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COLLEGE OF WILLIAM & MARY
Los niños son nuestro futuro: Reformas educativas bajo la presidencia de Domingo F. Sarmiento
Renea Johnson HISP 394 December 7, 2012
Johnson 2 Renea Johnson HISP 394 El 7 de diciembre 2012
Los niños son nuestro futuro: Reformas educativas bajo la presidencia de Domingo F. Sarmiento “Hombre, pueblo, Nación, Estado, todo: todo está en los humildes bancos de la escuela” -Domingo Faustino Sarmiento Las necesidades básicas de la vida son agua, oxígeno, comida y refugio. Es imposible sobrevivir sin uno de ellas; igual que es casi imposible para una nación funcionar sin sus necesidades básicas tales como un sistema político, un sistema de asistencia sanitaria, una economía estable y un sistema educativo. Cuando se mira estas dos listas, se puede ver que hay una, en ambas categorías, que destaca más que las otras. En la categoría de las necesidades básicas de la vida, el oxígeno sin duda prueba ser la fundación de la vida porque sin él sería imposible vivir en esta tierra. Por otro lado, cuando se mira las necesidades de una nación, la educación parece asumir el papel del oxígeno. La necesidad para un sistema educativo es esencial en la funcionalidad de una nación porque sin él es posible que los ciudadanos de aquellas naciones nunca obtuvieran la capacitación necesaria por trabajar en los sectores políticos, los sectores de asistencia sanitaria ni los sectores económicos. El caso de Argentina en el siglo XIX Durante los años 1829 hasta 1852 Argentina era una nación sin un sistema educativo desarrollado. Esta falta puede ser atribuida al régimen del dictador Juan Manuel de Rosas quien también era el caudillo del partido político se llamaba los Federales. Este grupo creyó en
Johnson 3 “autonomía provisional” para los dueños de las estancias y “una federación suelta” para que pudieran gobernar sí mismos (Rudolph 21). Estés crecimientos provocó el periodo de restauración en que Rosas, “strengthened the army…established government financial credit…and promoted pastoral industry—all at the expense of education” (Rudolph 25). En la mente de Rosas, no tuvo sentido educar a las personas que él quería servirle. Otros investigadores como Mark Szuchman está de acuerdo con esta mentalidad de Rosas por escribir en su artículo, “Childhood Education and Politics in Nineteenth-Century Argentina”, que si había gente hablando mal de los Federales en las escuelas, el resulto sería el cierre inmediato de la escuela sin consideración de los estudiantes o maestros (Szuchman 120). Domingo F. Sarmiento, un intelectual y futuro presidente de Argentina, creyó fuertemente que la educación debería haber sido recibiendo más atención y se refirió a esta privación de educación como bárbaro. En su texto Facundo, Sarmiento describe el estado de la educación por escribir: “No hay establecimiento ninguno de educación pública... No hay tres jóvenes que sepan inglés, ni cuatro que hablen francés. Uno sólo hay que ha cursado matemáticas...No hay diez ciudadanos que sepan más que leer y escribir” (Sarmiento2, 119). Dentro de una población de miles de personas es surrealista pensar que la mayoría no poseen las habilidades básicas de leer y escribir. Por ese motivo, cuando Sarmiento hizo presidente empezó a implementar reformas para mejorar el sistema educativo con esperanzas que podía producir ciudadanos civilizados que podían combatir la barbarie de la nación. Una de estas reformas
Johnson 4 involucró la enseñanza de un texto, “Método de Lectura Gradual”, que Sarmiento hubo escrito para que los maestros enseñara a sus estudiantes y futuros líderes de la nación. Mirando la situación de una perspectiva educacional, cuando un maestro escribe su currículo siempre tiene un objetivo de aprendizaje que, a la conclusión de las lecciones, esperaba trasladarse a los estudiantes. Para Sarmiento, cuando escribió “Método de Lectura Gradual” el objetivo era formar ciudadanos civilizados. La evidencia en el texto, la manera en que el texto está escrita y el contenido del texto, revela que la definición escondida del ciudadano civilizado era uno quien era alfabetizado, demostró bien conducta y era informado sobre el mundo local y global. La alfabetización Cada reforma tiene que empezar a un lugar, estoy segura que mucha gente sugeriría que este lugar sería al fondo, o sea, a la fuente del problema. Sarmiento identificó la falta de un sistema educativo como la fuente del problema