Instituto Nacional de Reforma Agraria Proyecto de Desarrollo Sostenible de los Pueblos Indígenas del Beni INRA – PRODESIB
Loma Santa está en nuestros territorios (Prodesib y Territorios Indígenas)
PRODESIB
Loma Santa está en nuestros territorios (Prodesib y Territorios Indígenas) AUTORES
María Elena Canedo Jaime Iturri Salmón FOTOGRAFÍA
Juan Carlos Schulze Jaime Iturri Salmón María Elena Canedo Luz Beatriz Gaviria DISEÑO Y ARMADO
Rocio Laura
[email protected] [email protected] www.praia-amazonia.org © INRA/PRODESIB DEPÓSITO LEGAL:
0000 ISBN 0000 La Paz, Bolivia, 2005 Los derechos de esta obra pertenecen al INRA/PRODESIB. Se autoriza la reproducción citando la fuente
TERRITORIO, LA HISTORIA DE UN SUEÑO
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sta es la historia de un sueño, de centenares de reuniones, de marchas de miles de indígenas amazónicos hacia la sede de gobierno en el lejano altiplano. Es la historia de mujeres y hombres quienes desde lo más profundo de la selva amazónica boliviana, a finales de los años 80, determinaron luchar hasta conseguir que el territorio de sus mayores fuera suyo, con títulos y linderos demarcados y con el respaldo de la ley. Es también la historia de la apuesta del Estado Boliviano y del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, FIDA, quienes juntos propiciaron el Proyecto de Desarrollo de los Pueblos Indígenas del Beni (PRODESIB), y que porfiadamente buscaron mecanismos para apoyar a las organizaciones indígenas y al Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) para posibilitar el saneamiento de los Territorios Comunitarios de Origen (TCOs). En esta historia centenares de ciudadanos y ciudadanas indígenas posibilitaron, con sus saberes y esfuerzos, la formación de técnicos y profesionales originarios, el impulso de pequeñas empresas y el saneamiento y titulación de sus territorios; ellos tuvieron en el PRODESIB un aliado que permitió capacitarlos y financiar los distintos procesos. Otros pequeños, medianos y grandes propietarios también se vieron favorecidos al poder contar hoy con sus tierras debidamente demarcadas y legalizadas. Con marchas y contramarchas, con la intervención política que paralizó el proyecto durante meses, con tensiones y amenazas, con incontables contratiempos burocráticos, los territorios hoy demarcados, saneados y titulados son una muestra de que los sueños de los más débiles y olvidados pueden hacerse realidad. Roberto Haudry de Soucy Gerente de Operaciones FIDA TERRITORIO, LA HISTORIA DE UN SUEÑO
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LOMA SANTA ESTÁ EN NUESTROS TERRITORIOS Si no tenemos el territorio pues no tenemos donde vivir, donde trabajar, no tenemos futuro para nuestros hijos, para nuestros nietos (Rafaela Menacho Monteverde, TIPNIS)
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umo. Si apenas se puede ver a cien metros. Con esta humareda los aviones ya no vuelan en esta región. Ni siquiera los pilotos más experimentados como el capitán Tito Guiteras, se animan en condiciones climáticas tan adversas. “Necesitamos 1500 metros de visibilidad para poder volar” nos dijo el encargado de la línea aérea en San Borja y agregó “ahora no llegamos ni a 300”. Con las horas las cosas se hicieron más graves.
Al final, no pudimos viajar en avión hasta Trinidad, lo hicimos por carretera. En el camino vimos muchos incendios. Además de los chaqueos (quemas para habilitar la tierra para la agricultura) lo que produce mayor humareda es la quema de pastizales para la renovación del pasto destinado al ganado. Los últimos años de los que se tienen registros de la cantidad de incendios ocasionados son el 2000 y el 2001, según un informe publicado en el periódico La Razón. En el primer año del nuevo milenio el número de incendios superó los dos mil pero 365 días después eran más de tres mil. Un preocupante aumento del 50 %. La humareda afectó a más de la mitad del territorio de Bolivia, produciendo además de serias infecciones respiratorias una gran mortandad de fauna y flora. Según la Cámara Forestal la humareda producida en Bolivia llegó hasta Colombia. LOMA SANTA ESTÁ EN NUESTROS TERRITORIOS
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Todo esto incide negativamente no solo en la contaminación sino en la propia generación de lluvias ya que las cenizas afectan grandemente a las precipitaciones pluviales. El chaqueo es la forma más primitiva de destruir la selva en un área para introducir pastizales o para habilitar terrenos de cultivo. El Sistema de Regulación de Recursos Naturales Renovables (SIRENARE) sostiene que cada año, en Santa Cruz, se deforestan aproximadamente 250 mil hectáreas tan solo para la siembra de soya. Si bien el envío al exterior de este alimento constituye el 40 % del total de las exportaciones bolivianas generando, entre enero y septiembre de 2004, 500 millones de dólares de ingresos para los empresarios que se dedican a este negocio, los niveles de deforestación y de erosión de la tierra son especialmente preocupantes. Según la FAO son tres los factores que llevan a la disminución de la superficie boscosa: la recolección de madera como combustible, el sobre pastoreo y la necesidad de espacio para actividades agrícolas. En los 20 años que van de 1975 a 1995 se eliminaron 3 millones de hectáreas en la superficie boscosa de Bolivia. Ese ritmo ha aumentado rápidamente los últimos años. Los expertos de la Cámara Forestal de Bolivia temen que de continuar el avance de la frontera agrícola al ritmo que va, en 90 años los bosques amazónicos en Bolivia podrían desaparecer. Tan sólo en el área de El Choré en Santa Cruz se necesitarían 70 años para que la zona vuelva a ser como antes de la gran quema del 2004 según estima el periodista Carlos Valverde Bravo. En este preocupante marco de destrucción de su hábitat, los indígenas amazónicos emprendieron la lucha por su territorio, un combate por la sobrevivencia, por continuar viviendo en la floresta de sus mayores. 10
LOMA SANTA ESTÁ EN NUESTROS TERRITORIOS
Esta es la historia de cómo el Proyecto de Desarrollo de los Pueblos Indígenas del Beni (PRODESIB) apoyó al proceso de saneamiento, dotación y titulación de los territorios: Parque Nacional Isiboro-Sécure (TIPNIS), el Territorio Tsimane’ (TICH) y el Territorio Indígena Multiétnico (TIM II), para que los Originarios pudieran ser dueños de su tierra que fue la de sus antepasados.
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La radio, una de las formas de comunicación más usuales en la selva
“VIVÍAMOS
COMO ESCLAVOS” Los indígenas amazónicos vivieron en condiciones de extrema explotación en la Colonia y en la Répública
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pesar de que los Pueblos Indígenas aportaban la mano de obra para todos los emprendimientos empresariales en la región amazónica, trátese de la recolección de la goma, de la castaña, del palmito o de la ganadería y la agricultura, los Originarios eran, por así decirlo, invisibles. Se creía que el oriente boliviano estaba completamente despoblado, por tanto, se concluía que los territorios habitados por indígenas amazónicos eran territorios de nadie y por tanto susceptibles a ser “colonizados”. De hecho, el nombre que los gobernantes de principios del siglo XX daban a esa región era Territorio Nacional de Colonias. Hasta los años 80, incluso la izquierda boliviana hablaba con el genérico “tupi-guaranies” para referirse a una treintena de Pueblos con territorio, lengua e identidades distintas. Estos Originarios que fueron desde siempre nómadas suman hoy aproximadamente 250 mil, ubicados en asentamientos que van desde los 50 habitantes hasta la 50 mil. (Paz, 2003: 83) Uno de los problemas para poder cuantificar la cantidad de originarios es el hecho de que muchos son migrantes. El máximo dirigente Tsimane’ Jorge Añez cuenta que cuando se hizo el censo de su pueblo encontraron a comunidades que ya habían sido censadas pero en otro lugar. Hace 5 siglos la realidad era muy diferente. “… Por los datos de que ahora se dispone, en la época anterior a la conquista española, se estima que existía más de un millón de habitantes en esta región…” (Riester citado “VIVÍAMOS COMO ESCLAVOS”
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por Paz, 2003: 36-37). Los factores que llevaron a que la población amazónica fuera diezmada fueron las enfermedades y las masacres que motivaron la desaparición de varios Pueblos y afectaron grandemente el número de otros. Los que quedan fueron invisibles para el Estado por la ceguera racista de los sectores dominantes. ¿Sería exagerado afirmar que en la Amazonia boliviana se cometió un genocidio? Puede que el término no esté muy lejano de la realidad. Luego de la implantación de las Reducciones Jesuíticas y de que los sacerdotes de la Compañía de Jesús fueran expulsados de América (1767) los indígenas tuvieron que elegir entre el esclavismo o en internarse cada vez más adentro del monte. Un siglo después vino el auge de la goma y de las barracas, donde se encerraba a los indígenas una vez que eran capturados por los cazadores de mano de obra. El actual Secretario de Tierra, Territorio y Recursos Naturales de la Central Indígena de la Región Amazónica de Bolivia (CIRABO), Ruperto Amutari, señala: “Antes se vivía en una vida sometida a esclavitud, ya que años atrás ésta ha sido la vida de los indígenas y de los pobres que vivimos en esta parte. Hemos sido sometidos a mal trato, a explotaciones por los grandes terratenientes, por las empresas, porque se indicaba que solamente ellos eran los dueños de todas las tierras, que solamente ellos eran los poderosos y que nadie más tenía derecho sobre las tierras”. 14
“VIVÍAMOS COMO ESCLAVOS”
LA SIRINGA
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n el “buri”1 todo es fiesta. Se baila, se bebe y se firma. Después cuando la cabeza trata de reponerse del dolor causado por el alcohol uno recién percibe que entre vaso y vaso de trago ha firmado un compromiso para “engancharse” en la recolección de la goma. Para ello le han prometido cielo y tierra y un paraíso en el norte amazónico donde “se trabaja poco y se baila mucho”. La realidad es muy diferente y es que la llegada del siglo XX no terminó con la ingenuidad ni con el engaño. El contratista que logra la firma percibe un buen monto de dinero por el nuevo enganchado, de ahí paga una parte a los policías por si el contratado se arrepiente y decide no ir hacia los gomales. Una vez en la zona de explotación de la siringa se le paga en dinero la recolección. Un monto por cada kilo de látex extraído. Pero en esa región no hay tiendas y así el patrón se asegura un nuevo negocio: entrega víveres, ropa y alcohol a los siringeros. Al final del mes se hace un recuento: tanto trajiste de goma, tanto consumiste. Muy pocos salen con saldo a favor. El resto debe seguir trabajando para pagar sus deudas. No sin razón en los extramuros de Santa Cruz alguna mano bien enterada escribió: “Calle Beni, por donde se va y no se vuelve”.
