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VOL. 52 / Nº 106 ENERO / JUNIO 2006 Trastono del deseo sexual en mujeres con diábetes mellitas y lupus eritematoso sistémico. Hospital Dr. Julio Crio

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2006, de 30 de junio, por
26488 Viernes 14 julio 2006 Seis. El artículo 33 queda redactado del siguiente modo: «Artículo 33. Las vacantes de Académicos de número que por fall

2006, de 15 de junio, art. 7)
DOCUMENTACION EXIGIDA PARA LA AUTORIZACIÓN DE INSTALACIÓN DE LOCALES DE ASISTENCIA SANITARIA A ESPECTÁCULOS PUBLICOS, en base al Decreto 51/2006, de 1

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VOL. 52 / Nº 106 ENERO / JUNIO 2006

Trastono del deseo sexual en mujeres con diábetes mellitas y lupus eritematoso sistémico. Hospital Dr. Julio Criollo Rivas. Ciudad Bolívar – Estado Bolívar.

INTRODUCCION. Día a día millones de personas presentan trastornos en la sexualidad, los cuales pueden estar representados por alteraciones en el deseo sexual o alteraciones en las diferentes fases del ciclo sexual1.Los trastornos sexuales femeninos son alteraciones o disfunciones que sufre la mujer y que impiden o dificultan que sus relaciones sexuales sean sastifactorias y placenteras. Estos trastornos pueden ser anorgasmia, vaginismo y dispareunia, donde pueden estar afectadas una o varias fases del ciclo sexual y el resultado final es la disminución del deseo sexual2. Fisiológicamente el ciclo sexual esta dado por cinco fases: La primera fase es el deseo sexual, el cual es la energía psíquica o impulso instintivo que lleva al conocimiento, posesión o disfrute. La segunda fase es la excitación que es consecuencia de la estimulación sexual física y/o psicológica en donde ocurren una serie de eventos como son lubricación vaginal, alargamiento de los dos tercios externos de la vagina, elevación del útero el cual tracciona la vagina haciéndola mas voluminosa, las paredes vaginales se oscurecen por acumulación de sangre, los labios menores aumentan de tamaño y los labios mayores se retraen para permitir el acceso al pene, mientras que el clítoris y las glándulas mamarias se dilatan. La tercera fase que es llamada fase de meseta, donde se mantienen e intensifican altísimos niveles de excitación sexual. En esta fase disminuye el tercio externo de la vagina formándose la plataforma orgásmica, los labios menores aumentan su congestión, el clítoris se retrae colocándose en posición inaccesible debajo de su capuchón y aparece una zona de rubor en el pecho y abdomen. La cuarta fase que es la de orgasmo, en la cual las contracciones rítmicas musculares desencadenan una intensa sensación física, seguida de un relajamiento rápido y un aumento en la frecuencia respiratoria, la frecuencia cardiaca y la presión sanguínea; además se contraen los músculos del cuerpo incluyendo los de la vagina y los de del útero. La quinta fase que es la resolutiva; aquí hay un retorno al estado normal de no estimulación, la cual se evidencia en el hombre con el

Yolirma Vaccaro Campos* Aracelis Rodríguez, M.**

periodo refractario y en la mujer desaparece la plataforma orgásmica y el aumento de los pezones y las glándulas mamarias, el cuerpo se cubre de sudor, el clítoris, los labios menores y mayores recuperan su posición normal, los dos tercios externos de la vagina pierden su distensión y por último desaparece el espasmo muscular 3 . Generalmente las alteraciones sexuales aparecen cuando los factores orgánicos o psicológicos bloquean el normal desempeño de la relación sexual y una de las causas más importante de los trastornos sexuales femeninos es la inhibición del deseo sexual. El deseo sexual es un fenómeno de compleja estructura en el que se combinan ciertos aspectos de componentes biológicos o instintivos, mediatizados por estímulos hormonales y elementos precedentes del conocimiento psicosocial. La desincronización de estos componentes da lugar a trastornos del deseo sexual4. El deseo sexual es una etapa previa a la actividad coital propiamente dicha y su base neurohormonal está dada por sustancias que se producen en el cerebro, ovarios, testículos y glándulas suprarrenales. Estas sustancias condicionan la tendencia, o en caso contrario la inhibición para todo lo que tiene, en nuestra conducta, una connotación sexual lo que hace que la persona disminuya o pierda la capacidad de responder a estímulos sexuales y el resultado final es la evitación de las relaciones sexuales. El principal efector del deseo sexual, tanto en hombres como en mujeres, es la testosterona. Niveles inferiores a 300ng/dl en el hombre y menores de 10ng/dl en la mujer, causan alteración del deseo sexual, aunque es sabido que existen otros factores que también influyen y a veces al corregir la deficiencia hormonal el trastorno no mejora5. Según Masters et al afirman que existen otros factores importantes que afectan el deseo sexual como son casi todas las enfermedades crónicas, aunque ello no significa que tal efecto puede atribuirse directamente a cambios bioquímicos de la patología a los tejidos. La adaptación psicosocial a la enfermedad crónica puede

