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Capítulo 20
Los Condimentos, Etc LAS ESPECIAS Y LOS CONDIMENTOS Los condimentos, tan frecuentemente usados por la gente del mundo, son ruinosos para la digestión. Bajo el título de estimulantes y narcóticos se clasifica una gran variedad de sustancias que, aunque empleadas como alimento y bebida, irritan el estómago, envenenan la sangre y excitan los nervios. Su consumo es un mal positivo. Los hombres buscan la excitación de estimulantes, porque, por algunos momentos, producen sensaciones agradables. Pero siempre sobreviene la reacción. El uso de estimulantes antinaturales lleva siempre al exceso, y es un agente activo para provocar la degeneración y el decaimiento físico. En esta época de apresuramiento, cuanto menos 1
excitante sea el alimento, mejor. Los condimentos son perjudiciales de por sí. La mostaza, la pimienta, las especias, los encurtidos y otras cosas por el estilo, irritan el estómago y enardecen y contaminan la sangre. La inflamación del estómago del borracho se representa muchas veces gráficamente para ilustrar el efecto de la bebidas alcohólicas. El consumo de condimentos irritantes produce una inflamación parecida. El organismo siente una necesidad insaciable de algo más estimulante. Los condimentos y las especies usadas en la preparación de los alimentos para la mesa ayudan a la digestión en la misma forma en que el té, el café y las bebidas alcohólicas se piensa que le ayudan en sus tareas al hombre que trabaja. Después que desaparecen los efectos inmediatos, hay un descenso correspondiente debajo de lo normal así como hubo una elevación por encima de lo normal cuando se tomaron estas sustancias estimulantes. El organismo es debilitado. La sangre resulta contaminada, y la inflamación es el resultado seguro. 2
Las especias irritan el estómago y causan un apetito antinatural Nuestras mesas deben tener solamente los alimentos más sanos, que estén libres de toda sustancia irritante. El apetito de bebidas alcohólicas resulta estimulado por la preparación de alimentos con condimentos y especias. Estas cosas causan un estado febril en el organismo, y el cuerpo exige beber para aliviar la irritación. En mis frecuentes viajes a través del continente, yo no voy a comer a los restaurantes, coches comedores u hoteles por la sencilla razón de que no puedo comer los alimentos que allí se proveen. Los platos son muy sazonados con sal y pimienta, y producen una sed casi intolerable... Irritarían e inflamarían la delicada membrana estomacal... Tal es la clase de alimentos comúnmente servidos en mesas de buen tono, y dados a niños. Estos tienen el efecto de causar nerviosidad y crear sed, una sed que el agua no puede apagar... Los alimentos deben prepararse de una manera tan sencilla como sea posible, libres de condimentos y especias, y aun de una cantidad 3
indebida de sal. Algunos han complacido tanto su gusto, que a menos que tengan precisamente el articulo de consumo que exigen, no hallan placer en comer. Si se pone delante de ellos alimentos condimentados con especias, éstos hacen que el estómago trabaje al castigarlo con ese ardiente látigo; porque ha sido tratado de tal manera que no reconocerá alimentos que no sean estimulantes. Se colocan platos suculentos ante los niños: alimentos con especias, salsas concentradas, tortas y pasteles. Estos alimentos muy sazonados irritan el estómago, y hacen que éste reclame estimulantes aún más fuertes. No solamente el apetito es tentado con alimentos inadecuados, de los cuales se permite a los niños participar libremente en sus comidas, sino que también se les permite a ellos comer entre comidas, y cuando llegan a tener doce o catorce años son dispépticos confirmados, Tal vez habéis visto la ilustración del estómago de una persona adicta a las bebidas fuertes. Una condición similar se produce por la influencia irritante de las 4
