La traducción del clásico The Birth of

ficativa representación de estas nuevas nas que ya lo conocían lo relean y, sobre culturas no es atinado. Estos personajes todo, para que los jóven

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El sabueso de los Bakervilles. Sherlock Holmes. Sir Arthur Conan Doyle. Literatura inglesa

Story Transcript

ficativa representación de estas nuevas

nas que ya lo conocían lo relean y, sobre

culturas no es atinado. Estos personajes

todo, para que los jóvenes investigado-

–no lo olvidemos– se encuentran ata-

res interesados en estos temas se hagan

viadas de esta forma en reclamo para el

de más herramientas para comprender y

turismo, al poner de relieve los clichés

explicar las diversas y complejas formas

asociados con la población afrodescen-

en que se experimenta la afrodescenden-

diente: el desenfado, la provocación y la

cia en nuestro continente.

estridencia. Los afrodescendientes en las •••

Américas forman parte de las sociedades modernas; muchas personas se dedican a las labores del campo; otras a los ser-

Sydney Mintz y Richard Price, El origen de

vicios; hombres y mujeres son médicos,

la cultura africano-americana. Una pers-

maestros, antropólogos y abogados.

pectiva antropológica, México, uia,

Las comunidades y personas afrodes-

ciesas/uam/

2012

cendientes en nuestro continente han

María Camila Díaz Casas*

creado un sinfín de referentes culturales que constituyen una mejor síntesis gráfi-

La

ca: pensemos, por ejemplo, en la pintura

traducción del clásico The Birth of

naíf de Haití, los cuadros de Jacob Lawren-

El “pasaje medio” es una expresión

African-American culture de Richard Price

ce o, sin ir más lejos, los grabados que ha-

que en español carece de sentido en el

y Sidney Mintz ha sido muy bien recibida

cen los miembros del taller Cimarrón en

contexto de este libro, y sin una nota al

por la comunidad académica mexicana y

el Ciruelo, en la Costa Chica. Reproducir

pie del traductor el lector no especializa-

latinoamericana, en especial por los es-

los clichés no contribuye a desarrollar

do y que no conoce la versión en inglés

tudiosos de los grupos afrodescendien-

comprensiones complejas sobre los fenó-

se perderá de una importante referencia.

tes en América. Esta obra ha sido por

menos de la cultura y la política que in-

Desde la perspectiva de los autores, la

muchos años la guía metodológica de

volucran a la población afrodescendiente.

travesía atlántica, lejos de convertirse

varios investigadores, por lo que su tra-

La segunda se relaciona con la traducción

sólo en una experiencia traumática o en

ducción al español posibilitará que per-

del texto: para un lector que conoce la

un reservorio cultural, implica el primer

manezca como un referente importante

versión en inglés existen imprecisiones

contexto de elaboración de las nuevas

para los interesados en temas como la

que muy probablemente no tengan rele-

creaciones culturales, con lo que disien-

creación de la cultura africano-america-

vancia. Pero hay otras que resultan signi-

ten de otras perspectivas analíticas, so-

na, la esclavitud, la participación de los

ficativas, y aquí sólo me referiré a una. En

bre todo de aquellas que consideran que

esclavizados como agentes históricos en

el texto se traduce la expresión propia de

“la cultura” africana no sufrió modifica-

las sociedades coloniales y en los pro-

la literatura en inglés sobre el comercio

ción alguna a pesar de las circulaciones

cesos de transferencia, cambio y adap-

de personas esclavizadas, middle passage,

e intercambios experimentados desde el

tación cultural.

