JALCAS Y PUNAS DEL PERÚ: INSTITUCIONES Y ACCIONES EN BENEFICIO DE COMUNIDADES Y ECOSISTEMAS ALTO ANDINOS

EL GRUPO EN PÁRAMO/ JALCAS Y PUNAS DEL PERÚ EL GRUPO EN PÁRAMO/ JALCAS Y PUNAS DEL PERÚ: INSTITUCIONES Y ACCIONES EN BENEFICIO DE COMUNIDADES Y ECOSI

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EL GRUPO EN PÁRAMO/ JALCAS Y PUNAS DEL PERÚ

EL GRUPO EN PÁRAMO/ JALCAS Y PUNAS DEL PERÚ: INSTITUCIONES Y ACCIONES EN BENEFICIO DE COMUNIDADES Y ECOSISTEMAS ALTO ANDINOS

Jorge Recharte (IM); Luis Albán (GPP); Roberto Arévalo (IM); Enrique Flores (GIP); Luis Huerta (CIDIAG); Miguel Orellana (CIDIAG); Luis Oscanoa (IM); Pablo Sánchez (ASPADERUC)

Instituto de Montaña/The Mountain Institute Coordinador Grupo Paramos, Jalcas, Punas Programa Andino Psje. Ricardo Palma 100 Pedregal Alto – Huaraz Perú Telef: 044-723446 Fax: 044- 726610 E-mail: [email protected] Miembros Grupo Paramos, Jalcas, Punas: Asociación Para el Desarrollo Rural de Cajamarca (ASPADERUC) Centro de Información y Desarrollo Integral de Autogestión (CIDIAG) Centro Internacional de la Papa (CIP) Centro de Datos para la Conservación – CDC / UNALM Consejo Nacional del Ambiente (CONAM) Consejo Nacional de Camélidos Sudamericanos (CONACS) Consorcio para el Desarrollo Sostenible de la Ecorregión Andina (CONDESAN) Grupo de Investigaciones en Pradera GIP / UNALM Grupo Páramo Piura (GPP) Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA) Instituto de Montaña / The Mountain Institute (TMI) Instituto del Bien Común (IBC) Fondo Nacional de Áreas Protegidas por el Estado (PROFONANPE)

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1. Introducción El Grupo Páramos, Jalcas y Punas del Perú (GPJP) es una red de personas interesadas en estos ecosistemas que se empezó a reunir a partir de un encuentro inicial que se realizó en Lima el 17 de enero del 2002 en el Centro Internacional de la Papa (CIP). Los primeros contactos ocurren durante el Año Internacional de Montañas, un momento muy significativo con relación a la importancia estratégica de estos ecosistemas. El grupo nació como una red de comunicación inspirada en los avances hechos por entes similares en Ecuador (grupo de trabajo Páramo Ecuador) así como en el Grupo Páramo Internacional que se organizó durante el IV Simposio Internacional de Desarrollo Sustentable en Los Andes (AMA-Mérida 2001.) Actualmente hay 12 instituciones que participan activamente en la red y aproximadamente 18 personas registradas en la lista de comunicación electrónica establecida por InfoAndina. El conjunto de interesados representa a miembros de organizaciones gubernamentales, no gubernamentales y de investigación, todos con responsabilidades sobre ecosistemas de montaña. Los recursos que los miembros del grupo pueden potencialmente compartir entre sí incluyen no sólo el intercambio de la experiencia individual, sino también las bases de operación en el campo, incluyendo estaciones experimentales, así como relaciones con comunidades y municipios de páramo jalca y puna. La coordinación del Grupo Páramo Piura (GPP), activa en esta red, reúne a su vez a un conjunto de organizaciones de ese departamento que cooperan con organizaciones en Loja (Ecuador), también organizadas en una red regional. Las organizaciones del GPJP representan diversas instituciones, desde el gobierno local, hasta ONGs de producción y de conservación, además de centros de formación académica. Los miembros del Grupo Páramos, Jalcas y Punas (GPJP)establecieron su espacio de interés en torno a la ecoregión de praderas alto andinas, que incluyen las áreas de páramo o jalca en el norte del país, y la puna húmeda y seca más extensa del centro y sur peruanos. Si bien es cierto que por razones de ubicación en Lima y contacto con el GPP hay una mayor presencia de grupos interesados en la zona centro y norte del país, el grupo aspira a interesar e incorporar organizaciones del sur peruano donde hay una larga tradición de investigación y acción en estos ecosistemas. La formación del Grupo Internacional de Páramos y la realización del I Congreso Mundial de Páramos en Paipa, Colombia, se convirtió en un primer aliciente para dinamizar la definición de intereses de cooperación de este grupo. Esta red en proceso de formación ha optado por enfocarse, en una primera fase, en el trabajo interno de conocer mejor los recursos institucionales y humanos con que cuenta, y esbozar de manera general sus líneas de acción. Aunque el grupo reconoce que un diagnóstico apropiado del estado de conservación y desarrollo de estos ecosistemas requerirá tiempo y recursos especiales, en esta etapa desea realizar un análisis preliminar que le ayude a orientar su rumbo.

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El propósito de este documento es presentar y analizar los recursos institucionales y la experiencia del grupo, así como describir el entorno ecológico, social y económico de páramos y punas en el cual se deberá operar.

PERÚ: LOS ECOSISTEMAS DE ALTURA EN UN PAÍS DE MONTAÑAS

Las ecoregiones de páramo y puna se extienden en franjas sobre las zonas más altas del sistema montañoso andino, de modo que su ubicación es crítica en función de su impacto en zonas más bajas. Debido a su altura, a la juventud de sus suelos y a la complejidad topográfica caracterizada por fuertes pendientes propensas a la erosión, se trata de regiones extremadamente frágiles tanto biofísica como socialmente. Estos frágiles ecosistemas de montaña fueron utilizados ancestralmente por las poblaciones locales, de modo que son espacios arraigados en sistemas culturales autóctonos, que en el caso peruano, incluyen la única región en las Américas con culturas especializadas en el pastoreo. Este capital de conocimiento ancestral local, así como la diversidad genética que lo acompaña, es una fuente de aportes de este grupo peruano a los otros grupos de trabajo en páramo de países norteños, sin población de especies nativas domesticadas adaptadas al uso de estas praderas. La región de “sierra” en el Perú, es un espacio de 39’200.000 hectáreas (30% del territorio nacional), constituido por cadenas montañosas que se extienden a lo largo de 1.800 km. Definida, para efectos de la recopilación de información estadísticas por el INEI, como tierras por encima de los 2.000 msnm, la sierra reúne cientos de cumbres glaciares por encima de los 5.000 msnm. En esta franja entre los 2.000 msnm y los nevados, vive el 30% de la población del país. Exceptuando un pequeño porcentaje que habita en la región oriental, la inmensa mayoría de la población peruana se encuentra al pie de la serranía en el desierto costero (más de 13’000.000 de habitantes), totalmente dependiente del agua que desciende de la sierra (Tabla 1 y 9). Los Andes peruanos, debido a su enormidad, orientación, altura y topografía, es el principal sistema físico que estructura la distribución de las precipitaciones. Debido a la posición de páramos y punas como cabeceras de cuenca húmeda, su función en el sistema de regulación hídrica es fundamental. La temperatura en los Andes tienen como principal característica su ritmo diario de variación entre extremos máximos y mínimos y la presencia de estaciones secas marcadas (cada vez más acentuadas hacia el sur del país). En los ciclos diarios y dentro de las estaciones, las temperaturas tienen caídas abruptas por debajo de cero que presentan condiciones de heladas y granizadas que convierten a la agricultura e incluso la ganadería en empresa de alto riesgo. En general las precipitaciones fluctúan entre 200 y > 1000 mm, afectándose la disponibilidad del agua tanto por la micro topografía como

