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Asociación de Salesianos Cooperadores Región Ibérica
1.1.1.- La Persona, imagen de Dios
Septiembre 2011
1.- Una Persona 1.1.- La dignidad de la Persona. 1.1.1.- La Persona, Imagen de Dios 1.1.2.- El valor ético de la Persona 1.1.3.- Derechos humanos 1.1.4.- El sentido de la vida 1.1.5.- El Hombre: ser social 1.1.6.- Abiertos a la trascendencia
TEMAS DE FORMACIÓN INICIAL 1.- LA PERSONA 1.1.- LA DIGNIDAD DE LA PERSONA Región Ibérica
1.1.1- LA PERSONA, IMAGEN DE DIOS
1.1.1.La Persona, Imagen de Dios OBJETIVOS -
La persona humana es un ser singular. Muchas características lo separan de los animales: inteligencia, reflexión, espíritu, saber que sabe,… Nosotros los cristianos atribuimos todo esto a que estamos hechos a imagen de Dios. Vamos a ver algunos puntos al respecto.
REFERENCIAS Bíblicas «Y Dios dijo: "Hagamos al hombre a nuestra imagen, a nuestra semejanza, y domine a los peces del mar y a las aves del cielo, a los animales, a todas las bestias salvajes, y a todos los reptiles que pueblan la tierra". Dios creó al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó» (Gen., 1,26-27). «Qué es el hombre para que te acuerdes de él, el hijo de Adán para que te cuides de él? Apenas inferior a un dios le hiciste, de gloria y de honor lo has coronado: le has dado poder sobre las obras de tus manos, has puesto todo bajo sus pies» (Sal. 8,5-7).
Culturales Cuatro son las preguntas de la filosofía. ¿Que puedo saber? ¿Qué debo hacer? ¿Que me cabe esperar? ¿Qué es el hombre? Immanuel Kant
DESARROLLO Documento para la reflexión 1 Historia de la Humanidad La historia del hombre se desarrolla a través de miles de años que le conducen a ser lo que es. El Hombre es hombre porque es espíritu, porque a diferencia de los animales, tiene un componente espiritual. De este espíritu nace un deseo de búsqueda, un querer
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1.1.1- LA PERSONA, IMAGEN DE DIOS conocer, un querer saber, sobre la existencia de las cosas, las relaciones que las animan, lo que las une, lo que las divide,… Pero después de haber descubierto las cosas, descubre que se desconoce a sí mismo. Y empieza a preguntarse sobre su propio ser, a preguntar sobre su libertad, sobre sus acciones, y sobre sus limitaciones: el sufrimiento, el sentido y la muerte. Pero no está solo, esta rodeado de los otros, de personas como él, que le cuestionan y con las que tiene que convivir.
2 La Imagen de Dios en el Génesis Cuando Dios creó todas las cosas, dijo: Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza. Tomó un poco de barro e hizo una hermosa estatua. Entonces el Señor sopló el espíritu de vida en el rostro de esa estatua y se convirtió en un hombre vivo. Es el primer hombre, a quien Dios le puso el nombre de Adán, que significa: "hecho de la tierra". El Señor no quiso que viviera solo; decidió darle una compañera para que lo ayudara, que fuera semejante a él, y entonces le mandó a Adán un profundo sueño y, mientras él dormía, le sacó una costilla, y con ella hizo a la mujer. Adán le dio a la mujer el nombre de Eva que quiere decir "madre de todos los hombres". Pero el hombre pecó, abusó de su libertad y perdió la semejanza con Dios. Hasta la venida de Cristo, esta semejanza perdida no pudo ser recuperada, a través del plan de salvación que en Cristo se cumplía. Pero nunca perdió la imagen. La imagen de Dios que permanece en el hombre es la fuente de su dignidad única en la creación.
