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Metáforas de la Realidad Espiritual basadas en Mateo 13
La Parábola de la Red Mateo 13:47-50 NVI
“También se parece el reino de los cielos a una red echada al lago, que recoge peces de toda clase. Cuando se llena, los pescadores la sacan a la orilla, se sientan y recogen en canastas los peces buenos, y desechan los malos. Así será al fin del mundo. Vendrán los ángeles y apartarán de los justos a los malvados, y los arrojarán al horno encendido, donde habrá llanto y rechinar de dientes.” Mt.13:47-50
El Reino de los Cielos “El reino de los cielos es semejante a una red que al tirarse al mar de la humanidad recoge toda suerte de peces, buenos y malos, y éstos permanecen junto de la red (v.49), y no meramente en el mar, hasta el fin de la edad. La red no se ha convertido, ni mucho menos el mar. La sana exégesis ha sufrido gran violencia debido a la idea de que el mundo se convertirá en esta edad. Contra este concepto se levanta la interpretación que el Señor da a las parábolas del sembrador, el trigo y la cizaña, y la red.” C.I. Scofield, ed. Biblia Anotada de Scofield, p. 978
La Separación Final “La parábola de la red es el cuadro de la separación que ha de efectuarse en la venida del Señor. Sólo el Señor y sus ministros angélicos pueden efectuar esta separación. El hombre ha tratado larga y vanamente de eliminar el mal del mundo, pero se necesitan manos fuertes y sabias para la tarea, y pronto semejante clase de manos la iniciarán. Mientras tanto la red coge de todas suertes del gran mar de la vida humana, y lentamente se está acercando la red a las riberas de la eternidad.” A. B. Simpson, “El Evangelio del Reino”, p. 120
Una Escena del Fin La ilustración del Señor a través de esta parábola grafica el fin de los tiempos, de acuerdo con la cronología bíblica. Por segunda vez en este capítulo el Señor Jesús alude al “horno encendido, donde habrá llanto y rechinar de dientes” (cp. Mt. 13:41-43). La figura del juicio de Dios es mencionada tanto al inicio como al final de esta serie de enseñanzas, sin dejar duda alguna en cuanto a su interpretación.
El Juicio de Dios “Luego vi a otro ángel que volaba en medio del cielo, y que llevaba el evangelio eterno para anunciarlo a los que viven en la tierra, a toda nación, raza, lengua y pueblo. Gritaba a gran voz: «Teman a Dios y denle gloria, porque ha llegado la hora de su juicio. Adoren al que hizo el cielo, la tierra, el mar y los manantiales.»” Ap. 14:6-7 NVI
El Juicio de Dios “Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que lo esperan. He. 9:27-28 RVR95
Lecciones de la Parábola (1) “Por naturaleza la red barredera no selecciona ni puede seleccionar los peces. No tiene más remedio que recoger toda clase de cosas en su recorrido por el agua. Su contenido no puede por menos de ser una gran mezcla. Si aplicamos esto a la Iglesia, que es el instrumento del Reino de Dios en la Tierra, quiere decir que la Iglesia no puede ser discriminatoria, sino que tiene que ser una mezcla de toda clase de personas, buenas y malas, útiles e inútiles.” W. Barclay, “Comentario al Nuevo Testamento”, Vol. II, p. 109
Lecciones de la Parábola (2) “Pero también enseña que llegará la hora de separar los buenos de los malos, y de mandarlos a sus respectivos destinos. Sin embargo la separación, aunque es inevitable, no ha de ser obra del hombre sino de Dios. Por tanto tenemos la obligación de recoger todo lo que nos venga, sin juzgar ni separar, dejándole el juicio final a Dios.” W. Barclay, “Comentario al Nuevo Testamento”, Vol. II, p. 110
Lecciones de la Parábola (3) “Al echar la red en el mar de este mundo quedaría incluido mucho que, cuando se sacaba la red en la orilla, se vería que era inútil y aun perjudicial. El ser un discípulo, pues, no era bastante. Incluso aquí habría separación. No sólo la cizaña, que el enemigo había sembrado adrede en medio del trigo, sino que aun en la red del Evangelio, echada en el mar, una vez llevada a la playa, incluía lo que sólo servía para ser ‘echado al horno de fuego, donde será el llanto y el crujir de dientes’.” A. Edersheim, “La Vida y los Tiempos de Jesús el Mesías”, p. 653
¿Han entendido todo esto? “¿Han entendido todo esto? —les preguntó Jesús. —Sí —respondieron ellos. Entonces concluyó Jesús: —Todo maestro de la ley que ha sido instruido acerca del reino de los cielos es como el dueño de una casa, que de lo que tiene guardado saca tesoros nuevos y viejos.” Mt. 13:51-52 NVI
¿Han entendido todo esto? En esta última parábola (v.52) Jesús se presenta ante ellos como un ‘maestro de la Ley’ (‘un escriba docto’ / RVR), que cual padre de familia instruye correctamente a sus hijos en la verdad. La visión que el Señor le dio a sus discípulos a través de estas parábolas sin duda contenía una perspectiva distinta de lo que ellos hasta aquí habrían entendido en cuanto al reino de Dios.
El Reino de los Cielos “Tal es entonces la forma del reino en los misterios ya mencionados … Es la esfera de profesión de la fe cristiana durante la presente edad. Es una mezcla de lo falso y lo verdadero, de trigo y cizaña, de lo bueno y lo malo. Es un sistema contaminado por el formalismo, la duda y la mundanalidad. Pero en él, Cristo ve a los que son hijos genuinos del reino verdadero …” C.I. Scofield, ed. Biblia Anotada de Scofield, p. 978
“El que tenga oídos para oír, oiga” Mt. 13:43 RVR
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