Ingrid Rosario trasciende las barreras culturales y sociales Entrevista realizada por Jaime Lázaro

Ingrid Rosario trasciende las barreras culturales y sociales Entrevista realizada por Jaime Lázaro ¿Dónde naciste? En Queens, New York, en 1974 ¿Estud
Author:  Nieves Ortega Lara

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Story Transcript

Ingrid Rosario trasciende las barreras culturales y sociales Entrevista realizada por Jaime Lázaro ¿Dónde naciste? En Queens, New York, en 1974 ¿Estudiaste ahí? No, a la edad de 3 años mi mama y yo nos mudamos a Los Angeles, después que mis padres se separaron. Mi madre decidió ir a Los Angeles, porque ahí tenía un hermano que le ofreció ayuda. Cuando llegamos yo apenas cumplía los 3 años. No duramos mucho en Nueva York. Imagino que fue un tiempo difícil para tu mamá Si. Esos años marcaron mucho mi vida, aunque algunos creen que los niños no entienden. ¿Qué fue lo que te impactó más al ver sufrir a tu madre? Noté en ella mucha tristeza, pero también eso fue lo que la llevó a ella a conocer al Señor. En ese tiempo en Los Angeles TBN estaba trabajando fuertemente con Manuel Bonilla. Mi madre entendió que el vacío que sentía no lo podía llenar un hombre. Mi padre fue el primer novio que tuvo mi madre. Las circunstancias en las que se encontraron fue muy inocente de parte de mi mamá. Pero mi padre no tenía la misma inocencia. El decidió irse de la casa. Entonces imagino que mi madre se sintió rechazada, abandonada. ¿Eres tú la única hija de ellos dos? En ese tiempo era la única hija. Cuando era niña, a los 5 años, me enfermé de Meningitis y estuve grave en el hospital. Por esta razón, mi Papá vino a Los Angeles para encontrarse con mi mamá y verme a mí. Cuando esto sucedió como que se reconciliaron. Lo entiendo ahora, siendo grande, que los adultos somos un producto de lo que fue nuestra niñez. Mi padre al ser abandonado por su madre cuando niño, parece que repetía el patrón. No lo culpo, lo he perdonado, el ha fallecido hace dos años y medio. Y lo perdono porque entiendo que un hombre o una mujer sin Dios, no sabe como vivir, cómo tomar las decisiones correctas sin Cristo. Entendiendo esto yo sentí compasión por lo que pasó entre mamá y papá. Mi madre vive aquí en Miami, cerca de mí. ¿Tu madre era documentada en este país? Si, ella llegó con papeles. Déjame contarte un poco la historia. Mi mamá es Colombiana, criada desde muy niña en Venezuela, donde luego se hace ciudadana. El padre de ella, mi abuelo, siempre quiso venir a Estados Unidos. El trabajaba en la Torre de Control en el Aeropuerto. Quiso venir a Los Angeles, pero primero vino a México, luego a Puerto Rico, regresaron a México dos veces, luego fueron a Miami. Tenía un tío que era Barbero y en ese entonces daban visas a los barberos, fue así

