Memorias del II Coloquio de Antropología y Sociología de la Universidad del Valle de Guatemala. Comunidades y Medio Ambiente

Memorias del II Coloquio de Antropología y Sociología de la Universidad del Valle de Guatemala Comunidades y Medio Ambiente Asociación de Estudian

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UNIVERSIDAD DEL VALLE DE GUATEMALA ÉTICA Y FAMILIA TALLER DE ÉTICA Y COMPORTAMIENTO PROFESIONAL Sección 20 Estuardo Méndez Juárez, carné: 09108 17/1

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Memorias del

II Coloquio de Antropología y Sociología de la Universidad del Valle de Guatemala

Comunidades y Medio Ambiente

Asociación de Estudiantes de Ciencias Sociales Universidad del Valle de Guatemala

2011 AECCSSE-UVG

Edición de Estilo Aiken Chew Diego Alburez Edición Gráfica Eduardo Bustamante Diseño de Portada Diego Alburez

AGRADECIMIENTOS Comité Cultural: Andrea Aguilar Liggia Samayoa Margarita Rivera Mónica Girón Comité Académico: Silvia Sánchez Ixkik Zapil Mandy Ortega Diego Alburez Lucía Chavarría Comité Logístico: Anaisabel Galindo Ramón Zamora Maria Reneé Ortiz Ana Lucía Mazariegos Gabriela Queme Luna Oliva Comité de Publicidad: Leticia Miguel Alejandro Pineda Adriana Guzmán

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Autores en esta Publicación Andrés Álvarez Castañeda Departamento de Antropología y Sociología, UVG

Tatiana Paz Lemus Departamento de Antropología y Sociología, UVG

Walda Barrios-Klee Asociación de Estudios Feministas (AMEF)

Diego Vásquez Monterroso Departamento de Arqueología, UVG

Ana Barth Departamento de Arqueología, UVG Alfredo Bedregal Calvinisti Departamento de Antropología y Sociología, UVG Aiken Chew Departamento de Antropología y Sociología, UVG Iyaxel Cojtí Ren Departamento de Arqueología, UVG Gilberto Cruz Depatamento de Arqueología, UVG Paola Beatriz González Rosales Escuela de Relaciones Internacionales, USAC Doris E. Martínez Melgar Centro de Estudios Ambientales,UVG Mónica Mendizábal Juárez Escuela de Ciencia Política, USAC Antonio Mosquera Aguilar UMG, UVG Beatriz Palomo de Lewin Departamento de Historia, UVG

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INDICE Agradecimientos........................................................................... i Autores en esta publicación.......................................................... ii Índice............................................................................................ iii Introducción a este volumen ..................................................... v Mesa: Seguridad y Prevención de conflictos ............................... 1 - Legislación e institucionalidad en materia de seguridad e inteligencia: 1985-2009 Andrés Álvarez Castañeda y Alfredo Bedregal Calvinisti ......................................................................................... 2 Mesa: Estudios de Atitlán y áreas colindantes ........................... 10 - La Etnohistoria de los Pueblos de la Bocacosta de Suchitepéquez y Cotzumalguapa Gilberto Cruz .............................. 11 Mesa: Movimientos sociales y de género .................................... - Modernidad reflexiva como respuesta de movimientos sociales en Guatemala Ana Barth .................................................... - Lo Reaccionario en el Arte Moderno en Guatemala Diego Vásquez Monterroso .................................................................... - La propuesta metodológica feminista Walda Barrios-Klee .............. Mesa: Género y etnicidad en la educación superior: Avances del Proyecto FOCINEG.................................................. - Proyecto FOCINEG: Fortalecimiento en etnicidad y género Walda Barrios-Klee ............................................................................. - Las mujeres trabajadoras en maquilas y call center: Una aproximación desde la economía feminista Mónica Mendizábal Juárez - Entretejiendo una Justicia Alternativa desde las Mujeres “Experiencias sobre Tribunales de Conciencias Contra la Violencia hacia las Mujeres en la Etapa Postconflicto” Paola Beatriz González Rosales.......................................................................

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Mesa: Arqueología e historia de Guatemala .............................. 80 - Algunos comentarios acerca del sitio Arqueológico de Xultun,

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Petén. Alejandro Garay ...................................................................... 81 - La importancia de la arqueología para las poblaciones indígenas Iyaxel Cojtí Ren ................................................................. 87 - Mujeres, repartimiento de algodón y motines coloniales. Beatriz Palomo de Lewin ...................................................................... 96 Mesa: Antropología en Práctica ................................................ 105 - Plan Maestro alternativo desde la cosmovisión q’eqchi’ campesina “...práctica y no teoría...” Aiken Chew ............................106 Mesa: Teoría y metodología en las Ciencias Sociales ................ 112 - Los aportes de Nicos Mouzelis a las Ciencias Sociales del siglo XXI. Antonio Mosquera Aguilar ................................................... 113 - La constitución del hombre-masa desde las perspectivas de Étienne de la Boétie, José Ortega y Gasset, Erich Fromm, David Riesmann. Alfredo Bedregal Calvinisti ....................................... 122 Conferencias Magistrales ........................................................... 129 - El reto de la gestión Comunitaria Indígena de Recursos Naturales en Estados Multinacionales Doris E. Martínez Melgar ........ 130

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Introducción a este Volumen Tatiana Paz Lemus Universidad de Vanderbilt Universidad del Valle de Guatemala El Coloquio de Antropología y Sociología de UVG, nació en 2009 como una actividad con a los estudiantes que en el segundo semestre tomaban la clase “Etnología de Guatemala”. Previo a la incorporación de dicha actividad en el pensum de esta materia, una buena parte del claustro de nuestro departamento había desarrollado –y continua con ello- una intensa discusión sobre cómo generar espacios de discusión que permitieran un mayor debate sobre la teoría y la práctica de la antropología en Guatemala. Estando a cargo de la cátedra mencionada, y luego de discutirlo con otros miembros del departamento, mi propuesta de acción fue iniciar el debate desde las aulas. Así, el CAS inicialmente se diseñó como un espacio de interacción entre estudiantes y graduados. El I CAS (2009) no tuvo un tema en específico, sin embargo en sólo tres días de intensa interacción, se presentaron un total de ponencias, videos y pósteres académicos articulados en torno a las mesas de Etnología de Guatemala, Antropología Ambiental, Antropología en la Práctica, Estudios de Género, Seguridad y Ciudadanía, Teoría Crítica, Redes Sociales y Antropología Visual. El amplio programa de ponencias fue posible gracias a la participación de alumnos, ex alumnos y catedráticos de las licenciaturas de Antropología, Sociología y Arqueología de UVG. Finalmente se alcanzó la meta de generar

una puesta en común del conocimiento adquirido en los análisis bibliográficos, trabajos de graduación, prácticas aplicadas y otras investigaciones realizadas por antropólogos delvallerianos. Al finalizar este primer coloquio estábamos satisfechos y agotados, sin embargo un mayor reto quedaba pendiente. Tanto el claustro como los estudiantes del Departamento de Antropología y Sociología debíamos decidir cómo continuar (si ese era el camino) con esta empresa: definir la frecuencia y temporalidad del evento; establecer el rol del Departamento y de la Asociación de Estudiantes de Ciencias Sociales y Ecoturismo (AECCSSE-UVG); y decidir si era posible la publicación de aquellas ponencias que fueron cuidadosamente preparadas por los expositores. La respuesta de AECCSSE fue positiva y así el CAS se cimentó en los hombros del estudiantado. El II CAS (2010) contó con todo el apoyo del departamento de Antropología y Sociología así como de la AECCSSE, eligiéndose para éste el tema de “Comunidades y Medio Ambiente”. La crisis ambiental en el Lago de Atitlán, los múltiples retos a nivel mundial frente al cambio climático y los crecientes retos del desarrollo sostenible daban un marco idóneo para dicho tema. Sin embargo el II CAS no cerró sus puertas a otros debates, e incorporó una amplia diversidad de temas: seguridad

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y prevención de conflictos, movimientos sociales y de género, arqueología e historia de Guatemala, antropología en práctica y, teoría y metodología en las Ciencias Sociales. También se presentó una mesa especial sobre el proyecto Focineg “Género y etnicidad en la educación superior” impulsado por PNUD-INDH y USAC a través de IUMUSAC e IDEI con el apoyo de la Cooperación Canadiense. Los esfuerzos vertidos en este II CAS lograron no sólo un exitoso ciclo de conferencias sino también la organización de los documentos escritos de las ponencias presentadas. La publicación de las ponencias no es un trabajo sencillo, y es un gran logro para los diferentes comités del CAS pues requiere mucho esfuerzo dar seguimiento a los trabajos de diferentes autores (cuyas agendas ya están ocupadas) así como realizar la edición y diagramación de un volumen como el que ahora se presenta. Esperamos que en próximas ediciones del CAS tanto ponentes como organizadores aprendamos de estos retos y nos permitan identificar rutas más expeditas para la publicación de los materiales que se han de presentar en las distintas mesas. Que espacios como el CAS puedan permanecer vigentes en la vida académica de nuestro país sería de vital importancia pues facilitan el intercambio de ideas y el debate informado; incluso, por qué no soñar con el establecimiento a futuro de una publicación periódica con un consejo editorial que nos permita competir a nivel internacional y a la vez facilitar la difusión del conocimiento antropológico y sociológico en Guatemala.

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Mesa: Seguridad y prevención de conflictos

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Legislación e institucionalidad en materia de seguridad e inteligencia: 1985-20091 Andrés Álvarez Castañeda - Alfredo Estuardo Bedregal Calvinisti Departamento de antropología y sociología, UVG

Resumen Esta ponencia se desarrollará en función del análisis de la legislación y la institucionalidad de seguridad e inteligencia en Guatemala que fue creándose a partir de la transición democrática (1985) y de la firma de los Acuerdos de Paz (1996). Una parte sustantiva de estas instituciones y espacios de coordinación interinstitucional para formular políticas públicas que hoy se tienen resultaron de los compromisos contenidos en el Acuerdo sobre el fortalecimiento del poder civil y función del ejército en una sociedad democrática, APOCIV. El proceso se estudió en dos grandes etapas: La primera va de 1985 a 1996, y se caracteriza por la emisión de leyes ad hoc para resolver situaciones de criminalidad concretas. La segunda etapa (1996-2009), sobresale principalmente por las diversas instituciones que se crearon en coherencia con el paradigma de seguridad democrática e integral, cuyos rasgos están contenidos en el APOCIV y, de forma más elaborada, en el Tratado Marco de Seguridad Democrática, TMSD. Perduran, empero, diversas influencias en lo que a paradigmas de seguridad se refiere. Por tener como principal referente paradigmáticos el APOCIV y el TDSM, se designará genéricamente a este conjunto de organizaciones como “institucionalidad de la paz en materia de seguridad e inteligencia”. Su estructuración a lo largo de los años resultó lenta y, muchas veces, ambigua. Se concluye que lo que actualmente se tiene no debe conducir a un optimismo ingenuo. Los retrasos en la creación e implementación formal y operativa de estas instituciones han resultado excesivos y, en la opinión de varios analistas, son a propósito y responden a intereses de grupos aún vinculados con el pasado bélico y el presente criminal del istmo centroamericano. Procesos que se impulsaron recientemente y que se vieron como positivos, como el Acuerdo Nacional para la Seguridad y la Justicia, en el que se vislumbraba un enfoque integral y amplio para abordar temáticas estructurales de los sistemas de seguridad, inteligencia y justicia, con la participación y seguimiento de la sociedad civil, también evidenciaron limitaciones. En lo cotidiano, la realidad de la delincuencia y la percepción negativa de la población, basada en la indefensión que se enfrenta y la impunidad manifiesta por los medios de comunicación, se consolidan día a día.

1Este trabajo se realizó en coautoría con Andrés Álvarez Castañeda, antropólogo y director del Departamento de Antropología y Sociología de la Universidad del Valle de Guatemala. Una ponencia con un formato y contenido similar se presentó por el Sr. Álvarez en el Congreso Centroamericano de Sociología 2010, celebrado en San José, Costa Rica. En esta ponencia se resaltarán sólo algunos de los elementos abordados en esa ocasión, a saber: legislación e institucionalidad de seguridad e inteligencia.

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sta ponencia se desarrollará con base al análisis de la institucionalidad de seguridad e inteligencia en Guatemala que fue creándose a partir de la firma de los Acuerdos de Paz en 1996 hasta la fecha. Buena parte de las instituciones y espacios de coordinación interinstitucional que hoy se tienen resultaron de compromisos contenidos en el Acuerdo sobre el fortalecimiento del poder civil y función del ejército en una sociedad democrática, APOCIV. Se tratará de responder a la siguiente pregunta: ¿Existe una institucionalidad de seguridad e inteligencia en Guatemala basada en un paradigma de seguridad democrática? Construyendo institucionalidad desde los referentes de la democracia y el fortalecimiento del poder civil La estructuración reciente de la institucionalidad de seguridad e inteligencia en Guatemala puede estudiarse en dos grandes etapas. La primera va desde 1985, cuando inició la transición democrática hasta 1996, cuando se firmó la Paz. Se caracteriza por la emisión de leyes ad hoc para resolver situaciones de criminalidad concretas. La segunda etapa (1996-2009), sobresale principalmente por las diversas instituciones que se crearon en coherencia con el paradigma de seguridad democrática e integral, cuyos rasgos están en el Acuerdo sobre el fortalecimiento del poder civil y función del ejército en una sociedad democrática, APOCIV y en el Tratado Marco de Seguridad Democrática, TMSD. Por sus referentes paradigmáticos, se designará genéricamente a este conjunto de organizaciones “institucionalidad de la paz en materia de seguridad e inteligencia”. Su estructuración a

lo largo de los años resultó lenta y, muchas veces, ambigua, al recurrirse tanto a leyes como a acuerdos gubernativos. La primera etapa (1985-1996) En este periodo los criterios de legislación fueron la readecuación institucional del ejército en función de la nueva Constitución, reacciones a dinámicas criminales específicas como el narcotráfico y la aprobación de convenios y tratados internacionales en materia de seguridad. Una de las primeras leyes decretadas fue para hacer frente a la circulación de gran cantidad de armas como resultado del conflicto armado. La cantidad de armas en posesión, empero, se mantuvo e incrementó en los años siguientes. Esta ley se derogó recientemente a favor de una nueva normativa que, en teoría, cumpliría con los compromisos contemplados en los Acuerdos de Paz. La misma, empero, no satisfizo totalmente a los sectores que buscaban una normativa más restrictiva. Otra ley de importancia que se emitió fue para lograr la adecuación del Ejército de Guatemala al orden constitucional que se estableció en 1985. Durante la gestión de Jorge Serrano Elías (1991-1993) se aprobó la ley contra la narcoactividad (1992). Este problema ya había ganado relevancia desde el gobierno anterior, presidido por el democratacristiano Marco Vinicio Cerezo Arévalo (1986-1990), que en su discurso de toma de posesión había prometido combatir este flagelo y la criminalidad (Luján 1998:355). Aunque se habían ratificado convenios para el combate al narcotráfico para esa fecha, aún no existía ninguna legislación específica en la materia.

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En la línea de asumir los compromisos contenidos en los Acuerdos de Paz, específicamente en el Acuerdo para el reasentamiento de las poblaciones desarraigadas por el enfrentamiento armado, ARECODES, que aún no se habían firmado en 1995, se emitió una ley para reducir los riesgos a los habitantes de zonas afectadas por el enfrentamiento armado, a través del rastreo y desactivación de minas y otros artefactos explosivos (Dto. No. 60-95). Fue ésta una normativa que se orientó a la protección de población principalmente indígena y rural del noroccidente del país, donde los efectos del conflicto armado fueron particularmente intensos. Las temáticas en las que se legisló durante esta etapa se presentan en el siguiente cuadro No. 1. La segunda etapa (1996-2009) La segunda etapa de legislación inició a partir de la firma de la paz y se

extiende hasta el segundo año de la actual gestión de gobierno. Entre sus características están la creación de la institucionalidad de seguridad e inteligencia en coherencia con el APOCIV y el TMSD, la entrada a escena de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala, CICIG y la puesta en marcha del Acuerdo Nacional para el Avance de la Seguridad y la Justicia, ANASJ. La creación de la nueva institucionalidad se dio apenas al siguiente año de la firma de la paz con la creación de la Policía Nacional Civil (Decreto No. 11-97), durante la presidencia de Álvaro Arzú Irigoyen (1996-1999). En la siguiente gestión, de Alfonso Portillo Cabrera (2000-2003), se organizaron dos entidades esenciales para el fortalecimiento del poder civil en los campos de seguridad e inteligencia: la Secretaría de Asuntos Administrativos de la Presidencia, SAAS, a cargo de la

Cuadro No. 1. Temáticas de seguridad e inteligencia en las que se legisló con su respectiva gestión de gobierno previas a la firma de la paz (29 de diciembre de 1996) Gestión de gobierno

Temáticas en las que se legisló

Oscar Humberto Mejía Víctores (1983-1986)

Creación de entidades de coordinación interinstitucional en la perspectiva de la lucha contra-insurgente y la delincuencia común.

Marco Vinicio Cerezo Arévalo (1986-1990)

Legislación específica en el control de armas y municiones y organización del Ejército de Guatemala a partir de la emisión de la nueva Constitución Política y vuelta al orden constitucional y democrático.

Jorge Serrano Elías (19901993)

Legislación específica en la lucha contra el narcotráfico.

Ramiro de León Carpio (1993-1996)

Creación de entidades de coordinación interinstitucional para el combate del crimen, la delincuencia, la violencia, la impunidad y legislación específica para la protección de población indígena y rural desplazada por el conflicto armado y con riesgo de minas antipersonales.

Álvaro Arzú Irigoyen (1996)

Legislación específica para la protección de mujeres y niñez que forman el núcleo familiar y prevenir episodios de violencia intrafamiliar.

Fuente: Elaboración propia.

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seguridad del gobernante y, la Secretaría de Análisis Estratégico, SAE, como organismo de inteligencia estatal. Mientras que la primera se implementó mediante una ley, la segunda lo fue a través de un acuerdo gubernativo. Esta diferencia respecto a su fundamento legal incidió notablemente en la falta de desarrollo institucional de la SAE en el transcurso de los siguientes años. Una ley que resultó ambigua por ir en contra del fortalecimiento institucional de la recién creada PNC fue la Ley de Apoyo a las Fuerzas de Seguridad Civil (Dto. No. 40-2000). Con esta normativa se facultó al Ejército de Guatemala para apoyar a las fuerzas de seguridad civil en la prevención y combate del crimen organizado y la delincuencia común. Este mecanismo de vigilancia mixto se ha aplicado desde entonces y, dados los altos índices de violencia y homicidios, un gran porcentaje de la población lo aprueba. Sus efectos en la baja de la criminalidad, sin embargo, no se han determinado objetivamente. El mayor número de leyes aprobadas hasta la fecha se dio durante la gestión legislativa 2004-2007. Se legisló en temas diversos: el combate al terrorismo, la eficiencia del sistema penitenciario y la persecución de la delincuencia organizada. Se crearon la Dirección General de Inteligencia Civil, DICIGI., adscrita al Ministerio de Gobernación y el Consejo Asesor de Seguridad, CAS. En justicia se implementó el Instituto Nacional de Ciencias Forenses, INACIF y, en la línea de combatir la impunidad y proteger los derechos humanos, el acuerdo que aprueba el funcionamiento de la CICIG. Al igual que la anterior, la actual gestión del legislativo ha emitido decretos

en temas diversos y relevantes para darle concreción a una institucionalidad de seguridad e inteligencia coherente con un paradigma de seguridad integral y democrática. La promulgación de la Ley Marco del Sistema Nacional de Seguridad (Dto. No. 182008), LMSNS, constituye la prueba principal de lo anterior. Es oportuno aclarar, empero, que tanto esta ley como el acuerdo gubernativo que sustituyó a la SAE por la Secretaría de Inteligencia Estratégica, SIE, fueron iniciativas que comenzaron a impulsarse desde la gestión anterior. También, en cumplimiento de uno de los principales compromisos de los Acuerdos de Paz, se emitió la Ley de Armas y Municiones (Dto. No. 15-2009). Al igual que en el apartado anterior, en el cuadro No. 2 se presentan las principales temáticas de seguridad e inteligencia en las que se legisló. ¿Existe una institucionalidad de la paz en seguridad e inteligencia? Continuidades y discontinuidades Hasta ahora, ninguna administración parece haberse apartado del paradigma de seguridad democrática. Respecto a las continuidades específicas del sector de seguridad entre la actual gestión de gobierno y las anteriores, pueden identificarse dos líneas concretas: a) la institucionalización de las entidades coordinadoras de los sectores de seguridad e inteligencia, con la creación del Sistema Nacional de Seguridad, SNS, el Consejo Nacional de Seguridad, CNS y el Sistema Nacional de Inteligencia, SNI, contempladas en la LMSNS, que va de 1997 a 2009 y b) el apoyo a la instalación de la CICIG. La ambigüedad, empero, ha sido parte

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del proceso, en cuanto algunas entidades se crearon con leyes que propiciaron cierta estabilidad y autonomía institucional para desarrollarse mientras que otras no. Entre estas entidades pueden mencionarse la PNC, con un serio desgaste institucional, la SAAS y la DIGICI. Como contraparte están aquellas instancias que, al haberse creado mediante acuerdos gubernativos, no contaron con las mismas condiciones favorables, como la SAE y el Consejo Asesor de Seguridad, CAS. Aunque ha pasado poco tiempo como

para evaluar sus alcances, se estima que la reestructuración de la SAE, que pasó a ser la SIE, y la creación de marcos de coordinación interinstitucional como el SNS, el CNS y el SNI darán consistencia tanto al sector de seguridad como de inteligencia. Se espera que en los siguientes meses se elaboren los instrumentos de política contemplados en la ley, a saber: la Política Nacional de Seguridad, la Agenda Estratégica de Seguridad, la Agenda de Riesgos y Amenazas y el Plan Estratégico de Amenazas. De lograrse esto, la actual administración de gobierno habrá dado

Cuadro No. 2 Temática de Seguridad e Inteligencia en las que se legisló con su respectiva gestión de gobierno a partir la firma de la paz (29 de diciembre de 1996)

Gestion de Gobierno

Normativa aprobada

Álvaro Arzú Irigoyen (19971999)

Creación de la Ley de Policía Nacional Civil, PNC, reforma de la ley para la protección de población desarraigada por el conflicto armado y en riesgo por minas antipersonales y aprobación del Tratado Marco de Seguridad Democrática.

Alfonso Portillo Cabrera (20002003)

Creación de la Secretaría de Asuntos Administrativos y de Seguridad de la Presidencia de la República, SAAS, y de la Secretaría de Análisis Estratégico. Legislación que permite al Ejército apoyar a las fuerzas de seguridad civil en el combate a la delincuencia y crimen organizado. Se legisla a favor de grupos vulnerables tales como la niñez y la adolescencia

Oscar Berger Perdomo (20042007)

Creación de la Dirección General de Inteligencia Civil, DIGICI, el Consejo Asesor de Seguridad, CAS y el Instituto Nacional de Ciencias Forenses, INACIF. Se legisla a favor del cumplimiento de los compromisos contenidos en los Acuerdos de Paz y se crea el Consejo Nacional de los Acuerdos de Paz. Se emite legislación para prevenir y reprimir el financiamiento del terrorismo, favorecer el combate a la delincuencia organizada y hacer más eficiente el sistema penitenciario. Se aprueba el Acuerdo entre la Organización de las Naciones Unidas y el Gobierno de Guatemala para establecer la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala.

Álvaro Colom Caballeros (2008 a la fecha)

Se emite la Ley Marco del Sistema Nacional de Seguridad, que crea el Sistema Nacional de Seguridad, SNS, el Consejo Nacional de Seguridad, el CNS y el Sistema Nacional de Inteligencia, SNI. Se reforma el acuerdo gubernativo que regula el funcionamiento de la SAE a favor de la Secretaría de Inteligencia Estratégica del Estado, que coordina el SIN. Se legisla a favor de grupos vulnerables, como las mujeres, con las leyes contra el feminicidio, la violencia sexual, la explotación y la trata de personas; se reforma en la temática de armas y municiones y para el fortalecimiento de la persecución penal. Fuente: Elaboración propia.

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un paso importante para fortalecer la institucionalidad de seguridad e inteligencia. Respecto a la segunda línea, desde el gobierno de Alfonso Portillo se trató de instalar una Comisión de Investigación de Cuerpos Ilegales y Aparatos Clandestinos, CICIACS, cuyo acuerdo no se concretó por adolecer de una serie de inconstitucionalidades. La administración de Oscar Berger logró, a finales de su mandato, firmar el acuerdo para la instalación de la CICIG, que comenzó a operar a inicios del actual gobierno. Hasta ahora los avances de esta comisión en el sector de seguridad han sido escasos. Esto, de acuerdo a la CICIG, se explica por los cambios constantes de titulares en la cartera de gobernación y la PNC, desde junio de 2008 hasta la fecha. Es probable que en los siguientes dos años el fortalecimiento del sector de seguridad, principalmente de la PNC, por parte de la CICIG, logre consolidarse. Este fortalecimiento puede verse en tres grandes direcciones: a) el apoyo en actividades de investigación policial; b) la propuesta de reforma de algunos reglamentos de la PNC y c) el diseño e implementación de políticas de seguridad. Aunque las discontinuidades que se perciben en la actual gestión en materia de políticas de seguridad puedan deberse al constante relevo de autoridades, es oportuno indicar que se nota un estancamiento en las estrategias y planes de prevención de la violencia. En la gestión de gobierno anterior se notó un abordaje integral desde la perspectiva de los derechos humanos; la prevención de la violencia juvenil, en el marco de la Política Nacional de Prevención de la Violencia Juvenil, PNPVJ,

de la Comisión Coordinadora de la Política del Ejecutivo en materia de Derechos Humanos, COPREDEH; la creación del Viceministerio de Apoyo Comunitario y la organización comunitaria para la prevención de la violencia, de la cual resultaron comisiones de seguridad y planes locales de seguridad. Actualmente sólo puede notarse que algunos de los programas que se impulsan desde el Consejo de Cohesión Social parecen contemplar un criterio de prevención de la violencia a través del desarrollo social. Esta tendencia parece reforzarse con las declaraciones de la primera dama, en abril de 2010, de prevenir la violencia mediante programas como el de Escuelas Abiertas. Este programa parece tener mucho potencial para implementar el criterio de prevención de la violencia a través del desarrollo social. Escuelas Abiertas se creó mediante el Acuerdo Gubernativo No. 241 “A” – 2008, con algunas modificaciones posteriores. Se estima que unos 56,200 niños y jóvenes en situación de riesgo tuvieron acceso al programa durante 2008. En el registro actual de beneficiarios del programa aparecen, al 1 de noviembre de 2009, 158,397 jóvenes de los departamentos de Guatemala, Sacatepéquez, Chimaltenango, Escuintla, Sololá, Quetzaltenango, Suchitepéquez, Chiquimula y Retalhuleu. Desafortunadamente, aún se cuenta con poca información como para determinar el efecto de este programa en la prevención y la reducción de la violencia juvenil. Entre los derroteros propios de la actual gestión de gobierno en materia de seguridad y justicia vale mencionar la firma del ANASJ, el 15 de abril de 2009. El acuerdo contempla 101 com-

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promisos en diversos temas por parte del Organismo Ejecutivo, el Congreso de la República, la Corte Suprema de Justicia y el Ministerio Público. Como contraparte para velar por su cumplimiento se constituyó un Grupo Garante, también promotor de la iniciativa, conformado por el Procurador de los Derechos Humanos, la Universidad de San Carlos de Guatemala, la Iglesia Católica y la Alianza Evangélica de Guatemala. Lo anterior no significa que estos compromisos constituyan insumos o principios para la elaboración de un cuerpo unificado y equilibrado de políticas públicas en materia de seguridad y justicia. Como elemento positivo debe reconocerse que el acuerdo contiene elementos que le darían continuidad a la institucionalización de las entidades creadas recientemente en la LMSNS, lo cual contribuiría a la coherencia de esta administración con las anteriores en materia de fortalecimiento de la institucionalidad de seguridad e inteligencia. No obstante, también se contemplaron una serie de compromisos que pueden no tener correspondencia con lo que se había proyectado hacer por el Estado. El hecho de que la hoja de ruta, que en junio de 2009 presentara la Secretaría Técnica del CNS, no cumpliera con las expectativas del Grupo Garante significa que no hay certeza de cómo y cuándo se cumplirán estos compromisos, ni cuánto costarán. También evidencia que en materia de seguridad y justicia no se han formulado hasta ahora las políticas públicas necesarias por parte del Estado. Aunque el fortalecimiento y la depuración de la PNC es un tema recurrente, no está claro si la actual gestión de gobierno había anticipado

una refundación de esta entidad tal y como se propone en el acuerdo. Tampoco puede determinarse si los diversos compromisos que se contemplan en todos los ejes podrían llegar a ser insumos o principios de política pública en los siguientes años. Algunos miembros del Grupo Garante han hecho pública su insatisfacción y hablan de su retiro. Conclusión Determinar que en los últimos catorce años se implementó una institucionalidad de seguridad e inteligencia acorde con los paradigmas de seguridad democrática e integral, tal como se exponen en el APOCIV y el TMSD, no debe conducir a un optimismo ingenuo. Los retrasos en la creación e implementación formal y operativa de estas instituciones han resultado excesivos y, en la opinión de varios analistas, son a propósito y responden a intereses de grupos aún vinculados con el pasado bélico del istmo centroamericano. Entre ejemplos obvios de lo anterior se tienen la nueva Ley de Armas y Municiones, la creación del SNS y el CAS. La primera, que se considera determinante para reducir los índices de delincuencia y las tasas de homicidio en el país, tomó varios años para su negociación y cabildeo. Finalmente, se tiene una versión diluida que deja inconformes a casi todos los sectores, a excepción de los empresarios de armas y municiones y de seguridad privada. Desde 1996 se intuía la necesidad de una solución sistémica al problema de seguridad. Sin embargo, fue hasta el 2008, doce años después, que se creó el SNS. El tercer ejemplo importante es el CAS como ente asesor y fiscalizador del Estado, planteado también desde las negociaciones de paz y que

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no se puso en marcha sino hasta 2005. Quizás lo más desalentador sea que, a pesar de toda esta institucionalidad, la realidad de la delincuencia y la percepción negativa de la población se consolidan día a día. Existe al día de hoy un desfase entre lo estratégico y lo coyuntural en los temas de seguridad e inteligencia. La brecha, empero, no logra resolverse aunque la institucionalidad ya esté creada, después de varios años. Las amenazas que pretende abordar, sin embargo, son un obstáculo para el desarrollo de la población, que demanda medidas inmediatas. En lo que respecta a políticas preventivas, vale afirmar que éstas deberían ser la parte prioritaria dentro del gran conjunto de políticas públicas de seguridad. Sin embargo, no se nota una relación directa ni indirecta entre las grandes normativas legales y las medidas preventivas impulsadas en los últimos años. Esto se ve por ejemplo en el poco apoyo financiero y legal que recibieron instancias de gran potencial como la PNPVJ, la SAE o el Sistema de Alerta Temprana para la Prevención de Conflictos, que funcionó solamente durante la vicepresidencia de Eduardo Stein (2004-2007), principalmente con apoyo internacional y que colapsó cuando se le trasladó a la SAE. Muchas veces los instrumentos legales analizados no explicitan cómo aterrizará la legislación en política pública concreta. Existe un gran desbalance e incoherencia entre el nivel normativo y el de la implementación de la política. Algunos consideran que esta falencia se puede subsanar con la implementación del SNS, pero en este momento no pueden anticiparse conclusiones al respecto, a lo sumo ser optimista.

Como aspecto positivo puede decirse que el ANASJ representa un buen inicio para la participación directa de la sociedad civil en la fiscalización y propuesta de políticas públicas de seguridad. Probablemente la diversidad de temáticas contenidas en el acuerdo exija formular políticas públicas en materias más específicas (reforma policial, seguridad ciudadana, justicia, sistema penitenciario, grupos vulnerables, prevención de la violencia, entre otros). Programas como Escuelas Abiertas parecen apuntar a programas que en el largo plazo podrán ser sostenibles y generar resultados importantes en la prevención de la violencia juvenil. Sin embargo, la evaluación y la fiscalización de estas estrategias tendrán que llevarse a cabo.

Bibliografía

Comisión Coordinadora de la Política del Ejecutivo en Materia de Derechos Humanos, COPREDEH. 2005 Política Nacional de Prevención de la Violencia Juvenil. Guatemala. Congreso de la República, Ministerio Público, Corte Suprema de Justicia y Presidencia de la República. 2009 Acuerdo Nacional para el Avance de la Seguridad y la Justicia. Luján, Jorge 2004 Guatemala. Breve historia contemporánea. Guatemala: Fondo de Cultura Económica.

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Mesa: Estudios de Atitlán y áreas colindantes

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La Etnohistoria de los pueblos de la Bocacosta de Suchitepéquez y Cotzumalguapa Gilberto Cruz Departamento de Arqueología, UVG

Resumen Los pueblos ubicados en la Bocacosta de Suchitepéquez y Cotzumalguapa revisten especial interés ya que durante el Período Postclásico estos territorios fueron controlados por los Tz’utujiles y los K’aqchikeles, esto debido a la gran riqueza de sus suelos y a la diversidad de productivos que podían acceder y controlar, sobretodo, el cacao. Ya inmersos en la Colonia, los pobladores de esta región tuvieron de adaptarse a un nuevo sistema de organización, lo que provocó grandes rupturas y el despoblamiento de la zona. Las Relaciones Geográficas de Zapotitlán y Santiago Atitlán fueron elaboradas en 1579 y 1585 respectivamente e incluyen una vasta cantidad de información sobre el clima, diversidad animal y natural, organización socio-política, orografía, topografía y población de esta zona en particular. El Título de San Bartolomé es un documento escrito en lengua tz’utujil cuya fecha de elaboración se desconoce. Una traducción del mismo fue realizada por Andrés Sánchez de Santiago en 1712 y trata principalmente de un conflicto de tierras entre los pueblos de San Bartolomé (ahora Chicacao) y San Juan Nagualapa (ahora San José el Ídolo). En los Títulos de los Xpantzay se incluye la conquista de Cotzumalguapa por mano de los Kaqchikeles y en la Recordación Florida, escrita por Fuentes y Guzmán se incluye la situación de los pueblos fundados por los españoles. Gracias a la riqueza de información en todos estos documentos puede reconstruirse la historia de esta importante región, cuyo pasado espera ser develado y cuya población actual carece de identidad.

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arios grupos indígenas habitaban la actual República de Guatemala antes de la Conquista. La Bocacosta fue un área muy apetecida por estos grupos, siendo los Tz’utujiles y los Kaqchikeles los que compitieron por acceder a las tierras fértiles de Suchitepéquez y Cotzumalguapa. Durante un largo período de tiempo extrajeron de esta región varios productos; en especial el cacao, la sal y

el algodón. Al momento de la Conquista la población fue obligada a vivir en los pueblos fundados por los españoles y a dar tributo a la Corona. Las constantes pestes diezmaron a la población y muchos de los pueblos desaparecieron, y con ellos, la historia de estos grupos que lucharon por conservar sus tierras y su identidad. Varios documentos escritos durante la época Colonial guardaron fielmente la

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información sobre estos pueblos, lo que nos permite conocer la situación de los mismos entre los siglos XVI y XVIII. Bajo el enfoque etnohistórico se consultaron varios documentos coloniales y se fue compilando la información más importante sobre esta región, principalmente de los pueblos que estuvieron bajo la jurisdicción de la Alcaldía Mayor de Atitlán y el Curato de Santiago Cotzumalguapa. La información fue acompañada de varios extractos de algunos documentos, los cuales detallan aspectos específicos que fueron seleccionados para mostrar un panorama general de los pueblos de la Bocacosta de Suchitepéquez y Cotzumalguapa; esto con el fin de promover un mejor aprecio de estos documentos e incentivar el estudio de esta región de Guatemala que por mucho tiempo ha sido ignorada. Suchitepéquez Las relaciones geográficas consisten en un cuestionario de 50 preguntas enviadas por el Rey para obtener una descripción precisa de las regiones conquistadas y como la instrucción misma dice “para el buen gobierno y ennoblecimiento de las Indias”. Las preguntas tocan diferentes aspectos y cada una de ellas debía ser respondida, en la medida de lo posible, para completar la descripción de la región donde se realizaba la misma. Relación Geográfica de Zapotitlán Es un documento que consta de 32 páginas no numeradas que incluyen: Instrucción y Memoria, texto de la Relación Geográfica de Zapotitlán, texto denominado “Papel del orígen de los señores” y el “Árbol Genealógico

de los Señores”. Aunque se carece de la fecha de su culminación, se toma como referencia de su elaboración el 22 de noviembre de 1579, que es la fecha que aparece en el encabezado del texto. Se considera a Juan de Estrada como autor de la obra, ya que la misma muestra datos precisos sobre náutica, conocimientos que Estrada poseía. La pintura que acompaña a la relación es un mapa a colores que fue elaborado sobre papel español y mide 55 x 57 cm. La pintura de Zapotitlán y Suchitepéquez complementa sustancialmente los datos que contiene la relación, ya que describe la hidrografía, orografía y topografía de la región, así como la situación de los pueblos, encomiendas y estancias, proporcionando los nombres de algunos encomenderos o propietarios. A parte de dar la toponimia de la región, presenta a escala las distancias que separan a los lugares y, en varios casos, algunos datos demográficos. Se desconoce quién fue el autor de la pintura (Acuña 1982: 17-20). Se presenta a continuación algunos fragmentos de esta obra: “Lo que quieren decir en lengua de Indias los nombres de los pueblos y lo que significan: lo que pude saber del pueblo de San Francisco Zapotitlán se llama así en lengua mexicana por tomar…el nombre de una fruta… que se llama zapote. Y así…Zapotitlán quiere decir lugar donde hay muchos zapotes. San Antonio Suchitepeque se llamaba antiguamente Suchitepeque porque hay muchos árboles que llevan muchas flores…por llamarse las flores en lengua mexicana súchiles… Suchitepeque, que quiere decir lugar de muchas flores…El pueblo de San Bartolomé se llamaba Aguacatepet, que, en lengua mexicana, quiere decir lugar donde hay muchos aguacates…

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San Juan Nahualapa tomó la denominación del río que va junto a él, que se llama Nagualat, que quiere decir río bravo, temeroso y feroz” (Acuña 1982: 38). “En lo que toca a la calidad y temple desta costa y provincia…los tiempos de los inviernos y los veranos, que parece es al contrario de lo que según razón había de ser…cuando el sol esta apartado a la parte del sur (que había de ser invierno) es verano…desde principio de octubre hasta abril no llueve…y después de que el sol pasa de la parte equinoccial para la parte norte…que es desde once de marzo a trece de septiembre…después de las dos o de las tres para la tarde hasta gran parte de la noche, no hace otra cosa sido derramar agua…con tanta furia, que se puede comparar ni aun como cuando con mayor violencia llueve en España…” (Acuña 1982: 35)

Relación Geográfica de Atitlán La Relación Geográfica de Atitlán y de sus estancias, San Bartolomé, San Andrés y San Francisco consiste en un documento de 94 páginas que incluyen: Instrucción y Memoria, texto de la Relación Geográfica de Atitlán, pintura del pueblo de Atitlán; Instrucción y Memoria, Relación Geográfica de San Bartolomé; Instrucción y Memoria, Relación Geográfica de San Andrés; Instrucción y Memoria, y la Relación Geográfica de San Francisco. El tipo de caligrafía es uniforme y es de suponer que el documento entero fue redactado por el escribano Francisco de Villacastín. La Relación Geográfica de Atitlán se preparó formalmente entre el 8 y 9 de febrero de 1585; la de San Bartolomé el 23 de febrero, la de San Andrés el 26 de febrero y la de San Francisco el 27 de febrero de 1585. Estan-

do presente el Corregidor de Atitlán, Alonso Páez Betancor; Fray Pedro de Arboleda, guardián del convento de Atitlán y varios informantes que proveyeron la información (ver Tabla 1). La pintura del pueblo de Atitlán es un mapa a colores y sobre papel europeo, el cual mide 61.5 x 81 cm. Los datos que proporciona son más limitados y al parecer fue elaborada por un indígena debido a la disposición del pueblo y al sin fin de detalles que un español no se hubiese preocupado de anotar (Acuña 1982: 65-68). Estos son extractos de esta obra: “…hay un genero de víboras que no son más grandes que desde el codo a la muñeca de la mano, las cuales llaman los indios, en lengua mexicana, tlamacaz coatl, la cual es negra , que no tiene cascabel…y hay otras víboras y culebras que son bobas, que no hacen mal, que los indios llaman mazacoatl…” (Acuña 1982: 108) “…hay unos árboles…que llaman madres de cacao. Ésta madera incorruptible…dura cuarenta, y cincuenta y sesenta años. Y desta madera hacen los naturales tablas y vigas para enmaderar y entablar sus casas…” (Acuña 1982: 109) “…las frutas de la tierra que hay en este pueblo son aguacates y ciruelas de la tierra, y zapotes que llaman injertos…y unas vainas que producen los arboles, que es fruta sabrosa, que llaman quauxonequiles, la carne blanca y el hueso verde… una fruta menuda como manzanilla, que llaman los indios nances…” (Ibíd.)

