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Lunes 9 de septiembre d« 1931

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isaonM nm scsctü^iMaoMi San Bernardo, núm. 68.-MADRID •tUüMM «taBSTM uraa f urna ág/smváDO m ocNutsoí mnmuí i i i P l f u e i t e Mmrrftfim BPOOA

A medida que pasan los días adquiere perfiles m á s definidos la t r e m e n d a b a talla que está librándose a orillas del hermoso lago Leman. Dijérase que los elem e n t o s aliados de Moscú consideran la ocasión definitiva p a r a el éxito o el fracaso de su causa y h a n movilizado en la contienda todas las reservas de que disponen. Las impresiones que recogemos y agrupamos en n u e s t r a revista de prensa, de diferentes corresponsales, ponen de manifiesto la u n a n i m i d a d que existe p a r a situar la cuestión en su verdadero foco, calando fácilmente a través de la c a p a que en esta ocasión no h a sabido ocultar tal hábilmente como en otras los verdaderos móviles de determinadas actitudes. La famosa concesión petrolífera a Mr. Rlckett fué el primero de los tirones que sufrió en este caso la capa protectora. Y no t a n t o por la significación del hecho en sí, del que no podía evidentemente hacerse responsable a Inglaterra, como por la forma indiscreta en que los elementos agrupados en la conspiración anti-ltallana atribuyeron a aquel país la p a t e r n i d a d del episodio, proclamando a los cuatro vientos el regocijo que les causaba. En esta torpeza de suponer que la defensa de un «affaire» petrolífero pudiera servir de excelente razón en las deliberaciones ginebrinas, las izquierdas españolas, con la falta de sensibilidad que las caracteriza, figuraron n a t u r a l m e n t e en vanguardia. Vino después la insólita defensa de Abisinia, t r a n s f o r m a d a ^ n violento ataque a Italia, que u n catedrático francés de Derecho, M. Jéze, realizó por c u e n t a del Negus. El hecho de que Abisinia se viera en el caso de confiar la defensa de su derecho a u n extranjero era elocuente indicio del estado de su cultura. Pero la forma en que el abogado que tomó a sueldo desempeñó su misión, hizo a su cliente más daño que beneficio. M. Jéze olvidó cuál era el aspecto jurídico de la cuestión t r a í d a a Ginebra y se limitó a repetir todos los tópicos contra la Italia fascista que las izquierdas de cualquier país repiten incansablemente. El efecto de su peroración fué parecido al causado por el inoportuno enrolamiento de los anti-fascista« en torno al contrato petrolífero de Mr. Rlckett. H a n sido, por último, las impertinentes conminaciones de las tradeuniones británicas, la inconfundible actitud del delegado soviético Litvinoff... Ha q u e d a d o con todo ello de t a l modo descubierto el juego, que n o es difícil pronosticar e n la h o r a actual, u n resultado cierto del embrollo: el definitivo desprestigio de la Sociedad de las Naciones, cuyos bastidores h a n quedado t a n en descubierto. No C(mtrlbulrá tampoco a realzarla el n o m b r a m i e n t o del señor Madariaga p a r a presidente de la Comisión de los Cinco a la que se h a acudido p a r a darle u n a larga al asunto, ni la frase con la que h a estimado oportuno el flamante presidente dar comienzo a su actuación: «Vamos a pedir a Italia y a Etiopía que no h a g a n t a n t o ruido, porque no podemos oírnos.» E n verdad que aunque n o produjera la actitud de Mussolini otro fruto que este del hundimiento del i n s t r u m e n t o creado por el masón Wilson, podría j a c t a r se de haber prestado u n hermoso servicio a la h u m a n i d a d . Porque fuera sólo u n anacronismo la idea del Presidente norteamericano de crear u n s u p e r - p a r l a m e n t o en el momento de producirse el fracaso de todos los p a r l a m e n t o s y no serían t a n graves los daños que se h u b i e r a n derivado de la existencia de la Sociedad de las Naciones. Pero el i n s t r u m e n t o creado p a r a asegurar la paz se adscribió pronto—estuviera ello o no en la m e n t e de su autor—al servicio de los falsos pacifistas sembradores de la guerra. Y su a c t i t u d en el m o m e n t o actual n o h a c e sino confirmar la gravedad del peligro que r e p r e s e n t a la continuidad de su existencia. Es notorio que sin ella el pleito italo-abisinio no hubiera rebasado los límites de los demás pleitos coloniales que se h a n producido en el mundo. Sólo por la Sociedad de las Naciones podría producirse el terrible caso de que por querer aplicar sanciones a Italia se convirtiera u n a guerra colonial en u n a guerra europea. El bombero prendiendo fuego a la casa, se h a dicho. Pero queda por p r e g u n tarse si ello serla u n a paradoja imprevista o deliberadamente preparada.

