LA MONEDA PERDIDA LUCAS 15:8-10

1   LA MONEDA PERDIDA LUCAS 15:8-10 ! Nos vamos a ir al Evangelio de LUCAS CAP. 15 decíamos que es más o menos la mitad del Evangelio, el ministerio

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1   LA MONEDA PERDIDA LUCAS 15:8-10

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Nos vamos a ir al Evangelio de LUCAS CAP. 15 decíamos que es más o menos la mitad del Evangelio, el ministerio de JESÚS yendo hacia Jerusalén para sus últimos días en la tierra trae 3 maravillosas parábolas que se desglosan poderosamente aquí y que nos dan gran frescura a nuestro corazón. El estudio de esta noche se llama LA MONEDA PERDIDA, pero nuevamente tenemos que hablar de que no sé si debe ser ese el título o más bien LA MONEDA ENCONTRADA que sería lo positivo de esta parábola. Y estamos hablando de LUCAS 15:8-10. La Palabra de Dios dice así.

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15:8 ¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende la lámpara, y barre la casa, y busca con diligencia hasta encontrarla? 15:9 Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, diciendo: Gozaos conmigo, porque he encontrado la dracma que había perdido. 15:10 Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.

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JESÚS nuevamente usa una pregunta para abrir una poderosa ilustración que todos los oyentes se podrían fácilmente identificar con lo que Él va a decir. Una mujer que tiene una pequeña casa, probablemente de una sola habitación, en donde tiene que encender la lámpara porque las casas de una sola habitación no tenían ventana, o tenían una ventana muy pequeña, y para tener luz tiene que encender la lámpara. Bueno, pues era una residencia normal en este lugar y todos pueden seguir a JESÚS fácilmente como lo hicieron en la parábola anterior que desglosamos la semana pasada del pastor que va a buscar una oveja de las 100 que se le ha perdido, y también se identifican fácilmente porque están muy familiarizados con ese oficio dado que la mayoría son agricultores, son hombres de campo. Bueno, en esta noche también recordamos que los oyentes de estas parábolas son, dice cap. 15; 1,2 5:1 Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle, 15:2 y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come. Podríamos pues decir que la mayoría de los oyentes eran publicanos y pecadores, gente del pueblo, gente que realmente y con sinceridad sí estaban escuchando a JESÚS, gente que veía su necesidad. JESÚS hablaba y tocaba realmente el corazón de las personas y se sentían muy atraídos a todas las cosas que con tanta sabiduría decía JESÚS. Pero entre toda esta multitud había ciertos fariseos y escribas que sí venían con corazones endurecidos y aunque la parábola debió haberles pegado fuertemente porque yo no creo que ninguna persona que escuche esto y vea lo que se dice, no es tocada no es conmovida con la enseñanza, de todas maneras ellos venían con un corazón duro a ver que sacaban para acusar a JESÚS. Por eso dice

2   aquí que murmuraban diciendo: oye, éste recibe a los pecadores y con ellos come.

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Ahora sí quiero decir que hay unas grandes diferencias entre las 3 parábolas que estamos viendo en este Cap. 15. Hay cosas muy importantes que se nos dice y que realmente podríamos decir que son repetitivas como es el gozo de Dios, lo vamos a ver en las 3 parábolas como Dios está muy gozoso por el desenlace de cada una de estas parábolas. También otro denominador común de estas parábolas podría ser el que estas personas son finalmente encontradas, la oveja es encontrada, la moneda perdida también es encontrada y el hijo pródigo también regresa a su casa en donde el padre lo está esperando.

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Pero a pesar de estas importantes similitudes en las 3 parábolas podemos también decir que hay fuertes diferencias. Y JESÚS siendo el gran maestro de la sabiduría de todos los siglos, Él las pone en el orden adecuado y como que una se va edificando sobre la otra para que tengamos un panorama general. Son 3 parábolas y podríamos decir que las 3 parábolas tienen a los 3 personajes de Dios, 3 en uno: Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo. La primera parábola es JESÚS redimiendo a esta oveja perdida. La segunda parábola, el Espíritu santo restaurando a esta moneda que esta perdida por ahí, y la tercera parábola el Padre aceptando al hijo pródigo que regresa contrito y realmente humillado para pedir perdón al padre. Entonces tenemos una oveja perdida, desesperada porque realmente no sabe como volver, la oveja se ha perdido, no tiene la manera de regresar y se pone muy alegre cuando es el pastor quien en iniciativa propia va la busca, la encuentra y la regresa al redil. Pero también tenemos otra parábola que es la de esta noche en donde tenemos una moneda totalmente inanimada, una moneda que no tiene vida, una moneda que realmente es insensible que lo que le esté pasando a ella. La moneda puede estar perdida en el suelo donde hay tierra porque la verdad la mayoría de las casas esas eran de tierra, o podría estar arriba de un pedacito de alfombra que pudiera haber allí, o inclusive en el bolsillo de la persona que está buscando la moneda y que no sabe dónde la va a encontrar. Y es muy diferente a la oveja que está perdida. Un hijo perdido que en su propia voluntad el hijo pródigo decide regresar a su casa después de haber malgastado toda la herencia que su padre le dio. Son 3 diferentes cosas en donde realmente vemos detalles muy diferentes. Un sacrificio del pastor, una perseverancia de la mujer que está buscando una moneda y un padre esperanzado que el hijo que tanto ama regrese después de haberse salido de su casa. Y en esta segunda parábola encontramos realmente entonces, como decimos, el Espíritu Santo trabajando en el mundo a través de su iglesia, a través de las personas que Dios usa como sus emisarios, como sus soldados para salir y para ganar las almas, para ir a decirle al mundo que hay algo más importante que la distracción que el mundo está trayendo. Y mira que el mundo de hoy en día está