Título San Bartolomé Es un documento escrito en lengua tz’utujil cuya fecha de elaboración se desconoce. Una traducción del mismo fue realizada por el Ministro de Vara y

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vecino del pueblo de San Andrés Suchitepéquez, Andrés Sánchez de Santiago el 31 de octubre de 1712; esto por orden de Don Manuel de Lacunza en la fecha 26 de febrero de 1712. La traducción fue elaborada en el pueblo de San Antonio Suchitepéquez. El título trata principalmente de un conflicto de tierras entre los pueblos de San Bartolomé (ahora Chicacao) y San Juan Nagualapa (ahora la estación de ferrocarril de San José el Ídolo). Los pobladores de San Bartolomé, cansados de las invasiones a sus tierras deciden resolver el asunto y, ayudados por un español llamado Pablo Chacona, viajan con ocho cargas de cacao hacia la Villa de Santa María la Mayor de la Victoria para entrevistarse con Fernando (Hernán) Cortés. Ellos exponen su problema y solicitan la compra de las tierras por ocho cargas de cacao a Carlos V, Rey de España. Se les entrega los títulos de las tierras y Don Pedro de Alvarado les promete entregárselas cuando llegue a Guatemala. En dicha villa los indígenas fueron adoctrinados por Fray Ramón de Olmedo y Fray Nicolás Díaz después

del conflicto acaecido en Tlaxcala. Al llegar Alvarado a Guatemala envió a su hermano, Don Juan de Alvarado para dar posesión de las tierras y establecer los mojones. Los indígenas del pueblo de Nagualapa fueron llamados para que fueran testigos de los límites de las tierras. Al final aparece Juan López como escribano de los títulos en idioma tz’utujil y los firmaron Francisco Solís (Alcalde Ordinario), Francisco Samuel (Alcalde) y Adriano López (Regidor). Este es un extracto del documento donde trata sobre la delimitación de los mojones (Crespo 1956: 12-13): “…y le puso mojón en la orilla de un río llamado Ixca y de allí va derecho hasta llegar a un rio llamado de Panán y de allí va derecho hasta llegar a un talpetate al pie del cerro…Don Juan de Alvarado de cómo él nos entregó y dio posesión de las tierras y el clavó los mojones ante nosotros, los principales que somos de este pueblo a donde nos han dejado nuestros antepasados Abuelos y abuelas en este pueblo de San Bartolomé…” (Crespo 1956:13).

Cuadro No. 1 Personas que participaron en la composición de las Relaciones Geográficas de Atitlán Pueblos

Santiago Atitlán

San Bartolomé

San Andrés

San Francisco

Escribano

Francisco de Villacastín

Francisco de Villacastín

Francisco de Villacastín

Francisco de Villacastín

Testigos

Alonso Páez Betancor y Fray Pedro de Arboleda

Alonso Páez Betancor y Fray Pedro de Arboleda

Alonso Páez Betancor y Fray Pedro de Arboleda

Alonso Páez Betancor y Fray Pedro de Arboleda

Informantes

Don Fernando de Soto y Pedro de Alvarado

Gaspar Manrique, Domingo Elías, Baltasar López, Domingo Ramos y Marcos Sánchez

Tomás Pérez, Melchor y Andrés Martín y Melchor Pérez

Diego Rodríguez, Andrés de Aguilar, Antón Mansilla y Diego Méndez

Intérpretes

Gonzalo Méndez, Gonzalo Ortiz, Diego Ramírez y Juan Elías

Gaspar Manrique

Gaspar Manrique

Gaspar Manrique

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La reducción a pueblos en el área Suchitepéquez se llevo a cabo entre 1547 y 1550 por Gonzalo Méndez y Diego Ordóñez. Por disposición real, los pueblos debían seguir un plan de rejilla, con calles y avenidas rectas, de oriente a poniente y de norte a sur respectivamente. Los asentamientos de la Bocacosta eran llamados estancias, sujetos, ranchos o milpas y generalmente no seguían el plan de parrilla debido a lo difícil del terreno; por ejemplo, Xeoj consistía en casas agrupadas alrededor de la iglesia. La conquista causó grandes cambios en los patrones de asentamiento indígenas ya que muchos tinamit fueron abandonados cuando los indios fueron congregados. Algunos sitios antiguos sobrevivieron y fueron utilizados como centros de congregación y adquirieron nombres hispanos. Algunos pueblos como San Antonio Suchitepéquez, se transformaron en pueblos de españoles durante el siglo XVII debido al auge del cacao (Orellana 1984: 121-127). Los pueblos fundados en la Costa Sur y que pertenecieron a la Alcaldía Mayor de Sololá fueron San Bartolomé, San Andrés, San Francisco San y Santa Bárbara, los cuales eran ricos en cacao. San Francisco no sobrevivió la crisis del cacao en el siglo XVIII y en 1756 el alcalde mayor de Sololá ordenó abandonar el pueblo y reubicar a los pobladores en Santa Bárbara. San Bartolomé fue movido a su ubicación actual de Chicacao. Santa Bárbara fue separada de Sololá e incorporada al departamento de Suchitepéquez en 1934 al igual que San Bartolomé y San Antonio Suchitepéquez. San Andrés aun existía para el año 1800. Al separarse Nagualapa de la influencia de los Tz’utujiles,

estos perdieron su dependencia más lucrativa de cacao. El efecto de la conquista fue retraer gradualmente la influencia del altiplano en la costa, hasta que finalmente esta desapareció. (Orellana 1984: 131-133). Cotzumalguapa Antes de la Conquista Durante el Clásico Tardío (600-900 DC), se consolidó un estado teocráticomilitar poderoso en la región de Santa Lucía Cotzumalguapa, el cual controló la riqueza agrícola de la zona y el intercambio comercial de las ciudades de la Costa del Pacifico con las del Altiplano. El centro de poder estuvo localizado en el complejo urbanístico conformado por los sitios de Bilbao, El Castillo y El Baúl, que ocupaban en conjunto una superficie de más de 6 km2. En dicha acrópolis se combinaban las actividades artesanales (elaboración de armas con obsidiana que se traía de El Chayal y San Martín Jilotepeque), artísticas (figurillas de jade), políticas y religiosas (Cabezas 2005: 67). Los sitios monumentales de Cotzumalguapa fueron abandonados posiblemente entre el 1000 y 1100 DC. Es posible que las áreas en sus alrededores nunca hayan sido abandonadas ya que para la conquista española aun estaban habitadas. Durante el Postclásico se dio una serie de cambios con el ingreso de los Pipiles entre los años 900 y 1350 DC; y de los Cakchiqueles quienes para 1400 DC habían conquistado la zona de Cotzumalguapa (Johnston 2001: 22). En una tasación realizada en 1684 se incluyen los nombres de dos parcialidades Kaqchikeles presentes en Santiago Cozamaloapa: Xahilá y Bacajolá. La intrusión de los Kaqchikeles queda

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plasmada en este extracto de los Títulos de los Xpantazay, el cual manifiesta la presencia de dicha población en la zona: “…y tiene hijos este Don Francisco Orozco, Bonifacio se llama uno y otro Juan y otro Francisco, que son tres nietos del primer Francisco, que tenía un hermano Diego Ordoñez y tiene un nieto llamado Gaspar Ordoñez y otro Joseph, que están en Santa Lucía Sacbinyá…” (Berlín 1950: 50).

La Conquista En general, se conoce poco sobre la conquista española en Escuintla y en especial de Cotzumalguapa, pero es claro que el proceso no finalizó con la expedición inicial de Alvarado contra Izquintepec. Las guerras de Coçamaloapan (seguramente Santiago Cozamaloapa) y Huehueychan (San Francisco Ichanhuehue) aparecen en dos láminas del manuscrito de la Relación de la Ciudad y Provincia de Tlaxcala. Estas últimas guardan una cercana relación con el Lienzo de Quauhquechollan, pues son documentos pictóricos que registran las campañas de los guerreros tlaxcaltecas que participaron en la conquista de Guatemala. A pesar de la ausencia de otros testimonios que permitan contrastarlos, no hay motivos para dudar de la veracidad de estos testimonios pictóricos. Los pueblos Kaqchikeles de la Bocacosta de Cotzumalguapa y Escuintla seguramente participaron en la cruenta guerra que sostuvieron sus reyes contra los españoles entre 1524 y 1530. Los ricos pueblos de cacao de la Bocacosta debieron ser presas codiciadas por los españoles, y la abrupta geografía de la región no debió facilitar las campañas. Es posible que el lienzo mencione otra campaña

en la región de Cotzumalguapa, contra los pipiles de San Juan Alotepeque. El signo toponímico se encuentra abajo y a la izquierda del volcán en erupción, y representa un cerro marcado con la figura de un ave. Frente a él se desarrolla una confrontación entre un guerrero quauhquecholteca y un guerrero local, que se identifican por el color de su piel. La posición elevada del quauhquecholteca denota su victoria contra el oponente, que parece pronto a caer de espaldas. Se sugirió que este signo representa a Alotenango, pueblo situado entre los volcanes de Fuego y Agua (Chinchilla y Genovez 2008: 7 y 8). Durante la época colonial la región de Cotzumalguapa fue una división político-administrativa que perteneció a la Alcaldía Mayor de Escuintla y Guanagazapa. El Curato de Cotzumalguapa perteneció a la Diócesis de Guatemala. Las encomiendas más tempranas que se conocen en la región las hizo Jorge Alvarado entre 1528 y 1529, en las que se repartieron los pueblos de Siquinalá y Cotzumalguapa, también en esos años, Doña Leonor de Alvarado recibió la encomienda de San Francisco Ichanhuehue. En 1601, Francisco Antonio de Fuentes y Guzmán recibió dos encomiendas, una en Santiago Cotzumalguapa y otra en Santo Domingo Sinacamecayo. El nombre para Cotzumalguapa en Kaqchikel era Sacb’inya que significa rio de la comadreja. Su equivalente en náhuatl era cucuzamatl o cuzatli que significa comadreja (Johnston 2001: 22 y 37). Fundación de los pueblos Miembros de la Orden de San Francisco fundaron varios pueblos en la región. Existían dos cabeceras, situadas a

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menos de dos kilómetros de distancia una de otra. La principal era Santiago Cozamaloapa, que era predominantemente Kaqchikel. Era la cabecera del curato y contaba con un convento franciscano, cuyas ruinas aún se observan en el lugar conocido como “El Convento”. Santiago Cozamaloapa tenía una sola estancia, Santo Domingo Sinacamecayo, situado aproximadamente cinco kilómetros al oeste; la ubicación exacta se desconoce pero según los documentos se encontraba entre Patulul y Santiago Cozamaloapa. La segunda cabecera era el pueblo de San Juan Alotepeque, que también aparece en los documentos bajo los nombres de Aloteca, Alotequi, Alotect y Alotepeque. Esta última es la forma correcta, derivada de las raíces nahuas alotl, “loro grande” y tepetl, “cerro”. San Juan Alotepeque era un pueblo predominantemente pipil y poseía las estancias de Santa Lucía Cozamaloapa, pueblo fundado antes de 1570 y ubicado a dos kilómetros al sur de Santiago Cozamaloapa; y San Cristóbal Cozamaloapa, posiblemente ubicado en la actual finca San Cristóbal a dos kilómetros al oeste de Santa Lucía. Existían además otros dos poblados menores, muy cercanos, pero reconocidos como cabeceras independientes. San Francisco Ichanhuehue se encontraba en un promontorio al este de San Juan Alotepeque, todavía se conservan restos de la iglesia en el lugar actualmente conocido como San Francisco Perdido. El otro pueblo, que recibía los nombres de San Andrés Tepechapa, Tapochapa o Chipichiapa, se encontraba algunos kilómetros más al norte, en el área de la actual finca Los Tarros; el lugar actualmente no ha sido identificado (Chinchilla y Genovez 2008: 3 y 4).

Estos son algunos extractos de la Recordación Florida, escrita por Fuente y Guzmán, y que se refieren a los pueblos de Cotzumalguapa: “El pueblo de Santiago Cozumaluapa, es cabecera de curato, y convento guardián con claustros altos y bajos, excelente templo, que uno y otro es de teja, y admirables y ricos adornos de sacristía…tiene su situación en terreno desapacible y fragoso, con temperamento caliente y húmedo, y su población ofuscada y cubierta de maleza y montaña intratable, buenos cacaguatales, vainilla y algún achiote…buenas gallinas, y buena provisión de pescado” (Fuentes y Guzmán 1932: 79). “El pueblo de Santo Domingo Sinacamecayo es de corta y pequeña poblazón…gente dejadísima aun para el aseo de sus personas, de rudo entendimiento, mas no faltos de maliciosa, mas amigos de el monte que de las habitaciones; mas no por eso dados a el cultivo de sus plantíos de cacao, son algo contaminados de la asquerosa enfermedad de el jiote; el cacao de su cosecha, es el mejor y más gustoso que se coje para el chocolate. Lleva su territorio excelentes dátiles, cocos, coyoles, pitahayas, anonas de todas suertes, y cirgüelas diversas, gozan de buenas pesquerías…” (Ibíd.). “El de San Juan Ichangüegüe, que quiere decir casa de viejos, es como los demás, de temperamento caliente y húmedo. Vese desde él la mar con grande claridad…umbroso en selvas, fragosidad de sus caminos y cogida de frutos…” (Fuentes y Guzmán 1932: 79, 80). “…Santa Lucía y San Juan Alotepeque, que siendo calientes en suficiente grado, porque produce su territorio cacao, vaynillas, achyote, palmas de dátiles, cocos, coyoles, y otras frutas

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La población de Santiago Cotzumalguapa era de uno 650 habitantes en 1549, a principios de 1600 su población decayó, pero hacia finales de ese siglo la población se vuelve a restablecer. En 1710, cuando se quemó la iglesia, el pueblo estaba muy deprimido. Para 1718 solo se contaba con 15 vecinos viviendo en el lugar y el Cabildo, las casas del Ayuntamiento y el convento ya habían desaparecido. Antes de 1734 fueron incorporados los últimos sobrevivientes de Santiago a Santa Lucía. En 1743 un representante de la Corona visitó Santiago e informó que el pueblo ya había desaparecido. San Juan Alotepeque también poseía una población de 650 habitantes para 1549 y, para finales de 1600 la población comenzó a descender. Para 1718 solo contaba con 25 habitantes y para 1755 solo una persona habitaba el lugar. Un documento de 1803 declara que los habitantes y los bienes de la iglesia de San Juan habían pasado a la cabecera de curato de Santa Lucía, entre ellos el santo patrono. En otro documento se anotó el traspaso de la pila bautismal (Johnston 2001: 51, 52, 56 y 58).

habitantes; en 1738 solo quedaban 19 habitantes a causa de una gran mortandad y para 1755 los últimos tres indios se trasladaron a Santa Lucía. Para 1684, la población de San Cristóbal Cotzumalguapa era de 413 habitantes pero en 1779 la mayor parte de la población murió a causa de una peste de calenturas y los últimos 6 habitantes se trasladaron a Santa Lucía. Las alhajas de la iglesia, dos campanas, dos varas de plata para la cofradía, dos candelabros de bronce y el santo patrono fueron pasados a Santa Lucía. Para 1684, Santo Domingo Sinacamecayo tenía una población de 178 habitantes, para 1686 esta se había reducido a 20 habitantes. En 1769, el Arzobispo Pedro Cortes y Larraz visitó la región e informo que los pueblos de San Francisco Ichanhuehue y San Andrés Tepechapa habían desaparecido. En 1699 se trasladó el último habitante de San Andrés hacia San Juan Alotepeque, ya que los demás habían muerto a causa de enfermedades. Se realizó un inventario de los bienes de la iglesia, los cuales incluyen objetos de plata para uso de la misa, casullas, libros, misales, pendones, etc.; estos fueron trasladados para ayudar a la fundación del convento de Santa Clara en Santiago de Guatemala. En 1575, Santa Lucía poseía 250 habitantes y para 1734 eran 540 habitantes; en ese mismo año el pueblo sufrió una epidemia de sarampión y viruela. Para 1740 eran 520 habitantes y, en 1769 el pueblo sufrió una epidemia de tifus. (Johnston 2001: 56, 63, 69 y 70).

El obispo Juan Ortega Montañés hizo una visita pastoral en 1679 y constató que los pueblos de la zona de Cotzumalguapa eran muy pobres. Para 1684, San Francisco Ichanhuehue poseía 619

El proceso de desaparición fue muy complejo y dentro de las causas principales están: el despoblamiento debido a la introducción de nuevas enfermedades y la baja en el precio del cacao. La crisis demográfica debido a las enfer-

muy regaladas comunes a las tierras calientes” (Fuentes y Guzmán 1932: 80). “El pueblo de San Andrés Tepechapa, el de San Cristóbal… son todos iguales en el temperamento a los demás…” (Ibíd.).

Sobre la población y el abandono de los pueblos

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medades originó que descendiera el número de tributarios y, debido a que las tasaciones no eran anuales el monto del tributo de cada pueblo no se modificó, la carga tributaria para los pobladores fue mayor. Esta situación motivo que la gente huyera de los pueblos, lo que acelero el proceso de despoblamiento y abandono de los pueblos (Johnston 2001: 56). Conclusiones Las dinámicas sociales que se dieron en la Bocacosta de Suchitepéquez y Cotzumalguapa fueron muy complejas, debido principalmente la importancia y riqueza de esta zona. Los Kaqchikeles y Tz’utujiles pelearon férreamente por esta región hasta que la misma fue conquistada por los españoles. Aunque al principio la Bocacosta proveyó de grandes ganancias a los encomenderos y a la Corona, esta zona fue perdiendo su importancia. Esto causado por la muerte de un gran número de personas, las cuales sucumbieron ante las enfermedades. Los pueblos desaparecieron y mucha de esa riqueza histórica se perdió, salvo la que quedo conservada en los documentos coloniales. Por ello, es importante incentivar los proyectos etnohistóricos, los cuales muchas veces permiten reconstruir y conocer el pasado histórico de los pueblos indígenas de la Bocacosta y de Guatemala en general.

Bibliografía

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Mesa: Movimientos sociales y de género

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Modernidad reflexiva como respuesta de movimientos sociales en Guatemala Ana Barth Departamento de Arqueologia, UVG

Resumen La modernidad reflexiva significa un cambio de fundamentos que se producen de manera planificada, y que en caso de existir un orden económico y político constante, como el caso de Guatemala, son cuestionados para lograr una radicalización que disuelve el contorno de la sociedad industrial y permite el paso a nuevas modernidades. Además pretende ser una autotransformacion de la sociedad, o una disolución y sustitución de la primera modernidad existente para descubrir nuevos conformidades. Es decir: las grandes estructuras y semánticas de las sociedades industriales nacionales se transforman, desplazan, rehacen (procesos de individualización y globalización) y lo hacen en un sentido radical (Beck, 1997: 16). En Guatemala, cuando se reconocen los riesgos, tiene en cierta parte algo de irreal. En un sentido central, son al mismo tiempo reales e irreales. Por una parte, muchos peligros y destrucciones ya son reales; pero por otro lado, la autentica pujanza social del argumento del riesgo reside en la proyección de amenazas para el futuro. Son riesgos que allí donde hacen acto de aparición causan destrucción en una medida que se vuelve prácticamente imposible, y que por tanto poseen una relevancia para la actuación ya como conjeturas, como amenazas para el futuro. Al ser cuestionado lo que se entiende como común o como cotidiano, se llega a una situación de riesgo, pues es cuestionarse todo lo que se crea tradición. Una función del riesgo como resultado es la unión que provoca, pero no anula el pensamiento cosmopolita, un manejo libre acompañado de tolerancia.

L

“En los sartenes se sofríe y se envenena la sociedad mundial” Beck, 2002

a primera diferencia entre la primera y segunda modernidad (modernidad reflexiva) presupone la existencia de , es decir, presupone una comunidad de que ahora se debe determinar, entender bien, descubrir, preguntar y alcanzar transnacionalmente en la confrontación entre periferia y centro, entre experiencias y

proyectos de modernización asiáticos, africanos, chinos, sudamericanos y noratlánticos. (Beck 2002: 20). Significa, por tanto, encontrar una diferenciación entre continuidad y ruptura. Ejemplos de ambos, puede ser en ruptura el significado que se entiende por “vías de desarrollo”, de los derechos humanos; y en el caso de ruptura, cómo el predominio de Occidente también en las

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ciencias sociales ha quedado superado por un cosmopolitismo metodológico. (La cosmopolitización es un fenómeno que sólo se explica con nuevos conceptos más allá de esta distinción tradicional: ni nosotros ni ellos, ni interior ni exterior, ni local ni global. En lugar de la lógica de “o bien esto o bien aquello”, impera la de “tanto lo uno como lo otro”. Las fronteras ya no pueden mantenerse alejados al otro, de ahí que debamos adoptar la actitud normativa del cosmopolitismo que acepta e intenta extraer lo mejor de este nuevo estado de cosas mundial) (Beck 2002: 21). Urlich Beck habla de una modernidad reflexiva, en donde el ser humano empieza a darse cuenta de los riesgos y peligros que sus actitudes pueden tener, en donde se reconoce la existencia de una determinada de sus acciones. La modernidad reflexiva es algo “nuevo” que se incorpora y a la vez no en lo que se entiende por cotidiano o tradicional. Es una destrucción creativa “donde un tipo de modernización destruye y otro le modifica” (Beck 1997: 12). En este sentido, la modernidad reflexiva, según en mi aprendizaje, representa un periodo de auto obstrucción con los efectos y riesgos de los procesos de modernización, o sea, que la sociedad del riesgo es reflexiva en la medida en que reconoce estos peligros y demás detalles que puedan existir. “Se exige una auto reflexión en relación a las bases de la cohesión social y un examen de las convenciones y de los fundamentos predominantes de su racionalidad”. (Beck 1997: 19). Este aspecto reflexivo diferencia la modernidad de los tiempos remotos pues no es solamente la tradición la que es reinventada, la reflexividad se formula a partir de sus

prácticas sociales en donde éstas pueden alterar el carácter y sentido de la sociedad. Algunos consideran la modernidad reflexiva como representante de contornos de una orden social emergente; los contornos de la modernidad que se presentan como evidencia de los riesgos, de los limites de los sistemas impuestos para comprenderos y, por consecuencia o resultado, se da una pérdida de la razón que puede tener la ciencia, sin embargo, toda modernidad es reflexiva a la vez que conoce su inestabilidad frente a lo que conoce como estable o perfecto dentro de la sociedad (Ayora 1998: 17). Por lo que por medio de éste ensayo se busca entender qué es la modernidad reflexiva, y cómo y porqué a partir de ella surgen nuevas identidades, proyectos y movilizaciones sociales. Además, cómo por medio de una modernidad reflexiva, en Guatemala se adoptan ciertas particularidades que tienen una proyección hacia futuro, que es la parte irreal del riesgo y que permite las perspectivas a futuro. Desarrollo Cuando las personas se hacen conscientes del peligro de sus acciones para manifestar o solucionar problemas, surge la conciencia social y se puede analizar dichas acciones desde una comprensión de la “sociedad de riesgo”. En ella, el ser humano se enfrenta al desafío que plantea la capacidad de la industria o el sistema para destruir cualquier tipo de estilo de vida común y suprimir de alguna forma, las limitaciones que amenazan de manera global. El riesgo es respecto no sólo al entorno donde la vida se desarrolla sino que también a los sistemas económicos

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y de organización que se viven actualmente. Además, la sociedad del riesgo, también conocida como la sociología del riesgo, es la síntesis sociológica de un momento histórico en el período moderno en el cual éste pierde sus componentes centrales, provocando una serie de debates, reformulaciones y nuevas estrategias de dominación (Ayora 1998: 17). De igual forma, reaccionando por medio de la sociología, se debe de reflexionar sobre qué ocurre cuando se suprime el orden del Estadonación como concepto y principio de la organización investigadora. Luego se debe medir, experimentar y elaborar este espacio de la imaginación sociológica. El punto de arranque es la globalidad, la globalidad significa la experiencia cotidiana global y a menudo banal de vivir en un mundo global (Beck 2002: 28). Quiere decir que muchas de las cosas que se conocen tradicionalmente han dejado de tener la importancia anterior por el hecho de nuevos elementos culturales de otros países, la mayoría de occidente. Un ejemplo de ello puede ser la cocina, pues en los libros de cocina y programas de televisión de cocinas de otros continente y otras culturas, como la norma a seguir. Ocasionando dentro del pensamiento de las personas o conductas una alteración que responde más a las necesidades actuales, tanto las leyes del país como las reglas más generales, son el resultado de un reinterpretación menos correspondiente a la misma cultura, del mismo modo, una interpretación relativa a los sucesos y hechos que ocurren alrededor. Ya no es la compresión subsumida de la sociedad para la sociedad, sino es la comprensión menos tradicional, cosmopolita.

Citando a Beck, la “modernización reflexiva significa la posibilidad de una (auto) destrucción creativa de toda una época: la de la sociedad industrial. El ser humano es el sujeto de esta destrucción creativa, no encuentra su medio en la revolución, ni en la crisis, sino encuentra su medio en la victoria de la modernización occidental. Sin modernización simple (u ortodoxa) significa, en el fondo, en primer lugar la desvinculación y en segundo lugar la revinculación de las formas sociales tradicionales por las formas sociales industriales, entonces modernización reflexiva significa primero la desvinculación y luego la revinculación de las formas sociales industriales por otro tipo de modernidad” (1997: 15).

Por modernización se entiende los impulsos tecnológicos de racionalización y la transformación del trabajo y de la organización, pero incluye muchas cosas más: el cambio de los caracteres sociales y de las biografías normales, de los estilos de vida y de la formas de amar, de las estructuras de influencia y de poder, de las formas políticas de opresión y de participación, de las concepciones de la realidad y de las normas cognoscitivas. Para la comprensión sociológica de la modernización, el arado, la locomotora de vapor y la computadora son indicadores visibles de un proceso que llega mucho más abajo y que abarca y transforma toda la estructura social, en la cual se transforman en última instancia las fuentes de la certeza de que se nutre la vida (Lepsius 1977, en Beck 1997: 57). Es habitual distinguir entre modernización e industrialización; y se entiende la modernización como un concepto superior. Pues le modernización abarca más espacios sociales que la industrializa-

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ción. La industrialización es entendida como el proceso por el que el Estado o algún país, pasa del uso de la mano de obra al uso de capitales, en donde se fundamenta el desarrollo industrial. Por lo que su campo de actuación es importantes, pero no tanto, pues solamente se influencia en un aspecto y es una etapa que busca el perfeccionamiento y no se plantea cuestionamientos sobre aspectos y fenómenos sociales. Quiere decir que dentro de la comprensión del concepto de la modernización reflexiva, se permite el espacio para que se cuestione la significación de lo que es el Estado Nacional, la democracia, la familia, la persona y hasta la modernidad misma, lo que hay de tras de cada una de ellas como palabras de significación, en dónde inicia y en dónde termina. Cuáles son los contornos, principios y oportunidades, en sí, es cuestionarse sobre lo que se entiende con intensiones en donde la persona piensa a partir de una interpretación común y tolerante, pero que a la vez busca más allá de una simple respuesta, porque el pensamiento se vuelve sustancialmente cuestionable. Así pues, se habla de una modernización reflexiva también, no solo como reflexión sino como la autoconfrontación de la modernidad consigo misma. En donde las sociedades “modernas” desarrollan un tipo de modelo industrial y tecnológico que conlleva a una serie de cursos de acción, de efectos que provocan el riesgo, no solo para la conciencia colectiva sino que también a manera individual. Aplicando el caso a Guatemala, una modernización reflexiva, se produce la coexistencia problemática entre la expansión de opciones y la de los riesgos, ambas indisociables. El comprender

una sociedad en donde se necesita tanto de lo uno como de lo otro, es comprender desde un punto de vista reflexivo, pues se cuestiona tanto el hecho del espacio que permite la expansión de las opciones, pero éstas al expandirse y abrir nuevos espacios, crean el medio por el cual surge el riesgo. Pues dentro de un lado, así como se dan nuevos movimientos y fenómenos sociales entre los que salen a luz: la lucha por los derechos de la mujer, de los homosexuales, los conflictos regionales, las luchas religiosas, o el cuidado ambiental; y por otro lado, “en un mundo que se encuentra divido y dominado por la actividad profesional las perspectivas de futuro y las oportunidades de la ciencia paradójicamente quedan sujetas a la crítica de la ciencia” (Beck 1998: 78). Es en donde se encuentra el riesgo, pues riesgo implica una serie de cambios que pintan un paisaje de la actualidad e invitan a reflexionar sobre todo lo que sucede y los ámbitos que fomentan los movimientos sociales. Pero dichos movimientos sociales, a medida rápida, son las primeras reflexiones del cuestionamiento que se hace. Se encuentra la complejidad para encontrar soluciones que puedan alterar el sentido que presenta la sociedad, y muchas veces un sentido que origina la alteración de lo que se entiende por común o por cotidiana. Muchas aspectos, tanto materiales o no materiales, empiezan por tener otro significado. Siguiendo en la misma línea de comprensión, se le da una importancia a los nuevos movimientos sociales; pues son respuestas que están dirigidas a la autorrealización, a una política local-global y a la construcción de un sistema. Un Movimiento Social es simultáneamente un conflicto social y un proyecto

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cultural... aspira siempre a la realización de valores culturales y, al mismo tiempo, a obtener la victoria frente a un adversario social (Beck 1998: 80). Los movimientos sociales oponen, pues, principios morales, religiosos, políticos o sociales afincados en la conciencia de los sujetos, a una “sociedad” que define roles cuyo desenvolvimiento se presume determinado. Ello implica revelarse ante este determinismo abstracto e impersonal que tiene como función la de ordenar una determinada sociedad de acuerdo a una serie de valores que considera necesarios. Aunque no todos los nuevos actores sociales que se conocen tienen un carácter positivo, incluso muchos podrían considerarse lo contrario, por ejemplo los movimientos xenofóbicos, militares, religiosos extremistas o fundamentalistas, movimientos guerrilleros y políticomilitares, que tergiversan el contenido de las más legítimas aspiraciones de la vida social, y que por supuesto no serían el ejemplo de identidad (Castells 1997: 30). En el país los numerosos conflictos étnicos, sociales, políticos y religiosos, el desempleo, el deterioro ambiental, la pobreza, violación de derechos humanos; hacen emerger muchas movilizaciones como respuesta directa, inmediata y necesaria del movimiento popular ante las nuevas condiciones económicas, políticas y sociales creadas por las transformaciones del capitalismo en la actualidad (Castells 1997: 32). Dentro de los movimientos sociales se distinguen cuatro que proporcionan las pautas de transformación futura y que son consecuencia de la modernización y de la globalización:

a) Movimientos democráticos que valoran y luchan por la libertad de expresión, proclaman la participación democrática de todos los estamentos y pretenden generar un orden mundial orientado a luchar contra el autoritarismo. b) Movimientos por la paz, que pretenden la desmilitarización, la trascendencia de la guerra y el fin de las crisis nucleares. c) Movimientos ecológicos (contracultura) que pugnan por la humanización de la tecnología y un sistema de cuidado del planeta. d) Por último, movimientos obreros que intentan crean un sistema postescasez, una organización económica socializada que supere la crisis económica (Ayora 1998: 24). La modernización reflexiva permite un potenciamiento de las personas, la existencia de un predominio de la agencia sobre la estructura, el creciente poder de los sectores sociales, el retroceso de las viejas estructuras suplantadas por las estructuras informativas y comunicativas. Sólo el fortalecimiento de la sociedad civil y de los sujetos que en ella intervienen a través de los movimientos sociales, varias organizaciones no gubernativas (ONG), y asociaciones se puede revalorar la participación activa, amplia y permanente para poder enriquecer las posibilidades (Ayora 1998: 26). Conclusiones La modernidad reflexiva significa, pues, un cambio de fundamentos que se producen de manera planificada, y que en caso de existir un orden económico y político constante, como el caso

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de Guatemala, son cuestionados para lograr una radicalización que disuelve el contorno de la sociedad industrial y permite el paso a nuevas modernidades. Además pretende ser una autotransformacion de la sociedad, o una disolución y sustitución de la primera modernidad existente para descubrir nuevos conformidades. Es decir: las grandes estructuras y semánticas de las sociedades industriales nacionales se transforman, desplazan, rehacen (procesos de individualización y globalización) y lo hacen en un sentido radical (Beck 1997: 16). En Guatemala, cuando se reconocen los riesgos que son existentes, tiene en cierta parte algo de irreal. En un sentido central, son al mismo tiempo reales e irreales. Por una parte, muchos peligros y destrucciones ya son reales; pero por otro lado, la autentica pujanza social del argumento del riesgo reside en la proyección de amenazas para el futuro. Son riesgos que allí donde hacen acto de aparición causan destrucción en una medida que se vuelve prácticamente imposible, y que por tanto poseen una relevancia para la actuación ya como conjeturas, como amenazas para el futuro. Por lo que quiere decir, que al ser cuestionado lo que se entiende como común o como cotidiano, se llega a una situación de riesgo, pues es cuestionarse todo lo que se crea tradición. Una función del riesgo como resultado es la unión que provoca, pero no anula el pensamiento cosmopolita, un manejo libre acompañado de tolerancia. Un tipo de desarrollo industrial no regulado por un sistema político, puede producir un tipo de riesgo dentro de la sociedad. Los riegos que esto puede

presentar, son proyecciones a futuro que hacen que cada uno que sea posible tenga nuevas magnitudes, algunas de ellas son magnitudes incalculables, imprevisibles e incontrolables por la sociedad actual. Además, estos riesgos no pueden afrontarse desde el Estadolocal por cuanto trascienden nociones o sus resultados. Ello implica que surge objetivamente una comunidad mundial, pues parte de una característica del riesgo es que es un medio para unir. La sociedad del riesgo implica una serie de cambios que presentan una imagen de la actualidad y proporcionan espacios para la reflexión, tales como: a) El pasaje de una sociedad de clases a una sociedad de riesgos (según Beck, el smog es democrático puesto que su efecto alcanza a todas las clases sociales (1997:59)). b) El pasaje de una sociedad estamental, de identidades fijas sostenidas en la etnia, la religión, el trabajo, a una sociedad de individuación cada vez mayor, en la que las personas construyen sus trayectorias en forma reflexiva, escogiendo sus trabajos, sus parejas, sus modos de vivir. c) El cambio del estatuto de la ciencia, desde una situación de monopolio del saber, hacia un escenario en el que las opiniones de expertos compiten con el saber “libertino” y con la racionalidad social. Analizar una sociedad de riesgo, a partir de una modernización reflexiva, es comprender otros aspectos que también se incluyen, como las transformaciones contemporáneas en el proceso de trabajo, la forma en cómo se da una individualización de las tareas, desregulación, precarización del empleo,

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generalización del desempleo; en el tema de género al hacer comprensiones desde el rol de la mujer, cómo ella propicia su incorporación al mercado de trabajo y tenga una mayor independencia; y en el caso de las ciencias, como se da el cambio de paradigmas, ya sea por la necesidad de incorporar la interdisciplinariedad o por la competencia de saberes. En fin son muchos los cambios que se dan al tener como propio las identidades nuevas, que dan dentro de la sociedad medios por los cuales se pueden plantear proyectos y movilizaciones sociales que buscan analizar y cuestionar aspectos sociales que marcan un nuevo tiempo de ideas y de comprensiones. De igual forma, la industrialización tiene un papel importante, pues por medio de ella se busca el desarrollo pero partiendo de su comprendimiento desde una postura cosmopolita. En donde lo que se entiende es aceptado tanto de forma individual como de forma colectiva. Un tipo de pensamiento que por medio de la crisis, también busca sus respuestas sobre hechos futuros, que no han pasado y que logran una proyección, pues son simplemente suposiciones de las situaciones. Hay tanto por comprender y analizar, como seres humanos siempre estará presente la preocupación por el futuro, por querer conocer hechos que no se presentan en la actualidad pero que se sabe que tendrán una gran consecuencia a futuro. Los problemas ambientales, culturales o económicos, mantienen dentro de cada individuo una zozobra por tratar de mejorar la situación con tal de evitar el riesgo. ¿Es parte de la conducta humana o es parte del cuestionamiento que como personas

racionales hacemos? O por qué, para algunas personas la modernización reflexiva son simplemente reflexiones propias. Entender un paradigma como general, es muy difícil pero permite conocer cuál es la posición del ser humano como un ser pensante y determinador de su medio social que lo rodea.

Bibliografía

Ayora Díaz, Steffan Igor. 1997 “Globalización, conocimiento y poder”. Facultad de ciencias antropológicas. México: Plaza y Valdés editores. Castells, Manuel. 1997 La Era de la Información: Economía, Sociedad y Cultura. El Poder de la Identidad, Vol. 2. España: Alianza Editorial. Beck, Ulrich, A. Giddens y S.Lash. 1997 Modernización reflexiva: Política, tradición, y estética en el orden social moderno. España: Alianza Universidad. 1998 La sociedad del riesgo. Barcelona: Editorial Paidós. 2002 Libertad o capitalismo, conversaciones con Johannes Wilms. Barcelona: Editorial Paidós.

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Lo Reaccionario en el Arte Moderno en Guatemala Diego Vásquez Monterroso1 Departamento de Arqueología, UVG

Resumen Este es un trabajo que analiza las relaciones de poder que se observan en el arte. Se analiza específicamente el caso de la sexta avenida ubicada en el Centro Histórico de la Ciudad de Guatemala. Además, se hace comparaciones sistemáticas con la Francia de hace más de un siglo y los primeros intentos de modernización. En ese sentido, se utiliza el cuerpo teórico que ha dejado la Teoría Crítica y en especial los aportes de Theodor W. Adorno. Los resultados demuestran que hay una lógica detrás de todo el arte y está reflejando el imaginario social de un grupo dominante y hasta ciertos casos del género masculino (imágenes que proyectan el falo). Se concluye que hay un contexto de represión continua que se da bajo la discriminación y, actualmente, encubierta por el discurso de la modernización (orden y progreso). En ese sentido, hay mucha tela que cortar en las representaciones estéticas y los ordenes morales detrás de ellas..

«La imagen de lo bello como lo uno y lo diferenciado surge con la emancipación respecto del miedo a la naturaleza abrumadora en tanto que un todo no diferenciado. Lo bello conserva el pavor a ella cerrándose frente a lo que existe inmediatamente, fundando un ámbito de lo intocable; las obras se vuelven bellas en virtud de su movimiento contra la mera existencia.» Theodor W. Adorno, Teoría estética.

E

A Ma° Lisandro Guarcax, asesinado en agosto de 2010.

l arte, como representación de las relaciones sociales, siempre tiene algo que decir en torno a la situación de desigualdad en un mo-

mento particular, pero también otras tantas busca reafirmar lo dado, ontologizarlo. Esto último, nos indica el discurso dominante dentro del moder-

1 Arqueólogo, graduado de la Universidad del Valle de Guatemala con una tesis sobre la relación entre la iconografía

en vasijas y su relación con el poder y la ideología durante el período prehispánico. Actualmente es coordinador del Eje de Etnicidad del Proyecto FOCINEG, investigando sobre expresiones pictóricas indígenas contemporáneas y su relación con la memoria histórica, la crítica social y la emancipación. Contacto: [email protected].

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no sistema del arte2, desapareció a inicios del siglo XX, cuando el arte – que ya venía desarrollando un proceso de independencia con respecto a la sociedad desde el siglo XIX – dio un paso firme hacia lo no-figurativo y hacia su supuesta auto-disolución como una forma de crítica a la misma sociedad. Sin embargo, el arte y los artistas parecieran haberse enceguecido tanto con la libertad recién adquirida respecto a la sociedad que asumieron que, per se, dicha libertad – que también podemos cuestionar – implicaba una postura crítica total como parte intrínseca a aquella. Más que un hecho concreto, se trata más bien de una aspiración, de un ideal. Y ese ideal siempre va a estar mediado por lo social, por lo concreto, que le va a dar su matiz particular.

gunas décadas – llevado a cabo por la municipalidad capitalina. Estas obras, como veremos, forman parte de un proceso contradictorio: son tanto expresión de una libertad artística que no se veía en décadas en Guatemala, como también la reafirmación de un tipo de pensamiento sobre la sociedad que está más cerca del autoritarismo que de una sociedad más abierta consigo misma. Este proceso, sin embargo, no se inserta en un contexto neutro, ni tampoco las obras son realizaciones de individuos ajenos a la sociedad guatemalteca, por lo que este arte público está, de algún modo, formando parte de procesos sociales y políticos mucho más amplios y que forman parte de políticas más bien reaccionarias. Veamos cómo se da eso.

Pero, por el momento, y aunque en algunos momentos el arte sí se erige como crítica a la totalidad, acá no vamos a ahondar en dicho aspecto, sino en su contrario: cómo el arte – por muy «moderno» que pueda ser – sirve de vehículo para lo más reaccionario de una sociedad, en este caso la guatemalteca. Este trabajo explora dos casos particulares: el Monumento a la República y las esculturas en la «Cuadra Modelo» de la 6ta Avenida de la zona 1, ambos en la Ciudad de Guatemala. Ambos trabajos, realizados entre 2009 y 2010, forman parte de la modernización y restauración de ciertas áreas de la ciudad – en especial aquellas que han mostrado un abandono durante al-

El ethos autoritario en Guatemala. Se ha llegado a creer, especialmente a través del discurso dominante a partir de 1996, que los militares guatemaltecos (acusados de la mayoría de los crímines en contra de la población civil) son la quintaesencia de la dominación, del control y de la explotación. Sin embargo, pocos trabajos toman en cuenta los factores psicológicos y del entorno social que propiciaron un momento tan oscuro en la historia reciente como el acaecido entre 1978 y 19843. Esa violencia tan particular de dicho período no fue producto del azar, ni de un exabrupto militar, ni de un cálculo racional (aunque las tres cosas formaran parte de ello de alguna forma). En

2 Tomo la idea de moderno sistema del arte de Shiner (2004), quien desarrolla esta categoría como una reformulación

de mundo del arte elaborada por Bourdieu (1971). La idea de sistema del arte en sí alude a un entramado epistemológico amplio relacionado con la configuración misma de la sociedad – o sociedades – en las cuales se manifiestan determinadas formas artísticas. 3 Un trabajo notable que examina los factores psicosociales de la violencia y el autoritarismo en Guatemala es el de

Erazo (2007). A pesar de no estar enfocado en el período de la guerra civil, proporciona elementos para comprender, no tanto la violencia, sino el por qué de su forma particular. Otros trabajos interesantes son los de la Universidad de Vanderbilt y del Instituto Centroamericano de Estudios Políticos INCEP.

