INFORME FINAL EVALUACION DEL ESTADO DE AVANCE DEL SISTEMA CHILE SOLIDARIO

Facultad de Ciencias Sociales Universidad de Chile INFORME FINAL EVALUACION DEL ESTADO DE AVANCE DEL SISTEMA CHILE SOLIDARIO Santiago, 2004 Inform

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Facultad de Ciencias Sociales Universidad de Chile

INFORME FINAL EVALUACION DEL ESTADO DE AVANCE DEL SISTEMA CHILE SOLIDARIO

Santiago, 2004

Informe Final

Dirección del Estudio: Manuel Canales Dirección de Campo: Marcelo Astorga Análisis: Pablo Cottet Juan Jiménez Asistentes de Investigación: Mario Sandoval Karina Gatica Leticia Hernández Christian Osorio Karin Baeza Eduardo Toro Paula Pérez Rodrigo Alvizú Teresita Fuentealba Samuel Linker Scarlette Bozzo Fabián Guajardo Soledad Rodríguez

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Informe Final

Indice I.

LA ESTRUCTURA DEL JUICIO EVALUATIVO DE LOS USUARIOS............ 7

1.

Aspectos generales. ................................................................................................................................. 7

2.

Componentes del Juicio Evaluativo....................................................................................................... 8 2.1. La dimensión subjetiva (contención y reconocimiento social)........................................................ 8 2.2. La dimensión Reproducción (asistencia y protección social).......................................................... 9 2.3. Proyección (cambio de nivel, surgir)............................................................................................. 11

II.

LA DISTRIBUCIÓN DEL JUICIO .................................................................. 12

La Evaluación del Programa ......................................................................................................................... 12 1. Las Metas del programa y compromisos del participante. ..................................................................... 13 2. El Apoyo Psicosocial................................................................................................................................... 14 3.

El apoyo a la reproducción................................................................................................................... 20

4.

El apoyo a la proyección....................................................................................................................... 22

5.

Evaluaciones de Síntesis. ...................................................................................................................... 23 5.1. Índices de Satisfacción. ................................................................................................................. 25

III.

TIPOLOGÍAS ............................................................................................. 27

1.

Tipología cuantitativa........................................................................................................................... 27 1.1. Una tipología sobre satisfacción.................................................................................................... 27

2.

Tipología Cualitativa ............................................................................................................................ 30 2.1. Familias que cursan procesos de autonomización progresiva ....................................................... 30 2.2. Familias participan de la intervención en toda su complejidad con evaluación positiva............... 32 2.3. Aprobación condicionada por límite en proyecto.......................................................................... 33 2.4. Los Fallos ...................................................................................................................................... 34

3.

El juicio de los usuarios y su correlación con variables objetivas..................................................... 36 3.1. Satisfacción y avance en el cumplimiento de mínimos. ................................................................ 36 3.2. Satisfacción del usuario y variables sociodemográficas................................................................ 36 3.3. Satisfacción del usuario y la variable comunal.............................................................................. 36

IV. 1.

EL ANÁLISIS DE LOS GESTORES DIRECTOS....................................... 38

El análisis y evaluación según los Apoyos Familiares y Los JUIFS.................................................. 38 1.1. Focaliza ......................................................................................................................................... 39 1.2. Integra. .......................................................................................................................................... 39 1.3. Comunica (personaliza, subjetiviza).............................................................................................. 39 1.4. La oportunidad del programa Puente............................................................................................ 39 1.5. Las debilidades operacionales ....................................................................................................... 40

3

Informe Final 1.6.

Discusión sobre el impacto o la sostenibilidad de los efectos. ...................................................... 41

2.

La conversación de los Agentes de la red............................................................................................ 42

V.

CONCLUSIONES .......................................................................................... 44

1.

Ámbito general...................................................................................................................................... 44 1.1. El éxito del programa. ................................................................................................................... 44 1.2. La falla del Programa. ................................................................................................................... 46 1.3. Éxito y falla ................................................................................................................................... 47

2.

Ámbito de supuestos operativos de contexto ..................................................................................... 48 2.1. Problemas en la red ....................................................................................................................... 48 2.2. Asistencialismo y Participación. ................................................................................................... 49 2.3. El equipo profesional..................................................................................................................... 50

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Informe Final

Presentación.

El siguiente es el Informe de Resultados del Estudio evaluativo del Programa Puente y Chile Solidario. Dicho informe se produce a partir del análisis de cuarenta entrevistas, trece grupos de conversación y 500 encuestas (400 encuestas en la Región Metropolitana y 100 en la Séptima Región). El documento está organizado en cinco partes: Introducción, la estructura del juicio evaluativo de los usuarios, la distribución de los juicios evaluativos de los usuarios, tipologías, el análisis de los gestores directos y Conclusiones. Se acompañan los siguientes anexos: 1. Análisis Cualitativo: Grupos; Anexo 2: Transcripciones de Entrevistas y Grupos; Anexo 3. Análisis Cuantitativo; Anexo 4: Cuestionarios Aplicados; Anexo 5: Cintas de Grabación de Entrevistas y Grupos.

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Informe Final

Introducción.

El núcleo de la evaluación que se realizó, intentaba una medición del programa desde la perspectiva de los usuarios. En su forma más directa, interesaba responder a la pregunta: ¿Qué evalúan y como evalúan los usuarios participantes, el programa? La pregunta fue abordada cualitativamente y cuantitativamente. Cualitativamente, para identificar los componentes del juicio evaluativo de los usuarios (qué evalúan), y para identificar formas típicas del juicio evaluativo del usuario (tipologías de usuarios). Cuantitativamente, para medir la distribución estadística de dicha estructura, así como las tipologías que de dicha distribución pudieran resultar.

Complementariamente, la evaluación contempló también la perspectiva de los operadores directos (apoyos familiares y JUIFS) del programa, y de funcionarios de servicios sociales. Interesaba relacionar el juicio y apreciaciones de los gestores directos, con el de los usuarios.

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Informe Final

I. La estructura del juicio evaluativo de los usuarios. 1. Aspectos generales. El juicio que los usuarios se forman del programa Puente y Chile Solidario, habitualmente, se refiere a una experiencia significativa y no trivial; esto es, como un acontecimiento. Este especial significado para los usuarios, se fija en dos aspectos que recorren sus relatos de la experiencia: el ser multidimensional y centrado en el caso -familiar, personal- y el establecerse como una relación de apoyo a la acción.

a) Integralidad, carácter concreto de la relación. La potencia de la intervención, de entrada, es su capacidad de incidir en el conjunto de temas biográficos y cotidianos y ajustarse a la singularidad y unidad del destinatario. No es por tanto sólo una intervención, sino un sistema de intervenciones. En este sentido, la metodología Puente y Chile Solidario viene a representar-rediseñar al conjunto de las políticas sociales: esta vez “reunidas entre sí” y puestas en orden desde la unidad del destinatario. 1

b) El apoyo. En un segundo sentido, el juicio sobre el Programa Puente y Chile Solidario no es ni clásico ni lineal. Ocurre que en el Programa Puente y Chile Solidario, en el núcleo de su metodología, está el desplazamiento de una idea donativa de ayuda, a una más colaborativa de apoyo, entendiendo así que la intervención debe centrarse, al menos en parte importante, en la actuación del destinatario. El destinatario queda reflejado sobre sus potencialidades y necesidades, y convocado a intervenir. Por lo mismo, el juicio que se hace del programa, en alguna medida variable según los casos, es también, un juicio sobre la propia participación. En el programa Puente y Chile Solidario los participantes entran o desarrollan un proceso y se involucran subjetiva y afectivamente en este2.

1

Aunque no en el modo mecánico de un portador universal de los derechos sociales, algo así como una ventanilla única, sino en el modo orgánico de una convocatoria habilitante. 2 La historia de cada caso, así, no es sólo la crónica de una relación de asistencia recibida, sino también la de una “praxis” realizada.

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Informe Final

2. Componentes del Juicio Evaluativo. Puente y Chile Solidario constituye una oferta de política social, que calza o responde a la demanda de sus usuarios en tres registros básicos y decisivos en la subjetividad popular y su demanda. 2.1.

La dimensión subjetiva (contención y reconocimiento social).

En el programa Puente y Chile Solidario, la subjetividad popular es reconocida e integrada en un proceso de conversación y acoplamiento.

a) La presencia. En el programa Puente y Chile Solidario el destinatario es reconocido como sujeto, singular y concreto, integrado a la comunicación como otro autónomo y participante. La fragmentación de su demanda en el modo clásico sectorizado, y la negación de su identidad subjetiva –en la estandarización de los procedimientos administrativos y en la rutinización de los mismos-, son reemplazadas por un encuentro conversacional y subjetivizado. El destinatario, como el profesional, se presentan cara a cara, y se encuentran y coordinan como sujetos. Desde el gesto básico de la “visita a la casa”, hasta el pacto de apoyo que sostiene el programa, incluyendo el conjunto de derechos o beneficios a que puede accederse, todo ello comunica comunicación: integra o vincula al destinatario en su condición de “persona” o sujeto válido y reconocido. Se revela así, por la relevancia que le asignan los usuarios, la dimensión central y constitutiva del “apoyo psicosocial” sostenido en la concreta y personalizada relación con la familia. De hecho, puede entenderse como el ambiente en que ocurre Puente y Chile Solidario, y que señala así su primera diferencia básica con las políticas clásicas (y gastadas o mal evaluadas ahora se sabe, en parte, por esta misma condición que Puente y Chile Solidario transforma en fortaleza).

b) La conversación. Puede señalarse la conversación, como modo básico del encuentro de trabajo o “sesión” del programa. La ley básica de la conversación es la autonomía, como hablantes, de los participantes, y por lo mismo, un juego de intercambio de momentos de habla y de escucha. Como conversación, la subjetividad queda integrada en su máxima concreción Poder hablar o ser escuchado, articula el doble momento de la conversación y el habla expresiva y reflexiva que permite o que propicia la metodología Puente y Chile Solidario.

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Informe Final

c)

La escucha.

La escucha que el programa Puente y Chile Solidario ha generado, ha establecido un contacto o conexión entre el Estado y las familias que viene a contradecir una suerte de certidumbre instalada previa, que condensaba el juicio a las políticas sociales en su conjunto. En este punto, psicosocial, pero también simbólico, el programa Puente y Chile Solidario tiende a desactivar, uno de los núcleos de la conciencia excluida o indigente: la conciencia de estar fuera de la comunicación –no le responden, no le conocen, no le valoran-. Ocurriría como si Puente y Chile Solidario hiciera doblemente contacto: contacto del apoyo profesional con el destinatario, pero también a su través, del destinatario consigo mismo y con su círculo familiar. La escucha ofrecida posibilita que se desencadene un ambiente reflexivo que el destinatario no tiene disponible fuera de la intervención.3 2.2.

La dimensión Reproducción (asistencia y protección social).

El segundo ámbito de la demanda en que se organiza el juicio del usuario, refiere al acceso a los beneficios y derechos sociales en el ámbito de la reproducción social. Así como en la dimensión psicosocial el programa Puente y Chile Solidario intervenía respondiendo a una demanda profunda y habitualmente no recogida, en esta dimensión el programa logra responder a una demanda siempre urgente y cotidiana La calidad de la respuesta a esa demanda por asistencia a “las necesidades” de reproducción cotidiana es el otro eje en que Puente y Chile Solidario será evaluado por los usuarios.

a) El nuevo esquema: fluye la asistencia que antes no llegaba. En su formato previo, los servicios sociales de pobreza o indigencia, funcionaban aislados institucionalmente, y sectorizados. Igualmente, operaban en el principio básico de la “demanda” constituida en los procesos administrativos regulares de las oficinas sociales de los municipios, o en la red social del estado. Con ese formato, gran parte de los usuarios actuales no lo eran o lo eran de modo insatisfactorio. El programa Puente y Chile Solidario viene a organizar así, lo que previamente estaba disperso y lejos del control de los usuarios. Mediante Puente y Chile Solidario, se accede a lo que previamente, en su dispersión y desfocalización no fluía o llegaba, al menos con transparencia y facilidad, a todos los usuarios. En este sentido cabe consignar que la intervención Puente y Chile Solidario ha

3

Es este un punto que convendría continuar observando, en la medida que la presente evaluación, por las técnicas empleadas, probablemente no alcanzó a cubrir satisfactoriamente.

