LIBRO DE ORDENES GENERALES DEL EJERCITO DE OPERACIONES DE LA NUEVA, GRANADA 1819

LIBRO DE ORDENES GENERALES DEL EJERCITO DE OPERACIONES DE LA NUEVA, GRANADA 1819 FRANCISCO DE PAULA SANTANDER Creador y Comandante en Jefe del Ejérc

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LIBRO DE ORDENES GENERALES DEL EJERCITO DE OPERACIONES DE LA NUEVA, GRANADA 1819

FRANCISCO DE PAULA SANTANDER Creador y Comandante en Jefe del Ejército de Vanguardia de la Nueva Granada. 1818 - 1819. anstituto Caro y Cuervo)

LIBRO DE ORDENES GENERALES DEL EJERCITO DE OPERACIONES DE LA NUEVA GRALVADA, DE QUE ES COMANDANTE EN JEFE EL GENERAL DE BRIGADA CIUDADANO FRANCISCO DE PAULA SANTANDER

1819

Edición del BANCO CAFETERO éon prólogo y notas de Guillermo Hernández de Alba Cronista de Bogotá.

Bogotá

1969

5

Impreso en Colombia por la LITOGRAFIA ARCO Año del Sesquicentenario de la Campaña Libertadora 1819 - 1969

PROLOGO

e

amo noble trofeo de los días inenarrables de la Campaña Libertadora de 18I9, a la manera de una de esas glonosas banderas que flotaron a la brisa cálida de las llanuras, se desgarraron con los vendavales del páramo arisco y traicionero, que quedó jalonado por los agarrotados cadáveres de humildes héroes innominados seguidores de caudillos temerarios, de tal manera este Libro de Ordenes del Ejército de Vanguardia, mudo testigo de tántos sacrificios, digno de ser divulgado por la Patria como reliquia ejemplar. Dos buenos ciudadanos, Rafael Motejo Escobar y Rodrigo Llorente M., determinaron publicarIo, con noble decoro editorial, en nombre del Banco Cafetero, para conmemorar con su edición facsimilar el Sesquicentenario de la Campaña Libertadora de 1819. Haz de pequeñas hojas azuladas, protegidas por la apergaminada piel de alguna res de las pampas de Casanare, recuenta la vida dura, las privaciones, el incansable deambular de un ejército de infantes, cazadores y jinetes; mosaico racial maravilloso, donde al lado de jefes hidalgos y nobilísimos, hombreaban mestizos, mulatos e indígenas, resumen de la patria misma, cuya cuna mecieron canciones de estirpe hispana, aleluyas negroides, corridos Ilaneros o la sentida quena del achagua, del tunebo y del guahibo. En el Diario Histórico de las Operaciones del Ejército del Libertador, correspondiente al mes de agosto de .1818, hay dos registros, aca~o de letra del bogotano José María Vergara Lozano, a quien Bolívar retuvo a su lado como Jefe de Estado Mayor de Operaciones de la Brigada de su Guardia de Honor: "Día 21. S. E. el Jefe Supremo ha destinado al mando del ejército de Casanare, al General Santander. El Jefe del Estado Mayor General, ha puesto a disposición de este General los medios necesarios para armar, vestir, organizar, disciplinar y aumentar dicho ejército. Le ha dado también las instrucciones para fa-

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GUILLERMO HERNANDEZ DE ALBA

cilitar la correspondencia y ha puesto a su disposición. plomo y pólvora en abundancia para poder hacer una guerra activa al enemigo" 1. 1 En el Archivo Santander, vol. 1, págs. 363 y 364, se encuentra el siguiente documento: "Estado Mayor Genera1.-Relación de los efectos de guerra que el señor General Santander lleva para el servicio de las tropas de Casanare: BOOfusiles, 25 quintales de pólvora, 40 quintales de plomo, 10.000 piedras de chispa, una pequeña armería.-Cuartel General de Angostura, a 21 de agosto de 1B1B.-El General Jefe, Carlos Soublette.-Item: 200 fusiles, 200 agujetas, 5 quintales de pólvora, 10 piedras de chispa, 300 cartuchos en sus cartucheras.Cuartel General de Angostura, a 25 de agosto de 1B1B.-El General Jefe, C. Soublette".

"Día 26. El seriar General Santander se ha embarcado en una flechera, para ir a su destino de Casanare". En vísperas ae su destino incierto, Santander, lleno de euforia y soñando realidades, escribió a Vergara:

Señor Coronel Jefe de Estado Upatá.

"Cuartel General en Angostura agosto de 1818. J. M. Vergara; Mayor de la Guardia de Honor.

a 21 de

Mi querido Vergara: Maliana sin falta salgo de aquí con mIs tres buques; pasado mañana saldrán en otro Lara y Obando, llevándome 200 fusiles, más pólvora, etc. De suerte que me pondré en Casanare con 1.000 fusiles, municiones, etc., etc. ¡Cuánto siento no llevaTlo a usted!, pero no pueden ser cumPlidos todos los gustos. Tengo ya mi proclama imPTesa anunciándome a esos caballeTOs Teinosos e iba a ponerla "CuaTtel General de Tunja". y o estoy loco: unas veces me veo en Santafé y otras en ZipaquiTá. SobTe todo soy yo el que ordeno y mando. Empéñese hasta con Dios a veT si logra laTgarse con Morales. Que bTille esa guardza de honoT en instTUcción y disciplina, Tenuncie sus $ 10.00 y no exija otTa recompensa que la de ir a acompañarnos a Casanare, Tunja, SocorTO y Santafé. Escribiré muy largo de Casanare, lo haré seguidamente de Sogamoso, y luego de Sa1ltafé. Si mi segunda carta no llegare es porque habré desaparecido de esta mortal vida. Escríbame muy circunstancialmente todo, todo, por conducto de Zea o Soublette. A Morales mil cosas .'Y que soy su amigo. Lo mismo a los

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PROLOGO

otros paisanos. A Dios a quien Pido bendiga nuestras empresas y nos deje reunir en Santafé. Soy su amigo invariable. SANTANDER". Después el silencio de la ilímite soledad, el navegar en boga sin descanso, el acechar insomne al enemigo merodeante, hasta establecer por fin el Cuartel General. Mas no estaba solo: con él sus ayudantes Jacinto Lara, el venezolano y los granadinos Antonio Obando, Joaquín París y Vicente González; tras ellos vendrían Pedro Fortoul el aguerrido, Antonio Morales, el que dio de palos a González Llorente en el ya lejano 20 de julio de 1810, Juan José Reyes Patria, Ramón Nonato Guerra, Vicente Almeida y tantos otros que van surgiendo de las traídas páginas del libro que, abierto el 6 de enero de 1819, ostenta las firmas de Santander, el Organizador, de su infatigable Jefe de Estado Mayor Pedro Fortoul y de los que le sucedieron en tamaña responsabilidad castrense como Momles, Manuel Manrique y Pedro Galindo, alternando glorioso el General Soublette, Jefe de Estado Mayor del Ejército de Occidente, el del Libertador, reunido con la Vanguardia granadina en Tame el 12 de iunio de 1819. Aquella impedimenta guerrera atrás reseñada, y esa gradación de obligaciones imperativas contenidas en las Instrucciones firmadas por Bolívar, recaían en un ejército de fantasmas. Tres o cuatro guerrillas: las de Moreno, Nonato Pérez o algunas avanzadas de Páez, el león rebelde, alguno de los cuales quiso cerrar el paso a Santander para evitar su incorporación a Casan are, y la ingenua creencia del Coronel Barreiro, el temible enemigo español, que mantendría a raya Santander;

"El famoso General Santander ya ha llegado y tomado el mando: no ha traído 'un hombre; pero sí bastante armamento, y quiere formar batallones. Yo me alegraré, -le escribe a Mo,-illo-, será mejor, más pronta y más comPleta su destrucción". Así escribía el valeroso y aguerrido caudillo españoÍ, Jefe de la Tercera División del Ejército español, destinado desde el mes de mayo de 1818 "para sacudir el polvo a los canallas de Casanare ...

para sujetar aquellos Pícaros" 2. 2 Apartes del Ge~eral Morillo, .jefe de los Ejércitos españoles de la reconquista al Coronel Barreiro.