como “pasaje medio” (p. 36). Esta expre-

primer momento de viaje de las personas

Las reflexiones desarrolladas por Mintz

sión hace referencia al viaje que hacían a

esclavizadas, o que encuentran en esta

y Price entre 1972 y 1973, publicadas por

través del Atlántico, desde la Costa Occi-

experiencia el argumento para justificar

primera vez en 1976, aún poseen una im-

dental de África hasta las islas del Cari-

una supuesta “carencia” de cultura, que

portante vigencia teórica y metodológica

be, los “barcos negreros”, que constituía

habría sido vaciada y extinta por el im-

en las ciencias sociales en general. Como

la parte más larga de esta travesía. Estoy

pacto de la dominación. Con base en su

era la intención de los autores, desde su

convencida de que en lugar de la traduc-

propuesta, los autores sugieren analizar

publicación el texto se convirtió en un

ción literal habría sido más atinado hablar

este contexto en su complejidad, tanto

manual de estrategias para estudiar el pa-

de “viaje atlántico”, “travesía atlántica” o

como un espacio traumático como de

sado africano-americano y ha alentado a

incluso “travesía intermedia”, fórmula

intercambio social y creación cultural.

los historiadores, antropólogos y otros in-

que se utiliza en la traducción al texto de

En síntesis, la publicación en español

Mannix y Cowly Historia de la trata negrera

de este texto es motivo de celebración y

(Alianza, 1968).

una gran oportunidad para que las perso-

Escuela Nacional de Antropología e Historia, inah ([email protected])

*

75

vestigadores a adentrarse en los estudios

en el continente americano. Asimismo,

además de actos de resistencia los es-

africano-americanos y a emplear modelos

para los autores esa heterogeneidad de-

clavizados también sumaron esfuerzos

conceptuales acordes con la complejidad

muestra cómo los africanos en América

cooperativos que podrían mirarse como

de los temas que se tratan en el texto.

se convirtieron en una comunidad cuando

los inicios de la cultura y la sociedad

Es posible identificar varios puntos

comenzaron a compartir una cultura, es

africano-americana.

para comentar respecto a este libro. Sin

decir, cuando ellos mismos la crearon en

Aun así los autores explican que las

embargo, la reseña se dividirá en cua-

el nuevo entorno. De ahí que hagan énfa-

culturas africano-americanas se forma-

tro ejes temáticos que resumen algunas

sis en el cambio y las discontinuidades y

ron durante los primeros años de asen-

apreciaciones sobre el texto. En primer

critiquen que la cultura sea vista como un

tamiento en los territorios americanos,

lugar se abordará de manera general el

todo indiferenciado y estático.

como se observa en aspectos como la

contenido del libro. En segundo lugar se

En varios capítulos del libro señalan

explicarán cuáles han sido los aportes

que los esclavos crearon instituciones

mados son de Surinam, por lo que ex-

de Mintz y Price a los estudios sobre la

para cumplir con sus propósitos coti-

ponen que el surgimiento de una nueva

población afrodescendiente en la antro-

dianos. Estas instituciones, de alcance

lengua criolla basada en el inglés con

pología y la historia. En tercer lugar se

limitado, servían como puentes entre

varias denominaciones, como “inglés ne-

comentarán los aportes de los autores

esclavizados y libres, y a su vez provo-

gro” o “surinaams”, surgió en las dos pri-

para entender la esclavitud en Améri-

caron interacciones que influyeron en las

meras décadas de la colonia. Asimismo

ca, y por último se retomarán algunos

nuevas culturas y las nuevas sociedades

explican que el grupo cimarrón saramaka

elementos críticos frente al texto y su

que tomaron forma bajo el sistema es-

realiza prácticas religiosas similares a las

aplicación en el estudio de la población

clavista. Por otro lado, en los límites de

de los criollos de la región de Pará, donde

afrodescendiente en México.1

maniobra que les permitía el poder de

se estableció la plantación, debido a que

los amos, los esclavizados crearon otras

los cimarrones que huyeron a finales del

Primera parte: contenido del texto

instituciones para organizar su vida, ta-

siglo

les como el establecimiento de amista-

ron consigo prácticas religiosas también

Los autores dividen su texto en seis capí-

des, el desarrollo de grupos familiares,

aprendidas en la plantación.

