INUNDACIONES DEBIDAS A LA OPERACIÓN O POR FALLAS DE OBRAS HIDRÁULICAS (1)

INUNDACIONES DEBIDAS A LA OPERACIÓN O POR FALLAS DE OBRAS HIDRÁULICAS (1) M A L I N O W , G u i l l e r m o V . (2) 1.- INTRODUCCION Por obras hidráu

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Item 001 001 002 003 004 003 004 001 002 006 001 002 003 004 005 006 007 007 001 002 003 004 005 006 007 008 009 010 011 012 013 014 015 016 017 018 0

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INUNDACIONES DEBIDAS A LA OPERACIÓN O POR FALLAS DE OBRAS HIDRÁULICAS (1) M A L I N O W , G u i l l e r m o V . (2)

1.- INTRODUCCION Por obras hidráulicas se está involucrando a las presas para propósitos múltiples, como ser: control de crecidas, abastecimiento de agua a poblaciones y/o riego, generación hidroeléctrica y turismo y recreación, que se emplazan en los valles de los ríos, así como a las canalizaciones, los terraplenes y el alcantarillado, entre otras, que se ejecutan en áreas de llanura. Si bien las primeras pueden resultar de gran poder destructivo en caso de falla, las últimas, que fuerzan el delicado equilibrio de funcionamiento de los sistemas hidrológicos de llanura, frecuentemente también han provocado graves consecuencias. La interpretación del comportamiento de una cuenca hídrica es uno de los factores que entraña mayor incertidumbre para el diseño y la operación de una obra hidráulica, existiendo siempre el riesgo potencial de que la capacidad de descarga de la obra resulte insuficiente ante el eventual desarrollo de tormentas extremas dentro del área de influencia de la misma. Cuando existen estas obras en los cursos de los ríos pueden presentarse dos escenarios diferenciados de inundación en la zona de influencia de las mismas: el debido a situaciones previstas por los proyectistas y aquel motivado por situaciones imprevisibles, pero posibles de ocurrir, como es su falla. En particular, dentro de las obras hidráulicas, nos referiremos a las presas de embalse para control de crecidas. De acuerdo a la forma y tipo de materiales empleados para su construcción, el último escenario antes descrito puede implicar la destrucción parcial o total de la obra, con las consecuencias imaginables sobre habitantes, propiedades e infraestructura existentes a lo largo del valle fluvial aguas abajo de la misma.

2.- EL RIO EN REGIMEN NATURAL Cada río tiene su régimen hidrológico propio, donde el agua, el lecho y la línea de ribera representan un conjunto indivisible e inseparable de la escorrentía hídrica superficial, que de acuerdo con (2) y (3), se pasan a precisar: Por Lecho, Cauce o Alveo se entiende al conjunto formado por el fondo, su subsuelo inmediato, los bancos y los accidentes del relieve - tales como barrancas y albardones - del río, incluidas las playas hasta la línea de ribera, excluidas las islas. A su vez por Línea de Ribera se entiende a aquella línea posible de definir en el terreno por la cota de nivel a la que llegan las aguas del río durante las crecidas máximas anuales medias (ver Esquema N° 1). Dicha línea de ribera constituye el límite físico entre los bienes del dominio público (lecho, cauce o álveo) y los bienes del dominio privado (ribera externa), tema sumamente controvertido por la forma ambigua con que el Código Civil trata su demarcación. Al respecto podría caber la siguiente pregunta: ¿qué reformas al Código Civil ayudarían a superar las controversias por dicha ambigüedad?. (1)

Relatoría del tema. Jornadas de Debate sobre Riesgo Hídrico, Inundaciones y Catástrofes, Buenos Aires, Argentina, marzo, 2004

(2)

Ingeniero Civil. Especialista en Evaluación y Gestión de Recursos Hídricos. [email protected]

Podría pensarse en una zonificación de la ribera externa en función del riesgo de inundación a que está sujeta, indicándose en el Esquema N° 2 una solución empleada frecuentemente.

Esquema N° 1: Elementos del río en escurrimiento natural

A – A: Cota de nivel correspondiente a un caudal asociado a una recurrencia estimada entre 100 y 500 años, que limita el área inundable; B – B: Cota de nivel correspondiente a un caudal asociado a una recurrencia estimada entre 10 y 25 años, que limita la vía de evacuación de inundaciones; C – C: Cota de nivel correspondiente al caudal que define la Línea de Ribera; A – B: Terrenos del dominio privado con ciertas limitaciones y restricciones de uso en zona con riesgo de inundación; B - C: Terrenos del dominio privado con fuertes limitaciones y restricciones de uso; C – D: Terrenos del dominio público. Posible concesión temporaria de uso sujeta a fuertes limitaciones y restricciones de uso. Esquema N° 2: Delimitación de áreas de riesgo de inundación en régimen de escurrimiento natural