como mi abuelo se hizo residente legal en Estados Unidos y por consiguiente mi madre. ¿Entonces tu educación fue en Los Angeles? Estudié durante el tiempo que estuve ahí. Desde los 3 hasta los 13 años que vivimos en Los Angeles. Luego vinimos a vivir a Miami. Tienes toda un vida aquí. Aunque recuerdo mucho mi tiempo en Los Angeles, en donde tengo lindas memorias, porque fue allá donde mi mamá conoció al Señor, donde yo comencé a formarme. En ese tiempo empezamos a ir a una Iglesia Católica, luego a un grupo Católico Carismático y luego a una Iglesia Evangélica. Allí, mi mamá decidió buscar más intimamente a Dios. Siempre le pregunto: “¿Señor por qué me escogiste a mí, si me crié sin papá, en el Este de Los Angeles, con bajos ingresos, recibiendo ayuda del Gobierno?”. Pero necesitaban ayuda Si, pero yo no entiendo cómo es que él me escogió a mí. Nunca fue mi sueño ser adoradora, cantante, grabar discos. Nunca fue mi sueño. Más porque no sabía que podía soñar así. Mi sueño era sacar un título en la Universidad. Pero fuiste a la Universidad. ¿Verdad? Si, fui a Liberty University en Virginia. Y tengo el objetivo de obtener mi Maestría. ¿Cuándo es que recibiste alguna indicación de lo que iba a acontecer? Estaba en Guatemala, tenía como unos 30 años, haciendo mi devocional, antes de ir a cantar. Yo le pregunté a Dios, cómo es que esto sucedió así, de esta manera, cómo es que me escogió. Me quedé dormida, entonces él me llevó a la cocina de mi casa en el Este de Los Angeles, cuando tenía apenas 8 años de edad. Mi hermano menor ya había nacido, porque mis padres se juntaban y se separan continuamente. Al final, mi papá decide irse definitivamente y mi mama recibe por correo una invitación a la Boda de mi padre. Yo encuentro a mi madre llorando en esa cocina en Los Angeles. Le pregunto: Mami, qué te pasa. Ella me dice mira tu papá se casa. En ese momento era algo increíble, impensable. Ella tomó un casete de Danny Berríos y empezó cantar: “Gloria a Dios, porque en medio de mis problemas, Gloria a Dios, porque en Cristo hay poder….” Y yo estaba mirándola haciendo eso. Nunca antes recordé o vino a mi mente ese recuerdo hasta que se lo pregunté al Señor. ¿Qué fue lo que te marcó de esa escena? Su posición de adoración. Rindiéndose a él. En lo más profundo de su dolor, mi mamá tomó la posición más humilde que un ser humano puede tomar. La adoración transciende todo. Déjame contarte esto. Cuando di a luz a mi bebé, yo no sabía que mi doctora era creyente. Después que día a luz por medio de una cesarea. Ella se me acerca para decirme que el bebé está saludable, está perfecto, “pero quiero tomar este tiempo para darte las gracias porque me has dado la oportunidad de devolverte

lo que me diste hace 7 años a través de tu música. Wow ¿de qué estás hablando! Ella me dio testimonio de cómo mis canciones habían ministrado a su vida. ¿Cuándo te convertiste al Señor? Cuando iba a la Iglesia Evangélica, empecé a involucrarme en los grupos de jóvenes en Los Angeles. Mi vecindario empezaba a ponerse muy feo por las drogas y las pandillas. Mi mamá tiene otro hermano que vivía aquí en Miami. El nos fue a visitar y cuando vio en dónde estabamos viviendo, ofreció sacarnos del lugar. Y ahora el lugar está lindo otra vez, pero en ese tiempo yo ni me daba cuenta. Mi mamá estaba sola con mi hermano menor y yo. Mi madre estaba acostumbrada, cómoda en Los Angeles, aunque sabía que no era el mejor lugar. Yo fui quien animó a mi madre. “Vamos a hacerlo”, le dije. Vine sola primero, luego vino mi mamá con mi hermano. Fue en 1987 yo ya iba a cumplir 13 años. Al principio no me gustó Miami, porque estaba acostumbrada a la cultura Mexicana y aquí era diferente. Pero ahora entiendo por qué se adaptaron aquí porque tu madre es Colombiana-Venezolana. Si, pero odiaba el calor. Ella llegó y a la semana dijo: “Oh no, yo me regreso, no soporto este calor”. No conseguía trabajo, tuvo que hacerlo en lo que encontrara. Otra vez, vivíamos en la casa de un tío. Mis primas me la hacían difícil. Recientemente una de ellas se disculpó conmigo. Cuando te convertiste es la pregunta Mi mama empezó a ir a una iglesia local. Yo era una adolescente, esta es una etapa tan importante y crucial. Mi autoestima estaba por el piso. Todo lo que no me afectó de niña me vino a afectar en la adolescencia: El abandono de mi papá, el rechazo. Que no se si eran las hormonas o que, pero era difícil lidiar con eso. Empecé a juntarme con gente mala, que hacía drogas. Dios me protegió, porque acepté al Señor en mi día. Doy gracias porque mi madre me guió por Su camino. La Palabra dice que debemos criar a nuestros hijos en la fe con la Palabra de Dios, para que cuando crezcan no se aparten de ella. Todos los fundamentos que tenía de mi niñez de la Escuela Dominical, de la Televisión Cristiana. Esa era mi base en la Roca. Que cuando yo me quería apartar de ella, no podía. Recuerdo que mi madre me dijo: “Vamos a ir a una Iglesia” y yo contesté que “No”. “Vas a ir”, remarcó ella. Yo no hablaba español, ni me gustaba. Imagínate, Dios me da un ministerio en un idioma que no me gustaba. Y es lo que pasa mucho en nuestra cultura. Los niños se sienten más americanos y tienen ese orgullo. Ahora entiendo. Soy Americana, pero 100 por ciento latina de corazón, de forma de ser, de carácter. Soy ambas. Entonces mi madre insistió: “Vas a ir a La Iglesia conmigo sino, no vas a salir con tus amigos”. Ese fue el viernes que me entregué al Señor. El predicador se llamaba José Zapico, que además era de España y hablaba un español difícil de entender. Lo bueno es que hubo traducción para los jóvenes. El mensaje fue “elijan ustedes mismos a quiénes van a servir”. Es que uno sirve a tantas cosas y eso te puede llevar a bendición o a destrucción. A esa edad yo estaba teniendo pensamientos de suicidio, porque me sentía abandonada, rechazada, no teníamos dinero, yo no tenía la ropa que quería. Tu sabes, eran boberías, pero en ese tiempo eran super importantes. Me dije, he