*Medico psiquiatra, coordinador sección de psiquiatría de enlace. Complejo Hospitalario Universitario Ruiz y Páez. Designado oficialmente, por concurso, miembro candidato PPI. Profesor Asistente Escuela de Ciencias de la Salud Dr. Francisco Batistini. Ciudad Bolívar, Venezuela. **Medico Cirujano.

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tener un efecto adverso en la sexualidad por razones totalmente distintas de los factores físicos. La diferencia entre las etiologías orgánicas y psicosocial en ocasiones resulta un proceso difícil y requiere un juicio clínico, ya que no se pueden realizar mediciones precisas del deseo sexual4. Habitualmente, se realiza una valoración del deseo sexual preguntando al individuo cuál es su frecuencia de actividad sexual, la cual se clasifica en alta, media y baja. En la categoría de frecuencia alta se incluyen los individuos que participan en actividades sexuales cada día, cada dos, tres o cuatro días; en la categoría de frecuencia media, los individuos que participan en actividades sexuales cada cinco, seis, ocho o nueve días y en la categoría de frecuencia baja los individuos que participan en actividades sexuales cada diez, once, doce, trece, catorce o más días8. Todos estos datos, están influenciados por el estado de salud del individuo, por factores sociales y ambientales. La Organización Mundial de la Salud (OMS), define la salud como un completo bienestar biopsicosocial y no solamente la ausencia de enfermedad, esta definición es completa porque incluye el factor social, que innegablemente interviene en el estado de bienestar general, a través de las propias concepciones personales y del disfrute de las condiciones del orden laboral, político, familiar, moral, religioso u otras que la sociedad permite y ofrece. Otra definición de la salud según la OMS es la capacidad de desarrollar el propio potencial personal y responder de forma positiva a los retos del ambiente10. Como el estado de salud - enfermedad va a influir directamente en la sexualidad del individuo podemos definir la enfermedad como una alteración de la normalidad de cada sujeto en su esfera física, mental o social, sea esta percibida o no por el que la padece4. Dentro de las enfermedades crónicas endocrinas que más afecta el deseo sexual está la diabetes. La disminución del deseo y de la respuesta sexual en las mujeres que padecen de diabetes, es gradual y progresivo, su inicio tiene lugar entre 4 y 8 años después del diagnostico de la diabetes. Muchas mujeres experimentan primero un descenso

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gradual de la frecuencia de respuestas orgásmicas, acompañada en ocasiones de disminución en la intensidad del orgasmo por alteración del interés sexual. Algunas de estas mujeres precisan que necesitan periodos de estimulación directa más prolongados para alcanzar niveles elevados de excitación, cuando se trata de actividades masturbatorias y cuando se efectúa el coito11. Otra complicación tardía de la diabetes, es la lesión del sistema nervioso autónomo o cambios neuropáticos leves que elevan notablemente el umbral de estimulación sexual, por lo cual se requieren estímulos aferentes mayores para provocar la respuesta adecuada. Otro elemento importante en la diabetes es la mayor proporción a las infecciones y se cree que es causado por una combinación de factores como: descenso de la fagocitosis en los leucocitos y aumento de la concentración de glucosa en los tejidos, que tiene relevancia en las infecciones de la zona vaginal o del tracto urinario. Las infecciones crónicas causan cambios en los tejidos como aumento de la sensibilidad, supuración fétida, prurito, descenso de la lubricación vaginal, la cual puede ser el resultado de diferencias de ph asociadas a las infecciones, a alteraciones en los gradientes de presión osmótica en la mucosa vaginal y edema de las paredes vaginales que causan debilitamiento de la permeabilidad capilar y lleva a padecer de dispareunia4.