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todo caso, pareció ser la consolidación particular – al poseer los medios para ello – de una forma autoritaria de personalidad, que en diferentes medidas todos debemos de poseer en este país. Ello, por supuesto, no lo afirmamos para justificar dicha violencia (ni de ningún otro período histórico), sino para ayudar a comprender mejor el por qué de su permanencia bajo distintas formas, en toda la sociedad. Porque dicha personalidad autoritaria – o ethos autoritario – no solo forma parte de los sectores que ejercen la violencia y la dominación de manera abierta, sino también de aquellos que, bienintencionados, pretenden oponérsele. Un caso que ilustra este autoritarismo, que rebasa clases sociales y generaciones, es la admiración por el general Jorge Ubico y su dictadura de mediados del siglo XX (1931-1944). A pesar del tiempo transcurrido, las personas aun siguen añorando un gobierno como el ubiquista, que para Tischler (2009: 198) representaba la última fase del Estado liberal oligárquico, y que en la persona misma de Ubico encarnaba sus estereotipos clásicos: hombre, de mediana edad, miembro de familia de la oligarquía, militar y finquero.4 Es común escuchar en quienes añoran al llamado «gobierno de los 14 años» frases como «es que con Ubico no había ladrones, iban a picar piedra» o «con Ubico uno podía dejar las puertas abiertas sin temor a que asaltaran». Estas frases, si bien hablan de una realidad concreta – en efecto, durante el régi-

men de Ubico se podía dejar las puertas abiertas y los presos picaban piedra en los caminos – también es cierto que dichos fenómenos eran posibles a través de un meticuloso aparato represivo que silenciaba con la muerte, la cárcel y el exilio toda crítica, y en donde Ubico se perpetuaba en el poder de manera indefinida. Asimismo dichas afirmaciones proceden más de un sector de clase media capitalina, que desconocía mucha de la realidad del interior del país – como la brutalidad de finqueros convertidos en señores feudales, apoyados por el Estado – pero que al mismo tiempo sufría los efectos de tener salarios muy bajos y guardar silencio sobre temas políticos. Al mismo tiempo, era especialmente de esta clase media (aunque no exclusivamente) de donde surgían los llamados «orejas» (espías del Estado infiltrados en la sociedad), de tristemente célebre recuerdo, y que actualmente aun se mantienen aunque de forma más difusa.5 Finalmente, González Ponciano (2006) desarrolla en un pequeño ensayo un poco más esta idea de autoritarismo, analizando un glosario de «términos guatemaltecos» realizado durante la época ubiquista, encontrando que varias de las expresiones compiladas allí no solo se siguen usando en la actualidad, sino que están relacionadas a una sociedad que, en esencia, no ha superado sus propios rasgos autoritarios desde entonces. Asimismo resalta una característica interesante, y que nos va a servir para comprender el contenido

4 Tischler también desarrolla en este trabajo la idea de un ethos señorial y de una cultura finquera arraigados en la

oligarquía local, pero que también tiene partidarios fuertes en los demás sectores de la sociedad. Es necesario aclarar que muchos de estos seguidores de dichas formas de pensamiento son seguidores en tanto que formas de relaciones sociales, y no en tanto que una admiración a los individuos – de la oligarquía – que las ejercen.

5 Existe la creencia popular de que en Guatemala cualquiera puede ser «oreja». Ello, más que un detalle sin impor-

tancia, habla muy bien de las relaciones históricas entre las personas que conforman la sociedad guatemalteca, en todos los niveles.

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de este trabajo: las lógicas de ascenso social por medio de la imitación de las elites, conocido en Guatemala como «arribismo», y que están impregnadas de cierta idea despectiva de este tipo de personas que, al ascender socialmente pero careciendo del abolengo de las élites, pasan – para decirlo con otro refrán popular – «de zope a gavilán». De manera interesante, todas estas ideas de autoritarismo, de cierto tipo de ideales de supremacía de cualquier tipo – algunos incluso rayando en el fascismo abierto –, aparecen retratadas en distintas expresiones del arte moderno en Guatemala. Lo que hace aún más interesante esto es que los autores de estas obras han sido entrevistados y ellos mismos han manifestado – no sabemos si de forma consciente o inconsciente – diferentes formas reaccionarias de concebir la realidad. En este pequeño trabajo, que más que un desarrollo exhaustivo es un estudio preliminar, nos centramos en dos obras artísticas actuales: la llamada «Plaza de la República» en la 7ª Avenida de la zona 4, y los trabajos de remodelación en el Centro Histórico (la parte más antigua de la zona 1), especialmente en la 6ta Avenida; ambos ejemplos en la Ciudad de Guatemala. Ambas obras representan un esfuerzo por «embellecer» la capital pero, al mismo tiempo, de borrar sus contradicciones (sin su-

perarlas, simplemente borrándolas) y retomar espacios para los grupos dominantes que habían formado parte de la vida cotidiana de sectores subalternos, especialmente en lo referente al Centro Histórico. Pero, aparte de ello, esta recuperación reaccionaria de los espacios céntricos de la ciudad va acompañada de obras de arte, obras que expresan – tanto en términos puramente estéticos y de teoría del arte, como de los propios testimonios de los artistas y para quiénes realizan sus trabajos – el pensamiento autoritario y el tinte reaccionario y restaurador de dichas políticas de mejoramiento estético de lo urbano en Guatemala. Bajo lo reluciente de estas obras de urbanismo y arte «cívico»6 (Fig. 1) y público, se esconde también lo más regresivo y reaccionario de la sociedad, en estas obras de arte contemporáneas está la marca de las contradicciones de la sociedad. Lo nacional como totalidad. La idea de lo nacional, tan en boga durante el siglo XIX y que ahora se encuentra en un proceso de reinvención restauradora7 en países como Guatemala, ha sido un campo fértil para las expresiones artísticas. Esto, dentro de las políticas del Estado liberal oligárquico guatemalteco de finales del siglo XIX, significó también la construcción de monumentos conmemorativos a di-

6 Tomo la referencia a “cívico” de un próximo festival de “arquitectura cívica” que, curiosamente, se desarrollará

en la Universidad Francisco Marroquín, de tendencia derechista y de extrema derecha. En el afiche y promoción de este festival se habla de una “ciudad enferma” y se busca desarrollar un urbanismo neoclásico que tome lo mejor de todas las épocas, para restaurar la calidad humana y que las personas se sientan “como que si están en su hogar” al momento de salir a la calle y transitar por la ciudad. Silvia Tejeda comentó brevemente sobre este festival en su columna de elPeriódico (Tejeda, 2010). Curiosamente los arquitectos homenajeados – los hermanos Krier, en especial Leon – desarrollan residenciales de clase alta en Guatemala, como el proyecto “Ciudad Cayalá” en la zona 16. 7 Con reinvención restauradora me refiero a los actuales movimientos como Guateámala o Yo A+, que más que crear

una nueva forma de relaciones sociales que no impliquen necesariamente la forma-nación, buscan restaurar – al mismo tiempo que actualizar bajo los nuevos cánones de lo «correcto» – su antiguo poder dirigente. Ambos movimientos han contado en el pasado y en la actualidad con el apoyo de la municipalidad capitalina, y especialmente de su alcalde Álvaro Arzú, tema que si bien no trataremos en este trabajo, sí es de importancia para el mismo.

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ferentes eventos que habían logrado la constitución del Estado liberal. Tenemos de este modo la Avenida de la Reforma (originalmente bautizada como Boulevard 30 de junio), donde en la actualidad todavía encontramos varios de los monumentos que fueron colocados originalmente en ese lugar, especialmente aquellos que se encuentran frente a la sede actual del Ministerio de Educación. Sin embargo, y pese a la unidad que las élites liberales mostraron con respecto a las actividades económicas – el cultivo del café – como a las de control social – el despojo territorial a la Iglesia Católica y, especialmente, a las comunidades indígenas – en el ámbito político la relación estuvo marcada por tensiones y enfrentamientos dentro de dichas élites, lo que desencadenó las dos revoluciones de la primera mitad del siglo XX: la caída del dictador Estrada Cabrera en 1920 y el fin del Estado liberal oligárquico en 1944-1945. Nos enfocaremos especialmente en la primera de ellas, la de 1920. Al caer Estrada Cabrera se instauró un

régimen de tinte conservador y de corta duración (alrededor de 18 meses), pero que aún así pudo edificar construcciones como el Palacio Nacional (llamado «Palacio de Cartón» por estar hecho de materiales prefabricados) y el monumento conmemorativo al Partido Unionista (que había derrocado a Estrada Cabrera) en la llamada «Plaza 11 de Marzo», sobre la 7ª Avenida de la hoy zona 4 de la Ciudad de Guatemala.8 Posteriormente el monumento – que ocupaba una rotonda en el centro de la avenida – fue demolido para facilitar el paso vehicular. En el año 2001 parecía que se avanzaba en su restauración, al colocar los miembros del moderno Partido Unionista una placa alusiva al movimiento de 1919-1920. Sin embargo, el alcalde Arzú cambió la conmemoración de dicha área, de «Plaza 11 de marzo» a «Plaza de la República», a pesar de que tanto ideológica como familiarmente el alcalde posee vínculos con el primer Partido Unionista.9 Esta actitud no es novedosa en la historia misma de Guatemala, donde más que inaugurarse nuevas obras, lo que se hace tradicionalmente es rebautizar las

8 Este monumento fue erigido para conmemorar la marcha del 11 de marzo de 1920, que recorrió precisamente ese

sector. Dicha protesta era una demostración de fuerza del recién creado Partido Unionista, y también una forma de protesta ante la dictadura del abogado quetzalteco Manuel Estrada Cabrera, quien para entonces ya llevaba 22 años en el poder. Un mes después, y al finalizar una semana de enfrentamientos violentos por toda la capital, su gobierno cayó y posteriormente los unionistas erigieron el monumento mencionado.

9 La sorpresa surge, sobre todo, porque Arzú es el líder histórico del nuevo Partido Unionista (derecha/derecha ex-

trema), que surgió de la escisión posterior a la finalización de su mandato como Presidente de la República, de 1996 a 2000. Antepasados de Arzú incluso estuvieron entre los unionistas históricos y él mismo realizó la compilación de textos de uno de ellos, Manuel Cobos Batres (Arzú Irigoyen y Ordóñez Jonama, 2009). 10 Ejemplos en la Ciudad de Guatemala sobran. Uno de ellos fue el cambio de denominación de las calles, de poseer

nombres propios (Calle Real, Calle de la Universidad) a números (6ta Avenida, 10 calle, respectivamente). El caso de la Avenida de la Reforma – inaugurada con el nombre de Boulevard 30 de junio – muestra, en todo caso, una transformación conmemorativa: de la gesta militar (la entrada a la Ciudad de Guatemala el 30 de junio de 1871) a la conmemoración del proceso de transformación de la hegemonía (la reforma liberal); siempre estando dentro de la misma concepción de la nación y el Estado. Un ejemplo extremo lo es el Estadio Nacional Olímpico «Mateo Flores», originalmente bautizado como «Estadio Nacional de la Revolución» y después de 1954 llamado a secas «Estadio Nacional» y actualmente «Mateo Flores». En este caso las banderas ideológicas – primero la izquierda moderada, después la extrema derecha – sí influyeron en los cambios de nombre. La Plaza Central es otro ejemplo de varios cambios de nombre: Plaza Central, Plaza de Armas, Parque Central, Plaza Mayor de la Constitución. Y esto en 230 años de historia de la Ciudad de Guatemala (una media de alrededor de 55 a 60 por cada nombre dado a la plaza central). La falta de memoria histórica en Guatemala no es una condición cuasi-genética – como se lamentan muchos – sino que es una práctica ideológica que busca objetivos muy precisos.

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ya existentes, incluso varias veces.10 La nueva Plaza de la República – con una escultura de 18 metros fundida en bronce representando un obelisco sostenido por tres figuras masculinas, obra de Max Leiva – forma parte de un plan de restauración y embellecimiento de diferentes áreas de la Ciudad de Guatemala, especialmente donde se encuentra la ruta del sistema de transporte municipal (Transmetro). El monumento (Fig. 2) se encuentra en medio de la rotonda, y es posible verlo – por su altura – desde distintos puntos cercanos. El conjunto arquitectónico y artístico en su totalidad poseen un estilo entre neoclásico minimalista y art decó, exhibiendo trazos simples pero también ciertas reminiscencias al arte griego y romano, e incluso egipcio (por el obelisco).11 Estas formas arquitectónicas en Guatemala han tenido un referente histórico, que incluso las combinó en un mismo período histórico: Jorge Ubico. El alcalde Arzú es conocido por

sus aficiones a las figuras autoritarias y de extrema derecha12, por lo que la referencia pueda no ser casual, tomando en cuenta la posible relación entre estos desarrollos urbanísticos y el congreso sobre el trabajo neourbanista de los hermanos Krier, mencionado en el apartado anterior (Fig. 1), y comentado por Silvia Tejeda (2010). Este urbanismo, sin embargo, exhibe cierta forma de romanticismo reaccionario13 y es, curiosamente, patrocinado por grupos empresariales e intelectuales afines a la extrema derecha.14 El estilo art decó y el neoclasicismo sirvieron en el pasado como reflejo estético de las simpatías de la dictadura ubiquista por el fascismo europeo, mientras en la Alemania nazi se desarrollaba un «clasicismo desnudo» dirigido por el arquitecto Albert Speer (Fig. 4). Todos estos estilos – igual que el estilo neoclasicista/ minimalista de las obras municipales – han buscado la creación de comunidades humanas utópicas, ya sea regidas por un ideal más comunitario (como el

11 De forma interesante – y en abierto contraste con el estilo de todo el conjunto, incluyendo las farolas – las bancas

que rodean la rotonda, colocadas al lado oriente de ésta, muestran un estilo más cubista y abstracto, decoradas con mosaicos que muestran figuras geométricas (Fig. 3). Desconocemos la razón del contraste entre ambos estilos, aunque puede deberse a diferentes proyectos que fueron unificados posteriormente, sin tomar en cuenta los aspectos de relación estética entre ambos.

12 Para darse cuenta de ello basta ver el nombre con el bautizó un reciente paso a desnivel – «Presidente Jorge Ubi-

co», un dictador de 14 años – así como el cambio del lema del Partido Unionista a «Dios, Patria, Libertad», lema que con anterioridad perteneció al Movimiento de Liberación Nacional, partido de extrema derecha autonombrado como «el partido de la violencia organizada» (Simon, 2010: 121), y que financió y organizó escuadrones de la muerte durante el período de la guerra civil. Berganza (2010) en una reciente columna de opinión hace una reseña de las declaraciones de Arzú durante el último año relacionadas a esta forma de personalidad autoritaria. 13 Romanticismo reaccionario es una forma de pensamiento que asume que todo pasado fue mejor o adecuado, y por

lo tanto debería de restaurarse en el presente. En ello estriba su calidad romántica. Lo reaccionario está en la postura individual – desde el sujeto se valora qué fue bueno y qué no – así como el hecho de que este tipo de pensamiento no asume las contradicciones del pasado ni del por qué ciertas cosas fueron adecuadas (generalmente como consecuencia del dolor de muchos más, ignorado bajo el recuerdo idealizado). 14 Empresas como Cementos Progreso – actualmente en un grave conflicto territorial con el pueblo kaqchikel de

San Juan Sacatepéquez – y la Universidad Francisco Marroquín – centro universitario de la élite oligárquica y foco ideológico de las derechas guatemaltecas – están entre los patrocinadores del evento. Tal evento incluye un «Gran Coloquio» sobre «La genialidad Krier». 15 Escuela alemana de arte y diseño que funcionó en el período entreguerras, entre 1919 y 1933. Fue cerrada por los

nazis por acusaciones de «filo-comunismo» al interior de ella y por promover un «arte degenerado». Sus diseños minimalistas, creados por artistas de renombre y que eran producidos en masa con el objetivo de crear un tipo de socialismo tecnológico, inspiraron el movimiento minimalista actual, y en Guatemala es posible encontrar diseños inspirados en ellos en locales como Kalea. Sin embargo, la esencia comunitaria asociada al minimalismo se perdió con su cierre. Sobre la Bauhaus y sus diferentes expresiones artísticas de vanguardia, ver Droste (2002).

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caso de la Bauhaus15), o uno más reaccionario y de anulación de la diversidad de grupos en pos de la hegemonía de lo nacional como totalidad. El monumento de Leiva, que puede representar en sí mismo tanto el romanticismo reaccionario como los ideales de vigor, poder y unión, posee también una referencia explícita a la dominación masculina – sus tres figuras humanas son hombres – y, por supuesto, el obelisco como un falo en su forma clásica. De manera interesante, esto se conjuga con la placa los ideales liberales colocados en la base del monumento16 (Fig. 5) y con el texto de la placa conmemorativa, alusiva a uno de los más grandes dictadores de la historia de Guatemala: Rafael Carrera.17 (Fig. 6) El mismo autor confiesa que prefiere dar un mensaje directo con sus obras, y que cree que el arte tradicional es el mejor vehículo para ello (Hernández, 2010).18 La idea de nación, con sus referentes hacia la identidad común, la tradición y el mando de elites ilustradas, se conjugan en este monumento de forma impresionante y, a la vez, inquietante.

La técnica también es, para Leiva (Hernández, 2010), antinómica a la crítica, que pasa a ser vista – por deducción – como una forma desordenada, «no-lógica», en contraposición a la técnica y su orden lógico, respeto a las formas establecidas y búsqueda de ideales universales. La totalidad, en su forma de sociedad administrada (Horkheimer y Adorno, 2006: 59-96), cobra forma bajo el primado de la técnica sobre la razón, sobre la conciencia crítica. Adorno nos habla de un proceso similar en la música de Stravinski, la cual mediante una combinación de acordes neoclásicos con elementos de vanguardia anuncia la transformación del capitalismo, de uno incipiente y en su fase de acumulación hacia uno de expansión y (aunque él no lo dijera de este modo) de asimilación de lo diferente, en este caso del multiculturalismo (Adorno, 2003). Las vanguardias como abstracción del terror concreto. La remodelación de la 6ta Avenida de la zona 1 es quizá lo que más ha altera-

16 Sapere aude! / Razón • Dignidad • Justicia / Max Leiva / Guatemala 16 de junio de 2010. Esta inscripción ve hacia

el lado occidental de la plaza, o sea hacia el lado del Banco Industrial.

17 La placa tiene la siguiente inscripción: MONUMENTO A LA REPÚBLICA / “No aspiramos a hacernos dueños

del / poder, sino a / formar un gobierno de los pueblos / y para los pueblos.” / Rafael Carrera / Fundador de la / República /21 de marzo de 1847 /Guatemala 2010. Se localiza en el lado norte de la rotonda. 18 En la entrevista que Hernández (2010) le realiza a Leiva, llama la atención el apartado denominado «La técnica

sobre la crítica» en especial el siguiente párrafo: «Entonces uno va comprendiendo que el trabajo de Max Leiva no realza la crítica sino la técnica como recurso de representación. “Claro que tengo ideas sobre la sociedad, sobre lo que somos, pero mi trabajo es más positivo. Mis esculturas realzan la técnica antes que la crítica”, explica.» ¿Pensar en la sociedad implica una crítica «negativa» – desacreditante – necesariamente? Y, si así fuera, ¿no es ello un ejercicio necesario en toda sociedad que busca mejorarse a sí misma? Al ver las otras dos obras públicas de Leiva – el Miguel Ángel Asturias en la Avenida de la Reforma, y el Santo Hermano Pedro en las cercanías del Aeropuerto Internacional La Aurora – ambos iconos de lo nacional (en lo cultural y en lo religioso), vale la pena preguntarse: ¿no es el trabajo de Leiva una búsqueda de restauración de los iconos de la nación, ontologizándolos y no viendo sus contradicciones, o lo negativo que ellos pueden representar? 19 La remodelación incluye, además de lo arquitectónico, una transformación de la propiedad y del segmento de la

sociedad que se busca atraer con ella. De este modo, la remodelación comenzó con la construcción, en el límite sur del Centro Histórico, del centro de comercio de la economía popular «El Amate», a donde fueron trasladados – previo acuerdo entre las partes – los vendedores populares que ocupaban las aceras de la 6ta Avenida. Posteriormente – y hasta la fecha – se ha seguido con la remodelación física, que incluye el ensanchamiento de las banquetas y el carril único para el Transmetro, así como la construcción de ciclovías y la ornamentación con esculturas, que es de lo que nos ocuparemos en este apartado.

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do la vida cotidiana en la parte nuclear del Centro Histórico en este año.19 Forma parte de la «recuperación del espacio ciudadano», tal y como se afirma en las diferentes campañas impulsadas por la municipalidad. Sin embargo, en Guatemala muy pocas veces este tipo de situaciones son bienintencionadas, y generalmente asumen más tintes autoritarios y reaccionarios que uno de verdadero mejoramiento de las condiciones de la sociedad en su conjunto. Al mismo tiempo, esta remodelación está incluyendo la colocación de esculturas a lo largo de la avenida, en la banqueta más ancha (la oriental), y para este momento – octubre de 2010 – de las tres cuadras terminadas hay esculturas en las dos más cercanas a la Plaza de la Constitución. La remodelación, al igual que el complejo alrededor de la Plaza de la República – sobre la cual profundizamos en el apartado anterior – sigue la misma línea minimalista-neoclasicista que han tenido todas las obras municipales desde que Arzú retomó la alcaldía en 2004. En estas es notable la interacción entre arquitectura y arte escultórico, algo que forma parte de la visión que la modernidad tiene sobre los espacios urbanos, pero que tiene sus referentes clásicos – directos, aunque no los únicos conocidos – en Grecia y Roma y, de forma más directa aun, en el París del siglo XIX y hasta la fecha. De manera interesante y, salvando las obvias distancias, el proceso llevado a cabo en el Centro Histórico tiene paralelos de todo tipo con la remodelación en gran escala llevada en París entre 1848 y

1871 por el barón de Haussmann; paralelos que no dejan de inquietar, especialmente por sus implicaciones restauradoras y altamente reaccionarias. En ambos casos – París en el siglo XIX y Guatemala en el XXI – se buscan dos objetivos específicos: volver el centro de la ciudad un lugar «habitable» y promover una restauración de la sociedad mediada por el consumo. Mientras en París las obras fueron posteriores a la Revolución de 1848, tratando de borrar todo atisbo de arquitectura y urbanismo que recordara la rebelión20 (Harvey, 2008: 5-30) (Fig. 7), en Guatemala la remodelación se da como una búsqueda de retomar un espacio que antaño perteneció a la élite, y posteriormente fue totalmente tomado por sectores populares. Este proceso de elitización de sectores específicos de las ciudades tiene ya algunos años de desarrollarse en la Ciudad de Guatemala, comenzando por el remozamiento del área alrededor de la Plaza de la Constitución y Parque Centenario entre 2004 y 2009, y el mejoramiento del área alrededor de la antigua Estación de los Ferrocarriles, en el límite sur del Centro Histórico. Estos procesos, más que producir un beneficio para la población de escasos y medianos recursos que diariamente transita por el lugar, ha significado también un desplazamiento en pos de sectores sociales con más recursos. Esto porque el plan original es devolverle el esplendor al centro, y eso significa promover la especulación inmobiliaria y la competencia despiadada, que Harvey retrata de manera excelente en su estudio sobre la capital francesa21

20 Ello implicó demoler zonas enteras de la ciudad para construir los boulevares.

Asimismo se reordenaron las relaciones espaciales del trabajo, localizando las industrias en las periferias y los comercios de lujo alrededor de los boulevares. La introducción de la luz en las calles permitió que la burguesía pudiera asistir a espectáculos nocturnos, creando una elitización en zonas que anteriormente habían sido barrios marginales.

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(Harvey, 2008: 164, 188, 192). En la búsqueda de la restauración de la 6ta Avenida como la «Calle Real» del período colonial y hasta mediados del siglo XX, los trabajos de remodelación han implicado también el olvido sistemático de una de las facetas por las que popularmente es más conocida dicha calle: los movimientos de protesta y rebelión. Y es que, a pesar de ser el centro del comercio de elite desde los años 30 hasta los 70 del siglo XX, la 6ta Avenida también fue el camino principal por el que desfilaron multitudes de sindicalistas y campesinos, y también donde se dieron algunos ataques guerrilleros a comercios (como el incendio de La Paquetería). En dicha avenida también ocurrieron asesinatos, como los de los estudiantes en el cruce de la 12 calle, en 1956, y el del dirigente estudiantil Oliverio Castañeda de León en la salida lateral del Portal del Comercio, en 1978 (cerca de las esculturas de José Toledo, analizadas acá más adelante). También por la 6ta Avenida pasó la gran «marcha de los mineros de Ixtahuacán» que congregó a más de cien mil personas a finales de los setenta, así como también por allí pasaron los entierros de políticos apreciados popularmente, como Alberto Fuentes Mohr y Manuel Colom Argueta, ambos en 1979. Como símbolo de la rebelión, la 6ta Avenida representa la contradicción en el lugar mismo de la opulencia, o al menos así lo fue durante los años de la guerra civil. Sin embargo, en las remodelaciones actuales no solo se está borrando con todo ello, sino también se

está transformando estéticamente la significación histórica del lugar. Entre la 8ª y la 9ª calle, sobre la 6ta Avenida se han colocado, como parte del remozamiento de la avenida, dos esculturas de José Toledo. Estas esculturas, hechas con bronce, acero y latón, representan tanto a un oso polar como a un toro, ambos en posición de ataque, y se titulan – respectivamente – «El grito» (Fig. 8) y «Taurus» (Fig. 9). Ambas, como dice el autor, están inspiradas estilísticamente en el cubismo, el constructivismo y, especialmente en el futurismo. Esta última corriente parece dominar también la expresividad misma de las esculturas, al dotarlas del sentimiento de vigor, de fuerza y de expresividad incontrolable – incluso de violencia –, características que eran tan apreciadas por los futuristas italianos. Toledo, en una entrevista concedida a un periódico local con motivo de la inauguración de una exposición relacionada a estas esculturas (La Hora, 2010), comentó, respecto al por qué de la elección de los animales y la temática: «En la mayor parte de piezas se conjugan las tres grandes aficiones en mi vida: los animales, los automóviles y el arte. En general quise transmitir el amor y respeto que siento por la obra del Creador: la flora, la fauna y el hombre. Dios creó al mundo y se lo entregó al hombre para señorearlo. Esto quiere decir administrarlo, no dilapidar sus recursos. Tampoco quiere decir que no lo podemos tocar, como es el caso de posiciones extremistas. Dios también creó

21 De forma interesante en el París del siglo XIX se dieron procesos que aparecen – en una escala más reducida – en

Guatemala. Entre éstos está la corrupción generalizada en los negocios de remodelación del área central, la especulación inmobiliaria con miras a facilitar el acceso a comercios de élite y alejar a las clases bajas del lugar, el control de la prensa para promover como «positiva» la transformación de la ciudad, y la eliminación de la tradición que asociaba ciertos lugares a momentos importantes de la historia de los movimientos revolucionarios. Para el caso de París, ver Harvey (2008, cap. V al VIII).

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al hombre. Lo hizo a su imagen y semejanza y le concedió diferentes dones que distribuyó en diferentes medidas a cada individuo. Es por esto que podemos crear, unos más que otros. » (La Hora, 2010; cursivas nuestras).

Notamos una fuerte convicción religiosa – casi fanática – en la explicación de la obra por parte del autor, pero al mismo tiempo notamos el uso instrumental de dicha religiosidad para apañar actitudes más terrenales. Al indicar que si bien respeta a la fauna y la flora, también indica que el Creador se la ha dado a los seres humanos «para administrarla» y «no dilapidar sus recursos». Al mismo tiempo realiza una crítica a posiciones que él llama «extremistas» y que consisten en «no tocar» (asumimos que quiere decir “no controlar”) a la naturaleza. Esta visión de la administración de la naturaleza coincide exactamente con lo que Horkheimer y Adorno (2006: 59-96 «Concepto de Ilustración») llaman racionalidad instrumental, y que posteriormente Adorno (2005) consideraría parte medular de la sociedad administrada del capitalismo. De forma interesante estas son las obras que más muestran elementos futuristas, especialmente en las patas de los animales (Fig. 10), al mismo tiempo que todo el pensamiento futurista – que ya resumimos en el párrafo anterior – se encuentra presente.

Contrario a lo que afirma Hernández (2010) y que parece ser la tendencia dominante en el panorama artístico guatemalteco actual, no todo arte moderno significa crítica y superación de la dominación, así como no todo arte anterior significa algo reaccionario. Es su posición ante el sujeto y ante la realidad la que le da al arte la categorización de arte reaccionario o arte radical (Adorno, 2004; Gómez, 1998). Recordemos que el futurismo, como movimiento artístico e intelectual, celebró jubilosamente el inicio de la Primera Guerra Mundial - como símbolo del vigor22, la violencia y el nacionalismo, la guerra era para ellos el momento cumbre de la humanidad – y posteriormente tanto sus miembros, como su ideología, formaron parte de la dictadura fascista de Benito Mussolini. Las expresiones futuristas, por añadidura, tenían una fuerte relación no solo con la violencia como algo bueno para la sociedad, sino también concebían la tecnología como el progreso de la humanidad hecho materia23. Esto tiene mucha relación con el siguiente párrafo del ensayo hecho por el mismo Toledo: «Para unir las piezas teníamos tres opciones: soldadura, pegamentos epóxicos y remaches. Decidí utilizar los remaches buscando la fuerza, el aspecto de armadura, de tanque y por qué no decirlo un toque de [sic] transformer. Lo que es más, usamos remaches del color con-

22 Vale recordar la frase de uno de los dirigentes más prominentes del Movimiento de Liberación Nacional (MLN,

extrema derecha), al referirse a su partido como «el de la violencia organizada» en 1980: «(..) admito que el MLN es el partido de la violencia organizada. Violencia organizada es vigor, justo como el color organizado es paisaje y el sonido organizado es armonía. No hay nada de malo con la violencia organizada; es vigor, y el MLN es un movimiento vigoroso.» (Leonel Sisniega Otero en Simon, 2010: 121). Llama poderosamente la atención el hecho de que tanto Sisniega Otero y José Toledo – aunque en temporalidades y contextos diferentes – apelen a la razón instrumental como algo que va a proveer de bondades a todos, razón instrumental que – por supuesto – implica la eliminación de lo no-idéntico. 23 Recordemos una de las frases más famosas del líder fundador del futurismo, Fillipo Tommaso Marinetti, en el

Manifiesto Futurista de 1909: «(...) un automóvil rugiente, que parece correr sobre la metralla, es más bello que la Victoria de Samotracia» (Essers, 2005: 548).

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trario a la lámina para resaltarlos. La influencia de la arquitectura se puede apreciar sobre todo en las patas de los animales: repetición de formas, ventanas, profundidad, etcétera. Hay influencia de varias corrientes de arte. [...] Se renuncia a la estética de la masa, reemplazada por la estética de líneas y planos. El aire ocupa el lugar de la masa. Al verlas de frente y por atrás son obras totalmente abstractas; las figuras se adivinan al verlas de lado. En las patas de los animales tratamos de representar el movimiento al modo de los futuristas de principios del siglo XX.» (La Hora, 2010; cursivas nuestras).

Esculturas que quizá para un espectador que pasa de prisa por la calle escapan, las dos obras de Toledo sobre la 6ta Avenida, más que celebrar la fuerza de una felicidad popular, celebran el triunfo de la violencia de las élites dominantes. Vemos como el mismo artista – en los dos párrafos que hemos citado de manera literal – busca en sus obras el aspecto «de armadura, de tanque», esculturas donde «el aire ocupa el lugar de la masa» del mismo modo en que el aire pasó a ocupar el lugar de la masa de cuerpos humanos en los crematorios masivos de campos de concentración judíos durante la Segunda Guerra Mundial24 y, ¿por qué no?, a ocupar el espacio dejado por las más de 400 aldeas arrasadas durante la guerra civil guatemalteca. Al validar la diferenciación «de dones» entre los seres humanos, Toledo no solo está ontologizando la desigualdad social, sino también – implícitamente – la máxima futurista de que las personas conside-

radas por el poder como «inferiores» deben desaparecer (a través de las guerras, ¿o del genocidio sistemático?) para mejorar a la humanidad entera. El vigor y la violencia expresadas en las esculturas de Toledo no solo son una expresión artística de la misma violencia que cotidianamente se ejerce en Guatemala, de la violencia – mediada por el diálogo – ejercida en la disposición de los espacios públicos como la 6ta Avenida o la Plaza de la Constitución, sino que son una burla a la memoria de tanta lucha popular llevada a cabo por los considerados «inferiores» de la sociedad guatemalteca, como también es un recordatorio de que los que siempre han dominado y han mantenido la desigualdad en este país, no han dejado de vencer. Kraft durch Freude25, o la felicidad del olvido. Tanto la lógica de la fuerza, como la lógica del olvido, forman parte de un pensamiento autoritario que no ve algo como bueno media vez no se haga idéntico a él. Por eso el timbre de la fuerza y el poder absolutos en ciertos pasajes de la obra de Richard Wagner, por eso la estética del poder del Tercer Reich en la obra arquitectónica de Speer – y recordemos que Hitler admiraba la obra de Wagner -, por eso el deseo de borrar de la historia todo aquello que recordara a los judíos en Europa, por eso también lo mismo reaccionario entierra a su propio pasado, como el Monumento a la República en Guate-

24 Para un excelente estudio sobre la relación entre los campos de concentración nazi durante la Segunda Guerra

Mundial y la estética del dolor, ver Didi-Huberman (2004).

25 Literalmente «Fuerza a través de la alegría» en alemán. Organización estatal durante el régimen nazi que proveía

de descanso y recreación – mediada ideológicamente – a personas «arias» de las clases bajas y medias alemanas. Fue un modelo copiado en muchos otros países, tanto en el mismo período (especialmente en Italia, también fascista para entonces), como en la Portugal y España de la posguerra.

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mala, por eso las esculturas de Toledo cantan al poder en medio de las lápidas que recuerdan el dolor de la represión. En un contexto de represión continua, como lo ha sido el guatemalteco a lo largo de – al menos – los últimos cinco siglos, al tener una obra de arte enfrente no se puede simplemente caer en el placer estético, no se puede pensar que en lo inmediato de la obra, en su ser-ahí, está la promesa de una sociedad emancipada. Como tratamos de mostrar en este trabajo, no todo el arte aspira a la utopía, mucho de él – y con él sus creadores – aspira a la totalidad del silencio, a la totalidad del dolor y del terror. Por supuesto, estas obras también encierran un momento de verdad. Su momento de verdad se encuentra alrededor del hecho de que, nuevamente, es posible hacer arte en forma pública, después de años de represión sistemática. También su momento de verdad se encuentra en el hecho de que, al quebrar con la idea de lo netamente figurativo en el arte público, este arte presenta al resto de la sociedad formas diferentes de acercarse a comprender y expresar la realidad y los sentimientos (aunque esto no es nuevo). Sin embargo, todo su contenido de verdad es vaciado en pos del mantenimiento de formas de pensamiento reaccionarias, más cercanas a la represión del pasado y del presente que a una reflexión crítica y dialéctica sobre una mejor sociedad en el futuro. La esperanza que su momento de verdad encierra queda soterrada bajo la ideología que, contradictoriamente, la promueve. El ideal del progreso es utopía, pero el ideal del progreso como máquina es enajenación, es restauración y mantenimiento de

la dominación, tautología del silencio y el sufrimiento. Tanto el Monumento a la República de Max Leiva como las esculturas «bestiarias» de José Toledo nos recuerdan que solo en una humanidad emancipada el ser humano podrá prescindir de un arte radical, mientras tanto servirá de testimonio de la dominación y al mismo tiempo proyectarán su utopía negativa de lo ya emancipado. Los dos proyectos artísticos presentados acá no son arte radical, sino que son testimonio y permanencia de lo reaccionario, de la razón instrumental, de la violencia de la totalidad, del olvido y, especialmente, de la permanente necesidad de desarrollar una crítica y arte verdaderamente radicales, que nos muestren, en medio de todo lo cosificado y administrado, lo que aun no es.

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Créditos de las imágenes. Figura 1. http://otraarquitecturaesposible.blogspot. com/2010/09/primer-festival-de-arte-civico.html

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Figura 2. Fotografía del autor, septiembre de 2010. Figura 3. Fotografía del autor, septiembre de 2010. Figura 4. http://www.taringa.net/posts/info/4939498/ Obras-del-Equot_arquitecto-del-diabloEquot_.html Figura 5. Fotografía del autor, septiembre de 2010. Figura 6. Fotografía del autor, septiembre de 2010. Figura 7. http://www.lefigaro.fr/ photos/2009/03/27/01013-20090327DIMWWW00367-paris-avant-et-apreshaussmann.php Figura 8. Fotografía del autor, septiembre de 2010. Figura 9. Fotografía del autor, septiembre de 2010. Figura 10. Fotografía del autor, septiembre de 2010.

Figuras

Figura 1. I Festival de Arte Cívico: Genialidad Krier en Guatemala.

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Figura 2. Monumento a la República, zona 4, Ciudad de Guatemala.

Figura 3. Bancas en el lado este, Monumento a la República.

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Figura 4. Cancillería del III Reich, diseñada por A. Speer.

Figura 5. Base del Monumento a la República, de Max Leiva.

Figura 6. Placa conmemorativa en el Monumento a la República.

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Figura 7. Transformaciones de París. Foto del siglo XIX y actual.

Figura 8. José Toledo, El Grito, 6ta Avenida, Ciudad de Guatemala.

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Figura 9. José Toledo, Taurus, 6ta Avenida, Ciudad de Guatemala.

Figura 10. Vista lateral de Taurus, de José Toledo. Nótese la sensación de movimiento en las patas. La otra escultura (Fig. 8), también tiene el mismo diseño en sus patas, inspirado en el futurismo italiano.

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La propuesta metodológica feminista Walda Barrios-Klee1 Asociación de Estudios Feministas (AMEF).

Resumen Desde los años 70 las académicas feministas han propuesto formas distintas de aproximarse a la realidad y a las sujetas de estudio que rompen con la epistemología tradicional, por lo que se ha recibido la crítica de falta de cientificidad. En esta ponencia se destacan los aportes y los nudos de este debate teórico metodológico.

L

a presente ponencia es una revisión de algunas de las aportaciones fundantes que permiten hablar de una propuesta de metodología feminista. Se elaboró a partir de la revisión bibliográfica de las principales autoras anglosajonas y los planteamientos de Eli Bartra, quien fue la introductora en la academia mexicana del pensamiento no traducido al castellano de estas pensadoras. Voy a dejar de lado la academia española que es prolífica en el tema y tiene abundantes desarrollos, tanto desde el punto de vista científico como el de la implementación práctica de políticas. En España las políticas de igualdad de género son una realidad así como la reflexión académica profunda, los post grados y la producción de textos es prolífica. Pero, por ser este un coloquio, en dónde debemos acotar la reflexión me referiré a los principales aportes de 5 autoras anglosajonas y desde luego a nuestra maestra y amiga Eli Bartra. Como una

invitación a la posterior indagación y profundización. La propuesta metodológica feminista. A partir de 1970 las académicas feministas han planteado formas distintas de aproximarse a la realidad, desde el clásico texto de María Miess (1998) en dónde señala una serie de pautas para la epistemología feminista, hasta otras más contemporáneas (Donna Haraway [1989, 1991]; Sandra Harding, Smith Doroty [1974]) que han revisitado la relación entre mujeres y ciencia; todas estas autoras han sido criticadas por romper con los cánones de la epistemología tradicional y se ha negado el carácter de científico a sus aportes. Todas ellas han planteado que el conocimiento se produce por seres humanos y personas concretas que se desenvuelven en contextos históricos, que tienen emociones, necesidades, intereses, socialmente determinados, de allí que Donna Haraway (1991) sostiene que el

1 Coordinadora del Programa de Género de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO, sede aca-

démica Guatemala.