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por los procesos climáticos de naturaleza global (como el ENSO) que generan sequías e inundaciones de manera imprevista. Páramos, jalcas, punas: cabeceras de cuenca y corredores La importancia estratégica de esta eco región reside en su posición a lo largo de la cordillera andina como cabecera de las innumerables cuencas de las vertientes pacífica y amazónica, como consecuencia, su manejo es estratégico y su conservación afecta a todas las zonas ubicadas más abajo. Además, estas ecoregiones de pastizales de altura pueden verse como un corredor que conecta valles que de otro modo serían segmentados. En el Perú, los ecosistemas de páramo y punas albergan la mayor parte de las aproximadamente 12.000 lagunas que constituyen reservorios de agua dulce para el país. Las poblaciones de pastores tradicionales tienen un amplio conocimiento del manejo de humedales al punto que han desarrollado numerosos bofedales o humedales para ganado (se han documentado aproximadamente 3.000 zonas con humedales manejados). Estos páramos, punas y lagunas son la fuente de agua potable para 13 millones de peruanos que habitan en la costa. y están asociados con la generación de 82% de la electricidad que se produce en el país. Con relación a la función hídrica de las cabeceras de cuenca que constituyen páramos y punas, se anticipan problemas de cantidad y regulación como consecuencia del proceso de cambio climático (en las 20 cordilleras nevadas del Perú los glaciares han retrocedido un promedio de aproximadamente 15% en los últimos 25 años, y la tasa de retroceso se ha acelerado de manera dramática) (Tabla 9). El desarrollo de la minería en el Perú está relacionado con el agua de las cabeceras húmedas ubicadas principalmente en las cumbres más altas. El sector minero representa aproximadamente 5% del PBI (base 1994) y es la fuente de cerca de 50% de las divisas que entran al país. La erosión de suelos alto andinos es un problema que no sólo afecta la productividad de los usuarios de estos recursos, sino que agrava la disponibilidad de agua normalmente generada por estos ecosistemas. La situación de uso de los pastizales naturales en Perú se caracteriza por la importancia que tienen par las poblaciones de camélidos sudamericanos, tanto en números absolutos como relativos, ya que aproximadamente el 60% de la población mundial de estos animales habita en el Perú. Definición de páramo, jalca y puna El territorio de pastizal natural alto andino, ubicado por encima de los 3.300 msnm, corre a lo largo de toda la cordillera andina conectando valles transversales desde la

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frontera con Ecuador hasta Bolivia. Desarrollado a menos altura en el norte de Piura (3.100 msnm) y Cajamarca (3.200 msnm) esta zona allí recibe el nombre de jalca o páramo y es una formación que se estima se extiende hasta los 9 grados de latitud Sur. La diferenciación que existe entre puna, páramo y jalca aún se encuentra en discusión. Entre las características generales que distinguen a las jalcas o páramos tipo jalca por un lado, y las punas por el otro, esta el que estas últimas son más estacionales, más secas, porque en su forma natural no reciben la suficiente precipitación como para mantener una cobertura total de vegetación (Hofstede R. 2000). El GPJP es una red institucional interesada en los diversos recursos que caracterizan los paisajes de estas ecoregiones, es decir no sólo los pastizales que constituyen la característica dominante, sino también los recursos asociados con este paisaje: bosques nublados, lagos y lagunas, humedales, glaciares y formaciones arbustivas. Igualmente, considera que la contribución a la conservación y el uso sostenible de estos ecosistemas pasa por comprender, no sólo la dinámica de las poblaciones vegetales, sino también de los sistemas de producción. Por ejemplo, desde una perspectiva de los intereses de los usuarios, hay zonas (como la Cordillera de Guguaruncho en los Andes Centrales) donde las amenazas se refieren principalmente a la utilización de lagunas para generar electricidad sin una previa consulta con las comunidades. Reconociendo la carencia de un adecuado sistema de zonificación ecológica, el GPJP propone consolidar las diversas zonificaciones existentes unificando criterios de las diferentes escuelas botánicas y ecológicas. Además, en consideración a que el uso de estos ecosistemas por el hombre han llevado a una transformación de estos, es necesario incluir los factores antropogénicos en la zonificación. Jalcas o Páramos Las jalcas o páramos (L. Albán, com. pers.; P. Sánchez, com. pers ) del norte peruano son ecosistemas que se presentan en los andes tropicales del norte a ambos lados de la Depresión de Purcuya en Huancabamba, accidente geográfico de la Cordillera Occidental donde el macizo cordillerano desciende hasta 1.114 msnm . El paisaje es bastante accidentado en las partes altas con presencia de bosques de galería de quenuales, quishuares y alisos, formando parte de las cabeceras de cuenca. El clima es frío y se caracteriza por la alta humedad edáfica y atmosférica. Se encuentra permanentemente nublado y con frecuentes precipitaciones que muchas veces superan los 1.500 mm por año. Así como en la Cordillera Occidental, en la Cordillera Central (entre el cañón del

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Marañón y el Huallaga) se encuentran extensiones importantes de la jalca o páramo formando una zona de transición hacia los bosques nublados de la amazonía. El páramo del departamento de Piura se encuentra en las provincias andinas de Ayabaca y Huancabamba, donde los Andes no alcanzan los 4.000 msnm. Ocupa una superficie estimada en 400.000 ha incluyendo un sistema de lagunas altoandinas, siendo las más famosas la Laguna Shimbe, en la Provincia de Huancabamba y la Laguna Arrebiatada en Ayabaca. Ambas son utilizadas por los brujos o chamanes para realizar sus rituales. (En torno a la distribución de la ecoregión de páramos hay una investigación conjunta entre el Field Museum de Chicago, el Herbario de la Universidad Nacional de Cajamarca y el Herbario Antenor Orrego de Trujillo que concluye el año 2003). La fauna del páramo es de origen amazónico y entre las especies representativas de este ecosistema están tres especies en peligro de extinción: Tremarctos ornatus, Tapirus pinchaque y Felis concolor. Los datos de colecta en esta zona indican la presencia de especies de los géneros Cryptotis, Didelphis, Caenolestes, Sylvilagus, Odocoileus, Mazama, Pudu, Patagona gigas y Metallura odomae, Telmatobius, Gastrotheca y Atelopus. Recientemente se han realizado inventarios rápidos de biodiversidad en los bosques de neblina de la vertiente occidental de la provincia de Ayabaca, por debajo de los Páramos, identificándose a la fecha tres relictos de bosques con prioridad de conservación: Cuyas (Cerro Chacas), Aypate y El Toldo. Más de 100 aves han sido registradas en estos bosques, entre las de mayor importancia están: Penelope barbata, Asio stygius, Leptotila ochraceiventris, Syndactyla ruficollis, Mirmecyza griseiceps, Nyctidromus albicollis, Ensifera ensifera, Hemispingus piurae, Andigena hypoglauca, Saltator cinctus y Pipreola arcuata. La flora del páramo incluye especies de las familias Ericaceae (Befaria sp.), Melastomataceae, Myrsinaceae, Rubiaceae, Fabaceae, Amaryllidaceae (Bomarea sp.), Asteraceae (Baccharis sp.), Clusiaceae, Piperaceae. La flora endémica de los bosques de neblina incluye entre otros a Senecio piurensis y Verbesina ayabacensis. En los bosques de neblina y los páramos, se han reportado más de 100 especies de orquídeas, y quedan por identificar muchas epífitas. Muchas especies son utilizadas como plantas medicinales por los curanderos locales. Punas Las punas se ubican en las tierras altas de los Andes, desde la Cordillera Blanca donde se inicia la puna húmeda, zona de transición entre la jalca o páramo, y la puna seca del Centro y del Sur. Es difícil establecer una altitud definida en la que se pueda decir donde comienza la puna, pero en general se considera que se inicia alrededor de los 3.800 msnm y puede llegar hasta los 4.800 msnm. El paisaje es característicamente montañoso, con cumbres nevadas, valles glaciares en forma de “U” o valles de altura cabecera de cuenca, mesetas y lagunas. Las punas están dominadas por un paisaje típico

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que combina la pradera de pastizales, dominante en el paisaje, con parches de bosque, matorrales y bofedales, limitando con la línea permanente de nieves o región janca. En el Perú se diferencian, sus regímenes de clima, dos tipos de puna: la húmeda (al centro) y la seca (al suroeste). La precipitación anual varía ampliamente y oscila entre los 150 y los 800 mm declinando de norte a sur (Arévalo R. et.al. 2002). Estos paisajes de paramo, jalca y puna están constituidos por una diversidad de comunidades vegetales. Por ejemplo en la zona de las punas húmedas de la Cordillera Blanca se observan comunidades de: • • • • •

Césped de puna, Pajonal de puna, Turbera de distichia (occonal, bofedal o humedal), Vegetación de rocas y pedregales y Bosques de polylepis.

