Índice Resumen Capítulo I Introducción 1.1 Descripción y planteamiento del problema Marco de referencia Definición de términos 9 1

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2 Índice Resumen Capítulo I Introducción 1.1 Descripción y planteamiento del problema

4

1.2 Marco de referencia

5

1.3 Definición de términos

9

1.4 Objetivos

10

Capítulo II Metodología 2.1 Tipo de estudio

11

2.2 Población

11

2.3 Muestreo y muestra

11

2.4 Criterios de inclusión

11

2.5 Material

11

2.6 Procedimientos

12

2.7 Consideraciones éticas

12

2.8 Estrategias de análisis

12

Capitulo III Resultados 3.1 Análisis de resultados

13

Conclusiones

24

Discusión

25

Recomendaciones

26

Referencias

27

Apéndices

31

A.

Instrumento de apoyo social de Mos

B.

Consentimiento informado

3 Resumen

Objetivo: Conocer el nivel de apoyo social en pacientes con diabetes mellitus tipo 2. Metodología: El estudio fue descriptivo y transversal en 46 pacientes, el muestreo no probabilístico. Resultados: Se encontró que el 78.3% de los clientes refieren que el apoyo social está en un nivel regular, el 13% lo percibe como bueno. El apoyo social que más se proporciona es el de relaciones de ocio y distracción con un 67.4% de nivel bueno, seguido del emocional y afectivo con 63% en ambos. Discusión: Se encontró que es el cónyuge quien aporta mayor apoyo familiar, al coincidir con Bustamante (2006), quien refiere que es la pareja. Y son la pareja y la hija mayor las fuentes de apoyo con semejanza a lo que menciona Cuervo (2001), al señalar a la pareja e hija como fuentes de apoyo. Conclusiones: En relación al apoyo social se encontró que tres cuartas partes lo califica en un nivel regular. Entre las personas que proporcionan apoyo social, destaca la pareja, la hija mayor y los hijos menores. Respecto al apoyo emocional y material, son la pareja y la hija mayor quienes más brindan este tipo de apoyo; en las relaciones de ocio y distracción, y apoyo afectivo sobresalen la pareja y los hijos menores, con mucha similitud en el puntaje.

Director de tesis MCE. Esther Alice Jiménez Zúñiga

4 Capítulo I Introducción 1.1 Descripción y planteamiento del problema. La Diabetes Mellitus tipo 2 (DM2) constituye un problema de salud pública de primera magnitud, que ha pasado de ser una enfermedad característica de los países desarrollados a una epidemia en países en desarrollo (Castro, 2006). La Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que para el 2000 existirían en México 2.18 millones de personas con diabetes mellitus; sin embargo, la recientemente publicada Encuesta Nacional de Salud Pública (ENSA) 2000, efectuada por el Instituto Nacional de Salud Pública detectó 3.65 millones y que alrededor de 582 826 mexicanos murieron de diabetes en el período 1980-2000 (Barquera, 2003). Existen numerosos estudios que demuestran el impacto que ejerce el apoyo social (AS) sobre los procesos relacionados con la salud y la enfermedad. Así como su efecto beneficioso sobre la evolución de patologías tan frecuentes como la depresión, artrosis y diabetes (De la Revilla, Luna, Bailón y Medina, 2005). Otro estudio indica que el apoyo familiar que recibe el paciente diabético, el conocimiento que tiene sobre su enfermedad y la adherencia a la dieta influyen en el control de la glicemia (Álvarez, 2005). El interés del AS radica en lograr una reducción en los niveles de morbilidad y mortalidad asociados con DM2. Tanto organismos internacionales (OMS) como nacionales (Secretaría de Salud), han insistido en la importancia de promover estilos de vida más saludables tales como actividad física, dieta equilibrada y mejorar la calidad de vida de los pacientes, en particular aquellos que han sufrido complicaciones (Castro, 2006). Toro y Varas (2003) han encontrado que el AS ayuda a las personas con enfermedades crónicas a reducir el estrés en la vida, provee un espacio para relajarse y desarrollar un compartir positivo, esto a su vez, reduce los efectos negativos de las condiciones de salud. La familia y la pareja suelen ser los dos mayores predictores de la buena salud en la adherencia a la medicación o seguimiento de la dieta. Las redes sociales (el número de personas que rodean al paciente) aparecen como otro factor percibido por los propios pacientes. Aunque se creía que estas no estaban tan ligadas como el AS a la salud del paciente crónico, se encontró

5 que una amplia red social mejora el estado de los enfermos por encima de aquellos que poseen una red social más limitada (Martos, Pozo y Alonso, 2008). Los resultados de un estudio muestran una asociación de las variables del AS con la mortalidad. En los hombres, la necesidad de ayuda para las actividades cotidianas y el cuidado personal se asociaron significativamente con la mortalidad (Nebot et al, 2002). Incluso Calvo y Díaz (2004) afirman que el deficiente AS se relaciona significativamente al proceso saludenfermedad, y que a mayor AS, menor es la intensidad de estrés y ansiedad. El aspecto emocional y convivencia adecuada o inadecuada con la familia influye en la conducta, desinterés o motivación para que un paciente con DM2 sienta la necesidad y deseos de vivir, y esto lo lleve a un mejor control de su enfermedad (Méndez, 2003). Por lo anteriormente señalado se plantea lo siguiente: ¿Cuál es el apoyo social que reciben los pacientes con diabetes mellitus tipo 2? 1.2 Marco de referencia. La diabetes es una enfermedad crónica que radica en la elevación de la cantidad de glucosa en la sangre, lo cual ocurre porque en el organismo de la persona disminuye la secreción de la insulina, que es la sustancia que se encarga de introducir el azúcar a las células del cuerpo (Merck Sharp & Dohme, 2006). Se manifiesta generalmente en adultos mayores, no necesariamente con antecedentes heredo-familiares (Garay, Arellano y Espinosa, 2006). Se calcula que el número de personas con diabetes se aproxima a los 200 millones y al menos una de cada diez muertes entre adultos de edades comprendidas entre los 35 y 64 años es atribuible a ésta, llegando a ser una cuarta parte de todas las muertes en algunas partes del mundo (Roglic & Unwin, 2005). En México, la prevalencia de DM2 en adultos mayores de 20 años de edad aumentó de 6.7% en 1993 a 7.5% en el 2000 y se estima que podría llegar a 12.3% en el 2025. Aproximadamente el 80% de los mexicanos con diabetes se saben con la enfermedad, pero el 20% no sabe que la padecen (Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado [ISSSTE], 2003). Según la Encuesta Nacional de Salud Publica, la DM2 fue más frecuente en algunos estados de la zona norte como Coahuila (10.1%), Nuevo León (9.7%), Tamaulipas (9.5%), Durango. (9.2%) y Baja California Sur (8.7%). Las prevalencias más bajas se encontraron en San Luis

