de Cuetzalan
primeras escuelas Telesecundarias de la región, que a
del Progreso en la región económica de Teziutlán. Se
pesar de su origen federal, adquirió el carácter de “cen-
ubica en la Sierra Norte, con fuerte organización comu-
tro alternativo” bajo la visión regionalista de la comuni-
nal agraria, religiosa y civil, dependiente de la cabece-
dad, lo que incitó a reflexionar sobre la cultura propia.
ra municipal de Cuetzalan y mayoritariamente indígena.
Se generaron varias iniciativas que se concretaron en un
En general, el municipio posee un índice de marginali-
método propio para que los niños lean y escriban en ná-
dad muy alto, ocupando el lugar 392 a nivel nacional.
huatl. También se formó un Taller de tradición oral, don-
La tasa de mortalidad infantil alcanza 36.7%, por arriba
de se recuperaron relatos y cuentos locales, varios de los
de la tasa de natalidad estatal de 28.6%. La cobertura
cuales se difundieron a través del teatro. Se formó así,
educativa abarca hasta el nivel medio superior.
una generación de jóvenes bilingües orientados al res-
Su experiencia fue expuesta por miembros de orga-
cate de la lengua, la literatura y el teatro indígena, mis-
nizaciones del pueblo. Es un caso de intervención “ex-
mo que posteriormente incursiona en las radios locales
terna” que introduce tensiones en la comunidad pero
del INI. Actualmente este proyecto continúa ejecutándo-
que también permite nuevas oportunidades.
se: los alumnos tienen parcelas para la siembra de maíz,
Desde 1979 una socióloga de la Universidad Ibero-
café y pimienta, productos que son cultivados, proce-
americana, Eugenia Sánchez, y un grupo de promotores
sados y comercializados, además de otras actividades
(Alfonso Reynoso Rábago y Eduardo Almeida, por citar
como talleres de desarrollo lingüístico, reciclado de pa-
a algunos, así como varias religiosas y el antropólogo
pel, carpintería, artesanías, música, danza, y otros.
canadiense Pierre Beaucage) llegaron a la comunidad
También en San Miguel tuvo lugar una de las prime-
iniciando una serie de actividades motivados por pro-
ras experiencias indígenas de intervención en la defen-
blemas cotidianos, como el control monopólico mesti-
sa de los derechos humanos, esto a raíz de la violencia
zo sobre la producción y el mercado indígenas. En un
que ejercen los grupos mestizos dominantes para impo-
inicio se impulsaron nuevas redes de comercialización
ner precios y compradores a los indígenas, misma vio-
para la producción artesanal indígena y para hacer lle-
lencia que ejercen para la usurpación de sus tierras y el
gar productos de consumo básico, como el azúcar, a
control del mercado de trabajo. Se formó entonces la
la población. Después, y ya con el concurso de varios
Comisión Takachihualis (“Respeto Mutuo”) a iniciativa
pobladores, se lanzó el Proyecto de Animación y Desa-
de cuatro organizaciones indígenas que se propusieron,
rrollo (PRADE), donde se empezó a trabajar sobre una
en primer lugar, dar a conocer los derechos humanos en
diversidad temática (salud, nutrición, abasto, produc-
las comunidades e intervenir ante el Ministerio Público
ción, narrativa oral, cultura y derechos humanos) que,
y la Policía Judicial para evitar que se violaran las garan-
posteriormente, dio origen a una red de organizacio-
tías de los acusados y lograr acceso a la justicia. Ha sido
nes de San Miguel como el CEPEC (Centro de Estudios
un proceso difícil, ya que las instituciones de justicia, le-
para la Producción del Campo), el Taller de Tradiciones
janas y de acceso complicado, no son sensibles a este
Orales y la Comisión Takachiualis. Este proceso desató
reclamo. Se carecía de abogados e incluso de identifica-
reacciones en contra del cura, de políticos y de mes-
ciones oficiales que los acreditaran ante los ministerios.
tizos, ya que modificó las relaciones de poder, y tam-
Después de un largo proceso, se logró modificar poco
bién introdujo tensiones al interior de la comunidad,
a poco esta situación, donde se contó con el apoyo del
generándose conflictos interculturales al interior de la
INI al reconocer a algunos miembros de la organización
misma organización con asesoría externa.
como promotores de justicia. Sin embargo, ocasional-
Conchita Martín Cruz, originaria de la cabecera mu-
mente, esta Comisión entra en conflicto con la comu-
nicipal de Zoquiapan, llegó a Tzinacapan al llamado de
nidad y, en un proceso también difícil, avanza poco a
una convocatoria de la Organización Tosepan Titaniskej
poco en la consolidación de los derechos de la mujer,
(que aglutinaba a 8 000 productores de varios munici-
invisibles en las relaciones sociales locales. De igual
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manera, se confrontan otros fenómenos como la impo-
la defensa del derecho de la mujer totonaca a partici-
sición de la lengua española sin la conservación de la
par con equidad, siendo su deber el rescatar las cos-
indígena; costumbres como besar la mano al sacerdote,
tumbres, la lengua y la vestimenta. Se reconoce la OIT
el consumo de medicinas de patentes y el abandono de
como organización popular, pudiendo pertenecer a ella
la medicina tradicional, lo mismo que el olvido de cos-
todos los totonacos que luchen contra la opresión y a
tumbres comunitarias orientadas al bien común, como
favor de los derechos humanos. Se establece que en el
la mano vuelta y las faenas.
centro de la organización se encuentra Dios Padre, además que el trabajo de la organización se bifurca hacia
El municipio indígena de Huehuetla
varias direcciones, no sólo como propuesta integral hacia sus micro territorios, sino como proyecto político
Finalmente se revisó la experiencia del municipio in-
56
de recuperación del Totonacapan, región indígena con
dígena de Huehuetla, que cuenta con 16,130 habitan-
identidad propia. La experiencia de la OIT tiene varias
tes repartidos en doce comunidades. Localizado en una
dimensiones con sus problemas y limitaciones: por un
porción de la Sierra de Puebla, hacia la llanura costera
lado, una visión integral de la cuestión indígena, donde
del Golfo, pertenece a la zona cultural del Totonacapan.
territorio, autonomía, recuperación de instituciones y
Históricamente, la población indígena totonaca se loca-
culturas propias, y la conquista del Municipio, son ele-
liza entre los límites de Puebla y Veracruz, en la región
mentos que se necesitan unas a otras. Por el otro, su ex-
de Papantla; de acuerdo con los últimos censos oficiales
periencia de gobierno como autoridades municipales,
de los municipios de la Sierra Norte de Puebla y el de
que arranca con la total oposición mestiza, el desco-
Papantla, en este último se concentra un alto porcenta-
nocimiento de las prácticas de gestión, documental y
je de población totonaca monolingüe, superior que los
administrativo propio del municipio, y la ausencia de
ubicados en la costa veracruzana. Su experiencia arran-
enlaces para tratar con las autoridades estatales, pero
ca con la presencia activa de sacerdotes partícipes de la
que no desemboca en el fracaso esperado, sino que em-
Teología de la Liberación, quienes impulsaron un proce-
pieza a generar los propios recursos en un ámbito hasta
so de reflexión en estrecho contacto con las comunida-
entonces desconocido: el del gobierno. Como proyec-
des. Esta reflexión sobre la dominación de una minoría
to con identidad indígena, se propone concretar la au-
mestiza que controlaba la cabecera municipal, convocó
todeterminación mediante el rescate de las costumbres:
a fiscales, comisionados y jueces de 9 localidades del
continuidad de fiestas tradicionales, recuperación de la
municipio, para dar origen a una experiencia que crea
mano vuelta, defensa de la lengua y la vestimenta, reva-
la Organización Indígena Totonaca (OIT), la cual se for-
loración de la madre tierra, defensa de los policultivos y
mó hacia mediados de 1989.
fortalecimiento de los intercambios locales. Desde esa
Actualmente, en la OIT participan indígenas de nue-
recuperación se hacen intervenciones críticas sobre la
ve comunidades. Hacia 1992 definieron una serie de
imposición de modelos culturales, educativos, produc-
principios constitutivos que dan sustento a todo su tra-
tivos y de justicia, que no toman en cuenta la riqueza
bajo organizativo, conceptualizado como un “proyecto
local, la identidad y la historia propia. Debe subrayar-
totonaco”. Entre éstos destacan: el reconocerse como
se el fuerte trasfondo religioso y sagrado que existe en
pueblo totonaco y por ende, con derecho a la libre
su propuesta, al que se suman elementos mesiánicos de
autodeterminación; dar prioridad a todo lo totonaco;
restauración del Gran Totonacapan.
www.cdi.gob.mx
Límites del Totonacapan (siglos XVI-XX)
57
Fuente: Emilia Velázquez H., Cuando los arrieros perdieron el camino. La conformación regional del Totonacapan, Zamora, El Colegio de Michoacán, 1995.
www.cdi.gob.mx
www.cdi.gob.mx
Fuente: Sistema de Información Geográfica-CDI, México, 2006.
Región Sierra Norte de Puebla y Totonacapan
59
SEXTA SESIÓN DEL SEMINARIO DE POLÍTICAS PÚBLICAS Y RECONSTITUCIÓN DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS: CASO REGIONAL MICHOACÁN* Persistencia y transformación de las comunidades En el centro de Uruapan, Michoacán, se erige el Hospital Pueblo de Huatápera, de influencia española y morisca, que en el siglo XVI fuera el centro irradiador de una utopía concreta, imaginada por frailes españoles, y alimentada por raíces comunitarias de pueblos purépechas, otomíes y mazahuas. Como en pocas ocasiones, dos mundos opuestos —el europeo y el indígena— fluyeron en una ambición común. La Huatápera repetía un sueño de Vasco de Quiroga, quien ya había fundado dos emplazamientos: uno al poniente de la ciudad de México, en Santa Fe, y otro en las riberas de Pátzcuaro, Santa Fe de la Laguna. Ahí se preparaba una mezcla civilizadora para proyectar formas de convivencia superior que contrarrestaran los efectos de la conquista y la depredación: la fundación de poblados agrícolas y artesanales, autosuficientes para resistir a encomenderos y hacendados, con virtudes espirituales y formas de organización colectiva, que les permitiera llevar la existencia digna a la que aspiraban. Ya en su * La 6ª Sesión del Seminario de Políticas Públicas y Reconstitución de Pueblos Indígenas “Experiencias de reconstitución. El caso de Michoacán” tuvo lugar el 13 de febrero de 2004 en Uruapan, Michoacán.
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60
vejez, Don Vasco de Quiroga se propuso redactar las
cional en que se otorgaron los títulos virreinales, que al
Ordenanzas a las que se sujetarían los Hospitales Pue-
pasado prehispánico. De este modo, se tomaba como
blo. En ellas mezclaba su percepción del pueblo in-
referencia las expropiaciones liberales del siglo XIX, el
dígena, la recuperación del antiguo cristianismo, y las
reconocimiento de propiedad social en el XX, las histo-
visiones futuristas de Tomás Moro.
rias teñidas de necesidad, ignorancia y corrupción que
A los 95 años de edad, Tata Vasco realizó lo que
dieron en concesión a particulares una de sus mayores
sería su última visita a Uruapan, y el 14 de marzo de
riquezas: los bosques; la relativa seguridad jurídica de
1565 falleció. Un rumor popular afirma que en alguna
las resoluciones presidenciales, la lucha por dar un uso
celda de la Huatápera lanzó su último aliento.
colectivo a la tierra y las presiones del PROCEDE para ti-
En esa misma Huatápera comenzaron a llegar, una
tular individualmente las parcelas. Por otra parte, el se-
tarde de marzo de 2004, representantes de comunida-
gundo torrente memorioso era el pueblo mismo: micro
des agrarias, jefes de tenencias, encargaturas de orden
sociedades de 3 000 a 6 000 habitantes con rituales,
y comuneros, para exponer sus experiencias regionales
costumbres, religión y asambleas, que les dan cohe-
en la antigua capilla.
sión, sentido de pertenencia, rumbo y tarea común. Fa-
La comunidad agraria surgió de la legislación re-
milias extensas, barrios, autoridades agrarias, civiles y
volucionaria de 1917, con la intención de reconocer
religiosas, dibujan los rasgos de micro sociedades auto
y restituir a los pueblos, las tierras que les habían sido
reguladas, que ocupan los pequeños espacios que le
arrebatadas. No se reconoció a los pueblos, pero al
deja el México formal, sean agrarios o administrativos,
menos se regresó parte de las tierras robadas.
y que giran en torno a la tierra.
Las tenencias y las encargaturas de orden son ins-
Una mujer joven y de voz firme habló de las frac-
tancias del gobierno administrativo y político que dan
turas que viven los pueblos y específicamente Jani-
cabida a los pueblos periféricos en un mismo munici-
tzio. Los instrumentos para fortalecer una voluntad y
pio. Si bien es cierto que a éstos no se les reconoce,
una visión común (asambleas de autoridades con am-
cabe señalar que se les ofrece un pequeño espacio ad-
plio consenso y reuniones de cabezas de familia), re-
ministrativo (sin recursos, por lo general), y que, de-
sultan insuficientes. Hay nuevas presiones y un quiebre
pendiendo de las relaciones de fuerza, en ocasiones
generacional. Los jóvenes no se sienten parte del pue-
representa al Presidente Municipal en las comunida-
blo, no tienen voz ni voto, caen en el alcoholismo y la
des, y en muchas otras, representa a la comunidad ante
drogadicción; y las mujeres no pueden ser autoridad
la Presidencia.
agraria o jefe de tenencia. Nunca lo habían sido, pero
Pero los ahí congregados trataron temas que reba-
ahora pesa de otra manera. Sin otro apoyo que el de
saban a esas figuras jurídicas y administrativas. Dia-
sus propias convicciones, cinco jóvenes de toda una
logaron sobre algo más antiguo y poderoso en su
generación que migró (o que permanece en el pueblo
cohesión e identidad. Hablaron de Santa Fe de la Lagu-
pero sin mayor interés por él), se empeñan en la isla de
na, de Nurío, de Sevina, de Nuevo San Juan y Janitzio,
Janitzio, abierta al turismo, en trasmitir canciones, bai-
es decir, de sus pertenencias reales y actuantes; de esas
les, poesías y juegos rescatados del olvido a sus niños,
pequeñas sociedades surgidas en el intercambio de
a fin de envolverlos en una atmósfera lúdica y ancestral
alientos vitales de dos culturas, conformadas por auto-
que les desarrolle un sentimiento de pertenencia regio-
ridades civiles, religiosas y agrarias, por tierras propias,
nal. El esfuerzo es cuesta arriba. La primera reacción
por barrios, rituales y familias que en ocasiones tam-
de los niños fue de interés y deseo de participación,
bién comparten la lengua purépecha.
pero ahora, protestan porque les quita tiempo para los
“Con permiso de mis autoridades”, decían, para hacer notar que estaban avalados por su autoridad pue-
videojuegos y otras actividades. Sin embargo, asisten y en ocasiones oyen por vez primera el purépecha.
blerina, agraria o civil. Se desgranaban entonces las
Cuatro comunidades (Nurío, Santa Fe de la Laguna,
historias por dos rumbos entrelazados. Por un lado, la
Sevina, y Nuevo San Juan) narran en la voz de sus co-
historia de la mutua pertenencia entre tierra y pueblo,
muneros designados, la vieja historia agraria, pero so-
con una memoria que acudía más al momento funda-
bre todo, los horizontes a futuro.
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Sevina es una de las 10 localidades del munici-
cultura, destacando la siembra de maíz criollo y forra-
pio de Nahuatzen. Tiene 4 649 hectáreas destinadas
jes como la avena, además de algunos frutales como
a la agricultura y a actividades forestales y ganaderas.
el durazno y la ciruela. Nurío es el escenario de nu-
Avanzó mucho en la parcelización de tierras y bos-
merosos conflictos entre pueblos vecinos que pelean
ques, pero se mantiene la forma de la propiedad co-
por la delimitación de sus territorios. Esta problemáti-
munal. Como en otros pueblos, la figura jurídica de la
ca ha trascendido por generaciones dejando un rastro
comunidad agraria fue asumida; se convirtió en uno de
sangriento y ninguna solución. Por ese motivo, resalta
los espacios donde la voz común es forjada y escucha-
la voz prudente y conciliadora de su autoridad agraria,
da. Además, sus asambleas pesan como decisión del
Don Juan Ignacio Rubio, quien en estas tierras surcadas
pueblo. En el organigrama municipal figura como Te-
por la lucha y la sangre entre vecinos, invita al diálo-
nencia, con un Jefe y suplente. Aunque dicha autori-
go y al acuerdo entre los pueblos involucrados. Si bien
dad civil, en conjunto con la agraria, gobiernan esta
la correcta y oportuna aplicación de la ley es necesaria
micro sociedad, su lucha actual está vinculada a la tie-
para la resolución de este conflicto, se subraya que lo
rra. La ejecución, reconocimiento y titulación de los
primordial es la coexistencia de los pueblos. Aún más,
bienes comunales, concluyó apenas en el año 2000.
Don Juan Ignacio Rubio exhorta a los pueblos a unir-
La elaboración del Estatuto Comunal, hace de la
se para la explotación de bancos de arena o grava, de-
tierra el eje de la organización social, donde queda
pósitos de minerales y manantiales de agua, invitando
plasmada la visión indígena de la integridad del territo-
también, a un aprovechamiento a mayor escala de los
rio y se aprehenden técnicas y visiones para el reorde-
bosques y de manera sustentable. Con buena memo-
namiento territorial. Así mismo, refundan en un nuevo
ria, recuerda que esta congregación de pueblos divi-
mestizaje la pretensión indígena de aprovechar su terri-
didos posee numerosos motivos para el acercamiento
torio comunal de manera múltiple y sustentable. Antes
entre sí: el deporte, las fiestas, y los proyectos de pro-
de la formalización jurídica, Sevina ya había elaborado
ducción y comerciales en conjunto, con la finalidad de
un diagnóstico comunitario de sus recursos naturales,
detener la larga lista de muertes y agravios.
lo que le permitió entre 1996 y 1997, la recuperación de un bosque deteriorado. La reivindicación de la tierra es una lucha por la historia. Primero en el tiempo
Nuevo San Juan: Una vía indígena al futuro
y en el derecho, se dice en los pueblos. La memoria otorga legitimidad y aporta legalidad. Es sobre todo la
Nuevo San Juan conoció el riesgo de extinción muy
memoria del asentamiento y de la apropiación cultural
de cerca, su pueblo originario fue tomado por las olas
de un territorio por un pueblo, parte de los títulos vi-
incandescentes de un Paricutín enojado. En los años
rreinales. La Ley Lerdo de desamortización recuerda la
setentas fue parte de una resiembra de mitos, como
pérdida de atribuciones, como ayuntamientos propios
los de Don Vasco, que volvieron a llegar a las regiones
y su subordinación a municipios mestizos. Hay memo-
agrarias: autonomía campesina, empresas comunales,
ria de respeto a las personas del pueblo que han de-
uniones de ejidos y comunidades, y control sobre los
fendido la propiedad comunal. Hay memoria de lucha
recursos naturales en manos de concesionarios. Nue-
entre vecinos por los linderos. La titulación de los bie-
vo San Juan creció en ese entorno, dejó de vender
nes divide a la población en dos grupos: comuneros
barata su madera que durante décadas la explotaron
con derechos y avecindados.
concesionarios españoles e italianos, y de acuerdo a las nuevas circunstancias, desde 1978 fue parte de la
Nurío: Conflicto y consenso
Unión de Ejidos y Comunidades de la Meseta Tarasca, más como proyecto campesino que como destino in-
Nurío es una de las ocho localidades del Municipio de
dígena. En cerca de 23 años, el pueblo de Nuevo San
Paracho de Verduzco, y la integran 3 482 habitantes,
Juan ha podido mantener el apoyo de gobiernos cam-
de los cuales sólo 442 hablan la lengua materna. La
biantes, de fundaciones internacionales, y de cuadros
mitad de la población ha emigrado. Se practica la agri-
técnicos y administrativos, teniendo la ventaja de una
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plena seguridad jurídica sobre sus tierras, amparadas
deros de sus tierras cada vez que los grupos poderosos
en un título virreinal de 1715 y por resolución presi-
de Quiroga, municipio al que pertenecen, intentan to-
dencial desde 1991. Desde las asambleas de la comu-
mar madera o apropiarse de un milímetro de su tierra.
nidad —no indígena, sino agraria— construyeron su
Así hablaron durante más de cinco horas estas vo-
cohesión y lograron definir tareas y acuerdos comu-
ces antiguas pero no arcaicas, donde lo viejo se renue-
nes. La comunidad agraria desempeña un fuerte pa-
va y el pasado vive actuando en mezcla vertiginosa con
pel para el acceso a la tierra y sus recursos, con una
presentes cambiantes. Surgían constelaciones híbridas
cultura de decisiones colectivas a través de asambleas
y sincréticas articuladas en purépecha, tecnologías de
y autoridades reconocidas. De ahí despegaron, pri-
punta, empresas y comunidades. Se evitaba que una
mero como una eficiente empresa maderera que ac-
cultura anulase a la otra, buscándose, más bien, em-
tualmente genera 900 empleos anuales, y luego como
palmar a éstas. No había identidades congeladas sino
cohesión de una comunidad que excedió sus límites
una franja cultural en transformación continua; formas
formales y agrarios, para extenderse hasta el munici-
de vida abiertas, diversas y plurales, pero con un obje-
pio. Ahora se desdoblan en propuestas de control y
tivo común en el horizonte: sobrevivir como pueblo y
desarrollo territorial integral: hacia atrás, cuidando
territorio.
bosques, y hacia delante, con usos múltiples del territorio, desde huertas y praderas, hasta áreas turísticas y
Testimonios
espacios acuíferos. El modelo empresarial se acompa-
62
ña de una visión indígena y totalizadora del territorio.
Por qué no oficializar nuestro idioma purépecha. Fal-
Ambrosio Ruiz Soto, comunero designado para hablar
tan instituciones educativas en las comunidades y
en esta reunión por sus autoridades, técnico e ingenie-
eso nos obliga a salir, y cuando regresamos ya es con
ro formado en la doble escuela de la empresa y de la
mezcla… Me formé en Morelia, no en Capácuaro;
enseñanza formal, habla de una alianza de culturas.
me formé en Pátzcuaro, no en Janitzio. Se nos tra-
Pueblo y tierra refrendan el vínculo histórico con un
ba la lengua, no podemos entender igual. Es bien di-
hálito de modernidad.
fícil. El gobierno dice éste es el libro con el que vas a aprender…. Debemos desarrollarnos conforme a
Santa Fe de la Laguna: ¿De dónde viene esa capacidad para sobrevivir y adaptarse?
las necesidades propias. Vienen a estudiarnos gente con apellidos que da trabajo pronunciar. Queremos aprender cómo preparar lo que tenemos en nuestras propias comunidades: los bosques, el nurite. Ahora,
Mateo Santana Morales, comunero de Santa Fe de la La-
si nos echan a la judicial, nos dicen que no sabemos
guna, abrió el torrente de su memoria, donde la posesión
porque gastamos mucho en las fiestas, y el 12 de di-
de los recursos y la propiedad de la tierra pueblerina han
ciembre ahí andan queriendo ser como nosotros, se
sido los resultados de la ardua lucha contra grupos po-
visten con calzoncitos y ya luego al día siguiente en
derosos. Desde los títulos virreinales hasta la resolución
el camión nos andan viendo y nos discriminan.
presidencial de 1953, se otorgó 5 168.55 hectáreas, más
Representante de Capácuaro
otras 20 has. de zona urbana para 2 100 comuneros censados en esa fecha. Ahora tienen 4 527 habitantes de los
El concepto que tenemos todos, es que al llegar di-
cuales sólo 432 hablan la lengua aborigen. Esas historias
ciembre todos queremos ser indígenas y ya luego
de agravios y de entereza del pueblo, nos recuerda que
nadie somos. Creo que hay que ver lo que quere-
toda forma de vida con impulso civilizador, de perma-
mos. Soy de San Juan Nuevo y San Juan pertenece
nencia y de creación, es al mismo tiempo una postura de
a la meseta purépecha. Soy de la meseta purépe-
resistencia y de lucha. Una campana suena en la madru-
cha. Creamos talleres para recuperar la lengua pu-
gada y los ocho barrios de Santa Fe de la Laguna, prime-
répecha. La escuela bilingüe la rechazó la SEP. ¿Para
ra comunidad fundada por Don Vasco en Michoacán, se
qué quieres aprender? Para saberla, pues pa’ que
reúnen en la plaza, y de ahí a cuidar el monte y los lin-
ch… más. Unos quieren maruchan y otros quieren
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corundas. El respeto a los mayores es lo que es pu-
rar ganado —de la gente de Quiroga— de nuestros
répecha…
campos. Un 17 de noviembre se tomó la decisión Ambrosio Ruiz. Nuevo San Juan
y los ocho barrios organizados salieron a cuidar el monte. En uno de los caminos, en la famosa “Y” en
Tomando en cuenta el deterioro del recurso fo-
la entrada a Quiroga y la desviación a Pátzcuaro,
restal, nos interesaba su protección y por eso de-
hubo un zafarrancho en el que nosotros sólo res-
finimos una zona de protección forestal. Tuvimos
pondimos con piedras. Fuimos agredidos con ar-
problemas de agua, por lo que debíamos trabajar
mas de fuego donde salieron muertos los hermanos
en la racionalización del uso del agua y planear la
López. El gobierno quiso intervenir pero lo hizo en
perforación de un pozo profundo. Los terrenos se
contra de la comunidad y once compañeros fueron
agotaron y con ellos otros recursos naturales. Qué
remitidos a la ciudad de Pátzcuaro. Luego de varias
vamos a hacer cuando los árboles crezcan, el po-
medidas de presión fueron liberados en mayo del
tencial es fuerte. Se ha visto que tienen que nego-
siguiente año.
ciar con la zona aguacatera para evitar conflictos
Mateo Santana. Santa Fe de la Laguna
por el uso de agua. El plan de ordenamiento territorial implica obras de conservación. En una visita
…Ahí va todo: nuestras autoridades, los procedi-
a Oaxaca vimos que una alternativa para el aprove-
mientos de elección, el trabajo organizado, que
chamiento de los recursos naturales es el ecoturis-
aunque no haya recursos hay participación organi-
mo. Ahora tenemos unas cabañas y restaurante con
zada por faenas (aulas, calles). Hemos pedido vigi-
comida de la comunidad.
lantes para el bosque y ellos tienen su propio plan,
Leopoldo León Jacobo. Sevina
pero sale en vano. Nosotros sabemos cómo. No explotamos el bosque y sancionamos. Es la comuni-
…En otra ocasión, en octubre después de la fies-
dad más organizada en el municipio de Paracho.
ta (nosotros respetamos esas celebraciones), volvi-
Nunca nos han escuchado de qué manera quere-
mos con una asamblea en la que nos organizamos
mos trabajar.
por ocho barrios. Ahí se acordó que íbamos a reti-
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Juan Ignacio Rubio. Nurío
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Fuente: Sistema de Información Geográfica-CDI, México, 2006.
Región Purépecha
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MICHOACÁN: PUEBLOS INDÍGENAS, AUTORIDADES Y POLÍTICAS PÚBLICAS Aída Castilleja1 El estado de Michoacán es una entidad de contrastes geográficos, pero sobre todo, por su gente que se encuentra desigualmente distribuida a lo largo y ancho de su territorio: hay zonas de la parte central y norte de la entidad, donde predominan municipios de territorios reducidos con una alta densidad de población y alta productividad; mientras que otros municipios del sur y de la costa michoacana, con grandes extensiones y baja densidad de población, tienen formas de producción menos diversificadas. Las diferencias entre municipios se reflejan en las cifras de marginalidad que son, en términos generales, menos severas en el primer grupo y que en el segundo. A estas condiciones debemos agregar la importante diversidad cultural, a la cual contribuyen de manera destacada, aunque no exclusiva, cuatro pueblos indígenas: mazahua, nahua, 1
Investigadora del Centro INAH Michoacán. Para la elaboración de este documento, me he basado en las intervenciones que se dieron en la Sexta reunión del seminario de políticas públicas y reconstitución de los pueblos indígenas, “Caso regional Michoacán”, que se llevó a cabo en la ciudad de Uruapan el 13 de febrero de 2004. También he tomado como referencia otras reuniones convocadas por el gobierno estatal para definir la relación entre éste y los pueblos indígenas, y para la formulación del plan de desarrollo estatal, así como el trabajo de investigación que venimos desarrollando dentro del proyecto del INAH: Etnografía de las regiones indígenas de México en el nuevo milenio.
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Fig. 1. Población hablante de lenguas indígenas
otomí y purépecha. No sobra decir que la composición
en Michoacán, 2000
de los municipios, en el total de la entidad, es muy heterogénea, lo que nos exige ser cuidadosos al establecer comparaciones en este nivel de organización territorial. Estas diferencias han sido la base para formular regionalizaciones, tanto del ámbito académico como de la administración pública, teniendo estas últimas la finalidad —no siempre lograda— de orientar la aplicación de programas oficiales, sobre todo cuando éstos competen al ámbito estatal. A pesar de estos intentos, en el diseño de las políticas públicas orientadas al desarrollo, poco se repara en lo que corresponde a la distinción cultural de la población a la que éstas se dirigen; distinción que, entre otros elementos, emana de las características de
66
sus formas de organización, de las modalidades de sus
Inicialmente, mencionaré en este documento a los
formas de gobierno, del sentido de autoridad, de sus es-
cuatro pueblos originarios para luego centrarme en el
trategias de supervivencia y de sistemas normativos que
último de ellos. Éstos son: Mazahua y Otomí, asenta-
regulan el acceso a bienes de propiedad común.
dos en la porción oriente de la entidad; Nahua, distri-
Por la larga ocupación de los territorios que habitan
buido a lo largo de la franja costera —sobre todo en la
y que les han pertenecido históricamente, podemos re-
zona serrana—; y el purépecha, que se localiza en la
ferirnos a estos cuatro pueblo como pueblos originarios,
parte centro-occidental del estado.3
distinguiéndolos de otras poblaciones pertenecientes a
Sin dudar del valor del pueblo purépecha, que por
distintos grupos étnicos que han inmigrado a esta enti-
ser exclusivo de Michoacán, registra la cifra más alta
dad para establecerse de manera definitiva o temporal,
de hablantes de una lengua indígena en la entidad y
prefiriendo para ello las ciudades más grandes donde
abarca la mayoría del territorio, debemos insistir en la
sobreviven básicamente de la producción y venta —so-
importancia de los otros tres pueblos. Estos tres pue-
bre todo ésta última— de artesanías; otros optan por in-
blos —mazahuas, otomíes y nahuas—, aún cuando
sertarse en los mercados de trabajo regionales, como es
tienen filiación con grupos étnicos que hablan la mis-
el caso de la ciudad industrial Lázaro Cárdenas, lo que
ma lengua y están asentados en otras latitudes del te-
explica por qué el municipio donde está enclavada esta
rritorio nacional, tienen particularidades derivadas del
ciudad, registra la cifra más elevada en cuanto al núme-
contexto social, político y económico en el que se en-
ro de lenguas indígenas habladas. El censo realizado en
cuentran inmersos, y con el que han interactuado du-
el 2000, reportó que en el estado de Michoacán exis-
rante mucho tiempo, mismo que se remonta hasta
ten 121 849 hablantes de lenguas indígenas, mismos
antes de la invasión hispana. Mazahuas y otomíes, hoy
que representan 3.5% del total de población estatal de
día, mantienen relaciones con comunidades de estas
5 años. La distribución porcentual según las principales
mismas etnias ubicadas en el Estado de México, y en
lenguas registradas se presenta en la figura 1.
menor medida, con los otomíes de Querétaro. La inte-
Cabe recordar que esta cifra, que sólo es un indica-
racción se extiende a otros círculos, como la ciudad de
dor basado en el número de hablantes de una determinada lengua indígena, excluye a quienes, sin hablar la lengua que los caracteriza como grupo étnico, mantienen una identidad étnica y un sentido de adscripción a 3
sus respectivos pueblos.2 2
Aunque resulta difícil precisar alguna cifra real, una aproximación a ella es lo que ha considerado la Coordinación In-
terinstitucional para la atención de pueblos indígenas del gobierno de Michoacán, que reporta un total aproximado de 500 mil indígenas. Esta extensa región, que abarca más de 20 municipios, por las características del territorio en el que están asentados y por otros elementos que constituyen referentes culturales de la identidad, comúnmente se subdivide en la zona de la Meseta o Sierra, la Cañada de los Once Pueblos, la Ciénega de Zacapu y la Zona Lacustre.
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México, a donde migran y confluyen en centros de tra-
gión sureña de la costa y de la tierra caliente; un lugar
bajos compartidos (central de abasto y comercio infor-
intermedio corresponde a la zona mazahua y otomí,
mal, por citar algunos). No pasa lo mismo, en términos
en tanto que la región purépecha —salvo algunas ex-
de interacción étnica, con los nahuas de la sierra-cos-
cepciones— registra cifras que aunque la colocan en
ta, quienes han tenido condiciones de mayor distancia-
una posición de marginación media, es relativamente
miento respecto a otros grupos hablantes de náhuatl,
la que menores carencias tiene respecto a las otras zo-
sean del vecino estado de Guerrero o de Jalisco.
nas indígenas de la entidad. El número y la composi-
Intentando encontrar una característica común de
ción indígena de los municipios difiere de una a otra
estos cuatro pueblos, podemos señalar la elección de
zona: mientras que las comunidades indígenas de la
zonas montañosas para su residencia: purépechas, ma-
sierra-costa nahua, se encuentran distribuidas de ma-
zahuas y otomíes se distribuyen en dos porciones del
nera desigual en tres municipios, las comunidades pu-
eje neovolcánico transversal, mientras los nahuas ocu-
répechas ocupan territorios de magnitud diversa en por
pan tierras de la Sierra Madre del Sur. Todos ellos des-
lo menos 23 municipios de la zona centro-occidente
tinan gran parte de su tiempo y energía a actividades
de la entidad, en tanto que las comunidades mazahuas
productivas —sobre todo agrícolas—, orientadas pri-
y otomíes se distribuyen un cuatro municipios colin-
meramente al autoconsumo, y en segundo término, a
dantes con el Estado de México.
la producción artesanal. Distinguiéndose entre sí, in-
La enunciación de elementos que distinguen y ase-
tegran a sus estrategias de sobrevivencia el aprovecha-
mejan a estos pueblos entre sí, puede continuar, pero
miento sistemático de recursos naturales, que en no
enfocando el tema que nos concierne, se antoja indis-
pocas ocasiones han sido motivo de fuertes conflictos,
pensable exponer algunos rasgos característicos de las
tanto entre sus mismas comunidades como con agen-
formas de organización que regulan la vida social de
tes externos interesados en su explotación: es el caso
cada uno de estos pueblos. Al revisar la información cen-
de los recursos forestales (madera y resina fundamen-
sal sobre el número y tamaño de localidades, y cotejar-
talmente) y mineros. Estos últimos concernientes a la
la con datos geográficos, el primer contraste que salta a
sierra-costa nahua. Integrantes de los cuatro pueblos
la vista es la diferencia en cuanto a los patrones de dis-
migran a destinos diversos, dentro y fuera de sus res-
tribución espacial de la población, lo que, como desta-
pectivas regiones; ya sea a Estados Unidos o a otras
caré más adelante, constituye —entre otros— uno de los
ciudades o campos agrícolas, ésta parece ser su opción
factores de explicación de las formas de gobierno y de
más viable para la generación de ingresos. Se diferen-
las estrategias de reproducción como entidades socia-
cian entre sí por el volumen y las temporadas en que
les, culturalmente diversas y socialmente diferenciadas.
migra su población; por el género y la generación de
La región purépecha, no obstante que es la más exten-
quienes se integran a los flujos migratorios y por la du-
sa en términos territoriales, es la que proporcionalmente
ración y frecuencia de la experiencia migratoria. Es im-
tiene un menor número de centros de población y una
portante subrayar que estos movimientos de población
más alta concentración de ésta en cada uno de ellos. El
quedan reflejados en la adecuación de normas comu-
55.7% de la población hablante de lenguas indígenas ha-
nitarias que regulan y definen la pertenencia a la co-
bita en localidades por encima de los 2 500 habitantes.4
munidad, mediada siempre por el cumplimiento de las
En la zona mazahua-otomí, esta proporción es de apenas
obligaciones que la misma comunidad exige.
el 3.7%, en tanto que en la zona nahua no existen cen-
Si bien es cierto que en el conjunto nacional, los
tros de población que rebasen los 2 500 habitantes.
pueblos indígenas registran índices más altos de margi-
La alta concentración de población por localidad,
nación respecto a la población no indígena, es necesa-
en la región purépecha, se corresponde con la consti-
rio precisar que las cifras estatales muestran diferencias entre las zonas donde se distribuyen los pueblos a los que nos hemos venido refiriendo. La zona nahua es la que registra la más alta marginación, situación que comparte con otros municipios no indígenas de la re-
4
En esta cuantificación hemos distinguido y manejado de manera particular las cifras que corresponden a las cabeceras municipales, ya que tienen una composición y dinámica que difiere sustancialmente del resto de los centros de población.
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68
tución de la comunidad agraria; salvo muy contadas
de los casos corresponde a bienes comunales.5 En estos
excepciones de comunidades desagregadas entre un
casos, dentro de la esfera de lo agrario, se reconoce a un
pueblo cabecera y un conjunto de anexos (como es
determinado pueblo como cabecera, al que está asocia-
el caso de Tarecuato o Pamatácuaro). Cada uno de los
do un número variable de asentamientos cuyo tamaño,
centros de población conforma una entidad en térmi-
en términos de número de habitantes, es igualmente di-
nos agrarios y una unidad de la administración munici-
verso, pero siempre con cifras que pocas veces rebasan
pal que, por lo general, corresponde a la categoría de
los 500 habitantes (en la zona nahua se les denomina
jefatura de tenencia; en contados casos, tienen la je-
ranchos o rancherías; en la zona mazahua-otomí se les
rarquía de cabecera municipal. Esta condición explica
conoce también como manzanas). A los pueblos cuya
por qué cada centro de población se organiza en una
jerarquía agraria se reconoce como cabecera, en el or-
entidad que toma decisiones competentes tanto al or-
den municipal corresponden a jefaturas de tenencia, y
den civil (municipal), como al agrario, interviniendo en
los que están asociados a cada una de ellas tienen, por
la constitución de sus respectivos gobiernos locales. En
lo general, la categoría de encargaturas del orden.
estos cuatro pueblos, el sentido de comunidad en tor-
Esta distinción, en términos agrarios y civiles, es su-
no al cual se toma decisiones para resolver conflictos,
mamente importante, ya que de ello depende la ma-
está anclado, de manera indisoluble, en la tenencia co-
nera en que se integra el sistema de autoridad local.
lectiva de la tierra y en una larga historia decantada en
Esta desagregación implica que, en el ámbito estric-
su territorio, tal como fue expuesto en la experiencia
tamente local, las decisiones en materia agraria es-
del pueblo de Santa Fe de la Laguna.
tén sujetas a una instancia ubicada por encima de ese
En las zonas mazahua-otomí y nahua, esta asocia-
nivel local. Por otra parte, dentro del ámbito civil, el
ción entre la constitución de la entidad agraria con un
pueblo cabecera, en términos agrarios —jefatura de
determinado centro de población, difiere sustancial-
tenencia en lo civil—, no opera de manera tan estric-
mente: la comunidad —en términos agrarios— está for-
ta su posición de intermediación con el municipio.
mada por un número variable de centros de población
El siguiente esquema representa la forma de organi-
que pertenecen a una misma entidad, que en la mayoría
zación predominante entre nahuas, mazahuas y otomíes.
Fig. 2. Esquema de organización civil y agraria en la zona mazahua-otomí y nahua
5
Aún cuando hay casos en los que la tierra en propiedad social toma la figura de ejido y también existen tierras en pe-
queña propiedad, las tierras en propiedad comunal son las que definen, en gran medida, el sentido de la comunidad.
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En el ámbito civil existe, según sea la jerarquía de
choacán, el 13 de febrero de 2004; así, por ejemplo,
la localidad, un jefe de tenencia o encargado del or-
Leopoldo Jacobo (del Consejo de representantes de Se-
den; en la esfera de la impartición de justicia puede
vina), inició su intervención diciendo: “Con el permiso
haber un juez menor de tenencia; en lo agrario, de-
de las autoridades de nuestra comunidad,vamos a dar
pendiendo del estatus legal de la tenencia de la tierra,
a conocer nuestra experiencia…”.
existe el representante o comisariado de bienes comu-
Aunque son variadas las modalidades que adopta
nales, o el comisariado ejidal. En uno y otro caso varía
el gobierno local, éstas comparten la característica de
el número de funcionarios según la legislación que a
constituirse en instancias que, en su función de regu-
cada uno le corresponda y las adecuaciones particula-
lador del orden interno, intervienen en la resolución
res que cada caso asuma.
de conflictos que se presentan tanto en el interior de
Las relaciones entre la autoridad local con la au-
una comunidad, como entre algunas de éstas. Respec-
toridad municipal y judicial por un lado, y con las
to a los últimos, destacan añejos conflictos de carácter
instituciones correspondientes al círculo agrario, se es-
agrario que derivan de la falta de definición de linde-
tablecen a través de las respectivas autoridades de ma-
ros y exigen una resolución por la vía de la legislación
nera independiente; las leyes y reglamentos que los
agraria. En la zona mazahua-otomí y entre comuni-
rigen, no definen relación alguna entre una y otra fi-
dades purépechas, a este tipo de conflictos se suman
gura de autoridad. Esta distinción y separación no ope-
otros ocasionados por el acceso ilícito a recursos fores-
ra de la misma manera en el nivel local, en donde, de
tales, como el robo de madera y la tala clandestina que
manera recurrente, existen vínculos entre estas autori-
con frecuencia desemboca en violentos enfrentamien-
dades y jerarquía entre ellas, lo que explica que con la
tos. Este tipo de conflictos escapa al control y resolu-
condición de atender particularidades en el funciona-
ción entre las partes que intervienen, apelando, para
miento del gobierno local, frecuentemente encontra-
su resolución, a la mediación de instancias guberna-
mos que en las comunidades indígenas a la autoridad
mentales, sin que ello garantice una pronta y definitiva
agraria se le reconoce una posición que está por enci-
solución. Como han señalado recientemente funciona-
ma del resto de las autoridades locales. Estas relaciones
rios estatales y federales, estas problemáticas se agra-
y jerarquías se establecen ya sea a través de institucio-
van por la participación de grupos, organizaciones e
nes6 locales, de preceptos o de funciones vigentes, que
intereses políticos enfrentados entre sí, que reducen las
norman el orden de la vida comunitaria y conforman
posibilidades de conciliación entre las comunidades
lo que hemos denominado gobierno local. A este cuer-
en involucradas en el conflicto.
po de autoridades y normatividades que regulan el or-
Escenarios como los señalados en el párrafo an-
den local, se integra, regularmente, la organización de
terior, evidencian elementos que deben tomarse en
la vida ceremonial a cargo de un cuerpo de mandos
cuenta al tratar el tema de la reconstitución de los pue-
que constituyen una jerarquía religiosa de compleji-
blos como entidades políticas. En la reunión de Urua-
dad diversa. Ser autoridad dentro de las comunidades
pan, de manera similar a lo que hemos escuchado en
indígenas, implica un sentido de compromiso de con
otros foros, se habla de divisiones al interior de las co-
la comunidad y de respeto por parte de sus integran-
munidades, generadas por la participación de grupos
tes hacia sus autoridades civiles, agrarias y religiosas,
y partidos políticos que operan con lógicas distintas a
como quedó manifestado en la forma en que fueron
las formas de autoridad y gobierno locales. La genera-
presentándose los participantes en la Sexta sesión del
ción de clientelas políticas ha propiciado rupturas en
seminario de políticas públicas y reconstitución de los
el seno de las comunidades. De ahí que la frase “los
pueblos indígenas, que tuvo lugar en Uruapan, Mi-
partidos políticos nos están dividiendo”, se convierta en un lema cada vez más frecuente, tal como lo escu-
6
Me refiero al concepto de institución que ha planteado Mintz y Price, quienes la definen como “cualquier interacción regular u ordinaria que adquiere un carácter normativo y puede por lo tanto ser empleada para satisfacer necesidades recurrentes” (1992: 23)
chamos en boca de Mateo Santana durante la reunión que tuvo lugar en Uruapan y en la que participó como representante del pueblo de Santa Fe de la Laguna. Este reconocimiento de rupturas internas y de pérdida del
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control de los procesos comunitarios por parte de las
frentadas por conflictos de tierras”.7 Otro curso de ac-
instituciones locales, se expresó en una reunión con-
ción en el que se expresó la relevancia de lo local, lo
vocada en el 2003 por el gobierno estatal para la for-
escuchamos en la respuesta a una pregunta dirigida a
mulación del plan de desarrollo, en la que uno de los
los representantes de Sevina, con relación a lo que se
puntos a tratar, versaría sobre el reconocimiento de los
conoce sobre el proceso de organización —bajo un
pueblos indígenas: “…antes del reconocimiento, es ne-
modelo que oscila entre la empresa y la comunidad—
cesario que nos volvamos a arreglar, que nos reconsti-
que ha seguido Nuevo San Juan, para lograr el apro-
tuyamos como comunidad”. Este tipo de argumentos
vechamiento sustentable de sus recursos naturales, en
derivados del área local, sirven para explicar las dife-
particular, de los forestales; la respuesta fue clara: “…
rencias entre posiciones políticas que han estado pre-
Quisimos apoyarnos en el modelo de San Juan, y vimos
sentes en la elaboración de propuestas en otros niveles
que nuestras condiciones eran distintas a las de ellos…
de organización y participación, como fue el caso de
deberíamos construir uno propio”. Un argumento simi-
las jornadas para la consulta y formulación de la ley
lar fue presentado por quien acudió en representación
estatal sobre derechos y cultura indígena.
de Pichátaro, al señalar que en cada caso los caminos
Sin negar que haya habido importantes avances en el reconocimiento político de los pueblos indíge-
70
a la reconstitución son distintos, y llamó a aceptar los modelos que cada comunidad tiene.
nas, es necesario resaltar lo que se manifiesta en foros
En esas intervenciones se insistió en el imperioso
como los que aquí se señalan, así como en la reali-
reconocimiento de la comunidad como un nivel de
dad de la vida comunitaria. El sentido de comunidad,
gobierno: “…nos debemos considerar una institución
fuertemente asentado en la constitución como entidad
más. Pedimos el reconocimiento del cuarto nivel de
agraria y con un sistema de autoridad propio, y la ur-
gobierno que tal vez no se logre en lo legal, pero de
gente solución de los conflictos intercomunitarios, son
hecho lo podemos hacer”. Este énfasis en la autonomía
factores que intervienen en la definición de un senti-
de la comunidad, de ningún modo implica una visión
do de identidad centrado en el nivel comunitario, es
romántica exenta de diferencias internas, sino el reco-
decir, del pueblo. Sentido que difiere del concepto de
nocimiento de ésta como entidad política, con orga-
Pueblo —en términos de la OIT— como entidad políti-
nización y potencial propios en la resolución de sus
ca supracomunitaria, por el que pugnan diversas orga-
conflictos.
nizaciones etnopolíticas, presentes en las zonas a las
Con los argumentos expuestos en párrafos anterio-
que nos hemos referido y, sobre todo, actuantes en la
res confirmamos la importancia de distinguir niveles
intermediación con el Estado (Castilleja, Cervera, en
de organización —comunitario y supracomunitario—,
prensa).
a los que corresponden modalidades y grados distintos
La preeminencia del ámbito local se evidenció en
de control sobre instituciones y procesos; distinción que
la mayoría de las participaciones de quienes acudieron
podemos relacionar con el concepto de control cultural
en calidad de representantes de sus respectivas comu-
acuñado por Bonfil (1991). Esta propuesta, como recor-
nidades: escuchaban respetuosamente las experiencias
daremos, está orientada a la explicación de relaciones
de organización y de resolución de conflictos, y más
y formas propias de organización en correspondencias
allá de identificarse problemáticas comunes —que las
asimétricas, y como proceso, a través del cual, se gene-
hay—, las intervenciones destacaban la particularidad
ra una capacidad de decisión sobre elementos cultura-
de los procesos locales; en unos casos orientados a la
les en el que se gesta un núcleo de cultura propia, cuya
participación casi exclusiva de actores comunitarios, y
organización “les da sentido y es exclusiva y única de
en otros entre comunidades enfrentadas, como ha sido
cada cultura, y sobre la cual se funda la identidad social
el caso de Nurío frente a vecinos que han logrado re-
propia, contrastante” (1991: 53).
solver algunos problemas de linderos mediante acuerdos intercomunitarios, aunque en otros la solución no se logró: “…los dos perdimos, hubo enfrentamientos y muertos de una y otra comunidad que estábamos en-
7
Así fue confirmado en la intervención de uno de los representantes de Nurío, que participó en la reunión preparatoria del Seminario de políticas públicas que tuvo lugar en Pátzcuaro el 4 de febrero de 2004.
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En el funcionamiento de la vida social (nivel local
por sus respectivas comunidades. En este tipo de rela-
o comunitario), es viable, por tanto, identificar elemen-
ciones, podemos reconocer la existencia de códigos
tos comunes que deriven de la existencia de códigos
culturales comunes, sin que por ello dejen de existir
culturales compartidos. No obstante, estos elementos
las distinciones comunitarias; así por ejemplo, con la
se presentarán, forzosamente, con variantes sujetas a
predominancia de un modelo local, son comunes los
condiciones específicas, determinadas por su propio
matrimonios entre personas pertenecientes a distintas
contexto. Aún con esto, podemos señalar algunos pun-
comunidades; son frecuentes las visitas de una a otra
tos que tienen un carácter estructurante en los que se
comunidad, ya que responden a una dinámica recí-
sustenta la vida y la organización comunitaria: la im-
proca de carácter ritual (participación en fiestas pa-
portancia de las relaciones de parentesco en la con-
tronales y devoción a imágenes religiosas comunes);
figuración de interacciones sociales; la existencia de
existe también, un sistema de intercambio de bienes
sistemas normativos y prescripciones que regulan el or-
producidos u obtenidos localmente —agrícolas, pes-
den local; el cumplimiento o no, de obligaciones que
queros y/o artesanales— cuya lógica no necesaria-
confieren un sentido de pertenencia comunitaria, y las
mente corresponde a la que impone el mercado en un
relaciones con comunidades jerárquicamente equiva-
sentido más amplio.
lentes y con otras de niveles superiores, con las que se
En contraste, el nivel supracomunitario está defi-
vinculan a través de mecanismos definidos por las ins-
nido por relaciones en las que están inmersas las co-
tituciones del Estado, sin que por ello esté ausente la
munidades y que dependen, fundamentalmente, de
lógica propia de la comunidad.8
mecanismos y procedimientos impuestos por las insti-
En el nivel comunitario se inscriben las modalida-
tuciones, y forma parte del sistema de gobierno hege-
des que adquiere el gobierno local, la organización
mónico. Se trata de relaciones verticales en las que el
de la vida social, los procedimientos de resolución de
control se lleva en sólo uno de los polos de la relación
algunos conflictos, y los vínculos establecidos entre
—el de las instituciones oficiales—, en tanto que en el
comunidades, en las que no existen posiciones jerár-
otro —que en este caso correspondería a las comuni-
quicas diferenciadas y que toman la forma de permu-
dades indígenas—, se gestan mecanismos de adapta-
tas de índole social, económica y ritual. En este mismo
ción a la realidad local. Son relaciones en las que la
nivel de organización, se integran acuerdos interco-
valoración de la disimilitud étnica, es de reciente his-
munitarios reconocidos y legitimados por las autorida-
toria, luego de una larga trayectoria en la que dicha
des correspondientes, tal como fueron expuestos por
distinción buscaba disolverse, o bien, no operaba en
miembros de la comunidad de Nurío en la sexta se-
el diseño de políticas públicas. Otro de los campos de
sión del seminario de políticas públicas que se llevó a
relaciones que corresponde a este nivel, es el del mer-
cabo en Uruapan a mediados de febrero de 2004, así
cado, tanto de bienes y servicios como el de la mano
como en la reunión preparatoria que tuvo lugar días
de obra, dicho campo interviene en el ajuste de estra-
antes en Pátzcuaro. Se trata de acuerdos orientados a
tegias para la sobrevivencia de los pueblos indígenas
la gestión y realización de obras para beneficio mutuo
que, por lo general, se rigen por la lógica de la plu-
y, por otra parte, de posibles soluciones a conflictos
riactividad, en la que la organización del trabajo fami-
determinados: “es de nosotros el problema, nosotros
liar tiene un papel preponderante.
lo podemos resolver”. Esta manera de actuar y llegar
Es en este nivel de organización supracomunitaria,
a acuerdos goza de mayor legalidad, en tanto que la
donde también se generan vínculos con organizacio-
representatividad de quienes intervienen está avalada
nes etnopolíticas no siempre reconocidas o legitimadas por el nivel local. De ahí que muchas de ellas, con el paso del tiempo, sean fuertemente cuestionadas por
8
En este punto, son múltiples los ejemplos de adecuaciones del vínculo con la organización del municipio, que se expresan en la manera de nombrar a las autoridades civiles en el ámbito local, la duración del nombramiento, el cumplimiento de funciones consignadas en la ley municipal y aquellas que impone la organización comunitaria.
las propias comunidades, argumentando una representatividad inválida, y anulando, de este modo, su accionar, ya que no responde a las necesidades manifestadas por las comunidades. Son organizaciones que
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han emergido por mediación política entre comunida-
titución de municipios indígenas forma parte de la
des y el Estado; algunas de ellas unidas por la defensa
agenda política, ésta no se ha concretado por distin-
de la tierra; otras, por la organización del magisterio
tas razones; algunas de índole legal, como el incum-
en general, y el indígena en particular, y otras más, a
plimiento con las regulaciones vigentes en cuanto
partir de relaciones con organismos no gubernamen-
al número de habitantes y la inviabilidad del soste-
tales de distinto carácter (productivo, organizaciones
nimiento con recursos municipales, por ejemplo, y
de mujeres, de defensa de derechos humanos, etcéte-
otras de carácter político, como la falta de acuerdos
ra). Las diferencias entre este tipo de organizaciones y
sobre los núcleos de población que conformarían un
sus dirigentes, que generalmente derivan de un con-
nuevo municipio, la jerarquización de estos núcleos,
trol discrecional de los recursos o beneficios que se
y la elección de aquél que fungiría como cabecera
gestionan, llegan a expresarse o a transferirse en deter-
municipal.
minadas comunidades, pero las diferencias están lejos de dirimirse en este ámbito.
Es en el plano local, donde la organización y los funcionarios del orden municipal —jefaturas de tenencia o encargados del orden—, adquieren ciertas
La relación con el Estado
especificidades que se expresan tanto en las formas de nombramiento como en las funciones que desem-
En este apartado se retomará el papel del Estado en su
peñan. Como se ha comentado, unas son las regula-
acción frente a los pueblos indígenas, tomando en con-
ciones que quedan expresadas en la ley municipal
sideración dos vías: la de las instituciones que compe-
para este nivel de funcionarios, y otras son las que
ten de manera directa a las formas de gobierno —sobre
la propia vida comunitaria asigna y define. Una de
todo del nivel municipal—, y la de aquellas encarga-
ellas —por citar un ejemplo—, se refiere a la dura-
das del diseño y la aplicación de políticas públicas.
ción del nombramiento que debería cubrir tres años
72
Para abordar la primera de ellas, será de utilidad
en correspondencia con el período reglamentado
detenernos en uno de los puntos enunciados páginas
para la presidencia municipal. No obstante, hemos
atrás: el gobierno local. Como se ha comentado, los
observado que, tanto en comunidades mazahuas,
municipios son heterogéneos en términos de su exten-
otomíes, nahuas y purépechas, estos nombramientos
sión y de la población que concentran, así como por
se renuevan anualmente al igual que otras autorida-
los recursos naturales y las actividades productivas que
des locales, sobre todo en el área de la organización
los distinguen. Los municipios en cuya composición
ceremonial. Uno de los argumentos reside en que a
destaca el elemento étnico, no son la excepción. En
la autoridad civil también le corresponde —por usos
dichas condiciones, la presencia de este elemento se
y costumbres—, el cumplimiento de otras obligacio-
manifiesta en la existencia —por cierto reciente— de
nes, lo que resulta difícil de cumplir durante más de
alguna instancia del gobierno municipal, ya sea como
un año de manera consecutiva. Aún cuando en la
área a nivel ejecutivo o como regiduría, encargada de
legislación vigente se indica que el cumplimiento
los llamados asuntos indígenas.9
como autoridad en este nivel de la administración
Las reformas a la ley municipal han sido insufi-
municipal debe ser remunerado, en el ámbito de
cientes para atender la demanda de remunicipaliza-
la vida comunitaria esta situación no siempre ope-
ción, tan discutida en numerosos foros y manifestada,
ra, ya que el desempeño como autoridad conlleva
en más de una ocasión, en diversos medios informati-
un sentido de servicio por el que no debe recibir-
vos de circulación estatal y nacional. Si bien la cons-
se paga alguna. Otras adecuaciones del plano local —más sustanciales por cierto—, están relacionadas
9
Ello responde a disposiciones asentadas en la ley municipal vigente, que señala que aquellos municipios cuya composición incluya población indígena, deberá conformar un área particular de atención a esta población. Es por ello que en algunos casos existen departamentos o direcciones de atención a asuntos indígenas, o bien, regidurías exclusivas o agregadas a otras áreas de atención.
con la manera en que se vincula las distintas figuras de autoridad. Para simplificar la explicación, presento a continuación un esquema de autoridad local que opera para el caso de comunidades purépechas (Castilleja et al., 2003).
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Fig. 3. Esquema de gobierno local en comunidades de la región purépecha
73 En este esquema destaca el sentido de vinculación, jerarquía e integración que el ámbito de la vida co-
bien, la gente de gobierno y nosotros que somos autoridades pequeñas”.
munitaria asigna a los distintos cuerpos de autoridad,
Por lo que se respecta a la segunda vía por don-
aún cuando en la legislación o regulación institucio-
de fluye la relación con el Estado, la de las políticas
nal formal, nada se establece al respecto. Esta vincula-
públicas, es importante resaltar que este aspecto debe-
ción forma parte del sistema normativo que prescribe
ría ser abordado con mayor intención que la de hacer
obligaciones y derechos, y que opera en la regulación
un inventario de las acciones dirigidas a estos pueblos,
del orden social de la comunidad. Prescribe la partici-
con un análisis de cómo la operación de determina-
pación en instancias de toma de decisiones colectivas,
dos programas ha incidido en las formas propias de or-
en donde se dirimen asuntos que competen tanto a la
ganización comunitaria (para la región purépecha, el
vida interna como a su relación con otras comunida-
caso de la cuenca de Pátzcuaro es emblemático con
des, y con las instancias de gobierno municipal, esta-
sus más de cincuenta años de programas de interven-
tal o federal. El gobierno local, como ha sido expuesto
ción para la optimización de sus condiciones ecológi-
por Zárate (1993: 129), es una estructura dual median-
cas). Sin pretender agotar este tema —que rebasaría los
te la que se regula el gobierno, ya sea en formas de
objetivos del presente documento—, haré mención de
organización comunitaria o en medidas impuestas por
algunos elementos de interés referentes al accionar del
las instituciones del Estado. El reconocimiento de am-
Estado, que mediante instituciones y regulaciones, se
bos tipos de autoridad, que toma distintas formas, fue
convierte en un agente más del cambio de las formas
recordado en el saludo que presentó, primero en pu-
de organización de las comunidades indígenas. En el
répecha y luego en español, Juan Ignacio Rubio (repre-
análisis de la fragmentación y la disolución de las or-
sentante de Nurío durante la sesión que hemos venido
ganizaciones de los pueblos indígenas, debemos aten-
mencionando), quien inició su intervención dicien-
der a lo planteado por Margarita Nolasco, en el sentido
do respetuosamente: “Espero que todos se encuentren
de que dicho debilitamiento también debe ser asimi-
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lado como una consecuencia de las políticas públicas que se han sucedido históricamente.
74
Nuevas instituciones de atención a pueblos indígenas se han integrado en los últimos años al escenario de
Es bien conocido el hecho de que los purépechas
la vida institucional y de las políticas públicas. Desde el
tienen una larga y diversificada experiencia de interlo-
primer año del actual gobierno estatal, se creó la Coordi-
cución con el Estado. Este grupo ha sido elegido más
nación Interinstitucional para la Atención a los Pueblos
de una vez para iniciar campañas o proyectos vincula-
y Comunidades Indígenas del Estado de Michoacán,
dos con la atención a la población indígena. Pátzcuaro
cuyo objetivo es empatar los planes que, desde distin-
ha figurado como sede de eventos de corte indigenis-
tas dependencias del gobierno estatal, se plantean para
ta como fue, en su momento, el congreso realizado en
las comunidades indígenas, y vincular a éstas con el go-
el año de 1940 y del que derivó una serie de acciones
bierno estatal. Además de funcionar como dependencia
que apuntaban a la creación de instituciones y polí-
del ejecutivo estatal, la integran representantes de co-
ticas indigenistas. Acciones como las llevadas a cabo
munidades indígenas que, a manera de consejo, parti-
dentro del proyecto tarasco bajo el cobijo del gobierno
cipan en la elaboración de proyectos de mejoramiento.
de Lázaro Cárdenas (ambicioso plan que concebía la
En el ámbito federal viene operando la Comisión Nacio-
castellanización como requisito para el desarrollo), no
nal para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, sin po-
tienen paralelo con ninguna de las acciones empren-
der despojarse de su antecedente inmediato: el Instituto
didas en las otras áreas indígenas de la entidad, por
Nacional Indigenista, que fue el vehículo de una políti-
destacadas que hayan parecido. Otro indicador de esta
ca transformada a lo largo de varias etapas,10 y que se
desigual atención y falta de continuidad, lo tenemos
asentó en el escenario institucional, a través del cual, el
en las fechas en las que fueron instalados los centros
Estado establece el vínculo con los pueblos indígenas.
coordinadores de lo que fuera el INI: entre el estable-
Hasta la fecha, a esta institución se le alude más como
cimiento del primer centro coordinador indigenista en
“lo que antes era el INI”, que por su nombre actual.
la entidad y el último, existe una diferencia de veinte
La posición diferencial de cada uno de estos pue-
años: el primero se ubicó en Cherán, en 1964; el se-
blos, frente al gobierno estatal y federal, es uno de los
gundo, en la en la zona lacustre de la misma región,
grandes retos de la política pública: deberá insistirse de
pero ahora, en 1972; el tercero en la costa nahua diez
manera puntual, en tratar a cada uno de ellos como en-
años después, y el cuarto y último, en la zona maza-
tidades culturalmente diferenciadas, dejando de lado lo
hua y otomí en 1986.
competente al número y proporción de la población.
Esta aplicación irregular se externó, con cierta
De lo contrario, lejos de lograr un diagnóstico preciso
molestia, por parte de quien habló a nombre de las
de los problemas presentados, para ejecutar la solución
comunidades nahuas en la “Primera reunión de repre-
adecuada, las distancias entre los pueblos se harán más
sentantes y autoridades de comunidades indígenas de
patentes por diferenciaciones nimias e intrascendentes.
Michoacán”, llevada a cabo en la ciudad de Pátzcuaro, el 9 de agosto de 2002, convocada por el gobernador
Conclusión
Lázaro Cárdenas Batel. Dicha persona, al hacer uso de la palabra para compartir el resultado de su mesa de
Al hablar de reconstitución de los pueblos indígenas,
trabajo, pidió que en el diseño de planes y programas
se asume la disolución de la base sobre la que éstos se
orientados a la población indígena “…no nos dejen al
han estructurado y organizado como entidad social y
último, como en esta reunión”. Esa primera reunión se
política, siendo el resultado histórico de cambios per-
organizó en diez mesas de trabajo ordenadas y enume-
manentes y de adecuaciones en el orden interno, ex-
radas de la siguiente manera: las primeras ocho para los purépechas, la número nueve para la zona mazahua y otomí, mientras que a la correspondiente a la sierra-costa nahua, se le asignó el número diez, siendo también la última en hacer uso de la palabra en la parte final de aquella reunión.
10
Institución que, a lo largo de varias décadas, implementó programas orientados, en sus inicios, hacia una clara política integracional, para luego adoptar una política que hacía en énfasis en el desarrollo, y más tarde, a una de toma de decisiones y gestión de recursos, intentando distanciarse de políticas publicas de corte paternalista y asistencialista (Pérez Ruiz; Argueta, 2003).
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presado en distintas modalidades de su constitución:
y queda patente el reconocimiento y el respeto a las
entidades políticas, de carácter legal, y objeto de ac-
autoridades comunitarias. Armonía que, como hemos
ción institucional de los distintos niveles de gobierno
visto, no implica el desconocimiento de problemas ni
(municipal, estatal y federal).
genera divisiones internas, sino que invita a establecer
No he de repetir lo que ha sido expuesto por diver-
un orden interino y una sólida cohesión. Esta necesi-
sas personas que trataron este tema, motivo de parti-
dad de fortalecer las relaciones internas, quedó fuer-
cipación en foros como los que he venido señalando.
temente subrayada mediante una intervención durante
Sólo me interesa señalar los siguientes puntos:
el evento, poniéndose sobre la mesa, la manera en que
El proceso de constitución de los pueblos in-
una iniciativa o disposición oficial es utilizada para
dígenas ha sido constante y ha respondido a los par-
definir o reglamentar otras cuestiones que no son de
ticulares contextos sociales y políticos. Este proceso
carácter estrictamente agrario: ello nos habla de una
debe ser entendido como la expresión de estrategias de
apropiación de las disposiciones oficiales en función
reproducción y resistencia a las que han recurrido los
del interés de garantizar un orden interno.
v
pueblos indígenas.
En esa misma intervención, representantes del pue-
v Al hablar de reconstitución, debemos atender a las
blo purépecha de Sevina, expusieron los intentos de
entidades políticas de organización, en por lo me-
relacionarse de otra manera con los diversos niveles de
nos dos niveles: en el local (comunitario) y en el
gobierno —en particular con el municipio—, encau-
supracomunitario. Esta distinción es fundamental,
zados a la formación de planes de desarrollo comuni-
ya que no se trata de una simple agregación o vin-
tario, en donde la comunidad funja como actor de su
culación de acciones, sino de instancias y formas
propio desarrollo en conjunto con las instituciones ofi-
de relación cualitativamente distintas.
ciales.
v Debemos reconocer la diversidad de estrategias
Tras el conocimiento de experiencias particulares,
que los pueblos indígenas han generado para regu-
como las enumeradas en este tipo de foros, y la ne-
lar el orden interno y los vínculos que se estable-
cesidad de generar y diseñar políticas públicas, queda
cen con otros niveles de gobierno. Diversidad que
evidente que el reto es cómo articular las distintas ex-
responde a adecuaciones y cambios emergidos de
periencias y necesidades para no navegar entre la ge-
la composición misma de las comunidades. Como
neralidad y la particularidad. El desafío que tienen las
bien quedó plasmado en las intervenciones de la ya
instituciones oficiales en apego al reconocimiento de
tan citada Sexta reunión del Seminario de Políticas
la pluriculturalidad, asentado en las reformas constitu-
Públicas, la participación de los jóvenes indígenas,
cionales, es el de idear formas de adaptación a la di-
les otorga posiciones preferenciales, conformándo-
versidad, y evitar el fomento de formas estandarizadas
los en una élite intelectual indígena, que recrea tra-
de vinculación. Las políticas públicas tienden, de algu-
diciones e interviene en la construcción o propuesta
na manera, a la homogenización y a la imposición de
de otro tipo de formas de organización comunitaria;
formas de organización, generando la ruptura o al me-
de otras formas de participación y representación.
nos la tensión del tejido social, e irrumpiendo en el nú-
v Al hablar de la reconstitución de las comunidades
cleo de la organización comunitaria.
indígenas, parecería hablarse de sólo de uno de los
El desarrollo no debe ser más un concepto que in-
polos de una relación, dejando de lado el otro polo
duzca a una idea de homogeneidad; debe atenderse a la
que corresponde al Estado, cuya intervención, es
diversidad cultural, lo que implica la identificación y el
insoslayable. Por ello, cabría preguntarse si además
fortalecimiento de potenciales de desarrollo propios.
de hablar de la (re)constitución de los pueblos indígenas, no debería analizarse nuevas formas de rela-
Bibliografía
ción del Estado respecto a pueblos indígenas. Generalmente, en este tipo de foros, durante las in-
Bonfil, Guillermo. “Lo propio y lo ajeno: una aproxi-
tervenciones de representantes o autoridades comuni-
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tarias, prevalece una visión armónica de la comunidad,
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77
SÉPTIMA SESIÓN DEL SEMINARIO DE POLÍTICAS PÚBLICAS Y RECONSTITUCIÓN DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS: CASO REGIONAL OAXACA* Un actor regional formado con la diversidad local: la experiencia del sector Zoogocho Al noroeste del estado de Oaxaca habita una parte significativa del grupo zapoteco. Los zapotecos de la sierra Norte —o Sierra Juárez— se autodenominan Bene ya´a, que significa “gente de la sierra”. Esta zona tiene una superficie aproximada de 4 mil kilómetros cuadrados. Su clima es agreste y su relieve se compone de grandes macizos montañosos. Se trata de una de las regiones más accidentadas del estado: limita al norte con Ahinanteco, Mazateco y Cuicateco, pertenecientes a los distritos de Ixtlán, Cuicatlán, y Tuxtepec, respectivamente; al sur con otro grupo de zapotecos del valle, de los distritos del Centro y Tlacolula; al oriente con poblaciones también zapotecas y mestizas de Veracruz, y hacia el occidente con algunas poblaciones mixtecas, cuicatecas y zapotecas, que corresponden al distrito de Etla. La experiencia sobre las comunidades zapotecas del sector Zoogocho, da cuenta de un largo proceso de trabajo a varios niveles: 15 comunida* La 7ª Sesión del Seminario de Políticas Públicas y Reconstitución de Pueblos Indígenas “Experiencias de reconstitución. El caso de Oaxaca” tuvo lugar el 2 de abril de 2004 en Oaxaca, Oaxaca.
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des, once agencias municipales y siete municipios, de-
debido a la falta de sistemas eficaces de comunicación,
más del pueblo —cabecera del sector—, donde en casi
lo que explica el mayor tradicionalismo de la plaza de
doce años de trabajo continuo se lograron espacios de
Zoogocho respecto a otras de la sierra Juárez.
coordinación para tareas comunes, ello a pesar de tra-
Durante el Seminario, el profesor Jorge López Ló-
tarse de una población que apenas alcanza los 8 mil
pez, a nombre de la Asamblea de Autoridades del Sec-
habitantes. Como sucede en gran parte de los munici-
tor Zoogocho, mencionó una serie de actividades que
pios oaxaqueños y, en los zapotecos específicamente,
van desde el rescate cultural hasta el desarrollo terri-
las altas tasas de migración afectan a cerca de 50% de
torial sustentable. Consisten en asambleas mensua-
la población que participa de los flujos migratorios, so-
les que realizan las autoridades para evaluar, corregir
bre todo hacia el Distrito Federal, los Estados Unidos y
y proyectar las tareas comunes. Se ha construido un
otras ciudades del país.
espacio regional que orienta no sólo la acción social,
Sin embargo, esa región ubicada en la zona alta de
sino también la recepción de apoyos e intervenciones
la Sierra Norte, o Juárez, colindante con los valles cen-
institucionales, y por otro lado, involucra a comunida-
trales, tiene varios aspectos a favor. Existes diferencias,
des, agencias y municipios, en un tejido horizontal que
mas no conflictos relacionados con asuntos de linde-
modula el papel concentrador de las cabeceras.
ros o religiones ni luchas entre municipios. Los partidos
Lo anterior permite una visión territorial e integral
políticos no han fracturado la cohesión interna de las
que evita la acción sectorial y fragmentada de las ins-
comunidades, mismas que se relacionan mediante tra-
tituciones, y propicia el desarrollo integral sustentable
diciones de tipo deportivo, festivo, y de trabajo común.
con identidad propia, por lo que prevalece una amplia
Los zapotecos de la sierra mantienen una estruc-
estrategia de vinculación con redes institucionales y
tura de organización que incluye a la familia, los barios, los comités y los “cargos” religiosos-municipales. 78
Las tierras son en su mayoría comunales. Uno de los pilares de la organización social es un sistema de co-
sociales. Durante su presentación destacaron acciones como las siguientes: •
Formación de alianzas con diversas institu-
operación recíproca en la que no interviene el dinero,
ciones de carácter público y privado.
conocida como “gozona”. Se trata de un intercambio
• Creación y fortalecimiento de bandas de música y
de ayuda entre familiares, amigos y vecinos. También
grupos de danza.
se celebra el “tequio” (Illin Ihawe en zapoteca, que
• Rescate y fortalecimiento de la práctica del tequio.
significa “trabajo principal”), donde todo comune-
• Interés en el cuidado del medio ambiente y en el
ro debe participar para obras de beneficio público. Es vigente una estructura político-religiosa de la que dependen la unidad y preservación de las comunidades.
uso racional de los recursos naturales. • Consolidación de los comités de migrantes para apoyar la tarea común del sector Zoogocho.
Para empezar, cada pueblo tiene una singular combi-
• Creación del Centro de Integración Social de Zo-
nación de cargos políticos y religiosos. Todo hombre
ogocho (en donde asisten alumnos chinantecos,
que haya cumplido con estos cargos, adquiere la ca-
mixes y zapotecos).
tegoría de “principal”, lo que lo convierte en dirigente comunal y figura ejemplar. Quienes no cumplen cargos ni trabajos, no tienen voz en la comunidad, ya que las elecciones de autoridades y las decisiones de interés colectivo recaen sobre la asamblea del pueblo (conjunto de comuneros).
• Creación del Centro de Capacitación de Campesinos a Campesinos. • Formación de 200 líderes de diferentes comunidades. • Gestión para la instalación de servicios básicos que beneficien a todas las comunidades, así como la
Debido a su situación geográfica, Zoogocho cuenta con la plaza principal dentro de la red de mercados
instalación de casas de salud en todas las cabeceras municipales.
de los ocho interactuantes que existen en el distrito de
• Construcción de espacios comunitarios.
Villa Alta. A pesar de ello, esta región de la sierra se en-
• Impulsar el reconocimiento de la “mano vuelta”
cuentra aislada de la red de plazas del valle de Oaxaca
como aportación de los ayuntamientos al Ramo 28.