De hecho, los territorios de los Andes más altos podrían también definirse, no como grandes ecoregiones, sino más bien como conjuntos de diversos tipos de vegetación como pajonales, bofedales, arbustales, canllares, tolares, juncales, totorales y césped de puna, entre otros. Un mapeo de este tipo sería posiblemente muy relevante desde el punto de vista de los usos e intereses de la población local. Bosques de altura y bosques nublados Los bosques nublados asociados con precipitaciones iguales o mayores a 800 mm se ubican incluso en zonas de gran altura cercanas al limite de la línea de nieves perpetuas como en el caso de los bosques de polylepis spp. En la vertiente oriental los pastizales naturales bordean los bosques nublados, que son áreas de máxima biodiversidad continental históricamente utilizados por poblaciones aborígenes de la amazonía que transitaban por estas zonas altas. La asociación de los pastizales naturales con estos bosques podría tener importancia estratégica para atraer la atención sobre la importancia de su conservación (Tabla 3) Bosques altoandinos Grandes áreas de las ecoregiones de punas y páramos pudieron haber estado cubiertas de bosques, especialmente de Polylepis spp (3.500 – 4.500 msnm), pero el impacto humano ocasionado por el uso descontrolado del fuego y el sobrepastoreo han generado la fragmentación del bosque y una distribución de tipo relicto estimada en 937 km2 o sea menos del 2% potencial a lo largo de los Andes peruanos. Además del papel que juegan estos bosques en la conservación del agua y del suelo, poseen una importante diversidad de aves, algunas endémicas, representando incluso el 57% de las aves endémicas de los Andes. Del mismo modo, la diversa vegetación que crece dentro de estos bosques de altura conserva incluso especies silvestres de los cultivos andinos domesticados como la papa, la oca y el olluco. La mayoría de estos bosques se

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encuentran sobre tierras comunales sujetas a fuerte presión de uso por una población con grandes necesidades, de modo que la búsqueda de un valor económico – social, mayor al que ahora tiene para los pobladores altoandinos, es indispensable para su conservación (Arévalo R. et. al. 2002). Los bosques de polylepis spp son considerados como bosques nublados en sitios donde la precipitación es al menos 800 mm, como en la Cordillera Blanca (Young y León 2001). Bosques nublados La referencia en el contexto de esta discusión a los bosques nublados es importante porque, al ser zonas de gran diversidad y endemismo, las estrategias de conservación y uso sostenible de los páramos y punas debe vincularse al futuro de estos bosques tan importantes. Las áreas donde se da la transición desde el páramo/jalca hacia los bosques nublados de la selva alta, están ubicadas en el nort, en la cordillera central y en las punas húmedas del sur en la cordillera oriental. El bosque nublado se caracteriza por ser una delgada franja estimada en 150.500 km2 que alberga entre 1.000 y 1.200 especies de plantas vasculares, una fauna muy variada con presencia de especies endémicas y al oso de andino (Tremarctos ornatus) como la especie más representativa y símbolo de la amenaza a estos ecosistemas. El oso andino se encuentra en vías de extinción, pues sus poblaciones van retrocediendo junto con el bosque que utiliza como corredor (Arévalo R. 2002 et.al). La referencia a estos bosques en el contexto del manejo del páramo/jalca y las punas húmedas es relevante en la medida que hay diversas especies de mamíferos y aves que se mueven entre ambos ecosistemas. Del mismo modo, desde el punto de vista histórico del uso de estos ecosistemas, existieron relaciones entre poblaciones aborígenes asentadas en estas jalcas y punas, y grupos aborígenes en el uso de los recursos de la selva alta y del bosque nublado. En el Perú se están iniciando programas de manejo de cuencas en el oriente, como la cuenca del río Pachitea, que vinculan zonas bajas de bosque con las zonas de pastizal altoandino (ver Instituto del Bien Común (IBC), sección 4). Historia de la distribución de los pastizales Se estima que en el pasado la zona alto andina estaba extensamente cubierta por bosque y que a la llegada del hombre a América el paisaje empezó a cambiar aceleradamente principalmente debido al fuego que encendían con fines de cacería. Luego con la domesticación de los camélidos se inicia la demanda por mayores extensiones de pastizales y paralelamente empiezan los procesos de erosión, es decir la degradación del ecosistema andino. La mayoría de restos de asentamientos humanos prehispánicos que datan desde principios del siglo XI se han encontrado en la zona central del Perú, y hacia el sur a una altitud de 3.900 a 4.700 msnm. Se puede deducir entonces que las sociedades que habitaban esta red de centros poblados organizaban la producción a partir del manejo de la puna. Estos indicios nos llevan a pensar que la economía de la antigua sociedad andina estaba centrada en la ganadería y en el uso de los pastizales.

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A la llegada de los españoles al Perú, les sorprende sobremanera la extensión de los rebaños de llamas y alpacas en las punas del sur, tal como se observa en el testimonio del corregidor de Chucuito, Ruiz Estrada en 1567: “he oido decir de indios que no es cacique sino principal que es don Juan Alanoca de Chucuito que tiene más de cincuentamil cabezas de ganado” (citado en Murra 1975: 202) Los españoles introducen por primera vez ganado exótico al mismo tiempo cuando ocurre la gran crisis demográfica del territorio andino. El ingreso de nuevas formas de organización social y espacial que modificó la gestión de las tierras (reducciones de Toledo), ocasionó un paulatino desplazamiento desde los remotos pastizales hacia zonas más accesibles de los valles, rompiendo el sistema tradicional andino. Entonces suceden grandes cambios en la agricultura y la reducción de la ganadería; se concentra la población dispersa de los ayllus en poblados de tipo español en zonas bajas; se abandona la puna y aumenta la explotación de los bosques andinos para servir necesidades de la economía colonial en ciudades, minas y en obrajes. Cifras de carga animal históricas coloniales muestran también que los pastizales en algunos lugares soportaron más animales que en la actualidad ( Escobari de Querejazu 1995). La introducción del ganado exótico incrementa la competencia por el pastizal frente a los camélidos e introducen nuevas enfermedades. Eventualmente, en zonas de potencial ganadero se expande la producción de borregos para producir lana para los obrajes y se inicia un lento proceso de desarrollo de haciendas especializadas en lana, al mismo tiempo que se deteriora el ecosistema. Aunque existen comunidades especializadas en el pastoreo, sobre todo en la puna del sur peruano, en la mayoría de casos los sistemas de uso de los pajonales están integrados al uso agrícola de los valles quechuas ya que la provisión de abono orgánico es una de las principales funciones del ganado que las comunidades mantienen en la altura. Se piensa que el mayor proceso de deterioro sucedió durante la república, cuando las poblaciones de montaña quedaron marginadas de las mejores tierras al consolidarse los grandes latifundios y los sistemas de explotación minera. Esta situación generó conflictos por la tenencia de la tierra como fuente de poder y el desplazamiento de las comunidades hacia zonas frágiles, como son las cabeceras de las cuencas; la homogenización de los valles productivos interandinos reduciendo los espacios para la diversificación de la zona quechua; la homogenización de las crianzas introducidas en la región de la puna sin considerar la nueva oferta de los pastizales altoandinos; y la cada vez mayor demanda de leña y de carbón de los asentamientos urbanos de valles y de los centros mineros y de producción textil. Finalmente, en la década de 1970 la reforma agraria vuelve a cambiar la estructura de acceso a la propiedad sin alternativas de organización adecuada que ayuden a superar los problemas de deterioro del recurso pastizal. Incluso en las unidades de producción empresarial que organiza la reforma agraria, constituidas por unidades de producción

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de decenas de miles de hectáreas en varios casos, no se logra mejorar el manejo de pastos en las comunidades vecinas o socias. En resumen, los cambios en la distribución de las praderas altoandinas (páramo/jalcas y punas) tienen un origen humano que se inició con la fragmentación de los bosques y la expansión de los pajonales. Estos ecosistemas de praderas altoandinas son Figura 1 Cambio histórico en la capacidad de carga (gráfico adaptado de: Nicolás por lo tanto paisajes Ibáñez Blancas 2000)p culturales vinculados al uso integrado de la tierra que en la actualidad se encuentran severamente deteriorados en la mayoría de regiones del país. Aunque los efectos del cambio climático deben haber influido algo en los avances y retrocesos de la frontera de los pastizales naturales, el deterioro de este recurso se considera fundamentalmente un problema de manejo inadecuado (Aliaga L. 1995.) 2. SITUACION DE LOS PÁRAMOS, JALCAS Y PUNAS En el marco de la evolución histórica de estos ecosistemas, esbozada de manera general en la sección anterior, precisemos más cual es la situación de estos ecosistemas de altura. Visión general de las condiciones socio-ecológicas de los ecosistemas alto andinos Diferentes tipos de vegetación denominados pajonales, césped de puna, bofedales, arbustales y canllares, juncales y totorales, en este orden de importancia, dominan el ecosistema de alta montaña de los Andes desde Piura en el norte hasta Puno en el sur. El sobrepastoreo es un fenómeno común y significativo en los Andes, determinando que la carga actual duplique en muchos casos la capacidad de carga potencial. La degradación del ecosistema andino representa un problema complejo que está relacionado, de alguna manera, al modelo de organización al interior de las comunidades, a la política de tenencia de la tierra y al gobierno. Las peores condiciones ecológicas corresponden a los niveles más elementales de organización y a economías de subsistencia.