2

3.- EL RIO EN REGIMEN REGULADO Al construirse aprovechamientos hidráulicos con embalses de suficiente capacidad para atenuar las crecidas naturales del río, aguas abajo y como consecuencia del modo de operación de dichas obras, se obtiene que las aguas dejan de inundar - o lo hacen con mucha menor frecuencia - vastas zonas ribereñas antes decididamente afectadas por tales crecidas. Este es un beneficio para el área de influencia, pero no la eliminación de crecidas como muchos suponen, porque los altos niveles en el río continúan ocurriendo con menor frecuencia, es decir recurren en lapsos mayores de tiempo. La falta de definición de hasta donde llega la tierra firme alienta la ocupación de tierras ubicadas por debajo de la cota de nivel que define la línea de ribera, con lo cual se agrava la situación. Jurídicamente el lecho del río no es susceptible de apropiación por particulares en cuanto no medie desafectación por acto formal legítimo del poder público. En el caso de las riberas y tierras contiguas aguas abajo de las presas, por poderse acotar el riesgo de inundación, sería posible su uso mediante un régimen de concesión que incluya medidas de carácter restrictivo en cuanto a su destino, atendiendo a conceptos modernos sobre zonas de ribera. La incorporación de la obra hidráulica, aunque muchos piensen lo contrario, produce un cambio aguas abajo de la misma que no puede considerarse definitivo, en todo caso temporario y susceptible de sufrir modificaciones. Ello se debe a que por cuestiones inherentes con la seguridad de la misma, por avances en el conocimiento de estas obras, etc, con el transcurso del tiempo se pueden formular nuevas pautas para el manejo del embalse que, por ser cada vez más conservadoras, pueden implicar aumentos de las probables descargas hacia aguas abajo, alterando el régimen hídrico. Estas consideraciones obligan a tratar al tramo de cauce aguas abajo de la obra como un elemento distinto del entendido por río, dado que a partir de la puesta en servicio de la obra las aguas dejan de correr de manera natural y continua. Es necesario entonces introducir conceptos nuevos que en general se ajustan más a la realidad, es decir podrá considerárselo a éste como un elemento por donde escurren las aguas reguladas por la obra. Podemos entonces, según (4) y para un ordenamiento del territorio involucrado, proponer dos tipos de zonas de riesgo de inundación (ver Esquema N° 3), a saber: ÿ

La Vía de Evacuación de Descargas Reguladas como la parte de terreno de la ribera donde pueden escurrir tanto las sueltas periódicas de agua para mantenimiento del cauce efectuadas desde una presa de embalse, cuanto las descargas que por su manejo hayan sido estimadas como de una recurrencia de por lo menos 25 años.

ÿ

El Area Inundable por Descargas Reguladas como la parte de terreno de la ribera, incluídas la zona de servicio si la hubiere y la vía de evacuación de descargas reguladas, que el agua puede ocupar debido al manejo de una presa de embalse durante la ocurrencia de eventos extraordinarios.

4.- SITUACIONES PREVISTAS EN EL PROYECTO DE UNA PRESA DE EMBALSE Toda presa de embalse, como parte de su diseño, tiene prevista una política de operación que comprende situaciones normales y situaciones extraordinarias en cuanto al comportamiento del río que ahora tiene por misión controlar. Su capacidad de amortiguación de las crecidas es limitada y por ende, si bien almacena los volúmenes de agua que la misma aporta, debe, a su vez, imprescindiblemente aumentar las descargas para recuperar el “pulmón de amortiguación de crecidas”, para así estar nuevamente en condiciones de soportar el arribo de una nueva crecida.

3

A – A: Cota de nivel correspondiente a un caudal probable de ser descargado por la obra hidráulica asociado a una recurrencia estimada entre 100 y 500 años, que limita el área inundable por descargas reguladas; B – B: Cota de nivel correspondiente al caudal que define la Línea de Ribera; C – C: Cota de nivel correspondiente a un caudal probable de ser descargado por la obra hidráulica asociado a una recurrencia no inferior a 25 años, que limita la vía de evacuación de descargas reguladas; A – B: Terrenos del dominio privado, con ciertas limitaciones y restricciones de uso en zona con riesgo de inundación; B - C: Terrenos del dominio público. Posible concesión temporaria de uso sujeta a ciertas limitaciones y restricciones de uso; C – D: Terrenos del dominio público. Posible concesión temporaria de uso sujeta a fuertes limitaciones y restricciones de uso; Esquema N° 3: Delimitación de áreas de riesgo de inundación en régimen de escurrimiento regulado

Ese aumento de las descargas, que forma parte de la política de operación de la obra y que es una información de orden público, puede provocar anegamientos en las planicies de inundación (riberas externas) y si ello no ha sido contemplado mediante normativa apropiada por autoridad competente, irremediablemente el agua inundará todo lo allí plantado y edificado. Se presenta así una situación de conflicto.

COROLARIO: La forma de operación de un embalse es modificada de hecho debido a las restricciones que el medio impone sobre las descargas hídricas de la obra, para evitar inundaciones en zonas ribereñas ocupadas aguas abajo.

4

Independientemente de las penalizaciones que se apliquen por tal accionar, es la sociedad en su conjunto la que termina pagando el costo de la reparación de los eventuales daños económicos emergentes. El daño moral es difícil de mitigar y nadie puede reparar la pérdida de vidas. Cabría entonces plantearse la reformulación de las pautas de manejo del embalse y la determinación de las nuevas áreas de inundación potencial, o bien la relocalización de los pobladores en peligro con las debidas indemnizaciones en caso de corresponder. Cabría preguntarse entonces: a) ¿Ha evaluado el operador de una presa de embalse el riesgo hídrico que surge de alterar la norma de operación prevista para el embalse? b) ¿Es conciente de esto la autoridad competente local, provincial o nacional? c) ¿Conoce la población potencialmente afectada las consecuencias de estar asentada en una zona con riesgo de inundación?