9

Informe Final generado en los usuarios un aprendizaje del “método” adecuado o requerido incluso para la protección social en su sentido mas restringido.4

b) La información y el contacto. La información y el contacto, por una parte, y la discriminación positiva así como la creación de beneficios especiales, por otra, constituyen los dos modos en que el programa Puente y Chile Solidario “resolvió” de modo funcional y simbólicamente lo que hasta antes “fallaba”. La tarea del profesional de apoyo respecto a informar y contactar a los destinatarios con sus posibilidades y derechos, resuelve un cuello de botella del antiguo sistema, que no alcanzaba a llegar como oferta, al menos preferentemente, sino a unas redes restringidas de “clientelas”. El programa juega en el establecimiento de canales de conexión directa entre las posibilidades y las familias y en la doble dirección –llevando información a las familias a sus casas, y apoyando o estimulando la movilización de las familias en la gestión de sus derechos-.

c)

Beneficios especiales y discriminación positiva.

La propuesta viene acompañada de beneficios especiales, -como el bono, y el conjunto de subsidios que benefician especialmente a las familias del programa- y de una política de discriminación positiva en la red de servicios locales. El juicio sobre el programa habitualmente evaluará la relevancia y significado de dichos beneficios así como a la eficacia o no de la discriminación positiva buscada.

d) Asistencia de calidad y

el riesgo asistencialista.

Constituye la dimensión asistencial que el programa no puede evitar, pero que tampoco puede agotarlo. De hecho constituye parte de la conversación que circula sobre el programa Puente y Chile Solidario, la distinción entre usuarios que se fijan o reducen solo a esta dimensión, de quienes son, por así decir, usuarios o participantes más complejos que integran esta dimensión en las otras dos. En este eje, Puente y Chile Solidario inicia un diálogo “situado” y concreto, entre la lógica de la necesidad de asistencia directa, con la lógica de autopromoción y de derechos.

4

Un modo de indicar, en reverso, lo que el programa Puente Y Chile Solidario ha generado como sistema de Acceso a beneficios, puede encontrarse en la continua referencia a la desorganización de la red clientelar previa –los clientes frecuentes constituirían una modalidad de usuario compatible con el modelo sectorial y estándar previo, pero no con el procesal e integrado y personalizado de la metodología Puente y Chile Solidario.

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Informe Final 2.3.

Proyección (cambio de nivel, surgir).

En el programa Puente y Chile Solidario, se articula también la demanda permanente por promoción o superación de la pobreza. El programa Puente y Chile Solidario declara explícitamente una promesa de apoyo a la superación de la indigencia. Pero, además, y quizás de modo más relevante, conduce en toda su lógica una dimensión procesal, orientada a un mejoramiento estructural y no sólo reparativo y temporal o reversible. Así el programa Puente y Chile Solidario conecta en este tercer eje crítico de la conciencia social indigente y permite comprender los alcances de su “impacto” y significado para los usuarios. No estaba disponible en el conjunto de intervenciones masivas la oferta de apoyo para concretos procesos de emprendimiento o de gestiones importantes para cambiar la situación de indigencia. La aspiración o esperanza de la promoción, así como la voluntad puesta en ese intento, son integradas y sintonizadas por el programa Puente y Chile Solidario.

a) Salir de la indigencia o la pobreza. Lo que caracteriza estructuralmente a la situación y cotidianeidad de la indigencia es la crisis continua de control y regulación, que a su vez cancela toda posibilidad de proyectarse para modificar tal situación. Como círculo vicioso del descontrol, la aspiración más constitutiva es la de “salir” o surgir, de modo de establecerse en un equilibrio. Salir de la indigencia significa esencialmente controlar las condiciones de la reproducción de modo autovalente o “independiente”.

b)

Los proyectos.

En el caso de la demanda popular, la demanda por un “paso cualitativo” constituye un componente importante de su cotidianeidad, como disposición continua al “buscar” la salida o la posibilidad de “surgir”. En la medida que Puente y Chile Solidario conecta con esta dimensión proyectiva del destinatario, alcanza a constituir o a rozar las aspiraciones máximas: trabajo, casa propia, educación de los hijos. En el caso del trabajo, como criterio básico de inserción social o principio básico de su autonomización o independencia. La cuestión de la solvencia y la independencia o autonomía constituyen unidad. En el caso de la vivienda, como principio práctico y simbólico de protección e integración social. Como un sueño biográfico. En el caso de la educación, como esperanza de largo plazo en la promoción transgeneracional.

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Informe Final II. La distribución del Juicio En este apartado se informa de los resultados de una encuesta estadística aplicada a los usuarios5, midiendo la distribución de los juicios evaluativos ya indicados.

La Evaluación del Programa ¿Cómo se evalúa el programa? Presentamos primero los resultados de cada juicio planteado en la encuesta, y de algunos índices construidos a partir de ellos. En primer término, se informará de la pertinencia y significado para los usuarios de las metas o mínimos que se fijan en el proceso. Luego, se informará de la evaluación que hacen los usuarios de la calidad del apoyo psicosocial. En tercer término, se informará de la evaluación que hacen del programa como sistema de beneficios y derechos sociales. En cuarto término, se informará de la evaluación que hacen del programa como “oportunidades” de cambio que el programa representa y posibilita. Luego se informará de las evaluaciones de síntesis que realizan respecto al programa. En todas las dimensiones, y en todos los ítems, se alcanzan resultados positivos que llegan en algunos casos a bordear la unanimidad. Lo común es encontrar valores de aprobación en torno al 85%6 y más. El conjunto de respuestas tiene forma consistente y estable. Las respuestas favorables tienden a serlo a lo largo de todo el instrumento, así como las respuestas negativas también. El aserto no es trivial, y alude a la complejidad y consistencia de la misma intervención, de modo que su “recepción” y evaluación, aun cuando sea analíticamente des-articulable como aquí se ha hecho a posteriori del estudio cualitativo, tiende a ser unitaria o “compacta” o integrada. En ese sentido, el programa alcanza un resultado general, y por componentes, que tienen la misma estructura y valencia. Los datos de la encuesta son especialmente “elocuentes”, en la medida que la pregunta ha sido levantada de los propios discursos de los participantes, y las respuestas son estables y en una visión descriptiva al menos, inequívocas. Por lo mismo, la presentación que se hará de los datos, solo comentará lo específico en cada caso respecto a esta estructura general.

5 La encuesta fue aplicada durante Abril del 2004 a 400 beneficiarios del Gran Santiago y 100 de la Séptima Región del programa Puente y Chile Solidario

12

Informe Final 1. Las Metas del programa y compromisos del participante. La primera dimensión del instrumento, como ya lo habíamos dicho, se refiere a la evaluación de las metas del programa y los compromisos que adquiere el participante. El éxito o falla del programa, tanto desde su planteamiento como desde su interpretación, dice relación, en una de sus partes, con la sintonía y comprensión que hagan los participantes de los “mínimos” de integración que el apoyo profesional le solicita como compromisos de contraparte o reciprocidad.

A continuación presentaremos los resultados más interesantes, que dicen relación con los temas de pertinencia (preguntas 5, 7 y 8) y pro-actividad (preguntas 3 y 4).

a) Pertinencia. La pertinencia refiere a la sintonía que el participante establece con el sentido de la convocatoria y del propio programa en su método y lenguaje. Mide un acople entre la lógica del participante y la lógica del gestor. De los datos puede señalarse que el valor es inusualmente alto y consistente. Sin embargo, en la Región Metropolitana por ejemplo, resta entre un 6% y un 20%, en que esta dimensión falla. En la VII Región nos encontramos con valores relativamente parecidos en esta dimensión.

Región Metropolitana P5. Yo sentí que las metas que teníamos que cumplir eran útiles e importantes para nosotros

En Muy en Muy de De desacue desacuerd acuerdo acuerdo rdo o

P7. Las tareas les importaban a la persona que me apoyaba, pero a mí no me importaban tanto

VII Región P5. Yo sentí que las metas que teníamos que cumplir eran útiles e importantes para nosotros P7. Las tareas les importaban a la persona que me apoyaba, pero a mí no me importaban tanto

45.7

48.0

5.8

0.5

3.1

13.0

73.5

10.4

Muy de acuerdo

13

En Muy en De desacue desacue acuerdo rdo rdo

57.3

38.5

4.2

2.0

18.4

45.9

33.7

Informe Final

b) Pro-actividad La pro-actividad, aquí, mide el grado de involucramiento del participante en calidad de “actor” movilizado y direccionado –y no solo receptor o destinatario en la gestión de los mínimos-. Los resultados superan el 90%, indicando un involucramiento jugado y valorado como tal. El nivel de falla es del orden del 10% y resulta relativamente similar entre la RM y la VII Región.

Región Metropolitana P3. Yo sentí que las metas que me planteaba en el programa las podía hacer P4. Lo importante de las metas del programa Puente y Chile Solidario es que es uno mismo el que se mueve y las logra

VII Región P3. Yo sentí que las metas que me planteaba en el programa las podía hacer P4. Lo importante de las metas del programa Puente Y Chile Solidario es que es uno mismo el que se mueve y las logra

En Muy en Muy de De desacu desacue acuerdo acuerdo erdo rdo 30.8

57.8

11.1

0.3

38.4

55.0

6.0

0.5

En Muy en Muy de De desacu desacue acuerdo acuerdo erdo rdo 53.6

36.1

9.3

1.0

53.6

40.2

5.2

1.0

2. El Apoyo Psicosocial. La segunda dimensión en que se estructuraba el cuestionario es la relacionada con el apoyo psicosocial, un conjunto de preguntas que se refiere centralmente a la relación de los beneficiarios con el profesional de apoyo.

a) Contención

Región Metropolitana P13. Sentí que podía hablar, y la persona que me apoyaba me escuchaba P14. El apoyo familiar siempre me respondió cuando necesite su ayuda

14

En Muy en De Muy de desacu desacue acuerdo acuerdo erdo rdo 51.0

44.5

4.0

0.5

39.0

43.6

15.1

2.3

Informe Final

VII Región P13. Sentí que podía hablar, y la persona que me apoyaba me escuchaba P14. El apoyo familiar siempre me respondió cuando necesite su ayuda

En Muy en Muy de De desacue desacue acuerdo acuerdo rdo rdo 58.0

38.0

4.0

52.5

29.3

17.2

1.0

En su modo más inmediatamente personal, como escucha, pregunta 13, la valoración del programa alcanza uno de sus puntos más altos (95%). En su forma más exigente, como “respuesta”, ítem 14, alcanza un valor menor pero también alto (82 %).

b) Autovaloración. Reconocimiento o dignificación.

Región Metropolitana P9. La persona que me atendía me hacía sentir respetada y valorada P10. Nosotros nos sentimos muy respetados por la persona que nos ayudaba P11. El programa Puente y Chile Solidario me ayudo a valorarme más como persona

VII Región P9. La persona que me atendía me hacía sentir respetada y valorada P10. Nosotros nos sentimos muy respetados por la persona que nos ayudaba P11. El programa Puente Y Chile Solidario me ayudo a valorarme más como persona

En Muy en Muy de De desacu desacuer acuerdo acuerdo erdo do 52.0

44.3

3.0

0.8

52.9

43.4

3.0

0.8

44.8

48.3

6.8

0.3

En Muy en Muy de De desacu desacue acuerdo acuerdo erdo rdo 66.0

32.0

2.0

67.0

31.0

2.0

56.6

38.4

4.0

1.0

Lo medimos en el sentido del respeto o valoración interna (pregunta 11) y externa (preguntas 9 y 10). En ambos casos, los resultados son también altos y consistentes. Se presenta prácticamente la misma proporción de fallo. Se va revelando así, entre los ítems en cada dimensión, y entre las dimensiones, una experiencia integrada y estructurada, de modo que una respuesta positiva en una de sus caras, implica respuestas análogas o equivalentes

15

Informe Final en todas las otras dimensiones. La integralidad o multidimensionalidad de la intervención, comienza a registrarse también en la consistencia del juicio evaluativo de sus participantes.

c)

Orientación.