Declaraciones del ministro de la Gobernación El dia de Lerroux El ministro, que el domingo por la m a ñ a n a , acompañó en avión al jefe del Gobierno en su viaje a Barcelona, e m prendió el regreso anoche en el expreso y llegó esta m a ñ a n a a Madrid. A mediodía, el señor Pórtela Valladares recibió a los periodistas, y refiriéndose al recibimiento t r i b u t a d o a l presidente del Consejo e n la capital de Cat a l u ñ a , se expresó en los siguientes t é r minos: —En realidad, los actos celebrados en Barcelona como homenaje al jefe del Gobierno tuvieron u n a amplitud, u n a solemnidad y u n a resonancia extraordin a r i a s . El presidente recibió constantes y entusiastas pruebas de adhesión. Veían en el señor Lerroux el hombre que después de u n a situación difícil e n t r e Cat a l u ñ a y el Estado, h a b í a llegado a d a r a aquella tierra, que es España, la satisfacción que se merecía. ¡Con qué generosidad de espíritu se refirió el señor Lerroux a los que en u n m o m e n t o de extravío, pusieron en peligro la vida de la región y de la República! Yo traigo muy buen recuerdo, u n gratísimo recuerdo del dia que pasé allí. Los actos de p r o p a g a n d a de ayer Me h e visto obligado a regresar a Madrid—siguió diciendo el señor P o r t e la—para atender a diversos asuntos del ministerio. Ayer se celebraron muchos actos p ú blicos, sin que ocurriera el menor incidente, expresándose los oradores, no diré con templanza, pero sí con respeto a la ley, que es lo que exige el Gobierno. En Almansa se verificó u n acto de afirmación socialista, sin incidentes, n o dejándose h a b l a r a Muñoz Zafra porque no estaba anunciado como orador. En Linares se celebró u n mitin comunista, d u r a n t e el cual uno de los o r a dores, Carlos Segura, profirió injurias c o n t r a miembros del Gobierno, que m o tivaron que el delegada de la autoridad privara a aquél de hacer uso de la p a labra, y a la terminación del acto lo p u siera a disposición del juzgado. En Badajoz, la Federación local de Sociedades obreras pidió autorización p a r a celebrar u n a j u n t a en la secretaría de la Casa del Pueblo. Dicha autorización fué concedida, pero como esa Sociedad se halla clausurada por la a u t o ridad militar, n a t u r a l m e n t e , no pudo tener lugar la reunión, por aquella causa. También h a b í a anunciados varios m í tines galleguistas, pero no llegaron a celebrarse por incomparecencla de los o r a dores. Otros sucesos En u n pueblo de la provincia de Toledo, al realizarse la conducción de reses p a r a u n a corrida que iba a celebrarse, varios mozos quisieron capear a los t o ros. No fué consentido el propósito, y la G u a r d i a Civil se vio obligada a d a r u n a s cargas, sin consecuencias que l a m e n t a r . Con motivo de este incidente, la corrida se h a aplazado p a r a el día siguiente, por orden del alcalde. —^En Utiel se le h a prestado asistencia facultativa a Carlos Jiménez Roda, que se e n c u e n t r a herido e n \in pie. Se supone con fundamento, que este sujeto, vwílno de Cueva» de Utlel, está í e l a c i o -

das por menos de os ttlmetia». El pago será ilempr* adelantado.

