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LA PILA PROGRAMA DE RADIO DE SALHAKETA EN HALA BEDI IRRATIA En la pecera técnica : Txipi. A la Locución: .Inés, Ramón y Txipi, Teléfono de la Radio 94
Author:  Xavier Parra Gil

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LA PILA PROGRAMA DE RADIO DE SALHAKETA EN HALA BEDI IRRATIA En la pecera técnica : Txipi. A la Locución: .Inés, Ramón y Txipi, Teléfono de la Radio 945.120.720 Radio Hala Bedi, F.M. 107.4.

091104 día día 4 de Noviembre de 2009 www.salhaketa.org www.ikusbide.org BARRUTIK: BARRUTIK Ya esta publicado y a vuestra disposición. Pedidlo y os lo entregaremos GRATIS. ACERTIJO: ACERTIJO: En el cielo brinco y vuelo. Me encanta subir y bailar. Flotar y lucir mi pelo. Quién soy ?

ALBISTEAK NIÑOS PRESOS EN LAS CARCELES MILITARES ISRAELIES. Soldados israelíes arrestaron a ocho niños palestinos de entre 10 y 17 años en las ciudades de Naplusa y Qalqilya, en el norte de Cisjordania, en operaciones realizadas el lunes de noche y el martes de mañana. La filial palestina de la organización no gubernamental Defensa de Niñas y Niños Internacional (DNI) informó en un comunicado que la cantidad de menores de edad en cárceles o en centros de detención temporaria del ejército israelí aumentó 17,5 por ciento respecto de 2008. "El promedio de niños palestinos mantenidos en centros de detención israelíes en 2009 sigue siendo alto, 375 al mes ante los 319 de 2009", indicó la institución. "En agosto fueron detenidos 39 niños de entre 12 y 15 años, 85 por ciento más los 21 del mismo periodo de 2008." Israel figura entre los 191 firmantes de la Convención de los Derechos de la Infancia, vigente desde 1990, según la cual "la detención, encarcelamiento o prisión de un niño se llevará a cabo de conformidad con la ley y se utilizará tan sólo como medida de último recurso y durante el período más breve que proceda".

Nashmi Muhammad Abu Rahme tiene 14 años y vive en el poblado de Bi'ilin, cerca de Ramalah. Soldados israelíes irrumpieron en su hogar a las 3 de la madrugada del 15 de agosto y lo sacaron de la cama para arrestarlo. Bi'ilin es escenario de una larga campaña de desobediencia civil y no violenta contra el muro que Israel construye alrededor de Cisjordania y que atraviesa predios agrícolas cercanos, además de separar a parte de la población local de sus lugares de trabajo. Los ciudadanos de Bi'ilin reclamaron con éxito ante la justicia israelí la modificación del trazado del muro, pero el ejército no cumplió con la sentencia. "Mi familia se despertó con los gritos y golpes en la puerta de los soldados israelíes, que luego me vendaron los ojos y me maniataron fuertemente y me arrojaron a la parte trasera de un 'jeep'", recordó Abu Rahme en declaraciones a IPS. "En el trayecto a la base militar me abofetearon, golpearon y patearon hasta hacerme sangrar. Yo estaba muy asustado", agregó. Médicos israelíes trataron a Abu Rahme por las hemorragias y contusiones antes de maniatarlo y vendarlo nuevamente para conducirlo a un interrogatorio que duró tres horas, durante las cuales fue acusado de arrojar piedras a soldados. El muchacho estuvo en la cárcel una semana. El fiscal militar fijó una fianza de 5.000 shekels (equivalente a 1.340 dólares) y lo liberó. En el cercano poblado de Ni'ilin "unos 12 niños de nuestro poblado han sido arrestados y detenidos por los israelíes", dijo a IPS el maestro de escuela Hassan Moussa. Los procedimientos de detención administrativa de Israel permiten a las fuerzas armadas mantener a un palestino preso tres meses sin acusarlo ante la justicia. El periodo de arresto es prorrogable por otros tres meses. De ese modo, la educación de las niñas y los niños se interrumpe "durante semanas y meses, sin que sean llevados siquiera ante el juez", lamentó Moussa. La mayoría son detenidos por arrojar piedras. El Decreto Militar 378 de Israel prevé una pena máxima de 20 años por este motivo, apenas cinco menos que la condena promedio por homicidio en un tribunal civil. "En los interrogatorios se les niega la asistencia de un abogado y la visita de familiares a niños de apenas 12 años", aseguró DNI. "También son sometidos a técnicas prohibidas, como el uso excesivo de vendas y esposas, bofetadas, patadas, posiciones dolorosas por tiempo prolongado, confinamiento solitario, privación de sueño y combinaciones de amenazas físicas y psicológicas." La organización israelí de derechos humanos B'Tselem explicó que para el confinamiento se utilizan celdas denominadas "bloqueo" (sin luz, de 1,5 por 1,5 metros), "armario" (con techo bajo, en la cual el detenido puede

