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GUÍA DE LECTURA DE “EL LAZARILLO DE TORMES” Prólogo: 1.- Anota los motivos por los que el narrador va a contar su historia, ¿está el personaje satisfecho de su situación cuando se dispone a referir su vida? El autor utiliza, como suele ser habitual, el prólogo para exponer sus intenciones sobre la obra. Aquí, el narrador es el propio Lázaro, el protagonista, que cuenta su vida desde niño hasta su actualidad, cuando ya es adulto y ha avanzado socialmente. Lázaro dirige el prólogo (y todo el libro, en forma de epístola autobiográfica) a alguien que él llama “Vuestra Merced”, que según parece podría ser un superior del Arcipreste de San Salvador, a quien le han llegado rumores acerca la relación del Arcipreste con su esposa. En primer lugar, da un motivo literario que enlaza con el siguiente tema. Lázaro, desde su actual posición social, anuncia a “Vuestra Merced” que va a contar una historia, su vida, que puede que le guste o que no, pero dice que en todo libro, por malo que sea, hay algo bueno (Plinio). Un escritor no escribe sólo para él, escribe para sus lectores, al igual que un soldado arriesga su vida en la guerra por la honra, el siguiente motivo. Igual, dice, que “Vuestra Merced”, que hace las cosas por el deseo de alabanza. Otro tema que el autor trata en el prólogo es el del mérito social: algunos, dice Lázaro, han conseguido ascender socialmente gracias a su “fuerza y maña”, sin que nadie les regale nada, y se pone a sí mismo como ejemplo. En cambio, otros, como “Vuestra Merced”, están en su privilegiada situación sin haberlo conseguido por ellos mismos, con el único mérito de heredar. Este tema era muy actual en la época; el pueblo llano veía con malos ojos a los hidalgos (“hijos de algo”), ya que disfrutaban de su situación sin tener que luchar por ello, mientras otros luchan muchísimo para conseguir mucho menos. Lázaro también menciona en el prólogo que va a tratar en el libro el “caso”, la enrevesada historia de la relación que mantienen el Arcipreste de San Salvador con su criada y mujer de Lázaro, y las habladurías de la gente, que dan igual a Lázaro ya que ha conseguido ascender socialmente con mucho esfuerzo, y acepta su degradación moral para no perder su actual posición. Menciona estos temas de pasada para intentar captar la atención del lector, ya que dice que hay que leer la obra “desde el principio, y no tomalle desde el medio”. Lázaro sí está satisfecho de su situación en el momento de contar su vida, ya que, con mucha “fuerza y maña” ha conseguido escalar socialmente, y no está dispuesto a perder su posición por los cotilleos de la gente, aunque sabe que su mujer le está engañando con su jefe.
Tratado primero: 2.- Señala las referencias a los lugares que aparecen y haz un mapa donde ubiques los diversos sucesos ocurridos en el libro. Lázaro de Tormes recorre, a lo largo de toda su vida, varios pueblos y ciudades del oeste y centro de la península Ibérica, desde Tejares, donde nació, hasta Toledo, cuando cuenta la historia desde su actual posición, pasando por Salamanca, Almorox, Escalona, Torrijos y Maqueda, ciudades donde pasó hambre y pobreza.
En Tejares, aldea de Salamanca, nació el Lazarillo de Tormes (al lado de este río). En Salamanca se crió, vio como encerraban a su padre, cómo su madre se casaba de nuevo y allí encontró su primer amo, el ciego. Con éste, recorrió los pueblos de Almorox, con la anécdota de las uvas, y Escalona, donde sucedió la anécdota de la longaniza. Cerca de Torrijos abandona al ciego, con su broma de cruzar el río (se dio un golpe el ciego), y en Maqueda se asienta con el clérigo. Finalmente, en Toledo se asentó con el escudero y con varios amos más, hasta su cómoda actual posición.