3   muy distraído. Ayer tenía yo aquí a un banquero de E.U. que vino a saludarme y a conocerme porque no nos conocíamos y me estaba contando de todas las cosas que están pasando, y todo el dinero, y todos los bancos y cómo el mundo, y yo creo realmente que pasó una hora diciéndome todas las cosas importantes de este mundo. Y yo tomé 10 minutos para decirle las cosas importantes de Dios y que realmente todo el dinero del mundo no sirve para nada. Dios es dueño no solamente del dinero del mundo, sino de todo el universo completo y que entonces la panorámica es muy diferente. Le regalé uno de los folletos que tenemos y le dije que el único error es que con todas estas cosas maravillosas y cuanto se olvidan de Dios y al final del camino, finalmente se mueren y no se llevan nada de todas las cosas, medallas, diplomas, almacenamiento de tantas cosas materiales que tú pudieras tener, y no que en sí sean malas, pero no podemos vivir por ellas y pensar que ahí está la satisfacción para el hombre. Parece ser que el juego aquí es, como veía Christian en la tarde el futbol, el que gana es el que mete goles. Ah, ok, entonces en la vida el que gana es el que almacena más cosas. Pero no, es absurdo porque no te llevas ninguna. Como el chiste de esas dos personas hablando de la persona muy adinerada que se acababa de morir: oye, pues cuánto dejo? Todo, sencillamente todo. Los bolsillos de los trajes de los muertos no tienen apertura, es más no hay ni bolsillo porque no se llevan absolutamente nada. Inclusive yo leía por ahí de una persona: esta es mi voluntad cuando yo me muera que me entierren en mi porche, y bueno, ahí lo enterraron en su porche, pero si tú escarbas tantito ahí está el porche porque no se lo pudo llevar, que absurdo. Y a cuántas personas invité a esta semana que vinieran y me dan diferentes excusas, pero hay un padre amoroso que de todas maneras va y busca lo perdido. Y cuando CRISTO dejó la tierra, Él dijo, no se quedarán solos, os enviaré un Consolador que esté con vosotros, el Espíritu de verdad el cual os recordará todas las cosas para que ustedes salgan a la gran comisión de ir por todo el mundo y predicar a toda criatura. De qué? De las grandes nuevas, de que tú puedes ser encontrado por Dios.

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Bueno, pues en esta parábola encontramos a la iglesia de Dios, al grupo de personas que Dios ya tiene como su ejército trabajando por el Espíritu Santo que está dentro y sin descanso hasta encontrar a aquellos perdidos que Dios tiene ya en su plan que vengan también a el gran banquete del Señor y pasen la eternidad con Dios. Son poquitos versículos, vers, 8. 9 y 20, peo realmente sí vemos que hay muchas cosas que Dios nos quiere decir en esta parábola de esta mujer que tan ansiosamente se pone a buscar esta moneda que ha perdido. Y en esta ocasión vamos a ver 3 cosas en esta parábola.

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1) La primera es que hay una moneda perdida. Se ha perdido una moneda en el suelo, probablemente un suelo de tierra, en algún lugar. No sabe esta mujer donde puede ser ese lugar que se ha perdido. Frecuentemente se piensa que estas 10 dracmas era el

4   regalo que ella recibió de bodas de parte de su padre, de parte de su suegro y que ella atesora como algo muy importante en su vida. No solamente por su valor monetario que se puede guardar para tenerlo como un guardadito para alguna súper emergencia. Pero más el valor sentimental de las monedas. Inclusive todavía se usa un poco en algunas bodas en donde sacan unas moneditas como un símbolo de que vas a tener lo suficiente para tu matrimonio, un anticipo, las arras, las moneditas. Pues estas dracmas también representan eso para esta mujer, que mujer que tiene estas 10 dracmas, si pierde una de estas dracmas, enciende la lámpara, barre la casa y busca hasta encontrar esta moneda perdida. Hay varias cosas que podemos hablar de esta moneda perdida y vamos a irlas numerando, son varias, si las quieres ir apuntando. Dijimos número uno en esta parábola hay una moneda perdida y dentro de este título de una moneda perdida podemos poner:

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A) Ella está ignorante de estar perdida. Yo me acuerdo una de mis hermanas que tendría, 4 o 5 años en la cuadra donde nosotros vivíamos allá en Monterrey hacían una kermess una vez al año para recaudar fondos, no me acuerdo muy bien porque también era bastante niño, iba mucha gente, pagabas por un boleto y era en la placita de un Monterrey bastante provincial, ahora ya es una gran ciudad hace ya muchos años, entonces mis padres un poco distraídos, mi hermana se perdió, 4 años, y entonces mis padres desesperados buscando a la niña esta, a ver dónde estaba, y pasaron algunas horas de gran angustia para ver dónde estaba la niña y la niña estaba sentada en el quiosco, ya ves que el quiosco lo tienen un poquito elevado donde hay algunas escaleras y ahí estaba sentada muy bien, y cuando mis padres finalmente la encuentran, yo me acuerdo muy bien porque mi madre después lo comentó como una anécdota chistosa, mi hermana fue la que habló y dijo: dónde han estado? Porqué se perdieron? Ella pensaba que no era ella la que estaba perdida, los que estaban perdidos eran los papás. Y así vemos a esta moneda que es ignorante de estar perdida, la moneda estaría igual de contenta y sonriente en el suelo, tirada por ahí en una esquina, en el bolsillo de la persona que perdió la moneda y que piensa que la tiene tirada, pero no es cierto, sino que la tiene en el bolsillo, o arriba de la mesa, no importa, a la moneda no le da ninguna diferencia, es totalmente insensible a su situación, es totalmente indiferente a la situación de que está perdida. Y eso es lo que vemos allá en el mundo, como las personas, como esta persona con la que tuve ayer esta reunión, totalmente indiferentes a estar perdida y no se siente perdida. El Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido, dice lucas 19:10, pero yo no estoy perdido, yo estoy muy bien, yo tengo una pequeña religión en donde sigo ciertos ritos y ahí la llevo y la verdad yo escucha en las noticias cuantas cosas terribles pasan por allá, y yo no hago cosas tan terribles, entonces no creo estar perdido. Y esa es una situación muy triste y muy terrible de que pues el cristiano tiene que hacer un gran énfasis para hacerle ver que sí está perdido. Después de todo en la tierra de los tuertos, el que tiene dos ojos es

5   el rey. Y como todos están tuertos, pues yo pienso que yo estoy normal, todos tenemos nada más un ojo y de repente ya veo una persona que tiene dos, ah, caramba, fíjate que aquí hay algo mejor que yo no sabía que existía. Ese es el cristiano. El cristiano es una persona que con su vida y con su boca habla a otros de CRISTO para hacerles ver que están perdidos. Y a veces lo hace con gran fuerza para despertarlos del letargo en donde están, de la indiferencia total que tienen para sus vidas. Yo perdido? No para nada. Yo estoy muy bien, y tú le tienes que hacer ver que no es así. Y ellos se comparan, ellos mismos contigo para que vean cuan perdidos están. Por lo tanto tu vida tiene que hablar de CRISTO, tu vida tiene que hablar de la luz en medio de las tinieblas en donde esta persona está. Y ellos son como esta moneda perdida, totalmente insensible, totalmente indiferente a todas estas cosas. Bueno, sería lo primero,

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B) pero hay otra cosa muy importante, la moneda está perdida pero no está olvidada. Para nada esta moneda está olvidada. La mujer tiene 10 monedas, ella las contó la semana pasada y le falta una, para nada dijo, bueno, a la mejor nada más eran 9 y soy yo el que está mal. No es cierto porque ese número 10 es el número completo de lo que me dieron a mí como regalo de bodas en donde yo tengo la certeza de que realmente son 10. Dios en su misericordia no se olvida del hombre, Dios en su misericordia manda sus emisarios por todos los rincones de la tierra porque no se le ha olvidado de que hay muchas personas en su lista de que deben de ser salvas antes de que Él venga a la tierra. Y Él manda a sus misioneros, Él manda a sus personas para que escuchen el Evangelio. Y bueno, yo soy una de esas personas que tuvo esa expriencia porque la persona que a mí me habló de CRISTO vino de un país extranjero y tomó el tiempo para aprender el español, nunca lo aprendió bien, no era tan bueno para ellos. Su mujer sí hablaba bastante bien y el pobre hombre predicaba y bueno la mitad no le entendías nada porque su español era bastante malo. Pero no le importaba, él venía con una función, él venía con una meta, con una tarea muy específica de venirme a decirme a mí que yo, moneda perdida, no estaba olvidada por Dios y que él fue movido por Dios para venir a México a predicar el Evangelio. Era una persona que tenía poca doctrina de la Biblia, él no sabía que tú podías decirle a tus amigos, oye, voy a México, porque no me apoyas con un poquito de dinero porque me voy a llevar a misericordia 3 hijos para allá, esos son los que tenía, aquí en México le nacieron otros 4. Y llegó realmente sin dinero y fue una verdadera situación terrible la que él tuvo durante muchos años predicando el Evangelio para decirle a las personas que Dios no se olvida de México. Y podríamos decir lo mismo de su hijo, su hijo estuvo 14 años en Alemania y yo sé cuanto le costó el aprender el alemán para poder dar el discipulado en alemán. Y discipuló varias personas que hoy son los que están predicando allá en el grupo de Alemania. Y me contó como su mujer estuvo a punto de morir por una situación en donde estando en un país extranjero no sabía como resolverlo, y cómo llegaron a Alemania sin dinero, Dios los llamó y

6   dijo si no tenemos dinero no entiendo, pero Dios me manda a que yo vaya a decirle a los alemanes que ellos no están olvidados, no son una moneda perdida que no me importa porque ya tengo muchas, y si la pierdo, pues no es gran pérdida para mí. No es así. Dios no actua así. Una moneda perdida. Pero también

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C) Es una moneda que está perdida pero reclamada. Dios dice eso es mío, y aquí dice, ¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma , la busca. Y cuando encuentra dice: he encontrado. En otra traducción dice mi dracma que se había perdido. Es mía. No es una moneda que no tiene dueño. Es una moneda que yo reclamo como mía, y yo voy por todo el mundo y yo me aseguro que esa moneda yo la vuelvo a guardar en mi tesoro de monedas. Así es nuestro Dios. Él hace tantas cosas para asegurarse de que nosotros venimos a Él, de que nosotros nos quedamos con Él a pesar de nuestra terquedad y a pesar de que realmente comentemos tantos y tantos errores aun teniendo ya a CRISTO en nuestro corazón. Como me identifico yo con esta moneda perdida. Pero no está perdida, Dios la está reclamando como suya ISAIAS 55:1 A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche. Porque es Dios el que es dueño de todas las cosas y nos hace partícipes de esta salvación tan preciosa que Él pagó por nosotros.