pararse pero es incapaz de sentarse o moverse) y "tumba" (una caja de un metro de altura, 80 centímetros de frente y 60 de profundidad). DNI documentó al menos siete casos de detención durante la guerra en Gaza, entre diciembre y enero pasados, en los cuales los niños fueron usados como escudos humanos por el ejército israelí. "Existe una gran diferencia en el modo en que la ley israelí trata a los menores de edad de esa nacionalidad y a los palestinos", dijo a IPS Jaled Quemar, de DNI Palestina. Palestinos de al menos 12 años pueden ser procesados en las cortes marciales israelíes y considerados adultos a los 16. Los israelíes, sólo a partir de los 18. El ejército anunció en julio la instalación de una corte marcial separada para los menores de edad. Mientras, niños y adultos son juzgados por los mismos tribunales. "La buena noticia es que, después de 42 años de ocupación, los israelíes reconocen que el tratamiento legal que deparan a los niños palestinos ha sido moralmente indefendible", evaluó Quemar. "La mala noticia es que los cambios son meramente semánticos. Los niños continuarán siendo procesados por los mismos jueces y en las mismas cárceles. La única diferencia es que los menores tendrán un juicio separado del de los mayores", agregó.

REVUELTA EN UN CENTRO DE MENORES LOS CHICOS SE NEGARON A DORMIR JUNTO A OTROS COMPAÑEROS CON GRIPE A El País, L. DEL POZO, 2009-10-02 Una veintena de menores inmigrantes tutelados por la DGAIA (Dirección General de Atención a la Infancia y a la Adolescencia de la Generalitat de Catalunya), residentes en el centro nocturno Alcor, en Barcelona, se rebelaron durante la madrugada de ayer al negarse a compartir habitación “y aire” con sus compañeros infectados de gripe A. Para evitarlo, pasaron casi toda la noche en la calle. Todo comenzó cuando el lunes 20 menores presentaron síntomas de gripe A. De ellos, 11 fueron hospitalizados. El conflicto surgió el martes, cuando los chicos que estaban en el hospital del Mar y el hospital de Sant Pau recibieron el alta y regresaron al centro. La DGAIA decidió separar en dos habitaciones a los menores: en una acomodó a los sanos y en la otra a los enfermos y a los que padecían síntomas. Aire compartido Esta solución no satisfizo a los menores, ya que el centro Alcor es una nave industrial y la sala que improvisaron las autoridades para albergar a los niños en cuarentena “comparte el aire” con otras estancias, según algunos testigos. Ante lo desconcertante de la situación, los educadores decidieron llevar a cenar a un grupo de jóvenes que se encontraba bien. Pero cuando regresaron se encontraron con que varios chicos, que supuestamente estaban sanos, habían enfermado. “Cayeron como moscas: diarrea, tos, fiebre…”, explica Vicenç Galea, educador del colectivo Drari.