3.- Cuando abandona Salamanca, el ciego hace sufrir al niño una broma cruel. ¿Cuál es la reflexión de éste ante suceso tan injusto? Al salir de Salamanca, en un puente donde hay una gran estatua de piedra de un animal, el ciego convence a su criado, Lazarillo, para que se acerque a él, diciéndole que oirá un gran ruido, Cuando el niño lo hace, el ciego le empuja y el niño se da un gran golpe en la cabeza. El ciego, ante el niño mareado, se ríe mucho y le dice que en esta vida se tiene que ser más listo que el diablo. Cuando el niño se recupera, se da cuenta de que está solo, de que tiene que “avivar el ojo y avisar, y pensar cómo me sepa valer”. Esta anécdota simboliza el principio de la pérdida de inocencia del niño, el inicio de su aprendizaje en la vida pícara.
4.- Caracteriza al ciego con varios rasgos. El ciego, según Lázaro, era el más sagaz y astuto del mundo. Era pobre, lo que le obligaba a ganarse la vida como pudiera y se dedicaba a recitar oraciones en la calle a petición de la gente, a cambio de unas monedas. En este oficio era el mejor, un “águila”. Sabía de corrido muchas oraciones, que las recitaba correctamente, sin gesticular, con buen tono y un rostro humilde y devoto. Además, decía saber oraciones para muchos efectos: mujeres que no parían, las que estaban de parto, etc. Predecía si el bebé iba a ser niño o niña y decía conocer remedios para enfermedades. Por ello mucha gente iba detrás de él pidiéndole consejo, por lo que ganaba bastante dinero. A pesar de esto, era muy avariento y mezquino, ya que casi dejaba a su criado Lazarillo morirse de hambre.
Tratado segundo: 5.- Señala el cinismo del nuevo amo, el clérigo. Enumera las estratagemas diversas del niño para conseguir comida. El niño, en este tratado, se muere de hambre, ya que su actual amo, el clérigo de Maqueda, es muy tacaño, más que su anterior amo, el ciego. El Lazarillo dice que “fue salir del trueno y di con el relámpago”. Para comer le daba sólo una cebolla cada cuatro días, por lo que el niño la tenía que administrar. Además, cuando le mandaba a por comida, en la despensa sólo había cebollas, y contadas por el clérigo. Por el contrario, el amo no se privaba de nada y comía mucho y bien: cada día comía carne y los sábados, cabeza de carnero. Al niño sólo le dejaba los huesos, y encima le decía que vivía bien, un ejemplo del cinismo del amo. El clérigo solía decir que los de su profesión tenían
que ser mesurados cuando comían y bebían, pero él comía y bebía abundantemente. En general, el amo es una persona cínica e hipócrita. El niño, que sigue aprendiendo cómo sobrevivir, se las tiene que ingeniar para comer, ya que los trucos utilizados con el ciego no valen, claro, para su nuevo amo, porque además de tener vista era muy astuto. La primera estratagema que hace el Lazarillo para conseguir comida fue cuando un calderero llegó a casa cuando no estaba el amo, y el Lazarillo le pidió que abriera el arcaz donde el amo guardaba los panes. Así, Lázaro podía comer panes. Pero el amo se dio cuenta de que faltaban panes y el niño tuvo que roer miguitas del pan para hacer creer al amo que eran ratones. Para remediarlo, su amo tapaba con tablas los agujeros del viejo arcaz, y por la noche el niño los abría de nuevo. El niño guardaba la llave del arcaz (que le había dado el calderero) en la boca mientras dormía, para que el amo no le pillase.
6.- ¿Cuánto tardó en curar de las heridas del garrotazo final? Tres días dice el niño que tardó “en tornar a sí mismo”, pero quince en recuperarse del todo de las heridas en la cabeza, cuando ya es libre tras ser despedido por el clérigo. El golpe se lo había dado, en principio sin querer, el amo, creyendo que era una serpiente. Como seguía perdiendo pan, los vecinos del clérigo le sugirieron a éste que podría ser una culebra. Por esto el amo no duerme tranquilo, y con un garrote en la mano. Una noche, la llave, que estaba en la boca de Lázaro, hacía un ruido parecido al de una serpiente al roncar el niño por los agujeros de la llave. El clérigo se levanta con su garrote y como viene de las pajas del niño, cree que se ha metido la culebra ahí y le da un garrotazo, por error, en la cabeza del niño. Cuando el amo ve que en la boca de su criado está la llave, “ha pillado de golpe al ratón y a la serpiente”, y cuando el niño se recupera, le echa de casa.
