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La interculturalidad en el marco de las políticas educativas Mariana del Rocío Aguilar Bobadilla Unidad 096 D. F. Norte Nuestro país muestra problemas sociales, políticos, económicos y culturales ha resolver, esto motivado por la búsqueda de mejores niveles de vida, en este contexto la educación como respuesta a necesidades de las sociedad tiene la responsabilidad de la transmisión de los rasgos socioculturales, de socialización y de formación de valores. Así, en el presente reciente se gestan nuevos enfoques políticos y paradigmas educativos en los que se asume un proceso de interculturalidad que marca la formación de nuevas generaciones en el aprendizaje de los rasgos socioculturales de su medio, en el reconocimiento y respeto del otro y sobre todo en la convivencia en la diversidad con pleno respeto a su identidad y a la de los otros. Es decir, se pretende la formación y desarrollo de la población indígena en un contexto de equidad y de reconocimiento a la diversidad cultural. Por ello, siguiendo a Jacques Lesourne[1] se pretende que el enfoque sociocultural sea una transversal en la educación, esto es que atraviese las diferentes etapas educativas y áreas que conforman el currículo, consiste en la incorporación de temas fundamentales que impregnen la actividad educativa acerca de la escuela a la vida para favorecer el desarrollo integral de la persona estamos hablando de tópicos que atraviesan el proceso educativo. Como concepto, la interculturalidad se plantea teniendo como punto de partida a la cultura propia de la comunidad, como marco del aprendizaje de los conocimientos culturales nacionales y universales. Esto representa que los pueblos indios tengan la posibilidad de poner en un plano de diálogo e interacción su cultura con otras culturas de tal forma que se enriquezcan con base primero en la coexistencia en condiciones de respeto, valoración e interacción que permita el enriquecimiento mutuo teniendo como premisa la equidad, esto sustentado en el intercambio de saberes, conocimientos y en el reconocimiento de las diferencias. En este sentido, la interculturalidad como proyecto educativo, representa una alternativa frente a aquellos proyectos que tendían al avasallamiento de la diversidad cultural con la finalidad de conformar “sociedades homogéneas”. La interculturalidad, en teoría se basa en el desarrollo de la comprensión entre culturas y la valoración de cada una en un plano equitativo, lo cual debe conllevar a formas de convivencia entre culturas diferentes y, que en el marco de la educación se parte del supuesto que debe contribuir a una relación igualitaria e intercambio entre las culturas en contacto, un diálogo entre culturas necesario de construir, en este orden de ideas hay que diferenciar la interculturalidad de la
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multiculturalidad, ésta última refiere las características que conforman cada cultura en una dimensión de coexistencia de las mismas, desde esta perspectiva significa reconocer e identificar diferencias y similitudes culturales desde una visión estática, dejando de lado la dinámica de la relación entre culturas. Sin embargo establece cuatro premisas que son importantes de considerar la primera que reconoce la diversidad cultural, la segunda reconoce la interacción entre diversos grupos, la tercera señala la necesidad de la equidad de oportunidades y la cuarta plantea la valoración de la diversidad cultural. En el marco de este concepto – multiculturalidad - se ubican aquellas constituciones que reconocen la diversidad étnica y cultural pero soslayan la interrelación entre grupos y culturas diversas lo cual da pie a la situación de subordinación en donde la educación representa un mecanismo de sometimiento y negación de la diversidad cultural. Hay que reconocer que la construcción de la interculturalidad más allá de la idea de que ésta solo se da en el aula es imperativa porque el sujeto se desenvuelve en ámbitos diferentes en un contexto de diversidad cultural entre los referentes: comunitario, regional, nacional y mundial. Si la educación intercultural se concibe como una educación abierta y flexible que tiene como base la cultura propia y promueve el diálogo crítico y creativo entre culturas que parten de matrices diferentes y que han estado en permanente contacto en una dinámica de conflicto, esto se debe proyectar a toda la gama de relaciones puesto que rebasan el marco de la escuela. Así la educación intercultural se ofrece como