LA DISCIPLINA EN NUESTRAS VIDAS El hablar de los asuntos de la disciplina es algo un poco difícil de hablar puesto que todos tienen su propia opinión de que es la disciplina. Este pequeño tratado solo trata de enseñar lo que es la disciplina según la Biblia. Con estas pocas líneas espero esclarecer la oscuridad que hay sobre el tema. Por eso al empezar a hablar sobre la disciplina tenemos que hablar de cómo nos disciplinamos nosotros mismos para hacer la obra del Señor. Tenemos que hablar de donde debe empezar la disciplina… en nosotros mismos. La palabra disciplina según el diccionario Webster es 1. ―CASTIGAR; un entrenamiento que corrige, molda o perfecciona.‖ 2. ―CASTIGAR; el entrenar que se lleva acabo por medio de la instrucción y ejercicio en control propio.‖ En las dos definiciones se empieza por castigar, pero en las escrituras, ni Cristo, ni los apóstoles hablaba de que los hermanos deberían de castigar, sino que como dice la segunda parte de la definición en las dos definiciones, los hermanos tienen que corregir, moldar o perfeccionar, enseñar el dominio propio para hacer esto. Muchas de las veces los hermanos piensan que la disciplina es para castigar, pero eso no es el caso según la Biblia. Dios es el que castiga. ―Mía es la venganza….‖ (Romanos 12:19). El punto de la disciplina es amar a nuestro hermano caído, restaurarle y limpiar a la iglesia del pecado. Cuando hablamos de la disciplina tenemos que empezar por nosotros mismos. Eso es lo que la Biblia enseña. ―Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.‖ (Galatas 6:1). La palabra de Dios nos dice que tenemos que considerarnos a nosotros mismos en orden de que podamos hablar de la disciplina. En otras palabras, si es que nosotros vamos a disciplinar tenemos que mirar que nosotros estemos viviendo una vida buena o ejemplar de lo que es vivir como cristiano. Quiero que pongan atención que este versículo en particular habla de los que ―son espirituales‖. Mis estimados hermanos, si han estado por algún tiempo en la iglesia, estoy más que seguro que han visto hermanos que no son espirituales. Esto puede ser porque tienen muy poco tiempo en el evangelio, o por que son demasiado débiles en su manera de vivir, o simplemente por que son hermanos carnales que de alguna manera u otra no han cambiado su vida. Pablo dice que los que son espirituales, los que son los ejemplos de la congregación, son los que deben de restaurar al que pecó. Es por eso que es muy importante que tengamos disciplina sobre nosotros mismos para poder ayudar a aquellos que tienen algún error. Si, como se dice coloquialmente, ―tenemos mucha cola que nos pisen‖ entonces tenemos que dejar que la corrección venga por aquellos que si han sido ejemplo en la congregación. Es por eso que Pablo le dijo a Timoteo ―Se ejemplo….‖ (I Timoteo 4:12). Pablo abiertamente entendía que un hermano que no sea ejemplo al tratar de ―corregir‖ se miraría como un hipócrita. Jesús mismo lo dijo ―saca la viga de tu propio ojo primero‖ (Mateo 7:3). Con lo que acabo de decir no quiero implicar que nadie puede hacer la disciplina, lo único que quiero decir es que los que la hagan o los que encabecen el movimiento para disciplinar sean ejemplo en la congregación y que hayan ya sacado la viga de sus propios ojos. Muchas veces hay hermanos que tienen ―mala fama‖ entre la iglesia. Se arrepienten y siguen haciendo los mismos pecados, lo único que han averiguado es que mientras pidan perdón rápidamente, los hermanos los dejan en paz. Estos han aprendido a abusar de la gracia de Dios y solamente piden perdón para callarles la boca a los hermanos. Básicamente hacen el mismo pecado una y otra vez y cada vez que los pescan en el acto piden perdón para ―taparle el ojo al 1
macho‖. Pero el solo caso de que piden perdón y siguen haciendo el MISMO pecado muestra que no tienen frutos de arrepentimiento (Mateo 3:8). Muchas de las veces son estos mismos hermanos, los cuales no se disciplinan a sí mismos, los que quieren disciplinar a todo aquel que tropiece en pecado. Son prontos para hablar de la disciplina hacia los demás, pero cuando alguien los corrige a ellos se los echan de enemigos. Estos cuando van a disciplinar o a hablar con los individuos que están en error, si los que están en error no les echan en sus caras sus verdades por causa de ser respetuosos, se quedan pensando en la hipocresía de tales hombres. Cuando estos van a disciplinar usualmente el resultado es peor, en lugar de animar, desaniman. Piénselo usted, Pablo dice que los que son ejemplos son los que deben de corregir y si estos hermanos ―débiles; con sus vigas en sus ojos‖ son los que están corrigiendo que quiere decir esto del resto de la iglesia. ¡¡Y luego estos hermanos se preguntan y asombran del por que la gente dice que la iglesia está llena de hipócritas!! Hay un dicho que dice ―el buen juez por su casa comienza‖. Y aunque no es un proverbio de la Biblia, es un dicho que tiene mucha verdad. Tenemos que tener disciplina propia y ser ejemplos (I Tim. 4:12) para que los que nos oigan hablar de disciplina entiendan que no es por que somos malos que lo hacemos, sino por que les amamos. Una persona que ―no tiene cola que le pisen‖ es mucho más efectivo en la corrección que el que aparenta ser (si es que no es) hipócrita. Es por eso que es importantísimo ser ejemplo de los creyentes. Hasta con los que no son cristianos, el ser hombres rectos y justos nos ayudaran a convencerles de la verdad. ¿Qué es ser verdaderamente un Cristiano? Esta es una pregunta que todos los que seguimos a Cristo nos debemos de preguntar frecuentemente. Miremos lo que el idioma original nos dice: Cristiano (griego- CRISTIANOS) palabra formada siguiendo el estilo romano, significando a un que sigue o se apega a Jesús, … (Hechos 11:26; 26:28; I Ped. 4:16). W.E. Vine. Un cristiano es uno que ya no vive por si mismo, pero que Jesús vive en el (Gal. 2:20). Es uno que siempre está creciendo espiritualmente (I Ped. 2:1-2; II Ped. 1:5-11, II Pet. 3:18) y siempre busca agradar a su Señor y amo. Muchas personas tienen en mente que el ser cristiano simplemente significa que creemos en Cristo. El mundo en general no entiende lo que es un Cristiano o como reconocer a uno. Un cristiano es un ser que ORA todos los días (I Thess. 5:17). Una cosa que tenemos que tener en mente es que si no oramos no podemos estar bien con Dios. La oración es la manera en que usted y yo nos podemos comunicar con nuestro Padre Dios. Si no oramos, no tenemos ningún derecho de llamarnos cristianos. El mundo en general sólo ora a Dios cuando tiene alguna necesidad. Dios nos dijo que oraremos siempre y sin cesar. Nos dijo esto por que desea que nos comuniquemos diariamente con Él. Tenemos que orar en la mañana al despertar, orar en día, orar por nuestros alimentos, orar en la noche antes de dormir, siempre orar. Un cristiano es uno que OBEDECE a Dios todos los días (I Juan 2:3-6). El mundo en general no entiende esto. Los llamados cristianos en el mundo hacen todo menos obedecer a Dios todos los días. Es muy fácil obedecer el miércoles y el domingo para guardar las apariencias, un cristiano obedece a Dios aún cuando nadie lo está viendo. Un cristiano se levanta todos los días para hacer la voluntad de Dios en donde se encuentre. Cualquiera que no haga esto, no tiene el derecho de llamarse cristiano. Un cristiano es uno que LEE su Biblia con frecuencia (Juan 5:39-40, II Tim. 2:15). ¿Cuántos en el mundo claman ser cristianos y no saben nada de la Biblia? Cristo nos mandó que leyéramos las escrituras pues en ellas tendríamos la vida eterna y esas mismas escrituras son las que hablan de Él. Jesús y los apóstoles sabían que el conocer las escrituras nos harían sabios para la salvación. Las escrituras nos ayudan a poder enseñar a los perdidos y a mejorar nuestras vidas
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día con día. Cualquier persona que no lea su Biblia con frecuencia no tiene derecho a llamarse cristiano. Un cristiano es uno que sigue el ejemplo de cristo para enseñar a los que están lejos en la oscuridad. Un cristiano es uno que HABLA de Cristo todos los días (Mar. 16:15). Esta es la gran comisión que Dios nos ha dado. Es un mandamiento y por lo tal tenemos que seguirlo. Una persona que rehúsa enseñar el evangelio, ya sea por flojera o por descuido, no debería de llamarse cristiano. Tenemos que hablar de Cristo siempre que tengamos la oportunidad y nosotros mismos tenemos que hacer la oportunidad. Un cristiano es uno que NO DEJA DE CONGREGARSE (Heb. 10:25). En otras palabras es uno que ha entregado su vida a Dios. En el mundo religioso hay tantas personas que son ―cristianos‖ de navidad y pascua. Solamente se paran en la iglesia dos veces al año. Otros, solo se paran en la iglesia cuando tienen necesidad. Muchos más tratan de ir a la iglesia cuando menos 2 o 3 veces por mes. Uno que no se congrega frecuentemente por causas que están en su poder, no se debería de llamar cristiano. Hay tantas cosas que pasan cuando no somos constantes a los servicios que el hacer una lista sería un trabajo sin fin. Tenemos que congregarnos y siempre ser ejemplo para los creyentes. Conclusión Si no tenemos disciplina propia, usualmente estaremos tropezando con frecuencia. Todos pueden mirar si somos honestos o somos hipócritas. Cristo dijo que por sus frutos los conoceréis. ¿Cuales son nuestros frutos? Si no tenemos disciplina personal, seremos inefectivos en rescatar al hermano caído y aun más inefectivo en rescatar al perdido que está en el mundo. Digo esto porque tal vez lo puedan convencer de la verdad, pero cuando se de cuenta de la hipocresía que existe, se devuelve al mundo. Estimados escojamos a quién vamos a servir, a Dios, o a los hombres, o al solamente guardar las apariencias. Para poder ser efectivos en restaurar al débil y caído, tenemos que ser ejemplo de los creyentes, verdaderamente cristianos. Seres que se consideran así mismos y miran que ellos mismos no caigan. ―El que piense estar firme…‖ (I Corintios 10:12).
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LA PREVENCIÓN En todas las cosas de esta vida, los que buscan avanzar, crecer o mejorar hacen preparativos para el futuro. Por ejemplo compramos seguros para nuestras casas y automóviles por si acaso hay algún accidente. Le ponemos alarmas a nuestros carros y nuestros hogares para que si alguien trata de robar, sea detenido o desanimado en hacer el acto. Vamos a las escuelas por largos años en orden de aprender y conseguir mejores trabajos. Aprendemos una carrera para que en un futuro podamos destacarla. Vamos al dentista y nos lavamos los dientes para prevenir las caries, etc. La pregunta ahora es ¿cómo es que podamos prevenir la disciplina? La respuesta es simple, la disciplina no se puede prevenir puesto que siempre tenemos que estarnos disciplinando a nosotros mismos. Lo que sí se puede prevenir es como los hermanos responden a la disciplina. ¿Cómo es esto? Bueno, podemos empezar por quitar los obstáculos que podemos abiertamente ver en la iglesia, luego enseñar todo el consejo de Dios a toda la iglesia. Como cristianos muchas veces hacemos algunos errores que podrían ser de tropiezo a nuestros hermanos más débiles. En las siguientes líneas consideraremos algunos puntos de tropiezo. No quiero que se piense que estos son todos los puntos de tropiezo que hay, pero solo algunos para presentar un caso en contra de los tales.
LOS TROPIEZOS Muchos hermanos trabajan duramente para traer a los visitantes a la congregación o para estudiar con ellos. Esto es verdaderamente el cumplimiento de los que Jesús mandó en la gran comisión. ―Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.‖ (Marcos 16:15). Esto es una buena obra y Dios la tomará en cuenta por nuestros esfuerzos en esto. Los hermanos estudian con los visitantes arduamente para atraerlos y luego convencerlos. Después de convencerlos, estudian arduamente para que se bauticen. El problema es cuando estos visitantes se bautizan, los hermanos dejan de estudiar con ellos tan fervientemente como antes, o hasta dejan de estudiar con ellos. Estos visitantes bautizados siguen asistiendo a la iglesia, pero poco a poco empiezan a dejarse llevar por sus debilidades. Los hermanos consideran su trabajo terminado cuando estos visitantes se bautizaron y dejan que estos bebés en Cristo se mueran de hambre espiritual. Al contrario, cuando alguien se bautiza se debería de tratar de estudiar más para aumentar la fe del tal. MALA NUTRICIÓN ESPIRITUAL Jesucristo dijo ―Venid a mi todos los que tengan hambre y sed de justicia‖ (Mat. 5:6; Luc. 6:21). Jesús alimentaba el alma con sus palabras divinas. Nosotros como cristianos tenemos que hacer lo mismo que Jesús hizo al alimentar las almas de aquellos que nos oigan. Tenemos que hacer esto por que Jesús vino para que siguieramos su ejemplo ―Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas;‖ (I Ped. 2:21; Jn. 13:15; Sant. 5:10). Todos nosotros entendemos el
valor de una dieta balanceada en nuestras vidas físicas. Si comemos solamente dulces nos enfermamos, si solo tomamos líquidos nos enflacamos, si solo comemos manteca engordamos, y la falta de una dieta balanceada casi siempre causa problemas en la salud. En lo espiritual también es así, es necesario tener una dieta balanceada para poder crecer en el evangelio. El problema es que muchas de las veces se hace el error de predicar desde el púlpito solamente sobre la salvación; solamente leche espiritual. Poco a poco los bebés en Cristo crecen y necesitan más que leche, necesitan carne, pero lo triste es que solamente se les ofrece leche. 4
Poco a poco se ponen más flacos en lo espiritual, hasta que caen. Otra manera de mal nutrir a los bebés en Cristo es de predicar siempre el mismo tema. Ha habido ocaciones que cuando los hermanos se paran al púlpito, los que están sentados ya saben que van a decir, palabra por palabra, en el momento que dicen el título de su sermón. Esto pasa cuando los hermanos se hacen flojos y predican el mismo sermón una y otra vez. En otros casos ese no es el problema, el problema es que aunque predican variación en sus temas, predican tan superficialmente que casi no hay nada de nutrición en el tal. Esto pasa cuando los hermanos no estudian profundamente lo que predican y solo hacen el mínimo trabajo para llenar 30-45 minutos en los días de reunión. Presentan sermones que dejan más preguntas que respuestas. En algunos casos los hermanos no tienen ninguna dirección para sus lecciones, solo predican lo que se les ocurre el sábado por la noche. En las clases bíblicas también esto pasa, los hermanos enseñan los mismos temas, los mismos estudios y no se preocupan por enseñar la Biblia en su contexto. Los hermanos saben mucho sobre diferentes temas, pero si les preguntan de qué se trata algún libro de la Biblia no saben que responder. Al hermano Sutanito se le pregunta- ―¿De qué se trata Gálatas? ¿De que se trata Efesios?¨ El responde ―–la verdad no sé, déjame preguntarle al hermano Erudito, he sido cristiano por 3, 5, 10 años y nunca hemos estudiado eso. Pregúntame de Noé, de Sansón, de cómo hacerse Cristiano, de la cena, eso sí lo sé.‖ Y los bebés en Cristo se empiezan a morir de hambre. Estos necesitan una dieta balanceada en lo espiritual, no solamente leche. INDIFERENCIA Un problema que es serio en la iglesia es la indiferencia. ¿De qué estoy hablando? Bueno, estoy hablando de cuando los hermanos en la iglesia no muestran ninguna clase de emoción o sentimiento para sus hermanos en Cristo. La Biblia enseña que cuando nos convertimos a Cristo nos hacemos parte de la familia de Dios (I Pedro 4:17), el juicio empieza con nosotros. Cuando hay indiferencia en la iglesia, los hermanos no se preocupan por ponerse en contacto con los que están flaqueando. No les llaman para animarles y si les llaman les llaman para regañarles en lugar de para estudiar con ellos. Cuando esto pasa no siempre tiene que ver con el pecado. A veces esto pasa por que hay mucha flaqueza espiritual en la iglesia y este es un síntoma de la tal. Cuando hay indiferencia, no hay ningún plan de enseñanza en la predicación. Desde el púlpito se predica lo que se le ocurre a los hermanos o al predicador el sábado por la noche. No hay ninguna expectativa de crecimiento o algún orden en el por que se predica lo que predica. Nuevamente en este tipo de síntoma, no significa necesariamente que haya pecado en la mente. A veces esto existe por falta de conocimiento bíblico o falta de experiencia. La parte de indiferencia que hay aquí es que los que predican no se preocupan por seguir creciendo ellos mismos o simplemente no saben lo que debe ser la predicación. Hay varias maneras de averiguar si hay indiferencia en la congregación donde somos miembros o no. Consideremos los siguientes puntos. De ninguna manera quiero que se piense que estos son los únicos puntos de indiferencia, pero son los que se me vinieron a la mente cuando escribía este tratado. 1.) ¿Qué acción inmediata hace la iglesia cuando algún hermano no viene a los servicios? Cuando los hermanos no buscan averiguar que ha pasado con alguno de los miembros de la iglesia ese mismo día, hay indiferencia. 2.) ¿Quiénes son los que se preocupan más por los miembros? Las escrituras nos enseñan que debemos de preocuparnos los unos por los otros. Es la responsabilidad de todos los miembros, pero en Gálatas 6:1 dice ―vosotros que sois espirituales‖ vayan y restauren al que ha pecado. Hay lugares que los hermanos que enseñan públicamente no buscan restaurar al perdido, es más hasta los hermanos que tienen más años y experiencia no buscan restaurar al perdido. Si
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en la junta de los varones no se les dice- ―Usted y usted vaya a animar a el hermano Ausensio,‖ estos hermanos no lo harían. A veces los que van a animar al hermano caído son los que tienen menos experiencia, menos años en el evangelio, o los más jóvenes. En tales lugares hay indiferencia por que los hermanos de más experiencia, años, o conocimiento son los que ponen sus negocios privados en más alta estima que los negocios de la iglesia. (Ej. Por el trabajo secular, por vacaciones, por flojera, etc.) 3.) ¿Cuál es el sentir de la iglesia cuando disciplinan a alguien con el que tienen que cortar comunión? Uno puede ver la actitud en que se hacen las cosas. Cuando uno mira que no hay nada de dolor, de tristeza, al tener que entregar a alguien a Satanás (I Cor. 5), uno tiene que entender que hay algo mal. El cortar comunión no debería de ser algo que se hace alegremente, sino que es algo que hemos sido forzados a hacer por la desobediencia del hermano caído. ¿Si nosotros no podemos ver que hubo tristeza en nuestra conclusión de entregar al caído a Satanás, que cree usted que va a ver esto el hermano caído? 4.) ¿Qué iniciativas tomó la iglesia para restaurar al caído? En los siguientes capítulos hablaremos más detalladamente de esto pero aquí hablaré de algunas observaciones. Las iniciativas que la iglesia toma son importantes. Estudiaron (estoy hablando de tener estudios con el hermano caído, no de solamente juntarnos para regañarle) con el hermano caído. Trataron de aliviar su problema: trabajo, familia, debilidad, etc. Déjenme darles un ejemplo: En una iglesia, un hermano estaba faltando todos los domingos por causa del trabajo. El hermano ya había tratado de trabajar con sus empleadores para que le dieran los domingos libres, pero ellos no le hicieron caso. Los hermanos se juntaron y le pidieron que si podría encontrar otro trabajo. El hermano dijo que tal vez sí, pero preguntó- ―¿Cómo voy a mantener a mi familia mientras encuentro otro trabajo?‖ En muchos otros lugares está pregunta hubiera sido el final del argumento, pero aquí no lo fue así. Los hermanos le dijeron haznos saber cuanto ganas por semana, y nosotros te ayudaremos a buscar un trabajo y financieramente. Los hermanos le ayudaron al hermano con suficiente dinero para cubrir su salario; este dinero no vino de la ofrenda, sino de los bolsillos individuales de cada hermano. A cada miembro le costó algo la restauración de este hermano. También le ayudaron a buscar trabajo. El hermano dejó su trabajo y teniendo días libres empezó a buscar trabajo. En menos de un mes encontró un nuevo trabajo y la familia del hermano nunca sufrió nada gracias al gran amor de los demás hermanos. DIOTREFES Un problema que hace que los cristianos se alejen de la iglesia y caigan de la gracia, es el síndrome de Diótrefes. Muchos de nosotros salimos de las denominaciones y venimos a la iglesia verdadera. A veces lo que pasa es que empezamos a traer las enseñanzas erróneas de las denominaciones a la iglesia por accidente; por ejemplo el de tener un ―pastor‖ no bíblico. Hermanos empiezan a tener preeminencia y poderío sobre otros. Empiezan a mandar en la iglesia como si fueran obispos. Estos empiezan también a pelearse y a enojarse con cualquiera que no piensa como ellos, no importa si sus pensamientos son solamente opiniones. No desean razonar, ni desean estudiar, ellos piensan que siempre están en lo correcto, no son humildes, no aceptan las evidencias etc. Estos hermanos se han hechos los caciques de la iglesia y no desean dejar su poderío. Estos siempre niegan aceptar a hermanos fieles los cuales rehúsan aceptar el reinado de ellos y amenazan a los hermanos con expulsarlos de la iglesia sino se someten a su autoridad. Este problema es uno muy viejo y es uno muy difícil de combatir. Estos hermanos nunca se miran así mismos como Diotrefes, pero sus acciones hablan mucho más fuertes que cualquier palabra que puedan decir. En 3 Juan, el apóstol habla de las acciones de Diótrefes- ―Yo he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe.