Medimos esta dimensión tanto en el sentido de “información” u orientación para la acción, como en el sentido de “distinciones” o perspectivas para la reflexión de las posibilidades.

Información: Muy de acuerdo

Región Metropolitana P15. El apoyo familiar me dio mucha información P16. La persona que me atendió me orientó para poder realizar una serie de gestiones que antes no había podido hacer

En Muy en De desacu desacue acuerdo erdo rdo

39.0

45.5

13.5

2.0

40.0

47.8

11.5

0.8

En Muy en Muy de De desacu desacue acuerdo acuerdo erdo rdo

VII Región P15. El apoyo familiar me dio mucha información P16. La persona que me atendió me oriento para poder realizar una serie de gestiones que antes no había podido hacer

48.0

39.0

10.0

3.0

57.1

29.6

12.2

1.0

Nuevas distinciones:

Región Metropolitana P17. Gracias a su ayuda, podía salir de la rutina y tuve tiempo para pensar mejor en mis problemas P18. La ayuda del profesional de apoyo ha sido buena para darme cuenta y pensar en muchas cosas en las que no me había fijado con anterioridad

16

En Muy en Muy de De desacu desacuer acuerdo acuerdo erdo do

38.6

51.9

9.0

0.5

38.7

51.5

9.3

0.5

Informe Final

VII Región P17. Gracias a su ayuda, podía salir de la rutina y tuve tiempo para pensar mejor en mis problemas P18. La ayuda del profesional de apoyo ha sido buena para darme cuenta y pensar en muchas cosas en las que no me había fijado con anterioridad

En Muy en Muy de De desacu desacue acuerdo acuerdo erdo rdo

54.0

36.0

9.0

1.0

52.5

41.4

5.1

1.0

En ambos casos, tanto en información (preguntas 15 y 16) como en distinciones (preguntas 17 y 18) nos encontramos con la misma situación: evaluaciones altas, en que cerca del 90% de la población declara una evaluación positiva. Sólo en la pregunta 15 encontramos una evaluación algo inferior, pero de todas formas incluso allí el 85% o el 87% (VII Región) responde positivamente sobre el programa.

d) Motivación. Esta dimensión se mide en el sentido de “ánimo” o “voluntad de hacer o ser”, como reafirmación del principio de la acción y la posibilidad. Y aparece de manera más clara en las preguntas 19 y 20, que mantienen el mismo nivel alto de evaluación de las otras preguntas del apoyo psicosocial.

Región Metropolitana P19. Con la profesional de apoyo una se motiva para salir adelante P20. La persona que me atendió me ayudo a enfrentar la vida con más animo para surgir

VII Región P19. Con la profesional de apoyo una se motiva para salir adelante P20. La persona que me atendió me ayudo a enfrentar la vida con más animo para surgir

17

De En Muy en Muy de acuerd desacue desacue acuerdo o rdo rdo 43.8

48.0

8.0

0.3

48.3

43.0

8.3

0.5

Muy de En Muy en De acuerd desacue desacue acuerdo o rdo rdo 57.0

36.0

5.0

2.0

55.0

39.0

4.0

2.0

Informe Final

e)

Conexión.

Esta se mide en el sentido de “capacidades de establecer contactos del participantes con la red” y como capacidad del participante de movilizarse o conducirse dentro de la red de servicios sociales. Las preguntas 21 y 22, que miden esta afirmación, encuentran niveles de valoración positiva algo menores al 90%.

Región Metropolitana P21. Me servia porque siempre era como tener un contacto que le permitía a uno abrir puertas P22. Era como una guía para conseguir lo que queríamos

VII Región P21. Me servia porque siempre era como tener un contacto que le permitía a uno abrir puertas P22. Era como una guía para conseguir lo que queríamos

f)

En Muy en Muy de De desacu desacuerd acuerdo acuerdo erdo o

41.3

45.8

12.0

1.0

40.9

45.9

12.3

1.0

En Muy en Muy de De desacu desacue acuerdo acuerdo erdo rdo

54.0

36.0

8.0

2.0

55.0

34.0

9.0

2.0

Seguridad.

Las preguntas de seguridad se refieren centralmente al ‘sentimiento’ de seguridad que el programa conduce a través del apoyo psicosocial, que aparecen de manera más clara en las preguntas 23 y 24. También presentan resultados altos de alrededor del 85%. Muy de En Muy en De acuerd desacuer desacu acuerdo o do erdo

Región Metropolitana P23. Para mí, el apoyo familiar es alguien en quien siempre uno podía contar 40.5 P24. La profesional de apoyo daba seguridad de que podíamos recurrir a ella en caso de problemas 43.1

18

45.5

11.5

2.5

42.4

12.3

2.3

Informe Final

VII Región P23. Para mí, el apoyo familiar es alguien en quien siempre uno podía contar P24. La profesional de apoyo daba seguridad de que podíamos recurrir a ella en caso de problemas

En Muy en Muy de De desacue desacue acuerdo acuerdo rdo rdo 56.0

32.0

11.0

1.0

55.0

28.0

14.0

3.0

g) Apoyo psicosocial y dependencia. La relación vincular que se establece en el programa, como puede colegirse de modo ostensible en estos resultados, lleva aparejada una dimensión complementaria a evaluar o estimar. Específicamente, nos referimos a la “dependencia” que tal vínculo pueda generar. Es la contracara de un alcance intenso, multidimensional y profundo en la dimensión psicosocial de la intervención. Lo medimos de modo “paradójico”: por una parte, se señaló la necesidad de la permanencia del vínculo; inversamente, se pregunto por la capacidad aprendida y retenida, por así decir, a partir del vínculo ya establecido y eventualmente concluido. Para medir esto el cuestionario incluye tanto una pregunta en el sentido “dependiente” (25) como una en su sentido “independiente” (26). Y ambas recibieron altos niveles de acuerdo

Región Metropolitana P25. Yo creo que es necesario para seguir avanzando contar con la persona que me apoya P26. Yo siento que ahora aunque ya no esté el apoyo familiar igual voy a salir adelante con lo que aprendí de ella

VII Región P25. Yo creo que es necesario para seguir avanzando contar con la persona que me apoya P26. Yo siento que ahora aunque ya no esté el apoyo familiar igual voy a salir adelante con lo que aprendí de ella

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En Muy en Muy de De desacu desacuer acuerdo acuerdo erdo do

43.1

47.1

9.3

0.5

39.3

52.1

7.3

1.3

En Muy en Muy de De desacue desacue acuerdo acuerdo rdo rdo

55.0

39.0

5.0

1.0

53.1

38.5

7.3

1.0

Informe Final La paradoja, a nuestro entender es razonablemente resuelta si se considera que los ítems no son exactamente “inversos”, sino que pueden ser complementarios. Así, puede señalarse un deseo de permanencia del vínculo, que no resta, por el deseo de su permanencia, su eficacia en dirección autonomizante. 3. El apoyo a la reproducción. La tercera dimensión que incluyó el cuestionario fue el apoyo a la reproducción de las familias destinatarias. La primera pregunta se refiere a la innovación y diferencia respecto al sistema prevaleciente. Y los resultados confirman el rasgo “diferenciado”, sobre el fondo de las políticas sociales, que alcanza la intervención.

En Muy en Muy de De desacue desacuer acuerdo acuerdo rdo do

Región Metropolitana P27. El programa Puente Y Chile Solidario ha sido para mi una sorpresa porque es muy distinto a lo que conocía

48.3

47.8

3.6

0.3

En Muy en Muy de De desacue desacue acuerdo acuerdo rdo rdo

VII Región P27. El programa Puente y Chile Solidario ha sido para mi una sorpresa porque es muy distinto a lo que conocía

55.1

42.9

1.0

1.0

Las siguientes dos preguntas (28 y 29) trataban de indagar en la eficacia de la respuesta del profesional de apoyo a la demanda. Y en ambas queda confirmada la evaluación positiva a la calidad de la asistencia profesional. Aunque los niveles de acuerdo (cercanos al 80%) son algo inferiores a los de los resultados del ámbito psicosocial o subjetivo.

Región Metropolitana P29. El profesional de apoyo cumplió siempre sus compromisos conmigo P28. Cuando necesite algo con Puente Y Chile Solidario tuve apoyo y me respondieron

En Muy en Muy de De desacuer desacuer acuerdo acuerdo do do

20

40.4

40.2

16.9

2.5

39.1

42.4

15.7

2.8

Informe Final

VII Región P28. Cuando necesite algo con Puente y Chile Solidario tuve apoyo y me respondieron P29. El profesional de apoyo cumplió siempre sus compromisos conmigo

En Muy en Muy de De desacuer desacue acuerdo acuerdo do rdo

47.5

32.3

12.1

8.1

50.0

36.0

10.0

4.0

Con las últimas 2 preguntas, referidas a la calidad de la respuesta de la red a la demanda, que encontramos unos resultados diferentes al patrón habitual.

Región Metropolitana P30. Desde que estamos en el programa Puente Y Chile Solidario, nos atienden mejor en las oficinas públicas P31. Yo siento que ahora con el programa Puente Y Chile Solidario a uno no lo discriminan

VII Región P30. Desde que estamos en el programa Puente y Chile Solidario, nos atienden mejor en las oficinas públicas P31. Yo siento que ahora con el programa Puente y Chile Solidario a uno no lo discriminan

Muy de En Muy en De acuerd desacuer desacuer acuerdo do do o

32.5

35.8

26.6

5.1

31.3

43.4

22.7

2.6

En Muy en De Muy de desacue desacue acuerdo acuerdo rdo rdo

55.7

21.6

15.5

7.2

42.4

38.0

17.4

2.2

En ambos ítems, las repuestas positivas son significativamente inferiores al conjunto de las respuestas. De todas formas, se encuentra que los resultados en la VII Región son claramente superiores a los encontrados en la Región Metropolitana7.

7

Con todo, aún en esta dimensión que implica la movilización y cambio de una multiplicidad de actores y culturas organizacionales, los resultados también son favorables. Las personas, a las que se les preguntó por qué pensaban de ese modo si respondían desfavorablemente, no desarrollaron en general mucho sus respuestas. Lo más común fue declarar sencillamente que no notaban diferencias o que los seguían discriminando. Pero entre quienes declararon razones más específicas, se mencionan razones como que no quieren plantear en todas partes que son de Puente, que uno sigue discriminado -por ser pobre, o que a nadie le interesa que uno sea de Puente-.