respuesta al mejoramiento de las condiciones de vida de los pueblos indígenas y el fortalecimiento de si identidad. Junto con la familia, la escuela es uno de los espacios más relevantes en la vida de los sujetos por lo que las metas de la política educativa conducen a un nuevo marco curricular. En este contexto la educación intercultural tiene la finalidad que los niños y jóvenes pertenecientes a pueblos indígenas no pierden sus raíces, manteniendo su lengua y cultura con base en la valorización de su cultura respecto a otras. Hay que reconocer que la reforma educativa se hace en la escuela y es un proceso de cambio social y cultural que más allá de ella, las transformaciones en lo social, político y económico son un detonante importante para que la educación se renueve. Es necesario señalar que en la vida cotidiana de las comunidades indígenas existe un proceso permanente de confrontación y resistencia, por la subordinación de una cultura sobre otra, por ello es de llamar la atención que la educación intercultural sea una propuesta dirigida a los indígenas, esto rompe con la idea de interacción y enriquecimiento, al ponerse en contacto diferentes culturas parecería que se quiere destacar y poner de manifiesto a pobreza de las culturas indígenas que deben ser enriquecidas con los aportes de la cultura occidental, cerrando así la construcción de un espacio de diálogo equitativo entre culturas. Con los indígenas como únicos destinatarios no parece plantearse sino un monólogo donde nuevamente sea la cultura dominante la que prevalezca sobre las demás en una sociedad pluricultural.
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No se trata de exponer los elementos de una cultura y otra en un mismo espacio sino de explicitar el significado de la propia cultura al confrontar las bases de pensamiento y conocimiento que la subyacen y fundamentan con los que corresponden a otra cultura en el contexto de la cotidianeidad indígena respecto a las otras culturas que los niegan por ello, “... desde mediados de los 70 el término interculturalidad va cobrando mayor fuerza para referirse a un individuo enraizado en su propia cultura pero abierto al mundo; un sujeto que mira lo ajeno desde lo propio, que observa e interactúa con el exterior desde se autoafirmación y autovaloración” (LOPEZ, 1997) Como opción política la interculturalidad constituye una estrategia pedagógica que conlleve a la construcción de una pedagogía diferente y significativa en sociedades pluriculturales y multilingües y un enfoque metodológico alternativo frente a los enfoques homogeneizadores que plantea la necesidad de pensar la relación conocimiento, lengua y cultura desde los saberes, conocimientos y expresiones culturales que deriven en la transformación de la práctica pedagógica. En el marco de las líneas de la política educativa actual se señalan tres requerimientos que orientan a la educación: equidad, educación intercultural y el uso de tecnologías de comunicación e información. El primero refiere la necesidad de establecer las condiciones que permitan y favorezcan el ejercicio pleno del derecho a la educación desde la igualdad de acceso y permanencia a los servicios educativos y como medida de compensación se dirige preferentemente a grupos y regiones con mayor rezago educativo y con desventajas económicas y sociales. El segundo requerimiento está relacionado con la respuesta a las necesidades de los diversos grupos indígenas del país, a la población rural y grupos migratorios; por ello se propone realizar adaptaciones acordes a sus características lingüísticas y culturales[2]. El tercero retoma la necesidad incorporar el uso de la tecnología y la información para el desarrollo educativo y sus procesos. El proyecto de educación intercultural no puede concebirse solamente como una innovación del sistema educativo que responde a necesidades básicas de aprendizaje de los pueblos indios sino que requiere de una política educativa en donde el punto de partida para la conformación de los contenidos básicos de formación sean los pueblos indios en el marco de sus lenguas y sus culturas. Esto implica transformar el sistema educativo desde la forma de concebir la educación hasta la conformación de la política educativa en general con acciones que lleven a repensar desde las competencias a desarrollar en los destinatarios hasta las que deben de definir el perfil de los encargados del proyecto en todos sus niveles. De otra forma se caería nuevamente en el diseño de sistemas de compensación educativa en donde el diferente tenga la posibilidad de acceso a la cultura dominante siendo la escuela el espacio por excelencia a través del cual se da el tránsito de una cultura a otra cancelando la posibilidad de interacción entre culturas diferentes. Existe la necesidad de poner en práctica no solo políticas educativas y culturales diferenciadas para los pueblos indios sino que además de requiere la elaboración
