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EL LIBERALISMO DURANTE EL REINADO DE ISABEL II El testamento de Fernando VII nombraba a su cuarta esposa Maria Cristina regente y gobernadora con poder absoluto hasta que su hija Isabel alcanzase la mayoría de edad. Maria Cristina intento una política de conciliación entre absolutistas y liberales. A estos les concedió una amplia amnistía y a los absolutitas les confirmo el gobierno manteniendo a Cea Bermúdez como jefe de este. • La guerra civil (1833−1839) El levantamiento carlista obligó a la regenta a buscar apoyo en los liberales. Su primera medida fue la sustitución de Cea Bermúdez por el liberal Martínez de la Rosa. De 1833 a 1839 España se vio envuelta en una guerra civil cuyos contendientes presentaban las siguientes características: • Las carlistas, también llamados apostólicos, presentaban un programa en un absolutismo a ultranza al que añadirían posteriormente la defensa de los fueros. Su lema era: Dios, Patria, Rey • Los liberales, también conocidos como isabelinos, tenían como propósito restaurar el régimen liberal y la constitución de 1812. Ambas fuerzas recibieron el apoyo de distintos sectores sociales: • Los carlistas de los pequeños propietarios rurales que veían amenazadas sus tradiciones y creencias por el liberalismo uniformista y centralizante de origen francés, también estaban con ellos la mayor parte del clero regular y el bajo clero secular. • Los liberales contaron con el apoyo de las grandes masas urbanas y dominaron las grandes ciudades. La guerra adquirió una dimensión internacional. Los carlistas contaron con la simpatía de las potencias absolutistas europeas tales como Austria, Rusia y Prusia. Por el contrario los liberales contaron con el apoyo de las potencias liberales como Francia, Inglaterra y Portugal. La guerra había sido planteada por los carlistas recurriendo al sistema de partidas guerrilleras que tan buenos resultados había dado en la guerra de la Independencia. El general Zumalacárregui logro convertir estas partidas en un ejército organizado que obtuvo sus primeras victorias contra la regenta Maria Cristina. Su muerte en el sitio de Bilbao privó al ejército carlista de su mayor figura que junto con la crisis en la que se vio asumido el carlismo explican la victoria del general liberal Espartero sobre su oponente Rafael Maroto. Posteriormente el acuerdo de Vergara, fechado el 31 de agosto de 1839 pondría fin a la guerra que persistiría durante al menos un año en levante y Cataluña. 2. El reinado de Isabel II 2.1.Los partidos políticos El triunfo de los liberales supuso la implantación de un sistema político basado en la soberanía nacional, expresada en la constitución elaborada por unas cortes cuyos diputados, elegidos por sufragio censitario, representaban la voluntad nacional. Sin embargo estos principios fueron desarrollados de formas diferentes por los dos sectores del liberalismo, los progresistas y los moderados. 2.3. La regencia
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La guerra carlista provocó una alianza o acuerdo de conveniencia entre la Corona y el liberalismo que se fue reforzando durante el transcurso de la guerra civil. En la regencia de Maria Cristina destacan dos hechos esenciales: la victoria del liberalismo frente a la contrarrevolución y la consolidación del liberalismo. El primero esta presidido por la promulgación del Estatuto Real de 1834, una obra del liberal Martínez de la Rosa, este estatuto no puede ser considerado una constitución sino la expresión de un sistema intermedio entre el absolutismo y el constitucionalismo. Sin embargo supone un avance en la marcha del liberalismo y una ruptura con la política de Cea Bermúdez; a quien se le deben dos medidas importantes y alguna otras tales como: La creación del Ministerio de Fomento La nueva división provincial, llevada a cabo por Javier de Burgos. La prohibición de crear gremios. La instauración de algunas libertades comerciales La consolidación del liberalismo será una consecuencia derivada del propio estatuto ya que no contento ni a los liberales ni a los absolutistas. Los progresistas canalizaran el descontento de las masas populares debido, entre otros motivos, al desarrollo de la guerra carlista y al agravamiento de la situación laboral. Para acabar con los desmanes, la regente encargó formar gobierno a los liberales progresistas, concretamente a Mendizábal, quien inició un programa de reformas como la desamortización eclesiástica, la supresión de los gremios, el reforzamiento del ejército, la ampliación de la base electoral Sin embargo, ante la ineficacia de las soluciones