Liderazgo carismático y Revolución Simbólica.

Liderazgo carismático y Revolución Simbólica.

Rubén Sánchez Santos

RedComPol 2015

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Liderazgo carismático y Revolución Simbólica. RedComPol

 Tema u Objeto de Estudio: El papel que cumple el líder carismático se ha exaltado por numerosos autores y disciplinas que se han centrado en los aspectos tangibles que envuelven el fenómeno. Es por ello, que el presente trabajo trata de indagar en la actuación de aquellos invisibles o “simbólicos”. El carisma desde la concepción weberiana, tiene como fundamento un elemento revulsivo, destructor y reconfigurador de aquello “rutinizado”. Es así, como llegamos al título de esta investigación: El líder carismático y la revolución simbólica. Este último término recogido de la obra de Pierre Bourdieu, nos dilucida el complejo entramado que envuelve el proceso carismático y nos facilita una vía para la comprensión del mismo. Se trata de un fenómeno capaz de modificar las estructuras cognitivas y/o sociales de los agentes que forman parte del juego, en el que el rol del líder es monopolizar el capital del campo simbólico.

 Nombres de los componentes de los grupos: Rubén Sánchez Santos (abierto a otros investigadores)

 Justificación de la elección En lo referente a estudios basados sobre el carisma y más concretamente, del liderazgo carismático, en el sector político y social, existen numerosas investigaciones. Muchos de ellos, recalcan el papel que han tomado los mass media en la reconfiguración social de tales conceptos lo que ha provocado una masificación en su utilización. Como consecuencia –pero no únicamente a este suceso-, su acepción ha caído en un modelo reduccionista, llegando incluso a deslegitimarse en el plano teórico. Sin embargo, extraer algunos aspectos claves del proceso del liderazgo carismático en la comunicación política nos ayudará en la comprensión del propio término. No obstante, una de las aportaciones que se pudiera dar en la elaboración de este trabajo sería la apreciación del proceso del liderazgo carismático desde otro punto de vista en la comunicación política. Existe una tendencia a vincular la comunicación política y el carisma

en

términos

de

rentabilidad

electoral,

personificación,

persuasión,

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audiencias...etc. Pero no se hace hincapié en el proceso, o en las causas y consecuencias de la “aparición” de un liderazgo carismático en términos no perceptibles. Es decir, se deben sentar las bases conceptuales y metodológicas para su posible y posterior análisis, determinar las consecuencias y las causas del mismo fenómeno. Además, la utilización de estas herramientas de análisis psicosociales ubicadas en un contexto sociológico, nos permiten aproximarnos con un mayor rigor a la realidad social e individual del proceso de liderazgo político carismático. Desde Weber que tomaba al líder carismático como individuo autónomo y revolucionario de la realidad; pasando por el fenómeno colectivo de Durkheim, con su “alma” única donde se funden las mentes individuales como una unidad independiente; hasta Nye (soft power) y Bass (liderazgo transformacional), que lo incluyen como elementos conformadores de otro tipo de liderazgo por su complejidad e inoperabilidad. Todos, se han centrado en distintos elementos que forman el proceso, o bien, han interpretado el proceso de distinta forma de cómo se presenta en este proyecto.

 Objetivos de la investigación A) Objetivo general  Indagar sí el papel del líder carismático es el motivador y/o catalizador de una revolución simbólica. B) Objetivos específicos  Explicar el proceso del carisma y liderazgo carismático  Averiguar sí las formas de dominación carismáticas se centrarán en aspectos principalmente simbólicos y, no tanto “reales” o perceptibles.  Aproximarnos a la actuación de este fenómeno en el campo político y simbólico



Índice (Puntos clave explicados de forma detallada)

En este proyecto de investigación se pretende profundizar en el proceso de carisma y

