LA VOZ EN LOS OCHENTA-NUEVOS ESTILOS AL BAILE

N° 3, 2003 LA VOZ EN LOS OCHENTA-NUEVOS ESTILOS AL BAILE Alex Zapata Alex Zapata / La voz de los ochenta. 2 LA VOZ EN LOS OCHENTA-NUEVOS ESTILOS

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N° 3, 2003

LA VOZ EN LOS OCHENTA-NUEVOS ESTILOS AL BAILE

Alex Zapata

Alex Zapata / La voz de los ochenta.

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LA VOZ EN LOS OCHENTA-NUEVOS ESTILOS AL BAILE1 Alex Zapata∗

Abstract

Rock in Chile (1983 - 1992). Authors, styles, its industry, social function of its lyrics among others. Period studied is one in which this musical movement was revised and recast after a long period of marginalization in Chile.

1.- Introducción En estos más de cincuenta años de existencia a nivel mundial, y casi cuarenta años en nuestro país, el fenómeno rock ha sido centro de gran cantidad de literatura, principalmente periodística, pero también de figuras ligadas a círculos académicos, los cuales, sobre todo en el primer mundo, son los responsables de la sistematización, creación de modelos teóricos y de entregarle al Rock, el estatus de fenómeno cultural y artístico, digno de estudio y compresión, como eje que permite entender la cultura de nuestros tiempos. En América Latina, cuantitativamente hablando, el

Rock ha estado ausente de las aulas y el

mundo intelectual, traspasándole la labor al periodismo de espectáculo, que por desgracia no ha sabido comprender, por ignorancia o por interés laboral ligado a la industria del “espectáculo”, que ve al rock sólo como fuente de negocios, otorgándole sólo un valor de entretenimiento del ocio. No obstante, en países como México, Argentina, Brasil y Chile, han aparecido (desde los años ochenta) una serie de producciones destacables, por su calidad más que por su número. En un pequeño recuento destacan los nombres de: Adrián de Garay Sánchez (México); Eduardo Berti y Marcelo Bitar (Argentina), Fabio Salas y Tito Escárate, para el caso de Chile.

“La lectura rockera del mundo surge de la pluma de intelectuales que han estado expuestos tanto al arte culto como popular, que frecuentan bares y bibliotecas, que 1 Con este nombre presentamos la tesis de Licenciatura en Historia en la PUC, de la cual este artículo representa el segundo capítulo correspondiente a la década de los ochenta desde 1983-1992 titulado “Antes y después de Los Prisioneros”, dejando de lado la introducción teórica, y el primer capítulo del trabajo, donde nos referimos a los anteriores períodos de la historia del rock local y que dividimos en: a) “Traslado y apropiación, Nueva ola o prehistoria del rock chileno”, b) “De la gestación al quiebre: primeras oleadas: pop británico y fusión chilensis” y c) Edad Media y oscurantismo.

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leen fanzines y enciclopedias, que bailan y que piensan a la vez. Estos son los llamados Scholar-fans en el mundo anglosajón e intelectuales-fanáticos en el nuestro, y que han logrado que el rock sea conocido como parte importante de la práctica cultural de Occidente a partir de a década prodigiosa”

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Desde esta perspectiva, del intelectual fanático, se proyecta este artículo sobre un período de la historia del rock en Chile (1983-1992), entendido éste como expresión cultural, industrial y comunicacional, que tiene la virtud de incorporar prácticamente la totalidad de estudios académicos conocidos, hechos sobre el rock en Chile, y el rock chileno específicamente, o rock en general. Entre estos podemos destacar, a parte de los ya nombrados Salas y

Escárate, a

Francisco Castillo, Viviana Castillo y Cesar Albornoz, todos con publicaciones recientes, vía artículos o libros, y que hasta la fecha representan todo lo que se ha escrito en Chile, sobre éste fenómeno. En este sentido, y a modo de contribución con la literatura antes descrita, les entregamos el presente artículo. Noviembre 30 y diciembre 1° de 2001, quedarán en la historia como las fechas simbólicas del reencuentro del grupo rock chileno, Los Prisioneros, que realizaron dos conciertos con una asistencia de más de 120 mil personas, sumando ambas jornadas, luego de más de 12 años de la separación de la versión original del grupo, logrando juntar a generaciones distintas, hijos con sus padres, con tíos, etc. ¿Cómo podríamos explicarnos el origen de este fenómeno? ¿Cómo saber en qué medida somos herederos de este fenómeno?, entre otras interrogantes. Para responder estas preguntas, este trabajo pretende re-construir un período de la historia del rock nacional, que comenzó con la aparición pública de este conjunto, allá por el año 1984 (fecha del lanzamiento de su primer álbum), y que culmina con la separación del mismo en 1992, año que marca el final de la década de los ochenta y el ocaso de este período de refundación del rock hecho en Chile. La situación de ese tiempo era la siguiente: en plena dictadura militar (en su última fase 19831988), donde la escena de la música popular nacional se había auto-marginado de los medios oficiales y se encontraba en un “estancamiento”, con patrones que todavía recordaban a grupos hard rock de comienzos de los setenta y, con algunas excepciones, de grupos que habían tomado referentes más contemporáneos al acontecer mundial como Banda Metro (imitadores de The Police), para el caso del rock, y otros que seguían, como respuesta al régimen, haciendo música popular que mezclaba las raíces folclóricas con los “instrumentos del rock”, en el movimiento llamado “Canto Nuevo”, que tuvo importantes ventas para los años 1981-82 y que tenía su público preferencial en los sectores juveniles militantes de izquierda, mayoritariamente universitarios. ∗

Profesor de Historia, Licenciado en Historia Y Educación. 2 Palabras de Juan Pablo González, musicólogo de la música popular chilena y, pionero en su estudio académico en nuestro país, en prólogo del libro de Fabio Salas El Rock. Su historia, autores y estilos. Editorial USACH, 2000, p. 14.

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Ambas corrientes enfocadas en circuitos que daban más preponderancia a las presentaciones en directo, que a la producción de discografía; los rockeros en los “gimnasios” comunales y los segundos en recintos propios de la cultura política-cismática de entonces, como el emblemático Café del cerro. Este artículo, considera al rock como uno de los canales de difusión más importantes de la cosmovisión de la juventud, desde la post-guerra hasta la actualidad, chileno como mundial,

tanto en el

acontecer

y que por los años ochenta, años (desde el punto de vista del rock)

dominados por el negocio musical, años donde las grandes corporaciones van a generar nuevos métodos para comercializar su música como el video clip, es la época en que a Chile llegan o se importan las nuevas tendencias estilísticas del genero rock a nivel planetario. De esta manera, grupos chilenos comienzan primero a “imitar” y después a acoplar o fusionar estos nuevos lenguajes con la realidad propia, de acontecer musical del Chile de mediados de los ochenta, sumido en un estancamiento que tenía al rock chileno aislado y marginal, situado fuera de los medios de alcance masivos (radios, TV, revistas), que preferían apoyarse en grupos extranjeros principalmente anglos y luego de grupos rock argentinos post-malvinas. El rock chileno (en ese entonces) con más de veinte años de existencia, se encontraba en un estado de automarginación estimulada por la poca actividad social y cultural de la época, gracias a la censura y la represión reinantes. Pero éste estado de crisis para el rock chileno, cambió con la aparición de Los Prisioneros, que, como punta de lanza de una nueva generación de jóvenes músicos, cambiaron la historia del rock nacional y de la música popular chilena de finales de siglo, alcanzando masividad y potenciando una escena, que a su vez se fue nutriendo de otros modos, creados afuera pero que significaron para Chile un cambio en el hacer, difundir y vender la música, originando tendencias generales, que se manifestaron a los demás grupos, como la independencia política de los partidos tradicionales y su apego e influencias a estilos con códigos rupturistas, para lo que se hacía en Chile, como el punk y la new wave, y posteriormente las subculturas del heavy metal. Con todo esto, el rock es tomado en serio, logrando escapar al underground de sus primeros pasos (al menos el Pop) quedando dentro de los géneros musicales más importantes en la música popularjuvenil actual en nuestro país. Acá hablamos de refundación, porque si bien el rock chileno nació a comienzos de los sesenta, en un momento de esplendor de la música popular chilena, con el quiebre democrático chileno, el comienzo de un autoritarismo severo a nivel socio-cultural y el surgimiento de una revolución o contra-revolución económica (neoliberal), se consigue cambiar la práctica musical en general, y al rock dentro de ésta. La economía, en esta fecha (1983-1992), está transitando desde la crisis a la recuperación. Esto, sumado al cambio de las tendencias mundiales del cómo, por qué y para qué se genera y distribuye música, ya que la década del ochenta fue la época del negocio a todo nivel,

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repercuten fuertemente en la producción musical, y el rock no escapó a ello. Las compañías que a finales de los setenta se encontraban estancadas económicamente, debido a la crisis -que repercutió en el poder adquisitivo de la gente y en sus ganas de consumir rock- y a la reproducción particular masiva de la música en formato caset, motivó a las compañías a inventar nuevos soportes para hacer, difundir y comercializar la música. Así nacen nuevas técnicas e instrumentos, nuevos formatos, como el video clip que cambió para siempre el modo de difundir la música y transformó la fórmula para alcanzar éxito (trasladando la difusión de la radio a la televisión),

haciéndolo m i prescindible actualmente, para cualquier artista que pretenda vender, su

utilización. También la política económica cambia en esta década, marcada por el neoliberalismo o neoconservadurismo -según quien lea-, con las eras de Reagan y la M. Tachers, que significó la ausencia de participación de los gobiernos en las prácticas musicales, como entes subsidiarios, traspasando sólo al mercado la tarea de difundir la música y el arte en general. Llegamos a un estado donde, música es negocio y no otra cosa, donde todo se vende, hasta el mismo arte. De ahí que el cantante del grupo irlandés U2, Bono Vox, haya expresado que los años ochenta serán recordados como los años “donde el rock & roll iba a trabajar a las corporaciones y se levantaba a las seis de la mañana para practicar jogging”.

2.- Panorama. Antes y después de Los Prisioneros El 11

de mayo de 1983 se llevó a cabo la primera protesta masiva en contra el régimen

dictatorial de Augusto Pinochet. Esta dio paso a una cadena de protestas (12 en total) que no pararon hasta fines de octubre de 1984, siendo sin duda la más estrepitosa y monstruosa la realizada el 18 de noviembre de 1983, que llegó a juntar más de 500 mil asistentes. Las protesta provocaron fisuras en el orden dictatorial, el que se mostró debilitado y tuvo que 3

acceder a negociar, aplicando una estrategia de “zanahoria y garrote” que, con una cara se mostraba accesible y proclive al diálogo, y con otra, oscura y siniestra, continuaba la represión y violación a los derechos humanos, mediante el accionar de sus organismos de “seguridad”. Las manifestaciones de oposición llegaron a niveles de dramatismo extremo, por ejemplo, cuando el obrero Sebastián Acevedo, se quema a lo bonzo, luego de exigir, sin éxito, la liberación de sus hijos, en manos de la Central Nacional de Informaciones (CNI). No obstante el dolor humano, las protestas y la energía rebelde, condujeron a una apertura relativa de espacios sociales-civiles hasta entonces reprimidos. En este contexto de apertura contingente, se gesta un nuevo escenario para la música popular de 3 Utilizado por Patrick Guillaudat y Pierre Mouterde, en su obra Los movimientos sociales en Chile 1973-1993. Lom

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la nueva generación de jóvenes que vieron en el rock un canal de expresión a sus aspiraciones, que ya no coincidían con las de su generación predecesora, traumada por el quiebre que representó el golpe militar. Esta nueva generación, cansada del conflicto interno y del aislamiento político, buscó en referentes externos (ingleses), que sentían más cercanos a sus vivencias, nuevos lenguajes; adolescentes, rítmicos, divertidos, que quebrarán con la estética de dolor y luto que presentan las peñas universitarias, alejadas del común de la gente, y fóbicas a cualquier tipo de manifestaciones con pretensiones de diversión. También se reniega el rock nacional, que existía en ese entonces, por considerarlo embaucado en formulas añejas, que no estaban al tanto “de los tiempos”. Esta nueva generación de jóvenes nacidos y criados en dictadura, desencantada

con todo, pretende

superar el estado, para ellos de inercia, pero sin un camino claro, más que el de sus impulsos, mediante la creación artística en la música, el cómic, la poesía, la plástica, etc. Esta generación en el plano musical, cansada de las viejas y aburridas formas de lo que consideran “folclorismo hipócrita”

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y “trasnochados ideales revolucionarios” ,

ve en las nuevas tendencias (algunas no

tanto) o géneros del rock anglo, la forma de hacer y decir las cosas. En el ámbito nacional, el primer y decisivo paso lo da el grupo Los Prisioneros, oriundos de la populosa comuna de San Miguel,

encarnando estas nuevas tendencias primero desde el

“underground de facultad” y luego masivamente, conduciendo la nueva movida y el resurgimiento comercial del rock “hecho en Chile”, representando así una nueva etapa dentro de la historia del mismo. Esta etapa o nuevo período está caracterizado por la aparición del movimiento llamado “nuevo pop chileno”,

que tuvo su boom entre los años 1986-1987, y que a quedado en la memoria

colectiva con el nombre de la “época del rock latino”, motivó un crecimiento cuantitativo, aunque 5

pasajero, de la escena local (más bandas) . Pero principalmente, vio nacer en Chile nuevos estilos que

no habían tenido acogida o

llegada, en un intento de “puesta al día” a la rápida con el

acontecer mundial, (pero fusionándolo con la realidad local), ya que el aislamiento internacional de Chile en tiempos de Pinochet y a la postura ideológica-musical de los mismos músicos habían 6

frenado el diálogo con las corrientes externas del rock . Los referentes externos del rock se habían acabado en 1973, donde bandas chilenas acoplaron influencias del rock progresivo como los Blops, el hard rock, la fusión latina del tipo Santana, como

ediciones, Santiago de Chile, 1998. 4 Frase utilizada por Alvaro Godoy, en Música popular chilena 20 años.( 1970-1990), Departamento de Programas culturales de la división de cultura del Ministerio de Educación, Santiago de Chile, 1995. (Serie 20 años), p. 140. 5 De hecho, algo que reflejaba la marginalidad, en que se encontraba el rock antes de la masividad de Los prisioneros y el pop, lo representó el poco número de conjuntos que existían, y que prácticamente se podían contar con los dedos de las manos. 6 Excepciones a esto lo dieron grupos como, Los Trapos (exponentes del Glam Rock) y La banda Metro (copia de the Police), que podrían llevar a pensar en una posible continuidad de los grupos chilenos con referentes externos, no obstante estos casos fueron aislados y no dan cuenta de la tendencia general de los grupos locales.

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Tumulto, y la Fusión del Jazz-rock con ritmos latinoamericanos, con Congreso y Los Jaivas. Ahora se intentó acercar hacia corrientes consagradas como el punk, la new wave, el reggae-ska, y corrientes que recién surgen en circuitos alternativos de Usa y Alemania, con el metal más extremo ( thrash, speed, black) y su combinación con el Punk, conocida como Hard core. Además, finalizando la década, también se hacen presentes grupos con referentes de la llamada “música negra” como el soul, el funk y el rap y/o hip hop.

“Lo que pasó en los ochenta fue especial porque había habido por más de una década donde no pasaba nada. Había que partir de nuevo. Toda la historia se les había cortado en el 73. Del 73 para atrás hay una historia rica en música popular en Chile, pero eso era un referente antiguo y que incluso en los ochenta no se aprovechaba. Recién ahora en los 90 se está empezando a aprovechar todo lo de la nueva ola. Y ahora, por supuesto, las bandas de los noventa tienen también el referente de los ochenta”

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Sumado al intento apresurado de puesta al día, en cuanto a estilos o formas musicales, también se intenta una puesta al día con a l tecnología desarrollada en el primer mundo y aplicada a la música rock. El grupo pop Aparato Raro y el experimento local Electrodomésticos, resaltaran en el uso de esta tecnología de punta, principalmente sintetizadores y computadoras, que en cierta medida acortan distancias con la música de los países desarrollados. Además de lo anteriormente expuesto, este período presenta algunas características, que luego se heredaron de esta generación de los ochenta y que en general han creado las bases de lo que es actualmente nuestro rock: - Primero, lo que nace con este período y se mantiene hasta el día de hoy, es el nuevo modo de desarrollar la práctica musical, dentro del modelo económico neoliberal, que replanteó las formas de hacer y difundir el arte en general y la música

particularmente, incluyendo al rock, por

supuesto. El sistema instaurado en Chile por el gobierno de Pinochet y sus “chicos de Chicago”, dejó al arte a merced de los dictámenes de la oferta y la demanda, con lo cual, pierde prioridad dentro de las necesidades sociales, provocando tres grandes consecuencias, que Fabio Salas a enumerado de la siguiente forma y que hasta el día de hoy se hacen sentir:

“1) Fin del rol subsidiario del Estado, lo que trajo consigo la privatización de la cultura que mercantiliza y objetualiza la producción artística. 2) Separación entre arte rentable y arte excedente definida por el correlato entre

7 Palabras de Carlos Fonseca Ex -manager de los Prisioneros y de otros grupos pop de los ochenta. “Rock nacionalesperando nada”, En revista Rock And Pop nº 12, Santiago de Chile, mayo de 1995.

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creación pro-sistémica(complaciente o inicua) y creación crítica(libertaria), favorecida además por la hiperespecialización teórica y tecnológica. 3) La dispersión de la creación artística en múltiples microrreferentes carentes de persistencia

y

perspectiva

temporal,

lo

que

constituyo

en

una

suerte

de

encapsulamiento de la esfera pública del arte. Con lo cual se rediseña la industria cultural y cambia el consumo, además de la aparición del intelectual subsidiado, plegado al orden dominante mediante su captación por los centros académicos y universitarios del primer mundo”

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- Como segunda cosa, la masificación de los diversos estilos que llegaron en este período, van conformando distintas y marcadas tribus o grupos de fans, con sus costumbres, vestimentas, jergas, territorios e ideologías particulares, las cuales continúan hasta la actualidad, salvo algunas nacidas en los noventa propiamente tales. Así el día de hoy podemos distinguir fácilmente a grupos diversos e inclusive rivales de, metaleros, punkis, poperos, etc. - El rock, en este momento, llega numéricamente a más personas. Esto no significa a un público netamente comprometido sino que mediatizado por los medios de comunicación, que muchas veces desvirtúan su contenido transformándolo en posse, moda, “onda”. En otras palabras, solo un manierismo formal y vacío: producto de la industria del ocio. Así, se conforman distintos tipos de publico: el comprometido cualitativamente v/s onda. - Se desarrolla una creciente industria discográfica, no vista desde tiempos de la nueva ola. También la música latina, y específicamente el rock en castellano, ocupa los diales FM. Sin embargo, la difusión y el éxito de los grupos en castellano, recayó más en conjuntos y solistas argentinos que chilenos, los cuales fueron menos favorecidos por los sellos musicales, las radios y la prensa escrita, al parecer por contar con los votos del régimen que no siente ningún peligro en este tipo de música importada desde el país trasandino. De esta manera, conjuntos como, Soda Stereo, Virus, Git, Enanitos Verdes, Charly García, Fito Páez, etc, son de las preferencias del público chileno, fácil de impresionar sobre todo por los “raros peinados nuevos” (como denomino Charly García a los conjuntos argentinos que tomaban la estilística new wave inglesa), que la música en sí misma. Esto, sin duda, en desmedro de las bandas chilenas, con la excepción de los Prisioneros. Los Prisioneros, como se ha dicho, fue la banda conductora y la más importante. Su éxito comercial masivo (sin ayuda de los medios oficiales, al menos en sus comienzos) debido a la contingencia social de sus letras y su independencia de la política partidista (cosa rara para el sistema político chileno, culturalmente acostumbrado a ejercer la política vía partidos), los convirtieron en modelos para otros grupos y la

transformaron en una de las bandas más

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importantes en el rock “made in Chile”. La banda se convirtió en la voz de la generación hija de la dictadura, significaron un grito rebelde, más visceral, emotivo, que planificado; el canal de difusión de la juventud que sentía acatarrada y atada de manos en un pataleo que iba contra todo lo que significara poder, sistema establecido o stablishmen, pero dándole énfasis en su ataque más a los individuos o grupos que al régimen en sí. Canciones como “nunca quedas mal con nadie”, “generación de mierda”, “porque no se van”, “quieren dinero”, y algunas más, dan fe de esto. También fue esta banda la que sacó de la clandestinidad al rock chileno, instalándolo en los medios masivos y, por ende, populares. Encarnó un estado anímico de quiebre con la generación anterior, tomó la herencia punk en su esencia básica, que no es precisamente, ni los peinados, ni la música monótona o primitiva, sino, un grito rebelde, inconsciente, cansado, algo así como un “no sé, lo que quiero pero lo quiero ya” (como nos decía el grupo Argentino Sumo), una preocupación por el individuo, en cuanto a que se debe ser auténtico, único, no importando a quien o quienes moleste (no obstante, esta postura no puede atribuirse a todos los grupos del movimiento, sino que a un reducido número), por medio de la new wave, con una marcada estética anti-peña o estética de oposición al Canto nuevo, a los ricachones disfrazados de pobres, pero fundamentalmente al grupo de los que se consideraban artistas, ellos representaron un símil de la rebelión punk en nuestro país. Su ideología separaba el mundo entre ricos y pobres, por lo que se consideraban como los

reivindicadores de los “verdaderos proletas". Su oposición a los "artesas", se dio hasta

en la estética: si el look de éstos incluía el pelo largo, la barba, las vestimentas e indumentarias artesanales, ellos utilizaron el pelo corto, sin barba y las vestimentas que cualquier joven pobre podía encontrar en las tiendas de ropa de segunda mano. Emblemáticas fueron sus zapatillas North Star que contrastaban con las ojotas o chalas artesanales de los jóvenes universitarios. De proletas a estrellas fueron ellos, los que abrieron y cerraron este momento de la historia del 9

rock criollo, fueron como nos dice el escritor Pedro Lemebel, "El grito apagado de los ochenta” un grupo que a la larga cayó en las mismas fuentes de su crítica y del negocio musical. Tal como lo expresaban unas líneas de su primer hit que pasó a la fama “La voz de los ochenta”, cuando se referían a movimientos juveniles anteriores como el hippismo y el punk que curiosamente, ellos importan en cierto grado, aunque nunca se declararon tal: “(...)en las garras de la comercialización, murió toda buena intención”, en una especie de profecía autocumplida. A pesar de ello, nos regalaron verdaderos himnos generacionales, temas sintomáticos del acontecer socio-politico del 10

país : como la desigualdad de oportunidades en el nuevo orden socio-económico de los “Chicos

8 Salas Fabio, Op. cit. 2000, pp. 131-132. 9 En su De Perlas y Cicatrices. Crónicas radicales . Editado por LOM, Santiago de Chile, 1998. p. 126. 10 Que en materia económica se encontraba en un proceso de salida de la crisis de 1982, hacia la recuperación que comenzó a darse desde el año 1984, y terminó al finalizar la década.