4.1 La necesaria implementación de zonas de riesgo de inundación El Estado se ve forzado a actuar recurriendo a diferentes programas de ayuda para los damnificados por inundación debida a la operación de una presa de embalse, provocando ello el desvío de aportes económicos que debieran destinarse a otros fines. Es decir, si las reglas estuvieran claras para la comunidad, todo aquel que realiza una actividad en zonas con riesgo de inundación sabría a que atenerse y el Estado, por ende, no tendría que ocuparse para nada de ello. Si las reglas no están claras y los pobladores se asientan en zonas con riesgo de inundación, ante la confusión que se crea frente a una inundación, es el Estado quien tiene que actuar por reclamo de la misma comunidad. La autoridad competente, para aguas abajo de las presas de embalse, debiera definir dentro de las planicies de inundación las zonas de riesgo de inundaciones como por ejemplo las antes propuestas: la vía de evacuación de descargas reguladas y el área inundable por descargas reguladas: Además resulta necesario establecer restricciones de uso en aquellas tierras que son parte del cauce del río (dominio público), y que la operación de las obras hace que se inunden “menos”. Por la modificación del régimen del río impuesta por la obra, aparecen entonces porciones de sus márgenes descubiertas de las aguas por más tiempo que antes de erigirse la obra. En términos generales esos terrenos están dentro del cauce y todo aquel que, interpretando que el río ahora es “más angosto” avanza indebidamente hacia esas tierras demarcando límites, plantando y/ o edificando, lo que está haciendo es usurpación de terrenos fiscales. A su vez lo demarcado, plantado y edificado por los privados en la ribera externa es a su exclusivo riesgo, razón por la cual no tendrían derecho al reclamo. En algunas obras hidráulicas, años después de su puesta en funcionamiento se estudió las áreas de inundación potencial, información que fue volcada en mapas de riesgo de inundación. En muchas otras ello aún no se realizó, desconociendo la comunidad cual es el peligro a que está sujeta. Esta tarea debe ser completada para todas las obras hidráulicas del país y toda obra nueva a construirse debe incluir en su proyecto los mapas de inundación potencial debida a la presencia de dicha obra. Por último y para este tipo de situaciones, debe haber un diálogo fluido entre el operador de la obra y las autoridades locales, para así mantener informada a la población ante eventuales crecidas del río en cuanto a los procedimientos a seguir para mitigar los daños.

5

4.2 El estado dominial de las tierras ribereñas Otro aspecto muy importante es el estado dominial de las tierras ribereñas. Este no puede cambiar cada vez que se erige una obra hidráulica, existiendo ríos en Argentina donde hay más de una en su curso; ejemplo de presas sobre el río Limay: Alicurá, Piedra del Águila, Pichi Picún Leufú , El Chocón y Arroyito, o de presas sobre el río Diamante: Los Reyunos, Agua del Toro y El Tigre. Es decir a medida que se incorpora una nueva obra, mayor es la desocupación del cauce aguas abajo de las mismas. Habría que modificar la situación dominial cada vez. El beneficio de la obra tiene que ser usufructuado por toda la comunidad y no solo por los propietarios ribereños. También una presa puede ser removida o colapsar, y dejar así de funcionar, por lo que tal función de control de crecidas cesará. Ello llevaría a retrotraer la situación dominial a la época anterior a la construcción de la presa, esto es lo que no se ha interpretado adecuadamente en Argentina, puede haber incorporación o desaparición de obras sobre un dado curso de agua. Entonces, causas como las que se mencionan a continuación producen alteración de situaciones reinantes relacionadas con las áreas de inundación potencial, las cuales son suficiente fundamento para pensar en no modificar la situación dominial de las tierras ribereñas: a) incorporación de un nuevo embalse en la cuenca; b) ampliación del embalse por recrecimiento de la presa; c) establecimiento de nuevas normas para manejo del embalse; d) remoción parcial o total de la presa; e) colapso de la presa.

5.- ESCENARIOS DEBIDOS A SITUACIONES IMPREVISIBLES. En este caso se hace referencia a la inundación provocada por una falla en la presa. Tal falla puede deberse a factores que hacen al comportamiento de la estructura que conforma la presa, a una acción sísmica intensa o a eventos hidrológicos extraordinarios. De un relevamiento de casos de fallas debidas a diferentes causas, la que más apareció presente es la resultante de la falta de capacidad hidráulica para afrontar situaciones hidrológicas extremas, lo que en la mayoría de los casos registrados ocasionó el paso del agua por sobre la presa y su consecuente destrucción parcial o total en la mayoría de ellos. En el Cuadro N° 1 se indican los datos obtenidos en el relevamiento antes referido. Una de las conclusiones que suelen plantearse en estos casos es que la situación extraordinaria pudo haber sido subestimada por el proyectista de la obra.

5.1 Crecidas imprevisiblemente altas. Casos Registrados Una pregunta latente en la mente del proyectista de una obra hidráulica es: ¿qué magnitud puede alcanzar una crecida como situación límite superior de una cuenca hídrica?. Resulta al respecto interesante comentar los resultados de un estudio llevado a cabo por diferentes agencias federales de U.S.A. (5), donde a partir de importantes eventos hidrológicos registrados se determinó el porcentaje que representaban respecto de la Crecida Máxima Probable (CMP) de cada cuenca. El trabajo abarcó grandes crecidas observadas en miles de lugares sobre el total territorial de ese país y de 600 casos críticos recogidos se seleccionaron 61 crecidas extremas.

6

Cuadro N° 1 FALLAS DE PRESAS POR SOBREPASO EN EL MUNDO - PERIODO 1935 / 1985 INADECUADA ESTIMACION DE EVENTOS HIDROLOGICOS EXTRAORDINARIOS U OPERACIÓN DEFICIENTE DE LOS MEDIOS DE DESCARGA N° 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52

NOMBRE ALLA SELLA ZERBINO ASHIZAWA BABII YAR BANQUIAO BEAR WALLOW LAKE BISHOP BOLAN BRISEIS BUSHY HILL CAMERON CANYON LAKE CHFAHA CREEK CHITAUNI COTTONWOOD RIVER D.M.A.D. DANTIWADA DHANIBARA EAST FORK ELANDSDRIFT EUCLIDES DA CUNHA EYRIEUX FLORISKRAAL FOZILING FRIAS GALLINAS HANS STIJ. COFFER HEBRON HEIWAIKE HELL HOLE HOWARD HUBACOV HYOKIRI INVERELL IRUKAIKE JANDULA KADDAM KHADAKWASLA KHARAGPUR LA PAZ LAKE BARCROFT LAUREL RUN LEE LAKE LIMOEIRO LOERIE LOWER IDAHO FALLS LOWER MEMORIAL LOWER TWO MEDICINE MACHHU II MARIA CRISTINA MOZITAN MUDDY BAYOU NOPPIKOSKI

PAIS ITALIA JAPON U.R.S.S. CHINA U.S.A. U.S.A. PAKISTAN AUSTRALIA U.S.A. U.S.A. U.S.A. INDIA U.S.A. U.S.A. INDIA INDIA U.S.A. SUDAFRICA BRASIL FRANCIA SUDAFRICA CHINA ARGENTINA U.S.A. SUDAFRICA U.S.A. JAPON U.S.A. U.S.A. CHECOSLOVAQ COREA DEL AUSTRALIA JAPON ESPANA INDIA INDIA INDIA MEXICO U.S.A. U.S.A. U.S.A. BRASIL SUDAFRICA U.S.A. U.S.A. U.S.A. INDIA ESPANA CHINA U.S.A. SUECIA

ALTURA (m)

AÑO DE CONSTR.