servido a tantas cosas como el rechazo, el dolor, el odio contra mi papá. Sin embargo, veía que a mi mamá le había ido bien, que tenía paz, gozo y estaba tranquila. Yo quiero tener eso también, me dije. Así fue y desde ese momento nunca más miré atrás. Me entregué de lleno. Empecé con el coro de los jóvenes y es ahí donde empecé a cantar. ¿Antes de eso no habías cantado? Lo había hecho antes, pero yo era la niña en quien nadie se fijaba. Yo tenía el casete con la canción que cantaron cuando recibí al Señor, porque era el coro de jóvenes quien lo cantaba. Cuando me involucré en el coro de jóvenes, ensayamos esa canción. Yo dije, esta yo me la sé y me la eché. Empecé a cantar super fuerte, que le llamó la atención a la directora del coro. Ella me dijo: Cántalo otra vez. Ahí es cuando todo comenzó. Recuerdo mi primer solo, en 1988, cuando tenía unos 14 años. ¿Ahí nació el deseo de servir al Señor? Definitivamente. Pero no ser cantante. Servirle como sea, y lo hice limpiando la Iglesia. Lavábamos carros pro-fondos para el coro, hacíamos dramas, lo que sea. Y hasta el día de hoy si mi Iglesia me llama voy a servir. ¿Es cuando empiezas a cantar en el coro cuando aprendes a adorar? Aprendí lo que era la Adoración ahí en la Iglesia Bautista Emmanuel, pero entendí lo que en verdad era la Adoración cuando el lider de los jóvenes me regala un libro acerca del Tabernáculo y cómo uno va entrando al lugar Santo. Nadie se sentó conmigo a enseñarme la preparación, la limpieza que se daba. Fui expuesta por este libro. Descubrí que había un orden. ¿Cuál fue la primera y mayor experiencia de adoración que tuviste? Un día la directora del coro dijo que en dos semanas yo iba a cantar sola. Yo era nueva en el coro. Ella vio algo en mí y me lanzó. Fue antes de cantar mi primer solo, antes de tener el micrófono en la mano. Lo que me entró fue una cosa sobrenatural. Me arrodillé y empecé a orar. Me sentí como cuando David fue ungido por Samuel. Nadie supo acerca de mi experiencia. Yo caí de rodillas antes de cantar, me sentí realmente conectada con el Señor. Porque la adoración te conecta con tu corazón, no es acerca de tu talento. Y no me marcó para ir a grabar discos, solo fue el inicio de una íntima relación, que estaba descubriendo, esto acompañado de humildad y rendición a él. Porque el hombre imperfecto es el que Dios usa. Hasta el día de hoy tengo tantas imperfecciones que le pregunto: “¿Por qué me escogiste?”. En otra ocasión, antes de los 90, vivíamos en los Proyectos de Hialeah, en casas para madres solteras, cuando estaba lamentándome de que no tenía papa, lloraba y lloraba, solamente adorándolo en mi habitación y literalmente sentí su abrazo, sentí físicamente su toque. ¿Cuál fue la primera canción que el Señor te inspiró a escribir? La primera canción que escribí la grabé en este último disco. No lo hice en ninguno de los primeros, pero si en este último. La Adoración es algo muy íntimo. Era como

