Importancia de la pesca ribere~na en M exico

Importancia de la pesca ribere~na en M¶exico Francisco Contreras E. Depto. de Hidrobiolog¶³a, Divisi¶on de CBS, UAM-I Recibido: 9 de octubre de 2002.

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Importancia de la pesca ribere~na en M¶exico Francisco Contreras E. Depto. de Hidrobiolog¶³a, Divisi¶on de CBS, UAM-I Recibido: 9 de octubre de 2002. Aceptado: 7 de noviembre de 2002.

da variabilidad del recurso por causas naturales, pero por otro lado se admiten algunos ¶exitos donde el apoyo a la pesca de tipo demersal (a grandes profundidades), se ha re°ejado en un auge importante sobre todo en Argentina y Chile. Los dem¶ as pa¶³ses han manifestado al menos un estancamiento (Christy,1997; Lemay,1998). En la actualidad, los informes t¶ecnicos del Banco se enfocan a destacar la importancia extrema de apoyar la pesca ribere~ na por la importancia social y econ¶ omica que ¶esta tiene para los pa¶³ses de la regi¶ on.

Resumen La pesca en los litorales de nuestro pa¶³s se divide en dos grandes grupos: la ribere~ na que se lleva a cabo en ecosistemas costeros y/o muy cercana a la costa y la pesca de altura. A pesar de que en t¶erminos de volumen el porcentaje que tiene la pesca ribere~ na en M¶exico es solo del 31.03 %, este tipo de pesquer¶³a en t¶erminos econ¶omicos, alcanza el 75.9 % del total nacional. El an¶ alisis fue realizado por cada entidad litoral mexicana y se utiliz¶o el valor promedio de la pesca desde 1988 hasta 1999. Se presenta un ordenamiento por grupos basado en la importancia que cada uno tiene. Si se toma en cuenta que la mayor¶³a de los \mariscos" consumidos por la poblaci¶on provienen precisamente de la pesca ribere~ na, puede deducirse la importancia social y econ¶omica que ¶esta tiene para el pa¶³s.

La pesca en Latinoam¶erica est¶ a dividida en cuatro grandes tipos: a) la de especies altamente migratorias como los t¶ unidos; b) la de pel¶ agicos menores y asociados a surgencias como la sardina, macarela, anchoveta, etc. c) la de especies demersales, esta es, de grandes profundidades y ¯nalmente, d) la pesca costera o ribere~ na, que se lleva a cabo en ecosistemas costeros y/o muy cercana a la l¶³nea litoral; esta u ¶ltima es la de mayor importancia social, ya que ofrece alimento a cientos de miles de habitantes, cierta estabilidad econ¶ omica y una relativa pero localmente importante comercializaci¶ on al exterior. En M¶exico y en t¶erminos de volumen, las capturas de los dos primeros tipos son muy importantes, pero la pesca ribere~ na tiene social y econ¶omicamente matices diferentes.

Introducci¶ on Una de las actividades fundamentales en las zonas costeras en pa¶³ses que poseen litoral es la pesca. Durante muchos a~ nos, aunque principalmente a partir de la d¶ecada de los setentas, la regi¶on Latinoamericana ha recibido el apoyo, inclusive, de organismos internacionales que han ¯nanciado y propiciado estas actividades; as¶³ y por ejemplo, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), impuls¶o medidas para la intensi¯caci¶on de las capturas bajo la perspectiva de una mayor extracci¶on de productos marinos basado en el aumento de la °ota pesquera regional, sin considerar los l¶³mites de los propios recursos. Si bien el resultado gener¶o insumos econ¶ omicos de val¶³a en los primeros a~ nos para los pescadores, ¶esta actividad no tard¶o en re°ejar signos de agotamiento al haber alcanzado los niveles m¶aximos permisibles desde una perspectiva ecol¶ogica y frenando su recuperaci¶on. Recientemente, varios documentos t¶ecnicos del propio Banco admiten el error en la concepci¶ on inicial argumentando varias razones externas a su primera intenci¶on, entre otras a la marca-

Con base en su volumen de captura, nuestro pa¶³s ocupa el tercer sitio en Latinoam¶erica y representa el 5.8 % de la pesca total en la regi¶ on; los dos primeros lugares los ocupan Per¶ u con 9,500,000 tons y Chile con 7,600,00 tons y juntos representan el 76.8 % del total regional. A nivel internacional, M¶exico ocup¶o el lugar 16± en 1998, aunque registra un bajo consumo per c¶ apita de alimentos marinos (lugar 112 a nivel mundial). Los datos, tablas y cifras que a continuaci¶ on se presentan provienen de las estad¶³sticas o¯ciales de la Secretar¶³a de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (SEMARNAT) que hasta el a~ no 1999 tuvo a 5