Uno de los jóvenes cruceños que seducidos por la promesa de riqueza rápida del noreste boliviano viajó hasta esa región para encontrar su propio “El dorado” fue Juan B. Coimbra que trabajó en los cauchales y después de pelear contra los filibusteros brasileño en defensa del Acre terminó sus días como director de un periódico, subprefecto de Baures y 1. Lugar de baile popular en el Oriente boliviano.
LA SIRINGA
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escritor. Su más célebre libro se llama Siringa y fue publicado en 1946. En el prólogo, escrito en 1942, su amigo Fabián Vaca Chávez cuenta: “Siringa es el nombre que los pobladores de la hoya amazónica dan al árbol de caucho. Durante medio siglo este vocablo fue una voz mágica que sonaba a libras esterlinas y sabía a derroche, a poderío, a fastuosidad, a influencia política y social. La siringa dominaba corazones y conciencias. Era la impunidad, el libertinaje y la audacia. Ante ella enmudecían los códigos y se doblaban las autoridades, como dominadas por el sortilegio. En ese far west de Bolivia –que era el imperio de la goma- encerrado en el cuadrilátero de aquellas grandes arterias fluviales del Beni, el Madre de Dios, el Acre y el Madera, se ha dicho más de una vez que sólo regía el artículo 44, o sea el calibre de la carabina Winchester. “Poblaciones enteras sucumbieron tragadas por la vorágine de la selva gumífera. Primero Mojos, después Chiquitos y Cordillera, por último Santa Cruz de la Sierra, pagaron su tributo a este Moloc moderno que fue el árbol de la goma…”. (Coimbra, 1974: 7).
Pero los enganchados son sólo una parte de los trabajadores. Los mejores y mayores brazos vienen de los indígenas traídos a veces de lugares tan alejados como el norte de La Paz. Es el caso de los Tacanas a los que se obligó a ir hasta las cercanías de Riberalta (al este del país) desde Ixiamas, situada al extremo oeste de Bolivia. Para ellos no hubo ni buri, ni baile, simplemente los cazaron. Por eso los indios llamaban comegente a los hombres que van en su captura y que los llevan atados de manos y pies hasta donde los enganchadores. 16
LA SIRINGA
Y los indígenas son concientes de que sus antepasados fueron sometidos a un proceso migratorio obligatorio. En la comunidad de Santuario, cercana a Riberalta, el capitán tacana, Antenor Ruela Duri, nos contó: “nosotros somos de Ixiamas, Tumupasa, Tawa, San Buenaventura, Rurrenabaque, Reyes, de todas esas partes y nos han traído a trabajar lo que llamaban el oro negro, la goma”. Todas esas poblaciones mencionadas quedan al noroeste de Bolivia y ahora una buena parte de los descendientes de los Tacana habitan el extremo noreste del país. La de la siringa no fue la primera migración obligada de los Originarios amazónicos, antes, en tiempos de la Colonia muchos fueron llevados a Santa Cruz para que trabajaran en la industria del azúcar y en las plantaciones de algodón.
LA SIRINGA
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Territorio multiétnico ii
LA LARGA LUCHA POR EL TERRITORIO Tras varios años de lucha por conseguir la entrega en propiedad de los territorios los amazónicos se acercan a su sueño
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a lucha por el territorio propio ha sido extensa en tiempos y esfuerzos y los mismos dirigentes coinciden en que parecía un sueño inalcanzable. Ellos cuentan que a sus primeras convocatorias no asistían muchas personas y que el proceso de convencimiento fue arduo y largo. De hecho existía un gran temor entre los propios Pueblos. Algunos mojeños, por ejemplo, sostenían que era mejor no pasar por territorio Tsimane’ porque podrían ser atacados. A casi 15 años de la histórica marcha “Por el territorio y la dignidad” queda claro que la lucha por el territorio ha permitido mayores niveles de organización e integración entre los Pueblos Indígenas. Uno de los problemas era el del idioma, sobre todo para los Tsimane’ entre los cuales muy pocos son bilingües. El actual presidente de la sub central del TIPNIS Rubén Yuco Nocopuyero cuenta: “Antes de la Marcha todo el mundo ignoraba por qué había que movilizarse para organizarse. Yo, por ejemplo, vivía en la zona colonizada y no pensaba que deberían juntarse las comunidades y luchar por su territorio. Era una de las personas que andaba en contra de lo que se empezaba a movilizar la gente porque LA LARGA LUCHA POR EL TERRITORIO
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no sabía para que se movilizaba. Un día de esos llegan dirigentes a la comunidad Santísima Trinidad donde yo vivía. Me puse a renegar por que yo no necesitaba movilizarme. Tenía mi chaquito, tenía mis animalitos y tenía mi propia tiendita pero como yo era el único que hasta entonces hablaba el trinitario correctamente, mi lengua materna, me pidieron que yo pueda acompañarlos en los encuentros y traducir lo que la gente decía. Así pasó en el tercer encuentro que se hizo en la comunidad de Santa Teresa, ahí fue que me llevaron tres corregidores, ellos eran Don Severiano, Don Honorato y este señor Humaday, Don Fermín Humaday. Esas tres personas mayores que iniciaron el movimiento. Al final de cuenta, se hace la Subcentral creándola el 24 de julio de 1988 en Puerto San Lorenzo para que defendamos nuestra dignidad, nuestros derechos, nuestro territorio, tengamos buena salud, tengamos buena educación, porque hasta entonces se ignoraba que los Pueblos Indígenas amazónicos existían. Mucho manejaban la palabra aborigen, nómadas. Poco a poco fui entendiendo toda esa parte y me fue doliendo el alma, entonces vi razón por que se movilizaba la gente y pude acompañar en la marcha que se ejecutó el 15 de agosto de 1990 para llegar hasta la sede de gobierno a hacernos escuchar a nivel nacional e internacional que los Pueblos Indígenas existimos y que tenemos los mismos derechos que cualquier otro ciudadano común y corriente como se dice. Desde ahí es que llegamos a La Paz con una marcha de 34 días de caminata. Ahí nos entregan el Decreto Supremo el 22610 el 24 de septiembre del año 1990. Posterior a eso retornando a 20
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nuestras comunidades es que empezamos a demandar el territorio que se ve más o menos como está en el mapa. Esa era la idea de que tengamos el territorio donde se debe manejar la autonomía y que los cabildos cumplan con sus funciones, que la cultura y la tradición no se deshaga, porque se corría el riesgo de que se introduzcan a nuestro territorio colonizadores, empresarios y ganaderos que puedan destruir todo el Cabildo y, de esta manera, se pierda totalmente la lengua materna. Desde ahí entonces empieza esta situación de que se tiene que hacer el saneamiento”.
El anterior fue el proceso dentro de Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure, conocido como TIPNIS. En el caso de la Central Indígena de la Región Amazónica Boliviana (CIRABO) su fundador y dirigente histórico Mario Moreno anota que: “Nos entrevistamos entre los compañeros Esse Ejja, con los compañeros Cabineños y con los del pueblo Chacobo porque anteriormente no nos entendíamos, no nos conocíamos entre Pueblos, más bien nos odiábamos, nos tratábamos (insultábamos) unos a otros, pero en 1989 ya se organiza el CRENOT que era un Comité Regional Étnico del Noroeste Boliviano. Esa directiva duró más o menos unos 3 ó 4 años pero no nos conformanos con un comité ya que no era como una organización legal. Entonces se buscó una sigla en 1990 y se acordó la de CIRABO con lo que se bautizó. Cuando se fundó solamente participaban 3 Pueblos, el resto era desconocido. Claro que se los visitaba, pero no eran reconocidos como Pueblos. Desde 1991 se prepara y se invita para un congreso indígena que duró siete días, y que se realizó en 1993. En ese tiempo participaron 169 delegados ya de los 7 Pueblos, mejor dicho de los 8 Pueblos. Ahí se nombra una directiva y se busca el reconocimiento para conseguir una resolución secretarial reconociendo a CIRABO como LA LARGA LUCHA POR EL TERRITORIO
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una organización indígena del norte amazónico porque era la primera organización en esta parte. Entre las dificultades que enfrentó el proceso está el hecho de que la Federación Campesina nos ha empezado a empujar hacia afuera, porque decían que estas comunidades les pertenecían a ellos, pero las comunidades mismas cuando empieza CIRABO su labor, su meta, ellos mismos vienen reconociendo su origen y se afilian a CIRABO”.
Sin embargo, hay varias comunidades indígenas que no se han sumado a las Centrales que existen en cada región, pues prefieren proclamarse campesinos antes que originarios. Por curioso que parezca uno de los principales argumentos para no reclamarse indígenas es que no quieren aparecer empelotos (desnudos) como en el pasado lo estuvieron sus antepasados. Ellos entienden que ser indígena es un retroceso. En el caso de los Tsimane’ el presidente del Gran Consejo, Jorge Añez, nos cuenta que: “Cuando nosotros nos organizamos el 89 yo no conocía que había varios grupos indígenas. Sólo conocía a los yuracarés que vivían en algunas de las comunidades. Conocía a algunos yuracarés y trinitarios y a los mocetenes con los que hablamos el mismo idioma y yo creía que éramos esos no más los grupos indígenas, pero cuando ya nacen las organizaciones se organiza otros grupos indígenas en las reuniones grandes que hemos tenido en Santa Cruz y La Paz ya ahí nos conocíamos de que éramos varios Pueblos Indígenas”. 22
LA LARGA LUCHA POR EL TERRITORIO
Mientras que el secretario de tierra y territorio del TIPNIS Mauricio Guaji Muiba cuenta: “En el año 1996 una segunda marcha fue protagonizada nuevamente por los Pueblos Indígenas. A ella se sumaron colonizadores, exigiendo una nueva redistribución de tierras por que sabíamos de que en el año 1953 la Ley Reforma Agraria no dio legalidad a la tenencia de los territorios, mucho menos a las comunidades de los Pueblos Indígenas por eso fue que se dijo que debería ser cambiada esta Ley a través de otra nueva. De ahí es que el 96 en esta marcha se exige una nueva Ley, la del Servicio Nacional de Reforma Agraria más conocida como Ley INRA o Ley 1715. En esta Ley, por ejemplo, se considera que los Pueblos Indígenas tienen derecho al territorio. Los Pueblos Indígenas demandamos nuestro espacio geográfico, donde nosotros vivimos, como territorios indígenas. Aparece la Ley INRA que da el nombre a nuestro territorio como Tierras Comunitarias de Origen, TCOs. Posteriormente en la marcha del 96 se exige que los territorios mencionados en Decreto Supremo del 90 sean titulados inmediatamente con un título provisional, de ahí es que el 96 sólo cinco territorios fueron titulados y uno de ellos es el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure otorgándole un título ejecutorial en el año 1997 en el mes de abril, que era un título provisional. Posteriormente en el TIPNIS, a partir de 1998, se hacen las primeras operaciones de pericia de campo bajo un cronograma establecido por el INRA y juntamente elaborado con los Pueblos Indígenas”.