un poema que lo escribí y junto a un amigo le pusimos música. Es solo piano y voz. Es una de mis canciones favoritas. ¿Cuántos temas has escrito? Yo no soy escritora de canciones. Me gusta co-escribir con otras personas. Pero creo que he escrito unas 10 canciones. ¿Cuántos discos grabados tienes? Seis. Cinco en español y uno en inglés. ¿Cómo ves tu vida en unos años más adelante como adoradora? Me veo regresando al comienzo de todo, trabajando en una Iglesia, porque ahora aunque estoy conectada con una Iglesia, no trabajo tiempo completo en mi Iglesia, porque estamos de viaje y todo eso. Pero de verdad yo siento que va a llegar un punto en que voy a regresar a la Iglesia, con toda la experiencia que he tenido, porque no solo he sido cantante, sino que me siento misionera también. Porque sentir el llamado a hacer esto es una carrera. Después que estudié en la Universidad, fui a India, durante mi último semestre. Pensé que iba a volver como misionera. Yo dije: “Señor lo que tu quieras”, “A dónde quieras, voy a ir”. Me preguntó el misionero encargado que nos llevó si queríamos volver y yo dije que iba a orar al respecto. Yo aún no conocía a mi esposo. Yo fui a la Universidad del 94 al 98. Yo realmente estaba haciendo las cosas, pensando en que iba a regresar a India. En mi mente tenía claro que iba a regresar a India. ¿Qué pasó? Cuando llegué se empezaron a abrir las puertas con Integrity Music. Me dieron la oportunidad de cantar con Ron Kenoly. Entonces se presentó la oportunidad de viajar y hacer presentaciones. Yo dije, pero si estoy pensando ir de misionera a India. Para mí eso era más importante que cantar. Era el momento de decidir hacer la voluntad del Señor o mi voluntad. Mi sueño en ese momento era trabajar como fisioterapista y en mi Iglesia. Ya no regresé a India y decidí poner toda mi confianza en él. No estaba respondiendo a la fama, sino simplemente a hacer la voluntad del Señor. Ese mismo año, 1998, estuve cantando como invitada especial, sin haber grabado un solo disco, con Benny Hinn, Women of Faith, en eventos grandes ante miles y miles de personas. Me preguntaba: ¿Cómo conseguí estar aquí? Por alguna razón yo veo a adoradores que terminan pastoreando Lo que siento es que tengo tanta experiencia, me he expuesto tanto a los ministerios más grandes en el mundo. Participando en eventos, conciertos, liderando a mi banda de músicos, creo que todo eso está formándome no para ser pastora de una iglesia, sino para apoyar a un pastor o un ministerio que va a tener ese mismo alcance. Pienso que puedo ser más útil, trabajando con un equipo. Porque no puedes trabajar solo y tener todo el dominio de tu “reino”. Lo mismo, la música puede convertirse fácilmente en tu “reino”, yo creo que siempre necesito entender que debo estar bajo una cobertura. Yo tengo mucha esperanza por lo que va a ser el ministerio, hasta

tengo expectativas a cambiar el nombre del ministerio que ahora se llama Ingrid Rosario Ministries, porque se que estoy yendo a ser parte de un grupo de personas que transforme al mundo, la iglesia. Necesitamos traer a la Iglesia algo fresco que cambie la música, la educación bíblica. Yo no se con quién, dónde ni cuándo, pero espero ser parte de esto. ¿Cuál es la diferencia entre alabanza y adoración? Poniéndolo en terminos prácticos es lo mismo. Yo no veo ninguna diferencia entre ellos. Para mí, todo es adoración. Si le tienes que poner un título o definirlo, vamos a decir que la Alabanza es como una exhortación, una proclamación, pero en el fundamento, la Adoración incluye todo. Es cómo vives tu vida, es cómo reaccionas a circunstancias, cómo lo honras. ¿Cuál crees que es el rol de la Alabanza y la Adoración en la vida de la Iglesia? Culturalmente, la música es muy importante para los Latinos. Y lo podemos ver tanto en Los Angeles, como en Miami. Aunque los ritmos son muy diferentes. Y se pueden usar distintios ritmos, pero lo importante es el contenido. Debemos estar enfocados en la Palabra, porque a veces nos queremos enfocar en lo profético, lo apostólico o queremos solamente el ritmo. Debemos cantarle a él, acerca de la Cruz, de su gracia, de su amor. ¿Crees que sería lo mismo la Iglesia sin la Alabanza y la Adoración? No. Algo interesante que descubrí hace poco es que Jesús cantaba los Salmos, cuando estaba compartiendo el vino y el pan y estaba con los discípulos. La música es muy importante para la Iglesia. Siento que hay una conexión, porque uno se recuerda más una buena canción sacada de la Escritura, que una prédica. Yo estoy motivada a hacer en el futuro canciones que sean más basadas en la Escritura. ¿Cuánto crees que influye la Adoración en el discipulado? Mucho, definitivamente. ¿Cambia las vidas, enseña? No hay duda de eso. Yo siento que mucha de mi Teología la he aprendido a través de canciones. Por supuesto, luego voy de regreso a la Escritura y reviso los versos. No puedes escribir una buena canción sin un fundamento bíblico. Tal vez esa es la razón por la que recuerdo canciones con versículos bíblicos que aprendí cuando era pequeña. Música con buen contenido han influenciado en mi Teología en mi búsqueda de Dios. Los adoradores, tristemente se preparan más como músicos, son excelentes percusionistas, pianistas, etc. pero no tienen el hambre por la Palabra de Dios. ¿Crees que ha cambiado la cultura de la Alabanza y la Adoración en los últimos 10 años? Si ha cambiado. La influencia de Hillsong, de Jesus Culture, de muchos ministerios Americanos, Europeos, de Australia. Y las cantan en las Iglesias hasta en inglés.