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su cargo la actividad pesquera nacional. Por otro lado, la informaci¶ on corresponde exclusivamente a los estados con litoral (se excluye la pesca de aguas interiores) y destinado a consumo humano, excluyendo tambi¶en as¶³ la porci¶on que se destina a la fabricaci¶ on de harina de pescado para ¯nes alimentarios de ganado y abonos. La actividad pesquera a nivel nacional El promedio de la pesca total anual para M¶exico (calculado con base en los datos a partir de 1988 hasta 1999) es de 1,300,000 toneladas anuales en t¶erminos de volumen. De la cifra anterior, 845,942 toneladas provienen de los estados costeros y son para consumo humano de las cuales el 68.9 %, se considera como de alta mar (que abarca especies altamente migratorias como los t¶ unidos y a los pel¶agicos menores como la sardina, anchoveta y macarela (quienes juntos representan 530,589 tons, el 58.16 % del total); tambi¶en se incluyen otras especies pel¶agicas como el calamar, tiburones y similares. A pesar de que en t¶erminos de volumen el porcentaje que tiene este tipo de pesquer¶³a es mayoritario, en t¶erminos econ¶ omicos ¶esta alcanza apenas el 24.1 % del total nacional. De hecho, el u ¶ltimo lugar en importancia econ¶ omica es la sardina que ocupa el primero en volumen. La pesca de alta mar enfrenta varios problemas tanto internacionales, como nacionales; el mejor ejemplo es la captura de at¶ un que se vi¶o frenada a partir del embargo impuesto por Estados Unidos por la muerte incidental de del¯nes (problema compartido por todos los pa¶³ses con °otas atuneras, Estados Unidos incluido, y que a partir de la concientizaci¶ on del da~ no empezaron a implementar medidas regulatorias). Sin embargo, habr¶³a que agregar que la declaraci¶on internacional del mar patrimonial (200 millas), provoc¶o que la °ota atunera estadounidense pasara de capturar 200,000 toneladas a mediados de los setentas, a menos de 20, 000 en fechas recientes, ante la imposibilidad de pescar en aguas territoriales de otros pa¶³ses y gener¶o la quiebra de la °ota pesquera norteamericana; contrariamente las °otas Mexicana y Venezolana pasaron de representar el 10 % en 1975 al 60 % de la °ota total mundial en la actualidad. El problema de la captura incidental de del¯nes ha encontrado soluci¶on con la adecuaci¶on de v¶³as de \escape" para estos organismos; seg¶ un los datos del Programa Internacional de Conservaci¶on del Delf¶³n (IDCP), la mortalidad ha descendido de 350,000 ani-

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males en la d¶ecada de los sesentas, a cerca de 15,000 en 1992 y 4,000 en la actualidad. Debido a la imposibilidad t¶ecnica de eliminar la captura incidental de del¯nes, en 1992 los diez pa¶³ses involucrados en la pesca de at¶ un y por medio del citado programa establecieron bajo convenios \cuotas m¶³nimas" que en la actualidad es de 9,300 lo que impone un m¶aximo de muertes por barco de 114 ejemplares por temporada (Joseph,1994). Otro caso es el de los pel¶ agicos menores como la sardina y anchoveta, donde los principales problemas se deben a la variabilidad de las condiciones naturales que se re°ejan en las capturas, el mejor ejemplo es el efecto que tiene el fen¶ omeno del Ni~ no sobre las surgencias litorales. As¶³ y desde la perspectiva de la actividad pesquera mar¶³tima el pa¶³s puede dividirse en cuatro grandes regiones, tres de ellas conformadas por grupos de estados mas el Caribe, que tiene caracter¶³sticas geol¶ ogicas e hidrol¶ ogicas diferentes al resto del pa¶³s. La regi¶ on I con 156,450 toneladas anuales en promedio y comprende los estados de Baja California, Baja California Sur, Sonora y Sinaloa; la regi¶ on II con 34,132 toneladas anuales promedio y abarca los estados de Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Campeche y Yucat¶ an, todos estos situados a lo largo de la costa del Golfo de M¶exico; la regi¶ on III con promedio anual de 6,486 toneladas, conformada por los estados de Colima, Jalisco, Nayarit, Michoac¶ an, Guerrero, Oaxaca y Chiapas localizados en el Pac¶³¯co centro y sur y ¯nalmente la regi¶ on Caribe~ na representada por el estado de Quintana Roo, con 4,081 toneladas anuales promedio. Las dos tablas anteriores est¶ an basadas en el an¶alisis puntual por entidad federativa a partir de la estad¶³stica o¯cial donde se presenta en grandes regiones (litoral del Pac¶³¯co, litoral del Golfo). De la pesquer¶³as de caracter¶³sticas oce¶ anicas e industrializadas, es Sonora del grupo I quien ocupa el primer lugar en t¶erminos de volumen de captura de especies de alta mar para consumo humano a nivel nacional con 274,307 tons.; de ¶estas el 86.22 % es de sardina con 236,508 tons. En un caso similar est¶ a Baja California donde el 80.73 % de la pesca total pertenece a la sardina y t¶ unidos con 42.64 % y 38.09 % respectivamente. Sinaloa quien ocupa el cuarto lugar a nivel nacional en t¶erminos de volumen con 130,568 tons. el 43.32 % son t¶ unidos y el 27.14 % es sardina y juntos signi¯can el 70.46 % de la pesca total estatal. Otra especie pel¶ agica de importancia es

Importancia de la pesca ribere~ na en M¶exico. Francisco Contreras E.