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de Chicago” , en su clásico y hit más popular “El baile de los que sobran”, de su álbum de 1986, Pateando Piedras. Del mismo modo manifestaron su crítica a las políticas económicas de la dictadura, en “Muevan las Industrias” (también de su álbum de 1986), que daba cuenta de la cantidad de desempleados que trajo la implantación del neoliberalismo, cuando, a raíz de la política de importaciones del gobierno de entonces, cerraron demasiadas empresas antes destinadas al consumo interno de Chile, llegando los niveles de desempleo ha alcanzar cifras dramáticas para 1982 con un 26,1%, 12

un 31,3% en 1983, y un 24, 7% en el 84’

, que fueron el principal acicate para comenzar las

protestas contra el régimen militar. En otra canción del mismo álbum como “Quieren dinero”, se ríen de los cambios en las costumbres, que tienen a todos esclavos del dinero y el egoísmo, que trajo el nuevo modelo económico.

3.- La industria nacional y los medios de comunicación y difusión del Rock Detrás del rock existe un extenso aparataje de redes y mecanismos comerciales que incluye a los sellos discográficos (tanto nacionales como multinacionales), los productores, representantes, los estudios de grabación, los publicistas, casetes vírgenes o grabados, discos, compactos, instrumentos y equipos de música y sonido; además de medios de comunicación ligados a su difusión, como la radio y la televisión principalmente, pero también el cine en cuanto a su imagen y banda sonora, las revistas y periódicos especializados. Como se ha dicho, la radio es el medio de difusión por excelencia de la música en general, y del rock particularmente. Esta función la cumple desde finales de los años cincuenta y comienzos de los sesenta y se vio intensificada principalmente desde la aparición de la televisión como fenómeno masivo, más menos desde el comienzo de la década del setenta, que provocó la conversión de ésta en una especie de “toca discos”, dejando de lado antiguas funciones como la entrega programática de radioteatros, radionovelas, programas de humor y fundamentalmente la entrega de shows en directo, lo que para Valerio Fuenzalida significó “una desconexión entre el medio radial y el movimiento creador y renovador de la música popular; en adelante, el medio radial se restringiría a quienes hubiesen logrado acceder a la grabación industrial y a la circulación comercial. Al organizarse como reproductor de material envasado, la radio se hizo dependiente de 11 Con el nombre de “Chicago boys” fueron conocidos los asesores económicos del gobierno de Augusto Pinochet, que llevaron a la práctica en Chile, una verdadera revolución capitalista o neoliberal, que transformó a parte de la economía chilena (acostumbrada al estatismo y ha suplir sólo la demanda interna), también la sociedad en general, en cuanto a los hábitos y costumbres, que desde la fecha de la recuperación (1984-89)comienzan a hacerse sentir, como el endeudamiento a través de créditos, las casas se llenan de artefactos electrónicos, crecen el consumo que pasa a ser el certificado único de “vivir “ esta nueva etapa de “progreso” material. 12 Cifras extraídas de Patricio Meller, Un siglo de economía política chilena (1890-1990), Santiago 1996. E incluyen a los semicesantes del PEM y el POHJ, que fueron programas de empleo de emergencia financiados por el Estado para suplir la catástrofe en el empleo, producto de la crisis. Estos planes son recordados por la irrisoria remuneración que entregaban a

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la fuente grabada y se privó de su anterior vinculación directa con los movimientos generadores de 13

creación musical nacional” . Sergio Pirincho Cárcamo nos entrega algunas cifras al respecto: "En el año 1962 habían por lo menos 10 radio-emisoras que tenían estudios con capacidad de 250 personas de público. Los shows eran diarios, y cada emisora tenía su propia orquesta de 20 músicos. O sea, que el 14

circuito era mucho más amplio" . En este trabajo interesa el estado de la radiotelefonía y su relación con el rock con anterioridad a nuestro período y el cambio que sufrió a partir de él. A partir de datos entregados por la subsecretaría de telecomunicaciones, en nuestro país para 15

1984 existían 305 radioemisoras, 155 de AM y 150 en FM.

De hecho el proceso que resalta es la

expansión de la FM, que venía desde el setenta y en un período de diez años (1974-84) logró crecer en un 80%. Paralelamente, el parque de aparatos receptores también creció. A pesar que la producción nacional había decaído desde de 177.816 unidades en 1971 a 29.053 en 1978, presentando una disminución de 83.7%. Este descenso fue compensado con el crecimiento de las importaciones, que subieron de 855.600 dólares en 1970 a 7.1483.000 dólares en el 81’, o sea, un alza de 16

8254,7% . Según cifras del Banco Central, en el trienio 1979-1981 se importaron más de 2.900.000 17

radiorreceptores, o sea casi un millón por año. . No obstante este explosivo crecimiento de la capacidad de transmisión y recepción radial, está, no se tradujo en un acicate para la industria discográfica chilena, que en 1973 producía 6,3 millones de discos y que en 1980 bajó a la cantidad mínima de 968 mil discos. Desde esta fecha hasta adelante, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) no registra producción física de prensado de discos en nuestro país, además, según datos de la Cámara Chilena del Disco, para 1983 se habían vendido en Chile cerca de 150 mil discos, todos de origen foráneo. También por estimaciones de las casas discográficas se señalaba que la participación de la creación chilena para la fecha era de entre un 30%, para los más optimistas, y un 10%, para los otros, en claro contraste con los años anteriores al setenta, donde el universo 18

chileno, aportaba en un 70%.

Con todo, la industria del prensado de discos desapareció bruscamente y fue reemplazado por el caset, gracias a la políticas económicas-liberales de la dictadura, que incitó, entre otras cosas la a desvinculación del Estado con la vida cultural, al desaparecer su rol de interventor económico con los trabajadores y que no cubría en lo más mínimo las necesidades básicas. 13 Fuenzalida Valerio. La industria fonográfica en Chile. Ceneca, Santiago de Chile, 1985. p. 17. 14 Fuenzalida Valerio (editor): La producción de música popular en Chile, CENECA-CES, Santiago de Chile, 1987 (no tiene compaginación). 15 Rivera Anny: Transformaciones de la Industria musical en Chilek , CENECA, 1984, Santiago de Chile, p. 12. 16 Ibid, p 10. 17 Fuenzalida Valerio Op. cit. 1985, p 6.

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el cual asumía, entre otras cosas, la de velar por la producción nacional.

“En relación, a la industria musical este rol activo del Estado se ejercía a través de la fijación de porcentajes obligatorios de difusión de música nacional en radio y luego en TV. Para la radio se fijó un porcentaje de un 30% de artistas chilenos en 1943; más tarde, en 1950, se decretó que este porcentaje se fijaría mensualmente. En 1972 se decretó un impuesto del 22% sobre el precio de venta de los discos importados; este gravamen pretendía incentivar la producción y la venta de discos nacionales”

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Esto sin duda influyó en la difusión y llegada del rock en sus primeros años, con un efecto doble. Por un lado la legislación promovía la conformación nacional de grupos rock, pero en un momento donde el rock, tanto nacional como extranjero, no poseía arraigo en la sociedad. Es más, en un momento donde el rock hecho en Chile estaba en etapa de aprendizaje-imitativo de este ritmo foráneo, que por los impuestos a los discos importados se limitó sólo a sectores juveniles de estratos socioeconómicos altos, que eran los que podían acceder al material importado. También la antigua legislación daba incentivos para la producción de espectáculos de grupos y artistas nacionales, como la rebaja, o sencillamente la liberación, de impuestos, además de rebajas o subsidios en pasajes por medios de transporte estatales. Inversamente, para los espectáculos extranjeros no existían estas “regalías”. Con el advenimiento del régimen militar, la situación se invierte. “En 1974 el Decreto de ley 827 deroga todas las disposiciones que eximían de impuestos a los espectáculos nacionales. Por el contrario, se establece un impuesto del 22% a todos los espectáculos públicos, exceptuando los 20

auspiciados por organismos estatales”

También entre 1978-1979 no se dará cumplimiento a la

legislación que exigía cuota obligatoria de música nacional en la radio y gracias al Decreto 2200 se flexibilizan las disposiciones relativas al contrato de artistas extranjeros, y desaparece la protección a la industria fonográfica nacional con la supresión del impuesto a los discos importados mediante el establecimiento de un arancel aduanero del 10% a todos los productos importados. Con esto se entiende la marginación de la vida artística y el rock del primer plano, donde sumados a estas disposiciones económicas están las restricciones a la vida pública como el toque de queda, derecho de reunión y asociación. Por otra parte, la crisis económica y la disminución de la capacidad adquisitiva, mermaron la vida bohemia. La política de bajar los aranceles a las importaciones suscitó un conjunto de consecuencias que repercutieron en el práctica radial y que se resumen del siguiente modo:

18 Ibid, p 7. 19 Ibid, p 10. 20 Ibid.

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“- Permitió la adquisición de equipos para las radios AM y FM que se crearon. - Permitió que conjuntos e intérpretes de música se dotaran de instrumentos modernos, tal equipamiento ocurrió particularmente en los conjunto de música rock. - Permitió la constitución de estudios de grabación con moderna técnica para la grabación de sonido. - Se produjo una masiva importación de artículos electrónicos que dotaron los hogares chilenos con radiorreceptores AM y FM y radiograbadoras. - Igualmente, la producción chilena de discos decae a cifras tan bajas que se acaba completamente el prensado de discos en Chile. Las fabricas son desmanteladas y los equipos se han vendido. La grabación y reproducción de cintas casetes alcanza aproximadamente 1.200.000 unidades en 1984. En el período 1970-1973 la importación de discos y cintas grabadas no sobrepasaba los 100.000 dólares anuales; en 1979 sobrepasó los 800.000 dólares y en 1981 alcanzó a los 4 millones de dólares. La importación de cintas vírgenes pasa

un promedio(sic) de 200.000 21

dólares anuales en el período 1970-1973 a los 5.900.000 en 1981”

El cambio del soporte del disco a caset no alteró la forma de trabajar de las radios. En un comienzo, a pesar que la masa consumidora había cambiado el tocadiscos por la radiocaset, las emisoras seguían empeñadas en la transmisión de música en formato disco, lo que

indujo,

además de un decrecimiento en la difusión de música chilena, un “divorcio” entre la industria, que utiliza la reproducción mediante el caset, y la radio, que empleaba el disco. Paralelamente, provocó el divorcio de la música radiodifundida, con la música que circulaba vía mercado. Así las estimaciones de la industria fonográfica para 1985 señalaban que existían en Chile 300 mil tocadiscos y por lo menos 3 millones de radiocaseteras. Las ventas del disco se hundieron hasta representar tan sólo el 10% del mercado fonográfico, mientras que el 90% restante ya lo constituía el caset.

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Las cifras en cintas vírgenes alcanzaron, en 1981, la cantidad de 6 millones de dólares, guarismo superior a toda la participación de la industria fonográfica chilena en el mercado musical, que era de 5 millones aproximadamente. Esto generó la posibilidad de la grabación privada sin contar con el intermediario, que era la industria fonográfica, y que con el tiempo, constituyó una red “Pirata” de circulación de música fuera del comercio formal que se instaló preferencialmente en el “Mercado Persa” y la vía pública. Este fenómeno tiene dos caras: una negativa, que es la que afecta la producción musical

21 Ibid. p 12-13. 22 Cifras tomadas de Valerio Fuenzalida. Idem, p 14.

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nacional, y sobre todo el patrimonio y los derechos de autor de los músicos; y la positiva, es que permitió la circulación de música excluida por los sellos y la censura reinante. Además, el caset posee un carácter más democrático en cuanto a que, al ser su costo menor, permitió a personas con menores recursos, adquirir música que por su precio le estaba vedada. Este era el panorama general que antecedía al momento que nos ocupa. Cuando a partir del éxito local de Los Prisioneros, Aparato Raro entre otros y la invasión argentina de los grupos postmalvinas, vio nacer en Chile el Boom del Rock Latino y el Pop chileno, que logró que la música en castellano desplazara, por un breve, aunque afiebrado momento, (1986-87), a la música anglo, llegando al punto en que la radio Galaxia, por ejemplo, tocara todo el día, rock en castellano argentino o chileno. “Programaban a cualquier gallo que llegaba con un cassette” según palabras de Marcelo Aldunate director musical de radio Rock and Pop.

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Los programas radiales pioneros en este sentido fueron “Argentina Rock”, de radio Concierto y conducido por Lalo Mir. Su contrapartida fue el programa de Radio Carolina “Cono Sur” conducido por Justus Liebig. y “hecho en Chile” transmitido por Radio Galaxia y conducido por el “mil batallas” Sergio ‘Pirincho’ Cárcamo. Al avanzar la década surgirán nuevos programas radiales que, aunque menos masivos, tuvieron importancia en la promoción de conjuntos nacionales. Como el caso de “Melodías Subterráneas” de radio Universidad de Chile, que era conducido por Rolando Ramos, el que en un comienzo se orientaba sólo a corrientes internacionales alternativas de la música Pop de FM, y que con el tiempo fue dando cobertura a bandas locales de punk rock, a pesar que en los círculos universitarios la música popular en general no fuera considerada digna de difusión e investigación. También se destacó la labor de la Radioemisora Umbral como difusora de sólo música en castellano, de distinta índole, donde se incluía al rock chileno y latinoamericano. Sin embargo, esto ocurrió sólo después del boom del rock Latino y de la aparición de estilos más contestatarios de rock, ya que la radio se había creado en 1982 cuando el movimiento chileno de rock era muy débil. Además, paralelo al rock latino, emisoras como Tiempo, en su programa “Música a Otro Nivel”, conducido por Jorge Aedo, daba cabida a grupos internacionales de estilos radiales como Thrash metal, Hardcore, etc. El programa salía al aire desde 1984, pero sólo cuando bandas locales de estos estilos lograron sacar producciones, las incluyó en su programación. El programa salía al aire los domingos entre las 18:00 y 19:00 horas. Del mismo modo la Radio Concierto creó el programa “Solamente Rock”, conducido por Nicolás Aedo, que salía al aire los viernes entre de 17:00 a 18:00 horas, y que incluso estableció distinciones y premios para bandas chilenas del rock duro. Otro programa de ese tiempo fue “Semillero rock en vivo” de 1988, en la Radio Panamericana

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AM, producido y conducido por Juan Álvarez, como una extensión de su labor con las “Escuelas de rock”, que salía al aire los sábados a las 18:00 horas. La especialidad del programa era mostrar los demos y elepés de las bandas metaleras nacionales de aquel momento. Posteriormente, incluyó el “Contacto latinoamericano”, donde se mostraban algunas canciones de bandas principalmente argentinas y brasileras. En cuanto a la “pantalla chica”, el boom del Pop también se hizo presente, donde programas dedicados a la música juvenil y otros, fueron dándole espacios de difusión para los nacientes videoclips que grupos locales realizaban, pero principalmente presentando a los grupos en directo para entrevistas y a veces para que tocaran o doblaran. No obstante, la cantidad y calidad de los videos eran tan deficientes que de los tres programas especializados de música juvenil en televisión: Más música de canal 13, Magnetoscopio Musical del canal Nacional y Video Top de canal 11, sólo este último tuvo un ranking de rock nacional, ya que siempre los videos de grupos y solistas extranjeros fueron los más difundidos. A estos programas especializados los antecedieron programas más de corte misceláneo-familiar, como Sábados Gigantes y Éxito, ambos del canal católico; y Extra Jóvenes de canal 11, donde hicieron sus primeras apariciones televisivas grupos como Los Prisioneros, Cinema, UPA!, entre otros. La relación del rock con la prensa escrita, en Chile siempre ha sido conducida por la ignorancia, la banalidad, la descalificación, la intolerancia o sencillamente la indiferencia. Prácticamente sólo a fines de los ochenta aparecieron algunas revistas medianamente especializadas. En los sesenta, existieron revistas como Ritmo de la juventud y Rincón Juvenil, que distaban mucho de ser consideradas especializadas, y eran más bien revistas de “variedades” donde lo que importaba era “fabricar” estrellas y por ende, se centraban en sus gustos de ropa, signos zodiacales, colores preferidos, hobbies, etc., que era lo que más vendía, dejando de lado la música. En estas revistas el rock fue considerado como fenómeno extraño, una música loca y “colérica”. Al llegar a los ochenta, la prensa escrita se basó en algunas revistas de distinta índole, unas mejores que otras. La que primero percibió la aparición subterránea de los nuevos pop’s fue la Revista artístico musical, La Bicicleta, que tenía su origen a fines de los setenta, siendo más afín con el movimiento musical del Canto Nuevo y la Cultura marginada de izquierda. La revista por estar circunscrita al acontecer universitario principalmente, es en este espacio donde se comienza a notar la presencia del fenómeno, primero de Los Prisioneros, y que luego arrastró a otros agrupaciones. Esta revista representó un espacio real de crítica musical y de testimonio de lo que provocaron estos nuevos jóvenes músicos, con respecto a lo que hacía hasta la fecha. Lamentablemente desaparecida, hacía 1987. 23 En reportaje de Revista Rock and Pop, Op. cit. p 8.

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También otras revistas de corte más político, y también comprometidas con la cultura disidente de entonces, como Análisis, Apsi, Cauce (la que tenía un espacio dedicado a los jóvenes donde incluía crítica musical, a manos de Fabio Salas, pionero en la publicación de un estudio académico del rock), dieron cabida a estos nuevos movimientos musicales. Sin embargo, su primera impresión consistió en abordarlos de manera demasiado prejuiciosa y extramusicalmente, más bien por sus posturas político-existenciales o vestimentas (que no correspondían a la tradición del joven militante y comprometido que no escuchaba “música imperialista”), las cuales muchas de las veces desconocían o creían comprender a cabalidad. Pero las revistas con las cuáles el boom del rock Latino se masificó fueron: Super Rock, de Revista VEA, y en menor medida, el suplemento del diario últimas Noticias, Clip. “siempre condicionadas por la censura, la desinformación, la inmediatez y el escaso alcance técnico, promoviendo la idea de que el rock en Chile había nacido a raíz del Pop”.