Otra patología crónica que también afecta el deseo sexual es el Lupus Eritematoso, el cual abarca un amplio espectro de formas clínicas como: Lupus eritematoso con manifestaciones cutáneas que se subdividen en tres tipos: agudas, subagudas y crónicas (lupus eritematoso discoide); Lupus eritematoso sistémico; Lupus eritematoso; Lupus pernio; Lupus vulgares11. De todas estas formas clínicas la que afecta el deseo sexual es el Lupus eritematoso sistémico, que es una enfermedad de etiología desconocida en la que se produce una lesión tisular y citológica por el depósito de auto anticuerpos e inmunocomplejos de carácter patológico.

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TABLA Nº 1 Distribución de pacientes con Diabetes y Lupus Eritematoso Sistémico, según el deseo sexual, Hospital Dr. Julio Criollo.- Ciudad Bolívar. DESEO SEXUAL DIABETICAS Ningún Deseo

Mediano Deseo

Fi % 32 53,34

LUPICAS Fuerte Deseo

Ningún Deseo

Mediano Deseo

TOTAL Fuerte Deseo

Fi % Fi % Fi % Fi % Fi % 7 11,68 1 1,67 14 23,33 6 10,00 0 0,00

Fi % 60 100

De las 40 pacientes diabéticas (66,67%) el 53,34% no presentan deseo sexual, solo el 13,35% presenta deseo sexual de los cuales 11,68% presentan un mediano deseo y el 1,67 un fuerte deseo. De las pacientes con Lupus ninguna presento fuerte deseo sexual solo el 10,00% presenta mediano deseo sexual y el 23,33 ningún deseo. TABLA Nº 2 Distribución de pacientes con Diabetes y Lupus Eritematoso Sistémico, según el grupo atareo y el deseo sexual, Hospital Dr. Julio Criollo.- Ciudad Bolívar. DESEO SEXUAL EDAD (AÑOS)

20-24 25-29 30-34 35-39 40-44 45-49

DIABETICAS Ningún Deseo

LUPICAS

TOTAL

Mediano Fuerte Ningún Mediano Fuerte Deseo Deseo Deseo Deseo Deseo

Fi

%

Fi %

Fi

%

0

0.00

1 1,67

1

1,67

2 3,33

0 0,00 2 3,33 1 1,67

0 0,00

4

6,67

0 0,00 2 3,33 1 1,67

0 0,00

6

1

1,67

10

0 0,00

0 0,00 2 3,33 1 1,67

0 0,00

4

6,67

3 6

5

1 1,67

1 1,67 3

0 0,00

0 0,00

8 13,34

10

1 1,67

0 0,00 1 1,67 0 0,00

0 0,00

0

0,00

8 13,34

1 1,67

0 0,00 2 3.33 1 1,67

0 0,00

4

1 1,67

0 0,00 3

0 0,00

13 21,67

50 y más 9 15 TOTAL 32 53,34

Fi

%

Fi %

Fi

%

5

5

Fi

%

0 0,00

7 11.68 1 1,67 14 1,67 6 10,00 0 0,00

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EDAD

TRASTORNO DEL DESEO SEXUAL

(AÑOS)

DIABETICAS Frecuencia Alta

20-24 25-29 30-34 35-39 40-44 45-49 50 Y MÁS TOTAL

LUPICAS

TOTAL

Frecuencia Frecuencia Frecuencia Frecuencia Frecuencia Media Baja Alta Media Baja

