CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO DEPARTAMENTO DE FAMILIA, VIDA Y JUVENTUD
PROYECTO REDESCUBRIENDO LA IDENTIDAD DE LA PASTORAL FAMILIAR LATINOAMERICANA PARA LA VIDA PLENA Y LA COMUNION MISIONERA
SUBSIDIO: CATEQUESIS PRECONGRESOS REGIONALES: “FAMILIA Y DESARROLLO SOCIAL PARA LA VIDA PLENA Y LA COMUNIÓN MISIONERA”
“… Mi familia y yo serviremos al Señor” (Jos 24,15) 2013
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Estimados Agentes de Pastoral Familiar: Obispos, Sacerdotes, religiosos (as), Laicos (as) Comisiones Nacionales, Diocesanas y Parroquiales de Pastoral Familiar Comunidades de Pastoral Familiar Movimientos de Familia Institutos de Familia
Subsidio: Catequesis Precongresos Regionales: “Familia y desarrollo social para la vida plena y la comunión misionera” Estimados hermanos: Impulsados por el Espíritu de Aparecida, el Departamento de Familia, Vida y Juventud del CELAM, conjuntamente con el Instituto Pontificio Juan Pablo II y la Red de Institutos Latinoamericanos de Familia (REDIFAM) estamos emprendiendo el proyecto de “Redescubriendo la identidad de la Pastoral Familiar Latinoamericana para la Vida plena y la comunión misionera”. Proceso que está organizado en tres etapas: Precongresos Regionales (2013), Congreso Latinoamericano de Delegados Nacionales de Pastoral Familiar (2014), cuyo tema es: “Familia y desarrollo social para la vida plena y la comunión misionera”, y Postcongresos Regionales (2015); estas etapas corresponden a la metodología del VER – JUZGAR/ILUMINAR – ACTUAR, las etapas a su vez están pensadas en cuatro movimientos pedagógicos: FASCINAR – ESCUCHAR – DISCERNIR – CONVERTIR. Te invitamos a ser actor, autor y agente de este proyecto que, confiamos en Dios, nos conduzca a construir, comunitariamente, las “Orientaciones pastorales para la Pastoral Familiar Latinoamericana”. Con este fin, en esta etapa de Precongresos Regionales, en el movimiento del Fascinar – Escuchar, el Equipo coordinador ha diseñado unas catequesis, las que te hacemos llegar para que sirvan de reflexión y celebración en tus comunidades diocesanas y/o parroquiales, en los movimientos de familia y en las instancias que apuestan por la familia; así juntos, animados por un mismo espíritu, llevaremos adelante, con la gracia de Dios, este proyecto de Iglesia Latinoamericana. Este primer bloque de catequesis tiene por temáticas: 1. La familia en la construcción de una nueva sociedad. 2. La familia, el derecho – deber de educar a los hijos. 3. La familia escuela de comunión para anunciar la fe. 4. La familia en la doctrina social de la Iglesia. Carrera 5a. Nº 118-31 (Usaquén) - Tel: (57 1) 587 9710 - Fax: 587 9717 - Apartado Aéreo 51086 - Bogotá, D.C - Colombia E-MAIL:
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Su estructura busca ser insumo pastoral para reflexionar y celebrar, de ahí que su organización sea: 1. Acogida de los participantes con una oración Inicial 2. Presentación del tema con sus objetivos 3. Hecho de vida con pautas para reflexionar 4. Iluminación bíblica y preguntas para reflexionar 5. Iluminación doctrinal. 6. Desarrollo de la temática con preguntas para reflexionar 7. Acto celebrativo 8. Compromisos de vida (personal, familiar y eclesial) Sirva este Subsidio: “Catequesis Precongresos Regionales: Familia y desarrollo social para la vida plena y la comunión misionera” como insumo para favorecer la reflexión que nos conducirá a redescubrir la identidad de la Pastoral Familiar Latinoamericana.
Mons. Raúl Martín Obispo Auxiliar de Buenos Aires, Argentina Presidente del Departamento de Familia, Vida y Juventud CELAM
Mons. Juan José Pineda Obispo Auxiliar de Tegucigalpa, Honduras Delegado de la Región México – Centroamérica CELAM
Mons. Rubén González Obispo de Caguas, Puerto Rico Delegado de la Región Caribe CELAM
Mons. Mariano José Sandoval Parra Obispo de Ciudad Guayana, Venezuela Delegado de la Región Andina CELAM
Mons. Antonio Augusto Dias Duarte Obispo Auxiliar de Río de Janeiro, Brasil Delegado de la Región Cono Sur CELAM
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TEMA 1 LA FAMILIA EN LA CONSTRUCCIÓN DE UNA NUEVA SOCIEDAD 1. Acogida de los participantes: 1.1. Saludo de acogida por el facilitador: El Señor dice: “donde hay dos o más reunidos en mi nombre, allí estoy en medio de ellos”. Sintiendo, pues, en medio de nosotros la presencia viva de nuestro Señor Jesucristo, les damos la más cordial bienvenida a esta catequesis familiar. Los invitamos a rezar con mucha unción y devoción la oración que tienen en la hoja que se les entregó. 1.2. Oración inicial: Una familia feliz Señor Jesús, Tú viviste en una familia feliz. Haz de cada uno de nuestros hogares una morada de tu presencia, cálida y dichosa. Trae la paz y tranquilidad a todos sus miembros, la serenidad a nuestros nervios, el control a nuestras lenguas y la salud a nuestros cuerpos. Que los hijos sean y se sientan amados y se alejen de ellos para siempre la ingratitud y el egoísmo. Inunda, Señor, el corazón de los padres, de paciencia y comprensión, y de una generosidad sin límites. Extiende, Señor Dios, un toldo de amor para cobijar y refrescar, calentar y madurar a todos los hijos de la casa. Danos el pan de cada día, y aleja de nuestra casa el afán de exhibir, brillar y aparecer, líbranos de las vanidades mundanas y de las ambiciones que inquietan y roban la paz. Que la alegría brille en los ojos, la confianza abra todas las puertas, la dicha resplandezca como un sol; sea la paz la reina de cada hogar y la unidad su sólido entramado. Te lo pedimos a Ti que fuiste un hijo feliz en el hogar de Nazaret junto a María y José. Amén. 2. Presentación del tema con sus respectivos objetivos. Palabras del facilitador : El tema que vamos a desarrollar hoy día tiene como título: “La familia en la construcción de una nueva sociedad”. Veremos cómo al fundamentarse la sociedad en la familia, ésta debe poseer la riqueza de valores culturales, éticos, sociales, espirituales y religiosos para garantizar una sociedad estable, segura, en donde los ciudadanos sean conscientes de su propia dignidad, de la importancia de la solidaridad que constituyen la verdadera riqueza de una nación.