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El sobrepastoreo, las prácticas de manejo inadecuadas, la sobreexplotación de los recursos y la falta de prácticas de conservación se encuentran entre las causas principales de la degradación del suelo en los pastizales andinos. El Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA) reporta que 3’724.711 hectáreas de áreas protegidas que deberían ser entregadas para la protección de cuencas hidrológicas y refugios para animales silvestres, están siendo utilizadas como tierras de pastoreo (Florez A. y E. Malpartida 1988). A fines de la década de 1960, luego de la reforma agraria, el 40% de las tierras de pastoreo que eran propiedad privada fueron expropiadas por el gobierno para beneficio de las comunidades. El gobierno les entregó las tierras para su uso, asumiendo que serían manejadas bajo un sistema empresarial y que ellos pagarían el costo de la tierra. A fines de 1970 el gobierno condonó la deuda agraria y La disolvió las grandes asociaciones cooperativas consolidandose el control de la tierra en por las comunidades (Alvarado 1995; Bonilla 1988; De Romaña 1993), de modo que el estado no tiene mecanismos de control sobre el número de animales y gerencia de los pastizales. Las únicas áreas que estan en teorío bajo el control del estado son denominadas Unidades de Conservación y adoptan modelos diferentes (7 Parques Nacionales, 8 Reservas Nacionales, 7 Santuarios Nacionales, 3 Santuarios Históricos, 6 Bosques Protegidos, 1 Reserva Comunal, 2 Cotos de Caza, 8 Zonas de Reserva y 4 Bosques Nacionales y otras en proceso de formación). Las unidades de conservación en los Andes son reducidas en extensión en comparación con las de la región amazónica. En el Perú no existe una legislación para regular la utilización y conservación de los pastizales. La mayor parte de la tierra de pastizales está bajo el control de la comunidad. La ley N° 24656, denominada “Ley General de Comunidades”, aprobada por el Congreso en abril de 1987, le dio a las comunidades autonomía en cuanto a la decisión sobre el número de animales y las prácticas de utilización de los pastizales en forma de empresa comunal, familiar o individual. Las parcelas de tierra familiares deben ser trabajadas directamente por miembros de la comunidad, en extensiones que no sean mayores que las fijadas por la Asamblea General Comunal. La ley también le permite a las comunidades crear comités especializados, como organizaciones de consultoría, o decidir en asamblea sobre la ejecución y control de actividades relacionadas al manejo y mejora de los pastizales. Esto significa que las agencias de gobierno, las universidades y las organizaciones no gubernamentales deben trabajar estrechamente con las comunidades y entender profundamente las instituciones de manejo de estos recursos y sus transformaciones hiostóricas para identificar mecanismos de organización y asistencia que permitan desarrollar e implementar programas de conservación de los pastizales basados en los intereses e instituciones locales (Florez & Malpartida 1988; Flores 1996.)

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Oportunidades de desarrollo en páramo/jalcas y punas: los bienes y servicios ambientales que brindan las praderas altoandinas Las praderas altoandinas son ecosistemas que se encuentran por encima de los 3.300 msnm y se ubican en las cabeceras de las cuencas hidrográficas del Perú, a lo largo de 1.800 km de cadenas montañosas. Estos ecosistemas tienen una gran importancia ecológica, económica, social, cultural y política para el país, pero al mismo tiempo enfrentan una serie de complicaciones que amenazan su salud integral y su capacidad de brindar beneficios, un problema que también se ha observado en el Ecuador (Mena P. et. al. 2001). Hasta hace muy poco sólo se valoraban los ecosistemas altoandinos por su capacidad para producir forrajes para la ganadería. Afortunadamente esta visión está cambiando porque su aporte real es mucho mayor por los servicios y bienes ambientales que brinda a la sociedad (Tabla 4 y 5). Los ecosistemas altoandinos brindan servicios ambientales fundamentales para la sociedad, como son (Huerta Ch. L. 2002): Continua provisión de agua en cantidad y calidad • Prevención de erosión del suelo (regula el ciclo de nutrientes y energía) • Almacenamiento de carbono atmosférico (controla el calentamiento global) • Proporciona el hábitat para la flora y fauna silvestre y doméstica • Es medio de acopio de plantas medicinales y ornamentales • Es un ecosistema que mantienen biodiversidad • Tiene potencial de desarrollo turístico por sus paisajes asociados a glaciares Flujo hídrico •

En el caso de estudios ejecutados en el Ecuador, donde los suelos tienen peculiaridades que impiden realizar una simple extrapolación, los suelos de las praderas altoandinas son reguladores del flujo hídrico por su alto contenido de materia orgánica debida al efecto de las bajas temperaturas que impiden la rápida descomposición. Además, el aluminio de la ceniza volcánica y la materia orgánica se combinan para formar vesículas muy resistentes a la descomposición por la edafofauna. Estos complejos se llenan de agua que es retenida por un período relativamente largo y que va soltando lentamente y constantemente. (Hofstede y Mena 2000.) Los suelos altoandinos del Ecuador tienen la capacidad de almacenar agua, en el primer metro del suelo se puede llegar a obtener hasta 500 lt/m2, el equivalente a 500 mm o la mitad de la precipitación anual (Hofstede 1997.) Estudios hídricos de este tipo, aplicados al caso de los ecosistemas de pastizales altoandinos del Perú, son urgentes para entender las posibilidades que realmente existen de aprovechar estos servicios ambientales (Huerta Ch. L. 2002). Lo que sí es un hecho es que en el Perú casi todos los sistemas fluviales nacen de los ecosistemas altoandinos, de modo que los sistemas de riego, agua potable e hidroeléctrica dependen, en gran medida, de esta capacidad del ecosistema de

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regulación hídrica. El potencial hidroenergético del país reside en las cuencas de las vertientes occidentales y orientales andinas, especialmente en las orientales, donde se encuentra más del 60% de nuestro potencial, y del que apenas aprovechamos el 4%, lo que permite disponer de grandes recursos para energía limpia. Por ejemplo, la cuenca del Río Santa en la vertiente occidental (Departamento de Ancash), abarca 12.200 km2, con siete afluentes de la Cordillera Negra y once de la Cordillera Blanca, el volumen promedio de 60 años es de 4.504.22 millones de metros cúbicos por año. En el trayecto se encuentran instaladas 15 centrales hidroeléctricas con una producción anual de 473.1 millones de kWh (INRENA 1997), lo que equivale aproximadamente a 55´650.000 dólares de ingreso para las empresas. Se desconoce cuánto se revierte para la conservación y manejo de la cabecera de la cuenca (Huerta Ch. L. 2002). Carbono En Ecuador se han hecho mediciones del servicio potencial de los ecosistemas altoandinos para almacenar y fijar carbono. Hofstede y Mena (2000) hicieron mediciones en el pajonal del páramo, obteniendo un máximo de 40 toneladas de materia seca por hectárea en su vegetación, y el 50% era carbono elemental, esto significa que la vegetación tiene un máximo 20 toneladas de carbono elemental, equivalente a 72 toneladas de CO2 (una unidad de carbono elemental, C, equivale a 3,6 unidades de CO2.) En este cálculo no se incluyó el suelo. En estos ecosistemas del Ecuador, los suelos altoandinos son muy negros y húmedos, por efecto del clima frío, la alta humedad y por las cenizas volcánicas, condicionando la descomposición de materia orgánica para que sea muy lenta. Si se considera dos metros de profundidad del suelo, con una concentración de 17% de carbono, y una densidad aparente de 0,5 kg/litro, podemos calcular que en estos suelos se almacenan 1.700 toneladas de carbono por hectárea. Como resultado del proceso de retención de materia orgánica, (la mitad de la cual es carbono) los suelos altoandinos son grandes almacenes de carbono en los que se conserva y se evita la emisión de este elemento a la atmósfera. Las pequeñas áreas de bosques naturales de queñuales (Polylepis) también juegan un papel importante en la captura de carbono, se estima que pueden capturar hasta dos toneladas de CO2 /ha/año (Huerta Ch. L. 2002; Mena et. al. 2001) En este caso las condiciones del suelo, del ambiente y de otros componentes que afectan el ciclo de carbono en el suelo son distintas en el Perú, pero es necesario realizar estudios comparativos. Erosión La prevención de la erosión del suelo es otro de los servicios ambientales que permite regular el ciclo de nutrientes y energía. Se estima que en un pastizal con manejo sostenible la erosión puede llegar hasta un 5%, mientras que en lugares muy deteriorados por sobrepastoreo puede llegar a 35% (Verweij 1995 citado por Hofstede