Fi 0

% 0,00

Fi % 1 1,67

Fi 0

% 0,00

Fi % 1 1,67

Fi % 0 0,00

Fi 2

% 0,00

Fi 4

% 6,67

0 0 1 1

0,00 0,00 1,67 1,67

2 0 2 1

3,33 0,00 3,33 1,67

1 1 2 5

1,67 1,67 3,33 8,33

0 0 0 0

0 0 1 0

3 3 2 1

0,00 0,00 0,00 1,67

6 4 8 8

10,00 6,67 13,33 13,33

2 0 4

3,33 0,00 6,67

3 3 12

5 5 20

8 3,33 7 11,67 24 40

0,00 0,00 0,00 0,00

0 0,00 0 0,00 1 23,33

0,00 0,00 1,67 0,00

0 0,00 0 0,00 1 1,67

4 6,66 3 5 18 29,99

17 18,32 13 21,67 60 100

De 40 pacientes diabéticas (66,67%), 30 (50%) tiene de 0 – 11 años padeciendo la enfermedad. El 18,33 de los pacientes Lúpicas tienen 0 – 11 años con la enfermedad; además el 80% de todas los pacientes no tienen deseo sexual. TABLA Nº 4. Distribución de pacientes con Diabetes y Lupus Eritematoso Sistémico, según el grupo etareo y frecuencia de la actividad sexual, Hospital Dr. Julio Criollo.- Ciudad Bolívar, 2002.

6,67

60 100

En relación a la distribución de pacientes con Diabetes y Lupus Eritematoso Sistémico según el grupo etareo y el deseo sexual; se aprecio que en 40 pacientes diabéticas (66,67%) entrevistadas el grupo etéreo de mayor frecuencia fue el intervalo de 40 – 50 años o más representadas por un 50,01%. Así mismo 20 pacientes lúpicas (23,33%) entrevistadas el grupo etareo

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predominante fue el que se encuentra entre el gran intervalo de 35 – 50 años o más representadas por 18,34%. TABLA Nº 3 Distribución de pacientes con Diabetes y Lupus Eritematoso Sistémico, según el tiempo de padecimiento de la enfermedad y el deseo sexual, Hospital Dr. Julio Criollo.- Ciudad Bolívar.

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Frecuencia De mantener Actividad sexual Consigo misma

DIABETES

LUPUS

BAJA MADIA ALTA TOTAL

Fi % 39 65,00 1 1,67 0 0,00 40 66,67

Fi % 19 31,66 0 0,00 1 1,67 20 33,33

PATOLOGIA

P S I Q U I A T R I A

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TOTAL Fi 58 1 1 60

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% 96,7 1,67 1,67 100

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En relación a la distribución de pacientes con Diabetes y Lupus Eritematoso Sistémico según el grupo etareo y la frecuencia de actividad sexual, lo que más resalto fue la frecuencia baja para ambos. TABLA Nº 5. Distribución de pacientes con Diabetes y Lupus Eritematoso Sistémico, según la frecuencia de mantener actividad sexual consigo misma. Hospital Dr. Julio Criollo.Ciudad Bolívar. DESEO SEXUAL Tiempo De Padecimiento De la Enfermedad (AÑOS) 0-2 3-5 6-8 9 - 11 12 - 14 15 - 17 > 18 TOTAL

DIABETICAS

LUPICAS

TOTAL

Ningún Deseo

Mediano Deseo

Fuerte Deseo

Ningún Deseo

Mediano Deseo

Fuerte Deseo

Fi % 4 6,67 6 10

Fi % 4 6,67 2 3,33

Fi % 1 1,67 0 0,00

Fi 2 5

% 3,33 8,33

Fi 0 1

% 0,00 1,67

Fi 0 0

% 0,00 0,00

Fi % 11 18,34 14 23,33

6 10 5 8,33 2 3,33 3 5

1 1 0 0

1,67 1,67 0,00 0,00

0 0 0 0

0,00 0,00 0,00 0,00

2 0 5 2

3,33 0,00 8,33 3,33

1 0 1 0

1,67 0,00 0,00 0,00

0 0 0 0

0,00 0,00 0,00 0,00

10 16,67 6 10 8 13,34 5 8,33

5 8,33 31 51,66

0 0,00 8 13,34

0 1

0,00 1,67

1 1,67 1 1,67 17 28,32 17 28,32

0 3

0,00 5,01

6 60

10 100

TABLA Nº 6. Distribución de pacientes con Diabetes y Lupus Eritematoso Sistémico, según la frecuencia de mantener actividad sexual al estar en contacto con una persona atractiva. Hospital Dr. Julio Criollo.- Ciudad Bolívar. Intensidad Del Deseo

PATOLOGIA DIABETES Fi

%

LUPUS Fi

%

TOTAL Fi

%

Ningún Deseo

30

50,00

14 23,33

44 73,33

Mediano Deseo

9

15,00

5

8,33

14 23,33

Fuerte Deseo

1

1,67

1

1,67

2

3,34

TOTAL

40

66,67

20 33,33

60

100

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Intensidad Del Deseo Sexual al Situaciones Románticas

PATOLOGIA DIABETES Fi

%

LUPUS

TOTAL

Fi

%

Fi

%

13 21,67

6

10,00

19

31,67

Mediano Deseo

21 35,00

9

15,00

30

50,00

Fuerte Deseo

6

5

8,33

11

18,33

20 33,33

60

100

Ningún Deseo

TOTAL

Del total de 60 pacientes entrevistados 96,7% mostró baja frecuencia sexual para la masturbación.