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• Formación de cajas de ahorro para impulsar pro-
palmente a los estados de Morelos, Veracruz, Sinaloa,
yectos locales con recursos aportados por los mi-
Baja California y la ciudad de México, así como a Es-
grantes.
tados Unidos, donde Los Ángeles y San Diego son las ciudades que mayor número de migrantes reciben. En
En particular, los temas del cuidado al medio am-
la zona triqui, la figura tradicional del poder político
biente y del uso racional de los recursos naturales, se
radica en los “Principales” y en el Cabildo Constitucio-
han consolidado como un eje central en todo el pro-
nal. La agencia municipal está encargada de dar solu-
ceso de reconstitución de los pueblos zapotecos, so-
ción a conflictos menores.
bre todo porque han tenid o experiencias exitosas en
La región triqui tiene varios cauces de violen-
la planeación y desarrollo de proyectos comunitarios.
cia (conflictos por límites territoriales, viejas rivalida-
El capital que han logrado acumular resulta muy signi-
des alimentadas por nuevas divisiones políticas entre
ficativo, pues han diseñado propuestas alternativas y/o
priístas y grupos de izquierda), fuerte migración, bre-
complementarias a las acciones impulsadas por insti-
chas generacionales, represión de sus mujeres y altos
tuciones de gobierno y de carácter privado. Aparecen,
índices de marginalidad. En ese entorno de rupturas,
entonces, como actores dinámicos y participativos
adquieren más valor las iniciativas de los jóvenes que
dentro del marco de la nueva relación Estado-pue-
se proponen rescatar tradiciones y visiones que en esa
blos indios. Ello se ve reflejado en la premiación que
fragmentación recuerden y, hagan vigente, el anhelo de
les otorgó el CIDE por sus propuestas comunitarias en
un pueblo “unificado”, y donde además, estas iniciati-
el manejo de recursos naturales, dentro del marco de
vas deben ser acordadas al interior de las comunidades
proyectos de desarrollo regional.
y con la sanción de sus autoridades, ya sean consejo de ancianos o autoridades tradicionales, con los cuales
Unidad de cultura y divisiones de violencia: la iniciativa cultural entre los triqui
tienen que dialogar y acordar los jóvenes estudiantes. El caso expuesto de una iniciativa de jóvenes estudiantes para la recuperación de la cultura local, si bien cuenta con apoyos y relaciones con instancias guber-
“Somos un grupo de estudiantes de preparatoria y
namentales, se generó a partir de un proceso de acuer-
licenciatura para rescatar y difundir nuestros usos
dos previos al interior de las comunidades.
y costumbres y para no olvidar nuestras raíces”.
La iniciativa sobre rescate de la cultura triqui, arrancó con un soporte financiero y técnico ofrecido
La región triqui está situada en el oeste del estado de
por programas institucionales como el PACMYC y las
Oaxaca, limítrofe con Guerrero, en los distritos de Jux-
radios comunitarias. El reto de los jóvenes es adecuar
tlahuaca, Tlaxiaco y Putla. Comprende dos zonas prin-
esos apoyos a las necesidades y demandas de sus co-
cipales: la Baja, con cabecera en San Juan Copala, y la
munidades; manifiestan un recelo en el manejo de los
Alta con cabecera en San Andrés Chicahuaxtla. En total
recursos y en la planeación de las actividades por parte
la conforman cinco municipios en un área de 517 km2.
de las instituciones, siendo el tema de la autonomía un
Para 1990 se contabilizaron 12 910 hablantes de la len-
punto nodal para hacer valer ante ellas los acuerdos to-
gua triqui, de un total de 15 mil habitantes indígenas.
mados entre todas las comunidades.
Los pobladores triquis están circunscritos a muni-
La iniciativa se propone recuperar, primero, la ves-
cipios donde son minoría, lo cual los sitúa en desven-
timenta, después el interés de las mujeres por los bailes
taja para ocupar cargos en los gobiernos municipales.
y las canciones; pasar del rescate de la literatura al de
En cuanto a la tenencia de la tierra, existe el sistema
la historia y la etnografía local. Grupos de mujeres en
comunal y privado. La economía se sostiene primor-
las comunidades se involucran para cortar y coser los
dialmente de la agricultura, aunque no representa una
trajes. De manera novedosa se proponen vincular sus
fuente de ingresos sustentable. Otra fuente de ingre-
actividades con iniciativas de difusión a través de la ra-
sos es el trabajo como jornaleros en tierras mestizas,
dio, la prensa y la grabación de videos, promoviendo
además de la migración, cuyos flujos se dirigen princi-
la realización de festivales locales y regionales, don-
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79
de su ánimo contagia a otros grupos de pueblos veci-
te debido a aspectos lingüísticos. Los chocholtecas se
nos. En su cultura, casi extinta, encuentran un código
reparten en un total de 17 municipios en la parte norte
de comunicación posible entre ellos. Rodeados por la
de la Mixteca Alta, a la que atraviesa el “Nudo Mixte-
violencia cotidiana, son muy críticos a los apoyos insti-
co”, un área de densas montañas. La microrregión cho-
tucionales, por insuficientes o porque desvían la inicia-
cholteca está formada por trece municipios del distrito
tiva local, y en cambio, tratan de fortalecer a los grupos
de Coixtlahuaca. La parte de la microrregión está ro-
locales que sostienen el trabajo. Si la violencia destru-
deada de la región Mixteca, mientras al sur se encuen-
ye pueblos, la cultura los rehabilita.
tra el estado de Puebla.
En la experiencia sobre rescate de la cultura triqui, se mencionaron las siguientes líneas de trabajo: •
La población total en el área chocholteca es de 16,064 habitantes, de los cuales 1 202 son hablantes de lenguas indígenas. Más del 91% también hablan es-
Rescate del Jarabe triqui.
• Creación de un acervo de videos, fotografías y textos literarios, históricos y etnográficos.
pañol. Estas cifras corresponden tanto a hablantes de chocholteca como de popoloca.
• Difusión de las actividades culturales en las radios
Desde 1995 predomina el régimen electoral por usos
de San Quintín y La Voz de la Mixteca, así como en
y costumbres en todos los pueblos chocholtecas. La vara
los periódicos Noticias y El Tiempo.
de mando es una costumbre que continúa, y la consul-
• Definición de acuerdos en el nivel comunitario y
ta a los ancianos, llamados “principales” es frecuente.
posteriormente, delimitación de apoyos institucio-
Los chocholtecas asumen las tareas de sus puestos pú-
nales.
blicos, cumplen cargos cívico-religiosos tradicionales y coordinan el trabajo comunal. Sin embargo, al compar-
80
Entre los principales obstáculos se mencionaron:
tir territorio con población mixteca y mestiza, la antigua
• Falta de infraestructura para resguardar la vestimen-
organización política tradicional se está perdiendo. Su
ta que se ha confeccionado hasta el momento.
tenencia de la tierra es predominantemente comunal, y
• Escasez de recursos monetarios para adquirir diver-
sus estrategias de sobrevivencia combinan la migración,
sos accesorios y en general para mantener la organización.
la agricultura de subsistencia y las artesanías. Juana López García habló de la experiencia de
• Abandono de los estudios por parte de los jóvenes debido a su incorporación al mercado de trabajo.
la comunidad de Teotongo. Conocido entre los chocholtecas como Xadde duxxo, “Pueblo de occidente”, Teotongo se ubica en la parte noreste del estado de Oaxaca. Está integrado, además del centro del pueblo,
“Cuesta arriba y contra el tiempo”: volver a hablar el chocholteca
que funge como cabecera, por los barrios Piedras Negras y Guadalupe; las Agencias de La Luz, El progreso, El Tecomate y la Congregación de Matanza”. Es el úni-
“No somos chochos, somos chocholtecas”, dijo Jua-
co pueblo chocholteca donde se reconoce legalmente
na López García, una señora de mediana edad, rebo-
la propiedad privada. En esta comunidad se ha ido per-
zo terciado sobre su vestido sencillo, quien además de
diendo periódicamente la lengua materna: hasta 1997
tener el aprecio comunitario es de profesión Etnóloga.
sólo 50 personas, mayores de 61 años todas ellas, ha-
La zona chochotelca es árida, afectada por un entorno
blaban la lengua.
de crisis agraria, con fuerte migración y con accesos de
En esta experiencia, el rescate de la lengua apare-
terracería. Toda la zona se caracteriza por condiciones
ce como una carrera contra el tiempo y el embate de la
de pobreza reflejada en las viviendas, por carencia de
modernización, pues de una población de aproximada-
infraestructura básica y por la falta de accesibilidad a
mente 2 500 habitantes, se calcula que sólo 25 hablan
los servicios.
la lengua chocholteca. Todos ellos mayores de 60 años.
Los chocholtecas se autonombran runixa ngiigua,
El planteamiento es repensar en un “proyecto ma-
“los que hablan el idioma”. Frecuentemente se asocian
cro”, esto es, que se vincule el rescate de la lengua
con los popolocas, con quienes se ligan principalmen-
como parte de la reconstitución del pueblo chocholte-
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ca. Quienes impulsan este proyecto, lo conciben como
cia del rescate de la lengua chocholteca, cuyo trabajo
un proceso de largo plazo, pues se reconoce que se
debe darse en forma cotidiana, dicha estrategia exige
parte de antecedentes muy fuertes de desvalorización
una participación permanente, que no siempre los po-
de todo lo relacionado con lo indígena y en particular
bladores pueden mantener.
de la lengua.
v Falta de un alfabeto chocholteca. Ellos tuvieron que
Este proyecto arranca en 1996 y actualmente se
escribir los fonemas y gramemas de la lengua.
promueve desde el Ayuntamiento mediante de Comité Municipal de Cultura. La estrategia central es a través
Entre sus perspectivas destacan:
de la impartición de talleres para niños, donde dos an-
v Avances en la elaboración de un vocabulario que
cianas de 70 años se desempeñan como maestras. La lengua también se les enseña a los niños que habitan el albergue. Aproximadamente participan 50 niños del albergue y 12 de otra escuela.
piensan editar. v Rotación en los cargos que integran el Comité Municipal de Cultura. v Exaltación del teatro para enseñar y promover to-
También están realizando una investigación sobre el rescate de la vestimenta y la medicina tradicional.
das las manifestaciones culturales del pueblo chocholteca.
Una de las estrategias fue la elaboración de un tablero con señalamientos en lengua chocholteca. El día que se instaló el tablero se organizó una fiesta comunitaria para celebrar el acontecimiento.
Feminizar los fondos: el fondo regional de desarrollo de la mujer mixteca y amuzga
Todas estas actividades se enmarcan en un proceso de cambio cultural que están sufriendo las comunidades
Los amuzgos ocupan el sureste del estado de Guerrero
desde el inicio de la década de los noventa. En particu-
y el suroeste de Oaxaca en dos municipios del Distri-
lar con el surgimiento de una nueva valoración cultural
to de Putla: San Pedro Amuzgos y Santa María Ipala-
y por tanto, una reidentificación étnica que promueve
pa, donde se concentra la mayor parte de la población.
el orgullo de ser chocholtecas. De hecho, en 1994 se
La microrregión Amuzgo-Tacuate, considerada así por
creó legalmente la Asociación Kadia Rru Ngigua (“gente
la administración estatal, comprende siete muncipios:
de nuestro idioma”), cuyas metas son de carácter edu-
San Pedro Amuzgos, Santa María Ipalapa, Santa María
cativo, al promover y rescatar la enseñanza oral y es-
Zacatepec, Mesones Hidalgo, La Reforma, Constancia
crita del idioma. Este intento de reidentificación étnica
del Rosario y Putla de Guerrero.
presenta también algunas dificultades. Por ejemplo, a
Los amuzgos comparten el territorio con triquis,
partir de 1995, y como parte de la política indigenista
mixtecos, chatinos, nahuas, tlapanecos y mestizos. Se
del gobierno del estado, se creó en la región chocholte-
ubican, por tanto, en una región interétnica. De acuer-
ca el Consejo para el Desarrollo Integral de los Pueblos
do al Censo de Población y Vivienda 1995, se registra-
Chocholtecas, encargado de la operación de proyectos
ron 32 940 hablantes de amuzgo en todo el país, de
productivos, sociales y culturales. Sin embargo, esto ha
los cuales 27 747 se localizaban en Guerrero y 4 418
ocasionado problemas para los propios chocholtecos,
en Oaxaca.
ya que quienes antes se identificaban como mestizos,
Los municipios de San Pedro Amuzgos y Santa Ma-
ahora se autonombran chocholtecas con la finalidad de
ría Ipalapa comprenden 24 localidades, de las que
obtener cargos y representaciones públicas.1
once pertenecen al primero y trece al segundo. En la
Entre las problemáticas encontradas en la experiencia de Teotongo destacan:
región existen tres tipos de propiedad de la tierra: comunal, ejidal y privada. Respecto al tipo de organiza-
Falta de tiempo para involucrarse en las ta-
ción política, se rigen bajo el sistema de partidos. Sin
reas de los talleres. Si bien se reconoce la importan-
embargo, conservan el sistema de cargos a través del
v
Consejo de ancianos. 1
Información tomada de la síntesis proporcionada por la Delegación Oaxaca.
La artesanía ocupa el tercer lugar como actividad económica, después de la agricultura y la ganadería.
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81
Los principales productos artesanales son artefactos de
Entre sus metas principales destacan la apertura de
barro, hamacas y morrales de ixtle, cestería de bam-
un taller de acabado y empacado de piezas artesanales
bú y de palma. Las mujeres trabajan el telar de cintura,
y el registro de una marca “mejorada”. En esta expe-
mientras que hombres y niños tejen hamacas y redes.
riencia sobresale la capacitación recibida por instan-
La indumentaria amuzga ya casi no se utiliza, únicamente los ancianos continúan portando el atuendo tradicional.
cias estatales y federales para la puesta en marcha de este Fondo. Se trata de una experiencia de organización de ca-
La experiencia que se presentó en el Seminario co-
rácter interétnico donde confluyen diversas comuni-
rresponde a un Fondo Regional que se creó el 8 de mar-
dades a escala regional. Con el fin de proporcionar
zo de 2001. Desde su origen, los Fondos Regionales de
insumos para el trabajo artesanal, las mujeres de este
Desarrollo fueron instrumentos novedosos que hicieron
Fondo se han posicionado como una alternativa signifi-
llegar de manera directa, recursos a esta población sin
cativa para el trabajo artesanal que traspasa los límites
acceso a crédito alguno. Se invitaba a organizaciones
comunitarios.
o a grupos de productores o de comercializadoras a integrarse a estos fondos, compuestos en su mayoría por padres de familia y por jóvenes que durante los noventa adquirieron experiencia para emprender estos Fon-
Hacia la cooperación y el respeto del derecho nacional y el derecho indígena: el caso mixe de sistemas jurídicos
dos, aprendiendo técnicas administrativas y contables,
82
formas de negociación de recursos, elaboración de pro-
Adelfo Regino, joven abogado con facilitad de pala-
yectos productivos, y técnicas productivas y de comer-
bra, comentó una iniciativa cultural: ¿Existe el dere-
cialización. En el último lustro del siglo, estos Fondos
cho mixe? Esta pregunta, en otros momentos inviable,
empezaron a registrar dos modalidades importantes: el
ahora se puede responder de manera afirmativa desde
reclamo de las autoridades tradicionales para intervenir
el pluralismo, no el monismo, jurídico, cada vez más
en estos Fondos y la demanda de las mujeres, hasta en-
aceptado en su legitimidad. El pluralismo plantea una
tonces omitidas en las decisiones y participantes en los
multiplicidad de culturas y sistemas jurídicos que co-
trabajos, para ser socias e incluso directivas. Este prece-
existen no sin roces, pero que también pueden avanzar
dente es importante para recalcar la importancia de la
hacia su convivencia respetuosa.
experiencia presentada en el Seminario. Originalmen-
Es un planteamiento que reconoce la cultura y los
te se trataba de un fondo regional donde participaban
sistemas jurídicos indígenas, pero que va más allá de
hombres y mujeres, pero era una participación con fuer-
un multiculturalismo de convivencia, sino que se pro-
tes contrastes y con una deuda creciente. A iniciativa de
pone encontrar maneras de coordinación con el siste-
las mujeres, el Fondo se dividió, quedando ellas con la
ma jurídico mayor del Estado. De ahí que el asunto de
mitad de la deuda que, a través de un trabajo organiza-
reconstruir la legalidad propia de las sociedades indí-
do y participativo, lograron saldar y obtener un nuevo
genas, sea un primer e importante paso, pero después
crédito para echar a andar la tienda de hilos.
viene el otro problema: ¿cómo se relacionar con la le-
El Fondo lo conformaron cuatro organizaciones
galidad mayor del Estado?
con la participación de aproximadamente ocho mil so-
En ese punto crucial, se advierte que las sociedades
cias de 18 localidades, ubicadas en 12 municipios, que
indígenas, como formas de vida con fuerte capacidad
abarcan las zonas indígenas amuzgas y mixtecas. Parti-
de auto regulación, hacen de manera tácita un arreglo
cipan mujeres de las etnias amuzgo, mixteco y tacuate.
con el otro derecho. Hay asuntos que no son asumi-
El capital asciende a un monto de 1 300 000 pesos.
dos por esa auto regulación, debido a su gravedad que
El proyecto consiste en la apertura de una tienda de
trastoca las relaciones internas, como el homicidio, el
hilos que funciona como proveedora a nivel regional,
abigeato y las violaciones contra mujeres. Esos asuntos
con precios justos y donde se surten mujeres dedicadas
son enviados a la autoridad judicial del estado.
principalmente a la actividad artesanal. Son distribuidoras de diferentes marcas de hilos.
La regulación jurídica comunal resuelve muchos problemas de relaciones cotidianas que requieren de
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ponderación y equilibrio entre las partes. En ese sentido, son fuente de estabilidad social interna si son bien
• Cuando se habla de la comunalidad, se trata de la “construcción de un futuro deseable”.
aplicadas, mientras que en caso de graves incongruen-
• Al referirse a los procesos de reconstitución apare-
cias, se convierten en motivo de tensión e incluso de
ce la idea de que los pueblos están fragmentados.
conflicto intracomunitario.
Ante ello vale resaltar que las comunidades indíge-
Para Adelfo Regino existen tres niveles a considerar: primero, la reconstrucción de culturas y sistemas
nas son sociedades plurales. Tener cuidado con el discurso que promueve la diversidad en sí misma.
jurídicos indígenas que otorgue mayor capacidad auto
• El sentido de las políticas públicas es que deben
regulatoria a las comunidades. Segundo, el acceso
provocar cambios que se reflejen en una mejoría
pleno de las comunidades a la jurisdicción del Esta-
económica para los pueblos.
do; y tercero, lograr un espacio de articulación donde
Adelfo Regino
de manera respetuosa se establezcan coordinaciones y cooperaciones que validen ambos sistemas de justicia.
• Todas las experiencias resaltan un esfuerzo basado en la comunalidad. • También se presenta la tendencia de “proyectar” el
Comentarios generales de los académicos e investigadores
• Este sentido de comunalidad se sustenta desde el
• Durante los últimos diez y quince años se han pre-
• Sector Zoogocho: se realiza un trabajo de vincula-
sentado cambios muy importantes al interior de las
ción para atender problemas comunes de una re-
comunidades indígenas.
gión particular.
estilo de vida comunal a un territorio más amplio. funcionamiento de las asambleas.
• En la actualidad presenciamos un proceso de dispersión geográfica muy fuerte y un deterioro social acentuado a partir del declive de ciertos productos agrícolas. Destaca el caso de los productores de café.
• Triquis: se presenta un esfuerzo de articulación de 83
toda la zona triqui. • Mixes: se presenta una consolidación de la asamblea como espacio de unificación.
• Las cifras indican que cuatro de cada diez hablan-
• Cuando se habla de reconstitución, se habla de au-
tes de lengua indígena radica en al áreas urbanas
tonomía y no se puede entender sin un elemento
¿cuál es la estrategia en términos de política públi-
central que es autogestión. Lo anterior queda de
ca para atenderlos? ¿qué se ha hecho al respecto?
manifiesto en el caso de las mujeres tejedoras de la
• Dimensionar la importancia de los medios de comunicación en las zonas indígenas.
costa, al generar ellas mismas su proyecto de autogestión. Benjamín Maldonado
• Se está presentando un creciente desinterés de los jóvenes sobre su participación en asuntos vinculados con la vida comunitaria.
• Desafíos que plantean los jóvenes a sus pueblos,
• Observamos una degradación de los recursos naturales que se acentúa año con año.
pues se les ve alejárseles de la dinámica comunitaria. Quizá la tendencia sea mirarlos como “colecti-
• ¿Cuál es la estrategia que está siguiendo la CDI como política del lenguaje?
vos imaginados”. • Las experiencias se presentan como resultado de
• ¿Qué se está haciendo por la conservación del me-
“acciones tesoneras”.
dio ambiente?
François Lartigue
• ¿Qué se está haciendo en la producción del café? Álvaro González
• Por lo menos desde hace 30 años vienen funcionando las asambleas.
• Las comunidades indígenas tienen más claro el proceso de cambio social que las instituciones.
• Los riegos en el funcionamiento de las asambleas son: 1) resurgimiento de los cacicazgos; 2) ausencia
Maria Teresa Pardo
de líderes; 3) surjan líderes, pero las asambleas no
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cuentan con mecanismos de rotación y de comuni-
concepción y por ende en su aplicación. Se tra-
cación directa través de las instancias electas ni con
ta de miles de programas que “llueven” en todas
una comunicación constante con el resto de los in-
las comunidades del país. Se trata de una maqui-
tegrantes de las asambleas; 4) que los representantes
nación para no poner en las manos de los pue-
ante la asamblea carezcan de legitimidad.
blos los recursos con el fin de que ellos mismos los
• Otro de los temas nodales se refiere a la “educa-
operen.
ción” dirigida a los cuadros indígenas. “…con la
• En las experiencias se observa un planteamien-
educación que recibimos nos preparan para salir
to “optimista” desde la perspectiva de los jóvenes.
de nuestra comunidad, no para vivir en nuestra co-
Habría que empezar a hablar del cambio genera-
munidad”. ¿Qué ha pasado entonces con la educación indígena y con la intercultural?
cional entre abuelos y jóvenes. • Vayamos reconstituyendo la Nación ¿Quiénes son
Adelfo Regino
los que andan mal, los pueblos o las políticas? Se tiene que terminar con el integracionismo.
• Creo que nosotros hemos aprendido más de los pueblos, que los pueblos de nosotros y de las instituciones.
• El Estado no quiere permitir un desarrollo autónomo de los municipios. • Cedamos esas políticas públicas a ellos, a los pue-
• El mensaje que recibimos de la aplicación de las
blos indígenas.
políticas públicas es que son un “desastre” en su
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Salomón Nahamad
Región Oaxaca
Fuente: Sistema de indicadores sobre la población indígena de México (basado en INEGI, XII Censo General de Población y Vivienda), CDI, México, 2006.
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CAMINOS HACIA LA RECONSTITUCIÓN DE LOS PUEBLOS INDIOS EN OAXACA Benjamín Maldonado Alvarado La lucha por avanzar en lo que hoy se denomina reconstitución de los pueblos indios, tiene una historia larga y diversa en el estado de Oaxaca, como veremos en esta semblanza. En ella se han formado numerosos jóvenes que dejaron impresa su dinámica y perspectivas, y es justamente en el trabajo dirigido a niños y jóvenes donde se basan las expectativas de la reconstitución. La octava sesión del Seminario de Políticas Públicas y Reconstitución de los Pueblos Indígenas, celebrada en abril de 2004 para analizar el caso regional de Oaxaca, permitió conocer cinco experiencias compartidas por sus protagonistas. Se trata de experiencias que muestran algunos de los principales aspectos en los que las comunidades y organizaciones oaxaqueñas han avanzado hacia la recuperación de lo propio, premisa indispensable para su reconstitución como Pueblos Indios. En primer lugar, la etnóloga chocholteca Juana López García (una de las primeras mujeres indígenas que fuera presidenta municipal) expuso los trabajos que, centrados en la recuperación de la lengua originaria —que está en peligro de extinción—, impulsa un grupo de profesionistas chocholtecos en el Comité Municipal de Cultura de Teotongo. Ellos realizan su trabajo desde 1996 y se han topado con dificultades serias, derivadas del menosprecio que
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la gente ha sentido por su cultura originaria en las últi-
para impulsar sus proyectos. La organización cuenta
mas décadas. Este menosprecio ha tenido su punto de
con cerca de 2 mil socias de 18 localidades pertene-
expansión fundamental en la escuela, y se refuerza de
cientes a 12 municipios de la costa chica. Estas comu-
diversas maneras por efectos de la alta migración re-
nidades pertenecen a las culturas mixteca, amuzga y
gistrada en la comunidad y en la región. Han pasado
tacuate. Se trata de una unión de artesanas organiza-
por un largo proceso de concientización, que va gene-
das, cuyos proyectos son tanto productivos como de
rando la revaloración de lo propio en esta comunidad
comercialización. Sin embargo, su interés no es exclu-
y en otras, pues su trabajo es regional y se articulan
sivamente económico, sino que buscan el desarrollo de
con otros chocholtecos que investigan y difunden as-
la mujer indígena mediante actividades de género. Su
pectos de su cultura, como la vestimenta tradicional,
fortaleza es tanta que han logrado administrar con éxi-
la organización social, la medicina tradicional y la me-
to un fondo que recibieron con deudas. Es conveniente
moria histórica y mítica, en su propia lengua. A pesar
señalar que es común y conveniente dudar de las orga-
de no poder dedicarse de tiempo completo a esta acti-
nizaciones generadas por el Estado, pero hay que ob-
vidad, han logrado un avance importante y en el esta-
servar con claridad que han sido varios los programas
do de Oaxaca. Son reconocidos como un grupo serio
de gobierno que fueron apropiados por las organiza-
y activo, que tiende a crecer, y cuya importancia et-
ciones, despojándolos de su carácter desmovilizador o
nopolítica se deja sentir, pues su trabajo cultural es un
incluso cooptador. Basta recordar el programa de abas-
trabajo de concientización étnica. Entre sus logros visi-
to comunitario CONASUPO-COPLAMAR, cuya apro-
bles, está la instalación de señalamiento, en su lengua
piación fue fundamental para impulsar el movimiento
originaria, en calles de Teotongo.
social de la primera mitad de la década de 1980 en el
Enseguida, el profesor zapoteco Jorge López y el
estado. Por tanto, hay programas que se le arrebatan al
antropólogo Fernando Melo expusieron las diferentes
Estado (en algunos casos así sucede con los Fondos Re-
actividades que impulsan para el desarrollo integral de
gionales de Solidaridad) y hay también organizaciones
las comunidades zapotecas del sector Zoogocho. Se
formadas por el Estado, como los Consejos de Abas-
organizaron inicialmente 8 cabeceras municipales y 6
to del programa CONASUPO-COPLAMAR, que adquirie-
agencias, siendo en la actualidad ya once; en total, las
ron una dinámica propia que llegó a ser el movimiento
actividades de la organización tienen como beneficia-
social más importante en Oaxaca, después del movi-
rios a cerca de 16 mil personas. La organización lleva
miento magisterial.
a cabo, en esta zona de la Sierra Norte, esfuerzos de
En su turno, la joven triqui Emelia Ortiz habló acer-
desarrollo integral sustentable con valoración cultural.
ca del grupo Nuestra Costumbre (Sto’kuá ni’a), con-
Cuentan con diversos proyectos productivos y de infra-
formado en 1997 por jóvenes triquis de la zona baja,
estructura, que han sido posibles gracias al trabajo de
interesados en la recuperación de su cultura. Ellos son
los miembros de la organización y a la participación
migrantes en la ciudad de Oaxaca, y en el año 2000
de las autoridades municipales, tanto de cabeceras
lograron un apoyo financiero de la Dirección General
como de agencias. Así, han logrado avances sustancia-
de Culturas Populares e Indígenas a través del PACMYC,
les hacia la autosuficiencia. Se trata de una asamblea
para realizar el Primer Encuentro de la Cultura triqui
permanente de autoridades municipales en la que se
con la participación de 22 comunidades. En su mayo-
busca equilibrar la participación de cabeceras y agen-
ría, los jóvenes que integran este grupo pertenecen al
cias, para lo cual se rotan la sede de la asamblea men-
Movimiento de Unificación y Lucha Triqui, que sostie-
sual de la organización. Entre sus proyectos recientes
ne desde hace décadas fuertes luchas contra el priísmo
destaca una propuesta coordinada con las organizacio-
en la región, encabezado por la UBISORT. Este conflic-
nes de migrantes, para crear un fondo de apoyo con
to ha dividido drásticamente a los triquis de la zona
parte de las remesas que envían desde el extranjero.
baja y a su vez ha dividido también a los triquis del
Luego intervinieron algunas mujeres mixtecas de
MULT de la zona alta. Estas divisiones son atravesadas
San Pedro Jicayán, donde un grupo de artesanas tomó
por muertes, agresiones y pleitos legales que han im-
en sus manos la administración del Fondo Regional
pedido cualquier intento de unidad triqui. Lo que no
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puede hacer la actual generación de adultos, lo está
de recurrir al derecho del Estado”. Como ejemplo,
impulsando una generación de jóvenes, y en esto ra-
puso el caso del Juzgado dispuesto en la cabecera dis-
dica la importancia de su trabajo: reunir a los triquis.
trital de Zacatepec Mixe, que tiene el más bajo índice
Así, su trabajo es realizado en coordinación con jó-
de expedientes de casos anuales respecto a los demás
venes cuyos padres son de la UBISORT y con jóvenes
Juzgados del estado, pues sólo tiene 20 ó 30 expedien-
de la zona alta. A la fecha, han realizado tres encuen-
tes al año, lo cual no quiere decir que no haya conflic-
tros de la cultura triqui e intentan seguir trabajando sin
tos entre los mixes, sino que sólo esos llegan a salir de
apoyo gubernamental, pues la inseguridad de este apo-
la esfera del derecho propio. Contrastó estas cifras con
yo retrasa sus actividades. Están trabajando en 32 co-
las del municipio de Alotepec, donde las autoridades
munidades triquis y están estudiando y recuperando
(él ha sido autoridad allí, pues es su comunidad na-
la vestimenta tradicional, la música triqui, la medici-
tal) llegaban a atender un promedio de tres casos por
na originaria y los diversos relatos. Una parte clave de
día. “Todo esto —dice Adelfo—nos permite afirmar la
sus actividades es el mantenimiento de relaciones con
existencia de un derecho indígena, que tiene unas ca-
las autoridades comunitarias y con las organizaciones
racterísticas específicas y diferenciadas con respecto al
de migrantes. No se desalientan ante la carencia de re-
sistema jurídico del Estado, como son: su carácter oral,
cursos para movilizarse, aunque esta carencia significa
su enfoque integral y flexible, la colegialidad en el dic-
una limitación para sus deseos e intenciones. La paz in-
tamen de resoluciones, entre otras, y cuya importancia
terna, el cese de conflictos y la reconstrucción del te-
y observancia es tan grande que lo podemos conside-
jido social interregional, junto con la recuperación de
rar como la columna vertebral que amarra la estructu-
la categoría de municipio, arrebatado en la década de
ra de las comunidades”. En conclusión, dijo que una
1940 a las dos principales agencias triques, San Juan
parte de la reconstitución de los pueblos indios es la
Copala y San Andrés Chicahuaxtla, son aspectos nece-
defensa y readecuación de su derecho propio, es de-
sarios para que pueda reconstituirse el pueblo triqui.
cir, de su capacidad de seguir procurando justicia de
Finalmente, Adelfo Regino, abogado mixe, plan-
acuerdo a sus normas de convivencia forjadas durante
teó diversos aspectos de la difícil relación entre dere-
siglos. Una bella analogía propuso Adelfo Regino: para
cho indígena e impartición de justicia. Afirma que el
él, el café orgánico es el símbolo de la reconstitución,
derecho suele ser definido como un cuerpo de nor-
pues no se trata de sembrar como antes sino de com-
mas abstractas, explícitas y escritas asociadas a un apa-
binar lo comunal, lo propio, con lo moderno en sus
rato de sanción basado en la coacción, y señala que
aspectos compatibles, con las necesidades y caracterís-
esta definición reduce considerablemente el campo
ticas de las culturas originarias.
del derecho y es ineficaz para aplicarla en el caso de
En suma, fue una reunión enriquecedora con cinco
los pueblos indígenas, que carecen de normas escri-
experiencias que evidencian aspectos centrales para la
tas ya que su forma de organización es netamente oral.
reconstitución de los pueblos indios:
Como consecuencia, suele también afirmarse que los
v
La participación de las mujeres.
indígenas no tienen algún tipo de derecho sino sólo
v La importancia de los intelectuales originarios.
costumbres, o en el mejor de los casos derecho con-
v El vigor de la presencia de los jóvenes.
suetudinario. Ante esto, sostiene lo siguiente: “Todas
v La utilización, con lógica propia, de los recursos
las sociedades cuentan con un conjunto de normas que rigen su convivencia colectiva, al que podemos
gubernamentales. v El papel clave de la vinculación regional.
denominar sistema jurídico o derecho. En el caso de las sociedades indígenas este conjunto de normas pro-
Aunque estas experiencias son monoculturales, es
pias han demostrado tener una gran vigencia y efica-
decir, que agrupan a gentes de la misma cultura (sal-
cia, al grado de que aproximadamente el 80% de los
vo en el caso de las tejedoras costeñas), ello no impli-
conflictos que se suscitan en las comunidades se re-
ca un aislamiento, sino una dinámica de consolidación
suelven al interior de las mismas mediante autoridades
interna que es paralela a su vinculación con organiza-
y procedimientos autóctonos, sin que haya necesidad
ciones similares de otros grupos del estado y del país.
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Por otra parte, estas experiencias demuestran la in-
gión: zapotecos, mixes y chinantecos; 2) la participa-
tensidad y disposición india que se vive en Oaxaca y
ción de autoridades municipales; 3) la defensa de los
que alimenta las perspectivas de reconstitución. Esta di-
recursos naturales basada en la demanda de autodeter-
námica ha tenido diversos momentos: un arranque de
minación; 4) la formulación de un discurso propio: la
gran actividad a principios de la década de 1980, que
teoría de la comunalidad y, 5) la lucha por la revitali-
llevó a la constitución de importantes organizaciones
zación cultural.
indias y campesinas, y que dio como resultado la apa-
Todo este arsenal propio se utilizó para influir de
rición de organizaciones no gubernamentales desde la
diversas maneras en las políticas públicas, destacan-
segunda mitad de dicha década, con el fin de apoyar
do dos: la reorientación de la política de explotación
y canalizar apoyos a estas organizaciones; luego vino
forestal y la unión de autoridades municipales para
la oleada de movilización y discusión para la prepa-
negociar en bloque con el gobierno del estado y con
ración y realización de actividades en torno a los 500
dependencias del gobierno federal.
Años de Resistencia India, Negra y Popular de 1992,
El resultado de la lucha fue que en 1983 se evitara la
que tuvo su origen en el Foro de Derechos Humanos
concesión de los bosques por parte del gobierno federal,
de los Pueblos Indígenas, celebrado en la población
y a partir de entonces, la lucha adquirió la dinámica de
istmeña de Matías Romero en 1989; posteriormente,
la iniciativa propia basada en la autogestión, pues ahora
tras un pequeño reflujo en 1993, surgió la rebelión za-
serían las comunidades las que podrían aprovechar le-
patista de 1994 y con ella, la enorme ola de movimien-
galmente sus recursos forestales, y para ello habría que
tos que clarifican sus demandas: buscan fortalecer su
capacitarse y generar empresas forestales exitosas.
cultura y abrir espacios de respeto hacia ellos y sus derechos en las leyes y en la sociedad. Vale la pena recordar algunos aspectos de los an90
Un grupo de académicos y técnicos apoyaron fuertemente este proceso y narran la historia de la siguiente manera:
tecedentes de las actuales luchas por la reconstitución
A principios de 1980, aproximadamente 18 meses
y su relación con las políticas públicas, así como ob-
antes de que terminara la concesión de FAPATUX (la
servar otros esfuerzos en el mismo sentido o en otros
paraestatal Fábricas de Papel Tuxtepec explotaba
respecto a los cinco casos expuestos en la sesión oaxa-
los bosques de la zona), y en cierta forma a partir
queña del seminario.
de los avances en Macuiltianguis, varias comunidades de la Sierra Norte se reunieron para discutir los
Reconstitución y políticas públicas en la década de 1980
problemas que se plantearía ante el presidente de la República en la visita que haría el 21 de marzo a Guelatao para conmemorar el natalicia de Benito
Las primeras organizaciones etnopolíticas de Oaxa-
Juárez. El problema que las comunidades foresta-
ca surgieron hacia 1980, y en buena medida estaban
les subrayaron con mayor firmeza, fue el deseo de
orientadas a lograr cambios en las políticas públicas
que se terminaran las concesiones, mismo plantea-
que consolidaran sus trabajos en pos de la autodeter-
miento que se le hizo al presidente López Portillo.
minación de sus pueblos, siendo explícita la búsqueda
A raíz de esta acción, se formó la Organización en
de vinculación entre comunidades, como veremos en
Defensa de los Recursos Naturales y Desarrollo Social de la Sierra Juárez (ODRENASIJ), con la partici-
dos casos.
pación de 26 comunidades.
LA EXPERIENCIA SERRANA
Mientras la organización se ocupaba formal-
La Sierra Juárez fue el escenario, a principios de la dé-
mente de diversas actividades, el interés principal de
cada de 1980, de intensas luchas por la defensa del
las comunidades participantes era la derogación o la
bosque. La organización surgida en ese contexto dio
cancelación de la prórroga a las concesiones. En es-
origen al movimiento indio oaxaqueño y se caracteri-
tos años, el nivel de resentimiento en contra de Fa-
zó básicamente por: 1) la participación coordinada de
patux era muy alto y los pueblos estaban cansados
organizaciones de los grupos etnolingüísticos de la re-
del trato que recibían: ‘En ODRENASIJ sólo faltaba pi-
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carle el cuerpecito a la región para que saltara in-
UNA PROPUESTA CHATINA
mediatamente, y fueron las comunidades las que le
Hace 20 años no se hablaba de reconstitución, pero ya
dieron fuerzas’. El movimiento supo aprovechar la
se consideraba la necesidad de avanzar en la organiza-
presencia de varios estudiantes de la UAM que ha-
ción de las comunidades indias.
bían llegado para apoyarlo. Estas personas, con el
El 26 de septiembre de 1989 fue asesinado, en Ju-
apoyo de profesionistas y activistas, trabajaron con-
quila, Tomás Cruz Lorenzo, un dirigente chatino de
juntamente con las comunidades en contra de las
39 años de edad y quien ha sido, hasta ahora, el más
concesiones y en la búsqueda de formas propias de
importante intelectual orgánico de ese grupo etnolin-
aprovechamiento forestal… La batalla contra la ex-
güístico. Unos años antes, en 1983, Tomás había con-
plotación del bosque por parte de entidades extra-
cebido y e impulsado una propuesta de vinculación
ñas a los mismos dueños y poseedores del recurso,
intercomunitaria, ligada a la necesidad sentida de in-
se había librado. Se avanzaba hacia la conclusión
tervenir el ejercicio de la administración pública.
de una fase muy importante de la historia de las co-
Su propuesta consistía en crear un Consejo General
munidades oaxaqueñas. Al mismo tiempo comenza-
de Ancianos Chatinos, en el que cada comunidad tuviera
ba una nueva fase para las comunidades forestales,
como representante a un anciano elegido por la comu-
en particular para las que por el hecho mismo de
nidad misma. Este Consejo de Ancianos sería un órgano
haber estado en las concesiones, conocían el valor
de acercamiento entre las comunidades chatinas, y tam-
comercial del bosque, del cual, así fuera en forma
bién sería la instancia con la que se obligaría a trabajar
mínima (a través de los trabajos que las empresas in-
coordinadamente al Centro Coordinador Indigenista de
dustriales les habían proporcionado), habían visto
Santa Catarina Juquila. Es decir, que la propuesta consis-
los beneficios. Para algunas de estas comunidades la
tía en que el INI debía de tomar en cuenta, para su pro-
formación de una empresa forestal comunal era un
gramación de actividades, a este Consejo, y también en
objetivo muy atractivo pero difícil de realizar, espe-
la ejecución de trabajos, de manera que la canalización
cialmente en lo que se refería a los aspectos admi-
de recursos se hiciera por la vía de este Consejo.
nistrativos y comerciales (ASETECO, 2002: 51-52).
Dado que los ancianos tienen disminuida su capacidad de movilidad, se proponía que fuera un grupo de
La batalla por trabajar comunalmente el bosque,
jóvenes los encargados de llevar y traer la voz de los
apenas comenzaba y se encontrarías diversos obstácu-
ancianos de su comunidad, de manera que estos jóve-
los. Pero en esa lucha, han aprendido a encontrar el
nes fueran la instancia operativa del Consejo.
lado débil de las políticas públicas para aprovecharlas
La intención de que este Consejo surgiera para in-
sin enfrentamiento, una vez que los obstáculos hayan
tervenir, primeramente en las actividades del INI, no
sido librados. Como resultado, hoy existen 70 empre-
sólo era lograr una distribución más justa y adecua-
sas forestales comunitarias.
da de los recursos federales para los indígenas, sino
La experiencia de la ODRENASIJ no se reducía a la
también que el Consejo pudiera disponer de recur-
lucha forestal, teniendo otros frentes como la comuni-
sos mínimos para operar, es decir, para que los jóve-
cación, la producción, el debate académico y, sobre
nes pudieran moverse y los ancianos tuvieran forma de
todo, la confluencia con organizaciones similares de la
reunirse cada vez que fuera necesario. Así, se trataba
región mixe y de la misma Sierra Norte.
de experimentar un tipo nuevo de organización, que
Es justamente en esta línea de acción que se inser-
pudiera responder a la necesidad de que los chatinos
ta el trabajo de las comunidades del sector Zoogocho.
fortalecieran a sus autoridades tradicionales, que movi-
Ellos son continuadores de las organizaciones regiona-
lizaran a los jóvenes y que tuvieran un órgano perma-
les etnopolíticas y de desarrollo que incluyen a autori-
nente de vinculación panétnica.1
dades municipales y que trabajan, con diversos ritmos, en diferentes aspectos culturales, tales como la educación, la recuperación cultural y de la memoria histórica, la igualdad de género, etcétera.
1
Para formular esta propuesta, sin duda, Tomás tuvo en cuenta la experiencia vivida en los Consejos Comunitarios de Abasto del programa CONASUPO-COPLAMAR, el cual significó un espacio regular de reunión regional que conformó
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91
La propuesta fue llevada a varias comunidades,
Es claro que los grupos mejor organizados son los
pero por diversos motivos Tomás no le dio continuidad
que tienen mayor número de intelectuales orgánicos.
a pesar de seguir viéndola como una alternativa urgen-
Los mixes son el grupo que cuenta con más organiza-
te. Otras actividades ocuparon su tiempo y esta pro-
ciones importantes, y no es casual que sea el grupo
puesta, que requería de un trabajo muy intenso para
que ha tenido a varios de los más destacados intelec-
llevarla al menos a un grupo inicial de comunidades,
tuales indios de Oaxaca y del país, como Floriberto
no pudo ser mantenida, quedando en la historia de
Díaz y Adelfo Regino, además de preocuparse por la
los caminos oaxaqueños hacia la reconstitución de los
formación de otros eruditos. Ellos son académicos que
pueblos indios, como un ejemplo más de propuestas
trabajan intensamente como intelectuales orgánicos,
surgidas al calor de la participación directa en las lu-
mientras otros se vinculan con sus organizaciones y su
chas y trabajos organizativos.
comunidad con menos fuerza orgánica, y otros prácti-
La capacidad de Tomás Cruz para ver las necesi-
92
camente no lo hacen.
dades de los pueblos indios y su insistencia de ir de
Por su parte, los zapotecos han tenido también una
la comunidad a la vinculación de comunidades para
gran cantidad de intelectuales orgánicos, como Jaime
discutir y decidir las formas de construcción de una
Martínez Luna, Aldo González, Juanita Vásquez, Joel
vida propia y autónoma, constituyen un llamado im-
Aquino, Álvaro Vásquez, Eucario Ángeles o Javier Caste-
portante en la actualidad, expresado en una propues-
llanos, así como muchos artistas plásticos, músicos y li-
ta que siempre creyó viable: un órgano de autoridades
teratos. Los mixtecos tienen intelectuales de importancia
tradicionales de todas las comunidades, puede ser una
nacional, como el abogado Francisco López Bárcenas,
estructura propia y duradera desde la que se piense,
los lingüistas Julián y Caballero, y académicos como
defina y acuerde, el futuro de cada pueblo, al mismo
Ubaldo López, Neftalí González, Ignacio Ortiz y Bal-
tiempo que ser una estructura intermediaria de nego-
duino Flores, así como al activista Raúl Gatica, quien
ciación entre el Estado y la comunidad, e incluso ser
junto con otros impulsa organizaciones trascendentes,
una instancia en la que se resuelvan conflictos antes de
como el Frente Indígena Oaxaqueño Binacional, la Aca-
enfrentarlo con el poder judicial.
demia de la Lengua Mixteca y el Consejo Indígena y Popular de Oaxaca “Ricardo Flores Magón”.
Los intelectuales orgánicos indios y la reconstitución de sus pueblos2
Los triquis son un grupo menor en el sentido de que no rebasa los 100 mil hablantes, como los anteriores. A pesar de ello, cuentan con intelectuales or-
En los intentos oaxaqueños por avanzar en la organi-
gánicos relevantes, como los hermanos Sandoval y el
zación etnopolítica, han jugado un papel trascendental
profesor Paulino Martínez Delia, asesinado en la déca-
los intelectuales orgánicos indios en dos aspectos bási-
da de los noventas.
cos: el fomento y orientación de organizaciones y en la formulación de propuestas.
Hay grupos que no se han relacionado con organizaciones que destaquen en el ámbito estatal o nacional, como los cuicatecos, zoques, ixcatecos, chontales y nahuas. Si revisamos estos casos, encontraremos que,
2
grupos importantes de poder social en la primera mitad de los ochentas. Los intelectuales indios presentan diversas características: unos son los sabios de la comunidad (algunos ancianos o los médicos tradicionales, por ejemplo), otros son los artistas (los que destacan en el manejo literario de la palabra o en la producción de obras de arte, como fotógrafos, pintores, escultores o músicos), algunos son académicos o científicos, pero a los que aquí nos referimos son los intelectuales orgánicos, es decir , los ciudadanos, sabios, artistas o académicos que tienen una idea del trabajo cultural, y como parte de esa cultura impulsan diversas actividades de revaloración y reconstrucción de elementos e instituciones culturales. Son los intelectuales concientemente comprometidos con su cultura.
aunque tienen intelectuales nativos, pocos son los que se han vinculado de manera orgánica con su cultura y en ello tienen estos pueblos una de sus debilidades. Los intelectuales indios se articulan y entonces las organizaciones ven florecer sus esfuerzos; en otras ocasiones se pelean y se distancian, fragmentando las posibilidades de acción. Pero es innegable que cada vez hay más profesionistas indios que actúan como intelectuales orgánicos y en gran medida de ellos depende la reconstitución de sus pueblos.
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SUS PROPUESTAS TEÓRICAS
En este primer paso adquiere suma importancia lo
Han sido algunos de los propios intelectuales orgáni-
que en el lenguaje jurídico se ha denominado como
cos indios, quienes han formulado propuestas teóricas
‘autonomía comunitaria’, en el entendido de que se tra-
para entender a las sociedades indias, prepuestas en
ta de mayor capacidad jurídico-política de las comuni-
las que se fundamenta la propia reconstitución.
dades para el manejo y control de sus asuntos internos.
Principalmente se trata de la teoría de la comuna-
Esta demanda se hace cada vez más presente,
lidad o modo de vida de los pueblos indios, forjada,
pues las comunidades tan sólo tienen capacidad jurí-
a principios de la década de 1980, por los antropó-
dica para manejar sus asuntos agrarios. Sin embargo,
logos Jaime Martínez Luna, zapoteco de Guelatao, y
la vida de la comunidad trasciende el aspecto agrario
Floriberto Díaz Gómez (qepd), mixe de Santa María
para convertirse en una colectividad con funciones po-
Tlahuitoltepec. Esta perspectiva ha sido enriquecida
líticas, económicas, culturales y sociales. Esto signifi-
por diversos académicos e intelectuales orgánicos y
ca que se debe capacitar a las comunidades para que
consiste, primordialmente, en reconocer los aspectos
puedan ser partícipes en la gestión de sus proyectos y
comunales de la vida y cosmovisión indias, estable-
programas de desarrollo, así como para recibir la asig-
ciendo sus diferencias con la vida y cosmovisión urba-
nación de recursos financieros. Hasta hoy, estas fun-
na, basada en una perspectiva individual. Son cuatro
ciones son asumidas por las cabeceras municipales o
los campos en los que se sitúan estas diferencias: el
por instancias intermedias que acaparan los recursos y
poder comunal, conformado por la asamblea como
los beneficios que se derivan del Estado.
máximo órgano de gobierno local y por el sistema de
Por todo ello, el reconocimiento de la comunidad,
cargos; el trabajo comunal, conformado por el trabajo
en los planos jurídico, político y económico, resulta
gratuito para obras de beneficio colectivo, a través del
fundamental para la reconstitución integral de los Pue-
tequio y por el apoyo mutuo entre familias para obras
blos Indígenas. “Si los Estados-nación tienen verdade-
de diversa índole, como construcción o reparación de
ra voluntad de establecer un nuevo trato con nuestros
casas y pozos, cultivo, organización de fiestas, entre
pueblos, deberán tomar como punto de partida a la co-
otras; el disfrute comunal, que implica reconocer a las
munidad para su estrategia de relación” (Regino, 1998:
fiestas como el elemento que refuerza cíclica y reitera-
420-421).
damente la pertenencia a una cultura y a una comuni-
Junto con estas claras ideas, Adelfo ubica el papel
dad; y el territorio comunal, espacio que se comparte
de las organizaciones en la vida comunitaria: “Por otra
y se gobierna, en el que se reproduce la vida convi-
parte, no hay que olvidar la labor de las organizacio-
viendo con fuerzas sagradas y sobrenaturales, crean-
nes locales para el fortalecimiento de la vida comunita-
do un arraigo a la tierra más allá del afán de posesión
ria. Quizás la experiencia más alentadora reside en las
y usufructo.
organizaciones que tienen un planteamiento integral
Sobre esta base se cimenta la propuesta de recons-
para enfrentar los diversos problemas comunitarios. Es
titución impulsada por Adelfo Regino y Servicios del
necesario definir, de manera precisa, el papel que van
Pueblo Mixe. Adelfo señala que hay tres pasos: 1. el
a jugar cada una de ellas para potenciar la capacidad
fortalecimiento de la comunidad, 2. La articulación e
de las comunidades y no destruirla, tal como ha pre-
interacción eficaz de las comunidades de un mismo
tendido el gobierno a partir de la creación de algunas
Pueblo y de éstas con otras, y 3. La articulación e inte-
organizaciones indígenas gubernamentales, como las
racción de los Pueblos Indígenas en los planos estatal
surgidas a partir de la asignación de los Fondos Regio-
y nacional. Además insiste en que “la tarea de recons-
nales de Solidaridad. También han aparecido organiza-
titución de nuestros pueblos habrá de partir en un prin-
ciones locales con una visión lucrativa de su quehacer
cipio de las comunidades y localidades mismas”. Es
cotidiano (por ejemplo, las organizaciones de produc-
por ello fundamental fortalecer las capacidades locales
tores de café), que hacen a un lado las preocupaciones
de la gente en todos los ámbitos de la vida comunitaria
generales de la comunidad, lo que lejos de fortalecer a
antes enunciados. Se trata, por tanto, de comenzar re-
la comunidad, propicia situaciones conflictivas y crea
forzando lo que ya se tiene.
una desconfianza general hacia el papel de las organi-
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93
94
zaciones locales, restándoles posibilidades de realizar
vitalización de su lengua originaria. Sus intentos varían
un trabajo sólido y con un afán de fortalecimiento co-
en función del estado en que se encuentra cada lengua
munitario” (Regino, 1998: 421).
y del número de intelectuales capacitados y dispuestos
Estas afirmaciones de Adelfo Regino nos llevan a
a trabajar por ella. En esta lucha destacan quienes han
insistir en la necesidad de diferenciar entre la organi-
conformado organizaciones específicas para trabajar
zación de la comunidad que se basa en la asamblea
en esa vía. Sin embargo, la mayor parte de los activis-
comunitaria, en intereses generales y en el sistema de
tas de la lengua son maestros de los niveles preescolar
cargos, y las organizaciones de la comunidad basadas
y primaria. El esfuerzo que realizan, muchas veces es
en asambleas sectoriales. Esta diferenciación (Maldo-
desconocido fuera de la localidad.
nado, 2004) se propone con el fin de observar, entre
Se ha logrado una sólida estructura de apoyo a la
otras cosas, las similitudes y divergencias de los pro-
revitalización de las lenguas originarias: los etnolin-
yectos: las organizaciones, como condición de exis-
güistas, formados por el CIESAS, han conformado dife-
tencia, definen sus objetivos y proyectos, mientras
rentes centros de investigación de su cultura y siguen
que la comunidad se mueve por objetivos comparti-
incorporados en el sistema educativo; el sindicato ma-
dos aunque generalmente no explícitos. La diferencia-
gisterial logró la formación gubernamental de un Cen-
ción permite observar si los intereses y acciones de las
tro para el Desarrollo de las Lenguas Indígenas de
organizaciones coinciden o no con los intereses de la
Oaxaca; se creó la Escuela Normal Bilingüe Intercultu-
comunidad, si tienen o no la intención de activar el
ral de Oaxaca; operan en el estado 15 planteles de ba-
proyecto comunitario. En suma, si el proyecto de cada
chillerato bilingüe intercultural y se inicia el programa
organización es compatible o no, si alimenta o no, si
de secundarias indígenas en cinco escuelas; los mix-
desvía o no el proyecto de la comunidad.
tecos trabajan para construir este año su proyecto de
Siguiendo a Adelfo Regino, podemos proponer que
bachillerato y universidad indígena; hay una importan-
la comunidad india es una casa cuyos cimientos son el
te difusión de las lenguas originarias. En este contex-
tejido social creado por las relaciones de parentesco y
to, destacan los esfuerzos organizados por revitalizar la
de reciprocidad. Sobre esa base yace la vida comunal,
lengua a nivel regional, como es el caso chocholteco.
dentro de la cual se manifiestan formas específicas de la
En la mayoría de los Pueblos Indios hay grupos de in-
cultura. La comunidad es un sujeto real porque tiene una
telectuales y maestros que trabajan por la recuperación
figura que le da vida: la asamblea general. La reconstitu-
y revitalización de la lengua originaria. En algunos ca-
ción de los Pueblos Indios implica, desde esta perspecti-
sos, incluso se generan pleitos por el uso correcto de
va, proyectar la comunidad del ámbito local al regional,
una letra, lo cual puede parecer absurdo pero eviden-
al panétnico: constituir un sujeto de amplio abarcamien-
cia el gran interés que se tiene por la lengua: un maes-
to a partir de una asamblea multicomunitaria.
tro triqui decía, no sin razón, que es preferible tener pleitos porque unos quiera una letra y otros no, a no
Un campo de acción prioritario: la revitalización lingüística
tener con quien pelear. En medio de esta actividad, sobresalen también los trabajos de la Academia de la Lengua Mixteca, una or-
La reconstitución de los pueblos indios implica, indis-
ganización conformada por intelectuales orgánicos in-
cutiblemente, la recuperación de la lengua originaria,
dios en 1997, luego de casi una década de trabajos
sin que ello signifique el rechazo al aprendizaje del es-
lingüísticos a través de talleres. Esta organización es
pañol, lengua que necesitan manejar bien para relacio-
ejemplar pues abarca a los mixtecos de los tres esta-
narse con los demás ciudadanos del país; o del inglés,
dos: Oaxaca, Puebla y Guerrero, y ha despertado el in-
imprescindible para quienes emigran al extranjero. Lo
terés mixteco a través de distintas acciones, tales como
propio se puede pensar, decir y defender en español,
los talleres de lectura y escritura, los encuentros de es-
pero tiene más sentido hacerlo en la lengua originaria.
critores en lengua mixteca, y los congresos generales
Por lo mismo, una de las preocupaciones de los in-
de hablantes del mixteco. Esta organización tiene claro
telectuales orgánicos indios de Oaxaca, ha sido la re-
que la revitalización de la lengua es fundamental para
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la recuperación de la identidad y la memoria históri-
de vinculación en torno a la cultura que realizan sus
ca, pero también para la lucha por la autonomía. Ellos
hijos. Mención aparte merecen los esfuerzos pro-
afirman que recuperando la lengua se está ejerciendo
pios respecto a la formación escolar de los jóvenes
autonomía: “No estamos marchando para exigir los de-
a nivel de bachillerato: los mixes o ayuuk de Tlahui-
rechos, estamos ejerciendo, estamos aplicando. Es una
toltepec, a través de varios de sus intelectuales, confi-
manera muy sutil de ser autónomos. Estamos constru-
guraron el proyecto de una educación escolar propia
yendo ese espacio. Es un espacio de autonomía a partir
y consiguieron apoyos para operar, en 1996, un Ba-
de la lengua” (Vargas, 2001: 234). Puede parecer una
chillerato Integral Comunitario Ayuuk Polivalente.
manera despolitizada de ver las cosas, pero si la cultu-
Este bachillerato sirvió como modelo y actualmente
ra se ha perdido tras la agresión a la lengua, también
operan 14 bachilleratos más que brindan educación
puede recuperarse con la defensa de ésta. Además, así
bilingüe intercultural en ese nivel. No es casual que
como el trabajo de alfabetización entre hablantes de
varios de estos bachilleratos estén ubicados en zonas
español puede adquirir una dimensión política a tra-
de influencia de organizaciones indias importantes,
vés de la concientización de clase, como lo evidencian
como Mazatlán Villa de Flores y Eloxochitlán de Flo-
las actividades de Paulo Freire, la alfabetización en las
res Magón, comunidades mazatecas que vivieron en
lenguas originarias puede derivar en un trabajo de con-
la década de 1990 experiencias políticas de gran im-
cientización étnica.
portancia, conformando un Frente Único de Presidentes Municipales Indígenas de la Sierra Mazateca, que
La formación de los jóvenes
tuvo tal relevancia que obligó al gobierno estatal a someter por la violencia priísta a ambas comunida-
Los jóvenes indios se encuentran en una circunstancia
des y a lograr lo cooptación de la organización. El
diferente a la de la generación anterior, pues mientras
Rastrojo, comunidad de gran jerarquía política para
sus padres vivían en un contexto de racismo abierto y
el MULT; Santiago Xanica, comunidad zapoteca cos-
de acción desculturizadora de la escuela, que provoca-
teña que pertenece a la influyente Organizaciones In-
ba vergüenza de la cultura propia, los jóvenes de hoy
dias por los Derechos Humanos de Oaxaca (OIDHO);
viven en un contexto más favorable, empujado por las
Santiago Nuyóo, comunidad mixteca donde trabaja el
luchas de sus padres, en el que se valora lo indio; se
Consejo Indígena y Popular de Oaxaca “Ricardo Flo-
encuentran mejor organizados y han logrado diversos
res Magón”; Santa María Alotepec y Jaltepec de Can-
apoyos, aunque la cultura dominante sigue siendo et-
dayoc, son comunidades mixes donde la presencia de
nocida y racista.
Servicios del Pueblo Mixe es basta.
La formación de los jóvenes es una pieza clave en
Estas coincidencias evidencian el interés de las or-
la reconstitución de los Pueblos Indios, y así lo ven
ganizaciones por la formación escolarizada de sus jó-
las organizaciones que se preocupan por ello. Algu-
venes, para estar al tanto de ella. Veamos ahora algunos
nas, como Servicios del Pueblo Mixe, A.C., genera-
apuntes de los jóvenes sobre la reconstitución.
ron su propia Academia de Derechos Indios, donde se imparten clases una semana al mes durante dos
Propuestas desde la ADIASAM
años, con el fin de formar elementos con liderazgo, por lo que, junto con el estudio de la historia, el de-
La respuesta que, luego de una rica discusión, dieron
recho y la antropología, se enseña oratoria, mecano-
los jóvenes integrantes de la Academia de Derechos In-
grafía, redacción, teatro y técnicas de grupo; en el
dígenas de la Asamblea Mixe en su sesión 13 (Oaxaca,
mismo sentido, la Unión de Comunidades Indígenas
26 de agosto de 1997) a la siguiente pregunta, es ilus-
de la Región del Istmo (UCIRI), creó su propio Centro
trativa de la gama de perspectivas que se han generado
de Capacitación Campesina, donde se combina los
entre los activistas nativos:
conocimientos necesarios para que los jóvenes colaboren en los proyectos que se impulsan. Otras organi-
¿Qué propuestas tenemos los jóvenes para irnos articu-
zaciones, como el MULT, se interesan en los trabajos
lando como Pueblos Indígenas?
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95
EQUIPO MIXE:
administrativos al interior del pueblo mixteco (si se
En el aspecto cultural:
va a funcionar con Consejo de Ancianos o con re-
v Escribir un libro de recopilación de leyendas mixes,
presentantes de cada comunidad, nombrados por
en español y en ayuuk.
la misma autoridad, etcétera).
En el aspecto político:
EQUIPO ZAPOTECO-HUAVE
v Crear un Consejo Mixe en el que participen 1 ó
v Concientización de base sobre la identidad zapote-
2 personas de cada comunidad. Las personas que
ca y huave. Esto es así, porque al menos en el caso
formarían parte de este Consejo se reunirían y lue-
de los zapotecos de la Sierra Sur, la mayor parte
go regresarían a informar a su comunidad.
de la gente ya no se siente indígena, sino más bien
v Crear una organización a nivel región para resolver las demandas de todas las comunidades. La organi-
mestiza. Y si la gente no se siente zapoteca, no se puede ejercer la autonomía.
zación se dividiría en grupos y cada uno se encar-
v La conciencia se impulsaría a nivel familiar, con los
garía de un trabajo (uno, de las carreteras, otros, de
vecinos, y a nivel comunidad, y se haría en diferentes
la luz, la escuela, etcétera).
espacios: en reuniones, en talleres, desde la iglesia, en la fiesta, desde las pequeñas organizaciones que
En el aspecto social:
hay en las comunidades y en la asamblea general.
v Hacer programas sociales donde se darían espec-
v Se explicaría a la gente que somos libres teniendo
táculos de música, poesía y baile. Esto se haría en
conciencia de nuestra cultura y de los rasgos que
cada comunidad y se intercambiarían bailables, et-
nos caracterizan como pueblo. A lo mejor tendría
cétera. Se haría en mixe.
que cultivarse la cuestión de la cultura.
v Promover la participación de la mujer en las comu96
nidades.
v Ser autosuficientes. Es necesario que las comunidades que pertenecen al pueblo zapoteco, produzcan lo necesario para comer, pues si no, siempre vamos
En lo económico:
a estar dependiendo del exterior. Por lo menos, de-
v Crear una plaza en la que todos los pueblos pue-
bemos producir lo básico. Así que es necesario te-
dan llegar a comprar y vender los productos de su
ner proyectos productivos que generen alimentos y
región.
trabajo. Se podría organizar a los comuneros para
v Realizar talleres de artesanía mixe, donde se en-
que se agrupen y produzcan.
señaría a hacer rebozos, huipiles, huaraches. Esos
v Es necesario formar varias comisiones: una para ha-
talleres estarían atendidos por personas que cono-
cer diagnósticos y otra para elaborar proyectos, ade-
cieran la materia.
más de una tercera para abrir mercados y para ver dónde se pueden conseguir los productos, etcétera.
En el aspecto jurídico:
v Poner a la gente capacitada en los puestos de poder.
v Crear un reglamento mixe, y también un juzgado o tribunal mixe.
Es muy interesante observar la similitud de las respuestas entre los equipos y las respuestas en plenaria a
EQUIPO MIXTECO-CUICATECO
la pregunta ¿Cómo van a practicar la autonomía?:
v Reunir a las autoridades de las comunidades del
v Reflexionando y viendo qué hace falta en la comu-
pueblo mixteco como acción primera, para dialogar
nidad (por ejemplo hacer un estatuto comunal o un
sobre los proyectos que quieran poner en práctica.
reglamento interno) y diciéndoselo a la gente.
v Una vez reunidas las autoridades, ver cómo se puede concienciar a todas las comunidades.
v Estudiando más. v Soñando sobre el futuro.
v Ya concientizada la gente sobre la importancia del
v Poniendo un taller de corte y confección o de arte-
proyecto que se va a hacer, estructurar una comi-
sanías, para unir a las mujeres y transmitirles allí las
sión para ver cómo se van a organizar los poderes
ideas que hemos aprendido.
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v Recuperando algunas tradiciones y valores cultu-
ayuda mutua y fuerza de gestión. Actualmente hay 20
rales que ya se han perdido, como por ejemplo el
museos comunitarios en el estado, están agrupados en
respeto a los ancianos.
una sola fuerza y son autónomos, es decir, que no son
v Promoviendo una mayor participación en las asambleas.
financiados por ninguna institución estatal o federal, sino con recursos generados en parte por ellos mismos
v Diciéndole a las personas que los pueblos indíge-
y con otros proporcionados por el gobierno municipal.
nas tienen valores y costumbres importantes, para
La iniciativa de fundar un museo comunitario en
que hagan conciencia.
Oaxaca nació en Santa Ana del Valle, comunidad za-
v Dialogando con la gente y explicándoles que nuestra cultura tiene valor.
poteca, que solicitó asesoría para establecer un centro de esta naturaleza en 1985. El Instituto Nacional
v Procurando que todos los problemas internos se re-
de Antropología e Historia acordó brindar orientación
suelvan al interior de la comunidad y que no inter-
a través de su Centro en Oaxaca. La comunidad había
venga gente de fuera.
tomado ese acuerdo en asamblea, por lo que donó un
v Cuidando los recursos naturales y aprovechándolos de manera sustentable.
edificio y junto con los asesores determinaron los temas a abordar y organizaron una campaña de dona-
v Defendiendo todo lo nuestro ante cualquiera y di-
ciones. Un concurso de narrativa popular motivó a la
fundiéndolo lo más ampliamente posible.
participación y permitió recopilar testimonios sobre los
v Valorando los ritos y creencias que tenemos.
temas. Integrantes de la comunidad participaron en la
v Ayudando a otras comunidades para que también
elaboración de maquetas, ambientaciones, serigrafía, carpintería e instalación eléctrica. El INAH proporcionó
sean autónomas.
asistencia en el diseño y la coordinación del montaje Esta comparación permite ver que para los 30 jó-
museográfico. En septiembre de 1986 el Museo Comu-
venes formados durante dos años en la ADIASAM, la
nitario “Shan-Dany” (“Bajo el cerro”) fue inaugurado
autonomía y la reconstitución de los pueblos son dos
en un gran festival comunitario.
aspectos indisolublemente ligados al mismo fin.
La experiencia de Santa Ana motivó a otras comunidades a solicitar apoyo para la fundación de museos
La reapropiación de bienes culturales tangibles e intangibles: el caso de los museos comunitarios
nuevos y la reestructuración de pequeños museos arqueológicos, escolares y municipales. San José el Mogote y San Martín Huamelulpan ya poseían museos que presentaban los ricos descubrimientos de las ex-
Otro de los aspectos en que se ha trabajado arduamen-
cavaciones realizadas en sus sitios prehispánicos. Con
te, para la recuperación de lo propio en Oaxaca, ha
la perspectiva de convertirse en museos comunitarios,
sido en el manejo del patrimonio cultural. Tanto los
fortalecieron la participación comunitaria y abarcaron
vestigios del pasado histórico como las formas cultura-
nuevos temas de investigación. Mientras tanto, Santia-
les del presente, constituyen la materia de la defensa y
go Suchilquitongo resolvió crear un museo para res-
reapropiación de los bienes tangibles e intangibles de
guardar los resultados del hallazgo de la tumba número
la cultura.
5 de su sitio arqueológico, y desarrolló una consulta
En este sentido, ha destacado la labor de los mu-
en los barrios y agencias del municipio para determi-
seos comunitarios surgidos durante la década de 1980,
nar otros temas. El INAH siguió prestando asesoría para
y que intentaron encontrar las raíces culturales organi-
coordinar los proyectos, impulsar la participación co-
zadas y en su lugar de origen. Y al irse creando museos
munitaria, y desarrollar talleres de historia oral y de
se fue observando con más claridad su importancia en
museografía. Así se inauguraron los museos comunita-
la reapropiación cultural, en la reafirmación de lo pro-
rios de San José el Mogote (1987), Santiago Suchilqui-
pio, y se avanzó en la consolidación de la experiencia
tongo (1989) y San Martín Huamelulpan (1991).
a través de la organización de todos los museos co-
Los comités de museos comunitarios se convirtie-
munitarios, en una unión que les diera solidez para la
ron en los pilares del proyecto, puesto que la asamblea
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97
general de cada comunidad nombró un comité para
lo que somos en un pueblo, lo que también queremos
responsabilizarse de la creación y desarrollo de sus mu-
hacer, lo que queremos también de nuestros hijos.
seos. Desde un inicio, estos comités han estado inte-
Román Bautista Sánchez.
grados al sistema de cargos de las poblaciones, sistema
Santa Ana del Valle, Tlacolula.
de gobierno local según el cual el pueblo es dirigido y administrado por autoridades y comités elegidos en
La Unión de Museos Comunitarios (de Oaxaca)
asamblea. Los integrantes de los comités cumplen con
sirve bastante, es muy importante porque nos da
un servicio comunitario obligatorio sin recibir ninguna
autoridad. No vamos desapareciendo, sino al con-
remuneración por su trabajo durante uno o dos años.
trario, vamos fortaleciendo tanto lo que fuimos
Otro pilar fundamental del proyecto, han sido las
como lo que somos. Para nosotros es muy necesa-
reuniones de intercambio de experiencias, en las que
rio así como los antepasados dejaron muchas cosas
todos los comités comparten sus avances, problemáti-
buenas para nosotros, pues eran bien hechos para
cas y sugerencias. Estas reuniones se desarrollan cada
nosotros, y pues algo tenemos que hacer también
dos meses, y desembocaron en la creación de la Unión
nosotros, dejar a los que vienen, los hijos que vie-
de Museos Comunitarios de Oaxaca, A.C., en 1991.
nen atrás de nosotros.
Cada población ha desarrollado múltiples proyec-
Félix Faustino López López.
tos comunitarios, entre los que destacan la formación
Santa María Yucuhiti, Tlaxiaco.
de grupos de danza, la creación de exposiciones temporales y la realización de concursos, además de al-
Palabras finales
gunos proyectos productivos. En cuanto a la Unión de
98
Museos Comunitarios de Oaxaca, destaca su participa-
Como puede verse, los caminos oaxaqueños hacia la re-
ción activa en la fundación y desarrollo de la Unión
constitución son variados, dinámicos y maduros —eso
Nacional de Museos Comunitarios desde 1994.
que otros no cupieron aquí o fueron insuficientemente
Algunos aspectos de la importancia de este trabajo
abordados—. Oaxaca es mayoritariamente india, y lo in-
son expresados en los siguientes testimonios de dos de
dio palpita, se mueve, se desgasta y trata de regenerarse.
sus protagonistas, zapoteco y mixteco respectivamente:
Los movimientos impulsados por las organizacio-
El museo comunitario es una forma de dar a cono-
nes se han topado con el ejercicio de la administración
cer a nuestro pueblo, nuestra cultura, nuestro modo de
pública y, en muchos casos, han presionado para la so-
vivir, nuestra forma de organización. El museo es para
lución de demandas o para reformas legislativas que
difundir a nuestro pueblo, a nuestro estado, a nuestro
permitan seguir trabajando en mejores condiciones.
México, yo así pienso. Pienso que el museo es un órga-
También es justo reconocer que a diferentes funciona-
no, un medio para mejorar a nuestro pueblo, para lo-
rios les han permitido avanzar en el ajuste de la adminis-
grar bienes económicos, porque, de hecho, si nosotros
tración a las necesidades reales de estas organizaciones.
difundiéramos realmente nuestro pueblo mediante el
Sin embargo, hay obstáculos que persisten y que el Esta-
museo, yo creo que el pueblo de Santa Ana podría le-
do se niega o no puede superar, pareciendo que la úni-
vantar un poco más. A veces la gente se avergüenza de
ca solución viable es una reforma del mismo.
su raza, de sus padres, pero lo que ellos nos enseñaron,
Por otra parte, observando las cosas desde Oaxa-
lo que ellos nos legaron, pienso que es importante, es
ca, se percibe con claridad que con la reconstitución
parte de nuestra cultura. No debemos avergonzarnos,
de los pueblos indios sucede algo similar que con la
al contrario, yo me siento demasiado orgulloso de ha-
comunalidad y con los pueblos: como resultado de
ber nacido en este pueblo y yo pienso que lo que de-
sus luchas, las vanguardias organizativas pugnan por
bemos hacer con los museos, todos los pueblos que
lograr que sus diversos planteamientos y demandas
cuentan con museo, es tratar de difundir a nuestro pue-
lleguen a tener cobijo en la legislación, es decir, que
blo, dar a conocer lo que somos a nuestro pueblo, ado-
impulsen cambios en las leyes para que los derechos
rar a la vez a nuestro pueblo, saber entender realmente
indígenas tengan su protección. Pero resulta que una vez logrados estos cambios, hay aspectos que no tie-
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nen una definición suficiente de origen, lo que hace
movimiento indio, y el gobierno mexicano ha reaccio-
que las conquistas legislativas queden en el vacío o
nado ordenando su impulso a través de la CDI. Pero
sea interpretadas de modos diversos y hasta contradic-
hay muchas formas de entender la reconstitución, des-
torios.
de la radical lucha por autonomía en el marco de la
Como resultado de un amplio proceso de formula-
reformulación de la nación, hasta los distintos esfuer-
ción y consulta con sus bases, el magisterio oaxaque-
zos específicos por lograr la recuperación y revitaliza-
ño presentó al congreso de Oaxaca un proyecto de ley
ción de elementos culturales. Ante tal diversidad, las
de educación que en su mayor parte fue incorporada a
acciones del gobierno mexicano en apoyo a las orga-
la Ley Estatal de Educación de 1995. En ella se ordena
nizaciones indias seguramente saldrán bien libradas,
el respeto a la comunalidad como raíz y razón de ser
pues pueden responder en buena medida al mandato
de los pueblos indígenas. Pero el concepto de comu-
legislativo; el problema que ocasiona esta diversidad
nalidad no es parte del lenguaje del magisterio oaxa-
de definiciones es, en todo caso, del movimiento in-
queño, ni siquiera del de todos los maestros indígenas,
dio. Es indudable que las organizaciones que mejor es-
por lo que su desconocimiento y diversidad de inter-
tán funcionando son las que trabajan simultáneamente
pretaciones entre la burocracia educativa, implica di-
en varios campos de acción y, apoyadas por OSC, están
versidad en el diseño y aplicación de políticas. Así, los
mostrando al gobierno las vías de reformas para que el
funcionarios en turno buscan asesorarse acerca del sig-
cambio de régimen y la reformulación de la nación sea
nificado del concepto de comunalidad, para orientar
un trance menos doloroso.
sus acciones en cumplimiento de la ley. Algo similar sucede con el concepto de pueblo. La
Bibliografía
Ley de Derechos de los Pueblos y Comunidades Indígenas de Oaxaca, de 1998, reconoce al pueblo como
ASETECO Una caminata de veinte años en los bosques
sujeto, y por lo tanto es una figura clave para la im-
comunales de Oaxaca. Historia del acompañamien-
plementación de las políticas públicas. Esta ley es re-
to de una asociación civil (ASETECO) a las comuni-
sultado tanto del contexto generado por la rebelión
dades indígenas con recursos forestales del estado
zapatista como de la presencia de asesores sensibles
de Oaxaca, México, Asesoría Técnica para las Co-
en el gobierno del estado y de intelectuales indios con-
munidades Oaxaqueñas, A.C. / Centro de Capaci-
vocados. Esto produce una ley avanzada pero que no
tación de la Mujer Oaxaqueña, Oaxaca, México,
puede ser aplicada a los Pueblos Indígenas, porque
2003.
ellos son un sujeto por construir, en vías de reconstitu-
Bartolomé, Miguel. “Las palabras de los otros: la antro-
ción. Como diría Miguel Bartolomé: “son una nación
pología escrita por indígenas en Oaxaca” en Cuader-
en sí, pero todavía no son una nación para sí”, y mien-
nos del Sur, núm.18, marzo 2003, Oaxaca, México.
tras esto sucede, la ley difícilmente podrá traducirse en
Bartolomé, M. y A. Barabas (coords.). “Organización
acciones acordes, pese a los buenos deseos que tuvie-
social y política” en Los pueblos indígenas de
ran algunos funcionarios, como el antropólogo Car-
Oaxaca. Atlas etnográfico, INAH / Fondo de Cul-
los Moreno quien, estando al frente de la Secretaría
tura Económica / Secretaría de Asuntos Indígenas
de Asuntos Indígenas del gobierno de Oaxaca, inten-
del gobierno de Oaxaca, México, 2004.
tó aplicar la ley en cuestión y ante el problema de los
Julián Caballero, Juan. “La Academia de la Lengua Mix-
Pueblos como sujetos en construcción, impulsó la for-
teca. Espacio de reflexión compartida” en Cuadernos
mación de uniones de ayuntamientos pertenecientes al
del Sur, núm. 14, mayo de 1999, Oaxaca, México.
mismo grupo etnolingüístico. Esto significó un avance
Maldonado, Benjamín. Comunalidad y autonomía in-
importante —y ejemplar— dentro de las políticas pú-
dia. Enfoques y propuestas desde Oaxaca, INAH /
blicas, pero no tuvo tanta importancia en el contexto
Coalición de Maestros y Promotores Indígenas de
de la reconstitución.