Las marchas del 90 y del 96 exigieron gran esfuerzo físico de los indígenas y a ellas concurrieron desde niños hasta ancianos, la presidenta de la Subcentral de mujeres del TIPNIS Gladis Nogales señala: LA LARGA LUCHA POR EL TERRITORIO
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“Nosotras como mujeres también hemos participado en la marcha. Yo al menos he participado en la marcha del 96 por la promulgación de la Ley INRA. En ese momento ha habido mucho sacrificio para las mujeres. Yo he ido de ocho meses de embarazo. He ido a reclamar nuestros derechos que nos corresponden como Pueblos Indígenas por que antes no éramos tomados en cuenta, éramos como personas que no existíamos. Desde aquel momento como Pueblos Indígenas estamos, mujeres y hombres, luchando. Mujeres y hombres nos movilizamos y fuimos a la marcha. Niños también iban en la marcha sufriendo hambre, frío, diferentes dificultades que tuvimos en esa marcha. Las mujeres somos luchadoras para conseguir un territorio que nos corresponde.”
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Canoa para cruzar el río cerca al lago el carmen en el tim ii
LA QUINA
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as fiebres queman las entrañas y la piel. Quienes las padecen mueren en medio de convulsiones y creyendo que el infierno los ha alcanzado antes del último suspiro.
Y de pronto surge la cura. Una planta propia de la zona andina se traslada hasta la Amazonia y cura la malaria. Se llama Quina y de ella se extrae la quinina. Durante el siglo XIX fue la única exportación boliviana no mineral sobre la que recaían los impuestos. Gobiernos proteccionistas como el de Manuel Isidoro Belzu estableció un monopolio estatal sobre la venta de la quina en 1849. Décadas después el negocio fue dominado por los colombianos hasta que las plantaciones de quina desarrolladas por norteamericanos e ingleses en el Asia entraron en producción. Una vez más el negocio se acabó.
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LA QUINA
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a goma produjo grandes riquezas a los señores de las casas mayores como se llamaba a quienes recolectando el látex y lo enviaban allende de los mares. En su momento el propio Enrico Caruso, el más grande tenor de su época, fue contratado para cantar en el teatro de Manaus, tal el poder económico de los terratenientes.
Pero todo imperio se desmorona, sobre todo si está basado en la exportación de materias primas. Los ingleses y norteamericanos plantaron árboles de caucho en el Asia y luego vino la goma sintética. Para la región quedó como paliativo la cosecha de la castaña. La crisis de la goma fue larga y duró desde el fin de la Primera Guerra Mundial hasta el fin de la Segunda. Precisamente en este segundo enfrentamiento global es que gracias a la invasión japonesa a varios países donde angloamericanos habían plantado gomales, el negocio de la goma boliviana resurgió por los años que duró la contienda bélica. A finales de los años 20, el por entonces delegado gubernamental del Territorio Nacional de Colonias (es decir lo que hoy son los departamentos de Beni y Pando), José Salmón Ballivián, escribió en el periódico El Diario un largo reportaje sobre su periplo por tierras calientes. Uno de los súbtítulos bajo el nombre de “Momentos de angustia” dice: “La goma elástica, el único artículo que da vida comercial e industrial a la región del N.E., aún antes que Inglaterra lance al mercado el diez por ciento de la producción que retenía, y antes también de que entren en plena producción las plantaciones de los norteamericanos, acaba de sufrir una baja tan considerable que hace temer el abandono de los siringales y el despueble
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trágico de la zona. Son estos momentos muy graves para nuestras regiones tropicales no siendo bastante la explotación de la castaña que salva la vida de los pobladores unos dos meses por año, se impone implantar inmediatamente la industria algodonera, fábricas de tejidos, elaboración de azúcar y manufacturas de muchas materias primas que abundan en esas regiones”. (Salmón, 1937:165)
Pese a todo se siguieron explotando los gomales aunque en medida mínima. A partir de 1980 la economía de la goma vuelve a declinar hasta su liquidación 15 años después. Lo único que queda es la castaña que en los últimos años ha sufrido un ascenso debido a la prohibición de exportación de Brasil. Pero para cosechar la castaña bastan tres meses de zafra. Casi todo el trabajo de recolección de la castaña esta organizado con fuerza de trabajo que no es de las comunidades del lugar. Los indígenas que reclaman el Territorio Comunitario de Origen conocido como el Multiétnico II son descendientes de trabajadores de los gomales y de las castañeras que los reunían en barracas para que trabajaran.
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EL FIN DE UNA ÉPOCA
EL PROBLEMA DE LA TIERRA Como en muchos países del mundo en Bolivia el de la tierra es un conflicto aún no resuelto
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l de la tierra ha sido tradicionalmente uno de los grandes problemas en nuestro país. Durante la Colonia las autoridades españolas repartieron grandes extensiones de tierra aunque permitieron la existencia de tierras comunales a condición de que los indígenas pagaran tributos en dinero y en brazos para la mita minera. Con la República lejos de mejorar las condiciones de vida de los indígenas, éstas empeoraron. El de la tierra no fue una excepción dado que mientras el Estado nacido en 1825 vivía del tributo indígenal y del de la coca, se impuso un mayor despojo a las comunidades a través de políticas como las implementadas por el presidente Mariano Melgarejo (Leyes de exvinculación). La revolución de 1952 posibilitó que se otorgara tierra a quienes la trabajaban pero este proceso llegó poco a las hoy conocidas como Tierras Bajas donde continuó el latifundio. En octubre de 1996 se dictó la Ley 1715 conocida como Ley INRA o Ley del Servicio Nacional de Reforma Agraria. Uno de los objetivos de la Ley es respetar y proteger las tierras comunitarias de origen (TCO) entendidas en como “el espacio que constituye el hábitat de los Pueblos y comunidades indígenas, áreas a las cuales han tenido tradicionalmente acceso y donde mantienen y desarrollan sus EL PROBLEMA DE LA TIERRA
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propias formas de organización económica social y cultural de modo que aseguren su sobrevivencia y desarrollo”. En la Ley se especifica que las TCO´s son compatibles con las áreas protegidas. Las características de las TCOs según la Ley son: - Sus habitantes indígenas tienen derecho al aprovechamiento de los recursos naturales renovables existentes en su interior - Las tierras pertenecen a toda la comunidad o al Pueblo Indígena - No se pueden dividir, vender ni hipotecar y no pagan impuestos - No se revierten, pero pueden ser expropiadas para la conservación y la protección de la biodiversidad, construcción de obras públicas y explotación minera y petrolera - Cumplen función social. La regularización del derecho propietario se realiza mediante el saneamiento. En el caso de las TCO´s se realiza un procedimiento llamado saneamiento especial a través del cual se delimita definitivamente el territorio que es objeto de titulación. La Ley establece que el saneamiento lo realiza el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA). La Ley también establece que la distribución de tierras para el uso individual y familiar en la TCO se realiza de acuerdo a las costumbres y normas propias de la comunidad o del Pueblo. En el caso de los territorios indígenas reconocidos con Decreto Supremo (hecho que se produjo con 9 territorios de las tierras bajas entre 1990 y 1993 y titulados en 1997), la extensión defini30
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tiva esta sujeta a saneamiento, pudiendo mantenerse la superficie titulada o incluso disminuir. El viceministro de Tierras, Carlos Balderrama hace el siguiente resumen sobre lo ocurrido con las tierras en la Amazonia después de la revolución nacional: “Ya la Ley de Reforma Agraria del 53, establecía para los indígenas del oriente de Bolivia las Reducciones Selvícolas que eran territorios bajo la protección del Estado. Nadie podía asentarse o reclamar propiedad en estas áreas. La administración de las Reducciones debía realizarse mediante la instalación de un núcleo indígena cuya función era educar a los indígenas para que pudieran volverse propietarios. Cualquiera que quisiera establecer un núcleo indígena, tenía que ser expresamente autorizado por el Estado. No se los dejaba al margen de la ley; se los reconocía y había un mandato dentro de la propia ley de demarcar estos territorios donde se iban a establecer los núcleos indígenas. Como ocurre siempre, en nuestro Estado, no se demarcaron todos estos territorios, sólo un par de ellos fueron demarcados y tampoco se cumplió la restricción de que nadie podía tener una propiedad en estos territorios demarcados. Entonces, los indígenas fueron cada vez más restringidos en su acceso a recursos, supervivencia, etc. Y, en consecuencia, corrían peligro de extinción étnica, física. “En los años 90’se hizo la marcha indígena reclamando el derecho de los Pueblos Indígenas a sus territorios. El 92 la Ley del Medio Ambiente establece que los indígenas tienen derecho a sus tierras comunitarias de origen y, el año 94, este derecho es incorporado en la Constitución Política del Estado. Al mismo tiempo, dentro de las políticas sociales de lucha contra la pobreza acordadas con el Banco Mundial se estableEL PROBLEMA DE LA TIERRA
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ce que, los más pobres son: las mujeres, los niños, los ancianos y los indígenas; y que era necesario insertar en la legislación la tierra comunitaria de origen como una forma de propiedad que permita desarrollar la vida de los indígenas respetando su hábitat y manteniendo su cultura”.