Tratado tercero: 7.- El protagonista se topa con su nuevo amo en la calle. ¿Qué impresión le causa? ¿Qué rasgos destaca del escudero en el primer retrato? ¿Qué reflexiones hace el niño ante la situación en la que vive el escudero? El niño, tras ser despedido por el clérigo, está sin amo, y lo busca. Una mañana, se encuentra con un hombre que le dice que si busca amo, que se vaya con él. Lázaro se alegra, ya que parece, por su ropa y peinado, que es justo lo que necesitaba. Lázaro lo describe como “un escudero, con razonable vestido, bien peinado, su paso y compás en orden”. Tras encontrarse, ambos van a los mercados, y como el escudero no compraba nada, el niño pensaba que tenía provisiones en casa. Lázaro estaba muy contento porque había encontrado un amo que no era pobre, y no parecía avaro como los anteriores.
A la hora de comer, el amo dice a su criado que él ya había comido y que se tendría que aguantar hasta la noche. El escudero pone esta excusa varias veces para no comer, añadiendo que el comer poco era bueno y saludable. El niño, que sigue evolucionando en la vida pícara y ya no es tan inocente, ha visto de todo, y empieza a sospechar de la verdadera situación del escudero: era muy pobre, sólo tenía sus buenas ropas y su espada, de la que estaba orgulloso. Fingía que era un escudero respetable, con su ropa y su criado, sólo por lo que decía la gente, por la honra. Lázaro siente pena por el escudero y por los que hacen las cosas movidos por la honra, ya que si no actuara así, quizás podría vivir mejor, aunque con menos honor. Lázaro sigue mostrando que lo que diga la gente le da igual, que él hace las cosas para él, sin preocuparse por el qué dirán.
8.- ¿Está justificado el afecto que el criado siente por su nuevo amo? Sí. Siente pena por él porque su afán de aparentar ser quién no se es, un escudero honorable, le hace vivir malamente, ya que por no reconocer lo que realmente es vive sin dinero y comida, sólo con su ropa y espada. Lázaro lo lamenta ante Dios: “¡Oh, Señor, y cuántos de aquéstos debéis Vos tener por el mundo derramados, que padescen por la negra que llaman honra, lo que por Vos no sufrirán!”. Además, por la honra, el escudero se busca un mozo (el Lazarillo), porque los escuderos debían tener criados, aunque no tenga ni para comer él, y entonces tiene que mantener a dos personas. Con su excusa de que ya ha comido, Lázaro se tiene que buscar la vida para comer y la pide por las casas de la gente. Lo que recolecta se lo come con el escudero delante, y ante la cara de envidia que tiene el escudero, el niño siente lástima y le ofrece un poco. Como dice Lázaro, ya es bochornoso que un amo no pueda mantener a su criado, pero más aún que el criado es el que tenga que mantener al amo.