Marcos Witt, todavía es muy respetado, pero la Iglesia moderna está siendo influenciada por estos grupos y eso es bueno. Tienen grandes canciones.

Háblame de los elementos importantes de la Adoración La Adoración no es música. La música es el vehículo, pero lo que es el motor, la gasolina, lo que te va a llevar no es la estructura sino el poder que está detrás. La Adoración te conecta con Dios, por medio de música, de arte. Creo que nos conectamos más con Dios cuando somos creativos. Entonces, ¿Crees que podemos adorar a Dios con pinturas? Si, te lo dije. Es un desfío a la historia. El propósito de nuestra vida es traer Gloria y honra a Dios. Entonces, cuando vives una vida entregada a su voluntad. Cuando yo cocino para mi esposo, le estoy sirviendo a él. Me he identificado más con Cristo, cuando he ido a un viaje misionero y le he entregado un plato de comida a alguien que está ahí, no para escuchar una Palabra o para escuchar un versículo, sino simplemente servirle. Me siento como Jesús, rendido, humilde. Para mí, eso es Adoración. Ahora ¿podemos adorar con el arte? Si, porque expresa algo bello. Eso es Adoración. No podemos limitar ningún tipo de expresión artística para Dios. ¿Me dices que la mejor forma de adoración es amar a tu prójimo? Si. Eso es un mandamiento. Lo triste de la Iglesia es que está haciendo Iglesia para sí mismo. Estamos engordando y no creciendo. ¿Cómo crees que los latinos imaginan a Dios? Quisiera que la gente entendiera primero que Jesús es Dios. Al leer algunos libros de hombres de Dios que están escribiendo la deidad de Jesús, quien es humano pero también es Dios. Un Dios que puede ser inmenso, pero también personal. Ese es Dios. Y no podemos ponerlo en una caja pequeña, como trata de hacerlo la religión. Yo he cantado en estadios con miles y miles de personas, pero me invitan a una Iglesia de 10 personas y me gusta ir. Yo quisiera tener una casa con una gran cocina, pero no vivo para eso, yo estoy agradecida con lo que tengo. Soy la primera dueña de casa. Yo viví en un apartamento, en mi niñez no tuve aire acondicionado. El ver mi hijo que pueder caminar fresco, estoy agradecida. Yo vivo para servirle a él no para mi misma. Con respecto al contenido de las canciones, ¿Piensas que se proyecta a Dios de una manera diferente? En las canciones que me gustan, son diferentes por la manera simple en que se expresa. Si, se presenta a un Dios más cercano. ¿Alguna vez te has identificado con el dolor de los inmigrantes en Estados Unidos al ver su realidad social? Me sucede cuando estoy en Los Angeles. La realidad de los inmigrantes en Los Angeles, continúa igual. Gente que emigra por una mejor vida, que han podido a lo