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1997), existtiendo evidentemente una relación importante entre efectos del pastoreo en la vegetación y la pérdida de suelo (Tabla 6). El transporte y deposición de sedimentos es un proceso natural que puede ser modificado (acelerado o desacelerado) por la intervención humana. Los impactos son variados, entre ellos destacan la destrucción de obras de infraestructura de riego, la elevación de los gastos de tratamiento del agua para consumo humano y la industria, los daños a la producción agrícola y las inundaciones. Un caso de estudio importante es el de los aportes de sedimentos del Río Jequetepeque a la represa Gallito Ciego, cuya obra estuvo diseñada para una vida útil de 50 años, con un volumen útil de 400.4 millones de metros cúbicos y un volumen para sedimentos de 86 millones de metros cúbicos, pero al cabo de 11 años, la colmatación de sedimentos alcanzó cerca de 61 millones de metros cúbicos (70%), reduciendo su vida útil a sólo 16 años. Lo que significa una erosión del suelo de 6 Tn/ha/año en años normales hasta 20.77 Tn/ha/año con presencia del Fenómeno del Niño, considerados del total promedio del ámbito de la cuenca (3.600 km2) (Huerta Ch. L. 2002). Lagos y lagunas Cerca de 12,000 lagos y lagunas altoandinos albergan una gran diversidad de especies y numerosos endemismos de aves, anfibios, peces y otros grupos. Varios de estos lagos, por sus condiciones especiales, ofrecen un excelente potencial para el desarrollo de la acuicultura de peces y anfibios, como las ranas de Junín (Batrachophrynus spp.) Arqueología y turismo Numerosas iniciativas de ecoturismo se están desarrollando teniendo a los páramos, jalcas y punas como destino principal de cabalgatas y experincias culturales. De igual manera, el llamado Qhapac Ñan o Gran Ruta Inca descrito en su arqueología y etnohistoria (Hyslop J. 1984) y más recientemente recorrido y documentado en toda su extensión por Ricardo Espinosa, tiene un trazo que transcurre con frecuencia por los pastizales de altura interconectandolos, de tal modo que la puesta en valor de este inmenso camino andino prehispánico podría ayudar a hacer más visible este ecosistema. Ganadería A diferencia de los servicios ambientales listados anteriormente, la ganadería constituye el principal uso directo de este ecosistema en el Perú. No hay duda entonces que el uso sostenible y la valorización de los servicios adicionales requiere ante todo un desarrollo de estrategias ganaderas para los pastizales naturales. La perspectiva del grupo es que el enfoque exclusivamente productivo debe dar paso a un enfoque más integral del ecosistema pastizal que valore todos los servicios que puede ofrecer. En el proceso de restaurar estos ecosistemas se deberá partir de la visión que tengan las propias familias ganaderas. Tradicionalmente los programas del estado se han enfocado en la promoción

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de hatos comunales. Sin embargo, se sugiere la importancia de entender adecuadamente la relación entre uso familiar e instituciones colectivas de manejo del pastizal para orientar adecuadamente las metodologías sociales de fomento ganadero. El potencial para ganadería de camélidos está en la puna, que constituye casi el 50% de la superficie de la región sierra. En este ecosistema se ha desarrollado la ganadería prehispánica de camélidos mediante la crianza de alpacas y llamas, y se ha manejado las poblaciones silvestres de vicuña, formas y especies adaptadas a las condiciones ambientales de estas grandes alturas. La gran superficie de pastos naturales altoandinos y la elevada población de camélidos sudamericanos, de los que el país posee cerca del 60% de la población mundial, ofrecen claras ventajas comparativas desde el punto de vista ecológico (adaptación, forma de pastoreo, etc.) y económico, por el alto valor de su fibra. Estas ventajas deben ser seriamente analizadas desde una visión de desarrollo sostenible y la consideración de las ventajas económicas respecto a especies introducidas como los ovinos, de los que apenas poseemos el 0,5% de la población mundial. Los miembros del grupo han observado que en los proyectos de fomento ganadero las tasas de capitalización más altas se dan en camélidos, más que en otras especies, posiblemente debido a que este animal se adapta mejor al sistema productivo campesino que tiene un uso mínimo de insumos externos (Brack 2000; Brack A. y C. Mendiola 2000). Principales amenazas a la conservación y desarrollo sostenible de páramos y punas En los páramos/jalca de Piura los problemas identificados por los pobladores incluyen: la quema de los bosques y del pajonal (zona del páramo); la disminución del volumen de agua de quebradas aledañas a las zonas del páramo; la pérdida de calidad de los suelos; la disminución y pérdida de especies animales y vegetales silvestres y/o nativas; y el escaso conocimiento de la importancia de la conservación de las zonas del páramo (Luis Albán com. pers. mayo 10, 2002). La principal tensión sobre el ecosistema pastizal es el sobrepastoreo del recurso según se vio anteriormente. Algunas de las causas de esta tensión sobre estos ecosistemas se vieron anteriormente y son fundamentalmente de orden social y económico, vinculadas con procesos estructurales del sector agrario del Perú. Las informaciones estadísticas señalan que de los 14’102.000 ha aptas para el pastoreo solamente, el 1% es de condición muy buena, 11% de condición buena, 24% de condición regular, 50% de condición pobre y 14% de condición muy pobre. Esto implica que solamente el 12% de la superficie es apropiada para el pastoreo durante todo el año, y 88% de la pradera debe necesariamente ser utilizada por sistemas de pastoreo estacional si se quiere revertir la tendencia negativa del pastizal (Tabla 7). El incremento de la población animal sin que se haya efectuado el ajuste de manejo de los pastizales naturales es uno de los factores más importantes para el deterioro de estos ecosistemas. Si a esto se suma que los diseños de programas de pastoreo no contemplan

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la bondad del pastizal ni la carga animal óptima para una adecuada utilización, entonces el deterioro del pastizal es un resultado esperado. Entre 1996 y el 2000 los camélidos sudamericanos tuvieron un incremento del 13.5%, los ovinos del 13.3%, los vacunos del 5.5% y los caprinos 2.2% (Tabla 2). Si consideramos que espacialmente los camélidos y las ovejas se sitúan, en la mayoría de los casos, en espacios de praderas naturales de condición regular a muy pobre, entonces el efecto es un acelerado proceso de desertificación de estos importantes pastizales (Tabla 7 y 8). En opinión del GPJP se esta viviendo actualmente un proceso de cambio en los pastizales altoandinos como consecuencia de varios factores que incluyen, entre otros, un proceso de expansión no sostenible hacia estas zonas, especialmente en la región norte del país (por ejemplo en Cajamarca). Estos procesos de cambio están relacionados, en la zona centro y sur del país, con la desintegración de las empresas asociativas establecidas durante la reforma agraria, expandiéndose el manejo parcelario de los pastizales; en otras zonas que fueron despobladas por la violencia política (entre 1980 1995) están siendo nuevamente ocupadas luego de la pacificación. En general, la condición del usuario campesino de pastos es de pobreza y de total descapitalización, de manera que los recursos disponibles para invertir en el mejoramiento de los pastos es muy limitado. En opinión del GPJP, si bien las cifras macro indican una condición de creciente deterioro, existe sin duda una gran variabilidad en el estado de los pastizales. En general se conoce poco de la verdadera capacidad de carga de los pastizales naturales y las dinámicas de la vegetación. Una acción urgente que se requiere promover es la realización de un mapeo de la condición en que se encuentran los pastizales naturales y los recursos naturales que componen este paisaje a nivel nacional. En el marco de este mapeo de la condición de los pastizales se podría fomentar una red de sitios para evaluar la capacidad de carga en las diferentes praderas del país por medio de parcelas de exclusión. Para ello será muy útil contar con las metodologías participativas validadas por ejemplo por el Instituto de Montaña (IM) o el CIDIAG que involucran a la población local como parte del sistema de monitoreo. El GPJP considera que para entender la dinámica del ecosistema pastizal es igualmente importante desarrollar estudios socio-económicos e institucionales del uso del pastizal en el marco de las funciones que cumplen los animales pastoreados en los sistemas agrícolas, especialmente sus funciones como fuente de abono orgánico para la agricultura en las zonas más bajas que la puna. El estudio y comprensión de las instituciones de manejo colectivo, sus potenciales y estado de funcionamiento actual, es posiblemente el factor más importante para lograr que las respuestas tecnológicas ya existentes logren ser incorporadas por los usuarios (Pinedo 1999; Jamtgaard 1997; Winterhalder, Larsen et al. 1974; West 1981)