Tratados cuarto y quinto: 9.- Resume el tratado cuarto y comenta el “milagro” del quinto. En el tratado cuarto, Lázaro busca un nuevo amo, que acaba siendo un fraile de la Merced, una orden religiosa de vida muy relajada para la época y censurada en la España del momento, por eso la Inquisición censuró este capítulo en la versión “El Lazarillo castigado”. Resulta que su nuevo amo no es muy estricto en su vida de fraile: no le gusta estar con sus hermanos en el convento, prefería hacer negocios fuera y andar. Andaba mucho y gastaba muchos zapatos, y los gastados se los daba a Lázaro, que estaba muy contento por ello, aunque abandonó a su amo por andar mucho. Es un tratado muy breve, y contrasta con los anteriores. Esto se puede explicar porque el autor y los lectores preferimos al niño inocente y gracioso antes que al adulto inmoral de Lázaro. En el quinto, Lázaro se hace servidor de un buldero (el que vendía bulas: permisos o excusas para no realizar algún acto religioso, como por ejemplo, bulas para permitir comer carne en cuaresma). El Lazarillo sabe que es un trabajo peligroso y se queda al
margen de todo. Su amo, el buldero, es amigo del alguacil de la ciudad. Una noche, mientras jugaban y reían, fingen discutir en pleno albergue, casi se pelean físicamente, ya que el alguacil acusaba al buldero de ser falsas las bulas que vendía. Los vecinos los tienen que separar, y al día siguiente, el señor comisario (buldero), mientras echa el sermón en la iglesia para convencer a la gente que compren sus bulas, lo interrumpe el alguacil, diciendo que sus bulas eran falsas. El buldero se lamenta ante Dios de las mentiras del alguacil y le pide un milagro: si son las bulas falsas, que se entierre bajo tierra él mismo, y si son verdaderas las bulas, que le lleve el diablo al alguacil. En cuanto termina de decir esto, el alguacil finge que se ahoga. Los vecinos, asustados, piden al buldero que haga algo, y éste reza a Dios, que lo “detiene”, y el alguacil se recupera. A partir de entonces, el buldero, con su fama, vende mucho, y se reparte las ganancias con el alguacil, quien había fingido su ataque.
Tratados sexto y séptimo: 10.- En el sexto Lázaro describe su primer ascenso en el escalón social. ¿En qué consiste? En este tratado Lázaro se asienta con un capellán, que le da un empleo con el que consigue su primer ascenso social. Lázaro, con un asno y cuatro cántaros, se dedica a echar agua por la ciudad. Era su primer paso hacia la “buena vida”. Daba cada día a su amo un dinero considerable y los sábados se quedaba con las ganancias. Le fue muy bien, tanto que estuvo cuatro años con él (Lázaro se hace mayor y ya no es un niño), y con lo que ahorró, se compró ropa de “hombre de bien”: un jubón, un sayo, una capa y una espada, todo de segunda mano.
11.- En el séptimo, recuerda las profecías del vino del ciego y en qué sentido se han cumplido. Lázaro recuerda en esta parte lo que le decía su primer amo, el ciego, acerca del vino. Cuando Lázaro hacía una de sus tretas para conseguir comida y bebida, hacía un agujerito en la base del botijo en el que el ciego guardaba el vino, para ir bebiendo gotita a gotita. El ciego, que lo sospechaba, le dijo que, en un futuro, el vino iba a ser muy importante para él. Y esto a lo largo de la historia, y en concreto en el último tratado, se cumple, ya que a Lázaro, desde niño, le ha gustado mucho el vino, y ha bebido siempre que ha podido, aunque no mucho, ya que muchos días no comía ni bebía. Pero también Lázaro recuerda alegremente al ciego cuando le dijo que el vino iba a ser importante en su vida, porque, curiosamente, su nuevo y definitivo empleo (el actual, cuando cuenta la historia a Vuestra merced) es el de pregonero de vinos: anunciaba los vinos por las calles de Toledo, y era tan bueno, que según dice, “el que ha de echar vino a vender, si Lázaro de Tormes no entiende en ello, hace cuenta de no sacar provecho”.
