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LA MINERÍA DEL CARBÓN EN EL OCCIDENTE ASTURIANO TRABAJANDO EN LAS ENTRAÑAS DE LA TIERRA Calixto Mesa Álvarez José Ramón Pastor Aliaga Historia. La minería del carbón en Asturias comenzó en la comarca de Avilés, pues la primera licencia que se conoce sobre una mina de carbón es la que se concedió a fray Agustín Montero, de la Orden de Nuestra Señora del Carmen de Valladolid, para que pudiese beneficiar el yacimiento que había descubierto en término de Arancés, en la jurisdicción de Avilés, en el Principado de Asturias. Este importante documento, fechado el 11 de septiembre de 1593 en San Lorenzo el Real, se conserva en el Archivo de Simancas, en el Registro y Relación General de Minas de la Corona de Castilla, de Tomás González, página 1 del tomo I. Lamentablemente poco se sabe de esta explotación minera que, seguramente con métodos muy rudimentarios, puso en marcha el citado carmelita en el lugar de Arancés, en la parroquia Santa María del Mar (actualmente concejo de Castrillón), pero que es la auténtica pionera de la extracción carbonífera en esta región.
En el mismo archivo de Simancas se conserva una carta, fechada el 13 de diciembre de 1562, por la que se faculta a Don Pedro de Solís para que beneficiase, por término de treinta días, una mina que descubrió en los concejos de Avilés y Llanera (seguramente Llanera), en el Principado de Asturias. Pero la misiva no especifica el tipo de mineral ni
el lugar exacto en que se hallaba, por lo que no se puede asegurar que se tratase de un yacimiento de carbón. En el mismo archivo se conserva también una Real Cédula fechada el 15 de noviembre de 1625, por la que se autoriza a Andrés Martínez Ballesteros a beneficiar varias minas de diferentes minerales en Asturias, entre las que figura en el término de Avilés una de “carbón de piedra” que era como se denominaba en aquellos tiempos. Sin embargo, hay que esperar hasta mediados del siglo XVIII para encontrar verdadero interés por la explotación de las minas de carbón en Asturias. En este aspecto juegan un importante papel los asturianos Gaspar Melchor de Jovellanos y el conde de Campomanes. Pero no es hasta la muerte del rey Fernando VII, en 1833, cuando se inician las primeras explotaciones importantes y, fueron verdaderos pioneros los creadores de la Real Compañía Asturiana de Minas, constituida ese mismo año con capital belga y español, que explotó el yacimiento de Arnao en el concejo de Castrillón. A orillas del mar, sobre la playa, se localiza el criadero de carbón de Arnao, cuyo pozo de extracción, según Máximo Fuentes Acevedo está abierto en la misma capa de carbón hasta una profundidad de 80 metros, adentrándose luego en una galería que se extiende hasta más de 250 metros por debajo del mar. La explotación se hace por grandes tajos, que es el sistema general de laboreo en la provincia, rellenando los huecos y dejando algunos macizos de contención de los techos. El año de 1868 hubo que suspender los trabajos de la galería inferior por internarse demasiado debajo del suelo del mar, continuando en la galería penúltima. Se da la circunstancia de que el 24 de agosto de 1858 la reina Isabel II visitó las instalaciones mineras haciendo un recorrido por el interior de las galerías. Esta mina, la primera de España que contó con galerías submarinas, sufrió filtraciones de agua en varias ocasiones, hasta que fue abandonada definitivamente en 1915. En la actualidad se conserva el castillete de la mina, edificio de de madera con curiosa cubierta de zinc, conocido por los mineros como “el güelu” (el abuelo), por ser el más antiguo de cuantos existen en la región asturiana.