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Amenazas al agua Los glaciares y praderas altas de las 17 cordilleras de los Andes son puntos de inicio de muchas fuentes de agua como lagunas, quebradas, ríos y puquiales. No se dispone de la información necesaria para medir la situación en todas las cordilleras que tienen glaciares, excepto en el caso de algunos estudios específicos, pero recién ahora, en que se constata sin lugar a dudas el retroceso de los glaciares y el impacto del cambio climático en el abastecimiento de agua nace el interés por estudiar estas cuencas altas. Las conclusiones del monitoreo de glaciares entre 1970 y 1995 en la Cordillera Blanca muestran un retroceso pronunciado. La reducción total de la Cordillera Blanca entre 1970 -1997 ha sido de -15,46% (Morales 2001: 165). En las restantes 17 cordilleras peruanas, con glaciares menos extensos, la reducción ha sido aún mayor, estimándose en –33% (Tabla 9). La razón principal se debe a que estamos entrando en un período progresivo de desglaciación que se inició posiblemente hace 150 años; hoy casi estamos llegado al máximo periodo cálido post glaciar de los últimos 10,000 años. Todas las lenguas glaciares estudiadas se encuentran en un balance negativo importante que paulatinamente irá afectando la disponibilidad de agua, para consumo humano, agricultura, generación de electricidad y el mantenimiento de los ecosistemas que se encuentran aguas abajo. Aproximadamente 98% del agua que dispone el Perú discurre sobre las vertientes orientales. El restante 2% discurre por la vertiente occidental, que es la zona donde habita el 67% de la población del Perú y representa el 80% del consumo nacional. Sólo 68,9% de la población de la costa dispone de agua potable. La conservación de los pastizales en las cuencas altas es por tanto un asunto vital para las principales ciudades del país. Las cuencas que tributan sus aguas a la vertiente del Pacífico desde las cumbres de las Cordilleras Central y Occidental son 53 y conservan sus aguas en 3.836 lagunas. Hacia la vertiente atlántica existe un total de 27 cuencas que forman los ríos Ucayali y Marañón, los que confluyen para formar el Amazonas. Esta vertiente conserva sus aguas en 7.441 lagunas. La cuenca del Lago Titicaca posee un total de 841 lagunas y representa el 2% del consumo nacional. En vista de la dificultad de controlar el retroceso de las masas glaciares, para mantener cierta disponibilidad de agua durante los próximos años es definitivamente importante trabajar en la conservación de los pastizales y bosques de altura en las cuencas altas de los Andes, y en particular en las vertientes occidentales debido a su importancia para el ciclo del agua.

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4. PRINCIPALES LINEAS DE ACCION DEL GRUPO PERUANO DE PARAMOS, JALCAS Y PUNAS Habiéndose constituido solo muy recientemente como grupo de cooperación, la red optó, en esta etapa de cinco meses, por avanzar hasta una propuesta preliminar de rumbos futuro que sondeara una visión general sobre el estado de estos ecosistemas, las prioridades de acción y un esbozo de los recursos institucionales reunidos en la red, de las oportunidades de cooperación y los principales vacíos. Instituciones del Grupo Páramos, Jalcas y Punas El grupo se estableció a inicios del año 2002 como red orientada al intercambio de información y experiencias específicas de estos ecosistemas, constituido por algunas de las principales instituciones estatales que tienen asignadas funciones administrativas o de regulación sobre estos ecosistemas y sus recursos; centros de investigación y enseñanza, incluyendo el único centro de formación en manejo de pradera existente en el país, y organizaciones privadas no gubernamentales especializadas en temas de manejo colectivo de recursos y ecosistemas de montaña. Aunque esta basado en Lima, el GPJP está en contacto con el Grupo Páramo Piura que agrupa organizaciones de la región norte del país activas e interesadas en este ecosistema. Resumiendo la información detallada que presenta la Tabla 10, la red tiene el potencial de cubrir: • • • • • • •

La formulación de políticas nacionales La exploración de vínculos regionales andinos El estudio e investigación aplicada de capacidades comunales y locales de manejo del ecosistema La acción y las intervenciones regionales (ej. grupo en el norte del Perú) Las Funciones productivas ganaderas Las funciones de conservación y servicios ambientales La formación de profesionales especialistas en la gerencia de estos ecosistemas

Marco institucional estatal en el sector ganadero El marco institucional del sector ganadero esta compuesto de un grupo de instituciones descentralizadas del ministerio de agricultura, universidades y organizaciones no gubernamentales con un grado muy limitado de coordinación interinstitucional. Las principales entidades del sector que será importante involucraren propuestas de mnejo y conservación de la ecorregión de pastizales incluyen al Ministerio de Agricultura (MINAGRI), el Instituto Nacional de Investigación Agraria (INIA), el Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA), el Consejo Nacional de Camélidos Sudamericanos (CONACS), Fondo Nacional de Fomento Ganadero (FONAFOG), el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA). Muchos de los recursos para la acción de estas entidades provienen del Ministerio de La Presidencia, orientado al alivio de pobreza en el

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“Trapecio Andino” (Apurímac, Ayacucho, Huancavelica, Cuzco y Puno), de modo que también será importante involucrar en las discusiones sobre el futuro de esta importante ecorregión a estas entidades de financiamiento. . Los programas de extensión más importantes del INIA se enfocan en alpacas, ovinos, producción de forrajes y cultivos asociados de rye grass y trébol. La estrategia consiste en desarrollar proyectos con la cooperación de las comunidades a las que ayudan otorgándoles créditos en materiales y bienes de capital llamados “Fondos Rotatorios” que consiste en pagar con animales o semillas los préstamos que reciben como bienes de capital. INIA coordina y monitorea estos proyectos que son ejecutados por personal especializado que trabaja bajo contrato por el tiempo que dure el proyecto. Las comunidades contribuyen con terreno y mano de obra a los proyectos. La promoción de mecanismos de comunicación, como la iniciativa del grupo páramos jalcas y punas en la cual participan varios de estos actores claves es una contribución significativa en este contexto y podría ser su función central. Principales áreas de acción del grupo peruano de paramos, jalcas y punas Los temas y campos de acción considerados prioritarios por el grupo son: •

Tener una mejor compresión de las instituciones locales de manejo. Estudiar y analizar participativamente las normas y organizaciones, tanto comunales como familiares, para encontrar alternativas de cambio en el manejo técnico de los recursos. Las instituciones y tecnologías tradicionales contemporáneas han sido estudiadas sólo ocasionalmente a pesar de su importancia en la gestión de los pastizales naturales (Jamtgaard 199?; Flores Ochoa 1977; West 1981), Pinedo 1999) Sería muy interesante conocer la historia de estas instituciones y el rol del estado prehispánico y colonial en el manejo de los pastizales nativos ya que es conocida en la época de los Incas la existencia de grandes rebaños estatales de llamas y alpacas (Murra 1978) y la extensión de derechos de uso común o ejido otorgados por la corona a los grupos étnicos en la colonia (Escobari de Querejazu 1995, Thurner 1997) pero sin conocerse en mayor detalle las normas de acceso, uso o los detalles de la tecnología de estos “bienes comunes”.