de la barbarie de Argentina y buscó ayuda a otros para resolverlo. Horace Mann, un reformador del sistema educativo americano, era una de estas personas quien influyó las reformas de Sarmiento. Los dos compartieron ideas similares sobre alfabetización universal, democracia representativa, igualdad para todas clases sociales y progreso por todos países. Por eso, Sarmiento mantenía en contacto con Mann mientras tratando de hacer estos beneficios disponibles en su país (Criscenti 79). Cuando escribió sus reformas en el texto De la educación popular (1849) incluyó la enseñanza de la ortografía española, entre otras cosas, como una manera de lograr alfabetización universal. Las técnicas que Sarmiento usó para llevar a cabo la
Johnson 5 enseñanza de la ortografía son evidentes en la forma en que el texto Método de Lectura Gradual está escrito. En las primeras treinta paginas del texto, hay una énfasis en la pronunciación. Las palabras del texto son divididos en silabas para que los niños puedan practicar más fácilmente la manera correcta de pronunciar las palabras. Por ejemplo, en una de las lecturas está escrita: “Es-ta ca-sa es de mi er-ma-no. Fi-ja-te ni-ño en lo que le-as” (Sarmiento1, 20). Antes de cada lectura los niños practicaban la pronunciación de varias silabas al azar como “os on al era ll” (Sarmiento 20) porque cuando llegaban a las lecturas podían poner las silabas juntas para formar una palabra que se reconocían. Para demonstrar, la sílaba “es” combinada con una sílaba de una lectura anterior “ta” forma la pronunciación “es-ta” y la palabra “esta”. Esta enseñanza progresiva es representativa de la práctica de la conciencia fonémica1 que ayuda a los estudiantes entender la conexión entre la palabra hablada y la palabra escrita que muchos no había sido recibiendo antes. Esta estructura del texto toma en cuenta el estado de desarrollo de los niños quien cosechar los beneficios de leer en voz alta. También, en la nota de los editores que está encontrado en la primera página del texto, escribió que “Las eliminaciones de letras que se notan al principio y se van después gradualmente introduciendo en sus últimas páginas, no tienen otro objeto que obviar aquellas dificultades que embarazan inútilmente la inteligencia infantil” (Sarmiento1, 4). En esta cita Sarmiento reconoce la inteligencia de los niños y el hecho de que
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La tema de conciencia fonémica es controversial porque muchos educadores se preocupan que los niños están reproduciendo los sonidos sin conocimiento de las significancias de las palabras, por otro lado, hay investigadores que dicen que “to learn to read, children must learn the relationships between the speech sounds and the multiple spellings to represent them, and they must be able to apply this knowledge to new words they encounter in text” (McIntyre 79-80).
Johnson 6 tener éxito con enseñar la alfabetización es necesaria hacerlo en partes. Es verdad que el proceso de educar a niños puede ser lento pero efectivo (Carli 14) y los beneficios de ser alfabetizado y bien hablado son múltiples. Los niños y la formación de la nación Mencioné más temprano que cada reforma tiene que empezar a un lugar. Sarmiento decidió empezar sus reformas con los niños porque a lo largo, ellos criarían ser adultos y asumir las posiciones de poder que existe en la nación. Sin una educación, estas niños se convertirían en lo que Sarmiento llamaba “hombres negados en toda la expresión de la palabra” (Sarmiento2, 119), una de esas expresiones sería bárbaro. Para asegurar que los niños del futuro lograban un carácter civilizado Sarmiento escribió cuentos sobre jóvenes que tenían valores y características ejemplar de un buen ciudadano. En estas lecturas los niños aprenden que deben valorar los mayores de la comunidad2, “siempre abstente de todo acto indecoroso” 3 (Sarmiento1, 24) y “seguir los pasos del que te guía por la senda de la virtud”4 (Sarmiento1, 26). Estés principios rectores, en el curso del año académico, estaría aprendido y practicado hasta que los niños pudieran recitarlos de memoria (Sarmiento1, 4). El acto de memorización aseguró que el niño no se olvida como debe comportarse. En la mente de Sarmiento si el niño siguió estés principios tendría la base de ser ciudadanos modelos y civilizados; sin embargo, investigadores como Juan Alberdi y Paulo Freire no apoyaban el vínculo entre el rol de la educación en la formación del ciudadano.