3 ¿Qué significa ser imagen de Dios? Primero, el hombre es capaz de hablar. Dios creó con su palabra y el hombre fue creado con la habilidad de hablar. Aunque él no podía crear nada por el habla, sí podía usar las palabras creativamente. Él nombró a los animales de la Tierra; habló de la ayuda que Dios creó para él como“varona”; y luego, cuando intentó justificar sus acciones pecaminosas, “creativamente” ofreció excusas y colocó la culpa sobre otros (Génesis 3:913). Ningún animal es capaz de hablar. Segundo, el hombre es creativo. Dios “creó” su obra. Su omnipotencia es vista en Su habilidad para crear algo de la nada por simplemente hablar para que existiera. El diseño sorprendente y complejo de Su creación testifica de Sus poderes creativos. Así como Dios, el hombre también puede creare inventar, aunque lo hace así en un nivel claramente diferente. Tercero, cercanamente relacionado a la habilidad creativa del hombre está su don del razonamiento. Es verdad que los animales poseen una medida de entendimiento. Ellos pueden responder a mandatos y señas, y en algunos casos incluso ser entrenados para usar porciones mínimas del lenguaje por señas. Pero no pueden emplear la razón para comunicar ideas con otros así como para tener comunicación mental verdadera. La inteligencia de los animales es diferente a la de los seres humanos. Una cuarta característica incluida en “la imagen” es la capacidad del hombre para hacer elecciones racionales. Como una criatura con voluntad, el hombre es capaz de escoger su propio destino. Es un hecho innegable que los animales carecen de libre albedrío con el cual el hombre fue dotado “en el principio”. Siempre que los animales reaccionan a su medio ambiente, son guiados por el “instinto”. A diferencia de todas las otras creaciones
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1.1.1- LA PERSONA, IMAGEN DE DIOS de Dios que actúan principalmente por instinto, los seres humanos pueden usar la libertad que Dios les dio para actuar o reaccionar en relación a su habilidad para razonar. Quinto, otra parte de la imagen de Dios dada al hombre sería su alma inmortal. Exactamente como Dios “formó” extraordinariamente el cuerpo físico del hombre del polvo de la tierra, Él “forma el espíritu del hombre dentro de él”. Por consiguiente, Dios moldeó y dio forma tanto el cuerpo físico del hombre y a su naturaleza espiritual. Solo el hombre está dotado con una naturaleza inmortal; los animales no poseen tal naturaleza. A diferencia de los animales, el hombre posee un espíritu dado por Dios que regresa a Él cuando el hombre muere. Sexto, solamente el hombre posee una inclinación religiosa inherente. Sin tener en cuenta que tan “primitivo” o “avanzado” pueda ser, y a pesar de la vida aislada de todos los otros seres humanos, el hombre siempre ha buscado adorar a un ser más elevado. E incluso cuando el hombre se aparta del Dios verdadero, él todavía adora a algo. Como un escritor observó, la evidencia revela que “ninguna raza o tribu de hombres, por degradada y aparentemente impía, carece de esa chispa de capacidad religiosa que puede ser avivada y alimentada”. Sin duda la inclinación única del hombre para adorar a alguien o algo es una parte de la imagen de Dios que él lleva. Finalmente, de todas las criaturas de la Tierra, solamente el hombre tiene una conciencia. Solamente el hombre posee un concepto de moralidad que le permite distinguir entre lo “correcto” y lo “incorrecto”. Los animales no tienen sentido de “obligación” moral. Cuando escribió a los cristianos en Roma, Pablo argumentó que aún los gentiles antiguos, quienes no tenían ley escrita por Dios, tenían un tipo de ley “escrita en sus corazones” (Rom 2,14-15). Por consiguiente, poseían una conciencia de que ciertas cosas eran correctas o incorrectas. Por tanto, su conciencia, o les acusaba o les excusaba. Cuando el hombre viola su conciencia, se siente culpable. Aunque el medio ambiente de uno juega un papel importante en su concepto de moralidad, la necesidad de la moralidad es universalmente reconocida por el hombre.
4 Imagen de Dios según Jesucristo. La verdadera imagen de Dios nos la ofreció Jesucristo. Él nos mostró el verdadero rostro del Padre. Frente las ideas acerca de Dios del Antiguo Testamento, la revelación del Nuevo Testamento sobre este asunto se nos muestra como una novedad inaudita. Primero por la frecuencia con que se utiliza el nombre Padre para referirse a Dios. Segundo, porque aquí el hijo de Dios con el que se relaciona no es el pueblo en general, sino cada creyente en particular. Finalmente -y sobre todo-, porque el cristiano puede y debe dirigirse a Dios, no sólo con la expresión genérica de Padre, sino además con la palabra Abbá, que está tomada del lenguaje de los niños y que expresa cariño, intimidad, ternura y respeto. En consecuencia con lo que se acaba de decir, la imagen de Dios que presenta Jesús es una imagen llena de bondad, cercanía y hasta ternura para con sus hijos. Dios se muestra como Padre de los discípulos en su misericordia (Lc 3,36), bondad (Mt 5,45), amor perdonador (Mc 11,25) y providencia (Mt 6,8.32; Lc 12,30); concede a sus hijos lo que necesitan (Mt 7,11) y les prepara la salvación definitiva (Lc 12,32). Es más, cuando un hijo se aleja de la casa del Padre y llega a cometer los pecados más indignos, el Padre le sale al encuentro, le perdona, se olvida de todo y hasta se alegra indeciblemente del retorno de su hijo (Lc 15,11-32). Por eso la actitud básica del discípulo ante Dios tiene que ser de absoluta seguridad y confianza.