Es en el 1965 cuando realmente empieza el desarrollo de la minería de carbón en Cangas de Narcea. En esa fecha se inaugura la Central Térmica de Unión FENOSA, en Soto de la Barca (concejo de Tineo, con un primer grupo de 65 MW de potencia, que se alimentaba de carbón de las explotaciones próximas. Posteriormente, en 1969, empieza a funcionar el segundo grupo de 166 MW de potencia y en 1984 se puso en marcha el tercer grupo de 364 MW. El consumo de esta central térmica fue el revulsivo para que crecieran las empresas que explotarán de forma racional la riqueza de carbón de la comarca. La central, al estar cerca de los centros de producción, elimina el principal problema de la zona que son sus comunicaciones; la energía se genera dentro de la cuenca carbonífera y se transporta a los centros de consumo por la red eléctrica instalada. A ese acontecimiento hay que añadir otra causa que favorecía el desarrollo minero de la zona; la crisis del petróleo de 1973, con el espectacular encarecimiento de su precio con lo que el carbón adquiere un gran protagonismo con la apuesta por el mercado de la generación de energía termoeléctrica. En esos momentos en la cuenca de Rengos florecen empresas como Antracitas de Guillón, Antracitas de Rengos, Carbonífera del Narcea (Carbonar), Coto Minero del
Narcea, Minero-Astur, Mina Juan, Carbolasa y empresarios como Domingo Martínez Juan, Efrén Cires Suarez, Antonio García Simón y otros. El declive de esta minería se inicia al finalizar el siglo XX y va paralelo a las decisiones políticas de reconversión, marcadas desde directrices comunitarias, este proceso llevó al cierre a la mayoría de explotaciones de tal modo que en 2005 sólo quedaban en actividad dos minas, Coto Minero del Narcea que luego paso a pertenecer al grupo UMINSA de Victorino Alonso y Carbonar. Esta última es la más representativa desde el punto de vista de producción y plantilla, ha hecho un gran esfuerzo de investigación y desarrollo, mecanizando todo el proceso productivo con sistemas automarchantes de arranque de carbón con rozadora y sostenimiento de techo con pilas escudo. El actual Plan del Carbón 2006-2012 persigue encauzar el proceso de ordenación de la minería del carbón, teniendo en cuenta aspectos sociales y regionales derivados de la misma, así como la necesidad de mantener una determinada producción de carbón autóctono, que, en caso de crisis energética, garantice el acceso a estas reservas. Esto permite pensar que mientras el sistema energético español siga utilizando un porcentaje de energía termoeléctrica generada por carbón, se pueda seguir manteniendo esta minería en la zona, que aunque no tiene el volumen de sus años de esplendor, todavía genera una riqueza difícil de sustituir en el concejo de Cangas de Narcea.
Recreación de una explosión de grisú
Geología. En Asturias occidental se localizan los materiales más antiguos de Asturias que corresponden al precámbrico del nticlinorio antiforme del Narcea y paleozoico inferior que describen el arco que se denomina por los geólogos “arco o rodilla astúrica”. Según este arco se encuentran los afloramientos graníticos de Salave, Boal, El Pato por debajo del carbonífero de Tineo y Cangas de Narcea se intuye que hay granito
(pues el carbón es antracita, más evolucionado que en la cuenca central asturiana (Hulla), a pesar de ser más moderno que aquel) y llega hasta Ponferrada (León). Discordantemente sobre ellos se depositaron los materiales de origen fluvial de las cuencas de Tineo y Cangas de Narcea. Estas cuencas carboníferas se formaron en el periodo Estefaniense hace aproximadamente unos trescientos millones de años. El carácter intramontañoso de estas cuencas hace suponer que las capas de carbón se formaron en un medio de depósito continental con abundancia de zonas pantanosas y turberas donde crecía una abundante vegetación. El Estefaniense está formado por alternancia de areniscas, pizarras y capas de carbón, estos materiales se apoyan discordantemente sobre un substrato constituido por el Precámbrico del antiforme de Narcea en su parte central mientras que en sus extremos oriental y occidental lo hacen sobre zonas paleográficas distintas. Así, mientras en la parte oriental lo hace sobre materiales comprendidos entre el Cámbrico inferior y el Wesfaliense, en el oeste lo hace sobre materiales que abarcan desde el Cámbrico inferior al Ordovícico medio. Los materiales del Cámbrico al Wesfaliense se formaron en un medio marino. Es después, en este último periodo cuando se producen las principales deformaciones de la orogenia Hercínica, dando lugar a su plegamiento y emersión. Posteriormente durante las últimas fases, se producen una serie de fallas formando las fosas que posteriormente se rellenaron con los depósitos del Estefaniense y que han dado lugar al carbón.
