Story Transcript
La nueva empresa, la recontratacion y la nueva cultura laboral Una de las falsas justificaciones que el Calderonato utilizo de forma mediática para dar el golpe el día 10 de Octubre y poder realizar la ilegal extinción de Luz y Fuerza del Centro, fue la de mostrar al trabajador electricista como una persona “floja, improductiva, transa, llena de de vicios y con muchas prestaciones que los enumeraban como privilegios”. Sin embargo, a pesar de todo este desprestigio cizañoso del espuriato, el SME a mas de 14 meses sigue vivo e incluso en vías de recuperar el empleo perdido para su mas de 16000 activos. Como lo menciono en periodista del antaño régimen priista, Félix Fuentes, la tenacidad de los electricistas doblego las pretensiones del calderonato por eliminar del mapa político, social y cultural a los tozudos trabajadores electricistas del SME al imponer su “seudoliquidacion” voluntaria y sin retorno próximo al trabajo (aunque el viejito decrepito de Sánchez diga que en enero regresan). Sin embargo a quedado demostrado que la impericia de los obreros y personal de las empresas contratista e incluso de miembros del SUTERM en el área central, les ha quedado grande el trabajo que deben desarrollar para la prestación del servicio. No solamente vemos demasiada gente colocando postes, cables, transformadores fuera de toda norma, sino también exponiéndose a duras faenas de trabajo y falta de toda seguridad laboral. Adicionalmente utilizan los vehículos que sustrajeron de LFC para ser cafres del volante o bien tomar bebidas alcohólicas y realizar actos que afectan la moral pública, con la complacencia de las autoridades locales. A diferencia de esta improvisación laboral de estos obreros, el trabajador electricista puede brindar el servicio de energía eléctrica de manera confiable y segura. Los procesos básicos y esenciales (la generación, la transmisión, la distribución y la comercialización) dependían de cada uno de nosotros quienes participábamos de manera directa o indirectamente en ellos y sin necesidad de contratar a “expertos” externos quienes además de caros, son poco confiables. Se cuenta con la experiencia de más de 100 años en la prestación del servicio, lo que ningún sindicato en el sector energético en el mundo tiene.
También es conveniente reconocer que había labores complementarias que directamente no eran parte del proceso básico pero eran indispensables, sobre todo en las instalaciones que tienen más de 40, 60 e incluso 100 años de servicio. ¿Qué sería de la infraestructura del área Central sin las fábricas y los talleres de LFC, los cuales no solo construían, diseñaban y reponían, sino incluso innovaron nuevas tecnologías de aplicación para tal fin? ¿Qué sería de los laboratorios acreditados para el control de calidad, las pruebas físico‐químicas y de supervisión de equipo de seguridad? ¿Cuánto ahorro la nación en crear la infraestructura civil, mecánica y eléctrica necesaria, segura y pertinente de un área tan especializada como era construcción, cuyas obras actualmente resisten hasta los temblores severos que se presentan en la Cd de México? Todo ello es obra de la mano de obra calificada del trabajador electricista, si bien es cierto que existían procesos de trabajo poco importantes en apariencia, la suma de todo era prestar el servicio público de energía eléctrica, no importando condición social, económica, de raza, ni de religión, a todos se les brindaba el servicio, aunque a veces por políticas de la administración se privilegio a un sector social acomodado (Gerencia Metropolitana Poniente) como lo menciona nuestra amiga la Dra. Leticia Campos de Aragon, catedrática del Instituto de Investigaciones Economicas de la UNAM, en su libro “La electricidad en la CD. De Mexico y Area Conurbana”. Sin embargo, es necesario ser autocríticos y replantear que pese a esta ventaja técnica y de pericia que se tiene, existen otras actitudes laborales en algunas gentes que podrían echar en saco roto todos estos meses de lucha. Estas “actitudes”, si es que se les puede llamar así (el gobierno les llamo “vicios”) se presentaban sobre todo por la cultura, la inercia laboral, la “ceguera de taller” y la forma de operar en LFC, pero estas deben ser erradicas al momento del retorno del trabajo. Si no existe una nueva cultura laboral, todo nuestro esfuerzo, toda nuestra voluntad, toda nuestra perseverancia será en vano, por lo cual invito a todos a cambiar ciertas actitudes como la desidia, la falta de compromiso, la falta de disponibilidad, los vicios etc. que algunas gentes lamentablemente generaban y esto impactaba en todos los demás. Recuerden que los logros y los éxitos nunca son reconocidos, pero los vicios y los defectos son los primeros que saltan para evidenciar y justificar los fracasos. Para ello debemos primeramente conocer donde estamos pisando y visualizar que queremos hacia el futuro. Mucha gente no comprendía y hasta el momento no comprende que era Luz y Fuerza: para el que estaba en nominas, era diferente para el que era liniero, el que trabajaba en inspección le era totalmente diferente al que ponía en servicio una subestación SF6, el que estaba en finanzas o bien en el jurídico, tenía otro concepto distinto del personal de mantenimiento eléctrico o en fabrica de tableros etc.
