Story Transcript
LA SANT A EIJ3LIA
J}
LAS Sl\GRADAS E&tJRITURA8
Pr ••'t,proteatAnt'
trar
-2114. Pen1úncme, s2fior Pratt, toda esta digresion y lo demas que le !liga contml'io :í. lo C]lleuste:, no el'a el mirar á. esta de bronce, sinó la confianza que rOllian en la bondad de Dios mirundola. Y así esta no era mas que una señal; qlle les mostraba la intcnciou y la accion de Dios para curado!>. Qué otm cosa es esta, pl'e~nnto )'0, l!ino una indulgencia concedida por la pena tempom[ debid(~ por el pecado t 27. Qué se deduce de 10 expnesto sobre las indulgencias? Esto: 1.0 Que la indulgencia no es la promesa absoluta de la vida eterna, sino el pel'don de penas temporales rmadOl' se unió U-£o]alllpadio, cum de Basile;], religioso quc :íntcs habia edifi('ado pOI' Sil tierna picdad. Sus cartas á Emsl1lo en que habla sobre las dulzuras qlle experimentaua en la oraeion al pié del crucifijo, IWllcban demasiado la illseguri(!acl en que el llOlDbrc sc halla soùrc sí mismo y la razan ron que dijo san Pablo: el que está en pié tema, no caiga, Eu
-32StrnshUl'go se levo.nt6 el dominicano Martin Bucero. Osiandro en Prusia y Cal vino en Francia. Ell otros varios paises fueron levDutiÍnrIose rcformarlol'cs, todos contra la Iglesia católica, aunque divCljcntes en puntos de fé ( esto es, en men udencias, segun el sd'lor Pratt); pentillo eontra Sil prehdo que lo h?l.>ia dcstituido de sns heneficios pal' ]a desmesurada codicia con qne traficaba con la religion, se habia nnido con Jas cismáticos. Este maJvado sugil'Í6 al rey tan diabólico plan, y con é\ consigui6 Jo que ántes llu habia po(lido, pOI'que muchos de Jos mismos eclesiásticos y aUIl algunos ouispos de Jos qne ántes habían resisti(lo al rey, cedieron pOL' rI interes (le Jas l'asionf's y sc Iticiel'on ci"m,hicos. 41. Lutero segnia cn Alemania cada vez mas altivo y orgulloso al versc jefe de la ['e(H'ma y eun tin ¡ml,tidl) qlle por todas pal'tes convenía en g"itar contra los JH'ctelldidus ahuso;; de la Iglesia Rumana, Cmla día Jlublieaba nnevos esel'itos, aunque hasta allí a/eetaha rl'speto pOl' la autoridad pontincia cnyo:; le· gados trabajaban para l"errIlador con Ana de Clevcs, q ne le acol\lod6 \lOCO, por cuya callsa lo di vorció d Arzohi~po Cranmpr (este sí que será lIU Pablo de los que dice el scl'ior Pratt!), á los sipte meses en virtnel del poder que teuia como 8Uec.~OI'de los ap6slole.~. El I'CY habia pucsto ya Jos ojos en otra mujer con quien se casó. Esta fué Catalina Howard, dc f]uien se di\,ol'ció por los mismos trámites, y ú quien hizo llevar III cadalso por infilllidarlconyugal, con todos los dc su [¡lInilin. LUl'go se casó con Catarina Part'. No sc casó COliotras porquc la muel'te no dió luga\' pam ello fi este.J úpiter inglés, fuudador y jefe de la. Iglesia anglicana; Iglesia que jamas habria existido en el mundo, sin el acaso de haberle gnstado á ese rey las carnes de una mnjer. Qné lo niegnen los ap6stole;; anglicanos! 