Estado actual de la galería principal del Coto Narcea
Vivencias de un minero en la minería de Cangas del Narcea. Calixto Mesa Álvarez nació en Asturias y desde su niñez vivió en Cangas de Narcea, al igual que la mayoría de la gente del lugar, muy pronto comenzó a trabajar en las explotaciones mineras, así como otros tres de sus hermanos. Su primer contacto con la minería fue en la empresa Hullas de Coto Cortés en Guillón, de ahí pasó a la empresa Carbonar, en la estuvo varios años para posteriormente continuar sus trabajos en el Coto Minero de Cangas de Narcea, en esta empresa es donde comenzó a realizar todo tipo de trabajos en el interior de la mina, entre ellos: posteador, picador, maquinista, etc. Allí estuvo trabajando por más de 27 años, hasta que una vez jubilado pasó a residir en Alicante en busca de un mejor clima. Todos aquellos años y sus vivencias en la mina le han dejado multitud de recuerdos, me cuenta en argot minero y con todo lujo de detalles como era la vida en el interior de la mina y como era el sistema de explotación que se utilizaba, para extraer el carbón primeramente se hacía una galería transversal, entonces se daban las guías a izquierda y derecha, cada cien metros más o menos se hacía otra galería transversal hasta volver a dar con el carbón y se volvía a repetir la operación, según se arrancaba el carbón se iban comunicando las galerías por medio de las ramplas, se trabajaba en sentido superior para poder guiar mejor el carbón arrancado hacia las tolvas, estas mismas ramplas eran utilizadas para introducir el material de posteo hacia las profundidades. Cada rampla era dividida en varios tajos y según la dureza del carbón se destinaban más o menos picadores para que el avance fuera parejo. El carbón, una vez arrancado, era guiado o paleado a una canal metálica que lo dirigía a una compuerta inferior donde cargaban las vagonetas que lo extraían al exterior de la mina. Las jornadas en el interior de la mina eran de siete horas, normalmente se hacían tres turnos, el primero preparaba y limpiaba las galerías, el segundo turno hacía el arranque del carbón y el tercero hacía el posteo y la conservación. Las vagonetas extraían el carbón a la superficie, una vez allí basculaban a una tolva y el carbón, mediante una cinta transportadora, iba directamente al lavadero, primeramente
pasaba por unas cribas, el carbón fino pasaba directamente sin otro tratamiento y era destinado a las centrales térmicas, el grano pasaba al lavadero donde era separado de la piedra aprovechando la poca densidad de este material, después los trozos más grandes de carbón pasaban a un molino para reducirlos al tamaño adecuado, el cual iba destinado a calefacción. Debido a la gran cantidad de grisú acumulado en aquellas capas, era necesario hacer muchos pozos de ventilación para evitar la acumulación del gas. Los trabajos interiores eran realizados exclusivamente por maquinarias que funcionaban con aire comprimido y la máquina que arrastraba las vagonetas era movida por acumuladores eléctricos, de ese modo se evitaba en lo posible la creación de chispas que pudieran provocar la ignición del gas y su posterior explosión. Así mismo la iluminación de los mineros era por medio de lámparas de batería con un foco en el casco. Cada día al salir de mina las baterías se colocaban en los cargadores hasta el siguiente día, cada minero tenía asignado un número para todo, desde la taquilla, el guardarropa, la batería, etc. Cada día para recoger la batería había que entregar una ficha con ese número al lampistero y al final del turno cuando se entregaba la batería nuevamente para cargar se recogía la ficha. Estas fichas servían de control de los mineros a los capataces, según estuviesen en el panel o no.
Entrada a la Galería principal Carbonar
El trabajo en la mina es muy peligroso y durante el tiempo que estuvo trabajando en la mina hubieron varios accidentes laborales con resultado fatal, pero unos años antes de entrar a trabajar a esta mina ocurrió un gran accidente motivado por el arrastre de una
capa de mucha potencia produciendo el fallecimiento de varios mineros, siendo este el accidente más importante de la historia de esta mina. Poco a poco, debido a varios problemas, la minería en la zona fue a menos, reduciéndose las plantillas hasta que en la actualidad solo queda en actividad en la zona del Narcea la empresa Carbonar, S.A. en la cual todavía quedan un centenar de personas explotando el carbón, el cual es almacenado a la espera de que la Central Térmica de Soto de la Barca en Tineo vuelva a entrar en actividad. Si no se pone remedio por parte de la Administración, dentro de muy poco tiempo, veremos como desaparece toda la minería de la zona. Calixto comenta: Recientemente he vuelto a la zona, y he visitado las explotaciones, el Coto Minero del Narcea, a pesar de que está sin actividad, todavía mantiene en pie todas sus instalaciones, de hecho aún he podido reconocer mi taquilla, la número 97. Todo aquello me ha traído a la memoria gratos recuerdos, pero también ha sido una gran tristeza ver todas las explotaciones inactivas y a todos mis amigos y compañeros que quedaron allí y que hoy en día están sin trabajo debido a que la economía de aquella zona estaba basada exclusivamente en el carbón.
Instalaciones en Carbonar
Rozadora arrancando carbón
Lavadero del Coto Narcea
Vestuario en Coto Narcea
Galería principal Carbonar
Vagonetas apiladas en Coto Narcea
Máquina con su acumulador en Coto Narcea
Instalaciones mineras en Coto Narcea
Decargador de vagonetas en Coto Minero del Narcea
Pilas de carbón a la espera de su venta en Carbonar
Citas: -Historia y presente de la minería en Cangas de Narcea, de Enrique Rodríguez García (Santolaya) -La minería del Carbón en Asturias, de El comercio digital Avilés. -Fotos de Carbonar, S.A.