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D) Está perdida pero es muy valiosa. Es tan valiosa que Dios dice yo no puedo perderla, no me puedo dar ese lujo. Yo voy a ir a la voy a buscar y yo la voy a encontrar. Esta moneda es muy valiosa a los ojos de esta mujer. Inclusive las parábolas que da JESÚS en este capítulos 15 de LUCAS, el sube el valor de las almas que Él vino a salvar, buscar y salvar en estas parábolas porque en la primera parábola Él va por una de 100 que andan por ahí, que el porcentaje según mis matemáticas es 1%. Pero la segunda parábola ya es un dracma de 10 que andan por ahí, 10% de valor. Y en la tercera parábola es un hijo pródigo de 2 que el padre tiene. El valor de esto perdido es tan grande, tan grande para Dios que Él mandó y mató a su Hijo unigénito para que todo aquel que en Él cree no se pierda mas tenga vida eterna. Él vino a la tierra y dejó su trono para que yo pudiera ser encontrado. Así de valioso es esta alma para Dios. Así de valioso soy yo par a Dios lo cual me da un gr an agradecimiento. Oye, yo soy muy valioso para ti? Cuando tú eres el dueño y creador de todo el universo, en una tierra, que tú agarras el mapa del universo y tú no encuentras la tierra. No encuentras ni la galaxia, mucho menos la tierra. Pero en la tierra todavía tienes que encontrar una pequeña hormiguita que eres tú. Y Dios dice pues así eres tú de gran valor para mí. Mucho valor, un valor como una perla que encontré yo y que habiéndola encontrado voy a vendo todo lo que tengo para tener esa perla preciosa que he encontrado dice mATEO 13 en una de las parábolas del reino de Dios. Muy valiosa es esta moneda.

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7   No solamente es eso, sino además es una moneda perdida pero no desesperadamente perdida. Dios no está desesperado en que va a encontrar esa moneda. Pobrecito, no sabes que preocupado está, es más, anoche no pudo dormir. No verdad, Él tiene su plan perfecto y Él sabe que ya tiene control perfecto para ir, buscar, encontrar, traer esa moneda perdida que Él quiere tener. La mujer sabe que va a encontrar su moneda y se pone a trabajar diligentemente se pone a tr aba jar arduamente, se pone a tr aba jar con gr an determinación, con gran disciplina, es cuestión de tiempo, yo voy a encontrar la moneda. A veces cuando perdemos, que yo lo hago frecuentemente el mismo teléfono, y te acuerdas, no, no, yo hablé con Diego esta mañana, yo me acuerdo, y aquí estaba en la casa, y la verdad no salí entonces pues está aquí en la casa, no se perdió allá afuera. Ah, pues vamos a buscarlo, tiene que estar aquí. Y empezamos a buscar, un cuarto, otro cuarto, dices, ah, aquí está claro, la dejé arriba de la repisa, pero tú y sabías que era un teléfono que se iba a encontrar, era nada más cuestión de tiempo. Entonces no hay desesperación. No vemos a esta mujer totalmente desesperada como en el caso de la oveja perdida, que el pastor sí está con mucha urgencia buscando su oveja porque viene el lobo y pues ya no hay oveja. Aquí no, aquí sí va a encontrar a esta moneda perdida.

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Bueno, pues otra cosa que podemos ver de esta moneda perdida es que sí podemos localizarla. Es una moneda perdida y se perdió en la casa. No se perdió en la calle, no sé que en la mañana salí, pero yo regresé y me acuerdo que lo traía. Ni tampoco pasé por allá y entonces en el segundo piso se me salió del coche y pues donde estará, yo no puedo ni pararme. O fuimos al día de campo y se me cayó en el río y de repente nomás ví como desapareció en el agua, pues eso ya está muy difícil. No, no, la he perdido en la casa, está súper localizada, y Dios tiene ya localizados a sus elegidos. Dios tiene la lista en el Libro de la vida de todos los que van a participar con Él de la eternidad allá en el cielo. Y Él diligentemente va a ir, buscar y encontrar esa moneda perdida. No, no está perdida en el vasto, ancho mundo, sino que es totalmente alcanzable. Dice el vers. 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no vino JESÚS a condenar al mundo sino para que el mundo sea salvo por Él. Él vino a traer a las ovejas perdidas, Él vino a buscarlas y a encontrarlas. El vers. de JER 29:13 y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón. Claro que yo te voy a encontrar, nunca he pensado que yo te voy a estar buscando y que no te voy a encontrar. Nunca he pensado que me pondré a buscar y desistiré de la búsqueda porque ya llevo mucho tiempo buscando y ya perdí mucho tiempo y tengo otras cosas mucho más importantes que hacer. No verdad, ese no es nuestro Dios sino que ya desde antes del principio de los siglos Él ya tenía planeado el buscarme a mí y encontrarme y traerme. Yo soy esa moneda

8   perdida ahora encontrada.

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Bueno, pues eso es todo lo que debemos decir de la moneda perdida. Yo creo que podemos decir más pero tenemos que pasar al punto número 2. El punto número 1 fue una moneda perdida. Cuál es el punto número 2?