Cuando los menores que habían salido a cenar descubrieron lo sucedido, se negaron a entrar en el centro. Y a partir de entonces, llamadas, visitas y más llamadas. Un médico del 061 examinó a los chicos y, según los mismos testigos, determinó que sanos y enfermos no podían estar mezclados. Sin embargo, tras varias conversaciones por el móvil, cambió de parecer y abandonó el centro. De madrugada se personó en el Alcor el director general de la DGAIA, Xavier Soley. Y con él, los Mossos dEsquadra, que acordonaron la zona. “Es increíble, ¿qué hacía allí la Policía?”, lamentaba ayer Galea. Los menores se enfrentaron a Soley con insultos “y algunas verdades”, según este educador social. “Tú no tienes hijos ni corazón”, le espetó uno de los chicos a Soley. Al final, éste se marchó sin haber solucionado el asunto, y los chicos permanecieron casi toda la noche a la intemperie. Ayer, fuentes de la Generalitat aseguraron que los enfermos habían sido trasladados a otro edificio.

APROXIMADAMENTE 10 MILLONES DE PERSONAS ESTAN PRESAS EN EL MUNDO. ENTRE ELLAS SE ESTIMA QUE HAY UN MILLÓN DE NIÑOS. LA MAYORÍA DE LOS DETENIDOS VIVEN EN ‘CONDICIONES INHUMANAS’. RADIO NEDERLAND.- Así se desprende de un informe presentado por el relator especial de Naciones Unidas sobre la tortura, Manfred Nowak, que ha logrado visitar prisiones en una quincena de países desde que asumió al cargo en 2004. Según Nowak, la superpoblación de los centros penitenciarios ha generalizado el problema. En países como, Georgia, Nepal, Sri Lanka y Togo, el relator de la ONU se encontró con celdas abarrotadas de internos. En Indonesia y Paraguay, muchos detenidos no tienen acceso a la alimentación y medicinas. En esos países, algunos de los reclusos incluso deben pagar diariamente por su permanencia en las cárceles. En Uruguay, durante muchos años, un número de personas se encontraban confinadas en una celda muy pequeña, donde por la ausencia de un sistema sanitario adecuado, la falta de ventilación y el calor, la temperatura llegó a ascender hasta los 60 grados centígrados. En Jordania y Nigeria, Nowak pudo ingresar a prisiones donde se cometía torturas a gran escala. Entretanto, Uruguay y Jordania, han clausurado las cárceles criticadas y han trasladado los presos a otras instalaciones; Nigeria por su parte dijo que seguirá ese ejemplo.

INDEMNIZACIONES PARA MALTRATADOS POR LA ERTZAINTZA EL 1414-S 2002. Se trata de los Sres. Conchouso y Gomez, tiroteados por la Policía autonómica, a las ordenes del ínclito Sr. Balza del PNV. Recibiran indemnizacionbes de 74.500 € y 45.000 €, respectivamente, por ser tiroteados y haber perdido un ojo y un testiculo.

CÁRCELES NORUEGAS DONDE LOS CONDENADOS VIVEN UNA VIDA BUENA.