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conocimiento es siempre situado. Del carácter situado se deriva la conexión entre conocimiento y poder. Por su parte María Miess, señala que la investigación feminista busca el cambio social, recupera los saberes de las sujetas de investigación; estableciendo un compromiso con ellas; se enmarca dentro del paradigma de la investigación acción. Planteando el concepto de parcialidad consciente, que implica la decisión deliberada de posicionarse del lado de las mujeres. Antes de continuar con la reseña de las autoras que desde la academia norteamericana han sentado las bases de la ciencia feminista haré una breve referencia a Guatemala. En Guatemala, Ana Silvia Monzón (2009) y las colegas Aura Cumes, Ana Lucía Ramazzini, Guisela López y Lily Muñoz, intentan aproximarnos al recorrido histórico de las ciencias sociales feministas en la academia guatemalteca. Un camino espinoso que se ha dado en distintos espacios, tanto en la única universidad pública que existe en Guatemala, como en otros centros de estudios superiores como la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. El texto compilado por Ana Silvia Monzón marca un hito en la aproximación a la epistemología desde distintas miradas feministas, con las tensiones que implica presentarnos públicamente como productoras de conocimiento. En él Ana Lucía Ramazzini plantea la pedagogía de la subordinación de las mujeres, enfatizando cómo todo el proceso de socialización busca finalmente la domesticidad de las mujeres. Entendida por la condición de seres relegados al espacio de la casa, crianza y

educación de la prole. En Guatemala, hemos avanzado, tenemos logros, pero todavía nos falta mucho por construir, los espacios académicos siguen siendo patrimonio casi exclusivo de los hombres, especialmente en aquellos en dónde se toman decisiones. Las feministas hemos estado bregando desde estos espacios, para ser reconocidas como productoras de conocimiento situado, y reivindicar que el papel de las mujeres en la ciencia no es marginal. Lo que ha sucedido es que ha sido poco recogido por la historia. En la educación superior hay que destacar el papel que ha tenido el Instituto Universitario de la Mujer (IUMUSAC), fundado en 2004, poco después que en 2001 FLACSO hiciera el Primer Encuentro Mesoamericano de Estudios de Género, en dónde ya había un área de estudios de las mujeres y las relaciones de género desde 1996. Las dificultades para que las mujeres accedamos a la academia y la ciencia, se encuentran en la histórica división sexual del trabajo y la separación que el patriarcado ha hecho de las actividades en públicas y privadas, dejándonos confinadas a las mujeres a la esfera doméstica. Si bien, esto se ha estado revirtiendo ha sido en forma muy paulatina. Al hablar de metodología feminista podemos remitirnos a dos grandes vertientes, la pionera corriente anglosajona que inicia en Europa con el clásico artículo ya referido de María Miess (1970), y en América Latina en la academia mexicana con la compilación realizada por Eli Bartra (1998) docente

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de la Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco, que sirvió de punto de partida para los análisis tanto en México, como en la primera cohorte de la especialización en estudios de género y feminismo que se impartió en FLACSO Guatemala en 2003, en dónde tuvimos el privilegio de contar con Eli Barta como docente. Eli Barta al retomar el postulado metodológico que “la investigación social desde un punto de vista feminista se hace a partir de las experiencias de la persona o grupo investigado y en función de las experiencias de las mujeres investigadas, si ese es el caso” (Bartra 1998:143), encuentra el problema que los marcos teóricos y el debate provienen de Europa y Estados Unidos entonces las académicas feministas latinoamericanas “hemos tenido que aprender a ver cuáles cuestiones teóricas nos sirven y cuáles no” (Bartra 1998:143) Bartra señala “en términos generales hay consenso entre las académicas feministas de que existe algo que se llama investigación feminista (o de género, como le denominan últimamente de una manera un tanto aséptica)” (Bartra 1998:145) Se le puede llamar también método no sexista o androcéntrico; pero metodología feminista expresa de manera explícita la relación entre política y filosofía. “La deconstrucción es parte nodal del método feminista. En su forma más simple significa el análisis meticuloso de cuanto conocimiento existe sobre el tema que se trabaje para descubrir los sesgos sexistas e intentar corregirlos. Significa ir desarticulando las diversas disciplinas por su marcado androcentrismo, e intentar la construcción

de conceptos nuevos, no sexistas y no androcéntricos.” (Bartra 1998:148)

En general la metodología ha planteados tres fases o etapas: la investigadora, la de sistematización y la fase expositiva. Por ejemplo en la fase investigadora, la observación deberá realizarse siendo lo que Eli Bartra llama “el punto de vista feminista”, porque existen diferentes formas de ver la realidad que priorizan algunos aspectos. La síntesis de las autoras anglosajonas la voy a empezar con Dorothy Smith, que si bien nació en Inglaterra emigró hacia Estados Unidos en 1955 para estudiar su doctorado en la Universidad de California en Berkeley, en 1967 se traslada a Canadá. Desarrolló una visión de la sociología que recupera el punto de vista de las mujeres, desarrollando categorías de análisis que integren la experiencia cotidiana y de la vida diaria. De esta forma se rompe la lucha ideológica de las disputas profesionales entre la vida y la ciencia social. De fuerte raigambre marxista propuso las relaciones de control, entendidas como el conjunto de actividades sociales complejas que intentan controlar la producción social humana. Estas se acompañan de los textos impersonales (contratos, informes policiales, certificados médicos, etc.) que configuran y traducen la experiencia individual específica de la vida real a un lenguaje aceptable para las relaciones de control. Esto conduce a la bifurcación de la experiencia, separación socio científica de la experiencia de las personas para que la experiencia vivida por las mujeres coincida con los tipos ideales

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patriarcales que se utilizan para describirla y la experiencia vital de éstas El concepto de bifurcación de la experiencia, implica el desdoblamiento de las personas, al no concebirlas como una unidad, sino de manera fragmentada, para poder ejercer el control social, a través de los textos impersonales, entre otros medios. (cfr. Smith 1989). En el rescate del punto de vista de las mujeres y sus experiencias coincide con Sandra Harding, y otras epistemólogas feministas, como Helen Longino que argumenta que la objetividad de la ciencia está mediada por valores sociales que son parte del contexto humano, el escrutinio colectivo de quienes poseen diversos valores apoya la posibilidad de la objetividad científica. Quizás, el aporte mas revolucionario es el de Donna Haraway en su Manifiesto Cyborg (1991), ella define al Cyborg como “un organismo cibernético, un híbrido de máquina y organismo, una criatura de realidad social y también de ficción.” “El Cyborg es una criatura en un mundo post genérico. No tiene relaciones con la bisexualidad, ni con la simbiosis pre edípica, ni con el trabajo no alienado u otras seducciones propias de la totalidad orgánica”

Un ser no atado a ninguna dependencia, son los hijos ilegítimos del militarismo y del capitalismo patriarcal, por no mencionar el socialismo de Estado.

En Haraway el Cyborg es una metáfora. Cuando se lee el Manifiesto Cyborg, es imposible no evocar a Molly, la micro chip inteligente, que aparece en el libro de María Suárez Toro: Mujeres: metamorfosis del efecto mariposa (2008)2. La mujer robot de voluminosos senos, tacones altos y largo cabello rubio, pone en evidencia que las tecnologías no son neutrales, como tampoco lo es la ciencia sustentada en esa tecnología. La micro chip inteligente se rebela contra el sistema, desobedece órdenes impuestas, se niega a ser “la mujer ideal”: hermosa, callada, sumisa y obediente, aunque así la hayan programado, y se autonombra: “Celeste Brava y Fuerte”. Esta ciencia ficción que empieza a invadir las relaciones sociales y el mundo cotidiano que nos plantea Haraway (1991), tiene una expresión cinematográfica en la película de Steven Spielberg (2001) A.I. Inteligencia Artificial.3 Al contrario de la micro chip inteligente del libro de María Suárez que representa el estereotipo de la mujer ideal, el Cyborg de Haraway es asexuado. En esto discrepa Haraway con MacKinnon, quien sostiene que la mujer no existe fuera del deseo masculino. El deseo masculino nos cosifica y transforma en objetos sexuales, sola para el placer de los hombres. MacKinnon, como abogada se dedicó a la denuncia de la pornografía y del

2 El libro de María Suárez Toro fue adaptado a una obra de teatro titulada El Laberinto de las mariposas, que pone en

escena a algunas de las principales personajes del texto, entre las que se encuentra Molly, la micro chip inteligente. La obra es dirigida por Aylin Morera, también responsable de la dramaturgia. Se ha presentado en varios países del mundo. Participan las actrices: Raquel Hernández Castro, Alejandra Solórzano, María Fernanda Campos, y Andrea Oryza Porras. 3 Sinopsis: En un mundo futuro en dónde los avances científicos hacen posible la existencia, los humanos comparten todos los aspectos de sus vidas con sofisticados robots denominados Mecas. La emoción es la última y controvertida frontera en la evolución de las máquinas. Pero cuando un avanzado niño robótico llamado David es programado para amar, los humanos no están preparados para las consecuencias. David se encuentra solo en un extraño y peligroso mundo (FILMAFFINITY) Se dice que está basada en un proyecto que quiso llevar a cabo Stanley Kubrick,.

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acoso sexual, como formas de discriminación hacia las mujeres y a partir de allí el planteamiento de las mujeres como objetos sexuales.

punto de vista, que es algo mucho más complejo que una simple opinión, es parte de la reflexividad de las ciencias sociales.

Según Haraway, MacKinnon pierde de vista las estructuras materiales de dominación masculina, de clase y de raza. Valora la estructura sexo/ género por encima de la clase, de dónde el interés de los hombres es la apropiación sexual de las mujeres.

Define a la teoría del punto de vista feminista, como una teoría que “empieza por la vida de las mujeres para identificar en qué condiciones, dentro de las relaciones naturales y / o sociales, se necesita investigación y qué es lo que puede ser útil (para las mujeres) que se interrogue de esas situaciones.” (Harding, 2000:33). Se trata de “empezar por la vida de las mujeres.”

Harding que fue la primer directora del Centro de Estudios de la Mujer de la Universidad de California, Los Angeles (1996-2000), y co directora de la prestigiosa revista feminista publicada por University of Chicago Press, Signs: Journal of Women in Culture and Society (2000-2005), es una de las principales exponentes de la teoría del

Harding sostiene que hay tres características fundamentales que caracterizan a la investigación feminista: 1) Nuevos recursos empíricos y teóricos: las experiencias de las mujeres

Cuadro No. 1

Nombre

Profesión

País y año de nacimiento

Aportes centrales

Dorothy E. Smith

Socióloga

Inglaterra, 1926

Punto de vista Etnografía institucional

Sandra Harding

Filósofa Phd. New York (1973)

1935

Filosofía de la ciencia. Epistemología feminista Teoría post colonial

Donna Haraway

Zoóloga y filósofa (Colorado, 1966) Filosofía de la evolución (París, 1971) Dra. En biología (Yale, 1972)

Denver, Colorado 1944

Post moderna Argumenta contra el esencialismo Manifiesto Cyborg (1985)

Helen Longino

Filósofa de la ciencia

1944

Los valores son parte del contexto humano de la ciencia

Catharine A. MacKinnon

Abogada Smith College (1968) Phd. Yale (1977

1946

Acoso sexual, como forma de discriminación por sexo. Pornografía Feminismo radical

Fuente Elaboración Propia

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2) Nuevos propósitos para la ciencia social: estar a favor de las mujeres. 3) Nuevo objeto de investigación: situar a la investigadora en el mismo plano crítico que el objeto explícito de estudio. (cfr. Harding, 2000: 19 a 26) Las académicas anglosajonas que estamos analizando responden al mismo clima intelectual, por eso a pesar de algunas divergencias (caso Haraway / MacKinnon), lo normal es que en sus planteamientos existan coincidencias, y son estas las que han permitido construir un corpus teórico propio, que permita hablar de un método, metodología y epistemología feministas.4 1) Rescatar el punto de vista de las mujeres, lo que da lugar al conocimiento situado y a la teoría del punto de vista (Smith, Harding, Haraway, Bartra). 2) La objetividad de la ciencia pasa por los valores sociales (Longino, Smith, Haraway, Bartra). 3) El esfuerzo por ampliar el horizonte de las ciencias sociales a las naturales, generando discusiones que han aportado a la filosofía feminista de la ciencia (Haraway 1978; Harding 1996). Haraway ha buscado entender la biología como un discurso de control de mandos cibernéticos y los organismos como “objetos técnicos naturales del conocimiento.” Me gustaría concluir refiriendo a Har-

ding cuando escribe que los hombres pueden hacer contribuciones importantes a la investigación y a la academia feminista (Harding, 2000:28) porque “es evidente que ni la habilidad ni la disposición de contribuir con el pensamiento feminista son rasgos asociados con el sexo” (Harding, 2000:29). Y continúa “lo que yo afirmo es que la designación de ‘feminista’ puede aplicarse a los hombres que satisfacen cualquiera de las normas a las que las mujeres deben ajustarse para obtener dicho calificativo.” (Harding, 2000:32)

En esto coincide con lo que se acordó en el V Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe celebrado en San Bernardo, Argentina (1990), en dónde se dijo que era feminista toda persona que lucha por los derechos de las mujeres y que no exista opresión de un género sobre el otro. Quizás, en lugar de este breve repaso, hubiera sido mejor concentrarme en Donna Haraway y su Manifiesto Cyborg, espero que esta reseña sirva de motivación para leer y profundizar en esta especialidad de las ciencias sociales contemporáneas.

Bibliografía Bartra, Eli, (compiladora) 1998 Debates en torno a una metodología feminista. Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco, México. 1ª edición.

4 Retomando a Harding:

“Método de investigación es una técnica para recabar información (o una manera de proceder para recabarla).” (2000:11) “Una metodología es una teoría de los procedimientos que sigue o debería seguir la investigación y una manera de analizarlos.” (2000:12) “Una epistemología es una teoría del conocimiento. Responde a la pregunta de quién puede ser sujeto de conocimiento (¿pueden serlo las mujeres?) (2000:13)

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Harding, Sandra 1996 La cuestión de la ciencia en el feminismo. Madrid: Ed. Morata 2000 ¿Existe un método feminista? En Debates en torno a una metodología feminista. Eli Bartra, comp. México: Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco, México, 1ª re impresión. pp 9-34 Harding, Sandra, 1996 La cuestión de la ciencia en el feminismo. Ed. Morata, Madrid, titulo original en inglés The Science Question in Feminism (1986) Haraway, Donna 1991 Manifiesto para cyborgs: ciencia, tecnología y feminismo socialista a finales del siglo XX., En Ciencia, cyborgs y mujeres. La reinvención de la naturaleza. Cátedra, Madrid.

androcéntricos. En Mujeres, ciencia e investigación. Miradas críticas. Ana Silvia Monzón, comp. Colección Cuadernos de Docencia. Guatemala: USAC, Dirección General de Docencia, Ministerio de Educación. ob. Cit (p. 43-84 ) Smith, Dorothy 1989 The Every Day World As Problematic: A Feminist Sociology (Northeastern Series on Feminist Theory) Mar 2 1989. Canadá: University of Toronto Press. Spielberg, Steven, dir. 2001 A.I. Inteligencia Artificial. 145 min. Warner Bros. Pictures & Dreamworks Pictures. Suárez Toro, María: 2008 Mujeres: metamorfosis del efecto mariposa. Colombia: Grupo Editorial Norma., Colombia, mayo 2008.

Haraway, Donna 1978 Animal Sociology and a Natural Economy of Body Politic. Signs: Journal of Women Culture and Society 4(1), apartado 2. Longino, Helen E. 1986 Can There Be Feminist Science? Working Paper no. 163., EEUU: Wellsley College. Miess, Maria 1998 ¿Investigación sobre las mujeres o investigación feminista? El debate en torno a la ciencia y la metodología feministas. En Debates en torno a una metodología feminista. Eli Bartra, comp. México: Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco. Monzón, Ana Silvia, comp. 2009 Mujeres, ciencia e investigación. Miradas críticas. Colección Cuadernos de Docencia. Guatemala: USAC, Dirección General de Docencia, Ministerio de Educación. Ana Lucía Ramazzini 2009 Hacia la democracia cognitiva en la academia: crítica a los saberes sexistas y

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Mesa: Género y etnicidad en la educación superior: Avances del Proyecto FOCINEG

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Proyecto FOCINEG: Fortalecimiento en etnicidad y género Walda Barrios-Klee1 Asociación de Estudios Feministas (AMEF).

Resumen Este ensayo trata sobre dos ejes temáticos: el género y la etnicidad. Narra experiencias concretas sobre cómo se ha tratado el reconocimiento de personas étnicamente distintas y el rol de la mujer en algunas instituciones. Así mismo, comenta sobre la importancia de las nuevas metodologías y de equipos de profesionales con distintos acercamientos. Al final, hace un llamado para conocer las distintas publicaciones que se están haciendo en algunas instituciones del país para poder generar un cuerpo de conocimiento que aborde la etnicidad y el género en Guatemala. El texto se debe de leer como una breve historia entre algunas instituciones que han luchado por incluir los temas de género y etnicidad a la discusión académica y a la consecución de la acción.

C

omo integrantes de la Universidad de San Carlos sabemos, que en su Plan Estratégico 2022 se consideran como ejes que deben atravesar todas las actividades y la vida académica de la institución: la interculturalidad, el medio ambiente y el enfoque de género. Además, propone como principios rectores de su quehacer la ética, eficacia, equidad, sostenibilidad, eficiencia y participación. (2005 :6)

da mundial después de la II Guerra y del holocausto producido por los nazis.

Para precisar, de manera somera y rápida haré una reseña de estos tres enfoques que deben regir la vida de la Universidad Pública.

En 1952, la UNESCO encargó al antropólogo Claude Levi-Strauss que escribiera un ideario sobre la debida convivencia de las personas, y que las diferencias no deben dar lugar al etnocentrismo. De ese tiempo data el texto Raza e Historia, que posteriormente reformuló bajo el nombre de Raza y Cultura, que fue leído por su autor el 22 de marzo de 1971, con motivo de la inauguración del Año Internacional de la lucha contra el racismo y la discriminación racial.

La interculturalidad, constituye uno de los brazos del pluralismo cultural, ideología que se posiciona en la agen-

El pluralismo cultural como filosofía plantea la multi y la interculturalidad. En la multiculturalidad se propone el

1Coordinadora del Programa de Género de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, integrante de la Aso-

ciación de Estudios Feministas (AMEF).

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respeto de las diferencias; como filosofía de la diversidad, partiendo de dos principios fundamentales, el primero: la igualdad de derechos, responsabilidades y oportunidades (principio que podemos denominar de ciudadanía común o general) y segundo: el respeto a las diferencias etnoculturales o derecho a la diferencia. Por su parte, la interculturalidad tiene en cuenta no solo las diferencias entre personas o grupos sino también las convergencias, los vínculos, los valores que unen y nos pueden conducir al diálogo intercultural y a la construcción de un proyecto común. El tercer eje, el medio ambiente constituye una preocupación, que también se ha discutido en las distintas cumbres de pueblos indígenas con la reivindicación de los derechos de la Madre Tierra; por su parte Occidente, en la Cumbre de Copenhague, se planteó la preocupación por el cambio climático y el calentamiento global. La Universidad de San Carlos es partícipe de las preocupaciones globales, por eso funda dos institutos que buscan dar respuesta, uno a las relaciones inter étnicas y las complejidades del pluralismo cultural, y el otro para construir la equidad de género, como punto de partida de la democracia participativa. El Instituto de Estudios Inter étnicos (IDEI), es inaugurado de manera emblemática el 12 de octubre de 1992, día en que Cristóbal Colon llegó a nuestros territorios, que ha sido reivindicado como “Día de la Raza”, y a partir de la conmemoración de los 500 años del llamado encuentro de dos culturas, como “Día de la Resistencia” de los pueblos originarios. El acto inaugural

tuvo lugar en el Salón General Mayor de esta casa de estudios, siendo Rector el Dr. Alfonso Fuentes Soria. Su primer director y promotor fue el Dr. Jorge Solares. Dentro del proceso histórico, la creación del IDEI por el Consejo Superior Universitario, el 1 de abril de 1992, constituyó una respuesta concreta de la universidad pública a las distintas reivindicaciones que con ocasión de los 500 años se planteaban. El Instituto Universitario de la Mujer (IUMUSAC) se crea por Acuerdo de Rectoría No.1051-2005 de fecha 11 de noviembre 2004, inició sus funciones el 1 de febrero de 2005 en la Casa de la Cultura Flavio Herrera. El acto de presentación a la comunidad universitaria se realizó el 8 de marzo de 2005 por el Rector Dr. M.V. Luis Alfonso Leal Monterroso, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer. Fue nombrada Directora del mismo la Licenciada Miriam Maldonado, después de un proceso de selección en el que participaron integrantes de la Comisión Universitaria de la Mujer. También fueron seleccionadas Carmen Yolanda López Palacios, para coordinar el área de investigación y la licenciada Patricia Galicia de docencia y extensión. En el Acuerdo de creación del IUMUSAC, la Universidad reconoce los compromisos del Estado de Guatemala contenidos en diversos tratados internacionales, particularmente la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de discriminación contra la Mujer (CEDAW), adoptada por Naciones Unidas en 1979 y ratificada por

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Guatemala, en 1982 que en el artículo 10 establece: “los Estados parte tomarán todas las medidas apropiadas en todas las esferas, particularmente en la política, social, económica y cultural, para asegurar el pleno desarrollo y adelanto de la mujer, con el objetivo de garantizarle el ejercicio y el goce de los derechos humanos y las libertades fundamentales en igualdad de condiciones.” (Galicia y Maldonado, 2006: 4-5)

En enero del presente año empieza a funcionar un Proyecto destinado a fortalecer las capacidades de ambos institutos; que carecen de presupuestos adecuados, así como de suficiente personal para cubrir el impacto y la incidencia que deberían llevar adelante en la universidad pública. Ambos son centrales en la concepción no solo del desarrollo humano, sino en la construcción de una auténtica democracia y una sociedad diferente. A pesar de sus limitaciones presupuestarias y de personal ambos institutos han realizado esfuerzos para potenciar sus capacidades y han buscado construir alianzas externas a la USAC. El apoyo y la búsqueda de relaciones internacionales en ambos casos, puede documentarse. El IDEI ha tenido vínculos con la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Tromso; el IUMUSAC por su parte se ha integrado al FMICA promoviendo la integración centroamericana desde la academia. Se ha esforzado por documentar, con pocos recursos sus acciones a través de una serie de publicaciones. Como parte de estas acciones de alianzas se establece el Proyecto FOCINEG (Fortalecimiento de las Capacidades

Institucionales para aplicar el enfoque de etnicidad y género en la investigación universitaria), cuyo objetivo es reflexionar desde la perspectiva de género tres grandes dimensiones de la realidad: la gobernabilidad, la economía y la etnicidad, teniendo como horizonte el desarrollo humano. Como punto de partida se realizó un diagnóstico sobre ambos institutos, del cual forman parte algunas de las reflexiones que comparto en esta oportunidad. Además del diagnóstico, se llevaran a cabo tres investigaciones exploratorias (por el carácter perentorio del proyecto), dos guías metodológicas para realizar investigaciones atravesadas por la etnicidad y el género. A la fecha, ya se realizaron tres estados del arte en los temas de economía, gobernabilidad y etnicidad y un protocolo matriz. El equipo de investigación está integrado por dos personas historiadoras, una abogada, un economista, cuatro sociólogas, una licenciada en relaciones internacionales, un arqueólogo. Este colectivo aplicará de acuerdo a nuestro protocolo matriz, investigación transdisciplinaria. Porque la transdisciplina permite la visión holística e integradora de la realidad. Entendida la transdisciplinariedad como el cruce de aportes teóricos y metodológicos de las distintas disciplinas, para construir una visión holística de la realidad. Utilizamos la idea de transdisciplinariedad en el sentido de transitar de diversas maneras entre una disciplina y otra, estableciéndose una suerte de diálogo multi disciplinario. “Los temas transdisciplinarios son temas tratados de un modo plural desde

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distintas perspectivas, y con la intención de llegar a constituir un lugar distinto a los usuales.” La transdisciplina no es un asunto teórico sino que supone y propone una actitud ética en el mundo, y esta exige una actitud política.”

Parafraseando al Dr. Rigoberto Pupo, la idea rectora para la transdisciplinariedad, concibe a la cultura como parte esencial de las personas, como sensibilidad humana y humanidad concreta, que vincula en indisoluble unidad lo físico, lo biológico y lo social de la humanidad. Como naturaleza humanizada integra en síntesis los atributos cualificadores de las personas en relación con la naturaleza (ecosistema): conocimiento, valores, praxis, comunicación, sobre la base de las necesidades- los intereses – los fines – los medios y condiciones- hasta el resultado, que es al mismo tiempo, comienzo de un devenir que transcurre en forma de espiral, en esencia, contradictorio e incierto. (Pupo) El Dr. Pupo puntualiza que al asumir la transdisciplinariedad en la aprehensión del saber, no es posible obviar la formación disciplinaria que poseemos, hay que seguir una lógica gradual que asuma, incluya y supere, nuestra formación disciplinaria, para ir incorporando la inter y la multidisciplinariedad, hasta arribar a una forma superior integradora de saberes con sentido cultural y complejo, es decir, a la transdisciplinariedad, que permite aprehender la totalidad y las partes en sus diversas mediaciones: como razón holística, como realidad concreta, en sus vínculos, determinaciones y condicionamientos múltiples. La transdisciplinariedad está estrecha-

mente vinculada a la idea de pensamiento complejo desarrollada por Edgar Morin (París, 8 julio, 1921 Edgar Nahum). Quien plantea el pensamiento multidimensional, que implica una visión planetaria, una ciudadanía universal. La complejidad es una forma de pensar lo humano, el conocimiento y el mundo, en su unidad fundamental, a partir de la diversidad. En este sentido, la complejidad, del latín complexus, “lo que está tejido junto”, alude a una red interconectada de fragmentos, de islas de saberes y conocimientos, que posibilitan la comprensión del mundo desde una visión global y solidaria, pero no totalizadora. Se trata de acometer la aventura humana de reconexión del conocimiento. (cfr. Pupo) De manera análoga a las urdiembres que hacen las mujeres mayas en sus textiles, que implican inter conexión de saberes y complejidades. Permitan la metáfora de tejer el conocimiento. De esto se trata, de tejer gobernabilidad, etnicidad, economía, y en todo este entramado las mujeres como actoras. La trasndisciplinariedad y el pensamiento complejo han sido recuperados por la epistemología feminista, que siempre ha reivindicado el holismo. Desde el polémico artículo de Maria Miess, Lineamientos Metodológicos (1983) que convulsionó las ciencias sociales europeas entre 1980 y 1983 al plantear: 1) La parcialidad consciente o identificación parcial, que cuestiona la neutralidad de la ciencia y propone la distancia crítica, porque en las ciencias sociales las personas somos sujetas, no objetos de estudio.

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2) La visión desde abajo, horizontal, no la ciencia como torre de marfil. 3) La investigación acción. 4) Intentar el cambio. 5) Convertir el proceso de investigación en proceso de concientización. 6) Utilizar una metodología problematizadora. 7) Colectivizar las propias experiencias. Los planteamientos de María Miess constituyen la estrategia metodológica de la investigación feminista. En la ponencia que elaboré para el V Congreso Centroamericano de antropología celebrado en Managua, Nicaragua en febrero de 2004, puntualizaba que el concepto de género es una de las principales aportaciones de la teoría social feminista, casi equivalente al concepto de clase social, así como la metodología feminista nos ha permitido: 1) “Recuperar la primera persona y visibilizarnos como sujetas. 2) Dar importancia a la subjetividad y tenerla en cuenta como herramienta heurística. 3) Considerar al relato como elemento de la ciencia social. El patriarcado siempre ha tenido la metanarrativa, totalizadora y omniexplicativa. Las feministas partimos de las experiencias personales de las sujetas.” La otra categoría central es el concepto de género desarrollado dentro de las ciencias sociales feministas, que constituye una aportación equivalente al concepto de clase social.

“Conjunto de rasgos asignados a mu-

jeres y hombres en una sociedad que son adquiridos en el proceso de socialización. Responsabilidades, pautas de comportamiento, valores, gustos, temores, actividades y expectativas que la cultura asigna en forma diferenciada a mujeres y hombres. Es el modo de ser mujer o de ser hombre en una cultura determinada. De ahí se derivan necesidades y requerimientos diferentes de mujeres y hombres para su desarrollo y realización personal, Se distingue del término sexo que alude a diferencias socioculturales y no biológicas. Al ser una construcción social, está sujeta a modificaciones históricas, culturales y aquellas que se derivan de cambios en la organización social. Como categoría de análisis se basa fundamentalmente en las relaciones sociales entre mujeres y hombres” (Solís, 2000)

Por esto se ha insistido en que el concepto género, además de ser una construcción cultural, es relacional, en el sentido que permite desentrañar las relaciones de poder que se presentan en el entramado social. El género ha quedado definido como categoría fundamental de la realidad social, cultural e histórica, que permite la percepción y estudio de la misma, comprende un conjunto complejo de relaciones y procesos. Resulta ser una útil herramienta teórico metodológica para comprender el carácter binario del mundo como construcción social que opone lo masculino a la femenino, rara vez en situación de igualdad, por lo general en términos jerárquicos. Finalmente, es necesario sensibilizarnos acerca de la necesidad de la equidad de género como base del nuevo

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pacto social que arranca con los Acuerdos de Paz. Como parte de este proceso, conocer la trayectoria académica de los estudios de género puede ser un estímulo para internalizar la necesidad de la equidad de género. Dado que, solo de esta manera se llegará a construir la democracia de género. No obstante, hay un escollo a vencer, los estudios de género constituyen una especialización holísta de las ciencias sociales, bastante desconocida por la gran mayoría de académicos y académicas de nuestras universidades. Por lo que habrá que comenzar por estudiar sus contenidos.

Bibliografía Morín, Edgar El pensamiento complejo. En línea: Javeriana.edu.co/cua/apel/ Introducción al pensamiento complejo.pdf Rochietti, Sergio “El arte es eminentemente transdisciplinario, en sus búsquedas, en su yuxtaposición de elementos divergentes a primera vista, en sus composiciones, en sus obras. En su obrar con el movimiento, con los espacios y los tiempos.” En línea: http:// www.con-versiones.com/nota0472.htm Suárez, Cecilia En línea: Puga: http.1/transdisciplina.tripod.com Barrios-Klee, Walda 2005 Los estudios de género en la antropología guatemalteca. Papel presentado en Memoria del V Congreso Centroamericano de Antropología, Nicaragua. Febrero 23 – 27.

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Las mujeres trabajadoras en maquilas y call center: Una aproximación desde la economía feminista Mónica Mendizábal Juárez1 Escuela de Ciencia Política, USAC

Resumen Las maquilas y los call center son fuentes laborales para muchas personas. De ahí la necesidad de investigar las dinámicas dentro de esta esfera. En la ponencia se utilizan las perspectivas de la teoría de género y en específico las vertientes económicas. Es por ello que la discusión es sobre el capital y las relaciones de poder. Debido a que se está hablando de estructuras, el análisis comienza con la historia del posicionamiento de estas empresas que en su naturaleza son transnacionales. La información empírica proviene de las entrevistas que se realizaron en los dos tipos de trabajo y en la hemeroteca.

E

l Proyecto Focineg (Fortalecimiento de capacidades institucionales para aplicar el enfoque Étnico y de Género en la Investigación de Desarrollo Humano) tiene tres ejes de investigación: Etnicidad, Gobernabilidad Democrática y Economía. El equipo del Eje de Economía está conformado por Sergio Palencia (sociólogo), Manuel Poroj (economista) y Mónica Mendizabal (socióloga). La propuesta de investigación que el eje de Economía presenta es la “Reconfi-

guración del capital en maquilas de confección y call center2 en Guatemala. Relaciones de poder desde la teoría crítica en el género y la etnicidad” la cual se desarrolla durante el segundo semestre del año 2010 y tiene como objetivo central el “Demostrar cómo la reconfiguración del capital transforma las relaciones sociales en Guatemala, a través de la especificidad de lo que significa ser mujer o indígena en nuestra sociedad, así como los procesos de resistencia”.

1Posee estudios en Sociología en la Escuela de Ciencia Política de la Universidad de San Carlos de Guatemala y

una Especialización en estudios de Género y Feministas por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales FLACSO-Guatemala. Ponencia presentada para el II Coloquio de Antropología y Sociología UVG – 2010. Población, comunidad y medio ambiente. 14 de octubre de 2010. Ciudad de Guatemala. Investigador eje economía: Proyecto FOCINEG (IUMUSAC-IDEI-PNUD) 2 Se utiliza el término en inglés que significa centros de llamadas, debido a su connotación desde la globalización de lo que éstos espacios laborales significan, ya que son conocidos en muchos países bajo este nombre, call center.

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Las corrientes de pensamiento que se están utilizando para el análisis radican en la teoría crítica, teorías feministas y teorías de la etnicidad. Para el caso de la delimitación nos hemos centrado en las maquilas de confección y call center ubicados en el departamento de Guatemala3. Nuestras sujetas de investigación son mujeres trabajadoras o ex trabajadoras de maquilas de confección, principalmente organizadas en asociaciones; y mujeres trabajadoras o ex trabajadoras de call center. Se está recogiendo la experiencia que ellas tienen en el trabajo de la maquila y los call center, sus vivencias en el plano de las relaciones sociales dentro del trabajo, las relaciones de poder cómo se expresan y se materializan. Además, de estudiar y comparar las dos reconfiguraciones del capital en Guatemala (fábricas de confección y centros de llamadas), cómo se inserta el neoliberalismo y la globalización en las sociedades. El perfil de las personas que laboran en el sector de call center la primera característica es, técnica, en los conocimientos bilingües que posea, y la segunda una más subjetiva, por ejemplo: tono de voz agradable, facilidad de palabra, capacidad de trabajo en equipo, estabilidad emocional. Se les conoce como teleoperadores o teleoperadoras, también se les llama “agentes” (Hernández, 2008), están contratando a jóvenes (hombres y mujeres), la mayoría tiene estudios de diversificado y se encuentran estudiando en universidades, pertenecen a un estrato social mediano, no necesitan haber tenido experiencia laboral con anterioridad.

En el caso de las mujeres que trabajan en el sector de la maquila, la mayoría posee únicamente estudios primarios o básicos, algunas son madres, el rango de edad que deben tener para aplicar a un empleo es de 18 a 35 años, pertenecen regularmente a un estrato social bajo, existe la posibilidad de que hayan familias enteras laborando en distintas maquilas, como fuente única de empleo en sectores urbanos y rurales. Principales características de las maquilas y los call center La industria maquiladora ingresa a Guatemala en la década de los años 80, debido a razones de cambio de ubicación geográfica de las empresas procedentes, sobre todo de países asiáticos; además Centro América fue una región atractiva debido a su cercanía con Estados Unidos de Norteamérica, por otro lado, como parte de las políticas económicas y sociales que EEUU estaba emprendiendo en 1981 promueve el Programa de Iniciativa de la Cuenca del Caribe. No obstante, luego de diez años de su instalación se evidencia el auge de esta nueva industria, ya que desde el mismo Estado se le ofreció todos los beneficios económicos y políticos para su instalación. A manera general, puede decirse que la maquila «es una actividad económica realizada por empresas que producen por cuenta ajena; por contrato con otras empresas que diseñan los productos, planean los procesos de producción, aportan el objeto de trabajo (como mínimo las materias primas principales) y conservan la propiedad de los productos» (Avancso 1994: 1-2). Según Paz y Orozco (2001), la industria de maquilas

3 Basados en el registro de la Asociación Guatemalteca de Exportadores AGEXPORT.

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a nivel mundial ha sido parte del proceso de internacionalización del capital, como parte fundamental del desarrollo del sistema capitalista, que se origina principalmente a partir de 1970 en los sectores textiles y de confección. Las maquilas están regidas legalmente bajo los Decretos 29-89 y 65-89, Ley de fomento y desarrollo de la actividad exportadora y de maquila y Ley de Zonas Francas, respectivamente. Estas leyes promueven incentivos fiscales como la: «suspensión de los derechos arancelarios por la importación de materias primas, insumos y empaques, maquinaria y equipo; exoneración del impuesto al valor agregado, de impuestos de exportación, de tasas y arbitrios municipales, y por diez años, la exonera del impuesto sobre la renta.» (Avancso 1994: 48) Todo esto bajo el argumento de crear incentivos para crear desarrollo para el país, sobre todo en materia de generar empleo en sectores sin mayores oportunidades; no obstante como veremos en las siguientes páginas, muchas veces el supuesto desarrollo se convierte en regresión, ya que no ofrece calidad de vida para sus trabajadoras y trabajadores. Actualmente, existen 165 maquilas de confección, de las cuales 153 están ubicadas en el departamento de Guatemala, lo que representa un 92.72%. El origen del capital está conformado de la siguiente manera: la inversión de Corea representa un 57.9%, mientras que de origen guatemalteco hay un 34.8%, desde EEUU existe un 6.7%, y solamente un 0.6% de Francia.

En Guatemala, el concepto de “maquila” tiene sus variantes, ya que un 73.8% son empresas maquiladoras, en contraposición hay un 26.2% tienen equipo completo4 que significa la cadena de producción completa (consiguen la tela, serigrafía, confección de piezas, empaque completo, exportación). Por otra parte, hay empresas que contratan a otras para hacer ciertas prendas, ha esto le llaman subcontratación y representan un 40.8% mientras que un 59.2% proveen a clientes directos que son en su mayoría empresas extranjeras5. Según Vestex (Agexport), solamente la industria de confección genera al menos 49,000 empleos, y se ha caracterizado por ser una industria que se capitaliza por la fuerza de mano de obra de las mujeres. Los call center son empresas dedicadas a recibir, transmitir y realizar llamadas telefónicas con el fin de atender a personas (clientes) de empresas específicas. Los call center están el sector terciario, ya que algunas veces pueden ser contratadas por otras empresas para la atención de clientes. Utilizan tecnología innovadora y actualizada, tanto en equipo como en sistemas operativos; sus trabajadores y trabajadoras deben tener conocimiento de cómo utilizarla adecuadamente, así como el manejo óptimo del idioma inglés y español. Estas llamadas (recibidas o efectuadas) pueden cumplir varias funciones, Micheli (2007) indica que es una ‘telenegociación’6 en un sentido más empresarial en la cual se pretende: ofrecer y vender productos, realizar los cobros a

4 Término utilizado por Vestex – Agexport, en inglés: full package. 5 Base de datos elaborada por Manuel Poroj, en base a: Guatemala delivers: Apparel & Textile industry directory

2010. Sección empresas de confección 11-30 pp. 6 La acción de comunicar de una forma unidereccional (desde la telefonía), donde existen nuevas formas de lenguaje y expresión para llegar a distintos ámbitos de la sociedad.

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clientes, ordenar comida rápida, hacer transacciones bancarias, recepción de quejas; no obstante existen call center que se dedican a dar informaciones de procedimientos institucionales, atención a personas en situaciones críticas. En este sentido, la encargada de la Comisión de Contact Center de Agexport7 menciona que en Guatemala existen aproximadamente 75 empresas de tipo inhouse, y las empresas especializadas en outsourcing llegan a ser al menos 20. El origen del capital de estas empresas proviene en un 44.4% de los EE.UU.; 27.8% de Guatemala; 11.1% de España; y de menor inversión India (otro con capital compartido con EE.UU.), y México cada uno representa un 5.6%.8 Se puede decir que actualmente los call centers son una de las ramas de inversión de capital internacional con mayor fuerza, contratando grandes cantidades de personas, sobre todo jóvenes y mujeres, de cierta posición socio-económica diferenciada y con posibilidad de estudios (la mayoría superiores). La diferencia respecto a las maquilas es evidente, los call centers no utilizan la fuerza de trabajo de la misma manera, su especificidad reside en el llamado sector servicios, haciendo énfasis en el uso de los conocimientos, destrezas comunicativas, instrumentalización vocal en variedad de servicios, manejos del tiempo y horarios. (Palencia 2010) En versión del Programa Nacional de Competitividad, existen 23 call centers en el país, sólo uno de ellos se encuentra en Quetzaltenango y el resto en la

ciudad capital y el total de las empresas emplean a 12,653 agentes (hombres y mujeres), de los cuales 6,283 son bilingües y 6,3709 hablan castellano. Sin embargo, no existe un consenso ni un conocimiento exacto de cuanta gente emplean los call center, otro inconvenientes es que no existe desagregación por sexo, ni por etnia. Si bien es cierto, que las maquilas y los call center están dando oportunidades a grandes sectores de la población guatemalteca estos se contrastan con los niveles de desarrollo y atropello a los derechos laborales que se tienen. Para el presente documento solamente haré referencia a lo relacionado con las teorías feministas y las corrientes económicas que de ella se derivan, esto conlleva a la utilización de categorías de análisis desde postulados feministas. Economía del género y economía feminista. Los diversos enfoques económicos dan cuenta que esta disciplina no ha sido imparcial frente a los distintos sectores de la sociedad, entiéndase: mujeres, jóvenes, diversos grupos étnicos, entre otros. Por otra parte, la relación capitaltrabajo presenta inmersas relaciones de poder en lo social y en el caso particular en lo laboral, situación que genera diversas desigualdades por ejemplo desde el género. Las mujeres, de diversos sectores, poco a poco han ido “abriendo brecha” en estudiar los problemas económicos de

7 Entrevista 23 de junio 2010 (25’), Ciudad de Guatemala. 8 Base de datos elaborada por Manuel Poroj basados en información de Invest in Guatemala 9 El Periódico. 28.09.2009. Sección Economía. Artículo titulado: “Call centers necesitan más personal bilingüe para

crecer”

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las sociedades, con énfasis en género o propiamente desde corrientes feministas. Los cambios sociales de orden político y económico, propiciaron el agrupamiento de movimientos centrados en problemáticas comunes, en este sentido los movimientos de mujeres y feministas (de distintas corrientes teóricas) han abordado diversos temas, entre ellos la problemática económica, haciendo una crítica a los postulados de la teoría neoclásica, la escuela institucionalista y la corriente marxista. En donde, a manera general, las críticas radican en que la ciencia económica no es neutral; los estudios de la economía giran en torno al mercado y no frente a una economía política. Otras críticas encaminadas a los aspectos de género son: los roles asignados a mujeres y hombres han tenido consecuencias para que las mujeres no se logren desempeñar en actividades “fuera” de la casa, históricamente se nos ha asignado los trabajos “domésticos”; la diferenciación sexual del trabajo, donde se evidencian las relaciones de poder, y en los casos más recientes la feminización de ciertas áreas de trabajo. La economía del género10 surge a finales de la década de 1960 paralelo a los inicios de la segunda ola del feminismo. El objetivo de esta corriente es que las mismas mujeres puedan conocer, estudiar y explicar sus experiencias en el plano laboral, es decir, partir de lo personal para analizar esas relaciones de trabajo. También consideran importante el registro estadístico o cuantitativo de la incursión de las mujeres en

puestos de trabajo o por áreas, de esta manera dar cuenta de la discriminación que pueda existir en algún género, estos análisis son comparativos. Algunos estudios económicos con enfoque de género han incorporado a las mujeres como sujeto y objeto de estudio, en la política, que en este caso, Sandra Harding llama «añada mujeres» (citada por Pérez 2005: 6) a los estudios de económicos del género. De aquí surgen dos vertientes: a) los estudios de equidad y b) el empirismo feminista. Los estudios de equidad, según explica Harding «son aquellos que atiende a la ausencia o sub-representación de las mujeres entre la comunidad científica, por tanto a su negación como sujeto epistemológico» (citada por Pérez 2005: 6). Esta postura cuestiona la exclusión, tomando como herramienta la documentación de características y formas de cómo se aborda. Por otro lado, los estudios del empirismo feminista plantean una exigencia de inclusión del sujeto cognoscible, ya que lo económico presenta sesgos androcéntricos y han invisibilizado los aportes de mujeres hacia esta disciplina11. Esta postura menciona que de gran importancia será el rescate de las experiencias de las mujeres, en este sentido: «su objetivo básico es revertir esos errores históricos…» sin embargo, esa reclamación de espacio de inclusión de las mujeres queda sujeta a un mismo marco teórico preestablecido sin cuestionarlo o tratar de modificarlo. Es necesario mencionar que las relaciones de género son relevantes para el estudio del mercado laboral entre unos

10 Como lo explica Amaia Pérez Orozco en: «Economía del género y economía feminista, ¿conciliación o ruptura?»

en la Revista venezolana de estudios de la mujer, 2005. 11 Véase los aportes que las mujeres han hecho en la economía desde el siglo XIX que no son incluidos en los contenidos en los estudios superiores.