BC BCS Son Sin Nay Jal Col Mich. Gro Oax Chis Tamps Ver Tab Camp Yuc Q. Roo TOTAL

Pesca Tot. 119,641 110,285 274,307 130,568 7,535 2,095 14,305 945 4,020 5,885 10,617 29,308 51,546 25,623 30,501 33,680 4,081 845,942

Pesca Rib. 8,286 23,291 22,288 35,091 6,597 1,769 1,843 820 3,237 4,864 5,355 26,713 41,425 23,358 25,433 28,653 3,460 262,485

% Pesca Tot. 93.07 77.00 91.87 73.12 12.44 15.55 87.11 13.22 19.48 17.34 49.56 8.85 19.64 8.84 16.62 14.92 15.23 68.97

7

% Pesca Rib. 6.93 23.00 8.13 26.88 87.56 84.45 12.89 86.78 80.52 82.66 50.44 91.15 80.36 91.16 83.38 85.08 84.77 31.03

Tabla 1. Vol¶ umenes de pesca marina total y ribere~ na (Toneladas) para consumo humano y porcentaje de cada una por entidad.

Gpo I Son BC Sin BCS Prom

Vol. 274,307 119,641 130,568 101,285 156,450

Gpo II Ver Camp Yuc Tamps Tab Prom

Vol. 51,546 30,501 33,680 29,308 25,623 34,132

Gpo III Col Chis Nay Oax Gro Jal Mich. Prom

Vol. 14,305 10,617 7,535 5,885 4,020 2,095 945 6,486

Gpo IV Q. Roo

Vol. 4,081

Tabla 2. grupos de entidades por su aporte a la pesca total nacional en toneladas (prom 1988-1999).

8

el calamar y es Baja California Sur quien ocupa el primer lugar en su obtenci¶on con 21,522 tons. en promedio. Pesquer¶³as ribere~ nas Aunque el resto de las capturas totales del pa¶³s pertenecen a la pesca de caracter¶³sticas ribere~ nas (practicada muy cercana al litoral y/o en ecosistemas costeros como lagunas, bah¶³as y estuarios), y que solo signi¯ca el 31.03 % del volumen total nacional (262,485 tons), en t¶erminos de valor econ¶omico ¶esta representa el 75.9 % del total, por lo que esta actividad adquiere una importancia extrema desde el punto de vista socio-econ¶omico. Lo anterior se debe a que la pesca ribere~ na se caracteriza por capturar organismos acu¶ aticos de un elevado valor en el mercado, tanto nacional como de exportaci¶on, por ejemplo: el abul¶ on, la langosta y el camar¶on (este u ¶ltimo signi¯ca el 46.4 % del ingreso total nacional). Es as¶³ como las especies que ocupan los seis primeros lugares a nivel nacional en valor econ¶omico, se capturan en sistemas costeros como bah¶³as o lagunas costeras abul¶on (Haliotis sp.), langosta (Panulirus sp.), camar¶on (Pennaeus sp.), langostino (Macrobrachium sp.), erizo (Strogylocentrotus sp.) y robalo (Centropomus sp.). Desde una perspectiva antr¶opica los peces son el componente ecol¶ogico m¶as sobresaliente de los sistemas costeros debido a los recursos alimenticios que representan. Seg¶ un los especialistas, se calcula que en las lagunas costeras del pa¶³s existen m¶as de 400 especies de peces, el n¶ umero total de especies que se capturan en el pa¶³s es de 204 para el Pac¶³¯co y 220 para el Golfo y Caribe (Diario O¯cial de la Naci¶ on, 2000), de las cuales s¶olo el 5 % son consumidas. Sin embargo habr¶³a que aclarar que en las estad¶³sticas o¯ciales se ubican solo 22 grupos de peces bajo nombres gen¶ericos tales como At¶ un (Thunnus sp.), Sierra (Scomberomorus sp.), Robalo (Centropomus sp.), Huachinango (Lutjanus sp), Jurel (Caranx sp.), Mojarra (varios g¶eneros), etc. y que no implica necesariamente solo una especie; por ejemplo bajo \mojarra" se reunen 26 especies diferentes para ambas costas (g¶eneros Diapterus, Gerres, Eugerres, Eucinostomus) y el Huachinango (g¶enero Lutjanus) comprende a seis. Los peces mani¯estan muchas interrelaciones con los sistemas lagunares, que incluyen migraciones por apareamiento, desove, alimentaci¶on, protecci¶on, alevinaje y depredaci¶on, debido a que estos ecosistemas y sus ¶ areas protegidas y cr¶³ticas ofrecen un medio