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Por esta causa, si yo fuere, recordaré las obras que hace parloteando con palabras malignas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se lo prohíbe, y los expulsa de la iglesia.11 Amado, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; pero el que hace lo malo, no ha visto a Dios.‖ (3 Juan 9-11). Si leen bien el texto, lo que hizo Diótrefes efectivamente fue marcar (Rom. 16:17) al apóstol Juan y a cualquiera que se asociara con él. A Diótrefes no le importó que enseñaran la verdad estos predicadores, él no quería que nadie en la iglesia apoyara a estos hermanos fieles. Los que se negaban a someterse y apoyaban a estos hombres fieles que se asociaban con el apóstol Juan, eran expulsados de la iglesia. Lo que miramos es que no tienen autoridad bíblica para MARCAR al apóstol Juan y los que se asocian con él, pero el como quiera lo hace por que quiere tener el primer lugar. Esto hace que los débiles se aparten, sean MARCADOS, o que se dejen llevar por Diótrefes. Los que se oponen son MARCADOS injustamente y expulsados de la iglesia. Estos problemas desaniman y evitan que las iglesias crezcan. Ponen tropiezos al trabajo personal y aparte la ayuda que podríamos recibir para nuestro crecimiento de hermanos fieles es descartada. Las escrituras también nos dicen que no todos predican por el amor de Cristo. Hay hermanos que predican por otras razones. (Filipenses 1:15) LA HIPOCRESÍA Otro problema que seriamente desanima y destruye la influencia de la iglesia es la hipocresía. El quitar la hipocresía de la iglesia sería una de las mejores maneras de evitar perder a los bebés en Cristo y los débiles en la fe. El problema con esto, es que muchos hermanos piensan que solo los más pecadores son hipócritas o que solo los más pecadores son arrastrados por la hipocresía. Esta noción es totalmente falsa, hermanos que no pecan de costumbre pueden ser arrastrados por la hipocresía. Muchas veces es por que se dejan llevar por las desiciones erróneas de hermanos de más años o de más conocimiento. ¿Pero hermano, donde dice esto en la Biblia?- se preguntaran, bueno miremos lo que dice la Biblia. Gálatas 2:11- 21 ―11 Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar. 12 Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión.13 Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos.14 Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar?15 Nosotros, judíos de nacimiento, y no pecadores de entre los gentiles,16 sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.17 Y si buscando ser justificados en Cristo, también nosotros somos hallados pecadores, ¿es por eso Cristo ministro de pecado? En ninguna manera.18 Porque si las cosas que destruí, las mismas vuelvo a edificar, transgresor me hago. 19 Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios. 20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. 21 No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo.‖ En estos versículos miramos que el apóstol Pedro, el mismo Pedro que predicó el primer sermón del evangelio, el mismo Pedro que bautizó al primer gentil, el mismo Pedro que escribió dos cartas en la Biblia, fue hipócrita por que les tenía miedo a los de la circuncisión (v. 12). Pedro sabía lo que Dios requería de él, pero a
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veces el temor a los hombres es más grande que el temor a Dios. Pablo entendía que esto no era una excusa e hizo lo que cualquier hermano fiel haría, reprenderle (Gal. 6:1). Pablo sabía que las acciones hipócritas de Pedro eran de condenar (v. 11) y por amor al alma de Pedro y de los hermanos de Antioquia lo reprendió. Pablo sabía también que Pedro (Cefas) era considerado como COLUMNA en la iglesia de Jerusalén (Gal. 2:9), pero no se tocó el corazón para hacer lo correcto. Las acciones de Pedro no solo fueron pecado para él, sino que también para otros hermanos piadosos (Gal. 2:13). Otros judíos y hasta Bernabé el evangelista fueron arrastrados por la hipocresía de Pedro. Hombres justos y piadosos pueden caer en la hipocresía por temor o por respeto a hermanos COLUMNAS. ¿Estimados hermanos si pasó esto en los tiempos de los apóstoles, deberíamos de sorprendernos que pase en nuestros tiempos? ¿Si esto le ocurrió a un apóstol de Jesucristo, nos deberíamos de sorprender que predicadores de renombre o hermanos de años hagan esto? En los dos casos, no nos deberíamos de sorprender. Es más, deberíamos de estar preparados para presentar defensa con las escrituras sobre tales hermanos. Pedro pecó por miedo, los judíos y Bernabé pecaron por respeto a Pedro y solo el amor de Pablo fue que se pudo rescatar a todas estas personas de la condenación. Pablo el apóstol abortivo (I Cor. 15:9), el más pequeño de los apóstoles (I Cor. 15:8), el que tuvo el valor de hacer lo correcto aún que se lo hiciera a uno conocido como columna de la iglesia. Pablo dijo ―Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo‖ (I Cor. 11:1). Si miramos a alguien pecar, no importa que sea el obispo, el diacono, el predicador, el maestro o cualquier otro hermano, nuestra responsabilidad es corregirle con amor y presentar defensa a la verdad con la palabra de Dios (I Pedro 4:11). El que los hermanos pequen no quiere decir necesariamente que son hombres malvados llenos de pecado, aunque a veces si lo son. Hermanos tenemos que corregirnos hermanablemente y que no quede ninguna duda de que todo se arregló. Si el hermano pide perdón, acéptenlo. No juzguemos el corazón de nuestros hermanos al disputar si su arrepentimiento fue sincero o no, solo Dios puede hacer eso. Lo que nosotros veremos son los frutos que el individuo produce, Jesús mismo dijo ―Por sus frutos los conoceréis.....‖ (Luc. 6:43-45; Mat. 7:15-20). Cuando acusemos a alguien de hipocresía, tenemos que asegurarnos que hayamos quitado la viga de nuestros propios ojos (Mat. 7:3; Luc. 6:41) y que ―nos consideremos a nosotros mismos, no sea que también seamos tentados‖ (Gal. 6:1). Otra cosa que nos ayudará a no tener problemas es que pongamos la mira en las cosas de arriba (Col. 3:2) y no en los hombres. Cada vez que nuestra mira esté en las columnas de la iglesia en lugar de Dios, siempre va estar el pecado a la vuelta de la esquina. Debemos respetar el ejemplo de los hermanos que trabajan arduamente por la obra, pero nuestra mira no debe estar en ellos, debe de estar en Dios. Nadie está inmune a caer en pecado, mucho menos en la hipocresía. Ayudémonos mutuamente. Amemos de corazón a la hermandad (I Pedro 2:17). Busquemos la paz primeramente con Dios y luego con los hermanos (I Pedro 3:11; 2 Tim. 2:22; Heb. 12:14). Seamos ejemplo de los creyentes (I Tim. 4:12), principalmente cuando el predicar a Cristo y su verdad no sean aceptados por la mayoría. Pablo entendía esto, tenemos que predicar en tiempo y fuera de tiempo (2 Tim. 4:2). Muchas veces es duro y da mucho temor el enseñar en contra de los muchos, pero El Señor está con nosotros cuando lo hacemos. Seamos humildes (I Pedro 5:5) y aprendamos a pedir perdón cuando nos reprendan. Seamos humildes y aceptemos el arrepentimiento de los hermanos así como Dios perdona los nuestros (Mat. 6:12; 14; Luc. 11:4). Si podemos quitar la hipocresía de la iglesia cada vez que ocurra, esto prevenirá que los hermanos se alejen de la verdad o se marchen a otras congregaciones.
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EL TOMAR VENTAJA DE UNOS Y OTROS Otro problema que podemos prevenir en las iglesias, es el que los hermanos tomen ventaja los unos de los otros. ¿Qué quiero decir con esto? Bueno, todos nosotros somos seres humanos y tenemos un cierto egoísmo. A veces el egoísmo nos hace tomar ventaja de nuestros hermanos. Usando el ejemplo de las escrituras, en la iglesia de Corintio había hermanos que estaban defraudándose unos a otros (I Cor. 6:5-7). El diccionario Webster lo define- Defraudarel apartar o rendir a alguien algo de valor o dinero por medio de una mala representación. El Griego dice APOSTEREO- robar, despojar, o defraudar. Por ejemplo, si uno promete pagar algo por un trabajo y no lo paga, está defraudando. Si uno pide dinero prestado y no lo paga, está defraudando. Si uno dice que va a hacer algún trabajo, se le paga y no lo hace, está defraudando. Si a uno se le paga por un trabajo y lo hace mal, pero cuando le piden que lo vuelva a hacer y no lo hace, entonces está defraudando. En Corinto no sabemos exactamente como es que los hermanos se estaban defraudando unos a otros, pero lo que sí sabemos es que llegó hasta el punto en que los hermanos tuvieron que llevar sus problemas a las cortes civiles. Un cristiano tiene que ser ejemplo para el mundo pecador. Cuando decimos algo, tenemos que cumplirlo y que nuestro decir sea sí, sí, o no, no (Mat. 5:37; Sant. 5:12). Pablo enseño que hiciéramos el bien a todos especialmente a los de la familia de la fe (Gál. 6:10). Todos nosotros conocemos de hermanos que han defraudado a otros hermanos o hasta a la iglesia misma. Las escrituras mismas dicen que no debamos nada a nadie (Rom. 13:8). Este versículo no prohíbe que se pida prestado, lo que prohíbe es que quedemos mal al no pagar. En el viejo Testamento había ciertas leyes de restitución. En otras palabras había leyes que se aplicaban cuando una persona quedaba mal en algún arreglo de negocios. El Antiguo Testamento hasta habló de cómo resolver estos problemas entre el pueblo (Números 5:5-10). La manera que los resolvían era de una manera de que no habría duda de que hubo arrepentimiento. Miramos esta ley de restitución en acción en el caso de Zaqueo (Luc. 19:8). Algunos hermanos se han hecho mañosos en cuanto a defraudar. Unos usan la Biblia para hacer sentir mal a los hermanos que se metieron en alguna empresa financiera con ellos. Ellos usan los versículos que dicen que debemos de ser misericordiosos, cuando ellos no desean pagar sus deudas o hacer el trabajo prometido. En cambio ellos no tienen nada de misericordia cuando los hermanos están necesitando el dinero que prestaron o pidiendo paga por algún servicio que hicieron. Estos hasta se enojan que los hermanos les cobren por su defraudación. Usan los versículos que dicen ―si te piden que vayas una milla ve dos,‖ ―si te piden tu ropa dele también tu manto‖ etc (Mat. 5:40-42). Lo que nunca mencionan es que están hablando del malo. Si el MALO te hace que vayas una milla ve dos, si te pide la ropa dale el manto. Lo que he observado es que los hermanos nunca se miran así mismos como EL MALO (Mateo 5:29) por tomar ventaja de los hermanos. Muchos hermanos, en lugar de continuar con ésta situación, les perdonan el fraude. Mi abuelo una vez dijo- ―al mejor amigo no se le presta $50 dólares.‖ Básicamente lo que me quiso dar a entender es que si no puedo vivir sin el dinero que presté, si no se lo puedo regalar a mi amigo, no se lo prestes. Es mejor hacer sentir mal al amigo por un instante que perder la amistad por completo. Los espirituales trataran de ver al hermano estafador como un hermano débil que necesita ayuda espiritual. Muchos de los hermanos espirituales harán lo que mi abuelo dijo que se hiciera después de tener una de estas experiencias agrias. Verdaderamente esto no va a tumbar a un hermano fiel y maduro, pero al débil, al visitante y al bebé en Cristo, tales actitudes pueden ser fatales. Hermanos esto ha sido causa de la perdida de muchas almas y dan mala fama a la iglesia.
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Yo no quiero crucificar a los que no pagan sus deudas o los que no cumplen su palabra, lo que quiero hacer es despertar una buena conciencia para que puedan mejorar sus vidas. Si no podemos pagar y estamos en una verdadera necesidad, no pidamos prestado, hablemos con los hermanos y digámosle nuestra situación. Hablemos con la iglesia. El problema nunca ha sido que los hermanos no quieran ayudar. El problema siempre es que no se dice la verdad o por causas mayores no podemos cumplir nuestra palabra. La mayoría del tiempo los hermanos no tienen ninguna reservación de compartir abiertamente de sus bienes con los hermanos necesitados. Aun que entiendo que estos no son los únicos casos de fraude. Creo que son suficientes para ilustrar el punto. Si no somos lo suficientemente espirituales para reconocer nuestros errores y arreglarlos, lo que estaremos haciendo es darle la oportunidad a Satanás para que nos engañe. FALTA DEL DESEO DE CRECER Como fue notado en algunas líneas arriba, muchas veces nos esforzamos bastante para convertir al incrédulo y cuando se convierte lo dejamos en el aire. Tenemos que estudiar tan arduamente con el bebé en Cristo como con los visitantes que apenas están aprendiendo. Tenemos que seguir alimentando a los bebés en Cristo para que no mueran de hambre al no tener la palabra. Los bebés en Cristo siguen teniendo preguntas y siguen teniendo dificultades en la carne, ellos necesitan mucho apoyo. Si nos enfocaremos más en estos al principio de su vida cristiana, nos quitaríamos muchos problemas después. Muchos que vienen a Cristo, después de ser cristianos por un tiempo, se enfrían. Empiezan a perder el deseo de crecer espiritualmente y poco a poco empiezan a morir de hambre espiritual. Es el trabajo los que son espirituales el de aumentar la fe de estos. La fe viene por el oír la palabra de Dios (Rom. 10:17). Así que si queremos que ellos tengan más fe, ellos necesitan oír más de la palabra de Dios. En muchos casos, los domingos y los miércoles no son suficientes para el hambre espiritual. Los que son espirituales llevaran la palabra a estos bebés otro día de la semana aparte de los servicios de la iglesia para hacerlos crecer y desear la leche espiritual aun más (I Pedro 2:2). Esto nos ayudará como individuos y como iglesia al mantener a aquellos que vienen al redil y hacer los más fuertes en lo que tiene que ver con la fe. Otra manera en que hay falta de deseo de crecer es cuando la iglesia no tiene ningún plan de evangelización. ¿Qué quiero decir con esto? La evangelización no debería de pasar por casualidad, aunque a veces es la única manera de que eso pasa. Lo que pasa es que muchas de las veces no nos dedicamos a predicar el evangelio. Solo vamos a la iglesia y esperamos que las personas lleguen por casualidad. La mayoría de los hermanos invitan a sus amigos y familiares a visitar la iglesia. Eso es una buena manera de evangelizar, ¿pero que pasa cuando ya invitaron a todos sus amigos y familiares y no desean venir o estudiar? En muchos de los casos allí es donde se acaba el trabajo personal de algunos. Hay muchas otras maneras de evangelizar y no deberíamos de cerrar nuestros horizontes a un solo método. Lo triste es que los débiles y los bebés en Cristo empiezan a ver esto como que no hay amor en la iglesia. En las iglesias numerosas también existen este tipo de problemas. La iglesia llega a cierta asistencia y los hermanos dejan de evangelizar por que se sienten contentos con sus números. Los miembros miran la cantidad de asistencia que tienen y no se aplican a crecer. Otra cosa que ayuda a este problema, es que a los hombres les gustan los números y muchos visitantes se quedan por que la iglesia es numerosa. En otras palabras, cuando visitan les gusta la cantidad y por eso se quedan. Estos nunca aprenden a hacer el evangelismo personal y no miran ejemplos de otros hermanos haciéndolo tampoco. Lo único que miran es que los que se encargan de la
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evangelización son el predicador y los ancianos. Sin decirlo han hecho un clero separado en una Iglesia de Cristo y no se han dado cuenta de que están haciendo eso. Esta situación hace que los hermanos sean enfermizos en lo espiritual y presa fácil para Satanás. Si podemos evitar tener este problema, nos evitaremos muchas dificultades en la iglesia. TODO EL CONSEJO DE DIOS Las escrituras nos dicen que la fe viene por el oír la palabra de Dios (Rom. 10:17). Podemos prevenir muchos problemas si solamente incrementaremos nuestra fe. Pero la fe no viene por si sola, la fe viene por el oír y el oír la palabra de Dios. Los hermanos fuertes deberían de establecer estudios durante la semana para ayudar a crecer a los nuevos y a los débiles. Estos son los que tienen más necesidad de oír la palabra de Dios y a veces solamente oírla los domingos y los miércoles no es suficiente. Los estudios tienen que tener una dirección y propósito, no deberían de ser solamente lo que se me ocurre la noche anterior. Deberíamos de enseñar para que siempre haya crecimiento. Hay muchos libros en la Biblia, si nos enfocaremos en alguno, podríamos pasar meses o hasta años estudiando. Si estudiaremos cuidadosamente los libros individuales de la Biblia tendríamos lecciones diferentes por cuando menos 4 o 5 años. Para ese tiempo, sería bueno empezar otra vez por que habría personas nuevas, nuevos adolescentes y nuevos cristianos. Si hemos hecho esto correctamente, para este tiempo ya deberíamos de tener nuevos maestros y hermanos experimentados en estos estudios para ayudar a aquellos que no los han estudiado. Pablo dijo ―porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios.‖ (Hechos 20:27). Tenemos que enseñar todo el consejo de Dios. No solamente temas que ya nos sabemos, si no la historia de cada carta o libro, el contexto, de que se trata, por que fue escrita, etc. Si solamente hablamos del amor, o del matrimonio o de los falsos maestros estamos dejando tantas cosas fuera que son necesarias para nuestro crecimiento. Tenemos que dar una dieta balanceada en nuestro alimento espiritual. Tenemos que predicar el amor de Dios juntamente con la severidad de Dios. Tenemos que enseñar de que se trata cada libro de la Biblia y enseñarlo en contexto para que tengamos un conocimiento más profundo de las escrituras. Los maestros tienen que recordar que ellos también tienen que seguir creciendo, uno no puede enseñar lo que no sabe. La mayoría de los sermones superficiales demuestran abiertamente la falta de estudio del que los presenta. También demuestra la flojera o indiferencia que tiene al honor de poder compartir la palabra de Dios. Tenemos que enseñar a todos los miembros de la iglesia el como usar la palabra de Dios correctamente (2 Tim. 2:15). ¿De otra manera como es que nos podamos presentar aprobados delante de Dios? Si enseñamos todo el consejo de Dios, nunca tendremos sermones superficiales, siempre tendremos variedad en la predicación, en las clases públicas y personales. Si enseñamos todo el consejo de Dios, los hermanos tendrán más fe y por la tal habrá menos problemas. Si enseñamos todo el consejo de Dios, sabremos que hay hermanos que tienen más necesidad de oír y estableceremos estudios en los hogares con ellos para ayudarles a crecer. Si enseñamos todo el consejo de Dios, siempre estaremos creciendo y siempre desearemos escudriñar las escrituras (Juan 5:39-41). Cada año, nuestras enseñanzas serán mejores y nuestros estudios más profundos y cada miembro de la iglesia será más fuerte en el Señor. Si enseñamos todo el consejo de Dios, nuestro trabajo nunca será en vano (I Cor. 15:58) y siempre llevará fruto (I Tim. 4:15-16).