Intensidad Del Deseo Sexual al Estar en Contacto Con una Persona Atractiva

El 73,33% de los pacientes no tienen deseo sexual al estar en contacto con una persona atractiva, el 23,33% mostró mediano deseo y solo el 3,34% fuerte deseo. TABLA Nº 7. Distribución de pacientes con Diabetes y Lupu Eritematoso Sistémico, según la frecuencia de mantener actividad sexual al evocar situaciones románticas. Hospital Dr. Julio Criollo.- Ciudad Bolívar.

10,00

40 66,67

El 31,67% del total de los pacientes entrevistados no muestran deseo sexual al evocar situaciones románticas (fantasías). El 50% muestra mediano deseo con el uso de las situaciones románticas (fantasías) y 16,33% fuerte deseo sexual. TABLA Nº 8. Distribución de pacientes con Diabetes y Lupus Eritematoso Sistémico, según el tiempo que pueden mantenerse confortables sin tener actividad sexual de ningún tipo. Hospital Dr. Julio Criollo.- Ciudad Bolívar, 2002. Tiempo que Pueden Mantenerse Confortables Sin ninguna Actividad Sexual Por siempre 1 o 2 años Varios Meses 01 mes Pocas semanas 01 semana Pocos días 01 día Menos de 1 día Total

PATOLOGIA DIABETES % 10,00 10,00 18,33 20,00 5,00 0,00 3,33 0,00 0,00 66,67

Fi 6 6 11 12 3 0 2 0 0 40

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LUPUS % 0,00 1,67 18,33 8,33 5,00 0,00 0,00 0,00 0,00 33,33

Fi 0 1 11 5 3 0 0 0 0 20

TOTAL Fi 6 7 22 17 6 0 2 0 0 60

% 10,00 11,67 36,66 28,33 10,00 0,00 3,33 0,00 0,00 100

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Este cuadro presenta la distribución de pacientes con Diabetes y Lupus Eritematoso Sistémico, según el tiempo que pueden mantenerse confortables sin tener actividad sexual ningún tipo. Se observó que el mayor porcentaje se encuentra en el intervalo de varios meses representado por 22 (36,66%) pacientes, 11(18,33%) diabéticas y 11(18,33%) lúpicas, seguido del intervalo de un mes representado por 17 (28,33%) pacientes, de las cuales 12 (20,00%) son diabéticas y 5 (8,33%) son lúpicas. DISCUSION. La sexualidad es un tema polémico y hasta hace poco tabú. Por ello está rodeado de mitos falsos como v e r g ü e n z a , f a l s o s p u d o re s y e x a l t a c i o n e s sobredimensionadas acerca del sexo. Hablar de sexo se creía que incitaba a su práctica, quien hablaba de él era un pervertido sexual, amoral, etc.16 La sexualidad es algo inherente, un componente esencial del ser humano y un elemento básico de su personalidad, a pesar de esto, todavía existe una gran desinformación sobre este tema. 16 Los estudios sobre este tópico en enfermedades crónicas son escasos, por ello hubo dificultad en la adquisición de bibliografía para hacer la correlación. Las personas con enfermedades crónicas como Diabetes y Lupus son igual que las personas sin estas enfermedades, es decir, con sus mismos deseos, intereses, anhelos, apetitos, sensaciones y frustraciones. En ellos van a influir creencias religiosas, educación general y especifica, vivencias previas, errores y mitos sobre la sexualidad. Claro, no hay que olvidar que existe una serie de elementos que condicionan en el diabético y en el lúpico su comportamiento ante el sexo como son: Factores biológicos, porque de entrada el diagnostico de la enfermedad produce un fuerte impacto, que cuesta tiempo asumir y aceptar, junto con una fuerte carga de ansiedad y en algunos casos de depresión asociados, en estas circunstancias es difícil concentrarse y llegar a una sexualidad plena, además estos pacientes tienen una baja autoestima, se sienten inseguros lo que los lleva a que surjan problemas en su esfera sexual por temor a