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y otros (Pérez 2005: 7). La economía feminista tiene sus orígenes en la década del 90, teniendo un apoyo concreto por la creación de la Asociación Internacional de Economistas Feministas en 1992, posteriormente la formación de la Revista Feminist Economics en 1955. Esta corriente se enfoca en cuestionar las bases epistemológicas de la economía que vienen de una posición androcéntrica; sin embargo, no se ha profundizado en este aspecto y los pocos que hay no son lo suficientemente conocidos. A continuación se dan algunas características de la economía desde una visión feminista. La economía feminista también define como tarea fundamental el «replanteamiento de la estructura androcéntrica que identifica la economía con lo monetizado y desvelar los sesgos androcéntricos subyacentes.» (Pérez 2005: 10). Resignificar la definición de economía-económico donde las mujeres sean visibilizadas y que estas sean vistas como “agentes económicos”; por otro lado, evidenciar las relaciones de poder de género dentro de una estructura dicotómica. Otro aporte es que establece que el fin último no es el análisis de la realidad, sino más bien el de «mejorar las condiciones de vida de las mujeres y de la población en general» (Pérez 2005: 11), asumiendo así la propuesta de soluciones. Al igual que en la economía del género, de la economía feminista se han generado dos corrientes, que son relevantes para el posicionamiento de las investigadoras y desde la cual se pueden hacer lecturas diferentes de la realidad

y por supuesto una propuesta distinta, siendo estas la economía feminista de la conciliación y la economía feminista de la ruptura. La economía feminista de la conciliación, intenta redefinir conceptos básicos en la economía y el trabajo, donde la mediación de la actividad de las mujeres quede explícita12. Es esta corriente la que propone “medir” o “cuantificar” el valor de los trabajos realizados. Aquí también se toman en cuenta las desiguales en las relaciones de género en términos económicos se establece el concepto de «división sexual del trabajo»13 (Pérez 2005: 12) en ella se establece que la distribución del trabajo no es neutral, habiendo una clara diferencia entre hombres y mujeres en el espacio laboral. Otro concepto que sale para el análisis es la concepción de la «familia nuclear tradicional» (Pérez 2005: 13), implicando en términos simbólicos y concretos, los siguientes imaginarios: “hombre-generador de ingresos vs. mujer-ama de casa”. Esta corriente también cuestiona las interconexiones que existen entre el mercado y los hogares, en este momento histórico sería desde el sistema capitalista y patriarcal. Por otra parte, la economía feminista de la ruptura, se encuentra en una fase de crecimiento siendo su eje de análisis «la sostenibilidad de la vida y explorar las consecuencias de esto en el cuestionamiento de todas las concepciones conceptuales y metodológicas previas…» (Pérez 2005: 15). Uno de los aspectos fundamentales es que pretende captar procesos y no perderse

12 Por ejemplo el trabajo doméstico y reproductivo que hacen las mujeres, del que algunas veces se niega y otras

enfatiza demarcando roles asignados. 13 Concepto de origen marxista, retomado por las economistas feministas de la conciliación.

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Cuadro No. 1 a) la división sujeto / objeto, pareciera que no son sujetos o sujetas que hacen la economía; además es percibido como algo “natural” la idea de los “otros” para una exclusión o dominación del sistema. Reflexiones críticas al conocimiento económico desde la economía feminista.

b) no existe neutralidad desde los sujetos protagonistas, sino más bien existen intereses y valores que se manifiestan en la producción de conocimiento. c) la obtención de conocimiento no son procesos individuales o aislados de los sociales, donde se vinculan esos conflictos como el de género. d) se ocultan los auténticos intereses del discurso científico estableciendo a la objetividad como una neutralidad valorativa.

Elaboración Mónica Mendizabal (2010).

en particularidades. Se evidencian las diferencias entre mujeres y hombres, pero también las relaciones de poder dentro de las mismas mujeres. Una crítica fuerte que le hacen a la economía feminista de la conciliación es que centran el análisis en lo mercantil “masculinizado”, y a nivel jerárquico eso pesa más que las actividades “feminizadas” como las del hogar, pero además éstas posiciones reducen y limitan a la mujer en actividades específicas en este caso, el doméstico. La economía feminista de la ruptura establece como una categoría de análisis de los procesos de sostenibilidad de la vida y de la satisfacción de las necesidades humanas14, es vista como algo dinámico, por tanto, no son categorías concluidas. Aspectos clave para el análisis desde esta posición son: que existe un reconocimiento de las diferencias y las relaciones de poder dentro de las mismas mujeres, se anulan así los universalismos. La teorización de estas posturas del género y feministas frente a la disciplina de la economía, se desarrollaron al

menos hace cinco décadas, buscando en un inicio la igualdad de condiciones, la equidad, oportunidades laborales (economía del género). Pero en la medida del avance teórico y práctico del feminismo, han ido surgiendo otras posturas que critican el sistema capitalista y el modo en que sectores de las sociedades se enriquecen y dejan a la mayoría, en condiciones empobrecidas (economía feminista); esto ha dado pie a replantearse la forma de vida de las mujeres pero también de la población en general. Oportunidades y desarrollo. Perspectiva desde las mujeres. El trabajo en la maquila ha generado proceso de feminización, debido a su alto número de mujeres que laboran en esta industria, muchas de estas mujeres provienen de áreas marginadas, rurales o urbanas, con baja o nula escolaridad, vienen con experiencias de trabajos domésticos o de otras actividades asignadas históricamente a las mujeres (quehaceres del hogar: limpieza, elaboración de alimentos), entre ellos también podemos encontrar la confec-

14 Desde un sentido multidimensional, ya que se establecen necesidades materiales y no materiales (afecto, cuidado,

vínculos sociales, participación colectiva/individual, en un caso concreto: reconocimiento del trabajo de las mujeres entre otros).

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ción de prendas de vestir, para lo cual las maquilas contratan a mujeres por la destreza y motricidad fina que muestran para su fabricación. (Paz y Orozco). Existe contradicción entre los procesos de autonomía económica que las mujeres pueden tener yendo a laborar a estos lugares, maquila y call center, frente a las relaciones de poder que pueden persistir en los ambientes privados y más aún en los laborales (públicos)15. Según, Pautassi, el salir de casa al trabajo da la posibilidad de generar vínculos sociales, los cuales tienen «un enorme significado simbólico» (2007: 52), ya que para muchas mujeres provoca acciones emancipatorias dentro del ámbito más cercano. Los procesos de autonomía que las mujeres pueden tener por poseer un trabajo, genera la posibilidad de la toma de decisiones personales en sus hogares y con los miembros de la familia (hijos/hijas). No obstante, esta “oportunidad de desarrollo personal” se contrasta con las difíciles relaciones laborales a que son sometidas, sobre todo en el ámbito de la maquila. Otro factor que se observa en los espacios laborales es la “flexibilización”, donde las actividades laborales de las mujeres son vistas como «trabajo más fácil que [el de] los varones, en tanto están dispuestas a aceptar condiciones de trabajo más precarias y con menor remuneración.» (Pautassi 2007: 60) Las pocas oportunidades laborales que existen ha hecho que las mujeres acepten condiciones laborales desfavorables (incluso poniendo en riesgo su

salud y familia), con el fin de tener un ingreso para el sustento familiar. Continuando con el término de “flexibilización” se observa en los distintos tipos de trabajo, en las nuevas formas de remuneración, en los alcances y formas de la seguridad social. Así que bajo estas “nuevas circunstancias” laborales, se contrata mayor número de mujeres donde se contratan a tiempo parcial o con extensas jornadas laborales (promedio laboral de una mujer trabajadora de call center son 9.6 horas), produce también empleos temporales y la subcontratación de trabajos o servicios. Existe una regulación supuestamente “flexible” en cuanto a las contrataciones, estas pueden ser en horario, pero también es común, según Micheli, que al momento de firmar el contrato laboral, se firme la renuncia y la fecha se queda en blanco. Esto es una muestra de cómo las empresas pueden hacer contrataciones de corta duración y cuando el trabajador o trabajadora ya no es conveniente a la empresa, ésta puede prescindir del contrato sin tener objeción del afectado. Desde la visión de mujeres trabajadoras de maquila consideran que el trabajo en esta industria ha permitido a familias poder alimentarse mejor: «personas que nunca podían comer carne, huevo o leche, ahora al menos pueden hacerlo una vez por semana»16. No obstante, mencionan, que existen niveles altísimos de explotación y opresión sobre todo a las mujeres y se evidencia más aún con mujeres indígenas con las actitudes racistas y discriminatorias. Es de resaltar, que las mujeres que deci-

15 Regularmente los espacios públicos son vistos en la sociedad con mayor prestigio y forman parte del reconoci-

miento social. 16 Entrevista a mujeres ex trabajadoras de maquila, 10 de agosto 2010 (70´). Ciudad de Guatemala.

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den ingresar a trabajar en la maquila, es porque tienen necesidad de empleo, y no porque sea la mejor opción. Por otro lado, la visión de las mujeres en su mayoría jóvenes universitarias trabajadoras de call center, indican que para ellas si existe desarrollo sin embargo lo ven como un proceso más individual y no un desarrollo comunitario, desde estos espacios laborales se promueve el consumo en ciertos sectores (restaurantes, gimnasios, entre otros). Además, mencionan que para algunas ha sido fuente de oportunidad ya que con los ingresos han podido costear estudios universitarios, mientras que otras mencionan que al ver que la “paga es muy buena” en estos espacios laborales, han decidido dejar los estudios superiores. Las jornadas laborales que en ambos sectores de trabajo (manufactura y servicios), oscilan entre 9 y 12 horas de trabajo. En los call center existen períodos de receso de 15 minunos cada uno y el tiempo de almuerzo oscila entre 30 y 45 minutos. En contraposición, las mujeres trabajadoras de maquila no tienen recesos y cuentan con 30 minutos de almuerzo. Cabe resaltar que las mujeres trabajadoras de ambos lugares invierten aproximadamente 2.5 horas en traslados (algunas en buses urbanos, buses extraurbanos o en vehículos particulares). Las jornadas que las mujeres realizan no se quedan sólo en el trabajo remunerado, existe una contribución extensa en las actividades del hogar, cuidado de hijos y/o hijas, son catalogadas como actividades reproductivas y productivas, dejando poco o nada de tiempo para esparcimiento, esto basado en casos específicos de mujeres traba-

jadoras de maquila. Para el caso de las mujeres trabajadoras de call center, disponen de tiempo establecido para estudios superiores. Pero en ambos casos, el promedio de descanso por la noche oscila entre cuatro y cinco horas.17 Aproximaciones finales El problema del trabajo y mujeres es un tema amplio, pasa por aspectos económicos, políticos, sociales y culturales. Se presenta la necesidad de que las mismas mujeres se acerquen a los temas económicos, no sólo que sean protagonistas de las actividades económicas (remuneradas o no) sino que estudien las transformaciones que a nivel local e internacional se están llevando a cabo en materia de la economía política. Los aportes epistemológicos que las teorías feministas y del género han dado para el análisis de la economía, están permitiendo visibilizar los problemas a los que las mujeres nos enfrentamos en lugares de trabajo de alguna manera tan hostiles con horarios como lo son las maquilas y los call center. Conocer las relaciones capital-trabajo que se están generando en Guatemala con dinero extranjero, es de suma importancia para analizar qué tipo de dominación económica se está llevando a cabo, no sólo a nivel macro sino en los espacios laborales precisos donde se ejerce dominación de unos sobre otros, concretamente las relaciones entre empleador-empleado o empleada, así como las mismas relaciones entre los empleados y empleadas. A manera general, el estudio pretende conocer cuáles son las condiciones y

17 Grupos focales realizados a mujeres trabajadoras de maquila y call center. Julio-Agosto 2010.

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relaciones laborales con una perspectiva desde las mujeres y los pueblos indígenas, ya que son grupos de población que tienen una fuerte participación en el plano económico laboral, han sido cooptadas para trabajos concretos en las maquilas y call centers, quienes poseen un perfil específico en cada uno de los trabajos. Lo que se presenta en este texto son algunos hallazgos de las entrevistas realizadas a mujeres trabajadoras de call center y de maquila, además de búsqueda de información bibliográfica y hemerográficas. Es necesario continuar el estudio, análisis y reflexión desde las mujeres y desde el feminismo para conocer y transformar las distintas realidades de las mujeres. En materia económica, es importante profundizar en aspectos que contribuyan a ese análisis, por ejemplo, poseer estadísticas desagregadas por sexo, por etnia y por rangos de edad ayudaría para tener un mejor panorama de la situación del empleo en Guatemala. Así como, la relevancia de que distintas disciplinas sociales se interesen en el tema económico dando énfasis a los problemas que involucran a las mujeres

Bibliografía AVANCSO 1994 El significado de la maquila en Guatemala. Elementos para su comprensión. Cuadernos de investigación No. 10. Guatemala: Autor. Hernández Revolorio, Cynthia Jeanneth 2008 “La calidad de servicio percibida por clientes de un call center (centro de llamadas) en una empresa embotelladora de bebidas” Tesis de Ciencias de la Comunicación. Guatemala: USAC.

Pautassi, Laura 2007 ¡Cuánto trabajo mujer!: el género y las relaciones laborales. Buenos Aires, Argentina: Capital Intelectual. 102p. Quiroa Cuéllar, Elizabeth 2001 Jóvenes mujeres mayas trabajadoras de maquila; un reto para el movimiento sindical, impacto socio-laboral en Guatemala. Serie: Hacia estrategias sindicales frente a la maquila No. 1. Guatemala: Editorial Serviprensa. Renzi, María Rosa y Fauné, María Angélica 2004 Perfil de género de la economía del istmo centroamericano (1990-2002). Consideraciones y reflexiones desde las mujeres. 1ª edición, Managua: PNUD. 304p. Martínez Franzoni 2005 La pieza que faltaba: uso del tiempo y regímenes de bienestar en América Latina. Revista Nueva Sociedad 199. 35-52p.

Bibliografías Electrónicas Paz Antolín, María José y Pérez Orozco, Amaia. El empleo femenino en la maquiladora textil en Guatemala y las transformaciones en relaciones de género. Anuario de Estudios Centroamericanos, año/vol. 27, número 002. Universidad de Costa Rica. Pp. 35-55. Extraído el 02 de octubre 2010, desde http://redalyc.uaemex.mx/ pdf/152/15227203.pdfhttp://redalyc.uaemex.mx/pdf/152/15227203.pdf Pérez Orozco, Amaia. 2005 Economía del género y economía feminista. ¿conciliación o ruptura?. En publicación: Revista Venezolana de Estudios de la Mujer, vol. 10, no. 24. CEM, Centro de Estudios de la Mujer, Universidad Central de Venezuela, Caracas: Venezuela. Extraído el 20 de abril 2010 desde http://sala.clacso.org.ar/gsdl/cgibin/library?e=d-000-00---0cemve--00-00Date--0prompt-10---4------0-0l--1-esZz-1---20-help---00031-001-0-0utfZz-8

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00&a=d&c=cemve&cl=CL1&d=HASH6 12cb04d60d13f798456e9.1.2 Pérez Orozco, Amaia. Estrategias feministas de deconstrucción del objeto de estudio de la economía. Revista Foro interno: anuario de teoría política No. 4. (2004). Universidad Complutense, 2004. Págs. 87-118. Extraído el 20 de abril 2010, desde http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=1334298

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Entretejiendo una Justicia Alternativa desde las Mujeres “Experiencias sobre Tribunales de Conciencias Contra la Violencia hacia las Mujeres en la Etapa Postconflicto” Paola Beatriz González Rosales1 Escuela de Relaciones Internacionales, USAC

Resumen Se discute la forma en que se está tratando de hacer justicia alternativa a través del acercamiento sistemático con las mujeres que vivieron durante la época del conflicto armado y fueron atacadas por las fuerzas de ese tiempo. Se contextualiza la situación que se vivió y que actualmente se vive (de ahí que sea post-conflicto). En ese sentido, el texto ilustra qué son los tribunales de consciencia, demuestra la resistencia que llevaron todos estos años y cómo se empodera a la mujer de forma individual y colectiva.

E

n el marco de la realización de la investigación: “Aportes para el estudio de la Justicia Transicional en Guatemala, desde la visibilización de las contribuciones de las mujeres indígenas”, con una perspectiva de género y etnicidad, que tiene como objetivo principal dar a conocer las principales contribuciones de mujeres indígenas para la justicia transicional en Guatemala, desde la resistencias y el empoderamiento personal y colectivo. En esta investigación se define como uno de los ámbitos de indagación des-

de estudios de caso, el abordar aspectos cualitativos que interrelacionen las resistencias y el empoderamiento de mujeres indígenas partiendo de recopilar relatos de vida como “sujetas de cambios”. Es así como se decide en el equipo de Gobernabilidad, documentar dos experiencias de empoderamiento personal de mujeres indígenas - q´eqchi y garífuna-, una experiencia de empoderamiento colectivo y un aporte en la recopilación de información sobre las experiencias de los dos tribunales de Conciencia sobre mujeres, realizados en Guatemala. Este último esfuerzo es

1Licenciada en Relaciones Internacionales egresada de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Vice presidenta

de la Asociación de Mujeres para Estudios Feministas. Investigadora del Eje de Gobernabilidad del proyecto FOCIN EG, impulsado por el Instituto de Estudios Interétnicos y el Instituto de la Mujer. Docente Universitaria.

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el que se comparte en el presente escrito. Desde la transdisciplinariedad, se integran en la investigación la historia, sociología, antropología y el derecho. De igual forma, la epistemología feminista, como una aportación a las ciencias sociales, ha sido una importante estrategia de trabajo en la investigación. La metodología de la investigaciónacción entrelazo tres dimensiones: a) la dimensión metodológica que “parte de la concepción de la persona humana como un sujeto integral con historia, sentimientos, experiencias de vida, valores, potencialidades, identidades y en constante interacción con su medio social y natural”,2 b) la dimensión ética, ya que se parte desde la práctica de considerar sujetas a las personas que participan en el proceso de investigación, de la que recibe la información como la que la comparte; en la construcción de un diálogo horizontal y holístico, y en el análisis de contextos situados. En este proceso el consentimiento y la devolución de la información son factores esenciales y c) la dimensión de elaboración de instrumentos para la recolección, sistematización y producción de conocimientos, donde confluyen las dimensiones metodológica y ética, ya que su “Creo que la memoria histórica la estamos construyendo todas, sólo que creo que tiene que construirse a partir de ¡Cómo nosotras nos estamos convirtiendo en protagonistas de la historia¡ ” Yolanda Aguilar, feminista guatemalteca

aplicación se da mediante las técnicas participativas utilizadas. Justicia alternativa para las mujeres: Tribunales de conciencia en Guatemala 1.1. Tribunal de Conciencia por los Derechos humanos de las Mujeres Con la firma de los Acuerdos de Paz en el año 1996, se culmina el enfrentamiento armado interno en Guatemala, que tuvo una duración de más de treinta y seis años, dejando daños humanos irreparables. Dos años después de este acontecimiento nacional y antecedido por el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (1993) y el Tribunal Internacional contra crímenes en Ruanda (1994)3; el 9 de diciembre del año 1998 se lleva a cabo, como una medida de justicia alternativa, el Tribunal de Conciencia por los Derechos Humanos de las Mujeres, el cual se da en el marco de los cincuenta años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en el contexto de la conmemoración del Día Internacional de la No Violencia contra las Mujeres. El Tribunal de Conciencia por los Derechos Humanos de las Mujeres, se “promovió como una sanción moral al Estado Guatemalteco y a la sociedad sobre la problemática de la violencia contra las mujeres debido a la falta de respuesta formal-jurídica nacional” (Vicente 2010: 4). La iniciativa de realizar un tribunal, es propuesta por la feminista Yolanda Aguilar4 en el marco de “…una reunión que convocó las Naciones Uni-

2Protocolo de Investigación del Eje de Gobernabilidad. FOCINEG. IDEI-IUMUSAC. 2010. 3 En estos tribunales se condeno la violencia sexual y las violaciones a los derechos de las mujeres y niñas como

estrategia de guerra, de genocidio, etnocidio y femicidio.

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dad por motivo del 50 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos” (Aguilar, 2010:3). “En esa reunión se nos preguntó a las organizaciones acerca de las iniciativas para ser apoyadas, allí propuse la idea del tribunal…” (Aguilar, 2010: 3). La propuesta de realizar el tribunal da respuesta a la demanda sentida de las organizaciones de mujeres, conscientes de la necesidad latente de romper el silencio y de denunciar los hechos de violencia que enfrentan las mujeres, visualizando esta problemática como pública. Lucrecia Vicente,5 como integrante del Grupo Guatemalteco de Mujeres organización participante en el Tribunal, señala “Esta iniciativa surgió debido a la falta de respuesta de la institucionalidad estatal ante la problemática de la violencia contra las mujeres en Guatemala. Y del interés de mujeres organizadas y mujeres a título individual para denunciar públicamente los hechos de violencia y falta de respuestas de las instancias responsables de velar y proteger los derechos de las mujeres guatemaltecas” (Vicente 2010: 3). En el marco del empoderamiento personal de las mujeres, el romper el silencio, el derecho a la verdad sin ser victimizada y el derecho a la justicia, fueron algunas de las motivaciones y derechos de los que se apropiaron las mujeres al presentar su testimonio. Concientizar al Estado y a la sociedad sobre la violencia contra las mujeres y

el tratamiento de este problema para su erradicación; aportar al cumplimiento de los derechos de las mujeres y analizar la relevancia de fortalecer las instancias del Estado responsables de la atención de casos de violencia contra las mujeres, fueron los principales objetivos del Tribunal de conciencia (Vicente 2010). Diversas organizaciones de mujeres, organizaciones sociales y de derechos humanos, así como las académicas fueron algunas de las impulsoras de este tribunal. En este tribunal se visibilizó el problema de cómo “la violación sexual de mujeres y niñas en el marco del conflicto armado constituye un crimen de lesa humanidad”. De igual forma se expresa públicamente que: “la violación a los derechos culturales y el exterminio de los pueblos indígenas son producto de políticas estatales etnocidas que tienen un impacto más profundo en la vida de las mujeres” (CEJAMERICAS 1998, cita la Sentencia, 1998: 1). En este tribunal, se condenaron las violaciones a los derechos de las mujeres, manifestada en el ámbito intrafamiliar, en el conflicto armado interno, en el ámbito económico y social, así como en el ámbito de acceso a la justicia y otras violaciones a los derechos humanos de las mujeres ejercidas por el Estado, por el ejército, por la Facultad de ciencias médicas y el consejo universitario de la Universidad de San Carlos, por el Instituto Guatemalteco de Segu-

4 Antropóloga con Master en Autoconocimiento, sexualidad y relaciones humanas en Terapia de Reencuentro. Femi-

nista que ha trabajado procesos de memoria histórica con mujeres de Guatemala y otros países. Coautora del Informe de la Recuperación de la Memoria Histórica desde la perspectiva de lo ocurrido a las mujeres. 5 Feminista empírica, con una trayectoria de más de 23 años de lucha a favor de los derechos de las mujeres. Pionera en la atención integral a mujeres sobrevivientes en Guatemala, ha estado involucrada en procesos de construcción de marcos jurídicos y políticas públicas en pro del desarrollo de las guatemaltecas. Actualmente, es la Coordinadora del Área de Docencia del Instituto Universitario de la Mujer, de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

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Lo que las mujeres promovimos fue romper el silencio y la impunidad.. Lucrecia Vicente, 2010

ridad Social (IGSS) y a la ex organización Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP), integrada en la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca. Los casos presentados fueron los testimonios de Gladys Amanda Bailey Vargas, Miriam Alvarado, Floridalma de Paz, Aída Marylú Castillo, Guisela López y el testimonio de Carlos López. Desde este acontecimiento es que las guatemaltecas del movimiento de mujeres y feministas empiezan a posicionar la violencia sexual contra las mujeres y niñas como un crimen, aporte atribuible a este tribunal y a las luchas nacionales e internacionales de las mujeres. Además, se sitúa en la agenda de las mujeres como la violencia contra las mujeres no sólo se dan en contextos de conflicto, sino que también se produce en sociedades postconflicto y en sociedades democráticas. El tribunal de conciencia por los derechos humanos de las mujeres como medida justicia alternativa es un antecedente histórico, que visibiliza las contribuciones de las mujeres a los procesos de justicia, pero además, constituye un grito de demanda de las mujeres hacia el Estado para que el sistema de justicia sea eficaz y eficiente en la aplicación de los derechos humanos de las mujeres y se haga justicia. Que este esfuerzo sea un aporte a la visibilización y reconocimiento de las luchas emprendidas por las mujeres guatemaltecas empoderadas dirigidas

a posicionar la violencia sexual como un crimen patriarcal y para reclamar la democratización del sistema de justicia donde las mujeres sean escuchadas, atendidas con dignidad y donde sus casos sean juzgados bajo el espíritu del derecho nacional e internacional a favor de los derechos humanos de las mujeres; y donde más mujeres ocupen cargos de decisión en las instancias encargadas de aplicar justicia. La erradicación de la violencia contra las mujeres se logrará en la medida en que confluyan esfuerzos desde el Estado, la sociedad y desde cada una de las guatemaltecas que decidan romper el silencio, ejercer el derecho a la verdad mediante la palabra y denunciar para que se logre justicia. El Tribunal de Conciencia emitió condena al Estado Guatemalteco, al Ejército, al disuelto Ejército Guerrillero de los Pobres, al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, a la Facultad de Ciencias Médicas y al Consejo Superior Universitario (1988-1991 y 19941998) de la Universidad de San Carlos, por las violaciones a los derechos humanos de mujeres y hombres. El pleno cumplimiento de la Ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia intrafamiliar y la creación del ente rector de dicha ley, mediante la institucionalización de la Coordinadora Nacional de Prevención de la Violencia Intrafamiliar (CONAPREVI); así mismo, “…el resarcimiento a las víctimas del conflicto armado y la implementación de programas de rehabilitación integral (física, psicológica, espiritual), para ellas…” (CEJAMERICAS 1998, cita la Sentencia, 1998: 3) constituyen algunas de las demandas vinculadas a las reivindicaciones del movimiento

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de mujeres en el Día Internacional de la No Violencia hacia las mujeres, que aparecen en el documento sentencia del tribunal de Conciencia. 1.2. Tribunal de Conciencia contra la violencia hacia las mujeres en el conflicto armado La conmemoración del Día Internacional de las Mujeres, a diez años de declarada la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) “Mujeres y Paz”, de la campaña latinoamericana promovida por el Secretario General de la ONU, para poner fin a la violencia contra las mujeres, a diez años de realizado en Japón el Tribunal contra violencias sexuales como crímenes de guerra contra las mujeres, después de realizado el Festival por la Memoria6 impulsado por la organización Actoras de cambio en el año 2008 y transcurridos 14 años de la firma de los Acuerdos de Paz, son acontecimientos políticos en los que contextualiza la realización del Tribunal de conciencia contra la violencia hacia las mujeres durante el conflicto armado. Dicho tribunal constituye un precedente histórico en la lucha de mujeres indígenas y mestizas por la defensa de sus derechos y para poner fin a la violencia sexual en contextos de guerra, en situaciones de post conflicto y en contextos de democracias. La iniciativa de realizar un Tribunal de Conciencia para Mujeres Sobrevivientes de Violencia Sexual durante el conflicto armado interno, data desde los años 2003 y 20047. El Tribunal

de Conciencia fue una medida política de justicia alternativa organizada por la Unión Nacional de Mujeres Guatemaltecas (UNAMG), el Equipo de Estudios Comunitarios y Acción Psicosocial (ECAP), Mujeres Transformando el Mundo (MTM), la Coordinadora Nacional de Viudas de Guatemala (CONAVIGUA) y la Asociación Feminista La Cuerda. Esta actividad se llevó a cabo en la Ciudad de Guatemala, los días 4 y 5 de marzo de 2010, con una cobertura de participación nacional. Este tribunal, es el segundo que se realiza en Guatemala, en materia de derechos de las mujeres, como acción de justicia pública alternativa. “Se plantea la necesidad de constituir un Tribunal de conciencia para dar reparación simbólica a los casos de violencia sexual durante el conflicto armado interno, que ejemplifican el uso sistemático de la violencia sexual por el Estado guatemalteco como estrategia contrainsurgente. En estos crímenes es posible definir un patrón que conlleva un modus operandi. El Estado guatemalteco debe asumir su responsabilidad por ello” (BarriosKlee, 2009: 1).

El tribunal surge como una demanda sentida desde las mujeres, quienes a la par de tomar conciencia de que la violencia sexual no es fenómeno normal y natural, sino que se da en situaciones de opresión de género en las mujeres, que lleva implícito misoginia y estereotipos alrededor del ser mujer en una sociedad patriarcal. La violencia sexual hacia los cuerpos, memorias, sentires y cosmo-

6 Que lleva por nombre “Mujeres y Guerra”, sobreviví, estoy aquí y estoy viva. Festival realizado en Huehuetenango,

en el mes de noviembre 2008. 7 En el marco del Consorcio Actoras de Cambio (2004-2008), integrado por UNAMG, ECAP y feministas en lo individual.

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visiones de las mujeres son un instrumento de dominación y mantenimiento de la sociedad patriarcal vinculados a los contextos históricos sociales. La decisión de hacer un Tribunal de Conciencia de mujeres sobre violencia sexual tomo algunos años, mediante los cuales las organizaciones se informaron de experiencias de otros tribunales, analizaron los aspectos a favor y en contra, así como las posibles alianzas que permitieran tejer andamiajes institucionales, comunitarios y organizativos cercanos a las mujeres, que garantizaran seguridad y redes de apoyo social. Algunas personas preguntaban si la idea del tribunal nacía desde las organizaciones o era una demanda sentida por las mujeres sobrevivientes con las que se trabajaba. Quizás la modalidad del mecanismo para el acceso a justicia, mediante un tribunal fue una propuesta que surgió de la Unión Nacional de Mujeres Guatemaltecas (UNAMG), el Equipo de Estudios Comunitarios y Acción Psicosocial (ECAP)8 y de Mujeres Transformando el Mundo (MTM) hacia las mujeres, pero la necesidad de justicia desde las mujeres fue legítima. Se realizaron consultas a las mujeres, con el fin de que ellas decidieran por sí mismas su participación en el tribunal y si estaban en la disposición de presentar sus testimonios, tal como lo relata el Plan de Acción Política del Tribunal (UNAMG, ECAP, MTM 2009). El tribunal de conciencia para las mujeres simboliza el empoderamiento político del que se apoderan las guatemaltecas, en su mayoría mujeres indígenas para presentar sus testimonios sobre 8 IDEM.

las violaciones masivas a los derechos humanos sufridas durante el conflicto armado interno. Pero además permitió visibilizar los procesos de resistencias, resiliencias y fortalezas de las mujeres quienes han sobrevivido a tantos años de silencio, dolor, miedo, rechazo y culpa, posicionándose como sujetas y precursoras de cambios. Cuando se empezó a trabajar con las sobrevivientes hace seis años, recuerdo que ellas mismas proclamaban que se hiciera justicia ante las violaciones individuales y colectivas a sus derechos, esta siempre fue una reivindicación posicionada en los talleres, espacios de reflexión, encuentros y visitas. El tribunal significa dejar plasmado un tributo a todas aquellas mujeres indígenas y mestizas asesinadas y sobrevivientes durante el conflicto armado interno. Pero además para las generaciones actuales simboliza un legado de las contribuciones de las mujeres indígenas como pioneras y sujetas de las acciones de justicia alternativa en Guatemala. Las fiscales del tribunal fueron la guatemalteca María Eugenia Solís y la española Juana María Balmaceda, ambas juristas reconocidas nacional e internacionalmente. La secretaria del Tribunal, fue Ana Lucia Morán, abogada feminista integrante de la Organización de Mujeres Transformando el Mundo. Las magistradas de conciencia son mujeres que se han destacado por sus luchas para poner fin a la violencia sexual contra las mujeres, partiendo de abanderar sus propias luchas demandando el acceso a la justicia en sus distintos países, fueron convocadas como juezas y

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magistradas de conciencia. Juana Méndez Rodríguez (Guatemala), Gladys Canales (Perú) Shihoko Niikawa, (Japón) y Teddy Atim (Uganda). En el Tribunal se presentaron 8 testimonios, seis mujeres indígenas y dos de mujeres mestizas. De acuerdo a su identidad étnica, fueron dos mujeres indígenas q´eqchi´, una mujer indígena kaqchikel, una mujer Chuj, una mujer kiché y dos mujeres mestizas. Considerando que según la Comisión de Esclarecimiento Histórico señala dentro de los más afectados por el conflicto armado interno fueron los pueblos q´eqchi, kaqchikel y kiché. Los testimonios se presentaron de manera oral, ejerciendo el derecho a la palabra. Los testimonios presentados por las mujeres demuestran como los efectos de la violencia sexual aún perduran en sus cuerpos, vidas y sentires. Romper el silencio, conlleva la decisión de las mujeres en dar a conocer su verdad de lo acontecido en sus cuerpos y vidas durante la guerra. El romper el silencio simboliza, el quebrantamiento de las cadenas del pasado de terror, miedo y represión, que permitan la construcción de cambios sociales. “La justicia es la herramienta que tenemos para enfrentar la impunidad”, “Compañeras, las feministas valoramos su valentía en la demanda de justicia”, “Que sus voces salgan de la frontera de Guatemala”, “Que se escuche a la mujer indígena para que ya no haya discriminación”, “si una nace en Guatemala, tiene que ser revolucionaria para poder cambiar” algunas de las voces escuchadas. Las mujeres recibieron acompañamiento psicosocial de las organizacio-

nes no solo durante, sino en la fase de preparación y seguimiento después de realizado el tribunal. Otro ámbito de apoyo y acompañamiento importante para las mujeres es la vida familiar, de donde recibieron también apoyos concretos, tal como lo relata Jeannette Asencio una de las organizadoras del Tribunal “De una u otra manera, las mujeres han recibido durante todo el proceso el apoyo de su familia (en unos casos más que en otros), ya que pueden participar en las actividades y sus familiares quedarse en casa a cargo de tareas que tradicionalmente ellas realizan” (Asencio 2010: 5). Hubo exposiciones de peritajes donde se abordaban aspectos psicosociales, de género, cultural, forense, de salud, jurídico, relacionados con el contexto en el que se da la violencia sexual como parte de las estrategias ideológicas, políticas y contrainsurgentes del conflicto armado, los escenarios y sus responsables. Las personas que tuvieron a cargo la presentación de los peritajes, son personas con una trayectoria y especialidad en el estudio de los respectivos temas, su contribución es invaluable a los procesos de justicia alternativa que pueden ser considerados un valioso aporte para los procesos de justicia estatal. La asistencia al tribunal, estuvo conformada por activistas del movimiento de mujeres, movimiento pro derechos humanos, feministas, universitarias, grupos de mujeres con los que se trabaja. Representantes de Instancias del Estado, de la Cooperación Internacional, entre otros.

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Conclusiones: • Los Tribunales de Conciencia que denuncian violaciones a los derechos de las guatemaltecas, son un precedente prodigioso que deja las bases para que se continúen realizando juicios de acción alternativa, que permita judicializar casos en el ámbito nacional e interamericano. • El respaldo de las mujeres sobrevivientes, trayectoria de las organizaciones, reconocimiento internacional del que gozan las magistradas o juezas de conciencia, la trayectoria de las testigos y testigos de honor en la lucha por la justicia, el reconocimiento de las fiscales como conocedoras del derecho guatemalteco e internacional, las organizaciones de derechos humanos presentes, las feministas, organizaciones de mujeres locales, regionales, nacionales e internacionales, representantes del estado y el grupo de amigos y amigas internacionales es lo que da legitimidad a la realización de los tribunales de Conciencia como un medio de justicia alternativa para las mujeres. • En los Tribunales de Conciencia, se evidencia como las mujeres sobrevivientes al haber decido presentar su testimonio, ejercieron el derecho a la palabra y a la verdad, manifestaron su valentía, resistencia, coraje y lucha para se sepa lo que vivieron, exigiendo la aplicación de la justicia, como parte de su proceso de empoderamiento personal y colectivo. • El avance de las luchas por los derechos de las mujeres alcanzadas, es producto también de las resistencias de muchas mujeres indígenas y mestizas que han dejado sus contribu-

ciones a lo largo de la historia de las comunidades y del país.

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ODHAG 2002 Memorias Vivas de una Luz… Reconstruyendo una Verdad Histórica. Publicación de Homenaje a Mujeres de Esperanza. Guatemala: Serviprensa y Magna Terra Editores. Vicente, Lucrecia 2010 Cuestionario abierto para organizadora del Tribunal de Conciencia por los Derechos de las Mujeres. Proyecto FOCINEG, Eje de Gobernabilidad. Instituto de Estudios Interétnicos e Instituto Universitario de la Mujer de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

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Mesa: Arqueología e historia de Guatemala

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Algunos comentarios acerca del sitio Arqueológico de Xultun, Petén.

Alejandro Garay Escuela de Historia, USAC

Resumen Xultun es quizás el último de los grandes sitios arqueológicos del período clásico maya que sigue siendo una interrogante dentro del Petén guatemalteco, ¿qué papel jugó en las dinámicas políticas y comerciales de ese período?, ¿quiénes fueron sus reyes? Las escasas investigaciones y abandono del sitio desde su descubrimiento han hecho que el aura de misterio que rodeaba al lugar cuando Morley lo visitara en 20’s se mantenga hasta nuestros días. Una nueva serie de investigaciones a partir del nuevo interés que ha despertado su posible relación con otros sitios más tempranos del período preclásico (en especial San Bartolo) han hecho que nueva información salga a la luz y nuevas ideas empiecen a emerger. Nuestras fuentes hasta hace muy poco tiempo han sido solo la epigrafía, iconografía, arquitectura y estudio del patrón de asentamiento, es a partir de estas que se puede hablar sobre Xultun. Lo que hoy sabemos de Xultun es apenas un esbozo de la información que hemos logrado con ellas, situación que en un futuro no muy remoto cambiará seguramente.

Palabras Clave: Xultún, Tierras Bajas Mayas, Período Clásico, Epigrafía Maya

E

l sitio arqueológico Xultun está ubicado aproximadamente 25 km al noreste del sitio arqueológico de Uaxactun y a 8 km al sur de San Bartolo. El sitio fue descubierto por un chiclero de nombre Aurelio Aguayo por el año de 1915 (Von Euw, 1978). Tres investigaciones arqueológicas de campo han sido llevadas a cabo alrededor de Xultun. El primero de estos proyectos fue dirigido por Sylvanus Morley del Instituto Carnegie de Washington como parte de su reconocimiento de monumentos en Petén durante la década de 1920. La siguiente investigación fue la que realizó el proyecto del Corpus de Inscripciones Jeroglíficas Mayas que visitó

Xultun en 1974 y 1975 con el fin de documentar monumentos con inscripciones en el sitio (Von Euw 1978; Von Euw & Graham 1984). La más reciente investigación es la que está llevando actualmente a cabo, Thomas Garrison, del PRASB, que estuvo reconociendo el área inter sitio entre Xultun y San Bartolo como parte de la investigación regional del patrón de asentamiento del PRASB (Proyecto Regional Arqueológico San Bartolo) (Garrison, 2003). Solo los grupos mayores de Xultun han sido mapeados sistemáticamente debido a la brevedad y estilo de las investigaciones previas. Xultun es un sitio enorme que debe estar reconoci-

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do como un centro mayor en el este de Petén (Garrison & Stuart, 2004). Desde hace ya dos años el PRASB está realizando mapeo y excavaciones en el área central de Xultun. Hay 24 estelas inscritas conocidas en Xultun, todas descubiertas por las investigaciones de los programas de la Carnegie y el Corpus (Garrison & Stuart, 2004). La única investigación epigráfica moderna de las inscripciones del sito fue llevada a cabo por Stephen Houston (1986), quien identificó el glifo emblema del sitio y descifró las fechas legibles de la Cuenta Larga en los monumentos. Las fechas de Xultun abarcan unos 450 años e incluyen una de las fechas más tardías conocidas en las Tierras Bajas centrales que es 10.3.0.0.0 1 Ajaw 3 Yaxkin ó 889 DC (Houston, 1986). Es esta fecha tan tardía es la que hizo que Morley diera al sitio su nombre actual: Xul-tun, o “terminación -piedra” (Von Euw, 1978). La lectura actual del glifo emblema del sitio como la proponen Garrison y Stuart (2004) actualmente parece ser: ?- WITZ- AJAW, siendo el glifo principal el logograma WITZ “montaña”, con un prefijo de un signo aún no identificado y con un superfijo que es el logograma AJAW. A esto hay que agregar la propuesta que hacen Matteo y Krempel (2010) para el glifo que no había sido identificado. Para ellos este glifo tiene la lectura BAAX, que se basa en una sustitución encontrada en una vasija de una colección privada de los Estados Unidos que probablemente provenga de la zona de Xultun. En concreto ellos encontraron el glifo emblema de Xultun – el logograma WITZ con el superfijo AJAW – precedido por 2 silabogramas cuyas lecturas son b’a

– xi, que forman la palabra baax que ellos tradujeron por “pedernal o cuarzo”. Siguiendo el principio de sustitución, estas sílabas representarían la lectura fonética del signo desconocido que siempre está al frente del glifo emblema del sitio. Sugiriendo con ello que la lectura completa del glifo emblema de Xultun sería BAAX – WITZ – AJAW, que se traduciría a algo así como “Señor de la Montaña Pedernal” (Matteo y Krempel, 2010). La dinastía de Xultun es una de las más antigua de las que tenemos conocimiento en el período Clásico, de la cual la Estela 18 del sitio es un fuerte indicador de su longevidad en el tiempo. En esta estela del Clásico Temprano – fechada estilísticamente – un gobernante, llamado AHK-NAL, es nombrado: ?-WITZ-AJAW “Señor de Xultun”. Después más abajo del glifo emblema, el texto que le sigue nos dice: u-OXLAJUN-WINIK TZ’AK-b’u-il, que se traduce como “33o en la línea del fundador”, siendo lo que sigue el nombre del fundador de la dinastía de Xultun (Garrison y Stuart, 2004). Desafortunadamente no todo el registro epigráfico de Xultun se encuentra en un buen estado como para hacer análisis y revelarnos más información debido a que la calidad de la piedra caliza usada para las estelas no fue la mejor. Sabemos que Xultun tenía interacciones con Tikal desde una fecha temprana, ejemplo de ello es la Estela 6 de Xultun, donde aparece el Glifo Emblema de Tikal. La naturaleza de esta interacción es muy oscura y poco clara, pero muy probablemente involucre el ascenso real de algún miembro de la dinastía de Xultún, basado en la iconografía del trono de jaguar en el mo-

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numento. Los monumentos de Xultun también refieren al sitio de Los Alacranes o b’u-k’a, ubicado a corta distancia en México, que aparece mencionado en la Estela 21 del sitio (Garrison y Stuart, 2004). Otros sitios tienen menciones de Xultun en sus inscripciones, entre ellos está el reino de Ik’, ubicado en alguna parte de la región de los lagos del Petén Central o Motul de San José, que mantuvo contactos de algún tipo a nivel de la élite, además del sitio de Caracol en Belice (Garrison y Stuart, 2004). La iconografía en la cerámica y los monumentos de Xultun es muy conservadora, en términos de estilo como en su contenido. Las estelas de Xultun tienen ciertos motivos que son representados constantemente, entre ellos: un felino infantil, el dios Chaak, un duende, y los tocados de la Deidad Pájaro Principal. En la Estela 10, que lleva la fecha de la Cuenta Larga más tardía en el sitio (10.3.0.0.0 1 Ajaw 3 Yaxk’in), la iconografía es similar a los monumentos más tempranos del sitio, mostrando con ello que la tradición cultural y artística del sitio fue eminentemente conservadora con pocos cambios a lo largo de los 450 años que tenemos registrados en sus monumentos (Garrison y Stuart, 2004). En Xultun por otra parte las investigaciones arqueológicas realizadas han sido muy escasas, pudiendo hablar básicamente de 3 períodos en la investigación: La primera investigación en el sitio fue dirigida por Sylvanus Morley del Instituto Carnegie de Washington como parte de su reconocimiento de monumentos en Petén durante la década de

1920. Realizó 2 visitas al sitio con la 4ª Expedición Centroamericana de la Institución Carnegie de Washington. Fue en este momento cuando Morley bautizó el sitio como Xultun. En esta primera corta visita de 3 días, se encontraron las Estelas 1 a 17, y se realizó un pequeño mapa del Grupo A del sitio. En poco menos de un año Morley regresaría con un grupo de compañeros como parte de la 5ª Expedición Centroamericana de la Institución Carnegie de Washington, en la que pasaron una semana en el sitio. Se registraron las Estelas 18 a 22, se hicieron notas y fotografías de los monumentos. La última visita al sitio por miembros de la Institución Carnegie fue en Abril de 1923, cuando la 7ª Expedición Centroamericana, hizo una parada en el sitio, y W. A. Love y O. G. Ricketson determinaron las coordenadas del sitio (Von Euw, 1978). El segundo momento de investigaciones en el sitio fue el del proyecto del Corpus de Inscripciones Jeroglíficas Mayas que fueron realizadas por Eric Von Euw quien visitó Xultun en 1974 y 1975 con el fin de documentar inscripciones en el sitio (Von Euw 1978; Von Euw & Graham 1984). Se descubrieron 3 nuevas estelas, haciendo que el corpus del sitio llegará en total a 25, aunque cabe hacer la mención que en realidad solo hay 24 estelas (la estela extra es debido a un error de nombramiento de Morley, que pensó que la parte superior de la estela 13 era un monumento diferente y lo nombró estela 11). Junto con esto se descubrió un Juego de Pelota y una serie de rasgos arquitectónicos que habían pasado desapercibidos por los miembros de la Carnegie, entre ellos un sakbé. Además

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de esto se realizo un nuevo mapa del sitio (Von Euw, 1978). La más reciente investigación es la que está llevando actualmente a cabo, el PRASB, que estuvo reconociendo el área inter sitio entre Xultun y San Bartolo como parte de la investigación regional del patrón de asentamiento del PRASB, que estuvo a cargo de Thomas Garrison (Garrison, 2003). Solo los grupos mayores de Xultun han sido mapeados sistemáticamente debido a la brevedad y estilo de las investigaciones previas, debido a ello desde hace 2 años el PRASB se ha dedicado a realizar un nuevo mapa de la zona, con el uso de la tecnología más avanzada para este propósito. Este año esta tarea estuvo a cargo de Jonathan Ruane, de la Univ. de Boston. Junto con el mapeo, el PRASB también ha iniciado excavaciones en el sitio, en varias zonas que han aportado varios descubrimientos notables.