Por ese motivo y muchos otros, la gente al carecer de la pertinencia y lealtad a una empresa y a una organización gremial como el SME fue presa fácil de los medios y de las promesas del calderonato y rápidamente fue por su finiquito espurio. Esto debe servirnos de lección en lo futuro y no escandalizarnos de porque mucha gente se fue. Se fueron por lo económico, por la promesa de un nuevo empleo, pero sobre todo por la falta de identidad y de lealtad a su empresa, a su sindicato y a sí mismos. Primeramente cayeron en la “ingenua oferta” del calderonato que una vez que finiquitaran su relación con LFC (la cual todavía sigue vigente, pese a la sentencia de la SCJN y al propio decreto) iban a ser recontratados. Todos sabemos que con esta nueva realidad, CFE o cualquier otra empresa pública (y sobre todo privada) establece lineamientos precisos sobre que personas requiere, de acuerdo a los Perfiles que ellos mismos requieren. Si CFE únicamente requería de personal de apoyo a los procesos ó bien de acuerdo a sus “necesidades” (según lo dijo Lozano), a partir de ello establece los procedimientos necesarios para admitir mediante su único criterio, a quienes considera “aptos” para desempeñar estos trabajos. Jamás Kessel, Lozano o Elias Ayub presentaron ante la opinión pública, la lista de perfiles que necesitaba CFE después de la extinción. Los compañeros “liquidados” pensaron ingenuamente que iban a necesitar de todos los puestos, hasta de cajeros (con todo respeto para quienes realizaban esta labor). La realidad fue diferente, CFE se guardo “el derecho de admisión” pero no conforme a políticas, procedimientos y lineamientos pertinentes, sino con una política de debilitamiento hacia el movimiento del SME, contratando únicamente a “personal dócil” que no haya interpuesto ninguna demanda laboral en la JFCA y que tuviera un “perfil” para aparentar que era “recontratado” aunque en funciones ajenas y totalmente diferentes a las que tenía en LFC. Para el gobierno seguimos siendo los no liquidados y los liquidados “el pasivo laboral” a raíz del proceso de extinción. No iba a recontratar a gusto de los empleados, sino de acuerdo a sus propias necesidades (o sea recontrato personal de la extinta que tenga poca importancia para la estructura de CFE) y posteriormente pasado un tiempo, despedirlos sin ninguna responsabilidad para el patrón. Si la CFE dijo no a los expertos linieros, a los ingenieros, a los de subestaciones, a los de cables subterráneos etc. etc. etc. era porque según ellos “no los necesitaban” y aunque reiteradamente hacían la pregunta de que departamento provenías cuando ibas a sus “entrevistas de trabajo” era únicamente para aplicar los filtros correspondientes y “desechar” posible “gente nociva”. La pregunta seria ¿Ustedes creen que CFE o alguna empresa outsourcing tenía la capacidad para poder realizar las evaluaciones correctas a los 44000 personas que ilegalmente quedaron sin empleo? . Claro que por supuesto que no.