DIARIO FUNDADO EN !.islnias ocupan los puntos e a t r a t ^ i o o s del pais ADDIS ABEBA.—^Han Jlegado y a a los pimtos de concentración ordenados por Jos jefes militareis cerca de l a mitad de los contingentes etíopes movilizados, integrados p o r n ó m a d a s y guerreros profesionales, con (domésticos, acémilas y municiones. Ocupan y a los puntos estratégicos del paíp los regimientos de Infantería y Caballería y los Meibaristas. Todos los dem á s hombres movilizables conocen y a el punto a donde h a n )de presentarse cuando se les llame. Las autoridades etíopes dicen que l a orden de movilización s e d a r á únicamen,te en caso de agresión extranjera. ISin embargo, en breve s e r á n llamadas a filas contingentes que ascenderán a u n 10 p o r 100. iHan, llegado (hoy a AddLs Abeba los jefes militares del la provincia de G u r a q u e p a r a poner a disposición del Negus Vejjiticinco mil hombres y g r a n cantidad de caballos. Se confia poco en el éxito del Comité de los Cinco (PARÍS 9.—^I>os periódicos dej domingo estiman en general que el Comité de los Cinco no tendrá m á s éxito que la Conferencia Tripartita. il.ai m a y o r í a d e la P r e n s a parisina estima que Mussolini quiere únicamente g a n a r tiempo y alarg a r ¡el asunto (hasta el término d e l a reunión de ¡Ginebra. «L'Oeuvre)) dice que el Comité de los Cinco pxnede avanzar s u s trabajos cuanto quiera. Mussolini a p l a z a r á toda respuest a h a s t a que los delegados de las, potencias reunidas a orillas del lago L e m a n h a y a n abandonado Ginebra. Cualquier incidente de frontera d a r á entonces pretexto a las tropas italianas p a r a entablar las hostiliidades. El periódico cree, sin embargo, que en caso da sanciones inmediatas, que s e r í a n aceptadas probablemente por u n a g r a n m a v o r l a del Consejo, es m u y posibler que si Italia TÍO detenía las (hostilidades, Inglaterra procediera a u n a ocupación militar d e las regiones del Oeste de Abisin i a p a r a proteger sus intepeises. El señor lEdeii h a dejado entender* q u e la flota hriíáJiica está dispuesta p a r a toda eventualidad.

ópez Herranz, tiró el «penaltimo la nueva ley de Kefornia .\graria, ty», siendo el balón detenido por Lerin. tUA'imos la .satisfacción de decirle a todos ' Luego, el dominio correspondió al Malos pequeños 7)ropietarios de España que drid, pero fueron frecuentes las incurcon la nueva ley quedaban totalmente li- siones del Zaragoza, y a punto estuviebres de la Reforma Agraria, va que ron losi maños de l o g r a r el empate, y a aquélla h a suprimido los apartados 2, 10 que v a r i a s veces hicieron intervenir a y '12 do la base quinta, í'eferentes al reZamora, v tm tiro de Tomás salió fuera tracto, a las fincas de los ruedos de los por poco, cuando defensas y portero espueblos y al ari-endamiento sistemático, taban batidos. que son los que principalmente influían Arbitró Montero. Se mostró imparcial, dentro del á r e a de la ley de Reforma Agraria, toda la pequeña propiedad. Pe- pero no fué lo suficientemente enérgiro si ahora in-ospei'ase el proyecto do co. Los equipos se alinearon a s í : texto refundido, toda la pequeña propieM a d r i d : Z a m o r a ; Quesada, Mardoicton U Scvieía CICLISMO

En el Gran Premio de las Nac i o n e s Luciano Montero queda en tercer lugar PARLS.—Se disputó el ,Gran Premio de las Naciones, prueba ciclista que organiza el diario «Paris-Soir», y que es u n a da las m á s interesantes de la temporada. La salida de los corredores se dió con cuatro minutos de intervalo. Los primeros kilómetros fueron muy veloces. Luciano Montero n o consiguió reaccionar hasta después de corridos más de 100 kilómetros. H a s t a entonces ocupaba u n a m a l a clasificación, pero a p a r t i r de ese momento consiguió u n magnífico tiempo y con él el tercer lug a r de l a clasificación. Esta se establece a s í : 1, ."Vntonin Magne, 3 h., ,')0 m., 45 s. A SC^reí de media. 2, Decaluwe, 3 h., 54 m. 3, Luciano Montero, 3 h., 54 m., 54 s. 4, Rossi, 3 h., 57 m., 8 s. 5, Mithouard, 3 h., 57 m., 10 s.