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Objetivo:
Lograr que la familia tome conciencia de su papel como constructora de una nueva sociedad, fundada en los valores humanos y cristianos.
3. Hecho de vida. La comunidad del Peñón está conformada por diversas tipologías de familias (divorciados y vueltos a unir, madres solteras, matrimonios consolidados con varios hijos, familias extendidas, entre otros.), en su mayoría con hijos en edades comprendidas entre los 6 meses y la adolescencia. Las familias Pérez, Delgado y Santana están preocupadas por la falta de respeto que se observa entre algunos adolescentes, el desinterés por los estudios, la aparente incursión en el alcohol y la falta de solidaridad entre los vecinos, lo que ha deteriorado el ambiente de la comunidad. Con el propósito de analizar la situación y buscar soluciones, deciden convocar a una reunión de vecinos. De las 60 familias convocadas sólo asisten 10; sin embargo, la motivación realizada les ánima a emprender juntos, cinco acciones que les pueden ayudar a transformar su comunidad. Para reflexionar: o Para lograr la transformación de la comunidad, ¿cuáles serían las cinco acciones que las familias deberían emprender? o Enumeren los valores que las familias de esta, o de cualquier comunidad deben fomentar para lograr cambios significativos. Otra opción: El facilitador reúne noticias de la prensa local y nacional que contengan sucesos de diversas índoles. Invita a los asistentes a reunirse en subgrupos, les hace entrega de una noticia a cada subgrupo y les pide que la lean y reflexionen sobre las siguientes preguntas: Para reflexionar:
¿Qué valores están ausentes en dichos sucesos? ¿Qué puede hacer la familia para prevenir esta situación? ¿Qué valores deben ser fomentados en las familias para lograr la construcción de una nueva sociedad?
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4. Iluminación bíblica: Stgo, 1, 27: “La religión verdadera y perfecta ante Dios, nuestro Padre, consiste en esto: ayudar a los huérfanos y a las viudas en sus necesidades y no dejarse contaminar por la corrupción de este mundo”. Preguntas para reflexionar:
¿Es nuestra sociedad solidaria con los menos favorecidos? ¿Nuestras familias realmente se esmeran por cuidar y proteger a los más pequeños y mayores? ¿Qué podemos hacer para cumplir con el designio de Dios, acerca de la familia y la sociedad?
5. Iluminación doctrinal: El Catecismo de la Iglesia Católica, en el numeral 2207 señala: “La familia es la célula original de la vida social. Es la sociedad natural en que el hombre y la mujer son llamados al don de sí en el amor y en el don de la vida. La autoridad, la estabilidad y la vida de relación en el seno de la familia constituyen los fundamentos de la libertad, de la seguridad, de la fraternidad en el seno de la sociedad. La familia es la comunidad en la que, desde la infancia, se pueden aprender los valores morales, se comienza a honrar a Dios y a usar bien de la libertad. La vida de familia es iniciación a la vida en sociedad.” 6. Desarrollo de la temática: La Familia en la construcción de una nueva sociedad La familia es hoy un tema de actualidad, ha pasado a ser materia de debate y discusión; así como de preocupación colectiva hasta el punto de inducir a los poderes públicos a reflexionar, decidir y tomar posición sobre el futuro de la institución familiar. Las razones son múltiples, se percibe que “algo importante pasa” con lo que hasta ahora se ha denominado “la célula fundamental de toda sociedad”. La familia parece estar en medio de una profunda crisis ideológica y existencial.
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Basta abrir las páginas de los diarios para reconocer los elementos desestabilizadores de dicha institución originaria: la violencia extra e intrafamiliar, la desarticulación de los hogares por causa del divorcio, la sustitución del vínculo matrimonial por las uniones de hecho, la banalización de la sexualidad, las presiones que se ejercen para que se equiparen las uniones homosexuales con el matrimonio civil y sacramental, la ideología de género ahora aceptada y promovida desde instancias internacionales y la cultura de la muerte que se ensaña contra los más indefensos dentro del vientre materno hasta los que son discriminados por alguna discapacidad o por vejez. La sociedad de hoy está empezando a reconocer con más profundidad el importante papel social que juega la familia, que familias estables y fundamentadas en valores morales, producen sociedades estables y seguras así como también buenos ciudadanos. La mayor riqueza de un país está en sus ciudadanos, más aún cuando éstos viven, valoran y resguardan la dignidad de la persona humana en el sagrado ámbito del hogar familiar. Se puede llegar a la conclusión, sin temor a equivocarse, que si cambia la familia, cambia también la sociedad, para bien o para mal. En el Documento de Aparecida, numeral 114: reza lo siguiente: “Afirma el Papa Benedicto XVI que la familia “patrimonio de la humanidad, constituye uno de los tesoros más importantes de los pueblos latinoamericanos y caribeños. Ella ha sido y es escuela de la fe, palestra de valores humanos y cívicos, hogar en que la vida humana nace y se acoge generosa y responsablemente. La familia es insustituible para la serenidad personal y para la educación de los hijos.” En la Carta de los derechos de la Familia encontramos que: “La familia constituye, más que una unidad jurídica, social y económica, una comunidad de amor y de solidaridad, insustituible para la enseñanza y transmisión de los valores culturales, éticos, sociales, espirituales y religiosos, esenciales para el desarrollo y bienestar de sus propios miembros y de la sociedad.” “La sociedad y de modo particular el Estado y las Organizaciones Internacionales, deben proteger la familia con medidas de carácter político, económico, social y jurídico, que contribuyan a consolidar la unidad y la estabilidad de la familia para que pueda cumplir su función específica.” En conclusión, podemos afirmar, sin lugar a dudas, que la esperanza de una nueva sociedad, “pasa” por el misterio, riqueza, dignidad de la familia humana, imagen de un Dios que es familia trinitaria y realidad perfectísima de amor, felicidad y armonía. Por lo tanto, “Familia: ¡se lo que eres!” Carrera 5a. Nº 118-31 (Usaquén) - Tel: (57 1) 587 9710 - Fax: 587 9717 - Apartado Aéreo 51086 - Bogotá, D.C - Colombia E-MAIL:
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Preguntas para reflexionar: o ¿Cuáles serían las razones por las cuales ha aumentado el porcentaje de divorcios en las sociedades modernas? o ¿De qué manera afecta a la institución familiar, la legalización de las uniones homosexuales? o ¿Creen ustedes que las familias están conscientes de su protagonismo como elemento de sustentación de la sociedad? o Cuando se habla de la familia como constructora de una nueva sociedad, ¿cuál sería su responsabilidad, como familia, en esta afirmación? 7. Acto celebrativo: El facilitador elaborará en cartulina una casita por cada familia asistente; así mismo, elaborará un gran cartel con un dibujo de un ambiente natural (árboles, grama, montañas, rio). Para el acto celebrativo le entrega a cada familia una casita y les indica que deben escribir en ella, su apellido y un valor que pueda ayudar a construir una nueva sociedad. Luego, los invita a realizar un sencillo gesto que consistirá en identificarse con su apellido, escoger el lugar donde colocarán su casa, pegarla en el cartel del ambiente natural, expresando lo que representa para ellos el valor escrito. Por ejemplo dirán: “Nosotros somos la familia Garrachán, y queremos colocar nuestra casa cerca del río donde se destaque el valor de… para ayudar a construir una sociedad más justa y solidaria”. Finalmente, con la guía del facilitador agradecen a Dios por lo vívido en la experiencia y por el mensaje que Él les ha regalado. 8. Compromisos (personal, familiar y eclesial) El facilitador guía a las familias para que reflexionen en silencio sobre los compromisos que asumirán de forma personal, familiar y eclesial. Seguidamente le entrega a cada familia la hoja en blanco para que escriban sus compromisos. Seguidamente, el facilitador ánima a las familias para que compartan espontáneamente los compromisos adquiridos. Para cerrar la experiencia, lee el siguiente texto: “El árbol se conoce por sus frutos. Volviendo la mirada hacia la Sagrada Familia de Nazaret podemos redescubrir y admirar los frutos elocuentes de una educación en la que se percibe con toda nitidez una corriente de amor, comprensión, paciencia, dedicación y contemplación del Hijo del Hombre nacido y educado en el seno de una familia y que dio inicio a la nueva humanidad.” Luego, invita a los asistentes a tomarse de la mano y rezar un Padre Nuestro, un Ave María y el Gloria. Finalizan con un abrazo de paz. Carrera 5a. Nº 118-31 (Usaquén) - Tel: (57 1) 587 9710 - Fax: 587 9717 - Apartado Aéreo 51086 - Bogotá, D.C - Colombia E-MAIL:
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TEMA 2 LA FAMILIA, EL DERECHO – DEBER DE EDUCAR A LOS HIJOS 1. Acogida de los participantes: El facilitador debe preparar el lugar de reunión de la catequesis familiar con una buena ambientación, en cuanto al cartel de bienvenida con el título del tema, la disposición correcta de las sillas, una mesita con mantel donde se encuentre entronizada la Biblia, pequeño florero, y velón; así como la instalación de los equipos y el material requerido (control de asistencia, distintivos, hoja con oraciones, entre otros). Una vez preparado el salón, el facilitador recibirá a los asistentes con una expresión cálida y acogedora, entregándole a cada uno el material correspondiente. Es aconsejable que el facilitador cuente con un colaborador, como mínimo. 1.1.
Saludo de acogida:
“Queridas familias, en nombre del equipo organizador y del Señor Párroco, les damos la bienvenida. Sentimos mucha alegría porque ustedes han aceptado la invitación que nuestro Señor Jesús ha hecho a sus corazones” 1.2.
Oración inicial: Oración por la familia
Padre de todos los hombres, bendice a nuestras familias. Que la comunicación entre los esposos sea sincera, profunda y respetuosa. Ayúdales a saberse colaboradores tuyos en la transmisión de la vida. Que los padres acierten en la educación de los hijos. Que los hermanos se acepten unos a otros y que compartan lo que son y lo que tienen. Ayúdalos a fortalecer la familia en el seno de la cual vivimos y a todas las familias donde se genera y fragua el hombre nuevo para una nueva sociedad. Perdónanos nuestros errores y danos lucidez, fuerza y esperanza en las adversidades. Por Cristo, nuestro Señor. Amen. María, Madre de la Iglesia, Ruega por nosotros.
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2. Presentación del tema con sus respectivos objetivos. El facilitador dirá: hoy trataremos el Tema: “La Familia, el derecho – deber de educar a los hijos”. En primer lugar, el derecho irrenunciable que tiene la familia, y específicamente los padres, de educar a los hijos conforme a sus convicciones morales y religiosas, teniendo presente las tradiciones culturales de la familia que favorecen el bien y la dignidad de los hijos; así mismo trataremos, el deber de educar a los hijos como una responsabilidad indelegable basada en su dimensión procreativa. Objetivos: Lograr que la familia reconozca su derecho fundamental como educadora de los hijos a través de la transmisión de los valores humanos y cristianos que garanticen su dignidad y pleno desarrollo. Que la familia, como iglesia doméstica, tome conciencia y asuma su deber como formadora de personas, educadora de la fe y cuna del más rico humanismo. 3. Hecho de vida Eduardo y Josefina tienen 6 años de casados y dos hijos: María José de 5 años y Pedrito de 2 años. Eduardo aunque es obrero calificado, no gana lo suficiente para cubrir las necesidades de la familia, por lo cual, Josefina decidió buscar un empleo como recepcionista. Ambos salen a trabajar muy temprano en la mañana y regresan al final de la tarde al hogar. A causa de esta situación, se han visto en la necesidad de inscribir a sus hijos en un preescolar - guardería para que reciban la atención que ellos no pueden brindarle; sin embargo, después de 3 meses observan que María José está presentando un cambio en su conducta, manifestada por llanto frecuente, mal humor y rechazo a algunos alimentos. Igualmente se les presenta un problema a la hora de dormir con Pedrito porque se mantiene inquieto y le cuesta conciliar el sueño. Cuando intentan indagar en la guardería sobre la atención que reciben los hijos, se les informa que son atendidos por una cuidadora que los baña, los “ayuda” para que acepten toda la comida y los hacen dormir 2 o más horas en la tarde. Los padres preocupados por la situación piden consejo para solucionar el problema. Para reflexionar: ¿Estos padres están ejerciendo su derecho y deber de educar? Analicen la situación, elaboren un listado de las posibles causas y las recomendaciones para solucionar el problema.