Oaxaca / Secretaría de Asuntos Indígenas del go-
Como hemos visto, el caso de la reconstitución de los Pueblos Indios ha sido una demanda nacional del
bierno de Oaxaca / Centro de Encuentros y Diálogos Interculturales, Oaxaca, México, 2002.
www.cdi.gob.mx
99
Martínez Luna, Jaime. Comunalidad y desarrollo, Direc-
Regino, Adelfo. “La reconstitución de los pueblos indígenas”,
ción General de Culturas Populares e Indígenas, Méxi-
en M. Bartolomé y A. Barabas (coords.), Autonomías ét-
co, 2004.
nicas y Estados nacionales, México, INAH, 1998.
Quecha, Citlali. El papel del intelectual indígena en el mo-
Vargas, Mónica. Nunca más un México sin nosotros. Expre-
vimiento indio contemporáneo. El caso de Santa María
siones etnopolíticas oaxaqueñas, Tesis de maestría en
Tlahuitoltepec, Mixe, Oaxaca. Tesis de licenciatura en
antropología social, CIESAS-Occidente, Guadalajara,
antropología, ENAH, México, 2003.
México, 2001.
100
www.cdi.gob.mx
101
REUNIÓN DE PUEBLOS INDÍGENAS DE LA FRONTERA NORTE: DESARROLLO Y MEDIO AMBIENTE* Antecedentes Entre noviembre de 2003 y junio de 2004, la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) realizó el Seminario sobre Políticas Públicas y Reconstitución de los Pueblos Indígenas, en donde se presentaron experiencias de Pueblos Indígenas del centro, occidente y centro norte del país. La CDI, a través de la Dirección de Fortalecimiento de Capacidades de los Pueblos Indígenas, consideró indispensable extender el análisis y la discusión en el sentido de las experiencias de los pueblos indígenas del norte y noroeste de México. Por su parte, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), en coordinación con la CDI y la Agencia Ambiental de los Estados Unidos (EPA), llevó a cabo, en el 2003, una reunión con representantes de algunos pueblos indígenas de Baja California, de Sonora y del sur de California, Estados Unidos; tuvo como objetivo presentar el Programa Frontera 2012 y tener un acercamiento entre los indígenas de ambos lados de la fron-
* La Reunión de Pueblos Indígenas de la Frontera Norte: Desarrollo y medio ambiente, se llevó a cabo en Hermosillo, Sonora, el 1 y 2 de diciembre de 2004.
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tera para analizar problemas ambientales compartidos.
Occidental. Así, había de los valles, yaquis y mayos, ha-
Como resultado de esa reunión, la SEMARNAT y la CDI
bitantes inmemoriales del norte de Sinaloa y el sur de
consideraron necesario realizar sesiones informativas
Sonora; del desierto, los o’dam que viven a caballo en-
con los indígenas mexicanos con la finalidad de que
tre Sonora y Arizona (parte de la zona cultural conocida
cuenten con mayor información institucional sobre ése
como Oasisamérica); de la costa, los seris; de la sierra,
y otros programas de ambas instituciones. El 1 y 2 de
pimas y guarijíos; de los desiertos de Baja California, los
diciembre de 2004 pudo concretarse esta reunión, por
kiliwas, paipai, cucapáes y triquis jornaleros migrantes.
lo que a continuación se presenta algunos de los temas
Un arco de siglos une a estos pueblos con los más
de discusión abordados y especialmente la palabra de
antiguos asentamientos del llamado Gran Noroeste de
los pueblos ahí representados.
México, compartiendo elementos sustanciales como el pertenecer a las familias lingüísticas taracahíta, seri
Aridoamérica y el gran noroeste de México
y yumana. Igualmente, el papel de primera importancia que ha tenido en su vida la recolección, la caza y la pesca; aunque también conocieron y practicaron
102
Una vez que salimos del Altiplano Central y avanzamos
la agricultura como fuente subsidiaria de alimentación,
hacia el norte, cruzando la región Occidente, nos aden-
aprovechando las pocas pero constantes fuentes de
tramos en las tierras septentrionales de Mesoamérica,
agua provenientes de las sierras.
cuyos límites variaron durante la época prehispánica;
En la antigüedad cazaban animales: liebre, venado,
primero, abarcando buena parte de Sinaloa, Durango
pequeños mamíferos y algunas aves; recolectaban fru-
y Zacatecas hasta la frontera con Chihuahua, especial-
tas, plantas y raíces; los que estaban cerca de la costa
mente por el desarrollo de la cultura conocida como
se dedicaban a la pesca con un rango muy amplio de
Chalchihuites, entre otras; y retrocediendo, posterior-
aprovechamiento de pescados, crustáceos y moluscos,
mente —siglo XII al XVI—, hacia la costa del Pacífico,
desplazándose de un lugar a otro y deteniéndose cuan-
desde la desembocadura del río Sinaloa, descendiendo
do hallaban zonas con recursos abundantes. De las
por el río Lerma y tomando finalmente la línea que si-
plantas extraían materia prima para producir mantas de
gue el río Pánuco, hasta el Golfo de
México.1
fibra de yuca, bandas, morrales de red, bolsas de red
Más allá se encuentra Aridoamérica: comprendien-
con armazón de madera, sandalias, enredos, cestos,
do vastas regiones áridas y semiáridas de la penínsu-
costales; de la madera: arcos, flechas, palos para cavar,
la de Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila,
mangos para cuchillos, grandes púas de agaves; de las
Nuevo León, el norte de Tamaulipas; y porciones de
astas de venado: lanzas; de la conchas, caracolas, ca-
Durango, Zacatecas, San Luis Potosí, Aguascalientes,
parazones de tortuga y dientes de tiburón: pendientes,
norte de Jalisco, Guanajuato y Querétaro. Dentro de
pectorales y adornos varios; de los guajes y calabazos:
este mosaico de costas, litorales, mesetas, llanuras, de-
objetos para transportar y guardar agua; de las piedras
siertos y montañas de la Sierra Madre Occidental y
de pedernal, riolita, basalto u obsidiana: raspadores,
Oriental, se desarrollaron, desde épocas muy remotas,
cuchillos, morteros, puntas de proyectil; de las pieles
pueblos cuya lucha por la supervivencia diaria ha sido
de animales: vestidos, taparrabos y capas.2
determinante a lo largo de su historia: la búsqueda de
Innumerables frutos del desierto eran aprovecha-
alimentos, de agua dulce y de protección ante un cli-
dos: pitahayas, garambullos, biznagas, yucas, cogoyos
ma extremo y hostil.
de agave, de palma, raíces y tubérculos, nopales, tunas
Los pueblos presentes en esta reunión provenían de
y aun las mismas flores silvestres. Entre los animales
distintas partes de Aridoamérica; de la zona conocida
terrestres, se contaba: mapaches, borregos cimarrones,
como llanura costera del noroeste y de la península de Baja California; otros, de las faldas de la Sierra Madre
1
Manzanilla, Linda y Leonardo López Luján, Atlas Histórico de Mesoámerica, 1993
2
Nárez, Jesús. “ Aridoamérica y Oasisamérica“, en Manzanilla, Linda y Leonardo López Luján (coords.), Historia Antigua de México, vol I: El México antiguo, sus áreas culturales, los orígenes y el horizonte preclásico, INAH / UNAM / Miguel Ángel Porrúa, México, 1994, pp. 80-89
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zorrillos, liebres, ratones, serpientes, aves, insectos,
la Organización Internacional del Trabajo. Además,
abejas silvestres y otros. Finalmente, el maíz, el frijol,
debo mencionar que la tribu yaqui funge como ór-
la calabaza, la cerámica, y algunas obras de control
gano ejecutivo único y hace las veces de reforma
hidráulico en las regiones semiáridas aledañas a las
agraria, comparte, reparte, da y quita, y tiene que
sierras donde había vasos de agua y corrientes perma-
ver con todas las acciones de gobierno. Desde la
nentes, dieron pie a poblaciones sedentarias. Por ejem-
colonia tenemos el reconocimiento de nuestro terri-
plo, a lo largo de los ríos Yaqui, Mayo y Fuerte.
torio, los pueblos en aquel entonces fungían como
Para la época del contacto con los europeos, ha-
custodios naturales permanentes de su territorio y
bitaban en el Noroeste de México incontables gru-
tenían un sistema de comunicación.
pos nómadas, seminómadas, recolectores, cazadores y pescadores, gran parte de los cuales hoy han desapare-
Hacia 1610 los yaquis aceptaron la presencia de
cido: en Baja California los guaycuras, pericués, mon-
misioneros jesuitas, dando inicio las relaciones entre
quis, liuis, didines, huichitíes, coras, callepues, arispes,
indios y conquistadores. Durante este periodo se lle-
cataruros, cantiles, laymones y cochimíes; en Coahui-
vó a cabo la concentración de los yaquis en los ocho
la, laguneros, cabezas, boboles, huyquetzales, ca-
pueblos tradicionales: Cócorit, Bácum, Tórim, Vícam,
caxtes y tobosos; en Durango, tepehuanos, xiximes y
Pótam, Rahúm, Huírivies y Belem. Esta organización
zacatecos; en Chihuahua, manso, suma, jumano, con-
territorial fue considerada sagrada, y a partir de ella los
chos y tarahumaras; en Sonora, ópata, pápago, pimas,
yaquis han reelaborado mitos fundacionales. Bajo el
jovas, chinipa, gurarojíos, cahíyas y seris.3
régimen de las misiones y frente a las presiones que
Combatidos por los conquistadores fueron someti-
ejercían los blancos, quienes estaban decididos a apo-
dos o exterminados, otros reducidos en pueblos, pre-
derarse del territorio, en 1741 se produjo un levanta-
sidios y misiones, unos más huyeron a regiones cada
miento encabezado por Ignacio Muni, Calixto, Baltazar
vez más inhóspitas. Poco a poco y al paso de los siglos,
y Esteban, que terminó con la firma de un tratado en el
numerosos poblados y nuevas rancherías se fundaron,
que se reconoció el derecho de los yaquis a conservar
pero aún hoy muchos de sus descendientes recorren
sus costumbres y gobierno, la posesión total de sus tie-
grandes extensiones anualmente.
rras y el derecho a conservar sus armas.4 Con la expulsión de los jesuitas en 1767, concluyó
“DECIDIMOS NUESTRO DESTINO DEBAJO DE LAS ENRAMADAS”: VOZ DEL PUEBLO YAQUI
este periodo de relativa paz, durante el cual los yaquis
El ingeniero agrónomo Miguel Montiel habló con la
que enfrentan hasta la fecha: el despojo de su territorio
autorización de los gobernadores tradicionales yaquis:
por parte de los colonos. En 1825 se iniciaron las re-
Venimos a presentar el posicionamiento que el pue-
beliones yaquis que marcarían, de ahí en adelante, la
blo yaqui ha venido defendiendo, entendiéndose
tónica de sus relaciones con los gobiernos de México
históricamente que se tiene un territorio, un idio-
hasta 1936. La primera de estas rebeliones fue enca-
ma reconocido y el amparo de la constitución con
bezada por Juan Banderas (Ignacio Jusacamea), quien
derechos consagrados, aunque no todos ejercidos.
proclamó la independencia de la “Confederación In-
Desde tiempos de la corona española nosotros ya
dia de Sonora”, pero fue procesado en 1832 junto con
teníamos reconocido nuestro territorio original. Se
los líderes ópatas y mayos de la Confederación. La otra
hablaba de una base de gobierno más perfecta que
importante insurrección tuvo lugar 27 años después
en los tiempos actuales.
con la participación de los pimas, y no fue sofocada
Mi presentación se centra en aspectos jurídicos establecidos y vigentes como el Convenio 169 de
empezaron a tener uno de los principales problemas
sino hasta 1868 con el exterminio casi total de yaquis y mayos.5
4 3
Íbid. 91.
5
http: //www.cdi.gob.mx/index.php?id_seccion=359/. Idem.
www.cdi.gob.mx
103
104
Continúa hablando Miguel Montiel:
cultura y de la organización propia de los yaquis. Por
Hemos tratado de convenir una línea que fortalez-
ello se propone orientar las políticas de afuera a los
ca los sistemas de gobierno. Al inicio de la presente
propósitos y objetivos propios de adentro.
administración pública federal, un grupo de profe-
Montiel apunta:
sionistas se juntaron haciendo foros de análisis para
Hay mentes muy cuadradas en otras dependencias,
amarrar acuerdos y líneas de trabajo para el pueblo
y la CDI ha venido a facilitar los procesos en la ne-
yaqui. Lo que resultó fue un documento (Plan Es-
gociación de cualquier apoyo. Tomando por base la
tratégico de Desarrollo de la Tribu Yaqui) que com-
premisa del territorio y el agua, creamos un documen-
prende diversos ejes: económico, social, político,
to más ejecutivo: convenio de concertación de accio-
cultural y deportivo. Este documento plantea que
nes del gobierno federal, estatal, municipal y la tribu
todo lo que tenga que ver con los recursos natu-
yaqui. Nosotros, como unidad política y económica,
rales esté íntimamente ligado a los gobernadores
planteamos los conceptos de nación y reforma, aun-
tradicionales. Los cuerpos técnicos colegiados han
que nos encontramos con el poco reconocimiento por
venido a fortalecer los acuerdos de trabajo.
parte de la gente.
Hay ocho pueblos que integran la tribu yaqui, cada
El pueblo yaqui ha logrado construir instituciones
uno tiene su propio gobernador y aporta ocho técnicos
políticas propias, a partir de la organización de sus
a un Cuerpo Colegiado. Se integra el Plan Estratégico
ocho pueblos tradicionales; cada uno conforma una
de Desarrollo, documento rector para la autogestión.
unidad política-religiosa y militar (esto último, básica-
Tiene un eje económico orientado a la ganadería, pes-
mente, para fines ceremoniales y de vigilancia); se ha-
ca, acuacultura, agricultura y agroindustria; un eje so-
bla desde la tribu o desde la tropa y todos participan
cial orientado hacia salud e infraestructura como agua
de las funciones civiles y rituales. Así, la lengua, el te-
potable, educación y transporte; un eje político centra-
rritorio y las responsabilidades civiles y militares for-
do en la autonomía de la tribu, que se ejerce “de he-
man parte central del sistema identitario yaqui.
cho y de derecho”, y un eje cultural y de deporte. Este modelo de desarrollo se fundamenta en una visión pro-
Antiguos y actuales pobladores mayos
pia del territorio, con el consenso de las autoridades tradicionales y con el apoyo del Cuerpo Colegiado in-
Basados en un sistema de rancherías dispersas que se
tegrado por setenta y cinco técnicos. Su prioridad es
cobijaban a las orillas de los ríos para desarrollar una
el desarrollo del territorio propio y el aprovechamiento
agricultura de ribera, los antiguos pobladores mayos
óptimo del agua.
desarrollaron una estructura política, territorial y eco-
…la base fundamental del proyecto político, como
nómica poco jerarquizada y descentralizada.6
elemento de la constitución de los pueblos, es el
Cuando los jesuitas llegaron al territorio Mayo, en
Plan Estratégico de Desarrollo que privilegia la de-
1591, provocaron un cambio profundo en la forma de
fensa del territorio (…) de ahí viene actualmente la
organización social y territorial. Los pueblos de misión
negociación con la Reforma Agraria, porque para
introdujeron una nueva forma de habitar y reconocer
nosotros esto es lo prioritario. No conseguimos un
el territorio. A lo largo del siglo XVIII y del XIX, los pue-
desarrollo sustentable si estamos mutilando los de-
blos mayos y yaquis combatieron una y otra vez con-
rechos de tierra y agua. (Miguel Montiel)
tra españoles y mestizos. Genocidas son las masivas deportaciones que Porfirio Díaz realizó enviándolos a
Existe una intensa gestión con los niveles de gobierno federal, estatal y municipal, que ha derivado en un documento más ejecutivo llamado Convenio de Concertación de Acuerdos. Hay una continua negociación con los responsables de los programas de gobierno porque tienen otra concepción del territorio, de la
6
Moctezuma Zamarrón, José Luis, Alejandro Aguilar Zeleny y Hugo López Aceves, “Etnografía del desierto. La estructura social o’odham, conca’ac, yoeme y yoreme“, en Millán, Saúl y Julieta Valle (coords.), La comunidad sin límites, vol III: Estructura social y organización comunitaria en las regiones indígenas de México, INAH, México, 2003, pp. 307310.
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la península de Yucatán. A diferencia de los Yaquis, los
de julio a septiembre. La temperatura máxima en el ve-
Mayos abandonaron paulatinamente los asentamientos
rano llega a los 45 °C, pero su promedio anual es de 25
de pueblo-misión y volvieron a su antiguo modelo de
°C, y el de su precipitación de 400 mm.7 Su flora es característica de los lugares desérticos:
rancherías y caseríos dispersos. Para cuando el presidente Cárdenas resolvió, me-
mezquites, álamos, aceituna de monte, cactus. Su fau-
diante la constitución de los ejidos del Valle del Mayo,
na, en vías de extinción por la urbanización y la indus-
la antigua demanda de tierras, estos grupos se inte-
trialización, se compone de jabalí, cuervos, víbora de
graron a una gran cantidad de colonos mestizos, pro-
cascabel, tlacuache y liebre, mientras otras, como el
vocando la pérdida del control de su territorio y, por
venado, están en franca extinción.8 Con la construcción del distrito de riego se desa-
ende, de los cargos de decisión agraria y política. Estos tipos de movimientos nos han hecho enten-
rrolló una agroindustria que produce cártamo, soya,
der —dice un representante— que después de és-
garbanzo, sorgo y algodón. Los mayos venden su fuer-
tos, la gente nos empieza a reconocer. Yo vengo de
za de trabajo en empresas agrícolas o rentan sus tie-
una comunidad indígena nacida hace treinta años,
rras. Como una de las consecuencias de este sistema
lo que se quería entonces era que mediante la vía
agroindustrial, el territorio mayo está muy deteriorado
agraria se fundara un pueblo, tuvimos que esforzar-
en sus suelos; hay sequías prolongadas, tala indiscrimi-
nos en crecer unidos y organizados. Hemos estado
nada y afectación de las pocas áreas naturales.9
negociando, actualizándonos. Por el año 91 empe-
“Tenemos el problema de la tala indiscriminada, la
zamos a platicar con el INI (hoy CDI) y el gobierno
sequía y el sobrepastoreo, los ríos y pastos que se em-
del estado, obteniendo algunos servicios como luz
piezan a secar y la contaminación de la granjas. Sin
y agua. Sin embargo, hasta el momento no hemos
embargo, sabemos que nuestros recursos pueden forta-
tenido nuestro territorio propio.
lecernos, y por ello hemos empezado a hacer algunas
Partimos de la idea de nuestra autonomía para
acciones, como la puesta en marcha de proyectos pro-
tener una visión real de lo que viene. Para noso-
ductivos a través de la CDI. No estamos en contra de las
tros, relacionarnos con el medio ambiente natural
nuevas tecnologías, simplemente queremos que sean las
es básico, por eso participamos en este tipo de re-
adecuadas, de manera que no impacten la naturaleza”.
uniones; hemos tenido la experiencia de que los
Para la SEMARNAT, el uso de plagicidas y el desecho
programas de los gobiernos los utilizan en benefi-
al aire libre de envases vacíos de agroquímicos, con-
cio de ellos mismos, por eso tenemos que exigir, así
forman un problema de gran magnitud en la región. Se
vendrán los apoyos. Esto no se va a detener siem-
sabe que los plaguicidas dotan de resistencia genética a
pre que no nos organicemos, aquí cada pueblo tie-
las plagas y provocan el uso de productos más potentes,
ne sus representantes natos que pueden encauzar
lo que ha desembocado en el aumento masivo de éstas:
sus esfuerzos a diferentes niveles de gobierno, a tra-
alteran el ecosistema, contaminan las aguas y los suelos,
vés de ellos y de nuestra organización hemos exigi-
además de poner en riesgo la salud humana. Por otra
do diferentes apoyos.
parte, los envases vacíos son considerados como residuos peligrosos ya que representan una fuente de conta-
El territorio mayo, en el norte de Sinaloa y al sur de km2
minación de cuerpos y cauces de agua.
distribuidos
Para los mayos, la calidad de vida tiene que ver con
en tres regiones: la falda de la sierra o Sierra Baja, el va-
“vivir de la naturaleza” pero cuidando de ella; se inte-
lle y la franja costera. Sus alturas van desde el nivel del
resan por el uso múltiple de su territorio a modo de ob-
mar hasta los 2 mil metros. Es irrigado por los ríos Mayo
tener carne, leche, huevo, granos básicos y verduras,
y Fuerte; con las presas existentes se han creado algu-
así como ingresos de sus tierras. Han luchado por esas
Sonora, abarca una extensión de 7 625
nos sistemas de riego y represas para la agricultura. Sus suelos son pobres en capa vegetal, arcillosos, limosos y
7
con migajones difíciles de trabajar. El clima fluctúa entre
8
desértico y subtropical, la época de lluvia es sobre todo
http: //www.cdi.gob.mx/index.php?id_seccion=301 Idem. 9 Idem.
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105
tierras difíciles y lograron recientemente la posesión de
Nuestros ancestros —dice un hombre seri— supieron
100 hectáreas que empezaron a cercar. Están promo-
apropiarse del desierto manufacturando sus propios
viendo actualmente varios proyectos productivos, en
utensilios con productos naturales, como varas para
apicultura, ganado lechero y sus derivados.
elaboración de flechas, raíces para lanzas y arpones,
Las tierras mayo, como las yaqui, también poseen
la planta “ocotillo” para la fabricación de chozas para
litorales y cuentan con una tradición de lucha para de-
vivienda, el carrizo para la fabricación de balsas (me-
fender su visión sobre el uso de los recursos pesqueros.
dio de trasporte hacia las islas), los utensilios domésti-
Han constituido el Frente Nacional Pesquero, mismo
cos de fibras de la planta llamada ‘torote’, usada para
que se propone defender las formas de pesca ribere-
la fabricación de canastas, además del trabajo con ca-
ña contra la pesca de alta mar, ya que la primera está
racoles y conchas empleados como adornos en su ves-
bajo control de la comunidad, pero enfrentan dispo-
timenta.
siciones que la frenan y no promueven su uso sustentable; carecen de créditos y no se advierte por parte
Cabe remarcar que los seris nunca fueron formal-
de las autoridades que esta pesca puede ser detonan-
mente conquistados y, menos aún, evangelizados y
te del desarrollo regional. “Dicen que no somos sol-
pacificados. Ya para el periodo independiente se ha-
ventes, pero tenemos nuestro trabajo, nuestra cultural,
bía desarticulado el sistema de organización de ban-
nuestra tierra. Creemos que sí somos solventes, y en lo
das, perdiéndose casi la totalidad de sus dominios en
moral también”.
la tierra continental. No obstante, a lo largo de los dos primeros tercios del siglo XIX fueron más perseguidos
Escuchando a “los que viven en la arena” o la situación del pueblo seri
y prácticamente aniquilados, tanto por los soldados como por los rancheros mexicanos, quienes mediante la nueva tecnología podían utilizar los recursos natura-
106
Nosotros tuvimos una distribución amplia en los
les que aún quedaban en manos de los seris; algunos
límites costeros del estado de Sonora. Abarcamos
de éstos lograron huir y refugiarse en la Isla Tiburón.11
desde Puerto Lobos, límite norte, hasta el límite sur
La escasez de agua y animales para la caza, ade-
de la ciudad de Guaymas, en un ambiente que con-
más de diversas enfermedades, fueron los factores pre-
junta el desierto y el mar, en la denominada Costa
dominantes para que los seris abandonaran su refugio
Central del Desierto Sonorense. Hemos permane-
en la Isla Tiburón y volvieran a incursionar en tierras
cido hasta la actualidad ocupando y utilizando las
continentales, primero para contratarse temporalmente
aguas que se extienden alrededor de las Islas Tibu-
como comerciantes de pescado y rancheros, después
rón, San Esteban, Patos y Alcatraz, y la costa desde
para establecerse definitivamente.12 A su retorno de la Isla Tiburón, los seris se establecie-
el límite sur de Santa Rosa, hasta el poblado de El Desemboque de los Seris, como límite norte.
ron a lo largo de la costa, hasta que en 1936 el entonces presidente de la República, general Lázaro Cárdenas,
Por su cultura, los comcáac eran la antítesis de los espa-
atendiendo a sus demandas de apoyo, promovió su or-
ñoles: era un pueblo nómada cuya movilidad giraba en
ganización en cooperativas de pescadores, les propor-
torno a los recursos acuíferos y a los ciclos de la flora y
cionó el equipo necesario y los concentró en el poblado
fauna básicos para su supervivencia. Su territorio no era
de Bahía Kino. Sin embargo, al irse colonizando cada
fácilmente aprovechable, no tenían riquezas acumula-
vez más este poblado por pescadores no indígenas, los
das, no producían lo suficiente para hacer redituable la
seris se trasladaron a Desemboque, usando como cam-
conquista y eran inútiles como mano de obra para cul-
pamentos ocasionales algunos campos intermedios. En
tivar y servir, ya que desconocían esas actividades. Por
1970 fue reconocido su territorio cuando el presidente
ello, los seris conservaron durante más tiempo que otros
Luis Echeverría les ofreció, en ejido, una franja costera
pueblos indígenas su autonomía y su
cultura:10 11
10
http: //www.cdi.gob.mx/index.php?id_seccion=341
12
Idem. http: //www.cdi.gob.mx/index.php?id_seccion=341
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de 91 mil hectáreas, lo que corresponde al 0.5% de la
México, el Departamento de Caza y Pesca de Arizona,
superficie total del estado. En 1975, con varios decretos
y el personal de dos organizaciones conservacionis-
más, el mismo presidente declaró el Canal del Infiernillo
tas (OSC), Unidos para la Conservación y Agrupación
como zona de pesca exclusiva seri, y les otorgó, simbó-
Sierra Madre, inspeccionaron y estudiaron la pobla-
licamente, la Isla Tiburón como posesión comunal, de-
ción del borrego cimarrón. Bajo un esquema innova-
cretada a su vez zona de reserva
ecológica.13
dor para la obtención de fondos para la investigación y conservación, la mitad de lo que se obtiene durante la
VUELTA A LA ISLA TIBURÓN
licitación de permisos para cazar, se utiliza en sopor-
En los años ochenta había un caos en la vida comu-
te para la investigación por científicos de la UNAM y
nitaria, desorientación, migraciones, alcoholismo y
para acciones de conservación y administración para
drogas. Los jóvenes iniciaron un movimiento para pre-
las poblaciones de borrego cimarrón en la isla. La otra
servar la cultura comcáac: impulsaron el Consejo de
mitad se otorga a la tribu seri, en donde el dinero ob-
Ancianos como instancia directiva y de autoridad. Su
tenido de los permisos de cacería es depositado en un
orientación se divide en dos grandes proyectos: el res-
fondo fiduciario, administrado por un comité técnico
cate de la tortuga marina y la introducción del borrego
en el cual ellos participan y votan.
cimarrón en la isla.
La comunidad seri ha estado activamente envuel-
Tiburón fue la primera isla protegida por decreto
ta en este proyecto, contratando a un biólogo profe-
presidencial en el Golfo de California. El propósito ge-
sional en vida silvestre para la coordinación local del
neral de proteger Tiburón, en 1963, era el crear un refu-
campo y para el entrenamiento de jóvenes seri como
gio para los venados, protegiendo así a la especie de la
técnicos de campo. Los seris también están aportando
excesiva caza que prevalecía en el territorio continental.
sus conocimientos ambientales tradicionales al proyec-
El santuario de 1963 fue puesto bajo la administración
to, sobre los borregos y la isla. Este dinero es utilizado
de la entonces SARH, la cual construyó algunas insta-
para salud, educación y proyectos culturales, así como
laciones. Los hábitos de cacería de los comcáac fueron
también para el soporte de los costos de operación del
considerados una amenaza para la conservación. Como
gobierno tradicional seri.14
resultado, no se les permitió a la tribu la cacería, aún
Desde 1998 —comenta un participante— este pro-
cuando Tiburón había sido siempre parte de su territo-
grama ha brindado en su corta historia, grandes
rio. El borrego cimarrón fue introducido en 1975 como
beneficios económicos y sociales a nuestra comu-
parte de un programa federal para el estudio y protec-
nidad indígena; nos ha ayudado a recuperar las
ción del borrego cimarrón en Sonora, por el Gobierno
tierras invadidas y a establecer equipos de trabajo
de México y Estados Unidos a través de la Dirección de
técnico con capacitación a buen nivel y desarrollar
Fauna Silvestre de la Subsecretaria Forestal y el Departa-
nuestros conocimientos tradicionales con los cono-
mento de Caza y Pesca de Nuevo México, identificando
cimientos científicos; hemos organizado la guardia
a la Isla Tiburón como el mejor criadero natural del bo-
tradicional para protección de nuestro territorio y
rrego cimarrón, por su accesibilidad y ausencia de gran-
la especie de borrego cimarrón.
des depredadores. Este esfuerzo permitió dar el primer paso con la introducción de 18 ejemplares en la Isla Ti-
El programa de recuperación del borrego cimarrón,
burón. Treinta años después, la población había crecido
que se lleva a cabo en la Unidad de Manejo Isla Tibu-
hasta rebasar 650 ejemplares.
rón, ha brindado a la comunidad comcáac la oportu-
La investigación sobre vida silvestre en la isla reini-
nidad de reencontrarse con sus raíces ancestrales y dar
ció con gran aliento en 1995, cuando se lanzó el pro-
los primeros pasos a una nueva etapa de autogestión,
yecto para el estudio y manejo del borrego cimarrón.
para realizar el aprovechamiento sustentable de sus
Científicos de la Universidad Nacional Autónoma de 14 13
Idem.
Esta relación de esfuerzos de científicos y comunitarios está basada en una nota electrónica aparecida en: http: // oceanoasis.org/conservation/study2-sp.html
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107
recursos naturales con la participación de jóvenes y
los cuales más de la tercera parte son indígenas. El de-
adultos en las actividades propias del manejo de la es-
terioro de la economía campesina indígena ocasiona
pecie. El proyecto también tiene el objetivo de proveer
que exista una gran migración de grupos del sur a las
animales para la repoblación y distribución del borre-
regiones agrícolas del norte de la República.
go cimarrón en Sonora, Chihuahua y Coahuila.
La gente se desplaza de sur a norte del país, al rit-
Se agrega:
mo de las siembras y las cosechas. Entre los menores
Nuestra ideología se basa en conceptos diferentes
es frecuente la deshidratación, desnutrición y enferme-
del desarrollismo actual. Las enseñanzas de nuestros an-
dades respiratorias y gastrointestinales. Entre los hom-
tepasados a través de generaciones se han manifestado
bres es común el alcoholismo y las intoxicaciones por
en el conocimiento de la naturaleza, pues sin duda he-
exposición a sustancias peligrosas como pesticidas y
mos convivido con ella durante cientos de años. Nues-
agroquímicos. Las mujeres soportan además un peligro
tra lengua es esencialmente descriptiva de lo que rodea,
adicional para su salud: las enfermedades de transmi-
como se puede escuchar en nuestros cantos y ver en las
sión sexual.
danzas y rituales tradiciones, en donde demostramos la
La mayor parte de los jornaleros indígenas migran-
verdadera concepción de lo actualmente conocemos
tes que trabajan en los campos agroindustriales del
como Conservación.
norte del país, son triquis y zapotecos de Oaxaca, nahuas, mixtecos y tlapanecos de Guerrero, purépechas
108
HORIZONTES SIN FIN
de Michoacán. También están los huastecos de Hidal-
Los descendientes de los pueblos del Gran Noroeste de
go y Veracruz, chinantecos y mazatecos de Oaxaca y
México siguen recorriendo y nombrando su espacio.
Veracruz, popolucas de Veracruz, tepehuanos de Hi-
Así, la lengua es una expresión del conocimiento espe-
dalgo y huicholes de Nayarit.
cializado sobre el territorio. Éste es un espacio físico,
La migración de triquis hacia otros lugares en bus-
pero también saturado de significados. Una reconcen-
ca de trabajo, forma parte hoy de su vida. Por ejem-
trada mirada sobre el mundo, donde cada planta, ani-
plo, el cultivo de caña en Morelos y Veracruz; la pizca
mal y fuente de agua, son ubicados dentro del mapa
de algodón en Sinaloa; el cultivo de jitomate en San
histórico y mítico de estos pueblos.
Quintín, Baja California; y la ciudad de México, donde
La vida silvestre del mar y del desierto ha sido
trabajan como empleados domésticos o como comer-
aprehendida en rituales con calendarios precisos que
ciantes; también emigran como braceros a Los Ángeles
responden a los signos cósmicos y terrestres. Las ce-
y a San Diego, Estados Unidos.
remonias que se viven intensamente marcan las esta-
Patricia Ramírez González, migrante triqui, dice:
ciones; se suceden la abundancia —o ausencia— de
Muchos hombres no dejan que las mujeres se ha-
los frutos de la tierra, la lluvia —o su escasez—, la pre-
gan el papanicolao o el estudio del sida. La migra-
sencia de ciertas especies de plantas o animales, las
ción ha provocado que algunos hombres lleven
sequías y la migración de las aves, todo lo cual es regis-
relaciones fuera del matrimonio y se contagien de
trado y sometido a lecturas que se trasmiten oralmente
enfermedades como el sida. Espero que los hom-
y al mismo tiempo es recreado en las fiestas anuales.
bres que van a los Estados Unidos. o a donde sea,
¿Cómo transmitir el acecho del venado, la fertilidad de la tortuga, la persistencia de la gobernadora, el saber
se les recomiende se protejan y no infecten a sus mujeres.
del murciélago o la resistencia de la lechugilla? Por eso, nunca como aquí, el horizonte se extiende sin fin.
Los temas de la salud reproductiva están fuertemente ligados a la problemática de la violencia domés-
Hablan las jornaleras triquis del Valle de San Quintín, Baja California
tica. El matrimonio arreglado es fuente de constantes sufrimientos. Cuando las mujeres migran parece abrirse paso cierta posiblilidad de lograr mayor control de
Expulsados de sus tierras, 3.5 millones de personas se
sus vidas, sin embargo, expuestas a una marcada frá-
emplean en nuestro país como jornaleros agrícolas, de
gilidad social muchas veces sólo les queda retornar a
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su antigua condición de sujeción. Puede vislumbrarse
Bibliografía consultada
en todo caso que estaremos los próximos años ante una creciente irrupción de las mujeres con el ánimo
Maier, Elizabeth. “Migración y ciudadanía femenina
de reorganizar su papel en la unidad doméstica y co-
indígena: cuerpos desplazados y la renegociación
munitaria.15
diaria del sujeto femenino“, en Bonfil Sánchez, Pa-
Organizados como pueden, aquí y allá, los triquis
loma y Elvia Martínez Medrano (coords.), Diag-
insisten en reconocerse como partícipes de una comu-
nóstico de la discriminación hacia las mujeres
nidad. Comparten sus experiencias en ciudades ajenas
indígenas, CDI, México, 2003.
a sus lugares de origen. Elaboran constantemente nue-
Manzanilla, Linda y Leonardo López Luján (coords.),
vas preguntas y respuestas sobre los efectos que cau-
Atlas histórico de Mesoamérica, Larousse, México,
sa emigrar, el abandono de sus tierras y la práctica del
1993.
tequio, el incremento de trabajo y servicio en los ran-
Moctezuma Zamarrón, José Luis, Alejandro Aguilar Ze-
chos en los que sirven, las celebraciones que dejan de
leny y Hugo López Aceves, “Etnografía del desier-
cumplir.
to. La estructura social o’odham,conca’ac,yoeme y
Investigaciones recientes demuestran un aumento
yoreme“, en Millán, Saúl y Julieta Valle (coords.),
considerable en el número de mujeres indígenas mo-
La comunidad sin límites, vol III: Estructura social y
nolingües que se encuentran laborando en los cultivos
organización comunitaria en las regiones indígenas
de San Quintín, Baja California, esperando que sus es-
de México, INAH, México, 2003.
posos regresen de Estados Unidos. La proporción de
Nárez, Jesús. “ Aridamérica y Oasisamérica“, en Man-
mujeres jornaleras asalariadas se incrementó en la dé-
zanilla, Linda y Leonardo López Luján (coords.),
cada reciente, de 58 mil en 1990 a cerca de 300 mil a
Historia Antigua de México, vol I: El México anti-
finales DE 2000. Por ello, estas mujeres indígenas tri-
guo, sus áreas culturales, los orígenes y el horizo-
quis se proponen impulsar la formación de lideresas,
te preclásico. INAH / UNAM / Miguel Ángel Porrúa,
hablar de su cuerpo, reunirse constantemente, estudiar, compartir con otras mujeres sus urgencias y crear más
México, 1994. Arqueología Mexicana. México, vol. IX, núm. 51, septiembre-octubre de 2001.
redes sociales de apoyo.
http: //oceanoasis.org/conservation/study2-sp.html http: //www.cdi.gob.mx/index.php?id_seccion=359 http: //www.cdi.gob.mx/index.php?id_seccion=341 http: //www.cdi.gob.mx/index.php?id_seccion=301 http: //oceanoasis.org/conservation/study2-sp.html
15
Maier, Elizabeth. “Migración y ciudadanía femenina indígena: cuerpos desplazados y la renegociación diaria del sujeto femenino”, en Bonfil Sánchez, Paloma y Martínez Medrano, Elvia R. (coord.). Diagnóstico de la discriminación hacia las mujeres indígenas. CDI. México. 2003. p. 115-148
www.cdi.gob.mx
109
Los cahítas y sus vecinos antes de 1600
110
Fuente: Edward H. Spicer, Los Yaquis. Historia de una cultura, UNAM, México, 1994.
www.cdi.gob.mx
El teatro central de la historia yaqui
111
Fuente: Edward H. Spicer, Los yaquis. Historia de una cultura, UNAM, México, 1994.
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www.cdi.gob.mx
Fuente: Sistema de Información Geográfica-CDI, México, 2006.
Región mayo-yaqui
113
ENCUENTRO ENTRE INDÍGENAS TEPEHUANOS (O’DAM/ÓDAMI) Y RARÁMURI* Antecedentes La Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas organizó los días 25 y 26 de noviembre de 2005 el “Encuentro entre indígenas tepehuanos y rarámuri de los estados de Chihuahua y Durango”, el cual tuvo como objetivo realizar un intercambio de experiencias, opiniones e ideas entre las comunidades indígenas invitadas; los principales temas a tratar fueron la importancia de los recursos naturales, especialmente los bosques, la situación en que éstos se encuentran, su aprovechamiento, su defensa y las alternativas para su explotación. Se recalcó que en muy pocas ocasiones se presenta la oportunidad de que puedan platicar y confrontar sus experiencias tepehuanos y rarámuris, discutir cuáles son sus problemas comunes y sus coincidencias. Todo esto sabiendo que hay diferencias que han marcado la vida de ambos pueblos, pero que valdría la pena un esfuerzo para llegar a acuerdos que les permitieran seguir trabajando y caminando juntos; con una visión de futuro ineluctable, urgieron a continuar las alianzas y encuentros entre los diversos pueblos rarámuris y tepehuanes para erigir un frente común en defensa de sus tierras laborables y sus territorios forestales * El Encuentro entre indígenas tepehuanos (o’dam/ódami) y rarámuri, se llevó a cabo en Hidalgo del Parral, Chihuahua, el 25 y 26 de noviembre de 2005.
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El maestro Augusto Urteaga, reconocido estudioso
Fue entonces que se reflexionó: ¿Quiénes viven en
de la región, fue el facilitador responsable del taller,
la selva? Los lacandones, los mayas, los chinantecos;
quien expresó su beneplácito por la asistencia de co-
en el desierto viven los seris; en las costas viven los ya-
legas y compañeros indígenas tepehuanos y rarámuris
quis, los cucapá, los mayos; en los pantanos los chon-
para tratar un tema tan importante como el de los bos-
tales; en los bosques los rarámuri, los tepehuanos, los
ques, que dan vida y sustento a sus pueblos. A conti-
purépecha. Algunos fuertes… algunos débiles.
nuación se presenta un relato y una reflexión de lo allí acontecido.
Después de la conquista muchos pueblos indígenas se fueron a las sierras, otros se replegaron a los desiertos, a las selvas, a los barrancos; a las zonas te-
La CDI y los indígenas del norte de México
rritoriales de difícil acceso y que los estudiosos dieron en llamar “regiones de refugio”. Sin duda, lo poco o
114
La Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indíge-
mucho que queda sigue vivo; los pocos bosques que
nas (CDI) tuvo como antecedente el Instituto Nacional
permanecen valen por esta historia de explotación, de
Indigenista (INI), quien trabajó muchos años primero en
despojo, de racismo.
la caracterización y luego en el apoyo y defensa de los
Después de la Revolución de 1910 el Estado Mexi-
pueblos indígenas en el centro y el sur de la Repúbli-
cano a través de la Reforma Agraria reconoce parcial-
ca Mexicana. Fue en el área cultural que los antropólo-
mente los derechos sobre las tierras de estos pueblos.
gos han llamado Mesoamérica, en donde se localizan
Hubo cambios para reconocer las demandas de los
las majestuosos pirámides, los espectaculares sitios ar-
campesinos (muchos de los cuales eran indígenas),
queológicos, las ciudades y centros ceremoniales tes-
y se constituyeron ejidos o se reconocieron comuni-
timonio de un pasado histórico ancestral, en donde se
dades agrarias, dentro del reparto de tierras producto
concentraron los grandes esfuerzos iniciales de apoyo
del movimiento revolucionario. Se crearon entonces
a los pueblos indígenas vivos.
instituciones como la Escuela Rural Mexicana; poste-
Los grupos indígenas del norte no fueron, por mucho tiempo, una fuente de preocupación prioritaria de
riormente se instauró la llamada “educación bilingüebicultural” y se fundó el INI.
los distintos gobiernos, aunque estos pueblos, como
Antes sólo el Gobierno decidía qué hacer con los
los representados en la reunión, tuvieron y tienen una
indígenas, ahora ellos saben cuáles son sus derechos
importante presencia demográfica, económica y cul-
y toman sus propias decisiones. El movimiento social
tural en la historia del país; han sobrevivido y han ba-
indígena fue el que obligó al Gobierno a cambiar su
tallado mucho para lograrlo; han enfrentado muchos
manera de pensar y actuar, una vez agotada la política
problemas con sus recursos, con sus bosques, con el
integracionista del régimen, lo que ha propiciado cam-
agua y con sus tierras. Y también vale decirlo, fue en la
bios en las percepciones y el que surjan otras deman-
Sierra Tarahumara de Chihuahua en donde se creó el
das más profundas, centradas en el reconocimiento de
segundo Centro Coordinador Indigenista del INI en el
sus derechos sociales, económicos y culturales como
año de 1952, y desde la década de 1980, en Guacho-
entidades cuyas características propias merecen respe-
chi, se instaló una Radiodifusora Cultural Indigenista
to dentro de una diversidad y pluralidad nacional.
que transmite en las lenguas indígenas de la región.
Por eso ahora —se mencionó repetidamente— es
La población indígena norteña existe y existió des-
cuando hay que pensar y platicar cómo, de alguna ma-
de mucho antes de la llegada histórica de los españo-
nera organizada, los indígenas tepehuanos y rarámu-
les a los actuales territorios de los estados de Durango
ri vean qué es lo que sucede y lo que puede suceder
y Chihuahua. Tanto los tepehuanos como los rarámuri
con su patrimonio natural y cultural que les fue legado
tuvieron ancestros o anayáhuari, los cuales han sido y
por sus antepasados y que todos hoy respetan y vene-
continúan siendo despojados de sus territorios origina-
ran en sus corazones. El Encuentro es una oportunidad
les, primero por los españoles y después por los mexi-
para plantear estos temas tan importantes; con ello la
canos no indígenas, al igual que sobreexplotados sus
CDI adquiere un compromiso por igual con el norte, el
recursos naturales, principalmente sus bosques.
centro y el sur indígenas de México.
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El norte indígena: ayer y hoy
por los españoles, aproximadamente un siglo después de que conquistaran el sur y el centro del actual país.
Cuando los españoles llegaron a los territorios del ac-
Hacia 1600 los españoles empezaron a incursionar
tual norte de México fueron conociendo primero los
por la zona del Pacífico norte, por Zacatecas y por Du-
pueblos del sur y del centro; sin embargo, la porción
rango. Con los pueblos del norte batallaron mucho ya
del norte de México estaba muy poblada y, según da-
que éstos conocían perfectamente sus territorios de ori-
tos de la arqueología y la historia, había comercio, mi-
gen y porque mantenían un patrón de asentamiento re-
gración y aún guerras entre los distintos pueblos.
lativamente móvil que estaba muy relacionado con sus
Los estudiosos del pasado arqueológico han dividi-
actividades básicas para proveerse de alimentos. Hacia
do el actual territorio de México en tres grandes zonas,
1724, el visitador político-militar, brigadier de los rea-
identificadas como áreas culturas con rasgos y caracte-
les ejércitos don Pedro de Rivera Villalón escribió en su
rísticas propias y distintivas: Mesoamérica, Aridoamé-
“Diario y derrotero”, después de un viaje por estas pro-
rica y Oasisamérica, siendo estas dos últimas las que
vincias que duraría más de tres años y medio:
engloban los asentamientos de las culturas del norte
Sepáranse todas sus poblaciones (habla del territo-
mexicano, que algunos analistas prefieren llamar “La
rio de Sonora) de las de Nueva Vizcaya y Nueva
Gran Chichimeca”, y cuyas fronteras meridionales al-
Galicia, por la parte del oeste de ellas, y por esta
gunas veces coincidían o se traslapaban con el septen-
razón la constituye de distinto clima que a las de-
trión del despliegue geográfico de las llamadas Altas
más que gozan de igual paralelo… Aunque las di-
Culturas Mesoamericanas. Estos límites culturales mu-
chas provincias tienen mucha parte de llanos en su
chas veces tienen su correspondencia con factores de
distrito, también se encuentran cerros elevados en
tipo ecológico. El paisaje, por ejemplo, se caracteriza
donde se crían diversos géneros de árboles, de don-
por mantos vegetales que van del matorral desértico y
de se sacan abundantes maderas; críanse también
el zacatal, hasta bosques de pino, encino, tropical de-
toda especie de animales y aves, según y como en
ciduo y bosque espinoso.
las demás provincias y no siendo éstas abundantes
Las características socioculturales apuntan, para
de ríos que las bañan, no dejan de criarse distintos
las regiones de Aridoamérica y Oasisamérica, el que
géneros de pescados… Todas las naciones de indios
se trataba de pequeños grupos o tribus nómadas o se-
que pueblan este vasto país son gentiles y los más,
minómadas, dependientes de los cambios climáticos
son errantes, por andar vagando la tierra continua-
anuales para la caza y recolección estacional; sin em-
mente. Su vestido se reduce a una pieles de cíbola
bargo, también desarrollaron donde las condiciones
o venado, sin más aliño que el que ellas se tienen;
lo permitían sembradíos temporaleros de maíz, frijol,
distinguiéndose unas de otras en aquel modo que
chile, yucas y calabaza, formando con el tiempo asen-
acostumbran según sus parcialidades…1
tamientos de corte más sedentario, sin dejar de lado completamente la trashumancia ligada a la pesca en
Los españoles tuvieron que diseñar una estrate-
ríos y litorales, a la caza de piezas pequeñas o media-
gia de “avance y defensa” mediante la constitución de
nas y a la recolección de frutos y semillas silvestres.
presidios, un verdadero sistema militar para reducir a
Los estudios arqueológicos actuales consideran que la
la población india. También crearon iglesias y misio-
domesticación del maíz como alimento básico de los
nes en donde esperaban fundar pueblos de residencia
pueblos indígenas de México se dio hace siete a nueve
permanente y bajo su control, que se parecieran a los
mil años, estos fechamientos coinciden con los del sur
que habían implantado en el sur y centro del territorio
de los Estados Unidos y el norte de México.
mexicano actual; sin embargo, muchos pueblos indí-
Hace cuatro siglos en estos territorios existían los pueblos pima, apache, comanches, janas, jumanos,
genas del norte huyeron hacia las inaccesibles barrancas y las zonas de cumbre.
opata, seri, laguneros, conchos, tarahumaras, tepehuanos, yaquis, tobosos, chisos, acaxees y zacatecos, entre otros. Estos pueblos fueron medianamente sometidos
1
Martínez Caraza, Leopoldo, El norte bárbaro de México, pp. 52-57.
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115
El sistema de presidios estaba lejos de constituir un
es importante, las sustancias activas de muchas medici-
sólido entramaje virreinal para controlar a los indios,
nas, por ejemplo, provienen de las plantas y éstas son
pues al interior de ellos se daban actividades de corte
extraídas por empresas sin aportar beneficio alguno a
ilegal según las leyes de la Corona Española, que invo-
las comunidades —usufructuando no sólo sus recursos
lucraban a sus propios representantes, clérigos y mili-
naturales sino también sus conocimientos milenarios—,
tares, según lo refieren las crónicas de la época:
por ello la información y la organización social son ge-
En 1727 el marqués de Casa Fuerte —ya Virrey para
neradores de herramientas para defenderse.
ésas épocas— ordenó que el brigadier de los reales
Luciana Torres Palma, de la comunidad de Colo-
ejércitos don Pedro de Rivera Villalón inspecciona-
radas de la Virgen, municipio de Guadalupe y Calvo,
ra los presidios… Después de un municioso estudio
dijo:
realizado por el Virrey Juan de Acuña, marqués de
En mi localidad se dan diferentes plantas medici-
Casa Fuerte, se elaboró un Reglamento para el fun-
nales, se encuentran también venados, chivas, bo-
cionamiento de los presidios internos. Previamen-
rregos, coyotes. Existe la caza de algunas especies
te se realizaron visitas. Estas evidenciaron el hecho
para autoconsumo. Existen nopales, hongos, ocote;
de que los presidios se habían creado sin orden ni
del pino verde se hace la tableta. En algunas co-
método; no existía unidad de mando; unos tenían
munidades se rentan los terrenos para pastoreos
armas y uniformes, mientras que otros carecían de
de particulares, en la región de la Baja Tarahumara
todo. El personal militar cumplía sus obligaciones
existen recursos que son explotados por compañías
como ‘Dios le daba a entender’ y, en ocasiones, los
de extranjeros. Allí no hay turistas.
soldados servían como asistentes no sólo de los co-
116
mandantes del presidio sino hasta de los misione-
Al mismo tiempo demandó:
ros, a quienes les ayudaban como mayordomos en
Que los recursos no maderables no se comerciali-
las siembras. Además, los capitanes aprovecharon
cen y que las plantas medicinales no sean extraí-
la ocasión para hacer negocios con el vestuario de
das. También que se guarden los manantiales pues
la tropa y sus familias, dándolo más caro: primero
se genera más oxígeno y se conserve el aire limpio.
por el hecho de traerlo desde la capital y, segundo, porque de ellos obtenían su lucro personal.2
¿Qué tenemos hoy en términos de la población indígena del norte de México?
Está demostrado históricamente que las alianzas entre ódami, o’dam, conchos, rarámuri, pimas y guarojíos,
Hoy tenemos un crecimiento de población considera-
al menos, sí funcionaron en términos de ofrecer una re-
ble con respecto a lo mostrado por el censo de 1990
sistencia y rebelión constantes que se extendió en los
en los estados de Baja California Norte, Sonora, Sina-
tres siglos siguientes a la Conquista, esto en buena me-
loa, Chihuahua, Durango, Coahuila, Nuevo León y Ta-
dida por su sistema de agricultura, caza, pesca y reco-
maulipas. Sin entrar a la crítica de cómo se cuenta la
lección que les permitía abarcar grandes territorios para
población indígena por parte de los no indígenas (el INEGI en particular), las cifras oficiales indican que en
su subsistencia. Hoy, los rarámuri y tepehuanos de Durango y Chi-
1990 en los estados mencionados teníamos un global
huahua (que en los censos de población oficiales sobre-
de 234 666 habitantes indígenas; en el último censo
pasan los 130 mil habitantes) son los descendientes de
de población del año 2000 en los estados menciona-
los pueblos originarios de la Sierra Madre Occidental
dos tenemos un estimado de 353 353 habitantes indí-
que los españoles encontraron hace poco más de 400
genas; en Nuevo León, Tamaulipas, Baja California y
años y que vivían del aprovechamiento de la totalidad
Chihuahua, al menos, el crecimiento es impresionante
de sus recursos naturales. Con plena conciencia de ello
y más todavía si tomamos en cuenta que ya estamos a
se comentó que la protección de los recursos naturales
5 años de este último conteo. Existe un aumento oficial entre ambos conteos de población indígena de al me-
2
Ibíd., pp. 47-57.
nos 33.58%.
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Por supuesto que hay que tomar con cuidado estos
El pastoreo, principalmente de ganado menor (chi-
datos porque el INEGI, que es la entidad pública que
vas y borregos) tiene distintas finalidades: la estimación
aplica a su entender quién es y quién no es “población
y el prestigio; el abono natural de las tierras; la posibi-
indígena” en todos los estados del país, no tiene sim-
lidad de cumplir con los encargos comunitarios y la
ple y sencillamente personal capacitado para detectar
venta en caso de urgencia económica.
estadísticamente y con precisión las diferencias culturales interétnicas.
Los trabajos solidarios y colectivos tienen como sustento la organización familiar nuclear y ampliada
Muchos indígenas, por vergüenza, dicen no ser
(ranchos). La principal forma de organización social es
indígenas y que hablan español para no ser tratados
a través de los llamados pueblo cabecera, y éstos de
con discriminación. La población indígena actual en
rancherías (también denominados capitanías) confor-
el norte de México no sólo se ha mantenido, sino que
madas por ranchos de una a tres casas. Muchas de es-
ha crecido también porque muchos indígenas del sur
tas organizaciones sociales tepehuanas y rarámuri se
y centro del país vienen al norte en busca de oportu-
reúnen frecuentemente en la iglesia o pueblo cabecera
nidades de empleo por la actual y precaria situación
para recibir consejos de sus autoridades indígenas.
económica en sus lugares de origen. Como se ve en las de México, pero ahora ya viven por temporadas o per-
LOS BOSQUES SON MÁS QUE MADERA: “SI NO HAY PINOS NO LLOVERÁ”
manentemente aquí; en ciudades como Saltillo, Mon-
La defensa de los bosques tiene que ver centralmente
terrey, Ciudad Juárez y en estados como Sinaloa, Baja
con la reivindicación del territorio por parte de los in-
California, Sonora y Tamaulipas. Tienen trabajos inesta-
dígenas. Se considera que los bosques sólo son made-
bles pero siguen manteniendo sus costumbres, idiomas
ra, pero no es así, los bosques son muchas cosas más,
y tradiciones propias aunque de manera distinta.
pues constituyen el entramado básico de las culturas
cifras, muchos indígenas no son originarios del norte
forestales.
TERRITORIO Y RECURSOS NATURALES
De aquí que el presidente de los Fondos Regiona-
La mayoría de la gente indígena y no indígena (obai,
les, Zenón Valencia Lazos, del ejido El Palomo, muni-
yori, chabochi) vive de la agricultura y, por tal razón,
cipio de Guanacevi, refirió que:
para asegurar la producción, acostumbran asentarse en
Los problemas que surgen en el ejido es que no está
ranchos y rancherías cercanos a los ojos de agua, arro-
explotado debidamente y existen muchos intereses,
yos, manantiales y ríos. Este patrón de asentamiento les
nos quitaron más de 100 hectáreas. Asimismo, to-
permite un mejor aprovechamiento de los recursos y
dos los trabajos que hizo PROCEDE (Programa de
tierras disponibles dentro de sus territorios.
Certificación de Derechos Ejidales, de la SRA) nos
En la Sierra Tarahumara se distinguen cuatro regio-
han estado afectando, en lugar de remediar los con-
nes claramente diferenciadas: la Sierra (alta y baja), la
flictos. Existen muchas demandas y conflictos de
zona de pastizales, el Barranco y una cuarta se conoce
ejidatarios. Nosotros trabajamos organizados. Tam-
como Cumbre de las Barrancas (con sus abruptas lade-
bién quiero decir que hay otros usos de los recursos
ras). La cultura indígena ha creado una amplia gama
naturales, por ejemplo: se vende leña en trocería,
de relaciones entre todos estos territorios a pesar de
hay pocos borreguitos, existen pocos visitantes, no
las divisiones políticas, agrarias y legales. El trabajo es
hay turistas, y existen aserraderos. El ejido El Palo-
producto de la relación y adaptación con la variabili-
mo es un ejido indígena pero está bien organizado.
dad natural: durante el verano se aprovechan las lluvias
Nosotros trabajamos con yuntas, contamos con pri-
para sembrar, así como recolectar plantas comestibles
maria, secundaria y tenemos planeado un tele ba-
y medicinales. En los barrancos las siembras se reali-
chillerato. La tradición no se ha perdido, pues casi
zan en julio y también se lleva a cabo la recolección
se mantiene viva. En este ejido se cosecha de todo:
de plantas, la caza menor y la pesca en los ríos. Los
avena, papa, habas, chícharos. En mi comunidad
principales alimentos que se cosechan son maíz, frijol,
existe venado cola blanca, zorrillo y diversas plan-
papa y calabaza.
tas medicinales.
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117
Por su parte, el gobernador indígena Cayetano Bustillos Ramos, de la comunidad de Pino Gordo, municipio de Guadalupe y Calvo, expresó:
Guadalupe y Calvo y Coordinador del grupo Conciencia Ciudadana, tomó la palabra para comentar que: La idea de nuestra es que el ejido se convierta en co-
Cuando el PROCEDE les traza los límites, los cerros
munidad, porque en una comunidad no se pueden
cambian de lugar en los papeles, nosotros nos he-
hacer pequeñas propiedades, y así nadie puede ven-
mos movido por algunas semanas en una protesta.
der su derecho. Queremos hacer una serie de gestio-
Por otra parte, en nuestras tierras hay tantas cosas
nes para lograrlo.
como los venados, coyotes y muchos animales silvestres pero los pinos que son tan hermosos no
Héctor Felipe Delgado Palma, de la comunidad La
queremos que se destruyan, porque allí anidan mu-
Laguna, municipio de Bocoyna, dijo que cuentan en
chas especies de animales silvestres y además con-
la actualidad con 600 has. de cultivo, donde se cose-
servan el agua. Nosotros hacemos ceremonia para
cha maíz, chícharo, haba. Existen nueve rancherías: La
llamar el agua, pero si no hay pinos no lloverá.
Laguna, Cupitare, Nerochachi, Urichiqui, Aguatos, Gorachi, Guatoplachi, Guachachi y Rosauchi. Pero no ol-
Terciando, Gilberto Gómez, oriundo de Tomochi, relató sobre el río que cruza su comunidad:
También existe una invasión en mi comunidad. Ha-
Antes no se podía atravesar el río, pero ahora ya
cemos un llamado a las Oficinas Centrales de la
se puede pasar por ahí puesto que las sequías son
CDI, para que se vuelva a retomar gente profesio-
muy fuertes. Ya casi no se da la agricultura como es
nal, gente con ánimo de servir. Queremos saber
el maíz, la papa, la avena.
donde están los espacios para la gente indígena.
Prudencio Ramos, representante comunitario de 118
vidó comentar:
Pino Gordo, alzó la voz: En el 2003 el PROCEDE hizo cambios y nosotros no
Hablan los tepehuanos: “unos se dispersaron hacia el norte y otros hacia el sur”
estamos de acuerdo, desde octubre estamos solicitando la sentencia del caso en conflicto.
El territorio tepehuano —refirió un participante— no tenía divisiones, por testimonio de los antepa-
Juan Escobar, Gobernador de Bazonayvo, munici-
sados. Éste era desde el sur de Chihuahua, hasta
pio de Guazapares tomó la palabra para comentar lo
abarcar casi toda la Sierra Madre Occidental que
que era años atrás su comunidad:
atraviesa el estado de Durango. Al llegar los espa-
Donde antes había menos explotación, por lo que
ñoles al territorio indígena no lo aceptaron, por lo
hoy es mayor la explotación. Y la utilización de los
que hubo arrendamiento de tierras, despojándonos
recursos en mi comunidad son las siguientes: ren-
de las mejores tierras.
tamos el terreno de pastoreo a algunos particulares por una cantidad muy baja anualmente, hay venta
Hablando de las vicisitudes que sufrió la población
de madera en rollo y en la región existen recursos
cora, huichola y tepehuana el doctor Salomón Nah-
minerales explotados por una compañía canadien-
mad escribió:
se. Entre los problemas a los que nos enfrentamos
Cuando las tropas españolas penetraron en la zona
se encuentra el robo de ganado, el robo de madera
cora al través de la Sierra del Nayar, los huicholes
y los agostaderos utilizados por particulares que no
habían sido ya sometidos por los franciscanos que
son originarios de la comunidad.
entraron por el lado de Zacatecas. Pocos años des-
Propiedad común y uso de los recursos para reafir-
de las revueltas más violentas de los tepehuanos,
mar una vocación de permanencia. Isidro Valdenegro,
los que al fin cayeron derrotados tras prolongados
de la comunidad Coloradas de la Virgen, municipio de
combates.
pués, en el inicio del siglo XVII se desencadenó una
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Ocupada la Mesa del Nayar, metrópoli sagrada
se pide que haya paz en el mundo. Los tepehuanos
de los coras, e incendiados sus adoratorios el 17 de
tienen temor a ser castigados por Dios, si no cum-
enero de 1722, los jesuitas comenzaron su labor
ple con tal o cual manda o promesa, o si causa al-
evangelizadora, la que terminó al ser expulsados
gún daño a sus semejantes.
de la Nueva España en 1767. Este hecho colocó a
Se pierde la forma de cómo se hacía la unión en
la población indígena frente a la española, criolla
el matrimonio; la forma de aplicación de castigos
y mestiza, en lucha permanente por la posesión de
o sanciones según las penas impuestas; los territo-
su tierra.
rios se han reducido; los recursos naturales como la
Abandonada la región por cerca de cien años,
fauna silvestre han desaparecido, como el carpinte-
a causa de la Guerra de Independencia primero,
ro imperial, el lobo mexicano, y los osos; los suelos
y después por las luchas internas de la nueva Re-
se han deteriorado por la acción devastadora del
pública Mexicana, se presenta un fenómeno de
recurso forestal y se han extinguido manantiales, así
contracción sociocultural de estos grupos que, al
como perdido plantas medicinales y comestibles;
reducirse la influencia evangelizadora y el desmo-
se han perdido los valores y respeto, indumentaria
ronamiento de los centros mineros de Bolaños y
y algunas tradiciones
Zacatecas, ocasiona la emigración de la población
Pero conservamos la lengua materna, los lugares
mestiza de dichos centros hacia la sierra, en una
sagrados, la cultura, más o menos los usos y costum-
lucha por obtener, sucesivamente, las tierras y pas-
bres, así como nuestra forma tradicional de gobier-
tizales de los tepehuanos del cañón de Bolaños, y
no, la forma de trabajar y fiestas tradicionales.
luego las de los huicholes y los coras.
También hemos ganado nuestra resistencia histó-
Estos hechos ocasionaron nuevamente pugnas
rica y fortalecimiento de nuestros pueblos. Los te-
internas que determinaron un movimiento armado
pehuanos venimos de nuestros antepasados y los
con la participación de los tres grupos, los cuales,
territorios los heredamos de un espíritu que nos
durante 17 años, a partir del año de 1860… pelea-
proporcionó un ser indígena y los recursos natura-
ron… por la independencia indígena. Los capita-
les que ahora tenemos. Se dice que en el Zape fue
nes de la causa los llamaron para la exterminación
el pueblo tepehuano, y que debido al movimiento
de los españoles y la restauración del Imperio Azte-
de la Conquista, unos se dispersaron hacia el norte
ca, en una de las reacciones nativistas más violen-
y otros hacia el sur.
tas habidas en nuestra historia. Ello nos recuerda mucho la guerra de castas de Yucatán que se desa-
RECONOCIMIENTO DE NUESTRAS
rrolla por la misma época.3
AUTORIDADES Don Martiniano Mendoza Ramos, gobernador tradicional de Santa María Ocotan, municipio del Mezquital, Durango, manifestó su enojo al decir que le indigna que los descalifiquen por su vestuario. Dijo que lo importante es organizarse para cuidar el patrimonio y saber cómo cuidar lo poco que les queda, y que el vestuario sirve para identificarse como indígenas. Luego abundó sobre otro aspecto central, el del gobierno tradicional: Anteriormente los consejeros se reunían para buscar una persona adecuada para ser el próximo gobernador tradicional, se reunían para pedirle a esa persona, que iba a fungir como consejero tradicional, y la persona se resistía durante varios días, la persona preguntaba si lo conocían, si sabían cómo era. Ellos contestaban que iban a aportar la confian-
Por ello, se pueden comprender las tribulaciones identitarias de los tepehuanos, a partir de sus exposiciones en el Encuentro de Parral. A las preguntas ¿cómo vivimos ahora?, ¿qué perdimos?, ¿qué conservamos?, ¿qué ganamos? se respondió así: Dada la división territorial de la nación ahora los tepehuanos sufrimos despojo. Los indígenas tepehuanos nos sentimos discriminados, marginados. Se pide a los dioses: salud, cosechas, lluvias; también se agradece por las cosas buenas que se tienen y 3
Salomón Nahmad Sittón, “Coras, huicholes y tepehuanes durante el período 1854-1895”, en: Thomas B. Hinton, Coras, huicholes y tepehuanes, INI-CONACULTA, México, 1990, pp. 157-158.
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119
za para que él fuera su representante, para que los dirigiera. Esas tradiciones se están perdiendo, están
Hablan los rarámuri: “las cosas han ido cambiando”
proponiendo leyes propias de los mestizos. Ellos tienen cuatro personas responsables de organizar las
RECUERDOS DE ARMAS
fiestas tradicionales de su comunidad. Tienen un
Don Gilberto Gómez, rarámuri, se explayó sobre el re-
Comisariado de Bienes Comunales, que es el admi-
cuerdo que la comunidad de Tomochi guarda sobre el
nistrador de todos los bienes.
héroe indígena Teporaca, pero antes traigamos lo Carl Lumholtz encontró en la región hacia 1890:
Don Jesús Emigdio Herrera, presidente del Consejo Supremo Odame-Rarámuri de Baborigame, comentó:
120
Los naturales de las cercanías acababan de tener la sensación de pelear con cuatro ladrones de ver-
El 24 de diciembre se reúnen las autoridades, para
dad que varias veces les habían abierto sus trojes
decidir quién va a ser el próximo gobernador para el 6
ó bodegas mientras estaban ocupados en alguna
de enero, y el que le da posesión. Ahí no incide nin-
fiesta, y de quienes al fin habían logrado apode-
gún partido ni ningún chabochi dentro de su organiza-
rarse. Los ladrones viajaban á pie, pero tenían un
ción; su gobernador dura solamente un año, después
caballo de carga en que llevaban todas las fraza-
no puede seguir en el cargo.
das y pañuelos robados, cuyo valor ascendía á
En el caso de Coloradas de la Virgen, ellos están
112 pesos. Reuniéronse en el espacio de cuatro
regidos bajo el gobierno de su capitán general. Su
á cinco horas hasta sesenta y cinco tarahumares
capitán general debe andar pueblos y pueblos para
que obligaron á los ladrones á refugiarse en una
recoger las demandas y darlas a conocer a las au-
cueva, en donde estuvieron defendiéndose con
toridades, él es quien debe dar a conocer todas las
sus rifles durante varias horas. Los tarahumares
irregularidades que se cometan en contra de toda
comenzaron por lanzarles piedras, pues no que-
la gente de sus pueblitos.
rían desperdiciar sus flechas, hasta que llegó don
Actualmente el capitán general ya no recorre
Andrés [principal indígena e ilustrado tarahuma-
los pueblos para recoger las demandas. Debemos
ra de la época. N. del E.], á quien habían envia-
voltear hacia atrás para volver a retomar las cos-
do aviso, é indujo á los ladrones á rendirse, pero
tumbres y olvidarse de lo actual. Pero existe temor
á duras penas pudo impedir á los tarahumares que
a la organización de los derechos humanos, porque
los atacaran. ‘¿Qué importa, decían, que maten á
no están respetando los usos y las costumbres. Hay
uno ó dos de nosotros?’. Tan cobardes como apa-
que hacer que las instituciones que trabajan a fa-
recen los tarahumares cuando están en poco nú-
vor de las comunidades, nos apoyen y nos faciliten
mero, son temerarios si se ven reunidos muchos.
para volver a reorganizarnos, pues hay algunas co-
Son inofensivos cuando no se les molesta, pero ni
munidades desprotegidas, como el caso de Colora-
olvidan ni perdonan una injuria. Varias ocasiones
das de la Virgen, que viven a la buena de Dios.
han matado á los blancos que han abusado de la hospitalidad que les dieron, y aun hubo vez que,
Retomando su reflexión, don Martiniano Mendoza
exasperados por las vejaciones, amenazaron con
dijo, finalmente, que los mismos tepehuanos mayores
exterminar á todos los blancos en algunas porcio-
de edad con suficiente experiencia eran los que gober-
nes de su territorio. Los ladrones fueron conduci-
naban; anteriormente el gobernador tradicional era la
dos por una escolta de indios á la pequeña ciudad
persona encargada de proponer un jefe de manzana,
de Carichic, y de ahí, enviados á Cusihuiriáchic
jefe de cuartel, pero ahora están sujetos a las normas
(…) para que los juzgaran. Este lugar se halla
del municipio que son las normas del Estado nacional.
como á cien millas de Nararachic, y como duran-
También advirtió que sin el consentimiento del gober-
te las siguientes semanas se estuvo citando á los
nador tradicional no se puede llevar a cabo ninguna
indios para que se presentasen á declarar como
acción con las autoridades agrarias, pues debe haber
testigos, lo que les originó muchas molestias, esta-
un acuerdo entre ambas partes.
ban arrepentidos de no haber matado á los malhe-
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chores, y aun hubiera sido mejor, decían, dejarlos que siguieran
robando.4
los decían que va a haber pájaros de acero… y hoy se ven los aviones. Gestionamos para introducir el agua a la comunidad. Se gestionó para introducir
Entre lo relatado por Carl Lumholtz y lo que aho-
la electricidad y se logró. Ya no somos originales ni
ra Gilberto Gómez, con cargo de representante de los
naturales, ya nos combinamos, es muy poco lo que
Fondos Regionales, narra como un recuerdo de la me-
nos queda.
moria colectiva de la comunidad citada, en el municipio de Guerrero, median tan sólo un puñado de años:
Existe una organización llamada Frente Democrático Campesino. La Laguna es muy singular, por-
Yo quiero hablar de Tomochi, pueblo histórico don-
que solamente un 5% habla la lengua rarámuri.
de fue colgado y ahorcado el indígena Gabriel Te-
Ellos tienen su fiesta tradicional. Se ven en la ne-
poraca, llamado El Caudillo. Su muerte fue porque
cesidad de conseguir profesores indígenas para
era un defensor de los indígenas. Luchó por los ta-
practicar el idioma rarámuri, ellos se siguen man-
rahumaras, rarámuris de los municipios de Guerre-
teniendo muy unidos para seguir practicando sus
ro y Temosachi. El tarahumara Gabriel Teporaca
costumbres.
comandaba 2 mil hombres. En la comunidad Tomochi, frente a una tienda
Siguiendo el hilo expositivo sobre la organización
de raya, se encontraba una viga donde fue colga-
social que han logrado afincar para defensa de sus in-
do. Este caudillo es el único reconocido como hé-
tereses comunitarios, Zenón Valencia, rarámuri, habla
roe defensor más importante.
del ejido El Palomo y del ejido La Cumbre, municipio
Tomochi después fue una de las cunas de la re-
de Guanacevi:
volución que comenzó en 1910. Por la rebelión te-
La historia de los indígenas de El Palomo, según sus
poraca en la época de la colonización, sus peleas
antepasados, emigran en 1910 asentándose en Gua-
eran con piedras, hachas para defenderse, los to-
nacevi, porque existían lugares de cosecha de maíz
mochis cuando se levantaron en armas, le tumba-
y porque ahí consiguieron trabajo. En esos lugares
ron al gobierno 900 soldados.
mandaban los mestizos, existían algunos indígenas
Cuenta que uno de los grandes misioneros en
en Santa María del Oro. La mayoría de los indígenas
Tomochi fue el padre Glandorff, llegaba escondi-
que emigraron se vinieron para Chihuahua, pero al-
do vestido de indígena, rompía las ollas de tesgüino
gunos se regresaron a sus tierras. Trabajaron para
donde la gente estaba compartiendo. Pero empe-
subsistir como peones, se empezaron a organizar
zaron las rebeliones indígenas. Hay mucho que ha-
para solicitar la donación de tierras. En la ciudad de
blar sobre este tema. Dice que al Teporaca siempre
Chihuahua se hizo el trámite, pero se tardaron mu-
se le recuerda como el Hachero.
cho y después lo solicitaron en Durango. En 1961 se empezó a explotar el ejido por com-
UN EJIDO DONDE MANDAN LOS INDÍGENAS
pañías, pero se empezó a arrasar con los bosques.
Otro participante se detiene sobre la Laguna de Bocoy-
Actualmente se cuenta con buena organización. El
na y explica que originalmente había dos lagunas de
ejido de Palomas es el único que cuenta con fuen-
agua, y los jesuitas fundaron la Misión de Sisoguichi en
tes de empleo. Existen muchos incendios foresta-
el municipio de Bocoyna. Es una zona desde muy tem-
les, aunque en las partes donde no se ha explotado
prano influenciada por la Conquista española, la lagu-
el bosque no alcanza a subir el fuego, porque son
na ya se secó, pero el nombre aún continúa.
partes altas. Es importante reconocer que por la ex-
Decían los abuelos: ¿cuándo habrá más trocas?,
plotación se ha perdido mucho bosque y también
porque se veía pasar una cada 15 días. Hoy se ve
por los incendios. Al chabochi no se le permite que
una cada 15 minutos cargada de madera, los abue-
intervenga mucho en asuntos del ejido, porque ahí mandan los indígenas. Nosotros venimos de la etnia indígena tarahu-
4
Lumholtz, Carl, El México desconocido, pp. 217-218.
mara, donde antes los antiguos vivían en las cuevas.