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ambiente propicio para estas actividades. De lo anterior se desprende la extrema importancia que tiene la presencia y conservaci¶ on de ecosistemas costeros con las pesquer¶³as litorales (Clark,1996.Contreras et al.,1998). Del grupo de los moluscos y desde la perspectiva econ¶ omica sobresalen los ostiones (g¶eneros Crassostrea y Ostrea, entre otros); los mejillones (g¶enero Mytilus, entre otros, con cinco especies); las almejas (g¶eneros Rangia, Pecten, Argopecten, Mercenaria, Chione, y 28 especies en total para ambas costas) y el caracol con 28 especies conocidas. Los crust¶ aceos tienen un alto valor comercial y son habitantes comunes en los ecosistemas costeros; sobresalen el camar¶ on (g¶eneros Farfantepenaeus y Litopenaeus, 16 especies), el langostino (g¶enero Macrobrach¶³um con 7 especies), la jaiba (g¶enero Callinectes con 9 especies en ambos litorales), la langosta con 7 especies (g¶enero Panulirus) y los cangrejos (g¶eneros Cardisoma, Ucides, Portunus, 8 especies), y el erizo de mar (Strogylocentrotus) con dos especies (INP,1996). La importancia social de la pesca ribere~ na es indiscutible. Seg¶ un los datos o¯ciales del total de embarcaciones registradas por la Secretar¶³a del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (datos de 1998), es de 105,795 de las cuales 102,807, esto es el 97.2 % para ambas costas, pertenecen a la pesca ribere~ na. Desde la perspectiva de la pesca exclusivamente costera y en t¶erminos de volumen, el pa¶³s tambi¶en puede dividirse en las mismas cuatro grandes regiones; sin embargo la regi¶ on 3 (Pac¶³¯co Centro-Sur) se subdivide en dos por el peso en la actividad pesquera de cada una. As¶³ y en t¶erminos de volumen de especies costeras la regi¶ on dos ocupa el primer lugar con 29,117 toneladas anuales en promedio;seguido de la regi¶ on uno con 22,239 toneladas anuales en promedio; la tercera dividida en dos (IIIa y IIIb), la primera formada por Nayarit, Guerrero, Oaxaca y Chiapas en el Pac¶³¯co con 5,013 toneladas anuales en promedio; y la segunda por Colima, Jalisco y Michoac¶ an en el Pac¶³¯co centro con 1,478 toneladas anuales en promedio y ¯nalmente el ¶ area Caribe~ na con Quintana Roo con 3,460 toneladas anuales en promedio. En t¶erminos de volumen de especies costeras, Veracruz ocupa el primer lugar con 41,425 tons. (80.36 % del total estatal) y en t¶erminos de porcentaje para Tabasco la pesca costera representa el 91.16 % de

Importancia de la pesca ribere~ na en M¶exico. Francisco Contreras E.

Gpo. I Ver Camp Tamps Tab Yuc Prom

Vol. 41,425 25,433 26,713 23,358 28,653 29,117

% 80.36 83.38 91.15 91.16 85.08 86.23

Gpo. II Sin BCS Son BC Prom

Vol. 35,091 23,291 22,288 8,286 22,239

% 26.88 23.00 8.13 6.93 16.23

9

Gpo. III a Nay Chis Oax Gro Prom

Vol. 6,597 5,355 4,864 3,237 5,013

% 87.56 50.44 82.66 80.52 75.29

Gpo. III b Col Jal Mich Prom

Vol. 1,843 1,769 820 1,478

% 12.89 15.55 13.22 13.89

Gpo. IV Q.Roo

Vol. 3,460

% 84.77

Tabla 3. Volumenes en toneladas y porcentaje de la pesca ribere~ na por entidad en toneladas (prom. 1988-1999).

