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Nación Árabe • Nº 44 • Año XIV • Primavera 2001
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Las organizaciones palestinas de mujeres fueron muy pronto conscientes de que la liberación nacional no era necesariamente sinónimo de liberación social
Mujeres palestinas Protagonismo y relegación Las mujeres palestinas han desempeñado un papel relativamente activo en el movimiento de liberación nacional y han acumulado una rica experiencia organizativa, tanto en los territorios ocupados como en la diáspora y en el sector árabe de Israel. Al igual que en otros países que han vivido procesos revolucionarios o de luchas anticoloniales, en Palestina los movimientos de mujeres han estado ligados a la lucha por la liberación nacional. Si bien en los inicios de estos movimientos primó lo político, pronto fueron conscientes de que la liberación nacional tenía que ir acompañada de liberación social y de democratización, y progresivamente se fueron abriendo espacio las demandas de transformación social: la superación de obstáculos de la socie dad tradicional, la igualdad y la no discriminación. Sin embargo, estos últi mos años, marcados por el proceso de paz, han confirmado su relegación de la escena pública. Hoy se encuentran con los mismos problemas que sus veci nas: marginación política, reticencias de los grupos de poder y discrimina ción legalizada hace poco, la sociedad palestina ha sido una sociedad H rural. La estructura social y familiar ASTA
estaba muy jerarquizada y seguía pautas patriarcales. La mujer apenas salía del ámbito doméstico, sin casi participación ni influencia política o social. Con el final del período otomano y el Mandato británico (19171948) se produjo una crisis en ese mundo tradicional (inmigración judía, desruralización, primeros focos de industrialización...) que también afectó a la mujer (cambios en los lazos familiares, elevación de los niveles de educación...). La primera participación sociopolítica de las mujeres en Palestina y la creación de las primeras asociaciones de mujeres tuvieron lugar en un contexto de lucha nacionalista contra la
Isaías Barreñada Politólogo
inmigración sionista. Desde principios de siglo se articuló un militantismo femenino tradicional desarrollando asociaciones caritativas. Entre 1903 y 1948 se pusieron en marcha las primeras asociaciones de carácter asistencial, a iniciativa de las mujeres de las clases más favorecidas y urbanas1. Las mujeres participaron activamente en las manifestaciones políticas de 1920 y 1921, en la Gran Huelga y en el levantamiento árabe armado de 1936. En 1921 se creó en Jerusalén una primera Unión de Mujeres Palestinas. En octubre de 1926 se organizó en Jerusalén el primer Congreso de la Mujer Palestina, con una agenda política nacionalista contra la colonización judía y la apropiación de tierras, y de ahí nació 59
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MUJER ÁRABE la Asociación de Mujeres Árabes ciones en diversos países, pero siem(AMA), que en 1944 tomó la deno- pre tuvo un carácter subalterno y minación de Unión de Mujeres auxiliar en la lucha, pues la condiÁrabes Palestinas (UMAP). ción de la mujer no formaba parte de Durante la primera mitad del siglo las prioridades. la implicación de las mujeres fue La ocupación israelí de Cisjormultiforme; entre 1936 y 1948 se dania y Gaza introdujo numerosos crearon más de 200 asociaciones cambios —control y represión, proasistenciales y reivindicativas. Sin letarización de la mano de obra, poliembargo, se adoleció de estructuras tización de la población...— y las organizativas estables; generalmente organizaciones de mujeres reorientaa los momentos de crisis ron su actuación en este seguía la desmovilización nuevo contexto: asistir a Las primeras popular. los grupos más desfavoreEntre 1948 y 1986 las asociaciones de cidos y promover la partiasociaciones de mujeres cipación de la mujer en la mujeres se adaptaron a la situaactividad política. La ción generada por la crea- nacieron al calor GUPW no podía actuar ción del Estado de Israel abiertamente, aunque side lucha contra guió promoviendo el tray la dispersión del pueblo palestino. La dispersión la inmigración bajo asistencial y la moviafectó a las asociaciones. lización de las mujeres a sionista La UMAP siguió funciotravés de las organizacionando en Palestina y en el nes existentes. A pesar de exilio. Gran parte de sus las condiciones impuestas actividades se dirigió a por la ocupación, algunas atender a la población refugiada. En organizaciones de mujeres lograron Cisjordania, entre 1949 y 1967, se desarrollar su trabajo asistencial; fue siguió extendiendo el asociacionis- el caso de In ‘Ash al-Usra (En mo femenino tradicional asistencial. Apoyo a la Familia), creada en 1965 En los años 50 y 60 surgió una y dirigida por Samiha Jalil en la nueva generación de mujeres, forma- localidad de el-Bireh. das en las escuelas de la UNRWA, A lo largo de la década de los que se politizaron y organizaron sin años 70 la OLP fue prestando más pasar por las asociaciones tradicio- atención a los territorios ocupados. nales de mujeres. Muchas se unirían En esos años empezó a destacar la a las organizaciones políticas: parti- participación de las mujeres en el do comunista, nacionalismo árabe y, asociacionismo estudiantil universimás tarde, Fatah. tario y en el movimiento sindical. En Con la aparición de la OLP en 1976 las mujeres palestinas votaron 1964, se fundó la Unión General de por primera vez en las primeras eleclas Mujeres Palestinas (GUPW en ciones municipales, comicios que sus siglas en inglés) que permitió la ganaron los candidatos próximos a la integración de la mujer en el nuevo OLP. movimiento nacionalista de resistenA finales de la década y princicia. Su primera conferencia general pios de los 80 tuvo lugar una eclotuvo lugar en Jerusalén en 1965. La sión de los comités populares de GUPW era una de las organizacio- mujeres que, al igual que el movines de masas de la OLP; abrió sec- miento sindical, se operó en un
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momento de expansión de los movi- tinian Women's Committees for mientos sociales vinculados al movi- Social Work, WCSW) ligados a miento nacional palestino. Grupos Fatah (1981). de activistas políticas, generalmente Estos comités populares de mujeestudiantes y obreras, crearon res se coordinaban entre sí. En 1988 pequeños comités de mujeres sustan- se creó el Alto Consejo de las cialmente distintos a las asociacio- Mujeres (Higher Women’s Council) nes asistenciales tradicionales2. Su que reunía a las cuatro organizacioobjetivo era abrir nuevos espacios de nes. Asimismo actuaban en coordiparticipación con nuevos conteni- nación con los comités populares de dos: entre intelectuales, en el medio trabajo agrícola o salud, o las organiobrero, rural y de refugiazaciones de derechos dos. Así, a iniciativa de humanos políticamente A principios de afines3. organizaciones políticas, se crearon comités de La Intifada, el levantalos 80 tuvo lugar miento mujeres de nuevo cuño, popular iniciado a cuyas actividades consisuna eclosión de finales de 1987 y que tían en organizar, sensibiduró hasta 1991, potenció los comités lizar y formar a las mujeel desarrollo de las orgares, además de llevar a nizaciones de base de populares de cabo proyectos generadomujeres y que éstas se mujeres res de ingresos. implicaran en el encuaEn 1978 se creó en dramiento social y econóRamallah la Unión Pamico. En los primeros lestina de Comités del años de la Intifada las Trabajo de Mujeres (Lijan al-Amal mujeres desempeñaron un papel al-Nisa’i, conocida por Palestinian relevante en el seno de los comités Union of Women’s Work Committees, populares contra la ocupación. El PUWWC) que se fraccionó a princi- Mando Nacional Unificado del pios de los ochenta en distintos Levantamiento hizo varios llamacomités ligados a diferentes organi- mientos específicos a las mujeres zaciones políticas: la Federación para que se sublevaran y se moviliPalestina de Comités de Acción de zaran. las Mujeres (Palestinian Federation Lo más singular fue que la of Women's Action Committees, Intifada forzó a muchas mujeres a PFWAC) ligada al FDLP; los salir del ámbito familiar privado, Comités de Mujeres Trabajadoras asumiendo tareas en el ámbito públi(Liyan al-Mar’a al-‘Amila, Union of co, sea porque debían trabajar para Palestinian Working Women's Com - atender a su familia cuando faltaba el mittees, UPWWC) vinculados al varón, sea en el trabajo comunitario, Partido del Pueblo Palestino, el par- sea directamente en la desobediencia tido comunista, creados en 1980; los civil y la resistencia (manifestacioComités de Mujeres Palestinas nes...). La Intifada potenció unos (Lijan al-Mar’a al-Falastiniyya, cambios sociales que la ocupación Union of Palestinian Women's Com - ya había activado —especialmente el mittees, UPWC) vinculados al FPLP trabajo femenino fuera de casa— y, (1981); los Comités de Mujeres para sobre todo en los primeros años del el Trabajo Social (Lijan al-Mar’a lilevantamiento popular, propició el l-Amal al-Ijtima’I, Union of Pales - desarrollo de nuevos espacios orga61