El coordinador del Proyecto de Desarrollo de los Pueblos Indígenas del Beni (PRODESIB) financiado por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), René Ibáñez, explica que antes se medía la propiedad en la Amazonia por el concepto de: “Lo mío es hasta dos días de andar a pie de donde puedo traer castaña. Y ¿por qué dos días?, porque una vez que se cosecha palmito si se tarda más de tres días éste se endurece y se lo rechaza. Hay una serie de factores que se fueron consolidando como argumentos de propiedad. Por ejemplo la posibilidad de manejo de recursos (usufructo)”.
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EL PROBLEMA DE LA TIERRA
LA CASA SUÁREZ
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l símbolo del poder de la Bolivia cauchera fue la Casa Suárez fundada por los hermanos Nicolás y Nicómedes Suárez. Ellos poseían alrededor de 20 mil estradas (cada estrada eran 150 árboles gomeros) llegando a manejar el 60 % de la producción de caucho además de poseer el control de los circuitos de exportación con oficinas en Pará, Manaus y varias ciudades europeas. Pero lo verdaderamente sorprendente de este emporio financiero era la gran concentración de tierra: “… Según registros hechos por el Concejo Británico de Comercio, la Casa Suárez fue dueña de 6.466.970 hectáreas, lo que equivale al 75 % del territorio total del departamento de Pando y de la provincia Vaca Diez del Beni, así mismo, realizaba actividades financieras de importancia, ya que brindaba créditos a la gran mayoría de empresas y patrones para la explotación de goma…”. (Ormachea, 1989:8-9).
El Estado boliviano había establecido en 1878 2 que cualquier explorador podría reclamar como suya la tierra en la Amazonia boliviana ocupada por los “bárbaros” (es decir por los indígenas) a condición de que pagara por ella. Para finales del siglo XIX las demandas menudearon. La goma y el estaño llegaron a configurar el 80 % de las exportaciones nacionales después de la merma de la producción de plata. Pero luego vino la caída: 2.Gamarra, 1995: 266-267
LA CASA SUÁREZ
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Cachuela esperanza recuerdo del auge gomero
“… Al desintegrarse la Casa Suárez, administradores, gerentes y otras personas compraron o directamente se apropiaron de las barracas que componían la empresa, constituyéndose, así varias unidades productivas independientes entre sí… “ (Ormachea, 1989:10)
Una de ellas fue la de los Hecker cuyo territorio nunca se demarcó, simplemente llegaba hasta donde podía llegar. Mientras, el Viceministro de Tierras, Carlos Balderrama, señala que la apropiación de tierra de los indígenas fue una constante ya que a principios del siglo XX: “No era necesario tener ningún papel que certificara propiedad sobre la tierra, bastaba con tener una cierta capacidad económica y un cierto poder, casi militar, que se ejercía en la zona y mediante el cual se podía incorporar mano de obra y sobre todos los recursos forestales la goma específicamente. En su lucha por sacar goma los empresarios se encontraban con indígenas que si no se incorporaban como mano de obra eran un ‘estorbo’ lo que motivó varias masacres. Como la ejecutada por una familia tradicional de la zona contra los indígenas Chacobo y que fue un exterminio brutal”.
Hoy sólo quedan las ruinas de lo que fue Cachuela Esperanza, el centro de un emporio tan poderoso que incluso llegó a armar un ejército para oponerse a los filibusteros brasileños que se apoderaron del Acre pero que no pudieron hacerse de lo que hoy es el departamento de Pando. De la fortuna de los Suárez ha quedado sólo el recuerdo y de esa época ciudades intermedias como Riberalta que sobreviven gracias a la castaña.
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TERRITORIO, CULTURA E IDENTIDAD Los indígenas han aportado con su esfuerzo a las empresas, a los latifundistas, a la región y al país
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radicionalmente la mano de obra en las Tierras Bajas bolivianas ha sido indígena, lo propio ha ocurrido en la región andina. En el caso del oriente, desde los tiempos del auge de la goma y de la quina. Al respecto René Ibáñez menciona: “La fuerza de trabajo productiva del Beni está compuesta por indígenas, por ejemplo en el caso de la ganadería los que manejan las estancias son indígenas. En la madera los que buscan los árboles o materos, los que trabajan en aserraderos son indígenas. En castaña la cosa es aún más evidente: son originarios los que la cosechan. De esta manera, el hecho de darles la posibilidad de dejar de ser explotados y pasar a ser productores, aun que sea a pequeña escala ha permitido dotarles de Tierras Comunitarias de Origen, un elemento sustancial para que ellos puedan reencontrarse con el tema indígena en lo cultural y lo productivo. En algunos casos, había mucha gente que no perdió la identidad pero que habían perdido la visión de pertenencia que ellos tenían sobre el territorio y los recursos naturales o sea la noción de que el Estado boliviano podía reconocerles un derecho para que vivan como quieren, este es un aspecto primordial para consolidación del territorio”.
El asesor legal de PRODESIB, el abogado Pablo Greminger complementa: TERRITORIO, CULTURA E IDENTIDAD
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“Con respecto a la identidad cultural me parece que eso ha sido una lucha que han tenido los Pueblos Indígenas. Indudablemente el tema principal es la tenencia de la tierra, el espacio fundamental donde puedan desarrollar sus actividades tanto económicas, productivas, sociales y culturales a partir de él. Con la gestión territorial, lo que se esta haciendo ahora con todo el proceso de saneamiento se esta dando algo muy importante. La propia Constitución Política del Estado reconoce que los Pueblos pueden desarrollar con libertad su cultura y un aspecto fundamental de ahora es el tema educativo por ejemplo, que también ha sido una lucha muy fuerte hasta que se ha logrado conseguir la Ley de Reforma Educativa donde, no solamente, se habla de gestión territorial, sino de lo que es la educación intercultural bilingüe que ya se esta poniendo en práctica. “Por ejemplo, antes nadie hablaba de la Educación Intercultural Bilingüe, ahora inclusive dentro de los colegios particulares ya se habla de ella y a partir de ahí ya se esta dando a conocer las culturas de los Pueblos y éstos ahora están volviendo a reencontrarse o a recuperar algo que estaba perdido en todos los aspectos. Por ejemplo, en lo económico tenemos iniciativas productivas que son chiquititas como es el caso del jabón y el de la castaña. A partir de ahí ya se están recuperando sus actividades ancestrales y están pudiendo comercializar. Entonces ya hay una actividad económica productiva realizada por indígenas. “Algo importante que se ha visto en el caso de la castaña: tradicionalmente los castañeros vendían su cosecha entera, toda la zafra y cuando terminaba ésta, ellos seguían endeudados; con el proyecto, por ejemplo, si bien es cierto no han tenido una gran ganancia pero por lo menos algunos se han liberado, ya no están endeudados no tienen mucha plata pero ya no deben dinero a los empresarios castañeros”. 38
TERRITORIO, CULTURA E IDENTIDAD
EN UN MUNDO DE GANADO
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a ciudad beniana de San Borja se paraliza a las dos de la tarde. No, no sólo es el calor porque la gente deja de hacer siesta para estar pegados al televisor. La telenovela se llama Pasión de Gavilanes y cuenta la clásica historia de pobres que se enamoran de ricos, solo que esta vez los que no tienen dinero son tres hermanos varones que apuestan el corazón por tres chiquillas, hermanas también, hijas de millonarios. ¿Qué es entonces lo que tanto atrae a los borjanos si este es un "drama" archiconocido? Pues que precisamente se desarrolla en una zona ganadera y los tres muchachos son jóvenes altos y bien plantados que usan pantalones vaqueros (nunca tan bien puesto el nombre), botas de montar y sombrero de ala ancha. Exactamente como los borjanos porque esta es una de las principales zonas ganaderas del país. De hecho en el Beni se encuentra una de cada dos cabezas de ganado boliviano generando ese sector el 40 por ciento del Producto Interno Bruto departamental. El Beni es un territorio amazónico del que sólo una parte está cubierto de selva. Conjuntamente con el departamento de Pando, parte de los departamentos de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz forman la Amazonia boliviana que significa poco más del 50% del territorio nacional. La parte no boscosa del Beni es pampa húmeda ideal para la crianza de ganado. Cabe indicar que el 30 % de esta área se encuentra en manos de ganaderos grandes, algunos de ellos poseen haciendas de más de cien mil hectáreas; conviene tomar en cuenta que en Bolivia no se aplica el impuesto a la tierra.
EN UN MUNDO DE GANADO
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Muchas cabezas de ganado benianas viajan al cumplir el primer año de vida para engordar en tierra cruceña. Mientras los jóvenes de las poblaciones ganaderas han encontrado que tener el televisor a las dos de la tarde es mejor que dormir la siesta, finalmente pueden soñar con encontrar mujeres bellas y ricas además de montar caballos de raza y arrear ganado
EN UN MUNDO DE GANADO
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San borja, beni
LOS INDÍGENAS DEFENSORES DEL BOSQUE Las instituciones y organizaciones defensoras del medio ambiente saben que son los indígenas sus mejores aliados
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a entrega de extensos territorios a las comunidades originarias por una parte busca reparar una injusticia histórica basada en el despojo al que fueron sometidos los indígenas amazónicos y por otra parte se tiene la convicción de que nadie como los originarios podrán cuidar de mejor manera el bosque. El jefe de guardaparques de la Estación Biológica del Beni, Rudy Costa sostiene: “Los indígenas, los Tsimane’s son para nosotros aliados frente a cualquier irregularidad que se quiere hacer dentro del área, dentro de su zona ellos inmediatamente vienen y comunican acá o al campamento y son unos aliados para nosotros, nos apoyan. Nos apoyamos ambos”.
Costa hace notar que en muchas estancias son los patrones los que entregan armas a sus peones para que cacen y se alimenten con la carne de monte. Pero en varias otras está prohibida la caza y los estancieros entregan carne vacuna a sus empleados (una vaca cada tres meses). “En las estancias de los Nogales está prohibido cazar dentro de sus propiedades y en la hacienda Espíritu también” dice. Los indígenas han vivido por siglos en armonía con la naturaleza. El devolverles el derecho propietario sobre su tierra es una garantía para la sobrevivencia de la biodiversidad de la zona amazónica.