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El principal propulsor

de esta idea es Carlos Fonseca, ex-manager de Los Prisioneros y actual Director artístico de EMI. Para él, el rock chileno partió con Los Prisioneros, y ya en la década del ochenta, antes del boom, era crítico acérrimo de los rockeros como Tumulto y Arena movediza los cuales encontraba 25

“repetidos, pasados de moda, copiones y poco creativos”

Esta idea en apariencia descabellada, no lo es tal. Sin duda que el rock chileno no parte con Los prisioneros, pero es en la década de los ochenta donde el movi miento rockero se refunda y es tomado en serio, escapando al underground y quedando dentro de los géneros musicales más importantes en la música popular y juvenil actual. La revista Super Rock a pesar de tener mucho más de “revista del corazón”, que de especializada, dio una cierta cobertura a estilos y grupos fuera del Pop incluso tenía espacios de crítica, que aunque pequeños, fueron una señal de lo que vendría después. Como cuando nace El periódico(después revista) El Carrete, como un espacio escrito- especializado en todo su sentido, y la revista Rock Clásico al finalizar los años ochenta y que duraron hasta mediados de los años noventa, donde ocuparon su lugar las revistas Extravaganza y Rock and Pop. En cuanto al soporte tecnológico en el rock, se puede decir, de manera general, que cada década a tenido el propio. Si el rocanrol tuvo en los cincuenta el disco-single, en los sesenta se reemplazó por el disco LP, en los setenta aparece el caset y los ochenta el Compacto. Para Chile la cosa es distinta, como hemos acotado, la década estudiada se caracteriza por utilizar casi únicamente el soporte caset, ya que los pocos discos prensados por grupos de la época se hicieron en Argentina o Brasil y estaban dedicados a suplir el desfase técnico de las radioemisoras que estaban mejor preparadas para transmitir en discos vinilos que casetes, y no tanto para el consumo privado. El soporte visual también comienza en este tiempo con los primeros

24 Escárate Tito, Frutos del país. Historia del rock chileno. Fondart, Santiago de Chile, 1994, p. 87. 25 En revista “Buen Domingo” del Diario La tercera, del 1 de septiembre de 1985.

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videos clip de grupos nacionales. El rock se ha diversificado en escuelas, en movimientos, en géneros gracias a la evolución de los instrumentos, que dan

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a cada época y estilo su “color sonoro” . Desde los comienzos los

instrumentos han sufrido una modificación y superación tecnológica que han influido en como se hace el rock. EL piano acústico, usado por los pioneros (piénsese en un Jerry Lee Lewis) de los años cincuenta, es reemplazado por el órgano eléctrico en la década venidera. En los setenta la revolución tecnológica del sintetizador modificó por bastantes años la atmósfera sonora el rock hasta el punto que los años ochenta, años del auge del Pop estuvo dominado por los estilos asociados a los instrumentos sintéticos. Incluso algunos grupos de estilos reacios al sintetizador, como el Heavy Metal, terminaron usándolos. En Chile la gran novedad de los grupos Pop, desde el punto de vista del soporte tecnológico, estuvo en traer al país justamente los sintetizadores. La guitarra, instrumento símbolo del rock desde los años cuarenta, cuando se electrificó, ha sufrido transformaciones profundas, como la creación de pedales de efectos distorsionadores, amplificadores, incluso sintetizadores. Los estilos de rock pesado y metálico son los que en Chile más han aportado en la introducción de la nueva tecnología aplicada a la guitarra eléctrica. El bajo, que es la versión eléctrica del contrabajo, proviene de los años cincuenta y en los ochenta, ya estaba al igual que la guitarra completamente sintetizada. Los metales más cercanos al Jazz y en cierto momento suprimidos, resurgieron con ciertos estilos como el Ska y Reggae jamaicano y el Pop del ochenta, a pesar que con el sintetizador se ha podido lograr una imitación casi perfecta de instrumentos como el saxofón, clarinete, flauta, lo que motiva a muchas bandas a usarlo. En nuestro país grupos de tendencias diversas como Upa, Fulano, Compañeros de viaje, entre otros, hicieron notoriedad por el empleo de instrumentos de vientos principalmente las variedades de saxofón. La batería acústica también ha tenido su contraparte sintética y programable, que en la década de los ochenta se comenzó a masificar. Su uso depende mucho del estilo, los grupos ligados a un sonido más duro o pesado todavía prefieren la acústica, aunque existen excepciones. En Chile los grupos Pop como Los Prisioneros (en su segundo trabajo), Aparato Raro, Electrodomésticos, etc. utilizaron la batería programada. En cambio los estilos más Metaleros o el punk, empleaban la versión acústica. Desde una panorámica general los instrumentos de cuerda y viento retroceden en beneficio de los teclados. En cuanto al soporte físico para recitales, debemos decir que el Pop comenzó ocupando espacios heredados por el movimiento del Canto Nuevo, como el café del Cerro y los encuentros culturales

26 Paraire Philipe, 50 año de música rock, ediciones Prado, Madrid, 1992, p. 14.

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universitarios. Con el tiempo, y mientras el fenómeno crecía, se fueron mudando a recintos con mayor capacidad como, el teatro Cariola, el velódromo del Estadio Nacional, El Estadio Chile. para el caso de Santiago. y los gimnasios y estadios municipales para provincias, inclusive la Quinta Vergara (en encuentros rock y en el Festival de la Canción), las playas del litoral central etc. Famosos fueron los recitales en conjunto con bandas argentinas auspiciadas por la gaseosa Free por las playas del país.

En 1987 los recitales más importantes fueron: El dado por Los Prisioneros en la FERBIO de Concepción a comienzos de año, ante 50 mil personas aproximadamente; la actuación de las bandas Pop en el Festival de la Canción de Viña con la participación de Cinema y Upa por Chile, y Soda Stereo y Git por Argentina; y el “Encuentro Rock” también en la Quinta Vergara el día 21 de febrero, que convocó a grupos como Aparato Raro y Upa de Chile y los míticos Sumo junto Git de Argentina. Con respecto a grupos fuera del circuito comercial del Pop, tenemos a los Thrashers y punkis ocupando gimnasios como el Manuel Plaza, EL garage de Matucana 19, junto a grupos independientes como Fulano y Compañeros de viaje; y casi al final de los años ochenta a conjuntos como Dekiruza, que al igual que Los Prisioneros, ocuparon la gira nacional del comando por la opción NO para el plebiscito de 1988, como telón masivo. En 1989 se realizó en el estadio Santa Laura, la segunda versión del encuentro “Los caminos que se abren” con la participación de Los Jaivas, Congreso, Eduardo Gatti y el argentino Nito Mestre. Al año siguiente el festival de “Piedra roja” también vive una segunda versión albergando a grupos de diversos estilos como Tumulto, Congreso, Panzer, UPA, Fulano, Dekiruza y Dorso. Mención especial merece el garage de Matucana 19, debido a su importancia que adquirió para la música y otras manifestaciones contraculturales de la época. Fue creado en 1986 por los hermanos Jordi y Rosa Lloret, que convirtieron un abandonado garage de su familia en el centro de la resistencia cultural, opositora no militante, al régimen militar en su última etapa, antes del plebiscito, y que estimuló al escritor Pedro Lemebel (con mejor pluma que nosotros) a dedicarle “algunas líneas” en su De perlas y cicatrices, de 1998:

“Y era que se vagaba por la noche santiaguina mediando los ochenta, en largos carretes de la revuelta resistente. La manga callejera, media artista media artesa, poetas

de

gomina

punkie,

intelectuales

de

izquierda

ñuñoína

y

pobladores

desalambrados” (...) “ en la a f rra nochera que hilaba zapatillas, sandalias y bototos under camino a Matucana. En Estación Central, a media cuadra de la Alameda, el Garage cuna del margen vanguardia, a reventarse de pelados metaleros y chascones floripondios, todos allí, hermanados por el subterráneo alternativo donde se ideaba el

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Chile en democracia. Por entonces el cómic, los peinados raros y la patota pirata que soltaba sus humores creativos en ese solar del placer utópico, la barraca que acogía a tres mil mujeres en tres días de feminismo, izquierda y rabias sin calzón. Por allí pasó casi toda la subversiva movilización antidictadura, animada por el Jordy y la Rosa Lloret y la familia amigota de pintores, poetas, teatreros y soñadores que reventaban de eléctrica música los viernes de Matucana. Siempre con cucas de pacos en la puerta, por reclamos, por la bulla, por las peleas, por los botellazos, por todo el tráfico de ideologías destapadas y resentimientos bailables, tomables, fumables que acontecían en ese galpón periférico.” (.....) “La variada multitud de chicos y no tan chicos que transaban el vacío común con la ropa negra. New waves pálidos y ojerosos imponiendo el look gótico sacado de la ropa americana, chicas rebeldes, minifalderas pop, que encueraban las noches en el humo azul de los pitos. Conjunción de estilos, sombreros retro y gafas de gata con flequitos, en el zumbante reggae que recién 27

llegaba, amortiguando el heavy rock en un colapso calentón.”

En lo que concierne a recitales de grupos y solistas extranjeros de proporción en Chile por ese tiempo, comienzan con músicos del otro lado de los Andes. En 1984 hace su aparición Charly García con el “Cartel” de “Padre del rock latino” a mostrar las canciones de lo que era su última placa: “Clips Modernos”, que tras un concierto en el teatro Gran Palace, tuvieron una recepción radial instantánea. Con esta venida se acrecentó el gusto por el rock latino y las visitas de grupos argentinos se multiplicaron, actuando solos, o de preferencia acompañados por bandas chilenas. Por ejemplo, las tocatas de Los Prisioneros junto a la banda punk trasandina de los Violadores, la primera en la discotheque Gente en las Condes y la segunda, más masiva, en el Teatro Cariola, ambas en enero de 1986. Así le siguieron muchas como las ya nombradas en las playas del litoral central o la participación en el Festival de Viña en 1987, donde fueron los conjuntos Soda Stereo y GIT los verdaderos animadores del certamen. Pero debemos decir que en esta década comienzan los mega-conciertos de figuras del rock mundial, que en los noventa se triplicaron y abordaron distintos estilos y tendencias. En 1989 se presenta en el Estadio Nacional, ante más de 70 mil personas, el cantante pop escocés Rod Stewart, que paseó a los asistentes por sus éxitos de años. Con este recital se inauguró un proceso de venida a nuestro país de grandes cantantes y estrellas del rock sincrónicamente al acontecer mundial. El mismo año se presentó la carismática

Cindy Lauper,

dando dos conciertos, a estadio repleto, en el Estadio Nacional de Santiago y el regional de

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Concepción. Además nos visitó el grupo de reggae UB 40. Este año el Festival de Viña tuvo la participación de una agrupaciones mítica como R.E.O, además de Speedwagon. En 1990 vendrá al Festival de Viña el grupo sueco Europe, con motivo de la fiebre mundial y en Chile por el Pop Metal al cual representan. En la misma tendencia también se presentó en el Estadio Nacional el favorito del público femenino, el grupo norteamericano Bon Jovi. A mediados del mismo año, en septiembre se realiza en Santiago el concierto “Rock in Chile” de tres días de duración y en el cual actuaron figuras de la talla de David Bowie y Eric Clapton, además de Bryan Adams y Mick Taylor. Al mes siguiente llegó a Chile Amnistía Internacional y presentó el evento que tuvo por nombre “Un Abrazo a la Esperanza” donde participaron, entre otros, Peter Gabriel, Sting, Sinead O’Conor y Los New Kids on The Block. En cuanto a las casas o sellos discográficos podemos decir que, a medida que, por el propio esfuerzo y sin la ayuda de los medios, algunas bandas Pop lograron índices importantes de popularidad, como Los Prisioneros y Aparato Raro. Los medios, incluidos los sellos, las radios y la prensa, trataron de estrujar algo que parecía auspicioso y beneficioso económicamente. Esto condujo a que sellos transnacionales como EMI, CBS, BMG, RCA, siguieran los pasos del sello FUSION y ficharon a una cantidad bastante alta de bandas locales que

en muchos casos no

merecieron el apoyo por la carecían de la profesionalidad requerida. No obstante el gran impulsor fue el sello chileno e improvisado, obra de Carlos Fonseca para atender las demandas de la carrera de Los Prisioneros. Este sello fue FUSION, ubicado en calle Providencia 28

junto a la disquería

del mismo nombre que entregó

la pauta de trabajo en el moderno negocio musical, que ha Chile todavía no llegaba. De hecho cuando Los Prisioneros mostraban o hablaban de su manager dentro del ambiente musical, muchos no entendían nada o les parecía el colmo de la comercialización. La década del ochenta a nivel planetario fue la del reinado del negocio, el dinero y el marketing. Lo importante fue (y es), producir dinero, nada de entrega de mensajes ni posiciones filosófico-existenciales, sino fórmulas que aseguraran el éxito. Así el trabajo de imagen de los grupos se hizo

fundamental en cuanto a las vestimentas,

peinados, maquillajes y sus promociones, sobre todo mediante el formato imagen que tuvo en el 27 pp. 129-130. 28 Esta disquería, pionera en cuanto a importación de material discográfico de estilos musicales desconocidos en Chile, donde incluso se podía encargar material, estuvo abierta desde el 30 de abril de 1981 hasta el año 2001, cumpliendo veinte años en una labor de vanguardia dentro del diminuto medio musical chileno. A diferencia de las otras tiendas de música especializada que basaban sus “arsenales” de discos con lo último de los rankings norteamericanos, Fusión trajo a nuestro país catálogos de estilos muy disímiles y en cierto modo vanguardistas de los últimos años, para nuestra época se caracterizó por traer toda el expectro de la New wave y el post –punk inglés. Ya en los noventa, agregó toda la movida de

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video clip el canal por excelencia para consagrarse con la fama en el mercado de la música Pop. Mientras más se repitiera el video conjuntamente con apoyo FM, más cercano se estaba de los beneficios económicos y la popularidad. Este panorama de la música mundial, no se percataba en Chile, acostumbrado a mantener su música subterráneamente, en este sentido Carlos Fonseca logró captar algunas necesidades para la obtención del éxito masivo, como la necesidad de que las bandas tuvieran un representante que manejara sus intereses en su relación con los sellos, y que los músicos se dedicaran sólo al terreno musical. Fonseca representó a varias bandas aparte de los Prisioneros como Aparato Raro, Viena, La ley (que junto a Los Tres ocuparon, en los años noventa, el lugar dejado por los Prisioneros luego de su disolución), entre otras. Con la irrupción del Pop chileno y Argentino, los sellos vieron que las posibilidades de expandir el negocio se estaban dando. EMI por ejemplo, fichó entre los años 1985 y 1987 la cantidad de doce bandas, entre las cuales teníamos UPA, Emociones Clandestinas, Aterrizaje Forzoso, Nadie, y a Los Prisioneros, tras negociar con Fusión, lo mismo con Aparato Raro, Pie Plano, Bandhada, Viena, Electrodomésticos, Valija Diplomática, Banda 69, etc. RCA tuvo como su principal figura a Engrupo y CBS fichó a Cinema pero le dieron mejores resultados las ediciones de grupos argentinos como Soda Stereo, Virus, etc. En un comienzo todo fue bonito: las ventas de discos crecieron, la difusión radial acarreaba patrocinadores, lo que motivaba la permanencia

de las canciones al aire. Incluso las revistas

transformaron a los nuevos ídolos Pop en figuras bisagras para la promoción de productos, bebidas gaseosas, helados, ropa, zapatillas, equipos de sonido, y las mismas revistas. Todos querían sacar su tajada del pastel. Se multiplicaban los afiches, cancioneros y posters con caras (más argentinas que chilenas por supuesto) y figuras de los ídolos. Pero la “gallina de los huevos de oro” comenzó a agotarse, trayendo pérdidas a todo el mundo: a la industria, los medios de comunicación y a los mismos grupos, a los cuales se les restringió la cobertura y la promoción, al retirárseles el apoyo y prefirieron nuevamente a grupos importados de países anglo parlantes. De esta forma, los grupos pop desaparecen de la difusión radial, los sellos paran de fichar a más bandas, se terminan los conciertos, etc. Las causas del fin del boom, están en: la sobreexplotación irracional, cualitativa y cuantitativamente, de bandas sin establecer diferencias en las posibilidades de cada una, y sin tomar en cuenta la dimensión del mercado chileno, en comparación a otros sitios. Como por ejemplo, México y Argentina que al contrario nuestro, con una mayor población aunque se invierta el mismo dinero que en un artista chileno en estos países la inversión se recupera antes. Según Carlos Fonseca, “las cifras de venta de los rockeros 29

chilenos, salvo la Ley y los Prisioneros son la nada”

Todavía en la actualidad un grupo no puede vivir de su música con ventas que no superen las 15

Seatle (grunge), la movida manchestreriana, y posteriormente el hip-hop. 29 Al momento de la entrevista para el reportaje de Revista Rock and Pop, Op. cit. P. 13.

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mil unidades, o sea, con disco de oro. Así, bandas que no gozaban de popularidad previa a los contratos, y que más bien los motivaba la posibilidad de ganar dinero incluso haciendo una música que no les gustaba, alcanzaron renombre, como en varios casos como Bandhada, donde sus integrantes se sentían más cercanos al rock progresivo. También influyó la ausencia de un público comprometido (en parte culpa de los mismos sellos que ofrecieron por igual a grupos de distinta calidad) en vez del influenciado por la moda, que no dudó en darle su apoyo a las propuestas más sintéticas y prefabricadas como la de los grupos argentinos como Soda, Zas, Virus, etc. en desmedro de los grupos locales. La inexistencia de un circuito real que soporte los recitales representó otro obstáculo que se mantiene hasta el día de hoy, ya que las entradas monetarias de una banda se generan mayoritariamente por concepto de ventas de entradas a sus recitales, “una capital como Santiago debería tener 30 o 40 lugares para hacer conciertos” como estima Oscar Sayavedra director artístico del sello BMG

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que también asegura “faltan managers tipos que representen a las bandas

y se encarguen del trabajo administrativo que los músicos no tendrían por qué hacer". Es difícil que las bandas vivan con lo que ganan de los sellos. Sus contratos no estipulan sueldo, sino anticipos y un porcentaje de las ventas, que los sellos mantienen en reserva. “Cuando un grupo alcanza Disco de Oro (15 mil copias) puede vivir de la música, pero no de lo que recibe del sello. Las ganancias vienen por sus presentaciones en vivo y en la televisión” dice Fonseca. Paralelo a la explosión pop, surgió el sello Alerce, creado en 1974, canal predilecto y especializado en música comprometida políticamente, como el Canto Nuevo, que sentía aversión al Rock, por su origen foráneo y camino de evasión. Pero en el período que tratamos, cambió de parecer y comenzó a fichar grupos de este género. Ricardo García, del sello Alerce, en una ocasión, durante 1986, expresó: ”Yo distingo entre la música pop, como una expresión absolutamente comercial, y la música rock que es de por sí contestataria, protesta, 31

disconformidad.”

Roto el prejuicio inicial, el sello representó a su primera banda de este estilo, el conjunto de New Wave, Corazón Rebelde, que estaba integrado por jóvenes chilenos exiliados en Francia y que se movían en los circuitos alternativos de París. Alerce editó su trabajo Homónimo en 1987 dando origen a un proceso que no para hasta hoy. El sello desde entonces tiene algunas consideraciones sociales e ideológicas como lo dice su directora artística Viviana Larrea: "Tenemos interés en encontrar rockeros que de alguna medida estén representando algún sentimiento de los jóvenes". (....) "Para nosotros el rock tiene la esencia de ser contestatario, una respuesta a su contexto".

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A este grupo le siguieron una serie de otros como, los Clásicos punk: Caos, KK urbana, Ocho

30 Ibid. 31L a Bicicleta. Año VII, n° 73, agosto 1986. p. 15 32 Ibid. P. 10.

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Bolas, Anarkia. También Dekiruza, Compañeros de viaje, etc.

4.- El público y la sociedad Para terminar y completar de ver la estructura del movimiento rock, debemos referirnos al público y su relación con la sociedad de consumo en la cual esta inserto. El público esta compuesto por los miles, o mejor dicho, los millones de jóvenes, algunos no tanto, consumidores de artículos propios de la industria del rock, fundamentalmente el disco y el caset; también, entradas para conciertos, posters, revistas, etc., que de alguna forma hacen parte suya, se identifican con este “estilo” musical, ésta última entendida como un mecanismo que canaliza sus inquietudes y formas de pensar, siendo de vital importancia en la construcción de identidad de muchos jóvenes contemporáneos. Como ya dijimos, por nuestro período en Chile se comienzan a formar las distintas tribus que integran, que conforman, los estilos rockeros. Hablamos de tribu en el sentido de una unión psíquica de jóvenes que a través de mecanismos simbólicos de consumo, van generando una identificación que interiorizan y que luego refuerzan en la creación de colectividades juveniles diferenciadas.

Cada una de estas colectividades conforma un “universo cultural simbólico"

particular e identificable, que gira en torno al gusto y consumo por algún estilo de música rock, ya sea punk, metal, blues, acid, gótico, etc., y un conjunto de elementos constitutivos de identidad, que el investigador mexicano Adrián de Garay a clasificado en: 1-La jerga o sea un vocabulario particular comprensible sólo por los integrantes o miembros de cada tribu y que los distingue de otros. La jerga puede ser el reflejo de la música, propiamente tal, de espacios que ocupan, o cualquier práctica cultural privativa de cada tribu, a la cual ésta le da un nombre propio como: las drogas y su uso, enfrentarse a la policía, ir a conciertos, etc. Por ejemplo metaleros chilenos apropiaron expresiones como: posers, Kuma- Agressor chacalidad, brutal, bestial, riff, etc.; los pankis por su lado hablaban y hablan de: corrosivo, Anarkia, etc. 2- El look es uno de los elementos más importantes en la configuración y reflejo de identidades juveniles, con lo cual ponen de manifiesto su independencia del grupo adulto, mientras que también: "A través de la facha los jóvenes se reapropian de sus propios cuerpos y manifiestan un control sobre sí mismos; informa sobre la identidad de los jóvenes que componen el grupo. A su vez, marca divisiones internas, de manera que el vestido permite no sólo identificación de lo que une, sino también de lo que separa"

33

.