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y el desarrollo de las mismas, bajo la colaboración y el consenso de éstos desde la mirada propia frente a la ajena. La educación intercultural es vista desde dos perspectivas: La primera se define como el manejo de dos o más códigos que posibilitan desenvolverse sin problemas en las respectivas culturas, es decir “una educación orientada principalmente a mantener abiertos dos canales de transmisión, adquisición y reproducción de la cultura indígena y, paralelamente, a favorecer la adquisición de otros códigos de comunicación, conocimiento y comportamiento”. La segunda como “la ampliación del código de referencia, mediante la adopción de elementos indispensables para afrontar los cambios inevitables que tienen lugar por el contacto o choque entre culturas así como por dinámicas propias”. En este caso la educación sería “el proceso que facilita la circulación armónica e integral de lo nuevo a partir de una matriz cultural propia”. (Barnach-Calbó, 1997) Así, se parte de una cultura propia para su revalorización y promoción logrando identificarse con ella y a su vez permite la apropiación de elementos culturales de otras culturas en el sentido de apropiación e identificación muy alejado de la imposición y el sometimiento. En el marco de la política educativa, la educación intercultural de manera obligada contribuye a la descentralización educativa ya que vinculada a la autonomía territorial y a la regionalización supone revertir la tendencia centralista de la política educativa y dar una espacio de mayor protagonismo a los pueblos indios en el terreno del diseño curricular, adaptaciones educativas, seguimiento, control y evaluación de resultados. Se apuesta a superar la contradicción entre el reconocimiento en el discurso de la diversidad y los resultados de la práctica que conducen a la homegeneización. Incluso, por ejemplo, los objetivos establecidos en la Conferencia de Jomtien en la práctica pueden atentar contra la diversidad cultural y en consecuencia se orientan hacia la homogeneización. No obstante los indios han preservado su identidad cultural y en el marco de ésta su idioma, costumbres, sistemas de organización y normas haciendo perdurar sus conocimientos y formas de vida. La descentralización educativa debe otorgar mayores espacios y oportunidades de participación a nivel regional y local sobre todo en la definición de los contenidos de la educación que se requieren para su propio desarrollo, por ello se precisa llegar a las comunidades con un carácter participativo que resulte en compromisos para reformar la educación desde su planteamiento hasta su puesta en marcha, permeado por la equidad en el acceso y el fortalecimiento de los índices de retención. Si bien, hoy día existe una postura que defiende todas las identidades culturales que coexisten en el seno de la sociedad por ende se exige que los integrantes de la misma ha reconocer las diferencias culturales respecto a las propias sin que esto represente la ausencia de tensiones al contacto entre culturas, sin pretender
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la imposición de lo propio como único punto de vista, lo que implica negarse a conocer alternativas provenientes de otras tradiciones culturales. El concepto de interculturalidad no resuelve los problemas que en la realidad la coexistencia de diferentes culturas propician, sino se resuelven si se enfrentan en la medida que existe un reconocimiento de las diferencias. La necesidad de extender la educación intercultural a todos los estudiantes implica inculcar en toda la población respeto a los miembros procedentes de las distintas culturas, en la búsqueda de concienciar la pertenencia cultural, aceptación de la misma y disposición de comunicarse en términos de igualdad con los otros. Dado que la educación es el medio que puede motivar a los diferentes grupos culturales a reconocer, consolidar y a construir identidades diversas en referencia a una comunidad una historia que sustente un horizonte de sentido a sus existencias. En sentido opuesto a la tendencia asimilacionista de imponer un código