AÑO DE FALLA

GRAVEDAD TIERRA TIERRA TIERRA

16 15

1924 1912

100

24

1956

TIERRA TIERRA ESCOLLERA TIERRA TIERRA TIERRA TIERRA TIERRA ESCOLLERA TIERRA TIERRA/GRAVEDAD TIERRA TIERRA/ESCOLLERA TIERRA/GRAVEDAD TIERRA GRAVEDAD CONTRAFUERTES ARCOS MULTIPLES MAMPOST. PIEDRA GRAVEDAD TIERRA TIERRA TIERRA ESCOLLERA TIERRA TIERRA TIERRA GRAVEDAD TIERRA GRAVEDAD TIERRA GRAVEDAD TIERRA TIERRA TIERRA/GRAVEDAD TIERRA

6 15 26 8 6 6 7

1904 1960 1926 1971

10 10 61 21 62 28 59 5 32 61 15 29 18 17 20 67 8 6 16 13 27 88 41 40 24 10 21 13

1936 1960 1969 1976 1974 1974 1958 (OLD) 1957

1935 1956 1961 1975 1976 1982 1976 1929 1982 1982 1972 1970 1968 1969 1983 1973 1976 1976 1975 1977 1979 1981 1970 1957 1977 1942 1951 1964 1982 1974 1961

26

TIERRA TIERRA GRAV/ESCOLLERA TIERRA TIERRA TIERRA GRAVEDAD CONTRAFUERTES TIERRA TIERRA

35 26 15 12 12 26 59 80 7 19

TIPO

7

1938 1970

1938 1910 1975 1913 1949 1964 (OLD) 1940 (OLD) 1932 1957 1879 1956

1913 1972 1920

1972 1962 1958 1961 1961 1976 1972 1977 1968 1977 1981 1976 1969 1964 1979 1962

1966

1973 1985

1913 1917 1966 1958 1971 1914

VICTIMAS FATALES

145 5

237

1

250

MUCHAS 430 40 2

27 2000

Cuadro N° 1 (cont.) FALLAS DE PRESAS POR SOBREPASO EN EL MUNDO - PERIODO 1935 / 1985 INADECUADA ESTIMACION DE EVENTOS HIDROLOGICOS EXTRAORDINARIOS U OPERACIÓN DEFICIENTE DE LOS MEDIOS DE DESCARGA N° 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65 66 67 68 69 70 71 72 73 74 75 76 77 78 79 80

NOMBRE NORWALK ODIEL OGAYARINDO TAMEIKE OHANIBARA OROS OVCAR BANJA PALAGNEDRA RETURN CREEK RINCON DEL BONETE RINCON DEL INDIO SALLES OLIVEIRA SANDY RUN SEMPOR SENACA SHIMANTAN SPITSKOP SWIFT TATER HILL TOCOA TOUS UGAYARINDO UMBERUMBERKA UPPER BOND UPPER CREGAN VAL MARIE XIUWEN XONXA ZGORIGRAD

PAIS U.S.A. ESPANA JAPON INDIA BRASIL EXSUIZA AUSTRALIA URUGUAY ARGENTINA BRASIL U.S.A. INDONESIA U.S.A. CHINA SUDAFRICA U.S.A. U.S.A. U.S.A. ESPANA JAPON AUSTRALIA U.S.A. INGLATERRA CANADA CHINA SUDAFRICA BULGARIA

ALTURA (m)

TIPO TIERRA ESCOLLERA TIERRA TIERRA TIERRA TIERRA GRAVEDAD TIERRA/ESCOLLERA ARCOS MULTIPLES

7 35 19 21 35 27 72 19 30

TIERRA TIERRA ESCOLLERA TIERRA TIERRA TIERRA TIERRA/ESCOLLERA TIERRA TIERRA TIERRA TIERRA ARCO TIERRA TIERRA TIERRA ARCO TIERRA/ESCOLLERA TIERRA

41 9 54

AÑO DE CONSTR.

AÑO DE FALLA

1968 1944 1965 1960 1952 1953

1969 1970 1963 1976 1960 1965 1978

1966 1917 1967 1975 1952 1974 1914

25 17 58 7 6 77 20 41 5 8

1980 1915 (OLD) 1937

49 48 12

1970

1959 1983 1977 1977 1967 1976 1975 1988 1964 1977 1977 1982

VICTIMAS FATALES

1000 24

200

19 37 40

1955 1982 1971 1952 1972 1966

96

Los resultados se muestran en el Cuadro N° 2, donde se puede apreciar que el 15 % de tales crecidas alcanzaron valores de caudal próximos a los evaluados como respuestas límites de las cuencas. Ello indica la necesidad de aceptar que, aunque sea poco probable, tales eventos pueden presentarse en alguna oportunidad.