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no cumplir sus propias expectativas o las de su pareja. Además también influye el factor físico y sociocultural, pero los trastornos sexuales en la mujer parecen estar relacionados a los factores psicológicos más que a otros factores. Todos los factores producen tarde o temprano trastornos sexuales, coincidiendo con lo expuesto por Englim et al, cuando señalan que “las mujeres diabéticas están, claramente, en riesgo de una disminución del deseo sexual y de dolor en el coito. Los resultados de esta investigación permitieron determinar la incidencia de los trastornos del deseo sexual en un 76,67% de las pacientes lo cual coincide con los resultados señalados por Englim et al, donde reportaron que mas del 11% de las mujeres diabéticas presentan disminución de la libido, de la lubricación vaginal y durante el coito17. No hay estudios realizados en pacientes lúpicas, pero como las alteraciones de las dos patologías son muy parecidas, inferimos que ocurre lo mismo. En relación a la edad, se encontró que el mayor porcentaje (69,92%) de las pacientes con trastornos del deseo sexual tienen 35 años o más, hecho que difiere del estudio realizado por Englim et al, donde no se encontró asociación entre disfunción sexual y edad17. Esto se puede explicar porque el tipo de diabetes más frecuente es el tipo 2 o no insulinodependiente, el cual se presenta más que todo en personas mayores de 35 años18. En el estudio se pudo observar que el mayor porcentaje (58,34%) de pacientes con trastornos del deseo sexual presentan de 0 a 11 años padeciendo la enfermedad. El grupo Diabetes SAMF y C señala que este tiempo es suficiente para presentar complicaciones neurológicas, ya que aproximadamente el 60-70% de las pacientes con Diabetes tienen algún grado de neuropatía, además las mujeres tienen 4 veces mayor riesgo de presentar complicaciones cardiovasculares como enfermedad coronaria, cerebral o periférica que el hombre19. En lo que respecta la frecuencia de actividad sexual se encontró que el 60,99% de las pacientes tienen una frecuencia baja, esto se debe a la disminución del deseo sexual, lo

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que coincide con lo expuesto por Stell en su estudio comparativo en mujeres diabéticas donde se muestra una disminución del deseo sexual entre 14 y 24% con respecto al grupo control20. Lo anteriormente comentado explica que el mayor porcentaje (43,33%) de pacientes presenta mediano deseo sexual al estar en contacto con su pareja. El 91,67% de las pacientes tienen ningún deseo de mantener actividad sexual consigo mismas. De igual manera el 96,66% presenta una frecuencia baja de actividad sexual consigo mismas; sin embargo, cabe mencionar que estos datos no pueden ser discutidos debido a la ausencia de estudios que los incluya. Lo mismo ocurre con la intensidad del deseo sexual al estar en contacto con una persona atractiva donde el mayor porcentaje (73,33%) de pacientes presenta mediano deseo sexual al evocar situaciones románticas. En este estudio se demostró que el 36,66% de las pacientes se pueden mantener confortables, sin tener actividad sexual de ningún tipo durante varios meses, muchas de las pacientes reportaron que mantenían contacto sexual con su pareja, solo por complacerlos o porque era su obligación como esposas. Otro hallazgo encontrado en el estudio fue la presencia de síntomas depresivos en un gran porcentaje de las pacientes, a pesar de no ser esto objeto de estudio, lo que coincide con el estudio realizado por Englim, donde reporto que las mujeres con trastorno sexuales son mas propensas a estar deprimidas18. Los problemas sexuales deben abordarse siempre en conjunto con la pareja. Es necesario que la pareja de estos pacientes conozcan que estas enfermedades cursan con disfunciones sexuales. Como cualquiera otra faceta de la vida, es imprescindible un dialogo abierto y sincero entre ambos, así desaparecerían mucho de los problemas de la esfera sexual que se manifiestan físicamente en repuesta a conflictos psicológicos. BIBLIOGRAFIA. 1. Anónimo. 2000, Agosto. Insuficiencia Sexual e

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