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“El valor en un militar es como el honor en una mujer” (Sarmiento 1, 23), “La humanidad entera honra los talentos de los mayores poetas (Sarmiento1, 25), “respetad a los que os dan rectos consejos…[y] decid verdad i honrad a los que os an dado el ser” (Sarmiento1, 27) 3 Estas actos indecorosos incluyen: “No escupas ni hagas silbar la saliva que es un acto incivil” (Sarmiento 1, 23), “no tengas chanzas con los tontos” (Sarmiento1, 27), “no habléis tan de prisa” (Sarmiento1, 35) 4 En esta senda los niños “no tengan conducta desordenada porque le arrepentirían algún día” (Sarmiento 1, 26), “nunca tomes venganza del que te hizo mal” (Sarmiento1, 27), siempre son aplicados (Sarmiento1, 36)
Johnson 7 Freire escribe que “voluntarismo y espontaneísmo se constituyen como obstáculos para la práctica educativa progresista” (Freire 51). El voluntarismo que Freire se refiere al papel del estudiante. Durante las reformas educativas, los estudiantes eran participantes pasivas. No decidían lo que querían aprender ni como querían definir si mismos (como ciudadano o fugitivo), todo estuvo organizado por ellos. La crítica de Freire muestra que él no consideró la educación ser propicio a la formación de ciudadanos porque ellos se perdió su individualidad cuando siguió los principios que estaban dictados a ellos como si fuera instrumentos en vez de un ciudadano verdadero. No estoy de acuerdo con su perspectiva en este tópico porque él defina el ciudadano como “un individuo que goza de los derechos civiles y políticos de un Estado, y que ciudadanía tiene que ver con el uso de los derechos y el derecho a tener deberes de ciudadano” (Freire 50). En esta definición solo define el ciudadano en términos de las cosas que puede acceder no en términos de sus características. Además esta definición todavía valida los estudiantes como ciudadanos porque los niños están aprovechando la Ley 14205 que les dio el derecho asistir a las escuelas que también es su deber como futuro líderes. Parece que la formación del ciudadano y el sistema educativo va codo con codo pero todavía hay un argumento contra esta práctica. Juan Alberdi, otro intelectual del siglo XIX, dudó el valor de la educación como formadora del ciudadano como presentado por Sarmiento porque él basado sus reformas en el sistema educativo de los Estados Unidos (Tedesco 30 y Szuchman 126). Los dos creyeron que el sistema educativo de Argentina necesitaba una reforma pero Alberdi creyó que la reforma debía haber venido desde adentro del país porque las circunstancias sociales, económicas y políticos no
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La Ley 1420 obligaba los niños entre los 6 y los 14 años devenir alumnos. “En el imaginario de la época una generación escolarizada se convirtió en condición para la existencia de un país moderno” (Carli 35).
Johnson 8 transferían de un país a otro. Joseph Criscenti, otro investigador, explica la perspectiva de Alberdi por escribir que él creía que “the form and content of education should be a product of the society in which it develops” (Criscenti 169). Es verdad que una reforma que funciona para un país quizás no funciona para el otro, y por esta razón, es probablemente la razón por la cual Argentina todavía no logró democracia hasta la segunda década del siglo XX (Criscenti 86). Un investigador hizo la observación que “cualquier plan de desarrollo seria impracticable sin una población preparada técnicamente para ello” (Tedesco 35). Técnicamente, durante la implementación de las reformas educativas, Argentina todavía estaba tratando de recuperar de los efectos del régimen de Rosas por establecer la Constitución de 18536 y elegir un presidente. Debido a todas las cosas que estaban tomando lugar en el país durante este tiempo, se puede tener muchos argumentos sobre por qué el uso de la educación para formar ciudadanos civilizados fue exitoso o un fracaso pero una persona solo tiene que medir el crecimiento de la nación en los años después para llegar a una respuesta. La expansión del conocimiento Sarmiento no sólo quería que los niños fueran alfabetizados y buen ciudadanos sino también quería que estuviera consciente sobre el mundo global. La primera instancia en que se puede ver evidencia de esta enseñanza global es cuando Sarmiento describe la geografía. Escribe que, “El Amazonas es un magnifico rio de América. Chile i el Perú son dos estados Sudamericanos. Lima es la capital del segundo” (Sarmiento1, 25). Esta muestra que otras disciplinas se encontraron en el currículo. La geografía en particular era importante para que los niños pudieran entender donde se situaron en el mundo en relación a otros países que, un día, se
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“The Constitution established the government as representative, republican, and federal; Catholicism was declared the official religion of the country. The Constitution also instituted free trade and foreign investments in the country and the development of a stable Argentine market for British manufactures” (Rudolph 30).