políticas, una parte del gobierno se unió a los descontentos, sublevándose en el palacio de la Granja en 1836, lo que traerá consigo la promulgación de la Constitución de 1837 la cual era el marco base para el desarrollo de la libertad de imprenta, la supresión de los mayorazgos, la supresión del diezmo y la continuación desamortizadora de Mendizábal. El triunfo de los progresistas y la terminación de la guerra carlista, provocaron que la regente entregue a Espartero la jefatura de gobierno y en 1840 la regencia debido a un nuevo enfrentamiento con los progresistas a causa de una modificación de la ley de ayuntamientos. Durante la regencia de Espartero se recortaron los fueros vascos− navarros y se acelera la desamortización eclesiástica. Pero la marcha hacia el liberalismo se vio frenada por un problema económico. La burguesía catalana reclamaba un proteccionismo para su industria algodonera, perjudicada por el tratado librecambista que España había firmado con Inglaterra. El tratado supuso en Barcelona, en 1842, una acción revolucionaria protagonizada por el proletariado. Para terminar con esta situación Espartero ordeno el bombardeo de la ciudad y la sucesiva represión. Esta actitud desacredito al regente y aconsejo su relevo, el cambio se produjo con el pronunciamiento militar a cargo de Narváez y Gutiérrez de la Concha con la sorprendente participación del general Juan Prym. Para solucionar el problema constitucional que suponía la marcha de la regente, las Cortes acordaron adelantar la mayoría de de edad de Isabel II. 2.3. La década moderada La victoria de los pronunciados supuso de hecho el triunfo de los moderados, quienes gobernarán los diez 2
primeros años del reinado de Isabel II, que siempre les confió la formación del gobierno y jamás eligió a los progresistas. Estos responderán bien negándose a participar en las elecciones, al considerarlas amañadas por los moderados, o bien recurriendo a procedimientos violentos para forzar a la reina a entregarles el gobierno, cosa que conseguirán en 1854. en este periodo destaca la figura de Narváez que desempeño la presidencia del denominado liberalismo doctrinario. Entre las realizaciones mas importantes del periodo destacan: • La creación de la Guardia Civil que se encargaba del mantenimiento del orden publico, la protección de la seguridad de las personas, la defensa de las propiedades, la lucha contra el bandolerismo y la represión de revueltas sociales. • La aprobación de la nueva ley de ayuntamientos en 1845, para introducir el nombramiento gubernativo de todos los alcaldes entre aquellos concejales elegidos previamente entre los vecinos por sufragio limitado y muy restringido. • Reforma del sistema fiscal con la simplificación del sistema tributario de 1845. para salir del marasmo en que se encontraba la Hacienda estatal y aumentar la recaudación, se refundieron los innumerables impuestos en unos pocos, con el fin de racionalizar su cobro. Los impuestos quedaron clasificados en impuestos directos e indirectos. Sin embargo, al no estar apoyada dicha reforma por la confección de un catastro ni unas estadísticas fiables, no se pudo evitar que prosiguiera el fraude y la evasión fiscal, por lo que no se pudieron originar los ingresos necesarios se procedió a aumentar los impuestos indirectos. Mas adelante Bravo Murillo, en 1851, procedió la reducción del déficit estatal mediante la conversión de la deuda. Por medio de esta operación financiera, que fue plantead para encubrir la insolvencia y la bancarrota económica del estado, el gobierno rebajo unilateralmente el pago de interés y el valor de los títulos de deuda publica. • La elaboración y aprobación de una constitución en 1845, la cual era exponente de la mentalidad de los moderados, liberalismo doctrinario, representa el triunfo del sufragio censitario muy restringido, la unidad religiosa de la nación, el fortalecimiento del poder real y la preocupación por controlar el orden publico. • Disolución de la Milicia Nacional. • La modificación de la legislación electoral en 1846, para reducir el número de electores. • La neutralización seguida de una gran represión de un intento de revolución llevado a cabo por los demócratas y republicanos mas exaltados en marzo de 1848. • El concordato de 1851 que poseía los siguientes aspectos mas relevantes: ♦ El reconocimiento de la religión católica como religión de la nación española. ♦ La regulación del pleito de la desamortización en el que la Iglesia aceptaba las ventas consumadas pero el Estado se comprometía a paralizar las ventas y subastas de los bienes de la iglesia. ♦ El culto debía ser mantenido por el Estado