Pero muchos pensaron que así seria y como eran “indispensables” y sin ellos “el sistema eléctrico tronaría” pues fueron por su dinero, mal calculado, pero diciendo “al rato lo repongo con el pago de tiempo extra” y el resultado era el esperado, han sido “rigorosos” exámenes médicos (hasta si tenias uñas enterradas en los pies era pretexto para rechazarte), de conocimiento (pero no de su materia de trabajo sino de Algebra, Geometría Analítica, Historia de México, Geografía, Química y Civismo) para lograr únicamente supuestos puestos de “oficinistas”, “linieros”, “secretarias”, “tomadores de lectura” y “operadores de subestaciones” (y ojala tuvieran estos las definiciones de trabajo y prestaciones como en LFC) sin ninguna responsabilidad dentro de la estructura de CFE y percibiendo salarios bajos con horas de trabajo que van de 10 a 12 horas diarias. Esto a pesar que varios de los supuestos “recontratados” son profesionistas e incluso hay personal de confianza de la LFC. Todo ello con el detalle de que hasta ahora, a 14 meses nadie tiene un puesto de base definitivo (aunque algunos digan lo contrario). Como todos sabemos, en el propio SUTERM hay gente que lleva 10, 12 y hasta 15 años perteneciendo a este sindicato y trabajando a CFE y hasta el momento no tienen la base. Y los exsmeitas creen que rápido en dos o tres años les darán su base, pues les recomiendo que esperen sentados. Y les digo exsmeitas porque por su boca de ellos mismos han dicho que tienen ya contrato con el SUTERM, y otorgando sin conceder que esto fuera cierto, ya nada tienen que reclamar en el SME al pertenecer a otro sindicato diferente. Es tan falso el aparente “contrato” con CFE el cual contiene ambigüedades (por decir lo menos) y es contrario a la propia ley que lo ocultan, tal como quedo demostrado cuando el diputado Mario Di Constanso lo requerido a Elías Ayub en una de sus comparecencias, teniendo por respuesta el silencio de este “funcionario” aduciendo confidencialidad. El engaño se consumo y a partir de ello muchos fueron rechazados de diversas formas y en diferentes etapas y por cualquier motivo (aunque en algunos casos, el gobierno no tuvo mucho que trabajo que hacer, ya que solos estos “ex trabajadores” daban mucho de qué hablar) y por ahora muchos de ellos todavía que todavía no les dan una respuesta, esperan que los llamen “aunque sea de tomador de lectura” como lo dijo alguno de estos “comodinos” en una entrevista con el periódico La Jornada. Y digo comodinos porque si es verdad que muchos compañeros fueron forzados por razones económicas, familiares e incluso de coerción por parte de los naranjas para ir por su renuncia voluntaria, también es cierto que otros fueron por su dinero, hicieron sus exámenes, los rechazaron y ahora esperan que “Martin solucione el problema” para reclamar su “derecho” a ser “elegible” y poder entrar a trabajar “porque ya fui trabajador en LFC” o bien porque “mi abuelo, mi papa, mi hermano eran de LFC y por ello tengo derecho aunque yo me haya liquidado”.