La cárcel de Bastoey se basa en el concepto de que las prisiones tradicionales, represivas, no funcionan. “El mayor error de nuestra sociedad es creer que se debe castigar duramente a los criminales para que cambien”, explicaba Oeyvind Alnaes, en ese entonces director de la prisión. “Es un concepto errado. Las grandes prisiones cerradas son escuelas de delincuentes. Si tratas mal a la gente, se portarán mal. Cualquiera puede ser un buen ciudadano si se le trata bien, se le respeta y se le imponen desafíos y exigencias”. LA INFORMACION (GWLADYS FOUCHE).- La primera vez que fui a una prisión descubrí un lugar idílico, una isla con una frondosa vegetación, casas de colores y las aguas del fiordo de Oslo que brillaban con la luz del sol. Era julio de 2006 y estaba de visita en Bastoey, una cárcel abierta a más de 60 kilómetros al sur de la capital noruega. Allí viven unos 115 presos, entre asesinos, violadores y otros delincuentes, que disfrutan de actividades que rara vez se asocian con una prisión. En el verano, pueden mejorar su revés en las pistas de tenis, cabalgar por el bosque o ir a nadar a la playa. En invierno, las opciones son esquiar o participar en la competición de saltos de la prisión. Los internos trabajan entre las 8:15 y las 14:30 horas. La isla es una granja donde hay ganado del que ocuparse, leña que cortar y productos orgánicos que cosechar. Los presos también trabajan en el aserradero, donde utilizan hachas, cuchillos y sierras. Dependiendo del tiempo que pasen en Bastoey, muchos se irán con un certificado por la formación recibida allí. Después del trabajo, los hombres se retiran a sus viviendas: unas cómodas cabañas de madera que comparten en grupos de cuatro a seis internos. La cárcel de Bastoey se basa en el concepto de que las prisiones tradicionales, represivas, no funcionan. “El mayor error de nuestra sociedad es creer que se debe castigar duramente a los criminales para que cambien”, explicaba Oeyvind Alnaes, en ese entonces director de la prisión. “Es un concepto errado. Las grandes prisiones cerradas son escuelas de delincuentes. Si tratas mal a la gente, se portarán mal. Cualquiera puede ser un buen ciudadano si se le trata bien, se le respeta y se le imponen desafíos y exigencias”. SIN CADENA PERPETUA Esta visión de Alnaes refleja la forma en que Noruega y el resto de naciones escandinavas administran sus sistemas penales. Aquí no existe la pena de muerte, ni siquiera la prisión perpetua. La pena máxima de cárcel es de 21 años, por asesinato. La mayoría cumple dos tercios de la pena antes de quedar en libertad. Los condenados mantienen su derecho a voto y pueden ejercerlo en prisión. Todos los internos comienzan su condena en una prisión tradicional. Son instalaciones más seguras, pero que tienen los típicos problemas de otras cárceles del mundo: drogas, falta de educación y de oportunidades de trabajo. Esto se debe a que la mayoría de los presos pasan prácticamente todo el día encerrados en sus celdas. Pero aún así, la experiencia de una prisión tradicional noruega es muy diferente de la de otros países. La segunda vez que fui a una prisión fue en septiembre pasado, a la cárcel de alta seguridad de Oslo. Fui allí para reunirme con Bjoernar Dahl, un interno de 43 años que hacía sólo unos días, había participado en un debate

sobre política y delincuencia con el ministro de Justicia y un político de la oposición. Se trataba de un debate televisado, previo a las elecciones, que se emitió en directo desde la prisión ante un grupo de internos y guardias. “Era muy importante que nuestros representantes vinieran aquí a hablar de política y delincuencia”, afirma Dahl, que cumple una condena de cinco años por complicidad en un contrabando de anfetaminas. “Se trata de nosotros, de lo que pasa en las cárceles y cómo volvemos a la sociedad de una manera beneficiosa para todos”. NINGUNA CONTROVERSIA El programa de TV no provocó ningún escándalo en Noruega. No hubo titulares que se sorprendieran porque los presos dieran su opinión en un debate público, ni tampoco ataques contra NRK, la TV estatal, por realizarlo dentro de una prisión. “Hay una creciente tendencia a mantener las cárceles abiertas [al público] de modo que la gente pueda ver a los internos como seres humanos e identificarse con ellos”, explica Nils Christie, profesor de criminología de la Universidad de Oslo. Eso no quiere decir que los asuntos penales no estén exentos de polémica en Noruega. El partido Progreso, el principal de la oposición, ha abogado durante años por sentencias más severas y prolongadas para los responsables de delitos violentos, una visión que ahora también comparte el Partido de los Laboristas, en el gobierno. Pero Noruega es, en general, mucho menos represiva que EEUU. De hecho, el país tiene una de las tasas de encarcelación más bajas de Europa, con 66 presos por cada 100.000 habitantes. En EEUU se cuentan 738 reclusos por cada 100.000 habitantes. “Cuando escuchas al ministro de Justicia, normalmente enfatiza la necesidad de reintegración en la sociedad más que la necesidad de castigo”, añade Christie. “En Noruega, hay más énfasis [que en otros países] en que las cárceles se vean como una parte normal de la sociedad”.