21

Informe Final 4. El apoyo a la proyección. La siguiente dimensión que considera el cuestionario es el programa Puente y Chile Solidario como canalizador de oportunidades de mejoramiento o cambio en la estructura de posibilidades del participante. En el ámbito de las oportunidades de proyección, el programa es pertinente en las dimensiones clásicas de Vivienda, Educación y Trabajo. Muy de acuerdo Región Metropolitana P32. Yo tenía un proyecto de montar un taller o negocio y Puente y Chile Solidario me ayudó a realizarlo P33. Puente y Chile Solidario me ha servido para avanzar en lo que quiero, que es conseguir una casa propia P34. Yo quería que mis hijo/as sigan estudiando y para eso el programa Puente y Chile Solidario me ayudo y me apoyo P35. El programa Puente y Chile Solidario me ayudo para poder trabajar

VII Región P32. Yo tenía un proyecto de montar un taller o negocio y Puente Y Chile Solidario me ayudo a realizarlo P33. Puente y Chile Solidario me ha servido para avanzar en lo que quiero, que es conseguir una casa propia P34. Yo quería que mis hijo/as sigan estudiando y para eso el programa Puente Y Chile Solidario me ayudo y me apoyo

8

En Muy en No De desacue desacue correspo acuerdo rdo rdo nde

32.1

40.1

17.3

10.5

30.8

28.3

41.1

24.1

6.5

33.8

34.7

42.4

18.2

4.7

25.8

26.6

43.1 22.9 7.4 25.8 De En Muy en No Muy de acuerd desacue desacue correspo acuerdo o rdo rdo nde

14.6

20.8

54.2

10.4

51.5

37.5

32.8

23.4

6.3

35.4

29.4

29.4

33.3

7.8

49.0

8

Los números en las columnas Muy de Acuerdo a Muy en Desacuerdo suman 100. En otras palabras, no consideran el porcentaje de No corresponde –el que aparece en la última columna del cuadro.

22

Informe Final P35. El programa Puente Y Chile Solidario me ayudó para poder trabajar

16.0

22.0

50.0

12.0

50.0

Restando cada vez el porcentaje de casos en que la medición no aplica9, el porcentaje de éxitos es alto, pero de modo significativamente mas bajo que en las dimensiones “compromiso”, “apoyo psicosocial” y “canalización de beneficios y derechos”. Esto ocurre tanto mirando el programa como una oportunidad de trabajo y emprendimiento (preguntas 32 y 35), como una oportunidad en vivienda (pregunta 33) o como oportunidad en educación (pregunta 34) nos encontramos con un porcentaje de cerca del 30% en la RM (pero en educación es más cercano al 23%) que no lo cumple. Y los porcentajes son bastante más bajos en la VII Región, donde por una parte el porcentaje de no corresponde es de alrededor del 50% comparado con los 30%-25% de la RM (con la sola excepción del proyecto vivienda). Y donde los porcentajes de desacuerdo superan el 50% en los 2 casos económicos (32 y 35) y el 40% en el educacional. Claramente, el mundo del proyecto no ha llegado todavía a la VII Región con la fuerza y la claridad que lo hace en Santiago. 5. Evaluaciones de Síntesis. Por último, el cuestionario incluía algunas preguntas que intentaban medir la evaluación sintética del programa.

a) Evaluación General Como un modo de integrar los juicios componentes al programa, en un juicio general se consideraron varias preguntas. Primero las evaluaciones directas: la pregunta de si el programa funcionó (pregunta 36) con un grado de acuerdo cercano al 80% en la Región Metropolitana y del 85% en la VII Región, y si el programa cumplió (pregunta 37) con un acuerdo algo inferior al 75%. Así como por la valoración del Programa como ayuda. (pregunta 38).

Región Metropolitana P36. En mi caso el programa Puente Y Chile Solidario funcionó bien P37. El programa cumplió con lo que me prometieron

En Muy en Muy de De desacu desacuer acuerdo acuerdo erdo do 39.3

42.1

15.0

3.5

31.9

42.0

22.1

4.0

9 De todas formas, no deja de ser importante el porcentaje de casos en los cuales no aplica. En otras palabras, el porcentaje de la población que no tiene proyecto, o al menos no tiene uno de los proyectos de las dimensiones clásicas.

23

Informe Final P38. El programa Puente y Chile Solidario es una ayuda muy importante para las personas que necesitamos

VII Región P36. En mi caso el programa Puente Y Chile Solidario funcionó bien P37. El programa cumplió con lo que me prometieron P38. El programa Puente Y Chile Solidario es una ayuda muy importante para las personas que necesitamos

54.9

40.6

3.8

0.8

En Muy en Muy de De desacu desacue acuerdo acuerdo erdo rdo 51.0

36.0

9.0

4.0

42.0

36.0

18.0

4.0

62.6

36.4

1.0

b) Evaluación del Cambio En especial interesan los resultados de la pregunta 39, referida a la situación en que estarán cuando el programa termine. Un tema continuo de la conversación y evaluación del programa, alude al riesgo de “reversión” de su efecto. Esto puede indicarse en dos sentidos distintos: como una limitación en la capacidad de generar un cambio estructural o salida no reversible de la indigencia, o como una limitación en el sentido de generar “mejorías” o cambios positivos que, sin implicar un egreso irreversible de la indigencia, implican sin embargo desarrollo de capacidades y recursos significativamente mejorados respecto a la situación anterior.

Región Metropolitana P39. Cuando termine el programa Puente y Chile Solidario voy a quedar donde mismo estaba

VII Región P39. Cuando termine el programa Puente Y Chile Solidario voy a quedar donde mismo estaba

Muy de En Muy en De acuerd desacue desacue acuerdo o rdo rdo

8.5

25.3

55.0

11.1

Muy de En Muy en acuerd De desacuer desacue o acuerdo do rdo

8.2

8.2

59.8

23.7

El resultado de la pregunta, también en esta dimensión compleja, alcanza un resultado positivo, aunque de un orden inferior a la medición general.

24

Informe Final

La explicación de este guarismo puede considerar lo siguiente: •

En el 63% de usuarios que declaran cambios en la RM y casi 85% en la VII Región (en ese sentido, “conquistados” o alcanzados, y no solo beneficios, reversibles, recibidos), hay que distinguir un subconjunto que efectivamente desarrollan procesos comprendidos por los mismos actores como de “promoción” de quienes sin llevar hasta el final procesos equivalentes, se perciben igualmente egresados o alcanzando un estado mejor al previo al programa.



En el 33% que declara que el programa no tiene efectos en su posición base en la RM y 16% en la VII Región, hay que distinguir un subconjunto que no considera en general efectos benéficos del programa (que en la tipología cualitativa hemos designado como “casos fallidos”) y un subconjunto que considera que el programa funciona como apoyo psicosocial y como sistema de protección, pero no alcanza a incidir en el ámbito de la proyección fuera de la pobrezas (que en la tipología cualitativa se ha designado como “aprobación condicionada”).

Estas mismas consideraciones serán retomadas cuando analicemos los resultados del análisis de cluster y tipologías posteriormente tratadas.

5.1.

Índices de Satisfacción.

Tanto para una lectura agregada de estos resultados como para facilitar el análisis de la relación con otras variables y dimensiones, se procedió a construir una serie de índices con las preguntas anteriores. Básicamente, se construyó un índice para cada una de las dimensiones centrales, y un índice general para toda la encuesta10. Veamos sus resultados. Estadísticas de Índices de Satisfacción Índice de Valor Mínimo Índice de Apoyo Psicosocial Índice Reproducción Índice Proyección Índice Evaluación Síntesis Índice General

Promedio 2.01 2.24 2.19 1.96 2.14 2.11

10

Desviación Estándar 0.36 0.49 0.62 0.76 0.53 0.47

N 387 399 400 388 387 373

Los índices se fueron construyendo sumando los resultados de los diversos ítems que constituían la dimensión, poniéndolos a todos ellos en la misma dirección. El valor del índice general es un simple promedio de los valores de los otros índices.

25

Informe Final Los índices tienen como valor mínimo (ninguna satisfacción) 0 y como valor máximo (satisfacción total) 3. Los resultados indican que, en general, se encuentran altas satisfacciones en todas las subdimensiones del programa. El índice de proyección, es el de menor valor, pero de todas formas representa un valor positivo. El apoyo psicosocial a parece como el aspecto del cuestionario de mayor satisfacción, seguido de cerca por el aspecto de reproducción.

26

Informe Final

III. Tipologías 1. Tipología cuantitativa 1.1.

Una tipología sobre satisfacción.

Habiendo entregado los anteriores resultados descriptivos, un aspecto que parecería interesante de indagar es ¿cómo se agrupan los casos de acuerdo a cómo responden a esas preguntas? Y para ello se realizó un análisis de cluster. Este análisis clusters nos permite identificar una tipología básica de casos, que es además coincidente en lo estructural con la tipología propuesta desde la investigación cualitativa. Creemos que esta estructura puede identificarse una dimensión importante del programa, que permita complejizar nuestra lectura de los datos. Se realizaron 2 análisis de cluster, para complementar los resultados de cada uno: a) A nivel de ítems b) A nivel de subíndices (valor de los mínimos, apoyo psicosocial, reproducción, oportunidades de proyección, evaluación de síntesis). Los resultados nos parecen muy interesantes, respecto a una mejor comprensión de lo que la distribución univariada tiende a mostrar aplanado en sus formas éxito o falla. Mediante este análisis, tanto a nivel de los ítems como de los subíndices, puede constatarse o identificarse no dos tipos o conglomerados de casos, sino tres (a nivel de ítems) y 4 (a nivel de subíndices). En ambos casos, y esto es lo que resulta interesante, se constata una lógica (que en ambos casos es la misma) que es complementaria a la lógica básica que separa casos exitosos de fallidos. A continuación las tablas de resultados de ambos análisis.

27

Informe Final Cluster realizado con los ítems.

El análisis de clusters identifica dos ejes de “organización” o reunión de los casos: Un primer eje, básico y dominante, que separa a exitosos (positivos) y fallidos (evaluación negativa). Un segundo eje, complementario, que separa del conjunto de los Positivos, aquellos que están afectados especialmente en el subíndice de proyección. Así resultan tres tipos: 28

Informe Final

• • •

Positivos en general (positivos), que en todas las preguntas tienen una muy alta propensión a responder en la forma positiva para el programa. Positivos en general, pero menos positivo en proyección (desproyectados), que tienden a aprobar el programa, pero que tienen porcentajes menores de aprobación en los ítems relacionados con proyectos. Fallidos en general (negativos) que tienden –en todas las preguntas- a tener una fuerte propensión a responder de forma negativa al programa.

A la forma básica bipolar, se agrega un segundo eje de ordenamiento, que instala, por así decir, dos polos en la línea general, y un atractor que curva la línea y hace constituirse un tercer subconjunto entre ellos, y fuera de la línea simple o general de éxito y falla. Cluster realizado con los índices.

Los grupos nuevamente quedan organizados en función de la línea base de “éxito- “falla” en general (Positivo, Negativo), y una segunda lógica centrada en el aspecto proyectivo. Y del mismo modo que en cluster anterior, el grupo que se diferencia por sus respuestas en proyectos lo hace del mismo modo, con una evaluación de proyectos menor (tanto en relación con los grupos positivos como en relación con sus respuestas en otros aspectos). Es de resaltar incluso la peculiar relación entre el conjunto de los afectados especialmente en su índice de “cumplimiento de proyectos”, y quienes resultan satisfechos en general, pero de modo menos intenso que los positivos. Ocurre que salvo en el específico subíndice de “cumplimiento de proyectos”, el grupo de los afectados por esta dimensión, tienen un juicio más favorable al programa en todas las (restantes) dimensiones. Esto es, que se puede estar más satisfecho del programa en general, pero la falla relativa en la dimensión de proyectos configura grupo aparte. Nuevamente, se observa como esta dimensión desvía la línea base Éxito y falla o bipolar. Se volverá sobre esto en las conclusiones.

29

Informe Final 2. Tipología Cualitativa El conjunto de casos que identificamos, tanto en las entrevistas como en los grupos de discusión, admiten múltiples clasificaciones. Incluso puede sostenerse que en este caso la lógica misma de la clasificación se pone a prueba, en la medida que la complejidad de la intervención, así como la diversidad o variedad base en los destinatarios. Para nuestra clasificación, operaremos con un criterio que se mostró eficaz para ordenar la variedad de casos registrados, aun cuando no implica en ningún sentido que por si mismo pueda explicar alguno de ellos en su totalidad. Identificamos cuatro patrones típicos de evaluación del programa Puente. Están organizados en una gradiente de positivo a negativo como sentido general de la evaluación, pero cada patrón distingue una lógica específica •

Casos en que las familias participantes se perciben habiendo desarrollado potencialidades subjetivas y/o socioeconómicas que les posibilitan procesos autovalentes, y en el que el juicio al programa esta determinado por ese cambio. Juicio evaluativo centrado en el cambio alcanzado.