Cuadro N° 2 INVESTIGACIÓN EFECTUADA EN U.S.A. SOBRE 61 CRECIDAS EXTREMAS Porcentaje del caudal crítico respecto del pico estimado de la CMP

Número de eventos registrados

81 – 100

9

61 – 80

13

≤ 60

39

8

5.2 Algunos escenarios de fallas ante la ocurrencia de crecidas extraordinarias a) Una primera crecida de magnitud dentro del rango previsto ocurre con el embalse en cota de espera (nivel mínimo durante la época de crecidas) y lleva a éste a una cota superior no critica aún. Se programa su desembalse de acuerdo a lo previsto y ocurre una segunda crecida en el río, que aporta nuevo volumen al embalse. Se estará frente a una situación de emergencia que puede obligar a decidir la apertura de las compuertas que pudiera llegar eventualmente hasta el máximo, con lo cual se puede generar una crecida artificial superior a las naturales registradas, o bien no ser suficiente esta decisión, que de todas formas implicará una inundación desastrosa aguas abajo, y llevar al embalse a una cota inadmisible con la seguridad de la presa. b) Se controla una crecida de magnitud dentro del rango previsto y por conflictos con ribereños de aguas abajo no se puede descargar el embalse al ritmo aconsejado por el proyecto. Hay poco pulmón amortiguador entonces y ocurre una segunda crecida de magnitud similar, se alcanza rápidamente la cota de seguridad del embalse y la situación se hace incontrolable, pudiendo ser superada la cota de coronamiento de la presa en los instantes siguientes. c) Ocurre una crecida de magnitud dentro del rango previsto pero no se respetó la política de operación del embalse (por ej: para mantener salto máximo a los fines de optimizar la generación eléctrica), no se dispone de suficiente colchón amortiguador de crecidas y el nivel del embalse eventualmente asciende hasta superar la cota de coronamiento de la presa. d) Por falta de un mantenimiento preventivo apropiado en los equipos hidroelectromecánicos (compuertas, mecanismos de izaje, fuentes alternativas de provisión de energía, etc.) no pueden utilizarse adecuadamente éstos durante la ocurrencia de una crecida de magnitud similar a la prevista y el embalse asciende hasta cotas incompatibles con la seguridad de la presa, pudiendo en ocasiones producirse la falla. e) Ocurre una crecida de magnitud superior a la prevista en la etapa de proyecto, resulta insuficiente tanto el volumen destinado a la amortiguación de crecidas como la capacidad de descarga de los medios de evacuación (vertedero, descargador de fondo, etc.). El nivel del embalse asciende hasta cotas incompatibles con el proyecto y se produce el sobrepaso de la presa.

5.3 Generación de crecidas críticas artificiales El vertedero de una obra hidráulica es proyectado y construido para poder descargar por el mismo la crecida de diseño adoptada, evento hidrológico teórico nunca registrado antes en el río. Puede haber situaciones de emergencia en la obra que obliguen a adoptar decisiones de operación tendientes a un vaciado razonablemente rápido del embalse frente a la posibilidad de que la presa colapse por alguna causa. Si se produce la apertura a valores críticos de las compuertas, sea ésta por maniobra programada o por acto involuntario del hombre como ha ocurrido en ciertas oportunidades, se habrá generado artificialmente una onda de crecida hacia aguas abajo de la obra con consecuencias que pueden llegar a ser desastrosas en el área de influencia. Este hecho, que tiene muy baja probabilidad de ocurrir, es importante que sea conocido por la comunidad.

5.4 Probabilidad de ocurrencia de crecidas extremas durante la vida útil de una presa Como la vida de una presa se admite puede ser de varios siglos, la probabilidad de que durante dicho tiempo ocurra una o más veces una crecida igual o superior a la adoptada en su proyecto puede apreciarse en el Cuadro N° 3. Admitiendo que hay presas en Argentina que podrían haber sido proyectadas para controlar una crecida milenaria (tiempo de retorno 9

de 1.000 años), del cuadro surge que tal evento hidrológico extremo tiene 10 chances sobre 100 de ocurrir al cabo de un siglo de existencia de la presa, hecho sobre el cual debe meditarse profundamente.

Cuadro N° 3 PROBABILIDAD (%) DE QUE UNA CRECIDA CON PERIODO DE RETORNO DADO OCURRA UNA O MAS VECES DURANTE LA VIDA UTIL DE UNA PRESA VIDA UTIL ESPERADA DE UNA PRESA (años)

PERIODO DE RETORNO DE UNA CRECIDA (años)

50

100

200

300

400

500

1.000

100

39

63

87

95

98

99

99

500

10

18

33

45

55

63

86

1.000

5

10

18

26

33

39

63

10.000

0.5

1

2

3

4

5

10

5.5 Criterios para la elección de crecidas de diseño Teniendo en cuenta lo antes apuntado, existe consenso a nivel mundial para adoptar criterios de diseño de presas cada vez más conservadores. Al respecto, si bien para la década del ’50 era usual adoptar como crecida de proyecto aquella de recurrencia milenaria, las recomendaciones más recientes apuntan a adoptar la CMP o una fracción de ésta según tamaño y riesgo de la obra respecto de los asentamientos poblacionales ubicados aguas abajo de la misma. Comparando las recomendaciones de algunas entidades de prestigio internacional y de agencias especializadas en el tema reconocidas internacionalmente, se concluye que cuando la condición de riesgo de presas de tamaño intermedio a grande es “alta”, la mayoría se inclina por adoptar directamente la Crecida Máxima Probable (CMP) como crecida de proyecto. Entre tales instituciones pueden citarse a: − International Commission on Large Dams (12); − Ad Hoc Interagency Commission on Dam Safety of the Federal Coordinating Council for Science, Engineering & Technology, U.S.A. (6); − American Society of Civil Engineers, U.S.A. (13); − Institution of Civil Engineers, Gran Bretaña (7); − Federal Energy Regulatory Commission. U.S.A. (12); − Army Corps of Engineers, U.S.A. (12); − Nuclear Regulatory Commission, U.S.A. (12); − Tennessee Valley Authority, U.S.A. (12); − Bureau of Reclamation, U.S.A. (12); − Interagency Commission on Dam Safety, U.S.A. (12); − Agencias Estatales de Arizona, California, Colorado, Illinois, New York y Ohio, U.S.A. (12); − Alberta Dam Safety Board, Cánada (10); − British Columbia Hydro, Cánada (9); 10