nacional, el sistema educativo debe tender a recrear los diferentes códigos de los diversos grupos culturales de modo que sus integrantes reconozcan el marco cultural en el que se desarrolla y a su vez permita conocer y apropiarse de otros universos simbólicos. La interculturalidad debe ser vista como puente que atraviesa el sistema educativo. La pretensión de garantizar el derecho a la educación había sido bajo el principio de uniformar a las diferentes culturas tratadas como inferiores aquellas diferentes a la dominante, mediante la ejecución de políticas indigenistas de integración apostando a la extinción o conversión de los pueblos indios resolviéndose a través de una integración en la que se subordinan a una cultura hegemónica haciendo uso del bilingüismo como puente para imponer la cultura dominante. Por parte del Estado, se dice que la educación bilingüe intercultural parte de la equidad y plena participación de las culturas indígenas en el proceso de aprendizaje y enseñanza reconociendo a diversidad y promoviendo el desarrollo de las tradiciones culturales como la utilización de recursos como la lengua para el aprendizaje. Sin embargo se le constriñe al ámbito rural porque se parte de la idea de que los indígenas viven en comunidades o reservaciones no pueden imaginarlos de otro modo. En este contexto la interculturalidad es entendida como relación igualitaria entre culturas diferentes entre culturas diferentes, entre pueblos diferentes que construyen un proyecto común de coexistencia e interacción esto lleva al reconocimiento de pueblos con plenos derechos sobre recursos, sistema de justicia y el ejercicio de derechos en cuanto a formas de desarrollo, educación, salud, es decir la autonomía. Esto a través de una educación que se genera a través de estrategias concertadas que conduzcan a una oferta educativa coherente con las necesidades de desarrollo de los pueblos indios, con un enfoque intercultural que parta de su cultura propia y se ponga en relación con la nacional, mundial y universal promoviendo los aportes culturales de los pueblos indios, de tal forma que se
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enriquezca la cultura nacional sobre todo que el enfoque intercultural permee los contenidos educativos que conforman los planes y programas de estudio. El contacto de culturas entre sí no solo parte del hecho de la coexistencia de muchas culturas sino de la convivencia e interacción entre distintas culturas que permitan el diálogo recíproco y respetuoso entre culturas. Esto implica tener como marco de referencia los saberes propios del contexto sociocultural unidos al enriquecimiento de los mismos en el marco de la diversidad. La enseñanza del español como segunda lengua abre espacio de comunicación con el resto de la sociedad teniendo en el bilingüismo y la interculturalidad la base para el desarrollo de la conciencia de pertenencia a una nación desde la diversidad. Así la interculturalidad debe ser vista como competencia cognoscitiva que permita la capacidad de entendimiento del yo con el otro, y desde una perspectiva procedimental y actitudinal que parta de la aceptación del otro para ser yo. Existe la necesidad de una educación intercultural bilingüe, alternativa que toma en cuenta la realidad social y cultural de los indígenas alejándose de una integración forzada de los pueblos indígenas en la sociedad nacional. Los indígenas tiene todo el derecho de conservar, mantener y educarse en su idioma materno. La situación de pobreza extrema en la que se encuentran la gran mayoría de las etnias y comunidades indígenas en términos económicos, sociales, sobre todo en los rubros de salud, nutrición mortandad infantil, crecimientos, esperanza de vida y sumado a esto la situación educativa muestra altas tasas de analfabetismo, deserción y repetición escolar. Las comunidades indígenas además de encontrarse en pobreza extrema, están constantemente amenazadas por la pérdida de su identidad, no obstante existe conciencia entre sus miembros de consolidar a la comunidad no solo para su permanencia, sino su innovación y desarrollo de conocimientos indígenas. Por ello, se trata de atenderlas a través de medidas compensatorias orientadas a apoyar a aquellos estudiantes que por sus condiciones económicas, sociales y culturales de marginación, representan agudos problemas de aprendizaje. Pobreza y marginalidad aparecen como condición “natural” de las minorías como consecuencia lógica de su cultura y formas de vida que practican. Desde el enfoque intercultural se trata de establecer como punto de partida relaciones sociales más justas, en este sentido la interculturalidad se convierte en un principio normativo y orientador del cambio social en donde la interculturalidad lleva a ver la diversidad como un rasgo positivo de la sociedad en que se encuentra y se traduce en un reto para el proyecto educativo porque la pluriculturalidad y la plurietnicidad se vuelven un marco impensable de hacer a un lado y confiar en que es posible construir relaciones respetando las diferencias. Así la interculturalidad como principio organizador se opone a la tendencia homogeneizante que además empobrece las relaciones y la diversidad cultural es