Aquellos

1.200

fusiles,

abundantes

municiones

y variados

ele-

9

GUlLLERMO HERNANDEZ DE ALBA

mentos de guerra, venían acompañados, además de la de Santander, de una de aquellas célebres proclamas bolivarianas, capaces de decidir a los tímidos, animar a los cobardes, y conducir al heroísmo a los valientes: "¡Granadinos! El día de la América ha llegado, y ningún poder humano puede retardar el curso de la naturaleza, guiado por la mano de la Providencia. Reunid vuestros esfuerzos a los de vuestros hermanos: Venezuela conmigo marcha a libertaros, como vosotros conmigo en los afíos pasados libertásteis a Venezuela. Ya nuestra vanguardia cubre con el brillo de sus armas Provincias de vuestro ·territorio y esta misma vanguardia, poderosamente auxiliada, ahogará en los mares a los destructores de la Nueva Granada. El sol no completará el curso de su actual período sin ver en todo vuestro territorio altares a la libertad". Esta profecía estampada en el Cuartel General de Angostura, el 15 de agosto de 1818, tenía un seguro realizador: el peregrino de la flechera. Duras jornadas y peligros le acechaban. Sería preciso desplegar astucia, actividad infatigable, alternando con serena espera disciplinaria; severa y paternal conducta con los bisoños reclutas. Estimular aquí, castigar severamente siempre. ¡A qué altura elevó su Batallón de Constantesl que a partir de febrero de 1819, sin perder su bien ganado renombre, se llamaría Primer Batallón de Cazadores de la Nueva Granada, compuesto de cinco compañías, digno de su glorioso comandante Antonio Arredondo y de su segundo el Teniente Coronel París y de su célebre Capellán Fray Pablo Lobatón. Cada día un progreso; un estímulo de honor, el Primero de Línea "tendrá bandera cuando por su conducta en la campaña, manifieste que puede llevarla y conservarla". El 12 de febrero recuerda el Libro de Ordenes: "El señor General espera del celo, honor e interés de los señores Oficiales, que los cuerpos y compañías se pongan en el mejor Pie de instrucción, disciPlina y subordinación, que son las verdaderas bases de un ejército y los garantes más seguros de las victorias". En medio de este trajinar; de este ir y venir, de este cambiar de sede el Cuartel General, el domingo 21 de febrero la lección cívica por excelencia ¡la elección democrática, con voto secreto, de los Di putados de la Provincia de Casanare, para el Congreso de Guayanal Así nació Colombia: en torno al vivac, la urna electoral consagradora de la soberanía popular! Y van a Angostura, Vergara y Uribe, a reunirse con Zea para templar la angustia bolivariana de

10

PROLOGO

no precipitar su obra política genial, la unión de Venezuela y la Nueva Granada, cuando ésta no era libre aún. Bien merecía que Santander, en su Cuartel General de La Laguna, el 17 de marzo de 1819, dirigiera a su hueste y a todos los granadinos su célebre y olvidada Proclama: "Cuando en los Últimos dias de noviembre del año pasado tuve la satisfacción de poner el pie en el territorio de Casanare, consagrado a la libertad, lloré sobre los males en que lo encontré sumergido. Sin fuerzas suficientes que oponer al enemigo, que se preparaba a invadir la Provincia; dispersos y disminuidos los Cuerpos del Ejército; el Tesoro pÚblico exhausto, y lo que era más sensible, los ánimos todos discordes, divididos, oponiendo dificultades para realizar los proyectos o medidas más saludables; tal era el melancólico estado en que se hallaba esta heroica Provincia. "Después de tres meses de mi mando, ¡qué aspecto tan diferente presenta a nuestros conciudadanos! Un ejército formidable por su nÚmero; formidable por su valor; más formidable por su disciplina, forma las esperanzas de todos los granadinos; el Tesoro está recibiendo fondos con qué ocurrir a los gastos del Ejército, sin necesidad de acudir a contribuciones extraordinarias; la discordia ha desaparecido, y en su lugar impera el orden, la organización y la tranquilidad. Casanare en vez de temer a los tiranos, es temible a sus depravados designios. "Estoy muy distante de atribuirme el mérito de tan feliz y pronta transformación: No soy yo, sois vosotros los que la habéis efectuado. Dóciles, obedientes y animados de un patriotismo puro, muy poco he tenido que poner de mi parte. El militar, el labra-' dar, el eclesiástico, todos han cooperado con el mayor interés a la creación de tropas a su organización, a su subsistencia, al restablecimiento del orden y pÚblica tranquilidad .. , ..¡Oficiales, soldados, ciudadanos. de todos estados! M~ glorio de estar al frente de hombres cuyo patriotismo y obediencia no tienen limites. Me lisonjeo con la esperanza de que sabréis sostener y conservar la obra de vuestros esfuerzos. Me prometo que con el mismo interés con que hasta hoyos habéis conducido os conduciréis, no solamente en la defensa de dicha Provincia, sino en las operaciones que emprendiéremos contra los opresores de nuestra patria. "¡Soldados! de vuestra constancia y de vuestro valor depende la suerte de la Nueva Granada. ¡Ciudadanos! de vuestro, patrio-

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GUILLERMO HERNANDEZ DE ALBA

tismo depende el aumento y conservaclOn del Ejército. No mano chéis vuestm nombre, ni hagáis gemir en una perpetua servidumbre a vuestros compatriotas. O perder la vida combatiendo con-

tra los enemigos de la Independencia, o salvarla con honra y con honor salvando nuestra patri~, es la alternativa que os resta y que yo debo presentaros. Cuartel general en La Laguna, a 17 de marzo de 1819. F. DE P. SANT ANDER".

Los bravos Ilaneros retenían impacientes la rienda de sus aguilillas, porque el Jefe máximo sólo quería una acción prudente, de persecución, de hostilidad permanente a las avanzadas de Barreiro, que no supo estimar, pero sí sentir sobre su vanguardia el valor heroico de quienes querían una patria libre. Algunas veces el ejército español se aventuró hasta Pare, Paya y Chita. Los patriotas que lo ostilizaban sin descanso, y que él se jactaba de aniquilar al primer encuentro, se le escapaban como fuegos fatuos. El 13 de abril registra el Libro de Ordenes: "El señor General hoy ha visto con mucha satisfacción el entusiasmo :lel ejército y sus deseos de pelear. Cree que la patria ha de salvarse por el valor de tan valientes hijos y no duda que el enemigo será destruído el día qw' se quiera batirlo!". Sit;te días más tarde, registra con orgullo el manuscrito: "El enemigo ha vuelto a contramarchar para el interior del Reino. No' se ha atrevido a salir fuera de la serranía. Ha temblado de presentarse delante de los bravos defensores de la RepÚblica. El señor General muy satisfecho de la conducta de los jefes, oficiales y tropas, dio las gracias a todos p.or su constancia, patriotismo y prontitud en venir a combatir contra los enemigos' de la Patria, y espera que una igual conducta observarán siempre". El 1Q de mayo registraría triunfante el primer encuentro de Paya y el 26 honraría esas páginas memorables, con. la inscripción en ellas de las voces consagradoras del Padre de la Patria: "Orden General del 26 de mayo de 819. T ame. 106. El Sr. General Comandante General del Ejército

ha

recibido el siguiente oficio del señor General en Jefe del Estado Mayor General del Ejército Libertador, por cuyo órgano se sabe las ideas del señor Presidente de la República.

12

PROLOGO

"Ejército Libertador de Venezuela. Estado Mayor General Oficina 1;1 NP 43. Cuartel General de Rincón Hondo 10 de mayo de 1819. Al señor General de Brigada Francisco de Paula Santander. Tengo el honor de manifestar a USoy al Ejército de su mando la gran satisfacción con que he visto el acierto, orden, precisión y exactitud en las disposiciones y en la ejecución durante la invasión del ejército enemigo. El ejército de Casanare es acreedor de la libertad que defiende y es digno y capaz de llevarla en triunfo a todos sus hermanos granadinos. Estos son mis votos, estos los de todo el ejército de Venezuela, y sólo me queda que desear el tener parte personal, y contribuir con mis servicios inmediat.os a la regeneración de la N. Granada. Sírvase USo manfestar mi reconocimiento a todos sus subalternos, y reciba mis más cordiales congratulaciones por el feliz resultado de sus primeras operaciones después de haber tomado el delicado mando rJe ese ejército y provincia, en cuyo destino fue siempre mi oPinión haría USo servicios importantísimos a Venezuela y a su Patria. Dios guarde a USomuchos arios. El General fefe, Carlos Soublette". Tan noble y honroso estímulo era adecuada respuesta a los frecuentes partes militares de Santander, como el que transcribimos a continuación:

Cuartel general en La Palma, a 29 de abril de 18] 9 A S. E. El General Bolívar, etc., etc., etc. Excmo. señor: El enemigo reunió todas sus fuerzas por mar.zo en solas las posiciones de Paya y la Salina y amenazó invadir los Llanos, según tuve el honor de comunicar a V. E. Hice un movimiento general sobre su línea para descubrir si sus verdaderas intenciones eran atacarme o defenderse; logré tomarle algunos prisioneros y proteger sus desertores. El 6 del corriente apareció en el Llano por la vía de TocaTía en número de 1.800 hombres y el 9 ocupó a Pare, caPital de la Provincia. El 13 pasó por el Pie de la montaña a reunirse a otra división que el día anterior había entrado en La Laguna, en

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GUILLERMO HERNANDEZ DE ALBA

donde yo había fijado desde febrero mi Cuartel general. Este día me hallaba acampado en el Palmar sobre el flanco derecho del enemigo con las tropas reunidas hasta aquella fecha; él marchaba en tres columnas cerradas sostenidas por cerca de 800 hombres de caballería, y luego que salió a la Llanura frente a mi campo, dirigí dos columnas de infantería y caballería sobre su vanguardia y retaguardia, para detener algunos de sus cuerpos y empeñarlo en una función que me hubiese sido favorable; pero redobló su marcha, y apoyado a la montaña, ganó terreno de bastante bosque, y frustró mis designios. Bien pudiera haberme decidido en aquella ocasión a obligarlo a un combate forzado, si por una parte hubiesen estado reunidos más de 600 hombres que llegaron el siguiente día, y si por otra no hubiera tenido presente la recomendación de V. E. de manejarme con prudencia )' circunspección, entre tanto que las operaciones que V. E. ha mandado hacer en Venezuela, dan seguridad a las mías. El 14 marchó el enemigo sobre la posición del Palmar que yo había ya dejado, situándose más de dos leguas lejos de la Serranía; nuestros puestos avanzados tiroteaban sus descubiertas y al presentarse un Cuerpo de caballería, para sostenerlas, el enemigo cambió su dirección y volvió a Pare. Aquí se le molestó día y noche, y el 18 que estuve frente a la plaza con toda la caballería y Dragones, la evacuó y tomó el camino que había traído. Le hice perseguir muy de ecrca y causarle las mayores hostilidades, aprovechando entre tanto el momento de entrar en el territorio de la Provincia de Tunja, ocupando la Salina con una columna de infantería que he hecho marchar rápidamente. Ayer ha quedado libre el Llano, por la vergonzosa retirada de los enemigos, y yo he contramarcha do de cerca de Tocaría, a conduch' el resto de infantería sobre la vía de Paya a donde deben salir aquéllos. La deserción que han sufrido es numerosa; nuestros batallones de infantería han recibido con ella considerable aumento; sus caballos han quedado inÚtiles con las marchas, contramarchas y continuas alarmas; el hambre que han padecido sus tropas es increíble, pues la mayor ración que recibía el soldado era de dos onzas de carne; no han sido dueños de otro terreno que de aquel que ocupaban sus columnas. Barreiro, Comandante general de esta expedición, ha visto con sus mismos ojos que no es con tres ni cuatro mil hombres que se conquista a Casanare, y que no es el terror el que borra los sentimientos de patriotismo que