mejor traer a sus hijos o no. Yo noto que los que no tienen documentos viven una vida tan difícil. Viven para trabajar, casi no les noto la alegría. Pero a ese mismo inmigrante lo pones en su país y son distintos. Si pensamos que es un pueblo oprimido. ¿Será porque en su país tienen más libertad que aquí? Si. Aunque mucho depende del país de orígen, de la ciudad y de la denominación. Si me doy cuenta que es un pueblo que se siente oprimido. ¿Me podrías decir cómo describes la presencia de Dios? El me ministra en mi casa, en el estadio frente a miles de personas, en la ducha, no hay límites. La expresión de su presencia es ilimitada. Para mi es alguien dulce y personal. ¿Qué mensaje o influencia quieres dejar en la vida del creyente? Que sientan esperanza. Que sepan que Dios es un Dios personal, íntimo. No es un Dios sentado en un trono. Porque uno no puede tener una relación con Dios o expresar adoración si no se tiene una relación con el. Uno identifica quién es Cristo de acuerdo a la búsqueda por la necesidad, como sanador, como padre, como proveedor, como regufio. Yo no tenía a mi padre conmigo, entonces él es mi padre. Yo he visto su manifestación en eso. ¿Has sido víctima del machismo en tu trabajo? Oh si. ¿Te han marginado alguna vez? Si. Pero está bien porque me tiene sin cuidado. Yo no busco ser famosa, ni aceptada por las personas. Vivo mi vida en obediencia a Dios y él me abre las puertas que me quiera abrir. Si he sido marginada por pastores que culturalmente son machistas. ¿Te han dicho que no a alguna presentación por ser mujer? No me lo han dicho personalmente. Pero tu sientes la indiferencia, cuando dan mayor validez a la opinión de los hombres que al de las mujeres. He cantado en Iglesias dónde me han dicho que es la primera vez que permiten cantar a una mujer. Es mucha presión, pero no hay cuidado, yo sé lidiar con eso. Yo rompí las normas económicas y culturales en mi familia. Está bien. ¿Piensas que se ha incorporado más arte en la adoración? Imagínate a la gente adorando al Señor en la forma que lo saben hacer y romper los paradigmas. Hay una iglesia aquí en Miami, donde mientras están cantando, hay una muchacha pintando, el pastor tiene una colección de obras de arte de adoración. También de danza. Creo que ahora hay más libertad. Me encanta todo lo artístico y creativo. Yo estoy asombrada de los colores que Dios creó. Veo el cielo de colores y el saber que uno puede expresar eso. Dios es el artista de artistas. Me puedes dar algunas canciones que han quedado en tu corazón

“El Poder de tu amor, Eres mi respirar, Que se llene tu casa, abre los cielos”. Y la favorita es una de Hillsong que se llama “The Potter’s Hand”. Otra es “Cuán Grande es El”. Hay otra en el último disco que se llama “Perdonar para siempre”, que es poderosa, que cambia vidas. ¿Has visto patrones o dinámicas de globalización. Cómo las culturas comparten sus materiales musicales? Si. El mundo se está haciendo tan pequeño. Todos están usando lo de todos y eso me gusta. Aprecio el ver como se comparten los recursos. Lo que no me gusta es cuando se comparte en un sola dirección. Me gusta como se comparte con la cultura Americana. En el caso de Hillsong, la comunidad hispana canta sus canciones en español. Pero en algún punto me gustaría que Hillsong cantara canciones compuestas por adoradores hispanos. ¿Por qué crees que la mayoría de adoradores que han generado influencia en la comunidad hispana han venido de afuera? No se exactamente por qué, pero en el caso mío tuve que aceptar que en Dios todo tiene propósito. Aunque soy Americana y muy orgullosa de eso, agradecida por este país donde nací, también tuve que entender que soy latina y el regalo de poder identificarme con ambas culturas. Yo no entiendo por qué fui escogida, no soy la primera ni la última. Cuando me pregunto por qué, la respuesta que tengo es porque confía en mi. No le robo la Gloria, siempre busco más de su corazón. ¿Te ha desafiado tu situación de hija de inmigrante para salir adelante en este país? Cuando fui a la Universidad, casi el 90 por ciento eran blanco y el resto afroamericanos, Surcoreanos y Latinos. Cuando estás en esos lugares tu te das cuenta quién eres. Cuando estoy en un lugar como este, siento como un reto, que allí puedo representar a mi cultura, soy preparada, tengo educación. Y aunque me expreso en inglés, me gusta identificarme con mis raíces, hablar en español. Lo tomo como una oportunidad de enseñar mi cultura. ¿Qué piensas del ministerio de la mujer? Creo que es bueno. Pienso que tenemos un rol en la iglesia. Siento que somos la conciencia de nuestro esposo. Creo que debemos estar sujetas, pero con voz, con opinión. Tener un rol de soporte pero a la misma vez permitir que hagamos lo nuestro. La dinámica está cambiando.

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