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La importancia de la arqueología para las poblaciones indígenas

Iyaxel Cojtí Ren Departamento de Arqueología, UVG

Resumen En Guatemala, la arqueología ha sido un tema poco conocido por las comunidades indígenas. Esto se debe principalmente por la limitación a su acceso, porque se desconoce su utilidad y porque se tienen prejuicios sobre ella. Pese a este alejamiento, la arqueología es una herramienta que podría ayudar a la persecución de intereses de los pueblos indígenas en materia cultural y política principalmente. Alrededor del mundo, esta situación se repite en países con población indígena. A finales del siglo pasado e inicios de este, han comenzado a surgir nuevas iniciativas tanto de arqueólogos indígenas como de no indígenas por proponer modelos de hacer arqueología que respondan al contexto en donde se desenvuelve. En esta ponencia, se hace una revisión sobre las experiencias y propuestas que hacen arqueólogos de diferentes partes del mundo para hacer de la arqueología un medio al servicio de los intereses y derechos de los pueblos indígenas y de la humanidad misma. Estas experiencias alrededor del mundo pueden darnos ideas de cómo hacer una arqueología más comprometida con la realidad social y política de Guatemala.

E

l siguiente documento tiene como finalidad ilustrar la potencialidad de la arqueología y disciplinas afines en la persecución de los derechos de los pueblos indígenas especialmente aquellos que respectan al patrimonio cultural e histórico. Se comenzará con la descripción de algunos factores que han propiciado la separación de los pueblos indígenas a su patrimonio histórico y cultural, y de la dificultad actual que enfrentan para investigar su pasado. Posteriormente se presentarán los aportes directos o indirectos de la arqueología hacia los pueblos indígenas, como también se discutirá lo que hace falta para que haya una mejor colaboración entre arqueólogos

y poblaciones indígenas. Y por último, se harán varias recomendaciones dirigidas a los pueblos indígenas, a las universidades que imparten arqueología y a los arqueólogos indígenas y no indígenas para descolonizar dicha disciplina y para que pueda ser utilizada como un instrumento para la persecución de los derechos de los pueblos indígenas. La situación de los pueblos indígenas con respecto a su historia y patrimonio cultural En Guatemala, la separación entre las poblaciones indígenas y su patrimonio histórico y cultural comienza a gestarse desde el período colonial cuando la

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imposición de una nueva religión y un nuevo orden sociopolítico trajo consigo la eliminación de los sistemas de organización local y de los recursos humanos y materiales que mantenían la autonomía de los pueblos. También la reducción a pueblos (o fundación de pueblos de indios) produjo la separación de los indígenas de sus tierras ancestrales que incluían espacios sagrados. En este nuevo espacio administrativo llamado municipio, villa, pueblo o tierra comunal, en donde fueron asentados indígenas de diferentes comunidades lingüísticas, es que comienza a forjarse una nueva identidad comunal que incluyen elementos culturales e historias locales que serán compartidas por sus miembros (Tax 1937). Esta identidad comunal o local, es la que predomina en la actualidad y se manifiesta en la vestimenta, en la producción y comercialización de ciertos productos, en la veneración de un Santo, en la variante de un idioma, en la historia local y en las tradiciones de cada pueblo. ¿Pero será que la historia de las comunidades indígenas de Guatemala, comienzan con la fundación de los municipios que son producto de la empresa colonial española? ¿Qué pasa con el pasado prehispánico de los pueblos indígenas, será que ya no tiene importancia en la actualidad? Primero es necesario aclarar que parte de ese pasado prehispánico sigue vivo y se manifiesta en la cultura de los indígenas de hoy día. Sin embargo, existe otra parte que se ha borrado de la memoria y es la parte histórica que nos habla sobre los relatos de origen y fundación de los pueblos mayas prehispánicos, de

sus formas de organización política y religiosa, de sus principales cargos y personajes importantes, de sus ciudades y límites territoriales, de sus sistemas económicos y religiosos, entre otros. Este desconocimiento sobre la vida de los pueblos indígenas prehispánicos, no solo se debe a que su práctica y continuación fue interrumpida, sino que además desde la Independencia de Guatemala, se impuso una historia oficial propia de una nueva nación. En resumen se podría decir que la historia de los pueblos indígenas se reduce a las historias locales de sus municipios y/o a la historia oficial planteada desde el Estado. A partir de los Acuerdos de Paz y del surgimiento del Movimiento Maya en la segunda mitad del siglo XX, es que comienza a reconocerse la descendencia de los pueblos indígenas de una de las civilizaciones más complejas de América y a defenderse los derechos colectivos. Es así como también comienza a emplearse el término Maya como una forma de identificación que rememora las raíces culturales e históricas, al mismo tiempo que sustituye las etiquetas de indio o indígena que en Guatemala tienen connotaciones despectivas. Estudios antropológicos1 han señalado que existes reacciones positivas y negativas con respecto al uso de este término por diferentes razones. Una de ellas consiste en la persistencia de la creencia que los “verdaderos mayas” o “los mayas puros” dejaron de existir hace mucho tiempo y que su cultura terminó de desintegrarse durante la invasión española. Esta idea aún vigente en la mente de indígenas como de no indígenas, descarta la po-

1 Ver tomos sobre Mayanización y Vida Cotidiana de Santiago Bastos, Aura Cumes y Leslie Lemus (2007).

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sibilidad de que lo maya fue y es una cultura capaz de transmitirse, trasladarse y transformarse. En los talleres de epigrafía maya que se realizan anualmente en Guatemala con la ayuda de varias organizaciones2, y que va dirigida principalmente a hablantes de idiomas mayas, los participantes confirman o reflexionan sobre su identidad y su relación con los mayas prehispánicos. Algunas de las preguntas más comunes que plantean son: ¿Somos realmente mayas? ¿Qué tipo de relación tenemos con los mayas que tallaron esos monumentos? ¿Los mayas eran politeístas? ¿Cuáles son nuestros orígenes, ya que la cronología arqueológica no coincide con lo que dice el Popol Vuh? Estos espacios en donde se reciben elementos que permiten demostrar la conexión entre los mayas pasados y presentes con evidencia arqueológica y lingüística son muy limitados en nuestro país, por lo que la exaltación de lo Maya en muchas ocasiones se convierte solamente en un discurso (que es verdadero pero no sustentado). El interés de los indígenas por estudiar su pasado ha aumentado en los últimos días, pero pocos han sido los que lo han abordado desde la perspectiva arqueológica o los que incluyen información arqueológica.3 Esto es entendible ya que los documentos sobre arqueología tienen un alto costo, porque es una materia especializada cuyo lenguaje es difícil de entender y porque muchas de las investigaciones más recientes sobre arqueología están publicadas en inglés. Por otro lado, el acceso a la carrera de arqueología esta llena de obs-

táculos para los estudiantes indígenas. Entre ellos se pueden mencionar que la arqueología es un carrera disponible solamente a nivel universitario, lo cual ya es un impedimento a sabiendas que la población indígena tiene muy poco acceso a la educación superior. Y en el caso de que hubiera la oportunidad de ingresar a la universidad, las presiones económicas son determinantes en la selección de otras carreras consideradas más productivas económicamente. Otro problema que se enfrenta es el poco interés de las pasadas y nuevas generaciones por profundizar en la historia y la cultura de la comunidad o involucrarse en la protección de su patrimonio, ya que existen prioridades y urgencias relacionadas con la sobrevivencia (Gómez 2009: comunicación personal). También influyen otros factores. El antropólogo Robert Carmack quien es especialista en la historia y cultura k’iche’ describe en su libro Guatemala: Cosecha de Violencia lo siguiente: “Nos dimos cuenta con desilusión de que los residentes de Santa Cruz del Quiché mostraban escaso interés en la antigua cultura quiché. El sitio de la vieja capital permanecía ruinoso y menospreciado, y su pasado glorioso olvidado por todos, aún por aquellos que eran descendientes directos de sus antiguos ocupantes” (Carmack, 1991:70).

Carmack agrega que a finales de los años 70’ e inicios de los años 80’ la situación política (con la guerra interna), la situación étnica (con predominio del racismo), la situación religiosa (con la intervención de la Acción Católica)

2 OKMA, CODISRA, PLFM, SAQ CHUWEN, GTZ y la Universidad de Bonn, Alemania 3 Rodríguez (1994), García (2008) y Xol (2009).

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y las corrientes modernizantes que se dieron en Quiché en ese tiempo moldearon el pensamiento de las poblaciones indígenas. No debe asumirse simplemente que a los indígenas de Guatemala ya no les importa su pasado por puro gusto, es necesario conocer los procesos históricos que han atravesado y como ello influyó en el alejamiento hacia su cultura e historia.

la etnohistoria son las principales disciplinas que han generado evidencia para sustentar la conexión entre los pueblos mayas pasados y presentes. Pero como se mencionó anteriormente, la difusión de esta información y con este enfoque es casi inexistente en nuestro país. A continuación se enunciarán otros beneficios recibidos en forma directa o indirecta desde dicha disciplina.

También sucede que arqueólogos indígenas de diferentes partes del mundo han mostrado su temor por haber seleccionado esta carrera ya que para los miembros de sus comunidades, ellos son considerados como traidores. Para muchos pueblos indígenas, la arqueología es sinónimo de saqueo, desacralización de sus lugares sagrados, invasión y destrucción de su patrimonio (Silauleleioamoa, 2010: 35-44). Se puede afirmar también que la arqueología no ha hecho mucho por cambiar esta realidad.

La arqueología proporciona la información y los medios para cuestionar muchos estereotipos o malentendidos que existen alrededor de las poblaciones indígenas prehispánicas y contemporáneas. En Guatemala, algunos temas que han sido debatidos y que aún es necesario seguirlos debatiendo son: la sobrevivencia y continuidad de la cultura maya, la interpretación del sacrificio humano, el orígenes de los grupos k’iche’anos, el tema del colapso maya, el fin del mundo en el 2012, la guerra y el militarismo prehispánico, entre otros.

Beneficios de la arqueología

Es necesario resaltar que la mayoría de los estereotipos mencionados anteriormente surgieron desde la arqueología, disciplina social carente de ética ya que no considera su impacto en la sociedad, especialmente hacia los pueblos indígenas de quienes se “especializa”4.

A pesar de que la arqueología desde su práctica y teoría ha propiciado la desconexión de los indígenas contemporáneos con su pasado y su patrimonio cultural, es la misma que puede apoyar a revertir estos efectos. Como lo menciona la arqueóloga indígena Rae Gould de Nueva Inglaterra, la relación del pasado con las generaciones contemporáneas de una cultura es establecida por medio de sitios antiguos, entierros, espacios de credos y por medio de los monumentos y artefactos (Gould, 2010: 107-115). En el caso de Guatemala, la arqueología, la lingüística y

Por medio de la arqueología, también se puede fortalecer la identidad de los pueblos indígenas al identificar sus raíces históricas y culturales. Es necesario agregar que al dar a conocer la forma de vida de los pueblos ancestrales se logra establecer nexos entre el pasado y el presente por medio de la identificación de elementos culturales

4 Con esto no se quiere decir que debe ocultarse la verdad sobre ciertos aspectos negativos de la vida de los mayas,

simplemente no debe juzgarse esos acontecimientos desde valores actuales, ni mucho menos exagerarlos para llamar la atención como se observa en muchos reportes arqueológicos en los medios de comunicación.

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comunes. En necesario mencionar que una de las organizaciones que más ha apoyado los talleres de epigrafía maya en Guatemala ha sido CODISRA (Comisión Presidencial contra la Discriminación y el Racismo). Su interés se basa en que estos talleres fortalecen la identidad de los jóvenes indígenas, lo cual se considera importante para contrarrestar el racismo y la discriminación al que están expuestos. En el campo político, la arqueología también es una importante herramienta para la persecución de los derechos de los pueblos indígenas, especialmente aquellos que respectan al patrimonio cultural y a los derechos de los territorios ancestrales. Casos positivos de colaboración entre indígenas y arqueólogos en el campo político aún no se han observado en Guatemala5. Sin embargo, existe una fuerza mayor que sobrepasa los intereses del gremio arqueológico y de los pueblos indígenas y consisten en las leyes del Estado. En la actualidad, el manejo del patrimonio cultural esta bajo el cargo del Instituto de Antropología e Historia de Guatemala. Y las actividades que su personal realiza se rigen a partir de la Ley para la Protección del Patrimonio Cultural de la Nación (2004). En esta ley se especifica que todo bien tangible e intangible que tenga algún valor artístico, histórico o arqueológico pasará a ser automáticamente propiedad de la nación y que las instituciones específicas del Estado, mencionadas anteriormente, serán las encargadas de protegerlas y administrarlas6. Con esta ley se institucionaliza la enajenación de

los pueblos indígenas a su patrimonio cultural ya que por ley se establece que instituciones, que especialistas y que procedimientos serán los permitidos para investigar, proteger y administrar el patrimonio cultural tangible e intangible de “los guatemaltecos”. Pongo entre comillas guatemaltecos, ya que dicha ley implícitamente defiende el modelo de Estado monocultural en donde todos deben compartir una misma identidad nacional. En décadas recientes, han surgido en toda Latinoamérica, movimientos indígenas que se construyen en espacios geográficos en donde se desarrollaron civilizaciones originarias. Entre las demandas más comunes que plantean estos movimientos están: La autodeterminación, la autonomía territorial, la propiedad de su patrimonio cultural e histórico, el respeto a las diversas espiritualidades, la decolonización de las ciencias y tecnologías, entre otros. Siguiendo de esta misma tendencia en Guatemala se encuentra el movimiento Maya cuyo cuerpo esta constituido por organizaciones privadas, públicas, no gubernamentales, comunidades, grupos o individuos que persiguen los intereses y derechos de los pueblos indígenas. En el campo del patrimonio cultural y la libertad espiritual, la organización de guías espirituales Oxlajuj Ajpop planteó en el 2008 la Iniciativa de Ley de Lugares Sagrados de los pueblos indígenas (2008). Esta iniciativa se planteó debido a que la ley vigente sobre Protección del Patrimonio Cultural de la Nación no reconoce la existencia de lugares sagrados ni el

5 Se han hecho intentos sin resultados concretos. Un caso ejemplar fueron las reuniones que entablaron miembros de

la organización Oxlajuj Ajpop con arqueólogos de la UVG en el 2008 para discutir la propuesta de Ley de Lugares Sagrados. Se realizaron varias reuniones pero no se llegaron a acuerdos comunes. 6 Véase los artículos 2 y 5 de la Ley para la Protección del Patrimonio Cultural de la Nación (2004).

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derecho de los pueblos indígenas en la administración del patrimonio histórico, espiritual y cultural (Oxlajuj Ajpop, 2008:7). Después de dos años de su establecimiento, no se ha tenido respuesta en el congreso sobre su aprobación. En este punto, valdría la pena plantear la pregunta si ¿la lucha por la autodeterminación de los pueblos indígenas entra en conflicto con la Ley de Protección al Patrimonio cultural de la Nación? La respuesta es que si, debido a que las leyes del Patrimonio Cultural no contemplan los derechos colectivos ni la posibilidad de un Estado Multinacional en donde los pueblos indígenas maya, garífuna, y xinca gocen de autonomía. Sin embargo, las dos leyes tienen en común que representan los intereses de dos polos opuestos que no contemplan medios alternativos para compartir el patrimonio cultural. En lo personal considero que por ahora sería más factible transformar la forma en como se lleva a cabo la arqueología, y en este proceso, los pueblos indígenas deben tener una gran incidencia. Existen casos ilustrativos en varias partes del mundo en donde la arqueología ha cambiado su forma de proceder, de pensar y de relacionarse con los pueblos indígenas, pero esto no hubiera sido posible si estos últimos no hubieran demandado sus derechos. A continuación representarán do casos recopilados por el arqueólogo mexicano Francisco Mendiola Galván (sin año: 17 y18): En la segunda mitad de la década de los 80’, en un lugar ceremonial perteneciente a los Tohono O’odham llamado Wikita en Sonora, fue excavado y profanado por arqueólogos franceses del Centro de Estudios Mexicanos y Centromericanos CEM-

CA. Después de un año y medio, los indígenas entablan la demanda para que se les regresen los materiales arqueológicos. El litigio es ganado por los Tohono y en una ceremonia son enterrados. El INAH buscó ocultar este hecho para no desprestigiar al Consejo de Arqueología que había aprobado las excavaciones. Como resultado de este acontecimiento, la arqueóloga mexicana Elisa Villalpando quien continuó trabajando en el sitio, establecieron acuerdos con los Tohono para que cuando ya se hayan analizado los restos culturales y los entierros estos serían devueltos a su comunidad. Otro ejemplo se dio en la región indígena mayo del norte de Sinaloa. En los años 80’ y 90’ se llevaron a cabo investigaciones arqueológicas por parte de Ana María Álvarez y Francisco Mendiola. Mendiola encuentra algunos petrograbados importantes para su investigación, entre ellos uno conocido como “la Piedra del Agua”. Este es removido para trasladarlo a un lugar más seguro según lo dicta el Consejo de Arqueología del INAH. Esta acción fue reclamada con justa razón por el gobernador Don Tirso Jichimea Buitimea (indígena mayo) quien la calificó como una falta de respeto a los ancestros de todos los mayos. Para resarcir esta falta, Mendiola dedica su trabajo a todos los mayos de Sinaloa a quien considera los dueños de ese patrimonio. En los ejemplos descritos anteriormente, se observa que la presión de parte de los indígenas transformó la visión y modo de investigar por parte de los arqueólogos involucrados. Esta misma presión puede traer resultados más concretos. En Estados Unidos y el Canadá, fueron dos temas los que deman-

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daron los pueblos indígenas y que fueron las bases para el desarrollo de una nueva arqueología llamada Arqueología Indígena en ciertas universidades. Las demandas de los indígenas que impulsaron su formación fueron: El tratamiento de los muertos que incluye el manejo de lugares y objetos sagrados; y el debate sobre la legislación en cuanto a quién es el dueño del patrimonio intelectual y cultural. La arqueología indígena puede definirse como una expresión de la arqueología teórica y práctica en donde la disciplina interactúa con valores, conocimientos, prácticas, ética y sensibilidades indígenas (Nicholas, 2008:2). El arqueólogo George Nicholas de la Simon Fraiser University, Canadá, quien ha definido con mayor consistencia este tipo de arqueología, indica que no importa quien la realice (ya sea indígena o no indígena), lo importante es descolonizar la disciplina y cuestionar los conocimientos obtenidos a través de la arqueología. Algunas consideraciones para descolonizar la arqueología en Guatemala Recomendaciones para los pueblos indígenas Los pueblos indígenas deben involucrarse más en el conocimiento de su historia, en el mantenimiento de su cultura y en la protección de sus recursos. Para ello es necesario crear espacios en donde se concientice a la población indígena sobre la importancia de la recuperación de su pasado. Sería una gran avance si ONG’s indígenas u otro tipo de entidad comunitaria lograran financiar investigaciones arqueológicas con enfoque multidisciplinario que permitieran la construcción de las historias

de los pueblos indígenas y al mismo tiempo establecer medios para divulgar estos resultados. Un aspecto vital es que los pueblos indígenas sigan exigiendo su participación en la protección, investigación y administración de su patrimonio cultural. Una forma de hacerlo es a través del planteamiento de leyes que respalden sus derechos, como también exigir el establecimiento de protocolos de investigación que respeten sus valores e intereses. Lo ideal sería que este protocolo de investigación fuera respaldado por la ley y no sea un asunto optativo. También es necesario, conformar unidades académicas o programas de estudio especializados en y para pueblos indígenas, como existe en Estados Unidos con los indígenas Zuni y Navajos. Quizá la futura Universidad Maya se interese en brindar la carrera de Arqueología en donde se logre complementar los conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas con los conocimientos generados desde las disciplinas positivistas. La recuperación o revitalización de la historia y cultura de los pueblos indígenas es parte de la búsqueda de una vida digna, pero mientras no se cuente aún con los recursos básicos para la sobrevivencia es poco probable que este fin pueda alcanzarse con éxito. Deben buscarse medios en como la arqueología y disciplinas afines podría contribuir en el desarrollo de los pueblos indígenas en forma integral . Recomendaciones para las universidades Arqueólogos indígenas de diferentes partes del mundo, coincidimos con las

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siguientes recomendaciones: Aumentar la participación de arqueólogos indígenas en las aulas a través de becas especiales para ellos, para que puedan apoyar a sus comunidades desde su carrera y establecer mejores lazos entre la disciplina y la población. Apoyar desde un inicio la permanencia y el rendimiento de estudiantes indígenas, ya que enfrentan dificultades particulares como ser los primeros miembros de su familia que ingresa a la universidad, además de enfrentar muchas inseguridades por su pertenencia étnica y nivel educativo. En caso de que ya hubiera estudiantes indígenas en las universidades, debe de aprovecharse sus conocimientos y las relaciones con sus comunidades. Tanto los maestros como estudiantes no indígenas tendrían algo que aprender de ellos. También es recomendable realizar trabajos antropológicos dentro de las investigaciones arqueológicas, no solo para evaluar el impacto del proyecto, sino que también para establecer conexiones entre el pasado y el presente. Por último, es necesario educar a estudiantes indígenas y no indígenas de arqueología acerca de la situación política y social de los pueblos indígenas. En especial aquellos que tengan que ver con su patrimonio cultural e historia, como por ejemplo: la Ley de Lugares Sagrados, Los Acuerdos de Paz (AIDPI) y los instrumentos internacionales en materia de pueblos indígenas. La finalidad de de todas estas recomendaciones es que los arqueólogos estén preparados para la interacción con los pueblos indígenas una vez que salgan al campo a trabajar.

Desarrollar nuevas formas de hacer arqueología (en sus aspectos prácticos y teóricos) que responda al contexto social y político del país, y sobre todo que apoye la igualdad en derechos con respecto al patrimonio cultural e histórico. Recomendaciones para los arqueólogos indígenas y no indígenas Las siguientes recomendaciones son propuestas por el arqueólogo Mendiola Galván, con las cuales estoy de acuerdo. La investigación arqueológica debe contemplar el pedir permiso a las comunidades indígenas actuales para el estudio de sus antepasados. Además debe planteare la posibilidad- cuando las condiciones académicas los permitan, de que sus resultados pueden presentar alguna conexión etnohistórica y etnográfica con los indígenas actuales. Se debe proporcionar a las comunidades indígenas la información que se obtengan en los estudios –tengan o no tengan relación con los indígenas o la población local. Mendiola opina que en el campo jurídico, esta información permitirá sustentar la defensa de los derechos de los pueblos indígenas al demostrarse una conexión, como también podría descartar un reclamo al no haber evidencia que lo justifique. Las investigaciones deben devolver a las comunidades indígenas los materiales arqueológicos recuperados en superficie y excavación. Desarrollar una arqueología enfocada en la persecución de los derechos de los pueblos indígenas, la cual se apoye de otras disciplinas como la antropología jurídica, la historia y etnohistória. Las autoridades que trabajan en las en-

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tidades protectoras del patrimonio cultural (INAH o IDAEH), deben incluir en su reglamento uno o varios artículos que contemplen la autorización expresa de los pueblos indígenas para que en sus territorios se lleven a cabo investigaciones (Mendiola, S.F.: 18). Espero que este trabajo sea un aporte inicial que motive a arqueólogos indígenas y no indígena a cuestionar la forma en como se realiza actualmente la arqueología y a proponer nuevas formas de descolonizar la disciplina que aún no se ha ganado su título de ciencia social.

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Mujeres, repartimiento de algodón y motines coloniales

Beatriz Palomo de Lewin Departamento de Historia, UVG

Resumen Explora la relación entre los motines de indios registrados durante la colonia y el repartimiento de algodón para hilar. Las mujeres vivieron el proceso de conquista de una manera diferente a los hombres, ya que sus actividades tradicionales recibieron el interés de los conquistadores y sus descendientes quienes descubrieron el valor comercial de dichas actividades.El volumen de ganancia dependía básicamente del bajo costo de producción. Por lo tanto el repartimiento de algodón para fabricar hilo, el de hilados para fabricar telas de lana y algodón se convirtieron en un rubro de producción sin precedentes, con mano de obra gratuita, en la mayoría de los casos Sacar a las mujeres de sus hogares y comunidades se hacía necesario para maximizar dicha producción. La ganancia era para los españoles y sus intermediarios indígenas. El costo lo pagaron las mujeres, sus hijos y sus familias, que se vieron obligadas a prescindir de ellas, del sustento emocional, el alimento, vestido y cuidado que las mujeres proveían tradicionalmente a familias y comunidades.Cuando las crisis económicas aumentaban la presión sobre el común de los indígenas y a esto se sumaban las exigencias de los recaudadores del tributo y los abusos “acostumbrados” se endurecían, el resultado fueron “motines de indios” que pasaron a la historia como levantamientos masculinos en contra del poder, ocultando así lo que está en la raíz de la ira: la disputa por el producto del trabajo de las mujeres indígenas.

E

n 1813, hombres y mujeres de Nahualá atacaron a una escolta de 50 guardias de prisión “Comenzaron a herirlos con palos, piedras y machetes los hombres, y las indias con brasas, agua caliente, ceniza y tierra que arrojaban a la cara con la mayor fuerza y temeridad, hiriendo gravosamente a más de 40 de ellos con el comisionado a quien rompieron el bastón a pedradas y despojaron del sable con que se defendía”1, denuncia el informe oficial. 1AGCA A1. Leg.204, exp. 41 30. Motín de Nahualá

Este sorprendente relato abre muchas preguntas no sólo acerca del comportamiento violento de los nahualeños, sino sobre la innegable participación de las mujeres en dicho evento. Siendo las mujeres personajes secundarios de la historia, encontramos pocos registros de su comportamiento y de sus contribuciones a la resistencia de los pueblos subyugados por los castellanos a partir del siglo XVI. Revisitando la fuentes primarias de-

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positadas en el Archivo General de Centro América, padrones, juicios de residencia y otras fuentes escritas, esta ponencia2 persigue rescatar un aspecto de la experiencia colonial: la relación entre el repartimiento de algodón, el pago del tributo y los motines de indios3. La economía textil, dependía mucho del trabajo de las mujeres, sea en el hilado sea en el tejido. No es pues de sorprenderse que las mujeres cumplieran un rol importante en la quejas ante el superior gobierno, sobre los abusos que las autoridades menores cometían. “Era la mujer india, la que hilaba las entregas de algodón repartidas por los corregidores”, (. . .) “No es extraño, que las mujeres hayan estado activamente presentes en aquellos momentos críticos”. Las penurias encadenadas a la tributación y a los servicios personales las llevaron a rebelarse por medio de la huída y, en algunas ocasiones, fueron las mujeres las que iniciaron el motín. En primer lugar me ocuparé del tributo, costumbre antigua que se prosiguió y readecuó después de la guerra de conquista. Tributar era una señal de aceptación de la soberanía del Rey español. Sin embargo, hay mucha discusión acerca de quiénes en realidad tributaban y el monto de tal imposición. La revisión de las leyes de Indias pueden confundir más de lo que explican, pero esta confusión se disipa cuando tomamos en consideración otros aspectos de

la sociedad indígena. En la antigüedad los pobladores vivían en lo que hoy llamamos familia extendida que tenía su expresión en los chinamit, y en las parcialidades, ambas con connotaciones territoriales. Al establecer su dominio, los españoles combatieron activamente esta estructura familiar, imponiendo en las reducciones de indios la llamada familia nuclear. Esto tenía propósitos múltiples siendo uno de ellos la recaudación del tributo, ya que los cabezas de familia tributaban, por lo tanto la familia nuclear es la que mas “cabezas de familia” proveía. Parece ser un universal humano el pagar impuestos con disgusto, por lo tanto los tributarios trataban de evadir esta responsabilidad. La Corona por su parte, legislaba para obligar a pagar tributo. Por ejemplo “que los indios solteros tributen desde los 18 años. Por que anteriormente tributaban los casados y para evitar pagarlo se casaban hasta los 20 o 30 años. Por esta razón se establece que paguen todos los indios de 18 a 50 años.4 Las leyes normaban el comportamiento de sus súbditos, pero en algunas ocasiones no era posible cumplir ciertas disposiciones en ciertos lugares, por lo que se instaló la frase “acato pero no cumplo”, que significaba en la práctica que aceptaban la ley pero que no la cumplían por no ser posible, y mientras el tiempo pasaba, no la cumplían porque no convenía a los intereses de

2 Esta es una versión revisada y recortada de “Por él estamos pobres”. Repartimientos y las mujeres en motines

de indios. Ponencia presentada en el IX congreso Centroamericano de Historiadores, Managua; 2010 en Memoria electrónica de dicho congreso. 3 Como ya lo expresara Severo Martínez Peláez en su obra Motines de Indios “Los repartimientos de mercancía y de algodón fueron, junto con el tributo y sus fraudes conexos, las causas más frecuentes de motines” en (Martínez Peláez1991, 107) 4 Recopilación de leyes de los reynos de Las Indias, 1681 1987. Libro VI título V Ley Vii

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aquellos que estaban en la obligación de hacerla cumplir. La ley iba por un lado y la práctica por otro. Esta explicación es necesaria para comprender que si bien las mujeres no tenían que pagar tributo de seguro desde 1618 cuando Felipe III emitió una cédula en Madrid que claramente decía “Que las indias no paguen tasa. Las mujeres de cualquier edad, que sean, no deben pagar tasa”5, orden que fue ampliamente ignorada como lo veremos más adelante. El tributo fue durante todo el período colonial el mayor ingreso de la Corona, era para el Rey pero podía cedérselo a quien él quisiera. Al principio de la dominación fue a los encomenderos que habían sido quienes le habían acompañado y contribuido en la empresa de conquista. El trato era que el encomendero debía de enseñar a los indios la doctrina cristiana y a comportarse “civilizadamente”6, a cambio de ello le debían pagar tributo. La parte del pago del tributo si se cumplió, lo de enseñarles cómo vivir como cristianos no. Incluso Bartolomé de las Casas propuso que los españoles no vivieran cerca de los indios porque eran un muy mal ejemplo para ellos. Los españoles, Corregidores, Alcaldes Mayores y órdenes eclesiásticas7 iniciaron la costumbre de repartir algodón en rama a las mujeres indígenas para que ellas lo hilaran supuestamente pagando por este trabajo. Usaron su

auto-ridad para convertir esa labor en “servicio personal”. Las indígenas se quejaban que al repartir el algodón los nobles se quedaban con una octava parte, lo cual ellas reponían al hacer la entrega del hilado. Como si esto fuera poco, al recibir el hilo “exigen peso de 19 onzas, aunque se sabe que son 16”. En Jocotán, recibieron 180@ de algodón. Las mujeres hilaron 119 @ de algodón fino y 69 @ en putunque, lo que suman 188@ de hilo, obviamente, más de lo que recibieron en rama. Los justicias se quedaban con 3 onzas de cada libra entregada.8 Otros abusos llegaron a oídos del Rey, en respuesta emana una ley que reza: “Ningún encomendero ni otra persona apremie a las indias a que se encierren en corrales, ni otras partes a hilar, y tejer la ropa que hubieren de tributar en ningún caso, ni forma, y tengan libertad para hacer esto en sus casas, de modo que no se les hagan ni reciban”9 En otra ley deja claro que si bien las mujeres no se consideraban como tributarias, se sabía que eran coadyuvantes para la producción del tributo,: “Que las indias no sean encerradas para que hilen, y tejan lo que han de tributar sus maridos”10. Para las mujeres estaba claro que el repartimiento era un violento tequio, fuente de pobreza y abusos colaterales. En muchas ocasiones las hilanderas no reciben compensación alguna por parte del corregidor. Sin embargo, cuando hay pago la ganancia se la reparten los

5 Op.. Cít: Libro VI título V Ley XIX: p.210 6 En este contexto significa vivir en un centro urbano, no en el monte como acostumbraban hacerlo 7 Notoriamente, la orden de Predicadores, Dominicos, sucesores de Bartolomé de las Casa. 8 (Recopilación de leyes de los reynos de Las Indias, 1681 1987) Guárdese la ley 22 título 5 y AGCA Sig A1.21.10

Leg. 5506 Exp. 47536 Año1743 FOL.31V 9 (Recopilación de leyes de los reynos de Las Indias, 1681 1987) Ley.15 Título 10 de libro VI.p.237. 10 (Recopilación de leyes de los reynos de Las Indias, 1681 1987) Ley.15 Título 10 de libro VI. 11 La tasación consistía en un conteo de personas, hombres y mujeres entre los 18 y 50 años. De ahí se sacaba lo que “el pueblo tenía que pagar”.

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Principales del pueblo o se lo apropian para las cajas de comunidad. Sea como fuere, las mujeres se ven defraudadas del producto de su trabajo. Como el pago del tributo se hacía por tasación11, las mujeres se quejan también de no tener un marido que les compre al algodón12. Este comentario hace referencia a un fenómeno muy común en los pueblos de indios. Los hombres recargados por el tributo, el repartimiento para servicio de la ciudad y los servicios personales optaban por abandonar el pueblo, dejando atrás a su mujer y a sus hijos, que tenían que pagar por los ausentes. Esto se manifiesta cuando Felipe III ordena “que los indios no sean agraviados en tributar por muertos y ausentes” (. . .) “ Somos informado, que al tiempo de cobrar los tributos de los indios, les hacen pagar por entero conforme a la última visita, sin atención a que de ellos son muertos algunos tributarios y otros se han huido, y como los pagan los caciques, cobran lo que pagaron de las mujeres, hermanos, hijos y parientes de los muertos ó huidos”13. Nuevamente la orden no tuvo ningún efecto, pero las denuncias continúan En 1759, salen a luz varios documentos donde se establece que: “el alcalde mayor de Totonicapán ha retenido la paga de los algodones que las indias (…) han hilado, hallándose éstas ya reservadas del tributo, en virtud de Real Provisión donde su majestad ha

ordenado que no se repartiese algodón a las indias. Respaldadas en tal provisión se sucedieron varios disgustos entre los alcaldes y los indios por resistirse ellas a los hilados, cobrar su paga y violentarlas ellos con azotes y carcelaciones.”14 El repartimiento de algodón era un uso que se extendía de occidente a oriente. En el juicio de Residencia contra Joseph Antonio de Ugalde, Regidor de Chiquimula y Zacapa, aparece al detalle las cantidades de algodón en rama que este individuo había repartido en el pueblo de Jocotán entre 1765 a 1770. Alcanza un promedio de 123 @ por año. No es de sorprenderse que en Jocotán “porque les compelía dicha manufactura sin estipendio alguno, precisando el hilado con azotes; tan preciso y delgado, que las que no sabían hacerlo, se veían obligadas a pagar 6 reales por cada libra de hilo de lo que se les repartía y debían entregar, porque temerosas del castigo, en vez de lucrar para sus sustento sufragaban 4 reales más para cumplir con este violento tequio”15, “ las pobres indias para exonerarse de este trabajo y del vigor con que se les trataba, varias de ellas hicieron fuga con sus familias, llevándose algunas hasta el algodón en mota”16. Desde Totonicapán en 1771, el alcalde Mayor de Sololá, Juan Bacaro denuncia el robo de 300@ de hilo de las Casas Reales. “donde se había acumulado para poner los tercios que se remiten a Guatemala”17.

12 AGCA A1.14, leg. 190, exp.3849. 13 (Recopilación de leyes de los reynos de Las Indias, 1681 1987) Libro VI título V Ley XV 14 Como medio para doblegar a los indios, algunas autoridades encarcelaban o tomaban como rehenes a las mujeres.

AGCA. Sig.A1. Leg. 5482,Exp.47175, año 1759, sin foliación denuncia del cura. 15 AGCA. Sig.A1.30. Leg. 4745,Exp.41014, año 1771, sin foliación 16 AGCA. Sig.A1.30. Leg. 4745,Exp.41014, año 1771, sin foliación 17 AGCA. Sig.A1.30. Leg. 4745,Exp.41010, año 1771, sin foliación 18 Mantenimiento de tropa que algunas veces se afincaba en un poblado, era tarea de las mujeres, ya que involucraba, además de la elaboración de comida: cocineras, molenderas y tortilleras, el lavado de la ropa. Este trabajo no se contabiliza en las cuentas que los indios le presentan al juez de residencia. Sólo los gastos en víveres y otros insumos.

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El examen de las fuentes permite constatar qué tanto de lo que las comunidades entregaban como tributo y otras exacciones,18 era fruto del trabajo de las mujeres. Gallinas, chompipes, huevos, miel, tejidos, hilo. En 1767, violentamente extrajeron de los jacales y casas de indígenas de Jocotán 600 gallinas criadas y cuidadas por las mujeres diciendo que era de tributo. Las gallinas eran, contabilizadas a un real, pero el valor de mercado era de 2 reales19. Exigieron además una fanega de frijol, que para sacar el grano las mujeres lo aporreaban. Lo mismo sucedía con el desgrane del maíz que era trabajo de mujeres.

ba abusos colaterales y corrupción que afectaban no sólo a las mujeres sino a las comunidades. Por ser una economía no monetizada, las transacciones comerciales y económicas se hacían en forma de trueque, de manera que cuando los indios venían a pagar sus tributos20, se descontaba lo que se les debía por razón de hilados y otros efectos.

A continuación me ocupare del tercer aspecto de la investigación, lo concerniente a los motines. Preguntarse ¿por qué los indígenas, si sabían que seguramente les esperaba un castigo brutal después de un motín se amotinaban? Resulta irrelevante ya que por sus características el motín no es racional, son “explosiones impremeditadas” producto de la desesperanza.

Por otra parte les cobraban las deudas por repartimiento de mercancía21, el servicio del tostón22 y el servicio de comunidad23, el diezmo a las viudas propietarias de tierra24 y las Bulas de Santa Cruzada. Impuesto que se traducía en la compra de indulgencias, para el perdón de los pecados. Aunque la ley prescribías que no se vendieran forzosamente a los indios, todos lo hacían. En Jocotán, de la “paga” por el hilado de algodón se descontaba, de lo que debían en bulas.25 Si consideramos que los pobres pagaban dos reales de plata por ellas26, 100 arrobas de hilado que presuntamente eran del pago de hilado, cubrían más pecados de los que se pudieran cometer.