14

PROLOGO

sus mismas tropas tienen por la libertad de su Patria. La justicia exige que yo manifieste a V. E. y al mundo el interés y entusiasmo de los habitantes de Casanare por su independencia. Todos han venido al ejército sin ser llamados, y desertores antiguos, que no se habían presentado a favor de los indultos, han aparecido con la invasión de los enemigos. Las poblaciones han sido abandonadas absolutamente, y ni una sola persona ha estado entre ellos. Casanare es digno de la Libertad que ha comprado a bien caro precio. Dios guarde a V. E. muchos años. Excmo. señor FRANCISCO DE P. SANT ANDER. P. D.-Acabo de recibir parte del Comandante de una de las guerrillas situadas a espaldas del enemigo, de haber tomado un gran convoy de víveres, que venía del interior d~ Nueva Granada, para el Ejército enemigo. F. de P. S.l. 1 ARCHIVO rial. Bogotá.

SANTANDER.

Vol.

n.

MCMXIV,

Aguila

Negra

Edito-

Preludio adecuado de los días grandes por venir la proclama santanderina del 24 de mayo, nuncio de la pronta presencia del hombre providencial; expresión cálida que borra la acusadora frialdad con que rivales del Hombre de las Leyes han querido señalar al primero entre los granadinos; del que fue capaz de llorar con lágrimas humanas la pérdida de Arredondo y de tantos otros de los suyos:

"¡GRANADINOS! El momento de vuestra libertad ha llegado. La intrépida vanguardia de un numeroso ejército marcha bajo mis órdenes a despedazar vuestras cadenas, y a vengar los ultrajes recibidos del bárbaro español. Alentaos, y reunid por un instante vuestros esfuerzos a los nuestr.os; en un instante de vigor .y de actividad vais a recobrar el don más precioso del cielo, que sólo la seducción, la intriga y la perfidia pudieron arrebataras. "Las armas de la indepedencia triunfan por todas partes. En Méjico, en Chile, en el PerÚ, en Lima misma, acaban de obtener victorias decisivas de la libertad de América. Venezuela, la heroica Venezuela, va a fijar su destino, después de haber pulverizado el mayor ejército español que ha salido de la Península.

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GUlLLERMO

HERNANDEZ

DE ALBA

"Sólo vOc5otros,granadinos, aÚn gemís en la servidumbre. Mas no durará muchos días tan triste condición. El ilustre Bolívar aparecerá triunfante en vuestro territorio, seguido de un gran número de bravos, que han jurado no envainar su espada mientras .existan tiranos. EnÚetanto, los valientes de Chile y de Buenos A ires libertan las provincias de la desventurada Quito. "¡COMPATRIOTAS! Vuestro honor, vuestra felicidad, reclaman imperioc5amente vuestra más eficaz cooperación. El ejército que mando se c~mpone de vuestros hermanos, de vuestros parientes, y de vuestros amigos. Yo mismo soy uno de v0c5otros.No tenemos todos otra ambición que. restituiros al goce de vuestra libertad. Ausente de v.0c5otros,oyendo siempre el ruido triste de vuestras cadenas, no he tenido otro consuelo, que ver cubiertos los campos de Venezuela con los cadáveres de los bárbaros que os subyugaron. ¡A las armas, compatriotas! Venganza contra el fiero español que ha derramado la sangre de nuestros más ilustres ciudadanos, y ha asolado nuestro país. Reuníos a las tropas de mi mando, contribuid vosotros mismos a libertaros~ reuníos pronto, y marchad sobre el miserable resto de bandidos que profanan nuestros territorios. Venid seguros de que el suceso coronará nuestros esfuerzos. Cuartel general de vanguardia, en Manare a 24 de mayo de 1819.

FRANCISCO

DE P. SANT ANDER".

Hasta el presente el denodado esfuerzo de los granadinos, que desde el mes de octubre de 1818, contuvo en los valles altos al ejército de Barreiro, tan bien equipado, comido, vestido y adiestrado, que aspiró inútilmente a destruir la gloriosa Vanguardia republicana. Después el encuentro memorable de Tame, la reunión de los dos caudillos: el genial venezolano y el granadino preclaro. Pudo éste, Santander, entregar el extraordinario Estado General del Ejército de Vanguardia de la Nueva Granada, que revela el cuadro adjunto, que constituye el mejor título a la gratitud nacional y americana por el hijo preclaro de la Villa del Rosario de Cúcuta. Las Termópolis de Paya, cierran las repetidas acciones de los jefes y soldados granadinos, bajo la exclusiva responsabilidad de Santander, que abrió el camino triunfante a los centauros, a los infantes, a los guías y a esa Legióp. Británica inolvidable que ofreció lo mejor que tenía en la acción tremenda de Vargas y los coronó la gloria en la envolvente acción de Boyacá.

16

Vanguardia-Ejército Libertador de Nueva Granada-Estado Mayor Estado general ,quemanifiesta la fuerza enunciada en la fecha, con expresión de las armas, municiones, menaje, alta y baja, ocu"ida desde el 22 de marzo p~óximo pasa do,' hasta la fecha

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Batallón de Linea

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10

ESTADO MAYOR Comandante, General de Brigada, Francisco de P. San tan der. Jefe de Estado Mayor, Coronel Pedro Fortoul. Subjefe de Estado Mayor, Teniente Coronel A. Morales. Comandante Gral. de artilIerfa, Teniente Coronel]. M.a Cancino Escuadrón del General { Teni~nte Coronel graduado Vicente González. ............... Capitán graduado Pedro A, GaJindo. · . IE t M { Capitán Vicente Almeyda AdJuntos a s ado ayor Capitán Francisco Montafia. Secretario del GeneraL Doctor Francisco Soto. Comisario generaL Capitán Antonio María Ramírez. .Tes()r~rogeneral , ,...•............. C¡¡pitán JOSé SebastiánSoler .. : Contador Capitán Remigio Cafiarete Conductor general de equipajes Capitán Santos Rodríguez. Agregado ....•..•.............................. Coronel Juan Galea.

13

5:

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300

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8

5

2

7

2 1645

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Altas y Bajas desde el 22 de marzo pr6ximo pasado

CUERPOS

ALTAS

BAJAS

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:254~1- 254

Observaciones Cuartel general de Tame, junio 13 (le 1819

le

El Subjefe de Estado Mayor Divisionario, A~kl/.\,

La diferencia que se observa en este Estado respecto del antefior, es ocasionada por la alta que aparece, y ésta por presentados del enemigo y reclutas, y por la baja, nacida de los pasados por las armas, ocho muertos en los hospitales, y el resto desertores. El Escuadrón Invictos de Arauca ocasiona la alta que aparece en los de caballería. El primer Coronel José Concha, que antes estaba agregado al Estado Mayor, se halla en el día de primer Comandante General de esta Provincia.

PROLOGO

El sonoro clarín de la proclama dice todo:

bolivariana

del 30 de junio,

lo

"SIMON BOL/V AR, Presidente de la República, caPitán general de los Ejércitos de Venezuela y de Nueva Granada, etc., etc. "A los habitantes de Nueva Granada. Granadinos: "Un ejército de Venezuela, reunido a los bravos de Casanare a las órdenes del general Santander, marcha a libertaras. Los gemidos que os ha arrancado la tiranía española han herido los oídos de vuestros hermanos de Venezuela, que después de haber sacudido el yugo de nuestros comunes opresores, han pensado en haceros participar de su libertad. De más remotos climas una Legión Británica ha dejado la patria de la gloria por adquirirse el renombre de salvadores de la América. En vuestro seno, granadinos, tenéis ya este ejército de. amigos y bienhechores, y el Dios que protege siempre la humanidad afligida, concederá el triunfo a sus armas redentoras. "¡Granadinos!: vosotros en los años pasados sucumbisteis bajo el poder de aquellos aguerridos tiranos que os envió Fernando VII, con el feroz Morilla. Este mismo formidable ejército, destruído por nuestros triunfos, yace en Venezuela; vosotros solos sostenéis la crueldad de vuestros tiranos; pero vosotros sois granadinos, sois patriotas, sois justos; vosotros volveréis pues contra los espaiíoles esas armas de maldición que os habían confiado para que fueseis vuestros proPios verdugos. "¡Granadinos!: el ejército libertador está convencido de vues- . tros sentimientos liberales; sabe que vosotros habéis sido más bien las víctimas que los instrumentos de los tiranos. No temáis pues nada de los que vienen a derramar su sangre por constituíros en una nación libre e independiente. Los granadinos son inocentes a los ojos del ejército libertador, del Congreso y del Présidente de la República. Para nosotros no habrá más culpables que los tiranos españoles, y ni aún éstos perecerán sino es en el campo de batalla. Paya, 30 de junio de 1819. 99. BOL/V AR". La tarea de rutina de la vanguardia neogranadina, controlada, atenaceada por ganar ellos solos la libertad de su patria, espera im-