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liderazgo carismático para, posteriormente, ir delimitándolos al campo político y social1. Lo primero que se debe exponer es que se trata de un fenómeno que se ha analizado y desarrollado en paralelo a la evolución de las ciencias sociales por numerosas disciplinas. Esta multidisciplinariedad ha enriquecido su estudio, pero a su vez, ha desvirtuado el aspecto central del mismo. A saber, su aspecto relacional. Estas perspectivas han tendido a primar determinados rasgos en su intento de explicación, generando dicotomías que han provocado una distorsión metodológica. En la actualidad, apoyado por los medios de comunicación2, nos encontramos con un panorama desolador en lo referente a la teoría del carisma – como medio3 u objeto de análisis- por su carácter totalizador, su inefabilidad e inoperabilidad. En definitiva, por su incomprensión. Es por ello que nuestro estudio debe superar numerosas dificultades teóricas, metodológicas y disciplinarias en su puesta de análisis; propias de una investigación de un proceso vinculado estrechamente a la realidad social y, más aún, uno que no sólo se ha ido desmitificando con el pasar del tiempo, sino que es inherente a la vida social. Como observamos en el desarrollo del presente trabajo, “lo carismático”, posee una gran complejidad que abarca distintos aspectos psicosociales y, no se puede caer en dualidades o ambivalencias reduccionistas basadas únicamente en aspectos emocionales o racionales, tomando como eje vertebrador al individuo o a la sociedad, y dejando así, a un lado todo el entramado de interacción y simbolismo que envuelve el desarrollo del mismo. Ahora bien, para ello, se pretende dar una aproximación a una explicación de cómo y por qué acontece el mismo fenómeno desde, y entre, distintas perspectivas que no solo se centran en el individuo, los seguidores, o el propio contexto histórico y social. Es decir, se deben tener en cuenta la interrelación de todos estos elementos para poder dar una explicación más fiel de su propio desarrollo y no caer en sesgos metodológicos y explicativos, superando las dicotomías existentes que suelen caracterizar a tales disciplinas – por lo menos a las más tradicionales-.

No se considera que se trate de un fenómeno delimitado únicamente a un campo, sin embargo, tal y como se plantea en esta investigación, cada campo posee características propias. Por ello, es necesario especificar algunos condicionantes de los mismos para una mejor comprensión. 2 Los medios de comunicación tienden a vincular el carisma con un cierto magnetismo personal, originado en un principio por Mesmer, y corroborado por los psicólogos de masas. 3 Es decir, como parte de un liderazgo más “contingente”. 1

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Por último, y como se puede observar en esta investigación, todos estos elementos son dinámicos, es decir, no se pueden tomar como una realidad absoluta y determinante para una predicción de posibles acciones. Pero, existen herramientas de investigación que nos pueden acercar a su análisis que deben partir de aspectos relacionales, más concretamente, de aspectos objetivos y objetivables, externos e internos. La presentación de estas tendencias interpretativas se expone en la primera parte del trabajo. En ella, realizamos un recorrido teórico-histórico del carisma. Para poder tener una mejor visión del proceso se debe presentar su evolución y las predisposiciones en las que diferentes autores han fundamentado sus teorías, para una interpretación de las dinámicas grupales, e implícitamente del carisma y el liderazgo carismático. Así, encontramos a autores como Platón, Maquiavelo, Montesquieu y otros tantos, que tratan el tema de manera implícita. Pero ello no significa que sus obras estén carentes de sentido en relación al carisma. Una vez completado estos antecedentes, nos adentramos en la obra de Weber. Este autor ha sido el gran artífice del asentamiento en las ciencias sociales del carisma. En su obra cobra un papel principal el líder carismático y sus cualidades extraordinarias. Sin embargo, no han sido pocos autores los que han reformulado su concepción, ampliando sus escenarios de acción y redistribuyendo más peso en ciertos aspectos que los atribuidos desde su punto inicial. Como es el caso de Eisenstad y su carisma institucional. Por último, en este apartado se hace una aproximación a las teorías de la organización. En ellas, el liderazgo y el liderazgo carismático entran en escena como uno de los protagonistas en el funcionamiento de la estructura organizacional. Además, nos han dejado apreciaciones –teniendo en cuenta la perspectiva donde está “inscrito”- muy importantes, como la posibilidad de medición de ciertos liderazgos. No obstante, desde ciertos autores se ha relegado a un segundo plano como parte o característica de otros liderazgos. Es importante señalar que el peso del carisma no se ha reducido, sino que lo que se ha desvirtuado en esta óptica es su posición. La segunda parte de este trabajo, y quizás la más innovadora, será el abordaje del mismo fenómeno a través de perspectivas psicosociales. Especialmente, la teorización