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vista como riqueza y como potencial. Es paradójico pero el mismo proceso homogeneizador nos pone en un plano de comunicación intercultural que hace posible estar en condiciones de una resistencia antihomogeneizante. La exploración de proyectos concretos con relación a la educación indígena desde el enfoque intercultural llevaría no solo a fortalecer el diálogo entre culturas sino a la puesta en práctica de formas de participación de las comunidades en los mismos proyectos en donde tanto las autoridades educativas como las comunidades indígenas tengan que incursionar en la complejidad y diversidad de la situación política, educativa, lingüística y cultural que tiene que generar condiciones de cooperación, consulta y consenso sobre cuestiones específicas para incorporar la proyecto educativo para su conformación. Esto a contrapelo de una educación que anula la identidad y no reconoce otra cultura que la tradición nacional negando el idioma y desconociendo el sistema de organización y normas que regulan la vida de la comunidad, que somete a un proceso de aprendizaje de conocimientos ajenos y descontextualizados en un idioma que trata de acotar con idioma materno como puente para imponer la cultura dominante. El uso de lenguas indígenas como puente de aprendizaje sacrificando la lengua materna dejaba explícita la finalidad de tal política que no era el bilingüismo ni la aceptación del pluralismo lingüístico cultural sino lograr la homegeneidad cultural. Por tal razón representa un paso enorme trata de que los contenidos de la educación, la relación entre lengua y cultura, y la vinculación de conocimientos y valores del sistema sociocultural propio de los pueblos indios, sean incorporados en el proyecto de educación intercultural, no obstante estos programas en la mayoría de nuestros países queda limitado a nivel primario. Cabe recordar que el idioma es una de construir realidades y de representar al mundo. En congruencia con la idea de que la escuela debe proporcionar elementos para la construcción de la identidad y en el espacio educativo dar respuestas a las necesidades de información y tratamiento sobre problemáticas económicas, políticas y culturales que les atañen a comunidades indígenas ya que sus derechos no pueden seguir reducidos a la contemplación estética en los museos. La educación intercultural puede plantearse caminos que se encuentren para intercambiar y convivir en la diferencia, que apunte a la reconstrucción crítica de la identidad “nacional”, favorecer varias identidades y no generar desde la escuela identidades subordinadas. Interculturalidad como relación entre culturas diferentes, entre pueblos distintos que construyen un proyecto común de convivencia, respeto. Solidaridad; que lleve al fortalecimiento de la identidad propia y la construcción de una educación intercultural. México tiene una composición pluriétnica y pluricultural pero en la constitución no se proyecta esa realidad, ha habido una obsesiva arremetida en contra de los pueblos indios para que dejen de serlo en aras de una nación de unidad nacional que no reconoce e incluso excluye las diferencias culturales. Si bien en el Artículo