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4. Iluminación bíblica: Efesios 5,31 – 33. 6, 4 “La Escritura dice: Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre para unirse con su esposa y los dos formarán un solo ser (…) Ustedes, padres, no sean pesados con sus hijos, sino más bien edúquenlos usando las correcciones y advertencias que pueda inspirar el Señor”. Preguntas para reflexionar: ¿En el Plan de Dios cómo se forma la familia? ¿Cuáles son los derechos y deberes de la familia con respecto a sus hijos? Cuestionando mi propia familia: ¿estamos cumpliendo con las responsabilidades para el bien común de sus miembros? 5. Iluminación doctrinal: Para la iluminación doctrinal del tema que vamos a desarrollar, revisaremos algunos numerales del Catecismo de la Iglesia Católica que nos permiten ubicar a la familia en el Plan de Dios. En cuanto a la naturaleza de la familia: Numeral 2203: Al crear al hombre y a la mujer, Dios instituyó la familia humana y la dotó de su constitución fundamental. Sus miembros son personas iguales en dignidad. Para el bien común de sus miembros y de la sociedad, la familia implica una diversidad de responsabilidades, de derechos y de deberes. En cuanto a la familia cristiana: Numeral 2206: Las relaciones en el seno de la familia entrañan una afinidad de sentimientos, afectos e intereses que provienen sobre todo del mutuo respeto de las personas. La familia es una “comunidad privilegiada” llamada a realizar un “propósito común de los esposos y una cooperación diligente de los padres en la educación de los hijos. En relación a los deberes de los miembros de la familia: Numeral 2216: El respeto filial se expresa en la docilidad y la obediencia verdaderas. “Guarda, hijo mío, el mandato de tu padre y no desprecies la lección de tu madre… en tus pasos ellos serán tu guía; cuando te acuestes, velarán por ti; conversarán contigo al despertar” (Pr 6, 20-22). “El hijo sabio ama la instrucción, el arrogante no escucha la reprensión” (Pr 13, 1). Numeral 2221: La fecundidad del amor conyugal no se reduce a la sola procreación de los hijos, sino que debe extenderse también a su educación moral y a su formación espiritual. El papel de los padres en la educación “tiene tanto peso que, cuando falta, difícilmente Carrera 5a. Nº 118-31 (Usaquén) - Tel: (57 1) 587 9710 - Fax: 587 9717 - Apartado Aéreo 51086 - Bogotá, D.C - Colombia E-MAIL:
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puede suplirse”. El derecho y el deber de la educación son para los padres primordiales e inalienables. 6. Desarrollo de la temática: La Familia, el derecho – deber de educar a los hijos. La institución familiar transita hoy por tiempos difíciles en los que la proliferación de anti valores o de nuevas “estructuras de pecado”, se han hecho presentes de manera más evidente a finales del siglo XX e inicios del siglo XXI. En este escenario se hace necesario revisar, tomar consciencia y asumir el tema de los derechos y deberes de la familia en cuanto a su propia y natural vocación educativa. Educar no es fácil, sobre todo, al ser humano dotado por el Creador de cualidades únicas como la libre determinación, la creatividad, la capacidad de expresar sus pensamientos y sus artes, las ansias de infinito y la capacidad de amar como su máxima y plena realización. La conjunción de estos elementos extraordinarios no vienen “ya dados”, le corresponde a los progenitores, la misión fundamental de ayudar a sus hijos en construir el edificio de una personalidad única e irrepetible, con una clara vocación enmarcada en los valores emanados de la Fe, el buen juicio y comprometidos con su familia, su patria y el complejo mundo que lo circunda. Educar significa etimológicamente: sacar fuera, llevar hacia el exterior, como el buen Pastor, que “a sus ovejas las llama una por una y las saca fuera” (Jn. 10,3). La creatura humana necesita ser educada, sólo se puede educar al ser humano; al animal se lo amaestra. Esta educación debe ser impartida desde las fuentes de la comprensión, el afecto y el respeto a ese ser que crece día a día frente a los ojos de sus padres. Como decíamos anteriormente: hoy, educar no es fácil. Con esto nos referimos al surgimiento de nuevas formas de familias que por estar caracterizadas por una actitud individualista, legalista y relativista han delegado buena parte de la educación de sus hijos al azar de la educación gubernamental, de los medios de comunicación de masas, de nuevas doctrinas y de otras instancias o personas que no garantizan una verdadera y saludable formación integral y personalista de los hijos de cara a su propio futuro. De manera profética, la Iglesia ya se pronunciaba en 1983 con la « Carta de los Derechos de la Familia » en la que refleja el pensamiento de la Iglesia sobre la materia. De igual forma, Carrera 5a. Nº 118-31 (Usaquén) - Tel: (57 1) 587 9710 - Fax: 587 9717 - Apartado Aéreo 51086 - Bogotá, D.C - Colombia E-MAIL:
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merece retomar la riqueza del Documento “Familiaris Consortio” para iluminar el camino por el que transita la familia de hoy. Derecho y deber educativo de la familia: La familia y específicamente los padres, son los principales educadores de sus hijos por derecho propio. Este derecho viene de la mano, desde el comienzo de los tiempos y de las primeras sociedades humanas. El padre pone sus ojos en sus hijos desde el momento en que le ve salir a la luz. La natural e instintiva reacción de acoger a la creatura de sus entrañas y de brindarle todo lo necesario para sostener su vida es acompañada con la intención de transmitirle también todo lo mejor de sí para acompañarlo en su crecimiento y subsistencia como miembro valioso de su familia. El derecho de educar a los hijos no es pues, un derecho otorgado ni decidido por las leyes, el grupo social o los gobiernos. Este derecho paternal tiene su origen en la “imagen y semejanza de Dios” que nos ha sido dada como gracia. Dios Padre ha sido y sigue siendo quien, por amor, ha tomado la iniciativa de educar al hombre en su recorrido por la historia con su Palabra y con sus obras maravillosas. Alentándolo en sus aciertos y ayudándolo a levantarse en sus caídas y desaciertos encaminándolo así a descubrir el verdadero rostro de su creador. El