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MUJER ÁRABE nizativos. Sin embargo, a partir de ción en la vida pública. Su implica1990 el endurecimiento de la repre- ción y participación masiva en todos sión y el deterioro de las condiciones los escenarios supuso un punto de de vida provocado por la guerra del inflexión en la historia del moviGolfo —retorno de emigrantes, cese miento de las mujeres, y acarreó un de remesas financieras de la emigra- reconocimiento social del papel de la ción— repercutieron duramente en mujer más allá de los roles que tradilos hogares y las mujeres palestinas cionalmente se le habían asignado. tuvieron que retornar a las estructuPor otro lado la Intifada supuso ras tradicionales, a las redes familia- una maduración de las organizaciores, en busca de mecanisnes de mujeres, que mos para la supervivenadquirieron su forma La Intifada cia. moderna en la década de Este nuevo contexto los 80 y principios de los supuso un fue aprovechado por el Nacidos de las orgadesarrollo de la 90. islamismo. Como nuevo nizaciones de base ligafenómeno social y políti- conciencia crítica das a los partidos político, el islamismo implicacos, los comités populaba por un lado a las muje- de género sobre res de mujeres ampliaron res en el trabajo social su actividad y ganaron las diversas comunitario, como venían visibilidad y protagonisformas de haciendo los Hermanos mo, y a partir de ahí busMusulmanes, y por otro caron dar a su trabajo un opresión reivindicaba el retorno a contenido social y de prácticas tradicionales género, modificando sus para la mujer —segregaprácticas y buscando nueción, división sexual de tareas, etc. vas formas de intervención. Sin El islamismo buscó intimidar y embargo, estos cambios incidieron coaccionar a las mujeres militantes poco en las estructuras y las mentalilaicas de los comités populares; dades dominantes y después de la algunas renunciaron a su activismo, Intifada se percibió un importante aunque de manera general el efecto retroceso de algunas conquistas producido fue el contrario: las orga- logradas.4 nizaciones de mujeres empezaron a A partir de la Conferencia de plantear abiertamente temas como el Madrid (1991) las organizaciones de carácter discriminatorio de ciertas mujeres creyeron poder desempeñar tradiciones, la violencia doméstica, o un papel activo en la construcción de la discriminación dentro de los parti- las instituciones estatales y en la dos y de la familia. puesta en marcha de la democracia Globalmente la Intifada supuso palestina. Sus esperanzas fueron un desarrollo de la conciencia crítica rápidamente defraudadas. de género sobre las diversas formas El proceso de paz y la instalación de opresión, fuera ésta nacional — de la Autoridad Nacional Palestina con la ocupación—, económica —en (ANP) en 1994 crearon además un el mercado—, social o familiar. Esta nuevo marco político que conllevó conciencia crítica sirvió de trampo- un reajuste en las actividades y forlín para la movilización, haciendo mas organizativas de las asociacioposible un protagonismo de nuevo nes de mujeres. Unas han profunditipo y una nueva forma de participa - zado su labor asistencial y de pro-
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moción del desarrollo, dado el dete- ciacionismo femenino tuvo un carácrioro de las condiciones de vida; ter subsidiario y dependiente de las otras han reorientado su trabajo de organizaciones mayoritariamente movilización política, ampliando su masculinas. En la última década agenda de lucha contra la ocupación algunos grupos han generado espacon la presión sobre la ANP. cios autónomos, recuperando y desaGlobalmente, el proceso de paz rrollando un protagonismo propio. ha supuesto un cierto retroceso para 3. Las experiencias acumuladas los avances de las mujeres, pues se por las distintas organizaciones y las han vuelto a anteponer los intereses activistas feministas han permitido nacionales a la agenda de que temas como la viogénero. A ello ha contrilencia doméstica, los L a s buido el hecho de que la derechos políticos o la organizaciones discriminación laboral se mayor parte de los comités de mujeres estuvieran aborden de manera más de mujeres ligados a grupos políticos abierta en la opinión púcreyeron poder blica, aunque muchas veopuestos a los acuerdos de Oslo, que entraron en ces se trate de un debate y desempeñar un de crisis ante la falta de alterdemandas de una nativas y de estrategias papel activo en minoría de mujeres urbaclaras en este nuevo connas, profesionales y de la puesta en texto. clase media, en un contexto de sociedad tradimarcha de la cional todavía poco perLas organizaciones democracia meable. de mujeres en los 4. La maduración de p a l e s t i n a Territorios las organizaciones de Para entender la actual mujeres, la Intifada y la situación de las organizacreación de la ANP han ciones de mujeres en Palestina y sus incidido en una redefinición de las actuaciones se han de tener en cuen- agendas. Después de haber postergata varias cuestiones de distinto do sus reivindicaciones durante años orden: para dar prioridad a la lucha nacional 1. En una sociedad tradicional, el por la creación del Estado palestino, asociacionismo acarrea siempre ten- las mujeres palestinas de los Tesiones con el medio familiar y social, rritorios Autónomos se resisten a y con las instancias de poder que continuar aplazando la lucha por sus reproducen los esquemas, jerarquías derechos. Hoy hay una conciencia y valores patriarcales. La militancia cada vez más extendida de que las de la mujer es vista como un aban- reivindicaciones nacionales deben dono del espacio privado familiar y compatibilizarse con una agenda la exposición pública del honor de la específica sobre la mujer, y que esto familia a la que pertenece. A pesar contribuye a la creación de un de su larga trayectoria asociativa, en Estado palestino democrático y a un una sociedad conservadora como es desarrollo económico y social justo. la palestina el movimiento de muje5. El factor islamista es un comres constituye todavía un factor que ponente ineludible del actual escenagenera tensiones. rio social y político palestino. Junto 2. Durante mucho tiempo, el aso- a su agenda política, uno de sus com63