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121
Vivimos ahora según lo que tengamos de econo-
rritorios y el despojo de sus riquezas naturales, lucha
mía. Algunos viven en casas de adobe, de ladrillo,
por mantenerse fiel a sí misma, dotándoles de identi-
todos con techos de lámina. Tenemos muy poca
dades propias, diferenciadas, frente a otros grupos in-
ayuda del gobierno. Tenemos un nivel de vida re-
dios o mestizos provenientes de la sociedad nacional y
gular gracias a la explotación forestal, aunque toda-
hasta extranjera. Como sostiene el antropólogo Andrés
vía hay mucha carencia. Hemos perdido nuestras
Fábregas:
autoridades tradicionales, aunque en una parte que
Privados de sus liderazgos, de sus tierras, de sus dio-
colinda con El Vergel aún existe la costumbre tradi-
ses y símbolos, la identidad indígena está asociada
cional, también se está perdiendo en algunos casos
a la recuperación de sus comunidades, su lengua,
el suelo, se está perdiendo el agua, está mermando
su organización, sus ancestrales formas de organizar
nuestra fauna. Pero conservamos parte de nuestra
la vida. La cultura como conciencia es lo más resis-
cultura, nuestra comida, en parte el pinole, el arrai-
tente que la comunidad indígena ha construido, pre-
go a nuestra tierra.
sentándose ante nuestra propia vida contemporánea
Hemos ganado que las autoridades de los tres
como una barrera que opone a los proyectos de sociedad que no sabe o no quiere incluirla.5
niveles de gobierno por fin nos tomen en cuenta. Sólo los reconocen cuando llevan programas para recuperación de caminos, pero les está faltando la
Es clara esta preocupación cuando tomó la palabra
comunicación del gobierno. Ellos siempre han con-
Ernesto Moreno Benítez, de Pahuichique, municipio de
siderado indígenas tarahumaras y hoy las autorida-
Guachochi:
des los atienden como cualquier persona civil, no
Los antiguos usaban alimentos naturales como: pi-
como indígenas tarahumaras.
noles, quelite, frijoles, hongos. Batallaban en comprar otros tipos de alimentos porque no había
122
Zenón Valencia termina comentando que, en rela-
comunicación. Trabajaban el barro blanco, y para
ción a los problemas agrarios, sí quisiera que se aborda-
lavar la ropa utilizaban el amole. Para hacer justi-
ran, “porque las autoridades trabajan muy despacito”.
cia al que cometía una falla lo juzgaban y le daban
El Maestro Leopoldo Zorrilla, invitado como co-
una chicoteada y lo ponían a rezar, hincado, un ro-
mentarista al Encuentro de Parral, señala que es muy
sario delante de la gente. Antes no había participa-
importante la exposición de Guanacevi; dice que a fi-
ción de la mujer como autoridad. Cuando llegaron
nes del siglo XIX algunos indígenas emigran y se asien-
los españoles y mestizos, les quitaron las tierras, los
tan en una hacienda que era de un mestizo. Comenta
extranjeros les quitaron los recursos. Se empezó a
que con el paso del tiempo, la Revolución y el inicio
perder la cultura, la lengua —ya que los niños y jó-
de la Reforma Agraria, se constituye uno o los dos eji-
venes no quieren hablar tarahumara, sólo castilla
dos, él quiere saber si en esa hacienda había una po-
porque sus maestros en su mayoría son mestizos y
blación trabajadora; la duda es: ¿qué pasó con esa
no son bilingües. Se está perdiendo la tradición de
población que ya estaba asentada en la hacienda? Y si
utilizar los recursos naturales, como barro y madera
acaso fueron desplazados a otra región.
para hacer utensilios. La comida natural se perdió
Responde el mismo Zenón Valencia: “nosotros so-
porque entraron los alimentos industrializados y la
mos hijos de los fundadores de ese ejido, aunque se
mujer ya no quiere hacer más tortillas.
desconoce bastante de esta historia; hay ruinas muy
¿Cómo vivimos ahora? Hay más violencia y [los
antiguas donde había indígenas, hay indicios de esa
rarámuris] ya no caminan a gusto y no se pueden
existencia, pero a mí no me consta porque no se han
quedar donde quiera porque los molestan, hay más
hecho estudios”.
vicios y más inseguridad. Viven en casas de ado-
Cambios y contradicciones, pero aún así “…nues-
be con techos de lámina, hay más servicios en las
tro creador nos crió con el mismo derecho”. La matriz cultural de tepehuanos y tarahumaras, no obstante la honda y dilatada invasión histórica a sus te-
5
Fábregas, Andrés. Carl Lumholtz el desconocido: imágenes de hombre, p. 82.
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comunidades: teléfono, radiotelefonía, más clínicas,
se vivía emigrando de la barranca a la sierra. Co-
más escuelas, más tala clandestina y hay plantas
mento que en mi comunidad existen curanderos
comestibles y medicinales.
tradicionales.
Por su parte, Porfirio Cruz Ramos, de la comunidad
han apoyado, tenemos medios de comunicación,
Ahora se vive mejor que antes porque nos ya cada quien tiene su escuela, hay escuela en El
de Pino Gordo, afirma: Los rarámuris venimos de nuestro pasado, puesto
Barril y también en Los Pinos. Se cuenta con visi-
que tenemos millones de años en nuestro territorio,
ta de los médicos al menos cada mes, no hay clíni-
donde en muchas comunidades nos han invadido
ca comunitaria. Hay mujeres indígenas tepehuanas
los hombres blancos. Nuestros ancestros vivían en
y tarahumaras que fabrican ornamentos navideños,
los grandes llanos. Al llegar los españoles primero, y
se cuenta con mejoramientos de vivienda, luz so-
luego los mestizos, nos han quitado la tierra grande
lar. Se cuenta con una tienda comunitaria finan-
y los recursos naturales y el paisaje, nos han quita-
ciada por Conciencia Comunitaria, se cuenta con
do nuestro pensamiento, nuestra religión o creen-
un proyecto productivo de ganado financiado por
cia, los valores de nuestra cultura, el pensamiento
Fondos Regionales y se cuenta con ganado criollo
de los curanderos, la educación comunitaria. Pero
propiedad de la comunidad regional: vacas, chivas,
conservamos los valores a nuestro país, lo poco
caballos, burros; aunque ya no se usa la vestimenta
que nos queda de recursos naturales, también con-
tradicional. Lo que es nuestro es la lengua materna,
servamos la creencia de nuestros ancestros y el res-
nuestros bosques, costumbres, recursos naturales,
peto hacia la naturaleza. Pero nos hemos ganado el
juegos tradicionales como carrera de bola, tiro de
despojo de nuestro territorio.
flecha. Básicamente jugamos todos los domingos y en las fiestas tradicionales. Bebemos tesgüino. Ha-
Para decir lo que es el pensamiento del rarámuri de
cemos intercambio de apoyo entre vecinos y el mé-
Choreachi, interviene Martín Chávez Ramírez, de Pino
dico tradicional cura a los animales y a la milpa.
Gordo, y cuenta que:
Pero hemos perdido el uso de trajes tradicionales,
Si se acaban los recursos naturales nuestro creador
se han extinguido algunas aves; antes se hacía la
se va a enojar, los arroyos se están secando. Esto
comida en olla, se hacía pinole, el maíz se molía en
los rarámuris lo ven como una pérdida. Cuando los
metate, al maíz le echaban flor de encino para que
misioneros llegan les quitan la sabiduría, lo que es
rindiera. Aunque hemos ganado el orgullo de ser
el ser rarámuri, lo que es el danzar para agradecer
indígenas tarahumaras, el respeto a los derechos
las bondades de nuestro creador. Hoy en día con-
indígenas, y la solidaridad de otras comunidades in-
servan los valores que les dejaron sus antepasados,
dígenas.
siempre se ayudan el uno al otro, danzando llaman el agua, los árboles también llaman el agua. La ma-
TESGÜINADAS
riposa les ayuda a echar polen para que se dé el
Al describir el llamado complejo tesgüino, que cons-
maíz, los microbios les ayudan a que la tierra sea
ta tanto de ‘tesgüinadas cíclicas’ (relacionadas con las
fértil; nuestro Creador nos crió con el mismo dere-
fiestas religiosas del año) como ‘no cíclicas’ (celebra-
cho. Sea pequeño o sea grande.
das durante sucesos coyunturales, no fijos en el calendario) el investigador Eduardo Saucedo Sánchez de
Habla Luciana Torres Palma, de Coloradas de la Virgen, municipio de Guadalupe y Calvo:
Tagle señala que: El acto de beber tesgüino posee un enorme valor
Nosotros somos originarios de toda la Sierra Tara-
cultural, pues está asociado con los sistemas eco-
humara, de la Alta y Baja Tarahumara de la Sierra
nómicos, religioso-ceremoniales, de estatus y de
de Guanacevi. Hay escuela bilingüe para que no se
control social, así como con las actividades recrea-
pierda la lengua y no se pierdan las tradiciones y
tivas más importantes; muchas de las acciones más
costumbres desde tiempos pasados. Originalmente
trascendentales de la vida y la reproducción ma-
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123
terial y simbólica de esos pueblos están matizadas
1. Que la propiedad ejidal se convierta en propiedad
por la imprescindible bebida, goce de Dios y de los
comunal para que no se vendan los derechos de
hombres.6
los indígenas. 2. Capacitarse en el manejo y aprovechamiento fo-
Más adelante, el mismo autor identifica desde an-
restal.
tiguo, entre ambas etnias, la importancia de la fiesta
3. Los recursos turísticos que sean manejados por los
celebratoria, alrededor de la bebida sagrada, en la or-
propios poseedores (indígenas) a través de proyec-
ganización tradicional:
tos de ecoturismo en Chihuahua.
Los vínculos sociales más importantes que se gene-
4. En la minería, que se instrumente un programa de
ran entre las distintas familias, grupos residenciales
aprovechamiento con apego al Convenio 169 de la
y rancherías, ya sea en la interacción económica,
OIT y al artículo 133 constitucional, y que los be-
religiosa, política o recreativa, se elaboran y se fer-
neficios de esta actividad sean para los indígenas
mentan, necesariamente, junto a las copiosas ollas
de ambos lados (Chihuahua y Durango).
de tesgüino. Es tal la cantidad de tesgüinadas que
5. Que sea fortalecida la educación en lengua mater-
se realizan entre los pueblos de la Tarahumara, que
na, para ello que los docentes sean hablantes de la
desde inicios de la Colonia ha impresionado pro-
lengua que se hable en la comunidad. Que se reti-
fundamente a los extranjeros…7
ren los docentes no hablantes de la lengua y que se tome en cuenta la demanda de la comunidad.
El compromiso: “Hacer una sola fuerza”
6. Que se respete la impartición de justicia de acuerdo a los usos y costumbres para el respeto a la
Entonces toma la palabra Bernardo Patiño, delegado indígena de Baragómachi, municipio de Urique, para 124
comentar que gracias a la organización tradicional viva que tiene la comunidad de Pino Gordo han man-
autoridad tradicional. Que se cuente con un Ministerio Público y que sean indígenas. 7. Que se cuente con traductores para defenderse en los juicios.
tenido la unidad. Él invita a los compañeros odames a que se unan a los compañeros de Pino Gordo en su
Vuelve a tomar la palabra Gilberto Gómez, repre-
lucha, pues él mismo se ha unido a los compañeros
sentante de los Fondos Regionales de Tomochi y pro-
de Coloradas de la Virgen en una marcha, para que se
pone una Ley Indígena con la participación de los
quitara la explotación del bosque de Coloradas y dice
rarámuri y odami (Chihuahua) y odam (Durango) para
que, cuando los compañeros pelean por una justa ra-
que no sean expropiados.
zón, son encarcelados y les fabrican causas. Hay que
A su vez, Jesús Emigdio Herrera, Cosoray de Babo-
ver qué programa de trabajo se va a hacer, para poder
rigame, municipio de Guadalupe y Calvo, se explaya al
dar seguimiento a los problemas que se expusieron.
sistematizar y proponer al menos estas diez acciones:
Este es un encuentro para ver los problemas de particu-
1. Fortalecer los lazos indígenas con los tarahumaras
lares de cada pueblo, pero también los problemas comunes. Concluye que, si ellos no se organizan, nadie va a defenderlos.
de la zona norte de Durango. 2. Dar seguimiento a la solicitud de maestros bilingües tarahumaras para recuperar la lengua materna.
En su participación Alejandro Rivas Vega de la co-
3. Mantener y fortalecer la organización y unidad,
munidad de Baborigame, municipio de Guadalupe y
para lograr el reconocimiento y respeto de los tres niveles de gobierno.
Calvo, propone ocho acciones concretas:
4. Defender y no permitir que se afecte por terceros el 6
7
Saucedo Sánchez de Tagle, Eduardo R., “Reciprocidad y vida social en la Tarahumara” en: Millán, Saúl y Julieta Valle, La comunidad sin límites: La estructura social y comunitaria de los pueblos indígenas de México, vol. III, INAH, México, 2003, pp. 238-239. Ibíd., pp. 251
patrimonio de tenencia de la tierra en donde haya indígenas. 5. Seguir explotando los recursos forestales, únicamente como ayuda a la subsistencia de la pobla-
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ción indígena tarahumara y tepehuana del norte de Durango.
nos tres o cuatro veces al año para continuar como una sola etnia. También pide que la CDI esté más cerca
6. Concientizar a la población indígena sobre la im-
para atender los problemas que se presenten. Que sea
portancia de mantener vivos, y enriquecer los re-
destinado un fondo exclusivo para el traslado de los
cursos naturales para cosechar buena agua y buen
indígenas para visitar y adquirir experiencias de otros
oxígeno.
grupos.
7. Contribuir a concientizar al pueblo indígena sobre la importancia de mantener limpio el territorio,
Bibliografía
porque así se evita la contaminación en beneficio de ellos mismos y para mantener la sierra que es
Fábregas, Andrés. “Carl Lumholtz el desconocido. Imágenes del hombre”, en: Lumholtz, Carl, Los indios
donde siempre han vivido. 8. Es muy importante dar seguimiento a este encuentro, especialmente a la conservación de los recur-
del noroeste. 1890-1898, INI-FONAPAS, México, 1982. Lumholtz, Carl. El México desconocido, tomo I, Institu-
sos naturales. 9. Participación de más ancianos, mujeres y jóvenes
to Nacional Indigenista, México, 1986. Martínez Caraza, Leopoldo, El norte bárbaro de Méxi-
en los próximos encuentros. 10. Pide a los hermanos duranguenses seguir con la
co, Panorama, México, 1983.
unidad para así poder apoyarse mutuamente aga-
Nahmad Sittón, Salomón. “Coras, huicholes y tepehua-
rrados de las manos, hombro con hombro y codo
nes durante el período 1854-1895”, en: Thomas
con codo.
B. Hinton, Coras, huicholes y tepehuanes, INICONACULTA, México, 1990.
Al participar nuevamente el gobernador Juan Soto
Saucedo Sánchez de Tagle, Eduardo Rubén. “Recipro-
de Santa María de Ocotán, hace la invitación a su co-
cidad y vida social en la Tarahumara”, en: Millán,
munidad y reflexiona sobre la unidad de los pueblos
Saúl y Julieta Valle, La comunidad sin límites: La es-
indígenas, ofreciendo el apoyo tepehuano para hacer
tructura social y comunitaria de los pueblos indíge-
una sola fuerza (la unidad hace la fuerza, asegura), es-
nas de México, vol. III, INAH, México, 2003.
perando que no sea la última vez que se encuentren,
Urteaga Castro Pozo, Augusto. La situación de los pue-
agradeciendo la oportunidad de participación. Pide
blos indígenas del Norte. Caso de los rarámuris y te-
que continúen los talleres como el de hoy, por lo me-
pehuanos, versión Power-Point Presentation, 2006
www.cdi.gob.mx
125
Regiones fisiográficas del territorio tarahumara
126
Fuente: Campbell W. Pennington, The Tarahumar of Mexico, Their Environment and Material Culture, University of Utah Press, Salt Lake City, 1963.
www.cdi.gob.mx
Cambios del territorio rarámuri
127
Fuente: William L. Merrill, Raramuri Souls, Smithsonian Institution Press, Washington, D.C., 1988, p. vi.
www.cdi.gob.mx
www.cdi.gob.mx
Fuente: Sistema de Información Geográfica-CDI, México, 2006.
Región Tarahumara
129
TEPEHUANOS Y RARÁMURI: HISTORIA Y NUEVO SIGLO Augusto Urteaga Castro Pozo
Cambio y permanencia de la población indígena en la frontera norte de México La ocupación europea del original territorio indígena del norte de México, adoptó características y patrones que la hicieron distinta al proceso seguido en el sur y el centro del actual país. La conquista del mismo significó el avasallamiento de una población que obedecía a matrices culturales distintas a la enfrentada (un siglo antes) en la región mesoamericana. Nómadas, seminómadas, cazadores y recolectores, agricultores de maíz semisedentarizados y sedentarizados, al mismo tiempo que bandas guerreras, pululaban en ese extenso territorio dominado por la cordillera de la Sierra Madre Occidental. Este conjunto, si se observa con detenimiento, ya formaba un corredor geográfico y un conglomerado étnico, si bien demográficamente disperso, producto de un nudo cultural específico, en cuyo hábitat se desarrollaron los principales grupos productores de maíz del actual Norte de México, representativos del área cultural árido-oasisamericana. Cuando los europeos llegaron a esta región, encontraron —según estimaciones inciertas de la demografía histórica— a unos 200 mil indios y al me-
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nos 40 grupos étnicos diferenciados que practicaban
aplicada o del desarrollo, o bien, políticas culturales de
alrededor de 20 idiomas. Este somero perfil se compli-
intervención pública… Como bien se sabe, no fue así.
ca aún más, dado que el conjunto étnico al que aludi-
Los ideólogos de la aculturación integracionista no
mos padeció también de la conquista anglosajona y su
hicieron otra cosa que igualar un modelo de desarro-
posterior expansión, misma que dio origen al territo-
llo proyectándolo a dimensiones nacionales, diseña-
rio actual de los Estados Unidos. En él persisten tradi-
do —obsérvese— con base en la idealización de una
ciones ancestrales de movilidad territorial, penetración
sola matriz cultural: la mesoamericana, abriendo así,
de las acciones misioneras, redoblamientos de origen
por omisión, un peligroso y arriesgado flanco de supre-
colonial y migraciones contemporáneas estacionales
sión y negación cultural.
(y también definitivas) que, indudablemente, han sido acicateadas por los “ciclos de contacto” civilizadores.
130
Hoy ya no es un misterio afirmar que las políticas nacionales se han encargado de destacar la organiza-
En el norte de México en la medida en que se es-
ción social indígena y los ámbitos de su territorialidad
trechan los contactos necesariamente desiguales entre
y recursos naturales sólo en relación con las festivida-
sociedad nacional y sociedades indígenas, se amplían,
des, con la folklorización y una presumible condición
recrean y profundizan las diferencias étnico culturales.
de hacedoras de artesanías para su venta en los circui-
Así sucedió durante la severa evangelización abandera-
tos turísticos imperantes, con un peculiar sistema de
da por jesuitas y franciscanos en los albores del siglo XVII
educación estatal “bilingüe” y con la persistencia de
y continuó cuando la explotación minera colonial, repu-
un modelo público y privado de filantropía social; pero
blicana y hoy, sin ambages, neoliberal; con la diáspora
nunca de respeto o reconocimiento explícito a los gru-
del pueblo yaqui, la extinción y exterminio de la mayoría
pos indígenas en tanto sistemas que gestan y gozan de
de los grupos indígenas; la construcción de ferrocarriles
funciones delimitadas de liderazgo, delegación de au-
a principios del siglo XX; la depredación sistemática del
toridad y ejecución de funciones autónomamente, mis-
bosque conífero y de encino “maduro”; la sostenida ga-
mas que posibilitan importantes rangos de cohesión,
nadería extensiva e intensiva; los cultivos dedicados a la
permanencia, resistencia, movilidad y potenciación de
siembra de estupefacientes; la proliferación del narcotrá-
los grupos indígenas vivos. Vamos, de un conjunto de
fico y, en fin, con la introducción de prácticas indigenis-
“derechos invisibles” que gozan de cabal salud.
tas y de reparto agrario como resultado de la Revolución
Así las cosas, a nadie debería sorprender el inusi-
Mexicana, aunadas al ahora casi exclusivo modelo de
tado crecimiento de la población indígena en los esta-
“maquila” del desarrollo industrial.
dos del norte de la República en los últimos 20 años; su
La antropología mexicana esbozó, en su momento,
asentamiento en las manchas urbanas de las principales
los rasgos culturales de los grupos indígenas norteños
ciudades y otras locaciones fronterizas; el binacionalis-
como distintivos de otras matrices culturales, de otras
mo (formal y no formal) de contingentes parentales en
relaciones con la naturaleza y de acervos simbólicos
ambos lados de la border; el renacido espíritu de movi-
al menos tan complejos como los correspondientes al
lización identitaria de los y las jóvenes indígenas o la re-
área estrictamente mesoamericana. Una simple formu-
construcción de instituciones de gobierno tradicional en
lación exenta de centralismo hubiera marcado pautas
los nuevos escenarios de la economía sin fronteras.
para diseñar un indigenismo que si bien respondía en
Igualmente emerge una complicada pero actuan-
ese entonces a muy reales exigencias políticas, no te-
te custodia de sus derechos lingüísticos, a la par de
nía por qué ser único y mucho menos el único posible.
una multitud de acciones de reanimación cultural, así
En efecto, en la agonía de los años 40 del siglo pasado,
como renovados procesos de salvaguarda de territoria-
en el conocimiento antropológico, estaban ya señala-
lidades y recursos naturales indígenas, aparentemente
dos los límites precisos de los territorios étnicos co-
ya superados por el proceso de reforma agraria y de
rrespondientes a los pueblos indígenas ubicados en el
legislación ambiental, incluidas sus brutales rectifica-
norte del actual México y el sur de los Estados Unidos;
ciones neoliberales provocadas en gran medida por la
e incluso, la posibilidad de diseñar para ellos prácticas
modificación al artículo 27 constitucional, como el lla-
diversificadas de lo que hoy se denomina antropología
mado Programa de Certificación de Derechos Ejidales
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(PROCEDE) o la desregulación presidencialista de las
de origen, se puede afirmar que en este primer acerca-
concesiones de los recursos acuíferos. Sin olvidar tam-
miento sobresale nítidamente una cuestión: su disper-
bién, la vulneración de los derechos humanos, civiles
sión. Sin duda pertenecen a una región intercultural,
y laborales en los gulags agro-exportadores.
la Sierra Madre Occidental en su porción de cumbre
Esta nueva oleada de protagonismo social indígena
y barrancas de las respectivas porciones sureñas de los
arranca, paradójicamente, de una originaria “dotación
estados de Chihuahua y Durango. Esto, por cierto, no
sagrada” de sus territorios, de un juarismo ya interio-
significa más que, aunque distantes, gozan de condi-
rizado por el imaginario social indígena y, ahora sí,
ciones semejantes pese a su interculturalidad y relacio-
de un nuevo escenario de confrontación en donde las
nes interétnicas, mucho más claras en el caso de los
porciones del territorio ancestral se disputan palmo a
rarámuri y los odame de Chihuahua que entre los mis-
palmo. “Lo que era antes, ya no es… pero se parece
mos grupos de o’dam y rarámuri (en pequeña pero sig-
tantito”, como me dijo un incisivo pensador rarámuri.
nificativa escala) de Durango. Esto significa también
La población india del norte de México tiene varios
una realidad que todavía comparten: la de tener to-
siglos tratando de acomodarse a las cambiantes rela-
davía un considerable recurso forestal que constituye
ciones interculturales en una situación de colindancia
parte integral de su patrimonio cultural y natural, a di-
móvil, agresiva, segregadora y cargada de equilibrios
ferencia de los participantes llegados del centro-norte
inestables. Su vocación a la transfiguración y a la lla-
de la Sierra Tarahumara, que ya no poseen práctica-
mada “gentilidad” (a no bautizarse) es ya, desde hace
mente recurso maderable.
mucho, una tenaz estrategia cultural no menos heroica
Todos ellos, sin embargo, participan de una rea-
que cualquier otra: cambiar para permanecer. Por ello,
lidad sobre la que se ha llamado la atención desde
una radical y nueva visión política debe ser planteada
mucho tiempo atrás; todos comparten (aunque ya no
como terreno ineludible para el establecimiento de un
disfrutan de sus beneficios por igual) de un patrón de
necesario y urgente marco cultural y de derecho nacio-
asentamiento sumamente disperso que distingue a la
nal e internacional actualizado, que reconsidere las di-
población indígena de la Sierra Madre Noroccidental
ferencias socioeconómicas, amplíe el reconocimiento
y su laberíntica topografía social: el establecimiento
de la gama de pertenencias étnicas e identifique a las
territorial en sistemas de rancherías (incluso muy dis-
nuevas identidades y las condiciones de riesgo de so-
tantes entre sí) que conforman pueblos o restos de pue-
beranía cultural y nacional en que se ha relegado a los
blos originarios y que han sufrido, a lo largo de poco
grupos originarios y migrantes vivos en el actual nor-
más de cuatro siglos, distintos ordenamientos territo-
te de México. Todos estos elementos implican la ne-
riales históricos desde su peculiar formación y adscrip-
cesidad de reinsertar sin chauvinismo este complejo
ción colonial y poscolonial.
escenario social en el debate mayor sobre territorio, frontera, soberanía, identidad y cultura nacional.
Actualmente, los ejidos y los escasos bienes comunales indígenas que subsisten, se convirtieron después
En todo caso, la redefinición de la cuestión nacional,
de la implementación “dura” de la Reforma Agraria, en-
de la democracia política, de los territorios indígenas y
tre los años 1925-1965, en territorios concebidos por la
de la necesaria gobernabilidad cultural en términos real-
sociedad nacional no indígena como de “vocación fo-
mente plurales, aparecen ahora como las implicaciones
restal”, por encima de su ancestral condición de sostener
más profundas, de mayor alcance y de mayor potencial
productores de maíz sedentarizados y semisedentariza-
conflictivo en esta irrepetible región indígena —quiéra-
dos de alta movilidad social y de procuración estacional
se o no— fronteriza de la América Latina.
de recursos. El ejido o el bien común fueron muy pronto considerados (por la presión de intereses no indígenas)
Recursos, asentamientos y dinámicas culturales
en función de la lógica de explotación capitalista unilineal de los recursos maderables, y más aún, sus límites fueron demarcados en el exterior del entramado cultural
Dada la composición de los participantes en el En-
de las poblaciones productoras de maíz, frijol, calabaza
cuentro de Parral y la localización de sus comunidades
y papa principalmente, las cuales utilizaban dinámica-
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131
mente la vastedad horizontal y vertical de los climas que
la secuencia de las rancherías y pueblos, y forma parte
se presentaban por la variabilidad altimétrica (asociados
de todo el orden social serrano.
a una bondadosa humedad debido a la abundante masa forestal y la retención consecuente de los acuíferos) y
Cohesión social y tradición cultural
de los precarios suelos esparcidos entre los corredores
132
de las cumbres, las laderas y las profundas barrancas.
La situación reseñada es grave, ya que el sistema de
Con la merma de la masa forestal en función de proce-
rancherías y su respectivo pueblo, lo que se podría de-
sos sociales, económicos y políticos externos a los lla-
nominar como el ámbito comunitario predilecto, es el
mados —en la literatura antropológica— “pueblos de
escenario natural de la vida política indígena. Desde
rancherías”, el cambio se torna entonces en una ruptura
las perspectivas locales y las células de esta microcul-
profunda en la constitución misma de las condiciones
tura política esbozada, se suelen emitir una compleja
materiales de reproducción de los sistemas culturales te-
gama de mensajes jurídicos, acuerdos, edictos, apela-
pehuano y rarámuri.
ciones, multas, matrimonios, separaciones, reparación
La movilidad social que podemos llamar “ances-
de daños, organización de las prácticas agrícolas, de
tral”, como se comprenderá, no implica el abandono
pastoreo, de empleo en los aserraderos (cuando los
definitivo de ninguno de los lugares de asentamiento,
hay), de aprovechamiento de los programas guberna-
sino su constante sobrevigilancia y el sostenimiento de
mentales de diversa índole, y de festividades varias que
los lazos sociales y familiares en cada uno de ellos. De
tienen que ver con la vida social cotidiana de las fa-
manera obligatoria, el mantenimiento de los compro-
milias que conviven en la especialidad —cercana o
misos comunitarios de cooperación social (de manera
lejana— de los ranchos, rancherías y parajes que con-
especial a través de las faenas de trabajo y las redes del
forman el territorio del pueblo indígena, misma que
tesgüíno) y, en su aspecto más general, la concurren-
puede o no coincidir con el espacio jurídico del ejido,
cia a los actos de gobierno y de ritualidad grupal que
el municipio o el distrito. Este es y ha sido un conflic-
suelen convocar y juntar a las entidades “de ranchería”
to histórico que, además, tiene que ver con las diferen-
en su advocación más elemental que es la de pueblo
tes formas de ordenamiento territorial en que lo ajeno
o la de pueblo cabecera. Si bien esta forma de movili-
o “exterior” presiona a la concepción indígena y, a su
dad cultural y social tiene importantes condicionantes
vez, ésta reacciona para reestablecer el precario equili-
relacionadas con la necesaria ocupación y aprovecha-
brio del orden comunitario interno.
miento intensivo y extensivo de los recursos naturales,
Este sistema político de gobierno indígena es co-
sufre la presión poblacional, la incesante sequía o el
mún y lo comparten fundamentalmente la mayoría de
inicio tardío de la temporada de lluvias y las muy bajas
los grupos de la Sierra Madre Noroccidental; se en-
tasas de rendimiento agropecuario, todo ello afecta las
cuentra sustentado en una clara concepción de su ám-
formas de residencia, asentamiento y movilidad de la
bito territorial de influencia, es decir, demarcado por
población indígena serrana.
los límites en que el conjunto de rancherías es capaz
Por otra parte, el constreñimiento del mercado de
de autoabastecerse combinando la variabilidad de los
empleo tradicional (como las actividades de construc-
factores ya mencionados para la producción alterna de
ción en los precarios enclaves urbanos, la ocupación
bienes agrícolas, la recolecta temporal de los vegetales
en la forestaría o los pequeños negocios) y el encare-
comestibles y curativos, la caza, la pesca, y la procu-
cimiento de la vida en los poblados serranos relativa-
ración de algún beneficio monetario debido a la acti-
mente grandes en donde suele ser mayoría la población
vidad pecuaria o el salario del aserradero. Los pueblos
mestiza, obliga a la familia indígena a destinar impor-
principales o cabezales en los que se localiza la iglesia,
tantes contingentes de fuerza de trabajo hacia las ciu-
constituyen el núcleo de una constelación de ranchos
dades, a los centros agrícolas de Chihuahua y Durango
de pequeños asentamientos dispersos, conectados en-
y a la región agroexportadora occidental del Pacífico
tre sí pero fragmentados y discontinuos. El centro con-
localizada principalmente en los estados de Sinaloa y
forma, de este modo, un sitio “preferencial”, en donde
Sonora. La migración es ya una constante imbricada en
la población de los ranchos se reúne para el nawésari
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o makigay ñooki (sermón, consejo, discurso, hablar a
incluso se afectó los linderos estatales para darle la ra-
modo), emitido por el gobernador o autoridad indíge-
zón a los indígenas, quienes están en posesión, sin em-
na; impartir justicia y otras rutinas de cohesión social
bargo, los papeles oficiales se negocian todavía en las
con las que estos grupos etnolingüísticos se identifican.
entelequias burocráticas. A esta situación le siguen un
Los indígenas perciben y demarcan este espacio como
conjunto de sinsabores producto de la configuración
su espacio de asentamiento y residencia que les fue
de los ejidos y bienes comunales, ampliaciones parcia-
donado a ellos originalmente por la deidad.
les y una serie de inconformidades ante una retacería
Esta estructura de autoridad compuesta por un siríame/serígame entre los tarahumaras, por el onagüishi-
territorial aquí y allá esparcida sobre un sentimiento de despojo generalizado.
gam entre los o´oba (pima), por el kaïgi/moyï_ entre los
Se puede decir que el binomio ejido-aserrade-
o’dam/odame (tepehuanos) o el sakitán entre los warijó
ro, por cierto, con todo y su original paliativo otorga-
(guarijíos), son auxiliados en su trabajo por generales,
do en salarios y reparto de utilidades, ha provocado
kaitanes, warúalas, tenientes, soldados, kakabos, mayo-
la emergencia de algunas verdades. Por ejemplo, que
ri, phiscari, comisarios, entre otros (términos extraídos
los pueblos indígenas siguen actuantes y reclaman un
de la nomenclatura colonial pero que hoy están cultu-
protagonismo mayor en la posesión, gestión y admi-
ralmente referidos a su propia etnicidad). Estos funciona-
nistración de sus recursos forestales, hoy en día renta-
rios políticos suelen ser llamados “empleados”, pues son
bles casi exclusivamente para los no indígenas ligados
designados por el principal, pero con el consenso de los
al mercado y a la exportación de los maderables. Por
grupos y son designados públicamente en los ranchos
ello, la aparición de propuestas de desarrollo alternas
y en el pueblo principal, basándose en tres principios a
a la mera extracción del recurso forestal puede ser la
saber: el prestigio adquirido por la conducta de servicio
clave para establecer prácticas más acordes (o al me-
a los vecinos; la asignación de los cargos de acuerdo a
nos no tan agresivas) con los entornos culturales y na-
la distribución territorial de las rancherías; y la alternan-
turales rarámuri y tepehuano. Se percibe claramente el
cia generacional y geográfica (los de arriba y los de aba-
reclamo de que, de mantenerse el actual estado de las
jo) para el ejercicio del poder indígena. Este complejo
cosas (como la migración temporal o el abandono pau-
sistema de organización territorial y política ha permiti-
latino del sistema de rancherías/pueblo), la situación
do que los pueblos indígenas de la Sierra Madre Noro-
tenderá a ser cada vez más peligrosa y atentatoria con-
ccidental mantengan cohesión social y reproduzcan los
tra las bases materiales del orden cultural y social.
valores éticos e históricos de su tradición cultural.
La demanda apunta a la certidumbre jurisdiccional sobre el territorio, su propiedad y su destino. Incluso la
Realidades y mandatos para el futuro
biodiversidad es analizada en relación a un antes y un después, aunque no todos los que participaron en el
De la vastedad de problemas que surgieron durante el
Encuentro lo hayan vivido concretamente. Sin duda, el
transcurso del Encuentro de Parral, y en relación con
muro de contención para la “reconstitución” de estos
el tema central “Reconstitución de los Pueblos Indíge-
pueblos indígenas, en términos de su potenciación, es
nas y Recursos Forestales”, lo que se demanda es la
la carencia de regulaciones públicas e institucionales
certidumbre física y jurídica sobre estos territorios pa-
para propiciar un efectivo reordenamiento territorial,
trimoniales de legado cuasi divino y ancestral. En este
que posibilite el fortalecimiento de las capacidades y
aspecto, los extremos de Pino Gordo (rarámuri de Chi-
habilidades que los indígenas de Chihuahua y Duran-
huahua) y Pueblo Nuevo (o’dam de Durango), se juntan
go han sabido conservar, a pesar de la severa dismi-
también por los extremos de los papeles sancionados
nución de sus bosques y el capital natural asociado:
por la Reforma Agraria. En el primer caso se trata de un
recurso patrimonial que hoy se vuelve estratégico para
despojo de territorios otorgados por Resolución Presi-
su sobrevivencia. Este imperativo fue todavía más evi-
dencial y que hoy PROCEDE desconoce; y en el segun-
dente al constatar que de la diversidad de programas,
do, después de la revuelta tepehuana de hace tres años
ligados a la conservación y optimización del uso de
se logró el reacomodó de ejidatarios no indígenas, e
los recursos naturales y su sustentabilidad, promovidos
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133
por el gobierno federal y revisados por otro ponente,
calizado en Parral “porque en este estado (Chihuahua)
ninguno de ellos fue mencionado en el posterior trans-
sí se le da un lugar a la figura del General Pancho Vi-
curso del encuentro.
lla. No como en Durango, donde se le llama Doroteo
Vale la pena mencionar que al cierre del segundo
Arango y se le considera un bandolero”. Es de recono-
día del Encuentro, todos los tepehuanos y rarámuri de
cer el buen ánimo colectivo cuando surgió franca e in-
Durango decidieron ausentarse juntos de la sede de
sistente la propuesta de continuar con la discusión de
la reunión, después de la comida, para destinar trein-
los temas en un siguiente evento, pero esta vez en Du-
ta minutos a la visita del Museo de Francisco Villa lo-
rango capital.
134
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135
ENCUENTRO DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS DE LA HUASTECA: RECONSTITUCIÓN DE PUEBLOS INDÍGENAS, ORGANIZACIÓN SOCIAL Y RECURSOS NATURALES* Antecedentes La región Huasteca es habitada por pueblos teenek, nahua, tepehua, totonaco, otomí y xi oi (pame) abarcando parcialmente cuatro entidades de la República. Si bien estos grupos comparten una misma región geográfica y multiétnica, con matrices culturales comunes, los procesos de reconstitución, participación comunitaria, organización y desarrollo, son distintos y varían entre cada uno de los estados. Las reivindicaciones indígenas, sus demandas y necesidades han sido diferentes, lo que ha dado lugar a proyectos locales y regionales muy diversos, cuyos resultados en la población son igualmente diferenciada. La heterogeneidad de estos procesos y las organizaciones derivadas de ellos, así como las expresiones políticas y culturales que se presentan en la región de la Huasteca, pueden entenderse como componentes de un proceso más amplio de reconstitución de los pueblos indios.
* El Encuentro de los pueblos indígenas de la Huasteca: Reconstitución de pueblos indígenas, organización social y recursos naturales, se llevó a cabo en Taninul, San Luis Potosí, los días 20, 21 y 22 de septiembre de 2006.
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Por otra parte, se tornado urgente analizar y discutir
rios ríos que desembocan en el Golfo de México entre
la problemática de los pueblos indígenas de la Huaste-
ellos están el Soto la Marina, Las Conchas o San Fer-
ca a partir de la modificación de la constitución políti-
nando, el Tamesí, el Guayalejo, el Tantoan, el Mante,
ca del estado de San Luis Potosí y la expedición de la
el Pánuco, de entre los cuales sobresale este último,
Ley Reglamentaria sobre Derechos y Cultura Indígena
que desemboca frenta a Tampico. Además de los ríos,
de San Luis Potosí en la que se reconoce la personalidad
en la región de la Huasteca abundan las lagunas, como
jurídica propia de las comunidades indígenas —entre
la Laguna Madre, la de Morales, Champayán, San An-
otras cualidades—, y cuya influencia se ha dejado sen-
dres, El Chairel, El Carpintero y una de las más grandes
tir en estados circunvecinos como Veracruz, ya que este
e importantes de la zona, que es la de Tamiahua y cer-
mismo proyecto ha servido para formular las propuestas
ca de ella está también el río Tuxpan. Las lagunas son
de modificación de la legislación local y preparar la in-
tanto de agua dulce como de agua salobre.
minente consulta para este fin.
136
Así se ha dado origen a un paisaje ya legendario
Por lo tanto la Comisión Nacional para el Desarro-
dominado por montañas, cañadas hondas, fuertes pen-
llo de los Pueblos Indígenas convocó a la realización
dientes, cerros, lomeríos y tierras planas, que soportan
de un “Encuentro de los Pueblos Indígenas de la Huas-
bosques de coníferas, bosques deciduos, selvas acla-
teca: reconstitución de pueblos indígenas, organiza-
readas, selvas medianas subperennifolias y selvas bajas
ción social y recursos naturales” en Taninul, San Luis
caducifolias. Con temperaturas agradables que van de
Potosí los días 20, 21 y 22 de septiembre de 2006.
los 18 a los 29 grados C.
La CDI convocó a representantes de organizaciones
La importancia y la riqueza del territorio fueron de
indígenas de los pueblos teenek, nahua y xi oi, que ha-
inmediato reconocidas por Cortés, quien se atribuyó
bitan en las huastecas veracruzana, potosina e hidal-
en encomienda el pueblo de Tamuín.No tardaron mu-
guense. Asistieron sesenta y ocho personas, todos ellos
cho los europeos en mudarse hacia otras tierras, debi-
autoridades tradicionales, representantes de bienes co-
do a las fuertes invasiones de chichimecas nómadas.En
munales, comisarios ejidales, y líderes de organizacio-
consecuencia, las inmediaciones de Tamuín y Tamtok
nes indígenas.
se convirtieron en zona fronteriza y fue por ello que conservaron sus marcados elementos indígenas hasta
El territorio huasteco
finales del siglo XIX.
La Huasteca esta situada al oriente de la Repúbli-
reses de los hacendados y mestizos principalmente
ca Mexicana, en la vertiente occidental del Golfo de
ganaderos provocaron la constante reducción de la po-
México.1 La delimitación geográfica de la Huasteca
blación indígena a un área mínima de la antigua región
sigue siendo tema de debate entre los especialistas.
Huasteca, constituida por una delgada línea transversal
De manera general se considera que comprende por-
que se extiende hoy desde el noroeste de Querétaro
ciones de los estados de Hidalgo, San Luís Potosí, Ta-
hasta los pozos petroleros de Naranjos y Cerro Azul,
maulipas, Veracruz principalmente, y en menor grado
cerca de Tamiahua, en Tamaulipas.
Sin embargo, también durante ese siglo, los inte-
fracciones de los estados de Puebla y Querétaro. La llanura costera del Golfo Norte ocupa 73.04% del te-
Las preguntas y las expectativas
rritorio de la Huasteca y lo restante por la Sierra Madre Oriental, que abarca 26.96%. Tres subregiones la for-
Los temas tratados durante el Encuentro fueron los si-
man, la de las llanuras, la de la Sierra Madre y Otonte-
guientes: territorio, medio ambiente, recursos naturales,
pec, y las Sierras y lomeríos del sur. Lo que da un total
lengua, relaciones interétnicas, mujeres, organización
km2.
Aquí tienen su asiento noventa mu-
social, sistemas normativos. Se organizaron plenarias
nicipios.En la región de la Huasteca se encuentra va-
y mesas de trabajo por etnia: nahua, (tres mesas) xi oi
de 51 652 54
(una mesa) y teenek (tres mesas). 1
Aquí se retoma una parte de la valiosa presentación realizada por el especialista Juan Felipe Cisneros Sánchez durante el Encuentro|.
Al inicio del taller algunos participantes expresaron sus expectativas sobre los temas a discutir:
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v Es la primera ocasión que participa, tiene la inquie-
EL TERRITORIO HUASTECO
tud de conocer a los compañeros indígenas, ya que
Es el espacio geográfico donde convivimos las et-
es uno de ellos y representa a su comunidad.
nias nahuas, teenek, otomíes, tepehuas, totonacos
v Espera que se tome en cuenta la lengua de la cultura teenek.
y xi oi. Este espacio geográfico esta dotado de recursos naturales y culturales que posibilitan nuestra
v Desea encontrar una mejor forma de organización
vida como pueblos y representa el único patrimo-
para que la cultura se siga preservando y la manera
nio que podemos heredar a nuestros hijos.
de rescatarla.
Nuestro territorio también considera espacios geo-
v Quiere mejorar la forma de organización junto con otras etnias.
gráficos fuera de nuestras delimitaciones políticas, y el territorio sagrado, teniendo como ejemplo a
v Se propone conocer estrategias para rescatar las
la población del Real de Catorce, que también es
tradiciones y las costumbres. Hablar con honesti-
territorio de los Huicholes que vienen de Jalisco
dad para que se respeten las costumbres en las co-
y Nayarit. Los nahuas y otomíes de Veracruz, por
munidades.
ejemplo, también tienen su espacio sagrado en ce-
v Quiere saber qué puede llevar a sus comunidades, qué puede aprender, en su comunidad se sufre
rros del estado de Hidalgo en sus límites con el estado de Puebla. Uno de los cambios más importantes que ha
mucho. v Desea escuchar para ver qué es lo que sirve para su
modificado las formas de organización de la gente
comunidad, además viene al encuentro por man-
es la fragmentación del territorio en pequeñas par-
dato de su comunidad.
celas debido a la certificación de parcelas ejidales y
v Tiene interés en participar, aprender y contribuir
comunales mediante el programa PROCEDE.
con la reconstitución y reconstrucción de los pue-
Entre los beneficios que pueden tenerse es que
blos indígenas de la Huasteca. Participar en el
el campesino se vuelve propietario de su predio,
dialogo hacia una nueva relación, apoyando la au-
pero su desventaja es que la tierra se convierte en
tonomía y autogestión.
mercancía que puede venderse fácilmente. Algunas
v Sugiere que hay que intercambiar experiencias para
comunidades se han resistido al aparcelamiento in-
poder servir mejor a las comunidades y pueblos in-
dividual, manteniendo una figura colectiva, pero la
dígenas de la Huasteca y que todo lo que se diga
mayoría ha aceptado el programa PROCEDE. El territorio ha sido modificado y deteriorado a
sea provechoso en el corto plazo. v Tiene pensado llevarse nuevas experiencias, exis-
causa de los programas gubernamentales, que pro-
ten muchos problemas y es tiempo de reunirse para
mueven la productividad, como el PROCAMPO y
rescatar la cultura.
PROGAN que invitan a provocar mayores desmon-
v Quiere compartir más palabras y aprender más lo
tes para tener parcelas productivas con las cuales se obtiene un apoyo directo.
que necesitan los pueblos indígenas.
El territorio también se ve modificado por los
Hablan los nahuas
cambios climáticos que ocurren en los últimos años, donde cambia el periodo de lluvias, llueve menos o
Reunidos los representantes de comunidades y organi-
vienen más ciclones, con lo cual hay deslaves, ero-
zaciones de lugares como Xilitla, Tamazaunchale, Chi-
siones, cambios del cauce de los ríos, incendios, se-
contepec, Ixhuatlán de Madero, Huejutla, Tlanchinol,
quías y heladas que deterioran el ambiente.
Huazalingo, Yahuilaca, Jaltocan, Tlapexco y Coxcatlán,
Las tierra ya no son productivas como antes, y
entre otros. Pero reconociéndose desde sus propias ca-
la gente se ha empobrecido y emigra mucho. Por
sas y pueblos como Tancanhuitz, Cuilonico, Escuatitla,
otra parte, la población ha aumentado y las par-
Tlaycaxicalango, Tlamaya, Las Palmas, Romantla,
celas se fragmentan al heredar la tierra, por lo que
Huextetitla, Xoloxtla, Tlaxco, entre muchas otras, re-
parcelas cada vez mas pequeñas ya no dan para vi-
flexionaron juntos y dijeron:
vir. El pueblo crece y las parcelas no crecen.
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137
El territorio también se ha deteriorado por el
faenas y la faena es muy importante, entonces ya
cambio de tecnologías donde se usa más los herbi-
no respetan los usos y costumbres de la comuni-
cidas, fertilizantes y otros agroquímicos que matan
dad. En el caso de la Huasteca Veracruzana, en la
el suelo y se vuelve estéril. Muchos cultivos ya no
mayoría de las comunidades los avecindados ya no
se dan cuando se aplican estos químicos, principal-
prestan faena.
mente el frijol, chiles, calabazas y demás productos que había en la milpa
Por otra parte, también hay mayor acceso a servicios de caminos, escuelas, clínicas, proyectos pro-
Hay nuevas industrias que se están establecien-
ductivos. Hay avance democrático en la región ya
do en nuestro territorio y que contaminan mucho.
que hay presidentes municipales de diversos parti-
En el caso de la termoeléctrica de Tamazunchale,
dos políticos, sin embargo, en la mayoría de los ca-
no se sabe todavía como nos vamos a organizar
sos, estos favorecen a los de su filiación política en
para enfrentar ese problema, pero se sabe que ha-
la asignación de apoyos. Ocurriendo lo mismo en
brá cambios en el clima de manera directa entre 13
el caso de representantes comunitarios.
y 14 km a la redonda, afectando a 4 municipios.
También sabemos que esos cambios que ha ha-
También hay nuevos asentamientos humanos
bido se deben a la lucha. Esa lucha ha sido por la
en nuestro territorio, por personas que vienen de
organización. Se ha fortalecido la organización a
fuera y compran terrenos. Después ellos no acep-
través de la toma de acuerdos, consensos, capaci-
tan las reglas de la comunidad y por el contrario, se
taciones, buscando siempre una meta en beneficio
van apoderando de nuevos espacios.
de la comunidad. Usando la ley. Nuestra arma debe ser la ley. Por eso es tan importante el reglamento
¿CÓMO HEMOS ENFRENTADO LOS CAMBIOS? 138
interno porque viene a fortalecer a la comunidad.
Algunos hemos creado reglamentos internos que
Así que los cambios que creemos no convienen
regulan la entrada de personas de fuera. Las co-
los enfrentamos. Por ejemplo, en el municipio de
munidades hacen las propuestas pero después no
Benito Juárez, Veracruz, se tomó un acuerdo a nivel
se les da seguimiento. Hemos luchado para evitar
municipal y se propuso al Congreso que los agen-
que nuestro territorio se use para otros fines del go-
tes municipales duraran solo un año asumiéndonos
bierno o de las empresas. Han tratado de poner
como municipio con mayoría de población indíge-
reclusorios o proyectos de ecoturismo en nuestro
na y logramos que esto se aceptara.
espacio pero que tal vez no nos benefician porque
También en la mayoría de las comunidades in-
después hasta nosotros tenemos que pagar para
dígenas se presta faena a partir de los 18 años, en
entrar a esos lugares. En general, nos falta organiza-
tanto estén casados o dejen de estudiar. Y los ave-
ción para enfrentar todos los problemas de invasión
cindados que disfrutan de los servicios que existen
de territorio que se está viniendo.
en la localidad, se obliga y considera que deben prestar faenas.
ORGANIZACIÓN SOCIAL
En el estado de San Luis Potosí basándose en la
El presidente municipal autoriza sin consultar a la
Ley han iniciado procesos de elaboración de estatu-
asamblea nombramientos a delegados municipales
tos o reglamentos comunitarios. Por eso es necesario
en una comunidad propiciando la división interna.
también la elaboración de reglamentos comunitarios
La religión también es otra causa que ha provoca-
y no sólo agrarios. Que los usos y costumbres de las
do divisionismo. En Veracruz la ley establece que
comunidades ahora sean respaldados por la Ley In-
los agentes municipales duren tres años, esto suce-
dígena recientemente aprobada en el estado.
de desde 1998 que hubo cambios sin consultarnos, siendo que siempre habían durado un año. Como
NUESTRA LENGUA
ya no hay tierras para trabajar y se gana poco eso
Existen personas que se apenan de su lengua, que se
provoca la migración, especialmente en jóvenes. Y
han enajenado de otras costumbres y no le encuen-
cuando vuelven de emigrar ya no quieren prestar
tran futuro a su manera de vivir. Como los maestros
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bilingües solamente les enseñan a escribir y a leer el
representantes comunitarios. En la toma de decisio-
español, su forma de hablar carece de autenticidad.
nes a nivel comunidad la mujer sigue sin participar.
También los padres no les enseñan su lengua. E in-
Sigue el control en manos de los hombres. La mujer
cluso las autoridades reprimen a los hablantes de
se enfrenta en muchos casos a la violencia familiar,
lengua materna y así como la religión a influido en
al machismo de su pareja. Antes la mujer sólo parti-
la perdida de la lengua. Sólo los abuelos son quie-
cipaba en la limpieza del hogar y de la comunidad.
nes conservan la autenticidad de la lengua.
En la comunidad no se involucra a los jóvenes ni
Por eso es necesario que en las escuelas se les
se les pide opinión y participación, esto es un error
enseñe a leer y a escribir la lengua. Se han realiza-
porque después cuando se les pide que participen
do talleres de lengua indígena. Sabemos que existen
ya no lo quieren hacer.
instituciones que brindan apoyo con becas a los in-
Sin embargo, ante la ausencia de los hombres,
dígenas y radiodifusoras indígenas que difunden la
las mujeres toman los cargos de autoridades comu-
lengua, pero es muy limitada su participación. Tam-
nitarias. Las mujeres tienen la capacidad de desem-
bién que se han editado libros en la lengua pero
peñar muchas tareas, desde el cuidado del hogar
son escasos. Es necesario aplicar las leyes que de-
hasta cargos públicos. Pero muchas veces las au-
fienden la lengua. Y también hablar con los religio-
toridades municipales hacen poco caso al lideraz-
sos para que aprendan la lengua de nosotros.
go de las mujeres. Pero enfrentan la discriminación y el machismo. Ahora, en grupos de trabajo tam-
RELACIONES CON OTROS PUEBLOS
bién gestiona y ejecuta proyectos productivos (pa-
Nos hemos ido organizando para beneficiar nues-
nadería, costura, ganadería). Ahora los programas
tras comunidades. Actualmente existe una buena
de gobierno consideran la participación de muje-
relación entre los pueblos indígenas de la región.
res (30 y 70%), por ejemplo el programa Fondos
Gracias a las buenas relaciones interétnicas ya casi
Regionales. La mujer ahora ahorra. La mujer es ca-
no existen pugnas por las tierras. Por otra parte aquí
paz de devolver mas fácil el dinero de un préstamo
si la escuela ha sido un centro de intercambio de
que el varón. En proyectos productivos producen
experiencias, sin importar el grupo étnico.
más que los varones. Hace falta apertura para que
Por eso se han realizado intercambios de mercancías entre diferentes etnias. Se han enfrenta-
la mujer desempeñe actividades no pesadas en las faenas comunitarias.
do con respeto las diferencias culturales, políticas
También opinamos que no en todos casos se ig-
y económicas. Es posible que mediante el diálogo,
nora a la mujer. Hay respeto en muchas familias,
respeto, humildad y ayuda mutua mejoren las rela-
solo que el trabajo del hombre y de la mujer son
ciones de buena vecindad entre pueblos.
distintos. La mujer tiene inteligencia, puede ejercer las funciones del hombre en el trabajo u ocupando
LAS MUJERES Y SU NUEVA PARTICIPACIÓN
cargos. Han demostrado que compiten en la socie-
En la comunidad o el ejido, la mujer no es dueña de
dad. Mediante luchas y experiencias a partir de los
nada. Están en desventaja. Cuando muere el espo-
buenos resultados de su trabajo. A partir de la toma
so la mujer toma los derechos de la tierra pero tiene
de cargos de la mujer ésta ha demostrado mayor
que hacer trámites, y después están al acecho los
eficiencia. Lo han enfrentado con responsabilidad
hijos o parientes que le quieren quitar los derechos
asumiendo su liderazgo. Por eso gracias al conoci-
a la viuda. Existe discriminación de la mujer en la
miento de las leyes y derechos de la mujer se ha lo-
sociedad, y se observa más en los hospitales cuan-
grado disminuir la violencia contra de ellas.
do van a solicitar un servicio médico. Sobre todo
Muchas veces la mujer, tanto como el joven, tie-
por su pobre vestimenta. Entonces la discriminación
ne problemas en su vida porque no reciben edu-
de la mujer se da igual fuera de la comunidad que
cación apropiada de sus padres, o porque en la
dentro de ella. A la mujer no se le toma en cuenta
escuela les dan ideas ajenas por lo que en la casa
en las asambleas comunitarias para la elección de
ya no escuchan consejos y van al fracaso.
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139
Por otra parte, calculamos que un 30% de las mujeres en la comunidad ya exigen sus derechos
usos y costumbres, generar planes de desarrollo comunitarios y actualización de reglamentos internos.
en asamblea de la comunidad y exigen ocupar cargos. Tenemos que decidir una forma muy propia de
3. Para la educación
vivir nuestros derechos de igualdad entre hombres
El objetivo es mejorar la calidad de la educación. Por
y mujeres en la comunidad, y no dejarnos llevar por
lo que es necesario realizar foros con autoridades, mu-
las corrientes femininistas que vienen de otros paí-
nicipales, estatales y federales, educativas, padres de
ses y que nos imponen su modo de entender esa
familia, académicos y organizaciones civiles para re-
igualdad. Es necesario el reconocimiento a las mu-
visar y proponer que los contenidos educativos sean
jeres de acuerdo a sus hechos y actos en beneficio
acordes a las necesidades locales y favorezcan la reso-
a la comunidad.
lución de problemas concretos. Por eso necesitamos equipamiento y moderniza-
PROPUESTAS ESTRATÉGICAS
ción de las escuelas existentes en la región y la exigen-
Ante este escenario de deterioro ambiental y erosión
cia de una enseñanza mas congruente con la realidad
cultural, además de la fragmentación de tierras de pro-
y las carreras sean pertinentes a la potencialidad de la
ducción, se proponen lo siguiente:
región y las necesidades locales. Impulsar mucho la
1. Para las tierras y la producción
educación ambiental y el cuidado de los recursos na-
Una planeación del territorio Huasteco considerando
turales.
las cuencas hidrográficas como unidades para el uso
140
de los recursos naturales, patrimonio cultural y de con-
4. Para el fortalecimiento cultural
vivencia social con esquemas organizativos más demo-
Fortalecer la identidad indígena a través de intercam-
cráticos y participativos.
bios culturales. Por lo que es necesario integrar un co-
Una mayor promoción del desarrollo económico
mité organizador involucrando a instituciones como la
a través de una mayor infraestructura productiva e hi-
CDI, casas de cultura municipales, instituciones educa-
droagrícola que permita hacer un uso mas intensivo de
tivas y organizaciones civiles. Esto con el fin de reali-
nuestros recursos.
zar encuentros de intercambio cultural regional de la
Una mayor diversificación de actividades agrícolas
cultura Huasteca. Igualmente fortalecer las relaciones
y no agrícolas. Esquemas de financiamiento a nivel lo-
interétnicas organizando un festival cultural de las tres
cal. Garantizar la seguridad alimentaria a través de una
Huastecas, donde la danza, la música, la artesanía, las
diversificación en la producción del territorio.
exposiciones, la literatura y las mesas de trabajo como las realizadas en este Encuentro sirvan para conocer y
2. Para la organización social y gobierno Hay que mejorar la organización interna de nuestras comunidades y ejidos
apoyar a los pueblos. Preservar el patrimonio cultural para un beneficio colectivo y evitar la privatización y a su vez fomentar
Por eso hay que sensibilizar a autoridades comunitarias, municipales y de representantes de institucio-
la difusión a través de medios de comunicación masiva en la que se propone una televisora cultural regional.
nes, promotores de desarrollo y gestionar los apoyos necesarios para la realización de diagnósticos comuni-
5. Para la situación de las mujeres
tarios y planes de desarrollo y lograr el respaldo de las
Nos comprometemos a concientizar a los hombres de
instituciones para llevarlos a cabo.
nuestras comunidades para que valoren a las mujeres y
Por lo tanto debemos realizar reuniones con auto-
los niños. Buscar personas capacitadas para que se im-
ridades municipales, jueces auxiliares, representantes
partan talleres sobre los derechos de las mujeres. For-
ejidales y comités de trabajo existentes en las comuni-
mar asociaciones de mujeres para que juntas luchemos
dades para consultar la iniciativa de ley indígena, así
en contra de las injusticias contra nosotras y para que
como hablar sobre la reconstitución de la identidad,
juntas busquemos que las leyes se cumplan a su favor. Elaborar carteles y ponerlos en las calles, que tengan
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información de respeto a las mujeres. Es muy impor-
Cocompotrero, Tanzaquil, algunos como representan-
tante fomentar la participación de los jóvenes y de las
tes agrarios, otros como autoridades de sus comunida-
mujeres en el quehacer de las comunidades. También
des. Esto fue algo de lo que expresaron:
hay que brindar una mayor atención a las mujeres an-
ORGANIZACIÓN SOCIAL
cianas en extrema pobreza.
En la organización social antes las comunidades
6. Para conservar y desarrollar la lengua:
estaban más agrupados, más unidos para trabajar.
v El señor Florencio Ramírez va a impartir un taller
Hoy en día se ha politizado la organización con
de lengua náhuatl, a nivel municipal en Coxcatlán,
los programas de gobierno tales como PROCAMPO,
SLP.
Oportunidades y otros. Estos programas nos han
v El señor Tomás Hernández dará seguimiento de len-
obligado a formar comités que muchas veces tie-
gua que ya viene trabajando desde hace un año.
nen conflictos entre ellos. Así que lo hemos enfren-
v El señor Agustín Flores se compromete a integrar
tado a través de la participación y lucha de ideas
un grupo de jóvenes para impartir un taller de len-
para retomar y mejorar las cosas que nos sirvan
gua náhuatl.
para fortalecer nuestras comunidades.
v El señor Nicolás Antonio impartirá un taller de len-
MUJERES
gua iniciando con un vocabulario. v La profesora Fausta impartirá un taller sobre la im-
En el caso del papel de las mujeres, para empezar
portancia que tiene la lengua para las madres de fa-
ellas trabajan más al interior de la casa. Hay muchos
milia principalmente aquellas que tienen hijos de
problemas en la convivencia familiar ocasionadas
primera infancia.
por el alcoholismo de los hombres. Las mujeres así
v El señor Eulogio Sánchez se compromete a elaborar la historia de su comunidad en español y en
se ven afectadas por la violencia intra familiar. Proyecto local de difusión de los derechos de la mujer indígena. Con una consulta de asamblea que
náhuatl. v El señor Modesto Domingo se compromete a reali-
tenga como finalidad la revalorización de las funcio-
zar reuniones de concientización con sus vecinos
nes de la mujer en la actualidad; asesorías por parte
sobre la importancia que tiene la lengua náhuatl,
de algunas dependencias gubernamentales (grupos de atención a las mujeres, DIF, etc.) y de organiza-
desde la religión evangelista. v El señor Gabino Marín elaborará un recetario mé-
ciones civiles (tanto mestizas como indígenas).
dico de plantas medicinales en lengua náhuatl y
LENGUA
español. v El señor Ismael Reyes elaborará un cuaderno de
Se ha venido perfilando una decadencia y pérdida
cuentos para niños de primaria en lengua náhuatl y
de la lengua. Mucho tiene que ver con la migración
español.
las grandes ciudades y al extranjero, por lo que ya
v En esta mesa todos se comprometieron a hablar en
no hablan en la lengua por temor al racismo y a la
la lengua materna a nuestra familia, a enseñarles
discriminación. Por otra parte, los maestros sin vo-
a nuestros hijos y a realizar reuniones en lengua
cación magisterial y conciencia étnica no enseñan
náhuatl.
la lengua ni la aprecian. También las autoridades comunitarias ya no acuden a las escuelas a transmi-
Hablan los teenek
tir sus conocimientos. Por eso hemos intentado enfrentar este proble-
Se juntaron a platicar los representantes de varios pue-
ma a través del sistema de educación bilingüe con
blos entre ellos: Ejido La Sagrada Familia, Ejido El Reti-
la producción de algunos materiales didácticos en
ro, Col. Altamira, Ejido Rancho Nuevo, Tampaxal, Ejido
la lengua materna. También mediante la participa-
Lázaro Cárdenas, Tenango de Doria, Xilozúchitl, Coe-
ción de las madres de familia en la formación de los
cho, Santa Martha, La Cruz, Corral Viejo, Las Agujas, El
niños. Estableciendo escuelas piloto para la aplica-
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141
ción y desarrollo de la educación intercultural bi-
árboles, y el apoyo por parte de algunas dependen-
lingüe. La producción de textos sobre literatura en
cias de gobierno para la creación de invernaderos,
la lengua materna, rescatando los saberes cultura-
así como asesoría para una mayor concientización
les de la localidad.
ecológica.
Por eso es necesario establecer alianzas con las autoridades y comunidades indígenas, para sensi-
Hablan los xi oi
bilizar, preservar, desarrollar y fortalecer la cultura y la lengua materna y en base a ese conformar una
Aunque la representación de los xi oi fue muy pequeña
organización permanente para la preservación y di-
ellos también tuvieron manera de hacerse oir, algunos
fusión de la cultura y lengua teenek. A largo plazo
vinieron de La Palma y otros de Santa María Acapulco,
hay que abrir un espacio para la difusión y fomento
San Luis Potosí. Así se manifestaron:
de la cultura y lengua teenek y establecer una estación de radio en la región donde más se habla aún
LENGUA
la lengua.
Se ha reducido el número de hablantes. Los padres ya no enseñan a sus hijos. Y es que hay mucha dis-
142
RELACIÓN CON OTROS PUEBLOS
criminación por hablar la lengua. Los jóvenes que
Hay perdidas de los lazos de amistad y colabora-
emigran ya no usan el pame donde trabajan y cuan-
ción entre los pueblos. Ahora los pueblos estable-
do regresan ya no lo hablan. La lengua que se habla
cen relaciones más con fines de comercialización,
ahora no es la misma de antes, muchas palabras ya
por ejemplo para la compra-venta de productos
no se usan y otras que se han tomado del español.
para generar riqueza entre cada individuo y no para
Hay un Instituto Estatal de Lenguas Indígenas pero
consolidar la unidad organizativa de los pueblos.
no hay gente xi oi allí.
Este problema no se ha enfrentado por los pue-
Por eso se está intentando fortalecer la lengua
blos indígenas por la premura económica y las po-
por medio de la elaboración de un diccionario
líticas de gobierno no apropiadas, que no ayudan a
pame actual. Igualmente es necesario que la radio
la solidaridad.
indígena difunda la importancia de la lengua y se oiga la manera de hablarla.
GOBIERNO En Veracruz es necesario impulsar el reconocimien-
RELACIONES CON OTROS PUEBLOS
to de los derechos indígenas. Del lado de San Luis
Como ya hay caminos pavimentados hay más rela-
Potosí la difusión de la Ley Indígena para su mejor
ción con gente de otros lados, especialmente con
explicación y ejecución en cada una de las comu-
gente mestiza. Los niños van a escuelas bilingües,
nidades.
pero los maestros son de otras etnias y no hablan
Por eso vamos a iniciar la recopilación de las
pame. Sin embargo, así hemos conocido gente de
necesidades reales y las urgentes en cada una de
otros pueblos indígenas como nosotros. Ahora tam-
las comunidades, con la participación de todas las
bién desde siempre ha habido relación con otras
autoridades indígenas, así como la asesoría por par-
etnias por el intercambios comercial. Sin embargo
te de varios organismos y dependencias de gobier-
existe mucha discriminación del gobierno por no
no (municipal, estatal y federal).
pertenecer a su partido político. Aún así cuando nos hemos organizado y hemos solicitado apoyo
MEDIO AMBIENTE
nos lo han dado, por eso podemos dar muchas pro-
Se requiere un programa de reforestación que per-
puestas de trabajo para que juntos avancemos.
mita la creación de empleos temporales. También hay que hacer una consulta de asamblea en la que
MUJERES
se instaure una normatividad que protección ecoló-
La mujer siempre ha sido educada para servir al es-
gica, con permisos muy delimitados para la tala de
poso. La educación escolar siempre ha sido para el
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hombre. En el caso de los pames del sur no hay re-
ridad, en donde se toman las decisiones que de-
presentación de las mujeres en el sistema de cargos.
bemos llevar a cabo. Hemos logrado tener en la
Pero con los pames del norte hay más participación
mayoría de los casos autoridades propias de tipo
de la mujeres, ha habido una juez auxiliar pero es
agrario y civil.
aún muy poco. En las cuestiones agrarias la mujer
Así también tenemos los representantes de los
no tiene participación (sólo las que tienen el certifi-
comités, grupos de trabajos organizados o legal-
cado o derecho agrario).
mente constituidos para la gestión. Así como los in-
Las mujeres participan más ahora en la econo-
tegrantes de los grupos de trabajo integrados por
mía familiar haciendo y vendiendo artesanía. Tam-
hombres y mujeres cada vez más en una situación
bién en otros ámbitos como educación en la casa
igualitaria.
y la organización si participan. Pero en general hay
Por otra parte, hemos sido afectados por el pro-
desconocimiento de los derechos de las mujeres y
ceso de modernización y globalización, ya que sen-
en general de los indígenas
timos que los tratados comerciales que ha tenido
Los xi oi pensamos que hay que compartir las
México con otros países está afectando nuestra cos-
actividades del hogar y dar oportunidad a las mu-
tumbre, hace que nuestra cultura se venga modifi-
jeres de estudio, también difundir mucho los de-
cando, se vaya perdiendo, se venga adecuando a
rechos humanos, de las mujeres y de los niños
estas circunstancias, sin que tengamos control de
indígenas a través de la radio.
ello, por lo cual debemos de estar concientes de que estamos inmersos en este proceso.
Conclusiones generales y compromisos
La televisión, la radio, el periódico y otros medio de comunicación nos están bombardeando
Como comunidades indígenas tenemos una infini-
nuestra mente, haciendo que vengamos modifican-
dad de recursos naturales como lo son de tipo: hí-
do nuestro comportamiento en los elementos que
drico, agrícola, pecuario, forestal, ecoturístico.
nos identifican como miembros de la etnia nahua,
Además de tener una serie de elementos cul-
teenek o xi oi.
turales que hace que nos identifiquemos como
Hoy estamos consumiendo productos enlata-
pueblos indígenas, tales como es la tradición, la or-
dos que nos va enfermando y la gente cada vez
ganización, los conocimientos y la cosmovisión del
dura menos, antes la gente duraba hasta 90 años o
mundo en que vivimos.
más. Nos vamos más al consumismo de los anun-
Nuestros recursos los estamos aprovechando
cios, es cierto que nos ahorran tiempo pero nos
de acuerdo a nuestro visión del mundo, pero a pe-
quita la cultura tradicional en consumir lo que se
sar de tener un potencial de recursos, no hemos
produce en nuestro alrededor. Como en el caso del
logrado crear las condiciones adecuadas de explo-
consumo de tortillas, anteriormente poníamos el
tarlos de una manera que nos generen ingresos a
nixtamal, hoy compramos la tortilla hecha en la má-
la comunidad y que no se de, al mismo tiempo, el
quina tortilladora. Y comemos muchos alimentos
aprovechamiento inadecuado de ellos trayendo la
ya preparados, como jamón, salchicha y enlatados,
degradación de los mismos.
pensando en que estamos mejorando nuestra dieta.
Por otra parte, vivimos en un país libre de opinar y organizarnos. Y estamos en un momento histórico donde la democracia se está dando.
Hasta las mujeres estamos buscando alimentos que nos permita tener un cuerpo esbelto. Por todo lo anterior proponemos algunos ele-
Estamos en un momento en la que las comu-
mentos a considerar en lo que respecta los siguien-
nidades indígenas necesitamos reivindicar nuestra
tes temas:
forma de organización para el mejoramiento de
1. Aprovechamiento de los recursos naturales.
nuestras condiciones de vida.
2. La casa, la familia y los servicios.
También tenemos dentro de nuestro trabajo organizativo, la asamblea, que es la máxima auto-
3. Gobierno y autoridades propias. 4. Recuperación de elementos culturales.
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1. APROVECHAMIENTO DE LOS RECURSOS
no sabe con quien acudir, como defenderse. Las
NATURALES Tenemos territorios ricos de aprovechamiento agrícola, pecuario y maderable, los estamos explotando inadecuadamente. Hay concesiones que benefician a particulares y no a la colectividad. Deforestando nuestros bosques, provocando la erosión del suelo. Nuestras tierras son ricas en petróleo, tierra, agua, piedra, grava, arena, plantas medicinales. Pero hay mucha tala de árboles. Y con ello escasea el agua o por el contrario se desgajan los cerros con la lluvia. También hay mucha contaminación con pesticidas. Basura que no se degrada. Por lo que proponemos fortalecer las toma de decisiones a través de la asamblea y establecer los lineamientos de organización para el aprovechamiento de los mismos. Fortalecer nuestras capacidades de conocimientos y de inversión. Promocionar el consumo de nuestros productos. Fortalecer la ayuda mutua entre las comunidades e integrarnos para la comercialización y agregación de valor. Se debe legislar para que las concesiones y patentes estén en manos de la comunidad. La explotación de fauna silvestre debe estar regulada también por la comunidad. En manos de la organización comunal se aprovechan mejor los recursos. Requerimos mayor organización para la defensa del Territorio. La comunidad debe tener control sobre su Territorio y la explotación de todos sus recursos. Recuperar la idea de que debemos vivir en armonía con la naturaleza. Hay que entender muy bien el concepto.
instancias correspondientes no hacen lo procedente. En la comunidad solo se busca la conciliación y el asunto allí se queda. Por eso es necesario que se difundan los derechos de las mujeres y niños y niñas. Que haya mayor educación sexual (para evitar embarazos en adolescentes). Abrir programas para que la mujer participe más con el programa Oportunidades. Dar apoyos a madres solteras. Tenemos que despertar la conciencia de los demás especialmente a los jóvenes y adultos de una manera integral para la superación de sus problemas y así fortalecer nuestra organización interna.
3. GOBIERNO La política electoral es un factor que incide, ya que nos divide y ocasiona la perdida de nuestra identidad cultural ya que ocasiona enemistades entre nosotros mismos. Hay desorganización. No hay unidad. Estamos en un lugar donde hay paternalismo. Verticalidad. El Estado no toma en cuenta a los beneficiarios en la toma de decisiones. Desconocemos leyes. Estas se aplican de manera parcial y tendenciosa. También somos egoístas, personalistas. Se han sacrificado intereses colectivos favoreciendo intereses personales. Estamos marginados. Hay manipulación de las autoridades comunitarias por parte de autoridades municipales. Las autoridades municipales no se involucran en la problemática de las comunidades, no les interesa su bienestar. Las decisiones que toman giran en torno al partido político que pertenecen. Pero tenemos a nuestras costumbres y autoridades comunitarias: agente, juez, asambleas, faenas.
2. LA CASA, LA FAMILIA Y LOS SERVICIOS
Además estamos en un territorio indígena con
La carencia de servicios en nuestras comunidades
gran trayectoria de lucha e historia. Es necesario
se deriva de una serie de factores, entre la cual la
construir ideas proponiendo salidas alternativas re-
más evidente es la de que actualmente hay perso-
tomando de las comunidades indígenas.
nas que todavía se conforman con una despensa.
Por eso hacen falta modificaciones legales que
Tenemos que reforzar los vínculos entre nues-
respalden a las comunidades indígenas. Modifica-
tros integrantes de nuestra familia ya que hemos
ciones legales que apoyen las decisiones que toma
observado que la atención inadecuada de enferme-
la asamblea.
dades como el alcoholismo y la drogadicción con-
Hace falta una ley indígena en Veracruz, así
lleva a la desintegración de la misma e incrementa
como ya empezó en San Luis Potosí. Seguir el ca-
los problemas de convivencia entre los miembros
mino que han seguido los indígenas de San Luis
de la comunidad. Hay violencia familiar. La mujer
Potosí para obtener leyes indígenas en los estados
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de Hidalgo y Veracruz. Hace falta un estatuto comunitario para normar y podamos salir adelante.
Identificar organismos y actores sociales que pueden ser potenciales aliados para la consecución de los objetivos aquí planteados.
4. RECUPERACIÓN DE ELEMENTOS CULTURALES Hay grupos religiosos que desechan nuestra manera de vivir y no respetan a la Patria. Sin embargo pensamos que tenemos que reflexionar entre nosotros para ver la importancia de conservar nuestros costumbres ante la globalización y la modernización de la tecnología. Entender el significado de nuestros rituales y costumbres. Pensar muy bien sobre el futuro de nuestros pueblos.
Organizar un encuentro indígena de seguimiento en la Huasteca en el corto plazo, para definir líneas de acción considerando que empieza un sexenio y es necesario intervenir en esta nueva etapa del país para incluir nuestras propuestas en el Plan Nacional de Desarrollo. Solicitar una Secretaría para la Atención de las Comunidades Indígenas en la Huasteca operado por los mismos indígenas La mesa acuerda agradecer y felicitar reconociendo a la Comisión Nacional para el Desarrollo de
Finalmente acordamos:
los Pueblos Indígenas, así como todos y todas quie-
Difundir las conclusiones del Encuentro de los Pue-
nes hicieron posible este encuentro.
blos de la Huasteca a través de todos los medios a nuestro alcance.
Conminamos a que se continúe en esta línea y que el recurso invertido tenga frutos propiciando un
Nombrar una comisión especial de las tres huastecas para dar seguimiento a los acuerdos tomados
seguimiento puntual a los acuerdos planteados por todos los participantes.
en este encuentro de manera inmediata. 145
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Fuente: Sistema de Información Geográfica-CDI, México, 2006.