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de Bourdieu. Este autor, nos aporta un gran contenido teórico para la comprensión y superación de las simplificaciones que se han comentado, en relación a la dinámica que acontece entre individuo y sociedad. También, nos abre la puerta para que desde la comunicación política se puedan utilizar las herramientas de análisis que nos permitan comprender el fenómeno carismático. A su vez, tomando como aspecto central del líder su rol comunicativo, desde esta disciplina, se abre la posibilidad de favorecer el proceso comunicativo de interacción entre el líder y sus seguidores. Como hemos mencionado, se trata de un término muy estudiado, con multitud de intentos de explicación en distintas disciplinas. Sin embargo, el enfoque desde el que se ha abordado el análisis en el campo político ha provocado caer en el error de considerarlo como una cualidad “totalizante” e independiente, y no como un variante del liderazgo político. Como sucede en los escritos de Weber, existe una exaltación del carisma que lleva identificar al líder carismático como la “fuerza revolucionaria específicamente creadora de la historia” (Bourdieu, 2012, p.47), simplificando así, el mismo proceso. Es decir, considera al líder como una fuerza absoluta y autónoma. No obstante, desde esta investigación se parte de que es un proceso basado en su carácter relacional, del simbolismo consciente o inconsciente entre el líder y los seguidores, e incluso del sistema social y relacional. Por eso, cada vez se hace más necesario un estudio sobre el entramado de interrelaciones e interacciones que se dan en el proceso, y más aún, dentro de estructuras objetivadas, históricamente configuradas, que aportan una gran base metodológica. Cuando hablamos de invisibilidad hacemos referencia al entramado simbólico que envuelve el proceso, desde sistemas y circuitos simbólicos, hasta una dominación simbólica. Esta parte, quizás la menos tratada teóricamente, será fundamental para explicar su desarrollo y sus posibles efectos. No obstante, para poder analizar el proceso en un campo determinado como es el de la política, nos es necesario observar la acción en términos estratégicos – en criterios de Bourdieu-. Es decir, observar las tendencias generales que vive este campo para aportar una aproximación valorativa del mismo. En conclusión, y para no entrar en más detalle en estos aspectos, a la hora de abordar el proyecto, tomamos como punto de partida dos posiciones:

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1) Nos basamos en la aportación que desde la Psicología Social, y más concretamente, desde

la

Psicología Social “sociológica” (Garrido y Alvaro, 2007, p. 476-478)

moderna nos dilucida el complejo entramado de los hechos sociales e individuales. Y es que, las estructuras cognitivas en las que basamos nuestras acciones parten de una interacción individuo-sociedad en relación a su entorno, que les dota de significado. Es decir, basamos nuestras acciones en significados creados en la interacción individuosociedad y los configuramos a través de la autorreflexión dentro de un sistema estructurado construido a través de la historia social. En definitiva, los seres humanos son los que producen la propia sociedad, pero como actores históricos, a su vez, están influidos en su propia conducta por la historia social en la que está estructurada su acción. 2) El papel que desarrolla o pudiera desarrollar el líder carismático en la transformación o creación de estructuras cognitivas, e incluso sociales, y que consecuentemente, modificará la cultura. Sin embargo, y como hemos venido explicando anteriormente, no se considera al líder como un individuo autónomo y aislado de interacción e interrelación, pero sí con un rol específico dentro del mismo proceso. A pesar de ello, no consideramos que todo líder sea carismático, ni que el mismo proceso tenga que tener inherentemente una figura, aunque se trate de un agente social, para que acontezca. Se trata de una afirmación que matizaremos en esta investigación teórica, ya que es la base para la comprensión de la motivación y acción de las dinámicas grupales. Es decir, la relación e interacción entre individuo, sociedad y contexto. Aquí entraría el concepto de revolución simbólica como proceso de cambio. Las categorías de percepción y apreciación, como afirma Bourdieu, son por las cuales entendemos las representaciones del mundo y el mundo en sí mismo. La revolución simbólica es el proceso iniciador de tal comprensión. Es decir, este fenómeno es aquel que puede destruir o desestabilizar estructuras cognitivas e incluso sociales, reformulando unas nuevas. Tiene éxito, en tanto en cuanto, existe una generalización en la percepción por parte de aquellos que la conforman, instaurándose como una nueva estructura. Cuando hacemos referencia a la invisibilidad, en parte, nos atenemos a este proceso. Aquellos que se instauran en esta “nueva” estructura no son conscientes, por su generalización, de la modificación o ruptura de las anteriores estructuras cognitivas. En este sentido, el líder carismático sería el agente reactivo del proceso, a través de la

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ejecución de una violencia simbólica hacia sus seguidores. Como nos explica Bourdieu, normalizamos e interiorizamos las relaciones de poder, creando nuevas estructuras cognitivas aunque nuestra posición sea la de seguidores o dominados. Esta violencia simbólica está enmarcada dentro de una estructura social, la cual, determina ciertos límites de acción.