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MUJER ÁRABE ponentes es la recuperación de valo- Cisjordania como en Gaza, existe res musulmanes y la moralización de una gran variedad de asociaciones de la sociedad, en el que por ejemplo mujeres, que interactúan entre sí y incluyen una mayor segregación de con los demás actores gubernamensexos. Esto afecta al papel de la tales y no gubernamentales. Tienen mujer, aunque no supone un aleja- en común una serie de característimiento total de lo comunitario o de cas: buscan integrar a la mujer en el la participación política. Una dimen- proceso de desarrollo y propiciar su sión que ha pasado desapercibida independencia financiera; apoyan la cuando se trata el fenómeno islamis- participación de la mujer en la toma ta, es que, como movide decisiones; promueven miento reformista moderla organización y desarroTanto en no, no impide sino que llo de estructuras institureorienta la actuación cionales de mujeres; alguCisjordania como nas pública de las mujeres. de ellas han consoliLas redes de asociaciones en Gaza,existe dado estructuras permaasistenciales y de ayuda nentes y participan en una gran mutua islamistas dan a redes locales, regionales e muchas mujeres la posiinternacionales de ONG y variedad de bilidad de hacer un trabade organizaciones de muasociaciones de jeres. jo comunitario aunque acotado a ciertos campos. Esquemáticamente se mujeres En cambio, el factor islapodrían agrupar como mista supone una imporsigue: tante traba en las refora) Las asociaciones mas legislativas de carácter liberal o tradicionales de mujeres, en su laico que afectan a las mujeres, o a la modalidad asistencial (charitable hora de llevar a cabo programas de societies) siguen existiendo y hoy se planificación familiar, participación cuentan en más de 80. Generalmente política y protagonismo social de la están promovidas por mujeres de la mujer. burguesía o de familias notables y 6. Finalmente, hay que tener en son de implantación local o regional. cuenta que existen importantes dife- Algunas son confesionales —cristiarencias políticas, socioeconómicas y nas o musulmanas—, otras forman culturales entre Cisjordania y Gaza. parte de la red de la Unión de En Gaza hay una alta densidad de Mujeres Árabes Palestinas. Sus acti población, el porcentaje de refugia- vidades se dirigen a los sectores más dos alcanza al 75% de la población, vulnerables y necesitados y suelen las expectativas de trabajo son más ser de carácter asistencial —ayuda a limitadas (empleo en Israel o en la viudas, a familias necesitadas, guaradministración pública), las posibili- derías—, formativo —para el dades de movilidad y de emigración empleo—, educativo —alfabetizason menores, la sociedad es más tra- ción, salud preventiva, salud materdicional, los grupos políticos conser- no infantil— y cultural. vadores (Fatah e islamistas) tienen b) Las secciones femeninas de las mayor arraigo e implantación, y los organizaciones políticas y sindicales. movimientos asociativos han tenido Al igual que en el resto de los países más dificultades para estructurarse. árabes, en Palestina existe una orgaEn la actualidad, tanto en nización nacional de mujeres con
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pretensiones de representación de todas las sensibilidades. La GUPW forma parte del Consejo Nacional Palestino, el parlamento de la OLP, y se mantuvo y desarrolló en el exterior desde 1967. Con el inicio del proceso de paz y el retorno de muchos cuadros de la OLP a Palestina, en 1994 se reconstituyó en Cisjordania y Gaza. Formalmente participan en ella todas las corrientes políticas. Cuenta con presencia en todas las regiones del país. Actualmente la GUPW se encuentra en un momento de transición, y aunque ha tenido algunas pretensiones de hegemonía, últimamente ha empezado a coordinarse con otras asociaciones y participa en las iniciativas conjuntas de mujeres. Por su vinculación a la OLP y su “representatividad nacional” suele ser la organización que la ANP envía en las delegaciones palestinas a eventos internacionales. Todos los partidos políticos palestinos tienen secretarías o departamentos de la mujer. Sin embargo se trata de estructuras poco activas, supeditadas a la actividad general de la organización. Muy pocas mujeres alcanzan puestos de responsabilidad en estas organizaciones. En los años 70 y 80, las obreras jugaron un papel importante en el movimiento sindical palestino, especialmente en sectores como el textil. Hoy la organización sindical unitaria palestina, la Federación General de Sindicatos Palestinos (PGFTU), presta una escasa atención a la cuestión de la mujer y es el prototipo de estructura masculina y tradicional. c) Los comités populares de mujeres que se desarrollaron en los años 80 y que alcanzaron su mayor desarrollo durante la Intifada siguen actuando. Han tenido una gran capacidad de intervención tanto en mate-
ria de movilización política como de promoción socioeconómica, pero han adolecido de varios problemas, entre ellos su actuación a nivel local y puntual, y el condicionante de sus múltiples afiliaciones políticas, que les ha llevado a competir y duplicar esfuerzos. Por su carácter militante y voluntario, los comités populares han sufrido directamente el desánimo y la frustración generada por el proceso de paz y la desmovilización popular. Algunos se han transformado en asociaciones (societies). Por otro lado, dada su vinculación directa a las organizaciones políticas, también han sufrido del colapso y de la crisis de los partidos. Tras Oslo, los comités han reevaluado su relación con los partidos políticos y reforzado su agenda de género, trabajando sobre cuestiones como la violencia doméstica, las reformas legales o la participación política. d) Las asociaciones islámicas. El movimiento de los Hermanos Musulmanes desarrolló desde antes de la ocupación un trabajo de asistencia, promoción social, educación y prédica a través de un vasto entramado de asociaciones. Este activismo social ha sido la base de Hamás y de otros grupos políticos islamistas. En este marco existen asociaciones islámicas de mujeres que prestan servicios sociales y comunitarios (alfabetización y educación de mujeres jóvenes, clínicas, bibliotecas…). e) Los centros de investigación y de promoción de la mujer. Ligados a los comités populares y a las universidades, con un papel destacado de mujeres profesionales independientes y contando generalmente con apoyo externo, se han creado desde principios de los años 90 centros de promoción de la mujer, cuyas actividades suelen ser la capacitación, la asesoría legal, la sensibilización, la 65
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MUJER ÁRABE formación de líderes y la realización las negociaciones tras la Conferencia de estudios sobre la situación de la de Madrid (1991)5; la OLP sólo mujer. Estos centros han desempeña- nombró a 6 mujeres entre las 300 do una labor muy importante en personas designadas para los comimateria de revisión de la legislación tés. En agosto de 1992 varios grupos vigente, la asesoría y ayuda legal y de mujeres crearon el Women’s psicológica, la generación de deba- Affairs Technical Committee (WATC), tes, etc., y juegan un papel determi- cuyo objetivo era hacer aportes a las nante en las plataformas de cabildeo. comisiones técnicas que participaEntre ellos están: el Women’s Studies ban en las negociaciones israeloCenter (Jerusalén, 1989) palestinas. Con ello se creado a iniciativa de un elevó su número en 60 comité de mujeres; el más. Tras Oslo, el WATC Todos los Women’s Studies Program prosiguió luego sus actipartidos de la Universidad de Bir vidades de capacitación, Zeit (1994); el Women’s trabajo con medios de políticos Studies Committee, en el información, y sobre todo palestinos seno del Bisan Center for de cabildeo ante las instiResearch and Development, tuciones. Hoy reúne a tienen de Ramallah; el Shu’un activistas de seis organisecretarías de la zaciones políticas y a al-Mar’a (Women’s Affairs Center, Centro para Asunindependientes. mujer tos de la Mujer) en Otra iniciativa fue, Nablús (1987) y Gaza entre 1996 y 1998, el (1991); el Women Center Parlamento Modelo de for Legal Aid and Counselling Palestina (PMP, Palestine Model (WCLAC) en Jerusalén (1991); el Parliament - Women & Legislation), Jerusalem Center for Women (Jeru- una iniciativa del Women’s Center salén), que inició sus actividades en for Legal Aid and Couselling 1989 aunque se estructuró en 1994, y (WCLAC), de carácter amplio —que promueve la discusión de temas rela- implica a 16 grupos de diferentes tivos a la mujer y el diálogo con posiciones políticas, activistas de organizaciones de mujeres israelíes; todas las organizaciones de mujeres, y la asociación Mashriqiyat, en Gaza defensores de los derechos humanos, (1998). personalidades palestinas, juristas y f) Las redes. Las organizaciones especialistas en cuestiones de génede mujeres participan en las princi- ro— y mixto —de mujeres y hompales redes de ONG, pero desde la bres—. Su objetivo era hacer presión Intifada han desarrollado otras espe- sobre la ANP y el Consejo Lecíficas para la coordinación entre gislativo Palestino, sensibilizar a la ellas. opinión pública sobre las reformas Después de una experiencia de legales necesarias, promover el trabajo conjunto llevada a cabo debate social sobre cuestiones que desde 1990 por varios comités de afectan a las mujeres, y proponer mujeres, la puesta en marcha del reformas. Este parlamento paralelo proceso de paz propició una coali- se estableció a imagen del CLP, con ción de nuevo tipo. Las mujeres se 88 escaños, la mitad ocupados por quejaron de su escasa participación mujeres, y fue apoyado por algunos en los comités técnicos de apoyo a diputados. A lo largo de tres años