tulos en los que se desarrollan varias dis-

la construcción de unidades domésticas,

En este sentido Mintz y Price no nie-

cusiones respecto a cómo aproximarse a

los nacimientos, muertes, enfermedades

gan las retenciones o supervivencias cul-

la historia de la cultura africano-ameri-

y la instauración de grupos religiosos. A

turales en los africano-americanos, sino

cana, al presuponer que ningún grupo

partir de estos argumentos Mintz y Price

que complejizan esta idea al argumentar

humano puede transferir sus formas de

explican que los procesos de formación

que, dado que la cultura es cambiante

vida, valores y creencias de un lugar a

cultural no fueron unilaterales ni se ca-

y dinámica, se necesita estudiar en qué

otro sin ningún cambio, y que la variedad

racterizaron en exclusiva por la imposi-

contextos y coyunturas se presentan la

y fuerza de las transferencias se limitan

ción de firmas europeas sobre africanos

persistencia y el cambio. De este modo

ante variables como las características y

pasivos y homogéneos.

resaltan la necesidad de comprender el

materiales del entorno anfitrión.

xvii

a los bosques del interior lleva-

Así, para Mintz y Price la creación

pasado de los pueblos africano-ameri-

En este sentido Mintz y Price proponen

cultural por parte de los esclavizados

canos para comprender su presente y la

reconsiderar el modelo del encuentro que

se inició con las primeras interacciones

importancia de las claves del presente

presupone la existencia de una cultura

y mediante la lucha con los traumas de

para entender el pasado y llevarlas al

africana y una europea, al argumentar la

captura, esclavización y transporte. Por

trabajo de archivo.

heterogeneidad de la procedencia cultural

ello expresan que, a pesar de las crueles

Los autores concluyen que ni el con-

entre los africanos que se establecieron

y deshumanizadoras condiciones de la

texto social ni las tradiciones culturales

trata esclavista, los esclavizados africa-

explican por sí solos las instituciones

nos no fueron víctimas pasivas; es decir,

africano-americanas. En consecuencia,

A manera de aclaración, cuando se utiliza el término “afroamericano” se hace referencia a los afrodescendientes de Estados Unidos, y cuando se dice “africano-americano”, a los afrodescendientes del continente americano. De esta manera aparece en la traducción, por lo que aquí se busca respetar las denominaciones que aparecen en el texto.

1

76

lengua y la religión. Los ejemplos reto-

2

para entender la historia de la cultura Para comprobar este planteamiento, los autores definen institución como las interacciones sociales que adquieren un carácter normativo y que se puede emplear para cubrir necesidades recurrentes (p. 65). 2

africano-americana es necesario partir de la idea de que ésta no es sólo producto de las huellas de africanía ni de la completa innovación en América. Por el

contrario, ésta fue posible gracias a la

nes de otras. Traducido al estudio de las

analítica y mayor investigación socio-

creación y remodelación cultural en las

poblaciones afrodescendientes, lo ante-

histórica para ello. De esta manera nos

muy particulares condiciones sociales,

rior significó, del lado esencialista, que

conducen a pensar, desde la antropolo-

políticas, económicas y culturales que

las tradiciones culturales africanas eran

gía, el estudio de la historia de la cultura

dieron forma a ese proceso.

una esencia que permanecía por medio

africanoamericana.

del tiempo y se observaba en las expre-

Sobre este tema subrayo que, si bien

Segunda parte: aportes al estudio de

siones culturales afroamericanas. Del

el libro de Mintz y Price se considera una

los afrodescendientes desde la antro-

lado constructivista significó que esas

obra antropológica, posee asimismo un

pología y la historia

expresiones culturales debían ser vistas a

profundo carácter histórico, el cual se

partir de la historización, eventualización

puede explicar al resaltar aspectos fun-

En la introducción y el prólogo Mintz y

y desnaturalización de los supuestos que

damentales en la propuesta de los auto-

Price advierten que su publicación se

implicarían un ser-esencial compartido.

res, como la obligación de entender las

enmarcó en la lucha por los derechos

Por consiguiente, para resumir el debate

poblaciones africano-americanas desde

civiles de la población afroamericana en

a grandes rasgos, se diría que mientras

un contexto temporal y espacial particu-

Estados Unidos y en el establecimiento

del lado esencialista los antropólogos se

lar, de historizar sus formas de vida para

de programas de estudios afroameri-

dedicaron a buscar huellas de africanías

entender cuándo y cómo se crean nuevos

canos en las universidades de ese país,

en los comportamientos contemporá-

repertorios culturales, y de pensar en el

producto del interés académico genera-

neos, los constructivistas negaban que

paso del tiempo y en la noción del cam-

do por la movilización política de la po-

estos comportamientos tuvieran sus raí-

bio o la persistencia que esto implica.

blación afrodescendiente.

ces en África.