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2) Una moneda buscada. Porque bueno, Dios va a tomar acción acerca de esta moneda que está perdida. No se va a poner a llorar y va a decir, bueno, ay que distraído soy yo, como es posible, bueno, ya vamos a otra cosa, como a veces lo hacemos nosotros donde sí perdemos algo, nos duele, pero dices ya ni modo, se acabó. Y seguimos a otra cosa. Él no va a dejar el tema porque Él a esa moneda la va a buscar muy ansiosamente. Y hay varias cosas que podemos ver aquí en nuestro pasaje acerca de esta moneda buscada. Dice qué mujer que pierde un dracma no se pone a buscarla con diligencia. Bueno, aún los pobres muchas veces, vemos que los pobres tienen servidumbre. Y la servidumbre tiene servidumbre. No nomás los ricachones, todos mundo tiene servidumbre. Esta mujer pudo haber tenido servidumbre. Oye, estoy muy, muy ocupada, tengo que ir a esto, lo otro, por favor dedícate a buscarme esta moneda perdida hasta encontrarla. No, no es así. Aquí vemos que esta mujer busca personalmente esta moneda, no delega a nadie esta labor tan importante de encontrar la moneda. Ella es una mujer ocupada, tiene que hacer cosas en la mañana, en la tarde, va a dejar todo, perdónenme. Oye, pues déjaselo a otro, dile que te la busque él. tú eres una mujer muy importante para hacer eso. No, el dracma lo voy a buscar yo personalmente, voy a ir a buscar esta moneda porque es importantísimo para mí que yo la recupere. Y así es la labor de todo cristiano. Yo no puedo dejarle a otra perdona que él predique el Evangelio y que él gane las almas y que él les diga que tienen que venir a CRISTO, eso es lo que yo personalmente tengo que hacer. Esa comisión me la ha dado Dios a mí personalmente. Y me dice, Carlos, yo quiero que tú salgas y que des folletos y que hables de CRISTO y que les digas a las personas que son monedas perdidas que tienen que venir a CRISTO. Tú tienes el Espíritu Santo a tu haber, y Él hablará por ti y dirá las cosas necesarias para que esa persona sí entienda. Que lo acepte o no, ese ya no es problema tuyo, ese es problema de Dios y de él, pero tu labor es pregonar el Evangelio por todos lados. Y bueno, yo he agarrado mis folletos y esta semana me he dedicado a mínimo dar un folleto a alguien y se lo voy a explicar. Y muchas veces lo agarro y le digo, mira, este folletito no te va a tomar mucho tiempo leerlo, está muy a nuestro nivel, es una caricatura, mira, aquí dice este hombre muy exitoso pero se murió y su gran error fue que se olvidó de Dios. Y estás ahí sembrando, tú personalmente. Y me han dicho personas, bueno, esa es la labor del predicador, esa es la labor de las personas como tú que te dedicas a eso, yo nada mas voy los jueves, y bueno ahí a la mejor tiro una semillita. No, no, no, personalmente nosotros somos los predicadores de Dios. Vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa pueblo

9   adquirido por Dios para que anunciéis las verdades de Aquel que os llamó a su luz admirable. Tenemos que anunciar a Aquel que nos llamó a su luz admirable 1PED 2:9

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A) otra cosa que podemos ver acerca de esta moneda buscada es que esta mujer tiene un asunto de gran prioridad. Es muy importante encontrar mi moneda. No hay nada más importante tan prioritario en este momento. He cancelado mi viaje a Nueva York, he hablado con estas personas que quieren verme, lo siento mucho, necesito encontrar mi moneda, para mí es de gran importancia, dice Dios. Para mí es de gran importancia, dice todo cristiano que toma en serio la gran comisión que Dios le ha conferido, y cómo no lo tomaría en serio, las almas se están yendo al infierno y necesitamos predicar nosotros y decirles a ellos que necesitan a CRISTO. Y si no lo estás tomando en serio, pues no lo sé, pero a la mejor no eres cristiano, sino que estás jugando a ser cristiano, porque todo cristiano, de la abundancia del corazón, habla la boca. Yo tenía 3 días en CRISTO y nadie me dijo que le dijera a nadie de nada y yo ya estaba predicando. Yo no sabía dónde estaba el Evangelio de Juan, no lo encontraba, pero yo ya estaba predicando de CRISTO porque hay algo que por dentro de dice que lo tienes que hacer con todas las personas, es realmente de gran prioridad, la tarea más importante que tú tienes en la tierra, más que tus hijos, más que tu casa, más que tu negocio, tus dineros, es si eres cristiano, el ganar las almas y llevarlos a los pies del salvador. Una moneda realmente buscada, que cosa más importante podría haber.