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GULLERMO

HERNANDEZ

DE ALBA

pasible para continuar con la misión delicadísima de ir a paso firme delante de la retaguardia venida de Venezuela; la que en la aldea de Setenta decidió la invasión de la Nueva Granada, en momentos en que aquella hazaña parecía irrealizable. Con el agua a la cintura cruzan los Llanos inundados y sin echar pie atrás, cuando llega la hora del ascenso andino, los que tienen fuerzas dan la sensación de cadáveres vivientes; trepan por los riscos de Pisba a altura inverosímil, para llegar, como llegaron a la tierra de Promisión, desnudos y hambrientos, pero anhelantes de la gloria final. Anzoátegui lo recuerda a su esposa, en carta memorable tan oportunamente citada por Cortés Vargas y reproducida por el inolvidable Fabio Lozano y Lozano: "Bogotá, agosto 28 de 1819. querida Teresa: "Al fin dispongo de un poco de tiempo para "escribirte y contarte lo que ha sido de tu esposo desde el día que te dejé en Cumaná llena de congoja y de sobresalto por la suerte que me tocara. Pues bien: la suerte me ha sido tan propicia como figurarte

Mi muy pensada siempre

no puedes. Tan luego como me incorporé en Angostura al Liber· tador, éste me ha colmado de honores y atenciones que no merezco sino por ser tu esposo. Me nombraron, con el grado de coronel, jefe de Estado Mayor del Ejército de Venezuela, y con este empleo le acompañé al Apure, en donde este hombre prodigioso ha hecho milagros de estrategia para salvar un ejército de 3.000 hombres de las garras de Morilla, que contaba con 7.000. "Es verdad que ha contado con la eficaz ayuda de hombres como Páez y sus tenientes llaneros, a quienes se puede llamar héroes, sin que este calificativo les quede grande. Ya desde el 2 de abril de este año Morilla nos tuvo miedo, por la asombrosa proeza de las Queseras del Medio, que tÚ ya conocerás por los boletines. El Libertador, que saca partido de todo, se ha prevalido de esta situación para llevar a cabo la empresa más atrevida y arriesgada que puede imaginarse: la de invadir a la Nueva Granada atravesando los Llanos de Apure, de Arauca y de Casanare, en lo más crudo del invierno, y luego la cordillera de los Andes. Debo contarte cómo se hizo ésto, porque ni tÚ ni nadie pueden suponerlo. De San Juan de Payara, en donde estuvimos acampados y nos reunimos con Páez el 16 de enero, volvimos a Angostura,

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PROLOGO

donde se reunió el Congreso, y de allí te escribí una larga carta que dudo hayas recibido. Dejamos Angostura en marzo y fuimos al Apure en donde no estuvimos un solo día en un mismo campamento: sólo en Rincón Hondo estuvimos algunos días después de la proeza de Páez en las Queseras. El 14 de mayo dejamos esa población y llegamos el 21 al Mantecal: de allí retrogradamos el 25 a Guasdalito, para hacer creer a Morillo que íbamos sobre Barinas. El 2 de junio salimos de Guasdualito y llegamos el 5 al río Arauca. Figurarse lo que fueron esos tres días caminando por entre el agua, nadando a trechos, ¡será cosa imposible! Los Llanos estaban inundados; parecía un mar literalmente, como ese que ves tú desde tu balcón; había que vadear y pasar a nado los ríos, los caños y los esteras; y sobre todo el Cachicamo que tiene como dos leguas. Nuestras tropas eran los restos de las partidas que había combatido en Venezuela a órdenes de los Monagas, Parejo, Cedeño, Zaraza y Rojas. Sólo con esta clase de gente, casi todos sin calzones ni camisa, pues muy pocos tenían los restos de sus viejas chaquetas y el resto estaba sin un hilo de ropa y con sólo su guayuco; sólo estos soldados que nunca habían' estado dos días en una misma parte y que dormían casi siempre entre el agua o sobre su caballo; sólo éstos, que digo, pudieron hacer tal travesía. El día 5 de junio acabamos de pasar el río Arauca y seguimos por entre el agua como te he dicho hasta llegar a Tame en territorio granadino el día n, en donde encontramos ya el ejército del general Santander. Nos detuvimos en Tame reorganizando el ejército y luego seguimos para Pare a donde llegamos el 18. El 22 salimos de POTe}el 23 llegamos a Nunchia, el 25 a Morcote y el 27 a Paya, pueblo donde la vanguardia ganó una batalla que puso en fuga a los españoles y me tocó a mi vez ir en su seguimiento por entre breñas y preciPicios, para hacerles creer que íbamos a tomar la vía de Labranzagrande. ¡Aquí fue Troya! Perdimos íntegra 'nuestra caballería; y el l/anero, ese hombre terrible en su tierra, quedó reducido a la nada. Una vez en el páramo de Pisba, yo y todos los compañeros nos creímos perdidos porque perdimos mucha gente muerta por el frío y casi todos nos enfermamos. Sólo el genio del Libertador pudo salvamos y nos salvó efectivamente; auxiliado eso sí por el patriotismo y el entusiasmo de los patriotas de la provincia de Tunja, especialísimamente por las mujeres que, no lo creerás,

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Gl!ILLERMO HERNANDEZ DE ALBA

se despojaron realmente de su ropa para hacer con ella camisas, calzoncillos y chaquetas para nuestros soldados y de todo lo que tenían en sus casas para socorremos. Fue esta una resurrección milagrosa. Nos volvió la vida, el valor, y la fe, como lo verás por los papeles que te adjunto, en donde se da cuenta de nuestras victorias de Pantano de Vargas y Boyacá, y de mi ascenso a general de división en ese campo de batalla, título que pone a tus pies tu querido esposo.- José. "Post-data.-Pronto nOs hemos de ver porque he logrado que me den permiso para ir a abrazarte: y esta carta, con mis abrazos es para toda la familia.-Vale".

La Patria se ganó así, y debe conservarse así. Como lo hiciera Santander, al cumplir disciplinado el en apariencia secundario pero glorioso papel de retener las avanzadas españolas sobre el Dano, sacri· ficando tantas horas de gloria para cumplir la acertada previsión del Libertador. Organizar fue su destiI1o, pero alzar bien alto su calidad de primer ciudadano de la Nueva Granada; no se sabe si fue superior en la brega militar o en el sedentario despacho de Hombre de las Leyes

y Organizador de la Victoria. Estas débiles líneas liminares, qúe podría haber abrumado de erudición documental inédita, se cierran con un memorable colofón; la noble oración escuchada en Colombia para cantar la gloria de los Libertad9res, pronunciada por el doctor Fabio Lozano y Torrijos, en representación de la Academia Colombiana de Historia, hace medio ~iglo, al cumplirse el primer centenario de la gloriosa Campaña Libertadora. Cuando Bolívar y Santander, Anzoátegui y Soublette, Fortoul y París, Arredondo y Córdova, Rondón, Infante y Cancino, sangre de Venezuela y de Colombia, enriquecida por la vena rota de Jaime Rooke, el valor temerario de O'Leary y de tantos otros oficiales y soldados de las Legiones europeas, dieron al mundo la lección fraternal más noble y generosa en busca de la Libertad. Preludio además del sueño de Zea, el Presidente del Congreso de Angostura, que el 17 de diciembre de 1819, al declarar constituída la República de Colombia y al besar emocionado el texto inmortal de la Ley, expresó en visión política digna de memoria: "que los pueblos comenzasen por fin a reconocer la necesidad y el precio de la reunión en grandes masas, conformes a su situación y relaciones naturales, deponiendo ese pequeño y funesto espíritu de provincia, desorganizador de toda Sociedad"