especias fuertes. Teniendo al estómago en tal estado, se exige algo más para hacer frente a las exigencias del apetito, algo más fuerte, y aún más fuerte. Su empleo causa languidez Hay una clase de personas que profesan creer la verdad, que no usan tabaco, rapé, té ni café, y sin embargo son culpables de gratificar el apetito de una manera distinta. Exigen carnes preparadas en forma muy sazonada, con salsas concentradas, y su apetito ha llegado a pervertirse tanto que no puede satisfacerse ni siquiera con la carne, a menos que se la prepare de la manera más perjudicial. El estómago queda afiebrado, los órganos digestivos son sobrecargados, y sin embargo el estómago trabaja arduamente para deshacerse de la carga que se le impuso. Después que el estómago ha realizado esta tarea, está agotado, lo cual produce languidez. Aquí muchas personas resultan engañadas, y piensan que es la falta de alimento lo que determina esa condición, y sin dar al estómago un tiempo de descanso, toman más alimentos, los 5
cuales momentáneamente quitan la languidez. Y cuanto más se complazca el apetito, tanto más exigirá gratificación. Las especias al comienzo irritan la delicada mucosa del estómago, pero por fin destruyen la sensibilidad natural de ese delicado órgano. La sangre se afiebra, las propensiones animales se despiertan, mientras que las facultades morales e intelectuales se debilitan, y las personas se hacen siervas de las pasiones bajas. La madre debe estudiar para establecer un régimen alimenticio sencillo y sin embargo nutritivo para su familia. Las personas que han complacido su apetito para comer libremente carne, salsas muy condimentadas, y varias clases de tortas y dulces recargados, no pueden disfrutar inmediatamente de un régimen sencillo, sano y nutritivo. Su gusto está tan pervertido que no tienen apetito por el régimen sano de frutas, pan sencillo y verduras. No necesitan esperar que desde el comienzo podrán encontrarle sabor agradable a alimentos tan diferentes de aquellos que han estado 6
consumiendo. Con toda la preciosa luz que continuamente nos ha sido dada mediante las publicaciones sobre salud, no nos conviene vivir vidas descuidadas e indiferentes, comiendo y bebiendo como nos place, y complaciéndonos en el uso de estimulantes, narcóticos y condimentos. Tomemos en cuenta el hecho de que tenemos un alma que salvar o perder, y que es de vital consecuencia la forma en que nos relacionamos con el asunto de la temperancia. Es de gran importancia que individualmente desempeñemos bien nuestra parte, y tengamos una comprensión inteligente de lo que debemos comer y beber, y de cómo debemos vivir para preservar la salud. Todos están siendo probados para ver si aceptan los principios de la reforma pro salud o siguen una conducta de indulgencia propia. LA SODA Y EL POLVO DE HORNEAR El uso de soda de leudar, o polvos de hornear, en la elaboración del pan es nocivo e inútil. La soda inflama el estómago, y a veces envenena todo 7
el organismo. Muchas cocineras se figuran que no pueden hacer buen pan sin soda, pero esto es un error. Si quisieran tomarse la molestia de aprender mejores métodos, su pan sería más sano, y también más sabroso para un paladar normal. Los bollos calientes levantados con soda o polvo de hornear nunca deben aparecer en nuestra mesa. Tales compuestos son inadecuados para entrar en el estómago. El pan leudado caliente de cualquier clase es de difícil digestión. Pueden hacerse bollos de pan integral que son no solamente saludables sino deliciosos, usando harina sin cernir, mezclada con agua pura fría y con leche. Pero es difícil enseñar a nuestros hermanos la sencillez. Cuando recomendamos bollos de harina integral, nuestros amigos dicen: "Oh, sí sabemos cómo hacerlos". Pero nos vemos muy chasqueados cuando estos bollos aparecen levantados con polvo de hornear o con leche agria o con soda. Esto no da ninguna evidencia de reforma. Con harina sin cernir, mezclada con agua pura y blanda, y con leche, se preparan los mejores 8
bollos que jamás hayamos gustado. Si el agua es dura, úsese más leche fresca, o añádase un huevo a la masa. Los bollos deben ser plenamente cocinados en un horno bien caliente, con un fuego parejo. En mis viajes, veo a familias enteras que sufren enfermedades por causa de una cocina deficiente. El pan dulce, agradable y saludable se ve rara vez sobre sus mesas. Los bollos blandos y pesados hechos con bicarbonato de soda, y el pan pegajoso están arruinando los órganos digestivos de decenas de miles de personas. Algunos no creen que es un deber religioso preparar alimento adecuado; y por lo tanto no tratan de aprender cómo hacerlo. Dejan que el pan se agríe antes de hornearlo, y el bicarbonato de soda añadido para remediar el descuido del cocinero, lo hace completamente impropio para el estómago humano. Vemos personas de tez pálida y dispépticos quejosos dondequiera que vamos. Cuando nos 9