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B) esta moneda buscada, compra los utensilios necesarios para buscarla. Dice aquí la Palabra de Dios que esta mujer encendió la lámpara, cómo crees que voy a buscar y encontrar la moneda si no tengo lámpara. Bueno, pues nomás abre la puerta y por ahí entra el sol. No, no, yo voy a gastarme el aceite de mi lámpara, no me importa que el aceite cueste mucho, lo necesito para encontrar esta moneda. Y sabes qué, además voy a ir a comprar una escoba para buscar esta moneda. Y voy hacer como los que van de caza y barren el territorio hasta encontrar aquella presa que quieren cazar en su día de matanza de animal. Y veo como lo hacen, un día fui yo. Me dijo, Carlos, tú vas barriendo el territorio para que tú llegues a encontrar la presa. Y así tú barres la casa y bueno, haces todo un plan. A ver, vamos a ver, vamos a empezar de este lado, y vámonos yendo hasta que lleguemos a la otra esquina, y cuando lleguemos a la otra esquina, si no hemos encontrado la moneda pues entonces nos vamos a la siguiente esquina, y haces todo un plan. Yo no voy a dejar ningún centímetro cuadrado sin peinar la habitación, como crees, a la mejor es ahí donde estaba. No, es muy importante y tendré los instrumentos para hacerlo. Y cuántos instrumentos nos ha dado Dios que a veces lo tomamos por hecho y no agradecemos de que tienes un automóvil, Lupita. Tú llegaste hoy en automóvil, yo lo ví, un gigantón ahí precioso que tienes ahí. Instrumentos que Dios nos ha dado para predicar el Evangelio, para invitar personas a mi casa y hablarles de CRISTO, para ir y llevarlos al cine y ver la

10   película esa cristiana que estaba pasando. Yo la fui a ver 4 veces con diferentes personas, vámonos. Vamos a llevarlos, y luego explicarles, y después compré la película y no sé donde está porque la han estado circulando. Sí los instrumentos que Dios nos da, para qué quieres tú almacenar si no te vas a llevar nada, inviértelo para Dios para ganar las almas. Esta mujer sí lo está haciendo con una lámpara, con una escoba y todas las otras cosas que pudiera ella utilizar de instrumentos para buscar esta moneda. Una lámpara para que de luz HECH 26, al apóstol Pablo le preguntaron que cuál era la comisión que él tenía y se lo estaba diciendo a Agripa. Yo lo estaba leyendo anoche precisamente en donde JESÚS está hablando con Saulo de Tarso que se le aparece y le dice, esto es lo que yo quiero que tú hagas, que abras los ojos de aquellas personas HECH 26:18 para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados. Como Pablo estaba siempre presto para tomar la oportunidad de predicar a CRISTO. Aquí está ante el rey Agripa y no es que se esté defendiendo con Agripa, está hablando pero no en su defensa, está hablando para que él oiga el evangelio porque de todas maneras Agripa no puede hacer absolutamente nada. Pablo ya apeló al César. Al César has apelado, al César. Entonces, para que hablo con Agripa, para que me defiendo, ya tengo mi destino planeado. Ah, me das la oportunidad de hablar con él, échamelo. Sabes de que le voy a decir? De CRISTO de su necesidad de venir a JESÚS, de que él también es una moneda buscada y quiere ser encontrada por Dios y yo soy el instrumento para que él pudiera venir a JESÚS. Es lo que yo estaba leyendo anoche en donde yo voy terminando el libro de Hechos.

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C) Una moneda buscada con gran diligencia. Sí es una mujer que como decíamos va a planear bien para peinar toda la casa hasta encontrar esta moneda diligentemente, determinada. Y bueno, no sé, voy a levantar mucho polvo aquí en la casa al estar barriendo, no me importa. Bueno va a venir mi vecina y quiere platicar conmigo y le voy a decir, perdóname, platica si quieres pero yo estoy muy ocupada buscando mi moneda. Y a la mejor se me va a ir mi vecina con todo el polvo que estoy levantando y me va a decir oye, no podrías barrer después porque, no lo siento esto es muy importante para mí, necesito encontrar esta moneda que se me ha perdido. Hay gran diligencia en la búsqueda de esta moneda. Ahí en el club tengo una persona que me lo recuerda mucha tiempo. Él dice que tiene cerca de 20 o 30 folletos, porque yo lo buscaba y lo buscaba y cada vez que lo veía, le daba un folleto nuevo. Y dice que me trataba de sacar la vuelto, ahí viene este tipo otra vez y me va a dar otro folleto y me daba la vuelta, y le daba un folleto. Y me recuerda con mucho cariño ya muchos años después de que yo insistentemente, con mucha diligencia lo estaba invitando aunque sabía que me iba decir que no, aunque sabía que me daba el avión, aunque sabía que

11   tenía 100 excusas que utilizaba constantemente para decirme que no podía venir y que no le interesaba. De todas maneras nosotros seguimos buscando, hay una moneda perdida yo tengo que buscarla, yo tengo que hacer la labor que Dios quiere que yo haga. Y si hay incomodidad, y tengo que poner todo al revés para encontrar a esta moneda, no me importa realmente lo voy hacer.

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D) Hay total concentración en esta tarea. Ella está determinada, está concentrada, esto es lo que voy hacer, no me distraigan de muchas cosas que me pueden distraer, pero esto es para mí prioritario. Y voy a utilizar todo, voy a utilizar la lámpara y el aceite para la lámpara, voy a utilizar la escoba, voy a utilizar mis ojos para mi, voy a utilizar mi mente para estarme concentrando y no estar buscando la moneda y pensar lo que tengo que hacer ayer y ya ni la veo, no, estoy sobres, como decimos nosotros. Realmente es una moneda que necesito encontrar.

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E) Y esta moneda buscada es una tarea continua dice aquí que ella va a buscar la moneda hasta encontrarla. Oye, pero ya son las 2 de la tarde, y desde las 9 de la mañana, o sea, ya, ya tampoco. No, no, no yo tengo que encontrar esta moneda, la voy a seguir buscando. Dice aquí que esta mujer buscó y buscó y buscó hasta encontrar la moneda. La palabra hasta es muy importante, hasta encontrarla. Quiero ponerle una total concentración, una tarea continua.

