JUAN 14:1-14

Muchas veces nos sentimos perdidos… sentimos que estamos rodeados de falsedad… sentimos que estamos muertos… Pero para todo esto hay una solución: JESÚS. Cuando te sientas perdido… no te preocupes… porque Jesús es el CAMINO. Cuando sientas que sólo te rodean mentiras y falsedad… no te preocupes… porque Jesús es la VERDAD. Cuando sientas que estás muerto… no te preocupes… porque Jesús es la VIDA. Jesús es el camino al Padre; Él es la verdad encarnada y Él es la vida de todos los que creen en Él. Jesús es la puerta que debemos atravesar si queremos ser salvos, si queremos encontrar el camino, la verdad y la vida. Como dice en Juan 10:9: “Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.” 1) PORQUE ES EL CAMINO, JESÚS ES NUESTRA SENDA PARA LLEGAR AL PADRE: Antes de conocer a Dios, andábamos ciegos por la vida, una ceguera espiritual que nos impedía ver las maravillas que el Señor ha hecho y hace día a día en nuestras vidas. No sabíamos por dónde pisar, que huellas seguir, que camino coger para llegar a la meta… pero no a una meta cualquiera, sino a la meta de la Salvación. Una vez aceptamos a Dios, y a su Hijo Jesucristo, nuestros ojos son abiertos para mostrarnos el camino de la salvación, el único camino que nos lleva a ser salvos. Una vez aceptamos a Dios y a Jesús, él mismo nos dijo lo que le dijo al ciego en Marcos 10:5152: “Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida el ciego recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino.” En Mateo 7:14 nos dice: “Porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan”

Sabemos que Jesús es la puerta por la que pasar para llegar al Reino de los Cielos y es el camino que debemos andar para llegar a la salvación, pero seguir firmes y adelante no será fácil… estrecha es la puerta y costoso el camino… Habrá puertas muy anchas y muy cómodas de atravesar, pero que llevarán al sufrimiento y la maldad. Habrá caminos más anchos y más fáciles de andar, pero que llevarán a la perdición y al pecado. Nadie dijo que ser cristiano fuera fácil… pero confiamos en que Dios nunca nos deja y siempre nos sustenta en este camino que es seguir a su Hijo Jesús. Jesús hizo el camino hacia la presencia de Dios y ya nunca estará cerrado para el que en él crea. Dice en Juan 3:16 que Dios mandó a su Hijo para que todo el que en Él cree no se pierda. Dios nos ha mostrado el camino hasta Él para que no nos perdamos si decidimos andar tras los pasos de Jesús. Como el “camino”, Jesús es el único eslabón entre Dios y el hombre. Como dice en 1 Timoteo 2:5: “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”. Conocer a Jesús es conocer al Padre. Y sólo así llegaremos hasta Él. Podemos seguir buscando el Camino en la diversidad de ofertas que existen en el mundo, pero el tiempo con que el hombre cuenta para hallarlo es, mínimo. El tiempo se agota, los días pasan, y no sabes cuándo te tocará estar ante Dios para rendirle cuentas. No tenemos tiempo para experimentar aquí y allá. Porque, cuando te encuentres con Él cara a cara, te dirá que tuviste la oportunidad de ir por el camino de la salvación para entrar en su Reino y decidiste buscar otras alternativas… entonces, ¿qué le dirás? Hoy es un buen día para empezar a andar por el CAMINO que lleva hasta Dios. Hoy es un buen día para empezar a seguir a Cristo. 2) PORQUE ES LA VERDAD, JESÚS ES LA REALIDAD DE TODAS LAS PROMESAS DE DIOS: “Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8:31-32) Jesús nos dice que un conocimiento verdadero del Padre sólo puede ser obtenido por un conocimiento verdadero del Hijo. "Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y