Lo que sí podemos es hacer un recuento de sus causas. 1- El abuso continuado: El repartimiento de hilados facilita-

Con frecuencia, cuando estos descuentos y recuentos pasaban la medida, algunos miembros de la comunidad

19 Horacio Cabezas Carcache: “El Régimen Regulador del trabajo en Historia General de Guatemala –II,P. 269-

300, p.271 20 El alcalde mayor Jocotán les debe 2.104p.4r por el hilado que no pagó “con el pretexto de decir que era en cuenta de los tributos, lo que nunca se verificó” Según un cálculo aproximado la venta de ese algodón importaba 7,520 pesos, habiendo tenido un costo de 1058p 5 reales. Asumiendo que los indios recibieron dicha cantidad de parte de Ugarte. Según un cálculo aproximado la venta de ese algodón importaba 7,520 pesos, habiendo tenido un costo de 1058p 5 reales. Asumiendo que los indios recibieron dicha cantidad de parte de Ugarte. 21 AGCA. Sig.A1.30. Leg. 4745,Exp.41014, año 1771, sin foliación. Juicio de residencia de Ugarte. Se descuenta un perol y un pollino, 132 p. en total, de lo que debería pagar por el hilado 22 Pago de un tostón semestralmente por cada tributario entero. Dos tostones eran igual a 1 peso 23 Un real y medio. Este servicio podía ser substituido por el cultivo de 10 brazadas de tierra, cuyo producto al ser vendido, entraba a las cajas de comunidad. Según las quejas, las mujeres debían ingresar esta cantidad con el dinero que les pagaban por el hilado, al faltar este ingreso, cuando no les pagaban, se quejan de que sus cajas de comunidad están vacías. 24 que equivalía a un peso por año. Cabeza (C. H. CABEZAS 1995, 485) 25 AGCA. Sig. A1.30, Leg.4741, Exp. 41030, 1770 Juicio de Residencia de Ugarte. “…rebajadas las 100@ ultimas del año 70 que supone el Alcalde haber pasado en cuenta de las bulas, que debían las hijas del pueblo”. 26 Horacio Cabezas Carcache: “Organización monetaria y hacendaria” en Historia General de Guatemala , Tomo II p.479-498. Los ricos pagaban de dos a cuatro pesos. Como resultado del concordato, era administrado por la real hacienda.. 27 AGCA, A3.12, exp. 42997, leg.2897 (14 fols) Año 1679

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trataban de reunir dinero para pagar un escribano que les redactara una queja ante el superior gobierno. Así sucedió en 1679 en Totonicapán27. Para evitar la denuncia el corregidor hizo arrestar a los gestores y luego dio la orden de trasladar a los prisioneros a Huehuetenango para juzgarlos lejos de la gente que podía atestiguar a su favor. El motín se dio en plena noche, cuando los habitantes del pueblo, emboscados en las afueras, rescataron a los prisioneros. Las autoridades pretenden presentar el hecho como un rescate de delincuentes, pero no fue así. En 1749, en San Miguel Totonicapán, las mujeres protagonizaron otro motín. Nuevamente denuncian el papel de los principales y de los justicias en el repartimiento de hilados, y muestran su oposición a la estructura patriarcal local y al sistema de repartimiento español. Ya habían solicitado el cese del repartimiento28 y exclaman “por él estamos pobres”. Diez años más tarde, 7 mujeres de Tecpán, indias del común, atacaron a pedradas a un contingente de 180 soldados, que procedían a sacar del pueblo a unos presos por la razón ya indicada29. 2-“La indiferencia del Estado ante las quejas de los subalternos es también una causa de amotinamiento porque sólo el que se enfrenta al Estado es escuchado”.30 La documentación del motín de Tecpán de 180831, muestra cómo va aumentando la presión. Cansados por los abusos del gobernador de Indios, Felipe Güigui, habían envia-

do un escrito en que manifestaban “no tiene consideración con nosotros, ni de nuestras mujeres que muchas estamos embarazadas (. . .) se sirva su señoría proceder nombrar otro gobernador porque esta no lo queremos, que nos tiene muy atosigados. . . No firmamos por no saber”32. Güigüi es reelecto en una turbia elección, luego ocurre el motín. En el S.XVIII, las mujeres exentas de tributo en teoría, siempre terminaban pa-gando parte de él o la totalidad, cuando eran viudas o con marido fugo. Algu-nos años son más frecuentados por motines que otros. Un escenario posible es que después de las cíclicas pestes que azotaban a los pueblos o, por causa del repartimiento en las haciendas, parte del pueblo era obligado a migrar en grupos familiares y, por el cambio de clima, muchos y muchas enfermaban y volvían a los pueblos sólo a morir. Si en estas circunstancias se presentaba el recaudaros y arrancaba de reservados y próximos el dinero del tributo, era la gota que desencadenaba el motín. Así mismo, la saca de hombres para ciertos trabajos, recargaba a las mujeres con las tareas que los ausentes no cumplían: recoger zacate para forraje de los vicarios o de la Real Hacienda, cortar leña y acarrear agua para sus hogares. Cuando ellas eran sacadas de sus hogares para el repartimiento del tejido, el trabajo personal en las fincas o en las iglesias, poco se preocupaban algunas autoridades de que los niños

28 AGCA A1.14, leg190, exp.3849 29 AGCA, Sig. A1.21.3, Leg.2141, exp. 15247.Motín de Tecpán, Este increíble comportamiento se repite en 1813

en Nahualá 30 John Tutino: De la insurrección a la revolución en México. Las bases sociales de la violencia agraria 1750-1940. Ediciones ERA, México 1999, Pág.29 un peso por año. Cabeza (C. H. CABEZAS 1995, 485) 31 AGCA, A1. Leg.167, exp.4895, Año 1808. Motín de Tecpán 32 AGCA, A1. leg.167., exp. 4895, fol 24.Año 1808.

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estuvieran bien cuidados. Los hombres protesta-ban por el repartimiento de hilados porque se les privaba de los cuidados y atenciones de las esposas, sin contar con el trabajo reproductivo que ellas desempeñaban. Para empeorar la situación de las mujeres, la tradición patriarcal, que las ve como propiedad de los hombres, permitía que las mujeres fueran usadas como “prenda” para obligar a los hombres a doblegarse. En el motín de Tecpán (1808) los delegados declaran que sus justicias son muy inconscientes porque “han mandado a azotar a nuestras mujeres. Que las mandan a pegar al palo, sin poner reparo de que estén embarazadas o no. Y las castigan con 25 azotes, con tal ingratitud que las tienen un mes o dos… y hasta que contribuimos con un peso, no las sacan”.33 La mayor probabilidad de una rebelión surge cuando es manifiesto el súbito empeoramiento de la situación y “allí donde los perjudicados juzgan que las causas de la miseria se deben a actos de superiores identificables”34 esto explicaría por qué la mayoría de víctimas de los motines fueran los indígenas que desempeñan una función de opresores, delegados de los españoles. El símbolo del poder “la vara” es arrebatado de las autoridades que han perdido legitimidad porque se convierten en esbirros de su comunidad. Para luego entregarlo a otra autoridad o resguardarlo en una caja.

Los levantamientos del siglo XIX tienen como telón de fondo la caída macroe-conómica debido a la reducción de las ganancias provenientes del añil. A esto se sumó la plaga de langostas que disminuyó severamente la producción de granos básicos, “provocando escasez, hambre y migración” (. . .) “la crisis del añil se dio en un momento de gran debilidad de la Corona española que no ocultó su intención de extraer cualquier excedente de capital de las colonias, exigió el pago de todas las deudas de la Iglesia, incluyendo las Capellanías cuyos fondos servían de posibilidad de préstamo a los indígenas. Pidió contri-buciones voluntarias y subió el tributo en 1801”.35 El sufrimiento colectivo solidifica el sentido de pertenencia a un grupo y el comportamiento colectivo es la única forma que tienen para frenar al poder, por lo menos por unos instantes, mientras les caían encima las fuerzas represivas del Estado: Como secuela del motín de Comalapa de 1755, la acción violenta de las mujeres fue en defensa de sus hombres. Los reos debían de ser sacados montados en machos y azotados en las esquinas, mientras los soldados les hacían valla, para escarnio público36. El alcalde mayor de Chimaltenango, encargado de hacer cumplir la sentencia anota: “armaron tanto alboroto, especialmente las indias, sin querer permitir que pusieran los presos en las bestias (. . .) una india llamada Mi-

33 AGCA. Sig.A1.30. Leg. 4745,Exp.41014, año 1771, sin foliación . 34 John Tutino: De la insurrección a la revolución en México. Las bases sociales de la violencia agraria 1750-1940.

Ediciones ERA, México 1999, Pág.29 la insurrección a la revolución en México. Las bases sociales de la violencia agraria 1750-1940. Ediciones ERA, México 1999, Pág.29 un peso por año. Cabeza (C. H. CABEZAS 1995, 485) 35 (POLLACK 2008, 81) 36 Para comprender el por qué del castigo público en el antiguo régimen es indispensable referirse a Michel Foucault: Vigilar y Castigar 37 AGCA, A1. 21.3, Leg.2777, exp. 24246. Motín de Comalapa

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chaela Pérez, se asió del cabestro del macho en que habían puesto a su marido, que no había quien hiciera soltarlo (. . .) le di un palo en la mano con el bastón” 37. La sentencia fue cumplida, pero no sin deslustrar “al poder”, porque uno de los efectos de los motines es revelar la debilidad del estado para controlar la “legalidad”, no necesariamente hacer justicia. Reflexiones finales En el Reino de Guatemala, el sistema de repartimiento facilitó la explotación de las mujeres indígenas del común tanto de parte de los españoles como de los nobles y principales indígenas. Por su parte el sistema corporativo que ve en los pueblos cabezas de familia como los que tienen que pagar tributo, oculta la contribución de las mujeres a la producción del mismo, transformando el ingreso más importante de la corona española en Indias como “cosa de hombres”. El motín con sus características comunes: espontáneo, efímero y sin ambiciones revolucionarias, borra también las causas de los mismos al nominarlo motines de indios, en masculino. Solamente al examinar las fuentes primarias, descubrimos porque los alcaldes se quejan en sus informes, de haber sido obligados a romper el código de honor de un español al golpear a las mujeres, a quien sólo los maridos tenían derecho de “corregir”. El de Cobán expresa: La mujer del Cabecillo Quix, se lanzó a querer darme de bofetadas38. Y el de Chimaltenango no olvida a la terca Michaela Pérez.

Bibliografía Cabezas, C. Horacio 1994 Organización Monetaria y Hacendaria. En Historia General de Guatemala, Vol. II. Jorge Luján Muñoz, eds. Pp. 479492. Guatemala: Fundación para la Cultura y el Desarrollo. 1995 Organización monetaria y Hacendaria. En Historia General de Guatemala, Vol.III Jorge Luján Muñoz, eds. Pp. 335346. Guatemala: Fundación para la Cultura y el Desarrollo. Martínez Peláez, Severo 1999 Motines de Indios. Ediciones en Marcha. Pollack, Aaron 2008 Levantamiento k’iche’ en Totonicapán, 1820. Guatemala: Asociación para el Avance de las Ciencias Sociales en Guatemala (AVANCSO). 1987. Recopilación de leyes de los reynos de Las Indias, 1681. México: Editorial Porruá. Palomo, Beatriz 2010 “Por él estamos pobres”. Repartimientos y las mujeres en motines de indios. Ponencia presentada en el IX congreso Centroamericano de Historiadores, Managua; en Memoria electrónica de dicho Congreso.

Documentos del Archivo General de Centro América (AGCA) - Sig.A3.12, Exp. 42997, Leg.2897 (14 fols) Año 1679 - Sig.A1. Leg.204, Exp. 41 30. Motín de Nahualá, 1813 - Sig.A1.21.10 Leg.5506 Exp.45736 Año1743 motin Fol.29 v - Sig A1.21.10 Leg. 5506 Exp. 47536 Año1743 Fol.31V - Sig.A1. Leg. 5482, Exp.47175, año 1759,

38 Sig.A21.6 Leg.5480 Exp.24563 Año1803 Motin en Cobán

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denuncia del cura de totoni-capán - Sig.A1.30. Leg. 4733, Exp.40920, año 1762. - Sig. A1.30, Leg.4741, Exp. 41030, 1770 Juicio de Residencia de Ugarte. - Sig.A1.30. Leg. 4745,Exp.41010, año 1771. - Sig. A1.30, Leg. 41017, Año 1771 Denuncia de los indios de la Hermita - Sig. A1.14, leg190, exp.3849 - Sig. A1.21.3, Leg.2141, exp. 15247. Motín de Tecpán - Sig.A21.6 Leg.5480 Exp.24563 Año1803. Motin en Cobán - Sig. A1. 21.3, Leg.2777, exp. 24246. Motín de Comalapa

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Mesa: Antropología en la práctica

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Plan Maestro alternativo desde la cosmovisión q’eqchi’ campesina “...práctica y no teoría...” Aiken Chew Departamento de Antropología, UVG

Resumen El punto central de la presentación gira en torno a tres puntos: primero, un ejemplo de cómo las comunidades indígenas pueden hacer demandas debido a la autonomía organizacional que tienen (antecedentes/historia/el porqué del informe); segundo, la capacidad de construir y generar informes con lógica distinta a la occidental; es decir, informes alternativos que tratan de plantear la forma en que la comunidad se apropia de un PLAN MAESTRO en este caso y tercero, el rol del antropólogo estudiante entre dos ONGs y la comunidad (transmitir mi experiencia). El caso se desarrolla en dos comunidades de Alta Verapaz: Candelaria Camposanto y Muchbilha´I donde el Parque Nacional Cuevas Candelaria está dentro de su territorio. El trabajo se realizó durante el verano del 2010.

“Es bueno lo de los informes, pero depende para qué sirve y si explican bien los resultados…” -Yuwa Ch´och Muchbilha’ I “Se habla de la práctica. Aquel documento no se sabe lo que dice. Lo que sí se sabe es proteger el área y la tierra de la comunidad.” - Comunidad de Muchbilha’ I “Hemos aprendido técnicas con técnicos que vienen. Los biólogos nos enseñaron un poco sobre árboles y los eco-turistas a usar GPS…” - Guarda-recursos Muchbilha’ I

L

a presente exposición es sobre la antropología como cuerpo científico y como ciencia social aplicada directamente en esferas tecnoambientales; es decir manejo de recursos, apropiación de espacios físicos, conservación, etc. La experiencia fue

en el Departamento de Alta Verapaz en el Municipio de Chisec – específicamente en las comunidades de Canderlaria Camposanto y Muchbilha´I durante junio del 2010. Lo que mi experiencia abarcó fue precisamente una pequeña parte del tema de

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conservación ya que el Parque Nacional Cuevas Candelaria está invadiendo o está dentro del territorio de estas dos comunidades. Entonces, ésta plática tiene un doble propósito de exponer parte de mi experiencia en las comunidades y, segundo y más importante es: recordar – a través de esta experiencia – que cuando uno está en presencia del “otro” (entiéndase un grupo humano con entendimientos distintos al propio) es importante no sólo observar y participar de sus actividades, sino también escucharlo. Esto quiere decir, poner atención en sus chistes, analogías, metáforas y todas estas combinaciones que el lenguaje es capaz de generar (Como lo hemos leído de Geertz y el resto de lingüistas e interpretativistas). Métodos Durante la estadía en las dos comunidades se utilizaron métodos antropológicos. Primero, participación observante: por ejemplo, construí una casa, caminé con los guarda-recursos, hice los tours dentro de las cuevas, etc. Segundo, se hizo con actores que son clave entre la relación parque y comunidades como los COCODES, Presidentes de Asociaciones de Turismo, guarda-recursos y Yuwa Choch entre otros. Es importante recordar que como señala Kruger, el grupo focal se trató de adaptar al contexto y no es un grupo focal de esos en una oficina con cámara y demás utensilios. La mayoría de la información se ingresó al software para llevar un registro de notas Fieldworks. Limitaciones La primera limitación evidente durante mi estadía en Alta Verapaz fue no poder hablar q’eqchi’. Estuve con per-

sonas que me tradujeron, pero sólo interpretaban a parcialidad todo lo que se conversaba. En una comunidad estuve alojado en el hotel y no directamente en la casa de algún comunitario. Por último, creo que me faltó mejor planificación con mis actividades; es decir, pude haber tenido más interacción. Además, el ingreso de notas se volvió difícil debido a que no hubo luz durante algunos días. Resultados El resultado fue un informe que trata de esbozar la cosmovisión q´eqchi´ a través de metodologías antropológicas. Se rescató como relevante el sueño que tuvo el líder y fundador de una de las comunidades durante el conflicto armado (relaté un poco el sueño que aparece en el informe), los constantes problemas que sigue ocasionando el hotel del francés, Daniel Dreux, etc. Es un informe aplicado y no académico en tanto que traté de servir de facilitador para redactar las ideas que ya tenían los líderes de las comunidades. Es decir, sólo fui a plasmar lo mejor que pude las concepciones de lo que es un Plan Maestros para los comunitarios debido a que ellos mismos lo solicitaron. Actualmente, el informe está siendo revisado por una ONG local y mi supervisor del trabajo para corregir y entregar la última versión a las comunidades. Breve situación de Alta Verapaz como frontera agrícola Entonces, iniciamos brevemente con el contexto de la frontera agrícola donde están subsumidas las dos comunidades y el Parque Nacional Cuevas Candelaria. Cuando hablamos de frontera agrícola quiere decir que la mayoría de

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las comunidades originarias se crearon cuando campesinos salieron de fincas o comunidades en busca de adquirir su propia tierra. Actualmente, a esto se le suma la presencia de la Franja Transversal del Norte que ha incrementado el comercio de productos variados. En medio de esto encontramos a la cooperación internacional y nacional materializada en todo tipo de ONGs debido a que según el Informe de Desarrollo Humano del PNUD el Departamento de Alta Verapaz posee índices bajos en salud y educación en comparación a otros departamentos de Guatemala. Por último, hay que mencionar la presencia de terratenientes privados que siguen la lógica colonial del latifundio y explotación. Además, el incremento de la “pseudo-industria” de actores como la palma africana, el petróleo, la minera y el narcotráfico entre otros. Antecedentes de las dos comunidades y del Parque Nacional Cuevas Candelaria Como se mencionó anteriormente, los habitantes de las comunidades fueron personas que se cansaron de la explotación de las fincas y salieron en busca de tierras. Las dos comunidades se establecieron alrededor de la década de los 60s. Una vez se asentaron empezaron el proceso para adjudicar las tierras y de esta forma poseer una propiedad reconocida y avalada por el Estado a través de la institución del INTA (Instituto Nacional de Transformación Agraria). El proceso constante tomó alrededor de 20 años con continuas y consecutivas salidas de los líderes comunitarios a la ciudad para conseguir la adjudicación. Sin embargo, a inicios del 2000 las comunidades comenzaron con el proceso

de adquirir los títulos para legitimar la propiedad de las comunidades a través de la institución FONTIERRAS. Esta segunda etapa se vio interrumpida porque dicha institución dijo que había un Parque Protegido y es imposible obtener títulos por parte de las comunidades sobre el área. Lo dramático es que la población de las comunidades no tenía idea que en el papel existía tal área protegida denominada Parque Nacional Cuevas Candelaria. Esto nunca fue dialogado ni consultado con las comunidades. El parque fue creado por el MICUDE (Ministerio de Cultura y Deportes) bajo el acuerdo 188 en 1999. Las comunidades se enteraron cuando no se pudo tramitar los títulos en FONTIERRAS. La creación del Parque estuvo bajo la tutela de los dueños del Hotel Complejo Cultural y Ecoturístico Cuevas Candelaria. Los involucrados en el establecimiento del área protegida con extensión de 941 hectareas fueron Daniel Dreux, Sergio Sierra y el gobierno en turno. Es importante mencionar que el parque además de penetrar en las dos comunidades, también penetra la propiedad de 20 fincas individuales. Los líderes de las comunidades, representados por los COCODES (Comités Comunitarios de Desarrollo), dieron un ultimatúm a las entidades gubernamentales a mediados del 2001 para que arreglaran el problema causado por la creación – sin consultar – del parque y se lograran tramitar los títulos de tierra. En este momento algunas instituciones involucradas en este conflicto de tierra fueron CONAP, MICUDE, FONTIERRAS entre otros como la Municipalidad de Chisec (García 2008: 4-6). La tercera etapa del proceso inicia con

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instancias internacionales que promulgaban un nivel de autonomía para las comunidades. Ellos tenían como base de su argumentación que el contexto cultural estaba adaptado a las condiciones ambientales del lugar para protegerlo; además, de haberse establecido hace más de cuarenta años y haber formado una territorialidad. El proyecto lo trajo USAID bajo la dirección del Dr. Anthony Stocks. Citando a uno de los investigadores sociales aplicados durante esta etapa del proyecto: “Este proyecto logró establecer un equipo de gente local, Q’eqchi’ hablante, capacitada en manejo de equipo de geo-posicionamiento y mapeo comunitario… Se hizo un estudio del uso de los suelos, se midieron los polígonos comunitarios y se encuestó a todos los hogares para calcular el valor que se obtiene de los sistemas bosque y milpa. La comunidad reafirmó el valor que tiene el bosque para su forma de vida, pero de igual manera, se confirmó que la milpa es esencial para la existencia de la comunidad ya que está ligada a su sistema religioso y cultural, como la cultura maya siempre lo ha estado“ (García, 2008: 5-6).

Con la información recopilada en el proyecto por las ONGs locales e internacionales se logró consolidar una negociación con el MICUDE que estuvo bajo la administración de Otilia Lux de Cotí durante este tiempo. Las comunidades aceptaron en tanto que se les entregaran los títulos. Ahora, la lucha por la tierra y soberanía territorial se ha sofisticado en tanto que los actores comunitarios utilizan nuevas herramientas para mantener la autonomía. Mi experiencia trata sobre esta nueva etapa que afrontan las co-

munidades debido a la poca capacidad instalada en aspectos técnicos. Asistencia para redactar ideas de los comunitarios El informe de lo que fui hacer es una forma alternativa de presentar un Plan Maestro del Parque Nacional Cuevas Candelaria desde la cosmovisión q’eqchi’ campesina debido a la calidad de coadministradores de las dos comunidades. La elaboración del mismo parte de las ideas que las comunidades de Muchbilha´I y Candelaria Camposanto tienen para hacer un Plan Maestro que funcione y sea útil. Es importante tomar en cuenta, que estas dos comunidades no están obligadas a presentar ningún documento debido a que están bajo categoría de Comunidades Indígenas. El propósito es demostrar que los habitantes y líderes de las dos comunidades tienen un cuerpo de conocimiento y prácticas sobre las cuevas y la naturaleza que es congruente a la protección y respeto del mismo. En esta línea, el Plan Maestro alternativo expone cuatro ideas principales para comenzar a generar un entendimiento de la percepción q’eqchi’ campesina. La información se generó a través de reuniones con los líderes de las dos comunidades y una estadía corta. Entonces, las cuatro ideas son: Primero, se comienza cuestionando porqué no funciona el Plan Maestro oficial que es elaborado por técnicos como nosotros, luego se explica la lógica de los comunitarios de lo que un Plan Maestro debería de ser: “…práctica y no teoría…”. Segundo, se expone la esfera simbólica de la relación que

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hay con la tierra y ellos. Es decir, una descripción de algunos conceptos del sistema de creencias de estas poblaciones. Tercero, la esfera del humano atañe a las actividades que tiene el personal directo con las cuevas; es decir, los guías comunitarios y los guardarecursos. Por último, la categoría de naturaleza que habla sobre los recursos más importantes en las comunidades desde la opinión de los comunitarios y una breve descripción de estado actual de los mismos. Yuwa Choch Vale la pena hacer un breve paréntesis acerca de cuál es el órgano que opera dentro de las comunidades para que el Estado identifique cierto nivel de autonomía y por lo tanto no sean vitalmente necesarios los informes de los técnicos como el Plan Maestro oficial, Plan de Uso Público, etc. Algunas organizaciones han promovido que se resuelvan los conflictos internos de las comunidades con respecto al tema de tierra. Estos conflictos se originan por causas como la repartición, división o herencia de tierras. El Yuwa Choch es una persona que lleva el registro de las actividades que se hacen en función de la tierra. Esta persona se rige a través de una serie de reglas que están en el entendimiento de la comunidad. Es importante mencionar que en estas comunidades se trata de evitar la desmembración del patrimonio territorial; es decir, evitar segmentar las propiedades a nivel de individuo. El Yuwa Choch es un tipo de contrato comunal que protege los derechos territoriales de cada uno de los miembros de la comunidad sin trasgredir la noción de patrimonio colectivo. Por ejemplo, los

comunitarios no tienen derecho a vender su parcela sin antes consultar a sus vecinos y llevar a cabo un proceso. En términos occidentales, el Yuwa Choch es un cargo, pero va más allá, representa y mantiene la colectividad dentro de la comunidad. Reflexión Entonces, regresando al segundo propósito de mi ponencia quisiera que tomáramos en cuenta la forma en que expresan la pertenencia o apropiación del espacio donde habitan los comunitarios de Muchbilha’ I y Candelaria Camposanto a través de las citas que se presentan al inicio del documento. Es en esta forma de hablar y esta forma de vivir donde encontramos la cultura o el entendimiento del “otro”. Por eso creo que debemos de hacer un esfuerzo en comprender al “otro” desde su propio entendimiento y no desde nuestro entendimiento occidental. Porque nosotros – por lo general – tendemos a separar o subdividir tanto la cultura y la sociedad. Es más sólo miremos las carreras que hay en las universidades, hay carreras para el cuerpo (medicina), para las piedras (geología), para la religión, para la política, para la mente (psicología), para lo que sea. Pero todo bajo esta obsesión occidental de esparar y racionalizar todo. Por lo tanto, como antropólog@s o tecnócratas hagamos el esfuerzo de comprender al “otro” desde su entendimiento porque puede ser que logremos captar algo o tal vez nada, pero nos vamos a impresionar y recordar que “otros” saberes funcionan de forma. Un ejemplo reciente es de la charla que vino a impartir Rigoberta Menchú [a este coloquio]; es decir, ella vino ha-

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blar sobre lo que un buen líder es. Es interesante notar que mientras hablaba de esto, a la par habló sobre su espiritualidad maya y sus saberes; por ejemplo, energías, ángulos del tiempo, las metas sólo están en la mente, etc. Entonces, pues nos damos cuenta que los entendimientos no están tan separados en la realidad y que por eso debemos hacer énfasis en las metáforas, analogías, comparaciones, etc. Geertz sigue estando vigente aún en la esfera aplicada de la antropología. Mi labor hubiera sido imposible si no tomo en cuenta la forma de expresarse de los q’eqchi’es campesinos o como se dicen ellos: ral ch’och.

Bibliografía Chew, Aiken. 2010. Plan Maestro Alternativo desde la Cosmovisión Q´eqchi´ Campesina “… práctica y no teoría…”. Sin publicar. García, David. 2008. Informe de evaluación de cinco años 2003-2008 Co-participación de manejo con el Ministerio de Cultura y Deportes del Parque Nacional de las Cuevas de Candelaria. Sin publicar. Geertz, Clifford. 2003. La interpretación de las culturas. España: Gedisa. Duodécima impresión.

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Mesa: Teoría y metodología en las Ciencias Sociales

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Los aportes de Nicos Mouzelis a las ciencias sociales del siglo XXI Antonio Mosquera Aguilar1 UMG, UVG

Resumen Se presenta un plan de trabajo para orientar a la teoría de las ciencias sociales, para que se supere la hipostasis consistente en suponer la existencia de actores colectivos. Se atribuye este desliz metodológico a la organización de las ciencias sociales en la segunda mitad del siglo XX. Se considera que se realizará, por medio de las indicaciones metodológicas de Nicos Mouzelis, que buscan la integración de las ciencias sociales enriquecidas con la descripción de la espontaneidad en la construcción social así como la configuración de la realidad histórica.

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os estudiosos de las ciencias sociales que aspiran a promover el cultivo de la teoría, deben recorrer muy rápidamente, el camino histórico de la producción intelectual desde la institucionalización de las mismas a la fecha. Una buena orientación para el efecto, se encuentra en Nicos Mouzelis2 que ha prevenido sobre los peligros en la construcción teórica del siglo XXI. El motivo de esta pequeña ponencia consiste en animar a los interesados en el desarrollo teórico, a no abandonar su empeño y ofrecer algunos criterios sobre prácticas que se consideran equivocadas con el respaldo de este autor internacional. Al final, serán los estudiantes que se inician en ese camino, quienes valorarán la pertinencia de las orientaciones metodológicas y las refrendarán con su trabajo en antropolo-

gía social y sociología. En lo fundamental se trata de precaver, en las ciencias sociales, para evitar el estilo de ensayo sin base empírica, así como creer en la existencia de actores colectivos. La acción colectiva existe pero está conformada por actores individuales que pueden o no coordinar sus acciones así como también obstaculizarla. Este punto de vista objetivo, anima a las ciencias sociales contemporáneas. I. Historia de un yerro metodológico Durante el siglo XX se fueron afirmando las ciencias sociales en las principales academias del mundo. Abandonando sus sedes precarias ubicadas en clubes sociales, sociedades de viajes y hasta cafetines (Coser 1980), se es-

1 Doctor en Dinámica Humana, UMG, profesor de la Maestría en Desarrollo de la Universidad del Valle de Guate-

mala. 2 Nicos Mouzelis (nacido en Atenas, Grecia, 1939) es Emeritus Professor of Sociology en la London School of Economics.

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tablecieron departamentos de ciencias sociales en las universidades. El estudio de las ciencias sociales, además de dar cuenta de la realidad social inmediata o lejana, también ofreció una esperanza: anticipar situaciones futuras. Tanto desde la proyección estadística, como en la agudeza de juicios de ensayistas, consiguió convencer, a buena parte de los lectores y allegados, que era posible descubrir el porvenir; o al menos, ofrecer lecciones sobre la manera de tratar el presente, para evitar males futuros. El centro de gravedad para la fundación de la sociología se encontraba en Francia, y más concretamente en París. Mientras que para la antropología social, era Inglaterra, en especial, Londres. Antes de la primera guerra mundial (1914-1918), el modelo de agrupación científica que implicaba el predominio teórico, se desarrollaba en las sociedades científicas. Eventualmente, esas sociedades publicaban revistas que popularizaron y ayudaron en la sistematización de los temas de cada disciplina. La Sociedad de las Naciones impuso un modelo de desarrollo científico basado en los representantes nacionales. Así, para la sociología, cada país tenía alrededor de tres teóricos que representaban su desarrollo científico, o cuando menos, uno (Barnes & Becker 1984). En cambio, la antropología social había conseguido centrarse en el Reino Unido, Francia, Alemania –llamándose etnología– y Estados Unidos de América –EUA–. En menor medida en México y Japón (Palerm 1974). En este momento, las disciplinas conocidas como ciencias sociales habían alcanzado los claustros universitarios.

La segunda guerra mundial (19391945) tuvo entre sus bajas, al sistema de representantes nacionales para las ciencias sociales y a la Sociedad de las Naciones. El nuevo organismo encargado de reorganizar a las ciencias sociales fue la UNESCO, pero su relevancia no fue tan alta, en ese sentido. En cambio, en el bando de los vencedores, la academia de EUA y más en concreto, Talcott Parsons, reorganizaron a la sociología. La antropología social tuvo que lidiar en contra de la sistematización del racismo alemán que constituyó la ideología oficial del régimen nazi y que se había contrabandeado como pensamiento científico. La obra de Boehm, Gunther, Class, Wirth y, en especial, Alfred Rosenberg, habían intoxicado a Europa central. De allí, que fueran los antropólogos de EUA, los encargados de impulsar al relativismo cultural como la base teórica para comprender el diálogo entre los pueblos del orbe. Tal como afirma I. Wallerstein (Giddens 1991:400), las alabanzas hacia el trabajo interdisciplinar en ciencias sociales no han debilitado la fortaleza de los aparatos organizativos que protegen a las disciplinas independientes. Por ello, cuando se reorganizaron las ciencias sociales, al final de la segunda guerra mundial, se impulsó nuevamente a las disciplinas dejando de lado la posibilidad de la construcción de una ciencia sobre la sociedad humana en general. Una dificultad adicional se agregó en el desarrollo de las ciencias sociales, consistente en el enfrentamiento ideológico conocido como “guerra fría”. Curiosamente el término había sido utilizado por el Infante Don Juan Manuel en el siglo XIV. Fue reinventado por Ber-

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nard Baruch, consejero del presidente Roosevelt, y popularizado por el editorialista Walter Lippmann (Historiasiglo20.org 2010). La rivalidad entre los EUA y la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas –URSS– se tradujo en un enfrentamiento supuestamente teórico. En la realidad, se trataba de imponer disciplina ideológica a través de medios administrativos y, en el caso de la URSS, se agregaban, los policiacos. La politización de las ciencias sociales se tradujo en la necesidad de discursos que dieran cuenta de todo, sobre cualquier situación. Así, hicieron su aparición los sujetos colectivos que permitían hablar de los más variados contextos sociales en el mundo, aparentando profundidad. De esa cuenta, los improvisados análisis comenzaron a competir con la construcción de imágenes de lo social basados en la recopilación, ordenación y presentación inteligente de relaciones de agregados sociales que se les presentaba con las características de un actor individual. II. Hipóstasis de las categorías y organizaciones sociales Por hipóstasis se desea indicar que las características de las personas humanas individuales, fueron fusionadas con las instituciones, grupos y categorías sociales. En griego hipostasis (ὑπόστασις), literalmente significa, lo que descansa debajo de la base o fundamento. Este concepto tiene una larga data en filosofía y teología (Pace 1910), donde se entiende por tal, a la personificación de poderes elementales, conceptos o construcciones. Esta operación intelectual fue un expediente favorito de las ciencias sociales

en la segunda mitad del siglo XX. De esa manera, categorías, grupos e instituciones sociales se convirtieron en personas. Es decir, a conceptos abstractos, se les dotó de atributos humanos. En derecho ya existían las personas jurídicas o colectivas, también llamadas morales, que se explicaban como una ficción necesaria para entender los negocios jurídicos. El uso impertinente en las ciencias sociales, oscureció la comprensión de la acción social y equivocó a la investigación empírica. Esta operación intelectual se encuentra tanto en el marxismo soviético, como también, en el llamado funcionalismo norteamericano. Por un lado, uno de los grandes sistematizadores, la Academia de Ciencias de la URSS, a través de manuales de estudio (Spirkin 1969), ofreció una versión caricaturizada sobre el pensamiento de Carlos Marx y Federico Engels. En lo que aquí importa, una de las principales manifestaciones consistió en suponer características personales y hasta biológicas, a categorías de descripción social. Ocurrió que las clases sociales se comportaban como personas, imponiéndose metas (la toma del poder), asegurando medios (el partido), instrumentos (la huelga general), y hasta poseían recursos animales (instinto de clase). De la misma manera el imperialismo poseía voluntad (dominar a los países pobres), actividad (declarar guerras), enemigos (la humanidad), estado calamitoso (derrotas) o gozoso (ganancia). Por el otro lado, las cosas tampoco eran alentadoras. La teoría de la firma (Jensen, M. y W. Meckling 1976), describía un comportamiento de ahorro y coordinación de acciones entre proveedores y

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clientes como si se trataran de comerciantes individuales. Así pues, como otro ejemplo, entes abstractos como la “cooperación internacional” adquiría voluntad (favorecer una temática), interés (insiste en enfoque de género) etc. III. Razones del antropomorfismo La licencia de exponer un informe científico dotando de personalidad humana a categorías, instituciones o reuniones masivas, se explica porque sirve a una economía verbal de los procesos que buscan describirse o explicarse. Así, por ejemplo, sería tedioso, cada vez que se hace mención de la acción de un dirigente institucional, mencionarlo por su nombre; o más aún, indicar con precisión, a los auxiliares de su cargo que ejecutaron sus órdenes. De esa cuenta resulta fácil indicar que una institución: una institución internacional o nacional, un gobierno y hasta un país, se constituyó en un agente que provocó cambios observables. El problema metodológico que queda al descubierto cuando sólo tenemos la colorida descripción de un ente social referido como persona, consiste en que tal licencia, cuando no está respaldada por datos, es un abuso pues se trata de una afirmación sin fundamento. En efecto, resulta que muchas veces, tales datos no aparecen ni como apéndice en las descripciones sociales ni respaldados por testimonios, sea de los responsables institucionales o de testigos cercanos. De donde, habrá que confiar que dichos fundamentos existen, si se es ingenuo. No obstante, la práctica de las ciencias sociales demuestra que, en la mayoría de las veces, tales concesiones a la buena fe, sólo ayudan a sustentar una práctica científica laxa y sin

fundamento. Para cualquier observador es muy fácil indicar que una reunión de personas en protesta provocó destrozos. Lo contrario sería mencionar por sus nombres a las personas que estuvieron involucradas. Como indica el verso, en el drama de Fuente Ovejuna, sobre quién había matado al Comendador de Calatrava, dice el Juez: Haciendo averiguación / del cometido delito, / una hoja no se ha escrito / que sea en comprobación; / porque conformes a una, / con un valeroso pecho, / en pidiendo quién lo ha hecho, / responden: «Fuente Ovejuna» (Lope de Vega 1969: versos 712 a 719). Razón tenía Lope de Vega para indicar que si un pueblo ha matado a un Comendador, entonces no se puede individualizar al hechor. O, puesto en boca del Rey: Pues no puede averiguarse / el suceso por escrito, / aunque fue grave delito, / por fuerza ha de perdonarse./ (Lope de Vega 1969: versos 792 a 795) Los científicos sociales han tratado de encontrar la morfología de la masa que realiza un linchamiento. En efecto, se trata muchas veces de una reunión masiva espontánea. Decir que fueron todos, es una licencia que no explica el hecho como en Fuente Ovejuna. Así, se ha descrito a grupos de personas que asumen acciones diferenciales en tales hechos: los que se retiran, los que acuden, los que observan alrededor de los hechos, los que rodean a los activos en la agresión, los que agreden y las víctimas. Con tal morfología de la masa, se puede comenzar a describir de mejor manera la motivación de los actores. Sin embargo, aquí salta la necesidad de una descripción compleja que muchas veces no puede lograrse. En el caso que se pone para ilustrar,

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resulta que si no hubo cámaras lejanas y cercanas, informantes clave que describen a las personas activas y pasivas, historias de vida de víctimas, agresores materiales, mirones etc. La descripción desde una ciencia social rigurosa que utilice cualquier adscripción teórica, es muy difícil. De esa manera, la licencia a describir con un actor colectivo por insuficiencia de datos se convierte en principio de trabajo en ciencias sociales. Lo social se convierte en un concepto sospechoso. La agregación humana se desconfigura, ya no se observa la conexión interactiva de las personas en una situación material. Al contrario, los sujetos dejan de ser los constructores de la realidad para pasar a ser los “aparatos ideológicos del Estado” (Althusser 1978), o la estructura (LeviStrauss 1977). Los antiguos estructuralistas todavía deseaban dar cuenta de los fenómenos sociales y los actores involucrados. El abandono de esta motivación constituye el posestructuralismo. Los autores comprendidos en esta orientación comparten tres posiciones: primero, están en contra de la posibilidad de dar cuenta de todo lo social, es decir están en contra del fundacionismo; segundo, contra la noción de explicar al sujeto; y, tercero, contra las insuficientes referencias empíricas que los llevan a recortar de tal forma el objeto de estudio que recae en películas o textos (Derrida 1998). Está claro que estas posiciones ya han abandonado las fronteras de las ciencias sociales y se refugian en los claustros de la crítica literaria. Dejando a un lado a las posiciones posestructuralistas por la mencionada razón, se reconoce que las descripciones

de acciones colectivas realizadas por actores hipostasiados, sólo abona a favor de considerar a la historia resultado de grandes personalidades. La fuerza de la masa, del hombre corriente, de la coalición, se desvirtúa con estas descripciones. Y lo obvio, la descripción basada en actores hipostasiados es una reificación de la realidad social. Aparenta estar refiriendo, sucesos históricos sociales, cuando está construyendo un gran relato mítico, parecido a las guerras de los titanes contra Zeus. IV. La necesidad del contexto histórico social Como se indicó, al inicio, la promesa de las ciencias sociales consiste en referir la realidad social con el objeto de anticipar su desarrollo, o al menos, reconocer las tendencias en su seno. La vida en sociedad necesita de su presentación para mejorar la conciencia humana. Lo social es un conjunto de interacciones sociales. En consecuencia, la reunión de actores, provoca la formación de múltiples relaciones que pueden manifestarse en cada caso como usos continuados o situaciones inestructuradas. En el primer caso, Mouzelis refiere a Norbert Elías (1978 y1982) que consigue referir la apreciación general de la sociedad partiendo de los individuos a través del concepto de figuración. Con ello se propone un programa de investigación histórico social que permite obtener una mejor comprensión del presente, ligando la explicación tanto al pasado como a la constitución psicológica de los actores. En el segundo caso, la realidad social

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también es producida. En consecuencia, se considera a las situaciones de interacción sin estructura, los programas de trabajo para el avance del conocimiento social se encuentran en los similares a los iniciados por Goffman (1983). Cabe preguntarse si en la creación y la espontaneidad social puedan anticiparse. En ese sentido, Mouzelis (1995:17) refiere un debate entre Anne W. Rawls y Stephan Fuchs para interrogarse sobre la existencia de un “orden” en la interacción humana. Un reclamo dirigido a los trabajos centrados en los actores, consiste en que no dan cuenta de eventos que afectan a muchas personas, en algunas ocasiones al mundo. Por ello, Mouzelis ha propuesto que se necesita resaltar el concepto de macroactores. Esta calificación es válida cuando se trata de dirigentes que tienen a su cargo recursos materiales y humanos en una proporción alta. Se trata de volver a las ciencias sociales, no solamente los encuentros casuales, sino también las reuniones que implican movilización social posterior. Así, se nominan macroactores a las personas que ocupan puestos institucionales de alta jerarquía, a las los líderes que poseen un carisma que permite una calidad dirigente y a la acción de personas que provocan situaciones de alto impacto social. Con esta posición, Mouzelis busca que no se olvide el estudio, tanto de la estrategia de los actores, como también de las condicionantes debidas a la organización. Aquí, aparece el asunto de la racionalidad de los actores. Pues, la unilateralización de la interacción, en un asunto de elección ante opciones, se vuelve en otro callejón sin salida de la explica-

ción social. En efecto, muchos estudiosos prefieren centrarse en el actor desde el punto de vista de un jugador que maximiza la utilidad (Coleman 1990). Esto puede servir para explicar parte de la conducta de los compradores en un supermercado, pero difícilmente para contextos de relaciones personales, políticas o culturales. Admitiendo que la reducción a un modelo lógico deductivo puede tener fuerza explicativa sobre actores individuales, resulta de muy poca utilidad cuando existen fenómenos de masa o situaciones macrosociales que necesitan acudir al contexto histórico social así como a los sesgos culturales para explicar las conductas. De esa cuenta resulta muy difícil explicar, por ejemplo, la tenacidad y obstinación de los movimientos antiglobalización, acudiendo sólo a la hipótesis que los manifestantes buscan maximizar ganancias. Tales acusaciones, son útiles para quienes juzgan desde los grandes monopolios de medios de comunicación masiva, pero inútiles para comprender la porfía ideológica de los actores. En ese sentido, Mouzelis ha insistido en la pertinencia de los enfoques de antropología social y sociológicos, para tener una cabal idea de los movimientos sociales. V. Un programa de trabajo Las orientaciones de Mouzelis (1995:153-159) son útiles para desarrollo de la propiedad necesaria en los trabajos de la academia. Asumiendo un enfoque que contenga tanto a los actores como a su situación propone: 1. Las ciencias sociales habrán de abandonar los proyectos fundacio-

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nistas, es decir basados al asumir esencias. Tales como reducir el análisis social, al lenguaje, o a cadenas textos/discursos/significados. 2. Hay que precaverse de los tratados sobre los enfoques metodológicos, es mejor observar la manera en que las investigaciones concretas, se han realizado. Para de esa cuenta, intentar superarlas integrando aquellos aportes que se consideran deberían conformar la comprensión de la vida social. 3. La teoría en ciencias sociales siempre será una subdisciplina de la actividad para referir los más imparcial y rigurosamente, a los fenómenos sociales. 4. Se debe evitar la compartimentación disciplinaria así como el cultivo de paradigmas en conflicto, sin buscar la transteorización. Igualmente, el manejo de datos no debe conducir a considerarlos al nivel de teorías sobre la realidad social. 5. La interdisciplinariedad debe fortalecer la exposición de las ciencias sociales coherentes y mutuamente condicionadas. 6. Se debe tratar de observar a las totalidades sociales tanto desde un punto figuracional como institucionalmente. En razón de relaciones cooperativas entre actores y grupos, así como también de relaciones incompatibles o relacionadas con niveles de obligatoriedad externa. Cuando se rechaza la observación figurativa se tiende a la reificación y cuando se niega a observar niveles institucionales se cae en reduccionismo. Tales orientaciones deberían tomarse

en cuenta por los científicos sociales deseosos de superar limitaciones debidas al condicionamiento de las ciencias sociales del siglo XX. Superar la costumbre instalada es una tarea difícil. VI. Las tareas de las ciencias sociales en Guatemala Las ciencias sociales del país fueron marcadas por la guerra fría, al término de la misma, que coincide con el establecimiento de la paz en el país, no se consiguió difundir la rigurosidad y objetividad de las ciencias sociales en el tratamiento de los problemas del país. Es cierto que mejoró la “corrección política” para referir situaciones sociales, pero no estuvo acompañada de una reflexión sobre nuevos fenómenos de manifestación social, tales como la construcción de nuevas identidades o cambios en la interrelación social. Si bien es cierto que, como se ha afirmado, unas líneas arriba, la teoría social no puede pretender estar por encima de los estudios empíricos. También lo es, lo contrario. No puede haber solamente estudios empíricos sin dar un lugar a la teoría. Se puede atribuir la debilidad de la producción nacional a la situación mundial, es cierto que después de la segunda guerra mundial, la producción teórica estuvo concentrada en EUA, Europa y la URSS. De donde, no existe ninguna tradición de referirse a la teoría después de haber realizado estudios sobre asuntos nacionales. Además, también aparece un sentido utilitario en las ciencias sociales que la lleva a concentrarse en los problemas nacionales para después solicitar a los estudiosos, propuestas concretas para poner en práctica.