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Ahora quiero decirte que hay algo muy importante aquí. Ay, la moneda no me ayuda en nada, yo la he estado llamando y ya era para que saliera, oye, aquí estoy, ya ok, voy a salir. No, la moneda no le importa, la moneda no oye, la moneda no camina, la moneda no saca una lucecita ni como el teléfono que tiene sonidos que tú puedes usar. Tú sabes que a veces en el teléfono tú le pones ahí que si se me pierde, ya sé como, le pico y el teléfono dice aquí estoy, aquí estoy y ya lo encuentras no es así con la moneda. La moneda no contribuye en nada. Y ahí estás tú, tengo que invitar a esta persona otra vez, a ver si viene, lo he invitado cien veces. Y no viene, la verdad no me ayuda en nada, al contrario, hasta me perjudica, se burla de mí, me da la vuelta, me rechaza, me da el avión, mil cosas, pero ahí está, yo necesito estar ahí, no me importa que no contribuya. Y quién sabe si un día esa moneda después me lo agradece. Gracias por insistirme tanto. Yo le digo a aquella persona que me insistió y me insistió y me insistió que la verdad era para que me hubiera dejado. A ese tipo, sacúdete el polvo de tus zapatos y ya no le digas nada. Déjalo en paz. No, hay que insistir porque es un alma perdida que quiere ser encontrada por Dios. Dios es el que la está buscando. Hay una determinación para nunca desmayar, hay una perseverancia de buscar las almas perdidas. Que importante que hagamos ese trabajo nosotros.

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Bueno, hemos hablado de la moneda perdida, hemos hablado de una moneda que es buscada, nos falta todavía lo más importante, la moneda encontrada porque hay una feliz terminación de la

12   historia. No una mujer frustrada que terminó diciendo hice todo y después no encontré nada, perdí tiempo. No, Dios no pierde su tiempo, todo lo que Él hace, Él lo lleva a cabo. La Palabra de Dios no regresa nunca vacía, sino que lleva a cabo aquello para lo cual fue diseñada. Y Dios mismo hace eso.

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3) LA MONEDA ENCONTRADA. Y aquí vemos el premio a la labor de esta mujer que finalmente tan arduamente estuvo buscando que encuentra. Por qué?

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a) Porque nunca dejó de buscar, porque insistió, e insistió, e insistió hasta que por fin la persona escuchó y la persona vino a CRISTO. Y eso es lo que debemos de hacer nosotros, continuar hasta el fin de nuestros días. Carlos, para qué predicas, deberías estar predicando en el estadio Azteca, y vas hasta Linda vista y vas hasta Santa fe a predicar, oye, para qué. Como que te estás gastando. Que otra cosa hay que hacer en la vida. Después de todo pues puedes gastar en lo que quieras tu vida pero la vas a gastar una sola vez, cuáles son las cosas importantes de tu vida, en qué quieres gastar tu vida? En encontrar la moneda porque sí hay un premio maravilloso, dice la Biblia que es la corona de la vida APOC 2:10 Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. Entonces que hemos hecho durante estos 37 años. Cuando yo fui encontrado a través de una persona que Él utilizo, pues hacer lo mismo, y haremos lo mismo hasta el último día cuando ya cese todo y nos vayamos a la gloria del Señor y que Él diga como premio en lo poco has sido fiel, en lo mucho te pondré. No, no fuiste el gran predicador que trajo cien mil personas y cuando tú predicabas se llenaban los estadios y había muchísima gente que te alababa por lo precioso que tú predicabas. No, a la mejor ganaste 1, 2 , 5 personas para CRISTO pero fuiste fiel y buscaste y buscaste hasta encontrar. El gran premio.

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B) Ella misma encontró. Dios mismo te da el privilegio de que las personas sean encontradas por ti. No fue otra persona la que encontró la moneda, mira lo que encontré. No, dice que ella misma encontró esa moneda. Y no fue por accidente, iba pasando por ahí. Ay, mira ahí está la moneda. No, que accidente, si me pasé todo el día buscándola, como lo llamas accidente, para nada. Así es, eso es lo que Dios nos premia con la labor que se ha hecho.

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C) Se regocija al encontrar la moneda. Como nos regocijamos cuando finalmente una persona, hemos estado orando por ella, le hemos dicho sesenta mil veces, han pasado los años y esa persona viene a CRISTO. Hay gozo, un gozo tan profundo que el mundo ni lo conoce, mucho menos lo pudiera dar. El gozo de ganar las almas para CRISTO. De tu propia familia, de tus vecinos, de tus allegados, de tus compañeros de trabajo que a veces por años tú les estás predicando de CRISTO. Hay regocijo a encontrar y entre más esfuerzo fue el predicarle a estas personas, el buscarlas y

13   buscarlas, mayor el gozo cuando finalmente vienen a CRISTO. Oye no sabes cómo estuve buscando a estar persona y como fue su rechazo, sus groserías y finalmente redituó en que vino a CRISTO, que gran gozo, que gran premio de Dios.