Casos en que las familias participan de la intervención en toda su complejidad, y se perciben en una relación productiva y satisfactoria. Juicio equilibrado en todas las dimensiones de la intervención.



Casos en que las familias evalúan ambivalentemente al programa, para indicar lo que perciben de beneficioso en él y lo que establecen como sus “límites” o demandas que no son resueltas. Juicio cargado, en su demanda no satisfecha, en la dimensión “proyecto” y especialmente laboral.



Casos fallidos. Destinatarios que denuncian una falla del programa en el conjunto de dimensiones. Juicio negativo equilibrado.

2.1.

Familias que cursan procesos de autonomización progresiva

Puede identificarse un conjunto de casos en que lo que domina la descripción y evaluación del programa por el destinatario, es la referencia o constatación de cambios sustantivos en su posición, subjetiva y u objetiva, o lo que es lo mismo, de mejoramientos significativos respecto a su situación de indigencia o pobreza extrema. En estos casos, lo que ha de destacarse es el desarrollo de una potencialidad en el actor o en el sistema familiar, que le permite de modo sustentable un nuevo balance con su entorno. Cabe distinguir en este ámbito dos subtipos: por desarrollo de capacidades “objetivas” y por desarrollo de capacidades subjetivas.

30

Informe Final

a) Familias que desarrollan capacidades objetivas Familias11 que desarrollan proyectos exitosos de emprendimiento económico, y que definen una situación de llegada estructuralmente distinta a la de entrada. Casos en que el programa alcanza a modificar la estructura socioeconómica de la familia, de modo que se alcanza una autonomización objetiva, o al menos un mejoramiento significativo para los destinatarios en sus relaciones económicas. Es el caso paradigmático de familias que desarrollan programas de emprendimiento y que tienen éxito, al quedar dotados de una capacidad de empleo o autoempleo de la que carecían. En estos casos, la nota dominante es el logro de un proyecto de emprendimiento que viene a modificar su situación básica. Sin embargo, es preciso o posible hacer distinciones importantes al interior de este conjunto, y que dicen relación, con la centralidad o marginalidad de los nuevos ingresos en la economía familiar12.

b) Familias que desarrollan capacidades subjetivas Familias donde se relatan procesos de autonomización subjetiva, como conquista de confianza en las propias capacidades y como adquisición de orientaciones básicas para el desarrollo de proyectos biográficos. En sus formas típicas, se refiere el aprendizaje de una disposición “a la acción”, a partir de un reposicionamiento del sujeto y actor respecto a sus restricciones y potencialidades. Es el caso paradigmático de las familias que adquieren en el proceso una noción de “caminos”13 o de “posibilidades”, que instala una actitud proactiva y constructiva de oportunidades. En estos casos, el programa logra instalarse en una expectativa de promoción social, a la que ratifica y confirma como verosímil y plausible. El destinatario no alcanza la salida, pero a cambio, percibe su posibilidad como “alcanzable”. En este sentido, el programa resulta exitoso, aun en su limitación respecto a las condiciones de insolvencia crónica. Es de notar que concurren en este tipo de casos tanto una atención o asistencia personal de alta vinculación y calidad, como la misma metódica que propone el programa como proceso en que cabe un aprendizaje de la noción de posibilidad de la acción.14

11

Casos 14, 13, 17, 22. En el caso 14, se destaca la forma más lograda de este alcance del programa Puente, en la asistencia y acompañamiento al desarrollo de una capacidad emprendedora autosostenible y exitosa. Ver Anexo 2: Transcripciones Entrevistas y Grupos. Caso 14. Págs. 7 y 10. En los casos 13 y 17, se asiste a una versión amenguada de lo anterior, específicamente por menor gravitación de los nuevos ingresos en la economía familiar, vinculado a su vez a un problema de potencial comercial del emprendimiento. Ver Anexo 2: Transcripciones Entrevistas y Grupos. Caso 13. Pág 5. En el caso 17, la potencialidad comercial es aún menor (cocina industrial) y sin embargo, el fondo general en que el emprendimiento ha sido implementado, refuerza su sentido promotor. 13 Ver Anexo 2: Transcripciones Entrevistas y Grupos. Caso 25. Pág. 9. 14 Ver Anexo 2: Transcripciones Entrevistas y Grupos. Caso 19. Pág 18 12

31

Informe Final 2.2. Familias participan de la intervención en toda su complejidad con evaluación positiva Se trata de familias que acoplan al programa de modo compensado en todos sus ejes, y en niveles altos de involucramiento y actividad con una aprobación plena. Nos referimos al conjunto de aplicaciones del Programa Puente, en estándares de calidad adecuados, que son recibidas en su mérito de “metodología” no clásica y sorprendente, que responde por primera vez a su(s) demandas y de modo digno y eficiente. Constituyen el juicio base del programa Se trata en todos los casos de un acople estructural entre la demanda preexistente y la oferta emergente. Constituye el núcleo del juicio positivo y generalizado a la “metodología” Puente y Chile Solidario, como ajuste pleno entre lo que se “pide” y lo que se responde. Es lo que en el capitulo anterior se trabajo como la estructura básica del juicio. A saber: vínculo de reconocimiento y reivindicación subjetiva, protección social, promoción social. En estos casos, la experiencia y el juicio evaluativo sobre el programa, son elaborados como el relato de un encuentro múltiple y variado de respuestas y oportunidades a los requerimientos. Constituye el espacio en que el programa se valida y se valora en función de su versatilidad y disponibilidad.15 En este caso se produce una suerte de equilibrio entre la política y sus ofrecimientos, y la demanda del destinatario, de modo que el juicio sigue ajustadamente lo que reconoce como donación o prestación del programa. Valora la lógica de gestión por compromisos, el apoyo psicosocial, el acceso a la protección social y el acceso a vislumbrar oportunidades de promoción o integración. En contraste, hay que hacerse cargo que este acople puede ser logrado en alta intensidad – con un involucramiento motivado y efectivizado de los participantes- o en intensidad menor –como un acople y recepción pasivo-. Nos referimos a las aplicaciones del programa Puente, donde el empalme se establece centrado en alguna de las líneas del mismo –por ejemplo, asistencia directa en necesidades urgentes- y por lo mismo donde el nivel de involucramiento tiende a ser menor. En estos casos se juega un asunto critico del programa, como puede ser el acople indeseado de una propuesta que se orienta promocionalmente, con una demanda que sigue constituida en la cultura asistencialita previa. De hecho, esta es una dimensión que volveremos a encontrar en el análisis de la estructura de la evaluación. 15

Es la situación de los casos 15, 26 y 27. En el caso 15, el programa logra impactar plenamente en la demanda, alcanzando niveles muy altos en el plano psicosocial, así como pertinencia metodológica y practica. En el caso 26, se constata la eficacia de la intervención integrada en sus componentes psicosociales y en apoyo al emprendimiento. En particular, es incidente la directa utilidad de los recursos habidos durante el programa para sostener el proceso de atomización económica de la familia (herramientas). En el caso 27, el programa se muestra también eficaz por su integralidad, y por el sentido promocional que conduce. En específico, por la ratificación que permite de las metas y aspiraciones más sentidas, aún cuando aquellas no puedan darse por cumplidas durante la intervención. En este específico caso ocurre con la vivienda, pero ya veíamos en la tipología anterior, que esto mismo puede decirse en general para las metas biográficas.

32

Informe Final Tiende a predominar, en estos casos, una actitud pasiva y receptora, conectada a lo que se percibe como un medio mas, entre otros ya conocidos, orientados a transferir recursos. 16 2.3.

Aprobación condicionada por límite en proyecto

Un tercer tipo de juicios al programa Puente, se forma a partir de un balance entre lo que se percibe como lo que el programa cubre y lo que deja pendiente o sin cubrir. Juicio que lo mismo reconoce la potencia metodológica y la calidad de los servicios recibidos, como lo que percibe como una limitación estratégica respecto a modificar aspectos estructurales y recurrentes en su situación de indigencia. Se alude así a la dimensión faltante que acompaña, como lo no logrado, a lo que se reconoce como alcanzado. Familias que constituyen su juicio en la constatación de “pendientes” o faltantes que identifican en el programa. En general se trata de, paradigmáticamente, la alternativa u oportunidad de integración laboral que posibilite un horizonte de estabilidad o solvencia. Ocurre aquí que la calidad de la intervención del programa no alcanza, salvo en los casos puntuales de microemprendimientos exitosos, a resolver habitualmente el problema permanente del subempleo o el desempleo. De ese modo, la calidad de la intervención esta amenazada por el riesgo de la regresión a la fase previa, o lo que es lo mismo, al no sostenimiento de sus efectos y posibilidades a posteriori del mismo 17. Así lo que estaba pendiente, estructuralmente, permanece como tal y el avance o logro se neutraliza o relativiza con el riesgo de la reversión. Una modalidad específica dentro de este tipo, la constituyen los casos de familias que desarrollaron proyectos de emprendimiento que no resultaron. En tales casos, se combina especialmente esta dualidad de beneficio o servicio y su limite o faltante. El programa significa una oportunidad que, sin embargo, no siempre resulta. En la contingencia del resultado se juega la permanencia de la insolvencia crónica, y así se compensa como falta lo que el programa ha posibilitado como oportunidad.18

16 En su forma mas dura, puede encontrarse en los casos 12, 16 y 29, en que el destinatario presenta rasgos ostensibles de retraimiento y débil conexión social. En ambos casos, el programa se sostiene, y se valida plenamente ante los destinatarios, en la eficacia del contacto psicosocial en situaciones sociales deprimidas y aisladas. En su forma más convencional (24 y 7), puede encontrarse en los casos, en que los destinatarios se orientan y recién, con el programa en clave esencialmente “asistencialista”, incluso supeditando el juicio al apoyo psicosocial en la evaluación de los recursos directos recibidos a su través. 17 Así hasta llevar el Programa a niveles de falla, en el caso 4. O el Programa como “salvavidas”, ver caso caso 21. Pág 4. 18 En los casos 10, 18, 2. La alternativa emprendida se muestra como no apta ni sustentable, regresando al oficio y al mercado laboral de subsistencia previo. Con todo, en este caso, la salida fallida no implica un juicio negativo al programa, sino su re-evaluación. Sin embargo, la dimensión fallida del intento, los devuelve a la situación de inicio, planteándose dudas sobre los reales efectos o alcances luego del fin del programa. Por ejemplo, el caso 10. Ver Anexo 2: Transcripciones Entrevistas y Grupos. Caso 10. Pág. 8.

33

Informe Final Es en ese sentido en que cabe entender, en una primera acepción, la difusa demanda por la “permanencia” del programa; se resolvería así en el “tiempo” lo que en la estructura actual del programa puede parecer no resuelto, de modo que la integración o la conexión deba ser sostenida hasta que se logre efectivamente un cambio cualitativo o estructural. Dicho en otros términos, como una demanda por continuidad del apoyo o la asistencia, mientras no se accede a la independencia que hará posible prescindir o no necesitar de ella.19 Con todo, no es equivalente un juicio como al que aquí esbozamos en su modo típico, y la critica lineal o unilateral respecto a los límites del programa de su proposición de superación de la indigencia-pobreza. En estos casos, como usuarios o destinatarios, el juicio es compensado y reflexivo, al comparar y validar al mismo tiempo la eficacia metodológica del programa y la legitimidad de su demanda insatisfecha por la promoción social. No hay contradicción entre el reconocimiento y la queja, sino distinción de planos o complejidad del juicio. El reconocimiento alude a la calidad de la propuesta Puente y Chile Solidario como sistema de protección social, y la queja respecto a lo que se percibe como necesidad no satisfecha de promoción social. En estos casos, ambas dimensiones son “reales” y constituyen una tensión propia del programa y su evaluación. 2.4.