33 De Garay, Adrián, "Entre la radio y el Barrio: mediaciones del rock como práctica cultural urbana", en Música Popular en

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La vestimenta casi siempre es reflejo de la que utilizan los integrantes de los grupos rockeros de los distintos estilos. 3-Las producciones culturales, o sea expresiones comunicativas generadas al interior de cada tribu, como fanzines, revistas, graffitis, radios, recitales, demos, etc., con las cuales se comunican entre ellos y contra otras tribus. "Para ello utilizan canales convencionales de la cultura de masas, o bien lo que es más común, crean por sí mismos canales subterráneos y/o marginales" 4-Los no lugares,

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o espacios de consumo que gracias al desarrollo tecnológico han logrado

masificarse, como el Walkman o auto-estéreo, que es la expresión máxima de “privatización pública” de la escucha de música, sin restricciones, ni limitaciones espaciales. 5- El espacio o territorio: la tribu tiene una relación intensa con el espacio. Los rockeros desde sus comienzos se han apropiado de espacios públicos de las ciudades, que las transforman en parte de su identidad y une afectivamente a los miembros. Estos territorios o espacios pueden estar ligados a un barrio, comuna, centro de eventos, teatro o gimnasio, disquerías, etc., que permite la construcción de planos particulares de la ciudad dependiendo de la tribu, como en Chile, la Plaza Italia para los pankis. En Chile las tribus que se van generando están comprendidos por los new wave, los punkis, los trhashers, los artesas (denominación que proviene de comienzos de los setenta y que identifica a los jóvenes con vestimentas artesanales y consumidores de música con raíz folclórica y comprometida políticamente con la izquierda partidaria). Las relaciones entre las tribus fueron, por clasificarlo en una palabra, de rivalidad y conflicto. En un comienzo se da una especie de aglutinamiento contra los artesas por parte de New waves, punkis, y metaleros. Canciones como "Nunca quedas mal con nadie de los Prisioneros" y la casi ininteligible "Muerte a los hippies" del grupo de hardcore Squad representan verdaderos testimonios del desprecio por estos. Pero la rivalidad se extendía a todos por igual, los artesas acusaban a todos los rockeros de extranjerizantes, comerciales y funcionales a la dictadura. Conocida fue la pugna entre Los Prisioneros con el conjunto punk Pinochet Boys, los primeros acusaban a los segundos de cuicos, "hijitos de su papá" "pintarse como maricones" y estos los acusaban de resentidos y comerciales. Para los trhashers casi todos eran poser`s, o sea, poseros vendidos al sistema, además de "hippies", donde incluían tanto a los artesas, los rockeros, tipo Jimy Hendrix, Janis Joplin, Grand Funk, Led zeppelin, como Tumulto, Arena Movediza y posteriormente Panzer. También los acusaban de pacifistas, blandos, de hacer música para minitas, etc. En un comienzo trhashers y punkis tuvieron buena relación hasta con tocatas compartidas, con el tiempo se separaron y se enfrentaban violentamente. Los trhashers

América Latina, Op cit, p. 245. 34 Ibid.

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consideraban a los punkis como muy violentos o kumas

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, ya que el punk de comenzar siendo un

“patrimonio” de jóvenes de clase media-alta, pasó a ser expresión de las clases bajas. Por otra parte los viejos rockeros duros de los gimnasios, amantes del misticismo y virtuosismo de los setenta, consideraban al trhash metal sólo como bulla y al pop como un pseudo-rock que sólo escondía fines comerciales y no musicales. Por lo tanto ellos se sentían como exponentes del verdadero rock, el eterno, clásico, que no representa una moda pasajera. Sin duda la llegada de los nuevos estilos cambió el paisaje musical y tribal en torno a la música. Si en los setenta el dilema era ser o no ser rockero, en los ochenta pasamos a ¿qué clase de 36

rockeros eres?

En esta década debido al boom comercial del rock-pop en castellano, es innegable que se expandió el público rockero, que además dejó de ser gusto exclusivo de la juventud, formándose gusto tanto de los más viejitos que envejecían junto al rock clásico, lo que la industria a denominado como A.O.R., es decir, rock orientado para el público adulto, rock de calidad instrumental y no tan estridente. Por su parte el espectro de edad también alcanza a los pre-adolescentes sobre todo en el sector femenino: música para quinceañeras, que para el boom del rock latino, hicieron de algunos ídolos pop chilenos como el cantante de Engrupo Andrés Vargas, o a los integrantes de Soda Stereo. Otro factor a considerar dentro de las tribus es la relación con la dictadura, los poperos, cuando estuvieron de moda, aparte de Los Prisioneros, casi todos se mostraban apolíticos, en el sentido de política partidista tradicional. Los punkis son la tribu con mayor cohesión respecto ha este tema: anti-dictadura. Pero más que eso, su postura era anti-sistema, cualquier sea: Dictadura y democracia, les daba lo mismo, más todavía después de la derrota electoral de la dictadura y la llegada de la supuesta democracia, donde persistieron los mismos vicios de la época de Pinochet: discriminación, maltrato policial (donde la detención por sospecha era cosa de cada día, sobre todo para las tribus con apariencias más desafiantes al "orden", principalmente thrahers y punkis), desigualdad de oportunidades, desleal reparto de la riqueza, servicio militar obligatorio, Senadores designados, etc. Los trhashers se dividían con respecto al tema Pinochet/Anti-Pinochet, debido a que el estilo surgió en el "barrio alto", donde muchos de los músicos provenían de familias de la derecha rancia y pinochetista. No obstante, otros se oponían directamente, lo que dejaron expresado en sus canciones como los grupos Massacre, Warphat, entre otros.

35 Designación, primero de los trasher (Kuma-agressor) y a posteriori de casi todo el mundo juvenil chileno, con la cual se identifican a jóvenes de estratos bajos proclives a actitudes y acciones pendencieras o delincuentes. Para los metaleros, “el Kuma”, representaba a la persona que en un recital, en vez de “vacilar” la música con Headbanging, Slam o el Stage, golpeaba con mala intención (no como se da en el roce o choque incosciente y característico de estos bailes o danzas metálicas), e inclusive apuñalando. 36 Idea tomada de Eduardo Berti, cuando explica el mismo fenómeno en su país. Rockología. Documentos de los ’80. Editora AC, 1989, Argentina.

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“En mi caso, por supuesto que estaba contra la dictadura; pero, dentro de la gente que tocaba en el metal había muchos de derecha, porque esta música igual se relacionaba un poquito con el rockero taquillero. (......) Digamos que había cincuenta y cincuenta de cada lado. En 1987, cuando fue el furor de trash(sic) y se hacían recitales con dos mil personas en el Manuel Plaza, éramos mitad y mitad: habíamos antimilicos y gente de derecha a favor de ellos. Pero, a la hora de la música, todos éramos yuntas, e incluso, había grupos donde tocaban dos socialistas y dos derechistas. (....) Esa era una de las gracias. En el caso de Dorso, Yamal era de derecha, una persona de muy buenos sentimientos; es como muy inocentón. Creo que tenía esa posición porque los viejos eran pinochetistas. (...) Es que el metal no apunta hacia lo político o lo social. (...) El metalero sólo quiere que, en el fondo, lo dejen metalear. (....) Me acuerdo que en la época, nos juntábamos todos los grupos y nadie estaba preocupado de lo político. Lo único que les interesaba era metalear y que su grupo tirara pa’ arriba. Es una cuestión que puede sonar un poco superficial, pero eso era (.....) Además la cosa se iba a dar igual, porque la represión de los pacos 37

contra los chascones era por parejo, fueran de derecha o de izquierda”

(palabras de

Rodrigo Cuadra ”el pera”, vocalista y bajista del grupo metálico Dorso)

Por otra parte el público inevitablemente está inserto en una sociedad de consumo desde la cual accede a los bienes propios del rock como cassettes, poleras, instrumentos, etc. Y esto a su vez se relaciona con la capacidad adquisitiva de los consumidores. El Chile de nuestro período, como ya se ha dicho, transcurrió entre la crisis (1982-83) y la recuperación económica (1984-89), que 38

gracias al crecimiento económico , aumentaron los niveles de consumo de la población, llegando a sectores medios-bajos, antes excluidos de ciertos bienes de consumo, que ahora, con la extensión del crédito por las casas comerciales y/o financieras, lograron aumentar su poder adquisitivo, a costa del endeudamiento. Esto influyó inevitablemente en la compra de música, sobre todo por el sector juvenil y de artefactos relacionados al rock como equipos musicales, instrumentos, etc; y que en alguna medida a la vez habrá repercutido en la posibilidad de que más jóvenes puedan hacer música. No obstante el avance tecnológico, como ya se dijo, logró en esta época masificar la reproducción privada de la música envasada o de sello, ya que se puede obtener una copia a veces de igual calidad, a menor costo. Proceso similar ocurre hoy en día con el disco compacto. 37 En Escárate, Tito, Canción Telepática rock en Chile, Lom Ediciones 1999, Santiago de Chile, p. 241-242. 38 Si el crecimiento en los años de crisis llegó a cifras negativas para los años 1982 (-14,1%) y 1983 (- 0,7%), en los años que los siguieron el crecimiento subió a 6,3 en 1984; 2,4 en 1985, 5,7 en 1986 misma cifra para el año 87’, luego alcanzó 7,4% en 1988 y finalmente alcanzó un crecimiento de 10% en 1989. ( Meller: op cit)

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5.- Letras y temas La canción es el vehículo transmisor por excelencia del rock y de la música popular en general, el alcance de sus letras, su contenido, lenguaje, a transformado a los rockers (cantantes de rock), en verdaderos “juglares modernos”. Representan o manifiestan los constructos verbales y lingüísticos contemporáneos, además de los estados psicosomáticos del momento. En el contexto chileno no se puede hablar de una unidad lírica en las canciones de rock de nuestro período. Estas dependen de los distintos estilos, sus búsquedas y recursos estéticos. No obstante, se distinguen claramente de lo que habían sido las letras rockeras de los años anteriores. Hay que tomar en cuenta que se vive dentro de un contexto y este contexto había cambiado con la dictadura, y ésta así misma fue también mutando con el tiempo. Así, el rock de este tiempo, en contraste con el del setenta y el Canto Nuevo, se manifiesta con ausencia total de metáforas o 39

líricas herméticas. Tumulto por ejemplo, escondía su gusto por las “pepas” , en “Rubia de los ojos celestes”, por su lado el Canto Nuevo, debido a la mirada vigilante de los censores, utilizaba de modo extendido el doble sentido, la poética encubierta o críptica. Si en los sesenta las letras de los Ramblers, sólo se preocupaban del entretenimiento, el baile y el goce de la vida, o sea el sentido de la fiesta (rock del mundial), con los grupos hijos de la Beatlemanía (Los Mac´s, Vidrios Quebrados, etc.) comienza el interés por los problemas existenciales del hombre entendido como Ser social y universal (“ayer mataron a mi hermano” es un claro ejemplo). También por el quiebre generacional en los modos y costumbres, con los grupos como los Jaivas, Congreso, los Blops, entre otros, se intenta el rescate de lo local, lo primigenio, lo mágico de las culturas ancestrales de nuestra América, entendiendo esto como un estado más cercano al equilibrio y alejado de la deshumanización del mundo moderno. Con el advenimiento de la época del “yo” (del setenta a los ochenta) las letras se ensimisman al igual que toda la cultura. Del “Todos Juntos” de los Jaivas, pasamos a “no necesitamos banderas, no reconocemos fronteras, no aceptaremos filiaciones, no escucharemos más sermones” (extracto de la canción No necesitamos banderas de Los Prisioneros de su álbum La voz de los ochenta). Del llamado a unirse y crear, ahora se incita a la destrucción de todo para que de eso, florezca algo distinto. Del interés por la transformación de

la sociedad y un mundo injusto, se pasa a la

desilusión en los ideales, y en cierto sentido, se propone un goce de la existencia y la valoración de cosas más triviales, reflejo de un estado postmoderno en el sentido del desprestigio de las metanarraciones. Canciones como: "El Futuro"

de Aparato Raro se refiere a la desesperanza de un

mundo que no se puede cambiar y se espera que con el tiempo se mejore. O sea, si antes se 39 Nombre popular con lo que se denominan las pastillas utilizadas como “drogas”, generalmente con altos contenidos de

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trataba de forzar el cambio, ahora se deja a la suerte. En la misma línea, Emociones Clandestinas cuestiona la capacidad de cambio en la canción ¿Es esto revolución?. También Los Fiskales Adhok en su canción “ Para mama " nos dicen: “El capitalismo es el ganador, ya no se puede cambiar Apocalipsis es la fiesta y Nos vamos a celebrar Bailando muerto de nacimiento Yo me vuelvo a preguntar Porqué ya no hay más revoluciones".

Existe también un tópico que dice relación a las letras y el mensaje en cuanto al idioma que se utiliza para transmitirlo. En Chile, a lo largo de su historial rockero, han coexistido dos posturas. Por una parte, la de utilización de la lengua vernácula y originaria del rock: el inglés; justificado por ser la lengua originaria, porque fonéticamente es más fácil trabajar con ella, porque las pretensiones de la banda son llegar a mercados internacionales donde el inglés es el standar (como el caso de las subculturas del metal extremo), o simplemente por que les place. Por otro lado, la postura que prefiere usar la lengua local: castellano y sus derivados chilenos. El pop por ejemplo, nos muestra letras que van desde la denuncia y transgresión política (para todos los sectores) como los Prisioneros, pasando por conflictos vivenciales y existenciales con Emociones Clandestinas, UPA, entre otros, hasta la banalidad máxima, con grupos como Cinema, QEP y Engrupo; pero siempre cantado en castellano. De hecho, una de sus fundamentos promocionales fue el hacer música en “tu idioma”. Latinoamérica es un pueblo al sur de EE.UU Cigarrillos condenados En contraste a la canción pasada tenemos a UPA, con su bella poesía, recordándoles a los "señores del saber" la particularidad de cada hombre: Las masas son gente

En el caso Punk, la lírica es netamente contestataria y contracultural, en términos políticos y sociales (críticas a la iglesia, al Estado, la clase política, La represión policial, etc.) Rescatan la lengua local resaltando la jerga callejera o barriobajera.

Los trhashers, poseen líricas generalmente en inglés (aunque existen varias excepciones), con temáticas que van desde el anti-Imperialismo, la crítica a la iglesia como monopolio de la moral, el gusto por lo esotérico, lo oculto, lo fantástico, rescate de mitos y leyendas, de preferencia extranjeras, pero resaltando lo terrorífico, lo macabro, fiel a la estética de terror que desean anfetamina.

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proyectar. Por ejemplo grupos como Warpath o Massacre denuncian hechos políticos como las violaciones a los derechos humanos por los organismos de seguridad de la dictadura. Lo hacen no desde una teorización política sino que resaltando las imágenes de horror y espanto que emanan de ellas. Desde una perspectiva general se puede decir que las letras de estas corrientes musicales son la aplicación de literaturas de terror y ciencia-ficción, propias del cómics y películas de ese corte. También algunos proyectos alternativos, como Mauricio Redolés, pretenden acercar el rock a la poesía, incluso considerándolo solo como un soporte para acercarla al público. Igualmente, se rescatan situaciones y vivencias cotidianas, populares o marginales, que ciertos grupos prefieren esconder. Por ejemplo Redolés desacraliza la poesía academicista cuando dice "hay viejos culiados, que creen que en un poema no se puede escribir viejo culiao". Por su parte el naciente Rap, vuelve a poner lo contestatario a la orden del día, a través de críticas político-sociales, y su intento de rescate de la cultura popular urbana o poblacional, la cultura del “choro” como ha confesado Pedro Foncea, líder del conjunto Dekiruza.

6.- Rock y Dictadura

La relación del rock con la dictadura se caracteriza por la ambivalencia, ya que se le considera perturbador, extranjerizante, pero, a pesar de ello, representa una alternativa al canto upeliento (todo lo que olía a folclore). En ella, es posible distinguir algunas diferencias. Tras el primer momento de represión total, se intentó higienizar de forma absolutista a la sociedad chilena. EL rock no escapa a ello. Se destruyeron placas discográficas, se exiliaron algunos músicos, y principalmente el terror condujo

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al apaciguamiento y la autocensura. Pasado los primeros años de la pesadilla, más menos por el año 1976, vuelve a rearticularse una pequeña escena local, marginada del primer plano, pero no excluida de los medios oficiales (diarios), Ya que se ve como menos peligroso que el llamado “canto nuevo” que tenía claro compromiso político (aunque maquillado), que además por su estética les recuerda el pasado, en los tiempos del doctor Allende y la Upé. De hecho desde comienzos de 1974, la Editorial Gabriela Mistral, que fue la reestructuración de la anterior Editorial Quimantú, ligada al gobierno de la Unidad Popular, edita la revista MUAC, autoproclamada representante de los jóvenes de “bien”. Esta publicación enfocada a la música popular-juvenil, entre su páginas dará cabida a cantantes tan diversos como Camilo Sesto, Sandro, Gloria Simoneti, y grupos rock internacionales, Beatles, Rolling Stones, Alice Cooper, Yes, etc. También le da cabida a grupos rockeros chilenos Como los Trapos, que pretenden lavar la imagen del rock, alejándolo de toda transgresión o rebeldía. Junto a los cantantes de moda, películas, artículos de moda, etc. convivía la propaganda del régimen, que promocionaba libros para reeducar al chileno de la experiencia marxista de antaño y “reconstruir” el país. Inclusive organismos estatales como La Secretaría Nacional de la Juventud, intentan hacer los mismo, patrocinando recitales, con claras intenciones políticas. Luego de las protestas en 1983, tras una leve liberalización de la sociedad civi l, se rearticulan movimientos sociales, hasta el momento en estado de invernación, floreciendo una nueva cantidad de bandas que renuncian a antiguas formulas y pretenden ponerse al día con el acontecer rockero internacional, importando de forma acelerada y en bloque las corrientes que no habían llegado a nuestra tierra (punk, post punk), o las recién nacidas de los circuitos internacionales, como el trhash metal, Hardcore, etc. Estas nuevas corrientes se establecen y comienzan a formar parte de la dinámica interna chilena que tiene, en muchos casos, a la dictadura como caldo de cultivo, en la creación. Grupos de todas las tendencias atacan desde sus respectivas trincheras al enemigo común (Prisioneros, pankis, Fulano, Redolés, thrasher, etc.). No obstante, existe gran cantidad de oportunistas, que por acceder a los medios, realizan un tipo de creación que no transgrede la ideología dominante, tanto política como socialmente: grupos como Cinema, Engrupo, QEP,

etc.,

tratan

de

mostrarse

apolíticos

prestando

servicios inconscientemente a la dictadura en su campaña por borrar la memoria del país. Ejemplo de esto nos lo da la canción “historia” del conjunto Engrupo, incluido en su álbum debut de 1985 bajo el sello RCAARIOLA.