y el derecho al patronato regio. • Proceso de centralización: en esta época tienen lugar ciertas medidas uniformadoras y racionalizadoras. Entre ellas destacan las siguientes: ♦ Proyecto del Código Civil que declaraba abolidos todos los fueros, leyes, usos y costumbres anteriores a su publicación, así como un nuevo Código Penal. ♦ Tendencia a la centralización administrativa. Al frente de la provincia la máxima autoridad civil será el gobernador. ♦ En el campo de la educación se aprobaran dos medidas importantes. La primera será el plan de estudios de Gil y Zarate para centralizar la universidad española. La segunda será la ley de Moyano que significo el establecimiento de la enseñanza primaria publica gratuita y 3
obligatoria. ♦ La unificación de los pesos, medidas y monedas con la implantación del Sistema Métrico Decimal. 2.4. La revolución del 54 Entre 1854 y 1868 tiene lugar la segunda fase del reinado de Isabel II. Ambas fechas son el inicio de dos revoluciones, la primera iniciara el bienio progresista y la segunda supuso el destronamiento de Isabel II del trono de España dando comienzo seis años de gobierno democrático. Los últimos años de la década moderada se caracterizaron por la tensión política y el descontento social, que había aumentado como consecuencia de la alza de precios, del desempleo y del descubrimiento de ciertos escándalos de corrupción administrativa y enriquecimiento ilegal que implicaban a varios ministros y algún miembro de la familia real, precedida de un retroceso en las libertades. La oposición al gobierno partió esta vez de los mismos moderados, a los que O´Donnell prestó su espada y las masas populares dieron su apoyo. Se inicia con una crisis parlamentaria, continuada por el clásico pronunciamiento donde el general O´Donnell se pronuncia contra el gobierno Vicálvaro y Canotas del Castillo suministra la base ideológica a través del manifiesto de Manzanares, que recogía los puntos básicos e los progresistas. La reina llamo a Espartero y le encarga la formación de un gobierno que compartirá con O´Donnell, el cual durara tan solo dos años y tendrá como objetivo la elaboración de una nueva constitución, la de 1856 que nunca fue publicada, la non− nata. En ella se recogen los principios políticos de la burguesía radical española. La obra política del gobierno se centra en la promulgación de la ley de Desamortización General, en una seri4es de leyes económicas para atraer capitales extranjeros, relanzar la actividad crediticia de los bancos, fomentar el ferrocarril y en la defensa del régimen a través de la Unión Liberal. Este era el punto ecléctico fundado por O ´Donnell, que aglutinaba a los menos radicales tanto del partido moderado como del progresista. A la izquierda del equipo gobernante queda el joven partido democrático; a la derecha rebrotara el carlismo que protagonizara un levantamiento fallido. Las agitaciones sociales provocaran la dimisión de Espartero quien cede el gobierno al ministro O´Donnell. 2.5. Moderados y Unionistas De 1856 a 1868 se alternaron en el poder dos fuerzas políticas: la Unión Liberal de mano de O´Donnell y el Partido Moderado de Narváez. La principal característica del nuevo régimen será el eclectismo que en política interior se traduce en una vuelta a los principios del liberalismo doctrinario con la aceptación de la constitución de 1845. Pero en distinta medida para Narváez quien quita el apta adicional puesto por O´donnell en la cual se amplían las libertades recortadas por la constitución del 45 aunque mantiene su carácter moderado. Mientras tanto, la crisis moral, económica y política sacude a España: • Crisis moral que se manifestaba en un sistema parlamentario viciado en el que las camarillas políticas presionan a la Corona para hacer la elección desde arriba prescindiendo del cuerpo electoral. • Crisis económica que afecto a tres sectores: compañías ferroviarias, instituciones financieras e industria textil. La burguesía se despega del régimen mientras que el paro obrero crea un ambiente propicio para el desarrollo revolucionario de la crisis política. • Crisis política producida por diversas razones:
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♦ Agotamiento biológico de unos hombres y de un sistema. ♦ Discordia entre moderados y unionistas ♦ Alianza entre progresistas y demócratas. Finalmente, en Ostende se unificaran las fuerzas hostiles al trono de Isabel II, progresista y demócrata y, tras la muerte de O´Donnell, los unionistas. Todos ellos tramaron una conspiración Pacto de Ostende que pondrá fin al reinado de Isabel II.
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