derecho de los padres a educar a los hijos es insustituible, inalienable, irrenunciable e intransferible, porque son los padres quienes conocen y aman verdaderamente a sus hijos, a cada uno, no importa cuántos sean. Este conocimiento y este lazo tejido por los afectos y el conocimiento profundo de los hijos no pueden ser pasados o trasladado a otro o a otros sin perder su carácter único y real. Ningún poder humano puede exigir a los padres la renuncia, total o parcialmente a ser los primeros y principales educadores de sus hijos, aun cuando sean argumentadas o justificadas todas las razones para ello o en el nombre de doctrinas, creencias o ideologías que se le quiera imponer. Por lo tanto, son los padres los responsables primarios de la educación de sus hijos. Es su deber dar testimonio de esta responsabilidad con la creación de un hogar, donde se vivan los valores humanos y cristianos. Como lo enuncia el Catecismo de la Iglesia Católica en su numeral 2223: (…) “El hogar es un lugar apropiado para la educación de las virtudes. Esta requiere el aprendizaje de la abnegación, de un sano juicio, del dominio de sí, condiciones de toda libertad verdadera. Los padres han de enseñar a los hijos a subordinar las dimensiones materiales e instintivas a las interiores espirituales. Es una grave responsabilidad para los padres dar buenos ejemplos a sus hijos. Sabiendo reconocer ante sus hijos sus propios defectos, se hacen más aptos para guiarlos y corregirlos”. Preguntas para reflexionar: Carrera 5a. Nº 118-31 (Usaquén) - Tel: (57 1) 587 9710 - Fax: 587 9717 - Apartado Aéreo 51086 - Bogotá, D.C - Colombia E-MAIL:
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Analizando la situación de la familia en el mundo en que vivimos, ¿cuáles factores influyen negativamente en la educación de los hijos? ¿Por qué los padres son los responsables directos de la educación de los hijos? ¿Cómo puede la familia ejercer ese deber y derecho de educar a los hijos?
7. Acto celebrativo: El facilitador preparará velitas en pequeños frascos para entregarle una a cada familia, e inmediatamente los invitará para realizar un sencillo gesto para celebrar el mensaje que se ha recibido. Se encienden las velitas y en orden, cada familia levantando sus brazos hacia el cielo, agradece a Dios por todo lo vívido en la experiencia y el mensaje recibido. 8. Compromisos (personal, familiar y eclesial) El facilitador guía a las familias para que reflexionen en silencio sobre los compromisos que asumirán de forma personal, familiar y eclesial. Seguidamente le entrega a cada familia la Hoja compromiso para que la llenen. HOJA DE COMPROMISOS Nosotros, la familia: _____________________________________________, nos comprometemos: Como esposos a:___________________________________________________ Como padre a: _____________________________________________________ Como madre a ____________________________________________________ Como hijo (a) a: ____________________________________________________ Como familia a: ____________________________________________________ Como miembros de la Iglesia a: _____________________________________ Firman los miembros de la familia
El facilitador abre un espacio para que las familias compartan espontáneamente los compromisos adquiridos. Carrera 5a. Nº 118-31 (Usaquén) - Tel: (57 1) 587 9710 - Fax: 587 9717 - Apartado Aéreo 51086 - Bogotá, D.C - Colombia E-MAIL:
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Finalmente, invita a los asistentes a formar un gran círculo, tomados de la mano y rezan un Padre Nuestro, un Ave María y Gloria. BIBLIOGRAFIA: -
Catecismo de la Iglesia Católica, numerales del 2201 al 2206, 2214 al 2231. “Carta de los Derechos de la Familia”, Documento de la Santa Sede, 1980 “Diagnóstico sobre la familia”, Juan Manuel Burgos, Biblioteca Palabra, N° 26, 2004 “Documento de Aparecida”, V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, mayo 2007. “Familiaris Consortio”, Documento de la Santa Sede “La Familia, Formadora en los Valores Humanos y Cristianos”, VI Encuentro Mundial de las Familias en el marco del Congreso Teológico Pastoral, UCAM, 2010 Sagrada Escritura
TEMA 3 LA FAMILIA ESCUELA DE COMUNIÓN PARA ANUNCIAR LA FE Carrera 5a. Nº 118-31 (Usaquén) - Tel: (57 1) 587 9710 - Fax: 587 9717 - Apartado Aéreo 51086 - Bogotá, D.C - Colombia E-MAIL:
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1. Acogida de los participantes y oración inicial El coordinador del encuentro acoge a todos los participantes, les da la bienvenida y los invita a ubicarse cómodamente el sitio preparado para la reunión. Inicia motivándolos para que se saluden amablemente y se presenten los que no se conocen, este primer paso es importante para ambientar el tema que se va a tratar. Luego se entonan algunos cantos para motivar la participación y la alegría en el grupo. Después de la ambientación se hace una oración personal y comunitaria. “Donde dos o más estén reunidos en mi nombre allí estaré yo en medio de ellos”. Nos reunimos en nombre del Señor e invocamos la presencia de su Espíritu para que nos ilumine, nos oriente y nos conduzca hacia la verdad plena. Acojamos al Señor y dispongámonos a vivir este momento de gracia y de comunión entre nosotros. Invoquemos con mucha fe a nuestro Padre común: Padre nuestro……… Ave María y Gloria al Padre……. 2. Presentación del tema con su respectivo objetivo Objetivo: El objetivo principal de este encuentro es profundizar en el compromiso que tiene la familia de vivir la comunión entre sus miembros para construir la pequeña iglesia donde se vivencie la experiencia de Dios y se anuncie la fe a las demás familias y en especial a las nuevas generaciones. 3. Hecho de vida: Alguna experiencia o narración que motive y ambiente el desarrollo de la temática. Cuenta la leyenda que una mujer pobre con un niño en los brazos, pasando delante de una caverna escuchó una voz misteriosa que allá adentro le decía: -”Entra y toma todo lo que desees, pero no te olvides de lo principal. Pero recuerda algo: después que salgas, la puerta se cerrará para siempre. Por lo tanto, aprovecha la oportunidad, pero no te olvides de lo principal…” La mujer entró en la caverna y encontró muchas riquezas. Fascinada por el oro y por las joyas, puso al niño en el piso y empezó a juntar, ansiosamente, todo lo que podía en su delantal. La voz misteriosa habló nuevamente. -“Tienes solo ocho minutos…” Agotados los ocho minutos, la mujer cargada de oro y piedras preciosas, corrió hacia fuera de la caverna y la puerta se cerró…..Recordó, entonces, que el niño quedó adentro y la Carrera 5a. Nº 118-31 (Usaquén) - Tel: (57 1) 587 9710 - Fax: 587 9717 - Apartado Aéreo 51086 - Bogotá, D.C - Colombia E-MAIL:
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puerta estaba cerrada para siempre. La riqueza duró poco y la desesperación… ¡para el resto de su vida! Lo mismo ocurre, a veces, con nosotros. Tenemos unos 80 años para vivir en este mundo y una voz siempre nos advierte: “Y No te olvides de lo principal!” Y lo principal son los valores espirituales, la oración, la vigilancia, la familia, los amigos, la vida. Pero la ganancia, la riqueza, los placeres materiales nos fascinan tanto que lo principal siempre se queda a un lado…. Así agotamos nuestro tiempo aquí, y dejamos a un lado lo esencial. “Los tesoros del alma!”. Que jamás nos olvidemos que la vida en este mundo, pasa rápido y que la muerte llega inesperadamente. Y que cuando la puerta de esta vida se cierra para nosotros, de nada valdrán las lamentaciones. Ahora….piensa por un momento que es lo principal en tu vida…… ¿Qué es lo que realmente vale la pena en tu hogar, en tus relaciones, en general en tu vida de familia? 4. Iluminación bíblica. Rom 8, 9 -17 “Mas ustedes no viven según la carne, sino según el espíritu, ya que el Espíritu de Dios habita en ustedes. El que no tiene el Espíritu de Cristo, no le pertenece; mas si Cristo está en ustedes, aunque el cuerpo haya muerto ya a causa del pecado, el espíritu es vida a causa de la justicia. Y si el Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en ustedes, Aquel que resucitó a Cristo de entre los muertos dará también la vida a sus cuerpos mortales por su Espíritu que habita en ustedes. En efecto, todos los que se dejan guiar por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. Y ustedes no han recibido un espíritu de esclavos para recaer en el temor, antes bien, han recibido un espíritu de hijos adoptivos que nos hace exclamar: ¡Abbá, Padre! El Espíritu mismo se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios. Y, si hijos, también herederos: herederos de Dios y coherederos de Cristo, si compartimos sus sufrimientos, para ser también con él glorificados” 5. Iluminación doctrinal o profundización del mensaje: "Así la promoción de una auténtica y madura comunión de personas en la familia se convierte en la primera e insustituible escuela de socialización, ejemplo y estímulo para las relaciones comunitarias más amplias en un clima de respeto, justicia, diálogo y amor" (Familiaris consortio 43). Si relacionamos la narración inicial en donde se nos pide buscar lo esencial, lo más importante para nuestra familia y el texto bíblico, encontramos que lo primordial que no debemos olvidar en nuestra familia es la presencia del espíritu del Señor Carrera 5a. Nº 118-31 (Usaquén) - Tel: (57 1) 587 9710 - Fax: 587 9717 - Apartado Aéreo 51086 - Bogotá, D.C - Colombia E-MAIL:
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que hace posible la unidad, la integración y la vivencia de los valores fundamentales de una auténtica familia según el plan de Dios. Este espíritu que marca nuestra existencia hace que desde la familia, primera comunidad, los creyentes aprendemos a reconocer a los demás como hermanos, a aceptarlos y vivir y compartir con ellos la misma fe. La Iglesia y toda la humanidad están llamadas a ser la gran familia de Dios, desde la experiencia del amor de Dios, "quien nos ha amado primero", para que todos nos amemos unos a otros. En la familia, tenemos la primera experiencia del amor de Dios, allí aprendemos a reconocer al único y verdadero Dios y a los demás como hermanos. La pequeña Iglesia es la escuela para vivir la dimensión comunitaria que identifica a toda la Iglesia, expresada en la comunidad parroquial y diocesana. El Magisterio de la Iglesia presenta la vivencia del amor en el ámbito de la familia en cuatro rostros, que corresponden a los roles propios de los diferentes miembros que la integran. El rostro de la esponsalidad, que hace referencia al amor y la unión entre los esposos, un rostro que debe estar caracterizado por la donación, la fidelidad y la indisolubilidad; el rostro de la maternidad-paternidad que corresponde al fruto del amor esponsal, la proyección gozosa de un amor que se prolonga en el tiempo y el espacio y enriquece la sociedad y la Iglesia con nuevos miembros; el rostro de la filiación, primera y fundamental experiencia de todo ser humano, ser y sentirse hijo; el rostro de la fraternidad, acoger a los otros, ser con los demás, aprender a reconocer a todo hombre como mi hermano, mi hermana. Será una verdadera escuela de comunión para anunciar la fe en la medida en que se busca la integración y la vivencia de estos rostros del amor que dan dinamismo positivo a la comunidad familiar. Cuando se permite que, el matrimonio y la familia pierdan su carácter institucional, para convertirse en algo incierto y sin identidad propia, estamos condenando la sociedad a un conjunto de individuos que no poseen ningún sentido de pertenencia, sin compromiso para la construcción de la humanidad como tal, podríamos decir, que aceleramos un proceso que solo el ser humano puede protagonizar, su deshumanización. De otra parte, la familia, conservando su integridad, ha de asumir con toda responsabilidad el papel que le corresponde en la construcción del mundo. Esto es posible, cuando ella conserva y exige que se le respete su identidad y su integridad. "La comunión espiritual de las familias cristianas, enraizadas en la fe y esperanza común y vivificadas por la caridad, constituye una energía interior que origina, difunde y desarrolla justicia, reconciliación, fraternidad y paz entre los hombres. La familia cristiana, como «pequeña iglesia», está llamada a semejanza de la «gran Iglesia», a ser signo de unidad para
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el mundo y a ejercer de ese modo su función profética, dando testimonio del Reino y de la paz de Cristo, hacia el cual el mundo entero está en camino" (FC 48). 1.