LOS INDÍGENAS DEFENSORES DEL BOSQUE
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LAS DEMANDAS INDÍGENAS EN LA AMAZONIA
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ntre los años 1953 y 1995 en el Departamento del Beni se distribuyeron un poco más de 9 millones de hectáreas correspondientes a 15.384 títulos emitidos3.
Actualmente en el Beni están en proceso de saneamiento y titulación 14 demandas de TCO´s por una superficie aproximada de 10 millones de hectáreas que equivale a cerca del 50% del territorio del departamento. En 1996, la CIRABO presentó cuatro demandas territoriales además de la demanda de titulación del territorio Araona que fue reconocido en 1992 por Decreto Supremo pero hasta la fecha está todavía sujeta a los resultados finales del saneamiento. La TCO Yaminahua – Machinery ha obtenido la titulación de la superficie demandada (25.675 hectáreas). Los territorios Chacobo – Pacahuara y 3.Lavadenz Isabel: Tenencia y Distribución de la Tierra en Bolivia; Febrero, 1997. 4.Los datos fueron obtenidos de Cliver Rocha / Ignacio Franco “Estado de situación de los procesos de saneamiento y titulación de la TCO`s del Norte Amazónico” Revista Artículo Primero “Reforma Agraria 50 años, TCO y Tierras Campesinas” No 14 CEJIS, 2003
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LAS DEMANDAS INDÍGENAS EN LA AMAZONÍA
Cavineño y la restante superficie del Territorio Multiétnico II (TIM II) están en la fase final del saneamiento4. PRODESIB fue diseñado para trabajar en tres regiones específicas del Beni: en el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), en el Territorio Multiétnico (TIM II) y en el Territorio Indígena Tsimane’ (TICH). En el caso del Territorio Indígena Multiétnico II, una parte se encuentra en la provincia Vaca Diez del departamento del Beni y otra en las provincias Madre de Dios y Manuripi del Departamento de Pando. Está habitado por indígenas Ese Ejja, Tacana y Cavineños. Las comunidades beneficiarias son 30 (25 Tacanas, 2 Ese Ejja, 3 Cavineñas). La cantidad de habitantes, para el año 2000, sumaba 3.594 individuos reunidos en 714 familias. La superficie demandada alcanza a 441.470 hectáreas. En cuanto al Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure se encuentra en el departamento de Beni, en las provincias de Moxos, Ballivián y Marban. Ahí viven indígenas Yuracaré, Moxeño Trinitario, Tsimane’s. El total de la superficie demandada llega a 1.247.409 hectáreas y están tituladas por decreto 1.236.296 hectáreas. En el caso del Territorio Indígena Tsimane’ éste se encuentra situado en la provincia Ballivián del departamento del Beni y como su nombre indica está habitada por Tsimane’s que para el año 2000 sumaban 6147 habitantes. La superficie demandada alcanza 401.322 hectáreas. PRODESIB en acuerdo con los Pueblos Indígenas priorizó una serie de polígonos para comenzar el saneamiento. Se optó por los más
LAS DEMANDAS INDÍGENAS EN LA AMAZONÍA
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conflictivos en el entendido de que el resto del territorio podría ser financiado por la Prefectura y otras instituciones. Los recursos transferidos por el PRODESIB al Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) suman a noviembre de 2004, 1.504.125 dólares. En el siguiente cuadro vemos los alcances de la acción de PRODESIB en los polígonos que los indígenas priorizaron para ser financiados por el FIDA en los territorios del TICH, TIPNIS y TIM II.
Resultados de saneamiento con apoyo de PRODESIB (a noviembre de 2004) (superficie en hectareas) TERRITORIO
TIPNIS TICH MULTIETNICO II TOTAL
SUPERFICIE DEMANDADA total
con acción prodesib
1.247.409 401.322 441.470 2.090.201
548.798 400.483 441.470 1.390.752
SUPERFICIE MENSURADA
SUPERFICIE A FAVOR DE TERCEROS
SUPERFICIE FISCAL POR CONSOLIDAR A FAVOR DE LAS TCO’s
557.857 455.336 529.125 1.642.318
22.838 119.985 250.960 393.783
529.018 335.351 278.164
1.142.533
Fuente: INRA-PRODESIB Noviembre de 2004
Como reflejan las cifras, el saneamiento de estos territorios no solamente ha beneficiado a los indígenas, sino al conjunto de los sectores sociales de manera que los hacendados ya tienen demarcadas sus tierras, lo mismo que los colonos migrantes y los campesinos. Al haberse producido el saneamiento se eliminan los factores de conflicto y enfrentamiento.
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LAS DEMANDAS INDÍGENAS EN LA AMAZONÍA
Internado evangélico en el territorio indigéna chimán
Escuela tsimane’ con los símbolos de bolivia y de la región
EL PAPEL DEL INRA El Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) surgió para sanear las tierras y beneficiar a indígenas, a campesinos y a empresarios
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l Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) nació en 1996 para continuar el proceso iniciado en 1953.La región amazónica es la que evidenciaba mayores atrasos en la entrega de títulos. El viceministro de Tierras, Carlos Balderrama señala que “en los cuarenta años de Reforma Agraria apenas se distribuyeron alrededor de novecientos títulos en la región amazónica con propiedades de veinte, cincuenta y doscientas hectáreas”. “Esta es una etapa en la queremos transparentar todo” dice el director interino del Instituto Nacional de Reforma Agraria, Alcides Vadillo, cuando se le pregunta su impresión en torno a la constatación de que este organismo ha logrado avances ahí donde hubo financiamiento para el saneamiento. “El INRA casi se ha convertido en una empresa que vende servicios. Viene una agencia de cooperación internacional o una petrolera y el INRA sanea lo que ha financiado. Eso no significa que se sanee beneficiando a uno u otro sector pero la verdad es que no hubo un plan de saneamiento”, anota Vadillo. Consultado sobre la denuncia del sector ganadero de que el INRA sólo favorece a los indígenas, el Director de Saneamiento del INRA Beni, José Antonio Pardo, señala: EL PAPEL DEL INRA
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“En el inicio del procedimiento en el año 97/98 específicamente en el Beni, el mejor preparado para el saneamiento era el sector indígena ya que contaba con asesores, personal técnico de base que acompañaba al INRA, mientras que el sector ganadero recién empezó a dar importancia a este proceso cuando vio los primeros resultados. Entonces hay esa creencia de que el INRA esta favoreciendo a un sector en desmedro de otro. Sin embargo, en determinadas circunstancias el sector indígena también nos acusa de favorecer al sector productivo. Esto es algo normal en Bolivia para la autoridad, me refiero a estar tildada de parcializada cuando lo único que hace es cumplir con la Ley. El hecho de que un organismo internacional pague los salarios de gran parte del personal del INRA no ha significado que haya favoritismo de manera evidente”.
Hay que anotar que una muestra del todavía existente prejuicio sobre los indígenas es que la sociedad dominante en el Beni no conceptúa al indígena como productivo y lo categoriza solamente como “sector social”. Uno de los postulados de PRODESIB es la necesidad de que desde los Territorios Comunitarios de Origen se realicen proyectos productivos que apoyen en la defensa del territorio. ¿Y en el caso específico de los Territorios Comunitarios de Origen? “Las TCOs han tenido una ventaja desde el inicio por contar con financiamiento externo. El 95% de los casos el saneamiento aquí en el Beni se inició con TCOs financiadas por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola a través de PRODESIB. Comenzó el proceso el 98. Ahora en el 50
EL PAPEL DEL INRA
2004 estamos prácticamente en las etapas finales de todas las demandas indígenas presentadas en el Beni. Ha habido un gran avance, ya estamos en las fases de post campo, si se quiere, ya hemos entrado al campo, en el 100 % de las TCOs se ha hecho la fase de las pericias de campo que es la que más dinero cuesta.Esa la fase más larga. Aparte, en el campo es donde se presentan los conflictos reales. El INRA en el campo tiene que conciliar, arreglar los problemas y traerse toda la información aquí a la oficina para pasar a las siguientes etapas. “En el caso concreto de TCOs en el Beni ya estamos en las etapas finales. No ha sido fácil. Hemos tenido que concertar con otros sectores, principalmente el ganadero. Después de 50 años de Reforma Agraria aparecen las etnias indígenas demandando millones de hectáreas o sea no es solamente una reforma legal esto es una reforma mental que busca que la gente comprenda que hay un sector que necesita demandar tierra. Este proceso nos ha costado bastante pero ya estamos en las etapas finales. Tenemos varias TCOs tituladas. Estamos en este proceso, en este año estimamos terminar todos los trabajos de evaluación y, al año, empezar con titulaciones masivas”.
Sobre el lento avance del saneamiento José Antonio Pardo señala: “Es una realidad el saneamiento ha avanzado lento. La perspectiva de terminar el proceso en 10 años no se va a cumplir. Han incidido varios factores en este retraso que en algunos casos son justificables. Por ejemplo: la Ley sale en 1996, pero el reglamento se publica en 1998. Dos años después, en el 2000, este reglamento es modificado. De esta manera, todos los procedimientos que estaban en curso sufrieron un retraso porque necesitaban un reajuste a la nueva norma. Ahora bien, el propio procedimiento es engorroso ya que exige etapas de gabinete, EL PAPEL DEL INRA
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etapas de campo, etapas de socialización del proceso. Al final estamos hablando de regularizar el Derecho de la Tierra que es un tema que en 50 años en Bolivia ha estado totalmente desfasado. Interviene el tema social, la aparición de sectores en muchos casos antagónicos: el indígena con una demanda, el campesino por su lado y por otro el sector productivo. Entonces es un procedimiento complicado. “A todo ello hay que agregar que la falta de experiencia de la gente al principio era un factor importante para el retraso. No había gente especializada en temas agrarios con una norma nueva de avanzada a nivel Latinoamericano que necesitaba por lo menos unos tres años para sentarse en la institución y empezar a trabajar”.