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1.1.1- LA PERSONA, IMAGEN DE DIOS La imagen de Dios que nos presenta también es la del amor en el silencio y en el dolor; la de presencia en lo pequeño y en los pequeños; la de un Dios fiel a su promesa de salvación; la de un Dios que se abaja, haciéndose hombre para salvar a los hombres; que está muy cercano en nuestro corazón y que siempre está a mano, a la vista, en nuestro prójimo.
Pautas para la reflexión - En la cultura de hoy, ¿qué imágenes de Dios perduran? - ¿Cómo reconocemos a Dios Padre, qué imagen tenemos de Él? - ¿Qué imágenes de Dios que Jesucristo nos dejó son las que más nos interpelan? - ¿Nos damos cuenta de que según la imagen que tengamos de Dios, ese será nuestro modelo en nuestra vida?
PARA DOCUMENTARSE – OTROS RECURSOS Materiales - Concilio Vaticano II, Lumen Gentium, nn. 2, 3, 31-36. - Concilio Vaticano II, Gaudium et Spes, nn.1, 3, 9, 12, 16-18, 24, 27, 35, 41. - Juan Pablo II, Christifideles Laici, nn. 5, 37. - Catecismo de la Iglesia Católica, nn. 1701-1709; 1718-1719; 1730-1734; 1776,1782; 362-368; 369-372. - Benedicto XVI, Deus Caritas Est, 2005, nn.1, 8-11, 18, 30, 39. - Benedicto XVI, Caritas in Veritate, 2009, nn.11, 29, 45.
Bibliografía - Creado Creador, José Luis Moral, CCS (Teología para Jóvenes 13), Madrid 1999. - El Hombre, Adolphe Gesché, Sígueme (Verdad e Imagen 153), Salamanca 2002. - Aquí y Ahora. Viviendo en el Espíritu, Henri J.M. Nouwen, San Pablo (Manantial 16), Madrid 42002 - Dios y nuestra Felicidad, José María Castillo, Desclée de Brouwer (Manual 29), Bilbao 52003. - Dios Adentro, Ignacio Larrañaga, LibrosLibres, Madrid 2004. - Libertad Religiosa y Dignidad Humana, Julio L. Martínez, San Pablo (Teología Comillas 10), Madrid 2009.
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1.1.1- LA PERSONA, IMAGEN DE DIOS
Documentos El hombre como amor El hombre se define como verdadero hombre en la relación positiva con el otro, es decir, en el amor. Se es lo que se ama. Se es como se ama. Se es porque se ama. Hay que sustituir el “Pienso, luego existo” por el “amo, luego existo”. Dime a quien amas, dime como amas y te diré quien eres. S. Palmbieri
Libertad Es persona quien se hace libre después de haber elegido ser libre. En ningún sitio se puede encontrar la libertad dada y constituida. Nada en el mundo asegura a la persona que es libre, si ella misma no entra valientemente en la experiencia de la libertad. E. Mounier
Definición “Qué es el hombre esencialmente, ya que es en su naturaleza esencial que él es a la imagen de Dios. Por tanto, el hecho esencial en el hombre es su espíritu, y es en la esencia espiritual que el hombre es hecho a la imagen de Dios. Dios es Espíritu, teniendo inteligencia, teniendo emoción, teniendo voluntad. El hombre está en la sombra de Dios. Él también es un espíritu, teniendo inteligencia, teniendo emociones, teniendo voluntad “ G.C. Morgan 1903
Definición El hombre terreno es una conciencia individual, carnal, vinculada a un mundo de hombres y cosas, que transcurre en un tiempo limitado, empujada por deseos múltiples e insaciables, libre, proyectada a un futuro, en el que se incluye la evolución de su psicología, el dolor y la muerte, dotada de una poderosa capacidad de crear y utilizar signos. M. Benzo
El que me conoce a mí, conoce al Padre "A Dios nadie lo ha visto jamás" (Jn 1,18). Dios en sí es "invisible" (1 Tim 1,17). Pero para nosotros, sus criaturas, en un cierto modo, "lo invisible de Dios... resulta visible a través de sus obras" (Rm 1,20). Desde que el mundo es mundo Dios se da a conocer a través de la creación. Además Dios se manifiesta también en los acontecimientos que ocurren a través de la historia en medio de los hombres. Y precisamente el acontecimiento más significativo de la historia humana es el paso de Jesús de Nazaret por los caminos de Palestina. Sabemos por la fe que este hombre Jesús es Dios. Ello no quiere decir que él tuviera una apariencia de