¿Qué propuestas podemos hacer para que en nuestras familias continuemos trabajando intensamente por la integración y la verdadera comunión? 2. ¿Qué aspectos debemos asumir para fomentar más la espiritualidad matrimonial y familiar? 3. ¿Qué actividades, como familia, debemos realizar con cierta frecuencia para impulsar la unión y la integración entre los miembros del hogar? 4. ¿De qué manera práctica la familia puede hoy transmitir la fe a las nuevas generaciones de una forma atractiva y convincente? 6. Acto celebrativo: Muchos de los comportamientos de las personas causan conflictos, desintegración y resentimientos en la vida del hogar. Cada uno de los participantes debe escribir en una hoja las ofensas más grandes que ha hecho a la familia y en signo de reconocimiento y súplica de perdón, quemarlas en una pequeña hoguera. Deben hacerlo así en la reunión o en la familia misma. Concluir con unas súplicas de perdón. 7. Compromisos: El facilitador guía a las familias para que reflexionen en silencio sobre los compromisos que asumirán de forma personal, familiar y eclesial. Seguidamente le entrega a cada familia la Hoja compromiso para que la llenen. HOJA DE COMPROMISOS Nosotros, la familia: _____________________________________________, nos comprometemos: Como esposos a:___________________________________________________ Como padre a: _____________________________________________________ Como madre a ____________________________________________________ Como hijo (a) a: ____________________________________________________ Como familia a: ____________________________________________________ Como miembros de la Iglesia a: _____________________________________ Firman los miembros de la familia
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El facilitador abre un espacio para que las familias compartan espontáneamente los compromisos adquiridos. TEMA 4 LA FAMILIA EN LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA 1. Acogida de los participantes y oración inicial El coordinador del encuentro recibe a los participantes con alegría y fraternidad y motivándolos a todos para que se saluden y compartan un momento sobre sus experiencias del día. Apenas se han reunidos todos se da comienzo a la oración. “Gracias Señor por estar presente entre nosotros que nos reunimos en tu nombre. Gracias por permitirnos vivir la experiencia de familia. Invocamos tu gracia y tu bendición sobre todos nosotros y nuestras familias. Asiste a quienes sufren soledad, enfermedad, abandono, secuestro o desplazamiento. Ayúdanos para que podamos tener un corazón abierto a las necesidades de nuestros hermanos”. Oración para vivir en paz en la Familia Señor, Dios nuestro, tú nos has elegido para ser tus santos y tus predilectos. Revístenos de sentimientos de misericordia, de bondad, de humildad, de dulzura, de paciencia. Ayúdanos a sobrellevarnos los unos a los otros cuando tenemos algún motivo de queja, lo mismo que tú, Señor, nos has perdonado. Sobre todo, danos esa caridad, que es el vínculo de perfección. Que la paz de Cristo brille en nuestros corazones. Esa paz que debe reinar en la unidad de tu cuerpo místico. Que todo cuanto hagamos, en palabras o en obras, sean en nombre del Señor Jesús, por quien sean dadas gracias a ti, Dios Padre y Señor nuestro. Amén. 2. Presentación del tema con su respectivo objetivo: Objetivo: En este encuentro vamos a profundizar el tema de la familia mirada desde la Doctrina Social de la Iglesia católica. El objetivo principal de nuestra reunión es reflexionar sobre el ser y la misión de la familia en el ámbito de la sociedad, como célula primera y fundamental de todo el tejido social.
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3. Hecho de vida: Un científico, que vivía preocupado con los problemas del mundo, estaba resuelto a encontrar los medios para aminorarlos. Pasaba días en su laboratorio en busca de respuestas para sus dudas. Cierto día, su hijo de 7 años invadió su santuario decidido a ayudarlo a trabajar. El científico, nervioso por la interrupción, le pidió al niño que fuese a jugar a otro lugar. Viendo que era imposible sacarlo, el padre pensó en algo que pudiese darle con el objetivo de distraer su atención. De repente se encontró con una revista en donde venía el mapa del mundo ¡Justo lo que precisaba! Con unas tijeras recortó el mapa en varios pedazos y junto con un rollo de cinta se lo entregó a su hijo diciendo: -”Como te gustan los rompecabezas, te voy a dar el mundo todo roto, para que lo repares sin ayuda de nadie”. Entonces calculó que al pequeño le llevaría días componer el mapa, pero no fue así. Pasadas algunas horas, escuchó la voz del niño que lo llamaba calmadamente. -”Papá, ya hice todo, conseguí terminarlo”. Al principio el padre no dio crédito a las palabras del niño. Pensó que sería imposible que, a su edad, hubiera conseguido recomponer un mapa que jamás había visto antes. Desconfiado, el científico levantó la vista de sus anotaciones con la certeza de que vería el trabajo digno de un niño. Para su sorpresa, el mapa estaba completo. Todos los pedazos habían sido colocados en sus debidos lugares. ¿Cómo era posible? ¿Cómo el niño había sido capaz? -Hijito, tú no sabías cómo era el mundo, ¿cómo lograste armarlo? -Papá, yo no sabía cómo era el mundo, pero cuando sacaste el mapa de la revista para recortarlo, vi que del otro lado estaba la figura de un hombre… Así que di vuelta a los recortes y comencé a recomponer al hombre, que si sabía cómo era. Cuando conseguí arreglar al hombre, di vuelta a la hoja y vi que había arreglado al mundo.