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PROLOGO

Que en todas las horas de la pa!:!:ia tengamos presentes las nobles palabras secretas, santo y seña, del Ejército Libertador de 1819: "¡AMERICA LIBRE! ¡FIRMEZA! ¡VIGILANCIAI ¡CONSTANCIAI ¡VIRTUDI" .. Ciento veinticuatro es el número de pagmas del histórico registro castrense, joya de la Sala Santander de la Casa-Museo del 20 de Julio de 1810, por magnífica donación de su benefactor insigne el doctor Eduardo Santos. Tan peregrino documento fue dado a conocer en el año de 1941 por el eminente historiador don Enrique Otero D'Costa, mas su transcripción contiene numerosas variantes, ocasionadas por la difícil lectura del manuscrito, las que hemos rectificado en esta oportunidad. La carátula y las dos primeras páginas y media son de puño y letra del General Santander, como ocurre con muchas otras del interior. Registran sus desteñidas páginas, cuyo formato en octaVo menor es de 17 centímetros, señaladas por el trajín guerrero ?b presionadas por la mano nerviosa y fuerte del General y de sus Oficiales de Estado Mayor, 135 órdenes generales del Ejército de Vanguardia, organizado y mandado por el General Santander. Entre la 106 Y la 107, se intercalan, en 31 de mayo, las primeras órdenes llegadas del Ejército Libertador de Occidente, dadas en Araguaquen el 31 de marzo, Hato CarabaUero el 15 de abril, Rincón Hondo el 3 de mayo, Cañafístolo, 18 de mayo. El 4 de junio en Tame se reanuda la numeración de las órdenes del Estado Mayor de la Vanguardia, suscritas por el Sub-Jefe, Coronel Antonio Morales para llegar a la 135, en el Cuartel General de Nunchía. A continuación las órdenes prosiguen sin numeración, ostentando simplemente la fecha pero haciendo constar que se trata de órdenes generales para la vanguardia. Pasada la sangrienta acción de Gámeza, reemplazadas las numerosas bajas, en la Orden general del 13 de julio en Tasco, la consagración del Héroe: "Los señores oficiales de la Vanguardia en memoria del bene-

mérito comandante Coronel Antonio Arredondo, llevarán hoy y mañana una cinta negra en el puño del sable. Este bizarro oficial ha muerto heroicamente por su Patria. El debe servir de modelo a todos los que tengan honor y sentimientos heroicos".Santander. En adelante todas serán órdenes generales, para unificar aún más los dos ejércitos confundidos en valor, heroísmo, sacrificio e ideal. La tarde trágica pero gloriosa de Vargas, en la que Juan José Rondón

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GUILLERMO HERNANDEZ DE ALBA

se cubrió de gloria al salvar la Patria 1, sería compensada con creces con la media ta"rde del 7 de agos to de 1819. Cuán verídica y estimulante la proclama bolivariana del 24 de agosto siguien te:

A los soldados del Ejército Libertador. ¡Soldados! Desde los mares que inunda el Orinoco hasta los Andes fuentes del Magdalena, habéis arrancado 14 Provinci-as a legiones de tiranos enviados de Europa, a legiones de bandidos que infestaban la América. Ya estas legiones destruidas por vuestras armas preceden al carro de vuestras victorias. ¡Soldados! Vosotros no érais doscientos cuando empezasteis esta asombrosa campaña; ahora que sois muchos millares la América entera es teatro demasiado pequeño para vuestro valor. Si, soldados, por el Norte y Sur de esta mitad del mundo derramaréis la libertad. Bien pronto la caPital de Venezuela os recibirá por tercera vez y su tirano ni aÚn se atreverá a esperamos. y el opulento PerÚ será cubierto a la vez, por las banderas venezolanas, granadinas, argentinas y chilenas. Lima quizás abrigará en su seno a cuantos Libertadores son el honor del Mundo Moderno. ¡Soldados! Millares de combates gloriosos os dan derecho para esperar otros millares de triunfos llevando en vuestros estandartes por divisa Boyac!Í. Cuartel General en Santa Fe, a 24 de agosto de 1819. 99 BOLIV AR. A la manera de vidente sapientísimo resumió el Libertador la trascendencia que para las demás colonias hispanoamericanas señala el triunfo de los Ejércitos unidos de Venezuela y la Nueva Granada, en Royacá. Para facilitar la lectura del Libro de Ordenes, lo hemos transcrito diSOlviendo las abreviaturas más -señaladas pero adoptando la ortografía moderna.

1 Rondón permaneció para siempre en la memoria de Bolívar. No en vano escribió a Santander: ... "No hemos necesitado de Nonato ni de Piar, pero sin Rondón, que vale más que aquéllos, no sé lo que hubiera sido en Vargas... ". y en otra carta del 24 de Julio de 1820: "Mañana es San Rondón y cumplo años yo y todos mis compañeros en Vargas".

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PROLOGO

Al concebir la edición gemela pensó el 6anco Cafetero en la necesidad de hacer accesible a todos los lectores un manuscrito cuyos caracteres son difíciles de leer, aún para ojos avezados, y porque ha de ser muy grato al patriotismo o a la erudición, alternar paralelamente la lectura del facsimile con la composición tipográfica del mismo. Se ha aumentado moderadamente el fOl:mato para facilitar la reproducción fotostática y hacer más inteligible el manuscrito. Hemos enriquecido la edición, con una carta geográfica que señala la ruta y las estaciones del Ejército Libertador de Vanguardia, creado por Santander, la que ha sido confiada a la pericia del académico don Eduardo Acevedo Latorre, geógrafo eminente. Va, finalmente, complementada con un índice onomástico que permite la fácil consulta del documento y sirve para salvar del olvido tantos nombres de jefes y soldados que se sacrificaron en la Campaña de 1819, muchos de los cuales no hemos visto citados en laboriosos catálogos, levantados por excelentes servidores de la historia patria. Para dar a esta introducción la altura que ella requiere .y que corresponda a la efemérides que se conmemora; va a continuación de estas líneas, para regocijo de la inteligencia y mejor estímulo para el descaecido patriotismo, la parte fundamental de la anunciada oración, tan llena de excelencias, pronunciada en el año de 1919, por el académico don Fabio Lozano Torrijos, al cumplirse la primera centuria del Sesquicentenario que ahora conmemora emocionada la República. CUlLLERMO

HERNANDEZ

Cronista

DE ALBA.

ae la Ciudad de Bogotá Julio-Agosto

de 1969

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BOLIVAR Libertador y Padre de la Patria. íPalacio Presidencial

- OleD de Acevedo

Berna/)

PROLOGO

El sonoro clarín de la proclama dice todo:

bolivariana

del 30 de junio,

lo

"SIMON BOLlV AR, Presidente de la República, caPitán general de los Ejércitos de Venezuela y de Nueva Granada, etc., etc. "A los habitantes de Nueva Granada. Granadinos: "Un ejército de Venezuela, reunido a los bravos de Casanare a las órdenes del general Santander, marcha a libertaros. Los gemidos que os ha arrancado la tiranía española han herido los oídos de vuestros hermanos de Venezuela, que después de haber sacudido el yugo de nuestros comunes opresores, han pensado en haceros participar de su libertad. De más remotós climas una Legión Británica ha dejado la patria de la gloria por adquirirse el renombre de salvadores de la América. En vuestro seno, granadinos, tenéis ya este ejército de. amigos y bienhechores, y el Dios que protege siempre la humanidad afligida, concederá el triunfo a sus armas redentoras. "¡Granadinos!: vosotros en los años pasados sucumbisteis bajo el poder de aquellos aguerridos tiranos que os envió Fernando VII, con el feroz Morilla. Este mismo formidable ejército, destruído por nuestros triunfos, yace en Venezuela; vosotros solos sostenéis la crueldad de vuestros tiranos; pero vosotros sois granadinos, sois patriotas, sois just.os; vosotros volveréis pues contra los espafíoles esas armas de maldición que os habían confiado para que fueseis vuestros propios verdugos. "¡Granadinos!: el ejército libertador está convencido de vues- , tras sentimientos liberales; sabe que vosotros habéis sido más bien las víctimas que los instrumentos de los tiranos. No temáis pues nada de los que vienen a derramar su sangre por constituiros en una nación libre e independiente. Los granadinos ,son inocentes a los ojos del ejército libertador, del Congreso y del Présidente de la República. Para nosotros no habrá más culPables que los tiranos españoles, y ni aún éstos perecerán sino es en el campo de batalla. Paya, 30 de junio de 1819. 9Q. BOLlV AR". La tarea de rutina de la vanguardia neogranadina, controlada, atenaceada por ganar ellos solos la libertad de su patria, espera im-

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GULLERMO

HERNANDEZ

DE ALBA

pasible para continuar con la misión delicadísima de ir a paso firme delante de la retaguardia venida de Venezuela; la que en la aldea de Setenta decidió la invasión de la Nueva Granada, en momentos en que aquella hazaña parecía irrealizable. Con el agua a la cintura cruzan los Llanos inundados y sin echar pie atrás, cuando llega la hora del ascenso andino, los que tienen fuerzas dan la sensación de cadáveres vivientes; trepan por los riscos de Pisba a altura inverosímil, para llegar, como llegaron a la tierra de Promisión, desnudos y hambrientos, pero anhelantes de la gloria final. Anzoátegui lo recuerda a su esposa, en carta memorable tan oportunamente citada por Cortés V.argas y reproducida por el inolvidable Fabio Lozano y Lozano:

"Bogotá, agosto 28 de 1819. Mi muy pensada siempre querida Teresa: "Al fin dispongo de un poco de tiempo para 'escribirte y con· tarte lo que ha sido de tu esposo desde el día que te dejé en Cumaná llena de congoja y de sobresalto por la suerte que me tocara. Pues bien: la suerte me ha sido tan prOPicia como figurarte no puedes. Tan luego como me incorporé en Angostura al Liber· tador, éste me ha colmado de honores y atenciones que no merezco sino por ser tu esposo. Me nombraron, con el grado de coronel, jefe de Estado Mayor del Ejército de Venezuela, y con este empleo le acompañé al Apure, en donde este hombre prodigioso ha hecho milagros de estrategia para salvar un ejército de 3.000 hombres de las garras de Morilla, que contaba con 7.000. "Es verdad que ha contado con la eficaz ayuda de hombres como Páez y sus tenientes /laneros, a quienes se puede llamar héroes, sin que este calificativo les quede grande. Ya desde el 2 de abril de este año Morilla nos tuvo miedo, por la asombrosa proeza de las Queseras del Medio, que tÚ ya conocerás por los boletines. El Libertador, que saca partido de todo, se ha prevalido de esta situación para llevar a cabo la empresa más atrevida y arriesgada que puede imaginarse: la de invadir a la Nueva Granada atravesando los Llanos de Apure, de Arauca y de Casanare, en lo más crudo del invierno, y luego la cordillera de los Andes. Debo contarte cómo se hizo ésto, porque ni tú ni nadie pueden suponerlo. De San Juan de Payara, en donde estuvimos acampados y nos reunimos con Páez el 16 de enero, volvimos a Angostura,