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(1996-1998) provocó, a través de talleres y seminarios, un proceso de debate en las regiones del país en torno a ciertos temas, que luego eran debatidos en las sesiones de un parlamento alternativo. La experiencia desató un importante debate público y provocó una contracampaña de los sectores conservadores e islamistas —folletos, sermones en mezquitas— que reivindicaban el monopolio del debate sobre las cuestiones de la Ley de la familia. El PMP elaboró propuestas de ley para proteger a la mujer en un futuro Estado palestino y para luchar contra la discriminación. En particular fue muy activo en la denuncia de los delitos de sangre “para salvar el honor de la familia” y la poligamia autorizados por las cortes musulmanas, exigiendo la igualdad en materia de divorcio y de herencia, y la fijación de una edad mínima para el matrimonio. La experiencia del PMP ha servido para diseñar un proyecto de coalición de fuerzas políticas, ONG y grupos de mujeres para demandar la reforma de ciertas leyes —Estatuto personal, Ley de la familia... Estas redes han ganado protagonismo desde el inicio del proceso de paz y se han convertido en pieza clave a la hora de hacer presión política sobre la ANP.
Las mujeres palestinas refugiadas y en Israel La población palestina está dispersa en varios países y vive situaciones muy diferentes entre sí. Por ello también varía la situación de las mujeres y son diferentes sus modalidades de organización. De los 3,5 millones de refugiados palestinos registrados por la UNRWA, cerca de 2,2 millones
viven en Jordania, Líbano y Siria. A pesar de las dificultades en la que se encuentran los refugiados en Líbano —control, limitaciones de movilidad, restricciones profesionales—, es sin duda en este país donde más se ha desarrollado el movimiento asociativo palestino, esencialmente asistencial y de promoción, propiciado por las organizaciones políticomilitares palestinas y por la propia sociedad civil libanesa. En este marco también se han creado asociaciones de mujeres; de entre ellas ha de destacarse sin duda la asociación de mujeres Najdeh. Una faceta menos conocida de la realidad palestina tiene lugar en Israel. A partir de 1967, la politización creciente de los palestinos con ciudadanía israelí también se tradujo en una mayor participación de la mujer en la vida política y asociativa de todo tipo, articulándose desde entonces un movimiento de mujeres plural. Una parte de él corresponde a organizaciones mixtas judeoárabes —asociaciones de promoción, educativas, sindicales, juveniles— en las que generalmente la iniciativa organizativa recae en el componente judío, como es el caso de la asociación de mujeres Na’amat. Otra parte es específicamente árabe y en ella se pueden distinguir las asociaciones ligadas a organizaciones políticas, las asociaciones de promoción y las nuevas organizaciones feministas. Por un lado, los partidos árabes han tenido departamentos para la mujer —como Tandi, la sección de mujeres del partido comunista Rakah, o el Comité de Mujeres Árabes Progresistas de los nacionalistas Abna’al-Balad— aunque se ha supeditado la agenda de la mujer a la lucha más general de la minoría árabe por sus derechos civiles en Israel. 67
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MUJER ÁRABE Junto a esto, se han desarrollado Israel, tanto ante las instancias del numerosas asociaciones asistencia- Gobierno como en foros internacioles, de promoción educativa y de tra- nales.7 bajo con algunos grupos específicos, La dispersión de los palestinos y como las mujeres beduinas. Las la heterogeneidad de sus organizaONG más activas del sector árabe ciones ha propiciado la creación de israelí, sean de salud o derechos redes palestinas y árabes de mujeres: humanos, han desarrollado progra1. Aunque siempre hubo contacmas específicos sobre necesidades y tos entre las organizaciones palestiderechos de la mujer. nas del interior (Territorios Ante la falta de espaOcupados e Israel) y del cios para un trabajo de exterior (diáspora y refugénero en el seno de las giados), fuera en el marco Se asume un anteriores organizaciones, la OLP o a través de trabajo dirigido de algunas activistas crearon otras estructuras puntualas primeras asociaciones les, en lo que se refiere a a combatir feministas. Su común las organizaciones de la doble denominador es que asumujeres es a partir de los men un trabajo dirigido a discriminación años noventa que se crean combatir la doble discrilos primeros espacios por ser mujer y propios de encuentro y de minación —por ser mujer y árabe palestina. Entre árabe palestina coordinación entre mujeellas destaca al-Fanar, res palestinas de las zonas creada en 1991 en Haifa6, ocupadas, de Israel y de que ha desarrollado una la diáspora. importante actividad en cuestiones 2. El Foro de Mujeres Árabes como los crímenes por honor fami- Aisha, creado en 1992, reúne organiliar, la revisión del Estatuto personal zaciones de mujeres de doce países —el derecho religioso que se aplica árabes y promueve el intercambio de a cuestiones de matrimonio, divorcio experiencias, lleva cabo campañas y herencia—, la defensa legal y la comunes, y presta una atención espelucha por la igualdad. cial a las reformas legislativas que En los últimos años, algunos afectan a las mujeres. Una docena de temas defendidos por las organiza- grupos de mujeres palestinas particiciones feministas han alcanzado bas- pa en esta red y el WCLAC coordina tante eco y se han traducido en expe- ese foro. A estas redes se suman riencias de coordinación entre orga- otras iniciativas puntuales de coordinizaciones. En 1994 se creó al-Badil nación de asociaciones de mujeres (La Alternativa), coalición contra los árabes en torno a temas concretos — crímenes de honor, con sede en violencia contra las mujeres, particiNazaret, que agrupa a diversas aso- pación política...—, iniciativas todas ciaciones que trabajan contra esta ellas desarrolladas en la última décapráctica tradicional, mediante activi- da. dades de denuncia, sensibilización, 3. Además, existen alianzas con cabildeo, protección legal... organizaciones de mujeres israelíes. Asimismo las plataformas de Desde antes del inicio del proceso de organizaciones de mujeres han lleva- paz, al igual que determinados grudo a cabo denuncias colectivas sobre pos políticos palestinos y organizala situación de la mujer árabe en ciones de derechos humanos, algu-
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nas organizaciones de mujeres tenían contactos con asociaciones israelíes. Estas relaciones se ampliaron y diversificaron con la Intifada, aunque solían ser puntuales, para proyectos concretos y campañas determinadas. En otros casos se trataba de relaciones basadas en afinidades políticas —por ejemplo entre los comités de mujeres ligados a los partidos comunistas de Israel y de Palestina. Desde principios de los 90 existen algunas estructuras permanentes, como el Jerusalem LinkCoordination of Palestinian and Israeli Women’s Organizations, una estructura de coordinación entre el Jerusalem Center for Women y la organización israelí Bat Shalom. La existencia de programas internacionales que facilitan recursos financieros a proyectos conjuntos ha estimulado acercamientos y colaboraciones.