Región Huasteca
Seminario institucional interno
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MAPA TEMÁTICO DE LA RECONSTITUCIÓN Y LA REFORMA DE ESTADO Carlos San Juan Nos proponemos sugerir y acordar un mapa de temas que oriente el sentido de nuestros trabajos y permita aproximarnos al objetivo de estas reuniones: obtener un marco conceptual que ayude a operar el mandato de la ley de creación de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, mismo que establece el apoyo a la reconstitución de los pueblos indígenas. La reconstitución es polémica en dos sentidos: como concepto y como realidad designada. A su vez, imaginar políticas públicas para sujetos en reconstitución es un asunto que requiere del debate y padece de cierta insuficiencia conceptual y práctica. Entraremos en un mar de percepciones y opiniones encontradas; necesitamos de su intensidad, pero a la vez, requerimos de pistas y referencias que eviten un extravío y nos permitan formar, a lo largo de las discusiones, una visión común sobre el asunto. Se establece tres grandes referencias para orientar la reflexión: • Con respecto al Estado: Hay un cambio de paradigma en la relación entre Estado y pueblos que afecta tanto a su manera de vinculación, como a las entidades “pueblo” y “Estado”. El núcleo del cambio consiste en dejar de considerar a la población indígena como objeto de atención precaria e
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integracionista, para considerarlo sujeto de sus pro-
plantear la existencia de modelos de reconstitución
pias reivindicaciones en un contexto de atención
en el país que pudiesen servir de referencia para
integral por los poderes y los niveles de gobiernos
que las políticas de gobierno las apoyen.
de la Federación. • Con respecto a los pueblos: Las identidades parro-
1. ¿Qué es la reconstitución?
quiales múltiples y pequeñas de mesoamérica y aridoamérica, los municipios indígenas, la unidad
Con ánimo de captar las circunstancias vividas en los
territorial, cultural y política del pueblo Yaqui, las
pueblos, apuntamos una diversidad de aspectos que su-
asociaciones regionales entre comunidades y mu-
gieren un complejo proceso entre pasado y presente,
nicipios oaxaqueños, los procesos recientes de au-
memoria e innovación, cambio sin rupturas, adecuación
toafirmación… La reconstitución es un proceso
de lo viejo y adaptación de lo nuevo. La reconstitución
diverso y complejo, de recreación de identidades,
no es un regreso al pasado: es el modo específico en
de afirmación de múltiples capacidades y de re-
que se transforman las sociedades indígenas.
apropiación de territorios en diversas dimensiones
150
(parroquial, municipal, comunal, sagrada) donde
1.1. La reconstitución son varios procesos actuales
los pueblos se hacen contemporáneos sin perder
y actuantes que viven las pequeñas sociedades agrarias
raíces y diferencia.
y territoriales, con una amplia variedad de circunstan-
• Con respecto a las políticas públicas: El reto central
cias. En un extremo, el riesgo vigente de la desapari-
para las políticas es dejar de concebir a los pueblos
ción cultural y material, con la renuncia a cualquier
y a las regiones indígenas como espacios vacíos,
adscripción étnica; en el otro, la recreación de diversas
páginas en blanco donde la modernidad urbana e
comunidades de adscripción que se pueden articular
industrial puede escribir “su” sentido. La reconsti-
de manera creciente para formar redes asociativas (la
tución de sujetos y territorios es, a la vez, la afirma-
rehechura de familias extensas, de barrios, de cabece-
ción de “sentidos” propios expresados de diversa
ras, las organizaciones sociales, étnicas y productivas,
manera, tanto como identidades, visiones de desa-
las congregaciones religiosas católicas y protestantes, y
rrollo, gestiones de territorios, pluralidad de voces
los municipios indígenas que forjan nuevas totalidades
y de proyectos de mujeres y jóvenes, además de
organizadas no exentas de tensiones y conflictos inter-
pueblos y organizaciones. La política pública, en-
nos); y en medio, una amplia gama de situaciones de
tonces, se define como intercultural, como diálogo
fragmentación/recomposición expresadas en:
entre sujetos sociales e instituciones centralizadas,
• La recuperación de memoria, instituciones y autori-
con el fin de recuperar y modelar los grandes ob-
dades tradicionales, así como de agencias y de mu-
jetivos nacionales, con las aspiraciones, visiones y
nicipios, en el marco de la autoafirmación como
proyectos indígenas.
pueblo. • El afianzamiento de relaciones comunitarias de co-
OBJETIVOS DEL DEBATE:
laboración para asuntos comunes (familias, barrios,
• Reflexionar sobre la pluralidad de vías hacia la re-
comunidades); el reforzamiento de instancias co-
constitución que actualmente están poniendo en
lectivas de decisiones y la creación de una riqueza
marcha los pueblos indígenas de México, en sus
organizativa con diversas formas asociativas.
muy diversas expresiones, desde las comunales
• La recuperación de estrategias alimentarias, pro-
con identidad parroquial en Mesoamérica (las que
ductivas, de salud, de aprovechamiento y conser-
tienen continuidad territorial y cierta unidad cultu-
vación del medio ambiente, así como de relación
ral como la purépecha en Michoacán o la mixe en Oaxaca), hasta las expresiones más unitarias (como las del pueblo yaqui en Aridoamérica).
sustentable con el territorio. • El fomento de capacidades colectivas y de instituciones sociales y culturales propias para aprovechar
• Reflexionar sobre los temas predominantes en el reciente escenario de la reconstitución. Incluso,
herramientas organizacionales, administrativas y tecnológicas que les permiten acceder al desarrollo.
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• La superación de la fragmentación histórica y de las divisiones añejas, a través de procesos horizon-
2. Políticas públicas que apoyan procesos de reconstitución
tales (fiestas, deportes, prácticas religiosas, mercados) que crean identidades regionales. En otras
Ahora debemos abordar en tema de las políticas públi-
palabras, la formación de redes de cooperación e
cas en el marco de una reforma de Estado, capaces de
intercambio productivo y comercial, de formación
apoyar los procesos de reconstitución.
de uniones y asociaciones de carácter regional.
OBJETIVOS DEL DEBATE: 1.2. Desde otra perspectiva, la reconstitución es la
• Los puntos de crítica o de potenciación sobre las
demanda de organizaciones étnico políticas, acentuada
políticas públicas donde inciden los rasgos comu-
en los años noventa y precisada en el entorno de la lu-
nes o los modelos de la reconstitución.
cha por la reforma constitucional y la marcha zapatista. Desde el segundo Congreso Nacional Indígena
• Las características que serían deseables en las políticas públicas para apoyar estos procesos.
de 1996, se propuso la “reconstitución integral de los
• Acordar si es un asunto sólo de programas e instru-
pueblos”. Durante el Tercer Congreso Nacional Indíge-
mentos, o si se trata también de una necesaria re-
na de Nurío, Michoacán (2001), y en el documento de
forma de Estado.
San Pablo Oxtotepec, Milpa Alta, DF (marzo, 2001), se
• ¿Cuál es el capital institucional acumulado entre la
ratifica y extiende la propuesta política de la reconsti-
acción gubernamental y los pueblos? ¿Cuáles son
tución de los pueblos en los niveles comunitario, re-
sus ofertas, políticas y puntos de tensión con una
gional, nacional y de presencia internacional, como trabajo paralelo al de la lucha por la reforma constitu-
población=sujeto? • Posterior al movimiento revolucionario de 1910, el reconocimiento de la propiedad indígena bajo
cional plena.
forma comunal o ejidal se inició de manera pau1.3. Por otra parte, la reconstitución es un concep-
latina y con modalidades regionales. En mayor o
to “en formación” entre historiadores y antropólogos;
menor medida, se presentaron diversas institucio-
emparentado con categorías como la de “reinvención”
nes (educativas, de salud, de organización ejidal o
étnica o de transfiguración cultural, referidas a la crea-
comunal, de dotación de infraestructura, de fomen-
ción de estrategias adaptativas donde los pueblos cam-
to productivo, etc.), lo cual ha posibilitado una pre-
bian para permanecer.
sencia estatal precaria e integracionista, pero real y con diversos efectos y dimensiones.
1.4. Finalmente, también hay otras preguntas en
• Las ofertas de jurisdicciones (administrativas y de
el horizonte: ¿Existe el riesgo de que la reconstitución
justicia), de servicios y de infraestructuras, en su
acentúe comunidades autoritarias, profundice conflic-
precariedad, se realizaron sin respetar (y más aún,
tos internos, excluyentes de mujeres y jóvenes, y por
sin fomentar) las culturas indígenas existentes. La
ello se subraye la fragmentación de los pueblos? ¿Existe
reconstitución, como afirmación identitaria, plan-
el riesgo de que se creen formas de interlocución que
tea entonces dos problemas: la ampliación de las
privilegien a organizaciones étnico políticas sin san-
coberturas de ofertas y la transformación intercultu-
ción comunitaria y ocurra un nuevo desplazamiento
ral de estas ofertas.
de las instituciones comunitarias? ¿Existen característi-
• En las políticas hacia las regiones indígenas, se han
cas regionales propias e irrepetibles de las experiencias
acumulado “estratos” diversos de orientaciones y
de reconstitución? ¿Existen rasgos comunes? ¿En qué
formas de operación de políticas federales, frutos de
aspectos convergen con las instituciones gubernamen-
cierta continuidad, pero también de cortes bruscos
tales, con sus políticas y programas?
en las políticas: la introducción de servicios “integracionistas”, con sus paquetes de capacitación; los intentos de planeación regional de desarrollo y de producción de alimentos, con la creación de nue-
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151
152
vas formas organizativas (comités, sociedades); la
yes especiales. El INI es parte de ese proceso donde
promoción a segmentos organizados y con nichos
de manera indirecta, como campesinos pobres más
de comercialización de productos rentables; el re-
que como indígenas, se reconoce parte de la pro-
conocimiento a la cultura indígena, con programas
piedad comunal de los pueblos, y se reconoce la
que facilitaron recursos para promover la medici-
“singularidad” de esa población bajo una visión de
na tradicional y el rescate de culturas; las redes de
construcción de Nación homogénea. El otro arran-
promoción de los derechos humanos, indígenas y
ca desde el inicio de la novena década del siglo
de derecho consuetudinario, y finalmente, la asig-
pasado, cuando el Estado federal y democrático re-
nación de apoyos focalizada a familias en extrema
conoció a los pueblos como sujetos específicos,
pobreza.
modificando leyes e instituciones: ése es el camino
• Son “estratos” de políticas públicas federales, que
de la pluriculturalidad, aceptada en el 4º artículo
en el mejor de los casos aún existen de manera
constitucional y referida a la lucha y modificación
desarticulada. Éstos generaron redes organizativas,
legal para reconocer la autonomía y reconstitución
de capacitaciones y vinculaciones multitemáticas
de los pueblos indígenas en el marco del Estado-
y especializadas. En ocasiones se entró en conflic-
nación. Es en ese segundo momento de transforma-
to con instituciones indígenas (autoridades civiles y
ción del Estado donde se ubican nuestros trabajos y
religiosas) y con formas organizativas comunitarias
reflexiones.
propias. También en ocasiones se entró en conflic-
• La pregunta es: ¿se puede transitar de un trato no
to con municipios y con gobiernos de los Estados.
escrito donde las regiones indígenas son margina-
El traslado actual de recursos y programas, en el
les, a las prioridades de orientación de recursos de
marco de la federalización, empezó a evidenciar
la Nación; hacia un trato que les reconozca esta
un déficit para mantener políticas comunes, redu-
prioridad? Si la respuesta es negativa, la reconsti-
cir el patrimonialismo sobre los recursos y el uso
tución sería parte de políticas raquíticas que, en el
faccioso de los mismos. La reconstitución, entendi-
mejor de los casos, aseguran experiencias “bonsái”
da como la creación de sujetos no fragmentados y
y mínimas condiciones de sobrevivencia masiva. Si
con capacidades y visiones propias sobre sus terri-
la respuesta es positiva, cabría preguntarse: ¿tene-
torios, plantea entonces los siguientes problemas:
mos los marcos institucionales y legales para regu-
a) las posibilidades de integración regional de esa
lar un proceso de desarrollo en las regiones y con
“pedacería” de estratos de políticas públicas; b)
los pueblos?
aprovechar la riqueza organizativa de capacitacio-
• En ese tenor: ¿la reconstitución no es la posibilidad
nes y vinculaciones para consolidar sujetos regio-
de constituir grandes interlocutores regionales, san-
nales articulados; c) ser un factor con espacios de
cionados comunitariamente, con representación le-
incidencia en el esquema de la descentralización,
gítima y con agendas y visiones propias, que eviten
tanto a nivel federal, estatal y municipal; d) man-
que una posible expansión en la derrama de recur-
tener dos orientaciones de las políticas: el acceso
sos y de intervenciones de agentes diversos, no ter-
a recursos, jurisdicciones, servicios e infraestructu-
minen por desintegrarlos y despojarlos del control
ras, y su transformación intercultural.
de su cultura, territorio y recursos? • En la posibilidad de imaginar grandes interlocuto-
¿Es sólo un asunto de políticas públicas o también de reforma de Estado?
res territoriales y regionales, con fuerte raíz comunitaria, expandidos por redes productivas, de género, de derechos, por coaliciones de municipios: ¿no se
• El siglo XX introdujo dos momentos de transforma-
plantea la necesidad de reformar “hacia abajo” a los
ción del Estado liberal y federal heredado del si-
municipios, reconociendo atribuciones a los pue-
glo XIX. Uno es la Revolución que modificó leyes
blos adscritos, además de la necesidad de una refor-
e instituciones para reconocer sujetos populares
ma “hacia arriba” como la que, desde otra densidad
(obreros y campesinos), formas de propiedad y le-
cultural, poblacional y económica, plantean ya las
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megalópolis, donde coinciden atribuciones federa-
relación a una política común de Estado, no sujeta
les, estatales y municipales en coordinaciones de
a contingencias estatales y municipales, de carácter
gobiernos? En otras palabras: ¿esta posibilidad de
integral y con fuerte participación indígena? ¿Cómo
grandes interlocutores no estaría demandando una
potenciar y desarrollar los espacios de participación
reforma de los tres niveles de gobierno?
de los pueblos en los tres niveles de gobierno, como
• En ese contexto: ¿no se podrían plantear tres cuestio-
sujeto social que interviene en el diseño, ejecución
namientos al Federalismo en curso, de suyo positivo
y vigilancia de las políticas y que contrapesen las
en la descentralización y corresponsabilidad en las
inercias patrimoniales y clientelares que segmentan
decisiones, para localizar y resolver sus déficits en
las coberturas de los programas?
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RECONSTITUCIÓN Y REFORMA DE ESTADO* 1. Presentación El riesgo general de todo debate es que pierda referencias centrales según gane complejidad y diversidad de opiniones. Esta relatoría esta pensada como la “memoria” de esas referencias centrales, y por ello trata de relacionar al documento base (v. Mapa temático de la reconstitución y la reforma de estado) con el intercambio de ideas realizada en la primera sesión. El punto de partida fue revisar un mapa temático que abarca al conjunto de problemas, inscrito en la relación entre reconstitución y políticas de gobierno. Como se verá, se avanzó en el análisis de los dos términos, pero falta ahondar en el modo en que se influyen ambos conceptos. 1.1. Respecto al primer tema y a la primera pregunta: ¿qué es la reconstitución? Se afirmó esta pluralidad de referentes y, a la vez, la existencia de procesos diversos que se viven en los pueblos. La pluralidad de referentes corre el riesgo de convertirse en una “caja negra” donde cabe todo. Sin embargo, se avanzó en la acotación de esta pluralidad mediante el reconocimiento de los procesos vividos en los pueblos.
* La Primera Sesión del seminario institucional “Reconstitución y reforma de Estado” tuvo lugar en la ciudad de México, el 19 de septiembre de 2003.
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• Para la superación de la fragmentación histórica,
atención. Es una oportunidad para introducir la cues-
se amplió la consideración de los “totales indíge-
tión indígena en la agenda nacional como prioridad
nas mayores” que articulan, en ocasiones, todos los
para el desarrollo futuro de toda la Nación, donde se
rasgos anteriores. Se mencionaron dos experien-
reconsidere a fondo, como valor, a los territorios y a la
cias: el histórico de los yaquis, que integran terri-
población.
torio y cultura propia mas allá de las jurisdicciones
La reconstitución plantea, a nivel de las políticas
actuales, y el caso de las juntas de Buen Gobierno
de gobierno, la necesidad de avanzar hacia políticas
en Chiapas, que al articular los municipios autó-
públicas donde se promueva y facilite el acceso de los
nomos se proponen crear regiones indígenas. Así
sujetos activos para incidir en consultas, diseños, ope-
se respondió a la tercera pregunta del documento
ración y evaluación de estas políticas.
base: sí existen procesos de agregación de la iden-
Por el contrario, se tocaron muy poco los proble-
tidad, del territorio y de las instituciones indígenas.
mas relacionados con el “efecto” posible de la recons-
• Estos procesos hacia los “totales indígenas mayo-
156
titución sobre el entramado institucional.
res” se encuentran atravesados por escisiones y
En ese contexto, hubo poca —casi nula— interven-
tensiones internas: las identidades parroquiales
ción sobre la necesidad de analizar las diversas “ca-
confrontadas, los pleitos por límites territoriales y
pas” de programas y políticas actuantes en las regiones
culturales, las escisiones provocadas por religiones
indígenas, tanto para avanzar en criterios que permitan
y partidos políticos, los nuevos roles de mujeres,
valorar su capacidad —o incapacidad— para “apoyar
jóvenes y migrantes que impulsan nuevos valores o
a los procesos de reconstitución”, como para señalar
recursos, las condiciones de subordinación y/o ex-
maneras de constituir a ese conjunto de acciones en
clusión, la superposición de formas organizativas
un marco de atención integral. Dicho asunto es deci-
que fraccionan o desplazan a las formas comuni-
sivo, ya que habría dos maneras de abordar las conse-
tarias, y con ello, la diversidad de representaciones
cuencias de la reconstitución sobre las políticas: como
comunales, agrarias, productivas y étnico políticas.
“programas especializados” que mientras favorezcan
Se distingue entonces dos problemas:
la atención a algunos rasgos de la reconstitución, au-
• El “regreso” hacia las instituciones indígenas es una
menten la acción fragmentada de las políticas; y por
transformación de las mismas, pues su finalidad es
otro lado, como diseño de un instrumento transversal
la adecuación a las nuevas condiciones.
que afecte a todos los programas y permita crear un
• En la reconstitución se requiere de iniciativas propias que decanten y validen a la diversidad de re-
entorno de acción institucional integral que “apoye la reconstitución”.
presentaciones y les otorguen el reconocimiento
Dentro de esa lógica, se debe valorar las acciones
comunal. En la pluralidad de procesos que se ven,
y programas existentes que han tenido encuentros “po-
y con todos sus problemas, el caso yaqui y el del
sitivos” con los procesos de reconstitución, como son
zapatismo muestran la ruta de unificación com-
los casos de normatividades propias, de recuperación
prensiva de una diversidad, que decanta una forma
de lenguas y cultura, de conocimientos y prácticas de
de representación.
salud, de micro desarrollo sustentable, y que de manera tangencial fueron mencionados. En ese ámbito hay
1.2. En lo referente a las políticas gubernamentales, se
una posibilidad de micro institucionalizar nuevas for-
avanzó en términos de participación hacia el reconoci-
mas de relación entre las políticas públicas y las prácti-
miento de la Reforma de Estado como tema primordial.
cas de los pueblos.
La reconstitución no es sólo un asunto de políticas de gobierno sino de concluir una Reforma de Estado donde exista un pacto real con la población indígena,
Minuta de intervenciones durante la primera sesión
que valore a la población y a las regiones donde está inscrita. Al parecer hay una crisis de Estado-nación que
¿Qué significa un total social mayor, cuando se ha-
carece de pactos sólidos, a la vez que un riesgo de des-
bla de los pueblos indígenas? ¿Cómo se conforman
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los grupos indígenas en “totales mayores”? La discu-
la población en el país no comprenda la importancia
sión sobre el tema de reconstitución se trata de una
de los pueblos indígenas en el contexto nacional, cual-
necesidad nacional urgente. En este sentido, ¿estamos
quier acción será limitada e insuficiente.
hablando de nuevos sujetos? En específico, ¿qué as-
Por otro lado, en la Reforma de Estado debe que-
pectos se puede retomar para hablar sobre la defini-
dar claro que los pueblos indígenas deben regirse por
ción de reconstitución?:
usos y costumbres, pero para alcanzar “igualdad real”;
1. Territorio y su significación social
mientras esto no esté comprendido, las políticas públi-
2. Diversidad social
cas pueden ser más o menos exitosas.
3. Historia
Ante la pregunta: ¿qué se hace con esa población
4. Lengua
no indígena que vive en zonas indígenas? Lo importan-
5. Líderes intelectuales
te es darle contenidos nuevos a esas políticas públicas.
¿Cómo lograr una identidad indígena total? ¿Qué
Leopoldo Zorrilla
tareas son necesarias para configurar pueblos indígenas? ¿Se puede hablar de identidades compartidas?
Para llegar a la Reforma del Estado, primero se necesita
O más específicamente: ¿Cómo lograr que los grupos
que la sociedad se involucre en los procesos de cam-
indígenas generen una identidad étnica compartida?
bio que están sufriendo los pueblos indígenas.
Sobre el tema de la configuración de identidades, el
Uno de los grandes retos es que se constituyan
“otro” siempre forma parte de nuestra identidad, y para
“cuadros indígenas“, formados en un alto nivel acadé-
el caso de grupos étnicos, ese “otro” no constituye un
mico, político y social, con el fin de beneficiar a sus
total social homogéneo. Más bien se trata de un total
propios pueblos, tanto a mediano como a largo plazo.
que constituye un “sujeto”. Por ejemplo, el caso de los
Margarito Ruiz
yaquis y el caso de los zapatistas que crearon municipios autónomos.
• Nos debemos concentrar en las experiencias. Margarita Nolasco
• Hay que identificar los sujetos políticos reconocidos.
Cuando nos referimos a los pueblos indígenas, estamos
• Cuando estamos hablando de reconstitución, esto
hablando de un sujeto social fragmentado que se rela-
se relaciona directamente con el tema de represen-
ciona con instituciones también fragmentadas. ¿Cómo
tatividad: ¿cuáles son los sujetos interlocutores de
hacerle en un esfuerzo de unificación?
los pueblos indígenas?
Con la reforma al Artículo 4º de la Constitución, el
• Las agendas de lo político: ¿qué hacer para empa-
país intenta adecuarse a la pluriculturalidad, además
tar las agendas sobre asuntos políticos, destacando
de reconocer la ineludible presencia de lo étnico en la sociedad nacional.
de manera particular el tema de reconstitución? • Hay que considerar el territorio cambiante y la mi-
El problema es si seremos capaces de que esos sujetos (los pueblos indios) puedan convertirse en una prioridad nacional y de desarrollo social. Se trata de
gración. • Al igual que las crecientes diferencias religiosas y políticas al interior de las comunidades.
reconstruir las políticas orientadas hacia estos sujetos.
Paloma Bonfil
Carlos San Juan El debate sobre reconstitución se enmarca en un moEl término “reconstitución” remite a un concepto de
mento histórico donde el Estado-nación está en crisis,
carácter “elástico”. Expresa una necesidad sentida so-
donde apenas se están discutiendo los mecanismos
bre qué podemos hacer con respecto a los pueblos in-
de la transición y no existen pactos sociales entre las
dígenas en el país. ¿Qué se debe potencializar para que
élites. Por lo tanto, es necesario clarificar en el docu-
se desarrollen por ellos mismos? Parece una idea impo-
mento los términos “gobierno”, “acción de gobierno”,
sible en tanto han sido y son dominados por la socie-
“acciones institucionales”, “políticas gubernamenta-
dad mestiza. El gran reto es que mientras la mayoría de
les”, “Estado” y otros.
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La transición se debe empezar a través de la micro-
Por otro lado, también se debe tomar en cuenta las
institucionalización de acciones. Asimismo se debe
contradicciones que tienen lugar al interior de los pue-
recuperar en la discusión sobre reconstitución si está
blos indígenas.
presente o no una especialización de las instituciones.
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Luciano Concheiro
159
LOS PUEBLOS INDÍGENAS DE MÉXICO (NOTAS ALREDEDOR DE SU RECONSTITUCIÓN) Margarita Nolasco
Los indios en el siglo XXI México es un país pluriétnico y plurilingüístico. En el año 2005 había 9.5 millones de indígenas, esto es, el 9.9% de la población total.1 Por efectos de la migración, hay indígenas en todas las entidades federativas del país, pero casi el 85% se concentra en 10 estados: Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Yucatán, Puebla, Estado de México, Guerrero, Hidalgo, San Luis Potosí y Quintana Roo, citados en orden de importancia en cuanto al monto de su población indígena (cuadro 1). Lingüísticamente, la diversidad es aún mayor (existen más de 70 idiomas diferentes), pero los hablantes de nueve lenguas: náhuatl, maya, mixteco, zapoteco, tzeltal, tzotzil, otomí, totonaca y mazateco, abarcan más del 72% del total de indígenas mayores de 5 años (cuadro 2). A pesar de su cuantía y de su gran diversidad, el Estado y la sociedad nacional usualmente han prestado poca atención a su población indígena. En cambio, todos se enorgullecen de su riqueza artesanal y de su rico folklore, 1
En total son 9 533 126 personas las que habitan en 1 867 758 hogares indígenas. Se considera un hogar indígena aquel cuyo jefe y cónyuge hablan lengua indígena. INEGI, II Conteo de Población y Vivienda, 2005, México, INEGI, 2006.
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y más aún, sólo en caso de desastres extremos, Estado
Antecedentes
y sociedad nacional se acuerdan de los indios y lle-
160
van cobijas a los tarahumaras para que puedan pasar
En el siglo XVI, la conquista española significó, para los
el duro invierno; o cuando los temblores o las fuertes
habitantes originales, la imposición de una nueva orga-
lluvias e inundaciones destruyen sus poblados, estable-
nización social, política, económica y religiosa. Poco
cen grandes proyectos temporales de caridad organi-
antes de la llegada de los españoles a lo que ahora es
zada en gran escala, para atender a los conciudadanos
México (entre 1495-1503), se determinó que los indios
indígenas.
eran súbditos de la Corona española2 y por tanto de-
El Estado, además, desde mediados del siglo pasa-
bían pagar el tributo real, por lo que tendrían que reali-
do tiene proyectos de educación bilingüe, de desarro-
zar trabajo extra y cobrar un jornal justo para tener con
llo económico, de salud y vivienda, agrarios y agrícolas
qué pagar el tributo. Además, para el control de la po-
entre la población indígena, pero al año 2000, por
blación se requería que estuvieran asentados en pue-
ejemplo, no se había logrado que los indicadores so-
blos, por lo que diferentes ordenamientos coloniales
cioeconómicos indios se acercaran siquiera a la media
(1520-1564) los obligaban a congregarse en pueblos
nacional. En educación, si bien hay más de 10 mil in-
y les establecían un cabildo propio, con atribuciones
dígenas con posgrado (0.1%), la tasa de analfabetismo
alrededor de sus propios asuntos. En 1549 se impuso
real es casi del 25% y el analfabetismo funcional llega
formalmente la llamada república de indios3 como un
al 55%, proporciones bien distantes de las nacionales:
modelo de organización social y forma de gobierno en
13% y 23% respectivamente. No es de extrañar, pues,
un asentamiento previamente establecido mediante la
que los estados y municipios más marginados del país
congregación de la población. Entre 1560 y 1580 la re-
sean aquéllos que tienen un componente indígena sig-
pública de indios operó ya en todo el territorio contro-
nificativo en su población. Tal es el caso de Chiapas,
lado por la Corona española. También establecieron la encomienda: merced real
Oaxaca, Hidalgo y Guerrero. Por otro lado, hasta 1994, la relación y la atención
que el Rey daba a ciertos españoles sobre tierras con-
del Estado mexicano hacia los indígenas se realizaba
quistadas y sobre los indígenas que las habitaban.4 Los
básicamente a partir de dos sectores gubernamentales:
encomenderos, quienes podían ser civiles, militares o
la Secretaría de Educación Pública, a través del Institu-
religiosos, debían cuidar la evangelización de los indios
to Nacional Indigenista (INI), hoy Comisión Nacional
y ponerlos a trabajar para que pudieran pagar el tributo,
para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, y de la Di-
pero tenían que respetar sus bienes y su persona. Las en-
rección General de Educación Indígena (DGI), mien-
comiendas se restringieron con las Leyes Nuevas (1542)
tras que la Secretaría de la Reforma Agraria actúa ante
y para 1687 ya prácticamente habían desaparecido.
problemas agrarios. Actualmente, la relación significa-
Los problemas de límites entre los pueblos provo-
tiva con la población indígena se realiza a través de la
caron una mayor fragmentación social indígena y los
Secretaría de Gobernación y de la Secretaría de la Defensa Nacional. Esto es, de un problema de educación
2
y de desarrollo, los indios han pasado a ser uno de seguridad nacional para el Estado mexicano. ¿Cómo se dio este cambio? ¿Qué significa esto para los indios y para la nación? ¿Qué posibilidades tienen las actuales minorías étnicas mexicanas de reconfigurarse como pueblos indígenas? Es decir, de romper la fragmentación social que se les impuso en la colonia; que se perpetuó en el México independiente y se institucionalizó
3
en el México posrevolucionario, para poder ser entes
4
sociales con posibilidad real de autonomía y autogobierno. Esta es la discusión central en este ensayo.
La Corona española determinó que los indios de las Américas no eran esclavos ni podían esclavizarse, pero por presiones de los conquistadores, aquellos nativos que fuesen capturados en guerra, sí podían ser esclavizados (Cfr. Gudrun Lenkersdorf, 2001: pp. 32-33). Sin embargo, el no ser esclavos no los excluyó de ser dominados, estar bajo el cuidado de un encomendero, de un religioso secular o regular, o bajo la mirada vigilante de los funcionarios coloniales y del ejército de ocupación español, y siempre bajo la restrictiva legislación española que determinaba su forma de vida, de trabajo, de organización, de creencias y de gobierno. Cfr. García Icazbalceta, J., 1980, vol. II, pp. 204-221. Zavala, Silvio, La Encomienda Indiana, Porrúa, México, 1973, pp. 36-39; véase también Los Intereses Particulares de la Conquista, El Colegio Nacional, México, 1991, pp. 87-109.
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enfrentamientos consiguientes entre ellos. La Corona
ciones en el vestido, en la lengua, en las artesanías, en
española estableció una base territorial para los pue-
ciertos rasgos culturales, en la advocación al santo pro-
blos indios (1554): 500 varas a la redonda de la torre
pio, etc., ya que cada asentamiento indígena buscaba
de la iglesia. Esto constituiría su fundo legal y compren-
su propia identidad y diferenciarse de las demás: así la
dería no sólo los solares domésticos, sino también los
otredad, por influjo colonial, se extiende del domina-
espacios para la iglesia, el cabildo, el centro, la plaza y
dor a los iguales entre sí: las otras comunidades indí-
las sementeras indígenas, puesto que abarcaba una su-
genas. Aparecen para cada comunidad diversos otros:
perficie que hoy podría estimarse en unas 17 500 ha.
por un lado, el amo colonial, —encomendero, regidor,
Como era de esperarse, muy pronto surgieron severos
soldados españoles, religiosos seculares y regulares, ci-
problemas al respecto, puesto que no todos los pue-
viles hispanos— y por el otro lado, el o los pueblos in-
blos estaban situados a distancia suficiente como para
dios vecinos. Así pues, el sistema de mercados, como
permitir el perímetro anterior. Con esto se iniciaron,
mecanismo de fragmentación social y dominación co-
entre los pueblos indios, largos y complicados pleitos
lonial, cumplió sobradamente su papel.
por límites, algunos de los cuales, por cierto, han llega-
Cada conjunto indígena congregado (un pueblo y
do hasta nuestros días. En 1687 una nueva cédula real
algunas pequeñas localidades dependientes) conforma-
agravó aún más el problema: se decidió que en vez de
ba un total social, una república de indios, con persona-
500 varas fueran 600, pero ahora contadas a partir de
lidad jurídica propia y cierta autonomía, pero siempre
los últimos linderos de los pueblos. Si bien la pobla-
bajo la mirada vigilante del encomendero (cuando lo te-
ción indígena había descendido drásticamente, todavía
nían), del funcionario real más cercano, de los religiosos
quedaban pueblos que se vieron confrontados con sus
y de los militares que escudriñaban su comportamien-
vecinos por los nuevos límites. Tantos conflictos y tan
to, y con la obligación de cumplir las pesadas cargas
frecuentes llevaron a Fernando VI a corregir la decisión
impositivas: el real tributo, el tributo a su señor natural,
de Felipe II, su padre, y en 1695 decidió que sí serían
el tributo a su encomendero, las primicias y diezmos a
600 varas, pero contadas a partir de la iglesia y medi-
la iglesia y otros tributos especiales. El cabildo indígena
das por cada punto cardinal, de tal manera que resul-
era un órgano colectivo que constaba de un goberna-
tase un
cuadrado.5
dor y varios regidores, con funciones judiciales y, sobre
Por otro lado, los españoles impusieron un sistema
todo, administrativas: recabar el tributo que era tasado
de mercados del tipo romano, esto es, una ciudad mer-
por familia y para todo el pueblo, y que tenía que darse
cado que tenía a su vez mercados subsidiarios, mismos
en dinero, en especie y en mano de obra.
que se funcionaban una vez a la semana y que sólo
Como es de suponerse, la situación específica de
podían comerciar con el mercado central y no entre sí.
cada grupo indígena y sus vicisitudes coloniales, mar-
El mercado central establece mecanismos de domina-
caron las características que en cada caso tuvo el ca-
ción económica, al imponer precios, productos, con-
bildo indígena y sus atribuciones, al igual que sus
ductos y rutas de comercio, todo lo cual va finalmente
posibilidades de autonomía y autogobierno. De cual-
a conformar un excelente mecanismo de dominación
quier manera, la congregación en localidades determi-
colonial, además de garantizar la fragmentación social
nadas y la república de indios con su cabildo propio,
de los grupos, ya que cada mercado subsidiario, esta-
llevaron a una enorme fragmentación de la población
blecido en una comunidad, compite con los demás en
indígena, y pronto cada una de estas divisiones con-
el mercado central, y no tiene forma de relacionarse
formó un total social específico, diferente de los colin-
directamente con las otras comunidades. Esta fragmen-
dantes, con los que con frecuencia compartía lengua,
tación social, iniciada con la congregación y conti-
cultura e historia prehispánica. Se originó y consolidó
nuada con la república de indios y con el sistema de
la fragmentación social de los grupos etnolingüísticos
mercados, llevó a diferencias culturales visibles: varia-
que han llegado hasta nuestros días.
5
largo de los siglos siguientes, cada parcialidad se cons-
En efecto, a partir de la conquista española y a lo Capdequí, Joaquín, Recopilación de las Leyes de Indias, tomo II, libro IV, Edición Boix, Madrid, 1946.
truyó a sí misma como única y diferente de las demás,
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162
y se singularizó al buscar —más bien, crear— caracte-
o para conseguir cualquier otra ventaja comparativa de
rísticas propias que la diferenciaran de las vecinas. Por
tipo económico, político o social.
ejemplo, pequeñas diferencias dialectales;6 peculiari-
Otra de sus características básicas es la liga simbó-
dades específicas en la tela y diseño, o en el bordado
lica con su medio ambiente y, en específico, casi sim-
del atuendo del hombre y de la mujer que muestra su
biótica con la tierra, lo cual forma parte no sólo de su
origen,7
artesanías.8
cultura y de su mundo productivo, sino que es una de
Además, cada municipio indígena o cada localidad in-
las bases de su identidad y de su mundo de ideas y
dígena en un municipio no indígena, adoptó un santo
creencias.
y por su puesto la elaboración de
patrón titular, al que desde entonces han festejado si-
Si bien en la primera etapa de la dominación es-
guiendo variantes ceremoniales específicas y propias.
pañola se impuso a los pueblos indios otra forma de
En fin, la fragmentación social de las múltiples parcia-
asentamiento, de organización, de gobierno y de reli-
lidades indígenas se manifiesta no sólo en lo anterior,
gión, se les permitió, en cambio, cierta autonomía. Era
sino que con frecuencia hay largas enemistades veci-
una autonomía relativa, impuesta y con el fin de una
nales, sea por límites, por acceso a fuentes de agua, sal
mejor administración colonial, que se basaba, sin em-
o cal, o a lugares sagrados determinados.9 El resulta-
bargo, en tres principios básicos: autogobierno, perso-
do actual es que los indígenas mexicanos conforman
nalidad jurídica y territorio propio.
en realidad un conjunto de municipios y de localida-
Esto creo o reforzó (si es que había algo similar en
des indígenas aislados socialmente unos de otros, ya
la época prehispánica) una solidaridad y una cohesión
que cada uno se siente, se sabe históricamente distin-
comunitarias internas muy estrechas, ya que tenían que
to a los demás, aún cuando compartan un idioma, la
responder a los requerimientos e imposiciones colo-
misma historia prehispánica y de conquista hispana,
niales como un total, y no como personas individuales.
vivan en un territorio común y, sobre todo, estén su-
Asimismo, dio forma a una organización que garanti-
jetos al mismo proceso de dominación indocolonial.
zaba la participación de todos los hombres (se excluía
Esto ha hecho imposible —históricamente y en la ac-
a las mujeres) en las decisiones comunales y, por su-
tualidad— que dos o más localidades indígenas, que
puesto, en la definición de cómo llegar a ser miembro
hablen la misma lengua, sean vecinos o estén ubica-
de la comunidad para acceder a los diversos cargos,
dos en la misma región y hasta tengan una historia co-
tanto civiles como religiosos, y sobre todo, a la tierra.
mún, se unan para presentar un misma frente, sea ante
La rígida escala jerárquica de cargos de poder, impues-
las autoridades nacionales mexicanas, sea para conse-
ta por el conquistador, es escalafonaria. Esto es, para
guir ser considerados pueblos indígenas y gozar de los
cumplir un cargo superior hay que haber cumplido
beneficios que el Acuerdo 169 de la OIT les otorga,10
todos los inmediatos anteriores. Además, para ser del grupo no bastaba haber nacido ahí, ni que sus padres
6
En concreto, las diferencias dialectales entre los municipios tzotziles y tzeltales de Los Altos de Chiapas; entre las localidades mixtecas y zapotecas de Oaxaca, los otomíes de Hidalgo y los nahuas de Puebla, etc. 7 Nótense las pequeñas pero significativas diferencias entre los huipiles de los mixtecos de la Sierra y los atuendos de la Costa, o de los pueblos totonacos, nahuas y huastecos de Puebla, Veracruz, Querétaro y Tamaulipas y Chiapas. 8 Cada municipio, cada localidad indígena se especializa en un tipo de artesanía. El diseño, la forma, los colores, los materiales y la técnica para elaborar las artesanías, poseen características propias del pueblo al que pertenecen. 9 Tal es el caso de pueblos zapotecos de Oaxaca, de nahuas del Distrito Federal y del Estado de México, de otomíes de Hidalgo y de muchos otros más en el país. 10 Tapia, Hernández S. (comp.), Principales declaraciones y tratados internacionales de Derechos Humanos ratificados por México, Comisión Nacional de Derechos Humanos, México, 1999, pp. 346-360.
fueran oriundos del lugar, ni que hablara la lengua del grupo, sino que tenía, al menos, que haber cumplido con el primer cargo: haber trabajado para la comunidad. Sólo así un hombre podía ser realmente miembro de la comunidad. Los que cumplían todos los cargos formaban una asamblea de notables: el consejo de ancianos, de principales, de viejitos, de pasados, de teachcas, de tata mandones, etc., que es la que realmente tenía el poder, ya que en las asambleas la voz de sus componentes era escuchada con respeto y lo que decían tenía mayor validez que otras voces. Finalmente, en 1713, con el inicio de los Borbones en el poder español, hubo nuevos cambios en el territorio y en la organización impuesta a los indígenas. Se
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decidió que cada pueblo tuviera como ejido (utilizan-
requerimientos coloniales llevaron a construir una es-
do al respecto el término medieval español) uno, uno
tructura cuya cohesión social estaba basada en la leal-
y medio y hasta dos sitios de ganado mayor con tierras
tad exagerada al intragrupo (solidaridad interna) junto
para sembrar y vivir. En todos los casos, el territorio era
a la hostilidad —también exagerada— al extragrupo
de común repartimiento, o sea, no de propiedad priva-
(los pueblos vecinos indígenas, la ciudad mercado es-
da, ya que ésta era otorgada exclusivamente por el rey
pañola, y las autoridades coloniales de todo tipo).
mediante una merced real, y sólo en casos muy conta-
La identidad indígena se forja dentro de esta estruc-
dos algunos indios nobles tuvieron tierras de su propie-
tura y se manifiesta no sólo en la lealtad-hostilidad a lo
dad. Como un sitio de ganado mayor tenía diferentes
propio y a lo otro, sino en las diferencias culturales y
dimensiones según el criterio del funcionario colonial
lingüísticas que visiblemente distingan a un pueblo de
y la experiencia del agrimensor español, sus extensio-
los otros. Esto llevó a un logro colonial: la división ex-
nes se ajustaban a la realidad, lo que llevó a nuevos
trema de los dominados para garantizar una mejor y
pleitos de las comunidades indígenas entre sí y con las
más pacífica dominación. Cuando había levantamien-
estancias y propiedades de españoles y criollos. Ade-
tos, siempre era un pueblo el que se rebelaba, y todo
más, se suponía que cada persona debía pagar su tri-
el poderío español se centraba en aplastarlo, con gran
buto de forma individual y no de manera comunitaria,
frecuencia ayudado por los pueblos vecinos, que eran
pero reorganizar esto en aquellos tiempos no era fácil,
por su parte enemigos de los levantados.11
llevaba tiempo y no pudo imponerse totalmente, no al menos hasta los inicios del siglo XIX. Tal como se indicó, toda la organización impuesta
El México independiente y la Revolución mexicana
a los indios tenía como fin cumplir con las imposiciones coloniales y con los requerimientos religiosos, pero
El México independiente se caracterizó por la exclu-
logró una fuerte cohesión social y mecanismos de soli-
sión del indígena y de lo indígena de la vida política
daridad interna muy profundos junto a prácticas comu-
y social del país. Se conservó el sistema de mercados
nitarias democráticas, como las asambleas comunales
como mecanismo de dominación colonial indígena,
en las que todos los hombres (no las mujeres) tenían
pero se negó la relativa independencia de los pueblos
voz y voto, y las decisiones se tomaban por consenso,
indios, con su democracia directa y un territorio pro-
sin importar el tiempo y la cantidad de asambleas que
pio, al imponer legalmente el sistema municipal como
se necesitaran para llegar a ese consenso.
único; al considerar a todos iguales y ordenar cambios
En resumen, durante toda la colonia los pueblos in-
en la tenencia de la tierra y al liberalizar la venta de
dios tuvieron derecho a una autonomía relativa y a un
ésta, supuestamente cuando sea realenga o cuando
territorio propio, pero con una organización política,
está en las llamadas “manos muertas”.12 Así, en el si-
social y religiosa impuesta brutalmente por el conquis-
glo XIX, estas constituciones y la existencia de grupos
tador español, y todo para organizar, por un lado, la re-
emergentes de las luchas libertarias, con poder, permi-
caudación de los impuestos, tasados por persona pero
tieron la formación de grandes haciendas. Muchas co-
obligadamente pagados en conjunto y solidariamen-
munidades indígenas subsistieron dentro de los límites
te por todo el pueblo; y por otro lado, para asegurar
de estas grandes propiedades privadas y sus habitan-
la evangelización y organizar el culto, así como erra-
tes quedaron indisolublemente ligados a la hacienda
dicar idolatrías (cualquier cosa que esto fuese, según época y pueblos). No tenían derecho, como es obvio, a la libre determinación, porque estaban regidos y determinados desde fuera. Sin embargo, esta autonomía relativa les permitía nombrar a sus autoridades, organizar la división y uso de sus tierras, realizar su producción agrícola y hacer frente a la tasación y al repartimiento de manera colectiva. Esta autonomía relativa y los
11
Sin embargo, a lo largo de la historia se han dado levantamientos de pueblos indios juntos, y es que la fragmentación colonial no siempre dio cabalmente todos sus frutos, sobre todo cuando los procesos y demandas de los dominantes (autoridades, civiles o religiosos españoles/criollos, y hasta de mestizos con poder) eran excesivas para los dominados indígenas. 12 Véase al respecto tanto la Constitución de 1824 como la de 1857.
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por reglamentaciones legales que establecían cárcel
no indígena, ya que maestros y promotores adquieren
por deudas, herencia de las deudas, policías y cárceles
prestigio y poder para ocupar posiciones significativas
en las haciendas que las hacían cumplir. Otras veces
dentro del grupo. Sin embargo, a partir de todos estos
los pueblos indios quedaron aledaños a las haciendas,
nuevos puestos no es posible acceder al consejo de an-
fuera de ellas, y sus habitantes eran peones tempora-
cianos, sino que tienen que cumplir, como los demás,
les para las plantaciones y los trabajos de agricultura
con los puestos escalafonarios tradicionales. En algu-
extensiva o ganadería de la hacienda. Por su parte, al-
nos pueblos los maestros acaban acaparando los pues-
gunos pueblos indios tendieron a aislarse y seguir con
tos, ya que cuentan con el poder adquisitivo para hacer
sus formas tradicionales de gobierno y de ejercer la de-
frente a los onerosos gastos que cada cargo requiere.
mocracia.
Otras veces, son asesores del consejo de ancianos, se-
En esta etapa aparecen dos formas de relación de
cretarios del ayuntamiento o dirigen las asambleas co-
los indios con la población ahora mexicana: los que
munales y toman nota de los acuerdos, lo que les da
quedaron dentro de las haciendas viviendo en los pe-
presencia, prestigio y poder en las comunidades hasta
gujales, como baldíos, o peones acasillados, ligados a
que, finalmente, acaban por ser los presidentes muni-
la hacienda por las siempre crecientes deudas, y los
cipales de municipios indígenas o de aquéllos en que
peones enganchados, quienes vivían libres en sus
estos últimos son una mayoría significativa.
pueblos (pertenecientes ahora a un municipio), pero
Por otro lado, a partir de 1940, con los esfuerzos
comprometidos a ir periódicamente a trabajar en la ha-
nacionales de prevención sanitaria, la salud públi-
cienda cuando los requerían y regresar a sus pueblos
ca llega a los pueblos indígenas, y a partir de 1950 la
cuando ya no los necesitaban. Acasillaje y enganche
escuela efectivamente llega al mundo indígena. Para
por un lado, o aislamiento por el otro, es lo que carac-
1970 ya hay un conjunto de indígenas escolarizados,
terizó la vida indígena en el México Independiente. El
y en 1990 los censos (que por primera vez arrojan ci-
Estado, por su parte, ignoró oficialmente a los indios
fras específicas para indígenas) indican que casi nueve
(menos cuando éstos se levantaban, por supuesto) pero
mil tienen postgrado y que más de la mitad de la po-
toleró su forma de organización y sus manifestaciones
blación puede leer y escribir tanto en español como en
religiosas —sistema de cargos y mayordomías—, y si
su propia lengua.
bien al final del siglo se discutió sobre la educación
La etapa posrevolucionaria permitió la migración
pública, no se consideró a los indígenas ni a su pecu-
indígena. Si bien ésta siempre ha existido, era muy
liaridad lingüística.
controlada y de dos formas: al peonaje estacional agrí-
Después de la revolución de 1910, la nación vio
cola por un lado, y a los servicios urbanos por el otro.
otra vez a sus indios, y la política cambió nuevamen-
Al primero iban hombres y/o familias completas, y al
te: se buscó su inclusión, sea a través de su integra-
segundo usualmente mujeres jóvenes, casi niñas, al
ción etnocida o, en el otro extremo y al menos en el
servicio doméstico. En la segunda mitad del siglo XX
discurso, a partir del reconocimiento y aceptación de
los indios se unieron a las grandes corrientes migrato-
su diferencia como parte de la pluralidad nacional. El
rias, tanto rurales como urbanas, y para el último ter-
sistema de cargos, (o al menos restos significativos de
cio de este siglo, ya era usual encontrarlos en cualquier
éste) continúa como su forma de gobierno, ajustándose
parte del país y en los focos de atracción migratoria
cada vez a las nuevas condiciones. Por ejemplo, se in-
norteamericanos.
cluyen nuevos puestos, como los del comisariado eji-
Los movimientos sociales indígenas
dal o el presidente de bienes comunales. Asimismo, aparecen las comisiones dentro del sistema de cargos, y los gestores adquieren cierta rele-
En los últimos decenios el país ha seguido un modelo
vancia. Con la llegada y expansión de promotores y
neoliberal, globalizador, centralista y autoritario, con
maestros bilingües, sobre todo cuando hablan la lengua
el poder focalizado en la figura del presidente y con
de la comunidad, se amplian aún más las posibilidades
una democracia electoral, más formal que real, que se
de participación en la tradicional estructura de gobier-
considera como la única válida. En este esquema, la
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forma de gobierno tradicional y la democracia direc-
que los han llevado a todo el país, a los Estados Unidos
ta indígena representan una contradicción al sistema
y hasta sitios remotos como Alaska o Arabia Saudita.
nacional y, de acuerdo a ese mismo esquema, un es-
Se trata tanto de migración estacional como permanen-
collo para el desarrollo neoliberal de las regiones in-
te, que usualmente no se desliga de su lugar de ori-
dias del país.
gen y envía dinero a su familia. Localidades enteras de
El INI empieza realmente a operar en 1950, e inicia
Oaxaca, San Luis Potosí o Michoacán viven así, con
sus tareas en el campo educativo instalando escuelas
los dólares o pesos que envían sus migrantes. Chiapas,
en gran parte de las comunidades indígenas, atendidas
Campeche o Tabasco, en principio, no se integraron
por promotores y maestros bilingües. Para los años se-
masivamente a estas corrientes migratorias, sino que la
tenta ya había una proporción de indígenas escolari-
mayor parte de sus indios permanecieron involucrados
zados que exigía sus derechos en nuestros términos,
en la migración a sus zonas de plantación comercial
esto es, en español y acorde a la legislación nacional y
de café, algodón y frutales, en sistemas que recuer-
por los caminos reglamentarios previstos. Primero son
dan mucho la relación colonial, como el enganche y el
derechos gremiales, maestros indígenas que pedían a
acasillaje, por ejemplo.
mismo trabajo igual salario y prestaciones, tanto al Es-
La extensión de los servicios de salud llevó a au-
tado como al poderoso Sindicato Nacional de Trabaja-
mentos significativos de población en México, y a
dores de la Educación (SNTE). Paros y huelgas, escritos
su debido tiempo (siempre una década después) lle-
y negociaciones permitieron a ese movimiento indíge-
gó a los indígenas. La migración sirvió como válvu-
na tener éxito y pasar a ser parte de la burocracia na-
la de escape en muchas zonas indígenas alrededor de
cional, sindicalizada y con cierto poder.
las grandes obras públicas, de los centros de desarro-
Las leyes agrarias, producto de la Revolución de
llo industrial, petrolero y turístico, de la agricultura co-
1910, llegaron finalmente a los indios, quienes reciben
mercial del norte del país y del mítico otro lado, los
dotación de tierras en ejido o restitución de las mismas
Estados Unidos. Esto logró paliar la falta de tierras y de
como propiedad comunal, a partir de la década de los
empleo rural en el medio indígena, pero no pudo erra-
treinta del siglo pasado, el XX. Sin embargo, el tardío o
dicar su pobreza y extrema marginación.
el no cumplimiento estatal de los decretos de dotación
En Chiapas, la migración fue hacia la selva buscan-
federal, (invasión de sus tierras, inconformidad en la do-
do abrir la frontera agrícola, pero pronto, por presiones
tación, etc.), generó continuos enfrentamientos entre in-
ecologistas internacionales, se frenó la migración hacia
dios y policías estatales, grandes propietarios privados
la selva y se ha ido reacomodando una y otra vez en
y el ejército. Fueron estallidos que, en ciertas regiones,
localidades indígenas, de acuerdo a las declaraciones
llamaban la atención por su frecuencia. Por ejemplo, en
de reservas bióticas internacionales en la Lacandonia,
la zona huasteca durante la década de los setenta, cada
en Marqués de Comillas o en Montes Azules. Más indí-
mes, al menos, se reportaba un enfrentamiento armado
genas se vieron sin tierras y sin empleo agrícola, pero
por problemas de tierras, y en la década de los ochenta,
con líderes que conocían sus derechos y buscaban ca-
en Chiapas, estos estallidos fueron cada vez más violen-
minos para exigirlos. Con el tiempo y al no encontrar
tos, como la masacre de Bolonchán, en 1980, que a pe-
esos caminos, los indígenas se vieron acorralados por
sar de la cantidad de muertos (unos 20) y desaparecidos
el hambre y la marginación extrema, con conflictos in-
(15) no mereció una línea en la prensa nacional ni una
ternos por enfrentamientos religiosos entre sus nuevos
frase en radio y televisión. Las rebeliones indias no eran
caciques indígenas (los promotores y profesores bilin-
noticia a pesar de su frecuencia.
gües), cercados por el costumbre, básicamente su tra-
La población indígena ha crecido, la tierra y los re-
dicional sistema de cargos que ya no respondía a los
cursos no tanto, por lo que los indios han tenido que
requerimientos que entonces tenían, espontáneamente
integrarse al mercado laboral nacional. De regiones
se lanzaron a una serie de estallidos sociales que sólo
como Oaxaca, Michoacán, México, Veracruz o Puebla
los llevaron a enfrentamientos con policía y ejército,
salen grandes contingentes indígenas al peonaje asala-
cuyos resultaron eran muertos y presos indios (recuér-
riado, y se unen a las corrientes migratorias nacionales
dese el caso de Bolonchán). En principio, buscaron or-
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165
ganizarse, y pronto aparecieron uniones de diversas
La Mujer Indígena. La primera mesa constó de cua-
organizaciones que tendían a romper la fragmentación
tro fases; se inició formalmente en octubre de 1995
social indígena, como las ARIC. A partir de mediados
y culminó con la firma de los primeros acuerdos
de la década de los ochenta, y ayudados por rebel-
en febrero de 1996, los llamados Acuerdos de San
des no indígenas, de tendencia maoísta que venían del
Andrés. Acuerdos que el gobierno firmó y después
norte del país, se organizaron e iniciaron su prepara-
desconoció para presentar al Congreso de la Unión
ción para la lucha guerrillera como Ejército Zapatista
otra versión que dejaba fuera aspectos significati-
de Liberación Nacional (EZLN).
vos para los pueblos indios, lo que ha llevado a un
En tanto, otros grupos indígenas tomaron sus pro-
166
estancamiento en las conversaciones para la paz.
pios caminos. Tal es el caso de los pueblos indios de
• El segundo gran movimiento indígena actual es el
Oaxaca, que buscaron la lucha política para que se
constituido por los pueblos indios de Oaxaca. Des-
aceptara legalmente su forma tradicional de gobierno,
de mediados de los ochenta, los pueblos indios de
o las uniones locales o regionales que se movilizaban a
la Sierra Norte de Oaxaca (zapotecos, mixes, chi-
través de causas específicas, como el Consejo Guerre-
nantecos, mazatecos, cuicatecos) habían iniciado,
rense 500 años, la Nación Purépecha, o el Consejo de
muy informalmente, un movimiento comunalista
Gobernadores Huicholes y muchas más. Finalmente,
para lograr que las elecciones para cabildos muni-
están las uniones que buscaban ser de carácter nacio-
cipales se hicieran de acuerdo a sus usos y costum-
nal e intentaban agrupar a múltiples grupos indígenas,
bres. A lo largo de años fueron construyendo una
como el Congreso Nacional de Pueblos Indígenas, el
unión, todavía hoy laxa y poco estable, pero que,
Consejo de Pueblos Indígenas, o la Asamblea Nacional
de cualquier manera, les permitió negociar con su
Indígena Plural por la Autonomía (ANIPA), por mencio-
gobierno estatal y con su Cámara local de Dipu-
nar algunos.
tados para lograr la aceptación y los cambios, el
Como es obvio, la población nacional indígena
30 de agosto de 1995, en el Código de Institucio-
está en movimiento, al igual que la de toda América,
nes Políticas y Procedimientos Electorales de Oaxa-
pero en esta ocasión repararemos en tres agrupacio-
ca (CIPPEO) y en el Artículo 25 de su Constitución,
nes que representan formas distintas de lucha indíge-
que les daban el derecho de hacer sus elecciones
na, con resultados diferentes y desiguales.
municipales por usos y costumbres cuando así lo
Los tres grandes movimientos indios a considerar
decidiera cada municipio. Como es obvio, el alza-
son los siguientes:
miento indígena del EZLN a principios de 1994 y
• El EZLN, que se levantó en armas sorpresivamente
la respuesta de apoyo de la sociedad civil nacio-
el 1 de enero de 1994 bajo la mirada de los me-
nal e internacional al respecto, fueron de los fac-
dios de comunicación nacionales e internaciones.
tores decisivos para que estos pueblos oaxaqueños
Pocas semanas después inició conversaciones para
obtuvieran una respuesta positiva a su petición.
la paz con el gobierno de Carlos Salinas de Gortari,
Así pues, a fines de 1995, más de 400 municipios
con resultados que finalmente fueron rechazados
oaxaqueños ejercieron su recién adquirido derecho
por las bases sociales zapatistas. Posteriormente se
y eligieron a sus autoridades de acuerdo a sus usos
realizaron varios contactos entre el EZLN y el en-
y costumbres, esto es, a partir de una democracia
trante gobierno de Ernesto Zedillo, con episodios
directa que podían ejercer sobre un territorio pro-
no muy claros, como el del 9 de febrero de 1995
pio, su municipio.
cuando se pretendió tender una trampa para captu-
• El tercer gran movimiento indígena que se consi-
rar al jefe guerrillero Marcos, un no indígena, aun-
dera es el de ANIPA (Asamblea Nacional Indígena
que finalmente llegaron a convenir conversaciones
Plural por la Autonomía). Se trata de una organiza-
para la paz. Estas conversaciones se desarrollarían
ción que agrupa diferentes asociaciones indígenas
alrededor de cuatro mesas de discusión: 1° Dere-
que tienen en común la búsqueda de la autono-
chos y Cultura Indígenas, 2° Democracia y Justi-
mía regional. Se inspiran en los acuerdos logrados
cia, 3° Desarrollo económico-social Indígena y 4°
por los mísquito, suma y rama de Nicaragua con el
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gobierno sandinista de aquel país. ANIPA propone
la cuestión indígena; su propio levantamiento armado
para México las llamadas RAP (Regiones Autónoma
ha permitido que otros movimientos indios no armados
Pluriétnicas), que incluyen una autonomía ligada a
tengan éxito en sus respectivas demandas. Si bien es un
una base territorial. Como es difícil en México en-
movimiento chiapaneco, su alcance en este sentido es
contrar regiones habitadas sólo por indígenas, pro-
casi nacional, y los resultados así lo muestran. Por otro
ponen que estas regiones sean pluriétnicas, esto es,
lado, es de suponerse que en estos momentos el EZLN
que puedan incluir a uno o varios pueblos indíge-
está asimismo operando como efecto-demostración para
nas y a grupos mestizos. Hasta ahora, su proyecto
otros pueblos indios de América.
no pasa de ser un modelo idealmente bien estructu-
Resumiendo, antes de haber firmado algún acuer-
rado, pero no negociado ni con los mismos pueblos
do, el EZLN había obtenido cierto éxito: poner la
indígenas ni con el gobierno. Hay ya operando, sin
cuestión indígena en el plano nacional, operar como
embargo, tres RAP, aún cuando sea de manera pre-
factotum para que otros movimientos indígenas tuvie-
caria, sin una estructura clara y aceptada por todos,
ran logros significativos y ser efecto-demostración para
y agrupando a ciertas localidades indígenas que se
los demás pueblos indios de México y de Latinoaméri-
ubican en partes de algunos municipios; sólo una
ca. Lo más importante, sin embargo, es el haber logra-
de éstas abarca un municipio entero, y todas están
do romper la fragmentación colonial y la mentalidad
ubicadas en territorio controlado por el EZLN, con
colonizada indígena. En efecto, al menos en Chiapas,
la tolerancia de éstos y con la aceptación de los
municipios indígenas que hablaban el mismo u otro
caxlanes o mestizos que ahí habitan porque para
idioma, y que eran unidades sociales que se considera-
ellos es la única manera de sobrevivir en dichas re-
ban a sí mismas diferentes y separadas de las demás y
giones que, recuérdese, están bajo control del EZLN
con frecuencia enemigas, ahora, como parte del EZLN,
y, al igual que este, bajo la presión militar del ejér-
conforman una nueva organización con municipios
cito mexicano.
autónomos rebeldes, que se organizan alrededor de un centro coordinador, llamado primero Aguascalientes y
El primer éxito del EZLN ha sido poner la cuestión
actualmente Caracol, en el que se ubica formalmen-
indígena en el primer plano de la discusión nacional.
te la Casa de la Junta de Buen Gobierno conformada
Por un lado, la sociedad civil tuvo que ver a sus indíge-
por representantes de cada municipio autónomo de
nas y reconocerse, ahora sí, como parte de un país plu-
ese Caracol. Lo interesante es que han logrado romper
riétnico y plurilingüístico. El Estado, por su lado, tuvo
la fragmentación colonial y lograr la unión de diversos
que reconocer que había un problema indígena aún no
pueblos indios: han ido más allá de la mera lucha de
resuelto y que el etnocidio cultural no era el camino
resistencia indígena y, en su camino, están gestando la
para ello, sino el reconocimiento de la pluralidad. Fi-
posibilidad de la unidad de todos los pueblos indios,
nalmente, los indios tuvieron que verse a sí mismos,
zanjando de paso las diferencias étnicas. La incógnita
y se reconocieron diferentes, múltiples y con lenguas,
aquí es si los indios serán capaces de poder pasar de
costumbres y problemas muy distintos, pero que po-
indios como una categoría colonial, a ser indios como
dían discutirlos entre sí y actuar de manera coordina-
una categoría de liberación. Es su lucha, y ellos ten-
da, al menos como una meta futura.
drán que decir cómo y hasta dónde.
Si bien los pueblos indios oaxaqueños han alcanza-
De cualquier manera, el EZLN y sus logros han re-
do éxito y operan ahora sus elecciones municipales a
basado el nivel local y el mundo indígena para alcan-
través de usos y costumbres, y la ANIPA ha logrado es-
zar el nivel nacional y a toda la población. Empiezan
tablecer en territorio zapatista, con la tolerancia de és-
a ser el contrapeso de un equilibrio entre indios y mes-
tos, tres precarias y diminutas RAP, en ambos casos esto
tizos hasta ahora inexistente. Hay que recordar que la
es resultado del levantamiento en armas del EZLN, tal
comunidad india ya tenía autogobierno —su sistema
como lo reconocen los mismos pueblos indígenas. Esto
de cargos— y un territorio propio, lo que hacía falta
es, el primer gran éxito de los rebeldes zapatista ha ido
era la base jurídica constitucional actual que le diera
más allá de poner en lo alto de la discusión nacional
sustento. Al menos en Oaxaca parcialmente ya la tie-
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167
nen, y si se cumplen de alguna manera los acuerdos
indicó, hubo un crecimiento demográfico indígena im-
de San Andrés (1996) y lo anteriormente firmado por
portante, lo que llevó a la salida de población indíge-
el Estado mexicano en el Convenio 169 de la OIT sobre
na hacia el resto del país e incluso hacia el extranjero.
Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independien-
En Chiapas la salida en un principio fue hacia la sel-
tes,13 habrá la posibilidad de que los pueblos indios
va, con la creación de nuevas comunidades sobre otra
de México algún día sean reconocidos como tales, con
base. Además, la lucha guerrillera guatemalteca (1956-
sus derechos étnicos y lingüísticos, con identidad ju-
1994) acabó por ser conocida por los indios mexica-
rídica que les permita seguir, como lo han hecho a lo
nos, quienes tomaron conciencia de ello. Asimismo, la
largo de los últimos 480 años, con un territorio propio
presencia de escuelas dio sus frutos y a partir de los
donde ejercer su particular forma de gobierno, singular
ochentas un número significativo de indios chiapa-
y acorde al de los Estados Unidos Mexicanos.
necos tuvieron escolaridad y contacto con el exterior como para comparar su situación con la de otros gru-
Comentario final
pos indios y con las condiciones de vida y de trabajo de la población no india del resto del país.
168
Para entender el alzamiento del EZLN, hay que consi-
Finalmente, grupos externos y conciencia inter-
derar que las comunidades indígenas chiapanecas, al
na los llevaron a un levantamiento guerrillero, el del
igual que otras del país, lograron conservar una forma
EZLN, después de casi dos décadas de estallidos socia-
de gobierno propia (el sistema de cargos), paralela a la
les continuos. Una de las demandas básicas de este le-
municipal, que les permitía cierta autonomía en lo que
vantamiento ha sido la autonomía indígena. La exigen
concierne al nombramiento de sus autoridades, al uso
basados en los términos del ya mencionado Convenio
comunal de sus tierras, a cierto arreglo de su vida in-
169 de la OIT. De acuerdo a este convenio los pueblos
terna y al manejo de su propia justicia, pero siempre
indios tienen derecho a la libre determinación y a la
como dominados, primero de los españoles y después
autonomía como expresión de esta misma y a un te-
de los mexicanos. Fuera de sus comunidades perdían
rritorio propio donde ejercerla. Sin embargo, el trata-
su identidad local y todos eran indios y tratados como
do no siempre es claro en los términos, ya que intenta
tales: subordinados y por tanto, inferiores. Surge de
generalizar para abarcar a toda la población indígena
esta manera la tendencia india a negarse a sí mismos
de América Latina. Por ejemplo, define a los pueblos
como una manifestación de la mentalidad del domina-
indios como los descendientes de las poblaciones pre-
do y una forma de protección social ante la discrimi-
hispánicas que conservan su cultura, su lengua y sus
nación; y la del Estado a cómodamente no verlos. Las
propias instituciones sociales o restos de ellas. Pero
variaciones en las cifras censales a lo largo del siglo XX
en la práctica, cómo hacemos para definir y delimitar
son buenos ejemplos al respecto.
“pueblo”. ¿Se trata de una localidad o de un munici-
Varios hechos vinieron a cambiar el panorama an-
pio, de un conjunto de personas que comparten una
terior. Por un lado, el sistema de mercados empezó a
lengua o una tradición cultural? ¿Cómo vamos a con-
debilitarse con la agresiva entrada del capital, y la ciu-
siderar su base territorial, sobre la cual ejercerán su
dad-mercado empezó a perder su hegemonía y por
soberanía y que marcará los límites de sus derechos
tanto, la dominación económica de origen colonial se
autonómicos y el poder de sus autoridades? Estos cues-
hizo cada vez más laxa. Por otro lado, tal como ya se
tionamientos tienen que ver con la reconstitución de los pueblos indígenas en México, con la ruptura de la
13
En 1989 fue oficialmente firmado por el gobierno de México; en 1990 fue presentado y aprobado por el Senado de la República y en enero de 1991 fue publicado en el Diario Oficial de la Federación. Fue registrada la ratificación del Congreso en Ginebra en septiembre de 1990 y su publicación en 1991, todo lo cual hace su cumplimiento obligatorio para el país, y ante la ONU a partir del 1 de septiembre de 1991. Por otro lado, según nuestras leyes, este acuerdo tiene rango constitucional y, por ende, es de cumplimiento obligatorio para la nación.
fragmentación colonial. La organización del EZLN refleja la organización tradicional indígena: se compone de un cuerpo civil, el Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General (CCRI-CG) y un cuerpo militar, el EZLN (Ejército Zapatista de Liberación Nacional). El primero opera como comandancia general y supuestamente
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tiene el mando de todo el movimiento. Está compues-
rio zapatista. Se rompe de esta manera la fragmenta-
to por un grupo selecto de comandantes y comandan-
ción indígena.
tas provenientes de los pueblos de La Selva y de Los
La propuesta del EZLN respecto al municipio indíge-
Altos de Chiapas. El CCRI es una asamblea de nota-
na, es interesante, sobre todo si se considera todas las
bles, que tiene un papel similar al consejo de ancianos
ventajas que ofrece el artículo 115 de la Constitución al
del sistema de cargos. Cada miembro del CCRI celebra
municipio libre. El EZLN le considera una base territorial
asambleas y referendos periódicos en sus pueblos y lle-
propia y el 115 constitucional también, y además le in-
va los resultados al Comité, donde se toman los acuer-
cluye el fundo legal considerado para los asentamientos
dos finales. El EZLN está conformado como un ejército
humanos (pueblos, agencias municipales, parajes, etc.)
bajo el mando de subcomandantes, hombres y muje-
y las tierras de cultivo (propiedad, ejido, comunales). El
res, presidido por un estratega no indígena, el subco-
EZLN da la posibilidad de un gobierno autónomo con
mandante Marcos, que si bien puede llegar a tener el
normas propias, suficientes para regir la vida interna del
mando absoluto de todas formas, requiere del consen-
municipio indígena; la Constitución en su artículo 115,
so de los demás subcomandantes y de la anuencia del
le permite un bando de policía, buen gobierno y la po-
CCRI, cuyas órdenes además debe obedecer. En la rea-
sibilidad de algunos otros reglamentos locales, pero no
lidad, como sucede en las asambleas comunitarias in-
más allá, en cambio, como municipio, lo considera re-
dígenas, el prestigio de cada persona da valor a su voz:
lacionado con el resto del país y con una administración
lo que dice un teachca, un principal, un mayordomo
acorde a las normas nacionales. Esto es, más autonomía
o el maestro bilingüe tiene más voz que lo que dicen
y mayor aislamiento, frente a menor autonomía y mayor
los demás. El prestigio se obtiene usualmente sirviendo
relación con el resto del país.
—en los cargos— y guiando —en la lucha política— a
El EZLN agrega la obligación y la posibilidad de que los municipios rebeldes autónomos se coordinen
los demás. El CCRI-CG y el EZLN siguen las pautas de la demo-
a través de un centro, su Caracol, con un sistema com-
cracia tradicional indígena: cabildo abierto, asamblea
partido de gobierno y de administración. Cada Caracol
comunitaria como única instancia de discusión y toma
tiene representantes en el CCRI-CG (Comité Clandesti-
de decisiones por consenso, referendos continuos, par-
no Revolucionario Indígena-Comandancia General) or-
ticipación de todos con voz y voto: hombres y muje-
ganismo que decide la organización y los movimientos
res, niños y adultos. Aducen que si un niño de 9, 10,
de toda la región zapatista y del EZLN. La Constitución,
u 11 años ya trabaja como peón completo, responsa-
por su parte, auspicia y permite la participación de los
ble de sí mismo en el trabajo, debe y puede expresar
indígenas en los asuntos externos a su municipio, tanto
su opinión y sostenerla con su voto. Busca y propicia
en los que le atañen como en los nacionales que tam-
la participación de la mujer. Busca que los cargos sean
bién deben ser su asunto. Pueden asimismo, como ciu-
ocupados de acuerdo con la experiencia de los indi-
dadanos, participar en las instancias de decisión estatal
viduos, ya que los que los ocupan deben orientar a la
y nacional (congresos locales y nacional) y en la elec-
asamblea en la solución de los problemas económicos,
ción de gobernadores y de presidente.
políticos, jurídicos, familiares, ecológicos, etc. que se les presenten (tienen más voz).
Respecto a la reconfiguración de los pueblos indígenas y su operación en términos del Convenio 169
Lo interesante de este movimiento es la partici-
de la OIT, hay ya tres propuestas provenientes tanto de
pación de la mujer en todos los niveles: hay coman-
agrupaciones plurales indígenas como de grupos espe-
dantas en el CCRI-CG, subcomandantas en el EZLN y
cíficos, dos puestas en práctica y la tercera presenta-
forman buena parte de las bases civiles. Esta amplia
da por la ANIPA. La primera se refiere a los municipios
participación femenina representa un cambio signifi-
oaxaqueños que pidieron y lograron que sus autorida-
cativo en el papel de la mujer en el mundo indígena,
des fueran elegidas de acuerdo a sus usos y costum-
y una apertura democrática importante, ya que inclu-
bres; la segunda, que ya está en operación, es la de los
ye a toda la población y busca la integración regional
municipios libres, independientes y rebeldes implanta-
a través de los Caracoles, y de éstos dentro del territo-
dos por el EZLN en los últimos doce años en Chiapas
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169
(32 a 34 nuevos municipios rebeldes autónomos) y en
La presencia de estas formas de autonomía y de go-
Guerrero (al menos 1), a partir de una remunicipaliza-
bierno indígena merecen análisis serenos, verlos desde
ción territorial realizada en la práctica por estos gru-
dos puntos de vista: primero como propuestas indíge-
pos; la tercera es la de las RAP (Regiones Autónomas
nas propias que vale la pena estudiar y apoyar, y desde
Pluriétnicas), presentadas como propuesta por ANIPA,
otro punto de vista, analizar cuál es su realidad y cuál
propuesta aún no llevada plenamente a la práctica, sal-
será su futuro. Por un lado, está la posibilidad, cada
vo 2 o 3 casos en el interior de la zona zapatista, to-
vez más real, de que se conviertan en otra forma cul-
lerada por éstos, y que cada vez se asemeja más a los
tural de continuar aislados y dominados, tal como ha
municipios rebeldes autónomos zapatistas.
sido históricamente, pero también, por otro lado, de
Si consideramos a los más de 400 municipios de
construir una manera de organización indígena mu-
esa entidad que ya eligen a sus autoridades por usos
nicipal que a partir de sus propias decisiones puedan
y costumbres, a los 32 a 34 municipios autónomos re-
participar plenamente en su región, en su estado, en
beldes zapatistas y a sus Caracoles, y a la propuesta
el país y en los hechos sociales, culturales, políticos y
de las RAP, tenemos, por un lado, una práctica de au-
económicos sin dejar de ser indígenas.
togobierno tanto legal como espontánea (municipios
La democracia indígena no estará nunca completa
oaxaqueños y rebeldes chiapanecos) y, por el otro, una
si no se consigue la participación paritaria de los indí-
propuesta formal aún no llevada cabalmente a la prác-
genas en la vida nacional: en los congresos estatales y
tica (las RAP). Al parecer las dos primeras tenderán a
nacional, en todas las instancias de gobierno y admi-
permanecer, y la de los municipios autónomos rebel-
nistración nacional que les afecten, así como su par-
des y sus Caracoles será la base de la reconstitución de
ticipación en las discusiones sobre todos los asuntos
los pueblos indígenas, al menos en Chiapas.
del Estado es imprescindible, ya que representan 10%
De cualquier manera, los municipios en sedición, 170
libres y autónomos están ya presentes, y su aceptación
de la población nacional y ocupan 27% del territorio del país.
por la población que participa en ellos hace difícil su
Pueden tener una democracia basada en la asam-
desaparición, por lo que probablemente continuarán.
blea comunitaria con voto directo, en la que se discu-
Su forma de gobierno es una mezcla de sistema de car-
tan y se tomen decisiones sobre su forma de gobierno
gos y autoridades municipales que incluye elecciones
y sobre sus autoridades y todo lo que afecta a la comu-
por usos y costumbres para cargos municipales (pre-
nidad, pero mientras no tengan quién los represente en
sidente, secretario, regidores) y agrarios (comisariado
el concierto nacional, quién lleve sus intereses al rango
ejidal), que operan autónomamente y de manera sepa-
de prioridad que deben tener, la democracia indígena
rada del gobierno nacional, pero siguiendo las normas
seguirá siendo limitada, y no podrá salir de la margina-
establecidas al respecto en el país, aún cuando lo ha-
lidad política a la que ha estado expuesta en los últi-
gan aparte (caso del registro de nacimientos, muertes,
mos cinco siglos.
casamientos y divorcios, en que se levantan actas de
Los municipios rebeldes autónomos, por su parte,
registro civil propias de cada municipio, igual se hace
han demostrado su capacidad de territorialización, de
con las calificaciones escolares, con los registros de re-
autogestión y de establecimiento propio de sistemas
caudación de impuestos, de tierras, etc.).
de gobierno, que si bien recuerdan los tradicionales,
Sin embargo, la autonomía de estos municipios li-
más los agrarios que el de cargos, son innovaciones
bres y en rebeldía se da en relación a su autoaislamien-
que muestran una vez más la capacidad indígena para
to, mostrado no sólo ante la administración municipal,
la autonomía, el autogobierno y sobre todo, para de-
estatal y nacional, sino también ante el intercambio co-
cidir sobre sus propios asuntos, pero aún sin influir en
mercial y en su nula participación en el mercado de tra-
los asuntos nacionales. De cualquier manera, ellos han
bajo. Se están reconstituyendo como pueblos indígenas,
mostrado un camino para la reconstitución de los pue-
pero aparte de los demás, tanto de la población no in-
blos indígenas, donde la fragmentación colonial y la
dígena como de otros grupos indígenas. Tienen, sin em-
dominación a la que han estado sujetos a lo largote la
bargo, relación y cierto apoyo privado internacional.
historia, parecen desvanecerse.