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PROWGO

donde se reunió el Congreso, y de allí te escribí una larga carta que dudo hayas recibido. Dejamas Angastura en marza y fuimas al Apure en dande n.o estuvimas un sola día en un misma campamenta: sóla en Rincón Handa estuvimas algunas días después de la praexa de Páez en las Queseras. El I4 de maya dejamas esa pablación y llegamas el 21 al Mantecal: de allí retragradamas el 25 a Guasdalita, para hacer creer a Marilla que íbamas sabre Barinas. El 2 de junia salimas de Guasdualita y llegamas el 5 al ría Arauea. Figurarse lo que fueran esas tres días caminanda par entre el agua, nadanda a trechas, ¡será casa imposible! Las Llanas estaban inundadas; parecía un mar literalmente, cama ese que ves tú desde tu balcón; había que vadear y pasar a nada las rías, las cañas y los esteros; y sabre tado el Cachicama que tiene coma das leguas. Nuestras tropas eran las restos de las partidas que había cambatida en Venezuela a órdenes de las Monagas, Pareja, Cedeña, Zaraza y Rajas. Sóla can esta clase de gente, casi tadas sin calzanes ni camisa, pues muy pacas tenían las restas de sus viejas chaquetas y el resta estaba sin un hila de rapa y can sóla su guayuco; sóla estas saldadas que nunca habían' estada das días en una misma parte y que darmían casi siempre entre el agua a sabre su caballa; sóla éstos, que diga, pudieran hacer tal travesía. El día 5 de junia acabamas de pasar el ría Arauca y seguimas par entre el agua cama te he dicha hasta llegar a Tame en territ.ori.o granadina el día 11, en dande encantramas ya el ejércita del general Santander. Nas detuvimas en Tame rearganizanda el ejércita y luega seguimas para Pare a dande llegamas el 18. El 22 salimas de POTe,el 23 llegamas a Nunchía, el 25 a M.orcate y el 27 a Paya, puebla dande la vanguardia ganó una batalla que pusa en fuga a las españales y me tacó a mi vez ir en su seguimienta par entre breñas y preciPicias, para hacerles creer que íbamas a tamar la vía de Labranzagrande. ¡Aquí fue Troya! Perdimas íntegra nuestra caballería; y el llanera, ese hambre terrible en su tierra, quedó reducida a la nada. Una vez en el párama de Pisba, ya y tadas las campañeras nas creímas perdidas parque perdimas mucha gente muerta par el fría y casi tadas nas enfermamas. Sóla el genia del Libertadar puda salvamas y nas salvó efectivamente; auxiliada esa sí par el patriatisma y el entusiasma de las patriatas de la pravincia de Tunja, especialísimamente par las mujeres que, n.o la creerás,

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GUILLERMO HERNANDEZ DE ALBA

se despojaron realmente de su ropa para hacer con ella camisas, calzoncillos y chaquetas para nuestros soldados y de todo lo que tenían en sus casas para socorrernos. Fue esta una resurrección milagrosa. Nos volvió la vida, el valor, y la fe, como lo verás por los papeles que te adjunto, en donde se da cuenta de nuestras victorias de Pantano de Vargas y Royacá, y de mi ascenso a general de división en ese campo de batalla, título que pone a tus pies tu querido esposo.- José. "Post-data.-Pronto nos hemos de ver porque he logrado que me den permiso para ir a abrazarte: y esta carta, con mis abrazos es para toda la familia.-Vale".

La Pattia se ganó así, y debe comervarse así. Como lo hiciera Santander, al cumplir disciplinado el en apariencia st'cundario pero glorioso papel de retener las avanzadas españolas sobre el Uano, sacrificando tantas horas de gloria para cumplir la acertada previsión del Libertador. Organizar fue su destino, pero alzar bien alto su calidad de primer ciudadano de la Nueva Granada; no se sabe si fue superior en la brega militar o en el sedentario despacho de Hombre de las Leyes

y Organizador de la Victoria. Estas débiles líneas liminares, qúe podría haber abrumado de erudición documental inédita, se cierran (on un memorable colofón; la noble oración escuchada en Colombia para cantar la gloria de los Libertad9res, pronunciada por el doctor Fabio Lozano y Torrijos, en representación de la Academia Colombiana de Historia, hace medio lliglo, al cumplirse el primer centenario de la gloriosa Campaña Líbertadora. Cuando Bolívar y Santander, Anzoátegui y Soublette, Fortoul y París, Arredondo y Córdova, Rondón, Infante y Cancino, sangre de Venezuela y de Colombia, enriquecida por la vena rota de Jaime Rooke, el valor temerario de O'Leary y de tantos otros oficiales y soldados de las Legiones europeas, dieron al mundo la lección fraternal más noble y generosa en busca de la Libertad. Preludio además del sueño de Zea, el Presidente del Congreso de Angostura, que el 17 de diciembre de 1819, al declarar constituída la República de Colombia y al besar emocionado el texto inmortal de la Ley, expresó en visión política digna de memoria: "que los pueblos comenzasen por fin a reconocer la necesidad y el precio de la reunión en grandes masas, conformes a su situación y relaciones naturales, deponiendo ese pequeño y funesto espiritu de provincia, desorganizador de toda Sociedad" .

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PROLOGO

Que en todas las horas de la pa!!:ia tengamos presentes las nobles palabras secretas, santo y seña, del Ejército Libertador de 1819: "¡AMERICA LIBRE! ¡FIRMEZAI ¡VIGILANCIAI ¡CONSTANCIA! ¡VIRTUD!" . Ciento veinticuatro es el número de pagmas del histórico registro castrense, joya de la Sala Santander de la Casa-Museo del 20 de Julio de 1810, por magnífica donación de su benefactor insigne el doctor Eduardo Santos. Tan peregrino documento fue dado a conocer en el año de 1941 por el eminente historiador don Enrique Otero D'Costa, mas su transcripción contiene numerosas variantes, ocasionadas por la difícil lectura del manuscrito, las que hemos rectificado en esta oportunidad. La carátula y las dos primeras páginas y media son de puño y letra del General Santander, como ocurre con muchas otras del interior. Registran sus desteñidas páginas, cuyo formato en octaVo menor es de 17 centímetros, señaladas por el trajín guerrero ~ presionadas por la mano nerviosa y fuerte del General y de sus Oficiales de Estado Mayor, 135 órdenes generales del Ejército de Vanguardia, organizado y mandado por el General Santander. Entre la 106 y la 107, se intercalan, en 31 de mayo, las primeras órdenes llegadas del Ejército Libertador de Occidente, dadas en Araguaquen el 31 de marzo, Hato Caraballero el 15 de abril, Rincón Hondo el 3 de mayo, Cañafístolo, 18 de mayo. El 4 de junio en Tame se reanuda la numeración de las órdenes del Estado Mayor de la Vanguardia, suscritas por el Sub-Jefe, Coronel Antonio Morales para llegar a la 135, en el Cuartel General de Nunchía. A continuación las órdenes prosiguen sin numeración, ostentando simplemente la fecha pero haciendo constar que se trata de órdenes generales para la vanguardia. Pasada la sangrienta acción de Gámeza, reemplazadas las numerosas bajas, en la Orden general del 13 de julio en Tasco, la consagración del Héroe: "Los señores oficiales de la Vanguardia en memoria del bene-

mérito comandante Coronel Antonio Arredondo. llevarán hoy y mañana una cinta negra en el puño del sable. Este bizarro oficial ha muerto heroicamente por su Patria. El debe servir de modelo a todos los que tengan honor y sentimientos heroicos".Santander. En adelante todas serán órdenes generales, para unificar aún más los dos ejércitos confundidos en valor, heroísmo, sacrificio e ideal. La tarde trágica pero gloriosa de Vargas, en la que Juan José Rondón

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GUILLERMO HERNANDEZ DE ALBA

se cubrió de gloria al salvar la Patria 1, sería compensada con creces con la media ta"rde del 7 de agosto de 1819, Cuán verídica y estimulante la proclama bolivariana del 24 de agosto siguiente:

A los soldados del Ejército Libertador, ¡Soldados! Desde los mares que inunda el Orinoco hasta los Andes fuentes del Magdalena, habéis arrancado 14 Provinci-as a legiones de tiranos enviados de Europa, a legiones de bandidos que infestaban la América. Ya estas legiones destruidas por vuestras armas preceden al carro de vuestras victorias. ¡Soldados! Vosotros no érais doscientos cuando empezasteis esta asombrosa campaña; ahora que sois muchos millares la América entera es teatro demasiado pequeño para vuestro valor. Si, soldados, por el Norte y Sur de esta mitad del mundo derramaréis la libertad. Bien pronto la caPital de Venezuela os recibirá por tercera vez y su tirano ni aÚn se atreverá a esperamos. y el opulento Perú será cubierto a la vez, p.or las banderas venezolanas, granadinas, argentinas y chilenas. Lima quizás abrigará en su seno a cuantos Libertadores son el honor del Mundo Moderno. ¡Soldados! Millares de combates gloriosos os dan derecho para esperar otros millares de triunfos llevando en vuestros estandartes por divisa Boyac.á. Cuartel General en Santa Fe, a 24 de agosto de 1819. 99 BOLlV AR, A la manera de vidente sapientísimo resumlO el Libertador la trascendencia que para las demás colonias hispanoamericanas señala el triunfo de los Ejércitos unidos de Venezuela y la Nueva Granada, en Boyacá. Para facilitar la lectura del Libro de Ordenes, lo hemos transcrito disolviendo las abreviaturas más .señaladas pero adoptando la ortografía moderna,