La mujer palestina y el proceso de paz La OLP, al igual que otros regímenes nacionalistas árabes socializantes, siempre tuvo posiciones liberales en cuanto a los derechos de la mujer. Así, incorporó en sus textos oficiales declaraciones a favor de la no discriminación y la igualdad. Por ejemplo, la Declaración de Independencia Palestina (Argel, noviembre de 1988) reza “(…) el gobierno se basará en principios de justicia social, igualdad y no discriminación en materia de derechos entre hombres y mujeres (…)”. Sin embargo, en el discurso nacional palestino la mujer siempre fue representada mediante fórmulas tradicionales: madre de luchadores y de héroes, conservadora y reproductora de las tradiciones y de la identidad nacional, e identificada con la patria. La tierra era femini-
zada mientras que la ciudadanía política se identificaba con lo masculino8. Las organizaciones palestinas de mujeres fueron muy pronto conscientes de que la liberación nacional no era necesariamente sinónimo de liberación social. En otros movimientos de liberación nacional el protagonismo político alcanzado por las mujeres durante la guerra o la resistencia pronto dejó paso a una involución, retornándose a prácticas tradicionales que las han acabado relegando a un segundo plano, cuando no a una posición subsidiaria o marginal. La puesta en marcha del proceso de paz en Oriente Medio y su concreción en los Acuerdos de Oslo han creado una nueva situación política en Palestina. Si bien todavía no se ha alcanzado una acuerdo definitivo, ni se ha llevado a cabo una retirada total de las fuerzas israelíes de ocupación, ni se materializado todavía la entidad palestina independiente y soberana sobre un territorio definido, durante este período transitorio se está edificando de facto un Estado palestino sobre una parte de Cisjordania y Gaza. Desde mayo de 1994 funciona, a modo de gobierno, la ANP con competencias en la mayor parte de los asuntos civiles y que afectan a más del 90% de la población palestina. Asimismo se creó una instancia legislativa, el Consejo Legislativo Palestino, y se ha iniciado la promulgación de nuevas leyes que sustituirán a las que están actualmente en vigor —sean otomanas, británicas, jordanas, egipcias, o israelíes. La existencia de un gobierno palestino y la progresiva creación de un nuevo marco legal, configuran un nuevo contexto para la actuación de las organizaciones de mujeres. 69
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MUJER ÁRABE Varios ministerios tienen competen- dos, en el primer gobierno de la ANP cias directas en asuntos que atañen a (1994), 2 de las 24 carteras fueron las mujeres, y otras instancias guber- confiadas a mujeres: Asuntos namentales tienen departamentos o Sociales (Intissar al-Wazir, viuda del han diseñado programas específicos dirigente histórico Abu-Jihad) y dirigidos a las mujeres; en algunos Educación Superior (la universitaria casos, para ello cuentan con apoyos Hanan Ashrawi, que dimitió a los específicos de organismos interna- pocos meses por diferencia políticionales. Se ha creado una instancia cas).10 También se designaron en la ANP para coordinar las relacio- varias directoras generales (22 sobre nes con las organizacio185, un 12%) y varias nes no gubernamentales, decenas de mujeres fuecon objeto de asociar a ron designadas con carLa OLP siempre gos los diversos actores en las en los consejos locatuvo posiciones les y las municipalidades. mismas estrategias, consensuar prioridades y A modo de demostración liberales en actuaciones, supervisar la simbólica, una de las pricanalización de ayuda meras decisiones de la cuanto a los externa, etc. Además, en ANP confirmó en su derechos de la cargo a una juez y a una el plano legislativo el CLP ha trabajado sobre fiscal que, por razones de mujer diversos textos que tienen sexo, iban a ser alejadas una especial significación de la carrera por el resto para las mujeres, y la prede la judicatura. sidencia de la ANP ha designado un En el terreno de la participación comité consultivo para reformar política pronto se pusieron en marciertos textos que tocan a la mujer y cha distintas iniciativas —sensibilia la familia. zación, educación cívica, etc.— para En cuanto se creó la ANP, las hacer oír la voz de la mujer y para organizaciones de mujeres entendie- promover su participación en las ron que se abría un período clave elecciones. Sin embargo las elecciopara presionar a las autoridades en la nes legislativas y presidenciales de elaboración de leyes y el diseño de enero de 1996 fueron una experienlas políticas, y plantearon sus cia frustrante para las mujeres, pues demandas de igualdad de derechos y la mayor parte de los partidos las oportunidades así como la creación relegaron a un segundo plano. de un marco legal acorde con ello. Las mujeres suponían el 48,9% Sin embargo, esto se ha visto condi- del cuerpo electoral. Hubo 28 candi cionado por la dinámica del proceso datas al CLP sobre 691 (4% del de paz y las resistencias de los secto- total), 9 incluidas en listas de partires conservadores palestinos. 9 dos y el resto independientes. Una de las reivindicaciones per- Algunos distritos no tuvieron ningumanentes ha sido un mayor acceso a na candidata mujer; mientras que responsabilidades políticas y admi- otros, como Jerusalén Este, vieron nistrativas. Tras Oslo algunas organi- como varias candidatas se restaron zaciones de mujeres pidieron las ins- mutuamente posibilidades. Además, tauración de cuotas en las institucio- muchas de las mujeres dirigentes nes palestinas. Aunque la propuesta más conocidas pertenecían a grupos de cuotas fue objetada por los parti- políticos de la izquierda laica que no
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concurrieron a las elecciones. El 43% del voto efectivo fue de las mujeres. El 30% de las mujeres que votó reconoció que lo hizo influido por una tercera persona. De los 88 diputados electos, cinco fueron mujeres (5,6%, un porcentaje similar o incluso superior al que se da en países árabes vecinos).11 En suma, la baja representación femenina en el CLP se debió al menos a tres factores: en primer lugar, al diseño de las circunscripciones —con 1 ó 2 escaños— que, a diferencia de haberse dado un distrito único, favoreció a los candidatos oficiales y varones y redujo las posibilidades de éxito de las candidatas; en segundo lugar, al predominio de un comportamiento electoral marcado por relaciones clientelares y fidelidades clánicas; finalmente, a la falta de candidatas, dado que los partidos políticos marginaron a las mujeres en la confección de las listas, discriminación que fue denunciada por las organizaciones de mujeres. En todo caso, hay que señalar que las mujeres electas lo fueron por su carisma, más que por contar con el apoyo de sus formaciones políticas; muestra de ello fue que la única contrincante a Yasser Arafat en las elecciones presidenciales de la ANP fue una mujer, Samiha Jalil 12, que obtuvo el 9,6% de los votos.