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CUADRO 1. POBLACIÓN EN HOGARES INDÍGENAS ENTIDADES FEDERATIVAS, 2005 No habla Entidad
Total
lengua indígena
Habla lengua
No
indígena
especificado
Estados Unidos Mexicanos
9 533 126
791 859
8 737 162
4 105
Oaxaca
1 552 216
94 357
1 457 384
475
Chiapas
1 250 008
34 212
1 215 449
347
Veracruz de Ignacio de la Llave
942 971
77 279
865 328
364
Yucatán
937 691
83 862
853 315
514
Puebla
880 338
65 443
814 614
281
Estado de México
757 161
102 636
654 091
434
Guerrero
526 791
24 457
502 183
151
Hidalgo
494 444
29 737
464 555
152
San Luis Potosí
338 195
20 969
317 149
77
Quintana Roo
333 108
43 094
289 786
228
Distrito Federal
247 208
48 951
197 995
262
Michoacán de Ocampo
172 678
13 571
159 007
100
Campeche
169 367
18 812
150 524
31
Chihuahua
136 661
14 779
121 772
110
Sonora
107 085
16 565
90 478
42
Tabasco
97 271
10 433
86 811
27
Jalisco
68 486
11 097
57 302
87
Baja California
65 530
10 736
54 735
59
Nayarit
57 910
4 561
53 342
7
Sinaloa
56 228
9 011
47 179
38
Tlaxcala
53 914
6 462
47 432
20
Morelos
52 935
7 357
45 547
31
Nuevo León
48 733
11 366
37 282
85
Tamaulipas
42 874
10 419
32 373
82
Querétaro de Arteaga
41 091
5 029
36 050
12
Durango
38 505
2 703
35 802
--
Guanajuato
20 885
5 047
15 817
21
Baja California Sur
13 084
1 960
11 110
14
Coahuila de Zaragoza
11 409
3 030
8 345
34
Zacatecas
7 031
1 252
5 772
7
Colima
5 661
1 215
4 444
2
Aguascalientes
5 657
1 457
4 189
11
Fuente: INEGI. II Conteo de Población y Vivienda 2005. México INEGI 2006.
www.cdi.gob.mx
171
CUADRO 2. HABLANTES DE ESPAÑOL Y DE LENGUA INDÍGENA POBLACIÓN TOTAL DE 5 AÑOS Y MÁS, 2005 Habla lengua indígena Total
y no habla español
Población total
90 266 425
5 154 331
Habla español
88 858 630
5 154 331
Habla español y no habla lengua indígena
83 704 299
No se indica qué lengua habla Poblacion indígena
1
Náhuatl
2
no indicado
720 009
136 862
720 009
136 862
550 924 6 011 202
Idioma
172
y habla español
5 154 331 y habla
y no habla
español
español
no indicado
1 376 026
1 218 362
129 350
28 314
Maya
759 000
707 341
40 041
11 618
3
Lenguas mixtecas
423 216
336 100
74 593
12 523
4
Lenguas zapotecas
410 901
372 787
29 720
8 394
5
Tzeltal
371 730
266 608
100 641
4 481
6
Tzotzil
329 937
233 857
90 812
5 268
7
Otomí
239 850
220 599
10 104
9 147
8
Totonaca
230 930
197 397
28 754
4 779
9
Mazateco
206 559
163 669
39 742
3 148
10
Chol*
185 299
145 384
37 826
2 089
11
Huasteco
149 532
140 239
7 545
1 748
12
Lenguas chinantecas
125 706
111 812
12 140
1 754
13
Mixe
115 824
93 112
21 366
1 346
14
Mazahua
111 840
105 427
1 457
4 956
15
Purépecha
105 556
96 567
5 774
3 215
16
Tlapaneco
98 573
75 214
21 397
1 962
17
Tarahumara
75 371
61 227
10 302
3 842
18
Zoque
54 004
49 952
2 081
1 971
19
Tojolobal
43 169
35 506
7 019
644
20
Chatino
42 791
32 853
8 879
1 059
21
Amuzgo de Guerrero
37 779
24 180
12 653
946
22
Huichol
35 724
30 775
4 070
879
23
Popoluca
35 127
32 384
2 003
740
24
Mayo
32 702
31 427
75
1 200
www.cdi.gob.mx
CUADRO 2 (CONTINUACIÓN) Idioma
y habla
y no habla
español
español
no indicado
25
Chontal de Tabasco
32 470
31 755
27
688
26
Triqui
23 846
18 549
4 548
749
27
Tepehuano de Durango
22 549
18 240
3 829
480
28
Cora
17 086
12 961
3 808
317
29
Popoloca
16 163
15 484
160
519
30
Huave
15 993
14 262
1 571
160
31
Yaqui
14 162
13 225
683
254
32
Cuicateco
12 610
12 069
430
111
33
Pame
9 720
7 675
1 748
297
34
Kanjobal*
8 526
8 093
146
287
35
Tepehua
8 321
7 805
380
136
36
Mame*
7 492
7 072
36
384
37
Tepehuano de Chihuahua
6 802
5 832
325
645
38
Amuzgo de Oaxaca
4 813
3 691
1 056
66
39
Chontal de Oaxaca
3 413
3 262
16
135
40
Tepehuano
2 330
2 178
27
125
41
Chuj**
2 180
2 056
68
56
42
Guarijío
1 648
1 472
37
139
43
Chichimeca jonaz
1 625
1 569
25
31
44
Popoluca de la Sierra
1 241
1 184
2
55
45
Amuzgo
1 169
1 083
13
73
46
Matlatzinca
1 134
1 113
3
18
47
Kekchí**
1 070
989
29
52
48
Ocuilteco
842
810
1
31
49
Pima
738
636
50
Chontal
695
669
4
22
51
Chocho
616
584
1
31
52
Seri
595
582
4
9
53
Jacalteco**
400
391
1
8
54
Kumiai
264
256
55
Quiché**
251
239
6
6
56
Ixcateco
213
193
9
11
57
Paipai
200
199
58
Kikapú
157
130
59
Cakchiquel**
154
146
www.cdi.gob.mx
102
8
1 20
7 8
173
CUADRO 2 (CONTINUACIÓN) Idioma
y no habla
español
español
no indicado
60
Cucapá
116
107
1
8
61
Pápago
116
110
1
5
62
Motocintleco
110
97
63
Ixil**
77
66
64
Lacandón
44
41
3
65
Popoluca de Oluta
37
34
3
66
Kiliwa
36
35
67
Cochimí
34
34
68
Aguacateco**
21
20
69
Papabuco
5
5
70
Popoluca de Texistepec
1
1
1 088
1 060
6
22
190 883
173 488
2 642
14 753
Otras lenguas No especificado
174
y habla
13 1
10
1
1
* Algunos hablantes de estas lenguas son de México otros proceden de Guatemala. ** Los hablantes de estas lenguas proceden de Guatemala. Fuente: INEGI. II Conteo de Población y Vivienda 2005. México INEGI 2006.
Bibliografía Bellingeri, Marco e Isabel Gil. “Las estructuras agrarias” en Ciro Cardoso (coord.), México en el Siglo XIX (18211910). Historia económica y estructura social, Nueva Imagen, México, 1980. Ediciones Boix. Recopilación de las leyes de los reinos de las Indias, Libro IV, edición de Julián Paredes, Ediciones Cultura Hispánica, Madrid, 1841. García Icazbalceta, Joaquín. Colección de documentos para la historia de México, vol. II, Porrúa, México, 1980. INEGI, II Conteo de Población y Vivienda 2005, INEGI, México, 2006.
Lenkersdorf, Gudrun. Repúblicas de Indios. Pueblos mayas en Chiapas. Siglo XVI, UNAM, México, 2001. Ots y Capdequi, José María, El régimen de las tierras en la América Española durante el periodo colonial, Universidad de Santo Domingo, Ciudad Trujillo, 1946. Tapia Hernández, Silverio (comp.). Principales declaraciones y tratados internacionales de derechos humanos ratificados por México, Comisión Nacional de Derechos Humanos, México, 1999. Zavala, Silvio. La Encomienda Indiana, Editorial Porrúa, México, 1973. ______ . Estudios Indianos, El Colegio Nacional, México, 1984. ______ . Los intereses particulares de la Conquista, El Colegio Nacional, México, 1991.
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EL DEBATE SOBRE LA RECONSTITUCIÓN* 175 Leopoldo Zorrilla realizó una crítica puntual a los rasgos de la reconstitución que se presentaron en la primera sesión con referencia a la exposición de Margarita Nolasco y, de manera tangencial, al documento Mapa temático de la reconstitución y de la reforma de Estado que permiten afinar dos posiciones: • Reconstitución entendida como poblaciones y territorios continuos (no fragmentados), como lenguas, culturas e historias homogéneas y como identidades étnicas que abarcan múltiples identidades. • La argumentación del maestro Zorrilla contra esta conceptualización se centra en la discontinuidad y fractura de los territorios, en las variaciones lingüísticas y culturales locales, en el predominio de las identidades parroquiales sobre las étnicas. • “De conformidad con lo anterior, ninguno de esos elementos, por sí solos, puede ser la base de la reconstitución… la decretada reconstitución debe abordarse de manera empírica, con base a lo que la experiencia enseña y vaya enseñando en el futuro”. • La reconstitución es un concepto político de liderazgos y organizaciones étnico-políticas con influencia de la experiencia internacional.
• Reconstitución entendida como formas de vida social micro regionales que tienen en su diversidad aspectos comunes: auto regulación a través de instituciones propias, relaciones comunitarias de colaboración para asuntos comunes, (familias, barrios, comunidades), conocimientos y habilidades sobre micro-territorios y sobre gestión de la vida social. • La reconstitución entendida también como procesos donde estas formas de vida microregionales intentan superar la fragmentación histórica a través de intercambios y asociaciones múltiples (fiestas, deportes, redes productivas y comerciales, asociaciones municipales, etc.). • Reconociendo que existe este rasgo, el problema es diferenciar el sentido de conquista de nichos políticos por dirigencias del otro referido a la existencia de formas de vida social auto reguladas y de posible agregación.
* La Segunda Sesión del seminario institucional “Marco jurídico e institucional disponible” tuvo lugar en la ciudad de México el 3 de octubre de 2003.
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2. Sobre las políticas públicas El maestro Zorrilla hizo varios contrastes que resultan de particular importancia sobre el tema y el debate ya tenido en la primera sesión, sobre la existencia o no de una política de Estado que le otorgue prioridad y cobertura a la cuestión indígena: • Existe una diversidad de políticas de gobierno en atención a múltiples problemas públicos.
• Sin embargo, las que han arrojado resultados continuos son las que tienen prioridad por responder a una política de Estado.
• La CDI tiene asignados varios mandatos, unos que ya realizaba el INI y otros nuevos, que arrojan muchas responsabilidades de instrumentación, operación, colaboración, coordinación e interlocución.
• A pesar de ello, la prioridad actual y la de tres sexenios anteriores es la estabilidad de las finanzas públicas, donde la cuestión indígena no es prioritaria.
• La CDI no tiene entre sus competencias definir metas, proyectos y acciones.
• Sin embargo, son a ellos a los que se les asigna el presupuesto federal.
El problema que se plantea es si este contraste cancela toda opción de construcción de una política de
176
hacia modelos específicos, todo esto para propiciar una atención hacia la integridad.
Estado, o si bien existen algunas rutas posibles. Es ahí
• Intersección a lo largo de la política (diagnóstico,
donde cobra sentido la opinión de Guillermo Espinoza
diseño, programa, seguimiento, evaluación) de go-
sobre la condición de marginalidad de las institucio-
biernos, instituciones, organizaciones de jornaleros
nes indigenistas, que les permite probar modelos al-
y OSC.
ternativos, pilotos, de atención. En ese sentido fue de
• Coordinación intersectorial orientada por objetivos
particular importancia la aportación de la experiencia
rectores (trabajo de los menores, derechos huma-
del Programa de Jornaleros Agrícolas en voz de Lour-
nos y laborales, equidad, acceso a servicios bási-
des Sánchez:
cos de salud y educación) de tal forma que todas las instituciones participantes se vean involucradas
• La elaboración de diagnósticos sobre el sujeto aten-
y al mismo tiempo se recupere sus estrategias y ac-
dido en regiones y micro-regiones que son consi-
ciones concretas. El Programa opera el seguimiento
deradas en el proceso migratorio. En apego a ello
y la evaluación de los compromisos. Se genera in-
se elaboran modelos de atención, intervención pú-
cidencia en los POAS de las diversas instituciones
blica, modificación normativa, modelos universales
participantes.
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177
LA IMPOSIBLE RECONSTITUCIÓN DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS DE MÉXICO Leopoldo Zorrilla Ornelas Hace poco menos de un decenio cobró auge y empezó a usarse cada vez con más frecuencia un término por demás equívoco pero que expresaba, respecto de la situación de los indígenas en Iberoamérica, lo “políticamente correcto”. En un mundo en el que la globalización se expande de manera incontenible, el concepto “reconstitución de los pueblos indígenas” sugería algo así como nuevas versiones de la lucha de David contra Goliat, del débil contra el fuerte, de los oprimidos contra los opresores, etc. Esta versión romántica de los esfuerzos de los pueblos y comunidades indígenas por definir, instrumentar y llevar adelante su propio desarrollo ha ido, lamentablemente, más allá de un simple slogan: en el caso de México forma parte de la legislación positiva. En efecto, por mandato de la ley que la creó, la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) tiene, entre otras atribuciones y obligaciones, la de “apoyar los procesos de reconstitución de los pueblos indígenas”.1 Independientemente de muchos otros ejemplos que no es necesario citar, la inclusión de una frase como esa en el texto de una ley demuestra, 1
Diario Oficial de la Federación, México, 21 de mayo de 2003.
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178
de manera palmaria, el descuido del trabajo legislati-
historia nos brinda múltiples ejemplos de lenguas que
vo mexicano. Sin duda es una frase bonita, redonda,
ya nadie usa, cuyos exponentes más notorios son el
hasta eufónica, pero que carece de contenido, pues es
griego clásico y el latín. Por supuesto, es indispensable
indiscutible que a partir de la llegada de los europeos
que el Estado y la sociedad en su conjunto hagan es-
los pueblos indígenas de toda América fueron diezma-
fuerzos serios, razonables y permanentes para evitar o
dos y en muchos casos exterminados por las armas, la
al menos demorar estas pérdidas: una de las vías es la
explotación inicua, las enfermedades y la destrucción
oferta de opciones reales para el desarrollo autónomo
de sus culturas y formas de vida, así como también es
y sostenible, pero tal parece que las posibilidades en
innegable que los pueblos y comunidades sobrevivien-
esta materia son inútiles o prácticamente imposibles.
tes se han visto sometidos a un proceso permanente de
El ejemplo más relevante lo ofrece el trabajo de la Co-
adaptación y readaptación a las modas y criterios de
misión de Verdad Histórica y Nuevo Trato de Chile, es-
los grupos dominantes de los países en que por desgra-
tablecida por el presidente Ricardo Lagos. Durante sus
cia les ha tocado vivir.
más de dos años de labores la comisión hizo una com-
Este largo proceso de 500 años ha sido de constan-
pleta revisión de la historia de los pueblos indígenas
te cambio y adaptación. En algunos casos (muy pocos)
chilenos y reevaluó los aportes de éstos a la construc-
exitosa, en muchos otros aún sin resultados, y en la ma-
ción del país y del Estado; también determinó la nece-
yoría fallidos. De ese modo es válido preguntarse y pre-
sidad de asignar los recursos suficientes para resarcir
guntar, ¿cuáles son los procesos de reconstitución que
a los pueblos indígenas los ingentes recursos que les
se deben apoyar? Según la CDI, en el año 2000 en Méxi-
fueron expropiados durante más de 450 años de expo-
co se hablaban 65 lenguas indígenas, además de un nú-
liación. Sus conclusiones, sin embargo, señalan la im-
mero desconocido de dialectos. Aunque no es lo mismo
posibilidad real de cubrir la llamada “deuda histórica”,
pueblo que etnia o lengua o nación, en buena medida,
que en su estimación más baja asciende a varias veces
mal que nos pese, son términos que con demasiada fre-
el monto del producto interno bruto anual de Chile y
cuencia son usados casi como sinónimos hasta por los
que implicaría la total modificación de la estructura de
propios especialistas, quienes, por otra parte, jamás se
la propiedad raíz.
ponen de acuerdo en las definiciones de esos y otros
Siendo este un asunto importante, no es, sin embar-
muchos términos. Pues bien, suponiendo (sin conceder)
go, el principal aspecto de lo que bien puede llamarse
que esas 65 lenguas correspondan unívocamente a 65
la problemática de la reconstitución de los pueblos indí-
pueblos, etnias o naciones, más de la mitad (33) son ha-
genas. En efecto, ¿qué debemos entender por reconstitu-
bladas por menos de 10 mil personas cada
una.2
ción? ¿Tenemos acaso la misma concepción los indios y
No es fácil ni agradable hablar de la soga en pre-
los no indios? ¿Comparten los distintos pueblos y comu-
sencia de los deudos del ahorcado, menos aún decirle
nidades indígenas los mismos criterios? Es válido supo-
a los familiares que su enfermito está desahuciado y se
ner que esas tres preguntas tienen repuestas negativas.
va a morir. Sin embargo, los estudios demográficos in-
En primer término, independientemente de diferencias
dican que, salvo excepciones notables, esos pequeños
conceptuales de fondo y de matiz, la mayor parte del
grupos poblacionales no tienen viabilidad como tales
discurso actual de los gobernantes, los dirigentes polí-
y que en un proceso cuya duración depende de múl-
ticos, los indigenistas, los antropólogos, tiene una gran
tiples factores terminarán por desaparecer. Nadie debe
carga de “arrepentimiento” y de promesas de que en
alegrarse por esto, pues la pérdida de una lengua, por
adelante las cosas van a ser de diferente manera; se tra-
pocos que sean sus hablantes, significa la pérdida de
tará, dicen, de apoyar “con la mayor cantidad posible
una cosmovisión completa y afecta a la humanidad en
de recursos” el desarrollo socioeconómico de los pue-
su conjunto. Pero tampoco es un asunto nuevo, y la
blos y comunidades indígenas, en las formas y términos que ellos mismos decidan. Por su parte, los dirigentes y
2
líderes indígenas, sin rechazar tales promesas de recurInstituto Nacional Indigenista, Indicadores socioeconómicos de los pueblos indígenas de México 2002, México, 2002.
sos, pues siempre dicen —con razón— que éstos son insuficientes, reiteran una y otra vez que para sus pueblos
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lo importante es su vinculación con la madre tierra, el
mayas, mayos, chinantecos, mazatecos, etc. En otros
respeto irrestricto a sus costumbres y formas ancestra-
casos puede deberse al escaso número de miembros
les de vida (cualesquiera que éstas sean) y la no intromi-
de la etnia y a los factores derivados de la migración
sión de los blancos en las decisiones que ellos adopten
interna e internacional. De ese modo, no sería aventu-
de manera libre dentro de sus tradiciones y con plena
rado afirmar que, desde el punto de vista de los indíge-
responsabilidad ante sí mismos, ante sus ancestros, sus
nas existe una enorme diversidad del concepto de “su”
descendientes, el mundo y hasta la galaxia.
reconstitución. Desde mi punto de vista, lo anterior se
De lo anterior se desprende que cada grupo de ac-
hizo especialmente claro en el Seminario sobre Políti-
tores esté representando diferentes piezas teatrales, a
cas Públicas y Reconstitución de los Pueblos Indígenas,
veces por simple ignorancia y hasta por buena fe, pero
efectuado con el patrocinio de la CDI en 2003 y 2004.
en la mayor parte de los casos con malicia, con ganas
En efecto, en las sesiones efectuadas en las ciudades
de no entender ni tratar de entender el punto de vis-
de Querétaro, Puebla, Uruapan, Oaxaca y Hermosi-
ta del otro y, si es posible, incluso con el propósito de
llo hubo oportunidad de escuchar a los representan-
descalificarlo.
tes de diversas etnias y comunidades. Las exposiciones
En segundo término, las ideas que los propios in-
fueron generalmente ilustrativas, concretas, detalla-
dígenas tienen de lo que es la reconstitución son múl-
das y valientes. Hablaron de sus logros y fracasos e in-
tiples: en el caso de algunos pueblos, su reciedumbre,
cluso abordaron algunos problemas dolorosos, como
su añeja resistencia ante la agresión de los yoris (o
la discriminación de género, la exclusión por motivos
blancos, o invasores, o colonizadores, o sociedad “na-
religiosos o políticos, el caciquismo y la explotación
cional”), hacen poco menos que inútil hablar de “re-
intracomunitaria, pero la reconstitución estuvo ausente
constitución”, pues están plenamente constituidos, y
de sus discursos. Por el contrario sí se habló, y mucho,
además cada pueblo tiene una concepción distinta de
de las políticas públicas, señalando que son incon-
lo que significa su adaptación a las reglas de la socie-
gruentes, arbitrarias, incompletas, de corta duración,
dad dominante; no les interesa el desarrollo de tipo oc-
fraccionarias, abundosas de palabras y escasas de re-
cidental ni los recursos que pueda ofrecerles el Estado,
cursos. En pocas palabras, salvo la intervención de los
pues les importa su independencia, su autodetermina-
representantes de la Tribu Yaqui, la famosa reconstitu-
ción, su territorio; tal es la situación, cuando menos,
ción no figuró entre las demandas concretas y las re-
de tarahumaras, huicholes y yaquis. Los dos primeros
flexiones de los pueblos y comunidades indígenas.
cuentan, además, con el relativo aislamiento que les
En tercer término, está la dificultad para definir y
otorgan las sierras en donde se ubican sus comunida-
darle un contenido concreto al concepto. Si esto no es
des, pero los terceros sólo tienen el respaldo de su lu-
fácil en ninguna disciplina (vale mencionar que los fí-
cha de siglos, de la fortaleza de los siete pueblos de la
sicos aún no se ponen de acuerdo en la definición de
tribu frente al exterior, pues en lo interno están profun-
conceptos como masa, electrón, gravedad, etc.), menos
damente divididos tal como sucede hasta en las mejo-
lo es en aquellas que se refieren a sociedades humanas.
res familias. No obstante, esta aparente coincidencia
Salvo que mi memoria, mis notas y las relatorías de las
de yaquis, tarahumaras y huicholes no significa que los
sesiones del seminario fallen totalmente, en ninguna de
tres pueblos tengan igual concepción de lo que es o
las intervenciones se ofreció una definición clara de lo
puede ser la “reconstitución”.
que debe entenderse por “reconstitución de los pueblos
En las demás etnias del país el término carece de
indígenas”. Quizá por ello sea prudente acudir al Dic-
importancia práctica o de contenido o de ambas cosas:
cionario de la lengua española,3 que da una definición
en algunos casos, eso puede atribuirse a la dispersión
muy escueta: “reconstituir (verbo transitivo). Volver a
que estos pueblos sufrieron anteriormente a la invasión
constituir, rehacer” y, por extensión, “devolver a un or-
española, así como a la interacción entre ellos y con
ganismo sus condiciones normales”.
la sociedad dominante; tales son los casos de nahuas, otomíes, zapotecos, mixtecos, tzeltales, huastecos, popolucas, chontales, tzotziles, tojolabales, purépechas,
3
Diccionario de la lengua española, 22a. edición, Real Academia Española, 2001.
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179
180
Se plantean, pues, sólo dos opciones: la primera es
sos crecientes a los pueblos y comunidades indígenas,
rehacer a los pueblos indígenas. ¿Quién, cabe pregun-
a título de pago de la deuda histórica; 3) que el Esta-
tar, es capaz de echarse ese trompo a la uña? ¿Pue-
do y la sociedad no indígena deben proscribir y elimi-
den las comunidades indígenas, en la actual situación
nar todas las regulaciones prácticas y manifestaciones
del mundo y del país, rehacer sus pueblos? Si las so-
que directa o indirectamente marginen o discriminen
ciedades humanas, los pueblos todos son por esen-
a la población indígena, etc. Este tipo de acciones y
cia dinámicos, cambiantes, ¿cuáles son los moldes o
medidas posiblemente ayude a que muchas comunida-
los modelos para que se reconstituyan? ¿Son los del si-
des y pueblos indígenas tengan mejores condiciones y
glo XV o el XVI o el XIX? ¿Se les debe aplicar a todos
un más alto nivel de vida, incluso tal vez sea un apoyo
los pueblos el mismo rasero temporal? Muchas son las
importante para la preservación de culturas, lenguas y
preguntas y cualquier respuesta, en uno u otro senti-
tradiciones, en especial en los pueblos más pequeños y
do, es cuestionable en el contenido y en la forma. La
débiles. Pero por supuesto que todo esto no es recons-
segunda ofrece aún más escollos. ¿Cuáles son las con-
tituir, a menos que incorporemos una nueva definición
diciones normales que se le deben devolver a un orga-
en el diccionario, lo cual, por otra parte, carece de im-
nismo llamado pueblo indígena? ¿Son acaso las de las
portancia.
sociedades teocráticas prevalecientes en Mesoamérica
Mi obligada conclusión es que la CDI debe hacer
a principios del siglo XVI? ¿Son las de las repúblicas de
caso omiso de la fracción VII del artículo 2 de la ley
indios de la época colonial? ¿Son las de las comunida-
que la creó y que, en contrapartida, haga sus mayores
des que vivían en las llamadas regiones de refugio en
y mejores esfuerzos en lograr que las políticas públicas
la primera mitad del siglo XX? Creo que nadie puede
relativas a los pueblos y comunidades indígenas, basa-
responder este tipo de preguntas.
das en el Artículo 2° Constitucional, sean congruentes,
Por supuesto, es posible darle vuelta al término, ol-
duraderas, incluyentes, no discriminadoras, estén do-
vidarnos de las anticuadas y rígidas definiciones de los
tadas de recursos crecientes en términos reales, y se
diccionarios y acudir a la riqueza de la realidad, pues
apliquen y operen con eficiencia, honestidad y trans-
las lenguas también son dinámicas, faltaba más. En esa
parencia. Quizá es mucho pedir a un Estado y una so-
tesitura, tirios y troyanos sí pueden hablar de que los
ciedad que históricamente siempre han considerado a
pueblos indígenas: 1) deben definir su propio estilo de
los indios como una lata, una rémora, pero sin duda,
desarrollo, con plena autonomía en sus metas, plazos,
más vale enviarle una carta a Santaclós que pedir re-
ritmos y métodos; 2) que el Estado debe asignar recur-
constituciones que nadie sabe lo que significan.
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¿ES POSIBLE EL DESARROLLO CON LOS PUEBLOS?* 1. ¿QUÉ TIENE QUE VER EL DESARROLLO CON LA RECONSTITUCIÓN? Con ánimo de fomentar el vínculo entre nuestro tema central y los asuntos del desarrollo económico, cabe recordar que en el documento base se argumenta sobre algunas dimensiones de la reconstitución entendida como la pareja pueblo/territorio: • Relaciones comunitarias, de cooperación y formas de trabajo hacia los asuntos comunes que ahora se valoran bajo el concepto de “capital social”. • Territorio asumido no sólo como espacio agrícola sino como diversidad de recursos (biodiversidad, recursos naturales, energía) que requieren de un diagnóstico para identificar sus potencialidades o carencias, así como espacio con interconexiones comerciales locales, nacionales y globales. • Conocimientos y habilidades sobre el territorio y sobre la gestión de la vida social.
* La Tercera Sesión del seminario institucional: “¿Es posible el desarrollo con los pueblos?” tuvo lugar en la ciudad de México, el 3 de octubre de 2003.
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2. PUNTOS CENTRALES DE LA TERCERA SESIÓN
interlocutor válido, no como indigente, sino como
Es en este contexto, en que adquiere particular in-
productor que genera riqueza sin relaciones pater-
terés la ponencia de Nemesio Rodríguez así como los
nalistas. En lugar de relaciones clientelares, insti-
comentarios que despertó, a efecto de alimentar el de-
tuciones que faciliten y potencien los esfuerzos
bate se resume algunos puntos:
productivos; información, capacitación e inversio-
• Al parecer las políticas de gobierno se orientaron
nes, deben retomarse como paquetes integrales.
más a los temas de pobreza y acceso a la justicia
Desde una perspectiva regional, los espacios indí-
que hacia el desarrollo de las regiones indígenas.
genas pueden ser susceptibles para movilizar diver-
Hay una visión dominante de carencia, no de po-
sidad de potencialidades (arqueológicas, turísticas,
tencialidad ni de valor. Como se sugirió desde el
frentes de playa, minerales, energía, agua, biodiver-
inicio de nuestros debates, la reconstitución plan-
sidad).
tea otro punto de vista, el de “valorar” al binomio pueblo/territorio.
te tomar decisiones sobre explotación posible y
• De políticas con una orientación hacia el desarrollo
racional de recursos y evaluar su curso; permite
regional se ha pasado a políticas de focalización de
fomentar asociaciones de comunidades, de organi-
familias e individuos. Las experiencias importantes
zaciones o de municipios; permite planear y que
de los Fondos Regionales que pretendían un im-
las comunidades intervengan en todas sus fases;
pacto regional sufre, por un lado, el deterioro y la
permite accesos a mercados locales, nacionales y a
insuficiencia de sus estructuras operativas (para 17
nichos globales. Pero no es todo: se requiere com-
mil proyectos hay 412 técnicos), y por el otro, se
binar información con capacitación, con el fomen-
fractura en múltiples micro-proyectos locales des-
to al “capital social” y a los liderazgos.
articulados. 182
• La información tiene un valor estratégico: permi-
• Esas experiencias inician transformaciones al inte-
• Ahora se tiene un déficit de cifras, indicadores, pro-
rior de las comunidades. Las estructuras sociales se
gramas y políticas, así como ausencia de planea-
readaptan a las transformaciones, pueden cambiar
ción para el desarrollo en las regiones indígenas.
desde las familias, el rol de las mujeres, el papel
• A pesar de no contar con un entorno institucio-
de las asambleas comunitarias o de las autoridades
nal propicio, existen experiencias indígenas y co-
tradicionales.
munitarias exitosas, que revelan potencialidades
• La diversidad de situaciones en las comunidades
disponibles, aunque no representen sino casos es-
hace necesario una diversidad de modelos de de-
pecíficos.
sarrollo local y regional que reconozcan las poten-
• Es necesario y posible revertir el camino, reorien-
cialidades pero también el déficit de los pueblos y
tar la visión del problema público, y reconstruir la
los territorios; sus posibilidades de acceso a merca-
capacidad del Estado y de los pueblos para impul-
dos pero también el uso familiar, comunal y local
sar el desarrollo; ello significa “poner en valor” a
de los productos.
la gente y a los territorios. Son principales los diag-
• La planeación debe tener un diseño incluyente en
nósticos para valorar los recursos territoriales, vol-
información y decisiones de la población indígena
ver a los enfoques regionales, aceptar al otro como
participante.
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ALGUNAS PREGUNTAS SOBRE LA RECONSTITUCIÓN DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS Ricardo María Garibay Velasco Este es un tema que parecería a primera vista necesario, viable y urgente, sin embargo hay muchos cuestionamientos al respecto, incluso desde interior mismo de las instancias gubernamentales que de manera específica tienen como atribuciones atender el tema indígena, pasando por las diferentes secretarías de Estado que inciden en las regiones indígenas (todas), las organizaciones de la sociedad civil, hasta llegar al ciudadano común. La posición política de estos actores define las características, alcances y limitaciones de una posible, deseable o temible reconstitución de los pueblos indígenas. Una pregunta de inicio sería ¿Para que reconstituir a los pueblos indígenas?, que leída textualmente implica una visión indigenista, que a pesar de los avances alcanzados hasta ahora, aún prevalece en muchos ámbitos de nuestra sociedad. La pregunta implica asumirse como promotores de la reconstitución de los pueblos indígenas, es decir, nuevamente el agente externo que promueve una acción para los indígenas. Algunos sectores estarán de acuerdo con esa postura indigenista, otros le pondrían candados y otros mas podrían pensar, sin confesarlo, que sería como darles alas a los alacranes, ¿queremos otro Chiapas?, si para eso están los programas como Oportunidades que atienden a los sectores pobres
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del país, a los que se suma la iniciativa privada cada
miento de los derechos indígenas? ¿La propiedad sobre
vez con mayor conciencia no solo en el discurso, un
el territorio y el manejo autogestivo de los recursos na-
ejemplo palpable son los “teletones” y las innumera-
turales son una vía para lograr la reconstitución de los
bles organizaciones altruistas que han proliferado en
pueblos indígenas?
los últimos años desde los mas altos niveles. En el tratamiento equivalente entre indígena y po-
análisis, se dejan solamente planteadas para evaluar
bre subyace, en el mejor de los casos, un desconoci-
sus implicaciones. El objetivo del presente texto es ela-
miento de lo que implica “lo indígena”, no solo de las
borar una propuesta para abordar el tema a partir de
características culturales que hacen diferente a este sec-
la experiencia obtenida ante representantes de orga-
tor de la sociedad mexicana, sino el desconocimiento
nizaciones indígenas que estuvieron presentes en tres
o falta de reconocimiento de los derechos específicos
reuniones sobre “La Reconstitución de los Pueblos In-
que los asisten y por tanto del tratamiento diferenciado
dígenas” en los que participé a invitación de la Co-
que requieren.
misión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas,
Una segunda pregunta podría ser: ¿Es necesaria la
a través de su Dirección de Fortalecimiento de Capa-
reconstitución de los pueblos indígenas?, y antes de
cidades de los Indígenas. La primera reunión se llevó
contestar es obligada la pregunta siguiente ¿Para quién
a cabo en Pátzcuaro, Michoacán con representantes
es necesaria?, y la que sigue ¿A quién no le es necesa-
purépechas y nahuas; la segunda se realizó en Parral,
ria?, e incluso, ¿A quién le sería incomoda la reconsti-
Chihuahua con representantes tepehuanos y rarámuris
tución de los pueblos indígenas?
y la tercera fue en Ciudad Valles, San Luis Potosí, con
En la misma línea podríamos preguntarnos: ¿Hay
184
Cada pregunta podría ser motivo de discusión y
representantes nahuas y teenek.
un proceso de reconstitución de los pueblos indíge-
El eje utilizado para hablar de la reconstitución de
nas?, ¿Ha surgido por iniciativa e interés de los mismos
los pueblos indígenas es el manejo de los recursos na-
pueblos indígenas?, ¿Son propuestas de los pueblos in-
turales y culturales. El método está fundamentado en
dígenas?, ¿Están solicitando apoyo para reconstituirse?.
la mayéutica para promover la reflexión a partir del
Asumiendo que es una propuesta legitima surgida
planteamiento de preguntas orientadoras para ser res-
de los propios pueblos indios, presupone que no están
pondidas y discutidas a partir de las propias palabras
bien constituidos lo que nos lleva a formular otra se-
y conceptos vertidos por los asistentes al taller. De esta
rie de preguntas como las siguientes. ¿Cuál es el ori-
manera el taller se hace dinámico y didáctico.
gen de la mala constitución?, ¿Por qué se perpetúa o deteriora la mala constitución?, ¿Cuál es la causalidad actual de la mala constitución?, ¿En qué repercute la mala constitución? Para llegar a otro “paquete” de preguntas entre las que podemos mencionar las siguientes: ¿En qué consiste la reconstitución?, ¿qué beneficios acarrearía una reconstitución?, ¿qué habría que hacer para apoyar las demandas de reconstitución de los pueblos indígenas? Por último, y encaminados a apoyar procesos de reconstitución de los pueblos indígenas cabe preguntar ¿qué experiencias existen al respecto?, ¿cómo se ha dado el proceso?, ¿son proyectos que se plantean desde su inicio como proyectos de reconstitución? o bien ¿son proyectos de otro tipo (p. ej. productivos) que repercuten en procesos de reconstitución sin que haya sido ésta su finalidad original?, ¿es necesaria la reconstitución para acceder a otros logros, como el reconoci-
TEMA 1. LA SITUACIÓN DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS Se trata de reflexionar sobre la causalidad de la situación indígena actual. Como líneas que guíen la discusión se debe hacer una breve reseña de la historia de los pueblos indígenas, desde la conquista hasta la época actual. La posición y el papel de los pueblos indígenas en todo este proceso histórico. • ¿Por qué no estamos bien constituidos? • ¿Qué ocasionó nuestra situación actual? • ¿Hay pobreza en las zonas indígenas? • ¿Cuáles son las causas? • ¿La pobreza repercute en la organización del pueblo? • ¿Cuáles son las alternativas de solución? • ¿Qué se necesita para que estas alternativas funcionen? • ¿Quién puede hacer que funcionen esas alternativas?
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• ¿Se puede mejorar la situación y seguir siendo indígenas?
TEMA 2: LA RECONSTITUCIÓN DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS Hablar de reconstitución supone una situación de crisis, de necesarios arreglos, composturas, ordenamientos, regresos a formas y estructuras previas que funcionaban de determinada manera y que por diversas circunstancias dejaron de hacerlo. Para efectos didácticos se puede tomar como sinónimo de reconstrucción que implica destrucción, lo que da pie a reflexionar sobre las implicaciones de una construcción que parte de algo totalmente destruido y reconstitución que aprovecha ciertas bases o cimientos Las preguntas orientadoras en este tema son: • ¿Por qué queremos reconstituirnos? • ¿Estamos destruidos totalmente? • ¿Qué diferencia hay entre constituirse y reconstituirse? • ¿Para qué queremos seguir siendo indígenas? • ¿Qué ventajas tiene ser indígena actualmente? • ¿Hay desventajas en seguir siendo indígenas? TEMA 3: LA CULTURA DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS La reconstitución se plantea con base en la cultura con todos los elementos que la conforman. Los elementos mas comúnmente identificables de la cultura los sus expresiones artísticas, y los elementos tangibles. Como líneas que guíen la discusión se debe hacer un listado de los elementos culturales identificados por los asistentes, aquellos que aún permanecen y los que se han perdido. La utilidad práctica y/o simbólica de esos elementos, así como las causas que originan su pérdida o desuso. Las preguntas orientadoras del tema son: • ¿Qué define o caracteriza a los pueblos indígenas? • ¿Qué los hace diferentes a los mestizos? • ¿Reconstituirse es recuperar los elementos del pasado? • ¿Se quiere volver al pasado? • ¿Para qué han servido esos elementos culturales? • ¿Es necesario recuperarlos? • ¿Por qué se perdieron esos elementos?
TEMA 4: LOS ELEMENTOS TANGIBLES DE LA CULTURA El territorio, lo recursos naturales y las actividades productivas son elementos materiales importantes que caracterizan y definen a un pueblo indígena. La diversidad y riqueza de estos elementos contrasta con las condiciones de marginación y pobreza. Como líneas que guíen la discusión se habla de los conocimientos desarrollados para el manejo de los recursos naturales, de un territorio a partir de una organización social específica y de una normatividad propia. Las preguntas orientadoras del tema son: • ¿En dónde se localizan los pueblos indígenas? • ¿Qué recursos naturales hay en los territorios indígenas? • ¿Cómo trabajan los pueblos indígenas? • ¿Cómo se organizan los pueblos indígenas? • ¿Qué se necesita para hacer una milpa, pesca, manejo forestal, etc.? • ¿Quién puede hacer estas actividades productivas? • ¿Dónde se aprende a hacer estas actividades productivas? • ¿Quién regula estas actividades productivas? • ¿Quién se beneficia con estas actividades productivas?
TEMA 5: LOS ELEMENTOS INTANGIBLES DE LA CULTURA Los elementos tangibles se mezclan con los intangibles en un espacio determinado. Territorio-recursos naturales-tecnología y conocimientos-organización socialsistemas normativos El manejo de los recursos naturales requiere de un conocimiento y de una organización social que se base en un sistema de normas y acuerdos comunitarios. En caso de que alguno (s) de estos elementos se encuentre debilitado puede ser reforzado, incluso con el apoyo de elementos externos y tecnología moderna, para fortalecer la reorganización social con base a sus propias costumbres, para apoyar la planeación comunitaria para el manejo de los recursos naturales y para la recuperación de los conocimientos con los que se manejaban los recursos naturales. Las preguntas orientadoras del tema son: • ¿Tienen conocimientos para aprovechar la naturaleza?
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185
• ¿Cómo se obtienen esos conocimientos?
propios conocimientos, organización social, sistemas
• ¿Hay algún tipo de organización para aprovechar
normativos y autoridades, es decir a partir de la pro-
la naturaleza?
pia cultura, lo cual permitirá un trato equitativo, una
• ¿Cómo se distribuyen los recursos naturales?
mayor capacidad de autogestión y negociación ante el
• ¿Quién(es) tiene(n) acceso a los recursos natura-
resto de la sociedad mestiza. Las preguntas orientadoras del tema son:
les? • ¿Hay algún tipo de sanciones para quien hace un
• ¿Se ha avanzado en la reconstitución de los pueblos indígenas?
mal uso de la naturaleza?
• ¿Ha mejorado la situación de los pueblos indíge-
• ¿Cómo se establecen las sanciones? • ¿Qué tipo de autoridades imponen las sanciones?
nas en las últimas décadas? • ¿De quién depende la reconstitución de los pue-
TEMA 6: RELACIONES INTERCULTURALES La relación de los pueblos indígenas con la población no indígena, la tenencia de la tierra, la procuración de
blos indígenas? • ¿Es un asunto que depende solamente de los pueblos indígenas?
justicia, el acceso y dotación de servicios, los dere-
186
chos de los pueblos indígenas, educación, salud, nu-
PRODUCTOS DESEABLES DE ESTOS TALLERES
trición.
Si bien es evidente que un taller de dos días no per-
La identidad de un pueblo indígena se debe a la
mite agotar todos los cuestionamientos que se hacen,
permanencia de los elementos culturales menciona-
al menos se pretende promover la reflexión colectiva
dos, mismos pueden estar alterados, o debilitados.
sobre aspectos que muchas veces se dan por conoci-
Analizar las causas y efectos, la relación con la pobla-
dos, asumidos e inamovibles. La intención es provo-
ción mestiza.
car la discusión, cuestionar lugares comunes y frases
Como líneas que guíen la discusión se habla de las
hechas. Las preguntas son solo una guía que se deben
luchas indígenas , las políticas públicas, el indigenis-
complementar con múltiples y diversos ejemplos de
mo, el movimiento indígena, los derechos humanos,
casos exitosos, de fracasos, con el cuestionamiento a
la ley indígena, las ONG-OSC.
las mismas políticas públicas que tuvieron validez en
Las preguntas orientadoras del tema son: • ¿Han mejorado las relaciones de los pueblos indígenas con la sociedad mestiza?
su momento histórico y que han sido rebasadas por los movimientos sociales. El objetivo último está en reforzar la conciencia de
• ¿Qué tipo de conflictos existen con la población mestiza?
que la reconstitución de los pueblos indígenas se dará solo en la medida en que los mismos pueblos indíge-
• ¿Hay autoridades propias o todas son externas?
nas sean los promotores sin negar las posibilidades de
• ¿Hay normas propias reconocidas por las autorida-
hacerse de aliados en otros sectores de la sociedad.
des mestizas?
Algunos de los productos deseables de estos talle-
• ¿Hay leyes que protejan los derechos de los pueblos indígenas?
res podrían ser los siguientes: • La historia. La reflexión sobre las causas históri-
• ¿Hay agentes externos que apoyen las iniciativas indígenas?
cas que explican su posición en la sociedad actualmente. La reflexión sobre los cambios que han experimentado los pueblos indígenas para demos-
TEMA 7: RECONSTITUCIÓN, AUTOGESTIÓN Y
trar que su situación no está predeterminada, que
AUTONOMÍA Recapitulación. La reflexión sobre los temas tratados deberá llevar al reconocimiento de la importancia de la reconstitución de los pueblos indígenas a partir de un territorio, del manejo autogestivo de sus recursos naturales, del reconocimiento y fortalecimiento de sus
ha habido modificaciones y avances en la relación con la sociedad mestiza. • La situación actual. La reflexión sobre la existencia aún de actitudes discriminatorias, diferenciación social, pobreza El movimiento indígena. Las leyes y acuerdos internacionales. La evolución de las so-
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ciedades en cuanto al reconocimiento de los derechos humanos.
• Los elementos intangibles. La reflexión sobre la importancia de poseer conocimientos, organiza-
• La cultura. La reflexión sobre las ventajas de contar
ción social y sistemas normativos propios.
con una base que permite su conformación como
• La autogestión. La reflexión sobre las posibilidades
una entidad diferenciada y los beneficios que de
de avanzar en el reconocimiento de derechos es-
esto se pueden obtener. La posibilidad de partici-
pecíficos, de un trato equitativo. Las posibilidades
pación con base en el reconocimiento de las dife-
de lograr la autogestión y autonomía.
rencias.
• La reconstitución. La reflexión sobre las posibilidades
• Los elementos tangibles. La reflexión sobre la im-
y ventajas de seguir siendo indígenas cambiando los
portancia de contar con un territorio, recursos na-
elementos que han propiciado la situación actual de
turales y actividades productivas.
inequidad. Las posibilidades de mostrarse con dignidad y orgullo de pertenecer a un pueblo indígena.
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POLÍTICAS INTERCULTURALES Y RECONSTITUCIÓN DE LOS PUEBLOS* Planteamiento En esta sesión del Seminario se planteó un diálogo entre analistas, diseñadores y operadores de las políticas que se proponen lograr un avance en la interculturalidad. Como se sabe, ésta es la dinámica de encuentro entre las culturas plurales que existen en la sociedad: si la multiculturalidad reconoce esa diversidad, la interculturalidad analiza sus formas de relación, sean horizontales (de convivencia y de alianza), o verticales (de dominación y/o supresión). En México la interculturalidad es: • Un fenómeno viejo con nuevo reconocimiento, hay una larga historia mesoamericana —y desde el siglo XV a la fecha— de encuentros de culturas, donde la interculturalidad es de dominación y en ocasiones de alianza. • Venimos de encuentros y vamos hacia más por efecto de la globalización, la creación de redes mundiales de comunicación, el incremento de la migración en todo el mundo, y el desarrollo de una cultura común y masificada de la imagen.
* La 8a sesión del Seminario institucional “Políticas interculturales y reconstitución de los pueblos” tuvo lugar en al ciudad de México, el 7 de mayo de 2004.
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• La relatoría agrupa varias intervenciones en: A) Po-
instrumentos para transformar a las culturas indígenas
nencias e intervenciones, B) Elementos de crítica
en parte de la cultura homogénea mestiza. La noción
que surgieron de las exposiciones y del debate, C)
de interculturalidad, entendida como diálogo hori-
Rutas posibles para construir relaciones intercultu-
zontal de las culturas hacia el mutuo respeto y la ge-
rales y D) Tema polémico: la comunidad como eje
neración de valores de convivencia, hace posible un
de interlocución.
distanciamiento crítico con respecto a las políticas integracionistas. Sin embargo, actualmente el tema de la
A. PONENCIAS E INTERVENCIONES
interculturalidad se retoma como objeto de estudio en sí mismo y como un componente de las políticas pú-
1. Ponencias
blicas deseables, sin reconocer que el diálogo entre las
1.1 Sylvia Schmelkes: Los retos de la educación inter-
culturas aún no se ha transformado y sigue siendo ver-
cultural (anotaciones sobre la exposición oral)
tical y de imposición. En corte horizontal resalta lo di-
La educación intercultural no debe ser concebida
verso y su riqueza; en corte vertical, las relaciones de
como exclusiva de la población indígena. Realizar una
dominación y subordinación entre culturas. No sólo es
educación intercultural “o es para todos o no es para
asunto de las relaciones entre Estado y sociedad, sino
nadie”: es una educación dirigida a toda la sociedad.
de la sociedad misma. Venimos de una inercia de do-
La educación se concibe entonces como una estrate-
minación en varios niveles: al interior de las familias y
gia fundamental que contribuye a la construcción de un
las comunidades, entre comunidades concurrentes en
país intercultural. Se trata de un proyecto a largo plazo.
un mismo espacio regional, entre ciudades mestizas y
Su problemática se presenta en dos grandes dimen-
190
comunidades indígenas, entre Estado y sus tres nive-
siones:
les de gobierno con políticas homogéneas y de integra-
• Lo propiamente escolar (planes y programas de es-
ción y las comunidades.
tudio, materiales didácticos de calidad, espacios
que se dan las relaciones interculturales que existen en
educativos, libros de texto). • La asimetría valorativa (interacciones en el aula maestro-alumno,
alumno-alumno,
De hecho, el punto de discusión es la asimetría en
autoridades-
nuestra sociedad plural, tanto en el trato y la vida cotidiana de los grupos sociales, como en la relación entre el Estado y la sociedad. Unas veces se presentan
maestros y alumnos).
con un contenido armónico y otras con un carácter exEspacios de la educación intercultural: hay un espa-
cluyente y discriminatorio. Por ejemplo, para Aguirre
cio específicamente indígena (preescolar y primaria), que
Beltrán el asunto de la interculturalidad era exclusiva-
sólo abarca la primaria, con graves deficiencias de infra-
mente para las regiones de refugio y no era pertinen-
estructura, maestros de baja calidad y bajo rendimiento.
te para la sociedad nacional; por interculturalidad se
Pero hay otro que es mayoritario y mestizo que de-
entendía la relación excluyente y discriminatoria que
bería orientarse hacia el conocimiento de lo indíge-
imponía el modelo de salud hegemónico del Estado
na, examinando que el conocimiento por sí mismo no
nacional hacia las costumbres y conocimientos de sa-
genera una revaloración de población y culturas des-
lud de las culturas indígenas.
preciadas. Para dar paso a ese cambio valorativo se re-
En la actualidad se puede observar una apertura
quiere de dinámicas que permitan conocer, convivir y
hacia enfoques interculturales en materia de atención
experimentar con otras culturas diferentes. El reto de
a la salud en comunidad indígenas. Históricamente,
las universidades interculturales es formar cuadros que
se presentan dos grandes líneas de atención a la sa-
serán quienes operen las políticas interculturales.
lud: una hegemónica, y otra subordinada. La primera sostiene que lo importante es diseñar programas de
1.2 Carlos Zolla: Salud intercultural (notas sobre la ex-
salud para todos los sectores, garantizando el acceso
posición oral)
a servicios; la segunda pugna porque no se diseñen
Las políticas integracionistas y el indigenismo clási-
enfoques igualitarios (hegemónicos) de atención a la
co se centraron en el binomio salud-educación como
salud, debido precisamente a las diferencias étnicas,
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regionales, del personal ocupado y del tipo de epide-
administración y operación del municipio y agencias
miología.
(lo que dentro de la Administración Pública denominamos capítulos 2000 y 3000 y que corresponde a mate-
1.3 Armando Guzmán Alcántara: Autonomía, Desarro-
riales, suministros y servicios generales), y en algunos
llo y Políticas Públicas
casos, cuando en los municipios se elige por el régi-
Existe una fuerte dependencia de las comunidades indígenas respecto de los recursos que destina el Esta-
men de partidos políticos en honorarios (dietas) para los integrantes del cabildo.
do hacia ellas para la ejecución de obras y acciones,
El Ramo 33 está subdividido en dos vertientes: el
cuando bien les va, porque éstos generalmente son in-
fondo III (Fondo para la Infraestructura Social Muni-
suficientes para el caudal de necesidades que históri-
cipal) para acciones de salud, educación, saneamien-
camente no han sido atendidas. Sin embargo, cuando
to e infraestructura social básicamente, y el Fondo IV
llegan, conllevan una serie de disposiciones normati-
(Fondo de Fortalecimiento Municipal) que se dedica a
vas que nada o poco tienen que ver con la forma de in-
obras de infraestructura y seguridad pública. La apli-
terpretación que tienen las comunidades indígenas, de
cación de estos fondos tiene restricciones y debe res-
cómo aplicar o hacer rendir los recursos económicos
petarse la norma establecida, es decir, se tiene que
que reciben o las formas y tiempos de su aplicación.
ejercer los recursos de acuerdo a las limitaciones pro-
Si tomamos, por ejemplo, la definición de autono-
gramático presupuestales, y no es posible aplicarlos en
mía que reconoce la Ley de Derechos de los Pueblos
otra manera porque de lo contrario se suspenden las
y Comunidades Indígenas del estado de Oaxaca, ésta
ministraciones. Esto sin considerar que la aplicación
es “La expresión de la libre determinación de los pue-
de la norma se dificulta aún más porque muchas de las
blos y comunidades indígenas como partes integrantes
autoridades no saben leer, o la “norma” en sí les es to-
del estado de Oaxaca, en consonancia con el orden ju-
talmente ajena.
rídico vigente, para adoptar por si mismos decisiones
Si suponemos que algún municipio indígena plan-
e instituir prácticas propias relacionadas con su cos-
teara la aplicación de recursos de acuerdo a lo que con-
movisión, territorio indígena, tierra, recursos naturales,
sidera que puede ayudar a propiciar el desarrollo (o
organización sociopolítica, administración de justicia,
cuando menos atacar de manera directa algunas de las
educación, lenguaje, salud, medicina y cultura”. Como
causas que se lo impiden), seguramente se encontrará
escuchamos en esta definición, existen elementos im-
con serias dificultades para que las instancias normati-
portantes que las organizaciones sociales y las comu-
vas entiendan cuál es la estrategia que la asamblea o la
nidades indígenas reivindican como expresiones de la
comunidad ha diseñado para enfrentar las carencias que
autonomía; sin embargo, si analizamos cómo se con-
como municipio o grupo de comunidades enfrenta; en-
cretiza algunos de estos elementos, seguramente po-
tonces lo que acabo de mencionar y que está consig-
demos coincidir en que gran parte es discurso y que
nado en el Artículo 3° de la Ley mencionada, pasa a
en la práctica no se aplica o se encuentra demasiadas
ser letra muerta, es decir que hay serios obstáculos para
dificultades para hacerlas realidad. Quisiera ejemplifi-
ejercer la autonomía respecto a las políticas públicas.
carlo con la aplicación de un tipo de recursos que, de
Pero no vayamos tan lejos, la CDI, que es la institu-
alguna manera u otra, está más cerca de las determina-
ción encargada de acompañar a los pueblos indígenas,
ciones de las comunidades indígenas como lo son los
tiene serias dificultades para atender de manera efecti-
recursos municipales: los llamados Ramo 28 y Ramo
va las exigencias y necesidades de los sujetos de aten-
33. En principio, la asignación de los montos por mu-
ción. Mencionemos algunos ejemplos: las formas de
nicipio está fuera de la esfera de participación de ellos;
expresión de la cultura es uno de los elementos carac-
se emplea ciertas fórmulas que aplican tanto en Oaxa-
terísticos que tienen las comunidades indígenas para
ca como en Sinaloa, pero en fin, se asigna una canti-
manifestar su existencia como tales, y si no me equi-
dad determinada a un municipio. La normatividad para
voco, junto con Culturas Populares (CNCA), es de las
la aplicación del ramo 28 es flexible, pero los recursos
pocas instancias de gobierno que apoya este tipo de
son tan escasos que gran parte se diluye en gastos de
acciones, pero ¿cuánto del recurso que ejerce la ins-
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191
192
titución se destina a este rubro? En el estado de Oaxa-
el reconocimiento como máximo órgano en el ámbi-
ca, siendo la entidad con la mayor población indígena,
to agrario, y eso con disposiciones lineales que no se
con el mayor número de centros coordinadores, radio-
entiende en el contexto indígena, como las que tiene
difusoras y demás, en el 2002 el presupuesto autori-
que cumplir una asamblea de formalidades simples o
zado a este rubro no pasaba del 3.7% del total, con
las llamadas asambleas duras; fuera del espacio agra-
una tendencia a la baja en los años subsiguientes; otro
rio, las asambleas pasan a ser solo un requisito en los
ejemplo: en las convocatorias sobre agro-ecología y tu-
programas de gobierno cuando en las comunidades es
rismo alternativo se toma como fundamentos legales
un espacio vital para la toma de determinaciones que
el Artículo 2° Constitucional y la Ley de Creación de
tienen que ver con la vida comunitaria. Este es otro
la CDI, pero éstos sólo fundamentan qué es lo tienen
ejemplo más de lo que falta hacer para que respeten o
que hacer en el ámbito indígena: si las acciones se re-
se tomen en consideraciones los espacios y las formas
fieren a turismo, pesca, agua, suelo, flora y fauna, sus
que tienen las comunidades para ejercer la libre deter-
fundamentos legales son las leyes de turismo, pesca,
minación y que tienen que ser reconocidas por las ins-
agua, equilibrio ecológico, etc., y poco o nada tiene
tituciones en todo lo que ellas significan.
que ver con la forma de ver las cosas que tienen las
De ahí la necesidad de que juntos construyamos
comunidades indígenas. En este caso retomo a lo que
las políticas que consientan pasar de un Estado pluri-
dice Nemesio Rodríguez: “…las leyes, si no son asumi-
cultural declarativo, a un Estado que permita realmente
das socialmente no sirven, como tampoco sirven las le-
reconocer en los hechos la multiculturalidad, es decir,
yes imposibles de aplicar (Ley Indígena de Oaxaca) o
que permita propiciar el diálogo intercultural que se-
que no tienen reglamentaria”.
guramente fortalecerá las diferentes expresiones de los
Con esto no quiero decir que la utilización de los
procesos de autonomía y reconstitución que han ini-
recursos se tiene que aplicar de manera desordenada,
ciado los pueblos indígenas, los cuales les han permiti-
más bien creo que se tienen que revisar las normas y
do resistir más de 500 años de políticas de olvido y en
el objeto de aplicación de los recursos e, idealmen-
el mejor de los casos, integracionistas.
te, se debe propiciar que los pueblos y comunidades
Me parece que éste es uno de los espacios en que
indígenas puedan ser capaces de generar sus propios
se pueden analizar las coincidencias y diferencias que
recursos, para que su aplicación no dependa de nor-
los trabajadores indigenistas tienen respecto de estos
matividades ajenas a sus propias aspiraciones de desa-
temas interesantes y más aun. Cuando escuchamos las
rrollo; creo que la discusión tiene que enfocarse hacia
experiencias, los propios actores nos comentan sobre
este objetivo, porque una cosa es reconocer en el pa-
los procesos y esfuerzos de reconstitución y autonomía
pel la autonomía y otra cosa es su ejercicio y respeto
que de muchas maneras han implementado, pero sería
institucional.
importante también que en este tipo de seminarios se
Abordar el tema de la autonomía no es fácil, tal vez
sumen personajes de las altas esferas del poder y deci-
por eso la resistencia a reconocerla plenamente en los
sión para que conozcan que existe otro mundo y otras
Acuerdos de San Andrés. Puede entenderse de varias
formas de expresión y de entender las cosas que for-
maneras pero existen coincidencias de organizaciones,
man parte de este mismo México en donde vivimos.
municipios y comunidades en cuanto a que la expresión de la libre determinación es uno de los caminos
1.4 Miguel Palacios (Delegado CDI en Durango): Pro-
para ejercer la autonomía; en las experiencias que co-
gramas y normas en la lucha intercultural (notas de la
nocemos, la asamblea comunal es el espacio en donde
exposición oral)
se puede reconocer la aplicación de este principio de
Como responsable del Centro Coordinador Indige-
la libre determinación, ya que la mayoría de las deci-
nista en la Meseta Purépecha en los años de 1988 a
siones que trascienden al interior de las comunidades
1998, conoció e intervino en una experiencia social
son tomadas en las asambleas comunales, las cuales
de fines de los años ochenta en la Meseta, la cual se
tienen esa fuerza por tener el respaldo de la colecti-
expresó como un movimiento social surgido desde las
vidad. Sin embargo, de manera formal, sólo se tiene
comunidades serranas. Entre sus diversas demandas,
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este movimiento se orientó a la crítica y recuperación de los Fondos Regionales, instrumento muy importan-
des propias y al ciclo productivo y comercial regional.
te del entonces INI, para hacer llegar recursos financie-
• La Meseta es una región con 13 municipios com-
ros a proyectos productivos de grupos organizados. En
pactos, y en torno a ellos se impulsó la convergen-
un principio, los Fondos Regionales no fueron acep-
cia interinstitucional federal, donde SEMARNAT y
tados por las comunidades por una situación política
los PRODERS jugaron un papel integrador de la plu-
muy polarizada, ya que la Meseta era cardenista y a
ralidad institucional.
los Fondos se les ubicaba como parte de la política sa-
• El otro factor de integración eran las propias comu-
linista que cooptaría y dividiría a las comunidades. De
nidades articuladas a través de sus autoridades; fue
ahí que los Fondos se integraran con grupos de traba-
aquí donde el Primer Encuentro ganó el respeto a
jo, en ocasiones compuestos de familiares y de amigos,
estas autoridades comunales, mientras que el Se-
sin mayor representación de sus respectivas comunida-
gundo Encuentro impuso su reconocimiento para
des e impulsando iniciativas productivas y comerciales
la toma de decisiones.
aisladas. Pero también el programa y su normatividad
• Se intentó abrir espacios de interlocución para la pla-
fueron manipulados por funcionarios y técnicos para
neación como fue el caso de los subcomités de de-
favorecer a sus allegados, orientar proyectos hacia ob-
sarrollo regional, donde también se impulsaba una
jetivos personales y desviar recursos. La crítica de las
visión integral y regional para orientar los recursos y
autoridades comunitarias y de los propios comuneros
superar la extrema atomización de los proyectos.
era hacia esa desviación de fondos y a la ausencia de
• Según aumenta el trato entre comunidades e insti-
representación comunitaria y de proyectos orientados
tuciones, se necesita aún más la formación de cua-
al desarrollo de las comunidades.
dros Interculturales de las propias comunidades y
En diálogo con un nuevo equipo del entonces INI,
de las mismas instituciones, que puedan valorar y
encabezado por Sarael Alcauter en el nivel estatal, las
acompañar las iniciativas comunitarias así como
autoridades comunales iniciaron un proceso de varios
aprovechar al máximo las ventajas institucionales.
años, para rediseñar el programa y sus normatividades.
• De igual manera, a partir de 1997 se inició la re-
Se inició con la realización de asambleas comunitarias
orientación de los recursos de los Fondos Regio-
en toda la región, para definir un mandato y una repre-
nales, lo que exigió aumentar la capacitación para
sentación a nivel comunitario. Se dio paso entonces a
operar las nuevas orientaciones más integrales y re-
los Encuentros de Autoridades, de los cuales se realiza-
gionales.
ron dos, y con ese impulso se inicio el rediseño de los
• Así como era importante ampliar los espacios de in-
Fondos Regionales.
terlocución y diálogo entre instituciones así como
• Se aceptaron delegados por grupo de organizacio-
entre instituciones y comunidades, también era fun-
nes productivas y comerciales, de asambleas comu-
damental avanzar en la creación de espacios de in-
nitarias y la presencia de autoridades de pueblos.
tercambio y diálogo entre comunidades que en
• Se abrió una discusión sobre el desarrollo comu-
ocasiones tenían conflictos muy viejos entre ellas.
nitario para pasar de la atomización de proyectos
• A lo largo de este proceso, la parte institucional del
hacia su integración regional; se planteó críticas al
INI tuvo que enfrentar muchas presiones deriva-
uso de insumos industriales y a su dependencia tec-
das de una normatividad que trabaja según metas,
nológica y financiera, y se planteó el uso múltiple
cuando lo que se estaba realizando era de carácter
y sustentable del territorio, en particular el cuidado
progresivo.
y explotación del principal recurso maderable, los De esa experiencia se derivan tres enseñanzas: a) Se
bosques serranos. • Se propuso mecanismos distintos de adminis-
requiere de un equipo institucional con una visión co-
tración que controlaran al administrador y a los
mún y dispuesto a aprender de las relaciones con comu-
técnicos en la administración de los recursos, así
nidades y de otras instituciones, que trabaje para desatar
como adecuar las normatividades a las necesida-
un proceso y acompañarlo. b) En ese proceso se debe
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193
avanzar hacia la integración de un equipo mayor, tan-
biernos nacionales destinaran mayores esfuerzos jurí-
to interinstitucional como interdisciplinario y de género,
dicos y presupuestales para su reconocimiento, ahora
para atender una región con muchas y diversas comu-
nos encontramos en un escenario de baja atención tan-
nidades y a los grupos emergentes de mujeres. c) Hacer
to internacional como en los Estados-nación. Aún así,
una selección del universo de las comunidades donde
en términos sociales el escenario a futuro no es tan pe-
es posible trabajar, con experiencias previas, sin muchos
simista. Se observa una mayor preocupación por parte
conflictos internos y contra los vecinos. d) Definir una
de las comunidades indígenas para recuperar aspectos
política de concertación hacia las comunidades, los lí-
centrales de su cultura como la lengua.
deres locales, los presidentes municipales, los cabildos,
Es fundamental ponderar al indigenismo mexicano,
los diputados locales y federales. El proceso avanza si se
que ha sido cuestionado y criticado con mucha fuerza
reducen los conflictos hacia estos actores.
y con razones importantes. No obstante, la experiencia latinoamericana muestra un contraste agudo donde
2. Intervenciones
la integración tan criticada en México existió en contados casos, en un panorama dominante de confronta-
2.1 Leopoldo Zorrilla: Respuesta rápida en los Fondos El maestro Zorrila recordó cómo se diseñaron los
ción y exterminio, y no mediante el poder blando de la cultura, sino mediante la violencia material.
Fondos Regionales. Se trataba de concretar en muy poco tiempo un instrumento heterodoxo para bajar recursos, no siempre con la simpatía de la ortodoxia financiera del gobierno federal. En esas circunstancias se le encargó a Ismael Villar y a él, la creación del programa y de su normatividad; en quince días de trabajo 194
intenso se creó, teniendo en mente a las figuras asociativas de las ARICS y estableciendo metas para hacer ver que se trataba de un programa autosustentable, no de subsidios sin recuperación. Por ese motivo se hizo un modelo general, que bajase los recursos, y orientado a las organizaciones campesinas de productores. Recordó que ese modelo financiero fue propuesto por Rose Leikof en 1975 en la facultad de Ingeniería de la UNAM.
2.2 Guillermo Espinoza: Señales adversas para el indigenismo Las experiencias recientes señalan la necesidad de que las instituciones se orienten a la creación de equipos interculturales capaces de crear el diálogo con las comunidades y rediseñar contenidos, programas y normatividades de las políticas públicas. Esta exigencia se acentúa por el reconocimiento pleno de los derechos
B. ELEMENTOS DE CRÍTICA SURGIDAS DE LAS EXPOSICIONES Y DEL DEBATE ¿Es factible diseñar acciones de interculturalidad en un escenario donde históricamente se ha generado una cultura homogénea y nacionalista? Las políticas de gobierno son parte de esa inercia pues: • Se coloca en una jerarquía de saber, conocimiento e información que desplaza o subordina a la pluriculturalidad. • Establecen reglas del juego (normatividades, reglamentaciones, leyes) de difícil acceso para las comunidades ajenas, o que consolida su subordinación y que no reconocen su riqueza potencial. • Tienen escasa cobertura real, pocos recursos y se convierte en accesos privilegiados. • Crean monopolios de decisiones en manos de funcionarios, técnicos y administrativos, e influenciadas por poderes regionales, separadas de las comunidades o municipios. • Tienen formulas de distribución de recursos homogéneas. Normatividad y etiquetación no permiten que se tome en cuenta la peculiaridad local.
indígenas y el reconocimiento de una mayor diversidad étnica en las regiones. Hay, sin embargo, señales adversas a futuro: a diferencia de la década de los noventa, cuando existió una fuerte atención internacional de organismos y agencias hacia la cuestión indígena y que impulsó a que los go-
C. RUTAS POSIBLES PARA CONSTRUIR RELACIONES INTERCULTURALES La educación intercultural debe ser para todos. En regiones indígenas debe ser bilingüe con infraestructuras iguales y servicios competitivos. Pero también es hacia
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la cultura dominante para que conozca sus relaciones
ta generó un interesante debate entre los participantes,
de dominio hacia el otro y reconozca y valore al otro.
entre lo cuales destacan los planteamientos de Tama-
La salud debe impulsarse para ampliar coberturas
ra Rojas y de Paloma Bonfil. Tamara Rojas planteó que
universales y, a la vez, avanzar en programas especí-
se debe reflexionar sobre las asambleas comunitarias
ficos (modelos de atención) que recuperen y valoren
como los espacios privilegiados de interlocución entre
las culturas de salud y combinen medicina académi-
las políticas públicas (instituciones y los pueblos indí-
ca con tradicional. Requiere de instituciones que reco-
genas); en su opinión se encuentran en un proceso de
nozcan sus inercias de dominación y sus capacidades
decadencia y su funcionamiento resulta tendencioso,
para fomentar la interculturalidad horizontal (espacios
además que pueden resultar altamente influenciables
interculturales) y de alianza de culturas. Es parte de la
por pequeños grupos organizados y de poder dentro de
construcción de otro proyecto de Nación.
las comunidades. Por ello, tratar de aplicar las políticas
Requiere de equipos multidisciplinarios e intercultu-
públicas a través de las asambleas comunitarias resul-
rales en las instituciones. Jesús Silva destacó un elemen-
taría muy riesgoso: se trata de una propuesta que debe
to central de la nueva política indigenista: recuperar la
reflexionarse con más amplitud y autocrítica; en este
estrategia de investigación-acción como un aspecto no-
debate influyen las diferencias en el funcionamiento
dal para la operación de las políticas públicas.
de las comunidades indígenas localizadas en la zona
Existen experiencias sociales de “ocupación” de
de Mesoamérica y en Aridoamérica.
instituciones y de mercados donde los sujetos socia-
Tanto Tamara Rojas como Miguel Palacios comenta-
les enfrentan a la interculturalidad de dominación que
ron sobre estas diferencias entre Mesoamérica y Arido-
ejercen los administradores y técnicos, las normativi-
américa. Debido a las grandes extensiones de terreno y
dades complicadas y homogéneas, las decisiones de
la alta dispersión de las comunidades, las acciones de
los expertos, etc., que puede derivar en corrupción y
política pública elevan sus costos y se hace difícil su ins-
orientación hacia proyectos sin control comunitario. En
trumentación, esto por lo complejo que resulta acceder
esas experiencias se rehace la representación comunal,
a algunas zonas y de la pertinencia de las obras y los
se toma el espacio de las decisiones, se apropian de sa-
recursos. Entre los principales problemas se encuentran
beres, se pasa de la atomización de proyectos familia-
el narcotráfico y la tala de bosques, además de un con-
res o de grupos hacia propuestas de desarrollo integral,
trol político por parte de caciques. El ejercicio del poder
se controlan las técnicas productivas de comercializa-
frecuentemente se establece en forma clientelar, lo cual
ción y contables, se generan normatividades propias.
se combina con una presencia institucional debilitada o
Los sujetos sociales generan también problemas de
inexistente. No obstante se están presentando procesos
corrupción y clientelismo: los lideres se desprenden y
importantes de participación comunitaria. Las políticas
pasan a depender de instituciones, personajes o parti-
dirigidas a estas comunidades tendrán que apostarle a
dos, las asambleas son plurales pero manipulables por
proyectos de infraestructura básica. En el terreno de lo cultural, existen espacios sagra-
pequeños grupos de poder.
dos que pocas personas conocen. Existen también es-
D. TEMA POLÉMICO: LA COMUNIDAD COMO EJE DE INTERLOCUCIÓN Un tema sobre el que se debatió de manera amplia en la sesión fue el de la “comunidad” como espacio de interlocución para la aplicación de políticas públicas. Armando Alcántara y Miguel Palacios en sus presentaciones propusieron retomar la figura de la asamblea comunitaria como el espacio privilegiado de interlocución para la aplicación de las políticas públicas, ello a partir de narrar el funcionamiento de las mismas en el caso de Oaxaca y de Michoacán. Dicha propues-
pacios de confluencia interétnica como el que se da entre huicholes, tepehuanos y mexicaneros, quienes interactúan y además delimitan dicho espacio, respetando prácticas y concepciones entre ellos. En este sentido puede mencionarse el caso de las ofrendas, las cuales sólo se tocan por el grupo étnico que la colocó. En el caso de las comunidades de Durango, su composición es diferente a la característica mesoamericana. Resalta para las comunidades de Durango el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales, sobre todo debido a la extensión de territorio otorgado
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195
a ciertos grupos, por ejemplo la comunidad tepehuana
comunidad deja atrás su sentido originalmente agra-
de Ocotlán cuenta con 5 000 hectáreas. Otro ejemplo
rio, pero los límites y contenidos de dicho territorio se
sería la comunidad de Bernalejo, la cual traspasa los lí-
siguen pensando estrechamente vinculados con este
mites territoriales (Durango y Zacatecas).
aspecto. Ver la comunidad como una entidad homo-
Por su parte, para Paloma Bonfil, la comunidad re-
génea representa un riesgo, sobre todo cuando ciertos
presenta un espacio eminentemente político. Por tan-
sectores de indígenas como por ejemplo los jóvenes
to, la labor de la CDI se torna en un trabajo de carácter
se asientan en espacios urbanos, o bien cuando no se
también político. Ello claramente se percibe cuando la
toma en cuenta a las mujeres.
196
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Zonas ecológicas y regiones indígenas de México
197
Fuente: Toledo et al., “El Atlas etnoecológico de México y Centroamérica: fundamentos, métodos y resultados”, Revista Etnoecológica, vol. VI, núm. 8, UNAM, México, 2001.
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Irrumpen los pueblos
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201
SEGUNDA PARTE: ESTALLIDOS Carlos San Juan Victoria En la primera parte de este ensayo registramos dos pulsos que recorren a los pueblos. En primer lugar la enorme historia de los pueblos originarios aún vigente y en mudanza continua, que como raíz profunda intenta dar nueva vida a la relación antigua entre colectivos étnicos y territorios, al biotopo ancestral. Pero también un “paisaje de transformaciones” que recorre a la intimidad de los pueblos y a sus entornos, como si el vínculo entre estas pequeñas sociedades y sus territorios, estas balsas de arraigos y pertenencias, se encontraran en las aguas rápidas de un cambio del mundo, del país y de las regiones, y hubiese riesgo cierto de naufragio. En esta segunda parte nos detendremos a revisar esta contrariedad, donde al parecer nuestro presente está habitado por dos tendencias, una que quiere volver a enraizar pueblo y territorio, justo cuando en el carril contrario un nuevo ordenamiento global del mundo y de la Nación empuja hacia el desarraigo. Es un asunto importante, afecta la manera en que se mira el presente y el futuro de los pueblos. Por ejemplo, considerar que son asunto de agendas heredadas, de desigualdades que arrastramos, y que además, por su condición periférica y marginal, sin relación alguna con las formas más avanzadas de la modernidad vigente. O bien que sus síntomas remiten a los últimos estertores de viejos organismos sociales, piezas de museo que se pasean
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202
fuera de sus vitrinas, y que se disolverán en ciudades
toria que en parte fue conocida en el Seminario y que
y en corredores migratorios de un mundo cambiado,
parece encerrar muchos de los sentidos del presente
para bien de ellos y de todos.
de los pueblos originarios y de sus ventanas a futuro.