Algo más permisiva es la recomendación del Comité Australiano de Grandes Presas (8), el que para condición alta de riesgo recomienda elegir como crecida de diseño un caudal situado entre el correspondiente a la crecida de recurrencia decamilenaria y al de la CMP. En cambio la reglamentación finlandesa (11), de sanción en los años ’80, y para la particularidad de ese país con presas de poca altura, acepta seleccionar un evento menos extremo que los antes citados, ya que recomienda considerar un caudal ubicado entre las crecidas de recurrencia 5.000 años y 10.000 años, que igualmente dan resultados de significación. Cabe mencionar que la condición de riesgo “alta” de una presa es cuando se prevén pérdidas de vidas en áreas aguas abajo típicamente inundables, incluyendo comunidades u otro tipo de desarrollos importantes. En cuanto a pérdidas económicas e impactos sociales y del medio ambiente, se considera que esta condición implica pérdidas económicas tales como posibles daños de significación a comunidades, emprendimientos industriales, comerciales o agrícolas, carreteras, caminos principales, vías férreas principales, importantes servicios u otras presas de aguas abajo.

5.6 Estado de situación en Argentina En nuestro país hay 110 grandes presas, muchas de las cuales ya tienen una antigüedad importante. En el Cuadro N° 4 se indica la cantidad de presas argentinas por titular del dominio y en el Cuadro N° 5 se puede apreciar la cantidad de presas en funcionamiento en nuestro país en función de su antigüedad.

Cuadro N° 4 PRESAS EN TERRITORIO ARGENTINO TITULAR

CANTIDAD

Nación Argentina

27

Provincia de Buenos Aires

3

Provincia de Catamarca

9

Provincia de Córdoba

25

Provincia de Jujuy

4

Provincia de La Rioja

8

Provincia de Mendoza

5

Provincia de Misiones

1

Provincia de Río Negro

2

Provincia de Salta

4

Provincia de San Juan

5

Provincia de San Luis

10

Provincia de Tucumán

4

Prov. de Río Negro y Neuquén

1

Prov. de Río Negro y La Pampa

2

TOTAL

110

11

Cuadro N° 5 CANTIDAD DE PRESAS ARGENTINAS EN FUNCION DE SU ANTIGUEDAD ANTIGÜEDAD (años)

CANTIDAD DE PRESAS

≥ 70

4

≥ 60

13

≥ 50

25

≥ 40

42

≥ 30

64

Si admitimos que estas presas pudieron haberse proyectado del orden de 10 años antes de su puesta en servicio, es dable pensar que la mayoría se diseñaron con escasa información sobre el comportamiento de los ríos en los que fueron erigidas. Disponiéndose de registros posteriores de tales ríos por 50 años posteriores o más, en varios casos, y contando con nuevas metodologías para la estimación de la magnitud de eventos hidrológicos críticos, resulta imperioso efectuar una revisión del riesgo hídrico a que están sujetas una gran parte de las presas en funcionamiento en nuestro país, sea por su antigüedad como por haber sido diseñadas en su momento con información hidrológica insuficiente. No solo es menester realizar los estudios sino luego adoptar las medidas necesarias para restituir el nivel de seguridad de la obra compatible con la magnitud e importancia de la zona donde está inserta la misma. Cabe mencionar que ante la falla de una presa se está frente a una circunstancia desastrosa, con vaciado abrupto del embalse que genera una onda de crecida, devastadora en la mayoría de los casos, donde si no existen medidas preventivas y planes de acción ante este tipo de emergencia hídrica, se puede esperar un gran número de víctimas y pérdidas significativas en las propiedades, infraestructura y producción. En este sentido y desde el punto de vista del ordenamiento territorial de las riberas externas a un río cabría hacerse la siguiente pregunta: ¿cómo se podría delimitar zonas de riesgo de extensión más amplia que pueda contemplar esta potencial circunstancia adversa?

6.- NÚCLEOS URBANOS EN RIESGO HÍDRICO POTENCIAL POR FALLA DE PRESAS En lo que sigue, en función de encontrarse aguas abajo próximos o muy próximos a aprovechamientos hidráulicos de diversa magnitud y edad, se indican casos de núcleos urbanos que están sujetos a niveles de riesgo alto por fallas en la operación u ocurrencia de (*) incidentes o accidentes que puedan presentarse en la estructura de tales obras .

(*)

Los datos de población fueron extraídos del Censo Nacional de Población 2001.

12

6.1 Ciudades de Neuquen y Cipolletti Representa un conglomerado de 290.000 habitantes, seleccionado fundamentalmente por las consecuencias de fallas en la operación o la ocurrencia de incidentes o accidentes que puedan presentarse en la presa El Chocón (edad: 30 años), cuyo embalse almacena 20.000 hm3 y se encuentra sobreelevado 100 m por sobre tales ciudades. Esta presa está ubicada sobre el río Limay a 80 km aguas arriba de la ciudad de Neuquen. A 30 km aguas abajo de dicha obra se encuentra la presa de Arroyito, y entre ésta y las ciudades en cuestión se localizan dos pequeñas ciudades, Senillosa y Plottier (30.000 habitantes). Por el río Negro, es decir aguas abajo de la ciudad de Cipolletti, se encuentran en riesgo además las ciudades y localidades de Gral. Fernández Oro, Allen, Contralmirante M. Guerrico, J. J. Gómez, Gral. Roca, Padre A. Stefenelli, Cervantes, Mainqué, Ing. Huergo, Godoy, Villa Regina, Ing. O. Krause, Chichinales, Valle Azul, Chelforó, Chimpay, Belisle, Darwin, Choele Choel, Luis Beltrán, Lamarque, Pomona, Gral. Conesa, Guardia Mitre y Viedma, que suman una población total de aproximadamente 210.000 habitantes. También el riesgo puede provenir por fallas en la operación del Sistema Cerros Colorados (edad: 30 años), que aprovecha las aguas del río Neuquen, o por la ocurrencia de un evento natural extraordinario, tal como la Crecida Máxima Probable, cuyo caudal de pico estimado en sucesivas revisiones, supera la capacidad de los órganos de descarga de las obras que integran dicho sistema. Aguas abajo del Sistema Cerros Colorados se emplaza el dique Ing. Rodolfo Ballester (edad: 75 años) cabecera del importante sistema de riego del Alto Valle y están ubicadas las localidades de Añelo, San Patricio del Chañar, Villa Manzano, Barda del Medio, Vista Alegre Norte, Vista Alegre Sur, Contralmirante Cordero, Ferri y las ciudades de Centenario y Cinco Saltos. De avanzar una onda de crecida por el río Neuquén, ésta impacta a todas las poblaciones antes mencionadas, salvo las de Senillosa y Plottier.