La agenda de las mujeres y la ANP Al igual que la OLP, por lo general la ANP ha mantenido un discurso modernizador abierto a las reformas, aunque luego tenga dificultades para ponerlo en práctica. La ANP condena las prácticas discriminatorias y defiende la protección a las mujeres en situación de vulnerabilidad —víctimas de la violencia, cabezas de
familia… Se muestra partidaria de hacer participar a la mujer en la vida económica, política y en la administración, incluidas las fuerzas de seguridad, aunque es más remisa a modificar la legislación que afecta al ámbito privado y familiar. La presión de las ONG y de los organismos internacionales no es ajena a que la ANP haya promovido la creación de departamentos específicos en varios ministerios (Asuntos Sociales, Planificación y Cooperación Internacional, Educación, Salud...). Su puesta en marcha ha resultado ser un proceso lento y complejo que se ha concretado en unos pocos casos. La Oficina Palestina de Estadísticas (Palesti nian Central Bureau of Statistics, PCBS) ha elaborado estudios que proporcionan datos actualizados y desagregados así como indicadores sobre la situación de la mujer, especialmente después del primer censo palestino realizado en diciembre de 1997.13 Por su parte la presidencia de la ANP cuenta con una consejera para asuntos de la mujer (Fatmah Rabah, miembro de Fatah). La coordinación en la materia entre las instituciones es muy débil, a pesar de que existe un Comité de Coordinación Interministerial para el Avance de la Mujer. En junio de 1997 este Comité y la GUPW elaboraron una “Estrategia nacional para la promoción de la mujer palestina” que pretende servir para la aplicación de la Plataforma de trabajo de Beijin 199514 que fijó objetivos y líneas generales, como derechos a garantizar y reformas legales en materia de igualdad de género. Las organizaciones de mujeres han propuesto la creación de un Alto Consejo para Asuntos de la Mujer, ligado a la presidencia de la ANP y con representación del movimiento 71
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MUJER ÁRABE de mujeres, que se encargue de pro- situación de la mujer y sus problemover acciones de promoción de la mas, y dicen defender la mayor parte mujer e implique a todas las instan- de las reivindicaciones de las organicias públicas. zaciones de las mujeres, la práctica El movimiento asociativo palesti- concreta es bastante ambivalente. La no ha desempeñado un papel desta- agenda de género de la ANP es muy cado en promover un debate y sensi- superficial, y la que existe es debida bilizar a la opinión pública sobre los sobre todo a la presión de los donanproblemas que afectan a la mujer. La tes internacionales, pero ni es coheexperiencia del PMP sirvió para rente ni está realmente comprometidefinir posturas e identifida con un cambio. car los principales probleA la hora de hacer un mas. Sin embargo, aunbalance de lo ocurrido en Las que en estos dos últimos estos cinco años, hay que organizaciones tener años los grandes ejes que presente que la han movilizado a las asode mujeres son actuación del gobierno ciaciones han sido las ha estado condiconscientes de palestino reformas legales y la cionada por dos factores: lucha contra la violencia que la liberación la propia naturaleza de la doméstica, es difícil haANP y sus limitaciones. nacional no era blar de una agenda de géLa ANP está dominada nero consensuada o que necesariamente por una alianza entre los exprese las demandas de sectores conservadores de sinónimo de la mayoría de las mujeres la OLP-exterior y los grupalestinas. liberación social pos de poder tradicionaSi nos atenemos a las listas del interior. En lo organizaciones de mujereferido a las mujeres, res más activas, podríaesta coalición se traduce mos señalar que todas ellas plantean: en la postergación de las reformas la necesidad de continuar asociando legales, tímidos avances en los fallos lucha nacional contra la ocupación y judiciales, falta de iniciativa para lucha por los derechos de las muje- contrarrestar la presión social de los res; la importancia del progresivo sectores conservadores, y reproducaumento de la participación de las ción de prácticas tradicionales —es mujeres en el poder, para así mejorar el caso de la coerción social para el su capacidad de liderazgo y hacer uso del velo en Gaza—, además de efectiva su participación en las esfe- una cierta pasividad de la policía ras económica, social y política; la ante la violencia doméstica. Por otro introducción de reformas en la legis- lado, la falta de consenso entre las lación que aseguren la igualdad, el organizaciones de mujeres —progrecese de la discriminación, y la pro- sistas, feministas, conservadoras, tección contra la violencia familiar; religiosas— ha dado argumentos a la y la necesaria articulación en una red ANP para posponer decisiones o de las asociaciones y demás institu- para inhibirse, lo que satisface a las ciones democráticas. posiciones tradicionales. Dado que Según las organizaciones de la principal oposición política a la mujeres, a pesar de que las autorida- ANP es islamista, la agenda de génedes palestinas sostienen un discurso ro corre el peligro de ser instrumengenérico en el que se atiende a la talizada para la confrontación. En
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momentos de entendimiento entre la Autoruidad Nacional Palestina y los islamistas, la agenda de género puede ser pospuesta o darse una involución; mientras que en momentos de tensiones puede ser esgrimida por las partes para descalificar al adversario. Además, hay que señalar que las cuestiones de género no están asumidas plenamente por importantes sectores conservadores en el seno de la OLP, que en un momento dado pueden alinearse con la oposición islamista. En segundo lugar, la ANP está sujeta a restricciones marcadas por los acuerdos de Oslo y dependencia financiera externa. A su vez, el propio CLP, limitado en sus funciones por lo establecido en los acuerdos de Oslo, ha intentado ganar legitimidad haciéndose eco de las demandas de la sociedad civil y como mediador entre la ANP y la ciudadanía. La práctica concreta de la ANP en estos años —respuesta a problemas específicos, prioridades en la asignación de recursos, reformas legislativas, actuación judicial, protección— ha demostrado estar subordinada a la alianza, estratégica en este momento de transición, que mantiene con sectores conservadores e islamistas. La ANP ha sido muy tímida al tratar asuntos relativos a las viejas pautas tradicionales familiares —por ejemplo, mediar en casos de oposición a matrimonios forzados. Especialmente grave ha sido la falta de un marco legal propio y la carencia de protección legal de la mujer ante ciertas prácticas tradicionales: repudio, falta de asistencia a divorciadas, crímenes de honor familiar, acceso a la propiedad... Por ejemplo, la ley jordana, vigente en Cisjordania, prevé penas ligeras a los culpables de asesinatos por honor familiar.