¿Qué falta de pertinencia y de conciencia de clase a su propia vida, a su historia y su futuro?. Por eso repito que es importante establecerles a estos compañeros que dada su circunstancia actual y ante un posible triunfo de la causa electricista ( la cual vaticino que será próxima e inminente) es necesario explicarles porque no es posible un regreso inmediato (al menos a como estaban antes del día 10 de octubre del 2009) después de que los compañeros en resistencia entraran a trabajar. No hay que ser adivino para visualizar el final de esta etapa de resistencia. Primero el reingreso de los trabajadores en resistencia es un hecho consumado. Igualmente la recontratación de los liquidados será muy difícil de concretarse sobre todo por la renuncia voluntaria a LFC que los coloca en una posición desventajosa y en dado caso de que se abriera la rendija para una posibilidad futura de empleo, tendrán que someterse a los nuevos lineamientos que existirán para reingresar y cumplir ciertas expectativas de acuerdo a los mencionados perfiles. Es por ello que les dio el gobierno “una liquidación mayor que lo que establece la ley” y además un “bono extra”. En resumen, a partir de tu finiquito, una recontratación futura y tal vez probable, tendrá que pasar por filtros (estrictos o no) en los cuales deberán demostrar actitudes, aptitudes y competencias necesarias. A diferencia de los compañeros en resistencia quienes no han renunciado a sus derechos con el patrón, los liquidados tendrán que cubrir ciertos “perfiles” laborales y aunque argumenten “que tienen preferencia por ser extrabajadores”, preferencia no significa a pase automático a CFE o a un nuevo organismo. Todo parece indicar que el gobierno está dando los pasos precisos para regularizar el servicio eléctrico en el área central, facilitando primeramente la toma de nota del comité central, posteriormente realizando “cambios” bizarros en su gabinete, sobre todo en la Secretaria de Energía y el muy próximo cambio en la dirección general de CFE. El gobierno cederá ante las enormes pérdidas económicas generadas a raíz de la ilegal extinción y el descontento generalizado con CFE, el cual ha sido difícil de evitar incluso en los medios de desinformación afines al régimen. La mejor negociación es darle primeramente interés jurídico a la parte agraviada ( SME) con la finalidad de que otros actores (Sánchez, Muñoz) no quieran “participar” del reingreso, al haber terminado estos la misión de desmantelamiento y de traición que el mismo gobierno les encomendó el calderonato. El gobierno ya lo visualizo así con la toma de nota, a partir de ahí negociara con la parte que tiene la “personalidad jurídica” y se llama Martin Esparza Flores y parte del Comité Central. La otra parte del CC será ratificada en breve. Sánchez y su coalición temporal del SME solo son eso, un membrete de un salinista traidor y que engaño con mentiras a sus pocos seguidores. Únicamente su función será el de tratar de “acomodar” en diversos lugares a través de cooperativas y franquicias a los
“liquidados” si bien les va y además de contener el descontento de todos aquellos ilusos que pensaron que LIQUIDACION=RECONTRATACION CFE. Con el reingreso a CFE, a una nueva empresa o como le quiera llamar el gobierno espurio, calculamos que seremos los últimos en ser aceptados con el CCT que teníamos (o al menos parecido) en LFC. Los demás que entren “posteriormente” lo harán bajo una nueva condición laboral totalmente diferente. Esto ya se aplica en empresas como TELMEX, PEMEX, el magisterio (SNTE) e incluso en el propio GDF tiene diversas aéreas con personal no sindicalizado e incluso por honorarios, esto ya es una realidad en muchos lados. Y ahora sí, no creo que seamos la excepción (ojala me equivocara). Al haber nueva empresa, habrá una “nueva administración” diferente a la que se tenía en LFC. Esta administración, entre varias cosas que deberá realizar, determinara “conjuntamente” con el sindicato la forma, el procedimiento y los mecanismos necesarios para la admisión a trabajar de personal nuevo, de acuerdo a PERFILES laborales y puestos a ser considerados para una probable bolsa de trabajo. No hay que ser adivino para visualizarlo. ¿Que significa esto? Que importara primero si cuentas con las características de conocimientos, habilidades y sobre todo de actitud en el puesto que quieras participar. Y para ello elaboraran una serie de exámenes no solo físicos, sino psicométricos