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Tampoco en estas

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agrupaciones se presencia refleja algún tipo de transgresión social, sus

apariencias eran inofensivas y sus comportamientos se acercaban al modelo de joven “decente” para el pensamiento conservador y militar del momento; así nunca sus entrevistas siempre eran correctas, evitaban temas polémicos, criticaban el uso de drogas. Además por este tiempo los medios, sobre todo radiales y escritos, tratan, y lo consiguen en cierta forma, de formar un gusto rockero por estos grupos con propuestas livianistas, reflejos típicos de la década del yo y del negocio musical, a los cuales se le suman conjuntos argentinos como: Soda Stereo, Enanitos Verdes, GIT, Miguel Mateos, entre otros, que acapararon la cobertura radial en desmedro de los grupos emergentes chilenos, aunque en cierto modo ayudaron a crear un gusto por el rock cantado en castellano, pero dentro de sectores snobistas, muy light´s. En relación a los grupos del vecino país, el régimen no tuvo ningún tipo de problemas con su difusión. El problema lo causó el 'grupito' sanmigueleño, Los prisioneros, que fueron concebidos como peligrosos por personalidades del oficialismo de entonces, dañinos para el statu quo, y por ello, no descartaron sabotear sus presentaciones y llegada a los medios, principalmente la televisión y al festival de Viña, pese a que en aquel momento la banda era la numero uno de Chile, en cuanto a arrastre y ventas, incluso cuando ya vislumbraban una carrera fuera de las fronteras chilenas. Ante esta actitud, la banda respondió endureciendo su propuesta y expresando abiertamente su intención de votar NO en el plebiscito de 1988. Más entrada la década, cada vez más y siguiendo el son de los tiempos, los músicos y artistas en general y los rockeros en particular, van tomando posiciones dentro de la polarización reinante en el país, que lo divide entre quienes apoyan el régimen, y su intención de continuar en el poder por 8 años más, y los que se oponen a la permanencia de Pinochet y poder así lograr elecciones libres para Chile, siguiendo la fiebre “democrática” varios serán los grupos que se ponen al servicio de la causa política de promover el NO a Pinochet, en vistas al plebiscito de 1988. Dekiruza, Los Prisioneros, grupos punkis como Índice de Desempleo y los Dadá, los legendarios Congreso, más Compañeros de Viajes y exponentes del Canto Nuevo como Sol y Lluvia, Transporte Urbano, además del lúdico y experimental Florcita Motuda se pusieron al servicio de los partidos políticos de oposición agrupados en la Concertación de Partidos por la Democracia, que con los eslogan "La alegría ya viene" y "Gana la Gente" se dieron a la tarea de estructurar la campaña que condujera a la vuelta de al orden civil, organizando una gira nacional con estos grupos y más artistas de otros ámbitos, que ocuparon estos escenarios como cartel masivo para sus propuestas. En el plebiscito, las fuerzas opositoras saldrán triunfantes y con ello muchos de las propuestas musicales y artísticas se verán agotadas. Pareciere ser que la dictadura, sobre todo entre los años 83-88, representó una suerte de caldo de cultivo para el florecimiento de los movimientos culturales en nuestro país, fue algo así, como el Vietnam Chileno, o sea, un momento percibido como crítico,

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donde el ingenio y el espíritu necesitan desarrollarse: por este tiempo circularon gran cantidad de revistas, no tan solo políticas sino también de corte cultural: literatura, poesía, música, cómic, etc., las cuales se acabaron con el triunfo del NO y la llegada de la supuesta democracia. La reapertura político-civil, al contrario de lo que se pensaba, significó un corte en la creación nacional, que perdió su horizonte, su enemigo natural, su sentido de combatir. Con el primer gobierno de la concertación, presidida por la democracia cristiana y su líder Patricio 40

Aylwin, los sueños se comenzaron a caer, las esperanzas a quebrar, en definitiva el “arcoiris”

comenzó a perder los colores hasta que se destiñó totalmente y volvimos al blanco y negro de hoy en día, sumidos en nuestra democracia tuteladas o protegidas por los antiguos dictadores, donde parece tomar sentido la expresión de los Fiskales Adhok “mi libertad vigilada, que mal precio he de pagar”.

Algunas canciones claves de grupos rock, en contra de la dictadura fueron, “Adolfo, Benito, Augusto y Toribio”, donde sé análoga a los jerarcas militares chilenos con los líderes fascistas europeos, y “Gran restrictor” ambas de Fulano. “Algo esta pasando” de Dekiruza, que narra la historia de un ex amigo que se transformó en agente al servicio del régimen. También tenemos, además, algunas canciones de Los Prisioneros como: “Jugar a la guerra”, de marcado anti-

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militarismo, “poder elegir” que alude implícitamente la necesidad e volver a la democracia y “Lo estamos pasando muy bien”, que ironizaba la situación económico–social que vivían la mayoría de 41

los chilenos de entonces (que no habían sido beneficiados con el “progreso del sistema)

,

condición desconocida por la propaganda del régimen que apelaba a la continuación de Pinochet, apelando a los éxitos macroeconómicos obtenidos bajo su gobierno.

7.- Nuevos estilos de baile. Los nuevos estilos que se van imponiendo en el ámbito local chileno, con el tiempo contribuyen a la formación de distintas tribus, con sus jergas, sonidos, vestimentas, costumbres y, hasta algunas veces, espacios propios, que, en definitiva, sentarán las bases de los que serán los estilos y las tribus de los años noventa, con la excepción de movimientos o posturas rockeras surgidas por ese tiempo, como el grunge de Seatle, el nuevo Rap-metal, y los “tecnos”, partidarios de la música industrial-electrónica, aunque igual poseen un precedente en los trabajos de Electrodomésticos. En general, casi todo el resto representa un continuismo con la década ochentera. Desde la perspectiva del acceso a los medios oficiales de difusión y distribución masiva, podemos distinguir al Pop chileno dentro del Rock Latino, monopolizando casi exclusivamente a éstos. Además surge un creciente movimiento underground, que recoge el “goteo” (por emplear nomenclatura neoliberal) de los medios oficiales, generando una escena independiente al rock Latino, en los legendarios gimnasios o los escenarios de la cultura disidente de izquierda de entonces. En este movimiento encontramos estilos diversos entre los cuales se encuentran el metal, el punk y algunos grupos, sin afiliación estilística, claramente clasificable.

7.1. POP Está marcado estilísticamente por las corrientes post-punk o pop comercial de los años ochenta. Entre ellos, la llamada new wave (nueva ola), en sus tres principales vertientes: New Romantics, que da énfasis a la elegancia en el diseño y musicalmente, recoge el estilo comercial de los años cincuenta, con una temática que resalta las relaciones de pareja y la entretención. Su principal exponente fue el conjunto británico Duran Duran. Tecno Pop, que prioríza el uso de la sintetizadores, como por ejemplo los norteamericanos Devo o los ingleses Depeche Mode. Y el Dark o Rock Gótico, con sus temáticas pesimistas y siniestras, que se reflejan en una estética 40 Símbolo de la Concertación de Partidos por la Democracia. 41 Nos referimos, principalmente a la desigual distribución del ingreso, en una constante hasta hoy, que alcanza niveles cercanos a los de la Africa negra, donde el quinto quintíl recibe más del 50 % del total de los ingresos, en claro contraste con los países desarrollados donde el último quintil llega sólo al 25%. (cifras tomadas de: Tomás Moulian, Chile actual anatomía de un mito, Lom-Arcis; Santiago, 1997, pag 93).

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oscura o negra. Musicalmente, a parte de la utilización de instrumentos básicos (bajo, guitarra y batería), le agregan otros de viento, principalmente el saxofón. Sus principales representantes fueron Bauhaus, Joy Division y luego, los comercialmente exitosos The Cure. En términos generales la New wave, vendría a ser como un punk, desprovisto de su agresividad y furia natural, que representó el intento de la industria discográfica por entregar un producto más digerible para la gran mayoría de los consumidores que no soportaban el radicalismo del punk. Musicalmente hablando, proponía estructuras muy rítmicas, hechas para el baile de discoteca que, con el aporte de otros instrumentos como sintetizadores o el saxofón, daban la impresión de complejidad y sofisticación.

“Estéticamente autosuficiente y ecléctica, prestó todo su arsenal de códigos audiovisuales para ser asimilada por la gama de corrientes modernas del pop que, no teniendo un referente mayor, la adoptaron sin traumas ni complicaciones. Esto explica el porqué el rock del tercer mundo como el ‘pop latino’ se asemejó tanto a las expresiones más perdurables de la new wave anglosajona, sin 42

pasar por ello como rock imitativo o reflejo”

El Pop en Chile motivó desde rechazo absoluto hasta la admiración absoluta. Su forma de abordar y producir música quebraba con los cánones hasta la fecha utilizados, tanto por el rock pesado, tipo Tumulto, Feed Back, Arena movediza, como con el Canto Nuevo. Sobre todo este último que, por su postura ideológico-musical, chocó con el Pop por su pretendido antipolitismo, su no rechazó a la comercialización, en cuanto a la separación que hacían estos entre arte y política. Para el Canto Nuevo, arte y política eran inseparables, en otras palabras “eras o no” funcional a la dictadura. En cambio para los Pop (no todos), el arte puede estar por sobre categorías y posturas políticas enfocándose sólo en lo estrictamente artístico-musical. Este aspecto conlleva a diferencias en la forma de percibir la música popular en sí. Por ejemplo, para los poperos, la música popular se entiende como un tipo música transmedíatica, que gracias a esto último alcanza altos índices de masividad y por ende, está en el gusto de gran parte de los jóvenes, o de la población, y por lo tanto es “popular”. Por su parte el Canto Nuevo percibía a la música popular, desde un punto de partida ideológico-Académico y no cuantitativo. En concordancia con esto, “lo popular” respondería a ser reflejo de una búsqueda, a través de la música, de las raíces “verdaderamente” chilenas o americanas, o sea lo popular, sin recaer en la difusión ni el número de personas que hace propia la música, sino en un concepto que apunta a lo que idealmente debería ser lo popular en sentido de rescate de identidad perdida. Por lo tanto, se debía crear música a partir del legado folclórico de cada país. Mucho del fundamento teórico del Pop (en los casos que esto existió), sobre todo en Los

42 Salas Fabio, 2000. Op. cit. P. 137.

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Prisioneros, dice relación con una ruptura y ataque a lo que ellos entendían que el Canto Nuevo postulaba como práctica y estética musical. Por ejemplo, los Prisioneros planteaban que el rock estaba para decir las cosas claras y con lenguaje cotidiano, la idea era denunciar, por encima de pretensiones artísticas. En clara alusión a los cantautores del Canto Nuevo, que utilizaban metáforas, doble sentido, poesía, etc., planteaban que la música no debía encasillarse sólo con afán de divertir, o por el contrario, sólo para crear conciencia en el público. Baile y contenido “profundo” no deben ser necesariamente separables. Por lo tanto, la música debe ser enérgica y muy rítmica. Por otra parte, estaban conscientes que para ser “populares” o masivos, no podían presentarse como una expresión artística alternativa al circuito comercial de los medios oficiales, como lo pretendían algunos músicos de Canto Nuevo, los punk’s y los trhashers, que prefirieron autogenerarse una escena independiente, pero clandestina, subterránea, con el fin de no “contaminarse”. Los Poperos no querían ir contra el sistema, sino utilizarlo a su favor. Aceptaban las Leyes del mercado porque las veían como la única forma de popularizar sus creaciones. En definitiva

no

querían ser marginales. Un testimonio claro del quiebre que produjo entre los músicos del Canto nuevo, con los músicos POP y representantes de las nuevas corrientes como los punk, fue registrada en un artículo de la revista Bicicleta, que consistió en una mesa redonda con músicos de estas tendencias realizada en el Café del Cerro, por iniciativa de Alvaro Godoy. Con el nombre de “Pop y Canto Nuevo Frente a Frente”:

Los Prisioneros, sin duda la principal banda e impulsora de esta oleada de grupos pop chilenos, estuvieron marcados claramente por los ingleses The Clash. En su primer álbum “La voz de ochenta” y en su tercer trabajo, y último con el guitarrista Claudio Narea; “la cultura de la basura” reflejan esta influencia en su estética en general, tanto la lírica, netamente con componente político-social, y su sonido que transita entre la simpleza del punk, las aportaciones del ska, el reggae, incluso algo de rap, además de las vestimentas, como las de la carátula de la “Cultura de la basura” donde aparecen con boinas y bototos militares como lo había hecho el conjunto inglés. En su segundo y más exitoso álbum “pateando piedras” las influencias estéticas vienen de otros ingleses más cargados al uso de sintetizadores, estos son los Depeche Mode. Inclusive la carátula de este disco apunta a estética POP con fotografías que los muestran en espacios populares o públicos como el Metro, o

en dependencias abandonadas de terminales eléctricos. Este álbum

incluía secuencia de batería programadas y daba más importancia a los sintetizadores, que enunciaban el camino que segarían en su cuarto álbum “Corazones”, donde ya la parte tecnológica es la fundamental. Pese a las influencias externas, los Prisioneros lograron una síntesis única,

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debido a las deficiencias técnicas e instrumentales de los componentes de la banda y a su afición por cantantes de música popular-masiva latinoamericana, como Adamo, Sandro, representantes de la Nueva Ola, o sea la música que cualquier chico de barrio, escuchaba de sus madres, mientras ellas cocinaban o hacían el aseo de sus casas, de ahí que la banda en sus presentaciones en vivo se acercaran al punk, al contrario de su sonido de estudio, mucho más de discoteca. En general, su música árida, rústica, pero muy rítmica y bailable, y con letras rebeldes, contradictorias y directas, no dejaban a nadie indiferente.

Emociones Clandestinas, grupo penquista, inclinado a tendencia postpunk, a la manera de Talking head, Sapdu baile, The Cure, sonoramente más sólidos y menos rudimentarios que Los Prisioneros. Aparecen en escena por ahí, entrado 1985. Pero recién dos años después, y luego de radicarse temporalmente en Santiago, donde participaban en recitales junto a Los Prisioneros y Aparato Raro (principales actores del Pop Chileno), logran grabar para EMI su primer caset, con nueve canciones, entre ellas el clásico e irónico “EL Nuevo Baile” y “Cajitas rectangulares”, ambas con importante difusión y aceptación, que se reforzó gracias al video clip de “EL nuevo baile” de la realizadora María Paz Marambio, que ya había producido uno para el grupo Electrodomésticos con la canción “ Instituto Mens”. Entonces la banda la integraban: Jorge Alvarado ”Yogui”, líder, compositor

vocalista y primera guitarra; Rodrigo Bazán en bajo, Juan Carlos Vera en segunda

guitarra y Iván Molina en batería. En cuanto a sus letras estás estaban cercanas a las de Los Prisioneras y de UPA!, pero menos directos que los primeros y más ácidos que los segundos. A pesar del buen camino que se preveía, la banda dejó la escena hasta 1989 donde intentan, sin éxito, editar otro disco, que no contó con apoyo de sello alguno.

Aparato Raro, toma las tendencias más electrónicas y tecnológicas del POP, dando mucha importancia al uso de sintetizadores, los que reemplazan a los instrumentos tradicionales ligados al rock como la guitarra, bajo y batería. Integrado por Boris Sazunic (guitarra-sintetizador), Rodrigo Aboitiz (sintetizador), Mauricio Guerrero (batería) e Igor Rodríguez (sintetizador y voz). De formación jazzista, luego deciden hacer algo que nadie había hecho en Chile. A pesar de funcionar dentro del circuito de Los Prisioneros, lograron hacerse de público propio. Su primer caset bajo sello FUSION (el mismo de los Prisioneros, manejado por Carlos Fonseca, quién también es su manager) se lanzó en 1985 y en él incorporaron sus mejores temas hasta la fecha, pero se notó la mano inquisidora del sello, al modificar la letra de su hit “Calibraciones”, que ya había tenido difusión radial antes de editar el caset. Otras canciones importantes eran Postmortem, El Futuro y TV Tiempo. Este álbum contó además de sus integrantes con la participación de Juan Ricardo Weiler (después integrante de Pie Plano y conductor radial), en batería y en los famosos coros de la canción Calibraciones.

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De la propuesta más comercial de esta primera experiencia, que incluso fue editado en Argentina, pasan a un segundo trabajo más vanguardista, “Blanco y Negro” editado en 1987, alcanzando un mejor sonido, en gran parte responsabilidad de la adquisición del grupo de un computador último modelo para la época, “de más de quinientos kilobytes y al cual se podían conectar todos los sintetizadores, la batería electrónica y cintas grabadas con bajo”. A pesar de su intento por mejorar la difusión, para lo que realizaron videos clips de las canciones promocionales, como “Emociones sin Restricciones” y “Conexiones Televisivas” y el lanzamiento de un par de singles radiales de las canciones “Juanito P”, “Estamos Bien”, los medios no se molestaron en promocionarlos lo suficiente. Después de este “fracaso” la banda se disuelve y algunos de sus integrantes seguirán en los noventa, y hasta hoy, en otras bandas pop, como Rodrigo Oboitiz qué tocó en La Ley y ahora en Saiko.

UPA! Para muchos el grupo New Wave chileno por excelencia. Debutaron discográficamente en 1986, con su álbum homónimo de etiqueta EMI, que incluyó temas exitosos como “Sueldos”, “Cuando vuelvas” y “Fotonovelas”. Fusionaba estilos como Funky, reggae, salsa, incluso jazz. También

este caset poseyó un estilo bien particular que

conjugaba paradojalmente letras

melancólicas, aunque muy sensuales, con una música bailable. Fue grabado en Estudios Horizonte de Santiago, con los siguientes integrantes: Mario Planet en guitarra, Octavio Bascuñán en batería, Sebastián Puga en saxo-guitarra y voz, y Pablo Ugarte en bajo y voz, más una gran cantidad de músicos invitados entre los cuales resaltaban Jaime Vivanco en teclados, Hernán Rojas en teclados, efectos y tecnología, Cristián Crisosto en saxo barítono y soprano, Pedro Villagra en saxo tenor, Silvio Parédes (del Grupo Electrodomésticos) en bajo “funky”, María José Levin en voces y Stuka (del grupo argentino Los violadores) en guitarra. Resaltaban del resto de sus coetáneos pop por la calidad poética de sus letras que sin ser lo suficientemente áridas, eran bastante existenciales y profundas. Su música se destacaba por la sensualidad que le otorgaba el saxo y por lo bailable de su ritmo. Fueron unos de los representantes del pop chileno junto a Cinema en el Festival de Viña del Mar del año 87’, a pesar que los candidatos más famosos y populares para cumplir ese papel eran los Prisioneros y más abajo Aparato Raro. Luego del Festival de Viña la popularidad y las ventas de la banda subieron. El álbum fue editado en Argentina y Perú con bastante éxito y con la inclusión de María José Levin como integrante oficial de la banda, grabaron su segundo trabajo titulado “Que nos devuelvan la emoción”, en una misma línea, y que incluyó canciones de gran repercusión y éxito como la “Bamba” que contó con video clip y que fue muy conocida en EE.UU. y Europa, gracias a que el grupo chicano Los Lobos la grabará y difundiera por esos lares. Otras canciones que destacaron de este trabajo fueron “Ríorío” (parte de la banda sonora de la película Susi) y principalmente “Ella llora”, ambas promocionadas también en video clip.

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ENGRUPO Esta banda fue una especie de contrapartida de Los Prisioneros. Muy controlados por su casa discográfica, promovían un pop dulzón, bailable para quinceañeras, que explotaban en base a la figura de su líder, Andrés Vargas, prototipo de niño bueno, lindo y taquillero. Sus dos caset para RCA alcanzaron buena repercusión, logrando imponer algunos hits como “Historia” de su primer caset homónimo y “Carta secreta” del segundo “Buscando petróleo” tras los cuales se disolvieron.

CINEMA Liderada por Alvaro Scaramelli, que luego seguirá una carrera como solista ligada a la balada romántica. Este grupo igual que el anterior, llegó, gracias a la sobre explotación radial, a alcanzar masividad, que se vio respaldada con su participación en el Festival de viña en el 87. Sus principales éxitos FM fueron “Locos rayados”, “Tom y jerry”, “Siempre hay algo”.

VIENA Esta agrupación integrada por los hermanos Frugone; Archi en bajo-voz y Pedro en guitarra, más Claudio Millán en teclados-voz y Francisco Koch en batería. Fueron en su momento una banda prometedora, llegando a ser consideradas como revelación en 1987 debido a la repercusión de sus canciones “Salón de emociones”, “Niña engreída” y “Enciende tu corazón”, todas pertenecientes a su álbum homónimo de 1986. No obstante destacar, incluso ‘disgustar’ por sus sintéticos glamurosos y ‘afeminados’ peinados, su música resaltaba por su base rítmica constante y sus etéreas armonías de guitarra y teclado, más voces dulces y sensuales.

ATERRIZAJE FORZOSO La primera banda pop no-santiaguina en lograr éxito. Formada por compañeros de la Universidad Austral de Valdivia. Al poco de tiempo de grabar su primer trabajo para EMI, ya eran una de las bandas líderes a nivel nacional, debido a la difusión de canciones como “Solo un sueño” y “despertar sin ti”, que se convirtieron en verdaderos hits, mostrando un pop simple pero ‘rockero’ y de gran sonido, que se extendió a su segundo álbum también para el sello EMI alcanzando un éxito parecido.

ELECTRODOMESTICOS. El grupo apareció por primera vez públicamente al finalizar el año 1985, en la sala Espaciocal, dejando huella de inmediato con su propuesta tecnológica parecida a Aparato Raro, pero sin duda con mayor identidad y sed de búsqueda, que se reflejaba en sus producidas puestas en escena. Resaltaron por reciclar lenguajes y sonidos urbano-chilensis en un collage digital elaborado y anticomercial, que los tuvo siempre como un grupo no masivo, aunque

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de respeto. Su trabajo vanguardista para lo que se hacía en Chile, tuvo resonancias internacionales sobre todo en Argentina donde hasta la fecha es un grupo de culto en algunos círculos de Buenos Aires. Su aporte supera la sola incorporación de tecnología de punta al acontecer musical chileno, sino que fue el alcanzar un equilibrio entre las vanguardias foráneas con la realidad local. Electrodomésticos siempre estuvo integrado por el trío Carlos Cabezas (en sintetizadores, batería programada, guitarra y voz), Silvio Paredes (en bajo, sintetizadores y voz) y Ernesto Medina (en guitarra, sintetizador y voz). Lograron a grabar dos álbunes. El debut fue “Viva Chile” en 1986 para EMI, experimental por donde se mire, con voces pregrabadas que utilizaron a manera de background en algunos temas, recogidas por Ernesto Medina como una entrevista a la mentalista Yolanda Sultana en el tema “Viva Chile”, fragmentos de discursos emitidos por Hitler en “Andy Panda va a Alemania” y un sermón del predicador Jimy Swaggar en “No estás viviendo bien”. Además, las cuerdas fueron pasadas por los sintetizadores creando efectos altamente distorsionados. Su segundo trabajo de 1987 a pesar de no contar con apoyo de un sello fue editado independientemente teniendo mejor aceptación. “Carrera de éxitos”, incluyó bastantes canciones conocidas y difundidas como “Señores pasajeros”

“Frío misterio”, diferenciándose

del primero por la incorporación vocal de

Carlos Cabezas y la del trompetista Michel Durot, lo cual le dio mayor musicalidad. Lo intimistas de sus actuaciones, siempre en recintos pequeños, los cuales se montaban en círculos elitarios, como campus universitarios y centros culturales, mantuvieron a la agrupación ligada a un público no masivo, provocando la poca venta de sus trabajos.