6.2 Gran Córdoba Por ser un mega conglomerado urbano, cuenta con una población estable cercana a 1.400.000 habitantes, constituye un caso de riesgo alto por las consecuencias que podría entrañar fallas en la operación o la ocurrencia de incidentes o accidentes que puedan presentarse en la presa San Roque (antigüedad en servicio: 60 años), obra ubicada sobre el río Primero a 25 km aguas arriba de la ciudad de Córdoba, curso de agua que la atraviesa.

6.3 Gran Tucumán Involucra además del Gran Tucumán (740.000 habitantes), a las ciudades de Termas de Río Hondo y Santiago del Estero (350.000 habitantes), que en conjunto conforman una población de poco más de 1.000.000 de habitantes, las que pueden resultar impactadas por fallas en la operación o la ocurrencia de incidentes o accidentes que puedan presentarse en la presa de El Cadillal (edad: 37 años). Por efecto en cadena, una onda de crecida que salga de la presa de El Cadillal o de la presa Escaba impacta a la presa de Río Hondo (edad: 35 años). La presa El Cadillal, ubicada sobre el río Salí y con 275 hm3 de agua almacenados impacta primero sobre la ciudad de San Miguel de Tucumán, que dista 20 km de la misma y luego sobre la presa de Río Hondo, que almacena 1.740 hm3 y está ubicada 80 km aguas abajo de aquella ciudad. Esta última se localiza inmediatamente aguas arriba de la localidad de Termas de Río Hondo. El río Salí sigue luego con la denominación de Dulce y cualquier onda de crecida que se genere en dicho dique impacta sobre la ciudad de Santiago del Estero.

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6.4 Ciudad de San Juan La existencia de la presa de Quebrada de Ullum (edad: 22 años), ubicada sobre el río San Juan, y con un almacenamiento de 440 hm3 fue seleccionada por encontrarse en una zona de alto riesgo sísmico y las consecuencias por fallas en la operación o la ocurrencia de incidentes o accidentes que puedan presentarse en la presa impactan sobre la ciudad de San Juan, que con una población cercana a 420.000 habitantes dista a solo 19 km de la obra. 6.5 Ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca La ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca, con cerca de 170.000 habitantes tiene aguas arriba la presa Las Pirquitas (edad: 42 años). Distando 29 km de la ciudad, esta presa de 71 m de altura almacena un volumen de agua de 75 hm3 . 6.6 Ciudad de La Rioja La presa Los Sauces (edad: 72 años), está enclavada en el valle del río Los Sauces a 18 km. de la ciudad de la Rioja. Esta obra de 64 m de altura y 26 hm3 de capacidad de embalse, por su edad y nivel de mantenimiento pone en riesgo a una población cercana a 140.000 habitantes. 6.7 Valle Inferior del río Chubut En el valle inferior del río Chubut, a 80 km, en promedio, de las ciudades de 28 de Julio, Dolavon y Gaiman (7.000 habitantes) esta ubicada la presa Florentino Ameghino (edad: 40 años), obra de 113 m de altura que almacena un importante volumen (2.050 hm3). En el derrotero del río hacia la desembocadura en el mar aparecen las ciudades de Trelew y Rawson (110.000 habitantes) que también se encuentran en riesgo potencial por fallas de operación o incidentes o accidentes en la citada presa, dado el volumen de agua retenido a más de 150 m sobre tales ciudades. 6.8 Ciudad de San Rafael En el año 2002 se declaró la emergencia en grado uno de la presa Los Reyunos sobre el río Diamante (edad: 23 años) como consecuencia del comportamiento anómalo de la estructura detectado por los instrumentos de auscultación. Esta es una presa de tierra de 131 m de altura que almacena un volumen de agua de 260 hm3. La ciudad de San Rafael, que cuenta con una población de 100.000 habitantes, se encuentra ubicada aguas abajo de un conjunto de presas emplazadas sobre los ríos Atuel y Diamante, que además de la antes señalada, lo conforman las de El Nihuil, Valle Grande, El Tigre y Agua del Toro. 6.9 Gran Mendoza Este caso, de riesgo moderado, fue seleccionado por interesar el tratamiento dado a la problemática de los torrentes generados por tormentas extremas de verano en zonas de fuerte pendiente. En este caso las mismas son atenuadas por las presas emplazadas en los ríos Papagayos, Frías y Maure, que almacenan el agua precipitada. Tales obras están ubicadas inmediatamente al oeste de la ciudad de Mendoza, que cuenta con una población de 850.000 habitantes, y la falla del dique sobre el río Frías, desastre ocurrido en enero de 1970, provocó 26 muertos (información oficial), 2 puentes caídos, más de 1.000 evacuados, cientos de personas sin hogar y más de 1.000 automóviles dañados, entre otras consecuencias.