Los Fallos

Una categoría propia lo constituyen los casos fallidos del programa. En este ámbito puede distinguirse dos tipos o estructuras típicas que de hecho pueden darse combinadas. En un primer sentido, determinante, las experiencias que los usuarios reportan o hablan como fallidas, están conectadas a una falla de operación del programa en el establecimiento y calidad del vínculo. En estos casos, el conjunto de rasgos vinculantes que se nombran en los casos anteriores (contención, escucha, comunicación, etc) no están presentes, de modo principal, o sintomático, señalado en la variable “tiempo” de atención. Se trata de casos en que el apoyo familiar no sostuvo él vínculo.20 En un segundo sentido, las experiencias de fallo están asociadas a una falla de acople entre lo que el programa ofrece como posibilidad y lo que destinatario demanda específica y previamente. Es el caso paradigmático de destinatarios que están enfocados casi exclusivamente a la lógica de emprendimiento y no participan de la estructura compleja del programa. En tales casos, el proceso se da satisfactoriamente en la medida se atienda o satisfaga positivamente esa dimensión; en las situaciones que aquello no se da, porque el

19

Así en el caso 23, en el que puede constatarse un acople significativo y de alto impacto. Sin embargo, la intervención no puede cerrarse completamente sobre si misma, quedando “pendiente”. Ver Anexo 2: Transcripciones Entrevistas y Grupos. Caso 23. Pág. 9. 20 Así en el caso 20, ver pág 1. En el caso 31, ocurre otra forma de “desvinculación” no elaborada, que vuelve como deuda sobre el programa. Ver Anexo 2: Transcripciones Entrevistas y Grupos. Caso 31. Pág 7. Lo mismo puede encontrase en el caso 32, de modo amenguado por el no establecimiento propiamente de un vínculo: “no me explico nada y no fue nada más”.

34

Informe Final destinatario no accede al fomento de su proyecto, o porque este no resulte, el programa en su conjunto queda en riesgo de fallar.21 En cualquiera de sus formas, los casos fallidos acumulan una nueva deuda que puede llegar a ser significativa y desestabilizadora, al menos respecto al juicio público sobre Puente y Chile Solidario. En los grupos de discusión con casos participantes de este grupo, circula la frustración por percibirse excluidos de una oportunidad que visualizan en sus pares. El modo en que el programa absorbe y trata este conjunto de casos, puede estar indicando un factor importante respecto a su éxito total. Por lo pronto, sin ser interpretado o elaborado, circula como un juicio negativo y descalificador que amenaza, aunque nunca logra hacerse voz dominante, el juicio común al programa.

21

Así en el caso 1: junto a una vinculación muy débil (máximo 5 o 10 minutos), se juega una demanda de “fomento a proyecto” que domina toda la relación.

35

Informe Final

3. El juicio de los usuarios y su correlación con variables objetivas. Una tercera reflexión que guió nuestra investigación, apuntaba a identificar los factores que pudieran estar explicando un juicio favorable o negativo, pero esta vez no a partir del discurso del usuario, sino de variables “objetivas” contenidas en la base de datos del programa. En este punto, se constata un contraste entre el orden interno del juicio del usuario –se organiza consistentemente entre sus ítems y sus subíndices- y la no correlación con la distribución de las variables como “avance en la satisfacción de mínimos”, así como respecto a las variables sociodemográficas y socioeconómicas de la ficha CAS. 3.1.

Satisfacción y avance en el cumplimiento de mínimos.

Puede constatarse un ordenamiento muy débil entre la variable satisfacción del usuario y la variable ritmo de avance de los mínimos22. Lo mismo fue constatado, en general, para los subíndices, y aún para los ítems (Ver Anexo 3. Análisis Cuantitativo). 3.2.

Satisfacción del usuario y variables sociodemográficas.

Analizado la correspondencia entre la distribución del juicio del usuario, respecto a variables “objetivas”, no se ha encontrado tampoco correlaciones significativas. Se mantiene así una pauta propia de esta intervención, que tiende a la “dispersión” estadística no regulada por correlaciones casi en ningún sentido. 3.3.

Satisfacción del usuario y la variable comunal.

La única correlación significativa que se encontró, asocia los niveles de satisfacción del usuario, con la comuna. La correlación así constatada, no es sin embargo asociable a ninguna variable fija –como orientación política, por ejemplo- . Con todo, es una variable que está internamente vinculada a la operatoria del propio programa, pues puede estar incidiendo especialmente en la calidad de la atención en cada caso.

22

De modo que los casos de alta satisfacción pueden encontrarse lo mismo en casos de bajo rendimiento y de alto rendimiento en avance de cumplimiento de mínimos. O lo que es lo mismo, y en general, dado un valor en la Satisfacción del Usuario, puede esperarse equiprobablemente un valor cualquiera en el Ritmo de Avance en el cumplimiento de mínimos.Lo que esta mostrándose, a nuestro juicio, es que el programa no se agota en su significado en el lenguaje de los mínimos. Que lo se logra, además del cumplimiento de mínimos, es un conjunto de efectos que sobredeterminan incluso la evaluación del propio participante.

36

Informe Final

Así, la correlación no viene a comprobar sino lo que anteriormente se mostró como “La historia de cada caso”, así, no es sólo la crónica de una relación de asistencia recibida, sino también la de una “praxis” realizada independiente del juicio del usuario respecto a variables externas a la propia intervención. Se volverá sobre esto en las conclusiones. Salvo, como ha podido verse, la consistencia interna como juicio respecto al programa, a nivel estadístico, no cabe consignar un orden, si este no está medido a la medida de la propia intervención.

37

Informe Final

IV. El análisis de los gestores directos La evaluación contempla la opinión de los gestores directos del programa, entendidos esencialmente como los apoyos familiares, los JUIFS y los operadores de las redes sociales pertinentes. Interesaba conocer la descripción y problematización que aquellos hacen de la operación y de los supuestos del programa, para identificar una perspectiva complementaria a la del usuario. Como gestores, su análisis y evaluación describe el programa como una acción a medir en sus procedimientos y resultados. Así identifican lo que perciben como sus fortalezas y posibilidades, como sus límites o riesgos. Cabe hacer la distinción entre los gestores “internos” del programa, los apoyos familiares y los JUIFS, de los gestores contrapartes del programa (red). De hecho, el análisis y evaluación que hacen del programa Puente y Chile Solidario son distintos. La que realizan los apoyos familiares y JUIFS es intensa y experta, mientras la de los operadores de las redes sociales, es no consensual y de información e interiorización menos desarrollada. Cabe entender y situar esto, en atención a la propia dinámica del programa Puente y Chile Solidario. La instalación de la red social para la recepción de la demanda constituida y movilizada en las fases previas o de “entrada”, es lógica e institucionalmente posterior y más lenta que la fase actual. 1. El análisis y evaluación según los Apoyos Familiares y Los JUIFS. Desde la gestión directa del programa, la intervención se muestra también como una modalidad innovadora y no trivial, tanto en el sentido inmediatamente personal y profesional, como incluso en el sentido institucional (municipios, FOSIS). Además, su análisis y evaluación, sigue una forma correspondiente o articulada con el juicio de los usuarios, pero esta vez organizado desde la perspectiva del “apoyo” y su programa. La conversación es básicamente consensual, y analiza la práctica directa del apoyo familiar en sus supuestos. La potencia básica: la metodología y su adecuación operacional al propósito de la acción social en situación de indigencia.

38

Informe Final 1.1.

Focaliza

La metodología Puente y Chile Solidario tiene un efecto notable en el problema de la focalización de las políticas sociales. Logra lo que de otro modo no se había logrado, en el sentido de llegar y conectar con las familias indigentes de un modo exitoso.23. 1.2.

Integra.

La metodología Puente se hace fuerte por su lógica “sistémica”. Al estar centrada en la unidad familiar como tal, articula o combina lo que la lógica sectorial del estado y del propio DIDECO municipal separan o dividen. 1.3.

Comunica (personaliza, subjetiviza)

La metodología Puente se hace fuerte por su lógica “subjetivante”, en el sentido de estar basada en un vinculo interpersonal con el apoyo, y como un proceso de reconocimiento y desarrollo personal de los participantes. La articulación de estas tres lógicas, las tres faltantes en la gestión clásica de las políticas sociales, genera un dispositivo metodológico que constituye la alternativa o ruta “racional” y hasta obvia para abordar lo que hasta antes de Puente y Chile Solidario se hacía sectorializadamente, estandarizadamente y muy mediada por redes clientelares restringidas y desconectada de conjuntos significativos de familias indigentes. La combinación de las tres lógicas permite también algo no menor: la emergencia de una práctica y un discurso del trabajador social coherente y movilizador. En contraste con el modo propio de un trabajo burocratizado y sectorializado, la intervención familiar que Puente y Chile Solidario realiza involucra plenamente la subjetividad y compromiso de los profesionales. 1.4.

La oportunidad del programa Puente.

La oportunidad básica que disciernen, es la inducción de procesos de desarrollo social y personal, como adquisición progresiva de autoconfianza y confianza en las instituciones sociales por parte de las personas excluidas. Así, la intervención sobre la pobreza, se convierte en una lógica de autopromoción personal y familiar. Los conceptos que comienzan a dominar esta lógica posible son los de autonomía y ciudadanía. Autonomía, para indicar el principio de la acción por si mismo, y ciudadanía, para indicar el principio o la cultura de derechos en la demanda social. De este modo, efectivamente la pobreza deja

23 Nuevamente se encuentra la referencia a los clientes frecuentes: Por decirlo en negativo, la metodología Puente logra llegar donde no se llega, y desordena la red clientelar preexistente, en el sentido de los conocidos “clientes frecuentes” u otras modalidades de clientelas municipales.

39

Informe Final de ser vista como un objeto de intervención, y comienza a visualizarse como sujeto de acción posible.24 1.5.

Las debilidades operacionales

El programa presenta tres debilidades que afectan seriamente su rendimiento.

a) Crítica al funcionamiento de la redes En primer término, sobresale en ellos la critica al funcionamiento de las redes de servicios que este programa implica. La critica es tanto a nivel de calidad de las coordinaciones, como a la mas estructural crisis de recursos auxiliares para la gestión o satisfacción plena de la demanda realizada por el programa. En este sentido, la imagen dominante es la de las listas de espera creciente.25 En general, como fallas de coordinación, que debilitan el efecto del programa. 26. En el ámbito municipal, además, la coordinación puede verse agravada cuando a la diferencia de culturas organizacionales y de metodología de intervención, se agregan sensibilidades políticas no favorables.27 Con todo, cabe consignar que el análisis de la falla es matizada con procesos en que la red efectivamente funciona.28 Lo que se verifica así es un desfase, que presiona o limita los alances actuales, pero sobre todo es relevante para la fase siguiente del programa.

b) La calificación de la demanda y los puntajes Conectado a lo anterior, pero ubicado en el registro más directamente operacional de constitución y calificación de la demanda, destaca el ruido y la critica de los sistemas de evaluación y puntuación. En su formas más básica, como variaciones sectoriales y locales, que impiden la integración de los servicios.29. El problema, sin embargo, no es solo técnico. En su forma más compleja, la cuestión de la calificación de la demanda con un “puntaje de corte”, hace colisionar la imprecisión inevitable en la medida específica, con la irreversible decisión que separa a beneficiarios y no beneficiarios. En este caso, la cuestión es crítica por la presión de los no incluídos, por 24