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EL PAPEL DEL INRA
FINANCIANDO AL INRA El INRA necesita recursos para trabajar en el saneamiento. PRODESIB financión al Estado boliviano para sanear varios territorios priorizados por los indígenas
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a relación entre el PRODESIB y el INRA es antigua. Al principio se pensó en contratar a empresas privadas para que apoyaran el proceso de saneamiento pero, como dice René Ibáñez: “Hubo la experiencia de una ONG, el CIDDEBENI en el saneamiento del territorio Sirionó. CIDDEBENI contrató una empresa pero cuando vino el Estado le presentaron el trabajo dijeron ‘bueno señores esta bien muy bonito, bien hecho pero esto señores no tiene validez porque aquí el único que hace el saneamiento es el Estado y solo ha delegado a las empresas la posibilidad de ejecutar las pericias de campo o sea el tema geodésico’. Por esto es que nosotros cambiamos de posición al decidir: ‘bueno fortalezcamos al INRA y démosle los medios necesarios. Si la ineficiencia es por lo que no hay equipo, les ponemos los equipos, si no hay plata para transporte les entregamos el monto que necesiten, si no hay plata para técnicos pues contratemos técnicos. Este fue un cambio de la forma de ejecución que se realizó en menos de un año porque ya una vez empezamos el trabajo salieron las autorizaciones para que las empresas constituidas se puedan habilitar para trabajar en saneamiento. Pero pasaba que para las empresas es cuestión de números, si la brigada tiene 3 días de viáticos y el conflicto no se soluciona en ese tiempo se pinta el mojón rojo FINANCIANDO AL INRA
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Terreno chaqueado
(conflicto) y se continúa, en cambio el INRA es más lento pero tiene mayores posibilidades de lograr acuerdos y más mojones amarillos (sin conflicto)”.
Los propios indígenas reclamaron la descentralización del INRA para poder controlar el proceso y no tener que ir hasta la sede de gobierno. René Ibáñez apunta que: “La labor de los indígenas es imprescindible para la elaboración de los cronogramas de trabajo para salidas al campo del INRA, ya que los técnicos no conocen los territorios. Por el contrario los indígenas saben cuántos días va a ser el viaje, el lugar del punto a medirse, qué río se va a cruzar y en qué se va a ir. De esta manera, la parte operativa obligó a que se descentralice el tema de saneamiento y que la planificación se efectúe en el Beni y con la presencia de los Originarios”.
Incluso los propios empresarios ganaderos reconocen la labor de PRODESIB. Así lo dice Javier Chávez Velasco, abogado de la Federación de Ganaderos del Beni (FEGABENI): “…existen proyectos, por ejemplo, como CIDDEBENI, como PRODESIB que sí tienen un objetivo claro con los sectores sociales. Que enseñan qué es la propiedad, qué es la tierra, para que se la tiene que tener. Son instituciones que dan cursos de capacitación pero, sin embargo, existen otros organismos financiadores, otras ONGs que no dedican sus refuerzos económicos o personales profesionales contratados para ese fin sino simplemente para conflictuar…”.
FINANCIANDO AL INRA
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Improvisada campana en una escuela tsimane’
EL INRA ENTRE FUEGO CRUZADO Donde hay riqueza hay intereses y el INRA debe mediar defendiendo la Ley
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os indígenas sostienen que el INRA avanza muy lentamente y los empresarios ganaderos dicen que se les ha quitado gran parte de su tierra. Hay un descontento bastante generalizado marcado por la realidad de que en Bolivia existen 109 millones de hectáreas pero en los papeles se ha dotado 130 millones. Es decir, 21 millones de hectáreas más de las existentes, sin tomar en cuenta aquella tierra ocupada por las ciudades, las áreas montañosas inexpugnables y, lo que es más grave, las áreas protegidas. De manera demagógica se ha manejado el mito de que en el país hay tierra para todos. Alcides Vadillo señala el peligro de que mientras más se tarde en el saneamiento los conflictos podrían convertirse en más radicales. “Hay la idea de que esta es la última repartición gratis de tierras y por ello algunos de los pedidos, incluso de los indígenas, son desmedidos e irracionales” apunta Vadillo complementando que esto debilita los planteamientos de otros sectores que son correctos. De esta manera, los cuestionamientos en torno a que son los terratenientes los que acaparan una tierra que no trabajan también se pueden hacer extensivos a determinados sectores de colonizadores y hasta de indígenas EL INRA ENTRE FUEGO CRUZADO
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amazónicos. Particularmente de quienes vieron que se habían logrado avances importantes a favor de los primeros que pidieron tierra y territorio. En el INRA existen varias denuncias de venta ilegal de madera que proviene de los Territorios Comunitarios de Origen y hasta de venta de tierra. La otorgación racional de la tierra es posible. Para el viceministro Balderrama así se han repartido los diez millones de hectáreas de la región del norte amazónico de Bolivia: “Dos y medio millones a los indígenas. Un millón y medio a las empresas forestales, tres a los campesinos, dos que van a trabajar los castañeros. Queda un millón de hectáreas que van a ser primero ofertadas en dotación a nuevas comunidades, que pueden ser de los mismos zafreros, y lo que quede, después podrá ser ofertado en concesión forestal”.
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EL INRA ENTRE FUEGO CRUZADO
CAPACITARSE PARA APOYAR AL INRA Y PARA EL SANEAMIENTO PRODESIB fue un importante puntal para capacitar a los indígenas sobre las virtudes de la Ley INRA
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arte del trabajo del PRODESIB estuvo en la capacitación de los indígenas, René Ibáñez anota: “Nosotros hemos contribuido a que los indígenas asuman la Ley INRA como buena. Los procesos de capacitación y de seguimiento hicieron desaparecer la desconfianza al proceso. Muchos de los indígenas pensaban que esa era una Ley que venía a quitarles sus tierras. Por efecto de la capacitación ellos asumieron la Ley como de ellos. Por otra parte, en el momento que nosotros dimos recursos y capacitación para que sigan el proceso y cuando los indígenas supieron qué era el proceso de saneamiento hicieron como una apropiación de la Ley como un instrumento para consolidar su tierra. De esta manera, ya no vieron a la Ley como a un enemigo como se la veía al comienzo. Y eso tuvo su efecto en cierto momento, cuando los otros sectores decían “bueno los indígenas están pisando el corner, están cabeceándo la pelota y están metiendo el gol porque ponen la plata hacen seguimiento, y todo es para sus TCOs”.
El papel de los indígenas fue indispensable para el saneamiento de las tierras pero fue también muy sacrificado como nos lo cuenta el corregidor en la comunidad de Trinidacito Rubén Darío: CAPACITARSE PARA APOYAR AL INRA Y PARA EL SANEAMIENTO
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“El año pasado en el mes de septiembre se realizó la pericia de campo del polígono cinco. Hemos participado cinco representantes de aquí de la Central, con los técnicos del INRA. En primer lugar había mucha desconfianza con los técnicos porque en realidad era un trabajo muy delicado, serio, para las pericias de campo para nuestro territorio y en la cual se han hecho algunos trabajos medio mal, porque, en realidad, no teníamos mucho conocimiento del trabajo de la pericia de campo. Pero nosotros con dos talleres que tuvimos tratamos de defendernos. Los ganaderos son bien ambiciosos con los terrenos y nosotros los comunarios sabemos a donde llegaba su demanda y hemos tenido que discutir con ellos y casi no se avanzaba por que teníamos que buscar la forma para coordinar más que todo para que entremos en un acuerdo para seguir adelante el trabajo y bueno, así fueron realizados los trabajos de la pericia de campo. Tenemos la información de que está hecho todo el trabajo, pero hay que revisarlo y ver como andan las carpetas dado que algunos trabajos fueron mal realizados”.
Hay que resaltar que la capacitación y la predisposición de los indígenas fueron de gran importancia para el saneamiento. En muchos casos los Originarios ejecutaron independientemente este seguimiento. A ello se suma el trabajo de PRODESIB para la capacitación de técnicos y profesionales indígenas a través del programa de becas que permitió que el año de 1998, 117 indígenas pudieran estudiar con subsidios de PRODESIB en la universidad o en colegios. El año siguiente el número de beneficiados fue de 76. El 2000 los becarios fueron 31 y se retomó este programa el 2003 cuando se becó a 45 Originarios. (Quien esté interesado en conocer más sobre este componente puede hacerlo en el libro La experiencia de formación de jóvenes indígenas en la Amazonia boliviana INRA / PRODESIB, 2004). 60
CAPACITARSE PARA APOYAR AL INRA Y PARA EL SANEAMIENTO
LA CONTRIBUCIÓN DE PRODESIB El Proyecto de Desarrollo Sostenible de los Pueblos Indígenas del Beni aportó con capacitación y financiamiento al saneamiento de las áreas elegidas por los dirigentes de los Pueblos Originarios amazónicos
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RODESIB determinó trabajar con tres componentes: capacitación, proyectos productivos y saneamiento territorial. En muchos casos estos componentes estuvieron interrelacionados. En el caso de saneamiento “uno de los aspectos importantes que se desarrolló en este componente dentro del PRODESIB fue la transferencia de recursos que se realizó mediante un convenio con el Instituto Nacional de Reforma Agraria como institución encargada mediante Ley de llevar a cabo el proceso de saneamiento que se realiza en el Departamento del Beni, otro punto importante fue que el primer organismo internacional que invirtió recursos para llevar adelante el proceso de saneamiento en el Beni bajo la modalidad de TCOs fue el FIDA a través del PRODESIB” concluye uno de los grupos del taller con el personal de PRODESIB realizado en Trinidad. Pero, además del financiamiento, el papel de PRODESIB fue vital para darle credibilidad al proceso, así lo apunta René Ibáñez: “Nos pusimos como mediadores. Existían dos posiciones: la que decía que había que enfrentarse con los blancos a puñetes y patadas y la otra que decía que conciliemos ya que el Beni es un espacio donde hay derechos tanto indígenas como derechos ganaderos. Si partíamos de una cosa elemental culturalmente los indígenas no necesariamente son ganaderos porque las vacas LA CONTRIBUCIÓN DE PRODESIB
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Una comunidad en territori tsimane’
del Beni necesitan gran cantidad de pasto. Hace más de quinientos años, antes de la introducción de las vacas por los jesuitas el concepto de productividad de la pampa eran los camellones, era la inundación, la sequía pero lastimosamente la Ley boliviana reconocía la propiedad agraria, siempre y cuando uno tenga vacas. En segundo término reconocía solamente al que tumbaba montes porque si uno no tumbaba montes y respetaba la naturaleza, la Ley se lo quitaba, con una visión agraria a secas entonces había que hacer una mezcla en cuanto a las opciones en sentido que la Ley permitiera a los indígenas tener su propia tierra y segundo de que no se los vea a los indígenas como enemigos. Hemos asistido a muchas reuniones, hemos hecho trabajo de concertaciones con ganaderos, se ha explicado el tema de saneamiento porque los ganaderos pensaban ‘el saneamiento nos va a quitar las tierras y los indígenas se nos van a entrar’. Se trabajó mucho en eso y además de ello convencimos entrecomillas a los indígenas de que no necesariamente era con guerra que se iban a lograr espacios y eso hizo, por ejemplo, otra acción estratégica. Primero planteamos que sean empresas privadas las que hagan el saneamiento pero la experiencia a mostrado que esto es más rápido pero acarrea más conflictos pues la empresa está el tiempo programado sin interesarle la posibilidad de solucionar conflictos en el campo que aligera el proceso. Por ello cambiamos de opinión y determinamos que sea el INRA el que entre a sanear, porque además el INRA tiene más presencia en el LA CONTRIBUCIÓN DE PRODESIB
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campo ya que cuando va alguien del INRA, es decir, cuando va el Estado hay mucho más respeto que si va una empresa privada y mejor si se llega con las brigadas de seguimiento indígena, se logró muchos acuerdos en los mismos linderos. Todo esto, en su momento, nos alejó de algunas ONGs. Pese a que nosotros trabajamos coordinadamente con ellas y nunca compartimos una logica de conflicto, de todas maneras les financiamos sus manuales. Pese a que hemos trabajado coordinadamente, nunca pudimos estar en esa lógica de conflicto. Sin embargo existen lugares donde necesariamente había conflicto como era en el TIPNIS. Ahí se fue con fuerza, se apoyó, y se logró garantizar el respeto a los derechos indígenas. En contraposición en San Borja los Tsimane’s hace cinco años no hablaban. Nadie abría su boca, los ganaderos les tiraban un grito y disparaban (corrían) y no se aparecían más y firmaban lo que los ganaderos quisieran entregándoles a ellos su derecho propietario. Prueba de ello es el problema que tenemos con una comunidad ya que los comunarios firmaron el Acta de Conformidad y bueno ahora ya no se puede hacer nada. Creo que los límites del privado pasan por medio cementerio de la comunidad. Frente a eso ¿qué íbamos a hacer? Teníamos la posibilidad de pagar un grupo de abogados que vayan y pleiteen y que nunca se acabe este saneamiento o se llegue a una concertación.”