6 Potosí (5.4%), Chiapas (5.2%) y Oaxaca (4.8%). En lo que respecta al estado de Veracruz fue de 7.6%. Para los derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social se tuvo una prevalencia de 8.9 %, los del ISSSTE presentaron 11.1%, la población sin derechohabiencia fue de 6.2% y los derechohabientes de instituciones privadas mostraron la prevalencia de diabetes más baja (4.7%) (Sepúlveda, 2003). Por otro lado, la ENSA refiere que la relación que guardan la presencia de diabetes mellitus y el nivel de escolaridad es inversamente proporcional, es decir, se presenta con mayor frecuencia en los grupos con menor escolaridad (Sepúlveda, 2003). Por otra parte, Lara, Navarro y Navarrete (2004) mencionan en su estudio que las mujeres con menor escolaridad tienen menos AS y experimentan más sucesos adversos, lo que limitan su mejoría a largo plazo. La DM2 como enfermedad crónica reviste especial importancia no solo por constituir las primeras causas de morbimortalidad, sino por las dificultades que enfrenta el diabético para llevar a cabo su tratamiento, lograr el control metabólico y prevenir sus múltiples complicaciones. Primordialmente, el ajuste de la alimentación, el control de peso, una actividad física adecuada, vigilancia y el aseo de los pies. Esta situación exige un apoyo importante de las redes sociales (Álvarez, 2005). Toro y Varas (2003) han definido al AS como la percepción de pertenecer a una red social a través de la comunicación y obligaciones mutuas, y Castro (2006) menciona que éste ha sido reconocido en numerosos estudios debido a que produce un efecto protector en la salud; la presencia e interacción con otras personas es capaz de reducir los efectos negativos del estrés. Entre los diferentes tipos de apoyo, se ha investigado el papel que juega contar con alguien en quien confiar. La falta de AS también parece tener un efecto negativo sobre los tratamientos, aunque no todos los estudios han podido demostrar esta relación. La carencia de este también se ha visto que afecta el grado de severidad de los síntomas de depresión, el no contar con un confidente, una persona que ayude en caso de problemas económicos o que pueda proveer de información y la falta de cercanía de la pareja se asocian con mayor número de síntomas de depresión (Lara, Navarro y Navarrete, 2004). Se ha notificado relación entre la falta de AS y el malestar emocional, los casos que menos se benefician de las terapias son aquellos que están menos satisfechos con el AS con el que cuentan, sobre todo el que se refiere a un confidente, a la pareja y a la familia (Lara et al., 2004).

7 Desde una perspectiva global el AS se ha clasificado en cuatro tipos: el emocional, afectivo, de relaciones de ocio y distracción, y el instrumental o material. El emocional consiste en brindar acciones encaminadas a reforzar las sensaciones de seguridad, bienestar y autoestima en el individuo, alude a la disponibilidad de contar con alguien para hablar e incluye aquellas conductas que fomentan los sentimientos de prosperidad afectiva (Rizo, Orozco y Villaseñor, 2002). El apoyo instrumental o material, facilita el acceso a objetos o servicios que ayudan a resolver problemas prácticos, éste es una ayuda que el receptor considera como visible o palpable; sus actividades corresponden a la proporción de alimento, vestido, dinero, compra de medicamentos, etc. Muchas actividades de apoyo suelen pertenecer a más de dos categorías al mismo tiempo. De tal forma, el apoyo instrumental también se considera como emocional siempre y cuando no se otorgue por obligación (Rizo et al., 2002). El afectivo se refiere a las reacciones y sentimientos de la persona, animándole a que manifieste sus preocupaciones, miedos y dificultades en su vida familiar y relaciones sociales. En cuanto al de relaciones sociales de ocio y distracción implica el tiempo utilizado con otros en actividades de tiempos libres y recreativos (García, 2003). Se conoce la existencia de varias fuentes potenciales de apoyo en la atención a la enfermedad. Algunos estudios destacan el papel preponderante de la familia, e incluso afirman que la mayoría de los enfermos crónicos recibe y prefiere los cuidados y el apoyo de esta fuente más que de cualquier otra. También es evidente que la educación para la salud desempeña un papel fundamental en las enfermedades ya que posibilita un mejor control de las mismas, con la participación decidida de los pacientes (Méndez, 2004). El apoyo importante del familiar en la vigilancia de la enfermedad, es clave en el control metabólico y en el cumplimiento de su tratamiento. Dicho apego tiene sus bases en redes sociales, y se deriva de las relaciones interpersonales familiares. Se halla integrado por empatía, estímulo, información, ayuda material y expresiones de participación (Álvarez, 2005). Las necesidades de AS pueden variar desde lo económico, las confrontaciones con los profesionales de la salud hasta la lucha contra la estigmatización que produce aislamiento físico y moral (Toro y Varas, 2003). La atención de la salud es un proceso complejo en el que participan muchos actores. Con el tiempo han ido variando los papeles relativos del médico, el paciente, su familia, las instituciones, la autoridad sanitaria, las organizaciones académicas, los grupos organizados de la sociedad