NADIE. Grupo hispano-chileno que alcanzó cierto éxito con canciones tecno-funkys como “Bailando” y “Creo que te quiero” que integraban su único caset de 1987. Luego de la vuelta a España de los tres integrantes de ese país, la banda se disolvió ese mismo año.

VALIJA DIPLOMATICA. Este grupo estuvo integrado por Alejandro Capeleti en guitarra y voz, Guillermo Sanfurgo en guitarra, Javier Henríquez en bajo y Carlos Molina en batería. Alcanzaron notoriedad por su canción “Mi vida vale más” y lograron presentarse en festivales internacionales de pop latino en Uruguay, país donde alcanzaron aceptación.

Estos grupos fueron los más representativos del llamado boom del pop-rock chileno, entre 198687, tras el cuál el movimiento fue perdiendo fuerza: descenso paulatino de difusión radial, que comenzó a ser ocupado por representantes del Pop mundial: Madona, Michael Jackson, A-ha, The Cure, etc; y de una fiebre pasajera por grupos de Glam Metal o pop metal, debido al gran arrastre en el público femenino que hizo de Bon Jovi, Poison, White Lion, Warrant, entre otros, sus nuevos

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ídolos. Con esto el Pop hecho en Chile dejó de ser fruto de interés para los sellos, que prefirieron la importación de mucho rock anglo que comenzó a tener ventas importantes, como también para las radios, que fueron cesando su difusión en favor de grupos internacionales. El fenómeno se puede observar también en la prensa escrita. Por ejemplo, una mirada por las portadas de la revista “Super Rock” permite darnos cuenta como de ser un medio absolutamente dedicado al rock en castellano va incluyendo aritméticamente a grupos anglos hasta el término de su publicación. EL pop chileno, sólo a comienzos de los noventa, tendrá su resurgimiento comercial con grupos super ventas como Sexual Democracia, grupo valdiviano con una propuesta de mescolanza entre pop y folcklor, entre rock y show de cabaret, muy lúdico y con temáticas que resaltan aspectos y defectos de la vida cotidiana del chileno. “Buscando Chilenos” de 1989 llegó a superar las 100 mil copias vendidas, por medio de canciones como “Los chicos buenos” (bomberos), “Profanador de cunas”, “Los pitutos”, etc. También surgen grupos que enuncian la década de los noventa como: La Ley, también manejados por Carlos Fonseca, editando bajo el sello FUSION sus dos primeros cassettes, “La Ley” de 1988 y “Desiertos” de 1990 con cierto éxito que sólo se coronó con la aparición de “Doble Opuesto” en 1991, alcanzando bastante popularidad y difusión; y Los Tres, que en 1991 lanzan su primer álbum bajo el sello Alerce. Pero con la aparición del disco “Corazones” (1990) de Los Prisioneros, para algunos el primer disco solista de Jorge González pero todavía con el nombre del conjunto, se agota un ciclo del rock nacional, que había comenzado por la misma agrupación, que tras este exitoso disco, se desintegra dando paso a la década del noventa propiamente tal, que es la que rige actualmente y donde otras agrupaciones ocuparan el puesto dejado por Los Prisioneros. El fin de los ochenta a parte de la ruptura definitiva de Los Prisioneros en 1991, se marca también con la asunción del primer gobierno post-dictadura y con la creación de la “Asociación de trabajadores del rock” a comienzos de 1992, liderada por el exprisionero Claudio Narea y Andrés Godoy, que, al sindicalizar la profesión le dan un carácter institucional y de reconocimiento social a esta práctica musical, cerrando este ciclo de refundación del rock hecho en nuestro país.

7.2.- El “Underground” 43

a) El pank : Hasta la fecha persiste la discusión si el punk, es o no un invento inglés o, por el contrario, si fue un estilo norteamericano específicamente de la Costa Este (Nueva York) que cruzó el océano

para quedarse en tierras inglesas y de estas expandirse por el planeta. Lo que si es

43 Utilizamos la palabra punk con “A” para resaltar el carácter local.

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seguro es que fueron los conjuntos británicos, principalmente Sex pistols, The Clash, The Damned, Expolited y Buzzcocks, los que radicalizaron un sonido y estética, base que viene de bandas americanas como Velvet Underground, Iggy Pop and The Stooges, MC5 (Motor City Five), llamada así por provenir de Detroit, y principalmente de las neoyorquinas, The Ramones, The New York Dolls , Televisión, y la solista Patti Smith. Además, fueron las bandas inglesas las que llevaron al resto mundo este estilo. En Inglaterra se gestó y expandió en un contexto social de desencanto juvenil, producto de la crisis económica de mediados de los setenta, que marginaba y dejaba sin oportunidades a gran parte de los jóvenes de estratos bajos. Desempleados y decepcionados, los jóvenes pierden esperanzas en un sistema que los margina.

“En otros tiempos estaba el rock para cristalizar una toma de conciencia, una rebelión, y para distraerse un poco. Pero ha muerto. Muerto en todo caso para los jóvenes, que ya no se pueden identificar con millonarios de unos treinta años (....) La sociedad elitista de la industria del rock está, en efecto, en esa mitad del decenio particularmente divorciada de las realidades del pueblo, que vive en la tristes ciudades-dormitorio de los suburbios ingleses.”

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De esta situación saldrá el canto bizarro rebelde y ante todo lo establecido: el “star sistem”, la buena música, los “héroes de la guitarra”, el buen sonido, la profesionalidad, los temas conceptuales de 20 minutos, la complacencia hacia el dinero y la industria, por parte de los rockeros que se habían convertido en parte del negocio del ocio. Su ideología mostraba un mundo que enfrenta padres e hijos, en una dialéctica constante dentro del rock, desde el primer rocanrol, la contracultura americana y los Mods. Johnny Rotten, vocalista 45

de Sex Pistols afirmó que “La idea básica del punk es volver a los chicos contra sus padres”

La estética punk, ligada al culto a la desesperanza, al fracaso y la fealdad, propone una renuncia total de cualquier búsqueda de la belleza, la idea es echarle en cara a la burguesía y a la sociedad en general, la ridiculización de sus mismos productos marginados

y rechazados por su orden

económico. De esta forma, el punk, llegó a crear su particular estética de desfiguración y ruptura, que se reflejó en la moda de poleras rotas y con emblemas patrios, casacas de cuero, indumentaria sadomasoquista, cabellos hilarantes y cortados a mano, entre ellos el mohicano (en su afán de burla al cabello largo de los rockeros anteriores), botas y ropas militares, también actitudes muy agresivas, como el POGO: choque violento de los cuerpos del público o los mismos 44 Paraire Philippe, Op.cit, p. 167-68. 45 Citado por Paraire Philippe, Ibid. p. 169.

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músicos en un concierto, y/o el “escupitajo” como muestra de irreverencia a quienes se presentan como “estrellas de rock”. EL punk, utiliza el ruido como forma musical, “cualquier nota o sonido, es música”, su lenguaje es desenfadado y agresivo, las melodías son anárquicas, autónomas, los instrumentos amplificados al máximo vomitan una masa de chirridos, entre los que se cuenta la voz del cantante. Algunos lo han calificado simplemente como un “rocanrol mal tocado”.

El punk es uno de los estilos rockeros más adaptables a escenas locales, sobre todo en lugares con contextos socio-políticos proclives, como los de los países tercermundistas, especialmente los latinoamericanos, que por los ochenta estaban sumergidos en dictaduras militares o estrenaban sus democracias kisht. La estética punk es fácilmente asimilable y apropiable gracias a sus mismas postura ideológica: “tu mismo puedes formar una banda”, “con los instrumentos que tengas a mano”, desligada de conceptos musicales académicos y propulsora de una temática transgresora, directas anti-intelectuales. Se podría decir que los primeros en traer el punk a Chile serían los Vinchucas (primer nombre del trió Los Prisioneros) que por el año 82 comienzan a hacer canciones sencillas e irónicas con algo de the Clash, lo que se acentuó, en su primer álbum ya con el nombre que los hizo famosos. Pero el punk de Los Prisioneros rápidamente viró hacía el uso de sintetizadores con lo que su propuesta se acerco a la New Wave, aunque manteniendo su lenguaje bizarro y agresivo. A estos se sumaron Pinochet Boys, Los Dadá, Índice de Desempleo, Los Jorobados, todas bandas con influencias más post-punk que punk propiamente tal, pero que, sin duda, fueron los primeros herederos de esta corriente en nuestro país, logrando conformar una incipiente y desorganizada, aunque significativa, pequeña escena en base a “Festivales y encuentros punk”, que se realizaban en sitios como La agrupación de taxistas en Ñuñoa, el Garaje de Matucana 19, el Troley de Vitacura, el Centro cultural Mapocho; soporte todos de la cultura paralela y disidente de entonces, que incluía, además de la música, expresiones como la plástica, la poesía, el cómics, teatro, etc. En una entrevista al mítico y poco conocido grupo Los Dadá, integrado por; TV Stars, líder y vocalista, Lalo en guitarra, Rodrigo Hidalgo en bajo y el Roberto en batería, se dan indicios de las aspiraciones y búsquedas de estos primeros cantos de rebeldía y acople punk:

“ TV: Nos llamamos Dadá por todo lo que significó ese movimiento, la contradicción, la injuria, el ridículo ante los demás. La relación que hay con la onda punk es nada más que la que encontramos nosotros, un grito de rebeldía, de mandar a ‘buena parte’ todo, hacer lo que tú quieras, pero en esta forma. ¿De que forma? TV: Nosotros no arreglamos música ni nos interesa hacer acordes bonitos ni tocar

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para que nos bailen. Nos gusta meter bulla y de repende apestar a los giles que van a recitarles, rememorar de repente a los viejos grupos que tanto nos han gustado, Sex Pistols, Pills... ¿Sólo miran hacia atrás? Alberto: No, porque nosotros somos el ahora. Lo que hicieron los Sex Pistols fue bueno, pero no significa que hagamos una copia de lo de atrás. ¿Cómo es su música? Alberto: No podemos hacer música, sino antimúsica, antirrítmica total. Es música que les va a gustar sólo a quienes nosotros queramos, a los que son como nosotros. Hacemos una especie de desahogo de violencia. ¿Tienen canciones? TV: Canciones tenemos, pero nunca ensayamos. Por lo general subimos arriba (al escenario) tocando borrachos y gritamos lo que en ese momento estamos sintiendo y apestamos gritándoles bobadas a los bobos que van a mirarte y que se lo creen todo. ¿ Y por qué tanto desencanto? TV: Se ve a simple vista el desencanto. Alberto: No nos gusta cómo se nos trata, le roban mucho al individualismo y pretenden que uno sea parte de una maquinaría, y si uno se sale de esa maquinaria, todos tratan de llevarle la contraria. Yo quise decir no y estoy vivo y me siento bien. ¿Pero como ser punk en Chile si el punk es inglés y del 76? TV: Nosotros no nos creemos ni nos sentimos punk. LA gente nos denomina así. La música que hacemos, eso sí, está muy cercana al punkrock. Es lo que más se parece a nosotros. Queremos llegar a un primitivismo musical de ruidos y gritos, en son de réquiem.”

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Algo sumamente parecido encontramos en las palabras de los integrantes de otra agrupación de culto como Los Jorobados, que se mantuvieron tocando hasta 1986, alcanzaron a grabar una caset autoproducida con el nombre de Etapa Anal, que contiene ocho canciones. Al igual que Los Dadá no se concebían como un grupo punk, sino como realizadores de “música de las cloacas”, pero lo espontáneo, saturado y primitivo de su música, y su intención expresa de realizarla con lo que otros desechan, sumado a la irreverencia de sus letras, lo acercan a ese estilo. Refiriéndose a las letras: “ (…)También hay un enfoque contestatario relativo a la familia, una especie de rebeldía freudiana. Freud plantea tres etapas: la bucal, la anal y la genital; así que, anticipando los cambio que venían en Los Jorobados, separé esta fase anal, que se

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relaciona con la necesidad evolutiva de comunicarse por medio de esfínter, de la excreción”. Más adelante: “Aparentemente las letras son un poco gratuitas si se oponen a los textos con discurso social, pero responden a la siguiente teorización; al hastiarse la gente de situaciones concretas de represión, empieza a reaccionar instintiva y biológicamente. La única forma de ser realmente rebeldes es responder de manera epidérmica frente a los estados de tensión. Además, por lo general, cuando el discurso se hace coherente, planificado, se vuelve populachero; es decir, tiende a ser contestatario, a encontrar culpables por todos lados, pero sin mirar lo que pasa en mí. Es sencillo observar el sistema y hablar contra él. Pero yo prefiero una observación relacionada con el cuerpo.”

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Entre sus canciones más conocidas se encuentran: “Escribí una canción” (La canción del mojón) y “Mi mamá me mima”. Esta primera ola de pankis tuvo una duración tan corta que no pudo germinar en un movimiento. Sus propias inconsistencias reflejo de la aplicación de los esquemas más clichés del punk por parte de algunas bandas como Indice de Desempleo y Pinochet boys, que se quedaron en los peinados y actitudes prefabricadas, en otras palabras sólo con la onda la moda y no un reflejo de la necesidad real de expresarse. Además la mayoría no logró autoproducir grabaciones a pesar de pertenecer muchos a estratos medios-altos, y contar con los medios como para haber difundido aunque subterráneamente su música.

La situación socio-económico de los integrantes de estas

bandas generaba desconfianza en fans, que no podían identificarse con “cuicos que cantaban cosas que no les afectaban”. Sería hacia finales de la década cuando aparecen grupos como Caos, Anarkia, los KK urbana, Vandalik, Fiskales Adhock, Los Miserables etc, con una postura rígida, ruda primitiva y una temática netamente contestataria y politizadas. En estas bandas, ya se nota la influencia del Rock radical Vasco y otros grupos hispanos que tenían el punk como bandera de lucha; Polla Record, Eskorbuto, Kortatu, Basura, Siniestro Total, etc; donde ya se hacía sentir la presencia del Hardcore, que es la fusión de la actitud y lenguaje punk con una música de guitarras potentes y metalizadas. Su invención corresponde al grupo norteamericano Dead Kennedys a comienzos de los ochenta y significó la respuesta de la costa oeste americana al dominio punk inglés y una nueva evolución de esta música, que marcará tendencia en los ochenta, influyendo tanto a bandas

46 Entrevista aparecida en Revista “Super Rock” del 26 de enero de 1987. 47 Estas citas fueron tomadas de una entrevista realizada en por la Revista Urbe Musical Contemporánea, en 1986 y reproducida Por Tito Escárate, 1999, Op. cit, p. 149-150.

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salidas del punk como del metal. La palabra Hardcore designa un tipo de literatura, cómics y cine pornográfico caracterizado por la ultraviolencia y el sexo “morboso”, de ahí la alusión directa a temas de esta índole y la utilización de groserías y palabras ”vulgares” en las letras del estilo. En Chile, esta nueva “generación” (que tuvo su centros de gravitación en el Barrio Bellavista) con esta nueva información y con el apoyo radial del programa “Melodías Subterráneas”, conducido por Rolando Ramos, que salía al aire por la radioemisora de la Universidad de Chile, y que junto a los “demos” (o sea grabaciones en formato caset de corta duración y con fines de difusión) que la mayoría de ellos alcanzó a generar, lograron aumentar y masificar, en cierta manera, una forma musical radical, que prácticamente circulaba de mano a mano, en el persa y algunas disquerías. Los registros de estos demos, constituyen el testimonio por excelencia de esta primera oleada unificadora

y reconocible del Punk chileno, donde sus semejanzas temáticas, por ejemplo nos

hablan de un “criterio estable” y perdurable hasta hoy, donde se cuentan:

una postura

políticamente proclive al anarquismo, que motiva el rechazo de toda instancia de poder tradicional: principalmente el Estado y todas las instituciones como la Iglesia Católica, la casta militar, la clase política tradicional-burguesa, etc; también críticas a las relaciones sociales de un sistema opresor y totalitario como el capitalismo, críticas al imperialismo y la intervención estadounidense en nuestras latitudes, etc. Esta generación fue la que instituyó y delimitó la corriente hasta el presente, donde algunas han logrado éxito comercial y acceso a los medios oficiales; llámense “Casas Discográficas” transnacionales o Chilenas, presencia en los medios escritos y difusión radial. Tal es el caso de Los Peores de Chile, Fiskales Adhock, Los Miserables, BB’ Paranoicos (que proviene de Los KK Urbana). Los demos de Los KK, Anarkia, Caos y Ocho Bolas fueron posteriormente editados por el sello Alerce con el Título “Clásicos del Punk Chileno”. Este mismo sello Fichará a los Miserables y distribuirá el debut de Fiskales Adhok de sello Culebra-Batuta.

Los Fiskales adhok

Uno de los grupos pioneros y fundamentales, del actual movimiento punk

chileno. Inició sus pasos en 1987 dando una cantidad enorme de recitales e incluso autoproduciéndose dos demos, de los cuales saldrán casi la totalidad de los temas que se incluyeron en su álbum debut que apareció recién en 1993 (que incluyó como única canción nueva Ten Piedad). En un primer momento el grupo contó con la participación de el Pogo (personaje que luego tuvo renombre como líder del grupo Los Peores de Chile) como guitarrista, siendo luego reemplazo por el actual guitarrista "Víbora". Hasta la fecha el grupo ha tenido editado varios álbunes más. Los miserables El otro grupo líder de la movida punk chilena. Logran grabar en 1991 su primer

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demo rotulado como " ¿Democracia?" posteriormente rebautizado "Pisagua 1973", cuando pasó a formar parte del sello Alerce. En este, su primer trabajo, se siente la influencia decisiva de Bandas españolas como Kortatu y sobre todo La Polla Records, de la que imitaban hasta el timbre de voz del cantante. Actualmente, con poco más de diez años de trayectoria la banda, es una de las más vendedoras de su circulo, debido a su apertura musical a otras tendencias que han enriquecido su punk con el correr de los años.

b) Thrash Metal y derivados: El thrash metal llega a nuestro país, por el año 1985 cuando jóvenes del sector alto de la capital, tomando referentes de bandas norteamericanas y alemanas como Metallica; Slayer; Venom, Kreator, Mercy Full Fate, etc. conforman las primera bandas de este estilo. De esta manera, nacen Massacre, Pentagram, Necrosis, Dorso, Warparth (antes Rust) y Chronos. Pioneras desde un plano ideologico-estético pretenden alejarse del heavy metal criollo de Feed Back y del hard rock de Tumulto o Arena Movediza, a pesar que ocuparon los mismos espacios de difusión en directo: el circuito de los gimnasios, y que la mayoría de ellos habían comenzado sus carreras como músicos en la escuela de “Semillero Rock”, obra de Juan Alvarez ex-integrante de Feed Back, pero más conocido por su banda Panzer, que hasta el día de hoy, junto a la Escuela, siguen aportando en la formación de las nuevas generaciones de rockeros. No obstante, la necesidad por realizar una música extremadamente acelerada y brutalizada, los llevó a formar una propia escena que desde 1985, tras la realización del primer festival “Death Metal Holocaust” se hace distinguible para el público pesado de entonces. El culto por este estilo cada vez va ganado más adeptos, los cuales tenían como centro de operaciones la disquería Rock Shop, ubicada en el Paseo Las Palmas, de la Avenida Providencia, donde cada sábado en la mañana a modo de ritual, se juntaban los fanáticos de este estilo para intercambiar discos e informaciones de sus bandas favoritas y de lo último que iba llegando desde el exterior. Si la “Rock Shop” significó un flujo de circulación de discos y casetes, el “Templo” por excelencia del trhash metal santiaguino fue el Gimnasio Manuel Plaza, ubicado en la Plaza Egaña y actualmente demolido. Pero este género no se limito solamente a Santiago, sino que se exportó a regiones, principalmente a Valparaíso que ve nacer sus propias agrupaciones de Speed-Trhash y Hardcore. Entre ellas Betrayed y Belial. Junto a la creciente movida, van surgiendo también fanzines especializados, que con los Comic duros y obras de escritores como Poe y Lovecraft, conforman el gusto literario por excelencia de los fans del metal más duro. Ideológicamente el trhashers manifiestan su descontento y rebeldía al igual que el punk, vía su apariencia o look y su actitud, pero acentuando la parte terrorífica y oscura. De esta forma, en Chile se comenzaron a distinguir jóvenes con sus poleras y pantalones desgastados o rotos, sus parches y poleras con símbolos de sus bandas favoritas donde