TIENE SENTIDO TRABAJAR PARA HUMANIZAR LAS CÁRCELES ENTREVISTA A KEPA ARBIZU Y AIDA M. PEREDA, PEREDA, DEL OBSERVATORIO DEL SISTEMA PENAL Y DD.HH. UNIVERSIDAD BARCELONA. Uno de los termómetros para medir los niveles de democracia y justicia que tiene una sociedad es analizar las características de todo su entramado penitenciario. Por medio de esta entrevista al Área de Privación de Libertad y Derechos Humanos del Observatorio Observatorio del Sistema Penal y los Derechos Humanos de la Universidad de Barcelona, conocemos más en profundidad algunos aspectos referidos a este tema.

El número de internos en las cárceles del estado se ha disparado en los últimos años. Objetivamente, este hecho solo puede responder a dos motivos: al incremento proporcional de delitos graves o a una política penitenciaria agresiva en detrimento de otras. En vuestra opinión, ¿a cuál se debe y por qué?

Las estadísticas oficiales del Ministerio del Interior, Departament de Justicia de Catalunya y Consejo de Europa destacan un descenso de los delitos registrados de un 2% anual en los últimos 6 ó 7 años. Por tanto, parece evidente que el mito de relacionar incremento de la población penitenciaria con cantidad de delito registrado, es eso: un mito. Pocas dudas caben acerca del gran endurecimiento de la legislación penal, procesal, penitenciaria, policial y judicial en España que la sitúan ya a la cabeza de la Unión Europea en tasas de encarcelamiento (que no en tasas de delincuencia registrada).

El hacinamiento es otro de los problemas más graves. ¿Cuál es la situación actual y cómo se ha llegado a este punto? Como consecuencia de lo anteriormente dicho, está claro que ello se refleja en la superpoblación carcelaria, que supera de largo en más de 75.000 presos en España, con una tasa que ya es superior a 164 presos por cada 100.000 habitantes (al respecto véanse los datos del Observatorio del Sistema Penal y los Derechos Humanos de la Universitat de Barcelona, en www.ub.edu/ospdh). Ello se traduce en la imposibilidad de respetar los derechos fundamentales de las personas presas al tener que vivir en condiciones indignas, sin espacio ni intimidad mínima para su vida cotidiana.

¿Cómo es el trato que reciben los presos enfermos? ¿Se siguen los protocolos establecidos por ley? No es posible responder a ello de manera global y al mismo tiempo tan sintética como obliga un cuestionario. Véase la investigación “Privación de libertad y derechos humanos” del mismo Observatorio antes reseñado (publicada en Barcelona por Ed. Icaria). Allí se verá que pese a los esfuerzos de la administración penitenciaria existen enormes carencias en la atención a la que se refiere la pregunta.

Muchos informes hablan de las torturas en las cárceles españolas. ¿Cuáles son las instituciones o estamentos culpables de que sucedan o por lo menos de que no se investiguen? También puede ser útil consultar el libro antes reseñado para ello, pues justamente refleja la situación de la violencia institucional en la privación de libertad. También deben consultarse los Informes Anuales de la Coordinadora para la Prevención de la Tortura (www.prevenciontortura.org). La pasividad institucional en la investigación de las denuncias por malos tratos habla de la impunidad con la que la misma se perpetra y no investiga.

¿Qué políticas concretas sería urgente tomar para conseguir unas cárceles más dignas? El cumplimiento de la legalidad sería sin duda un primer paso importantísimo. Esa ley penitenciaria y su reglamento ordenan, por ejemplo: que exista un preso por celda (art. 19), que se dé trabajo a los presos y que éste sea remunerado (art. 25.2 de la Constitución Española) y así, siguiendo, no tendríamos la distancia actual que existe entre cárcel legal y cárcel real. Otra cosa es pensar, además de lo dicho, qué sentido tiene trabajar para humanizar una institución que está estructural e históricamente impedida de producir efectos positivos, ¿por qué no pensar entonces en sustitutivos –reales- a la privación de la libertad?...