8 civil, los empresarios de la salud y el público (Lifshitz, 2006). La contribución del equipo de salud para mejorar el control de la DM2, consiste en el ejercicio pleno del papel educativo y asistencial sobre el núcleo familiar del paciente con diabetes (Méndez, 2004). Herrera, Quintero y Hernández (2008) afirman que el sexo mayormente afectado fue el femenino en edades de 55 a 65 años; más de la mitad de los pacientes están casados, ello ha demostrado que los pacientes portadores de enfermedades crónicas puedan sobre llevar su padecimiento cuando tienen a su pareja como factor protector de riesgo en la DM2 y el resto del grupo familiar ayudan a solventar las limitaciones, que puedan derivarse de la enfermedad (aparición, fallas en la dieta, desajuste emocional), sin apoyo este paciente no esta en la mejor disposición, para coexistir con su patología. Cuando un paciente con enfermedad crónica tiene AS (influencia de la familia y relaciones personales), los mismos se adhieren al tratamiento y cumplimiento de la terapia integral en general (Herrera, Quintero y Hernández, 2008). En otra investigación el AS que recibe el paciente diabético es normal en 64.3% y en 35.7% es percibido como bajo AS. Los que tenían una pareja sentimental recibieron AS normal casi tres veces más que aquellos que no tenían, mientras que el 33.5% de los pacientes no controlados perciben un AS bajo (Montes de Oca, Márquez, Cardoso, Moreno y Bazán, 2006). En un estudio reciente (De la Revilla et al., 2005) sobre la validación del cuestionario de Mos de AS en pacientes con enfermedad obstructiva crónica, diabetes mellitus e hipertensión arterial, se encontró que cuando más edad tenían las personas encuestadas existía una menor percepción de apoyo. Es decir que conforme aumenta ésta, los individuos presentan una mayor sensación de soledad. En relación con el género, las mujeres encuestadas mostraban un menor tamaño de su red social y una menor percepción de apoyo, sobre todo en las preguntas relacionadas con lo afectivo. Almeida y Rivas (2008) comentan que las estrategias de afrontamiento utilizadas en sus participantes, el 48% presentaron afrontamiento adecuado (resolución de problemas, reestructuración cognitiva, AS y expresión emocional), mientras que el 52% utilizan estrategias inadecuadas (autocrítica, pensamiento desiderativo, evitación de problemas y retirada social), estas impiden que los adultos con DM2 afronten su enfermedad y efectúen acciones de control. De los Ríos, Barrios y Ávila (2004) en su estudio con pacientes diabéticos nefrópatas mencionan que en el área de disfunción social, el deterioro del paciente se ve traducido al

9 depender de los miembros de la familia (esposa, hijos mayores) y de los miembros del equipo de salud. Además hace énfasis que tanto médicos como enfermeras profesionales pueden incidir en el manejo emocional y educativo de estos pacientes, brindando una atención de calidad para mejorar la adaptación de un contexto mas humanizado. Un estudio realizado por Bustamante (2006) muestra que la persona que más proporciona apoyo familiar a la mujer con DM2 fue el esposo, seguido del hijo mayor. Resalta que, aún cuando el género de los individuos de la muestra es femenino, hubo mayor frecuencia de ayuda por parte del hijo y no de la hija, tomando en cuenta que el patrocinio que aportan los hijos es de tipo económico. La dimensión de apoyo emocional e Interacción Social destacaron con los puntajes más altos en pacientes hipertensos. Indicando que para los pacientes fue importante recibir ayuda en el cuidado de su salud, como encontrar a alguien que les ayudara cuando tenían que estar en la cama, le llevara al médico cuando lo necesitaron y les preparara la comida si no podían hacerlo (Vinaccia, Quiceno, Fernández, Gaviria, Chavarría y Orozco, 2006). Igualmente, se valoró la presencia física del afecto, (abrazos, palabras positivas, etc.) tanto para brindarlo como para recibirlo de quienes les demostraron amor, cariño y respeto. Se consideraron las interacciones positivas donde relajarse y pasar un buen rato con los demás. Y por último, la presencia emocional de alguien en quien confiar y hablar de sí mismos y sus preocupaciones, con quien compartir sus temores, les escuchara, los comprendiera y les diera consejos en momentos de dificultad (Vinaccia et al, 2006). 1.3 Definición de términos. Apoyo social: disponibilidad de ayuda proveniente de otras personas; el grado en que las necesidades sociales básicas se satisfacen a través de la interacción con otros. Apoyo afectivo: trata de animar al paciente a que manifieste sus preocupaciones, miedos y dificultades en su vida familiar; animándole a que manifieste sus preocupaciones, miedos y dificultades en su vida familiar y relaciones sociales. Apoyo instrumental: es la determinación y manera de como prestar ayuda directa o servicios a personas. Apoyo emocional: definido como sentimiento de ser amado y de pertenencia, intimidad, el poder confiar en alguien, y la disponibilidad de alguien con quien hablar.

10 Relaciones sociales de ocio y distracción: éste termino implica el tiempo utilizado con otros en actividades de tiempos libres y recreativos. 1.4 Objetivos. General: Determinar el nivel de apoyo social que reciben los pacientes con diabetes tipo 2 Específicos: Conocer el tipo de apoyo que más recibe el paciente. Identificar que personas proporcionan más apoyo social al paciente con diabetes tipo 2. Resaltar que género recibe más apoyo social

11 Capítulo II Metodología 2.1 Tipo de estudio. Se trató de un estudio descriptivo porque pretendió conocer el AS que reciben los pacientes con diabetes mellitus tipo 2, a su vez fue transversal porque la variable se medió en una sola ocasión y en un tiempo determinado (Hernández, Fernández y Baptista, 2003). 2.2 Población. Todos los pacientes con diabetes tipo 2 que asistieron a un club de diabéticos de un centro de salud. 2.3 Muestreo y muestra. Se efectúo un muestreo no probabilístico por conveniencia. La muestra estuvo conformada por 46 usuarios. 2.4 Criterios de inclusión. Pacientes diabéticos que asistieron a control médico, aceptaron participar y que estuvieron en la aplicación del cuestionario, sin importar el nivel de estudio ni condición social. 2.5 Material. Se utilizó el instrumento (cuestionario de Mos, 1991) para el AS modificado para este estudio. Está dividido en dos secciones, la primera consta de datos demográficos tales como: edad, sexo, ocupación, estado civil y años de estudios cursados; además del tiempo de padecer la enfermedad. La siguiente sección corresponde al cuestionario, con 20 reactivos y 5 opciones de respuesta tipo likert, 1 - nunca, 2 - pocas veces, 3 - algunas veces, 4 - la mayoría de veces y 5 siempre. El primer ítem informa sobre el tamaño de la red social. El resto está conformado por los cuatro tipos de apoyo: emocional: ítems 3, 4, 8, 9, 13, 16,17 y 19, la cual se le dio la siguiente puntuación, de 8 – 18 fue malo, de 19 – 29 regular y de 30 – 40 bueno; ayuda material o instrumental: ítems 2, 3,12 y 15, y valores asignados fueron de 4 – 9 malo, de 10 – 15 regular y de 16 – 20 como bueno. Relaciones sociales de ocio y distracción: ítems 7, 11, 14 y 18 con puntaje de 4 – 9 malo, de 10 – 15 regular y de 16 – 20 bueno; y apoyo afectivo referido a expresiones de amor y cariño: ítems 6,10 y 20 con un puntaje de 3 – 7 fue malo, de 8 –12 regular y de 13 – 15 bueno. El índice

12 global máximo de AS es de 95, con un valor medio de 57 y un mínimo de 19, se clasificó de la siguiente manera: de 19 - 44 fue malo, 45 - 70 regular y de 71 - 95 como bueno. El instrumento obtuvo un alpha de cronbach de 0.80 en relación a los 20 ítems. 2.6 Procedimientos. Se solicitó la autorización del estudio por el Comité de Ética e Investigación de la Facultad de Enfermería, se giró un escrito a una institución de salud para la realización de la prueba piloto y un oficio para la aplicación del cuestionario a la muestra final. Se explicó el objetivo de la investigación a los pacientes; y se obtuvo el consentimiento informado de los participantes por escrito, el llenado del cuestionario duro aproximadamente 10 minutos por persona, a quienes se agradeció su participación. Recopilada la información se procedió a su captura y análisis. 2.7 Consideraciones éticas. El estudio se apegó a lo que dispone la reglamentación de la Ley General de Salud en Materia de Investigación; Título Segundo De los Aspectos Éticos de la Investigación en Seres Humanos, Capítulo I; se consideraron los siguientes apartados: el artículo 13, el cual declara que en toda investigación en la que el ser humano participe como sujeto de estudio, deberá prevalecer el respeto a su dignidad, derechos y bienestar. Se aplicaron los artículos 14 y 20 dado que se obtuvo el consentimiento informado por escrito de los participantes, con la capacidad de libre elección y sin coacción alguna; teniendo la seguridad de que no se mencionaría su nombre y mantendría la confidencialidad de la información (artículo 21). 2.8 Estrategia de análisis. En el procesamiento de datos se llevó a cabo con el Paquete Estadístico para las Ciencias Sociales (SPSS) versión 10, mediante el cual se aplicaron estadísticas descriptivas: frecuencias, porcentajes y medidas de tendencia central como la media para el análisis de los datos.

13 Capítulo III Resultados 3.1Análisis de resultados. Los resultados que a continuación se presentan de 46 pacientes con DM2, del cual el 84.8% son mujeres y el 15.2 varones, el 71.7 % se dedica a las labores del hogar. Tabla 1 Edad Edad fr

%

30-39

4

8.7

40-49

5

10.9

50-59

18

39.1

60-69

13

28.2

+ 70

6

13.1 n = 46

Respecto a la edad, el rango que más predomino fue el de 50–59 años con un 39.1%, seguido de 60–69 con un 28.2%; con una media de edad de 57.5 años. Tabla 2 Estado Marital Estado Marital fr

%

Con pareja

30

65.2

Sin pareja

16

34.8 n = 46

Se encontró que más de la mitad de la población cuentan con una pareja (65.2 %).

14 Tabla 3 Nivel de escolaridad Nivel de escolaridad fr

%

Analfabeta

28

60.9

Primaria incompleta

14

30.4

Primaria completa

3

6.5

Carrera técnica

1

2.2 n = 46

Con respecto a la escolaridad, se muestra que el 91.3% de los encuestados presentan un nivel bajo, ya que el 60.9% son analfabetas y el 30.4% no llego a terminar la primaria.

Tabla 4 Nivel de apoyo social Nivel de apoyo social fr

%

Bueno

6

13.0

Regular

36

78.3

Malo

4

8.7 n = 46

En cuanto al nivel de AS que reciben las personas, se encontró que el 78.3% refieren que es regular, y solo el 13.0% lo percibe como bueno.

15 Tabla 5 Nivel de AS por género

Masculino

Femenino

fr

%

fr

%

Bueno

3

42.9

3

7.7

Regular

4

57.1

32

82.1

Malo

0

0.0

4

10.3 n = 46

Referente al nivel de AS en los hombres el 42.9% lo percibe como bueno, mientras que en las mujeres solo el 7.7%. Pero el 57.1% en los varones lo califica como regular; sin embargo las mujeres destacaron con un 82.1 %, aunque el 10.3% de ellas lo calificó como malo.