Los propios autores resaltan el hecho

En ese contexto existían fuertes pola-

A partir del rechazo de las numerosas

de que ningún grupo humano, por más

rizaciones a la hora de explicar la cultura

presunciones acríticas de qué se en-

cohesionado que esté, se puede transfe-

de los afroamericanos. Los autores seña-

tiende o no por africano, Mintz y Price

rir de un lugar a otro sin cambios, y acla-

lan dos tendencias: la primera afirmaba

aportan estrategias metodológicas que

ran que las condiciones de transferencia,

que las expresiones culturales de la po-

se ubican en un punto intermedio del

las características humanas y materiales

blación afroamericana eran legados de

debate entre constructivismo y esencia-

del entorno anfitrión limitarán la varie-

África y así se explicaba su particularidad,

lismo. Precisamente este texto, concebi-

dad y fuerza de las transferencias efecti-

mientras que la segunda sostenía que los

do por sus autores como un manual para

vas, por lo que se puede afirmar que las

africanos introducidos a territorio esta-

orientar los estudios sobre la población

culturas africano-americanas se encuen-

dounidense nunca se asimilaron al resto

africanoamericana, sugiere un argu-

tran constituidas por retenciones del re-

de la sociedad, por lo que sus repertorios

mento fundamental para el estudio de

pertorio africano. No obstante, resulta

culturales fueron producto de la margina-

la población afrodescendiente: entender

fundamental observar en qué contextos

ción, la exclusión y la ignorancia.

la cultura africano-americana como una

y coyunturas se desarrollan para enten-

Resulta evidente que el texto de Mintz

creación realizada por los sujetos impli-

der la persistencia y el cambio.

y Price hizo posible matizar tales posicio-

cados a partir de su bagaje cultural ad-

Además del llamado a pensar en el

nes, al tiempo que puso sobre la mesa el

quirido en África, pero también a partir

tiempo y en el contexto, el profundo sen-

debate respecto a las retenciones cultura-

de las nuevas condiciones, las formas de

tido histórico del texto de Mintz y Price

les africanas, su permanencia o su inexis-

asentamiento, las interacciones con los

se evidencia en el diálogo que proponen

tencia. Sobre esto habría que recordar

demás, las necesidades cotidianas y la

entre el presente y el pasado. Los autores

que, en el estudio de la etnicidad desde

relativa autonomía del poder de los es-

afirman que la comprensión del pasado

la antropología, se desarrollaron dos co-

clavistas que gozaron en América.

de los pueblos africano-americanos es

rrientes denominadas constructivismo y

Con esta idea los autores no pretenden

útil para comprender su presente y vi-

esencialismo. Desde el primer enfoque se

negar la existencia de elementos africa-

ceversa. Asimismo argumentan que las

argumenta a la etnicidad como producto

nos en las culturas forjadas en América,

claves del presente son útiles para en-

de una construcción histórica, mientras

como se les acusó en la década de 1970.

tender el pasado y llevarlas al trabajo de

que desde el segundo se concibe a la et-

Por el contrario, hacen un llamado a

archivo. Por último, este es el trabajo de

nicidad como una característica esencial

pensar el tema de acuerdo con su com-

la historia: no reconstruir los datos del

que diferencia a determinadas poblacio-

plejidad y a emplear una mayor sutileza

pasado como lo haría un anticuario, sino

77

establecer un diálogo entre el pasado y

clavizados y en la existencia de oficios

nuevas condiciones, los hombres y muje-

el presente que permita comprender no

que se prestaban al establecimiento de

res africano-americanos fueron capaces

sólo a quienes vivieron antes que notros,

relaciones más estrechas entre ambos

de llevar a cabo rebeliones abiertas con-

sino a nuestros contemporáneos y a las

sectores, como el servicio doméstico y

tra el sistema, así como esfuerzos coope-

sociedades donde vivimos.

los oficios artesanales, entre otros. De

rativos que sentaron los cimientos de la cultura y la sociedad africano-americana.