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LA DISCIPLINA CONGREGACIONAL REFERENCIA
TEMA
ACCIÓN
RESULTADO
Mateo 18:15-17
El pecado personal
1.) Hablar en privado. 2.) Ir con testigos. 3.) Decirlo a la iglesia
Romanos 16:17-18 (Ej.: 1 Jn. 2:10; I Tim. 1:20; 2 Tim. 2:17; 4:14)
Los que causan división y ocaciones de caer contrarios a la doctrina.
I Cor. 5:1-13
Fornicación, avaricia, idolatría, borrachera, fraude entre los hermanos, pleitos.
1.) Marcarlos (identificarlos) y su error. 2.) Apartarse de ellos. 1.) Entregarlo a Satanás. (a) Quitar la vieja levadura. (b) Que no se junten con él, ni para comer. (c) Que saquen al malvado de entremedio de ellos.
1.) Ganar al hermano. 2.) Establecer la verdad. 3.) Tenerle como gentil y publicano. 1.) (Implicado) Para prevenir la división y las ocaciones de caer.
I Cor. 3:1-3; 6:5; 15:34; 16:34; 2 Cor. 1:23; 13:1-2 2 Tes. 3:6; 11-15
1.) Destrucción de la carne para salvar el espíritu; Reprensión hecha por muchos (2 Cor. 2:5-11). 2.) Para que sea la iglesia sin levadura; tenemos que juzgar a los que están adentro.
Los que andan desordenadamente. No obedecen la enseñanza de las escrituras. Hipocresía pública. No andaba según la verdad. (El apóstol Pedro)
1.) Apartarse y no juntarse con ellos.
Tito 3:9-11
Los que causan divisiones.
I Tim. 5:19-21
El anciano que comete pecado.
1.) Amonéstalos una vez. 2.) Amonéstalos por segunda vez. Desechalo. 1.) Tiene que haber dos o más testigos. 2.) Repréndele frente a todos.
2 Pedro 3:16-18
Los ignorantes e inconstantes que tuercen las escrituras.
1.) Tener cuidado.
1.) El evitar ser arrastrado por el error.
Hechos 8:18-24
Un converso nuevo que buscaba poder y prestigio, sobornando.
2 Juan 9-11
Aquellos que van más
1.) Reprención inmediata y condenación, pidiendo que se arrepienta. 1.) No lo recibas en tu
1.) Arrepentimiento inmediato y la humildad de pedir oraciones por él mismo. 1.) No tomar parte en
Gal. 2:11-21
Exhortación Pública
1.) Para que se avergüence (para que vuelva en si). Comparen con Lucas 15:17. 1.) (Implicado) Para poner un alto a la mala influencia (Gal. 2:13). 2.) (Implicado) Para que se arrepintiera Pedro (2 Ped. 3:15). 1.) (Implicado) El prevenir la división.
1.) Evitar las falsas acusaciones. 2.) Imparcialidad- Para que los demás también teman.
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3 Juan 9-10
allá de lo que está escrito y no en la doctrina de Cristo. Los que aman ser los primeros en la iglesia.
Gal. 6:1-2
Si alguno es sorprendido por el pecado.
Santiago 5:19-20
Los que han errado de la verdad (que han sido engañados).
Hechos 5:1-11 (Este es un caso de un juicio milagroso, pero los principios son los mismos.)
Deseaba honor entre los hombre y mintió.
II Timoteo 4:1-5 (La iglesia tiene que apoyar la verdad y la predicación de la tal)
Cuando la verdad esté ―fuera de tiempo‖, los que tienen comezón de oír, levantan falsos maestros, siguiendo las fábulas. Los falsos maestros, mentirosos (Miren I Juan 1:18; 21-23).
I Juan 2:19 I Juan 4:1-6
Hechos 18:24-28
Enseñaba la verdad, pero no toda la verdad: ¡Lo que no decía importaba!
hogar, ni lo saludes.
sus obras malvadas.
1.) Recordarles de sus obras y palabras malignas. 1.) Restaurarle gentilmente. 2.) Considerarse a uno mismo. 3.) Sobrellevar las cargas los unos de los otros. 1.) Convertir al pecador.
1.) (Implicado) El parar la división y la destrucción de la iglesia. 1.) Restauración.
1.) Exhortación pública e inmediata. Juzgar a Ananás. 2.) A Safira se le da una oportunidad para arrepentirse. Redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.
1.) No les crean, pruébenlos. 2.) Ellos son conocidos que no son ―de nosotros‖. 1.) Tomarlo a un lado y enseñarlo más correctamente.
1.) Salvar un alma de la muerte. 2.) Mostrar amor- cubre multitud de pecados (I Ped. 4:8). 1.) Quitar a los de mente mundana que desean engañar de la iglesia. 2.) Causó gran temor dentro y fuera de la iglesia. 1.) Prepararse para cuando las gentes no quieran oír la verdad.
1.) (Implicado) El prevenir la influencia de ellos.
1.) Apolos recibió la admonición. 2.) Los hermanos lo animaron y mandaron cartas a Acaya para que los hermanos lo recibieran.
**Esta gráfica es tomada de un estudio del hermano Douglas Hill y traducida al español por su servidor. JS**
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LA DISCIPLINA EN EL EVANGELIO SEGÚN MATEO En el nuevo Testamento empezamos con el libro de Mateo. Mateo nos dice lo que él vio y observo del ejemplo de nuestro Señor Jesucristo. En una parte en particular de este libro, en el capítulo 18 y versículos 15 al 17, Mateo nos empieza a comentar el como resolver problemas personales entre dos individuos en la iglesia. Tenemos que notar que la iglesia no existe todavía, no existiría hasta después del primer sermón de Pedro. Este era un mensaje para el nuevo reino que Cristo estaba estableciendo. Esto es lo que conocemos como los pecados personales. SI TU HERMANO PECA CONTRA TI En el versículo 15 miramos que Jesús empieza a explicar que se debe hacer cuando un hermano peca contra otro individuo. ―Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano.‖ Esto tiene mucha importancia, por que lo primero que Jesús pide es que mantengamos el asunto privado. En otras palabras que no divulguemos la falta de nuestro hermano, sino que hablemos con él primero. Muchas de las veces pecamos por ignorancia, ofendemos sin saber, o pecamos en contra de alguien por debilidad. En muchos de los casos el hablar directamente con las personas resuelve el problema. Es por eso que Jesús dice que lo hagamos privadamente. Si esto arregla el problema, hemos ganado a nuestro hermano. Un punto que debemos de tomar en este paso es que Jesús jamás pide que cortemos comunión con tal persona en estos momentos. TOMA A UNO O DOS De vez en cuando el orgullo, ignorancia, envidia, u otros problemas se interponen para que se arreglen los problemas entre dos hermanos. Cristo dijo que cuando esto pasara que tomaremos a ―Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra.‖ (v.16). Jesús dice esto para que de la palabra de dos o tres personas conste toda cosa (Deut. 17:6; 2 Cor. 13:1), Jesús pide que haya testigos para la ofensa. Tengamos en mente que aunque pide testigos, no pide que se ande divulgando lo que pasó a todo mundo. Aun durante este paso, Jesús quiere que las cosas se mantengan tan privadas como sea posible. El punto principal de este paso es establecer lo que ha ocurrido. Durante estas visitas, muy bien se podría estudiar sobre el asunto y convencer bíblicamente al hermano de su error. Notemos que tampoco en este paso requiere Jesús que se corte comunión entre los hermanos que saben del problema y el culpable. LLEVALO A LA IGLESIA Si el culpable rehúsa arrepentirse, aún después de haber hablado con los testigos, Jesús dice que se lleve a la iglesia. ―Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.‖ (v.17). En este punto, Jesús pide que el pecado se haga público para que la iglesia tome cartas en el asunto. En este punto la iglesia tiene que estudiar, hablar, amonestar o exhortar al individuo que cometió pecado. Jesús jamás pide que la iglesia corte comunión con el hermano antes de hacer esto. Es más, Jesús dice que si no OYE a la iglesia, entonces deberían de tenerle como gentil y publicano. La iglesia tiene que tratar de restaurarle. Si no quiere oír a la iglesia, Jesús pide que se aparten de él y que no tengan asociación. CONCLUSIÓN En el libro de Mateo trata de cómo resolver un pecado personal. Nunca dice que se corte comunión con el culpable hasta que haya una acción de la iglesia. En otras palabras, se tienen que seguir estos pasos antes que se corte la comunión con cualquier individuo que rehúse
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arrepentirse de un pecado personal. Muchos hacen el error de cortar comunión antes de que la iglesia tome acción, esto simplemente no se encuentra en las escrituras. Miraremos, no solamente aquí sino también en capítulos futuros, que en toda acción de disciplina, el punto de cortar comunión siempre viene después de la acción de la iglesia y no antes.
LA DISCIPLINA EN HECHOS Hechos 5:1-11; Hechos 8:18-24; Hechos 18:24-28
El libro de los Hechos habla de la historia de la iglesia y sus principios. En este capítulo hablaremos de tres diferentes instantes de la disciplina y como los hermanos y los apóstoles lo trataron. En Hechos 5:1-11, miraremos un caso de un juicio milagroso, pero los principios son los mismos. En Hechos 8:18-24 miraremos un caso de un converso nuevo que buscaba poder y prestigio, sobornando. Finalmente en Hechos 18:24-28 miraremos un caso de alguien que enseñaba la verdad, pero no toda la verdad. Espero que cuando leamos podamos considerar y pensar el como podríamos aplicar esto a nuestras vidas. Hechos 5:1-11
“1 Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una heredad, 2 y sustrajo del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo sólo una parte, la puso a los pies de los apóstoles. 3 Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? 4 Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios. 5 Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron. 6 Y levantándose los jóvenes, lo envolvieron, y sacándolo, lo sepultaron. 7 Pasado un lapso como de tres horas, sucedió que entró su mujer, no sabiendo lo que había acontecido. 8 Entonces Pedro le dijo: Dime, ¿vendisteis en tanto la heredad? Y ella dijo: Sí, en tanto. 9 Y Pedro le dijo: ¿Por qué convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido, y te sacarán a ti. 10 Al instante ella cayó a los pies de él, y expiró; y cuando entraron los jóvenes, la hallaron muerta; y la sacaron, y la sepultaron junto a su marido. 11 Y vino gran temor sobre toda la iglesia, y sobre todos los que oyeron estas cosas.‖
En este caso miramos un caso de disciplina milagrosa. No hay necesidad de tener testigos oculares siendo que el Espíritu Santo podría ver en los corazones de Ananías y Sáfira. Pedro sabía abiertamente que Ananías y Sáfira estaban mintiendo por que el Espíritu Santo le dio a conocer los corazones de estas dos personas. Ananías y Sáfira deseaban tener el honor de decir que habían entregado TODA la cantidad de la heredad, pero se quedaron con parte del dinero. En otras palabras Ananías y Sáfira mintieron abiertamente a los hermanos y al Espíritu de Dios. Miramos que aunque había pecado abierto y expuesto, Pedro les dio la oportunidad de arrepentirse. Cuando Pedro les dio la oportunidad de arrepentirse, Ananías y Sáfira podían haber salvado sus vidas y sus almas. El problema es que ellos no querían humillarse y pedir perdón. El Espíritu Santo tuvo que hacer un ejemplo de estos que deseaban engañarle, el permitir tal hipocresía en la iglesia en sus principios hubiera causado el mismo tipo de problemas que los fariseos y los escribas habían hecho con la ley antigua. El principio bíblico que aprendemos de esta disciplina milagrosa es que siempre se debe de dar la oportunidad del arrepentimiento y de que se presente la humildad, aunque sepamos completamente que hubo un deseo malicioso para pecar en parte de los culpables. En muchos casos cuando los hermanos saben que existía un deseo malicioso para pecar, ellos se encargan de castigar a los culpables sin dar ninguna oportunidad de arrepentimiento o de que se presente la humildad. Hasta en ciertos casos, aun cuando hay arrepentimiento y humildad de parte de los culpables, los hermanos están más que listos para castigarles. La mansedumbre, la justicia, el
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perdón, y el amor salen por la ventana en estos casos, en lugar de que ocurra lo que dice Gálatas 6:1: ―Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.‖ Como dijo Jesús en Mateo 23:24 ―¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, y tragáis el camello!‖, estamos listos para destruir en lugar de reconciliar y reparar. Estamos listos para castigar y muchas veces nos olvidamos de lo más importante: el amor, la mansedumbre y la justicia. La venganza o el castigo nunca debería de ser de nosotros, la venganza es de Dios y tenemos que dejársela a Él (Heb. 10:30; Rom. 12:19). Hechos 8:18-24
“18 Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero, 19 diciendo: Dadme también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo impusiere las manos reciba el Espíritu Santo. 20 Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero. 21 No tienes tú parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios. 22 Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizá te sea perdonado el pensamiento de tu corazón; 23 porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás. 24 Respondiendo entonces Simón, dijo: Rogad vosotros por mí al Señor, para que nada de esto que habéis dicho venga sobre mí.‖
En estos textos nuevamente miramos que Simón, un hombre que no llevaba mucho de ser convertido, deseaba tener la gloria y el poder de los apóstoles. El deseo de tener estas cosas no era el pecado de este hombre, el pecado era que pensó que el don de Dios se podría comprar con dinero. En otras palabras, para él el don de Dios no era más alto que el lo terrenal y por lo tal se podría comprar. Esto siendo un pecado tan serio, despreciando abiertamente el poder de Dios como algún truco. Aun así los apóstoles inmediatamente reprenden a Simón, le declaran la condenación en que se encuentra por tales procedimientos y le piden que se arrepienta pidiendo a Dios en oración. Simón en este caso, entiende la gravedad de su pecado y arrepentido le pide a los apóstoles que oren por él. Hechos 18:24-28 ―24 Llegó entonces a Efeso un judío llamado Apolos, natural de Alejandría, varón elocuente, poderoso en las Escrituras. 25 Este había sido instruido en el camino del Señor; y siendo de espíritu fervoroso, hablaba y enseñaba diligentemente lo concerniente al Señor, aunque solamente conocía el bautismo de Juan. 26 Y comenzó a hablar con denuedo en la sinagoga; pero cuando le oyeron Priscila y Aquila, le tomaron aparte y le expusieron más exactamente el camino de Dios. 27 Y queriendo él pasar a Acaya, los hermanos le animaron, y escribieron a los discípulos que le recibiesen; y llegado él allá, fue de gran provecho a los que por la gracia habían creído; 28 porque con gran vehemencia refutaba públicamente a los judíos, demostrando por las Escrituras que Jesús era el Cristo.‖
En estos cuantos versículos miramos lo que se tiene que hacer cuando alguien no predica ―toda la verdad.‖ Miramos que Apolos un hombre ―elocuente, y poderoso en las escrituras‖ pero que ―solamente conocía el bautismo de Juan.‖ Un hombre que predicaba a Cristo poderosamente y que enseñaba la verdad que sabía. Tristemente la verdad que él sabía no era ―toda la verdad.‖ Entonces Priscila y Aquilla ―le tomaron aparte y le expusieron más exactamente el camino de Dios.‖ Después de esto sabemos que Apolos al conocer ―toda la verdad‖ se fue a predicar a Corinto. Hoy en día también puede pasar esto. Hay hermanos que empiezan a predicar por la necesidad que hay, y a veces predican y se equivocan por que les falta conocimiento. Solo hay dos maneras de mirar y tratar este problema: 1.) El bíblico- Hacer lo que Priscila y Aquila hicieron y hablar y enseñar lo que le falta a este hombre, hablarle aparte sin avergonzarle, con mansedumbre y amor o 2.) El de la carne- Tratarlo como un falso maestro y confrontarlo sin tratar de corregirlo. El punto número 2 es el que es usado por muchos, pocos son los que usan el punto 1 aunque este es el correcto. Con nuestros hermanos en Cristo nosotros tenemos que esperar lo mejor de ellos y no lo peor, no deberíamos de tener malas sospechas de los hermanos (I Tim. 6:4). Por tal causa,
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siempre deberíamos de tratar de hacer lo que hicieron Priscila y Aquila, antes de juzgar a un hermano como falso maestro. Hasta hombres poderosos en la escritura, pueden estar equivocados y solo necesitan que se les enseñe más correctamente las cosas de Dios. Es nuestro deber enseñar la verdad hasta a aquellos que son elocuentes para que Dios siempre sea glorificado en todo lo que hagamos. Muchos, incluyendo su servidor, han hecho errores de enseñanza y solamente fueron estos resueltos por el amor, mansedumbre y paciencia de hermanos que los toman aparte para enseñarles más correctamente. Cuando un hermano humilde mira con evidencias bíblicas sus errores de enseñanza, lo único que puede hacer es arrepentirse, corregirse, y seguir predicando.