El marco legal Si bien una parte de las prácticas sociales discriminatorias contra las mujeres son fruto de la tradición y la costumbre y deben ser abordadas mediante la educación y la sensibilización, otras tienen un referente legal o están apoyadas por disposiciones legales. La creación de la nueva entidad estatal palestina debe suponer también la unificación, reforma y promulgación de una nueva legislación. El marco legal palestino refleja la historia del país. A raíz de la partición de Palestina en 1948, Cisjordania y Gaza pasaron a administración jordana y egipcia respectivamente, pero con la ocupación israelí de 1967 se dio la circunstancia de superponerse varias legislaciones. De esta forma, actualmente en Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este están vigentes diferentes corpus legales —otomanos, británicos, jordanos, egipcios, israelíes y palestinos. En Gaza, algunas leyes otomanas y británicas fueron enmendadas por leyes egipcias. En Cisjordania, se introdujeron leyes jordanas, sin que éstas, desde 1967, se hayan modernizado15. Después de la anexión unilateral de Jerusalén por Israel, en la ciudad se aplicaron leyes israelíes; mientras que en Cisjordania y Gaza se impusieron ordenanzas militares. Ante la creación de las instituciones palestinas, la próxima declaración de independencia y la promulgación de una constitución palestina, los grupos progresistas se han marcado el objetivo de garantizar una legislación democrática que reconozca la plena igualdad de hombres y mujeres ante la ley, y que aborde la cuestión de la violencia, de las asistencias sociales, etc. 73
Informe
MUJER ÁRABE Las organizaciones de mujeres y da por un amplio espectro de grupos, de derechos humanos confiaron que incluida la GUPW, y fue presentada la denominada Ley Básica (Basic a la ANP, sin que surtiera demasiado Law, una ley constitucional prevista efecto; ni siquiera el CLP la ha tenien los Acuerdos de Oslo que debería do en cuenta. haber servido durante el período Fruto de la presión de las organiinterino y que por una conjunción de zaciones de mujeres, se han introdumotivos nunca vio la luz) recogiera cido algunas modificaciones en sus demandas de iguales derechos. reglamentos y borradores de ley: Ley Pero los primeros borradores sobre el estatuto civil, Ley de la (diciembre 1993, abril 1994) de la administración civil, Ley electoral… Ley Básica apenas hacían Hay un consenso extendiuna breve referencia a la do, incluso entre sectores La existencia de conservadores no discriminación por e islamisun gobierno sexo, y para sorpresa de tas, sobre los derechos de aquéllas consideraban la la mujer en la esfera palestino shari’a como la principal pública —empleo, partifuente de derecho. configura un cipación política, educaEsta situación propició ción…—; pero aunque nuevo contexto hay una mayor concienun debate sobre los derechos de la mujer y las cia entre las mujeres, ésta para las necesarias reformas legistodavía no ha calado en organizaciones las lativas, tanto de las leyes instituciones, en los del ámbito público como partidos, ni en amplias de mujeres las del privado. En sepcapas de la población; tiembre de 1994 se publihoy por hoy, muchas de có una Carta de las Mulas demandas provienen jeres (Palestinian Women’s Charter), de una elite. una declaración de principios sobre Algunas de las reformas introdulos derechos de las mujeres. Esta cidas desde 1994 han sido las declaración recogía las demandas de siguientes: ya no se requiere que las las mujeres; afirmaba la igualdad de mujeres tengan una autorización derechos de la mujer en materia eco- masculina —de su esposo o tutor— nómica, política y en la vida social; para obtener un pasaporte o docuformulaba propuestas de legislación mento de viaje; las viudas pueden laboral, penal y del estatuto personal obtener pasaportes para sus hijos sin —aunque, según las asociaciones de el permiso de la familia paterna; una mujeres, era muy tímida en cuanto a mujer que se case con un no palestila Ley de la familia—; y planteaba la no puede conservar su ciudadanía; necesidad de que los principios de las mujeres casadas pueden conserigualdad jurídica, social y económi- var su apellido de soltera; ya no ca se plasmaran en la futura consti- están obligadas a estar acompañadas tución palestina, así como que las mientras aprenden a conducir autoleyes interinas respetaran las con- móviles; pueden abrir cuentas banvenciones internacionales, como la carias a nombre de sus hijos —lo Convención sobre la Eliminación de que algunos bancos locales reservatodas las Formas de Discriminación ban solamente a los hombres—; contra las Mujeres (CEDAW, según la nueva Ley de la administra1979).16 La Declaración fue apoya- ción civil, las mujeres tienen derecho
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a la baja por maternidad, por un período de tres meses, y de una hora diaria para la lactancia. Es obvio que estos pequeños logros se han dado en un contexto de mejoras en la situación de las mujeres —por ejemplo en materia de educación— pero condicionado por las limitaciones del proceso de paz y por el deterioro de las condiciones de vida que ha repercutido de manera particular en las mujeres. El período inmediatamente posterior a los acuerdos de Oslo ha sido testigo de un grave empeoramiento de la situación económica en las zonas palestinas —descenso del PIB per cápita en un 40%. En este contexto, el papel “amortiguador” de la mujer ha sido clave; ha crecido el empleo femenino, aunque en puestos subsidiarios y en el sector informal. Pero si bien el Ministerio de Trabajo ha producido cifras desagregadas sobre mujer y mercado de trabajo, todavía no existe una política específica de promoción del empleo femenino, y apenas ha habido intervenciones legales para proteger a las mujeres.
Las mujeres en la esfera privada Una dimensión de especial importancia es la reforma de la Ley del estatuto personal y la Ley de la familia. Al igual que en Israel y en los países arabo-musulmanes vecinos, en Palestina está vigente el sistema otomano de los millet, por el cual todos los asuntos relativos al estatuto personal —matrimonio, divorcio, herencia, custodia…— se rigen de manera exclusiva por la legislación religiosa, es decir, a cada persona se le aplica la jurisdicción de su comunidad religiosa y cada comunidad religiosa tiene autonomía jurídica, con tribunales religiosos propios.
