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CONEXIÓN, Revista de Investigaciones y Propuestas Educativas N° 13. 2016 Instituto de Enseñanza Superior Nº 28 “Olga Cossettini, Rosario. ISSN: 2362-406X
La enseñanza de la ortografía en el nivel superior Autor: Rodolfo Bonino Resumen: A partir de la observación de que los ingresantes al Traductorado Literario y Técnico-Científico en Inglés del IES N° 28 "Olga Cossettini" presentan deficiencias ortográficas que persisten a lo largo de la carrera, en el presente trabajo se intenta explicar el fenómeno, analizando los criterios utilizados en la enseñanza de la lengua y el lugar que ocupan los diferentes contenidos lingüísticos en los niveles obligatorios de la educación. Sobre esta base, se elabora una propuesta didáctica para optimizar en el nivel superior el aprendizaje de esa área del conocimiento. Palabras claves: lengua española - didáctica - comunicación - gramática - ortografía
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Introducción La ortografía es un contenido que tradicionalmente no estaba incluido en el nivel superior, tal vez, porque se suponía que era un conocimiento adquirido en su totalidad en las instancias previas y que cualquier dificultad que existiera podía ser resuelta por el estudiante sin intervención ni ayuda por parte del docente. Sin embargo, las pruebas efectuadas entre 2010 y 2015 a ingresantes al Traductorado Literario, Técnico y Científico en Inglés del IES Nro. 28 "Olga Cossettini" muestran que la mayoría presenta más deficiencias en esta área que en otros aspectos de su actuación lingüística en español21. La evaluación a los ingresantes se efectuó mediante dictados de fragmentos de texto literarios de alrededor de trescientas palabras, que mostraron que la mayor parte de los errores ortográficos se producen cuando no hay una relación biunívoca entre grafemas y fonemas, entre los que se destacan los homófonos (masa - maza / vaya - valla / haya halla); el uso inapropiado, por exceso o por defecto, de mayúsculas (Iglesia *Católica, *Islam, *navidad); la unión y separación de palabras (sobretodo / sobre todo); y la omisión de las tildes regulares o diacríticas (*accion, para *mi), o su empleo en monosílabos o en sílabas tónicas que, según las reglas académicas, no la llevan (*dí, *jóven). El debate acerca del valor de la ortografía no es nuevo y se reaviva periódicamente; en 1997 resurgió con potencia a causa del discurso en el que Gabriel García Márquez propone jubilar la ortografía: Jubilemos la ortografía, terror del ser humano desde la cuna: enterremos las haches rupestres, firmemos un tratado de límites entre la ge y jota, y pongamos más uso de razón en los acentos escritos, que al fin y al cabo nadie ha de leer lagrima donde diga lágrima ni confundirá revólver con revolver22. Estas palabras han tenido mucha repercusión y muchas interpretaciones, que van desde la reducción al absurdo a la posibilidad de considerar satisfactoria una ortografía inteligible23. Desde esta última perspectiva los resultados obtenidos no deberían ser alarmantes porque, en general, los errores no afectan la inteligibilidad.
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Dado que el campo de observación está constituido por alumnos bilingües de clase media que, en la mayoría de los casos, además de la escolaridad obligatoria, asistieron a institutos privados dedicados a la enseñanza de lenguas extranjeras; es de suponer que su nivel de formación lingüística es superior a la media. 22 GARCÍA MÁRQUEZ, G. "Botella al mar para el Dios de las palabras". Inauguración del I Congreso Internacional de la lengua española. En línea [Consulta: 21 de marzo de 2016] 23
De los ejemplos dados por García Márquez se puede inferir que no considera que la precisión ortográfica sea un requisito indispensable para la inteligibilidad, sino que supone que la grafía de una palabra se complementa con el contexto.
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No es el objetivo del presente trabajo dilucidar un tema que ha sido y sigue siendo objeto de discusión24 (probablemente, lo sea por mucho tiempo más); pero dado que la formación del traductor exige, entre otras habilidades, una adecuación estricta a los criterios normativos estándares, y en vista de que en segundo año de la carrera la situación no es mucho mejor que en el ingreso, en 2011, algunos docentes decidimos incorporar una unidad con contenidos de ortografía en la asignatura Gramática Española II25. A partir de la hipótesis de que el déficit ortográfico se suscita, en gran parte, porque no se tiene en cuenta que las habilidades comunicativas y los conocimientos gramaticales son complementarios, pero diferentes; en el próximo apartado, se esboza un análisis de de la organización de los contenidos y los métodos de enseñanza de la lengua española en los niveles obligatorios de la enseñanza. En el siguiente, se expone una de las metodologías que se desarrolló para optimizar la ortografía.
La asignatura Lengua Desde la antigüedad, las instituciones educativas pretenden difundir una lengua culta asentada en modelos literarios consagrados. Esta perspectiva presupone que el estudiante tiene un conocimiento deficiente de la lengua y que la función de la escuela consiste en enseñar esa lengua modélica, de manera similar a una lengua extranjera. En este contexto, durante mucho tiempo la gramática y la retórica ocuparon un lugar preponderante como instrumento didáctico en tanto proponen una serie de reglas y normas, entre ellas las ortográficas, tendientes orientar la práctica de la escritura26. Durante el siglo XX, a partir de la publicación de la obra de Saussure27, se desarrollan los modelos teóricos estructuralistas y generativas, que establecen que el objeto de estudio de la lingüística científica es la lengua oral que los hablantes nativos adquieren y utilizan espontáneamente. Desde este punto de vista, los estudiantes, en cuanto hablantes nativos, no carecen de ningún conocimiento lingüístico relevante. Guijarro Morales28 recuerda la 24
Para una reseña histórica de los proyectos de reforma ortográfica, véase IRIBARREN, I. (2005) y ALCOBA RUEDA, S. (2007) Acerca del debate generado por la ponencia de García Márquez, véase AA. VV. ¿Hay que jubilar a la ortografía? en