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resaltaban alegorías demoniacas como machos cabríos, estrellas de cinco puntas (pentagramas), cruces invertidas, etc; todas las cuales escandalizaron y escandalizan a muchos. Políticamente anárquicos, contrarios a toda forma de autoritarismo y represión, antirreligiosos, “desprecian a la 48

gente burguesa, a los conformistas, al pacifismo dulzón e ineficaz de las antiguas generaciones” . Su protesta principalmente es vía su música estridente y desquiciante, sumado a sus letras de muerte y destrucción. Este movimiento tuvo su cenit (pero igual dentro del underground) por el año 1988-89, cuando el Boom del Pop había decaído y entraron con fuerza los estilos, hasta la fecha muy subterráneos, del rock chileno, especialmente Trhash, Punk y Hardcore, que despiertan la atención de la naciente prensa especializada como la revista el carrete. Por esta fecha, se multiplican los recitales así como las bandas y sus respectivos demos. A finales de los años ochenta aparece otra camada de trhashers más jóvenes y exponentes del Death Metal a la manera de Morbid Angel, Carcass y “padres” como Death. Ya no pertenecen a sectores socio-ecocómicos altos, sino de barrios o comunas de clase media y baja. Entre estos nombres se destacan: Atomic Agressor, Sadism, Death Yell, Tottem Korps, In Agressión, etc; que a la postre se reinstalaron en la Sala Lautaro, lugar símbolo del Death Metal criollo, así como de otras corrientes underground. Luego de este panorama se presenta necesario explicar más de lleno ¿qué es el Trhash metal? ¿Cuál es su novedad y diferencia con el resto del Heavy metal? ¿cúal es más menos su evolución y como se asimila en Chile?, etc. Como primera cosa debemos comenzar por definir y explicar como nace el género metálico a orden mundial. El Heavy metal, tiene su origen en el Hard rock o rock pesado, que provenía de la década del sesenta y había pasado a los setenta con exponentes que parten heredando el sonido altamente amplificado y distorsionado de guitarra que había impuesto Jimy Hendrix y lo añadieron a toda la fuente

de inspiración que significaba el blues. Acá encontramos exponentes como Cream,

Yardbirbs, Kinks, etc. El término Heavy Metal fue utilizado por el grupo de rock pesado Steppenwolf en su clásico tema, ‘Born to be Wild’ que sin ser Heavy, da el nombre con el cual apriori se denominara a la corriente más pesada y dura del rock. El Hard Rock y el Heavy Metal se relacionan pero separadamente, ambos son géneros fuertes y ruidosos, además que utilizan el Riff como elemento básico, o sea melodías cortas y repetitivas. No obstante, el “Hard” se encuentra más cercano al Blues y la raíz folk de rock. Interpretan generalmente baladas fuertes, sus letras hablan del amor y las relaciones humanas y ocupa el Riff, generalmente en la introducción pero no lo mantiene como tema central de la canción, como lo

48 Castillo Francisco, El Rock: sonido y testimonio de la energía y el desencanto generacional, Ediciones Universidad Católica Raúl Silva Henríquez, 1999, Santiago de Chile, p. 74.

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hace el “Heavy” que, además, utiliza una amplificación descontrolada y la distorsión casi al 49

máximo. Su mayor preocupación es el poder , el canto se mezcla con gritos y sus letras evocan símbolos e imágenes de cosas que la gente más teme: lo demoniaco y la muerte, obviamente provocando malestar entre sus padres y las autoridades. La idea de los fans era identificarse con algo que sus padres odiaran, padres incluso que habían sido hippies en sus tiempos de juventud. Casos emblemáticos de esto lo dan; Led Zeppelin, de gran importancia para el desarrollo del heavy, cuyas letras esotéricas provocaron rumores de que la banda alababa al diablo, encontrándoles incluso mensajes ocultos, al tocar el disco al revés; y Black Sabbath(Sabat Negro) banda que guió el “heavy” de los setenta y para algunos la primera banda de Heavy Metal en todo su sentido, la cual, estructuralmente repitió la idea del Riff bajo de Cream y Led Zeppelin y la mística ocultista de estos últimos, pero sobrepasando a éstos en cuanto a su alusión directa a temas “diabólicos” y la creación musical de “Atmósferas Ultraterrenas, como 50

en una historia de espada y brujería” . Estas temáticas en las bandas de heavy británico se distinguen de las Norteamericanas ya que las primeras tienen una tradición de temas oscuros, que se reflejan en los castillos del medioevo y cámaras de torturas que los jóvenes veían en los museos de sus ciudades. Por su parte el Heavy metal americano se inspira regularmente en las películas de terror. Otras bandas importantes del Heavy británico fueron Depp Purple, que a pesar de ser Heavy se acerco mucho al rock progresivo, debido en gran parte a la preponderancia que tuvo en la estructura musical el órgano. También Judas Priest, banda que simboliza, junto a AC-CD e Iron Maiden, el Heavy Metal en los Ochenta. Judas Priest resultó una banda innovadora en el sentido que rompió con la triada de Guitara-bajo-batería, incorporando una segunda guitarra líder (lead guitar), las cuales se alternaban dándole un explosivo poder. AC-DC. Grupo con integrantes de origen australiano que emigraron a Escocia. Se caracterizó por generar un Heavy de “alto voltaje”, basado en la repetición sostenida, de comienzo a fin, de los Riff clásicos de la tradición británica, con letras que hablaban de sexo y violencia. IRON MAIDEN. Siguió la tendencia de las dos guitarras de Judas Priest más influencias del Punk, su temática también responde al los temas tradicionales del heavy británico: muerte y destrucción. De hecho su nombre es tomado de un instrumento de tortura medieval: La doncella de hierro. Pero lo que más resaltaba era el sonido típico del bajo, rápido y pesado que dan la impresión de galopes, y la teatralidad de su puesta en directo. El caso del Heavy americano reconoce como principales representantes a Ted Nugent que destacaba por su dominio del Pedal de Distorsión (feedback) de corte Hendrix. Alice Cooper 49 Charlton Katherine, Rock Music, Sttyles a History, WMC, BROWN Publishers, USA, 1990, p. 179. Este libro resulta indispensable para quien pretenda un acercamiento al estudio del rock desde una óptica estilística. 50 Satué, Francisco, Heavy Metal, Ediciones Cátedra, Madrid, España, 1992, p. 45. Tanto Alice Cooper como Kiss también fueron considerados exponentes dentro del glam rock.

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destacado por sus puestas en escena o Performance, que resaltaban el horror, y principalmente Kiss, que mezclando ropas y escenarios atrayentes con un ritmo melódico poco pesado, 51

conformaron una versión Light o reposada de Heavy Metal fácil de comercializar . Pero la banda americana de mejor calidad

fue Van Halen, formada en 1974 por los hermanos Alex y Edward

(Eddie) Van Halen, ambos de formación académica, principalmente Eddie quien aplicó sus técnicas de piano a la guitarra eléctrica. Desde comienzos de los ochenta el Heavy Metal se separó en distintos subgéneros que van desde los lindos y glamurosos exponentes del Glam-metal o Pop-metal, estilo de corte más comercial donde se destacan apariencias sintéticas y prefabricadas combinadas con un Heavy melódico (Mucha balada), limpio, fácil de digerir de bandas como Bon Jovi, Ratt; Poison, Mötley Crüe, etc; hasta tendencias más extremas y radicales, que son las que en Chile han tenido la mayor aceptación dentro del grupo de fanáticos que conforman la tribu metalera. Con esto nos referimos a la aceptación por las bandas locales, ya que el Heavy Metal internacional siempre a tenido enorme aceptación, y un mismo fanático del Trhash también escucha heavy metal de los “padres” como Black Sabbath, Iron Maiden, Judas Priest, Motorhead, etc. Pero con respecto a las bandas nacionales

encontramos que el Trhash y todas sus derivaciones (Speed, Black, Doom,

Death, Power, etc) llevan “la batuta”, a pesar que la bandas locales se han ido generando muy dependientemente de lo que va surgiendo en los países de origen, lo que lleva, a no pocas bandas, a cambiar constantemente a medida de lo que se pone de moda en el exterior. Con lo cual no han alcanzado una evolución propia. A grosso modo el Thrash metal, en muchas formas, se asemeja tanto al Punk como a la Tradición del “Heavy”. Representa la expresión más extrema del derroche de energía, elemento que ha sido una búsqueda constante del rock como forma musical de liberación:

“Mientras la música clásica busca la belleza y la pureza estética, y e jazz da preferencia a la expresividad, la música pop(Rock), aunque se sirve de estos dos aspectos del material sonoro, intenta antes que nada ser energía, fuerza. Quiere ser la expresión de un poder: su violencia no es más que la llama temporal de esta energía. Esta sed total de liberación hasta lo absoluto es la base de todas las 52

tentativas del tratamiento del sonido”

Se caracteriza por la remembranza de las imágenes más agresivas y violentas, dando énfasis en la velocidad, con Riff rápidos y pesados y cantantes que van sustituyendo el canto por voces y gritos guturales. Su estructura armónica se sustenta en la “cadencia” de solos, elemento tomado

51 Tanto Alice Cooper como Kiss fueron reconocidos también como herederos del glam rock. 52 Skoff Henry, Introducción a la música pop. Oikos-tau ediciones, Barcelona, 1977, p. 42.

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de la música docta y la base lo da una batería acelerada y a doble bombo y el bajo también rápido y en escala. En resumen: un sonido “irreprimible” salvaje, que satura el oído de gran parte de la población, la cual sólo lo considera ruido o bulla. La variedad de sub-estilos y sus respectivas clasificaciones no pueden tomarse como totalmente independientes y excluyentes, ya que en muchos casos las fronteras son sobrepasadas dependiendo del grupo, por lo que la investigadora Viviana Castillo propone ‘ahondar’ en el concepto de sonido sobre el de estilo: “No podemos afirmar, por ejemplo, que todos los instrumentos acústicos son propios de un power metal porque hay músicos deaths que también los utilizan, o que la velocidad caracteriza más a los deaths que a los trhashers, porque también existe el death metal lento, y viceversa, o que los riffs del power son más melódicos que los del death porque en varios casos se ha dado lo contrario. Mucho menos podemos concluir que un estilo es más virtuoso que el otro porque individualmente, cada uno tiene sus propias ‘particularidades 53

virtuosas’.”

El sonido Trhash se identifica como el más potente, bullanguero y distorsionado de los sonidos, en cuanto a la voz y la instrumentación, y sólo al agregarle distintos tratamientos musicales se da 54

paso a un estilo, que le da forma de trhash, speed, power, Death, etc.

Dentro de los tratamientos, uno clave es el de “Timbre vocal”, entendido como elemento diferenciador de estos subgéneros. Por ejemplo el Speed y el trhash propiamente tal, utilizan una voz “sucia” y muy gritada. El “Power”, por su parte, utiliza una voz igualmente sucia pero mucho más clara, y el Death utiliza una voz altamente gritada, plana y ultrasucia, dando la impresión de rugidos, más que canto. Mucho de la nomenclatura aplicada por los músicos y fans para describir la música thrash responde al efecto emocional y corporal que esta les provoca, el cual se marca en los recitales o en la sola práctica de escuchar un disco o caset, generando una Performance particular de sentir y escuchar música. Acá resaltan, el “Moch” muy parecido al pogo punk pero más fuerte, ya que en éste se trata de golpearse entre todos, pero principalmente el “Headbanging”, que es el movimiento de cabeza en forma vertical muy fuerte y acelerada, el “Slam”, que consiste casi en una “marcha” fuerte y con moviendo los brazos, y el “Stage”, o lanzarse desde el escenario sobre la muchedumbre, con los cuales el público, en cierta forma, se desahoga o expulsa energía contenida. Ahora corresponde detenernos un poco en algunas de las principales bandas del género en nuestro país. Massacre. Una de las agrupaciones más “míticas” del metal chileno. Fue la primera en hacer 53 Castillo Viviana, “Para una configuración de un perfil estético de la música thrash en la juventud chilena”, En Música Popular en América Latina, Op cit, p. 323. 54 Ibid , p. 324.

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Trhash-Speed (y la primera en castellano) y una de las principales protagonistas, junto a Pentagram, de esta tendencia. Comenzó como soporte de bandas de heavy y rock duro, como Feed Back y Tumulto, pero fue ganándose un público propio y fiel. Como las primeras bandas chilenas del estilo, el Festival Death Metal Holocaust en 1985, fue la punta de lanza de su carrera. Luego de éste, y del cambio de formación de la banda, quedó integrada de la siguiente forma: Yanko Tolic (líder voz, guitarra), Eduardo Vidal (bajo), José Miguel Nacrur (guitarra), Andrés Nacrur (batería). Con este elenco grabaran en 1986 su primer demo en ocho canales, llamado “Fantasma”, al cual le seguirán tres demos más, también en ocho canales, en los estudios REC (emblemático para la escena trhash local). Con estos demos y su artesanal, aunque eficaz modo de distribución, la banda se hace de cada vez mayor cantidad de fanáticos, con lo cual alcanza cierta difusión en la prensa escrita. En 1987 buscan suerte en Brasil, donde permanecerán tres meses con muy buena aceptación, pero no logrando el objetivo de grabar y obtener contrato con la compañía Rock Brigade, la cual editaba al grupo local Vulcano. Con esta banda, además de la argentina Retrosatán, a finales de 1987 producen la tercera versión del Festival death Metal Holocaust. A comienzos del 88’ ingresa Marco Carreño en batería como reemplazó de Andy Nacrur, que emigra a Necrosis. Con esta formación la banda actuó en Uruguay junto a grupos locales y graba su cuarto demo, primero en veinticuatro canales, con el título de “Beyond the Psychotic Redemption”. Con esta grabación la banda institucionaliza su propuesta, logrando inclusive dos premios que entregaba Radio Concierto en su programa “Solamente Rock”. Estos fueron como mejores instrumentistas y mejor grupo rock chileno del año.

En 1989, tras un breve paso por Argentina la banda edita su disco debut “Massacre”, grabado en treinta dos canales en estudios Horizonte de Chile. El álbum fue editado primero en EEUU por Oso Caribean y luego en Chile con la Distribución de EMI. Musicalmente, este trabajo muestra un cambio en la línea del grupo que deja atrás la velocidad y “chacalidad”, dando paso a un estilo Trhash-sinfónico un tanto industrial (que incluye a Manuel Castro en teclados) de mucha fuerza y con letras que corresponden a fragmentos de composiciones poéticas de dos de nuestros más grandes literatos Pablo Neruda y Vicente Huidobro. El disco contiene un cover del clásico “Todos Juntos” del grupo Los Jaivas que cuenta con la participación de Mario Mitis en percusión. Con esto la banda durará hasta 1992, año que marca su disolución.

Dorso. Esta agrupación se formó en 1984, pero se dieron a conocer en serio en el 85. Desde sus comienzos la banda se ha caracterizado por la búsqueda y la experimentación, lo que se

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refleja en una propuesta identificable, muy propia, difícil de encasillar en algún subgénero metalero, ya que ha recibido influencias desde el rock progresivo del setenta, pasando por el heavy hasta el metal más extremo, conjugados con letras demenciales y en castellano. Su líder y fundador Rodrigo Cuadra, más conocido en el ambiente como “Pera”, junto a Jamal Eltit, debutan discográficamente en 1987 como partícipes del

álbum conjunto con otras bandas, llamado

“Infierno Rock”, producido por Juan Alvarez y de etiqueta CBS. En este disco Dorso aportó un tema con el cual deja en claro lo novedoso de su propuesta. La canción de nombre Zeus, denota la característica temática del grupo que se deja llevar por temas fantásticos y mitológicos del viejo mundo, con una música que tiene algo de Iron Maiden, en cuanto a la utilización de cambios de ritmos constantes y repetitivos que se alternan por toda la canción. También utilizan voces guturales pregrabadas con el fin de dar una atmósfera siniestra.

Su primer álbum “Bajo una luna Cámbrica”, de 1989, autoproducido y reeditado al año siguiente por el sello RCA y distribuido por BMG, y en el cual colaboraron una gran cantidad de músicos invitados, siguió en la misma línea temática, pero musicalmente más elaborado. Acá comienzan las influencia

Trhash-Speed;

temas

acelerados,

a

doble

bombo,

incorporando además de los tres instrumentos básicos, el uso de sintetizadores y efectos vocales, con el objetivo de resaltar y transmitir los ambientes demenciales que invocan sus letras, que nos hablan de viajes astrales montados en dragones, seres sobrenaturales de la antigua Grecia, rituales sagrados con mucha influencia del cómic de ciencia-ficción, y del escritor H.P. Lovecraf, al cual el grupo rinde culto.

En 1990, ya contratados por BMG, con la incorporación definitiva del baterista Eduardo Topelberg y con mayor presupuesto, la banda decide “cumplir con el sueño de sus vidas”, realizando un disco largo, conceptual, progresivo, totalmente anti- comercial; “un poco lo que antes hacían Yes o Pink 55

Floyd”

. Este segundo álbum titulado Romance es “una historia que dura 75 minutos, con una

idea central que se va desarrollando a manera de cuento, con varios protagonistas. Tiene que ver con brujería, amor pasional, ocultismo”. En su grabación intervinieron además del grupo, tres músicos invitados, es un álbum mucho más progresivo que el disco anterior, también es menos metalero, aunque sin perder lo “pesado”. La carátula del disco incluye, aparte de las letras, un resumen de toda la historia que dice así:

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“Romance (La Historia) Perdidamente enamorado, Reytec, de una joven musa, a la que ha visto jugar algunas veces en el jardín de su gran morada. Entra en desesperación al darse cuenta que no podrá llegar a ella, por su condición. Esta mujercita vive en los jardines y paredes de su pseudo medieval mansión, sumida en una tentadora inocencia. Según cuentan las viejas historias en las afueras de este lugar en la cumbre del gran monte, al cual se llegaba atravesando grandes bosques y pantanos se encontraba la hermosa y sensual madre de las tinieblas, bruja que vive con una legión de sirvientes, verdaderos cuerpos animados, lugar al que nadie va. Partió Reytec en su busca, cegado por su tragedia. Y al encontrar a esta mujer, tras un pacto y ácido ritual se le otorga el poder de desdoblarse en un ser fantasmal de energía, a cambio la hermandad de tinieblas obtendrá algunos beneficios, los que no quedan claros en el pacto, y consisten en obtener cuerpos frescos para animarse y engrosar la legión. Durante la noche Reytec en su nueva condición atraviesa las paredes de la mansión, se desliza por los pasillos, hasta la habitación de su amada, y la posee atravesándola como energía, y esta al ser poseída por esta energía, lo ve en sueños. Noche tras noche. Pronto asesinatos de carácter visceral ocurren en la casa, las legiones de tinieblas han llegado, Reytec se siente traicionado por la madre, y entra en cólera para proteger a su amada. La joven despierta y reconoce a este que ha visto en sueños, el le hace ver la situación y ella le ofrece su cuerpo para así los dos en condición humana se unan y rompan el hechizo de la bruja, en un ritual de purificación.”

Necrosis. Esta banda también parte de las primeras, tuvo una corta pero influyente vida. Es una de las más recordadas por la tribu metalera. En 1988 logran editar un LP en disco de 33 1/3 revoluciones, que fue prensado en Brasil, ya que en Chile a la fecha, la industria del prensado de discos estaba más que enterrada. Este disco llamado “The Search” (la búsqueda) muy tributario de bandas Speed metal como Antrhax, Testament, Metallica, etc; es un álbum conceptual de ocho canciones, que trata acerca del sello de muerte, destrucción y avaricia que invadió el proceso de conquista y colonización de América, pero cantado en inglés. El elepé fue grabado con los siguientes integrantes: Andrés (vocalista), Nata (Lead-guitar, guitarra líder), Rodrigo (bajo), pepe (guitarra) y Andy (batería).

55 Según palabras de su líder Rodrigo Cuadra, en entrevista dentro del Libro de Tito Escárate, 1999, Op cit, p. 232.

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Chronos. Integrada por la pareja creativa de Claudio Martínez (guitarra) y José Ihnen (bajo y voz), ambos hijos de la escuela “semillero rock” de Juan Alvarez, y ex-integrantes de Turbo, además del baterista Eduardo Tobelberg. Fueron la primera banda de Chile en practicar el Power Metal y la primera en este estilo en poner un tema en las radios, tal es el caso “Pozo negro”.