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4º reformado en 1992 se reconocen los derechos culturales de los pueblos indios no se hace referencia a las formas de su aplicación. No obstante, México firma el Convenio 169 de la OIT en 1990 que es el marco por ejemplo para que de manera “legal” los indígenas puedan operar programas educativos[3], y esto hay que señalarlo porque no es un asunto menor ya que el gobierno finca en la educación el progreso de la nación y en ello compromete esfuerzos y recursos importantes. El panorama educativo tiene como reto el problema de la desigualdad de condiciones entre grupos dominantes y minoritarios, así también en la educación que se les ofrece[4], no obstante, en el marco de las políticas educativas de entrada se habla de igualdad de oportunidades sin embargo, en las zonas rurales que no se habla español existe poca inyección de recursos. La educación intercultural debe comprender elementos que favorezcan la comprensión de otro, asimismo la posibilidad de una coexistencia libre de prejuicio racial y opresión cultural. Esto conlleva a que todos los alumnos tendrían que aprender un idioma diferente al de su lengua materna. Asimismo, la educación intercultural tiene implicaciones para las mayorías no solo para las minorías, como proyecto donde se construya una nueva forma de convivencia en igualdad de derechos, respeto a la diversidad cultural, respeto a los valores pero sobre todo reconocimiento mutuo de la dignidad personal que debe ser la base, donde nadie considera la cultura del otro superior o inferior solo diferente. Fomentar el respeto a la diversidad y a nuestras diferencias para explorar y descubrir formas de educación que recojan nuestra cultura y rechacen el integracionismo y la asimilación. La educación intercultural es la concepción considerada como la más avanzada para dar respuesta a las necesidades étnicas y culturales de los pueblos indios pues considera una educación que integra la cultura propia después de siglos de dominación y discrimación y de la puesta en marcha de programas asimilacionistas que fomentan la ruptura de la identidad de los pueblos indios y propicia el desarrollo de la exclusión y el racismo. El sistema de educación intercultural se organiza de manera integradora, parte de la cultura, de la vida misma, se fundamenta en la política educativa y con ello hay que retomar la descentralización. La interculturalidad reconoce en su seno que las diferencias existen y deben ser respetadas y a las que se deben de otorgar derechos culturales para su libre ejercicio en su diferencia y en su relación con los otros. Por ello las políticas culturales y contenido curriculares deben mantener esos criterios y la negociación interétnica como espacio que conlleve a relaciones armónicas en las que las diferencias no se borren sino conviven sin discriminación. Valorar la cultura de nuestras sociedades, organizar las capacidades de diversos sectores y grupos poblacionales para potenciar sus aportes en beneficio conjunto en la convivencia en sociedades pluriculturales ejerciendo y respetando el ser distinto en forma solidaria y cooperativa pone a la Educación intercultural como
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punto de referencia para que en estados pluriculturales y mutilingües el principio de organización social se construya con base en la participación y el logro de consensos para la implementación de políticas y proyectos de desarrollo integral y sostenible. Los pueblos indios han fortalecido su identidad cultural, organización social y sobre todo la búsqueda de modos acordes a su realidad y expectativas. La Educación Intercultural Bilingüe se ha conformado como una corriente educativa para la formación y desarrollo de los pueblos indios dando respuesta a los requerimientos políticos, filosóficos , culturales y lingüísticos de las diferentes culturas en contacto a través de alternativas pedagógicas para impulsar el mejoramiento de la calidad educativa en general. Debe existir vínculo con las políticas culturales con el propósito de desarrollar e impulsar programas de desarrollo cultural incluyente a escala regional, local y comunitario en donde se tiende a la construcción de propuestas adecuadas a las necesidades de la comunidad como indicadores del desarrollo cultural buscando enriquecer y ampliar el diálogo y creación a través de la diversidad. Por ello al momento de arribar a la cuestión concreta de las políticas culturales y educativas en específico se pone especial énfasis en los proyectos públicos que plantean opciones hacia el desarrollo y fomento de la cultura en cada sociedad a través de la gestión de políticas culturales, así como las destinadas a otros sectores de la vida social y en este sentido quedan al descubierto los límites de estas políticas cuando se orientan únicamente a procesos internos de planificación, gestión y evaluación; dejando e lado las relaciones en contextos cada vez más amplios y/o específicos. La realidad pone al descubierto que la puesta en marcha de políticas culturales y educativas genera problemas porque no se trata de trasladar “modelos” de una realidad a otra, ni traducir documentos a la realidad