LA DISCIPLINA EN ROMANOS Estimados hermanos esta carta fue dirigida a la iglesia que estaba en Roma. Cuando leamos los pasos de disciplina que Pablo incurre que los hermanos en Roma, tengamos en mente que se está dirigiendo a la iglesia. Al saber esto, entenderemos que un individuo no puede tomar estos pasos sin que la iglesia los autorice primero. Pablo es muy breve al hablar de la disciplina a la iglesia que estaba en Roma. Casi en toda la carta habla de la necesidad del evangelio para la salvación tanto del gentil como del judío. Habla de la necesidad de presentarnos como sacrificio vivo al Señor (Rom. 12:1-2). Hasta el capítulo 16 y en tres versículos (15, 16, y 17), Pablo habla brevemente sobre la disciplina. EL PROBLEMA Mucho de la carta de los romanos habla de cómo los judíos y los gentiles se sentían superiores unos de los otros. Esta idea era aún más agraviada por las doctrinas de los judaizantes. Los judaizantes enseñaban que para que los gentiles pudieran ser salvos, se tenían que hacer primero judíos (circuncidandose) y luego cristianos. Esto era una falsa doctrina que se tenía que refutar. Pablo les escribe toda esta carta para hacer que los hermanos se aparten de la arrogancia étnica y de las doctrinas de los judaizantes. Pablo les dice a los romanos que se ―fijen en aquellos que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina‖ (v. 17). Tenemos que tomar el contexto para saber a quien se refiere. Es obvio que se refiere a los judaizantes, pues ellos eran los que causaban divisiones y estaban en contra de la doctrina. Pablo pudo también haberse referido a la arrogancia étnica de los gentiles. Lo que sabemos de seguro es que se aplica a LOS QUE CAUSAN DIVISIONES Y TROPIEZOS EN CONTRA DE LA DOCTRINA. LA SOLUCIÓN Pablo les da una solución a los hermanos. El empieza a hablar en plural, refiriéndose a los hermanos como iglesia. Les dice a los hermanos que ―se fijen‖ y que ―se aparten‖ de ellos. Estos pasos tienen que ser vistos y comparados con las instrucciones que Pablo da en otras cartas sobre los que causan división. Tito 3:9-11 ―Pero evita las cuestiones necias, y genealogías, y contenciones, y discusiones acerca de la ley; porque son vanas y sin provecho. 10 Al hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación deséchalo, 11 sabiendo que el tal se ha pervertido, y peca y está condenado por su propio
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juicio.‖,
Pablo le dice a Tito lo que se debe hacer en la iglesia con alguien que causa división. Pablo le dice que después de una y otra amonestación que lo deseche. En otras palabras, a un hermano que este causando división y que este predicando falsa doctrina, se le tiene que amonestar dos veces y luego desecharle o apartarse de él. Una cosa más que quiero que notemos es que el marcar y apartarse tiene que ver con una acción de la iglesia. El cortar comunión jamás es hecho por solamente algunos individuos, se hace por toda la congregación local después de que hayan tratado de restaurar al hermano en pecado.
PROBLEMAS DE HOY EN DÍA Tristemente hay hermanos que abusan de las escrituras (2 Ped. 3:16-18) y las tuercen a su manera en estos versículos de Romanos 16:17-18. Yo mismo me he topado con predicadores que abiertamente dicen que no tienen que estudiar o hablar con los hermanos que están causando divisiones o que predican doctrinas falsas o que simplemente están en error. Cuando alguno les pregunta ¿de donde sacan esa idea? Ellos simplemente dicen que en romanos nunca dice que estudiemos, que les amonestemos, o que hagamos nada. En un caso que yo miré personalmente, unos hermanos quitaron la membresía de una congregación local y la pusieron en otra. Seis meses después de que los hermanos se habían ido, los hermanos se dan cuenta que estaban marcados en la congregación de donde salieron bien (o cuando menos ellos pensaban eso). Estos hermanos ―marcados‖ se dieron cuenta de que estaban marcados por un partido tercero y no por la iglesia que supuestamente los marcó. Los hermanos ni siquiera sabían por que estaban marcados hasta que ellos mismos hablaron con el predicador. Los hermanos que ―marcaron‖ a estos otros, nunca buscaron a los que se fueron, nunca estudiaron sobre el problema, nunca los exhortaron a resolverlo, ¡no hicieron nada! Cuando los hermanos confrontaron al predicador sobre esto, el simplemente dijo que en el libro de romanos nunca dice que se haga nada. En otras palabras este hombre simplemente toma un versículo y lo usa a su manera, como le conviene. El predicador y los hermanos de esa iglesia en particular no querían confrontar nada, ni siquiera querían platicar sobre el asunto por carta o en persona. Estimados hermanos es muy peligroso el basarse solamente de UN versículo sobre algún asunto o tema. Por ejemplo en el libro de romanos también dice que el ―justo por fe vivirá‖ (Rom. 1:17). El que ―que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.‖ (Rom. 10:9). En estos versículos nunca habla del bautismo, del arrepentimiento o de oír. Los sectarios usan estos versículos para probar que el bautismo no es necesario para la salvación. ―El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.‖ (Marcos 16:16), nunca dice que tenemos que confesar, ni arrepentirse, ni oír, pero siempre usamos todo el Nuevo Testamento para hablar de los cinco pasos para la salvación; oír (Rom. 10:17), creer (Mar. 16:16), arrepentirse (Hech. 3:19), confesar (I Jn. 1:9) y bautizarse (Hech. 2:38; 22:16; I Ped. 3:21). Nosotros usualmente les decimos a los sectarios que no pueden hacer eso, que tienen que usar también los otros libros de la Biblia en el Nuevo Testamento para saber lo Dios requiere para la salvación. Lo triste es que cuando pasa entre nosotros, nos hacemos de la vista gorda. No podemos tomar solamente un versículo en algún libro y luego descartar el resto del Nuevo Testamento. Cuando hacemos esto, estamos pidiendo que venga Satanás a nuestra vida.
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LA DISCIPLINA EN 1ª DE CORINTIOS Introducción El propósito de estos estudios es para mirar el como fue practicada la disciplina en las diferentes iglesias y en el contexto de las cartas mismas. La carta a los corintios fue escrita por el apóstol Pablo. El les escribía por que había muchas dificultades en la iglesia que tenían que ser corregidas. Los hermanos habían caído en división, parcialidad, permitían la fornicación entre ellos, se robaban los unos a los otros (defraudaban), no les importaba la conciencia de los débiles, se gloriaban de los hombres y tenían desorden en el culto. Hoy en día se podría pensar que tal congregación no tendría futuro y que por ser tan carnal no tendría arreglo. La maravilla de lo que escribe Pablo, es que aun que una iglesia tenga todos estos errores, se pueden arreglar. Si una congregación con tantos errores se puede arreglar, entonces la disciplina funciona perfectamente. Quiero que tengamos en mente que todo lo que Pablo les dice a los corintios se los dice como cuestión de iglesia. Los pasos que marca Pablo para la disciplina son pasos que se deben tomar como iglesia y no individualmente sin la iglesia. Cuando hablemos de la disciplina de otras cartas, miraremos la diferencia de cuando los escritores hablaban a individuos y cuando los escritores hablaban a la iglesia. Los pasos a tomar de los individuos no son los mismos que se toman como iglesia. LA INFLUENCIA DEL MUNDO La ciudad de Corintio era una ciudad de cómo 40,000 habitantes. Aun más era un centro de comercio del imperio romano. Los ciudadanos eran hombres deshonestos y de bajo carácter moral. La iglesia comienza en Corintio en Hechos 18:8. La iglesia es establecida por Pablo (Hechos 9) y también por el apoyo de otras iglesias que tenían comunión con Pablo para que él predicará (II Cor. 11:7-9). Como sabemos, al igual que en aquellos tiempos, las ciudades grandes tienen el índice más alto de crimen, vicios, prostitución, drogas etc., que la de los pueblitos. Corintio siendo una ciudad grande no era la excepción. Tenía toda la corrupción de una ciudad moderna. Esto afectó a la iglesia siendo que los cristianos iban a ser convertidos de entre tanta suciedad moral. Muchos iban a ser bebés en Cristo y los hábitos viejos son muy difíciles de quitar. Miraremos que aunque muchos se habían convertido a Cristo, tenían muchas prácticas pecaminosas. Estas prácticas entonces se introdujeron en la iglesia. Cuando Pablo se da cuenta, entonces les escribe lo que hoy conocemos como I Corintios y II Corintios. LA DISCIPLINA DE PARTE DE PABLO Pablo tiene pleno conocimiento de que se debe hacer en los casos de pecado. Pablo también sabe que casi toda la iglesia está envuelta en una clase de pecado u otro. Lo que quiero notar es que Pablo no aplica el cortar comunión inmediatamente con los hermanos en Corinto aunque estos están hasta el cuello en pecados. Pablo trata de razonar con ellos y apelar al lado espiritual de ellos al mostrarles sus pecados en forma de carta. La mala fama de está iglesia se había desparramado hasta llegar a los oídos de Pablo. También lo que sabemos, según los eruditos en las fechas, es que pasaron entre 8 meses a un año para que Pablo escribiera de nuevo y los hermanos recibieran la 2 carta a los corintios. En la segunda carta a los corintos, tampoco miramos que Pablo les habla para cortar comunión con ellos inmediatamente. Lo que miramos es que Pablo se ha dado cuenta que aunque han corregido muchos de sus pecados, todavía les faltaba corregir algunos y habían hecho unos nuevos. Casi al final de su segunda carta, Pablo les dice que no sería indulgente la siguiente vez que fura a ellos (II Cor. 13:1-3 ). No sabemos si Pablo tuvo que ir a Corinto a resolver esto o no, pero nos podemos imaginar por el ejemplo de Ananías y Sáfira que hubiera hecho Dios si Pablo fuera a arreglar las cosas. Lo que sí sabemos es 19
que Pablo les dio cuando menos dos amonestaciones y luego tal vez una visita para disciplinarlos antes de hacer algo drástico. LOS PECADOS DE CORINTIO: LA DIVISIÓN Uno de los pecados más problemáticos en Corintio fue el pecado de división. Tenemos que notar que aunque estos hermanos estaban divididos ellos todavía se reunían juntos y trataban de adorar a Dios juntos. La división no necesariamente significa la separación física de los hermanos de la iglesia. La división puede ser simplemente la separación mental o de propósito en los hermanos. Los humanos por naturaleza buscan hacer grupos pequeños, o clicks, y esto pasa hasta en la iglesia. Ciertamente esta tendencia no es pecado por si sola, se convierte en pecado cuando impide la obra del evangelio. En la iglesia de Corintio ciertamente estas divisiones fueron causadas por la carnalidad. ―1 De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. 2 Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, 3 porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?‖ (I Cor. 3:1-3). Los efectos de estas divisiones es que el cuerpo de Cristo estaba separado (I Cor. 1:13; 3:16). Los hermanos predicaban a Cristo, pero bajo otro nombre que no era el de Cristo, bajo el nombre del evangelista que los había convertido. Pablo trató de arreglar esta situación rápidamente. El les dijo que la cura era el quitar las divisiones y crecer en mente y espíritu (I Cor. 3:4-9; 1:13). Estas divisiones eran causadas por niñerías y los hermanos deberían de sobre pasarlas para seguir adelante como iglesia. Estas divisiones, aunque no los había dividido físicamente todavía, ya estaban causando problemas y pleitos entre los hermanos. LOS PECADOS DE CORINTIO: PERMITIERON EL PECADO EN LA IGLESIA Los hermanos en Corinto estaban tan ocupados peleando entre sí para arreglar el pecado. Ellos estaban envanecidos que permitieron el pecado (I Cor. 5) en la congregación. El pecado que había en la congregación era tan feo que ni aun se nombraba entre los gentiles. Pablo les empieza a recordar lo que deberían de hacer. Pablo le dice a la iglesia lo que tiene que hacer según Dios. Este pecado era público y los hermanos conocían todos los detalles, nada de lo que estaba pasando era oculto. Este pecado en la iglesia era tan feo que Pablo oyó hasta en la ciudad donde estaba sobre el tal. Miremos que Pablo se dirije a la iglesia, ―reunidos vosotros‖ (v.4). En otras palabras, las acciones que tienen que ser tomadas, tienen que ser tomadas por la iglesia. Esto quiere decir que tendría que ser una decisión de la iglesia y no acciones individuales sin aprobación de la iglesia. Pablo les dijo a los corintios que como iglesia entregaran al tal a Satanás (v. 5). Si los corintios no hacían nada, había el peligro de leudar toda la masa (I Cor. 5:6). En otras palabras en hacer que toda la iglesia cayera completamente en las manos de Satanás. Pablo les estaba diciendo que tendrían que limpiar la iglesia del pecado. Quiero también notar que este no era el único pecado que había en la iglesia, pero este era el pecado que podría leudar toda la masa. Cuando los cristianos pecan por debilidad o por ignorancia hay lugar para el perdón y el arrepentimiento. Pero cuando aceptan el pecado y lo viven como si no hay nada, la hipocresía de la iglesia cría más pecado. Pablo les dice a los hermanos como iglesia que no se junten con ninguno que sea conocido como un hermano y que peque abiertamente y sin arrepentimiento (v.11). La cura para este pecado era la disciplina (I Cor. 5:3-5). Esta disciplina se aplica cuando no hay ninguna duda del pecado y el pecado conocido públicamente entre los hermanos. Entendemos que esta disciplina es para mantener limpia la iglesia, pero también para que ―el espíritu sea salvo en el día del Señor‖ (v.5).
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OTROS PROBLEMAS EN CORINTIO Los hermanos se habían convertido de una comunidad pecaminosa. Tristemente algunas actitudes carnales se habían introducido en la iglesia. La ciudad tenía fama de tener hombres deshonesto y de bajo carácter moral. Los hermanos en la iglesia se empezaron a defraudarse unos a otros. En otras palabras, se estaban robando unos a otros y violando la confianza que los otros hermanos tuvieron en ellos (I Cor. 6:7-8). Estos pecados entonces abrieron la puerta para otros pecados. Los problemas entre los hermanos se hicieron tan grandes que los hermanos llevaron sus problemas a las cortes mundanas (I Cor. 6:1-6). Pablo les dice que lo que deberían de haber hecho es llevar sus problemas a un mediador sabio en la iglesia (I Cor. 6:5). Pablo les explica que estos problemas son pequeños y por lo tal deberían de ser resueltos por la iglesia (I Cor. 6:2 ). El enseña que el llevar estos problemas ante los incrédulos trae reproche sobre la iglesia . Quiero hacer un paréntesis sobre esto, por que ciertos hermanos que han cometido crímenes penados en nuestra sociedad, han usado estos versículos para decir que los hermanos no los deberían de llevar con las autoridades. Estos hermanos sacan estos versículos de contexto diciendo que “para Dios no hay problemas grandes.” Implican y convencen a los que no estudian, que cualquier problema legal debería de ser resuelto por la iglesia y nunca debería de ser llevada a las autoridades. Cuando Pablo les dice a los corintios de los problemas pequeños, no está hablando de problemas para Dios, está hablando de los problemas entre los hermanos. Si decimos que nunca podemos llevar a las cortes a ningún hermano, nos metemos en problemas. En Romanos 13 y en I Pedro 2:13 habla de que los cristianos deben de seguir las leyes terrenales. En nuestro país (E.E.U.U.), el esconder o negar información sobre ciertos crimenes, puede ser tomado como un crimen también. Uno se puede hacer un cómplice simplemente por no hacer saber a las autoridades de algún crimen. En otras palabras, en los casos de crímenes superiores en nuestra sociedad, pecamos si no los llevamos a corte. Nuevamente esto no habla de todos los problemas legales, pero sí habla de los que son muy penados en nuestra sociedad. Por ejemplo el rapto, asesinato, violación, indecencia con menores, fraude de empresas, etc. Ejemplos de problemas legales que no envuelven a nadie más son: las infracciones de velocidad, no pagar los impuestos de propiedad, tener las placas o la registración del vehículo vencida, etc. Hermanos, miremos el por que alguien quiere que no lo lleven a corte, tratemos de resolver todos los problemas pequeños entre nosotros y los que son mayores dejémoslos a los servidores de Dios en el gobierno (Romanos 13:3-4 ). Otro problema que la iglesia tenía era que los hermanos convirtieron la cena del Señor en una cena común (I Cor. 11:17-22). Los hermanos traían sus alimentos de la casa y comían frente a los demás, unos presumiendo lo mucho que tenían por la cantidad de alimentos, otros sufriendo hambre por su pobreza, y otros más embriagándose (I Cor. 11:20-21). Se olvidaron que está cena era algo especial y que era para recordar la muerte de nuestro Señor Jesús. Miramos que estas actitudes son muy contagiosas y al pasar los años aún entre nosotros esto puede ocurrir. Pablo los corrige y les dice lo que tenían que hacer según el mandamiento de Cristo (I Cor. 11:23-29). PUNTOS IMPORTANTES DE DISCIPLINA DE ESTA CARTA 1.) La parte que Pablo toma en la disciplina personal hacia la iglesia es el de amonestar, enseñar, y animar (I Cor. 15:58). Aunque hay muchos pecados en la iglesia, Pablo no corta comunión con ellos automáticamente. Pablo es paciente y espera en que los hermanos hagan lo que es correcto delante de Dios. (Miraremos más de lo que Pablo hace en la segunda carta a los Corintios.) 2.) Pablo en esta carta solo habla de cómo debe de disciplinar la iglesia, no de individuos sin acción de la iglesia. En otras palabras, si yo me doy cuenta de que un hermano está
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pecando, no puedo cortar comunión con él automáticamente. Tengo que esperar hasta que la IGLESIA haya decidido esto. En esta carta miramos que el entregar a Satanás es una opción de la iglesia en conjunto (I Cor. 5:4-5), no individual de los miembros. 3.) Pueden haber muchos errores en la iglesia, eso no quiere decir que no se pueden arreglar. Lo que se tiene que tener es paciencia y amor hacia los hermanos. 4.) En está carta, solo se les pide a los hermanos que entreguen a Satanás (I Cor. 5:5) al hermano que está claramente en fornicación y no hay ninguna duda de su pecado y falta de arrepentimiento. Piensen hermanos el porque Pablo no dice en ésta carta que también saquen a los divididos, carnales, defraudadores y los que menos precian la cena del Señor.