Johnson 9 conocerían. Como una parte adicional a la ortografía (cerca del fin del texto) Sarmiento dedica una página al aprendizaje de las letras extranjeras de varios países tal como “ph”, “w”, “th”, “k”, “ss”, “ff” y “tt”. En la lectura de práctica incorpora los nombres de las ciudades de donde vienen las silababas, por ejemplo para ayudarles practicar la letra “w” tienen las ciudades estadounidenses New York, New Hampshire y Delaware (Sarmiento1, 40), para hacer la lección relevante para los niños. Este tipo de práctica ayudará a los niños en el futuro porque cuando están en negocios con ciudadanos de países extranjeras, no harán la equivocación de pronunciar mal su país o ciudad de origen. La geografía no era el único sujeto que Sarmiento incluyó para expandir el conocimiento de los niños7, otro tema que esperó enseñar era las matemáticas. Empezó a esta lectura por enseñar los meses y los días de la semana. Los niños tuvieron que memorizar el verso: “treinta días tras noviembre, con abril, junio i septiembre, veinte i ocho tras el segundo, los demás treinta i uno; mas a cada cuatro años a febrero un día añado” (Sarmiento1, 43) para que siempre planeaban para el futuro sin olvidar una fecha importante. Los maestros también tenían la opción de enseñar la práctica de contar números con porotos colorados (Sarmiento1, 46). Este uso de porotos permite que los niños vean la disminución y aumento de los números físicamente, igual que cuando se convierten en adultos asumirían la responsabilidad de mantener sus propias finanzas. El propósito del texto El texto “Método de Lectura Gradual” estuvo escrito enseñar los niños el
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También incluyó un poco de historia para que los niños pudieran reconocer figuras importantes de la nación. El siguiente ejemplo de las figuras importantes esta encontrado en las palabras de un dialogo inventado: “El nuevo mundo que nos dio Colon. Dime, Eujenio, quien fue el mayor héroe de la antigüedad? En mi opinión Julio Cesar fue el mayor héroe de la antigüedad” (Sarmiento1, 30)
Johnson 10 conocimiento básico que necesitaría ser ciudadanos civilizados quien eran alfabetizados, demostraban bien conducta, y eran informados sobre el mundo local y global. Sarmiento explicó muy bien el propósito que sirvió todos los componentes del libro en la enseñanza total del texto. Al fin del texto, Sarmiento repasa los estudios por formar la pregunta “¿Cuántas cosas tiene que aprender un niño para ilustrar su espíritu8?” (Sarmiento1, 54). La respuesta sería las principales de leer, contar, geografía, gramática y ortografía9 y dentro de estas principales, había objetivos de aprendizaje. El niño debe saber leer y escribir bien para “ganar con que vivir i aliviar a sus padres, sirviendo de escribiente de los abogados, en las casas de comercio, en las oficinas de gobierno o en las municipales” (Sarmiento1, 54). El niño debe saber contar para “poder arreglar sus negocios, comprar, vendor, cobrar su salario i para pagar a los que le sirven” porque un niño culto no sirve a otros (Sarmiento1, 54). El niño debe saber la geografía para “decir el nombre de su pueblo y donde está situado, a que república pertenece y en que continente se halla situado. En fin, que pueblos habitan la tierra, que nombres tienen, que ríos los riegan, que montanas los dividen y que forma de gobierno los rige” (Sarmiento1, 54). Un ciudadano civilizado tiene conocimiento del mundo y está seguro de sí mismo que es en contraste directa al ciudadano bárbaro quien no presta mucha atención a la vida afuera de su pueblo. El niño debe saber la gramática y “el nombre de las palabras de que se sirve en la conversación y el modo de usarlas i los vicios en que incurre” (Sarmiento1, 54). Esta es importante porque un ciudadano civilizado sabe cómo se dirige a otras personas formal y