1 Rondón permaneció para siempre en la memoria de Bolívar. No en vano escribió a Santander: ." "No hemos necesitado de Nonato ni de Piar, pero sin Rondón, que vale más que aquéllos, no sé lo que hubiera sido en Vargas ... ". y en otra carta del 24 de Julio de 1820: "Mañana es San Rondón cumplo años yo y todos mis compañeros en Vargas",

y

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PROLOGO

Al concebir la edición gemela pensó el ~aneo Cafetero en la necesidad de hacer accesible a todos los lectores un manuscrito cuyos caracteres son difíciles de leer, aún para ojos avezados, y porque ha de ser muy grato al patriotismo o a la erudición, alternar paralelamente la lectura del facsimile con la composición tipográfica del mismo. Se ha aumentado moderadamente el f0I.IDato para facilitar la reproducción fotostática y hacer más inteligible el manuscrito. Hemos enriquecido la edición, con una carta geográfica que señala la ruta y las estaciones del Ejército Libertador de Vanguardia, creado por Santander, la que ha sido confiada a la pericia del académico don Eduardo Acevedo Latorre, geógrafo eminente. Va, finalmente, complementada con un índice onomástico que permite la fácil consulta del documento y sirve para salvar del olvido tantos nombres de jefes y soldados que se sacrificaron en la Campaña de 1819, muchos de los cuales no hemos visto citados en laboriosos catálogos, levantados por excelentes servidores de la historia patria. Para dar a esta introducción la altura que ella requiere ,y que corresponda a la efemérides que se conmemora; va a continuación de estas líneas, para regocijo de la inteligencia y mejor estímulo para el descaecido patriotismo, la parte fundamental de la anunciada oración, tan llena de excelencias, pronunciada en el año de 1919, por el académico don Fabio Lozano Torrijos, al cumplirse la primera centuria del Sesquicentenario que ahora conmemora emocionada la República. GUlLLERMO HERNANDEZ DE ALBA. Cronista ae la Ciudad de Bogotá Julio-Agosto

de 1969

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GLORIFICACION DE LOS HEROES

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ablemosde la Patria y de los padres de la Patria. Levantemos los corazones,que eshora de amar lo que ya fue,'peroque vive en nuestras almas; y es también hora del orgullo nacional, porque la obra que conmemoramos es uno de los más grandes jalones de la libertad del mundo. A la grandeza de aquella justa de cíclopes-,corresponde la excelsitud del desarrollo: fue su escenario la inmensidad ilímite de las pampas, el lomo temblante de los ríos y de los mares, las hórridas escarpas de las montañas y los páramos. Los justadores de quince años tuvieron como único esparcimiento el batallar; buscaron como único premio su conciencia; como único resultado de su esfuerzo el bien de las generaciones por venir. Por armas tuvieron fusiles primitivos y lanzas y machetes mellados sobre las carnes y los puesos de sus adversarios; por toldo de campaña, el toldo seguro de los cielos, rasgado empero al trueno apocalíptico de San Mateo, para abrir brecha de honor al más grande d&los granadinos y más genial de los suicidas, al más formidable artillero de los siglos y al más poderoso emperador de la inmortalidad. Cien años hace. En las últimas horas de la tarde del 10 de agosto de 1819entraba triúnfante a esta ciudad, Bolívar, el Libertador. Era entonces un joven: con bizarría de noble castellano llevaba sobre los hombros como mantón de gloria sus treinta y seis años de existencia. Clarín de guerra semejaba el timbre metálico y delgado de su voz; la movilidad extrema de sus músculos copiaba el ondular de hoguera de su alma; negros y abundosos los cabellos, alta y superior la frente, apuesto el ademán, ágil, rápiq.o y resuelto el paso. y sobre aquel cuerpo atrevido y nervioso, el alma asomándose a unos ojos que tenían en las horas de tempestad la fulgencia zigzagueante del relámpago, y en las horas de calma, la acariciadora su-

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gestión del primer lampo de luz de la mañana. Ojos que conb:ibuyeron poderosamente a que Bolívar fuerA lo que fue: un dominador de hombres cuando asomaba a ellos el mandato o la cólera del héroe; un conquistador de voluntades, cuando flotaba sobre ellos la ternura de la amistad o del amor. Bolívar venía de Boyacá. Con él llegaban Santander y Anzoátegui, Soublette y O'Leary, Córdoba y París, Rondón y Carvajal; los lanceros mitológicos del Llano y los incontrastables soldados del interior; los del coraje ardiente como el sol de sus pampas, y los del valor glacial como los helados picachos de sus páramos. Venían también -prisioneroslos soldados españoles con su Jefe Barreiro a la cabeza; había para ellos palidecido en Boyacá el sol de Bailén y Zaragoza; sobre ese sol en eclipse se alzaba en el zenit el de la América, el de la libertad de un Continente, el que habría de elevarse tanto y tener destellos tan poderosos que en el andar de los años habría de ser contemplado por vencedores y vencidos como el luminar más brillante de sus glorias, como el faro más luminoso de su porvenir. Boyacá era un Tabor. El Calvario quedaba atrás; en las inmensas llanuras inundadas que había sido necesario recorrer con el agua al pecho y los fusiles en alto, como antorchas; en los ríos y caños desbordados que había sido preciso atravesar nadando; en el ascenso de la cordillera y el paso de "los páramos, perdidas las caballerías, desgarradas las plantas, ateridos los cuerpos, atónitas las almas ante el pavor de aquella naturaleza indomable, domada sin embargo por el esfuerzo pujante de un grupo de desharrapados heroicos. El Calvario quedaba atrás en el pelear continuo con el Ejército español que había esperado a los expedicionarios rebosante de confianza y de orgullo, lleno de armas, de pertrechos, de caballerías, dueño de posiciones inexpugnables y comandado por oficiales y jefes que habían aprendido el arte de la guerra señalando a Napoleón el camino de la derrota, del ostracismo y de la muerte. El Calvario había sido en el Pantano de Vargas, en la hora trágicaen que, perdida casi la batalla, Bolívar, febricitante, convulso, grandioso, empero, sobre el vórtice de la desgracia y de la muerte, había gritado a Rondón: "¡Comandante, salve usted a la República!" Y Rondón y sus centauros, fieros como leones enhambrecidos, sublimes como titanes de la Mitología, raudos como el viento, ha-

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bían caído sobre el mar aborroscado de las lanzas y los fusiles españoles, como el dedo de Dios sobre las aguas del Mar Rojo, para abrir calle. de victoria sobre el campo mismo del desastre, a la Libertad y a la República. Boyacá había sido un fíat: súbitamente el Imperio español había dejado de serIo sobre la Nueva Granada; trescientos años de dominaciónextranjera habíanse hundido en un ocaso tan prolongado como el tiempo; rasgando la adusta oscuridad de la Colonia, emergía a la vida la Patria nuestra, fuerte como el ideal de justicia que le había dado la existencia y que habría de conservarla altiva e hidalga, serena y segura, libre. y soberana, así en las agitaciones de su juvenil aturdimiento como en las .más graves emergencias del futuro. Boyacá había hecho la libertad de América: sin Boyacá habrían sido imposibles Carabobo y Pichincha, Junín y Ayacucho. Morillo estrechaba entre círculo de fuego a los patriotas de Venezuela; el poder español dominaba en la Presidenci~ de Quito y en el Virreinato del Perú. Hidalgo y Allende, Aldama y Morelos, Mina y Moreno habían pagado con su vida sus ansias generosas de libertadores mejicanos, y allí también, para 1819,la Corona de España se asen- . taba sobre firmes' basamentos... Imaginad perdido a Boyacá, prisionerb o muerto al Libertador, presa de facciones la Asamblea de Angostura y la campaña.de Venezuela, agobiado, una vez más, por la cuchilla de Sámano el VirI'einato de la Nueva Granada, franco y libre para Barreiro el camino de los Llanos... y temblad al pensar lo que pudo ser para la América la pérdida de Boyacá; y levantad un himno de gracias·al numen de Colombia que allí cubrió amorosamente con sus alas protectoras la causa justa de la libertad de un mundo. En aquel amanecer de la Patria, los héroes granadinos -hijos y a la vez padres·de ella- le rendían su homenaje filial y alzaban para defenderla sus escudos, forjados en la fragua de su abnegación y patriotismo. Ellos la habían adivinado en el vivac de las llanuras orientales; ellos habían organizado allí, en medio del desierto, un ejército aguerrido; habían hecho repasar la cordillera aÍ de Barreiro, que osó disputarles el dominio de la pampa; ellos serían después la vanguardia del paso de los Andes; ellos habían, con Santander, iniciado la empresa.mi~ológicaque aceptada y regida por Bolívar, era ahora realiaad maravillosa; .ellos, cuando Bolívar tuvo un momento de

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vacilación, habían contribuído a decidir con su actitud incontrastable la continuación de la marcha; ellos habían peleado bravamente en Paya, en Tópaga, Bonza, Vargas y Boyacá; habían confundido su sangre con la de los soldados venezolanos, y habían aceptado el sacrificio con la fría impasibilidad de los ingleses, que después de su ración de gloria en Waterloo, habían venido a buscarIa nuevamente en estos abruptos campos de la América. A aquel estadio en que los gladiadores eran hércules y el premio habría de ser la resurrección de un continente, habían concurrido Córdova, hermoso como Apolo, arrojado como Héctor; París, índice de la vanguardia, al caer sobre los campos granadinos; Reyes, a quien el Libertador, con gráfica elocuencia, había cambiado por el de Patria su apellido; Fortoul, Arredondo, Pérez, Guerra, Moreno, Cancino, González, Obando, Morales, Gaitán ... Allí estaban -soldados de Dios y de la Patria- Fray Joaquín Guarín, franciscano; el fraile Coronel Ignacio Maríño, de la orden dominicana, y el dulce fray Miguel Díaz, Capellán de la vanguardia, muerto bajo el fuego español en Boyacá, en el momento mismo en que nacía la Patria. y era su conduc.tor inmediato .el General Santander.