Tabla 6 Apoyo emocional y material por género

Masculino Emocional

Femenino Material

Emocional

Material

fr

%

fr

%

fr

%

fr

%

Bueno

5

71.5

4

57.1

25

64.1

20

51.2

Regular

4

28.5

3

42.9

13

33.2

19

48.8

Malo

0

0.0

0

0.0

1

2.7

0

0.0 n= 46

En relación al tipo de AS por género, el emocional en los hombres tuvo un nivel bueno (71.5%); a comparación con las mujeres (64.1%). En el apoyo material, los varones destacaron con un 57.1% en el nivel bueno, con una pequeña diferencia por parte de las mujeres 51.2%.

16 Tabla 7 Apoyo afectivo y de relaciones de ocio y distracción por género

Masculino Relaciones de

Femenino Afectivo

Relaciones de

ocio y

ocio y

distracción

distracción

Afectivo

fr

%

fr

%

fr

%

fr

%

Bueno

5

71.4

4

57.1

26

66.6

25

64.1

Regular

2

28.5

3

42.9

10

25.6

14

35.9

Malo

0

0.0

0

0.0

3

7.8

0

0.0 n =46

En relación al tipo de AS por género, el afectivo en las mujeres fue mayor (64.1 %) en el nivel bueno, que en los hombres (57.1 %). Contrario al de relaciones de ocio y distracción en el que predominaron los varones sobre las mujeres como bueno (71.4 %y 66.6 % respectivamente).

17 Tabla 8 Nivel de apoyo social por dimensión

Relaciones de Emocional

Material

ocio y

Afectivo

distracción fr

%

Fr

%

Fr

%

fr

%

Bueno

30

65.2

24

52.2

31

67.4

29

63.0

Regular

15

32.6

22

47.8

12

26.0

17

37.0

1

2.2

0

0.0

3

6.6

0

0.0

Malo

n = 46 El tipo de AS que más recibe el paciente con DM2, fue el de relaciones de ocio y distracción en un nivel bueno (67.4%), seguido del emocional (65.2%) y afectivo con un 63.0 %.

18 Tabla 9 Personas y nivel de apoyo social

Apoyo Social Bueno

Regular

Malo

fr

%

fr

%

fr

%

Pareja

16

34.7

8

17.3

6

13.0

Hija mayor

14

30.4

3

6.5

0

0.0

Hijo mayor

5

10.9

2

4.3

0

0.0

Hijas menores

7

15.2

1

2.1

0

0.0

Hijos menores

14

30.4

5

10.8

0

0.0

Hermanos (as)

1

2.1

0

0.0

0

0.0

Nietos(as)

5

10.8

0

0.0

0

0.0

Personal de salud

1

2.1

2

4.3

0

0.0

Otros

5

10.9

1

2.1

0

0.0 n = 46

En relación al nivel de apoyo por persona se encontró que el 34.7 % lo representa la pareja en un nivel bueno, seguido de la hija mayor y los hijos menores en porcentajes similares (30.4 %). Sin embargo, un 13.0 % califica a la pareja con un AS malo. “Cabe mencionar, que se tomó el porcentaje en relación con el total de la muestra”.

19 Tabla 10 Personas que proporcionan apoyo

Personas que proporcionan apoyo fr

%

Pareja

27

29.0

Hija mayor

17

18.3

Hijo mayor

7

7.5

Hijas menores

8

8.7

Hijos menores

19

20.4

Hermanos (as)

1

1.0

Nietos(as)

5

5.4

Personal de salud

3

3.2

Otros

6

6.5 n = 46

Concerniente a las personas que proporcionan AS, los encuestados nombraron a 93 individuos, de éstas 29 por ciento corresponde a la pareja, seguida de los hijos menores (20.4 %) y la hija mayor (18.3 %).

20 Tabla 11 Personas y Nivel de apoyo emocional

Apoyo emocional Bueno

Regular

Malo

fr

%

fr

%

fr

%

Pareja

16

34.8

11

23.9

3

6.5

Hija mayor

14

30.5

3

6.5

0

0.0

Hijo mayor

5

10.9

2

4.3

0

0.0

Hijas menores

7

15.2

1

2.2

0

0.0

Hijos menores

12

26.1

7

15.2

0

0.0

Hermanos (as)

1

2.2

0

0.0

0

0.0

Nietos(as)

4

8.7

1

2.2

0

0.0

Personal de salud

1

2.2

2

4.3

0

0.0

Otros

5

10.9

1

2.2

0

0.0 n = 46

Respecto al nivel de apoyo emocional se ubica a la pareja con un 34.8% en un nivel bueno, seguido de la hija mayor (30.5%) y los hijos menores con un 26.1%

21 Tabla 12 Personas y Nivel de apoyo material

Apoyo material Bueno

Regular

Malo

fr

%

fr

%

fr

%

Pareja

19

41.3

11

23.9

0

0.0

Hija mayor

14

30.5

3

6.5

0

0.0

Hijo mayor

4

8.7

3

6.6

0

0.0

Hijas menores

8

17.4

0

0.0

0

0.0

Hijos menores

10

21.7

9

19.6

0

0.0

Hermanos (as)

1

2.2

0

0.0

0

0.0

Nietos(as)

5

10.9

0

0.0

0

0.0

Personal de salud

1

2.2

2

4.3

0

0.0

Otros

5

10.9

1

2.2

0

0.0 n = 46

En lo que respecta al apoyo material, nuevamente la pareja proporciona un nivel de apoyo bueno (41.3 %), seguida de la hija mayor con un 30.5 % y los hijos menores con un 21.7%.