LA DISCIPLINA EN GÁLATAS INTRODUCCIÓN Estimados hermanos antes de empezar a hablar sobre esta carta a los gálatas, tenemos que notar que Galacia no es una iglesia individual, pero una región. Cuando hablamos de una región, hablamos como la región de un estado u otro territorio. En otras palabras, cuando Pablo se dirige a los Gálatas, el se dirige a un grupo de iglesias que se encuentran en la región de Galacia (Gal. 1:2). Es como si yo dirigiera una carta a los hermanos en Nuevo León, o a los hermanos de Texas. Lo que entendemos es que hay muchas iglesias en el estado de Nuevo León y hay muchas iglesias en el estado de Texas. Cuando leamos las admoniciones y exhortaciones tengamos en mente que se lo esta diciendo a iglesias y no a cristianos individuales. EL PROBLEMA Pablo les relata a los Gálatas lo que pasó entre él y Pedro. Pablo les dice por medio de su propio ejemplo, que es lo que se debería de hacer cuando hay hipocresía en la iglesia (Gal. 2:1121) no importa quien sea. Pablo les cuenta que cuando Pedro llegó a Antioquia le tuvo que resistir cara a cara por su hipocresía (2:11). Tenemos que entender que este mismo Pedro es el apóstol, el mismo apóstol que predicó el primer sermón, el mismo apóstol que bautizó al primer gentil, ahora es acusado de hipocresía. Lo que Pablo enseña es que ninguno de nosotros está más arriba de la palabra de Dios. Si pecamos, no importa quien seamos, estamos mal delante de Dios y tiene que haber corrección. Pablo nos dice que Pedro se apartaba de los hermanos gentiles por temor a los de los hermanos que creían en la circuncisión (2:12). Lo triste de esto es que la hipocresía de Pablo arrastró a otros hermanos, a otros cristianos judíos y hasta Bernabé el predicador. Podemos ver de qué manera era que Pablo se apartaba de los gentiles, no se sentaba a comer con ellos. Esto suena mucho como ―con el tal, ni aun comáis‖ (I Cor. 5:11), suena mucho como cortar la comunión abiertamente entre los hermanos. Pablo llamó a tal acción hipocresía. Uno puede entender el porque muchos hermanos fueron arrastrados por esta hipocresía. Hoy en día pasa esto también, cuando un hermano de renombre peca y los hermanos tienen más confianza en lo que el tal hermano dice que en lo que dice Dios. LA SOLUCIÓN Cuando Pablo vio está hipocresía de Pedro, el tuvo amor por Pedro y lo reprendió cara a cara por que lo que hacía era de condenar (2:11). También tuvo que hacerlo público para que 22
todos los hermanos salieran de su error y de la condenación que tal error acarreaba. Aunque Pablo reprende públicamente a Pedro, lo primero que hace no es insultarle y decirle que es un tonto, o un niño en Cristo, o un farsante, o un falso maestro, o cualquier otra cosa que lo pudiera insultar personalmente a Pedro, sino que empieza a razonar con el (2:14-21). Pablo usó su conocimiento del evangelio para reprenderle, no uso palabras derrogatorias, ni insultos personales. Esta reprensión pública, pero con amor y con razonamiento de la palabra de Dios (I Pedro 4:11), causó que Pedro se arrepintiera y tuviera confianza y amor hacia Pablo: ―Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito,‖
(II Pedro 3:15). Aunque Pablo habla a las iglesias de Galacia, él está hablando de cómo resolver un pecado público que ha envuelto a muchos de la iglesia. Pablo lo hace con amor, paciencia y pensando en la salvación de sus hermanos, no en su reputación, orgullo o renombre. Cuando Pablo les relata este problema a las iglesias de Galacia, lo hace para que los hermanos en estas iglesias tengan más confianza en la palabra de Dios que en la de los hombres (incluyendo los hombres de Dios; Col. 3:2). LOS PROBLEMAS DE HOY EN DÍA Hoy en día hay hermanos que están dispuestos a resistir a otros cara a cara, pero sin amor, ni la palabra de Dios, ni con el amor y paciencia que Pablo tuvo. Yo mismo estuve apoyando a tales hermanos y hasta en un tiempo me convertí en uno de ellos por falta de estudio. Estimados hermanos, cuando algo pasa como lo que pasó con Pedro, se tiene que resolver. Para resolver tales problemas tenemos que razonar con los hermanos que estén en error (Isa. 1:18) y al hablar con ellos tenemos que hablar donde la Biblia habla y callar donde la Biblia calla (I Pedro 4:11). Si un hermano tiene que recurrir a insultos personales para corregir a otro hermano, el tal ha fallado y no ha hecho según el ejemplo de los apóstoles. La palabra de Dios siempre nos dice que venzamos el mal con el bien: ―No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.‖ (Rom. 12:21). Si nosotros tenemos que hacer lo que hacen los pecadores para ganar un argumento, entonces nos hemos hecho igual que ellos y no como Cristo. No podemos hacer lo que los pecadores hacen. EL PROCEDIMIENTO SEGÚN DIOS Después de hablarles a los hermanos de el problema entre él y Pedro (y los hermanos en Antioquia), Pablo les dice a los gálatas en el capítulo 6:1-2 el como tratar a aquellos que son sorprendidos por el pecado. Cuando Pablo dice que alguno es sorprendido, el se refiere a que pequemos por debilidad, ignorancia, u otra cosa que no sea a propósito. Es difícil pensar que alguien pueda pecar a propósito, a veces en nuestras debilidades nos dejamos llevar por el pecado y el error. Pensemos en los hermanos de Antioquia, estos fueron arrastrados al error por la hipocresía de Pedro. Ellos respetaron la autoridad de Pedro, pero fueron en contra de la autoridad de Dios. Pablo les quiere enseñar directamente a los hermanos el como corregirse los unos a los otros según la autoridad de Dios. Pablo les dice tres cosas específicas. 1.) Restaurarle con espíritu de mansedumbre. Cuando vamos a hablar con un hermano que ha caído en pecado, ¿que actitud llevamos o presentamos hacia el? Si nuestra actitud es una de enojo, coraje, cólera, descontento u otro sentimiento de este tipo, estamos haciendo las cosas mal. Cuando Pablo fue a hablar con Pedro, él quiso hacerlo por que estaba preocupado por la salvación de Pedro y de los otros hermanos. Hasta dijo que lo que estaba haciendo era de condenar. En muchos casos de disciplina, los ―hermanos‖ dicen que quieren la salvación de los que cometieron el error, pero cuando hablan con ellos los tratan como si fueran leprosos. Es más, cuando estos hermanos se van de la congregación, los hermanos no se lamentan, ni se 23
sienten mal de que ya no estén con ellos. La disciplina, el cortar comunión, tiene que ser una cosa triste de parte de los hermanos que quieren hacer el bien. Deja algo a pensar cuando un hermano está contento de que se haga la disciplina y se corte la comunión. El cortar comunión debería de ser el último paso que tomamos ya después de habernos acabado todas las demás opciones. 2.) Vosotros que sois Espirituales- Los hermanos que son espirituales son los que tienen un buen deseo hacia el hermano caído y que quieren su salvación. Son los que verdaderamente van a tomar el tiempo para estudiar y ayudar al caído. 3.) Considerándote a ti mismo- Cuando uno de nosotros va a tomar el tiempo para reprender o corregir a algún hermano, tenemos que ver como está nuestra vida. Tenemos que hacer correcciones en nosotros mismos y quitar la viga de nuestro ojo primero (Mat. 7:3; Luc. 6:41). Es mucho más fácil enseñar la palabra de Dios cuando nosotros mismos la estamos viviendo.
LA DISCIPLINA EN TESALONICENSES EL PROBLEMA La primera carta y la segunda carta a los Tesalonicenses esta dirigida a la iglesia como conjunto. Cuando leamos las exhortaciones y admoniciones que Pablo escribe, tenemos que tener en mente que fue hecha a la iglesia y no a individuos. Este es un punto importante para poder estudiar la disciplina en el contexto de estas cartas. En la iglesia de los tesalonicenses empezó a haber desorden cuando algunos hermanos ya no querían trabajar. Estos dejaron de trabajar usando la excusa que Cristo vendría pronto y que no había caso del porque seguir trabajando. El problema con esto es que Cristo no iba a venir cuando ellos quisieran. Siendo que no estaban trabajando, tenían mucho tiempo libre. En la Biblia hay muchos ejemplos de que el pecado viene cuando tenemos demasiado tiempo libre y no estamos ocupados en las cosas del Señor (I Tim. 4:15; Tito 3:8). Otro problema que salía de esto es que ¿cómo iban a vivir si no tenían dinero para comprar alimentos o vivienda? La respuesta es fácil, ya sea los hermanos como individuos o como iglesia tendrían que proveer por las necesidades de estos flojos. La Biblia jamás enseña que seamos pacientes con los flojos e indolentes (Prov. 6:6-9; 26:13-16). El problema en Tesalónica es que no solo están flojeando, sino que se están metiendo en los asuntos personales de otros hermanos. Pablo dice que se estaban entrometiendo en lo ajeno (2 Tes. 3:11). Todos nosotros sabemos cuantos problemas puede causar una persona metiche y chismosa. Esto no es un caso aislado a nuestros tiempos, sino que también en los tiempos de Pablo esto ocurría. Otro problema que es visible, es que estos hermanos que no querían trabajar; estaban viviendo de la iglesia, lo estaban haciendo a cuesta de los hermanos. Estos hermanos desordenados eran hombres vividores, tomando ventaja de la bondad de la iglesia o de los hermanos individualmente (la Biblia no especifica si estaban comiendo a costa de los individuos o de la iglesia). Hoy en día también hay personas de tal categoría que solo están buscando la manera de tomar ventaja de los hermanos. Pablo les exhorta a los hermanos en Tesalónica a no permitir tal cosa, ya sea individual o congregacional: ―Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.‖ (2 Tes. 3:10). En la 24
iglesia no debería de haber hombres vividores que toman ventaja de la misericordia y amor de los hermanos y la iglesia. El punto más fuerte que Pablo hace es ―el que no trabaje, que no coma‖. Básicamente Pablo está diciendo que no les deberíamos de dar de comer a alguien que no quiere trabajar. Cuando los hermanos hacen esto, están permitiendo que estos sigan haciendo sus actividades de entrometerse en lo ajeno y que no busquen trabajo. Si no tuvieran alimentos, pronto se pondrían a trabajar para poder sustentarse. LA SOLUCIÓN Pablo les dice a los tesalonicenses que es lo que deben hacer con los hermanos que andan desordenadamente y no según la enseñanza que recibieron (2 Tes. 3:6). Pablo empieza el argumento en contra del problema en Tesalónica en una manera general. El pide que los hermanos se aparten de cualquiera que anda desordenadamente. Como es una exhortación general, esto tiene que incluir toda clase de asuntos que no está conforme a la enseñanza del evangelio. Ya que establece ese argumento, entonces empieza a atacar activamente el pecado que había en la iglesia. Pablo les pide que se aparten de tales hermanos y que no les ayuden a seguir pecando (dándoles alimentos sin que ellos trabajen). Tenemos que notar que cuando Pablo les dice que se aparten de tales hermanos pecadores, le está hablando a la iglesia en conjunto. Nuevamente miramos que la acción de apartarse de los hermanos desordenados, se hace por la congregación en conjunto y no por solamente algunos individuos. PROBLEMAS DE HOY EN DÍA Un problema muy grande en la iglesia de hoy en día es que los hermanos se quieren apartar, cortar comunión, o ―excomulgar‖ personalmente y no con acción de la iglesia. Estos hermanos suponen que sus acciones en van a hacer que los hermanos en pecado se arrepientan. Lo que sabemos en realidad, es que cuando la iglesia toma la iniciativa en arreglar los problemas mediante estudios, exhortaciones, y sobre todo amor, la disciplina funciona tal como dice Dios. Cuando nosotros como individuos cortamos comunión o nos apartamos sin que haya acción de la iglesia, estamos solamente haciendo el problema más grande. En lugar de demostrar amor, paciencia, benignidad y cariño, lo que estamos demostrando es que no nos importa lo que dice Dios, ni los pasos que Él nos manda que tomemos. Cuando Pablo les escribía sobre estos problemas a los tesalonicenses, no lo hizo para que solamente los cortaran. Pablo lo hizo para que los hermanos les mostraran su error y que cuando estos no quisieran arrepentirse o cambiar su manera de vivir, que la iglesia tomara pasos y se apartara de ellos completamente. Muchos solo quieren hacer que su opinión cuente más que la de los demás. Muchos quieren tener el mando de la iglesia, unos no conforme con esto quieren tener mando sobre hermanos de otras iglesias y las otras iglesias mismas si se presta la oportunidad.
La disciplina en 1ª y 2ª de Timoteo I Timoteo 5:19-21; II Timoteo 4:1-5 En la primera carta de Timoteo, Pablo le está dando consejos de cómo se debería de comportar en la iglesia del Señor a el joven Timoteo. Llegando al capítulo 5 Pablo le dice como debe de hacer las cosas cuando hay problemas de pecado con los ancianos. ―19 Contra un anciano no admitas acusación sino con dos o tres testigos. 20 A los que persisten en pecar, repréndelos delante de todos, para que los demás también teman. 21 Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, y de sus
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ángeles escogidos, que guardes estas cosas sin prejuicios, no haciendo nada con parcialidad.‖
(I Tim.
5:19-21). Miramos que para que se reprenda a un anciano tiene que haber dos o más testigos del pecado de que se le acusa. Una cosa que muchos no pensamos es que a veces hacemos caso a chismes y acusaciones vanas. Pablo le dice a Timoteo que si no hay dos o más testigos, que no haga nada. Esto tiene que ver con tener evidencia de lo que se está acusando. Es muy parecido a lo que se tiene que hacer cuando hay un pecado personal, el segundo paso es traer a dos o tres para que de la palabra de varios testigos confirme toda palabra, en la cuestión del pecado público hay muchos testigos. En estos momentos quiero que pensemos de varias situaciones que pueden ocurrir. Ejemplo 1, que tal si un hermano pesca al obispo con pornografía. Este hermano es el único que lo mira y no puede encontrar otro testigo. El hermano reprende al anciano, el anciano no se arrepiente. Cuando el hermano trae a dos o tres persona para hablar con el anciano, el anciano renuncia abiertamente que el tenía tal pornografía y hasta llama al hermano que lo acusa, mentiroso. Los hermanos le creen al obispo y no hay otros testigos. Aquí miramos que el Obispo es un hermano hipócrita y malvado cubriendo su propio pecado. Usé este ejemplo porque sabemos de hermanos que cuando son sorprendidos en pecados, en lugar de arrepentirse, tratan de esconder sus pecados. Dios sabe que el obispo es culpable, no se puede esconder de Dios. A veces queremos hacer la justicia de Dios nosotros mismos, pero Dios es el que hace su justicia cuando no hay testigos del pecado. Dios quiere que nosotros le dejemos la venganza a El. Pablo le explica a Timoteo ―Los pecados de algunos hombres se hacen patentes antes que ellos vengan a juicio, más a otros se les descubren después. Asimismo se hacen manifiestas las buenas obras; y las que son de otra manera, no pueden permanecer ocultas‖ (I Tim. 5:24-25). Pablo nos pide que tengamos fe en Dios, nos dice que los pecados de algunos se descubren en esta vida pero hay unos que se descubren después de esta vida. Los hombres pueden engañar a los otros hombres, pero no pueden engañar a Dios. Dios dice ―mía es la venganza‖ (Deut. 32:35; Rom. 12:19; Heb. 10:30; Salmos 94:1). Si dejaremos las cosas que no podemos probar a Dios, nos quitaríamos de muchos problemas y divisiones. Muchos de los problemas que existen entre cualquier relación humana tienen que ver con escuchar chismes y creer falsas acusaciones. En la iglesia es lo mismo, Pablo lo sabía y por eso se lo dijo a Timoteo. Si tuviéramos cuidado sobre estas cosas nos evitaríamos muchos dolores de cabeza y largas juntas de varones. Como he dicho en otro capítulo de este estudio, la mayoría de las divisiones en estos últimos años tiene más que ver con malentendidos, chismes, y problemas de caracteres, que con doctrinas falsas. II Timoteo 4:1-5 En la segunda carta de Timoteo, Pablo le escribe que ―predique la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.‖ Pablo le deja unas cuantas instrucciones de lo que debe de hacer cuando los hermanos quieran oír y también cuando no quieran oír lo que dice la palabra de Dios. Definiciones: Redarguye: ELENCO- convencer, refutar, reprender. Reprende: EPITIMAO- primeramente, poner honor sobre, luego juzgar. Exhorta: PARAKALEO- primariamente, llamar a una persona. (PARA- al lado; KALEOllamar). Apremiar a alguien para que siga un curso de conducta. Animar.
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Paciencia: MACROTHUMIA- longanimidad. (MACRO- largo; THUMIA- ánimo). Doctrina: DIDAQUE- aquello que se enseña (la palabra de Dios). Pablo le advierte a Timoteo que va a haber tiempos cuando los hermanos, los de la iglesia, no van a recibir la verdad de Cristo. Al contrario, dice Pablo que no solo no van a recibir la verdad sino que van a escuchar a otros maestros que les enseñen lo que ellos quieren oír, no lo que dice la palabra de Dios. Que se van a apartar de la verdad y van a buscar las fábulas. También le dice Pablo a Timoteo que soporte las aflicciones. En muchos de los casos cuando los hermanos no quieren someterse a la verdad, el que sale volando es el predicador y todo hermano que se ponga firme por la verdad. Es duro ponerse en contra de los hermanos cuando están mal, y más duro cuando tratan a los que predican la verdad como los pecadores. Pablo sufrió esto con los hermanos en Galacia y hasta dijo ―¿Me he vuelto vuestro enemigo porque os digo la verdad?‖ (Gál. 4:16). Como cristianos tenemos que seguir la verdad y enseñarla aun cuando la verdad no sea popular. Todo hermano que se ha puesto en pie por la verdad sabe que tan duros y hasta groseros que pueden ser los hermanos que no quieren aceptar la verdad. Hay estudios que causan problemas y por lo tal muy pocos hermanos hablan de estos. Por ejemplo: la vestimenta decente (algo que falta mucho en las iglesias de hoy en día), seguir las leyes terrenales, los ilegales en los Estados Unidos, etc. Muchos hermanos prefieren hablar de otra cosa y no tocar estos puntos porque saben que van a tener problemas en el estudio. No podemos dejar de enseñar lo que es necesario y sobre todo cuando sufrimos deficiencias en estos puntos. Esto es uno de los principios de la disciplina que Dios pide que hagamos. Dios pide que prediquemos todo el consejo de Dios (Hech. 20:27).