Si la Nueva Granada, Colombia hoy, no hubiese dado a Vene~ zuela la expedición legendaria de los Ortegas y los Vélez, los Mazas. y París, los Girardot y los Ricaurtes; si no hubiese tenido al Precursor Naríño, ni a Camilo Torres, ni a Caldas, ni a Lozano, ni a Portocarrero, ni a García Rovira, ni a Acevedo, ni a Baraya, ni a Mejíaj si los mártires de 1816 no hubiesen sido suyos y suyas las Salavarrietas y las Zárates, las Abregos y las Santos; si el sitio de Cartagena no pregonara al través de los tiempos la gloria de sus hombres; si su colaboración decisiva para la libertad de la América del Sur no hubiese sido, ni hubiesen sido granadinos Rafael Cuervo, el salvador de Laserna en Ayacucho, ni Córdova, el héroe adolescente que decidió aquella batalla; si indiferente y egoísta hubiese permanecido este país ante el hurac;án que desataban sobre los campos de la América los grandes hombres de 1810, bastáraIe para su gloria haber producido a Santander. Santander se destaca sobr-equella época y sobre los hombres que le dieron fisonomía de una era nueva en la vida de la humanidad, como se destaca la mole del Tolima sobre las· montañas que la circundan: dominadora y alta, majestuosa y serena.

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Sobre él sólo está un hombre: el caudillo de la América, el creador de naciones, el Libertador de un mundo. Pero Bolívar es un sol; Bolívar pertenece a las regiones estelarias y brilla más intensamente, por la conjunción admirable de su genio y de su ideal, que los Alejandros y los Aníbales, que los Washingtons y los Bonapartes. Santander no es perfecto, porque, si perfecto fuera, sería inconcebible y monstruoso. En lo humano la perfección absoluta sería una deficiencia y una monstruosidad. Pero hombre, al fin, Santander es superior a cuanto le rodea, a cuanto dio la América en su 'fecundidad soberana en aquella época, considerándolo desde el punto de vista del organizador de pueblos, del vidente de la democracia, del hombre de Estado que abarca con una sola mirada de su inteligencia el campo inmenso de -su acción en el espacio y en el tiempo, recoge, ordena, dispone los elementos que han de intervenir en el desarrollo de su plan, y somete al cumplimiento de esa obra a los hombres, al genio y aun a sus personales sentin).ientos. Santander es la forturla de Colombia, y haberlo comprendido es la Jllás extraordinaria manifestación del genio de Bolívar. Santander, el siervo de la ley, el estadista insigne que colocó desde el primer momento al soldado en su vivac y a la toga en su bufete, que tuvo fortaleza bastante para fundar el predominio del poder civil, frente a la gloria de los héroes y a su propia gloria de militar afortunado -que inici6 victoriosamente a la Repú~ blica en sus relaciones internacionales y le dio rentas, reglamentos, legislación, justicia-, y que hizo todo esto y pudo, a la vez, organizar ejércitos, equiparlos y enviarlos sobre el Ecuador, sobre el Perú y sobre Bolivia a completar la libertad del Continente, es un hombre tan grande que, como la de Bolívar, 'la gloria suya no cabe dentro de los límites de su Patria, se desborda sobre toda la América y va más lejos, más allá de su raza, a dondequiera que en los confines del mundo haya corazones que amen la libertad y cerebros iluminados por la democracia. Tiempo es ya de terminar. Felices nosotros que recibimos la herencia de los próceres y la hemos guardado con amor en nuestros pechos, y hemos podido venir aquí a conmemorar, en estos sitios que velan sus sombras veneradas, la época augusta del nacimiento de Colombia. Justo es nuestro alborozo. Pero, al lado de él, procuremos dar-

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nos cuenta de lo que impone a nuestro deber el pasado que nos ufana y nos congrega. Pensemos que para ser dignos de nuestros progenitores necesitamos amar como ellos a la libertad, defender como ellos los fueros de la ciudadanía, estar listos como ellos a sacrificarlo todo por la Patria. No es la palabra sino la acción lo que salva a los hombres y a los pueblos; no da gloria el cántico de gloria, sino el empeño esforzado de alcanzarla; no viven la independencia y la libertad en los labios de quienes la pregonan, sino en las inteligencias de quienes las conciben, en los. corazones de quienes las aman y en los brazos de quienes las defienden. ¡Bendita sea esta hora y bendita la obra de los libertadores! ¡Sea ella siempre el ideal más caro de los colombianosy el ara de su culto y de sus sacrificios! ¡Viva ella en el tiempo, y allá, en las últimas etapas del futuro, flote, como hoy, inmaculada y libre, la bandera de la Patria! Fabio Lozano Torrijos.-1919.

1 Academia Nacional de Historia.-Contribución del Instituto en el Centenario de la Batalla de Boyacá.-1819-1919. Bogotá, Imprenta Nacional, 1919. Págs. 13 a 17. 7

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Año de 1819. 99 Orden General del 6 de enero de 1819. -' 99 En la Trinidad. Artículo 19 Siendo frecuente la deserción de los soldados y de un cantón a otro o a las estancias, tolerándolo a veces los comandantes y los dueños de ellas: ,Prevengo: 19 que cualquiera .comandante de cantón, o de cuerpo que admitiese algún individuo de otro cantón o de otro cuerpo perderá su empleo y servirá de soldado en el Ejército. 29 El dueño de estancia que admitiese en ella a cualquiera individuo de los alistados en el Ejército perderá la mitad de sus bienes aplicados a los fondos p~blicos. 39 Ningún oficial ni soldado podrá transitar de un cantón a otro, de un pueblo sin mi pasaporte. Los comandantes de .cuerpos, de cantones y el comandante general de Caballería podrán dar pasaportes para solo un día de distancia, cuan33

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do yo no esté presente. 49 A cualquiera individuo que se justificase haber robado una bestia sea con el motivo que fuese, si es oficial quedará degradado del empleo, y si es soldado por la 1~ vez, que lo haga será castigado con doscientos palos, y después si repite con pena de muerte. Publíquese por bando, en los pueblos y comuníquese en la orden general a todas las tropas. del Ejército. (Rúbrica de Santander) Artículo 2Q El soldado de Caballería, que en -revista o marcha se presentase sin lanza será destinado al servicio de Infantería. (Rúbrica de Santander) Orden general. Febrero 4 de 1819. - Trinidad. Artículo 3Q He nombrado Mayor General del Ejército de operaciones al C. Teniente Coronel Pedro FortouL Será reconocido por tal, y sus órdenes por escrito, y de palabra serán fiel, y puntualmente cumpli-. das, como si yo mismo las comunicase. El General Comandante en Jefe, SANTANDER.

Orden General. Febrero 12 de 1819. - Laguna. Artículo 4Q De orden del señor General Comandante en Jefe queda organizada la Infantería de la manera siguiente: El Batallón de Constantes será el ter Batallón de Cazadores de la Nueva Granada, sin que pierda el re-

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General PEDRO FORTOUL "' Ir

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de Vanguardia de la Nueva Granada, (lvluseo NacionaZ)

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EJERCITO DE LA NUEVA GRANADA

nombre de Constantes que con tanta justicia merece. Su comandante el Teniente Coronel A. Arredondo. Capitán Mayor el ciudadano Joaquín París. Ayudánte Mayor el Teniente Camilo Peña. Abanderado Subteniente Alejandro Alvarez. Capellán Fray Ignacio Díai. Tambor Mayor el que tiene. -, la. Compama. Capitán José Begal. Teniente Martín Franco. Subteniente 19 Francisco Perdomo. Suhteniente 29 José María Villarraga. -, 2a. C ompama. Capitán Ramón Zapata. Teniente Mateo Franco. Subteniente 19 .Pantaleón Ascanio. Subteniente 29 Vicente Ortiz. 3~ Compañía. CapitánJuan José Patria. Teniente Custodio Gutiérrez. Subteniente 19 Evangelista Consuegra. Subteniente 29 Ramón Arias. 4~ Compañía Capitán Narciso Lobo Guerrero. Teniente José María Monsalve. Subteniente 19 Gregorio Alderete. 35

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-, 5a. Co mpama. Capitán Fernando Vargas. Teniente Narciso GÓmez. Subteniente 19 Pedro T orner-Os. Las tropas existentes en este punto formarán otro Batallón que será el 1.er Batallón de Línea de la Nueva Granada. Su comandante el Teniente Coronel A. Obando. Capitán Mayor Ramón N. Guerra. Ayudante Mayor el capitán gradu

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