la detención de José Casado PALENGIA.—Desde el día 28 del mes de agosto, la Policía de esta capital, dirigida por el comisario señor Enríquez, venía ejerciendo estrechísima vigilancia por a l g u n a s de las casas del barrio de la Puebla. -El origen de estos trabajos policíacos era eil haberse recibido un telegrariia (-te la Dirección de Seguridad en el que se daba como posible el paso por Falencia de uno de los autores del robo de la catedral de Pamplona. La Policía inmediatamente gestionó averiguar el nombre y filiación de aquel a quien se m a n d a b a detener. Se supuso que se t r a t a b a de José Casado Herrero, de treinta y dos años, n a t u r a l de Melgar de) Arriba, provincia idie'Valladolid, y, que con ocasión de ir a visitar a su novia, residente en Sahagún, h a b í a de p a s a r por Patencia. La Policia estuvo en Sahagún y en otros varios pueblos de los alrededores, enterándose de que, efectivamente, en S a h a g ú n residía l a novia de José Casado. Interrogada ésta, dijo que las relaciones amorosas habían terminado, desde que José Casado estuvo sufriendo condena, que (había terminado hace cinco meses. También estuvo en Melgar de Arriba interrogando al padre del (ietenido, quien dijo q u e desde hacía tiempo no le veía en casa. Los agentes señores Barbero y Fernández, a quienes se encomendó el servicio, aciquirieron detalles evidentes de que Josa Casado h a h í a de venir a Palencia en los primeros días del mes actual. E s t a m a ñ a n a e! agente señor Barbero, que desde el día 28 se hallaba de g u a r d i a permanente, alternando con su compañero señor Fernández, frente a u n a casa de la calle de Mariano Prieto, supo que había llegado a nuestra ciudad aquél a quien perseguían. Inmediatamente telefoneó a la Comisaría y el mismo comisario en persona, señor Enríquez, acompañado de los agentes señores Barbero, Feí'nández y Blázquez, penetraron en el interior de u n a cantina titulada «Casa de Paco», y detuvieron a José Casado, sin que éste ofreciera resistencia. A las dos de la t a r d e estaba en los calalwzos de la Comisaría de Vigilancia, e interrogado negó su participación en el robo; pero h a incurrido en ta^.es contradicciones (Tue se tiene la evidencia de que se t r a t a de uno de los autor^es. En estos momentos la Policía ha vuelto a tomar declaración al detenido y se h a comunicado a la Dirección General de Seguridad su detención. En los calabozos de la' Comisaría se h a establecido u n a guardia dé vista ipar a evitar que el detenido pueda comunicarse con nadie. Laa joyas que a ú n no h a n , aido recuperadas PAMPLONA.—Aunque estábamos en la creencia de que casi todo lo robado había sido recuperado, todavía falta la cruz central de oro del (d.ignum Crucis», que tiene dos trozos de tamaño regular del S a n t a Madero; el Toisón de Oro, en cuya cabeza del corderito se contienen unías c u a n t a s reliquias; u n a esmeralda grande y c u a d r a d a , 5 ( G U I N D A L E R A ) , M A D R I D . — T E L E F O N O 54313

MAIIOX.—Se híiii efecluado las pruebas de los cañones \ i k e r s di' grueso calibre, instalados para defensa de esta base naval en las |io,slcione,s do Favarits y San Loi-eiizo. P a r a asistir a ellas vinieron el comand.ante militar de Baleares, general Masqnelet; representantes de la l a s a de \'ikers, comisiones de jefes y oficiales de la Escuela de Tiro de Cí'idiz y el comandante Quintero, del regimiento de Costa de .Menorca. A las ocho comenzaron las pruebas en Fa\ai'its, costa Norte de la isla, y a las doce, en San I.fjrenzo, costa Sur, obteniéndose un éxito completo. Después de los ejercicios se sirvió un banquete en la posición de (San Lorenzo, haciendo los honores el coronel del i'egimiento de Artillería señor Cortina, asistiendo los generales, jefes y oficiales del lyjército y la Marina y guarnición de Menorca, y diputarlo señor Delgado.

Estalla una caldera y resultan un obrero muerto y otro gravemente herido En una fábriccf de camas, cuando el obrero Félix Lobato Bello intentaba encender la caldera, hizo ésta explosión, resultando muerto Félix. También sufrió diversas quemadura,? otro obrero llamado José Tejero Viana. Floreal, plantas, flores artificiales, a d o r nos iglesias, salones, teatros, coronas. Preciados, 11. Teléfono 21375

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TOROS Y TOREROS El movimiento continuo F.l pueblo m;ÍK flesacrcditadn al or,i;anizar los festejos taurinos en ferias no liabría prejjarado peor cartel que (1 de la novillada de ayer en Madrid. Lnos toros gi'ande.s—y anden o no andotí—y unos )nodcstoK novilloi'os (Ic.seont.Midos totalmente. CO'Uio se esperaba, la novillada result(i un festejo deslucido, largo, premioso. Los novillos de Clabriel Gotjzálcz. de Salamanca, seis bei'iendos en negro y (los berrendos en colorao, fuei'on gi'andes, fuertes. Faltos la m s t a , comenzaban la Jielea hieii, [jerii luego niaii.'^urroneaban y litn'an, ,a IÍJ (\UV tainliién eonti'ibuíii la infame lidia que les dallan. No tuvo ninguno malas i