Ver Anexo 2: Transcripciones Entrevistas y Grupos. Grupo 11. Apoyos Familiares. Pág. 11 Ver Anexo 2: Transcripciones Entrevistas y Grupos. Grupo 11. Apoyos Familiares. Pág. 4 y 7. 26 Ver Anexo 2: Transcripciones Entrevistas y Grupos. Grupo 11. Apoyos Familiares. Pág. 3 y 4. 27 Ver Anexo 2: Transcripciones Entrevistas y Grupos. Grupo 11. Apoyos Familiares. Pág 4. 28 Ver Anexo 2: Transcripciones Entrevistas y Grupos. Grupo 11. Apoyos Familiares. Pág. 4. También Grupo 12. Profesionales Red Local. Pág 5. 29 Ver Anexo 2: Transcripciones Entrevistas y Grupos. Grupo 11. Apoyos Familiares. Pág. 6. También Grupo 13. Jefes Unidades de Intervención. Págs. 2, 4 y 5. 25

40

Informe Final estar por encima de aquel puntaje, y que comparten en lo fundamental la misma situación que quienes si califican. Esto es, una complicada gestión de una discriminación positiva, que puede al mismo tiempo hacerse como discriminación negativa de otros pares.

c)

Debilidad en la demanda de contención y capacitación

En tercer término, constatan como debilidad del programa la contracara de su fortaleza en el plano motivacional y profesional. Existe la percepción compartida e instalada de una dotación de recursos humanos y de soporte insuficientes para la tarea encomendada. Se constatan x signos de insatisfacción con las condiciones laborales30, y especialmente, como demanda de contención y capacitación31.

d) Interpretación asistencialista del programa En cuarto término, se constata el riesgo de una interpretación asistencialista del programa por parte de los destinatarios. Así, interpretan lo que perciben como el interés creciente y generalizado por integrarse al programa, movilizados esencial cuando no únicamente por la percepción de un programa “donador” de beneficios32. El riesgo de esta cultura asistencialista instalada a nivel popular, es que conspira también contra la interpretación adecuada del programa en términos de proceso. Igualmente, tiende a generar una contracorriente de insatisfacción por percepción de “exclusión de beneficios” a quienes, por puntaje o por fase, no pertenecen a Puente.33 Lo anterior incluso pone en riesgo la lógica del vínculo, personalizando al máximo la relación, y al tiempo reduciéndola a su sentido “donador” o de transferencia de recursos.34 1.6.

Discusión sobre el impacto o la sostenibilidad de los efectos.

Por una parte, es consenso la limitación respecto a las posibilidades de promoción social, entendido como el acceso a una situación sostenible autónomamente. Lo anterior es compensado, y contrastado, con lo ya señalado de potencia metodológica de la intervención, construyendo propiamente su “problemática” o desafío. Entre ellos se tematiza esencialmente la crisis en el indicador Ingresos-empleo, ya como límite de la pauta de medición por el programa o ya sea por las limitaciones de gestión y de mercado de las alternativas de emprendimiento.35

30

Ver Anexo 2: Transcripciones Entrevistas y Grupos. Grupo 11. Apoyos Familiares. Pág. 18. Ver Anexo 2: Transcripciones Entrevistas y Grupos. Grupo 11. Apoyos Familiares. Pág. 20. 32 Ver Anexo 2: Transcripciones Entrevistas y Grupos. Grupo 11. Apoyos Familiares. Pág. 4 y 8 33 Ver Anexo 2: Transcripciones Entrevistas y Grupos. Grupo 11. Apoyos Familiares. Pág. 5. 34 Ver Anexo 2: Transcripciones Entrevistas y Grupos. Grupo 11. Apoyos Familiares. Pág. 10. 35 Ver Anexo 2: Transcripciones Entrevistas y Grupos. Grupo 11. Apoyos Familiares. Pág. 7 31

41

Informe Final A las limitaciones estructurales que perciben en las alternativas de emprendimiento, agregan lo que perciben como fallas operativas significativas, especialmente concentradas en la acción de los proveedores de asesoría o Consultoras.36 2. La conversación de los Agentes de la red. A diferencia de las conversaciones de los usuarios, como también de los apoyos profesionales y de los JUIFS la conversación de los agentes de la red local es no consensual ni informada. La conocen desde fuera, y de modo no coincidente. En ese sentido, su juicio se forma con elementos conocidos no directamente o profundizadamente, articulando un saber en parte directo, y en parte lejano o prejuiciado. El poco desarrollo que tiene la conversación o análisis, en este caso, pone en evidencia la no conexión cotidiana y significativa con el programa o a una conexión todavía problemática o no elaborada y programada. Nueva homología con el juicio de los usuarios y de los gestores directos: la red no esta operando como el programa requiere. Destacan tres posiciones que organizan la diversidad base de planteamientos.

a) Planteamiento desinformado Un planteamiento desinformado, pero sensibilizado por lo que percibe como una demanda de tipo nueva y muy activa37, que viene a complicar sus programas habituales de asignación de servicios o de beneficios. Es perceptible incluso, en esta sensibilidad, el reconocimiento de los límites del “sectorialismo” en el que se opera.38 Las familias del programa han aprendido a exigir sus derechos preferentes en los colegios y otras reparticiones municipales. Sin embargo, los agentes de la red no comprenden, y ni siquiera saben muchas veces, de que se trata la intervención. De hecho, la conversación misma estuvo marcada por la acotación de la desinformación y el desconocimiento del programa en los distintos lugares.

b) Planteamiento convencido Un planteamiento convencido de la potencia de la nueva metodología, y que habla interiorizado de aquella y de su sentido localizador, integrador y subjetivizador de la misma, siendo destacada precisamente como la metodología adecuada para abordar los problemas de modo integrado y con algún sentido estratégico y no simplemente asistencial y puntual (es el caso de agentes de la red local que participan de metodologías como las de

36 37

38

Ver Anexo 2: Transcripciones Entrevistas y Grupos. Grupo 11. Apoyos Familiares. Pág. 3. Ver Anexo 2: Transcripciones Entrevistas y Grupos. G12. Profesionales red local. Pág. 2 Ver Anexo 2: Transcripciones Entrevistas y Grupos. G12. Profesionales red local. Pág. 3.

42

Informe Final Puente, centradas en el desarrollo de autonomía.). Por ejemplo, Previene de CONACE39 o en cuadros técnicos habilitados en el lenguaje de la políticas sociales y el valor de las innovaciones complejas como Puente40.

c)

Planteamiento escéptico

Un planteamiento escéptico, que se sitúa en preguntas estratégicas y operacionales fundamentales.41 La potencia de este planteamiento no es menor, pues pone en cuestión precisamente un punto que también los usuarios y los gestores directos conocen y tematizan. Sin embargo, en este caso el juicio es descontextualizado de las relativizaciones que a esa afirmación puede hacerse desde el interior del programa Puente y que son el contrapunto a la duda “estratégica” respecto a los propósitos máximos de la superación de la indigencia. Al final, puede reconocerse allí un juicio lúcido y desconfiado al mismo tiempo, que puede llegar a imaginar uno de los juicios más riesgoso del programa: un programa que fue beneficiosos para las familias, pero que no logro su cometido42. La conexión del programa a la red de servicios sociales, y al sistema de protección social, todavía es una faltante, al menos en el ámbito de la integración de sus operadores. Así, el programa resulta evaluado, en esta conversación precisamente en lo que la falta de información y conocimiento directo evidencian.

39

Ver Anexo 2: Transcripciones Entrevistas y Grupos. G12. Profesionales red local. Pág. 5 Ver Anexo 2: Transcripciones Entrevistas y Grupos. G12. Profesionales red local. Pág. 5. 41 Ver Anexo 2: Transcripciones Entrevistas y Grupos. G12. Profesionales red local. Pág. 1 42 Ver Anexo 2: Transcripciones Entrevistas y Grupos. Grupo 12. Profesionales red local. Pág. 6. 40

43

Informe Final

V. Conclusiones Las siguientes conclusiones se organizan en dos niveles o ámbitos. El primero, refiere a la cuestión del éxito y la falla en su sentido estructural. En el segundo, se plantean algunas dimensiones complementarias de alcance no estructural, sino que de contexto u operacional.

1. Ámbito general La evaluación general del programa Puente y Chile Solidario debe considerar los tres modos propios en que el programa resulta: en su forma básica y dominante, como éxito; en su forma opuesta y minoritaria, como fracaso; y en su forma complementaria a las dos anteriores, como éxito parcial o restringido. A cada una de esas formas se refieren las siguientes reflexiones. La evaluación, desde la perspectiva del usuario, pero que es también convergente con la perspectiva de los gestores, debe considerar estas tres dimensiones del juicio al programa.

1.1.

El éxito del programa.

Lo que caracteriza a la mayoría del 80 a 90% de aprobación al programa,43 es que a su valor numérico, añade su consistencia o “integralidad”. El juicio favorable se compone de un juicio favorable en todas las dimensiones consideradas (calidad de los compromisos, calidad de la atención psicosocial, calidad de la asistencia y protección social, calidad del apoyo a la proyección). En ese sentido, la base del juicio de los usuarios al programa Puente y Chile Solidario es inequívoca y densa. La aprobación que se realiza es una que reconoce o identifica múltiples puntos o zonas de “incidencia” del programa, aludiendo a un empalme multidimencional y así “múltiplemente” exitoso.

a) La reconstitución de la demanda. (integrada, subjetiva o personal, activa). No existe, en lo que conocemos, ningún otro programa de gran alcance que se beneficie de esta evaluación de los usuarios.

43

Estos porcentajes corresponden a la Región Metropolitana y serán precisados con la incorporación de la medición de la Séptima Región.

44

Informe Final En nuestra interpretación, la base del éxito del programa, desde la perspectiva de los usuarios, y que precisamente por eso hace la diferencia respecto al conjunto de las políticas sociales equivalentes, radica en que establece una relación en que la demanda se reformula o reconstituye. Ocurriría que la metodología y supuestos del programa Puente Y Chile Solidario presenta una capacidad de ajuste y adecuación a la forma compleja de la demanda a la que responde, permitiendo una relación de “asistencia”, esta vez como “apoyo”, que permite al usuario concurrir en su “unidad”, como singularidad e integralidad y como subjetividad. Entendida también como apoyo, antes que como “transferencia”, la relación permite el acoplamiento con la capacidad “activa” del usuario. La conexión entonces no sólo satisface una demanda compleja que de otro modo se percibía no reconocida ni respondida, sino que lo hace en una estructura relacional que puede sostener acciones y procesos de desarrollo, subjetivos y objetivos. Baste una sola referencia a la conversación o discurso o juicio evaluativo común a las políticas sociales por los sectores populares para comprender la relevancia de lo anterior. En el estudio del Observatorio Social, realizado con Mideplan, la estructura básica del juicio aludía a la misma estructura que el programa Puente y Chile Solidario y Chile solidario, pero con valores opuestos. La queja, dominante hasta ser “tópico”, aludía a la no consideración de la dimensión subjetiva y a la ineficacia, y hasta la falta de transparencia, en la gestión de los servicios sociales y el acceso a beneficios y a oportunidades. En todos esos sentidos, la metodología del Programa Puente y Chile Solidario muestra su adherencia más esencial a la demanda a la que responde.. La queja al reconocimiento o a la satisfacción es el modo de una sorpresa que circula como “nueva” relación o trato con los servicios sociales.

b)

Éxito más allá de los mínimos

Una segunda consideración a realizar en este respecto, refiere a la relativa independencia entre la evaluación positiva que hace el usuario (satisfacción del usuario), con la medición del éxito del programa desde la perceptiva de las metas (ritmo de avance de cumplimiento de mínimos.) Independencia relativa, en tanto cabe consignar una tendencia a correlacionar, en el sentido “lógico” o esperable, pero también una tendencia a la no correlación. Se señala así un rasgo importante del programa: este es evaluado por los usuarios y los gestores por un conjunto de prestaciones y compromisos que exceden en su significado, y también prácticamente, el lenguaje operacional del diseño. La “calidad de la atención”, pasa a ser un complemento realmente actuante, ni en oposición ni en plena convergencia, a la cobertura y el ritmo de avance en el cumplimiento de mínimos. Puede decirse que el programa es reinterpretado y enriquecido en la práctica. Es en ese proceso de reinterpretación que hacen los usuarios y los gestores directos, donde se juega probablemente una de las riquezas más interesantes del programa. Es en ese espacio donde el programa puede adquirir la “densidad” de intervención sorprendente, pertinente y eficaz.