sentamos a las mesas, y comemos los alimentos cocinados en la forma en que lo han sido por meses, y tal vez por años, me pregunto cómo estas personas todavía están vivas. El pan y los bollos están amarillos de bicarbonato de sodio. Este uso de la soda se hace para ahorrar un poco de cuidado. Como consecuencia del olvido, se deja que el pan a menudo se ponga ácido antes de cocinarle, y para remediar el mal se añade una gran porción de soda, la cual lo único que hace es convertirlo en algo completamente inadecuado para el estómago humano. La soda, en cualquiera de sus formas, no debe ser introducida en el estómago; porque el efecto es terrible. Consume la membrana del estómago. Causa inflamación, y frecuentemente envenena todo el organismo. Algunos declaran: "Yo no puedo hacer buen pan o bollos a menos que use soda o bicarbonato". Por cierto que podéis si os hacéis hábiles y aprendéis. ¿No es la salud de vuestra familia de suficiente valor como para inspiraros ambición de aprender cómo cocinar y cómo beber? LA SAL 10
Evítese el uso de mucha sal y el de encurtidos y especias, consúmase mucha fruta, y desaparecerá en gran parte la irritación que incita a beber mucho en la comida. Los alimentos deben ser preparados de modo que sean apetitosos y nutritivos. No debe despojárselos de lo que nuestro organismo necesita. Yo hago uso de un poco de sal y siempre lo he hecho, porque la sal, lejos de ser nociva, es indispensable para la sangre. En una ocasión el Dr. ––––– trató de enseñar a nuestra familia a cocinar de acuerdo con la reforma pro salud, como él la veía, sin sal y sin ninguna otra cosa para sazonar el alimento. Bien, yo determiné probarlo, pero mis fuerzas se redujeron tanto que tuve que hacer un cambio; y adopté otro procedimiento con gran éxito. Le digo esto porque sé que Ud. está en positivo peligro. El alimento debe ser preparado de tal manera que sea nutritivo. No debe ser despojado de aquello que el organismo necesita... 11
Yo uso un poco de sal, y siempre lo hago, porque por la luz que Dios me ha dado, sé que este artículo en lugar de ser deletéreo, es en realidad esencial para la sangre. No conozco cuál es la razón de este asunto, pero le doy la instrucción como me ha sido dada. LOS ENCURTIDOS (PICKLES) Y EL VINAGRE En esta época de apresuramiento, cuanto menos excitante sea el alimento, mejor. Los condimentos son perjudiciales de por sí. La mostaza, la pimienta, las especias, los encurtidos y otras cosas por el estilo, irritan el estómago y enardecen y contaminan la sangre. Estaba sentada en una ocasión a la mesa con varios niños menores de doce años. Se servían con abundancia carne; y de pronto una niña delicada y nerviosa pidió encurtidos. Se le entregó un frasco lleno de ellos, ardientes con mostaza y picantes con especias, del cual ella se sirvió en abundancia. La 12
niña era proverbial por su nerviosidad e irritabilidad de temperamento, y estos condimentos ardientes estaban bien calculados para producir tal condición. Los pasteles de carne y los encurtidos, que nunca debieran hallar cabida en un estómago humano, proporcionarán una sangre de pésima calidad. Los órganos productores de sangre no pueden convertir las especias, los pasteles de carne concentrados, los encurtidos y la carne en buena sangre. Evítese el uso de mucha sal y el de encurtidos y especias, consúmase mucha fruta, y desaparecerá en gran parte la irritación que incita a beber mucho en la comida. El vinagre Las ensaladas se preparan con aceite y vinagre, y esto produce fermentación en el estómago, y el 13
alimento no se digiere, sino que se descompone o entra en putrefacción; como consecuencia, la sangre no resulta nutrida, sino que se llena de impurezas, y aparecen dificultades en el hígado y los riñones.
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