LA DISCIPLINA EN TITO Pablo le escribe a Tito, un evangelista joven, para darle consejos de cómo comportarse y guiarse en la iglesia. En particular Pablo le aconseja a Tito que ―evite las cuestiones necias‖ (Tito 3:9). Muchas de las veces los evangelistas y los hermanos mismos, se pasan mucho tiempo haciendo cosas que no valen la pena. Peleando sobre asuntos que no ayudan al crecimiento de la iglesia. Se meten en cuestiones de otros lugares o otras congregaciones y por causa de las tales no hacen el trabajo local. Se preocupan por cuestiones necias, cosas que no son importantes para la salvación; en particular a Tito, las ―genealogías, contenciones, y discusiones acerca de la ley.‖ Hay tantas cosas que pueden causar problemas en una congregación. Pablo solo le quiere ayudar a Tito a enfocarse en su trabajo en la iglesia local y no desviarse en cuestiones que solo dividen a la iglesia. Aun más, Pablo sabía que habría hombres en la iglesia que gastarían su tiempo en estas cuestiones necias. Pablo le dice a Tito ―9 Pero evita las cuestiones necias, y genealogías, y contenciones, y discusiones acerca de la ley; porque son vanas y sin provecho. 10 Al hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación deséchalo, 11 sabiendo que el tal se ha pervertido, y peca y está condenado por su propio juicio.‖
(Tito 3:9-11). Pablo le aconseja a Tito que no tolere aquellos que se enfocan en cuestiones necias y que dividan la iglesia. Pablo le dice los pasos que tiene que tomar, después de una y otra amonestación el tal hombre tiene que ser
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desechado. El problema es que si no se hace esto, la iglesia va a ser arrastrada a la división por una cuestión que no debería de afectar a la iglesia. HOY EN DÍA Hoy en día la mayoría de las divisiones que ha habido en las iglesias, tienen que ver muy poco con la doctrina y más con la personalidad de algunos hermanos. Muchas veces las divisiones son causadas por cuestiones necias y que los hermanos no se fijan lo que está pasando. Se les olvida para que fueron llamados y para que están en la iglesia. Lo primero que tenemos que pensar es si el argumento que estamos peleando ayudará a la causa de Cristo. ¿Cómo es que esto ayudará al crecimiento de la iglesia? ¿Cómo ayudará al crecimiento de los bebés en Cristo? ¿Cómo ayudará al trabajo de la iglesia local? Si nuestro argumento no puede responder alguna de estas preguntas de una manera positiva, entonces la cuestión que estamos peleando es una vana. Hermanos, no quiero que piensen que estoy diciendo que nos debemos de hacer pasalones o indiferentes a los errores. Lo que quiero decir es que no vale la pena dividir la iglesia sobre un argumento vano. A algunas personas les importa más su propio orgullo que el bien estar de la iglesia. Esto hasta nos puede hacer que nos conviertamos en un Diótrefes en la iglesia. Esto no quiere decir que nunca debe de haber divisiones en la iglesia. Las divisiones tienen que venir para hacer presentes a aquellos que son de Dios (I Cor. 11:18-19). Muchas veces es mejor que los que se quieran ir, se vayan. ¿Por qué nos enojamos tanto de que se van a otra parte? Muchas veces nos podemos quitar muchos de los problemas, sobre todo cuando los argumentos son cuestiones vanas. Muchos de los problemas en las iglesias hoy, tienen más que ver con opiniones que con la palabra de Dios o la doctrina. Hay veces en que los hermanos no pueden trabajar unos con los otros, esto no quiere decir que son hombres pecadores necesariamente. Pablo mismo no confiaba en Juan Marcos y su convicción a su falta de confianza dividió el equipo que habían hecho Bernabé y Pablo desde hace varios años. Lo que miramos es que Pablo se fue con otro grupo y Bernabé se llevó a Juan Marcos a predicar (Hechos 15:36-41). También sabemos que Pablo no cortó comunión con Bernabé porque tenían diferentes opiniones sobre la convicción de Juan Marcos. Aun más, sabemos que después al pasar algún tiempo Pablo nuevamente empezó a confiar en Juan Marcos y colaborar nuevamente con él (Col. 4:10; Film. 24; 2 Tim. 4:11). Verdaderamente no sabemos cuanto tiempo se tardó Pablo en tener confianza en Juan Marcos otra vez, pero lo que si sabemos es que nunca dejaron de tener asociación uno con el otro (no cortaron comunión uno con el otro). La verdad la mayoría de los asuntos pueden ser arreglados razonando unos con los otros. Cuando los problemas son por que la doctrina es diferente, rápidamente podemos ver quien está en lo correcto o quien no, por el uso de las escrituras. Cuando es difícil usar las escrituras para resolver un problema, es probablemente por que se está argumentando una opinión en lugar de un verdad divina. Muchas de estos problemas sobre opiniones tienen que ver con hermanos que no son pacientes con los demás. Estos se han olvidado de que ellos en algún tiempo tuvieron ideas diferentes y que hubo alguien que los ayudó y que tuvieron paciencia con ellos. Estos mismos no tienen paciencia, ni desean estudiar a fondo, solo desean que se haga lo que ellos dicen y que no se cuestione o se pida evidencia bíblica de lo que se pide. Pensemos donde estamos cuando haya problemas y si vale la pena pleitear por los tales.
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La Disciplina en Santiago Santiago 5:19-20 En la carta de Santiago miramos muchos consejos buenos para los cristianos. En particular usamos mucho esta carta para hablar de lo que verdaderamente es fe y lo que debe producir en nuestras vidas- obras (Sant. 2:14-26). También hablamos mucho del capítulo 3 en el cual Santiago habla de los peligros de la lengua, en otras palabras los daños que podemos hacer con un miembro tan pequeño (Sant. 3:1-18). Santiago nos dice claramente que el tener fe no es suficiente, sino que esta fe tiene que producir obras. Aún más, hasta escribe que ―el que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.‖ (Sant. 4:17). Es aquí donde quiero empezar este estudio de la disciplina en esta carta. Mientras estemos estudiando esta carta, miremos que fue escrita a ―a las doce tribus que están en la dispersión‖ (1:1). La carta está dirigida a todos los cristianos, no a alguna iglesia especifica, y por lo tal es importante mirar las acciones que debemos tomar como individuos en la iglesia en lo que tiene que ver con la disciplina. Como ya he escrito en otros capítulos, la disciplina en la iglesia debería de ser primeramente preventiva antes de ser exclusiva (que ―excomulguemos‖). Santiago les dice a los hermanos, ―si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver, sepa que el que haba volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados‖ (Sant. 5:19-20). El extravío a que se refiere Santiago puede ser tomado como el aceptar falsas doctrinas o también apartarse de Cristo físicamente. Tenemos que entender que los cristianos estaban sufriendo persecución de parte de los judíos y del imperio romano. Era mucho más fácil hacerse un judaizante y guardar toda la ley de Moisés y de esa manera quitarse de encima a los judíos. Era mucho más fácil irse al mundo y dejar la religión de Cristo atrás, para quitarse de encima a los romanos. Era más fácil para vivir apartado de Cristo y vivir como los demás del mundo que estando fieles a Cristo. Es por eso que Santiago les pide a los hermanos que se encarguen de hacer volver a aquellos que se han extraviado. En muchos de los casos, los hermanos están más que contentos que los hermanos débiles, inconstantes, e enfermizos espiritualmente, dejen de venir a los servicios. Es muy claro que nunca lo dicen con palabras, pero sus hechos hablan más fuerte que cualquier palabra que pueda surgir de su boca. Hermanos, muchas veces sabemos en donde viven, por que no vienen y hasta como arreglar el problema de que un hermano no venga a los servicios, pero no lo hacemos por que: estamos trabajando, se me olvida, es el trabajo del predicador, es el trabajo de los hermanos encargados, no tengo tiempo para estudiar, es el trabajo de alguien más, etc. SI los hermanos saben que es bueno ir a reestablecer al débil y no lo hacen, les es pecado tal como Santiago lo escribe (Sant. 4:17). Tal como el arte de ir a salir a tocar puertas, el ir y dar estudios a los hermanos apartados o débiles, es una practica que se está muriendo en las iglesias de hoy en día. En la mayoría de los lugares hay gran bendición si el predicador sale a tocar puertas, por que la mayoría de los miembros no lo va a hacer. De la misma manera, en muchos lugares nadie quiere estudiar con los hermanos débiles, solo se preocupan cuando estos ya no vienen a los servicios por completo. Miraron sus actitudes, sus debilidades, su falta de conocimiento por mucho tiempo y no hicieron nada. En muchos de estos casos podemos ver que si el predicador local no hace el trabajo, los miembros tampoco lo harían (Pero también existen casos tristes en que ni el predicador hace esta obra). Miremos el converso de este versículo de Santiago 5:19-20. SI ―alguno le hace volver‖ dice el escritor que salvará un alma de la muerte y cubrirá multitud de pecados. El converso de esta declaración sería: SI no lo hace volver entonces abandonará un alma a la muerte y descubrirá multitud de pecados. Personalmente me he dado cuenta que el converso a la declaración de Santiago también es verdadera. Cuando el cristiano no va al rescate del hermano extraviado, entonces lo esta abandonando a la muerte. Cuando el cristiano tiene esta actitud entonces presenta muchas faltas a Dios, no hace lo bueno, no tiene amor, no tiene mansedumbre, no tiene misericordia, no es sufrido, no es humilde, no ama a su prójimo, etc. Es como el sacerdote y el levita en la parábola del buen samaritano (Lucas 10:30-37) saben lo que tienen que hacer, pero por cuestiones personales y egoístas no lo hacen.
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Hermanos el trabajo es duro, es muy fácil sentarse en los asientos el miércoles y domingo, es muy fácil nada más escuchar, pero Dios requiere que vengamos a trabajar. Muchas veces nuestros números son pequeños por que, aunque estamos convirtiendo a muchas personas, no las podemos mantener dentro de la iglesia por nuestra flojera espiritual. Personalmente he visto hermanos trabajar arduamente para convertir a un visitante, por causa de su trabajo el visitante se convierte. Pero lo que a veces pasa, es que ya que se convierten, los hermanos que los doctrinaron los dejan volando en el aire, ya no van a estudiar con estos y si lo hacen, lo hacen muy infrecuentemente. Estos nuevos, que estaban acostumbrados a mucho alimento espiritual, ya que los hermanos los dejan ―colgados,‖ se empiezan a morir de hambre. Hermanos si no nos enfocamos en buscar a los que se están extraviando, los que se van a extraviar, y los que se han extraviado, entonces poco a poco la iglesia morirá.
LA DISCIPLINA EN 2 PEDRO 2 Pedro 3:16-18
En esta epístola Pedro les aconseja a los hermanos que tengan la esperanza de la venida del Señor y que por tal esperanza deberían de tener cuidado de lo que se les enseña. Pedro les comunica que hay personas indoctas e inconstantes que tuercen las escrituras para su propia perdición. En esta carta no les pide que corten comunión, o que se aparten, sino que tengamos cuidado para no ser arrastrados por el error. Quiero notar que estas escritos son difíciles de entender para los ―indoctos‖ y para los ―inconstantes.‖ El diccionario de Vine dice: Indocto-AMATHES- no instruido (A- privativo, y una forma derivada de MANTHANO- aprender). En otras palabras uno que no ha aprendido. Inconstantes-ASTERIKTOS- (A- privativo, STERIZO- fijar) inconstante. En otras palabras uno que no se fija, uno que no se queda en el mismo lugar. Tenemos que notar que esta carta es una carta escrita a la iglesia en general. Pedro enseña que hay personas indoctas (que no han estudiado bien) y que son inconstantes (que a veces siguen y a veces no, la voluntad de Dios) que enseñan las escrituras a su manera. Nosotros sabemos que ninguna escritura es de interpretación privada (2 Pedro 1:20). Nosotros entendemos lo que Pedro explica en nuestras prácticas. Nos cuidamos de las doctrinas de las sectas religiosas que nos rodean y sabemos que muchos en tales sectas tuercen las escrituras por que no estudian o no son constantes a la palabra de Dios. A los sectarios, los cuales claman ser de Cristo, no les damos parte en nuestros servicios religiosos para Dios. Lo que quiero notar es que con los sectarios SI nos sentamos a comer y los invitamos a nuestras reuniones sociales, fiestas, cumpleaños, bodas, celebraciones de días festivos etc. Entendemos que tales están en error y que tienen necesidad de que se les predique la verdad siendo que tenemos que presentar defensa de la tal (I Pedro 3:15). Esto lo hacemos hasta con los hermanos liberales. Pedro nos presenta con otra idea de la disciplina, que tengamos cuidado de lo que enseñan y que no los dejemos que nos arrastren. La única manera de que una persona puede tener influencia sobre los hermanos o la iglesia, es enseñando. Si una persona enseña falsa doctrina en
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la iglesia, muchos podrían ser arrastrados. Es importante que nosotros presentemos defensa y que no permitamos que tales doctrinas entren en la iglesia. Estos hermanos que no han aprendido, tal vez por que no estudia, tal vez por que son seguidores de los falsos, tal vez por que trabajan mucho, usan las escrituras a su manera. Este también es el caso de los que son inconstantes, los cuales usan las escrituras para su conveniencia. Siendo que la primera palabra habla de los que no estudian y la segunda habla de los que no están firmes, tenemos que tener cuidado de ellos. Nosotros mismos, por descuido, podemos ser algunos de estos. Pedro les instruye a los hermanos que no sean arrastrados por estos. Pablo no les dice que se aparten de tales, ni que les ―excomulguen.‖ La razón es obvia, estos hermanos tuercen las escrituras por que les falta conocimiento de la verdad. Es el trabajo de los hermanos el instruir a los indoctos para que ya no sean ignorantes y de ayudar a afirmar a los inconstantes. Pablo nos dice abiertamente que crezcamos ―en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y salvador Jesucristo.‖ Si alguno ha estado en la iglesia por algún tiempo, es más que seguro que ha visto problemas que surgen cuando hermanos que no estudian y que no son constantes tratan de tomar control de la iglesia, o cuando menos influenciarla. Estos hermanos son bien carismáticos, elocuentes, pero conocen poco de la palabra de Dios. Muchas de las veces tratan de usar e incorporar las tácticas de los sectarios (quiero hacer que ellos lo hacen por falta de conocimiento y por ser inconstantes). En muchos de los casos los hermanos espirituales les ayudan a ver los errores a estos y los problemas se arreglan. Tristemente en algunos casos, la mayoría de los hermanos son más indoctos e inconstantes que los que están tratando de influir a la iglesia, y la iglesia es arrastrada completamente por el error. La manera de arreglar y prevenir estos problemas es el ―crecer en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.‖ Muchas veces las doctrinas falsas entran en la iglesia porque los que están trabajando más son los que han mal entendido lo escrito y los que saben más simplemente están conformes de enseñar desde el púlpito y nada más. Las multitudes son visitadas diariamente por los sectarios y en las iglesias de Cristo hay suerte si es que el predicador va y toca puertas o visitar; la mayoría de los miembros solo quieren venir a sentarse al edificio y que otros hermanos hagan el trabajo por ellos. Esta practica causa que la desobediencia venga sobre la iglesia. Los jóvenes y los nuevos miran esto y por esta causa muchos de ellos son arrastrados al error. En una iglesia donde no hay trabajo, no hay crecimiento. Tal vez la asistencia se mantenga, pero crecimiento de familias y personas nuevas no existe. Muchas veces los únicos bautismos que tenemos son familiares nuestros, cuñados, hermanos, hijos, primos, padres y nada más (eso si trabajamos con ellos). Los sectarios tienen éxito por que visitan por las casas y llevan el evangelio (aunque errado) al mundo, no solo a los familiares. Un comentario más, les pido estimados hermanos que miren a los niños que tienen padres cristianos y que crecieron en el evangelio. ¿Cuántos de estos son los que predican y enseñan? ¿Cuántos de estos son activos en la iglesia? ¿Cuántos de estos son constantes en la iglesia? ¿Cuántos de estos son cristianos? ¿Cuántos de estos siguen asistiendo a la iglesia cuando ya no están en casa y son adultos? Ahora hermanos quiero que noten quienes son los que predican, enseñan, dirigen los cantos, son activos en la iglesia, van a mirar que la mayoría de estos son hermanos que fueron convertidos del mundo y no de hijos de cristianos. Esto es lo que pasa cuando dejamos que los sectarios trabajen más que nosotros, no nos arrastraran a nosotros, pero los nuevos y nuestros hijos no se van a quedar en pie por el Señor. La mejor manera de que seamos arrastrados por las falsas doctrinas es simplemente no hacer la verdad.
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En Mateo 23, Jesús les dice a los discípulos que los fariseos y los escribas se sientan en la cátedra de Moisés, en otras palabras que tienen las palabras de verdad, pero aunque enseñan la verdad no la practican. Jesús dice que el predicar y no hacer es ―cerrar el reino delante de los hombres, pues ni entráis vosotros, ni dejáis entras a los que están entrando‖ (Mat. 23:13). Jesús también habla de las clase de conversos que tales hombres producen: ―recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros‖ (Mat. 23:15). Lo peor que podemos hacer en este mundo es enseñar y tener la verdad y no practicarla. Lo que hacemos es hipocresía cuando tenemos esta costumbre y nuestros frutos son vívidos en nuestros conversos e hijos.
La Disciplina en las Epístolas de Juan I Juan 2:19; I Juan 4:1-6; 2 Juan 9-11; 3 Juan 9-10;
I Juan 2:19 y I Juan 4:1-6 Los falsos maestros En estas dos citas de la primera epístola de Juan, miramos el uso de la disciplina en cuestión de los falsos maestros. Ciertamente hay diferencia entre lo que es un falso maestro y lo que es uno que cree el error por la debilidad o por falta de conocimiento. Tenemos que ser muy cuidadosos de poder distinguir de los dos. Un falso maestro es una persona que predica mentira y que aunque no puede refutar la sana doctrina, sigue predicando la mentira por algo personal o simplemente por falta de respeto a Dios. Uno que por falta de conocimiento predica la mentira, cuando no pueda refutar la verdad de Dios, se convierte a Dios. Es nuestro trabajo el presentar evidencias de la verdad con la Biblia y dejarlos sin la habilidad de defenderse bíblicamente, y si no podemos refutarles con la verdad, tener cuidado que nosotros no estemos en la mentira. Juan les escribe a los hermanos que habían salido muchos anticristos de entre ellos mismos (la iglesia; I Juan 2:19). Jesús nos dijo claramente que ―por sus frutos los conoceréis‖ (Mat. 12:33; Luc. 6:43-45) y si nosotros nos hacemos de la vista gorda, de oídos sordos, entonces seremos arrastrados por estos falsos maestros. Una verdad de las escrituras es que no todos lo que le dicen a Dios ―Señor, Señor‖ (Mat. 7:21) entraran en el reino de los cielos. Juan nos dice que ―el que practica el pecado es del diablo..‖ (I Juan 3:8-9). Juan nos dice que no creamos a todos los que dicen ser de Cristo (I Juan 4:1), sino que los probemos. Juan nos dice que estos ―hermanos‖ hablan lo del mundo y los del mundo los oyen, estos no se apegan a las cosas escritas en la Biblia (I Jn. 4:5). Tenemos que entender que en estos versículos están hablando de personas que se llaman así mismos cristianos, pero que no se apegan a la palabra de los apóstoles. El apóstol nos da una forma de probar a estos falsos maestros. El nos dice ―nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye (las palabras de los apóstoles; la Biblia); el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error‖ (I Jn. 4:6). 2 Juan 9-11 En esta segunda epístola Juan aconseja a los hermanos que si alguno trae otra doctrina que no sea la de Cristo, que no lo recibamos. Estos son los que van más allá de lo que está escrito, en otras palabras inventan más cosas, tradiciones, o doctrinas que Cristo no ha revelado. Juan aconseja esto a los hermanos para que los hermanos no tomen parte de las obras malvadas. Tenemos que entender que esto no habla de hombres que se han apartado de Dios por debilidad o de hermanos que han sido disciplinados por otro pecado que no tenga que ver con falsa doctrina. Estos versículos hablan de los que enseñan las falsas doctrinas, en otras palabras si no vamos a
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refutarlos con la Biblia, entonces que no los recibamos en nuestras casas. Satanás trabaja siempre y el permitir las falsas doctrinas en nuestro propio hogar es el invitar el error y la mentira. 3 Juan 9-10 Juan, en estos versículos nos dice sobre aquellos que por cuestiones personales les encanta tener el primer lugar en la iglesia. Quiero que tengan en mente que Diótrefes no predica falsa doctrina, no enseña error, lo que hace es que su actitud es pecaminosa. La actitud es muy difícil de probar, pero Juan siendo apóstol tenía el conocimiento del Espíritu Santo, conocía las intenciones de Diótrefes. Lo que sí hacia Diótrefes es que hablaba ―palabras malignas‖ en contra del apóstol Juan y sus acompañantes, en otras palabras hablaba mal de ellos para descreditarlos. Tanto que ―mandaba‖ a los hermanos de la iglesia que no recibieran a nadie que viniera de parte de Juan. No solo eso, pero aquellos que recibían a estos hermanos eran expulsados de la iglesia. Muchas divisiones han empezado así, cuando un hermano le encanta el primer lugar, hace lo posible por quedarse allí. A estas personas no les importa cuantas almas se pierdan mientras sigan teniendo el poder, estos son capataces, caciques en la iglesia. La iglesia no se atreve a hacer alguna decisión sin que estos hombres estén presentes, la mayoría de los hermanos hacen lo que estos hombres digan. He sabido hasta de casos en que los miembros individuales no están de acuerdo con el hermano capataz, pero nunca dicen nada en la junta de varones. Estos siguen órdenes por que no quieren ―tener problemas,‖ y aunque se sienten mal de las cosas que están pasando no hacen mucho para cambiar la situación. Estos capataces siempre están tratando de sacar, excomulgar, o simplemente correr a cualquiera que no hace lo que él pide. Estos hermanos son políticos que se ganan a la iglesia con favores y promesas físicas, no con la palabra de Dios. Siempre buscan influenciar la junta de varones fuera de la junta y ya cuando van a la junta ya nada más vienen a poner leyes sobre los hermanos. Estos hermanos siempre tratan de tener la mayoría de los hermanos a su lado en orden de controlar las decisiones de la iglesia. En la iglesia deberíamos de apoyar a los hermanos que trabajan y se esfuerzan por la verdad. Pero, cuando un hermano se hace ―líder‖ y no hace conforme a las escrituras, debemos oponernos con Biblia en la mano no importa las consecuencias. Hoy en día es muy difícil descubrir a los Diótrefes, es muy difícil probar actitudes malas, pero no es imposible. Tenemos que entender que estos hermanos siempre están tratando de hacer alianzas ―por debajo de la mesa,‖ y siempre hacen cosas a escondidas. Siempre tienen un estándar doble, una para su familia y sus seguidores y otra para el resto de los hermanos. Estos hombres siempre hacen acepción de personas cuanto tiene que ver con la disciplina. Debemos tener cuidado de este tipo de hombres y también de vencer la tentación de tomar el lugar de estos hombres.