A partir de estas premisas sobre el pa-

manera adicional, en espacios como la

sado, el presente y la investigación, y de

plantación los esclavizados establecie-

Las formas de esclavitud en el conti-

su posición mediadora entre el esencia-

ron cultivos en los que producían su pro-

nente americano presentan variaciones

lismo y el constructivismo, Mintz y Price

pio alimento, pero también generaban

según el periodo temporal que se investi-

ponen a dialogar a la antropología con la

excedentes que les permitían comerciar,

gue, además de la producción y la impor-

historia, y de esa relación deducen que ni

tener poder adquisitivo y consumir según

tancia de la mano de obra esclavizada

el contexto social ni las tradiciones cul-

sus preferencias.

en cada lugar. Sin embargo, uno de los

De acuerdo con lo anterior, es posible

legados más importantes de la obra de

observar que los esclavizados no siem-

Mintz y Price consiste en recordarnos

pre fueron sujetos de dominación. Por

que, en general, la forma como actuaron

Tercera parte: aportes sobre cómo en-

el contrario, a pesar de ser víctimas de

los sectores esclavizados dentro de es-

tender la esclavitud en América

un sistema económico, político y so-

te sistema no fue pasiva, por lo que es

cial, fueron actores de la historia que no

necesaria una visión más compleja de la

La obra de Mintz y Price introduce una

aceptaron el poder de los amos en forma

realidad que nos permita superar el dua-

serie de reflexiones útiles para compren-

pasiva ni constituyeron un grupo homo-

lismo entre dominadores y dominados.

der la esclavización de personas afri-

géneo de explotados. Mediante actos de

canas en América. Si bien es necesario

resistencia abierta, como rebeliones, fu-

Cuarta parte: aplicaciones para el es-

partir de que la esclavitud es una prác-

gas y levantamientos, así como de otras

tudio de la población afromexicana

tica inhumana y cruel, en el continente

acciones como la preservación de reli-

americano ésta tuvo varios matices, mu-

giosidades diferentes a las hegemónicas,

Como se ha mencionado en líneas an-

chos de ellos debido a la imposibilidad

los esclavizados actuaron en el pasado

teriores, Mintz y Price buscaban realizar

de construir un orden social en que el

sin aceptar con resignación su “suerte”.

un manual que orientara los estudios

turales explican por sí mismos la cultura africano-americana.

grupo dominante oprimiera en todos los espacios posibles al grupo dominado.

78

En este sentido no pretendo hacer una

sobre la cultura africano-americana. En

apología de la esclavitud ni desestimar

los apartados anteriores se rescataron

El fracaso de lo que Mintz y Price de-

que muchos esclavizados y libres fueron

algunos de los elementos que considero

nominan la “esclavocracia idealizada”,

víctimas de explotación y violencia; en

como guías para realizar estudios sobre

donde los amos blancos dominan por

todo caso busco destacar que muchos

las sociedades africano-americanas. Sin

completo a los esclavizados africano-

de los planteamientos de Mintz y Price

embargo, existen dos preguntas que no

americanos, es una premisa que debe

devuelven el papel de agentes que pre-

he resuelto con la lectura de El origen de

acompañar los estudios sobre la esclavi-

sionan por sus intereses a los sectores

la cultura africano-americana.

tud en nuestro continente. Existen varios

dominados, en determinados contextos

En primer lugar, me pregunto si es

indicios que los autores destacan para

históricos, y no legitiman las miradas

posible aplicar este modelo de análisis

argumentar que es necesario abandonar

que los convierten en masas oprimidas

a sociedades esclavistas diferentes a los

la mirada maniquea de dominadores y

sin ningún impacto en la sociedad.

casos más estudiados de esclavitud, co-

dominados, y cómo debemos compren-

En suma, no obstante la existencia de

mo Jamaica, Santo Domingo, Surinam,

der y explicar una realidad mucho más

un sistema que esclavizó a los africano-

Brasil y Estados Unidos. En la mayoría

compleja.

