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Los diez mejores lugares de buceo en España
El Hierro (Canarias)
Ubicada en el Atlántico sur, esta isla canaria, de morfología volcánica, tiene fama de ser uno de mejores destinos de buceo de toda Europa. Sus aguas tienen una claridad asombrosa, con visibilidad de hasta 50 metros y una temperatura media anual de 21º C. En ellas se mezclan las especies mediterráneas, las atlánticas y las tropicales. Sin duda que el mejor destino de buceo de toda la isla es la Reserva Marina del Mar de las Calmas, al sur de la isla, frente a la pequeña población pesquera de La Restinga.
El litoral de Cabo de Palos es un rosario de cabezas de roca que ascienden desde unos 60 metros de profundidad hasta casi rozar la superficie con su cima. Forman uno de los ecosistemas de vida marina más generosos de la costa española, además de un inmenso cementerio de barcos que a lo largo de la historia han dejado su casco en estas traicioneras puntas de roca. Protegidas bajo la figura de Reserva Marina, estas aguas son refugio de casi todas las especies mediterráneas: meros enormes, brótolas, falsos abadejos, salpas, corvinas, pulpos, morenas, castañuelas, barracudas, tembladeras e incluso
águilas de mar.
Islas Medas (Girona)
Si hay un lugar, en España, emblemático para el buceo, hasta el punto que pocos buceadores que se precien como tales habrán dejado de visitar sus aguas, es la Reserva Marina de las Islas Medas. A partir de una zona vedada a la pesca en 1983 en torno a estos siete islotes que emergen frente a L’Estartit como una prolongación submarina de la sierra del Montgrí, se creó en 1990 una reserva marina que preserva la rica flora y fauna de sus bajos, representativa de la mejor biodiversidad mediterránea. Meros de gran tamaño, doradas, sargos, barracudas, brótolas, peces luna, llobarros, escórporas y un sinfín de grandes y pequeñas especies acompañan las inmersiones en esta Reserva Marina catalana. Una de las más conocidas es el túnel de La Vaca.
Cabo de Gata (Almería)
Sin duda alguna, las aguas del Parque Natural del Cabo de Gata, esconden algunos de los mejores fondos marinos de todo el Mediterráneo Occidental. Sumergirse en estas aguas es descubrir una morfología de callejones o desfiladeros de piedra de origen volcánico que forman unos característicos pasillos. No hay que dejar de bajar a visitar los restos del vapor de Cabo de Gata, un barco hundido a 40 metros de profundidad en Punta Baja.
Islas Columbretes (Castellón)
A sólo 30 millas de la costa, casi enfrente de Castellón capital, emerge el archipiélago de las Columbretes, uno de los enclaves más curiosos y de mayor valor ecológico del Mediterráneo español. Está declarado parque natural y consta de cuatro grandes grupos de islas, islotes y peñascos. Sus fondos casi virginales son una prolongación de la morfología volcánica de superficie. Más de seis millas marinas de costa y profundidades de hasta 80 metros, con fondos muy variados, desde roca a bancos de arena, cañones y praderas de posidonia.
La Herradura (Granada)
Hablarle a un buceador de La bahía de La Herradura, entre Almuñécar y Nerja, es hablarle de inmersiones en pared sobre fondos rocosos… de bucear entre bloques, salientes y cavidades. Gracias a su disposición, es fácil encontrar siempre un punto donde sumergirse a resguardo de los vientos y el oleaje. Un buzo experimentado siempre aconsejará las inmersiones de la Punta de la Mona, donde se pueden alcanzar más de 50 metros de agua.
Menorca (Baleares)
Aunque el conjunto de las Islas baleares ofrecen interesantes lugares de buceo, si hubiera que elegir uno pocos buceadores dudarían: la abrupta costa norte de Menorca. Está dominada por el Cap de Cavalleria y la Mola de Fornells, dos enormes salientes de roca protegidos bajo la denominación de Reserva Marina de Cavalleria. Se trata de uno de los lugares más espectaculares del archipiélago balear para bucear, sobre todo por la rica y variada fauna marina que vive en la reserva.
Rías Baixas (Pontevedra / A Coruña)
Arousa, la ría más extensa de Galicia, es un gigantesco lago oceánico protegido de las tormentas y los fuertes vientos en el que se puede bucear todo el año. Como en el resto de Galicia, la visibilidad es reducida. Aunque no es zona de grandes peces, prácticamente no hay un trozo de roca sumergida en las Rías Bajas que no soporte vida encima. Se pueden ver gorgonias, esponjas, cientos de nudibranquios e incluso caballitos de mar a apenas 50 metros de la costa. La zona es rica en pecios.
Costa de Guipúzcoa (Euskadi)
Prácticamente toda la costa guipuzcoana es de interés para el buceo, aunque las zonas más frecuentadas son aquellas que cuentan con las infraestructura de algún centro: Hondarribia, Zarautz o Motriku, por ejemplo. Frente a Hondarribia existen muchos puntos de interés, casi todos tapizados por importantes concentraciones de gorgonias, pólipos, alcionarios y esponjas. El Cantil de Gaztelu, por ejemplo, es una pared que cae hasta 22 metros con abundante vida. En Motriku es especialmente recomendable el bajo de Aspiroz, que emerge desde 40 a 18 metros a una milla de la costa frente a la ría de Ondarroa. Uno de los lugares clásicos de Zarautz es la Punta Ratón, donde se contabilizan varias inmersiones.
Gran Canaria (Canarias)
Las zonas de buceo en Gran Canaria están muy condicionadas por la diferencia de fondos de una vertiente a otra de la isla. El sur, muy arenoso, no resulta atractivo para los submarinistas, quienes sin embargo encontrarán excelentes lugares donde sumergirse en la costa Este, dominada por la reserva marina de El Cabrón, y en el litoral noreste, donde se encuentra la mayoría de barcos hundidos que han hecho de Gran Canaria uno de los destinos favoritos de los amantes de los pecios. En la costa norte también encontraremos lugares de alto atractivo, como La Caleta y Sardina del Norte además de los bajos Fernando y Roquerillo y el Roque Matavinos, los tres frente a la playa de Las Canteras.