LA DISCIPLINA EN APOCALIPSIS INTRODUCCIÓN La carta de Apocalipsis es la única carta que fue directamente dictada por Jesús. En esta carta Jesús le dicta al apóstol Juan las cosas que deberían de suceder pronto en el primer siglo y los fines del tiempo. Una cosa que quiero que notemos, son los capítulos 2-4, donde se habla de las siete iglesias de Asia. Según la historia secular sabemos que había más de siete iglesias en Asia cuando esta carta es escrita, estas iglesias simbolizan todas las iglesias. Miraremos al proseguir de este estudio, que cada iglesia tenía sus peculiaridades y sus problemas. Una cosa que quiere proponerle, querido lector, es que en ninguna parte les pide Jesús a las iglesias que corte comunión una iglesia con la otra. Es más, los únicos ejemplos que tenemos de cortar 33
comunión en el Nuevo Testamento es de la iglesia a individuos que estaban entre ellos. Hoy en día se oye que hay iglesias que cortan comunión con otras iglesias (y hasta a veces por opiniones y no por cuestiones de doctrina). Esto demuestra denominacionalismo en lugar de iglesias autónomas. Ya habiendo dicho esto, miremos lo que Jesucristo les dice a las iglesias individuales.
La Iglesia de Efeso
― 1 Escribe al ángel de la iglesia en Efeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto: 2 Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos; 3 y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado. 4 Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. 5 Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido. 6 Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco.7 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.‖
(Apocalipsis 2:1-7). Jesús habla de una iglesia que está llena de buenas obras, de trabajo y que es siempre persistente. Una iglesia que es conocedora de las escrituras, que puede probar a los que se llaman apóstoles y no lo son. Una iglesia que ha soportado todo por el nombre de Jesús y no se han cansado de hacer lo justo. Jesús condena ésta iglesia de que aunque tiene todos estos buenos atributos, ha dejado su primer amor. Nos deja a pensar que esta iglesia estaba haciendo todo lo que hacia por tradición y no por el amor de Dios (primer mandamiento). Para estos hermanos el hacer el bien era una costumbre cotidiana. Tal vez hasta podríamos ir al extremo de que empezaban a hacer los mandatos de Dios como muchos de los judíos, de labios solamente (Mat. 15:8; Mr. 7:6). Estaban haciendo todo lo correcto, pero no de corazón. Dios quiere que seamos adoradores en Espíritu y Verdad (Juan 4:24). Las tradiciones son muy tentadoras puesto que nos da la apariencia ser hombres piadosos. Tenemos que tener las acciones y la fe, una sin la otra nos causa tropiezo. Jesús les exhorta a los efesios a que se arrepientan y que recuerden de donde habían caído. Si tuviéramos el conocimiento de alguna iglesia como esta, ¿que deberíamos de hacer? La Iglesia de Esmirna ― 8 Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió, dice esto: 9 Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás. 10 No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que
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seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. 11 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte.‖
(Apoc. 2:8-11). Miramos una iglesia que es pobre en lo que concierne a lo físico, pero rica en lo que tiene que ver con lo espiritual. En Esmirna miramos la actitud diferente a la de Efeso, miramos que ellos hacen todo lo que los efesios hacían y lo hacen por amor a Dios no por tradición. Esta iglesia iba a estar sufriendo persecución, iba estar batallando por ser valerosos en la fe, iba a tener muchos problemas. ¿Qué pensamos cuando miramos una iglesia que tiene muchos problemas? ¿Qué son carnales? ¿Qué no son dignos de las bendiciones de Dios? Jesús simplemente les dice que sean fieles hasta la MUERTE, que el les daría la corona de vida. Los problemas físicos no dictan la espiritualidad o la fidelidad de alguna iglesia. Aun hoy en día hay hermanos que piensan que si uno es fiel, Dios nunca lo va a dejar sufrir y que si uno está sufriendo es por causa de sus propios pecados. ¿Tendríamos ―comunión‖ con esta iglesia? Quiero que notemos que aunque Efeso está entre 35-50 millas de distancia, Jesús jamás le dice a esta iglesia que se cuiden de los hermanos que olvidaron su primer amor en Efeso. Jesús nunca les dice que corten ―comunión‖ con Efeso por la condición en que se encuentra. Lo que si les dice es que se preocupen por estar fieles y por el redil en donde están. La Iglesia de Pérgamo ―12 Y escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo: El que tiene la espada aguda de dos filos dice esto: 13 Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está el trono de Satanás; pero retienes mi nombre, y no has negado mi fe, ni aun en los días en que Antipas mi testigo fiel fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás.14 Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación. 15 Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco. 16 Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto, y pelearé contra ellos con la espada de mi boca. 17 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.‖
(Apoc. 2:12-17). Esta es una iglesia que se encuentra en el centro de persecución de toda Asia, ―donde está el trono de Satanás.‖ Ellos están sufriendo duramente por la persecución. Esta era una iglesia fiel en medio de las doctrinas falsas. Alabada, era está iglesia, por su trabajo fiel (Col. 3:17; I Tim. 6:12; Mat.10:32-33; Luc. 9:26) de no negar la autoridad de Cristo aun cuando Antipas fue muerto por causa del evangelio (I Ped. 2:11-12; 4:16; Fil. 2:15-16). Algunos en la iglesia tenían la doctrina de Balaam y los Nicolaitas. Balaam significa- ―la gente conquista‖ en hebreo y Nicolaita en Griego. (2 Ped. 2:15; Num. 31:16). En el viejo Testamento miramos que Balaam era un profeta de Dios que por causa del dinero (la paga) le enseñó a un rey pagano, Balak, el como hacer que Dios castigara a el pueblo de Israel. En nuestros tiempos también hay muchos casos en que las personas ―de Dios‖ que causan que otros hermanos pequen por ganancia propia. Los hermanos en Pérgamo eran culpables de permitir tales cosas, perversiones a la doctrina por ganancia de algunos. Arrepiéntete o el Señor vendrá pronto a pelear poderosamente en contra de ellos (2 Cor. 7:10; I Cor. 5:1-8; II Tes. 1:7-8; Heb. 3:12-14), es la advertencia que ellos reciben de Jesús. Jesús les pide que se arrepientan de no haber hecho nada para resolver los problemas de su congregación local. Jesús jamás les reclama por no tratar de arreglar o ayudar a resolver los problemas de las otras iglesias de Asia, las cuales estaban relativamente cerca una de la otra. Quiero que notemos que a ninguna de las iglesias de Asia se le pide que corten ―comunión‖ con las otras, aunque tengan muchos problemas de pecado e idolatría. La Iglesia de Tiatira ―18 Y escribe al ángel de la iglesia en Tiatira: El Hijo de Dios, el que tiene ojos como llama de fuego, y pies semejantes al bronce bruñido, dice esto: 19 Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia, y que tus obras postreras son más que las primeras. 20 Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos. 21 Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de
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su fornicación. 22 He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella. 23 Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras. 24 Pero a vosotros y a los demás que están en Tiatira, a cuantos no tienen esa doctrina, y no han conocido lo que ellos llaman las profundidades de Satanás, yo os digo: No os impondré otra carga; 25 pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga. 26 Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, 27 y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero;(D) como yo también la he recibido de mi Padre; 28 y le daré la estrella de la mañana. 29 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesia.‖
(Apoc. 2:18-29). Esta era una iglesia que estaba creciendo en buenas obras, pero que al mismo tiempo estaba tolerando la idolatría y comprometiendo la verdad. Los Cristianos de Tiatira comprometían la obediencia a nuestro Dios para que el resto de la ciudad los aceptara. Había miembros en la iglesia misma que fornicaban y comían cosas sacrificadas a los ídolos, al mismo tiempo había miembros que todavía no habían conocido ―las profundidades de Satanás. Fueron alabados por su amor (Mat. 22:37-40; I Jn. 5:3; Jn. 14:15, 15:14; I Jn. 3:18; 4:20-21) y su servicio (Gal. 5:6) en fe (Rom. 10:17; Sant. 2:14-24) la cual iba creciendo más y más en paciencia (Rom. 5:3-5; Sant. 1:2-4; Heb. 10:35-39) y progreso (Gal. 6:9). Aquellos que son influenciados por la imprudente y misteriosa Jezabel serán destruidos con ella si no se arrepienten … no hay otras cargas impuestas para esta iglesia (I Reyes 16:31; 21:25). La falta de disciplina en la iglesia y la tolerancia del pecado los iba a destruir. Esto puede pasar muy fácilmente hoy en día por causa de la ignorancia y la falta de estudio. Podemos trabajar cada día más fuerte, pero si estamos comprometiendo la verdad de Dios para ser aceptados por los demás estamos perdidos. Nuevamente no hay ninguna advertencia que se cuiden de los pecados de otras iglesias. Jesús les pide a los hermanos que se preocupen en los pecados locales y que los corrijan. La iglesia de Sardis ― 1 Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice esto: Yo conozco tus obras,
que tienes nombre de que vives, y estás muerto. 2 Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de Dios. 3 Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti. 4 Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas. 5 El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida,(B) y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles.(C) 6 El que tiene oído,
(Apoc. 3:1-6). Esta iglesia es conocida como una iglesia viva, pero verdaderamente muerta. Era una iglesia que tenía renombre de ser fiel y fuerte, pero que en verdad no tenía nada perfecto delante de Dios. En otras palabras, se miraba como una iglesia fiel, pero no lo era. Una iglesia que no tenía problemas de persecución, ni de división. Era una iglesia que solo guardaba las apariencias. Jesús les pide que recordaran (Luc. 15:17-21) como habían recibido la verdad de un principio, que la guardaran (II Tim. 1:13), se arrepintieran (Hch 8:22), y que fueran diligentes (I Ped. 5:8)- estableciendo el bien que quedaba (I Cor. 15:58). Aun en ésta iglesia en donde la mayoría de los hermanos estaban mal delante de Dios, había algunos cuantos que no ―habían manchados sus ropas.‖ Otra vez miramos que Jesús les pide que arreglen sus problemas locales, nunca menciona que arreglen los problemas de las otras iglesias. La Iglesia de Filadelfia ―7 Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.‖
ninguno cierra, y cierra y ninguno abre: 8 Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre. 9 He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado. 10 Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. 11 He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. 12 Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo. 13 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.‖
(Apoc. 3:7-13). Esta era una iglesia que estaba en
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la frontera del imperio romano, llena de oportunidades para expandir el evangelio a otras naciones fronterizas y al resto del mundo. Una iglesia de oportunidad. Para ellos, como para nosotros, es necesario usar nuestras oportunidades. Nuestras habilidades varían pero todos podemos hacer algo (Mat. 25:14-30). * Finacieramente (Fil. 1:4; 4:17), *Enseñando (Mat. 9:3738, II Tim. 2:2), * Hospitalidad (I Ped. 4:8-9; Heb. 13:1-2, Hch. 9:36, 39) etc. Esta iglesia fue alabada por usar su poca fuerza y estar firmes en contra de las falsas enseñanzas de los judíos antagonistas en un lugar lleno de oportunidad para hacer el bien. Jesús no les condena por nada, sabe que son débiles, pero aun en su debilidad están haciendo lo que Dios pide. Tampoco les dice que traten de resolver o que se cuiden de los hermanos de las iglesias del área. Jesús solo les pide que sigan adelante en su trabajo como iglesia local. La Iglesia de Laodicea ―14 Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de
Dios, dice esto: 15 Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡¡Ojalá fueses frío o caliente! 16 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. 17 Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. 18 Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. 19 Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. 20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. 21 Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. 22 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias‖
(Apoc. 3:14-22). Una iglesia que no era fría ni caliente en su servicio a Dios. Eran tibios (Luc.8:13-14; II Ped. 2:20-22; Heb. 6:4-6); verdaderamente una condición asquerosa (Mat. 6:19-21) en lo que concierne a Dios. Una iglesia que no peleaba en contra del mal, pero que tampoco se dejaba llevar por el pecado. En otras palabras sólo hacían que ellos pensaban que era suficiente y no lo que Dios dijo que se hiciera. Jesús les reprende a que se arrepientan y que empiecen a trabajar y a seguir adelante con El. Hasta en esta última iglesia, Jesús no les pide que se metan en los asuntos de las otras iglesias, sino que se encarguen de arreglar lo que a ellos le falta. Hoy en Día Muchos de los problemas de hoy en día en la iglesia, tienen que ver con ―iglesias‖ tratando de arreglar los problemas o decisiones locales de otras ―iglesias.‖ Esto ocurre cuando una iglesia trata de que otra iglesia tome su lado en alguna moción o decisión local, muchas veces hasta parecen partidos políticos. Entonces estas iglesias tratan de aislar a toda otra iglesia (o hermano) que no apoye lo que una iglesia de ―renombre‖ decidió hacer. Esto era lo que había pasado en Gálatas, cuando las iglesias de esa región decidieron tener a Pablo como enemigo por predicarles la verdad. Muchos se quejan de la centralización de los hermanos ―liberales,‖ tenemos estudios, largos libros y hermanos preparados para presentar defensa en contra de la centralización. Pero se han visto casos en que las iglesias hacen lo mismo que los hermanos ―liberales.‖ Ha habido casos en que iglesias locales toman directamente órdenes de otra iglesia en que deben hacer. Por ejemplo, cuando alguien es disciplinado en una congregación, hay iglesias que esperan que el resto de la hermandad acepte ciegamente la descición que se tomó localmente. Se espera que si un hermano fue ―excomulgado‖ (una palabra que la Biblia no usa), que no se acepte en ninguna iglesia, y la iglesia que lo acepte entonces es una iglesia ―pasalona‖ o pecadora. Lo que estos capítulos de la Biblia nos enseñan es que cada iglesia tiene que hacer su decisión localmente y no preocuparse en los asuntos de otra iglesia local. Si se mandan cartas sobre alguna ―excomunión‖ o problema, las iglesias tienen la opción de no meterse si no les afecta o si les afecta juzgar lo mejor que puedan con las evidencias que haya. El error es que se acepte CIEGAMENTE las decisiones de otra iglesia local. Si el aceptar ciegamente la decisión de alguna iglesia local
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hubiera ocurrido en el primer siglo, el apóstol Juan (por causa de Diótrefes) y el apóstol Pablo (por causa de las iglesias de Gálacia) hubieran sido excluidos de todas las iglesias del imperio Romano. Estimados hermanos, no estoy diciendo que no tengamos cuidado. Lo que estoy diciendo es que tengamos mucho cuidado de no ser influenciados por otras congregaciones, sino que autónomamente hagamos decisiones locales usando la palabra de Dios (I Pedro 4:11). Como hemos leído en las escrituras, hay iglesias que MARCARÍAN a hermanos fieles solo por que no se someten a sus deseos locales (Gálatas, Diótrefes). Es imperativo que cada iglesia local tome sus propias decisiones y que cada iglesia local busque evidencias, que mire los dos lados y que haga lo que es justo delante de Dios. Cuando hacemos caso ciegamente a lo que otra iglesia local dice, estamos haciendo lo mismo que hacen las iglesias ―liberales‖ cuando hacen caso a las iglesias patrocinadoras. Jesús jamás les pidió a las iglesias de Asia que arreglaran los problemas de las otras iglesias (aunque muchas de ellas estaban bien cerca), lo que les pidió fue que se encargaran de mantener las congregaciones locales puras y fieles.
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LOS PASOS NECESARIOS Estimados hermanos, espero que al leer este pequeño escrito, les ayude a hacer lo que es justo delante de Dios para la disciplina. En esta sección hay una tabla que habla de los pasos de disciplina. Les pido que tomen en cuenta que los pasos de disciplina están en las escrituras para que mostremos nuestro amor por nuestros hermanos caídos y para mantener la iglesia pura sin mancha. En la gráfica compararemos los pasos de disciplina con los pasos de salvación. Los Pasos Necesarios Los pasos para la Los pasos para la Los pasos para la Salvación. disciplina Personal. disciplina Pública. Oír y Creer
Enseñanza/ quitar la viga del ojo propio.
Enseñanza/ presentar todo el consejo de Dios.
Confesar
1.) Confrontar al pecador 1-1, manteniendo la privacidad. 2.) Confrontar al pecador con 2 o 3 testigos. Manteniendo la privacidad del asunto tanto como posible.
1.) Quitar los tropiezos. 2.) Enseñar el consejo de Dios. 3.) Confrontar el pecado.
Arrepentirse
Llevarlo a la Iglesia
Llevarlo a la Iglesia
Bautizarse
Acción de la iglesia para restaurar al caído.
Acción de la iglesia para restaurar al caído.
Recibe la Salvación
Se excluye de la comunión de la iglesia. Se le tiene como ―gentil y publicano.‖
Se excluye de la comunión de la iglesia. Se le ―marca‖ por la iglesia.
*Según las escrituras el individuo no puede ser salvo cuando oye o cuando cree solamente. *El individuo no puede ser salvo al confesar solamente. *El individuo no puede ser salvo al arrepentirse solamente. *El individuo no puede ser salvo antes de bautizarse o por el bautismo solamente. *Una persona es salva solo cuando ha cumplido con todos los pasos necesarios: oír, creer, confesar, arrepentirse, y bautizarse.
*Uno no puede cortar ―comunión‖ en el momento que hay error, sino que tiene que enseñar y tratar de corregir. *Uno no puede cortar comunión cuando se confronta el pecado a solas y no es exitoso. *Uno no puede cortar comunión cuando el pecado se confronta con dos o tres y no son exitosos. *La comunión no se corta individualmente sino que es una decisión de la iglesia. No se puede cortar comunión con el hermano en error hasta que la iglesia haya hecho su parte y luego tomado la decisión de apartarse del tal.
*Uno no puede cortar ―comunión‖ en el momento que hay error, sino que tiene que enseñar y tratar de corregir. *La comunión no se corta individualmente, sino que es una decisión de la iglesia. No se puede cortar comunión con el hermano en error hasta que la iglesia haya hecho su parte y luego tomado la decisión de apartarse del tal.