la actividad pesquera estatal muy similar a Tamaulipas donde el 91.15 % es de or¶³gen costero. En lo que respecta a la captura de camar¶ on, M¶exico ocup¶ o el 10± lugar a nivel internacional en 1998. La exportacion de camar¶on (38,000 tons), aport¶ o el 3.5 % del total mundial y represent¶o cerca de 407 millones de d¶ olares, lo que signi¯c¶o el 46.4 % del ingreso total nacional. En el caso del camar¶ on cultivado, nuestro pa¶³s ocup¶o el 9± lugar a nivel internacional en 1998 el 12.7 % (23,749 de 90,335 toneladas), proviene de cultivos manejados. Hay estados que llevan a cabo cultivos importantes principalmente en Sinaloa, Sonora y Nayarit (Massa et al.,1998; Luna y de la Lanza,1999), mientras que en otros casi en su totalidad proviene de la captura del medio natural (Chiapas). El camar¶on cultivado actualmente, procede del funcionamiento de mas de 300 granjas comerciales en todo el pa¶³s. Destaca el estado de Sinaloa donde existen 231 granjas funcionando para el a~ no 2000 y hay 37 proyectadas; de las actualmente funcionales, ¶estas ocupan aproximadamente 35,000 Ha y se proyectan 85,000 Ha m¶ as; el 95 % son de tipo semintensivo; el 52 % es de capital privado, el 9.9 % de car¶acter social y el 38.1 % ejidatario; en Nayarit se registran 81 granjas y 1,542 Ha ocupadas. El rendimiento promedio se ha calculado en 500 kg/ha. El incremento en las actividades acuiculturales de camar¶on re°ejan un aumento signi¯cativo, en 1990 representaba el 7.2 % del total nacional y en 1999 alcanzaba ya el 36.2 % del total nacional. El cultivo de este crust¶aceo ha causado ya algunos da~ nos, por lo que deber¶³a ser revalorada. Salvo en algunos sitios, la acuicultura intensiva de camar¶ on genera alteraciones signi¯cativas, sobre todo en ¶ areas ecol¶ogicamente susceptibles (como las lagunas costeras) a los cambios realizados por esta actividad. La implementaci¶on de algunos proyec-

tos en el pa¶³s ha tenido ya impactos severos en la costa, por ejemplo la deforestaci¶ on de manglar a pesar de que existen documentos que sugieren alternativas y preven severos impactos de orden social, sobre todo en el ¶ ambito regional (Schmidt, 1992; Barg, 1992). La sin¶ opsis del desarrollo de la actividad camaron¶³cola en nuestro pa¶³s se da a continuci¶ on: Las pesquer¶³as ribere~ nas por regi¶ on Regi¶ on I. Constituida por los estados de de Baja California, Baja Caifornia Sur, Sonora y Sinaloa, representa la regi¶ on de mayor importancia pesquera del pa¶³s. Los estados de la regi¶ on y basado en el promedio entre 1988 a 1999, ocupan el primer lugar a nivel nacional en varias especies tanto oce¶anicas como ribere~ nas. El porcentaje se re¯ere a su peso en el total nacional promedio (1988-1999). TABLA V. PRIMEROS LUGARES POR ESPECIES CAPTURADAS Y ESTADOS DONDE SE REALIZA. En referencia a la pesca exclusivamente ribere~ na resaltan Baja California Sur con el primer lugar en la captura de almeja, abul¶ on y langosta con 76.7 %, 71.3 % y 47.6 % del total nacional respectivamente y Sinaloa (donde el 70.46 % de su pesca es de alta mar), pero que tambi¶en ocupa el primer lugar en captura de camar¶ on con 25,966 tons. (el 33.6 % del total nacional) y que representa una de las especies costeras de mayor valor en el mercado. Para Baja California (en 1999 solo en este estado se capturaba erizo) y Sonora la pesca ribere~ na representa el 6.93 y 8.13 %, respectivamente. Regi¶ on II. Constituida por los estados de Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Campeche y Yucat¶an. Las entidades del Golfo de M¶exico representan la pesca ribere~ na mas importante del pa¶³s, Veracruz ocupa el primer sitio con 41,425 de las 51,546 tons.

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1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 Prom

Total 60,310 62,833 66,215 74,361 76,324 85,901 78,879 88,489 90,335 78,237 76,188

Esteros 23,099 23,510 25,008 24,151 23,152 25,875 26,571 29,151 24,413 22,314 24,724

% 38.3 37.4 37.7 32.4 30.3 30.1 33.6 32.9 27.0 28.5 33

Alta Mar 32,840 34,212 32,881 38,364 40,034 44,159 39,194 41,767 42,173 27,632 37,326

% 54.5 54.4 49.7 51.6 52.5 51.4 49.7 47.2 46.7 35.3 49

Cultivo 4,371 5,111 8,326 11,846 13,138 15,867 13,114 17,570 23,749 28,288 14,138

% 7.2 8.1 12.6 15.9 17.2 18.5 16.6 19.9 26.3 36.2 18

Tabla 4. Volumen de captura de camar¶ on y su procedencia en los u ¶ltimos diez a~ nos en el pa¶³s.