americanos, a su captura en África, a

de los casos Mintz y Price apoyan sus

Cómo explican Mintz y Price, las fa-

las crueles condiciones de su traslado a

argumentos con ejemplos de Surinam,

lencias de la “esclavocracia idealizada”

América, a la llegada a un territorio por

Jamaica y Santo Domingo, acaso porque

se observan en la aparición de sectores

completo desconocido, a la obligación

es allí donde cuentan con una mayor ex-

libertos que no se hallaban contempla-

de realizar determinados oficios bajo el

periencia de investigación. Sin embargo,

dos en el orden social, en la existencia

poder de sus amos y a la necesidad de

en otras zonas donde existen evidencias

de espacios donde coincidían amos y es-

hablar nuevas lenguas y adaptarse a las

empíricas menos notorias para estudiar

la cultura africano-americana, ¿podría-

la mediación de lo indígena en la creación

población indígena, el contacto sexual

mos rastrear las adaptaciones, innova-

de las sociedades africano-americanas.

entre europeos, africanos y afrodescen-

ciones, creaciones y transferencias de

Lo anterior no significa que sea necesario

dientes, así como la inexistencia de una

los africano-americanos?

clasificar los rasgos culturales entre indí-

sociedad donde los amos, los esclavos y

A su vez, esta pregunta remite a otra

genas, africano-americanos y europeos y

los indígenas estuvieran aislados entre sí,

sobre un caso específico: ¿cómo se de-

diferenciarlos entre sí. Por el contrario, la

fomentaron el mestizaje y la aparición de

sarrollarían estas estrategias metodo-

importancia de la población indígena en

sectores ambiguos para la “esclavocra-

lógicas en contextos que no sean de

algunas sociedades coloniales hace que

cia” ideal de libres y de “castas”, que no

plantación, sino en otros caracterizados

resulte fundamental involucrar su papel

podían ser clasificadas con facilidad por

por la esclavitud urbana, la participación

en los procesos de creación e innovación

las autoridades coloniales. En el caso de

en milicias y el mestizaje, como en el ca-

de los africano-americanos con variables

Nueva España es posible observar que,

so de Nueva España?

específicas de tiempo y espacio.

para el siglo

xviii,

estos sectores mixtos

A fin de dar respuesta a ambos cues-

En las orientaciones teóricas y meto-

denominados “castas” fueron la segun-

tionamientos resulta indispensable invo-

dológicas de los autores la mayoría de

da población en términos demográficos,

lucrar algunas variables para estudiar las

los ejemplos parten de la existencia de

sólo después de los indígenas, y estuvie-

sociedades africano-americanas en lu-

economías de plantación. Sin embargo,

ron sujetos a diferentes clasificaciones

gares del continente diferentes al Caribe,

a diferencia del Caribe y Estados Unidos,

y padrones para identificar su estatus

Brasil y Estados Unidos. Éstas son la exis-

estas formas de producción fueron mi-

en la sociedad colonial. En este sentido

tencia de grupos indígenas, las formas de

noritarias y primaron otras formas de es-

la existencia de numerosos sectores in-

producción distintas a la plantación y el

clavitud más ligadas con la servidumbre

termedios, y de mestizos con posiciones

mestizaje, que volvió aún más confuso el

urbana y la minería. En específico, en el

ambiguas en el sistema colonial, pone

sistema de clasificación de las “castas” en

caso de Nueva España es posible identifi-

de nuevo en dificultades la posibilidad de

esas sociedades coloniales.

car que las economías de plantación sólo

entender la sociedad a partir de esclavos

La colonización en el Caribe se carac-

existieron en regiones como Veracruz y

y amos, y más aún de encontrar una cul-

terizó por la temprana desaparición de

Morelos, y la mano de obra esclavizada

tura africano-americana diferenciada, tal

los grupos indígenas que poblaban el te-

se desempeñó en otros sectores, como

como la de los saramaka de Surinam.