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El espíritu que él está refiriendo podría ser el espíritu restablecido y vigorizado, listo participar en la nueva sociedad de Argentina. Esta “nueva sociedad” es una referencia a la sociedad y la cultura moderna, o sea civilizada, en Argentina atribuida a la escolarización de los niños (Carli 36). 9 Habían otras principales que incluyeron las habilidades de dibujo lineal, rezar y saber la historia sagrada, antigua y romana (Sarmineto1, 55)
Johnson 11 informalmente y hablar en una manera que refleja su estatus intelectual. Por último, si bien no menos importante, el niño debe saber la ortografía “de manera que todos le entiendan lo que escribe, i que no allá defectos ya en las letras, ya en la puntuación” (Sarmiento1, 54). La habilidad escribir abren la puerta para comunicación entre gente quien son de otros país así que haciéndolo posible para tener negocios globales. Estas lecturas pequeñas de practicar las sílabas y leer un texto lleno de información pertinente al desarrollo de un buen ciudadano se trasladan a un trabajo en los sectores prestigios de la sociedad que era la esperanza de Sarmiento. Conclusión Acceso a la educación es un derecho humano10 sin este derecho todo el mundo sería viviendo en una forma de barbarie tratando de tener sentido de quien tiene el poder y si aquella persona se lo merece. La nación sería nada más que un refugio para gente y no el protector de los derechos de sus ciudadanos, como ocurrió durante el régimen de Rosas, porque la gente sólo prestaría atención a sus propias necesidades. Cuando Sarmiento declaró que “hombre, pueblo, nación, estado, todo: todo está en los humildes bancos de la escuela” no decía una mentira. Para tener cualquier establecimiento progresivo (por ejemplo un pueblo, nación o estado) algún tipo de educación tiene que existir para que la gente pueda organizar el establecimiento efectivamente y beneficiar de él.
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Artículo 26 de la Declaración Universal de Derechos Humanos dice que “Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria…” (Naciones Unidas. Declaración Universal de Derechos Humanos. Departamento de Información Pública de las Naciones Unidades, 2012. Web. 7 Dec. 2012. http://www.un.org/es/documents/udhr/)
Johnson 12 Obras citadas Carli, Sandra. Niñez, pedagogía y política: Transformaciones de los discursos acerca de la infancia en la historia de la educación argentina entre 1880 y 1955. Marid: Miño y Dávila editores, 2002. Print. Criscenti, Joseph. Sarmiento and his Argentina. Colorado: L. Rienner Publishers, 1993. Print. Freire, Paulo. Política y educación. México: Siglo veintiuno editores, 2001. Print. McIntyre, Ellen, Nancy Hulan, and Vicky Layne. Reading Instruction for Diverse Classrooms. New York: The Guilford Press. 2011. Print. Rudolph, James D. Argentina: a country study. Washington, D.C: Library of Congress Cataloging in Publication Data, 1985. Print. Sarmiento, Domingo F1. Método de Lectura Gradual. 1882. Print. Sarmiento, Domingo F2. Facundo. Madrid: Ediciones Cátedra, 2011. Print. Szuchman, Mark D. “Childhood Education and Politics in Nineteenth-Century Argentina: The Case of Buenos Aires”. The Hispanic American Historical Review. 70-1 (1990): 109-138. JSTOR database. Tedesco, Juan C. Educación y sociedad en la Argentina: 1880-1990. Buenos Aires: Ediciones Pannedille, 1970. Print. Naciones Unidas. Declaración Universal de Derechos Humanos. Departamento de Información Pública de las Naciones Unidades, 2012. Web. 7 Dec. 2012. http://www.un.org/es/documents/udhr/