BC

Erizo Macarela*

Total 3,162 10,966

BCS

Almeja 13,964 Abul¶on 1,197 Calamar* 21,522 Langosta 1,062 *oce¶anicas % basado

% 98.9 73.0

Son

Sardina* Lenguado Corvina

Total 236,508 767 1,121

76.7 71.3 Sin T¶ unidos* 56,559 66.5 Camar¶ on 25,966 47.6 en el promedio de 1988 a 1999

% 66.4 34.3 26.5 40.9 33.6

Tabla 5. Primeros lugares por especies capturadas y estados en que se realiza.

Tamps

Lisa

Total 4,735

% 43.1

Camp

Lebrancha 4,471 86.9 Peto 1,961 52.3 Yuc Esmedrega l566 51.2 Osti¶on 19,126 46.9 Ronco 1,245 46.7 Langostino 1,613 45.2 Jurel 1,926 37.1 Robalo 1,586 34.6 Pampano 284 31.3 Jaiba 3,677 22.5 Pargo 622 18.1 % basado en el promedio de 1988 a 1999

Caracol Sierra

Total 3,291 2,973

% 49.0 22.5

Pulpo Huachinango

13,865 1,671

78.2 19.8

Ver

Tabla 6. Primeros lugares por especie ribere~ na capturada y estados donde se realiza.

Importancia de la pesca ribere~ na en M¶exico. Francisco Contreras E.

totales que registra la entidad y posee el primer lugar en 11 especies de organismos que se capturan ya sea directamente en ecosistemas acu¶aticos de la zona costera o muy cercana a ella, sobresale el osti¶ on con el 47 % y la lebrancha con el 87 % del total nacional. La pesca de lisa en Tamaulipas ha sido tradicionalmente muy signi¯cativa para el pa¶³s, al igual que el pulpo proveniente en un 78 % de Yucat¶ an. Regi¶ on III. Constituida por los estados situados en el Pac¶³¯co desde Colima hasta Chiapas. En esta regi¶ on solo Chiapas ocupa el primer lugar en captura de tibur¶ on con 4,148 tons. La regi¶on se subdivide en dos (IIIa y IIIb), la primera formada por Nayarit, Guerrero, Oaxaca y Chiapas con 5,013 toneladas anuales en promedio y la segunda por Colima, Jalisco y Michoac¶an en el Pac¶³¯co centro con 1,478 toneladas anuales en promedio. Esta divisi¶on se explica por la presencia de ecosistemas litorales como las lagunas costeras que abundan en la regi¶on IIIa, mientras que en la regi¶on IIIb est¶a dominada por costas rocosas y extensas playas. Regi¶ on IV. El mar Caribe tiene caracter¶³sticas geol¶ ogicas e hidrol¶ogicas diferentes al resto del pa¶³s y est¶ a representado por el estado de Quintana Roo. Debido a lo anterior, la actividad pesquera se dirige a especies de caracter¶³sticas arrecifales como la langosta, caracol, etc. De hecho Quintana Roo ocupa el segundo lugar a nivel nacional en la captura de langosta y aporta el 18.7 % del total nacional del crust¶ aceo. Discusi¶ on Los acercamientos tradicionales para el manejo de las pesquer¶³as en sociedades desarrolladas han ignorado la importancia de los h¶abitats, particularmente de los ecosistemas costeros, en el mantenimiento de poblaciones de peces y mariscos y de las que dependen directamente. Nuevos conceptos han sido introducidos en esta tem¶atica, el principal es el de conocer y proteger la relaci¶on entre la productividad de la pesquer¶³a con la permanencia de h¶abitats sanos. Si este concepto se impone, se ver¶a el ciclo de vida de los peces como el hilo conductor y uni¯cador, de inclusive, cuencas enteras y ofrecer¶a una visi¶on hol¶³stica del problema en la conservaci¶on de los ecosistemas costeros (Kemmerer, citado en Crowe, 2000). La dependencia entre las pesquer¶³as litorales y los h¶ abitats costeros es muy importante, por ejemplo en Florida se calcula esta relaci¶on en un 90 %; en el sureste asi¶ atico por cada hect¶area destruida de man-