“Nosotros hacemos power metal. Hay mucho cambio de ritmo y harta energía. A pesar de que tocamos con fuerza, tenemos una apariencia alegre. Queremos eliminar esa imagen de que todos los heavy son drogos, sucios y satánicos. Nosotros no estamos influidos por Led Zepelin (sic) y los que eran como ellos. Sólo usamos el 56

pelo largo”

Participaron también en el caset “Infierno Rock” de 1987 al cual aportan dos canciones la instrumental “Armagedom” y “La Profecía”. Luego de esto, y a pesar de poseer una gran cantidad de material, dejan el Power Metal dejándose llevar por los designios del mercado, cambiando su propuesta hacia un Pop-metal o Glam metal, muy en boga en la época, de fácil comercialización y que en Chile tuvo sus “cinco minutos de fama” con el declinar comercial del rock latino y con el éxito en el público femenino de grupos como Bon Jovi, Poison, Cindirella, White Lion, Guns ‘n 57

Roses, etc. Para esto integraron a Alfredo Lewin como vocalista

de gran aceptación por el

“mercado femenino” y con el cual grabaron el caset “Adonde vas”, bajo etiqueta BMG, en 1989, de cierto éxito pero que les ganó la odiosidad de trhashers que vieron en este cambio de propuesta una vil traición a los fundamentos de la corriente. La banda luego de esta caótica experiencia se

56 En Revista Super Rock del 9 de marzo de 1987. 57 Alfredo Lewin, que tras de irse de Chronos continuará su carrera con la agrupación de la misma “onda” llamada Diva corriendo la misma suerte. Después se dedicara a la comunicación social, teniendo gran éxito como comentarista de rock en programas como Lee Nigth de canal 4 y luego en la cadena transnacional MTV latina.

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disuelve, pasando a la historia como el ejemplo más emblemático de un grupo que, fiel a la moda, cambia de estilo musical según lo digan el mercado o la “Taquilla”.

Sadims. representantes de la segunda ola de bandas Trhash Metal de los ochenta. Más extremas, imbuidas por el Death Metal, muy local debido a las imperfecciones técnicas de los integrantes y tecnológicas de sus equipos y cantado en inglés. Esta banda permanece hasta el día de hoy haciendo música, ya institucionalizada y de las más profesionales y reconocidas dentro del ambiente, con varios álbunes a su haber. Pero en este trabajo nos corresponde revisar la primera etapa de esta formación, la cual dio origen a dos demos clásicos y memorables como “Perdition of soul” de 1989, que contenía cuatro temas, fue grabado en estudios REC por el ingeniero José Luis Corral; y “From the Perpetual Dark”, de 1991, con tres temas grabados en el mismo estudio y por el mismo J.L. Corral.

Betrayed. Una de las pioneras agrupaciones de la Quinta región, sus integrantes fueron Blas Mataluna (voz), Rodrigo Neira (guitarra), José Antonio Cabezas (bajo) y Eduardo Gutiérrez (batería). Exponentes del power metal, grabaron en 1989 un demo con el nombre “Our Optión”, completamente en inglés a pesar que las letras relatan historias locales de falsos héroes y próceres. En una misma línea al año siguiente editan su álbum debut para el sello Oso record de nombre “1879 Tales of war” donde presentan su versión de la guerra del pacífico, pero también en inglés. Este trabajo fue grabado por Antón Reisenegger (Pentagram, Fallout y Criminal) y mezclado por José Luis Corrales.

El movimiento trhash en nuestro país, en los noventa siguió creciendo con la parición de nuevas bandas a partir de las existentes y otras más. De gran importancia es el grupo Criminal, liderada por Anton Reisenegger, que tras sus intentos con los grupos Pentagram (de culto dentro del género en Chile) y Fallout (con una propuesta cercana a lo que realizaba Metallica) formo ésta banda que tiene gran repercusión internacional y ha sido editada hasta en Japón. En los noventa el movimiento creció en profesionalidad, pero siempre dentro del underground. Aparecen sellos locales, como Inferno de Anton Reisenegger y Toxic, que han apoyado a bandas locales.

El trhash y sus derivados es un movimiento muy conectado internacionalmente y que, dada la importancia estética del terror que manifiesta, ha sufrido de la “reacción” del sistema, que lo ve como pervertidor y satánico, sobre todo por sectores fundamentalistas de la Iglesia Católica y otras cristianas, y que tuvo momentos de exaltación en ejemplos irrisorios, como cuando se intentaba encontrar mensajes satánicos al escuchar las cintas de las casetes en forma inversa. Hecho a la luz, cuando se aseguraba que la cantante brasileña de música infantil Xuxa incluía mensajes

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ocultos dirigidos al inconsciente de los niños con claras intenciones demoníacas. De esta manera, los medios informativos abordan el tema de modo sensacionalista y prejuicioso. Artículos sobre esto existen varios, no obstante aquí hemos decidido reproducir uno para nosotros muy elocuente del pensamiento que los medios desean imponer sobre el público. Y que extraímos de la revista Que Pasa nº 1005 de Julio de 1990, escrito por Eugenia Fernández y de nombre Esos mensajes al revés:

“(....) Lo cierto es que el asunto se puso de moda a Satán, Y a quienes realmente le cantan: los músicos rock. No todos por supuesto. Pero sí se puede afirmar con responsabilidad (el subrayado es nuestro) que muchos de los ’Heavy metal’ no le tienen miedo al diablo...Es más, se sostiene que ellos podrían ser parte de un culto organizado al satanismo. A pesar de que la música es una de las formas de expresión más naturales, está comprobado que influye positiva o negativamente en el comportamiento humano. Todo depende de la finalidad con que se use. Incluso los sabios griegos, Platón y Aristóteles, se preocuparon de las melodías ‘que ordenan y desordenan al hombre’: En la década del 50, se inicia un movimiento que cambió la historia de la música. Se le denomina ‘rock and roll’. Música con ritmo contagioso y, en su época sumamente escandalosa. No era para menos: En jerga de los negros del sur de EE.UU., rock and roll era sinónimo de acto sexual. En los 60, el rock dio el paso definitivo con los Beatles. Poco a poco, los principales rockeros se convierten en promotores de la violencia, del consumo de drogas y del libertinaje sexual. Desenfreno a todo ritmo. Y unos pocos los elegidos- usan su música como un medio pata extender prácticas satánicas. El tema es serio. Quienes han estudiado el fenómeno, afirman que un iniciado en el culto de Satán debe saber hablar, cantar y caminar al revés. Como para sacar conclusiones. Satán es el símbolo del ángel caído, el más bello de todos, que no se resigna a adorar a su Creador. Belzebú es la antítesis del orden. Y sus seguidores en EE.UU. Hay 100 mil miembros inscritos en una agrupación satánica, reconocida por el gobierno de ese país le rinden culto al caos. De así que sería congruente la tesis que señala que las canciones que pueden escucharse al revés, serían satánicas. ¿Para qué tanto rollo? Nada más y nada

menos, que para influenciar la mente y

provocar cambios involuntarios de conducta. Un mensaje se fija en el inconsciente de forma más efectiva, dependiendo de las veces qué éste sea escuchado. Está es sólo una de las fórmulas de extender el culto a Satanás. Porque los expertos en la materia, aseguran que la idea es formar una cultura satánica. NO es broma,

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porque, dicho sea de paso, uno de los principales triunfos de Satán es que nadie lo tome en serio. Pero sus seguidores sí lo hacen. Y usan una serie de símbolos en las carátulas de sus discos. Es como si hablaran en clave, tal como los primeros cristianos se reconocían entre sí con la figura del pez. La cruz invertida, por ejemplo, es una señal para invocar a los malos espíritus, explican los demoniólogos. También suelen usar el 666, número que denomina al Anticristo en el Apocalipsis. Pero el más popular de todos es el rayo en forma de S. Este es el nombre de ‘chapa’ de Satán. Un pasaje de la Sagrada escritura se refiere a él: ‘He visto caer a Lucifer como un rayo’. El mismo que es fácilmente apreciable en el logo del grupo ACDC (‘After Christ Demon Comes’ Después de Cristo viene Satanás o en las ‘eses’ del grupo Kiss (Kids in Satan Service’ o niños al servicio de Satán). Por snobismo o show, cada espectáculo e estos conjuntos incluye sacrificios de animales en el escenario y otra serie de ritos de magia negra. Todo muy bien camuflado con música estridente, humo, luces y droga. Es que muchos olvidan que satanismo significa ‘haz lo que quieras’. “

El artículo además presenta un cuadro con una larga lista de ejemplo de canciones de grupo famosos que al escucharse contrariamente, contendrían mensajes demoniacos. Irónicamente y sensacionalistamente, para el cuadro utiliza el título “Atnac olbaid le” (“El diablo canta”, de atrás para delante) y en su lista incluye entre otros a:

“En la canción ‘Revolución IX’ de los Beatles, repetidamente ‘número nueve’. Esto al revés, es ‘Exítame, hombre muerto’. Casi al final, una voz dice: ‘El se desnudó’. Al revés: ‘Satanás, líbrame’. Del grupo Eagles es el long play ‘Hotel California’. Al parecer allí el fundador norteamericano del culto satánico Alistair Crownley, celebró sus primera misas negras. Uno de los temas incluye: ‘Lo último que recuerdo es que fui golpeado por la puerta, tuve que encontrar el pasaje hacia el lugar en donde me encontraba’. Al revés: ‘Él organizó su propia religión metiéndose a la secta satánica’. Electric Light Orchesta, cuyas iniciales son ELO -antigua fórmula para invocar a Satanás-, en su canción

‘Fuego en lo alto’, una extraña voz, al revés, canta: ‘La

música es reversible. el tiempo no. Regresa, regresa’. Led Zeppelin en su LP ‘Led Zeppelin IV’ incluye ‘Escalera al cielo’: ‘Sí, ahí están dos caminos por los que puedes ir, pero a lo largo de él aún hay tiempo para cambiar y

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esto me hace pensar’. Al revés: ‘No hay escapatoria, es mi dulce Satanás, quien será el sendero que me hará triste, el poder es Satanás’.”

Otro singular hecho de arremetida del sistema contra el rock metálico, en Chile se dio en los noventa (¿en plena democracia?), cuando no se le permite al conjunto inglés Iron Maiden presentar su concierto en la Estación Mapocho de Santiago, por presiones de sectores fundamentalistas de la Iglesia Católica y Evangélica, en 1993. En un primer momento se dijo que el grupo no podía ingresar al país, luego las autoridades dijeron que no existían recintos para la realización del evento o mejor dicho nadie quiso contradecir a la Iglesia facilitando sus dependencias que pudieron haber albergado el recital.

C) OTROS GRUPOS DEL UNDERGROUND

Acá nos referimos a grupos sin afiliaciones

estilísticas claramente rockeras, pero que se encuentran con el rock, más por la actitud con la que enfrentan su música. Estos grupos no alcanzaron a generan un movimiento, pero sé caracterizaron por la experimentación y la búsqueda, reflejo de una percepción del trabajo del músico libre de cualquier tipo de ataduras. Fulano. Una de las principales y más conocidas de estas bandas. El grupo nació como taller de experimentación de sus integrantes, que eran profesores de música. Estaba integrado por: Willie Valenzuela López (batería), Jame Antonio Vázquez (saxo alto, saxo tenor y flauta traversa), Jaime Vivanco Skarneo (piano y órgano), Arlette Jequier Lehuedé (clarinete y voz), Jaime Campos Astorga (bajo y contrabajo), y Cristián Crisosto Gaete (saxo soprano, saxo alto, saxo barítono, flauta traversa y flautín). En 1987 editan su primera producción, homónima, bajo el sello Alerce, que alcanzó bastante aceptación y ventas. Su música transita por varios ritmos de acuerdo a los diversos gustos musicales de sus integrantes, estos van desde el jazz, la fusión, ritmos latinos, el rock, etc. Si pudiéramos definir su música en una palabra, esta sería, ecléctica. En su segundo trabajo, de 1989, “En el búnker” siguen en una misma propuesta pero logrando una mayor identificación con el público y una mejoría técnica del sonido, más fiel a lo que el grupo presentaba en sus actuaciones en directo. Este segundo trabajo incluyó algunos temas que quedaron fuera de su primera producción como: “El don del cuerpo”, “Adolfo y Benito, Augusto y Toribio”, “No me gusta que se metan conmigo” más nuevos temas que se transformaron en clásicos de la banda como “Rap rock”, “Gran restrictor”, Perro chico malo”, entre otros. Luego de estos trabajo y por problemas extramusicales como la falta de apoyo por parte de los medios, la banda se disolvió, para reaparecer en 1993 con otro álbum “Infierno de los payasos” también para el sello Alerce.

Mauricio Redolés. Luego de su estadía en Inglaterra, este músico llega al país por el año 1985.

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Mezclando sus dos amores, poesía y música, propone una especie de folk-rock blusero, que sólo parece un medio que adorna el texto. Pese a lo agudo, panfletero, humorístico y marginal de este último, le han dado cierta notoriedad en el medio. En 1987 lanza su primer trabajo autoproducido “Bello Barrio”, que sorprendió por la incorporación de una composición poética de Carlos Pezoa Véliz, poeta chileno de finales del siglo XIX. En 1991 edita un nuevo trabajo, ya por el sello Alerce “Química de la lucha de clases”.

Dekiruza.

Su nombre significa más menos “cuidado compadre que andan los tiras”.

Originalmente, viene del lufando argentino De keruza, que significa lo mismo y también del inglés 58

“Take it esay “anda con cuidado, o tomátelo con calma”

De su nombre resalta la propuesta de la banda que intenta el rescate de la cultura marginal urbana chilena. A pesar de que nos les gustaba clasificar su música, confesaban influencias distintas como Violeta Parra, pasando por Sol y Lluvia y Sting, hasta U2 y Run Dmc. La banda representó la primera experiencia en Chile de traslado de ‘músicas negras’ como el Soul y el rap. En 1988 grabaron su primer casete autoproducido, que más tarde, bajo la distribución de Alerce, consiguió en 1990, el disco de Oro, por más de 10 mil copias vendidas. En su segundo trabajo de 1991 asume el liderazgo Pedro Foncea, por la salida de Mario Rojas pero el caset no logra las mismas ventas que su debut.

Compañeros de viaje Este sexteto nació por el año 1986 como grupo taller y recién en el primer semestre de 1989 logran editar su caset homónimo, para Alerce. La banda estaba integrada por: Tito Escárate (voz y composición, letras), Juan Unda (guitarra y composición), Juan Pablo Villalabeitía (saxo y flauta), Yerko Goicovic (teclados y coros), Iván Mezzano (percusión latina y coros), Tito Velázquez (Bajo) y Marco Garrido (batería). El nombre lo extrajeron de un colectivo artístico ruso, de tiempos de la revolución, donde sus integrantes se denominaban así mismos: compañeros de viaje. Su música representó un experimento de fusión entre la cumbia chilena y el reggae jamaicano, lo que catalogaron como Raguma. Sin embargo, este estilo estuvo presente en algunas canciones del álbum, las otras estaban más cercanas al ska o al pop.

C) LEGENDARIOS. Paralelo al nuevo acontecer rockero, en este período bandas legendarias y pioneras siguen produciendo sus trabajos. Acá tenemos a Tumulto que en 1985 editada para el sello Star Sound su disco del mismo nombre, que recoge sus éxitos, más algunos temas nuevos de ese tiempo como

58 Diario El Carrete, número 2, del 13-19 julio 1989, p. 14.

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“Hey que pasa” y “Somos el rock”. A este le siguieron Tumulto II de 1987 que incluyó un tema que a partir de ahí se transformó en un clásico: “Muñeca de trapo”. En 1990 editan “Oliver Trhash”, también de etiqueta Star Sound.

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Otro grupo que continúa su carrera es Congreso, que tras su regreso, en 1981, donde lo integró Joe Vasconcellos, logran producir su trabajo “Viaje a la cresta del mundo” que incluyó la canción de éxito “Hijo del sol luminoso” de autoría de Vasconcellos. Luego de la salida de éste y la vuelta de su vocalista original Pancho Sazo el grupo graba en 1986 “Estoy que me muero” (Alerce) consolidándose nuevamente y logrando popularidad. A este trabajo le siguió “Para los arqueólogos del futuro” de 1989, del mismo sello y con igual calidad. “El planteamiento del grupo es la música latina, mezclada con la música del mundo, con el minimal, el jazz, el rock, el bolero, la cumbia. Y para crear, hay que empaparse de eso. No cualquier tema funciona en los Congreso”, palabras de Jaime Atenas, saxofonista del grupo definiendo la propuesta musical del grupo.

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Otras agrupaciones fueron Los Jaivas y Arena Movediza, los primeros editaron “Si tú no estás” en 1989 y los segundos “La fuerza del rock de 1984” y “Rock”, de 1985, donde integró la banda, Sergio Undurraga como compositor.

8.- Conclusiones El rock

es una forma musical exógena, que gracias a los medios de comunicación masivos,

penetró en chile pasando a formar parte de la dinámica interna de la música popular de este país, y en cierto grado ayudando

a su modernización, incluyendo nuevos métodos de difusión e

59 Este sello se caracteriza por su especialización de grupos de géneros muy populares como cumbias y rancheras, no obstante dio cabida algunas agrupaciones rockeras como esta, Arena Movediza y Amapola. 60 En Diario EL Carrete, número 5 del 3-9 de agosto de 1989.

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instrumentalización. Sus comienzos se dan al finalizar los años cincuenta, que germinó con la aparición del movimiento de la nueva ola (1961-67), que, sin ser un movimiento propiamente rockero, incluyó a los primeros representantes nacionales del género, como el conjunto los Ramblers. Su acople distó mucho de la estridencia y ruptura propia del rock and roll, fue manejado desde las oficinas de las casas discográficas que trataban de lanzar al mercado una música que fuera masiva y no causara rechazo público. Hacia finales de la década, se transitó desde la nueva ola hacía el rock tipo The Beatles. De acá surgió la primera oleada de grupos que prefirieron el idioma vernáculo del rock para distinguirse de la nueva ola. El primero fue los Mac’s, al cual le siguieron los Jockers, los Beat 4, los Vidrios quebrados y algunos más, que tuvieron cierta aceptación pero sólo en sectores juveniles de estratos altos, ya que manejaban la escasa información del exterior, y además sabían inglés. La segunda oleada corrió mejor suerte al llegar a un alcance masivo con Los Jaivas y su single “Todos juntos”, donde, fiel a su tiempo, mezclaron el rock con los ritmos del continente. En esta primera parte que coincide con un momento de esplendor de la música popular chilena, donde se editaban y producían localmente discos de vinilo y las ventas de los músicos chilenos eran altísimas, el rock estuvo siempre presente en los sellos discográficos y los medios de difusión radial y escrito. Con el golpe de estado, el movimiento de rock casi desaparece y logra resurgir a mediados de la década pero de forma marginal, condición que ocupó hasta la aparición de los prisioneros y el boom del pop, donde se refunda la escena nacional, volviendo al primer plano. En esta etapa surgen las características que demarcan actualmente la escena, a las cuales los grupos han tenido que adaptarse. Primero en un sentido macro, el género musical se desenvuelve en un sistema económico neoliberal donde el estado deja su función de estimulador de la música popular, traspasándola al mercado. Como segunda cosa, se adoptan estilos importados de rock que son casi los mismos que hoy se desarrollan y han tendido a la conformación de tribus particulares e identificables, dígase punkis, metaleros, poperos, raperos, entre otros.

desde el

punto de vista de los músicos, actualmente los grupos están integrados en su gran mayoría por personajes que dieron sus primeros pasos en agrupaciones de los ochenta (salvo por los actuales grupos de hip-hop), tal como lo demuestra un árbol genealógico publicado por la revista “rock and pop” n° 15 de agosto de 1998: De hecho, el resurgimiento a primer plano de bandas pop de los noventa, se dio en base al trabajo subterráneo de los músicos que con el freno del boom del ochenta, se “encerraron en sus salas para perfeccionarse”. En un sentido general, este período significó un ciclo necesario de aprendizaje y tanteo de terreno para todos los sectores involucrados en el rock, tanto músicos, sellos discográficos, radios, productores de eventos, etc. Los sellos transnacionales, después de explotar de sobre manera el diminuto mercado chileno y a los grupos poperos, actualmente han

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replanteado su modo de trabajo aceptando a grupos que realmente estén dispuestos a profesionalizarse y a los cuales, puedan proyectar una carrera hacia fuera de las fronteras chilenas. el sello chileno Alerce, siguiendo una misma línea desde su fundación, en cuanto a fichar bandas que representen sentimientos juveniles. Los grupos metálicos y punkis han asumido desenvolverse en escenas independientes y cerradas; los primeros, en sellos del estilo, y los segundos, principalmente con Alerce, además creando otros medios de difusión especializados como fanzines y revistas.

En cuanto a la producción de eventos de grandes figuras internacionales en nuestro país, comenzaron en los ochenta y continúan actualmente. los productores descubrieron que estos eventos representa un buen negocio y lo han mantenido desde la presentación de Rod Stewart,

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hasta la actualidad, incorporando agrupaciones de distintas nociones estilísticas. Hasta la producción académica comenzó en los ochenta con la publicación en 1987 de “el grito del amor, historia temática del rock”, del profesor Fabio Salas, cuya base se encontraba en su tesis de licenciatura en letras de la universidades Chile.

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