12.- Lázaro entra por fin en el tratamiento del “caso”, tal y como se le había solicitado. Señala la ironía y el cinismo de sus afirmaciones. ¿Cuál es la actitud el protagonista ante los rumores? El “caso” es el nombre que Lázaro da a los rumores que circulan en la ciudad sobre la relación del jefe de Lázaro, el arcipreste de San Salvador, con su criada y esposa de Lázaro, y es el motivo principal por el cual Lázaro escribe esta carta autobiográfica al que él llama “Vuestra Merced”. Las malas lenguas dicen que la esposa de Lázaro va a hacerle la cama y guisarle, y el propio Lázaro dice que ha llegado a casa algunos días tarde por la noche. Ante los rumores, el Arcipreste, Lázaro y su esposa hablan del tema, y el Arcipreste jura a Lázaro que él respeta la honra suya y de su esposa, y que no hay ninguna relación entre ellos. Lázaro lo acepta, y después, la criada llora, lamentando el estar casada con Lázaro, cuando en realidad ella quiere al Arcipreste. El cinismo de Lázaro se refleja cuando dice que van a comer a casa del Arcipreste las fiestas, que acepta regalos de su amo e incluso le alquila una casa. Es decir, él acepta de buen grado su degradación moral a cambio de mantener su cómoda posición: tras una vida muy dura, con mucho “esfuerzo y maña”, ha conseguido escalar socialmente, y ahora es pregonero, gana su dinero, tiene casa y esposa, y no va a dejar escapar esta vida por los rumores de la gente, que él acalla diciendo que confía plenamente en su esposa y amo, y que se bata en duelo con él si aún lo niega. Así consigue callar a quien lo discute, pero él sabe que en realidad está siendo engañado
Trabajo adicional propuesto por el libro (pág. 314) -El proceso educativo de Lázaro a través de sus experiencias. ¿Qué le enseñan las experiencias vividas en cada tratado y qué visión del mundo puede adquirir tras cada uno de los tratados? ¿El Lázaro que escribe es resultado de esas vivencias? Los comentarios que va haciendo nos dan bastantes pistas para seguir la evolución del personaje. Lázaro empieza la historia como un niño pequeño aún, y como tal, tiene la inocencia propia de la infancia. Lázaro adulto cuenta las experiencias recordando su infancia desde una perspectiva inocente, como se refleja cuando cuenta la relación de su madre con el “moreno”. Tras la cruel broma inicial del ciego, se da cuenta de que está solo en el mundo y que debe espabilar. A partir de ahí, va perdiendo esa inocencia infantil, mientras madura, va adquiriendo una visión del mundo cercana a la de los adultos, tiene una corta infancia. Al estar con tantos amos por obligación, ya que no tiene de nada, el niño ve muchas cosas, que reflejan la sociedad española de la época. Muestra diferentes
personajes sociales: eclesiásticos, vendedores, escuderos, pícaros, etc. Que hacen muchas tretas y artimañas para conseguir casi todos lo mismo: dinero y riquezas (o al menos para poder sobrevivir), aunque el escudero sólo busca honra y reconocimiento social. Cuantas más estrategias sucias y oscuras para conseguir sus fines ve Lázaro, pierde más rápido su inocencia, y poco a poco se va dando cuenta de que en este mundo terrenal, lo que de verdad cuenta para la sociedad de la época es lo que tienes y no lo que eres, ya que se fija en el ejemplo del escudero, aunque éste está más preocupado por lo que la gente dice de lo que es, que de lo que es. Ve que le va mejor a los que anteponen los bienes materiales a la honra y decide seguir éste ejemplo. Por tanto, Lázaro adulto sí es un resultado de esas vivencias, y se convierte al final, en el último tratado, cuando escribe a “Vuestra Merced”, en un hombre amoral y materialista. Se puede relacionar éste tema del desarrollo de la personalidad del protagonista con la estructura del libro: los tres primeros tratados son extensos, sobre todo en comparación con los cuatro últimos, muy breves. Esto se podría deber a que el autor, (anónimo por el momento, aunque las últimas investigaciones apuntaban a un tal Hurtado de Mendoza), prefiere, como nosotros, los lectores, al niño gracioso e inocente antes que al amoral hombre adulto en el que se ha transformado. El Lazarillo es una obra muy compleja acerca del desarrollo psicológico de los humanos, relacionado con la sociedad de la época.
Fuentes consultadas: •
Edición del “Lazarillo de Tormes” de la Editorial CátedraLetras Hispánicas y notas.
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Libro de texto de 1ºBachillerato: “Áncora. Lengua Castellana y Literatura”, de la Editorial Teide, y apuntes propios.
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Mapa del recorrido del protagonista sacado de Internet: “Google Imágenes”.