rritorio, debido a las epidemias y a otras

la minería y la servidumbre doméstica,

Con lo anterior no pretendo negar la

razones. Por este motivo es comprensi-

entre otros. Estas diferentes formas de

existencia de una cultura africano-ame-

ble que Mintz y Price no incluyeran en su

esclavitud determinaron la creación de

ricana en México ni en otros contextos

análisis la existencia de indígenas en las

sociedades que no estaban del todo je-

latinoamericanos; tan sólo considero

sociedades coloniales. En contraste, en

rarquizadas, hicieron que las relaciones

que su estudio debe involucrar más va-

varios lugares del continente, en especial

entre europeos, indígenas y afrodescen-

riables que las señaladas por Mintz y

en Nueva España, la población indígena

dientes adquirieran formas diferentes

Price y contemplar un análisis más com-

sufrió una caída demográfica enorme

y que, dado el mestizaje y el constante

plejo que incluya la alta presencia indí-

durante el siglo

pero se mantuvo en

intercambio entre amos y esclavizados,

gena, el mestizaje y las diversas formas

el xvii y se recuperó hacia el xviii. Aun así,

no fuera tan visible una cultura africano-

de producción que caracterizaron los

en el territorio novohispano los grupos

americana diferenciada de los demás sec-

tres siglos de dominación hispánica en

indígenas fueron la población mayorita-

tores. De ahí la referencia que hacía con

varias regiones de América.

ria a lo largo de los tres siglos de domi-

anterioridad, a que tal vez no sea posible

El estudio de las sociedades africano-

nación hispánica.

hallar en todos los casos evidencia empí-

americanas ha sido abordado desde di-

rica que nos permita hablar de la creación

ferentes enfoques que han marcado los

de una cultura africano-americana.

análisis de las ciencias sociales a lo largo

xvi,

La existencia de población indígena no es sólo un dato demográfico interesante, sino que nos muestra la complejidad de la

Por último, la cuestión de las formas

del siglo xx. Tales enfoques han permiti-

sociedad colonial novohispana y la nece-

de producción nos remite a un aspec-

do llegar a conclusiones enriquecedoras

sidad de analizar aspectos que no figuran

to fundamental que no se aborda en la

o han sido replanteados para entender

en el libro, como las relaciones entre in-

obra de Mintz y Price: la existencia del

de manera diferente los datos que se

dígenas y africano-americanos, los inter-

mestizaje en todos los países latinoame-

han encontrado. En el caso de El origen

cambios culturales entre ambos grupos y

ricanos. La presencia de una importante

de la cultura africano-americana estamos

79

ante una propuesta vigente sobre cómo

California Sur, la Universidad de Gua-

sobre el concepto de misión”, José Rufino

abordar los procesos de creación cultu-

dalajara, la Universidad Michoacana de

de la Torre Curiel aporta un nutrido ba-

ral de los afrodescendientes en América

San Nicolás de Hidalgo, la Universidad

lance historiográfico sobre el estado de la

y cómo hacerlo con base en la comple-

Autónoma de Sinaloa, el Instituto Tec-

cuestión y un amplio y sólido fundamento

jidad de cada caso de estudio. Por esta

nológico de Estudios Superiores de Oc-

científico, a fin de caracterizar y distin-

razón, de nuevo celebro la traducción de

cidente (iteso) y el Archivo Histórico de

guir en toda su complejidad un ámbito

este clásico para la antropología y para

Nuevo León”.

misional de uno posmisional. Por los re-

la historia, y espero que cada vez más

Sus contenidos ofrecen renovadas

ferentes clave que brinda y el amplio pa-

investigadores, estudiantes y profesores

perspectivas y contribuciones –la ma-

norama interpretativo ofrecido, este será

lo incluyan como una lectura obligada.

yoría fundamentadas en el análisis de

uno de los trabajos en que me extende-

abundantes fuentes históricas– acerca

ré un poco más.

de lo que sus autores han denominado

El autor advierte que no existió un

“el ámbito posmisional”, que abarca des-

proyecto único ni homogéneo de misión

Gilberto López Castillo, Cuauhtémoc Ve-

de la segunda mitad del siglo

hasta

para todo el septentrión novohispano.