Conocer los sistemas tradicionales de “plan de manejo” locales. Los organismos del estado, como en el caso de las áreas protegidas, se interesan por la regulación de los usuarios de recursos mediante el uso de planes locales de manejo. Es importante conocer bien las instituciones, capacidades y normas de manejo local así como de parte del estado y organizaciones de desarrollo establecer pautas homogéneas, claras y adecuadamente concertadas sobre la definición de estos planes de manejo tratando de hacerlos compatibles con las normas y organizaciones locales. Es indispensable rescatar la perspectiva local mediante la investigación participativa de los “planes de manejo” locales ya que en muchos casos las familias campesinas los tienen de

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manera implícita y dan prioridad a objetivos de subsistencia que escapan a la planificación exclusivamente basada en la rentabilidad económica. •

Profundizar en el análisis de las amenazas a la integridad, salud y productividad de estos ecosistemas, incluyendo la perspectiva de los intereses locales. Desde esta perspectiva local, el rango de preocupaciones no se limita al deterioro de los pastizales a consecuencia del sobrepastoreo, sino que incluye además temas de minería como en la zona de Piura, o el desvío del agua de lagunas como en la Cordillera Guaguarunchu en los Andes Centrales.



Promover acuerdos y estudios de zonificación de estos ecosistemas que permitan contar con información comparativa, propuestas de intervención ecorregional para el uso sostenido o la conservación, la unificación de sistemas de mapeo e información geográfica compartida.



Trabajar en conjunto por hacer que estos ecosistemas sean tomados en cuenta tanto por el publico en general como por la gente que toma las decisiones en puestos claves del sector público y privado.



Buscar los vínculos entre estos ecosistemas y los procesos globales de cambio climático, así como las oportunidades de acción regional. El grupo buscará vincular las actividades que se hagan a beneficio de los usuarios de los ecosistemas de pradera altoandina, a los convenios internacionales firmados por el Perú, particularmente el de desertificación, cambio climático y biodiversidad. Considera de valor estratégico vincularse a iniciativas internacionales como la del grupo páramo internacional o plataformas que llamen la atención sobre la responsabilidad global en los impactos de estos ecosistemas frágiles de altura, como el propio Congreso Mundial de Páramos en Colombia.



Rescatar la importancia de los nuevos servicios ambientales que pueden brindar estos ecosistemas, particularmente con relación a la regulación del ciclo hídrico y el abastecimiento de agua para las ciudades del desierto costero.



Integrar los temas de manejo del ecosistema de jalcas o paramos y punas a la gestión de cuencas en esquemas de planificación estratégica de largo plazo (la cuenca como unidad de planificación geográfica y el caserío y finca como unidad de acción campesina.)



Subrayar la importancia de los páramos y punas ubicados hacia el oriente andino que conforman una zona de transición con los bosques nublados caracterizados por su altísima biodiversidad, y sus roles en la regulación de la calidad y cantidad de agua de la cuenca amazónica.

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Fomentar la formación de manejadores de pradera. En la escena contemporánea el rol de las organizaciones del estado en el manejo de estos ecosistemas es tangencial salvo en el caso de la explotación de la vicuña. Es interesante contrastar el rol del estado peruano con relación a sus áreas de pastizales con el de los Estados Unidos de América y el Canadá donde las tecnologías de manejo de las grandes praderas de pastos naturales, así como la perspectiva de su manejo se integran tanto en la formación de objetivos ganaderos como en la provisión de servicios ambientales y de conservación de la biodiversidad.

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Tabla 1. Capacidad de uso mayor de las tierras del Perú Grupos de capacidad de uso Cultivos en limpio (A) Cultivos permanetes (C) Forestales de producción Pastos Protección TOTAL

Ha 1.341.000

% 3.42

20.000

0.10

2.092.400

5.30

10.576.000 25.168.300 39.198.500

27.00 64.21 100.00

Fuente: IGN, 1989. Atlas del Perú. 142 p

Tabla 2. Camélidos sudamericanos en el Perú

Especie

Alpacas (doméstica)

Población 2000

al año Porcentaje representa

que

de toda la población andina 3´036,181

90 %

Llamas (doméstica) 1´154, 848

34 %

Vicuñas (silvestre)

123, 449

55 %

Guanacos (silvestre)

3,810

0.63 %

Fuente: CONACS, 2000

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Tabla 3. Estadísticas sobre los bosques de Polylepis

Parches de bosque fragmentados y dispersos menos del 2% potencial Area potencial estimada La misma superficie estimada para 55,000 km2 Bolivia Especies endémicas de aves Especialistas en algún micro hábitat 15 – 20 del bosque. (representa el 57% de las especies endémicas de los Andes) Especies de aves relacionadas al Que dependen directamente del bosque 120 bosque y que lo usan eventualmente. Zonas consideradas de alto Cordillera Blanca (Ancash) y 02 endemísmo Cordillera Vilcabamba (Cusco) Rango de diversidad de plantas Son pocos los inventarios, y los 10 – 210 dentro del bosque resultados corresponden a bosques independientes Número de especies de Polylepis en 10 P. racemosa, P.incana. P el Perú weberbawerii, P.Pauta, sericea, P besseri, P. subsericans, P. multijuga, P.rugulosa, y P. peipei Especies endémicas de Polylepis Polylepis subsericans y Polylepis 02 multijuga Ecoregiones donde se distribuye Las punas, páramos, jalcas y bosque 04 de nubes. Superficie estimada actual

Fuente: R. Arévalo com. pers. 2002.

937 km2

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Tabla 4. Interrelación entre componentes/bienes funciones/servicios y propiedades de las praderas altoandinas

Componentes / Bienes Recurso forrajero (forrajes y paja para construcción de vivienda). Agua (consumo humano, pesca, agricultura y energía). Bosques de quenuales (leña, madera y artesanía). Flora (plantas alimenticias, medicinales y ornamentales). Suelo (turba, humus).

Funciones / Servicios Reserva de agua y regulador del flujo hídrico. Retención de sedimentos y nutrientes de suelo.

Propiedades Diversidad biológica.

Patrimonio cultural (vestigios arqueológicos).

Zona de amortiguamiento Patrimonio natural del Parque Nacional (singularidad de paisaje Huascarán. de alta montaña). Nicho ecológico fauna y flora (hábitat).

Almacenamiento y captura de carbono (CO2). Fauna silvestre (carne y Estabilización de pieles). microclimas. Fuente: Formulación de Herramientas de Gestión Integral para las Praderas Altoandinas, Estudio de Caso en la Cabecera de Microcuenca Quitaracza – Cuenca Santa, Sihuas – Ancash. CIDIAG. Ingeniero Luis Huerta Chombo 2002

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Tabla 5. Bienes y servicios que prestan los ecosistemas altoandinos

Ecosistema

Bienes •

• Ecosistema de pradera •

Servicios

Ganado • (alimentos, carne de caza, pieles y fibra) • Agua de beber y • de riego • Recursos • genéticos • • •

• Ecosistemas • de agua dulce • (nevados, • lagunas y ríos)

Agua de beber y • de riego Pescado • Energía eléctrica • Recursos • genéticos • • • •

Mantienen una serie de funciones de la cuenca (filtración, purificación, control de flujo y estabilización del suelo) Ciclo de nutrientes Remueven contaminantes atmosféricos; emiten oxígeno Mantienen la biodiversidad Generan suelo Suministran hábitats para los humanos y para la fauna silvestre Proporcionan empleo y Aportan belleza estética oportunidades de recreación Amortiguan el flujo del agua (controlan tiempo de entrada y volumen) Diluyen y transportan desperdicios Ciclo de nutrientes Mantienen la biodiversidad Proporcionan hábitats acuáticos Proporcionan un corredor de transporte Proporcionan empleo y Aportan belleza estética oportunidades de recreación

Fuente: Recursos Naturales Mundiales 2000-2001

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Tabla 6. Grado de pastoreo y su influencia en el volumen de escurrimiento y pérdida del suelo Grado de pastoreo

Escurrimiento (m3/há) 7 38

Sin Pastoreo Pastoreo Moderado Eliminación de 1/3 del pasto Pastoreo Excesivo 62 (sobrepastoreo) Eliminación de 2/3 del pasto Fuente: Dunford, 1954; Curier, 1975 citado por Huss, 1996.