53. ¡Oh! Y son los hijos d8 esta Iglesia 105 qnc vienen il enseflarnos la pUI'a 7'eli,gion del Evangelio! Este rey habia mereeido del Papa el título de dPjenso¡' de lajc cuando impngn!) las doctrinas qne dl'slHles abraz6 por cansa de su lubricidad; y con todo, consel'vó este títu lo glol'ioso rle;;pucs (]c sepura(l() de la Iglesia, cs dccir, despncs de hauer rlesbaratallc 10 qne h"bia hecho para m'~rceerlo; aun lo ('O'lservan hasta ci dia de hoy sns 8nCeSOl'e;;,no 6hstante sns teólog'os quiso ptesental' allte la far. del mundo el rjcmplo de IIlla órdell prácticamente :~justa(la al espíritll católico, pala hacer ver que los excesos de los religiosos que tanto escandalir.aban y haeian valer los herejes no consistían en las instituéione'l mismas ni mucho ménos en el espíritu del catolicismo, sino ántes fim' el contl'ltl'io, en la f¡dta de este espíritu. Esta órden se hizo acreedora á fa estimacion de los Papas, y de los príncipes qlle tenian intel'cs por la cansa de la Iglesia, Pcro esta 'misma circunstancia suscitó rivalidailes que nn debieran haber tenido lugal' ja. mas ~ntl'e los hijos (le una misma rna(ll'C; rivalidades qlle,muehlls veces han uniùo á los mislllos ministros de la Iglesia con sus enemigos, para dal'les un triunfo que, conseguido sobre 18 Jesuitas, siempre se ha completado sobre los auxiliadores.
-39GG. En fin, Lntel'o no cesaba de Janzar sus cscl'itos por todas p~ll'tI'Sy la hcrcjía lHleia est1'Hgos. Era indispensable la ¡'cnition de nn COllcilio general y Val"jo!"príneipes :i Hna ,"oz cusi eon todos los prelados clamaban por esta medida. El Em}leracl()l' Cárlos V principalmente, fué el qlle determinÓ al Papa Panlo III a convocar el Concilio, que se reunió en Trento el dia 13 de diciem ore dc 1.')45. 57. Lutcro, quc siemprc proce(lia de mala fe, primero 11Ilbia ofrccido cedor Ú la ra7.0n, siempre que sc le probase quc estaba en erraI". Se Jo prohó Ed;;:ins, y sigui6 en SIlS errores. Dcspues apeló al Pupa ofreciendo sometersp {¡ su decision; decid i6 el Papa en eontl'a suya y sigui6 en SIlSerrores despreciando la decision il qne hahia ofrecido someterse. Despllt's de esto habia apelado al Concilio gcne1'Hl; mas apénas !'e reuni6 en l'l'enta enando cmpezó ú escribir contra el Concilio, ci cllal condelló sus doctrinas, jns de Zuinglio y Calvino, cuyos sectarios tambien se haLian pronunciado abiertamente contra los primeros netos de la. asamblea. E¡;te Conc:lio ecuménico ha siùo (le los mas respetablcs de la Tglesb por su número, pOI' la caliùad de las personas que lo compnsieron y por la Haùidllrfa, pl'lldcncia y eireunspeccion q Ile marcaron teeIos !'us actos. Los protestantes todos flleron llamados ú ]a Asamblea por medio dl' salvos conductos expeclido'! eon to(las las garantías y sC'glll'idades Ileeesar:as para cuantas personas qllisicran asisti ••á las sesiones de eualquiel'a clase y estado (lue fuc/':lll, dámlolcs partieipaeion en Jas cucstiones. DC les concedia ademas cn los !ialvos conductos que nOI11br:Jscn jueres de entre olios mismos pam que no tuvirscn qllc ver ni ;lcsiabajo pella Je excotlluniun. San J'ai,la escribe á los Te,;aloniecnSJS: "Ex-aminndlo todo y alll'uza.1 lo quo es Gucno." r. 