nacional; acaba por confrontar culturas y atentar contra el diálogo intercultural, por ello el análisis debe ir más allá e los postulados y de los documentos y arribar a ejemplos concretos. Ya que no es suficiente que estén presentes mensajes similares en todas partes si no se vinculan a ninguna sociedad, a ninguna cultura en específico. Hay que reorientar la enseñanza hacia el desarrollo de capacidades y en menor medida a la consolidación de códigos ya que se pone énfasis en el terreno lingüístico dejando de lado la comunicación en términos estrictos, esto se traduce en considerar el aprendizaje de la lengua desde un enfoque comunicativo que sea la vía para el acceso y transmisión y creación de la cultura. El desafío está entre la percepción de lo racional frente a los procesos culturales que atraviesan demarcaciones entre las culturas que tienden a la hibridación y, las identidades de larga data que mantienen cierto rango de flexibilidad y en su recreación les permite conjugar las permanencias con culturas diferentes, con las que coexisten y se relacionan. Bibliografía
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· BARNACH-CALBÓ, Ernesto. “La nueva educación indígena en Iberoamérica” en OIE. Revista Iberoamericana de Educación, N° 13, Educación Bilingüe Intercultural, enero-abril, 1997 · DELORS, Jacques. La educación encierra un tesoro. Informe a la UNESCO de la Comisión sobre la Educación para el siglo XXI. UNESCO/Correo de la UNESCO, México, 1997. · LESOURNE, Jacques. Educación y sociedad: los desafíos del año 2000. Ed. Gedisa, 1993. · LÓPEZ, Luis Enrique. “La diversidad étnica, cultural y lingüística latinoamericana y los recursos humanos que la educación requiere” en OIE. Revista Iberoamericana de Educación, N° 13, Educación Bilingüe Intercultural, enero-abril, 1997. · UNESCO. Informe mundial sobre la cultura. Cultura creatividad y mercado. España, CINDOC, 1999. Notas [1] LESOURNE, Jacques. Educación y sociedad: los desafíos del año 2000.ED. Gedisa, 1993. [2] Con base en los dictados de la UNESCO en todos los países una de las prioridades de las políticas de atención a los grupos que presentan desventajas debido a su situación socioeconómica, cultural o individual. Respecto a los avances logrados con los grupos indígenas se consideran grupos de atención prioritaria en las políticas, sin embargo no se dispone de información sobre la calidad de los programas que se dirigen a los grupos en situación de mayor vulnerabilidad en cuanto a favorecer su plena participación, desarrollo y aprendizaje. No obstante el organismo plantea una educación inclusiva que asegure no solo el acceso de la población a ella sino su pleno desarrollo, participación e integración como respuesta a la diversidad social, cultural e individual. Cuidando que el currículo ha desarrollar sea intercultural y bilingüe en el caso de sociedades multiétnicas, plurilingües y multiculturales. [3] En la parte IV Educación Medios de Comunicación se hace referencia a que a los miembros de los pueblos indígenas debe garantizarse la posibilidad de adquirir educación a todos los niveles en igualdad con la comunidad nacional siendo los programas y servicios de educación desarrollados y aplicados en cooperación con éstos a fin de responder a sus necesidades y deberán abarcar su historia, conocimientos, técnicas sistemas de valores y aspiraciones sociales, económicas y culturales. Y asegurar la formación de los miembros de los pueblos indígenas y su participación en la formulación y ejecución de programas de educación, enseñando a leer y escribir en su propia lengua y tomar medidas para que tengan el dominio de la lengua oficial del país e impartirles conocimientos generales y
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aptitudes que les ayuden a participar plenamente en pie de igualdad en la vida de su propia comunidad y en la comunidad nacional. Organización Internacional del Trabajo. Convenio sobre pueblos indígenas y tribales. Convención 169. Ginebra, 1989. [4] En la Cumbre de las Américas se propusieron siete líneas de acción, entre ellas Políticas Compensatorias e Intersectoriales para poblaciones vulnerables que tienden a universalizar la oferta de educación básica de calidad a todos los sectores mediante programas compensatorios en beneficio de poblaciones marginadas. Otra línea se centró en Estrategias de Educación Bilingüe Intercultural para la paz y la sostenibilidad en la que se plantea la elaboración de estrategias para la educación básica indígena y no indígena con visión de género.