Pérdida (Kg/ha) 70 75

de

Suelo

160

Tabla 7. Estimación preliminar de la distribución de los pastizales naturales alto andinos por departamento y por condición del pastizal.

Ancash Apurímac Arequipa Ayacucho Cajamarca Cusco Huancavelica Huánuco Ica Junin La Libertad Lambayeque Lima Moquegua Pasco Puno Tacna TOTAL PORCENTAJE

Área Total (miles de Ha)

Excelente

Bueno

Regular

Pobre

Muy Pobre

583 440 1280 1088 712 1481 494 423 43 1778 522 16 1312 207 465 3133 125 14102 100

6 4 13 11 7 15 5 4 0 18 5 0 13 2 5 31 1 140 1

64 48 141 120 78 163 54 47 5 196 57 2 144 23 51 345 14 1552 11

140 106 307 261 171 355 119 102 10 427 125 4 315 50 112 752 30 3386 24

292 220 640 544 356 741 247 212 22 889 261 8 656 104 233 1567 63 7055 50

81 62 179 152 100 207 69 58 6 248 74 2 184 28 64 438 17 1969 14

Florez y Malpartida (1988)

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Tabla 8. Perú Estadísticas para número de rumiantes y producción de carne y leche (periodo 1996 – 2000)

Años Especies/ Productos Vacuno Ovino Caprino Camélidos Carne (Tm) Vacuno leche fresca(Tm)

1996

1997

1998

1999

2000

4 645 700 12 713 000 2 022 900 3 787 000 110 069 904 865

4 560 200 13 108 000 2 047 700 3 796 000 118 178 948 045

4 656 800 13 558 000 2 019 000 3 927 000 123 894 998 083

4 903 000 14 400 000 2 068 300 4 288 000 133 524 1 013 260

4 903 000 14 400 000 2 068 300 4 300 000 136 300 1 048 100

Vera (2001) Tabla 9. Retroceso de glaciares en la Cordillera Blanca (1970 –1995) Glaciar Santa Cruz Parón Llanganuco Quebrada Honda Quillcay Negro Pongos, Raria, Caulliraju Huascarán – Chopicallqui

Fuente: Morales Arnao C. 2001.

Reducción % del glaciar

-15,4 -6,8 -20,3 -10,0 -12,4 -15,7 -28,8 -8,7%

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Tabla 10. Miembros del grupo páramos y punas Institución Área de interés geográfica Área de acción relevantes a ecosistemas de altura Centro de Datos para la Perú • Información Conservación – Áreas Protegidas permanentemente Universidad Agraria la actualizada sobre la Molina (CDC – UNALM) diversidad biológica y las Áreas Naturales Protegidas • Sistemas de Información Geográfica • Sondeos ecológicos en zonas de altura (varios sitios) Centro de Información y Ecosistema altoandino del • Propuestas de Gestión Desarrollo Integral de Perú. Zona de los Andes ambiental sostenible de Autogestión (CIDIAG). norte – centrales (Ancash) praderas altoandinas Contacto: Miguel Orellana • Estudio de los bienes y servicios ambientales que presta el ecosistema • Tecnologías de manejo del pastizal validadas Centro Internacional de la Perú, región andina, zonas • Cultivos andinos de altura: Papa (CIP). Contacto: Elías montañosas de Africa y investigación, desarrollo, Mujica Asia conservación in situ y ex situ • Coordinación Programa inter-centros para ecosistemas de montaña Consejo Nacional del Perú. • Medio ambiente y desarrollo Ambiente (CONAM). sostenible (transectorial) Contacto: Carlos Loret de • Comisiones ambientales Mola regionales coordinan acciones de desarrollo sostenible (varias tienen al tema del agua como eje central) • Generación y coordinación de políticas ambientales intersectoriales • Punto focal para la implementación de diversos convenios internacionales de naturaleza ambiental (Cambio climático, Estrategia Nacional de

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Institución

Área de interés geográfica Área de acción relevantes a ecosistemas de altura Biodiversidad)

Consejo Nacional de Camélidos Sudamericanos (CONACS). Contacto: Domingo Hoces

Puna. Zonas alto andinas de • concentración de camélidos sudamericanos domesticados y silvestres • • •





Consorcio para el Regional 5 países Andinos Desarrollo Sostenible de la Ecorregión Andina (CONDEDSAN). Contacto: Héctor Cisneros



• • • •

Protección y uso sostenible de poblaciones de camélidos sudamericanos Programas de repoblamiento de camélidos sudamericanos Programas de manejo y comercialización de la fibra de vicuña Participación de comunidades altoandinas en el usos sostenible de ecosistemas y recursos de fauna silvestre (vicuña y otros) y de especies domesticadas Desarrollo de productos, ampliación de mercados y competitividad de la economía de camélidos sudamericanos Organización de y coordinación con gremios productores de camélidos sudamericanos Estudios aplicados sobre sistemas de producción alto andinos y de cuencas como ecosistemas y unidades de planificación Proyecto regional de estudios para el manejo de cuencas. Mecanismos de comunicación regional (InfoAndina) Fondos empresariales para el desarrollo agropecuario Coordinación y

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Institución

Área de interés geográfica Área de acción relevantes a ecosistemas de altura sistematización de información en sitios piloto de manejo integrado en 5 países Andinos. Grupo de Investigación en Páramos, puna, jalca. Base • Estudios básicos y aplicados Praderas (GIP) de la de campo central en la sierra en ecología y rehabilitación Universidad Nacional centro e investigaciones de pradera degradadas Agraria La Molina aplicadas en todo el Perú. • Formación de estudiantes en Contacto: Enrique Flores manejo de pastizales Mariazza • Manejo de Estación Experimental de manejo de pradera • Proyectos de desarrollo local enfocados en producción lechera, zonificación y optimización de manejo de praderas naturales • Laboratorio SIG Grupo Páramo Piura: Perú. Cuencas, incluyendo • Como conjunto de Instituto de Gestión de zonas altas del Norte instituciones reúnen Cuencas Hidrográficas, Espacios binacionales Perú diversas capacidades, entre Universidad de Piura, Ecuador las que cabe destacar: Contacto Asociación • Coordinación de acciones ProAves; Frontrera Sierra binacionales con Loja, CARE, MIRHAS, Ecuador Municipio de Ayabaca. • Fortalecimiento Contacto: Luis Albán organizacional, producción y medio ambiente en el marco del manejo de cuencas • Investigación y educación ambiental en temas de aves y bosques • Implementación de proyectos de desarrollo local • Planificación estratégica regional en base a procesos participativos Instituto Nacional de Perú: Sierra central y sur. • Áreas protegidas del Perú Recursos Naturales (con ecosistemas de altura) (INRENA). Contacto:

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Institución

Área de interés geográfica Área de acción relevantes a ecosistemas de altura Carlos Arias • Aspectos técnicos y de regulación del manejo del agua a nivel nacional • Fauna silvestre en extinción. • Protección de hábitats y ecosistemas. • Herpetofauna. Instituto de Montaña (IM). Perú: Huaraz, Cajamarca y • Metodologías de Contacto: Jorge Recharte Ecuador. Asia: praderas investigación participativa altas en Nepal y Tibet aplicada al ecosistema pastizal • Metodologías de monitoreo local del estado del pastizal • Validación de tecnología intermedia para la utilización del ecosistema pastizal natural • Mapeo participativo para el uso de recursos naturales en páramos y punas. • Proyectos y metodologías para el desarrollo de iniciativas locales de turismo en paisajes de alta montaña. • Publicaciones especializadas (guía de identificación de especies forrajeras nativas, Guía de Flores silvestres alto andinas) Instituto del Bien Común Andes y Amazonía peruana. • Estudios de ecología política (IBC). Contacto: Danny Vertientes orientales de los aplicada a casos de manejo Pinedo Andes y transiciones de recursos de propiedad pastizal / bosque común. • Mapeo participativo de territorios y usos colectivos de recursos naturales • Sistemas de Información Geográfica controlados por y accesibles a grupos locales

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Institución

Área de interés geográfica Área de acción relevantes a ecosistemas de altura Fondo Nacional de Áreas Sierra La Libertad, Huaraz, • Financiamiento de Áreas Protegidas por el Estado Puno y Junín Naturales Protegidas. (PROFONANPE). • Publicaciones Contacto: Marisela • Promoción de Benavides investigaciones en conservación (caso Laguna de Junín entre otros)

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