22 Tabla 13 Personas y Nivel de apoyo relaciones de ocio y distracción

Apoyo relaciones de ocio y distracción Bueno

Regular

Malo

fr

%

fr

%

fr

%

Pareja

22

47.8

5

10.9

3

6.5

Hija mayor

15

32.6

2

4.3

0

0.0

Hijo mayor

6

13.0

1

2.2

0

0.0

Hijas menores

6

13.0

2

4.3

0

0.0

Hijos menores

17

37.0

1

2.2

0

0.0

Hermanos (as)

1

2.2

0

0.0

0

0.0

Nietos(as)

4

8.7

1

2.2

0

0.0

Personal de salud

2

4.3

1

2.2

0

0.0

Otros

4

8.7

1

2.2

0

0.0

n = 46 En cuanto al nivel de apoyo de relaciones de ocio y distracción se encontró que la pareja es la que aporta más este tipo, correspondiendo a un 47.8 % como bueno; seguido de los hijos menores con un 37.0 % y la hija mayor con 32.6 %.

23 Tabla 14 Personas y Nivel de apoyo afectivo

Apoyo afectivo Bueno

Regular

Malo

fr

%

fr

%

fr

%

Pareja

19

41.3

11

23.9

0

0.0

Hija mayor

13

28.3

4

8.7

0

0.0

Hijo mayor

6

13.0

1

2.2

0

0.0

Hijas menores

7

15.2

1

2.2

0

0.0

Hijos menores

16

34.8

3

6.5

0

0.0

Hermanos (as)

1

2.2

0

0.0

0

0.0

Nietos(as)

5

10.9

0

0.0

0

0.

Personal de salud

0

0.0

3

6.5

0

0.0

Otros

5

10.9

1

2.2

0

0.0 n = 46

En cuanto al apoyo afectivo es la pareja (41.3 %) quien predomina en el nivel bueno, continuando los hijos menores con un 34.8 %, y posteriormente la hija mayor con un 28.3 %.

24 Conclusiones Se encontró que el sexo predominante fue el femenino, por lo cual la mayoría se dedica a las labores del hogar. El nivel de escolaridad de los encuestados es bajo, ya que gran parte se ubicó entre los analfabetas y los que no terminaron la primaria. Más de la mita de la muestra cuenta con su pareja, en relación al apoyo social se encontró que más de tres cuartas partes lo califican como regular. El tipo de apoyo que se proporciona más fue el de relaciones de ocio y distracción, seguidas del emocional y afectivo, con el mismo número de porcentaje, y por último el material. En general el nivel de AS por género, los varones obtuvieron dos quintas partes como nivel bueno y las mujeres menos de una décima parte; sin embargo, ellas predominaron en el nivel regular. En relación con los tipos de apoyo, se halló que el de relaciones de ocio y distracción junto con el emocional son más altos en los hombres; en el género femenino fue mayor el apoyo afectivo. Entre las personas que proporcionan apoyo social, se enfatiza a la pareja como la fuente que más lo brinda, junto con la hija mayor y los hijos menores; solo una mínima parte califica a la pareja en un nivel malo. Estos tres tipos de fuente son considerados de mayor frecuencia en los cuatro tipos de apoyo social. Respecto al nivel emocional y material, son la pareja y la hija mayor quienes más brindan este tipo de apoyo, con una mínima diferencia entre ambos y obteniendo un puntaje mayor a la mitad. Sin embargo, en las relaciones de ocio y distracción junto con el apoyo afectivo sobresalen la pareja y los hijos menores, con mucha similitud en el puntaje.

25 Discusión Respecto a las fuentes de apoyo, este estudio se relaciona con Cuervo por referir al cónyuge y la hija; con Bustamante, que señala a la pareja quien proporciona más apoyo familiar; pero difiere al mencionar que hubo mayor frecuencia de ayuda por parte del hijo, porque el presente estudio señala que es la hija mayor. También se encontró que son la pareja e hija mayor, los que proporcionan el apoyo material, y no los hijos. A su vez coincide con Herrera, Quintero y Hernández quienes resaltan el apoyo de la pareja y del grupo familiar, este último en nuestra investigación es representado por los hijos. Por otra parte, De la Revilla et al., encontraron que en relación al género, las mujeres encuestadas mostraban un menor tamaño de su red social y una menor percepción del apoyo afectivo; sin embargo, en esta investigación la red social y el apoyo afectivo fueron mayores.

26 Recomendaciones Realizar una réplica de este estudio en una población suburbana con un estudio comparativo entre hombres y mujeres, en una muestra equitativa en cuanto a género para ver quien recibe mayor apoyo. Elaborar una investigación correlacional donde se vea que influencia tiene el apoyo social y el y auto cuidado en el estado de salud. Valorar el nivel de apoyo social que brinda el personal de salud. Es importante que en las unidades hospitalarias existan grupos de apoyo para los pacientes, ya que estos forman redes sociales los cuales pueden mejorar la salud del cliente.