Concertación que el gobierno llevó a cabo el 2004 cuando reunió a barraqueros, indígenas y campesinos de la región noreste para escuchar las demandas de cada uno y lograr un acuerdo. Había una serie de posiciones irracionales como las de un empresario que demandaba para sí 700 mil hectáreas pero poco a poco se logró el acuerdo de que los campesinos recibirían 500 hectáreas por familia, los empresarios castañeros LA CONTRIBUCIÓN DE PRODESIB
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hasta un máximo de 15 mil hectáreas y los indígenas tendrían sus Territorios Comunitarios de Origen. En el caso de los castañeros se debe mencionar que deben demostrar haber estado en la zona cuando menos desde 1990. Pero además como sostiene el viceministro Balderrama: “La entrega a los castañeros es en concesión, que tendrá una duración máxima de unos cuarenta años; en cambio la entrega a los campesinos e indígenas es en propiedad a perpetuidad, de manera que en el caso de los castañeros puede ser revertida, si no cumple una función social, si no cumple con las regulaciones de régimen forestal. Tiene que haber un plan de manejo de la castaña que deben cumplir rigurosamente; considerando además que dentro de las concesiones forestales se prohíbe expresamente hacer cualquier trabajo agrícola. No pueden decir: “tengo una concesión forestal y ahora me dedico a la ganadería”. Tampoco pueden cortar o talar árboles, lo que garantiza la sobrevivencia de la castaña”.
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LA CONTRIBUCIÓN DE PRODESIB
¿POR DÓNDE EMPEZAR?
Los dirigentes indígenas insistieron en que sean los territorios conflictivos los primeros en ser saneados
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a sabemos que los tiempos indígenas son diferentes a como ven los occidentales el tiempo y los plazos pero en el caso del territorio, los Originarios piensan que se está tardando demasiado. En cuanto a la pregunta de ¿por dónde empezar? hubo diferencias entre PRODESIB y los dirigentes indígenas. Cuenta el actual director del PRODESIB: “Nosotros como PRODESIB decíamos empecemos en lo menos poblado y los indígenas dijeron no, empecemos al revés vámonos a lo más conflictivo porque se supone que donde hay gente hay mejor territorio y en su momento nosotros no compartíamos esa opinión”.
El presidente del Gran Concejo Tsimane’, Jorge Añez, sostiene que se discutió en sentido de “si no comenzábamos a sanear lo conflictivo íbamos a dar tiempo a los terceros (empresarios) a que puedan meter ganado para justificar la labor económica social, por eso apuntamos a sanear lo que estaba más difícil”. Ibáñez dice que: “Al inicio no había ni polígonos ni nada. Después surgieron las áreas priorizadas que fueron espacios definidos por los propios indígenas y que PRODESIB llego a negociar con el INRA: Los in¿POR DÓNDE EMPEZAR?
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Lanchas para viajar por los muchos ríos amazónicos
dígenas pusieron como áreas de inicio de saneamiento a las priorizadas y eso ha tenido sus resultados porque ha parado sustancialmente el avasallamiento, el ingreso, digamos el crecimiento del área de colonización o el área de ganadería y segundo las áreas más atrás no han sido fáciles. Por ejemplo en el polígono uno del TIPNIS creo que no hay ni un tercero, en el polígono del TICH tampoco hay muchos terceros en el área priorizada”.
Filemón Sandoval era en ese tiempo el abogado de PRODESIB y cuenta que “en el TIPNIS se priorizó 33.000 hectáreas, en el territorio Tsimane’ 160.000 hectáreas y en el territorio multiétnico de la provincia Vaca Diez se priorizó 400.000 hectáreas”.
¿POR DÓNDE EMPEZAR?
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EL FUTURO
El territorio es la base para mantener la cultura, la identidad y producir para el mercado
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l proceso de búsqueda de tierra y territorio ha despertado la conciencia del ser indígena. Si hace años no era frecuente encontrar a personas que se reclamaran Originarias, ese proceso ha provocado importantes cambios. La unidad conseguida se proyecta para nuevas luchas. El dirigente de Trinidacito Rubén Darío dice: “Hay una mejora porque los Pueblos Indígenas hemos despertado, hemos cambiado de mentalidad, antes éramos más dejados, no pensábamos, no nos habíamos organizado, ahora vemos hacía el futuro vamos a conseguir lo que queremos, vamos a conseguir nuestro territorio tenemos la capacidad de conseguir nuestro territorio, vamos a ser dueños porque hasta ahora no somos dueños”.
No basta con la entrega y legalización de los territorios indígenas. Los Pueblos amazónicos han luchado por tener proyectos productivos que les permitan una mejor vida a los suyos. Hay en marcha varios proyectos de uso de la flora y de manejo sostenible de la madera del bosque así como de fauna (peces, lagarto, animales silvestres en criaderos, etc.). Finalmente como Carlos Balderrama sostiene: “No pueden vender el territorio, pero pueden vender los recursos. Para acceder a un crédito pueden decir: hipoteco, por EL FUTURO
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ejemplo, éstos árboles, por lo que el territorio está totalmente fuera del mercado, excepto el alquiler, que viene a ser estas producciones al partir como llaman en las tierras altas o joint ventures en el nuevo lenguaje”.
Los Pueblos Indígenas están concientes de que los papeles no bastan, que para consolidar verdaderamente su derecho propietario hay que trabajar los territorios logrando un manejo sostenible de los recursos naturales. Saben que las leyes pueden cambiar pero que los proyectos productivos no sólo serán una fuente de ingresos necesaria para mejorar sus condiciones de vida sino un justificativo claro ante la sociedad boliviana, de que se hizo justicia histórica con los descendientes de los que fueron dueños ancestrales de esa tierra y que pueden, de esta manera, enriquecer con sus conocimientos y con sus productos a todos los bolivianos. Se exige que las tierras otorgadas a los empresarios cumplan una función económica social, igualmente, aunque los emprendimientos son de otra naturaleza, las TCOs deben cumplir funciones similares. Uno de los desafíos centrales de los indígenas que habitan las TCOs es encarar la gestión de sus territorios en cuanto al uso y aprovechamiento de sus recursos naturales, por ejemplo extracción de madera o de castaña bajo planes y buenas prácticas de manejo del bosque. Otro tema que debe ser analizado es el los límites comunales dentro de la TCO. Así como tomar determinaciones sobre qué pasa con las tierras de pastoreo de las comunidades tomando en cuenta que los animales son de propiedad familiar y no comunitaria. La mitología indígena cuenta de la tierra sin mal, la Loma Santa, hacia la que cada cierto 72
EL FUTURO
tiempo estos pueblos nómadas partían en su búsqueda. Tal vez ahora se tome conciencia de que Loma Santa está en los territorios que el Estado boliviano entrega a los indígenas para que estos vivan ahí y cuiden el medio ambiente. Para que ello sea posible se dio la inversión de PRODESIB, destinándose más de un millón y medio de dólares para lograr el proceso de saneamiento en tres importantes territorios que se espera terminar en los próximos meses; de esta manera los indígenas serán dueños de las tierras de sus ancestros y podrán trabajarlas generando riqueza para las generaciones futuras.
EL FUTURO
73
BIBLIOGRAFÍA ARTÍCULO PRIMERO Revista de debate Social y Jurídico SEPARATA 14 2004 Problemática Territorial en el Multiétnico II (ESSE EJJJA-TACANA CAVINEÑO). CEJIS. Santa Cruz. COIMBRA, Juan B. 1974 Siringa. Ediciones puerta del sol. La Paz. INRA - PRODESIB 2004 La experiencia de formación en jóvenes indígenas en la Amazonía boliviana. Ediciciones PRODESIB. La Paz. ORMACHEA, Enrique y FERNANDEZ Javier 1989 Amazonia boliviana y campesinado. Editado por la Cooperativa agrícola integral “Campesino” LTDA. PAZ, Danilo y ZEBALLOS, Hernán. 2003 Diagnóstico de la reforma agraria boliviana 50 años después de la promulgación de la ley. Instituto Nacional de Reforma Agraria. La Paz. SALMÓN BALLIVIAN, José 1937 El hombre de los bosques. Imprenta Renacimiento. La Paz. TERCEROS, Elva 2004 De la utopía al desencanto. Reconocimiento estatal de los derechos territoriales indígenas CEJIS. Santa Cruz.