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De esa cuenta, los Acuerdos de Paz no produjeron un renacimiento de las ciencias sociales a nivel teórico. Después de la disolución de la URSS, y la constitución de un mundo unipolar, no se pasó a buscar la superación del pensamiento de fines del siglo XX. Al contrario, se instaló la inercia de unas ciencias sociales con baja estima de la objetividad y rigurosidad. No se trata de que, en las ciencias sociales, se carezca de imaginación. Pero, ésta debe estar vinculada a un ejercicio empírico y objetivo anterior. Uno de los problemas que debe ser abordado y desterrado de las ciencias sociales consiste en la hipostasis de los sujetos sociales que no permite avanzar y sesga la descripción de la vida social. Fácil expediente para la prensa amarilla, se infiltra en las ciencias sociales y de allí al discurso político. La superación sólo será posible cuando se esté convencido en la necesidad de identificar a los actores, referir a las instituciones tanto con su capacidad humana como, lo más importante, noticia de los recursos materiales con los que cuenta.

Derrida , Jacques 1998 La universidad sin condición. Documento electrónico, consultado el 06 de octubre de 2010 desde: http://www. jacquesderrida.com.ar/textos/universidad-sin-condicion.htm Elias , Norberth 1978 The Civilizing Process, vol. 1. Oxford: Blackwell 1982 The Civilizing Process, vol. 2. Oxford: Blackwell Fuchs, Stephan 2001 Against Essentialism: A Theory of Culture & Society. Cambridge: Harvard University Press. Giddens, Anthony, et al. 1991 La teoría social, hoy. México: Editorial Patria, SA de CV, coedición con Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Goffman, E. 1983 The interaction order. En American Sociological Review. Vol. 48 Historia de las Relaciones Internacionales durante el siglo XX. http://www.historiasiglo20.org consultado 1 octubre 2010.

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La constitución del hombremasa desde las perspectivas de Étienne de la Boétie, José Ortega y Gasset, Erich Fromm, David Riesmann.1

Alfredo Bedregal Calvinisti Departamento Antropología y Sociología, UVG

Resumen Como su nombre lo indica, en esta ponencia se examinan las posturas de cuatro autores que, desde diversas disciplinas humanísticas y científicas, buscaron comprender y dar cuenta de la constitución del hombre-masa en Europa y Estados Unidos. El primero de ellos, Étienne de la Boétie (1530-1563) interesa por su análisis del absolutismo y sus efectos en las personas que consienten ser gobernadas por normas injustas, contenido en Discurso sobre la servidumbre voluntaria. La siguiente obra a analizar es el Miedo a la libertad de Erich Fromm. Le sigue La rebelión de las masas de José Ortega y Gasset, en la que este filósofo explicó magistralmente cómo se constituyó el hombre-masa europeo, cuidando de distinguir este proceso del ocurrido en los Estados Unidos. Por último, para explicar cómo se originó el hombre-masa en Estados Unidos, se estudiará La muchedumbre solitaria, de David Riesmann en la que se identifica la transición de un tipo genérico de hombre, guiado desde el interior a otro guiado desde el exterior, propio de las sociedades de masas. Los cuatro autores comparten un rasgo común: su interés por la estructura psicológica de este hombre-masa y sus diferencias con otras estructuras o caracteres sociales previos, propios de las sociedades tradicionales o en transición. El objetivo final, que no podrá alcanzarse en esta ponencia, es proveer un esbozo que permita estudiar la constitución del hombre-masa en las sociedades latinoamericanas, donde los procesos de modernización, caracterizados por macroprocesos tales como industrialización, urbanización, transición demográfica, entre otros, que no pudieron consolidarse.

José Ortega y Gasset, ¿un clásico de la sociología?

C

ualquier curso de teoría sociológica clásica debe abordar por lo menos a tres autores: Karl

Marx (1818-1883), Emilio Durkheim (1858-1917) y Max Weber (18641920). No está demás abordar otros que también se considera clásicos, dependiendo de la orientación de quien

1 Esta ponencia constituye el avance de una monografía que se está preparando para el curso de sociología de los

medios masivos de comunicación del Programa de Doctorado de Sociología y Política de la Universidad Pontificia de Salamanca

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los proponga y, de esa cuenta, la lista se extiende a Edmund Husserl, Georg Simmel, Talcott Parsons, entre otros. No es ésta una ponencia que aborde lo que ya se ha dicho de estos “padres de la sociología”. Mi preocupación consiste más bien en señalar aspectos de La rebelión de las masas, obra de José Ortega y Gasset (1833-1955), que valdrían para calificarse como clásico de la sociología. Mi postura, aún en gestación debo confesar, se basa en tres puntos: 1. Su preocupación sobre uno de los destinos más fatales del hombre en el marco de la modernidad, a saber, la constitución del hombre-masa que surge en el siglo XIX e irrumpe en los espacios públicos en las primeras décadas del siguiente. 2. La reflexión que sobre la preeminencia de los factores macrosociológicos en la constitución del hombre sin obviar el recurso personal, último e íntimo, de la decisión personal ante la circunstancias de la vida. 3. Su caracterización del hombremasa como un ser tanto anómico como alienado, aspectos del hombre moderno de los cuales Durkheim y Marx dieron cuenta. Varias objeciones pueden hacerse desde el inicio a esta ponencia. La primera, quizás, será la de argumentar que tanto la filosofía como las ciencias sociales se preocuparon del destino del ser humano en esta etapa de transición que llamamos modernidad. Esto haría que todos fueron potenciales pensadores clásicos de la sociología. La segunda, que La rebelión de las masas, obra que se analiza en esta ponencia, se público ya muy entrado el siglo XX (1929), lo cual contrastaría fuertemente con la

aparición de El suicidio de Durkheim (1897). Tercera, válida para quienes aún parten del positivismo más tradicional, la recurrencia constante de Ortega y Gasset a lo psicológico, para dar cuenta de este hombre-masa. Explicar la masificación del ser humano exigió de otros autores relevantes abordar caracteres psicológicos, entre ellos: Étienne de la Boétie (1530-1563), Erich Fromm (1900-1980) y David Riesmann (19092002). Con estas aclaraciones hechas, procedo a exponer cada uno de los puntos que, a mi parecer, hacen de Ortega y Gasset un pensador con mucho que ofrecer a la sociología contemporánea desde un horizonte clásico. El porqué de las masas En la perspectiva de Ortega y Gasset el surgimiento de las masas es un fenómeno cualitativo que cuantitativo. Tampoco puede definírsele como muchedumbre, pues ésta pre-existe en espacios propios y diferenciados, mientras las masas se aglomeran en los mejores espacios públicos (políticos, religiosos, económicos, sociales, entre otros). La sociedad se constituye por minorías y masas. Las masas la forman los hombres-medios, no diferenciados entre sí, “sino que repite en sí un tipo genérico (Ortega y Gasset 1975:64). Trascender a la masa es posible. De lo contrario no podría pensarse en una sociología. Si bien en este conjunto de hombresmedios convergen deseos e ideas, toda persona puede trascender la masa singularizándose y, posteriormente, por razones especiales de preferencias más elaboradas, la convergencia en una minoría (una sociedad de preferencias selectivas).

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Ahora bien, es inexcusable proveer una definición de masa de acuerdo a los parámetros de Ortega y Gasset (1975: 65): “Masa es todo aquel que no se valora a sí mismo por razones especiales, sino que se siente ‘como todo el mundo’, y, sin embargo, no se angustia, se siente a sabor al sentirse idéntico a los demás”.

Lo que la hace un fenómeno digno de estudio y consideración es la incursión en el espacio público. He allí la esencia de su rebeldía. Sin embargo, la incursión de las masas en el espacio público no es un fenómeno estrictamente moderno, lo cual refuerza la idea de que modernidades han existido siempre como transformaciones profundas de civilizaciones que, alterando sus principales pilares, no pretenden interrumpir su continuidad histórica –he aquí el porqué no puede considerarse la modernidad como un cambio revolucionario, aspecto que no se abordará en esta ponencia. Las masas están siempre allí, durante las modernidades o cambios de civilización que suceden a lo largo de la historia, no como actores de cambio, en la perspectiva de Ortega y Gasset. Engarce de lo macro y lo micro: la vida como síntesis de circunstancias y decisiones El positivismo del siglo XIX, con una concepción altamente especializada de la ciencia, exigía que todo aquel intento sistemático por explicar la realidad definiera tajantemente su campo de estudio. Durkheim, imbuido en esta premisa de especialización, dedicó buena parte de sus Reglas del método sociológico a prevenir el reduccionismo psicológico para estudiar científicamente el comportamiento humano. La sociología no podía caer en el psicologismo

para dar cuenta de la acción social. Fue Durkheim quien sentó las bases de la macrosociología, que el funcionalismo desarrollaría en su máxima expresión. Weber y Marx, por su parte, contemplaron la potencialidad de lo micro para entender no solamente la acción social sino para abordar el potencial humano del proletariado. El principal tema de Ortega y Gasset es el hombre-masa que surgió en Europa en el siglo XIX y se generalizó en el siguiente. Aunque podría considerarse un proceso típicamente occidental, Ortega y Gasset previene a sus lectores de asumir la postura errónea que esta dinámica sea similar a la estadounidense. El filósofo será claro en este punto: Europa no se está americanizando. Es por ello que cualquier explicación sobre la constitución del hombre-masa exige abordar a pensadores que se preocuparon de la misma temática en diferentes sociedades: Ortega y Gasset, en el contexto europeo y Riesmann, en el estadounidense El surgimiento del hombre-masa se inserta en el debate metateórico de cómo explicar el comportamiento humano desde la macro y la microsociología. Ortega y Gasset, siendo filósofo, lo aborda por obvias razones desde la vida. Es la vida ese espacio en el que se concreta la acción humana, la cual está determinada por las circunstancias y las decisiones (Ortega y Gasset 1975:101). La circunstancia es la macroestructura que se impone al individuo y de la cual Durkheim da cuenta en sus Reglas del método sociológico, refiriéndose a ella como hecho social o corriente social. La decisión, como el componente micro, emerge de la sociología de la acción social. Para entender

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la importancia de los factores macro y micro en la sociología es necesario entender que la sociología moderna “se centra en la oposición entre una sociología del sistema social y una sociología de la acción social (Dawe 2001:417). La decisión de Ortega y Gasset corresponde a la sociología que se ocupa de estudiar la acción humana intencional. La circunstancia es el correlato del sistema social. La vida oscila entre ambas coordenadas. Uno de los debates metateóricos que enfrentaría al funcionalismo con el interaccionismo simbólico en los años sesenta estaba ya claramente expuesto en 1929 por Ortega y Gasset: “En vez de imponernos una trayectoria [el mundo o la sociedad], nos impone varias y, consecuentemente, nos fuerza… a elegir. ¡Sorprendente la condición de nuestra vida! Vivir es sentirse fatalmente forzado a ejercitar la libertad, a decidir lo que vamos a ser en este mundo”. (Ortega y Gasset 1975:102)

El hombre-masa decide ante las circunstancias en dos planos: el individual y el colectivo. Esto supone para Ortega y Gasset la tragedia del siglo XX: una vida sin rumbo, en lo individual y, en lo colectivo, un poder público y un gobierno que vive al día. Elecciones estériles, sin fundamento, en sociedades con muchos recursos implican una vida ensimismada para el hombre masa. Diversas son aquí las preocupaciones del filósofo español: “El hombre-masa es el hombre cuya vida carece de proyecto y va a la deriva. Por eso no construye nada, aunque sus posibilidades, sus poderes, sean enormes. (…) Y, en efecto, el tipo medio del actual hombre europeo posee un alma más sana y más fuerte que las del pasado siglo, pero mucho más simple”. (Or-

tega y Gasset 1975:103)

El hombre-masa se beneficia de circunstancias favorables para vivir; sin embargo, es su decisión la que compromete estas circunstancias. La principal preocupación de Ortega y Gasset, que puede traducirse en términos sociológicos, es que el hombre-masa sea incapaz de una acción social verdadera. Esto sólo es comprensible si se toma en cuenta las características propias de la sociología de la acción social, la cual… “… concibe el sistema social como un derivado de la acción e interacción social, como un mundo social producido por sus integrantes, quienes aparecen así como seres activos, plenos de sentido, creadores en el plano individual, y socialmente “. (Dave 2001:417)

En este punto podría pensarse que Ortega y Gasset cierra las puertas para una microsociología o sociología de la acción social. Sencillamente el hombre-masa no puede constituirse en un ser activo que construya una vida plena de sentido, creativa y responsablemente construida en lo individual y proyectada en lo social. Aún no estoy en la capacidad de determinar si en el pensamiento de Ortega y Gasset el hombre-masa puede superar esta situación. De no hacerlo, estaríamos viendo a un ser humano que se encierra en la jaula de hierro de la burocratización o que cae presa de la anomia y la alienación, todas preocupaciones clásicas y, por ende, compatibles con la perspectiva de Ortega y Gasset. La alienación del hombre-masa El hombre-masa emergió en el siglo XIX; es un “engendro” de la modernidad, la cual sintetiza diversas fuerzas

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que le dieron forma: la democracia liberal, la experimentación científica y el industrialismo (Dave 1975:111-112). Hay algo que lo define en esencia: su confianza acrítica en un futuro no cuestionado que definitivamente será mejor que el presente. Una vida material cómoda y una gama de derechos políticos y sociales a su disposición alimentan esta sensación. Aunque Ortega y Gasset no utiliza el término alienación, considera que el hombre-masa padece esta sensación en cuanto, “al encontrarse con ese mundo técnica y socialmente tan perfecto, cree que lo ha producido la Naturaleza, y no piensa nunca en los esfuerzos geniales de individuos excelentes que supone su creación (Ortega y Gasset 1975:113)”. Utilizando intencionalmente la psicología en su abordaje, Ortega y Gasset especifica un “diagrama-psicológico” para el hombre-masa con dos rasgos propios: a) “libre expansión de sus derechos vitales”, o sea, de su persona y b) “la radical ingratitud hacia cuanto ha hecho posible la facilidad de su existencia (Ortega y Gasset 1975:114)”. La alienación del hombre-masa se distingue drásticamente de la descrita por Marx: mientras la del clásico alemán es una alienación trágica, que condena al ser humano a ser sujeto pasivo de su realidad, la del hombre-masa lo empuja a desdeñar la imaginación y el esfuerzo que hicieron posible el progreso; es una alienación egoísta. El progreso, entendido como un perfeccionamiento progresivo del mundo, gracias a los avances científicos y tecnológicos, está más allá de la apreciación de este tipo de hombre contemporáneo. A partir de este punto es importante la distinción que hace Ortega y Gasset entre progre-

so y proceso: “…es ilusorio pensar que el hombremedio vigente, por mucho que haya ascendido su nivel vital en comparación con el de otros tiempos, va a poder regir, por sí mismo, el proceso de civilización. Digo proceso, no ya progreso. El simple proceso de mantener la civilización actual, es superlativamente complejo y requiere sutilezas incalculables. Mal puede gobernarlo este hombre medio que ha aprendido a usar muchos aparatos de civilización, pero que se caracteriza por ignorar de raíz los principios mismos de la civilización.” (Ortega y Gasset 1975:123-124)

La anomia del hombre-masa El vacío moral, que tanto preocupó a Durkheim en La división del trabajo social (1893), también ocupa a Ortega y Gasset. Sin embargo, así como el concepto de alienación no está textualmente presente en la obra del filósofo español, tampoco lo está el de anomia. El hombre-masa padece de una alienación egoísta, en la que se extraña no del mundo en sí, como evento fenoménico, sino como una realidad producida y reproducida por el ingenio humano. Además, parece, el problema del hombremasa es la situación anómica que vive, soportable solamente en cuanto sabe que es la “circunstancia” de todos. Ortega y Gasset se refiere a esta anomia de diversas formas, las cuales merecen consideración: “Nada de fuera le incita a reconocerse límites y, por tanto, a contar en todo momento con otras instancias, sobre todo con instancias superiores. (…) al comienzo, distinguíamos al hombre excelente del hombre vulgar diciendo: que aquel es el que se exige mucho a sí mismo, y este, el que no se exige nada, sino que se contenta con lo que es y está en-

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cantado consigo. (…) De esta manera, la vida noble queda contrapuesta a la vida vulgar e inerte que, estáticamente, se recluye a sí misma, condenada a perpetua inmanencia, como una fuerza exterior no lo obligue a salir de sí. De aquí que llamemos masa a este modo de ser hombre –no tanto porque sea multitudinario, cuanto porque es inerte.” (Ortega y Gasset 1975:118, 119, 121-122)

El hombre-masa que traza Ortega y Gasset es uno alienado y anómico. La situación no resultaría tan trágica si no fuera por su indocilidad y poca propensión para ser dirigido a una solución. El problema ya no se resuelve con concebirla; es que ésta ya no resulta aplicable ante tal insolencia y rechazo. Así, sostiene nuestro filósofo, “la indocilidad política no sería grave si no proviniese de una más honda y decisiva indocilidad intelectual y moral.” (Ortega y Gasset 1975:124) Ortega y Gasset ante la modernidad Quizás la centralidad de Ortega y Gasset como clásico de la sociología está en que, de una forma original y sin la pretensión de definirlo como sociología, aborda la crisis de la modernidad desde la perspectiva de las masas. En la transición de una sociedad tradicional a otra moderna está el surgimiento del hombre-masa. Este nuevo hombre también preocupó a Durkheim, Weber y Marx, que lo estudiaron a través de conceptos tales como anomia, jaula de hierro y alienación. La originalidad del pensamiento orteguiano es, precisamente, ver a este nuevo tipo de hombre y extraer de él un rasgo que se había vuelto común: la condición de ser masa, la cual se manifiesta como hecho social y estructura psicológica.

Otro aspecto por el que me atrevo a reafirmar su centralidad es su preocupación, ya bien entrado el siglo XX, por la sociedad europea, a la que Durkheim imputó una crisis moral, Weber el avance insano de la racionalización y Marx la difusión y consolidación del capitalismo que conduciría al deterioro humano y la consecuente lucha de clases. Es mi opinión que Ortega y Gasset se acerca más a Durkheim por sus preocupaciones en torno a la moral. Afirma de forma tajante al final de su libro: “Europa se ha quedado sin moral. No es que el hombre-masa menosprecie una anticuada en beneficio de otra emergente, sino que el centro de su régimen vital consiste precisamente en la aspiración a vivir sin supeditarse a moral alguna.” (Ortega y Gasset 1975:257)

No sólo advirtió la existencia de una crisis moral en Europa, la pluralidad de ésta se halla amenazada por las masas. Es éste el punto que a mi parecer ha resaltado más Ortega y Gasset en su prólogo para franceses. Las masas han existido siempre y, como tales, han minado las bases mismas de la civilización que las engendró. Los ejemplos del autor, por obvias razones, enfatizan principalmente en occidente y, como ejemplo, toma a los romanos. Lo letal del hombre-masa contemporáneo es que podría anular la pluralidad de Europa y conducirla nuevamente a la barbarie, que para el filósofo significaría la supresión de la diversidad de principios que han configurado el equilibrio del orden europeo y que, en su lugar, impondrían la homogeneidad. La modernidad, como proceso de cambio social macro y complejo que transforma drásticamente la realidad europea, contempla un proceso poco

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estudiado que Ortega y Gasset denomina la rebelión de las masas. Marx ve en estas masas un gran potencial revolucionario, que supone optimismo. Ortega y Gasset, al contrario, ve en esta revolución un craso error, visible en diversos niveles. En uno general, la pretensión de lo abstracto por anular lo concreto que, en este caso, resulta ser la sociedad, valiosa en sí misma como continuidad y construcción histórica con su propia razón de ser. La revolución es fútil en cuanto pretende anular este orden social, diverso en origen, y empezar desde cero. Si tuviera que indicar el nivel base para esbozar una sociología en Ortega y Gasset, partiría del macro en cuanto éste presupone la existencia de la sociedad como previa a todo hombre. Esto, por el hecho que el hombre es historia, la cual sólo puede tenerse en sociedad. La revolución podría verse así como un intento vano de anular la verdad del hombre. Al respecto de la historia, ésta “es la realidad del hombre. No tiene otra. En ella se ha llegado a ser tal y como es.” (Ortega y Gasset 1975:36)

que lo haga encajar en lo colectivo en todo momento. Este es el hombre que preocupa, el que carece de un proyecto de vida y que ha renunciado a construir su propia existencia. Dos son las preguntas que se planteó Ortega y Gasset: ¿Se puede reformar a este tipo de hombre? ¿Pueden las masas despertar a la vida personal?

Bibliografía Dawe, Alan. 2001 Las teorías de la acción social. En Historia del análisis sociológico. Tom Bottomore y Robert Nisbet, compiladores. Pp. 412-476. Buenos Aires: Amorrortu. Ortega y Gasset, José. 1975 La rebelión de las masas. España: Revista de Occidente, S.A.

Incluso la refutación que hace de la revolución no es el punto por el cual se resalta tanto a Europa como una realidad diversa. Europa es a su vez una sociedad, una y diversa, y eso la hace ser lo que es, y lo que tanto admiró Ortega y Gasset. Es por ello que un Estado europeo que vele por su conservación no es una utopía, sino un correlato lógico para esta unidad. Lo relevante del hombre-masa es el potencial destructivo que puede llegar a tener. Este se incrementa a media que este tipo de hombre niega la razón histórica, la soledad, la intimidad y, quizás lo peor, que anhela una vida estándar,

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Conferencias Magistrales

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El reto de la gestión Comunitaria Indígena de Recursos Naturales en Estados Multinacionales Doris E. Martínez Melgar1 CEA-UVG

Resumen Guatemala es un país que desde sus orígenes ha negado sistemáticamente la multiculturalidad que lo conforma en aras de la instauración de un estado hegemónico de pensamiento único. Las instituciones estatales creadas desde este enfoque enmarcan un ámbito público que ordena las pautas de comportamiento, pensamiento y relaciones entre los individuos de la sociedad. El manejo de recursos naturales no escapa de estos lineamientos dictados desde el estado hegemónico que maneja sus propios conceptos de sostenibilidad ambiental y objetivos de desarrollo. Surgen instituciones estatales de manejo de recursos naturales que desde lo público califican, promueven o desincentivan normas de manejo de recursos naturales de acuerdo a sus conceptos y objetivos. Se hace visible entonces, una corriente política y de pensamiento que reivindica principalmente los derechos de los pueblos indígenas a la gestión comunitaria de sus territorios, ya que los mismos contienen recursos naturales que bajo estos sistemas de gestión, no sólo permanecen en el tiempo sino que brindan servicios ambientales básicos para todos los guatemaltecos. La propuesta incluye el reconocimiento y respeto de estos derechos, a través de legislación específica, dentro de las estructuras municipales y estatales del estado de Guatemala. En este artículo se exponen los resultados de una investigación que durante 3 años estudió 6 sitios de gestión comunitaria indígena y no indígena en Guatemala, encontrando que la congruencia entre las normas locales, las normas municipales y las normas estatales de manejo de recursos naturales, tiene un impacto directo sobre la composición y calidad de los bosques comunitarios.

Recursos Comunes y Gestión Comunitaria

G

arret Hardin en 1968, da vida a un importante paradigma dentro del campo de la ecolo-

gía humana con su artículo “La Tragedia de los Comunes” (Science, 162). Sostiene que los recursos comunes (o bienes comunes) únicamente se pueden conservar en buen estado bajo el

1 Doctora en Geografía por la Universidad de Salamanca, España; Licenciada en Ecoturismo por la Universidad del

Valle de Guatemala (UVG). Subdirectora del Centro de Estudios Ambientales (CEA-UVG) donde ha investigado sobre instituciones indígenas y manejo comunitario de recursos naturales. Directora de la Maestría en Estudios Ambientales de la UVG. Algunas publicaciones relevantes: Estudio de Caso El Gigante, para el proyecto Instituciones Indígenas para el manejo de bosque y agua (CEA-UVG, Real Embajada de los Países Bajos); Alianza Centroamericana de Desarrollo Sostenible, el Logro Olvidado de la Integración (Parlamento Centroamericano); Manual para la Implementación del Turismo Comunitario Sostenible (UICN); Metodología para la Investigación Transdisciplinaria del Manejo Comunitario de Patrimonios Natural y Cultural, (Fondo para el Desarrollo de Ciencia y Tecnología FODECYT); Diagnóstico Ecológico y Socioeconómico de los Bosques de Pino-Encino en Centroamérica (CEA-UVG y TNC).

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régimen de propiedad privada o gestionados como propiedad estatal, ya que por sus características intrínsecas de acceso abierto son susceptibles al sobre uso y degradación. En este contexto, entenderemos como recursos comunes aquellos para los cuales es difícil restringir el acceso a usuarios potenciales quienes al usarlos inevitablemente los degradan (Gibson, Mckean & Ostrom 2000). La premisa de la “Tragedia de los Comunes” se convirtió rápidamente en el respaldo teórico subyacente a las políticas estatales desde las cuales se consideró la creación de áreas protegidas como la única opción viable de conservación. Esto es, desde la esfera pública, dictar normas de gestión de recursos naturales a ser operativizadas en lo local. Siguiendo este paradigma, fueron desalojadas varias comunidades que tradicionalmente vivían dentro o adyacentes a las área protegidas, considerándolas como las responsables de la degradación ambiental. Gracias al esfuerzo académico y de investigación de campo de la Red Internacional de Investigación IFRI2, entre otros, se han estudiado diferentes casos de comunidades en todo el mundo, las cuales evitan la Tragedia de los Comunes a través de sistemas de instituciones locales de ámbito privado que les permiten organizarse y normar el uso y manejo de los recursos naturales. De allí que en 1998 Hardin revisa su planteamiento y acepta la posibilidad que el derecho a la libertad que cada individuo ostenta con respecto al uso de los comunes, puede verse limitado si todos

los usuarios de los recursos establecen normas para no degradarlo (Harding 1998). Se entiende por usuarios a un grupo de personas que cosechan, usan o mantienen uno o varios bosques y que comparten los mismos derechos y obligaciones con respecto a los productos forestales que obtienen, estén o no organizados a un nivel formal (Ostrom, et.al. 2005). Ostrom (2000) sostiene que la propiedad privada o estatal no ha tenido la misma eficacia en gestionar recursos comunes, cuando se le compara con la gestión tradicional que puede ejercer una comunidad organizada fuertemente arraigadas en tradiciones de ámbito privado. La idea de la estatización de áreas naturales presupone que los gobiernos tienen las capacidades técnicas, financieras y burócraticas para hacerle frente de forma eficaz, a la degradación de los recursos naturales. Por su parte, la idea de la privatización asume que la racionalidad del propietario privado implica racionalidad ecológica, lo que en la mayoría de los casos no sucede. Por su parte, el sistema de propiedad comunal no es equivalente al libre acceso que Hardin apunta como el origen de la tragedia, ya que estas comunidades se perciben a sí mismas como dueñas legítimas de los recursos naturales en sus territorios (aunque no muchas veces legales) y por ende, tienen la capacidad y el derecho de normar y proteger el uso del recurso en cuestión. La propiedad comunal aparece entonces como otra figura de tenencia de la tierra en la cual se gestionan bienes comunes a través de un complicado sistema de

2 International Forestry Research and Institutions, Red internacional que realiza estudios de caso sobre gestión colec-

tiva de recursos naturales alrededor del mundo, compartiendo resultados por medio de una base de datos relacional. El Centro de Estudios Ambientales de la Universidad del Valle de Guatemala forma parte de esta Red.

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normas y derechos internos (Ostrom 1999). Ostrom (1997) define las normas como instituciones, aquellos acuerdos efectivamente utilizados por un conjunto de personas con la finalidad de organizar actividades repetitivas que producen resultados que afectan a esos individuos y que podrían afectar a otros. De esa cuenta, la gestión colectiva de los recursos naturales, se entiende como la capacidad que tienen las comunidades de establecer sus propias instituciones para ordenar y asumir el acceso, control y manejo de estos recursos. Implica también la capacidad de decidir y conducir la forma de relacionarse con la oferta técnica, el mercado y la sociedad en general (Elías 2001). Sin embargo, estas instituciones locales para el manejo de recursos naturales no se encuentran aisladas de un contexto regional y nacional. Este contexto las influye, promoviéndolas u obstaculizando su buena gestión. Ostrom, (1991) indica que únicamente en casos de recursos naturales remotos o aislados, los usuarios son los únicos que elaboran normas para su manejo y control. En todos los demás casos, que son la mayoría, las decisiones clave, tomadas en el ámbito privado de la comunidad y la familia, se ven afectadas por las normas dictadas en el ámbito público por autoridades locales, regionales, nacionales e internacionales. Por ello, una de las condiciones esenciales para lograr instituciones exitosas, es contar con el anidamiento institucional. Por anidamiento se entiende el grado de congruencia que se da entre instituciones de diferente nivel o alcance.

Ostrom (1991, 2000) indica tres niveles en que las instituciones se relacionan entre sí. El primer nivel lo constituyen las normas operativas, las cuales son ejercidas por un grupo usuario específico del recurso, y principalmente constituyen normas de apropiación y mantenimiento del recurso. Estas son las que se dan exclusivamente en el ámbito privado familiar o comunitario. Son los compromisos, deberes y derechos, que a nivel personal se asumen como legítimos para la cosecha, cuidado y protección del recurso. El segundo nivel se denomina normas de elección colectiva, siendo aquellas normas que definen al grupo que tiene la potestad de dictar o modificar normas de operativas, sanciones o monitoreo. En muchos estudios de caso, estas normas se corresponden a la actuación de las municipalidades como órganos de poder local que establecen las normas a ser implementadas a nivel local. Habrá mayor congruencia entre estos dos niveles en la medida en que las personas que ejecutan las normas operativas tengan la posibilidad de influir en la modificación de dichas normas, o sea, de participar en el segundo nivel de elección colectiva, por ello, este nivel ya pertenece a un ámbito público de acción donde las decisiones tomadas repercuten en una colectividad más extensa. El tercer nivel son las normas constitucionales, dictadas por un estado para dar lineamientos generales sobre la gestión de recursos naturales. Estas normas caen ya completamente en el ámbito público. Tanto el nivel uno como el dos se ven afectados directamente por las normas constitucionales, por lo que habrá mayor anidamiento (o congruencia) si estas normas se dictan con base al espíritu y toman

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Diagrama No. 1 Anidamiento Institucional Normas Constitucionales Normas de Elección Colectiva

Normas Operacionales

Fuente: Ostrom, 1991

en cuenta la costumbre de los primeros dos niveles. En otras palabras, las normas dictadas en el ámbito público tendrán más legitimidad y efectividad en su implementación si reconocen, respetan y se basan en las normas del ámbito privado. Guatemala como un Estado Multinacional. El anterior esquema surge del estudio de la realidad en estados homogéneos, donde la sociedad comparte múltiples consensos culturales, históricos, políticos o económicos. Conceptualmente se plantea el reto de entender la relación de este mismo juego de normas en estados multiétnicos y multinacionales donde los diferentes pueblos poseen formas diferenciadas de cosmovisión, lo influirá en la construcción de valores comunes para toda la sociedad. Esta realidad aplica a Guatemala, donde por su historia de colonialismo, los pueblos indígenas juegan un doble pa-

pel: por un lado, son el motor del sistema agroexportador gracias a su mano de obra y la expropiación de sus tierras comunales, marginándolos del desarrollo económico y social, mientras por el otro, son constantemente negados en todas sus dimensiones culturales y políticas por un estado que pretende ser hegemónico. Según el Diccionario de la Real Academia Española (2009), una nación es un “conjunto de personas de un mismo origen y que generalmente hablan un mismo idioma y tienen una tradición común”. Por su parte, el convenio 169 de la OIT define como pueblos indígenas aquellos “cuyas condiciones sociales, culturales y económicas les distingan de otros sectores de la colectividad nacional, y que estén regidos total o parcialmente por sus propias costumbres o tradiciones o por una legislación especial”. Desde su fundación, el estado de Guatemala se ha empeñado en negar sistemáticamente la multiculturalidad y

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multinacionalidad que lo caracteriza. A través del establecimiento de un estado occidental de pensamiento único, se han creado instituciones públicas que ordenan pautas de comportamiento, pensamiento y relaciones entre los individuos de la sociedad de forma jerarquizada y unilineal. Sin embargo, las nuevas corrientes de pensamiento que han nutrido y se han derivado del creciente movimiento indígena mundial, nos obligan como sociedad a repensar el estado. Si somos fieles a los valores democráticos que hemos perseguido desde la firma de los Acuerdos de Paz, no se puede obviar el hecho de que Guatemala está formada por al menos 4 pueblos diferentes (39.3% maya, 0.2% xinca y garíguna y 60% mestizo) (INE, 2002). Esta diversidad debiera verse reflejada en el Estado, pero no de forma cosmética, sino afectando las bases mismas de la convivencia social en el ámbito privado, pasando por las leyes que norman nuestras acciones y que se dictan desde lo público. El reto de un estado multinacional pasa entonces por reconocer la diversidad de sus habitantes, sus propios sistemas, cosmovisión y medios de vida, dejando espacio para la autonomía en todas sus manifestaciones, reconociendo que no existe un sistema (legal, económico, social) mejor que otro, por lo que la subordinación de las naciones que integran el territorio ante un solo sistema hegemónico de pensamiento dificultaría la consecución del desarrollo sostenible para todos, ya que cada nación entenderá de forma diferente este concepto, prefiriendo medios adecuados a su cultura para ejercer el derecho humano a la paz, la cultura y el desarrollo.

El manejo de recursos naturales no escapa a la negación de la multiculturalidad y multinacionalidad del estado, ya que se ha abordado desde un único concepto de manejo en pos del desarrollo capitalista. Esto ha dado origen a instituciones estatales que desde lo público descalifican o promueven normas de manejo de recursos naturales de acuerdo a estos conceptos y objetivos. La negación de la multiculturalidad y multinacionalidad en Guatemala se ha concretado en la eliminación, desvalorización o criminalización sistemática de otras prácticas de manejo, surgidas desde otras cosmovisiones, sistemas de creencias y valores, como ha ocurrido en nuestra historia con los pueblos indígenas que se identifican con ellas. Los resultados no han sido otros que ingobernabilidad, ampliación del círculo de pobreza y degradación ambiental. Si bien es cierto que estas acciones tomadas por el estado han contribuido a la erradicación de las prácticas privadas indígenas de manejo de recursos naturales, en no pocos casos, estos mismos esfuerzos estatales han motivado en muchos pueblos indígenas la resistencia a abandonarlas, convirtiéndolas en motivo de orgullo e identidad cultural, evidenciando una vez más la realidad multicultural y multinacional que se ha tratado de negar. El Antagonismo de lo Público y lo Privado en Guatemala Por todo lo anterior pareciera que las instituciones estatales y las indígenas se encuentran en esferas antagónicas y mutuamente excluyentes. Sin embargo, se ha observado que existe una zona de intersección iniciada por la tendencia de fortalecer los gobiernos

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locales y comunitarios. La búsqueda de la gobernabilidad local, de la participación ciudadana y la ampliación del ejercicio democrático, ha abierto una estrecha vía de diálogo que poco a poco fortalece la capacidad de autogestión de los pueblos indígenas hacia lo público, así como ablanda posturas en las instituciones estatales, permitiendo revalorizar y respetar las normas de gestión indígena de lo privado. Se propone el siguiente esquema para comprender de mejor forma cómo se han dado las relaciones entre estado (nivel constitucional), municipalidades (nivel de elección colectiva), ambos en el ámbito público; y pueblos indígenas (normas operativas) en el ámbito privado en estados multinacionales como Guatemala. En el diagrama 2 se observa gráficamente que la intersección entre los tres tipos de normas (las estatales, las municipales y las locales) es un área de acuerdos mínimos entre todos los grupos nacionales del estado de Gua-

temala, la cual es importante fomentar y promover, ya que se convierte en los consensos básicos para una convivencia pacífica dentro del territorio estatal, una zona donde la legislación y las normas de jure avalan y promueven las normas locales, tanto a nivel municipal como comunitario. Grandes avances en todos los temas se pudieran lograr aprovechando este espacio de diálogo y encuentro. Es el espacio en el cual se convierte en factible el reconocimiento de normas locales e indígenas de ámbito privado para la gestión de recursos naturales, las cuales han favorecido al resto de habitantes del estado con el mantenimiento de los sistemas biológicos básicos que brindan bienes y servicios ambientales a toda la población. Las municipalidades, como representantes locales del estado, siempre estarán incluidas dentro de su lógica. Los alcaldes, como funcionarios públicos, tendrán el marco legal constitucional para actuar, sin poder tomar decisiones fuera de lo que la ley les manda. Los derechos y principios consagrados en

Diagrama No.2 Esquemas institucionales en estados multinacionales

Normas Constitucionales (El Estado, ámbito público) Acuerdos Sociales mínimos

Reivindicaciones indígenas frente al Estado

Normas de Elección Colectiva (Municipalidades, ámbito público)

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la Constitución, y en el Código Municipal brindan las suficientes herramientas para trabajar de forma conjunta con las comunidades y pueblos indígenas. Sin embargo, existe una amplia gama de normas y principios en la legislación ordinaria para el manejo de recursos naturales que están abiertamente en contra de los esfuerzos y normas indígenas de manejo de recursos naturales. En el mejor de los casos, estas normas y esfuerzos son ignorados, y si los ignora el estado, también existen municipalidades que hacen lo mismo. Este fenómeno se representa en la zona de intersección entre estado y municipalidades que excluye las normas operacionales correspondientes a pueblos indígenas.

cación que surge de lo privado hacia lo público, encuentra eco en tratados internacionales y legislación nacional que el estado avala. De esta forma, legal y legítima, empieza una lenta transformación de instituciones estatales para volverse más participativas, incluyentes con las naciones que conforman este estado y respetuosas de lo multicultural. El camino es largo y lleno de obstáculos, pero sin duda se ha abierto una nueva vía para que el estado y la sociedad guatemalteca reconozca y respete desde lo público, las prácticas que en lo privado realizan los pueblos indígenas en la gestión de sus recursos naturales en beneficio de todos.

Por último, se encuentra una zona amplia de exclusión que contiene, en el nivel de las normas operacionales de ámbito privado, a las normas indígenas de gestión de recursos naturales. En estados multinacionales, la reivindicación indígena al derecho de autonomía en sus propios territorios, reclama esta zona fuera de la influencia externa del estado. El estado debe reconocer su existencia, pero no ir más allá, no tratar de normarla o sancionarla, si quiere ser respetuoso de la multinacionalidad que lo conforma, mejorando la gobernabilidad y conservando la buena gestión de los recursos naturales.

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Este pequeño espacio de intersección entre lo público y lo privado, entre las normas indígenas ancestrales de gestión de recursos naturales y las normas estatales de lo público, también ha permitido el anclaje de los esfuerzos del movimiento indígena por reivindicar sus derechos al uso y manejo de los territorios ancestrales. Esta reivindi-

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