45

Informe Final Así es como cabe la comprensión que lo se entiende como éxito, desde los usuarios y los gestores directos, no es menos que una modelización de una relación de asistencia y promoción que se acerca o llega a lo “deseado” o al menos entendido como lo, ahora, lógico y adecuado.

c)

El éxito según los gestores directos

Es de resaltar la homología del juicio tanto en los gestores del programa como en los usuarios. La propuesta de Puente y Chile Solidario permite una modalidad de “trabajo social” que se recarga de sentido de pertinencia y eficacia, al posibilitar una relación al mismo tiempo “multidimensional” y sostenida en la iniciativa o acción de ambas partes, el profesional de apoyo y el destinatario de la intervención. 1.2.

La falla del Programa.

a) Falla integral Lo que caracteriza al 10-15% de falla44 es análogo a lo indicado para los éxitos. El programa falla no por una dimensión u otra, sino en el conjunto de ellas y de modo en general estable. Siendo así en general, destaca también una leve mayor incidencia del subíndice de “calidad de apoyo psicosocial”.

b) Falla por la no implementación de la metodología. Los casos fallidos pueden obedecer o una deficiencia de la metodología o a una falla en su operatoria. De hecho, puede señalarse casos en que la metodología no alcanza por ejemplo, situaciones de crisis catastróficas, o de complejidad sociocultural (por ejemplo, pueblo Rom.) Sin embargo, los datos muestran una tendencia clara a indicar una falla que en su forma típica es de “descontinuación” o interrupción de la aplicación de la metodología. Particular incidencia puede estar teniendo, en este sentido, la rotación de profesionales de apoyo; lo que vincula este punto con el que tratamos mas adelante.

c)

La demanda por reparación de la falla.

La consistencia de la falla, así como su peso cuantitativo (siendo un 10% es minoría, pero no margen), constituyen la base de una queja y demanda no resuelta o satisfecha, también de modo “multidimensional” y complejo. De hecho, puede señalarse, la existencia de una demanda flotante e irritada, que tiende a saberse minoritaria, pero igualmente legítima. En 44

Podemos encontrar una leve diferencia en el patrón habitual en ciertos ítems, los cuales no obstante marcan un porcentaje de falla menor.

46

Informe Final ese sentido, parece necesaria la adecuación de los sistemas de monitoreo para la prevención de la falla típica, así como una política especifica de gestión de los casos fallidos. La modalidad típica de la falla, que no agota sin embargo un conjunto indeterminado de formas no típicas, posibilita su control y gestión. 1.3.

Éxito y falla

Un conjunto de familias que se declaran satisfechos en general y en los diversos componentes del programa, sostienen sin embargo una declaración complementaria, con la que restringen el alcance de su satisfacción. Formulan así una demanda que resulta insatisfecha, al menos parcialmente, por la “promoción” a un nivel cualitativo superior a la indigencia o “dependencia” e insolvencia. Junto a una proporción de falla, también intensa y consistente, y de modo mas sutil, y aparentemente no distinguible entre esas dos pautas básicas –éxito en todas las dimensiones, falla en todas las dimensiones”-, existe también una dimensión de “faltante” o demanda que queda flotando. Siempre aparece, como dato que tiene un comportamiento especial, y refiere a la cuestión de la “proyección”, o del futuro, o de la sostenibilidad o reversibilidad del los resultados del programa.

a) El juicio desde la demanda de proyección -

Cualitativamente

Cualitativamente, junto a la pauta básica de éxito y falla, cabía identificar una pauta también significativa de “aprobación restringida”, desde una demanda parcialmente insatisfecha en lo que respecta a obtener cambios sostenibles después del programa. En su forma típica, se asociaba a la temporalidad del efecto del programa en el ámbito de ingresos y situación laboral. -

Cuantitativamente

Estadísticamente, en análisis univariado, tal conjunto constituye la diferencia del 85 de aprobación general, con el 63% de afirmación de un cambio sostenible después del programa. Desde una medida también estadística, en análisis de clusters, lo anterior se demostró en la identificación de tres grupos base, identificando junto a los de éxito y falta en general, un tercer subgrupo que se constituye especialmente desde el subíndice “proyección”, y es especialmente sensible al ítem anteriormente señalado.

47

Informe Final

b) En el juicio de los gestores La misma cuestión es revelada por el análisis del discurso de los gestores. Por una parte, una valoración absoluta y consensual en lo que el programa alcanza de metodología integral de apoyo a las familias indigentes, especialmente remarcada por el contraste con lo que se percibe como impotencia de las modalidades previas. Por otra parte, una reflexión critica o interrogativa respecto a los alcances en la dimensión “promocional” de la indigencia que el programa, ya sea explicita o implícitamente, anuncia.

c)

El dato y el programa.

A nuestro juicio, se indica una dimensión problemática del programa, que se condensa al menos en tres aspectos: • • •

El criterio operacional para dar por satisfechos o cumplidos los mínimos de Ingresos y Empleo. El modo en que se formula la promesa general del programa; superar la línea de la indigencia. La existencia, difusa, de una demanda prácticamente unánime, al menos en su forma de deseo, de continuidad o permanencia del programa.

Lo que esta en juego, es la sostenibilidad de la nueva relación entre las políticas sociales y los destinatarios, o lo que es lo mismo, la forma que adopte la fase siguiente del programa Puente y Chile Solidario. 2. Ámbito de supuestos operativos de contexto La implementación del programa, ha encontrado tres zonas críticas para su adecuado rendimiento. Tales pueden ser planteadas como los problemas en la constitución y funcionamiento de la Red de servicios sociales, desde el municipio hasta los del estado central, la permanencia de una cultura asistencialita que presiona al programa en una dirección distinta a su lógica principal, y las restricciones en recursos especialmente en el ámbito de los profesionales de apoyo. 2.1.

Problemas en la red

El programa Puente y Chile Solidario ha implicado una reformulación de la demanda a los servicios sociales. La masividad de la intervención, así como la reingeniería que supone en los métodos y hasta lógicas de la protección social, presupone un redisposición de los

48

Informe Final servicios para una atención privilegiada y comprometida con los usuarios del programa, que hasta ahora no alcanza a desarrolladse. El juicio o no es, sin embargo, absoluto, en la medida que lo que se indica mas bien son ciertas restricciones o debilidades de la respuesta de la red, y no una falla total y estructural. De hecho, en el análisis cualitativo se indican tanto situaciones en que la red funciona adecuadamente como otras en que la falla es la norma. En el análisis cuantitativo, ocurre algo semejante, indicándose logros por debajo del promedio general del programa. •

Hasta ahora no se alcanza un nivel de coordinación, ni operativa ni de diseño, ajustada al impacto que la intervención esta generando y que presiona por respuestas a una red que esta organizada de otro modo y para “otra” demanda.



La falta de coordinación puede indicarse incluso como falta de información y, sobre ella, de comunicación y comprensión del sentido y lógica de la intervención.



Las crisis de coordinación rozan sin embargo aspectos estructurales, no resolubles sólo con mayor coordinación y comunicación. Así por ejemplo, la cuestión critica que se abre con los criterios, indicadores y por ejemplo “puntajes” con que los distintos servicios califican demanda. Y de modo todavía más gravitante, la cuestión critica que se constituye cuando el efecto discriminador positivo, actúa como efecto de discriminación negativa sobre otros igualmente requirentes. La red queda situada así en un dilema o paradoja de prisionero.

A estas consideraciones, hay que agregar la tensión que a veces se produce con el municipio que afecta todavía más el funcionamiento de la red.

2.2.

Asistencialismo y Participación.

La demanda que el programa Puente Y Chile Solidario responde, viene constituida en décadas de gestión principalmente asistencialita, que mide y comprende las políticas sociales, como Puente y Chile Solidario, en clave específicamente “donativa”. La potencia del programa Puente y Chile Solidario en esa dimensión no es menor, pero como indican los datos, no constituye la única, ni la mas significativa o importante. Con todo, cabe consignar aquí, al menos, el ruido que el programa genera en la cultura ambiental. En parte, desorganizando las modalidades clásicas del asistencialismo activo representando en la figura eufemística de los “clientes frecuentes”. Pero también para explicar, al menos parcialmente, la “demanda” generada por ingresar al programa de familias no incluidas todavía o no incluíbles por nivel o “puntaje”. Respecto a esto, sin embargo, no puede dejarse de mencionar la capacidad que muestra el programa Puente y Chile Solidario para, por así decir, transformar asistencia en algo distinto al asistencialismo, integrándolo en una practica compleja que sin negarlo, lo puede trascender. Nos referimos así al hecho que en parte importante de lo que se considera éxito en el programa, alude a una compatibilidad de lógicas de movilización y apoyo, y no solo 49

Informe Final de petición-donación. En el mismo sentido cabe referir la eficacia especifica del apoyo psicosocial, en lo que tiene de reivindicación de la subjetividad (en la intervención, el sujeto es validado como tal, sobre una estructura cultural que habitualmente lo niega o desconoce’, así como de incorporación como actor, integrado así a la intervención como participante activo o incluso, protagonista.45 Por lo pronto, puede insistirse en la potencia del programa Puente y Chile Solidario para empalmar también con la otra lógica en que se ha constituido la subjetividad popular, hasta ahora “de espaldas” o fuera de la sintonía de los modelos previos, y que refiere a la “voluntad” (deseo, interés) de los sujetos indigentes por “surgir”, y en lo más inmediato, por la urgencia cotidiana del “hacer” lo que sea menester por reproducción. En particular, el programa puede comenzar a integrar una tercera dimensión de su “impacto”, emergente en la propia practica del programa, y que tiene que ver con el desarrollo de autonomía y una cultura de derechos. El programa, por su propia metodología y lógica publica, ha terminado por hacer representable un modelo de intervención de segunda generación, que no solo incide en sus alcances concretos, o de primer orden (beneficio, oportunidades) sino que inicie en alcances o logros de segundo orden (desarrollo de autonomía y ciudadanía en la demanda y en la red de servicios que la atienden.) 2.3.

El equipo profesional

El otro tema crítico, y central, del programa Puente y Chile Solidario lo constituye la dotación de profesionales que lo implementan en su nivel operativo –apoyos familiaresEn un primer sentido, cabe reconocer lo que los usuarios distinguen como calidad del vínculo y eficacia en el apoyo que han recibido, hasta el vínculo afectivo intenso, la valorización incondicional de los profesionales y su trabajo. Constituyen al menos desde la perspectiva del usuario, el eje de la potencia y la innovación de la metodología. Desde la perspectiva de los propios profesionales, cabe consignar una proporcional identificación y compromiso con la acción. En la base, como certidumbre de estar innovando e interviniendo en la dirección adecuada, reconstituyendo así un sentido de eficacia y logro. Sin embargo, el juicio de los usuarios, como de los propios gestores y de sus superiores inmediatos, atestiguan una situación de rendimiento en el limite de las capacidades y disponibilidades. Llevan en esa dirección aspectos formales y contractuales, como aspectos de cobertura o ritmo de atención, y sobre todo, como aspectos de capacitación y contención. El tercero de ellos quizás sea el más urgente, y alude a la percepción de los gestores de realizar su trabajo con un desgaste subjetivo no sostenible de modo permanente. Las intervenciones en situaciones de indigencia suponen el abordaje “personalizado”, cara a 45 Con todo, el lenguaje básico sigue mostrando las trazas del discurso asistencialista, aun cuando sea ahora para indicar practicas o gestiones distintas –me tocó, me dieron, saqué, agarré, me trajeron, -.

50

Informe Final cara, de todas las formas de crisis y catástrofes que la noción de “indigencia” cubre. La posibilidad del profesional de reconstituirse, para no ser vencido por la transferencia de la que se hace cargo, es lo que así queda planteado.

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