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glar, se ha estimado una p¶erdida anual de 767 kg de camar¶ on y peces de importancia comercial. El valor econ¶ omico de la pesca asociada a los pastos marinos llega a ser del orden de 8 millones de d¶olares (Bahia Tarut, Arabia Saudita) y la pesca de camar¶ on y almeja en zonas de manglar se ha estimado en bene¯cios econ¶ omicos de alrededor de 30 millones de d¶ olares en Matang, Malasia. El promedio de la producci¶ on natural solo de peces en las lagunas, es de alrededor de los 100 kg/ha/a~ no; lo anterior hace que las lagunas tengan dos veces mas producci¶ on por unidad de ¶ area, que el mar litoral y la mayor¶³a de los lagos continentales. De hecho, ha sido demostrado que muchos organismos se desarrollan mejor inclusive que en los estuarios o en aguas litorales. Lo anterior puede ser correlacionado con la elevadas cantidades de nutrientes y productividad primaria, en las lagunas comparadas con el oc¶eano adyacente (Contreras et al., 1996). Por otro lado las posibilidades de llevar a cabo una acuicultura rentable en sistemas costeros ha sido ampliamente documentado (FAO,1994); por ejemplo, en 68 de las m¶ as de cien lagunas costeras que bordean el Mediterr¶ aneo y que cubren aproximadamente 850,000 ha, se ha obtenido un promedio de producci¶ on de 103 kg/ha/a~ no en lagunas costeras manejadas por medio de bordos y 377 kg/ha/a~ no en donde se practica un manejo mas estricto. En lagunas costeras en el oeste de Africa, la producci¶ on promedio de peces es cerca del doble que las anteriores, registrando cosechas del orden de 237 kg/ha/a~ no, llegando a obtener hasta 775 kg/ha/a~ no. Otro ejemplo es la laguna de Bay en Filipinas, quien aporta un promedio de 433 kg/ha/a~ no basado s¶ olo en formas tradicionales de cultivo (idem, 1994). Sin embargo en nuestro pa¶³s, al paso de los a~ nos y con el aumento de la presi¶ on sobre la zona costera (el aumento de la poblaci¶ on local y la signi¯cativa migraci¶ on reciente hacia las costas en busca de nuevas alternativas para su subsistencia), muchas pesquer¶³as tradicionales se han visto mermadas o inclusive sobreexplotadas, por ejemplo el caso de la Lisa (Mugil cephalus y M. Curema) en el Golfo de M¶exico y en algunos casos pr¶ acticamente han desaparecido (la madreperla en Baja California); adem¶ as de lo anterior, habr¶³a que agregar el deterioro ambiental que mani¯estan numerosas ¶areas litorales de M¶exico originada por la contaminaci¶on (Botello y Ponce, 1991) y que ha causado la crisis de algunas pesquer¶³as por ejemplo, la produc-

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ci¶ on ostr¶³cola en el norte del estado de Veracruz (lagunas de Pueblo Viejo y Tampamachoco), la deforestaci¶ on o la modi¯caci¶on de los patrones naturales de los r¶³os y cuencas por obras del hombre, ambos causando azolvamientos y ¯nalmente, la presi¶ on del mercado por ciertas especies muy comerciales, lo que auspicia que frecuentemente exista la subutilizaci¶ on de muchas y/o contrariamente la sobreexplotaci¶ on de otras. Resulta claro que hist¶oricamente no ha existido una pol¶³tica destinada a la zona costera y sus problemas socioecon¶ omicos asociados, consecuencia del poco enlace entre la necesidad de sostener el manejo de los recursos y una pol¶³tica y estructura permanente por parte de las agencias gubernamentales (Hern¶ andez-Fujigaky, 1988). La falta de reglamentaci¶ on y medidas de regulaci¶on en la extracci¶on del recurso, apropiadas a cada especie actualmente explotada o potencialmente redituable, hace que el ordenamiento de las pesquer¶³as en ecosistemas costeros de M¶exico se haya convertido en una tarea postergable a un futuro incierto. En el caso de la incipiente acuicultura (principalmente de camar¶on), las estructuras econ¶omicas locales, frecuentemente apoyados por fuertes incentivos externos, dan especial ¶enfasis a los grandes rendimientos econ¶omicos a corto plazo, perjudicando la utilizaci¶ on de otros recursos a largo plazo y actuando adem¶ as, en contra de la biodiversidad (Toledo,1998). En este sentido hay que hacer notar que a pesar de la importancia que la acuicultura tiene para el pa¶³s y salvo contadas excepciones, no ha existido una investigaci¶on cient¶³¯ca y/o t¶ecnica sistem¶ atica al respecto (Arredondo y Ponce,1998; Gregorio et al., 1995). En febrero de 1992, la FAO y la entonces Secretar¶³a de Pesca, colaboraron en un programa llamado Aquila II (\Apoyo a las actividades regionales de acuicultura en Am¶erica Latina y el Caribe") que, entre otras cosas, promovi¶o al a~ no siguiente un taller de trabajo a nivel Latinoamericano sobre el manejo y aprovechamiento acu¶³cola de las lagunas costeras y en donde se emitieron las siguientes recomendaciones: Considerar a las lagunas costeras como un bien colectivo a conservar, a trav¶es de intervenciones p¶ ublicas que puedan estimular actividades privadas, a diferentes niveles de intensi¯caci¶ on, en un marco de desarrollo sustentable.