lasco Ávila y Modesto Aguilar Alvarado

comienzos del

en “territorios prepon-

Entre los principales factores de lo an-

(coords.), Etnohistoria del ámbito posmi-

derantemente norteños, que durante

terior destacan la diversidad de los pue-

sional en México: de las reformas borbóni-

buena parte del periodo colonial fincaron

blos del norte –entre ellos los indios

cas a la Revolución, México, inah (Historia,

el desarrollo de las comunidades indíge-

pueblo, mayos, yaquis, ópatas, pimas,

Logos), 2013

nas en las misiones, tanto jesuitas como

guazapares, guarijios, acaxees, xiximíes,

•••

xviii

franciscanas, dominicas y agustinas” (pp.

tarahumaras o rarámuris, tepehuanes, ca-

Gilda Cubillo Moreno*

11-12).

hitas, eudeves, apaches, comanches y

La mayoría de los antropólogos e histo-

Los trabajos brindan valiosas aporta-

pames–, además del traslado de indios

ciones sobre temáticas comunes o par-

tlaxcaltecas a lugares como Zacatecas

riadores de nuestro país ha centrado su

ticulares relacionadas con la diversidad

y Coahuila. También hace notar que los

atención en el estudio de Mesoamérica,

regional y los procesos que experimen-

proyectos misionales se diferenciaron por

lo cual hace indispensables investigacio-

taron los grupos étnicos del norte en la

los contrastes en sus medios geográfi-

nes como las que condensa esta anto-

antigua California, Sonora, Coahuila y

cos, los distintos recursos, los objetivos

logía, que abren nuevos horizontes a la

Sinaloa, y en algunos otros lugares del

prioritarios de cada orden religiosa y sus

comprensión de la naturaleza y la diver-

occidente de México como Jalisco y Mi-

estrategias particulares. Por encima de

sidad de los grupos étnicos originarios

choacán, que comprenden diversas ex-

las diferencias, De la Torre Curiel propo-

del norte del país, sus culturas, identi-

periencias misioneras, los momentos de

ne que la misión, en tanto “institución de

dades, territorios, actuaciones, interac-

cambio y las problemáticas enfrentada

frontera”, como “pueblos de indios ad-

ciones, persistencias y cambios frente a

por los pueblos originarios, los religio-

ministrados por religiosos” (p. 25), debe

las políticas y agentes del sistema de do-

sos y las autoridades civiles en diferen-

entenderse no sólo por su labor evange-

minio colonial, del gobierno liberal en

tes etapas y en torno a asuntos cruciales

lizadora, sino como “un hecho de po-

el México independiente y de la época

como la secularización eclesiástica, la

blamiento hispano”, de “apropiación de

porfirista.

tierra, la legislación, el poblamiento, los

un espacio”, que igualmente tuvo como

En esta obra colectiva se reune una

bienes de comunidad o las rebeliones

fines y funciones primordiales comunes

selección de 12 trabajos de especialis-

indígenas. Por el interés que representa

“congregar a una población dispersa […]

inah:

cada artículo o ensayo, a continuación

propiciar el intercambio cultural, asegurar

“La Dirección de Estudios Históricos, los

presentaré una breve reseña de cada

territorios, frenar avances enemigos, ac-

centros regionales de Sonora, Jalisco,

uno.

tivar la economía de una zona y abas-

tas de diversas dependencias del

tecer trabajadores para áreas vecinas”

Coahuila, Chihuahua y Sinaloa; así como

La primera de las cuatro partes del li-

de la Escuela Nacional de Antropología

bro, subtitulada “Etnohistoria y ámbito

e Historia de Chihuahua. También […]

posmisional”, consta de dos colabora-

Además, opina que las misiones evo-

de la Universidad Autónoma de Baja

ciones. En su ensayo comparativo “La

lucionaron desde “la etapa de expansión

frontera misional novohispana a fines

misional sostenida hacia el norte de la

del siglo

Nueva España […] señalada por la llega-

Dirección de Etnohistoria, Coordinacíon Nacional de Antropología, inah

*

80

xx

xviii.

Un caso para reflexionar

(p. 62).

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