27 Referencias Almeida, E. G., y Rivas, A. V. (2008). Estrategias de afrontamiento en adultos con diabetes mellitus tipo 2. Semana de divulgación y video científico. Recuperado el 5 de enero de 2010, de la fuente: http://www.archivos.ujat.mx/dip/divulgacion%20y%20video%20cinetifico%202008/DACS/ VRivasA%202.pdf Álvarez, M. D. (2005). Evaluación del apoyo familiar, conocimiento sobre la diabetes mellitus, dieta, su adherencia y su relación con el control glicémico en pacientes diabéticos. Tesis para obtener diploma de especialista en medicina familiar, Universidad de Colima, Colima. Recuperado el 7 de abril de 2007, de la fuente: http://digeset.ucol.mx/tesis_posgrado/Pdf/Donaciano_Alvarez_Meraz.PDF Barquera, S. (2003). Prevención de la diabetes mellitus: Un problema mundial. Revista Salud Pública, 45 (5). Recuperado el 5 de octubre del 2007, de la fuente: http://www.scielosp.org/scielo.php?pid=S003636342003000500013&script=sci_arttext&tlng= Bustamante, C. S. (2006). Apoyo familiar en las mujeres con diabetes tipo 2. Tesis para obtener licenciatura en enfermería, Universidad Veracruzana, Minatitlán, Ver. Calvo, F. F., Díaz, P. M. (2004) Apoyo social percibido: características psicométricas del cuestionario de Caspe de una población urbana geriátrica. Revista Psicothema 16 (4), 570 – 575. Castro, S. A. (2006). El Apoyo Social en la enfermedad crónica: El Caso de los Pacientes Diabéticos Tipo 2. Revista Salud Pública y Nutrición, 7 (1), 27 -38. De la Revilla, A. L., Luna del C. J., Bailón M. E. y Medina M. I. (2005). Validación del cuestionario Mos de apoyo social en Atención Primaria. Revista Medicina de Familia, 6 (1), 10 – 18.

28 De los Ríos, C. J. L., Barrios, S. P. y Ávila, T. L. (2004). Alteraciones emocionales en pacientes diabético con nefropatía. Revista Médica del Instituto Mexicano del Seguro Social, 42 (5), 379 - 385. Garay, S.M.E., Arellano, S. y Espinosa, C. J.J. (2006). Diabetes Mellitus, menopausia y reemplazo hormonal. Revista de endocrinología y nutrición, 3 (14), 191 - 195. García, H. A. (2003). El apoyo social. Colegio oficial de psicólogos de las palmas. (53), 1 - 6. Recuperado el 15 de noviembre de 2007, de la fuente: http://www.cop.es/delegaci/palmas/biblio/social/social08.pdf Hernández, S. R., Fernández, C. C., Baptista, L. P. (2006). Metodología de la investigación. (4º. ed.). México: Mc Graw Hill. 102, 208. Herrera, D. L., Quintero, O., Hernández, M. (2008). Funcionalidad y red de apoyo familiar en pacientes diabéticos tipo 2. Academia, 6 (12), 62 – 72. Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) Aconseja en salud y prevención (2003). Diabetes. Recuperado el 25 de abril 2007, de la fuente: http://www.issste.gob.mx/aconseja/diabetes.html Landero, H. R. y González, R. M. T. (2006). Apoyo social en mujeres de familia monoparentales y biparentales. Revista Psicología y Salud, de la Universidad Veracruzana. 16 (002), 149 157. Lara, M. A., Navarro, C. y Navarrete. B. (2004). Influencia de los sucesos vitales y el apoyo social en una intervención psicoeducativa para mujeres con depresión. Revista Salud Pública de México, 46 (5), 378 - 386.

29 Ley General de Salud, (2007). Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión. Secretaría General. Secretaría de Servicios Parlamentarios y Centro de Documentación, Información y Análisis. Recuperado el 28 de mayo del 2007, de la fuente: www.salud.gob.mx/unidades/cdi/legis/lgs/index-indice.htm Lifshitz, A. (2006). El papel del paciente. Revista Este país, 187, 49 - 52. Recuperado el 14 de mayo del 2007, de la fuente: http://www.in4mex.com.mx/ip/inicio Martos, M., Pozo, M., Alonso, M. (2008). Influencia de las relaciones interpersonales sobre la salud y la conducta de adherencia en una muestra de pacientes crónicos”. Boletín de Psicología. 93 (59-77). Recuperado el 24 de febrero del 2009, de la fuente: http://www.plataformasinc.es/index.php/esl/Noticias/El-55-de-los-enfermos-cronicos-sesalta-en-alguna-ocasion-la-toma-de-su-medicacion Méndez, L. D. M. (2004). Disfunción familiar y control del paciente diabético tipo 2. Revista Médica del Instituto Mexicano del Seguro Social, 42 (4), 281 -284. Merck Sharp & Dohme de México. (MSD, 2006). Diabetes. Factores de riesgo. Datos sociodemográficos. Recuperado el 25 abril 2007, de la fuente: http://www.msd.com.mx/msdmexico/patients/diabetes/factores/html Montes de Oca, A. A., Márquez, C.E., Moreno, A. F. y Bazán, C. M. (2006). Influencia del apoyo social en el control del paciente diabético tipo 2. Revista española medico – quirúrgica, 11(3), 43 – 48. Recuperado el 29 de enero del 2010, de la fuente: http://imbiomed.com.mx/1/1/articulos.php?method=showDetail&id_articulo=40518&id_sec cion=2123&id_ejemplar=4165&id_revista=131 Nebot, M., Lafuente, J. M., Zoa T., Borrel C. y Ferrando, J. (2002). Efecto protector del apoyo social en la mortalidad en población anciana: un estudio longitudinal. Revista Española Salud Pública, 76 (6), 673 - 682.

30 Requena, C.G., Salamero, M. y Gil, F. (2007). Validación del cuestionario de MOS-SSS de apoyo social en pacientes con cáncer. 128 (18), 687 - 691. Rizo, C. G., Orozco, M. I. y Villaseñor, C. T. (2002). Apoyo social en relación al tratamiento de las personas con SIDA. Revista Investigación en salud, 2 (4), 1 - 12. Recuperado el 29 de agosto del 2007, de la fuente: http://www.in4mex.com.mx/ip/inicio Roglic, G. & Unwin, N. (2005). La mortalidad mundial por diabetes: hora de un cálculo realista. Revista Diabetes voice, 50 (1), 33 - 34. Sepúlveda, J. cita a la Encuesta Nacional de Salud (ENSA), (2003). La ENSA 2000, financiada por la Secretaría de Salud y el Instituto Nacional de Salud Pública. La salud de los adultos. 1, 93 - 103. Recuperado el 5 de octubre del 2007, de la fuente: http://www.insp.mx/ensa/ensa_tomo2.pdf Toro, A. J. y Varas D. N. (2003). Desarrollo e implementación de un programa de fortalecimiento de redes de apoyo para personas con VIH/SIDA en la República Dominicana: Un trabajo de colaboración. Revista perspectivas psicológicas, 3-4 (4), 173 - 185. Vinaccia, S., Quiceno, J., Fernández, H., Gaviria, A., Chavarría, F., Orozco, O. (2006). Apoyo social y adherencia al tratamiento antihipertensivo en pacientes con diagnóstico de hipertension arterial. Informes psicológicos, (4). Recuperado el 24 de febrero del 2009, de la fuente: http://pepsic.bvs-psi.org.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S012449062006000100007&lng=pt&nrm