La privatización de las cárceles en EEUU es un hecho conocido. ¿En qué situación, a este respecto, se encuentran las del estado español? ¿En qué repercutiría la entrada de dinero privado?

La privatización en España ha comenzado, aunque aún no se muestre con la claridad anglosajona. Por ejemplo, la práctica totalidad de los centros de reclusión de menores ya son gestionados (excepto en Catalunya) por organismos privados. Respecto a las cárceles de adultos, si se piensa en los proveedores de tantos productos que nutren la vida cotidiana de la cárcel (catterings alimenticios), o en otro orden, la colaboración de organismos privados en la ejecución de ciertas penas, son indicativos. Obviamente, convertir el sufrimiento legal en un lucrativo negocio económico supone de una parte, un abandono de la tradicional función estatal de ejercer su “ius puniendi” (desde la Ilustración hasta hoy), abre la lógica mercantil al negocio del control del delito y es una clara muestra de los tiempos que vivimos.

Siempre se dice que los ricos no entran en las cárceles. ¿En qué aspectos concretos ayuda el dinero para eludir la prisión? En pagar buenos abogados, acudir a importantes despachos profesionales, poder pagar fianzas millonarias que evitan el ingreso en prisión, poder pagar la multas que en caso de impago llevan aparejadas penas sustitutorias privativa de libertad, etc. Y todo ello sin pensar en la existencia de ciertas corrupciones que pueden comprar algunas decisiones.

Hace poco nos hemos enterado de que a un grupo de personas por hacer una sentada en defensa de los espacios autogestionadosse les reclama dos años y medio de cárcel a cada uno. Da la sensación de que las condenas contra hechos relacionados con determinadas reivindicaciones sociales o políticas (ecologistas, okupas, de índole laboral, etc) suelen ser muy duras. ¿A qué creéis que se debe este hecho? Al endurecimiento punitivo antes señalado en preguntas previas. Pero cuidado, eso no sucede sólo aquí, sino que es la muestra “doméstica” de una política penal globalizada ensayada con notable éxito, primero en la órbita cultural anglosajona y luego exportada planetariamente como se exportan otras mercancías: es la penalidad de la globalización económica que empezó hace algo más de 30 años en USA con las políticas de sentencias determinadas (mandatory penalties), cero tolerancia, broken windows, paulatina militarización penal, surgimiento de legislaciones antiterroristas que se han extendido a otros supuestos… España sólo llegó un poco tarde a aplicarlas, ni siquiera es original en esto.

¿Verdaderamente en las cárceles se hace una labor para la reinserción de sus internos en la sociedad? ¿Cuál es el porcentaje de reinsertados? Se trata de una pregunta imposible: nadie ha podido demostrar que una persona se reinserte gracias a la cárcel. Más bien, las altas tasas de reincidencia en el delito, que sí pueden ser registradas y contabilizadas, muestran el fracaso. Como alguna vez enseñó un querido profesor ya desaparecido, ¿por qué no nos dejamos de hablar de la reinserción “a través” de la cárcel y empezamos a pensar, seriamente, en la reintegración de los sujetos que la habitan “a pesar de” la cárcel?

Por otro lado, cada vez existe mayor presión para lograr la cadena perpetua en España. ¿Creen que en un plazo corto-medio se llegará a imponer o que ya se están llevando a cabo cadenas perpetuas encubiertas (no reunificación de delitos, no concesión de tercer grado...)?

Por supuesto que existe hace tiempo esa perpetuidad punitiva: elevación de la penalidad a 40 años, imposibilidad de refundir condenas, restricción importantísima para alcanzar beneficios penitenciarios (como permisos de salida, progresiones del grado de clasificación, regímenes abiertos o libertades condicionales), aumento de la penalidad para los delitos que más pueblan la cárcel (contra la propiedad y relacionados con drogas), etc. http://lumpen00.blogspot.com/2009/10/quehttp://lumpen00.blogspot.com/2009/10/que-sentidosentido-tienetiene-trabajartrabajar-para.ht para.html

Solución Solución acertijo: LA COMETA

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