Esto dificulta las relaciones mixtas y plantea problemas a los no religiosos. Numerosos grupos exigen la adopción de un código civil laico o al menos una adaptación de la justicia religiosa, por ejemplo, una interpretación más abierta de la shari’a para los musulmanes. Para la población musulmana, están vigentes diferentes formas de Estatuto personal, todas ellas basadas en el texto otomano de 1917. En Gaza sigue vigente la ley egipcia de Derechos de la familia de 1954, pero, debido a la ocupación israelí de 1967, ésta no ha sido modificada por las reformas posteriores que sí se han dado en Egipto en 1979, 1985… En cambio, en Cisjordania está vigente la Ley del estatuto personal de 1976 que remplazó a la Ley de derechos de la familia de 1951. Según Welchman17 , en distintas cuestiones la Ley del estatuto personal para los musulmanes, tal como es aplicada en los territorios palestinos, provee de menor protección a las mujeres que en otros países árabes: no se han introducido los cambios que se han dado en los últimos 20 años en los textos egipcios y jordanos; otorga mayor discrecionalidad a los jueces; y discrimina a la mujer en materia de divorcio, matrimonio, custodia, herencia y mantenimiento. La ANP se enfrenta con la urgen te tarea de unificar las leyes, lo que ha empezado a hacer desde 1994 el nuevo juez principal de los tribunales religiosos musulmanes (tribunales de la shari’a), uno de cuyos primeros objetivos ha sido establecer una única edad mínima de matrimonio. En este momento de transición y de revisión legislativa, las organizaciones de mujeres han propiciado un importante debate público sobre el tipo de Ley del estatuto personal que 75
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MUJER ÁRABE se necesita. Diversos grupos han más ligado a las costumbres árabes avanzado algunas propuestas iguali- que a lo islámico. Por ello hay que tarias, ya planteadas en el señalar que en la sociedad civil Parlamento paralelo: edad mínima palestina y en las filas de las asociade matrimonio a los 18 años, prohi- ciones de mujeres no hay unanimibición de la poligamia, divorcio de dad y existen diferentes posturas: mutuo acuerdo o posibilidad de —Las feministas laicas demandivorcio unilateral femenino… Sin dan una alternativa civil a la Ley del embargo, el debate de las leyes que estatuto personal, o al menos una ley tocan lo privado crean controversia no discriminatoria. Una ley civil que por cuestionar el papel de afecte por igual a todos la shari’a. Las organizalos ciudadanos, indepenciones de mujeres quieren dientemente de su confeUna de las que la nueva ley no sólo sión, y que no sea discrireivindicaciones minatoria se base en la shari’a sino e incorpore las que tome también como permanentes de términos de las convenreferentes las convenciociones internacionales. las nes internacionales. —Las mujeres nacioLa reforma del Estaorganizaciones nalistas árabes ponen por tuto personal se ha condelante los intereses nade mujeres ha cionales, y aunque comvertido hoy en el principal tema de debate de las sido un mayor parten los principios de organizaciones de mujeigualdad de derechos y acceso a res. Aunque no hay fecha oportunidades, no son fijada para su discusión responsabilidades partidarias de reformas en el CLP, los conservaprecipitadas o de iniciatipolíticas y dores quieren que la ley vas que puedan debilitar se haga rápido, evitando administrativas la identidad árabe y la que la relación de fuerzas autenticidad cultural. cambie en detrimento —Las feministas musuyo. sulmanas piden una reforPor su parte, las organizaciones ma modernizadora de la shari’a. de mujeres se están organizando Sostienen una postura mixta: moderpara preparar sus propuestas, pero nización teniendo en cuenta la tradiven necesario un debate público que ción musulmana como principal promueva la participación de la referente, pero diversificando al población. En abril de 1999 el presi- mismo tiempo sus fuentes, desde dente Arafat nombró un Comité leyes civiles palestinas a resolucioConsultivo —masculino y conserva- nes internacionales, etc. dor, en el que participa el muftí de —Las mujeres conservadoras reJerusalén— que debe elaborar reco- ligiosas e islamistas reclaman el resmendaciones para la redacción de un peto estricto de la shari’a y de la traborrador de ley dición musulmana. Como en otros países araboA lo largo de la última década, musulmanes, en Palestina las dos muchas mujeres palestinas han consfuentes principales de legitimidad tatado que sus expectativas de no política y jurídica son: los postula- discriminación e igualdad de oportudos del nacionalismo árabe y los pre- nidades no se realizarán de inmediaceptos islámicos. El patriarcado está to, y que su lucha deberá proseguir
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en un nuevo contexto. Hoy la agenda de las mujeres en Palestina no sólo sigue ligada a la lucha contra la ocupación18 y por los derechos nacio-
nales, sino que además está indisolublemente ligada a la lucha por la democracia en todo el territorio palestino. ■
1 Jad, Islah: “Les femmes palestiniennes, 1919-1939: des salons aux comités populaires”, Revue d’Études Palestiniennes, 51, 1994, pp.41-58. 2 Hiltermann, Joost R.: Behind the Intifada. Labor and women's movements in the Occupied Territories. Princeton University Press, Princeton, NJ, 1991. 3 Robinson, Glenn E.: “The role of the professional middle class in the mobilization of Palestinian society: the medical and agricultural committees”, International Journal of Middle East Studies, 25:2, 1993. 4 Malki, Majdi: "Some social effects of the Intifada in Jalazon refugee camp: women, marriage, family", News from Within, XI:6, 1995, pp.16-20, y XI:7, pp.22-27. 5 Tras la Conferencia de Madrid (1991), se crearon comités técnicos sectoriales de asesoramiento a iniciativa de la delegación palestina en las negociaciones; esta iniciativa respondía a la voluntad de fortalecer la posición y las propuestas del interior frente a la OLP del “exterior”. 6 Ver http://nodo50.ix.apc.org/mujeresred/pal-alfanar.htm 7 Ver The status of Palestinian women citizens of Israel. Report submitted to the United Nations Committee on the Elimination of Discrimination Against Women (CEDAW), submitted by The working group on the status of Palestinian women in Israel, July 1997. 8 Algunos autores han establecido incluso el paralelismo entre al-ard (la tierra) y al-ird (el honor). 9 La dinámica del proceso de paz ha condicionado el normal desarrollo de la construcción institucional palestina y de los procedimientos democráticos. Las elecciones municipales previstas inicialmente para julio de 1996 no han tenido lugar y han sido pospuestas sine die, muy pocos textos legales elaborados por el CLP han sido ratificados por la presidencia, la ANP ha dado reiteradas muestras de autoritarismo, etc. Todo ello ha limitado una plena incorporación de la mujer a la actividad política. 10 Bamieh Abbassi, Mayada: "Palestiniennes sur deux fronts", Confluences Méditerranée, 17, 1996, pp.109-116. 11 De las 5 diputadas, 3 están ligadas a Fatah y 2 son independientes; 3 son de Gaza, 1 de Jerusalén y 1 de Nablus. 12 Samiha Jalil, independiente, había sido fundadora y dirigente de una conocida asociación de mujeres desde los años 60. 13 Women and men in Palestine. Trends and statistics. PCBS, Ramallah, 1998. 14 http://planning.pna.net/gender/index.htm 15 Por ejemplo, en materia de legislación laboral estuvo vigente la ley jordana del Trabajo (1960) con todas sus restricciones (no aplicación en empresas de menos de cinco trabajadores, ni empresas familiares, ni en la agricultura). En cuanto a la vida pública, las disposiciones incluían la discriminación de la mujer en el acceso al trabajo en la administración pública, en materia de participación política (voto masculino y censatario), en el derecho a dar ciudadanía a terceros, etcétera. 16 Ver texto en Revue d’Études Palestiniennes, dic.1994. 17 Welchman, Lynn: Islamic family law. Text and practice in Palestine. WCLAC, Jerusalem, 1999. 18 Las or ganizaciones de mujeres han sido muy activas en la denuncia del régimen de aislamiento y las torturas a las que son sometidas las presas palestinas en cárceles israelíes. Recientemente los medios de comunicación dieron una amplia difusión a la violenta represión contra una manifestación de mujeres que, en Ramallah en marzo de 2001, denunciaba los cierres de localidades palestinas.
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