BIBLIOGRAFÍA
75
651.839,6119 510.895,1986
Pueblo Indígena Cayubaba Pueblo Indígena Chacobo Pacahuara ANEXOS
27.219,2264 343.262,4479 401.322,8054 62.903,4365 33.460,1580
Sub Central del Pueblo Indígena Movima Territorio Indígena Multiétnico TIM TICH Territorio Indígena Chiman TIS Territorio Indígena Sirionò Pueblo Indígena Canichana
Territorio Indígena Mojeño Ignaciano (TIMI)
98.388,9039
2.388.894,0880
81.974,0822
Pueblo Indígena Moré
Subcentral Pueblo Indígena Movima II
345.507,3670
Pueblo Indígena Joaquiniano
1.227.362,9514
523.249,3612
Pueblo Indígena Cavineño
Pueblo Indígena Itonama
505.775,6545
Sup. demandada
Pueblo Indígena Baure
TCO’s
Beni
Beni
Beni
Beni
Beni
Beni
Beni
Beni
Beni
Beni
Beni
Beni
Beni
Beni
Departamento
77
Continúa en la siguiente página
TCO Demanda Nueva
TCO Demanda Nueva
TCO Demanda Nueva
Titulada por Decreto Supremo
Titulada por Decreto Supremo
Titulada por Decreto Supremo
TCO Inmovilizada
TCO Inmovilizada
TCO Inmovilizada
TCO Inmovilizada
TCO Inmovilizada
TCO Inmovilizada
TCO Inmovilizada
TCO Inmovilizada
Estado de saneamiento
Superficies demandadas por TCOS en Beni y Pando (Superficies en hectáreas)
ANEXOS
T. I. Parque Nacional Isiboro Secure 441.470,5998
1.247.409,2034
Sup. demandada
Pando
Beni – Pando
Beni - Cochabamba
Departamento
TCO Inmovilizada
TCO Inmovilizada
Titulada por Decreto Supremo
Estado de saneamiento
Superficies demandadas por TCOS en Beni y Pando (Superficies en hectáreas)
Territorio Indígena Multietnico II 41.920,5928
TCO’s
Pueblo Indígena Yaminahua Machineri 8.932.255,688 Fuente: INRA, Saneamiento de Tierras Comunitarias de Origen. Año 2002
ANEXOS
78
ANEXOS
79
523.249,3612 651.839,6119 510.895,1986 33.460,1580
Pueblo Indígena Cavineño Pueblo Indígena Cayubaba Pueblo Indígena Chacobo Pacahuara Pueblo Indígena Canichana
Indígena Movima
27.219,2264
81.974,0822
Pueblo Indígena Moré Sub Central del Pueblo
345.507,3670
Pueblo Indígena Joaquiniano
1.227.362,9514
505.775,6545
Pueblo Indígena Baure
Pueblo Indígena Itonama
Sup. demanda
Nombre de la TCO's
CAYUBABA
CAVINEÑO
BAURE
Nro. De poligonos
Beni
Beni
MOVIMA
MORÉ
JOAQUINIANO Pol 2
ITONAMA POL. 2c
Beni
Beni
ITONAMA POL 2b
Beni
JOAQUINIANO Pol 1
ITONAMA POL 2ª
Beni
Beni
ITONAMA POL 1
ETNIA CANICHANA
Beni
Beni
Beni CHÁCOBO PACAHUARA
Beni
Beni
Beni
Depto
DANIDA I
DANIDA I
DANIDA I
DANIDA I
DANIDA I
DANIDA I
DANIDA I
DANIDA I
DANIDA II
DANIDA I
DANIDA I
DANIDA I
DANIDA I
Financiador
Continúa en la siguiente página
27.219,2264
81.974,0822
223.507,3670
122.000,0000
325.690,0099
192.943,2345
411.934,6409
296.263,2605
33.460,1580
510.895,1986
651.839,6119
523.249,3612
234.286,3034
Sup/poligonos
Financiamiento para el saneamiento de TCOS de Beni y Pando (Superficies en hectáreas)
Nombre de la TCO's 2.388.894,0880
Sup. demanda Beni
Depto
SAN IGNACIO DE MOXOS (TIMI)
MOVIMA II
Nro. De poligonos
98.388,9039
2.388.894,0880
Sup. polígonos
DANIDA II
DANIDA II
Financiador
Financiamiento para el saneamiento de TCOS de Beni y Pando (Superficies en hectáreas) Subcentral Pueblo Indígena Movima II
Beni
DANIDA II
98.388,9039
166.630,7504
FIDA
Territorio Indígena Mojeño Ignaciano (TIMI)
T. I. MULTIETNICO (TIM) POL2
156.607,8031
FIDA
DANIDA II
Beni TICH Area Priorizada "A"
189.906,2300
FIDA
176.631,6975
TICH Pol 1
54.905,6051
CIDDEBENI
T. I. MULTIÉTNICO (TIM) POL1D
Beni
TICH Pol 2
62.903,4365
FIDA
Beni
Beni
TIS - T.I. SIRIONÓ
33.889,1363
343.262,4479
Beni
TIPNIS Area Priorizada "A"
Beni
62.903,4365
Beni Cbba.
401.322,8054
1.247.409,2034
Territorio Indígena Multiétnico TIM
TICH Territorio Indígena Chiman
TIS Territorio Indígena Sirionò T. I. del Parque Nacional Isiboro Sécure Continúa en la siguiente página
ANEXOS
80
ANEXOS
81
441.470,5998
41.920,5928
Pueblo Indígena Yaminahua Machineri
Sup. demanda
Territorio Indígena Multietnico II
T. I. del Parque Nacional Isiboro Sécure
Nombre de la TCO's
TIPNIS Polígono 3
TIPNIS Polígono 4
TIPNIS Polígono 5
T. I. MULTIÉTNICO II
Beni Cbba. Beni Cbba. Beni Cbba. Beni Pando
41.920,5928
441.174,0000
137.454,2684
200.725,4830
224.844,9788
322.187,9350
317.103,5358
Sup. polígonos
DANIDA I
FIDA
NO TIENE
FIDA
NO TIENE
NO TIENE
FIDA
Financiador
Fuente: INRA, Saneamiento de Tierras Comunitarias de Origen Año 2002
YAMINAHUA MACHINERI
TIPNIS Polígono 2
Beni Cbba.
Pando
TIPNIS Polígono 1
Nro. De poligonos
Beni Cbba.
Depto
Financiamiento para el saneamiento de TCOS de Beni y Pando (Superficies en hectáreas)
Resultados del saneamiento de las TCO’s con apoyo del PRODESIB (a noviembre del 2004).
SUPERFICIE DEMANDADA
317.103,5358
SUPERFICIE MENSURADA
372.817,3138
SUPERFICIE A FAVOR DE TERCEROS
366.817,1819
SUPERFICIE A CONSOLIDAR A FAVOR DE LA TCO
La superficie a consolidar a favor de la TCO, es mayor a la superficie demandada. No existen terceros al interior de la demanda
OBSERVACIONES
Territorio Indígena Parque Nacional Iisiboro Sécure (TIPNIS) (Superficies en hectáreas) TERRITORIOS
TIPNIS POL. I
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ANEXOS
82
ANEXOS
83
200.725,483
154.217,4544
46.508,0286
30.969,8262
SUB POLIGONO 4A
SUB POLIGONO 4B TIPNIS AREA PRIORIZADA
SUPERFICIE DEMANDADA
TIPNIS POL. IV
TERRITORIOS
30.969,8262
154.070,3412
SUPERFICIE MENSURADA
10.167,2352
12.671,2161
SUPERFICIE A FAVOR DE TERCEROS
20.802,6310
141.399,1251
SUPERFICIE A CONSOLIDAR A FAVOR DE LA TCO
El polígono IV del TIPNIS se ha subdividido en dos sub. polígonos, 4A y 4 B, producto de los conflictos con los colonos que se encuentran en el sub. Polígono 4B, en el cual no se han realizado Pericias de Campo.
OBSERVACIONES
Territorio Indígena Parque Nacional Iisiboro Sécure (TIPNIS) (Superficies en hectáreas)
Resultados del saneamiento de las TCO’s con apoyo del PRODESIB (a noviembre del 2004).
TERRITORIOS
SUPERFICIE MENSURADA
SUPERFICIE A CONSOLIDAR A FAVOR DE LA TCO
OBSERVACIONES
Territorio Indígena Chimán (TICH) (Superficies en hectáreas) SUPERFICIE DEMANDADA
SUPERFICIE A FAVOR DE TERCEROS
36.477,9003
187.049,2719
24.199,0770
111.824,3292
187.049,2719
60.676,9773
95.786,4021
187.049,2719
56.840,5621
207.610,7313
TICH POL. I
TICH POL. II
156.593,3028
No existen terceros al interior de la TCO
TICH AREA PRIORIZADA
ANEXOS
84
ANEXOS
85
SUPERFICIE DEMANDADA
441.470,5998
TERRITORIOS
MULTIETNICO II
529.125,033
SUPERFICIE MENSURADA
250.960,1000
SUPERFICIE A FAVOR DE TERCEROS
278.164,9330
SUPERFICIE A CONSOLIDAR A FAVOR DE LA TCO
Territorio Indígena Multiétnico II) (Superficies en hectáreas)
Falta concluir con el replanteo de 10 predios
OBSERVACIONES
INDICE Territorio, la historia de un sueño Loma santa está en nuestros territorios “Vivíamos como esclavos” La siringa La larga lucha por el territorio La quina El fin de una época El problema de la tierra La Casa Suárez Territorio, cultura e identidad En un mundo de ganado Los indígenas defensores del bosque Las demandas indígenas en la Amazonia El papel del INRA Financiando al INRA El INRA entre fuego cruzado Capacitarse para apoyar al INRA y para el saneamiento La contribución de PRODESIB ¿Por dónde empezar? El futuro Bibliografía Anexos
ÍNDICE
7 9 13 15 19 26 27 29 33 37 39 43 44 49 53 57 59 61 67 71 75 77
91