desde ahora le conocéis, y le habéis visto” (Juan 14:7). Si realmente conocemos al Hijo, realmente conoceremos al Padre. Vivimos en un mundo donde la mentira produce espejismos que son casi imposibles de discernir. Casi que inventamos un mundo paralelo de mentiras y falsedad que a veces hasta nos lo llegamos a creer. ¿Cuántas veces te han mentido? ¿Cuántas veces has mentido? ¿Cuántas veces has sido víctima de una injusticia porque alguien dijo un falso testimonio contra ti? No nos alcanzarían los dedos de las manos y de los pies para contar las veces que hemos sufrido por causa de las mentiras. La mentira fue la primera arma que Satanás usó para engañar al hombre. Y sigue usándola hoy en día, con los mismos resultados que al principio. Engaña al hombre para que éste se aparte del Dios que lo creó. En Juan 8:39-47 nos habla sobre el padre de la mentira, sobre el diablo. Toda mentira ha sido preparada por el diablo. Cualquier persona que practica la mentira es un instrumento al servicio del diablo. Pero Jesús predicaba en todo momento palabras de Verdad, una verdad revelada por su Padre. Una verdad que es la fuente de nuestra Libertad. Dice en Juan 1:14: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros lleno de gracia y de verdad”. Se suele oír por ahí que la verdad siempre sale a la luz. Jesús vino a traer luz a este mundo, y sacar de las tinieblas al que se encontraba en dicha oscuridad. La luz no se puede esconder, y junto con ella, la verdad, tampoco puede ocultarse mucho tiempo porque, tarde o temprano, se descubre por sí misma. Mateo 7:7 dice: “Buscad y hallaréis” Es normal que en un momento de nuestras vidas nos planteemos muchas cosas y nos hagamos preguntas. Pero aquél que duda, busca respuesta para acabar con la incertidumbre. Dios no tiene miedo de que dudes, y mucho menos de que busques… porque como dice el versículo: “El que busca, halla”, y Él está esperando a que le encuentres, porque sabe que Él es la única verdad y el Dios verdadero. Y sólo podremos encontrarle y conocerle por medio de su Hijo Jesús. Necesitamos la verdad de Dios para ser libres de las ataduras de la mentira. Jesús nos da esa libertad. Jesús libra al hombre del poder del pecado, lo libra de la condenación por causa

del éste, le da al hombre una verdadera libertad. Le da al hombre su razón de ser, ilumina su entendimiento, lo saca de las tinieblas para vivir en la luz y le hace ver la realidad de la vida; la verdad de Jesús le permite al hombre conocer a Dios tal cual es Podemos seguir buscando respuestas en el mundo, significado a nuestras vidas e intentar descubrir cual es la Verdad absoluta ahí fuera. Pero, como decía, el tiempo se agota… y Dios te está ofreciendo el conocimiento de la verdad a través de su Palabra, a través de su Hijo y de conocerle más y más. Te ofrece una vida llena de luz, de salvación y honestidad si aceptas la única verdad de este mundo: que Jehová es el Dios verdadero, creador del mundo, quien nos salvó del pecado. 3) PORQUE ES LA VIDA, UNE SU VIDA DIVINA A LA NUESTRA, TANTO AHORA COMO ETERNAMENTE: Jesús es la Vida… y también lo dice en Juan 1:4: “En él está la vida, y la vida es la luz de los hombres” Jesús nos da la vida aunque estemos muertos… dice en Juan 11:25: “Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá” Juan 3:36: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él” La vida proviene de Dios. No somos un accidente. La Biblia proclama que la vida proviene de Dios. Y Jesucristo es la Vida que necesitamos. Dios es el autor de la vida física del hombre, pero también es el autor de la vida espiritual del hombre. ¿Quién mejor para guiar al hombre que su Creador? Jesucristo vino a restaurar la vida espiritual del mundo para que viva eternamente con el Padre. Dios puede darte la vida eterna si crees en su Hijo Jesús. Solamente Él nos salva de la muerte. Cristo murió en la cruz para librarnos de la muerte espiritual, para limpiar nuestros pecados y ofrecernos la eternidad. "El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; mas yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10). Muchas personas en el mundo están espiritualmente muertas. Están sin vida. Están vivas para el mundo, pero muertas para Dios. Pueden tener una existencia terrenal, pero están muertas espiritualmente. Jesús promete levantar a los muertos. Dar vida, la vida eterna,

a todo los que lo invocan y creen en Él. Para llegar al Padre, y vivir eternamente sentados junto a su trono, debemos de aceptar a Jesús, y con Él, esa vida que Él nos da. Jesús dijo: "De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida” (Juan 5:24). "Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano” (Juan 10:27-28). Podemos seguir conformándonos con nuestra vida terrenal y despreocuparnos de nuestra vida espiritual, pero… el tiempo se agota. Y puede que el Señor te llame a su presencia hoy mismo. Y si es así, ¿cómo nos presentaremos ante Él sin haber cuidado nuestra vida espiritual? Dios nos está dando la oportunidad de vivir eternamente a su lado, al lado del Rey de Reyes. El mejor regalo que nos pudieran ofrecer nunca… pasar de muerte a vida, y sólo podremos obtenerlo si seguimos a Cristo y creemos en Él como nuestro único y suficiente Salvador. Como decía al principio… Muchas veces nos sentimos perdidos… sentimos que estamos rodeados de falsedad… sentimos que estamos muertos… Pero para todo esto hay una solución: JESÚS. Cuando te sientas perdido… no te preocupes… porque Jesús es el CAMINO. Cuando sientas que sólo te rodean mentiras y falsedad… no te preocupes… porque Jesús es la VERDAD. Cuando sientas que estás muerto… no te preocupes… porque Jesús es la VIDA.

Noemí Fariña

IEB Sta. Cruz de Tenerife, 06-09-2009