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D) No solamente hay regocijo sino que quiere compartir ese regocijo. Dice la Palabra de Dios que Gozaos conmigo, Les dice a sus amigas y a sus vecinas, Gozaos conmigo, porque he encontrado la dracma que había perdido. Estoy tan gozosa quiero hacer una fiesta, quiero que vengan y lo compartan conmigo. Fíjate que estaba yo tan atareada y ahora ya puedo descansar porque he encontrado la dracma perdida. Pero fíjate que no solamente hay gozo en mi corazón, y no solamente hay gozo en el corazón de mis amigas y de las vecinas que yo quiero que compartan conmigo este gozo, sino dice la Palabra de Dios 15:10 Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente. Hay gozo de los ángeles de Dios. Hay que hacer notar, muy importante que en este versículo, contrario a la parábola anterior, la parábola anterior dice en el vers 7 la parábola de la oveja perdida, os digo que habrá en el cielo por un pecador que se arrepiente. Aquí no dice eso, aquí dice Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios Dónde? Aquí en la tierra, no en el cielo, en el cielo hay fiesta pero también aquí en la tierra cuando finalmente una persona viene a CRISTO porque hay ángeles que están por aquí que nos están cuidando, nuestros ángeles protectores. Hay personas, hermanos en CRISTO del ejército de Dios que se gozan en que las personas hayan sido halladas por un Dios maravilloso que las estuvo buscando y las trajo a que se arrepintieran. Ahora aquí no habla de que el pecador tiene algo muy importante que hacer, que dice por un pecador que se arrepiente. Bueno, la palabra de Dios dice que tiene que haber arrepentimiento que Dios lo produce también pero es un factor muy importante, pero aquí la parábola no se quiere enfocar en eso. Entonces nada más lo menciona como algo que debe suceder. Ya veremos la semana que viene en donde sí es muy importante que haya arrepentimiento, si no el hijo pródigo nunca hubiera regresado al padre. Pero la moneda no se puede arrepentir. La moneda es hallada por esta mujer que busca esta moneda que se ha perdido.

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Cuando agradecido estoy yo con Dios de que hace 37 años Él me buscó. Yo creo que me buscó por mucho tiempo, no creas que fue cuando me hablaron de CRISTO, sino que Él me estuvo cazando, esa persona viene a CRISTO. Esa persona va a trabajar para mí, ya trabajó para el otro mucho tiempo, ya no va a trabajar para el mundo, ahora va a trabajar para mí y yo la voy a traer, y yo le voy a enseñar cuánto ha de sufrir por mí le dice a Pablo en Cap. 9 de Hechos. Él se ha dedicado a perseguir a los cristianos y maltratarlos pues ahora lo voy a traer para que sea de mi equipo y

14   cuan grande va a ser este hombre. Cuan grande eres tú que tienes el Evangelio en las manos para predicarlo. Muchas personas, monedas perdidas que están por allí que necesitan ser buscadas y encontradas y tú eres esa mujer diligente que va y busca y busca y encuentra y tiene el gozo de Dios de que estas personas vengan a CRISTO. Y después seguirlas, enseñarles, discipularlas porque ahorita tenemos a una persona, una persona allá en el club de todo el equipo de natación con el cual hemos estado hablando, uno, que realmente sí empiezo a ver fruto en él. y hay que ayudarlo, hay que darle discipulado. Ayer me estaba dando 50 preguntas que tiene y que tú digas, ay por favor, eso todo mundo sabe eso. No él no sabe eso. Él acaba de ser encontrado, tú tienes que mostrarle que es lo que dice la Palabra y dice esto, y eso se llama discipulado y eso es mucho esfuerzo, muchísimo esfuerzo. En lugar de ahí te mando el estudio, tenemos Internet, yo te lo mando ahí y ya, y ahí tú lo estudias y ráscate con tus propias uñas, estoy muy ocupado. Antes di que te hablé de CRISTO. No, yo soy ahora su maestro, yo me tengo que dar. Sabes dónde vive? Cuántas veces lo hemos llevado hasta su casa o muy cerca de su casa, Santa fe. Yo voy todos los lunes y afortunadamente ya rompieron la roca para pasar más rápido. Yo fui por años a Lindavista a predicarle a 5 personas. Y ahí están, y ahora ellos tienen discípulos, ellos están discipulando a personas nuevas. Y eso es lo que tenemos que hacer. Eso es lo que Dios me ha encomendado a mí, para eso estoy aquí en la tierra, para eso estás tú aquí en la tierra. Que estás haciendo? Donde están las personas que tienen que venir aquí el jueves que tú mismo has invitado y que tú mismo tienes que ir y traerlas y pasar por ellas, porque no van a venir, eh. No , yo paso por ti, y yo te llevo a tu casa, no te apures. No es que está lloviendo. Yo llevo paraguas, yo te presto un sweater, tú vente. Y la traes, esa eres tú. Que preciosa parábola, la parábola de la moneda perdida, buscada encontrada.

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Señor te damos gracias porque yo era esa moneda perdida y tú mandaste personas que me buscaran, me encontraran, me trajeran. Gracias Señor, porque también me dieron los principios del Evangelio para que con el tiempo yo pudiera hacer lo mismo. Buscar, encontrar y traer muchas almas a tus pies. Que gran privilegio, permíteme seguir haciéndolo y que mi testimonio que a veces tiene tantos errores, tantas imperfecciones, sea cubierto por el gran maravilloso Espíritu Santo y que sea Él el que predique una vida unas palabras, que la gente venga a CRISTO. Danos ese gran privilegio, tener un discípulo a quien enseñarle cuando hayamos encontrado esa moneda. Cuidarlo como un hijo propio, sacarlo adelante y luego lanzarlo al mundo para que sea el predicador de la siguiente generación. Maravilloso, precioso, gracias por ese privilegio, Señor. Te lo pedimos en el nombre de CRISTO JESÚS. Amén

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