Según intentaremos mostrar, las dos tendencias que
Es la historia donde una de las formas más atípicas y
recorren a los pueblos originarios y a sus contextos re-
marginales de estos pueblos —no más de mil perso-
miten, por un lado, al riesgo cierto a una escala hasta
nas— que a través de la propiedad ejidal y comunal
ahora no vivida de la desterritorialización de socieda-
son dueños de cerca de 100 kilómetros de litoral, se-
des milenarias. Entre 2000 y 2005 el INEGI reportó la
dentarios muy recientes que conservan viva su cultura
desaparición de 11 mil localidades en el país, algunas
milenaria de nómadas, cuando apenas lograba arraigar
por reajustes administrativos, pero muchas por el vacia-
su reciente “fijeza” sedentaria, deben enfrentar la ex-
miento migratorio (INEGI, 2005). Pero también está su
pansión del Estado y del mercado en territorios hasta
contrario, como potencia, reto y posibilidad: que esas
entonces desdeñados. Veamos:
acumulaciones de experiencia que son los pueblos lo-
Los yaqui nombraron a este pueblo como seri (“la gen-
gren transformaciones locales —como lo hacen— y se
te de la arena”), que en su existencia actual muestran
conecten a redes de cambio global que no sólo les per-
a la vez lo más viejo y lo más nuevo, los rastros frescos
mitan sobrevivir, sino abrir formas de vidas plurales y
de los nómadas del inicio de los pueblos originarios
vitales en la aplastante reorganización homogénea y ex-
y sus dilemas más contemporáneos. Ahora sabemos
cluyente que impone el mercado y en aprovechar sus
por los arqueólogos que en un arco temporal de de-
pocos nichos de oportunidad. El modo en que se pre-
cenas de milenios ocurrió el verdadero descubrimien-
sentan estas tendencias en los pueblos asemeja a los cír-
to de esta masa continental que nombramos América.
culos concéntricos que se forman en un espejo de agua
Bandas de cazadores siberianos atravesaron el Estrecho
al caer no una sino varias piedras. Importa la naturaleza
de Behring y dieron inicio a una exploración que los
de los impactos, pero también esa secuencia que va des-
llevaría hasta la Patagonia. Hasta 6 mil años antes de
de el interior comunitario a los varios contextos locales
nuestra era la forma dominante de civilización fue la
y globales que lo enmarcan, de ida y vuelta, y luego, los
de los nómadas. Los primeros registros de la presencia
entrelazamientos entre los varios círculos concéntricos
del pueblo Seri se remontan a 2 mil años a.C. en las
que se expanden. Como veremos, es un juego de ida
llanuras costeras de Sonora.
y vuelta, donde macro oleadas globales transforman lo
Con el pasar del tiempo, esta gente llegó a com-
más pequeño, al individuo, a sus formas de socialidad
prender tres grupos, divididos a su vez en seis gru-
inmediata, a los espacios locales. Pero que esas modifi-
pos geográficos más pequeños. La tradición oral y
caciones en lo mínimo afectan también a lo más gran-
la evidencia arqueológica indican que esos grupos
de, a la Nación, al Estado y al orden global. Ahí se juega
ocuparon las islas Tiburón y San Esteban, y el área
una profunda reconsideración de las representaciones
de la costa de la tierra firme partiendo desde Gua-
conceptuales sobre los pueblos y sus tendencias y de las
ymas hacia el norte, hasta Puerto Lobos. Se estima
políticas orientadas a la población indígena aún territo-
que en un tiempo abarcaron varios miles de perso-
rializada. Intuimos procesos desbordados y escenarios
nas (Moser, 1976).
que falta informar, debatir y reconceptualizar, como si entre la experiencia y el concepto estallaran desencuen-
Esa parte de la costa sonorense es hostil, domina el
tros a varios niveles. En esta parte haremos un recuento
desierto y sus temperaturas cotidianas llegan a más de
de esos estallidos, que giran todos en torno a las expe-
40 ºC, la llanura calcinada está cercada por el mar y sie-
riencias reseñadas
rras escabrosas. Cuando arribaron los primeros conquistadores europeos ya en el siglo XVI fueron repelidos por
¿Lucha por los territorios?
esa tierra de desolación, sin tierra fértil, ni pastos para el ganado y de depósitos minerales. Pero ese pueblo nom-
En el arranque del nuevo milenio, la parte central de
brado por los yaqui “gente de la arena” había domado
la llanura costera sonorense registra una pequeña his-
cientos de años antes a esa agresiva naturaleza. En pro-
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cesos de apropiación cultural del espacio aprendieron a
ventan al “otro”. En la aplicación estricta de la política
vivir del mar y del desierto, desarrollaron sus rasgos de
agraria imaginada para el centro-sur de la República
cazadores, de pescadores y de recolectores en esa tie-
(el ámbito de Mesoamérica), se les puso como condi-
rra desamparada. Ahora sabemos que su lengua nombra
ción —para ser dotados de propiedad comunal en la
a 425 especies vegetales y a sus usos diversos, de ellos
Isla de Tiburón y de propiedad ejidal en la franja cos-
106 tienen usos medicinales y 94 sirven como alimento,
tera— que se constituyeran en “comunidad agraria”,
este conocimiento especializado contrasta con el inven-
eligieran en “asamblea” a sus “autoridades” ejidales y
tario moderno de la flora que repara más en las grandes
comunales, en una palabra, que se inventaran como el
familias, no en sus individuos, y distingue el matorral
interlocutor que el Estado exige. Lo que ocurrió con los
micrófilo, la vegetación del desierto arenoso y el mato-
pueblos de Mesoamérica, con sus varias capas de crea-
rral sarcocaule. (SEMARNAT, s.f.)
ción, invención, adaptación de formas organizativas,
Es el único pueblo del mundo que cosecha y con-
aquí se convirtió en exigencia instantánea para adop-
sume la semilla de un pasto de mar (zostera marina),
tar el disfraz de la comunidad agraria. El Estado “inven-
conoce los depósitos costeros de la almeja, el mejillón,
ta al otro”, y así como la monarquía inventó al indio,
el ostión, el caracol; pesca camarón langosta, tibu-
ahora se inventa al campesino organizado.
rón, atún, sierra, corvina, anchoveta, arenque de rabo,
La restitución del territorio implicó la intensifica-
lenguado, lisa, mero, y tiene un gusto especial por la
ción de las relaciones con el Estado Mexicano.
caguama prieta. Por medio de la cultura, crearon un
Ahora el territorio quedaba bajo la legalidad de
“medio ambiente” propio y benéfico, su cosmovisión y
la política agraria nacional. Dicha institución les
sus ritos celebran esa compenetración entre el pueblo,
exigía a los ejidatarios que nombraran un “comi-
el mar y el desierto, al modo nómada de reconocer y
sariado ejidal”. A los comuneros de la Isla se les
aprovechar un amplio espacio que al caminar y usar
pide un “presidente de bienes comunales”, quien
convierten en hábitat. Que este es un proceso original
queda reconocido como el Gobernador Tradicio-
y propio de producción cultural lo revela su lengua.
nal, cuyo origen se deriva de la formación de los
En la “Presentación y análisis preliminar de 600 topó-
consejos supremos promovidos por la CNC. De
nimos seris”, Marlett y Moser (2005) advierten que al
esta manera una comunidad nómada, que no re-
nombrar lugares no realizan “préstamos del español ni
conocía jefes sino representantes ocasionales,
préstamos al español” y que el topónimo localiza sitios
tuvo que elegir a un presidente y a un comisaria-
importantes para la reproducción del grupo nómada,
do, con la atenuante que debía elegirse de manera
los lugares donde arriba la tortuga a desovar, las acu-
democrática. Estas autoridades se sumaban al re-
mulaciones de crustáceos, el agua dulce. No “nombra”
presentante de la cooperativa pesquera. Esta es la
poblaciones.
transformación política de mayor impacto en las
Otra poderosa singularidad es que este pueblo no
relaciones internas de los comcáac y que además
creó, ni parecía necesitarla hasta hace muy poco, una
se dio a partir de la relación con el Estado con res-
macro estructura de pertenencia por encima de los li-
pecto al manejo del territorio. Ahora los comcáac
najes y los clanes, no creó un “pueblo” a la manera
serían mexicanos, sonorenses, hermosillenses, pi-
mesoamericana. Las reinvenciones coloniales de los
tiqueños, ejidatarios, comuneros, priistas, cene-
pueblos tampoco les afectaron, menos la creación de
cistas y entrarían a las prácticas electorales vía el
ayuntamientos republicanos, a ellos que de manera
sufragio (Luque y Robles, 2006: 173).
muy reciente saben que pertenecen a los municipios de Pitiquito y de Hermosillo, Sonora. Los lazos de paren-
Una compleja circunstancia (guerras internas y ex-
tesco dominan la organización social, y en épocas de
ternas, enfermedades, paso del semi nomadismo a la
guerra surgen jefes que aglutinan sólo para esa ocasión
sedentarización, la progresiva ocupación de la franja
a varios linajes. Esa condición extrema hace que emer-
costera por explotaciones agrícolas y ganaderas gracias
jan de manera desnuda los modos dominadores de las
a la perforación de pozos profundos para irrigación)
macro entidades del Estado-nación, que nombran e in-
hizo que esta población casi se exterminara.
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203
Las luchas internas y externas continuaron hasta
Pero llegó la Escalera Náutica
después de 1900. Esto, junto con epidemias, casi causó la extinción de dos de los grupos dialectales,
En el mega proyecto de la Escalera Náutica se asocian
y el fin de los seis grupos geográficos. Para 1930 los
las nuevas racionalidades de intervención de Estados
comcáac eran solamente 160 (Moser, 1976).
rehabilitados como grandes promotores y creadores de infraestructuras para la inversión privada y empresas
204
En los años setenta recibieron un paquete integral
trasnacionales y nacionales dispuestas a aprovechar los
de ayuda federal, consistía en embarcaciones con mo-
nichos de inversión propios del siglo XXI, así como pa-
tor, instrumentos de pesca, un conjunto de viviendas,
pel regulador de las instancias supranacionales de la
bodegas y equipo para congelar el pescado. Les hicie-
globalización, como la OMC. Ahí se incuba uno de los
ron poco caso. Estaban “enfermos del alma”, prospera-
núcleos más expansivos y rentable del capitalismo en
ron las enfermedades, el alcoholismo, la población se
su forma actual.
redujo, los equipos se enmohecieron, las pequeñas ca-
El proyecto de Escalera Náutica comprende la
sas se usaron para guardar el ganado.
zona costera de los estados de Baja California,
En el 2005 cuando se hizo la reunión del Nores-
Baja California Sur, Sonora y Sinaloa. Cuenta con
te asistieron unos jóvenes, algunos con larga cabellera,
una longitud de aproximadamente 4 500 kilóme-
cuerpo musculoso y de altura por encima de la me-
tros en costas, incorpora 28 municipios y concen-
dia. Hablaron de su rápido aprendizaje en tareas de
tra una población para el año 2000 de 6 721 296
conservación del borrego cimarrón, especie en riesgo
habitantes. Sin el proyecto, se calcula que la po-
de extinción, que fueron introducidos por programas
blación, con el crecimiento natural que ha teni-
federales, del éxito del proyecto donde estos borregos
do en la última década, aumente dos millones de
empezaron a abundar en la Isla Tiburón y de su aso-
habitantes (Consultores Internacionales, UABC,
ciación con organizaciones internacionales conser-
2002). La propuesta es un proyecto de fomento
vacionistas. Hablaron de cómo se introdujeron en el
del sector, en la especialidad náutica, con 24 pa-
naciente mercado cinegético, de la venta de licencias
raderos, dos centros náuticos nuevos y fortaleci-
cinegéticas en el mercado de Estados Unidos y de los
miento a los existentes. El proyecto presenta dos
ingresos respetables que recibían, de cómo se expan-
fases: una al 2006 y otra al 2014, esperando con-
dían hacia la conservación de la tortuga marina y de
solidarse en el 2030 […] La importancia que tiene
la formación de nuevas generaciones de jóvenes como
esta región heterogénea se debe principalmen-
técnicos. La población había crecido a mil personas,
te al alto valor en la captura pesquera en el Mar
las actividades se diversificaron hacia una combinación
de Cortés, que rebasa los 300 millones de dóla-
de subsistencia (recolección de plantas, frutos) y de ob-
res por año, generando empleo a más de 50 mil
tención de ingresos (pesca, cinegética, artesanías). Su
trabajadores. La pesca deportiva es un poderoso
anterior aislamiento se convirtió en una red de vincula-
atrayente de turistas a la región. Ha sido la acti-
ciones con los mercados regionales y globales, los mu-
vidad que detonó el desarrollo de hoteles, mari-
nicipios y los programas estatales, las organizaciones
nas y embarcaciones. […] Actualmente, la región
no gubernamentales y programas internacionales. Pero
se enfrenta a una creciente presión sobre la tie-
a la vez que había este movimiento “hacia adelante”
rra para desarrollar la actividad turística. Debido
que los enlazaba con las corrientes más poderosas del
a esta situación, se desea promover un desarro-
presente y del futuro, se llevaba a cabo una revolución
llo sustentable en la región a fin de proponer una
interior, una recuperación orgullosa de su pasado nó-
oferta integral de infraestructura y servicios de
mada, en primer lugar de su propio lenguaje, el cmii-
apoyo náutico, carretero y aeroportuario para im-
que iitom, para afianzarse como sedentarios. Por eso al
pulsar el desarrollo turístico, bajo la considera-
tomar la palabra en esa reunión de Hermosillo, Sono-
ción de sustentabilidad en el aprovechamiento de
ra, lo primero que dijeron fue: No nos llamamos seri,
recursos que incluya la costa noroeste del océano
nuestro nombre es Comcáac, “la gente”.
Pacífico (SEMARNAT, s.f.).
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La frontera natural que trazó la aridez del desierto
complejidad geológica, geográfica y biológica. El Es-
y que había protegido a los comcáac se hace cada vez
tado recompuesto extiende su soberanía a través de
más frágil. De hecho, en los últimos 60 años ha sufri-
las Áreas Naturales Protegidas y una densa legislación
do varias invasiones, sólo que la de ahora es masiva
sobre el “medio ambiente”. En la región aludida exis-
y envolvente. La franja costera sonorense fue uno de
ten ya seis Ordenamientos Ecológicos decretados, 11
los “polos de desarrollo” de la modernidad concentra-
concluidos técnicamente y dos en proceso (SEMARNAT,
da del siglo XX, que prosperó entre su quinta y sépti-
s.f.). En un prolongado proceso las élites estatales se re-
ma década, orientada al mercado interno y con fuerte
componen, la vieja coalición gobernante se nutre en su
protección estatal e infraestructuras de riego. ¿Por qué
cúspide de tecnocracias y empresarios sensibles a los
fue una modernidad concentrada? Porque a su amparo
nuevos mercados. Desde instancias supranacionales
se crearon puntos focalizados de agricultura de riego y
de nueva racionalidad global (Banco Mundial, Organi-
mecanizada, así como áreas ganaderas, pero como en-
zación Mundial del Comercio), se rediseña el espacio
claves delimitados, restringidos a los cauces de los ríos,
para nuevas formas de asociación entre el Estado y el
a los pozos profundos y a los distritos de riego, como
mercado (Babb, 2003).
oasis artificiales en el desierto, sin mayor ambición de
Esa historia local y perdida en una microrregión
cubrir al territorio. Con todo, ahí prosperó uno de los
desdeñada hasta hace pocos años por los enclaves
focos de prosperidad más intenso del país, asociado no
agrarios y ganaderos de la costa sonorense; que afec-
a la “ventajas comparativas del mercado” sino al factor
ta a uno de los pueblos menos extensos, reconocidos
político del Grupo Sonora y de la integración de fami-
y estudiados en México, demuestra, sin embargo, el
lias del noroeste en la coalición gobernante de los go-
signo más inquietante de nuestro tiempo. Que inclu-
biernos post revolucionarios.
so esas regiones marginales se ven penetradas por una
La región es una de las más importantes del sector
pluralidad de actores e intereses de mercado y Estado,
agropecuario mexicano; concentra 50% de la su-
con una fuerza y una ambición totalizadora de ocu-
perficie bajo riego del país y aporta 40% de la pro-
par y reorganizar el espacio. Otra vez, como ocurrió
ducción agrícola nacional. Los principales cultivos
hace 500 años, las formas actuales de la globalización
son el trigo, las hortalizas y las oleaginosas. Ade-
colocan a regiones y pueblos marginales en el centro.
más, existen alrededor de 500 mil cabezas de ga-
En esta historia se concentran los síntomas que brota-
nado (SEMARNAT, s.f.).
ron en el Seminario y los Encuentros. Por una parte, la forma híbrida en que los pueblos tienden a afianzarse
Ya en las últimas décadas del siglo pasado apare-
al territorio; por la otra, las diversas maneras en que se
cen los signos de otras penetraciones, de naturaleza
expresan nuevas incursiones en sus espacios. Por eso
distinta, donde el rasgo que domina no sólo es políti-
uno de los estallidos tiene que ver con un horizonte
co, sino de florecimiento de nuevos mercados. Por un
probable de lucha por territorios, ya que las renovadas
lado, emerge otro interés mercantil, ya no de produc-
incursiones de apropiación de los espacios por las nue-
ción agrícola y ganadera, sino de pesca deportiva, que
vas fuerzas expansivas de la globalización no ocurren
va sembrando de paradores, hoteles, muelles, restau-
en el vacío social, por el contrario, según advertimos,
rantes y lugares de esparcimiento a la costa del Mar
junto a fuerzas que desgranan a los pueblos, hay im-
de Cortés. Por el otro, se agita una oleada seculariza-
pulsos que los vuelven a sembrar.
dora donde el Estado se expande hacia regiones ignoradas, gracias a revoluciones científico tecnológicas, a
Des-territorializar
la apropiación estatal de la nueva axiología ecologista y al despuntar de horizontes de acumulación capi-
La microhistoria comcaác y los otros testimonios es-
talista en la mercantilización de los recursos naturales
cuchados en el Seminario y los Encuentros tienen una
y en la biotecnología. Surge una nueva conciencia de
dimensión nacional que necesitamos subrayar. No se
apropiación territorial que contrasta con las nocio-
trata de episodios aislados y sólo locales, sino de una
nes focalizadas anteriores, que pretende cubrir toda la
época donde se juega una reorganización del espa-
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206
cio a escala del Estado-nación y, como veremos, de
mucho caminar donde bandas de cazadores siberianos
los bloques regionales en los que se rearma el mun-
exploraron y reconocieron una enorme diversidad de
do. ¿Pero cuál puede ser la importancia estratégica de
nichos territoriales con su riqueza biológica, en llanu-
esa pluralidad de pueblos que sólo representan 12%
ras costeras, en valles serranos, en llanos del altiplano.
de la población nacional? Según lo ha documentado
Estos conocimientos adquirieron una especialización
Víctor Manuel Toledo, en el amplio territorio nacional
espacial con las primeras territorializaciones sedenta-
tienden a convivir la biodiversidad con la diversidad
rias que iniciaron apenas hace 6 mil años, y sus inten-
cultural; en otras palabras, la mucha vida natural co-
sos cambios vividos con los Estados mesoamericanos,
incide con la diversidad cultural de los pueblos origi-
la Colonia y las repúblicas. Pero nunca dejaron de ca-
narios (Toledo et al., 2001). Agua, playas, bancos de
minar. Fluyeron por los circuitos de intercambio, caza
minerales, bosques, conviven con amplias zonas ero-
y recolección y los caminos sagrados de Mesoamérica;
sionadas y de semi desierto en las zonas indígenas. Se-
igual hicieron en la Colonia, escapando en ocasiones
ría un error naturalista del siglo XVIII querer dibujar un
al monopolio de las repúblicas de naturales y vagaron
cuerno de la abundancia ahí, pero sería un error tec-
por ciudades, fundos mineros, obrajes, estancias agrí-
nocrático del siglo XX reducir los territorios indígenas
colas y comerciales, en busca de residencia y trabajo.
a indicadores de carencia. Pero aun reconociendo esta
En las repúblicas su mucho caminar se debió a desalo-
convivencia de biodiversidad y pluralidad cultural, ¿no
jos de propietarios privados o de gobiernos, a las crisis
asistimos acaso a migraciones masivas que vacían pue-
agrarias y a oleadas de migración hacia las ciudades
blos enteros?
y las zonas de actividad comercial. Ahora en la más
En efecto, un indicador de la condición actual de
reciente globalización continúan en redes internacio-
la población considerada indígena es que 40% vive ya
nales donde aparecen en Arabia Saudita y en Alaska,
en entornos urbanos nacionales o extranjeros, mien-
y donde todo el sur de EUA es ocupado por culturas-
tras que 60% se aferra a sus territorios. Oscilan entre
esporas, es decir, grupos humanos sin la cobertura es-
el territorio y la migración hacia las ciudades. En ri-
tatal de origen y sin raíz territorial, dispersados por las
gor, la reflexión sobre la circunstancia indígena actual
fuerzas del mucho abandono o del interés focalizado
tendría que desdoblarse en las condiciones de integra-
del mercado y del Estado, y que sin embargo renacen
ción y resistencia urbana, por un lado, y por el otro,
sin cesar. Caminan e incluso cuando lo hacen como
en sus transformaciones o extinciones como pequeñas
individuos solos van envueltos en tejidos culturales de
sociedades agrarias. No se trata de dos planos separa-
parentescos, vecindades y vínculos con nichos terri-
dos, sino de situaciones vitales entrelazadas. Las expe-
toriales y de biodiversidad. Ya sin la fijeza de la tierra
riencias que conocimos en el Seminario Itinerante se
propia, flotan como etnoesferas (Sloterdijk, 2003).
mueven en esa contrariedad, por un lado la tendencia
Y es que de manera histórica, en su largo proceso
migratoria y su confluencia con varios factores de des-
se distinguen al menos tres tendencias: una donde la
territorialización, pero también los lazos entre migra-
sedentarización tejió culturas de sangre y territorio, y
ción y los otros factores que “siembran” pueblos en los
produjo una diversidad cultural vinculada a la diversi-
territorios.
dad geobiológica, que resisten y se reproducen en las
¿Es un fenómeno propio de la globalización o cons-
condiciones más adversas. Otra de movimientos mi-
titutivo de estas pequeñas sociedades agrarias? Sólo
gratorios constantes que convive con la cultura terri-
para abrir una ventana hacia un horizonte de muy lar-
torial, y donde la comunidad con raíz convive con la
go plazo, habrá que recordar que los imaginarios de
comunidad viajera, se retroalimentan y se pelean. Por
los sedentarios, (la sangre y la tierra, las genealogías y
último, una inclinación migratoria que se conduce a
el territorio) aparte de muy recientes en la historia de lo
la integración plena en sociedades mayores donde los
humano, se entrelazan siempre con reacomodos, viajes
lazos hacia las comunidades de origen y a las comu-
para intercambiar y trabajar, rutas sagradas y de caza y
nidades-esporas desaparecen y se reconstruyen nuevas
de recolección. Los que se asientan olvidan que siem-
identidades requeridas por la sociedad mayor. Estas tres
pre caminan. La riqueza cultural actual proviene de un
tendencias están presentes en los relatos de los partici-
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pantes del seminario, acompañan al menos desde el
a poblaciones ya territorializadas a modificar su asen-
siglo XVIII y XIX a muchos pueblos, y en el siglo XX se
tamiento y trasladarse a las partes encrespadas de las
intensifican. Lo que abre como interrogante el siglo XXI
sierras en las llamadas “regiones de refugio”, que a lo
es si estas tres tendencias seguirán conviviendo, o si las
largo del siglo XX serían recolonizadas por las familias
novedades que introduce la actual globalización con-
mestizas y criollas de las cabeceras municipales y los
ducen a la erosión de las dos primeras e impulsan de
enclaves urbanos. En ese horno histórico se cocieron es-
manera irresistible sólo a la tercera. En otras palabras,
tructuras y mentalidades de dominación férrea y persis-
que haya un impulso imparable hacia la desterritoriali-
tente, donde la discriminación no es concepto abstracto
zación, donde la población y su vínculo con el territo-
sino una compleja gama de relaciones cotidianas que ti-
rio, el biotopo, se desgaje.
ñen todos los tratos entre blancos y morenos, letrados e
Lo que presenciamos en estos años es que recobran
iletrados, comerciantes y consumidores, prestamistas y
nuevos bríos un complejo de fuerzas que empujan a
deudores, funcionarios y ciudadanos. Durante el largo
la desterritorialización. Son varias “edades” de saqueo
periodo de hegemonía “revolucionaria y agrarista”, es-
que ahora coinciden, de tomar y usar hombres y recur-
tos poderes implacables tuvieron que aprender a convi-
sos sin ningún retén ético o legal; que vienen de muy
vir con la propiedad social que limitó su venta, no así su
lejos, otros se forjaron en el siglo pasado, pero sobre
renta; con la presencia a veces marginal y en ocasiones
todo, su nuevo vigor viene de una transformación glo-
variada de la Federación con sus programas educativos,
bal muy reciente que hemos apenas señalado en otros
de salud, de relaciones clientelares con cacicazgos indí-
momentos. En un apunte breve señalemos los rasgos
genas, y de las “ligas agrarias” integradas por los pueblos
de estos estratos, para advertir la amplitud y compleji-
originarios. También con expansiones de los mercados
dad de su despliegue.
nacionales y regionales que fracturaban su monopolio
El estrato más profundo, persistente y predador es
mercantil. Pero desde 1992 se encontraron con la bue-
el de los circuitos locales y regionales de poder, for-
na nueva (para ellos) de una ambigüedad que señalaba
jados desde la Colonia como las ciudades-mercados
que estaba en marcha una profunda reestructuración del
dominantes sobre regiones con población mayoritaria
Estado-nación: por un lado, se abrieron caminos para el
indígena.
mercado de tierras con la reforma constitucional del ar-
Los españoles impusieron un sistema de merca-
tículo 27; por el otro, se reconocía la “pluriculturalidad
dos del tipo romano, esto es, una ciudad merca-
de la Nación” y se empezaba a hablar de derechos in-
do que tenía a su vez mercados subsidiarios, que
dígenas. Extraños derechos, que en cerca de 14 años de
se celebran una vez a la semana y que sólo podían
reformas carecen de “personalidad jurídica” para acce-
comerciar con el mercado central y no entre sí. El
der a tribunales, cosa que no ocurre, por ejemplo, con el
mercado central establece mecanismos de domi-
derecho a la propiedad, el laboral y el agrario. En otras
nación económica, al imponer precios, productos,
palabras, son derechos que no se pueden ejercer, al ca-
conductos y rutas de comercio, etc., todo lo cual
recer de un sujeto con personalidad jurídica (San Juan,
va finalmente a conformar un excelente mecanis-
2004). Las diversas rutas de reestructuración del Esta-
mo de dominación colonial, además de garantizar
do-nación les abrieron campos de oportunidad con la
la fragmentación social de los grupos, ya que cada
descentralización, la mayor fuerza municipal, los proce-
mercado subsidiario, establecido en una comuni-
sos electorales para cambiar élites dirigentes, el merca-
dad, compite con los demás en el mercado central,
do de tierras, pero sobre todo, la paulatina disminución
y no tiene forma de relacionarse directamente con
de la presencia de la Federación como ente regulador,
las otras comunidades (Nolasco, 2006).
en ocasiones propiciador de equilibrios, entre las poblaciones originarias y las élites regionales. Cuando la ola
Estos poderes regionales convirtieron el liberalismo
global se empieza a expresar en contadas regiones del
en el siglo XIX en emblema de su expansión sobre las
país, los poderes regionales y locales no necesariamen-
antiguas “repúblicas de naturales” del régimen colonial.
te tienden a desaparecer, al contrario, como vienen de
La apropiación de tierras y recursos territoriales obligó
aprovechar varios campos de oportunidad, en ocasio-
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208
nes, llegan con renovada fuerza a la nueva cita para re-
temas educativos y de salud; y mano de obra muy ba-
partirse territorios y lucrar con sus recursos. Uno de los
rata para construir y limpiar ciudades, levantar plantas
varios ejemplos mostrados en las reuniones fue el caso
industriales y trabajar en los empleos más bajos. Desde
de la explotación y venta de mármol, que en el esta-
las nuevas formas de vida que prosperan en las ciuda-
do de Querétaro tiende a estar en manos de familias in-
des, lo “indio” y lo rural se convierten en sinónimos de
dígenas. En la refrescante atmósfera de la alternancia,
otredad, atraso, residuo, periferia marginal, encubrien-
viejas familias oligarcas vuelven a recuperar el control
do con ello los múltiples vínculos perversos de domi-
del mercado de este producto, muy demandado en las
nio y explotación, donde la modernidad concentrada
redes de ciudades queretanas para la construcción resi-
de la época no podrían prosperar como lo hace sin esa
dencial, y establecen un monopolio estricto para el ac-
energía humana barata y esos amplios territorios “dis-
ceso a estos mercados, y con ello encuentran la manera
ponibles” con todo y sus recursos de energía, agua y
de expropiar excedentes a los propietarios y productores
bosques para el gigantismo como forma de vida huma-
del preciado material.
na. Por la vía de la exclusión de los presupuestos (mu-
El otro estrato de la des-territorialización es el pro-
nicipales, de desarrollo agrario, de desarrollo regional),
ceso avanzado de integración cultural al Estado-nación
de la ausencia de infraestructuras y créditos, se impulsó
y a la cultura hegemónica nacional y de crisis parale-
una sinergia negativa de pobreza-migración que asoló a
la de las bases materiales y espirituales de los pueblos.
los pueblos. Pero tal vez el efecto más disolvente de la
Según sugiere la historia demográfica, existen dos ci-
nueva “comunidad imaginaria” llamada Estado-nación
clos temporales largos, uno en el siglo XIX, otro en la
en el siglo XX sobre los pueblos originarios, es que se
segunda mitad del siglo XX, donde enormes oleadas de
sostuvo sobre estructuras y criterios étnicos y de clase,
población indígena se integraron a ciudades, hacien-
donde el “indio” concentró el desprecio, la desvalori-
das, minas, fábricas y enclaves exportadores (Warman,
zación de la sociedad mayor, pero, aún más letal, la in-
2003). El más grande territorio de lo que Darcy Ribeiro
troyección de esas fuerzas como estructura psíquica de
llamó Indo América, se hizo “mestizo” sin ninguna o
los dominados.
poca mezcla étnica, y surgió el imaginario dominante
Sin desplazar, sino en sinergia, y en ocasiones su-
actual, a saber, que México tiene una población “indí-
bordinando a los estratos previos, viene la capa tempo-
gena” minoritaria. Lo cierto es que su peculiar “mes-
espacial más reciente, un cambio de época que hemos
tizaje” encubre el masivo proceso de integración que
mencionado como esa transformación epocal de la na-
por muy diversos motivos desarraigó pueblos enteros.
turaleza, pero que en realidad tiene dimensiones más
Ya para el siglo XX la creación del Estado-nación se dio
amplias. Se trata de una ola que abraza al mundo, lo
en torno a dos ejes: la unidad de una mítica nación ho-
transforma por fin en el “gran almacén de mercancías”,
mogénea sobre un mosaico de sociedades regionales y
donde la intimidad del alma del hombre, su socialidad
locales, y el modelo de modernización de la post gue-
toda, sus relaciones con la naturaleza, son penetradas
rra mundial (su concentración en el gigantismo indus-
a fondo por la mercantilización y una reestructuración
trial y urbano, la uniformidad en el consumo y en las
profunda de los Estados-nación y del orden global. ¿Por
concepciones y sentidos de vida dictadas por el merca-
qué es capaz de amenazar la raíz misma de la territo-
do), introdujeron matices especiales a este proceso de
rialización de los pueblos? A ello dedicaremos unas
integración que ya venía de lejos: intenta transformar
cuantas líneas.
a estos nativos de etno esferas en habitantes de la gi-
¿Qué es lo nuevo en largas historia de despojo? Que
gantesca arquitectura, en acelerada invención de una
hoy existe un tsunami, una enorme ola de mercantili-
“cultura nacional” que sólo los incluía como sustrato
zación y secularización estatal que penetra y se expan-
arqueológico. Y el gigantismo urbano industrial alta-
de por amplios territorios y por áreas de la vida social
mente concentrado los coloca como reservas territoria-
no mercantilizadas. Sus formas precedentes, incluso la
les gratuitas (expropiables sin compensación) para las
vigorosa modernidad de la segunda mitad del siglo XX,
mega obras de infraestructura, en zonas de producción
habían tenido retenes de tecnologías, de relaciones de
casi gratuita de población, hasta la expansión de los sis-
fuerza, de formas de Estado y de propiedad social y es-
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tatal, de una pluralidad de formas de vida con márge-
ción del espacio a escala hasta ahora no conocidas.
nes amplios de autogestión y autonomía, con zonas de
(Hiernaux, 1998).
economía social y de economía “moral”. De ahí su alta
a. Hay en marcha una avanzada integración del te-
concentración y escasa penetración en ámbitos de la
rritorio nacional al bloque regional más poderoso
vida social y del espacio. Lo que ocurre en las últimas
a escala global: el de América del Norte. Las múl-
décadas del siglo XX es una confluencia de factores que
tiples redes de esta integración pasan por el libre
desatan una gran ola expansiva que transforma en mer-
comercio, la energía, la petroquímica, las redes ca-
cancía ámbitos de la socialidad y de la naturaleza has-
rreteras interoceánicas, el control y explotación de
ta entonces poco tocados. La plena comprensión de su
la biodiversidad, los flujos migratorios y la industria
fuerza totalizadora y envolvente con sus efectos sobre el
maquiladora. Mucha de la población indígena mi-
territorio y los pueblos es otro de los estallidos.
grante alimenta los nuevos mercados de trabajo y
En lo que nos concierne, destaco algunos rasgos de esta gran ola que varios autores han seguido (Castell, 1997; Bauman, 2005):
las maquiladoras, así como la construcción de infraestructuras (Álvarez, 2002). b. A su influjo ocurrió desde los años sesenta una
• La transformación de bienes comunales y estatales
descentralización de las megaurbes mexicanas
en mercancía privada; por ejemplo, el paso de la
para configurar redes de ciudades, primero pega-
propiedad social a la privada, o los casos conoci-
das a las fronteras, luego en los estados norteños,
dos de privatizaciones de áreas económicas crea-
más tarde en el centro geográfico y en el centro
das y/o gestionadas por el Estado.
político de la nación. Desde los años sesenta del
• La expansión de la mercantilización sobre ámbitos
siglo XX ciudades y población caminan de sur a
de la sociedad regidos en parte por códigos de re-
norte. Esa consolidación de redes de ciudades ex-
ciprocidad, trueque, solidaridad, y su avance sobre
presa dos tendencias que también afectan a las
ámbitos de la naturaleza aún no penetradas, como
poblaciones rurales e indígenas. Por un lado, las
la genética.
ciudades penetran los espacios rurales a una esca-
• La aplastante fuerza de las inversiones privadas que
la no conocida en la época de las megaciudades,
quedan como único recurso de ahorro externo,
sometiéndolas como hinterlands del nuevo tejido
previo secamiento de las fuentes de agencias mul-
descentrado de lo urbano. Al respecto, un caso
tilaterales, su penetración en la amplitud y com-
sintomático es el de las poblaciones indígenas de
plejidad de la vida toda, la reorganización de los
Querétaro, que ya quedaron bajo la influencia de
mercados de trabajo según sus dictados; y una re-
estas redes de ciudades. Por el otro, que un nue-
hechura del Estado y de los entramados institucio-
vo patrón industrializador basado en las maquilas
nales conectados a la regulación de la economía
avanza desde 1967, primero en las ciudades pe-
en clave exclusiva de mercados privados, de indivi-
gadas a la frontera, a ciudades de los estados nor-
duos y de empresas.
teños (Hermosillo, Chihuahua, Ramos Arizpe) en
• La construcción de una nueva comunidad políti-
la década de los ochenta, y llega al centro norte
ca, la democracia, que transfiere capacidades de-
con fuerza en los años noventa (Guanajuato, Que-
cisorias al sistema de partidos, a los Congresos y
rétaro, Aguascalientes, San Luis Potosí, Zacatecas,
mantiene el poder del Ejecutivo, a la vez que se de-
Durango, Guadalajara, Puebla y, en el extremo su-
bilitan las capacidades de decisión social y comu-
reste, Yucatán). La población indígena fluye hacia
nitaria a escala local y regional.
esas redes, de sur a norte, pasa a ser “población urbana” habitando sus franjas marginales y traba-
Esta enorme ola expansiva, a veces reducida a “innovaciones” informáticas, comunicativas y de biotec-
jando en la maquila, la construcción y el empleo informal.
nologías, es sobre todo una ola de poder, de economía
c. Pero tal vez las vertientes que irrumpen de un modo
y política, que a diferencia de otros episodios de mo-
más profundo en el medio rural e indígena, aun en
dernización ahora puede y quiere una reorganiza-
las regiones más periféricas, sean las que tienen que
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ver, en sentido estricto, con la conversión integral de
pasos se crea el novísimo “mercado del agua”, accesi-
la naturaleza en mercancía. Por un lado, está la ex-
ble a individuos y empresas, no a la pluralidad de for-
pansión estatal sobre la biodiversidad y los recursos
mas asociativas y productivas agrarias y urbanas. ¿Qué
naturales de los hábitats. También la lógica de crea-
tiene de extraño todo eso? Que ocurre en un país donde
ción de las Áreas Naturales Protegidas (ANP); por el
el agua y su manejo fue un “bien comunal” desde 1927
otro, la lógica de privatización de recursos naturales.
hasta 1972. En la Ley Federal de Irrigación de 1927 se
La expansión secular del Estado sobre esta naturale-
estableció esta condición de “bien comunal” y los eji-
za redescubierta por la biotecnología y los negocios
dos y comunidades determinaban sus reglas de acceso
sobre recursos y paisajes, se transforma en ideas, va-
y manejo de ríos y pozos. Ya en 1972 inicia un proceso
lores, informaciones, brazos institucionales, regla-
de concentración de decisiones y de manejo del recur-
mentaciones y políticas. El desarrollo sustentable,
so directamente por el Ejecutivo Federal, por medio de
las secretarías de Estado, como la de Medio Ambien-
la Ley de Aguas Nacionales. Pero desde 1992 (reformas
te, las legislaciones federales que regulan la conser-
derivadas del artículo 27) inició un viraje donde el Es-
vación, la protección y el uso del suelo; las redes de
tado promueve la paulatina pero firme creación de un
generación de información, conocimiento y planea-
mercado de agua, argumentando su despilfarro y esca-
ción, como la CONABIO y el Instituto Nacional de
sez, y convirtiendo al líquido vital en “bien económi-
Ecología, las Unidades de Gestión y de Manejo, te-
co”, es decir, en mercancía. La última reforma de 2004,
jen entre todos los brazos instrumentales del Estado
con una argumentación de conservación ecológica, lo
en una naturaleza decodificada con las más recien-
convierte en “bien estratégico” y abre las concesiones
tes innovaciones tecnológicas de la genética, la bio-
y asignaciones sólo a empresas, asociaciones civiles o
logía y la química orgánica.
individuos. A la vez que se reforman leyes, se crea una nueva institucionalidad (Comisión Nacional del Agua,
210
Con respecto a las ANP, hay al menos tres vertien-
organismos y consejos de cuencas) que concentra las
tes. Primera: el interés ecológico por conservar reser-
decisiones en el Ejecutivo Federal, administra descen-
vas se liga a la “sustentabilidad” asumida desde la
tralizadamente a través de las cuencas y es penetra-
razón mercantil, de ingresos y costos y, por tanto, con
da por los intereses empresariales. El último trazo para
la búsqueda de usos mercantiles posibles de manera
avanzar en esta separación del recurso agua, su mer-
controlada, por ejemplo, la conservación del borrego
cantilización, y la formación del mercado, es la privati-
cimarrón y su uso cinegético, el ecoturismo, los ran-
zación de las infraestructuras (presas nuevas a partir de
chos cinegéticos. Segunda: la incursión de megaem-
2004 y toda aquella que requiera se aumente la cortina)
presas farmacéuticas, de alimentos y de biotecnologías
el control de los pozos más grandes del país y el pago
para la cuidadosa bioprospección de la acumulación
por servicios ambientales para que los pueblos y cam-
milenaria de conocimientos locales para la progresi-
pesinos de las regiones más lluviosas capturen “aguas
va domesticación de especies vegetales y animales. Y
verdes”. La CONAFOR promueve contratos de Pago por
por último, la correlativa formación de bancos gené-
Servicio Ambientales (PSA) en regiones de alta precipi-
ticos y la creación de derechos intelectuales privados
tación. El otorgamiento de concesiones para el uso de
sobre todo ello, en otras palabras, las patentes (Barre-
agua agrícola en ríos y pozos no se concede a ejidos ni
da, 2002).
a comunidades, sino a individuos, asociaciones civiles
Por el lado de la privatización de los recursos aso-
y empresas. Para los Distritos de Riego, los campesinos
ciados a los hábitats, se puede mostrar su lógica más
tienen que formar asociaciones civiles y empresas para
depurada con el caso del agua. Se trata de separar la
su acceso y gestión (Barreda, 2006).
propiedad del suelo y la propiedad de un recurso, centralizar su manejo en un monopolio creado por el nuevo
d. La esencia de este proceso que desarma y rear-
Estado rehecho por la ola mercantil, abrir las concesio-
ma el rompecabezas del territorio nacional, es que
nes y asignaciones a empresas, reglamentar usos y ac-
su fuerza expansiva rompe los retenes del anterior
cesos sólo como individuos o empresas. Con todos esos
modelo de modernización concentrada, adquiere
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el perfil de una red que crece constante en sus ra-
e) Todo lo hasta aquí descrito es una punta de esta
males y entrecruzamientos, desestructura espacios
gran ola; pero lo pinza se cierra con otra gran oleada
ya consolidados, penetra y enlaza espacios no to-
de migraciones que barre a las población ya asentada.
cados. La nueva comunidad política nacional, la
La alta movilidad de la población indígena es compar-
democracia representativa, no propicia equilibrios
tida por la rural mestiza. Obedece a una larga ofen-
y contrapesos, sino la promoción desaforada de los
siva contra las economías campesinas que se acentuó
grupos de interés. Esa red que crece impetuosa no
con las políticas neoliberales de creación de un mer-
cuenta con retenes como los derechos humanos,
cado de tierras, políticas de precios agrícolas y apertu-
los sociales o los colectivos, al contrario, reintro-
ra progresiva a las importaciones. Ese activismo estatal
duce formas de explotación infantil y de género en
contrasta con la marcada ausencia de una política de
apariencia ya superadas; arrastra fácilmente las ciu-
desarrollo orientada hacia el mundo rural y hacia los
dadanías imaginarias de esa democracia, carentes
pueblos; en su lugar hay bajos o nulos presupuestos
de poder social y local.
públicos, ausencia de investigación científica y desarticulación de las redes institucionales públicas que en
Andrés Barrera describe el modo en que se abre
otro momento apoyaron capacitaciones e inversiones.
paso en el viejo eje Acapulco-Veracruz, en el corazón
La desarticulación de las economías indígenas y rura-
geopolítico del país y del anterior modelo de moder-
les va de la mano con el incremento de una migración
nización concentrada. Capta el vértigo de sus varios
sur-norte, que rehace los mercados de trabajo e indu-
flujos, de mercancías, de migrantes en busca de tra-
ce precios bajísimos a la mano de obra, incluyendo la
bajo, de empresas que se instalan mientras aprove-
infantil y la femenina. Ese flujo masivo de migración
chan los costos más bajos y se desensamblan cuando
se estima en 35 millones de latinoamericanos, de los
surgen mejores opciones; de maquilas de viejo tipo,
cuales 20 millones son mexicanos. Los precios de la
como las de lencería para la ciudad de México, y de
fuerza de trabajo van cayendo en sentido inverso a la
nuevo tipo, encadenadas a mercados y empresas ex-
migración: del norte hacia el sur.
tranjeras; el surgimiento de tejidos subterráneos de
“Así, en la frontera norte, por una hora de trabajo
maquiladoras clandestinas que se instalan en pueblos
industrial se le paga al trabajador maquilador 1.20 dó-
lejanos, en cascos de hacienda, y que subcontratan
lares, esto es, en Tijuana, la capital del ensamble mun-
con maquiladoras legales y pagan salarios de hambre.
dial de televisión. En el corredor Veracruz-Acapulco,
Pero esa avanzada “productiva” de los flujos mercan-
cuando se paga muy alto el salario éste es de 0.80 de
tiles va acompañada del surgimiento de nuevos asen-
dólar. Lo común en regiones como Tehuacán es que la
tamientos poblacionales en pueblos y ciudades, que
hora se pague a 0.40 o incluso a 0.20 de dólar, que es
surgen y desaparecen como hongos y que desestruc-
menos de lo que ya se está pagando en Honduras, El
turan los asentamientos previos; de movilización de
Salvador o Nicaragua, actuales paraísos de superexplo-
mercados de tierra y de alta especulación, de campos
tación maquiladora” (Barrera, 2002: 69).
de golf, centros turísticos y de plantas incineradoras
La des-territorialización, entonces, es un proceso
de basura. A su paso, esos flujos de mercantilización
complejo que incide en los pueblos “desde adentro
contaminan ríos y secan pozos, prolifera la basura, se
y desde afuera” de ellos mismos, es una derrota psí-
desestructuran espacios urbanos y rurales, crecen las
quica, el predominio de las desavenencias internas,
redes de caminos y carreteras que abrazan regiones
la pobreza y la ruptura de las redes sociales que obli-
enteras, aumenta la prostitución, desaparecen los de-
ga a migrar, una relación muy desigual de fuerzas con
rechos laborales, surge la droga, aumenta el trabajo
la ola mercantil, la seducción del mercado de tierras,
infantil clandestino.
el atropello asfixiante de las cabeceras o de las ciuda-
El impacto sobre el espejo de agua de los pueblos,
des medias, las políticas activas de desarticulación de
en realidad, es una red fluvial, una red de ríos fuera de
las economías indígenas y campesinas, la penetración
sus cauces que arrastra poblaciones, hábitats, derechos
de intereses empresariales en los mercados turísticos,
y culturas.
de la biotecnología y de las patentes. Pero su impac-
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211
to estratégico más letal es que fractura el biotopo en
ma SPA: “Súbete a la Panga y luego Averiguas”. La
cualquiera de sus formas, destruye la autorregulación
división del trabajo era muy clara: ellos eran los je-
del colectivo humano y del espacio, y con ello puede
fes, quienes dirían cómo, cuándo, dónde, qué ha-
apropiarse de gente y de la producción cultural del es-
cer y para qué.
pacio a muy bajo costo.
Así fue como realizamos unos recorridos maravillosos en las costas de la Isla Tiburón (Taheöjc),
La territorialización
principalmente, y algunos otros en el interior de la isla y en la zona continental. Los resultados de
212
¿Qué pueden hacer los pueblos ante un tsunami como
los primeros cuatro recorridos fue la recuperación
el relatado? ¿No estamos describiendo el escenario de
de 106 sitios, con sus nombres en cmique iitom,
la prepotencia mercantil y estatal y de la impotencia de
la mayor parte en la costa de la isla. Los sitios no
los pueblos que los condena de antemano al naufragio?
solamente eran sagrados, sino que abarcaban gran
Pero una vez expuesta en su complejidad las dos pin-
cantidad de significados. Por este motivo, se prefi-
zas de la gran ola mercantil y estatal, advertido su ca-
rió el nombre de Mapa de los Sitios de Valor Cultu-
rácter estructural, sistémico y totalizador, volvamos a los
ral (MSVC). En cada lugar que señalaba el Consejo
comcáac y pasemos a recuperar en sus actos cómo re-
de Ancianos, se tomaban las coordenadas (latitud
accionan los sujetos en condiciones de apremio.
y longitud en sistema UTM) con un GPS y donde lo
Cuando las primeras noticias sobre el proyecto de la
señalaban los ancianos, se filmaba y se tomaban
Escalera Náutica corrieron por la costa sonorense y se
fotografías. En aquellos lugares que ellos conside-
extendió la voz de que era probable la expropiación de
raban más especiales se filmaban las narraciones,
la Isla Tiburón para los fines turísticos y de infraestruc-
historias, leyendas y cantos ligados a éstos.
turas asociadas a ese proyecto —esa isla donde inicia-
Ya que el Mapa de los Sitios de Valor Cultural
ron su primer arraigo nómada y donde, mucho después,
(MSVC) estaba enlazado con la recién creada Ctam
se apropiaron del programa federal de conservación del
Coyai, A. C., el esfuerzo se combinó con talleres
borrego cimarrón—, este singular pueblo con memoria
de planeación y definición de la asociación. En pri-
de nómada y regido sólo por los parentescos, se propu-
mera instancia, ellos se interesaban en la transmi-
so defender su territorio. Las varias rutas que empren-
sión del conocimiento tradicional a los miembros
dieron para tal empresa nos aproximan a comprender
de la comunidad; querían hacer documentos y vi-
el abanico de posibilidades que ahora están a la mano
deos donde se recopilara el conocimiento de los
de los pueblos. La plena vigencia de su lengua cmiique
ancianos para entregarlo a las familias o ponerlo a
iitom (hablan además el español y, también, algunos, el
su disposición dentro de la escuela tradicional.
inglés) permitió que los más viejos lanzaran la iniciativa
Hicimos un acuerdo formal en el cual ellos ela-
de marcar el territorio concedido en propiedad ejidal y
borarían el material que sería publicado en su nom-
comunal, a través de reconocer y nombrar a los “sitios
bre, por ser los autores intelectuales y formar parte
sagrados” ancestrales. Según recuerda Diana Luque:
del patrimonio de su comunidad: sobre su conoci-
Desprovista de todo procedimiento metodológico
miento tradicional yo no podría publicar nada. Para
me puse en las manos del Consejo de Ancianos.
mí esto fue un punto difícil de asimilar, más que
Me embarqué sola con ellos, con un equipo de cá-
nada por la presión de las instituciones académi-
maras y GPS (geoposicionador) que jamás había
cas por publicar los resultados de la investigación.
usado y con un destino incierto. Cuando salí de mi
Después de conocer de cerca su problemática,
casa me despedí de mi familia de manera especial,
consideré que estaban en lo justo. Les propuse me
sin dar mayores explicaciones, pues pensaba que a
aceptaran como compiladora y así continuamos
lo mejor ya no volvería. Por esos días ya de vuelta,
trabajando juntos (Luque y Robles, 2006: 47-48).
me presentaron a una especialista en ordenamientos ecológicos del territorio y a su pregunta sobre
La cultura del nómada se volcó en una tarea de se-
cuál metodología estaba usando le respondí: se lla-
dentarios, renombraron los sitios de la tierra y el mar se-
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gún su conocimiento de suelos, aguas, faunas y floras,
sus principales focos de atención. La Escalera Náutica,
apoyados por redes de investigadores, de instituciones
hija legítima de ese enlace, se propone, en efecto, un
estatales y de fundaciones. De ahí que ese ejercicio me-
reordenamiento territorial intenso que abre al menos
morioso quedara plasmado al final en un mapa.
tres frentes de conflicto con el recién estrenado asen-
Para principios de abril de 2003 tuvimos la primera
tamiento sedentario de los comcáac: a) la propiedad
impresión del mapa a una escala de 1: 100 000 y
social que no es contemplada en alguna variante de
para finales de julio terminamos la elaboración de
asociación, sino de compra o expropiación; b); los co-
tres discos compactos en donde el mapa de la ima-
nocimientos generados por la especialización territo-
gen satélite fue digitalizado y cada sitio sensibiliza-
rial y la “humanización” del desierto; en un pueblo
do, de manera que al pasar el cursor por la imagen
que a ojos de las élites de Estado y mercado apenas y
y al hacer el click en alguno de los cien sitios se
existe, en todo caso como acumulación de carencias y
despliega su nombre en lengua, incluye una foto.
de rezagos, y c) las regulaciones del espacio y sus usos
En alrededor de otros cien se muestra el video con
en lógica de expansión mercantil, que desplazaría al
las narraciones de los ancianos.
control cultural comcáac, construido sobre el territorio
El esfuerzo físico y emocional de este proyecto para don Antonio (Robles Torres) fue inmenso.
para regular sus muchos recursos en la lógica propia de su forma de vida.
Lo que más lo atribulaba era que el tipo de infor-
Esos recorridos para localizar y nombrar los sitios
mación que se estaba dando era secreta, patrimo-
sagrados que realizaron los comcáac está inscrito en
nio de su cultura y temía por los reclamos de los
la memoria profunda de Meso y Aridoamérica, remi-
mismos comcáac y por el uso que se le pudiera
te al acto fundacional que reivindican los colectivos
dar dentro de nuestras instituciones. En varias oca-
como el origen de su legitimidad de ocupación terri-
siones estuvimos a punto de suspender el proyec-
torial, cuando en intercambio con las deidades reciben
to. Finalmente tanto el CIAD, el INE, como la WWF
el permiso para recorrer y asentarse en un espacio de-
aceptaron que la información quedaría bajo el res-
terminado. Además, está asociado a algo más enigmá-
guardo exclusivo del Consejo de Ancianos com-
tico y perturbador: es uno de los últimos recursos que
cáac y que si era pertinente mostrarla se haría con
tienen los colectivos cuando el infortunio de la guerra
la autorización de ellos.
o la conquista destruye todo, menos a la gente. Cuan-
También desconfiaba si realmente era cierto lo
do se desmontan élites, templos, organizaciones del te-
que habíamos prometido. Dos semanas antes de
rritorio y de la socialidad, como cuando la conquista
terminar, don Antonio fue a Hermosillo para revisar
ibérica demolió a los estados mesoamericanos; cuan-
la correspondencia de las imágenes de cada uno
do al parecer ya no hay nada y la gente es tabula rasa,
de los sitios y me comentó que ojalá fuera cierto
una página en blanco para escribir los nuevos códigos
todo lo que le había prometido. Cuando finalmen-
civilizatorios, emerge una potencia latente, como si la
te le entregué a don Antonio, la caja con los discos
amenaza de exterminio evocara a una fuerza vital. En
compactos, por primera vez en cuatro años, rodea-
su extraordinario estudio, Luque y Robles así lo cuen-
do de su familia, me dijo: “Yooz quij mizj masaiiaa”
tan para el caso de los comcáac: La experiencia del exterminio como pueblo, diri-
(Que Dios te bendiga) […] con este esfuerzo, se integraron un total de
gido por el Estado mexicano, es el hecho histórico
290 sitios. 190 sitios se ubican en el litoral de la
que gobierna, con mayor profundidad, las relacio-
Isla; 72 en el Canal del Infiernillo y 28 en el centro
nes de los comcáac con la sociedad nacional. La
de la Isla (Luque y Robles, 2006: 51-52).
experiencia vive en la memoria colectiva comunitaria y es constantemente referida en una gran va-
El propósito de este ejercicio memorioso y de pro-
riedad de contextos. En las narraciones del Mapa
bable reinvención estaba muy claro para los comcáac,
(MSCV), los sitios relacionados con los actos heroi-
se trataba de disputarle la regulación del territorio a
cos comcáac, con los rituales de guerra, con zo-
esa novísima pareja de Estado y mercado en uno de
nas donde fueron apresados, torturados, cremados,
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213
deportados y asesinados, se refieren en su totalidad
En la creación de un nuevo blindaje local los
a la experiencia del extermino. Todos cuentan con
comcáac recurren a redes institucionales y de cono-
una plena identificación.
cimientos expertos que van más allá, que incursionan
En los primeros encuentros con don Antonio
en espacios nacionales y globales; pero, además, en
Robles, él solicitó una copia de los decretos oficia-
un rasgo propio de las últimas décadas, ese pueblo
les que legitimaban el exterminio del pueblo com-
hasta hace poco afincado en su aislamiento, busca y
cáac en el siglo XIX (Punta Chueca, 1999). Dicha
encuentra a sus pares, a otros pueblos y a organiza-
solicitud se debía al temor de que aún estuvieran
ciones etno política que desde los años setenta del
vigentes. Gran variedad de actos del Estado mexi-
siglo pasado intentan crear por vez primera en la his-
cano son interpretados como signos de la vigen-
toria mexicana un referente indígena de carácter no
cia de la política de exterminio, como la presencia
sólo local y regional, sino de alcance nacional e in-
de la Armada Naval en la Isla Tiburón, enfrente de
ternacional. El 9 de julio de 2006 en la comunidad
Punta Chueca, entre un sinnúmero de constantes
comcáac de Soocaix (Punta Chueca) ocurre este en-
conflictos con el aparato judicial.
cuentro, hasta entonces improbable, entre representa-
El contexto del exterminio induce a los com-
ciones de algunos de los pueblos de Áridoamérica y
cáac a “cerrar filas” como nación, en los momen-
Mesoamérica, y de los flujos migratorios oaxaqueños
tos de mayor conflicto y tensión con la sociedad
ya asentados en la frontera, y firman el “Pronuncia-
nacional; los obligan a identificarse como comuni-
miento de Soocaix”
dad independiente del Estado mexicano (Luque y
El día 9 de julio de 2006 nos hemos reunido en la
Robles, 2006: 218).
comunidad indígena de comca’ac (seri) de Soocaix (Punta Chueca), Sonora, representantes de los pue-
Que no se trata de un caso aislado y excepcional, 214
sino de una larga tradición cultural de los pueblos ori-
blos yaqui, mayo, comca’ac, trique, ñu, Sabih, zapoteco, wixáritari, purhépecha, nahua y coca.
ginarios, que cuando ven amenazado o destruido su
Con todo y los programas, dinero y trampas que
asentamiento recurren a la memoria del nómada, nos
el gobierno tiende a nuestros pueblos en la idea de
lo recuerda también Marcelo Carmagnani para las re-
dividirnos, y hacernos débiles, reafirmamos nuestra
giones zapotecas y mixtecas oaxaqueñas siglos atrás:
voluntad de seguir luchando y rechazamos tajan-
La alianza con los dioses les permitió en el pasado
temente el megaproyecto turístico “Escalera Náuti-
(nómada) y les permitirá en el curso de los siglos
ca” o “Mar de Cortés”, la pretendida expropiación
XVII y XVIII considerar como propio cualquier te-
y despojo de la Isla Tiburón, corazón de la nación
rritorio, pues desde un cerro o una cueva se puede
comca’ac, la privatización del agua y de los terri-
establecer una comunicación constante con la di-
torios indígenas, la construcción de gasoductos,
vinidad. Se recupera así la función que tuvieron las
la contaminación intensiva de la madre tierra con
cimas y las cuevas en el pasado nómada y que en la
agroquímicos, así como la explotación y desprecio
época de máximo desarrollo de sus civilizaciones
de los trabajadores agrícolas triquis, ñu, saavi y za-
había cedido parcialmente a los templos y centros
potecos asentados en los poblados Miguel Alemán
urbanos. […] La reapropiación del pasado nómada
y Pesqueira y en los municipios de Caborca y Her-
permitió a mixtecos y zapotecos, pueblos que esta-
mosillo. […] Apoyados en el derecho histórico que
ban perdiendo su propia identidad, sentirse nueva-
deriva de nuestra existencia como pueblos origina-
mente consolados y ordenados en la posesión de
rios de Sonora y de otras regiones del país, exigi-
sus bienes, de su territorio, de sus tradiciones, de su
mos a los gobiernos municipal, estatal y federal el
cultura, empujando a las unidades domésticas, los
respeto a nuestros territorios, autonomía, cultural,
barrios y las comunidades a revitalizar las formas
historia, tradiciones, gobierno tradicional, derechos
de cooperación y de convivencia que la sedentari-
laborales, humanos y sociales, haciendo del cono-
zación, primero, y la invasión ibérica, después, ha-
cimiento de la sociedad nacional que aquello que
bían ofuscado parcialmente (Carmagnani, 1988).
nos corresponde y nos pertenece lo defenderemos
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por todas las vías a nuestro alcance, tal como lo he-
por milenios elaboraron sobre sus varios usos, cuida-
mos hecho en los últimos quinientos años.
dos y domesticaciones. Y finalmente, en ese etno territorio recreado se afincan una variedad de “autoridades
A un ritmo vertiginoso, ese pueblo que domó las
propias” y de formas de organización agraria, pero
arenas calcinadas del desierto se rehace como una
también de una variedad de proyectos productivos y
“comunidad agraria” según lo entiende el Estado, se
conservacionistas. Su lucha actual ya no es sólo por la
inserta además en amplias coaliciones técnicas nacio-
propiedad de la tierra, sino sobre su carácter sagrado,
nales y globales centradas en el desarrollo sustentable,
su condición de hábitat, la riqueza de su biodiversi-
rebautiza y marca su territorio con su lengua cmiique
dad y del conocimiento asociado, y de la existencia de
iito y se encuentra con las vanguardias del movimien-
un poder local propio. Sobre el piso firme de la tierra,
to que intentan crear una referencia panindígena para
la conquista ambigua de la Revolución Mexicana, que
esas micro sociedades territoriales volteadas hacia
permitió su devolución y, a la vez, su encapsulamien-
adentro, sin costumbres fuertes de asociación local y
to “agrarista”, se vuelve a levantar el etno territorio, en
regional, y que ahora se empeñan en forjar un referen-
esas complejas capas que ha sistematizado el colom-
te nacional a contracorriente de su propia tradición de
biano Víctor Toledo Llancaqueo (Toledo, 2005).
aislamiento. Tomemos un respiro e intentemos desglosar esos caminos:
b) En otra vertiente, los comcáac impulsan una ocupación propia de instancias políticas, programas y
a) Hay una compleja reconstrucción de la pareja
conocimientos del Estado, incursionan en los segmen-
pueblo y territorio, donde memoria, invención y alian-
tos mercantiles de los programas de conservación, ex-
za con otras culturas juegan un papel central. Desde
panden sus artesanías y prosiguen con la pesca, una
la sólida estructura de los parentescos se apropian de
parte de la cual va al mercado. Con respecto a los nue-
las formas de autoridad y de organización impuesta,
vos brazos institucionales que atrapan el ordenamiento
las propias del ejido, la comunidad agraria y de los re-
territorial y su regulación, todo el trabajo que reali-
presentantes municipales. Aparece además un Consejo
zan con Diana Luque tiene el propósito de incidir en
de Ancianos, más propio de los pueblos mesoamerica-
ese manejo del territorio, aprovechando ahora figuras
nos y de los oaxaqueños, como el caso de los mazate-
institucionales como las de Unidad para la Conserva-
cos estudiados por Eckart Boege (Boege, 1988). A esa
ción, Manejo y Aprovechamiento Sustentable de Vida
construcción de un nuevo imaginario pueblerino se
Silvestre (UMA). De igual modo, penetran y contro-
le agrega la paulatina conversión de la propiedad so-
lan el programa del borrego cimarrón y, en asociación
cial, ejidal y comunal sobre la tierra, en las complejas
con organizaciones internacionales, incursionan sobre
capas de un etno territorio. Es un paso decisivo, y su
otras especies en riesgo.
fundamento básico es la propiedad social de la franja
Otra vez, de manera desnuda y palpable, los proce-
costera y de la Isla Tiburón, pero en su recorrido para
sos de “ocupación”, apropiación, adaptación e inven-
localizar a los sitios sagrados, le vuelven a otorgar una
ción que hacen posible el sustrato civilizador propio
dimensión simbólica esencial, donde entidades divinas
de los pueblos originarios, se reactivan como ha ocu-
conceden al pueblo el espacio y el uso de sus variados
rrido en los últimos cinco siglos, al “contacto”, por de-
recursos para su reproducción.
cirlo de manera suave, con las matrices civilizatorias
Con ese nombrar en la lengua original y recubrir
de la sociedad mayor. Con dificultades pero penetran
el espacio con su sentido, se vuelven a reconstruir las
en leyes, instituciones, masas de información y políti-
complejas capas del “etno territorio”. Al nombrar a los
cas específicas que persiguen una reorganización del
recursos existentes, transforman la propiedad social de
espacio y, a la vez, conocen y navegan sobre las agi-
la tierra en hábitat, en la base material que les permite
tadas aguas de varios mercados. Así, los comcáac re-
existir, es decir, el conjunto sistémico de recursos esen-
emprendían las jornadas de los pueblos originarios que
ciales para su reproducción como pueblo. La riqueza
en cinco siglos “penetran” y “colonizan” desde abajo y
de su lengua y la memoria reactivada hacen un inven-
en repetida ocasiones a los procesos seculares del Esta-
tario de la biodiversidad y de los conocimientos que
do y el mercado (Stern, 2000; Tutino, 2000), ahora en
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215
216
la más grande ola de mercantilización y de seculariza-
toridad, autorregulación, hábitat, conocimientos y
ción existida a la fecha.
biodiversidad), y que se expresa vitalmente en la lu-
c) La otra ruta que recorren es la de aprovechar y
cha agraria estricta y por jurisdicciones políticas pro-
conectarse con una variedad amplia de redes, organi-
pias en el ámbito municipal. A ese ciclo largo se añade
zaciones e instituciones. Según lo reseñado, se tejen
otro ciclo que emerge en los años setenta, en protesta
en su reconstrucción como biotopo sedentario, a la
por la erosión acentuada de las economías rurales, te-
vez que la memoria y la reinvención étnica, una am-
ñido o encubierto por las luchas campesinas, que en
plia alianza de culturas, un conjunto de vínculos con
los años ochenta y noventa emerge de manera públi-
académicos, científicos, técnicos e instituciones. En-
ca con una agenda de derechos y de reforma de Estado
cuentran nichos de redes internacionales de carácter
específicamente indígena. Se trata de las movilizacio-
conservacionista donde apoyarse. Y convergen con las
nes encabezadas por nuevas dirigencias etno-políticas
organizaciones etno políticas y su ambición de crear
que encaran a las políticas integracionistas y exigen re-
un referente nacional e internacional panindígena.
gresar al cultivo de la pluriculturalidad en los pueblos
A la luz de esta experiencia, adquiere perfil y re-
y en la Nación, a la vez que reclaman un trazo inclu-
lieve más preciso el conjunto de relatos planteados en
yente en las reformas de Estado, muy de moda en esa
Seminario y Encuentros. Desde la contrariedad de la
rehechura del Estado-nación que comentamos; pero a
crisis de las sociedades agrarias, de las migraciones y
la vez abren nuevas rutas a través de las luchas por la
del choque con la nueva fusión de Estado y mercado,
autonomía y la libre determinación, con toda la carga
nos siguen hablando sobre el vínculo con la tierra que
de los “derechos indígenas” concebidos como atribu-
quieren preservar, y de pequeñas sociedades que in-
tos no de individuos, sino de los colectivos humanos.
sisten en autorregularse. En el torrente globalizado flo-
También se alimenta de corrientes subterráneas, muy
tan las balsas del biotopo. Las experiencias relatadas
locales, donde se continúa con las luchas por las de-
sugerían también, bajo la riqueza de los sucesos ac-
limitaciones territoriales, la preservación de la dimen-
tuales, varias capas acumuladas, una especie de con-
sión sagrada de las formas de vida, la revitalización
tinente sumergido que desde los subsuelos culturales
de las relaciones sociales comunitarias y de autorida-
y las oportunidades del presente teje el arraigo de los
des propias, el pleito con las cabeceras y las ciudades
pueblos. Era ese abanico de rumbos que tomaron los
regionales que lucran con el esfuerzo de los pueblos.
comcáac para resistir. Bajo los impactos de una trans-
En esos movimientos de los últimos años, tanto a es-
formación de época del mundo, de los mercados, del
cala de las dirigencias etno-políticas como en los en-
Estado y de la naturaleza, se extienden marejadas de
tornos pueblerinos, empezaron a ocurrir tres impulsos
cambios, desde lo global a lo local y en sentido con-
que inciden en los enlaces estratégicos del biotopo: la
trario. Hay una urdimbre de transformaciones entre lo
superación de la desvalorización cultural, el regreso a
minúsculo y lo más grande, entre micro sociedades ori-
concepciones de la tierra como territorio apropiado
ginarias y globalización. Es desde esa perspectiva que
culturalmente, y nuevos tejidos entre pueblos que frac-
haremos cuatro observaciones sobre el curso posible
turaron su aislamiento y división centenaria y los ca-
de la otra gran tendencia que recorre a los pueblos, el
pacitan como interlocutores fuertes de poderes locales,
de las territorializaciones, los cuales, a su modo, ex-
nacionales y globales. Los dichos de los representantes
presan otros tantos estallidos.
y líderes pueblerinos en el Seminario y los Encuentros se refieren a esas dimensiones entrelazadas.
Cuando revienta el tsunami mercantil, irrumpe la pluralidad de los pueblos
Cuando los síntomas de una nueva época de lucha territorial se hacen presentes, la pluralidad de los pueblos reacciona pronto. Las incursiones de maquiladoras,
En efecto, los pueblos originarios vienen de un ciclo
la atracción por los hinterlands de las redes de ciudades
largo de reconstitución parcial aprovechando el leve
y el atropellado paso de los corredores mercantiles de la
resquicio de la restitución de sus tierras, y en par-
nueva globalización, despiertan ciclos de resistencia y
te mantienen su compleja articulación con ella (au-
de transformación, una potencia dormida pero presen-
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te, junto a la migración obligada. Esa potencia anida en
autoridad, ideas sobre la tierra y el territorio) que hun-
cada una de ese microcosmos que es cada colectivo in-
dían sus raíces en el largo proceso civilizatorio autó-
dígena, no requiere de “intervenciones” externas o lide-
nomo de Meso y Aridoamérica. En Oaxaca, Puebla,
razgos carismáticos; su fuerza es la socialidad comunal,
Sonora, Chihuahua y San Luis Potosí aparecían men-
la larga memoria, el vínculo con el territorio; se desplie-
ciones ocasionales y vagas sobre esa enorme herencia
ga con el conflicto mismo y crece exponencialmente
cultural, el sustrato profundo que permite la autorregu-
cuando se inserta en coaliciones amplias.
lación social del colectivo y del espacio. Como socie-
El tsunami mercantil se propone desalojar a esa po-
dades territoriales, en todas había la preocupación por
blación aún territorializada de sus ámbitos estratégicos,
dejar muy clara la legitimidad y legalidad de su asen-
los pueblos no se quieren salir: resiembran identidades
tamiento y del control ejercido de antaño sobre los te-
étnicas, aprovechan leyes, instituciones y programas,
rritorios, el “derecho histórico” que se menciona en la
pero también mercados, maquiladoras y migracio-
Declaración de Soocaix. “Primero en tiempo, primero
nes para revertir el vaciamiento de sus pueblos. Junto
en derecho”, se decía, haciendo alusión a su legítima
a experiencias importantes de construcción de un po-
antigüedad que les permitía reivindicar ámbitos de tie-
der paralelo, como el de los municipios autónomos y
rra domada por su esfuerzo. En ocasiones, de manera
los Caracoles zapatistas, que se concentran en el tejido
más marcada en Aridoamérica, esa antigüedad se con-
de una fuerza interna y en la ruptura antisistémica, por
cebía como un tiempo mítico donde una deidad otor-
los amplios territorios nacionales se viven muy diver-
ga al pueblo su posesión. En otras ocasiones, reiterada
sas formas de lucha al interior de los aparatos de Esta-
en Mesoamérica, se mencionaban los títulos origina-
do y de las redes del mercado, preservando identidad
rios, aquella primera muestra de producciones híbridas
y autonomía. Tal vez el acento fundamental es que,
“desde abajo”, donde los pueblos escribieron en caste-
como veremos, a esa ola global y enorme de recompo-
llano pero acompañado con pictogramas para enlazar
sición y control autoritario e integral de los territorios
el poder antiguo y sus territorios reales o reinventados
se opone una línea de resistencia y de transformación
con el nuevo poder colonial.
“desde abajo”, molecular, muchas veces sin discurso
En la antigüedad prehispánica cada uno de los rei-
ni presencia pública. Nuestra intuición, lo hemos di-
nos indígenas debió de tener un libro sagrado que
cho, es que la reconstitución actual es la manera pecu-
apoyaba los derechos de los linajes gobernantes
liar de transformar que tienen en sus manos las micro
[…] Innumerables lienzos, códices, mapas, do-
sociedades territoriales, para volver contemporáneo al
cumentos mixtos que combinan pictogramas con
biotopo ancestral. Como intentamos mostrar, ese “re-
glosas y textos alfabéticos son prueba de que esa
greso” a la historia, a la socialidad comunitaria, a las
tradición continuó viva en la sociedad nativa bajo
concepciones sagradas de los territorios, es un modo
el dominio colonial e incluso cruzando épocas ha
distinto de hacerse actuales. No es la forma ideológica
llegado hasta nosotros en documentos y mapas, y
dominante, donde “lo nuevo” surge sólo si rompe con
también en la tradición oral de las comunidades in-
el pasado, sino la enorme experiencia histórica de mu-
dígenas (Oudijk y Romero, 2003: 26-27).
chas sociedades territoriales y rurales donde el pasado es patrimonio acumulado, un eje de fuerza para incidir
Entonces su origen legítimo como pueblo territorializado se remontaba a la Colonia. La Reforma Agraria
en las transformaciones del momento. Advirtamos al menos tres de sus dimensiones: la
del siglo XX creó un enlace con esa legitimidad y le-
socialidad, la legitimidad del tiempo acumulado y el
galidad, negada en el XIX, a través de la vía de la res-
conflicto que las reactiva de su latencia. Las pequeñas
titución, donde se reconoció incluso la “legalidad” de
sociedades agrarias, lo mismo en el sur, en el centro o
los títulos originarios. Legitimidad y legalidad surgen
en el norte de la República, ejercían sin demasiadas
entonces como un enlazamiento de tiempos, donde lo
preguntas formas de socialidad (familia, organización
sagrado, el rey, la república, otorgaban o reconocían
barrial, comidas, lo sagrado y lo profano, ritos, prác-
el vínculo estratégico del biotopo, el enlace entre co-
ticas de reciprocidad, ideas sobre la pertenencia y la
lectivo y territorio. Aun cuando la legislación agraria
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217
no reconoce a la “comunidad indígena” e inventa el
pueblos y asociaciones que lo animan. En efecto, la
concepto de “comunidad agraria”, los pueblos apro-
gran ola mercantil que barre y reconfigura al territo-
vechan sus resquicios, aprenden a usar las asambleas,
rio no tiene grandes contenedores legales e institucio-
eligen sus directivos y reconocen autoridades no siem-
nales a la vista. Al contrario, cada vez en ámbitos más
pre apegadas a sus sentimientos. Por último, ese sub-
diversos es impulsado y potenciado por la transforma-
suelo cultural se reactiva cuando se advierte un grave
ción empresarial del Estado. Se frena un poco por las
riesgo, sea por escisiones internas, por conflictos con
formas de propiedad social, nada por los derechos in-
vecinos, por luchas contra oligarquías locales o bien
dígenas, que no pueden ser ejercidos por vía judicial.
por el impacto disolvente del Estado y el mercado. Al
Es contenida por las pequeñas islas que rehacen auto-
reactivarse, esa matriz civilizatoria tiene la capacidad
ridad propia y territorio, más que por los municipios
probada de penetrar y transformar los ámbitos ajenos
plurales, que en muchas ocasiones se pelean por atraer
que le invaden.
maquiladoras. Se abre a espacios de incursión propicia cuando asociaciones de productores o redes comercia-
Tsunami e irrupción de los pueblos en lucha territorial, se abre otro ciclo
lizadoras exploran mercados alternativos, sellos verdes, patentes y marcas de origen. Tiene que convivir y hacerse tolerante cuando, desde lo local, la fuerza de las
218
Lo “nuevo” de estos primeros años del siglo XXI es que,
asociaciones pueblerinas dicta ya una forma específica
a diferencia de las tres últimas décadas del siglo XX,
y propia de desarrollo territorial. Por ello adquiere un
la reestructuración del Estado y la ruptura de trabas a
carácter estratégico la rehechura del biotopo, el que se
la ola mercantil está ya terminada en gran parte. En el
recompongan pueblo y territorio y, sobre todo, que en-
ámbito de los pueblos originarios tiende a decaer el
tre en dinámicas de asociación para ampliar el peso de
aluvión dirigido por las organizaciones etno políticas
la autoridad y del territorio gestionado.
y la lucha por derechos y reformas constitucionales,
Hay otra dimensión latente en esta lucha hormiga
que encontró ciertos espacios en esa coyuntura donde
y fincada en los propios recursos. Que de la “tierra”,
se desarmaba el Estado anterior e iniciaba la construc-
la reducción que hizo el Estado revolucionario mexi-
ción del orden global. El decaimiento de esa ofensiva
cano de la aspiración indígena se pase a la reconstruc-
en el frente estatal y jurídico, es relevada por la irrup-
ción de los “etno territorios”, un horizonte alternativo
ción plural, hormiga, diversa, de las luchas pueblerinas
donde, al calor de los conflictos y de las “revoluciones
contra la ola mercantil y las expansiones del Estado.
del pasado” que viven los pueblos, se abra una nue-
El ciclo que parece acompañar al siglo XXI es el de la
va posibilidad de apropiación del espacio, un develar
consolidación del (des)orden global y la irrupción plu-
de viejísimos patrimonios para su domesticación, que
ral y hormiga de la lucha de los pueblos, todo ello en
volverá a plantear los alcances de las delimitaciones
el escenario de la pugna territorial. Este cauce de lucha
territoriales aceptadas como tierra de los pueblos ori-
indígena no parece, como sugiere Gros, una manio-
ginarios.
bra de Estado para crear una frontera étnica que “fija”
A partir de la asunción constitucional de la mul-
hombres en la tierra (Gros, 2000). En México y en Es-
ticulturalidad, ningún obstáculo real existiría a la
tados-nación saturados, con fuerte presión demográfi-
configuración de una región purhépecha en el es-
ca sobre el territorio, donde coinciden biodiversidad
tado de Michoacán, o de las áreas triques o hua-
y diversidad cultural, así como propiedad social de la
ves de Oaxaca, amuzgo de Guerrero, o chontal de
tierra; y además con la penetración impetuosa del mer-
Tabasco. En realidad, y a despecho de los discur-
cado y el estado, aparece como una “frontera” social,
sos en contra, la zona maya de Quintana Roo, la
impulsada desde abajo, en abierta pugna por no ser
zona seri o la comunidad de pueblos yaquis de So-
desalojados y por no perder el control cultural de los
nora, ya existen de hecho, y sólo requieren para su
territorios (Toledo, 2005).
funcionamiento autonómico, de una adecuación o
Es en este contexto que cobra nuevo relieve el proceso plural de reconstitución y las diversas figuras de
cumplimiento de las legislaciones estatales (Bartolomé, 2006: 147).