y de conocimientos para poder ingresar. Esto será la nueva realidad de readmisión con el personal y el SME a querer o no tendrá que aceptarlo. Las “palancas”, los “amiguismos”, los “derechos de sangre” se acabaran o bien tendrán poco impacto y con estos filtros será muy difícil que cualquier gente entre tan fácilmente, haya trabajado en LFC o no. Para los compañeros en resistencia, esto debe ser bueno en parte, ya que muchas veces llegaban a nuestras áreas de trabajo compañeros de todos los escalafones: ingenieros, secretarias, oficinistas, técnicos etc. con bajo o nulo perfil para las actividades que se desarrollaban en LFC, además de todo esto tenían “actitudes” de trabajo que incluso llegaban a faltas dentro del reglamento, las cuales eran toleradas y defendidas por los propios “repres” de escalafón. Esto debe de terminarse y ser combatido con todo el rigor de los reglamentos interiores de trabajo que se establezcan una vez resuelto el conflicto. No debemos caer en los mismos errores de antaño y debemos evitarlos. Si pensaban los “liquidados” que una vez terminado el conflicto “ya tenían un pie dentro” en CFE o en la nueva empresa, les invito a primero reflexionar en su situación actual, a recapacitar en lo bueno y malo que pudieron ser como trabajadores, a analizar si cubren o no las expectativas laborales de la nueva empresa. Creer en la
hipótesis de Sánchez, Rosendo etc de que les van a crear a los liquidados la nueva empresa y sin pedir nada a cambio, es de ilusos. El consuelo para los liquidados “indispensables” será ser “requeridos sus servicios” para labores básicas en la infraestructura del área central a partir del contratismo. Sin derechos, prestaciones, ni nada que se le parezca. El SME luchara a mediano y largo plazo para “recuperar” cierta materia de trabajo, pero este proceso es lento y con pocas posibilidades de tener éxito, debido a la situación cambiante del país y del próximo proceso presidencial. Aunque todavía esta hipótesis no se cristaliza en los hechos, las intenciones y acciones del calderonato se perciben que tiene esta intención. En posteriores artículos se fundamentara estos comentarios. Los mismos compañeros en resistencia debemos ser autocríticos con nosotros mismos y también prepararnos para lo que viene. Esto podría ser un buen propósito para el año 2011, de tratar y esforzarse en ser mejores, sabemos que el SME a toda costa nos volverá a reinstalar a nuestro anterior trabajo o bien si no se pudiera, buscar uno similar en la estructura de la empresa eléctrica que se forme. Ante todo debemos buscar una nueva cultura laboral donde exista el liderazgo participativo, el compañerismo, donde las mezquindades y los odios, al menos sean lo menos posible. Las frustraciones que se tengan en casa, en la vida, en nosotros mismos, no las desahoguemos con los compañeros de trabajo. Siempre busquemos realizar nuestra labor, con disciplina, con orden, con pulcritud, con eficacia y eficiencia, sin prejuzgar a los demás. Debemos sentirnos contentos una vez de regreso al trabajo de donde estamos, de ser felices porque a pesar de todo el odio y exterminio que nos genero el gobierno, aquí estamos, más vivos que nunca. Disfrutemos nuestro trabajo que ahora tengamos, cuidémoslo y demos lo mejor de nosotros, sin descuidar a la familia, a la diversión y a los placeres. No creamos problemas por la relación entre compañeros y compañeras, no hagamos suposiciones de las cosas, respetemos nuestra persona y respetemos a los demás. La frivolidad, el egoísmo, la envidia, la cursilería debemos erradicarla para empezar de nuestra propia vida y no ser estas malas actitudes el reflejo de nosotros mismos en el trabajo. Estemos motivamos para la mejorar continuamente, utilicemos las herramientas que el propio CCT nos brinda para disfrutar de nuestro trabajo. Jamás debemos renegar de ir a la capacitación o al entrenamiento por sentirnos frustrados, por afirmar “que no lo necesitamos” o porque “no nos dan gastos”, debemos verlo como una oportunidad
de desarrollo profesional, esta prestación vailosa del CCT. Los gastos y todo lo que conlleve deberán ser pagados conforme al CCT, pero esto no es lo importante. Cambiemos nuestra atención a nuestros usuarios, para ello debemos de cambiar nosotros mismo. Este golpe ha sido una gran lección para todos, una vez dentro, no la olvidemos. Exitoso, prospero, feliz y grato 2011 les deseo a tod@s ustedes Saludos y venceremos Gerbycortocircuito.