'Iesa]on-Îcenses Y. 21. Y San Juall :í. tOllns los cristianos: "Cal'Ísimos, no quemis crcer á todo espíritu, mas probad los espí1'Ïtus si f;on de Dios: porquc ~IUClIOf; F"\1.SO:-; 1'¡:OFE'f-,\S se han lcmntaclo en el mundo." l. Sau J tiall IV. 1 Y 2. San Agustin dice, ell ci libro do la verdadera religion (c. XXIV. L. c.) : "1.iA ACTOHIDADl'IDE FE Y prepara Pl hombre á la razoll. La r(l.zon lleva al entendimiento y al conocimicnto; aUlll}lle lr~m::on no dC8ainpw'a (Í la auto¡'idad cllando se consillera á quien se ha (le creer." No ménos ilustre es el siguiente ]lIg~r dcI mismo Santo:
* Si ci seiior Pratt nos replica; \'erificumo5 105hechos y los ilustrullJos COli la historia. G
-42" L4JOS de nos~tros, dice, el creer de tal modo que no recibamos 6 busquemos la razon; no pndiendo ni ann Ci'eel' si no tuuifl'a1noS almos 1'acionale.TUDIO DE LAS DlVI~A~ EscnrrunAS hccho con humi ldad (y esta es la ensefianza de la Igler;ia católica: no hay ulla prohibicion absoluta de leer 6 estudiar l~ Biblia, corno 8e empeilan cn aseverarlo los encmigos dc ella, sino una prevision necesaria para que los lectores se pt'cservcl1 dc errores) j pero cI que lo haec por curiosidad, y con ánimo de peuetrar los divinos mistcrios, qncdar!l deslumbrado, caeri en errores, y será oprimido de la Majestad de Dios. Y qué otra cosa es el racionalismo absoluto, sino el error jado del arJot' que algunos da sus feligr~ses mostraPu\l'Poi: la leceion 'eflor mISIOnero, que no debe haber rczos ni templos. Ah! dirán,
-56los ']LIC han d('scuidado arrendeI' siqn~ra los primeras rudimentos .je l'eli~ion y al mismo tiempo se Pl'eeian de filósof¡)s y sahio, cn religion y materias, eelesi{¡sticas, este ministro sí nos ensUla uien la l'eligion, este sí sahe la doctrina de ,Jesucristo. Est.: sí cs ilustrado! dirán en alt3 voz; no como los clérigo:.; ignorantes, fill1iiticm, intolerantes é hipócritas (y á la vez no saben lo· que es f:tn;¡ti::imo ni intolcrancia ni hipocrC'sía) que no sirvcn sin de~'htorbo al progreso y á la ci vilizacion. En fin, por no cUnsar á los lectHl'es, anuncie ustell que 110 hay que haecI' penitclleia y que el hombre deue usar de todas "us fiwultades sin rest¡'iccion y sill inm·)lar llingnll:1" sobre las ams de.sapiadadas de la decantarIa "unidad de la Iglesia ", como dice usted. Ay! j Qué himnos, qué elogios, qué loores nO le tl'ibutarÚn los raeionali.3tas, los panteistas, los deistas, los comunistas, los socialistas, los ateos !! en fin, todos lOf:srcnnccs del cnor pOl'que con semnernigo de que se Jea, Concluyente, El Cnl'U del SOCOITOcxcita á qne se Huscriban los habitantes de esa ciuùad :.t la empresa del Heñor Vanghan, luego no quiere tccl,seflol', la franqucza con que le digo estas cosas; y creame, qne para usted, y pal'a sus feligreses, de¡;eo las IDC'joresucndicionc~ del ciclo, mediante el conocimiento y la. * (El texto del lugar citado dice a,í : "¿ Pue.q 'l\l~ haré? Oraré con el espíritu, oraré tarnhien con la mente: Cantaré con el espfrirn, cantaré tambien stndoIn manera clara .Y terminante C0n 'lile .1(·sncristo iw;titnyÚ la s:lÇ!;radnEllc~lristía coma 1I0S la rdkrcn Jos J.:vangclistas y lo coÙfirm:l ci A pústol Cil S\l carta Ii los Corintios; 1'~6i()n. Dl Di/ector cle lu. Imprenta.