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4. Iluminación bíblica. Efesios 5, 31 – 6, 4 La Escritura dice: Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre para unirse con su esposa y los dos formarán un solo cuerpo. Es éste un misterio muy grande, pues lo refiero a Cristo y a la Iglesia. En cuanto a ustedes, cada uno ame a su esposa como a sí mismo, y la mujer, a su vez, respete a su marido. Hijos obedezcan a sus padres, pues esto es un deber: Honra a tu padre y a tu madre. Es, además, el primer mandamiento que va acompañado de una promesa: para que seas feliz y goces de larga vida en la tierra. Y ustedes, padres, no sean pesados con sus hijos, sino más bien edúquenlos usando las correcciones y advertencias que pueda inspirar el Señor. 5. Iluminación doctrinal o profundización del mensaje: En la narración del hecho de vida nos enseñan que para recomponer el mundo es necesario reconstruir al hombre. Ahora nosotros podemos decir que para reconstruir la sociedad es necesario recomponer la familia, restaurar el tejido interno de sus relaciones y el compromiso de quienes cumplen diferentes roles en la comunidad familiar. "De la familia nacen los ciudadanos, y éstos encuentran en ella la primera escuela de esas virtudes sociales, que son el alma de la vida y del desarrollo de la sociedad misma" (Familiaris Consortio 42). La familia tiene una función social y como tal debe ser reconocida, pues ella no existe para sí misma, sino que es la "célula primera y fundamental de la sociedad". De aquí podemos deducir y entrar a profundizar la visión que la Doctrina Social tiene sobre la familia. 1. La familia, fundada en el matrimonio entre un varón y una mujer, es una institución natural ordenada al bien de toda la sociedad. Aún más el magisterio de la Iglesia la ha presentado siempre como “patrimonio de la humanidad”. Esto significa que supera los límites estrechos de un pacto privado, de un asunto cerrado entre dos personas que poca incidencia tienen en el ámbito social. La familia es importante y central en relación a la persona, pues allí nace y crece todo ser humano. Cuando nace un niño la sociedad toda recibe el regalo de una nueva persona, que está llamada a la comunión con los demás y a aportar lo mejor de sí a los demás. De igual manera el bien de las personas y el buen funcionamiento de la sociedad están estrechamente relacionados con la prosperidad de la comunidad conyugal y familiar. Si a la familia le va bien, indiscutiblemente que a la sociedad le irá mejor. Es una relación íntima que reclama reciprocidad y complementariedad. Carrera 5a. Nº 118-31 (Usaquén) - Tel: (57 1) 587 9710 - Fax: 587 9717 - Apartado Aéreo 51086 - Bogotá, D.C - Colombia E-MAIL:
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2. La subjetividad social de la familia. La Doctrina Social de la Iglesia nos indica que la experiencia fundamental que constituye un matrimonio y una familia es el amor. “El amor hace que el hombre se realice mediante la entrega sincera de sí mismo. Amar significa dar y recibir lo que no se puede comprar y vender, sino sólo regalar libre y recíprocamente” (Juan Pablo II Carta a las familias, 11). Esta experiencia del amor como donación, tiene en el interior de la familia cuatro rostros que expresan la plena vivencia del amor en esta comunidad de vida: el rostro de la conyugalidad que manifiesta el amor generoso, entregado y fiel de los esposos; el rostro de la paternidad-maternidad mediante el cual el ser humano genera vida, el amor se proyecta en nuevos miembros para la sociedad, es también un amor de donación generosa y de responsabilidad personal y social; el rostro de la filiación, que es una amor de agradecimiento, de reconocimiento y acatamiento y el rostro de la fraternidad, que es la vivencia del amor con otros aprendiendo a vivir en sociedad y a compartir con otros. 3. La familia procrea y educa. Tarea fundamental del matrimonio y de la familia es participar en la obra creadora de Dios, engendrando nuevas vidas. Es una responsabilidad social, pues el amor entre los esposos no está destinado a mantenerse cerrado en un egoísmo a dos (aunque para muchas personas en la sociedad actual esto parece muy normal y hasta lo definen como un derecho). El ejercicio del don de procrear lleva a los esposos a recibir el regalo divino de engendrar una nueva vida que está llamada a realizarse en plenitud y frente a lo cual la familia tiene el derecho-deber de facilitar su educación. Esta responsabilidad no puede ser suplantada por el Estado. 4. La familia protagonista de la vida social. Esta apreciación de la Doctrina Social de la Iglesia pareciera una ilusión o una utopía, pues asistimos a una época en la cual la familia pareciera una invitada de piedra en la configuración de la sociedad, de sus valores. Pues el Estado, los legisladores y Magistrados se sienten con derechos para intervenir, no siempre de la mejor manera, en la familia, con leyes y fallos que la afectan en su unidad e integridad. Debe ser al contrario, pues la familia es “la célula vital de la sociedad” y como tal debe ser protegida, atendida y promovida en favor de la misma sociedad. Podemos hacer las siguientes preguntas para el diálogo: 1. ¿Qué razones han existido para que en nuestros ambientes se mantengan relaciones matrimoniales de injusticia, de dominación y de irrespeto, especialmente en contra de la mujer, de los niños y de los ancianos? 2. Desde el principio, el plan de Dios contempla la vida matrimonial entre el hombre y la mujer como una institución natural y la familia como célula vital de la sociedad ¿cómo podemos fortalecer estas cualidades del matrimonio y de la familia en nuestra sociedad?
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3. La mentalidad de muchas personas hoy es no-matrimonio. ¿Cómo podemos infundir en las nuevas generaciones el amor al matrimonio como un proyecto de vida para la felicidad y para alcanzar la santidad? 4. ¿Cuáles son las estrategias que debemos tener para enfrentar las críticas contra el matrimonio entre un hombre y una mujer, y contra la familia? 6. Acto celebrativo: Organizar una canasta con flores y disponer un florero vacío. Invitar a los participantes para que cada uno tome una flor y la coloque en el florero expresando en ella un valor con el cual se está construyendo la unidad familiar y el aporte que su familia da a la sociedad. Terminan tomados de la mano con la oración del Padre nuestro. 7. Compromisos El facilitador guía a las familias para que reflexionen en silencio sobre los compromisos que asumirán de forma personal, familiar y eclesial. Seguidamente le entrega a cada familia la Hoja compromiso para que la llenen. HOJA DE COMPROMISOS Nosotros, la familia: _____________________________________________, nos comprometemos: Como esposos a:___________________________________________________ Como padre a: _____________________________________________________ Como madre a ____________________________________________________ Como hijo (a) a: ____________________________________________________ Como familia a: ____________________________________________________ Como miembros de la Iglesia a: _____________________________________ Firman los miembros de la familia El facilitador abre un espacio para que las familias compartan espontáneamente los compromisos adquiridos.
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