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El camino es muy arduo, desafía y desnuda las capacidades reales de pluralidad e interculturalidad aceptadas (¿qué entiende el otro por territorio, puedo dialogar
A la complejidad del tsunami se le opone la complejidad potencial de la irrupción de los pueblos
y llegar a un acuerdo?), critica la legitimidad y legalidad de asentamientos privados y estatales. Y sin embargo por
En la reorganización mercantil del espacio a una esca-
caminos indirectos, como el reconocimiento de los si-
la de integralidad hasta ahora no vivida en la historia,
tios sagrados, empieza a ser reconocida.
se entreveran racionalidades instrumentales de instan-
La actual estrategia que llevan a cabo los pue-
cias globales, potencias que integran bloques regiona-
blos para renombrar los sitios sagrados hace evidente
les, reconstrucciones de Estados empresarios, múltiples
que nuestra noción actual de territorio, casi asumida
focos desconcentrados de mega empresas transnacio-
como natural y eterna, es una construcción no sólo re-
nales y nacionales, redes de investigación y conoci-
ciente sino que es de Estado y que oculta otras. Deba-
mientos, fondos de inversión en movimiento perpetuo,
jo de ellas hay otro imaginario, que Barabas nombra
coaliciones intelectuales y políticas a escala global y
como “inmemorial”, previo a la incursión europea en
local. Es una constelación impresionante.
América, y que ahora reaparece en esa pluralidad que irrumpe.
Pero la irrupción de los pueblos, a escalas menores, tiene sin embargo un conjunto de recursos ya
Las regiones que conocemos actualmente han sido
construidos y otros que asoman potencialmente, que si
determinadas por el Estado y son instrumentos de
bien no les permiten una lucha a fondo por otro mode-
Estado, pero poco tienen que ver con las visiones
lo de convivencia (la lucha por la hegemonía nacional)
y concepciones que cada grupo indígena establece
si les permiten resistir la embestida y a la vez luchar
con la región geográfica en que habita, relaciones
por transformaciones dentro del nuevo orden global.
establecidas en varias dimensiones, no sólo físicas
Esos ámbitos de acumulación de fuerza dentro del nue-
o económicas, sino también históricas, culturales y
vo orden globalizado harán posible que se enlacen con
simbólicas (Barabas, 2006: 153).
otros corredores de resistencia social y popular, para hacer crecer las coincidencias y entrelazamientos que
Se abre ahora, a una escala poco apreciada, una
les permita, desde grandes emplazamientos políticos
modificación de época: como resultado de las resisten-
y culturales, una efectiva disputa por la hegemonía.
cias al tsunami de la desterritorialización, en el siglo
Cuando los comcáac despliegan la defensa de su re-
XXI asistamos a un renacimiento de los etno-territorios,
cién nombrado etno territorio, se mueven en unos aba-
y que ello redefina a las luchas de los últimos años, es-
nicos de posibilidades, resultado precisamente de esa
tableciendo una relación cada vez más directa entre el
construcción de recursos culturales, políticos y organi-
estatuto de los derechos indígenas, los derechos territo-
zativos. Así le ocurre a muchos otros pueblos. Veamos
riales y la pugna por el reconocimiento y la regulación
sus principales cauces y entrelazamientos.
cultural de dichos etno-territorios.
Por un lado está su sólida inserción en la propie-
Nuestro territorio —dijo un representante nahua en
dad social y privada de la tierra, en los derechos agra-
la reunión de Taninul, San Luis Potosí— también
rios y en las formas organizativas derivadas. La erosión
considera espacios geográficos fuera de nuestras
de este espacio provocó y provoca movilizaciones y
delimitaciones políticas, y el territorio sagrado, te-
luchas campesinas desde la séptima década del siglo
niendo como ejemplo a la población del Real de
pasado, que tiñeron las primeras apariciones públicas
Catorce, que también es territorio de los huicholes
indígenas con su carácter campesino. Esta línea de re-
que vienen de Jalisco y Nayarit. Los nahuas y oto-
sistencia no desaparece, por el contrario, vuelve a des-
míes de Veracruz, por ejemplo, también tienen su
puntar con renovado vigor en los últimos años del siglo
espacio sagrado en cerros del estado de Hidalgo en
XX y en los primeros del XXI, como reacción a los sal-
sus límites con el estado de Puebla (Encuentro de
dos privatizadores de las reformas al artículo 27 cons-
los Pueblos Indígenas de la Huasteca, Taninul, SLP,
titucional de 1992 y a la paulatina entrada en vigor del
20, 21 y 22 de septiembre de 2006).
TLC. Hacia el 2008, cuando se abra de manera ple-
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219
na el mercado de productos agrícolas básicos, abaste-
en pequeños “nichos” que ayudan a resistir y a remon-
cido por los grandes graneros del sur estadounidense,
tar la ola privatizadora. Lo cierto es que las demandas
es muy probable que se reactive, en resistencia y mo-
y los proyectos de las luchas indígenas de los últimos
vimientos locales, nacionales y globales. Los pueblos
treinta años tienden a coincidir con muchas otras fuer-
originarios como actores campesinos tienen una ruta
zas que imaginan órdenes de convivencia fundados en
abierta. Y si miramos hacia sus inserciones más recien-
la pluralidad, la justicia, la redistribución, la democra-
tes, por un lado las que tienen que ver con los dere-
cia como poder de la gente, la República como una
chos indígenas ya reconocidos y con la transformación
comunidad incluyente.
mercantil de la naturaleza, volvemos a encontrar recursos varios. En estos ámbitos crece el perfil propio
Reconstitución: ¿sólo lo micro social?
de los pueblos originarios, se han creado varios cir-
220
cuitos de aliados, desde legislaciones y foros interna-
El despliegue hormiga y diverso de las luchas contra
cionales, enlaces internacionales de pueblo a pueblo,
la reorganización neoliberal del espacio tiene su ámbi-
redes de especialistas, de información y conocimiento,
to de acumulación de fuerza en lo local, pero retoma
donde lo local, lo nacional y lo global también se en-
y amplía una agenda de modificaciones en la convi-
tretejen. La inercia histórica hacia el aislamiento local
vencia nacional y global, lucha desde lo pequeño pero
se fractura poco a poco, surgen asociaciones en micro
con fuertes derivaciones hacia lo más grande. En lo pe-
territorios, hay continuidad de esfuerzos nacionales e
queño advertíamos que la posible reconstitución de las
internacionales de nuevas dirigencias etno políticas. El
pequeñas sociedades agrarias y sus territorios, reduci-
largo periodo de luchas legislativas por los derechos
dos la más de las veces a la propiedad social recono-
indígenas creó capacidades de relación con el emer-
cida por el Estado, podría despertar tres grandes líneas
gente sistema político representativo: de contacto con
de fuerza: por un lado, la transformación del biotopo
partidos, de cabildeo en cámaras, de relación con for-
para hacerlo contemporáneo a su nueva composición
madores de opinión y con redes de abogados. Obvia-
social (jóvenes y mujeres) y a la nueva condición de
mente, estas capacidades tienden a concentrarse en
lo rural y de la naturaleza, en ánimo de hacerlas auto-
las emergentes élites etno políticas. De igual mane-
sustentables; por el otro, la retención del vínculo con
ra, los brazos ejecutivos del nuevo Estado son pene-
la tierra y su posible avance hacia el redescubrimiento
trados por luchas de resistencia y de apropiación “de
de los etno territorios y de las asociaciones entre estas
abajo a arriba”. Con rezagos y agendas no cumpli-
micro islas solitarias, y, por último, la creación de un
das, con distancias y a veces con verdaderas fracturas,
vector de poder propio, sea mediante la reconstitución
pero el mundo de los pueblos y de las organizacio-
de instituciones y autoridades propias, o mediante la
nes etno políticas ha crecido tanto en términos vertica-
invención de formas confederadas de asociación entre
les, de hilos de relación entre estas micro sociedades
varios pueblos y municipios, que les permitiera, en las
y las organizaciones indígenas y sus redes vinculan-
condiciones de volatilidad y cambio de la globaliza-
tes, como horizontalmente, hacia campos tan diversos
ción, ejercer el control cultural sobre su territorio. No
como los sujetos sociales con los cuales se puede con-
todo lo sólido se desvanece en el aire.
fluir, el mercado, el Estado y la globalización. Si bien
En ese panorama de respuestas indígenas, al riesgo
muchas de las confluencias son ambiguas, por ejem-
cierto de desintegración de los pueblos, y que de for-
plo, las que se tienen con el Banco Mundial y con las
ma diversa y desde distintos planos culturales, políticos
grandes organizaciones internacionales civiles; donde
y sociales aportan a su reconstitución, hay sin embargo
el sentido de las alianzas las pudo convertir en parte
un puñado de ellas que abren otro campo de posibili-
de la marejada que rompió al modelo de la moderni-
dades. El pueblo yaqui, la coordinación de autorida-
dad concentrada (Estado-nación y mercado protegido)
des del Sector Zoogocho, la Unión Indígena Totonaca,
y ahora, en nuevos socios aunque marginales del (des)
Nuevo San Juan Parangaricutiro, muestran una poten-
orden global emergente; en muchas ocasiones, cuando
cialidad que abre opciones no sólo para los pueblos,
la lógica de lo local tiene fuerza propia, los convierte
también para la Nación entera.
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Se trata de procesos en ocasiones muy largos o bien
formar ahorro y capacidad de inversión, y genera una
que han madurado en los últimos 30 años. Sus puntos
fuerza propia de acumulación para desdoblarse en em-
de partida son muy diversos: empresas comunales de
presa integrada vertical (desdoblamiento del proceso
los años setenta, resistencias pueblerinas contra el do-
productivo) y horizontalmente (territorio y población).
minio mestizo de las cabeceras, prácticas de relación
El pueblo yaqui, la UNITONA y el Sector Zoogocho
entre vecinos, identidades y territorios defendidos des-
avanzan en otra dirección esencial: la reapropiación de
de el siglo XIX, formas de intervención de la iglesia, la
un etno-territorio, es decir, del resultado de largos pro-
izquierda social, funcionarios y programas que fomen-
cesos civilizatorios, que hunden sus raíces en la civili-
taron capacidades colectivas. Pero en todos los casos
zación de Meso y Áridoamérica y atraviesan los cinco
se abren procesos en varias direcciones: una hacia el
siglos de dominación colonial y republicana, mediante
fortalecimiento de las instituciones y de los espacios de
la asociación de tribus, de autoridades locales, de mu-
decisión propias. Autoridades, asambleas, coordina-
nicipios y ayudantías auxiliares; la consolidación de
ciones, forman un espacio de voluntad común. Otra, la
instancias de coordinación, de planeación y de inte-
revaloración de la cultura y el espacio apropiado que,
grar las muchas formas organizativas ya presentes, des-
de visiones de impotencia y carencia, permiten pasar a
de barrios hasta grupos promotores de rescate cultural
inventarios de recursos, capacidades, conocimientos y
o de proyectos productivos.
visiones integrales de los problemas. A la vez, se abren
La mayor escala territorial abre entonces dos posi-
rutas para la transformación de las relaciones de domi-
bilidades: una, la necesidad de formas de asociación
nación del entorno local y federal para, desde nuevas
y coordinación entre pueblos vecinos, sean cabeceras
relaciones de fuerza, abrir la posibilidad de nuevos hí-
o agencias auxiliares del municipio, sean vinculacio-
bridos, de apropiaciones y adaptaciones culturales de
nes entre municipios vecinos. El espacio de decisión se
los sistemas de conocimiento, tecnologías e informa-
convierte en microrregional o regional. Otra, la de in-
ción de la sociedad mayor. Poder pueblerino asocia-
cursionar, como lo hace el Sector Zoogocho y el pue-
do, revaloración de la cultura y el territorio y la alianza
blo yaqui, en iniciativas de desarrollo territorial, cuya
amplia e intercultural se hacen posible.
ambición es integral: información territorial propia,
Hasta aquí, estos procesos pueden contribuir a que
usos múltiples del territorio, proyectos de producción y
las muy diversas formas del biotopo, la pluralidad de
de conservación diversificados, preservación del con-
formas de los pueblos y sus tierras, se fortalezcan en
trol cultural, conservación, ecoturismo, educación me-
sus tejidos internos, pero permanezcan como entida-
dia y técnica, salud, vivienda.
des aisladas y en condiciones de debilidad ante las re-
Hemos tratado de convenir una línea que fortalez-
laciones de dominación locales y nacionales. Permiten
ca los sistemas de gobierno. Al inicio de la presente
construir pequeñas utopías, una especie de experien-
administración pública federal un grupo de profe-
cias bonsái que, sin embargo, no inciden en transfor-
sionistas (yaquis) se juntaron haciendo foros de aná-
maciones del entorno, ni de los pueblos vecinos, ni de
lisis para amarrar acuerdos y líneas de trabajo para
las estructuras regionales y nacionales. Hay un asunto
el pueblo yaqui. Lo que resultó fue el documento
de escala, de posibilidades de ahorro, de sinergias con
“Plan Estratégico de Desarrollo de la Tribu Yaqui”,
los vecinos, de espacio controlado, de asociación para
que comprende diversos ejes: económico, social,
ganar fuerza de interlocución, que pueden colocar a
político, cultural y deportivo. Este documento plan-
la experiencia indígena no sólo en la vertiente de la
tea que todo lo que tenga que ver con los recursos
resistencia, sino de un salto sustantivo, el de la trans-
naturales esté íntimamente ligado a los gobernado-
formación propia y de los entornos, y que requiere sin
res tradicionales. Los cuerpos técnicos colegiados
embargo de esfuerzos y estrategias adicionales.
han venido a fortalecer los acuerdos de trabajo […]
El caso de Nuevo San Juan en Michoacán abre la
la base fundamental del proyecto político como ele-
posibilidad de acumular desde empresas comunales.
mento de la constitución de los pueblos es el Plan
De condiciones críticas y sin posibilidad de pasar a
Estratégico de Desarrollo, que privilegia la defensa
reproducciones ampliadas de sus acervos, aprende a
del territorio […] de ahí viene actualmente la nego-
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221
ciación con la Reforma Agraria, porque para noso-
En tercer lugar, la endogeneidad es también in-
tros más bien esto es lo prioritario, no conseguimos
terpretada en el plano científico y tecnológico, es
un desarrollo sustentable si estamos mutilando los
decir, la vemos como la capacidad interna de un
derechos de tierra y agua […] (Intervención de Mi-
sistema —en éste de un territorio organizado—
guel Montes en la Reunión de Pueblos Indígenas
para generar sus propios impulsos tecnológicos de
de la Frontera Norte, Hermosillo, Sonora, 1 y 2 de
cambio, capaces de provocar modificaciones cua-
diciembre de 2004).
litativas en el sistema.
Las bases para un desarrollo territorial en serio se
el plano de la cultura, como una suerte de matriz
empiezan a hacer visibles: ubicación de las potencia-
generadora de la identidad socioterritorial (Boisier,
lidades de los territorios (suelos, biodiversidad, fauna,
1999: 15).
En cuarto lugar, la endogeneidad se plantea en
minerales, paisaje, formas culturales de uso y aprovechamiento, conocimientos especializados); movilización de
Desde estos puntos de concentración de fuerza, los
las redes de confianza y cooperación, movilización de
pueblos indígenas se colocan en otra perspectiva de in-
conocimientos propios y de alianzas culturales, siner-
cidencia en la organización del Estado y de enlaces con
gias con pueblos vecinos y con autoridades propias, un
globalizaciones alternativas. Lo pequeño afecta a lo más
centro propio de decisión política, formas de interlocu-
grande. ¿La manera de afectar es la misma que prosperó
ción con niveles de gobierno y poderes locales y regio-
en los años ochenta y noventa del siglo pasado, o esta
nales, asociaciones reguladas desde los pueblos con el
irrupción hormiga plantea, aún de manera incierta, nue-
mercado, aprovechamiento de globalizaciones alternas
vos asuntos? Intentemos una aproximación.
con sus mercados justos y solidarios y sus fondos de recursos éticos (Rodríguez, 2002). 222
Hay un enlace cierto entre los grandes rumbos del mundo y el Estado y las irrupciones indígenas. La críti-
La posibilidad teórica y práctica de estas formas
ca y desmantelamiento de los Estados-nación construi-
de desarrollo donde existe el control cultural propio,
dos a lo largo del siglo XX y la paralela reconstrucción
y que se nombran como desarrollo endógeno, se van
de un (des) orden global, coincide con la emergencia
abriendo paso en territorios, academias y agencias pro-
de muchos movimientos ciudadanos, sociales e indí-
motoras. Boissier las resume de este modo:
genas, con sus agendas propias. De igual manera, la
La endogeneidad del desarrollo regional habría que
afirmación y despliegue del nuevo (des) orden global,
entenderla como un fenómeno que se presenta en
que rehizo Estados, sociedades y mercados se hace vi-
por lo menos cuatro planos que se cortan, se cru-
sible desde fines del siglo pasado y entra arrollador en
zan entre sí.
los primeros años del siglo XXI. Es en esta inflexión de
Primero, la endogeneidad se refiere o se mani-
rumbo donde ocurre el decaimiento de una forma de
fiesta en el plano político, en el cual se le identi-
irrupción de los pueblos, la centrada en las reformas
fica como una creciente capacidad regional para
constitucionales y en el pleno reconocimiento de los
tomar las decisiones relevantes en relación a dife-
derechos indígenas; pero emerge la irrupción hormiga,
rentes opciones de desarrollo, diferentes estilos de
plural y dispersa de las reconstituciones de los pueblos
desarrollo, y en relación al uso de los instrumen-
ante la gran ola expansiva de mercado y secularización
tos correspondientes, o sea, la capacidad de dise-
estatal. Las muchas voces escuchadas en el Seminario
ñar y ejecutar políticas de desarrollo y, sobre todo,
y los Encuentros se encuentran en esa inflexión, nos di-
de negociar.
cen que hay continuidades esenciales, adquiridas en el
En segundo lugar, la endogeneidad se manifies-
ciclo anterior; pero que a la vez hay prácticas, expec-
ta en el plano económico, y se refiere en este caso
tativas y necesidades en busca de discurso y de estrate-
a la apropiación y reinversión regional de parte del
gia. Intentemos dibujar sus grandes ámbitos de posible
excedente a fin de diversificar la economía regio-
formulación y de impacto en lo más grande:
nal, dándole al mismo tiempo una base permanente de sustentación en el largo plazo.
Desde el siglo XVI a la fecha, el “caso mexicano”, a diferencia de varios países latinoamericanos, presentó
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una forma de dominación que era a la vez de pertenen-
como las patentes, las denominaciones de origen, las
cia. Explotó e incluyó desde la Colonia a los pueblos
asociaciones para la bioprospección, los derechos in-
reinventados como repúblicas de naturales, y se en-
telectuales sobre sus conocimientos, el comercio justo
frentó en guerras de exterminio con los pueblos que
y los productos orgánicos.
no aceptaron esta forma de sobrevivencia, los guerre-
La irrupción hormiga también afecta a la organi-
ros de Aridoamérica y los mayas del sureste. De ahí las
zación política que hoy se nombra como democracia
dos variantes históricas de relación de los pueblos con
representativa, y en particular a su tendencia a concen-
el Estado: defender formas de integración favorables a
trar las decisiones políticas en las instituciones formales
través de la negociación o el motín, o entrar en gue-
(partidos, congresos, Ejecutivo) y a vaciar de capacidad
rras “antisistémicas” (Florescano, 1997). Mesoaméri-
de decisión a los individuos, los colectivos, y las for-
ca se reconstruye de manera masiva dentro del sistema
mas de poder local. Ese desgarramiento del tejido de-
colonial y de las repúblicas utilizando preferentemen-
cisorio de la sociedad ayuda a la incursión atropellada
te el primer camino. Es una lucha por la autonomía y
de los flujos mercantiles en las regiones y a las impo-
la pluralidad dentro de estructuras de dominación ho-
siciones de políticas y programas por los gobiernos; en
mogénea. Tanto el primer ciclo de reformas constitu-
otras palabras, es funcional a la reorganización autori-
cionales como el segundo de la irrupción hormiga se
taria del territorio y de la población. Las formas plura-
mueven de manera preferente sobre esta ruta; por tan-
les de la reconstitución se proponen volver a llenar con
to, el nuevo (des) orden global se asienta sobre sólidas
capacidades decisorias a los pueblos. Sus rutas son va-
y viejas tradiciones de lucha transformadora “desde
riadas: “ocupar” ciudadanías en su dimensión de per-
abajo” y de coyunturas donde afloran de manera pú-
tenencia y derecho, ejerciendo los derechos agrarios, a
blica en grandes coaliciones. Ni en el discurso de los
la educación, a la salud, entre otros derechos sociales;
derechos indígenas ni en las prácticas de la reconsti-
e insistir en consolidar la paradoja en que viven: hacer
tución se planean escenarios de ruptura y salida de la
existente al sistema judicial donde el derecho positivo
“comunidad imaginaria” del Estado-nación, sino estra-
resuelva sobre sus derechos civiles y el reconocimien-
tegias para reinventarla. El añadido práctico que hacen
to de los sistemas normativos propios para una escala
las voces plurales de la reconstitución es que el discur-
comunitaria de regulación propia. Los derechos indí-
so de crítica al Estado homogéneo es necesario pero
genas tienen dimensiones muy importantes: permiten
no suficiente, se le escapan las transformaciones re-
la entrada de los pueblos a redes indígenas regiona-
cientes de este mismo Estado (privatizaciones, expan-
les y nacionales, aumentan la fuerza argumentativa de
siones, descentralizaciones) pero sobre todo, olvida el
sus posiciones, les permiten abrir interlocución con
poderoso impulso que asola regiones enteras, el impul-
organizaciones de abogados, lograr conquistas cons-
so del mercado.
titucionales en sus respectivos estados; pero no les per-
A la vez que reconocer la amplitud y complejidad
miten “pleitear”, su gran tradición de lucha, a través
de este (des) orden global, también hace falta articular
de tribunales y en procesos judiciales, ya que se ca-
en discurso y en redes lo que ya se hace: la irrupción
rece de personalidad jurídica. Además, estos derechos
“colonizadora” de los pueblos en programas, políticas
en su formato actual están restringidos a la concepción
e instituciones de Estado y en nichos y redes de mer-
agraria de la tierra, con tímidas aperturas a lo territorial
cado. El aprovechamiento de los nuevos diseños insti-
como hábitat, no como jurisdicción política, ni como
tucionales como la descentralización, el federalismo,
conocimiento especializado, ni como biodiversidad, y
la pluralidad política expresada en los cabildos muni-
mucho menos como etno territorio. La mención al há-
cipales y el cabildeo en las cámaras. La “ocupación”
bitat intenta establecer obligaciones conservacionistas
comunitaria de los ámbitos de la política social, con-
para los pueblos, pero no establece formas de acceso
vertida cada vez más en desnudos instrumentos para
efectivas a los recursos y a la biodiversidad. Incluso los
crear clientelas e impactos de opinión pública favora-
Acuerdos de San Andrés, referente obligado de la mo-
bles a los gobiernos en turno. La “ocupación” comuni-
vilización indígena en el ciclo anterior, padece de las
taria de diversos instrumentos y espacios de mercado
limitaciones que tiene la OIT al respecto, a saber, que
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223
224
regula actos expropiatorios del Estado pero no regula
sobre todo, esa reconfiguración de la autoridad y de los
derechos de acceso para los pueblos. La actual irrup-
circuitos locales de decisión propia permite cambiar la
ción de los pueblos vuelve a colocar el asunto de la
relación de fuerzas con las grandes entidades de Estado
tierra en la perspectiva de los etno territorios, y con
o de mercado en el asunto de fondo: el manejo de re-
ello está planteando una revisión a fondo de los de-
cursos monetarios, de recursos naturales y de organiza-
rechos indígenas en su capacidad para pleitear, en la
ción del espacio. Ese aspecto es esencial. Como hemos
inclusión a fondo de los derechos territoriales en sus
planteado, ahí puede ocurrir una transformación de
varias dimensiones, en la revisión del régimen mono-
gran calado, donde estas micro sociedades, obligadas a
pólico a favor del Ejecutivo Federal que establecen las
gastar su vitalidad en la sobrevivencia, pueden acceder
leyes federales y que tienen intervenidos los territorios
a escalas ampliadas de reproducción de sus formas de
indígenas, el subsuelo, el suelo, los recursos, el paisa-
vida. Una de las posibilidades que se despliega en esta
je; y que es más fácil sortear para las coaliciones de
irrupción de los pueblos, en largos procesos de cons-
intereses y de amigos que llegan con cada régimen
trucción, es que se introduzcan en el pleito por el desa-
sexenal, que para los miles de pueblos asentados por
rrollo. Por eso es probable que se modifique la manera
centurias. Los derechos indígenas y las reformas posi-
habitual de plantear este asunto: por un lado, asumir
bles continúan, pero se requiere ensancharlos, dibujar
como prioridad el ganar el control cultural de ese de-
“ciudadanías territoriales” que efectivamente ganen el
sarrollo, a partir de la elaboración interna de propues-
derecho a ejercerlos mediante la conquista de la perso-
tas decidida por los mismos pueblos, introduciendo el
nalidad jurídica. Sin esas transformaciones en los dere-
factor territorial como eje espacial propio que organi-
chos indígenas, la única línea judicial de contención
za el esfuerzo interno y la intervención externa, sea del
de la reorganización autoritaria del espacio seguirán
Estado o del mercado, y con ello superar la lógica de
siendo los derechos agrarios.
los “proyectos productivos y comerciales” sectoriales o
La otra gran vertiente donde el vaciamiento de ca-
de las asignaciones asistenciales a las familias. Por el
pacidad decisoria para individuos y colectivos se pue-
otro lado, que la estrategia centrada en los derechos
de contener y revertir, es que la reconstitución es, entre
indígenas y en capítulos específicos de la Constitución
otra cosas, una “siembra” y cultivo de autoridades e
se abra a la disputa abierta por el hábitat, la biodiversi-
instituciones propias. Así ocurre en pequeños pueblos
dad, los conocimientos y los presupuestos. Finalmente,
aislados, pero también en asociaciones por motivos re-
así como se construyeron coaliciones amplias de alia-
ligiosos, deportivos, de desarrollo o de proyecto étnico.
dos para la lucha por los derechos indígenas, se pue-
La creciente asociación permite ampliar su fuerza co-
dan construir amplias alianzas para el desarrollo, a
lectiva y territorial. Ahí se abren caminos de transforma-
escala regional y global.
ción desde abajo del orden republicano nacional. Por
El caso del pueblo yaqui, con su gran asociación de
un lado, la posibilidad de avanzar en rediseños de juris-
tribus y territorios, muestra que ese camino ya es po-
dicciones políticas propias, que correspondan a esta re-
sible y se está recorriendo. La autonomía se convierte
configuración de la autoridad “desde abajo”, sea como
entonces en la posibilidad de frenar lógicas externas y
remunicipalizaciones, donde pueblos grandes que aho-
disolventes de intervenciones de Estado y mercado, y
ra son agencias auxiliares logren el estatuto municipal;
de preservar el control cultural como eje de interlocu-
sea mediante reformas descentralizadoras de los muni-
ción, de racionalidad y de integración. El 11 de mayo
cipios, para que muchas de la comunidades, ahora sin
de 2004, en el pueblo de pótam los ocho gobernado-
reconocimiento de su gobierno propio, sean agencias
res de las tribus, sus comandantes y capitanes, firman
pero con atribuciones de gobierno y de presupuesto.
un Pronunciamiento donde, “bajo respeto mutuo y en el
Los resquicios de asociaciones municipales que el 115
marco político de las negociaciones de Gobierno a Go-
constitucional ya contempla, puede dar lugar a la in-
bierno”, exigen a las autoridades federales, estatales y
vención de reagrupamientos territoriales donde el teji-
municipales: a) Pleno reconocimiento a las autoridades
do asociativo de los pueblos y su continuidad territorial
tradicionales; b) Reconocimiento de su legítima y legal
logren cubrir microrregiones y regiones enteras. Pero
lucha por territorio y dotaciones de agua por resolución
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presidencial, c) Reconocimiento de su Plan Estratégico
a) Puesta en marcha del programa de rescate terri-
de Desarrollo de la Tribu Yaqui, donde tienen que ca-
torial.
nalizarse los recursos y programas federales, estatales y
b) Puesta en marcha del proyecto “Plan Estratégico
municipales. Es una argumentación compleja, donde la
de Desarrollo de la Tribu Yaqui”.
legitimidad histórica como pueblo se entrelaza con la
c) Programas de regularización de anteriores con-
fundamentación jurídica que los respalda en la Consti-
venios con entidades y dependencias: CFE, CNA,
tución Federal y en las leyes de planeación, así como
PEMEX, SCT y otros.
en convenios anteriores; y con diseños técnicos propios,
d) Con los municipios, la programación de 2% so-
derivados de sus órganos asesores, para pelear cuantías
bre productividad de la tribu Yaqui, no solamen-
de recursos y orientaciones a ámbitos determinados.
te del sector agrícola sino del resto de actividades
Conviene rescatar su parte medular a nuestros fines:
productivas ganadería, pesca, forestal y petróleo. e) Reordenamiento de políticas públicas de aten-
X. El territorio en posesión de la tribu Yaqui y el Go-
ción en los productivo y social, con énfasis en los
bierno tradicional de los ocho pueblos de la tribu,
aspectos educativos y culturales.
será la base de organización territorial, planeación, y administración de la dependencias estatales, federa-
3. Dejar sin efecto anteriores formas de partici-
les y municipales, para la realización de los progra-
pación de grupos particulares y organizaciones in-
mas operativos anuales de la administración pública
dígenas que se autoadscriben como representantes
federal, estatal y municipal que participen en la ins-
de la Tribu Yaqui.
trumentación del convenio y el Plan Estratégico de
Con la seguridad que representa la confianza
Desarrollo de la Tribu Yaqui, así como de los progra-
depositada en este diálogo, esperamos un actuar y
mas y subprogramas que de el se deriven.
una toma de decisiones que den rumbo a los acuer-
XI. El territorio de la tribu Yaqui como una unidad de planeación para las acciones orgánico- ad-
dos planteados mismo de los que solicitamos una respuesta concreta a estos pronunciamientos.
ministrativas de Gobierno implementadoras del desarrollo y atención, se delimitarán considerando
Atentamente:
está composición, con la finalidad de proteger y res-
Autoridades Tradicionales de la Tribu Yaqui
petar las leyes internas, usos y costumbres y formas especificas de organización social del Gobierno tradicional de los ocho pueblos de la tribu Yaqui.
Lo que se anunciaba en ese torbellino que reorganizó estados y mercados en el paso de los siglos XX
Por lo que retomando el espíritu de diálogo, in-
y XXI, empieza a cobrar cara y fuerza. Surgieron nue-
tenso y sostenido, bajo respeto mutuo y en el mar-
vos códigos de convivencia, individuales y mercanti-
co político de las negociaciones de Gobierno a
les, en mucho marcados por los grandes intereses de
Gobierno estimaremos la congruencia y consisten-
las sociedades de dominación que aún somos, ahora
cia de los acuerdos pendientes que se han estable-
coordinadas en redes globales y bloques regionales
cido, de los que hacemos referencia puntualmente:
Y que parecen decir: “terminó el torbellino que todo
1. Respeto y reconocimiento de los ocho pue-
lo deshace, es hora de dar forma, de nombrar un or-
blos Yaqui originales con sus respectivos gober-
den”. Pero esos vientos impetuosos revolvieron y agi-
nadores, radicados en los pueblos históricamente
taron también “abajo”, despertaron energías latentes,
existentes en donde se ejerce el poder de los usos y
se extendió la convicción de que no hay entidades “fi-
las costumbres.
jas” como la Nación, el Estado y la Democracia, que
2. Definición clara y expedita de la firma del do-
todo es construcción, convención, posibilidad de mo-
cumento “Convenio de Declaración y Concertación
dificación y arreglo. ¿Después de esta irrupción plural
de Acciones en la Tribu Yaqui”, por la Federación y
de afirmaciones de identidades comunales, regionales,
Estado con el Gobierno tradicional de la Tribu Ya-
sociales, culturales, se puede vivir en las grandes co-
qui (que contiene):
munidades imaginarias llamadas Nación y Estado que
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226
no sean en efecto plurales? ¿Esta irrupción de lo plu-
como penetran valores individuales y de género en los
ral acaso acalla el clamor de pertenencia, de inclusión,
pueblos, éstos se convierten de manera potencial en
de mantener esa enorme esfera envolvente que son los
difusores de axiologías que permiten revincular al indi-
Estados socialmente responsables? ¿Se puede hablar
viduo egoísta, consumidor y solitario de la modernidad
de la promesa del mercado y el desarrollo sin acceso
más avanzada, con la vigilia antigua que cuidaba na-
a los recursos propios, se puede hablar de democra-
turaleza y sociedad como tarea común, ahora que esta
cia sin parcelas propias de decisión y formas dialoga-
modernidad se convirtió en una sociedad de muy alto
das de acuerdo y negociación? ¿Se puede ocultar que
riesgo: climático, de polarización social, de derroche
hoy se vive ese tsunami que requiere de contención y
extremo de los recursos. Tal vez de esa irrupción plural
contrapeso? Por eso, nos parece, los laboratorios socia-
y hormiga, la sociedad del siglo XXI, con sus estánda-
les no cesan, aunque se intente cerrar el ciclo de las
res de confort e individualismo para unos y de desinte-
transformaciones. En esa irrupción hormiga de los úl-
gración humana para otros, aprenda a distinguir tras la
timos años está presente un ánimo de reforma de lo
epidermis de unas duras palabras, las que emplean los
más grande. Creemos que es una lucha por ampliar la
capitanes yaqui para juramentar a sus oficiales, la ne-
República, no por cancelarla o salirse de ella, a partir
cesidad ética de regresar a la tarea común:
de diseminar la pluralidad y la diferencia. Es una lucha
Para ti no habrá sol, para ti no habrá muerte, para
para construir ciudadanías de “alta intensidad” por es-
ti no habrá dolor, para ti no habrá calor, ni sed ni
tar cargadas de derechos civiles, sociales, culturales y
hambre, ni lluvia, ni aire, ni enfermedad, ni familia.
territoriales; es una lucha a fondo por el desarrollo y la
Nadie te causará temor, todo ha terminado para
“colonización” de los mercados y que se conecta en
ti, excepto una cosa: hacer tu trabajo. En el puesto
ocasiones con las globalidades alternativas del comer-
que has sido asignado, ahí te quedarás para la de-
cio justo. Pero es también un ánimo de alianza de cul-
fensa de tu nación, de tu gente, de tu raza, de tus
turas y de mayor hibridización de la sociedad toda. Así
costumbres, de tu religión.
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Anexos DIRECTORIOS La primera sesión del seminario institucional “Reconstitución y reforma de Estado” tuvo lugar en la ciudad de México, el 19 de septiembre de 2003. La segunda sesión del seminario institucional “Marco jurídico e institucional disponible” tuvo lugar en la ciudad de México el 3 de octubre de 2003. La tercera sesión del seminario institucional “¿Es posible el desarrollo con los pueblos?” tuvo lugar en la ciudad de México, el 3 de octubre de 2003. La cuarta sesión del Seminario de Políticas Públicas y Reconstitución de Pueblos Indígena “Experiencias de reconstitución. El caso de Querétaro y Guanajuato” tuvo lugar el 14 de noviembre de 2003 en Querétaro, Querétaro. La quinta sesión del Seminario de Políticas Públicas y Reconstitución de Pueblos Indígena “Experiencias de reconstitución. El caso del estado de Puebla” tuvo lugar el 16 de enero de 2004 en Puebla, Puebla. La sexta sesión del Seminario de Políticas Públicas y Reconstitución de Pueblos Indígenas “Experiencias de reconstitución. El caso de Michoacán” tuvo lugar el 13 de febrero de 2004 en Uruapan, Michoacán. La séptima sesión del Seminario de Políticas Públicas y Reconstitución de Pueblos Indígenas “Experiencias de reconstitución. El caso de Oaxaca” tuvo lugar el 2 de abril de 2004 en Oaxaca, Oaxaca. La octava sesión del Seminario Institucional “Políticas interculturales y reconstitución de los pueblos” tuvo lugar en la ciudad de México, el 7 de mayo de 2004. La Reunión de Pueblos Indígenas de la Frontera Norte: Desarrollo y Medio Ambiente se llevó a cabo en Hermosillo, Sonora, el 1 y 2 de diciembre de 2004. El “Encuentro de Experiencias de Reconstitución de Pueblos Indígenas” tuvo lugar en Pátzcuaro, Michoacán, el 17 y 18 de diciembre de 2004. El “Encuentro entre indígenas tepehuanos (o’dam/ódami) y rarámuri” se llevó a cabo en Hidalgo del Parral, Chihuahua, el 25 y 26 de noviembre de 2005. El “Encuentro de los pueblos indígenas de la Huasteca: Reconstitución de pueblos indígenas, organización social y recursos naturales” se llevó a cabo en Taninul, San Luis Potosí, los días 20, 21 y 22 de septiembre de 2006
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Nombre del
Inocente Reyes Martínez Hernández
Ma. del Carmen Álvarez Juárez Ernesto Pérez Treviño
Ciro Toribio Cortez Fortanell Teodoro Reséndiz Rincón
participante
Consejo Consultivo Nacional, Consejo Estatal de los Pueblos Indígenas Consejo Consultivo, Frente Regional Indígena Chichimeca-Otomí, A.C. Consejo Estatal de Pueblos Indígenas Mayordomía de Sombrerete
Nombre de la organización
Semidesierto
Estatal
Querétaro Querétaro
Chichimeca-Otomí
Semidesierto
Semidesierto
cobertura
Región de
Guanajuato
Querétaro
Querétaro
Estado
San Luis de la Paz, Tierra Blanca, San Miguel de Allende Colón, Amealco, Tolimán, Ezequiel Montes, Cadereyta Cadereyta, Sombrerete, La Laja, El Mebrillo, Soyatal
Colón, Amealco, Tolimán, Ezequiel Montes, Cadereyta
Cadereyta, Sombrerete
comunidades
Municipios /
Otomí
Chichimecaotomí Otomí
Otomí
Otomí
indígenas
Grupos
Proyectos que impulsa
Proyectos de infraestructura y desarrollo económico Culturales
Productivos
Proyectos de infraestructura y desarrollo económico
Desarrollo económico y cultural
Encuentro sobre Experiencias de Reconstitución de los Pueblos Indígenas de Querétaro y Guanajuato
DIRECTORIO DE ORGANIZACIONES Y PERSONAS PARTICIPANTES
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Nombre del
Presidente de la OIT
Vicente García García
María Eugenia Sánchez Universidad Iberoamericana Díaz de Rivera
Eusebio Fuentes SSS Kafen Tekipanogke Hernández Concepción Martín Taller Tradición Oral Cruz Francisco Pérez Vicente UNITONA
Mazahualchicahualistli
Masehual Olocholistli
Comisión de Impartición de Justicia de la OIT Comisión de Investigación de Justicia de la OIT Comision Takachihualis Defensa de los Derechos Humanos Comisión Takachihualis Defensa de los Derechos Humanos Cristina Morales Baltazar
Asociación de Productores Indígenas Cesik
Nombre de la organización
Ventura Hernández López Laura Olivares Adán
Germán Solís Carrera
Luis Félix Aguilar
Pedro Cortés Ocotlán
Donato Trujillo Martínez Edmundo Barrios Marbán Mateo Sánchez Espinoza María García García
participante
Puebla
Tzinacapan
Huehuetla
Totonacapan
Puebla
San Sebastián Tlacotepec
Huehuetla
San Sebastián Tlacotepec
Coyomeapan
Sierra Negra
Tzinacapan
Tzinacapan
Huehuetla
Huehuetla
Zoauitlán, San Miguel Tzinacapan Huehuetla
Tzinacapan
Sierra Negra
Totonacapan
Sierra Negra
Sierra Negra
Municipios / comunidades
Puebla
Puebla
Puebla
Puebla
Programa FAOSagarpa Puebla
Puebla Puebla
Totonacapan
Puebla Puebla
Totonacapan
Totonacapan
cobertura
Región de
Puebla
Puebla
Puebla
Estado
Reconstitución de Pueblos Indígenas. Caso Regional Puebla Grupos
Náhuatl
Totonaco
Náhuatl
Náhuatl
Totonaco
Náhuatl
Náhuatl
Totonaco
Náhuatl
Náhuatl
Totonaco
Totonaco
Totonaco
Náhuatl
indígenas
Asesoría para organizaciones y derechos humanos
Oranización y derechos humanos Organización y agropecuarios
Agropecuarios
Organización y agropecuarios
Agropecuarios
Organización y derechos humanos Organización y derechos humanos Asesorías en la organización y programas agropecuarios Agropecuarios
Organización y agropecuarios
Organización y agropecuarios
Organización y derechos humanos Organización y agropecuarios
Proyectos que impulsa
www.cdi.gob.mx
Melina Hernández Sosa
Oaxaca
Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (UCIZONI) A.C. Unión de Organizaciones de la Sierra Juárez de Oaxaca (UNOSJO) Oaxaca
Oaxaca
Oaxaca
Oaxaca
Oaxaca
Estado
Unión de Comunidades Indígenas de la Región del Istmo (UCIRI)
Frente Indígena Oaxaqueño Binacional, Centro Binacional para el Desarrollo Indígena Oaxaqueño (FIOB) Servicios del Pueblo Mixe
Aurelio Maceda
Adelfo Regino
Fondo Regional de Pueblos Sector Zoogocho VA Cheyugosho, A.C.
Nombre de la organización
Jorge López López y Fernando Melo F.
participante
Nombre del
Sierra Norte
Región del Istmo
Istmo
Mixe
Mixteca Alta
Sierra Juárez
cobertura
Región de
Tehuantepec, Lachiguiri, Guichicovi, Matías Romero, San Mateo del Mar Santa Maria Zoogochi, Santa Cruz Yagavila, Santiago Teotlaxco, San Juan Yagavila, Lachixila, Arroyo Macho, La Selva, Santa Gertudis, Ixtlán de Juárez, Guelatao, Camotlán y Talea de Castro
Cacalotepec, Tlahuitoltepec, Alotepec, Chichicaxtepec, Jaltepec Tehuantepec, Ixtepec
Huajuapan de León
Santiago Laxota, Santiago Zoochila, Villa Alta, Santa Catarina, Yahuio
comunidades
Municipios /
Grupos
Zoque, mixe, zapoteco, huave Zapoteco
Zapoteco
Mixe
Mixteco y triqui
Zapoteco
indígenas
Seminario de Reconstitución de los Pueblos Indígenas. Caso Regional Oaxaca
Gestión de recursos para la capacitación en derechos indígena Proyectos productivos, búsqueda de mercados internacionales Promover proyectos de desarrollo rural, asesoría y gestoría jurídica Promoción de convenio en materia de justicia
Promoción y capacitación de equidad de género y de derechos de los pueblos indígenas Procuración de justicia, derechos humanos y derechos indígenas
Proyectos que impulsa
www.cdi.gob.mx San Luis Potosí San Luis Potosí Veracruz
Escuatitla
Bienes Comunales
FRI Chicontepec
Eligio Cruz Cruz
Gabriela Barrera Aguirre Federico Hernández Méndez
Ismael Reyes Alonso
Veracruz Veracruz Veracruz
DGI, Dirección General de
Educación Indígena U.V. Intercultural
U.V. Intercultural
Veracruz
San Luis Potosí
Comisariado Ejidal
Apolinar Lozano Reyes Miahuaxóchitl
San Luis Potosí
San Luis Potosí
Ayuntamiento de Aquismón
Chapulhuacanico
San Luis Potosí
Chiquinteco
Álvaro Pérez Hernández Faustino Martínez Hernández Pedro Castro Hernández Juan Miguel Marcelino
San Luis Potosí
Ayuntamiento de Cd. Valles
San Luis Potosí
San Luis Potosí
Piloncilleros de San Antonio
Pedro Hernández Gutiérrez Estela Hernández Galván Cleotilde Ezequiel Ángeles Gregorio Rubio Huerta
Félix Martínez Salvador Ayuntamiento de San Vicente
San Luis Potosí
Santa Ma. Acapulco
Félix Rubio Medina
Estado San Luis Potosí
Organización
Santiago Montero Mar Santa Ma. Acapulco
Nombre
Ixhuatlán
Ixhuatlán
Chicontepec
Chicontepec
Tlaycaxicalango
San José Santiago
Escuatitla
Cristian El Naranjal
Chapulhuacanico
Lázaro Cárdenas
Tampaxal
Chiquinteco
Ejido Rancho Nuevo
Col. Altamira
Santa Ma. Acapulco
origen Santa Ma. Acapulco
Comunidad de
Ixhuatlán de Madero
Ixhuatlán de Madero
Chicontepec
Chicontepec
Chicontepec
Tamazunchale
San Martín
Xilitla
Tamazunchale
San Viciente
Aquismón
Tampamolón
Cd. Valles
San Antonio
Santa Catarina
Santa Catarina
Municipio
Encuentro de Pueblos Indígenas de la Huasteca
Náhuatl
Náhuatl
Náhuatl
Náhuatl
Náhuatl
Náhuatl
Náhuatl
Náhuatl
Náhuatl
Tenek
Tenek
n/a
Tenek
Tenek
Pame
indígena Pame
Grupo
Estudiante
Estudiante
Encargado de Cultura
Representante
Presidente
Representante
Juez auxiliar
Presidente
Juez auxiliar
Director de Asuntos Indígenas
Regidor
Juez auxiliar
Directora de Asuntos Indígenas
Representante
Gobernador tradicional
Juez auxiliar
Cargo
www.cdi.gob.mx Hidalgo
FRI de la Huasteca de Hidalgo
Chumaquico
Axihuiyo
Hidalgo
La Carolina
Ixhuatlán
Santiago 2o
Veracruz
U.V. Intercultural
Huextetitla
Hidalgo
Hidalgo
Bienes Comunales
Tanzaquil
Centro Jurídico de Derechos Humanos Focolares, A.C.
Veracruz
Tonmehualan Tenek, A.C.
Xilozuchitl
Tomás Herández Dolores Francisco Monterrubio Hdz. Nicolas Antonio Vite Hernández
Veracruz
Xilozuchitl
Rancho Nuevo
El Cocompotrero
Corral Viejo La 1a
Las Agujas
Ixhuatlán
Romantla
Las Palmas
origen Tlalmaya
Comunidad de
Hidalgo
Veracruz
UGOCEM
Veracruz
Veracruz
DGI
Org. Campesina Popular Independiente de la Huasteca Veracruzana, A.C.
Veracruz
Mazxochitahuantzin
Veracruz
Veracruz
Romantla
Tonmehualan Tenek, A.C.
Veracruz
Veracruz
Estado
Tlahuepa Unión de Ejidos Piloncilleros Agrop. Miahuaxochitl
Organización
Eulogio Sánchez Rivera Org. Zona Norte, A.C.
Dámaso Hernández Bautista José Hernández Bautista Eusebia del Ángel Mártir Martha Hernández Hernández Ismael Pérez Lugo
Felipe Hernández Hernández Castulo Cruz Antonio/ Ricardo Flores Martínez Germán Azuara Bautista Galdino Hernández Marín Teodoro Pérez del Ángel Esteban Antonio del Ángel Erasmo Díaz Ramos
Nombre
(continuación)
Huejutla
Huejutla
Xochiatipan
San Felipe Orizatlán
Ixhuatlán de Madero
San Felipe Orizatlán
Tantoyuca
Tantoyuca
Tempoal
Tempoal
Tantoyuca
Tantoyuca
Ixhuatlán de Madero
Chiconamel
Chicontepec
Benito Juárez
Municipio
Grupo
Náhuatl
Náhuatl
Náhuatl
Náhuatl
n/a
Nahuatl
Tenek
Tenek
Tenek
Tenek
Tenek
Tenek
Náhuatl
Náhuatl
Náhuatl
indígena Náhuatl
Secretario técnico
Promotor
Promotor asesor jurídico
Representante
Catedrático
Presidenta
Tesorera
Agente municipal
Autoridad
Presidente
Presidente
Asesor técnico pedagógico
Presidente
Representante
Técnico de apoyo
Tesorero
Cargo
www.cdi.gob.mx
Pedro Morales Hernández Santos Hernández Hernández Antonio Santiago Hernández Bernardo Pesina González Rosalia Hernández Hernández
Roberto San Juan Ontiveros Prisciliano Hernández Hernández Antonia Cerecedo Hernández Francisco Hernández Bautista Félix Cruz Salazar
Santos Hilario Portes
Salustia Hernández Hernández Modesto Domingo Juan Antonio Arias Ortíz
José Concepción Rodríguez Isabel Albino Ramos
Nombre
(continuación)
Hidalgo S.L.P. Hidalgo
CCDI Tenango de Doria
La Palma
CCDI / Huejutla
Huejutla
La Palma
Tenango de Doria
Chalahuiyapan
Hidalgo
CCDI / Huejutla
Cochotla Congreso Perm. Agrario Pachuca
Hidalgo
Escuela Telesecundaria
Xoloxtla
Octatitla
Yahualica
Grupo de Producción Productiva de Hidalgo Papaya Maradol CDI / Hidalgo Hidalgo
Hidalgo
Hidalgo
Hidalgo
Grupo de Mujeres de Xoloxtla
Centro Jurídico de Autodefensa de Derechos Humanos
San Pedro
San Francisco
Piltzotla
Hidalgo
Fundación Progreso Para Las Zonas Hidalgo Marginadas, A.C. (Prozamar) Fundación Prozamar, A.C. Hidalgo
Buena Vista
Olcuatla
origen San José
Comunidad de
Hidalgo
Hidalgo
Org. de la Sierra Tepehuacán
Sociedad Masehualtzitzin, Intsentiliz Vida Digna Para El Comunero, A.C.
Hidalgo
Estado
FRI de la Huasteca de Hidalgo
Organización
Huejutla
Tamasopo
Tenango de Doria
Huejutla
Pachuca
Huejutla
Talpexco
Huejutla
Jaltocan
Yahualica
Huazalingo
Huazalingo
Tanchinol
Huejutla
Tepehuacan
Tlanchinol
Municipio
Grupo
Náhuatl
Pame
Cargo
Director CCDI
RFCI
Presidente
Secretario
Presidenta
Promotor comunitario
Promotor
Secretario general
Vicepresidente
Presidente de grupo
Presidenta del CD
Secretario
Comisión financiera
Auxiliar de albergues
Gobernador tradicional
Otomí tepehua Resp. FOCAI
Náhuatl
n/a
Náhuatl
Náhuatl
Náhuatl
Náhuatl
Náhuatl
Náhuatl
Náhuatl
Náhuatl
Náhuatl
Náhuatl
indígena Náhuatl
www.cdi.gob.mx Ejido la Sagrada Familia Zacatipan
San Luis Potosí San Luis Potosí San Luis Potosí San Luis Potosí San Luis Potosí San Luis Potosí San Luis Potosí San Luis Potosí
Ejido Tampachán
Ejido Tampachán
CDI / San Luis Potosí
CDI / San Luis Potosí
CDI /San Luis Potosí
Ayuntamiento de Coxcatlán
Productor de Desarrollo Sustentable Justicia para la Defensa Indígena Potosina, A.C. Ayuntamiento de Tamazunchale
Gloria Mejía Elizondo
Florencio Ramírez González Agustín Flores González Jacinto Librado Hernández S. Noé Zúñiga García San Luis Potosí
Tlaxco
San Luis Potosí
San Luis Potosí
Ayuntamiento Cd. Valles
CCDI / Tampacán
Veracruz
CCDI / Chicontepec
Cuilonico
San Luis Potosí
San Luis Potosí
San Luis Potosí
Axtla
La Cruz
Santa Martha
Coecho
Rancho Nuevo
Chicontepec
Chicontepec
San Luis Potosí
Veracruz
CCDI / Chicontepec
Xilozuchitl
origen Mexcatla
Comunidad de
Ayuntamiento de San Antonio
Veracruz
Veracruz
Estado
DGI, Dirección de Educación Indígena DGI
Organización
Adalberta Hernández Bautista Vitelio R. Hernández Melo Cecilio Gómez Velázquez Alma Rosa Mendoza Ramos Felipe de Jesús Gutiérrez Fidel Bautista Rodríguez Alejandro González Santiago Fidel Martínez Villarreal Luis Felipe Guerrero García Diego Olivares Briones
Fausta Cruz Treviño
Nombre
(continuación)
Tamazunchale
Tanquián de Escobedo
Coxcatlán
Coxcatlán
San Luis Potosí
San Luis Potosí
San Luis Potosí
Axtla
Aquismón
San Antonio
San Antonio
Cd. Valles
Chicontepec
Chicontepec
Tantoyuca
Chicontepec
Municipio
Náhuatl
Tenek
Náhuatl
Náhuatl
n/a
n/a
n/a
Náhuatl
Tenek
Tenek
Tenek
Tenek
n/a
n/a
Tenek
indígena Náhuatl
Grupo
Aux. Depto. Asuntos Indígenas
Presidente
Tesorero
Director de Asuntos Indígenas
RFCI
Abogado adscrito
Servicio social FOCAI
Técnico ejidal
Presidente del comisariado
Técnico de cultura
Director de Asuntos Indígenas
Auxiliar de Asuntos Indígenas
Resp. de Org. e Infraestructura
Coordinadora Regional de Educación Incial Comisionada de Lengua Indígena Resp. PROFODECI
Cargo
www.cdi.gob.mx
Organización
Antonio Barrios Hernández Juventino Martínez Medina José Antonio Santos Rosas
San Luis Potosí San Luis Potosí San Luis Potosí
CCDI / Tancanhuitz
Danzante
Hidalgo
Estado
CCDI / Tancanhuitz
Yanira Morales Badillo Mazehualtzitzi Inisentilliz
Nombre
(continuación)
Ejido El Retiro
Tancanhuitz
Tancanhuitz
origen Huejutla
Comunidad de
Tamuín
Tancanhuitz
Tancanhuitz
Huejutla
Municipio
Tenek
Náhuatl
n/a
indígena Náhuatl
Grupo
Pulixon Malinche
Técnico
Profesional
Representante legal
Cargo
www.cdi.gob.mx Sonora Sinaloa Baja California Sonora Sinaloa Sonora Sonora Chihuahua Chihuahua Sonora Sonora Sonora
Cricelia Sánchez Luque
Elías Espinoza Álvarez
Fernardo Martínez Osuna
Francisco Vega Vega
Germán Valdez Juárez
Heraclio Tambo Cañedo
Ignacio Ramos
José Luis de la Cruz
José Luis López Morales
José Luis Ontamucha Zamora
Juan Cervantes Álvarez
Baja California
Bernardino Martínez Martínez
Cornelio Molina Valenzuela
Baja California
Arnulfo Estrada Ramírez
Sonora
Sonora
Antolín Vázquez
Cornelia Rodríguez Tejada
Sonora
Ángel Pesado Majakes
Baja California
Sonora
Amelia Chan Díaz
Camilo Bautista
Baja California
Amado Sánchez Albáñez
Sonora
Baja California
Amado Albáñez
Brenda Lee López Pacheco
Sonora
Nombre
Alicia Chuhuahua
Estado
Reunión de pueblos indígenas de la frontera norte Pueblo indígena/ Región
Mayo
Mayo
Seri
Tarahumara
Tarahumara
Cucapá
Yaqui
Mayo
Yaqui
Kiliwa
Mayo
Yaqui
Guarijío
Triqui (migrante)
Pápago
Triqui
Kiliwa
Mayo
Cucapá
Cucapá
Pai pai
Pai pai
Pápago
www.cdi.gob.mx Sonora Sonora Sonora Sonora Sinaloa
Ramón Rodríguez Zazueta
Reynaldo Velasco León
Ricardo Estrella Romero
Víctor Ayala Soto
Sonora
Nicolás Wilson Tambo
Ramón Antonio Marcial Velasco
Baja California
Mónica Paulina González
Sinaloa
Sonora
Miguel Montiel Molina
Pedro Combera López
Sonora
Máximo Ibarra Borbón
Baja California
Chihuahua
Luciano Gutiérrez
Patricia Ramírez González
Baja California
Nombre
Leonor Farlow
(continuación) Estado
Mayo
Seri
Pápago
Guarijio
Pápago
Mayo
Migrante
Cucapá
Cucapá
Yaqui
Mayo
Tarahumara
Kiliwa
Pueblo indígena/ Región
www.cdi.gob.mx
Chihuahua Chihuahua Durango Durango Chihuahua Durango Chihuahua Chihuahua Durango Chihuahua Chihuahua Chihuahua Durango Chihuahua Chihuahua Durango Chihuahua Chihuahua Chihuahua Chihuahua Chihuahua Durango Chihuahua
Alejandro Rivas Vega
Ángel Manchado Romas
Basilio Mendía Páez
Bernardino Silva Cruz
Bernardo Patiño
Carmelo Calleros Reyes
Cayetano Bustillos Ramos
Cirilo Ríos Vega
Eleuterio Mendía Ramírez
Ermerigildo Cruz Romos
Ernesto Molina Benítez
Ernesto Moreno B.
Eulogio Silva Bustillos
Genaro Cruz Cruz
Gregorio Molina Ríos
Guadalupe Santana Calleros
Héctor F. Delgado Palma
Isidro Baldenegro
Jesús E. Herrera Quiñones
Juan Chávez
Juan Ríos Vega
Juan Soto Mendoza
Juan E.
Nombre
Estado
Pueblo indígena / Región
Guazaparez, Chih.
Tepehuano/Santa Ma. Ocotán
Baborigame, Gpe. y Calvo
Tehuerechi, Carichí
Baborigame, Gpe. y Calvo
Baborigame, Gpe. y Calvo
La Laguna, Bocoyna
San Francisco Ocotán
Baborigame, Gpe. y Calvo
Pino Gordo, Gpe. y Calvo
Tarahumara
Pahuchique, Guachochi
Pihuichique, Guachochi
Pino Gordo, Gpe. y Calvo
Santa María Ocotán
Baborigame, Gpe. y Calvo
Pino Gordo, Gpe. y Calvo
Santa María Ocotán
San Rafael Urique
Tarahumara
Santa María Ocotán
Baborigame, Gpe. y Calvo
Baborigame, Gpe. y Calvo
Encuentro entre indígenas tepehuanos (o‘dam / ódami) y rarámuris
www.cdi.gob.mx
Durango Chihuahua Chihuahua Durango Durango Durango Chihuahua Chihuahua Chihuahua Chihuahua Chihuahua Chihuahua Chihuahua Durango Durango Chihuahua Durango Durango Durango Durango Chihuahua Durango
Juventino León Pacheco
Luciana Torres Palma
Manuel Flores Soto
Martín Olivas García
Martiniano Mendoza Ramos
Maximino Valencia Herrera
Narciso Chaparro Soto
Otilia Herrera Rivas
Patrocinio Reyes Guadalupe
Porfirio Cruz Ramos
Prudencio Ramos Ramos
Rafael Fontes Machado
Refugio Salinas Vázquez
Santiago Calleros Solís
Sergio Ramos Arareco
Teresa Calleros Mendía
Tirzo Chaparro García
Trinidad Morales Rodríguez
Valente Valencia Lazos
Victoriano Juárez Martínez
Yolanda Soto Cumplido
Nombre
Julián García Amatón
(continuación) Estado
Tepehuano
Somaquique, Guachochi
La Cumbre, Guanaceví
Tepehuano
Tarahumara
Tepehuano/Santa Ma. Ocotán
Pino Gordo, Gpe. y Calvo
Tepehuano
Tepehuano/San Bernardino Milpillas
San Rafael Urique
Pino Gordo, Gpe. y Calvo
Pino Gordo, Gpe. y Calvo
Tehuerechi, Carichí
Baborigame, Gpe. y Calvo
Baborigame, Gpe. y Calvo
Baborigame, Gpe. y Calvo
Tepehuano
Tarahumara
Tepehuano
Colorada de la Virgen, Gpe. y Calvo
Consejo indígena
Tepehuano/Santa Ma. Ocotán
Pueblo indígena / Región
www.cdi.gob.mx
Michoacán Michoacán Michoacán Michoacán Michoacán Michoacán Michoacán Michoacán Michoacán Michoacán Michoacán
Velázquez Gutiérrez
David Linares Tapia
Santiago Chávez
Erasmo Gutiérrez
Leopoldo León
José Luis Chávez
Felipe Carrillo León
Beatríz Guzmán de la Cruz
Pedro Victoriano Cruz
Mateo Santana M.
Heriberto Rodríguez
Nombre
Estado
Caso Regional Michoacán
Pátzcuaro
Santa Fe de la Laguna
San Lorenzo (Xiranhua)
Janitzio
Nurío
Nurío
Sevina
Sevina
Sevina
San Jerónimo Paranomécuaro
San Juan Nuevo
Pueblo indígena / Región
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Instituto Nacional para el Desarrollo Social Director General del Instituto Indigenista Interamericano Instituto Estatal de Educación de Oaxaca
Lic. Lourdes Sánchez Muñohierro
Lic. Guillermo Espinoza
Dr. Gonzalo Solís
Mtra. Sylvia Schmelkes
Dr. Salomón Nahamad Sitton
Antrop. Carlos Zolla
Mtro. Benjamin Maldonado
Mtro. Álvaro González
Mtra. Aida Castilleja
Dr. Francoise Lartigue Menard
Prof. Alberto Becerril
Antrop. Diego Prieto Hernández
Antrop.Arnulfo Embriz Osorio
Mtra. Paloma Bonfil Sánchez
Antrop. Nemesio Rodríguez
Centro de Investigaciones y Estudios Superiores de Antropología Social Oaxaca, Oax. Investigador Coordinación General de Educación Intercultural Bilingüe. SEP Secretaría de Asuntos Indígenas. Gobierno del Estado de Guerrero.
UNAM
Centro de Investigaciones y Estudios Superiores de Antropología Social. México, D.F. Investigador Instituto Nacional de Antropología e HistoriaMichoacán. Investigadora Centro de Investigaciones y Estudios Superiores de Antropología Social Oaxaca, Oax. Investigador Colegio Superior para la Enseñanza Integral Intercultural de Oaxaca Programa Universitario México Nación Multicultural.
Directora de Fortalecimiento de Capacidades de los Indígenas CDI Director General de Investigación de Desarrollo y las Culturas de los Pueblos Indígenas. CDI Instituto Nacional de Antropología e HistoriaQuerétaro. Director Instituto de Lenguas Indígenas de Puebla
CDI-Chiapas
Lic. Margarito Ruiz Hernández
Mtro. Leopoldo Zorrilla Ornelas
Antrop. Carlos San Juan Victoria
Institución Instituto Nacional de Antropología e Historia. Investigadora. Instituto Nacional de Antropología e Historia. Investigador Instituto Indigenista Interamericano. Investigador
Dra. Margarita Nolasco Armas
Nombre
[email protected]
[email protected]
[email protected]
[email protected]
[email protected]
[email protected]
[email protected]
[email protected]
[email protected]
[email protected]
[email protected]
pbonfi
[email protected]
[email protected]
[email protected]
[email protected]
[email protected]
[email protected]
[email protected]
[email protected]
Correo electrónico
DIRECTORIO DE ESPECIALISTAS Y SERVIDORES PÚBLICOS PARTICIPANTES EN LOS SEMINARIOS Y TALLERES
www.cdi.gob.mx
Director del Centro Coordinador para el Desarrollo de Chicontepec, Ver. CDI Responsable de Fortalecimiento de Capacidades. Estado de México-CDI Director de Consulta y Participación Indígena. CDI Subdirector de Organización Social. CDI
Antrop. Carlos Moreno Derbez
Mtra. Patricia Rosete Xotlanihua Delegado Estatal en Puebla. CDI Delegado Estatal en Hidalgo. CDI Delegado Estatal en Nayarit. CDI Delegado Estatal en Oaxaca. CDI Delegado Estatal en Michoacán. CDI Delegado Estatal en Querétaro-Guanajuato. CDI Delegada Estatal en Morelos. CDI Coordinador General de Programas y Proyectos Especiales. CDI Titular de la Unidad de Planeación y Consulta. CDI Dirección Comunicación Intercultural. CDI Subdirector de Capacitación Social. CDI Departamento de Capacitación Social. CDI Asesor consultor
Antrop. José Antonio Aguilar San Sebastián
Ing. José Jesús Silva Cadena
Lic. Marco Antonio Domínguez Díaz
Lic. José Armando Guzmán Alcántara
CP José Manuel Figueroa Rosales
Lic. Aurelio Sigala Páez
Lic. Tamara Margarita Rojas Camelo
Lic. Marco Antonio del Castillo
Antrop. Ma. Antonieta Gallart Noccetti
Lic. Marcela Acle Tomasini
Antrop. Víctor Manuel Rojo Leyva
Antrop. Eduardo Valenzuela Gómez Gallardo
Juan Felipe Cisneros Sánchez
Lic. Ausencio Valencia Largo
Antrop. Ricardo Garibay
Antrop. Jesús Vargas Ramírez
Institución Instituto Nacional de Antropología e HistoriaChihuahua. Investigador Consultor
Nombre
Antrop. Augusto Urteaga
(continuación)
Correo electrónico
[email protected]
[email protected]
[email protected]
[email protected]
[email protected]
[email protected]
[email protected]
[email protected]
[email protected]
[email protected]
[email protected]
[email protected]
[email protected]
[email protected]
[email protected]
[email protected]
[email protected]
[email protected]
[email protected]
ÍNDICE DE AUTORES Aída Castilleja Investigadora del Centro INAH Michoacán. Maestría en
Oaxaca. Oaxaca: Centro de Estudios Ayuuk-Sistema
Antropología Social (El Colegio de Michoacán) y can-
Universitario Jesuita, 2005.
didata a doctora en antropología (ENAH). Investigadora de tiempo completo del INAH. Miembro, desde 1999 a
Margarita Nolasco
la fecha, del proyecto nacional de Etnografía de las Re-
Doctora en antropología por la UNAM. La mayoría de
giones Indígenas en el Nuevo Milenio (INAH). Ha tra-
sus publicaciones se refieren a la población indígena,
bajado en investigaciones relacionadas con diversos
destacando los libros: Oaxaca indígena (1976), La mi-
pueblos indígenas del estado de Michoacán, así como
gración de indios a las fronteras (1995) o Atlas etno-
en temas vinculados con la problemática ambiental.
gráfico de Chiapas (en prensa 2006) y artículos como:
Ha participado en congresos y reuniones académicas y
“Los indios de la frontera sur” (2002), “Una visión de lo
cuenta con publicaciones en dichas materias.
heterogéneo: nuevas formas de estructura social de los indios de Los Altos y de La Selva en Chiapas” (2003),
Ricardo Garibay
“El territorio en la frontera sur” (2003), “La frontera sur
Ha sido director de Atención a Pueblos Indígenas de la
de México: complejidad y conflicto” (2004), “Pueblos
SEMARNAT; director general de Asuntos Indígenas del
indios” (2004), “Estudiar al indio ¿para qué?” (2005),
gobierno del estado de Morelos; director de Integración
“Ser indio en la frontera sur” (2005) o “Amar a Dios en
Regional del Instituto Nacional de Ecología; profesor
tierra de indios” (en prensa 2006).
de tiempo completo de antropología en la UAM-Iztapalapa; coordinador del Área Socioeconómica del
Diego Prieto Hernández
Programa de Aprovechamiento Integral de Recursos
Antropólogo social por la ENAH. Estudios de maestría
Naturales PAIR-UNAM; director de Culturas Populares
en Ciencia Política en la UNAM. Profesor investigador
en el estado de Sonora e investigador del Colegio de
del INAH y de la Universidad Autónoma de Querétaro. Actualmente es director del Centro INAH-Querétaro.
Postgraduados de Chapingo. Sus áreas de trabajo abarcan: pueblos indígenas y
Cuenta con una grana variedad de investigaciones y
manejo de recursos naturales, desarrollo rural, planea-
publicaciones en etnografía, movimientos sociales,
ción comunitaria, áreas protegidas y ordenamientos co-
gestión cultural y análisis político. Coautor de Los po-
munitarios, antropología visual. Es integrante del Centro
bres del campo queretano (2003).
Interdisciplinario de Biodiversidad y Ambiente (CEIBA) y
Carlos San Juan
del Colegio de Etnólogos y Antropólogos Sociales.
Economista e historiador, es investigador titular de la Di-
Benjamín Maldonado Alvarado
rección de Estudios Históricos del Instituto Nacional de
Egresado de la ENAH. Actualmente es candidato a
Antropología e Historia. Cuenta con experiencia pro-
doctor en estudios amerindios por la Universidad de
fesional en tres ámbitos: acompañar procesos sociales
Leiden, Holanda. Investigador en el Instituto de Inves-
(sindicatos, organizaciones campesinas, organizacio-
tigaciones en Humanidades de la Universidad Autóno-
nes indígenas, municipios indígenas, organizaciones
ma Benito Juárez de Oaxaca. Coordinador del Fondo
civiles); asesor en políticas sociales y en políticas de
Editorial del Instituto Estatal de Educación Pública de
gobierno (SEDESOL, INI) e investigaciones sobre histo-
Oaxaca. Entre sus publicaciones recientes se encuen-
ria contemporánea en México, la formación del Estado
tran: La utopía magonista. Oaxaca: Colegio de Investi-
en el siglo XIX, la sociedad civil, los pueblos indígenas
gadores en Eduación de Oaxaca, Col. Textos Históricos
y la ciudad de México. Actualmente es asesor de gru-
4, 2004. Desde la pertenencia al mundo comunal. Pro-
pos indígenas para la elaboración de leyes sobre dere-
puestas de investigación y uso de experiencias y sabe-
chos indígenas, y de organizaciones civiles mexicanas,
res comunitarios en el aula indígena intercultural de
de la Universidad Indígena de Michoacán, participa
www.cdi.gob.mx
245
en el Seminario de la Red Mexicana de Investigado-
político indígena rarámuri”, en Esteban Krotz (coord.),
res, REMISOC, y en el Seminario de Historia Contempo-
La cultura política en México, México, CNCA/CIESAS,
ránea de la Dirección de Estudios Históricos. Recientes
1996, y diversos artículos sobre etnografía de los rará-
publicaciones: “Nueva pobreza mexicana” en el libro:
muri y tepehuanos de la Tarahumara.
Moisés Gonzáles Navarro. La fidelidad al oficio, INEHRM, 2005. “Las reformas jurídicas sobre derechos indígenas:
Leopoldo Zorrilla Ornelas
un largo y sinuoso camino”, en el libro: Sistemas jurídi-
Licenciado en ciencias políticas, Escuela Nacional de
cos de la pluriculturalidad en México, Universidad In-
Ciencias Políticas y Sociales, UNAM. Diversos diplo-
dígena Intercultural de Michoacán. 2005. “Dimensión
mados en administración pública, evaluación de in-
política de los derechos económicos, sociales y cultu-
versiones, administración por objetivos, creación y
rales para América Latina”, en el libro: La dimensión po-
apreciación literarias. Docencia en el Instituto de Eco-
lítica de los derechos económicos, sociales y culturales:
nomía de la Universidad de La Habana, Cuba; profesor
una invitación al debate, Edición de Terres des Hommes,
de diversas materias, como planificación de inversio-
REMISOC, 2006. Coordinador del libro Democracia y ex-
nes, teoría económica y estadística económica. Sus
clusión. Caminos encontrados en la ciudad de México.
investigaciones recientemente concluidas: El desarro-
UNAM,UAM, INAH, Plaza y Valdés. 2006.
llo rural en México en el siglo XX, mecanoscrito, 180 pp. y 30 cuadros; El desarrollo social en México, 1854-
246
Augusto Urteaga
2000, mecanoscrito, 150 pp. y 26 cuadros. Entre sus
Maestro en ciencias antropológicas por la Escuela Na-
publicaciones: El Maíz, fundamento de la cultura po-
cional de Antropología e Historia y la Universidad
pular mexicana, Museo Nacional de Culturas Popula-
Nacional Autónoma de México; doctorante en antro-
res, México, 1982. Obreros somos, expresiones de la
pología por la Universidad Autónoma Metropolitana-
cultura obrera, Museo Nacional de Culturas Popula-
Iztapalapa. Líneas de interés actual: derechos culturales
res, México, 1984. La vida en un lance: los pescado-
e indígenas, sistemas políticos tradicionales y etnogra-
res de México, Museo Nacional de Culturas Populares,
fía de la Sierra Tarahumara en el estado de Chihuahua.
México, 1985. El maguey, el árbol de las maravillas,
Coautor de Derechos culturales y derechos indígenas
Museo Nacional de Culturas Populares México, 1988,
en la Sierra Tarahumara, Universidad Autónoma de
y una gran cantidad de artículos, notas y reseñas bi-
Ciudad Juárez-Gobierno del Estado, 1992; “El sistema
bliográficas.
www.cdi.gob.mx
Identidad y organización indígenas de cara al siglo XXI, se terminó de imprimir en la Ciudad de México en diciembre de 2006, con un tiraje de 300 ejemplares.
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