31

Apéndices

32 Apéndice A

INSTRUMENTO DE APOYO SOCIAL EN EL INDIVIDUO CON DIABETES TIPO 2 (MOS MODIFICADO) DATOS PERSONALES

Edad _______ Sexo ________ Ocupación ___________________ Estado civil _________________ Años de estudios cursados ______ Tiempo de padecer la enfermedad _____________________

1.- Enumere a cada persona significativa en su vida (personas con las que se siente a gusto y puede hablar acerca de todo lo que le ocurre). 2.- Por cada persona que usted enumere favor de contestar las siguientes preguntas escribiendo el número que correspondan:

1= nunca,

2=pocas veces,

3= algunas veces,

4= la mayoría de veces,

5=siempre.

Relación con la

2.- ¿Lo ayuda cuando

3.- ¿cuenta con esa

persona que le brinda

tenga que estar en la

persona cuando

apoyo.

cama?

necesita hablar?

1.- -------------------------

1.- -------------------------

1.- -------------------------

2.- -------------------------

2.- -------------------------

2.- -------------------------

3.- -------------------------

3.- -------------------------

3.- -------------------------

4.- -------------------------

4.- -------------------------

4.- -------------------------

5.- -------------------------

5.- -------------------------

5.- -------------------------

33 4.- ¿Lo aconseja

5.- ¿Lo lleva al

6.- ¿Le muestra amor

cuando tiene

medico cuando lo

y afecto?

problemas?

necesita?

1.- -------------------------

1.- -------------------------

1.- -------------------------

2.- -------------------------

2.- -------------------------

2.- -------------------------

3.- -------------------------

3.- -------------------------

3.- -------------------------

4.- -------------------------

4.- -------------------------

4.- -------------------------

5.- -------------------------

5.- -------------------------

5.- -------------------------

7.- ¿Le hace pasar un

8.- ¿Le informa y lo

9.- ¿Confía en esa

buen rato esa

ayuda a entender una

persona?

persona?

situación?

1.--------------------------

1.- -------------------------

1.- -------------------------

2.- -------------------------

2.- -------------------------

2.- -------------------------

3.- -------------------------

3.- -------------------------

3.- -------------------------

4.- -------------------------

4.- -------------------------

4.- -------------------------

5.- -------------------------

5.- -------------------------

5.- -------------------------

10.- ¿Lo abraza esa

11.- ¿Lo relaja esa

12.- ¿Le prepara

persona?

persona?

comida si no puede

1.- -------------------------

1.- -------------------------

hacerlo?

2.- -------------------------

2.- -------------------------

1.- -------------------------

3.- -------------------------

3.- -------------------------

2.- -------------------------

4.- -------------------------

4.- -------------------------

3.- -------------------------

5.- -------------------------

5.- -------------------------

4.- ------------------------5.- -------------------------

34 13.- ¿Desea el

14.- ¿Lo apoya a

15.- ¿Le ayuda en

consejo de esa

hacer cosas que le

sus tareas

persona?

ayuden a olvidar sus

domésticas si esta

1.- -------------------------

problemas?

enfermo?

2.- -------------------------

1.- -------------------------

1.- -------------------------

3.- -------------------------

2.- -------------------------

2.- -------------------------

4.- -------------------------

3.- -------------------------

3.- -------------------------

5.- -------------------------

4.- -------------------------

4.- -------------------------

5.- -------------------------

5.- -------------------------

16.- ¿Le comparte

17.- ¿le aconseja

18.- ¿Se divierte con

sus temores o

como resolver sus

esa persona?

problemas más

problemas

íntimos?

personales?

1.- -------------------------

1.- -------------------------

1.- -------------------------

2.- -------------------------

2.- -------------------------

2.- -------------------------

3.- -------------------------

3.- -------------------------

3.- -------------------------

4.- -------------------------

4.- -------------------------

4.- -------------------------

5.- -------------------------

5.- -------------------------

5.- -------------------------

19.- ¿Esa persona

20.- ¿Ama a esa

comprende sus

persona y lo hace

problemas?

sentir querido?

1.- -------------------------

1.- -------------------------

2.- -------------------------

2.- -------------------------

3.- -------------------------

3.- -------------------------

4.- -------------------------

4.- -------------------------

5.- -------------------------

5.- -------------------------

GRACIAS POR SU PARTICIPACION

Adaptado por Cruz y Feltrín.

35 Apéndice B

Consentimiento informado:

La información que este documento contiene es totalmente confidencial y anónima, por lo que no se requiere anotar su nombre. La presentación de los resultados será resumida con las respuestas de los cuestionarios contestados por las otras participantes y nunca en forma individual.

Declaro que he aceptado participar voluntariamente en este estudio sobre apoyo social que reciben los pacientes con diabetes tipo 2, estoy enterada del carácter anónimo de los objetivos que se persiguen y que en el momento puedo decidir en contestar o no, cualquier pregunta o todo el cuestionario.

Acepto contestar el cuestionario

________________________

No acepto a contestar el cuestionario

____________________________

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