 Metodología y técnicas empleadas La investigación en cuestión tiene carácter teórico, donde se incluyen referencias de distintas posiciones para reforzar la argumentación. No es necesario repetir los puntos de vista que hemos puesto de manifiesto en esta introducción y por lo que nos hemos decantado en reforzar este aspecto. Sin embargo, cabe destacar que hemos pretendido aportar otra perspectiva a las ya esgrimidas por otros tantos autores, que introduzca una vía para la comprensión y análisis del fenómeno carismático. No consideramos que el desarrollo de una investigación cualitativa4, como la presente, deba tener unas pautas fijas y sí, una guía general. Esta línea que seguimos, y que ya hemos comentado, parte de la recomposición teórica de las variables más destacadas que se han tenido en cuenta en la evolución y explicación del concepto. A saber: liderazgo, seguidores, contexto, campo político, situación extraordinaria y simbolismo –concretamente la revolución simbólica-. Todo ello, gira en torno a nuestro concepto del carisma. Para poder dar una explicación de estas variables es necesario ponerlas en una situación relacional. Algo que hemos hecho a lo largo del proyecto. Así, una vez llegados hasta este punto, la línea que “marca” la piscología social sociológica nos ayuda a entender esta dinámica relacional. En cuanto a los niveles empleados en la metodología de carácter general, no consideramos, como nos expone Pablo Cazau (2006, p.25-26) , la utilización únicamente de un tipo de técnica. A lo largo de la investigación se han intercambiado

4 Consideramos que está ubicado en el “paradigma” cualitativo - en términos de D’Ancona – ya que se está más vinculado a una “epistemología interpretativa”. Sin embargo, no nos centramos únicamente en la motivación de la acción de un sujeto individual sino en las distintas variables interactuantes en el proceso. Pero ello, no se deslegitima la asociación a un paradigma más cualitativista que cuantitativo. ( D’Ancona, 1996/2010, p.46)

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los modelos. Así, por ejemplo, en la primera parte describimos los distintos tipos de variables que acontecen en nuestro proceso carismático – individuo, sociedad, simbolismo, etc.-; mientras que en la segunda parte, se pretende dar una explicación del por qué y el cómo del mismo. Por último, y al ser un tema bastante desconocido, en la parte final, se vincula el liderazgo carismático con la revolución simbólica en el campo político. A fin de cuentas, se podría de hablar de una fase exploratoria que permita la continuación de sucesivas investigaciones. En cuanto a las fuentes recurridas, básicamente, han sido secundarias. En un trabajo de este calado, la argumentación multidisciplinar se convierte en un factor esencial para respaldar la legitimidad de esta misma investigación.

 Plazos (establecer duración de la investigación con fechas concretas de inicio y fin y detallar fases del desarrollo) Estimación: 9 meses (Octubre 2015 a Junio 2015) Octubre – Noviembre: Fase de recogida de información y análisis Diciembre – Febrero: Análisis del liderazgo carismático desde distintas perspectivas teóricas Marzo – Mayo: Aportes novedosos de la investigación Junio: Elaborar conclusiones y aspectos técnicos y de forma, así como posibles documentos de presentación de la investigación.

 Aportar posibles fuentes de información: 

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Real Academia Española (RAE). Definiciones extraídas:

Catalizador:

http://lema.rae.es/drae/?val=catalizador;Reactivo:http://lema.rae.es/drae/?val=re activo

 Decidir de forma unánime si se autoriza a RedComPol para dar difusión de dicha investigación, siempre con el nombre de los investigadores. Yo, Rubén Sánchez Santos con dni XXXXXXXX-X, autorizo a RedComPol a la difusión de mi investigación siempre conservando los derechos de su autoría.