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1.1.1- LA PERSONA, IMAGEN DE DIOS Dios. Pero en él la divinidad ha manifestado plenamente su presencia a través de signos humanos. En Jesús, Dios en cuanto tal no se hizo visible. Sin embargo, mostró el único camino que nos puede llevar con seguridad a él. El mensaje de Jesús consiste en afirmar que nada se adelanta en querer conocer a Dios en sí mismo, directamente. La única manera de saber algo con respecto de él, es a través de Jesús. Quien está en el camino de los discípulos aprende a conocer a Dios. Quien ve y contempla con ojos limpios a Jesús, entenderá todo lo que se puede entender de Dios en este mundo. "El es imagen de Dios invisible" (Col 1,15); el único que con toda verdad puede darlo a conocer (Jn 1,18). La atrevida petición de Felipe: "Señor, preséntanos al Padre; con eso nos basta" (Jn 14,8), expresa la más profunda aspiración de la humanidad en busca de Dios. Y la respuesta de Jesús asegura que esta aspiración ya puede ser colmada: "Quien me ve a mí, está viendo al Padre" (Jn 14,9). Este es el único "camino" para poder conocer y llegar a Dios. Esta es la "verdad" de Jesús: "Nadie se acerca al Padre sino por mí; si ustedes me conocen a mí, conocerán también a mi Padre" (Jn 14,7). Esta es justamente la "vida" que él viene a darnos. El hombre Jesús es la imagen pura y fiel del Dios invisible. Toda su existencia humana tiende a hacer ver al Padre. En Jesús se da a los hombres la manifestación plena e irrepetible de Dios. Si todo hombre es imagen de Dios, Jesús es de modo único la imagen de Dios. Por su medio Dios se ha hecho presente entre nosotros de un modo nuevo y único. Jesús no es un hombre en quien se da una presencia de Dios distinta a él, como si estuviese poseído por Dios, sino que el mismo hombre Jesús es la presencia y revelación de Dios. En todas sus palabras y acciones tomamos conciencia de lo que Dios es para nosotros: amor y perdón, denuncia y exigencia, donación y presencia, elección y envío, compromiso y fuerza. J.L. Caravias
Hombre, imagen divina La imagen divina está presente en todo hombre. Resplandece en la comunión de las personas a semejanza de la unión de las personas divinas entre sí. Dotada de un alma “espiritual e inmortal”, la persona humana es la “única criatura en la tierra a la que Dios ha amado por sí misma”. Desde su concepción está destinada a la bienaventuranza eterna.” La persona humana participa de la luz y la fuerza del Espíritu divino. Por la razón es capaz de comprender el orden de las cosas establecido por el Creador. Por su voluntad es capaz de dirigirse por sí misma a su bien verdadero. Encuentra su perfección en la búsqueda y el amor de la verdad y del bien. En virtud de su alma y de sus potencias espirituales de entendimiento y de voluntad, el hombre está dotado de libertad, “signo eminente de la imagen divina”. Mediante su razón, el hombre conoce la voz de Dios que le impulsa “a hacer el bien y a evitar el mal”. Todo hombre debe seguir esta ley que resuena en la conciencia y que se realiza en el amor de Dios y del prójimo. El ejercicio de la vida moral proclama la dignidad de la persona humana.
TEMAS DE FORMACIÓN INICIAL 1.- LA PERSONA 1.1.- LA DIGNIDAD DE LA PERSONA Región Ibérica
1.1.1- LA PERSONA, IMAGEN DE DIOS El hombre, persuadido por el Maligno, abusó de su libertad, desde el comienzo de la historia. Sucumbió a la tentación y cometió el mal. Conserva el deseo del bien, pero su naturaleza lleva la herida del pecado original. Ha quedado inclinado al mal y sujeto al error. De ahí que el hombre esté dividido en su interior. Por esto, toda vida humana, singular o colectiva, aparece como una lucha, ciertamente dramática, entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas