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Mujer y Cirugía estética 2014 FUNCIÓN PSICOSOCIAL DE LA CIRUGÍA ESTÉTICA: EL CASO DE CINCO MUJERES EN LA CIUDAD DE CALI
LUISA FERNANDA PARRA CALDERÓN. 1120459
DIRECTOR TRABAJHO DE GRADO DIEGO MERCADO LENIS
Artículo como trabajo de grado para optar el título de Psicóloga
PAR LECTORA PATRICIA LASSO
UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA CALI FACULTAD DE PSICOLOGÍA SANTIAGO DE CALI 2014 *Estudiante de octavo semestre de Psicología-Universidad de San Buenaventura, Cali.
Mujer y Cirugía estética 2014
FUNCIONES PSICO-SOCIALES DE LA CIRUGÍA ESTÉTICA, EL CASO DE CINCO MUJERES EN LA CIUDAD DE CALI
Por: Luisa Fernanda Parra Calderón*
Resumen:
El presente artículo describe los resultados de una investigación cualitativa realizada con un grupo de cinco mujeres de la ciudad de Cali, que se practicaron cirugías estéticas. La investigación estuvo dirigida a indagar acerca de la imagen corporal que poseían antes de la cirugía, además de las motivaciones sociales que influyeron en su decisión, así como también la transición experimentada dentro de sus grupos sociales de referencia y el impacto psico-social que produce esta práctica. Las participantes evidenciaron una valoración negativa de sus cuerpos antes de la cirugía, encasillándolo en la “nada”. Los entornos académicos y laborales son los más representativos en el momento de influenciar la decisión de operarse, en donde es notoria la aparición de mayor reconocimiento luego de sus cirugías. Se precisa la necesidad de articular dentro de las valoraciones previas a la cirugía estética el punto de vista del profesional en psicología, pues en algunos casos detrás de la decisión de operarse puede subyacer algún tipo de trastorno psicopatológico menor o una baja autoestima basada sólo en el cuerpo, que requiere ser tenida en cuenta pues la cirugía estética se convierte para algunas mujeres en la única oportunidad de encontrarse consigo mismas y de reencontrarse con los otros de una manera menos angustiante.
Palabras clave: Cirugía estética, Rito, Imagen corporal, Motivación social, Autoestima, Factores de personalidad.
*Estudiante de octavo semestre de Psicología-Universidad de San Buenaventura, Cali.
Mujer y Cirugía estética 2014 Key words: Cosmetic Surgery, Rite, Body Image, Social Reasons, selfesteem, Personality Factors.
Abstract This article show the results of a qualitative study executed with a group of five women of the city of Cali, which have been practiced cosmetic surgeries. This research was directed to inquire about body image of these women had before cosmetic surgery, as well the transition experienced inside their social reference groups and the psico social shock of this practices. This study found that the participants did a negative point of view of their bodies before surgery get into their body in a "nothing" stereotype. Academic and working environments are the most representative at the time of influencing the decision to have surgery, in which greater appreciation after their surgeries is evident. Is pertinent the need to articulate within the previous appreciations to the cosmetic surgery the point of view from a psychologist, because some psychopathological disorder or a deficient self-esteem about the body can be the reason for deciding to have a surgery, this requires a high valuation because the cosmetic surgery mean for some women the only opportunity to find themselves as well as with others in a way less distressing.
Introducción En la actualidad el cuerpo se ha convertido en el foco de atención de un gran número de mercados que se dedican a modificar su forma, modelo que es difundido por los medios de comunicación y que contribuye a la manera cómo este se representa en la sociedad, para luego ser interiorizado por los miembros que la conforman, permeando así la representación que hace cada sujeto de su propio cuerpo (Baudrillard, 2009). Pero esta representación corporal que se conoce en la actualidad no ha sido estática, por el contrario es el producto de una serie de hechos o sucesos que han ocurrido en la historia y que se han entrelazado para dar origen a lo que hoy conocemos como el cuerpo idóneo. En nuestro país este modelo de cuerpo idóneo ha tenido una fuerte acogida. Por ello es importante identificar lo que ha sucedido en una ciudad como Cali, que no sólo es diferente de las restantes por su extensión territorial y densidad poblacional, sino también por la concentración de la mayor parte de los sucesos relevantes en la historia del país que han traído consigo los elementos que conforman la imagen corporal femenina y que conllevan a
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Mujer y Cirugía estética 2014 un deseo masivo de practicarse una cirugía estética. Por tanto, hacer una revisión cultural de algunos hechos centrados en la ciudad de Cali (como es el caso del narcotráfico y la incidencia de este en el modelo de cuerpo) para efectos de esta investigación, permite conocer y comprender no sólo la forma en que ha sido transmitida la imagen de la mujer sino que además busca advertir qué elementos de dicho fenómeno social ha perdurado desde su aparición sosteniendo la imagen corporal de la mujer caleña tal como la conocemos en la actualidad. Esta investigación presentará información relevante sobre la forma en que los discursos sociales intervienen ineludiblemente en las representaciones que crean los sujetos sobre su realidad, en este caso, la imagen corporal de la mujer que como es bien sabido a lo largo de la historia ha pasado por diferentes miradas siendo ambigua la mayoría de las veces su representación en la sociedad. Por lo cual la mujer se ve forzada a inscribirse en las diversas actividades que su entorno inmediato instaura para lograr acceder a la urdimbre hegemónica que se ha elaborado sobre la imagen de sí misma, acarreando que ella por esa vía “se des-incorpore de su propia identidad, distorsionada por la imagen corporal y anímica definida por el yo dominante” (Montero, 2002). Puesto que, aunque la mujer se une a la totalidad por medio de la práctica de
su cirugía estética (acción que podría asemejarse a los ritos iniciáticos llevados a cabo en otras sociedades con el propósito de hacer que los sujetos formen parte integral de su grupo inmediato), a la vez se desincorpora de sí para poder ser reconocida e involucrada en la trama social, convirtiéndose en un proceso de des-incorporación para la incorporación. ¿Qué es la cirugía estética? Sánchez & Alessandrini (2007), destacan que a partir de la primera guerra mundial la cirugía plástica empieza a definirse como una especialidad quirúrgica, pero es entre las décadas del 60 y del 70 que se posiciona fuertemente en el mercado, perdurando hasta ahora gracias a la inscripción de técnicas novedosas y al perfeccionamiento de otras. En su etimología el término “plástica” proviene del griego plastike que significa “formar o apto para ser moldeado”, por tanto, esta especialidad quirúrgica se encarga de la reconstrucción funcional y estética de los tejidos abarcando todas las regiones del organismo y corrigiendo ciertos detalles anatómicos con el fin de satisfacer algunas necesidades humanas. En ese sentido, los cirujanos deben distinguir entre los aspectos psicológicos que afectan al paciente y lo motivan a practicarse una cirugía estética, a saber: 1. Malformaciones congénitas, 2. Malformaciones adquiridas y 3.
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Mujer y Cirugía estética 2014 Desviaciones en el ideal de belleza (asociados o no con el envejecimiento).
de reconocimiento 2009).
(Baudrillard,
Marco contextual
Así, la cirugía estética es definida por la sociedad internacional de cirugía plástica como los procedimientos quirúrgicos que simbolizan una combinación entre el arte y la ciencia, que piensan en el cuerpo como un objeto sobre el que es permitido intervenir técnicamente para ser reparado independientemente del sujeto, permitiéndole al mismo pasar de un cuerpo vivido subjetivamente a tener un cuerpo como objeto tangible (Córdoba, 2010). De ahí que la relación que se ha establecido con el propio cuerpo haya influenciado la relación del sujeto con la salud, en el sentido que esta última ingresa en la lógica de la competencia demandándose de ella una gran cantidad de servicios, las más de las veces, con el propósito del mantenimiento del cuerpo bello, estilizado, exigido por el medio, más que por un derecho a la práctica de la salud misma. Por esta razón, aunque la medicina como práctica no ha perdido aún su cualidad sacra, ya no es la práctica tradicional que se ocupaba en operar en los cuerpos a causa de las fatalidades exteriores, convirtiéndose en una práctica en la que el profesional es visto como un confesor del cuerpo, puesto que el cuerpo se encuentra cargado de una dimensión tanto psíquica como física
Imbricación entre el narcotráfico y la cirugía estética En Colombia para nadie es un secreto que con el advenimiento del narcotráfico desde la década del ochenta, se instala una nueva visión de la obtención de recursos inclinados hacia la inmediatez y la notoriedad. Características que se insertaron en el imaginario social, tal como lo describe Rincón (2009), en su artículo llamado “Narco. Estética y narco.cultura en narco.lombia”. Allí, el autor plantea que lo denominado narco no es solamente un movimiento ilegal, pues es también una forma de pensar, una “cultura” de la ostentación hecha de exageración, que abarca todas las esferas de la vida del sujeto involucrado, que son recargadas con decoraciones desproporcionadas y saturadas de símbolos que buscan enviar el mensaje de estatus detrás del reconocimiento por la vía del dinero. Dichas formas de pensar llegaron a permear el ideal de belleza femenino, ya que los atributos de la mujer tampoco escaparon de este modelo de lujo, porque para la exhibición de lo narco la mujer debía ser voluptuosa y usar silicona y el único medio de conseguirlo sería entonces la cirugía estética.
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Mujer y Cirugía estética 2014 Por esta razón el cuerpo narco-femenino viene de una idea de cuerpo perfecto, que busca con frenesí borrar toda marca de infantilismo, madurez y maternidad haciendo énfasis en la sexualidad como único valor de cambio, que convierte al cuerpo de la mujer en un artífice fantasmagórico que nunca envejece, una ilusión a la que nunca se llegará realmente, pero que se lleva con orgullo pues dichos atributos se relacionan con la obtención de mejores condiciones de vida, un mejor empleo o quizá un matrimonio provechoso (Mata, 2013). Por consiguiente, el paso por el quirófano toma un matiz diferente, se convierte entonces en una práctica naturalizada y aceptada que caló en la imagen corporal de la mujer colombiana, en especial en ciudades como Medellín y Cali donde reinó este modelo por tanto tiempo, suscitando una re-significación en el tamaño de los atributos físicos con predilección entonces en las curvilíneas, redondas y grandes formas.
el quirófano. Es así como en Cali se mueven más de doscientos cuarenta mil millones de pesos anuales, con un promedio de cien mil procedimientos estéticos practicados a extranjeros y nacionales. Por lo cual el desarrollo del turismo de la salud en Cali atrajo a otros sectores de la economía con una infraestructura que involucra gran número de clínicas y centros especializados de salud, en donde el comercio no ha desaprovechado la oportunidad de reinventarse a partir de estas exigencias del cuerpo transformado, surgiendo entonces una nueva forma de vestir, porque la lógica es mostrar o dejar en evidencia la nueva adquisición y por ende la inversión, de manera que la industria de la belleza se ha convertido en un emporio del que no sólo se beneficia el profesional en salud sino además comerciantes y diseñadores de moda (Castillo, 2008). En relación con esto, el diario El País de la ciudad de Cali en su edición del 12 de febrero de 2012, publicó un informe debido a la gran demanda de esta práctica, en el que menciona que el Hospital Universitario del Valle inició un programa de cirugías estéticas dirigido a los estratos más bajos, habilitando quirófanos los fines de semana para que estas mujeres pudieran alcanzar su sueño de tener la figura perfecta en donde las empleadas del hospital también resultaron beneficiadas. Es por eso
Cali y la cirugía estética Cali se ha ido convirtiendo en una industria de la belleza, riñendo por el título de la capital de la estética en Suramérica con países como Brasil y México, siendo una ciudad de hombres y mujeres que persiguen estar eternamente bellos, donde rendir culto al cuerpo conlleva a que exista un deseo masivo de pasar por
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Mujer y Cirugía estética 2014 que hoy en día para las caleñas su condición socio-económica no es un impedimento para que ellas desistan de su ideal de belleza, puesto que en Cali las cirugías plásticas se ofertan como un producto más de la canasta familiar y se puede financiar como cualquier electrodoméstico, convirtiéndose por excelencia en la capital colombiana de la cirugía estética.
más que explicitas) surgen entre otras cosas de algún conflicto psíquico irresuelto como lo puede ser una baja autoestima. Estudios relacionados con el cuerpo y la mujer En un estudio llevado a cabo sobre 100 mujeres universitarias, que combinó los métodos cuantitativo y cualitativo, con el fin de conocer sus prácticas de consumo en relación con la salud y la estética y la incidencia de dichas prácticas en la construcción de su feminidad y las concepciones sobre su propio cuerpo. Cuevas (2009), encontró que, para las entrevistadas, la comida es importante para mantener un buen aspecto físico, no sólo debe haber un control sobre lo que se ingiere, sino también sobre la hora en la que se come y el tiempo que dura el proceso de alimentarse. Así mismo, para ellas no es suficiente con el control de los alimentos, ya que el ejercicio es una actividad casi obligatoria que ayuda a tratar las zonas problemáticas del cuerpo que no les agradan. Paralelamente ellas manifestaban que no estaban conformes con su peso y que deseaban en algún momento modificarlo para lograr la disminución de medidas en algunas zonas, con la excepción de aumentar la zona del busto. Por lo cual su ideal de belleza es un cuerpo que se vea sano asociado a la delgadez, ya que para ellas un cuerpo bonito es un cuerpo trabajado, tonificado, al cual
De acuerdo con lo anterior, indagar acerca de lo que las mujeres en la ciudad de Cali obtienen a nivel individual y social con la práctica de la cirugía estética, permite comprender las dinámicas sociales e identificar el lugar que se ha otorgado a la mujer en tanto corporalidad dentro de este contexto, situaciones que en evidencia influyen en las mujeres caleñas para que estas se lancen a la búsqueda de la “perfección” del cuerpo para insertarse en el entramado social que hace exigencias alrededor de su feminidad, imperando un esmerado cuidado por su aspecto o apariencia física para la obtención de reconocimiento por parte de sus entornos inmediatos. Por tanto, la información proporcionada en sus discursos brinda la oportunidad de conocer cómo una práctica quirúrgica se puede convertir en la oportunidad de encontrarse consigo mismas y de re-encontrarse de una manera diferente con los demás, ya que al parecer sus motivaciones (implícitas
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Mujer y Cirugía estética 2014 se le note que va al gimnasio, de manera que para estas mujeres la feminidad y la belleza física van de la mano, relación a la que se debe invertir dinero no solo en centros estéticos o deportivos, sino en maquillaje y todo tipo de elementos que resalten siempre la belleza femenina.
una mujer sin fuerza física ni mental, ya que no se hace alusión a un entorno laboral o profesional, utilizando la belleza de la mujer como simple valor estético. Curiosamente a la par de no presentarse la imagen de la mujer relacionada con un contexto laboral, se le presenta desligada del amor y la familia, mostrando una mujer con cualidades físico-estéticas, que la relacionan directamente con la rentabilidad erótico sensual de su cuerpo.
Por su parte, (Cáceres & Díaz, 2008), realizaron un estudio en una muestra de 290 anuncios publicitarios de revistas de lujo, recolectados entre 2002 y 2005, en los que se identificaron 97 marcas pertenecientes al sector y tres grandes grupos de productos 1. Ropa, y accesorios cosméticos 2. Tratamientos de belleza y 3. Perfumes, con el propósito de profundizar en el conocimiento de los modelos del cuerpo que presenta la publicidad gráfica de marcas de modas de lujo y como se conforma la identidad corporal y los valores en torno a él. A partir de esto, hallaron que el rasgo sobresaliente del modelo de cuerpo es el de la mujer caucásica, con cabello oscuro, rubio o castaño, predominando un rasgo de edad entre los 15 y los 30 años, con una tendencia a infantilizar la imagen de la mujer por medio de sus peinados, vestimenta, adornos o actitud propiamente infantil. El somatotipo sobresaliente es un cuerpo esbelto y longilíneo que corresponde a mujeres delgadas (ectomorfas). Así mismo se presenta
Teniendo en cuenta las investigaciones hasta ahora mencionadas, sobre el estudio de la imagen corporal para el caso de las mujeres, se puede identificar a partir de ellos que sin importar el espacio o tiempo la mujer siempre ha sido sometida a los modelos imperativos de adiestramiento de su cuerpo instaurados en su sociedad, los cuales han delimitado la forma en que ella debe moldear y exponer su cuerpo para ser reconocida en su entorno. De estos modelos se podría llegar a decir que han sido creados fuera de ella, pero mantenidos en el tiempo por la misma mujer que se torna cómplice en la perpetuación de un modelo de sometimiento sobre sí misma, pues terminan siendo aceptados por las mujeres manteniéndolas distraídas de otras esferas que componen el universo psíquico y simbólico de la vida de la mujer. Con lo dicho anteriormente, resulta importante llevar a cabo el
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Mujer y Cirugía estética 2014 presente estudio pues permitirá indagar no sólo sobre la cirugía estética y el paso que esta permite dar entre diferentes estados de reconocimiento, sino también conocer el por qué las mujeres mismas se convierten en las defensoras y abanderadas de estas prácticas en donde el cuerpo es sometido a todo tipo de suplicios y mutilaciones que, aunque no es de carácter forzoso como en otras sociedades, se ha convertido en una práctica privilegiada e incuestionable. Por lo tanto, esta investigación se orientó específicamente hacia las mujeres que toman la decisión de pasar por el quirófano principalmente para conocer cómo vivieron este suceso, que las motiva a hacerlo, qué descubren que este les aporta, cómo significan esta práctica en su vida y además conocer como los microcontextos contribuyeron en la decisión de pasar por una sala de cirugía.
Participantes Se tomó como muestra a un grupo de cinco mujeres con un rango de edad entre los veinte y los cuarenta años, en estratos socio-económicos que variaron entre el dos y el seis, variando el nivel educativo entre técnicas y profesionales. Cuatro de las cinco mujeres que compusieron la muestra, son estudiantes de psicología de la Universidad de San Buenaventura Cali, dada la dificultad en hallar mujeres que cumplieran con las características requeridas para el estudio fuera del escenario académico, quienes por lo general se abstenían de participar en una investigación de esta índole. Una de las participantes es auxiliar de enfermería y lleva catorce años trabajando en este medio, es decir, en clínicas de cirugías estéticas y su aporte, brindó información interesante sobre este mundo. Además en el momento de la entrevista se encontraba aun en post-operatorio, ya que había decidido practicarse una nueva cirugía con el propósito de reducir el tamaño de su busto y de sus glúteos luego de su primera cirugía que fue ya hace catorce años.
Al efecto la pregunta problema que se planteó para el presente estudio fue: ¿Qué función Psicosocial cumple la cirugía estética en seis mujeres de la ciudad de Cali? Método
Instrumento
La presente investigación se realizó bajo una metodología de corte cualitativo, en donde se entrevistaron mujeres que se practicaron cirugías estéticas de levantamiento de glúteos y aumento de busto.
Para la recolección de la información se empleó una entrevista semiestructurada que contenía quince preguntas abiertas, con el fin de responder a las categorías de
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Mujer y Cirugía estética 2014 análisis establecidas investigación.
para
esta
irrealidad de su cuerpo (la imagen que creó en principio, el ideal) y la realidad de su persona (el cuerpo real que posee y que no acepta). Este descubrimiento decepcionante de la imagen especular de sí mismo, logra que, a causa del desencanto, se dejen de lado las imágenes inconscientes del cuerpo y se da inicio al atesoramiento de las imágenes halagadoras del placer. Cuando el sujeto se da cuenta de que la imagen que ofrece a los demás es su imagen del espejo, da inmediatamente más importancia a las apariencias, desatendiendo las sensaciones internas, olvidando lo interior para atender exclusivamente lo exterior y, en consecuencia, la imagen del cuerpo se impondrá incansablemente en la consciencia en oposición al cuerpo vivido. Por lo tanto, las imágenes mentales que se crean del cuerpo y que son el sustrato de la identidad, son esencialmente imágenes subjetivas y deformadas que distorsionan la percepción que se tiene de sí mismo, de tal forma que el Yo es siempre resultado de una interpretación personal y afectiva de lo que se siente y de lo que se ve del cuerpo mismo, sin poder verlo nunca tal como es sino que este se ve y se siente como se desea o como se teme que sea. Esto hace que se cree una imagen exagerada del cuerpo o una idea errónea de las sensaciones internas, pues sólo se ve lo que se quiere ver o lo que el deseo
Procedimiento Se hizo uso de las entrevistas así como también de una grabadora de voz que registró en audio el discurso de cada participante, para su posterior transcripción y análisis. Las entrevistas se llevaron a cabo en una sola sesión y las respuestas halladas, se clasificaron y seleccionaron de modo tal que respondieran a cada uno de los objetivos: 1- ) se identificó la imagen corporal que poseían antes de la cirugía. 2- ) se indagó acerca de las motivaciones sociales (papel de los micro-contextos) que influyeron en la decisión de practicarse la cirugía. 3- ) se examinó cual fue la transición experimentada dentro de sus grupos sociales de referencia y 4- ) se analizó el impacto psico-social que produce esta práctica, así como la significación que tiene para estas mujeres. Marco conceptual Imagen Corporal Nasio (2008), destaca que cuando los sujetos descubren por primera vez su imagen en el espejo, este primer encuentro es de por si sorprendente y agradable. Pero su segundo descubrimiento, al verse en el espejo, les hace angustiar debido a que se dan cuenta que su imagen no son ellos, sino que existe una distancia poco reducible entre la
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Mujer y Cirugía estética 2014 inconsciente pide al sujeto que vea y para esta distorsión de la imagen del cuerpo siempre estarán en juego tres factores: los sentimientos conscientes o inconscientes, las experiencias trascendentales de la infancia y el Otro, que son todos esos otros que se llevan dentro de sí, la cultura, la sociedad, la religión y cualquier otro posible. Pero sea cual sea la forma en que se viva el cuerpo siempre es un cuerpo fantaseado, el cual, cuando se siente, adquiere una condición real, cuando se ve, adquiere una condición de imaginario y cuando provoca un cambio en la vida del sujeto adquiere la condición de significante.
Adentrándonos un poco más en las que pueden ser las motivaciones internas de estas pacientes, podemos vislumbrar emociones que necesitan ser resueltas, como lo son problemas de ansiedad, depresión, culpa o temor. En este punto es importante resaltar que estas mujeres no padecen de una psicopatología, pero la insatisfacción hacia sus cuerpos (o la imagen de su cuerpo) se encuentra por encima de la media de la población general y podrían en algún momento (no todas) ser diagnosticadas con trastornos psiquiátricos primarios (Hontanilla & Auba, 2002).
Si relacionamos esta imagen que los sujetos distorsionan, con los rasgos de su personalidad, a veces estructurada de manera patológica, hallaremos que un trastorno de personalidad puede fácilmente subyacer en los ideales estéticos de las pacientes que eligen practicarse una cirugía estética. Desde un episodio de crisis pasajera hasta una psicosis real, podrían convertirse en la verdadera razón de su elección, alterando el criterio estético sobre sí mismas y conduciéndolas equivocadamente a una sala de cirugía; siendo entonces sumamente necesario conocer las cualidades de las pacientes y sus verdaderos motivos para solicitar dicha intervención (De la torre, Tumer, González, Macías & Leal, 2000).
Cuando la esfera psíquica se afecta a causa de la valoración negativa del propio cuerpo, los sujetos recurren al servicio médico con el fin de corregir las anomalías anatómicas descubiertas persiguiendo obtener un alza en su autoestima, pues en la actualidad para sociedades como la nuestra, donde impera la cultura de la imagen, la belleza juega un papel importante en el afán humano de obtener felicidad y aceptación, y, sentirse fea, puede fácilmente alentar la aparición de un trastorno o una enfermedad psíquica, (Rodríguez & González, 2008). Pero no solamente sentirse fea, es el motivo predominante de su decisión de operarse, también entra en juego lo que socialmente se ha
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Mujer y Cirugía estética 2014 constituido como feminidad o belleza femenina a partir del rol de género, pues como lo expone (Tajfel citado en García, 2005), el género es un proceso de construcción-acción que inicia con los estereotipos (percepciones de cuerpos en este caso), los cuales se adquieren en los procesos de socialización, condicionando actitudes y acciones que refuerzan una primera creencia, capaces de crear condiciones que confirmen la misma (si lo comparamos con las cirugías estéticas podríamos decir que la creencia de estas mujeres es que el cuerpo es el principal elemento de la feminidad y por ello su búsqueda está encaminada en las practicas del moldeamiento de la figura femenina, quedando atrapadas en el estereotipo de mujer voluptuosa, como una de las maneras más sobresalientes de demostrar su feminidad, puesto que unos senos grandes se vuelven un sello identitario y sólo así la sociedad las legitima como mujeres). Es tal el efecto de la separación por roles de género y sus características fenotípicas, que su categorización adopta el imperativo de norma que ineludiblemente tiene un efecto sobre la identidad, puesto que los roles determinan la mayor parte de las actividades que las personas realizan y los mecanismos para participar dentro de la sociedad. En consecuencia, la construcción de la identidad de género o de mujer acarrea un proceso de auto-
esteriotipaje por el que las conductas comunes del grupo de referencia forman parte de la identidad personal, ya que mediante el paradigma del grupo mínimo se crea la conciencia de pertenecer a un grupo, favoreciendo así lo que el autor llama como favoritismo intra-grupal, excluyendo la inter-grupalidad (este grupo de cinco mujeres por ejemplo favorecen a la población con cirugías). Lo que permite esta discriminación, es la búsqueda de una identidad social positiva pues el endo-grupo se percibe como superior del exo-grupo marcado por la diferenciación categórica que hace obtener la identidad social positiva. Para estas mujeres que se realizan prácticas quirúrgicas, su autoesteriotipaje está directamente relacionado con el endo-grupo de mujeres que le atribuyen a las grandes formas las cualidades más representativas de la feminidad. Por tanto, la imagen de cuerpo se construye a través de la historia personal, enmarcada en un contexto social y cultural a partir del cual se le asigna una forma (unidad de las diferentes partes de su cuerpo), un saber (sobre la funcionalidad que este tiene) y un valor (que es su juicio personal extraído del juicio social) donde la visión del mundo se convierte en una definición personal que hace del cuerpo una construcción claramente simbólica más que una
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Mujer y Cirugía estética 2014 realidad objetiva por sí misma (Le Breton, 2010).
época y el contexto, predominando lo novedoso sobre lo que podría ser perdurable, logrando que las personas adapten su cuerpo a la exigencia inmediata que hace el entorno (Espinoza & Loaiza, 2010).
En consecuencia, el cuerpo adopta la cualidad de ser portador de la condición social porque esta restringe la manera cómo debe ser visto el sujeto, otorgándole una relación bidireccional con el entorno, en donde el cuerpo no sólo le permite al sujeto obtener una experimentación del mundo, sino que también el mundo hace una valoración del sujeto a partir de su cuerpo (Barreiro, 2004).
Por esta razón, las mujeres se vinculan a varias prácticas que les ayudan a crear un cuerpo de formas más destacadas, prácticas que van desde técnicas para lograr expresiones corporales femeninas, que en muchas ocasiones crean un cuerpo femenino como una superficie decorativa, hasta aquellas que les permiten obtener un cuerpo de cierto tamaño y configuración como los son las dietas, los ejercicios, tratamientos estéticos y las cirugías estéticas (Barreiro, 2004). Todo esto con el propósito de retrasar la pérdida de una valoración positiva acerca de sí mismas, ya que no es suficiente con mantener un cuerpo sano, juvenil y esbelto, puesto que ahora unos atributos físicos que se mantengan firmes con el transcurrir del tiempo permiten retrasar el impacto del envejecimiento que por supuesto tiene mayor relevancia en la mujer que en el hombre, de tal forma que ella hace un pacto con su cuerpo en donde, al operar en él, crea la fantasía de operar directamente en ella en tanto sujeto (Le Breton, 2010).
De allí que el cuerpo esté íntimamente relacionado con las intenciones de la producción como soporte económico, principio de integración psicológica y como una estrategia política de control social, puesto que las sociedades occidentales encuentran más llamativa la enunciación hecha por la biología y la medicina sobre el cuerpo, se promueve el modelo del cuerpo como posesión, representación que se originó a partir del desarrollo del individualismo (Le Breton, 2010), lo que podría relacionarse con la idea de que el cuerpo para las mujeres de nuestro contexto es un medio para la obtención de los diferentes recursos promocionados por la sociedad, volviendo su cuerpo un recurso en sí mismo. Así pues, el cuerpo y la belleza que de él se deriva no es inalterable, porque éste adopta diferentes rostros de acuerdo con la
¿Podría ser la cirugía una especie de rito de iniciación?
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Mujer y Cirugía estética 2014 Para dar inicio al siguiente apartado resulta importante destacar que los ritos no sólo están asociados a la religiosidad o a eventos extraordinarios tal como se les ve y practica en las sociedades tradicionales, pues estos, resalta Finol (2006), cumplen diversas funciones dentro de cualquier tipo de sociedad al ser parte constituyente de la trama social y cultural. Los ritos aportan a los sujetos la canalización y resolución de conflictos, la promoción de la solidaridad social, el establecimiento del sentido de pertenencia e identidad, la organización del cambio de estatus y la legitimación y transmisión del poder.
Si bien el autor se refiere al tipo de sociedades denominadas como “primitivas”, evidencia la similitud que tienen estas prácticas con las llevadas a cabo en otro tipo de sociedades como lo son las occidentales o también llamadas sociedades de consumo. Y es que, aunque en las segundas, la intervención corporal no necesariamente es un rito de iniciación que posea un carácter imperativo, las diversas prácticas y cánones establecidos sobre la forma específica que debe poseer el cuerpo, contribuye a que los sujetos se vuelquen hacia lo que denominaba Le Breton, (2010) “la búsqueda permanente de un cuerpo perdido, que es de hecho, la de una comunidad perdida” al llevar cabo prácticas que lo intervengan aceptando el mensaje o ley impuesto por dicha sociedad. Pero es importante destacar aquí que aunque en el trasfondo de dichas prácticas para ambos tipos de sociedad (uno como rito de iniciación y otro como intervención quirúrgica) lo que se busca es la pertenencia a la misma, es decir, sentirse parte de, o mitigar lo que en palabras de Fromm (1959) es “la angustia de la separatidad” que no es otra cosa más que quedar relegado del reconocimiento por parte del grupo social de referencia, es decir separarse de él por no parecerse. En la primera, la modificación del cuerpo constituye un aspecto más dirigido al fondo, esto
Clastres (1978), expone el tipo de relación o vínculo estrecho que establece un sujeto con los demás miembros de su sociedad a partir de su cuerpo. Siendo la sociedad la que determina de qué manera este sujeto dispondrá su cuerpo para el cumplimiento de dicha pretensión. Así, una de las estrategias puesta en marcha es el rito iniciático, en el cual el cuerpo es intervenido a través de varias prácticas con el único fin de dejar en él un mensaje que no sólo toma forma de huella superficial o cicatriz en la piel, sino que además le brinda al recién iniciado la certeza de saber quién es y qué rol cumple como partícipe de la estructura ideológica y cultural en la cual se encuentra.
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Mujer y Cirugía estética 2014 es, el encuentro consigo mismo y con los otros, a diferencia de la segunda, en donde estas modificaciones quedan, para la mayor parte de los sujetos, en la apariencia física, esto es, fijado solo en la forma resolviendo por este medio conflictos personales e internos.
percatarse de su propia existencia, es el reconocimiento. Acción que le exige al sujeto reconocido admitir también la existencia del otro que lo reconoció, puesto que en la vida social todos dependen de la mirada de alguien más, convirtiéndola entonces en una actividad bidireccional. Para que este reconocimiento se dé, los sujetos pueden poner en marcha un plan que diseñan bien sea de manera consciente o inconsciente, material o inmaterial, que les permite la obtención de esa mirada tan anhelada del otro. Pero este reconocimiento puede ser de dos tipos que, aunque difieren entre sí, en sus resultados finales logran exactamente lo mismo, uno es el reconocimiento por “conformidad” y el otro por “distinción”. En el primero no hay una aspiración a ser extravagante sino normal, se usan normas y reglas establecidas que sean coherentes con la condición actual y no se ubica en el engrandecimiento el medio para convocar la respuesta del otro. En el segundo, por el contrario, hay una exacerbada importancia por la competencia y por la búsqueda constante de sobresalir porque en este tipo de reconocimiento la aprobación del otro posee mucho más valor, en donde ser “normal” simplemente no es suficiente.
De otra parte Van Gennep (2008) postula que la mayoría de los ritos de iniciación que coinciden con la pubertad fisiológica (que debe ser distinguida de la pubertad social), pertenecen a una categoría similar de ciertos ritos de corte del cordón umbilical, que son ritos de separación del mundo asexuado que continúan con ritos de agregación al mundo sexual. Estas prácticas que involucran la manipulación de cualquier superficie corporal transforma la personalidad de un individuo de forma evidente para la comunidad o sociedad en la que se encuentra, sacando a este individuo de la humanidad común a través del rito de la separación (que es por supuesto momentáneo y en este caso es el procedimiento quirúrgico), para modificarlo y luego agregarlo al grupo determinado de una manera indiscutible ya que la manipulación del cuerpo, al dejar en él marcas definitivas, hace que su unión con el grupo sea absoluta. En relación con lo anterior, Todorov (1995), describe que la actividad humana que por excelencia le permite a cualquier individuo
Discusión y análisis
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Mujer y Cirugía estética 2014 A continuación se presentan los resultados obtenidos de las entrevistas semi-estructuradas realizadas a las seis participantes, los cuales se organizaron en cuatro categorías de análisis: Imagen de sí misma antes de la cirugía, Motivaciones sociales para la cirugía estética, Transición experimentada con el grupo social de referencia e Impacto psico-social de la cirugía y significación de la misma.
la acción de mirarse al espejo se convertía en la oportunidad de evaluar su cuerpo de una manera implacable, en lugar de destacar otro tipo de atributo físico que pudiera alentar a una mejor visión de sí mismas, su evaluación se centraba en los dos atributos físicos “busto y glúteos” que socialmente se han denominado como únicos y más representativos de la mujer, para ser considerada una mujer en sí misma. Es decir, poseían la convicción de que su cuerpo no sería evaluado positivamente dentro de sus entornos inmediatos pues al sentirse mujeres incompletas asumieron de manera instantánea que la evaluación de los otros sería exactamente igual a la que ellas habían construido. De manera que para este grupo de mujeres existe una seria preocupación por la forma en que los demás las ven, otorgándole a la imagen o a su imagen un valor sobresaliente que mediatiza las formas de relacionarse con los demás. Así lo mencionaron tres de las participantes:
Imagen de sí misma antes de la cirugía En relación con la representación o imagen que poseían las participantes acerca de su cuerpo antes de practicarse la cirugía estética, se encontró que la percepción más sobresaliente sobre sí mismas estaba dirigida hacia la carencia, esto es, la experimentación de un cuerpo incompleto o fragmentado sobre el cual poseen la certeza de que, en lugar de tener atributos físicos no tan pronunciados, la idea principal es que no se tiene nada, idea que generaba en ellas una sensación de incompletud, empobreciendo su autoconcepto, lo que las hacía relacionar con el entorno de manera vacilante. Ya que al percibirse a sí mismas como mujeres incompletas, se sentían con falta de confianza para afrontar con seguridad situaciones de la vida cotidiana, como lo son las relaciones íntimas con la pareja o la compra de prendas de vestir. Siendo por ello que
P2:"yo no tenía cintura, yo era derechita y me veía gorda o sea, todo era feo, iba a comprar ropa y a mí me daba mal genio, yo me miraba al espejo y no, no me gustaba lo que veía, me daba mal genio" P3:"yo usaba brasier con realce” que en esa época y no sé si ahora también pero que de aire que de agua que de gel, un mundo de realces pues por la sociedad y por lo que se estaba viviendo en esos momentos entonces yo decía “como así? ¡Es que lo que yo tengo aquí es mentira! ¡Eso no es mío!, verme de
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Mujer y Cirugía estética 2014 pronto con busto pero es por los brasieres! Yo no tengo nada!” y P5: “yo siempre he sido muy delgada, chiquitica parecía enferma como anoréxica he sido siempre de constitución muy delgadita, entonces siempre he estado no tanto en adelgazar sino en engruesar un poquito en no verme tan pequeñita entonces me gusta mucho alzar pesas...yo era delgada y quería el busto que se viera”.
imagen corporal, lo que les hacía percatar que eso que estaban viviendo como imagen no era una imagen conductora de placer, pues se evidencia en ellas que la imagen vista, más que la imagen percibida o vivida es absolutamente imperativa. Al percibir sus cuerpos como medios NO conductores de placer para ellas mismas, de inmediato no les gustó lo que veían y en consecuencia, las invadieron sentimientos de frustración y baja autoestima que entorpecían su cotidianidad tanto en sus relaciones interpersonales como en la más importante, que es la relación consigo mismas; esto produjo de inmediato un desequilibrio entre su cuerpo y su psique, optando por la cirugía estética como única opción para restablecer el equilibrio personal y mejorar su autoconcepto por medio de lo que ellas consideraban era una mujer hermosa, pues la “fealdad” no era una opción y como en efecto lo reportaron Rodríguez & González (2008), valorarse de una manera tan implacable físicamente, en una sociedad donde impera la imagen, puede repercutir en la aparición de una notable baja en la autoestima o quizá desencadenar un trastorno psicológico de mayor complejidad. De ahí la importancia de la existencia de valoraciones psicológicas o psiquiátricas a priori de la cirugía.
Esto concuerda con lo expuesto por Nasio (2008), quien al retomar a Lacan y a Dolto, sintetiza que el cuerpo es la matriz del inconsciente y por esta naturaleza no es en sí material sino una imagen que se construye de manera subjetiva emergiendo de una carga afectiva (relación con sus madres, en tanto cuidadoras del aspecto físico en este caso, valor imperativo de feminidad) que distorsiona lo que se ve y siente del cuerpo mismo, lo que generó que estas mujeres experimenten su cuerpo de una manera angustiante pues al percibirse a sí mismas desviadas de un ideal corporal, su atención se ubica en el mejoramiento netamente externo dejando de lado la vivencia personal del cuerpo mismo. Al ver sus cuerpos como ellas temían que este fuera (no voluptuoso) no estaban viendo un cuerpo real sino un cuerpo desfigurado producto no sólo de su deseo personal, sino de la incorporación del deseo de los otros logrando quedar fijadas en la “nada” o, más bien, en una percepción fragmentada y pobre de sus cuerpos guiada exclusivamente por su visión consciente e inconsciente de su
Motivaciones sociales cirugía estética
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para
la
Mujer y Cirugía estética 2014 Respecto a las motivaciones sociales que alentaron a las participantes a practicarse su cirugía estética se halló lo siguiente: en la esfera Familiar no existió una motivación directa que produjera en ellas el deseo de pasar por el quirófano, por el contrario, las familias de las cinco participantes manifestaron estar en contra de un posible aumento de glúteos o de busto. No obstante, su oposición fue más bien una oposición tímida, que terminó convirtiéndose en apoyo para la realización de dichas cirugías particularmente por las madres, quienes fueron en últimas, las personas que estuvieron cuidándolas en el post-operatorio. Se podría pensar que por ser mujeres llegan a comprender aún más, la necesidad de sus hijas de verse más voluptuosas ya que por medio de esta vivencia podrían vivir de manera indirecta una sensación de placer o algún tipo de fantasía personal y ser perpetuadoras de un legado de femineidad que de manera implícita estuvo involucrado en las relaciones que estas establecieron con sus hijas. Para estas mujeres la carga afectiva de su imagen corporal y distorsión de la misma, podría estar anclada también al modelo de feminidad transmitido por sus madres, quienes al haber sido modelos de sumisión, mujeres cuidadoras de su aspecto personal físico a la vez que cuidadoras de la relación de pareja, dejaron de lado la oportunidad de
convertirse en objeto de deseo y por ende en incitadoras de este, transmitiendo el mensaje a sus hijas de manera indirecta, para poder experimentar a través de ellas aquello que no pudieron ser. Por otro lado, aunque en los padres el desacuerdo con la cirugía fue más enfático, aun así no lograron disuadir a las participantes y fueron ellas quienes terminaron convenciéndolos de apoyarlas económica y emocionalmente en su decisión de operarse. Algo similar sucedió con sus relaciones de pareja, pues ellas refirieron que no se sintieron animadas por parte de sus novios o esposo para operarse, pero cuando sus parejas descubren su decisión se adhieren a la idea, alimentando aún más su deseo de aumentar el tamaño bien sea de los glúteos o del busto. Esto de una u otra forma les brinda a ellas la sensación de seguridad respecto de captar mayor atención del hombre que está a su lado con el propósito de evitar en él una posible infidelidad o falta simplemente de deseo sexual. Lo cual se convierte de manera indirecta en una motivación, ya que aunque pareciera ser que la cirugía mejora sus auto-conceptos, la modificación de sus cuerpos obedece más a satisfacer la necesidad “aparente” de los hombres de gozar de una plena sexualidad sólo a partir de la imagen corporal femenina con grandes formas. Es decir, el cuerpo
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Mujer y Cirugía estética 2014 que estas mujeres persiguen se convierte casi en el único medio que mejora la calidad de sus encuentros sexuales y por los cuales sus parejas podrían quedarse sujetos a ellas o sus relaciones podrían ser más estables y placenteras. Lo que deja en evidencia un comportamiento sumiso por parte de la mujer guiado también por un imaginario que está encaminado a satisfacer el deseo del otro (el hombre) más que el deseo propio y a la vez convertirse en objeto de deseo, con el cual entran en una dinámica de competencia con otras mujeres. Tal como lo expresaron tres de las participantes:
jugaron un papel determinante en las decisiones de estas mujeres por operarse. Edades cruciales en el desarrollo del sujeto como lo son todas aquellas en las que discurre la adolescencia, en las cuales se da el paso de niñas a mujeres, influyeron claramente en la evaluación que las participantes hacían de su cuerpo y en consecuencia en la necesidad de aumentar el tamaño de sus atributos físicos “busto y glúteos” que en algunos de los casos estuvo apoyado en otro tipo de cirugías como lo son la rinoplastia, la liposucción y la lipoescultura, en las cuales la finalidad es hacer sobresalir aún más los atributos centrales antes mencionados. Aquí es innegable que el rol o la identidad de género producido por este entorno social, en donde uno de los mensajes que se ha enviado a la mujer es que los atributos físicos y competir por reconocimiento con estos atributos, son imperantes en el concepto de feminidad, acarrearon en estas mujeres cierto nivel de angustia por ver que sus cuerpos en formación no coincidían con la imagen de cuerpo que este modelo de mujer “fatal” ha establecido. El hecho de ver a otras jóvenes de la misma edad con cirugías de aumento de busto o con el cuerpo ya modificado, las hizo cuestionarse acerca del cuerpo que en ese momento poseían o veían en el espejo, que en definitiva no era acorde con lo propuesto por su entorno inmediato. Esto genera un
P1:“Yo me las puse porque yo quería sentirme bien y chévere de pronto si más por mi pareja, después de que tuve algunos inconvenientes por infidelidad" “bueno yo también en parte quería que él se sintiera orgulloso de mí, de mis senos porque a veces eh uno ve que hay otras mujeres por allá operadas” P2: “yo en ese tiempo estaba sola, de hecho estaba pasando por una tusa horrible y eso me ayudó en cierto modo, yo había terminado con él pero yo quería que él se diera cuenta a como diera lugar y lo único que él me decía era “a vos te falta cola, a usted lo único que le falta es un poquito de cola y un poquito de cintura y queda bien” Y P3:"En cuanto a mi pareja del momento él si quería que me las hiciera él también conocía pues en la intimidad (risas) que no tenía busto entonces yo creo que también, cuando yo le dije quiero! Él dijo “no, súper, sí que chévere, hacetelo, hacetelo” y si él pues como que me promovía y me incentivaba pues a que lo hiciera pero no fue como que naciera de él inculcármelo".
Las esferas tanto académicas (universidad/colegio), como laborales,
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Mujer y Cirugía estética 2014 De otra parte, el entorno laboral, juega un papel de reforzador en la decisión, es decir, que al encontrarse con otras mujeres que bien están operadas o que están tomando la decisión de operarse, las convierte a ellas en propulsoras de las cirugías plásticas y por ello naturalizan sin percibirlo dicha práctica. Esto es, porque a pesar de que la mujer ha ganado un espacio importante en la sociedad más allá de su cuerpo, aún prevalece dentro de las dinámicas sociales el estereotipo de mujer prolija, atractiva y más que atractiva podría decirse “llamativa”, que es requerida en varios escenarios como lo es por ejemplo el negocio de la industria bancaria, pues dos de las cinco participantes trabajan en dos bancos de la ciudad y manifiestan abiertamente que, en escenarios como este, se descartan de entrada mujeres que no sean “bonitas y prolijas”. Lo cual mantiene a la mujer sometida al influjo de los modelos de feminidad imperantes en la estructura social dominante, razón por la cual la mujer no escapa todavía de una cierta dominación de tipo erótico que ejerce el hombre sobre ella aun en los espacios laborales. Así lo expresaron:
notable deseo de no verse más a sí mismas como unas “niñas sin glúteos y sin busto” procurando entonces hacer una transformación que las incorpore de manera inmediata al “mundo de la mujer física”, la cual atrae las miradas y es reconocida por la sociedad como la mujer atractiva. Hecho que concuerda con lo expuesto por (Tajfel citado en García, 2005), ya que con está autodiscriminación de sus cuerpos se originó una discriminación social o deseo de encajar en el estereotipo predominante de nuestra sociedad patriarcal y machista, permitiéndoles esta discriminación la búsqueda de una identidad social positiva, a través de un cuerpo femenino con grandes formas, un endo-grupo que se percibió como superior del resto de posibilidades identitarias de ser mujer marcado por la diferenciación categórica de los atributos físicos para lograr la identidad social femenina positiva. No verse con grandes formas, constituía un gran choque emocional para estas mujeres, siendo su respuesta a ello el auto-esteriotipaje, primero de mujer en falta “fea” que menoscabó sus autoestimas y luego de mujer “fatal” con grandes proporciones que respondiera al ideal de belleza social, que en definitiva terminaría siendo lo único con lo cual elevarían esa baja valoración de sí mismas, sin dar en ese momento cabida a otra posibilidad, ni reflexión sobre ello.
P5: “en mi colegio mucha gente ya se había operado entonces ya era normal que uno fuera al colegio con la cintica en la nariz es más se hacían rinoplastia y busto al mismo tiempo yo no sé si ese colegio es raro, no es que ese colegio tiene famita de que de ahí salen las niñas lindas” “yo me inyecté hialucor en los glúteos estuvimos
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Mujer y Cirugía estética 2014 averiguando y en ese entonces pues varias amigas se la habían hecho, en el trabajo todo el mundo me dijo, yo también tengo o sea era como algo normal y me inyecté pero muy poquito porque me dolió mucho y le tengo pánico a las inyecciones” P3:"mis amigas la mayoría tiene, están muy contentas eh como te digo son resultados inmediatos entonces…y es más en estos días una amiga que no tenía estuvimos pues el día de mis cumpleaños casualmente en julio estuvimos pues celebrándolo y pues la verdad ella es delgada ya tiene cierta edad, tiene cuarenta años y es soltera y no tiene hijos y lo único que uno le ve que le falta es pues el busto! Entonces en la comida pues todas “ve y vos porque no te pones porque eres muy bonita y es lo único que te falta” y ya se la hizo! Inmediatamente se la hizo…al mes y medio mejor dicho a la semana ya estaba pidiendo la cita y al mes y medio ya las tenía!"
de sus mujeres logra hacer emerger algún tipo de comparación entre unas formas femeninas y otras, otorgándole un lugar de mayor valor al cuerpo de la mujer afro, puesto que la mujer para este grupo de participantes es un modelo de sensualidad o sexualidad a la cual necesariamente le deben sobresalir sus atributos físicos para poder obtener no sólo la mirada de los hombres sino de toda la sociedad en general, tal como lo describen: P4:“Yo siempre me sentía como que estaba muy plana que no se me veía que no sé qué, pero me parecía muy raro porque pues yo soy negra y generalmente los cuerpos de las mujeres negras, son considerados como cuerpos voluptuosos, pero en mi caso no era así, tal vez porque tengo descendencia de mi abuela que es blanca, mi abuela paterna es blanca entonces creo que mi abuela fue la que me hizo el mal" P1:"Yo jugaba y me metía chiritos, ósea yo toda la vida tuve las ganas de tener lo senos más grandes…me gustaba mucho ver videos de la gente que baila, pero a mí me gustan los bailes de negros, como yo tengo mis raíces también negras, pues afro por allá en la familia me gustaba si mucho ver los videos de las morochas por lo general son, pues son como voluptuosas, no? No se ven tan menuditas y yo me fijaba mucho en eso, decía no! Me parecen divinos!” y P2:“por mi casa siempre había un grupito de niñas que me molestaban por no tener cola desde niña, no, y eso yo creo que ya venía…ya me lo habían metido y eso fue en buenaventura pero por la cola porque las negritas de allá tienen cola…yo creo que también influye de donde venga uno, yo vengo de esa cuna de allá de negros que todos tienen rabo allá y son culones entonces yo creo que yo venía con eso aquí estampado y metido yo creo que nada me lo iba a sacar"
Entorno social En la esfera del entorno social inmediato, se puede identificar cómo los imaginarios colectivos acerca de los rasgos corporales típicos que debe poseer cada grupo étnico, juegan un papel importante en el momento de hacer la evaluación que se tiene sobre el propio cuerpo, pues para tres de las participantes, el hecho de que la mujer afrodescendiente esté estereotipada dentro de las grandes formas, conlleva a pensar que ese modelo de cuerpo es el que se debe portar, máxime en una ciudad como Cali en la que se conjugan diferentes concepciones culturales acerca de lo que es el cuerpo mismo y en donde existe alta influencia de la cultura afro-descendiente. La voluptuosidad
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Mujer y Cirugía estética 2014 En relación con lo anterior, se podría ejemplificar que el aumento del tamaño del busto y de los glúteos, tan sólo por mencionar algunos de los tipos de cirugía plástica que se pueden llevar a cabo, se convierte para las mujeres en una acción que termina incorporándola en un mundo de mayor reconocimiento que el anterior (con anterior quiero decir cuando sólo contaba con los atributos propios o naturales que sus genes le habían proporcionado y que por alguna razón no le eran suficientes -a su entorno- para ser aclamada como una mujer sexualmente deseada o admirada). Puesto que la devoción a las grandes medidas ha suscitado en nuestra cultura que la representación corporal de la mujer debe tener destacados sus atributos porque de lo contrario quedara atrapada en un mundo asexuado sin poder acceder al reconocimiento de los otros (Van Gennep, 2008).
su auto-concepto al percibir que sus cuerpos ya no están imbuidos en la “nada”. Así estas mujeres proyectan de manera inmediata su seguridad, lo que generó que los encuentros sexuales tomaran un matiz diferente con el aumento de los atributos femeninos, pues los hombres responden a ellos demostrando en apariencia mayor deseo sexual a la vez que curiosidad por el tamaño de los glúteos y del busto de sus parejas, lo que ellas toman como un mejoramiento en la imagen que poseen ellos sobre sus cuerpos. Así lo manifestaron: P2: "yo era muy tímida antes con mi pareja al momento de tener relaciones por ejemplo para bañarme con mi novio a mí no me gustaba o andar en cucos en el cuarto o en la casa si estábamos solos, no era capaz! Y de día tampoco no me gustaba que de pronto me viera no! Totalmente! Ahora es distinto por ejemplo con mi novio actual para mi andar en calzones delante de él a mí me gusta si me entendes entonces, en esa parte si ya no soy tímida en ese sentido no, me da más seguridad" Y P3: "con la pareja Pues es que ya es diferente porque uno ya pues con busto, ya a uno lo observan diferente o hay de pronto más pasión o de pronto más como entendimiento, pero pues si las relaciones de pareja cambian mucho y es por la misma seguridad que uno proyecta, no sé de pronto uno con las sabanas se tapaba o ciertas cosas que pues que evitaban que uno estuviera tranquilo y ya cuando uno está tranquilo relajado pues todo fluye más fácil, entonces sí totalmente cambia".
Transición experimentada con el grupo social de referencia En cuanto a la transición experimentada con el grupo social de referencia más cercano, se evidenció que el cambio en la percepción hacia ellas más notoria se dio en la esfera de las relaciones de pareja, pues estas adoptaron un nuevo significado, no solamente para los hombres sino para ellas mismas, ya que ver su cuerpo como lo deseaban les otorgó mayor satisfacción consigo mismas, a la vez que mejoró exponencialmente
En cuanto a los diferentes entornos como lo son la universidad/colegio, el trabajo o el
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Mujer y Cirugía estética 2014 entorno social en general, la transición que experimentan estas mujeres se evalúa de manera positiva puesto que en cualquiera de los tres, los comentarios y actitudes de las personas que estaban cerca, contribuyó a que la nueva forma corporal fuera más valorada por ellas. Las personas reaccionaron ante la cirugía demostrando mayor interés hacia estas cinco mujeres, pues hubo un aumento en las evaluaciones positivas que les hacían acerca de su belleza, manifestando agrado y aprobación por el aumento de sus atributos físicos, denotando con ello la aceptación que en nuestro entorno poseen estas prácticas que aunque pueden poner en riesgo la vida de los sujetos que las llevan a cabo, el resultado hace que este riesgo valga la pena, pues obtener mayor reconocimiento es algo a lo que se le apuesta determinantemente en un procedimiento como estos. De manera que, al encontrar el cuerpo deseado por medio de esta práctica encuentran también la mirada deseada del otro y con él un nuevo lugar de reconocimiento que no se creía poseer con el cuerpo anterior, por lo cual el cuerpo mismo para estas mujeres se convierte en un instrumento que se emplea en función de reconocerse a sí mismas, pues no solamente los otros las reconocen sino que ellas se otorgan un valor nuevo al ver que su nueva imagen en el espejo suple la necesidad de completud generada
por la valoración negativa que realizaron previa a la cirugía. Así lo expresó P1: "yo con orgullo muestro pues mi cirugía...si antes te miraban dos ahora te miran ocho" y P4: “yo me miraba al espejo hasta tarde, en vez de dormir me coloque a mirar cómo me veía ahora con los nuevos senos, súper diferente y a gusto...despertó a la mujer, pero entonces despierta a la mujer pero sensual, la que puede despertar las miradas, la que camina y en su caminar logra que se despierten otras emociones que desconocía, que antes si de pronto sucedía eran ignoradas por ella”.
De acuerdo con Todorov (1995) y al respecto de la práctica de la cirugía estética podríamos señalar que de los dos tipos de reconocimiento, el de distinción, es al que se aferran las mujeres que procuran hacer notar un cuerpo femenino con grandes proporciones. Es importante resaltar que nuestro contexto al ser una sociedad enteramente consumista y con una ideología liberal se convierte en un catalizador para que dichas mujeres opten por este medio y no por otro, ya que aunque se tenga un abanico de posibilidades en la elección de una ruta hacia el reconocimiento, el mensaje transmitido siempre es el de éxito social. Palabra que de manera simplista se asocia con bienes materiales, puesto que en Colombia ser próspero qué es un indicador de éxito social y que nada tiene que ver con valores humanos, amor por el otro o enriquecimiento del ser, sólo se
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Mujer y Cirugía estética 2014 le relaciona con “tener”, idea que se trasladó a todas las dimensiones del ser humano incluido el cuerpo, acarreando así que una de las iniciativas para la obtención de la mirada del otro y por ende para su reconocimiento sea la entrada a una sala de cirugía.
sentirse bellas pueden tener el valor de rechazar la propuesta de un hombre que las quiera cortejar y de esta manera escoger la opción que más les atraiga sin que necesariamente sea el hombre con mayores recursos el que se interese por ellas.
Impacto pisco-social de la cirugía y significación de la misma
Pero aquí es importante resaltar, que sí bien su objetivo no está guiado por lo anteriormente mencionado, para ellas si es trascendental obtener, por medio de su cuerpo, una forma de dominio sobre la pareja que está con ellas, es decir, su cuerpo media para lograr que el hombre que está a su lado efectivamente “permanezca a su lado” pues su seguridad depende en alto grado de esto, denotando una posición ambigua, pues al creer que ellas están en una posición de superioridad respecto del hombre gracias a que alimentan o satisfacen el deseo que el posee, quienes en realidad están supeditadas son ellas al actuar en función de lo que al hombre le parece, según ellas, atractivo y deseable. Algo en común que se pudo identificar en las participantes, es que las edades que se ubican en el rango de los quince hasta los veinticinco años, son unas edades cruciales en la toma de decisión de pasar por el quirófano, edades en las cuales se espera contar con las proporciones corporales adecuadas para obtener las miradas y el deseo de los
La cirugía estética como práctica exclusiva de mujeres adineradas ha quedado relegada. Con la información obtenida a partir de las participantes, queda en evidencia que gracias a la gran demanda de mujeres que se desean practicar este procedimiento, la oferta se ha abierto a todo tipo de estrato social, por lo cual tener una prótesis mamaria ya no es necesariamente índice de poseer cierto estatus en la sociedad caleña o en su defecto una muestra de las mujeres que pudieran ser parejas de narcotraficantes o con proyectos de serlo. La cirugía estética, aunque bien proporciona a las mujeres un significativo reconocimiento, no es para este grupo de mujeres la opción que permite obtener una pareja estable que provea recursos o que las remunere económicamente, por el contrario, al ofrecerles mayor autoconfianza se perciben como mujeres que pueden tener la seguridad en sí mismas de no estar dependientes de su pareja afectivamente, pues al verse y
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Mujer y Cirugía estética 2014 hombres en donde además físicamente hablando la mujer se encuentra más apta para concebir, inciden en tomar la decisión de pasar por el quirófano, pues es la opción más rápida que les permite ser competitivas en un contexto como el de Cali, en donde preponderan las mujeres con grandes formas.
promueve el hallazgo en ellas de capacidades para llevar a cabo las cosas que antes no creían que podían lograr, su autoconfianza gracias a la cirugía las convierte en mujeres más decididas y determinadas para la obtención de sus metas en cualquier esfera de sus vidas.
Por lo anterior, la cirugía para ellas más que ser la opción por la cual atraerán una pareja sin desconocer que aumenta las posibilidades de conseguirla, es un paso que se da hacia el descubrimiento de potenciales propios, que antes de la cirugía eran desconocidos por ellas o simplemente opacados por la evaluación negativa que hacían de su cuerpo, de tal manera que el obtener la aprobación de sí mismas como mujeres completas a las cuales no les falta nada gracias al tamaño de sus glúteos y de su busto, juega un papel fundamental de atribuirse poder como sujetos sociales. Es decir, si hacemos una comparación con los hombres quienes compiten entre sí con objetos materiales, esto es, el mejor cargo laboral, el carro de marca entre otras para ser reconocidos, las mujeres en este caso le apuestan a que las grandes formas las convierta en mujeres más competitivas ya no sólo sexualmente sino también podría decirse laboralmente. Lo que demuestra que al sentirse en concordancia con su cuerpo, esto
De igual forma lo que se busca con estas prácticas es eliminar cualquier duda de la existencia de un cuerpo completamente formado para la sexualidad, ya que aunque se haya alcanzado la pubertad física que es la madurez sexual existe además la pubertad social. Esto significa que aunque una mujer se encuentre apta para la fecundidad porque su cuerpo ya se ha dispuesto para esto, sus encuentros sexuales no sólo pueden estar mediados por esta capacidad que es la pubertad fisiológica, sino que también están mediados por la pubertad social que son los parámetros o cualidades establecidos por la sociedad que a la par determinan la capacidad de tener encuentros sexuales. En otras palabras y relacionándolo con nuestro contexto, ya no solamente es apta para un encuentro sexual una mujer que tenga cierta edad y que su cuerpo ya esté preparado para concebir, puesto que es mucho más apta o llamémosla “competitiva sexualmente” aquella mujer que sus atributos físicos son notablemente visibles y han borrado toda huella de
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Mujer y Cirugía estética 2014 cuerpo infantil, esto es, un cuerpo de proporciones pequeñas, senos pequeños, caderas no tan pronunciadas y glúteos en pequeña proporción (Van Gennep, 2008).
consecuencia pensar desde otra perspectiva acerca de su cirugía y en lo que implica ser mujeres. Ellas, ahora ven en la cirugía estética, una práctica que estereotipa a las mujeres en un sólo lugar, el de la “mujer objeto”, siendo importante que todas las mujeres evalúen críticamente su propio procedimiento antes de hacerlo, sean conscientes de que en él pueden perder sus vidas y quizá salgan de allí con una pérdida más que con una ganancia. Hoy en día piensan más en las posibles pérdidas, a diferencia de cómo lo pensaron en el momento de operarse, reconociendo además, que esta práctica debería primar o ser preferiblemente llevada a cabo por quien de verdad tenga una falta física que limite su vida, cómo lo puede ser una reconstrucción de seno por cáncer de mamas. De otro lado, ellas mismas hablan de la necesidad de la existencia de valoraciones psicológicas que ayuden a las pacientes a encontrar los verdaderos motivos por los cuales se operan, comentando que se convierten en actos azarosos y aseguran que sí todas las mujeres se hicieran estás valoraciones, estarían seguras que hasta quizá se pudiera caer el negocio de la cirugía estética. Pues a los quirófanos llegan mujeres con niveles de angustia y desesperación altos que quieren apaciguar con este acto de inmediatez, optando por una intervención invasiva de su cuerpo antes que ir a intervenir
Sin embargo y a pesar de ser simpatizantes de esta práctica, se identificó también una ruptura importante en su concepción y significación de las cirugías estéticas, gracias al avance que han hecho en cuanto a su formación profesional en su paso por la universidad. Lo que se comentó anteriormente, demuestra que de todas maneras su valoración hacia las cirugías es positiva, enarbolando dicha práctica por sobre otras actividades que ayuden a mejorar el autoestima. Pero resulta interesante, que ellas mismas sean capaces de reconocer la existencia de un cambio en sus valoraciones, pues para cuatro de las cinco participantes (tres de ellas estudiantes de psicología, la otra profesional en finanzas), fue un común denominador, el hecho de haberse practicado sus cirugías antes de iniciar sus carreras o apenas empezando, es decir en los primeros semestres, mencionando que era evidente que en ese momento de sus vidas sólo apremiaba, lo inmediato, por lo cual su capacidad de crítica social, se fue adquiriendo a lo largo de sus carreras profesionales. Fue así, que sus formaciones profesionales, les hizo pensar en la sociedad de otra forma y en
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Mujer y Cirugía estética 2014 invasivamente su “alma”. Así lo expresó P4 (quien labora en clínicas de cirugías estéticas):
pues tampoco estoy de acuerdo porque estas exponiendo tu vida”.
Esto merecería otra investigación y otro tipo de discusión, pero no debe dejar de comentarse, y es el hecho indiscutible de que a los seres humanos, nos aterra adentrarnos en lo profundo de nuestras mentes para descubrirnos y por ende confrontarnos, motivo por el cual, estas mujeres prefieren que manipulen su cuerpo para minimizar su angustia y no dar cuenta de lo que les sucede realmente en lo más profundo de su mente. Así, alrededor de esto suceden dos cosas importantes, que se reconocen a la luz de estos hallazgos. Uno, lo que se comentó con anterioridad, que fue reconocer que estas mujeres poseen una subvaloración de sus cuerpos por encima de la media y en consecuencia subyace en su deseo de operarse algún tipo de desequilibrio emocional leve o complejo que no es tenido en cuenta en este escenario (De la torre, Tumer, González, Macías & Leal, 2000). Por otro lado y se queda implícito en el discurso de las participantes, el hecho de que la primera cirugía abre la puerta para una posible adicción a las mismas, pues cuando resuelven por primera vez una imperfección corporal por este medio, es muy probable que se queden fijadas en esta actividad, exponiendo su vida constantemente para corregir cada nueva imperfección que descubren, sin llegar a resolver realmente el
“cuando yo entre a la universidad la universidad impactó mucho en mí y el pensamiento que tenia de las cirugías {…} entonces eso ayudó mucho a que la visión que yo tenía de la cirugía cambiara también un poco. Frente a mi sigo pensando que la cirugía plástica da autoestima cuando las personas hacen un cambio desde adentro {…} querer entrar a estudiar psicología fue movilizado por este medio de cirugías plásticas porque constantemente yo atendía pacientes que yo decía huy no! están muy vacías por dentro, yo siempre encontraba un común denominador en ellas, eran pacientes que se sentían solas, que habían sido traicionadas, que tenían el autoestima tirada por el suelo {…} inclusive algo que pasa en las pacientes es que no les gustaba quedarse solas en la habitación a veces se iban los familiares y decían ¡no venga quédese aquí al lado mío! O sea esa necesidad del otro, esa necesidad que el otro este constantemente allí encima y de sentirse vacías porque a pesar de lo que se estaban haciendo y que se estaban gastando una cantidad de dinero en ellas, pues se sentían vacías entonces yo decía no”
Y P3 (quien es la profesional en finanzas) “yo opino que si uno se va a sentir bien, que si es una decisión tomada porque uno quiere, súper porque si vas a cambiar … no porque tu pareja, tus amigos o porque uno quiere entrar en cierta moda… no estoy de acuerdo porque después tú no te vas a sentir bien porque estas complaciendo a otras personas…pero si yo sé, que tengo otra opción, tomo la otra opción y no me expongo a una cirugía pues porque sí, o sea es también como uno se sienta, lo que necesite y no ponerse pues a toda hora “ay me salió un gordito! ay voy al quirófano!” no,
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Mujer y Cirugía estética 2014 problema de fondo, corrigiendo sólo el signo mas no el síntoma.
puede ser generalizable para el resto de la población que se practica cirugías, fue un punto de quiebre importante para este grupo de mujeres, demostrando como la educación juega un papel importante en la toma de una decisión tan trascendental en la vida de una mujer, que si es llevada a cabo en malos términos puede poner fin a su vida, de tal forma, que lo que se pone en juego es un precio muy alto. Así, la cirugía plástica, como práctica, se puede tomar como una semejanza de las prácticas rituales, que ayuda a delimitar el rol de género femenino y el lugar que tiene la mujer dentro de su grupo social, ubicando sólo en el cuerpo, la cualidad identitaria más sobresaliente para la mujer y por el cual se la legitima, lanzándola a un afán de encontrar esa legitimización de si misma, lugar que es perseguido con ahínco por las mujeres que, como las participantes, centran en la corporalidad y belleza física el elemento constitutivo de la feminidad y por los cuales se estereotipan así mismas como “feas” antes de la cirugía, desmejorando considerablemente sus autoestimas, ya que en la actualidad gracias al culto que se hace de la imagen y lo “bello”, el considerarse “feo” puede desencadenar una suerte de desequilibrio emocional, sumado a una distorsión previa de la propia imagen y ciertos rasgos de personalidad que se pudieron haber constituido de manera patológica.
Conclusiones La práctica de la cirugía estética es en principio una decisión que aunque en apariencia obedece a una necesidad personal, se reconoce que está íntimamente ligada a la decisión de operarse, una baja autoestima debido a las valoraciones implacables que hacen de su cuerpo y al menosprecio que sienten por el mismo, sub-valoración física que es más evidente en ellas que en la población en general. Situación, que evidentemente afecta sus autoconceptos, envolviéndolas en una angustia existencial alrededor de su cuerpo, que perciben como una interferencia tanto para el logro de sus metas personales como las sociales. Es importante también resaltar, que los entornos son determinantes, influyentes y hasta decisivos para pasar por el quirófano, puesto que formarse profesionalmente por ejemplo, hace que el sentido crítico de la sociedad y de las necesidades personales se desarrolle con más fuerza y en consecuencia estás mujeres vean con otros ojos la misma cirugía estética. Una formación académica profesional, abre la puerta para que las mujeres sean aún más conscientes de los peligros y de las posibles pérdidas que puede generar esta actividad, y aunque esto no
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Mujer y Cirugía estética 2014 Por tanto, todo lo anterior merece ser objeto de análisis y valoración por parte de un profesional en psicología y aunque sería erróneo asegurar que esto aplica para todas las mujeres que se practican cirugías, la pretensión de este estudio es también dejar en evidencia, que algunas elementos a nivel subjetivo se pasan por alto en el momento de intervenir a estas mujeres. Pues por ejemplo ninguna de las mujeres que conformaron el grupo de participantes de esta investigación, recibió algún tipo de valoración psicológica para evaluar los motivos que las alentaron a operarse, siendo ellas mismas quienes reconocen que sería importante que esta acción se realizara. Por tanto la cirugía estética es para ellas una actividad muy valorada y naturalizada que podría decirse se convierte en algo sacro que les hace descubrir características propias, que para ellas llegan con esta práctica más que haber estado siempre allí, aun cuando se exponga su integridad física y su vida misma, pues el peligro siempre estará latente aun cuando la cirugía sea todo un éxito y se ejecute en las mejores condiciones higiénicas. Ellas podrían fácilmente quedar limitadas físicamente por una mala praxis, como es el caso de una paciente (no forma parte de la muestra es un caso externo) que pierde la sensibilidad en sus pezones a causa de la cirugía entorpeciendo sus encuentros sexuales en lugar de
aportar al mejoramiento de los mismos o quizá desencadene una adicción por las cirugías y ellas queden ancladas a esta práctica como único medio para la resolución de un posible conflicto psíquico que en lugar de elaborar, termina acrecentándose. De manera que, resulta importante y casi que urgente la presencia de la praxis psicológica en estos escenarios, para ayudar a estas mujeres a atacar el problema (si existe) desde adentro y no se quede operando únicamente su corporalidad. Referencias Barreiro, M. A. (2004). La construcción social del cuerpo en las sociedades contemporáneas. Papers(73), 127-152. Baudrillard, J. (2009). La sociedad de consumo. Madrid: Siglo XXI. Cáceres, Z. M., & Díaz, S. P. (2008). La representación del cuerpo de la mujer en la publicidad de revistas femeninas. Estudios sobre el mensaje periodístico(14), 309-327. Castillo, M. P. (2008). El bello negocio de la cirugía plástica. Revista posiciones, universidad del valle, (2), 5865.
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