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Así como no podemos recibir la salvación hasta que cumplamos todos los pasos necesarios, tampoco podemos apartarnos de nuestros hermanos caídos hasta que cumplamos todos los pasos necesarios. Cuado apartamos la comunión de nuestros hermanos caídos antes que la iglesia tome cartas en el asunto, lo único que estamos haciendo es darle el ―tiro de gracia‖ a nuestras oportunidades para salvarle. Lo que mira el hermano caído es que unos en la congregación tienen comunión con él y otros no. Le hace pensar al caído que los que le cortan la comunión, son personas malvadas, carnales y sin el amor de Cristo. En algunos casos esto es cierto (tal como el caso del apóstol Juan y Diótrefes. 3 Juan). Estoy seguro que esta fue la razón de que Dios puso esa condición de llevar el caso a la iglesia y que la iglesia tomara parte en tratar de restaurar al perdido, antes de cortar comunión con alguien. Cuando toda la congregación se junta y trata de restaurar al perdido (bajo la dirección de los ancianos o la junta de varones), el hermano caído puede mirar la unión y el amor que ellos tienen hacia él. Cuando la iglesia haya exhaustado todos sus recursos para convencer al hermano caído, entonces tendrán que entregarlo a Satanás (I Cor. 5:1-13; 2 Cor. 2:5-11). Una de las cosas que la iglesia NUNCA debería de hacer es de tratar al hermano caído como un enemigo (2 Tes. 3:15). Aun cuando la iglesia se haya apartado del hermano caído, deberíamos de buscar las oportunidades para nuevamente abrir las puertas de su corazón a Dios. Siempre tenemos que buscar las oportunidades de salvar al perdido especialmente a los de la casa de Dios (Gálatas 6:10). Una nota más que quiero añadir es que la disciplina siempre es hecha localmente en una congregación autónoma con los hermanos que están entre esa misma iglesia. Nosotros no podemos ―disciplinar‖ a un hermano que no estuvo con nosotros en nuestra iglesia local, eso es responsabilidad de la iglesia en donde es o era miembro. Con esto no quiero decir que como individuos no podemos estudiar con hermanos caídos de otra congregación, solo que la disciplina es hecha por la iglesia local. La Biblia habla de que cada iglesia autónoma mantenga su puridad propia, jamás habla de una disciplina por la iglesia universal como la de la iglesia católica o bautista. (Para más detalles sobre esto, miren los capítulos de Gálatas y Apocalipsis).
¿Qué es la disciplina? El Diccionario McMillan lo define de esta manera: Entrenamiento que molda, corrige, o perfecciona alguna cosa o actitud; así como facultades mentales o carácter moral. Introducción: El propósito de la disciplina es para corregirnos unos a los otros y mejorarnos para Dios, siendo que nadie es perfecto (Rom. 2:23-24). La disciplina es para enseñar y demostrar al hermano caído que tan vergonzosa es su situación (2 Tes. 3:14; I Cor. 5:5). I.) La Biblia habla de dos clases de disciplina: A.) Personal Mateo 18:15-18 B.) Pública I Corintios 5 C.) Tenemos que perdonar siempre que se pida perdón. (Mat. 18:21-35; Luc. 17:3-4) II.) Ejemplos de la disciplina personal. A.) Mateo 18:15-18. B.) Jesús reprende a los que quieren tentarle, Mat. 16:1-4. 40
C.) Jesús corrige a Pedro, Mat. 26:31-35. D.) Jesús reprende a Pedro por estorbar a la verdad, Mat. 16:23; Mar. 8:33. E.) Jesús reprende a Satanás, Mat. 4:1-10; Luc. 4:8. F.) Jesús reprende a Juan y Jacobo, Lucas 9:51-56. G.) Jesús reprende al fariseo por no amar, Lucas 7:36-50. H.) Jesús reprende al fariseo que le invita a comer a su casa, Luc. 11:37-44. III.) Ejemplos de la disciplina pública. A.) Jesús en el uso de la disciplina personal, al mismo tiempo sabía que esas palabras serían divulgadas y se volverían disciplina pública. B.) Jesús disciplinó públicamente y con palabras fuertes (Mat. 15:7-10). C.) I Cor. 5, un caso de fornicación que era conocido por la iglesia. D.) Pablo reprende a Pedro cara a cara enfrente de todos (Gal. 2:8-19). E.) A los que persisten en pecar repréndeles públicamente (I Tim. 5:20). F.) Nos debemos fijar en los que causan divisiones (Rom. 16:17-18). G.) Toda la carta de 1 Juan 2, 3 y 4 H.) Los Tesalonicenses que andaban desordenadamente no según el ejemplo de los apóstoles (2 Tes. 3:1-18). I.) El ejemplo de la reprensión publica de los Gálatas (Gal. 5:1-6:10). IV.) La diferencia entre la disciplina personal y la disciplina pública. A.) La disciplina personal es para arreglar pecados u ofensas personales que no han sido públicas o conocidas por todos. El punto de esto es de acercarnos a nuestros hermanos y ayudarlos (Mat. 18:15). Si el hermano no quiere arrepentirse la disciplina y el pecado tienen que hacerse saber a la iglesia y por consiguiente tiene que hacerse público. B.) La disciplina pública se aplica cuando muchos hermanos conocen el pecado y no es algo que está oculto. La iglesia tiene que tomar los pasos necesarios para animar y reprender al hermano. Debe aplicar la disciplina. Eventualmente cuando los hermanos rehúsan arrepentirse la iglesia debería de apartarse del tal. V.) La escritura habla claramente de que nos debemos de apartar de aquellos que rehúsan obedecer a Dios después que la iglesia hace su trabajo en tratar de restaurarle. A.) Dios manda que nos apartemos (Rom. 16:17; 2 Tes. 3:6). B.) Nos dice que no debemos de juntarnos con los desobedientes (I Cor. 5:9; 2 Tes. 3:14). C.) Con el tal ni aún comáis (I Cor. 5:11). D.) Tenerle por gentil y publicano (Mat. 18:17). E.) Los judíos tenían comercio con los gentiles y con los públicanos. Los judíos hablaban con los gentiles y con los públicanos aún cuando no era necesario, pero en lo concerniente a los tratos sociales ellos se apartaban de los tales. a.) Los sacerdotes ante Pilato (Jn. 18:28-31; Mat. 27:1-2; Mar. 15:1-20; Luc. 23:1-5; 13-25). b.) Jesús habló con Pilato (Jn. 18:33-37; Mat. 27:1-2; Mar. 15:1-20; Luc. 23:1-5; 1325). c.) La multitud de los judíos hablan con Pilato (Jn. 19:14-16). F.) Cuando los hermanos rehúsan arrepentirse y la iglesia y los hermanos han hecho todo lo que podían hacer, los hermanos no arrepentidos podrían ser malas compañías (I Cor. 15:33).
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G.) Miremos el ejemplo de lo que el Padre hizo con el hijo prodigo (Lucas 15:11-32). VI.) Cuando no hacemos la disciplina. A.) Cuando no hacemos la disciplina demostramos que somos desobedientes a Dios (Heb. 3:12-13; I Tes. 5:14; Gal. 6:1; Mat. 18:15-17; I Cor. 5:4, 7, 11, 13; 2 Tes. 3:6, 14, 15). B.) Nos hacemos cómplices de sus obras infructuosas (Efesios 5:1-21). C.) Nos unimos en yugo desigual con los incrédulos (2 Cor. 6:14-7:1). Los que pecan y no se quieren arrepentir son incrédulos, usualmente pecan por algún ―ídolo‖ personal; el dinero, el trabajo, la familia, la carnalidad, ellos mismos, etc. Incrédulo: APISTOS (A— negativo y PISTOS—fiel) literalmente no fiel; no de confianza; se traduce infiel (Luc. 12:46; 2 Tim. 2:13). Esto no quiere decir que no sea cristiano, solo que no es fiel. D.) Participamos en los pecados ajenos (I Tim. 5:22-25). Cuando dice que no pongas las manos con ligereza, quiere decir que no tengamos confianza en cualquiera sino que miremos sus obras para ver si son PISTOS/fieles, cuando participamos con los que no son fieles participamos en pecados ajenos. VII.) Los efectos de la disciplina son corrección del pecador y purificación de la iglesia. A.) Pedro se arrepiente cuando es reprendido por Pablo (Gal. 2:8-19). B.) Los corintios se arrepintieron de sus pecados después de la reprensión de Pablo (2 Corintios 7:8-11) C.) El fornicario de Corintios 5 fue disciplinado y se arrepintió (2 Cor. 2:5-8). D.) La disciplina no siempre restaura a los desordenados, pero nunca se restauraran si nunca se practica. E.) La disciplina es para restaurar al hermano que esté manchado por el pecado (Gal. 6:1). F.) La disciplina es para hacer volver al pecador de su error (Santiago 5:19-20). G.) La disciplina es para ganar al hermano (Mat. 18:15; I Cor. 5:5). H.) La disciplina quita la levadura que pueda corromper la iglesia (I Cor. 5:6). VIII.) ¿Después de apartarse que se tiene que hacer? Amonestar. A.) ¿Qué es amonestación? 1.) Amonestar- NOUTHETEO- literalmente poner en mente. Se usa: (a) de instrucción; (b) de advertencia. Corregir mediante disciplina, instruir mediante acciones. La diferencia entre ―amonestar‖ y ―enseñar‖ parece ser que, en tanto que la primera palabra tiene principalmente a la vista las cosas malas y denota una advertencia, la segunda tiene que ver principalmente con la impartición de verdades positivas. Es una advertencia basada en la enseñanza. (W.E. Vine. Diccionario Expositivo de las palabras del antiguo y del nuevo Testamento Exhaustivo). 2.) Básicamente la amonestación es el hablar de la palabra de Dios y las consecuencias que tendrán las personas que se han apartado. Cuando hacemos esto, Dios permite que nos juntemos para este propósito. El poner en mente la palabra de Dios en amor. El no hacerlo es pecado. 3.) Una cosa que también debemos pensar es si nuestro hermano se ha apartado por falta de conocimiento, por el tropiezo causado por otros, o simplemente por que ya no quieren hacer la voluntad de Dios. Cuando vamos a amonestar a uno que le falta conocimiento, la mejor manera es el estudiar la Biblia con ellos. Esto puede tomar algo de tiempo, pero nadie puede negar que la fe viene por el oír (Rom. 10:17). Con los hermanos que se han apartado por el tropiezo causado por otros, se tiene que
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estudiar sobre las cartas de Pablo y lo que él sufrió a manos de los mismos hermanos. Al mismo tiempo que se esta estudiando sobre estas cartas, deberíamos de tratar de resolver el problema que causó que estos hermanos se apartaran. Los más difíciles de restaurar son los hermanos que simplemente ya no quieren hacer la voluntad de Dios. Con estos hermanos la mejor manera de estudiar con ellos y amonestarles es el estudiar los libros de Mateo, Lucas, Marcos o Juan. Ellos han perdido la fe, tenemos que instar la fe nuevamente en sus corazones. 4.) Tenemos que amonestar, es el deber del la iglesia y de todos los cristianos. Rom. 15:14; I Cor. 4:14; Efe. 6:4; Col. 3:16; I Tes. 5:14; II Tes. 3:15; Tito 3:10. B.) La escritura dice que tenemos que hacer diferencia. 1.) Apartéis de todo hermano desordenado (esto es una acción congregacional y no personal). II Tes. 3:6 2.) No participéis con ellos….reprenderles (esto es una acción congregacional y no personal). Efe. 5:11 C.) Hay lugares donde no se hace la disciplina, en las sectas religiosas muy pocas veces se hace la disciplina, por lo tal a veces en la iglesia del Señor no se quiere hacer la disciplina. El que la mayoría del mundo esté mal en las cuestiones de la disciplina no excusa a la iglesia del Señor para que no haga la disciplina. El simplemente ―excomulgar‖ es muy fácil e impersonal, la disciplina requiere de mucho trabajo, tiempo, amor, paciencia y sobre todo fe en Dios. Pero como he dicho antes, el arte de restaurar al hermano caído se está acabando tal como el arte de tocar puertas de hogar en hogar. ¡¡Los hermanos verdaderamente no quieren hacer el trabajo por que es duro!! Aun así Dios nos declara que deberíamos de restaurar al hermano caído no importa lo que otras iglesias, sectas o hermanos hagan. No podemos, ni debemos seguir el ejemplo de los tales. Consideremos las escrituras. 1.) No seguirás a los muchos para cometer el mal. Exo. 23:2 2.) Imitaron a las naciones alrededor, hicieron lo mismo que los demás y cometieron pecado. 2 Reyes 17:15 3.) Podemos predicar la verdad, pero mientras no la practiquemos no nos sirve de nada. Mateo 23:3
Los deberes a la familia Los deberes de los maridos hacia sus mujeres I.) Los esposos tienen que ser autónomos de sus padres y ser la cabeza de la familia. Génesis 2:24; Deut. 24:5; Marcos 10:7 II.) Los esposos tienen que gozar de su matrimonio. Eccle. 9:9; Prov. 5:18. III.) Los maridos deben amar a sus mujeres. Efesios 5:25; 5:28 IV.) Los maridos tienen que vivir sabiamente con ellas. I Pedro 3:7 Los deberes de la esposa. I.) La esposa tiene que honrar a su marido. Ester 1:20 II.) La esposa tiene que ayudar a su marido. Prov. 31:27 43
III.) La esposa tiene que estar sujeta a su marido. Efesios 5:22; I Ped. 3:1 IV.) La esposa con su conducta tiene que predicar al marido incrédulo. 1 Ped. 3:1 V.) La mujer no se debe separar del marido. I Cor. 7:10 y si se separa quedese sin casar (I Cor. 7:10-17) Los deberes de los esposos el uno hacia el otro. I.) NO separarse. Lo que Dios juntó....(Mar. 10:9; I Cor. 7:10....) y si se separa quédese sin casar (I Cor. 7:10-17) II.) Estar casados, juntos hasta la muerte. (Rom. 7:2) III.) NO ser ásperos los unos a los otros. (Col. 3:19) IV.) NO negarse los unos a los otros. (I Cor. 7:1-5) Los deberes de los Padres y Madres I.) Enseñar- Dt. 6:7; 6:20; 21:19 II.) Guiar-Prev. 22:6; Is. 38:19; Lm. 2:19 III.) Proveer- 2 Cor. 12:14; I Tim. 5:7-8 IV.) Criar- Efe. 6:4 V.) Controlar- I Tim. 3:4; I Tim. 3:12 VI.) Amar- Tito 2:4
El deber de corregir. I.) El que detiene el castigo a su hijo aborrece. Prov. 13:24 II.) Castiga a tu hijo entre tanto que hay esperanza. Prov. 19:18 III.) No rehúses corregir al muchacho. Prov. 23:13 IV.) Desde temprano corrige. Prov. 13:24 V.) No se apresure tu alma a destruirle. Prov. 19:18 El deber de instruir. I.) Enseñaras a tus hijos. Dt. 4:9; 6:1; 11:19. II.) Oigan y aprendan los hijos. Dt. 31:13; Salmos 78:5 III.) Instruye al niño en su camino y aun de viejo no se apartará de el. Prov. 22:6 Ejemplos de que los hijos deben de estar en los servicios. I.) Para leer la ley. Josué 8:35 II.) Para estar delante de Dios. 2 Crónicas 20:13 III.) Para suplicar a Dios. Esdras 8:21 IV.) Para alcamar a Dios. Mateo 21:15 Lo que pasa cuando no se hace esto anterior. I.) Tristeza. Prov. 17:21; 19:13; 28:7; 29:15. Los resultados si somos fieles a Dios. I.) Gozo. Prov. 23:24; 27:11; 29:3. La responsabilidad de los hijos hacia los padres.
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I.) II.)
Honrar a los Padres. Dt. 5:16; Efe. 6:2. Buscar a Dios. Prov. 8:17; 8:32; Mar. 10:14; 2 Tim. 3:15
Deberes a la familia en general y a los demás. I.) Mantener a la familia, la responsabilidad financiera. I Tim. 5:4; 5:7-8 II.) A los ancianos, exhortadles como padres, a los jóvenes como hermanos. I Tim. 5:1 III.) A las ancianas, exhortarles como madres, y a las jóvenes como hermanas. I Tim. 5:2
Conclusión: Para poder hacer la disciplina correctamente tenemos que hacer lo que Dios nos manda en todo. El fallar en alguna cosa es estar en pecado. Tenemos que tomar en mente todo lo que Dios nos manda, hasta lo que tiene que ver con la familia y nuestros amados hermanos en la iglesia. Tenemos que hacer todos nuestros deberes hacia la familia y los hermanos y luego también la disciplina siendo que es nuestro deber.
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LA DISCIPLINA EN EL NUEVO TESTAMENTO Por Juan Sanchez 116 Hummingbird Court Cedar Creek, Tx 78612 512-785-6410
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Libros Usados Para Este Estudio *Truth Commentaries: Revelation By Harkrider *A study workbook for teachers and students: Revelation, by Robert Harkrider *Matthew Henry´s Commentary on the Whole Bible *Gospel Advocate Commentaries: Revelation *Strong´s Complete Dictionary of Bible Words *Diccionario Expositivo de palabras del Nuevo y Viejo Testamento de W.E. Vine *Interlinear Greek/English New Testament by Jay P. Green, Sr. *La Biblia de las Américas *La Biblia Reina Valera *The King James Bible *New King James *New American Standard *American Standard *Unas notas del hermano Douglas Hill
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TABLA DE CONTENIDO La Disciplina en Nuestras Vidas La Prevención de la Disciplina La Disciplina Congragacional (Gráfica) La Disciplina en Mateo La Disciplina en Hechos La Disciplina en Romanos La Disciplina en 1ª Corintios La Disciplina en Gálatas La Disciplina en Tesálonicenses La Disciplina en las cartas a Timoteo La Disciplina en Tito La Disciplina en Santiago La Disciplina en 2ª de Pedro La Disciplina en las epístolas de Juan La Disciplina en Apocalipsis Los Pasos Necesarios
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PREFACIO Escribo este pequeño estudio no por que creo que soy el mejor para escribir sobre este tema, sino por que muy pocos han escrito sobre el tal. Yo estoy más que seguro que hay muchos hermanos más capaces que yo en el tema de este libro. Les incito a que pongan su sabiduría en escrito para que la compartan con otros hermanos que están creciendo en Cristo tal como yo. Estoy seguro que muchos de nosotros que hemos sido miembros de la iglesia hemos visto problemas con la disciplina. Pienso añadir más información a estos estudios y gráficas en futuras ediciones del libro. Quiero reiterar que este es solamente un comentario y que como en todos los comentarios, todo lo que esta escrito debería de ser escudriñado a la luz de las escrituras. No deberíamos de tomar la palabra de nadie sin que use las escrituras para hablar, o escribir en este caso (I Pedro 4:11). Espero que este esfuerzo pueda ayudar a evitar problemas y a restaurar a los que se han perdido por falta de disciplina correcta. También espero que este pequeño tratado ayude a persuadir a otros hermanos a poner sus estudios en escrito. Ya habiendo dicho esto, quiero darle muchas gracias a mi esposa amada, Elizabeth. Ella siempre está tratando de hacer lo mejor para que yo pueda seguir trabajando duro en la obra del Señor. Ella es la que ha estado en los tiempos duros y también en los de gozo. Pero sobre todo le doy gracias por todos los sacrificios, desprecios, aislamiento que ha tenido que soportar a mi lado por causa de predicar la verdad.
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