Considerar que la acuicultura, en un ¶ ambito de buena programaci¶ on del territorio y con la aplicaci¶ on de t¶ecnicas adecuadas, puede ser un instrumento que contribuya al buen manejo de las lagunas costeras y de las ¶ areas adyacentes. Elaborar proyectos dirigidos a inventariar las potencialidades existentes y desarrollar actividades piloto para el ajuste de modelos de acuicultura y manejo lagunar compatibles con la conservaci¶ on del medio ambiente. Considerar con m¶ axima prioridad la problem¶ atica relativa al manejo de las lagunas costeras, teniendo en cuenta que s¶ olo apoyando la investigaci¶ on a nivel nacional y regional se puede garantizar la sobrevivencia de estos ambientes y de las econom¶³as relacionadas. Basado en todo lo anteriormente expuesto, resulta parad¶ ojico que mientras numerosas organizaciones y tratados multilaterales internacionales (de los ¶ cuales M¶exico es miembro) como la CONVENCION RAMSAR, UICN, y la WWF entre otras, esten dise~ nando estrategias novedosas para revalorar la conservaci¶ on de los ecosistemas costeros y la conceptualizaci¶ on y aplicaci¶ on pr¶ actica del desarrollo sustentable en todos los ¶ ambitos y con todas sus implicaciones sociales y econ¶ omicas, en nuestro pa¶³s se ignoren estas tendencias (CCAD,1999; Ramsar, 2000a; 2000c; Ward et al., 2002) . Lo anteriormente planteado agudiza la necesidad de redise~ nar las pol¶³ticas actuales hacia este sector, sobre todo en la conservaci¶ on o mejoramiento del manejo del agua en las cuencas hidrol¶ ogicas de las zonas costeras. No obstante lo anterior se sigue privilegiando a las actividades agr¶³colas sobre las acu¶³colas, aunque la mayor¶³a de la tierra no es potencialmente adecuada por su natural tendencia a acidi¯carse, para realizar una conversi¶ on a la agricultura y gran parte de ¶esta tal vez no alcance los niveles de ganancia para justi¯car los costos de la producci¶ on agr¶³cola (Snedaker y Getter, 1985; INP, 2000; Ramsar, 2000b). Sin embargo y con el cambio de administraci¶ on a partir del a~ no 2000, la actividad pesquera al reubicarla fuera de la Secretar¶³a del Medio Ambiente y Recursos Naturales y haberse trasladado a la Secretar¶³a de Agricultura, Ganader¶³a, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentaci¶ on parece indicar, entre otras cosas, que regresar¶ a a la excesiva centralizaci¶ on gubernamental, y resultar¶ a en que las deci-

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siones sean tomadas por gente no afectada directamente por los costos, bene¯cios e implicaciones de los proyectos y que el multicitado \desarrollo sustentable" quede s¶olo en discursos o¯ciales en foros internacionales. Conclusi¶ on M¶exico es un pa¶³s en donde la actividad pesquera mas signi¯cativa desde las perspectivas social, econ¶ omica e inclusive ecol¶ogica, es predominantemente de caracter¶³sticas ribere~ nas. En este sentido, las estrategias a desarrollar en esta actividad econ¶ omica adquieren ciertas particularidades que no han sido llevadas a cabo por parte de las instancias gubernamentales, quienes bajo una pol¶³tica dirigida correctamente son (o debieran ser) las directamente responsables de su permanencia y optimizaci¶ on, por las implicaciones sociales que ¶esta tiene. El impulso a la pesca debe estar insertada dentro de la concepci¶on del desarrollo sustentable debido a la fragilidad de los ecosistemas donde precisamente se realiza la mayor y mas intensa actividad de captura y que, al mismo tiempo, tienen un alto valor por su biodiversidad. Dentro de este marco conceptual es posible dise~ nar medidas para incrementar la producci¶on de organismos por medio de pr¶ acticas acuiculturales sustentables como ha sido demostrado en otros pa¶³ses, sin poner en riesgo la fragilidad del ecosistema. Bibliograf¶³a 1. Arredondo-Figueroa, J. L. y J. T. PoncePalafox. 1998. Calidad del agua en acuicultura: conceptos y aplicaciones. AGT EDIT. 222 p. 2. Barg, U. C. 1992. Guidelines for the promotion of environmental management of coastal aquaculture development. Fao Fisheries Technical Paper No. 328. 122 p. 3. Botello, V. A. y G. Ponce V. 1991. La contaminaci¶ on de las lagunas costeras, En: Figueroa, T. M. G., C. Alvarez S., A. Esquivel H. Y M. E. Ponce M. (Eds.). Fisicoqu¶³mica y biolog¶³a de las lagunas costeras mexicanas. Series Grandes Temas de la Hidrobiolog¶³a 1, UAMI, M¶exico. pp. 74-93. 4. CCAD/PROARCA/COSTAS/UICN. 1999. Memorias del taller Conservaci¶ on y mane-

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