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7.- PANORAMA SOBRE JURISDICCIONES E INSTITUCIONES COMPETENTES A continuación se resume una aproximación de los diferentes organismos y empresas con diferente grado de responsabilidad que estarían involucrados para actuar ante las emergencias hídricas debidas a la operación o por fallas en las obras hidráulicas que pudieran registrase en los núcleos urbanos indicados en el punto 6. Por los sucesivos cambios políticos, los nombres de las instituciones van variando, razón por la cual algunos nombres pueden diferir de la denominación actual. El intrincado tejido que se observa representa una limitación muy fuerte para poder lograr un desempeño eficiente y eficaz. Esto está mostrando la impostergable tarea de coordinación interjurisdiccional que se requiere. Caso 6.1: Dirección Provincial de Defensa Civil de Neuquén; Dirección Provincial de Defensa Civil de Río Negro; Autoridad Interjurisdiccional de las Cuencas de los Ríos Limay, Neuquén y Negro; Organismo Regulador de Seguridad de Presas - Comahue; Municipalidad de Neuquén; Municipalidad de Cipolletti y alrededor de otras treinta emplazadas a lo largo de los ríos Limay, Neuquén y Negro; Hidroeléctrica Alicura S.A., Hidroeléctrica Piedra del Águila S.A., Hidroeléctrica Pichi Picún Leufú S.A., Hidroeléctrica El Chocón S.A. e Hidroeléctrica Cerros Colorados S.A. Caso 6.2: Dirección Provincial de Agua y Saneamiento de Córdoba; Dirección Provincial de Defensa Civil de Córdoba y Municipalidad de Córdoba. Caso 6.3 Dirección de Irrigación de Tucumán; Administración Provincial de Recursos Hídricos de Santiago del Estero; Dirección Provincial de Defensa Civil de Tucumán; Dirección de Defensa Civil de Santiago del Estero; Organismo Regulador de Seguridad de Presas - NOA; Municipalidad de San Miguel de Tucumán; Municipalidad de Río Hondo; Municipalidad de Santiago del Estero; Hidroeléctrica Tucumán S.A. e Hidroeléctrica Río Hondo S.A. Caso 6.4 Dirección de Recursos Energéticos de San Juan; Dirección de Defensa Civil de San Juan; Organismo Regulador de Seguridad de Presas - Cuyo; Municipalidad de San Juan e Hidrotérmica San Juan S.A. Caso 6.5 Administración de Aguas de Catamarca; Dirección Provincial de Defensa Civil de Catamarca y Municipalidad de San Fernando del Valle de Catamarca. Caso 6.6 Administración Provincial del Agua de La Rioja; Dirección Provincial de Defensa Civil de La Rioja y Municipalidad de La Rioja. Caso 6.7 Subsecretaría de Recursos Hídricos del Chubut; Dirección Provincial de Defensa Civil del Chubut, Organismo Regulador de Seguridad de Presas - Patagonia; Municipalidad de Trelew; Municipalidad de Rawson; Municipalidad de Dolavon; Municipalidad de Gaiman; Sociedad de Fomento de 28 de Julio e Hidroeléctrica Florentino Ameghino S.A. Caso 6.8 Dirección General de Irrigación de Mendoza; Dirección Provincial de Defensa Civil de Mendoza; Organismo Regulador de Seguridad de Presas - Cuyo, Hidroeléctrica Diamante S.A., Hidroeléctrica Nihuil S.A. y Municipalidad de San Rafael. Caso 6.9 Dirección General de Irrigación de Mendoza; Dirección Provincial de Defensa Civil de Mendoza; Municipalidad de Mendoza¸ Municipalidad de Las Heras, Municipalidad de Guaymallén y Municipalidad de Godoy Cruz.

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Documentación consultada (1) “La Seguridad de Presas Existentes durante Crecidas Extraordinarias”; MALINOW, Guillermo. V., Segundo Seminario Argentino de Grandes Presas, Buenos Aires, octubre de 1990. (2) "Estudio sobre Línea de Ribera"; CANO, Guillermo J. y otros, Consejo Federal de Inversiones, Buenos Aires, 1988. (3) "Prevención de Inundaciones y Control de los Cuerpos de Agua - Proyecto de Ley”, H. Senado de la Nación, 1992. (4) “Las riberas aguas abajo de Presas de Embalse. Situación jurídica e iniciativas para su necesario ordenamiento”; MALINOW, Guillermo V., Segundo Encuentro Nacional de Seguridad de Obras Hidráulicas y Protección Pública", Mendoza, noviembre 1993. (5) “Decisión Process Elements to Selecting Solutions for Hydrologic Deficiences at Existing Dams”; PARRET, N.F., 16° Congreso de la Comisión Internacional de Grandes Presas, San Francisco, CA, USA, 1988. (6) “Safety of Dams – Floods and Earthquake Criteria”; Committee on Safety Criteria for Dams, National Academy Press, Washington, D.C., U.S.A., 1985. (7) “Floods and Reservoir Safety: an Engineering Guide”, Institution of Civil Engineers, Londres, Gran Bretaña, 1989. (8) “Guidelines on Design Flood for Dams”, Australian National Committee on Large Dams, Australia, 1986. (9) “Derivation of Design Floods for Hydro Projects in Pacific Canada”, KARTA, Bijou C.V., 16° Congreso de la Comisión Internacional de Grandes Presas, San Francisco, CA, USA, 1988. (10) “Alberta’s Dam Safety Program – Canada”, HURNDALL, B.J., Hydro Review, abril 1989. (11) “Dam Safety Code of Practice”, national Board of Waters and Environment, Helsinki, Finlandia, 1987. (12) “Safety of Dams – Flood and Earthquake Criteria”, Committee on Safety Criteria for Dams, National Academy of Sciences, Washington, D.C., 1985. (13) “American Society Of Civil Engineers, Task Committee on Spillway Design Flood Selection”, U.S.A., 1987.

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